• libro la gran historia de todo - David Christian

    https://gigalibros.com/la-gran-historia-de-todo.html

    David Christian, el creador de la <>, de la <> que enlaza la evolucion del cosmos, de la vida y de la humanidad para ofrecernos una perspectiva distinta de los grandes problemas del Antropoceno, culmina su obra con este libro realmente unico, que discurre desde el big bang, el sistema solar, la aparicion de la vida, los dinosaurios, el homo sapiens y los grandes imperios hasta la globalizacion. Un libro que ha despertado el entusiasmo de lectores como Bill Gates o el fisico Carlo Rovelli quien considera esta disciplina <>.

  • La gran historia de todo - David Christian | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-la-gran-historia-de-todo/328785

    Un libro que ha despertado el entusiasmo de lectores como Bill Gates o el físico Carlo Rovelli quien lo considera «un método espectacular para poner orden en ...

  • LA GRAN HISTORIA DE TODO | DAVID CHRISTIAN

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  • La gran historia de todo: Desde el Big Bang a las primeras ...

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  • LA GRAN HISTORIA DE TODO · DAVID CHRISTIAN - Tipos ...

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  • La gran historia de todo», de David Christian - Las lecturas de ...

    https://laslecturasdeguillermo.wordpress.com/2019/05/17/la-gran-historia-de-todo-de-david-christian/

    17 may 2019 — El libro: La gran historia de todo (título original: Origin Story. A Big History of Everything, 2018) ha sido publicado por Editorial ...

  • Libro: La gran historia de todo - Christian, David - Marcial Pons

    https://www.marcialpons.es/libros/la-gran-historia-de-todo/9788491990857/

    La gran historia de todo.[ Christian, David; ]. David Christian, el creador de la «big history», de la «gran historia» que enlaza la evolución del cosmos, ...

  • La gran historia de todo - David Christian -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a6486555/David-Christian-La-gran-historia-de-todo

    La gran historia de todo, libro o eBook de David Christian. Editorial: Critica. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • la gran historia de todo - christian, david - Machado Libros.

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    LA GRAN HISTORIA DE TODO. DESDE EL BIG BANG A LAS PRIMERAS ESTRELLAS, NUESTRO SISTEMA SOLAR, LA VIDA EN LA, CHRISTIAN, DAVID, 23,90€.

  • la gran historia de todo - Cervantes y compañía.

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    Un libro que ha despertado el entusiasmo de lectores como Bill Gates o el físico Carlo Rovelli quien lo considera «un método espectacular para poner orden en ...

  • ?Quien se ha llevado a Daisy Mason? de Cara Hunter

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    PREPARATE PARA LEER EL THRILLER MAS ABSORBENTE DEL ANO

  • El camino de Greta de Rosa Boliart

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    Greta, Yolanda y Marta son tres amigas que deciden realizar el Camino de Santiago. El primer dia conocen a un hombre que viaja solo y con el cual comparten vivencias.
    Al salir de sus rutinas cotidianas surgen situaciones que ponen al descubierto actitudes y secretos personales. Las diferencias entre ellas aparecen cuando conversan sobre temas que antes no habian tratado y una de ellas se siente atraida por el desconocido.
    Al regresar a sus casas ya nada es igual, ni la relacion entre ellas, ni la relacion de la protagonista con su entorno familiar. Greta confecciona un plan para cambiar de vida, pero un reves causado por una circunstancia repentina le hace dar un vuelco a sus planes al tener que tomar la decision mas importante y dura de su vida.

  • El Regalo de Navidad de Nina Klein

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    Tener una crisis en medio del supermercado ya era patetico de por si.
    Tener una crisis en medio del supermercado a dos dias de Navidad, con villancicos sonando de fondo, en el pasillo de los licores despues de encontrarme con mi exmarido y su nueva novia.
    No tenia precio.
    Sobre todo cuando mi exmarido lo era desde hacia solo tres horas, la novia no era tan nueva y tenia un pedrusco en la mano del tamano del Empire State.
    Menos mal que rondando por alli estaba el reponedor macizo que habia venido a rescatarme de mi ataque de llanto. y que quizas podria rescatarme de algo mas: de las Navidades mas deprimentes de mi vida.

  • A punto de ser despedida de Ana M. Gonzalez

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    Cuando el dueno del despacho encuentra que las cotizaciones no estan bien hechas, se hace evidente que alguien va a perder el trabajo.
    Desgraciadamente, parece ser que la que va a ser despedida soy yo.
    Pero yo no cometi ningun error. Mi jefa Berta fue la que se equivoco en todos estos numeros.
    Y ahora yo tengo que convencer a este hombre guapisimo, de que yo no me equivoque en los numeros, mientras trato de no mostrarme muy evidente al mirarle esos ojos negros o esa sonrisa de campeonato.
    ?Lograre quedarme en mi trabajo? y… pensandolo mejor… ?lograre seducir a esta belleza de hombre?

  • Lo que he aprendido en la vida de Oprah Winfrey

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    Contare una historia que no es nueva pero, al menos para este libro, creo que vale la pena narrarla otra vez. Corria el ano 1998 y estaba dando una entrevista en vivo para la television, promocionando la pelicula Beloved. Todo iba bien, hasta que llego el momento de la conclusion. Alli, el gran critico de cine del Chicago Sun Times, Gene Siskel, me pregunto: --Ahora dime, ?que has aprendido en la vida? Debo decir que esta no era la primera vez que me encontraba en un dilema. A lo largo de los anos he hecho y me han hecho un monton de preguntas. No es frecuente que no encuentre las palabras adecuadas, sin embargo Siskel se las arreglo para pararme en seco. --Hmmm, ?acerca de la pelicula? --tartamudee, sabiendo muy bien que buscaba algo mas, profundo y complejo, pero trate de esquivar el tema, hasta que se me ocurriera una respuesta mas o menos coherente. --No, --me dijo--. Sabes lo que quiero decir, acerca de ti, de tu vida, de cualquier cosa, de todo... --Hmmm, he aprendido... hmmm... he aprendido, necesitare tiempo para pensarlo un poco mas, Gene. Bueno, dieciseis anos mas tarde y tras pensarlo mucho, esta pregunta se ha vuelto el centro de mi vida. Al final del dia, ?que he aprendido en la vida? He sondeado esa pregunta en cada numero de la revista O. De hecho, "Lo que he aprendido en la vida" es el titulo de mi columna mensual y creeme que todavia hay muchas veces en las que no encuentro una respuesta con facilidad. ?Que he aprendido en la vida? Que si otro editor me llama, me envia un correo electronico o siquiera me envia senales de humo preguntandome donde esta la entrega de este mes, !me cambio el nombre y me mudo a Timbuktu! Pero justo cuando estoy lista para izar la bandera blanca y gritar, "!suficiente!, !me rindo!, !no se nada!", me encuentro paseando los perros, preparando una taza te de chai o remojandome en la banera... Y entonces, de la nada, un instante de perfecta claridad me trae de vuelta a algo que mi cabeza, mi corazon y mis entranas saben bien, sin la menor sombra de duda. Debo admitir que me sentia un poco inquieta por volver a leer todas las columnas publicadas en los ultimos catorce anos. ?Seria como ver mis viejas fotografias otra vez? ?Aquellas en las que tengo cortes de cabello y ropa que de verdad deberian quedarse en el archivo de "en-esa-epoca- era-buena-idea"? Es decir, ?que haces si lo que sabias con certeza en aquellos dias ahora se convierte en un que estaba pensando? Entonces, tome una pluma roja, una copa de Sauvignon Blanc, respire hondo, me sente y empece a leer. Y, a medida que leia, volvian los recuerdos de lo que estaba haciendo y donde estaba en mi vida cuando escribi esos articulos. De inmediato, recorde como me devanaba los sesos y buscaba dentro de mi alma. Me sentaba a escribir hasta tarde y me levantaba temprano. Todo para entender que comprendia acerca de las cosas que importan en la vida, cosas como la alegria, la adaptacion, la conexion, la gratitud, la posibilidad, el asombro, la claridad y el poder. Me siento feliz de poder informar que lo que descubri durante aquellos catorce anos de columnas es que cuando sabes algo, cuando en verdad sabes algo, tiende a resistir el paso del tiempo. No me malinterpretes. Vives y, si estas abierto al mundo, aprendes. Asi que, mientras el nucleo de mi pensamiento sigue siendo bastante solido, termine utilizando la pluma roja para tocar, retocar, explorar y ampliar algunas verdades viejas y otras ensenanzas aprendidas por el camino dificil. !Bienvenido a mi propio libro de las revelaciones! Aqui leeras sobre todas las lecciones con las que he lidiado, que me han hecho llorar, de las que he huido, a las que he regresado, con las que he hecho las paces, de las que me he reido y de las que, al final, tengo la certeza de saber algo. Mi esperanza es que te empieces a preguntar lo mismo que Gene Siskel me cuestiono hace tantos anos. Se que descubriras algo fantastico a lo largo del camino... porque te encontraras a ti mismo. Oprah Winfrey Septiembre de 2014 Alegria "Sientate. Celebra tu vida". --Derek Walcott La primera vez que Tina Turner aparecio en mi programa, queria huir con ella, ser una de las coristas y bailar toda la noche en sus conciertos. Bueno, el sueno se hizo realidad una noche en Los Angeles, cuando The Oprah Winfrey Show salio de gira con Tina. Despues de ensayar un dia completo para una sola cancion, tuve mi oportunidad. Fue la experiencia mas estresante y vigorizante de mi vida: me temblaban las rodillas. Durante 5 minutos y 27 segundos tuve la oportunidad de sentir como se hace rock&roll en un escenario. Nunca habia estado mas fuera de mi propio elemento, fuera de mi cuerpo. Recuerdo que contaba los pasos en mi cabeza, intentando mantener el ritmo, esperando el gran inicio. Me sentia muy cohibida. Entonces, de repente, cai en la cuenta: chica, esto va terminar muy pronto. Y si no me relajaba, me perderia de toda la diversion. De modo que eche la cabeza hacia atras, me olvide del paso, paso, giro, patada y solo baile. !SIIIIIIII! Varios meses despues recibi un paquete de mi amiga y mentora, Maya Angelou, decia que enviaba el regalo que desearia que cualquier hija suya tuviera. Tras arrancar la envoltura del paquete, encontre un CD con una cancion de Lee Ann Womack que, hasta la fecha, es dificil que la escuche sin derramar una lagrima. La cancion, un testimonio de la vida de Maya, incluye este verso como estribillo: "Cuando puedes escoger entre sentarte o bailar, espero que elijas bailar". Lo que he aprendido en la vida es que todos los dias traen la oportunidad de respirar, quitarse los zapatos, salirse de la fila y bailar: de vivir sin remordimientos y rebosante de toda la alegria, diversion y risa que puedas soportar. Puedes bailar de manera audaz sobre el escenario de la vida y vivir como tu espiritu te impulse, o puedes sentarte sin hacer ruido junto a la pared, retrocediendo hacia las sombras del miedo y de la falta de confianza en uno mismo. En este preciso instante, la eleccion es tuya y es el unico momento que tienes en realidad. Espero que no estes tan involucrado en cosas secundarias como para olvidar lo que de verdad te divierte, porque este momento esta a punto de terminar. Deseo que mires hacia atras y recuerdes que hoy fue el dia en el que decidiste hacer que cada instante cuente, disfrutar cada hora como si no existiera otra mas. Y cuando tengas que elegir entre sentarte o bailar, espero que bailes.

  • Un trocito de cielo para Nathan Littman 1 de Andrea Adrich

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    El dia que el gerente del Eurostars, el hotel mas lujoso de Madrid, anuncia que un importante empresario norteamericano se va a alojar en la suite ejecutiva principal del hotel durante un mes, Daniela, la camarera de pisos que se va a encargar de atenderlo, intuye que va a ser un mes muy largo.
    Nathan Littman es un hombre dificil, reservado, intimidante, rodeado de misterio; con muy mal genio y con una reputacion de insufrible que lo persigue alla donde va. Pero lo que no saben es que es un hombre que vive atormentado por el dolor y la culpa de un pasado que lo ha convertido en una persona altiva y solitaria.
    Si ya Nathan Littman es dificil de tratar, todo se complica aun mas cuando sale a la luz la verdadera razon por la que se hospeda en el hotel, y que no es simplemente un cliente mas del Eurostars.

  • Deudas del frio, Susana Rodriguez Lezaun de Susana Rodriguez Lezaun

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  • Cleptomanas de Kirsten Smith

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  • La vida que sonamos de Kerry Lonsdale

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  • Tierno y sensible de Andrea Munoz Majarrez

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    Tierno y sensible es la segunda y ultima novela de la bilogia romantica Tal y como eres de Andrea Munoz Majarrez, autora de Charlotte Beverly y Alguien especial.

  • Las largas sombras de Elia Barcelo

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  • La india secreta de Paul Brunton

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  • No me hagas dano, amor de Sophie Saint Rose

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    Megan Wells no se podia imaginar que cuando volviera a encontrarse con Rock ni la reconoceria. Al fin y al cabo habia sido el primer hombre con el que se habia acostado y le habia dejado un recuerdo para toda la vida…

  • Sirius: El perro que (casi) cambio la Historia de Jonathan Crown

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    ?Como puede un perrito encantador alterar el rumbo de la Historia mundial?

  • La Senora de Montesco de Sofia Navarro

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    La famosa obra de teatro “Romeo y Julieta”, de William Shakespeare, es mundialmente conocida. En ella, dos familias, los Capuletos y los Montescos, luchan a plena luz del dia en las calles de Verona. En la obra de Shakespeare, conocemos bien a la familia de Julieta, los Capuletos, pero apenas conocemos a la de Romeo. De la madre de Julieta sabemos que era ambiciosa y manipuladora, pero, ?y la de Romeo? Con la novela “La Senora de Montesco”, Sofia Navarro nos cuenta la vida de esta mujer, calculadamente alejada de la escena por parte de William Shakespeare, y nos presenta el interesante punto de vista de una mujer pacifista en un mundo de constante conflicto por el honor y la sangre. Una joven mujer que vivira su propia historia de amor y que enfrentara, como madre, la trajedia shakespeariana.

  • Verde entre las flores de Lorena Murien

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    Llevo dias pensando en algo; cuando somos pequenos tenemos la creencia de que la vida no es mas que un cuento de hadas en el que no importa el camino o las decisiones que tomemos, porque siempre estara llena de rosas. A veces asi es como nos lo ensenan, ya sea en peliculas de fantasia o a traves de unos padres que quieren lo mejor para nosotros. Pero dejadme que os cuente la verdad, eso es mentira, la mayor mentira del mundo, sin embargo, es la que terminara por salvaros. ?Sabeis de que? De, al fin y al cabo, no perderos a vosotros mismos. A mi me han derrotado tantas veces que he perdido la cuenta del dano que llevo cargando sobre los hombros. Cierro los ojos y visualizo perfectamente los instantes y momentos en los que el dolor me ha reventado las entranas. Con el paso del tiempo he sido capaz de ver con mas claridad cada cicatriz formada en el cumulo de lo que ahora soy. Pero no es nada grave, a veces te desangras y eso te ayuda a volver a florecer. Y lo digo, porque la derrota es la que te muestra el camino hacia la victoria. Puede que ahora no lo creas, tal vez sientas que no hay escapatoria a ese laberinto o tunel en el que te pierdes sin posibilidades de escapar, y es que la vida no es ese camino de rosas que creimos al final ?verdad? Aunque te dire algo, si existen ciertas cosas que la hacen especial; la magia, los fuegos artificiales, esos momentos fugaces de los que apenas somos conscientes al transcurrir del dia y que pueden aparecer al cruzar la calle, mirar el reflejo de otra persona en un espejo o al elegir la izquierda en vez de la derecha e ir simplemente, a comprar el dulce que mas te gusta a tu pasteleria favorita. No, la vida no es un camino de rosas, pero tampoco de espinas. Es romperte y caer para volver a levantarte y caminar, aprender de tus propios errores, pagar los de otros para hacerte mas fuerte y convertir tu piel en un muro inquebrantable. La existencia no es otra cosa mas que experimentar, beber de lo prohibido y chocar con la misma piedra una y mil veces si hace falta. Aunque tambien estoy de acuerdo en algo, y es que no nos gusta la idea de formar parte de los derrotados, nos negamos a caer e intentamos no arrastrarnos, aunque sea inevitable. Queremos ser perfectos, esquivar las espinas, evitar el dolor, caer y sufrir, pero entonces, ?que de interesante tendria estar vivo si perdemos la oportunidad de aprender de todos esos malos tragos? Hoy me lo he vuelto a preguntar porque tengo esa sensacion en el estomago, ya sabeis, se le llama intuicion, las mariposas que intentan volar mas alla para decirte al oido que algo esta a punto de pasar. No se si sera algo bueno o malo, aunque si lo espero con los brazos abiertos, porque si ser una mujer derrotada me ha ensenado algo, es a luchar, a esperar lo que venga con la entereza y valentia de un soldado. Con los punos cerrados y el alma abierta para recoger las piezas de una posible derrota, otra con la que demostrarle al mundo que, aunque te rompas, esas grietas son las que te hacen brillar. Y, finalmente, continuar. 1 UN CUMULO DE SUENOS ROTOS Son las cinco de la manana y aunque lo he intentado por cuarta, quinta o a saber cuantas veces mas, he cedido a la batalla contra el insomnio y los nervios que ejercen de batuta en el ritmo de un corazon que late de muchas maneras a excepcion de normal. No, no estoy loca ni pienso que me va a dar un infarto, esta es la consecuencia de semanas de estres y la llegada de un ascenso que llevo esperando desde hace cuanto ?cinco anos? Probablemente mucho mas. La alfombra del salon es testigo de un no parar. Las arrugas ya desdibujan el trazo de un grafico que, en calma, guarda perfecta simetria. Quiero lanzarme a punetazos contra ella y lo imagino: en mi mente golpeo una y otra vez la tela hasta que mis nudillos se vuelven testigo de ello. Y ni por esas soy capaz de frenar estos nervios --aunque si la tension--, como alguien que grita en mitad de una noche lluviosa despues de que le hayan roto el corazon. Reconozco que es un escenario totalmente incomparable, aunque puede llegar a sonar parecido ?no? Por ahora se que; ademas de una densa capa de maquillaje, necesitare de varias tazas de cafe para intentar verme bien, eso es lo primero que me viene a la cabeza si quiero afrontar el dia de la mejor manera posible. Lo segundo que me digo es que no lo conseguire, pero ese es otro tema. Intento sentarme, quedarme quieta en mitad del salon frio y entonces me doy de cara con otra batalla mas, el amanecer que esta a punto de asomarse a traves de la ventana. El frescor de las calles me atrae, pero cuando me dispongo a caminar para darle un intenso abrazo, tropiezo y caigo frente al gran ventanal que parece burlarse de mi cuando alzo la mirada y veo la escena sobre el reflejo del cristal. La vida se rie en mi cara, aunque ?no ha ocurrido otras veces? Puedo recordar con total claridad aquel primer dia de instituto cuando tropece con un obstaculo invisible y me cai frente a todo el grupo de la clase. Solo una persona se digno a ayudarme y desde aquel entonces se convirtio en mi mejor amiga. Por eso pienso que las caidas deben traer suerte, porque tras estas, siempre llegan cosas buenas. Sonrio, no, mas bien me rio de mi misma y entonces me pongo de pie. Camino, aunque en realidad deslizo mis pies sobre un suelo frio que me pone la piel de gallina. Cuando me miro bien al espejo que adorna la entrada del apartamento, compruebo que tengo los ojos rojos e hinchados, porque la falta de sueno es evidente en el tono ligeramente morado que pinta la piel de unos parpados que deberian ser color canela. Mi pelo tambien parece haber vivido su guerra personal, tengo varios mechones enredados y decido dejarlo tal cual, porque tengo cosas mas importantes que hacer, y lo primero es borrar de este escenario toda capa de oscuridad. Vuelvo al mismo punto anterior, a esa mision que me parece tan imposible. Abro las cortinas azul pastel que Amber dice son de color blanco y, de repente, parece que haya amanecido antes de lo esperado. Las luces de las farolas se cuelan a traves del cristal y dibujan decenas de sombras por todo mi alrededor. Cuando miro hacia cada rincon de este hogar, puedo ver las formas de las estanterias que adornan el dormitorio, la mesita de noche y el despertador sobre esta, el sillon con la ropa hecha un desastre en el asiento, y como no, tambien la de los libros y los marcos de las unicas dos fotografias que me gusta admirar. De repente los muebles y la decoracion se convierten en una escena de pelicula donde yo y mi soledad somos las protagonistas. Meses atras fuimos yo y otra persona mas pero ahora no quiero pensar en ello, deslizo el indice de cada mano sobre mis mejillas y dibujo una sonrisa que tengo la intencion de mantener, aunque me cueste mil batallas que lidiar. !Por fin ha llegado el dia! , grito para mis adentros. A mis treinta y seis anos doy un salto como si fuera una adolescente que acaba de ganar su primer premio deportivo, vuelvo a reir y por fin decido ir a tomar una ducha. No se cuanto tardo, ni me preocupo porque tengo tiempo de sobra para disfrutar de mi segundo placer: el sonido de las gotas de cafe cayendo en el interior del recipiente de cristal mientras el aroma inunda cada rincon de la cocina y el resto del apartamento. Lo aspiro como si necesitara de ello para vivir, y cuando esta justo en el punto que deseo lo vierto en la taza donde se puede leer "primero cafe, despues justicia ". Recordar como llego a mis manos aun me hace reir, pero no me entretengo en ello. Los minutos corren y de repente los colores lugubres se convierten en un cuadro repleto de tonos vivos con la luz del sol. Ya no hay muebles oscuros o mezclas extranas de azul y naranja. Mientras me visto puedo ver claramente el tono real de las sabanas en conjunto con los cojines grises y los cuadros que adornan la pared, aunque en realidad, son fotografias en blanco y negro de la ciudad, James Dean y Audrey Hepburn. Me quedo embelesada con la arquitectura del Golden Gate y como si nada cientos de imagenes transcurren con rapidez en forma de recuerdos que viajan al ritmo desbocado de mi corazon. Me obligo a ignorarlo y acabo por centrarme en elegir la ultima prenda que acompana a un traje de dos piezas. Chaqueta y pantalon negro, elegante y digno para la ocasion. Antes, mi piel se cubre por una blusa de tono marfil que crea un perfecto contraste con la tierra que dicen me compone, porque llevo sobre mi la historia afroamericana, en una piel que es mas clara -- debido a mi padre-- pero que al tacto simula la suavidad y vision de la arena al caminar sobre las playas de San Francisco, donde una vez construi suenos que poco a poco se desvanecieron como las estaciones van pasando. No tengo idea de porque me empeno en recordar todo eso, al final deduzco que es producto de los nervios ante el cambio que este dia va a suponer para mi. Despues de todo, las vivencias importantes de mi pasado y presente han sido el motor de mi personalidad, tengo que estar orgullosa de eso. Sonrio al pensarlo y como si nada, las manos viajan acariciando toda la vestimenta para asegurarme de que no haya una sola arruga que la adorne. --Perfecta --me digo. Aunque puede que no lo este, tampoco me importa porque no soy una mujer compuesta por capas de perfeccion. De hecho, nunca pretendere serlo, porque seria como querer que el azul se convierta en verde. Y con ese pensamiento, cojo las llaves y abandono la seguridad de mi hogar. La vida corre delante de mis ojos, a esta hora el trafico es horrible, y ahora es cuando me arrepiento de haber perdido un minuto en comprobar el maquillaje con el que logro aportar brillo a una mirada que va de un lado a otro sin parar. Estoy a punto de pisar el acelerador cuando el tercer semaforo que encuentro se pone en rojo. Suspiro y aprieto el volante, la vena de mi frente esta a punto de hincharse por la mezcla de frustracion y enfado, pero la sensacion se disipa en cuanto noto la vibracion bajo los neumaticos, previo al paso del tranvia funicular que recorre Nob Hill. El traqueteo sobre las vias se desliza y cuela por los huecos del coche hasta dejarme el corazon paralizado. Llevo toda una vida en este lugar y la emocion que siento al ver el transporte mas entranable de San Francisco, nunca se esfuma. Sonrio al tener la oportunidad de observar una vez mas la madera pintada junto a los huecos que dejan entrever en su interior expresiones de sorpresa y felicidad, mezcladas con la sabiduria y raices de un lugar que forma parte de mi sangre. Sin embargo, agradezco que el tiempo pase rapido y pueda llegar a las oficinas a dos minutos de que la reunion empiece. El recorrido por el garaje y el ascensor no ha sido tan divertido como para apreciarlo, pero si ha ayudado a calmar un poco mis nervios. --!Te he llamado tres veces! --Esa es Amber y en su expresion puedo ver que tiene ganas de matarme, otra vez y nada mas entrar al pasillo--. ?Donde narices estabas? --De camino --le respondo--, ?ha muerto alguien? Por su cara es evidente que si, esta dispuesta a matarme. Yo me echo a reir y cuando llego a su encuentro le doy un fuerte abrazo. Apretujo su cuerpo contra el mio y dejo un sonoro beso en su mejilla. --Hoy nada puede salir mal, asi que deja de fruncir el ceno y vamos. Thomas me echara si llego tarde a la reunion. --!Pues estas a punto! ?Por que crees que llevo un rato llamandote? Reconozco que podria estar asi todo el dia, picandola para hacerla enfadar y que deje ver ese gesto que provoca cientos de sonrisas en mi, junto a un bienestar nunca antes sentido. A pesar de que muchos lo creen, no somos mas que mejores amigas, por mas que el resto del mundo lo pretenda, pero reconozco que desde hace anos anda salvandome el culo; de mis errores personales y casi equivocaciones profesionales. De camino a la sala de reuniones me dedico a pensar en ello. La primera vez que cruce la puerta de este edificio me sentia tan nerviosa como ahora, hacia cuatro anos que acabe la carrera, aunque jamas deje de estudiar y venia del rechazo de otro despacho de abogados que buscaban a alguien "mas profesional". Cuando me dieron el "si" en Nolan Law me costo creerlo y desde entonces puse todo mi empeno en conseguir escalar profesionalmente para pasar de asociado a socio. Una gran cartera de clientes, casos ganados, marca personal y diez anos deberian ser suficientes para demostrar a Thomas cuanto merezco el puesto. --Buenos dias--. Me fijo en como es a mi a quien sonrie primero al abrir la puerta y yo le devuelvo el saludo asintiendo. El resto de presentes toman asiento. Somos ocho en total. Aunque intento no hacerlo, lo cierto es que me evado y pierdo el hilo de la conversacion previa hasta el momento en que esta a punto de anunciar quien sera el nuevo socio del despacho. Previamente, mi mirada se ha encontrado con Amber, David, Stella y finalmente Alexander, siendo el mi "rival" y a quien Thomas nombra con alegria. --Y el nuevo socio de Nolan Law, es Alexander, !enhorabuena! Todos aplauden, bueno, todos menos Amber y yo, porque me he quedado tan paralizada y boquiabierta que debo parecer una estatua. No soy capaz de pronunciar palabra porque quiero creer que se trata de una puta broma. Pero no, ha dicho... ?ha dicho Alexander? No puede ser. No, no puede ser, ?verdad? Mis companeros se ponen en pie y le felicitan. --?Sorprendida Julia? --me dice una voz. Hasta que no levanto la vista no soy capaz de ver que es el, un vencedor que se acerca a mi para estrecharme la mano con fuerza despues de mi derrota, como haria cualquier jugador que ha perdido una final. Pero yo no la he perdido, !no! Las mejillas me arden en furia al darme cuenta de como me han robado el partido. Amber se da cuenta de que estoy a punto de estallar, me mira a los ojos y niega en un intento porque no diga nada, y no lo hago, pero es porque no puedo, no porque no tenga nada que decir. Se me ha helado la sangre, noto el sudor frio empezar a recorrerme el cuerpo desde la cabeza a los pies. Las piernas me tiemblan y siento que estoy a punto de perder el conocimiento. Mientras frente a mis ojos todos vitorean a Alexander, yo sigo en el mismo lugar, enfocada con una luz sombria y a punto de llorar. Salgo de alli de milagro, de la mano de mi mejor amiga y con todo el escenario a mi alrededor moviendose en circulos. --Tiene que ser una broma... --le digo. Veo la pena cubrir los ojos chocolate de Amber. Estamos en el aseo de las oficinas, justo al final de la octava planta donde la decepcion me golpea y se abre paso a traves de mi pecho como si me hubieran clavado una daga directa al corazon. --Tal vez --responde ella tras un largo silencio, pero no se lo cree, lo intuyo--. Deberias hablar con Thomas, quiza haya una razon... --!Para que! ?Para que me mande otra vez a la mierda despues de diez anos dedicada en cuerpo y alma a mi trabajo? --Ardo en furia, aunque soy consciente de lo que hago cuando giro mi rostro y afronto la mirada de ella. --Julia, tienes que calmarte, ?vale? Ya lo se, estas jodida, pero tu no eres asi. ?Vas a montar un espectaculo? ?Vas a dejar que te pierdan el respeto? --Pero !es que ya lo han hecho! Joder... --Me muerdo la lengua para no continuar, a cambio dejo que un par de lagrimas se deslicen a traves de mis mejillas. A la mierda el maquillaje. A la mierda con todo , quiero decirlo en voz alta, pero no lo hago. Tomo aire y dejo que el malestar que tengo en la boca del estomago se disipe antes de terminar por vomitar. --Esta bien, ire a hablar con el. --Pero no te precipites, ni vayas a cagarla con esa bocaza que tienes. --No se si podre contenerme ?sabes? --le replico. --Amas este trabajo mas que a tu propia vida, Julia, te contendras. Ordena mas que suplica, y odio que me conozca tan bien. --Ya, ya, lo hare. --Levanto las manos, totalmente derrotada, como si ya no lo estuviera lo suficiente--. ?Vamos a comer luego? Necesito una buena carga de donuts rellenos. --?A eso lo llamas tu comer? --pregunta enarcando una ceja, su pelo negro se mueve en el proceso. --Tu ya me entiendes --respondo. --Claro que si, anda ve. Nos veo a ambas sobre el espejo del lavabo. Irremediablemente me siento hecha un desastre, aunque al parecer no se refleja en mi rostro, a excepcion del color de un maquillaje algo perdido y que retoco un segundo despues, labial carmesi y el negro que acentua unos ojos que arden en furia. Salgo del bano como si nada, aunque todos me miran mientras recorro el pasillo como si tuvieran idea de lo que estoy a punto de hacer. Para nada. Cuando en mi mente dibujo miles de escenarios en los que destrozo este lugar, mi corazon me pide apaciguar los malos sentimientos que recorren mis venas a paso lento, envenenando una entereza que no se si voy a poder mantener cuando afronte lo que Thomas tenga que decir. Y cuando llega el momento; el de abrir la puerta de la sala, tengo que respirar hondo otra vez. --Sientate, por favor --me pide, nada mas verme aparecer. Despues muerde su labio inferior. Le noto nervioso, y no es para menos, tal vez hay un poco de tristeza en su expresion, pero lo desecho por completo cuando esboza una sonrisa enorme, como si hubiera ganado la partida mas importante de su vida. --Prefiero no hacerlo --le digo poco despues, me cruzo de brazos y al final tomo apoyo en la pared que hay al lado de la puerta, justo donde las vistas de San Francisco me dan un poco de tranquilidad--, ?que es lo ocurre? ?Por que cuando creia que conseguiria ascender, me quitas la oportunidad? Voy directa al grano, y eso le duele. --No todo depende de mi Julia, los accionistas y el resto de socios tambien tienen voz aqui. Ha sido una decision unanime. --?Por que? --insisto. --Porque tu no eres el prototipo de socio que estamos buscando. --?Que? --medito sus palabras y aun cuando no quiero creerlo, se exactamente a que se refiere--. ?Me lo estas diciendo en serio? --?No querias sinceridad? --?Sinceridad? !Eres un cabron Thomas! ?El prototipo de socio que estais buscando? ?Es porque no soy blanca? ?Por que no estoy casada y tengo hijos como el? ?O porque soy lesbiana? ?Que de todo se sale del prototipo que teneis en mente? ?Eh? !Contesta! --Julia, por favor, te pueden oir --me pide, intentando avanzar hacia mi. Yo le detengo con la mirada. --?Y que? --le reprocho, elevando el tono de mi voz. Todo mi cuerpo tiembla, se mueve como un mar embravecido a punto de estallar en una tormenta. Diez anos de mi vida profesional caen y se rompen en miles de pedazos, frente a mis ojos. Cada caso, todo el esfuerzo, los dias de horas extra y las noches sin dormir acaban yendose a la mierda y terminan por no servir de nada, exclusivamente por la opinion retrograda de unos cuantos hombres, en los que una vez crei, me recuerdo. --Lo siento Julia, asi son las cosas. --Claro, asi son las cosas... estoy en un lugar donde mis deseos por crecer no significan nada. --Sabes que eres buena en lo que haces, Nolan Law no seria lo mismo sin ti --admite, como si quisiera darme una pequena recompensa. --?Te estas burlando de mi? ?Es una puta broma, Thomas? --le pregunto sin poder creer estar recibiendo una de cal y otra de arena--. !Vete a la mierda! --?Sabes que? Creo que necesitas un largo descanso. Esto es el colmo --aunque no lo digo en voz alta--, me quedo boquiabierta y estoy segura de que el es capaz de ver la sorpresa que se dibuja en mi rostro, presa de emociones encontradas. Quiero gritarle a la cara mil cosas, pero no lo hago. A cambio, recojo el alma del suelo y abandono su oficina, primero eso, y tres minutos mas tarde el edificio. Simplemente voy escaleras abajo para encontrarme de lleno con una ciudad que bebe de vida a hora punta. La hilera en forma de avenidas va quedando atras conforme pasan los minutos. En la radio suena No Surprise de Daughtry, aunque la verdad es que no presto atencion a absolutamente nada. No hasta que acabo en el lugar donde quiero estar, frente al mar, donde el blanco de las olas en la orilla da paso a todo un oceano de color azul y verde mezclados al que quiero llegar. Salgo del coche, cierro la puerta en lo que parece un acto de guerra y cuando por fin me enderezo siento que he perdido totalmente el rumbo, y no hablo solo de mi vida. ?De que va todo esto? ?Acaso es una treta del destino que debo superar sin rechistar? Estoy demasiado cansada para averiguarlo, asi que ando, camino y doy un paso tras otro hasta que consigo alcanzar con los pies las nubes en forma de arena. Tropiezo al quitarme los zapatos y caigo de bruces --no, no es una mala broma--, aunque no tardo en ponerme en pie continuando con mi cometido. ?De que se trata? Yo no tenia ni los trece anos cuando descubri por primera vez que verse derrotado es importante si quieres tener una vida de verdad. Duro o no, recuerdo que aquel dia sufri de lleno el rechazo de unos padres demasiado hechos a la antigua y no los culpo, aunque por aquel entonces les odie, con todas mis fuerzas. Aquella tarde de mitad de marzo me arme de valor para decirles que Demi --y no de Demian-- me gustaba, no como mi primer gran amor, pero lo que paso a continuacion si fue como si una Guerra Mundial estallara en casa, anadiendo el intento futuro por su parte de enderezar mis sentimientos. La decepcion escrita en los ojos de mis padres se contrarresto con el abrazo de mi abuela reflejando en aquel gesto el orgullo que sintio ante mi valentia --cuando siempre desee que mis sentimientos no tuvieran que ser un "noticia"--, yo llore y aunque tuve un primer deseo por encerrarme para siempre en la habitacion, sali y corri a traves de las calles de San Francisco hasta llegar al mismo punto donde ahora me encuentro, intentando no acabar en un bano de lagrimas. No lo consigo --claro--, lloro hasta que la sal se transforma en rabia y la rabia en un grito tras otro llevandose lejos una frustracion que se pierde mas alla de lo que pueden ver mis ojos. --Tenias tanta razon --digo, recordandola a ella.

  • Huyamos, ahora que podemos (Volumen 1) de Garcia De Saura

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    Cuando Iris y Ana fueron a las fiestas de Villa Despelucame el Ovejo, el pueblo de al lado, no imaginaron que terminarian la noche huyendo del lugar del crimen. Por un despiste y una mala decision, acabaron cargandose a Don Pepino, patron del pueblo, principal reclamo de peregrinacion e ingresos, y con el. varios siglos de historia.
    Convertidas en profugas de la justicia, haran todo lo posible por despistar a los vecinos que, de forma incesante e incluso bajo recompensa, buscaran a los culpables.
    Pero el destino les pondra en su camino a dos desconocidos y seductores forasteros, que acabaran siendo sus mayores aliados. ?O sera solo lo que ellas quieren creer?
    Descubre esta apasionante historia cargada de intriga, romance, morbo y mucho humor, donde nada es lo que parece y todo parece lo que es.

  • Amor en motocicleta de Nicolette Miro

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    Senti que el whisky me quemaba mientras bajaba por mi garganta. Todavia podia recordar cuando papa me dio mi primer trago. Tenia once anos. El agua de vida, dijo. --?Sigues pensando en la rubia con la que te acostaste ayer? -- Cobra interrumpio mis pensamientos, golpeandome la espalda tan fuerte; que casi derramo el whisky de mi vaso. Cabron. --?Cual? -- Pregunte, girando en mi taburete del bar hacia ellos. Los otros se rieron, Cobra sonrio. --Anoche solo habia dos rubias--dijo, y en mis labios aparecio una sonrisa. Cobra era un bromista, pero no era bueno para aceptar los chistes de vuelta. Aunque, no estaba bromeando. Quise decirselo antes, pero luego lo olvide. --Exactamente-- dije, y el se abalanzo sobre mi, arrancandome el vaso de las manos. Anoche habia dos rubias. Claire o algo asi, la de las tetas grandes, y ni siquiera recuerdo el nombre de la otra. Tenia labios rojos y gruesos y recuerdo que me calzaban como un guante de latex alrededor de mi pene. Ella era la unica chica en la que Cobra habia estado interesado durante toda la semana. Slash y Reyes me lo quitaron de encima, mientras el apretaba los dientes y me abria las fosas nasales. No iba a pelear con el. Me estaba divirtiendo, el era de la familia. No habia razon para que yo recibiera un punetazo. Respiraba con dificultad cuando me lo quitaron de encima e hizo un rapido tiron con las manos para bajarse la camisa que se le habia subido hasta el pecho. --Mas vale que sea tu idea de una broma, Dio--dijo, y yo mire timidamente a los demas. Estaban sonriendo, pero yo sabia que secretamente esperaban que fuera una broma. ?Le digo que grito mi nombre mientras me estrellaba contra ella por detras? ?Que me dejo tres mensajes de voz esta manana? Era tan facil irritar a Cobra. En el ultimo ano desde que tomo el lugar de Calavera en el Club, se convirtio en el tipo que usabamos de saco de boxeo. No era como si fuera un hermano para mi. Me hubiera encantado ver su cara si le dijera que la chica que le gustaba era de las que se corria a chorros. --Solo bromeo, hermano--dije en su lugar y me vacie el whisky en la garganta. Cobra se tomo un momento para analizar lo que acababa de decir. Paso de fruncir el ceno y resoplar a sonreir y reir en cuestion de segundos. Llame la atencion de Reyes mientras Cobra se sentaba en un taburete a mi lado y ordenaba otra ronda para todos nosotros. Reyes sabia lo que habia pasado. Me vio ir a la parte de atras del Club con las dos mujeres. Me advirtio con una senal de que era mala idea. Le alce mi vaso vacio y le sonrei. ?Que era la vida si no estaba hecha para follar con cualquiera disponible? Y esa rubia estaba disponible anoche. Yo no hubiera dicho nada si Cobra se hubiera acostado con ella anoche. Siempre y cuando llegara a ella primero. --Saben, podrian darme una mano con esto--Big T nos trajo nuestros vasos. Siempre habia trabajado en el Club. Se decia que antes se le conocia como "El Psicologo", porque aparentemente, solia recostarse en una de las bancas y escuchar a estos hombres tatuados derramar sus corazones sobre el. Ahora que estaba retirado, era el mejor cantinero del Club. Reyes le silbo a Slash como si estuviera llamando a un perro. --Puedes usar a este--dijo y todos nos reimos a carcajadas. Big T puso los ojos en blanco, dando al mostrador un golpe con el trapo que tenia en el hombro. --?Quieres poner a los dos tipos mas grandes aqui detras de la barra? -- dijo y cruzo sus voluminosos biceps sobre su pecho. Todavia no podiamos dejar de reirnos. Solo pensar en Slash y Big T detras de la barra, apretandose. --Contrataremos a otro mesero, Big T, y no dejes que estos chicos te afecten con sus idioteces--fue la voz de papa la que interrumpio nuestras risas. Estaba sentado al final del mostrador, rodeado por Coronado y los otros miembros mayores del club. Habia escuchado la conversacion y habia hablado con su voz profunda, que tenia el poder de silenciar a todos en la habitacion. Estas eran las cualidades mas importantes para el: Poder Respeto Las motocicletas Mujeres Habia hecho todo lo posible para inculcarme esas cualidades, para prepararme para cuando fuera mi turno de ser presidente de los "Outlaws". Era solo que a veces se me confundia el orden en que iban esas cosas. --Si, senor--dijo Big T y volvio a trabajar en el bar. A mucha gente le gustaba llamar a papa "Senor" o solo "Angello". Nunca los corrigio. Eramos una gran familia, una familia de hermanos como Coronado solia decir, pero papa se aseguro de que todos supieran quien era el jefe de la familia. Era el. Y luego iba a ser yo. Nos llamo la atencion y levanto un vaso a modo de saludo, yo hice lo mismo, brindamos y bebimos. --Entonces, ?como estaba ella? -- Cobra se habia acercado a mi mientras yo no miraba. Me volvi hacia el, un poco confundido. ?De quien estaba hablando? --Las tetas que te anotaste anoche. !Hombre, la escuche gritar! -- dijo con una risa y bebio un poco de su cerveza. No pude evitar preguntarme cuales fueron los gritos que escucho. --?Quieres que te invite a ver la proxima vez que tenga a una chica inclinada sobre mi motocicleta? -- Pregunte. Reyes y Slash se rieron. Cobra se encogio de hombros y se sento en su silla, inclinandola peligrosamente hacia atras, pero manteniendola perfectamente equilibrada. --Tal vez aprenda algo--dijo con una risa y yo sacudi la cabeza. Cobra era un buen tipo. Era nuevo en el Club, solo un cachorro, pero me cubria las espaldas. Lo que significaba que yo siempre cubriria la suya. [?][?][?] Estabamos jodidos. ?Cuanto tiempo habiamos estado bebiendo? El tiempo se habia solapado y entrelazado, para transformarse en un largo chorro de alcohol y chistes malos. --?Quien de ustedes va a arropar a mi hombre esta noche? -- La voz de una mujer nos interrumpio. Todos nos volvimos a la puerta del bar al unisono y vimos a Ruby de pie, con las manos en las caderas. Sus rizos marrones rizados enmarcaban su cara, y sus ojos eran severos. Mama. --Angello, tu vieja esta aqui para recogerte--escuche a Coronado bromear y papa le dio una sonrisa. La mirada de mama me busco en la oscura multitud del bar y puso los ojos en blanco. Se habia casado con un motociclista. Habia criado a un motociclista. Esta era la vida con la que se habia conformado, no la que habia elegido y, a veces, me daba pena. Vi a papa deslizarse perezosamente de su taburete y alcanzar su chaqueta de cuero, mientras que mama permanecia de pie en la puerta, observando cada movimiento de papa. Se necesito mucha confianza y muchas agallas para forjar el solido matrimonio que mama y papa compartian. No habia sido facil para ella. El codigo de vida de papa incluia a las mujeres. Estaban al final de su lista de prioridades, pero estaban ahi. No tuve que estrujarme el cerebro para recordar cuantas veces lo habia pillado con otra mujer, y cuantas veces mama habia amenazado con irse. En ese entonces culpe a papa. Lo culpe por el dolor que le causo a mama, y jure que nunca haria pasar a otro ser humano por eso. No haria pasar a mis hijos por el dolor de ver a una familia desmoronarse. Por eso Miriam nos dejo a la primera oportunidad que tuvo. No podia soportar ver a mama destrozada, una y otra vez. Aunque papa no le habia sido infiel en mas de ocho anos, Miriam siempre creyo que volviera a suceder. No queria estar cerca cuando eso sucediera. Ahora vivia en la otra parte de la ciudad, y en secreto me alegraba que se mantuviera alejada del Club. Los chicos no estarian babeando en cada oportunidad que tuvieran de verla. Algunos de los chicos gritaron y vitorearon cuando papa se acerco a mama. Habia visto fotografias de los dos juntos cuando se acababan de conocer, antes de que Miriam y yo nacieramos. Eran muy atractivos y probablemente todavia lo eran. Papa la agarro por el culo y la tiro hacia si, antes de besarla. Puse los ojos en blanco y mire hacia otro lado. Creci viendo a los dos babeando el uno sobre el otro. Que asco. --!Vayanse a casa! -- Les ladre, y los demas siguieron animando. Cuando papa la solto, me miro directamente y arqueo las cejas, antes de volverse hacia los demas. --Todos ustedes deberian irse a casa. Es tarde, chicos--dijo, con una voz amenazante y autoritaria. A lo largo de los anos, se habia desempenado bastante bien en su papel de matriarca, y yo sabia que eso solo habia fortalecido el matrimonio entre los dos. --Ruby es una gema, ?entiendes? -- Cobra bromeo y yo sacudi la cabeza con indulgencia. --?Como esta Miriam? -- Slash pregunto, sabiendo exactamente el efecto que tendria en mi. Mi cabeza ya nadaba en alcohol y luchaba contra las ganas de seguir el consejo de mama. --A salvo ahora que esta lejos de ti--le dije y se rio. Miriam estaba fuera de su alcance y todos lo sabian, pero eso no les impidio tomar fotos en mi ausencia cada vez que podian. --Oye, ?no estas satisfecho con una hermana que preguntas por otra? -- Cobra se apresuro a intervenir. Slash habia empezado a ver a Sofia, la hermana de Cobra, y se habian embarcado en una extrana vida juntos. Una relacion que ninguno de nosotros pensaba que iba a funcionar. Sofia era dulce y sabia lo que queria. Slash era joven y desalinado y tenia demasiadas cosas en el pasado de su familia como para reconocer que tenia algo bueno con ella. Pero disfruto de lo mucho que esto molestaba a Cobra, sin embargo. Reyes se puso de pie. Pude ver en su cara que estaba acabado. Desde que papa lo tomo bajo sus alas hace cuatro anos, fuimos los mejores amigos. --?A donde vas? -- Slash le pregunto y Reyes senalo su reloj. Eran las tres de la manana. --?Tienes que decir tus oraciones matutinas? -- Cobra dijo con una risa, y Slash, Reyes y yo le disparamos miradas amenazantes. La religion de Reyes estaba fuera de discusion, al igual que Miriam. Incluso yo pense que era un poco raro cuando lo conoci, pero ya sabiamos que era lo que lo mantenia cuerdo. Solia ser un chico de la calle, la pandilla iba a matarlo si no salia y creia que era su religion la que lo habia traido a Angello. Respetamos sus creencias. Cobra parecia ser un estudiante lento y no se habia dado cuenta lo importante que era respetar los limites. --Recuerda lo que dijo tu madre-- me dijo Reyes, y me hizo un gesto de despedida con dos dedos. Le sonrei. --Reyes descansa-- lo llame mientras lo veia salir del bar, despidiendose de los demas mientras se iba. Ahora solo estabamos Slash, Cobra y yo en este extremo del mostrador, todavia revolviendo nuestras bebidas. Al menos Slash tenia a Sofia esperandolo en casa. Todo lo que yo tenia era a Roxana, y no era exactamente un ser humano. Era tarde y habia bebido demasiado, pero tambien era demasiado temprano para irme a dormir. Saque el telefono del bolsillo de mis jeans y me desplace por los mensajes. Encuentrame detras de la barra Le envie un mensaje a la rubia. La que sin duda Cobra habia estado llamando toda la noche. Pude ver por la mirada furtiva de sus ojos a su movil que estaba esperando que ella respondiera a sus mensajes. "Estare alli en diez minutos. " Ella respondio casi instantaneamente.

  • Todo sobre nosotras de Monica Lavin

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    Alejandra las habia recogido en el aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa, pero sin mas, a pesar de que venian de un vuelo trasatlantico y de que habian trasbordado en Paris, las subio a la camioneta y tomaron la carretera. Habian venido a festejar el cumpleanos sesenta de su amiga y los de ellas; las tres habian nacido el mismo ano y habian ido a la misma escuela desde los seis anos hasta la preparatoria. Pero Carla y Nuria no habian visto a Alejandra en treinta anos. Les sorprendio que fuera casi una calca de la que habia sido: el pelo seguia lacio y oscuro, aunque se lo pintara y lo llevara en una melena corta, los ojos negros intensos, casi moros, pero sus formas sofisticadas de cuando conducia aquel programa de television habian quedado ocultas por una voluntad rural. Al fin y al cabo, mujeres de ciudad, les costaba trabajo ver a Alejandra en tenis, con muy poca pintura, aunque, eso si, el barniz de unas impecable la seguia distinguiendo. Sus manos en el volante lo ostentaban. --?El azul esta de moda? --dijo Nuria, que jamas se pintaba las unas. Era lo menos apropiado para una panadera. --Ya no se que esta de moda, pero lo veo en las tiendas y lo sumo a mi cajon de barnices -- dijo Alejandra, con esa voz cantarina, con su risa facil. La recordaban en la preparatoria: con mas maquillaje que ellas, con esos barnices naranjas, o rojos o rosas nacarados que se estilaban. Las unas con forma ovalada, como de revista. Las tres distraian la platica con nimiedades porque no sabian por donde empezar. Carla y Nuria habian tenido oportunidad de conversar algo en el avion, antes de quedarse dormidas y de quejarse de lo reducido de los asientos. --?No podriamos viajar en business? --habia dicho Nuria, que era de caderas anchas, pero con menos posibilidades economicas. --?Y pagar el doble? Nuria habia olvidado por que administrar era el fuerte de Carla, despues de la nutricion. Por algo tenia una compania. Si tuviera el dinero, Nuria lo habria pagado, ?cuando tendrian sesenta anos de nuevo? ?Cuando vendrian a festejar con Alejandra a Portugal juntas? Claro que pensar asi la habia llevado a no ahorrar nada, a destinar parte de su herencia en poner la panaderia en Ensenada, cuando por fin decidio que no podia vivir un dia mas en la Ciudad de Mexico. Recorrieron el campo de arboles de follaje verde seco, con la tierra mas bien arenosa, o esa impresion daba, entre Lisboa y la desviacion hacia Evora, donde Alejandra prometio llevarlas de regreso para ver las ruinas romanas, esas columnas del templo de Diana en medio de callejas medievales. --Para quienes me visitan es parada obligada. Pero sera despues. --?Y no te hartas de hacer paseos turisticos con los que venimos? --pregunto Carla. --Ustedes no habian venido en los treinta y un anos que llevo aqui. Vivo muy lejos y las visitas no son frecuentes. Ir a Evora era un placer para Alejandra, era una conexion con el asombro original de cuando llego, recien casada con Esteban, y se comio el paisaje, la historia, el acento, el bacalao, las cerezas del verano, con los ojos, con el cuerpo, con una alegria chispeante. Estaba entonces en la cresta del descubrimiento y en la euforia amorosa; no habia ponderado lo que significaban la distancia, el desarraigo, que sus padres murieran en Mexico y que ella llegara tarde a despedirse. La friccion de las llantas contra el asfalto siseo adentro de la camioneta, donde las ventanas abiertas ventilaban el fin del verano. Entonces hizo algo abrupto, se orillo en la cuneta, oteo a ambos lados de la carretera y tomo el carril de regreso. Sus amigas no comprendieron. --?Te equivocaste? --Volar trece horas, traer otro horario, por lo menos merece una parada para comer y tomar algo. Vamos a Evora. Nuria y Carla agradecieron sentarse en las mesas al aire libre frente al templo de Diana, en medio de la convergencia de varias calles empedradas, estirar las piernas y tomar una cerveza con aceitunas para empezar a sentir el aire del Mediterraneo de su travesia. La ruta las llevaba al este, hacia la frontera con Espana. El mar les quedaba a la espalda y al sur, y la sensacion de estar en un pais desconocido las excitaba. --?No estan cansadas? --pregunto Alejandra. --A mi solo me cansa el que no pase nada, el agua quieta --dijo Carla con la espuma de la cerveza en los labios--. Esto es vida. Ademas, la cerveza es muy sana. --Se rio. Siempre habia sido una pesada con los asuntos de los nutrimentos, pero habia bajado la guardia. Era una fortuna que no hubiera tenido hijos, los habria atosigado con el discurso del balance de proteinas y grasas de las buenas, y carbohidratos de los malos y calorias vacias. Aunque sus clientas agradecian sus consejos para estar mas sanas, para aceitar el deterioro, para impedir la gordura, pero sin abandonar el placer de comer. --Ya vas a empezar. --Se burlo Nuria. --Yo quiero todos tus consejos para presumir en el hotel. Esta de moda eso de la conciencia de nutrirse bien y la dieta portuguesa es buena para eso. --Pidio Alejandra mientras compartian un plato de embutidos y una ensalada fresca. --Tengo consejos de todo tipo --anadio Carla con picardia--. Aunque les confieso que ya me harte de ser la flaca que soy. Eso de querer ser ejemplo viviente de mi compania es catastrofico. En este viaje pienso comer todo lo que se me atraviese. --Ya era hora --anadio Nuria, que era robusta, generosa de carnes y espiritu, y que movia su cuerpo sin que sus senos y caderas prominentes fueran un obstaculo. Carla casi no habia visitado a Nuria desde que se fue a Ensenada, hacia un lustro, y no soltaba el cuerpo, como si al hacerlo pudiera irse por el camino torcido. Tal vez le pesaba ser hija de medicos; su padre, un endocrinologo. --Esteban es un gran cocinero. --Presumio Alejandra--. No podras rehusarte a ningun platillo. --Ese debe ser uno de sus encantos. Alejandra sonrio con cuidado, sin la espontaneidad que le conocian. De las tres era la unica que permanecia casada, la unica que habia conservado la pareja con la que decidio hacer una vida. Dejaron que lo que Alejandra les platico sobre aquel templo --que era del siglo I antes de Cristo y que en algun momento habia sido carniceria, lo cual ayudo a que se conservara en pie-- fuera acomodando sus cuerpos al nuevo paisaje y a la alegria fortuita de compartirlo. Alejandra les dijo que lo mas impresionante era la Capilla de los huesos dentro de la iglesia de San Francisco, hecha con la osamenta de los monjes, apilados uno sobre otro, macabra y poderosa, pero penso que lo dejarian para otro dia, si acaso. Habian sido tan amigas en secundaria y preparatoria. Habian celebrado la primera boda de las amigas, la de Carla, cuando ella aun no terminaba la licenciatura, con Joaquin, su novio de tantos anos, de quien no se habia vuelto a hablar. Todas habian puesto su amistad por encima de cualquier otro argumento. No eran tres, eran cuatro. Renata habia sido mas amiga de Alejandra; Nuria y Carla, las mas cercanas. Las cuatro inseparables en aquellos anos. Tal vez por eso no se habian reunido en treinta anos. Pues, aunque Alejandra habia hecho viajes a Mexico para visitar a su familia, no las habia buscado ni ellas habian preguntado cuando iria. Las mexicanas habian perdido todo contacto con la que vivia en Portugal, hasta que ella les propuso celebrar su cumpleanos sesenta en el Alentejo. Alejandra y Renata cumplian anos el mismo dia, en una fecha innombrable: 19 de septiembre. Volvieron al auto, achispadas y con deseos de conocer el paraiso que Alejandra les habia prometido: aquella quinta donde crecian olivos y vides, y donde acababan de estrenar un hotel rural, con apenas cuatro habitaciones y un comedor. Oculto el nombre del hotel hasta que, despues de un cabrioleo por una carretera delgada entre cultivos, les senalo el letrero: Quinta Renata. Habian llegado. 2 Alejandra le asigno un cuarto a cada una, pero les advirtio que durante el fin de semana tendrian que compartir habitacion. --Como en los viejos tiempos --dijeron. --Me vengo con ustedes. --Se rio divertida. Le hubiera encantado revivir las noches en que estudiaban e ideaban estrategias para no quedarse dormidas. --Lo malo es que el vino me arrulla --dijo Nuria-- y en lugar de platicar seguro me quedo dormida pronto. Y no quiero beber Coca-Cola. --Yo, si --agrego Carla--, toda la que he dejado de beber durante anos. --Esteban la tiene prohibida hasta para el hotel --enfatizo Alejandra. Desde sus cuartos verian los vinedos dorarse bajo el sol del verano al caer la tarde, les advirtio Alejandra. Estuvieron de acuerdo en que la vista les daba paz. --Aunque tambien da desasosiego --dijo Carla. En realidad, a ella le encantaba vivir en uno de esos edificios altos del poniente, desde donde la ciudad se veia lejana, como una colcha de luces que advertia que el bullicio no paraba. Cuando visitaba a Nuria en la casa del acantilado, sentia la angustia del infinito mar. Esperaba poder dormir, el insomnio podia atacarla y que haria sin television, sin horario y con tanto verdor. La boca se le seco, pero no dijo nada. Las estaban consintiendo. Alejandra las apresuro, pues sabia que Esteban estaria ansioso por recibirlas. Quedaron en instalarse con mas calma despues. --Igual me paso desde hoy a tu cuarto --le dijo Carla a Nuria por lo bajo, temiendo el vertigo del espacio abierto. Caminaban de nuevo hacia el auto para llegar a la casa principal, una vieja construccion de adobe que les tomo tiempo remodelar, como explico Alejandra. --Claro que si, mi reina, pero ronco. --Se rio Nuria. --Yo tambien --dijo Alejandra, que las habia oido--. Eso dice Esteban. Que verguenza. --Verguenza con un amante, con el marido no creo --siguio Nuria--. Aunque yo soy la que soy a esta edad. Si alguien quiere dormir conmigo, que se lleve las caricias con el paquete completo, yo hare lo mismo.

  • La Bestia (Guardianes del Rey 1) de Emily Delevigne

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    Lux estaba en el lugar menos indicado en el momento menos apropiado del mundo. Cuando los guardias del aparcamiento empezaron a convertirse en hombres lobo penso que estaba viviendo una pesadilla. Pero en ese instante entraron en escena los vampiros…
    <> nos presenta a tres mujeres -Lux, Virginia y Luna- inmersas de repente en un mundo que transcurre paralelo a la realidad de los humanos. Donde las razas mas dispares continuan sus guerras que comenzaron en tiempos inmemoriales; donde hay peleas, muertes, secuestros, violaciones… pero donde, aunque parezca mentira, puede haber lugar para el amor.
    Mestizos que esconden su identidad para no ser exterminados por sus propios companeros. Hombres lobo que atacan en manada. Y humanas que logran robarles el corazon a sus amantes vampiros, aunque para ello tengan que entregar el precio de su propia sangre.

  • Cautiva del Dragon de Annett Furst

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    Nadine habia llamado a su asistente cuando recordo repentinamente que le habia dado el dia libre a la mujer regordeta y sin sentido de la moda. Involuntariamente levanto las comisuras de la boca. Susanne habia trabajado como su mano derecha imprescindible, desde que se habia hecho cargo del bufete de su difunto padre. Ella no se arrepentia de esta decision, aunque cada vez que entraba en la oficina por la manana, un dolor punzante le recorria el cuerpo al ver a su asistente. La aficion de Susanne por las blusas con disenos florales y los colores mas vivos, no encajaba en la antesala de una abogada comercial. Fuera de eso, la madre de tres hijos era increiblemente inteligente y parecia anticiparse a los deseos de Nadine. Sin duda, esta capacidad la cualificaba para contribuir a la exitosa carrera de Nadine, por lo que le perdonaba cada uno de sus errores en materia de moda. Lo que la molestaba un poco eran las detalladas descripciones de Susanne sobre su vida familiar y los progresos de sus hijos. A ella no le interesaba en lo mas minimo, lo que su marido habia arreglado en su casa o como su hijo de siete anos habia brillado en su primera obra teatral escolar. Hoy, Susanne le habia pedido el dia libre porque queria celebrar con su marido el decimo aniversario de boda. Su asistente estaba tan emocionada que no habia podido negarle esta peticion. Nadine puso los ojos en blanco. Ciertamente no se comprometeria con un hombre. Para ello, tendria que comprometerse e involucrarse sentimentalmente con el. Eso, a su vez, la distraeria de su trabajo y desequilibraria su ordenada vida. !Un pensamiento inimaginable! Tecleo unas cuantas instrucciones en su ordenador portatil que, a su vez, Susanne encontraria en su pantalla al dia siguiente, en cuanto encendiera el ordenador. -- Presentar los papeles del caso Schober & Co. en el juzgado, renovar el contrato de alquiler de la oficina, concertar una cita con la peluqueria, pedir una mesa en el restaurante italiano, informar a Simon. Susanne lo arreglaria todo a su gusto en el transcurso de la manana siguiente. Ella se reuniria con la asistente de Simon, que tambien trabajaba como abogado, y juntas fijarian una hora adecuada para la cena. Programaria la cita en la peluqueria para que Nadine pudiera conducir desde alli, bien peinada, hasta su cita. Alli, Nadine tendria una linda conversacion con Simon durante una deliciosa comida acompanada de una musica discreta, y luego se iria un rato con el a su apartamento para un encuentro amoroso. Ella dejaba que la satisficiera, el hacia lo mismo y luego regresaba a su ordenado apartamento. Su asistente ya se habia burlado varias veces de este acuerdo comercial. Ella pensaba que Simon era sofisticado pero, de alguna manera, no era un verdadero hombre. Si realmente estuviese interesado en Nadine, deberia tomarla y besarla apasionadamente en medio de la calle. Nadine sonrio para si misma. Susanne seguia suspirando por su marido con total devocion, incluso, despues de tanto tiempo, una idea que ella misma habia calificado de bastante extrana. Ningun hombre conseguiria provocar una reaccion semejante en ella. Decidio irse a casa a pasar el dia. Sin su asistente, se habia sentido extranamente frustrada. Un bano caliente y un buen vaso de vino, en este momento, le vendrian bien. Nadine tomo su cartera y se habia dirigido al estacionamiento subterraneo, donde la esperaba su BMW gris plateado. Capitulo 1 -- El Clan necesita mujeres -- murmuro Jaryk. -- Voy a escoger a cualquiera, y luego salgamos de aqui. El hecho de que hubiera sido el, entre todos, el elegido a traves de un sorteo para ir a una incursion, lo habia molestado. Al fin y al cabo, el no queria una pareja, pero era esencial que se trajeran nuevas mujeres. ?De que otra forma, podrian los miembros del Clan producir su descendencia, si su pueblo no era capaz de producir ninguna descendencia femenina? Una vez habia participado en una inusual competencia por una pareja, y eso, solamente porque su padre se lo habia aconsejado. Tras un breve periodo de combate, habia fingido agotamiento y se habia rendido, tras reconocer en los ojos de su oponente el ardor con el que deseaba a la mujer en cuestion. Sin embargo, se habria librado completamente si el jefe de su Clan, no hubiera roto el tratado que el gobernante habia negociado con los habitantes del continente vecino. Entonces, cada guerrero de su asentamiento podria buscar una pareja por si mismo. Pero no, en su lugar, el gobernante habia decidido como castigo, que solamente uno podia ir de caza y eso, solo si el lo permitia. Asi que su Clan estaba en un aprieto, porque las mujeres que habian robado a sus vecinos tenian que devolverlas. Debido a eso, muchos guerreros se quedaron, sin una futura pareja y el estado de animo en casa, se hundia mas cada dia que pasaba. En un determinado momento, habia llegado la noticia que se les permitia tomar otra mujer. Para evitar una gran refriega, sobre quien podria viajar a la Tierra, lo habian dejado a la suerte. Jaryk tuvo que participar, lo quiera o no y, por supuesto, habia tenido la gran desgracia de resultar ganador. Ahora, caminaba penosamente por este sotano abovedado, que estaba atestada de los extranos medios de transporte de los terricolas. Estaban hechos de un metal ridiculamente fino y habia observado que echaban humo, ademas hacian ruidos feos cuando se ponian en marcha. Jaryk se habia ido ahi tras su llegada para planificar sus proximos pasos. Ya habia oscurecido cuando aterrizo cautelosamente en la azotea del rascacielos, pero comprobo que las calles seguian bastante animadas. Por lo tanto, las circunstancias no eran favorables. No podia, despues de todo, tomar a una mujer en medio de la multitud, envolverla con sus alas y largarse. La primera regla de caza era no dejarse atrapar. Asi que, se habia arrastrado por las escaleras para esperar hasta que pudiera proceder sin ser visto. De vez en cuando venia gente, se subia a sus vehiculos y se alejaba a toda velocidad. El habia podido esconderse facilmente detras de los enormes pilares y cuando todo ya estaba silencioso. Aburrido, se habia sentado en la parte delantera de un coche gris plateado ya que, era casi del mismo color que su larga trenza. Se habia balanceado un poco hacia arriba y hacia abajo. No le habia importado que el metal cayera al suelo con un chirrido y que algunas partes crujieran. El sonrio, ya que la gente no parecia ser especialmente fuerte, si sus medios de transporte estaban tan mal construidos. -- Dime ?has perdido la cabeza o que? A su lado habia una mujer que parecia estar a punto de sacarle los ojos. -- !Que le has hecho a mi coche, demonio! -- Se paseo a su alrededor, sacudiendo la cabeza mientras examinaba los fragmentos que habia a su alrededor. Levantando el dedo indice, se acerco a el amenazadoramente. -- Me compensaras por los danos. No te muevas !Llamare a seguridad inmediatamente! Mientras ella rebuscaba en su cartera, el habia aprovechado para mirarla mas de cerca. La mujer era alta, tanto que el la superaba por apenas dos cabezas. El era mas alto que la mayoria de sus companeros de Clan y, debido a eso, las mujeres solo le llegaban como mucho por debajo del pecho. Esta era una de las razones por lo que no queria una pareja. Todas parecian tan fragiles y la idea de aplastarlas, tal vez, en una union sexual amortiguaba su deseo. Sus ojos brillaban con el mismo gris que se posaba sobre las montanas de su tierra natal cuando se anunciaba una tormenta de nieve. Bajo la blusa sobresalian unos pechos perfectos, que el podria rodear con una de sus enormes manos. Su cintura, en cambio, era estrecha formando una clara transicion hacia sus caderas bien redondeadas. La ajustada falda se cenia a sus largas y torneadas piernas, en cuyas pantorrillas pudo ver como se contraian los musculos. !Que buen especimen! Los guerreros se pelearian por ella, ya que esta mujer garantizaba una descendencia fuerte que desafiaria los rigores de las montanas con facilidad. Por alguna razon, su virilidad se agito ante este pensamiento. Se apreto con fuerza contra su pantalon y habia sentido una necesidad urgente de montar en ese mismo momento a la mujer. Energicamente, aparto el impulso de agarrarla. Ella no estaba destinada a el, y si la tomaba ahora, estaria traicionando a su futuro companero. O bien, despues de todo, cederia a su lujuria, pero entonces tendria que quedarse con ella, cosa que no se sentia atraido a hacer en absoluto. Mientras tanto, la mujer parloteaba en una caja negra que sostenia junto a su oido. Mientras lo hacia, golpeaba impacientemente el suelo con su asombrosamente pequeno pie que, al igual que el otro, estaba metido en unos zapatos negros y planos que se estrechaban en punta en la parte delantera. -- Si, en el estacionamiento subterraneo, seccion C justo al lado del ascensor. -- Luego lo miro con detenimiento de la cabeza a los pies. -- Traigan cuatro o mejor aun, cinco hombres fuertes. -- Volvio a deslizar el dispositivo en su bolsillo con sus largos dedos, con las unas pintadas de un llamativo rojo. -- Bueno, ahora tu, amigo. -- Ella se encabrito frente a el, pero Jaryk sonrio y siguio apoyandose despreocupadamente en el coche. -- ?Identificacion? -- Exigente, le habia tendido la mano. No sabia que se suponia que era eso, asi que ladeo la cabeza en senal de interrogacion. -- Tu identificacion, la pequena tarjeta cuadrada con tu nombre. -- No le gusto nada su tono cinico. La mujer aun no habia aprendido su lugar. El se puso de pie y, aunque ahora tuvo que estirar el cuello para mirarlo a los ojos, no retrocedio ni un centimetro. -- Me llamo Jaryk -- le espeto bruscamente, a proposito. Sin embargo, no consiguio el efecto deseado, ya que ella seguia sin apartarse de el. -- ? Jaryk que? -- Ante eso, ella enarco una ceja y lo miro como si estuviera hablando con un tonto. Alargo un dedo, lo coloco bajo su barbilla y lo elevo un poco mas. -- Primero dime como te llamas. Ella le aparto la mano de un manotazo y le abronco. -- Bueno, si quieres saberlo, me llamo Nadine Stiehmann. Luego anadio. -- Soy abogada. Echo la cabeza hacia atras triunfalmente, haciendo que su cabello rubio hasta los hombros, que antes habia recogido cuidadosamente detras de las orejas una y otra vez, rebotara alrededor de su cabeza. -- Tus palabras no tienen sentido para mi, mujer. -- Estaba claro que ella habia querido provocar una reaccion en el, como lo demostraba ahora su expresion confusa. Sin embargo, inmediatamente despues, se sonrojo y empujo la barbilla hacia delante con beligerancia. -- !Mujer! No soy una mujer... ?De que pueblo de mala muerte te has escapado? -- Ante esto, dejo que sus ojos se deslizaran con desden por su camisa de cuero hasta sus piernas, que llegaban hasta las rodillas con suaves pieles y envueltas fuertemente con correas de cuero. Levantando la cabeza, su mirada se detuvo en el bulto claramente visible entre sus piernas. De repente, Jaryk se dio cuenta, de que estaba disfrutando de esta rina y de que su cuerpo le estaba jugando una mala pasada, ya que su ereccion no cedia. -- !Increible! -- la oyo quejarse. -- !No solo eres un gamberro, sino un libertino! -- De hecho, en ese momento, estaba caminando hacia atras unos cuantos pasos. -- Ts, ts, ts. -- El la amenazo con su dedo indice. -- !Bastante atrevida!

  • Llamalo amor de Chloe Santana

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    Llamalo amor incluye dos novelas anteriormente publicadas por separado: Todos los veranos contigo y Nosotros… ?para siempre?

  • Sentirte en silencio de Toni Fernandez

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    A pesar de que Aiden se ha criado con sus padres en Irlanda decide independizarse y trasladarse a Espana donde comenzara una nueva vida llena de proyectos.

  • El sotano de Natasha Preston

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    Tienes que conocerle para escapar de el.

  • Cuando menos lo esperaba de Loren Gray

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    Denis solo queria hacer bien su trabajo, demostrarle a su padre que era un hijo digno y demostrarse a si mismo que era capaz…

  • El Tiempo. Todo. Locura de Monica Carrillo

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    ?Que paso conmigo, tiempo? ?No lo curabas todo? El futuro no es tuyo ni mio No es de nadie todavia A tu ida y a mi vuelta Al llegarte y descubrir Cuando el futuro era incierto Y el porvenir, por venir Siempre supe que eras tu Siempre me supo a poco Nunca sabre como sabria el futuro Juntos Sabio amor desabrido que nos alejo Ni rapido, ni despacio Solo lento Ni respiro, ni suspiro Solo aliento Ni remo, ni mar Solo viento Ni manana, ni noche Solo tiempo Te extrano Recuerdos tibios, a ratos tan fuertes, a veces Que extrano Todo queda ya lejos Y, a veces, Te echo de menos, septiembre Aquello duro mucho Demasiado Hasta que me canse de fingir los sarcasmos Te eche de menos cada dia de mas Aquellas noches en las que no entendia que me pasaba Pasaba la vida por encima de un cuerpo que sin ti ya era pasado No fue facil encontrar Nada sencillo sentirlo Corresponderse, un milagro, privilegio vivido Y ahora, si miro atras, solo sigilo ?Te acuerdas de cuando hablabamos de nuestro futuro? Ya ha pasado Ya es pasado Tanto tiempo de espera Tanto dia en la sombra Ya no hay batalla, no hay guerra Abro los ojos Vuelvo a ser otra La misma que era Hace tiempo que soy rio Que me dejo llevar y fluir Hace tiempo que sonrio Desde que consegui huir De ti Nunca cerre aquel parentesis por si volvias a entrar Despues de tu adios Olas de mar revuelto Resaca sin freno Horas de mas Dias de menos Yo tambien quise rehacer mi vida pero no pude viajar atras en el tiempo --?Que paso? --La vida. Sin ti Que tiempos aquellos cuando tenia ganas de estar en otros dias, otras horas, otras vidas La tuya Toda la vida contigo aprendiendo a ganarle un segundo al tiempo perdido El olvido siempre aparece A modo de recuerdos Tu tan de vez en cuando, yo tan de cuando en siempre Mi recuerdo favorito juntos es de aquel viaje a aquel lugar donde nunca fuimos aquel ano que nunca existio Y, al final, la espera fue el fin Ahora que Ahora ya Ahora sin Ahora en vez Ahora si Ahora al fin Ahora yo Ahoga el tu Ahora, si Ahora, tu Ahora, quien Ahora, yo Ahora, bien Y llego la temporada de tormentas Y mi tormento Tu Recuerdame cuando me veas que me fui Recuerdame cuando te vea que lo prometi Recuerdame cuando sea Recuerdame, tu a mi

  • Quedate 2 de Lily Perozo , Lina Perozo Altamar

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    Despues de estar varios meses separados, Victoria y Terrence se reencuentran en Nueva York y deciden darle una nueva oportunidad a su amor. Lejos del peligro que representa la guerra, viven dias felices, pero la distancia que los separa, pondra a prueba sus sentimientos.
    Benjen, debe lidiar con el escandalo que se desata cuando se hace de publico conocimiento que tiene un hijo junto a una famosa cantante de opera; lo cual lo llevara hasta America, donde intentara reparar parte del dano que le ha causado a Amelia y Terrence.

  • No solo sexo de Krista E. Mollet

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    Shaila detesta a su companero de trabajo…. o eso aegura hasta que no es capaz de rechazar una invitacion de Paul y se da cuenta que espera que esa invitacion llegue a algo mas…. ?sexo tal vez?

  • Lecciones del amor de Sophie Saint Rose

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    Desty entro en la habitacion lentamente, sintiendo un nudo en la garganta y sonrio a su madre que estaba muy palida tumbada en la cama. La enfermera se aparto despues de inyectarle algo en el gotero. --Ven aqui, mi amor. Quiero hablar contigo. Se acerco a su madre muy nerviosa y se sento en la cama a su lado para besarla en la mejilla. --?Como estas hoy, mama? Tienes mejor aspecto. Su madre la miro con amor a pesar de los dolores que debia sentir. -- Me encuentro mejor. --Ya veras como enseguida estaras en casa --dijo intentando retener las lagrimas, porque ambas sabian que eso era mentira. Avril Fallon sonrio con tristeza. --Eso no va a poder ser, mi vida. Pero te juro que estare siempre contigo. --Mama, no digas eso. --Cogio su mano deseando no separarse de ella jamas. --Te pondras bien y volveras a echarme la bronca porque he llegado tarde o no he recogido mi habitacion. --Nada me gustaria mas, te lo aseguro. --Rieron entre lagrimas y Avril acaricio su mejilla. Eres la luz que me guia... --Y que alegra mi corazon --termino por ella. --Para siempre. Prometeme que cuidaras de tu padre. --No tienes que pedirme eso. Sabes que lo hare. --Va a estar muy triste, pero se que tu estaras a su lado. Eres la fuerte de la familia. Has salido a la abuela Fallon y se que te ira bien. --Me ha criado la mejor madre del mundo. --Verte crecer ha sido lo mejor de mi vida. --Tomo aire con esfuerzo. --Como me gustaria ver que te conviertes en una mujer. Casarte y tener hijos... pero los vere desde ahi arriba. No dudes que siempre estare a tu lado. Nunca flaquees por muy dura que sea la experiencia y cuida de todos los que tienes alrededor, aunque te hayan hecho dano. A veces la vida puede ser muy dura y la gente es imprevisible, pero quiero pensar que todo el mundo tiene buen corazon y que solo se dejan llevar por las circunstancias. Tu eres fuerte y tu corazon es enorme. Cuida de tu comunidad, ellos te devolveran ese aprecio con creces. No te aisles nunca, intentando curar tu corazon si te han hecho dano, mi vida, porque otras personas pueden curarlo sin que te des cuenta. Y si tienes la oportunidad, ten muchos hijos, porque tu me has dado tantas satisfacciones que no quiero que te pierdas esa experiencia. --Su madre tiro de su mano y se la beso cerrando los ojos mientras Desty intentaba retener el llanto. --Intenta que tu padre no se quede solo. Lleva muy mal la soledad. Se quedo huerfano demasiado joven y me echara mucho de menos. Procura que no se vuelva un grunon ermitano, ?me lo prometes? Y si encuentra una mujer que le haga feliz, animale a que se case de nuevo. --Mama... --Se que puede ser duro ahora que aun estoy aqui, pero es lo mejor. Ya te daras cuenta mas adelante. --Sonrio mirandola con sus mismos ojos azules, rojos de intentar no llorar. --Busca un buen hombre que te quiera por encima de todo. Te mereces un hombre asi, mi vida. Nunca te conformes con menos. --Se echo a reir. --Aunque tendra que tener caracter para retenerte. Vaya que si lo tendra que tener, pero seguro que hay alguno por ahi que haga que tu corazon vuele cuando veas sus ojos, y ese sera el elegido. --Mama, te quiero. --La abrazo con fuerza muerta de miedo porque la dejara. --Lo se, mi amor. --Su madre acaricio sus rizos rubios como cuando era pequena. --Y yo te quiero mas que a nada en este mundo. Porque yo ya no este aqui no significa que ese amor desaparezca. Solo que estare lejos, pero piensa que me he ido a un viaje muy largo y que volveremos a encontrarnos. Espero que sea dentro de muchos anos felices, pero volveremos a encontrarnos. --La beso en la frente y se quedaron abrazadas mucho tiempo hasta que su padre entro en la habitacion del hospital y sonrio al verlas abrazadas mientras Avril acariciaba la espalda de su hija. --Cielo, es hora de irse. Se incorporo para mirar a su madre, que sonrio con tristeza. --Ahora dame un beso que recuerde para siempre, mi princesa. --Pero quiero quedarme. Avril nego con la cabeza. --No, cielo. Quiero hablar con tu padre a solas. Tu vete a casa. --Pero... --Las lagrimas corrian por sus mejillas y miro a su padre buscando ayuda, pero este disimulando el dolor, nego con la cabeza. Abrazo a su madre de nuevo y susurro en su oido --Te quiero y te prometo que hare todo lo que me has pedido. --Se que lo haras… --dijo su madre con la voz congestionada de dolor. Desty la beso en la mejilla cerrando los ojos para aspirar su olor, intentando grabarlo en su memoria--. Se feliz, mi amor. Y no olvides que te quiero. --No lo olvidare. Se levanto apretando su mano y ese momento fue el mas doloroso de su vida, porque no queria soltarla. Fue su madre la que separo su mano mirandola a los ojos, antes de que Avril con esfuerzo apartara la mirada para ver a su marido y sonrio alargando su mano hacia el. --Mi Curtis... Desty vio como su padre, angustiado de dolor, cogia su mano aferrandose a ella y sin poder soportarlo, salio de la habitacion a toda prisa. Corrio por el pasillo hasta llegar al aparcamiento y cuando se detuvo ante su camioneta, grito de rabia una y otra vez golpeando la rueda con la bota, intentando paliar el dolor que sentia en el pecho, pero sabia que ese dolor no se iria nunca. --?Que te ha hecho la rueda, nina? Sorprendida se dio la vuelta para ver ante ella a la mismisima duquesa, impecablemente vestida con un traje de chaqueta rosa y su cabello cano recogido en un mono alto sin que se le escapara un cabello. Iba apoyada en su baston de empunadura de plata, que la acompanaba desde que Desty tenia uso de razon. Miro sus ojos verdes y la anciana apreto los labios al ver sus lagrimas. --Ha llegado el momento, ?verdad? Lo siento muchisimo. Desty no sabia que decirle. Nunca habian hablado. La duquesa, como la llamaba todo el mundo, aunque no tenia titulo, era la mandamas del ganado del estado de Texas, mientras que su familia eran simples granjeros que sobrevivian a duras penas. Pero vivian en el mismo pueblo y alli todo el mundo se conocia, aunque no tenian trato. --Tu madre es una mujer fantastica y siento lo que le ha ocurrido. El cancer se lleva a mucha gente buena, como mi Harry. Lo siento de veras. --Gracias. --Incomoda se aparto la melena del hombro y se volvio hacia su camioneta. --Te llamas Desty, ?verdad? --Si. --Me han dicho que eres una apasionada de los caballos y que montas muy bien. Se encogio de hombros abriendo la puerta del conductor. --Si algun dia quieres ir a montar un purasangre al rancho Gilford, estas invitada. --Tengo mucho trabajo --dijo queriendo largarse de alli cuanto antes. --Cuando te encuentres mejor la invitacion seguira en pie. --La duquesa sonrio apenas antes de volverse y caminar hacia el hospital. Tenia un problema de cadera y aunque la habian operado, no habia quedado bien, asi que desde hacia anos llevaba ese baston. La gente decia que le habia ocurrido por pasarse media vida a caballo, ayudando a su marido a sacar el rancho de la nada para convertirlo en el mejor del pais. Desty se pregunto a que iria al hospital y al mirar a su alrededor no vio a su hermana, que siempre la acompanaba a esas cosas. Era extrano, Marcia siempre iba con ella a todos los lados desde que se habia mudado a la casa familiar despues de enviudar. Bueno, tenia otras cosas en que pensar. Y los Gilford no eran una de ellas. Su madre fallecio dos horas despues y ella incapaz de irse del hospital, recibio la noticia sentada en su ranchera cuando su padre la llamo al movil. Cuando le dijo que aun estaba alli y que queria verla, su padre se lo prohibio porque no queria que la recordara asi. Fueron dos dias realmente desgarradores, porque intentaba hacerse la fuerte ante su padre que tambien estaba destrozado. El dia del entierro vestida de negro, miraba sin ver la caja que descendia lentamente, para lo que el padre Hedrick decia que era su ultimo descanso, mientras las lagrimas salian incontrolables. Pero lo que fue superior a sus fuerzas, fue que todo el pueblo fuera hasta su casa para acompanarlos. Sentada en el sofa mirando el suelo de madera, ni se daba cuenta de que sus amigas intentaban animarla. Escucho que los murmullos cesaban y que alguien entraba en el salon. Distraida levanto la vista, para ver a la duquesa entrando al salon con su hermana y ambas se acercaron a su padre, que al lado de la chimenea hablaba con el sheriff. La duquesa le dio el pesame y su hermana tambien. Hablaron unos minutos y la anciana se acerco a ella, que se levanto por respeto haciendola sonreir. --Por favor, sientese. --No, hija. Sientate tu. --Miro a su amiga Mary, que todavia estaba sentada, y levanto una ceja haciendo que Mary saliera disparada del sofa. Se sentaron juntas y la mujer dejo el baston a un lado. --?Como te encuentras? Seguro que te lo pregunta todo el mundo, pero yo quiero la verdad. Sus ojos azules se llenaron de lagrimas de nuevo y miro a la anciana. --?Que voy a hacer sin ella?

  • Te encontrare de Raquel Antunez

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    Alexia es jueza de lo penal y cuando culmina el caso criminal mas importante de toda su carrera, sabe que debe replantearse toda su vida. La separacion de su marido no sera facil, asi que decide liarse la manta a la cabeza y marcharse al pueblo donde se crio, en Costamata de Gradec. Pero alli, lejos de paz y tranquilidad, le espera un duro golpe. De forma inesperada, Irache, su ahijada, desaparece sin dejar rastro.
    En la investigacion Alexia se ve envuelta en una voragine de sucesos. Por suerte, se reencuentra con Samuel, un viejo amigo que calara hondo en su corazon y sera su apoyo en este caso.
    Entre las paginas de Te encontrare se esconde el amor en todos sus estados: puro, enfermizo, eterno, platonico, imposible, robado, desgarrador, que nace, que muere. ?te atreves a encontrarlo?

  • Aitana de Ugo Moriano

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    Cuatro dias habian pasado desde su llegada en Italia cuando el Cardinal Rafael Torres Velasquez, procediendo con precaucion debido a su avanzada edad, bajo las escaleras de cemento que, bordeada de una alta pared de contencion que conectaba la carretera con la playa de abajo. Despues de solo nueve escalones, un ataque repentino y muy doloroso a la rodilla izquierda lo obligo a apretar su agarre en la barandilla de hierro que rodeaba la escalera, recordandole, si es necesario, que mas alla de cierta edad el privilegio de vivir es frecuentemente compensado con una serie abundantes de tembladera. – Monsenor, ?necesita ayuda? – No Aitana, todo esta bien. Gracias a este hermoso dia, me enfrente al bajr con demasiada calvicie, olvidando que ya no era un nino. Respondio el cardinal dirigiendose a la monja que lo observaba preocupada. – Ahora voy a ser mas cuidadoso y todo va a estar bien. – Talvez debimos haber elegido otra playa. -La religiosa unio sus manos como si estubiera orando. – una mas accesible, como la que pasamos hace diez minutos. – No, esta bien. !Mira que hermosas rocas emergen del mar!. El alto prelado, despues de una dispensada sonrisa tranquilizadora a la monja, retomo el descenso hacia la extencion de guijarros grises que descendieron a la costa. De hecho, no estaba completamente seguro de que estaba haciendo lo correcto. De hecho, si se hubiera encontrado en el papel de Aitana, habria reiterado sus dudas con mas behemencia. “Si despues no puedo subir, ya que no hay rampas de acceso, solo escaleras, usted se veria obligado a pedir ayuda" A pesar de ese pensamiento, no se detuvo, simplemente precedio con mas cuidado y su agarre, en la barrandilla gastada por el tiempo y la sal, se volvio mas firme. En los dias anteriores junto con su inseparable asistente habian seguido algunos servicios religiosos en la catedral de los Santos Mauricio y Companeros Martires, que se encuentran en el Parasio de Porto Maurizio, pero esa manana se habian mudado al otro lado de la ciudad. Habian asistido a la misa de las diez en la basilica colegial de San Juan Bautista en Oneglia y al final, de la conversacion cordial con el parroco, habian ido a dar un paseo cerca al muelle portual. Hablando con un pescador, el cardenal se habia enterado de esta playa, en el que estaba a punto de descender, situado en la solapa mas oriental de Imperia. Cuando llego al ultimo escalon, se paro y respiro el olor salado que impregnaba el aire. Un aroma no desconocido, pero raro para un hombre que habia pasado sus ultimas decadas en el soleado Toledo. Aunque era el 20 de marzo, en ese momento la arena estaba desierta y esto lo complacio porque habia ido alli a buscar la presencia de Dios que solo podia sentir en soledad. Como si estuviera apunto de hacer un gesto de epoca, extendio su pie derecho y lentamente lo inclino sobre las piedras en la base de la escalera. Despues de asegurarse de tener una base solida, casi de impulso, dio tres pasos hacia adelante. “Fue bien" penso cuando se dio cuenta de que no tendria equilibrio. “Si hubiera terminado tirado en el suelo, las monjas del convento, aunque sintiendolo mucho, seguramente habrian expresado dudas sobre mi sofisticacion" Aseguro sus habilidades y entro en la playa, dejando que su mirada vague por el agua azul y transparente, y luego a llevarlo a los infinitos tonos de gris de la multitud se piedras oscuras y redondeadas que bordean las olas. A unos cuarenta metros a su derecha, una hebra de rocas bajas salieron de la pared y despues cortaban la arena perpendicularmente, se lanzaban al mar para resurgir a unos metros mas adelante. No se atrevio a sentarse en el suelo porque estaba seguro de que ya no seria capaz de levantarse de nuevo, se dirigio hacia una parte rialzata y la uso como silla. Antes de continuar, levanto su mirada hacia la parte superior de las escaleras y trato de tomar una expresion segura, luego levanto la mano en un gesto de saludo que fue correspondido por Aitana, aunque si el rostro de la monja continuo mostrando perplejidad. Procediendo sin prisa, Rafael entro tratando de evitar las piedras que le parecian mas inestables, luego a mitad de camino para disfrutar de la vista de la famosa roca galeazza. “Mas que la vela de un buque de guerra veneciano del siglo XVI, considero contemplar la estructura rocosa que, estrechas y alta, emergio de las olas y luego se extendio hacia el mar mas profundo" para mi parece la aleta de algun focil antiguo que data de epocas distantes que, como una broma del destino, se mantuvo un unico signo obvio de los enorme pescado enterrado en este rincon de La Liguria. La sensacion mientras reanudaba su viaje seguia su camino y finalmente llego a sentarse, era que ese ser no podia ser asimilado a un delfin jugueton, sino a un tiburon feroz, tal vez todavia listo para despertar si las condiciones habian sido favorables. El sol que brillaba en el cielo, el aire calido y una ligera brisa que venia del oeste le daban una sensacion de relajacion, lo que lo llevo a cerrar los ojos, como si se encontrase en el lugar solo por razones de ocio. Todo eso sugirio que 2017 seria el enesimo ano con temperaturas por encima de la media. “!No estoy aqui por vacaiones!" dijo descartando ese sentimiento. “Etolo esta muriendo y he venido a Italia para acompanarlo en este ultimo viaje. La razon por la que Rafael y su asistente inseparable estaban en esa parte del puente de Liguria estaba estrechamente ligada a la gran relacion de estima y amistad que lo unia a Etolo Sciorato, un cardenal originario de Imperia Porto Maurizio que, hasta su jubilacion, habia sido un eminente miembro de la Curia Vaticana. Gravemente enfermo durante un par de anos, un mes antes, al presagio de acercamiento de su proprio viaje, habia decidido enfrentarse a sus ultimos dias regresando a las tierras donde nacio. “Es unos de los pocos amigos de verdad con los que siempre he sabido que puedo contar. Cuando se haya ido, estare mas solo, pero ahora mi tiempo tambien esta llegando a su fin, asi que pronto estaremos juntos de nuevo". Con un esfuerzo libero su mente de esas consideraciones entonces, como era su costumbre cuando llego a las orillas del Tajo, habiendo segurado una vez mas que no habia nadie en el vecindario, descanso los codos sobre sus piernas y menton en las manos de la articulacion, finalmente entrecerro los ojos hasta que se redujo a una simple rendija. Su mirada miraba a la inmensa extension de agua y su alma se abrio al Senor. El don de la fe siempre lo acompano. Cuando regreso con su memoria, no podia recordar ni un solo momento de su vida en el que habia sentido el amor de Cristo y nada habia vacilado en su firme convinccion de que tenia que cumplir con una mision: dedicarse a los demas revelando la piedad y la esperanza que Dios nos ofrece. Desde el comienzo de su viaje religioso siempre se habia comprometido. Para llevar a cabo su servicio y la carrera eclesiastica que habia realizado habia sido solo la consecuencia logica. Durante decadas habia celebrado el misterio de la Eucaristia sin dudar nunca de la transusencia de ese gofre de pan sin levadura que tenia en sus manos, pero la verdadera comunion con el Senor nunca le habia encontrado entre las paredes, a menudo suntuosas de las iglesias sino en lugares menos ortodoxos como en las orillas del Tajo. Ahora en ausencia de un rio real lo estaba buscando en esa playa en la frontera entre Imperia y Diano Marina. Un par de gaviotas despues de girar entre la tierra y el mar descendieron sobre el agua y se desplacaron por el ligero oleaje. Poco despues llego otra media docena que a su vez recayo en la compania de los dos primeros. Finalmente llego un ultimo rezago que tal vez para no conformarse con el resto del rebano, descansaba sobre la roca ocupada por el cardenal y despues de estirar y doblar las alas blancas y grises permanecio para mirarlo sin mostrar un interes real. Rafael decidio ignorar al recien llegado y como siempre en estas ocasiones comenzo a recitar con un filo de voz el acto de fe -"Dios mio porque eres verdad infalible creo en todo lo que has revelado y de la Santa Iglesia nos propone creer. Y expresamente en ti, el Unico Dios verdadero en tres personas iguales y distintas. "

  • En mitad del invierno de Rachel Ripley

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    Tawny miro el papel que acababa de aparecer por debajo de la puerta; al ver el membrete de correos y leer la palabra juzgado, estrangulo un sollozo. No podia mas. Se dejo caer sobre una silla, el unico mueble que habia en la pequena habitacion, ademas del catre. Lucho contra el nudo que se le habia formado en la garganta. Habia llorado demasiado y no estaba dispuesta a derramar ni una lagrima mas. Tenia que encontrar el modo de seguir adelante, pero se sentia demasiado perdida, sin la mas minima idea de como encontrarlo. Agacho la cabeza y suspiro de nuevo, preguntandose donde se habia estropeado todo, en que momento su vida se habia ido a la mierda. Seis meses atras, tenia un trabajo, un marido, una hermosa casa, un coche caro. Ahora solo tenia diez cajas semivacias y un monton de papeles como el que acababa de aparecer bajo la puerta. A quien queria enganar. Sabia cuando empezo todo a desmoronarse: el veinte de julio, dia de su quinto aniversario de matrimonio. Alex y ella habian decidido tomarselo libre tras meses de interminables jornadas de trabajo en las que apenas habian podido verse. De ese modo, podrian relajarse y descansar un poco, antes de ir a cenar y al teatro. No sabia ni a que restaurante irian ni que obra verian; el lo habia mantenido en secreto, a pesar de sus intentos por averiguarlo. Tampoco hizo muchos. El perdia rapidamente la paciencia, y ella habia aprendido a detectar en su tono de voz cuando habia llegado el momento de dejar de preguntar. No queria que aquel dia se estropeara por nada. Pero el telefono sono temprano; reclamaban a Alex para una reunion de ultima hora. Estuvo a punto de pedirle que, ya que era el CEO, intentara cambiarla a otro dia, pero se abstuvo. En el fondo, se sintio aliviada ante la idea de tener un dia para ella sola, descansar y estar tranquila. Protesto un poco, por obligacion, y le pidio que no volviera muy tarde, para que pudieran llegar con tiempo. El le aseguro que haria lo que pudiera, y se marcho. Cuando le vio meterse en el coche, decidio que era el momento perfecto para prepararse un bano y probar una de aquellas bombas de espuma que habia comprado a escondidas. Entro en el dormitorio contiguo al bano y encendio la radio; otro de sus pequenos placeres cuando estaba sola. Tarareando la cancion que sonaba en aquel momento, abrio los grifos, y se hizo un mono con la larga melena. Cuando la banera estuvo llena, metio la bomba en el agua, mirando, fascinada como giraba sobre si misma, siseando y disolviendose mientras ella aspiraba con deleite el suave olor a lavanda y fresa que desprendia. Se quito el albornoz, dispuesta a meterse en el agua, cuando en la radio ceso la musica y comenzo el informativo, que se abrio con la noticia de un hombre que acababa de ser puesto en libertad tras pasar veinte anos en prision por intento de asesinato. Fue al dormitorio y apago el transistor. No queria que nada estropeara aquella calma, aquel momento sin tension, el primero del que disfrutaba en mucho tiempo. Cuando iba a meter un pie en el agua, sono el timbre. Suspiro, poniendo los ojos en blanco, dudando si abrir la puerta o ignorarlo, pero volvio a sonar. Chasqueo la lengua con fastidio, se puso el albornoz, y bajo las escaleras del duplex hacia la puerta. Al otro lado aparecio una mujer delgada, alta y morena que, nerviosa, le pregunto si estaba Alex. Supuso que era una colaboradora freelance de la empresa con algun problema, por lo que le pregunto si queria que le diera algun mensaje. Ella asintio. --?Puede decirle a Alex que su mujer lo esta buscando? Es urgente que hable con el. Se quedo helada. ?Su mujer? No, no. No podia ser. Le pregunto si era algun tipo de broma, porque ella era la esposa de Alex. De hecho, era su quinto aniversario de boda, recalco. Ella palidecio y Tawny temio por un momento que fuera a desmayarse. Balbucio algo ininteligible, se dio media vuelta y salio corriendo calle abajo. A partir de ese momento, todo fue muy rapido, mucho mas de lo que pudo procesar. Cuando su marido llego a casa, le pregunto por la mujer que decia ser su esposa. El, sorprendido, le aseguro que seria alguna antigua empleada que intentaba vengarse de el. No era del todo descabellado. Desde su pedestal, su marido solia humillar ante el resto de la plantilla a los empleados que consideraba poco productivos o validos, para despues despedirlos sin contemplaciones, lo cual le habia granjeado bastantes enemigos. Eso era: la venganza de una mujer despechada; una treta para crear tension en la pareja. Decidio creerle y olvidarse del asunto, mas que nada porque Alex se nego en redondo a volver a hablar de ello y dio el tema por zanjado. Asi quedo hasta que, dos dias despues, encontro en su correo electronico un mensaje con el asunto <>. El corazon le dio un vuelco al descargar y leer el documento adjunto; <>, se dijo, aunque decidio comprobarlo en el Registro Civil. Queria, necesitaba terminar de una vez con todo aquello. Se le cayo el alma a los pies cuando le informaron de que era valido. Alex y aquella mujer, Tania Davidson, estaban casados. Hacia ocho anos. No daba credito. !Ocho anos! !Alex estaba ya casado cuando se caso con ella! ?Como era posible que ni siquiera lo hubiera mencionado? ?Y las consecuencias legales? Uno no se olvida de la noche a la manana de un matrimonio anterior; el, ademas, sabia que ella lo habria comprendido y habria esperado el tiempo necesario para poder casarse tras el divorcio. Claro, que tonta. ?Como no se le habia ocurrido antes? Seguro que su marido tenia los papeles del divorcio en algun lado. Pero cuando le enseno el certificado, el, deshecho en lagrimas, confeso. Estaba casado con Tania, pero no era feliz en su matrimonio, nunca lo fue. Era una mujer mezquina y vengativa que le maltrataba, le anulaba y le hacia sufrir; por ello no tuvo el valor para enfrentarse a ella y pedirle el divorcio. Anos despues, cuando conocio a Tawny, y se enamoro perdidamente de ella, tuvo miedo de que le abandonase al enterarse de que no se habia divorciado. No le quedaba mas remedio que actuar como si Tania no existiera. Ella le miro, incredula y herida. El le aseguro que pediria el divorcio, que lo arreglaria todo. Habia cometido un error, era cierto, pero ella era la unica mujer a la que amaba, la unica que le habia hecho plenamente feliz. Hacia anos que no la veia, que no tenia contacto con ella. Para el, ella era lo mas importante, su gran amor, le repitio mil veces, al tiempo que le rogaba que no le dejara, que no podia vivir sin ella, que no sabia lo que haria si ella le abandonaba. Habia sido un error, grave, si, pero provocado por el amor que sentia por ella; solo parecio calmarse cuando ella le aseguro que le daria una nueva oportunidad si pedia el divorcio. Intento ser fiel a su palabra, dejar aquello atras y actuar como si nada hubiera ocurrido, pero no podia dejar de darle vueltas. ?Por que no se lo habia contado?, ?por que no habia confiado en ella? Cuando se lo pregunto, el se enfado, gritandole que no dejaba de hurgar en la herida, que no le importaba hacerle sufrir. Volvieron los gritos y las peleas, las lagrimas, las noches en vela. Fue en una de aquellas noches cuando recordo que, en el correo electronico que Tania le habia enviado, la firma automatica incluia el link a su cuenta de Facebook. Se removio en la cama. No, no era una buena idea. Si Alex se enteraba…; pero tenia que hacerlo. Cogio el portatil, bajo al salon de la planta baja, se sento de rodillas en el sofa, busco el mail y pincho el enlace. Al leer su estado civil, casada, algo se retorcio en su interior. Trago saliva y pincho en los albumes de fotos. Se le llenaron los ojos de lagrimas. El mas antiguo era de hace ocho anos, de su boda con Alex. Pero el mas reciente, de hacia tres meses y medio, contenia las fotos de un viaje a los fiordos noruegos. En todas ellas, aparecian Alex y ella besandose, abrazandose, sonriendo, riendo, haciendo el ganso… Una maldita pareja feliz. Tres meses y medio. Contuvo una arcada. La misma semana en que Alex le conto que tenia que acudir a un seminario de team-building que se impartia fuera de la ciudad. La misma semana que ella no pudo acompanarle porque estaba hasta el cuello de trabajo. Como sonambula, se levanto a coger su agenda, y cotejo las fechas con las de las demas fotos en las que ambos aparecian juntos. Cerro los ojos, negando con la cabeza, lagrimas de dolor y rabia corriendo por sus mejillas. Todos los viajes de negocios que Alex habia hecho coincidian con las fechas de los albumes de fotos, viajes paradisiacos a lugares donde Tawny muchas veces le pidio que fueran juntos y el se limito a grunir que el sitio estaba muy lejos o era demasiado caro.

  • La ultima linea del espejo de Gema Samaro

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    La manana era tan perfecta que ni nos inmutamos cuando un tipo con una bolsa de papel de una hamburgueseria en la cabeza salio a nuestro paso: --Fjewisfgielikie --dijo el tio de la bolsa. Eva y yo nos miramos y soltamos una carcajada. El senor se habia hecho dos agujeros para los ojos y habia abierto una ranura para la boca, pero la bolsa se habia ladeado de tal forma que no se le entendia nada. --?Podemos ayudarle en algo? --pregunto Eva, sin poder contener la risa. --Kefjeiwsfejiowe. --Disculpe, ?se podria quitar la bolsa? Es que no le oimos --propuse llevandome el dedo indice a la oreja. El hombre se ajusto la bolsa para que coincidiera la abertura con la boca y, de nuevo, se dirigio a nosotras: --Buenos dias, senoras --solto con una inclinacion de cabeza que por poco hizo que la bolsa saliera disparada. Nosotras rompimos a reir, mientras el tipo volvia a ajustar la bolsa a la cabeza. --Buenos dias. --Logramos decir al fin. --No quiero asustarlas... --No, tranquilo. No nos asusta --replique sin poder reprimir la carcajada. Era un tipo alto, atletico, joven a tenor de su voz, de sus manos y de su vestimenta, una camiseta de rayas y unos pantalones vaqueros desgastados. --Siento abordarlas de esta forma, pero no me queda mas remedio que hacerlo asi. --No se preocupe. ?Que vende? ?Ofertas de dos por una? --pregunto Eva, con los ojos achinados por la curiosidad y la risa. --No, no vendo nada --respondio encogiendose de hombros--. Estoy aqui por otra razon. Era primavera, la vida estallaba por todas partes, incluidas nosotras que estabamos exultantes, eramos primavera, dos flores que no podiamos mas que imaginar razones de lo mas creativas para explicar lo que estabamos viviendo: --Teatro de calle, es usted actor. Esto es una performance comercial financiada por la marca de las hamburguesas --deduje mirando a mi alrededor, convencida de que publico y actores en breve nos rodearian para disfrutar del espectaculo. --Esto es la vida --repuso muy serio y ofendido, dando un paso atras dramatico, como un actor de cine mudo. Era una pena que el pobre hombre estuviera tan perjudicado como para plantarse en la calle con una bolsa de Burger King en la cabeza a las ocho de la manana. No parecia borracho, mantenia bien la verticalidad y hablaba estupendamente. Posiblemente seria un trastornado: --?Donde vive? --Quise saber para devolverle a su casa. --!A usted que le importa! --?Tiene familia? --!Oiga, dejeme en paz! --protesto dando un manotazo al aire--. No soy un perturbado. --Entonces, ?quien es? --inquiri mordiendome los labios. --Alguien que necesita saber muchas cosas... --?Y por que lleva el rostro tapado con esa bolsa ridicula? --pregunto Eva retirandose un mechon de pelo detras de la oreja. --Me compre un pasamontanas en un chino y lo he perdido. Soy un desastre. No tenia nada mas a mano para cubrirme y me he colocado esta bolsa. --?Por que se cubre? ?Le conocemos? --dije intentando reconocer su mirada, unos ojos verdes, que brillaban de un modo especial. --Dejense de preguntitas y vayamos al grano. --El tipo se echo la mano a la espalda y saco una especie de punal. Cuando la primavera arranca con toda su fuerza, cuando la vida despierta, cuando el sol reina en lo alto de un cielo perfecto, lo que menos esperas es que esa maravilla se malogre por culpa de un atracador con una bolsa de papel en la cabeza. Respire hondo y tome a Eva por el brazo. Estaba embarazada de cinco meses y esos sustos podian resultar mas que peligrosos. Sin embargo, mi amiga estaba encantada. --!Que maravilla! --exclamo Eva, contemplando extasiada el arma--. !Es una daga de vela, de acero, hierro y madera, espectacular! !Del XVII! ?Me equivoco? --Se equivoca. Es del XVI. --Vi hace poco una asi en el Museo Lazaro Galdiano. --Esta es mia --informo el hombre agitando la daga al aire--. Lleva toda la vida conmigo, es una preciosidad --susurro mirandola fascinado. --!Es una joya! --grito Eva. --Cuidela mucho. Nosotras tenemos prisa. !Buenos dias! --me despedi tirando de Eva para salir pitando de alli. --!No tan deprisa! --El tipo nos corto el paso empunando la daga. Mire a derecha y a izquierda y por alli, a escasos veinte metros de la farmacia, no habia mas que un gato parduzco indolente cruzando la calle. Lo mejor era terminar aquello cuanto antes: abri mi bolso, cogi mi cartera, saque el DNI que luego renovarlo era un fastidio, y se lo tendi al atracador. --Tenga. Y dejenos marchar. --?Para que quiero yo esa cartera tan horrible? --replico mirando con desden mi cartera maravillosa roja, de hace mil anos, y a la que tengo tantisimo carino. --!Quien va a hablar! !El encapuchado de la bolsa de papel! !Tiene usted tanto estilo atracando! --A mi, la verdad, que tu cartera tambien me parece un pelin de abuela --comento Eva llevandose la mano al pecho. --No tienes ni idea, Eva. Y usted... Si no quiere dinero, ?que quiere? --dije molesta por lo que habia dicho de mi cartera y guardandola con mimo en el bolso. Eva metio la mano en su bolso, extrajo un bote de repelente de insectos y, apuntando a la cara del hombre, hablo con la serenidad propia de la mala de la pelicula: --Si lo que busca es sexo, preparese porque con esto... --Senora, no me ofenda, se lo ruego. Ni soy un agresor sexual ni un mosquito tigre. !Ande, guarde eso! --Como que, si lo fuera, me lo iba a decir... --Soy un hombre de palabra. Puede confiar en mi --confeso solemne, con una leve inclinacion de cabeza. --Dejese de pamplinas y no nos haga perder mas tiempo. ?Que quiere? ?Pasarse la manana vacilandonos? --El tio me estaba sacando de mis casillas. --Me cuesta muchisimo hacer esto --explico el tipo, moviendo la daga a un lado y a otro, con un movimiento zigzagueante de la muneca--. Pero la vida nos obliga a veces a hacer cosas que atentan contra nuestros principios y kdfeiofaejfeifeofejek. --No se esfuerce, que no se le entiende nada --le corte muy borde. El hombre se coloco la bolsa de nuevo para que pudieramos escucharlo y siguio: --Decia que lamento mucho lo que voy a hacer, pero no me queda otra para recuperar lo que es mio. --?De que habla? !Nosotras no tenemos nada suyo! --espete con un gesto de desprecio. --No estoy tan seguro, por eso es mejor hacer cierta comprobacion --informo el embozado trazando con la daga circulos en el aire. No tenia miedo. Y no porque fuera inmortal y supiera que no podia pasarme nada, es que la situacion era tan absurda que cualquier mortal no habria sentido mas que bochorno ante semejante espectaculo. --Deje de hacer el idiota y guarde esa daga --le ordene sin pestanear, como la mama le exige al nino que deje de jugar con las cerillas. --Solo sera un momento, senora. --!No hay momentos que valgan! Tome a Eva nuevamente del brazo y cuando apenas habiamos dado un paso, el hombre se dirigio a mi amiga diciendo: --Senora, ?ve aquello de alli? --Y senalo con el dedo indice a algo que estaba detras de nosotras. --?El que? --pregunto mi amiga. --Eso de ahi, grande, de lunares, con ojos grandes, dientes afilados, cola, cuernos... --!Que bobadas dice! --solte indignada. --Eso solo puede ser una jirafa --dedujo Eva entre risas. Las dos nos dimos la vuelta y al hacerlo el tiparraco aprovecho para gritar: <> y largarle una cuchillada a mi amiga en el culo, rauda y traicionera, que la hizo caer de rodillas al suelo. --!Rata inmunda! --le chille a la cara--. ?Que ha hecho? --Lo... lo... puedo explicar... Veran... yo... yo... tengo la profunda conviccion... --Antes de que el vil y rastrero energumeno terminara la frase, le arrebate la daga y se la puse en el cuello. --!Como le suceda algo al bebe que espera mi amiga, voy a convertir su vida en una perpetua agonia! --le amenace rabiosa, yo creo que hasta me salio espuma por la boca. Mis amenazas le resbalaron. Insensible, cruel y frio, el siguio a lo suyo: --?Por que solo le preocupa el bebe y no su amiga si le he propinado una punalada de picaro en el trasero? Mire a Eva, tenia la tela de su vestido blanco y las piernas banadas en sangre. Sin embargo, su rostro no mostraba ni el mas leve indicio de dolor, solo incredulidad y asombro. Las dos sabiamos que faltaban apenas unos segundos para que su herida cicatrizara y empezaramos a tener serios problemas ante un tipo demasiado curioso. --!Marchese de aqui! --le exigi a voz en grito. --Senora, lamento profundamente haberle dado este susto en su estado, pero no tengo otra forma de saber si usted es una de los nuestros. --!Majadero! --grite empunando la daga a un centimetro de su nariz--. Larguese si no quiere que le deje el cuerpo como un colador. --Haga lo que quiera, no pienso irme. Necesito comprobar como evoluciona esa herida -- replico el tipo, flematico, senalando con el dedo indice a mi amiga.

  • Numero equivocado, hombre perfecto (Bourbon Street Boys 1) de Elle Casey

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    Dicen que el amor siempre se encuentra en los lugares mas insospechados

  • Origin (Hijos de Leiah 2) de Rotze Mardini

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    El hallazgo de una nueva victima cambiara los planes de Lexy Kendall, poniendola en una carrera contrarreloj que tendra por objetivo atrapar al asesino en serie de la cuadra francesa, sin imaginarse que se vera atrapada en un mundo desconocido.
    Jhensen, lider de la comunidad vampirica de New Orleans, se pondra a disposicion de la detective para poder cumplir con un encargo asignado por las deidades de Leiah…
    Jhensen y Lexy lo arriesgaran todo en una intensa batalla contra un oscuro personaje. El amor los sorprendera en medio del mayor reto de sus vidas, sumergiendolos en pasiones profundas e inesperadas.

  • Ciudad de polvo de Romano De Marco

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    Hace tiempo, Marco Tanzi estaba considerado el mejor policia de Milan. Mas tarde llegaron la carcel, los anos de mendicidad y el exilio voluntario, hasta que, por fin, se rehabilito y volvio a casa.
    Mientras su vida fluye ahora por cauces tranquilos, alguien le pide que colabore con una investigacion no autorizada. Su mision consiste en infiltrarse en la peor carcel de Italia para conseguir que hable un contable de la mafia e infligir de esta forma un duro golpe a la ?ndrangheta, que controla el trafico de cocaina en Milan.
    Tanzi acepta, a pesar de qu su amigo y antiguo companero, Luca Betti, le ruega que no lo haga, temiendo que pueda caer de nuevo en garras de sus demonios internos.
    Entretanto, una nueva organizacion criminal pretende sustituir a la ?ndrangheta invadiendo el mercado con green infierno, una metanfetamina con efectos colaterales devastadores.
    La guerra inicia con un sangriento atraco en el centro de Milan.
    Hacer frente a la escalada de violencia no es facil. Entre rios de polvo blanco, traiciones y juegos de poder, Marco, Luca y la nueva jefa de la brigada antiatracos, Laura Damiani, unas almas atormentadas en una ciudad perdida, siguen su propio camino hasta que el destino los reune en un final cargado de tension. Donde nada volvera a ser como antes.

  • La voz interior de Nerea de Carolina Ortigosa

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    A punto de cumplir sus temidos 30, Nerea no solo esta pasando por un bache, sino por todo un socavon.

  • Dos historias para no dormir de Stephen King

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    Un grupo de chicos y chicas sale a navegar en una balsa sobre un pacifico lago, donde una oscura mancha viscosa los acosa; en la carcel, un interno tiene extranas pesadillas en las que aparece una mujer que le atrae y repele a la vez, porque se convierte en una inmensa rata. Dos cuentos ineditos del gran maestro del terror, un terror que se instala en situaciones cotidianas con total familiaridad. Una realidad sobrenatural que traspasa los limites de lo fantastico para infiltrarse en nuestras vidas y sembrar la angustia en las noches de insomnio.

  • El mundo (Novelas 2) de Carmen Boullosa

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  • Firmamento de Maxim Huerta

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    En un hermoso hotel a orillas del Mediterraneo, el escritor Mario Bellver busca como acabar la novela de otro. Un dia, la llegada de Ana Monteleon, que inicia sus apacibles vacaciones, viene a corregir el rumbo del verano. y de su historia.

  • Sin control de Zara Cox

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    Nada mas conocer a Lily Gracen, todo un prodigio en programacion, Caleb Steele supo que iba a saltarse su regla de no acostarse con las clientas. Sin embargo, antes tenia que dar con su acosador. Estaba a cargo de la seguridad de Lily, aunque era ella la que tomaba la iniciativa cuando se encerraban en su mansion de Silicon Valley. La cuestion era que, de tanto contenerse, Caleb estaba a punto de perder el control.

  • ?Viernes o te vas?: Querido destino, no seas cabron de Nina Minina

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    Seamos serios y pongamonos en situacion. Imaginate por un momento que un buen sabado te levantas de la cama con un resacon en las venas brutal y que unos seres friquibundos, que no conoces de nada, han invadido tu espacio vital y estan dilapidando tus ultimas reservas de ibuprofeno. Ademas, la que dice ser tu amiga, te diagnostica el sindrome de Korsakoff y se queda tan pancha. A ver, veamos. ?a ver si va a ser verdad?, porque tu. lo de ayer como que no lo recuerdas mucho, ?verdad?
    Por lo visto, alguien perdio la brujula al completo y todas las sospechas apuntan directamente hacia ti, y yo me pregunto: ?Por que tuve que beberme hasta el agua de los floreros justo el dia en el que supuestamente iba a conocer al amor de mi vida? Querido destino, ?como puedes ser tan cabron?
    Una alocada historia sobre poderes ancestrales y sirenos.

  • Mi vida querida de Alice Munro

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    Una hermosa coleccion de cuentos de la premio Nobel Alice Munro, donde el amor, que nos acecha desde el pasado o nos reclama desde el futuro, es el tema central.

  • Defectos perfectos de Chenoa

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    En plena madurez artistica y personal, Chenoa pasa revista a su vida a traves de las paginas de un libro sincero, donde repasa su trayectoria profesional y vital hasta llegar al presente, en el que se siente plena y feliz.

  • Noches de Bonanza de Hugo Burel

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    En Noches de Bonanza, Hugo Burel concluye con maestria la primera trilogia de novela negra montevideana. Una historia apasionante que ha atrapado a miles de lectores, con un protagonista que ya se ha convertido en leyenda.

  • La naturaleza amenazada de Miguel Delibes

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    Este libro incluye tres obras del escritor espanol Miguel Delibes que, aunque de caracteristicas diferentes, comparten un mismo tema: la defensa de la Naturaleza amenazada por la tecnologia de nuestra avanzada civilizacion industrial.

  • El Muro (Todo Saldra Bien 6) de Pintina Cuneo

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    Silvana intentaba conciliar un sueno que tardaba en aparecer, uno imposible desde hacia dias. Unicamente pretendia dar una cabezada, una siesta, aunque fuese corta, seria de gran ayuda, ya que llevaba varias noches durmiendo mal, noches eternas en las que no dejaba de dar vueltas en la cama. Horas interminables de pensar. De pensar en mil cosas de manera continua. La primera semana de cuarentena habia pasado ya, y lo habia hecho con la sensacion de no acabar de creer lo que estaba sucediendo. Pero debia enfrentarse a los proximos siete dias de aislamiento y los pronosticos no eran nada halaguenos. Cada vez que escuchaba que las semanas podian alargarse la noticia le provocaba una terrible desazon anadida a su ya alterado estado de nervios. Y su vecino de patio no estaba ayudando demasiado. Agotada de escuchar aquel golpeteo infernal, se deshizo de la manta del sofa con un gesto brusco y se levanto de un salto. Aquel hombre del bajo de al lado llevaba dando pelotazos contra el muro divisorio casi una hora, estaba desquiciada ya. Su paciencia habia llegado al limite. Con gran estrepito, abrio la puerta corredera que comunicaba la cocina con el patio y proyectando la voz hacia la tapia se encaro con aquel extrano con el que le habia tocado convivir. --!Eh! !!El de la pelota!! Sabia que era un hombre a quien se estaba dirigiendo, esa presencia incomoda que compartia casa con otros dos chicos mas, al menos asi lo creia, porque en ocasiones, demasiadas para su gusto, las voces en la casa de al lado se multiplicaban hasta el infinito. Si, tenia unos vecinos muy sociables, unos escandalosos chicos que hacian mas vida en el patio que en el interior de su vivienda. No podia ponerle cara a ninguno de ellos, puesto que rara vez coincidia con alguno de los inquilinos de su edificio. Por horario de trabajo, porque no era muy dada a entablar conversaciones superficiales con la gente o porque la mayoria de veces que salia de casa, si escuchaba que alguien utilizaba el ascensor, esperaba unos segundos tras su puerta hasta que le llegaba el sonido del portal al cerrarse, evitando asi un encuentro con cualquier vecino. En otras ocasiones, y al regresar a casa, habia detenido sus pasos antes de llegar al edificio. No entraba en este hasta que el portal se quedaba completamente vacio. No, Silvana no era muy sociable y tampoco creia que fuese algo imprescindible, no al menos con los vecinos. Por lo que desconocia por completo la cara del rey del tenis al que le estaba dando alaridos en ese instante. El incansable pom, pom, pom, siguio retumbando en su cerebro. Silvana, separandose de la puerta de la cocina, se acerco mas y grito de nuevo, con el mismo exito que la primera vez. Entonces se alejo unos pasos del muro y haciendo bocina con ambas manos grito con todas sus fuerzas: --!Para! !!!Para con la pelota, por Dios!!! Silencio. Los ojos de Silvana se abrieron de manera sorpresiva. No podia creer que el ruido hubiese cesado. Entonces respiro aliviada, aunque, a decir verdad, que no se escuchase nada tan solo sirvio para que fuese mas perceptible el dolor pulsante en sus sienes y sabia que este se debia unicamente al incordio al que el vecino la estaba sometiendo. --Creo que el partido hace tiempo que lo perdiste, ?por que no dejas ya de dar pelotazos y te vas a leer un rato? --Perdona, ?me estas hablando a mi? --pregunto una voz desde el otro lado. --?Acaso hay alguien mas en todo el edificio reventando pelotas contra mi muro? --Tambien es mi muro, ademas, son las cinco de la tarde, no la una de la madrugada --se defendio el. --?Quieres que te recuerde lo que haceis tus amigos y tu a la una, a las dos, a las tres y a las seis de la madrugada? --Silvana, con los brazos en jarras le hablaba a aquella pared como si pudiera tener ante ella a la persona a la que estaba recriminando. --?A las cuatro y a las cinco no sabes lo que hacemos? Silvana fruncio el ceno extranada, no entendia la pregunta. --?Que dices? --Como no has nombrado esas horas y de las tres de la madrugada te has pasado a las seis, pues no se, por eso te pregunto. --!Vaya! Eres gracioso, ?eh? Molesto y gracioso, lastima que esten los teatros cerrados y no puedas acudir a hacer tu monologo semanal. Espero la replica, sabia que no tardaria en llegar. --Tu eres <>, ?no? --?Que me has llamado? --Pues eso, la tacones, la que se pasa el dia como si desfilase por las pasarelas de Roma, Milan y Paris en sesion continua. ?Se te ha ocurrido alguna vez quitarte los zapatos cuando vuelves a casa? --No vives en el piso de abajo, no se por que te molesta, en cambio no sabes lo irritante que es escuchar vuestras risotadas cada vez que montais un botellon aqui afuera, como si fueseis monicacos de quince anos. Sin hablar, claro esta, de esas ninatas salidas a las que invitais de vez en cuando para que vosotros parezcais mas burros de lo que habitualmente ya sois. Escucho murmurar, pero sin llegar a entender nada. De repente sono un gran pelotazo. --Uno: tengo tus tacones clavados en el cerebro, no sabes como retumban, como me taladra el cerebro ese tac, tac, tac. ?De que crees que estan hechas las paredes? ?De hormigon y acero? Otro pelotazo se escucho con mas intensidad. --Dos: mis companeros y yo nunca hemos molestado entre semana y hasta donde yo se ningun vecino se ha quejado. Ya iba a replicarle a eso cuando un tercer pelotazo sono como si quisiera reventar el muro. --Tres: !!vecina cotilla!! Si tanto te gusta escuchar conversaciones, no lo hagas tras la tapia, ven un dia y asi compruebas lo burro que me puedo llegar a poner. --!?Cotilla?! Pero si vuestras tontadas se escuchan hasta en Saturno y sin necesidad de satelite. Ya daba por zanjada la discusion cuando un nuevo pelotazo se estrello dandole un susto tremendo. --Cuatro: me aburro, !no sabes cuanto! --La pelota volvia a golpear en el muro--. Cinco: hay que hacer deporte, aunque estemos de cuarentena. --Nuevo pelotazo--. Seis: soy el mismisimo Nadal en la final de Roland Garros... Silvana no se quedo a escuchar el predecible <>, entro a la carrera en la cocina y agarrando la jarra del agua que descansaba sobre la encimera, la lleno a rebosar hasta arriba del todo y salio de nuevo. Aquel hombre continuaba dando pelotazos y contando, y con cada numero soltaba una sandez igual o peor que la anterior. Entrecerro los ojos, queria adivinar por el sonido de su voz a cuanta distancia estaria de la separacion; pasados unos segundos de duda lanzo con todas sus fuerzas el agua por encima de su cabeza. El sonido ceso al instante para escucharse una retahila de improperios. --Once --anuncio Silvana--, tras un largo partido es conveniente darse una ducha. --Me has calado las zapatillas al completo, ?lo sabes? --Vaya, ?solo las zapatillas? Pues que lastima. Los improperios continuaron sonando unos minutos mas, pero ella prefirio ignorarlos. Se encamino hasta el salon y busco con el mando algo que ver en television. Al cabo de un intenso repaso, del canal uno hasta el ciento y pico, el sonido del timbre la sobresalto. El corazon se acelero en su pecho. Cuando los timbrazos dieron paso a los golpes, Silvana apago el televisor, repitiendose, convencida, que no pensaba abrir, puesto que intuia quien estaba tras la puerta. --!!Abre, tacones!! --No se habia equivocado, el era su intuicion. Entonces se asusto, quiza habia ido demasiado lejos en lo de vengarse del tipo aquel. Agobiada, busco sus cascos, escucharia musica en su telefono, <>, penso, acomodandose en el sofa. Silvana, frente a la puerta del frigorifico, repasaba sus provisiones. No eran muy abundantes, la compra quincenal que habia hecho antes del inicio de la cuarentena estaba llegando a las ultimas. A medida que pasaban los dias se sentia mas nerviosa. Unicamente habia salido a la calle para tirar la basura al contenedor situado frente a su edificio, pero aventurarse hasta la tienda le generaba estres y ansiedad solamente de pensarlo. En varias ocasiones se habia arreglado, colgandose el bolso al hombro para permanecer inmovil durante unos eternos minutos con la mano posada en el picaporte sin atreverse a salir. Le entraban sudores de saberse rodeada de gente, de estar frente a la cajera, guardando su compra en bolsas, una compra que la dependienta debia tocar irremediablemente. Se imaginaba que encontraria clientes en los pasillos a los que deberia evitar, que tocaria los productos que otros ya habian tocado antes y que habian devuelto a las estanterias, tendria que coger cesta, una cesta que tocaban todos. El verbo 'tocar' tenia una dimension tan gigantesca que era en lo unico que pensaba si barajaba la opcion de pisar la calle, bloqueandose por completo. Ser asmatica y no disponer de mascarilla no facilitaba las cosas. Quiza deberia recurrir a alguien y pedir ayuda, un vecino tal vez. Entonces, una figura sin rostro vino hasta ella; si, el tenista del muro, raqueta en mano, probablemente estaria mas que dispuesto a hacerle la compra para despues lanzarsela hasta su patio como si de proyectiles se tratase. Agito la cabeza frustrada, harta con aquel encierro que sabia necesario pero que la estaba sobrepasando. Ni siquiera sabia si tenia el humor suficiente para enfrentar la tercera semana de confinamiento. El teletrabajo de las mananas era un gran alivio para no pensar en todo lo que el mundo estaba viviendo. Dias atras habia tomado la resolucion de dejar de ver las noticias, las cifras eran tan desoladoras que acababa llorando. Luego se renia. Las personas que queria estaban bien, tenia un trabajo, uno que iba a conservar cuando todo pasase, un empleo que no habia perdido como por desgracia le estaba ocurriendo a tanta gente. No podia evitarlo y se sentia tremendamente egoista, unicamente tenia que estar en casa, pero habia dias que se le hacia muy cuesta arriba. En los dias de bajon no hacia nada fuera del trabajo: no leia, sus ejercicios de yoga directamente los eliminaba de su rutina, comia cualquier cosa y se le hacia de noche sin quitarse el pijama y hecha un completo desastre. Otros, en cambio, era invadida por el espiritu de la limpieza y entonces ordenaba, clasificaba y quitaba el polvo hasta de lugares donde nunca se habia preocupado en mover los muebles.

  • Despues del deshielo de Adrienne Young

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    Eelyn, de 17 anos, lucha junto a los miembros de su clan Aska en una antigua rivalidad contra el clan Riki. Su vida es brutal pero simple: lucha y sobrevive. Hasta el dia en que ve lo imposible en el campo de batalla: ?su hermano, luchando con el enemigo? El hermano que ella vio morir hace cinco anos.

  • Brisas de Junio de Mariangel Blanco

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    Algunos sabios afirman que el mundo puede dar muchas vueltas. Los ninos crecen y los adultos envejecen, sin embargo, algunas cosas nunca cambian. Incluso pueden pasar diez anos y seguiran iguales.
    ?Es eso cierto?
    Una editora fracasada decidida en cambiar la historia de su vida y un hombre con el unico objetivo es pasarla bien y sin preocupaciones, se ven envueltos en una enredada historia de amor cuando de manera indirecta y sin saberlo intervienen en el encuentro de dos personas con un gran romance que lleva el peso de toda una decada a sus espaldas.
    Lo gracioso es que las cuatro personas se conocen entre si y ninguno se ha dado cuenta de ello.
    ?Que te puedo decir? No seria divertido trabajar sin drama.
    Soy el Destino y esta vez sere el narrador de la historia.

  • Un caballero de East End de Ana De Lievana

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    Lo habia perdido todo… y entonces la encontro a ella.

  • Un contrato de seduccion de Janice Maynard

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    Tumor. Incurable. Cancer. Jonathan Tarleton apretaba con fuerza el volante y miraba sin ver por el parabrisas. El trafico en la carretera 526 de circunvalacion de Charleston era ligero a aquella hora del dia. Aun asi, no deberia estar conduciendo. Seguia impactado y lo unico que queria era llegar a casa. Como un animal herido en busca de su guarida, necesitaba esconderse y asumir lo inimaginable. Por suerte, su hermana acababa de casarse y vivia con su marido, el mejor amigo de Jonathan. Si se hubiera dado de bruces con Mazie en la enorme casa de la playa, se habria dado cuenta al instante de que le pasaba algo. Los hermanos estaban muy apegados. En circunstancias normales, ni Jonathan ni Mazie seguirian viviendo en la casa en la que se habian criado, pero su padre era viejo y estaba solo. Muchos de sus amigos se habian ido a vivir a residencias en las que estaban acompanados y atendidos, pero Gerald Tarleton se aferraba a aquella fortaleza que era su casa en una isla barrera. Jonathan entro en el garaje y apoyo la frente en las manos. Se sentia debil, asustado y furioso. ?Como demonios iba a sacar aquello adelante? Era el unico que se ocupaba de la compania familiar de transportes. Aunque el nombre de su padre todavia figuraba en el membrete, Jonathan era el unico que se encargaba de aquel imperio. Su hermano gemelo deberia estar alli para ayudar, pero no se sabia nada del paradero de Hartley. Despues de robar varios millones de dolares a la compania, su padre lo habia desheredado y apartado de sus vidas. Su traicion le habia afectado mucho. Era un dolor interno que le reconcomia de la misma manera que la enfermedad. Su padre y el eran los unicos que sabian lo que habia pasado. No habian querido entristecer a Mazie https://www.facebook.com/novelasgratis 5 ni alterar la opinion que tenia de su hermano. Con mano temblorosa, Jonathan apago el motor, y en cuanto el aire acondicionado dejo de funcionar la humedad empezo a filtrarse en el coche. Los veranos en Carolina del Sur eran muy calurosos. Recogio sus cosas y subio a la casa. Por razones de seguridad, los Tarleton tenian alli dos despachos con la tecnologia mas puntera, ademas de los que tenian en la sede de la compania. No solo era una forma de garantizar la privacidad, tambien de que Jonathan mantuviera informado a su padre. No se sentia comodo en aquella situacion, y tenia un apartamento en la ciudad al que se escapaba de vez en cuando. Para un hombre de treinta y un anos, casi treinta y dos, su vida social era practicamente nula. De vez en cuando salia con alguna mujer, pero pocas de ellas comprendian sus exigencias. Dirigir el impresionante imperio familiar era para el todo un privilegio y tambien una maldicion. Ni siquiera recordaba la ultima vez que se habia sentido unido a una mujer, ya fuera emocional o fisicamente. Pero hacia aquellos sacrificios con agrado. Estaba orgulloso de lo que los Tarleton habian logrado alli en Charleston y queria ver su ciudad prosperar. Se detuvo unos segundos en el salon para contemplar el oceano. El sol de junio se reflejaba en sus aguas y la vista desde aquellos enormes ventanales siempre le habia parecido espectacular. Hasta aquel dia. En ese momento, la inmensidad del mar parecia estar burlandose de el. Los seres humanos no eran mas que pequenas particulas del universo infinito. Los viejos cliches eran ciertos. Afrontar la mortalidad de uno mismo lo alteraba todo. El tiempo, ese recurso que siempre habia considerado una materia prima inagotable, era de pronto mas preciado que cualquier cosa atesorada en la camara acorazada de un banco. ?Cuanto tiempo le quedaba? Los medicos le habian dicho que seis meses, tal vez un poco mas, tal vez un poco menos. ?Como iba a contarselo a su hermana? ?Y a su padre? ?Que pasaria con la empresa familiar? Mazie tenia sus propios intereses, su propia vida. Ella seria la unica duena del negocio, una vez que Jonathan y Gerald desaparecieran. Teniendo en cuenta que nunca habia demostrado el mas minimo interes por participar en la gestion de Tarleton Shipping, tal vez acabara vendiendo el negocio. Eso supondria el final de una era, pero quiza fuera lo mejor. La idea le resultaba dolorosa. Hasta ese dia no se habia dado cuenta de lo https://www.facebook.com/novelasgratis 6 vinculado que estaba emocionalmente a la compania. No era solo un trabajo para el. Era un simbolo del lugar que ocupaba su familia en la historia de Charleston. Momentos mas tarde encontro a Gerald Tarleton dormitando en un sillon del cuarto de estar y no quiso despertarlo. Se sentia devastado y fuera de control. Ademas, le dolia mucho la cabeza. Aquellos dolores habian comenzado hacia un ano. Al principio, eran esporadicos, pero poco a poco se fueron incrementando. Un medico le habia llegado a decir que eran por el estres, otro los habia calificado de migranas. Habia seguido una docena de tratamientos sin conseguir mejorar. Ese dia, su medico le habia dado un punado de pildoras y la receta para conseguir mas. Podia tomarse una, meterse en la cama y dormir hasta que aquel dolor punzante desapareciera. Pero eso no resolveria los grandes problemas. La idea de dejarse llevar por el efecto de los medicamentos era muy tentadora. No queria soportar un minuto mas de aquel dia tan horrible. Pero se dirigio a la cocina, tomo un vaso de agua y se tomo un par de pastillas de acetaminofen. Tenia responsabilidades, responsabilidades que no le llevaban a ninguna parte. Lo unico que habia cambiado era el tiempo que le quedaba. Jonathan siempre habia crecido trabajando bajo presion. La descarga de adrenalina por conseguir lo imposible le hacia esforzarse al maximo. Esa cualidad lo ayudaria a soportar los siguientes meses. Acababa de tomar su primera decision despues del diagnostico: mantendria en secreto la noticia por el momento. No habia razon para entristecer a su familia y amigos. Lo primero que tenia que hacer era trazar un plan. Una serie de ideas empezaron a formarse en su cabeza, cada una mas absurda que la anterior. Tenia que haber una respuesta. No podia permitir que cuando llegara el ocaso final, todo se fuera a la ruina. Necesitaba tiempo para asimilar aquella espada de Damocles que colgaba sobre su cabeza. Ni su dinero ni su poder ni su influencia podian salvarle de aquello. Lisette Stanhope introdujo el codigo de la alarma, espero a que la verja se https://www.facebook.com/novelasgratis 7 abriera y avanzo lentamente con su coche por la propiedad de los Tarleton. A pesar de que llevaba seis anos trabajando para Jonathan Tarleton, no dejaba de maravillarle aquella casa. Los Tarleton llevaban decadas viviendo en la punta de una pequena isla barrera al norte de la ciudad. En sus seis hectareas se levantaban la casa principal y varias construcciones repartidas a su alrededor. Una imponente verja de hierro protegia el enclave. El acceso desde el mar era imposible por el enorme muro de ladrillo que se habia levantado en la arena. Aunque la playa era publica, impedia que se pudiera acceder a la propiedad de los Tarleton tanto para evitar curiosos como por motivos de seguridad. Los huracanes y la erosion hacian que el mantenimiento del muro fuera muy caro, pero el actual patriarca de los Tarleton era por naturaleza paranoico y desconfiado, por lo que la seguridad era una preocupacion constante. Cuando vio el coche de Jonathan aparcado, el corazon se le encogio. Normalmente no estaba en casa a esa hora del dia. Tenia pensado entrar, saludar a Gerald y dejar el sobre que llevaba en el bolso en el escritorio de Jonathan. Podria haber llevado a cabo aquel tramite en las oficinas de la sede donde trabajaba, pero preferia hacerlo en un entorno mas discreto. La decision de presentar su renuncia le producia un nudo en el estomago. Jonathan se quedaria perplejo o se pondria furioso. Cuando leyera su carta, le pediria una explicacion. Ya lo habia pensado y habia estado practicando su discurso: la rutina, nuevos desafios, mas tiempo para viajar... Frente al espejo, le habia resultado casi convincente. Aquello le provocaba una gran desazon, teniendo en cuenta lo buenos que habian sido con ella Jonathan y su familia.

  • El estupor y la maravilla de Pablo D'ors

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    Fascinado por la idea de custodiar obras de arte, Alois Vogel trabaja como vigilante del Museo de los Expresionistas de Coblenza, su ciudad natal. Tras 25 anos como empleado en esta institucion, comienza a escribir sus memorias, en las que da cuenta de una vida anodina e insignificante en apariencia, pero de una intensidad realmente asombrosa. Maniatico hasta extremos grotescos, pero tambien tierno y enamoradizo, Vogel nos narra, como lo haria un nino que ve el mundo por primera vez, las historias que inventa sobre los visitantes que entran en su sala; su atormentada o amistosa relacion con sus companeros; sus sensaciones y sentimientos ante los grandes maestros del expresionismo aleman; su aficion a la cerveza y a la soledad, entendida como campo de experimentacion