• libro la esclava de manila - Jesus Maeso de la Torre

    https://gigalibros.com/la-esclava-de-manila.html

    Al amanecer, los expedicionarios del Galeon de Manila se concentraron en el malecon de Cavite. Una brisa humeda les cortaba el resuello. Las chozas y los baluartes emergian de las sombras y una luz amarillenta difuminaba las siluetas del mastodontico barco. Dos jovenes, ama y esclava, olieron el mar y oyeron el silbido del viento zumbando entre las arboladuras gigantescas de la embarcacion. Temblaban con el estruendo de la partida y se cogian del brazo de un criado. La esclava filipina se ocultaba de las miradas indiscretas bajo una capa de lana parda, y se pegaba a su tambien asustada duena. Desde el primer instante, la sobrecogio el desafiante perfil de la colosal nave: la Santa Rosa de Lima, con su soberbio mascaron de proa que representaba un leon policromado de singular belleza. Imelda del Rosario era esclava del armador don Natalio Zornoza y dama de compania de su hija Aurora, una joven de su misma edad, diecinueve anos, rubia, fragil y asustadiza. Ella era en cambio una mujer esplendorosa a la que todos miraban por su exotismo. No necesitaba afeites ni polvos, pues su semblante brillaba con luz propia. Ya desde el mismo momento de embarcar, la tripulacion cayo de inmediato en el embrujo de su natural seduccion, y corrio el rumor de que era hija del emperador de China. Don Natalio, cansado de vivir en Manila, deseaba presentar en sociedad a su hija, demasiado influenciada para su gusto por su confesor, y acaparada por los oficios religiosos. El armador era un hombre que vivia con desahogo, pues poseia, ademas de sus naves, una plantacion cerca de Manila de te de Wulong, el llamado <>, el mas puro de Fujian, de la misma China, que vendia en exclusiva a mercaderes ingleses en su casa comercio de la calle de la Carne de Cadiz. Cuando el navio se hizo a la mar entre el griterio de la gente y se cargaron en el baluarte de Santiago las arcas y las cajas de seguridad llenas de doblones, perlas de Ceilan y las joyas hindues de oro-- la carga mas valiosa, que esperaban los oficiales del rey en Cadiz--, siete canonazos, numero de la suerte en Filipinas, despidieron a la Nao de la Seda y, de paso, a su sangrante corazon que se alejaba de los suyos. El criado Maximiliano, un mulato libre que trabajaba en la casa desde nino y al que las muchachas querian como un padre, se arrodillo en la cubierta y rezo al milagroso Nino Jesus de Manila, para que los preservara de todo peligro, mientras las jovencitas se exponian en la proa a las brisas del oceano del Sur. Imelda tuvo el palpito de que ya nunca regresaria a su amada tierra natal. La esclava, --cuyo nombre natal era Xiao--, temia la larga travesia desde Manila a Acapulco en el Galeon de Manila --el <> lo designaban los nativos--, y luego desde Veracruz a Cadiz. Pero tras dos meses de tormentosa navegacion avistaron Acapulco, y, tras trasladarse por tierra y descansar en Veracruz, cruzaron el Atlantico, protegidas por la segura Flota de Indias, y finalmente arribaron a Cadiz sin novedad. La ciudad vivia un siglo magico, donde las riquezas se multiplicaban en manos de los comerciantes y los cargadores de Indias. Gentes de todo el orbe merodeaban por su puerto, y cerca de cien mil almas se afanaban por sus calles. Era tal la claridad del aire de Cadiz que la luz reverberaba en las torres miradores que oteaban sin desmayo el oceano, y en las azoteas y los balcones sembrados de geranios que miraban al mar. Imelda del Rosario, o la Filipina, como dieron en llamarla en los mentideros gaditanos, seguia siendo un misterio para los vecinos, no asi Maximiliano, que ya habia estado con el patron otras veces en Cadiz. Solo salia de la casa en las grandes celebraciones de la Iglesia, de la era fervorosa creyente, luciendo su belleza junto a Aurora, aunque caminando, eso si, un paso atras de su ama, junto al mulato, al tiempo que despertaba la envidia de las jovenes casaderas y damitas atildadas del puerto gaditano. A la filipina le seducia el embrujo de la bulliciosa ciudad andaluza, donde nadie se sentia extrano y el rumor del oceano armonizaba sus aires como una orquesta. Pero lo realmente hermoso de Cadiz apenas si se veia. Se hallaba oculto en el interior de las casas y en sus estancias guarecidas tras las puertas, rodeadas de patios y zaguanes donde crecian los nardos y los jazmines blancos. Cadiz hacia las veces de centro neuralgico del comercio nacional, y en sus salones, donde se hablaba en todos los idiomas, se servia cafe y chocolate. Y entre las acaloradas partidas de billar, una copa de brandy y el humo de un habano, los armadores de buques, entre ellos don Natalio, arreglaban tratos, ordenaban fletes, enrolaban tripulaciones, disponian los precios del palo de Campeche, de las salazones, del cacao, o de las sedas de Manila, o tasaban el valor del real de plata con el doblon mexicano. Las casas de Cadiz maravillaban a la filipina, que no habia visto nunca tal lujo. Olian a especias y vainilla, y los comerciantes destinaban los bajos para tiendas y almacenes donde se mostraban al publico los escaparates y mostradores de venta. El reloj de la fortuna habia sacado a Imelda de la indigencia en la que vivia en Manila. Apenas si se acordaba de su familia, que habia escapado de la pobreza con los dos mil pesos que habia recibido por su compra, siendo una nina de cuatro o cinco anos. Y daba gracias al cielo por su buena ventura. Si, el reloj de su vida y de su fortuna marchaba acompasado y, aunque debia soportar el celo indisimulado del padre de su ama, don Natalio, entre platonico y enfermizo, se hallaba satisfecha por el trato que recibia de sus senores, y en especial de Aurora, su confidente, amiga y casi hermana. Imelda poseia dotes curativas, inventaba y elaboraba balsamos, pomadas y esencias y conocia las virtudes saludables de las plantas. En sus ratos libres, y a la tremula luz de los flameros del sotano, creaba balsamos y cremas reparadoras y maceraba hojas con las que preparaba afeites y lociones para las damas gaditanas. Destilaba luego en su alambique aguas olorosas, que luego su amo vendia en la tienda de la calle San Francisco de monsieur Fatou, que las suministraba a precios prohibitivos. Una vez a la semana, el laborioso Maximiliano llevaba al frances tres cajas atiborradas de tarros de perfumes y redomas de fragantes unguentos para las damas burguesas de los puertos. A veces, el aroma intenso de las resinas adormecia mansamente los sentidos y Aurora e Imelda se quedaban dormidas en el obrador, con Aurora acurrucada en su pecho, como si anorara la madre a la que apenas recordaba, pues murio siendo ella muy nina. El derroche odorifico de las mas sofisticadas esencias orientales las transportaba a suenos deliciosos. Penetradas por una irresistible sutilidad de olores y, con el vaho de la amalgama de fragancias, permanecian horas con las manos entrelazadas y sus cuerpos jovenes apretados, en un afecto que duraba horas a la luz titubeante de las lamparas de aceite. Despertaban con el rayo tibio del sol del postmeridiano que entraba por el tragaluz, henchidas de emociones que debian guardar en sus memorias. Como suele ocurrir cuando la bonanza bendice a una familia, la paz y el sosiego se quebraron en la mansion de don Natalio, que perdio una de sus dos naves en un tifon que asolo las Antillas. Hallaron los restos en las costas de Barbados y lo que quedo fue expoliado por las gentes de las islas. Estaba casi arruinado. Pidio un prestamo a la Banca Aramburu de veinte mil reales para cambiar su negocio, y dedicarse con la que le quedaba a la importacion de cochinilla de Mexico y del azogue de Brasil, donde, por otra parte, existia gran competencia. En la Natividad del segundo ano de estancia en Cadiz, tuvieron que prescindir de la mitad del servicio, excepto del bueno de Maximiliano, que puso dinero suyo, ahorrado durante anos, para contribuir a la subsistencia de la familia. Natalio vendio a un consorcio holandes la nave que le quedaba, la mas marinera y querida: la Atrevida. Se distancio de las muchachas, pero ellas, en cambio, ante la adversidad, unieron aun mas sus corazones. Despues de la Epifania, Aurora, cada dia mas melancolica, comenzo a visitar el dormitorio de la asiatica y a quedarse con ella a dormir, costumbre hasta entonces inexplorada por ellas. Y entre platicas y complicidades aminoraban sus penas. El vino dulce y la difusa atmosfera alimentaban sus intimidades y exploraban su piel y sus partes mas ocultas. La exotica camara de Imelda, repleta de redomas de aromas y cremas, se convirtio para Aurora en un lugar de sortilegios y sexo fuera del tiempo. Y la desgracia de su padre le parecio menor y sin importancia. --Me has devuelto el deseo de vivir y recompuesto mi alma rota. No me separare nunca de ti, Xiao --llego a confesarle la pasional Aurora, cuando un amanecer abandonaba la estancia con las luces de la alborada. Aurora seguia recibiendo el cristiano consuelo del prior del convento de San Agustin, el vitalista fray Sebastian Gomez, asi como su asistencia en los sacramentos, y acudia a el acompanada por Maximiliano, su inseparable y protectora sombra. Pero un dia nefasto, en el que la bruma se dispersaba desdibujando el perfil de una luna rotunda, las mas terribles dudas afloraron en la mente de Aurora, testigo casual de una conversacion que penetro en su alma como un estilete turco. Aurora, tan asustadiza como un pajarillo, escucho la platica de su padre en el despacho con un adinerado tratante genoves, micer Jose Jacome, un hombre de barba rizada y larga cabellera anudada con un lazo negro en la nuca, que mostraba un inusitado interes por su adorada Imelda, la Filipina, la llamaba una y otra vez, su refugio y abrigo de amistad imperecedera. Aguzo los oidos. Hablaban de la asiatica como si de un barril de polvora se tratara, y eso la exaspero sobremanera. --Yo me hago cargo de vuestra deuda, y vos me traspasais a la filipina. Para cuando regrese de Gibraltar, en unas tres semanas, firmaremos el contrato y esa esclava pasara a ser de mi propiedad --le ofrecio tentador. --Asi sera, don Jose --reconocio don Natalio--. Teneis mi palabra. --Espero sacar buenos dineros con su saber en los emplastes, esencias y pocimas curativas, que vendere en mi almacen --hablo el negociante con voz ronca, y sus palabras entraron como un trueno en el cerebro de Aurora.

  • La esclava de Manila - Jesús Maeso de la Torre - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/101417/la-esclava-de-manila

    Resumen y sinópsis de La esclava de Manila de Jesús Maeso de la Torre ... Reseña de La esclava de Manila. Este libro todavía no ha sido reseñado ...

  • LA ESCLAVA DE MANILA - JESÚS MAESO DE LA TORRE

    https://www.alibrate.com/libro/la-esclava-de-manila/5ecc617170c59d4177eb83ea

    Encuentra el libro LA ESCLAVA DE MANILA en Alibrate. Descubre reseñas, sinopsis, frases y más de este libro de JESÚS MAESO DE LA TORRE.

  • La esclava de Manila - Jesús Maeso De La Torre

    https://www.storytel.com/mx/es/books/1485990-La-esclava-de-Manila

    23 abr 2020 — Libro electrónico. Un relato corto inédito de Jesús Maeso de la Torre, escrito especialmente para sus lectores en estos días de confinamiento y ...

  • La esclava de Manila - Libro electrónico

    https://www.storytel.com/es/es/books/1485990-La-esclava-de-Manila

    23 abr 2020 — ... Aurora e Imelda, ama y esclava, que viajan de la Manila colonial a la Cádiz cosmopolita de finales del S. XVIII. Páginas llenas de amor, ...

  • LA ESCLAVA DE MANILA EBOOK - Casa del Libro Latam

    https://latam.casadellibro.com/ebook-la-esclava-de-manila-ebook/9788491395799/11516784

    Sinopsis de LA ESCLAVA DE MANILA (EBOOK) ... Un relato corto inédito de Jesús Maeso de la Torre, escrito especialmente para sus lectores en estos días de ...

  • La esclava de Manila by Jesús Maeso de la Torre | Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/53411196-la-esclava-de-manila

    La esclava de Manila ... What do you think? Rate this book ... Daría para un buen libro pero se ha quedado en un relato que se lee en menos de una hora.

  • La esclava de Manila de Jesús Maeso de la Torre - Hola Ebook

    https://www.holaebook.com/book/jess-maeso-de-la-tor-la-esclava-de-manila.html

    La esclava de Manila libro para descargar gratis en formato epub, mobi y pdf. Baja todos los libros de Jesús Maeso de la Torre para tu Kindle o cualquier ...

  • La esclava de Manila (2021) - LEER LIBROS ONLINE GRATIS

    http://www.librosrecomendadoss.com/la-esclava-de-manila/

    25 abr 2020 — La esclava de Manila (Especial Confinamiento) de Jesús Maeso De La Torre ... En unos instantes podrás disfrutar de tu libro ...

  • LA ESCLAVA DE MANILA (EBOOK) - JESUS MAESO DE LA ...

    https://www.agapea.com/libros/La-esclava-de-Manila-Ebook--EB9788491395799-i.htm

    23 abr 2020 — Comprar el libro La esclava de Manila (Ebook) de Jesús Maeso de la Torre, (EB9788491395799) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería ...

  • La esclava de Manila - Jesus Maeso de la Torre - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/la-esclava-de-manila-jesus-maeso-de-la-torre/

    PDF • Descargar Libros Gratis. Buscar: General · Blog · Poesía · Mujer Contemporánea ... La esclava de Manila – Jesus Maeso de la Torre.

  • El Secreto de las abejas de Carlos Laredo

    https://gigalibros.com/el-secreto-de-las-abejas.html

    Los pintorescos pueblos de Cee y Corcubion, en la bella y salvaje Costa de la Muerte gallega, se ven sacudidos por un atraco millonario en una caja de ahorros local, de cuya investigacion se hara cargo el cabo de la Guardia Civil Jose Souto, conocido por todos como cabo Holmes. El guardia volvera a aplicar toda la perspicacia, perseverancia e intuicion que lo caracterizan y que le han permitido resolver complicados casos en el pasado; sin embargo, en esta ocasion tendra que enfrentarse tambien a sus propias debilidades y vencer una irresistible tentacion para conseguir llegar a un desenlace tan escondido como sorprendente.

  • No lo llames amor, Noelia Amarillo de Noelia Amarillo

    https://gigalibros.com/no-lo-llames-amor-noelia-amarillo.html

    La convivencia no es facil en una comunidad de vecinos. En la mia hay malentendidos, vecinos cotillas, ninos ruidosos, ancianas de rigidas tradiciones, mujeres de disipadas costumbres (por lo visto, una de esas soy yo), divorciadas rompepelotas, apuestos metrosexuales y, aunque te cueste creerlo, hasta un par de personas que estan en sus cabales. Bueno, mas o menos…

  • Una reina al poder (Los Medici 3) de Matteo Strukul

    https://gigalibros.com/una-reina-al-poder-los-medici-3.html

    Tercera entrega de la saga historica que recrea la historia de la familia mas poderosa del Renacimiento.

  • La tia amelia de Myrna Del Carmen Flores

    https://gigalibros.com/la-tia-amelia.html

    ?De donde puede una mujer del Mexico del siglo pasado, obtener la fuerza suficiente para sostener una familia? Una mujer atrapada en un conflicto interno entre sus convicciones, sus pasiones escondidas y el deseo de ver felices a cada uno de sus sobrinos. Una mujer capaz de todo con tal de salvarlos.
    Esa es Amelia, un ser dificil de describir por lo cambiante de sus ideas, las cuales oscilan entre el deseo de sobrevivir en una sociedad de reglas impuestas e inmutables y las ansias de vivir y dejar vivir en plenitud a sus seres amados.
    Una historia contada por once mujeres ligadas a Amelia, con cada una de sus luchas, sus deseos y sus miedos, enfrentando un mundo que no le concede a la mujer la libertad de ser distinta.

  • Despues de encontrarme (Bilogia Lucia 2) de Saray Garcia

    https://gigalibros.com/despues-de-encontrarme-bilogia-lucia-2.html

    Titulo original: Despues de encontrarme Primera edicion: Mayo 2016 (c) 2016, Saray Garcia Maquetacion y diseno de portada, a3studio ISBN: 978-1533130358 Deposito legal: V 515-16 Esto es una obra de ficcion. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, organizaciones y dialogos en esta novela son o bien producto de la imaginacion del autor, o has sido utilizados en esta obra de manera ficticia. Quedan prohibidos, dentro de los limites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproduccion total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electronico o mecanico, el tratamiento informatico, el alquiler o cualquier otra forma de cesion de la obra sin autorizacion previa y por escrito de los titulares del copyright. En este libro las canciones tienen un significado muy especial. Acompanan a los protagonistas dando verdadero sentido a muchos momentos. Si quieres disfrutar de la banda sonora de Despues de encontrarme, solo necesitas seguir este enlace: https://open.spotify.com/user/saraygarc%C3%ADa/playlist/7mTadEGpLX2DhZuvQfaSsv INDICE 1. S UENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES 2. SI TU SALTAS... 3. CALLAR ALGO COMO... TE QUIERO 4. !SOY EL REY DEL MUNDO! 5. IMPERTINENTE ES MI SEGUNDO NOMBRE 6. REVUELTO DE FRUTOS SECOS 7. SE (CE)PILLA ANTES A UN MENTIROSO... 8. DESPERTARES ESTRELLADOS 9. SE MIRA PERO NO SE TOCA 10. TORTITAS PARA TODOS 11. DOS NOVIOS PARA DOS SOFAS 12. ?QUE HACE UN TIPO COMO YO, EN UN SITIO COMO ESTE? 13. CSIVALENCIA.ESPECIALISTAS EN REDES SOCIALES 14. TODO LO QUE PUDO SALIR BIEN 15. THELMA Y LOUISE 16. ERES LUZ 17. ACORAZON ABIERTO 18. NO DEJES PARA MANANA... 19. HOGAR, DULCE E INCORREGIBLE HOGAR 20. CADA COSA EN SU LUGAR... Y LUCIA POR TODAS PARTES 21. UN DIA COMO OTRO CUALQUIERA 22. SORPRESAS, CONFESIONES, Y... !MUCHA MIERDA! 23. AFORO COMPLETO 24. MI PRIMERA UVA 25. SIEMPRE CUIDARE DE TI 26. LA CUENTA ATRAS 27. PLANTAR LA SEMILLA 28. RECOGER LOS FRUTOS 29. MI CHICA 30. LA VERDADERA CARA DEL DOLOR 31. EXPIANDO PECADOS 32. JAQUE 33. MATE 34. CUANDO DECIDI OLVIDARTE 35. CASI LA ANTIGUA LUCIA 36. VIDAS QUE DEJE CRUZADAS... 37. ...VIENEN PERSIGUIENDOME 38. CUANDO DECIDI RECUPERARTE 39. DI QUE SI 40. LO QUE SIEMPRE HAS QUERIDO EPILOGO AGRADECIMIENTOS SOBRE LA AUTORA A ti, abueli Estes donde estes, que sea para bien A Tindaya, por todo lo que compartiremos hasta que puedas leerlo 1 SUENOS LENTOS Y HUIDAS VELOCES El agua caia sobre mi cuerpo desnudo. Deslice mis manos por la cara para echarme hacia atras el pelo y abri los ojos. Una sonrisa se dibujo instantaneamente en mi rostro, al tiempo que Closer llenaba aquel bano. Sabia donde estaba. De vuelta a Madrid. A nuestra habitacion de hotel. Sin que pudiera preguntarme como habia llegado hasta alli, sus manos resbalaron por mi vientre y su boca por mi cuello. Instintivamente, estire el brazo para acariciarle el pelo. --Te he echado de menos --dije enredando mis dedos entre sus mechones. No recibi contestacion. En lugar de hablar, me recorria los hombros con besos, y sus dedos ascendian por mis costados hasta llegar a acariciar mis pechos. Suspire contoneandome contra el al ritmo de los Kings of Leon. Subio por mi brazo para recoger mi mano de su cabeza y guiarla de vuelta a mi cuerpo. Siguiendo mi contorno, despacio, muy despacio, ibamos dibujando mis curvas hasta llegar a mi entrepierna. Lo note excitarse contra mi. Sus dedos obligaron a los mios a tocarme. Estaba perdiendo el sentido con nuestras caricias acompasadas, sus labios recorriendome la espalda, la sensual melodia de la cancion... --?Te has levantado con ganas de jugar? --pregunte sin apenas poder contener un gemido cuando me rozo el clitoris con mis propias yemas. En lugar de responder, sus dedos liberaron los mios y, retrocediendo un paso, me dejo espacio para poder volverme. --Buenos dias, ne... Antes de haber terminado de decirlo, mis pupilas habian topado con unos preciosos ojos grises centelleantes, y un sonoro scratch destrozaba la musica ambiente. !?Alex?! --Buenos dias, canija. Desperte a la velocidad del rayo, con la respiracion acelerada y banada en sudor. Tenia una mano en una teta y la otra en la cadera. La del pechito contento, era obvio que habia sido por mi suenecito humedo. Y tan humedo... ?Reivindicando su nombre, senor Mojabragas? La otra, la que parecia estar protegiendo la ultima flor del universo, era por idiota. Todo comenzo en el maldito momento en el que Jorge comento que, aquella cicatriz en mi cadera, era como llevar un tatuaje para recordarlo. Por eso yo, como buena suicida emocional, habia cogido la estupida costumbre de dormir con una mano sobre ella. Juro que era involuntario. Nunca era consciente del momento en el que mi palma arropaba aquella marca todavia rosada, pero cada manana, mi mano aparecia situada en la misma posicion. Como si asi pudiera tocarlo a el, y fuera verdad que lo llevaba en la piel para siempre. Como si estuviera salvaguardando lo poco que quedaba de algo que fue nuestro. Algo que se perdio un mes atras, entre su silencio y mis lagrimas. !Prohibido pensar en eso, pardilla! Mire el reloj medio grogui. !Mierda, joder! Me habia quedado totalmente dormida. Iba a tener que correr para llegar a tiempo a la cena. Despues de llevar todo el mes lejos de Valencia, habia regresado esa misma tarde de pasar mis ultimos dias de vacaciones con Nora. Agotada por el viaje, me habia tirado en la cama para descansar cinco minutitos... que se habian convertido en dos horazas. Lo bueno de llevar tanto tiempo fuera, era que mis posibilidades estilisticas estaban bastante mermadas. La inmensa mayoria de mi ropa de verano estaba, o arrugada dentro de alguna maleta, o haciendo rebosar el cesto de la ropa sucia. Estudiando mis alternativas, supe que la mejor opcion era aquel vestido largo y vaporoso, de modo que no tarde en meterme en la ducha para olvidar los suenos con un ex de manos sueltas, y para cantar a voz en grito, anunciandoles a los vecinos mi vuelta a casa. Para mi sorpresa, consegui llegar hasta la direccion que Alina me habia mandado sin gritarle ni una vez al Google Maps, y eso que el bendito chalet estaba mas o menos donde Cristo perdio la alpargata. Aparque el coche de cualquier manera, cortando el paso de un Mini que podia apostar a que pertenecia a la abofeteable Jimena. Despues de todo, no tenia intencion de estar alli demasiado tiempo. De camino a la entrada, un Golf blanco --su Golf blanco-- llamo mi atencion. Genial, que empiece la funcion, pense. Si albergaba una remota esperanza de que Jorge no estuviera, esa vision acababa de mandarla a la mierda por la via rapida. Mi pulso respondio descontrolandose, y mi cabeza se planteo la posibilidad de acariciar con mi bolso de tachuelas --sin querer, claro-- la carroceria al pasar. Recurri al mantra de las vacaciones antes de caer en la ira incontrolada. --Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes. Si no te pienso, no existes --me repeti a mi misma dejando atras el coche. La puerta estaba abierta, asi que entre siguiendo el sonido de la musica hasta la piscina, donde un monton de jovenes bailaban, reian y bebian al ritmo de Supersubmarina. !Ay Norito, que bien lo habriamos pasado tu y yo aqui!, pense antes de recordarme que tenia que salir de alli cuanto antes. Nada mas verme, Alina corrio a mi encuentro. --!Lucia! --grito tirandose sobre mi--. Pense que al final no vendrias. --No podia perderme tu despedida --confese devolviendole el abrazo. La estruje contra mi, regresando al dia en que la habia conocido. Apenas unos meses despues, ella tambien corria detras de su cambio de vida. Se iba a estudiar a Inglaterra, y aunque estaba segura de que se llevaria el violin en la maleta, este tendria que aprender a compartir su tiempo con los libros de finanzas. Mientras dejaba que mis brazos la arropasen, mis ojos inquietos no dejaban de saltar de cara en cara buscando el rostro de su hermano. Estaba cerca. En alguna parte de aquella casa. Era como si pudiera sentirlo, sin embargo, no lograba encontrarlo. En mi interior se libraba una especie de lucha de poder. Por una parte, mi cabeza me decia que lo mas inteligente seria mantenerlo lejos. Pero por otra, mi corazon... El solo palpitaba ansioso dentro de mi pecho, esperando el momento de encontrar su mirada, y que las ultimas semanas desaparecieran para poder salir de su jaula. Volver a escuchar sus provocaciones... Que me tentase con su sonrisa... Lucia en modo yonqui activada. !Que rapido se acaba el efecto "Vacaciones rehabilitadoras", Senor! --Acompaname a la cocina para que podamos hablar --dijo arrastrandome por una mano. --Ali, no puedo quedarme mucho. Tengo una cena --respondi siguiendo sus pasos sin tener muy claro si podia oirme. --Esperame dentro un segundo. Voy a... a por el movil. Giro y comenzo a caminar dejandome en el umbral de la puerta. Lo cruce. Alli la musica se escuchaba atenuada, pero aun asi podia distinguir a Chino entonar las primeras frases de Chas! Y aparezco a tu lado. Me volvi con una sonrisa ironica, pensando en Adriana y en como acabo la ultima conversacion en la que salio esa cancion, pero cuando mis ojos alcanzaron la terraza con vistas al mar, el corazon me dejo de latir durante lo que parecio una eternidad. Alli estaba Jorge. Apoyado en la barandilla. Embelesado mirando el mar. Ajeno al estallido de emociones que acababa de desatar dentro de mi. !A tomar por culo la desintoxicacion! Fue gracioso pensar que aquella cancion habia hecho que de verdad apareciese. Aunque, siendo sincera... Aparecer lo que se dice aparecer... Tampoco es que hubiera hecho nada en concreto, mas que ir al guateque de despedida de su hermana, seguramente sin imaginarse que seria yo la que emergeria de mi escondite vacacional. Por el contrario, yo sabia de sobra que el estaria en aquella fiesta. Era su hermana. No era tan capullo como para perdersela. Pese a eso, reconozcamos que lo de la cancion sonando en el momento preciso... !Con menos que eso, Iker Jimenez podria hacer un programa especial! Avance hasta los ventanales que permanecian cerrados y, por un segundo, olvide que habia un cristal entre nosotros. Un simbolo de la distancia que nos habia separado las ultimas semanas. Alargue la mano posando mis dedos sobre su silueta y, viendolo sujetar una cerveza en una mano y un pitillo en la otra, mi corazon volvio a adquirir un ritmo pausado. El del confort de estar cerca. La calma de notar su presencia. La tranquilidad que te embarga cuando encuentras algo que habias perdido, aunque en mi caso, no fuera a recuperarlo. --?No piensas decirle nada? Me di la vuelta alarmada por la voz de Alina, escondiendo la mano tras la espalda en un acto reflejo, como si me hubiera pillado robando una pieza de la cuberteria buena. --Creo que sera mejor que no lo haga --respondi haciendo caso a mi instinto de supervivencia. --Se cabrearia mucho si se enterase de que has estado aqui y no le he avisado --alego dirigiendose hacia la terraza. --Pues entonces que no se entere --la detuve agarrando su brazo--. Por favor. Mi expresion de suplica debio convencerla, aunque la suya dejo claro que no estaba de acuerdo con lo que iba a hacer. --Va a matarme... En realidad no creia que le importase demasiado. Si durante todo ese tiempo no habia tenido noticias suyas, estaba claro que verme no era una de sus prioridades. --Tengo algo para ti --cambie de tema llevando una mano al bolso para sacar un pequeno paquete--. Dicen que protege a quien lo lleva --espere a que lo abriera y sacase el regalo del saquito de tela--. Segun los nativos, el material del que esta hecho ahuyenta los malos espiritus y atrae la fortuna. --!Me encanta! Es tan original... --contesto colocandose y admirando el curioso brazalete--. Lo llevare siempre. --Estoy segura de que no la vas a necesitar --sonrei cogiendo su mano--. Nunca dejes que nadie te diga que no puedes lograr algo, Alina --trague para evitar venirme abajo. Odiaba las despedidas--. Podras ser lo que te propongas, y me alegra que hayas decidido intentar ser feliz. --Una amiga me dijo una vez, que es bastante complicado serlo haciendo algo que no quieres --sonrio encantadora--, asi que segui su consejo para hacer exactamente lo que queria --me dio un apreton en la mano--. Quiero que sepas que tu llegada nos cambio la vida a todos, no solo a Jorge. --Yo no cambie nada --menos aun en Jorge--. Vosotras si que cambiasteis mi vida. Pase de trabajadora desmotivada a... !estilista acelerada! --rei agitando las manos por encima de mi cabeza. --Un poco acelerada has sido siempre. --Creo que te tengo que dar la razon

  • Secretos De Papel de Teresa Corroto

    https://gigalibros.com/secretos-de-papel.html

    El ruido de unos zapatos negros de tacon de un cuarenta y dos retumbando bajo los pies de una mujer que pisaba ahora mas decidida que nunca, no dejaba indiferente a nadie. Una brisa de aire caliente. tipica de un mes de verano mas caluroso de lo habitual, mecia su corta y lisa melena a falta de subir solo los dos ultimos escalones para ver la luz del dia. La tradicional boca de metro de Atocha impasible ante el paso del tiempo, daba pie a un sol que acentuaba mas todavia el color rubio ceniza de su pelo. Siete minutos a paso ligero eran los que separaban a Alexia de su destino. Fueron tantos los dias que sus pies se habian dedicado a realizar ese recorrido, que hasta podia indicar los metros exactos que separaban su parada de metro diaria de la pinacoteca madrilena por excelencia la que se habia encomendado los ultimos treinta anos de su vida. Un ano entero era el tiempo exacto que habia permanecido alejada del lugar que consideraba como su segunda casa y que ahora la reclamaba de nuevo. La jubilacion habia llamado a sus puertas el mismo dia en que cumplia los sesenta y cinco. El semblante de la estatua de Velazquez custodiando incansable la entrada principal del museo, parecia mirarla de forma entranable y Alexia dejaba escapar su imaginacion al pensar que hasta esa estatua de bronce se habia atusado el bigote para darla la bienvenida. --Yo tambien me alegro de verte Diego --guinandole un ojo disimuladamente. El V Centenario de la muerte de El Bosco junto a la muestra monografica que se le dedicaba en Espana, eran la excusa perfecta para volver a pisar el museo del Prado y, de paso, aprovechar para rescatar momentos entre cercanos y olvidados, calles llenas de vida y descubrir otro Madrid que apenas hacia un ano parecia que se hubiese reinventado. Rumbo a la sala 56 A, dedicada en exclusiva al maestro flamenco, no dudo ni por un momento el recorrido que deberia seguir y no hizo escala en ninguna otra sala mas a no ser por el resto de visitantes que tenia que sortear y con los que deberia tener paciencia para que abriesen el hueco suficiente para poder atravesar. Atras quedaron aquellos tiempos en los que interrumpir a una pareja con un plano en la mano para ubicarles en el punto <>, ya no se encontraba dentro de su cometido, aunque ganas no le faltasen de hacerlo. Era espectacular como unas luces led adheridas a un falso techo iluminaban toda la sala como nunca antes la habia visto y unos altillos de pladur, a la altura de la cintura de cualquier viandante, daban asiento a cada uno de los tripticos que compartian esa sala y singularizaba mas su caracter al contemplar tanto el anverso como el reves de sus laterales. <>, penso. Nada mas entrar, a la derecha, estaba el Carro del heno, a la izquierda La Adoracion de los magos y, entre medias, El jardin de las delicias. Una vez dentro, el profundo suspiro de Alexia acaparaba toda la sala del museo. Mientras exhalaba por completo el aire que sus pulmones habian retenido durante unos escasos segundos, sentia que su alma aun encerraba todas esas preguntas que nadie le habia sabido responder con palabras. A pesar de encontrarse situada justo entre los tres tripticos mas conocidos de todos los tiempos, El jardin de las delicias era su obra preferida y mas que merecedora de requisar toda su atencion. No era la primera vez ni la segunda que Alexia se sumergia entre tal alboroto de imagenes no para intentar desvelar su misterio, sino para permanecer sumergida en el. Figuras fantasmagoricas, animales maravillosos y un caos incendiandolo todo como un dia de fiebre, eran ilustraciones mas que emblematicas para ahondar en ellas y perderse el tiempo suficiente hasta conseguir despejar su mente. --El apocalipsis --decia Alexia en voz alta al contemplar la ultima tabla del triptico--. Todo arde ante el tormento de las almas torturadas por seres que despellejan y deguellan. Casi como en la vida real --retorciendo la comisura de sus labios al terminar de hablar y observando por el rabillo del ojo las curiosas miradas de los que se encontraban a su alrededor al escucharla. Era evidente que, ni su atrevido comentario, ni unas cuerdas vocales retocadas anos atras por la cirugia, iban a pasar inadvertidas ante nadie. Y es que nada le gustaba mas que permanecer con su impavida mirada ante la obra mas extraordinaria y, a la vez, mas enigmatica que el ser humano haya podido constatar y a la cual siempre visitaba cuando el trabajo se lo permitia antes de marcharse a casa. Nada menos que tres rigurosas decadas completaban el tiempo que Alexia habia dedicado en cuerpo y alma a procurar la proteccion de ese museo. Y nunca mejor dicho. Tambien llego a formar parte del cuerpo de seguridad que, al caer el sol, se encargaba de custodiar todas y cada una de esas obras. O como a ella le gustaba llamarlo, otra forma de felicidad terrenal. Su cuerpo habia sufrido una transformacion tremenda desde entonces y, ese museo, habia sido el maximo testigo de todo ese cambio fase por fase. Ni el mismisimo cuadro de La pasion de Juana de Arco juzgada por la inquisicion por actuar y vestir como un varon, podria explicar mejor un espiritu atrapado en un cuerpo que no se corresponde. Aspecto de hombre de dia, corazon de mujer de noche. Alli, donde las ideas revolotean como los angeles, lo extrano era bello, las obras solo pueden hacerse con amor y la imaginacion es capaz de dispararse sobre un simple lienzo en blanco, era donde su nostalgia encontraba cura. Y porque alli, entre dioses hermafroditas de la antigua Grecia plasmados en lienzos y delicadas estatuas de ninfas con pene, podia desnudar su alma y mostrarse tal y como era porque las obras de arte no la juzgaban, sino que se sentian identificados con ella. Desde que, por caprichos del destino, se establecio en Madrid con tan solo quince anos, lo unico que la ataba a su Mediterraneo y a su luz y calor, era el recuerdo de una tierna infancia y de una menos acertada adolescencia. Y de eso su querido Sorolla sabia mucho. No necesitaba mas que un barrido de ojos a su paleta de colores para regresar a su anorada Valencia y sentirse cuya nina, perfectamente plasmada, correteaba inofensiva por el mar. Atras quedaban ya las reuniones de amigos alrededor de las hogueras con olor a sal, el caluroso viento de levante, o los atardeceres envueltos en agua espumosa. Sus padres junto con el y su hermana, abandonaban su casa de Altea de toda la vida por la promesa de un ascenso para su padre a cuatrocientos kilometros de alli y de la posibilidad de darles una vida mejor. Una vida de privilegios con un final que se truncaba desde el mismo momento en que su hijo, recien cumplida la quincena, aparecia de repente a ojos de su padre vestido de mujer. --Pero ?que cojones haces con eso puesto? --le increpo su padre malhumorado mientras le atravesaba con fuego en la mirada. --Nada, papa --acerto a decir completamente bloqueado. --Alejandro, !que que cojones llevas puesto! --elevo el tono. Un silencio sepulcral entre ellos que hasta parecia atravesar las paredes impregnaba todo el salon. El nudo de Alex, cada vez mas latente en su garganta, parecia ahogarle. Si los ojos son el espejo del alma, el alma de su padre parecia estar cociendose en ese momento en las mismisimas puertas del infierno y Lucifer, a su lado, ser un simple aprendiz. Lo poco que fuese que se le estuviese pasando por la cabeza mientras observaba a su hijo travestido, o como diria el: disfrazado de marica, no seria ni por asomo la mitad comparado con la hostia que le esperaba a Alex si no arrancaba a hablar de un momento a otro y daba una buena explicacion de su modelito. --Tranquilo, papa, te lo puedo explicar --colocando sus manos frente a su padre a modo de escudo. --Te estoy esperando.

  • Sin rastro de Caroline Eriksson

    https://gigalibros.com/sin-rastro.html

    Sin rastro es uno de los fenomenos literarios internacionales mas inesperados de los ultimos anos. Caroline Eriksson firma un oscuro thriller familiar y psicologico que huye habilmente de los caminos trillados.

  • Conquistar el cielo de Paolo Giordano

    https://gigalibros.com/conquistar-el-cielo.html

    Tras ganar en 2008 el afamado Premio Strega con La soledad de los numeros primos, una primera novela que se convirtio de inmediato en un fenomeno de ventas y critica en todo el mundo, Paolo Giordano vuelve a abordar en Conquistar el cielo los ideales de la juventud y las vicisitudes de la pasion a traves de la vida de cuatro jovenes a lo largo de veinte anos.

  • La tierra desnuda de Rafael Navarro De Castro

    https://gigalibros.com/la-tierra-desnuda.html

    Manuel Vilas Decia Luis Bunuel que en su pueblo, en la provincia de Teruel, la Edad Media habia durado hasta bien entrado el siglo xx. Algo asi sucede en el escenario de esta novela, un lugar que puede ser casi cualquiera en la Espana interior. Alli nace, al mismo tiempo que la Segunda Republica, un nino llamado Blas. Y en el mismo lugar muere, ochenta anos despues, sin ser consciente de que se lleva a la tumba una forma de vida milenaria. El es el ultimo.

  • La locura de saltar contigo de Silvia Sancho

    https://gigalibros.com/la-locura-de-saltar-contigo.html

    Una boda.
    Un monton de chupitos.
    Un Porsche aparcado en una calle oscura.
    El mejor amigo del novio.
    El hombre con el que no debia acostarme.
    El que iba impecablemente vestido con un traje gris y una camisa blanca almidonada.
    El dueno de unos ojos verdes que hablaban mas que su irresistible boca.
    El socio mas joven de su despacho de abogados.
    El mejor hombre con el que he estado en la cama.
    Una locura.
    Las huellas de mis unas en el salpicadero de su coche como prueba.
    Un problema de los grandes.
    El era inalcanzable.
    Yo estaba rota.

  • El vigilante del fiordo de Fernando Aramburu

    https://gigalibros.com/el-vigilante-del-fiordo.html

    El <> es un hombre de mediana edad destinado a una inhospita cabana solitaria, en las orillas de un fiordo noruego, con la mision de alertar de la presencia de terroristas en la zona, por lo que debe permanecer dia y noche ojo avizor. Esa situacion de pesadilla, intimamente relacionada con el enloquecedor sentimiento de culpa que asedia a un funcionario de prisiones, conforma la atmosfera claustrofobica del relato que da titulo a este excepcional libro de cuentos. Y algo de esa angustia provocada por el terrorismo se reconoce tambien en <>, donde el miedo empuja a un matrimonio a huir de ciudad en ciudad, o, ya en su maxima expresion, en <>, un mosaico impactante a partir de las vivencias de varios personajes en la tragedia del 11-M. Otras conmociones mas intimas se recrean en la historia del adolescente que descubre la catadura moral de su padre durante unas vacaciones; en el personaje que se encuentra cada dia con el dolor de una mujer que llora en una estacion de metro, o en el que asiste a su propia muerte.

  • Que estas mirando de Carolina Ortigosa

    https://gigalibros.com/que-estas-mirando.html

    Luna Garcia estaba mirando por la ventana con gesto aburrido, cuando alguien llamo su atencion. Le costo varios minutos reaccionar. Estaba tan ensimismada en sus recuerdos, que ni siquiera se percato de que su jefa la observaba con preocupacion y su tono de voz no podia ocultar cierto tono reprobatorio. Desde que empezo a trabajar en la inmobiliaria, la relacion con Belinda y Fabian, duenos de la agencia y tambien padres de su mejor amiga, habian sido como unos segundos padres para ella. No es que no lo fueran antes, pues ella y Tania Sanchez se conocian desde que eran ninas; pero la relacion se habia estrechado aun mas desde que se veian cada dia. Luna tuvo sus dudas en un principio... ya se sabe, la confianza a veces es demasiado... pero no fue el caso. Eran como una segunda familia sin contar con la abuela Aurora. Madre de su madre, la habia criado desde que sus padres fallecieran en un incendio que arraso su hogar cuando ella apenas era una adolescente. Ahora a sus veintiseis anos, habia pasado por algo parecido. Igualmente traumatico, ya que su novio, con el que llevaba saliendo dos anos, habia sufrido un accidente al saltar desde unas rocas en el mar. Aunque todo apunto al principio a que se recuperaria, no sobrevivio y Luna llevaba sin ir a la playa desde entonces. Tampoco habia vuelto a salir con nadie, a pesar de que desde la muerte de Hugo ya habian pasado mas de once meses. De hecho, en dos semanas seria el aniversario del fatidico dia y por eso su mente divagaba con mas frecuencia de lo normal. No era nada extrano porque habia estado muy enamorada. Conocio a Hugo Vidal en una discoteca y congeniaron de inmediato, era de esas personas que caen bien a todo el mundo, atractivo y muy divertido. Desde que le puso los ojos encima, estuvo segura de que ese chico era para ella, y como solo se llevaban unos meses, pues tambien tenian en comun muchas cosas, como las ganas de salir y pasarlo bien, sin pensar demasiado en el futuro. Hugo era demasiado temerario para el gusto de Luna, pero siempre le gusto esa faceta de su personalidad. No le temia a nada y aunque eso le hacia ser tan especial, tambien fue su perdicion. Le apenaba recordar que ese fin de semana habian discutido porque ella pensaba que se estaba pasando con tanta aventura. El le espeto de malos modos que era su manera de ser, le gustaba la adrenalina y sin ella no pensaba vivir. Muy a su pesar, se dio cuenta de que Hugo podria vivir perfectamente sin ella, pero no sin sus actividades de alto riesgo. Sin embargo, como siempre, se habia resignado y se despidio con un <> sin mucho sentimiento. El ni siquiera respondio. Detestaban discutir y cuando eso sucedia, a menudo Hugo se iba durante dias para que el ambiente se relajara entre ellos. Asi funcionaba el la mayoria del tiempo.

  • El susurro de los condenados (Tu me ves 3) de Gemma Herrero Virto

    https://gigalibros.com/el-susurro-de-los-condenados-tu-me-ves-3.html

    Posesiones, extranas ejecuciones, suenos profeticos, inquietantes presencias, un asesino sanguinario venido del mas alla… y todo ello en los oscuros corredores y pabellones de Sing Sing, una de las prisiones mas tenebrosas y peligrosas de Estados Unidos.

  • Navidad, caliente navidad de Luna Vergara

    https://gigalibros.com/navidad-caliente-navidad.html

    Navidad, caliente navidad – Luna Vergara: Es la vispera de Navidad y Sarah O’Connor ha perdido la esperanza de que Mike Hardy piense en ella como algo mas que una amiga. Despues de todo, ha estado coqueteando con el desde principios de diciembre. Asi que cuando Mike la invita a su lugar de vacaciones para ver peliculas antiguas y beber ponche de huevo, no se espera encontrarlo esperandola vestido solo con un gorro de Papa Noel, !dispuesto a darle algunos regalos muy eroticos debajo de su arbol de Navidad!

  • Mas Alla Del Fin Del Mundo de Julieta Valdes

    https://gigalibros.com/mas-alla-del-fin-del-mundo.html

    Avanzamos tierra adentro y cuando paramos, se formo alrededor del camion una nube de polvo. Bajamos el equipaje, yo cargando con la mochila y mama arrastrando una maleta mas ancha que ella. Hubo quizas unas veinte paradas antes que nosotros, cada pasajero podia bajarse a su antojo haciendole una simple senal al chofer. No habia paradas, solamente caminos y siguiendolos con la vista descubria la silueta de algunas casas, alejadas de todo. Fue un schock haber dejado la ciudad y su amontonamiento de casa, oficinas y edificios, para llegar a este lugar donde apenas se podia distinguir un par de casas en la inmensidad del campo. El polvo se aquieto, el autobus ya se habia alejado y quedamos las dos, mama y yo, en este lugar donde no se veia mas que una gran extension de tierra, arboles y colina abajo un lago que reflejaba la luz del sol. Suspire. Esto era como llegar al fin del mundo, pero peor porque de ahora en adelante tendriamos que vivir ahi. Pregunte: – ?Estas segura que es aqui? Y mama contesto con una inclinacion de la cabeza y una sonrisa, como contestaba ultimamente a mis preguntas ironicas. Maldije entre dientes a la abuela por legarnos semejante lugar y a papa por haber muerto y habernos dejado sin nada, pero ya mama se encaminaba por un sendero que subia. Era un camino estrecho y empinado por el cual las ruedas de la maleta iban atascandose, era un sendero mezcla de arena y piedras, un sendero al que no le habian dado mantenimiento y que la hierba volvia a invadir. Yo miraba a la izquierda y a la derecha y me preguntaba donde estaba el pueblo y donde habria una oficina del correo. Habia dejado atras mis amigos de toda la vida, mi escuela, mi calle, mi casa y sentia la necesidad de ponerme a escribir. Quejarme con ellos de este nuevo hogar y esperar noticias de alla. Si seguian los mismos maestros, que habian hecho durante el verano, si la directora seguia siendo una bruja imposible. Y todo lo demas que no podria saber ni preguntar porque de ahora en adelante mi vida se llevaria a cabo del otro lado del mundo. Divagaba pensando en las cartas que iba a escribir y a quien y quien seria la primera de mis amigas en contestarlas cuando la cabana se alzo frente a mis ojos. Era una construccion de un solo piso, de piedra y madera, y podria haber salido de una postal hasta que abrimos la puerta y nos recibio un olor a moho, a madera humeda y una sala de muebles desvencijados: un sillon que solia ser cafe estaba perdiendo su color y cuando me quise sentar en el reposet me hundi y levante polvo. Habia telaranas y mama se apresuro en abrir las ventanas, entro un aire fresco, propio de la montana y me espante al imaginar el frio de las noches. – Tiene que haber cobijas en algun lado. - me dijo mama como si pudiera leerme el pensamiento. – Voy a buscarla, tu puedes escoger el cuarto que mas te gusta. Era un poco presuntuoso hablar de elegir mi cuarto porque en realidad solo habia dos opciones, un cuarto grande y con papel tapiz de flores que debia haber sido de la abuela y me daba un poco de terror, y otro mas sencillo que debia ser un estudio y cuarto de invitados que tenia paredes en azul cielo, un escritorio y una ventana que daba al valle y al lago. Deje mis cosas y me sente sobre la cama, comprobe que no estaba tan mal y me deje caer para ver al techo. Esta era mi nueva realidad y no habia mucho que podia hacer al respecto. Podia haber guardado mi ropa, pero lo deje para mas tarde y tuve antojo de un vaso de leche y ver la tele. Esto me hizo pensar que no habia visto una television en ninguno de los cuartos, recorri toda la casa, me fije en cada rincon de la sala, pero no vi el aparato, tenia que asegurarme: – Mama, ?no hay television? - grite bastante histerica. – Creo que no. Tendremos que preguntar en el pueblo si las antenas llegan hasta aqui. – Si, por supuesto, esto era lo unico que faltaba. Vivir en un pueblo mugriento con polvo, borregos y nada mas. Me tire sobre el sillon y retuve las lagrimas. No sabia si estaba triste, enojada, o ambas cosas. Queria, sobre todo, culpar a alguien de mi desgracia, pero solo estaba mama que ya estaba encargandose de limpiar con agua los muebles y a la que no podia culpar, ya habia cargado con todo lo de papa, luego lo de la abuela, y ahora la mudanza; no estaba para lidiar ademas con una prepuberta encaprichada, ya veria como hacerle con lo de la television. Me puse a ayudarla, tomando otro trapo para ir quitando la capa de polvo a los muebles y ella dijo: – Bueno, no hay television, pero tengo que ensenarte algo. Al lado del cuarto de mama habia una recamara mas pequena con uno de esos sillones reclinables y estanterias de piso a techo. Cada nivel estaba cubierto de libros: pequenos, medianos y grandes, de piel y de papel rigido, nombres y nombres que desfilaban ante mi. La pequena biblioteca, a diferencia de la casa, estaba impoluta. No me habia podido traer todos mis libros de la ciudad, era imposible y descubrir este cuarto era como entrar a un paraiso. De inmediato fui recorriendo los estantes y leyendo el nombre de los volumenes, habia algunos titulos que conocia, pero muchos que eran una novedad para mi. Habia novelas de misterio que databan de los anos cincuenta y que tenia cubiertas como posters de peliculas antiguas, habia novelas de ciencia ficcion y habia clasicos, empastado y con las letras doradas. Mama debio haber emparejado la puerta lentamente porque cuando voltee ya no estaba y no volvio a llamarme hasta que llego la hora de cenar. La tarde paso en un suspiro, siempre he tenido fascinacion por los libros, desde pequena y el sillon estaba tan comodo que uno no necesitaba pararse. Supuse que habia atardecido cuando me levante para prender la luz, sin soltar el libro que estaba en mis manos y me encontre con los ojos color avellana de mama asomados a la puerta, y ella me recordo que todavia habia que comer y acomodar nuestras pertenencias. – Tu abuela pasaba mucho tiempo en este cuarto. – Yo tenia un recuerdo bastante borroso de la abuela. Recordaba que me hacia comer cosas que no me gustaban y mas adelante que llevaba una mascara para ayudarla a respirar. Ahora, tambien ella habia muerto y escuchar hablar de ella me hacia sentir acompanada. Mama me conto como era periodista y habia vivido en unos anos donde no era facil ser mujer, estar divorciada y mantener a sus hijos. Me conto que sus libros favoritos eran de ciencia ficcion y que, si buscaba bien, debia de encontrar tambien en algun rincon los cuadernos que se habia propuesto transformar en una novela que nunca habia terminado. Mi nueva recamara tenia una boveda y una cama con un colchon suave, todo en tonos azules. Habia traido conmigo mi ropa, mis peluches favoritos, mi diario; lo que cabia en una maleta. Trataba de no recordar demasiado la casa que habiamos dejado atras ni tampoco todas las cosas que habiamos tenido que vender. En un par de meses la vida habia cambiado por completo y con un suspiro acomode una foto de los tres: papa, mama y yo; una foto tomada en el jardin donde yo vestia mi traje de bailarina y los dos me abrazaban. Mama me habia comprado antes de irnos unas calcomanias en forma de estrellas que podian pegarse a la pared y brillaban en la noche. Las acomode sobre la boveda y puse la ropa en los cajones y en el armario. Por la ventana podia verse el lago y, a un lado, las tejas de otras casas, cada una separada de la otra por varios kilometros. Esto era tan distinto de nuestra ciudad donde todas las casas del barrio estaban pegadas unas a otras y donde los vecinos se saludaban cuando salian, porque a fuerza de vivir pegados conocian el nombre y la historia de todos y cada uno. Antes de acostarme redacte una larga carta para mi mejor amiga donde me quejaba amargamente de haber sido expulsada a la ultima frontera del mundo en un lugar donde solo vivian borregos y algunos leneros (no tenia idea si eran leneros, pero algo tenia que contar y esta era la idea que me hacia de las personas que habitaban las otras cabanas). Asi llene tres cuartillas, ida y vuelta de puros reproches. No le dije que desde mi ventana el lago se veia hermoso ni que la luna se reflejaba en el. Tampoco le hable de mis estrellas que contemple durante largo rato porque no queria llorar. No queria aceptar que estaba triste, de lejos era mejor estar enojada y me quede dormida. En los dias siguientes, descubriria que tan distinto era vivir mas alla del fin del mundo. CAPITULO 2 Al dia siguiente mama me acompano hasta la oficina de correo, caminamos unos cuarenta minutos para llegar al pueblo, pero el dia estaba despejado y los paisajes hermosos. El pueblo no era mas que un par de calles y las tiendas con los esenciales, pedi los timbres y el encargado se inclino hacia mi. Tenia un bigote muy poblado y al igual que los demas hablaba cantadito: – La pequena se parece mucho a la abuela, ?verdad? – Eso dijo, nada mas, y mama se rio y me guio hasta la salida. La frene de la manga: – ?Es cierto? ?La abuela paso mucho tiempo aqui? ?Tu tambien? Veo que conoces a mucha gente. ?Por que yo no conocia el lugar? Acribillada por mis preguntas, mama me llevo a tomar un chocolate caliente, a la unica cafeteria que daba al lago y tenia mesas adentro y afuera, mucha madera y el mejor chocolate caliente que he probado en mi vida rematado de una generosa cantidad de crema chantilly. Mis nervios se iban calmando mis nervios y mientras yo enfriaba el espeso liquido, mama hablo; tiene una voz suave y puede hablar mucho tiempo sin que nadie se aburra. No lo hacia a menudo, pero cuando se decidia a contar una historia cautivaba la atencion de cualquiera. Durante su relato, miro mucho por la ventana hacia el lago y de vez en cuando me acariciaba la mano como para hacerme saber que estaba consciente de mi presencia. – Este lugar es un santuario, Isabelle, un refugio para mujeres podria decirse. Tu abuela se enamoro muy joven de un hombre que estaba por casarse, era un matrimonio de conveniencia, pero el tenia que cumplir y ellos nunca pudieron estar juntos. Entonces tu abuela partio y estuvo en muchos paises andando y trabajando. Luego, encontro este lugar y en el supo que podria curarse y volver a vivir. Solo leia y escribia y asi se recuperaba. Cuando por fin volvio al mundo no tardo en hallar marido y me tuvo a mi. Tu abuelo al igual que tu papa nunca se entero de la cabana. Era un secreto bien protegido y yo habia venido de soltera, a veces con tu abuela, a veces sola. La abuela paso muchos meses cuando ya no trabajaba intentando escribir un libro que nunca acabo. Por mi lado, yo tambien estuve aqui unas semanas, recien terminada la carrera de farmacologia para escoger que iba ser de mi futuro. Como te decia este es una especie de lugar sagrado al que no podia llevarte porque aun no era tiempo y porque tu papa no debia enterarse. – Entonces, ?es una cabana secreta, mama? – Es un lugar magico. Ojala tambien para ti funcione la cabana y las dos podamos curar nuestras heridas antes de regresar al mundo. Es verdad que cada dia te pareces mas a la abuela: eres terca como una mula y sabes ser muy ironica. Trataremos de hallar un retrato o una foto para que pueda ensenarte como era tu abuela de joven. Hasta quizas, algun dia, escribas un libro. ?Quien sabe? Por el momento, debemos de preparar tu regreso a la escuela y puedes aprovechar estas semanas para conocer el lugar y familiarizarte con los caminos. Nada dijo de papa ni de la falta que nos hacia a las dos, pero comprendi que el dolor era de ambas y casi agradeci no estar en un lugar donde tuviera que recordarlo todo el tiempo. Nos fuimos del cafe abrazadas y siguiendo su consejo me fui al bosque a hacerme amiga de mi nuevo hogar. – Te vere en casa. - le dije a mama y ella me sonrio antes de emprender el camino de regreso. A un costado del pueblo estaba la entrada con varios senderos para caminata, uno de los caminos el que indicaba ser el mas corto iba a dar a un claro y en centro del claro una gran piedra, contra ella me recargue para descansar de la caminata y ahi, por primera vez desde hace unos meses, pude llorar a gusto, lejos de las miradas y hasta perder el aliento. Cuando volvi mama tenia preparada una sopa de cebolla, mi favorita, y comimos las dos a la luz de unas velas que encontramos en un cajon de la cocina. Mama dijo que habia encontrado un baul con algunas fotografias y tambien un retrato. Aunque la sopa estaba deliciosa me apure lo mas que pude y hasta lave mi plato. – Lista, ya podemos ver el baul.- Mama que no habia terminado se rio y termino su sopa a toda velocidad. Nos acercamos al baul, era verde con puas de metal, estaba rodeado por agarraderas de cuero y cuando lo abrimos se escapo un olor a humedad. Era como desenterrar un tesoro. Adentro habia cajas de piel con alhajas y tambien varios albumes. Habia fotografias en sepia que la verdad daban un poco de miedo. Estaba mi abuela y tambien sus padres vestidos de negro. Luego, habia unas mas recientes donde aparecian mi mama y la abuela juntas y era cierto, las tres teniamos un parecido imposible de negar. Tambien habia unas fotos de mama cuando era muy pequena y tenia un copete horrendo y hacia cara de puchero. Me rei mucho y le hice un poco de burla por las muecas. – Es porque no te acuerdas como era tu de pequena- me dijo en son de broma. Al final, en el fondo del baul desenterramos un retrato hecho a lapiz donde aparecia la abuela con una cara muy seria, estaba de medio perfil con una camisa de lino aunque el retrato se enfocaba sobre todo a la cara. Sus rasgos eran los mios, la misma nariz delgada, la boca pequena en forma de corazon y la mirada. Me impresiono la semblanza y senti tristeza de no haber conocido mejor a la persona de quien, quizas, habia heredado mas de lo que sospechaba. Acompanando el retrato se encontraba un fajo de hojas, tecleadas en maquina de escribir, atados con una cinta de seda. En los margenes habia anotaciones en lapiz, correcciones imagine y mama parecio reconocer la letra: – Esta debe ser la novela de la abuela. Las cartas y el resto de lo que pudo escribir me pidio que lo quemara asi que eso es lo que queda. Lo puedes leer si te interesa. No tuvo que repetirlo dos veces. Esta misma noche, me lleve el legajo a la cama y con ayuda de la lamparita de buro fui descubriendo el manuscrito hasta que el alba empezo a despuntar y la luz se hizo camino por la ventana. Desperte hacia el medio dia y todavia me faltaba bastante por leer. Sin embargo, mama habia elaborado otros planes para nosotras. Una cesta con comida me indico que ibamos a pasar la tarde fuera y, a reganadientes, abandone el libro. En el pueblo, que para entonces ya habia apodado El Fin del Mundo, pasamos a la tienda principal que tambien era la unica. El negocio era atendido por una pareja en sus cincuentas y era como un super mercado con todo tipo de cosas. Vendian desde el periodico, la leche, pescado, carne y medicinas. Los estantes de metal estaban repletos. La duena del local nos explico: – Cuando el invierno llega, muchas veces la carretera queda cortada y mas vale estar bien surtidos. Puse una cara de preocupacion terrible. ?Que queria decir esto? Estariamos completamente cortados del mundo, la idea era espantosa pero la gente del lugar no parecia estar preocupada, debian de estar acostumbrados, pero yo pasaba de una sorpresa a la otra. Mama compro dos canas de pescar y tambien unos anzuelos que por fortuna era de plastico. Habia visto los recipientes de plastico donde guardaban moscas verdes y lombrices, algo que no estaba dispuesta a agarrar con las manos. Descendimos hasta el lago que de cerca se apreciaba mucho mas grande que desde la ventana. En un banco de arena nos acomodamos y mama me enseno a lanzar el hilo, amarrar los anzuelos y a fijar la cana en la arena. – Mama, eres toda una exploradora de la naturaleza. - le dije, sinceramente impresionada porque no habia visto a mi mama mas que en su bata de trabajo o adentro de la casa, ella me guino un ojo. Una vez que estaban en posicion me quede parada pensando que de inmediato iba a sacudirse la cana y tendria un jugoso pez en la linea, pero mama saco de la canasta una novela y se acomodo en el suelo: – ?Y ahora que? - pregunte un poco desperada. – Ahora nada. Hay que esperar, pero ya vendra, mientras puedo leerte algo si quieres. Me sente y ataque el salami que teniamos guardado mientras mama iba leyendo Mujercitas, uno de mis libros favoritos. De vez en cuando la historia se ponia muy tensa y entonces mama se mordia el labio inferior antes de continuar, un tic que ha tenido desde que tengo memoria. Yo vivia suspendida de su voz y de las hermanas que habitaban esa casa. A la mitad, hizo una pausa para descansar y tomar agua, quiso saber como avanzaba el libro de la abuela: – ?No lo has leido? – era extrano que ella no lo hubiera hojeado. – No, tu abuela me platico que estaba escribiendo, pero nunca quiso ensenarme nada asi que preferi dejarlo en paz. – Es bastante raro, habla de una vieja leyenda y de una isla olvidada donde las mujeres tienen poderes magicos. Algo pasa y el personaje principal tiene que abandonar su mundo para irse a vivir a la isla. Mama estaba viendome sin parpadear, parecia sacudida por mis palabras y no entendia muy bien que podria haberla perturbado. Pronto nuestra platica quedo interrumpida porque mi cana empezo a moverse y ladearse hacia adentro del lago. Entre las dos corrimos a sostener la cana y jalamos del torniquete un pez que media lo que mis dos manos juntas y que agitaba sus escamas, reflejando el sol. Estaba muy bonito y entre mas lo miraba menos podia pensar en comermelo. Mama estuvo de acuerdo conmigo y lo liberamos en el agua. Dio un salto y se alejo soltando burbujas. Me senti aliviada: – ?Que vamos a cenar? – Ya haremos crepas- mama se encogio de hombros y regresamos a la cabana. En la noche, mama me platico que habia un colegio en una ciudad cercana. Ahi podria terminar mi ultimo ano de secundaria. Tomaria un camion por las mananas y el mismo me regresaria en las tardes. – ?Te sientes lista para volver, Isa? - sabia que mama estaba inquieta y que no sabia si podia volver despues de lo de papa, pero me sentia lista, tenia miedo, pero tambien queria volver a la normalidad. – Lo estoy, Ma, te lo prometo. - la abrace. Todavia me separaban varias semanas antes del regreso a la escuela y dividi mi tiempo entre largas caminatas y estancias prolongadas en el estudio que se habia vuelto mi cuarto favorito. Termine el libro de la abuela y me parecio bastante bueno. Quien sabe por que no se habia animado a ensenarlo a otras personas o publicarlo. El pais del que hablaba era tan fantastico, tan diferente que me dieron ganas de conocerlo. Una tarde estaba tratando de alcanzar uno de los estantes mas altos de la pequena biblioteca, habia arrimado la silla y sobre la silla habia puesto un cojin y ahi estaba en un equilibrio precario balanceandome para poder agarrar un volumen grueso, de pasta marron, que me parecia especialmente atractivo. En algun momento las patas de la silla perdieron su punto de balance, intente retenerme de los libros y de la madera, pero el resultado fue que cai contra el suelo sepultada por varios manuscritos.

  • Igual te echo de menos que de mas de Olga Salar

    https://gigalibros.com/igual-te-echo-de-menos-que-de-mas.html

    Cuando Olimpia se da de bruces con su pasado, presiente que sus problemas no han hecho mas que empezar. Alli estaba el, mirandola fijamente con sus ojos negros, sin previo aviso y mas atractivo todavia de lo que recordaba. Y Olimpia que creia que lo habia superado…
    Como ella es una optometrista de lo mas profesional, esta dispuesta a probarse todas y cada una de las lentes correctoras que ha ido acumulando a lo largo de los anos: las de los "suenos rotos", las de la "venganza", las de la "solitaria estabilidad" y las de "la ilusion". Pero no se decide a probar esas que llevan por marca "Dale Otra Oportunidad".
    Menos mal que en esta montana rusa que es la vida estara acompanada por sus estupendos jefes, Gerardo y Arturo, parientes de "su pasado", su inseparable amiga Lola, quien sufre el ataque de las malditas hormonas, y su hermano Nico, un Dj enemigo de la pena que esta deseando poner ritmo a la banda sonora de su futuro.

  • Te ame antes de conocerte (La c de Indhira Jacobo

    https://gigalibros.com/te-ame-antes-de-conocerte-la-c.html

    El Sabor Latino, es una discoteca situada en pleno centro de Luxemburgo, pertenece a un frances, es un lugar pequeno pero que atrae a muchas personas por su musica latina. Estoy en la barra con mi amigo Carlos, al cual solo veo cuando vengo a visitar a mi hermana y la ultima vez remonta a mas de dos anos. Estamos tomandonos unos tragos y conversando de cosas triviales: el ambiente, su trabajo, problemas en el mio, y mi nuevo estatus de soltero. Giro la cabeza y me doy cuenta que no me esta escuchando. Al seguir la direccion de su mirada descubro donde esta toda su atencion. Mis ojos se topan con dos chicas que estan bailando en medio de la pista, moviendose al ritmo de Fergie con Daddy Yankee y siendo el centro de muchas miradas. Una de ellas lleva un vestido negro y unos zapatos de tacones plateados; a pesar de que va muy maquillada no puede tener mas de dieciseis anos, pero no es ella la que llama mi atencion sino su companera de unos dieciocho anos de edad. Me quedo estudiandola, me parece conocida pero no logro ubicar donde la he visto. Lleva puesto una blusa marron animal print aunque llamar eso una blusa, es mucho decir; el pedazo de tela que baja desde su cuello cubriendo sus senos bien rellenos, no muy grandes pero para mi gusto… !Perfectos! solo cubre lo suficiente; antes de terminar atado en un nudo en la espalda, dejando su vientre plano y su cinturita a la vista. Su pantalon de tubo rosado fucsia me permite tener una buena vision de su culo prieto en cada movimiento. <>. Lleva una trenza de medio lado que le llega al hombro, un poco mas arriba de sus senos. Mis ojos se pierden en el escote bien pronunciado. Recorro su cuerpo varias veces hasta detenerme en el diamante que lleva en el ombligo. <>. !Santo Dios! Mi entrepierna vibra y solo pienso en una cosa: devorarle esa boca rosadita que tiene hasta dejarla sin aliento y hacer que me pida que la folle, aqui y ahora. --?Quien es? --le pregunto a Carlos sin ocultar mi entusiasmo apuntando hacia la pista. --?Cual? --responde en un tono burlon--. No sabia que jugabas en las lineas menores. --No te hagas el chistoso conmigo, sabes que la pedofilia no es lo mio, porque esa muchacha aunque este muy bien maquillada y lleve un vestido demasiado corto, esta claro que es una nina. Te estoy preguntado sobre su acompanante. --Tranquilo, solo era broma --dice mientras me da dos palmadas en la espalda--. Se llama Adriana, vive en Francia y solo viene aqui los fines de semana. Casi nadie la conoce, por lo menos no lo suficiente. Hace una pausa y da un trago a su bebida. --Su hermano es un amigo, por lo que coincidimos de vez en cuando en algun partido de baloncesto. --?Por que lo dices como si fuera algo malo? --Bueno, no puedes negar que 'ta buena la condenada ?Quien no quisiera tirarsela? Como todavia no entiendo que hay de malo en lo que ha dicho hasta ahora anado: --?Pero? --Pero es muy altiva, nunca deja que nadie se le acerque demasiado. Solo coquetea lo suficiente para ponertela dura como piedra y nada mas. La miro otra vez, se ve tan alegre, tan segura de si misma, es tan sexy con esos movimientos tan sensuales e inocentes, como dice Carlos, capaz de ponersela dura a mas de uno, sin hacer ningun esfuerzo. Salgo de mi ensonacion cuando la musica cambia y suena una salsa. Las chicas salen de la pista y se dirigen hacia nosotros. Es mucho mas hermosa de cerca, tiene ojos grandes, tiene unos labios carnosos que provocan ser besados, sin embargo, como no quiero que me atrape en pleno repaso, volteo la cara cuando llega a la barra. --Un sex on the beach y una pina colada sin alcohol, por favor --le pide Adriana al bartender. --!Hola Linda! --saluda Carlos a su companera. --!Hey! Hola Carlos, ?Como estas? --le responde la chica, acercandose y dandole dos besos en la mejilla. --Bien gracias… se puede saber, ?Que haces aqui? ?Donde esta tu hermana?--le demanda buscando a la mencionada con la mirada. --Hoy no ha venido. --?Y como lograste burlar a los de seguridad? --Ya sabes que Claude es un amigo de la familia, le he prometido que no beberia alcohol si me dejaba entrar, y como es una ocasion especial, pues ha dicho que si. --Conque una ocasion especial, ?eh? ?Y que estan celebrando? --Pues que Adriana --comienza a explicar apuntando hacia ella con los ojos iluminados y una gran sonrisa--, ha entrado a la universidad de Metz. Carlos la mira durante un segundo --!Guau, felicidades! Eso si que es una a gran noticia. --Muchas gracias --responde ella, como si no fuera nada del otro mundo. --Tu bodyguard, ?donde esta que no lo he visto? --Si haces referencia a mi hermano, no debe de tardar en llegar. En ese momento el camarero le pasa las bebidas. --Gracias, ?Cuanto te debo? --Nada, Claude ha dejado ordenes, esta noche todas tus bebidas van por la casa --le informa guinandole un ojo. Ella se queda un tanto sorprendida, yo diria que incluso confusa antes de responder: --Es muy amable de su parte pero prefiero pagar las bebidas, asi que… ?Cuanto es? --De ninguna manera, son ordenes del jefe nena. --Bueno pues si son ordenes de Claude, no hay que discutirlas --dice Linda mientras le quita la bebida de la mano y le da un trago a la pina colada--. Vamos, las chicas no esperan. Y asi, sin mirar atras, siguen su camino despidiendose de Carlos con un gesto de la mano. Creo que va a reparar en mi, pero no, pasa por mi lado sin ni siquiera mirarme; la veo reunirse con un grupo de chicas que asumo son sus amigas y se pierden por un pasillo. Me quedo pensando una y otra vez ?donde la he visto? intento con toda mis fuerzas recordarlo, pero como no lo consigo, lo dejo pasar. <>. --Es hermosa, ?Verdad? Giro la cabeza y lo miro antes de asentir con la cabeza. --Aunque he conocido mas hermosas. Cosa que es cierta <> tambien es cierto. --Supongo que hay que agregar uno mas a la lista. Lo miro un poco confuso, con miedo de haber dicho esas palabras en voz alta. --No entiendo de que hablas --digo en un tono defensivo, sin saber bien por que. --Del dueno del club, estoy seguro que quiere echarle mano a esos huesitos --anuncia con una sonrisa diabolica--. O me vas a decir que eso de "todas la bebidas van por la casa" -- dice dibujando comillas en el aire--, es solo por cortesia. !Pues claro que no! A ese hombre lo que le interesa, es que le devuelvan el favor en especie, si entiendes lo que digo. No respondo, porque no me gusta lo que estoy escuchando y tampoco me gustaria imaginarmela en esa situacion. Veinte minutos mas tarde, Carlos termina su quinta cerveza de la noche. --Se esta haciendo tarde, manana tengo que trabajar temprano. Si quieres te puedes quedar, yo tomare un taxi de regreso --propone levantandose de la silla --No, como crees, yo te llevo. No conozco a nadie y no me voy a quedar aqui bebiendo solo. --Es muy buena forma de ligar, sobre todo para ti que estas de paso, las chicas te van a devorar con lo guapo que eres. --Ja ja, estas muy chistosito esta noche --digo ironicamente--, te recuerdo que llegue esta tarde de Italia, y apenas puse un pie en tu casa, me has arrastrado hasta aqui, ademas yo tambien estoy exhausto, asi que… !Andiamo!

  • Tormenta inesperada: Ahora que haras? de Miriam Magana Pimientel

    https://gigalibros.com/tormenta-inesperada-ahora-que-haras.html

    A muchos de nosotros, nos ha sucedido de pronto vivir una tormenta.
    Este libro es como el abrazo y el consejo de una amiga, que necesitas en estos momentos de dudas.
    Sus lineas dejaran una esperanza en tu corazon.
    La meta es ser feliz, asi que no te arrepientas de nada, cuando estes al final del camino,
    de lo unico que te arrepentiras es de las cosas que no hiciste cuando podias. !A un estas a tiempo!
    Puedes empezar ahora, a formar un nuevo inicio.

  • Scarlet Island de Jaime Garcia Simon

    https://gigalibros.com/scarlet-island.html

    Scarlet Island, meses antes: Richard corria girando la cabeza hacia atras, de manera casi compulsiva. El contorno del fuerte de los colonos aun repuntaba tras de si, en lo alto, impasible. Sus pulmones hiperventilaban de manera preocupante tratando de hacer llegar el ansiado aire a sus musculos y organos extremadamente fatigados. El panico se habia apoderado de el irremediablemente, en su huida hacia ninguna parte por mitad de aquel bosque oscuro y traicionero en Scarlet Island. La noche amparaba a su alrededor multitud de sonidos escalofriantes de a saber que alimanas que no hacian sino asustarlo aun mas. En ocasiones apreciaba el aroma sutil de la flor escarlata colandose en su sentido del olfato. Las irregularidades de la superficie sobre la que corria, tan pronto llana, como abrupta y escarpada debido a hoyos, piedras, enormes raices de los arboles que lo rodeaban o viejos troncos derrumbados en estado de semi descomposicion, hacian que fuesen continuas las violentas caidas del biologo. Cada vez que besaba el suelo, se levantaba mas magullado, renqueante y con mayor dificultad, pero sabia que no podia detenerse, puesto que la vida le iba en ello. Su veloz espantada a la carrera se convirtio poco a poco, tan solo en una suerte de marcha lastimosa lo mas rapido posible, puesto que sus fuerzas habian llegado al limite. Algo se acercaba a su posicion de manera furtiva al abrigo de la noche. Richard dijo basta, y se detuvo jadeante en un pequeno claro en mitad del boscaje espeso, donde con dificultad trataba de recuperar el resuello, mientras miraba con ojos vidriosos repletos de miedo a su alrededor intuyendo que estaba sentenciado. De pronto, en mitad de la lobreguez de la noche distinguio lo que tanto temia y de alguna manera comenzo introspectivamente a despedirse de la vida, de su vida. Montones de imagenes brotaron de su mente enloquecida por el sufrimiento, algunas de las cuales ni tan siquiera era consciente que recordaba, flashes que iban y venian pasando raudas por su consciencia antes de desaparecer para dejar paso a otras. Imagenes de su ninez, de su madurez, visiones entranables que no debian ser sino el obsequio de despedida de su intuitivo cerebro a su persona. Emocionado y apesadumbrado, contemplo su final frente a frente, todo acabaria ahi, en el mismo bosque que tanto estudio, que tanto amo. H SCARLET ISLAND ay lugares en el mundo que cuesta creer que sean reales. Lugares tan idilicos, que no somos ni siquiera capaces de imaginar, sumergidos en nuestra voragine diaria de estres laboral y vidas tristemente superfluas. Lugares de ensueno con los que todos hemos fantaseado alguna vez; tranquilos, preciosos, salvajes y virgenes. Pero hasta en esos emplazamientos paradisiacos no todo tiene por que ser positivo, algunos esconden oscuros secretos... --!Alba, levantate o llegaras tarde! --le decia su madre ante la tranquilidad que presentaba la chica esa manana al darse cuenta de como hacia caso omiso a las alarmas, que una tras otra sonaban infructuosamente en su iPhone--, !tu vuelo sale dentro de dos horas...! --Ya voy, mama, solo cinco minutos mas... --le respondio a su madre, queriendo saborear los ultimos instantes en su hogar antes de marcharse a la que, sin duda, esperaba que fuese la aventura de su vida, por lo menos hasta entonces. Alba vivia en Madrid, con sus padres y su hermano de dieciocho anos. Varias semanas antes consiguio terminar por fin la carrera de psicologia, licenciandose en la Universidad Complutense con todos los honores. Ahora, su siguiente objetivo era conseguir el doctorado, pero para lograrlo tenia que presentar una tesis y que la aceptasen, es decir, un estudio o investigacion sobre un tema concreto referido a esa carrera. La tesis propiamente dicha, es un escrito que trata de dar explicacion de forma argumentada y organizada, a una idea primigeniamente teorica, y de esta forma demostrar que esa hipotesis era correcta tras un exhaustivo estudio detallado. El tribunal evaluador es el que se encarga de aceptarla o no. Si lo hace, esta investigacion se anade y revierte de forma innovadora sobre la ciencia misma a la que hace referencia. Alba tenia veinticuatro anos, era vitalista y sonadora. Con su cabello negro azabache, largo y ondulado, recordaba a un corcel indomable. Media un metro setenta y cinco centimetros y era esbelta, sin duda ayudada por sus clases de defensa personal. Su tez morena contrastaba con el profundo verde de sus ojos, que cuando te miraban parecian hipnotizarte. Se disponia a vivir la vida al cien por ciento. Solia pensar que no desperdiciaria ni un segundo con personas o asuntos que no lo mereciesen. Cualquier aspecto a su alrededor, que por su negatividad le resultase un lastre en la busqueda de la plena felicidad, lo desecharia inmediatamente. Era una persona a la que le gustaba observar lo que tenia a su alrededor, cuando salia a correr miraba a la gente a la cara y de alguna manera intentaba descifrar lo que su gesto denotaba. Sentia que podia ayudar a la gente con sus problemas cotidianos, simplemente haciendoles ver que una actitud positiva ante la vida era la clave del exito y de la felicidad. Por eso los observaba, tenia un sexto sentido, una intuicion empatica que le hacia sentir de alguna manera lo mismo que sentian ellos, de esa forma sabia lo que necesitaban y como ayudarles. Por eso estudio psicologia, para tratar de ayudar a las personas. Su objetivo final y su sueno, era convertirse en una influyente coach emocional, que con sus metodos llegase a muchas almas necesitadas. Quiza con algun libro de autoayuda que encauzase la energia de la gente de manera positiva, que abriese una puerta esperanzadora a afligidos y descorazonados, dejando atras la negatividad. Deseaba crear una corriente de pensamiento propia que perdurase en el tiempo. Fantaseaba con que esta integrara sinergias positivas en la sociedad, y que pudiese cambiar asi, quien sabe, a mejor, por poco que fuese la humanidad. Ese era, sin duda, su mayor sueno y motivacion, ser completamente feliz, y ayudar a que los demas tambien lo consiguieran con sus consejos. --Te voy a echar tanto de menos, mami... --le decia, abrazandola con mucha fuerza en la puerta de la terminal, en la que sus vidas se bifurcarian por un largo tiempo, nunca antes soportado. --Y yo a ti, hija... y yo a ti... --decia su madre tremendamente afligida, sin apenas poder contener las lagrimas de puro amor que le brotaban de manera natural, ante la separacion de parte de su alma--. Prometeme que vas a llevar cuidado y que me llamaras todos los dias por favor --exigia esa madre apesadumbrada. --Te lo juro --dijo con una amplia sonrisa y los ojos cristalinos, antes de abrazar a su hermano que tambien se emociono un poco, aunque intentaba contenerse. Habitualmente tenian sus mas y sus menos, pero se querian muchisimo, ella era un referente indudable en su vida. --?Estas llorando, hermanito...? --le pregunto con tono socarron cuando se separaron. --Eso es lo que tu crees... --respondio cortante el chico, montando de nuevo su muro defensivo, con el que protegia su sensibilidad interior de la barbarie adolescente. Finalmente sonrio y le guino un ojo de manera complice. --!Ultima llamada para los pasajeros del vuelo British Airways 1657 con destino Scarlet Island! --aviso una voz aguda y nasal surgida de un altavoz blanco que tenian justo encima. --Bueno... ha llegado el momento --comento Alba, con un compendio de sensaciones encontradas surcando su estomago, en forma de pena mezclada con incertidumbre, y aderezada con una pizca de euforia ante esa aventura en ciernes--. Os quiero, cuidad a papa --apunto finalmente andado de espaldas mediante pequenos e inseguros pasos, hasta que se giro y encaro la puerta de embarque, no sin volverse al poco y mandar un beso con su temblorosa mano derecha, debido a la emocion que la embargaba. El avion se elevaba abriendose paso en el cielo azul, mientras el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid-Barajas empequenecia junto con la preciosa vision de Madrid, iluminada con la luz blanca y clara de la manana estival. Llevaba mas de un ano preparando aquel viaje de manera pormenorizada, y trabajando los fines de semana para poder costearse los cerca de dos meses que, en principio, y si todo iba bien, pretendia estar en su destino, a donde ya se dirigia surcando los cielos, a Scarlet Island. Si bien ano y medio antes, cuando decidio que era alli a donde debia ir, ya pensaba que podia ser el escenario perfecto para su estudio, ahora lo daba por hecho completamente. Se proponia demostrar en su tesis que todo lo que ocurre alrededor de las personas, en su entorno cercano, influye de manera directa en la conducta de las mismas y en sus vidas, en definitiva. Lo que ocurre a tu alrededor, te afecta de manera positiva o negativa haciendo cambiar tu vision de la realidad y finalmente tu vision del mundo. Es decir, que, por consiguiente, el mundo real cambia o puede evolucionar hacia una u otra vertiente, en funcion de sucesos que afectan a la psiquis de las personas que lo habitan. Una vez demostrada esta creencia, se podria afirmar que las personas que consiguen por si mismas cosas positivas e inspiradoras para otros, por su complejidad o dificultad, realmente son los individuos que cambian el mundo. Scarlet Island le proporcionaba el escenario ideal para demostrar su teoria, y precisamente por eso viajaba a ese lugar. Se trataba de una porcion de tierra aislada en mitad del Atlantico, antigua colonia britanica de apenas unos treinta y cuatro quilometros en su segmento mas amplio. Se llamaba asi debido a una caracteristica flor roja de cinco hermosos petalos, unica en el mundo, que crecia en varios lugares de la isla, pero, sobre todo, alrededor de un bello lago interior llamado Blood Lake. Unos dicen que el ancestral nombre de ese lago se debe al precioso reflejo rojizo de esas flores en el agua, cuando esta en calma. Otros, en cambio, aseguran que estas mismas aguas se tineron de sangre cuando los ingleses masacraron a los nativos para lograr el dominio de la isla. Cuenta la leyenda que desde entonces el lugar esta maldito. A cinco quilometros se encontraba la pequena ciudad, de apenas seis mil habitantes, denominada Black Port Town, la unica de la isla, al margen de pequenos poblados y alguna que otra vivienda independiente salpicadas por sus hermosos bosques. Su coqueto puerto de profundas aguas oscuras, de ahi su nombre, era el lugar de mayor movimiento de entrada y salida de barcos de la isla. Alli se podian contemplar parte de las antiquisimas construcciones defensivas, con altos muros de piedra coronados por canones, que los ingleses erigieron en ese lugar ventajoso para protegerse de invasores y piratas hace alrededor de cinco siglos. Al oeste de Black Port Town se emplazaba el pequeno aeropuerto con apenas dos pistas, una para aterrizar y la otra para despegar. Al este se encontraba la preciosa Pearl Beach, practicamente a continuacion del puerto y durante cuatro quilometros mas alla de Black Port Town. En su arena blanquecina se decia que de vez en cuando era posible encontrar perlas de ostras. Esos cuatro quilometros de playa paradisiaca, representaban la parte mas turistica de la isla, con un hotel rural conformado por pequenas cabanas hechas de madera autoctona, que estaban casi integradas con la exuberancia del entorno. Las cabanas estaban distribuidas desde el interior del bosque hasta adentrarse en la costa unos cien metros a traves de un malecon de madera, que hacia las veces de caminito de ensueno conduciendo a los turistas hasta donde estas se ubicaban, como suspendidas sobre el agua. En la isla cualquier cosa que ocurria era de sobra conocida por todos, y a todos influenciaba de una u otra forma. La isla de por si, ya tenia una leyenda relativamente extrana y misteriosa, por las inquietantes ruinas que se encontraban en mitad de un tupido bosque, casi absorbidas por la vegetacion, a unos quinientos metros de Blood Lake. Eran los restos de la fortificacion donde moraban los primeros colonos ingleses, que segun la tradicion desaparecieron de pronto sin dejar rastro. Pero en los ultimos tiempos varios sucesos consiguieron magnificar de manera exponencial esta leyenda. Hacia alrededor de tres meses, que habian encontrado muerto en insolitas circunstancias a un famoso biologo, que estudiaba la flora alrededor de esas ruinas abandonadas cercanas al lago. Todos en la isla al parecer dan por hecho que alli pasan cosas extranas, inexplicables… Pero algo incluso mucho peor ocurrio unas cinco semanas antes de su viaje, suceso que dejo sobrecogido a medio mundo, y mucho mas a los habitantes de la pequena isla. La que era la ultima tribu autoctona de Scarlet Island, vivia en un primitivo asentamiento en las inmediaciones de las ruinas junto al precioso lago. Subsistian de la misma manera que hacia miles de anos, pero repentinamente se esfumaron, de un dia para otro, tal y como cuenta la supersticion de los colonos, aumentando la leyenda negra de ese enclave de manera brutal. Todos los islenos miraban con recelo hacia alli ahora mas que nunca. Las noticias dieron la vuelta al mundo, ante tales extranos casos sin explicacion. El biologo era muy conocido y la tribu estaba considerada como un espejo de nuestros antepasados, con un valor incalculable para el estudio evolutivo y cultural. Muchas eran las hipotesis que se habian lanzado, pero ninguna la aclaracion veraz. Alba pensaba que era imposible encontrar un lugar en el que la gente estuviese mas expuesta, influenciada, y seguramente sugestionada por los acontecimientos que les rodeaban, para llevar a cabo su experimentacion con garantias. Pareciera que el destino se hubiese aliado con ella para brindarle ese lugar en ese momento, y no lo pensaba desperdiciar. Demostraria que los hechos acaecidos alterarian y modificarian de alguna manera las vidas de las personas, y estas a su vez verian el mundo de distinta forma. El avion atravesaba los cielos sobre la inmensidad del oceano, buscando el punto exacto en donde se encontraba aquel misterioso pedazo de roca, que simplemente por el hecho de estar alli, solo, aislado, ya resultaba extraordinario. Si trazasemos una linea imaginaria desde La Republica Dominicana hasta el Sahara Occidental, justo en medio encontrariamos Scarlet Island. Su clima tropical durante todo el ano era el sueno de cualquier amante de la playa, la naturaleza y la buena vida. El tiempo se detenia en aquel lugar, el estres era algo desconocido, la tranquilidad, algo innato y la belleza, de tal calibre que todo el que visitaba la isla quedaba irremediablemente enamorado por siempre de ella. Una primera imagen de la isla cautivo a la chica por completo, cuando el piloto, al hacer una maniobra de aproximacion, les regalo un breve recorrido semicircular por buena parte de su extension. Primero atravesaron el Norte lleno de acantilados inaccesibles de bella factura. Tras estos se encontraba Little Rock, como era conocida la pequena formacion montanosa que dominaba Scarlet Island desde las alturas, con un manto absolutamente verde y frondoso que cubria sus laderas como nunca antes habia visto. En realidad era un volcan dormido durante miles de anos, seguramente el que diera origen a la isla. Justo al terminar la montana pudo disfrutar a vista de pajaro de la preciosa imagen de Blood Lake que lo precedia, incluso un pequeno salto de agua brotaba de Little Rock para caer al extremo mas al oeste del lago, formando una preciosa catarata vaporosa e irisada por los rayos del sol. Alba miraba aquel espectaculo de la naturaleza en estado puro, pensando que si algun dia habia intentado imaginar como podia ser el famoso paraiso de Adan y Eva, la imagen que tenia delante debia ser lo mas parecido. A la altura de Black Port Town el avion comenzo a girar dejando ver desde lo alto la distribucion del pueblo, con Pearl Beach al costado extendiendose hacia el este. Encaro la pista de aterrizaje unos pocos quilometros mas alla del pueblo, al oeste. Se aproximaba descendiendo al diminuto aeropuerto rodeado de palmeras en las zonas colindantes, hasta que por fin tomo tierra para tranquilidad de Alba y entre el aplauso espontaneo de los demas viajeros. Estaba realmente emocionada por haber llegado de una vez por todas a su destino. Al bajar del avion comprobo que la temperatura era mas que agradable, similar a la de Madrid. No en vano, la isla se encontraba dentro de la zona intertropical del planeta en donde las temperaturas son muy suaves y apenas varian en todo el ano, siendo de media superiores a los dieciocho grados. Debido a esa temperatura la isla carecia de estaciones termicas, propiamente dichas, pero si tenia estaciones lluviosas, secas e incluso mixtas, precisamente en la que se encontraban ahora. Duraba apenas dos meses, en los que la lluvia tal y como llegaba de forma imprevisible y casi torrencial, se esfumaba. La humedad si que era notoria, algo de lo que ya daba buena cuenta Alba, mientras caminaba con el resto de viajeros por mitad de la pista, con la misma actitud que si de andar por casa se tratase, --dado las humildes instalaciones--, cargada de maletas y con la frente sudorosa. Alba miraba a todos lados empapandose con una sonrisa en su rostro de la belleza del lugar. Casualmente habia compartido el vuelo con una chica, que ubicada a su lado, decia ser biologa y venia a reemplazar al que encontraran muerto meses antes. Si bien su muerte fue un poco escabrosa, transcurrido un tiempo y tras una exhaustiva investigacion, fue determinada como accidental. Por ello la empresa para la que trabajaba envio a un reemplazo, una vez esclarecido el asunto, o eso creian... La nueva amiga de Alba se llamaba Valentina. Era de origen italiano, pero vivio durante varios anos en Espana por la relacion afectiva que mantuvo con un chico. Finalmente encontro un buen trabajo como biologa, carrera que habia cursado, para una importante farmaceutica espanola. Tanto era asi, que, aunque dicho amorio con su novio toco a su fin, ella se quedo a vivir en Espana, en Toledo mas concretamente, en donde se sentia muy integrada. Un chico de unos treinta anos, rubio, con sonrisa de anuncio y la piel dorada por el sol, al mas puro estilo americano, se encontraba en la puerta del aeropuerto con un cartel rotulado a mano en el que se podia leer "Valentina". La empresa farmaceutica habia puesto a disposicion de la chica todos los recursos necesarios para que se encontrara comoda en Scarlet Island, sobre todo teniendo en cuenta lo que le habia ocurrido a su antecesor, de hecho, varios candidatos se negaron a ir por las habladurias sobre las controvertidas circunstancias que envolvieron el deceso de su colega. --Si quieres te puedo acercar a donde vayas --le dijo Valentina a Alba. --De acuerdo, por mi perfecto --contesto sonriendo--, he alquilado una vivienda social proporcionada por el ayuntamiento de Black Port Town, asi el coste me sale practicamente a mitad de los precios habituales --le dijo a la biologa. --?Cual es la direccion? --pregunto Valentina. --Espera... --respondio Alba, sacando de una pequena mochilita que llevaba, un papel doblado y arrugado donde traia todo apuntado. --Esta en la Calle... St George's. Por lo que he visto en internet, creo que se encuentra por el centro del pueblo, muy cerca de la bahia --comento Alba. --No hay problema, se lo diremos a mi ayudante para que te acerque, ademas creo que vamos a residir cerca --dijo alegremente, mientras caminando llegaron a donde estaba el apuesto joven, que las esperaba con el cartel en la mano y saludando. --Hola, senoritas, mi nombre es Peter. ?Cual de ustedes es Valentina? --dijo de forma agradable y simpatica. --Yo soy Valentina, es un placer, Peter --le dijo, dandole un apreton de manos--, y esta es mi amiga Alba, necesito que la llevemos a su apartamento --le explicaba, mientras Peter hacia lo propio con Alba. --No hay ningun problema, solo diganme donde se encuentra y la dejare en la misma puerta. Como sabe, estoy a su entera disposicion --concluyo Peter con una actitud exquisita que complacio a las chicas. --Muy bien, Peter, veo que es usted muy eficiente --lo halago Valentina. --Si me permiten... --les dijo el chico, cogiendo sus maletas para introducirlas en la parte trasera de su pick up negra, y seguidamente abrirles la puerta cortesmente para que montasen. --Muy amable --dijo Alba, que seguia a Valentina al interior del vehiculo. --Bueno... --comento Peter, que una vez habia montado y con el motor arrancado se disponia a llevarlas a sus nuevos domicilios--, es un placer darles la bienvenida a este maravilloso lugar, debo decirles senoritas, que acaban de aterrizar en el paraiso --comentaba simpatico con una sonrisa de oreja a oreja, mientras giraba el volante al maximo para dar la vuelta acelerando al mismo tiempo. --?Es usted originario de aqui? --pregunto Alba. --Asi es, senorita, nacido en la isla, tal y como mis padres, mis abuelos y asi generacion tras generacion, hasta remontarnos a los primeros colonos britanicos que consiguieron establecerse aqui. --Pero hay una leyenda que cuenta que los primeros colonos britanicos desaparecieron como por arte de magia, ?no? --volvio a preguntar Alba, mientras salian del aeropuerto mirando las palmeras que habia alrededor, con una frondosidad casi selvatica bajo estas. --Si, se suele contar que desaparecieron, pero como usted dice es una leyenda. Lo que realmente ocurrio fue que abandonaron la primera fortificacion que construyeron en una zona un poco mas alta de la isla, mas alla del lago en mitad del bosque. Se decia que en aquel lugar pasaban cosas inexplicables, creian que estaba encantado. En verdad, muchos se fueron tras unos anos de tragedias, penurias y sucesos anormales, pero otros tantos lo que hicieron fue trasladarse a la bahia, en donde establecieron su nuevo asentamiento. Asi nacio Black Port Town. Mas tarde crearon una serie de pequenos baluartes defensivos, alrededor de los puntos mas accesibles de la isla desde el mar, donde colocaron canones capaces de repeler casi cualquier ataque maritimo. Incluso hoy en dia existen estas fortificaciones con otros canones mas modernos, eso si. En los anos ochenta y gracias al auge del sector turistico fueron adecentados y puestos en valor como bienes de interes cultural. Son un lugar muy frecuentado por los viajeros. --Es muy interesante --exclamo Valentina. --Si que lo es --concluyo Peter. --?Y que crees tu acerca del supuesto encantamiento de ese lugar del que se fueron? --continuo sutilmente Alba con su indagacion, que ansiaba hacerse una primera impresion de las creencias de las personas autoctonas. --Pienso que la gente cree lo que quiere creer... --dijo intrigantemente, dejando un halo de reflexion en el ambiente.

  • La ilusion de los mamiferos de Julian Lopez

    https://gigalibros.com/la-ilusion-de-los-mamiferos.html

    Una pareja de varones se encuentra cada domingo. La familia, los hijos, la complejidad del amor desde la perspectiva de uno de los amantes.

  • El legado de Ava de Elena Fuentes Moreno

    https://gigalibros.com/el-legado-de-ava.html

    Es normal que me odies, yo lo hago todos y cada uno de los dias de mi existencia, pero debes comprender... cuando llegas al terrible momento, en el que la superficie de tu vida son las profundidades de la existencia que dejaste atras, ya solo te queda intentar comprender como has llegado hasta aqui. Me esforzare en explicarte mis decisiones, quizas para justificar ante mi misma lo que hice. Sera un vacuo intento de exonerar mi culpa, soy consciente. Ingrid, solo te pido que leas esta carta con detenimiento, ya que sera nuestro primer y ultimo momento de intimidad. Estoy sentada observando el Mediterraneo. Desde esta terraza se divisa gran parte de la ciudad y una linea perfila el mar. No se me ha ocurrido mejor lugar para terminar y despedirme. Rodeada de todas mis miserias... espero poder encontrar la fuerza que requiere hacerte llegar toda la verdad. Tengo que comenzar por relatarte la historia de tus abuelos maternos, hija. Ellos me avergonzaban, ahora lo veo con claridad. Sobre todo tu abuela, con su mirada reprobatoria, capaz de lanzar miles de silenciosos reproches que me estrangulaban el alma. Cuando tu naciste, me decia a mi misma que no tenia tiempo, que estaba demasiado ocupada y que era complicado mantener una relacion mas estrecha con ellos, pero era mentira. Los esquivaba adrede, incluso mucho antes. Siempre me he esforzado por mantenerlos alejados de mis cosas. Me incomodaba tenerlos delante, porque era como gritarme quien era yo en realidad, y eso es algo que odio profundamente, siempre lo he hecho. Es ironico que en estos momentos, cuando el final me sobrevuela, sea capaz de entenderlo todo con una nitidez tan abrumadora, es casi obsceno. Llevo toda la vida renegando de mis origenes y ahora van a terminar engullendome. Espero que seas parecida a ellos, seguramente asi seas mas feliz que yo: trabajadora, esforzada y resignada, todo lo que jamas sere. Lo supe en el momento en que naciste. Luchaste por sobrevivir dentro de mi cuerpo, lo conseguiste y creo que fue precisamente esa actitud la que provoco que fuera incapaz de quererte y exilio mi instinto maternal para siempre. Al nacer, llorabas incansablemente, reclamando lo que era tuyo y yo era incapaz de ofrecerte. Te convertiste en el recordatorio permanente de mi lado mas vacuo e ignorante, tu eras una luchadora y yo no. Voy a comenzar por el principio, por lo que se o recuerdo. Creo que para seguir adelante, debes saber de donde vienes. Las dos sabemos de sobra que tu no cometeras mis errores, pero no puedes evitar ser mi hija, por mucho que te duela... Tus abuelos Consuelo y Francisco, salieron de Utrera en 1939, alentados por una promesa de trabajo de un familiar que llevaba residiendo en Francia unos anos. En Espana las cosas no eran faciles. El pais estaba azotado por una profunda crisis, que habia perseguido como una sombra a la Guerra Civil. Mi padre trabajaba en un olivar, en jornadas interminables que transcurrian de sol a sol por una miseria, y mi madre era ama de casa, pero por sus venas corria sangre flamenca. Solia cantar cada vez que tenia ocasion y se habia granjeado cierta fama en el pueblo y sus alrededores. Supongo que, de haberse dado otras circunstancias, habria podido plantearse dedicarse a ello, pues habia sido agraciada con el don de la belleza y se movia con gracia y arte, pero lo tenia todo en contra: su familia era pobre y se acababa de casar con un hombre que todavia lo era mas, pero al que amaba y respetaba con toda su alma. Francisco era reacio a salir de Espana, su familia y amigos estaban aqui y adoraba su tierra, pero el amor por su mujer fue mucho mas fuerte a la hora de decidir. Consuelo sabia que seria dificil, pero deseaba con toda su alma formar una gran familia junto a su marido, y ansiaba un porvenir mejor para sus futuros hijos. Si se quedaban, tan solo podria ofrecerles pobreza, penurias y dificultades. Dejar su hogar les romperia el corazon, pero les abriria la puerta a la esperanza. El manana en su pais resultaba poco alentador y cualquier atisbo de un horizonte prometedor era atesorado concienzudamente en su mente. Mi madre nunca oculto su ambicion, creo que se desesperaba al verse a si misma: guapa, inteligente, llena de talento para comerse el mundo y sin embargo, condenada a una vida insustancial y precaria. La carta de su prima Lourdes, en la que anunciaba que los senores de la casa en la que servia, necesitaban mas personal, la hizo volar y llevar su imaginacion a cotas estratosfericas, a las que evidentemente tan solo podia llegar sonando. La marginacion, los desplantes y el durisimo trabajo, vendrian despues a darle una bofetada de realidad, bajarla de su nube y ponerla en su sitio. Mis padres se marcharon a Francia junto a una horda de espanoles exiliados. Emigraron junto a miles de almas procedentes de todos los estamentos sociales, lo que facilito que mi madre se formara una nueva perspectiva del mundo. Por suerte para ellos, en su punto de destino les aguardaba un trabajo y un hogar, eso suponia una gran diferencia con el resto. Ella nunca habia salido de la provincia de Sevilla, su universo empequenecido y sus humildes miras, se expandieron entonces, cambiandola radicalmente. Algo desperto en ella en ese viaje. A partir de entonces, jamas se resigno a volver a su insignificancia anterior. Llegaron a Nantes justo cuando la primavera eclosionaba y probablemente para Consuelo aquello constituyo una muestra de buen augurio. La fila de casas en la Isla de Feydeau a la que llegaron se le antojaron por aquel entonces, extraordinarios palacios consecutivos, que serian solo la antesala de una vida de lujo y fastuosidad a la que habia llegado para quedarse. Siempre me describio aquel momento con solemnidad. Tenia delante un mundo infinitamente superior en todos los sentidos al que habia dejado tras de si y cogiendole la mano, se encontraba el hombre al que amaba. Su corazon reboso orgullo y excitacion ante una perspectiva inmejorable. Nantes era conocida por su floreciente actividad industrial y su ferviente comercio portuario, que habian convertido a la ciudad a orillas del Loira en una de las mas importantes del occidente frances. Francia no se habia librado de la crisis economica y la recesion que asolaba Europa, pero el patriarca de la familia que los acogia, el armador Bruno Colville, si habia sabido sortearlas gracias a su astucia, su clarividencia para los negocios y un importante patrimonio familiar, que procedia del trafico de esclavos, con el que se enriquecieron sus antepasados. La familia Colville poseia una majestuosa casa en la isla de Feydeau. Construida en el siglo XVIII, la fachada de piedra caliza estaba adornada por vistosas balconadas y barandillas de hierro forjado. Al igual que sus vecinas era una edificacion imponente, que evocaba la clase y el poder adquisitivo de las familias burguesas que las habitaban. Bruno Colville se dedicaba por aquel entonces a la exportacion de madera, pero su gran instinto empresarial estaba agitado. El mundo se movia tumultuosamente: los alemanes se habian vuelto locos e intentaba predecir hacia donde les llevarian los acontecimientos que se avecinaban. En su circulo de amistades todos estaban preocupados por Hitler y no hablaban de otra cosa. Las demandas territoriales de aquel demente no traerian nada bueno. Austria y Checoslovaquia habian sido anexionadas a Alemania y todo parecia apuntar a que aquello no pararia ahi. El sabia que debia estar preparado. Reaccionar a tiempo era vital, y mas cuando se poseia un negocio de la envergadura del suyo. Cuando Bruno descendio aquella manana por la majestuosa escalera de su vivienda y vio por primera vez a mi madre, debio parecerle una exotica extranjera con la que fantasear y entretenerse alguna que otra noche. Es curioso como la gente con dinero y poder puede cambiar el destino de unos pobres desgraciados con tan solo una mirada. En ese instante comenzo a fraguarse mi existencia y supongo que tambien mi bajada a los infiernos. Siempre he pensado en la frase de Flaubert como un vaticinio "El futuro nos tortura y el pasado nos encadena. He ahi por que se nos escapa el presente". Consuelo y Francisco tuvieron que aprender frances a marchas forzadas, abrir sus mentes e interiorizar su nueva vida con rapidez, que nada tenia que ver con su existencia en Utrera, donde las cosas eran radicalmente diferentes, debian adaptarse.Sus maratonianas jornadas de intenso trabajo, comenzaron en el mismo instante en que sus pies traspasaron el umbral de la residencia Colville. Mi padre fue trasladado como operario a la naviera del senor. Tan solo disfrutaba de una noche a la semana junto a mi madre, que pasaba los dias trabajando en la cocina de la gran casa sin descanso.

  • Celos y Mentiras (El Amor de Sophie 2) de M. T. Greenlay

    https://gigalibros.com/celos-y-mentiras-el-amor-de-sophie-2.html

    Luego de que Rob se fue manejando, me encontre con mis padres en la sala. Ya tenian una botella de vino abierta y una copa esperandome. Tome un gran sorbo antes de dejarme caer en una silla al lado de la chimenea. Todavia era temprano en la noche, pero luego de estar atrapada por horas en la mina para luego venir a casa y encontrarme a mi expareja sentado en la entrada, sentia que ese trago era bien merecido. --?Que estaba haciendo Rob aqui? ?Que queria? --Pregunto papa en cuanto me sente. --Dice que me quiere de vuelta --le dije sonrojandome. --?Y por que querrias estar con el cuando el te engana? --Pregunto mama. --Rob afirma que no volvera a pasar --Explique volteando los ojos. --?Y cuantas veces has escuchado eso? --Papa se burlo. --Lo se papa. Esta bien, no estoy interesada en volver a tener una relacion con el. Solo que no tuve la oportunidad de decirle eso antes de que se fuera manejando --les asegure. --!Gracias a Dios por eso! Ese hombre te ha roto el corazon demasiadas veces durante todos estos anos. Te mereces algo mejor que eso, mi amor --Dijo mama con una sonrisa de alivio. --Gracias, mama. Me termine mi trago, les di a un beso en la mejilla a cada uno de mis padres y me fui a mi habitacion. Deje correr la regadera mientras me quitaba mi ropa sucia. Todavia me sentia polvorienta por haber estado en la mina y recibi de buena manera la oportunidad de enjabonar mi cuerpo debajo del tibio rocio. Agradecida por poder lavar la mugre de mi largo cabello castano. Vestida con un pijama rosado de satin y una bata que combinaba, eventualmente volvia a unirme a mis padres, aceptando con felicidad una segunda copa de vino. --?Entonces desde hace cuanto has estado viendo a escondidas a Gavin Carter? --Papa espeto repentinamente. --Por un tiempo ya. Siento haberles mentido a ambos, pero era la unica opcion que teniamos. La mirada de decepcion que cruzo entre mis padres me llego hasta el corazon. Usualmente, podria hablar sobre cualquier cosa con mama y papa. Siempre tomando en consideracion los consejos que me daban, pero esta vez habia sido diferente. Que hubieran sabido la verdad desde el comienzo hubiera causado solamente discusiones y descontento. Asi que habia hecho todo lo posible para conservar mi relacion con Gavin como un secreto para evitarles eso. Ahora que todo se sabia, significaba que estaban conscientes de mis mentiras de las ultimas semanas. Mis padres siempre habian sido firmes defensores de la honestidad, asi que defraudarlos me llenaba de culpa. --Nuestra hija menor esta a salvo, John. Eso es lo unico que me importa --Senalo mama. --Y a mi; sin embargo, sabes como me siento respecto a las mentiras. Pero al menos ahora que lo sabemos, ustedes dos no necesitan volverse a encontrar en minas abandonadas. Mama y yo no pudimos evitar reirnos de su ocurrente comentario. Solo para callarnos cuando alguien toco a la puerta principal de forma histerica. Me levante para abrir mientras mi madre reflexionaba... --Me pregunto quien podra ser. --Es simplemente Claire --respondi mientras la dejaba entrar en la casa. Mi amiga puso sus brazos alrededor de mi cuello inmediatamente, abrazandome firmemente. Pude ver que sus ojos estaban llenos de lagrimas mientras ella trataba de calmarse. --!Geoff Carter me acaba de detener en la calle y me dijo lo que les paso a ti y a Gavin! ?Estas bien?--Si, tuvimos suerte. Pedimos permiso y tome una botella de vino de la nevera junto con un par de copas. Guie a Claire hasta mi habitacion. Saltamos sobre la cama como habiamos hecho muchas veces mientras creciamos. Claire se aferro a una de las almohadas desparramadas desordenadamente sobre las sabanas como siempre lo habia hecho. --Entonces. Cuentame todo --dijo efusivamente. La puse al tanto rapidamente, viendo su expresion cambiante mientras lo hacia. Abriendo los ojos tanto como yo cuando el conte que Gavin declaro su amor. Moviendose entre la mezcla de horror y furia cuando descubrio que Rob tambien habia estado aqui esta noche. --Por favor no vuelvas a escuchar sus mentiras de nuevo, Sophie --me pidio. --No lo hare, no te preocupes --Le respondi con sinceridad. A pesar de las palabras de aliento de Claire, estuve toda la noche dando vueltas y retorciendome sobre las sabanas. Y luego simplemente me quede ahi acostada viendo a traves de las cortinas abiertas. Los distantes faroles arrojando su brillo en mi habitacion junto con los brillantes rayos nocturnos de la luna. Varias estrellas titilaban en la oscuridad, a veces desapareciendo detras de las nubes ocasionales que flotaban sobre ellas. A pesar de que sabia donde se encontraba mi corazon ahora, tambien sabia que seria dificil decirle la verdad a Rob manana. Verlo esta noche me hizo darme cuenta lo mucho que me seguia importando. Pero tambien me habia recordado lo mucho que me habia herido a traves de los anos con su infidelidad. Y eso era lo que necesitaba mantener en mi mente la proxima vez que lo viera. Con eso en mente, a la manana siguiente conduje hasta el motel con determinacion. Me aparque en el estacionamiento y di zancadas a traves del asfalto a proposito. Pero en cuanto Rob abrio la puerta de su habitacion, senti mi confianza tambaleandose. A pesar de que solamente estaba usando un par de pantalones deportivos y una camiseta destenida, aun asi, lo encontraba atractivo. El brillo del que me habia enamorado todavia seguia brillante en sus ojos azul cristal mientras me invitaba a pasar. --Sophie, estoy feliz de que pudieras venir. Estuve toda la noche preguntandome si lo harias o no --sonrio calidamente. --Bueno, creo que deberiamos hablar --respondi, tratando de esconder mis repentinos nervios. --Por favor, toma asiento. Aunque mirando alrededor de la habitacion, me pregunte donde sentarme. El motel estaba pasado de moda, como el papel tapiz desgastado que colgaba de las paredes. Su diseno floral estaba rasgado en algunos lugares, pero tambien estaban tratando de ocultar algunos parches de humedad que se escondian debajo de el. La alfombra era color chocolate oscuro con areas que ahora estaban raidas. Aunque no pude esconder mi mueca cuando vi las sabanas grises que cubrian la cama. Todo parecia estar cubierto por una capa de suciedad o de polvo, mientras me encaramaba en el borde de una silla que estaba al lado de la ventana sucia. --Me disculpo por la decoracion. Pero esto fue todo lo que pude conseguir con tan poca antelacion y necesitaba verte --Rob se disculpo. --?Por que? --pregunte abruptamente. Rob vacilo por un breve segundo y pude notar que estaba pensando en como responder. Habia estado aqui dos veces antes y hasta ahora habia creido sus excusas. Esta vez no estaba preparada para ser tan misericordiosa y el claramente podia sentir eso mientras me observaba cautelosamente. --Querida, te he extranado tanto. Se que Molly fue un error --empezo a decir Rob--. Lo que mas deseo es que vuelvas a ser parte de mi vida de nuevo. --?Y que hay con Katrina y Lisa? --Ellas no significan nada para mi. Y eso fue hace anos, Sophie. No puedo vivir sin ti. --?Como es posible que te crea? --discuti. --Sophie, tienes que hacerlo. Te prometo que ya termine con todo eso !No hay una mujer que se compare contigo! Por favor, ?solo dame otra oportunidad de probarte mi amor por ti? --Suplico Rob. Los ojos de Rob se encontraron con los mios y luche para apartar la mirada. De nuevo me habia quedado atrapada en su profundidad como lo habia hecho muchas veces. Me pregunte como seria tener sus brazos alrededor de mi una vez mas. Pero resisti la urgencia de preguntar. Cualquier recuerdo feliz que haya guardado de Rob ahora eran eclipsados por el dolor que el me habia causado. El rostro sonriente de Gavin paso ante mis ojos, dandome la fortaleza interna que necesitaba. Cuadrando mis hombros, tome una postura, feliz de ver a Rob retroceder cautelosamente. --Lo siento, Rob, pero hemos terminado. No hay forma de que te pueda perdonar lo que has hecho esta vez --dije con firmeza. Hecho trizas, Rob continuo suplicandome que lo reconsiderara, pero el no podia retroceder en el tiempo. Ya habia aceptado sus excusas antes y no podia obligarme a creermelas de nuevo. Sin embargo, sin importar lo que dijera, era como si mis palabras cayeran en oidos sordos. --Escucha, Rob, no tiene sentido seguir hablando de esto. Sera mejor que vuelvas a la ciudad. --Oh, no te vas a deshacer de mi tan facilmente. Me tome un extenso permiso, asi que me estaras viendo por el pueblo por un tiempo --Me dijo Rob con una sonrisita desafiante. --Haz lo que quieras. Me voy a casa. No hay forma de hablar contigo cuando estas de este humor --perdi las esperanzas. --!No me ire a ninguna parte hasta que te recupere, Sophie! --Dijo Rob detras de mi mientras me subia a mi auto y me iba conduciendo. Capitulo Dos Para esa noche, habia entrado en frenesi. Durante todo el dia, habia estado pensando sobre mi conversacion con Rob. Preocupada por el hecho de que el no parecio escuchar y seguia firme de que volveriamos a ser una pareja. Pero tenia planes de ver a Gavin para la cena y no estaba segura de como le iba a explicar mi ultimo predicamento. Habia hablado por mucho tiempo con mis padres y pase horas en el telefono con Claire para reconfirmar lo que ya sabia. Necesitaba ser honesta con Gavin y decirle que Rob estaba en el pueblo. Era justo. Sin embargo, eso no detuvo mis nervios mientras el taxi se detenia afuera del restaurante. The Three Sails era el lugar mas prestigioso para comer en la localidad. Su reputacion llegaba a todas partes por su menu a la carta. Solamente habiendo comido aqui en una ocasion familiar, me senti como la realeza mientras que el maitre me recibia con un calido abrazo, dandome un beso en cada mejilla. --Senorita Sophie, es un placer volverla a ver. --Y a ti, Marco --sonrei. --Ahora, ?creo que esta aqui para ver al Sr. Carter? --pregunto Marco con una curiosidad evidente--. El ya esta aqui y la espera en el bar. Encontre a Gavin segundos despues con una copa de vino blanco en su mano. Me deslice en el taburete al lado de el, ajustando el dobladillo de mi vestido. A pesar de que senti el suave beso de sus labios en mi mejilla, deseaba abrazarlo. Ya habia una copa vacia esperandome y Gavin me sirvio rapidamente un trago de la botella de vino que estaba en una cubeta de hielo al lado de el. Tome un ligero sorbo, sintiendo un revoloteo en mi corazon mientras el se acercaba mas. --?Estas lista para ser el tema de conversacion? Estamos destinados a ser el apogeo del chisme local --Gavin se hecho a reir. --Creo que puedo manejar eso --me rei en respuesta. Un mar de rostros familiares nos dio la bienvenida cuando Marco nos llevo a traves del comedor. Todos estos mirandonos sorprendidos y atonitos. Determinados a ignorar las expresiones embobadas, Gavin y yo nos sentamos en una pequena mesa al lado de la ventana. Vimos a las personas acercandose mas entre si, charlando calladamente para especular porque estabamos ahi juntos. Carla se presento como nuestra mesera mientras nos pasaba el menu, dejandonos revisar la lista de deliciosos platillos. Opte por el salmon ahumado para empezar, seguido por el cordero como platillo principal. Mientras que Gavin escogio la sopa del dia y un filete termino medio. Mi estomago cada vez tenia mas hambre mientras probaba el vino que el sommelier, Wayne, habia recomendado para complementar la comida que habiamos pedido. Sin embargo, mientras empezaba a ponerle mantequilla a una rebanada de pan caliente que nos habian colocado en la mesa, me di cuenta de que el animo actual iba a cambiar pronto. Sabiendo que necesitaba decirle sobre mi reunion con Rob y lo que se habia dicho. Pero sin querer arruinar la noche, decidi no decir nada por el mayor tiempo posible, tratando de conservar una sonrisa en mi rostro mientras Gavin me contaba sobre su dia. Para el momento en que nos sirvieron nuestros platos principales, me habia relajado un poco, por fin empezando a disfrutar la noche. Aunque cuando estaba cortando mi cordero, algo afuera llamo mi atencion. Mi tenedor se quedo en medio del aire cuando visualice a Rob en la ventana. Solo viendolo brevemente antes de que el volviera a las sombras. --Sophie, ?que sucede? --pregunto Gavin, siguiendo mi mirada para ver solamente el cielo nocturno oscurecerse.

  • Xander de Rose Gate

    https://gigalibros.com/xander.html

    El no estaba preparado para encontrarla.Su mundo era un lugar sordido, frio y carente de color, hasta que ella aparecio y anuncio que era su nueva chofer.En su amarga existencia, los principes no montaban corceles ni las princesas conducian limusinas.El era oscuridad. Ella, luz.El odiaba la vida. Ella la amaba sin tregua.Cuando un corazon destruido se da de bruces con la estrella que lo ilumina, solo quedan dos opciones: o apagar la luz o dejarse absorber por ella.Porque, incluso en la noche mas oscura, siempre brilla una estrella.

  • Tess. Princesa de Mercedes Gallego

    https://gigalibros.com/tess-princesa.html

    Tess, Maria Teresa Mendoza, regresa a su ciudad natal, dispuesta a reencontrarse con sus amigos y a comerse el mundo . Sin embargo, el azar trastoca sus planes al colisionar con unos ojos negros que la encadilan y despiertan en ella el deseo de cometer locuras. Lo que ignora es que esos ojos pertenecen a uno de los calaveras mas reputados de Veracruz, y para colmo, hijo de su madrina.
    A Juan Santacruz le cuesta dar credito a que la atractiva joven que aparece una manana en el club maritimo sea el juguete de su infancia, la <> a quien cambiaba los panales. Fascinado, se deja atrapar en una apuesta para enamorarla.
    Cuando la ingenua Tess descubre la identidad de Juan, ve en su vecino la posibilidad de experimentar, de tener un guia en el mundo del romance con la confianza de que su corazon no saldra herido. Para el, supondra la excusa perfecta de tenerla a su lado.
    Pero ninguno de los dos cuenta con que, entrando los sentimientos en danza, las buenas intenciones fracasan.

  • Segunda oportunidad (El corazon del multimillonario 2) de Sierra Rose

    https://gigalibros.com/segunda-oportunidad-el-corazon-del-multimillonario-2.html

    Este es el libro 2.

  • Baelo Claudia de Maribel Diaz Gonzalez

    https://gigalibros.com/baelo-claudia.html

    La historia se desarrolla en la ciudad hispana de Baelo Claudia, importante centro neuralgico y economico del Imperio hispano-romano dentro del Mediterraneo. Marco Vinicius, comandante del Ejercito del Sur y general de la Novena Legion hispana, es enviado por Roma con la mision de comandar las tropas y dirigir el asentamiento militar y comercial, pero su vida se cruzara con la de una esclava de la que se siente irremediablemente atraido.

  • Las hijas del Capitan de Maria Duenas

    https://gigalibros.com/las-hijas-del-capitan.html

    Nueva York, 1936. La pequena casa de comidas El Capitan arranca su andadura en la calle Catorce, uno de los enclaves de la colonia espanola que por entonces reside en la ciudad. La muerte accidental de su dueno, el tarambana Emilio Arenas, obliga a sus indomables hijas veinteaneras a tomar las riendas del negocio mientras en los tribunales se resuelve el cobro de una prometedora indemnizacion. Abatidas y acosadas por la urgente necesidad de sobrevivir, las temperamentales Victoria, Mona y Luz Arenas se abriran paso entre rascacielos, compatriotas, adversidades y amores, decididas a convertir un sueno en realidad.

  • Amigos o algo mas (Divalentis Romantica 6) de Deborah F. Munoz

    https://gigalibros.com/amigos-o-algo-mas-divalentis-romantica-6.html

    Ana no ha decidido aun que hara durante sus vacaciones. Lo que si que tiene claro es que el primer dia se va a hartar a dormir. Pero cuando su amiga Tam se rompe una pierna al intentar subir la escalera con unas cuantas copas de mas, esta la manipula para que le haga un favorazo y se encuentra, de pronto, al cuidado de dos gemelas. Al principio es duro, pero justo cuando le empieza a coger el tranquillo a eso de ser ninera, las dos diablillas suben a la habitacion de su misterioso tio, a pesar de que lo tienen prohibido, y la vida de Ana cambia para siempre.

  • Mentiras legales de Yolanda Revuelta

    https://gigalibros.com/mentiras-legales.html

    Telma Olivares regresa a su tierra natal, Cantabria, con los suenos hechos pedazos. Poco queda de aquella joven llena de ilusion y con ganas de comerse el mundo.Una vez instalada en su cabana situada en Ubiarco, el mar le entregara algo muy especial, alguien que ella decide cuidar y proteger celosamente.Eric Dufort casi muere ahogado en las aguas del mar Cantabrico. Cuando recobra la consciencia y abre los ojos se encuentra en un lugar desconocido junto a con una mujer preciosa, de increible belleza que no es, como el creia, una sirena.

  • La gravedad cuantica de Pedro Naranjo

    https://gigalibros.com/la-gravedad-cuantica.html

    A principios del siglo XX, dos teorias fisicas sacudieron los cimientos del conocimiento humano. La relatividad de Einstein revoluciono nuestra comprension del espacio, el tiempo y la materia; la mecanica cuantica, ideada por Planck, expulso el determinismo de las ecuaciones que rigen el microcosmos.La union de ambas teorias es, seguramente, el mayor desafio de la fisica teorica, el que permite la desaparicion de los conceptos de espacio y tiempo. Toda una revolucion en la comprension del universo.

  • Mi obstinado protector de Mia Ford

    https://gigalibros.com/mi-obstinado-protector.html

    En el momento en que mis ojos se encontraron con los de ella, no habia nada que me impidiera entregarselo todo.
    He vivido toda mi vida en mi club, rodeado de motos y con mi familia de acogida, pero ahora ella lo es todo.
    Es devastadoramente hermosa, obstinada e independiente y quiero protegerla de su abusivo ex novio, aunque no quiera. Esta sola y desprotegida y aunque piense lo contrario, soy lo unico que tiene.
    Ella es la unica mujer que he amado y por la que lo daria todo. Por eso hare cualquier cosa por volver con ella y ponerla a salvo. Incluso si ello significa seguirla a todas partes.
    Le daria todo lo que tengo.
    Y la quiero a ella.
    No te pierdas esta historia de amor con toques eroticos y una obsesion que te cautivara el corazon.

  • Dulce tormento de Giselle Penaloza

    https://gigalibros.com/dulce-tormento.html

    Mia se preguntaba cada dia como iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la habia abandonado anos atras.
    Tan solo era una nina de diecisiete anos y la vida se le habia roto en mil pedazos. Mudarse a una ciudad desconocida para ella y tener que empezar de cero, no entraba en sus planes, pero Justin irrumpe en su imperfecta existencia y pone su mundo patas arriba.
    El no le conviene y ella es capaz de volverlo loco, una combinacion explosiva que cambiara el rumbo de sus vidas.
    ?Podra recomponer Justin el puzzle en el que se ha convertido el corazon de Mia?
    Apasionante, temperamental, una novela que te cautivara desde el minuto uno.

  • Valkirias. Las hijas del Norte de I. Biggi

    https://gigalibros.com/valkirias-las-hijas-del-norte.html

    LOS VIKINGOS DESEMBARCAN EN LA PENINSULA IBERICA El segundo libro mas vendido en nuestra parada de Sant Jordi 2018 Corre el ano 859. Una flota vikinga viaja hasta Sevilla, una de las ciudades mas ricas del momento, con el objetivo de arrasarla y saquearla. Sin embargo, todo queda en fracaso, y los guerreros del norte son apresados por el gobernador de la ciudad, que exige un rescate desmesurado para su liberacion. Cuando la noticia llega a su aldea, las mujeres deciden no rendirse y, junto con algunos ninos y esclavos, contratan a un pequeno grupo de mercenarios que les ensenaran a luchar. Un ano despues, la expedicion de rescate estara lista para zarpar. Parece una mision imposible, que, desde un principio, estara plagada de infortunios y adversidades. Con gran agilidad narrativa y un conocimiento exhaustivo de la epoca, I. Biggi nos transporta al mundo de los vikingos en una incursion que arribo a nuestras costas. Una novela de aventuras que nos muestra el lado mas humano de una civilizacion tan deslumbrante como terrorifica.

  • Una hora menos: Relatos desde las afortunadas, Jossy Loes de Jossy Loes

    https://gigalibros.com/una-hora-menos-relatos-desde-las-afortunadas-jossy-loes.html

  • Veinte comedias de amor y una noche desesperada de Ana Martin Mendez

    https://gigalibros.com/veinte-comedias-de-amor-y-una-noche-desesperada.html

    Recien entrada en la treintena, Marina afronta, con un enorme sentido del humor y una vision tragico-comica de su propia existencia, tanto sus problemas laborales como lo que ha dado en llamar su VSL:
    Vida Sentimental Lamentable.

  • Me enamore mientras dormia (Huerfanos enamorados 1), Moruena Estringana de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/me-enamore-mientras-dormia-huerfanos-enamorados-1-moruena-estringana.html

    Mi nombre es Haidee. Han pasado tres anos desde que desperte del coma, pero aun siento como me estremezco cada noche cuando sucumbo al sueno. Y lo que es aun mas intrigante, noto como mi subconsciente trata de decirme algo. ?Que?

  • No mas dieta de Julio Basulto

    https://gigalibros.com/no-mas-dieta.html

    Como no caer en las dietas fraudulentas y aprender las pautas para una dieta anti-mitos.

  • Una ultima termporada de Ruth M. Lerga

    https://gigalibros.com/una-ultima-termporada.html

    Una emocionante novela en la que su autora nos deleita con la arrebatadora historia de amor entre dos de los vastagos de Julian y April (personajes de Cuando el amor despierta) y James y Judith (que ya aparecieron en Cuando la pasion espera).

  • Un Capricho del Destino de Kristel Ralston

    https://gigalibros.com/un-capricho-del-destino.html

    Brenda trabaja como guia turistica en Londres. Su pasado no ha sido benevolo y ha tenido que hacer muchos sacrificios, en especial en su vida sentimental. Una tarde, la suerte le sonrie y se convierte en la asistente personal de una de las mas temidas empresarias hoteleras de Inglaterra. Su encargo mas complicado sera lidiar con un hombre, apuesto y arrogante, que trabaja en las reformas de uno de los hoteles de la cadena Wulfton en Surrey.

  • El olor de la hierba despues de la lluvia de Patrick Jacquemin

    https://gigalibros.com/el-olor-de-la-hierba-despues-de-la-lluvia.html

    Una novela inspiradora que invita a abrazar la naturaleza para conectar con nosotros mismos.

  • Un pedazo de cielo en tus labios de Kalixta Klair

    https://gigalibros.com/un-pedazo-de-cielo-en-tus-labios.html

    El Amor se convierte en un reto para Marcell Morrison, ella, chica vanguardista, profesional y moderna, tiene por delante el proposito de amar a un hombre, mas las cosas empezarian a complicarse. El posible descubrimiento de su diario, aquel en donde guardaba todos sus secretos acerca del amor que sentia por Su Jefe, Andres Hunt, seria lo que desencadenaria una aventura sin igual que le llevaria a conocer lugares exoticos en unas vacaciones sorprendentes nada mas y nada menos que al lado del chico que le hacia la vida dificil de nina. Playa, Sexo, Amor al limite te llevaran al borde de una historia desbordante de drama e intriga.

  • La muerte de las cuatro reinas de Astrid Scholte

    https://gigalibros.com/la-muerte-de-las-cuatro-reinas.html

    Iris se marcho de su pais natal a los dieciocho, cuando la informaron del fallecimiento de su madre. En un barco toriense, navego por el canal hasta llegar a palacio. Se adapto a su nueva vida y al trono sin inmutarse e insistio en participar en la corte minutos despues de que enterraran a su madre bajo el palacio. Aquella misma noche se quedo despierta hasta la madrugada, leyendo libros de historia arquiana y sobre diplomacia. Nada la afectaba. Ni siquiera la muerte de su madre.
    Iris abrio sus ojos verdes y observo el cielo azul brillante. Estaba disfrutando del respiro que se habia dado del eterno palacio dorado. Como una cupula de cristal rodeaba el palacio, tanto en cada habitacion como en el interior se reflejaba un tono dorado. Incluso por la noche, los pasillos adquirian un color ambar oscuro, como si la oscuridad no se atreviese a rozar a las reinas con sus dedos negros…
    Una abeja le pico en la garganta. Una picadura fuerte que dio paso a un ligero dolor.

  • Bienvenidos a Welcome de Laura Fernandez

    https://gigalibros.com/bienvenidos-a-welcome.html

    La primera novela de Laura Fernandez, revisada por la autora en el 10.o aniversario de su publicacion original.

  • Alice y el Conejo Blanco de Jess Dharma

    https://gigalibros.com/alice-y-el-conejo-blanco.html

    Me llamo Alice y soy la princesa de mi imperio de narcotrafico.
    Mis cosas favoritas en el mundo son mis cuchillos y las setas alucinogenas. Las malas lenguas diran que cuando las consumo alucino porque veo al Conejo Blanco.
    Pero lo que nadie sabe es que ese es el apodo de mi padrastro, del que hui a los 16. De eso hace ya diez anos y me ha encontrado. Tiene una obsesion enfermiza conmigo. ?Podre escapar viva del Conejo Blanco, el mayor narcotraficante y asesino de todo Pircasen?
    Lo intentare, aunque pierda la poca cordura que me queda. Aunque puede que sea lo ultimo que haga.
    En esta locura de viaje me acompanan dos hombres: Marcus, mi guardaespaldas, un hombre frio como el acero pero que haria cualquier cosa por protegerme y Timido, un hombre de dos por dos que se sonroja cada vez que me insinuo. Los dos me atraen de una manera irracional, si tuviera que elegir a uno no sabria con cual quedarme.
    Aunque, ?quien dijo que en temas del corazon se tiene que elegir?

  • Domingo. Relatos cronicas y recuerdos de Natalia Ginzburg

    https://gigalibros.com/domingo-relatos-cronicas-y-recuerdos.html

    Se despierta con una penosa angustia en el corazon. Algo ha terminado definitivamente. Junto a la cama ve su bata de franela roja; la otra, la de flores verdes y azules, la han guardado con la ropa de verano. Es ahora cuando se da cuenta de que ha terminado el verano, que manana empezaran de nuevo las clases. Mientras se lava, una mosca se posa sobre su espalda desnuda. La espanta con rabia. Siente que detesta la mosca, que se detesta a si misma y tambien el sosten de tul rosa que esta tendido en la silla. Afuera llueve a cantaros sobre el jardin tranquilo y sobre los pinos altos. La grava fina del patio delantero parece mas oscura. Anita baja a desayunar: el pelo mal cepillado le da un aire tosco y desalinado. Aun no hay nadie en el comedor, solo la pequena Paola en su trona. Tiene un conejo bordado en el babero. Anita le da un beso, besa sus manos rollizas. <>. Anita inclina la cabeza sobre la taza. Hace un mes que espera y teme que llegue este dia, pero no ha querido pensar en el. <>, lamenta, y se le llenan los ojos de lagrimas. Manana tendra que ir corriendo al colegio con su enorme cartera llena de libros. Ya no tendra tiempo de mirar a su alrededor, de confrontar las cosas y a si misma. Un ansia, un afan continuo: los dias breves, la noche que sobreviene como una amenaza cuando aun no ha terminado los deberes. Las manos manchadas de tinta y en los oidos un zumbido de versos en latin, y la geografia, !esa dichosa geografia! Recorre las habitaciones en busca de un rincon en el que estar a solas y tranquila, pero alla adonde va encuentra escobas, trapos para el polvo, sillas boca abajo y ventanas abiertas. Las mujeres canturrean y hacen un ruido tremendo. <>, repite despacio. ?Donde esconder su tristeza? Al final se encierra en el salon: libros y alfombras, grandes sillones de cuero; en la mesita baja de estilo oriental hay una caja de cerillas coloradas. <>. Filippo, su hermano mayor, ha entrado silenciosamente: fuma una pipa pequena, esta de pie, junto al escritorio. Anita se acerca y el le pone las manos sobre los hombros: le gusta acariciarle el menton liso, redondo, y esas pequenas arrugas que se le forman en la comisura de los labios. Ella le abraza con un placer inconsciente. Siempre que se pelea con todos y corre a llorar a su habitacion, el la sigue y la consuela bromeando un poco con ella, lo que le hace sentir aun mas ira hacia los demas mientras trata de sofocar los sollozos en su hombro. <>, querria decirle, pero no se atreve: en su relacion no hay mas que una timida ternura, disfrazada de bromas y de una ironia amable. <>, le pregunta Filippo despeinandole el pelo de la nuca. Se sientan en el mismo sillon y en el cristal de las vitrinas ven reflejados sus rostros parecidos. Anita sabe que Filippo debe marcharse, que esta noche cogera el tren y que ya tiene preparadas las maletas: va a pasar el ano en el extranjero, en Alemania. Le dice que estudie. <>. Anita no le escucha. Piensa en el invierno, en ese largo invierno sin el... Le toma la mano, una mano rolliza de unas rectangulares y mates, una mano rolliza y masculina. <>, anade Filippo, pero enseguida cambia de tema, tal vez porque se ha emocionado, y Anita deja caer su mano. Se marchara hoy mismo, esta noche, tal vez ni siquiera le de un beso. En su habitacion cerraran las contraventanas y cubriran los muebles con sabanas blancas. --?Como lo prefieres, Grazia, con leche o con limon? Llueve a cantaros en el desolado jardin. El reloj de pendulo da las cinco en la oscuridad. Anita toma el te con su amiga Grazia. --?Lo entiendes, Anita? Para mi habria sido bonito enamorarme de el, pero no podia, ?sabes?, no podia... Anita se quema la lengua con el te hirviendo. Le arranca petalos a los crisantemos marchitos que estan en el jarron de cristal del centro de mesa. --Que triste es este septiembre... Grazia, ?tu has hecho todos los deberes de vacaciones? --?Deberes de vacaciones? No los he hecho, ?que me importa a mi eso? La vieja se pondra hecha una furia, pero ?que me importa a mi?--Asi es Grazia: la vieja no le importa lo mas minimo. Ni siquiera cuando esa misma vieja, la profesora de italiano, escriba una equis azul, de falta, bajo su nombre--. !Tengo cosas mas importantes en las que pensar! Como te estaba diciendo, aquella noche, en la terraza... Anita la escucha con una sensacion de hastio. Grazia, su amiga Grazia, de vez en cuando le resulta tan ajena como una desconocida. Aquellos tres meses de verano han roto la armonia de su amistad. Grazia..., un hombre enamorado de Grazia...; de ella, de Anita, nadie se ha enamorado nunca. Se sacude ese pensamiento con furia. Se pone en pie tan de improviso que Grazia se sobresalta. --?Quieres ver a mi hermanita? En el cuarto de juegos la nodriza cose sentada en el vano de la ventana y la pequena Paola la mira con ojos como platos desde el taburete que esta a sus pies. --Y entonces el reyezuelo partio la tercera nuez y salieron las carrozas y los caballos...-- Anita y Grazia se tumban sobre la alfombra, entre los juguetes desordenados. En mitad del silencio, la voz ronca de la nodriza contando el cuento tiene un tono grave y solemne. La pequena esta tan emocionada que aguanta la respiracion--. Y asi empezo a correr hacia el castillo del ogro... La habitacion es bonita y agradable: las cortinas cuelgan lisas junto a las ventanas, las paredes blancas y sobre las paredes los estampados ingleses, todos iguales, con ninas rubias regordetas y perros peludos con grandes hocicos amables. La nodriza esta sentada en el vano de la ventana con su delantal a cuadros y el perfil de la nina tiene un aire absorto. Anita se siente de pronto tranquila y sencilla: puede que el mundo no sea asi, puede que haya sufrimiento e inmundicia, pero todas esas cosas quedan ahora lejos, muy lejos; el castillo del ogro esta muy lejos. Ha parado de llover. Anita y Grazia salen a la terraza y se asoman al jardin mojado: les llega un aroma vivo y denso de hojas podridas, de tierra, de fruta empapada. Hasta Paola corre afuera: el cuento ha terminado y el reyezuelo se ha casado con su hermosa reinona y todo ha acabado bien. Anita corre al encuentro de su hermanita, la coge en brazos y la besa: que pequena es y que caliente esta, que frescas tiene las manos, es una lastima que chille y se ria y trate de zafarse de ella. --Me gustaria tener una hija--dice Grazia en voz baja--. ?Te acuerdas de cuando hablabamos aqui de esas cosas? !Que miedo nos daban! Y sin embargo es algo simple y natural. Sonrien sin mirarse. Se han hecho mayores de verdad, pueden hablar de su pasado con desprecio y afliccion, igual que los adultos. Y tambien las envuelve una melancolia semejante, calida y vaporosa: no saben si hablar o callarse, sienten que se desata en su corazon un brote de pensamientos confusos y reprimidos. Anita contempla el campo de tenis al fondo del jardin, esta desierto y silencioso, la pista es de color parduzco a causa de la lluvia y le parece estar viendo a Filippo con sus pantalones cortos de franela blanca y la raqueta, le parece estar oyendo su voz alegre en las mananas luminosas. --Que septiembre tan triste... Pero Anita sabe que con el verano y las vacaciones ha acabado tambien algo importante y que algo importante empieza de nuevo manana con las clases. Tal vez Grazia podria entenderlo..., pero no sabe como explicarselo. Callan las dos, las cabezas cerca la una de la otra. Sin duda es muy triste que hasta eso tenga que tener un final, este momento de complicidad, de silencio compartido. Ambas saben que terminara y que ya no volvera nunca, por eso no quieren separarse aun. Frente a ellas solo se extiende una certeza: el colegio, el invierno. Todo lo demas es palpitante, intangible, incierto. !Cuantas cosas pasan en un ano! Es imposible no sentir miedo a enfrentarse a el, sabiendo que hay que recorrerlo en toda su extension. Pero Grazia dice: --Tengo que irme a casa. Y Anita la acompana a la puerta y contempla como se aleja desde el umbral: --Hasta manana. Despues de cenar Filippo llama a Anita y la agarra del brazo: --Acompaname al jardin a hacer una cosa antes de irme... En el jardin los arboles inmoviles parecen custodiar la noche. El aire nocturno, humedo y puro, se puede respirar. Anita piensa: <>. El la estrecha con el brazo para que camine muy cerca, le habla y ella trata de escuchar. --Querida, tienes que estudiar y portarte muy bien con mama. Escribeme de vez en cuando. Y cuentamelo todo, todo, siempre. Su voz, su voz. Que triste va a ser el invierno, la casa sin la voz tranquila y tierna de Filippo. Solo sus manos saben acariciar asi. --Filippo, Filippo. --Y de pronto ella siente que tiene ganas de llorar, que tiene en el corazon un pensamiento inquieto y tonto--. No te vayas, no te vayas--dice, y se abraza a el. Ya sabe que no sirve de nada, que es absurdo, que las maletas ya estan cerradas en el pasillo. Filippo se inclina para besarla y le toma la cara entre las manos. La casa, iluminada y bulliciosa, queda lejos. Estan solos en medio del jardin oscuro. Se besan. Que terrible que algo asi haya sucedido entre ellos, dos hermanos. De pronto Anita siente miedo de si misma, de el: de el que la esta besando como un amante. --Es bonito quererse tanto--dice ella, pero sabe de sobra que no es bonito, que es demasiado, que no conviene quererse de ese modo. La infancia de los dos parece clara, lejana--. Tenemos que volver--anade de golpe, reprimiendo una ultima palabra desconsolada, aferrandose a el y caminando hacia la entrada, donde la luz esta encendida. Cuando pasan los arboles, ya bajo la luz, Anita se vuelve para contemplar el rostro de su hermano: le descubre un gesto serio, sereno, como si no hubiese sucedido nada entre ellos. Tal vez sea cierto que no ha sucedido nada. Entran en casa.

  • Me gusta este idiota de Linda Meller

    https://gigalibros.com/me-gusta-este-idiota.html

    Giulia:

  • Nora Webster de Colm Toibin

    https://gigalibros.com/nora-webster.html

    La nueva novela del maestro de la literatura irlandesa. Colm Toibin, autor de Brooklyn y El testamento de Maria, crea un extraordinario fresco de la Irlanda de finales de los anos sesenta y comienzos de los setenta.

  • El color de los angeles de Eva Diaz Perez

    https://gigalibros.com/el-color-de-los-angeles.html

    Un dia de enero de 1682 Bartolome Esteban Murillo cae desde el andamio en elque pinta un cuadro. Obligado al reposo, se refugia en el recuerdo de su vida remontandose a su ninez y adolescencia en la aun poderosa Sevilla, ciudad que poco a poco entrara en su decadencia, asolada por las riadas del Guadalquivir o por epidemias como la de la peste en la que el pintor pierde a tres de sus hijos. Una Sevilla devota y lujuriosa, que se disfraza de la falsa alegoria de su glorioso pasado.
    Murillo, pintor de Inmaculadas, santos y milagros, tambien sera el favorito de acaudalados mercaderes y aristocratas caprichosos. El mejor pintor de angeles que se vera envuelto en un turbio asunto que descubre el lado lubrico y secreto de una Sevilla contradictoria.

  • Viaje a la locura de Jose Manuel Gonzalez

    https://gigalibros.com/viaje-a-la-locura.html

    Anos 80. El descarrilamiento del Intercity entre Madrid y Zaragoza provoca la muerte de seis pasajeros. Aunque uno de ellos, un hombre que parecia sufrir un brote psicotico, podria haber sido asesinado minutos antes del accidente.
    Daniel Luna, un revisor a punto de jubilarse, y Martin Villanueva, un policia condenado al ostracismo, tienen sospechas fundadas, porque poco antes de que el tren se saliera de la via acudio a ellos acusando a sus companeros de compartimento de haberlo envenenado.

  • Quiero tenerte de Marcos A. C.

    https://gigalibros.com/quiero-tenerte.html

    Cuando tienes dieciocho anos, y toda la vida por delante, solo piensas en comerte el mundo. Pero la vida, en ocasiones, junto al caprichoso destino, se empena en arruinar muchos de nuestros suenos, o en quitarnos aquello que mas queremos. Mi nombre es Cloe, y a pesar de haber nacido en el seno de una familia muy acomodada, no fue facil para mi llegar hasta donde estoy hoy en dia, a mis veintiocho anos, siendo una de las mejores abogadas de Sevilla. Y es que a veces eso del apellido familiar no ayuda, por mucho que la gente crea que si. Que no es lo mismo apellidarse Pantoja y querer seguir una carrera musical, que apellidarse Rodriguez y hacerse cargo del taller de coches que fundo tu abuelo, por poner un ejemplo. En mi caso el apellido Hidalgo, va ligado al mundo del derecho, y es que, desde que el abuelo de mi padre, el gran Jesus Hidalgo, fuera el primero de su familia en ejercer la abogacia, cada primogenito que nacia seguia los pasos de sus antecesores. Asi, mi abuelo Rodrigo fue el segundo abogado de renombre, mi padre, Fernando, el tercero y, por ende, yo, la cuarta generacion de abogados de la familia Hidalgo. Un jovencisimo Fernando, recien licenciado, conocio a la hermosa Lorena, tres anos menor, de la que acabo enamorado hasta las trancas, que se dice ahora, y a quien no dejo escapar, y eso que mi senora madre tuvo pretendientes a raudales. Mi abuelo materno, Federico, queria un hombre de bien para su nina, barajaba la posibilidad de casarla con el hijo de un politico, amigo suyo, pero el amor pudo a la razon, mi madre corto lazos con su familia y se caso con el abogado que no iba a tener ningun futuro, segun palabras de Federico. Alla donde Dios lo tengo en su gloria, Federico debe estar tirandose de los pelos al ver exito que tiene mi padre. e mi padre, el gran casarla con el hijo Dueno de su propio bufete, cientos de casos ganados desde que empezara a ejercer como abogado, ocho abogados a su cargo, junto con su socio, y dos hijas que lo aman por encima de todo. Lo siento, me he desviado un poquito de la linea, pero ahora mismo sigo. Contaba Fernando con veintisiete anos cuando yo naci, llenando la casa de alegria, tal como solia decirme el. Mi madre a sus veinticuatro se convirtio en la mujer mas feliz del mundo, y con el tiempo quiso ampliar la familia, pero no llegaban los hijos, a pesar de ambos estar sanos. La sorpresa me la dieron al dia que cumpli dieciseis anos, despues de tanto esperar, mi madre por fin volveria a ser madre de nuevo, asi que podeis imaginaros la felicidad que se respiraba en casa. Ya tenia yo los diecisiete cuando nacio Ana, esa preciosa munequita que me miro, sonrio, y supe que tendriamos una mas que bonita relacion. Todo eran alegrias en casa de la familia Hidalgo, hasta hace diez anos. Como decia, la vida se puede interponer en aquello que queremos conseguir, y cuando menos lo esperamos, nos quita lo que mas amamos. Habia empezado a estudiar derecho, tenia claro que era lo que queria hacer, no solo porque asi me tocara por cumplir con las normas de la familia, sino porque era lo que queria, lo que me gustaba, y es que cuando mi padre llegaba a casa diciendo que habia ganado el caso y asi ayudaba a la gente, yo queria poder sentirme igual que el. Esas Navidades mi madre comenzo a sentirse mal, le hicieron pruebas y dieron con un tumor en el cerebro que, dado el lugar en el que se encontraba, no habia posibilidad de operacion. Le dieron semanas de vida, como mucho, cuatro o cinco meses, y eso nos dejo a todos desbastados. Mi hermana aun era pequena y creceria sin su madre, sin el amor que solo ellas saben darnos, pero nuestra querida madre se encargo de que la grabaramos durante dos meses, a diario, para dejarle un mensaje a su pequeno milagro, y es que asi llamaba a mi hermana. Decia que, aunque habia tardado tanto tiempo en llegar a nuestras vidas, Ana era ese milagro que Dios queria que pudiera tener antes de que la llamara para partir. Yo no queria entender que, siendo tan joven, tuviera que dejarnos solas a mi hermana y a mi, a pesar de que do, ocho abogados ero nuestra querida estuvieramos con mi padre. Y se fue, como habian dicho los medicos, cuatro meses despues del fatidico diagnostico. Con dieciocho anos, me vi siendo hermana y madre de una nina de tan solo un ano de vida, ayudando en la casa a mi padre, y estudiando por las noches para conseguir sacar las mejores notas para acabar la carrera de derecho. Y la acabe, por supuesto que consegui ser abogada, y entre de lleno en el bufete de mi padre, empezando desde abajo como becaria y ayudando a todos los abogados en sus casos. Hasta que por fin mi padre y Alberto Soler, su socio, ademas de mejor amigo, a quien mi hermana y yo teniamos como si fuera nuestro tio, me dieron mi primer caso. Consegui sacarlo adelante, gane y me hice un sitio entre los abogados de la ciudad, al punto de que, segun avanzaba en mi carrera y ganaba un caso tras otro, decian que enfrentarse a mi en los tribunales era peor que hacerlo con mi padre. ?Tan buena era yo en lo mio? Pues si debia serlo, si, y mi padre estaba muy orgulloso de ello. Alberto y su esposa Thais tenian una hija de mi edad, Lucia, quien siempre habia sido mi mejor amiga, como una mas de nuestra familia y que en vez de tirar por la rama del Derecho, decidio poner su propio salon de belleza, asi que es a quien acudimos su madre y yo, cuando hay que ir a una cena de abogados. Pero no estamos solas, somos cuatro amigos, como lo fueran D'Artagnan y los tres Mosqueteros. Patricia, a quien siempre hemos llamado Pati carinosamente, estudio con Lucia y conmigo y nos hicimos inseparables, eramos las mosqueteras, sin ninguna duda. Ella siguio los pasos de sus padres, tios y abuelos, y se hizo policia. Y como nuestro D'Artagnan particular, tenemos a Gabriel, Gabi para nosotras, a quien conocimos hacia ya cuatro anos en un evento de moda al que nos invito Lucia, a Pati y a mi, y se convirtio en nuestro mejor amigo. Es estilista, muy atractivo y de esos hombres a quien no te importaria meterlo en tu cama una noche, o dos, o tal vez tres, pero juega en otra liga distinta a la nuestra, y es que el siempre ha sido mas de platano que de pomelo, asi nos lo hizo saber el dia que le conocimos, pues era gay. --Tierra llamando a Cloe --mire hacia arriba y ahi estaba Sofia, la secretaria del bufete, sonriendo. --?Que pasa? os hacia ya cuatro que de pomelo, asi --Llevo ahi tres minutos esperando que me hicieras caso, y nada, tu en tu mundo. --Lo siento, pensaba en... --mejor dar la callada por respuesta, y es que a menudo me sorprendian algo despistada y era porque pensaba y recordaba a mi madre. Habian pasado diez anos, pero aun la echaba de menos. --Tienes una llamada del abogado de la parte contraria de tu caso, dice que quieren llegar a un acuerdo. --Ah, mira que bien, eso es que se ha dado cuenta de que no va a ganar, y yo si --sonrei, batiendo las pestanas de un modo de lo mas inocente. --Desde luego, si pones esa carita en los juzgados, es normal que ganes siempre, chiquilla. Aquello me hizo reir, y vi a Sofia salir del despacho cuando me disponia a atender la llamada. --Buenos dias, Ramiro --salude a Ramiro Estevez, dueno del bufete Estevez y Asociados. --Buenos dias, joven Hidalgo --note que sonreia, y es que ese hombre ya me conocia desde antes de que yo fuera abogada. Siempre habia sido la parte contraria en los casos de mi padre, y ahora no solo tenia que verselas con el, sino tambien conmigo. --Me ha dicho mi secretaria que quieres llegar a un acuerdo. --Asi es, espero que estes de acuerdo con lo que te voy a ofrecer, se lo dices a tu cliente, y hablo con el juez para que ponga fecha de nuevo. --Venga, dame una alegria, Ramiro --sonrei, y escuche con atencion lo que tenia para ofrecerle a mi cliente. La verdad es que resulto ser un trato de lo mas suculento, por lo que no tuve dudas en aceptar sin siquiera hablarlo con mi cliente, ya habiamos comentado que, si querian llegar a un acuerdo, se aceptaria si a mi me parecia beneficioso, por lo que al dia siguiente me mandaria notificacion con la fecha para el nuevo juicio. El resto de la manana se me paso entre los expedientes de casos que habian cogido mi padre y Alberto, fui seleccionando los que mejor veia para cada uno de nuestros abogados y abogadas, y yo me quede con un par de ellos que me llamaron la atencion. Recogi todo, reparti las carpetas en cada despacho con sus correspondientes post-it y notas, y me marche para casa. do las pestanas de tes de que yo fuera n siquiera hablarlo Capitulo 2 Me habia independizado, dos anos antes, dejando a mi padre en la casa familiar a cargo de mi hermana, pero no estaba solo, que desde que Ana tenia dos anos, habiamos contratado a Manuela, que ya contaba con cincuenta anos, quien se encargaba de ella, asi como de todo lo relacionado con la casa. Y cuando llegaba el viernes, era el dia en que yo me dejaba caer por la que habia sido mi casa, comia con la familia y me iba a mi apartamento cargada con mas tuppers que un repartidor de comida a domicilio. Claro, que esos mismos era los que llevaba de vuelta. --!Cloe! --grito mi hermana, nada mas verme entrar en la cocina. --?Como estas, bichito? --La abrace con todas mis fuerzas, y es que la queria con locura. --No me llames asi, que ya soy mayor. --Hija, aunque tengas veinte anos, para tu hermana siempre seras su bichito --escuche que decia Manuela a mi espalda. --Aqui te traigo los tuppers, nana --sonrei, y ella volteo los ojos. --Toda la manana cocinando me tienes, para que te vayas bien cargada de comida. --Pero, si no me dejas que cocine yo sola en mi casa --proteste. --Mientras este yo, ni falta que te hace. --Asi me ha salido de consentida la mayor, y no digamos la pequena --me gire al escuchar a mi padre. --No hemos salido tan consentidas --arquee la ceja. --Es verdad, poco pedis para como son los hijos de algunos amigos mios. --?Que tal el juicio de hoy? --le pregunte, dandole un abrazo. --Bien, pero es un caso de lo mas complicado. Alberto y yo estamos dando palos de ciego. Cada vez que creemos que tenemos todo atado, hay una prueba nueva en contra de nuestro cliente. --Siempre se lo dije, senor Hidalgo, es dificil ser abogado defensor de gente que tiene negocios un poquito turbios. --Manuela, el dia que dejes de llamarme senor Hidalgo, te doy un beso de pelicula, de verdad. --Huy, huy, eso quiero verlo yo --dije, cogiendo un palito de zanahoria para comerlo. --Eso no va a pasar nunca, hija, ya te lo digo yo. --Manuela, no digas nunca jamas, que eso no lo sabes --contesto mi padre. --Y yo que siempre he visto que vosotros haceis buena pareja --dije--, ademas, saltan chispas cuando estais en la misma habitacion. --Lo que me faltaba por oir, vamos --respondio Manuela, volteando de nuevo los ojos. --Llevas doce anos viuda, no tienes hijos, ni mas familia que nosotros. Mujer, no seria raro que te hubieras enamorado de mi padre --me encogi de hombros, cogiendo otro palito de zanahoria. --?Quieres dejar de picotear? Luego no tendras hambre --me rino. --Esto es sano, ni que estuviera comiendo patatas fritas de bolsa --resople. --Cloe, ?me vas a llevar este fin de semana a la playa? --pregunto mi hermana, mirandome con esa carita de cachorro que hacia que no pudiera decirle que no a nada. --No lo he hablado con los demas, carino --conteste. --Pero, puedes hablar ahora. Venga, porfi dime que si, que ha empezado ya el verano. a vez que creemos Llevar a Ana el fin de semana a la playa, significaba coger el coche y hacernos un breve viajecito de poco mas de dos horas para llegar a Tarifa, donde Gabi tenia una casa a pie de playa y a la que nos habia invitado mas de una vez. La verdad es que hacia tiempo que no nos ibamos alli a pasar el fin de semana, asi que no era mala idea, solo que, al llevar a la nina, no podriamos ser nosotros ni hacer segun que locuras de las que tantas veces habiamos hecho. --Voy a poner un mensaje en el grupo y a ver que me dicen, ?te parece? --!Si! Veras como te dicen que se vienen todos --sonrio, y yo hice lo mismo, mientras negaba. No podia con ella. Cloe: Buenas tardes ya, locuelos mios. A ver, que mi hermana quiere ir a la playa, ?quien se apunta? En el caso de que no pudiera venir ninguno, pues no pasaba nada, pues yo tenia llaves de la casa, igual que el resto. Pati: !Hola, guapa! Pues yo no puedo, tengo turno completo el finde, esto de atrapar a los malos me quita la vida, jajaja. Pasadlo bien, bonitas. Un besazo a mi nina Ana. Lucia: !Uf! Si me lo hubieras dicho a principios de semana, te habria dicho que si, pero ya, imposible. Este finde tengo un evento de moda y estoy mas liada que todas las cosas. Para otro me apunto, que necesito unas mini vacaciones a la de ya. !Os quiero!

  • El asesino del patinete de Olaf Serra

    https://gigalibros.com/el-asesino-del-patinete.html

    Andrew Morales es detective de homicidios en la Policia de Seattle. Debera hacer frente a uno de los casos mas complejos de su carrera, y hacer todo lo posible para detener a un asesino en serie que ha empezado a aterrar la ciudad. Su sena caracteristica es atacar a sus victimas montado en un patinete electrico. No deja rastro alguno, no existe relacion entre las victimas y es toda una incognita su identidad. La investigacion sera toda una carrera de obstaculos, mientras importantes cambios en su vida personal le haran replantearse sus prioridades. Nadie es lo que parece a simple vista, y en ocasiones, es necesario rebuscar en su interior para descubrir un oscuro secreto que lucha para salir a la luz.

  • Desaparecida en Siboney de Rosario Raro

    https://gigalibros.com/desaparecida-en-siboney.html

    En 1875, Mauricio Sargal, un millonario antillano retornado a Espana, libertino y bon vivant, se ve obligado a regresar a Cuba cuando le comunican que su hermana Dulce ha desaparecido de su hacienda en Siboney. Para saber de ella tendra que enfrentarse a su cunado, Bartolome Gormaz, quien fuera profugo de la justicia y que, con el olvido de cualquier escrupulo, ha conseguido reunir una de las mayores fortunas de todos los territorios espanoles, peninsulares y de ultramar. En su busqueda, Mauricio encontrara tambien el amor en la enigmatica Deva, por la que sentira una atraccion irresistible.