• libro la cocinera de himmler - Franz-Olivier Giesbert

    https://gigalibros.com/la-cocinera-de-himmler.html

    La historia atroz del siglo XX vista a traves de un personaje rebelde, divertido y picaro que nos devuelve la esperanza en la humanidad, una cocinera centenaria cuyos ingredientes para la felicidad son: el humor, el deseo sexual y las ansias de venganza.

  • LA COCINERA DE HIMMLER | FRANZ-OLIVIER GIESBERT

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  • La cocinera de Himmler Versión Kindle - Amazon.es

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    La cocinera de Himmler eBook : Giesbert, Franz-Olivier, Durán Romero, Juan Carlos: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Mirar en el interior de este libro.

  • La cocinera de Himmler | Penguin Libros

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    La cocinera de Himmler ... La historia atroz del siglo XX vista a través de un personaje rebelde, divertido y pícaro que nos devuelve la esperanza en la humanidad ...

  • La cocinera de Himmler - Libro de Franz-Olivier Giesbert

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    Un libro duro, sin sensacionalismos, pero duro, como lo fue todo ese siglo XX donde perdieron la vida entre guerras y limpiezas étnicas, más de doscientos ...

  • LA COCINERA DE HIMMLER - GIESBERT FRANZ-OLIVIER

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    Rose, mujer Armenia que con 105 años inicia el libro contando cómo sobrevivió al genocidio armenio y ser testigo de todos los acontecimientos acaecidos ...

  • la cocinera de himmler - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/la-cocinera-de-himmler_269443

    Reseñas: «Divertida, cínica y generosa, alegre, sensual y ambiciosa, La cocinera de Himmler es uno de esos raros libros que nos reconcilian con la vida ...

  • LA COCINERA DE HIMMLER - Franz-Olivier Giesbert

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    Cuando me propusieron organizar un sorteo y una lectura conjunta junto con los blogs El buho entre libros, El Universo de los libros, Libros que hay que ...

  • LA COCINERA DE HIMMLER (Libro en papel)

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    LA COCINERA DE HIMMLER 17,58€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. He aquí la hilarante epopeya de Rose, una cocinera que nunca le ha temido a nada y que ha ...

  • La cocinera de Himmler - Giesbert, Franz-Olivier - Todos tus ...

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    14 abr 2021 — Reseñas:«Divertida, cínica y generosa, alegre, sensual y ambiciosa, La cocinera de Himmler es uno de esos raros libros que nos reconcilian ...

  • LA COCINERA DE HIMMLER - FRANZ-OLIVIER GIESBERT

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  • La mordida del guerrero de Maria Jose Tirado

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    Una mortal conquisto su corazon,
    Una vampira llego para arrasarlo.

  • Hija de la Fortuna de Isabel Allende

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    Eliza Sommers es una joven chilena que vive en Valparaiso en 1849, el ano en que se descubre oro en California. Su amante, Joaquin Andieta, parte hacia el norte decidido a encontrar fortuna, y ella decide seguirlo. El viaje infernal, escondida en la cala de un velero, y la busqueda de su amante en una tierra de hombres solos y prostitutas atraidos por la fiebre del oro, transforman a la joven inocente en una mujer fuera de lo comun. Eliza recibe ayuda y afecto de Tao Chi’en, un medico chino, quien la conducira de la mano en un itinerario memorable por los misterios y contradicciones de la condicion humana. Hija de la fortuna es un retrato palpitante de una epoca marcada por la violencia y la codicia, en la cual los protagonistas rescatan el amor, la amistad, la compasion y el valor. En esta, su mas ambiciosa novela, Isabel Allende presenta un universo fascinante, poblado de entranables personajes que, como tantos otros de la autora, se quedan para siempre en la memoria y el corazon de los lectores.

  • Mas que amigos, el final 2 de Carolina Salvo

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    Estuve siete dias sin hablar, siete dias odiandome por tomar aquella tortuosa y masoquista decision, y estuve siete dias ignorando los mensajes de Tobias que no dejaban de llegar a mi celular. Siete dias.

  • Degenerado de Ariana Harwicz

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    Degenerado es la historia de un proceso judicial. Empieza una noche gelida cuando un hombre se dispone a hacerse un te y leer despues de una larga jornada. Pronto lo distraen las luces de gendarmeria: fuera de su casa los vecinos se agolpan, y, a medida que corre el rumor de que el hombre es un pedofilo, se arma una batalla campal. A los animales del corral, por su parte, no les interesa saber si el vecino es o no es un pedofilo: quieren comer, abrir la boca y que el dueno les eche algo. Mientras, algunos vecinos ya piden la cabeza del hombre: como en las plazas publicas, sacan fotos al condenado, y los chicos son alzados sobre los hombros. La madre del acusado esta ausente, esta presente, es testigo: ese es siempre el drama del amor materno. El acusado acepta pelear hasta el final contra todo y contra todos, porque ?quien esta seguro de haber cometido un error? ?Quien se puede autoinculpar? En la noche estrellada, ?donde empieza el criminal y dondeel hombre honesto?
    Degenerado podria ser el cuento de un borracho o de un hombre que recuerda la guerra, pero sucede en tiempos de paz, en plena democracia capitalista. Degenerado, es, pues, un laberintico y sordido monologo pronunciado con un hilo de voz: el hilo de voz entrecortada de un hombre que, enfrentado a una sociedad que le pide que sea alguien, que exista, le devuelve lo peor de que es capaz.

  • Aqui hay dragones (La historia de La Diana 1) de Florencia Bonelli

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  • Tokio Blues de Haruki Murakami

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    Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru Watanabe, un ejecutivo de 37 anos, escucha una vieja cancion de los Beatles que le hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de los anos sesenta. Con una mezcla de melancolia y desasosiego, Toru recuerda entonces a la inestable y misteriosa Naoko, la novia de su mejor y unico amigo de la adolescencia, Kizuki.

  • El suspiro del infierno (Los Elementos Oscuros 3) de Jennifer L. Armentrout

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    ALGUNOS AMORES DURARAN HASTA EL ULTIMO SUSPIRO

  • El nacimiento de un Imperio de Esteban Suarez Miceli

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    EL NACIMIENTO DE UN IMPERIOA punto de estallar la guerra que cambiara el curso de la historia, una guerrera y un centurion luchan por sobrevivir en un mundo lleno de violencia e intrigas.

  • El vestido de Gala de Gemma Garcia Veiga

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    Navarro, doctora en psiquiatria, ha decidido que la rutina es necesaria para alcanzar cierta tranquilidad y mantener la incertidumbre a raya. La llamada inesperada del teniente Fernandez, Guardia Civil, pidiendole su ayuda y alegando que ella es capaz de resolver un caso, la sumira en una voragine de recuerdos, conversaciones y sentimientos del pasado que mantenia encerrados.
    Unas horas antes, una muchacha aparece vestida de novia, descalza, con las manos y los pies ensangrentados, caminando por la Gran Via de Madrid. Presenta un cuadro de estres postraumatico y un escaner revelara el infierno que ha sufrido. Tres dias mas tarde, otra joven, en identicas condiciones, es descubierta por un grupo de turistas andando por los jardines del Palacio Real.
    Navarro se enfrentara a su mayor desafio, no solo profesional, sino tambien personal. Tendra que solucionar sus propios conflictos y encarar el rechazo de otros agentes para poder resolver: el Caso de la Novia.
    Una novela que demuestra que no te puedes fiar de tus sentidos, que la mente es nuestro mayor enemigo, que mucho de lo que ves y oyes es una construccion manipulada por ella, que inventa tus recuerdos y que tus razonamientos son resultado de sus intereses.

  • Solo volver a empezar, Loren Mills de Loren Mills

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    Ser agente de la CIA es para Zoe el trabajo de su vida. Al menos, hasta que mataron a su prometido y ocho anos despues le informan de que tiene que trabajar con el agente encubierto que le asesino.
    Noah White, un hombre serio y dedicado cien por cien a su trabajo, despertara en ella el odio y el rencor de los actos pasados, pero no seran los unicos sentimientos que surjan entre ambos. Una mision, un viaje, su mejor amigo David y sus dos companeros de armas bastaran para que Zoe descubra que Noah no es el hombre duro que aparenta ser.
    Dos almas destrozadas por la perdida y el dolor descubriran que para el amor siempre existe una segunda oportunidad.
    Solo hay que volver a empezar.

  • Ama de Jose Ignacio Carnero

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    Ama. Madre en euskera, o quiza la tercera persona del presente del verbo amar. Pero tambien las memorias de un joven abogado que descubre que la literatura ni siquiera puede embellecer las miserias de la vida -la precariedad, el desamor, o el duelo-.

  • La catedral del Anticristo de Fabio Delizzos

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    Bienvenidos al mas alla del bien y del mal. Rezar no os va a servir de nada

  • Lo imprevisible de Marta Garcia Aller

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    Este libro no esta aqui. No ha podido llegar al lector porque este libro esta confinado. Acabe de escribirlo en febrero de 2020, a tiempo de convertirse en una de las novedades de la primavera. O eso creia yo. Brinde por ello con amigos nada mas entregarlo. No sabia por entonces que aquella iba a ser la ultima vez que pisariamos un bar en mucho tiempo. Ni que este ano nos ibamos a quedar sin primavera. De eso iban, al fin y al cabo, las paginas que acabaron confinadas. Advertian de que habia que ir acostumbrandose a convivir con todo aquello que no se puede prever. A principios de marzo, Lo imprevisible ya estaba impreso y empaquetado, listo para llegar a las librerias. Y ahi se quedo. Atrapado por sorpresa en las cajas de una imprenta de Igualada, el primer municipio espanol en decretar el confinamiento total por el brote de coronavirus. Igualada sonaba entonces, igual que Bergamo, como si fuera el reactor 4 de Chernobil. No se podia salir ni entrar de alli por el alto riesgo de contagio. Mi editora me llamo para avisarme de que la publicacion del libro se retrasaria. La semana siguiente se decreto el estado de alarma que puso a Espana en cuarentena. Y luego la COVID-19 fue paralizando el resto del planeta. Mas de tres mil millones de personas nos quedamos encerradas en casa durante semanas para tratar de frenar el virus que cambiaria el mundo. Asi que este libro no es exactamente el mismo que en febrero. De alguna manera, ninguno lo somos. Tampoco el lector. Ya no me va a costar convencerle de que un espejismo tecnologico nos ha hecho creer que tenemos bajo control mas cosas de las que en realidad estan a nuestro alcance. Eso ha quedado claro ahora que el mundo esta patas arriba. Mientras reescribo estas lineas, aprovechando mi propia clausura, aun no sabemos cuanto durara el estado de alarma. Ni cuando podremos volver a salir de casa para ir a trabajar o abrazar a la familia. Tampoco cuando volveran a abrir las librerias para que estas paginas, estas si, lleguen por fin a sus manos. De pronto, ya no sabemos nada del futuro. Ni de lo que hay a la vuelta de la esquina. Solo hay algo seguro: nunca ha sido tan imprevisible. De pequena me fascinaba un libro que fantaseaba sobre como seria el ano 2020 y del que solo recuerdo esa fecha y el dibujo de una banera robotica. He olvidado tambien el titulo, pero no aquel cuarto de bano. De el salian todo tipo de brazos que lavaban, peinaban y secaban el pelo de un nino sumergido en espuma sin mover un dedo. Todavia me da algo de envidia cuando lo pienso. Tal vez por eso siempre habia imaginado 2020 como un ano futurista. Y, por supuesto, que a estas alturas ya tendriamos banos con robots. Antes de que esta devastadora pandemia que me tiene recluida en casa mientras escribo provocase la peor crisis economica y sanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, los nuevos anos veinte se preveian de otra manera. Iba a ser la decada dorada del progreso tecnologico y la robotizacion. De la medicina personalizada y la inteligencia artificial. Y ahora resulta que 2020 es el ano en el que Occidente descubrio que no tenia suficientes camas, ni medicos, ni mascarillas para atender a sus enfermos en caso de emergencia. Y mientras la inteligencia artificial y la genetica van dando forma a la medicina del futuro, en nuestros hospitales del presente los medicos improvisan batas con bolsas de basura para protegerse. A principios de ano todavia viviamos ajenos a lo que se avecinaba. Las ferias tecnologicas prometian grandes avances que ahora parecen frivolos (conste que antes del coronavirus, tambien). En enero se presento en Las Vegas un minirrobot rodante que se controlaba desde el movil, pensado para acercar un rollo de papel higienico alla donde alguien lo necesitara. Tambien se anuncio un sensor para avisar con un mensaje al movil si el bano huele mal antes de tener que asomarse a comprobarlo.1 No es esto lo que de nina entendia por un bano robotizado, ni tampoco por lo que pasara a la historia el papel higienico en 2020. En enero, mientras en la feria tecnologica mas importante del mundo se presentaban estos inventos para el supuesto vater del futuro, ya habia un nuevo coronavirus extendiendose por China que pronto llegaria al resto del planeta. En las semanas siguientes, a medida que la amenaza avanzaba, la gente reacciono, para sorpresa de Gobiernos y reponedores de supermercados, almacenando compulsivamente montanas de papel higienico. Por inutil que fuera comprar decenas de rollos, el acaparamiento irracional transmitia una paz a la poblacion que ningun robot podria prever. El miedo a lo desconocido entra dentro de eso que a los humanos nos vuelve imprevisibles. Una epidemia de incertidumbre La escritura de este libro ha pasado por una mocion de censura, dos elecciones generales y una pandemia mundial. La rutina iba desapareciendo mientras andaba yo buscando eso que nos vuelve imprevisibles. Para encontrarlo, he mantenido entrevistas con un centenar de expertos en cuestiones muy diversas: matematicos, astrofisicos y psicologos; con filosofos, abogadas e ingenieras; antropologos, linguistas y policias; con una nina de tres anos, varias empresarias de exito y un ligon de Tinder; en estas paginas hay tambien genetistas, meteorologos y hasta un excombatiente de Irak que ahora reparte burritos a domicilio. No faltan las opiniones --ultimamente, nunca lo hacen-- de politologos, epidemiologos y periodistas, ademas de las charlas con un par de neurologos, varios humoristas famosos y algun que otro robot. Nos hemos ido acostumbrando a los sistemas de inteligencia artificial que calculan por nosotros que carretera escoger para evitar los atascos y predicen que tiempo va a hacer. Al fin y al cabo, hay algoritmos para todo. Los hay que generan noticias falsas, invierten en bolsa y anticipan a quien vamos a votar. Otros prometen predecir los delitos, el amor y hasta el orgasmo. Incluso hay robots que conducen, componen musica y pintan cuadros como los de Rembrandt. Se automatizan los despachos de abogados, las consultas de los medicos y los templos budistas.2 La inteligencia artificial aspira a automatizarlo todo. ?Todo? No, todo no. Al computo del algoritmo siempre se le escapara lo imprevisible. Y, mas alla de las pandemias, la vida esta llena de situaciones cotidianas que lo van a seguir siendo. Al final, los dilemas humanos son los mismos de siempre, solo que nunca habiamos tenido como especie tanta informacion disponible. Por eso nos desconcierta tanto descubrir lo vulnerables que somos en realidad. Por una parte, nos hemos vuelto, en cierto modo, mas previsibles que nunca gracias al mayor procesamiento de datos de la historia. Por otra, el mundo esta transformandose a tal velocidad que desconocemos las nuevas reglas de juego. No es casualidad que tanto desconcierto coincida con un profundo cambio tecnologico. La nueva era de la predictibilidad tecnica se caracteriza, paradojicamente, por una epidemia de incertidumbre. En 2016, nadie vio venir el brexit ni la victoria de Trump.3 A partir de entonces, la cronica geopolitica ha sido una sucesion de acontecimientos inesperados. Tanto cambio constante llevaba tiempo desconcertandonos, mucho antes de que llegara el coronavirus. La sensacion de estar entrando en territorio desconocido ya se habia generalizado en un Occidente a medio repensar. El exceso de informacion puede tener mucho que ver con ello. Alvin Toffler ya advertia en El shock del futuro que la saturacion informativa podia crear mecanismos de defensa en la gente, que necesitaria simplificar tanto el mundo para comprenderlo que acabaria reafirmando sus prejuicios. Era 1970.4 La sobrecarga de informacion tambien provoco un aumento de la incertidumbre en los tiempos de Gutenberg. En cierto modo, la llegada de la imprenta tambien trajo consigo una acentuacion del sectarismo.5 Acceder a mas informacion de diferentes concepciones religiosas no genero mas tolerancia, sino la conviccion de que la unica vision verdadera del mundo era la propia. La imprenta supuso un enorme progreso tecnologico para la humanidad que inauguro la Edad Moderna. Sin ella, no se entenderian las guerras de religion de los siglos XVI y XVII que causaron millones de muertos en Europa. La manera en la que accedemos a la informacion (y a la desinformacion) transforma a las sociedades, como veremos en el capitulo dedicado a como la verdad y la mentira se vuelven mas imprevisibles con los algoritmos. Cuando los cambios tecnologicos se aceleran tanto, aumenta la sensacion de vertigo. ?De donde viene tanta incertidumbre, teniendo como tenemos un acceso a la informacion y unos avances cientificos y tecnologicos con los que nuestros padres y abuelos solo podian sonar leyendo a Julio Verne? En menos de un siglo, hemos visto llegar la penicilina y el 5G, los viajes a Marte y la secuenciacion del genoma. Y en el momento mas algido de las promesas tecnologicas, cuando el futuro parecia capaz de automatizarlo todo, el mundo, de pronto, se paraliza de golpe por un virus. Una cuarentena no deja de ser, al fin y al cabo, una tecnica medieval para la prevencion de los contagios. Tanto algoritmo y tanto big data,6 y cuando llega la gran pandemia nos tenemos que encerrar todos en casa como en tiempos de Boccaccio, pero con wifi. Antes de la llegada de la COVID-19, se me ocurrio consultar con un experto en la estructura del universo. ?Quien mejor para darle un poco de perspectiva al asunto? Pregunte a Martin Rees, astrofisico y astronomo real, si veia relacion entre la incertidumbre y la era de los algoritmos: <>. A diferencia de lo que les ocurrio a nuestros antepasados, para nosotros el proximo siglo sera drasticamente diferente al actual. Por no saber, no sabemos ni en que planeta viviremos para entonces.7

  • Lilium de Danney Evans

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    Lilly Russell es una chica millonaria la cual viajara por todo el mundo buscando algo o alguien que la llene, viajara junto a su fiel mayordomo Jaime. Ella conocera a ocho chicos que le cambiaran la vida, ella dice ser su salvadora, pero, ?Realmente lo sera? o tal vez ellos la salvaran a ella.

  • Nunca mas de Sara Larsson

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    NUNCA MAS SE ACERCARAN A MI.

  • La luz de mi alma de Estela Torres

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    C Capitulo 1 uando regreso de mis clases son las ocho de la noche y no hay nadie en casa, voy a la cocina y no encuentro que comer igual que los ultimos tres dias. Subo a ducharme y luego entro en mi habitacion a estudiar un poco. Me duele el estomago del hambre que tengo, pero seguramente el borracho de mi padre ya se gasto el dinero para hacer la compra. Me meto en la cama cerca de las once de noche sin esperarlo, total no creo que llegue hoy, tampoco. Mi madre hace cinco anos que se marcho de casa y me dejo sola con este hombre que apenas reconozco. No es que el fuera un padre ejemplar antes de eso, pero despues de su partida todo ha sido peor. Entrada la madrugada siento un escandalo afuera y bajo a ver que ocurre, seguro es mi padre esta tan borracho que no puede ni abrir. No es que me importe si duerme en la calle, pero prefiero evitar el escandalo con los vecinos. Lo encuentro en el salon junto a la puerta abierta y cuando me ve suelta una risa burlona y llena de desprecio. --Alli esta la putita.-- dice senalandome. --Estas borracho de nuevo.-- le reclamo pero lo que viene despues me deja paralizada. Dos hombres altos con aspecto de matones vestidos de negro entran en casa y me miran de arriba a abajo. Yo automaticamente retrocedo unos pasos para intentar escapar, pero mi padre me agarra del brazo y evita mi huida. --?A donde crees que vas?-- pregunta y mi cuerpo comienza a temblar descontrolado. --Papa, ?que significa esto? Me lanza contra el pecho de uno de los hombres y quedo petrificada. El sujeto me sostiene de tal manera que casi no puedo respirar. Mi cuerpo se ha convertido en gelatina por el miedo, no dejo de imaginar miles de modos en el que estos hombres podrian hacerme dano. --Esa es su mercancia, llevenla a su jefe y con eso mi deuda esta saldada. Mi corazon palpita descontrolado, siento que voy a vomitar y las lagrimas comienzan a salir de forma involuntaria. Se que mi padre me odia, pero creerlo capaz de algo asi, nunca me habia pasado por la cabeza. Estoy asustada, mas que eso aterrada, pero no permitire que ellos me lleven sin intentar luchar. --Suelteme-- le digo al sujeto que me sostiene pero con lo escualida que estoy es como chocar contra una pared de concreto. --Es mejor que se calme jovencita y todo sera mas facil para usted. --?Por que me hacen esto? --Ya escuchaste a tu padre, es hora de llevarte con el jefe. --!Papa, por favor! --Callate puta-- me grita mientras me golpea el rostro con la mano y siento el sabor metalico de la sangre en mi boca. --Al final eres igualita a tu madre, solo te estoy haciendo un favor, estoy seguro te va a gustar lo que te haran. La ansiedad se apoderaba de mi cuerpo y comienzo a hiperventilar por el miedo. Sentia los latidos de mi corazon a mil por hora y no sabia a quien odiar mas si a mi padre por hacerme esto o a mi madre por dejarme con este animal. El hombre que se habia mantenido al margen saca de su bolsillo una inyeccion y me la pone en el brazo mientras su companero me sostiene. --Papa por favor, papa...-- susurre hasta que mis ojos se fueron cerrando y senti como uno de los hombres me cogia en brazos. Estaba aturdida y cada vez mas asustada. A penas podia mantener los ojos abiertos mientras sentia el movimiento del auto donde me llevaban. Los hombres hablaban, pero me era imposible entender lo que decian. --Dejenme ir por favor.-- mis palabras eran susurros casi inaudibles, mientras el sueno volvia a apoderarse de mi. H Capitulo 2 abia perdido la nocion del tiempo, se que llevaba unos cinco o seis dias encerrada en una habitacion de hotel, pero no estaba segura. El sitio era muy bonito y todo el mundo me trataba bien, pero nadie era capaz de decirme nada. Cada vez que preguntaba por algo o pedia ayuda me miraban, sonreian y seguian caminando. Los mismos hombres que me habian buscado en casa, venian varias veces al dia me traian comida, ropa y volvian a marcharse como si nada. Yo me negaba a todo, apenas probaba la comida y mucho menos usaba la ropa que dejaban sobre la cama. El primer dia pase horas intentando salir de esta habitacion, pero no logre nada. Las ventanas estan muy bien protegidas, no tengo telefono y nadie parece importarle que me tengan aqui en contra de mi voluntad. Estoy segura que el hombre que me compro pago mucho dinero por la discrecion de todos los empleados de este lugar. Era de noche y habia pasado todo el dia en la cama. Odiaba a mi padre mas que nunca, la incertidumbre de lo que me harian me consumia cada segundo. Estar aqui era una tortura emocional, no podia estar tranquila, pensando que en cualquier momento vendria un desconocido a disponer de mi cuerpo a su gusto. Me lo imaginaba de mil formas distintas y ninguna era agradable. Nadie con etica y moral haria algo como esto. --Si continua sin comer, se va a terminar enfermando. Al girar en la cama me encontre con uno de los hombres que me trajo aqui. Era siempre muy amable conmigo, pero eso no quitaba el hecho de que yo no queria estar en este lugar y el no me permitia salir. --Si me muero de hambre sera un trabajo menos para usted. --Si se muere probablemente perdere mi trabajo, asi que mas le vale comenzar a comer, porque se me esta empezando a terminar la paciencia con usted senorita Miller. --Dejeme ir. --No puedo hacer eso. --Para que demonios tenerme aqui si su jefe ni siquiera ha venido. No veo la estupida necesidad de torturarme de este modo. --Nadie le ha hecho dano.-- su ceno se fruncio como si intentara descubrir si le ocultaba algo. --?Cree usted que tenerme aqui no es hacerme dano? ?Acaso es imbecil? --Tenga cuidado de como me habla senorita Miller, bien podria matarla y todos pensarias que murio de hambre. La expresion del hombre se ensombrecio y salio de la habitacion dando un portazo. Creo que estaba tan cansado como yo de esta situacion. De seguro no estaba en sus planes hacer de ninera cuando lo contrataron. Me acomode en la cama y volvi a caer dormida. Era practicamente lo unico que hacia aqui encerrada, dormir y llorar. Y ya se me estan acabando las lagrimas. Senti un ruido y cuando abri los ojos me di cuenta que era el mismo hombre con el que habia discutido entrando de nuevo a la habitacion. Se veia mas enojado que antes, pero tampoco me afecto. Si me mataba seria mejor para ambos despues de todo. --Tiene una llamada senorita Miller. --?Quien es?-- cuestione por instinto sabiendo que de seguro seria su jefe. Como era de esperar ignoro mi pregunta y me entrego el telefono. Lo tome luego de titubear un poco y lo pegue a mi oreja. --Hola-- apenas pude pronunciar. --Me han dicho que esta ansiosa por conocerme senorita Miller. El aire abandono mi cuerpo ante la voz del hombre causante de mi desgracia. Era una voz ronca que reflejaba autoridad pura. No titubeo ni un segundo y un escalofrio recorrio mi cuerpo al pensar en lo que me esperaba. Escuchar su voz hacia real todo lo que me estaba sucediendo y mis nervios comenzaron a alterarse nuevamente. --?Quien es usted? ?Que quiere de mi? --Muchas preguntas senorita Miller. Yo solo soy su dueno y deseara que lo sea a cada segundo despues que nos veamos. --Deje que me marche por favor. --Eso es imposible, he pagado mucho por usted y tiene unas funciones que cumplir a cambio. La veo manana senorita Miller. Cuando iba a contestarle escuche como cortaba la llamada y sin decir nada le entregue el telefono al tipo que hacia de ninera. --Deberia comer algo, lo va a necesitar.-- habia cierto tono de preocupacion en su voz. --Puedo estar dias sin comer.-- fue mas un pensamiento, pero sin darme cuenta lo dije en voz alta y el rostro del hombre que estaba en mi habitacion se descompuso por completo. Pensaba que me iba a dar un sermon, pero en cambio giro en sus talones y salio de mi habitacion sin decir palabra. No habia dicho nada que no fuera cierto. Mi padre malgastaba tanto el dinero que a veces pasaba una semana sin comer nada decente. El dinero que me sobraba de mi beca universitaria a penas me daba para pasar algunos meses y eso era rindiendolo al maximo y rogandole a Dios que mi padre no me lo quitara. La vida no era muy generosa conmigo y habia aprendido a sobrevivir con muy poco desde que mi madre nos habia abandonado

  • SOLTERONA. La construccion de una vida propia de Kate Bolick

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    Kate Bolick crecio pensando que acabaria casandose. Incluso tenia una fecha limite para hacerlo: los treinta anos. Se concedio hasta entonces para estudiar, experimentar y decidir que hacer con su vida profesional. Sin embargo, cuando llego a la treintena ese deseo de casarse se habia evaporado. Una nueva decada cargada de ambiciones se abria ante ella.

  • El caballero oscuro (Destinos Cruzados 1) de Anabel Bzex

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    A Ayna Lee se le freno la vida durante cinco anos.
    Esos anos claves para forjarse un futuro. Ahora su suerte ha cambiado y es aceptada para hacer las practicas en el hotel mas pequeno de la cadena hotelera Bassols, una de las mas conocidas del mundo. Lo que no esperaba era encontrarse viviendo alli al mismisimo director de dicha cadena. Dominic es exigente, prepotente e insoportable. Esa manera casi espartana de trabajar le mantiene en alerta y en un agotador estado de resistencia. El despotismo de Dominic la conduce a una espiral de misterio y claroscuros llenos de cicatrices donde nada es lo que parece y que la llevaran a querer saber mas y mas sobre aquel hombre que a pesar de su exito, vive refugiado en el atico de aquel lugar. Jamas imagino que semejante oscuridad le hara plantearse no cometer los mismos errores del pasado y por primera vez luchar por algo que realmente quiere.

  • Inseguro amor de Sophie Saint Rose

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    Hope Still vive por y para su jefe, el atractivo y autoritario Andreas Doskas, uno de los solteros mas cotizados de Grecia. Poco atractiva y siempre vestida de negro deja pasar su vida supeditada a el, hasta que recibe una paliza que por poco la mata en casa de su jefe a causa de un supuesto robo. Entonces su vida dara un vuelco de ciento ochenta grados donde su jefe sera el que mas le sorprenda con un oscuro secreto.

  • Chapter, Estefania Yepes de Estefania Yepes

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    Max, Salva, Amaya y Julio forman uno de los tres grupos de escapistas mas experimentados de la ciudad, cuyo exito les precede cada vez que visitan una nueva sala de escape.
    Sin embargo, estan tan acostumbrados a seguir unas premisas basicas, en la mayoria de casos identicas, que cuando se presenta ante ellos una oportunidad de traspasarlas, todo lo que creian dominar hasta el momento adquiere de repente una nueva dimension.
    Dos monedas; dos unicas monedas suponen la diferencia entre jugar o pasar, entre correr o frenar, entre pensar o actuar e, incluso. entre vivir o morir.
    Las salas estan cambiando, los juegos son cada vez mas reales, mas vivos, y la tecnologia de las pruebas mucho mas avanzada y excitante.

  • Una y mil veces que me tropiece contigo de Carol B. A

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    ?Que buscas en una novela romantica?

  • La falsa pista de Henning Mankell

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    En Suecia nadie recuerda un verano tan caluroso como el de 1994. Mientras la gente sigue con pasion los partidos finales del Campeonato Mundial de Futbol, el inspector Kurt Wallander se dispone a iniciar unas cortas vacaciones. Pero la tranquilidad de la provincia de Escania se ve truncada cuando una muchacha, al parecer extranjera, se suicida quemandose a lo bonzo. Wallander y su equipo tratan de averiguar la identidad de la joven y los motivos de esa tragica decision; pero los sobresaltos no han hecho mas que empezar, pues un brutal asesino en serie ha comenzado su macabra actividad. Las primeras victimas son un antiguo ministro de Justicia, un adinerado tratante de arte y un ladronzuelo de poca monta. Para detener esta carniceria, Wallander se aferra a una pista que le conducira a las altas esferas de la politica y pondra en peligro su vida y la de sus allegados..

  • Una vida con angeles de Tania Karam

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    Descubre como los angeles se comunican contigo

  • La esfera luminosa de Cixin Liu

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    La nueva novela del autor chino que arrasa en todo el mundo con El problema de los tres cuerpos: 5.000.000 de lectores.

  • Amor, bienvenido a bordo de Elsa Jenner

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    Ana Suarez es una humilde joven que trabaja como dependienta. Nada puede hacerla sospechar que su despido cambiara su vida para siempre.

  • El amor que llego de Hollywood de Alessandra Torre

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    Cole Masten lleva anos siendo el marido perfecto de Hollywood, pero, alli, los amores eternos solo duran en la pantalla, asi que cuando su mujer le abandona, se convierte en el soltero dorado de la meca del cine. Que tengan cuidado las chicas de Los Angeles, hay un chico malo suelto en la ciudad, y esta dispuesto a arrasar con todo. Summer Jenkins. Esa soy yo, una chica surena atrapada en Quincy, Georgia.

  • El enemigo conoce el sistema de Marta Peirano

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    Todo lo que no quieres pero necesitas saber sobre el poder, la economia, la sociedad y las telecomunicaciones en la era de la informacion.

  • Armada de Ernest Cline

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    El esperado regreso del autor de Ready Player One, el best seller geek en que se basa la pelicula homonima de Steven Spielberg.

  • La rebelion de Penelope de Dolores Garcia Ruiz

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    Penelope es hallada inconsciente junto al cadaver de su mejor amiga en un paraje de la costa de Castellon. Santiago Ramirez, inspector de policia tratara de desenmascarar al asesino mientras lidia con la enfermiza y adictiva relacion que le une a su esposa.
    La investigacion policial ira reconstruyendo la historia de la protagonista, a traves de las personas que constituyen su universo familiar, un marido asfixiante que la anulaba, una hija egoista que la ignoraba y un pasado reciente en el que cobra especial importancia la estrecha amistad de Penelope con un elegante galerista de arte.

  • Viaje a Norrkoping (Lunar de media luna 2) de Paula Perella

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    La busqueda de lo perdido, el deseo de lo olvidado. Me despierto agitada. Otra vez el sueno de Muriel y la gente ahorcada, morada y oscura, en el camino. Los gusanos recorrian su carne y vestimentas, la nariz de ellas cortada, y sangre goteando aun, casi coagulada, sin saber muy bien si arrastraban visceras, al suelo. --!Eyra! Tranquila. --Me termina de despertar Arn--. ?Que suenas? --Lo de siempre Arn, lo de siempre --le contesto casi gimoteando. Me dan ganas de llorar, pero no quiero hacerlo. Tengo que superarlo ya. --Creo que deberias buscar a alguien que te ayude a ampliar tus conocimientos para poderte sanar tu --me dice serio. --Yo estoy sana, Arn. Parece idiota a veces; no tengo fiebre, como bien, no me duele nada... !estoy sana! --No duermes bien, Eyra. Yo me despierto casi todas las noches oyendote sufrir en suenos, y luego te levantas de mal humor porque no te gusta que te vea asi, a punto de llorar. --!No estoy a punto de llorar! Si lo estoy, pero no me gusta que nadie se de cuenta. No me ha gustado nunca y ahora tampoco. Soy fuerte y no tengo que llorar, pero ultimamente lloro por todo; el otro dia asisti un parto y llore cuando nacio la nina, me llamaron a sacrificar una yegua y tambien llore... !Deja ya de llorar, estupida Eyra! --Eyra, vas a enfermar o me haras enfermar a mi porque no descansamos bien, ?buscaras a alguien? --Buscare. Calla y duerme --le digo para poder dormir otra vez. Pero ?donde busco? No se quien podria ayudarme. Ya tomo las plantas del sueno, la dormidera y otras, pero casi siempre vuelvo a sonar. A mi misma no me puedo cantar los aullidos apaciguadores ni sanadores, esto no funciona asi. Ha de ser otro aullador, y no conozco a ninguno. Aunque quizas en la aldea de madre... quizas alli alguien sepa algo. Me despierto y Arn todavia duerme. Es tan extrano tenerlo aqui, junto a mi, con los ojos cerrados y su nariz recta y terminada en punta hacia mi. Aunque por otra parte es como si siempre hubiesemos vivido juntos. Deja siempre una marca de saliva en la almohada y le gusta asomar uno de los pies por debajo de las mantas y sabanas, aunque sea invierno. Me levanto y me visto. Ojala pudiera usar pantalones como el; cada dia me resulta mas penoso, mas aburrido tener que ponerme todas estas capas y luego ajustarmelas. Para colmo, ultimamente no tengo fuerzas para ajustarme el jubon como antes. Quizas si sea cierto que ya no soy ninguna muchacha y mi cuerpo haya cambiado, de hecho cada dia me canso mas por los caminos y las laderas. --Arn, a desayunar. --le beso en un ojo y abro uno de las contraventanas para que entre la luz. Entra en el salon, que no se parece en nada a la cabana en la que pase el ultimo ano antes de casarme. Aqui tengo muchas comodidades que, aunque a veces me hacen sentir incomoda, como si yo ya no fuera la misma y fuera a convertirme en mi hermana la adinerada, por otro lado me facilita todo mucho mas. Por ejemplo, la chimenea no esta en el centro, sino que esta en un rincon y asi la casa apenas se ensucia con el humo, las ventanas son grandes y entra el sol durante el dia, la cuadra esta abajo y deja el suelo caliente y no entran tantas moscas ni tanto olor a caballo. --Eyra, acuerdate de que hoy no vuelvo hasta la noche, tengo que terminar de explicar el diseno de la torre nueva del reloj y luego pasare a cobrar... y habra bastante cola porque es sabado. --Bueno, no te preocupes. --Y pongo cara de asco por culpa de la leche. La leche me esta repugnando. --?Que pasa? --se sorprende el--. ?Esta agria? --Huelela, a mi me da ganas de... --Y salgo corriendo en busca de una palangana para vomitar. La cabana, en este sentido, era mas practica; solo tenia que salir por la puerta en busca de un rincon. --Has enfermado, Eyra, y te dije que pasaria --me regana, como si no tuviera suficiente con el mal rato que estoy pasando de intentar vomitar lo que no tengo en el estomago, !si acabo de levantarme! Cuando me siento mejor, bebo algo de agua y mastico una manzana, pero no la trago, me da miedo llenar el estomago y que vuelva a tener que vomitar. --Arn, voy a ir a la aldea de mi madre, alli quizas sepan algo sobre el Clan --le digo como si le pidiera permiso, pero no entiendo por que. --?A cuantos dias esta? --No lo se, primero tengo que preguntar a mi padre, igual querria acompanarme. --Bueno, no tardes mas de una semana, no quiero preocuparme --me dice con gesto serio. ?Antes era asi conmigo? No lo recuerdo, creo que era bastante mas confiado, mas despreocupado... ahora es como si fuera su hermana pequena. --Si te preocupas es porque te da la gana, ?cuantas veces te he de demostrar que sola me valgo muy bien? Si quisiera aun te tumbaria, ademas, sabes que con los aullidos puedo defenderme perfectamente. --Me da igual lo que digas, nina protestona --me dice serio--. Vas a tener cuidado y no vas a pensar solo en ti, vas a darte cuenta de que lo que tu haces me afecta, y ya vale de protestas... O le digo a tu padre que se venga a vivir con nosotros, y ya veremos a quien le da la razon. --!Eres un...! Eres... un gusano, por no decirte otras cosas --le digo entre dientes, enfadada, pero en realidad tengo que disimular la risa. !Padre en casa! No, por favor, !otra vez bajo el mismo techo no! Que aunque se ha calmado bastante sigue siendo un testarudo marimandon. --Antes del proximo domingo estare en casa de nuevo --acabo cediendo--, si fuera a tardar mas te lo hare saber. --Me voy ya, te dejo a Tyr. --Y me da un beso en la nariz. Baja las escaleras y sale por la cuadra. La ciudad no esta muy lejos, pero no obstante vivo en el campo. Me dio mucha pena dejar la nueva cabana, con el huerto arreglado, con todo el trabajo que dio adecentarlo y toda la gente que vino a ayudarnos. Le pedi a Padre que alguien lo usara, que no lo dejaran caerse de nuevo... pero no esta muy cerca de la aldea y a la gente no le gusta estar tan alejados. La gente es timorata y medrosa, demasiado para el escaso peligro que hay en esta zona. Recojo las cosas del desayuno y las limpio con el agua de la tinaja. Hoy no voy a ir al lavadero, hoy me voy de viaje a casa de Padre y luego a la antigua casa de Madre. Estoy nerviosa, ?como sera aquello? ?La gente sera amable? ?Todavia quedara algo de Madre alli? Me lavo la cara y me enjuago la boca; no quiero tener mal aliento por el vomito, asi que mastico hojas de menta. Ya no me queda regaliz, asi que tendre que recoger... !o comprar! Ultimamente abuso de gastarme el dinero comprando las hierbas, pero es que ya no tengo tanto tiempo para ir a buscarlas. Sabia que al final iba a tener que cambiar por Arn, ?el habra cambiado por mi? Me parece que no, que sigue haciendo exactamente lo mismo que dos anos antes de casarnos. No me parece justo, pensar en ello me hace hervir la sangre, ?habre hecho bien en casarme con el? ?Yo estoy hecha para esto, para estar casada? Me ato el mono y cojo mi morral, en el que meto fruta, queso y pan; suficiente para el camino hasta casa de Reidar. Bajo a la cuadra; --!Drakkar! Vamos --lo llamo. <> me parece mucho mas digno que <>, el pobre animal no se merece ese nombre. Acude con soltura, aunque el perro ya no es tan jugueton como antes, pero bueno, supongo que yo tampoco. Todos nos hacemos mayores. Ensillo el caballo que me regalo Paiva y le reviso las herraduras. Parece que todo esta correcto. Lo saco a la pradera, fuera de casa, y cierro la puerta con llave. Me aseguro de que todas las puertas y ventanas quedan cerradas. No viene mucha gente por aqui, pero nunca se sabe. Dejo la llave colgada en una de las ramas de un avellano que hace esquina con la casa, donde Arn y yo siempre la dejamos para que el otro la encuentre. Solo tenemos una, aunque Arn siempre dice que mandara copiarla

  • Arandanos con mandarina (Un te con amor 2) de Mar P. Zabala

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    Llega Mar P. Zabala con la segunda entrega de la serie <>.

  • La vida real en tiempos de la felicidad de

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    ?Es usted feliz? ?Cree que podria ser mas feliz? ?Por que parecen los demas tan felices? ?Lo son realmente? ?Hay que ser siempre positivo? ?Existe una ciencia de la felicidad?
    La felicidad y la actitud positiva son la ideologia de nuestro tiempo. Perseguir la felicidad se nos presenta casi como una obligacion. Preocuparse por el propio desarrollo, pase lo que pase a nuestro alrededor, nos parece de lo mas natural. La psicologia positiva se autoproclama como la ciencia de la felicidad y nos ofrece tecnicas para ser felices, dificiles de rechazar, bajo el supuesto de que quien no es feliz es porque no quiere.
    La tesis de este libro es que no existe tal ciencia de la felicidad y que su discurso no conduce a una vida con mas sentido, ni individual ni colectivo. Escrito por psicologos de distintas especialidades, este volumen aporta una critica integral de la psicologia y de la ideologia positivas de nuestro tiempo. Sin dejar de reconocer la racionalidad de la psicologia positiva, muestra la inconsistencia de sus fundamentos y hallazgos cientificos. Mas que en la ciencia, el sentido de la psicologia positiva se enmarca en una tradicion ideologica muy peculiar (norteamericana, individualista y neoliberal). Por ello, la psicologia positiva encierra su propio camino de servidumbre en el mundo del trabajo y de la nueva empresa. En definitiva, se propone un enfoque alternativo (sin recetas ni promesas) sobre la cuestion de la felicidad y su funcion en nuestras vidas.

  • Un amor real, Marion Marquez de Marion Marquez

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  • Hombres que caminan solos de Jose Ignacio Carnero

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    Caminan solos alrededor de los contenedores y los barcos de los puertos de Africa. Hombres jovenes que cubren sus rostros para protegerse de la humedad del mar y que recorren el muelle cuando el sol cae. Son hombres sin dinero y eso les hace parecer menos hombres. Han perdido todo lo que tenian. Tambien el dinero de la familia; ni tan siquiera era suyo. Lo habian recaudado entre parientes y vecinos para que lo emplearan en llegar a Europa. Eran sus representantes, los elegidos, los mas sanos y valiosos del clan; eran ellos los que recibian ese fajo de billetes atado con una goma. Y, en fin, ya se sabe que quien recibe dinero ha de entregar algo a cambio; para eso se invento, para eso sirve el dinero. Pero esos hombres no pueden traer nada de vuelta a sus aldeas. Han sido enganados por alguna mafia local que les prometio llegar hasta las islas Canarias, y ahora, de vuelta al mismo lugar del que partieron, lo unico que pueden hacer es vagar, caminar sin rumbo, sobrevivir entre la chatarra, los contenedores, y el pescado podrido que se apila en el muelle. Viaje a Thiaroye-sur-Mer, una ciudad de la periferia de Dakar, en busca de una historia que contar; una historia que llevase por titulo Hombres que caminan solos, y que narrase la vida de los deportados que no regresan a sus casas por el estigma del fracaso. O la vida de aquellos hombres que entregaron su dinero a otros que les prometieron llegar a Europa, y que, sin embargo, lo que hicieron fue enganarles. Les dejaron en una playa cualquiera de Senegal, o de Mauritania, y les dijeron que eso era Espana. Alli, en Thiaroye-sur-Mer, me contaron el relato de uno de esos hombres. Un hombre que, cuando la embarcacion llego a su destino, camino largo tiempo junto al resto, y que, al alcanzar la cima de una duna, grito: <>. Al oir ese grito, los otros hombres se detuvieron, se miraron entre ellos, y confirmaron algo que llevaban horas sospechando: que, efectivamente, aquella tierra que pisaban no era la de Europa. Despues, muy lentamente, intercambiaron algunas palabras, mas bien murmullos, y comenzaron a caminar. Pero alguien advirtio que aquel hombre que dio el aviso seguia detenido en lo alto de la duna. --!Vamos! --le gritaron. --No puedo ir. Ese es mi pueblo --contesto aquel hombre senalando unas luces lejanas. Entonces todos siguieron descendiendo el arenal, porque sabian que aquel hombre no podia volver al lugar del que habia partido. Podia avanzar o detenerse, pero nunca volver atras. Tenia sed y hambre, y los pies llenos de heridas, pero no sentia nada de eso. Sentia la verguenza del fracaso. Asi que se dio la vuelta y comenzo a caminar hacia ese puerto lleno de chatarra, y contenedores, y pescado podrido que se apila en el muelle. Escuche esa historia justo antes del viaje en coche que haria por Marruecos con mis amigos. Yo les contaba una y otra vez el relato del hombre que caminaba de regreso al puerto. Le iba anadiendo detalles que lo hacian mas interesante, y mis amigos me decian: <>; o bien, <>. <> --?Y cual es la historia? --me dijo Aitor tras unos minutos de silencio. --La historia es --le conteste tras pensarlo-- que la autentica fuerza que mueve el mundo es el miedo al fracaso. Mi frase parecia reveladora, pero no causo ningun efecto en mis amigos. Se mostraron indiferentes mientras miraban por la ventanilla. Y, bueno, algo de razon tenian, porque me di cuenta de que, ciertamente, no era esa la historia que tenia que contar, ya que ninguna buena historia se puede narrar si uno, al comenzar a escribirla, sabe de que va. Las historias se descubren a medida que se escriben, o no son buenas historias. Lo se porque las formas de narrar tambien se heredan. Yo herede de mi madre una especifica forma de contar las cosas. Esa que aprendi de ella y de las mujeres de mi barrio. Las mujeres se reunian en el salon y pasaban horas hablando. Entonces los ninos poniamos la oreja y escuchabamos esas narraciones que iban y venian, narraciones aparentemente improvisadas que describian sucesos, uno tras otro, episodios que parecian desconectados entre si, que se acumulaban, avanzaban, retrocedian y hacian perder el hilo de la conversacion, pero que esas mujeres, cuando llegaban al final de su relato, encajaban y daban sentido como solo el mejor de los novelistas seria capaz de hacer. Parecia entonces que toda la narracion cobraba sentido. Era una ultima pirueta, un triple salto mortal, que repetian una y otra vez y que siempre ejecutaban con destreza. Por ejemplo, mi madre podia estar hablando de los estragos que causan las drogas en algunos vecinos y, de pronto, interrumpiendo el hilo de su relato, decia: <>. Entonces yo, que todavia no habia aprendido los trucos de ese estilo de narracion, intervenia con cierto desden: <>. <> Asi acababa la historia, se cerraba el circulo y no se podia decir mucho mas. Existia, por tanto, una arquitectura en esa forma torrencial de narrar que todavia hoy, muchos anos despues, me sigue influyendo mas que todos los libros que pueda leer. Tiene que ver con el asombro del descubrimiento. Ese que siente el narrador al ir contando una historia que desconoce, pero que ira comprendiendo a medida que es desenterrada. Bien, lo hare asi: al modo de aquellas mujeres de mi barrio y, por tanto, lo que aqui contare no sera aquello que fui a buscar a Thiaroye-sur-Mer, o no exactamente al menos, sino otro relato que comienza en ese coche que acelera por las polvorientas carreteras de Marruecos. Mis amigos miran por la ventanilla, y yo conduzco mientras suena una cancion de Johnny Cash. Una cancion que me salvo la vida, pero que tambien me arrastro hacia la oscuridad. Este podria ser un buen inicio para esta historia. Todo sucedio hace aproximadamente dos anos. Lo se porque fue en aquel tiempo cuando publique un libro acerca de mi madre. Recuerdo con precision que fue entonces, porque en aquel viaje llevaba en la mochila unos folios con las ultimas correcciones de la novela. A veces, incorporaba alguna frase a boligrafo, pero eran ya pocas las palabras que podian brotar. A pesar de eso, yo seguia intentando escribir mas. Necesitaba recordar a mi madre, y escribir era la forma de hacerlo, pero ahora, pasado ya un tiempo desde entonces, creo que he logrado el efecto contrario, es decir, olvidarla. Cuando escribes acerca de una persona que ya no esta aqui lo que en realidad estas haciendo no es retratarla, sino desdibujarla, abandonarla, sepultarla en un libro para siempre. Eso es lo que, en realidad, estas haciendo, y eso era lo que yo, sin saberlo, estaba llevando a cabo en aquel viaje a Marruecos. Escribia y pasaba el duelo. Sobre todo, escribia. Marruecos no es un buen lugar para pasar ningun duelo, porque se hace complicado conseguir alcohol en ese pais. El alcohol, por mucho que digan los medicos y los psicologos, es un buen remedio para los problemas. El alcohol y el Orfidal son la misma cosa. De hecho, el prospecto del medicamento dice que, si los tomas juntos, potencian sus efectos. Es decir, que tan diferentes no seran. Dicen del alcohol que es un remedio temporal. ?Y que hay del Orfidal y de los antidepresivos? Probad a dejar de tomarlos y os caereis por un precipicio. El alcohol, al menos, enlaza con cierta tradicion artistica. Yo, al menos, escribo mejor borracho que atiborrado de pastillas. Cuando me tomo dos o tres Orfidales solo puedo dormir, y dormir es como estar muerto, pero sin estarlo. Cuando me emborracho, a veces me pasan cosas buenas: conozco a extranos, me imagino en otros lugares, y, a menudo, me pongo a escribir. Habitualmente, lo que escribo en ese estado, al dia siguiente, cuando lo leo, me parece una basura, pero, en cualquier caso, todo lo que ha pasado mientras tanto es mucho mejor que estar muerto, que es como estar dormido, pero sin estarlo.

  • El demonio entre las piernas de Cristina Brocos

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    Marta se enamoro, siendo una nina, del cura de su pueblo. Creyo que ese amor se diluiria con el paso del tiempo, pero, como decia la abuela, “el amor, cuando es verdadero, no se olvida, se acrecienta”. Siguiendo los dictados del corazon, que es el unico que conoce el camino verdadero, regreso anos despues, convertida en una mujer de bandera y dispuesta a derribar las Murallas de Jerico. ?Podra el amor luchar contra la fe mas profunda? ?Podra lidiar con todo un pueblo y sus inquinas?

  • Desinformacion de Pascual Serrano

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  • Mi Vida en la Maleza de los Fantasmas de Amos Tutuola

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    <>, basada en narraciones tradicionales de la mitologia africana, es la aventura de un nino que se adentra en un territorio poblado de seres que han fallecido a deshora y que esperan que llegue su momento para trasladarse definitivamente a la tierra de los muertos; seres que conviven con los vivos (a veces con el unico objeto de molestarlos), hablan y poseen poderes magicos. Seguir a Tutuola en ese viaje iniciatico a traves de la maleza es dar un paso adelante en el conocimiento de aquello que conforma el imaginario de millones de africanos en la actualidad. Pocas veces el lector occidental se enfrenta de forma tan descarnada e imaginativa a la esencia del miedo: el pavor del hombre solo en la naturaleza, del hombre postrado ante los dioses, convertido a su vez en dios y siempre dispuesto a impregnar su alma de nuevas creencias. Amos Tutuola, cuya lengua materna es el yoruba, escribe en ingles para reflejar mejor el sincretismo que se produce en las ideas y en la vida de un pueblo que, apegado a sus tradiciones, ha visto cambiar el mundo a su alrededor.

  • Por fin. el amor (eLit 2) de Jill Shalvis

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    Un hombre desnudo lo habria cambiado todo, pero no se veia a ninguno. Por eso, como siempre, Nicole Mann se levanto al oir el despertador y, tambien como siempre, se ducho, se vistio y desayuno en menos de ocho minutos. Por ultimo, tambien como siempre, salio de su apartamento a toda velocidad para llegar pronto al hospital. Si, efectivamente, la vida de Nicole estaba completamente regida por su trabajo. ?Y que? Ser medico era un sueno hecho realidad para ella y, si tenia que trabajar para ese sueno casi todos y cada uno de los momentos del dia, dejando a un lado todo lo demas, incluidos los hombres desnudos, lo haria. Ser medico era lo que habia querido desde que se habia graduado en el instituto, hacia quince anos, a la extraordinaria edad de doce anos. --Psst. Para ser una mujer que se enorgullecia de tener nervios de acero, Nicole estuvo a punto de dar un salto al oir el inesperado susurro que provenia del oscuro vestibulo de su edificio de apartamentos. Sin embargo, no habia nada por lo que preocuparse. Solo era la duena del edificio y tambien amiga, Taylor Wellington, que se estaba asomando por la puerta de su apartamento. Taylor era una mujer agradable y hermosa, razones suficientes para odiarla, pero tambien parecia estar en posesion de una increible habilidad que era capaz de derrumbar las defensas de Nicole. A esta la asombraba que, a pesar de ser polos opuestos, se hubieran hecho tan buenas amigas. --!Psst! --Ya te veo --dijo Nicole--. ?Te he despertado? --anadio, sabiendo que casi no habia amanecido. --Oh, no. A mi no me podrian despertar ni los muertos vivientes --le aseguro Taylor, tan perfecta como siempre--. Habia puesto el despertador para poder hablar contigo --explico, mirando a Nicole de arriba abajo--. Cielo, creia que habiamos hablado ya sobre la ropa de camuflaje. Nicole se miro. Llevaba unos pantalones de camuflaje y una camiseta de tirantes de color verde, que se cenia a su esbelto cuerpo. Su guardarropa se habia formado en los dias en los que asistia a la facultad de Medicina, cuando los cuantiosos gastos de su educacion la habian obligado a comprarse la ropa en tiendas muy economicas. No obstante, le gustaban aquellas prendas tan comodas. Le sorprendia mucho que Taylor se preocupara por lo que llevaba puesto. Nicole solo llevaba unas pocas semanas viviendo en aquel edificio del South Village, tras haberse mudado de otro edificio en el que nadie se preocupaba ni de mirarle la cara a los demas. Solo se habia mudado porque aquel otro edificio habia sido vendido y los duenos tenian nuevos planes para el mismo. Ademas, el nuevo apartamento estaba en un edificio mucho mas pequeno, lo que suponia menos personas con las que tratarse. No le importaba nada que el inmueble estuviera a punto de derrumbarse ni el aspecto que tuviera mientras su cama estuviera en el. --?Por que querias hablar conmigo? --Sabia que, si no lo hacia, te olvidarias. Esta noche vamos a planear la fiesta del compromiso de Suzanne. Suzanne Carter vivia en el apartamento que habia al lado del de Taylor. Las tres eran las unicas habitantes del edificio y habian compartido muchos momentos de diversion y muchos helados, pero a Nicole no le apetecia planear una fiesta para la que tendria que vestirse elegantemente, sonreir y ser agradable. Odiaba ser agradable. --Te habias olvidado --dijo Taylor. --No, yo... Efectivamente se habia olvidado. No podia evitar ser algo olvidadiza porque siempre lo habia sido. Solo aquel ano, se habia olvidado de la fiesta de graduacion de su hermana, de la que su madre solia celebrar todos los anos en abril y hasta de su propio cumpleanos. Sin embargo, su familia comprendia algo que Taylor no parecia entender. Nicole era una solitaria. --Lo siento... tal vez llegue tarde. --No me lo digas. Tienes que... hacerte un nuevo piercing. Nicole hizo un gesto de desesperacion con los ojos. Taylor no hacia mas que gastarle bromas sobre los aros de plata que le alineaban una de las orejas, pero ella no sabia que cada uno de ellos era como un trofeo, un emblema de honor que Nicole llevaba con orgullo. --No, no se trata de otro piercing. Mostrando la paciencia de un santo, Taylor se limito a levantar una ceja mientras que Nicole se devanaba los sesos para encontrar una excusa. --Bueno, es que andamos algo escasos de personal en el hospital y... --Ahorratelo, cerebrito. Dejemonos de excusas, ?te parece? Las bodas, y todo lo que conllevan nos dan alergia, pero esta es por Suzanne. Suzanne habia sido la unica persona, aparte de Taylor, que la habia aceptado genuina e instantaneamente, a pesar de lo seca y distante que era. Las tres se habian conocido poco despues de que Taylor heredara aquel edificio, sin dinero alguno para efectuar las reparaciones que tanto necesitaba. Primero, habia alquilado un apartamento a Suzanne y a continuacion habia llegado Nicole. En realidad, las tres mujeres tenian muy poco en comun. Suzanne era chef y solia alimentar a sus dos amigas con comida, aparte de su postre favorito, el helado. Taylor, con su ingenio, las divertia a todas y, aunque mataria a Nicole si la oia decirlo, les servia de madre. Nicole no tenia ni idea de lo que ella anadia a la mezcla, por lo que le sorprendia mucho que las otras dos se preocuparan tanto por ella. No obstante, todas ellas tenian un rasgo en comun: su voto de solteria. Todas habian hablado al respecto e incluso habian brindado por ello... hasta que Suzanne habia hecho lo impensable y se habia enamorado. --Tratare de asistir --dijo Nicole con un suspiro. --No te preocupes, dicen que no se puede caer presa de la fiebre marital de esta manera. --!Eh, no te preocupes por mi! Mi trabajo es mi vida. Estoy demasiado metida en ello y soy demasiado egoista para unir mi vida a alguien. --Muy bien. Nuestro voto de solteria sigue intacto. --Y firme. Sin embargo, las dos se miraron fijamente, algo nerviosas. El hecho de que Suzanne, que tanto habia presumido de su solteria, fuera a casarse lanzaba sombras sobre su voto de solteria, aunque estaban seguras de que ninguna de las dos cometeria la torpeza de enamorarse. Seria imposible, cuando tenian los ojos bien abiertos y los corazones firmemente cerrados. Asi era. De ese modo, estarian a salvo. Total y completamente a salvo. Veinticuatro agotadoras horas mas tarde, de nuevo justo antes del alba, Nicole arrastraba su dolorido y lamentable cuerpo por los tres tramos de escalera que llevaban a su apartamento. Habia trabajado sin descanso. Una inesperada niebla habia provocado un choque en cadena en una de las autopistas del sur. Como resultado de la colision de cuarenta y dos coches, Nicole habia estado en urgencias casi todo el dia, sin poder tomarse un respiro ni siquiera para estornudar. Se le habia pedido que se quedara otro turno, por lo que, tras una rapida siesta durante la que habia sonado que la perseguian un vestido de novia y un pastel de bodas, habia aceptado con ganas lo que le deparo el resto del dia, que habia sido mucho. En aquellos momentos, mientras subia la escalera, lo unico que queria era comer algo, darse una ducha y meterse en la cama, aunque no necesariamente en aquel orden. Llevaba una bolsa de comida en la mano y la boca se le estaba haciendo agua al pensar en los cuatro tacos medianos y en el refresco que contenia. No era un desayuno muy corriente, pero era comida. Ademas, llevaba sonando con algo picante desde la segunda vez que habia entrado en el quirofano. Despues, en cuanto comiera... la inconsciencia, al menos hasta que tuviera que regresar al hospital, lo que seria aquella misma tarde para una reunion de personal. Despues, tendria que sustituir a un companero en el turno de noche. Ya tenia cuatro operaciones preparadas. Esperaba haberse acordado de la salsa picante. No tenia nada de comida en la cocina, a excepcion de algo que se habia puesto verde hacia una semana y que... --!Maldita seas, trozo de mier...! --exclamo una voz, mientras se escuchaba el ruido de metal que golpeaba otro metal. Aquellas palabras habian sido pronunciadas con un profundo acento irlandes --. Voy a... Maldita seas otra vez... La ultima vez lo hiciste bien, asi que maldita seas si no funcionas ahora... Aquellas palabras sonaron tan tranquilas, tan seguras, que Nicole tardo un momento en descifrar que aquel hombre estaba haciendo algun tipo de amenaza. Bien. A Nicole no le importaba darle una buena patada a alguien mientras que sus tacos no sufrieran dano alguno. Tener un coeficiente intelectual mas alto que su propio peso tenia algunos beneficios. Durante la facultad de Medicina habia decidido empezar a hacer karate, para desahogarse un poco. Como en todo lo que empezaba, habia sobresalido. Dispuesta a todo, tomo una postura de defensa, aunque la dejo momentaneamente para dejar la comida sobre un escalon. No habia necesidad alguna de poner en peligro el desayuno. Fue avanzando poco a poco. En aquel piso no habia nada mas que su apartamento. Nada mas que el estrecho pasillo en el que, en aquellos momentos, habia un hombre tumbado. Tenia los brazos extendidos y, entre las manos, tenia lo que parecia una herramienta de medir, que movia sobre las maderas del suelo mientras lanzaba juramentos por la boca. Nicole se habria echado a reir si hubiera podido apartar la vista de aquel largo, firme y masculino cuerpo, que estaba completamente estirado sobre la tarima de madera. Tenia unas piernas larguisimas, enfundadas en unos vaqueros que acentuaban los musculos de muslos y pantorrillas. Ademas, estaba el trasero, cubierto tambien por la gastada tela vaquera. La camiseta se le habia subido un poco, mostrando una generosa vision de piel bronceada y humeda, tensa sobre los musculos de la espalda. A pesar del susto que aquel hombre le habia dado, Nicole sonrio. --Hmm... Perdone. Con los brazos estirados por encima de la cabeza, el hombre no dejo caer el extrano utensilio que tenia entre las manos y que estaba emitiendo una luz roja. De hecho, no hizo nada mas que suspirar. --?Seria tan amable de entregarme mis notas? --dijo, con voz profunda y sensual, aunque completamente privada del acento irlandes. Nicole, que seguia en su postura de defensa, bajo la mirada y vio un pequeno bloc de notas en el suelo. Aparentemente, dudo mas de lo esperado, porque el se incorporo y giro la cabeza. Tenia el cabello negro muy corto, tanto que quedaba de punta y los ojos azules mas cristalinos que Nicole hubiera visto jamas. Al ver que ella todavia tenia los punos levantados y las piernas ligeramente dobladas, el lanzo un suspiro y se froto la mandibula. --?Es que nos vamos a pelear por un cuaderno? Nicole bajo inmediatamente los punos. Entonces, sin dejar de mirar al hombre mas guapo que habia visto nunca, se inclino para recoger la bolsa de tacos que habia dejado en el suelo. --?Quien es usted y por que esta blasfemando en mi pasillo? --Me ha oido, ?eh? --comento el con una sonrisa--. ?Me haria el favor de no decirselo a la duena? Ella me dijo especificamente que no lanzara maldiciones en su edificio. Hmm. A Nicole le sorprendia que Taylor no se hubiera metido a aquel hombre en su dormitorio bajo siete llaves, dado lo mucho que le gustaba la gimnasia horizontal y el hecho de que aquel desconocido rezumara sexualidad por todos los poros. Con un suave movimiento, se puso de pie. Nicole era bastante menuda, pero aquel hombre debia sobrepasar en varios centimetros el metro ochenta, lo que significaba que, por mucho que ella se estirara, no le llegaria mas alla del hombro. De repente, por la diferencia de altura que habia entre ellos y la inmediata y sorprendente atraccion que sintio por el, se puso a la defensiva. Dio un paso atras y se preparo de nuevo para lo que pudiera surgir. --No habria utilizado ese lenguaje si la hubiera oido venir --dijo el, rascandose suavemente la mandibula, oscurecida por la barba de varios dias--. La he sobresaltado. Nicole entorno los ojos. Una vez mas, el acento habia desaparecido por completo, pero habia algo artificial sobre el modo en que le hablaba en aquellos momentos, como si estuviera ocultando algo. Ella sabia muy bien lo que era guardar secretos, pero no le gustaba que los demas hicieran lo mismo. --Responda a mi pregunta, por favor --replico Nicole mientras levantaba un dedo. --No hace falta disparar --comento el, levantando las manos a modo de rendicion--. Soy solo el arquitecto. Ty Patrick O'Grady a su servicio. --?Que usted es el arquitecto? --Para este edificio. Va a ser renovado --afirmo. Entonces, se apoyo contra la pared con un hombro y le dedico una devastadora sonrisa--. Antes de nada, se necesita un arquitecto, ?sabe? Resulta que este edificio es un monumento historico y que necesita desesperadamente unas importantes reparaciones en su estructura. Nicole decidio que aquello podria ser cierto, especialmente dado que aquel edificio era la verguenza de la manzana. Taylor llevaba semanas consultado a los expertos para realizar la renovacion. --?Esta usted realizando un presupuesto para Suzanne? -- pregunto, observandolo cuidadosamente para ver si caia en la trampa del nombre. El hombre lanzo una nueva sonrisa, lenta y segura. --No, no. No se llama Suzanne sino Taylor, pero ha sido un buen intento. Haria falta mucho mas que eso para ponerme a mi a prueba --replico--. ?Quiere ver mi identificacion o se va a limitar a golpearme con esa bolsa, que huele tan bien? --?Que le ha pasado a su acento? --?Que acento? --Tenia acento irlandes. ?Es usted un emigrante? --Si, acabo de bajarme de un barco procedente de Australia, amiga --comento aquella vez con acento australiano--. O tal vez... !Huy! Creo que me he equivocado de continente --anadio con acento austriaco. Aquel hombre era un listo. --Es muy tarde para estar trabajando en un presupuesto, ?no le parece? --Querra decir muy temprano. --Lo que sea. ?Por que ha venido a estas horas? --Soy lo que se llamaria un hombre muy ocupado. Bueno, cielo, no se con quien estoy hablando.

  • Cuidado con lo que deseas de Tierra Salvaje

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    Antonio anhela una vida como la que tiene su jefa, tanto que, en algunos momentos, desearia ser ella. Dicen que si deseas algo con muchas ganas, se cumple. Antonio lo vivira de primera mano, descubriendo asi, todos los secretos que esconde su jefa.

  • Quiero lo mismo que tu, Noe Casado de Noe Casado

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    Helen esta deprimida; solo quiere encerrarse en casa, atiborrarse de calorias y escuchar musica romanticona.

  • Atrevete a quererme (Amigos del barrio 4) de Noelia Amarillo

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    Hector ya no es un nino: ha terminado sus estudios, ha encontrado trabajo y se ha mudado a otra ciudad. Solo. O todo lo solo que se puede estar viviendo con siete personas en una casa diminuta. Esta decidido a disfrutar de su recien obtenida libertad. o al menos eso pretende hasta que conoce a Sara, una mujer que le da calabazas sin ni siquiera pestanear despues de haberle permitido probar el placer mas exquisito.
    Sara sabe perfectamente lo que puede esperar de la vida, y eso no incluye salir con un jovencisimo principe azul con cara de angel. Es cantante de noche, secretaria de dia y madre a jornada completa. !No tiene tiempo para cuentos de hadas! Y aunque lo tuviera, tampoco tiene ganas. Un poco de sexo, si, por supuesto, y mas si es del bueno. Pero ir mas alla, no. Es demasiado vieja y sabia para complicarse la vida con historias de amor imposibles.
    Musica, sexo y amor en un coctel explosivo en el que la impaciente juventud y la calmada madurez echan un pulso entre las sabanas.

  • El corazon de Joe Byers 2 de Christian Martins

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    EL CORAZON DE JOE BYERS

  • La caja de palisandro de Ana E. Guevara

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    Un amor que se termina y un misterio que comienza en forma de caja de palisandro…

  • Kilometro 28 de Manuel Leon Caballero

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    Todo comienza cuando el coche se le para en mitad de la nada. El joven Dani no tiene ni idea de la pesadilla que esta a punto de experimentar y que pondra a prueba su cordura. En este lugar nada es lo que parece…

  • Inside Out. Mi historia de Demi Moore

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    Inside Out. Mi historia es un retrato desgarradoramente honesto de una mujer con una vida tan iconica como corriente.

  • Ambar de Sofia Mila

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    ?Que estarias dispuesta a hacer, por salvar la vida de tu padre?
    “Venderia mi alma al diablo por ti”, decia ella, sin percatarse de que el diablo adora escuchar conversaciones ajenas.
    Ambar Williams, toma una decision. Todo por la vida de su padre.
    Alexander Benjamin Balzaretti, es un gran empresario que necesita una “esposa de mentira” para complacer a sus amorosos padres, y asi, mantenerse bajo el reflector.
    Todo estaba claro.
    Un contrato, un matrimonio por conveniencia, un millon de dolares y una vida en juego.
    Facil. SOlo habia que fingir amarse por un ano. Simple. Claro, mientras no te enamores.
    “Quien juega con hielo tambien se quema” -penso viendo a su Satanas.
    Estaba jodida. El hielo tambien quema. Ella lo sabia.
    Secretos, mentiras y pasados tormentosos que amenazan con arruinarlo todo.
    ?Que esconde la chica de ojos y nombre Ambar? ?Que esconde Satanas Balzaretti?
    Humor y diversion en esta relacion amor/odio. Porque nadie dijo que seria facil.
    El sarcasmo de ella, y el caracter de el. Una peligrosa combinacion.

  • Azul Venezia de Marina G. Torrus

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  • A veces, solo un segundo de Rachel Rp

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    Todos conocemos la historia del chico malo que se enamora de la chica buena en la universidad, pero, ?que ocurre con el chico malo reformado si la chica buena lo deja? ?Podra superarlo y enamorarse otra vez o el primer amor es irreemplazable? Descubre que pasa cuando para siempre, a veces, es tan solo un segundo…

  • Mariposas en tu estomago (Primera entrega) de Natalie Convers

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    Hace dos anos... --!Estas quemada como un cangrejo, tia! --me solto mi amiga Marta sonriendo de oreja a oreja. Sus ojos pequenos y verdes me recorrieron de arriba abajo antes de echarse a reir escandalosamente, atrayendo la atencion del grupo de estudiantes que nos rodeaba. Uno de los profesores nos llamo en ese momento para asegurarse de que no nos dispersaramos mientras pasaban lista. --!Eh, nos van a echar la bronca! -- adverti a Marta, dandole un pequeno empujon. Abri la boca perezosamente y di un largo bostezo; apenas lograba sostener en pie mi uno sesenta y cinco de estatura. Acababamos de regresar de nuestro viaje de fin de curso a Barcelona, para celebrar que dentro de no mucho comenzariamos el bachillerato, y ahora estabamos en el aeropuerto de Barajas de Madrid. En breve tomariamos el autocar que nos llevaria de vuelta al instituto, donde nos recogerian nuestros padres para ir finalmente a casa. Suspire; echaba tanto de menos a mi familia... Sobre todo a la pequena Natalia, que habia cumplido los tres anos hacia poco. Orgullosamente, guardaba una foto suya en la cartera, donde aparecia riendose y mostraba el hueco que un diente de leche habia dejado en su dentadura, dandole un aspecto tanto infantil como travieso. --!Me meeeooo! --se quejo Marta de repente, estrechando comicamente los ojos--. Beca, cuidame la maleta, ?si? -- me pidio, sin darme tiempo a responder y dejando tirado su equipaje de un rosa chillon en medio del suelo. Negue con la cabeza y me agache, y al hacerlo vi la cafeteria. <>, pense sonolienta. Eche un vistazo atras; los profesores parecian estar enfrascados en una conversacion seria mientras levantaban los brazos de forma efusiva. Seguramente aquello les llevaria un rato y, por otro lado, el autobus no llegaria hasta al cabo de veinte minutos, asi que cargue como pude mi mochila a la espalda y agarre el abrigo de mi amiga junto con el resto de sus cosas. En cuanto llegue a la barra de la cafeteria, practicamente vacia, salude a la camarera de aspecto agradable y uniformada de azul que la atendia y le hice mi pedido: un cafe con leche con dos cubitos de hielo y mucho azucar. --!Gracias! --me despedi satisfecha tomando el vaso reciclable entre mis manos. Estaba fresquito y olia deliciosamente. Respire el aroma al mismo tiempo que me giraba. De pronto, me tambalee y tropece con una silla. Todo mi cafe con leche fue a aterrizar sobre un hombre que estaba sentado en una de las mesas. Iba trajeado y exhibia una voluminosa barriga, y habia estado hasta aquel mismo instante devorando con gran apetito un desayuno americano a base de fritos y muchas calorias. El hombre levanto de inmediato la cabeza y me dirigio una mirada furiosa. Menudo desastre le habia causado: ademas de mancharle la ropa, de la frente le caian unos goterones marrones. Sin saber que hacer, me mordi el labio mientras el me gritaba cosas en un idioma que, supuse, debia ser ingles. Agache la cabeza varias veces. --Lo siento, lo siento --insisti juntando las manos para que me entendiera. No obstante, el extranjero se levanto de su sitio y apunto hacia su bandeja con un gesto de gran enfado en su cara redonda y empapada. Cogi unas servilletas e intente secarlo, pero el hombre se aparto muy alterado. Si al menos me hubiese esforzado en escuchar en clase de ingles..., pero aquella era la unica asignatura que siempre se me resistia. Respire hondo y por fin, a pesar de los nervios, recorde algo. --Sorry! --grite mas alto de lo que pretendia, sintiendo que el cuerpo comenzaba a temblarme de impotencia. Sabia que algo iba muy mal, porque el senor estaba todavia mas irritado que antes y alzaba la voz, llamando la atencion de la gente sentada en otras mesas. Con el rabillo del ojo vi a la dependienta del cafe saliendo de la barra. Intente calmarme. De pronto, el hombre dio un paso hacia delante y levanto una mano. Automaticamente, me encogi aterrada, esperando el golpe. Pero el golpe no llegaba. Extranada, levante la cabeza y descubri que otra persona habia impedido que asi fuera: un chico alto, de piel palida, no mucho mayor que yo y con el pelo corto de un rubio ceniza poco comun, sostenia el brazo del hombre con el ceno fruncido. Tenia una complexion atletica y del cuello le colgaban unos cascos blancos y grandes de aspecto caro, pero lo que mas me llamo la atencion fueron sus ojos ligeramente rasgados, de un intenso azul electrico, que miraban amenazantes. Definitivamente, habia en el algo peligroso e intimidante, que habia logrado dejarme sin aliento durante los primeros segundos.

  • El otro ingles de Ilsa Madden-mills

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    Un britanico ardiente.
    Una americana despechada.
    Una noche que se olvidaron de quienes eran.

  • Abandono de M. W. Craven

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    Los animales no mueren de viejos. Bueno, algunos si, claro. Puede que alguna tortuga de Galapagos llegue hasta el final. O una de esas medusas eternas. Tal vez alguna mascota adorada. Pero esos no son muchos. No lo son si piensas en todos los animales que no son tortugas, medusas o mascotas adoradas. Para la mayoria de ellos, la vejez es una existencia hambrienta y aterradora. Los depredadores se mueren de hambre. Los animales de presa son devorados. Las vacas de carne son sacrificadas. El ganado lechero deja de producir y se convierte en un lastre economico. Las mascotas ancianas y con problemas de incontinencia se vuelven un problema. Pero a veces, y solo a veces, ocurre algo mucho peor. Mas brutal que la vejez. Indiscriminado. Implacable. Devastador. Y, de manera indirecta, a veces mata a seres humanos. El sargento Washington Poe no estaba pensando en una existencia hambrienta y aterradora aquella manana: pensaba en que bonito dia hacia. El y su amiga y companera Tilly Bradshaw desayunaban fuera. Se estaba planteando tomar otra tostada antes de ir a la Oficina de Turismo de Sellafield. El no queria ir a la Oficina de Turismo de Sellafield. Como le habia dicho a Bradshaw, antes preferiria prenderse fuego a los dientes. Pero ella habia insistido, aduciendo que deberia ver el edificio antes de que lo demoliesen. Bradshaw lo habia visitado tres veces, y ella vivia en New Hampshire, le dijo. Poe nunca habia ido y apenas estaba a media hora de su casa. Poe contesto que con eso se podia hacer una idea de su interes por el combustible nuclear. Al final, habian llegado a un acuerdo. Es decir, el cedio. Como siempre. En realidad, tampoco le importaba. Tenian una semana entera libre y disfrutaba de la compania de Bradshaw. Ademas, habia un pub encantador cerca de la oficina. Hacian pastel de carne y rinones con pure de patatas y mantequilla. Y salsa de verdad. Si no se demoraban mucho en el parque cientifico, como lo llamaba Poe, podrian ir al pub antes de que cerrasen la cocina. --Va a ser genial, Poe --dijo ella--. Tienen uno de esos juegos interactivos en los que te puedes disfrazar de isotopo. El se quedo mirandola. --No me hagas cambiar de idea --contesto. Antes de ponerse en marcha, Poe tenia que sortear la conversacion sobre su alimentacion. Esta iba de pan integral, concretamente de la negativa de Poe a comerlo. --La vida es demasiado corta como para no comer pan blanco, Tilly. Cogio la ultima tostada. La unto con una generosa capa de mantequilla salada y le dio un mordisco. --No paras de decir eso, Poe --contesto ella--. Pero lo unico que haces es acumular problemas para el dia de manana. Levanto el pan. --Solo es una tostada. --<> es solo una tostada, Poe. Pero tambien lo eran las otras siete que te has comido. --Crei que te gustaria --dijo el--. Siempre dices que como demasiada carne. --Es que es verdad, pero ocho tostadas son demasiadas tostadas. Poe suspiro e intento devolver la tostada al plato, pero solo consiguio que cayera al suelo. Afortunadamente, Edgar, su springer spaniel ingles, estaba en alguna otra parte persiguiendo zarapitos, por lo que Poe consiguio recuperarla a tiempo. Coger comida del suelo solia ser la manera mas rapida de que te mordiera la mano. --Tipico --gruno. La tostada habia caido por el lado de la mantequilla y se habia cubierto de hierba seca y polvo. Probablemente, caca de oveja. Y aunque Poe era un defensor entusiasta de la ley de los cinco segundos, todo tenia un limite. La dejo en su plato, desilusionado. Ahora ya no podria pensar en otra cosa. Volvio a cogerla. Se planteaba rasparle un poco la mugre. --?Que es tipico, Poe? --?Eh? --Has dicho que algo era tipico... --Mi tostada, que siempre cae por el lado de la mantequilla. Es tipico de mi mala suerte, supongo. Ella le lanzo una mirada que conocia bien. --Es matematica, Poe, no suerte --dijo sin rastro de ironia--. La tostada suele caer desde la mesa y, cuando lo hace, casi siempre tiene la parte untada hacia arriba. A no ser que haya factores externos involucrados, la velocidad de rotacion no suele ser lo suficientemente rapida como para que complete una vuelta entera antes de alcanzar el suelo. Si las mesas midieran tres metros de alto, entonces diriamos que la tostada siempre parece caer con el lado de la mantequilla hacia arriba. Poe no dijo nada. --De hecho, yo no diria que la tostada siempre parece caer con la mantequilla hacia arriba, pero la gente que no sabe de constantes fisicas fundamentales si lo haria. Si quieres, te lo explico con numeros. --Prefiero vestirme de isotopo. Bradshaw no contesto. --?Que pasa? --dijo Poe. --Viene alguien. Poe no solia recibir visitas informales. Su aislada cabana de pastor se encontraba en Shap Fell, una montana azotada por el viento y atestada de ovejas. La carretera mas cercana estaba a algo mas de tres kilometros y solo se podia acceder a pie o con un quad. La mayoria de la gente no lograba encontrarla, aunque les diera indicaciones. Sin embargo, Bradshaw tenia razon: alguien venia. Era un hombre. Observaron como se acercaba. Estaba claro que era un policia: el pelo corto y el traje practico y apto para lavadoras lo decian todo. Esperanzado, Poe penso que su semana libre tal vez estaba a punto de perder un dia. --Hola --dijo Bradshaw. --Hola --contesto el hombre--. Disculpen, he interrumpido su desayuno. --Que va, me gusta sostener tostadas --dijo Poe--. ?Quien es usted y que quiere? --Soy el agente Mike Penhaligon. Me han pedido que venga a buscarle. --?Por que? --Tenemos un problema. --?Que problema? --Me han dicho que sus primeras impresiones son especialmente intuitivas, de modo que tengo ordenes de decir solo una cosa: hemos encontrado dos cadaveres. --Ya no trabajo para la policia de Cumbria. Tilly y yo trabajamos para la Seccion de Analisis de Delitos Graves de la Agencia Nacional del Crimen. --Lo sabemos, sargento Poe, pero la comisaria Nightingale esta a cargo de la investigacion y le ha solicitado personalmente a usted. Eso era extrano. Nightingale era una gran policia, gran comisaria y tenia un solido equipo a su alrededor. --?Por que? --pregunto Poe--. Jo sabe lo que hace. --Las circunstancias son... poco habituales. Creyo que tal vez usted podria aportar algo mas. --Vamos --dijo Poe. Condujo Penhaligon. Hasta Carlisle y luego a la izquierda. Hacia un dia caluroso. Poe y Bradshaw llevaban la ventanilla bajada. El aire empezo a cobrar un desagradable olor dulzon. Cuando Penhaligon giro hacia el aerodromo de Great Orton, Poe empezo a atar cabos. Subio la ventanilla y aconsejo a Bradshaw que hiciera lo mismo. --?Vamos adonde creo que vamos? --le pregunto a Penhaligon. --Si. --?Que ha pasado? --Sera mejor que lo vea usted mismo. El brote de fiebre aftosa de 2001 destrozo a Cumbria. Fue la epidemia animal mas grave de la era moderna y convirtio un condado normalmente tranquilo en un lugar de confusion, matanza y desesperacion. Mas de una cuarta parte del ganado de Cumbria, la mayoria sano, tuvo que ser sacrificado. Programas de cria que se habian ido acumulando con las generaciones anteriores cayeron aniquilados por la pistola del matarife. Y sus legados, borrados. Poe recordaba aun los miles de pediluvios quimicos, los carteles que decian <>, las senales de <>, y de <> en parques, bosques y hasta en zonas infantiles. Recordaba lo inquietantes que se veian las montanas sin ovejas. Los pubs y los pueblos vacios. La fiebre aftosa habia diezmado la industria turistica. Prohibida la entrada a los lagos y las montanas, Cumbria tenia poco mas que ofrecer. Con sus casi tres kilometros y medio de fosas comunes, el aerodromo abandonado de la Royal Air Force en Great Orton se convirtio en el cementerio de la fiebre aftosa en Cumbria. Localmente conocido como el <>, es el lugar de enterramiento masivo mas grande del mundo. Medio millon de animales estan sepultados en sus veintiseis fosas. El ganado muerto, sacrificado en las granjas, era transportado hasta alli dentro de contenedores a prueba de fugas en camiones articulados. Los animales sanos llegaban vivos, eran colocados en fila y sacrificados por matarifes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentacion. Luego los echaban a fosas de veinte en veinte. Los animales siguen alli. Pudriendose. Descomponiendose. Goteando... Penhaligon aparco al final de una larga fila de vehiculos. La mayoria de ellos eran de policia, pero tambien habia furgonetas de la Agencia del Medio Ambiente. Poe podia distinguir siluetas informes vestidas con grandes trajes de proteccion biologica trabajando dentro un cordon montado apresuradamente alrededor de una fosa recien abierta. Algunos estaban dentro del agujero, otros se movian por los bordes. No sabia si eran de Medio Ambiente o de la policia cientifica. Probablemente, ambos, penso. Un monton de policias esperaban junto al cordon exterior, todos ellos con mascarilla. --La jefa le esta esperando ahi dentro, sargento --dijo Penhaligon. Les entrego una mascarilla a cada uno--. Sera mejor que se las pongan. No anulan del todo el olor, pero al menos no se les metera nada flotando por la boca. --Pongame seis, por favor --dijo Bradshaw. Poe se acerco al grupo de policias junto al cordon. A cada paso que daba, el apestoso olor a animal se tornaba mas intenso. Cuando llego al cordon, el hedor denso y empalagoso a tejidos en descomposicion, el fango de cuerpos pudriendose, penetraba ya la barrera permeable de su mascarilla. Le recordaba a un caso anterior, en el que quemaban a hombres vivos en los muchos circulos de piedra de Cumbria. Uno de los policias que participaban en aquella investigacion describio el olor como miasmatico. Poe tuvo que buscarlo en el diccionario. Significaba vapores nocivos procedentes de materia organica en descomposicion. No podia haber una palabra mas adecuada para aquel dia. El olor le llego a la garganta produciendole una arcada. --?Sabias que la nariz es el unico organo que puede ver el pasado, Poe? --pregunto Bradshaw--. El olor es retrospectivo. Ya ha ocurrido. Poe agradecia su intento de distraerle: creia que a ella le servia tanto como a el. Y habria funcionado si no hubiese empezado a oir un zumbido. Miro hacia el foso. Los cuerpos parecia que se movian. Sabia que solo se trataba de una ilusion. Eran moscas. Millones de rechonchos moscardones dandose un banquete con su rancio botin. Poniendo huevos. Al cabo de pocos dias, el foso estaria lleno de gusanos. --Puedes quedarte en el coche si quieres, Tilly. Bradshaw nego con la cabeza y endurecio la expresion. Parecia decidida. Ella habia venido para quedarse. Una mujer alta se separo del grupo. Tenia el pelo corto y oscuro, y los ojos mas verdes que Poe habia visto jamas. Se llamaba Jo Nightingale y ya habian colaborado en varios casos. Esa mujer era uno de los pocos policias que respetaba. --Cuanto tiempo, Poe --dijo--. ?Que hay, Tilly? --Hola, comisaria Nightingale. --?Sigues intentando que Poe deje de comer como un adolescente? --?Que ha pasado, jefa? --pregunto Poe, queriendo evitar otra conversacion sobre pan blanco. Ella senalo el hoyo. --Esta es la fosa numero catorce. Estaban haciendo un control rutinario de la tierra en la zanja interceptora, una especie de foso alrededor de la fosa, para monitorizar la bioseguridad y la calidad del agua, y detectaron una rotura. --Y eso significa... --Que la fosa tiene una fuga. --?No estaban selladas? --Si. --Pero tiene fugas... Creia que estas cosas eran impenetrables. Nightingale se encogio de hombros. --Se supone que lo son. DEFRA utilizo revestimientos de arcilla geosintetica en ellas. De medio metro de grosor. La fosa tiene sumideros y zanjas de desague. Pozos de perforacion para comprobar el nivel freatico. --Pero ?ha fallado?

  • Abrazame (Stark 7) de Julie Kenner

    https://gigalibros.com/abrazame-stark-7.html

    Regresa la pareja mas sexy y apasionada creada por J. Kenner, continua la fascinante trilogia <>.