• libro la casa de las flores muertas - Julio Cesar Cano

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    Los viejos rockeros a veces mueren. Sobredosis de intriga y flores muertas en el nuevo caso del inspector Monfort.

  • La casa de las flores muertas Tapa blanda – 27 abril 2016

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    La casa de las flores muertas : Kelder, Jane, Ediciones, Romantic: Amazon.es: Libros.

  • la casa de las flores muertas - jane kelder - Casa del Libro

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  • Jane Kelder - La casa de las flores muertas - El Rincón de la ...

    https://www.rnovelaromantica.com/criticas/item/jane-kelder-la-casa-de-las-flores-muertas

    La casa de las flores muertas es una novela costumbrista, y como tal, la autora nos cuenta el día a día de los personajes, con sus vivencias, costumbres, ...

  • La casa de las flores muertas - Jane Kelder - Babelio

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    Es el primer libro que leo de esta autora, y me dejó un sabor agridulce. Paso a explicar: Como argumento de novela romántica, me encantó, la parte romántica ...

  • La casa de las flores muertas - Libro de Jane Kelder - Lecturalia

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    Julia Banister abandona Menorca y viaja a Inglaterra acompañada de la señora Stringle para conocer al vizconde de Middlegreen, con quien debe contraer ...

  • Reseña - La casa de las flores muertas, Jane Kelder

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    18 jun 2015 — La casa de las flores muertas de Jane Kelder es una novela deliciosa donde la genial pluma de la autora ha plasmado a la perfección esta ...

  • La casa de las flores muertas - Libros De Mario

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  • LA CASA DE LAS FLORES MUERTAS - LIBRERÍA CANAIMA

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  • la casa de las flores muertas - Librería Sinopsis

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  • La Casa De Las Flores Muertas - - Jane Kelder - Imosver

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  • Ojala estuvieras aqui, Julio Cesar Cano de Julio Cesar Cano

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    Pasado y presente confluyen en otra apasionante novela de la serie ambientada en Castellon.

  • Tras el cristal de Ricardo Gomez Gil

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    No pude estudiar, asi que trabajo en una tienda. Habra quien piense que esto es una advertencia; que con ello quiero decir que si no estudias caera sobre ti la maldicion de trabajar en una tienda, pero no es eso. La mia es una tienda de ropa y lo que pretendia decir es que no se necesita haber estudiado para hacer bien mi tarea. Y lo digo ademas para que se sepa pronto que soy un don nadie. Aunque no estoy insatisfecho con mi profesion. Me gusta. Hay lugares peores en los que uno tiene que ganarse la vida, incluso habiendo estudiado. Conozco a gente que dedico miles de horas a los libros, que sacrifico al saber fines de semana y vacaciones y que acaba sometida a horarios crueles, a la disciplina de un jefe botarate, inclinada sobre una mesa o sufriendo penalidades. Yo he tenido suerte. Se me ocurren decenas de oficios mas desagradables que el mio, con estudios o sin ellos. Cualquiera que haya entrado en una tienda, que es casi todo el mundo, puede imaginar que lo mas duro son los calendarios y los horarios. Dejando aparte los periodos en que los duenos echan el cierre, que no son muchos, todo el ano tienes que andar bregando, incluyendo los sabados y los dias que preceden a las fiestas, que es cuando mas se vende. Los horarios tambien son implacables, de la manana a la noche. Pero quitando eso, la tarea es comoda. Se esta a resguardo de la lluvia y del frio de la calle y en los dias mas calurosos se disfruta de aire acondicionado. Antes no era asi, pero ahora las tiendas suelen ser refugios confortables. ?Quien entraria aqui si este fuese un sitio hostil? La temperatura es estable, hay musica relajante de fondo, el entorno es limpio, la decoracion se cambia cada poco y el trato es, por lo general, amable. Ademas, los ratos en que no hay clientes se tiene mucho tiempo para pensar. Visto desde el escaparate de una tienda, el mundo resulta fascinante. Habra quien diga que un viaje a China tambien lo es, pero yo no le veo la gracia a recorrer miles de kilometros en pocos dias. ?Quien, a esas velocidades, puede apreciar los pequenos detalles que hacen de la vida lo que es, la suma de delicadas pinceladas que componen un cuadro? Aqui el horizonte es estrecho, el limitado por los extremos de la cristalera, pero si uno se acostumbra a observar a la gente con el paso de los dias descubre habitos, vicios, ritos, costumbres y manias. Y en un instante, el menos pensado, se rompe la rutina, brota la sorpresa y, entonces, los acontecimientos se precipitan. Tambien en esto me considero afortunado, quiza porque nunca me gustaron los libros. Hay empleados que distraen las horas muertas hojeando revistas o novelas, pero a mi ni se me ocurre. No digo que leer sea malo, cada cual es dueno de ocupar los ratos de descanso en lo que quiere. A mi lo que me apasiona es observar a traves del cristal, mirar, imaginar... Alguien se burlara si digo que a veces echo de menos trabajar domingos y dias de fiesta, porque sospecho que el comportamiento de la gente que pasa por aqui debe de ser muy distinto los laborables que los festivos. Pero de lunes a sabado compongo mis teorias acerca de lo que son las existencias ajenas. Aunque esta tienda lleva abierta mas de cuarenta anos, trabajo en ella desde hace quince. Se que es mucho, teniendo en cuenta que hoy todo el mundo cambia de trabajo cada dos por tres. Tal vez, como no he estudiado, no pueda aspirar a otra cosa distinta de la que hago, pero ya he dicho que esto me gusta. En estos quince anos he visto como bebes que hace nada iban en cochecito se transformaban en adolescentes, como algunos ancianos desaparecian, como vienen y van familias enteras, gente que cambia de barrio, otros que llegan. Yo soy un mudo testigo de estos cambios. Nadie entra en una tienda para avisarme: <>, <>, <>, <>... Sin embargo, yo me entero de todo. Incluso diria que quienes pasan por aqui me ignoran, pero no me importa. Dejando aparte el que me gane la vida en la tienda, me gusta estar aqui por el placer (insano, lo reconozco) de tener a la vista las vidas ajenas. Conozco muchos detalles de clientes que vienen por aqui, pero tambien se cosas de gente que nunca ha pisado esta tienda y que jamas lo hara. Es la posicion privilegiada de quien no tiene mas aspiraciones en la vida, de quien dispone de todo el tiempo del mundo para observar. Resulta apasionante ver a la gente moverse de aca para alla y, cuando la puerta esta abierta, captar retazos de conversaciones. Es como pasar todo el dia viendo una larguisima pelicula, con momentos de suspense que te dejan boquiabierto, y en la que es necesario prestar atencion a los detalles para encontrar una explicacion que tarde o temprano acaba por llegar. El miercoles de la semana pasada, por ejemplo, una ambulancia se detuvo a la entrada del portal, a pocos metros de aqui. De ella descendio primero dona Marta, que vive en el 3o C. Luego, un camillero ayudo a bajar a su hija en silla de ruedas. De pronto encajaron pequenas escenas que hasta ese momento carecian de significado: la madre, dos dias antes, salio de casa cargada con una bolsa y subio a un taxi; y el padre, que suele regresar hacia las siete de la tarde, esos dias volvio mas temprano. ?Que habia ocurrido con su hija? ?Una operacion de apendicitis? ?Una fractura de cadera? !Nada de eso! La chica sufrio un navajazo el sabado anterior, y ya han detenido al culpable, segun los vecinos. Alguno de estos, por lo visto, lo conocia. ?Fue un atraco, un asalto sexual? ?Donde y por que la hirieron? Pobre chica, espero que no haya sido grave... Hace nada entro aqui a comprar una cazadora. Tendre que esperar a los proximos dias para conocer mas detalles. Casi todo se acaba sabiendo. Claro que estos sucesos son excepcionales. Este es un barrio tranquilo. Lo que sucede alrededor no merece un par de lineas en un periodico y, sin embargo, la accion es continua y los pequenos misterios estan a la orden del dia. Ningun guionista podria anticipar que va a ocurrir una semana mas tarde. Esto es la vida misma. Como en las series de television, personajes que durante meses han sido secundarios, un dia se tornan protagonistas. Gente que siempre he visto pasar lejos del escaparate, de pronto se detiene, mira con interes, entra y desembolsa una buena cantidad de dinero para lucir ropa nueva. ?Que ocurrio en el pequeno mundo de la mujer madura que pasea su perrita, hasta ahora desalinada y vestida con astrosos chandales, para que de pronto decida cuidarse y cambiar de aspecto? ?Que le llevo a pensar que su vida no esta acabada? ?Suena con un novio o lo encontro ya? ?O solo le toco la loteria? En los proximos episodios... La vida me ha ensenado lo que se. Y se que no hay existencia trivial. Isidro, por ejemplo, es conductor de autobuses. Un dia entro a ultima hora de la tarde buscando un regalo urgente para su mujer. Debia de ser su aniversario de bodas, quiza el cumpleanos de ella. Tras rebuscar y solicitar precios de casi todo, se llevo un panuelo, que debia de ser lo unico que podia permitirse. Desde entonces, y hace ya mas de tres meses, su mujer lo lleva siempre puesto. ?Cual es la historia de amor de esta pareja madura que pasea siempre de la mano? Los sabados van a la compra al mercado cercano y el no consiente que ella vaya cargada: el tira del carrito y de algunas bolsas, la trata como si fuera su princesa. Y sus hijos... ?En que escuela aprendieron estos padres a criarlos tan bien? Tampoco estudiaron Isidro y Carmen, a la vista esta, pero es casi seguro que sus hijos llegaran a ser sabios. No hay mas que verlos. Quienes entran en una tienda dan mas informacion de lo que sospechan. Estan la forma de vestir, si saludan o no, la manera de hablar, como sacan los billetes o la tarjeta... Y luego, como se comportan al seleccionar una prenda o entrar en el probador. Con el tiempo se aprende a distinguir las personas resolutivas de las indecisas, y en ocasiones hago apuestas conmigo mismo acerca de si compraran o no, y gano casi siempre. Hay una mujer alemana, por ejemplo, ya mayor, de quien solo se que se llama Monika. Debe de trabajar en un laboratorio de investigacion o algo parecido, porque un dia la oi hablar por telefono de asuntos tecnicos y exigia que se repitieran unos analisis y se calibrara bien una maquina. Es un ejemplo de mujer resolutiva, acostumbrada a tomar decisiones. Sabe siempre lo que busca: toma un par de prendas, generalmente trajes de chaqueta, entra al probador y compra uno de ellos. Pasaria desapercibida de no ser por un detalle en apariencia insignificante. Siempre abre su cartera sobre el mostrador dejando a la vista una fotografia antigua, de un hombre vestido con chaque y pajarita. Mantiene visible esa foto desde que pregunta el precio hasta que acaba los tramites con la tarjeta, y en los tiempos de espera baja repetidamente la mirada hacia la imagen de ese hombre de aspecto distinguido y acaricia la fotografia a traves del plastico. Ha ocurrido tantas veces que tengo la certeza de que son padre e hija, aunque quiza el haya muerto ya, a juzgar por lo avejentado del papel. Puedo suponer que la foto se tomo cuando el era joven y Monika una nina, o tal vez ella ni siquiera hubiera nacido. ?Que vinculo misterioso ata a esas dos personas? ?Que la enorgullece tanto de ese hombre como para mostrarlo tan abiertamente? ?Cuantas veces al dia, al abrir su cartera, contempla esa foto, y no la de su marido o de sus hijos, si es que los tiene? Sospecho que si le preguntara por ello, su voz y su seguridad germanica se quebrarian e hilvanaria entre lagrimas algun emotivo relato. Muy diferente de esa otra mujer, que ha entrado al menos una docena de veces y jamas ha comprado nada. !Ni unas medias! Entra, observa, rebusca, se prueba, no solicita opinion, apila prendas sobre el mostrador y, al final, pide disculpas y dice que se lo pensara, que volvera otro dia. Lo asombroso es que, en efecto, vuelve otro dia para repetir casi con exactitud maniatica sus mismos gestos. La experiencia me ha ensenado que estos casos son los mas apasionantes. Esta mujer, con sus habitos machacones y su indecision, puede ser una fuente de grandes sorpresas. De un personaje aventurero se espera cualquier cosa, pero ?de que sera capaz esta mujer el dia que rompa sus manias? Hay algo que resulta misterioso en ella, y son sus silencios. Abre y cierra la puerta con sigilo, anda como si levitara sobre el suelo, habla con una voz que parece un susurro y me he fijado que rasca con sus unas las prendas que se prueba, y las frota acercandoselas al oido. Utiliza un criterio extrano cuando selecciona la ropa, lo mismo una casaca que una falda, unos pantalones que un gorro, de colores variados y estilos antiteticos. ?Que busca esta mujer, en realidad? A traves del cristal la he observado entrar en otras tiendas y sospecho que reproduce las mismas maniobras, porque jamas la he visto cargada con una bolsa. Detalles. Oi una vez que uno puede ser casualidad, que dos es confirmacion, pero que tres es ley. Hay comportamientos incomprensibles, pero que deben de tener su explicacion. Un hombre viene de vez en cuando por aqui a comprar pequenos complementos: calcetines, alguna camisa o ropa interior. Antes de salir, quita las etiquetas de todas las prendas, pidiendo unas tijeras incluso, y comprueba con maniatica obsesion que lo que se lleva, !sin bolsa, entre las manos!, este libre del mas pequeno adminiculo. Todo lo que se lleva es blanco y en ocasiones ha desechado alguna prenda por tener una minima raya de color o un discreto bordado. Se diria que esa obcecacion por la limpieza es sindrome de alguna mania sexual, pero a saber... Me gusta la calle. !Es hermosa! A veces el sol luce generoso, pero otras, incluso en dias despejados, parece enfadado y decidido a escarmentarnos. Si llueve, el cemento de las aceras despide un aroma agradable y los arboles parecen recien pintados. Esta tarde hace un calor de plomo, la calle esta desierta y el aire vibra en los bordes de las cosas. No hay nadie que entre a la tienda a estas horas, aunque estamos en epoca de rebajas, y por eso tengo tiempo de charlar con ustedes. No sera mucho mas, porque en un par de horas hombres, mujeres y ninos saldran a pasear, como si el cielo les hubiese perdonado y ya pudieran salir de casa. De nuevo la calle se convertira en un espectaculo. De haber estudiado, a mi me gustaria haber hecho Psicologia. Creo que poseo un don innato para detectar emociones que a otros les pasan desapercibidas. Si dentro de un rato quisieran salir conmigo les mostraria: aquella chica, ese muchacho, la mujer de alla, el hombre que viene por la acera... viven un gran amor. Pero no hay que fiarse de las apariencias. Hay jovenes que pasean cogidos de la cintura cuyos rostros delatan un enorme aburrimiento, y parejas que miman a sus criaturas y en cuyas miradas no aparece la menor huella de su antigua pasion. Y eso es triste. Igual que uno contempla como los ninos crecen y como los adultos caminan hacia la vejez, tambien se ve como ciertos amores declinan y acaban por esfumarse. Uno de los casos mas dramaticos es el de Adriana, que no hace muchos anos llego aqui con su reciente marido. !Ella se lo comia a besos por la calle, como comiendose el mundo! Hoy los dos se ignoran, apenas se hablan. Mantienen las convenciones y el acompana a su mujer a veces a la tienda, pero yo se que cuando ella escoge una ropa no se viste para el. Se ve en la forma en que se prueba los vestidos, mirando a su marido como si fuese una nube de gas. Apostaria algo a que tiene una aventura, que la mantiene viva cuando el marido no esta.

  • El dia en que los leones comeran ensalada verde de Raphaelle Giordano

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    El nuevo libro de Raphaelle Giordano, autora de Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una y artifice del fenomeno de la novela terapeutica, es una historia fresca y positiva que esconde las claves para manejar las actitudes toxicas y controladoras que aparecen en nuestro camino.

  • 1.280 almas de Jim Thompson

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    “Yo solo soy un sheriff del sur” declara Nick Corey, un tipo en apariencia lerdo y vago que no soporta a su mujer ni a su cunado, cuya maxima es que solo se detiene a un individuo cuando no hay mas remedio, y eso siempre que sea un don nadie. Todos en Potts County -un lugar imaginario en la America profunda, con una poblacion de 1.280 habitantes- estan convencidos de su apatia y su simplicidad. Pero pronto el lector se dara cuenta de lo astuto que es Corey. Su deseo de ser reelegido para el cargo de sheriff hace que su comportamiento no tenga limites ni conozca escrupulos. Poco a poco, la idea de deshacerse de todos aquellos que se interpongan en su camino va tomando cuerpo. El protagonista expone en primera persona los hechos sin inmutarse, pues en su paranoia llega a creerse elegido para limpiar de escoria el lugar.

  • Un amor imposible de Graci Suarez

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    Una mujer decidida a conquistar el corazon de un hombre al que hace anos que no ve.

  • Virginia Woolf de Irene Chikiar Bauer

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    La mayor investigacion sobre Virginia Woolf publicada en espanol.

  • Mas Alla Del Fin Del Mundo de Julieta Valdes

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    Avanzamos tierra adentro y cuando paramos, se formo alrededor del camion una nube de polvo. Bajamos el equipaje, yo cargando con la mochila y mama arrastrando una maleta mas ancha que ella. Hubo quizas unas veinte paradas antes que nosotros, cada pasajero podia bajarse a su antojo haciendole una simple senal al chofer. No habia paradas, solamente caminos y siguiendolos con la vista descubria la silueta de algunas casas, alejadas de todo. Fue un schock haber dejado la ciudad y su amontonamiento de casa, oficinas y edificios, para llegar a este lugar donde apenas se podia distinguir un par de casas en la inmensidad del campo. El polvo se aquieto, el autobus ya se habia alejado y quedamos las dos, mama y yo, en este lugar donde no se veia mas que una gran extension de tierra, arboles y colina abajo un lago que reflejaba la luz del sol. Suspire. Esto era como llegar al fin del mundo, pero peor porque de ahora en adelante tendriamos que vivir ahi. Pregunte: – ?Estas segura que es aqui? Y mama contesto con una inclinacion de la cabeza y una sonrisa, como contestaba ultimamente a mis preguntas ironicas. Maldije entre dientes a la abuela por legarnos semejante lugar y a papa por haber muerto y habernos dejado sin nada, pero ya mama se encaminaba por un sendero que subia. Era un camino estrecho y empinado por el cual las ruedas de la maleta iban atascandose, era un sendero mezcla de arena y piedras, un sendero al que no le habian dado mantenimiento y que la hierba volvia a invadir. Yo miraba a la izquierda y a la derecha y me preguntaba donde estaba el pueblo y donde habria una oficina del correo. Habia dejado atras mis amigos de toda la vida, mi escuela, mi calle, mi casa y sentia la necesidad de ponerme a escribir. Quejarme con ellos de este nuevo hogar y esperar noticias de alla. Si seguian los mismos maestros, que habian hecho durante el verano, si la directora seguia siendo una bruja imposible. Y todo lo demas que no podria saber ni preguntar porque de ahora en adelante mi vida se llevaria a cabo del otro lado del mundo. Divagaba pensando en las cartas que iba a escribir y a quien y quien seria la primera de mis amigas en contestarlas cuando la cabana se alzo frente a mis ojos. Era una construccion de un solo piso, de piedra y madera, y podria haber salido de una postal hasta que abrimos la puerta y nos recibio un olor a moho, a madera humeda y una sala de muebles desvencijados: un sillon que solia ser cafe estaba perdiendo su color y cuando me quise sentar en el reposet me hundi y levante polvo. Habia telaranas y mama se apresuro en abrir las ventanas, entro un aire fresco, propio de la montana y me espante al imaginar el frio de las noches. – Tiene que haber cobijas en algun lado. - me dijo mama como si pudiera leerme el pensamiento. – Voy a buscarla, tu puedes escoger el cuarto que mas te gusta. Era un poco presuntuoso hablar de elegir mi cuarto porque en realidad solo habia dos opciones, un cuarto grande y con papel tapiz de flores que debia haber sido de la abuela y me daba un poco de terror, y otro mas sencillo que debia ser un estudio y cuarto de invitados que tenia paredes en azul cielo, un escritorio y una ventana que daba al valle y al lago. Deje mis cosas y me sente sobre la cama, comprobe que no estaba tan mal y me deje caer para ver al techo. Esta era mi nueva realidad y no habia mucho que podia hacer al respecto. Podia haber guardado mi ropa, pero lo deje para mas tarde y tuve antojo de un vaso de leche y ver la tele. Esto me hizo pensar que no habia visto una television en ninguno de los cuartos, recorri toda la casa, me fije en cada rincon de la sala, pero no vi el aparato, tenia que asegurarme: – Mama, ?no hay television? - grite bastante histerica. – Creo que no. Tendremos que preguntar en el pueblo si las antenas llegan hasta aqui. – Si, por supuesto, esto era lo unico que faltaba. Vivir en un pueblo mugriento con polvo, borregos y nada mas. Me tire sobre el sillon y retuve las lagrimas. No sabia si estaba triste, enojada, o ambas cosas. Queria, sobre todo, culpar a alguien de mi desgracia, pero solo estaba mama que ya estaba encargandose de limpiar con agua los muebles y a la que no podia culpar, ya habia cargado con todo lo de papa, luego lo de la abuela, y ahora la mudanza; no estaba para lidiar ademas con una prepuberta encaprichada, ya veria como hacerle con lo de la television. Me puse a ayudarla, tomando otro trapo para ir quitando la capa de polvo a los muebles y ella dijo: – Bueno, no hay television, pero tengo que ensenarte algo. Al lado del cuarto de mama habia una recamara mas pequena con uno de esos sillones reclinables y estanterias de piso a techo. Cada nivel estaba cubierto de libros: pequenos, medianos y grandes, de piel y de papel rigido, nombres y nombres que desfilaban ante mi. La pequena biblioteca, a diferencia de la casa, estaba impoluta. No me habia podido traer todos mis libros de la ciudad, era imposible y descubrir este cuarto era como entrar a un paraiso. De inmediato fui recorriendo los estantes y leyendo el nombre de los volumenes, habia algunos titulos que conocia, pero muchos que eran una novedad para mi. Habia novelas de misterio que databan de los anos cincuenta y que tenia cubiertas como posters de peliculas antiguas, habia novelas de ciencia ficcion y habia clasicos, empastado y con las letras doradas. Mama debio haber emparejado la puerta lentamente porque cuando voltee ya no estaba y no volvio a llamarme hasta que llego la hora de cenar. La tarde paso en un suspiro, siempre he tenido fascinacion por los libros, desde pequena y el sillon estaba tan comodo que uno no necesitaba pararse. Supuse que habia atardecido cuando me levante para prender la luz, sin soltar el libro que estaba en mis manos y me encontre con los ojos color avellana de mama asomados a la puerta, y ella me recordo que todavia habia que comer y acomodar nuestras pertenencias. – Tu abuela pasaba mucho tiempo en este cuarto. – Yo tenia un recuerdo bastante borroso de la abuela. Recordaba que me hacia comer cosas que no me gustaban y mas adelante que llevaba una mascara para ayudarla a respirar. Ahora, tambien ella habia muerto y escuchar hablar de ella me hacia sentir acompanada. Mama me conto como era periodista y habia vivido en unos anos donde no era facil ser mujer, estar divorciada y mantener a sus hijos. Me conto que sus libros favoritos eran de ciencia ficcion y que, si buscaba bien, debia de encontrar tambien en algun rincon los cuadernos que se habia propuesto transformar en una novela que nunca habia terminado. Mi nueva recamara tenia una boveda y una cama con un colchon suave, todo en tonos azules. Habia traido conmigo mi ropa, mis peluches favoritos, mi diario; lo que cabia en una maleta. Trataba de no recordar demasiado la casa que habiamos dejado atras ni tampoco todas las cosas que habiamos tenido que vender. En un par de meses la vida habia cambiado por completo y con un suspiro acomode una foto de los tres: papa, mama y yo; una foto tomada en el jardin donde yo vestia mi traje de bailarina y los dos me abrazaban. Mama me habia comprado antes de irnos unas calcomanias en forma de estrellas que podian pegarse a la pared y brillaban en la noche. Las acomode sobre la boveda y puse la ropa en los cajones y en el armario. Por la ventana podia verse el lago y, a un lado, las tejas de otras casas, cada una separada de la otra por varios kilometros. Esto era tan distinto de nuestra ciudad donde todas las casas del barrio estaban pegadas unas a otras y donde los vecinos se saludaban cuando salian, porque a fuerza de vivir pegados conocian el nombre y la historia de todos y cada uno. Antes de acostarme redacte una larga carta para mi mejor amiga donde me quejaba amargamente de haber sido expulsada a la ultima frontera del mundo en un lugar donde solo vivian borregos y algunos leneros (no tenia idea si eran leneros, pero algo tenia que contar y esta era la idea que me hacia de las personas que habitaban las otras cabanas). Asi llene tres cuartillas, ida y vuelta de puros reproches. No le dije que desde mi ventana el lago se veia hermoso ni que la luna se reflejaba en el. Tampoco le hable de mis estrellas que contemple durante largo rato porque no queria llorar. No queria aceptar que estaba triste, de lejos era mejor estar enojada y me quede dormida. En los dias siguientes, descubriria que tan distinto era vivir mas alla del fin del mundo. CAPITULO 2 Al dia siguiente mama me acompano hasta la oficina de correo, caminamos unos cuarenta minutos para llegar al pueblo, pero el dia estaba despejado y los paisajes hermosos. El pueblo no era mas que un par de calles y las tiendas con los esenciales, pedi los timbres y el encargado se inclino hacia mi. Tenia un bigote muy poblado y al igual que los demas hablaba cantadito: – La pequena se parece mucho a la abuela, ?verdad? – Eso dijo, nada mas, y mama se rio y me guio hasta la salida. La frene de la manga: – ?Es cierto? ?La abuela paso mucho tiempo aqui? ?Tu tambien? Veo que conoces a mucha gente. ?Por que yo no conocia el lugar? Acribillada por mis preguntas, mama me llevo a tomar un chocolate caliente, a la unica cafeteria que daba al lago y tenia mesas adentro y afuera, mucha madera y el mejor chocolate caliente que he probado en mi vida rematado de una generosa cantidad de crema chantilly. Mis nervios se iban calmando mis nervios y mientras yo enfriaba el espeso liquido, mama hablo; tiene una voz suave y puede hablar mucho tiempo sin que nadie se aburra. No lo hacia a menudo, pero cuando se decidia a contar una historia cautivaba la atencion de cualquiera. Durante su relato, miro mucho por la ventana hacia el lago y de vez en cuando me acariciaba la mano como para hacerme saber que estaba consciente de mi presencia. – Este lugar es un santuario, Isabelle, un refugio para mujeres podria decirse. Tu abuela se enamoro muy joven de un hombre que estaba por casarse, era un matrimonio de conveniencia, pero el tenia que cumplir y ellos nunca pudieron estar juntos. Entonces tu abuela partio y estuvo en muchos paises andando y trabajando. Luego, encontro este lugar y en el supo que podria curarse y volver a vivir. Solo leia y escribia y asi se recuperaba. Cuando por fin volvio al mundo no tardo en hallar marido y me tuvo a mi. Tu abuelo al igual que tu papa nunca se entero de la cabana. Era un secreto bien protegido y yo habia venido de soltera, a veces con tu abuela, a veces sola. La abuela paso muchos meses cuando ya no trabajaba intentando escribir un libro que nunca acabo. Por mi lado, yo tambien estuve aqui unas semanas, recien terminada la carrera de farmacologia para escoger que iba ser de mi futuro. Como te decia este es una especie de lugar sagrado al que no podia llevarte porque aun no era tiempo y porque tu papa no debia enterarse. – Entonces, ?es una cabana secreta, mama? – Es un lugar magico. Ojala tambien para ti funcione la cabana y las dos podamos curar nuestras heridas antes de regresar al mundo. Es verdad que cada dia te pareces mas a la abuela: eres terca como una mula y sabes ser muy ironica. Trataremos de hallar un retrato o una foto para que pueda ensenarte como era tu abuela de joven. Hasta quizas, algun dia, escribas un libro. ?Quien sabe? Por el momento, debemos de preparar tu regreso a la escuela y puedes aprovechar estas semanas para conocer el lugar y familiarizarte con los caminos. Nada dijo de papa ni de la falta que nos hacia a las dos, pero comprendi que el dolor era de ambas y casi agradeci no estar en un lugar donde tuviera que recordarlo todo el tiempo. Nos fuimos del cafe abrazadas y siguiendo su consejo me fui al bosque a hacerme amiga de mi nuevo hogar. – Te vere en casa. - le dije a mama y ella me sonrio antes de emprender el camino de regreso. A un costado del pueblo estaba la entrada con varios senderos para caminata, uno de los caminos el que indicaba ser el mas corto iba a dar a un claro y en centro del claro una gran piedra, contra ella me recargue para descansar de la caminata y ahi, por primera vez desde hace unos meses, pude llorar a gusto, lejos de las miradas y hasta perder el aliento. Cuando volvi mama tenia preparada una sopa de cebolla, mi favorita, y comimos las dos a la luz de unas velas que encontramos en un cajon de la cocina. Mama dijo que habia encontrado un baul con algunas fotografias y tambien un retrato. Aunque la sopa estaba deliciosa me apure lo mas que pude y hasta lave mi plato. – Lista, ya podemos ver el baul.- Mama que no habia terminado se rio y termino su sopa a toda velocidad. Nos acercamos al baul, era verde con puas de metal, estaba rodeado por agarraderas de cuero y cuando lo abrimos se escapo un olor a humedad. Era como desenterrar un tesoro. Adentro habia cajas de piel con alhajas y tambien varios albumes. Habia fotografias en sepia que la verdad daban un poco de miedo. Estaba mi abuela y tambien sus padres vestidos de negro. Luego, habia unas mas recientes donde aparecian mi mama y la abuela juntas y era cierto, las tres teniamos un parecido imposible de negar. Tambien habia unas fotos de mama cuando era muy pequena y tenia un copete horrendo y hacia cara de puchero. Me rei mucho y le hice un poco de burla por las muecas. – Es porque no te acuerdas como era tu de pequena- me dijo en son de broma. Al final, en el fondo del baul desenterramos un retrato hecho a lapiz donde aparecia la abuela con una cara muy seria, estaba de medio perfil con una camisa de lino aunque el retrato se enfocaba sobre todo a la cara. Sus rasgos eran los mios, la misma nariz delgada, la boca pequena en forma de corazon y la mirada. Me impresiono la semblanza y senti tristeza de no haber conocido mejor a la persona de quien, quizas, habia heredado mas de lo que sospechaba. Acompanando el retrato se encontraba un fajo de hojas, tecleadas en maquina de escribir, atados con una cinta de seda. En los margenes habia anotaciones en lapiz, correcciones imagine y mama parecio reconocer la letra: – Esta debe ser la novela de la abuela. Las cartas y el resto de lo que pudo escribir me pidio que lo quemara asi que eso es lo que queda. Lo puedes leer si te interesa. No tuvo que repetirlo dos veces. Esta misma noche, me lleve el legajo a la cama y con ayuda de la lamparita de buro fui descubriendo el manuscrito hasta que el alba empezo a despuntar y la luz se hizo camino por la ventana. Desperte hacia el medio dia y todavia me faltaba bastante por leer. Sin embargo, mama habia elaborado otros planes para nosotras. Una cesta con comida me indico que ibamos a pasar la tarde fuera y, a reganadientes, abandone el libro. En el pueblo, que para entonces ya habia apodado El Fin del Mundo, pasamos a la tienda principal que tambien era la unica. El negocio era atendido por una pareja en sus cincuentas y era como un super mercado con todo tipo de cosas. Vendian desde el periodico, la leche, pescado, carne y medicinas. Los estantes de metal estaban repletos. La duena del local nos explico: – Cuando el invierno llega, muchas veces la carretera queda cortada y mas vale estar bien surtidos. Puse una cara de preocupacion terrible. ?Que queria decir esto? Estariamos completamente cortados del mundo, la idea era espantosa pero la gente del lugar no parecia estar preocupada, debian de estar acostumbrados, pero yo pasaba de una sorpresa a la otra. Mama compro dos canas de pescar y tambien unos anzuelos que por fortuna era de plastico. Habia visto los recipientes de plastico donde guardaban moscas verdes y lombrices, algo que no estaba dispuesta a agarrar con las manos. Descendimos hasta el lago que de cerca se apreciaba mucho mas grande que desde la ventana. En un banco de arena nos acomodamos y mama me enseno a lanzar el hilo, amarrar los anzuelos y a fijar la cana en la arena. – Mama, eres toda una exploradora de la naturaleza. - le dije, sinceramente impresionada porque no habia visto a mi mama mas que en su bata de trabajo o adentro de la casa, ella me guino un ojo. Una vez que estaban en posicion me quede parada pensando que de inmediato iba a sacudirse la cana y tendria un jugoso pez en la linea, pero mama saco de la canasta una novela y se acomodo en el suelo: – ?Y ahora que? - pregunte un poco desperada. – Ahora nada. Hay que esperar, pero ya vendra, mientras puedo leerte algo si quieres. Me sente y ataque el salami que teniamos guardado mientras mama iba leyendo Mujercitas, uno de mis libros favoritos. De vez en cuando la historia se ponia muy tensa y entonces mama se mordia el labio inferior antes de continuar, un tic que ha tenido desde que tengo memoria. Yo vivia suspendida de su voz y de las hermanas que habitaban esa casa. A la mitad, hizo una pausa para descansar y tomar agua, quiso saber como avanzaba el libro de la abuela: – ?No lo has leido? – era extrano que ella no lo hubiera hojeado. – No, tu abuela me platico que estaba escribiendo, pero nunca quiso ensenarme nada asi que preferi dejarlo en paz. – Es bastante raro, habla de una vieja leyenda y de una isla olvidada donde las mujeres tienen poderes magicos. Algo pasa y el personaje principal tiene que abandonar su mundo para irse a vivir a la isla. Mama estaba viendome sin parpadear, parecia sacudida por mis palabras y no entendia muy bien que podria haberla perturbado. Pronto nuestra platica quedo interrumpida porque mi cana empezo a moverse y ladearse hacia adentro del lago. Entre las dos corrimos a sostener la cana y jalamos del torniquete un pez que media lo que mis dos manos juntas y que agitaba sus escamas, reflejando el sol. Estaba muy bonito y entre mas lo miraba menos podia pensar en comermelo. Mama estuvo de acuerdo conmigo y lo liberamos en el agua. Dio un salto y se alejo soltando burbujas. Me senti aliviada: – ?Que vamos a cenar? – Ya haremos crepas- mama se encogio de hombros y regresamos a la cabana. En la noche, mama me platico que habia un colegio en una ciudad cercana. Ahi podria terminar mi ultimo ano de secundaria. Tomaria un camion por las mananas y el mismo me regresaria en las tardes. – ?Te sientes lista para volver, Isa? - sabia que mama estaba inquieta y que no sabia si podia volver despues de lo de papa, pero me sentia lista, tenia miedo, pero tambien queria volver a la normalidad. – Lo estoy, Ma, te lo prometo. - la abrace. Todavia me separaban varias semanas antes del regreso a la escuela y dividi mi tiempo entre largas caminatas y estancias prolongadas en el estudio que se habia vuelto mi cuarto favorito. Termine el libro de la abuela y me parecio bastante bueno. Quien sabe por que no se habia animado a ensenarlo a otras personas o publicarlo. El pais del que hablaba era tan fantastico, tan diferente que me dieron ganas de conocerlo. Una tarde estaba tratando de alcanzar uno de los estantes mas altos de la pequena biblioteca, habia arrimado la silla y sobre la silla habia puesto un cojin y ahi estaba en un equilibrio precario balanceandome para poder agarrar un volumen grueso, de pasta marron, que me parecia especialmente atractivo. En algun momento las patas de la silla perdieron su punto de balance, intente retenerme de los libros y de la madera, pero el resultado fue que cai contra el suelo sepultada por varios manuscritos.

  • Te mereces esto y mas: Encuentra la inspiracion. Recupera tu identidad – Nuria Perez Paredes de Nuria Perez Paredes

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    Los primeros anos de maternidad engullen a las madres en un mundo de biberones, extraescolares y coladas que no dejan tiempo para nada mas.

  • Lo supe en cuanto le vi de Sophie Saint Rose

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    Si, mama. Todo es perfecto. --Rosaura contemplo la impresionante vista desde el hotel. Sus preciosos ojos verdes brillaron de la alegria. El sol se estaba poniendo y su reflejo en el mar lo hacia idilico. Las casitas blancas relucian a su alrededor y al estar al borde de un acantilado, daba la sensacion de poder tocar el mar con la palma de la mano. --?Entonces estas disfrutando de tus vacaciones? --Si. --Se echo a reir y se volvio para ver a sus amigas que discutian en la habitacion que tenian que compartir. Algo a lo que ninguna de las tres estaba acostumbrada, pero sus padres se habian negado en redondo a que las tuvieran independientes, por su seguridad. Su padre no se habia quedado muy contento con eso de que se fueran de viaje las tres solas y habia sido un triunfo que diera su consentimiento. Sobre todo despues de ver la pelicula esa donde secuestraban a una chica cuando estaba en Paris. Sus amigas estaban a punto de pegarse cuatro gritos tirando las dos de un vestido que tenia pinta de ser carisimo. --Se van a matar en cualquier momento. Ir al bano y vestirse es una odisea. Su madre se rio con ella. --Seguro que Liza lo acapara y Margaret la saca a rastras por los pelos. --Mas o menos. --Aparto un mechon negro de su frente. --Mama, esto es tan hermoso... ?Ya te he dado las gracias? --?Con las notas con las que has terminado la universidad? No tienes que darlas, cielo. Has sido la hija mas facil de criar. --Se echo a reir. --Y tengo siete para comparar. --?Como estan? Los echo de menos. --Ocupados. Tati es la que mas te echa en falta. Su hermana menor compartia casi todo con ella y era normal que la echara de menos porque llevaba casi dos meses fuera de casa. --En una semana ya estare ahi. --De momento disfruta de Santorini. Ya tendras tiempo de regresar. Mirando un velero precioso que estaba en alta mar se dijo que tenia razon. --Dale un beso a papa de mi parte. --Sentira no haber estado aqui para darte un repaso. Riendo dijo --Lo se. ?Quieres que llame mas tarde? --No, hija. Sabemos que estas bien y es lo que importa. Ya te interrogaremos cuando llegues. --Muy bien. Estare preparada --dijo divertida. --Te quiero. --Y yo a ti, mama. --Colgo el telefono y suspiro. Como les echaba de menos. Puede que fueran las vacaciones de sus suenos y que llevaran un ano preparandolas con mucha ilusion, pero despues de tanto tiempo recorriendo Europa estaba algo cansada e impaciente por regresar a lo que seria su nueva vida. Se habian acabado los libros y era hora de poner en practica todo lo que habia aprendido. Pero su madre tenia razon. Esa vida la esperaria. Tenia que disfrutar el momento. Miro el barco de nuevo. Era un velero impresionante. --?Te han dado un repaso? Se volvio hacia Liza que recogia sus rizos pelirrojos en lo alto de la cabeza con una goma. --No, solo estaba mama. --?El jefe no estaba? Te has librado. --Suspiro ilusionada. --!Estamos en Grecia! --?Por que cada vez que llegamos a un sitio nos recuerdas donde estamos? --Por si aun estais borrachas de la noche anterior y no os enterais. Jadeo divertida. --Perdona, pero aqui la unica que se ha pasado durante el viaje has sido tu. --?Quereis prepararos para la cena, pesadas? --pregunto Margaret desde la habitacion--. Vamos a llegar tarde. --Estamos de vacaciones, sargento. No hay horarios. --Liza sonrio maliciosa. --Te encanta sacarla de quicio, reconocelo. --Bah, un poquito. --Paso el brazo por sus hombros y miraron el mar. Margaret se puso a su lado. --Esto es el paraiso. --Nuestra ultima semana --dijo Margaret con pena--. Me quedaria aqui para siempre. Los padres de su amiga estaban pasando por un divorcio especialmente dificil y ese viaje habia sido una via de escape. Paso el brazo por sus hombros y la acerco a ella. --Estamos aqui. Sabia que no se referia solo al viaje y Margaret sonrio con tristeza. --Lo se. --Venga, hagamos caso a Margaret y a cambiarse. !Quiero ver la marcha que tiene esta isla! Margaret y Rosaura levantaron sus cejas morenas viendo como su amiga corria hacia el bano y se encerraba. --La mato. Reprimio la risa. --Piensa que cuando vuelvas tendras todo el bano para ti. --Es lo unico que me atrae de volver a America, te lo aseguro. --Sus ojos castanos se ensombrecieron y agacho la barbilla. --Eh... Seguro que cuando llegues todo habra cambiado. Se encogio de hombros. --Me da igual. Yo me mudo en cuanto llegue. Si quieren seguir discutiendo cada cinco minutos por quien se queda la casa, yo no estare para verlo. Apreto los labios entendiendo perfectamente lo que queria decir porque lo habia presenciado. La madre de Margaret habia pillado a su marido con los pantalones bajados mientras su asistente personal le hacia un favor en su despacho. Pero el abogado de el le habia recomendado que no se fuera de casa hasta que el juez dijera que tenia que hacerlo. La casa habia sido de su padre y a Margaret le quedaban dos semanas para terminar la universidad. No le dijeron que se divorciaban hasta que se graduo y al llegar a casa vio el panorama. Una autentica guerra entre sus padres en la que ella estaba en medio. Y lo mas duro era que ninguno de los dos se daba cuenta de lo que le estaban haciendo a su hija. --Tienes razon. Es su vida y con ella pueden hacer lo que les venga en gana. --!Pero que no te jodan a ti, que me voy a cabrear! --grito su amiga desde el bano antes de abrir la puerta y sacar la cabeza--. ?Y si nos cogemos un piso juntas? --Sonrio de oreja a oreja. --Seria divertido. Ambas se echaron a reir. --Ni hablar. --Rosaura nego con la cabeza. --Quiero seguir siendo vuestra amiga muchos anos, gracias. Ademas, yo ya tengo piso. --Nina rica malcriada. Se echaron a reir porque ella estaba para hablar y los ojos de Rosaura brillaron. --Pero al lado del mio hay uno de dos habitaciones que papa todavia no ha vendido, por si lo queriais. Las chicas chillaron de la alegria abrazandola. --!Nunca vas a librarte de nosotras! Las abrazo con carino. --Eso espero.

  • VICTORIA. AMAME de Mia Ferrer

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    Victoria necesitaba un nuevo comienzo, estaba embarazada y el hombre que por fin logro enamorarla despues de un pasado tormentoso, la habia dejado mientras dormia en una habitacion de un hotel en Paris para irse a casar con otra, Paul Mathieu era el padre de su bebe y el causante de que quisiera desaparecer de la faz de la tierra.

  • Habia una fiesta de Marina L. Riudoms

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    La historia de una rave que salio mal, marcada por el costumbrismo millennial y el descubrimiento del feminismo a traves de un grupo de turistas posadolescentes.

  • Hija de la noche de Mika Lobo

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    Soy una Erinia, una Furia, una hija de la noche. No importa como me quieran llamar. Soy venganza..."
    Noa tiene un pasado terrible y oscuro que ocultar. No quiere sentir, no desea vivir ni recordar. Por eso cuando una de las tres Furias que habitan el Tartaro le ofrece otro tipo de "existencia" bajo su tutela, no puede negarse.
    Su sexto sentido para captar a las personas, sus temores, su dolor, sus esperanzas, se ha convertido en su poder mas letal. Y es ahora, cuando lleva mas de un siglo ejecutando su cometido, cuando se le presenta la mision mas dificil, la que va a sacudir los cimientos de su extrano mundo. Tendra que aprender a ser humana de nuevo, a dejarse tocar sin su coraza. ?Pero va a poder resistir todos los sentimientos que se le vienen encima?, ?todos los recuerdos? ?las sensaciones?
    Eric es un ser inadaptado que se pega a ella en contra de su voluntad. La sigue a cambio de nada; solo la ayuda. Su historia se va a entrelazar con la de Noa irremediablemente, convirtiendose a lo largo de la historia en uno de los determinantes para la mision, y sin saberlo, para su existencia.
    Va a tener que enfrentarse a lo que mas miedo le provoca: su propia humanidad.

  • Recuerdame de Kathalee Trueba

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    ?Estas despierto? -- pregunto Jason desde el otro lado de la puerta-- Eithan... Abri los ojos. -- Pasa-- dije entre quejidos. La puerta se abrio, y el entro. -- Tu movil tiene horas sonando-- dijo al aventarlo sobre la cama. Lo tome y mire. -- Es Gretel. -- dije al cubrir mi rostro-- No pienso responder. Hizo una mueca. -- ?No vas a ir a trabajar? Me lleve las manos a la cabeza. -- ?Que hora es? -- Van a dar las ocho. -- !No me jodas, es tardisimo! -- me queje -- Ademas, me mata la cabeza. --Claro que te mata la cabeza, si te tomaste mas de media botella. Lo mire. -- Prometo reponerla esta noche. Nego. -- No lo digo por eso, pero, vamos... ?Solo? Me sente. -- Cuando me di cuenta, ya llevaba media botella y estaba cantando. Me miro. -- ?Que cantabas? -- pregunto divertido. Sonrei. -- No pienso decirlo. --No tienes que hacerlo, me lo imagino. -- Como sea, no lo volvere a hacer. Nego. -- Si, Eithan. -- En serio, no vuelvo a tomar asi y menos por... desamor. Me miro fijamente. -- ?Que sucedio con Alena? -- Tuvimos sexo-- dije al ponerme de pie. -- Eso me queda claro. Me referia a que... -- La verdad, preferiria no hablar de ello-- camine hacia el bano-- las cosas siguen igual. Hizo una mueca y me siguio. -- No ire a la boda. Lo mire y me meti el cepillo de dientes a la boca. -- ?Por que no? Se alzo en hombros. -- Creo que prefiero quedarme en casa con mi mejor amigo-- sonrei -- a cantar canciones de Luis Miguel mientras nos bebemos una botella de whisky. Rei. -- Alena es tu amiga, te invito y ... -- Tu eres mi mejor amigo. Hice una mueca y suspire. -- Debo... prepararme para el trabajo, es tarde. Lo que menos queria, era hablar sobre la boda. -- Me prepare de desayunar, ?Quieres algo? -- No, gracias. -- dije al salir del bano -- No tengo estomago para nada. -- Como sea-- dijo al caminar hacia la salida-- deberias dejar la puerta abierta, apesta a borracho aqui. Rei. Jason salio de la habitacion, y el movil comenzo a sonar de nuevo. Una vez que le active el modo silencio, me meti al bano a asearme. -- ?Como te sientes? -- pregunto al verme salir de la habitacion. El corria sobre la cinta. -- Siento que mi alma abandono mi cuerpo. Sonrio. -- Hay un gatorade* en el refrigerador. -- Eres el mejor. -- dije al abrir la puerta-- Te lo compro en la noche que vaya a hacer el super. Sonrio. -- Dejare que te emborraches mas seguido tu solo, al dia siguiente eres muy amable. Rei. Mi movil nuevamente comenzo a sonar. -- ?Sigue siendo Gretel? Asenti. --Si llega a venir, no estoy. ?De acuerdo? -- De acuerdo. Suspire. -- Nos vemos en la noche. -- No comiences a tomar sin mi. Sonrei y me marche. No solo me habia arrepentido de estar con Alena, tambien de haber bebido como si no existiera un manana. La tarde en el departamento fue bastante productiva, mi caso iba lento, pero seguro. Aunque me era complicado adaptarme a gente nueva, las cosas iban bien, el hecho de que mis companeros fueron hombres ayudaba mucho, era mas facil entenderlos a ellos, que tratar de entender a un grupo de mujeres. -- ?Como va todo? -- pregunto Daphne al entrar a la sala de descanso, ya casi cuando era hora de la salida. La mire. -- Bien-- se acerco-- ?Y tu? ?Que tal? -- ?Los ojos rojos son por llorar? Sonrei. --Ayer bebi un poco. -- Resaca -- dijo al mover la cabeza de un lado a otro. Sonrei. -- ?Que decias? -- Tengo una montana de documentos-- dijo con flojera-- me llevare el trabajo a casa. Hice una mueca. -- Un masaje te vendria bien... Sonrio. -- Tal vez manana-- dijo al darme un beso en los labios--hoy debo trabajar. -- El desprecio vale por dos salidas, eh. Sonrio. -- No es desprecio, es un rechazo obligado. -- Me da igual, vale por dos salidas. -- camino hacia la entrada-- Descansa. -- Tu igual. Suspire. La verdad era que, hubiese preferido pasar parte de la noche con ella, con la mente y el cuerpo ocupado, en lugar de pensar en la boda. Mire mi reloj, eran casi las seis, para ese momento Alena estaba a un par de horas de casarse. Aquello dolia, en verdad mataba. Despues de un rato de pensar en ella, tome el movil y comence a buscar en mi agenda, no queria pasar la noche solo, asi que, decidi llamarle a Cassie, y despues de una rapida seduccion, quede de recogerla por la noche. Cuando volvi a casa, me puse a recoger la recamara y me di un bano. Aunque en realidad deseaba con toda mi alma dormir, necesitaba salir, necesitaba pensar en otra cosa. -- Ya me voy-- le dije a Jason. Estaba trabajando sobre la mesa de centro. Me miro. -- ?Ingrid? Negue. -- Cassie. Asintio. -- Asi que me he quedado en casa para acompanar a mi amigo, y el me ha cambiado por una tipa... Sonrei. -- Te has quedado por trabajo, no me culpe. -- Claro que no, yo estaba dispuesto a ponerme ebrio contigo. Sonrei. -- No me esperes despierto, carino-- dije al caminar hacia la entrada. Lo escuche reir. Cuando abri la puerta, mi movil comenzo a sonar. No reconoci el numero y dude en atender, pero al final, tome la llamada. -- Bustamante. -- Soy yo... -- ?Alena? Jason me miro. -- No me case. 2 Mire nuevamente el documento. Solo tenia que firmar sobre aquella linea para, oficialmente, convertirme en la esposa de Christopher, para pasar el resto de mi vida a su lado. Podia sentir la mirada de todos sobre mi espalda, sobre mis manos y la manera en que no dejaba de mover el boligrafo. Estaba nerviosa. -- Es su turno-- repitio el juez al mirame. En ese momento mire a Christopher. <> -- Lo siento -- dije al dejar el boligrafo sobre la mesa-- en verdad lo siento. Christopher me miro confundido. -- ?Que haces? Negue. -- Perdoname, no puedo. Con prisa, me quite el anillo y lo deje sobre la mesa, a un costado del boligrafo. Sin poder mirarle, di la vuelta y sali de ahi ante la mirada de todos y sin importar que mi madre gritara mi nombre una y otra vez. Al salir del lugar, gire hacia la derecha y segui caminando sin direccion alguna, lo unico que queria era alejarme tanto como fuera posible. No podia creer que lo que habia hecho, yo, que habia pasado por aquella humillacion, que sabia como se sentia ser el centro de atencion, el que la gente te mire con lastima. No tenia ni idea de como era que volveria a ver a mis padres a la cara, a mi hermano, sobre todo a Christopher, lo unico que sabia era que ya no sentia que algo oprimia mi pecho. Al estar parada frente al juez, mire a Christopher y no senti mas que miedo, entonces supe que era lo que debia hacer. Cuando la lluvia comenzo a caer, me refugie en una parada de autobus, hasta entonces me di cuenta que habia caminado bastante y que no llevaba ni un peso conmigo. Mire a cada una de las personas ahi. -- Disculpe…-- le dije a una mujer que miraba su movil. Me miro. -- ?Si? Trague saliva. -- No tengo dinero, ni mi movil -- la mujer hizo una mueca--?Me dejaria hacer una llamada para que vengan a recogerme? -- la mujer me miro de pies a cabeza-- Le juro que no tardare nada. Hizo una mueca de desagrado. -- Que sea rapido. Asenti. -- Gracias. Con prisa, tome el movil y marque el numero de Eithan. -- Bustamante-- dijo del otro lado de la linea. -- Soy yo. --?Alena?-- pregunto confundido. Trague saliva. -- No me case. La mujer me miro sorprendida. -- ?Estas hablando en serio? -- ?Podrias venir a recogerme? -- ?En donde estas? Mire a mi alrededor buscando el nombre de la calle. -- La parada numero seis de la linea azul-- dijo la mujer a mi costado. -- ?Escuchaste?-- le pregunte. -- No te muevas, voy para alla. Colgo. -- Gracias-- dije al entregarle el movil a la mujer. Asintio. -- No pude evitar escuchar tu conversacion. Hice una mueca. -- ?Es usted casada? -- Desde hace cinco anos. Asenti. -- ?Cuando se caso no sintio miedo? Nego. -- Tenia nervios, pero, miedo... no. -- Yo si. Me dio panico darme cuenta que pasaria el resto de mi vida con un hombre al que no amo. Me miro. -- ?Entonces por que te comprometiste? Suspire. -- Porque... pense que era una buena idea. Movio la cabeza en forma de rechazo. En ese momento, un autobus se paro frente a nosotros. -- ?Quieres que espere contigo hasta que vengan a recogerte? -- Oh, no-- sonrei-- es muy amable, pero no. Gracias. Sonrio. -- Buena suerte-- dijo al abordar el autobus. Le sonrei como agradecimiento. El agua comenzo a caer cada vez mas fuerte y el viento comenzo a sentirse mas frio. Yo no llevaba con que cubrirme, y claramente las personas me miraban de manera extrana, supuse que era por el vestido. La gente que bajaba de los autobuses se refugiaba a mi lado, fue entonces que una pequena me hizo pensar en Milenka. ?Como le explicaria lo sucedido? ?Como le diria que Christopher no viviria con nosotros? ?Que responderia cuando me preguntara la razon por la que no quise casarme? ?Que demonios habia hecho? Cuando una camioneta negra se detuvo justo frente a nosotros de golpe, todo mundo se mostro nervioso, incluso la madre de la pequena, se paro frente a ella como protegiendola. Eithan bajo de la camioneta, rodeo la misma y se quito la chamarra. -- ?Estas bien? -- me pregunto-- Ponte esto. Asenti y me cubri. Me abrio la puerta del pasajero y me ayudo a subir. La mujer con la pequena me sonrio, y una mujer de mayor edad asintio como aprobando aquella accion. --Te amo-- le dije cuando abordo el auto. Sonrio. -- Yo a ti, pequena-- dijo al poner el auto en marcha-- ?A donde quieres ir? -- A donde sea, mientras sea contigo. Sonrio. Condujo en completo silencio, sin embargo, a pesar de la lluvia jamas solto mi mano. Yo iba observando a toda la gente, algunos corrian, otros se refugiaban en donde podian, pues se trataba de una lluvia atipica. Eithan detuvo el auto justo afuera del edificio de Jason. Bajo del auto y despues de rodearlo, me abrio la puerta. -- Cuidado-- dijo al tomar mi mano y ayudarme a bajar-- esta resbaloso. Asenti. Tomados de la mano, caminamos hasta el elevador y de ahi hasta el cuarto piso. El hecho de que no hablaramos, me ponia nerviosa. Cuando Eithan abrio la puerta, Jason me miro. -- Hola-- le dije. Sonrio. -- ?Que tal la lluvia? -- pregunto. -- Fuerte -- dije sintiendome avergonzada. --?Quieres que te prepare un te? -- me pregunto Eithan. -- No, gracias. Asintio. -- Estaremos en la habitacion -- le dijo a Jason. Este asintio. Una vez que entramos y Eithan cerro la puerta, me miro. -- Yo... -- No digas nada -- dijo al quitarme la chamarra de encima. Me tomo por la cintura y me beso. Si, era el. Solo el podia hacerme sentir tanto con tan solo tocarme, podia hacerme sentir tocar cielo con sus besos. Cuando sus manos bajaron a mi cadera, yo puse las mias en su pecho y comence a desabrochar su camisa boton por boton. Despues me ayudo quitandose la camiseta que usaba debajo. -- Date vuelta -- me dijo. Cuando lo hice, desabrocho el vestido y lo hizo caer el piso. Despues, me cargo y me llevo a la cama. -- ?Ahora si me dejaras tocarte? -- le pregunte cuando se puso sobre mi. Sonrio. -- Dejare que hagas conmigo lo que quieras. La intimidad con Eithan era armoniosa, era increible que aun sin decirle nada, el sabia exactamente que hacer, en donde tocar o besarme para hacerme vibrar. Mi cuerpo se amoldaba perfectamente al suyo. Me encantaba escucharlo gemir cerca de mi oido mientras se hundia en mi. Me gustaba la sensacion de su piel desnuda sobre la mia, ese calor que emanaba de su cuerpo. No habia ninguna duda; el era el hombre a quien amaba, y yo era suya.

  • Chispas de Luis Goytisolo

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    La sonrisa del carrolliano gato de Cheshire sirve de portico a este libro, que contempla sin piedad -y con un humor de lo mas singular- la generalizada estulticia del mundo actual, retratado en forma de vinetas que escrutan comportamientos, actitudes y conversaciones. Por estas paginas desfilan los moviles que acaparan toda la atencion, las hirsutas barbas hipsters y la moda de la depilacion corporal; los botellones y las raves; la dictadura de lo digital, de las dietas y de lo politicamente correcto; los libros de autoayuda y la pretenciosidad artistica. Y tambien situaciones disparatadas como las de un par de menages a trois que toman derivas imprevistas, la incansable actitud fisgona de un quisquilloso detective de hotel, la aficion de Joyce por la escatologia.

  • Dejate llevar (Citas de amor 2) – Anna Dominich de Anna Dominich

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    Lisa es una timida profesora de primaria que siempre esta rodeada de ninos. Lleva una vida tranquila y sin sobresaltos, pero siente que le falta algo. Decepcionada consigo misma, con una vida amorosa inexistente y menospreciada por su madre y por su mascota, decide plantarse y buscar una solucion.
    Cuando ve el anuncio de una pagina de contactos llamada <>, se atreve a crear un perfil con la esperanza de conocer a alguien especial. Alli empieza a hablar con Toni, un profesor de secundaria culto y elegante con el que tiene muchas cosas en comun. Sin embargo, no todo es lo que parece. Las dudas surgen justo en el momento en que conoce a Raul, un hombre con pendientes y muchos tatuajes por el que siente una atraccion inmediata.
    Lisa debe elegir entre quedarse con lo seguro y apostar por una vida confortable al lado de Toni o arriesgarlo todo y lanzarse a la aventura con Raul, alguien que a todas luces es lo opuesto a ella y que sigue anclado en un pasado tormentoso.

  • ?Tu me ves?: La maldicion de la casa Cavendish de Gemma Herrero Virto

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    Algo oscuro pasea desde hace decadas por los pasillos de la casa Cavendish. La gente que ha visitado la mansion habla de ruidos, golpes, voces susurradas, pasos que no proceden de ningun sitio… Algunos cuentan que vieron sombras o que les parecio vislumbrar una figura a lo lejos, alguien escondido que les observaba… Otros solo se atreven a comentar que sintieron un frio repentino, un aroma a flores muertas, una atmosfera opresiva que les impulso a huir para no regresar. Sea como sea, todos saben que alli acecha algo oscuro, tenebroso y maldito. Incluso los expertos en parapsicologia que la han estudiado desaconsejan la visita a la mansion y la consideran una de las casas mas embrujadas de todo Estados Unidos. Al, un joven esceptico que no cree en nada salvo en sus suenos y en su guitarra, se ve obligado a acudir a la mansion para acompanar a su familia, que ha sido contratada para terminar con los extranos acontecimientos que alli suceden. Ante el poder que exhiben los seres que la habitan, se veran obligados a pedirle ayuda a Eli, una joven bruja con el don de ver a los muertos y comunicarse con ellos, don que, hasta el momento, no le ha traido otra cosa mas que problemas. ?Seran capaces de unir sus fuerzas y terminar con la maldicion de la casa Cavendish? De la autora de los bestsellers La red de Caronte y Los crimenes del lago, finalista del Premio Literario Amazon 2017.

  • Seremos recuerdos (Canciones y recuerdos 2) de Elisabet Benavent

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  • El corazon de cristal roto de Arturo Roberto Aguirre Gomez

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    Muchas personas se hacen preguntas con respecto a por que no han encontrado a esa persona adecuada para formar una pareja. ?Que tan dificil puede resultar para algunos encontrar el amor? Conocen a alguien, se entusiasman e ilusionan y de pronto todo se termina. El dolor por la separacion que se experimenta es sumamente intenso que a veces puede llevar a una perdida del sentido de vida, porque las expectativas que pusieron en la persona fueron demasiadas.

  • Te vere esta noche de Susana Rodriguez Lezaun

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    Una desaparicion. Una persecucion. En la guerra todos pierden.

  • Maldita Bruja de Silvia Arru Esteve

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    Una historia de amor, de desamor ,de clavos, de padres, de hijos, de adolescentes, de perritos abandonados y de amigos que se quieren mas que a uno mismo.
    Vais a reir.
    Vais a llorar.
    Os vais a enamorar.

  • Bonita Avenue de Peter Buwalda

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    A finales de los noventa, Siem Sigerius es uno de los personajes publicos mas notorios y extravagantes de su pais. Antiguo campeon de judo, genio matematico de renombre internacional, amante del jazz y rector de una universidad emergente de provincias, su nombre suena como favorito para ocupar la cartera de ministro de Educacion; y a su acogedor domicilio conyugal, una granja cercana al campus, acuden todo tipo de curiosas personalidades.

  • Amor de humo y algodon de Natalia Sanchez Diana

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    La vida de Sophie, hija del conde Samuel Hastings, cambia cuando descubre que tiene un hermano y que su tio, dueno de un molino de algodon en Manchester, ha sido asesinado.
    Aprovechando el parecido entre su padre y su tio Byron, este les deja escrito un plan para que suplanten su identidad y averiguen quien le ha matado.
    Para ello, tendran que relacionarse con los seis molineros mas poderosos y descubrir sus intrigas, mientras se ven envueltos en las luchas sindicales del movimiento obrero.
    Sophie no sabra en quien puede confiar, pero su corazon tal vez si.

  • El escudo de los dioses de Lorena Concepcion

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    Scarlett Bouclier esta cumpliendo su sueno de ser directora de arte en una pequena compania de teatro, pero todo puede cambiar en un segundo y la aparicion del misterioso Nick y su hermano Ares, un moreno de ojos dorados y actitud enfadada con el mundo, hara que se cuestione todo lo que conocia hasta ahora. Entre Ares y Scarlett nacera una pasion prohibida y se vera envuelta en un mundo peligroso que creia inexistente, en el que ella tendra un papel fundamental.

  • Hellraiser de Clive Barker

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    Hellraiser es una de las mejores creaciones de Clive Barker. Una novela desgarradora sobre los grandes terrores y extasis que alberga en su reino infinito el corazon humano. Habla de la codicia y el amor, de la falta de amor y de la desesperacion, del deseo y la muerte, de la vida y el cautiverio, de campanas y sangre. Es una de las historias mas aterradoras que hayas leido jamas.

  • Solo tuyo para siempre y contigo (La fuerza de amar 3) de Barbara Crespo

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    Cuando Sindy desaparecio, Ian quedo devastado, nunca habria imaginado que tras haberla elegido, ella le abandonaria. Durante mucho tiempo, se ha dedicado a buscarla, pero como si la tierra se la hubiera tragado… no consigue encontrarla.

  • Te encontre entre corazones de Moruena Estringana

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    A Nia no le gustan ahora mismo todas las fruslerias romanticas, y no hablemos de los cientos de corazones que hay por todos lados anunciando el dia de San Valentin.
    Todo le irrita excesivamente, pues acaba de romper con su novio con el que llevaba desde la adolescencia y ella era todo corazones y cucadas con el.
    De camino a Paris, la ciudad del amor, que ha inspirado cientos de canciones y enamorado corazones, no esperaba que pararse un instante a tomarse un cafe cambiara su vida para siempre.
    Y es que entre corazones encontro a un hombre que iba a poner su vida patas arriba, Kenneth.

  • Peregrinos de Sofia Segovia

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    Tan lejos y tan cerca como el azar que,

  • La bestia cazada de Blanca Moral

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  • Mas alla de los limites de Claudia Cardozo

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    Maria Cabrera es una joven oficial de policia que se encuentra con el caso mas complicado y excitante de su carrera; una serie de robos en Boston se acaba de cobrar su primera victima y ella sera la encargada de resolver el crimen. Ahora, su unico problema es su nuevo companero, la ultima persona que quisiera ver a su lado cada dia.

  • La Carpa y las Escrituras de los cuatro elegidos de Leonardo Ibarra

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    Dos mundos: el magico y el humano.El Guardian del Norte, mago sabio y enigmatico, tiene la importante mision de viajar al otro mundo para encontrar a los elegidos. Asi lo dicen las Escrituras.Se trata de cuatro humanos que deberan iniciarse en la magia y enfrentarse en una ineludible batalla contra la Legion del Oeste, liderada desde el mas alla por el poderoso y malevolo Lord Balfour, quien no se detendra hasta obtener el control total de los mundos.Es una carrera contra el tiempo y depende de Ostin, Emmy, Susan y Martin impedir que ocurra lo peor.

  • Encender de nuevo las estrellas de Karine Lambert

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    UNA HISTORIA DE AMOR A LA EDAD EN LA QUE NADIE LO ESPERA DE LA AUTORA DE ” EL EDIFICIO DE LAS MUJERES QUE RENUNCIARON A LOS HOMBRES ” ” Un soplo de aire fresco, vivificante, recorre las paginas de este libro. Una escritora que transforma la desesperanza en celebracion. ” Le Soir ” Lean, regalen, compartan esta novela. Puede llenar de esperanza incluso a los que no lo necesitan. ” Florence Servan-Schreiber Marguerite siempre ha vivido a la sombra de su marido, recien fallecido. Y Marcel ha perdido a la mujer que lo era todo para el. Marguerite es fan de Francoise Sagan y adora los pepitos de chocolate, escuchar canciones francesas de toda la vida y llevar flores a las tumbas. A Marcel le gustan la musica ” chaabi ” , las estrellas, las cabanas en los arboles y un viejo rinoceronte solitario. Sus caminos se cruzan, sus corazones se despiertan. Dos trayectorias diametralmente opuestas, dos personajes muy diferentes, el, fuerte y solar, un argelino de origen frances; ella, poquita cosa, deseosa de liberarse del yugo de los convencionalismos. ?Se atreveran a dejarse llevar, a aceptar el deseo y la alegria?

  • Debatiendo con Piketty de J. Bradford Delong

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    El capital en el siglo XXI de Thomas Piketty es el libro sobre economia de mas exito de la historia reciente. Su detallada explicacion del aumento de la desigualdad en las ultimas decadas suscito un encendido debate politico que aun hoy continua y que probablemente marcara el futuro inmediato. Pero, ?son ciertos los analisis de Piketty?, ?acierta en su percepcion de la desigualdad y los objetivos de crecimiento? Y, si es asi, ?como deberia desarrollarse la investigacion economica a partir de sus estudios? ?Como debemos plantear el debate actual?

  • La lista de los nombres olvidados de Kristin Harmel

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    Paris, 1942. Rose Picard y Jacob Levy, dos jovenes judios, se enamoran apasionadamente en los dias previos a la ocupacion de la ciudad por los nazis.

  • Secretos de hielo de Marta Sebastian Perez

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    ?Puede cambiarte la vida en 15 dias?

  • Soy tu destino 1 de Sandra Lugo

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    Esta es la continuacion de la historia de Sofia y Daniel. “ERES MI TIEMPO”.
    En ella, el destino seguira jugando entre estos dos seres destinados a encontrarse, perderse y reencontrarse; revolucionando sus vidas mientras tratan de ignorar que no son como los demas.

  • Cuando vuelva la luz de Julio Septien Del Castillo

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    En un futuro incierto, en el centro de una ciudad muy familiar, el gigantesco monasterio semiolvidado conocido como el Santuario permanece, bajo la custodia de la Orden de San Agustin, como el ultimo baluarte de saber en un nueva era de oscuridad y creciente fanatismo. Polibio, un nino acogido como novicio por la Orden, descubrira poco a poco el mundo cerrado del Santuario, los tesoros de otro tiempo que aun alberga, y buceara en sus secretos mas escondidos.

  • Hasta que nos volvamos a encontrar de Maya Moon

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    Descubre la romantica historia de Alex y Olivia de mano de Maya Moon.

  • Los senores del Norte (III) de Bernard Cornwell

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    “Los senores del norte” es una excelente recreacion de los tiempos oscuros en los que Inglaterra empezaba a tomar forma, del turbulento choque entre la cultura anglo-sajona y la danesa, entre el cristianismo y el paganismo, entre dos concepciones del mundo irreconciliables, en el que a Alfredo el Grande le correspondio un papel protagonista.
    El joven Uhtred, despues de haber ayudado a Alfredo el Grande a convertir Wessex en un reino sajon independiente, regresa al norte con el proposito de encontrar a su hermanastra. Pero por el camino hallara unas tierras envueltas en el caos y la guerra, y a un Guthred que ha pasado de ser un esclavo a pretendiente al trono.
    La fuerza narrativa, el rigor historico y la plasticidad de la recreacion de ambientes que caracterizan la obra de Cornwell vuelven a atrapar al lector desde las primeras paginas para proponerle un viaje a uno de los momentos mas turbulentos, desconocidos y emocionantes de la historia.
    Bernard Cornwell no es solo el autor de novela historica de mas exito en nuestros dias, sino uno de los escritores vivos de mayores ventas en todo el mundo. Escogido en el ano 2000 como uno de los 25 autores del siglo XX preferidos por los lectores britanicos, en la actualidad sus novelas han sido traducidas a veintitres lenguas y adaptadas al teatro y a la television. Se han calculado las ventas de Cornwell en todo el mundo en mas de 30 millones de ejemplares.
    “Los senores del Norte” lleva un paso mas alla el planteamiento de la serie, dedicada sobre todo a la presentacion de escenarios, personajes y conflictos politicos, y en esta novela la capacidad para narrar acciones belicas y describir sus consecuencias, uno de los signos de identidad de Cornwell, brilla a mayor altura, en unos escenarios devastados por la guerra perfectamente recreados.
    Disponible tambien en tapa dura en nuestra coleccion de Narrativas historicas.

  • Martina y su objetivo de Dylan Martins

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    Martina intenta tener una nueva oportunidad como periodista en Miami, sin imaginar la de quebraderos de cabeza que se llevaria cuando tuvo que hacer, lo que nunca nadie creeria para conseguir su objetivo. A Nico, uno de los hombres mas hermeticos de la alta sociedad.

  • Mujer madura liberada busca de Noa Xireau

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    La vida matrimonial de Malena cae en picado cuando descubre que su marido le esta siendo infiel con otras mujeres. Sin trabajo, sin un sitio a donde ir, ni un rumbo para su vida, Malena decide lanzarse a disfrutar de su propia sexualidad mientras encuentra una solucion a su situacion.

  • El arte de morir dos veces de Alonso Baran

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    Un thriller existencialista irresistible.

  • Irresistible 5 de Robyn Hill

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    Un sensacion de peligro inminente flotaba en la atmosfera de la prision. Morgan y sus secuaces me lanzaban miradas de acero cada vez que aparecia por el pabellon de reclusos. Deseaban vengarse de la paliza sufrida en las duchas, por eso debia permanecer en alerta todo el tiempo. Era evidente que mi vida corria grave peligro, pero ?me hubiera comportado de distinta forma de saber que trataba con el mafioso de la carcel? La respuesta a todas luces era no. Mi actitud podia considerarse como irresponsable, sin embargo, creo que es el deber de cada uno a contribuir para que el mundo sea mejor. ?Hubiera sido capaz de mirar a los ojos a la mujer de mi vida si llego a actuar como un cobarde? Con toda probabilidad, no. El amor de Amanda me dejaba ser fiel a mi mismo, autentico por los cuatro costados. Y entre rejas el tener la certeza de que ella estaria orgulloso de mi, era como un soplo de aire fresco dentro del arido entorno de la carcel. Recorde lo mucho que la extrane aquellos dias que viaje a Nueva York, sufriendo un anhelo constante por volverla a ver, pero en la prision el sentimiento resultaba mas agudo. A esa terrible y profunda nostalgia por Amanda se le sumaba la melancolia, la frustracion y una sensacion de vacio. En otras palabras, me sentia desesperado porque entre ella y yo se levantaba un bloque de hormigon impidiendo estrecharla entre mis brazos. ?Existe mayor castigo que el privarte de la mujer de las que estas perdidamente enamorado? Estaba tumbado en mi camastro cuando se acerco Ferguson andando con parsimonia, como si se encontrara en el jardin de su casa. --Cassel, en pie --dijo con un gesto de la mano--. Vamonos a dar un paseo. --?Que ocurre? --pregunte con el ceno fruncido mientras me colocaba de pie. Mi reunion con Brian habia sido esa misma manana y, por desgracia, no era domingo, asi que no contaba con ninguna visita. --Se te dira en su momento --dijo Ferguson esposandome. Cualquier novedad que me distrajera de la rutina era mas que bienvenida. En la carcel el tiempo transcurria mucho mas lento, y lo peor era que ese ritmo monotono te afectaba al cuerpo y a la mente. Ferguson y yo caminos a traves de los pasillos largos y austeros del modulo de prisioneros. A veces me gustaba aguzar el oido para escuchar los sonidos de la carcel. Para mi sorpresa, emisoras de todo el mundo reverberaban por las paredes. Resultaba ironico que un mundo tan tecnologico, la radio continuara siendo un instrumento tan utilizado. --?Como estas, bien? --pregunto Ferguson mientras saliamos del modulo de reclusos. Aun desconocia el proposito de mi improvisado paseo. Me encogi de hombros. ?Que se suponia debia contestar? Estaba en la carcel, jodido. Ferguson sonrio de una forma paternal. No pude evitar sentir una corriente de simpatia hacia el, a pesar de que jamas daria su vida por defenderme de Morgan. Lo comprendia. No le pagaban para arriesgarse. --?Adonde vamos? --pregunte. --El alcaide quiere verte --respondio alzando las cejas, como si hablase del presidente de los Estados Unidos. --?A mi? ?Para que? --Ya lo veras, Cassel. No seas impaciente --dijo con el rostro serio. Despues de pasar por un sendero de piedra bajo un cielo encapotado, cruzamos el umbral de una puerta. Al entrar me sorprendio ver a una mujer detras de un escritorio. Dentro de una carcel de hombres parece logico esperarse a hombres en todos los puestos de trabajo, pero estaba equivocado. --Hola, Susan --dijo Ferguson--. Nos esta esperando. La tal Susan asintio con la cabeza y ambos entramos en el despacho del alcaide. Lo primero que vi fue la espalda de un hombre que pintaba sobre un lienzo. En una mano sostenia el pincel y en la otra, la paleta con un surtido de colores. Llevaba puesto un mono blanco lleno de manchas de varios colores, sin duda, se trataba de un pasatiempo al que dedicaba muchas horas. --Sr. Orison... --dijo Ferguson. El alcaide se tomo la tranquilidad para soltar la ultima pincelada antes de girarse hacia nosotros. Me fije en el cuadro: una playa paradisiaca de arena blanca y mar de color turquesa. Supuse que su trabajo le ocasionaria una multitud de horas muertas que debia rellenar de alguna manera. --Oh, Eric, buenos dias --dijo el Sr. Orison sonriendo--. Tome asiento, por favor. Se trataba de un hombre que rondaba los sesenta anos, de aspecto afable, con la espalda ligeramente encorvada y una mirada astuta. Me fije en su anillo de casado. Algo en el me recordaba a un sacerdote o un medico. Con un gesto de la cabeza ordeno a Ferguson que me quitara las esposas. El Sr. Orison me examino de arriba a abajo, seguramente calibrando que tipo de preso era. Tome asiento mientras me acariciaba mis doloridas munecas. ?Que querra este hombre de mi?, me pregunte. --Me encanta pintar, me relaja --dijo al fin. Guarde silencio,y el Sr. Orison, al no obtener respuesta a su comentario, continuo pintando con pequenas pinceladas aqui y alla. A veces sacaba la la lengua, como si estuviera afinando su talento. Mire a Ferguson, desconcertado, pero mantenia una expresion imperturbable. --Fue muy valiente por su parte ayudar a ese pobre portugues. No hay muchos presos que se presten a socorrer a los demas. Le felicito --dijo concentrado en el lienzo. --Gracias --dije laconicamente. --Es usted diferente al resto. De vez en cuando aparece alguien que rompe el estereotipo del preso. Sin duda, ahora ese privilegio recae sobre sus hombros --dijo mientras se agachaba y entornaba los ojos con la mano en el pincel--. Usted no pertenece a este sitio. --?Me va a ayudar a salir de aqui? Soy inocente. El Sr. Orison dejo de pintar y esbozo una gran sonrisa mientras me miraba. --Me temo, hijo, que es algo que esta fuera de mi control. Yo solo gobierno esta institucion. --?Para que me ha llamado? --pregunte, cansado de sus enigmaticos comentarios. --Le he llamado porque se encuentra en una posicion complicada. Usted y yo sabemos de que se trata --dijo refiriendose a la mas que probable represalia de Morgan y sus secuaces--. ?Sabe? Quiero ayudarle... Le voy a transferir a otro modulo mucho mas sosegado, con presos de absoluta confianza... E incluso con un gimnasio a su disposicion si lo necesita. Una cierta desconfianza empezo a invadirme. No comprendia el por que de esa generosidad tan repentina. Si a todos los presos se les tratase asi al involucrarse en peleas, sin duda que se amanarian unas cuantas con el fin de ser trasladados. --?A cambio de que? --dije cruzandome de brazos. El Sr. Orison solto una pequena risita. --Ya veo que es inteligente --dijo mientras firmaba la obra en una esquina del lienzo--. Eso me gusta. El alcaide dio un paso hacia atras y examino su cuadro. Asintio con la cabeza, satisfecho. --Firme una declaracion en la que cuente como Morgan agredia a Varejao. Estoy deseando que disfrute de una larga temporada en nuestra celda de castigo pero, por desgracia, no puedo mandarlo a mi antojo. Necesito un testigo de cargo, y ahi es donde entra usted --dijo despojandose de su bata. A continuacion se abotono los punos de la camisa mientras Ferguson le sujetaba la chaqueta del traje. La oferta del alcaide era tentadora, sin embargo, contenia una trampa. Me convertia en un soplon de por vida y eso era algo que trascenderia de la prision. Aliarme con el Sr. Orison suponia ser amenazado de por vida. Mi respuesta estaba clara. --No cuente conmigo --dije apretando las mandibulas, y lamentando que mi decision acabaria tambien por enemistarme con el. --?Estas seguro de lo que haces, idiota? --pregunto Ferguson. El alcaide le lanzo una mirada de reproche por hablar sin permiso. Ferguson bajo la mirada y se sonrojo. --No le haga caso, Eric --dijo colocandose la chaqueta y tomando asiento a su escritorio. --Mi decision es firme. Tendra que buscar a otro que le ayude -- dije mirandole fijamente. --No me gusta insistir, se lo advierto --dijo entrelazando las manos sobre la mesa--. Pienselo bien. Valore lo que esta en juego. --Le he dicho que no. Se creo un silencio incomodo. --Muy bien --dijo y con un gesto de desprecio con la mano dio por finalizada la reunion. Ferguson me ordeno que me pusiera de pie y me esposo de nuevo. Lance una ultima mirada al alcaide, que tecleaba un numero en el telefono fijo con el auricular en la mano. Mientras me dirigia a la salida escoltado por Ferguson, escuche su ultimo comentario. --Lo lamentara. *** Al regresar al pabellon, me tumbe de nuevo en mi camastro. No dejaba de pensar en la propuesta del alcaide y en la sensacion de que me encontraba solo frente al peligro. Ni siquiera las autoridades serian capaces de echarme una mano. Dentro de la carcel existia otra ley, la ley de los presos. Si humillabas alguien, su unica manera de restituir el honor mancillado pasaba por asesinar. De nada me servia una cuenta corriente abultada para comprar proteccion. A la hora de la verdad, cuando mi vida estaba en juego, el dinero quedaba relegado a un segundo plano. A lo lejos observe como Morgan se aproximaba a mi litera. Mi cuerpo se puso en maxima tension. Me quise fijar en sus manos por si portaba un arma, pero las mantenia ocultas tras la espalda. Me costaba determinar su edad, aunque deduje que oscilaria entre los veinte y los veinticinco anos. Era mas alto que yo, unos diez centimetros; y su cuello estaba adornado por un tatuaje en forma de anillas entrelazadas. Enseguida palpe en el ambiente la tension de lo que se avecinaba. Los demas presos me miraban con descaro, esperando el momento cumbre entre Morgan y yo. De reojo, observe que un par de guardas se encontraban dentro del pabellon. ?Se atreveria Morgan a agredirme en frente de ellos? Si retrocedia o mostraba senales de debilidad, podia considerarme muerto, pues me convertia en una presa demasiado facil para todos. Confieso que senti preocupacion al observar al corpulento Morgan acercarse hasta mi, pero me obligue a aparentar una calma arrogante, como si fuera un hombre endurecido por la estancia en prision. Fingi que leia mensajes del movil barato proporcionado por Ferguson, aunque estaba en permanente vigilancia de Morgan. A menos de cinco metros, aprete el puno derecho. Ya estaba a punto de pasar a mi lado. El corazon me latia a mil por hora. Morgan se detuvo a mi altura y lentamente se agacho. Su mirada destilaba un brillo de locura que lo hacia aun mas peligroso. --Tu y yo aun tenemos una conversacion pendiente... Antes de que me pudiera dar cuenta, uno de los secuaces que se habia acercado por el otro lado de la litera, me arrebato el telefono de la mano. Inmediatamente se lo lanzo a su jefe. A continuacion, dejo caer el telefono al suelo y de una simple patada lo chafo como si fuera una colilla. Me fastidio perder la comunicacion directa con Amanda, pero continue con mi estrategia de mostrarme por encima de todo, sosegado. --!Eh, Morgan! !Vuelve a tu sitio! --exclamo unos de los guardas desde la puerta. Morgan le lanzo una mirada de desprecio acompanado de un grunido. --Veremos si la proxima vez tienes tanta suerte --dijo mostrando una dentadura blanca e inmaculada--. Estaremos tu y yo, a solas. --Cuando quieras, viejo amigo --dije mostrandome impasible, aunque sentia el estomago oprimido--. Si quieres concertamos una cita. Morgan se alejo con la mirada enganchada en la mia. Su compinche solto una carcajada aguda, como de hiena.

  • La doble esposa de Alafair Burke

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    <Perdida de este ano.>> Harlan Coben

  • Juego de corsarios de Silvia Garcia Ruiz

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  • Sweet Spot (Traduccion), Stella Rhys [PDF] de Stella Rhys

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    Nuestro primer encuentro como vecinos fue jodido desde el principio.El era caliente. Yo estaba sin ropa. Y no tuvimos ninguna oportunidad en el infierno de ser platonicos.

  • Un beso en Navidad de Jonaira Campagnuolo

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    La Navidad puede ser una epoca de mucha tension, capaz de desequilibrar las emociones de cualquiera. Jessie es una de ellas. Sus problemas familiares y las exigencias en su trabajo la obligaran a descargar su frustracion en una familia de munecos de nieve que adorna la cafeteria de Ethan Martin, poniendo a prueba las fortalezas de ese hombre, quien esta dispuesto a atrapar y aleccionar a la agresora asi tenga que invertir su vida en ello.
    ?Que ocurrira cuando se encuentren?

  • El Rey (Colomba y Dante 3) de Sandrone Dazieri

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    La ultima y esperadisima entrega del gran autor del spaghetti crime: Sandrone Dazieri. Una estrella de la novela negra europea junto a Lemaitre y Dicker.

  • Suenos rotos (Destinos cruzados 1) de Maca Soler Alba

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    Natasha siempre ha tenido un sueno que nunca ha dejado de perseguir: salir de Rusia. Cuando la oportunidad llega a sus manos, no duda en aprovecharla y acepta la oportunidad de su vida para embarcarse en un viaje con fines desconocidos, pero los resultados no seran los que ella espera. Resignada a vivir en el infiero que le habia sido deparado por el destino, su historia toma un giro radical en el que tendra que tomar decisiones, enfrentarse a nuevas experiencias y sobre todo, aprender a vivir su vida como siempre ha querido, siendo libre.

  • Por ti respiro de Poppy Garcia

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    Segundo jueves de mes Me estaba costando mantener el ritmo de la respiracion. Tan prieta, tan deseable y salvaje. Su espalda se movia como las olas siguiendo el ritmo de mis caderas. -!No pares, caramelo! !Por favor, no pares! Acelere solo para darle gusto a la vez que estiraba el brazo para jugar con sus pezones y, ya de paso, dejarme llevar. -!Aaahhh! -grito. Senti la presion desde todos los angulos y explote en ella ya sin aire en los pulmones. La fuerza de gravedad hizo el resto derramandonos los dos en aquella cama de suaves sabanas negras. Como en un baile sincronizado. De A a B, siguiendo una coreografia en la que cada vez teniamos mas practica, mas eficiencia y menos alma. Pero aquello era lo que era y no valian eufemismos. Ese era siempre el momento de la verguenza. Cuando me daba excusas a mi mismo de porque estaba alli, o mas bien, para que estaba alli. Estaba alli precisamente para disfrutar, aunque fuese a costa de pretender durante un rato. Una tarde cada varios meses. Pagando. Anos atras, Cuqui habia sido mi regalo de cumpleanos. Aquella noche no lo supe, pero pocas dudas tuve cuando encontre en mi billetera dias despues una tarjeta con su nombre y un corto mensaje adosado a un <>. Me cabree, mucho, pero he de admitir que duro poco. Una vez que asumi que ese seria el unico contacto que tendria con una mujer creo que hasta senti alivio. Primero, Cuqui era guapisima y, segundo, me gustaba el sexo con ella. Desde aquella primera noche nos habiamos visto de forma mas o menos regular; ella recibia su recompensa y yo la mia. La verguenza, aunque persistente, quedo algo mitigada cuando gire la cabeza para mirar a mi escort -tenia prohibido llamarla <>- tumbada de espaldas mirando al techo satisfecha de si misma. Cuqui era muy especial para ciertas cosas, aunque su naturalidad era reconfortante. Al igual que siempre, no tardo ni dos segundos en encenderse un cigarrillo. Una costumbre que yo personalmente odiaba y que ella parecia disfrutar. Cuqui era puro estereotipo, supongo que por su profesion, y el cigarrillo de despues del coito era imprescindible. En ningun otro momento la habia visto con un pitillo entre los dedos. -?Por que me llamas siempre caramelo? -pregunte. Normalmente no hablabamos demasiado; siempre hubo un silencio comodo entre nosotros. Ella no husmeaba en mi vida y yo no pedia explicaciones. Como debia ser. Con todo y eso, soliamos cruzar unas palabras mientras nos recuperabamos y con el tiempo esos momentos habian pasado de un par de minutos, antes de que yo recogiera mis cosas y pagara, hasta llegar a la media hora si no teniamos nada que hacer despues. Hoy parecia no importarle que zanganearamos un rato, asi que pregunte aquello porque realmente me intrigaba que me hubiese puesto un mote tan empalagoso. -No se. Me recuerdas a uno. Apoyo la cabeza sobre mi brazo estirado, mirando a la nada mientras intentaba hacer anillos con el humo. Anos practicando sin resultado. -Eres como uno de esos caramelos con envoltura de colores chillones con el logotipo de la empresa. -Paro un segundo para echar el humo por la nariz-. Cuando vas a abrirlo, te das cuenta de que el papel se ha quedado pegado al caramelo y ves venir que los dedos van a quedar pegajosos. Pero como es un caramelo, pues haces el esfuerzo. Al llevartelo a la boca tus papilas gustativas se corren de gusto de repente y cierras los ojos mientras disfrutas de la experiencia. Una vez comienzas a mover el caramelo en la boca, te acuerdas de que tienes pegado el envoltorio entre los dedos, asi que te deshaces de el y te chupas las yemas porque el regustillo es casi mejor que el caramelo en si. Tu eres igual. Un caramelo… Vaya analogia. Si estaba alli con ella era porque yo no era del gusto de nadie. No queria recordar la cantidad de motes que me habian puesto a lo largo de los anos; ninguno cercano a nada dulce, eso seguro. De hecho, desde bien pequeno a cada nuevo apodo la cosa empeoraba a la par que mi aspecto. Quien sabe cuando empece a parecer un engendro. Primero fueron los pies planos y el empeno del medico en ponerme botas ortopedicas; despues fueron las gafas de pasta de color marron mierda que mis padres debieron encontrar en oferta en la optica; con la pubertad aterrizo el maldito acne que me dejo desagradables marcas de por vida por toda la cara y lo peor, esos perpetuos carrillos rojos que decian a gritos <>. Por suerte mi cara no era redonda como la de un pan. Eso me hubiese dado la puntilla en el instituto. Basicamente era mas feo que un culo y para colmo, mis padres tuvieron que recurrir al maldito santoral para ponerme el peor nombre de la historia. Llamarme Artemio era algo que todavia llevaba fatal, tanto que no dejaba que nadie me llamara asi. Gracias a Dios, las botas ortopedicas dejaron de ponerse de moda; el genio mas genio de todos los tiempos invento las lentillas y el bigote y la perilla atraian ahora las miradas mas que los boquetes dejados por las espinillas llenas de pus y grasa que los miles de tratamientos dermatologicos no consiguieron disimular. Lo que no habia cambiado en absoluto con los anos era el asco, el desprecio o la pura y dura indiferencia del genero femenino hacia mi persona, sexualmente hablando se entiende. Jamas habia estado con una mujer porque le atrajera. Jamas. Siempre tuve amigas, eso si. Rodeado de feminas que decian lo encantador que era, no hacia mas que afianzarme en la idea de que ademas de feo, no conseguia hacerles llegar las sobredosis de testosterona que me hacian producir. Siempre pase inadvertido; al menos ningun otro chaval penso en mi como oponente lo que me evito algun que otro encontronazo con los malutos en el recreo, aunque no siempre. Lo dicho, mi testosterona pasaba desapercibida a todos los niveles. Pero debia agradecerle a Cuqui que, aunque solo fuese por agradar a un pobre cliente, me dijera que no era tan repelente. Quiza la profesion le daba un sexto sentido para reconocer y utilizar sobreproducciones de hormonas. Quien sabe. -?Me estas piropeando? -me salio con una media sonrisa. El hecho en si era realmente comico. -No. Solo digo la verdad. Estas riquisimo. Apago el cigarrillo en el cenicero de la mesilla y comenzo a besarme en el pecho. Mi respiracion empezo a acelerar e inconscientemente entrelace los dedos en su pelo. -No se si estoy preparado para una segunda ronda y ademas se esta haciendo tarde. -Por mucho que me gustase las cosas que me hacia, lo nuestro era un encuentro con unas reglas estipuladas y queria que siguiese siendo asi. Ademas, no queria forzar nada. Pero ella ni caso. -No te hagas el modesto, caramelo. Tu siempre estas preparado. Saco la lengua para empezar hacer dibujos sobre mi piel y luego soplo para mirar triunfante como todo se ponia de punta. Empezo a chupetear mientras bajaba restregandose con abandono y yo mire el reloj para asegurarme. Estabamos en tiempo de descuento asi que esta ronda iria por parte de la casa. Si a ella le daba igual… Mis dudas quedaron resueltas cuando se incorporo para ir a sacar un condon del cajon de la mesilla. Lleve las dos manos a su cabeza, cerre los ojos y deje gustoso que Cuqui me tratase como un dulce.

  • El rey del hampa de Marcia Cotlan

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    Paddy entro en El tuerto Joe, la taberna mas famosa del puerto, y se dirigio a la mesa del fondo, donde un hombre alto, vestido de negro y con gesto taciturno, fumaba un cigarro y bebia whisky. El local olia ligeramente a vinagre y la madera del suelo crujia con cada paso. --Acabamos de hablar con Robert Penrose, jefe. Dice que hay unas cuantas partidas de naipes importantes a la vista y que podra reunir el dinero. Pide un par de semanas mas y pagara los intereses por el retraso. --Paddy era un hombreton robusto, aunque no demasiado alto. Su poblada barba pelirroja ponia de manifiesto su origen irlandes. Cuando estaban en publico, siempre llamaba jefe a su amigo, pero en privado utilizaba su apellido: Raven. --?Le ensenaste a ese cabron estirado lo que ocurre cuando no me pagan a tiempo? --Los ojos del hombre eran dos brasas. Tan oscuro estaba el local que cada vez que daba una calada al cigarro, se le iluminaba brevemente el rostro haciendolo parecer un demonio. No prestaba demasiada atencion a Paddy. Estaba mirando a la tabernera que, a su vez, se lo estaba comiendo con los ojos. Su voz profunda y varonil habia hecho que la mujer se estremeciera. --Claro, jefe --respondio Paddy, frotandose un puno y sonriendo--. Le hemos dado lo suyo. --De acuerdo, entonces. Dale esas dos semanas de plazo. Si despues no paga… --No pagara, jefe --se atrevio a interrumpirlo Paddy--. Ese bastardo de Penrose cree que podra ganar haciendo trampas, pero lo que no sabe es que Malone jugara con el, y no hay tramposo que se le escape a Malone. --Raven miro a Paddy pensativo. --Tendremos que ayudarlo entonces. Hay que asustarlo lo suficiente como para que se concentre. Si se juega algo que le duela mas que su propia vida, tal vez se convierta en un mejor tramposo. Dicen que los aristocratas dan mucha importancia a eso del honor. --Dio una calada al cigarro y sus ojos relumbraron en la oscuridad de la taberna--. Debe de tener una esposa, quizas no la ame, pero hara lo que sea para que no se sepa que la secuestraron. Su honor quedaria manchado para siempre. Traela, eso le hara saber que vamos en serio. Paddy asintio. Raven se levanto, con el cigarro aun entre los labios, y se dirigio a la tabernera. Ella le sonreia con ojos lujuriosos. Casi de forma inconsciente, la mujer se atuso el cabello ligeramente despeinado y se paso la lengua por los labios. --?Como te llamas? --le pregunto el, que acaba de comprar la taberna y aun no conocia a sus empleados. --Millisent, mi rey --le dijo la joven, melosa, mientras contenia la respiracion para elevar su ya de por si abundante busto. --?Soy tu rey? --le pregunto con la voz fria, casi indiferente. --Por supuesto, Raven --respondio ella como si ya lo conociese--, sois mi rey y el rey de todos nosotros. El rey del hampa --le dijo; el torcio la boca en lo que podria haber sido considerado como una sonrisa, aunque no era mas que una mueca. --Ven --le dijo a la tabernera. Ella salio de detras de la barra. El le puso la mano al final de la espalda, casi en el trasero, y la empujo delicadamente escaleras arriba. Cuando habia llegado al primer piso y ya estaba fuera del alcance de la vista de Paddy, dijo en voz elevada, pero sin llegar a gritar--: Paddy, trata bien a la esposa de Penrose. Ella no es culpable de haberse casado con un maldito hijo de perra tramposo. El hombre vestido de negro era, efectivamente, el rey del hampa. Tenia veintiseis anos y la dureza de su gesto demostraba todo lo que habia tenido que pasar hasta llegar a su posicion actual. Nadie controla a los maleantes de Londres si no tiene mano de hierro. Lo apodaban El Cuervo. Si le preguntabas a alguien el motivo de tal apodo, te decia que se debia a que siempre vestia de negro o a que, cuando aparecia en persona para ver a alguien, nunca traia buenas noticias. Pero en realidad el mismo se habia hecho llamar El Cuervo debido a su apellido: Raven. William Raven, ese era su nombre, pero casi nadie lo sabia ni lo habia utilizado nunca. Solo su madre, cuando era nino, lo llamaba Billy. Margaret Raven, su madre, habia sido prostituta. William era hijo de alguno de sus clientes, ella nunca supo decir de cual, porque era una moza atractiva y bastante solicitada en el burdel en el que trabajaba. Recordaba de su madre las caricias y los besos, la sensacion de amparo que suponia dormirse entre sus brazos. Esas sensaciones habian durado poco, ya que ella comenzo a escupir sangre un invierno y habia muerto antes de llegar la primavera. Raven tenia ocho anos y tras su muerte empezo a vivir en la calle, a robar para poder comer, a imponerse al resto de muchachos para que ellos no se impusieran a el. Su constitucion fuerte y su altura le hicieron un gran favor: era facil infundir miedo con tal envergadura corporal. Media mas de un metro noventa, sus hombros eran anchos y los musculos de su cuerpo parecian esculpidos a cincel. Incluso vestido de negro y con el gesto constantemente tenso (ceno fruncido y boca apretada) era un hombre tan atractivo que cortaba la respiracion. <>, solia decir cuando alguien le pedia mas tiempo para pagar una deuda o imploraba su perdon tras intentar traicionarlo. Y ciertamente no lo era. Habia hecho lo que habia tenido que hacer para llegar donde estaba: robar, golpear y asesinar. Solo por eso seguia vivo, porque cuando habian querido robarle, golpearlo o matarlo, el habia sido mas rapido. En eso consistia la supervivencia. Tambien seguia vivo porque habia sabido rodearse de amigos leales: Paddy y Alistair eran sus inseparables. Pero al igual que su dureza y crueldad eran legendarias en los bajos fondos londinenses, tambien era famosa su extrema amabilidad con las prostitutas, que tanto le recordaban a su madre. Nadie habia vuelto a golpear a una prostituta desde que el mandaba en los bajos fondos. Pero tampoco les permitia a ellas burlarse de el. Lo temian tanto como lo deseaban y jamas se hubiesen atrevido a traicionarlo. Todas, sin excepcion, esperaban ser las elegidas de Raven, que un dia entrase en uno de los burdeles y subiera con ellas a los cuartos. Pero Raven nunca se acostaba con prostitutas, precisamente porque le recordaban a su madre. Y como los hijos de ellas le recordaban a si mismo, no habia nadie mas generosos que el con aquellos chiquillos. Con todos los chiquillos de los bajos fondos, en realidad. <>, le decia Alistair lleno de orgullo. Alistair era la voz de la conciencia de Raven y aunque era un incordio soportar a veces sus sermones, el rey del hampa siempre lo escuchaba para no perder demasiado el contacto con la realidad. Raven era un hombre cruel, tenia que serlo, pero queria que alguien le marcase los limites de tal crueldad y no habia nadie como Alistair para ese cometido. *** Rosalind Penrose habia llegado puntual a la cita, como era su costumbre. El anciano senor Havisham la hizo pasar a su despacho. Era pequeno y oscuro, y los muebles tenian muchos anos y demasiado uso. --?Tiene algo para mi, senor? --le pregunto la joven, ansiosa. --Me temo que no, milady. La mayoria de las familias piden institutrices con experiencia y por muy buenas que sean mis palabras sobre vos, cuando se enteran de que nunca antes habeis trabajado, os desechan. Lo siento. --Y realmente lo sentia. Aquella joven dama le parecia muy agradable y necesitada de trabajo. Era una lastima que una muchacha asi se viese obligada a trabajar por culpa de un hermano calavera que habia dilapidado la fortuna familiar en las mesas de juego. Queria ayudarla de verdad. Fue entonces cuando penso en su cunado--. Aunque quizas haya algo… Si no os importa viajar, claro. --Expliquese, por favor --rogo ella con un brillo de esperanza en los ojos. --Mi cunado Arthur ha hecho una considerable fortuna con un negocio de maderas, pero como usted bien sabra, no todo en esta vida lo puede comprar el dinero. No compra, por ejemplo, la clase. Mi cunado quiere contratar a alguien que eduque a sus dos hijas y que les de a el y a mi hermana algunas lecciones de como comportarse, pero en Nueva York no encuentra a nadie dispuesto a ello. Las institutrices mas cualificadas consideran que trabajar para una familia como la de mi hermano es rebajarse. --?Nueva York? --pregunto ella decepcionada, a pesar de que deseaba desde hacia tiempo conocer la ciudad, pero no era el momento adecuado--. Me temo que no puedo irme tan lejos, senor Havisham. Mi hermano… --Perdonad que os interrumpa, milady, y perdonad por lo que voy a deciros, pero vuestro hermano no es digno de que sigais sufriendo por el. Si no os alejais, acabara arrastrandoos en su caida --le dijo con sinceridad el anciano. --Lo se, senor Havisham, pero, aun asi… --Ella habia bajado la mirada y la tenia fija ahora en la gastada alfombra del despacho. Parecia consternada. --Hagamos una cosa. Os lo pensais, y si no tengo noticias vuestras en una semana, eso me indicara que no aceptais la propuesta. Teneis siete dias para pensarlo. --De acuerdo --dijo ella, aun con el animo decaido. Se levanto de la silla raida y se dirigio a la puerta--. Buenas tardes y muchas gracias

  • El hombre en las sombras de Angeles Goyanes

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    Despues de pasar toda su vida intentando curar las heridas del pasado, Isabel Porto parece haber conseguido la estabilidad emocional. Se ha casado, se ha convertido en madre de dos hijos adoptivos y tiene ante si un brillante futuro politico, siendo candidata a la presidencia de Espana en las elecciones que estan a punto de celebrarse. Sin embargo, hay cabos sueltos en su vida, personas que conocen un secreto capaz de destruirla, y, lo que parece peor, personas capaces de matar para protegerlo. Todos ellos entraran en accion cuando el pequeno Alex, que ha quedado paralitico en el mismo accidente de trafico en el que murio su madre, sea secuestrado y su familia, con razones para creer que la candidata presidencial esta detras del rapto, no dude en amenazarla con hacer publico su terrible secreto, uno tan oscuro que ni la propia Isabel lo conoce al completo.

  • No mires de Lucy Solen

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    Un fin de semana sobre las laderas de la Sierra de Gredos, un lugar donde se narran leyendas y cuentos. Un fin de semana entre amigos dara una espeluznante historia de terror. Carla, Lucia, Maria, Ana, Ivan, Carlos y yo, Irene. Ese viaje se convertiria en nuestra peor pesadilla, un capitulo de mi vida que jamas podria borrar de mi mente y que me perseguira hasta mis ultimos dias, siendo una condena a lo que mis ojos vieron, mi cuerpo sintio y mi mente perturbo.

  • Entre dos bandos de Laura Nuno

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    A Lucia de Galan, la bella y jovencisima hija del marques de Luengo, le ha llegado el momento de conocer a su prometido, el duque de LaFontaine, con quien su cruel y malvado padre la obliga a casarse. El apuesto duque no solo es frances, enemigo de la Patria, sino tambien un feroz cazador de guerrilleros. La disyuntiva se presenta porque la dulce Lucia, siempre preocupada por hacer justicia y proteger a los mas debiles, ha estado ayudando a los guerrilleros de Velilla de San Antonio a luchar contra el bando enemigo. Sin embargo, el duque se presenta como un hombre justo y ecuanime, seductor y comprensivo, y ni siquiera pretende hacer uso de sus derechos de alcoba. ?Podra alguna vez confiar en el? ?Se dejara Lucia arrastrar por la pasion que prometen sus ojos? Sus primeros dias de casada la empujan a un torbellino de emociones y dudas que amenazan su lealtad y su oscuro secreto. Pero el duque tambien oculta algo a su joven y chispeante esposa…