• libro la ideologia invisible - Javier Benegas

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    "Nos enfrentamos a un nuevo y temible totalitarismo, una ideologia invisible, liquida y polimorfica que desborda las tradicionales fronteras ideologicas. Un monstruo con vida propia que apela a las emociones y no a la razon, a las ensonaciones y no a la realidad, que promete proporcionar aquello que cada uno desee, aunque sea una identidad imposible. Incrustado dentro del propio poder, compra voluntades, proporciona prebendas a quienes son sus complices y castiga con la muerte civil a quienes lo desafian.

  • La ideología invisible: Claves del totalitarismo que infecta a las...

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    "la ideología invisible" es un libro imprescindible para quien, joven o mayor, decida ir más allá de la espuma de la noticia y comprender qué está pasando.

  • La ideología invisible: Claves del totalitarismo que infecta a las...

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    de Javier Benegas (Autor) Formato: Versión Kindle ; Longitud de impresión. 187 páginas ; Outlet de Libros. Cientos de libros a precios reducidos. Ver más ; Irbis.

  • LA IDEOLOGIA INVISIBLE | JESUS TRILLO-FIGUEROA Y ...

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  • LA IDEOLOGIA INVISIBLE. EL PENSAMIENTO DE LA NUEVA ...

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    LA IDEOLOGIA INVISIBLE (Libro en papel). EL PENSAMIENTO DE LA NUEVA IZQUIERDA RADICAL. de TRILLO-FIGUEROA,JESUS. LA IDEOLOGIA INVISIBLE.

  • La ideología invisible: el nuevo totalitarismo que infecta ...

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    9 mar 2020 — La ideología invisible no es una aseada y conveniente teoría del todo, es un libro crítico e inquietante que analiza un vertiginoso proceso de ...

  • La Ideología Invisible: Claves del Totalitarismo que Infecta a ...

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    Libro La Ideología Invisible: Claves del Totalitarismo que Infecta a las Sociedades Occidentales, Javier Benegas, ISBN 9781661798147.

  • Catarsis. Se vislumbra el final del Regimen, Javier Benegas de Javier Benegas

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    En contra de la triunfalista propaganda oficial, el Regimen politico surgido de la Transicion es en realidad una democracia de muy baja calidad, un sistema de acceso restringido dominado por los privilegios, la corrupcion, el caciquismo, el intercambio de favores y las barreras a la participacion, encontrandose actualmente en avanzado proceso de descomposicion. Esta es la tesis que mantienen Javier Benegas y Juan M. Blanco en un trascendente libro, que, con un prologo de Jesus Cacho, marca un hito en el analisis institucional de los graves fallos de diseno del Regimen Politico Espanol. Con un enfoque novedoso y un ritmo trepidante, este texto trufado de anecdotas permite al lector abordar los capitulos en el orden que crea mas conveniente. Segun los autores, Espana tiene futuro pero necesita urgentemente una catarsis, una profunda reforma que establezca la separacion de poderes y los controles sobre el poder politico, una regeneracion completa de la vida publica que reinstaure los fundamentos de la democracia clasica y la representacion directa, y unas trasformaciones que devuelvan la dignidad, la voz y la capacidad de decision a quienes siempre debio corresponder: los ciudadanos y la sociedad civil.

  • Los pasatiempos de la reina que buscaba catarinas de Jean Baptiste Andrea

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    A traves de la voz y el pensamiento de un nino al que todos consideran <>, Jean-Baptiste Andrea celebra la infancia, pero tambien la crueldad que puede nacer de los juegos mas inocentes.

  • Todos Los Dias Es Sabado de J. A. H. Carrera

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    Sabado, El telefono sono como de costumbre al cuarto para la diez y luego de dos timbrazos colgarian indicandome que yo era de nuevo victima de una mala broma. Odio el sabado. Es un dia muy aburrido ya que Abraham y yo no salimos a ningun lado, eso queria decir que tenia que sacudir, limpiar el piso, lavar el piso y los banos. Odio limpiar banos. En realidad llevo una vida de rutina. Mis jefes los senores Pastor, me pagan para que cuide de Abraham, su hijo de apenas un ano de edad, ellos nunca estan y yo me siento muy sola en esa casona del centro del pueblo de Shushupan. Mi nombre es Rosa Elena, pero todos me conocen como Rosy. Naci en este lugar y cuando yo tenia 15 anos quede huerfana por un incendio que hubo en el pueblo. Los senores Pastor me dieron casa y comida, a medida que fui creciendo se dieron cuenta de mi responsabilidad y comenzaron a encargarme cosas de la casa. Luego Abraham nacio y en cuanto se aseguraron de que yo sabia todo lo necesario para cuidar bebes me lo dejaron encargado. Ahora han pasado casi 5 anos desde el incendio. Todavia recuerdo el olor de la locion de mi Papa o los clasicos postres que mi Mama preparaba cada jueves. Los extrano mucho. Oculto mi dolor distrayendome con las diversas ocupaciones que implica cuidar un bebe, y cuando duerme me la paso haciendo el quehacer de la casa. No tengo muchos amigos, platico con Juan el panadero cuando voy por el pan, Miguel el administrador de los bienes de los senores Pastor cuando tengo que recoger el dinero para la casa y mi pago mensual, y hasta en ocasiones con Jorge el florista, si es que me lo encuentro camino de regreso a la casa cuando salgo a hacer las compras. Suena el timbre, puedo adivinar que Tino esta haciendo de las suyas otra vez. Tino es mi vecino. Su nombre es Valentino y tiene 22 anos y es creo el unico verdadero amigo que tengo. --!Hola Rosy! --Hola Tino, ?que me cuentas de nuevo? --Mi perro Juancho esta enfermo, no se que le habra dado, puede ser que se mojo ayer toda la noche durante la lluvia. --No creo que por solo mojarse se enferme. Seguramente no le has dado bien de comer. --Pues no quiere salir a dar la vuelta, ni molestar al gato de la Senora de al lado, ni siquiera ladrar. En verdad me preocupa. Tino siempre se preocupa por todo, lo que hace que tenga mucho estres y yo por mis ocupaciones no tengo tiempo para escuchar sus problemas. Eso si, no ha habido dia en que no vaya a visitarme. Creo que se siente solo. La mayor parte del tiempo se queda viendo como cuido al nino. --Llevalo al veterinario, ahi lo curan porque lo curan. Mientras terminaba de decir la frase escuche los llantos de Abraham porque ya era la hora de comer. Subi las escaleras hasta su cuarto y lo lleve a la cocina donde Tino ya se encontraba curioseando como de costumbre. --?Como sobrevives comiendo solamente fruta? --pregunto mientras yo colocaba al nino en su silla. --Mis alimentos incluyen muchas cosas ademas de fruta. Ademas Abraham tiene que comer sano. Sus papas me mandan que solo coma alimentos naturales, a mi en lo personal no me encanta, prefiero el pollo asado. --?Y donde esta el pollo? --dijo mientras se asomaba en el refrigerador. Empece a desesperarme y a desear que Tino se fuera a su casa porque no dejaba concentrarme. --Siempre como pollo recien comprado. No he tenido tiempo de ir al mercado hoy. --?Entonces no has comido? --No Tino, no he comido. --!Que barbaridad, debes estar muerta de hambre! --No Tino, los sabados desayuno tarde. --Aun asi, dejame ir a comprarte algo de comer antes de que sientas hambre. --No gracias. Estoy bien. --?Y que haras cuando sientas hambre? --Me preocupare por eso cuando la tenga. Tino se dio cuenta de mi respuesta tan cortante e inteligentemente guardo silencio. Afortunadamente Abraham comio todo sin chistar y pude tener unos momentos de paz. Pronto tuve hambre y me di cuenta de lo grosera que habia sido con Tino, tal vez era porque sabia que el tenia razon y yo no quise aceptarlo. Pero no me importaba mucho, Tino de seguro comprenderia que yo tengo muchas ocupaciones y que por eso puedo ser un poco desesperada en ocasiones. Sin hacer caso de los comentarios de Tino decidi comer fruta ese dia ya que no tenia ganas de ir hasta el mercado solo por un pollo y ademas no podia dejar solo al nino y menos con Tino en la casa. Hasta donde se no esta acostumbrado a cuidar bebes. El telefono volvio a sonar. Esta vez conteste y era el Senor Pastor haciendo su clasica llamada de cada mes para saber si todo estaba bien. Siempre he pensado que solo llama para hacerse el preocupado por su hijo. Tiene mas de un ano de que se fueron y nunca han parado por aqui para ver a Abraham. Estaba pensando todo esto cuando escuche un fuerte ruido, como si miles de platos se rompieran. Me pude imaginar a Tino curioseando de nuevo por la cocina. El no puede estar tranquilo, siempre anda viendo cosas nuevas y eso ha sido siempre un dolor de cabeza para mi. Nunca faltaba el tiempo donde lo que tocaba lo destruia, y claro, yo tenia que pagarlo. Jarrones, ventanas, copas y hasta una vez y sin explicarme como lo hizo rompio una silla. Pronto no quedaria nada de la casa que le faltara romper. El bebe rompio a llorar y la desesperacion me entro de repente. Me puse a pensar que hacer y me fui corriendo hasta donde el ruido habia salido. Calcule cuantos platos tuvo que haber roto para que se escuchara asi. Ahi se iba mi dinero de la semana otra vez. Ya me imaginaba el desastre que yo iba a tener que limpiar. Nada mas queria atraparlo para que ahora si me escuchara. Y fue cuando llegue a la cocina. *** CAPITULO II Un charco de sangre cubria el piso. Tino estaba tirado boca abajo inconsciente. Se habia estrellado contra el vidrio de la puerta del patio. Me asuste mucho, el bebe lloraba; por primera vez en mi vida no estaba segura de que hacer. Tome el telefono y llame a una ambulancia. Tino desperto y en vez de entender que habia chocado contra la puerta se puso de pie y me dijo que sentia la cara muy caliente. Yo no supe que decir y luego se acordo de como habia estado el accidente: Estaba jugando con Chester, nuestro perro y al correr hacia la casa no se fijo en que la puerta estaba cerrada y entonces fue a dar contra el vidrio rompiendolo completamente. No tardo en darse cuenta de que toda la sangre era de el. La ambulancia llego a tiempo y le comentaron que era necesario llevarselo al hospital. --?No quieres venir conmigo? --me pregunto en tono preocupado, sus padres no estaban en casa y tendria que hacer el recorrido solo hacia el hospital. --No Tino, no puedo dejar solo al bebe. Solo es cuestion que te revisen para descartar que hayas cortado alguna arteria importante. Prometo estar pendiente de ti.- Me empezo a doler la cabeza, el bebe lloraba por la falta de atencion acostumbrada de mi parte. Sin decir mas observe como la ambulancia se alejaba con su circo de luces encendido. En cuanto tranquilice al bebe me fui a la cama. No pude dormir por el gran trauma que tuve al ver la sangre. Al dia siguiente fui a visitarlo al hospital. Al final la sensacion de culpa por no haberlo acompanado me hizo pensar que podia hacer una visita rapida con el bebe. --!Buenos dias!, busco el cuarto de Valentino Rosas. --Cuarto 202. Una enfermera malhumorada me indico el camino mientras no dejaba de mirar su revista. --No puede entrar con un bebe al hospital. Regrese mas tarde antes de terminar el horario de visita. --Solo vengo 5 minutos, ?hay algun problema? --Son las reglas del hospital querida --dijo en actitud prepotente. Frunciendo el ceno di media vuelta y comence a caminar hacia la salida. No podia creer que no podia entrar con Abraham. ?Realmente habria problema de entrar con el bebe por solo cinco minutos? De pronto las puertas de un elevador de carga se abrieron y un trabajador salio empujando un contenedor con sabanas sucias. Decidi escabullirme y buscando el piso dos presione el boton y se cerraron las puertas. No habia vuelta atras. El pequeno Abraham sonrio con una pequena mueca. Normalmente yo era de las personas que siguen las reglas, pero un poco de adrenalina en la vida no hace dano. Antes de lo esperado las puertas se abrieron frente al cuarto 201. Con una pequena zancada abri la puerta del cuarto de Tino y cerre con delicadeza. Al llegar el se encontraba dormitando. Observe el pequeno cuarto de hospital con paredes y sabanas blancas. El sol entraba fuertemente por la ventana del bano la cual yacia entreabierta. Una estela de vapor continuaba saliendo de ahi indicando que alguien habia tomado una ducha recientemente. En ese momento dimensione la situacion: Por la proximidad de la sutura conclui que tuvo suerte de no haberse cortado la yugular o podria haber muerto. Su chistecito le habia costado 20 puntos de sutura en la cabeza y parte del cuello. --?Como te sientes muchacho? --Bien Rosy, muchas gracias por la visita. --?Te duele mucho? --Ya no. Debiste ver como me atendieron, casi me ignoraban y el doctor no quiso platicar conmigo mientras me suturaba. Aparte el cuarto es muy pequeno y no tengo television. La cama esta floja y se ladea bastante cuando intento acomodarme. No tengo una linda vista, ni siquiera pega el sol en este lado del cuarto y la comida es horrible. Tu sabes que soy muy sensible del estomago. Lo peor para mi es ir al bano, dependo de la enfermera para que me ayude a pararme. Yo no quiero que me ayuden y me amenazan con ponerme un panal si no me dejo ayudar para la proxima vez. --Lo interesante es que ni aun asi dejas de hablar como perico, como si nada te hubiera pasado. --le dije mientras Tino terminaba de contarme todas sus penas. En eso la enfermera entro al cuarto con una bandeja variada de comida. --?De donde viene usted y que hace aqui con un bebe? --me pregunto en tono reprobante al mismo tiempo que dirigia la mirada hacia el pequeno Abraham. --Visitando a mi amigo, le dije con una sonrisa timida. Abraham, que estaba acostado boca abajo en la cama comenzo a gatear hacia Tino. Parecia que queria probar un poco de la gelatina verde y rara que le habian servido. Yo estaba de acuerdo en que el estaba harto de comer fruta pero no era para que su comida fuera esa gelatina que ni yo misma me atrevia a probar. Lo quite de la cama y lo puse en un sillon junto a Tino. --Bueno Tino me voy. Que bueno saber que estas bien. --Espera ?ya te vas?, mira que no tardan en darme de alta. Es cuestion de unos minutos, si me esperas puedo acompanarte a casa. --Me tengo que ir, tengo cosas que hacer y al parecer no dejan que el bebe este aqui. --No te vayas por favor. Me sentire mas tranquilo si te quedas. --Gracias Tino pero de verdad no puedo. Que estes bien. Me sali de su cuarto y comence a caminar al lado de la enfermera reganona. Algo tienen los hospitales que la mayoria de las veces todos los que trabajaban ahi parecian enojados. Era eso o era mi culpa por haber metido a un bebe dentro de las instalaciones cuando no estaba permitido. Me sentia tan enojada que ni siquiera recuerdo haber comprado todo lo necesario. Pan, leche, huevos...es todo lo que necesito. Cuando se empezo a disipar mi enojo pense en que se me hizo muy raro el comportamiento de Tino y que tuviera tanta insistencia en que me quedara. Por un momento senti feo pero la verdad no me la pasaba bien con una persona tan monotona. Tino era un poco aburrido en ocasiones. Lo unico interesante era cuando hacia una de sus locuras. Aunque esta vez si se habia pasado de la raya con eso de estrellarse contra el vidrio. Llegue a la casa rapido. El vidrio que Tino habia roto daba directo a la calle principal. Lo bueno es que en este pueblo todos son bastante honrados, no me preocupo mucho dejar la casa sola con el gran agujero en la puerta. Tome el telefono y llame al Senor Pastor para pedirle dinero extra para el vidrio. Estaba pensando una buena excusa cuando me di cuenta de que faltaba algo... !Abraham!

  • Las gafas de Alejandra de Martina Bouza

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    Estaba desayunando en la terraza del hotel Bliss Spa Resort de Ubud, con vistas panoramicas a los campos de arroz, cuando sono mi telefono. Mi guia, Wayan, llegaria a buscarme en quince minutos. Ese verano me moria de ganas de viajar a Bali y, como no encontraba a nadie que quisiera venirse a la isla, decidi irme sola. No era la primera ni la ultima vez que lo haria. Busque un guia por internet en la pagina web de TripAdvisor. Contacte con el y, gracias a mi <> y al traductor Google, encontramos la forma de comunicarnos, me iba a ensenar Ubud. Llego y me explico el itinerario de ese dia: primero, iriamos a Batulan Temple a ver la danza del Barong; despues, a Pura Tirta Empul Temple; luego, a los arrozales de Tegalalang; a continuacion, a Coffe Luwak, y terminariamos en Pura Tanah Lot (Templo de la Tierra en el Mar). Este ultimo templo lo habiamos dejado para el final porque es un lugar espectacular, especialmente al atardecer, cuando la luz del sol se torna dorada y desciende por el horizonte convirtiendo el templo en una oscura silueta. Cuando llego la hora de comer, mi guia Wayan me dejo en un restaurante y me dijo que me recogeria en una hora y media. El sitio se llamaba TebaSari Resto, bar y lounge Jalan Raya, Tegallalang. Estaba situado enfrente del cafe Luwak, que era la siguiente parada que ibamos a hacer despues de comer. El restaurante era un sitio precioso con unas vistas impresionantes y estaba ambientado con canas de bambu, ademas, su comida asiatica era exquisita. Yo estaba disfrutando de mi tercer coctel cuando vi a un hombre muy atractivo en la mesa de enfrente y observe, por la conversacion que mantuvo al telefono, que era espanol, que tambien estaba solo y que no llevaba anillo de casado. Era un hombre fisicamente atletico. Mediria un metro ochenta mas o menos. Su rostro expresaba mucha tranquilidad. Su piel estaba morena. Tenia mucha cantidad de pelo negro, que lo llevaba por debajo de las orejas y muy alborotado. Sus ojos eran serenos y marrones. Sus labios no eran muy gruesos, mas bien diria que finos y estaban rodeados por una poblada barba negra. Me encantaba su estilo, era muy tropical, perfecto para el lugar. En la parte de arriba llevaba una camisa de lino blanca desabotonada por arriba que dejaba ver el vello de su pecho con las mangas remangadas y sacada por fuera del pantalon. En la parte de abajo vestia con unas bermudas azules tambien de lino y unas alpargatas de esparto del mismo color que su pantalon. Para empezar a hablar con el, usaria una de las tecnicas de seduccion infalible. Le pediria que me hiciera una foto. En ese momento, me puse las gafas de corazones, me pinte los labios de color rojo, saque el movil de mi bolso, recogi mis cosas y me fui hacia su mesa. --Perdona que te moleste. ?Hablas espanol? --Si. --?Te importaria hacerme una foto? Es tan exotico el restaurante que me gustaria tener un recuerdo. --Si, por supuesto. ?Donde la quieres? --Aqui, para que sea vean las canas de bambu que estan en el centro. Toma el movil. --!Que originales son tus gafas! Son muy vintage. Solte una carcajada. --Gracias. Me gusta llevar unas gafas diferentes para que la gente me pueda ver con claridad entre la multitud. --Muy buena respuesta. Esa me la apunto. Me hizo la foto y me devolvio el movil. --?Podria ver como ha salido? --Si, por supuesto. Mira, !ha quedado perfecta! --Perdona, si no es indiscrecion, ?viajas sola o acompanada? --Viajo sola (como me gusta decirle a completos desconocidos que viajo sola, sigo viva de milagro). No me dejaban traer en el avion a los siete gatos con los que vivo. Siguio riendose a carcajadas. --Disculpa, que no me he presentado. Me llamo Jorge. ?Como te llamas? --Me llamo Alejandra. Encantada. --Le di dos besos en las mejillas. --Y bien... Alejandra, ?estas viajando por ocio o por trabajo? --Estoy de vacaciones. ?Tu? --No soy tan afortunado. Estoy por trabajo. Importo ropa y accesorios balineses para llevarlos a Espana donde tengo un negocio. En ese momento me sono el movil. Era Wayan. --Jorge, encantada de conocerte. Me da mucha pena tener que marcharme. Me has caido genial, pero me acaba de llamar mi guia para que sigamos con la ruta. --Una cosa antes de que te vayas... Se me esta ocurriendo... ?Que te parece si nos damos el telefono y continuamos esta conversacion por la noche? Conozco un sitio donde hacen los mejores mojitos de la ciudad. --Suena divertido. Nos dimos los telefonos. --?Sobre que hora regresaras al hotel? --Mi guia me ha dicho que a las siete. --!Perfecto! Mas tarde te escribo para concretar donde te paso a buscar a las ocho. --Genial. --Si te veo a las ocho, comenzare a ser feliz desde las siete. --!Jorge! !Eso es del Principito! Para ligar conmigo tienes que ser un poco mas original, que ya me las se todas --le dije con un gesto divertido. --Eres tremenda --dijo sonriendo. --Adios, Jorge. Te veo esta noche. !Toma ya! El plan habia salido mejor de lo que esperaba. Una vez mas, mis gafas me habian traido buena suerte. --Te escribo en un rato. !Disfruta de la ruta! --dijo mientras me guinaba un ojo. Cuando llegue al hotel, tuve mis dudas de si ir o no ir a la cita, pero pense que estaba en Bali de vacaciones, soltera, y Jorge era terriblemente sexy. ?Que dudas podia tener? Ninguna. A las ocho, sali a la calle y ahi estaba, esperandome. Iba impecable. Volvia a vestir con lino y seguia llevando el pelo despeinado a proposito. Fuimos a cenar a Arang Sate Bar, que estaba en la calle Jalan Raya, al lado del palacio de Ubud, en pleno centro. Era un restaurante con ambiente agradable y moderno sin perder el estilo balines, con musica en directo. El personal era muy simpatico y servicial (como en el resto de Ubud). Primero pedimos algunos small plates para compartir y probar un poco de todo y, a continuacion, brochetas (sate) de gambas, higado de pollo y ternera especiadas con curcuma, jengibre y otras especias que le daban un gusto no picante y delicioso, que acompanamos con una jarra de caipiroska. Todo estaba exquisito y terminamos la cena disfrutando de sus famosos cocktails. --Me ha encantado el sitio, Jorge. Tenias razon, el mojito esta delicioso y la comida estaba buenisima. Ademas, es un lujo poder disfrutar de musica en directo. --Me alegra mucho que te guste, Alejandra. Siempre que vengo a Bali termino comiendo aqui, pero es la primera vez que lo hago teniendo en frente a una mujer preciosa. Me lo dijo mientras me acariciaba las manos. Estaba muy roja y notaba que la cara me ardia. No se si por lo que me acababa de decir, por el alcohol, por el calor que hacia en la isla o por una mezcla de todo. --Gracias, Jorge. Has conseguido que me sonroje y creeme cuando te digo que eso en mi es dificil de conseguir. La verdad que tu tambien me pareces un hombre muy guapo y atractivo --le dije mientras le tocaba los brazos y le miraba con ojos lascivos. --?Te apetece que vayamos a mi hotel? Aqui hay demasiado ruido y me gustaria estar contigo en un sitio mas tranquilo. --Me parece que acabas de tener una muy buena idea Jorge. !Vamos! Llegamos a su hotel. Era una villa privada con una habitacion. Nada mas entrar, te encontrabas una impresionante terraza con piscina privada, solarium, una mesa con sillas y una cocina cubierta. Enfrente, se abria la puerta que llevaba a la habitacion con una cama de matrimonio enorme y un bano Llamo al servicio de habitaciones para que trajeran una botella de vino. Encendio velas y selecciono en su movil la musica relajante Beyond the Missouri Sky, por Charlie Haden y Pat Metheny, para que sonara por los altavoces. Jorge era muy mistico, poseia un lado espiritual muy desarrollado, mas que el promedio de las personas. Demostraba esa espiritualidad o esa conexion con lo que esta mas alla de la vida terrenal en su forma de comunicarse y en su actitud mas bien pacifica, relajada y tranquila, que tenia que ver, sin duda, con esa intima relacion con lo que no podemos comprender racionalmente. --?Nos tomamos unas copas en la piscina? --me ofrecio. Comenzo a tocarme suavemente el cuello, los hombros y la espalda. --Vaya. Creo que tu karma se encuentra algo desalineado. ?Quieres que te ayude a centrarlo de nuevo? Me han ensenado a hacerlo estos dias aqui en Bali. Asenti. --Vale. Pues lo primero que tienes que hacer es relajarte y sentirte comoda Asi, muy bien... Cierra los ojos y respira hondo. No, asi no. Tienes que llevar el aire a la zona que hay a unos cuatro dedos por debajo de tu ombligo. Asi. Perfecto. Trata de retener aire y cuenta hasta quince. Eso es... Despues, expulsalo muuuuy lentamenteeee...

  • Adios Sarajevo de Atka Reid

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    Mayo de 1992.

  • Media vuelta de Alicia Adam

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    Lara, una bailarina de danza claisca, cree que su vida sera breve pero intensa. Cuando se queda embarazada este pensamiento se convierte en una obsesion. Antes de morir en un accidente de trafico entrega a su hermana dos cartas, una para su marido Hector y otra para Ashley. Desde la epoca del instituto, Lara piensa que Ashley es la mujer idonea para Hector y que esta enamorada de el desde entonces.Tras el fallecimiento de Lara, Hector se sumerge en una depresion. Los dias para el se han convertido en una sucesion de tareas y actividades. En el aniversario del fallecimiento de su esposa, suena con ella. Lara le muestra la silueta de una mujer en la puerta de la vivienda y le dice: Ve. Hector intentara esclarecer el significado del mensaje.

  • LA ELEGIDA. EL NUEVO MUNDO de Eva Olarra Diez

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    Cuando en la tierra ya nada es lo que era y todo lo que conocimos ya no existe, se establece un nuevo orden con nuevas criaturas que hacen que la supervivencia sea un milagro. En la actualidad esta poblada por brujos, guerreros oscuros y otras criaturas sin alma.
    En todo este caos Veronica, la elegida y Jayden, un guerrero oscuro tendran que descubrir la verdad y enfrentarse a su propio destino.

  • Matadero de David Trivino

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  • Los dias felices de Mara Torres

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    <>

  • La mesa del rey Salomon (Los buscadores 1), Luis Montero Manglano de Luis Montero Manglano

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  • El puzle de cristal de Blue Jeans

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    Tras la explosion en la estacion de metro, Julia no es la misma. Se ha convertido en una chica insegura, a veces insolente, y a la que le cuesta encontrar motivacion para disfrutar de la vida como lo hacia antes. Tambien las cosas han cambiado para Emilio. El joven del pelo azul se encuentra repleto de dudas respecto a su futuro inmediato. Ademas, conoce a alguien muy especial, que le hara replantearse su situacion. Vanesa, por su parte, fue la mas perjudicada del grupo por la explosion del artefacto. ?Eso le esta influyendo en su relacion con Ingrid?

  • Balsamo de Juan Antonio Vallejo Narvaez

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    Atipica, hipnotica, brutal. Un thriller que no te dejara indiferente.

  • El eco de la piel de Elia Barcelo

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    LA HISTORIA DE DOS GRANDES MUJERES A TRAVES DEL TIEMPO Y LAS PALABRAS.

  • El asesino del patinete de Olaf Serra

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    Andrew Morales es detective de homicidios en la Policia de Seattle. Debera hacer frente a uno de los casos mas complejos de su carrera, y hacer todo lo posible para detener a un asesino en serie que ha empezado a aterrar la ciudad. Su sena caracteristica es atacar a sus victimas montado en un patinete electrico. No deja rastro alguno, no existe relacion entre las victimas y es toda una incognita su identidad. La investigacion sera toda una carrera de obstaculos, mientras importantes cambios en su vida personal le haran replantearse sus prioridades. Nadie es lo que parece a simple vista, y en ocasiones, es necesario rebuscar en su interior para descubrir un oscuro secreto que lucha para salir a la luz.

  • Su mayor fantasia de Blanca Moral

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    El Gran Hombre: Sexo con el Vecino Prohibido
    Cree que es demasiado grande para mi.
    Siempre me han gustado los desafios.
    John Murray no es el joven que solia conocer.
    Era un adolescente timido, inteligente y retraido.
    Ahora mide casi dos metros y parece un toro.
    Es atrevido, divertido, y luce una barba muy viril.
    Y luce un inevitable bulto entre las piernas.
    Se ha convertido en mi hombre perfecto.
    Sexy, alfa, intimidarte y aun asi, humano.
    Me fui a la ciudad hace anos, para estudiar.
    Pero he vuelto al pueblo, para quedarme.
    El vuelve a ser mi vecino. Pero ya no es el mismo.
    Y no se como ha llegado a ser asi.
    Vive en el piso de sus padres. Murieron, al parecer.
    Por las mananas sale de casa en traje y corbata.
    Coge el coche y se larga. Vuelve por las tardes.
    Y se tira hasta el anochecer cuidando un huerto privado.
    Sin camiseta. Sudando. Al lado de mi casa.
    Su pequeno hobbie.
    Tampoco tiene verguenza.
    Le he visto mirarme el culo, abiertamente.
    Ambos sabemos en lo que estaba pensando.
    Pero es el hombre mas grande que he visto nunca.
    Y yo tampoco puedo evitar mirarle.
    Se dio cuenta. Ahora no para de provocarme.
    Segun el, nunca podria ser algo mas que eso.
    Me romperia en dos.
    No tengo porque demostrarle que se equivoca.
    Pero quiero hacerlo.

  • La mirada del highlander (Guerreras) de Emma G. Fraser

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    14 de noviembre de 1650 Aquel dia de noviembre habia amanecido lluvioso. El invierno se aproximaba y pronto no podria cabalgar a ese lugar tan especial en el que siempre se veia con el que consideraba que era su gran amigo del alma, aunque en su joven corazon tenia ciertos sentimientos a los que aun no habia podido ponerles nombre debido a que jamas nadie le habia explicado que era amar de verdad. El viento rozando sus rosadas mejillas hacia que Sheena MacLeod, unica hija del jefe del clan MacLeod del norte de Escocia, cerrara los ojos y disfrutara de la humedad que arrastraba la fina llovizna. La joven cabalgaba a toda prisa hacia otra de sus innumerables citas que tenia con el que era su amigo desde la infancia: Alasdair Mackay. Este era hijo de Ian Mackay, gran enemigo de Arthur, padre de Sheena, desde hacia muchisimos anos. Sin embargo, hubo un tiempo en el que ambos padres eran intimos amigos, pero un malentendido entre ellos provoco que la amistad que los unia desde que eran pequenos desapareciera y diera paso a un intenso rencor que duraba ya gran parte de la vida de ambos. No obstante, ambos jovenes habian coincidido en innumerables ocasiones y habian forjado una amistad tan fuerte que ni siquiera el yugo de sus padres era capaz de romper. Desde hacia varios anos, Sheena y Alasdair se veian a escondidas de sus respectivas familias a orillas de una pequena charca a medio camino de las casas de ambos. Por eso, aquel dia de comienzos de noviembre Sheena se habia preparado para acudir al encuentro de Alasdair. Su pelo siempre suelto y rebelde como ella ondeaba con el intenso viento y comenzaba a humedecerse con la lluvia. Sin embargo, no le importaba. A pesar de que las instructoras que su padre habia puesto a su cargo habian intentado hacer de ella una joven fina y educada que dedicara su vida a la labor y a tener hijos como todas y cada una de las chicas con las que se habia cruzado, Sheena habia forjado su propio futuro y siempre habia tomado las decisiones que le dictaba su joven corazon. Era una rebelde por naturaleza, y el hecho de haber crecido sin una madre que sirviera como referente de educacion y buenos modales habia provocado que la joven fijara sus ojos en su padre. Por ello, desde muy pequena habia mostrado interes por las espadas y el arte de la lucha, ya que desde su habitacion siempre habia visto a su padre entrenar en el patio junto a sus hombres. Siempre se sentaba al lado de su padre para que este le contara historias de sus incontables aventuras desde que era apenas un adolescente, y Sheena sonaba con ser algun dia una buena guerrera como el. Con el paso del tiempo, la joven habia aprendido a manejar la espada como cualquier otro hombre del clan, aunque una de sus grandes habilidades era el manejo del arco, pues poseia una punteria que era envidiada por todo el clan. Sheena sonrio cuando espoleo al caballo para que este fuera mas deprisa. Le encantaba sentir la libertad que le proporcionaba el animal cuando este aumentaba la velocidad. Le quedaba tan solo media milla para llegar al lugar de encuentro, y a medida que se acercaba sentia que este se encontraba cada vez mas lejos de ella. No entendia el motivo de su nerviosismo. Disfrutaba de la compania de Alasdair y siempre se le encogia el corazon cuando llegaba el momento de la despedida. Su corazon se acelero cuando diviso la charca y a sus oidos llego el sonido del agua cayendo por la pequena cascada. Su sonrisa se ensancho aun mas e intento disfrutar del increible paisaje que habia a su alrededor. Un manto de color verde se extendia bajo los pies del caballo y cuyo fin le era desconocido. La arboleda que la rodeaba se alzaba sobre sus hombros impidiendo que la poca luz del dia penetrara entre las hojas y le iluminara el camino hacia su deseado destino. El canto de los pajaros la acompanaba y parecia haberse contagiado del entusiasmo de la joven y le daba la bienvenida como otras tantas veces desde hacia varios anos. Cuando tan solo quedaban unos metros para llegar a las rocas que bordeaban la charca, Sheena bajo del caballo y decidio recorrer el trecho a pie, disfrutando de la soledad del momento. La joven se aproximo a uno de los arboles, amarro fuertemente al caballo y despues se aproximo al agua para disfrutar del sonido que desprendia la cascada mientras esperaba impacientemente la llegada de Alasdair. Sabia que esa seria una de las ultimas visitas a ese lugar antes del comienzo del invierno, que traeria consigo intensas lluvias y nevadas que harian practicamente imposible una visita a ese precioso lugar. Por ese motivo, y sin saber aun por que, habia dedicado mas tiempo esa manana a acicalarse para el encuentro. Sheena se arrodillo en una de las piedras que sobresalian del agua y acerco su rostro al agua para ver su reflejo en ella. Deseaba saber que todo estaba en su sitio antes de la llegada de Alasdair, sin embargo, su reflejo le devolvio la misma vision de siempre: su pelo castano y ondulado se mostraba encrespado por la humedad que la lluvia habia traido consigo. Su rostro ovalado y fino aparentaba una calma que en realidad no sentia en ese momento. Y la ropa se habia humedecido y descolocado con la intensa cabalgata a la que habia sometido al caballo. Sheena se paro unos segundos para mirar detenidamente su rostro. Su padre siempre habia mostrado admiracion por su belleza, indicandole que la habia heredado de su fallecida madre, que habia muerto en el parto de la joven. Desde muy pequena, los ninos que vivian en los alrededores del castillo habian mostrado su interes por ella, sin embargo, Sheena nunca habia entendido esa fascinacion que sentian hacia ella, ya que la joven no era capaz de reconocer la belleza de su rostro, que se habia intensificado cuando llego a la adolescencia. Por eso, a sus escasos dieciseis anos aun no se habia dedicado a mirarse detenidamente para averiguar que tenia su rostro de especial. Y menos aun comprendia por que habia elegido precisamente ese momento para admirarse. Sus ojos eran de un intenso color aguamarina, poco comun entre las mujeres que ella conocia. Sobre sus labios gruesos y rosados asomaba una nariz pequena y chata que estaba plagada de numerosas pecas, al igual que en sus palidas mejillas, que en ese momento estaban rosadas por el frio. Su cuello era delgado y largo y se escondia entre los ropajes que habia elegido para la ocasion: un cenido corpino de color verde con un bordado plateado de flores y un pantalon de lana con los colores tipicos del clan MacLeod. Se arrepintio de no haberse puesto una de las faldas que guardaba desde hacia tiempo en el fondo del arcon de su dormitorio, aunque ella siempre habia preferido usar para montar a caballo un pantalon, ya que le resultaba mas comodo. Sonrio al recordar los gritos de sus cuidadoras cuando la veian lucir esos pantalones que ellas consideraban de hombres. Pasados unos minutos, Sheena se incorporo y decidio sentarse a la orilla de la charca a esperar. Estaba segura de que Alasdair no tardaria en llegar, por lo que, tras un suspiro, se sento en una de las piedras que bordeaban el agua y se dedico a observar con detenimiento la caida de la cascada. Desde que habia descubierto aquel lugar tan especial se sentia enamorada de el. No era una cascada facil de encontrar para quienes atravesaban el bosque, y siempre se habia sentido segura y protegida de miradas indiscretas que pudieran descubrir su amistad con el que debia ser su enemigo. No podia ni queria imaginar lo que diria su padre si en algun momento de su vida descubria su amistad con el hijo de su peor enemigo. Sheena habia crecido escuchando barbaridades del clan Mackay, especialmente de Ian, su jefe y padre de Alasdair. Sin embargo, estaba completamente segura de que el joven al que aguardaba con insistencia era diferente de lo que su padre contaba de Ian. Siempre habia mostrado respeto hacia ella y la habia tratado como a un igual, tan igual que a veces pensaba que la veia como a una hermana a pesar de que ella se ponia nerviosa cada vez que se aproximaba el momento de verlo. Sheena fruncio el ceno ante ese pensamiento. ?Que sentia realmente por Alasdair? Durante unos segundos, la imagen del joven aparecio en su mente. Siempre lo habia considerado un chico muy atractivo, con el rostro demasiado varonil para tener tan solo diecisiete anos. Ademas, debido al entrenamiento al que era sometido, sus musculos comenzaban a asomar entre la tela de sus ropajes e incitaban a Sheena a desear tocarlos por encima de cualquier otra cosa. Se pregunto si aquellos pensamientos eran cercanos al amor o simplemente era una joven demasiado desvergonzada que unicamente deseaba retozar con el sobre la hierba que rodeaba aquel lugar tan bonito.

  • La razon de los locos de Ana Moreno-alcazar

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    La vida monotona y aburrida de Lucia Agramunt dio un giro inesperado la noche en la que conocio a Gabriel, un joven y apuesto profesor de economicas de la Universidad de Barcelona. Dos vidas destinadas a encontrarse para enfrentarse juntas al capricho de un futuro incierto marcado por la angustia, el desespero y los limites entre la razon y la locura. ?Es posible cruzar la linea divisoria entre lo real y lo imaginario para encontrar consuelo en los tormentos del alma? ?Puede el corazon ser el unico aliado en un mundo irrumpido por lo irreal? Mientras Lucia intenta comprender la fragilidad de la mente humana y encontrar una respuesta a estas preguntas, el reloj corre en su contra si quiere descubrir la verdad.

  • Un amigo seductor de Alina Covalschi

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    Letras, palabras, frases gritan y forman en mi imaginacion historias. Se puede decir que vivo dentro de mi mente, buscando y creando un mundo perfecto para mis lectores. No tengo limites para sonar… Me siento viva cuando rio y lloro con los personajes que manejo con la magia de mis dedos. Tarde en escribir este libro, pero con la ayuda de mi familia y mis amigos, el camino se hizo mas corto. Muchas fueron las personas que de forma directa o indirecta y aun sin saberlo, me ayudaron a desarrollar esta hermosa historia de amor. Empece a escribir en una conocida plataforma y con el apoyo de mis lectores, este libro tomo forma. Estuvieron presentes en la evolucion y desarrollo total de la historia, les agradezco con creces. Los quiero. A mi amiga, Bea Gutierrez quiero darle las gracias por su apoyo y compresion. Has plantado una semilla de amistad y hemos recogido juntas un ramo de felicidad. Estoy muy agradecida por su paciencia, su disponibilidad y su capacidad para guiar mis ideas. Y por ultimo agradezco a todos ustedes que invierten su tiempo en leer esta novela. C PREAMBULO elia se mueve entre lo que es correcto y lo que su corazon le dicta. Un tutor que ha intentado llevarla por el buen camino y un amigo o mas bien un hermano, son todo lo que tiene en la vida. Un viaje inesperado cambiara su rutina para siempre. El Polo Norte la espera para realizar una investigacion junto a Lucas, su mejor amigo. Pero algo cambia. ?Es normal desear vorazmente al que deberias ver como un hermano y nada mas? ?Por quien se dejara llevar: el corazon o la cabeza? Un amigo seductor la hara elegir de la forma mas inesperada. L UN VIAJE POR LOS RECUERDOS a luz del sol hacia resplandecer la nieve que reposaba sobre los delgados troncos creando un mundo en el cual habia mucho que pensar. Unos ligeros copos rozaban los cristales del coche, acompanando el paisaje con una lluvia de infinitas plumas. Celia se hallaba flotando en el medio de un sueno intentando encontrar la definicion exacta de sus sentimientos. Siempre terminaba por decir algo que ni siquiera sentia, algo que ponia a prueba su paciencia. A veces se sentia como esos copos de nieve; fragiles, perdidos, que desaparecian facilmente sin dejar rastro. Su vida pasaba igual que el viento por el paisaje. Era monotona, silenciosa y no habia nada que la hiciera destacar. Nada, salvo sus pensamientos mas ocultos a los que ni siquiera ella se atrevia a acceder muy a menudo. Pero era incapaz de abandonar ese viento y esos copos de nieve que le atormentaban la vida. Cuanto mas lo pensaba, mas cuenta se daba de que debia asumir la realidad y enfrentarse exactamente a eso, lo que mas temia: sus sentimientos y fantasmas. Fantasmas con cuerpo y mente humanas. Recordaba muchos episodios desde su ninez; algunos buenos, otros malos... Pero en los que mas feliz habia sido; aparecia el con su sentido del humor, carinoso, inteligente, leal y caballeroso. Era el unico que la hacia sentirse segura y con los pies en el suelo. Fue su guia durante toda su vida y no podia imaginarse como seria vivir sin el. La suave musica que surgia de los altavoces del coche la habia hecho cerrar los ojos durante un rato y no los abrio de nuevo, hasta que escucho la voz de Lucas. --Celia... --?Si? --contesto a la vez que miraba por el parabrisas--. ?Que ocurre? --Casi hemos llegado --dijo el a modo de explicacion. --No entiendo que es lo que quiere ahora Angel. --Ella se irguio en el asiento y miro a su amigo con curiosidad. --No tengo ni idea, pero sabes que sus ideas son retorcidas. La semana pasada me dijo que esta con un proyecto importante y supongo que tiene que ver con eso. El departamento cientifico en el que trabajamos le puede servir como ayuda. --Si, pero tenemos mucho trabajo. No quiero que me complique otra vez la vida. Siempre acabamos haciendo lo que el quiere --dijo ella pensativa. --El viejo lleva mas de quince anos metiendo su nariz en nuestras vidas. No consigo tener una relacion estable, no para de llamarme y pedirme favores todos los dias. --Giro el volante a la izquierda y Celia observo como la casa aparecia delante de sus ojos. --?Crees que para mi ha sido facil? Espanta y critica a todos mis novios, deje de tener relaciones serias, esta ahogandome con sus visitas y esto pasa desde que hemos decidido ir por nuestra cuenta, desde que nos fuimos de su casa --dijo mientras miraba la casa con nostalgia. Angel fue para ellos como un padre, un mentor que los habia ensenado como era tener un hogar feliz, tener una familia. Celia tenia solo cinco anos cuando Angel entro por primera vez en ese orfanato, ella acababa de perder a sus padres en un accidente de coche. Estaba tan asustada que cuando Angel se le acerco para hablarle, sus miedos desaparecieron al instante. --Hola, pequena. ?Cual es tu nombre y por que lloras? Eres muy bonita y esas lagrimas asustan a los angelitos que estan sentados en tu hombro. --?Angelitos? --Si, pequena, los angelitos que te cuidan. --Yo no los veo, ?donde estan ahora? --Ahora estan sentados en tu hombro derecho, pero no mires, se pueden caer. --?Cuantos son? ?Sabes como se llaman? --Son dos y los nombres los tienes que elegir tu. --Mmm, vale, y si me dices tu nombre yo tambien te dire el mio. --Mi nombre es Angel, pequena. --El mio es Celia, ?que haces aqui? --He venido a por ti. Vas a venir conmigo a mi casa, ?te gusta la idea? --No lo se, ?es bonita tu casa? --Si, pequena. Es muy bonita y no vas a estar sola, tendras un hermano. --?Un hermano? Y, ?como se llama? --Se llama Lucas y el ya esta en casa esperandonos. ?Nos vamos? Al ver la casa de nuevo, Celia recordo cuando la vio por primera vez. --Wow --exclamo--. Esta casa es enorme, ?tienes mucho dinero, Angel? --Mmm…, ?tu que piensas pequena? --Que si. --Pues ahi tienes tu respuesta. --Lucas, ?puedes venir un momento? Ha llegado tu hermana, ven a saludarla. --Hola, yo soy Lucas. --Hola… soy Celia. --Celia, ?vas a bajar? --pregunto Lucas rompiendo sus recuerdos. --Si, estaba recordando el primer dia que llegue aqui. Lucas cerro la puerta del coche y miro la casa. El tambien recordaba el primer dia que llego alli, estaba nevando y el paisaje era como sacado de un cuento de hadas. --?Te gusta la casa, Lucas? --Si, supongo. ?Vives solo? --Desde ahora en adelante, no. Vivire con mis dos hijos. --?Dos? --Si, vas a tener una hermana. La semana que viene la voy a traer. Perdio a sus padres en un accidente de coche y se quedo sin la gente que mas queria. Nosotros vamos a ser su nueva familia. --Ah, bueno. Estara triste, como yo... --?Sabes? Tu madre te queria mucho, Lucas. --Si, claro. Y por eso se suicido, ?no? --No hables asi, ella cometio un error. --Si, dejadme solo. --No vas a estar solo nunca mas, te lo prometo. Y asi fue, desde ese dia nunca estuvo solo. Tener a Angel y a Celia fue lo mejor que le habia pasado en la vida. --T UN VIAJE INESPERADO odo sigue igual. El viejo no cambio nada en la casa --hablo Celia mientras caminaba por el pasillo, observando cada detalle de aquel lugar tan familiar para ella. Alli seguia el espejo que siempre la asustaba por la noche, las fotos y algunos dibujos suyos del colegio. Tambien estaba el florero ese tan feo que, a menudo, tiraba al suelo cuando jugaba con Lucas mientras corrian como locos por toda la casa. El juego preferido de los dos hermanos era imaginarse que las lamparas eran aviones de combate y ellos, los pilotos. --Si, todo sigue igual. Mira esta foto, ?recuerdas ese dia? Estabas manchada de tarta de chocolate por toda la cara. --Sonrio melancolico. --Fue por tu culpa. Me dijiste que si no me la comia rapido, se la ibas a regalar a nuestra nana. --Se acerco y le golpeo el hombro con su puno carinosamente. --Me gustaba molestarte y me sigue gustando. Tu cara se convierte en un cuadro de colores vivos y eso, carino, es una vista que muchos hombres desean ver. --Dejo la foto de golpe en el mueble al darse cuenta de que habia admitido algo que tenia escondido en el fondo de su corazon. --Lucas, deja de bromear. Cuando me enfado soy fea y lo sabes. Venga, vamos a ver al viejo. --Empezo a caminar y el sonido de sus tacones retumbo en toda la casa. El escuchar a su amigo hablar asi de ella y verlo despues de unos meses, la hizo sentir un suave escalofrio. No podia negar que el era muy atractivo y que siempre habia comparado a sus novios con Lucas. Era alto, delgado y contaba con una sonrisa seductora. Tenia el pelo oscuro y desprendia una masculinidad que causaba un cosquilleo inesperado para el cuerpo de Celia. Para ella, era el hombre perfecto, sin contar ese miedo suyo de comprometerse. Tenia novias, eso si, y siempre muy guapas, pero en cuanto las cosas se volvian mas serias, las dejaba. Asi de simple. La puerta de la biblioteca se abrio dejando a la vista a un hombre todavia imponente a pesar de su edad. Se notaba que en su juventud habia roto el corazon de alguna que otra chica. --Hola, hijos mios. --Una sonrisa llena de alegria y felicidad marco el rostro de Angel al ver a esos dos juntos delante de sus ojos. Para el, ellos habian sido la razon por la que siguio vivo despues de la muerte de su mujer. No habian tenido hijos porque no podian y cuando ella murio de leucemia, para el, el mundo dejo de existir. Lo unico que lo habia mantenido con vida era el trabajo, llegar a ser un reconocido cientifico fue su mayor meta, y cuando lo consiguio, se encerro en un laboratorio y no salio hasta ese dia en el que cambio su vida, cuando habia ido a recoger a sus dos amores. El dia que su companero de trabajo, Diego, le dijo que una amiga suya se suicido y dejo atras a un nino de nueve anos, el no dudo en llamar a los servicios sociales para ver si tenia mas familiares. Fue el dia mas feliz de su vida cuando le dijeron que no y que aceptaban que el fuera el tutor de ese pobre nino. Ese nino que ahora no es ni mas ni menos que un hombre con una carrera exitosa, igual que su otro amor, Celia. --Hola, Angel. ?Como estas? --pregunto Celia mientras lo abrazaba. --Contento de ver lo hermosa que eres. Cada vez que pasan los dias me pregunto por que no encuentras a un buen chico --dijo mientras miraba de reojo a Lucas para ver su reaccion. --?Por que? Sera porque a ti no te conviene ninguno y, ?sabes? He tomado una decision. No voy a presentarte a ninguno mas. No paras de asustarlos. -- Meneo la cabeza molesta y Angel empezo a reir. --Es porque ninguno es digno de ti --afirmo Angel mientras aprovechaba para abrazar a Lucas. --?Como esta mi chico? ?Sigues con Laura? --dijo el viejo conteniendo una sonrisa. --Gracias a ti, no. Tus llamadas de madrugada la volvieron loca y me dejo. Por eso decidi irme estos meses, lejos de ti. --Gruno el mientras su tutor comenzaba a reir de nuevo. --Venga chico, no me puedes echar la culpa por eso. Te dejo porque no le has pedido matrimonio, eso seguro. --Celia agarro a Angel por el brazo para cortar la conversacion y empezo a caminar. --Quiero saber por que nos has llamado un sabado, mi dia libre. ?Que es lo que pasa? --Lucas empezo a caminar detras de ellos y a escuchar con atencion la conversacion. Entraron en el salon y despues de servirles una copa de vino, el viejo se sento comodo en su sillon preferido mientras miraba con orgullo a sus dos amores. --Sentaos. Os he llamado para deciros que teneis hasta manana para preparar una maleta con ropa de invierno. --Ellos lo miraron sorprendidos--. Como sabeis, para mi el Polo Norte es un gran misterio meteorologico y ahora por fin he conseguido una autorizacion para hacer mis investigaciones. Lo malo es que yo soy muy mayor y mi salud no me permite viajar. Lo vais a tener que hacer vosotros. --?Que? --gritaron en unisono los dos. --Vamos Angel, no me puedes hacer esto. Tengo un proyecto empezado y... --Y todo esta preparado. --Corto Angel a su hijo mayor--. Vuestros datos y todo el equipamiento ha sido enviado alli. Un equipo formado por dos chicos y una chica os espera. Sabeis que puedo hacer esto, trabajais para mi y este es mi ultimo deseo antes de morir. Quiero terminar esa investigacion, por favor. Celia contemplo la escena que tenia delante. Lucas, en cambio, no paraba de caminar por la habitacion mientras Angel seguia insistiendo en lo mismo. --Celia, di algo, por favor. Tu tampoco te quieres ir, ?no es asi? --Ella miro a su amigo sin saber que contestarle. --Yo… No me quiero ir tampoco, pero esta es una gran oportunidad para nosotros. ?Te imaginas como seria si los resultados salen favorables? -- pregunto mientras su hermano negaba con la cabeza. --No puedo estar encerrado en un solo lugar. Y, ?para cuanto tiempo tiene que ser? --le pregunto molesto a su tutor. --Dado que vosotros sois cientificos, los dos chicos meteorologos y la otra chica biologa, vais a poder cubrir un area bastante grande. Podeis realizar mediciones del magnetismo terrestre imposible de hacer en otro sitio y el campo magnetico ofrece peculiares condiciones. Vais a poder observar tambien las auroras polares, lo que es increible --dijo Angel con entusiasmo. --No lo dudo Angel pero, ?cuanto tiempo? --insistio Lucas. El viejo se levanto de su sillon. --Solo seran cinco meses y aun asi, pienso que es poco tiempo. --Lucas paro de dar vueltas para clavarle una mirada asesina al viejo. --?Cinco meses? Estas loco si piensas que yo voy a ir --exclamo. Celia se levanto de su asiento para interponerse entre los dos, por si acaso. --Angel… Lucas tiene razon, es mucho tiempo. Yo tampoco pienso ir -- dijo. Su tutor se paso las manos por el pelo mostrando exasperacion

  • El eco de la esperanza de Brianne Miller

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    Alex es un hombre al que lo unico que le preocupa es sacar adelante a su hijo, hasta que Elena se cruza en su camino. A partir de ese momento sus preocupaciones crecen, ya que tiene que mantenerla a salvo de su oscuro mundo mientras lucha contra la atraccion que surge entre ellos. ?Sera capaz de salvarla para descubrir lo que pueden tener juntos o su esperanza se convertira en un eco de sus deseos?

  • El ingles de Ilsa Madden-mills

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    Un luchador con cicatrices.
    Una chica con normas.
    Una pasion desenfrenada.
    Hay tres cosas muy evidentes sobre Elizabeth Bennet: es muy inteligente, siempre mantiene el control y su vida esta basada en un conjunto de normas cuidadosamente elaborado. Ha aprendido de la manera mas dificil que la gente a la que ama siempre acaba haciendole dano.
    Pero entonces aparece Declan Blay, el nuevo vecino de su bloque de apartamentos.
    Declan es britanico, experto en artes marciales y el chico malo del campus al que se supone que Elizabeth debe evitar, pero cuando lo conoce en una fiesta universitaria, todas las reglas que ella tiene sobre el sexo y el amor se desvanecen.
    Despues de pasar una noche de pasion desenfrenada, el anhela algo mas: tras la delgada pared que separa sus dormitorios, Declan suena con que la vulnerable chica de al lado sea suya para siempre.
    Una moderna historia de amor inspirada en Orgullo y prejuicio.

  • Un hombre soltero de Christopher Isherwood

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    El despertar comienza al decir <> y <>. Lo que ha despertado permanece tumbado durante un rato mirando fijamente al techo y escudrinando en su interior hasta que reconoce el <>, y de ahi deduce <>, <>. Despues viene el <>, que aunque funesto resulta al menos tranquilizador, pues en ese <>, en esa manana, es donde esperaba encontrarse; como se suele decir, <>. Pero <> no senala el mero momento presente, <> es tambien un cruel recordatorio: un dia mas que ayer, un ano mas que el ano pasado. Cada <> se etiqueta con su fecha y vuelve obsoletos todos los <> que lo preceden, hasta que, tarde o temprano, quiza, quiza no, con toda certeza llegue. El miedo atenaza el nervio vago. Un miedo enfermizo a lo que espera, en algun lugar, ahi fuera, justo enfrente. Pero, entretanto, la corteza cerebral ha ocupado su lugar en la sala de mando con rigurosa disciplina y ha ido comprobando, uno a uno, el funcionamiento de los controles: las piernas se estiran, la zona lumbar se arquea, los dedos se tensan y luego se relajan. Solo entonces el sistema de intercomunicacion central emite la primera orden del dia: !ARRIBA! El cuerpo se levanta obediente de la cama--estremeciendose por las punzadas que la artritis le provoca en los pulgares y la rodilla izquierda, medio mareado por un piloro espasmodico--y, desnudo, se dirige arrastrando los pies al cuarto de bano, donde vacia la vejiga y se pesa. !Todavia algo mas de sesenta y ocho kilos, a pesar de todos los esfuerzos en el gimnasio! Luego al espejo. Lo que ve, mas que un rostro, es la encarnacion de un conflicto. Lo que se ha hecho a si mismo en sus cincuenta y ocho anos de vida, el desastre en que ha logrado convertirse; lo revelan su mirada apagada e inquieta, su nariz tosca, las comisuras de los labios caidas que dibujan una mueca como si sus propias toxinas hubieran alcanzado el maximo de amargura, las mejillas desprendidas del anclaje de los musculos, el cuello flacido colgando en pequenos pliegues. Tiene el lamentable aspecto de un nadador o un corredor extenuado, y sin embargo ni se plantea detenerse. La criatura que contemplamos seguira luchando hasta caer. No porque sea heroica, sino porque no concibe otra alternativa. Con la mirada clavada en el espejo, ve los multiples rostros que alberga el suyo--el rostro de un nino, el de un muchacho, el de un hombre joven, el de uno no tan joven--, todos aun presentes, conservados como fosiles en capas superpuestas y, al igual que los fosiles, muertos. El mensaje de todos ellos a la criatura muerta en vida es: ?ves?, nosotros estamos muertos, ?por que tener miedo? La criatura les responde: Pero eso fue algo progresivo, natural. Yo tengo miedo de que me metan prisa. Continua mirando fijamente. Entreabre los labios. Comienza a respirar por la boca hasta que la corteza cerebral le ordena con impaciencia que se lave, se afeite, se peine. Debe cubrir su cuerpo desnudo. Debe vestirse porque se dispone a salir a la calle, al mundo en que viven los demas, y deben poder identificarlo. Su comportamiento ha de resultarles aceptable. Obedientemente se lava, se afeita y se peina; acepta sus responsabilidades para con los demas. Le complace incluso ocupar un lugar entre ellos. Sabe lo que se espera de el. Conoce su nombre. Le llaman George. Una vez vestido se ha convertido en el. Ya casi es George, aunque no el George que los demas esperan y estan dispuestos a reconocer. Las personas que le telefonean a esta hora de la manana quedarian asombradas, tal vez incluso alarmadas, si se dieran cuenta de que estan hablando con algo no del todo humano. Aunque, claro esta, nunca se percataran de ello: imita a la perfeccion la voz del George al que ellos conocen. La propia Charlotte cae en el engano. Solo en un par de ocasiones ha notado algo extrano y ha preguntado: <>. Atraviesa la habitacion delantera, que llama <>, y baja por la escalera, empinada y estrecha, cuyos escalones giran formando un angulo recto. Se pueden tocar ambas barandillas con los codos y uno debe agachar la cabeza, aunque solo mida, como George, un metro ochenta. Es una casa pequena y bien aprovechada. A menudo se siente protegido por su tamano reducido. Apenas hay espacio para sentirse solo. Y sin embargo... Imaginemos a dos personas que viven juntas, dia tras dia, ano tras ano, en este espacio pequeno, cocinando codo con codo en la misma cocina diminuta, rozandose en la angosta escalera, afeitandose frente al mismo espejito: siempre topando, empujandose, chocando sin querer o a proposito, sensual, agresiva, torpe o impacientemente, con rabia o con amor. Imaginemos la estela, profunda e invisible a un tiempo, que han debido dejar tras de si. La entrada de la cocina es demasiado estrecha. Dos personas apresuradas, cargadas de platos servidos, tienden a tropezarse en un lugar asi. Y alli, al pie de la escalera, es donde casi cada manana George tiene la sensacion de encontrarse de pronto ante una abrupta grieta abierta de manera brutal. Como si el camino hubiera desaparecido bajo un derrumbamiento. Alli se detiene en seco y el recuerdo vuelve con la nauseabunda frescura de la primera vez: Jim esta muerto. Esta muerto. Se queda muy quieto, en silencio, emitiendo a lo sumo un breve grunido, a la espera de que el espasmo remita. Luego entra en la cocina. Estos ataques matutinos son demasiado dolorosos para considerarlos solo desde una perspectiva sentimental. Una vez pasados, se siente aliviado. Nada mas. Como si de un molesto calambre se tratara. Hoy hay mas hormigas: avanzan en fila india por el suelo, trepan al fregadero y amenazan con entrar en el armario donde guarda la mermelada y la miel. Pertinaz, las aniquila con insecticida, y mientras lo hace cobra conciencia de si mismo. Un ser viejo, obstinado y malevolo imponiendo su voluntad sobre unos insectos tan ejemplares y dignos de admiracion. La vida destruyendo la vida ante un publico compuesto de objetos--ollas y sartenes, cuchillos y tenedores, latas y botellas-- que no forman parte del reino de la evolucion. ?Por que? ?Por que? ?Es acaso una especie de enemigo cosmico, un architirano que intenta negar nuestra existencia enfrentandonos a nuestros aliados naturales, victimas como nosotros de su tirania? Pero para cuando George ha terminado de pensar todo esto, las hormigas ya estan muertas, las ha recogido con un trapo humedo y las ha arrojado al fregadero. Se prepara unos huevos escalfados con beicon, tostadas y cafe, y se los toma sentado a la mesa de la cocina. Y mientras lo hace en su cabeza suena una y otra vez la cancion infantil que su ninera le enseno en Inglaterra, hace ya tantos anos: <>. (Aun la recuerda nitidamente, tenia el cabello cano y unos ojos brillantes de ratoncillo, era pequena y regordeta; entraba en el cuarto de los ninos con la bandeja del desayuno, jadeante aun tras subir tantas escaleras. Solia protestar por lo empinadas que eran y las llamaba <>, una de las frases magicas de su ninez). <>. !Ay, la ternura desgarradoramente efimera de los placeres infantiles! El senorito George saborea los huevos. La ninera lo observa y sonrie complacida porque todo esta en orden en su pequeno, adorable y condenado mundo. Desayunar con Jim solia ser uno de los momentos mas especiales del dia. Era entonces, mientras bebian la segunda o tercera taza de cafe, cuando mantenian las mejores conversaciones. Hablaban de cuanto se les ocurria, incluso de la muerte, por supuesto, y de si habia algo despues, y en ese caso, que era exactamente lo que pervivia. Hablaban incluso de las ventajas y las desventajas de una muerte instantanea o de saber que uno va a morir. Pero, por mucho que se esfuerce, George no logra recordar que opinaba Jim al respecto. Es dificil tomarse en serio estas cuestiones. Suenan muy academicas. Supongamos por un momento que los muertos vuelven a visitar a los vivos. Que algo a lo que podriamos llamar Jim regresara para ver como se las arregla George. ?Mereceria en realidad la pena? ?No seria, en el mejor de los casos, comparable a la breve visita de un observador extranjero, a quien se permite echar un vistazo desde el vasto ambito de su libertad para ver de lejos, a traves de un cristal, la figura solitaria sentada a una mesita en una habitacion estrecha, comiendo triste y desganadamente sus huevos escalfados, un prisionero de por vida? La sala de estar es oscura y de techo bajo; estanterias repletas de libros recubren la pared frente a las ventanas. Los libros no han hecho a George mas noble, mas sabio ni mejor persona. Simplemente le gusta escuchar sus voces, una u otra segun su estado de animo. Abusa de ellos sin reparo--pese a que en publico los menciona con reverencia--para conciliar el sueno, para olvidar el movimiento de las agujas del reloj, para aliviar los espasmos piloricos, para que lo rescaten de la melancolia con sus chismes, para activar los reflejos condicionados del colon. Toma uno, y Ruskin le dice: ... cuando ibais a la escuela os gustaban las pistolas de juguete, y los rifles; en cuanto a los canones Armstrong, no son mas que versiones mejoradas de ellos. Pero lo peor es que lo que para vosotros, de ninos, era un juego, era otra cosa muy distinta para los gorriones; y lo que hoy tomais como un juego, tampoco lo es para los pajarillos de la nacion. Y en cuanto al aguila negra, si no me equivoco, no pareceis muy dispuestos a disparar contra ella. Que insoportable el viejo Ruskin, siempre en posesion de la verdad, tan chiflado, malhumorado y patilludo, sermoneando a los ingleses: hoy es el companero perfecto para pasar cinco minutos en el retrete. George comienza a notar aquella agradable premura en el vientre y, libro en mano, sube a paso ligero la escalera camino del bano.

  • De la alta cocina a tu casa de David Andres Morera

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    No es habitual que el jefe de cocina de un tres estrellas Michelin decida abrir un restaurante de menus a doce euros en su ciudad natal. Tampoco lo es que tenga menos de treinta anos o que no supiera pelar una patata hasta los veinte. Pero David Andres es un joven prodigio que esta revolucionando la cocina y que ya ha sido tres veces distinguido como mejor cocinero joven de Espana.
    Con este libro, que cuenta ademas con la participacion de reconocidos cocineros como Jordi Cruz, Joan Roca o Andoni Luis Aduriz, apuesta por trasladar la filosofia de su restaurante a la comida del hogar. Platos suculentos, sanos, con ingredientes de proximidad y un ojo siempre puesto en la cocina tradicional.

  • La lengua de los dioses de Andrea Marcolongo

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    Este maravilloso libro, la sorpresa editorial del ano en Italia, posee el poder de despertar en cualquier persona un interes insospechado por el griego antiguo.

  • Cartas de John Cheever

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  • Lo que no esperaba de Christian Martins

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    Violeta Bairina es la fundadora de "Amour et vie", la famosa revista a la que ha dedicado toda su vida. Sale con Fernando, el mayorista principal de su revista y tiene una familia..., muy peculiar. Violeta cree que la felicidad radica en el exito, que el amor puede existir de muchas formas diferentes y que la familia no siempre es tan importante como uno piensa. Pero muchas veces la vida es capaz de sorprender incluso al mas esceptico de todos.
    ?Te apetece sumergirte en la revista de Violeta?

  • Te necesito nena de Natalia Roman

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    A los dieciocho anos Natalia ve claro que jamas podra librarse la maldicion que la persigue desde pequena. Sola en el mundo, se refugia en Josemi, un amigo de la familia y que enamorado de ella en secreto le dara trabajo en su bar para tenerla cerca.
    Jaime, primo de Josemi, es un atractivo mujeriego, rico y capaz de atraer a cualquier mujer. A cualquiera menos a Natalia. Dispuesto a no admitir una derrota se desvivira por conquistarla hasta conseguirlo. Pero Jaime guarda un secreto que hara que Natalia se marche de su lado para siempre. ?Para siempre? Seis anos despues, cuando Natalia parece vislumbrar la felicidad, vuelven otra vez las mentiras del pasado y esa maldicion que la persigue.
    No te pierdas la ultima novela de Natalia Roman que te tocara el corazon

  • Frankissstein. una historia de amor de Jeanette Winterson

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    ?Como sera el futuro que las mujeres no estan decidiendo?

  • Un legado inesperado de Donna Kenci

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    Un anciano convertido en Celestina, una sorprendente herencia, un viejo tocadiscos, cuatro revoltosos perros, y la convivencia durante un mes junto al hombre mas odioso del planeta. Este es el reto al que se enfrenta Kate cuando acepta las condiciones que le imponen para conseguir saldar las deudas que se le acumulan. Pero todo se complica cuando descubre, poco a poco, que Brad no es tan detestable como piensa y que cada vez que se le acerca, se olvida incluso de respirar.

  • Tampoco pido tanto de Megan Maxwell

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    Carol trabaja como bailarina en distintos espectaculos, aunque su sueno es volver a ejercer de tripulante de cabina de pasajeros, y la oportunidad se le presenta en la compania High Drogo. Daryl es comandante y viaja por todo el mundo pilotando aviones de dicha compania. Ambos se conocen a traves de Lola, hermana de Daryl y amiga de Carol. Y, aunque se atraen, y los dos estan abiertos a disfrutar del sexo sin tapujos, intentan no acercarse mas de lo debido, pues no quieren causarle problemas a Lola.

  • Mi rubia debilidad de Carolina Paz

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    Rachel y George tienen una historia antigua. Una historia que no termino del todo bien. De hecho, esta es una historia inconclusa.
    Ella se entrego por completo en lo que pensaba era una relacion, mientras que el no se dio cuenta de lo que tenia hasta que lo perdio.
    Luego de un tiempo alejados, vuelven a encontrarse y esto provoca que los sentimientos guardados afloren por una de las partes y la confusion se apodere de la otra.
    El la quiere de vuelta en su vida, pero sabe que tiene que volver a ganarsela. Tiene que hacer el gran gesto que a Rachel le haga volver sin pensar en nada a sus brazos.
    Pero nada les sera facil. Encontraran obstaculos en el camino los cuales deberan sortear si es que desean estar juntos.
    ?Sera capaz George de enfrentar a quien sea con tal de recuperar la confianza de Rachel?
    ?Podra ella perdonar al hombre que ama y volver a construir una historia juntos?

  • Laia y su miedo (Cautiva 1) de Ariadna Baker

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    Fue salir por el pan y meterme en la primera callejuela que vi, me sente en unos escalones y me eche a llorar. No podia mas, estaba llegando al limite y la ansiedad ya la notaba que tiraba a depresion. Me quite el velo, ese que dos anos atras me puse por amor y que ahora me odiaba a mi misma por haberlo consentido. Deje mi vida en Espana pensando que habia encontrado el amor en aquel hombre marroqui que supo ganarme como todo un caballero, lo que jamas pude imaginar que fuese una manera de atraparme para convencerme y arrastrarme a una vida que no me pertenecia, fuera de mi pais y con muchas imposiciones que jamas pense haber permitido. --?Estas bien? --pregunto una voz masculina y levante la cabeza. --Si, tranquilo --dije a aquel hombre de ojos claros y rubio, se notaba que era Europeo, no de Espana, pero de algun pais del norte. --No eres de Marruecos, ?verdad? --No --me secaba las lagrimas y no queria mirarlo a los ojos, era una de las cosas que me tenia prohibida Kazim. --?Necesitas algo? --Si sigo hablando contigo voy a necesitar una caja de madera para que metan mi cadaver -- rei entre lagrimas. --?Estas aqui contra tu voluntad? --Vine por amor, pero jamas pense verme envuelta en algo para lo que no estaba preparada. Me tengo que ir --me levante colocandome el velo, lo mire con una sonrisa triste y me marche a comprar el pan. Compre el pan y regrese a casa, Kazim estaba fuera, en su trabajo, ese del que no me hablaba ni lo mas minimo, pero que yo sabia de que se trataba. Fui hacia el frigorifico a sacar la carne para hacer Kefta y vi la asquerosa nota que habia en el y donde me recordaba de su puno y letras las normas que debia de cumplir tales como, salir a la calle con velo, no hablar con ningun hombre, no mirar a los ojos de ellos y no salir mas que para comprar o ir a casa de Samira, la mujer de su hermano y que era marroqui. Kazim comenzo a tratarme mal cuando descubrio que el no podia tener hijos, encima me echaba la culpa a mi y ni el intentar consolarlo sirvio en ningun momento, todo lo contrario, lo hizo volverse mas en mi contra. Mis padres me dejaron de hablar el dia que decidi venirme a Marruecos junto a el, me dieron a elegir, sabian de sobra que esto era la cronica de un error inminente y cuanta razon tenian. Con el pasaporte caducado, sin identificacion ninguna, ya que toda me la arrebato el y sin movil, asi vivia, sonando un dia con escapar y llegar hasta la Embajada de Espana, pero sabia que si me pillaba podria hacer una locura. Veintisiete anos y con una vida en manos de un loco obsesionado que solo queria controlar mi vida, estaba ido con ese tema y lo peor de todo, es que muchas mujeres marroquies iban sin velo y tenian una vida muy parecida a la occidental, cosa que a mi no se me permitio, arrebatandome mis origenes y todo lo que se me habia inculcado. Me puse a preparar la comida entre lagrimas, ese dia no daba a mas por como me habia tratado, para Kazim era un trozo de carne al que usar y tocar a su antojo, ni siquiera hacia que yo disfrutara, era el y solamente el, al igual que me tenia como una fregona para tener su casa impoluta y la comida siempre en la mesa. Un rato despues escuche dos golpes en la puerta y por la forma de hacerlo sabia que era Samira. --?Estas mal? --me pregunto, entrandome y dandome un abrazo. --Muy mal, me gustaria que me pasara algo y muriera, no tengo ganas de seguir viviendo, ni fuerzas --me sente en el sofa y solte todas esas lagrimas que caian a cantaros. --Se le va un poco la mano a Kazim. --Se le va mucho, ni siquiera tengo tus derechos, tu sales libremente, no te controla y te trata con mucho amor Akram, nada que ver con su hermano que solo hace ponerme al limite. --Me encantaria ayudarte, lo sabes, pero me meteria en un gran lio. --Lo se, tranquila --le di un apreton en su mano. Estuvimos un rato tomando te y luego la acompane al mercado, con ella si que podia salir a pasear, pero no a tomar nada en ninguna terraza, eso segun Kazim, era una falta de respeto hacia su persona. Fue cruzar una calle y encontrarme tomando un te a ese rubio de ojos azules que me habia preguntado un rato antes. Nuestras miradas se cruzaron, pero baje la cabeza rapidamente, demasiado le habia dicho ya y me podia ver en un problema envuelta si se le ocurria acercarse a mi. Compramos la verdura que ella necesitaba y regresamos hacia la casa donde me despedi de ella en la puerta y me meti adentro. De nuevo rompi a llorar, los recuerdos de esta manana haciendolo con el, mientras me recordaba todas las normas fue desgarrador, estaba pensando en hacer una locura y matarlo, queria matarlo, eso o quitarme la vida. La comida preparada, pero Kazim no vino, eran las cuatro de la tarde y seguia sin aparecer asi que me eche una siesta. --!Quiero mi comida, ya! --grito un rato despues, desvelandome y poniendome de lo mas nerviosa. --Ahora mismo --murmure levantandome y dirigiendome a la cocina. --Salgo de viaje hoy, estare unos dias en las montanas del Reef, solo debes salir a comprar pan y poco mas, recuerda que tengo gente que te vigilara. --Tranquilo, sabes que salgo lo justo. --Estoy muy tranquilo, la que no debes estarlo eres tu, si se te ocurre hacer algo que no tienes permitido. No le respondi, me limite a ponerle la mesa y prepararle un te que se tomaria justo antes de irse, como si no lo conociera. Termino de comer, preparo una bolsa estilo militar con su ropa y cosas, volvio a la cocina para tomar el te y se despidio. --Bueno, no mas de cinco dias estare fuera. --Tranquilo, te esperare. --No me cabe duda --se rio con ese tono de advertencia que tanto asco me daba. Se marcho, dejandome sin movil y casi apenas dinero, con todo el que tenia y es que yo sabia que algo tenia que ver con la exportacion de marihuana fuera del pais, ni que fuera tonta. Capitulo 2 Me pase el resto de la tarde maldiciendo el dia que lo conoci en Espana y como todo un galan aparecio por aquella terraza en la que mi amiga Alicia y yo, estabamos tomando una copa. Parecia sacado del anuncio de "Hugo Boss", con ese traje azul marino que le quedaba como anillo al dedo y ese pelo hacia atras engominado. Se sento en la mesa de al lado y al final terminamos charlando con el, tomando copas y acompanando primero a Alicia a su casa y luego me acompano a la mia. Desde ese dia quedamos a diario durante un mes, me llevaba a restaurantes, de copas y termine durmiendo en su hotel en mas de una ocasion, acabe enamorada de el hasta las trancas y todo por su forma de ser, ironias de la vida. Me dijo que tenia negocios de exportacion y demas, pero nunca me definia nada, yo no queria preguntar mas de lo debido, ya que no queria parecer una cotilla. Luego me invito por primera vez a conocer esta casa, ahi a mis padres como que no les hizo mucha gracia, pero terminaron aceptandolo y me vine una semana, quede fascinada con esta mansion que tenia en Chefchaouen, el pueblo mas bonito de todo el norte de este pais. Su forma de tratarme, de cuidarme, de reirse con mis cosas, era todo eso que como si fuera un galan de telenovelas a mi me enamoro y solo era la fachada de un tio sin escrupulos vendiendo a su presa una vida que no era la que queria, solo tenia un objetivo, traerme a toda costa y por encima de mi familia e imponerme luego a su voluntad. El dia que le dije a mis padres que me venia a vivir a Marruecos, me dijeron que, si lo hacia, en esos momentos los diera por muertos, que los olvidara para siempre. Con todo el dolor de mi corazon y haciendo algo que me iba a salir muy caro, recogi mis cosas y me vine con Kazim, ese seductor que dos anos atras cuando lo conoci tenia treinta y cinco anos y ahi comenzo el calvario de mi vida. La primera vez que me dijo que no debia salir sin velo, pense que era broma y le conteste que iba a salir como me saliera de mis partes bajas, suficiente para que me diese tal bofetada, que me dejo con dolor de oido dos dias. No fue suficiente que cuando me puse bien y le dije que queria regresar a Espana me dijo que andando no lo haria, vamos que me cortaria las piernas y encima me quito el movil, ese que nunca mas me devolvio y el pasaporte tampoco. A partir de ese momento vivi un autentico infierno, ademas, me obligo a convertirme al islam y casarme con el. Recuerdo que fue el dia mas triste de mi vida, casi puedo sentirlo en mi piel casi dos anos despues, fue un momento de lo mas desgarrador, ese dia con el que toda mujer suena y para mi se estaba convirtiendo en el peor de mi vida. Y ahora dos anos despues de venirme a Chauen, me sentia presa en otro pais, presa sin una condena de un tiempo, presa para toda la vida y es que sabia que jamas iba a salir de aqui, al menos eso me lo habia dejado bien claro, me preferia muerta que regresando a Espana. Echaba de menos escuchar esas canciones de mi movil, ver un programa de television, una pelicula, aqui el unico derecho que tenia era el de limpiar, hacer la comida y estar dispuesta siempre ante mi marido cuando tuviera ganas de sexo. De mis padres nunca supe nada, ya que mi movil me lo quito y ellos me habian advertido ademas que estaban muertos para mi. ?A quien tenia? Pues a mi amiga Alicia, pero no tenia forma de contactar con ella y su numero no me lo sabia de memoria, ni tendria como hacerlo, no podia poner en un compromiso de ese tipo a Samira, que descubriera su marido esa llamada y tuvieramos consecuencias, aunque su marido la trataba genial y la amaba de verdad, pero claro, eso seria una traicion al hermano si lo hacia. Lloraba sin consuelo mientras intentaba quedarme dormida, hasta el sueno lo tenia mal, no conseguia dormir dos horas seguidas. Por la manana a las seis ya estaba en la cocina tomando un cafe y mirando por la ventanilla, me fui al cajon del salon donde Kazim solia poner el tabaco y si, habia dejado un par de cajetillas a medio abrir, asi que cogi un cigarrillo y me lo fume con el cafe. Eso si, si algun dia estaba de buenas me regalaba un cigarrillo como premio, eso cada equis tiempo, por no decir cada mucho tiempo, en fin, como una golosina para su perra, eso es lo que yo era para el... No fue un cigarrillo, fueron tres los que me fume mientras me tomaba un cafe tras otro, pensando en como cortarme las venas o hacer una locura, queriendo desaparecer de esta vida, de este "PUTO" infierno. No eran ni las diez de la manana cuando esos ojos claros se volvieron a clavar en los mios, si, aquel europeo que me hablo el dia anterior pasaba por mi calle y yo tenia la ventana abierta de la cocina, estaba mirando hacia afuera mientras pensaba y el, al ir mirando hacia este lado me vio, nos miramos, ralentizo su paso y agache la mirada antes de cerrar la ventana. Tuve una sensacion extrana, era como si el destino me lo estuviera poniendo demasiadas veces por delante, la piel se me erizo por completo. Si iba hacia abajo es porque se iba para la plaza Outa El Hamam, seguramente a desayunar en una de las numerosas terrazas en las que se debia estar genial disfrutando de un buen desayuno, de esos que tuve el placer de disfrutar la primera vez que vine por una semana aqui. Un rato despues me coloque el velo frente al espejo y me dieron ganas de llorar al ver en lo que me habian convertido. Sali de la casa atravesando la plaza para ir al horno de la otra parte, pero nada, no lo vi por alli. Compre el pan y fue al girarme para subir la cuesta de vuelta hacia mi casa, cuando nuestras miradas se cruzaron por cuarta vez. No se como, pero antes de agachar la cabeza se me saltaron las lagrimas y a el se le transformo la cara en preocupacion, mire hacia el suelo y segui andando, dejandolo atras. Me seque las lagrimas con disimulo y camine lo mas rapido que pude, entre en casa, cerre la puerta y me puse contra ella a respirar con la mano en el pecho mientras lloraba de rabia, dolor, indignacion, de todo lo peor que puede sentir a una persona... Juro por mi vida que en ese momento que me cruce con el, me tuve que morder la lengua porque estuve a punto de gritarle "socorro", pero, ?y si era alguien que habia puesto Kazim para vigilarme? Necesitaba aferrarme a algo, pero aqui no me podia fiar de nadie, sabia que mi marido tenia gente por todos lados y hasta guardaespaldas. A saber, hasta donde tenia el cuello metido. Me tumbe en el sofa bocarriba y me tape los ojos, intente poner la mente en blanco para no pensar, ya estaba cansada de hacerlo, ya no podia mas, siempre fantaseaba con que pasaba algo y podia huir de aqui, pero solo era eso, una fantasia... Estuve toda la manana tirada en el sofa y a la hora de la comida me comi un trozo de pan con mantequilla, ni ganas de cocinar, ni de apenas comer, solo le di dos bocados. Me puse a limpiar hasta las siete de la tarde que me duche y me fui hacia casa de Samira, su marido se habia ido con el mio, asi que estaba alli seguro aburrida, aunque ella tenia hasta redes sociales, pero jamas me enseno nada de lo que colgaba ni me dejo ver la pantalla, sabia que estaba advertida. Doble la esquina y como si me estuvieran esperando, un chaval del pueblo se acerco a mi. --Laia --murmuro mi nombre --, me han dado esto para ti --me entrego un papel doblado en varios trozos--. No te preocupes que nadie sabra que te lo di. --No entiendo nada. --Lo haras --sonrio y se fue. Volvi hacia mi casa y cuando entre abri el papel. "Se que estas en apuros. Puedes confiar en mi. Te esperare cada manana a las nueve en la casa en la que estoy alojado, el 29 de la calle derecha tras de la tuya. Dejare cada dia durante diez minutos la puerta entreabierta. Andrew" Sabia que era el, el hombre de los ojos claros, ese al que me habia cruzado varias veces y que hoy me vio con lagrimas en los ojos. ?Quien era el? ?Turista? ?Uno de los hombres de Kazim? !Ay, Dios! Me iba a volver loca...

  • Lo imperdonable de Norma Lazo

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    Eddie no era su nombre, Michael la llamaba asi. Tenian poco tiempo de conocerse y los unia una amistad profunda aunque prudente. Eran mayores y habian aprendido que los mejores amigos buscan la distancia adecuada. Al igual que puercoespines, ni tan lejos que de frio, ni tan cerca que espine. Al principio Eddie no hablaba de su vida o de su pasado. Habia callado sus dias salvajes sin destino, las playas banadas de abulia y desasosiego y las horas mirando nubes para adivinar formas de animales mitologicos. Tampoco le habia contado del malestar nacido por la incertidumbre que le provocaba su futuro. Malestar a veces alejado con algun libro robado y, en otras, provocando pleitos en la escuela. Eddie no se habia atrevido a hablar de ello hasta la noche en la que volvio su pasado. Entonces decidio contarle todo a Michael, aunque no supiera como. El destino de Eddie se sello treinta anos atras, mientras esperaba sentada en la barda del colegio a su mejor amigo, Ian, leyendo Mas que humano de Theodore Sturgeon, una novela de ciencia ficcion que tomo prestada de casa de Camilo Garcia Moreno, otro de sus amigos. Pero aquello era un eufemismo, Eddie solo regresaba los libros si alguien le reclamaba. Miro su reloj Swatch de caratula azul. Ian solia ser puntual y ahora llevaba retrasado veinte minutos. Eddie brinco desde la barda del colegio y se asomo por la calle en busca de su amigo. Entre los coches apelotados por el trafico avisto el Mustang color cobre y de llantas achaparradas rebasando impacientemente a los demas automovilistas. Eddie echo la novela de Sturgeon en la mochila y se preparo, como cada dia, para subir al auto. --?Aburrida? --le pregunto Ian desde la ventanilla mientras quitaba el seguro de la puerta del copiloto. Eddie afirmo con la cabeza y avento la mochila en la parte de atras. Reclino el respaldo hasta topar con el asiento trasero. --Nos esperan en la playa --le dijo Ian. Eddie tomo la cajetilla de Camel de la camisa de su amigo y encendio uno. El Mustang rozaba el suelo en cada vuelta. Ian era adicto a la velocidad, a los brincos sorpresivos provocados por los topes y a las miradas reprobatorias de los parroquianos quienes, al verlo venir a lo lejos, se replegaban contra la pared de las aceras. En la playa, recostados sobre el automovil de Ian, el grupo de amigos observaba a las gaviotas clavar sus picos en las crestas del oceano en busca de alimento. Las mas habiles pescaban a su presa en la primera zambullida, en tanto que las torpes levantaban el vuelo para intentarlo nuevamente hasta conseguirlo. Cuando Eddie se iba de pinta con sus amigos solian reunirse en las dunas El Infiernillo. Tomaban cerveza envueltos por las bocanadas de aliento salado y caluroso del verano mientras el mar marcaba su frontera de espuma con la que jugaban a salpicarse. Pudo ser un dia cualquiera, inutil y perezoso como el anterior, de no haber sido por la llegada abrupta de Alma Grande. --El menor de los Garcia Moreno se mato --dicho esto, Alma Grande desplomo su enorme cuerpo de ciento veinte kilos y metro noventa de estatura sobre la arena, cayo doblado sobre sus rodillas como los musulmanes en oracion. El menor de los Garcia Moreno se llamaba Mauro y tenia once anos; su hermano, Camilo, era parte del grupo de amigos. Mauro era un nino gordo y rubio, de rostro palido, marcado por las manchas de sol. No hablaba mucho y, taciturno y melancolico, pasaba la mayor parte del tiempo encerrado en su recamara escuchando discos. Fantaseaba con ser invisible y pasar inadvertido en el colegio para no dar explicaciones de su aislamiento. En la familia nadie entendia a ese ser silencioso que parecia vivir en otra dimension, distante, perdido en lo mas profundo de los caracoles, alli donde suena el mar pero no atropella con su vaiven violento. El unico que conseguia sacarlo del mutismo era Camilo. Si sus padres salian y el grupo de amigos se aduenaba de la casa, Mauro hacia lo imposible por pegarseles, aunque su hermano no lo permitia, pues todos bebian e incluso algunos ya fumaban marihuana. Penso que alejandolo lo mantendria a salvo. Eddie aun recordaba vividamente al giganton Alma Grande --quiza sea el recuerdo mas nitido de aquellos dias--, sumido en el llanto como un nino que acaba de descubrir la muerte. Alma Grande conto entre sollozos, recriminandose porque solian tratar al nino con indiferencia, que Mauro, a escondidas de su padre, el famoso abogado Raymundo Garcia Moreno, habia tomado la pistola de la biblioteca. A la familia le extrano la chamarra gruesa que llevaba Mauro en ese dia tan soleado, pero nadie le pregunto si no sentia calor. Tambien llevo a la escuela una caja con algunas de sus pertenencias mas preciadas: la coleccion de comics de Linterna verde, los munecos de accion de la Guerra de la Galaxias y sus discos de los Beatles. Les parecio raro su comportamiento, pero nadie imagino lo que vendria. En el colegio, Mauro las regalo todas a los companeros que nunca lo molestaron; la mayoria acostumbraba ponerle sobrenombres relacionados con su gordura, burlarse de su silencio, de la forma en que reprobaba cualquier materia y el estado de abulia perenne. En el salon de clases Mauro se planto al frente, al lado del profesor, y le pidio permiso para dirigirse al grupo. Sin decir palabra, extrajo la pistola oculta bajo su chamarra y se dio un balazo. Cuando Alma Grande termino su relato, el cielo azul se torno gris y brumoso, un temporal imprevisto se avecinaba. Asi era el clima en el puerto, impredecible y fiero como la vida. La ventisca proveniente del norte levanto las toallas de la arena, volaron los vasos de plastico y el liston morado con el que Gabriela habia amarrado su largo cabello negro mientras construia torres de arena. Las olas del mar empezaron a picarse y las pequenas crestas que las gaviotas penetraban se alzaron en violentos muros de agua. En medio de gritos, aturdidos por el tragico relato y el cambio repentino del clima, levantaron sus cosas para entrar al coche. Gabriela grito llamando la atencion de todos, luego senalo hacia la orilla de la playa donde descubrieron a lan desprendiendose del uniforme del colegio para caminar en traje de bano mar adentro, sin voltear, decidido y tambaleante por la fuerza de la corriente. Gabriela miro a los demas esperando respuesta y ante el desconcierto de todos se desprendio del uniforme y corrio tras de Ian. Alma Grande, los hermanos Caiman y Eddie hicieron lo propio, corriendo en traje de bano hacia el ir y venir de las olas que elevaban y descendian los cuerpos indefensos flotando de muertito a la deriva. Relampagos colericos enraizados ferreamente a las nubes parpadeaban semejando raigones viejos. Las olas empujaban al grupo de amigos con furia. Ian les grito que no nadaran y permitieran que estas los llevaran adonde quisieran. Fueron arrojados por remolinos de agua a las piedras y lanzados por el oleaje, salieron del mar con raspones y algunas espinas de erizo enterradas en los pies. Antes de subir al coche alcanzaron a ver una gran ola arrasando las torres de arena construidas por Gabriela. Era la ola mas grande que habian visto en meses. La masa de agua golpeo las torres y las deshizo en moronas de lodo y espuma, para luego retroceder con indiferencia de la misma forma en que la vida lo haria con ellos. 2. LA AMISTAD ENTRA POR LA LENGUA LA HISTORIA DE EDDIE Y MICHAEL PARKER Se conocieron la manana en la que Michael entrevistaba a aspirantes al puesto de traductor. La vio llegar desde el barandal de hierro forjado de su departamento. A juzgar por su apariencia, estaba nerviosa. Su cuerpo empequenecido, fragil, doblado por la pesadumbre de los secretos, se habia enjutado aun mas. Tenia el rostro limpio, sin maquillaje --nunca usaba maquillaje-, ni siquiera algun brillo tenue en los labios. Su ropa era insignificante, casi siempre arrugada y con ese olor a viejo que revelaba su paso por las tiendas de segunda mano. Eddie era una mujer de cuarenta y seis anos, sin pareja --jamas tuvo interes en tener una--, tampoco hijos. Delgada, de pomulos salidos y ojos profundos como pozos sin agua, ocultos detras de sus anteojos de poco aumento, y su cabello negro siempre revuelto, bucles crispados con los cuales luchaba para aparentar que se habia peinado. Desde el instante en el que se conocieron, a Michael le llamo la atencion ese rostro marcado por las ausencias que, si bien no matan, debilitan al cuerpo. Eddie, parada ahi con las palabras atrapadas en la garganta y la timidez exponiendola al cuchicheo de los vecinos, le causo pena. Entonces se adelanto para conducirla al interior de su departamento. Con manos temblorosas ella abrio su portafolios negro y maltratado por anos de uso y le entrego algunas de sus traducciones. Sin levantar la mirada de los papeles le dijo tener excelente redaccion y un ingles tan perfecto como el del mejor parlante no nativo. Eddie no miraba a Michael de frente pero lo escrutaba por el rabillo del ojo. Michael Parker era oriundo de Nueva York y tres anos mayor que Eddie, no obstante, parecia mas joven. Su rostro de nino contrastaba con su vestimenta de otra epoca: camisa blanca y sobria tipo mormon, pajarita azul cielo, chaleco tejido de rombos, pantalones sencillos, oscuros y lisos, sin ningun detalle memorable. Sus lentes de aumento tambien vintage, de pasta gruesa y moteada --simulando ser de carey- montada sobre el armazon dorado expuesto en la parte inferior. Michael odiaba lo moderno, con renuencia compro el celular que usaba como camara fotografica y una computadora para enviar sus textos a The Wall Street Journal y a algunos periodicos locales y del extranjero. El trabajo de su traductor seria transcribir todos sus manuscritos a la computadora y traducir algunos al espanol para despues enviarlos por correo electronico. Michael meso su cabello ralo y rojizo e inicio una conversacion en ingles. Despues de hablar de libros y peliculas con Eddie, quedo satisfecho con su soltura del idioma. --Se nota que viviste mucho tiempo en el extranjero --comento Michael, halagando su acento. --Jamas he salido del pais --respondio Eddie presurosamente. A Michael no le creo suspicacia que Eddie, con tan buena pronunciacion, jamas hubiera vivido en un pais anglosajon. Estaba convencido de los frutos de la tenacidad. --?Que es lo que mas te gusta hacer? --le pregunto. Ella respondio que le gustaban los trabajos solitarios como leer y arreglar cosas. Le seducian los escritores con vidas intensas y conmovedoras. Michael, hablantin y sociable por naturaleza, quiso saber mas de Eddie, por lo que le confeso que le apasionaba su trabajo y, al igual que ella, preferia a ese tipo de autores. La mayoria de sus traductoras fueron eficientes, pero carecian de ese rasgo en comun, aunque tampoco era requisito para ocupar la vacante. De hecho Michael no queria intimarlas mas de lo debido. Pensaba que, si contrataba a alguien con sus mismas aficiones terminaria escuchando una pila de opiniones en las que no estaba interesado. Aunque nunca lo menciono en los avisos de periodico, elegia a mujeres con gustos distintos a los suyos. Debido a su oficio, pasaba la mayor parte del tiempo asido a su asistente, que mejor si se trataba de alguien con poco que decir. Pese a ello, la inexplicable atraccion hacia Eddie lo obligo a pasar por alto sus propias reglas, accediendo incluso apagarle sin comprobantes fiscales. --Perdi mis documentos en la estacion de autobuses -le explico a Michael --, te prometo hacer pronto los tramites para tenerlos en orden. Nunca lo hizo. Eddie y Michael se hicieron amigos recatadamente sin confianzas vulgares o intrusiones incomodas. Ella no permitia gran acercamiento, rehusaba cualquier conversacion intima o ajena a sus obligaciones laborales. Eso lo intrigaba aun mas e inventaba pretextos para romper el hielo, asi que tras varios intentos consiguio que comieran juntos. Eddie accedio despues de pensarlo por unos segundos, como si se tratara de una decision trascendente, y el se avergonzo por haberla intimidado. Para evitar confusiones prefirio confesarle su orientacion sexual, no le atraian las mujeres. --Me asusta mi irresistible seduccion hacia el sexo opuesto --respondio Eddie. Ambos parecieron reirse de su aspecto descuidado y poco atractivo. Eddie comia despacio, dando bocados pequenos masticados por minutos. No habia perdido el aire provinciano. Parecia un personaje de Carson McCullers, de esos sofocados en lo profundo del sur americano. Aqui tambien hay otro sur, no menos brutal, ni menos desolador. --Desde nina quise irme del puerto --le confeso a Michael cubriendose la boca, todavia masticaba un pedazo de strudel de manzana, su postre favorito-, siempre hubo algo ominoso bajo la luz del sol. Lo unico que Eddie echaba de menos de su lugar de origen era el mar. Nadar sorteando las olas fue su pasatiempo favorito hasta que ella y sus amigos iniciaron el juego <>. Se pautaba con el parte meteorologico, cuando el mal tiempo se avecinaba. Los siete adolescentes se cubrian de heridas causadas por piedras y corales, heridas que eran medallas de guerra; condecoraciones que alardeaban mas tarde chocando las botellas de cerveza. Superficialmente todo seguia normal entre ellos, sin embargo, algo iba cambiando. A Eddie le costaba verbalizarlo. Se trataba mas que de una sensacion, acaso de un mal presagio. La sospecha de no ser los mismos y de que, despues del suicidio de Mauro y la partida de los Garcia Moreno al extranjero, jamas volverian a serlo. El juego era cada vez mas salvaje. Durante una tormenta, con rafagas de viento de hasta ciento veinte kilometros por hora, Alma Grande se estrello contra los costales de cemento en la escollera. Sufrio una contusion. Entre todos lo sacaron del mar. Fue tan arduo como rescatar a una tonina varada en la playa. Entonces se dieron cuenta de que sus vidas pendian de la necesidad de ser afirmadas con fiereza.

  • Batea mi corazon, Rose B. Loren de Rose B. Loren

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    Ryan es un exitoso jugador de beisbol cuya vida no ha sido un camino de rosas; viudo y con una hija de siete anos, tendra que enfrentarse a una gran lesion que puede acabar con su carrera deportiva. Frustrado y totalmente perdido despues de una operacion, conocera a Cristal, una fisioterapeuta que no le pondra las cosas faciles.

  • Hellraiser de Clive Barker

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    Hellraiser es una de las mejores creaciones de Clive Barker. Una novela desgarradora sobre los grandes terrores y extasis que alberga en su reino infinito el corazon humano. Habla de la codicia y el amor, de la falta de amor y de la desesperacion, del deseo y la muerte, de la vida y el cautiverio, de campanas y sangre. Es una de las historias mas aterradoras que hayas leido jamas.

  • El manual del astrologo cuantico de Michael Brooks

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    Destinado a convertirse en un hito de la literatura cientifica, este libro recupera del olvido la polifacetica figura de Girolamo Cardano, un ciudadano del siglo XVI.
    Jugador empedernido y hereje, tan erudito como ingenioso y oportunista, atormentado por demonios y dudas existenciales, Cardano ejercio como astrologo de reyes, papas y emperadores y, a pesar de haber sido ignorado por la historia, fue el descubridor de los fundamentos matematicos de la fisica cuantica.
    El manual del astrologo cuantico presenta, como el propio Cardano, multiples facetas: es a la vez una biografia, un libro de historia de la ciencia, una explicacion de la teoria cuantica y una emocionante narracion que se lee como la mejor de las novelas. Un libro de ciencia unico sobre un cientifico unico.

  • Palabras contra el olvido de Jose Luis Ferris

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    La figura de Maria Teresa Leon estuvo vinculada a la de Rafael Alberti durante al menos cincuenta anos, en los que ambos vivieron juntos las experiencias decisivas de la guerra y el exilio, pero su relacion con el poeta no debe ocultar la contribucion de una de las escritoras mas deslumbrantes de la generacion del 27.

  • La red de Caronte de Gemma Herrero Virto

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    Los cadaveres brutalmente mutilados de varias adolescentes aparecen abandonados en parajes apartados de Vizcaya. No hay pistas sobre el asesino, nadie sabe nada del misterioso asaltante y lo unico que tienen en comun todas las victimas es que son jovenes solitarias.
    La investigacion lleva a la joven forense Natalia Egana y al inspector de homicidios Carlos Vega a descubrir que el asesino contacta con sus victimas a traves de Internet. Usando el sobrenombre de Caronte se acerca poco a poco a sus presas, descubre sus secretos mas intimos y las enamora hasta conseguir una cita que sera fatal para ellas.

  • Detras del hielo de Marcos Ordonez

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    Una mujer [?]la escritora Klara Liboch[?] vuelve a su pais para recuperar la memoria de su juventud, en la que todo parecia posible. Klara recuerda como el descubrimiento de la literatura, la musica y el teatro le abrio las puertas de un mundo pleno de libertad. Sin embargo, lo que realmente la marco fue su relacion con dos hombres: Oscar Klein, fotografo judio, de familia acomodada; y su hermano del alma, el inaprensible Jan Bielski, un rebelde salido de un reformatorio, un seductor nato, fundador de un importante grupo politico clandestino. El relato de Klara nos habla de sus ideales de juventud, de la construccion de su identidad, del descubrimiento del amor; de una educacion sentimental a la que puso fin la llegada al poder de una terrible dictadura.

  • La salvacion del multimillonario -Max de J. S. Scott

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    M Febrero, 2011 ax Hamilton miraba al vacio desde la arenosa franja de playa detras de su casa, tiritando y frunciendo el ceno al agua que rompia en la arena, como si se tratara de un enemigo. La oscuridad de la noche era casi absoluta, pero los astros iluminaban lo suficiente como para ver batirse el mar delante de el. Habia hecho de la gran masa de agua que le habia robado a Mia su nemesis y, en ese momento, sentia resentimiento por cada gota de agua en el Atlantico. Perdido en el, el cuerpo sin vida de su esposa flotaba en sus entranas, sepultada en una tumba de agua. Podia sentir como su cuerpo se alejaba mas y mas de el. Como si al irse le hubiera arrancado el corazon y se lo hubiera llevado con ella, el se habia quedado alli, indefenso, sangrando incesantemente a traves de la herida. Se llevo la mano al pecho y se lo froto, pero no pudo aliviar el insoportable dolor. No... maldita sea. No puede ser. Crei que tendria todo el tiempo del mundo para doblegar poco a poco mi deseo. Crei que podria someter mis debilidades y amarla como se merecia ser amada. Le fallaron las piernas y dio con los gluteos en la arena, la humedad calando sus pantalones vaqueros. No le importo. Su mirada clavada en el agua. Estaba demasiado aturdido para sentir los elementos, demasiado roto para que le importara, todo su ser concentrado en Mia, como si esperara devolverla a la vida con la fuerza de su voluntad. Ignoro no solo el frio embate del viento contra su cuerpo, cubierto solo con una camiseta y unos vaqueros, sino tambien los mosquitos que hacian de su piel desnuda un festin y el tortuoso sentimiento de abandono, tan doloroso que si no se obligaba a cerrarle el paso se volveria loco. Tenia cada musculo de su cuerpo en tension, los punos apretados, la mente intentando mantener sus emociones bajo control. Llorar significaria aceptar que Mia se habia ido para siempre y se negaba a creerlo. No iba a llorar su muerte. Nunca la aceptaria. Si aceptase que se habia ahogado en aquella misma playa, mar adentro, no podria sobrevivir la agonia de pensarlo. Max Hamilton no lloraba. Nunca lo habia hecho. Hasta cuando sus padres murieron en un tragico accidente reprimio el impulso, o se avergonzarian de el. Ningun Hamilton se dejaria llevar por sus emociones ni permitiria que la razon se sometiera a ellas. Sabia que sus padres lo habian querido, pero habian nacido en un mundo de privilegios y siempre le habian ensenado a actuar con decoro y moderacion. Sus padres siempre dijeron que era el hijo perfecto y siempre estuvieron orgullosos de el. Al ser adoptado, Max habia querido ser perfecto en todo momento e hizo todo lo posible, aun despues de que ellos murieran. Su costumbre de mantenerse a distancia era algo que el asociaba con el afecto y la aprobacion. Ahora no estaba tan seguro. Su corazon le decia que Mia podia haber muerto sin llegar a saber lo que de verdad sentia por ella. Por desgracia, no se sentia tan seguro y ecuanime en ese momento y su compostura hamiltoniana parecia estar abandonandolo. Mia habia desaparecido de aquel mismo lugar una semana antes. Habia dejado su bolso, ropa y telefono en la playa. Siempre le habia gustado darse un bano rapido en aquel lugar, al que llamaba su paraiso particular. Cerro los ojos. Max dibujo su rostro, su expresion traviesa y su sonrisa burlona. !Dios! !Como odiaba que fuera sola a nadar o hiciera cosas que el consideraba peligrosas!. La aleccionaba lo mismo que un maestro haria con su pupilo, pero ella siempre se burlaba de el, sacandolo poco a poco de su enfado, diciendole que era demasiado serio y se preocupaba en exceso. El problema era que nunca pudo estar enfadado con ella por mucho tiempo. Condenada mujer. Lo habia manejado a su antojo desde el momento en que se conocieron y el la habia dejado hacer. Siempre que la advertia cuando hacia cosas que le preocupaban acababa dejandola hacer lo que le diera la gana, haciendole creer que se preocupaba solo a medias, cuando en realidad le horrorizaba la idea de perderla. El era el hombre serio, responsable, que siempre actuaba logicamente y con cautela. Y Mia... !Oh, Mia! Lo hizo feliz, siempre lo hacia reir, lo complementaba, hacia que deseara perder el control completamente. Nunca lo hizo. Ni una sola vez. Fue capaz de sujetar la rienda a los instintos que ella despertaba en el. Pero por poco. -- Era nuestro trato --susurro roncamente, aunque el trato nunca fue oficial, nunca lo hablaron--. Yo me encargaba de las cosas serias y tu me ayudabas a aliviar la carga. Ella lo hacia reir cuando el estaba tenso y el le daba a ella serenidad. Juntos eran perfectos. O quizas solo Mia era perfecta y simplemente lo hacia a el un hombre mas feliz. No le importo reprimir el deseo constante de comportarse como un hombre de las cavernas y llevarsela a rastras a su guarida. Pero ella nunca habia conocido esa faceta secreta de el, que le pedia a gritos rienda suelta. Porque no queria que eso la alejara de mi. Se tumbo y se cubrio la cara con el brazo, dejando escapar un grito ahogado de dolor. Sus emociones encontradas, batallando por dominar el caos de una mente tomada por la rabia, la desesperacion, la rebelion y el dolor. Para su desgracia, la agonia que le corroia alma y corazon estaba ganando la pelea, atenuada solo por su negativa a admitir la realidad. No ha muerto, ella no ha muerto. Necesito mas tiempo con ella. Apretando los ojos fuertemente para aliviar el escozor que sentia bajo sus pestanas por las lagrimas que se negaba a verter, reprimio el sollozo que se estaba formando en su pecho. El y Mia formaban una pareja. No podia funcionar sin ella. Llevaban dos anos casados, compenetrados como piezas de un rompecabezas, inseparables desde el primer momento en que se conocieron. Nunca habia creido en el amor a primera vista o en la conexion inmediata hasta que conocio a su esposa. En muchas cosas eran completamente opuestos y, aun asi, eran el uno para el otro. Ese sentimiento lo habia acompanado desde el comienzo de su relacion. Pero entonces se resistia a admitirlo, pensando que lo que sentia por ella se atenuaria hasta hacerse soportable. Nunca fue asi y, honestamente, Max sabia desde el principio que nunca seria asi. Simplemente, habia sido demasiado estupido para admitirlo. Volvio a sentarse, se abrazo las rodillas y se mecio, luchando contra cualquier pensamiento racional que pudiera filtrarse en su mente acerca de la desaparicion de su esposa. Si empezaba a pensar logicamente, tendria que admitir, probablemente, que estaba muerta. Mia no desapareceria sin decirle nada. Podria ser algo descuidada con su propia seguridad, deshaciendose de su guardaespaldas siempre que podia, pero nunca habia sido desconsiderada. No era posible que no contactara con el, a menos que fisicamente no pudiera. -- ?Donde estas, Mia? --susurro con voz ronca, desesperada--. No me hagas esto, por favor. Te necesito. Deberia haberle dicho mas veces que la amaba, pasar mas tiempo con ella en lugar de volar de un lugar a otro buscando conquistar el mundo y de ocultar los instintos que despertaba en mi. No deberia haber huido de ellos. Ella podria haber sido capaz de aceptarlos, como habia aceptado todo lo demas. Lo cierto es que nunca le habia dado la oportunidad. Nunca se abrio completamente a ella, nunca le dijo exactamente lo que sentia. Lo lamentaba ahora, cuando era demasiado tarde. Meciendose con mas fuerza, abrio los ojos y las lagrimas brotaron finalmente. Se paso el brazo por los ojos, maldiciendo su suerte mientras se secaba bruscamente su torturado rostro. Pero las lagrimas volvian a aparecer y solo conseguian irritarlo mas. A duras penas pudo ponerse en pie. Se acerco al borde del agua y siguio caminando hacia delante, tentado de perderse en el oceano si era de la unica manera que el y Mia pudieran volver a estar juntos. No ha muerto. Ha desaparecido. No la voy a abandonar. -- !Mia! --El viento impetuoso arrastro su lamento mar adentro. Tiritando, grito desesperadamente--. !Vuelve! Nadie respondio. Cayo de rodillas en el agua helada, dejando que le acariciara el pecho. Sus lagrimas se mezclaban con el agua. Su desesperacion y su angustia se rompian en la garganta con un doloroso sollozo. Y luego otro. Y otro. Las olas empujaban su cuerpo hacia la orilla y el se dejo llevar por la inercia del agua. Cuando llego a la arena, gateo una corta distancia hasta derrumbarse en la playa. Deja de llorar de una puta vez. No esta muerta. Esta en algun lugar, perdida. Tienes que encontrarla. Empezo a toser violentamente. Intento reprimir el estridente sonido que se escapaba de su boca, le bastaba la colera que le producia lamentar la muerte de una esposa que podria no estar muerta. ?Y que si la policia y todo el mundo pensaba que estaba muerta? No se daba por vencido. Nunca se daria por vencido. No habia movimientos en su cuenta bancaria, ninguna senal de que estuviera viva. Pero el no iba a parar hasta encontrarla. Sin apenas dormir desde que desaparecio, habia pasado la ultima semana removiendo Tampa buscandola, contratando detectives privados cuando ya la policia se limitaba a mover la cabeza de un lado a otro con resignacion. -- No me rendire, mi vida. Te lo prometo --murmuro con los labios rasposos a causa de la arena que empezaba a recubrir el interior de su boca con cada respiracion--. Te esperare siempre. Con la vista nublada, abrumado por el cansancio, miro fijamente a las olas que rompian. Podia ver luces a lo lejos, barcos que pasaban por su campo de vision en la oscuridad de la noche. Parpadeo intentando mantenerse consciente, pero la oscuridad se apodero de el y se rindio a ella. Sabia que no iba a irse de aquella playa esa noche. Quizas nunca lo haria. Quizas se quedaria alli hasta que muriera o hasta que Mia volviera a el. La figura mojada, aterida, embarrada, yacio inmovil hasta el amanecer. Abrio los ojos en la madrugada con la esperanza de que todo lo que habia pasado la semana anterior hubiera sido solo un sueno. No lo era. Cuando se miro al espejo al dia siguiente tuvo que admitir para si que a veces no existian las segundas oportunidades. De vez en cuando, algo o alguien extraordinario aparece en tu vida y solo hay una ocasion para hacerlo tuyo. Desgraciadamente, el habia sido un cobarde, con miedo a los cambios, y le habian quitado su alguien extraordinario antes de que pudiera reclamarla como suya.

  • Buscando un destino de Hilda Rojas Correa

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    Buscar su destino.
    Ese fue el dictado de su corazon.
    Yeison Barrios, detective infiltrado de la policia de investigaciones de Chile durante los ultimos siete anos, decide cambiar el rumbo de su
    existencia en el momento en que despierta herido en un hospital.
    Usando el nombre que le corresponde por derecho, y siendo ahora Jason Holt, reorganiza sus prioridades y empieza una nueva vida abriendo su negocio propio como detective privado, donde un hombre al borde de la quiebra le ofrece resolver un caso que le es imposible rechazar.
    Pero todo cambia cuando conoce a Ana, la hija de quien lo contrato. Y a pesar de que hay una innegable atraccion, Jason sabe que el destino, ese que siempre le ha golpeado con dureza, en cualquier momento se dejara caer de nuevo, recordandole que todo lo que anhela es inalcanzable para el… ?O sera que al fin esta vez el destino se apiadara de el y le otorgara la oportunidad de tomarlo con sus manos y cambiar para siempre su realidad?

  • Brenda se lo piensa de Erina Alcala

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    Brenda Stan, era una chica alta, media 1,75, era guapa, extrovertida y liberal. Estaba un poco alocada. De nina ya lo fue. Nacio en Austin. Vino demasiado tarde, casi cuando su madre cumplia 40 anos, despues de intentar muchos anos tener hijos sin poder, vino Brenda al mundo, pelirroja y preciosa con unos ojos verdes que encantaban a todo el mundo. Asi fue la nina bonita y consentida de sus padres. De nina, le regalaron por Navidad un juego de enfermera y dijo que ella seria enfermera y nunca jamas cambio de opinion. Tenia siempre unas ideas firmes y era algo mandona. Hubiese querido tener hermanos, claro que sus padres tambien, pero no pudo ser. Y cuando casi acabo la carrera de enfermeria, estos se jubilaron, unos anos antes de lo que les correspondian. Habian tenido un restaurante pequeno, toda su vida y lo traspasaron, querian viajar y cuando su hija Brenda, se mudo a Randolph, a una hora de Austin a trabajar de enfermera al hospital, y volo libre, ellos ya fueron libres tambien y viajaban a menudo. Su madre era una reina en encontrar chollos para viajar. La primera vez que Brenda se enamoro, ya que era muy enamoradiza, tenia 16 anos, pero hasta el dia de su graduacion, no dejo de ser virgen con su novio del instituto Robin. Aun no habia cumplido los 18. Y se quedaba en Austin en la universidad para hacer enfermeria. Sin embargo, Robin, se iba a Nevada con sus padres. Su padre trabajaba para una empresa petrolifera como comercial y se mudaban de estado con asiduidad, hasta que acababa el trabajo en las ciudades importantes. Robin, queria ser programador informatico. Brenda, estuvo enamorada de el desde siempre. Era un chico tan guapo, de 18 anos, del equipo de futbol, alto, moreno y de ojos azules preciosos. Sin embargo, tuvieron que separarse. Se acostaron todo ese verano y ella jamas olvido su primer amor. Con el tiempo, y la universidad, fue desapareciendo Robin de su vida, que no de su corazon, porque no tenia sentido, se habia ido para siempre. Se recorreria todo el pais y ella debia buscar su vida. Y la busco. Conocio a chicos, era bastante liberal y se acostaba con ellos, era una chica pelirroja y sexual, con el pelo rizado y los ojos verdes, y no pasaba desapercibida. No habia chico que no se fijara en su cuerpo de infarto. Y asi fue feliz, bromista, extrovertida y tambien tenia su corazoncito que a veces escondia y sufria en silencio, nunca de cara al exterior. En ese sentido, era introvertida y reservada y no queria que nadie sufriera por ella o conociera sus problemas amorosos, preferia sufrirlo ella sola. Pero tenia mucha suerte con los hombres. Conocio a unos cuantos, que sabia que esa relacion era de paso, que no iba a ningun lado. Cuando acabo enfermeria, tuvo suerte de ser contratada en Randolph, una ciudad a una hora de Austin, en el hospital, donde habia una base aerea. Le asignaron a una chica de Dallas, de su misma edad como medica, cirujana, Natalie, y se hicieron inseparables, se alquilo un apartamento cerca del hospital, donde Natalie tenia uno, de un dormitorio, suficiente para ella y salian a veces juntas. Se hicieron amigas y Natalie le hablaba mucho de su amiga espanola Bea, con la que habia estudiado en Nueva York. Tanto le hablaba de ella, que ya Brenda la conocia como amiga suya. Brenda sabia de su historia con Daniel y Natalie, sabia de la suya con Robin. Al cabo de los dos anos, hubo una plaza para un medico de medicina general y ella enseguida recomendo a Bea con el director, y este le dijo que si se incorporaba en diez dias las contrataba. Asi fue como pasaron de ser dos a ser tres amigas. Ya que Bea se vino de Espana en menos de una semana, alquilo otro apartamento donde ellas vivian, que ya se lo habian reservado y era como si Brenda la conociese. A Bea le cayo muy bien, eran las tres mosqueteras, Brenda paso a ser tambien enfermera de Bea. A los dos meses de Bea llegar de Espana, y ya estaba acomodada al trabajo e instalada en su apartamento, dijeron de celebrarlo un fin de semana en que no tuviesen guardias. Decidieron irse a Austin, un fin de semana, un sabado temprano y volver el domingo. Hacia calor y reservaron un hotel con una habitacion triple y piscina. Iban a pasarlo bien. Brenda queria conocer a algun chico. -A ver si tenemos suerte. Tengo ganas de tener sexo. — Decia, y Natalie y Bea se reian. En cuanto llegaron al hotel y con el calor apremiante, decidieron bajar primero a la piscina antes de almorzar y pasar alli parte de la manana. Y alli estaban, se banaron un par de veces y posteriormente se sentaron en las tumbonas, cuando un chico, moreno y alto, de cuerpo perfecto, se acerco a Natalie -mala suerte, penso Brenda, estaba muy bien ese chico. Pero si se acercaba a otra de sus amigas, era prohibido. Estaba vetado para ella. -?Natalie? -le dijo el chico sorprendido. Bea y ella estaban al lado y calladas, oyeron la conversacion y resulto por una de las casualidades de la vida, que era Daniel, del que ella les habia hablado tanto, su Daniel de los vinedos. Bueno, bueno, se lo presento a ellas y le dijo a Natalie que estaba con dos amigos celebrando su ascenso a capitanes, que vivian en la base de Randolph y fue una sorpresa que ellas tambien vivieran y trabajaran alli. En un momento Daniel llamo a sus amigos y en cuanto vinieron tanto Brenda como Lucas, uno de los amigos de Daniel, se miraron y Lucas, babeo por la pelirroja extrovertida. Ya no miro a nadie mas. Era un cuerpazo de mujer con ese cabello largo pelirrojo, algunas pecas en la nariz pequena y esos pechos preciosos, y sus ojos verdes. Y Brenda solo vio a un tio alto, de pelo castano y ojos verdes y grandes y con un cuerpo rallando la perfeccion. Pareciera que habian hecho parejas, menos Bea, que no tuvo mas remedio que hablar con Nick, el otro capitan, que al parecer no le gusto mucho lo que le toco, ya que iban a divertirse. Lucas Harper, se sento al lado de Brenda, ya que Bea se fue a la piscina con Nick. -?De donde eres Brenda? -De aqui, de Austin, pero hoy no llego a casa, si no, no me dejan el fin de semana, y tu ?de donde? -De Randolph. -!Hala, de alli mismo! -Si, pero vivo en la base ?y vosotras? -En unos apartamentos que hay cerca del hospital y la base. -!Ah no los he visto! -Son bastante baratos. -?Vivis todas juntas? -y Brenda se rio, con una risa que, a el, le parecio preciosa. -No, cada una en su apartamento, son baratos y de un dormitorio nada mas. Nos hemos comprado las tres un despacho y lo hemos puesto en la ventana del salon, bueno un despacho…, mesa, estanteria doble y sillon, pero cabe bien. -Pues nosotros estamos pensando buscarnos algo, la verdad es que si llevas a una chica es mejor tu apartamento y por las noches tambien, te evitas ese jaleo de companeros. Ya quiero estar solo, el otro dia lo estuvimos comentando. -Pues alli hay dos bloques, no se ya si quedara en el nuestro, pero en el que hay al lado seguro, viven bastantes militares de la base y del hospital. -?Eres medica? -No. Soy la enfermera de estas dos doctoras, Natalie es cirujana y Bea de medicina general. -!Vaya! Una enfermera muy guapa. -Un capitan muy guapo. -?Estas saliendo con alguien Brenda? -Ahora mismo no ?y tu? -Tampoco. -Muy bien. -?Quedamos el fin de semana y me ayudas a buscar a apartamento? -Si quieres, no tengo guardia hasta el domingo por la noche creo, si no la cambian. -Estupendo, me dejas tu telefono y te doy el mio. -Vale -e intercambiaron los telefonos. -Bueno cuentame que ha sido de tu vida, -y ella le conto que habia llegado al mundo tarde para sus padres que lo intentaron anos y que estos habian tenido un restaurante hasta hace un par de anos y ahora viajaban y estaban jubilados. -Yo no tengo tiempo de hacer ejercicio y ellos se han apuntado a un gym, a bailes latinos, tienen una agenda que ni la mia. Y Lucas se reia. -?Y tu? -Pues tengo otro hermano, esta en Nueva york, en el sector inmobiliario. -?No quieres vivir con tus padres? -Mujer con 29 anos, no, la verdad, ya sali del nido cuando el instituto, desde los 14, asi que no voy a volver ahora, si que voy a verlos, eso si. Lucas, mientras hablaba con ella no dejaba de mirar a toda chica viviente que pasaba en bikini y eso a ella no le gusto nada, fue lo unico que no le gusto de el, y era mas que suficiente. -?Te gustan mucho las chicas? -Si, es una debilidad que tengo, ?y a ti los chicos? -No todos, los que me gustan, soy una chica liberal, pero no me gustan todos. -?Y te gusto yo? -No estas mal, a pesar de tu vanidad en preguntarme tal cosa. -Y Lucas rio con ganas. -Tu a mi tambien me gustas, no hace falta que me lo preguntes. -Te gustan todas las que has mirado, Lucas. -Bueno, es mi unico defecto. -Pues ten cuidado porque no a todas las mujeres les gusta ese defecto tuyo. -Por eso no tengo pareja. -Lo mejor que haces, asi nadie se enfadara. -?Nos damos un bano? Hace un calor -Le dijo Lucas mirando sus pechos. -Anda vamos, si. Y estuvieron un rato en la piscina, hasta que Daniel y Natalie los llamaron para almorzar. Tomaron algo en el hotel, tomaron cafe y se fueron a descansar, quedaron con ellos para la cena, en el hall. Cuando estaban las chicas en la habitacion… -No me puedo creer haberme encontrado a Daniel -dijo Natalie entusiasmada y feliz. -Tu Daniel, ahi lo tienes, el amor de tu vida, el capitan ya coladito por tus huesos. No creo que te deje ya. -Hemos quedado para buscar un apartamento el fin de semana que viene. -Yo tambien con Lucas -dijo Brenda. -Y yo -dijo Bea. -Vaya, esos quieren vivir solos ya, me lo ha dicho Lucas -dijo Brenda. -?Que tal con el? -le pregunto Natalie. -Es muy guapo, es guapisimo y esta muy bueno, pero tiene un defecto. -Todos tenemos defectos. -Pero este puede ser un problema gordo para mi. -?Que defecto? -dijo Bea. -Le gustan demasiado las mujeres. -Vaya, eso no es un defecto, a casi todos los hombres les gustan mucho las mujeres. -Este es distinto, te lo digo yo -y ya no dijo nada mas. -Y tu Bea, ?que tal Nick? -Si no hay mas remedio…, otro no hay, pero vamos, mas bien, por descarte y para charlar. -?Pero te gusta? -Claro que me gusta, tiene unos ojos grises preciosos y esta bueno. Pero es raro. No se. -Vamos a pasarlo bien sin problemas ni lios, -dijo Brenda. -Es lo mejor, para eso hemos venido, -dijo Natalie. -Estoy en las nubes, como ha cambiado Daniel. Es un ligon de campeonato este tambien. -Pero si esta por ti… -Si, sabe que no me he acostado con otro y eso le ha gustado, lo he notado. -No se lo tenias que haber dicho -le dijo Brenda. -?Y eso por que? – Porque son vanidosos, todos. No se salva ni uno. Yo conozco mejor que vosotras a los hombres. He estado con algunos. -Te pediremos consejo.

  • Te elijo a ti de Isabella Marin

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    Un entierro familiar siempre es una buena ocasion para encontrarte con tus dos ex novios a los que has partido el corazon. O te lo han partido ellos a ti, ?que importan un par de detalles?

  • Mama Desobediente de Esther Vivas

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    ?Que implicaciones tiene ser madre, parir y dar de mamar?

  • En el paraiso con su enemigo de Annie West

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    NO PUEDO mas, Damen. Tengo ganas de desaparecer. Damen miro preocupado a Clio. No era propio de ella huir de los problemas. -No puede ser tan grave. <>, se dijo. De su madre y de sus hermanas habia aprendido a respetar el temperamento femenino. Era evidente que la situacion era seria. -?Ah, no? -contesto Clio-. Es el unico tema de conversacion de mi padre, y ha convencido a mama. Damen se alarmo al ver a su prima llorar por primera vez en su vida. Eran primos segundos, pero estaban tan unidos como si fueran hermanos. -Pronto es la boda de Cassie, !pero no se si puedo asistir a la boda de mi propia hermana pequena! Damen se sintio culpable, Clio estaba pasandolo mal por su culpa. -Papa no para de decir que yo, siendo la mayor, deberia casarme antes. Que tu y yo somos la pareja perfecta y que soy una egoista por no aceptar a un hombre decente y honesto -Clio se mordio el labio-. Por supuesto, jamas menciona tu fortuna, El recurso al sarcasmo despejo un poco la nube que habia nublado la conciencia de Damen. Pero no era ninguna broma. Manos era un hombre dificil, y podia convertir la vida de Clio en un suplicio. -Lo siento -dijo, tomando la mano de su prima-. No deberia... -No te hagas ahora el macho echandote la culpa, Damen Nicolaides. Ya se que acostumbras a asumir todo tipo de responsabilidades, pero aqui no eres el unico culpable -Clio suspiro-. ?Crees que no he disfrutado de ir https://www.facebook.com/novelasgratis 5 a fiestas contigo y no he aprovechado para hacerme con una lista potencial de clientes para mi negocio? -La idea fue mia. Estaba harto de tener que ahuyentar a las mujeres que buscaban en el un marido. Llevar a Clio como su acompanante regular le habia facilitado las cosas. -No has hecho nada malo -dijo Clio, apretandole la mano. Damen la miro fijamente. Era tipico de ella intentar absolverlo de culpa. Siempre lo habia apoyado, y no era justo que su vida se complicara de aquella manera. -Esta bien, quedemos en que ninguno de los dos tiene la culpa -eran dos adultos con derecho a salir juntos aunque no fueran amantes-. Eso no resuelve el problema de tu padre. Tenemos que conseguir que se olvide de sus pretensiones sin que te culpe. Clio se paso las manos por el vestido. -Ya te he dicho que voy a huir. A Tierra de Fuego. -?Sabes donde esta? -Vale, no. Pues al Circulo Polar. Abrire un negocio de diseno de iglues. Damen no pudo contener una carcajada. Su prima era una disenadora con mucho talento y seria capaz de superar ese reto. Pero no bastaria su palabra para convencer a Manos de que no eran pareja; y mas con el premio de su vasta fortuna formando parte de la ecuacion. Esa era una de las razones por las que habia acudido a su prima: un millonario griego soltero era un trofeo para muchas mujeres; y uno que no estuviera calvo y al que no le faltaran dientes era una rareza. -Olvidate de los iglues y deja esto en mis manos. -?Tienes una idea? -pregunto Clio esperanzada. Damen asintio. -Tengo que perfilarla, pero creo que si. Confia en mi. El semblante de Clio se relajo. -Gracias, Damen, sabia que podia contar contigo. Veinte minutos mas tarde, Damen estaba junto a su mejor amigo, Christo, que estaba a punto de casarse. Christo estaba mirando su telefono, https://www.facebook.com/novelasgratis 6 y Damen, en lugar de contemplar la vista panoramica de la costa de Corfu, aprovecho para estudiar a los invitados reunidos en el jardin de la villa. Necesitaba a una mujer. Y pronto. Una mujer que interpretara el papel de su amante el bastante tiempo como para que Manos aceptara que Clio y el no tenian un futuro. Si acudia a la inminente boda de Cassie, la hermana de Clio, con una novia despampanante, Manos perderia la esperanza; y si la mantenia a su lado al menos una par de meses como su acompanante... Pero ?quien podia ser esa mujer? Tendria que estar soltera y ser muy atractiva si es que queria convencer a Manos. Al mismo tiempo, Damen necesitaba a alguien que no pretendiera aprovechar la situacion para acabar ganandose un lugar en su vida. -Relajate -la voz de Christo interrumpio sus reflexiones-. Soy yo el que se casa, no tu. Damen sonrio. -Y con la misma mujer por segunda vez. Has batido un record. Christo abrio las manos. -La primera vez no tenia ni idea de cuanto la queria. Esta vez, todo es perfecto. Solo espero que alguna vez encuentres una mujer como Emma, que sea el centro de tu vida y a la que ames por encima de todo. La sonrisa de Damen se congelo. El ya no creia en ese cuento de hadas. Habia perdido la inocencia una decada atras. Ahuyento los recuerdos de los acontecimientos que habian cambiado su vida y la de su familia para siempre. Aquel era un dia para celebrar, no para pensar en errores del pasado. Damen tomo dos copas de champan de la bandeja de un camarero y le paso una a su amigo. -Por ti y por tu encantadora Emma -bebieron y anadio-: Y por que yo encuentre a la mujer perfecta para mi. Que fuera atractiva, inteligente, complaciente y, sobre todo, prescindible. -Estas preciosa, Emma -Steph retrocedio un paso para ver a su amiga con el velo. Nunca la habia visto tan feliz ni tan guapa. -Ya conocias el vestido -dijo Emma sonriendo. Era el mismo con el que se habia casado la primera vez con Christo, antes de averiguar que no la amaba y abandonarlo. Desde entonces habian https://www.facebook.com/novelasgratis 7 pasado muchas cosas, pero Emma y el millonario griego habian limado sus diferencias. Estaban tan enamorados que su felicidad casi resultaba irritante. -?Estas bien, Steph? -pregunto Emma. Ya cuando habia recogido a su amiga en el aeropuerto de Corfu le habia inquietado su semblante de preocupacion, pero Steph se resistia a arruinar la felicidad de su amiga. Encontraria una solucion a sus problemas, por mas que hasta el momento ninguna de las que habia buscado hubieran servido de nada. Pero seguiria intentandolo. Sobre todo porque el problema no la afectaba a ella exclusivamente. Contuvo un estremecimiento. -Claro que estoy bien, solo un poco sentimental al verte tan radiante. Pareces una princesa. -!Asi es como me siento! -dijo Emma. Steph la abrazo. -Te lo mereces, Em. -No es cuestion de que me lo merezca... -Emma dio un paso atras como si fuera a anadir algo, pero Steph la detuvo. -Vamos, Em, tenemos que salir. Emma se sobresalto al ver la hora y se volvio precipitadamente hacia la puerta. Steph le recoloco el velo y la siguio al escenario perfecto para una boda: el jardin de la villa con el espectacular azul turquesa del mar al fondo. Pero lo que convertia aquel dia en verdaderamente especial era ver a su amiga casandose con el hombre al que amaba. Sin embargo, mas tarde, mientras saludaba a los demas invitados, no conseguia concentrarse en el presente. Y no por culpa de sus preocupaciones, sino por una incomoda y vibrante energia procedente de el incluso mientras charlaba con cada una de las mujeres presentes de menos de cuarenta anos. Steph habria podido identificar su recorrido porque dejaba a su espalda un rastro de mujeres fascinadas. Ese no seria su caso, porque el hombre que destacaba por encima de los demas por su altura y hombros era Damen Nicolaides, una serpiente. El hombre que le habia hecho actuar como una idiota. Pero lo que mas la irritaba era las facilidades que le habia dado. Era impulsiva, pero no confiaba facilmente en los hombres. Por eso mismo no https://www.facebook.com/novelasgratis 8 podia entender por que habia olvidado toda cautela cuando Damen Nicolaides habia acudido a ella. Quiza porque habia cometido el error de creer que Damen era diferente. Que era leal y carinoso, y lo era, aunque solo con aquellos que pertenecian a su circulo intimo. Fuera de ese circulo, actuaba con una calculadora y retorcida crueldad.

  • Brujas de Brenda Lozano

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    <<[…]Un vortice de gravedad que condensa toda la literatura de Brenda Lozano, donde conviven lo oral y lo escrito, las tradiciones populares y cierta perspectiva cosmopolita, el humor y la tragedia. Una inyeccion de electricidad, una musica que se sigue escuchando mucho mas alla de sus paginas.>> Mauro Libertella

  • La cautiva de Victoria Windspelle

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  • Una belleza sin igual de Cheryl St. John

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    El escandalo era lo menos conveniente en sus circunstancias

  • Senoras que se empotraron hace mucho de Cristina Domenech

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    ?Donde estan las lesbianas en la historia?

  • Nos vemos en esta vida o en la otra de Manuel Jabois

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    Una de las caracteristicas del mal es dejar de ser una tentacion. Eso fue lo que me empezo a interesar de la historia de Gabriel, conocido como Baby y al que la prensa apodo, despues de los atentados del 11-M en Madrid, El Gitanillo. Su normalidad era comun hasta que se hizo demasiado grande para mantenerla como tal.

  • Espia de Dios, Juan Gomez de Juan Gomez Jurado

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    Roma, 2 de abril de 2005. El Papa Juan Pablo II acaba de morir y la plaza de San Pedro se llena de fieles dispuestos a darle el ultimo adios. Al mismo tiempo, se inician los preparativos para el conclave del que ha de salir el nombre del nuevo Sumo Pontifice. Justo entonces dos cardenales aparecen asesinados siguiendo un macabro ritual que incluye la mutilacion de miembros y mensajes escritos con simbologia religiosa. Un asesino en serie anda suelto por las calles de Roma, y la encargada de perseguirlo sera la inspectora y psiquiatra criminalista Paola Dicanti. A la cruel astucia del psicopata se unen las trabas que los servicios de seguridad del Vaticano ponen a la investigacion: oficialmente las muertes de los cardenales no estan ocurriendo y el conclave debe celebrarse a toda costa. La aparicion del padre Fowler, un ex militar norteamericano, supondra un nuevo desafio para Dicanti, reacia a confiar en el misterioso sacerdote. Pero Fowler conoce el nombre del asesino y guarda un secreto aun mas temible: su propio pasado.

  • Las esquinas rotas de Joaquin M. Barrero

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  • Traicion de sangre de Ariel A. Berretta

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    Los Cantu-Fernandez son una respetada y modelica familia de Santiago que ha hecho fortuna empezando desde abajo. Pero en una sociedad zarandeada por la violencia de las mafias en connivencia con los poderes del Estado, su prosperidad no pasa desapercibida. Ni siquiera para las ambiciones espurias de los de su propia sangre.
    Basada en hechos reales, esta novela de ritmo trepidante refleja con crudeza el oscuro mundo de la delincuencia organizada, y la codicia que anida, como contravalor, en una sociedad que ha sido corrompida hasta la medula por su clase dirigente.

  • Amor En Cuarentena (Todo Saldra Bien 3) de Alissa Bronte

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    --!Abuela, abuela! --Escucho unos gritos que me encantan llenar el vacio jardin de la casa. --Hola, mi pequena gatita, !te echaba de menos! Miro a mi nieta y no puedo evitar que una gran sonrisa se dibuje en mi viejo rostro. Puedo sentir como las arrugas se pronuncian y tiran de la piel de las mejillas; estoy vieja, lo se. Son ya setenta anos los que soportan mis huesos. --Yo tambien, abuela. ?Me has preparado mi bizcocho? --pregunta con recelo. !Como si pudiera olvidarme de algo asi! --Si, te lo he preparado. Estaba esperando que llegaras para merendar. --Mama --nos interrumpe mi hija--, te la dejo un rato. Voy a aprovechar para hacer unas... compras --me informa, aunque se adonde va, hace tiempo que trata de volver a quedarse en estado. --Vale, estaremos bien, no te preocupes --afirmo con una sonrisa. Se aleja unos pasos, pero enseguida se da la vuelta y regresa para dejar un humedo beso en mi mejilla. --Gracias, mama, te quiero --susurra. --Y yo a ti, hija, y yo a ti... --?Y a mi nadie me quiere o que? La expresion de Silvia, mi nieta de ocho anos, es enternecedora. ?De verdad pasara por su mente la idea de que no la queremos? --A ti mas que a nadie --decimos al unisono su madre y yo. --Vale, vamos, abuela. Tengo hambre. Asiento y sonrio cuando su mano se agarra a la mia. Caminamos a mi ritmo, yo no puedo seguir el suyo y me doy cuenta de cuanto se parece a su madre. Entramos hasta la cocina y se sienta en uno de los taburetes altos de la isla. Me mira con fijeza mientras pongo la tetera a hervir. Mi mirada se desvia en un acto reflejo hasta un retrato que conservo de nosotros, sobre la chimenea de la cocina. No puedo dejar de mirarlo cada vez que entro, somos nosotros, despues de haber sobrevivido a aquella gran tormenta. --Abuela, querias mucho al abuelo, ?verdad? --interroga al darse cuenta de que estoy mirando. --Si, lo queria hasta el infinito y mas alla... --confieso. --?Sabes, abuela? Tengo ganas de cumplir ya trece anos. --?Trece anos? ?Para que? Ademas, te falta mucho. Solo tienes ocho. Silvia tuerce la cabeza a un lado y su melena larga y dorada roza la encimera. Esta pensativa, me pregunto lo que pasa por esa cabecita inquieta. --Me faltan cinco todavia... --susurra--. Abuela, a los trece ya se es adolescente, ?no? --Si, asi es. --Pues eso, que quiero ser ya una adolescente. --?Para que? No tengas tanta prisa que antes de que te des cuenta, estaras tan arrugada como yo. --?Como una pasa? Papa dice que estas mas arrugada que una pasa... --Que gracioso tu padre... --Quiero ser adolescente porque tengo muchas ganas de enamorarme por primera vez y dar un beso de amor verdadero. Casi me muero. No tengo el corazon para estos asuntos. --?Que? --pregunto para asegurarme, aunque no puedo evitar sonreir ante sus ocurrencias. --Cuentame como conociste al abuelo --demanda con los ojos iluminados. Bajo la cabeza, mi mente se ha marchado varios anos atras, a aquellos dias en los que el maldito coronavirus hizo estragos, nos dejo atrapados en casa, solos, con miedo y nos robo la libertad por la que tanto habiamos luchado decadas atras. El pitido de la tetera me arrastra al presente y la aparto del fuego. Sirvo un trozo de bizcocho a mi nieta y le pongo un vaso de leche, para mi corto otro pedazo y pongo, en una gran taza, un buen chorro de te al que anado azucar y leche. Me siento frente a ella que espera con la boca llena de dulce. --Te lo he contado mil veces, gatita, debes de saberte la historia de memoria... --refunfuno, aunque la verdad es que estoy encantada con volver a contarla. Es una forma de traerlo de nuevo a la vida. De sacarlo de los recuerdos donde sigue vivo. Para mi. En mi. --Si, lo se --afirma sonriendo y al hacerlo me ensena los huecos de algunos dientes y trozos de bizcocho que nadan, alegres, dentro de su boca--. Fue cuando aquel virus, ?verdad? Cuando todo el mundo de todo el planeta tuvo que quedarse encerrado en sus casas, ?verdad, abuela? ?Verdad? --Si, asi fue. --Vamos, sigue... --Hace muchos anos, cuando era el ano 2020, hubo una pandemia que afecto a todo el mundo. Una enfermedad desconocida nos atacaba y la gente se contagiaba muy deprisa. --Si, abuela, porque era muy contagiosa, ?verdad? Y se infecto mucha gente, ?verdad? -- interroga sin dejar de comer. --Si, gatita, se infecto mucha gente, y lo peor no era eso, sino lo rapido que la enfermedad se propagaba. --?Que es popragar, abuela? --Propagar es... que la enfermedad corria muy deprisa por todos lados y aunque comenzo en una ciudad de la lejana China, pronto todos los paises del mundo estaban enfermos. --Por eso os encerraron en las casas, ?verdad? --Si, por eso, para combatir al virus, nos pidieron que no salieramos de casa. --Y teniais que lavaros las manos mil veces al dia, ?verdad? Y la gente acabo con el papel del vater y hasta hicieron una cancion, ?a que si, abuela? Sonrio al recordar aquello, las medidas preventivas en las que se incluian lavarse las manos varias veces al dia, el alcohol y la lejia para desinfectar, como la gente arraso con el papel higienico, la cancion que se bailaba para paliar las largas horas confinados... --Si, todo eso que has dicho es verdad. Incluidas las miles de veces que nos teniamos que lavar las manos. --Y tu te quemaste --suelta resuelta. Eso hace que de nuevo sonria. No puedo evitarlo, ella es la prueba de que, a pesar de todo lo malo que sucedio aquellos dias, tambien hubo brotes de esperanza. --Cierto. Me queme, tenia las manos vendadas hasta los codos porque... --Porque te tiraste los espaguetis encima. --Si, me tropece con la olla con agua hirviendo de haber cocido los espaguetis y me cayo en los brazos. Asi que estaba sola en mi piso, sin poder salir y sin poder hacer nada porque tenia los brazos quemados. --Y llego el abuelo. --?Quieres contarlo tu? Estoy segura de que conoces la historia mejor que yo --bromeo. --!No! !Cuentamelo tu! Yo no estuve alli, abuela --se queja a la vez que rueda los ojos. --Vale, vale... --acepto sin dejar de sonreir--. Bueno, pues estabamos en casa, encerrados, no podiamos salir para casi nada. Solo para hacer la compra, ir a la farmacia y poco mas. Asi que pensando en como iba a apanarmelas asi durante dias, vi un anuncio de un chico que se ofrecia a ayudar a las personas que no podian salir. --El abuelo. --Si, tu abuelo. --Que era policia. --Que era policia --repito. --Y en sus ratos libres ayudaba a los que no podian salir, ?verdad? --Verdad, en sus ratos libres en vez de descansar, ayudaba a los que no podian valerse por si mismos. --Iba en bicicleta. Rio de nuevo, es pura energia. --Iba en bicicleta. Y, como no podia salir, le escribi para que me trajera algo para comer. --Claro porque no podias comprar ni cocinar y estabas a punto de morirte de hambre -- afirma categorica--. Tampoco tenias papel higienico porque habia desaparecido. --Si, supongo que estaba a punto de morirme de hambre --le doy la razon sin dejar de carcajearme--, y tampoco tenia papel, aunque eso ya era un problema de por si con las manos vendadas... Recuerdo aquellos dias con algo de aprension, si era complicado estar en cuarentena, mas lo era sin poder valerme bien por mi misma. Las noticias resuenan en mi cabeza: pandemia, curva de infeccion, numero de fallecidos... --Y llego y te vio y... cuentalo, abuela, que vas muy lenta --exige. --Voy todo lo deprisa que puedo, Silvia. Es que ya estoy mayor. --Es verdad, y arrugada como una pasa. --Creo que voy a tener alguna que otra palabra con tu padre... Pues le escribi y le explique lo que me pasaba y que, por favor, me trajese algo de comer. Asi que, al leer que no podia salir por prescripcion medica, acepto. Lo estaba esperando con nervios, tenia la despensa casi vacia, pero, ademas, iba a tener que pedirle otro favor. --Pero eso no se lo habia dicho para que no fuera a decir que no. ?Verdad? --No se lo habia escrito porque no queria que me dijera que no, ya que lo que le iba a pedir era un poco comprometido. Asi que esperaba que llegara y cuando el timbre sono mi estomago dio un vuelco. --Claro, te morias de hambre. --Claro, me moria de hambre --afirmo--. Asi que cuando estaba llegando a la puerta abri como pude y cuando me vio... --!Te tiro la bolsa a la cara! --exclama sin dejar de reir a carcajada limpia. --Me tiro la bolsa encima porque se asusto al ver a alguien abrir con las manos arriba vendadas. Y la bolsa llevaba... --!Huevos! Y te pusiste perdida, !como si fueras una tortilla humana! --Rie de nuevo. Yo lo hago con ella, es un momento muy feliz. Fue la primera vez que lo vi. --Si, la bolsa llevaba huevos y al soltarla de golpe por el susto, me dio en la cara y luego cayo al suelo. Asi que terminamos llenos de huevo la puerta, el suelo y yo. Cuando se dio cuenta, se disculpo muchas veces, pero no podia acercarse mucho porque debiamos mantener la distancia de seguridad. <>, repetia una y otra vez. Y yo me eche hacia atras llorando y llena de huevo. --Llorabas porque no podias hacer nada con las manos asi, ni lavarte ni nada. --Si, me costaba mucho trabajo hacer algo tan sencillo en aquellos dias. --Y el abuelo te dijo que no lloraras. --Si, el abuelo recogio todo, lo limpio y me pidio disculpas. <>, se presento. --Y tu le dijiste que te llamabas Elena, porque te llamas Elena, ?verdad, abuela? --Verdad. Asi que alli estaba, llorando alejada de el mientras limpiaba el desastre y el huevo goteando por mi pelo, mi cara, mi ropa... <>, le explique a tu abuelo: <>. --Y volviste a llorar --me interrumpe de nuevo. --Si, lo hice porque aquellos dias estaba muy sensible, como muchas de las personas que pasabamos por unos momentos tan dificiles. Asi que tu abuelo se compadecio de mi: <>, repetia en voz baja. Y, entonces, sucedio. Sin tener que pedirle yo el favor de que cocinara algo para mi, tu abuelo entro en mi casa, se quito la chaqueta y los zapatos que dejo fuera porque, si no, podria infectar con el virus la vivienda y me ayudo. Coloco la compra, cocino para mi y me ayudo a lavarme el pelo. No deberia haberlo hecho, pero lo hizo. Eran momentos complicados para todos, sobre todo para los que se veian obligados a seguir ahi, al pie del canon. --Y cuando se quito la chaqueta, te enamoraste de el. --No, pero casi. Cuando se quito la chaqueta me parecio el hombre mas guapo del mundo, pero, despues, cuando lo conoci, fue cuando me enamore mas de el, porque tu abuelo era guapo a rabiar, pero lo mejor que tenia era su corazon. Era inmenso. Siempre dispuesto a ayudar. --Y luego volvio --afirma con los ojos llenos de corazones. Con toda seguridad son los mismos ojos que se me ponen cuando hablo de el. --Si, ese dia se quedo a cenar. Cocino para los dos. Una hamburguesa que estaba riquisima y me conto que en los ratos que no estaba de servicio, ayudaba a los vecinos que mas lo necesitaban, sobre todo a personas mayores... --Como tu --me interrumpe de nuevo. --Como yo, pero en aquel entonces no era mayor. --Ni estabas arrugada como una pasa. Cierro los ojos, mi yerno me las va a pagar... --Era joven y muy guapa --afirmo. --Pero no tanto como yo, porque mama y tu decis siempre que soy la nina mas guapa del mundo. --Me lo recuerda con tal seriedad que no me atrevo a rebatirle, aunque, no podria; es la verdad. --No, no tanto como tu, pero no estaba mal. Bueno, tu abuelo ayudaba a los mas mayores. Habia muchos de ellos que estaban solos en sus casas sin nadie de su familia para cuidarlos, otros no podian caminar bien, o no tenian vehiculos para hacer la compra o ir a la farmacia. Asi que tu abuelo tenia un listado y se daba una vuelta por cada una de las casas para echarles una mano y para asegurarse de que ninguno enfermaba. --Y siempre iba en bici. --Si, siempre iba en bici. --Repartiendo amor, como Cupido. --Algo asi --sonrio de nuevo--, en aquellos dias hacia falta gente como tu abuelo, y muchas personas hicieron cosas por los demas muy hermosas, aunque no los conocieran. Tu abuelo fue uno de ellos, arriesgaba su propia salud por los demas y nunca nunca, se quejo. --Quiero que mi novio se parezca al abuelo --afirma colocando su pequena cara entre sus manos y suspirando. --No te deseo otra cosa, gatita, ojala encuentres un hombre como tu abuelo. --?Y que paso despues? Volvio, ?a que si? --Volvio y me ayudo a cocinar. Pero esa segunda vez dejo algo mas de comida porque al dia siguiente no podria ayudarme, ni el dia de despues. Estaban demasiado ocupados tratando de controlar a las personas que no hacian caso. --Las que se escapaban de sus casas. Si, las que se escapaban de sus casas sin permiso. Asi que durante dos dias no lo vi, pero, me envio un mensaje al movil para preguntarme como estaba. Y ese fue el primero de muchos otros. --Millones, ?verdad? --Millones, tienes razon. Cada mensaje que me enviaba me hacia feliz, y mi estomago se llenaba de mariposas, cada vez habia mas y... --Y ya no podias comer porque estabas empachada de mariposas. --!Bingo! --exclamo sin dejar de reir. Es curioso como, desde la distancia, se puede quitar hierro a un asunto que fue tan grave. Pero supongo que el tiempo lo cura todo, si no del todo, al menos hace que la cicatriz se convierta en parte de ti y que lo sobrelleves mejor. Asi fueron aquellos dias. Dias de expectacion, de miedo, de tristeza por todas las vidas que se perdieron... Dias que nos ensenaron que cuando nos uniamos eramos mas fuertes, que se podia ser feliz con muy poco, que mucho de lo que teniamos no era necesario en caso de enfermar, que el virus nos igualaba a todos... --Y asi fue como, poco a poco, tu abuelo y yo empezamos a tener una relacion. Al principio solo eramos amigos, pero, con el paso de los dias, nuestros sentimientos empezaron a cambiar. Y nuestros mensajes tambien, aunque no podiamos tocarnos y nuestros encuentros siempre eran en la distancia, estabamos ahi el uno para el otro. --!Cuentame cuando te dio el beso! --El beso... --repito dejandome llevar a ese momento, ese que recuerdo como si fuera ayer, como si no hubieran pasado cuarenta largos anos--. Habian sido semanas muy duras, la gente no dejaba de infectarse y los hospitales estaban a rebosar. Incluso habian usado hoteles y otros recintos para poner camas para acoger a los enfermos. Llevabamos ya un mes entero encerrados en casa, y la cosa era seria. Ibamos a pasar muchas semanas mas sin poder salir. La gente empezaba a desesperarse, muchos temian por sus trabajos, otros no sabian como iban a superar tantos dias sin poder trabajar y empezaban a temer que iban a verse obligados a cerrar sus negocios. Esos dias, la television, la prensa, las redes sociales, todo estaba lleno de noticias del coronavirus que no dejaba pais sin conquistar. Era una guerra del mundo contra ese bicho que se cebaba entre los mas debiles... Cada dia, a las ocho de la tarde, todo el mundo salia a aplaudir a sus ventanas, a los balcones, a los patios... para dar animos y fuerzas a todos los que peleaban contra ese bicho. --Tu no, abuela, no podias con las manos quemadas. --No, hija, yo no podia aplaudir, pero silbaba --aclaro--, ese dia, habia recibido en casa la visita de un medico y me habia quitado las vendas. La quemadura estaba lo bastante bien como para no llevarlas y no habia infeccion, asi que me dejo unas cremas para ponerme y me pidio que fuera usando las manos con cuidado de no hacerme mas dano. Ese mismo dia fue cuando sucedio. Mas tarde, entrada la noche, tu abuelo llamo al timbre. No lo esperaba, fue toda una sorpresa, pero me alegraba de verlo asi que le abri con una gran sonrisa ensenandole que ya no llevaba vendas, pero su rostro estaba triste. Mucho. --Pobre abuelo, lloraba, ?a que si? --Lloraba, si, porque habia perdido a un amigo, muy querido, por el bicho. --Y te beso. --Lo hizo, sabia que no estaba bien, no debiamos estar cerca, <>, nos aconsejaban, pero el dolor le nublo la mente unos segundos y cuando me vio se acerco a mi, puso sus manos en mi cuello y me beso... La cara de mi nieta no tiene precio, puedo ver los corazones saltando de sus ojos y de los mios. No digo nada mas, no puedo, la emocion me llena el pecho y los cansados latidos de mi corazon han cobrado fuerza. Es como si de nuevo estuviera aqui, conmigo, siento la aspereza de sus manos, su boca sobre la mia, el calor de nuestros cuerpos al estar uno junto al otro, la rabia, el miedo, el dolor y la tristeza del momento. Mis manos aun debiles posandose con cuidado sobre sus antebrazos. Noto las lagrimas de el cayendo sobre mis mejillas, su necesidad. El desconsuelo. El vacio de un hombre que lo daba todo tratando de llenar esos huecos. Recuerdo sus manos sobre mi cuerpo, la ropa despareciendo de nuestros cuerpos como por arte de magia, los jadeos que llenaban de vida una casa rota, llena de soledad y desesperacion, al igual que lo estabamos nosotros. Recuerdo aquella primera vez en la que me hizo suya y yo le deje aduenarse de mi, por completo. De aquella vez en la que no solo entregamos nuestros cuerpos, tambien dimos lo poco que quedaba de nosotros... Siento un leve mareo, parpadeo y limpio mis lagrimas. --Abuela, lo siento, no llores. No debi preguntarte por el abuelo. --No es nada, gatita, no es nada. Solo necesito un poco de aire. Un aire que nada me podra devolver porque el se lo llevo consigo el dia que me dejo. Me acompana hasta el jardin, una vez alli nos sentamos. Ella en el columpio de madera, yo en la mecedora que he usado desde siempre. Parece que me encuentro mejor. El aire es mas respirable o tal vez es que la presion en mi pecho ha dejado de ser tan fuerte. --Abuela, ?estas bien? --interroga con la voz preocupada. La miro y me enternece ver la preocupacion en su rostro. Ellas son lo unico que me mantienen unida a esta vida. Ellas son lo unico real que me queda de el. Lo que hicimos entre los dos, nuestro legado. --Estoy bien, gatita, es que echo de menos al abuelo. --Yo tambien --susurra seria. Tengo que distraernos, asi que me decanto por terminar el relato. Necesito ponerle fin, necesito recordarle toda la historia por si algun dia se vuelve a repetir. --Despues de ese dia, dejamos de ser solo amigos --continuo con la voz mas serena--. Todavia tuvieron que pasar varias semanas para que, por fin, vencieramos al bicho. Las personas estaban felices porque podriamos empezar a tener una vida como la de antes..., no, no como la de antes. Despues de aquello todo cambio. Las personas se volvieron mas solidarias, los vecinos, de repente, tenian nombres reales y habian dejado de ser el del <> o el del <>, las personas que vivian solas se dieron cuenta de que no lo estaban tanto, porque habia personas como tu abuelo que se preocupaban de ellas. Y asi, aportando todos nuestro pequeno grano de arena, llego el dia en el que nos dijeron que el virus habia desaparecido, aunque solo de momento. --Y no hubo fiestas ni vacaciones ese ano, ?verdad? --No, no hubo. Todo se paralizo, aunque a pesar de todo, hubo cosas buenas tambien, la gente no dejo de amar ni de tener esperanza. Dieron con una vacuna efectiva y con un medicamento. Muchas personas se salvaron, otras, por desgracia, no. Las personas de todo el mundo cambiaron un poco su forma de ver la vida y empezaron a cuidar mas su entorno, su familia, el medio ambiente... todo. Y, al final, la luz gano a la oscuridad y ese tiempo de sombras nos dejo una valiosa leccion. --?Cual, abuela? --Nos enseno a valorar mas las epocas en las que hay luz porque las sombras y la oscuridad acechan y atacan cuando menos te lo esperas. --Y el abuelo y tu os casasteis y tuvisteis a mama, y comprasteis esta casa con un gran jardin por si teniais que volver a quedaros encerrados, ?verdad? --Si, decidimos comprar una casa con un gran jardin por si llegaba algo similar, tener espacio para salir, caminar, que nuestros hijos jugaran. --Y el abuelo te dijo que queria casarse contigo en cuanto pudiera. Cierro los ojos, inclino mi cuerpo hacia atras y dejo que la mecedora me balancee. Puedo sentir su olor como si estuviera aqui, ver su mirada limpia y sincera cuando me decia que queria pasar el resto de su vida conmigo. Que no queria esperar ni perder un tiempo que solo era real en nuestra cabeza, porque nadie sabia a ciencia cierta cuanto le quedaba... Nos habia quedado claro a todos, que la vida cambiaba de un dia para otro y que habia que aprovechar cada instante. --Si, el abuelo me dijo que no queria esperar, porque no hay nada que garantice el manana. El silencio aparece de pronto. Solo escucho el vaiven del columpio de madera y el ruido agonico que produce la mecedora cada vez que me balanceo. Tal vez no fue el momento ideal, quizas no fue la situacion apropiada ni la que seria digna de aparecer en un cuento o una historia, pero fue real. Un amor que nacio en cuarentena. Un amor que cuarenta anos despues sigue vivo, aunque uno de nosotros ya no este. Abro los ojos y miro a mi alrededor. Mi preciosa gatita esta tranquila, su rostro es una copia mejorada del de su madre, del mio. Espero que no tenga que pasar por nada parecido, pero si llegara el caso, al menos espero que sepa afrontarlo con entereza y que esta vieja arrugada como una pasa le haya ensenado una leccion importante: siempre hay luz al final del tunel. --Y fuisteis muy felices, ?verdad? --dice de repente, rompiendo la quietud. Dejo escapar un suspiro que lleva ahi, guardado en mi pecho, muchos anos. --Si, gatita, el abuelo y yo fuimos muy felices a pesar de que nuestro amor nacio en cuarentena.