• libro la curandera de atenas - Carlos Valdelagua

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    Francisca, curandera y orgullosa de serlo, no tiene problemas viviendo de la mendicidad, el engano, y sus trucos de adivinacion. Y aunque la Inquisicion esta empezando a mostrar signos de decadencia, cualquier sanadora podria ser acusada de brujeria.

  • La curandera de Atenas - Isabel Martín | PlanetadeLibros

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    15 jun 2010 — Recibe cada mes las novedades de novela histórica. Cargando... Otros libros de Novela histórica.

  • LA CURANDERA DE ATENAS | ISABEL MARTI | Casa del Libro

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  • LA CURANDERA DE ATENAS | ISABEL MARTIN - Casa del ...

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  • La curandera de Atenas (TH Novela) : Martín, Isabel: Amazon.es

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  • La curandera de Atenas (Novela) - Libros - Amazon.es

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  • La curandera de Atenas - Libro de Isabel Martín - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/46918/la-curandera-de-atenas

    Es una fantástica novela de aventuras y de amor en el marco de la Atenas de Pericles, desde su máximo esplendor hasta su caída. Me ha encantado la protagonista, ...

  • La curandera de Atenas - Isabel Martín -5% en libros | FNAC

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  • LA CURANDERA DE ATENAS. ISABEL MARTÍN. Comprar libro

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  • LA CURANDERA DE ATENAS. MARTIN,ISABEL. Comprar libro

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  • LA CURANDERA DE ATENAS - ISABEL MARTIN - Agapea

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  • Soldado de Carlos Valdelagua

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    Gonzalo se desperto en el fondo de un barranco con una brecha en la cabeza y tan malherido que no podia ponerse en pie. No recordaba nada, ni siquiera su nombre. Imagino que era soldado de alguno de los regimientos que luchaban en tierras valencianas y solo confiaba en que alguna persona caritativa se apiadara de el y le ayudara.

  • Secretos Inconfesables. Una pasion tan peligrosa que pocos se atreverian 1 de Mercedes Franco

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    Andre Ackermann es un prestigioso psiquiatra berlines que sin querer termina atrapado en una voragine de politica cuando se enamora de la hermosa y misteriosa esposa de un oficial de la SS, el terrible y peligroso general Otis Furtwangler.

  • Malon de amor y muerte de Graciela Ramos

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    Invierno de 1829. El pais estaba despiadado, ignorante y salvaje, asi lo definia don Julio Ramirez con sus amigos. Habia logrado liberarse de los colonizadores espanoles hacia trece anos, pero ahora la guerra civil era duena de las calles y los malones de indios dominaban los campos. La polvareda y la sangre embarraban los dias de los inocentes. Jose Maria Paz tomaba la gobernacion de la provincia. Juan Bautista Bustos pedia ayuda a Facundo Quiroga, pero ambos eran derrotados por Paz en la batalla de La Tablada el 23 de junio de 1829. En Villa de Tulumba, provincia de Cordoba, se establecia la hegemonia de la familia Reinafe, cuyos cuatro hijos eran federalistas. El interior del pais claudicaba ante los ataques de los malones que desgraciaban a las familias, los fusilamientos por diferencias politicas y las batallas que estaban a la orden del descuido… CAPITULO 1 LA APARICION Villa de Tulumba, estancia La Esperanza Rosalia suspiro y mientras miraba a sus hermanas se aletargo aburrida en el sillon. --!Tanta jarana por un vestido nuevo! --decia, harta de ver como perdian sus preciadas horas repitiendo la misma situacion, mirando una tela, luego otra, luego la misma. --!Rosalia!, acercate, manana viene Celia por las medidas y los modelos. Ven, amor, elige telas --decia carinosamente dona Ana Alvarez, madre de tres hermosas hijas y esposa de don Julio Ramirez. Una carismatica mujercita espanola, curvilinea, de gestos claros y mirada honda. --Si, claro, las vamos a usar para conquistar a los indios… --agrego Rosalia desafiante. --Hermanita, con estas telas vamos a ser la envidia de todas las muchachas, si Celia llega a tiempo con los vestidos para la tertulia de dona Mercedes y podemos viajar --decia Juana, la menor de la familia. --Si, y somos las primeras en elegir. Imaginate, las Cabrera se deben estar comiendo las unas --agregaba Teresa, la hermana mayor. La vida en el campo no era facil. Don Julio, viendo crecer a sus hijas, se preguntaba muchas veces si no debian mudarse a la ciudad. Alli tendrian mas posibilidades de ir al convento a estudiar, de viajar y hasta de poder conseguir un marido importante. Tal vez tendrian que pasar mas tiempo en la casa de la ciudad. Tal vez, tal vez… Las dudas mandaban en la mente de don Julio que veia como sus pequenas mujercitas se convertian en bellas e interesantes mujeres. Cada una de ellas se definia en su caracter, sus gustos. Eran totalmente diferentes entre si. Las hermanas Ramirez seguian eligiendo telas bajo la mirada de dona Ana, quien se detuvo en Rosalia. Tenia que hablar con su esposo sobre su segunda hija, ya deberia tener un pretendiente, sus inclinaciones por estudiar la habian alejado de la vida social que llevaban sus hermanas. Siempre estaba con un libro en la mano, o ensenando a leer a los criados. Rosalia, mas que un marido, pretendia un viaje a Francia o a Espana. Conocer el viejo mundo era una de sus ambiciones. Odiaba ese tipo de tertulias, un vestido y listo… para ella estaba bien. Teresa, la mayor, miraba minuciosamente las telas, se detenia en las puntillas… seguro estaba pensando en Francisco. El Reinafe la volvia loca, ?tendria un amorio a escondidas? La habia visto varias veces conversando con el; si don Julio se enteraba, la enclaustraba en las Carmelitas, no estaba en sus planes entregar a su hija a un coronel involucrado en la guerra civil que afectaba al pais en ese momento. Don Julio era un hombre de negocios muy respetado en la zona, recto y de pocas palabras, no compartia credo con los Reinafe, "esos caudillos criados por la hermana". Pensaba que no estaban bien asesorados, que eran buena gente con malas companias. No confraternizaba con las ideas del federalismo. Era mas amigo de algunos proyectos del unitario Paz, aunque sostenia que habia que sacar lo mejor de ambos partidos. Don Julio, al igual que habia hecho su padre, comerciaba sus productos sin considerar colores ni partidos. Esa conducta le habia infundido respeto a su imagen. Las horas pasaban y Rosalia se sentia empalagada por la situacion. Las telas empezaban a lucir todas iguales, el te posaba frio junto a la tortilla. Observaba a sus hermanas que simulaban diferentes modelos sobre sus cuerpos con los delicados generos. Las risas mostraban alegria y diversion. Agobiada, se levanto, busco su abrigo y salio a caminar un poco para despejarse. Esquivo la guardia que custodiaba la estancia ante los posibles ataques de indios, y anduvo sin rumbo durante un rato hasta que termino sentada sobre una piedra al costado del arroyo que se habia tragado su propia agua. Habia hecho caso omiso a sus pensamientos de prevencion; hacia apenas unos dias los indios habian atacado una estancia vecina dejando solo penuria y dolor. Don Julio habia prohibido la salida a sus hijas sin previa autorizacion. Rosalia decia que su padre era exagerado, pero el sabia muy bien de lo que hablaba. El frio gelido y seco enrojecia las mejillas de la muchacha. Le gustaba llenar sus pulmones de aire fresco, tomando revancha de los extremos calores del verano. Abrazo su chal de lana y cruzo el arroyo seco y hambriento de lluvias. Se lanzo al camino, las huellas le facilitaban el paseo. Sabia que no debia pasear sola por alli, nunca. Pero una de las caracteristicas de Rosalia era justamente su rebeldia. Caminaba inmersa en sus pensamientos y ese fue el motivo por el cual no sintio el taconeo del caballo que venia soplado por el viento. Cuando lo vio, ya estaba alli. Parecia que iba a atropellarla, sintio que su corazon se detenia. ?En que momento aparecio ese hombre? Se paro, tomo su faldon con ambas manos para salir corriendo, pero no pudo dar un solo paso. Habia quedado paralizada por el gran susto. --!Cuidado! --alcanzo a gritar al ver al caballo casi sobre su cuerpo y temiendo que el extrano quisiera cargarla en ancas y llevarsela. El corcel cayo de rodillas confundido ante las ordenes y tirones de las riendas del jinete asustado. --!?Pero que hace en el medio del camino, mujer?! Casi la aplasto con mi caballo --dijo el joven muy enojado, pero aliviado de no haber lastimado a esa muchacha que habia quedado impavida mirandolo. Salto del potro quedando al lado de Rosalia. En cuanto la vio se sintio conmovido y cambio enseguida su actitud: --Perdon, senorita, si la asuste, en realidad no la habia visto --dijo el muchacho. Rosalia habia perdido la voz, por mas esfuerzo que hacia, las palabras encallaban en su boca; de imaginarse sobre el caballo, tomada por un indio, ahora estaba frente a este caballero desconocido. Su voz salia acompanada de un dejo espanol, le recordaba a su madre. --?Esta usted bien? --insistio. --Si, si, claro, y usted casi me atropella --le contesto levantando su menton y estirando las cejas hacia arriba. --Tiene razon, lo que pasa es que no imagine que una hermosa mujercita sola estuviera en esta espesura. El joven estaba maravillado ante la aparicion en el medio del camino. No tenia ganas de seguir, pero… --Me dirijo a la estancia Santa Clara, ?sabe usted si estoy bien encaminado? --Caballero, no tengo idea, pero le sugiero que siga hacia el camino principal, seguro que alli sabran indicarle --dijo algo aturdida. Ese mocito habia logrado cortarle la respiracion, pero ella jamas perderia la compostura. --Mucho gusto. Me llamo Alfonso Cornejo. Y usted, ?cual es su gracia? --?Que? !Ah! Rosalia… --contesto ruborizada. --?Rosalia…? --Si, Rosalia Ramirez --dijo sin saber como continuar. Habia quedado cautivada por el atractivo del muchacho. Era alto y fortachon. Su cabello suave y rubio brillaba resaltado por su rostro bronceado. Sus rasgos duros contrastaban con su mirada suave; la boca grande y sus labios intensos. Queria irse de alli, pero no podia moverse. --Sigo mi trayecto, seguro nos volveremos a ver --dijo Alfonso mientras comenzaba a caminar al costado de su caballo. Luego de varios pasos regreso la mirada sobre su hombro y la vio, atontada, observandolo. Le guino un ojo y siguio. Con una sonrisa victoriosa, ahora si, salto sobre su potro y se perdio entre los espinillos. Le gustaba esa sensacion, siempre ganaba con las mujeres. Rosalia habia quedado embelesada con ese hombre. ?De donde habia salido? No era de por alli, conocia bien a todos los vecinos. Bueno, tal vez estaba de paso; por ese lugar transitaba mucha gente que venia de lejos. Pero estaba solo y nadie viajaba sin compania en esas epocas tan turbulentas. Automaticamente sus pensamientos cambiaron por el recuerdo del encantador rostro del mocito desconocido. Luego del altercado, y mirando hacia todos lados, regreso a la estancia con paso rapido y una sonrisa sonadora. ?Pero que habia pasado? La dura Rosalia, la intelectual… ?habia quedado prendada de la estampa de un desconocido? En la casa la reunion ya estaba llegando a su fin, se embrollo con disimulo entre sus hermanas, pero a dona Ana no se le escapaba nada y la miraba por el rabillo del ojo. Siempre excluida de todas las reuniones, solo lograba que asistiera bajo presion, y al menor descuido, desaparecia. ?De donde habia salido esta nina?, pensaba, ella era tan sociable, siempre pendiente de todos los detalles, los vestidos, las reuniones, los viajes… igual que sus otras dos hijas que siempre reclamaban vestidos nuevos y querian permanecer mas tiempo en la casa de Cordoba. A Rosalia solo le interesaba contradecir todas las opiniones y reclamar espacios libres para su lectura.

  • El Amor Que Tuvimos Y Perdimos (LGBT) de Fabian Tapia

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    Estonia, 1960
    Para Anton la llegada de Mihkel supone una revelacion; el es un joven dedicado a los tulipanes (el ultimo rastro que dejo su padre ausente) y Mihk es un joven que llega por un intercambio de Alemania para lograr la escultura que lo catapulte a la Universidad de sus suenos. Anton solo espera poder recabar la valentia necesaria para poner en orden sus pensamientos teniendolo cerca y lejos -porque el amor, segun el, es una casa que salta por los aires-. Pronto se veran envueltos en un torrido romance en el que ninguno de los dos estara a salvo, pues no estan muy seguros de que disimular sea la opcion mas correcta porque podrian desaparecerse en medio del secreto.
    En Estonia, lo saben ambos, un amor asi se castiga.
    Pero, ?no duele mas el castigo de dos corazones en la distancia?

  • Mas Alla Del Fin Del Mundo de Julieta Valdes

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    Avanzamos tierra adentro y cuando paramos, se formo alrededor del camion una nube de polvo. Bajamos el equipaje, yo cargando con la mochila y mama arrastrando una maleta mas ancha que ella. Hubo quizas unas veinte paradas antes que nosotros, cada pasajero podia bajarse a su antojo haciendole una simple senal al chofer. No habia paradas, solamente caminos y siguiendolos con la vista descubria la silueta de algunas casas, alejadas de todo. Fue un schock haber dejado la ciudad y su amontonamiento de casa, oficinas y edificios, para llegar a este lugar donde apenas se podia distinguir un par de casas en la inmensidad del campo. El polvo se aquieto, el autobus ya se habia alejado y quedamos las dos, mama y yo, en este lugar donde no se veia mas que una gran extension de tierra, arboles y colina abajo un lago que reflejaba la luz del sol. Suspire. Esto era como llegar al fin del mundo, pero peor porque de ahora en adelante tendriamos que vivir ahi. Pregunte: – ?Estas segura que es aqui? Y mama contesto con una inclinacion de la cabeza y una sonrisa, como contestaba ultimamente a mis preguntas ironicas. Maldije entre dientes a la abuela por legarnos semejante lugar y a papa por haber muerto y habernos dejado sin nada, pero ya mama se encaminaba por un sendero que subia. Era un camino estrecho y empinado por el cual las ruedas de la maleta iban atascandose, era un sendero mezcla de arena y piedras, un sendero al que no le habian dado mantenimiento y que la hierba volvia a invadir. Yo miraba a la izquierda y a la derecha y me preguntaba donde estaba el pueblo y donde habria una oficina del correo. Habia dejado atras mis amigos de toda la vida, mi escuela, mi calle, mi casa y sentia la necesidad de ponerme a escribir. Quejarme con ellos de este nuevo hogar y esperar noticias de alla. Si seguian los mismos maestros, que habian hecho durante el verano, si la directora seguia siendo una bruja imposible. Y todo lo demas que no podria saber ni preguntar porque de ahora en adelante mi vida se llevaria a cabo del otro lado del mundo. Divagaba pensando en las cartas que iba a escribir y a quien y quien seria la primera de mis amigas en contestarlas cuando la cabana se alzo frente a mis ojos. Era una construccion de un solo piso, de piedra y madera, y podria haber salido de una postal hasta que abrimos la puerta y nos recibio un olor a moho, a madera humeda y una sala de muebles desvencijados: un sillon que solia ser cafe estaba perdiendo su color y cuando me quise sentar en el reposet me hundi y levante polvo. Habia telaranas y mama se apresuro en abrir las ventanas, entro un aire fresco, propio de la montana y me espante al imaginar el frio de las noches. – Tiene que haber cobijas en algun lado. - me dijo mama como si pudiera leerme el pensamiento. – Voy a buscarla, tu puedes escoger el cuarto que mas te gusta. Era un poco presuntuoso hablar de elegir mi cuarto porque en realidad solo habia dos opciones, un cuarto grande y con papel tapiz de flores que debia haber sido de la abuela y me daba un poco de terror, y otro mas sencillo que debia ser un estudio y cuarto de invitados que tenia paredes en azul cielo, un escritorio y una ventana que daba al valle y al lago. Deje mis cosas y me sente sobre la cama, comprobe que no estaba tan mal y me deje caer para ver al techo. Esta era mi nueva realidad y no habia mucho que podia hacer al respecto. Podia haber guardado mi ropa, pero lo deje para mas tarde y tuve antojo de un vaso de leche y ver la tele. Esto me hizo pensar que no habia visto una television en ninguno de los cuartos, recorri toda la casa, me fije en cada rincon de la sala, pero no vi el aparato, tenia que asegurarme: – Mama, ?no hay television? - grite bastante histerica. – Creo que no. Tendremos que preguntar en el pueblo si las antenas llegan hasta aqui. – Si, por supuesto, esto era lo unico que faltaba. Vivir en un pueblo mugriento con polvo, borregos y nada mas. Me tire sobre el sillon y retuve las lagrimas. No sabia si estaba triste, enojada, o ambas cosas. Queria, sobre todo, culpar a alguien de mi desgracia, pero solo estaba mama que ya estaba encargandose de limpiar con agua los muebles y a la que no podia culpar, ya habia cargado con todo lo de papa, luego lo de la abuela, y ahora la mudanza; no estaba para lidiar ademas con una prepuberta encaprichada, ya veria como hacerle con lo de la television. Me puse a ayudarla, tomando otro trapo para ir quitando la capa de polvo a los muebles y ella dijo: – Bueno, no hay television, pero tengo que ensenarte algo. Al lado del cuarto de mama habia una recamara mas pequena con uno de esos sillones reclinables y estanterias de piso a techo. Cada nivel estaba cubierto de libros: pequenos, medianos y grandes, de piel y de papel rigido, nombres y nombres que desfilaban ante mi. La pequena biblioteca, a diferencia de la casa, estaba impoluta. No me habia podido traer todos mis libros de la ciudad, era imposible y descubrir este cuarto era como entrar a un paraiso. De inmediato fui recorriendo los estantes y leyendo el nombre de los volumenes, habia algunos titulos que conocia, pero muchos que eran una novedad para mi. Habia novelas de misterio que databan de los anos cincuenta y que tenia cubiertas como posters de peliculas antiguas, habia novelas de ciencia ficcion y habia clasicos, empastado y con las letras doradas. Mama debio haber emparejado la puerta lentamente porque cuando voltee ya no estaba y no volvio a llamarme hasta que llego la hora de cenar. La tarde paso en un suspiro, siempre he tenido fascinacion por los libros, desde pequena y el sillon estaba tan comodo que uno no necesitaba pararse. Supuse que habia atardecido cuando me levante para prender la luz, sin soltar el libro que estaba en mis manos y me encontre con los ojos color avellana de mama asomados a la puerta, y ella me recordo que todavia habia que comer y acomodar nuestras pertenencias. – Tu abuela pasaba mucho tiempo en este cuarto. – Yo tenia un recuerdo bastante borroso de la abuela. Recordaba que me hacia comer cosas que no me gustaban y mas adelante que llevaba una mascara para ayudarla a respirar. Ahora, tambien ella habia muerto y escuchar hablar de ella me hacia sentir acompanada. Mama me conto como era periodista y habia vivido en unos anos donde no era facil ser mujer, estar divorciada y mantener a sus hijos. Me conto que sus libros favoritos eran de ciencia ficcion y que, si buscaba bien, debia de encontrar tambien en algun rincon los cuadernos que se habia propuesto transformar en una novela que nunca habia terminado. Mi nueva recamara tenia una boveda y una cama con un colchon suave, todo en tonos azules. Habia traido conmigo mi ropa, mis peluches favoritos, mi diario; lo que cabia en una maleta. Trataba de no recordar demasiado la casa que habiamos dejado atras ni tampoco todas las cosas que habiamos tenido que vender. En un par de meses la vida habia cambiado por completo y con un suspiro acomode una foto de los tres: papa, mama y yo; una foto tomada en el jardin donde yo vestia mi traje de bailarina y los dos me abrazaban. Mama me habia comprado antes de irnos unas calcomanias en forma de estrellas que podian pegarse a la pared y brillaban en la noche. Las acomode sobre la boveda y puse la ropa en los cajones y en el armario. Por la ventana podia verse el lago y, a un lado, las tejas de otras casas, cada una separada de la otra por varios kilometros. Esto era tan distinto de nuestra ciudad donde todas las casas del barrio estaban pegadas unas a otras y donde los vecinos se saludaban cuando salian, porque a fuerza de vivir pegados conocian el nombre y la historia de todos y cada uno. Antes de acostarme redacte una larga carta para mi mejor amiga donde me quejaba amargamente de haber sido expulsada a la ultima frontera del mundo en un lugar donde solo vivian borregos y algunos leneros (no tenia idea si eran leneros, pero algo tenia que contar y esta era la idea que me hacia de las personas que habitaban las otras cabanas). Asi llene tres cuartillas, ida y vuelta de puros reproches. No le dije que desde mi ventana el lago se veia hermoso ni que la luna se reflejaba en el. Tampoco le hable de mis estrellas que contemple durante largo rato porque no queria llorar. No queria aceptar que estaba triste, de lejos era mejor estar enojada y me quede dormida. En los dias siguientes, descubriria que tan distinto era vivir mas alla del fin del mundo. CAPITULO 2 Al dia siguiente mama me acompano hasta la oficina de correo, caminamos unos cuarenta minutos para llegar al pueblo, pero el dia estaba despejado y los paisajes hermosos. El pueblo no era mas que un par de calles y las tiendas con los esenciales, pedi los timbres y el encargado se inclino hacia mi. Tenia un bigote muy poblado y al igual que los demas hablaba cantadito: – La pequena se parece mucho a la abuela, ?verdad? – Eso dijo, nada mas, y mama se rio y me guio hasta la salida. La frene de la manga: – ?Es cierto? ?La abuela paso mucho tiempo aqui? ?Tu tambien? Veo que conoces a mucha gente. ?Por que yo no conocia el lugar? Acribillada por mis preguntas, mama me llevo a tomar un chocolate caliente, a la unica cafeteria que daba al lago y tenia mesas adentro y afuera, mucha madera y el mejor chocolate caliente que he probado en mi vida rematado de una generosa cantidad de crema chantilly. Mis nervios se iban calmando mis nervios y mientras yo enfriaba el espeso liquido, mama hablo; tiene una voz suave y puede hablar mucho tiempo sin que nadie se aburra. No lo hacia a menudo, pero cuando se decidia a contar una historia cautivaba la atencion de cualquiera. Durante su relato, miro mucho por la ventana hacia el lago y de vez en cuando me acariciaba la mano como para hacerme saber que estaba consciente de mi presencia. – Este lugar es un santuario, Isabelle, un refugio para mujeres podria decirse. Tu abuela se enamoro muy joven de un hombre que estaba por casarse, era un matrimonio de conveniencia, pero el tenia que cumplir y ellos nunca pudieron estar juntos. Entonces tu abuela partio y estuvo en muchos paises andando y trabajando. Luego, encontro este lugar y en el supo que podria curarse y volver a vivir. Solo leia y escribia y asi se recuperaba. Cuando por fin volvio al mundo no tardo en hallar marido y me tuvo a mi. Tu abuelo al igual que tu papa nunca se entero de la cabana. Era un secreto bien protegido y yo habia venido de soltera, a veces con tu abuela, a veces sola. La abuela paso muchos meses cuando ya no trabajaba intentando escribir un libro que nunca acabo. Por mi lado, yo tambien estuve aqui unas semanas, recien terminada la carrera de farmacologia para escoger que iba ser de mi futuro. Como te decia este es una especie de lugar sagrado al que no podia llevarte porque aun no era tiempo y porque tu papa no debia enterarse. – Entonces, ?es una cabana secreta, mama? – Es un lugar magico. Ojala tambien para ti funcione la cabana y las dos podamos curar nuestras heridas antes de regresar al mundo. Es verdad que cada dia te pareces mas a la abuela: eres terca como una mula y sabes ser muy ironica. Trataremos de hallar un retrato o una foto para que pueda ensenarte como era tu abuela de joven. Hasta quizas, algun dia, escribas un libro. ?Quien sabe? Por el momento, debemos de preparar tu regreso a la escuela y puedes aprovechar estas semanas para conocer el lugar y familiarizarte con los caminos. Nada dijo de papa ni de la falta que nos hacia a las dos, pero comprendi que el dolor era de ambas y casi agradeci no estar en un lugar donde tuviera que recordarlo todo el tiempo. Nos fuimos del cafe abrazadas y siguiendo su consejo me fui al bosque a hacerme amiga de mi nuevo hogar. – Te vere en casa. - le dije a mama y ella me sonrio antes de emprender el camino de regreso. A un costado del pueblo estaba la entrada con varios senderos para caminata, uno de los caminos el que indicaba ser el mas corto iba a dar a un claro y en centro del claro una gran piedra, contra ella me recargue para descansar de la caminata y ahi, por primera vez desde hace unos meses, pude llorar a gusto, lejos de las miradas y hasta perder el aliento. Cuando volvi mama tenia preparada una sopa de cebolla, mi favorita, y comimos las dos a la luz de unas velas que encontramos en un cajon de la cocina. Mama dijo que habia encontrado un baul con algunas fotografias y tambien un retrato. Aunque la sopa estaba deliciosa me apure lo mas que pude y hasta lave mi plato. – Lista, ya podemos ver el baul.- Mama que no habia terminado se rio y termino su sopa a toda velocidad. Nos acercamos al baul, era verde con puas de metal, estaba rodeado por agarraderas de cuero y cuando lo abrimos se escapo un olor a humedad. Era como desenterrar un tesoro. Adentro habia cajas de piel con alhajas y tambien varios albumes. Habia fotografias en sepia que la verdad daban un poco de miedo. Estaba mi abuela y tambien sus padres vestidos de negro. Luego, habia unas mas recientes donde aparecian mi mama y la abuela juntas y era cierto, las tres teniamos un parecido imposible de negar. Tambien habia unas fotos de mama cuando era muy pequena y tenia un copete horrendo y hacia cara de puchero. Me rei mucho y le hice un poco de burla por las muecas. – Es porque no te acuerdas como era tu de pequena- me dijo en son de broma. Al final, en el fondo del baul desenterramos un retrato hecho a lapiz donde aparecia la abuela con una cara muy seria, estaba de medio perfil con una camisa de lino aunque el retrato se enfocaba sobre todo a la cara. Sus rasgos eran los mios, la misma nariz delgada, la boca pequena en forma de corazon y la mirada. Me impresiono la semblanza y senti tristeza de no haber conocido mejor a la persona de quien, quizas, habia heredado mas de lo que sospechaba. Acompanando el retrato se encontraba un fajo de hojas, tecleadas en maquina de escribir, atados con una cinta de seda. En los margenes habia anotaciones en lapiz, correcciones imagine y mama parecio reconocer la letra: – Esta debe ser la novela de la abuela. Las cartas y el resto de lo que pudo escribir me pidio que lo quemara asi que eso es lo que queda. Lo puedes leer si te interesa. No tuvo que repetirlo dos veces. Esta misma noche, me lleve el legajo a la cama y con ayuda de la lamparita de buro fui descubriendo el manuscrito hasta que el alba empezo a despuntar y la luz se hizo camino por la ventana. Desperte hacia el medio dia y todavia me faltaba bastante por leer. Sin embargo, mama habia elaborado otros planes para nosotras. Una cesta con comida me indico que ibamos a pasar la tarde fuera y, a reganadientes, abandone el libro. En el pueblo, que para entonces ya habia apodado El Fin del Mundo, pasamos a la tienda principal que tambien era la unica. El negocio era atendido por una pareja en sus cincuentas y era como un super mercado con todo tipo de cosas. Vendian desde el periodico, la leche, pescado, carne y medicinas. Los estantes de metal estaban repletos. La duena del local nos explico: – Cuando el invierno llega, muchas veces la carretera queda cortada y mas vale estar bien surtidos. Puse una cara de preocupacion terrible. ?Que queria decir esto? Estariamos completamente cortados del mundo, la idea era espantosa pero la gente del lugar no parecia estar preocupada, debian de estar acostumbrados, pero yo pasaba de una sorpresa a la otra. Mama compro dos canas de pescar y tambien unos anzuelos que por fortuna era de plastico. Habia visto los recipientes de plastico donde guardaban moscas verdes y lombrices, algo que no estaba dispuesta a agarrar con las manos. Descendimos hasta el lago que de cerca se apreciaba mucho mas grande que desde la ventana. En un banco de arena nos acomodamos y mama me enseno a lanzar el hilo, amarrar los anzuelos y a fijar la cana en la arena. – Mama, eres toda una exploradora de la naturaleza. - le dije, sinceramente impresionada porque no habia visto a mi mama mas que en su bata de trabajo o adentro de la casa, ella me guino un ojo. Una vez que estaban en posicion me quede parada pensando que de inmediato iba a sacudirse la cana y tendria un jugoso pez en la linea, pero mama saco de la canasta una novela y se acomodo en el suelo: – ?Y ahora que? - pregunte un poco desperada. – Ahora nada. Hay que esperar, pero ya vendra, mientras puedo leerte algo si quieres. Me sente y ataque el salami que teniamos guardado mientras mama iba leyendo Mujercitas, uno de mis libros favoritos. De vez en cuando la historia se ponia muy tensa y entonces mama se mordia el labio inferior antes de continuar, un tic que ha tenido desde que tengo memoria. Yo vivia suspendida de su voz y de las hermanas que habitaban esa casa. A la mitad, hizo una pausa para descansar y tomar agua, quiso saber como avanzaba el libro de la abuela: – ?No lo has leido? – era extrano que ella no lo hubiera hojeado. – No, tu abuela me platico que estaba escribiendo, pero nunca quiso ensenarme nada asi que preferi dejarlo en paz. – Es bastante raro, habla de una vieja leyenda y de una isla olvidada donde las mujeres tienen poderes magicos. Algo pasa y el personaje principal tiene que abandonar su mundo para irse a vivir a la isla. Mama estaba viendome sin parpadear, parecia sacudida por mis palabras y no entendia muy bien que podria haberla perturbado. Pronto nuestra platica quedo interrumpida porque mi cana empezo a moverse y ladearse hacia adentro del lago. Entre las dos corrimos a sostener la cana y jalamos del torniquete un pez que media lo que mis dos manos juntas y que agitaba sus escamas, reflejando el sol. Estaba muy bonito y entre mas lo miraba menos podia pensar en comermelo. Mama estuvo de acuerdo conmigo y lo liberamos en el agua. Dio un salto y se alejo soltando burbujas. Me senti aliviada: – ?Que vamos a cenar? – Ya haremos crepas- mama se encogio de hombros y regresamos a la cabana. En la noche, mama me platico que habia un colegio en una ciudad cercana. Ahi podria terminar mi ultimo ano de secundaria. Tomaria un camion por las mananas y el mismo me regresaria en las tardes. – ?Te sientes lista para volver, Isa? - sabia que mama estaba inquieta y que no sabia si podia volver despues de lo de papa, pero me sentia lista, tenia miedo, pero tambien queria volver a la normalidad. – Lo estoy, Ma, te lo prometo. - la abrace. Todavia me separaban varias semanas antes del regreso a la escuela y dividi mi tiempo entre largas caminatas y estancias prolongadas en el estudio que se habia vuelto mi cuarto favorito. Termine el libro de la abuela y me parecio bastante bueno. Quien sabe por que no se habia animado a ensenarlo a otras personas o publicarlo. El pais del que hablaba era tan fantastico, tan diferente que me dieron ganas de conocerlo. Una tarde estaba tratando de alcanzar uno de los estantes mas altos de la pequena biblioteca, habia arrimado la silla y sobre la silla habia puesto un cojin y ahi estaba en un equilibrio precario balanceandome para poder agarrar un volumen grueso, de pasta marron, que me parecia especialmente atractivo. En algun momento las patas de la silla perdieron su punto de balance, intente retenerme de los libros y de la madera, pero el resultado fue que cai contra el suelo sepultada por varios manuscritos.

  • Cuentos de buenas noches para ninas rebeldes de Elena Favilli , Francesca Cavallo

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    Habia una vez una princesa… ?una princesa? !?Que?! Habia una vez nina que queria llegar hasta Marte. Erase una vez una mujer que se convirtio en una de las mejores tenistas del mundo y otra que descubrio como se da la metamorfosis de las mariposas.

  • El tiempo es algo muy liviano de Aurea Vicenta Gonzalez

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    En un futuro inmediato, entre avances tecnologicos que ya se atisban hoy, tres generaciones de mujeres perseveran en su empeno: ser ellas mismas.
    La atenta contemplacion de un lienzo de El Greco ofrecio en su dia a la mas anciana la expectativa de un hallazgo por el que todavia lucha con denuedo, pese a la edad.
    El afan de estudios superiores aproxima a la mas joven con su ancestro, al tiempo que su capacidad de empatia crece y se manifiesta.
    El respeto obra el milagro de la reconciliacion con el pasado, algo que jamas llego a imaginarse la protagonista.
    Amistad, lealtad, temores, dicha, desilusiones, esperanzas..., todo puede acarrearlo la vida sin que importe la edad fisica del ser humano ni la epoca en la que discurra su existencia ya que segun el poeta "Hoy es siempre todavia".

  • Con mis bragas por bandera de Garbine Las Heras

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    ?Echabas de menos a las Incompresas?!Pues ya estan aqui! Claudia, Martina y Silvia, quienes nos mostraron El increible mundo de mear sentada vuelven a la carga y esta vez mas naturales que nunca. Silvia, ya totalmente inmersa en su rol de madre, empezara a entender que, en muchas ocasiones, <>. Con carino pero con claridad nos hablara de ampliar la familia, de abrirse al mundo laboral y de las trabas para la conciliacion. Claudia, a pesar de sus circunstancias y sus barreras, nos muestra una vez mas que con fuerza y decision puede superar todo lo que se proponga. ?Que implicara para ella el reencuentro con Jon? Martina, mas valiente que nunca, seguira dejandonos ser participes de los vaivenes de su matrimonio. ?Conseguira esta pareja recuperar la confianza perdida?

  • Un mundo al alcance de la mano de Maylis De Kerangal

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    En su juventud, cuando no sabia muy bien que hacer con su vida, la parisina Paula Krast se marcho a Bruselas a estudiar arte. Alli conocio al timido Jonas, por el que sintio un deseo no siempre correspondido, y a Kate, una escocesa pelirroja y escultural. El trio sello su amistad en esos anos repletos de entusiasta creatividad y de suenos que despues, con el tiempo, no siempre llegaron al puerto previsto.
    Paula, que trabaja con la tecnica del trompe-l'oeil -es decir, con la pintura que imita a la realidad enganando al ojo humano; que, siendo representacion, busca la apariencia de realidad-, seguira un periplo vital que la llevara a los legendarios pero ya decrepitos estudios de Cinecitta en las afueras de Roma -donde trabajara en los decorados de Habemus Papam de Nanni Moretti y vivira una fugaz relacion amorosa con un italiano-; a Moscu, donde se esta rodando una version cinematografica de Anna Karenina, y finalmente a las cuevas de Lascaux, donde nuestros lejanos antepasados pintaron escenas en las paredes para contar su historia, donde la necesidad de narrar para dar sentido a nuestras vidas dejo un testimonio primigenio...
    Esta novela sutil y bellisima, rebosante de matices, nos habla de los suenos juveniles, de la amistad y el amor, de la evolucion personal, de recorridos geograficos y vitales, de la creatividad, de la relacion del artista con los materiales con los que trabaja, de la realidad y la ficcion, del arte como un modo de buscar el sentido de la vida y de entendernos a nosotros mismos, de la necesidad que tenemos los seres humanos de contar historias.

  • El Rey (Colomba y Dante 3) de Sandrone Dazieri

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    La ultima y esperadisima entrega del gran autor del spaghetti crime: Sandrone Dazieri. Una estrella de la novela negra europea junto a Lemaitre y Dicker.

  • Cuentos completos de Vladimir Nabokov

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    Un hombre que esta escribiendo en su despacho es interrumpido por un duende del bosque, un concertista de piano se dispone a poner fin a su carrera, un barbero afeita al hombre que lo torturo, un sonador timido hace un pacto con el Diablo…
    Los sesenta y ocho relatos de Vladimir Nabokov que se incluyen en esta edicion definitiva de su obra cuentistica, preparada por su hijo Dmitri, permiten disfrutar de su inconmensurable virtuosismo literario: de sus piruetas tematicas y formales, de sus inquietantes ambiguedades, de su elegante manejo del idioma, de la presencia de los temas -como el del doble- que lo fascinaban y de los muchos lugares que dejaron huella en el: la Rusia de su infancia, la Inglaterra de sus anos de estudiante, la Alemania y la Francia del exilio y despues esos Estados Unidos que siempre observo con sagaz y nada complaciente mirada de europeo.
    La incorporacion de este libro al catalogo de Anagrama permite anadir una pieza mas al puzle de la rica produccion literaria de Nabokov, del que hemos publicado el grueso de su obra novelistica. Y, como en las novelas, en estos cuentos brilla la inagotable inventiva de uno de los escritores autenticamente imprescindibles del siglo XX.

  • Dejame amarte (Dejame amarte 1) de Norah Carter, James M. Miller

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    Por fin aterrice en Ibiza, la isla magica la llamaban. Al bajar por las escaleras del avion casi pude percibir el olor a mar. Tras un ano de trabajo casi sin tiempo para mi, aqui estaba, ya dispuesta a disfrutar de tan merecidas vacaciones. – !Que empiece la fiesta! -grito desatada mi amiga Letizia mientras bajaba las escaleras de dos en dos, haciendo la cabra. – !Que tiemble Ibiza, que alla vamos! -respondio chillando Alessandra, que venia con ganas de comerse el mundo. Negue con la cabeza ante el espectaculo que estaban montando mis amigas nada mas llegar a la isla, la gente nos miraba pensando que veniamos de despedida de soltera. Era nuestra primera vez en Ibiza para las tres y podia ocurrir cualquier cosa. – Paola, no nos mires con esa cara que luego te damos dos Gin Tonics, te vienes arriba y no hay quien te averguence -me solto Alessandra ante la atenta mirada de todos los viajeros que andaban siguiendonos hasta llegar a la recogida de maletas. Una sonrisa juguetona se reflejo en mi cara a la vez que la miraba, dejando entrever que no pensaba contestarle y menos delante de tanto publico. Llegamos hasta las cintas donde comenzo a salir el equipaje de todos los pasajeros, rapidamente pude observar mi equipaje; haber comprado una maleta de color amarillo chillon me hizo ser de las primeras en reconocerla y cogerla, asi que les dije a mis amigas que las esperaba fuera fumandome un cigarro. Sali fuera del aeropuerto y respire el aire de Ibiza mientras miraba el radiante cielo. ?Que tenia esta isla que todo el mundo hablaba de ella? Pronto esperaba comprenderlo y, sobre todo, vivirlo. El clima estaba perfecto, un refulgente sol iluminaba la isla, pero una suave brisa daba la perfecta estabilidad que proporcionaba el mes de mayo. Un mes ideal para aventurarse en Ibiza, pues la marabunta extranjera aun no habia invadido el lugar, pero tenia el ambientazo justo ya que muchos locales y discotecas abrian durante ese mes. Letizia y Alessandra salieron a tope, tenian unas ganas de marcha inmensas. Las dos comenzaron a reprocharme, a modo broma, que ya me habia preocupado yo mucho en esperarlas. Les guine el ojo y les dije que era por la verguenza que me habian hecho pasar bajando con tanto escandalo las escaleras del avion, preferia fumarme un cigarrito sola que en "mala" compania. Terminamos muertas de risa las tres, cuando de pronto escuchamos los acordes de la maravillosa "California Dreamin" de los miticos The Mamas and The Papas. Nos giramos y vimos llegar una camioneta decorada al estilo mas hippie que una pueda imaginar, !era una Volkswagen Kombi! !Que pasada! Solo las habia visto en los documentales. Paro con un frenazo frente a nosotras y del interior salieron varios chicos y chicas, todos estaban buenisimos, iban vestidos de hippies... !Y varios estaban cantando en directo con la musica de la cancion de fondo! Con unas voces muy similares a las de los cantantes originales. Las tres nos quedamos con la boca abierta; encima, el chico que iba de copiloto – que llevaba el torso desnudo y estaba para comerselo-, se acerco directo a nosotras para invitarnos a la fiesta "Flower Power" en Pacha que era esa misma noche. Nos miramos las tres y empezamos a chillar que si. Nos pusimos a bailar al ritmo de "California Dreamin" de subidon. No se que nos impresionaba mas, si ver al copiloto con el microfono cantando esa cancion con esa voz tan extraordinaria o comprobar que estaba mas rico que la mozarela. A las tres se nos quedo una cara de tontas portentosa mirando a ese efebo cantarin contoneandose cerca de nosotras. Aunque el era mas de la edad de mis amigas -ya que yo tengo 30 y ellas 27-, parecia mas joven aun. Sinceramente, nunca me habia importado la diferencia de edad, pero me gustaban los hombres mas mayores que yo, y si se les notan las canas en las sienes... mejor que mejor. El chico dejo unos segundos de cantar, nos entrego tres pases y nos dijo que le gustaria vernos esa noche por Pacha. Letizia no tardo ni un segundo en responder. – No dudes de que estaremos, de eso me encargo yo -dijo Leti descaradamente. – Entonces me ocupare de que sea una noche inolvidable para vosotras. Por cierto, me llamo Zeus. Aunque por el acento deduzco que sois italianas, yo, esta noche, si me dejais, os llevare al Olimpo. – Tu nos puedes llevar al Olimpo, a las olimpiadas y adonde te de la gana, que te damos autorizacion -solto Alessandra mientras subia un poco sus gafas de sol y lo miraba de arriba abajo, pasandose ligeramente la lengua por los labios. Zeus respondio con una sonrisa que lo hacia mas guapo aun. Luego se sumo a los otros chicos y chicas vestidos de los anos 70 con simbolos hippies, juntos se perdieron hacia el interior del aeropuerto; venian a promocionar e invitar a la gente a la fiesta de esta noche apareciendo de esa manera en los lugares. !Yo estaba flipando, llevabamos 5 minutos en Ibiza y ya teniamos planes para la noche! Nos fuimos hacia un taxi que estaba libre. El conductor arranco y Alessandra y Letizia no paraban de bromear sobre la fiesta, me decian que se me iban a quitar todas las pelusas de ese ano pasado en el que tuve el chichi cerrado por obras. El conductor tenia puesta la radio de Ibiza y comenzo a sonar una de las canciones favoritas de las tres, porque nos recordaba la noche que nos conocimos. Se trataba de "Shake it off" de Taylor Swift. !Uauh! Que recibimiento nos daba la isla, esto no podia ser casualidad. Le pedimos al taxista que subiera el volumen. Y nos pusimos a cantar y bailar las tres... !Joder, que subidon! Como era normal, Letizia broto de felicidad, asomo la cabeza fuera del taxi y empezo a chillar como loca. – !Esta noche alegria para mi cuerpooooo y para el de mis amigasssss! !Que salgan todos los hombres guapos que nos los comemos! Me gire para mirar al conductor y ponerle cara de "lo siento", el movio su cabeza como diciendo que no pasaba nada, a la vez que sonreia; creo que debia de estar acostumbrado a todo lo que veia en esta isla. Algo decia dentro de mi que a la vuelta nada volveria a ser lo mismo y me agarre con fuerza a mis amigas, nos miramos y sonreimos mucho mientras nos adentrabamos en la carretera. Le preguntamos al conductor si era verdad que mucha gente se queda tan impresionada de lo que vive en Ibiza que es capaz hasta de cambiar su residencia. El conductor, como respuesta, nos conto la historia de una pareja de alemanes jovenes, chico y chica, que llegaron a la isla por su luna de miel... Hasta que el descubrio los atardeceres en la playa de Benirras, un lugar emblematico de la isla, donde todo el mundo se va a despedir el sol cada tarde y se montan unas fiestas improvisadas extraordinarias con gente tocando la guitarra y los tambores. Al parecer, el chico aleman se enamoro de la percusion y no volvio a Alemania. Los dos se separaron y el se quedo en Benirras todo el verano tocando los bongos, para despues establecerse en la isla de por vida... !Nos quedamos muertas! Pero, ?eso era verdad? – !Eso y mucho mas! Esto es Ibiza, tened cuidado con lo que deseais que puede hacerse realidad -solto el conductor del taxi mientras entraba en Santa Eulalia. Por fin llegamos a nuestro destino: apartamentos Bahia. Situados en el paseo maritimo, en primera linea de playa, rodeados de un buen rollo y un entorno tranquilo al mismo tiempo, y lejos de las super discotecas. !Justo lo que queriamos! Teniamos de todo cerca para vivir las vacaciones de nuestra vida: restaurantes, tiendas, una playa de arena muy cuidada y limpia llena de hamacas y sombrillas. !Que ganas de zambullirme en esas aguas transparentes!

  • Casada, contigo de Pilar Parralejo

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    La melodia de una famosa cancion de Whitney Houston resonaban en la suite, y el aroma de las velas de rosa y vainilla se mezclaban con el del bano de burbujas de mora que Audrey se estaba dando. Adoraba su vida justo en ese momento, donde su felicidad no podia ser mas plena. Todo en ese preciso momento era mas que perfecto. Las luces bajas en la habitacion, el champan enfriandose, una heladera llena de fresas. Era un dia perfecto. Otras chicas probablemente preferirian una cena romantica en un restaurante lujoso en el centro de la ciudad, otras, quizas, preferirian pasar la noche entre las sabanas de su amado, pero ella estaba en Las Vegas. El padre de Sam habia recibido, como premio de su empresa, una noche en la ciudad de los excesos para dos personas y, como tanto Sam como Audrey estaban felices por cumplir un ano de novios, el senor Pear les regalo el primer viaje de sus vidas. Y alli estaba ella, dandose un bano super relajante y super romantico mientras hacia tiempo para que Sam volviera de su paseo por el hotel, luego bajarian juntos al restaurante y cenarian alguna exquisitez antes de pasear por las calles de aquella ciudad. Cerro los ojos y se dejo llevar por la musica, imaginando, con aquellos acordes, como seria su vida si todo siguiera por ese camino. Salio del bano envolviendose en un suave y esponjoso albornoz y se abrazo con el. Ya se acercaban las nueve de la noche y debian ir a cenar. Sam no subia a la suite y por un momento penso que quizas esperaba que ella bajase para reunirse con el, asi que no dudo que hacer. Corrio a por su reducido equipaje y saco de el un precioso vestido que habia comprado para la ocasion: blanco, fino, muy elegante, con un decorado metalico en la zona de los pechos y finos tirantes de brillantes que hacian aun mas marcado el ya de por si acentuado escote. Un vestido con dos telas y dos cortes: por encima de la rodilla en la parte frontal y por los gemelos en la parte trasera. De la maleta saco una bolsa de tela en la que habia un par de zapatos de tacon a juego. Antes de vestirse dio vueltas por la habitacion abrazada a esa ropa. --!Oh! ?Te imaginas que en un arrebato te pide que te cases con el? --Exclamo, dejando volar su imaginacion--. Ya iria de blanco… --Sonrio hundiendo la cara en el vestido--. Solo llevamos un ano. Es imposible que con tan poco tiempo… Le encantaba fantasear con el amor. Le encantaba imaginar que el era tan romantico como ella, aunque en realidad el era un chico, y como tal, el romanticismo lo veia de otra forma. Le encantaba imaginar un futuro en el que nada ni nadie podria separarlos. Termino de vestirse, recogio su larga y ondulada melena color chocolate de forma que le caia por un hombro dejando toda la espalda al descubierto. Se miro al espejo y lanzo un beso a su reflejo antes de coger el micro bolso y salir de la habitacion. Se sentia tan feliz que se veia radiante, y todos parecian poder apreciar su resplandor. Sonreia a todos, saludandolos animadamente mientras caminaba hacia el ascensor. Bajo con una sonrisa en los labios hasta la planta baja y camino hasta recepcion con intencion de preguntar por su novio cuando, de pronto, sintio como si alguien le hubiera dado un golpe en el estomago seguido de un punetazo en la cara. ?Aquel que se besaba apasionadamente con aquella mujer era Sam? Se acerco despacio al salon repleto de asientos de cuero negro con el pulso tan acelerado que parecia un solo latido y ahi estaba el: Sam. Su Sam. El chico con el que llevaba un ano de relacion y con el que habia venido a celebrar su primer aniversario. Se dejo caer en uno de los asientos y se cubrio la cara con un cojin, tratando de borrar la horrible imagen que se habia grabado en sus ojos. Sam tenia las manos metidas por debajo de la falda de esa muchacha, apretando sus muslos contra si mientras la besaba de una forma que ni siquiera habia hecho con ella. Lo peor era que no estaba enfadada. En ese momento no era ira lo que tenia, sino un dolor en el pecho, un dolor tan intenso que le impedia pensar con claridad. Sam se puso en pie arrastrando a esa chica consigo. Ella sonreia juguetona mientras el le susurraba algo en el oido. La nueva pareja paso por al lado de Audrey sin que el se diera cuenta de que la chica que estaba sola a pocos metros de ellos era su novia. Cuando Audrey perdio de vista a ese par supo que ahi acababa de terminar su relacion. Ella no era de las que perdonaban infidelidades, no era de las que toleraba una mentira, no era de las que dan segundas oportunidades. Tendria veintiun anos, pero tenia bastante conocimiento de la vida como para saber que una infidelidad no es solo una falta de respeto, sino de amor, y si Sam no valoraba su relacion, ella no podia hacer nada. Tampoco iba a llorar. Beberia hasta perder el conocimiento y por la manana volveria a casa sin mas, acortando un dia aquel que habia prometido ser un fin de semana de cuento de hadas. Atraveso el vestibulo para ir derecha a uno de los muchos bares de aquel magnifico complejo y se sento en uno de los taburetes que perfilaban la barra. La primera copa no tardo en llegar, ni la segunda, ni la tercera, y tampoco la cuarta. Pero siempre que tomaba algo con alcohol, por poco que fuera, siempre sentia la imperiosa necesidad de ir al bano. Y ahora no iba a ser diferente. Aunque aguantase como una campeona aun con la vejiga a punto de estallarle. Aun no estaba borracha. Habia bebido tan seguidas las cuatro copas que su organismo no habia tenido tiempo de asimilar la primera. De camino a los aseos cruzo miradas con un guapo desconocido que sonreia en su direccion. Busco a su alrededor a otra persona a quien pudiera ir dirigida esa sonrisa seductora, pero no encontro a nadie, asi que le sonrio en respuesta. Su expresion no habia mostrado una sonrisa sincera, sino mas bien una mezcla forzada entre cortesia e incredulidad. Orino como si se hubiera bebido el Lago Ness, se miro en el espejo, se humedecio la cara con cuidado de no estropear el maquillaje y salio, creyendo que iba tan derecha como una modelo en una pasarela. Nada mas lejos de la realidad. El alcohol habia empezado a hacer efecto de una manera exageradamente efectiva (si es que queria perder la razon). Se acerco al guapo de mirada cristalina y de sonrisa seductora y se sento frente a el. --Hola… --saludo, intentando mostrarse sexy e irresistible, pero lejos de conseguirlo. --Hola --sonrio el--. ?Has venido sola? --No. He venido con el capullo de mi… --empezo a gimotear, arrugando el rostro pero sin soltar ni una lagrima--. Ex. Eso es lo que es ahora mismo. El esta en una de las habitaciones con una chica que ha conocido esta tarde, espero. Y yo estoy… Creo que borracha. --Tranquila. Quedate aqui y bebe agua o come algo para que se te pase. --Me llamo Audrey Doherty. Pero todos me llaman O, ?y tu? --Edward. Edward Harrelson. Pero todos me llaman Eddie o Ed. --Tienes un nombre sexy. --Tu tambien. Y ademas una bonita cara y una figura muy sensual. Las insinuaciones no habian hecho mas que empezar, pero Audrey no dejo de beber, y cada vez que Edward pedia una copa, ella pedia otra, hasta que ya ni siquiera supo su nombre. El sol matutino entraba a raudales por la cristalera de su suite. Se llevo las manos hasta las sienes como si con ese gesto pudiera conseguir que doliera menos, pero parecia tener una docena de pajaros carpinteros martilleandole el cerebro. Al cubrirse la cabeza con la sabana se dio cuenta de que estaba completamente desnuda. Miro a su lado temiendo encontrar a alguien que no fuera Sam, pero ese pensamiento le devolvio a la realidad: Sam la habia enganado, y lo habia hecho con un descaro ofensivo, asi que ni siquiera Sam debia estar a su lado. Evidentemente estaba sola, pero tenia el vago recuerdo de haber llegado acompanada a la suite. --?Aquel guapo desconocido de sonrisa bonita? ?Un botones…? !Que mas da! Se incorporo sintiendo aun mas fuertes las punzadas de sus sienes, pero siguio hasta ponerse en pie y fue derecha al cuarto de bano. Tenia claro lo que debia hacer, y lo que debia hacer empezaba por una buena ducha. Al quitar el vaho del espejo para mirarse pudo ver un chupeton en su escote, en la parte de arriba de su pecho derecho. Un chupeton que parecia haber hecho un muerto de hambre, un chupeton grande y oscuro. --Madre mia, ?Y esto? --dijo mirandose el cuello, donde habia otro mas de iguales caracteristicas. Trato de pensar que habia hecho despues de levantarse de la barra para ir a orinar, pero un recuerdo confuso era todo lo que lograba alcanzar. Se habia sentado en la mesa de aquel tipo, pero nada mas, no recordaba nada mas. Ni siquiera como diablos habia llegado hasta la suite. Despues de vestirse no tuvo muchas vueltas que darle. Bajo a la recepcion para cancelar su estancia en el hotel, pidio un taxi y horas despues, estaba sentaba en un asiento en primera clase del vuelo que le devolveria a la realidad. Ni siquiera habia visto a Sam despues de que se fuera con la chica a la que habia estado manoseando y besuqueando frente a ella. No supo donde habia pasado la noche o con quien. No lo busco, y tampoco el la habia buscado a ella, asi que dio por hecho que ni siquiera iba a pedirle disculpas por lo que le habia hecho. Pero tampoco necesitaba que la buscase para llenarle la cabeza de mentiras.

  • Siempre has sido tu de Maya Alvarez

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    Siempre que me necesites, yo estare para ti; Le jure cuando la vi. Despistada, hermosa, acomodando sus gafas y analizando todo. Ella es imposible de describir, tiene demasiadas aristas. Quizas yo sea un Alfa en la universidad, pero al lado de ella eso no sirve. Podria darle la vida si me lo pidiera, sin dudarlo, con la unica recompensa de obtener su atencion. Pero esta chica es distinta de todas, de las que esta enfocada en sus estudios y yo adoro que ella siga sus metas, debo ser paciente por que lo merece.
    Asi es. Han pasado los anos y ni el dinero, ni tener la facilidad de obtener todo lo que quiero como un caprichoso, compensa el saber que la chica de mis suenos aun no se fija en mi. Ella se ha convertido en una exitosa empresaria. Y ahora, despues de tantos anos, se presenta la oportunidad de pararme frente a su hermoso rostro y mostrarle que este es nuestro momento... para ser los dos. Es el momento de que ella se entere que nadie mas que yo puede amarla como merece, por que siempre ha sido ella para mi, en mis pensamientos y corazon.

  • El tren de los huerfanos de Christina Baker Kline

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  • Mi bombero dominante de Anastasia Lee

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    Lisa es una bombera que desea comenzar una nueva vida. Luego de romper su compromiso con un hombre que la enganaba, ha decidido concentrarse en su carrera; batallar el fuego y salvar personas. Sin embargo, bajo su fachada fuerte y feminista yacen muchas inseguridades y soledad.
    La noche antes de su primer dia de trabajo en un destacamento nuevo, se emborracha y tiene un torrido encuentro casual con un misterioso hombre de cabello negro y un dragon tatuado en su brazo. A la manana siguiente, ademas de una enorme resaca, Lisa descubre que ese hombre misterioso es Jack, jefe del departamento de bomberos, y su nuevo jefe.
    Su caracter dominante choca con el de Lisa, pero a la vez una potente atraccion les impide trabajar juntos.
    ?Podran Lisa y Jack llegar a un tratado que les permita trabajar juntos? ?o se rendiran a la lujuria? ?y cuando esa lujuria se convierta en amor?

  • A corazon abierto de Elvira Lindo

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    Partiendo de un episodio ocurrido en Madrid en 1939, la narradora de esta historia cuenta la apasionada y tormentosa relacion de sus padres, y como la personalidad desmedida de el y el corazon debil de ella marcaron el pulso de la vida de toda la familia.

  • Erich Fromm y la naturaleza humana de Ramon Xirau

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    ANTES de pasar al tema de este texto, permitaseme hacer algo de historia personal. A principios de la decada de 1960 habia yo tenido trato con el doctor Erich Fromm gracias a amigos del Instituto Mexicano de Psicoanalisis y, en especial, gracias al doctor Guillermo Davila. En el curso del verano de 1966, Erich Fromm me hizo saber que le gustaria hablar conmigo de un asunto concreto. Se trataba de lo siguiente. La editorial Macmillan le habia encargado una antologia, con prologo bastante detallado, notas y bibliografia. Tema: la naturaleza del hombre. ?Querria colaborar con el en la <> de este libro? No oculto que la idea me entusiasmo no sin causarme algunas dudas. Era yo todavia bastante joven y Erich Fromm era una figura conocida en todo el mundo. ?Como seria esta colaboracion? Fue magnifica y lo fue doblemente: por la riqueza en el intercambio de ideas (Erich Fromm nunca fue impositivo) y por hacerme conocer, creo que a fondo, a este hombre excepcional dentro de su sencillez. Hondamente emotivo sin dejar de ser energico, afectuoso y disciplinario, se revelaba, con toda su personalidad, en la mirada a la vez acerada y afectuosa. Trabajar con el fue, en parte, discutir acerca de la naturaleza humana; fue Erich Fromm, acaso, encontrarse ante todo un hombre, vivo, concreto, no exento de humor y culto, cultisimo. En la obra de Erich Fromm, donde quienes no lo conocieron podran percibir algo de su personalidad, estan presentes los filosofos de Occidente y los pensamientos surgidos, a lo largo de los siglos, de la tradicion judia, es decir, de la Biblia, del Talmud. Porque este hombre, que tan ligado estuvo a la escuela de Frankfurt --sus diferencias y discrepancias con Adorno y Marcuse no ocurririan sino mas tarde-- estaba, por asi decirlo, empapado en la cultura judia y en lo mas universal de esta cultura. Su conocimiento de los textos biblicos y de la filosofia judaica se reflejaban muy frecuentemente en sus conversaciones y en sus obras. Ahora bien, a traves del pensamiento judio, hay que recordar que Erich Fromm estuvo especialmente influido por Spinoza, con cuyo influjo se enriquecio su propia obra. Seria importante llevar a cabo un analisis detallado de esta influencia que es, muchas veces, una afinidad electiva. No es este el momento de hacerlo sino simplemente de recordar, muy brevemente, algunos de los temas vividos y vitales que Erich Fromm entresaco, con plena conciencia, del pensamiento del filosofo de Amsterdam. Los libros de la Etica de Spinoza que mas profundamente influyeron en Erich Fromm fueron los que llevan por numero III, IV y V. Spinoza, lo sabemos, pensaba que lo que caracteriza al ser es su <>. Este conato, este impulso, llevara por nombre, en la obra de Erich Fromm, biofilia, amor a la vida. Spinoza decia que quien conoce la verdad, quien ha alcanzado la sabiduria, desarrollaria un verdadero <>. En la obra de Erich Fromm son centrales el amor y lo que llamaba la <>, es decir, la experiencia mistica religiosa que no necesariamente es teista como nulo es en el caso de Erich Fromm. Esta experiencia la entendia Erich Fromm a veces al modo del budismo zen; la entendia, sobre todo, en la obra de este gran mistico, que leia noche a noche: el Maestro Eckhart. Presencia de Spinoza; tambien, naturalmente, de Marx. Erich Fromm conocia a fondo El capital y otros escritos; tenia sobre todo en cuenta los Manuscritos economico-filosoficos de 1844. Erich Fromm buscaba en Marx al humanista mas que al cientifico y acaso no sea falso decir que, segun el, hoy en dia es posible un socialismo que entrane libertad --esta capacidad de elegir entre alternativas concretas--, que entrane tolerancia y que entrane respeto escrupuloso a la persona humana, a los individuos. Profundicemos algo mas en el tema de la naturaleza humana. Para hacerlo es necesario senalar antes uno de los descubrimientos cruciales de Erich Fromm: el de la existencia de un <>. A la pregunta <> Erich Fromm contesta, en primer lugar, que para precisar el sentido de lo propiamente humano es necesario entender el universo social, en el cual el hombre vive como persona. Recordemos que Erich Fromm, en colaboracion con Michael Maccoby, llevo a cabo un excelente estudio sobre el caracter social de un pueblo del estado de Morelos (Mexico). 1 Se ha deslizado, en lo que acabo de decir, la palabra <>. No es esta una palabra que encontremos frecuentemente en la obra de Erich Fromm. Creo, sin embargo, que cuando Erich Fromm quiere caracterizar a los hombres, nos habla mas de las personas que de los individuos. En efecto, si por individuo entendemos un ser indiviso, igual a todos los otros, reducible a un numero --en el ejercito, en la clase o en este salon--, si el individuo es, en otras palabras, uno de tantos, Erich Fromm rechazaria este tipo de individuo. Hubiera podido aceptar, en cambio, la nocion de persona si por esta se entendiera un ser completo, heterogeneo, vivo, a la vez mente y cuerpo o, si se quiere, alma y cuerpo. En otras palabras, la persona humana no fue nunca para Erich Fromm un ser abstracto y robotizado, sino un ser vivo, adolorido, pero tambien capaz de alegria y gozo, de amor intelectual. Frente a las interpretaciones mecanicistas de los conductistas, Erich Fromm introduce un concepto dinamico del caracter que, si bien se inicia ya con Freud, otorga mas peso a los hechos sociales por lo que toca a la formacion del caracter. Valga un ejemplo. Si tratamos de la valentia, podriamos pensar que esta es la caracteristica de aquella persona que no se desalienta ante los peligros y que, a pesar de ellos, actua, no sin dificultades ni obstaculos (ya sean internos, externos o interno-externos). Tal descripcion no es falsa pero para concretarla, hacerla viva, encarnarla, debemos tener en cuenta que las condiciones que conducen a un acto de valentia pueden tener muchos y diversos origenes: desde la actitud claramente honesta --por ejemplo, seguir el camino del deber con una conciencia clara y lucida-- hasta el egoismo, la vanidad o incluso, el deseo de autodestruccion. Lo cual es una forma de decir que la estructura social que forma, si bien no determina del todo a las personas, esta constituida por variables constantes y multiples. Por una parte, existe una determinacion social comun a todos los miembros de un grupo --pueblo, ciudad, nacion--; por otra parte, existe --y el punto es crucial-- el desarrollo personal a partir de los mismos hechos sociales comunes. En suma: el caracter social es comun a todos los miembros de un grupo, pero ademas, se personaliza y se despersonaliza de manera distinta en cada miembro del grupo. Tal es, en la obra de Erich Fromm, el sentido de las palabras <>. Conviene, sin ser exhaustivos, precisar lo anterior con mas detalle. Para Erich Fromm, el hombre es un ser que se hace a si mismo. Asi expresada, esta idea no es nueva: puede encontrarse en los idealistas alemanes, en los vitalistas, en algunos filosofos de la existencia. Por decirlo con Ortega y Gasset, el hombre no es exactamente un <>, es un <>. De ahi que si aceptamos que somos aquello que nos hacemos, somos responsables de responder y llevar el ser de nuestros actos. Permitaseme, en este punto, una breve acotacion. En algunas ocasiones Erich Fromm parece decirnos que el hombre es un ser perfectible, sin olvidar naturalmente que esta perfectibilidad puede verse anulada por tendencias necrofilas y, por lo tanto, destructivas. Pero la idea misma de perfectibilidad es discutible. Tomada en el sentido <> de muchos de los pensadores del siglo pasado --Feuerbach, pero tambien Auguste Comte o incluso Marx--, puede conducir a la idea de que el hombre podra en el futuro --algun futuro-- ser su propio dios, por decirlo con rapidez, aunque no de manera falaz; que renunciando a Dios, el hombre podra progresar por una via que le lleve a una suerte de paraiso en la Tierra. Lo decia, en versos entusiastas, Victor Hugo: Temps futurs, vision sublime les siecles sortent de l'abime...** Nuestro tiempo se ha encargado de hacernos ver que este entusiasmo humanista --este endiosamiento del hombre-- es imposible y conduce a crear verdaderos idolos (Historia, Estado). Pues bien, no es esta la actitud de Erich Fromm, salvo, acaso, en algun escrito relativamente juvenil. En su caso, mas que de perfectibilidad, seria tal vez mas adecuado hablar de mejoramiento.

  • El heredero de Rafael Tarradas Bulto

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    Un majestuoso lando avanza en direccion a la imponente finca de los Marques. Con tan solo siete anos, la pequena Josefa entra a trabajar como sirvienta en la casa, incapaz de imaginar como su presencia cambiara para siempre la historia de dos poderosas familias.

  • Solo tuya y para siempre (La fuerza de amar 2) de Barbara Crespo

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    Seis meses han pasado desde que Sindy firmo el papel que la ha llevado a vivir un calvario en vida, sin saber nada de Ian y preguntandose, porque todavia no ha dado senales de vida, subsiste a las humillaciones, palizas y degradaciones con las que Dago, se propone doblegar su fuerza y entereza. Cuando Ian por fin aparece, una pequena luz de esperanza nace en su corazon, siendo destruida poco despues por el hombre que ama, resultando ser el mayor enemigo. Sindy tendra que luchar contra el demonio con el que convive, encontrar la manera de escapar y liberarse del hombre que se ha empecinado en amargar su existencia. ?Sera verdad que Ian ha dejado de amarla? ?Podra perdonarle Sindy, cuando descubra que clase de hombre es en realidad Ian? ?Que la haya abandonado?

  • Comimos y bebimos de Ignacio Peyro

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  • El librero de Roald Dalh

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    En Londres, el librero William Buggage y su ayudante la senorita Tottle, se dedican a estafar a viudas de hombres importantes enviandoles facturas falsas de supuestas compras de literatura pornografica que habrian realizado sus esposos recientemente fallecidos. Las viudas para evitar el escandalo, las pagan. El final, como siempre en Dalh, sorprendente e inesperado.

  • Amor a quemarropa de Mabel Diaz

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    ?Como es posible que, en medio de un atraco a una sucursal bancaria, surja el amor? Aaron sabe que lo suyo con Emma no puede funcionar. Esta destinado al fracaso.
    Ella es una buena chica. El, un ladron de bancos.
    Y sin embargo...

  • El reino de los olvidados de Alexander Rhode

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    Un hombre, desesperado y en lo mas alto de un viejo edificio, amenaza con quitarse la vida si no atienden a su peticion. Su mujer ha desaparecido. Esta desesperado. Y solo el inspector Robert Garland puede ayudarlo a encontrarla.

  • Fuera de juego de Chus Iglesias

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    El desahogo de Alba despues de aquel partido, en el que habia insultado al arbitro a placer, no tenia comparacion con la verguenza que empezaba a sentir y mas cuando descubrio que David seria el nuevo tecnico de prevencion de riesgos y abogado de la asesoria en la que ella trabaja en Santiago de Compostela. Lo que esta claro es que el no ha llegado en son de paz precisamente, cuando ha comprobado que era la misma ninata del campo de futbol.

  • Liberada (Trilogia Criminal 2), Kris Buendia de Kris Buendia

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    Emily Thompson esta libre y busca vengar la muerte de su esposo. Las cartas que dejo Harry revelan algo mas que secretos y tendra que recuperar el imperio que perdio, aunque su nuevo socio, Blake Storm haga que se olvide por un momento de su venganza.

  • Censurado de Darlis Stefany

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    Anabell hizo de todo para que Dylan, su relacion mas larga llevara a la relacion a otro nivel. en la cama. Fueron meses de coqueteos, insinuaciones y profundos escotes. ?Que fue lo que hizo Dylan? Enganarla, enganarla con su prima la rusa. El despecho es peligro ?Pero algo mas peligroso que eso? Una botella de Vodka. Entonces con estos dos ingredientes peligrosos Anabell decide tomarse una sexy, caliente y reveladora foto con destino a Dylan para demostrarle que hizo la eleccion equivocada de chica rusa. ?El problema? Ella escribio un 0 y no un 8 en el destinario de la foto. Jared solo queria dormir la noche que su celular sono, pero el sueno se fue en el momento en el que vio la linda e inolvidable foto que cierta chica le envio. El no es Dylan y no conoce a ninguna rusa, pero sin duda alguna le gusta lo que vio. Ahora Jared y Anabell viven una doble vida de mensajes picantes y comentarios en persona. En lo que ambos coinciden es en dos cosas: Las fotos no van a detenerse y nadie debe saber mas que ellos de las fotos. Despues de todos son fotos censuradas. Entre divertidas experiencias, amigos alocados, un hermano con desvios sexuales, perversion y muchos recuerdos confusos de una ninez traumatica Anabell y Jared van cayendo el uno por el otro. Cuando todo se complica, el pasado emerge y los recuerdos regresan ellos deberan demostrar que tan capaces son de sostenerse y continuar con su alocada y epica relacion…

  • El Instituto de Stephen King

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    La nueva e inquietante novela del maestro Stephen King.

  • La rendicion del amor de

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    Maria, una joven bibliotecaria, no esta atravesando su mejor momento. Tras una relacion algo <> con su primer y unico amor, que la dejo la autoestima por los suelos, y la muerte de sus padres, se sume en una depresion que no la permite avanzar.
    Sus amigas, hartas de la situacion, se proponen devolverle la alegria que nunca debio perder, por lo que, tras dos largos anos, deciden que ha llegado el momento de pasar pagina.
    Lucas, un ambicioso abogado, es un autentico depredador. Un lobo solitario acostumbrado a conseguir lo que quiere dentro y fuera de los juzgados, disfruta del sexo sin ataduras.
    Una coincidencia hace que sus vidas se crucen y que Lucas fije en Maria su proximo objetivo. Es todo un reto, y eso le vuelve loco. Dispuesto a manejar a Maria a su antojo, inician una relacion poco convencional.
    La desconfianza de sus amigas hacia el y una serie de coincidencias y malos entendidos hacen que el final se precipite, provocando la huida de Maria.
    Una historia llena de sexo, lujuria y amor donde es dificil distinguir si finalmente fue <> el que consiguio comerse a <>.

  • Jamas me olvidaras de Sophie Saint Rose

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    Lidia esta loquita por su nuevo jefe. Y no es para menos porque esta para comerselo, es inteligente y le altera los chakras. Pero su ayudante personal la odia, literalmente. Y que no pueda ni verla es un problema porque no deja ni que se le acerque. Todo pasa por el, asi que tenia unas ganas de que le atropellara un autobus... Solo necesitaba un golpe de suerte. Y llegaria, ella tenia mucha paciencia y era muy positiva. Era el amor de su vida y esperaria lo que hiciera falta.
    ?Mereceria la pena?

  • Acepte por ti de Iris T. Hernandez

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    ENTRE en la cafeteria que hay justo al lado de mi trabajo observando las mesas en busca de una libre para poder sentarme y esperar a Alison, mi companera de trabajo y, por supuesto, mi mejor amiga desde hace mucho tiempo. Como cada manana, el joven camarero se acerco con una libreta en la mano, me guino un ojo emitiendo una sonrisa junto a un "?lo de siempre?". Asienti con un ligero movimiento de cabeza y sonriendo mientras dirigia la mirada hacia la puerta. Vi aparecer con paso rapido a Alison, su respiracion era rapida y agitada, le sonrei, pero antes de poder decirle palabra alguna aparecio el joven camarero con dos cafes con leche y muffins de chocolate. --Buenos dias, ?llevas mucho tiempo esperando? --Su voz divertida, hizo que riera. Todos los dias llegaba tarde, no era de esperar que hoy no lo hiciera. Negue con la cabeza y agarre la taza por el asa para poder dar el primer sorbo al cafe. La espuma impregno mi labio superior, e inconscientemente me lami el labio sintiendome observada por el camarero. Pero me daba igual, podria decir que incluso me gustaba que me observara. Alison, desde que se habia sentado y dado el primer mordisco a su muffin, no habia parado de hablar, apenas habia oido toda la conversacion, pero si lo justo para saber de que se trataba. Terminamos nuestro desayuno entre risas y bromas, hasta que vimos la hora y tuvimos que apresurarnos. Quedaban un par de minutos para tener que abrir la agencia de viajes en la cual trabajabamos, asi que nos levantamos rapidamente y, tras pagar y coger nuestros enseres, caminamos con paso ligero hasta llegar frente a la persiana de color azul cielo. Saque de mi bolso las llaves para abrir la cerradura, entre las dos hicimos la fuerza necesaria para que aquella persiana de hierro antigua se abriera de un solo empujon. Desde la entrada se podian observar dos mostradores vacios ensombrecidos por la falta de luz. Camine hasta el interruptor y lo presione. Mientras arrancaba el ordenador, se fueron iluminando las delimitadas zonas del local. Me sente en mi mesa justo detras del mostrador, en una zona apartada para poder conseguir un trato mas confidencial para clientes importantes, y observe ese pequeno lugar sintiendome afortunada por haber encontrado ese trabajo justo al empezar la carrera universitaria y el cual mantenia una vez terminada. Era un trabajo que disfrutaba, en cuanto comence senti que me encantaba planificar viajes, aunque no fuera yo la afortunada de vivirlos, pero sabia que algun dia conseguiria viajar. --!Buenos dias chicas! --interrumpio mis pensamientos Romina, la duena de la agencia, una mujer de unos cincuenta anos, soltera y dedicada unicamente a que su negocio prosperara. Con nosotras era muy cercana, incluso cuando necesitabamos ayuda sabiamos que podiamos contar con ella. --Buenos dias Romi --contestamos las dos alegremente. Abri el correo electronico principal y, tras revisar el tipo de peticion, fui derivando los correos a sus destinatarios, hasta que comence a planificar los viajes que tenia pendientes. Uno de ellos era a Marrakech, un viaje de novios espectacular; ellos estaban decididos a ir para conocer la cultura y preferian hoteles modestos, pero lo mas cercano a sus puntos de interes; asi que las horas que estuve buscando alojamiento, transporte y conociendo indirectamente la zona, las disfrute como una nina. Segui organizando un par de viajes para una empresa, viajes aburridos, sin sentido, vuelo-hotel-vuelo, ni siquiera dedicaban una hora en conocer el lugar que, por obligacion, tenian que visitar, pero asi eran la mayoria de los viajes, destinos carentes de sentimientos. El aviso del calendario del correo electronico me avisaba de que en quince minutos vencia mi cita en el Notario Preston. Suspire hondo y, tras unos segundos de paralizacion, cogi mi bolso y mi telefono movil para ausentarme hasta despues de la comida. Aun no entendia por que habia accedido a ir, no sabia que diantres pintaba yo en aquel lugar, y no me habian querido dar mas informacion que la hora y el lugar al que tenia que dirigirme. --Romi, me dirijo al notario --le dije desde la puerta de su despacho, esperando una confirmacion, aunque ya me habia autorizado dias antes. --No te preocupes Abi y recuerda, si resulta que heredas millones, no te olvides de tus amigos --dijo bromeando, intentado arrancarme una sonrisa, pero solo consiguio que resoplara de resignacion. --Lo recordare --dije sabiendo que ese no iba a ser el caso. Me acerque al mostrador y le recorde en susurros a Alison que nos veriamos a las dos en la cafeteria de siempre. Estaba hablando por telefono asi que asintio, me lanzo un beso y gesticulo la palabra suerte. Sali de la agencia y camine en direccion al notario, por suerte estaba en la misma zona de Manhattan, una casualidad que tuviera que dirigirme a unos pasos de mi trabajo. Al llegar al edificio quede anonadada. Habia pasado por delante de este en cientos de ocasiones, pero nunca me habia parado a verlo en detalle. Era un enorme rascacielos rodeado de un cristal plateado, resplandeciendo lo suficiente para no pasar desapercibido. Mire hacia la puerta giratoria, por la que accedias a un hall, abarrotado de personas trajeadas, de techos altos. Al fondo, observe cuatro grandes puertas de aluminio frente a ellas se detenian todas las personas. Sin dudarlo, di unos pasos lentos para alcanzarlas. Justo cuando llegaba se abrieron, y tras acelerar el paso, consegui adentrarme en el. Marque el noveno piso mientras intentaba ponerme a un lado de ese espectacular ascensor cubierto de espejos que apenas podia ver, por la cantidad de personas que lo ocupaban. Permaneci seria esperando llegar al nivel en el que se encontraba el notario del Senor Preston. Cuando el estridente sonido del ascensor avisaba que se iba a detener, di un pequeno salto, que me hizo sentir avergonzada, evitando la sonrisilla y mirar al resto de personas que seguian detras de mi. Fueron dos segundos de bochorno, pero se desvanecieron en cuanto sali del ascensor y me pare frente al mostrador de madera maciza color cerezo del cual sobresalian las palabras "Notarias Preston". Espere durante unos segundos a que el senor que estaba hablando con la recepcionista terminara. --?Buenos dias, en que puedo ayudarle? --se dirigio a mi la joven recepcionista, una chica con tono amable, el cual me hizo relajarme durante unas decimas de segundos para poder contestar. --Tengo una cita con el Senor Preston. Soy Abigail Evans. --La seguridad que transmiti no tenia nada que ver con lo que realmente sentia, estaba nerviosa por la incertidumbre de no saber por que tenia que acudir. Al oir mi nombre, se levanto y me acompano hasta una sala que habia tras el pasillo principal. Abrio la puerta y pude observar que esperaba un senor de unos treinta y pocos anos sentado en una de las sillas de la gran mesa de madera de color roble. Al verme, me sonrio y, tras saludarme, me indico que me sentara a su lado. Estuve durante unos minutos sentada al lado de ese desconocido de cabello claro y ojos azules muy atractivo, sin saber que hacia alli realmente, pero tenia que permanecer escuchando lo que quisieran exponerme e irme por donde habia venido como si nada. Dias atras recibi la llamada del Senor Preston informandome de que tenia que acudir a la lectura del testamento del Senor Smith. Nunca habia oido hablar de el y, tras un interrogatorio intenso a mi madre, averigue que era un amigo de mis padres cuando eran novios. Siguio manteniendo el contacto con mi madre, cuando mi padre decidio marcharse. Yo apenas tenia tres anos y, o mis recuerdos me fallaban, o nunca habia oido hablar del Senor Smith en boca de mi madre.

  • El efecto tulipan y otros sindromes de Sarah Wall

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    Julia Martos es periodista y, aunque su trabajo en la discreta seccion de cultura de un periodico de tirada nacional no le disgusta, desea mas.

  • Oido atento a los pajaros de Luis Goytisolo

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    Oido atento a los pajaros es una sugerente novela en la que Luis Goytisolo despliega su interes por los rasgos formales del relato y la evanescente frontera entre la verdad y la fabula.

  • El Caballero De Los Deseos Fugaces de R. Crespo

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    Mi abuela mantuvo la sonrisa en su rostro arrugado mientras de mis labios no hacian mas que salir palabras de incredulidad ante lo que me habia contado. Cuando termine, ella volvio a hablar sin dejar de sonreir. --No soy quien para obligarte a creer, pero te aseguro que no fue ningun invento de mi subconsciente, ni ninguna alucinacion. Lo tuve a mi lado durante tres dias, pude tocarlo y hablar con el durante horas sin necesidad de hacer nada mas. En algun momento aparecera ante ti y tendras que tragarte tus palabras. --El dia que eso pase seguramente los cerdos empezaran a volar. --Cuidado con lo que dices, nina --me advirtio, poniendose seria de repente--, porque quiza el dia menos pensado veas a un cerdo volar y recordaras mis palabras. Tuve que aguantar la risa para no hacer sentir mal a mi abuela, pero la conversacion que estabamos teniendo empezaba a tornarse surrealista. ?Cerdos volando? ?Un hombre misterioso capaz de conceder deseos? Y si asi fuera, ?como podria seguir siendo atractivo o joven? Esa historia no habia quien se la creyera. --Abuela, otro dia seguiremos con la conversacion, tengo que irme o llegare tarde al trabajo. Me acerque a ella un poco mas para darle un beso en la frente. --Ten cuidado, Noelia --dijo como despedida. Asenti mientras caminaba hacia la puerta agitando mi mano derecha. *** A las nueve de la noche me despedi de Alba, la chica que tenia contratada en la libreria, y coloque el letrero de cerrado. Antes de marcharme coloque bien algunos libros que los clientes habian dejado por ahi y limpie un poco el local. Despues apague las luces y sali, cerrando bien con llave. Las guarde en el bolso y comence a caminar en direccion a la casa de mi abuela. Siempre que salia de trabajar pasaba por alli para ver que todo estuviera bien antes de irme a la mia. Solo esperaba que no repitiera la misma historia del misterioso hombre que la cautivo en su juventud. <> repeti en mi mente sin dejar de caminar. Seguia dandole vueltas a aquella increible historia de magia y romance de la que mi abuela habia sido participe. ?Y si hubiera sido real y yo estaba equivocada? ?Podria aparecer aquel hombre solo con un deseo expresado desde el corazon? !Parecia tan inverosimil! Llegue pronto a mi destino y, tras comprobar que todo estaba bien y que mi abuela dormia placidamente en su habitacion, volvi a la calle para ponerme rumbo hacia mi piso. Sevilla tenia esa magia incluso de noche, aunque en mi caso la preferia por el dia. En mi cabeza habia muchos peligros y tenia la certeza de que existian realmente. Entre en mi coche, que estaba aparcado cerca, y arranque el motor para ponerme en marcha. *** Aparque el coche en la misma manzana en la que vivia y fui caminando hacia mi bloque de pisos. No habia mucha distancia, pero por alguna razon, aquella noche me parecio interminable el camino. Las sombras de la noche parecian cernirse sobre mi y, entonces, entre en panico. No fui consciente hasta que note que mis piernas parecian fallarme con cada paso nuevo que daba y el aire comenzo a faltarme. Notaba la presencia cercana de alguien, pero por mas que miraba hacia todas partes, no conseguia averiguar si era alguien real o solo producto de mi imaginacion. !Maldita oscuridad! Aligere el paso para llegar cuanto antes a mi hogar, pero por mas que lo intentaba, mis piernas no respondian como yo queria. Tuve la intencion de gritar, pero preferi no hacerlo para no llamar la atencion de los vecinos. ?Y si solo era uno de mis ataques de panico comunes? Pero ?y si era mas que eso? Mientras divagaba, senti un empujon y, tras colocarme de frente a la fachada de un edificio, senti otro cuerpo aprisionandome. Me resisti con todas mis fuerzas, lance patadas al aire como pude, pero todo fue en vano. No fui capaz de zafarme de esa presencia que no queria revelarse ante mi. Desee con todas mis fuerzas, o al menos las que me quedaban, librarme de lo que estaba por llegar. De alguna forma era consciente de que no me esperaba nada bueno y mi pensamiento se acrecento cuando empece a notar unas manos sobando mi cuerpo. No podia ser otra cosa. --Detente si no quieres sufrir mi ira. --Una voz masculina se alzo en el silencio de la noche. Una voz que desconocia. --?Y a quien se supone que debo temer? Note mi cuerpo mas ligero. Despacio, mas de lo que quiza pretendia, me separe de la pared e intente girar la cabeza. Sin embargo, algo me impidio observar mas alla del cuerpo de mi captor. Las sombras no me permitieron distinguir de quien era la figura, pues las luces de las farolas se encontraban lejos y la que teniamos cerca se habia fundido. Aunque no recordaba que estuviera apagada cuando llegue… Me puse de puntillas y, al fin, logre distinguir algo mas alla de las sombras proyectadas en ese lado de la calle. Una figura con sombrero se encontraba ante nosotros. Una figura deforme, a decir verdad. El panico se apodero aun mas de mi al imaginar que clase de criatura se habia enfrentado al desconocido que se habia atrevido a tocarme. ?Y si lo que queria era divertirse conmigo tambien? No estaba pensando con claridad. --No lo repetire mas. !Dejala en paz! El hombre no se movio del sitio, solo apreto los punos y se puso en posicion de ataque. Al parecer, pretendia atacar a la figura del sombrero. De nuevo, y sin hacer ruido, me desplace poco a poco hacia la derecha sin dejar de mirar la escena. Me fije en los detalles una vez estuve en un lugar seguro y, con el panico aun en el cuerpo, me quede para saber como terminaba aquello. El morbo podia mas que mi propio miedo. Sin embargo, todo se torno mas negro en cuestion de segundos. *** --!Los cerdos vuelan! --exclame tras despertarme. No me encontraba en mi casa, tampoco en la de mi abuela y, por supuesto, no reconocia el entorno que me rodeaba. Me incorpore sobre la cama tan rapido que la cabeza me dio vueltas. --Deberias descansar. --Dos manos acompanaron a una voz masculina, pero suave. Se apoyaron en mis hombros e intento tumbarme de nuevo. Sin embargo, me resisti. No sabia donde estaba, ?y si me tenian secuestrada? --Tranquila, Noelia. --Su voz seguia siendo suave, aterciopelada. Pero ?como sabia mi nombre? A pesar de mis esfuerzos por resistirme, algo en su voz me hipnotizaba. Hasta que mi mirada se encontro con la suya y me perdi. Tenia los ojos verdes, que contrastaban a la perfeccion con su piel morena, y sus labios me resultaron tan apetecibles que hubiera podido besarlos si sus manos no estuvieran inmovilizandome. Quiza exageraba, pero nada mas verlos por primera vez los imagine sobre los mios, degustando mi sabor de la misma forma intensa que yo podria hacerlo con el suyo. --?Que hago aqui? ?Quien eres tu? --Cuando descanses un poco mas respondere a esas preguntas. Ahora, no te preocupes de mas. Deje de moverme bajo sus brazos, rendida, y mi cuerpo se relajo. En ese momento se separo de mi, sentandose en una silla que habia junto a la cama. Observe mejor el lugar donde me encontraba, pero la penumbra me impedia hacer un examen exhaustivo tal y como yo queria. Tendria que esperar a que hubiera luz para averiguar un poco mas. *** Desperte de nuevo, esta vez mas tranquila. Al no ver a la figura misteriosa a mi lado, pense que todo habia sido un sueno, pero no era asi. Seguia en una habitacion que no era la mia y el perfume que embriagaba todo a mi alrededor era masculino. Uno de esos aromas que causan fascinacion y permanecen en la memoria. Me levante de la cama y dirigi mis pasos hacia la puerta, pero antes de poder acercar mi mano al pomo, se abrio sola. --Oh, ya estas despierta. !Cuanto me alegro! --Sonrio. Parecia una sonrisa verdadera, de esas que llegan a los ojos y entonces te das cuenta de que no es una patrana. De nuevo me fije en el, ya que la luz que entraba por la puerta no dejaba duda alguna de sus rasgos. --?Quien eres tu? ?Por que estoy aqui? --?Te apetece una taza de cafe? ?Agua? Debes estar sedienta… --Lo que me apetece es que no evadas mis preguntas, ?podria ser posible? --replique, un poco cansada de que siempre evitara responderme. --Esta bien, pero mientras te respondo, ?te gustaria tomar algo? Has pasado muchas horas durmiendo y necesitas reponer fuerzas. A pesar de como le habia hablado, el seguia respondiendo de manera tranquila. Quiza por eso asenti con una pequena sonrisa, para demostrarle que no era tan antipatica como parecia. Me condujo hacia la sala de estar y me invito a sentarme antes de desaparecer por una puerta, tal vez la de la cocina. Volvio con un vaso de agua y, tras darmelo, se sento a mi lado en el sofa. El silencio se hizo entre nosotros mientras a sorbos pequenos vaciaba el recipiente. Cuando termine de beber, lo deje sobre una mesita que habia enfrente. --?Por donde quieres que comience? --pregunto, rompiendo el silencio. --Por el principio. --Esta bien, pero me gustaria que me miraras mientras tanto. En caso contrario, no sabras si miento o digo la verdad. Mi sorpresa fue mayuscula. Observe la estancia con detenimiento, empezando por la derecha y desembocando en los ojos verdes de quien me acompanaba. No sabia cuanto aguantaria con mi mirada sobre la suya. --Mi nombre es Silvester, pero me suelen conocer como <>. --Mis labios se entreabrieron debido al asombro. Habia sido tan directo y sus ojos eran tan expresivos que no crei que mintiera. Pero, entonces, !mi abuela no habia inventado nada!--. Quiza resulte imposible de creer, pero hace mucho tiempo, en la vispera de mi trigesimo cumpleanos, una hechicera poderosa me maldijo. Me condeno a vagar por el mundo durante decadas concediendo deseos a todas las personas que lo necesitaran de corazon. Y tu, Noelia, sin saberlo me llamaste anoche. --?Como sabes mi nombre? --La maldicion me otorgo como don la posibilidad de ver en el corazon de las personas, asi como saber su nombre sin necesidad de tener que preguntar por el. Pocas veces hago uso de el, por si alguien de perverso corazon llegara a saberlo y me obligara, de alguna manera, a cometer actos crueles para los que no estaria preparado. Confio en ti. --Me tomo de las manos, como si de esa forma quisiera asegurarse de que, mediante el contacto, no cometeria una locura. Pero no lo haria. Yo no era quien para desvelar secretos que no me pertenecian. --Puedes confiar en mi, Silvester. --Sonrei. --Me alegra saberlo. --Solto mis manos curvando sus labios en una sonrisa. Mis ojos vagaron por la sala. Un detalle me llamo la atencion: todo lo que tenia parecian antiguedades, exceptuando algunos objetos que yo misma podria tener en mi casa. Cosas modernas. --?Deseas algo en particular? Puedo concederte lo que mas desees con la condicion de que no me retengas mas de tres dias a tu lado. ?Habia oido bien? ?Cualquier cosa, mientras no le retuviera conmigo mas de tres dias? --?Hablas en serio? --Volvi a mirarle, atenta a su respuesta. --Por supuesto. Soy el hombre que concede deseos, ?no? ?No quieres probar? --Si tengo que decidirme por uno, prefiero pensarlo bien. Puedo, ?verdad? --De hecho, es lo recomendable --afirmo, mirandome seriamente--. He conocido personas que no pensaron bien sus deseos y se arrepintieron por el resto de sus vidas. Se dejaron llevar por sus impulsos, por el primer pensamiento, y la cosa no termino tan bien como creyeron. No tengo demasiada prisa, por lo que no es necesario que me des una respuesta ahora. Mientras tanto, puedes quedarte conmigo. --Pero tengo que trabajar y ver a mi abuela… --replique. --No te preocupes, el tiempo conmigo no pasa demasiado deprisa, al menos fuera de aqui. Y cuando me marche, todo volvera a la normalidad, con la salvedad de que lo que sucedio anoche, no pasara. Ya me he encargado de que asi sea. --Hizo una pequena pausa antes de agregar--: ?Que te apetece comer? Ya es mediodia y deberias tomar algo para reponer fuerzas. Despues de saber un poco mas sobre el, no me negue. Cuando se levanto, movio la cabeza hacia ambos lados, como si buscara algo, y observe como levantaba el brazo y se colocaba un sombrero sobre la cabeza. Despues me miro de nuevo antes de marcharse hacia la cocina. Esos ojos verdes, con la sombra que proyectaba aquel complemento sobre su rostro, provocaban en mi algunas sensaciones que no habia experimentado nunca. ?Por que me atraia tanto un completo desconocido?

  • Todas Nuestras Vidas (Luna 3) de Violet Haze

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    Un pasado misterioso.

  • Los nombre de las cosas de Mariano Peyrou

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    Todos los jueves, tres amigos se reunen en un bar. Uno es director de cine y parece difuminar constantemente el limite que separa lo real de lo imaginario. Otro es novelista, aspira a la maxima libertad posible en la escritura y en la vida y tiene tantas caligrafias como amigas. El tercero trabaja en un ministerio y siente que no sabe casi nada de su esposa ni de su hijo. Haciendo gala de un extraordinario oido para el dialogo, asociaciones de ideas imprevisibles y una ironia efervescente, con su segunda novela Mariano Peyrou se aventura sin aspavientos a plantearnos una serie de preguntas sobre el amor, las relaciones familiares, la politica y el arte.

  • Un ano de amor contigo. 365 historias de amor de David Alfaro

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    Este es un libro lleno de amor. Literalmente. Contiene 365 historias de amor. Algunas son de una frase, otras tienen mas de dos mil palabras, las hay de ficcion y tambien reales; las hay comicas, dramaticas, emotivas, absurdas, cotidianas y excepcionales. Pero todas tienen un denominador comun: el amor. A la pareja, a los hijos, a los animales, a uno mismo… Amor, a fin de cuentas. En su vertiente mas amable y tambien en su cara mas oscura, la del desamor. Este libro deberia durar exactamente un ano desde el momento en que empieces a leerlo; cada dia tendras una nueva historia que echarte a los ojos, debidamente fechada. Si lees cada una en su dia correspondiente, llegara a durarte 365 dias. Siempre que seas capaz de dosificar el amor.

  • Ciega, sorda y muda de

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    En nuestra vida nos topamos con personas que no quieren escuchar, otras que no quieren hablar y otras que no quieren ver. Sordas, mudas y ciegas, en cualquier orden, no interesa cual. Lo importante es saber llevarlas, seguirles la corriente, ir para donde disparen; o podemos contradecirlas, esquivarlas... o mejor aun, tenerlas de amigas.
    Asi son ellas. Pilar, la sorda. Catalina, la muda. Malena, la ciega. Tres amigas que se complementan, inseparables, casi hermanas, por poco almas gemelas. "Somos nuestro tercio de la naranja", si, porque a veces la media naranja no existe, solo a veces, la naranja tambien se parte en tres pedazos iguales.
    Tres caminos, tres historias que, a pesar de todo, luchan por el amor. Porque ese sentimiento se hace, se construye, se vive, se siente y a la vez se odia.
    ?Podran aprender a escuchar, ver y hablar mientras tratan de conseguir que todo a su alrededor funcione? ?Se puede cambiar por amor?

  • Una irresistible excepcion de Loles Lopez

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    Laura, una mujer de ciudad, se refugia en un pequeno pueblo de Soria huyendo de un pasado traumatico. Una mala experiencia hizo que dejara la medicina, pero cuando Angel, el alcalde, se entera de que hay una doctora entre ellos, tratara de convencerla para que se quede a ejercer en aquel remoto lugar.

  • Cuando aman las Townsend (Los Townsend 3) de Nunila De Mendoza

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    En Garden House han florecido hermosas violetas: las jovenes mujeres Townsend, y ellas tambien se enamoran.

  • Alguien que no esperas de Olivia Kiss

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    Una comedia romantica sobre la amistad y el primer amor.

  • Antes de septiembre de Mario Escobar Goleros

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    La conmovedora historia de una familia separada por el Muro de Berlin y su lucha por reunirse de nuevo.

  • En el principio (Coraje y ternura 1) de Victoria Morrigan

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    "?Como he podido pasar de "me cae mal ese chico que siempre saca mejores notas que yo en clase" a "por favor, no me dejes"?

  • En esto del amor. La primera escoba, la segunda senora de Cristina Serrano

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    Una chica llena de ilusiones con gran talento para el dibujo.
    Un hombre enamorado que se propondra conquistarla.
    Nada volvera a ser igual para la joven madrilena, porque es muy sencillo confundir amor con dependencia. Cuando se percata del error ya es tarde, no encuentra el modo de romper esa relacion obsesiva que la esta consumiendo. Solo el amor verdadero la mantendra viva. Un amor secreto que aparecera por sorpresa, que guardara consigo y no querra mostrar ni siquiera al implicado de sus suenos.
    Una historia distinta, emotiva. No te dejara indiferente.

  • Juicio a Satan de Ray Russell

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    El padre Gregory Sargent, despues de administrar borracho una extremauncion, es trasladado a la pequena parroquia de San Miguel. Acostumbrado a la brillante vida social e intelectual de San Francisco, recibe su nuevo destino como un castigo. Nada mas llegar, sin embargo, tendra que enfrentarse a un caso de <>: Susan Garth, una muchacha de dieciseis anos <>, con una subita aversion a la iglesia, ha empezado a decir obscenidades, y un dia se desnudo frente al antiguo parroco e intento estrangularlo; ademas, el contacto de un crucifijo en el brazo le quema la piel. El obispo Crimmings tiene claro que esta poseida y ordena un exorcismo. El padre Sargent, en cambio, racionalista y metodico, duda... pero ?no sera cierto, como decia Baudelaire, que <>? Mientras tanto, la gente se pregunta si los aullidos de mujer que se oyen en la casa parroquial se deben a una orgia o a una misa negra...

  • Misterio en Lasalle de Phoebe Willows

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    Cuando el guapo y misterioso marques de lasalle le propone matrimonio, Chloe una joven pobre y huerfana siente que vive un cuento de hadas. No puede creer lo afortunada que es.
    Hasta que de repente descubre que su marido no es ese principe del que se ha enamorado sino un hombre loco y atormentado y lleno de secretos.
    Cuando descubra el horrible misterio que esconde su marido querra escapar pero descubrira que es demasiado tarde para hacerlo…

  • La mejor venganza (La Primera Ley 1) de Joe Abercrombie

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    La guerra puede ser un infierno, pero para Monza Murcatto, la Serpiente de Talins, a sueldo del duque Orso, tambien es una forma excelente de hacer dinero. Sus victorias la han hecho muy popular ?quiza demasiado para el gusto de Orso. Traicionada y dada por muerta, la recompensa de Murcatto es un cuerpo desfigurado y una sed de venganza que no se detendra ante nada. Sus aliados son el borracho menos fiable de Styria, el envenenador mas traicionero de Styria, un asesino en serie obsesionado con los numeros y un barbaro que quiere enderezar su vida? Entre sus enemigos estan los mas poderosos del pais, y eso antes de que el Orso envie al hombre mas peligroso para acabar con ella? La mejor venganza es una novela independiente que tiene todas las caracteristicas que hicieron un exito de la trilogia La primera Ley . ?Entre sus personajes hay tiranos y torturadores, un par de envenenadores, un asesino en serie, un borracho traidor, un oscuro barbaro y un sangriento mercenario. Y estos son los buenos? Las batallas son vividas y viscerales, la accion brutal, el ritmo imparable y Abercrombie amontona las traiciones y los giros de la trama de forma que no dejamos de preguntarnos como acabara todo. Este es su mejor libro hasta el momento.? George RR Martin Elegido entre los diez mejores libros de 2009 por los lectores de SF Site. Seleccionado por Amazon como una de las mejores publicaciones del genero en 2009. Libro favorito de SFFWorld en 2009. Finalista del British Fantasy Award 2010. Finalista del David Gemmel Legend Award 2010.

  • Surnormal profundo de Manu Sanchez

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  • Brazofuerte (Cienfuegos 5) de Alberto Vazquez-figueroa

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    Quinta entrega de esta apasionante saga, Brazofuerte narra las extraordinarias peripecias del canario Cienfuegos cuando una terrible palabra resuena en sus oidos: <>.

  • Prisionero del agua de Alexis Diaz-pimienta

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    Cuando se publico por primera vez (Espana, 1998), esta novela cubana gozo de gran acogida entre el publico y la critica. Obtuvo el Premio Alba-Prensa Canaria ese mismo ano. En enero de 1999 la ya desaparecida revista literaria Ajoblanco la selecciono entre uno de los cinco libros “mas buscados” por los espanoles. En diciembre de 1998, en el suplemento El Cultural, del diario ABC de Espana, fue seleccionada como una de las diez mejores operas primas del ano en ese pais.

  • Samsara. Dentro de mis suenos de Isabel Quilis Bayona

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    La informacion le llegaba a traves de terribles pesadillas. Cada dia perdia mas el control de su vida experimentando vivencias ajenas a ella que la sumergian en una voragine de sensaciones y emociones fuera de su realidad. No sabia como salir del mundo de sombras que la rodeaba y que cada noche la acosaba y la sacrificaba para volver a revivirlo una y otra vez sin posibilidad escapar. La locura se iba instalando poco a poco en su interior, debia encontrar una salida antes de volverse completamente loca.

  • Los jardines del presidente de Muhsin Al-ramli

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    En las cajas se encuentra la cabeza de Ibrahim, un hombre al que todo el mundo apreciaba por su bondad y discrecion, y por su particular filosofia de saber afrontar las tragedias aceptando su destino. Habia nacido y se habia criado en un remoto pueblo del norte de Irak, junto a sus eternos amigos de la infancia: Tarek, de vida acomodada y al que siempre la vida sonrio; y Abdula, huerfano y depresivo, a quien llaman Kafka por su manera de pensar y por haber devorado las obras de aquel autor. Los <>, como eran conocidos, habian vivido juntos alegrias, esperanzas, amores…, tambien guerras y las arbitrariedades del poder.

  • Jose, mas alla del olvido de Andrea Nusan

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    Jose aun no daba credito a lo que acababa de escuchar. --?Quiere decir que no recordare nada? ?Nada en absoluto? --Noto que su garganta se resecaba y que empezaba a faltarle el aire. --Es algo mas complicado que eso, don Jose. El doctor Llopis era amigo de su familia desde hacia treinta anos, y le costaba mucho tener que pronunciar aquellas palabras. Pero sabia que ser el portador de malas noticias era el precio que llevaba implicito, a veces, su profesion. --La enfermedad no solo afectara a su memoria --continuo--, tambien a sus habitos diarios: comer, andar, hablar... Es algo asi como una vuelta a la infancia. --Solo que esta vez no es para empezar a vivir, ?verdad? --Jose suspiro mientras miraba, por la ventana de la clinica, como la gente andaba por las calles con prisa, de un lado para otro. Los almendros estaban en flor y llenaban la acera de color y de un ambiente casi poetico. Sin embargo, nadie parecia darse cuenta; tenian demasiadas cosas en que pensar y no tenian tiempo para detenerse a observar aquella maravilla. Pronto el olvidaria hasta el nombre de la calle. El doctor se acerco por detras y le toco el hombro de forma amigable. --Sera mejor que se siente, don Jose; asi podre explicarle que debera hacer a partir de ahora. --Sus palabras sonaban en la cabeza de Jose como un eco lejano--. Va a necesitar de toda la ayuda que le puedan prestar, asi que deberia decirselo cuanto antes a su familia. Tambien seria conveniente que fuera delegando el cuidado de dona Amparo a manos mas profesionales. Con las ultimas palabras del doctor revoloteando por su mente, recogio todos los informes y salio de la clinica con el corazon en un puno. <>, le habia preguntado antes de salir. <>. <>, habia insistido. <>. Aquel hombre de mirada triste, barba y pelo cano, y arrugas en la piel, sentia que su mundo acababa de desmoronarse como un castillo de naipes. A sus ochenta y seis anos, recien cumplidos, ya se habia hecho a la idea de que algun dia dejaria este mundo, y eso no le daba miedo. Estaba preparado. Habia sido feliz en su vida. Es decir, todo lo feliz que alguien puede ser cuando, estando enamorado de una persona, se casa con otra, sabiendo que jamas la querra como a la primera. Y eso era lo que mas lo atormentaba desde que salio de la consulta del doctor. ?Acaso seria posible olvidar al amor de su vida? ?Olvidar el azul de su mirada, el rojo de sus labios, la suavidad de su piel? Habian pasado cuarenta anos desde que vio por ultima vez a Ana, pero recordaba cada gesto, cada palabra y cada sentimiento como si hubiese sido ayer. Y la esperanza de volver a verla, aunque fuese solo una vez mas, lo habia mantenido vivo todos esos anos al lado de su mujer y sus hijas. 2 Cuando llegue a Moraleja en mayo de 1957, solo pensaba en divertirme. Y me sorprendio lo facil que me resulto adaptarme a mi nuevo habitat. El pueblo era precioso; el aire era mas limpio que en Valencia; el cielo, mas azul, y la gente parecia sonreir siempre a pesar de sus problemas. Mis padres me habian mandado alli recomendados por unos amigos extremenos. Iba con una cuadrilla de albaniles valencianos y murcianos a restaurar el tejado de la iglesia del pueblo. Pensaron que asi sentaria, por fin, la cabeza, pues hasta entonces ni siquiera me habia planteado el buscar un trabajo de verdad y formar una familia, como el resto de mis amigos. Preferia ir de guateque en guateque y reirme todo lo que pudiera. Yo no habia salido nunca de Valencia, exceptuando los dos anos que pase en Ceuta haciendo el servicio militar, asi que aquello me parecio una aventura. Mi tia Belen, hermana de mi madre, vivia en una casa humilde a las afueras del pueblo y me habia ofrecido quedarme alli las semanas que durase el trabajo. Ella, mujer trabajadora y vitalista, conservaba, a sus sesenta anos, aquella belleza y fortaleza que me habian contado que tuvo en su juventud, aunque a mi siempre me parecio ver en su mirada un halo de tristeza. Vivia sola, pues nunca se habia casado. Y es que, segun me contaron, el amor de su vida, un joven militar frances llamado Francois Fontaine, habia fallecido seis meses antes de la boda, tras las trincheras de la gran guerra. Mi tia jamas se recupero de ese mazazo emocional, y con solo veinte anos decidio emigrar a Extremadura junto con su mejor amiga, Manuela, y el marido de esta, Justino. El, extremeno de nacimiento, se habia trasladado a Valencia por trabajo, y alli conocio a Manuela y se enamoro de ella. Llevaban casados dos anos cuando decidieron volver a Moraleja, el pueblo de Justino. Los padres de el ya habian fallecido, y le habian dejado en herencia lo poco que tenian: un terreno a las afueras y una casa. Asi que convencio a Manuela para regresar a su tierra y que su legado no se perdiese. Ella acepto con una unica condicion: que parte de ese terreno se lo cediesen a Belen para que pudiera construirse una casa y empezar de cero. Y es que, al parecer, la noticia de la muerte de Francois habia corrido como la polvora entre los familiares y amigos de mi tia, y entre los muchos dimes y diretes de la gente, decidieron ponerle el sobrenombre de <>. Manuela sabia que si mi tia se quedaba en Valencia, le esperaba una vida de soledad y chismorreos, y ella no consentiria eso para la que se habia convertido, por derecho, en su hermana, aunque no fuera de sangre. Justino cedio a las peticiones de su mujer, pues la amaba y, ademas, tenia mucho aprecio a Belen, quien siempre apoyo la relacion y vio con buenos ojos sus ganas de volver a su tierra natal. Al llegar a Moraleja sin estudios ni padrinos, todos se tuvieron que poner a trabajar en el unico sitio en el que entonces podian hacerlo: la hacienda de los De Mora, familia de la que yo no sabia nada en aquella epoca, y que seria mi ruina tiempo despues. Para cuando llegue, mi tia ya hacia anos que habia dejado de trabajar en el campo y sobrevivia dando clases de costura a jovenes casaderas que querian estar preparadas para ser buenas esposas y madres. Ella y Manuela seguian siendo muy buenas amigas y se ayudaban en todo. Sobre todo desde siete anos atras, cuando Justino murio a causa de un ataque al corazon mientras recogia patatas en los campos de la familia De Mora. A pesar de que yo nunca habia tenido trato con mi tia, pues cuando se marcho de Valencia, ella y mi madre se distanciaron y no volvieron a hablarse, solo hizo falta una carta para que Belen me aceptara como si siempre hubiesemos sido una familia unida. Yo tenia treinta anos y muchas ganas de comerme el mundo. Lo que nunca pude imaginar es que el mundo acabaria comiendome a mi a traves de los ojos azules mas bonitos que he visto y vere en toda mi vida. --?Que haces, papa? --Carmen, la hija pequena de Jose, entro en su despacho. --No sabia que ya habiais venido -- contesto el apagando la pantalla del ordenador--. ?Y la fiera? --Le dio un beso. --Viene ahora con Pedro. Ana queria chuches, y ya sabes como se pone cuando quiere algo. -- Jose sonrio pensando en lo terca que se ponia su nieta de cuatro anos cuando se le antojaba algo --. ?Y mama? --Creo que esta en la cocina con Avelina, acabando de hacer la comida. --?Han venido ya Isabel y los peques? --No, tu hermana no ha llegado aun. --Vale, pues voy a saludar a mama para que tu puedas seguir haciendo lo que sea que estuvieras haciendo... --dijo con tono burlon y una sonrisa. Jose se la devolvio con un cierto sentimiento de culpa. Habian pasado tres meses desde su cita con el doctor Llopis, y estaba hecho un lio. Aun no habia decidido si queria contarle a su familia lo de su enfermedad. Sin embargo, si habia tomado la decision de escribir sus memorias para narrar su historia con Ana. No podia aceptar que algun dia olvidaria al amor de su vida y el tiempo tan maravilloso que habia pasado con ella. Y penso que tal vez si lo escribia podria recordarla. Los gritos de sus nietos, David y Jorge, entrando por la puerta lo devolvieron a la realidad.