• libro la primera vez - Elena Vega

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    Sofia, joven, estudiante, con un devenir que va dejando huella y sentimientos dificiles de borrar. Transita por la vida, tropezando e intentando desenmaranar hacia donde va, que quiere y cual es el sentido de su existencia.
    !Y de repente un principe!
    El sueno romantico de cualquier chica. ?O quizas no?
    Puede que no sea tan maravilloso como parece.
    Una lucha se desata en su interior. La posicion social, el dinero, la religion o el contraste de culturas no deberia ser impedimento para el amor y sin embargo, representan un abismo dificil de franquear.

  • LA PRIMERA VEZ | ESTHER PORTA | Casa del Libro

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    El libro LA PRIMERA VEZ de ESTHER PORTA en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • PRIMERA VEZ. SUITEADSLESCENTE - Casa del Libro

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  • La primera vez - Libro de Esther Porta - Lecturalia

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    Me cuentas tu primera vez? Con condones «diabólicos», con llantos o carcajadas incluidas, amenizadas con música escogida para la ocasión o la delirante ...

  • La primera vez que la pegué con la izquierda: 7Ps para brillar...

    https://www.amazon.es/primera-vez-que-pegu%C3%A9-izquierda/dp/8416364028

    La primera vez que la pegué con la izquierda: 7Ps para brillar (Directivos y líderes) : Ibarrondo Garay, Imanol: Amazon.es: Libros.

  • Desde la primera vez : Rangel, Mery - Libros - Amazon

    https://www.amazon.es/Desde-primera-vez-Mery-Rangel/dp/8417740007

    El libro se titula "Desde la primera vez" de la escritura Mery Rangel Escritora. Es un libro que me ha sorprendido mucho, porque asido mejor de lo que pensaba.

  • Cherry. La primera vez - La Galera

    https://www.lagaleraeditorial.com/es/cherry-la-primera-vez-978-84-246-6096-3

    Inicio · Libros; Cherry. La primera vez. Colección: Luna roja; Edad: a partir de 14 años; Género: Novela ... Cherry. La primera vez. Lindsey Rosin ...

  • Cherry: la primera vez, de Lindsey Rosin - Reseñas de libros ...

    https://entremetaforas.es/cherry-la-primera-vez-de-lindsey-rosin-resena/

    En este libro conoceremos la historia de cuatro amigas que en su último año de instituto deciden embarcarse en una ventura para perder su virginidad a la vez, ...

  • Libro La primera vez que la pegué con la izquierda - Editorial ...

    https://www.editorialkolima.com/producto/la-primera-vez-que-la-pegue-con-la-izquierda/

    Libro de Imanol Ibarrondo. Descubre todo el potencial que llevas dentro y ayuda a que otros lo descubran.

  • LA PRIMERA VEZ TENÍA SEIS AÑOS - AUBRY ISABELLE

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    “Una nunca se cura del incesto. Pero es posible sobrevivir, y yo soy la prueba.” Isabelle Aubry. Información del libro.

  • LA PRIMERA VEZ. BARGUÑO, LAURA. Comprar libro

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    LA PRIMERA VEZ (Libro en papel) ; Editorial: MONTENA ; Materia: Autoayuda ; ISBN: 978-84-8441-178-9 ; Colección: CLUB ZAPATILLAS ROJAS ; Idioma: Castellano ...

  • Podria decirte la verdad de Elena Vega

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    Tras la buena acogida de la novela “La primera vez” y ante la peticion de algunas lectoras de contar la historia de Namir y Nora, se presenta “Podria decirte la verdad”.Nora es una joven introvertida, emocionalmente cohibida y volcada en su trabajo. Se siente el patito feo y totalmente negada para las relaciones amorosas. Mientras que su hermano Namir, es todo lo contrario, extraordinariamente atractivo, extrovertido, y coleccionista de amantes, incapaz de mantener relaciones duraderas.Dos personalidades distintas, dos maneras de enfrentarse al mundo y una cosa en comun, no creen en el amor.

  • Mi querida Espana de Luis Del Val

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    El periodista y escritor Luis del Val hace un recorrido costumbrista de Espana con las peculiaridades, usos y practicas de sus habitantes [?]a veces contradictorias, a veces exageradas[?], que caracteriza la personalidad de nuestro pais.

  • Buenas noches querida de Gi Maelys

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    Se aproxima un verano escalofriante.Caden es asechado por un serial fanatico del arte, y sus dilemas respecto a la mujer que ha conocido, no le permiten pensar con claridad.Su secreto esta por ser descubierto, la policia va tras el, hay un caso que debe resolver y el es el centro de todo.Caden es inteligente, precavido, metodico… y es un asesino.

  • La viuda y el escoces de Julia London

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    Lady Chatwick, Daisy Bristol, se habia quedado viuda, y el testamento de su difunto esposo la obligaba a casarse otra vez, so pena de perder la herencia de su hijo, Ellis. Tras recibir una carta de Robert, su primer amor, Daisy decidio marcharse de Londres.

  • Cartas de seduccion de Janelle Denison

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    Despues de anos locamente enamorada de su jefe, la secretaria Melodie Turner habia decidido hacer algo por fin. Quiza el detective privado Cole Sommers fuera capaz de resistirse a su nuevo peinado o a la lenceria sexy, pero pronto se veria afectado por una serie de cartas eroticas…

  • Fue una suerte encontrarte de Sophie Saint Rose

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    Sine es la hija del Laird de los Calhoun y cuando descubre que van a casarla en contra de su voluntad, no le queda mas remedio que huir de su hogar acompanada de su madre. ?A que clan acudir para que las protegieran de su despiadado padre? Solo se le ocurre pedir ayuda al Laird mas poderoso de las Highlands. El Bendecido no se espera su llegada y seguramente las expulsaria en cuanto cruzaran sus tierras, pero era su unica opcion y a ella no le faltaba valor para intentar convencerle. Un valor que demostrara que el amor lo puede todo.

  • Siempre ella de Mero Loor

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    A veces el amor no es lo que parece, a veces necesitamos conocer por muchos anos a una persona para saber que es la indicada, a veces basta una mirada, si, aunque suene a locura, basta una mirada, pero ?Que, cuando esa mirada crea lazos con el tiempo? ?Cuando el misterio es mas grande que el simple hecho del amor a primera vista?
    Preparate para describir un amor no solo a primera vista, un amor que trascendio y transcendera en el misterio del tiempo. Descubriras que quizas ya amabas a esa persona antes de conocerla, quizas ya la conocias, pero no lo recuerdas, sin embargo, existe ese presentimiento, ese “siento que te conozco de toda la vida” aun cuando apenas se han presentado. Descubre las posibilidades de que tu amor sea el amor de tu vida, el amor de todas tus vidas.

  • Sobre las luces de Chicago de Patricia A. Miller

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    a muerte de mi padre me ha traido de nuevo a Chicago, donde solo he encontrado problemas: he tomado las riendas de la empresa familiar, que esta ahogada por las deudas, he descubierto secretos que jamas hubiera imaginado y reconozco que tengo serias dificultades para mantenerme alejada de el: Tyler Gallagher. Un bombero insoportable cuyo cinismo me impulsa a correr en sentido contrario.

  • El secreto de las siete chimeneas de Maria Sala

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    Sara tiene once anos y reside en un barrio Madrileno de clase media junto a su familia. Le encanta comer pizza los domingos, jugar con sus amigos y hacer rabiar a su hermana mayor. Su vida transcurre con total normalidad hasta que una tarde su padre muere frente a ella. Este suceso lo cambia todo: la pequena deja de hablar y se encierra en si misma.

  • El collar de los Balbases de Jorge Eduardo Benavides

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    Con el telon de fondo de la primera guerra carlista, mientras Espana decide su futuro y vive en la confusion de las revueltas y con- juras politicas que acosan al gobierno de la Reina regente, un famoso ladron, un du- que enamorado y un ingles poliglota entre- mezclan sus destinos a causa de un collar antiguo y, segun se dice, maldito. Una galeria de ambiguos, oscuros y cautivadores personajes --politicos, intelectuales y artistas-- desfilan por esta novela escrita con la maestria de quien se confirma en estas paginas como uno de los grandes narradores de aventuras.

  • Un caballero inconveniente de Catherine Brook

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    Inglaterra, 1830 Habian pasado cuatro anos desde que Edwin Allen habia asistido a una fiesta de esas. En general, las semanas campestres de lady Pembroke eran del agrado de toda la sociedad, y bastante anheladas por aquellos jovenes que ya se sentian preparados para entrar en el mundo tragico pero ineludible del matrimonio. El no estaba listo, y dudaba que algun caballero de veinticuatro anos recien salido de la universidad lo estuviese. A menos, claro, que fuese un hombre con un fuerte sentido de la responsabilidad y apego a lo tradicional, virtudes que nadie podria adjudicarle jamas. En realidad, era muy dificil que le adjudicaran alguna virtud. Edwin sonrio ante el pensamiento y tomo un sorbo de la copa, su unica compania en el solitario jardin. Para su gran fortuna, era el baile de inauguracion y todos estaban dentro festejando, por lo que era improbable que lo importunaran. No era que detestase las fiestas o a las personas, solo que el preferia entretenimientos mas interesantes. De preferencia, con mujeres menos recatadas que las alli presentes y caballeros tan bromistas como el. Todavia recordaba la discusion que tuvo con Julian al respecto. --Se que eres un adulto, pero el sentido comun me dicta que no es conveniente dejarte solo en casa --habia dicho su hermano Julian con tono inflexible despues de que Edwin rechazara rotundamente la idea de ir a la semana campestre de lady Pembroke. --Si ese es el unico inconveniente, me quedare en un hotel --habia respondido el, haciendo que en los rasgos de Julian apareciera esa mueca contrariada que tanto le divertia. --No, no es el unico. Estas en edad de empezar a introducirte en sociedad. La aristocracia sabe que te has graduado, les ha resultado toda una sorpresa porque todos juraban que te expulsarian. Han empezado a incluirte en las invitaciones. --Espero que no tengan la absurda idea de que me he reformado, porque de ser asi… --Edwin --habia interrumpido su hermano--, ya no eres un jovenzuelo. --Que haya pasado la etapa de bromas no me hace un caballero respetable. No tengo animos para tratar con gente estirada y damas que parpadean como si los ojos se le fueran a secar solo por no pestanear cada medio segundo. !Por Dios, Julian! Sabes que asistir a esa fiesta en particular es gritar que estas buscando esposa. Soy muy joven para eso. No pienso ir y es mi ultima palabra. Por supuesto, no habia contado con que el conde de Granard, que siempre habia sido mas bien benevolente con el y con su melliza Clarice, se pusiera inflexible en el tema. Habia pocas personas que pudieran obligar al famoso mellizo Allen a hacer algo que no deseaba, y Julian estaba en ese reducido grupo que solo conformaban el y Clarice. El primero porque habia sido lo mas cercano que tuvo a una figura paterna cuando quedaron huerfanos a los siete anos, y la segunda porque era su melliza, su otra mitad, y no habia nada que Edwin no hiciera por ella… aunque moriria antes de confesarselo. Asi pues, valiendose de ese respeto que Edwin le tenia, habia conseguido arrastrarlo hasta alli. Por fortuna, Edwin era el cuarto hijo de un conde y sus posibilidades de heredar un titulo eran casi nulas. De lo contrario, estaria rodeado de jovenes casaderas que lo asfixiarian con sus perfumes de rosas y lo marearian con tanto aleteo de pestanas. No tener una fortuna considerable y ser bastante joven tenia sus ventajas. Cuando todos comprendieran que no se habia regenerado --y el se encargaria de que quedase claro-- todo volveria a la normalidad. La aristocracia dejaria de enviarle invitaciones y darian un paso hacia atras cada vez que lo vieran entrar. Despues de todo, si algo inspiraban los mellizos Allen era cautela, y no era para menos. Todos sabian que fueron los mellizos quienes, a la tierna edad de ocho anos, liberaron a los perros de caza en el almuerzo de lady Milford, y ni que decir de cuando Edwin habia incendiado un salon en Eton --y por eso fue expulsado--. La sociedad estaba siendo demasiado idiota al pensar que un personaje como el se podia reformar. Sabia que algunas matronas estaban desesperadas por casar a sus hijas, pero no era necesario llegar a fantasias absurdas. -- Edwin --susurro una voz suave a sus espaldas. Edwin se tenso y se permitio hacer una mueca de repulsion antes de girarse con una sonrisa algo tensa. --Lady Lydia, que sorpresa. En realidad no lo era en lo absoluto. Sabia que la dama estaba alli: llevaba intentando evitarla toda la noche. Supuso que habia sido demasiado optimista de su parte pensar que podria huir de ella toda la semana. --No sabia que habias regresado. Me alegra mucho volver a verte --dijo con una sonrisa. Edwin admitia que tenia una sonrisa bonita. Lastima que fuera lo unico en su rostro. No habia cambiado en lo absoluto desde la ultima vez que la vio; si acaso se habia vuelto mas fea. Tenia una nariz gruesa, como la de las ilustraciones de las brujas en los cuentos; unos ojos muy grandes y un rostro demasiado redondo. Su cuerpo prometia ser un poco mas tolerable, pero era dificil de descifrar con tantas capas de tela encima. La sociedad no las apodaba a ella y a sus hermanas <> por nada. --Llegue hace poco. Por mas que la cortesia lo exigiera, Edwin no se atrevia a responder con un <>. No solo porque no se alegraba, que ya era una razon muy poderosa puesto que el no solia hacer uso de ese tipo de mentiras, sino porque solo agravaria el problema. Habia pensado que una separacion de cuatro anos lo solucionaria por si solo, pero cuando la joven habia intentado llamar su atencion esa noche supo que habia pecado de ingenuo. --Podrias haberme escrito. Edwin tuvo que contener una mueca. No, definitivamente el problema no se habia resuelto. Habia sido demasiado esperar considerando que era un Allen, un apellido maldito para la sociedad, ya que quienes los portaban vivian entre lios y escandalos. En el caso de los mellizos Allen, y de el en particular, los problemas no los encontraban, sino que ellos mismos, ansiosos de diversion, iban en busca de estos. Sin embargo, en ese caso particular, el problema si lo habia encontrado. !Y vaya problema! Todavia recordaba aquel dia con un escalofrio. Clarice y el estaban haciendo un favor que implicaba el allanamiento de habitaciones privadas durante una fiesta. A punto de ser descubiertos, Edwin habia salvado la situacion haciendose el perdido y pregonando que habia quedado con lord Sheritong para hablar de los terminos del cortejo de su hija. Que diablos iba a imaginar que lord Sheritong se enteraria. Asi fue como termino haciendole la corte a Lydia, que, por mas que el solia mostrarse desagradable, se aferraba a el como su tabla de salvacion. No era de extranar. Ella no tenia mas pretendientes y queria conservar al unico que tenia, asi fuera tolerando sus desplantes. A la larga, a Edwin le habia dado pena la joven y habia dejado de comportarse como un desalmado, pero no habia dudado en aprovechar su regreso a la universidad para poner fin a aquel cortejo tan espantoso. O al menos creyo haberle puesto fin. Aunque las pruebas apuntaran lo contrario, todavia queria creer que la joven se habia acercado a saludarlo solo por amabilidad. Si, eso es algo que ella haria. --Los chismes llegan mas rapido que una carta --apunto Edwin, fingiendo indiferencia--. Y hablando de chismes, no deberias estar aqui fuera mucho tiempo. No es bueno para tu reputacion. Lydia lo miro de una forma extrana, como si no lo comprendiera. --?Te sucede algo, Edwin? Te noto extrano. --Estoy bien. Pero deberiamos regresar… --Hizo ademan de marcharse. Si no se iba ella, tendria que hacerlo el. Una situacion asi era tentar demasiado al apellido Allen. --No entiendo la urgencia. Se que no es correcto, pero ya que nos vamos a casar… Edwin no escucho lo que dijo despues de eso. La insinuacion del matrimonio lo detuvo en seco. ?Casar? ?Se habia vuelto loca? Seguro que si. En cuatro anos podian suceder muchas cosas, y no era por ser cruel, pero el constante rechazo al que Lydia debia haberse visto sometida podia haber afectado sus capacidades mentales. Suponia que era uno de los efectos mas drasticos de saberse una solterona. Algunas se amargaban, otras vivian de ilusiones y unas pocas como lady Lydia mezclaban esas ilusiones con la realidad hasta fusionarla y convertirla en un mundo ideal que solo ella veia, con un caballero solo para ella. Edwin debia dejarle claro que el no podia ser ese caballero. --?Casarnos? Tenia muchas cosas mas que decir, pero la incredulidad lo superaba. La palabra le causaba fobia. Casarse. Asumir responsabilidades. De verdad ella se habia vuelto loca. Tomo un sorbo de licor para tranquilizarse. Lydia lo miro con extraneza. --Antes de marcharte dijiste que cuando regresaras nos casariamos. Edwin casi se atraganta con la bebida. Su piel palidecio dos tonos. El no pudo haber dicho semejante idiotez. Era cierto que mentia con frecuencia para salir de problemas, y tambien recordaba que antes de enfrentar algunos encuentros con ella se tomaba unas cuantas copas para darse valor, pero que lo condenaran si habia prometido semejante cosa. Bajo ninguna circunstancia, ni siquiera borracho, podria haber mencionado algo tan absurdo. Edwin se tomaba muy en serio su libertad. Jamas bromearia con ello. Definitivamente esa joven habia perdido el juicio. --Bueno, esas no fueron tus palabras exactas --continuo ella al ver su expresion de incredulidad. Edwin respiro con alivio. Le alegraba saber que no era el quien estaba perdiendo la cordura--, pero dijiste que necesitabas ir a la universidad para poder ofrecer a la dama con la que te casaras un futuro prometedor. Dijiste que mi padre jamas aceptaria a un don nadie en la familia. Eso si lo recordaba. Si, eso habia sido con exactitud lo que habia dicho, aunque estaba seguro de que la mencion de lord Sheritong habia sido un ejemplo y no una insinuacion. Recordaba haber dicho: <>. Dicho de esa forma si parecia una indirecta, pero !que diantres! Estaba demasiado desesperado por quitarsela de encima.

  • Ginger de Tierra Salvaje

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    Hoy es sabado, no tengo ningun plan mas alla de ver una pelicula en casa y descansar. La semana se me hizo cuesta arriba con tanto trabajo, y estoy cansado. Un dia de relax no viene mal. Cuando estaba en Netflix buscando algo medio decente para ver llaman a mi puerta. Voy al teleportero, veo que Hugo esta abajo y le abro. Hugo es mi mejor amigo. Es la persona a la que le puedo contar cualquier cosa y consigue hacerme reir siempre que nos vemos. Le abro la puerta en calzoncillos, pero que cono, el es mi amigo. Con el no tengo que recoger los platos sucios de la cocina ni la ropa del viernes todavia tirada en un sillon. Es Hugo, hay confianza. --Joder, tio, ?que haces de esa guisa? -- ?Que pasa? Iba a ver una peli tranquilo --No me digas que ya te has olvidado del cumple de Ruth. No puedes ser mas capullo ni intentandolo. --Dijo mientras empezaba a reirse. --Menos mal que vine a buscarte temprano. Vete a la ducha y yo te espero por aqui. Y rapidito que nos esperan en media hora para cenar. --Pero... --Pero nada, hace dos semanas que nos aviso, ?asi que te vas duchando o tengo que ensenarte yo a hacerlo? --Dijo mientras me amenazaba con la jarra de agua que habia en la encimera. --Ademas hasta puede que pilles, pero eso si, no la traigas aqui. ?Cuanto hace que no lavas los platos? --No me seas cabron que tu eres peor que yo. --Dije ya desde el pasillo hacia el bano. Esta claro que no iba a sacar nada de discutir, y, lo peor de todo, el tenia razon. Ruth nos habia avisado hace dos semanas, y hace una semana nos lo habia recordado. Gracias a los benditos regalos en comun no tenia que preocuparme de comprarle algo, pero no me apetecia nada salir. Ya me habia hecho a la idea de pasar el fin de semana sin rascarla y aqui estoy yo ahora, pensando que cojones me voy a poner. Creo que tengo la camisa negra planchada y los vaqueros que me regalo Ruth por mi cumpleanos en la secadora. Seguro que le gusta el detalle de llevarlos, y, bueno, los vaqueros no se planchan ?No? Le di vueltas a lo que Hugo dijo de pillar. ?Deberia recortar un poco el vello alrededor de mi polla? Dicen que parece mas grande si no hay tanta selva. Hombre, yo no me quejo, pero nunca esta de mas. Mire el reloj y decidi que no tardaria mucho. Tras terminar de esquilar me meti en la ducha e intente quitar todos los pelillos pegados a mis piernas. Afeitarse, desodorante, colonia... Tras 20 minutos de reloj estaba yo como un pincel entrando en mi salon. Cuando vi a Hugo comiendose los espaguetis con albondigas que me habia traido mi madre ayer y que iban a ser mi comida de manana casi lo mato. --No me mires con esa cara. Da igual a donde vayamos a cenar, nada va a estar tan bueno como los espaguetis de tu madre y lo sabes. --Me dijo mientras me miraba con cara de cordero degollado. --Era mi comida de manana, cabronazo. --Pues pide una pizza. Ademas, tu disfrutas de los tuppers de tu madre a menudo, y sabes que yo no como tuppers de mi madre ni, aunque me pagaran. Que suerte tienes con la madre que te pario. Ademas, te hago un favor, tantos hidratos se te estan empezando a notar. --Se que es la envidia la que habla y no pienso contestarte. --Lo dije con mucha mas confianza de la que sentia. Ultimamente no habia tenido tiempo para nada mas que el trabajo, lo cual excluia tambien el gimnasio. Cuando pasamos por el espejo de la entrada, mientras Hugo cogia la cazadora, aproveche para echar un vistazo. Yo no notaba diferencia, pero ya se sabe que uno no nota nada hasta que de repente no te cabe ni un punetero pantalon. Supe que Hugo me la habia jugado cuando dijo que vino en moto y mi casco seguia casualmente en su casa. Lo cual era un eufemismo de "vamos en coche y tu no bebes". Que majo por su parte. En fin, no soy de los que echa de menos el alcohol, con lo que no me importo. Lo cual no quiere decir que no fuera insultandolo hasta el restaurante. No tengo pensado reconocerlo ante nadie, pero me vino genial cenar fuera y hablar de cosas que no tuvieran nada que ver con trabajo. Consegui desconectar al cien por cien, reirme, hablar con gente que llevaba tiempo sin ver, todo iba genial, y cuando nos dimos cuenta la cena habia terminado y yo estaba por retirarme cuando Hugo me dijo que fuera con el a por una cosa que se habia dejado en el coche. -- ?Desde cuando necesitas que te acompane al coche, ?que pasa? --Es que hoy es el cumple de Ruth, y, bueno, la noto mas receptiva de lo normal, ademas le compre un regalo solo mio para ella y queria darselo cuando venga con nosotros a la disco, venga tio, necesito que me ayudes. Por un instante no me gusto que me hubiera metido en un embolado asi, pero yo sabia que el estaba mas colado por Ruth de lo que reconocia y si podia hacer algo para poder sacarlo de la friendzone lo haria. Cuando volvimos un par de parejas se habian marchado y el resto ya habian decidido a donde ibamos. Nos repartimos en los coches y consegui que la cumpleanera fuera en el mio. Nada mas llegar al coche me di cuenta de que me habia "olvidado el movil en el restaurante" y fui a ver si todavia no me lo habia robado alguien. Les di diez minutos hasta que "casualmente" descubri que lo tenia en el bolsillo trasero del vaquero. Cuando llegue estaban los dos sentados en los asientos traseros muy juntitos. Ella con la cara roja y el con una sonrisa de oreja a oreja. Parecia que las cosas habian salido bien asi que me sente y conduje en silencio hasta la discoteca mientras ellos se decian cosas al oido y se reian. Senti una punzada de celos cuando los vi tan complices. No celos de Ruth, para nada, y de Hugo menos, yo quiero que sea feliz. pero yo nunca he conseguido conectar tanto con una tia. Es decir, no soy un santo, y he tenido sexo increible, pero ese vinculo, ese no poder sacar los ojos de una tia, esa sonrisilla tonta, ese aleteo de mariposas nunca lo he sentido. Quizas no todos estamos destinados al amor. O igual tengo unas expectativas muy altas. Igual la tia de mis suenos ha pasado por delante de mis narices y no me he dado cuenta. Llegamos al local y todos estaban en la puerta esperandonos. Sali del coche para explicar el retraso y todos miraron sin ningun disimulo a los dos tortolos que salian de los asientos de atras. No hicieron ningun comentario, pero sabia que cuando las chicas se fueran al bano o a bailar a Hugo le caeria un puteo de aupa, probablemente alguna palmadita en la espalda tambien. Pero sobretodo un puteo generoso. Asi que fui a por bebidas a la barra y los deje que fueran a escoger sitio. Con las manos llenas de bebidas me gire para buscarlos con la vista, y vi que habian juntado varias mesas bajas y sillones en una esquina de la pista de baile, en penumbra. Como llegamos directamente de cenar era temprano y no habia demasiada gente, pero hicimos acopio de sillones con cazadoras para los que faltaban por llegar, porque en una hora el local estaria de bote en bote. No pude evitar sonreir al ver a Ruth sentada en el brazo del sillon de Hugo y como disimuladamente "resbalo" hasta quedar totalmente sentada encima de las piernas de el. No paraban de hablar al oido e incluso en un momento me parecio ver que ella le mordia el lobulo de la oreja. Yo estaba sentado al lado, por eso podia ver el espectaculo de primera mano. Pude ver como ella aprovechaba que se colocaba la falda para pasar la mano por encima del paquete de mi amigo y se sentaba justo encima de el. Tambien vi como el habia aprovechado tambien para apretarle una nalga, desapareciendo sus dedos en las profundidades de su falda. Y cualquiera podia ver como el top de saten de ella marcaba sus pezones como si no llevara ropa, casi se podia distinguir la aureola de lo excitada que estaba. Yo no era el unico que me fijaba en el espectaculo que estaban dando y que habia conseguido que mi polla se pusiera morcillona. Uno no es de piedra y esos dos como no pararan pronto iban a acabar follando alli mismo. De hecho, si las miradas contaran, esos dos ya habrian consumado un par de veces.

  • Multimillonario en otro cuerpo de April Z. Monroe

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    70 anos contaba Maximiliano Garcia cuando contrajo matrimonio con la senorita Claudia, para entonces 45 anos menor que el. Maximiliano, de alta clase social, personalidad serena, pensativa, enigmatica e interesante, se enamoro de Claudia una tarde de invierno, en la que ella paseaba junto al que, para entonces, era su esposo: el senor Rodolfo Agustin, uno de los jovenes mas asalariados de la epoca. Sin embargo, la fortuna de Rodolfo jamas se compararia con la de Maximiliano, que dedico su vida a multiplicar su dinero forjando grandes empresas de renombre, en el sector petrolero, siderurgico y agropecuario. Esa tarde Maximiliano y Claudia estrecharon sus manos por primera vez, y pareciera que con su mirada hicieron un pacto. Yo estaba presente, cinco anos trabajando para el senor Maximiliano y era mi deber hacer sus paseos. Teniamos extensas charlas inolvidables, eran gratos momentos. Un mes despues de conocer a Claudia, recibimos una fatidica noticia, el senor Rodolfo habria muerto por cusas naturales. Para nosotros esa noticia genero gran impacto, considerando que era un joven de apenas 30 anos y que contaba con una excelente condicion fisica. El dia del velatorio Claudia lloraba desconsolada en una esquina, ella solo queria "morir con su amor", exclamaba mientras limpiaba sus lagrimas con sus manos. En un gesto de autentica caballerosidad --como era de acostumbrarse--, El senor Garcia extendio su mano ofreciendo un panuelo blanco, para que la triste viuda secara sus lagrimas. Ella gradecio con una sonrisa, algo forzada, al no poder contener el llanto. Maximiliano expreso sus condolencias y tomando una de las delicadas manos de Claudia, susurro: --Mi mas sentido y sincero pesame --ella le miro fijamente y asintio. Maximiliano y yo caminamos por el velatorio, hicimos acto de presencia y luego nos marchamos. A el no le agradaban los ambientes funebres. --Mi querida Estela --me decia--, el tiempo es mas valioso que el oro, y a mi ya se me esta acabando. Lo que me queda por vivir quiero hacerlo en lugares llenos de vida, no en espacios llenos de tristeza y dolor. --Entiendo perfectamente, Maximiliano, vamos a casa. La mansion Garcia era de increibles dimensiones, tanto que podias llegar a sentirte solo, aunque en ella habitaramos mas de treinta personas, entre cuidadores, cocineros, agricultores, domesticas, entre otros empleados, y por supuesto, yo, su enfermera. Los familiares de Maximiliano pasaban por la mansion a vacacionar, siempre habia alguien de paso hospedandose en la mansion Garcia. Uno de los pocos residentes permanentes era su hijo Enrique, de diez anos, concebido por el senor Garcia y la senora Clara tras un embarazo de alto riesgo en el que ella, no sobrevivio. A Maximiliano le gustaba la soledad, sin embargo, no queria morir rodeado de ella, queria sentir el amor de una mujer a su lado, algo que me expreso en reiteradas ocasiones, cuando me decia que el tiempo valia mas que oro, y que queria estar rodeado de vida. Pero, cuando se referia a "vida", jamas me imagine que se tratara de una mujer tan joven. Cuatro meses despues de la muerte de Rodolfo, su viuda y heredera de la mitad de su fortuna, Claudia, hizo una visita pasajera por el lugar, queria despejarse de todo y expreso que nada mejor que la compania de un caballero como Maximiliano Garcia. Con el pasar del tiempo, las visitas de la senorita Claudia a la mansion fueron constantes, hasta que, despues de ocho meses --al cumplir un ano de viuda--, llego a la mansion con sus maletas. Todos nos sentimos muy extranados, pero la atendimos como si fuese su hogar. Esa tarde, al final del dia, Maximiliano nos reunio a todos, trabajadores y familiares, para dar la noticia: --A partir de hoy Claudia vivira con nosotros, y pronto he de llamarla mi esposa. Para mi fue una noticia de gran impacto, pero, ?que hacer? El patron estaba dispuesto a vivir su vejez de la mejor manera. ?Y que mejor manera que con Claudia? Mujer pretenciosa, de modales y muy refinada. Su viudez no logro quitarle su rozagante semblante, su cabello negro largo y liso, su hermosa figura, sus ojos azules y su tez, blanca como la leche. Definitivamente, cualquier hombre caeria en los brazos de tan bella y voluptuosa mujer. Y Maximiliano, en su condicion de hombre, no fue la excepcion. Durante los primeros la senorita se mostraba muy cortes con todos, incluso con Gabriel, el hijo del senor Maximiliano, con quien era especialmente adorable. 2 Pronto Maximiliano se convencion de querer la mano de tan perfecta mujer, asi que la pidio en matrimonio. Ella, indudablemente, dijo que si, mientras dos grandes lagrimas de felicidad brotaban por sus ojos. La vida de ambos habia cambiado considerablemente, el paso de ser un viudo solitario a convertirse en un senor lleno de vida y el esposo de una de las mujeres mas codiciadas del lugar. Ella, paso de ser la viuda de un joven acaudalado, a convertirse en la esposa de uno de los hombres mas pudientes, figurando en varias revistas como uno de los mas millonarios de america. Todo era perfecto para los dos, o mejor dicho, para los tres, porque la vida del pequeno Gabriel tambien cambiaria por completo, al tener en su vida a una figura materna. Yo siempre lo acompane en todo, trate de brindarle no solo mis servicios sino tambien mi amistad. Pero, ahora con la senora, era indispensable que ella ocupara el rol de madre y amiga, por lo que muchos de los trabajadores de la mansion Garcia tuvimos que distanciarnos un poco del muchacho. La boda fue opulenta, aunque el senor Garcia queria una boda en su isla privada a unas horas de la mansion --el era amante de la playa-- Claudia insistio en hacerlo en una iglesia gotica, en Europa. Esto implico que la mayoria de las personas cercanas al senor Garcia no pudimos asistir, de hecho, por orden de ella, ninguno de nosotros, sus mas fieles trabajadores y amigos, fuimos invitados. Pero, el sabia que lo entenderiamos y que lo primero que deseabamos era su felicidad. Seis meses pasaron, los esposos disfrutaron de una maravillosa boda y luna de miel, de la cual pudimos apreciar fotos que Gabriel nos enviaba constantemente --al menos del dia de la boda--, fue emocionante observar como, despues de la perdida de su senora, se encontraba rehaciendo su vida y casandose en un lugar majestuoso de Europa. Finalizada la luna de miel, pudimos encontrar a un senor Garcia mas euforico y contento, pero, por el lado de la senorita Claudia fue un poco mas distinto, nos encontramos frente a una mujer un poco mas arrogante e imponente. "Ser la esposa de uno de los hombres mas ricos del mundo no es tan facil como parece", afirmaba Florencia, una de las mas antiguas trabajadoras del senor Maximiliano, y si ella lo decia, debia ser verdad. Nadie mas que ella conoce la historia de esta casa. Pasaron los meses y nos acostumbramos a la nueva realidad, nos adaptamos a recibir ordenes de Claudia, principalmente, en todo lo relacionado con temas de hogar. 3 Cuatro meses pasaron y el senor Maximiliano empezo a sentirse descompensado, fue preocupante para todos, ya que tenia padecimientos cardiacos con los que debiamos tener especial cuidado. Maximiliano era celoso con sus pastillas para la tension, yo las compraba, y el se encargaba de tomarlas de forma puntual y cumplida. Podia olvidarse de cualquier cosa, menos de ello, !y mucho menos ahora que debia disfrutar de la presencia de su maravillosa esposa! Pero, las cosas se fueron poniendo cada vez mas delicadas. El doctor insisitio en la puntualidad de las pastillas "es importante que no falte su dosis diaria", afirmaba. Nosotros asentiamos, sabiamos que nuestro trabajo estaba cumplido. Atribuyo sus dolores al estres, asi que se dedico unos dias a descansar en casa junto a su amada esposa Claudia. Pero, para asombro de todos, un dia de descanso, bajo el cuidado de todos sus empleados, Maximiliano sufrio un paro cardiaco fulminante que acabo con su vida.

  • Yo si te ame de Karla Trier

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    Todos tenemos suenos que creemos imposibles de cumplir. Eso me ocurrio a mi, nunca pense que sucediera, pero lo hizo. Y cuando paso. no estaba preparada. ?Como estarlo cuando el sueno de tu vida puede convertirse, tambien en tu pesadilla?
    ?Quieres saber sobre que exactamente? ?O quien? Entonces tendras que leer mi historia.

  • Lo inolvidable de Eduardo Berti

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    Eduardo Berti posee una de las escrituras mas solidas de la literatura argentina actual.

  • Matadero de David Trivino

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  • Un pie en el paraiso de Ron Rash

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    Oconee, condado rural de los Apalaches, principio de los anos cincuenta. Un antiguo territorio cheroqui esta a punto de ser de nuevo arrebatado a sus legitimos pobladores: la compania electrica Carolina Power ha adquirido todas las tierras del valle para construir una presa, un inmenso lago que anegara por igual granjas y cultivos. Sin embargo, una inclemente sequia castiga ese verano y el maiz y el tabaco crujen bajo los pies en los agostados surcos. El sheriff y veterano de guerra Will Alexander es el unico en kilometros a la redonda en haber pisado una universidad, pero ?de que sirve eso si no se es capaz de encontrar un cuerpo? El de Holland Winchester, que no regreso a casa a mediodia y cuya madre oyo un disparo en la propiedad vecina…

  • Delirios de un hombre cuerdo de Leonardo Grinn

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    Los delirios del autor, nos proponen otra miradas con sentido de una realidad agotada por su frenesi del consumo. Textos embriagados de trazos donde las palabras cobran vida.

  • La chica que leia novelas de amor (Las chicas de Snow Bridge 3) de Ella Valentine

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    Ethan cogio la jarra de cerveza que Kyle, el camarero, le acababa de dejar sobre la barra y regreso a su mesa. Aquella noche habia ido a Snowflakes, el bar del pueblo, con sus amigos Dean y Jason. Los tres chicos habian sido companeros de clase desde el colegio, se llevaban bien y solian quedar a menudo para compartir unas cervezas y hablar sobre sus cosas. A Ethan le gustaba especialmente aquel bar. Era acogedor, calido y el hilo musical era muy bueno. Acababa de sentarse de nuevo en su sitio cuando la puerta del bar se abrio y vio entrar a las que habian sido las dos mejores amigas de su hermana Sophie antes de que esta se marchara a Nueva York. Amy y Leslie, al verle, le saludaron con la mano y se sentaron cerca de los grandes ventanales del local. Ethan sabia que ambas chicas habian acabado los estudios hacia poco y que habian regresado a Snow Bridge en busca de una salida profesional. El era dos anos mayor que ellas, por lo que hacia tiempo que habia pasado por ese proceso. Tuvo la suerte de que el senor Potter, redactor jefe de La Gaceta de Snow Bridge, se jubilo el mismo verano en el que el termino su carrera de periodismo, y pudo cogerle el relevo. Fuera del bar, nevaba. Era una noche fria, una de las muchas noches en las que la nieve caia sobre las calles del pueblo cubriendolo todo con su manto blanco. Aquella tarde, el tiempo paso volando. La conversacion con sus amigos fluia y se lo estaban pasando realmente bien. Ademas, cerca de ellos, un grupito de chicas les lanzaba miradas de reojo. Eran turistas, se notaba por su piel bronceada y sus atuendos provocativos, poco preparados para los dias de nieve intensa que se avecinaban. Seguramente, provenian de la Costa Oeste. Quizas de California. Y era probable que se hospedaran en la pequena pension que se situaba en el centro del pueblo. Ethan se habia fijado en una chica de melena ondulada con mechas rubias y labios carnosos que no hacia mas que sonreirle con coqueteria. Si habia algo que Ethan sabia hacer, era leer las senales de las mujeres. Y esa mujer en concreto estaba deseando que el se le acercara. Ethan se levanto de la silla dispuesto a poner en practica sus desarrollados dotes de seduccion. Pero algo le detuvo a medio camino: la escucha desafortunada de un comentario que un chico le estaba haciendo a otro senalando la mesa de Leslie y Amy donde, en aquel momento, solo estaba Amy acompanada por un chico que parecia estar coqueteando con ella. --Nos hemos apostado cincuenta pavos a que no consigue su numero de telefono --decia el chico entre risas mientras el otro se reia tambien. --Joder, pero !si esta gorda! --Esta como una foca. Ethan se crispo al escuchar esos comentarios ofensivos. No es que tuviera una relacion muy estrecha con Amy, pero la conocia. Tanto ella como Leslie solian monopolizar su casa junto a su hermana cuando eran adolescentes. Amy era una chica dulce y buena que se desvivia siempre por los demas. Ademas, aquellos chicos no tenian motivos para insultarla, porque Amy era una chica bonita. Quizas no tuviera un cuerpo en consonancia con las imposiciones sociales, pero tenia un cuerpo increiblemente sexy con todas sus curvas y redondeces. Volvio a mirar al chico que sonreia a Amy y le apartaba de la cara un mechon de pelo color caramelo. Sin pensarselo dos veces, se acerco a la mesa y les interrumpio. --Perdona, Amy, ?podemos hablar un momento? --pregunto Ethan con urgencia. Amy levanto la mirada y sus ojos brillaron con desconcierto. --?Ocurre algo? --Es que... me gustaria hablar contigo de una cosa. --Ethan miro al chico que no parecia dispuesto a irse y puntualizo--: A solas. El chico parecio captar la indirecta, porque tras escucharle decir aquello, se levanto de la mesa y se marcho, algo molesto. Amy miro a Ethan sin comprender absolutamente nada. --?Que ocurre? --pregunto, alzando una de sus cejas claras. --Ese tio se ha apostado cincuenta pavos a que conseguia tu numero de telefono. Amy abrio mucho los ojos, con estupor, y siguio la direccion de la mirada de Ethan hasta la mesa donde se acababa de sentar el chico en cuestion junto a los otros dos. --?En serio? --Los he escuchado por casualidad y he venido a salvarte. --No menciono el tema de los insultos, pues sabia que aquello le haria sentir incomoda y humillada, y no era su intencion hacerle sentir mal. Amy parpadeo unos segundos y luego solto una risita que sofoco con la mano. --?Que pasa? --pregunto Ethan ante aquella reaccion. --?Salvarme? ?En serio? ?En que epoca crees que nos encontramos? Las mujeres de hoy ya no somos mujeres desvalidas que necesitan ser salvadas, Ethan. Las princesas de los cuentos de hadas actuales podemos salvarnos solas. Solto una nueva carcajada y Ethan fingio indignarse. Pero solo lo fingio, porque cualquier atisbo de indignacion real desaparecio ante el sonido de la risa de Amy. Era dulce, musical, aterciopelada. Como una caricia. --Eh, oye, deberias estar agradecida. --Oh, si, claro. Gracias, mi paladin. Amy reprimio una nueva carcajada y Ethan sonrio. Se miraron en silencio. Y algo ocurrio en aquel silencio. Fue extrano y electrico. Denso. Palpable. Pero en aquel momento, Leslie reaparecio y rompio el embrujo. Sus miradas se desenredaron y la tension se evaporo. Leslie se sento en la silla que habia dejado vacia antes de irse, miro a Ethan y fruncio el ceno. --?Que haces tu aqui? --Yo tambien me alegro de verte --respondio Ethan con sarcasmo. Amy dibujo una sonrisa divertida en los labios, miro a Ethan y luego a Leslie. --Aqui donde lo ves, Ethan Winter es todo un caballero andante. Me acaba de salvar, ?sabes? Ethan puso los ojos en blanco. Pero antes de que pudiera decir nada para imponer su version de los hechos, Amy se adelanto y empezo a relatarle una bastante distorsionada que hizo estallar a Leslie en carcajadas. Aquella noche, Ethan se olvido por completo de la chica de piel bronceada y mechas rubias que seguia observandole con deseo desde su mesa en el lado opuesto del local. Capitulo 1 Actualidad... Ethan cabeceo y se desperto de golpe. A su lado, Aidan, el chico en practicas, solto una risita entre dientes. --Es la tercera vez esta semana que te quedas dormido mientras trabajas --le dijo divertido. Ethan hizo un mohin. Se encontraba sentado en su mesa de trabajo, en La Gaceta de Snow Bridge. La redaccion estaba formada por cuatro mesas de tamano medio colocadas de cualquier manera en una estancia estrecha y alargada. El espacio tenia cierto aire decadente, pero a Ethan le gustaba. Le hacia pensar en la epoca dorada del periodismo, antes de que Internet se impusiera y la venta de periodicos en papel descendiera en picado. De hecho, sacar una version digital de La Gaceta de Snow Bridge fue una de las grandes aportaciones que hizo Ethan al entrar en el periodico local, aunque manteniendo tambien la version impresa. Sabia que los habitantes de Snow Bridge adoraban recibir todos los meses una copia en papel de todas las aventuras y desventuras vividas en el pueblo. Pero poder disfrutar de un magazine digital donde cotillear a diario, habia sido toda una revolucion. --Jacob no deja de llorar por las noches y soy incapaz de dormir mas de dos horas seguidas -- explico Ethan. Jacob era su hermano pequeno, con el que se llevaba la friolera de treinta anos. Su madre habia tenido un hijo con Joe, el dueno de la cafeteria ubicada en la plaza central, y aunque el se alegraba mucho de su relacion y del nacimiento de Jacob, echaba de menos dormir del tiron por las noches. --?Has probado con tapones para los oidos? --pregunto Aidan. --Si, de todos los tipos, pero el sonido que hace al berrear lo traspasa todo. Aidan se encogio de hombros. --Lo siento, tio. Ethan tambien lo sentia. De hecho, hacia semanas que le daba vueltas a la misma idea. Ethan llevaba anos retrasando el momento de independizarse de la casa de su madre y habia llegado el momento de hacerlo. Su madre habia rehecho su vida y, aunque nunca hubiera sugerido que sobrara, sabia que ella y Joe se merecian un poco de intimidad (la intimidad que pudiesen tener compartiendo su vida con un bebe lloron). --Oye, ?tus padres siguen alquilando el piso ese que me dijiste? --pregunto Ethan a Aidan, que dejo de teclear en el ordenador para mirarle. --Si, sigue libre. --?Crees que podria echarle un vistazo? --Por supuesto. Si quieres podemos ir despues de trabajar. Tengo las llaves. --Aidan se metio la mano en el bolsillo y saco un juego de llaves, triunfal. ?? ?? ?? Aquella tarde, se marcharon de la redaccion antes de tiempo, dejando a Earl encargado de cerrar el chiringuito. Earl era un hombre mayor, de cabellos color plata y gafas graduadas que llevaba anos trabajando en La Gaceta y al que le faltaba poco para jubilarse. Al salir, nevaba. Unos copos de nieve danzaban en el aire de forma perezosa antes de caer al suelo. Los meses de nieve sentaban bien a Snow Bridge. Los tejados, copas de los arboles y calles se cubrian de blanco y, en conjunto con las guirnaldas de luces y la decoracion navidena, el pueblo se convertia en la ilustracion perfecta para un cuento de hadas. Ethan estaba enamorado de su pueblo, pero, durante las fiestas navidenas, parecia magico. Cogieron el coche que Ethan tenia aparcado en frente y se alejaron varias calles hasta detenerse frente a un edificio de obra vista. Estacionaron el vehiculo, entraron en el edificio y Aidan llevo a Ethan hasta la segunda planta. Entraron. Era un piso pequeno, de una habitacion, con cocina americana y bano minusculo. Parecia el tipico piso de soltero, y aquello le gusto. --?Cuando crees que podria instalarme? --pregunto Ethan con una sonrisa torcida, pensando en todas las cosas que podria hacer en aquel piso. Cosas que, hasta ahora, no podia hacer en su habitacion. --Pues si decides quedartelo, por mi como si te mudas hoy mismo --dijo Aidan tendiendole las llaves.

  • Flores para Sue de Dina Reed

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    Sue Adams no esta atravesando una buena racha.
    Demasiadas facturas por pagar, el divorcio reciente de sus padres, las incontables averias de su automovil y por si fuera poco, y por culpa del agobio que tiene, friendo un huevo casi se le quema la casa entera.
    Menos mal que en lo del incendio acudio a su rescate su nuevo vecino, Bradley, un bombero sexy y descarado, al que le falto tiempo para apagar el fuego.
    Claro que a Bradley no le importaria encender otros tantos junto a ella.
    Pero Sue no tiene ojos mas que para William, su jefe duro, borde y exigente, con el que puede que este todo a punto de cambiar.
    Y es que de repente Sue empieza a recibir flores en la oficina y ella sospecha que es su jefe quien las envia.
    ?Estara cambiando su suerte?
    Mientras ella aprende que a veces no solo se trata de suerte sino de actitud, y William empieza a ver a la irritante Sue, su asistente, con otros ojos, Bradley permanece ahi. siempre explosivo para volverla loca de remate.
    Y a todo esto, las flores que siguen llegando puntuales a la oficina, sin que Sue realmente sepa quien las envia.
    ?Sera su jefe estirado y antipatico? ?O el vecino que es una autentica tentacion?
    Y lo mas importante.
    ?Lograra Sue al fin descubrir que es lo que de verdad quiere y junto a quien?

  • Anhelada por su Oso (Los Lobos de Green Valley 8) de T.n. Hawke

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    Keo:

  • Ultimatum de Rafael Guerrero

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    Sicilia, Madrid y Siria son los escenarios preparados para el detective privado Rafael Guerrero en su tercera novela. Escenarios que desencadenaran en un Ultimatum para su ser, persona y personaje. Prostitutas, mafiosos, espias y detectives privados que forman parte de una misma historia. Una historia que parte de la realidad de un detective privado de verdad, protagonizada y escrita por el mismo.

  • Lobo Feroz de Elena Romero

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    Mario no es un hombre cualquiera.
    Y todo el mundo en la ciudad lo sabe.
    Guardabosques. Vive solo en la montana.
    Y nunca sale de noche a la ciudad.

  • Los Horcher de Elisabeth Horche

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    Berlin, 1904. Gustav Horcher, cumpliendo su sueno, abre un restaurante en el corazon de la capital alemana. Pocos anos despues, las dos guerras mundiales y el regimen de Hitler determinaran la vida del pais y sus habitantes.

  • La noche nos pertenece de Amabile Giusti

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    Mira Kendall jamas ha salido de Noweetna, un pequeno pueblo de Alaska. Para afrontar la oscuridad perenne de aquellas latitudes, la joven se ha creado un mundo interior lleno de luz: colecciona copos de nieve, devora libros y suena con vivir un gran amor. La llegada de Kade sacudira su equilibrio: guapo, con el pelo largo, el cuerpo tatuado y los ojos de distinto color, es tambien un hombre de pesimo caracter que se encierra en su viejo barco varado y parece guardar un terrible secreto. Destinados a cruzarse y a chocar, la antipatia mutua inicial se ira transformando en una atraccion irremediable y surgiran entre ellos sentimientos profundos e inesperados... Pero Kade tiene demasiadas cosas que ocultar y, cuando su pasado retorne para amenazarlo, se vera obligado a tomar una decision dolorosa, que quiza los separe para siempre.

  • Todo es posible en America, Araceli Ocana de Araceli Ocana

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  • El Secreto de la senorita Sinclair de Amylynn Bright

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    Anna Sinclair es una inglesa que se niega a asentarse; no si todas sus amigas han encontrado el amor. Cuando recibe un mensaje diciendo que su padre, el general Sinclair, esta perdido y se lo presume muerto en America poco despues de la guerra de 1812, sabe que no tiene nada que perder yendo a buscarlo. En un pais salvaje, tendra que navegar por el rio Mississippi, atravesar kilometros de bosque, terremotos, indios y un capitan americano absurdamente atractivo.

  • Love letters to the dead (Traduccion) de Ava Dellaira

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    Comienza como una tarea para la clase de Ingles: Escribe una carta a una persona muerta. Laurel elige Kurt Cobain porque su hermana, May lo amaba. Y murio joven, al igual que May lo hizo. Pronto, Laurel tiene un cuaderno lleno de cartas a gente como Janis Joplin, Amy Winehouse, Amelia Earhart, Heath Ledger, y mas; a pesar de que nunca le da una sola de ellas a su maestra. Ella escribe sobre el inicio de la escuela secundaria, la navegacion por las nuevas amistades, enamorarse por primera vez, aprender a vivir con su fracturada familia. Y por ultimo, sobre el abuso que sufrio mientras May se suponia que estaba cuidando de ella. Solo entonces, una vez que Laurel ha escrito la verdad sobre lo que paso con ella, ?Puede realmente ella comenzar a aceptar lo que le paso a May?. Y solo cuando Laurel ha comenzado a ver a su hermana como la persona que era; encantadora y sorprendente y profundamente imperfecta; puede comenzar a descubrir su propio camino.

  • Territorio Comanche de Arturo Perez-reverte

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    Un relato apasionado que se lee como una novela y obliga a preguntarse si existe una etica en el filo entre la vida y la muerte. En Territorio Comanche, abandonando por primera vez su faceta de narrador de ficciones, Perez-Reverte nos enfrenta con la vision mas real y descarnada, no exenta de ternura e ironia, sobre el trabajo de los corresponsales de guerra en Yugoslavia. <>. Asi define Arturo Perez-Reverte el escenario inquietante en que se ha movido como reportero de guerra durante los ultimos veintiun anos.

  • Eric de Terry Pratchett

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    Lo ultimo que sabiamos de nuestro amigo Rincewind era que, al final de Rechicero, habia quedado atrapado en las Dimensiones Mazmorra cuando intentaba salvar el mundo. Algun tiempo mas tarde, tanto en el reino de la Muerte como en la Universidad Invisible se empieza a oir regularmente un sonido como de pasos corriendo y una voz que dice: Ohmierdaohmierdavoyamorirvoyamorir. Los magos se ponen extremadamente nerviosos, pero no tanto como cuando por fin averiguan que Rincewind vuelve a estar sobre el Mundodisco. Al fin y al cabo, el tipo en cuestion fue testigo de ciertos comportamientos poco dignos de los que hicieron gala los magos no hace mucho tiempo... Un demonologo, por otra parte, ha invocado lo que el cree que es un demonio muy poderoso y decide pedirle los tres deseos basicos de todo hombre, aunque como (en el caso que nos ocupa) dicho hombre tenga trece anos: dominio sobre todo el Disco, estar con la mujer mas hermosa del mundo y vivir para siempre. Pero es muy posible que no todo le salga como espera... Y finalmente, el Infierno esta en plena remodelacion. Un demonio joven con alma de director de empresa ha asumido el control y ahora el Infierno es eficiente, pero esto no gusta ni a las almas en pena ni a los demas demonios... Eric es una novela corta del Mundodisco, profusamente ilustrada en su edicion original inglesa por Josh Kirby (el autor de las portadas hasta Ladron del tiempo). Es la ideal para empezar a leer en ingles, y ademas se pueden hacer muchas camisetas chulis con las ilustraciones. La edicion espanola, por desgracia, no lleva ilustraciones.

  • Por ti Juliana de Charles Saintduval

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    Carlos es un nino que conocera los desafios del corazon, el miedo y la introspeccion constante. Es presa de los cambios de personalidad que causa la adolescencia y victima del hoy conocido Bullying, en la secundaria, lo que le orilla a un derrumbe emocional y academico. En su mente lo mas importante es el amor y unos pilares. Ya joven, no se sincera con ninguna chica sobre sus sentimientos, hasta que conoce a JULIANA. La mujer que le dara un haz de luz, una esperanza para volver a creer en el amor. La tristeza y la desolacion forman parte de su animo y fruto de ellas tambien la poesia, para Carlitos.
    Por ti Juliana.

  • La Dama indomable de J. S. Madisson Parker

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  • Escrito en el cuerpo de Jeanette Winterson

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  • Hozuki, la libreria de Mitsuko de Aki Shimazaki

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    Mitsuko tiene una libreria de viejo especializada en obras filosoficas. Alli pasa los dias serenamente con su madre y Taro, su hijo sordomudo. Cada viernes por la noche, sin embargo, se convierte en camarera en un bar de alterne de alta gama. Este trabajo le permite asegurarse su independencia economica, y aprecia sus charlas con los intelectuales que frecuentan el establecimiento. Un dia, una mujer distinguida entra a la tienda acompanada por su hija pequena y los ninos de cada una se sienten inmediatamente atraidos entre ellos. Ante la insistencia de la senora y por complacer a Taro, a pesar de que normalmente evita haceramistades, Mitsuko aceptara volver a verlos. Este encuentro, sin embargo, podria poner en peligro el equilibrio de su familia.

  • Dos mil noventa y seis de Gines Sanchez

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    En el ano 2056 los servicios sociales han colapsado y los estados se han retirado de amplias zonas del mundo. La poblacion huye hacia el norte escapando de las epidemias. En una ciudad cualquiera, un grupo de familias cierran el pozo en torno al que viven y se unen al rio de desplazados. Muchos anos mas tarde la misma zona no es mas que un monton de ruinas donde sobreviven bolsas aisladas de poblacion, acuciadas por la sequia y el hambre. Alli viven Enis y Andera, un muchacho y una nina de ojos transparentes que juntos abandonaran la ciudad en 2096 y marcharan a traves de un mundo de soledad y desiertos interminables. Siempre hacia el norte, siempre en busca de la preciada agua. Hasta que den con una ciudad descomunal, en la que vive la tribu del misterioso Taner.

  • Dormido en el alma de Gely Santamaria

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    Lela era una nina feliz, viviendo su infancia en la Espana de la posguerra, pero la vida le empezo a arrebatar cosas, la primera a su madre a los 9 anos, despues al amor de su vida, Ricardo y por ultimo a sus hermanos. Los avatares de la vida la llevaron al otro lado del mundo, separandola de todo y de todos. Ella pensaba que ya no merecia la pena vivir, pero la vida le tenia reservada una gran sorpresa.

  • Pasion sobre dos ruedas de Dana Curt

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    Senti que el whisky me quemaba mientras bajaba por mi garganta. Todavia podia recordar cuando papa me dio mi primer trago. Tenia once anos. El agua de vida, dijo. --?Sigues pensando en la rubia con la que te acostaste ayer? -- Cobra interrumpio mis pensamientos, golpeandome la espalda tan fuerte; que casi derramo el whisky del vaso. Cabron. --?Cual? -- Pregunte, girando en mi taburete del bar hacia ellos. Los otros se rieron, Cobra sonrio. --Anoche solo habia dos rubias--, dijo, y en mis labios aparecio una sonrisa. Cobra era un bromista, pero no era bueno para aceptar una chiste. Aunque, no estaba bromeando. Quise decirselo antes, pero luego lo olvide. --Exactamente--, dije, y el se abalanzo sobre mi, arrancandome el vaso de las manos. Anoche habia dos rubias. Claire o algo asi, la de las tetas grandes, y ni siquiera recuerdo el nombre de la otra. Tenia labios rojos y gruesos y recuerdo que me calzaban como un guante de latex alrededor de mi pene. Ella era la unica chica en la que Cobra habia estado interesado desde la semana pasada. Slash y Reyes me lo quitaron de encima, mientras el apretaba los dientes y me abria las fosas nasales. No iba a pelear con el. Me estaba divirtiendo, el era de la familia. No habia razon para que yo recibiera un punetazo. Respiraba con dificultad cuando me lo quitaron de encima e hizo un rapido tiron con las manos para bajarse la camisa que se le habia subido hasta el pecho. --Mas vale que sea tu idea de una broma, Dio--, dijo, y yo mire timidamente a los demas. Estaban sonriendo, pero yo sabia que secretamente esperaban que fuera una broma. ?Le digo que grito mi nombre mientras me estrellaba contra ella por detras? ?Que me dejo tres mensajes de voz esta manana? Fue tan facil irritar a Cobra. En el ultimo ano desde que tomo el lugar de Calavera en el Club, se convirtio en el tipo que usamos de saco de boxeo. No era como si fuera un hermano para mi. Me hubiera encantado ver su cara si le dijera que la chica que le gustaba era de las que se corria a chorros. --Solo bromeo, hermano--, dije en su lugar y me vacie el whisky en la garganta. Cobra se tomo un momento para analizarlo. Paso de fruncir el ceno y resoplar a sonreir y reir en cuestion de segundos. Llame la atencion del "Rey" mientras Cobra se sentaba en un taburete a mi lado y ordenaba otra ronda para todos nosotros. Reyes sabia lo que habia pasado. Me vio ir a la parte de atras del Club con las dos mujeres. Me advirtio con una senal de que era mala idea. Le alce mi vaso vacio y le sonrei. ?Que era la vida si no estaba hecha para follar con cualquiera disponible? Y esa rubia estaba disponible anoche. Yo no hubiera dicho nada si Cobra se hubiera acostado con ella anoche. Siempre y cuando llegara a ella primero. --Saben, podrian darme una mano con esto--, Big T nos trajo nuestros vasos. Siempre habia trabajado en el Club. Se decia que antes se le conocia como "El Psicologo", porque aparentemente, solia recostarse en una de las bancas y escuchar a estos hombres tatuados derramar sus corazones sobre el. Ahora que estaba retirado, era el mejor camarero del Club. Reyes le silbo a Slash como si estuviera llamando a un perro. --Puedes usar a este--, dijo y todos nos reimos a carcajadas. Big T puso los ojos en blanco, dando al mostrador un golpe con el trapo que tenia en el hombro. --?Quieres poner a los dos tipos mas grandes aqui detras de la barra? -- dijo y cruzo sus voluminosos biceps sobre su pecho. Todavia no podiamos dejar de reirnos. Solo pensar en Slash y Big T detras de la barra, apretandose. --Contrataremos a otro mesero, Big T, y no dejes que estos chicos te afecten con sus idioteces--, fue la voz de papa la que interrumpio nuestras risas. Estaba sentado al final del mostrador, rodeado por Coronado y los otros miembros mayores del club. Habia escuchado la conversacion y habia hablado con su voz profunda, que tenia el poder de silenciar a todos en la habitacion. Estas eran las cualidades que importantes para el: Poder Respeto La motocicleta Mujeres Habia hecho todo lo posible para inculcarme esas cualidades, para prepararme para cuando fuera mi turno de ser presidente de los "Outlaws". Era solo que a veces se me confundia el orden en que van esas cosas. --Si, senor--, dijo Big T y volvio a trabajar en el bar. A mucha gente le gustaba llamar a papa --Senor-- o solo --Angello--. Nunca los corrigio. Eramos una gran familia, una familia de hermanos como Coronado solia decir, pero papa se aseguro de que todos supieran quien era el jefe de la familia. Era el. Y luego iba a ser yo. Nos llamo la atencion y levanto un vaso a modo de saludo, yo hice lo mismo, brindamos y bebimos. --Entonces, ?como estaba ella? -- Cobra se habia acercado a mi mientras yo no miraba. Me volvi hacia el, un poco confundido. ?De quien estaba hablando? --Las tetas que te anotaste anoche. !Hombre, la escuche gritar! -- dijo con una risa y bebio un poco de su cerveza. No pude evitar preguntarme cuales fueron los gritos que escucho. --?Quieres que te invite a ver la proxima vez que tenga a una chica inclinada sobre mi motocicleta? -- Pregunte. Reyes y Slash se rieron. Cobra se encogio de hombros y se sento en su silla, inclinandola peligrosamente hacia atras, pero manteniendola perfectamente equilibrada. --Tal vez aprenda algo--, dijo con una risa y yo sacudi la cabeza. Cobra era un buen tipo. Era nuevo en el Club, solo un cachorro, pero me cubria las espaldas. Lo que significaba que yo siempre cubriria la suya. *** Estabamos jodidos. ?Cuanto tiempo habiamos estado bebiendo? El tiempo se habia solapado y entrelazado, para transformarse en un largo chorro de alcohol y chistes malos. --?Quien de ustedes va a arropar a mi hombre esta noche? -- La voz de una mujer nos interrumpio. Todos nos volvimos a la puerta del bar al unisono y vimos a Ruby de pie, con las manos en las caderas. Sus rizos marrones rizados enmarcaban su cara, y sus ojos eran severos. Mama. --Angello, tu vieja esta aqui para recogerte--, escuche a Coronado bromear y papa le dio una sonrisa. La mirada de mama me busco en la oscura multitud del bar y puso los ojos en blanco. Se habia casado con un motociclista. Habia criado a un motociclista. Esta era la vida con la que se habia conformado, no la que habia elegido y, a veces, me daba pena. Vi a papa deslizarse perezosamente de su taburete y alcanzar su chaqueta de cuero, mientras que mama permanecia de pie en la puerta, observando cada movimiento de papa. Se necesito mucha confianza y muchas agallas para forjar el solido matrimonio que mama y papa compartian. No habria sido facil para ella. El codigo de vida de papa incluia a las mujeres. Estaban al final de su lista de prioridades, pero estaban ahi. No tuve que estrujarme el cerebro para recordar cuantas veces lo habia pillado con otra mujer, y cuantas veces mama habia amenazado con irse. En ese entonces culpe a papa. Lo culpe por el dolor que le causo a mama, y jure que nunca haria pasar a otro ser humano por eso. No haria pasar a mis hijos por el dolor de ver a una familia desmoronarse. Por eso Miriam nos dejo a la primera oportunidad que tuvo. No podia soportar ver a mama destrozada, una y otra vez. Aunque papa no le habia sido infiel en mas de ocho anos, Miriam siempre creyo que volviera a suceder. No queria estar cerca cuando sucediera. Ahora vivia en la otra parte de la ciudad, y en secreto me alegraba que se mantuviera alejada del Club. Los chicos no estarian babeando en cada oportunidad que tuvieran de verla. Algunos de los chicos gritaron y vitorearon cuando papa se acerco a mama. Habia visto fotografias de los dos juntos cuando se acababan de conocer, antes de que Miriam y yo nacieramos. Eran muy atractivos y probablemente todavia lo eran. Papa la agarro por el culo y la tiro hacia si, antes de besarla. Puse los ojos en blanco y mire hacia otro lado. Creci viendo a los dos babeando el uno sobre el otro. Que asco. --!Vayanse a casa! -- Les ladre, y los demas siguieron animando. Cuando papa la solto, me miro directamente y arqueo las cejas, antes de volverse hacia los demas. --Todos ustedes deberian irse a casa. Es tarde, chicos--, dijo, con una voz amenazante y autoritaria. A lo largo de los anos, se habia desempenado bastante bien en su papel de matriarca, y yo sabia que eso solo habia fortalecido el matrimonio entre los dos. --Ruby es una gema, ?entiendes? -- Cobra bromeo y yo sacudi la cabeza con indulgencia. --?Como esta Miriam? -- Slash pregunto, sabiendo exactamente el efecto que tendria en mi. Mi cabeza ya nadaba en alcohol y luchaba contra las ganas de seguir el consejo de mama. --A salvo ahora que esta lejos de ti--, le dije y se rio. Miriam estaba fuera de su alcance y todos lo sabian, pero eso no les impidio tomar fotos en mi ausencia cada vez que podian. --Oye, ?no estas satisfecho con una hermana que preguntas por otra? -- Cobra se apresuro a intervenir. Slash habia empezado a ver a Sofia, la hermana de Cobra, y se habian embarcado en una extrana vida juntos. Una relacion que ninguno de nosotros pensaba que iba a funcionar. Sofia era dulce y sabia lo que queria. Slash era joven y desalinado y tenia demasiadas cosas en el pasado de su familia como para reconocer que tenia algo bueno con ella. Pero disfruto de lo mucho que esto molestaba a Cobra, sin embargo. El Rey se puso de pie. Pude ver en su cara que estaba acabado. Desde que papa lo tomo bajo sus alas hace cuatro anos, fuimos los mejores amigos. --?A donde vas? -- Slash le pregunto y Reyes senalo su reloj. Eran las tres de la manana. --?Tienes que decir tus oraciones matutinas? -- Cobra dijo con una risa, y Slash, Reyes y yo le disparamos miradas amenazantes. La religion de Reyes estaba fuera de discusion, al igual que Miriam. Incluso yo pense que era un poco raro cuando lo conoci, pero ya sabiamos que era lo que lo mantenia cuerdo. Solia ser un chico de la calle, la pandilla iba a matarlo si no salia y creia que era su religion la que lo habia traido a Angello. Respetamos sus creencias. Cobra parecia ser un estudiante lento y no se habia dado cuenta lo importante que era respetar los limites. --Recuerda lo que dijo tu madre--, me dijo Reyes, y me hizo un gesto de despedida con dos dedos. Le sonrei. --Reyes--, lo llame mientras lo veia salir del bar, despidiendose de los demas mientras se iba. Ahora solo estabamos Slash, Cobra y yo en este extremo del mostrador, todavia revolviendo nuestras bebidas. Al menos Slash tenia a Sofia esperandolo en casa. Todo lo que yo tenia era Roxana, y no era exactamente un ser humano. Era tarde y habia bebido demasiado, pero tambien era demasiado temprano para irme a dormir. Saque el telefono del bolsillo de mis jeans y me desplace por los mensajes.

  • La novia del lobo de Aino Kallas

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    Esta legendaria historia nace de los viejos mitos de los hombres lobo en Estonia, pero cuenta, en realidad, mucho mas que eso: es tambien una metafora de la ausencia de libertad de las mujeres en el siglo XVII. El relato se situa en Hiiumaa, una isla en el lado oeste de Estonia, y comienza con un guardabosques llamado Priidik que observa a un grupo de mujeres del pueblo que lavan a sus ovejas y se enamora de la joven doncella Aalo. Escrita con un hermosisimo lenguaje, consigue trasladarnos a los bosques de Estonia y a aquellos pueblos amenazados por los lobos en los que se castigaba duramente todo lo que se consideraba brujeria. Sara Morante ha logrado meterse en la piel de la rebelde Aalo y llevarnos con sus ilustraciones a su mundo mas alla de la aldea

  • Las mujeres de Winchester de Tracy Chevalier

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    Tracy Chevalier regresa con la historia apasionante y atemporal de una mujer en busca de libertad en la Inglaterra de los anos treinta.

  • Hacia los mares de la libertad, Sarah Lark de Sarah Lark

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  • Atentamente, tu asesino de Zid Castaneda

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    Linda es una mujer exitosa, felizmente casada y forjandose una carrera en el area gubernamental, pero un dia comienza a ser acosada y observada por un hombre obsesionado, un poeta retorcido que cae en la psicopatia.

  • Una semana de siete lunes de Jessica Brody

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    SI TUVIESES LA OPORTUNIDAD DE EMPEZAR DE CERO, ?LA APROVECHARIAS?
    Ellison Sparks descubre que esta reviviendo una y otra vez el mismo lunes de pesadilla. Cualquier otra adolescente hubiese optado por volverse loca, pero Ellison lo ve como una oportunidad. La oportunidad de lograr que sus suenos se hagan realidad y, sobre todo, la oportunidad de recuperar a su novio.
    Pero, a pesar de sus esfuerzos, las cosas nunca salen como ella desea. ?Descubrira Ellie como arreglar este dia? ?O quedara atrapada en un lunes de pesadilla para siempre?

  • Con sabor a beso de Carla Crespo

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    ?Pueden la brisa del mar, la malvasia y el marisco unir a dos personas aparentemente opuestas?

  • Los ojos cerrados de Edurne Portela

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    Me miran y me sonrien. Me hablan a gritos y muy despacio, como si fuera el tonto del pueblo. Me miran y me sonrien, ella me ha saludado con la mano, de lejos, el nunca lo hace. Yo he levantado una de mis muletas como si fuera mi mano y me he acercado, pasito a pasito, hasta ellos. Cuando llegaron al pueblo eran ellos los que se acercaban a mi, pero ahora se han quedado ahi, moviendo los pies impacientes, aunque sonrian. Creo que hace tiempo que no me los encuentro. Pasan los dias y a veces no me entero de cuantos han pasado. Vuelvo no se de donde, de que pensamiento o de que sueno y me da la impresion de que he pasado mucho tiempo con los ojos cerrados, como si hubiera estado muerto un tiempo porque no se donde he estado ni con quien, si he pensado o me he movido, si he comido o he cagado. De repente me doy cuenta de que estoy asi, con los ojos cerrados, y solo se que sigo vivo porque me huelo. Huelo mi cuerpo. Aunque bien pudiera estar muerto y pudriendome. Bien pudiera estar bajo tierra. Pero respiro, aunque sea un aire sucio, y muevo las manos en el espacio y me doy cuenta de que no estoy en un ataud. En ese momento abro los ojos y veo cosas, a veces cosas que se lo que son, como la taza y el libro y la mesa y la puerta y el balde. Eso me gusta mucho, reconocer mi taza, mi libro y la puerta de mi casa y mi balde. Entonces me levanto y toco mis cosas, las acaricio, y cada cosa me habla y me recuerda y yo les contesto contandoles mis cuitas. En dias asi me siento bien. Como hoy. Hoy tengo uno de esos dias. Le he contado al balde del agua el dia que mi madre lo dejo abandonado en medio de la calle y no volvio mas y lo recogi yo al dia siguiente porque ahi se habia quedado, abandonado en el medio de la calle y nadie se habia atrevido a llevarlo de vuelta a mi casa porque igual pensaban, como pensaba yo, que ella iba a volver y reclamarlo. Pero lo tuve que recoger yo, un dia despues de que ella lo dejara abandonado, y meterlo en casa. Y ahi se quedo, en medio de la cocina hasta que se evaporo el agua. Y cuando se evaporo todo el agua, yo te deje en esa esquina, balde, y nunca te he vuelto a usar. Otros dias el libro me cuenta cosas porque, claro, es un libro y esta para eso. Un dia me dijo que lo he leido mas de cien veces pero que no tiene merito porque solo lo tengo a el. Eso a mi me molesta un poco porque no tiene en cuenta mi fidelidad y el esfuerzo que siempre he hecho en entender hasta las palabras que no conozco. Podria haberlo dejado abandonado, como mi madre al balde, o haberme aburrido de el y sin embargo, hasta que tuve vista suficiente, leia por lo menos diez paginas todas las noches, a veces mas. Y ahora que no puedo leer, lo sigo acariciando siempre que lo reconozco. Y dejo que me cuente sus historias. Ya no se acercan a mi, me tengo que acercar yo y a veces para cuando llego a su lado de la plaza ellos ya se han ido, dando pasitos pequenos hacia atras y luego ella, el no, el nunca, luego ella me dice adios con su manita y se dan la media vuelta y aceleran los pasos y desaparecen por detras de la casa de socorro. Como habra dias que no llego a abrir los ojos, a veces pienso que tambien habra dias que yo hablo con mis cosas pero no me entero y eso me angustia porque no se que les puedo contar, que secretos se me escaparan. O incluso habra dias que salga a la calle y en vez de hablar con mis cosas hable con la pareja que ahora me mira y me sonrie. Y como en esos momentos no me entero, igual les cuento mis secretos a ellos tambien, a ella. Eso me angustia todavia mas. Pero mientras me sigan mirando y sonriendo, como ahora, y ella me salude, supongo que todo va bien, que no he contado nada. A veces veo la cara de un viejo que no se si es la mia o la de mi padre. Pero la de mi padre no puede ser porque nunca fue viejo. Entonces pienso que igual es mi cara y alargo la mano y si, me estoy mirando en un espejo. Ahora no, ahora me estoy mirando en la cara de ellos. En cuanto me acerco y la miro a los ojos, a ella, como ahora, veo lo que hay detras y no es una sonrisa. Siempre he podido hacer eso, ver lo que hay detras de los ojos. Desde nino, cuando empece a sufrir esto de cerrar los ojos mucho tiempo, he visto mas que los demas. Veo incluso lo que hay detras de los ojos de los muertos. 2 Lola sabe que el retumbar de las botas contra las piedras no corresponde a los pies de Miguel y sus hombres. Lo sabe porque, salvo Miguel, ninguno pudo nunca tener unas botas. Miguel las tuvo porque don Ernesto le regalo su par mas viejo y el las restauro. Los hombres de Miguel llevan tres anos en el monte con albarcas y alpargatas que el mismo hace. Por eso Lola sabe que esas botas no traen nada bueno. Tampoco el grito, cada vez mas cercano, que ordena <>. Lola siempre penso que vendrian de noche, una noche poco clara, y que se meterian en las casas como hicieron hace anos para sacar a los hombres que no tuvieron tiempo de huir, pero hoy han aparecido al alba. No importa, ya no quedan hombres en el pueblo, tan solo ancianos, mujeres y ninos. El suyo, Pedro, duerme todavia. A Lola le cuesta despertarlo, le pasa un pano de agua fria por la carita tibia para que espabile. Salen, el nino frotandose los ojos, ella tiritando bajo el chal. En la pequena plaza hay una veintena de hombres uniformados. Lola les encuentra ufanos, relajados, tranquilos. Se nota que no quedan hombres jovenes en el pueblo. Poco a poco van llegado sus vecinos y vecinas, con los ninos en brazos o de la mano. Un militar con medallas da un discurso que Lola no acaba de entender, habla del final de la guerra y de la necesidad de encontrar a los que no quieren la paz. Porque hay que redimirlos, dice. Pide a los vecinos que se pongan en fila ante una mesa improvisada en el centro de la plaza para prestar declaracion sobre el lugar donde se encuentran los familiares que no estan presentes en el pueblo, particularmente los hombres. Sentado a la mesa, Lola reconoce a Federico, el hijo de Teresa, uno de los muchachos a los que se llevaron al frente cuando vinieron de noche y los sacaron de las casas. Lola se pone a la cola de familiares y ve que, tras hablar con Federico, el apunta algo en un gran cuaderno. Cuando le toca el turno a Lola, le alaba que haya aprendido a escribir tan bien, que algo bueno ha dejado la guerra. El asiente sin mirarla a los ojos y, sin mirarla a los ojos, le pregunta por Miguel. Lola dice que se fue cuando empezo todo y que no ha dado senales de vida, que es un sinverguenza y que se habra ido con otra aprovechando los tiempos revueltos. Federico, concentrado en su lenta caligrafia, senala la mala suerte que han tenido con sus hombres algunas mujeres del pueblo. Todas las mujeres y los ancianos han declarado ante Federico. El ha apuntado minuciosamente sus declaraciones en el cuaderno, se lo ha entregado al militar condecorado, este ha dado la orden de subir a los dos camiones y se han marchado del pueblo. Antes, Federico ha podido abrazar a su madre, Teresa, y a su hermano pequeno, Jose, quien ha interrumpido el juego con Pedro para recibir la carantona de ese hombre a quien apenas recuerda. Lola no espera a que salgan los dos camiones de la plaza para encaminarse de vuelta a casa. No cruza ni una mirada con las otras cuatro mujeres cuyos maridos, hijos, hermanos, estan en la sierra con Miguel. O creen que estan. Hace meses que no saben nada de ellos. Tira de Pedro y le ordena aligerar el paso. No se da cuenta de que el nino esta llorando. Pasan los dias y nada sucede. No hay noticias de nadie. Nadie visita el pueblo. Nadie se va de el. Todos los dias son iguales: cortos, soleados, frios. Desde que estuvieron los militares, cada manana Jose, el hermano de Federico, el hijo de Teresa, pasa a buscar a Pedro para que le acompane con las cabras. Lola le deja marchar, a pesar de que el nino todavia no tiene edad para pastorear. Jose tampoco, pero Teresa, su madre, no aguanta el monte, apenas aguanta ponerse delante del entremijo para hacer el queso. Teresa agradece a Lola que deje a Pedro acompanar al nino y de vez en cuando le regala un queso. Teresa sabe que Lola sera viuda pronto. Lola, sin el nino Pedro trasteando en casa, se desespera. La calma no es buena para Lola. Recuerda la mano de Federico escribiendo en el cuaderno y se enrabieta por no saber leer. ?Habra escrito lo de que Miguel es un sinverguenza? Le parece a Lola que Federico escribio poco, tres palabras habia ahi y no muy largas. Le preguntaria a Teresa, pero que va a saber ella. Si los militares no han vuelto, tal vez, quizas, los dejan en paz. Que importaran cinco hombres por ahi perdidos en la montana, que dano van a hacer. Lola no se cree los rumores, esos que dicen que en realidad con Miguel hay muchos hombres, todo un ejercito. ?De donde va a salir tanto hombre? Seran fantasmas, los fantasmas de todos los muertos de estos anos, que no se acaban de ir. Hasta que pasa una semana, tal vez diez dias. Lola esta llenando un balde de agua de la fuente de la plaza. No se acostumbra a usar el agua del grifo y sigue pensando que la de la fuente es mejor. Quiere preparar una perola de sopa de judiones para cuando vuelva el nino del monte. Escucha las detonaciones. Es dificil saber de donde vienen porque la sierra tiene sus ecos, pero Lola cree que no estan lejos, no mas alla del rio porque entonces el sonido se perderia tras la montana, se oiria con menos nitidez. Y Lola oye perfectamente los disparos, demasiado rapidos como para salir de una escopeta. Acaba de recoger el agua y se dirige hacia su casa. De camino, pasa por delante de la de Teresa. Deja el balde en el suelo y toma aliento. Teresa se asoma, pregunta si ha oido algo, Lola afirma con la cabeza. Y los ninos por ahi con las cabras. Teresa y Lola toman el camino hacia los prados adonde los ninos van a pastorear. El balde se queda en mitad de la calle.

  • Role Playing. Una apuesta arriesgada de Minerva Hall

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    Tras sobrevivir a una dificil y traumatica experiencia, Brenda necesita reencontrarse consigo misma, alcanzar la paz y redescubrir esas emociones que, de pronto, le resultan esquivas. Sabiendo que esta vacia por dentro y ansiosa por volver a sentir, se interna en el ambiente de seduccion del Pleasure’s Club, sin esperar que esa decision la vuelva a poner de lleno en el ojo del huracan.
    Gabriel Grier es uno de los Amos del club erotico mas exclusivo de la ciudad, o al menos lo era, ahora lleva meses sin disfrutar del sexo. La dominacion, tan necesaria para el como respirar, de pronto lo enferma y se descubre incapaz de tener una ereccion con cualquiera de sus habituales sumisas.
    Sin embargo, la noche de los viernes, cuando su nueva bailarina ameniza la velada, su cuerpo responde, su alma la anhela y su corazon sufre porque sabe que nunca podra tenerla.
    Pero cuando ella vuelve a ser objetivo de una mente perversa, sabra que sera capaz de cualquier cosa con tal de mantenerla a salvo.
    ?Seran capaces estas dos almas perdidas de abrir el corazon y amar por una vez y para siempre jamas?

  • El arte perdido de las Escrituras de Karen Armstrong

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    En nuestro mundo cada vez mas secular, los textos sagrados se consideran, en el mejor de los casos, irrelevantes y, en el peor, una excusa para incitar a la violencia, el odio y la division. Entonces, ?que valor, si es que tiene alguno, puede tener la escritura para nosotros hoy? Y si nuestro mundo ya no parece compatible con las Escrituras, ?es quizas porque su proposito original se ha perdido?

  • Cuando menos te lo esperas (Coeur de sucre 1. 5) de Lana Fry

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    --Habia una vez un hermoso lugar, en lo mas profundo de los mares... Dos pares de ojos azules me miraron fijamente, cada uno con una expresion diferente. La pequena Evelyn, con los rizos rubios escondidos en la capucha con orejitas de su pijama, me miraba como si fuera el mismisimo rey Triton; me hizo sentir tan orgulloso que hasta saque pecho mientras seguia con el cuento de La sirenita. Se habia acurrucado en mis brazos despues de cenar, y su cabeza apoyada en mi pecho era un peso suave y liviano. Apoye la mejilla en su coronilla y cerre un momento los ojos al oler la colonia fresca de bebe. --...la pequena sirenita siempre estaba cantando... --?Y como cantaba? Se me atragantaron las ultimas palabras del cuento, y mire a Evelyn con el terror plasmado en la cara. Al otro lado estaba Lea, partiendose la caja; aunque en su defensa dire que acallaba sus carcajadas en la almohada. Mientras tanto, la nina me miraba como si de repente hubiera adquirido dotes de tenor y fuera a cantarle Bajo del mar con el acento ?mexicano? del cangrejo. Nunca habia conseguido ubicarlo. --Pues... Esto... Cantaba. Con canciones y esas cosas --trate de sonar animado y seguir con el cuento, pero mi intento de evasion no funciono porque la nina me tiro de la manga--. ?Que pasa? --?Y que canciones cantaba? --Si no fuera porque tenia la carita de un angel y me miraba con tanta inocencia, pensaria que un demonio se la habia comido entera--. Porfa, cantame una, tio Ash. Alarmado, busque ayuda en Lea, pero, por su cara roja, quiza quien la necesitaba era ella. <>, pense, al ver que se lo estaba pasando la mar de bien viendome pasar uno de los momentos mas terrorificos y angustiosos de mi vida. --Eso, tio Ash, cantanos una cancion --me animo, la muy... Habia cruzado las piernas encima del sofa, y mis ojos se perdieron, absortos y embelesados, en los largos mechones rojizos que ella intentaba recoger en una alta coleta. Me comeria esa sonrisa picara de un bocado y se que no tendria suficiente, asi de loco me tenia. ?Quien iba a decirlo, eh?--. Tu crees que en otros lados, las algas mas verdes son... Empezo a cantar, suave y bajito, empujandome a seguirla. Cerre los ojos, sobre todo porque Evelyn se habia entusiasmado hasta el punto de que se habia arrodillado encima de mi y empezaba a dar palmas, siguiendo el ritmo alegre de mi novia. --Bajo del mar, bajo del mar, vives contento, siendo sirena... --Me estremeci al escuchar el susurro de Lea en mi oido. Gire la cabeza y quien se perdio en el mar azul de sus ojos fui yo--. No decepciones a tu publico. Mi voluntad caia en picado con estas dos, incapaz de negarles nada. Lo peor de todo era que ellas lo sabian y se aprovechaban sin compasion de mi pobre persona. ?Quien iba a decirme a mi que acabaria en una situacion como esta? ?Donde habian quedado David Garret y su violin? Ahora, todo lo que se escuchaba en el coche eran canciones de Disney. No veas lo mal que lo pase ayer cuando lleve a Evelyn al colegio y estuvo en bucle la nueva cancion de Frozen. Cuando se fue el ultimo cliente de la tarde estuve a punto de cantarle Let it go. --Bajo del mar, bajo del mar, hay bailarinas, son las sardinas... --empece a cantar, y mi voz, grave y ronca, puso la nota discordante a los chillidos de mi ahijada y mi novia, quienes habian bajado ya del sofa y bailaban en medio del salon, cantando siempre que la risa las dejaba. Sonrei al ver a Lea comportarse como una nina, sin avergonzarse. No era de extranar que Evelyn estuviera como loca con ella, y la mirara con tanta devocion que hasta a mi me puso un nudo en la garganta. Iba en pijama, con la coleta mas mal hecha que habia visto nunca, danzando sobre la alfombra con los calcetines encima de la pernera del pantalon y, aunque podia parecer la cosa menos sexy del mundo, era tan ella, lo que la hacia tan unica, que la amaria aunque llevara uno de esos horrorosos pijamas de una pieza. Me sentia el hombre mas jodidamente afortunado del mundo; cuando por fin acabo la cancion y ambas volvieron a mi lado, suspire sabiendo que no necesitaba nada mas en el mundo. Bueno, habia algo, pero... Sacudi la cabeza, sacudiendo tambien ese pensamiento. --Has fruncido el ceno. ?Tus recien descubiertas facetas musicales estan haciendo que te replantees tu futuro? --Lea habia apoyado la barbilla en mi hombro y, aunque la picaresca y la diversion no desaparecieron de sus labios, en sus ojos se camuflaba una pequena sombra de preocupacion--. ?Estas bien? --?Por que no iba a estarlo? --respondi, acercando mi cara a la suya para darle un coqueto beso en la punta de la nariz--. Tengo a mis dos chicas preferidas aqui. Evelyn habia perdido la batalla contra el sueno y estaba a nada de caer en seco. Sus grandes e inocentes ojos azules luchaban por mantenerse abiertos; Lea y yo nos quedamos callados, mirandola hasta que acabo por dormirse. Despues, la cogi en brazos y subi despacio con ella las escaleras hacia nuestra habitacion. Evans y su mujer se habian tomado unos dias de vacaciones, coincidiendo con su aniversario de bodas, y habian dejado a la nina y su cuna con nosotros. La acoste ahi con todo el cuidado del mundo. En un gesto instintivo alargue el brazo y Lea se apretujo a mi lado, permitiendome abrazarla. No se que rondaba por su cabeza, pero por la mia pasaban tal cantidad de imagenes inexistentes que me dejaron con un anhelo tan grande en el pecho que necesite suspirar con fuerza, buscando calmarme. Inclinado sobre la cuna no veia a mi ahijada, sino a otra pequena con los rizos rojizos de su madre, con la manita reposando sobre una mejilla tan sonrojada que daban ganas de comersela a besos. --Otra vez te has puesto serio. Me conocia demasiado bien; acostumbrado como estaba a que nadie supiera por donde cogerme, ella tenia una facilidad asombrosa para calarme. --Estaba pensando... --!Uy, peligro! --sonrio, siguiendome hasta la cama, donde nos sentamos a los pies. --No hemos hablado de tener hijos --solte. Lea se quedo muda y, si no fuera porque no habia casi luz en la habitacion, solo la de la mesilla de noche, habria jurado que toda su cara se habia quedado blanca--. Bueno, no estoy diciendo que tenga que ser ahora, claro. Pero, no se... Se me trababan las palabras, y que Lea estuviera sumida en un poco acostumbrado silencio, no ayudaba. --Olvidalo. Es una tonteria --sonrei, antes de darle un beso en la frente y levantarme para ir al bano. Me maldije por haber sido tan bocazas; me habia acostumbrado tanto a no callarme nada con ella que me salia solo confesarle que pasaba por mi cabeza. No me pare a pensar en que este podia no ser el momento de sacar el tema, en que ambos estabamos intentando estabilizarnos en nuestro trabajo. A Lea le iba genial con el recien abierto canal de Youtube; no sabia como se las ingeniaba para sacar tiempo y ganas para seguir trabajando con Audrey en la pasteleria, ademas de grabar sus videos para despues editarlos. Estaba haciendo cursos, y yo acababa de chafarle todas las ilusiones de un plumazo. Cuando me estaba lavando los dientes y alce la mirada, vi su expresion seria a traves del espejo. Parecia cansada, incluso algo abrumada por todo. --?No eres feliz? --Su pregunta me pillo tan fuera de juego que no atine a decir nada; la mire sin parpadear, incapaz de girarme. No hacia falta, pues su reflejo lo decia todo. Era demasiado expresiva--. Ash... --!Joder! --exclame, y enseguida baje el tono para no despertar a la nina. Me gire de sopeton, plantandome delante de ella en una sola y larga zancada para despues abarcarle la cara con las manos--. Soy el cabron con mas suerte del mundo y nada, escuchame bien, nada podria hacer que fuera mas feliz que ahora. --Pero has dicho... Pese a ser alguien muy familiar, nunca me habia creido preparado para formar la mia propia. Veia a Evans con Evelyn y solo sentia carino, pero Lea habia llegado a mi vida, se habia asentado en ella para quedarse, y ese carino se habia convertido en un anhelo que no sabia que podia llegar a sentir. No tenia ni idea de cuidar y criar ninos, mi experiencia se basaba en las veces que hacia de canguro de Evelyn cuando sus padres me la dejaban. Ahora, cada vez que cerraba los ojos y trataba de imaginarme mi futuro, no encontraba solo a Lea en el. ?Como podia decirle eso a ella sin que sintiera que la estaba presionando? Sabia lo mal que lo habia pasado meses atras, cuando se encontraba perdida, sin saber que hacer con su vida o en que direccion llevarla; y yo, precisamente por lo mucho que la queria, no podia hacer que esa estabilidad que tanto le habia costado conseguir se tambaleara por mi deseo de tener ninos. --Olvida lo que he dicho. Me perdi en sus labios, que se movieron dubitativos bajo los mios. Sin separar mi boca de la suya, avance poco a poco hasta que la tuve apoyada en la pared del bano. Era pequena en mis brazos, casi podia abarcarle la cintura con las manos, aun asi su cuerpo encajaba tan bien con el mio que sentia sus curvas danzar al ritmo de mis caricias, al igual que mis musculos se expandian y contraian bajo sus manos. --No se si estoy preparada para ser madre --solto Lea en un quedo jadeo, aprovechando que habia abandonado su boca para enterrar la cara en la curva de su cuello, buscando aspirar su olor --. Soy un desastre de persona. --No pienses en eso ahora --respondi, estrechandola en un abrazo con el que pretendia consolarla y, a la vez, cerrar el tema--. Solo era un pensamiento al aire. Nos acostamos muy pegados el uno al otro, con su cabeza recostada en mi pecho y yo enredando los dedos entre los mechones rojizos de su pelo. Llevaba tanto tiempo sin cortarselo que le llegaba ya hasta casi la mitad de la espalda, y a mi me enloquecia verlo desparramado sobre la almohada. Su respiracion tardo en volverse profunda y pausada, en todo el tiempo no detuve mis caricias. Habia intentado pintarla, de hecho, habia empezado muchos retratos suyos --bien escondidos, porque me daba algo de verguenza que los viera--, y me sabia tan de memoria su nariz respingona, la curva maliciosa y traviesa de su sonrisa o la forma en la que sus cejas se arqueaban cuando no le veia la gracia a mis chistes malos, que podria dibujarla hasta con los ojos cerrados. Pero cuando llegaba el momento de ponerle color... Ninguno le hacia justicia. Ningun azul captaba el brillo de sus ojos, el amor que desprendian; tampoco ningun rosado podria igualarse al de sus mejillas. ?Y sus labios? ?Y el abanico infinito de rojizos, cobrizos y rubios de su melena? Imposible. Todo lo que intentara emular no seria mas que eso, una copia barata de una persona tan unica y especial que nada podria compararsela. Aprete su cuerpo hacia el mio, con cierta posesividad, y bese su frente, con el pecho expandiendose de pura felicidad solo por tener la oportunidad de estar asi con ella. Tarde en conciliar el sueno; cuando sono el despertador, lo apague con rapidez antes de que Lea o mi ahijada se despertaran. Disfrute un rato mas en la cama, haciendome el remolon. Pero, si no queria llegar tarde al trabajo, tenia que levantarme ya, aunque me costase la vida misma salir de debajo de la calidez de las mantas, reacio a separarme de ese delicado cuerpo que, desde que paso la primera noche aqui, se habia apoderado de toda la cama y dormia siempre invadiendo mi lado, pegado a mi. Que conste que no era una queja, todo lo contrario.

  • Juego de Sombras de Aitor Angelats

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    Siguiendo las indicaciones de una desesperada carta de auxilio que ni siquiera lleva su nombre como destinatario, Ted Legentrell, un desconocido cientifico de Domstrool, se ve empujado a embarcarse en el Cillian y atravesar el mar con rumbo a Angra. Al pisar por fin tierra firme, Ted conocera al senor ToddCodge, responsable de tal llamada de socorro. Juntos investigaran una oleada de muertes y desapariciones y se adentraran en un laberinto de pistas desordenadas y desconcertantes, que les conduciran a desenmascarar el nudo de mentiras y sombras que se cierne sobre Cliffdavil.
    Al final de todas las pesquisas, descubriran que tras aquel oscuro cortinaje de misterio siempre estan “ellas”; una sombria incognita vestida de feminidad.

  • Invitame a sonar de Noah Evans

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    Martina acaba de conseguir su primer trabajo en una gran empresa. Educada en una familia exigente, y con una formacion brillante, deseaba poder demostrar que era capaz de ser independiente y conseguir sus logros por meritos propios. Sin embargo, el primer dia de trabajo conoce a Hector, director y dueno de la empresa, a pesar de ser tan solo unos anos mayor que ella. Entonces Martina comprende que ninguno de sus estudios le serviran para el nuevo reto al que tiene que enfrentarse.
    Hector ha conseguido el exito en los negocios con tan solo veintinueve anos. Tiene poder, dinero, y sus empleados y amigos lo veneran como a un dios. Piensa que puede conseguirlo todo en la vida, aunque a veces la responsabilidad le puede. Pero en un aumento de su numerosa plantilla llega Martina, una joven brillante con un curriculum prometedor que no tiene problemas en oponerse a sus superiores si lo cree oportuno. Una joven con una seguridad capaz de arrollar al propio Hector y que se atreve a cuestionarlo como jefe si es necesario. Una mujer que no lo venera ni se deja impresionar por sus encantos.
    Invitame a sonar.

  • Amante Liberada de J. R. Ward

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    Payne, hermana gemela de Vishous, esta cortada por los mismos oscuros y seductores patrones que su hermano: es una luchadora por naturaleza y una rebelde cuando se trata de ejercer el papel tradicional de la mujer. Encarcelada por su madre, la Virgen Escribana, por fin se ha liberado, pero ha sido para enfrentarse a una devastadora lesion. El Doctor Manny Manello es reclutado por la Hermandad para curarla, ya que es el unico que puede hacerlo. A pesar de que el medico nunca antes habia creido en los seres que se mueven en la noche como los vampiros, acabara dejandose seducir por una poderosa mujer que dejara marcado tanto su cuerpo como su alma. Finalmente los dos encuentran mucho mas que una conexion erotica, haciendo colisionar los mundos humano y vampirico... Ademas, Payne debera resolver un asunto de un par de siglos atras que pondra en grave peligro su amor y sus vidas.

  • Nadina o la atraccion del vacio de Marisa Sicilia

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    Mathieu Girard es agente de los Grupos de Intervencion de la Gendarmeria Nacional, una unidad de elite francesa. Le gusta su trabajo y siente cierta atraccion por el riesgo, que se empena en negar y le causa problemas a la hora de mantener relaciones estables.

  • Flor de sangre (Resistencia 1) de Louise Boije Af Gennas

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    La primera entrega de la <> es un impactante thriller que pone al descubierto las zonas mas oscuras de un poder capaz de manipular la realidad y para el que la verdad es la peor de las amenazas.

  • Esposa Humillada de Brenna Day

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    Humillada de la peor manera en su noche de bodas…
    Solo para caer luego en manos del enemigo de su padre:
    dominante, bestial, cruel y distante… pero guapisimo.