• libro la gente en los arboles - Hanya Yanagihara

    https://gigalibros.com/la-gente-en-los-arboles.html

    El debut literario de la autora de Tan poca vida., el fenomeno editorial que ha cautivado a mas de un millon de lectores.

  • LA GENTE EN LOS ÁRBOLES | HANYA YANAGIHARA

    https://www.casadellibro.com/libro-la-gente-en-los-arboles/9788426405388/6419507

    Un homenaje a las librerías, a los libros y a todos aquellos que los aman. Una lectura ideal para recrearse y saborear con un buen te japonés.

  • La gente en los árboles (Narrativa) Tapa blanda - Amazon.es

    https://www.amazon.es/gente-los-%C3%A1rboles-NARRATIVA/dp/842640538X

    La gente en los árboles (Narrativa) : Yanagihara, Hanya: Amazon.es: Libros.

  • La gente en los árboles, de Hanya Yanagihara - Libros y ...

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    15 jul 2018 — Y es que en sus viajes a un archipiélago perdido de la Micronesia, Perina descubre un poblado cuya imposible longevidad radica en el consumo de ...

  • La gente en los árboles - Hanya Yanagihara - Lecturalia

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  • LA GENTE EN LOS ÁRBOLES - YANAGIHARA HANYA

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    No me ha parecido, antes que nada, un tema demasiado atractivo para resultarme tan adictivo o parecido al anterior libro de esta escritora, tedioso y muy ...

  • La gente en los árboles | Penguin Libros

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  • La gente en los árboles - Hanya Yanagihara -5% en libros

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    La gente en los árboles, libro o eBook de Hanya Yanagihara. Editorial: Lumen. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • La gente en los árboles - Hanya Yanagihara - Babelio

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    Críticas (2), citas (11) extractos de La gente en los árboles de Hanya Yanagihara. Las personas bellas nos ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • la gente en los árboles - Librería Sinopsis

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    «Un libro extraordinario. [...] Daríalo que fuera por escribir una novela tan potente como Tan poca vida.» James Rhodes, músico y autor de Instrumental« ...

  • La Gente en los Árboles - Buscalibre España

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    Libro La Gente en los Árboles, Hanya Yanagihara, ISBN 9788426405388. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros ...

  • Maldita mi suerte (Suerte 1) de Ana Martin Manas

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    ?Que pasa cuando juntas a dos desconocidos en un viaje alrededor del mundo?

  • La Mayor Alegria de Judy Christenberry

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    Ella pensaba que alli encontraria trabajo... no esposo.

  • Sakamura y los turistas sin karma de Pablo Tusset

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    Empieza el verano en Barna City, la capital turistica de Extrema Europa. Un titular salta a los medios: <>. Arde Twitter, prende entre los nativos la fobia anti japonesa, la comunidad nipona se esconde en los hoteles, y la opinion publica aun no sabe que los agresores no son dos simples japoneses enloquecidos, sino algo mas inquietante.

  • Seduciendo al diablo de Olivia Kiss

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    Todo parece apuntar a que Sophie Thomson terminara casandose con el duque de Wellington, el mejor candidato de la temporada. Sin embargo, durante un baile de mascaras, Sophie conoce a Jack Gallard o, como toda la ciudad lo llama, el mismisimo diablo. Un hombre poco respetable, de sonrisa seductora y mirada intensa que le ensenara que, a veces, correr riesgos vale la pena. Y mas si esos riesgos tienen mucho que ver con el deseo por lo prohibido, el amor y la felicidad. ?Conseguira Sophie seducir al diablo.?

  • La inocente pregunta de Fuencis de Marisa Maverick

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    La inocente pregunta de Fuencis es una novela donde la protagonista nos narra su historia a su manera y con otro tempo, ademas de regalarnos una primicia. Pero es mejor que ella os lo cuente…

  • La dama numero trece de Jose Carlos Somoza

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    L a sombra se deslizaba entre los arboles. La maleza y la noche le otorgaban el aspecto de una figura incorporea, pero era un hombre joven, de cabello largo, vestido informalmente. Al llegar al limite de la espesura se detuvo. Tras una pausa, como para asegurarse de que el camino se hallaba libre, atraveso el jardin en direccion a la casa. Era grande, con una galeria de columnas blancas en la fachada a modo de peristilo. El hombre subio las escalinatas de la galeria, penetro en la casa con tranquila sencillez, recorrio la planta baja sin encender una sola luz y se paro frente a la puerta cerrada del primer dormitorio. Entonces saco del bolsillo uno de los objetos que llevaba. La puerta se abrio sin ruido. Habia una cama, un bulto bajo las sabanas; se oia una respiracion. El hombre entro como la niebla, mas leve que una pesadilla, se acerco al lecho y vio la mano, la mejilla, los ojos cerrados de la muchacha dormida. Aparto con delicadeza la mano y, segundos antes de que despertara, levanto su pequeno menton descubriendo el cuello desnudo, un punteado de lunares, la vida latiendo bajo la piel; apoyo la punta del objeto cerca de la nuez y ejercio una ligera y exacta presion. Un rastro como de petalos rojos lo acompano hasta el segundo dormitorio, donde se hallaba la otra mujer. Cuando salio de este ultimo, sus manos estaban mas humedas, pero no las seco. Regreso por donde habia venido en busca de las escaleras que llevaban a la planta superior. Sabia que arriba se encontraba su verdadera victima. Las escaleras desembocaban en un pasillo. Era largo, estaba alfombrado y se adornaba de bustos clasicos colocados sobre pedestales. La sombra del hombre eclipsaba los bustos conforme pasaba frente a ellos: Homero, Virgilio, Dante, Petrarca, Shakespeare..., silenciosos y muertos dentro de la piedra, inexpresivos como cabezas decapitadas. Llego al final del corredor y cruzo una antecamara magicamente revelada por la intensa luz verde de un acuario sobre un pedestal de madera. Era un objeto llamativo, pero el hombre no se detuvo a contemplarlo. Abrio una puerta de doble hoja junto al acuario, y, con una linterna, convoco las formas de una lampara de arana, varias butacas y una cama con dosel. Sobre la cama, una figura imprecisa. El brusco tiron de las sabanas la desperto. Era una mujer joven, de cabello muy corto y anatomia delgada, casi fragil. Estaba desnuda, y al incorporarse, los pezones de sus pequenos senos apuntaron hacia la linterna. La luz cegaba sus ojos azules. No hubo intercambio de palabras, apenas hubo sonidos. Simplemente, el hombre no se abalanzo sobre ella. no quiero La noche proseguia afuera: habia buhos que observaban con ojos como discos de oro y sombras de felinos en las ramas. Las estrellas formaban un dibujo misterioso. El silencio era una presencia terrible, como la de un dios vengador. En el dormitorio, todo habia terminado. Las paredes y la cama se habian tenido de rojo y el cuerpo de la mujer yacia disperso sobre las sabanas. Su cabeza separada del tronco se apoyaba en una mejilla. Del cuello sobresalian cosas semejantes a plantas marchitas emergiendo de un bucaro. Silencio. Paso del tiempo. Entonces sucede algo. Lenta pero perceptiblemente, la cabeza de la mujer comienza a moverse, no quiero sonar gira hasta quedar boca arriba, se incorpora con torpes sacudidas y se apoya en el cuello cortado. Sus ojos se abren de par en par no quiero sonar mas y habla. --No quiero sonar mas. El medico, un hombre corpulento de cabellos y barba sorprendentemente blancos, fruncio el ceno. --Los somniferos no van a ayudarle a no sonar --advirtio. Hubo una pausa. El boligrafo planeaba sobre la receta sin posarse. Los ojos del medico observaban a Rulfo. --?Dice que siempre es la misma pesadilla?... ?Quiere contarmela? --Contada no es igual. --Pruebe, de todas formas. Rulfo desvio la vista y se removio en el asiento. --Es muy complicada. No sabria. En la consulta no se escuchaba el menor ruido. La enfermera dirigio sus parpadeantes ojos negros hacia el medico, pero este seguia observando a Rulfo. --?Desde cuando lleva sonando lo mismo? --Desde hace dos semanas, no todas las noches, pero si la mayoria. --?En relacion con algo que usted sepa? --No. --?Nunca habia tenido suenos asi? --Nunca. Leve rumor de papeles. --<>, un nombre curioso... --La culpa es de mis padres --replico Rulfo sin sonreir. --Ya imagino. --El medico si sonrio. Su sonrisa era amplia y afable, como su rostro--. <>. Muy joven todavia... <>. ?Como es su vida, senor Rulfo? Quiero decir, ?en que trabaja? --Estoy en paro desde finales del verano. Soy profesor de literatura. --?Cree que le esta afectando mucho esa situacion? --No. --?Tiene amigos? --Algunos. --?Amigas? ?Novia? --No. --?Es feliz? --Si. Hubo una pausa. El medico dejo el boligrafo a un lado y se froto el rostro con las manos. Tenia unas manos grandes y gruesas. Luego retorno a los papeles y reflexiono. Aquel tipo contestaba como una maquina, como si nada le importara. Quiza estuviera ocultando algo, quiza aquellos suenos se relacionaran con un suceso que no deseaba recordar, pero lo cierto era que solo se trataba de pesadillas. El atendia diariamente a enfermos con problemas mucho mas graves que unos cuantos suenos desagradables. Decidio darle un par de consejos y acabar cuanto antes. --Escuche, las pesadillas no tienen demasiada trascendencia clinica, pero son la prueba de que algo no marcha bien en nuestro organismo... o en nuestra vida. Un somnifero es un parche inutil, se lo aseguro, no va a impedirle sonar. Procure beber menos, no acostarse recien comido y... --?Me va a dar los somniferos? --interrumpio Rulfo con suavidad, pero su tono revelaba impaciencia. --No es usted un hombre muy locuaz --dijo el medico tras una pausa. Rulfo sostuvo su mirada. Por un momento fue como si uno de los dos quisiera anadir algo, compartir algo con el otro. Pero un segundo despues los ojos retornaron al suelo o a los papeles del escritorio. El boligrafo descendio y se deslizo por la receta. El prospecto aconsejaba una sola pildora antes de acostarse. Rulfo ingirio dos, ayudandose de un vaso de agua que relleno en el lavabo del cuarto de bano. Desde el espejo le observaba un hombre no muy alto pero si robusto, de cabellos y barba ensortijados y negros y dulces ojos castanos. Salomon Rulfo gustaba a las mujeres. Su atractivo sobrevivia intacto a su descuido personal. Debido a ello, la imaginacion de las dos o tres ancianas solitarias del destartalado edificio donde vivia ardia inventandole un turbio pasado. ?De donde habia salido aquel joven que no hablaba con nadie y casi siempre apestaba a alcohol? Sabian su nombre (Salomon, madre mia, el pobre), que cogia unas borracheras preocupantes, que andaba con putas de vez en cuando, que habia comprado al contado el pequeno apartamento del tercero izquierda casi dos anos atras y que vivia solo. Pese a todo, preferian su presencia a la de los inmigrantes que ocupaban el resto de pisos de aquel bloque de Lomontano, una callejuela angosta y desordenada cerca de Santa Maria Soledad, en el centro de Madrid. Las mas pesimistas pronosticaban, sin embargo, que el <> les daria un susto tarde o temprano. Y agregaban, inclinadas sobre los oidos de las otras: <>. <>, lo defendia la portera, sin poner objeciones a la opinion sobre su aspecto. Rulfo salio del bano y efectuo una parada en el comedor para liquidar los residuos de una botella de orujo, regalo prehistorico de cumpleanos de su hermana Luisa. Se dijo que debia acordarse de comprar whisky al dia siguiente. Era un gasto que no podia permitirse, pero, despues de la poesia y el tabaco, el whisky era una de las cosas que mas necesitaba en este mundo. Luego se dirigio al dormitorio, se desvistio y se metio en la cama. Estaba solo, como siempre, en medio de la noche. Su soledad nunca era facil, pero ahora, ademas, le atemorizaba aquella pesadilla. Ignoraba que podia significar, y su mecanica repeticion habia llegado a agobiarlo. Estaba seguro de que se trataba de una quimera, una fantasia emergida del pantano de su subconsciente, pero retornaba de forma casi inevitable, noche tras noche, desde hacia dos semanas. ?Relacionada con algo? Relacionada con nada, doctor. O con todo. Depende. Su vida era propicia para los malos suenos, pero lo mas grave, lo decisivo, habia ocurrido hacia dos anos. Resultaba absurdo suponer que ahora empezaba a pagar la factura de aquella remota tragedia. Esa tarde, en el ambulatorio de Chamberi, habia sentido la tentacion (ignoraba por que) de confiar por primera vez en alguien y confesarselo todo a aquel medico. Por supuesto, no lo habia hecho. Ni siquiera habia querido contarle la pesadilla. Penso que asi evitaria molestas preguntas y, quien sabe, hasta la posibilidad de recibir una papeleta gratis para el manicomio. Sabia que no estaba loco. Lo unico que necesitaba era dejar de sonar. Preferia confiar en las pildoras. Encendio la luz de la mesilla de noche, se levanto y decidio leer algo sublime mientras aguardaba a que la oleada hipnotica lo cubriera como una suave y tibia marea. Examino las estanterias del dormitorio. Tenia estanterias repletas en el comedor y el dormitorio. Habia libros apilados junto al ordenador portatil, incluso en la cocina. Leia en todas partes y a todas horas, pero solo poesia. Las ancianas de Lomontano jamas habrian sospechado una aficion asi en aquel hombre, pero lo cierto era que procedia de la mas temprana juventud de Rulfo y se habia acrecentado con los anos. Habia estudiado filologia y, en sus buenos tiempos (?cuando habian sido?), habia ensenado historia de la poesia en la universidad. Ahora, nadando en la soledad, con su padre muerto, su madre condenada a vejez perpetua en una residencia y sus tres hermanas dispersas por el mundo, la poesia constituia su unica tabla de salvacion. Se aferraba a ella a ciegas, sin importarle el autor, ni siquiera el idioma. No le resultaba preciso entenderla: gozaba con el simple ritmo de los versos y el sonido de las palabras, aunque fueran extranas. Georgicas. Virgilio. Edicion bilingue. Si, aqui estaba. Extrajo el libro del monton que habia cerca del ordenador, regreso a la cama, abrio el volumen al azar y dirigio los ojos al flujo torrencial de palabras latinas. Aun se encontraba muy desvelado: sospechaba que la inquietud no le dejaria conciliar facilmente el sueno, pese a la ayuda farmaceutica. Pero deseo que el medico estuviera equivocado y las pastillas evitaran que aquel absurdo terror volviera a repetirse. Siguio leyendo. Afuera, el trafico enmudecio. Los ojos se le cerraban cuando escucho el ruido. Habia sido breve. Provenia del cuarto de bano. No pasaba mucho tiempo sin que algo nuevo --una repisa, un anaquel-- se desprendiera de su sitio en aquel miserable apartamento. Resoplo, dejo el libro en la cama, se levanto y camino despacio hacia el bano. La puerta estaba abierta y su interior a oscuras. Entro y encendio la luz. No descubrio nada fuera de lugar. El lavabo, el espejo, la jabonera con el jabon, el retrete, el cuadrito con los arlequines ejecutando una campanela, la repisa metalica, todo se encontraba igual. Excepto las cortinas. Eran opacas, de pesima calidad, y estaban adornadas de un vistoso artificio de flores rojas. Las mismas de siempre. Sin embargo, creia recordar que se hallaban descorridas cuando habia salido del bano la ultima vez. Pero ahora estaban cerradas. Se intrigo. Penso que quiza su memoria le enganaba. Era posible que, antes de salir del bano, las hubiese corrido, aunque no entendia bien por que tendria que haberlo hecho. En cualquier caso, albergaba la sospecha de que el ruido habia sido provocado por algo que habia caido a la banera despues de rebotar en ellas. Supuso que seria el frasco de gel, y tendio la mano para descorrerlas y comprobarlo. Pero de pronto se detuvo. Un miedo inexplicable, casi inexistente, casi virtual, congelo su estomago y levanto como pequenas empalizadas los vellos de su piel. Comprendio que se habia puesto nervioso sin ningun motivo real. Es absurdo, ahora no estoy sonando. Estoy despierto, esta es mi casa, y detras de esas cortinas no hay nada, solo la banera. Reanudo el gesto sabiendo que las cosas seguian como antes; que encontraria, quiza, un objeto caido, puede que el frasco de gel, y que, tras verificarlo, regresaria al dormitorio y los somniferos le harian efecto y lograria descansar toda la noche hasta el amanecer. Descorrio las cortinas con absoluta tranquilidad. No habia nada. El frasco de gel seguia en su sitio sobre la repisa, junto al champu. Ambos botes llevaban meses alli: Rulfo no exageraba, precisamente, en lo tocante a su higiene personal. Pero lo cierto era que nada se habia caido. Supuso que el ruido se habia originado en otro apartamento. Se encogio de hombros, apago la luz del bano y regreso al dormitorio. Sobre su cama se hallaba el cuerpo desmembrado de la mujer muerta, la cabeza cortada apoyada en los pechos contemplandolo con ojos lechosos, el cabello endrino y humedo como el plumaje de un pagalo y una lombriz de sangre huyendo de las comisuras de sus labios yertos. --Ayudame. El acuario... El acuario... Rulfo dio un salto hacia atras, rigido de terror, y se golpeo el codo con la pared. un grito No sonaba: estaba bien despierto, aquel era su dormitorio y el golpe en el codo le habia dolido. Probo a cerrar los ojos un grito, oscuridad y volver a abrirlos, pero el cadaver de la mujer seguia alli (ayudame), hablandole desde la carniceria de su cuerpo destrozado (el acuario) sobre las sabanas. Un grito. Oscuridad. Desperto banado en sudor. Se encontraba en el suelo, junto con la mayor parte de las sabanas. Al caer de la cama se habia golpeado el codo. Aun aferraba el libro arrugado de Virgilio.

  • Protegida por el guerrero (Mackenzie 3) de Emma G. Fraser

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    Los pasos apresurados de Iona resonaban a lo largo del amplio y solitario pasillo. En su perfecto rostro ovalado y palido se dibujaba una expresion de enojo que le era imposible ocultar a pesar de que siempre habia sido una joven que habia aprendido a manejar muy bien sus emociones. Su melena lisa y rubia caia suelta por su espalda y ondeaba con fiereza a cada paso que daba. Sus ojos azules, normalmente huidizos, miraban fijamente al frente y estaban ligeramente entornados debido a la rabia que sentia en su interior, incluso parecia que gracias a ese sentimiento las pecas de sus mejillas se habian oscurecido. En sus voluptuosos labios mostraba un mohin que indicaba su oposicion a algo que roia su interior. Iona se habia visto obligada a vestirse con sus mejores vestidos durante los dias en los que los invitados a la boda de su hermano Math estuvieran pululando libremente por el castillo, y el que vestia sin duda destacaba su extrema belleza. De color azul palido y ribetes dorados, aquella prenda se ajustada a la perfeccion en su menuda y delgada figura, resaltando la sensualidad de sus pechos, que sobresalian entre la tela del escote que sin duda habia hecho que su padre pusiera el grito en el cielo. Pero poco le importo cuando a la hora del desayuno los ojos de su padre casi salieron de sus orbitas al verla aparecer. Estaba enfadada con la llegada de tantos invitados al castillo, pues eso suponia mucho trabajo, pero lo peor de todo no era eso, sino el hecho de que unos de ellos eran unos primos lejanos por parte de padre. El hijo de estos siempre la habia molestado desde pequena, y ahora no iba a ser menos. Sus ojos se entornaron mas al recordar a su primo lejano, pues el era uno de los motivos de su tremendo enfado. Apreto el paso a traves de los diferentes corredores del castillo. Adoraba su casa, pero cuando tenia prisa, lo odiaba, pues era un castillo cuyos pasillos eran casi laberinticos, oscuros y solitarios. Buscaba el salon donde sabia que encontraria a su madre junto a su tia, recien llegada del dia anterior para ayudar en lo que fuera necesario. Iona queria contarle algo en relacion a su primo lejano y a varios miembros de los clanes invitados a la boda. Sn duda, su padre habia decidido que fuera un enlace de alto copete en el que gastarian gran parte de lo recaudado hacia poco a lo largo de todas las tierras del clan Mackay. Por fin se casaba el hijo del laird, su primogenito, y desde hacia demasiados anos en el castillo no se celebraba una boda de esas caracteristicas, pues la boda de sus padres se habia festejado en el clan de su madre, los Gordon. Iona lanzo un resoplido cuando por fin diviso la puerta que buscaba. La joven levanto su mano y la abrio con fuerza para entrar como una exhalacion dentro del pequeno salon. Vio como su madre daba un respingo en su silla y se giraba hacia ella con el gesto ligeramente enfadado. Su tia, por el contrario, levanto la mirada de las flores con las que estaba adornando varios jarrones y le dedico una sincera sonrisa. --!Iona! --exclamo Neris, su madre--. ?Acaso no te he ensenado que hay que llamar a las puertas antes de entrar? El tono ligeramente enojado de su madre hizo que su enfado disminuyera en parte, pero tan solo se limito a decir un simple: --Lo siento, madre --susurro antes de cerrar la puerta tras ella. Neris suspiro y dejo las flores sobre la mesa para levantarse y girarse por completo hacia su hija. Despues dio un paso hacia ella y la tomo por los hombros: --?Que te ocurre? La mirada de indignacion volvio a aparecer en los ojos azules de la joven, que se entornaron de nuevo antes de lanzar un bufido poco femenino. --Se trata de Hamish --exclamo con cierto asco cuando pronuncio el nombre de su primo lejano. Su madre puso los ojos en blanco antes de preguntarle: --?Que pasa con el? Cada vez que os veis acabais enfrentandoos. --Y no es para menos, madre --se quejo Iona--. Lleva toda la manana intentando cortejarme. ?Se lo puede creer? Y no solo el. Varios guerreros de los otros clanes tambien se han acercado a mi con claras intenciones de cortejo. Y los que no se han acercado tienen cara de querer hacerlo, madre. La cara de asco que mostraba Iona ante un posible pretendiente casi hizo reir a Neris, pero logro contenerse a tiempo. Elevo su mano y toco con suavidad la mejilla de Iona. Una pequena sonrisa se dibujo en sus labios. Su hija se hacia mayor y sin lugar a dudas la belleza con la que resplandecia a diario no le pasaba desapercibida a ningun hombre, no solo a los recien llegados, sino tambien a varios guerreros del clan. --Ya tienes edad casadera, hija. Deberias planteartelo. Iona volvio a lanzar un bufido de repugnancia. --Madre, algunos de ellos no tienen la dentadura completa… Neris sonrio. --Solo digo que ahora tienes muchos pretendientes entre los que elegir --explico. Iona fruncio el ceno y tras un escalofrio al pensar en el mero hecho de casarse, nego rotundamente con la cabeza. --Calma, hija. No pasa nada porque hables con alguno de ellos y muestres cierto interes. Tu padre ha invitado a muchos guerreros de las Tierras Altas, entre ellos algunos lairds aun solteros, como Andy MacLeod, que es muy apuesto. Iona dio un paso atras y volvio a negar con la cabeza. --No quiero, madre. No imagino mi vida ligada a un hombre unicamente por su posicion o su dinero. Neris le dedico una mirada cargada de pesimismo. --Hija, vivimos en un mundo en el que tiene que ser asi. --Pues me niego, madre --respondio energicamente--. No podria vivir con un hombre que me inspira asco solo por un plato en la mesa. Y antes de darle tiempo a su madre para responder, Iona salio del salon de la misma forma que habia llegado, como una exhalacion. Neris suspiro largamente y con cierta tristeza antes de girarse hacia su hermana, que habia preferido mantenerse al margen de la discusion, y esta la miro con una expresion entre divertida y preocupada. --No recordaba que Iona tuviera tanto caracter --le dijo para intentar relajar el ambiente. --Y realmente no lo tiene, pero desde que le dijimos que habiamos invitado a Hamish esta malhumorada. --Deja que se relacione estos dias con los guerreros que han llegado. Seguro que alguno le hace borrar de su mente la idea que tiene del matrimonio. Neris asintio con seriedad y volvio a tomar entre sus manos las flores. Ese dia por la tarde era la boda de su hijo mayor, Math, y no podia albergar en sus pensamientos nada que no tuviera que ver con la felicidad que le producia esa union. Iona volvio sobre sus pasos a traves del laberintico pasillo. Durante unos instantes creyo que una conversacion con su madre para dejarle entrever su malestar con ciertos invitados llegaria a quitarle el sentimiento que le recorria el cuerpo. Penso que su madre le daria la razon respecto a lo que pensaba de su primo lejano, pero no fue asi, sino que el hecho de haber escuchado de su boca que le diera una oportunidad a alguno de los pretendientes habia provocado que su ira aumentara. Y en ese momento no deseaba ver a nadie mas hasta que llegara el momento para cambiarse de ropa para la boda. Sin embargo, cuando giro en una de las esquinas del pasillo y se choco contra el enorme pecho de un hombre torcio mas el gesto. --Lo siento --se disculpo cuando se vio impulsada hacia atras por aquella mole de hombre y estuvo a punto de caer al suelo. No obstante, unas manos fuertes la sujetaron antes de que perdiera el equilibrio y cuando levanto la cabeza para comprobar de quien se trataba, se quedo sin aliento por la intromision. --No pasa nada, prima. La voz masculina y pedante de su primo Hamish llego hasta sus oidos y necesito de toda su fuerza de voluntad para no soltar un improperio poco femenino delante de el. Se solto de sus manos con impetu, estiro la espalda cuanto pudo y lo miro con el mismo odio que una hora antes cuando lo vio por ultima vez. --?Acaso me estas siguiendo? --le pregunto de mala manera. Hamish sonrio de lado y se cruzo de brazos frente a ella al tiempo que tambien estiraba la espalda por completo, como habia hecho la joven. Iona trago saliva. Nunca habia estado tan cerca de el ni tan a solas con ningun otro hombre, por lo que se puso ligeramente nerviosa. Hamish era mas alto que ella, de complexion fuerte y no resaltaba precisamente por su belleza. Desde pequeno tenia la nariz torcida tras una pelea, una cicatriz le cruzaba la frente y cuando sonreia mostrando sus dientes, Iona tenia que hacer acopio de su fuerza de voluntad para no vomitar tras ver varias piezas negras. Eso sin contar que cada vez que hablaba escupia saliva por todas partes. --La verdad es que solo estaba dando una vuelta para matar el tiempo, pero ahora que el destino ha vuelto a ponerte en mi camino no estaria mal que salieramos a dar una vuelta por los alrededores del castillo. Iona levanto una ceja y apreto los punos con fuerza. --Vaya, primo --comenzo con ironia--, no sabia que ademas de pesado fueras tonto. Hamish enarco una ceja. --Esta lloviendo. Iona dio un paso hacia un lado e intento bordearlo para seguir con su camino, pues no podia aguantarlo por mas tiempo. Estaba de mal humor y no queria aguantar las impertinencias de nadie. Sin embargo, Hamish se movio y le corto el paso haciendo que la joven volviera a chocar contra el. --?Te he dicho alguna vez que me gustan las mujeres mordaces? Como tu… Iona estaba al borde de darle una sonora bofetada, pero sabia que si lo hacia podia aguar la boda de su hermano, por lo que se contuvo. --?Te he dicho que me gusta cualquier hombre menos tu? El guerrero lanzo una carcajada y estiro una mano para pasar un mechon de pelo tras la oreja de Iona, que estuvo a punto de caerse de espaldas cuando se echo hacia atras para no sentir su mano sobre ella. --Me encantas, Iona. En mi vida me haces mucha falta. --Pues no creo que tu vida haya sido un infierno hasta ahora. --Lo ha sido, de verdad. --Hizo una mueca teatral--. Me gustaria mucho poder cortejarte. La joven lanzo un bufido. --Y a mi que dejes de hacerlo. ?No entiendes que no me gustas? Hamish dio un paso hacia ella y la acorralo contra la pared. --?Y tu no sabes que cuanto mas te resistes mas me gustas? Nerviosa, Iona lo empujo lejos de ella, haciendo que el guerrero dejara escapar una sonora carcajada. La joven lo miro mal y antes de que tuviera tiempo para volver a la carga, retomo su camino. --!Seria un honor que me dedicaras un baile! --exclamo el joven parado en el sitio. Iona, sin mirar atras, le espeto: --!Antes prefiero comerme el estiercol de los cerdos! --Yo no me rindo, prima. --!Pues deberias! Y cuando giro en el pasillo para dirigirse a las escaleras, volvio a escuchar de nuevo la carcajada de Hamish. --Maldita sea… --gruno para si Iona antes de echar a correr por el pasillo. Faltaba menos de una hora para la boda cuando la doncella ato el ultimo cordon del vestido de Iona. Su madre habia insistido en que se pusiera esa prenda y no la que ella habia elegido, pues no queria destacar frente a las demas mujeres, al contrario, deseaba que las miradas no estuvieran puestas en ella. Pero su madre no pensaba lo mismo y le habia exigido, con sutileza, que se pusiera aquel vestido, y cuando al mirarse en el espejo descubrio que estaba mas bella que nunca, Iona torcio el gesto. Su madre le dejaba claro con esa prenda que deseaba que los pretendientes que sabia que tenia pusieran sus ojos sobre ella. --Estais preciosa, senorita. Ann, la sirvienta que la habia ayudado a vestirse, desconocia que ella no deseaba estar tan llamativa. Hubiera preferido ponerse los ropajes de la muchacha antes que aquel precioso atuendo. De azul celeste y ribetes bordados en diferentes colores, el vestido se adheria a la perfeccion a su figura, haciendo resaltar la curvatura de sus pechos con un escote pronunciado. Las mangas caian abiertas a su costado, mostrando parte de su antebrazo y la blancura de su piel. Sin lugar a dudas, era un vestido que dejaba poco a la imaginacion de los pretendientes, pues era mas que evidente que estaba confeccionado para atraer las miradas de los hombres y asi buscar un marido. Pero ella no lo deseaba. Iona miro de reojo a Ann y torcio el gesto. --Habria preferido ponerme el vestido marron. La doncella abrio desmesuradamente los ojos. --?El marron? Senorita, ese parece un saco. No resaltaria tanto vuestra belleza. Iona sonrio. --Eso es lo que quiero. --Por lo que he oido, teneis varios pretendientes entre los asistentes a la boda de vuestro hermano --le dijo mientras Iona se dirigia hacia la silla para preparar el peinado--. ?No estais contenta? Iona no pudo evitar lanzar una carcajada. --?Tu estarias contenta con alguien como Hamish detras de ti? --le pregunto enarcando una ceja. Ann sonrio levemente. --Bueno… la verdad es que muy apuesto no es, senorita. --Iona rio por lo bajo--. Pero me he cruzado con el laird MacLeod y es muy guapo.

  • Con las manos en las bragas de Noelia Medina

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    La expresion <>, al igual que la aburrida existencia de Amber, cambiara el dia que se encuentre a su cunado, el perfecto, adinerado y elegante de su cunado, encerrado en el bano, con el pantalon levemente bajado y masturbandose con una de sus bragas de la noche anterior. Pero claro, la vida de cualquier persona puede cambiar despues de una situacion de tal envergadura. Sobre todo si, minutos antes, brindando con un caro champan, anunciaba que llevaria a su hermana mayor al altar dentro de pocos meses.
    Ella intentara olvidarlo, hacer como si nada hubiese ocurrido, pero el destino no esta dispuesto a permitir que todo termine ahi, y los envolvera en un excitante, prohibido y peligroso juego.
    Eso si, Amber debera tener en cuenta que, en todo juego, por mucho que el azar este de tu parte, siempre hay un jugador que destaca en estrategia

  • La favorita de Kiera Cass

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    Me subi un poco los tirantes del vestido, para cubrirme los hombros. Carter estaba callado; su silencio me provocaba mas escalofrios que la falta de calefaccion en las celdas de palacio. Habia sido horrible oir sus grunidos de dolor mientras los guardias le golpeaban una y otra vez, pero al menos entonces sabia que respiraba. Estremecida, encogi las piernas y acerque las rodillas al pecho. Otra lagrima me cayo por la mejilla, y lo agradeci, aunque solo fuera por la calidez del liquido sobre la piel. Lo sabiamos. Sabiamos que podia acabar asi. Y, aun asi, nos habiamos visto. Era inevitable. Me pregunte como moririamos. ?Ahorcados? ?De un tiro? ?O quizas algo mucho mas elaborado y doloroso? No pude evitar desear que el silencio de Carter significara que ya habia muerto. O, por lo menos, que fuera el quien muriera primero. Antes que permitir que su ultimo recuerdo fuera mi muerte, preferiria que fuera su fallecimiento lo ultimo que recordara yo. En aquel mismo momento, solos, en aquella celda, lo unico que deseaba era que cesara su dolor. Algo se movio en el pasillo, y el corazon se me acelero. ?Habia llegado el momento? ?Era el fin? Cerre los ojos, intentando contener las lagrimas. ?Como habia ocurrido todo? ?Como habia pasado de ser una de las candidatas mas queridas de la Seleccion a la sentencia por traicion, a estar alli encerrada, a la espera de mi castigo? Oh, Carter... Carter, ?que hemos hecho? No me tenia por una persona vanidosa. Aun asi, casi cada dia, despues del desayuno, sentia la necesidad de volver a mi habitacion y retocarme el maquillaje antes de dirigirme a la Sala de las Mujeres. Sabia que era una tonteria: Maxon ni siquiera me veria hasta la noche. Y para entonces, por supuesto, ya me habria maquillado de nuevo y habria cambiado de vestido. Tampoco es que tuviera mucho efecto lo que yo pudiera hacer. Maxon se mostraba educado y agradable, pero no me parecia que hubiera entre nosotros una conexion como la que tenia con otras chicas. ?Que tenia yo de malo? Aunque sin duda me lo estaba pasando muy bien en el palacio, tenia la sensacion de que habia algo mas, algo que las otras chicas entendian --bueno, al menos algunas de ellas-- y yo no. Antes de entrar en la Seleccion, me tenia por una chica divertida, guapa y lista. Pero ahora que me encontraba en medio de un punado de chicas cuya mision diaria era la de impresionar a un solo chico, me sentia poca cosa, aburrida e insignificante. Me daba cuenta de que habria tenido que hacer mas caso a mis amigas de casa, que parecian tener prisa por encontrar marido y formar un hogar. Se habian pasado la vida hablando de vestidos, del maquillaje y de los chicos, mientras yo prestaba mas atencion a lo que me ensenaban mis tutores. Tenia la sensacion de haberme perdido alguna clase importante, y ahora me sentia rezagada. No. Era cuestion de no dejar de intentarlo, nada mas. Habia memorizado hasta el ultimo detalle de la clase de historia que nos habia dado Silvia unos dias antes. Incluso habia puesto por escrito algunos conceptos para tenerlos a mano por si se me olvidaba algo. Queria que Maxon pensara que era una chica lista y completa. Tambien queria que pensara que era guapa, asi que tenia la sensacion de que aquellos viajes a mi habitacion eran absolutamente necesarios. ?Como lo haria la reina Amberly? Ella estaba esplendida en todo momento, sin hacer ningun esfuerzo aparente para conseguirlo. Me detuve un momento en las escaleras para mirarme el zapato. Parecia que uno de los tacones se me habia enganchado en la alfombra. No vi nada, asi que segui adelante, impaciente por llegar a la Sala de las Mujeres. Al llegar a la planta baja me eche el cabello atras por encima del hombro y pense si lo que estaba haciendo no tendria un sentido mas profundo. La verdad es que queria ganar. No habia pasado mucho tiempo con Maxon, pero parecia amable, divertido y... --!Ahhh! --El tacon se me engancho con el borde de un escalon y cai aparatosamente sobre el suelo de marmol--. !Auch! --!Senorita! --Levante la vista y vi a un guardia que se acercaba a la carrera--. ?Se encuentra bien? --Estoy bien. No ha sido nada. Solo el golpe... !Y el ridiculo! --No se como pueden caminar con esos zapatos. Es un milagro que no tengan todas algun tobillo roto. Me ofrecio la mano, y se me escapo una risita. --Gracias --dije, echandome el cabello atras y alisandome el vestido. --A su disposicion. ?Esta segura de que no se ha hecho dano? --dijo, mirandome algo nervioso, por si tenia algun corte o magulladura. --Me duele un poco la cadera por el golpe, pero, por lo demas, estoy perfectamente --dije, y era cierto. --Quiza deberia llevarla a la enfermeria, para asegurarnos. --No, de verdad --insisti--. Estoy bien. El suspiro. --?No le importaria hacerme un favor e ir de todos modos? Si estuviera herida y yo no hubiera hecho nada para ayudar, me sentiria fatal. --Me miro con unos ojos azules que resultaban terriblemente convincentes--. Y apuesto a que el principe querria que fuera. Seguramente en aquello tenia razon. --De acuerdo --accedi--. Ire. El sonrio, torciendo minimamente los labios. --Muy bien --dijo, y me cogio en sus brazos. Me quede sin aliento de la sorpresa. --No creo que esto sea necesario --proteste. --No importa --dijo el, y se puso a caminar, asi que ya no podia bajar. --Corrijame si me equivoco, pero usted es la senorita Marlee, ?verdad? --Asi es. No dejaba de sonreir, y yo no pude evitar sonreirle a el. --He estado estudiando los nombres de todas para no equivocarme. Lo cierto es que no creo que fuera el mejor en la instruccion, y no tengo ni idea de como he acabado destinado en palacio. Pero quiero asegurarme de que no se arrepientan de esa decision, asi que al menos intento aprenderme los nombres. De este modo, si alguien necesita algo, sabre de quien estan hablando. Me gustaba su forma de hablar. Era como si contara una historia, aunque solo estuviera hablandome de si mismo. Tenia la voz ligera y se le animaba el rostro al hablar. --Bueno, ya has cumplido con tu deber holgadamente --dije yo, para animarle--. Y no seas tan duro contigo mismo. Estoy seguro de que harias una instruccion excelente, si te destinaron aqui. Tus jefes debieron de ver un gran potencial en ti. --Es usted demasiado amable. ?Quiere recordarme de donde es? --De Kent. --Oh, yo soy de Allens. --?De verdad? Allens estaba justo al este de Kent, al norte de Carolina. En cierto modo, eramos vecinos. --Si, senorita --dijo, asintiendo sin dejar de caminar--. Esta es la primera vez que salgo de mi provincia. Bueno, la segunda, contando la instruccion. --Igual que yo. Me cuesta un poco acostumbrarme al clima. --!A mi tambien! No veo la hora de que llegue el otono, pero no estoy seguro siquiera de que aqui haya otono. --Ya te entiendo. El verano esta muy bien, pero no si dura eternamente. --Exacto --dijo, convencido--. ?Se imagina lo rara que sera la Navidad? --No puede ser lo mismo, sin nieve --respondi yo, con un suspiro. Y estaba convencida de ello. Sonaba con el invierno todo el ano. Era mi estacion favorita. --Desde luego que no --dijo el. No sabia muy bien por que sonreia tanto. Quiza fuera porque la conversacion me resultaba muy natural. Nunca me habia sido facil hablar con un chico. Lo cierto era que no tenia mucha practica, pero era agradable pensar que quiza no fuera tan dificil como pensaba. Al acercarnos a la entrada del hospital freno el paso. --?Te importaria dejarme en el suelo? --le dije--. No quiero que piensen que me he roto una pierna, o algo asi. --En absoluto --contesto el, sonriendo y chasqueando la lengua. Me dejo en el suelo y me abrio la puerta. En el interior habia una enfermera sentada ante una mesa. El guardia hablo por mi: --Lady Marlee se ha caido en el vestibulo y se ha dado un pequeno golpe. Quiza no sea nada, pero queriamos estar seguros. La enfermera se puso en pie, aparentemente contenta de tener algo que hacer. --Oh, Lady Marlee, espero que no sea gran cosa. --No, solo me duele un poco aqui --dije yo, tocandome la cadera. --Le echare un vistazo enseguida. Muchas gracias, guardia. Ya puede volver a su puesto. El guardia saludo agachando la cabeza y se dispuso a marcharse. Justo antes de que la puerta se cerrara, me guino el ojo y me sonrio, y yo me quede alli, sonriendo como una idiota. Las voces del pasillo aumentaron de volumen y me devolvieron al presente: oi los saludos de los guardias solapandose unos a otros, todos diciendo una unica palabra: <>. Maxon estaba ahi. Me levante corriendo y me asome al ventanuco de mi celda justo a tiempo para ver como abrian la puerta de la celda del otro lado del pasillo --la de Carter-- y Maxon entraba, escoltado por otros guardias. Hice un esfuerzo por oir lo que se decia, pero no pude descifrar ni una palabra. Tambien oi algun debil murmullo de respuesta, y supe que era de Carter. Estaba despierto. Y vivo. Suspire y me estremeci al mismo tiempo, y luego volvi a recolocarme los tirantes de tul sobre los hombros. Al cabo de unos minutos, la puerta de la celda de Carter se abrio de nuevo; vi que Maxon se acercaba a mi celda. Los guardias le dejaron entrar y la puerta se cerro tras el. Me miro y se quedo sin aliento. --!Dios Santo! ?Que te han hecho? --dijo, acercandose y desabrochandose la chaqueta al mismo tiempo. --Maxon, lo siento mucho --dije, entre lagrimas. El se quito la chaqueta y me envolvio con ella. --?Te han roto el vestido los guardias? ?Te han hecho dano? --Yo no queria traicionarte. Nunca quise hacerte ningun dano. El levanto las manos y me cogio las mejillas. --Marlee, escuchame. ?Te han pegado los guardias? Negue con la cabeza. --Uno de ellos me arranco las alas del disfraz al empujarme para que entrara en la celda, pero no me han hecho nada mas. Suspiro, evidentemente aliviado. Que buen hombre que era, aun preocupandose por mi bienestar, incluso despues de haber descubierto lo mio con Carter. --Lo siento muchisimo --susurre otra vez. Las manos de Maxon se posaron en mis hombros. --Ahora empiezo a darme cuenta de lo inutil que es resistirse cuando se esta enamorado. Desde luego no te culpo por ello --dijo. Yo le mire y vi la bondad en sus ojos. --Intentamos parar. Te lo prometo. Pero le amo. Me casaria con el manana mismo... si aun siguieramos con vida. Deje caer la cabeza, sollozando incontroladamente. Habria querido comportarme como una dama, aceptar mi castigo con elegancia. Pero me parecia tan injusto... Era como si me lo quitaran todo antes incluso de tener ocasion de disfrutarlo. Maxon me froto la espalda con suavidad. --No vais a morir. Le mire, incredula. --?Que? --No habeis sido sentenciados a muerte. Suspire con fuerza y lo abrace. --!Gracias, gracias! !Muchisimas gracias! !Es mas de lo que nos merecemos! --!Para, para! --dijo, tirandome de los brazos. Di un paso atras, avergonzada por haber reaccionado de un modo tan inapropiado despues de todo lo que habia pasado. --No habeis sido sentenciados a muerte --repitio--, pero, aun asi, se os va a castigar. --Miro al suelo y meneo la cabeza--. Lo siento, Marlee, pero manana os van a azotar en publico --dijo. Parecia que le costaba mirarme a los ojos; si no supiera que aquello era imposible, habria pensado que entendia nuestro dolor--. Lo siento. He intentado evitarlo, pero mi padre insiste en que hay que mantener las apariencias; y como ya han circulado imagenes vuestras por ahi, no puedo hacer nada para hacerle cambiar de opinion. Me aclare la garganta. --?Cuantas veces? --Quince. Creo que la intencion es ser mucho mas duros con Carter que contigo, pero, en cualquier caso, va a ser increiblemente doloroso. Se que hay gente que incluso pierde el conocimiento. Lo siento muchisimo, Marlee. Parecia decepcionado consigo mismo. Yo, en cambio, no podia pensar en nada mas que en su bondad. Levante la cabeza, intentando mostrarme segura de que podria superarlo. --?Vienes a decirme que me devuelves la vida y la del hombre que quiero, y te disculpas? Maxon, no he estado mas agradecida en mi vida. --Van a convertiros en Ochos --dijo--. Todo el mundo lo vera. --Pero Carter y yo estaremos juntos, ?verdad? Asintio. --Entonces, ?que mas puedo pedir? Soportare los azotes, si ese es el precio. Aceptaria tambien los suyos, si fuera posible. Maxon esbozo una sonrisa triste. --Carter me ha suplicado, literalmente, que le dieran a el los tuyos. --No me sorprende --dije, sonriendo yo tambien, mientras los ojos se me llenaban de nuevo de lagrimas, esta vez de felicidad. Maxon meneo la cabeza de nuevo. --Y yo que pensaba que empezaba a entender lo que es estar enamorado, y de pronto os veo a vosotros dos, que quereis asumir el uno el dolor del otro, y me pregunto si he entendido algo. Me cubri mejor con su chaqueta. --Si que lo has entendido. Se que lo has entendido --dije, mirandole a los ojos--. Ella, por otra parte..., puede que necesite tiempo. Esbozo una sonrisa. --Va a echarte de menos. Solia animarme para que saliera mas a tu encuentro. --Solo una amiga de verdad renunciaria a ser princesa en favor de otra persona. Pero yo no estaba hecha para ti, ni para la corona. Ya he encontrado a la persona ideal para mi. --Una vez me dijo algo que nunca olvidare --recordo el, hablando lentamente--: <>. --Tenia razon --dije yo, pasando la mirada por la celda, y nos quedamos en silencio unos momentos--. Tengo miedo. Me abrazo. --Acabara enseguida. Los momentos previos seran lo peor, pero procura pensar en otra cosa mientras hablan. Y yo intentare conseguirte las mejores medicinas, las que usan conmigo, para que te cures mas rapido. Me eche a llorar, abrumada por el miedo, el agradecimiento y mil sensaciones mas. --De momento, intenta dormir todo lo que puedas. Le he dicho a Carter que descanse tambien todo lo que pueda. Eso os ayudara. Asenti, con la cabeza aun apoyada en su hombro, y el me abrazo con fuerza. --?Que ha dicho? ?Esta bien? --Le han golpeado, pero, de momento, esta bien. Me ha pedido que te diga que te quiere y que hagas lo que yo te diga. Suspire, reconfortada por sus palabras. --Siempre estare en deuda contigo. Maxon no respondio. Simplemente me abrazo, hasta que estuve mas tranquila. Por fin me beso en la frente y se giro para marcharse. --Adios --susurre. El me sonrio y dio dos golpes en la puerta. Un guardia le abrio y le acompano a la salida. Yo volvi a mi lugar junto a la pared y encogi las piernas bajo el vestido, usando la chaqueta de Maxon como manta improvisada. Y me deje llevar de nuevo por mis recuerdos...

  • Tu, hielo…Yo, fuego de Andrea Lopez

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    Cuando el conocido cantante, Leo Lago, tras diez anos sin verla, se vuelve a encontrar con Camila, no entiende como la chiquilla desgarbada, timida e insegura que el recordaba, se ha convertido en una mujer tan atractiva, sexy, fuerte y segura de si misma, capaz de hacerlo enloquecer y abrasarse por dentro cada vez que lo mira.
    Tampoco logra comprender por que ella parece disfrutar amargandole la vida, llevandolo al limite, y poniendolo en situaciones incomodas, a la minima ocasion.
    Aun asi, tiene claro que la quiere a su lado, y que necesita descubrir lo que esconde tras esa frialdad e indiferencia.
    Camila dirige, junto a su mejor amiga Lena, una de las mejores agencias de seguridad del pais. Por ello, esta acostumbrada a enfentarse a cualquier peligro…Menos a lo que Leo le hace sentir, a pesar de su empeno en odiarlo. Por eso, no piensa ponerle las cosas faciles, y decide apartarse de el lo antes posible.
    ?Sera capaz Camila de protegerlo a toda costa, a pesar de que el precio a pagar sea arriesgar su propio corazon?
    ?Conseguira Leo derretir esa barrera de hielo que Camila ha levantado entre ambos?
    ?Haran caso a su cabeza, o se dejaran llevar por el corazon?

  • KimoKawaii de Enrique Planas

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  • Cascara de nuez de Ian Mcewan

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    Asi que aqui estoy, cabeza abajo dentro de una mujer. Aguardo con los brazos pacientemente cruzados, aguardo y me pregunto dentro de quien estoy, que hago aqui. Los ojos se me cierran con nostalgia cuando recuerdo que iba a la deriva en mi bolsa corporal translucida, flotaba en suenos dentro de la burbuja de mis pensamientos a traves de mi oceano particular de volteretas a camara lenta, chocando suavemente contra los limites transparentes de mi encierro, la membrana acogedora que vibraba, mientras las amortiguaba, con las voces de unos conspiradores de una ruin empresa. Esto fue en mi juventud despreocupada. Ahora, totalmente invertido, sin un milimetro de espacio para moverme, con las rodillas apretadas contra el vientre, mis pensamientos, al igual que mi cabeza, estan muy ocupados. No me queda otro remedio que tener la oreja pegada dia y noche contra las sanguinolentas paredes. Escucho, tomo notas mentalmente y estoy preocupado. Oigo conversaciones intimas sobre un designio mortifero y me aterra lo que me espera, lo que podria arrastrarme. Estoy inmerso en abstracciones, y solo las relaciones que proliferan entre ellas crean la ilusion de un mundo conocido. Cuando oigo <>, cosa que nunca he visto, imagino una especie de suceso mental que se acerca mucho a <>, cosa que tampoco he visto nunca. Me considero inocente, exonerado de lealtades y obligaciones, un espiritu libre, a pesar de mi exiguo habitaculo. No hay nadie que me contradiga ni me reprenda, no hay nombre o direccion anterior, no hay religion ni deudas ni enemigos. En mi agenda, si existiera, solo figura mi proximo nacimiento. Soy, o era, a pesar de lo que dicen ahora los genetistas, una pizarra en blanco. Pero una pizarra porosa, escurridiza, que no serviria para un aula ni para el tejado de una casa de campo, una pizarra que se escribe a si misma a medida que crece cada dia y se va llenando. Me considero inocente, pero al parecer formo parte de una intriga. Mi madre, bendito sea su corazon incesante que chapotea ruidoso, parece estar implicada. ?Parece, madre? No, esta. Estas. Estas implicada. Lo he sabido desde mi principio. Dejame evocar aquel momento de creacion que llego con mi primer concepto. Hace mucho, muchas semanas, mi surco neural se cerro para convertirse en mi medula espinal y muchos millones de neuronas jovenes, trabajadoras como gusanos de seda, hilaron y tejieron con la estela de sus axones la esplendida tela dorada de mi primera idea, un concepto tan simple que ahora se me escapa en parte. ?Aquello era yo? Demasiado vanidoso. ?Aquello era ahora? Excesivamente dramatico. ?Entonces era algo que precedia a ambas cosas y las contenia, una sola palabra forjada por medio de un suspiro o un desmayo mental de aceptacion, de puro ser, algo como… esto? Demasiado preciosista. Asi que, acercandome mas, mi idea era Ser. O si no, su variante gramatical, es. Este fue mi concepto primigenio y ahi esta la cuestion crucial: es. Nada mas. En el sentido de Es muss sein. El comienzo de la vida consciente era el fin de la ilusion, la ilusion del no-ser y la erupcion de la realidad. El triunfo del realismo sobre la magia, del es sobre el parece. Mi madre esta implicada en la intriga y por ende yo tambien, aunque mi papel pudiera consistir en frustrarla. O en vengarla, si yo, un cretino reacio, llego demasiado tarde.

  • Rebeca debe morir (Las doce puertas 6) de Vicente Raga

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    Dos historias narradas en paralelo. La primera trascurre en los principios del tribunal de la inquisicion de Valencia, donde es protagonista destacado el humanista Luis Vives, la inquisicion y sus secretos. Todos los personajes existieron en su epoca y todos los hechos narrados se corresponden con la realidad historica. La segunda historia es protagonizada por un grupo de amigos en la actualidad, que descubren que el misterio que creian resuelto, en realidad no ha hecho mas que comenzar.
    El lector va cambiando de historia cada 4 o 5 paginas. Personajes diferentes y relatos diferentes separados por quinientos anos. Parecen dos novelas en una. El lector se pregunta, ?y esto a que viene? ?Por que estoy leyendo dos narraciones sin aparente conexion?

  • Eso lo explica todo de John Brockman

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    Jared Diamond sobre la electricidad biologica. Nassim Nicholas Taleb sobre el estres positivo. Steven Pinker sobre las profundas raices geneticas del conflicto humano. Richard Dawkins sobre el reconocimiento de patrones. El premio Nobel de Fisica Frank Wilczek sobre la simplicidad. Lisa Randall sobre el mecanismo de Higgs. Brian Eno sobre los limites de la intuicion. Richard Thaler sobre el poder del compromiso. V. S. Ramachandran sobre el <> de la conciencia. El premio Nobel de Fisiologia Eric Kandel sobre el poder de la psicoterapia. Mihaly Csikszentmihalyi sobre el <<dictum de Lord Acton>>. Lawrence M. Krauss sobre la unificacion de la electricidad y el magnetismo.

  • Una cita en el Eden de Olga Salar

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    Judith es una mujer que sabe lo que quiere, y lo mas importante, no tiene miedo al trabajo duro para lograrlo. Por ello cuando aparece en su vida un hombre que logra romper todos sus esquemas, cree que lo mejor es salir huyendo. El problema es que el no esta dispuesto a consentirlo.

  • Proximo destino. Las Vegas de Dani Vera

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    Julio Diaz es un informatico especializado en delitos ciberneticos que trabaja en una empresa dedicada a realizar aplicaciones. Aunque el trabajo en si le gusta, no le supone ningun reto. Tras un fracaso amoroso y cansado de su vida, le proponen ser el jefe de seguridad informatica de uno de los complejos hoteleros mas importante de Las Vegas.
    Un viaje a la Ciudad de la lujuria y la diversion, un hotel donde ocurren robos, sistemas que fallan. y una directora del complejo un tanto especial. Todo ello, le llevara hacia una investigacion que le traera mas de un dolor de cabeza.
    Accion, humor, erotismo y amor se entremezclan en una historia que no te dejara indiferente. ?Te atreves a conocer su proximo destino?

  • El sendero del silencio de Oscar Quiroga

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    Hector de la Vega desarrolla su vida laboral como ejecutivo en una multinacional farmaceutica cuya sede en Madrid lidera desde hace algun tiempo. Los buenos resultados de la compania en Espana ponen en el disparadero positivo a Hector. Vive en la capital de Espana con Inna, su mujer y amor de toda la vida.
    La farmaceutica celebra una convencion anual y el lugar elegido en esta ocasion es Paris, en uno de los hoteles mas lujosos de la capital francesa situado muy cerca de la torre Eiffel. Hector se prepara para marcharse y mientras termina de hacer su maleta nota como la tension con Inna va a en aumento. En el trayecto a la terminal, recibe una llamada de Ana, su companera de trabajo, donde parece advertirle sobre algo que ocurre, pero no termina de saber de que se trata.
    Loana Lanusse, vive en Lausana (Suiza). Se dedica a la representacion y agencia de escritores. Esta especializada en nuevos talentos emergentes y para ello les brinda las herramientas necesarias para convertirse en autores de renombre. A cambio, les pide que se impliquen al ciento por ciento con ella. Esta casada con Remy Dasseville, artista polifacetico con cierto cartel a nivel europeo donde expone sus obras en las mas prestigiosas galerias de arte de las capitales del viejo continente. Loana, casualidad de la vida, tambien viaja a Paris a entrevistarse con unos autores que parecen emerger con fuerza.
    Cada uno por su lado, Hector y Loana se alojan en el mismo hotel. El, alcanza uno de los momentos mas importantes de su carrera profesional al realizar una ponencia economica que, a ojos de Werner Huber-Meier, el presidente de la compania y de su companero Humberto, le da el pistoletazo de salida a un futuro cercano en el tiempo. Ella, tras sus encuentros con los escritores y conseguir ser su agente y representante, puede alcanzar ese estatus que anda buscando desde hace tiempo para dar un salto de calidad en su vida profesional y personal.
    Los dos, se encuentran de forma fortuita en el lounge bar del hotel y comienzan a hablar. Da la sensacion que se conocen de toda la vida aunque es la primera vez que se miran a los ojos.
    Todo ello modela EL SENDERO DEL SILENCIO

  • Mi nombre es Can Yilmaz de Kate L. Morgan

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    Olivia es una mujer que trata de salvar su maltrecho matrimonio que se ha convertido en enteramente convencional y rutinario. Ella siempre se imagino que su vida en Londres y al lado de Charles seria completamente diferente, pero se equivoco.
    En un momento decisivo de su vida, Olivia conocera a Can Yilmaz, un apuesto y viril turco que la ayudara a reencontrarse asi misma, y enfrentarse a todos sus fantasmas. Can Yilmaz parece ser su redencion y supervivencia, hasta el punto de valorar si continua con su actual vida o no.

  • Mi heroe inesperado (Sangre Escocesa 3) de Amaya Evans

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    Violet es una condesa viuda que ha perdido al amor de su vida y que despues de eso cree que la vida ha acabado para ella. Solo se levanta en las mananas por su pequeno hijo Evan pero sus dias transcurren en la misma monotonia, hasta que se topa por casualidad con el que fue su mejor amigo de infancia y entonces cosas inesperadas empiezan a suceder en su vida y en su corazon.

  • Sonar bajo el agua de Libby Page

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  • Amor al 50% de Jamie Martz

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    El exitoso Kai Davenport planea recompensar a su novia rica Annie West por su inminente ausencia lejos de Londres por un viaje de negocios en la Isla de Man con una visita sorpresa en el Dia de San Valentin. Ese dia, Kai tambien planea pedir la mano de Annie. Sin embargo, Kai pierde el anillo de diamantes en el aeropuerto.
    Es entonces cuando los caminos de dos extranos: Kai, un actuario de seguros con aversion al riesgo y Kirsten Fang (Kay como la llaman sus amigos) un espiritu libre, colisionan el mismo dia de Dia de San Valentin cuando ambos caminan en la joyeria el mismo dia en que la tienda esta ofreciendo un descuento del 50% para parejas.
    Kirsten trama un plan en el que ambos; se hacen pasar por una pareja para obtener el descuento. Pero su plan fracasa y los lanza a ambos en una aventura que demuestra que el amor se esconde en lo mas improbable de cualquier situacion.

  • Ladronas de Nueva York 3 de Estefania Yepes

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    La historia que encontraras a continuacion no es distinta a la tuya, a la mia o a la de cualquier mujer que se encuentre en un momento decisivo de su vida. Aqui no hallaras la respuesta a un gran interrogante, ni tampoco misterios que resolver o una trama enrevesada. Si buscas algo asi, esta no es tu novela.

  • Odiandote, te empece a amar de Jessa Lacey

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    El sol empezaba a alargar los dias, y con ello se incrementaban los suenos, bueno a decir verdad de suenos eran pocos, mas bien se trataban de pesadillas. Unas pesadillas tan reales como las que vivi hace casi un ano. Pero ya habia pasado mucho tiempo y debia olvidar, o eso era lo que me repetian tanto mis padres incluso mis amigas. Pero ellos no estuvieron en ese momento, en ese instante donde todo se resquebrajo para mi, y eso no lo podia olvidar. Las clases acabarian en un par de semanas, y al contrario del resto de mis amigas, yo no estaba ilusionada en que llegase el verano. La sola idea de pensar en revivir cada instante me erizaba la piel, se me paraba la respiracion y las lagrimas de impotencia intentaban bajar por mis pomulos aunque no saliese ni una sola. --Venga Ely, solo ven un rato, podriamos pasarlo bien. Mi mejor amiga me seguia incordiando con la fiesta, esa fiesta que habian organizado los de ultimo curso y a la que por alguna razon que no entendiamos, habiamos sido invitadas. --No me apetece Jess, en otra ocasion, quizas. Ibamos andando camino de vuelta a casa, despues de terminar las clases, y como cada dia, desde que a Alexa le ofrecieron ir a esa fiesta, no habian dejado de cesar las insistencias en acudir. --?Cuanto tiempo piensas seguir asi?-- se paro en seco y me cogio del brazo para quedar las dos frente a frente. --Jess ya te lo he dicho muchas veces, no me apetece ir a ese tipo de sitios, donde hay tanta gente. --?Que piensas que van a estar pendientes de ti? Hace casi un ano de eso, solo tu lo sigues recordando.-- su tono fue aun mas duro que las palabras que solto. --Lo se, puede parecer que soy una exagerada, pero tu no lo viviste como yo, dame tiempo. --Lo que quiero es que seas como antes, a mi no me enganas con tu sonrisa y tu comportamiento, yo no soy tus padres. El resto del trayecto a casa, nos mantuvimos en silencio, no me apetecia hablar, no sobre aquello, que intentaba dejar oculto en mi vida, pero era evidente que mi caracter habia cambiado, ya no era esa chica risuena, con vitalidad y que me enfrentaba al mundo. No sin duda ya no habia ni rastro de esa antigua Ely. No me importaba pasar el fin de semana sola, eso mismo me hacia sentir mejor, mis padres por fin estaban confiando en mi. Eso y que mi hermano los necesitaba para volver a casa, ya que habia terminado el ano universitario y tenia que recoger todas sus cosas para traerlas de vuelta. Era sabado y mis amigas ya habian desistido, fueron muy insistentes durante toda la semana, pero no cedi, no es que me disgustase la idea, pues habia una parte de mi que me apetecia ir. Volver a sentirme desinhibida aunque fuese solo por una noche, pero el miedo era superior, no estaba preparada. Esa misma tarde era la esperada fiesta que tanto habian estado fantaseando, y que Alexa gracias a estar tonteando con uno de los chicos de ultimo curso, y que era parte de los organizadores de la fiesta, habia sido invitada, ella y nosotras. Me sorprendio pues una cosa era invitarla a ella, pero que Jank le dijese que fuesemos tambien nosotras dos, no fue algo que nos paso por alto a ninguna de las tres. Pero la ilusion de acudir a una fiesta de ese calibre, les eclipso, yo en cambio me negue hasta la saciedad. Estaba recogiendo los restos de la comida, y dejando la mitad de la pizza que me habia preparado para comer, cuando escuche el telefonillo sonar y me imagine que ellas no eran de quedarse con un no por respuesta, y en parte me alegre. Despues de un par de horas ya estaba embutida en un vestido negro de tirantes y que no me llegaba a la mitad del muslo y con unos tacones que me iban a dificultar mucho el poder andar. El miedo estaba superandome, pero por primera vez en mucho tiempo tenia ganas de salir de mi zona de confort, esa zona que habia conseguido ser mi refugio, pero a la vez mi via de escape, mi forma de evadirme de todo lo que me rodeaba y eso no era justo. La primera hora en la fiesta fue un poco caotica, pero una vez que me aclimate al espacio y a la gente, me fui sintiendo mejor. --Vamos deja el refresco y vamos a bailar.-- Jess me cogio del brazo y me tiro al gran salon donde habia tanta gente bailando. No me negue, no tenia sentido, me apetecia, asi que la segui y fui moviendome poco a poco al son de la musica. --?Te has dado cuenta como nos miran?--le dije un poco avergonzada. --Ely te estan mirando a ti, recuerda que siempre has sido el centro de todas las miradas, tu aspecto no ha cambiado. El conjunto de sus palabras unido a la forma en decirmelo gritando, consiguieron que me ruborizara. Era cierto que siempre habia tenido suerte en lo que respecta a mi fisico unido a las horas de entrenamiento. Por eso nunca habia tenido problema para ligar, pero lo que entonces me gustaba, ahora me estaba incomodando, no me gustaba sentirme observada. --Voy a salir a tomar un poco el aire, ahora vuelvo. Me entendio en el momento, pues sonrio y me guino el ojo. Era muy afortunada de tenerlas. Tanto Alexa como Jess permanecieron a mi lado, estuvieron apoyandome cuando todo paso y no me dieron la espalda como el resto, que se suponia que eran amigas, pero eso hizo darme cuenta de quien realmente estaba en mi vida por amistad y no por interes. Fui esquivando a la gente, mientras pasaba desapercibida, cosa que me gusto, parecia que todo estuviese en mi mente, puede que realmente la gente ni se acordase de lo que paso aquella noche. --Pense que este dia no llegaria, pero miren quien ha conseguido salir de las cloacas.-- Su tono despectivo solo incremento mi ira. Intente salir cuanto antes y llegar al jardin pero su mano me cogio. --?Crees que te vas a librar tan facil de mi? Logan estaba cogiendome fuerte del brazo, bloqueandome el paso, mientras un par de chicos se reian ante la escena. --Logan sueltame.-- le dije con la poca voz que me salio en el momento. --?Y si no quiero? no has pagado por todo lo que hiciste, conseguiste que nuestro mejor jugador desapareciese-- la rabia y angustia se estaba apoderando de mi interior.-- ?piensas que con unos meses de encierro te ibas a librar de todo? --Yo no hice nada-- mis palabras salieron como un torrencial, chillando, hasta que consegui zafarme de su agarre, y sali de esa casa corriendo. No era consciente hasta que no pare en medio de la calle agotada, de todo el trayecto que habia hecho corriendo. No sabia exactamente por donde habia ido, por lo que estuve deambulando por las calles hasta que vi unos carteles y supe donde estaba. No sabia si habia sido cosa de mi subconsciente o por pura casualidad, pero ahi estaba plantada frente a la casa del chico con el que estuve tanto tiempo y del que se se habia marchado despues de todo lo que ocurrio sin haber dado senal alguna. Esa casa habia estado abandonada desde que se fueron, primero fue Erwan el que desaparecio. Bueno la palabra exacta era que habia huido, dejando todo lo que habia pasado en el aire, sin explicaciones, ni siquiera unas palabras de perdon. Pero eso no fue lo unico, a los pocos dias, su hermano realizo la misma jugada, pero eso no fue noticia, al fin y al cabo que se fuera era lo mejor que podia ocurrirle al pueblo. A diferencia de Erwan que era un ejemplo a seguir, su hermano habia sido un chico conflictivo y poco dado a entablar buenas amistades. Mantuve la mirada en aquella casa que tantos recuerdos me evocaba, tantos momentos vividos junto al chico que pensaba que iba a ser parte de mi vida y que de la noche a la manana, se fue sin dejar rastro, sin un mensaje durante meses, sin una llamada confirmando que estaba bien. Nada, no recibi senal alguna, y los meses no hicieron que olvidase todo, pero fui aceptando la perdida y que no volveria a mi vida. Lo mejor era pasar pagina. Eso era lo que estaba intentando, pero lo que no sabia en ese momento, cuando me encontraba frente a esa casa, era que todo estaba a punto de cambiar, todo lo que yo habia creido ferreamente durante tanto tiempo

  • Cuando te falte mi piel de Mabel Diaz

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    Una joven universitaria aparece brutalmente asesinada en un piso de Barcelona. La inspectora Aroa Martinez sera la encargada de dirigir el caso mientras lucha contra los demonios de su oscuro pasado. Las investigaciones la llevaran a Delirium, propiedad del exitoso empresario Gabriel Serna, un hombre hecho a si mismo que no permitira que su imperio se desmorone por los secretos que puedan salir a la luz.
    Breixo y Kenia llevan una doble vida como escorts. ?Pueden dos personas que se dedican al negocio del sexo enamorarse? Ella cree que no, pero el intentara hacerla cambiar de opinion.
    Un homicidio, la prostitucion de lujo y una pasion salvaje se mezclan en este thriller erotico que te mantendra pegado a las paginas hasta que lo acabes.

  • Los cuatrillizos del multimillonario de Ciara Cole

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    !Un bebe sorpresa por cuatro!

  • Espera, Ponte Asi de Andreu Martin

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    Un director de teatro ensaya con un grupo de actores una obra de Ibsen; falta poco para el estreno, y todo iria sobre ruedas si el azar no le hubiera llevado, unos dias antes, a una habitacion de hotel en compania de la joven, atractiva e insolente actriz que, en la obra, interpreta a la Senora Linde. A partir de ese momento no puede quitarse de la cabeza lo que en principio parecia una simple aventura mas. De repente, el imborrable recuerdo de esa experiencia se convierte dia a dia en una mortificante obsesion. Una y otra vez reproducira, en la realidad o mentalmente, aquella inesperada pero intensa vivencia sexual. Esa obsesion modificara no solo su relacion con Laura, su mujer, sino tambien con actores y actrices que intervienen en la obra. En su huida hacia delante, mientras intenta sobreponerse a la cada vez mas cautivante obsesion. El protagonista toma caminos que lo llevaran, lenta pero inexorablemente, a trastornar su vida laboral, matrimonial y sexual hasta limites que poco podia sospechar.

  • Karma, ?por que me odias? de Daniel De La Pena

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    Si alguna vez has pensado que el karma te odia, esta es tu historia.
    Si no lo has pensado nunca… !!estas mintiendo!!

  • La mujer que aranaba las paredes de Jussi Adler-olsen

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    Primera entrega de Los casos del Departamento Q, un imparable best seller en toda Europa (Novela negra)

  • Conclave de Robert Harris

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    Un thriller con un ritmo y un suspense perfectamente ensamblados, sobre la celebracion del conclave en el que se elegira al proximo Sumo Pontifice de la Iglesia Catolica.

  • El hijo de la costurera de Nacho Montes

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    Ambientada en el San Sebastian y el Paris de principios del siglo xx y basada, en gran parte, en la historia del maestro Cristobal Balenciaga, esta novela es una conmovedora historia de amor, de secretos de amigos y de la divina y eterna ingenuidad de los veranos de la infancia.

  • !O no hay trato! 2 de Carolina Gattini

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    Paula Garcia vive en el caos y el estres, rodeada de sobrinos desquiciantes y la locura de su familia. Tanto es asi, que el hecho de tener que trabajar durante dos semanas en la casa de los Garmendia, en medio de la montana, es como irse de vacaciones. Tener que tratar con el hurano hombre que vive ahi, o estar aislados del resto del mundo, no supone ningun problema. El unico inconveniente es que la terapia contra su adiccion al sexo no esta haciendo el efecto que deberia. Sobre todo cuando el le propone hacer un trato absurdo que echa por la borda todo su autocontrol.

  • Pasion Prohibida (Juego Peligroso 1) de Lisa Blanc

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    Alina: – Mierda ! Mire por encima del hombro para ver el pelo rojo rizado de Harry asomandose por debajo de las almohadas. Todavia estaba dormido, gracias a Dios . Con cuidado, me quite las sabanas de encima y sali de la cama, maldiciendome por dormir demasiado. ?Que hora era? Claramente, el sol habia salido, pero era casi imposible ver a traves de las gruesas cortinas. Cogi mi movil de la mesita de noche, deslizando hacia arriba para ver nueve llamadas perdidas de papa. !Mierda! Mala suerte para mi, mi ropa se extendia por el suelo como si hubieramos estado en un frenesi salvaje. Y pensar que el sexo habia sido horrible. ?Donde diablos estaban mis bragas? Me pasee de puntillas por la habitacion desnuda buscando algo que probablemente nunca encontraria. Mierda … Recogiendo mi vestido, corri al bano cerrando la puerta entreabierta. Mi vestido azul estilo sirena tardo cinco minutos enteros en estar ajustado a mi cuerpo . Uf … Volviendo a la habitacion, agarre mis zapatos, mi bolso y … Oh, si … Me acerque a la cama de Harry y saque la tarjeta de acceso del bolsillo de su pantalon. Se agito, volviendose a su lado. Esa fue mi senal para salir de alli. Sorprendentemente, el corredor estaba vacio. Ni siquiera el servicio de habitaciones o la senora de la limpieza deambulaban por los pasillos. Extrano … Me apoye contra la puerta, deslizandome por el suelo, intentando huir sigilosamente … --?Gertrude? Me di la vuelta. !Mierda! Harry. --?Gertrude? Por lo que parecia, estaba caminando por la habitacion. Me puse el segundo zapato en el pie y corri por el pasillo. Cuando tome el elevador hacia mi piso , el nombre de papa aparecio en mi pantalla por tercera vez. Tuve que llegar a salvo a mi puerta antes de responderle comodamente. Debido al trabajo de alto riesgo que hice, todos mis movimientos tuvieron que ser calculados. Deslice para responder cuando el movil sono por cuarta vez , --?Si, papa? --Alina. He estado llamando ?Donde has estado? No tengo tiempo para llamarte todo el dia. --Estaba afuera haciendo tu trabajo. --?Tienes el archivo? Suspire, prediciendo exactamente lo que estaba a punto de decir despues de mi respuesta, -- No, pero hice algunos progresos. --Alina, avanzar no me va a dar lo que quiero … Mientras continuaba diciendome lo decepcionado que estaba, abri la puerta de mi piso . Me congele, molesta porque Dean habia entrado y ya se habia puesto comodo en sus boxers. Mi nariz se ensancho al verlo comiendo patatas fritas en mi sofa beige recien lavado. Frunci el ceno. -- ?Hola? Alina? ?Me estas escuchando, nina? Nina … Y pensar que habia estado haciendo el trabajo sucio de mi padre durante nueve anos desde que tenia dieciocho anos. Yo era mas que una nina … Su esclava … --Si, papa. --Si no haces esto antes del viernes, entonces conseguire que alguien mas lo haga. No seas un fracaso como tu madre. Colgo. Mi madre … ?Por que siempre tenia que mencionarla ? Dios, lo odiaba. Me dirigi a la habitacion ignorando la evidente presencia de Dean. Practicamente estaba masticando y crujiendo sus chips como un puto hipopotamo. Me quite el vestido y lo meti en una bolsa de basura. Incluso arroje mis zapatos y sujetador adentro. Me envolvi en una toalla y regrese al salon . --?Donde estabas? Pregunto Dean mientras pasaba detras de el con la basura. La meti debajo del fregadero de la cocina, recordandome quemarla en el incinerador mas tarde. Cuando no respondi, bajo la television y se volvio para mirarme. Puse los ojos en blanco, molesta. Una y otra vez teniamos que pasar por la misma mierda. Aunque no sabia exactamente lo que hacia para mi padre, sabia que estaba trabajando con el. Y trabajar para mi papa significaba horas extras. Me burle, --La ultima vez que revise no eras mi jefe. --Pero estamos juntos, y tengo derecho a saber donde estaba mi mujer. -- ?Mujer? No sabia que estabamos juntos. Acaso acabamos de follar? ?Por que estas aqui de todos modos? ?No tienes recompensas que cazar? Dean metio la mano en la bolsa de patatas fritas. Mis ojos se entrecerraron al ver las pequenas migas esparcidas por mi alfombra persa. Arrugue la nariz con disgusto, --?Y podrias dejar de comer asi? Acabo de limpiar mi piso . Me sorprendio que no se preocupara por mi comentario con nosotros siendo follamigos de mierda. Saque la aspiradora del armario y la enchufe. --Todavia no me has respondido. ?Donde estabas? Empuje la cabeza de la aspiradora cerca de sus pies, --Levanta tus pies. Cuando volvio a sumergir su mano, le arrebate la estupida bolsa. Las hormigas no serian mis companeras de piso por el resto del ano. --Alina. Pare la maquina, doblando el cable para volver a colocarla en su lugar. No tenia que responderle. No tenia control sobre mi y ciertamente no tenia poder. Solo mi papa tenia ese lujo. --Estaba haciendo un trabajo para mi padre. ?Por que sigues preguntandome esta mierda cuando ya sabes la respuesta? --?Asi que pasaste toda la noche haciendo su trabajo? Me enfureci: --No estoy haciendo esta mierda contigo. Tire la toalla sobre el tocador y entre al bano, ajustando la ducha a la temperatura mas alta. El vapor lleno el pequeno espacio, empanando el vidrio a mi alrededor. Mientras me enjabonaba el cuerpo, el aire frio penetro en el bano y me puso la piel de gallina. Dean habia entrado por detras. Gruni, cerrando los ojos con fuerza. Habia tenido sexo horrible, horrible con un tipo geek llamado Harry hace menos de ocho horas, mi cono no estaba de humor. Dean me atrajo hacia su piel desnuda y de chocolate, dejando que mi espalda descansara sobre su robusto pecho. Su ereccion palpitaba contra mi firme trasero. Beso mi cuello, --Lo siento. Yo solo te extrane . Dios, todo lo que queria hacer era relajar mis huesos. No necesitaba follar. Pero si no lo hacia, el sabria que algo estaba pasando. Cuando alcance la manilla de la ducha, el agarro mi nuca , golpeando mi cuerpo contra los azulejos blancos. Jadee cuando el penetro mi calor, levantando mi pierna para el anclaje. --!Mierda! El gruno por lo bajo, respirando pesadamente contra mi cuello. Mientras me acariciaba, el contacto resbaladizo de nuestra piel de ebano resono en el pequeno espacio. Trate de no moverme tanto porque solo queria que terminara. Tal vez, solo tal vez si todavia no tuviera el asqueroso residuo de Harry sobre mi, lo habria disfrutado. Me quede quieta con la mejilla contra la pared, esperando hasta que se saciara. El sexo era lo unico que solucionaba nuestras diferencias . No hubo ninguna discusion o discusiones acaloradas que nos hicieran dejarnos de hablar durante dias … Cada vez que Dean y yo teniamos una pelea, follabamos, y eso resolvia nuestros problemas. Eso era lo que lo habia hecho tolerable como mi companero durante dos anos seguidos. Cuando termino, me quede en el bano hasta que estuve segura de que todo estaba en calma . Me vesti con una gran camiseta de franela y regrese al salon con mi diario. Apunte toda la informacion pertinente sobre Harry y volvi a dibujar el bosquejo del plano del edificio del piso treinta. Al menos mi gran contribucion de veinticinco grandes para la recaudacion de fondos anoche valio la pena. Lo unico que quedaba era descubrir como superar toda la solida seguridad sin que se dieran cuenta . Gire la tarjeta de acceso de Harry entre mis dedos … Tal vez el equipo de informatica de papa lo sabria … Esto debia haber sido divertido … Me dije a mi misma . Pero en realidad, me ponia de los nervios . Irrumpir en Volkov Corporation siempre habia sido una mision delicada desde mi ultimo encuentro con ellos. Robe el archivo equivocado y sali desapercibida , pero de alguna manera habian reforzado la seguridad. Dos anos mas tarde, volvi a hacerlo con la informacion correcta y una estrategia diferente. Ajustando la correa de mi bolso sobre mi hombro, respire hondo antes de empujar la puerta de cristal. El edificio era enorme. Tenia suficiente espacio en el area principal para un pequeno concierto. Todo, excepto los muebles y los azulejos, era azul marino o gris. Un edificio ejecutivo para delincuentes. Mire al tipo tatuado calvo con el mini auricular de pie a mi derecha. Definitivamente de seguridad … Despues de pasar el escaner, me dio una vuelta y me dijo que procediera. Con todo el bullicio a mi alrededor, mis talones aun resonaban contra los azulejos de porcelana blanca. Me dirigi hacia la recepcion, observando todas las areas de salida de emergencia. Es bueno saber que no habian cambiado desde mi ultima visita. Una mujer rubia con un mono impecable estaba sentada en la recepcion tecleando en su ordenador . Estaba junto a un chico nerd y de pelo lacio que estaba clasificando miserablemente las insignias de visita. ?Que pasaba con todos los nerds? Me detuve frente al chico y toque la encimera, --Hola … soy Claire. Soy nueva aqui. Vine ayer pero parece que no puedo encontrar el camino de nuevo, hice un puchero, dirigiendole una mirada inocente . Me miro sin pestanear. Tartamudeo, --Uh … Um … Aunque trate de enmascarar mi cara con mucho maquillaje, no la ocultaba del todo. Alise mi corto peinado bob y me incline mas cerca, mirando su etiqueta con su nombre, --Uh … Barry, ?como llego al tercer piso? Por supuesto, iba al trigesimo, pero no podia decir eso. --S-Lo siento, senalo hacia mi izquierda, --Ve hacia abajo y gira a la derecha. Toma el ascensor. ?Tienes tu placa? Le mostre mis blancos dientes perlados, --Si. --Vale, adelante, Claire. Me dijo sonriendo . Escanee la identificacion de Harry con mi foto falsa en el ascensor y seleccione el piso treinta. Pan comido . De haber sabido que era tan facil, lo habria hecho a principios de semana. El ascensor sono y sali. !Malditos sean mis tacones por hacer tanto ruido! Todos en el pasillo se volvieron, mirandome como si fuera un extraterrestre. Una morena baja y gordita se dirigio hacia mi. --?Puedo ayudarte? ?Estas perdida ? Ah si … Penelope. Harry me habia hablado de ella. Estaba enamorada del hijo del jefe y no tenia ninguna posibilidad. Pensandolo bien, ella parecia bastante mas pequena de lo que el la describia. Al ver que me habia topado con un obstaculo y avanzar era casi imposible, dije: -Oh, ?no es este el piso veinte?

  • Nadie es perfecto de Lisa Harper

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    A que es precioso?--pregunto Juliette muy ilusionada mientras le agarraba del brazo y depositaba tiernamente la cabeza sobre su hombro contemplando la fachada del nuevo restaurante --. -- Si... si que lo es...--contesto Pierre, claramente menos emocionado que su novia con el nuevo local y con la cabeza y sus pensamientos a miles de kilometros de alli --. -- "Pierre & Juliette Bistro". !!El sueno de nuestra vida!! ?No estas contento? --dijo Juliette algo alarmada, mirandole inquisidoramente al contemplar la frialdad su novio ante el magnifico regalo de bodas que les habia realizado su padre--. -- Si, si, estoy contento Juliette, como no voy a estarlo mujer... -- !Pues hijo, no lo parece!--contesto la chica bastante enfadada mientras se soltaba del brazo de Pierre--. Nos regala mi padre un maravilloso restaurante completamente montado en la mejor zona de Paris y estas con la misma cara que si nos hubiera dado dos bonos de metro para todo el mes. Sinceramente no te entiendo Pierre. !Es que no te entiendo! -- Pero si no he dicho nada...--contesto Pierre acercandose a la chica con la intencion de abrazarla y disimular su absoluta falta de interes en el regalo de su futuro suegro--. Pues claro que estoy contento. Y muy agradecido a tu padre. Solo que me parece que poner este nuevo proyecto en marcha ya va a ser demasiado trabajo... -- Tu con tal de poner pegas nunca sabes que hacer... -- No es poner pegas Juliette. Es que en cuanto que mi padre y el tuyo firmen la fusion de sus dos empresas dentro de un mes tendre a mi cargo un total de catorce locales en Paris. Y con este ahora ya no seran catorce sino quince. Mas o menos las mismas horas que trabajo todos los dias de lunes a domingo... -- Tonterias Pierre, tonterias. Ahora somos jovenes, tenemos poco mas de treinta anos, ahora nos toca trabajar mucho, tenemos que pensar en el futuro... -- "?Tenemos?"--pregunto Pierre repitiendo las palabras de su novia con una mueca burlona--. Perdona, pero que yo sepa aqui el unico que trabaja soy yo... -- ?No pretenderas que me ponga ahora a trabajar a estas alturas, no?-- pregunto Juliette escandalizada ante la posibilidad de tener que dar un palo al agua por primera vez en toda su vida --. -- Bueno, tampoco pasaria nada... ?No dices que estamos en edad de trabajar y hacernos un futuro? Podrias hacerte cargo tu de poner en marcha este nuevo restaurante, ya que te veo tan ilusionada con el tema... -- ??Estas loco?? ??Yo?? !!Pero si yo no tengo ni idea de hosteleria Pierre!! !!Ademas ya hemos hablado de este tema mas de cien veces y hemos acordado que yo me ocuparia de la casa y de los ninos y tu de traer el dinero a casa!! -- Perdona Juliette, pero nunca hemos "acordado" nada. Tu te has limitado a dar por hecho las cosas y ya esta. De momento no tenemos hijos y tampoco pasaria nada por esperar un par de anos, no creo que debamos tener ninguna prisa... -- ??Pero... pero que estas diciendo Pierre?? ??Como puedes decirme eso a cinco dias de nuestra boda??--contesto Juliette gimoteando, a punto de iniciar uno de sus numeritos con los que solia manipular a su novio con gran exito en la mayoria de los casos--. -- Pues porque sin consultarme nada en absoluto tu padre nos hace de regalo de bodas un nuevo restaurante que hay que poner en marcha y el que tendra que hacer ese trabajo sere yo y... -- !Eres un desagradecido Pierre! !Eso es lo que eres, un desagradecido! -- De desagradecido nada, perdona. Simplemente que estoy harto de trabajar quince horas al dia y no tener un solo minuto libre para mi. Y creo que tu padre tendria que haber hablado conmigo antes de tomar la decision de cargarme con un local mas al que tendre que entregarme en cuerpo y alma durante los dos proximos anos para sacarlo adelante... -- Pero Pierre...--dijo Juliette ya llorando abiertamente-- ?Es que no te interesa nuestro futuro ni el futuro de nuestros hijos? ?Eh? ?No te interesa? -- Y dale con nuestros hijos Juliette, y dale con nuestros hijos... !!Pues claro que me interesa mujer, pero cuando los tengamos!! -- Pero Pierre... -- Anda ven aqui, so boba...--dijo Pierre abrazandola, derrotado nuevamente por las lagrimas de su futura esposa--. El futuro no te debe preocupar tanto Juliette, hay que pensar mas en el presente... -- Pero Pierre... --dijo Juliette dejandose abrazar y apoyando la cara en el pecho de su novio para que este no pudiera ver su malefica sonrisa al saberse ganadora con una nueva victoria --. -- Y sobre el futuro, sinceramente, no creo que debas preocuparte en absoluto. Digo yo que con quince restaurantes en Paris podremos pagar las facturas y el colegio de los ninos... -- Si, claro que si mi amor--contesto la chica ya mas tranquila--. Pero no es solo eso y lo sabes perfectamente igual que yo. Tenemos que recoger el legado que nos van a entregar nuestros padres y multiplicarlo para nuestros hijos... -- Si, claro que si. !!Pero no a costa de que me de un infarto a los cuarenta y te acabes convirtiendo en una de las viudas mas ricas de Paris!!--exclamo Pierre con una sonrisa dando por finalizada la discusion e intentando disimular para que su novia no sospechara sobre el verdadero asunto que ocupaba su cabeza--. No te preocupes anda. Son los nervios de la boda... -- Supongo que si... -- Ya no queda nada mujer. !!El sabado es el gran dia!! -- !!Si, mi amor!! !!Me hace tan feliz casarnos por fin!! -- !!Y a mi tambien mi amor, y a mi tambien!!--mintio Pierre intentando interpretar a la perfeccion su papel--. Y no te preocupes por el "Pierre & Juliette Bistro". !!Lo vamos a convertir en el Bistro de moda en Paris en menos de un ano!! !!Ya lo veras!! -- ??Lo ves tonto?? !!Si ya me dijo mi padre que te iba a hacer mucha ilusion!! --dijo Juliette muy contenta--. Mi padre no se equivoca nunca, tienes que dejarte asesorar mas por el... -- Hablando de padres...--dijo Pierre mirando la pantalla de su telefono movil que acababa de empezar a sonar--. !Hola papa! ?Como andas? Si, todo bien. ?Es urgente? Estoy con Juliette en Avenue Matignon viendo el nuevo restaurante... ?Muy urgente? ?No me puedes adelantar nada por telefono? Es que tengo otra reunion en una hora y luego tengo que pasar por el "Baltazar Cafe", hoy se incorpora el nuevo cocinero y... bien, bien, no te preocupes, si es tan urgente salgo ahora mismo para alla. Estoy en la oficina en quince o veinte minutos, depende de como ande el trafico. Si, si, no te preocupes. Hasta ahora. -- ?Que sucede?--pregunto Juliette algo asustada por el tono de la conversacion de Pierre con su padre mientras contemplaba la cara de preocupacion de su novio--. -- Mi padre, que dice que necesita verme urgentemente por un tema grave... -- ?No te ha dicho de que se trata? -- No, no me ha dicho nada, ya has visto que he intentado sonsacarle pero me ha dicho que quiere que lo hablemos en persona... -- ?Tienes idea de lo que puede ser? -- Te confieso que no...--mintio Pierre mientras le daba vueltas a la cabeza intentando deducir si su padre pudiera haberse enterado del tema de alguna manera. --No te preocupes, seguro que al final es alguna chorrada... -- ?Quieres que vaya contigo?--pregunto Juliette mas por cortesia que porque tuviera la mas minima intencion de ayudar a Pierre, fuese lo que fuese lo que tuviera que decirle su padre.-- -- No, no te preocupes, sera algo de trabajo, ya sabes que se lo toma todo siempre a la tremenda--dijo besando a su novia en los labios a modo de despedida--. Tu ocupate esta tarde del tema de confirmar la lista de los invitados, te llamo esta noche en cuanto me libere un poco de la lista de mi cargada agenda. -- Ok--contesto Juliette muy risuena--. No se te olvide que te amo... -- Y yo a ti Juliette. Yo tambien te amo, ya lo sabes--dijo Pierre mintiendo por quinta vez en los ultimos cinco minutos. 2 Pierre tomo un taxi y dio la direccion de destino al conductor. Mientras atravesaba la Rue de Colisee camino del Boulevard Haussmann, no paraba de darle vueltas en su cabeza a la urgente y repentina cita a la que le habia convocado su padre. Pierre solo tenia un secreto que guardar y le parecia materialmente imposible que su padre pudiera estar al tanto de dichos acontecimientos. Quince minutos despues el taxi le dejaba en el 125 del Boulevard Maurice Barres, frente al Bois de Boulogne, sede de las oficinas de la empresa familiar de los Haenel. Saludo amablemente a Jerome, el conserje del edificio al que conocia desde nino y subio directamente por las escaleras saltandolas de dos en dos hasta alcanzar la tercera planta. Entro en la oficina y se dirigio directamente al despacho de su padre. -- Et voila, ya estoy aqui, te dije que no tardaria mas de veinte minutos en llegar--dijo Pierre tomando asiento frente a su padre con tono desenfadado, intentando disimular todo lo posible su verdadero estado de preocupacion--. A ver, ?Cual es ese tema tan grave y tan urgente que no podias contarme por telefono? Me tienes en ascuas... -- ?Te importa cerrar la puerta?--contesto en un tono muy serio Olivier Haenel, el padre de Pierre--. -- No, claro que no--contesto Pierre mientras se levantaba a cerrar la puerta y tomaba de nuevo asiento--. Me estas empezando a preocupar. ?Que es lo que pasa, papa? ?Te encuentras bien? -- No hijo, no me encuentro bien--respondio el Senor Haenel con gesto de gravedad--. ?Tienes algo que contarme Pierre? Solo voy a preguntartelo una vez, o sea que medita bien tu respuesta, porque solo vas a tener una oportunidad. -- ?Pero, a que te...?

  • Amame lentamente de Carlota Medina

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    Doscientos cincuenta grados – Esta reduccion tiene demasiada pimienta, Gustavo. Hazla de nuevo, pero hazla bien. Los clientes esperan. -le dijo Soraya con propiedad. – Cindy, por favor ve rapido con esas cebollas. -le senalo ella. – Dejame ver. -le dijo a Lorenzo, probando el caldo que preparaba. – Senores, tenemos todas las mesas llenas. Necesito que le pongan corazon. Quiero que todo salga a tiempo y perfecto. -les senalo a todos los trabajadores. Aquella era una noche importante la Soraya, era la apertura del restaurante donde ahora era chef. El dueno era Dorian Andueza, caballero de muchos recursos, amante de la gastronomia que un dia probo un plato de Soraya, en el antiguo restaurante donde trabajaba, y resolvio que habia encontrado la pieza fundamental para hacer realidad su sueno de tener un restaurante de alta cocina. – Caballero, ?puede decirle al chef que quiero felicitarlo? -le pregunto al mesonero aquella noche hacia poco mas de dos anos. – Con gusto. -le respondio. El senor Andueza, a sus cincuenta y ocho anos de edad y a pesar del dinero del que disponia, no se habia atrevido a perseguir su sueno ya que no conocia un chef con el toque magico que el estaba buscando; pero con el plato que esa noche le habian presentado, sintio que la oportunidad tocaba a su puerta. Vio a una bella mujer, con chaquetilla, acercandose a el. Se dio cuenta que ella era la responsable de tan deliciosa comida y le parecio increible. No era lo que se esperaba, ya que era muy joven y solian decir que los mejores chefs son hombres. – Buenas noches, senores. Me informaron que querian hablar conmigo. – ?Usted es la responsable de esta exquisitez? -le pregunto el. – Me satisface que le haya gustado. – No solo me gusto, me fascino; me dejo completamente encantado. ?Desde cuando se dedica a la cocina? – Desde que tengo uso de razon cocino senor, pero de manera profesional desde los dieciocho anos. -le conto ella. – !Pues, hombre! Que maravilla. -le dijo el muy emocionado. Y desde esa vez, Dorian Andueza se convirtio en un comensal asiduo del lugar. Soraya siempre le servia lo mejor y el siempre le agradecia con halagos. Un dia el le hablo de su sueno y le propuso que se uniera a el para abrir un restaurante. Al principio, ella penso que el solo bromeaba pero su insistencia era cada vez mayor. Le ofrecio el mejor sueldo y la posibilidad de organizar absolutamente todo segun lo que ella dispusiera. Despues de algunos meses, la convencio y juntos emprendieron el recorrido que ahora habia llegado a su fin, por lo menos de una primera etapa, la apertura. Soraya deseaba que todo saliera perfecto en aquella ocasion tan especial. Se sentia comprometida con el senor Dorian, por toda la confianza que deposito en ella. Pero tambien porque sentia un gran compromiso consigo misma. Desde ese nuevo restaurante, ella podia luchar por hacer su propio sueno realidad: obtener una estrella Michelin. – La mesa cinco tiene tiempo esperando, por favor. -le anuncio a sus ayudantes. Soraya estaba nerviosa esa noche, pero su satisfaccion superaba cualquier sensacion incomoda que pudiera tener. Durante anos habia tenido que trabajar con lo que le fuera impuesto, ahora ella habia sido la responsable de todo en aquel local, desde la organizacion de las cocinas hasta la contratacion del personal que trabajaria con ella. Ella y Dorian habian trabajado arduamente para lograr tener el mejor restaurante posible segun sus consideraciones. – Cindy, no vayas a dejar que ese bistec se pase de coccion. El cliente lo pidio termino medio. – Chef, la solicitan en la mesa nueve. -le comunico uno de los mesoneros. – Voy enseguida. A ella le encantaba ver cara a cara a los clientes, asi podia realmente darse cuenta del trabajo que hacian. Hablando con ellos era la mejor manera de evolucionar en las preparaciones. Por lo que rara vez despreciaba un llamado de alguna de las mesas, por mas ocupada estuviera en las cocinas. Asi que se dirigio a la mesa nueve, donde vio una pareja joven y a una senora que parecia ser la madre de alguno de ellos. – Buenas noches senores, espero hayan disfrutado de sus platos. -los saludo ya en la mesa. – Estuvo delicioso. Desde hace muchisimo tiempo no probaba una sopa de cebolla tan exquisita. Incluso mi madre se siente celosa de que nunca me habia comido una sopa con tanto gusto en toda mi vida. -le senalo la mujer de la joven pareja. – Me alegra que haya sido de su agrado. -les dijo con una gran sonrisa en el rostro. – ?Cual es el secreto? -le pregunto la mujer mayor. – El secreto de nuestra sopa de cebolla es la calidad de los ingredientes que seleccionamos para ella; las mejores cebollas, el mejor vino blanco, el mejor aceite de oliva y la coccion lenta. – Lo tomare en cuenta. -le dijo la senora. – Espero que sigan disfrutando de la velada. Hasta luego. -se despidio ella y volvio a las cocinas. Al terminar el servicio de esa noche, se sentia un ambiente de celebracion. Tanto Dorian como Soraya, habian felicitado con mucha emocion a todo el personal por el excelente trabajo realizado. Habian destapado varias botellas de vino para brindar por el exito de la apertura. Despues de una ameno compartir, todos se retiraron cansados a sus hogares. A Soraya la esperaba Oriana, su amiga y companera de piso. – !Felicitaciones! -le dijo su amiga al verla. – Gracias Ori. ?Te gusto la comida? – Demasiado. La comida fue espectacular y la atencion fue tambien excelente. Van a tener muchisimo exito. !Que emocion! -le expreso su amiga muy alegremente. – Yo tambien siento mucha emocion. – Oye pero no parece. Estas como desanimada. -apunto Oriana. – No, para nada. Solo es que estoy muy cansada. – Pense que iriamos a un lugar a celebrar. – Creo que mejor lo dejamos para otro dia. -le pidio Soraya. – Vale, pero lo tenemos pendiente. ?Entendido? – Entendido. -le respondio Soraya. Soraya llego a su departamento casi muerta de sueno, pero como era su costumbre, primero se metio a la ducha. Nunca se iba a dormir sin ducharse antes pues sentia que el olor de los alinos se impregnaba en ella. Comenzo su ducha como siempre, primero con agua caliente, luego tibia y finalmente, agua fria antes de salirse. Asi, ella sentia que el calor de los hornillas abandonaba su cuerpo; este era un consejo que le habia dado su madre y que ponia en practica, cada dia de su vida. A penas coloco su cabeza en la almohada, Soraya quedo completamente inconsciente. El cansancio y la perdida de sueno de meses le habian caido directamente en los parpados y le impidieron levantarse sino doce horas despues, cuando ya practicamente debia regresar al restaurante para organizar todo para su turno de trabajo. – Sor, estaba muy preocupada. Ya casi llamo a una ambulancia; pense que se habias muerto. -le dijo Oriana, como siempre exagerando. – Ay Ori, es que estaba muy cansada. Sabes todo lo que trabaje antes y durante la apertura. -se justifico Soraya. – Si, lo se. Pero no me vuelvas a asustar asi. -le advirtio su amiga. – Esta bien. Voy a vestirme para salir. – Si quieres te llevo. -le ofrecio Oriana. – No es necesario. Puedo tomar un taxi. – He estado todo el dia encerrada, quiero salir. Te llevo y asi me das un almuerzo especial alla. – Esta bien. -accedio Soraya. – Oye, ?no se te olvida algo? -le pregunto Oriana. – !La critica! ?Ya la leiste? – No, no he podido. Esperaba por ti. – La voy a buscar. -dijo Soraya, y corrio a buscar su movil. – Leela en voz alta. -le pidio su amiga. – Aqui esta. Anoche fue la apertura del restaurante La Estancia en el centro de la ciudad. Debo decir que la experiencia ha sido refrescante. Se nota que en este lugar saben lo que hacen. La comida estuvo absolutamente exquisita, la atencion es sin duda la mejor que he visto en anos, el ambiente es encantador. El unico consejo que podria brindarles es que podrian mejorar la presentacion de los platos para que este acorde con la excelsitud de todo lo demas que nos brindan. Recomiendo este nuevo lugar ampliamente, estoy seguro que os sorprendera gratamente. -leyo Soraya en voz alta. – !Excelente! -dijo Oriana con emocion. – ?Excelente? -pregunto Soraya molesta. – ?No? – ?Que es eso de la presentacion?, ?acaso esta loco? La presentacion era completamente impecable. Yo personalmente revise cada plato antes de que saliera a las mesas. – Soraya pero no dijo que estuviera mal, solo que podria mejorarse. Como un consejo. Nada serio, sabes como son los criticos. -le dijo Oriana tratando de calmar a Soraya. – A ver, ?quien escribio esto? Cristobal Aparicio. ?Quien demonios es Cristobal Aparicio? -se pregunto leyendo en el movil. – Creo que estas exagerando Sor. No es para que te pongas asi. La critica en realidad es muy buena. – Trabaje mucho tiempo e inverti muchisimo esfuerzo para que todo fuera perfecto Oriana. – Y lo fue. Solo que asi son los criticos, tienen que criticar algo; por eso se llaman asi linda. Calma. Que esto no arruine tu momento. Desayuna, date una buena ducha y vamonos al restaurante. ?Si? – Ok. -le dijo aun molesta. Soraya no quiso desayunar, se dio una ducha y estuvo lista rapidamente para regresar al restaurante. Durante el trayecto estuvo muy callada mientras que Oriana no paraba de hablar, tratando de hacerla olvidar del asunto desagradable de la critica, pero era imposible; Soraya no hacia mas que asentir con la cabeza y miraba insistentemente hacia el frente, como planeando algo. Su actitud permanecio de la misma manera durante largo rato, incluso ya en el restaurante. Le sirvio a su amiga un almuerzo especial y se sento a comer con ella pues ya sentia mucha hambre. Todos en el restaurante sabian que estaba muy molesta y sabian perfectamente cual era la razon; sin embargo, nadie decia nada al respecto. – Gracias por traerme Oriana. – No me llames asi, pareciera que me estuvieras reganando a mi por tu asunto de la critica. – Ese es tu nombre, creo que estas a la defensiva. -le dijo Soraya. – Tu nunca me llamas por mi nombre completo, excepto cuando me meto con lo que estas cocinando. Y claro que estoy a la defensiva, desde que leiste eso has tenido una actitud terrible y estas incomodando a todo el mundo. -le reclamo Oriana. – Soy la chef, se supone que debo incomodar a la gente. – No estas en servicio. -le dijo con seriedad. – Tienes razon, disculpa. Tu no tienes nada que ver con esto y no tengo por que hacerte pagar por ello. – Asi es. Ahora tendras que compensarme por el mal rato. – ?A que te refieres? -le pregunto Soraya con suspicacia. – Pues que iremos a celebrar esta noche despues del trabajo. – No estoy de animos Ori. – No tienes opcion. Vamos, bailaremos, beberemos y nos divertiremos. Esta dicho. -le impuso ella. – ?Obligado? – Asi es. Vendre por ti. Saldras un poco antes, nada de quedarte hasta tarde. ?Entendido? – Ok. -le dijo con mala cara. – ?Como? – Si, Ori. – Mejor. Adios. -le dijo y se fue. Soraya y Oriana era amigas desde hacia muchos anos atras. Oriana se mudo al lado de la casa de Soraya cuando eran adolescentes. Desde ese momento hicieron una excelente relacion, sobre todo porque a Soraya y a su madre les encantaba cocinar y a Oriana le fascinaba comer, por lo que se convirtio entonces en la probadora oficial de todos los platos y los inventos del duo.

  • En la Tierra somos fugazmente grandiosos de Ocean Vuong

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    Un hijo escribe una larga carta a su madre, que no sabe leer. La carta es en realidad un examen de conciencia, un repaso a los elementos clave que han ido confor-mando su identidad: como hijo de una familia de vietnamitas que huyeron de su pais rumbo a Estados Unidos y como joven que descubre y asume su homosexualidad. El entorno familiar del chico se compone de la abuela, que tuvo que marcharse de Vietnam con sus hijas, un padre maltratador y ausente, que fue arrestado por agredir a su esposa, y la madre maltratada, que trabaja en un salon de manicura y mantiene una compleja relacion con su hijo. En medio de todos ellos esta el joven protagonista de esta historia, que crecio en Hartford, Connecticut, sufrio acoso escolar por su doble marginalidad -como inmigrante y como homosexual- y descubrio siendo un adolescente el amor y la sexualidad con Trevor...

  • Cerebro de pan de David Perlmutter

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    La devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azucar y los carbohidratos en el cerebro (y un plan de 30 dias para remediarlo).

  • Hecho con amor de Lorraine Coco

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    ?Que ocurre cuando dos personas destinadas a encontrarse son con como el agua y el aceite? Fuertes, intensas, decididas… Dos volcanes a punto de erupcion. Poppy y Liam vienen de mundos muy parecidos, pero han decidido que sus vidas transcurran por caminos muy diferentes. ?Tendran el destino y Cupido los mismos planes para ellos

  • Te necesito nena de Natalia Roman

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    A los dieciocho anos Natalia ve claro que jamas podra librarse la maldicion que la persigue desde pequena. Sola en el mundo, se refugia en Josemi, un amigo de la familia y que enamorado de ella en secreto le dara trabajo en su bar para tenerla cerca.
    Jaime, primo de Josemi, es un atractivo mujeriego, rico y capaz de atraer a cualquier mujer. A cualquiera menos a Natalia. Dispuesto a no admitir una derrota se desvivira por conquistarla hasta conseguirlo. Pero Jaime guarda un secreto que hara que Natalia se marche de su lado para siempre. ?Para siempre? Seis anos despues, cuando Natalia parece vislumbrar la felicidad, vuelven otra vez las mentiras del pasado y esa maldicion que la persigue.
    No te pierdas la ultima novela de Natalia Roman que te tocara el corazon

  • Desde ayer y para siempre (Casi como hermanos 2) [LGBT] de Frances Stone

    https://gigalibros.com/desde-ayer-y-para-siempre-casi-como-hermanos-2-lgbt.html

    Anthony y Marc estan mejor que nunca.
    Kyle esta conociendo cada vez mas a Noah.
    Todos estan felices, todo es perfecto.
    El sexo es increible.

  • Cuando aman las Townsend (Los Townsend 3) de Nunila De Mendoza

    https://gigalibros.com/cuando-aman-las-townsend-los-townsend-3.html

    En Garden House han florecido hermosas violetas: las jovenes mujeres Townsend, y ellas tambien se enamoran.

  • El farmaceutico de Auschwitz de Patricia Posner

    https://gigalibros.com/el-farmaceutico-de-auschwitz.html

    Victor Capesius custodiaba la reserva nazi de gas Zyklon B y proporcionaba farmacos que eran empleados por medicos para llevar a cabo experimentos espantosos y mortales en mujeres embarazadas y ninos.

  • Esto es Agua de David Foster Wallace

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    <>. A los seis anos de la muerte de David Foster Wallace se publica Esto es agua, la legendaria conferencia que impartio en la ceremonia de graduacion de la Universidad de Kenyon, ante un auditorio plagado de alumnos embelesados. Escrito en 2005 y debatido ampliamente tras su muerte, este discurso es el conciso legado de uno de los mas grandes autores de nuestro tiempo, que se quito la vida en el momento algido de su fama y con tan solo cuarenta y seis anos.

  • El corazon de Jupiter de Ledicia Costas

    https://gigalibros.com/el-corazon-de-jupiter.html

    No fue facil para Isla cambiar de ciudad y empezar de cero en un nuevo instituto. Ella ansiaba pasear por el espacio, avistando planetas a traves de su telescopio, sumergida en el vientre del universo. Casiopea, el nombre de la tortuga magica de Momo, era el nick que utilizaba en los foros sobre astronomia en los que solia participar. Alli fue donde conocio a Jupiter, alguien que parecia saber mucho sobre las estrellas. Las largas conversaciones que ambos mantenian hasta bien entrada la madrugada, encendieron una luz. Entre los dos existia una magia que traspasaba las fronteras del ciberespacio. Isla sentia la necesidad de saberlo todo sobre Jupiter: donde vivia, a que instituto iba, su nombre real… Se citaron para conocerse una noche de San Juan de hogueras y mar embravecido. Fue entonces, despues de despedirse de su amiga Mar, cuando Isla se precipito en la oscuridad. Su vida estaba a punto de cambiar para siempre.

  • Venganza (Los pecados heredados II) de Jana Westwood

    https://gigalibros.com/venganza-los-pecados-heredados-ii.html

    Despues de su matrimonio Caroline y Norwell inician su vida juntos con la sombra amenazadora de lo que ocurrio meses antes en Southbourg.

  • Vende a la mente, no a la gente de Jurgen Klaric

    https://gigalibros.com/vende-a-la-mente-no-a-la-gente.html

    ?Por que decimos que nos gusta el color azul cuando los estudios demuestran que preferimos el verde? ?Que diez necesidades basicas determinan en que gastamos el dinero? ?En que unica frase se sustenta gran parte del exito de una multinacional como Starbucks?
    Creemos saber por que compramos, pero lo cierto es que la mayoria de nuestras adquisiciones las hacemos de forma inconsciente. Por esa razon, entender como funciona el cerebro y que elementos hacen que un producto o servicio se venda mejor es la clave para el exito.
    Precedido de un gran exito internacional, el libro de Jurgen Klaric nos sumerge en la fascinante ciencia del neuromarketing y nos ensena cuales son las claves para vender mas invirtiendo menos.

  • El club del Grim (Witches 2) – Tiffany Calligaris de Tiffany Calligaris

    https://gigalibros.com/el-club-del-grim-witches-2-8211-tiffany-calligaris.html

    La vida de Madison Ashford ha dado un vuelco en el ultimo ano. No solo encontro al amor de su vida, sino que ademas el desperto su magia a traves de un hechizo y la convirtio en bruja. Madison debe decidir si esta lista para asumir un compromiso tan grande mientras todavia lucha por sobrellevar los recuerdos de su secuestro. Sobre todo ahora, cuando Alexa Cassidy, la exnovia de Michael, la sigue de cerca.

  • La agente Carter y el director Wilson de Paola Noguera Franco

    https://gigalibros.com/la-agente-carter-y-el-director-wilson.html

    Luke Wilson, el poderoso y manipulador director de la Agencia de Seguridad, es un hombre que se ha ganado su puesto a base de entender la justicia de forma extrema.
    Para el no existen grises en lo que refiere a la aplicacion de sus ideales.
    Y jamas le ha temblado la mano para hacerlas cumplir.
    Jin Carter es una agente subordinada a el.
    Es una joven inocente y mordaz, que idealizaba a Luke Wilson, al punto de amarlo en secreto.
    Pero sus sentimientos se tambalean por causa de las terribles acciones de Wilson en cumplimiento de su deber.
    Con el fin de mantenerla bajo control y de asegurarse su lealtad, Wilson decide utilizar un eficaz metodo, a sabiendas
    de la profunda admiracion que ella le tenia.
    Un juego peligroso que pondra a prueba los sentimientos de la agente Carter.
    Y quiza los suyos.
    ?Seria capaz la valiente Jin Carter,de entregar su libertad incondicionalmente, a un hombre acostumbrado
    a exigir y arrebatar al destino?
    Cuando el precio de la vida es tan dificil de pagar.
    Cuando el amor es una debilidad que puede ser explotada.

  • La fiesta prohibida de Charlotte Byrd

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    Yo no pertenezco aqui
    Camino contra mi voluntad. Pero tengo deudas que pagar.
    Llaman mi nombre. El foco esta encendido. Comienza la subasta.
    El Senor Black es el mejor postor.
    Es oscuro, rico y poderoso. Le gusta jugar juegos.
    La unica regla es que no hay reglas.
    Pero es solo una noche.
    ?Que es lo peor que puede pasar?

  • Bajo el arbol de la toraya (Narrativa), Philippe Claudel de Philippe Claudel

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  • En el huracan catalan de Sandrine Morel

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    A lo largo del convulso otono politico de 2017, los corresponsales en Espana han gozado de una privilegiada mirada sobre los acontecimientos que se produjeron antes, durante y despues del referendum catalan del 1 de octubre. En primer lugar, porque el propio
    Ejecutivo catalan les dio un protagonismo importante de cara a internacionalizar el conflicto. Y, en segundo lugar, porque contemplaban los hechos desde la perspectiva unica que da la falta de vinculacion emocional.
    Sandrine Morel, corresponsal de Le Monde en Espana, nos cuenta en este libro su version de lo acontecido con informacion de primera mano y con un resultado sorprendente. En la obra se reproducen declaraciones de los protagonistas desconocidas hasta ahora. Aunque no es este un analisis aseptico. La vision de Sandrine es critica y mordaz, y pone en evidencia las estrategias de manipulacion y movilizacion llevadas a cabo por las partes, a la vez que da su propia version de los hechos sobre los verdaderos motivos -historicos, politicos y economicos- que confluyeron en el proces.
    Un relato que pone luz a unos acontecimientos que forman ya parte de la historia de este pais y que siguen muy abiertos en nuestras propias vidas cotidianas.

  • La herida del tiempo de Agustin Garcia Simon

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    <>.El trazo que marca la vida de Heliodoro Garcia Vallejo, en el territorio de la memoria de Hontanalta, es una linea de sombra en el natural contraste de su luz esplendida y la cruda realidad de la Castilla del siglo XX, desde sus primeros compases hasta el desarrollismo de los anos sesenta, y el definitivo periclitar de la sociedad rural en los setenta. Detras del trampantojo secular de una vida rustica, estancada en las miasmas de la decadencia, surgen las pasiones descarnadas de unos seres ahormados por la inercia y la necesidad. Solo el tajo de la guerra sacudira con su impacto rotundo las ondas de esta balsa cenagosa, en que sus moradores, lejos de encontrar nuevos caminos, mimetizaran su existencia, adaptandola penosamente a un tiempo oscuro e interminable. No solo por su retrato psicologico y la ajustada descripcion de su contexto, sino por la belleza de su narracion y la riqueza excepcional de la lengua castellana, que aqui alcanza un nuevo esplendor, La herida del tiempo es una novela extraordinaria en el panorama reciente de la literatura en espanol.

  • Dia 21 (Los 100 2) de Kass Morgan

    https://gigalibros.com/dia-21-los-100-2.html

    Nadie ha puesto los pies en la tierra en siglos… hasta ahora.