• libro la isla de los cien ojos - Mikel Santiago

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    La tormenta lo trajo. Lo arranco de donde nunca debio salir y lo dejo varado en nuestras playas. Ocurrio durante una terrible noche de viento y lluvia como no habiamos vivido en anos. Los rayos partieron dos arboles en Santry Hill y las olas embistieron el puerto con tal fuerza que destrozaron un par de chalupas. La tarde anterior, mientras oiamos los primeros y furiosos embistes del ciclon contra las ventanas del Bohars Head, el viejo Gallagher dijo que aquello era "viento del sur". Afirmo que debia ser la punta del algun tortuoso huracan procedente de Mejico. Dijo que pasaba uno cada cincuenta anos y que el recordaba uno de cuando era nino. "Se llevo varios tejados y una vaca del establo de Doyle" recordo "A Dios gracias que solo fue eso" Gallagher siguio profetizando mas desgracias y aconsejo a los hombres que metieran a su familia bajo la cama aquella noche. Dijo que tenia un "muy mal palpito" con aquel viento silbante y calido "que algo muy malo estaba a punto de ocurrir" Yo hubiera alzado mi voz para serenar los animos y explicar lo improbable de que un ciclon caribeno llegase siquiera a rozar la costa de Irlanda, pero me contuve. ?De que hubiera servido iniciar una discusion? Todos los datos cientificos que yo pudiera aportar sonarian, a oidos de aquellos lugarenos, igual de magicos que las palabras de Gallagher, de modo que al final todo se reducia a una cuestion de credito. ?Y quien era yo al lado del viejo Gallagher? Solo un medico recien llegado de la ciudad, que ademas era protestante, y que muchos opinaban que tenia rostro de nino (por mucho que yo quisiera aderezarlo con un varonil bigote) Con todo, la noche fue terrible, digna de una profecia como la de Gallagher. Jamas he oido el viento golpear de aquella manera, como un ejercito de fantasmas aullantes que hubiese desembarcado en la tierra. Las furiosas rafagas recorrian la calle moviendo letreros, agitando los arboles y derribando tiestos. Cualquier cosa que estuviera levemente mal atada, clavada o pegada aquella noche debio salir volando. Pase casi toda la noche en vela, asustado por los rayos y los golpes que el viento daba contra mis ventanas. Supuse que la campana de mi consulta no tardaria en sonar para requerirme en algun sitio, pero curiosamente, aquella noche nadie necesito de mi ayuda. Imagine (no sin una malvada sonrisa en los labios) que los habitantes de Dowan estarian bajo de sus camas rezando al Todopoderoso mientras que el viejo Gallagher dormia su borrachera sin enterarse de un pito. Al dia siguiente amanecio claro y tranquilo, como si nunca hubiera existido la tormenta. Kate, una muchacha pecosa y habladora que servia en mi casa, fue la primera en darme algunas noticias cuando llego aquella manana. Me dijo que habia visto algunos arboles humeando en Santry Hill y que en el puerto habia habido varios destrozos. – El barco de Donovan aparecio medio hundido. Al parecer uno de los botes debio golpearle el casco y abrirle un buen boquete. Y han desaparecido un par de barcas. Y se inundo la tienda de Nolan y ha echado a perder muchisimo genero. Y... La chica estaba tan excitada haciendo inventario de las desgracias que y ni siquiera se retiro para dejarme desayunar a solas. No me importo. Al fin y al cabo, en Dublin solia leer el periodico mientras desayunaba, y en Dowan, a falta de periodico, estaba bien tener a Kate. Despues del desayuno me dirigi a la consulta y lo dispuse todo para comenzar la jornada. En el mismo instante que termine de ordenar mi escritorio sono la primera campana de la manana. Oi a Kate correr a abrir y escuche como se desarrollaba una conversacion en el vestibulo. Despues aparecio Kate otra vez, con gesto de extraneza en el rostro. – Es John Mulvaney - anuncio - Trae un caballo para usted. Dice que ha ocurrido algo en Sandyford. – Hagale pasar - le dije John Mulvaney era un chico de doce anos que servia en la mansion de Sandyford, a unas diez millas del Dowan. Su padre era el zapatero del pueblo. Me habia pagado con un exquisito par de botines de cuero por un remedio para las jaquecas de su mujer. Kate acompano al muchacho hasta la consulta, que con gesto timido se quito la gorra y se aclaro la garganta para hablar. Dijo que traia recado del senor Coverdale de llevarme con el a Sandyrock. -?Algun accidente? - pregunte. El nego con la cabeza. – ?Algun enfermo entonces? El muchacho enrojecio y volvio a ladear la cabeza. – !John Mulvaney! - le recrimino Kate - ?Puedes hacer el favor de hablar por esa boca? ?Que es lo que ocurre? El doctor no tiene tiempo para perder. – Es algo que ha aparecido en la playa - respondio el chico, ya completamente ruborizado – ... el senor... quiere que lo vea usted. – ?Que algo ha aparecido...? – Si, senor, un bote. Lo trajo la tormenta. – ?Y para que me necesita alli? Seguramente sera uno de los que han desaparecido del puerto esta noche. – No lo creo senor - dijo John – Vera ... es mejor que venga y lo vea usted. Me quede en silencio mirando a John. Estaba como asustado, sumido en un inconfesable secreto, y decidi no hacerle mas preguntas. El senor Coverdale era un hacendado ingles dueno de practicamente toda la isla. Habiamos charlado en cierta ocasion, meses atras, durante una revision medica que me pago generosamente. No me parecio un hombre tendente a la exageracion ni a las bromas. Asi que decidi que aquel misterio debia tener cierto fundamento. Apure mi te y le pedi a Kate mi gaban. Tras preparar un maletin con equipo basico, sali con John a la calle, donde nos esperaban dos magnificos caballos. Tomamos el camino de Santry Hill, la colina mas alta de las tres que rodeaban el poblado de Dowan. Al llegar alli vimos los dos arboles que los rayos habian partido e incendiado esa noche. Aun humeaban. Desde alli se tenia una buena vista del pueblo. El puerto, tal y como habia dicho Kate, uno de los dos barcos pesqueros estaba escorado. Una cuadrilla de hombres se esforzaba por enderezarlo mientras otros achicaban el agua. Pense que aquello costaria una verdadera fortuna a la economia local. Cabalgamos por el camino que bordeaba los acantilados de Ben Guillian (Llamados asi en honor a un antiguo fantasma local que debio suicidarse alli) y llegamos a la "roca del aguila" desde donde se divisaba la mansion de Sandyrock. El cielo estaba claro, sin una brizna de viento, y el mar estaba radiante. En contraste con el azul, relucia la blanca fachada de la mansion, una elegante casa senorial de tres plantas rodeada de una brillante extension de hierba y pequenos jardines. La casa estaba construida sobre un saliente bajo el cual las olas se batian en espumosos ataques contra la roca negra. A cien yardas de ella, rendida a la fuerza de la naturaleza, se abria una cala de arena blanca. Sobre ella aviste un grupo de personas rodeando un negro objeto que yacia varado junto a la orilla. Arree mi caballo. Edward Coverdale tenia porte de artista mas que de aristocrata. Tendria unos cuarenta anos, o quizas mas, pero su rostro parecia resistir los efectos de la edad. Vestia de una forma un tanto bohemia -botines negros, pantalones estrechos y una amplia camisa blanca que se hinchaba como una vela al viento – , y llevaba el pelo largo, recogido en una coleta. Era el suyo un aspecto mas apropiado para un actor del west end londinense que para un distinguido terrateniente Irlandes, cosa que al parecer (segun sabia por los chismes de Kate) tambien irritaba a sus parentela, que lo habria enviado a administrar aquella remota hacienda para alejarlo de los "circulos" Dublineses. Tambien sabia que en el pueblo no le profesaban mucha simpatia. No debia de ser un terrateniente demasiado fiero – le bastaba con cobrar las rentas aunque llegasen con cierto retraso – pero sus dedicaciones artisticas (como la pintura o la literatura) y cierta aficion por el estudio de los vestigios celtas de Dowan habian ayudado a granjearle una fama oscura entre los supersticiosos parroquianos; Ademas, no faltaban las leyendas sobre pactos con el diablo y brujeria que los contadores de historias locales (encabezados por Gallagher) se habian encargado de inventar aprovechando sus poco habituales aficiones. – Temo haberle molestado en una manana especialmente agitada - me saludo nada mas desmontar- ?Como ha despertado el pueblo? ?Ha habido muchos destrozos? – Uno de los pesqueros resulto danado - respondi – , por lo demas todo parecen cosas menores. Tejas rotas y algun negocio inundado. Sobreviviremos. ?Y que hay de usted? – El viento casi se lleva uno de los establos esta noche. Tambien me rompio un par de ventanas. Y tambien trajo eso - dijo senalando a un bote que yacia varado a unas diez yardas de nosotros – Uno de los mozos lo encontro esta manana -continuo diciendo – La tormenta debio arrastrarlo hasta aqui desde alta mar. Y por lo que encontramos en su interior, supongo que llevaba vagando a la deriva bastante tiempo. ?Quiere echarle un vistazo? – Por supuesto - respondi. Coverdale saco entonces un foulard blanco que llevaba en una de sus mangas y me lo ofrecio – Sera mejor que se tape la nariz y boca. Extranado, pero sin hacer preguntas, tome el panuelo y arrancamos a caminar hacia el bote. Mientras lo haciamos me percate del sepulcral silencio que nos rodeaba. Habia alli un par de mozos ademas de John y todos permanecian en silencio, guardando una buena distancia respecto del bote. A medida que nos acercabamos comence a percibir un fuerte olor a descomposicion que fue haciendose mas fuerte a cada paso que dabamos. Tome el panuelo de Coverdale y me lo coloque a modo de mascara, debatiendome entre la curiosidad y el temor sobre el origen de semejante fetidez. El bote yacia varado, hundido en la arena que brillaba como un espejo. Una capa de costra se extendia por su casco, salpicado de grietas y suciedad. Lo primero que mis ojos distinguieron, aun en la distancia, fue una capa de algas oscuras que cubrian practicamente todo el interior de la lancha. Sobre ella se arremolinaba un enjambre de moscas enloquecidas. Pero habia algo mas alli, una forma acurrucada bajo de aquella carpa amarillenta y resquebrajada... No tarde en verlo. Y el espanto hizo que retrocediera inconscientemente. Debajo de la carpa, enredado entre aquellas algas putrefactas asomaba el horrible cadaver de un hombre. Era un muneco atroz. Como una marioneta hecha de tela de saco. No tenia ojos, tan solo dos cuencas vacias. Su boca, por la que entraban y salian aquellas laboriosas moscas en busca de alimento, era como una negra caverna sin fondo. El resto de su cuerpo, medio cubierto de harapos desgarrados por el sol y el salitre, mostraba una piel cauterizada, reseca y dura como jamas habia visto en ningun otro cadaver antes (ni siquiera en mis practicas de la universidad donde a veces los traficantes de cuerpos traian desechos de la peor clase)

  • LA ISLA DE LOS CIEN OJOS - SANTIAGO MIKEL

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    Información del libro. GéneroNovela negra, intriga, terror; EditorialAUTOR-EDITOR; Año de edición2010; ISBN9781458018557; Idioma Español.

  • LA ISLA DE LOS CIEN OJOS, MIKEL SANTIAGO - Sopa de ...

    https://www.sopadelibros.com/libro/isla-cien-ojos-mikel-santiago

    LA ISLA DE LOS CIEN OJOS. Portada del libro LA ISLA DE LOS CIEN OJOS. Autor: MIKEL SANTIAGO; ISBN/ASIN: 0011114029; Género: Terror; Editorial: ITUNES ...

  • LA ISLA DE LOS CIEN OJOS - MIKEL SANTIAGO | Alibrate

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  • La Isla de los Cien Ojos eBook de Mikel Santiago - Rakuten ...

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    Un aristócrata y el doctor del pueblo se deciden a investigar un terrible secreto escrito sobre la madera de sus bancos... Acerca de este libro. 58páginas.

  • La isla de los cien ojos by Mikel Santiago - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/9817990-la-isla-de-los-cien-ojos

    No entiendo por qué este libro tiene tantas faltas de ortografía pero resulta incomodísimo leer cosas así de mal escritas. La historia no está mal aunque se ...

  • La isla de los cien ojos - Libros De Mario

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  • La Isla de los Cien Ojos - Apple Books

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    La Isla de los Cien Ojos. Mikel Santiago. 3,7 • 1,6 mil valoraciones ... Buen libro rapido y entretenido. Genial x ser gratis! Richard GV , 28/12/2011 ...

  • LA ISLA DE LOS CIEN OJOS - BiblioEteca

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    Sinópsis del libro: · Irlanda, principios de siglo. La tormenta ha arrastrado un viejo bote de salvamento hasta las playas del pequeño pueblo de Dowan. Un ...

  • Reseña: La Isla de los Cien Ojos - Mirada Lectora

    http://miradalectora.blogspot.com/2021/07/resena-la-isla-de-los-cien-ojos.html

    20 jul 2021 — ¡Hola! Suena muy interesante el libro y atrae mucho mi atención por las leyendas marítimas. No sé cuándo lo lea, pero me lo llevo apuntado.

  • La Isla de los Cien Ojos (Smashwords) - Recomendaciones ...

    http://www.saberleer.com/2014/02/17/la-isla-de-los-cien-ojos-smashwords/

    17 feb 2014 — La Isla de los Cien Ojos (Smashwords) · Autor del libro: Mikel Santiago · Sinopsis: Una tormenta trae un extraño bote a las playas de un pequeño ...

  • Morir en Primavera de Ralf Rothmann

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    <> Rothmann rememora el final de la segunda guerra mundial, en febrero de 1945, cuando el ejercito aleman esta a punto de sucumbir ante la ofensiva aliada. Los estragos de la guerra son visibles en todo el pais. Walter y Friedrich, dos amigos de diecisiete anos que trabajan en una vaqueria, creen que nunca seran llamados a filas y trazan planes para el futuro. Sin embargo, acabaran siendo reclutados por las tropas nazis y asistiran al caos provocado por la desbandada del ejercito aleman. Aclamada como una de las obras mas importantes de la ficcion contemporanea alemana, Morir en primavera es una emocionante novela en la que la inocencia y la culpa, la libertad y el destino, la amistad y el deber, son conjurados en un estilo limpio y contenido.

  • Renunciare a ti de Sophie Saint Rose

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    Roxy no se detenia ante nada. A punto de graduarse, recibe una invitacion para ir a una charla sobre el FBI y estaba mas que interesada. Que su profesor intentara quitarselo de la cabeza no iba a dar resultados, por muy sexy que fuera. Solo esperaba que no se empenara demasiado en fastidiar sus planes, porque tenia muy buenos contactos. Ademas, ?a el que le importaba?

  • La chica que cazaba estrellas fugaces de Anina Roma

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    Una novela romantica sobre la busqueda del amor verdadero que leeras en menos de dos horas.

  • Antes de que las hojas caigan de Maite Aleu

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    1918, Chicago
    Estados Unidos esta inmerso en la Primera Guerra Mundial. La sociedad esta sufriendo profundos cambios, favorecidos por la masiva salida de hombres rumbo a Europa. Sin embargo, los hospitales siguen siendo reinos masculinos.
    La doctora Elizabeth Scott ha luchado mucho para llegar a ser residente en el prestigioso hospital del condado de Cook, y ambiciona un puesto en su laboratorio. Para conseguirlo se enfrentara a varios obstaculos, incluida la intensa atraccion que siente por uno de sus companeros.
    El doctor William Foster todavia no ha sido llamado a filas. Durante la incierta espera se centra en su trabajo en el laboratorio del Cook, donde no puede evitar fijarse en su companera, Elizabeth, una mujer prohibida para el.
    Ambos sucumbiran a sus sentimientos en un entorno marcado por los prejuicios, las diferencias sociales, la guerra y los avances medicos. La terrible pandemia de gripe espanola pondra a prueba su amor y su vocacion.

  • Sylvia de Leonard Michaels

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    En Sylvia no hay suspenso. Apenas empieza el relato, como en las tragedias griegas, la suerte esta echada, y esta echada aun antes de que se arrojen los dados. Prerrogativas de la ficcion autobiografica: Sylvia es la version estilizada del primer, catastrofico matrimonio de su autor, Leonard Michaels; el hombre que hacia fines de los anos ochenta se decide por fin a escribirla, casi treinta anos mas viejo que el que la vivio, escritor mas que reconocido, sabe demasiado bien que el menu con que termina su relato no incluye perdices sino cuarenta y siete pastillas de Seconal. La forma tragica, sin embargo, es una decision literaria, no un dictado de las circunstancias. El relato de Michaels no descubre, no devela nada que no este cifrado ya en la sorda combustion de sus primeras paginas, cuando el narrador, convencido de acudir a una cita inofensiva con una amiga de la universidad, tropieza de golpe con el plus de esa morocha desconocida que acaba de salir de la ducha, o en la eficacia sinoptica de una sola escena, un solo gesto, un solo objeto: el traje de bano del novio italiano de Sylvia, que esta deja colgando del picaporte del lado de afuera de la puerta mientras espera en el sillon, desnuda, que su nueva presa --el incauto narrador-- caiga en la trampa. Apenas los dejan solos, antes incluso de intercambiar las primeras palabras, el narrador dice sentir que son <>. Como pasa con los grandes relatos, lo que importa no es la carniceria sino la morbidez de la carne, el filo, el brillo y la elegancia de los cuchillos y, sobre todo, los matices infinitos que el rojo sangre es capaz de cobrar cuando los ilumina un ojo fotosensible. Todo esta escrito desde el comienzo, en Sylvia, de modo que todo puede suceder rapido, muy rapido, como solian suceder las cosas en los buenos viejos tiempos, y sobre todo en la Nueva York que describe Michaels, tan autobiografica como los hitos cada vez mas atroces de su via crucis sentimental: una ciudad que es pura simultaneidad, suerte de orgia de radicalidad donde el vociferante Lenny Bruce coexiste con las espaldas de Miles Davis, el saxo de Ornette Coleman musicaliza la predica de Malcolm X y el protoescritor que despierta entre cucarachas y ratas --zoo de cristal de los departamentostugurio donde palpita la bohemia neoyorquina-- se pasea una hora mas tarde en un Porsche descapotable con Jack Kerouac en el asiento delantero, declamando a voz en cuello las insidias que los criticos escriben sobre el. Para el narrador y Sylvia --flapper anacronica, cuyo flequillo Michaels trasplanta, ayudado por el psicoanalisis, de los roaring twenties a los golden sixties-- se trata ante todo de avanzar a toda velocidad, quemar etapas. Recien se conocen y ya se han mudado juntos de ciudad, ya se descubren durmiendo bajo el mismo techo. No es de extranar, pues, que ese primer hogar les dure lo que les llevo elegirlo: una noche, tiempo suficiente para que quien les alquila la pieza sufra en carne propia los efectos del soundtrack pasional (fornicar + pelear), aun indecorosos, al parecer, para los estandares mas bien laxos de los anos sesenta. Pero la calle en la que los amantes se sorprenden al otro dia no es un accidente sino una necesidad, la ley fatal de una relacion que ya al mes de nacer se piensa como <>: la intemperie es el espacio propio del calvario amoroso, no importa si adquiere la forma visible de un dos ambientes en Greenwich Village, un estudio en el SoHo o un piso en Columbia, tres de los puntos cardinales entre los que Michaels hace rebotar sin piedad a sus dos heroes sangrantes. Claro que no sangran por la misma herida. Sabemos que Sylvia Bloch tiene diecinueve anos, que es judia y huerfana y no <>, que nunca tuvo (ni tendra) un orgasmo, que cursa la carrera de Clasicas solo porque el narrador se lo sugiere, que tiene el primer y ultimo gesto de amor banal con el narrador --una vianda para el tren acompanada de una esquela con las palabras <>-- cuando acaba de separarse de el, que le gusta tirar y romper cosas, simular, sufrir y hacer sufrir, desproporcionar, amenazar con suicidarse, suicidarse por fin. Pero ?esta loca Sylvia? El lector precavido se lo pregunta bastante antes que el narrador, y con identica precocidad comprende tambien hasta que punto la pregunta es irrelevante, burguesa, incluso vulgar --tanto como los tapizados tajeados o los cachivaches rotos con que los filisteos confundian las obras maestras de la vanguardia-- aplicada a este frenesi que atraviesa en llamas una epoca que elogia la locura, donde la deformidad no es un accidente indeseado sino un valor (Diane Arbus es uno de los cameos conspicuos del libro de Michaels) y la inestabilidad menos una contrariedad a evitar que una experiencia imperdible, la unica verdaderamente digna de ser experimentada. Sin embargo, fieles a un identikit de mujer-bruja que vetea de un machismo aterrado pero reverencial un buen pano de la mejor literatura contemporanea --del despiadado Philip Roth de The Facts, donde Roth rememora su borrascosa relacion con Margaret Martinson, al paternalismo enternecido del Cortazar de Rayuela, con la Maga como musa loca e inocente --, los descalabros de Sylvia son tan culpables del veredicto psicopatologico con que el lector masculino se apura por neutralizarlos como de su propia envergadura de personaje: bigger than life, hilarante y feroz, extraordinario, o en todo caso extraordinariamente mas comprador --no importa lo mucho, lo en vano que intentemos ahora devolver eso que hemos comprado-- que la sensatez apatica y desconcertada del narrador, judio tambien pero de la rama victima, siempre sorprendido y perplejo y un poco farsante, siempre apagando incendios ajenos, siempre tironeado entre las bolsas de kreplaj y knishes con que lo carga su madre y los SOS colericos, los reclamos, los ultimatums de Sylvia. Cherchez la femme, sin duda. Pero ?para que buscarla si es ella --mujer medusa, monstruo inconformable, motor insomne-- la que esta todo el tiempo en camara, presente como una pesadilla, aun cuando el rostro palido que se desvive por ocupar el cuadro sea el del narrador? Y sin embargo hay que buscarla. Ademas de ser un retrato genial de psycho fatale y una de las memoirs de infierno sentimental mas espeluznantes que haya dado el fin de siglo pasado, Sylvia es tambien una fabula de iniciacion, la cronica de las primeras escaramuzas de un aprendiz de escritor que, para decirlo suavemente, no da pie con bola. Es un plano del libro que se suele pasar por alto, a tal punto tienden a eclipsarlo el magnetismo bestial de la mujer poseida y la logica autodestructiva, a la vez redundante y erratica, disparatada y monotona, de una gran pasion con destino de escombro. En rigor, la guerra amorosa va en Sylvia de la mano de la literaria. Amar y escribir: ese es el plan inicial del narrador, que el narrador mismo -- perfectamente al tanto, sin embargo, del final de catastrofe que lo espera-- evoca al principio fingiendo algo del entusiasmo, la fe, la virginidad originales con que lo acometio. Por candido que sea, el programa llama la atencion por lo persistente. A lo largo del libro, el narrador ama tanto como escribe --lo que, dada la clave catastrofe del relato, quiere decir mas bien que tropieza, pierde pie, se enfanga y naufraga tanto en el amor como en la escritura. Y aunque las batallas del primero lucen bastante mas espectaculares que las de la segunda, es dificil no ver hasta que punto estan conectadas, en que medida la intensidad critica del frente amoroso --frenesi, crispacion, imprevisibilidad-- no es la contracara de los traspies opacos del literario sino mas bien su combustible, su materia prima, incluso su condicion de posibilidad. ?Era asi como habia que amar para poder escribir, al uso psicopatico, vampirizandose hasta la demencia, en los <> anos sesenta? La leccion de Sylvia toca la relacion radioactiva entre vivir y escribir, pero la cosa no es tan simple. <>: si hay algo del paradigma sesentista a lo que Leonard Michaels sigue fiel en los noventa es esa compulsion a eludir lo directo, cierto goce del sentido obtuso que permitia que pelear fuera la metafora de follar (y viceversa) y, para un aprendiz de escritor, quiza, que escribir fuera la metafora de amar (y viceversa). <>, rememora el narrador, <>. En ese sentido, lo que el narrador le debe a Sylvia es mucho, muchisimo mas que cuatro anos de oscura, malsana, procelosa vida sentimental. Le debe en rigor su maquina de escribir: sin duda el artefacto mismo, la Olivetti Lettera 22 que Sylvia le regala (y luego, en uno de sus raptos de furor, le arroja a la cara y estrella contra la pared sin estropearla, al punto tal que es la misma que Michaels dice estar usando en los noventa), pero, de un modo mas fundamental, el programa literario que vertebra sus primeros pasos en la escritura.

  • La Magia de Rhonda Byrne

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    ?Recuerdas cuando eras pequeno y creias que la vida era magica? Pues bien, la magia de la vida es real, y es mucho mas impresionante, imponente y apasionante de lo que jamas imaginaste de nino. Puedes vivir tus suenos, puedes tener todo lo que deseas, !y tu vida puede tocar el cielo! Te invito a que me acompanes en un inolvidable viaje de 28 dias, mientras descubrimos lo deslumbrantes que realmente pueden ser nuestras vidas.

  • Antes de los anos terribles de Victor Del Arbol

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    <felicidad parecia el estado natural de la vida, algo tan obvio como que cada manana salia el sol. Los primeros rayos de luz se colaban entre las ramas de palma del techo aquella manana en la que todo empezo a cambiar.>>

    La vida de Isaias volvio a empezar el dia que llego a Barcelona siendo un muchacho y dejo atras su mundo. Despues de mucho tiempo ha construido una nueva vida junto a su pareja, mientras intenta abrirse camino con un negocio de restauracion de bicicletas. Todo cambia el dia que recibe la visita de Emmanuel, un antiguo conocido que lo convence para que regrese a Uganda y participe en un encuentro
    sobre la reconciliacion historica de su pais.

  • Cuerpos Malditos de Lucia Baskaran

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    ?Viste tu vida pasar por delante de tus ojos antes de morir? ?Era yo la protagonista de alguna de esas imagenes? ?Cual fue tu ultimo pensamiento? ?Llegaste a quererme alguna vez? ?Para quien eran esas flores?

  • Tu eres mi deseo de Hugo Sanz

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    Begona Cifuentes, su abogado ya esta aqui. --La voz de aquel policia me llego como si nos separara un abismo, pese a tenerlo a escasos centimetros de mi. Mi abogado, ?quien me lo iba a decir? No me habia visto en otra en la vida. Yo, hurtando... Imposible, ahora solo me quedaba intentar demostrarlo. Lo malo era que la camara de seguridad del local en cuestion no habia logrado captar el angulo desde el que se produjo el desaguisado. Me queria morir, esa era la realidad... Detenida, amedrentada y sola... Si al menos mi madre estuviera en la ciudad, pero no, ella estaba de viaje. Siempre de viaje... Desde que conocio a Rodrigo no paraba en casa y yo... Yo no le decia nada, pero la echaba tremendamente de menos. Aquel mes, en concreto, estaban en Bali. Como para decirle que me habian detenido, se iba a llevar el disgusto de su vida y ya bastante asustada estaba yo como para levantar mas la liebre. Temerosa, mire al frente. De siempre me habian impresionado aquellos ambientes; comisarias, juzgados y todo lo que tuviera que ver con esos entornos sordidos que hubiera deseado no tener que pisar en mi vida. Me estoy refiriendo a sus calabozos y zonas menos recomendables, claro, porque servidora, como cualquier hija de vecino, habia ido a hacerse el DNI, el pasaporte o a tramitar cualquier documento a sus dependencias. Pero de ahi a cruzar la linea roja y verme entre barrotes mediaba un buen trecho. Mi aversion por aquellos lugares me venia de nina. Digamos que, al contrario que mi madre, que era de buena familia, mi padre fue un delincuentillo mas de los muchos que se consideran carne de canon. Y de ahi que yo no quisiera verlos ni en pintura. ?Como fueron mis padres a parar juntos? Pues vaya usted a saber, porque mi madre respecto a eso no es que hablara demasiado y siempre que yo la habia empujado para que le diera un poco al pico me decia que lo suyo con mi padre fue una desgraciada casualidad. Bonita manera de describir mi llegada al mundo... una desgraciada casualidad. Claro, y por eso tambien llego mi hermana Marta, cualquiera lo entendia... Pero, para desgraciada, como me sentia yo aquel dia. No puedo decir que en aquella comisaria me hubieran tratado mal, seria de lo mas injusta si afirmara tal cosa, pero si al menos que yo no estaba alli precisamente como pez en el agua. Vamos, que me moria de ganas de salir y de respirar aire fresco. --Vale --murmure ante la inminente llegada de aquel chico que deberia tener poca mas edad que yo, es decir de veinticinco, segun puede ver enseguida. --Me llamo Marino Gil y tu debes ser Begona Cifuentes --afirmo mientras le echaba un vistazo al expediente que ya tenia en la mano. --Querras decir Mariano, ?no? --?Como? --Mi pregunta debio desconcertarle un poco, sacandole de la lectura inicial que estaba echando. --Me refiero a tu nombre... --Ah, no, es lo tipico... Confunde a muchas personas, pero no. Mi nombre es Marino, ?sabre yo como me llamo? Tenia toda la logica del mundo. Hubiera sido para matarse de risa que yo le hubiera corregido porque no supiera su propio nombre. A veces mis cosas eran como de bombero torero y aquella fue una de ellas, sin duda... --Vale, Marino, pero eres abogado, ?no? Un chiste facil que sobraba, obviamente el chico no estaba alli tripulando ningun barco. --Claro, mujer, a ti lo que te pasa es que te desconcierta mi juventud, pero no te preocupes que, aunque imberbe, no soy tan joven como parezco. --Ah, ?no? --No, tengo treinta y dos anos, aunque pocas veces me echan mas de treinta. Ademas, mi padre es un reputado penalista y llevo toda la vida aprendiendo de el. No te preocupes, que te defendere bien. Marino Gil era un chico apuesto, de esos que podrian prestar su imagen para cualquier marca, con una sonrisa que enganchaba. Era como si sus palabras, una a una, me fueran calmando, por lo que enseguida agradeci su presencia. No era fruto de la casualidad que estuviera alli. Nada mas verme en ese embrollo me puse al habla con mi amiga Esther, cuyo padre era abogado civilista, de esos que se dedican a los asuntos de familia, algo que a mi me parecia harto complicado, pero que al hombre le apasionaba. --Bego, tranquila, que todo esto debe tener una explicacion --me dijo ella--. Mi padre no puede ayudarte, pero tiene companeros que podran hacerlo. No te preocupes, que te enviara a uno de los mejores. El dinero no era problema, al menos esa preocupacion que me quitaba. Mi madre y Rodrigo gozaban de una posicion economica muy desahogada, por lo que jamas faltaba en mi cartera una tarjeta que poder quemar a mi antojo. Creo que asi intentaban compensar sus ausencias, aunque en su favor dire que yo tampoco era una nina y que quizas los necesitara todavia cerca por aquellas carencias interiores que todavia me azotaban. Con frecuencia me lo decia, Luis, mi coach. --Sigues siendo muy dependiente y eso tenemos que trabajarlo. Tus familiares tienen derecho a hacer su vida y, ademas, eso te proporciona la magnifica oportunidad de hacer a ti la tuya. No la desaproveches, llena huecos, centrate en ti, date caprichos, mimate y llega a la conclusion de que no tienes que llevarte con nadie mejor que contigo. Muy facil de decir y mas dificil de hacer de lo que parecia, pero en ello estaba. A pocas semanas de la Navidad era lo que pretendia. Esas entranables fechas si las pasaria con mi madre, su marido y Marta, aunque ya en Nochevieja cada mochuelo fuera a su olivo... --Mejor que mejor --me comento Esther, a quien le encantaba esquiar, pues estaba loca porque yo la acompanara a Baqueira Beret para recibir al Ano Nuevo. --Ya veremos, amiga, sabes que desde que me parti la pierna esquiando no es que la nieve me apasione. --?Cuanto hace de eso? ?Diez anos? Jo, Bego, eramos dos chiquillas, pasa pagina ya. Ese era mi problema, que me costaba pasar pagina y que me ahogaba en un vaso de agua. Considero que funciono sin presiones y siempre con un plan preestablecido, porque lo de improvisar no va demasiado conmigo. Y luego estaba lo otro, a lo que se referia mi amiga, que costar pagina me costaba la misma vida. Marino me miraba como esperando una explicacion, pero eso era justo lo mismo que yo esperaba de el. --Esto, entonces... ?me puedes contar que es lo que ha pasado? --me pregunto sin vacilar. --Solo puedo prometerte que no tengo ni idea de como ha llegado ese anillo hasta mi bolsillo. --Begona, una cosa si que es importante. Piensa que yo no voy a juzgarte en ningun momento, yo estoy de tu parte, pero es basico que me cuentes la verdad. --?De veras estas de mi parte? Y, perdona, pero se de sobra la diferencia entre un juez y un abogado, no soy tonta. --Me puse tremendamente a la defensiva. Claro que no era tonta, pero debia tener cara de ello. Menuda pardilla estaba hecha al comportarme asi. Maldije mi suerte. Quien me habria mandado a meterme en aquella joyeria esa manana. Pero, por otro lado, ?que posibilidades habia de que ocurriera algo asi? Jamas me habia sucedido una cosa tan inquietante. Entrar como clienta y salir como presunta, ?ladrona? No sabia como se decia en el caso del hurto. --Claro que estoy de tu parte, mujer, y no te preocupes en absoluto, es normal que pierdas un poco los estribos en esta situacion, le podria pasar a cualquiera... --Ya, perdona... No se muy bien lo que digo, yo no soy asi... Normalmente soy bastante mas tranquila, pero es que aqui el panorama no puede ser mas desalentador. --Me hago cargo, no te preocupes. Y perdona si te he dado a entender algo que no pretendia, es solo que en muchas ocasiones nos encontramos con personas cleptomanas a las que les cuesta la misma vida reconocerlo. Muchas de ellas tienen un aspecto estupendo, como el tuyo, pero enseguida es el historial policial el que canta y nos encontramos con un pastel de no te menees. Vaya, mi aspecto le habia parecido estupendo, no entendia yo ni como. Anda que no debia estar desalinada despues del periplo aquel tan desagradable. Todavia cerraba los ojos y podia escuchar a la dependienta llamando a la policia mientras me decia que no me moviera de alli, que las camaras me identificarian si lo hacia... Malditas camaras que servian para identificarme y no para resolver aquel embolado. Ni muerta hubiera cogido algo que no era mio. Mucho menos todavia lo que a todas luces consideraba un capricho; un anillo. Vale, queria uno para mi madre como regalo de Reyes, pero ni lo hubiera robado ni habria escogido uno tan caro como el que aparecio en mi bolsillo. Por Dios que habia hecho un pan como unas tortas... Ir de compras para entretenerme y terminar entre rejas. Surrealista al maximo, asi me resulto. Por fortuna, ahora tenia a Marino conmigo, aunque debia reconocer que no habiamos comenzado con el mejor de los pies. --Ya, se a lo que te refieres, pero no. No soy cleptomana ni nada parecido y mi ficha policial la vas a encontrar mas limpia que una patena. --Bueno es saberlo. Entonces, lo que voy a necesitar es cualquier detalle que pueda ayudarme a ponerme en situacion y a tratar de saber que es lo que ocurrio en aquella joyeria. --A ver, intentare hacer memoria. Yo entre y primero estuve mirando unos brazaletes en el centro de la tienda. No me gusto ninguno y... --?Hablaste con alguien mientras los mirabas? --No, ni media palabra. --?Cuanta gente podia haber alli? --No se, igual tres o cuatro personas, supongo. Tampoco me fije tanto. --?Sabrias decirme sus edades, su sexo? --No exactamente. Bueno, habia una senora mayor, si...ahora la recuerdo. Me pregunto si una pulsera de plata que estaba mirando podria gustarle a su nieta, que tenia mi edad segun me dijo. --?Estableciste una conversacion con ella? --No, bueno hablamos un poco... Le dije que la veia un poco clasica, que buscara algo mas modernito porque seguramente le gustara mas y ya despues la perdi de vista. --Intenta concentrarte. ?Quien mas habia?

  • Te casaras conmigo de Sophie Saint Rose

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    Sandra Stanton no soporta a su atractivo vecino. Un conflicto familiar hizo que se distanciaran hace anos y en la actualidad no paraba de fastidiarla. Hasta que una estampida lo cambio todo. !Ahora se empenaba en casarse con ella!

  • Mas alla del temple, Lola P Nieva de Lola P. Nieva

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  • Solo una aventura (Solo tu 3) de Simona Ahrnstedt

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    Con Solo esta noche y Solo un secreto, Simona Ahrnstedt, la reina de la novela romantica sueca, deslumbro a legiones de lectoras en todo el mundo. Solo una aventura es la tercera entrega de su saga <>, una novela explosivamente sensual y aun mas adictiva.

  • Falsa Identidad de Pablo Poveda

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    Una agente novata, un despiadado criminal y cientos de vidas en juego.

  • Los zorros del desierto de Pierdomenico Baccalario

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    Verano de 1986. Morice tiene dos hermanas. El es el mediano. Tiene 11 anos. Se acaba de trasladar desde Marsella a Corcega, donde sus padres han comprado un viejo hotel, el Napoleon, cuyo anterior dueno, como descubre despues, se habia suicidado alli. Morice no conoce a nadie en el pueblo, pero pronto se topa con Audrey, de su edad, hija del alcalde, con la que traba amistad y que le va introduciendo en la dinamica de su nuevo lugar de residencia.

  • Polvo eres 2 de Nieves Concostrina

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    Responsable del espacio radiofonico diario <> en Radio 5 Todo Noticias y colaboradora los fines de semana en el programa No es un dia cualquiera de RNE (Radio Nacional), dirigido por Pepa Fernandez, y de lunes a viernes en el espacio dirigido por Juan Ramon Lucas, <> la autora de este libro nos regala una vez mas la posibilidad de reirnos a carcajadas con divertidas historias sobre idas y venidas de huesos, salidas y entradas de las tumbas, funerales excentricos. Ahora, de la mano de otro genio del humor, Forges, cuyas estupendas y reconocibles ilustraciones acompanan estas paginas hilarantes.

  • Dime quien soy de Julia Navarro

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    Espionaje e intriga en estado puro, amores y desamores desgarrados, aventura e historia de un siglo hecho pedazos, Dime quien soy es un apasionante relato protagonizado por unos personajes inolvidables cuyas vidas construyen un magnifico retrato de la historia del siglo XX.

  • Y si te toco yo de Chloe Collins

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    ?Como comenzar a contar mi historia? Todo empezo en el colegio. No es facil sobrevivir cuando eres pelirroja y tienes la cara llena de pecas, y todos te llaman <>. Te pasas escuchando la misma cantinela durante tu infancia y cuando vas al instituto o a la universidad la cosa cambia un poco, pero no mejora cuando te encuentras con el tipico tio que se enrolla contigo y, en el meollo del asunto, te dice: <>. Venga ya. ?En serio? !Pense que te gustaba yo, mi cuerpo, mi cara! Esta claro que nadie se enamora de Berta, la chica desastrosa y gafe, nadie se enamora de ella aunque haya heredado el cerebro de su padre y el fisico de su madre. Solo les interesa saber si soy pelirroja natural o si tengo pecas en el trasero. No soy nada popular, al contrario que mis padres: mi madre es presentadora de un reality en una famosa cadena de television y mi padre es un prestigioso cientifico. De ahi que al final, con mi buen don para las matematicas y la buena influencia recibida en casa, decidiera optar por sacarme la carrera de Quimica. Pero dada mi penosa popularidad y mis desastres continuos, tras finalizar mi carrera he decidido poner rumbo a Madrid para intentar comerme el mundo. Buen intento, Berta, pero se va a quedar en eso. No he tardado ni tres meses en darme cuenta de que todos mis intentos por conseguir un trabajo de lo mio se ven abocados al fracaso asi que tengo que conformarme con trabajos que no se adaptan a mis expectativas. Comparto piso con varias chicas que, aunque no son mala gente, no me entienden para nada asi que ahora solo como donuts, una nueva adiccion. Si mi madre la descubre estoy segura de que me mataria. Esa es mi nueva vida: donuts, entrevistas de trabajo, soledad y asco. Solo espero que pronto me toque la loteria, porque esto va de mal en peor... Capitulo 1 Apago el despertador por cuarta vez. !Vale hoy tengo otra entrevista! Pero aunque quiero ser positiva, no dejo de pensar que no me cogeran. Ademas, ?quien quiere trabajar como teleoperadora? La gente te cuelga cuando les intentas vender algo y para colmo el sueldo es minimo y comisionado por ventas. --!Berta! !Levantate de una vez! --me recrimina Carla, una de mis companeras de piso--. !Llegaras tarde! --Voy bien de tiempo... --le contesto mientras me desperezo sin mucha prisa. --!Ja! Son las ocho y media y tienes la entrevista a las nueve. ?Vas bien de tiempo? --Siiii, tranquila. Al final me levanto y ni siquiera me ducho, me visto con cualquier cosa y me pongo en camino. Tiene razon, no llego ni de chiste, la entrevista esta a la otra punta de la ciudad, pero da igual. No quiero ese trabajo. Solo estoy haciendo el paripe porque les debo ya dos meses de alquiler y tengo que admitir que yo en su situacion me habria echado a la calle a patadas, son unas santas. Pero, ?que culpa tengo yo de que no me duren los trabajos? Primero fue el de recepcionista en un hotel. Me duro quince dias. Me echaron en cuanto mande a tomar por donde amargan los pepinos, por decirlo de una manera mas finolis, a unos huespedes que tenian mucha prisa pero que resultaron ser VIP. Despues fue el de camarera. La bandeja se me cayo encima de unos clientes derramando toda la comida encima. A eso tengo que sumarle que me dieron otra oportunidad y destroce media vajilla. Dure una semana. Despues he trabajado de repartidora, de dependienta y de ninera. Ninguno me duro mas de un mes. El ultimo fue en una cafeteria con bolleria, donuts en su mayoria. Hace una semana que me despidieron. Me empache porque me comi diez donuts seguidos, todos de chocolate. Acabe vomitandole al jefe. Deprimente, esta claro. El problema es que para colmo de males, el contrapunto a lo que suele pasar cuando te empachas con alguna comida es que sueles odiarla despues, pero yo no, yo me he vuelto adicta a los donuts. ?Se puede ser mas estupida? A las nueve y media llego al lugar de mi entrevista y la persona que me va a entrevistar me mira de manera despectiva. Supongo que por llegar tarde, o por mis pintas, o por las dos cosas. --Siento el retraso --digo con fingida inocencia--. Perdi el metro. Vuelve a echarme un vistazo y me hace pasar. Revisa mi curriculo y despues me pregunta: --?Cree estar capacitada para el puesto? --No estoy segura... Pero necesito el dinero --le respondo con sinceridad. --Senorita Martinez, no me haga perder el tiempo. Tengo cincuenta entrevistas que hacer hoy, si no quiere el trabajo, ?por que viene? --pregunta malhumorado. --Si le soy sincera, no lo se. Mis companeras de piso llevan dos meses fiandome el dinero del alquiler y aunque este trabajo no es lo que ansio para mi futuro... --!Ya! Nadie quiere ser teleoperador toda su vida, lo entiendo. Ni yo quiero entrevistar a gente todos los dias --dice el entrevistador con sarcasmo--, lo que quiero es que me toque la loteria. --!Anda, y a mi! ?A que juega? --le pregunto y me mira cenuda. --Centremonos. ?Cree que puede trabajar, o no? --Sinceramente, no es lo mio. --Perfecto. Entonces no perdamos el tiempo. Gracias por su claridad. Salgo de alli y me dirijo a mi antiguo trabajo, pero en cuanto mi jefe me ve, su cara se enciende como un tomate. --!Fuera de aqui! --Perdone, vengo como cliente, ?acaso no puedo? --digo indignada--. Quiero, necesito donuts. Mi ex jefe resopla e indica a una chica nueva, diria que mi sustituta, que me atienda y pido un capuchino y un donut de chocolate para llevar. Luego me acerco al quiosco de la esquina a por el periodico, ademas de jugar a la Primitiva, al cupon de la Once y al Eurojackpot, y tambien he cogido un rasca de la Once. Bueno, me he gastado diez euros. Mi tarifa normal en juegos del azar. Si, quizas si guardara todo ese dinero podria pagar a mis amigas una parte del alquiler, pero es que la suerte esta a punto de llamar a mi puerta, estoy segura. !Lo presiento! Me siento en un banco y antes de mirar el periodico en busca de alguna oferta de empleo que me guste, rasco mi boleto y, como todos los dias, nada. Cero patatero. No ha habido suerte. Hoy mirare el resto de juegos a ver si esta vez suena la flauta. <>, me digo a mi misma, pero no me hago caso. Al final el que la sigue la consigue, ?no? Miro el reloj y creo que es la hora de irse a casa. Mis companeras me dejan estar en casa aunque por ahora no pueda pagar a cambio de que vaya a entrevistas, encuentre un empleo pronto y les haga la comida. Ya son las once y media, tengo que coger dos buses y comprar el pan. He ojeado un poco el periodico pero, como siempre, no hay ninguna oferta interesante para mi. Termino mi donut y, como el cafe me gusta mas bien frio, lo llevo en la mano para que termine de estar a mi gusto. Voy un poco despistada ojeando las redes sociales en mi movil cuando un armario empotrado se choca contra mi. --!Mierda! Podria usted mirar por donde va, ?no? --me suelta y cuando me fijo en el caballero que me ha recriminado con tanta osadia frunzo el ceno--. Alan, tengo que colgar, una estupida ha estampado su cafe en mi carisima camisa de Armani. Te llamo luego --espeta sin mas fijando duramente de nuevo su mirada en mi. ?Estupida? ?En serio? ?Y el, que? Voy a contenerme porque en cierto modo tiene razon, iba despistada, pero estoy segura que el tampoco iba mirando al frente. No soy tan pequena e insignificante como para que no me vea, ?o si? Vuelvo a mirarlo, tengo que admitir que es un tio bastante fornido y que quizas, solo quizas, no me haya visto. Aun asi, podria tener mejores modales, por muy camisa de Armani que lleve el chulo este. --!Ayudeme al menos! --dice, y cuando dejo de mirarle a el, veo que hay un monton de papeles por el suelo. --?Me llama estupida y quiere que le ayude? ?De verdad? --le replico indignadisima. --Senorita, o me ayuda o le hago pagar la camisa, usted decide. !Joder! Lo que me faltaba. No rechisto, aunque me gustaria decirle cuatro cositas bien dichas. !Esto es abuso de poder! Pero por la pinta, seguro que es abogado y me toca ir a los tribunales, y ya tengo bastante con deber a mis companeras de piso como para seguir aumentando mi morosidad. Con la suerte que tengo... Me arrodillo como puedo con la minifalda que llevo y recojo los papeles, y cuando me percato de la documentacion que estoy recogiendo mis ojos se salen de las orbitas. !Son formulas quimicas! !Santo cielo! ?Sera de los mios? --!Apremie! No tengo todo el tiempo del mundo. --Ya va, ya va... Recojo varios papeles y como este tio me esta puteando de lo lindo decido esconderme uno de los folios en el doblez del periodico. --!Tenga! --le digo entregandole los folios. Y cuando esta a una distancia prudencial, le grito --: !Estupida tu puta madre! Igual me he pasado, pero odio a los pijos prepotentes que se creen mas que nadie por tener un buen trabajo. Me voy a casa y mientras hago la comida echo un vistazo a la hoja que le he robado al pijo estirado. !Santo cielo! Esto es como volver a la universidad. En cuanto termino la comida, voy a mi habitacion, cojo un cuaderno y me centro en descifrar las formulas, no me lleva mas de una hora.--!Que te den, capullo! --digo triunfal al terminar--. ?Ahora quien es la estupida? Me gustaria decirselo a la cara, pero me conformare con la satisfaccion de saber que cuando llegue a su despacho no tendra las formulas, mientras yo las tengo aqui y en poco mas de una hora las he descifrado. Sonrio y cuando llegan mis companeras, comemos juntas, les cuento lo desastroso de mi entrevista, maquillando la realidad, pero no les hablo del pijo estirado. De momento esta es una victoria que quiero saborear en secreto.

  • Esto es marketing de Seth Godin

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    El marketing lleva tanto tiempo entre nosotros que lo damos por hecho. Como el pez que no entiende el agua en el que vive, no vemos lo que realmente esta pasando y no nos damos cuenta de como nos esta cambiando. Ha llegado la hora de hacer algo mas. De mejorar las cosas. De provocar el cambio que te gustaria ver en el mundo.

  • El lobo de Escocia de Emma G. Fraser

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    Gael Sinclair es uno de los guerreros mas temidos del norte de Escocia. Su fama de despiadado es conocida en las Tierras Altas. Uno de sus enemigos es Calem Sutherland, pero el mayor de ellos lo tiene entre sus muros: Leslie Sinclair. Despues de que Gael la rechazara como esposa, decide vengarse y robar el bien mas preciado de Gael: un colgante de su difunta madre. Para evitar que fuera encontrado, lanza un hechizo sobre el, pero algo sale mal y desaparece. Sin embargo, es encontrado por Sophie Blanc que, en busca de nuevas experiencias en su vida, decide gastar sus ahorros en comprar un castillo en Escocia.

  • Un ano de milagros de Marianne Williamson

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    Con este util y efectivo diario, podras permanecer consciente, esperanzado y centrado en cada dia, para producir milagros en tu vida.

  • Herida de Muerte de Robert F. Beers

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    Atraer la atencion de un tirano nunca es bueno. Y menos aun para una colegiala timida en una familia adoptiva. Asi lo comprueba Ariana Cortes al verse asediada de pronto por el poderoso Joaquin Tinoco, el comandante supremo del Ejercito en la atribulada Costa Rica de 1919: hombre opulento, galante, mujeriego… y despiadado. Ahora cualquier paso en falso de Ariana puede tener consecuencias letales para sus seres amados. O ser quizas el acicate para atestar a la feroz dictadura de los Tinoco un golpe definitivo que devuelva a su pueblo la libertad.

  • Deseos desordenados. #Need de Barb Capisce

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    Volver no siempre es facil, el origen a veces significa enfrentar recuerdos que creias olvidados, develar secretos que por mucho tiempo se callaron, abrir cajas que debieron permanecer cerradas. Vince debio haberlo sabido.

  • Una melodia para Clarisse de Silvia Garcia Ruiz

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    Claude Dubois pertenece a una familia de melomanos. Para su desgracia, el no siente el mismo interes, pero su mundo cambia radicalmente cuando asiste a la prodigiosa actuacion de una nina al piano que despierta su pasion por la musica. Sin poder evitarlo, sigue la carrera de esa chica durante anos, hasta que un dia, ella se despide de todos con una ultima y dramatica interpretacion. Claude nunca podra olvidar a la mujer que lo inspiro, y cuando el destino cruza sus caminos, hara todo lo posible por volver a escuchar la apasionada melodia que se cobija en el interior de su musa.

  • Besos bajo la lluvia, Joana Arteaga de Joana Arteaga

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  • La Absolucion de Olivier (Bilogia Senor Brooks 2) de Andrea Adrich

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    Dolida y decepcionada, Noah esta dispuesta a alejarse de Olivier, asi le cueste la vida. Ha descubierto su parte mas oscura y es consciente de que es un hombre que no conviene tener cerca. En su vida y en su futuro no encaja una persona como el.
    Pero el caprichoso destino tiene otros planes para ellos. Un acontecimiento inesperado que les obligara a replantearse todo, incluida su relacion, y que dejara al descubierto la verdadera cara del despota y frio Olivier Brooks.

  • Noches de vendaval de Taylor S

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    Cada noche tocabamos el cielo, mientras las estrellas celosas de las palabras que jamas les dirigirian; nos observaban con sigilo esperando el momento en que pudieran transformar la noche en dia y asi romper aquel hechizo.

  • Un bosque confuso de Lorena A. Falcon

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    El despertar del reino entre las nieblas se acerca.

    Ines sabia que debia tomar una decision… si tan solo no tuviera tanto miedo de herir a los demas.

  • Rainbow eyes 1 de C.g. Forne

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    Burgos, la ciudad en la que nunca pasa nada hasta que el te mira a los ojos. Gemma se encuentra atascada en un caso sin pruebas en el que las victimas solo tienen en comun la forma de morir… ?O hay algo mas?

  • Tocado y hundido (Tessa Leoni 3) de Lisa Gardner

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    Tessa Leoni vuelve con un nuevo caso.

  • Heida de Steinunn Sigurdardottir

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    Heida es una agricultora solitaria con un rebano de 500 ovejas en una zona implacable que bordea las tierras altas de Islandia. Es conocido como el fin del mundo.

  • Asesinato en la planta 31. El trampolin de acero de Per Wahloo

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    .En un futuro no muy lejano, los crimenes que se cometen son diferentes. Y la policia tambien lo es. El comisario Jensen trabaja bajo una dictadura nordica disfrazada de democracia y sus metodos deben ajustarse a las circunstancias en las que vive. Su mente analitica y su caracter sobrio le han llevado a resolver todos los casos que le han encargado. hasta el momento. Ahora, los problemas a los que se enfrenta pueden ser demasiado grandes incluso para el. Quiza hasta este en juego el destino del pais.Con las dos novelas protagonizadas por el comisario Jensen, Per Wahloo creo un universo compacto, gelido y duro como el diamante. Y lo hizo con la sutilidad de los maestros.

  • La heredera y el amor de Lynne Graham

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    De mujer inocente... a amante del italiano.

  • Cuando te vea sonreir de Nona Carca

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    Un chico que esta en coma y que nadie sabe quien es se convertira en lo mas importante de la vida de Sonia, la doctora que intentara salvarlo.
    Pero el no responde al tratamiento, sigue sumido en un sueno profundo y la desesperanza se hace eco de ella.
    No sabe quien es, no puede localizar a su familia… Como si de la suya propia se tratara, se encarga de cuidarlo en sus horas de trabajo.
    Se convierte en mucho mas que un paciente y cuando por fin abre los ojos…
    ?Como podra ella decirle que, sin conocerlo, se ha enamorado de el?

  • Driven. Cegados por la pasion de K. Bromberg

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    Que ocurre cuando la persona menos esperada se convierte en tu razon de ser?

  • Reaper de Jorge Borges

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    Mi nombre es “Reaper”
    Y soy todo menos un buen hombre.
    Soy un motero, un traficante, un asesino.
    Y el club lo es todo para mi.

  • Cuatro citas Falsas de amor de Jossy Loes

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    Ser una escritora aclamada era una de mis metas mas anheladas y de la que me sentia muy orgullosa, hasta que la vida me llevo a tropezarme con el.: el hombre de mis suenos.
    No, no me habia vuelto loca.
    El era igual a esa fantasia secreta que me habia empujado a escribir Cuatro citas de amor, harta de relaciones que no me llevaban a nada.
    Esta bien, me habia vuelto loca, ?que le voy a hacer?

  • Ahogados por la muerte (Dead 1) de Daniel Hernandez

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    Ya hace 100 anos, cuando un amado crucero nocturno se hundio, bajo las profundas y oscuras aguas del pacifico. Hoy nos encontramos en el puerto de, San Fernando, mismo lugar de donde zarpo aquel crucero, y donde cientos de hechos paranormales son vividos a diario, muchos de ellos con personas muertas en el agua, como firmando un tratado con el mismisimo diablo, por aquellas personas que murieron en ese accidente. Durante la oscura y helada noche, cuando se hundio el crucero mas amado por el pueblo, se vivieron horas de panico dentro y fuera del barco, porque a pocos metros mar adentro, se pudo contemplar una bola de fuego salir, por la parte lateral derecha, danando gran parte del patio, donde los tripulantes pasaban la mayor parte del tiempo, tomando el sol, bailando o dandose un banquete, con el bufe que habia a final de semana. Segundos despues de la explosion, se empezaron a oir los primeros gritos de auxilio, gente atrapada en el agua, desde ninos hasta personas mayores. Socorristas y todo el personal de rescate disponible, acudio rapidamente a su ayuda, embarcandose en pequenas lanchas hinchables, destinados a arriesgar sus vidas por salvar a los demas. Pero el silencio se hizo, una bola de luz roja, se abrio paso entre las densas nubes, dejando un circulo rojo en medio, para a continuacion, crear una cupula alrededor del accidente, envolviendo con una especie de campo de energia dicha zona, dejando fuera a algunos pocos socorristas, pero a otros muchos atrapados en ella. Minutos despues, la cupula se desaparece, como una estrella espacio, dejando toda zona sin nada. Desde esa noche, ya casi nadie navega, solo los barcos comerciales en busca de pescado fresco. Ahora el puerto San Fernando, es el lugar mas temido de toda la zona, donde cada dia se cuentan y se escuchan leyendas, sobre aquella bola de luz roja, que se reflecto esa noche. Sentado al borde del embarcadero, me concentre en el anaranjado horizonte de tarde, dejando volar mi imaginacion, e intentando alguna respuesta razonable a lo que se vio, pero despues de mucho pensar, solo llegue a una posible conclusion. Todo me llevaba a imaginar que estabamos en medio de una maldicion. Mirando al mas alla, vivo en primera persona la proyeccion en el cielo, de una "D" formada con pequenas nubes rojas, se situaba justo encima de donde se hundio el barco, esto me causo tanta intriga, que aprovecho de adentrarme en las profundidades marinas. Cojo mi linterna acuatica y equipo de buceo, para a continuacion tirarme en al agua helada, donde la vision era muy borrosa, el fondo marino estaba lleno de barro y bastante polvo, la marea estaba muy alterada, impidiendome nadar con normalidad. Durante los primeros minutos que me logro mantener bajo el agua, no consigo ver nada del barco, asi que, al estar quedandome sin aire, me decido por salir a la superficie, pero sabiendo que no deberia de estar lejos, porque por lo que se tiene entendido, la supuesta cupula que aparecio aquella noche, solo se llevo a las personas, pero el barco lo dejo. Tras coger otra vez aire, me sumerjo de nuevo y retomo la busqueda del naufragio. Finalmente consigo visualizar algo del barco, pero al estar tan hondo solo me pude aproximar unos pocos metros antes de volver a salir. Como dicen algunos, "a la tercera bala vencida", al haber fallado los dos primeros intentos, cojo todo el aire que puedo y me vuelvo a sumergir rapidamente, bucee y bucee, hasta que finalmente llegue. Al llegar al naufragio con una antiguedad de 100 anos, puede ver como grandes algas lo cubrian por completo. La popa estaba bastante reventada, al igual que el estribor y el babor, zonas en las que mas afecto la explosion. Examinando mas a fondo el barco, me doy cuenta de que, la "D" que habia visto proyectada en medio del mar, tambien estaba pintada en la popa trasera del barco del mismo color, ademas, me quede observandola durante unos segundos, pero me vuelvo a empezar a quedar sin aire, sin olvidar tambien que empezaba a rascar, obligandome salir del agua para no congelarme. Llegado al embarcadero, me dirijo rapidamente a mi casa para darme un bano caliente, pero el cielo aparte de desprender un relajante olor a lluvia, tenia el mismo color que el cielo de aquella noche. Estaba lleno de nubes rojo vino tinto y enormes rayos, entonces fue ahi, cuando me di cuenta de la horrible posibilidad, sobre que la profecia o se lo que fuese, se fuera a cumplir un siglo despues. Extranado y sorprendido tras ver aquello, decidi irme a mi casa. Al llegar, me dirijo rapidamente a mi habitacion, busco el pijama, y me lo llevo al bano para empezar a ducharme. Al apagar el grifo de la ducha, pude escuchar un extrano y escalofriante sonido que venia de la cocina. --?Que cono ha sido eso? --pregunte aterrorizado-- ?Hola? ?Hay alguien ahi? --cuestione nuevamente, mientras me visto lo mas rapido que puedo. Sali sigilosamente del bano, asomandome lentamente por pasillo que conectaba con la cocina, e intentando localizar algo o a alguien que pudiera estar provocando dicho ruido. Segundos despues, consigo ver algo por el ventanal de la cocina: una cola gigante de color rojo y azul-celeste pasar rapido frente a mi casa. --?Que? --me interrogue confundido. Durante unos minutos estaba alucinando, pues no conseguia creerme lo que habia visto hasta que, de repente, me sorprendi por la violenta e inesperada entrada de una especie de dragon, con cabeza de calavera y enormes ojos "vacios"; reventando asi la mitad de mi casa. --Tengo que estar sonando --musite, mientras contemplaba a aquella bestia. A continuacion, el extrano dragon se inclina hacia mi y me empieza a mirar de pies a cabeza. --Tu podras vivir; no eres parte de la tripulacion del naufragio -- comento en voz baja. --?Puedo saber que eres exactamente, y que haces aqui? -- indague algo desconfiado, pero lleno de curiosidad. --Eso ya lo iras descubriendo tu solo --respondio con una voz seca. La curiosidad me esta matando. Mis impulsos me ganaron y, sin pensarlo, pregunte: --?Podremos salvar a las personas de aquella noche? El callo un momento, pero luego contesto: --Haces demasiadas preguntas. Deja que todo surja a su debido tiempo, chaval. Todo era muy secreto y misterioso, pero no me pensaba quedar alli parado sin hacer nada. !Necesitaba intentar llegar al fondo de todo esto!

  • La historia de una criatura de la lluvia de Luz Ros

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    Vas a conocer enseguida a Monica y La Vintage, una cafeteria especial y casi magica. Vas a tener que descubrir a Ela, dudar a veces y sentir casi siempre, hasta que su incognita se desvele hacia el final de la historia..., o no. Y, sobre todo, te aseguro que te engancharas hacia la pagina... Pero vamos a empezar por el principio, ?no crees? Iban dos y se cayo el del medio. <>, te preguntaras. Pues algo, pero muy poquito, la verdad. Pero por algo hay que empezar... Iban dos y se cayo el del medio. Que si. Que el del medio se cayo. El caso es que <> se cayo... Una caida de esas de ir al hospital y analisis y placas y horas y horas y todo eso. !Ah! Por cierto, el del medio era la del medio. Y se cayo. --?De donde cayo?, ?del segundo piso? --Pues un poco mas alto, mas arriba. --?Del sexto? --En realidad, cayo del cielo. --?Que? --Que cayo del cielo. Con la lluvia, exactamente. ?Que si es un angel? Pues no, la verdad, de eso no entienden arriba ni yo tampoco. Los angeles suenan a buenos y santurrones... Tecnicamente, se trata de una criatura de la lluvia. --?Y eso que es? Pues eso es lo que vamos a contarte: la historia de una criatura de la lluvia. Principios de agosto, tras un mes de julio pesado, pesado de calor. Monica va por la calle sudando y de repente se forma una tormenta. Y cae una criatura de la lluvia. Pero, claro, eso Monica aun no lo sabe. Me refiero a que no sabe que ha caido ni que es una criatura de la lluvia. Lo tipico..., hadas, duendes, elfos, sirenas..., cosas de esas. Bueno, y tambien vampiros y hombres lobo, por tanto, libro crepuscular. ?Que? ?Que quieres saber que es? Pues, querido lector, vas a tener que esperar, porque toda historia comienza por el principio, que puede ser lo mejor... o no, igual que el final. Capitulo 1 Todo comienza Voy de camino a la cafeteria donde trabajo como camarera, cocinera, limpiadora, psicologa, cajera, reponedora, contable... Si, mi nombre es Monica y soy la senora duena del local, con sus pros y tooodos sus contras. Para que te voy a contar como estamos los autonomos en Espana..., pero, en fin, no me quiero quejar, que tampoco se como estan en otros lares. Como decia: primeros de agosto y yo de camino a la cafeteria, pensando en que estos zapatos me van a molestar de aqui a un rato. !Inocente de mi! Que ese fuera el mayor de los problemas. Aquel mes de agosto no tenia ni idea de lo que me esperaba, ni lo que me esperaba tenia idea de mi. Ela cayo cual pesado fardo en medio del trocito de cesped que habia en el parque infantil de las afueras. En un primer momento disfruto del color verde del cesped, de su textura, de como guardaba las gotas de lluvia, la humedad de la tierra, esponjoso, frio, fuerte y delicado..., hasta que todo el cuerpo le empezo a doler dolorosamente amargamente profundamente, sin saber que parte del cuerpo era la que no dolia, porque no parecia que hubiera alguna que no doliera o fuera a doler. Anadamos, ademas, que experimentar un cuerpo nuevo de esta forma, asi tan de golpe y golpes, es una de las peores maneras de empezar. Aunque, desde luego, le hizo notar cada una de las partes de aquel delicado cuerpo. Coger aire, suspirar, gemir de dolor. Asi no habia pensado Ela empezar en la tierra. Ella queria que sus primeros sonidos fueran dulces, ?angelicales?, equilibrados, armoniosos..., al menos al principio, porque con la practica ya veria como cambiar las cosas..., jejeje. Pero no, solo salian lamentos y parecia mas un perro apaleado que ninguna otra cosa. Cruzo la calle y... !vaya! O !caramba! Ahi estaba el hospital. --!Que casualidad! --dijo mirando hacia arriba hacia el cielo o mas alla, pero enseguida bajo la mirada por el dolor que le supuso estar en esa postura. Bueno, tampoco era momento de despreciar la ayuda. Horas despues, estaba en la puerta con unos cuantos papeles, un brazo enyesado, moratones en las piernas y una tirita en la cara. No habia mas que pensar que era su dia de suerte. Aunque Ela no tenia experiencia en caidas desde arriba ni sabia de nadie que hubiera caido con anterioridad, decidio mirar las cosas con optimismo, concluyendo en pensar que el comienzo habia ido muy bien. Pero, dado que era inquieta, sentia en su interior que ya llevaba bastantes horas quietecita, sin hacer nada. Y esa desazon tenia que calmarla, porque no era buena. No, nada buena. Un toquecito y el semaforo se pondria en verde y, !oh!, los peatones pasando. Frenazos, pitidos, gritos, ofensas. Ji, ji. Ya empiezo a pasarlo bien. Un poco de diversion, por favor. Y, mientras decidia el siguiente paso que daria, volvio al parque, a desembarazarse de vendas, potingues, papeles, moratones, dolores grandes y pequenos..., hasta volver a ser ella misma. La cafeteria La Vintage luce una decoracion muy cuidada con base vintage parisina, londinense y de casino espanol, con elementos eclecticos que la hacen muy especial. Vamos, un mezclaillo con mucho encanto. ?Recuerdas los carteles donde se ponia el menu en la puerta de los bares, que imitaban a un cocinero con su gorro, casi a tamano real? !Pues uno de esos tengo yo! A mi me recuerda a sitio turistico de los setenta, veraneo familiar, olor a salitre y bronceador de zanahoria..., a sensaciones de mucha vida. Me costo encontrarlo, pero ahora lo tengo aqui, junto a uno de los bojs que flanquean la puerta de madera acristalada, a la entrada de La Vintage. Entras en La Vintage y entras a otro mundo donde todo tiene cabida, donde cabe relajarse, hablar con los amigos, disenar un videojuego, montar un club de lectura, jugar a la Play... o tomar el te. Un gran espacio con secciones diferenciadas. Una gran biblioteca de suelo a techo, repleta de libros de todo tipo, en el rincon junto a la cristalera de la entrada, con sofas, butacas y lamparas de lectura. Junto a este rincon, escritorios antiguos de madera, restaurados; y, sobre ellos, los ordenadores mas modernos y potentes que pude conseguir. Sillones, sillas de colores, sofas, mesas y mesillas distribuidas por todo el local, donde cada grupo es un mundo, o un submundo, en el que se respira distinto, se crea, se transforma, se rie, se llora, se lee, se investiga, se siente..., se vive. Y lo mas emocionante es ver a un joven de veintipocos anos disfrutar comentando un libro con una senora de sesenta, que no solo esta disfrutando, esta ganando vida. O ver al tipico friqui (cara al ordenador) que no se da cuenta de que le sonrie la timida muchacha del fondo, que ha venido con sus amigas a tomar un batido. Los ruidosos de todas las tardes, pero con esa energia que dan los diecisiete, dieciocho o mas, que nunca se tiene bastante, que se quiere mas, se vive mas, se rie mas fuerte y mas alto, se exagera, que son buena gente y animan hasta al mas grunon. No puedo olvidarme de mis clientes fijos del cafe de la manana. Cada uno (!que curioso!) tiene su sitio. Es como una tradicion o un habito sentarse cada dia cada uno en su sitio. Si, alguna vez, por lo que sea, esta ocupado, se quedan unos segundos indecisos, fuera de lugar, sin saber que hacer o donde sentarse, desubicados totalmente, porque aun no han comprobado que ver el mundo desde otra perspectiva, desde otro punto de vista, en otro entorno, te abre los ojos y la mente y puede que hasta el corazon. Hasta a mi me descoloca que alguien nuevo ocupe un sitio <>. Pero me coloco mi mejor sonrisa, porque un cliente nuevo no solo es un cliente nuevo, es una oportunidad unica de tener esa primera impresion que dicen que nunca se pierde. Y yo, lo siento, pero disiento completamente, porque si las personas tenemos capacidad de cambiar, ?como no van a cambiar nuestras actitudes y las impresiones que nos hacemos de otras personas que, a su vez, tambien pueden cambiar? Como decia William Blake, <>. Pues eso. Y, la verdad, crecemos constantemente, no solo cuando somos ninos, de mayores tambien estamos creciendo, aunque siempre tan ocupados que no nos damos cuenta. Ya, ya lo se. Vuelvo al tema. Estabamos con un nuevo cliente. Un nuevo cliente que aun no sabe que saludar es gratis, que la sonrisa es gratis y que ser amable es gratis, que te pregunta que que se puede comer... con sus ojillos de nuevo, con su nariz de nuevo, su boca de nuevo, su pelo o su no pelo de nuevo..., y que no es consciente de todo lo nuevo que es; no sabe todavia que al entrar en La Vintage todo puede ocurrir, lo imaginable y lo que no todo el mundo es capaz de imaginar, porque La Vintage no es tan solo una cafeteria, es... algo mas. Y ya no volvera a ser un cliente nuevo, porque aprendera y aprenderemos de el, porque formara parte de este espacio y de este tiempo.

  • Fuego en la oscuridad de Heather Graham

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    La perfecta vida de Alexandra McCord habia comenzado a derrumbarse desde que se habia encontrado con el cadaver de una mujer y el paraiso de Moon Bay se habia convertido en una pesadilla. Todas las pruebas que encontraba parecian apuntar como culpable a algun habitante de la isla… y a ella como la proxima victima. Pero ?quien podia ser el asesino? ?Y por que David Denhem, su ex marido, a quien llevaba mas de un ano sin ver, habia elegido precisamente aquel momento para volver a aparecer en su vida?

  • Dicen que cantaron canciones de Federico Garrido Villar

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    Cuando abrio la puerta de la taberna, el oficial ya le esperaba sentado en el fondo, con los brazos cruzados y el rostro cenudo. Envuelto en una maltratada capa de lana, con la mano sobre la espada, Soronas cruzo ante la barra, saludo al tabernero con un ligero gesto, intercambio unas breves palabras con varios conocidos y se sento frente al oficial, quien le saludo de manera fria. --Un lugar muy agradable para cerrar un trato, ?no crees? --dijo, con media sonrisa. El tabernero, un hombre alto y desgarbado, se acerco, dejando dos jarras de cerveza sobre la mesa. El oficial rechazo la suya. --No, gracias. No suelo beber. El tabernero miro a Soronas y este se encogio de hombros. Cuando se quedaron de nuevo a solas, el oficial se inclino sobre la mesa y se atuso el espeso bigote. Era un hombre maduro, de facciones marcadas y ojos frios. --?Sabes quien soy? Soronas nego con la cabeza. --Soy el capitan Bundas Bland, segundo oficial de la Guardia Real. Soronas ni siquiera parpadeo. No parecia muy impresionado, a pesar de estar sentado frente a la mano derecha del comandante Gando y uno de los oficiales de mayor confianza del rey Peldas. --No es habitual que un oficial de mi rango se reuna en tugurios como este con la clase de gente que… bueno… alguien como tu… --Asesino, esa es la palabra que buscas --gruno Soronas. --Si, bueno, en ese aspecto eres la persona mas indicada, Soronas el Silencioso. Tu reputacion te precede. Mercenario, espadachin y asesino. Dicen que estuviste en la batalla de Cronton y que un dia tu tambien serviste a nuestro Rey. --Hace tiempo --mascullo Soronas. --Tambien dicen que mataste a Orfald el Fiero en los bosques de Astaria y fuiste el primero en coronar las murallas de Intis. Muchos te daban por muerto. Incluso el rey Peldas. --Estoy vivo --se limito a replicar Soronas, que hacia honor a su fama de hombre parco en palabras. --?Como te convertiste en… asesino a sueldo? ?Como pasaste de ser un respetado caballero, un gran capitan, a malvivir vendiendo tu espada por una bolsa de monedas? --No estoy aqui para hablar de mi --repuso Soronas con frialdad. Bebio un trago de cerveza y anadio:--. ?Que tengo que hacer, capitan? --Dentro de un rato, llegaran un joven y un hombre alto y fornido. Un noble de alta cuna y su escolta. Deberas acompanarlos por este apestoso barrio hasta el lupanar de Davay. Supongo que lo conoces. Soronas hizo un debil gesto con la cabeza. --Muy bien --dijo Bland, mesandose el bigote--. Indicales el camino y procura que nadie os moleste. Una vez en el burdel, acompanalos al interior y quedate ante la puerta de la habitacion que escoja el joven. No te muevas de ahi ni abras la boca, y luego traelos de vuelta, sin un rasguno. Ese es tu cometido. --Un trabajo sencillo --dijo Soronas. --Espero que lo sea --repuso Bland--. Por eso te he hecho llamar. Y por los viejos tiempos. Por la memoria de mi padre. Soronas no dijo nada. En otro tiempo, muchos anos atras, antes de que acabara en el peor barrio de Ulis trabajando como espadachin, matando o protegiendo a desconocidos por unas monedas, el capitan Urtas Bland habia sido su companero de armas, su colega, su amigo. En otro tiempo. Ahora era un hombre diferente. --Conoci a tu padre. Era un amigo fiel. --Lo se --dijo Bland, con voz queda--. Me hablo mucho de ti. El capitan Grey. Nunca imagine que fueras tu, Soronas el Silencioso. El mercenario le sostuvo la mirada, sin pronunciar palabra. --El capitan Grey murio hace mucho --susurro, al cabo de un rato. --Esta noche podras volver a servir al Rey --dijo Bland, con firmeza--. No de la manera en que lo hacias en el pasado, en el campo de batalla, junto a mi padre. Pero me encargare de que Su Majestad lo sepa. --No --dijo Soronas, con voz gelida--. Hare el trabajo, pero el Rey no sabra nada. Esa es mi unica condicion. --De acuerdo. Lo que tu prefieras. Aqui tienes una parte --le entrego una bolsa de monedas, que Soronas cogio en silencio--. Cien reales de plata. Otros cien cuando el joven noble este aqui de vuelta. Soronas apuro la jarra de cerveza y se puso en pie. --?A donde vas? No tardaran en llegar. --Esperare en la calle. Cuando abandono la taberna, apoyo la espalda contra la pared, junto a un perro famelico que mordisqueaba un hueso, y saco su pipa de madera tallada para fumar "hojahierba", una costumbre que los Enanos de Montenegro habian traido a Uliman. Acababa de dar las primeras chupadas, cuando vio aparecer entre el gentio a un joven embozado, de modales timidos, y un hombreton con cota de malla y espada al cinto. Soronas se acerco a la pareja y se coloco delante del gigante, quien le miro irritado. Tenia una cara que parecia cincelada en marmol y cuajada de cicatrices. --!Apartate, escoria! --escupio, levantando una mano. Antes de que llegara a rozarle, Soronas se aparto la capa, mostro una afilada daga, y entre dos parpadeos coloco el arma en la garganta del veterano. Su joven acompanante retrocedio, temeroso. En ese preciso instante, el capitan Bland llego a la carrera y miro la escena asustado. --Por todos los dioses, Grey. Guarda esa maldita daga. Con una sonrisa, Soronas volvio a esconder el arma bajo su ropa y dio una calada a la pipa. --Me llamo Soronas el Silencioso. --Mi senor --dijo Bland, dirigiendose al joven--. Este es el hombre que acabo de contratar. Os podeis fiar de el. Os conducira a salvo hasta la Casa de Davay y luego os traera de vuelta sin ningun percance. --?Este mendigo? --repuso el gigante, arrugando aun mas el ceno. A Soronas le recordaba un toro-- ?De que cloaca lo habeis sacado, capitan? --No es ningun pordiosero, os doy mi palabra. Es un gran luchador. En otra epoca sirvio en el ejercito. --Ya --mascullo el gigante. --Pronto se hara de noche --indico el joven, con voz aflautada--. Si es posible, querria estar cuanto antes en la Casa de Davay. --Claro que si, mi senor --dijo Bland, con aire solicito. Miro al gigante y anadio:--. Cuida de el, Hunk. Lo dejo en tus manos. --Teneis mi palabra de que no le ocurrira nada, capitan. Bland se volvio hacia Soronas y le escruto en silencio: --Recuerda el trato. Protege al chico y no hagas preguntas. A la vuelta, recibiras el resto del dinero. ?Esta claro? --Como una cancion de los Silfos. Con un gesto, sin dejar de inhalar el humo de "hojahierba", Soronas se alejo por la calle, seguido por Hunk y el joven noble, mientras Bland los contemplaba con los brazos en jarra. Fue un trayecto corto y sin incidentes, a pesar de que se encontraban en el peor barrio de Ulis, conocido como el Basurero de Atras. En las calles de tierra apisonada, cubiertas de charcos de orina e inmundicias, entre edificios de madera o de adobe, pululaban vagabundos, jaques, ladrones, rameras y buscavidas. A los mas afortunados les robaban las escasas monedas que llevaran encima y a los menos, les degollaban en una esquina y abandonaban su cadaver desnudo sobre la basura. Habia tugurios donde servian licores que dejaban ciego, casas de juego, burdeles, pensiones en las que se violaba, robaba y asesinaba a los incautos, patios invadidos por las malas hierbas y la basura, sotanos donde se vendian esclavos, carnicerias cuya mercancia era de todo menos comestible, templos dedicados a los Dioses Mayores en los que hacia anos no entraba un solo fiel, oscuros recintos destinados a la venta de venenos y drogas. Un mundo cruel y miserable, en el que Soronas sabia como moverse. Hunk lo pudo comprobar en cuanto se internaron en un laberinto de calles malolientes donde pendencieros armados con espadas se apartaban al ver a Soronas y muchas personas le miraban con una mezcla de miedo y recelo. --La gente aqui te respeta --comento Hunk.

  • Xander 2 de Rose Gate

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    No estaba preparado para perderla.
    Cuando la vida le habia dado una brizna de esperanza dispuesta a florecer, se desato el peor de los infiernos, devastandolo todo.
    Solo tenia dos opciones: someterse a su realidad o encontrar la manera de recuperarla.
    No importaba donde estuviera ni lo dificil que fuera dar con ella, estaba dispuesto a recorrer el arido infinito para que su estrella volviera a iluminarle.
    Para ello, se enfrentaria a sus miedos y romperia las reglas y las cadenas, arriesgandolo todo.
    Porque incluso un alma herida puede aprender a amar, si lo que espera al final del camino es el amor verdadero.

  • Irresistible 5 de Robyn Hill

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    Un sensacion de peligro inminente flotaba en la atmosfera de la prision. Morgan y sus secuaces me lanzaban miradas de acero cada vez que aparecia por el pabellon de reclusos. Deseaban vengarse de la paliza sufrida en las duchas, por eso debia permanecer en alerta todo el tiempo. Era evidente que mi vida corria grave peligro, pero ?me hubiera comportado de distinta forma de saber que trataba con el mafioso de la carcel? La respuesta a todas luces era no. Mi actitud podia considerarse como irresponsable, sin embargo, creo que es el deber de cada uno a contribuir para que el mundo sea mejor. ?Hubiera sido capaz de mirar a los ojos a la mujer de mi vida si llego a actuar como un cobarde? Con toda probabilidad, no. El amor de Amanda me dejaba ser fiel a mi mismo, autentico por los cuatro costados. Y entre rejas el tener la certeza de que ella estaria orgulloso de mi, era como un soplo de aire fresco dentro del arido entorno de la carcel. Recorde lo mucho que la extrane aquellos dias que viaje a Nueva York, sufriendo un anhelo constante por volverla a ver, pero en la prision el sentimiento resultaba mas agudo. A esa terrible y profunda nostalgia por Amanda se le sumaba la melancolia, la frustracion y una sensacion de vacio. En otras palabras, me sentia desesperado porque entre ella y yo se levantaba un bloque de hormigon impidiendo estrecharla entre mis brazos. ?Existe mayor castigo que el privarte de la mujer de las que estas perdidamente enamorado? Estaba tumbado en mi camastro cuando se acerco Ferguson andando con parsimonia, como si se encontrara en el jardin de su casa. --Cassel, en pie --dijo con un gesto de la mano--. Vamonos a dar un paseo. --?Que ocurre? --pregunte con el ceno fruncido mientras me colocaba de pie. Mi reunion con Brian habia sido esa misma manana y, por desgracia, no era domingo, asi que no contaba con ninguna visita. --Se te dira en su momento --dijo Ferguson esposandome. Cualquier novedad que me distrajera de la rutina era mas que bienvenida. En la carcel el tiempo transcurria mucho mas lento, y lo peor era que ese ritmo monotono te afectaba al cuerpo y a la mente. Ferguson y yo caminos a traves de los pasillos largos y austeros del modulo de prisioneros. A veces me gustaba aguzar el oido para escuchar los sonidos de la carcel. Para mi sorpresa, emisoras de todo el mundo reverberaban por las paredes. Resultaba ironico que un mundo tan tecnologico, la radio continuara siendo un instrumento tan utilizado. --?Como estas, bien? --pregunto Ferguson mientras saliamos del modulo de reclusos. Aun desconocia el proposito de mi improvisado paseo. Me encogi de hombros. ?Que se suponia debia contestar? Estaba en la carcel, jodido. Ferguson sonrio de una forma paternal. No pude evitar sentir una corriente de simpatia hacia el, a pesar de que jamas daria su vida por defenderme de Morgan. Lo comprendia. No le pagaban para arriesgarse. --?Adonde vamos? --pregunte. --El alcaide quiere verte --respondio alzando las cejas, como si hablase del presidente de los Estados Unidos. --?A mi? ?Para que? --Ya lo veras, Cassel. No seas impaciente --dijo con el rostro serio. Despues de pasar por un sendero de piedra bajo un cielo encapotado, cruzamos el umbral de una puerta. Al entrar me sorprendio ver a una mujer detras de un escritorio. Dentro de una carcel de hombres parece logico esperarse a hombres en todos los puestos de trabajo, pero estaba equivocado. --Hola, Susan --dijo Ferguson--. Nos esta esperando. La tal Susan asintio con la cabeza y ambos entramos en el despacho del alcaide. Lo primero que vi fue la espalda de un hombre que pintaba sobre un lienzo. En una mano sostenia el pincel y en la otra, la paleta con un surtido de colores. Llevaba puesto un mono blanco lleno de manchas de varios colores, sin duda, se trataba de un pasatiempo al que dedicaba muchas horas. --Sr. Orison... --dijo Ferguson. El alcaide se tomo la tranquilidad para soltar la ultima pincelada antes de girarse hacia nosotros. Me fije en el cuadro: una playa paradisiaca de arena blanca y mar de color turquesa. Supuse que su trabajo le ocasionaria una multitud de horas muertas que debia rellenar de alguna manera. --Oh, Eric, buenos dias --dijo el Sr. Orison sonriendo--. Tome asiento, por favor. Se trataba de un hombre que rondaba los sesenta anos, de aspecto afable, con la espalda ligeramente encorvada y una mirada astuta. Me fije en su anillo de casado. Algo en el me recordaba a un sacerdote o un medico. Con un gesto de la cabeza ordeno a Ferguson que me quitara las esposas. El Sr. Orison me examino de arriba a abajo, seguramente calibrando que tipo de preso era. Tome asiento mientras me acariciaba mis doloridas munecas. ?Que querra este hombre de mi?, me pregunte. --Me encanta pintar, me relaja --dijo al fin. Guarde silencio,y el Sr. Orison, al no obtener respuesta a su comentario, continuo pintando con pequenas pinceladas aqui y alla. A veces sacaba la la lengua, como si estuviera afinando su talento. Mire a Ferguson, desconcertado, pero mantenia una expresion imperturbable. --Fue muy valiente por su parte ayudar a ese pobre portugues. No hay muchos presos que se presten a socorrer a los demas. Le felicito --dijo concentrado en el lienzo. --Gracias --dije laconicamente. --Es usted diferente al resto. De vez en cuando aparece alguien que rompe el estereotipo del preso. Sin duda, ahora ese privilegio recae sobre sus hombros --dijo mientras se agachaba y entornaba los ojos con la mano en el pincel--. Usted no pertenece a este sitio. --?Me va a ayudar a salir de aqui? Soy inocente. El Sr. Orison dejo de pintar y esbozo una gran sonrisa mientras me miraba. --Me temo, hijo, que es algo que esta fuera de mi control. Yo solo gobierno esta institucion. --?Para que me ha llamado? --pregunte, cansado de sus enigmaticos comentarios. --Le he llamado porque se encuentra en una posicion complicada. Usted y yo sabemos de que se trata --dijo refiriendose a la mas que probable represalia de Morgan y sus secuaces--. ?Sabe? Quiero ayudarle... Le voy a transferir a otro modulo mucho mas sosegado, con presos de absoluta confianza... E incluso con un gimnasio a su disposicion si lo necesita. Una cierta desconfianza empezo a invadirme. No comprendia el por que de esa generosidad tan repentina. Si a todos los presos se les tratase asi al involucrarse en peleas, sin duda que se amanarian unas cuantas con el fin de ser trasladados. --?A cambio de que? --dije cruzandome de brazos. El Sr. Orison solto una pequena risita. --Ya veo que es inteligente --dijo mientras firmaba la obra en una esquina del lienzo--. Eso me gusta. El alcaide dio un paso hacia atras y examino su cuadro. Asintio con la cabeza, satisfecho. --Firme una declaracion en la que cuente como Morgan agredia a Varejao. Estoy deseando que disfrute de una larga temporada en nuestra celda de castigo pero, por desgracia, no puedo mandarlo a mi antojo. Necesito un testigo de cargo, y ahi es donde entra usted --dijo despojandose de su bata. A continuacion se abotono los punos de la camisa mientras Ferguson le sujetaba la chaqueta del traje. La oferta del alcaide era tentadora, sin embargo, contenia una trampa. Me convertia en un soplon de por vida y eso era algo que trascenderia de la prision. Aliarme con el Sr. Orison suponia ser amenazado de por vida. Mi respuesta estaba clara. --No cuente conmigo --dije apretando las mandibulas, y lamentando que mi decision acabaria tambien por enemistarme con el. --?Estas seguro de lo que haces, idiota? --pregunto Ferguson. El alcaide le lanzo una mirada de reproche por hablar sin permiso. Ferguson bajo la mirada y se sonrojo. --No le haga caso, Eric --dijo colocandose la chaqueta y tomando asiento a su escritorio. --Mi decision es firme. Tendra que buscar a otro que le ayude -- dije mirandole fijamente. --No me gusta insistir, se lo advierto --dijo entrelazando las manos sobre la mesa--. Pienselo bien. Valore lo que esta en juego. --Le he dicho que no. Se creo un silencio incomodo. --Muy bien --dijo y con un gesto de desprecio con la mano dio por finalizada la reunion. Ferguson me ordeno que me pusiera de pie y me esposo de nuevo. Lance una ultima mirada al alcaide, que tecleaba un numero en el telefono fijo con el auricular en la mano. Mientras me dirigia a la salida escoltado por Ferguson, escuche su ultimo comentario. --Lo lamentara. *** Al regresar al pabellon, me tumbe de nuevo en mi camastro. No dejaba de pensar en la propuesta del alcaide y en la sensacion de que me encontraba solo frente al peligro. Ni siquiera las autoridades serian capaces de echarme una mano. Dentro de la carcel existia otra ley, la ley de los presos. Si humillabas alguien, su unica manera de restituir el honor mancillado pasaba por asesinar. De nada me servia una cuenta corriente abultada para comprar proteccion. A la hora de la verdad, cuando mi vida estaba en juego, el dinero quedaba relegado a un segundo plano. A lo lejos observe como Morgan se aproximaba a mi litera. Mi cuerpo se puso en maxima tension. Me quise fijar en sus manos por si portaba un arma, pero las mantenia ocultas tras la espalda. Me costaba determinar su edad, aunque deduje que oscilaria entre los veinte y los veinticinco anos. Era mas alto que yo, unos diez centimetros; y su cuello estaba adornado por un tatuaje en forma de anillas entrelazadas. Enseguida palpe en el ambiente la tension de lo que se avecinaba. Los demas presos me miraban con descaro, esperando el momento cumbre entre Morgan y yo. De reojo, observe que un par de guardas se encontraban dentro del pabellon. ?Se atreveria Morgan a agredirme en frente de ellos? Si retrocedia o mostraba senales de debilidad, podia considerarme muerto, pues me convertia en una presa demasiado facil para todos. Confieso que senti preocupacion al observar al corpulento Morgan acercarse hasta mi, pero me obligue a aparentar una calma arrogante, como si fuera un hombre endurecido por la estancia en prision. Fingi que leia mensajes del movil barato proporcionado por Ferguson, aunque estaba en permanente vigilancia de Morgan. A menos de cinco metros, aprete el puno derecho. Ya estaba a punto de pasar a mi lado. El corazon me latia a mil por hora. Morgan se detuvo a mi altura y lentamente se agacho. Su mirada destilaba un brillo de locura que lo hacia aun mas peligroso. --Tu y yo aun tenemos una conversacion pendiente... Antes de que me pudiera dar cuenta, uno de los secuaces que se habia acercado por el otro lado de la litera, me arrebato el telefono de la mano. Inmediatamente se lo lanzo a su jefe. A continuacion, dejo caer el telefono al suelo y de una simple patada lo chafo como si fuera una colilla. Me fastidio perder la comunicacion directa con Amanda, pero continue con mi estrategia de mostrarme por encima de todo, sosegado. --!Eh, Morgan! !Vuelve a tu sitio! --exclamo unos de los guardas desde la puerta. Morgan le lanzo una mirada de desprecio acompanado de un grunido. --Veremos si la proxima vez tienes tanta suerte --dijo mostrando una dentadura blanca e inmaculada--. Estaremos tu y yo, a solas. --Cuando quieras, viejo amigo --dije mostrandome impasible, aunque sentia el estomago oprimido--. Si quieres concertamos una cita. Morgan se alejo con la mirada enganchada en la mia. Su compinche solto una carcajada aguda, como de hiena.

  • La gallera de Ramon Palomar

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    Narcos, polis corruptos y peleas de gallos.

  • Ciudad de Reyes (Nueva York 1) de Mariah Evans

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    Primera entrega de la serie romantica paranormal: Ciudad de Reyes.
    La poblacion de Brooklyn esta sufriendo una oleada de despiadados asesinatos. Una division secreta del Pentagono, con Josh Gallager al mando, es enviada a la comisaria principal de la zona para colaborar en la investigacion.
    Gallager debera trabajar junto al Inspector de homicidios Franklyn, pero sin revelar su verdadera mision ni las atipicas particularidades que les caracterizan a el y a su equipo.
    Sarah es sobrina del inspector y trabaja como secretaria en la comisaria. Cuando es atacada y consigue milagrosamente escapar de los depredadores que tienen aterrada a la ciudad, Josh se vera obligado a protegerla… ocultandole su mas oscuro secreto.
    Una magnifica novela, ambientada en el famoso barrio de Brooklyn, en Nueva York, que te hara temblar y enamorarte a partes iguales.

  • Pajaro azul de Clara Cortes

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    Ha pasado un ano desde el accidente que tuvo lugar al final de la calle 118 y Simon aun ve el fantasma por todas partes: en la calle donde ocurrio, en su casa, en la tienda… Le sigue de cerca y solo el la puede ver. Todo el mundo parece haber pasado pagina, pero Simon se siente atrapado en una espiral de la que no sabe como salir. Maria siempre ha tenido una forma muy curiosa de lidiar con los problemas: huir de ellos.

  • Dominada por sus companeros (Programa de novias interestelares 1) de Grace Goodwin

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    Amanda Bryant ha sido una espia durante cinco largos anos, pero cuando los alienigenas aparecen repentinamente, afirmando que un enemigo mortal amenaza la supervivencia de los habitantes de la Tierra, los superiores de Amanda la envian a enfrentar la mision mas peligrosa de su vida: ofrecerse para ser la novia de un alienigena, compartir la cama con el extrano guerrero y, finalmente, traicionarlo.

  • La espadachina de Malcolm Archibald

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    Bienvenidos a la Edad Media de Escocia que nunca ocurrio.

  • El fuego de la hereje (Sacrilegus 1) de B. Maestro

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    A comienzos del siglo XVII, la peligrosa triada conformada por la peste, el hambre y la muerte, azotaba cada ciudad. La Inquisicion, ferrea perseguidora de la luz de la verdad, dominaba en Espana ahogando en el silencio a judios, hechiceras, magos y nigromantes que ya eran cuando el tiempo aun no existia. En medio de toda esta apocaliptica realidad, surgira una historia de amor imposible entre un inquisidor y una judia que deberan superar los limites y las barreras que la sociedad de su tiempo, avida de fuego, les interpondra. EL FUEGO DE LA HEREJE es la primera novela que compone SACRILEGUS, la saga que promete desvelar los secretos de la Inquisicion…

  • La dama lo arriesga todo de Stephanie Laurens

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    El enigmatico Neville Roscoe, de una mas que dudosa reputacion, vivia completamente al margen de la sociedad, unicamente fiel a su propio codigo de honor. hasta que se vio desafiado por la unica mujer que no podia hacer suya.

  • El regreso del joven principe de A.g. Roemmers

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    El regreso del Joven Principe es una historia imaginaria del regreso al planeta Tierra del principe que ya no es nino, con una experiencia diferente, pero con la misma vision humanistica y espiritual del mundo, sus habitantes, y los valores basicos que lo sostienen.

  • Los secretos de Boira. Trilogia completa de Gina Peral

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    Boira es un lugar en el que parece que nunca pasa nada, pero Sarah esta a punto de descubrir lo equivocada que esta al hacer tal afirmacion. El pueblo donde se crio tiene muchos secretos y aunque solo quiere ser una chica normal, las circunstancias la obligaran a aceptarse tal y como es. Si quiere descubrir lo que se oculta en Boira, debera reinventarse y luchar para sobrevivir al peligro que le acecha.

  • Retrato del vizconde en invierno de Alvaro Pombo

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