• libro la caricia de la bestia - Cristina C. Pombo

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    En un bosque solitario, dos adolescentes son brutalmente atacados por un ser de una fuerza sobrenatural. En su declaracion, ambos sostienen que el agresor es un zombi.

  • La caricia de la bestia - Cristina C. Pombo | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-la-caricia-de-la-bestia/252280

    24 oct 2017 — La caricia de la bestia, de Cristina C. Pombo. ... Todos los thrillers, libros de misterio y crímenes los encontrarás aquí. Cargando.

  • LA CARICIA DE LA BESTIA | CRISTINA C. POMBO - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/libro-la-caricia-de-la-bestia/9788467050424/5808351

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  • La caricia de la bestia (ESPASA NARRATIVA) - Libros

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    La caricia de la bestia como he dicho es una novela de corte policial narrada a través de una voz en tercera persona omnisciente que puede enfocar la acción en ...

  • LA CARICIA DE LA BESTIA - CRISTINA C. POMBO - Agapea

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  • Reseña: La caricia de la bestia | Algunos Libros Buenos

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    26 dic 2017 — Hoy os traemos la reseña de la novela La caricia de la bestia de Cristina C. Pombo. En los bosques de la sierra de Grazalema (Cádiz) una ...

  • LA CARICIA DE LA BESTIA - POMBO CRISTINA C.

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    Información del libro. GéneroNovela negra, intriga, terror; EditorialESPASA; Año de edición2017; ISBN9788467050424; ISBN digital9788467050882 ...

  • La caricia de la bestia - Cristina C. Pombo - Entre mis libros y yo

    http://entremislibrosyo.blogspot.com/2017/12/la-caricia-de-la-bestia-cristina-c-pombo.html

    15 dic 2017 — La caricia de la bestia - Cristina C. Pombo. Me gusta la novela policíaca y la novela negra, pero cada vez le pido algo más al género y ...

  • La caricia de la bestia - Cristina C. Pombo - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/C-Pombo-La-caricia-de-la-bestia/12195

    Críticas (11), citas extractos de La caricia de la bestia de Cristina C. Pombo. Hola a todos y bienvenidos ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Libro La Caricia de la Bestia, Cristina C. Pombo, ISBN ...

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  • La caricia de la bestia by Cristina Carro Fernández - Goodreads

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    ... La caricia de la bestia, please sign up. Be the first to ask a question about La caricia de la bestia ... Había leído críticas muy buenas de este libro.

  • Riesgos de los viajes en el tiempo de Joyce Carol Oates

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    La novela mas imaginativa, joven y distopica de Joyce Carol Oates.

  • Entre mi hermana y la pared de Alma Fernandez

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    --"Me llamo Cristina, Cristina, Cristina, Cristina, Cristina..." Mi hermana se pasaba el dia entero con la dichosa cancioncita y yo tenia claro que si, que ella se llamaba Cristina, pero que yo ya no sabia ni cual era mi nombre. ?Una cruz? No voy a negar que si, aunque mi Cris era tambien una autentica bendicion. Claro esta que yo no vivia con ella y eso me suponia un alivio, porque mis padres llevaban tambien a la espalda buena parte de su carga. A sus veintidos anitos, Cris llevaba ya dos en ese estado y la cosa no tenia visos de mejora. Un accidente sufrido en plena via publica cuando una moto la arrollo la habia dejado en un estado dificil de calificar. O, mejor dicho, bastante facil de hacerlo; mi Cris era ahora como una nina pequena. Si, se dice pronto, pero la cosa no era moco de pavo. Si hasta habiamos tenido que comprarle un buen monton de Barbies que amontonaba en su cuarto y, mientras habia dias que se pasaba el dia peinandolas y poniendolas guapas porque las consideraba sus amigas, otros les pintarraqueaba la cara como si tuviera dos anos. El caso es que nunca parecia tener mas de seis, por muy formalita que la pillaramos. A mi madre, Maria, que demasiada paciencia no habia tenido nunca, la situacion la sacaba de quicio. Y mi padre, Manuel, bastante tenia el hombre con sus interminables servicios como guardia de seguridad para echarle demasiada cuenta a una chiquilla que tenia la cabeza a la jineta, como solia decir el. El nuestro, por suerte, era un pueblo no demasiado grande en el que todos nos conociamos. Y digo por suerte porque mi hermana cogia la puerta cada vez que le venia en gana y cuando nos dabamos cuenta estaba con sus munecas en el parque, o bien echando de comer a las palomas pan duro que almacenaba en su cuarto a ese efecto, o bien subida a los columpios con un nutrido grupo de chiquillos que la miraban alucinados. Por mi parte, yo, que me llamo Veronica y tenia veintisiete anos en ese momento, acababa de independizarme. Bueno, si por independizarme puede entenderse vivir con dos locos de remate; Julio y Fatima, mis dos mejores amigos. Y es que los tiempos no estaban para demasiado derroches y dadas las ganas que los tres teniamos de volar del nido paterno unimos fuerzas para alquilarnos un pisito muy mono que estaba en todo el centro del pueblo, enfrente del ayuntamiento. Si algo tengo que agradecer a la vida es que mis amigos no solo eran mas buenos que el pan conmigo, sino tambien con Cris, a la que adoraban, por lo que ella se sentia de lo mas a gusto en nuestro piso y, cada dos por tres, la teniamos alli con un papelon de churros. Escuche la cancioncita y supe que era ella. --Cris, carino, la cancioncita esa es que me taladra las sienes, ?que haces aqui? --He venido con churros y a ver a mi novio. --Saco la mejor de sus sonrisas mientras yo tiraba de un churro, pues que otra cosa podria hacer. Su "novio" como ella le decia, no era otro que Raul, un atractivo militar que vivia puerta con puerta con nosotros y al que Fatima y yo le habiamos echado el ojo desde el mismo dia que llegamos. Claro esta que no eramos las unicas porque, por lo visto, Cris tambien bebia los vientos por el. --Carino, ya te he dicho que Raul no es tu novio, tienes que entenderlo. --?Y por que? ?No le gusto? ?Es porque yo no tengo hecha la manicura como vosotras? Esta tarde nos vamos a que me la hagan en tu gabinete, ?vale? No me faltaba a mi mas que eso, que llevar a mi hermana al gabinete de estetica en el que trabajaba y que formara alli un numerito de los suyos. Que mi nina era muy buena y muy santa, pero bastaba con que algo le molestara para que la emprendiera a gritos como si hubiera llegado el mismisimo Armagedon. No me lo queria ni imaginar, con la mala leche que destilaba mi jefa, Carmen, por todos los poros de su piel. Carmen era una especie de bruja del cuento, pero en version pueblo y con los dientes rematadamente torcidos, para mas inri. Normalmente me tenia que reir tela con mi Cris, porque ella me habia escuchado a veces criticarla con Fatima, que era higienista dental en una clinica tambien del pueblo, y entonces me decia que cuando quisiera le daba un punetazo y le ponia los dientes derechos. --A mi no me va a pasar nada, porque todo el mundo sabe que estoy malita de la cabeza y que no se lo que hago--confesaba en aquellos momentos en los que tenia algo mas de lucidez y entendia que lo suyo era un problema. Y luego estaban aquellos otros muchos en los que era capaz de liar una pajarraca buena si un nino no queria compartir sus chuches con ella, por ejemplo. El caso es que aquella manana venia con los churros y ya sabia yo lo que me tocaba hacer a continuacion. Dado que ella al dinero no le daba la mas minima importancia no dejabamos que lo manejara. Sobre todo, desde la ultima vez que se quedo sin pan duro para las palomas y les echo para comer un billete de veinte euros cortadito a trocitos pequenos. Total, que Cris no llevaba un duro encima y todos en el pueblo le fiaban con la condicion de que despues fueramos nosotros a pagar, como es natural.

  • Triple de Ken Follett

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    Nat Dickstein, uno de los mejores agentes secretos israelies, tiene una mision crucial: hacer desaparecer el barco que transporta el uranio que Egipto necesita para poseer la bomba atomica. Ciertamente una mision casi imposible, ya que egipcios y palestinos no estan dispuestos a contemplar pasivamente como se esfuma su gran baza para inclinar a su favor el conflicto de Oriente Medio... Una novela electrizante a partir de un suceso real.

  • Cinco para una de Kayla Leiz

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    Tenia problemas. Graves problemas. Tremendos problemas. No era solo haberse ido de casa dos dias antes con lo puesto y el dinero que llevaba encima: la situacion era mucho peor. Mucho… Mucho… ?Donde cuernos estaba? Miro a su alrededor tratando de asimilar algo, que en su mente se le encendiera una bombilla y le dijera donde podia estar... !algo! Pero esta parecia tener un cartel en su lugar: <>, lo que mas le conviniera. Temblo escondiendose dentro de su chaqueton. Esa noche iba a hacer frio. Y ella estaba en apuros. Dejando a un lado el hecho de no saber donde estaba --esto tenia una buena solucion si lograba encontrar un alma, a poder ser viva y calentita para robarle algo de calor, mientras le preguntaba donde se hallaba--, el problema era que no tenia ni un centimo en el bolsillo. El dinero se habia esfumado a pesar de que habia llevado cierta cantidad. ?Y por que? Por ser una estupida y confiar en las personas. ?Como iba a saber que esa ancianita octogenaria iba a tener las manos tan largas? Gimio ante el recuerdo de los ahorros perdidos. Adios a una comida decente, adios a un billete de autobus hacia un lugar mas tranquilo, adios a... a todo. El viento helado la hizo sisear y se enfundo mas en el abrigo, arqueandose para calentarse un poco los muslos, pues los dedos de los pies ya no los sentia hacia rato. Necesitaba encontrar un sitio donde poder pasar la noche, uno donde no hiciera frio; no lo soportaba y ahora este se tomaba la revancha atormentandola a conciencia. Saco la mano para sostener el movil. Podia llamar por telefono, quiza la estuvieran buscando o se alegraran de saber de ella. Como un rayo, el grito aparecio en su mente deteniendo cualquier avance para encender el telefono. Suspiro y lo enterro de nuevo en su chaqueton. Mejor continuar andando y mantenerse despierta que quedarse quieta y morir de hipotermia. O estaba en un pueblo desierto o algo pasaba en aquel lugar. Eran las doce de la noche, sabado o domingo, dependiendo de los segundos que llevara ya la hora, ?no habia jovenes por ahi? Necesitaba saber donde se encontraba, y no solo para dejar de sentirse como una autentica recien llegada. Un sonido vulgar y digno de un bruto le llamo la atencion. Se volvio lo suficiente para ver a un hombre… ?O era una mujer? Ya se preocuparia por el genero despues. Parecia un gigante bostezando mientras cerraba con llave la puerta de su casa. Las luces de las farolas, encendidas desde que llego, no le dejaban apreciar mucho de esa persona, pero le llamaban poderosamente la atencion dos cosas: el color oscuro de su piel y el hecho de llevar un tocado de mujer y un vestido a juego. Se quedo mirando embobada sin saber por que. Era altisimo y fortachon, como uno de esos hombretones que se dedican a la lucha libre profesional y que se veian por television o en los videojuegos. Pero toda masculinidad estaba desinflada por el vestido rojo, escotado por delante, con dos rellenos para simular pechos, y el pelo negro recogido en un mono del que sobresalian mechones discretos pero simetricos unos de otros, como si hubiera dedicado bastante tiempo a ello. Llevaba zapatos de tacon de color rojo, no demasiado altos; tampoco los necesitaba pues debia de medir uno noventa, si no mas. Los ojos eran de un color ocre, refulgente ante tanta oscuridad; tenia una peca al lado de la comisura izquierda… Un momento, esas cosas no se podian ver desde lejos… Reacciono cuando una enorme mano la zarandeo levemente. --?Estas bien, carino? --pregunto una voz claramente de hombre aunque intentaba darle un toque <> sin demasiado exito. Levanto la cabeza casi hasta dolerle el cuello y observo a ese hombre, segura ya de que era de sexo masculino, eso o una mezcla de humano y gigante, que la miraba con amabilidad. --Disculpe. --?Eres nueva aqui? --pregunto. <> Era curioso como todo el mundo empleaba este adverbio para referirse al lugar donde se encontraba. ?No podia decir simplemente el nombre de la localidad? La primera persona, o gigante, que se encontraba y tenia que decir <>. --?Donde…? --?Tienes…? Se miraron los dos callando las preguntas que iban a hacer, estallando en risas de repente. ?Cuantas posibilidades habia de que dos completos desconocidos fueran a hablar al mismo tiempo? --?Que haces aqui sola? ?Te has perdido? Nego intentando sonreirle. ?Por que no estaba nerviosa con el? Era casi el doble de alto que ella, quien apenas llegaba al uno cincuenta, y encima hacia dos veces, o tres, su complexion. Y, sin embargo, el hecho de ir vestido como una mujer le quitaba toda fiereza. --Ven conmigo, iremos a un sitio donde calentarte --agrego cogiendola del brazo. Ella afianzo sus pies en el suelo ejerciendo algo de resistencia. Una cosa era sentirse bien a su lado, otra ir adonde el quisiera. --Me llamo Jerome. Esa es mi casa y, si no nos damos prisa, todos estaran pillados. --?Todos? --pregunto frunciendo el ceno. --Date prisa, carino. Hoy quiero que Ithan sea solo para mi. ?Me haras ese favor? ?Si? Ver a un tipo de casi dos metros suplicando, con las manos unidas en un rezo y una de sus piernas levantada hacia atras, no era la idea de un macho, desde luego. --Te prometo que no te llevo a ningun lado malo, solo es el Fever Club. --?Fever Club? Jerome abrio los ojos y levanto las cejas. Se tapo la boca abierta con la mano. ?Acaso habia dicho algo grave? --?No lo conoces? Dios Santo, una mujer como tu deberia ver eso, y a los cinco. Tienes que ir, vamos --contesto; esta vez tirando sin ningun pudor. No es que ella pudiera ganar ante uno como el, a no ser que tuviera una piedra y emulara a David contra Goliat. Y aun asi, seguro que si le tiraba la piedra solo le haria cosquillas. Caminaron --si se podia llamar asi a tener que dar tres pasos por cada uno de Jerome-- por las intrincadas calles, todas desiertas en esos momentos salvo por alguna que otra mujer que corria adelantandolos. ?Que pasaba alli para que las mujeres… y los gais se pusieran histericos? --No me has dicho tu nombre --puntualizo Jerome--. ?Tienes nombre? --Por supuesto… Puedes llamarme Ex. El la miro de reojo arqueando una ceja. --No es muy normal que digamos. --Tampoco lo es un hombre como tu vestido de mujer --replico ella. Levanto la vista hacia Jerome y vio que sonreia. --Les vas a gustar a los chicos, no suele haber mucha sangre fresca por aqui

  • Mujercitas de Louisa May Alcott

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    La Navidad se acerca y cuatro hermanas adolescentes, Meg, Jo, Beth y Amy, se disponen a celebrarla junto con su madre, Marmee, con la inquietud que conlleva la precariedad de dinero. Meg trabaja y aporta lo que puede; Jo ayuda cuidando a la tia March en su mansion de Plumfield y suena con ser una escritora famosa; Beth se ocupa junto con su madre del cuidado de la casa y siempre esta presta a apagar cualquier conato de disputa; Amy en fin, pese a ser la mas pequena, parece ser muy consciente de lo que quiere y de lo que le importa. Todas ellas inician, sin saberlo, un ano que marcara su desarrollo y su personalidad, pues a lo largo de el habran de buscar o encontrar su lugar en la sociedad y en el mundo, satisfaciendo cada una a su manera las expectativas sociales que les vienen impuestas o, como en el caso de Jo, impulsiva y viva de genio, resistiendose a ellas.

  • Como caida del cielo de Maya Alvarez

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    Un hombre sexy y encantador, ligado a la riqueza y la television se topa con una chica dulce, normal y que despierta todo su interes. Juntos es imposible evitar la conexion y el deseo.
    Una historia de amor en medio de una falsa realidad.
    Cada dia se convencen mas de que no quieren separarse, pero hay una vida que vivir. Se ven obligados a huir del escandalo y la locura, para vivir su propio sueno romantico y erotico.
    ?Podran lograrlo? ?Podran superar la ambicion de la television y los enredos?
    ?Sera amor verdadero?

  • La chica del semaforo y el hombre del coche de David Orange S

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    Jack Miller es un genio de los numeros cuya especialidad es el estudio de la probabilidad, concretamente de los fenomenos aleatorios. Despues de anos trabajando en un misterioso proyecto que esta a punto de ver sus frutos, decide ponerlo todo en riesgo por algo que nunca ha tenido, una mujer…

  • Sin derecho a roce de Ana Alvarez

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    Un matrimonio con fecha de caducidad.

  • El beso de Tosca de Nieves Abarca , Vicente Garrido

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    Lo sublime y lo perverso se unen en cada una de las paginas del esperado nuevo thriller de Nieves Abarca y Vicente Garrido, el tandem literario mas aplaudido y leido de la actual novela negra.

  • La fiera y el infausto de Desiree Alvarez

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    Zendalure, una caverna esril situada en Terraverno, se ve privada de agua y oxigeno tras la filtracion de lava volcanica procedente de la superficie. Belhaldy Vrammoryn, primogenita de la lider zendaluri, decide emplear sus conocimientos arcanos en ayudar a su madre a resolver la situacion sin saber que detras de lo que parece una fortuita catastrofe natural se esconden diversas personalidades de la ciudad conspirando en aras de sus propios intereses asi como un extendido culto a los dioses paganos condenados por Latro (la inmisericorde deidad que tiraniza sus vidas). El dia a dia de la raza esril esta marcado por perfidas traiciones, por lo que esta intriga no arredra a Belhaldy... pero si marcara para siempre a su nuevo esclavo: un guerrero humano recien capturado que solo puede sentir horror ante la extrema crueldad de las sanguinarias elfas oscuras... y la acuciante necesidad de escapar de Terraverno a cualquier precio.

  • 115 de la calle del Olvido, Lola Kabuki de Lola Kabuki

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  • Lo extraordinario de Fran Zabaleta

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    Un hombre que quiere desaparecer. Un paraiso envuelto en leyendas. Una busqueda milenaria a punto de terminar.

  • Trabajo temporal de Carmen Grau

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    Anna Estebanell se toma su vida laboral como una aventura. Salta de trabajo en trabajo aprendiendo cosas nuevas y disfrutando todo lo que puede, hasta que se aburre y busca algo mejor. Despues de un par de meses como teleoperadora representando al Futbol Club Barcelona, aparece en su vida la oportunidad de trabajar en un velero de lujo como azafata. Sin experiencia previa, se lanza a una nueva aventura temporal, que promete ser unas vacaciones pagadas. En vez de eso, se ve inmersa en un mundo de diferenciadas clases sociales. La convivencia en el reducido espacio vital del velero conduce a un verdadero temporal de relaciones humanas.

  • Seduciendo a la chica especial de Anna Olsson

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    Iban es un chico que cree en el amor, lo vive a diario junto a sus amigas, hasta que un dia decide hacer un viaje sorpresa a Estocolmo, Suecia, donde a conocera a la interesante Karin. Disfrutad de la novela.

  • El signo del dragon (Trilogia del Zodiaco 1) de Ricardo Alia

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    Enero de 2012, comienza el Ano del Dragon, el unico animal mitologico del Zodiaco chino, que representa la sabiduria, el poder y la riqueza. Despues de que ETA anuncie el cese definitivo de su actividad armada, la vida en la idilica ciudad de San Sebastian discurre serena y sin delitos graves. Pero la situacion cambia drasticamente cuando se halla el cuerpo decapitado de un joven estudiante de bachillerato en la Facultad de Ciencias Quimicas. La investigacion recae en Max Medina, inspector de Homicidios de la Ertzaintza, cuya fuerte personalidad chocara con la de una nueva companera recien graduada, Erika Lopez, y con la del agente de la cientifica Joshua O'Neill.Los crimenes se sucederan en el Ano del Dragon, un signo propenso a catastrofes naturales y acontecimientos tragicos.

  • Domar un corazon de Kristine Rolofson

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    Nadie sabia lo que sucedia en el rancho.
    A Jake Johnson no le hacia ninguna gracia tener que entretener a la tia solterona de la prometida de su amigo. hasta que descubrio que la tia Elizabeth Comstock era una treintanera despampanante con una larga melena y un cuerpo que los hombres se volvian a mirar por la calle. Asi que, ?quien seria capaz de no caer en la tentacion de seducir a la encantadora Lizzy?
    Por su parte, lo que mas deseaba Elizabeth era evitar que su sobrina se casara con un cowboy. hasta que se dio cuenta de que ella misma se estaba enamorando de uno. ?Podria conseguir que el salvaje Jake se convirtiera en el marido perfecto para una mujer de ciudad como ella?

  • Lady McGregor de Arlette Geneve

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    Nicholas Cameron Worthington es el cuarto conde de Blakwey, pero su nombre y su titulo estan manchados con sangre. Nadie en el reino posee mejor punteria que el, pero el ultimo duelo mantenido con el marques de Bell, ha eliminado cualquier posibilidad de tener un compromiso con lady Rawhide, y Nicholas necesita con urgencia una esposa...

  • Cherry de Susie Harris

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    El poderoso multimillonario Daniel Marshall, vestido de hombres y codiciado por mujeres, tiene su orgullo herido cuando dos amigos y el novio de su insoportable hermana atribuyen su gran exito con las mujeres a tener mucho dinero. Para probar lo contrario, para ellos y para si mismo, Daniel se embarca en una loca aventura: asume la identidad de un simple empleado de alimentos, cuya mision se reduce a conquistar el amor de una mujer interesante.
    La modesta esposa de su nuevo jefe seria el trofeo perfecto para visualizar en el curso de esta trayectoria, despues de que una mujer casada intercambiando un hombre rico por un pobre representara un logro notable, sin embargo, convencerla de mirar a otro hombre, no al esposo, mientras que aprender a lidiar con emociones desconocidas sera tu mayor desafio.

  • Inside Out. Mi historia de Demi Moore

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    Inside Out. Mi historia es un retrato desgarradoramente honesto de una mujer con una vida tan iconica como corriente.

  • Amor en el desierto de Maribel Roa

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    Samira Leibe es una mujer como la mayoria de las mujeres de la faz de la tierra, luchadora, segura y enamorada. Sin embargo, un dia todo salta por los aires. Un matrimonio que se esfuma, una inseguridad que se apodera de ella y una batalla de sentimientos que la deja devastada.
    Un dia, su confidente y mi mejor amiga, Cayetana, le propone embarcarse en una aventura, ir a visitar el pais vecino de vacaciones y hacer una ruta por las kasbahs. Sin saber muy bien por que, acepta.

  • Bajo los vientos de Neptuno de Fred Vargas

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    El comisario Adamsberg se dispone a cruzar el Atlantico para instruirse en unas nuevas tecnicas de investigacion que estan desarrollando sus colegas del otro lado del oceano. Pero no sabe que el pasado se ha metido en su maleta y le acompana en su viaje. En Quebec se encontrara con una joven asesinada con tres heridas de arma blanca y una cadena de homicidios todos iguales, cometidos por el misterioso Tridente, un asesino fantasmal que persigue al joven comisario, obligandole a enfrentarse al unico enemigo del que hay que tener miedo: uno mismo. Adamsberg esta vez tiene problemas muy serios.

  • ?Has visto como llueven las flores? de Ana Maria Draghia

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    Hay preguntas que solo se pueden contestar olvidando el pasado.

  • Con sabor a ti de Norah Carter

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    Cuando ella se desperto aquel dia, no pensaba que su vida iba a cambiar de la forma en que lo hizo. Marcos dormia a su lado, al lado de Sara, que tenia que dejar la cama para ir al trabajo. Que rabia. Dejar a Marcos, a su chico, al que conocio hace unos anos en la fiesta de Paloma. Pero Marcos no dormia. Se habia levantado varias veces a lo largo de la noche. Estaba intranquilo. Sara no sabia nada del asunto que parecia preocupar a su marido, pero es cierto que lo notaba un poco mas nervioso que otras veces. Sara suponia que era el exceso de trabajo en el taller o algunos impagos por parte de algunos clientes. No era la primera vez que Marcos le habia hablado de esa clase de problemas en el negocio. Llovia afuera y la calle gris se fundia con una bruma blanca. Sara tomo aire y se dirigio a la cocina. Un cafe. La misma marca. Un aroma seco y aspero. Estaba amoldandose a la nueva vida que habia elegido, saboreandola, disfrutandola, a pesar de todos los imprevistos en los que se habian visto envueltos a raiz del comienzo de esta nueva relacion, pero era feliz y tenia claro lo que queria. Era una mujer con ideas contundentes. A pesar de todo lo que habia tenido que lidiar para estar con Marcos, ella se levantaba feliz, creia en lo que hacia, sabia que, gracias a sus esfuerzos, podrian sacar esa vida que habian sonado juntos en tan poco tiempo, no le hacia falta mucho para disfrutar de aquella relacion. Era feliz con llegar dignamente a final de mes junto al hombre al que habia elegido Marcos se dio la vuelta en la cama y, cuando, con los ojos cerrados, quiso abrazar a Sara, descubrio que ella ya no estaba. Una sonrisa quebrada de insatisfaccion se dibujo en su cara, pero esa sensacion de desamparo no le impidio seguir durmiendo. Sabia que Sara tenia que trabajar temprano. Que los turnos en el supermercado son rigurosos. La empresa no disculpaba jamas los retrasos injustificados. Pero a el le hubiese encantado que ella estuviese en estos momentos a su lado. Le gustaba sentir su piel cerca de el, le gustaba abrazarla y mimarla, la veia como su nina, la nina de sus ojos. La lluvia golpeaba en la ventana y Sara sorbio de su cafe caliente, y se sintio de repente mas reconfortada. Aun recuerda esa noche en la que le presentaron a Marcos. La discoteca estaba llena de jovenes estudiantes que habian terminado el curso. Marcos se encontraba rodeado de sus amigos del trabajo y ella, que habia olvidado su bolso en la barra, se lo encontro cara a cara. Fue un flechazo. Ella no supo que decir, pero Marcos dejo a sus amigos y se presento formalmente. – Hola, me llamo Marcos. Te he confundido con alguien, perdona. Bendito error, penso. Se habia quedado impactada por ese chico. – No te preocupes. Encantada. Yo soy Sara. Me habia dejado el bolso aqui mismo. Dentro, llevo todas las tarjetas y mi movil. Menos mal que no lo he perdido. – Bueno, siento haberte molestado. No era mi intencion – dijo Marcos, avergonzado. – No te preocupes. Estas cosas suelen pasar. Soy una chica corriente. Es facil confundirme. – De corriente, nada. Eres muy guapa. Creo que me he fijado en ti por eso. – Claro. Eso se los dira a todas, ?verdad? – contesto Sara, sonrojada. – Que va. Soy un ligon patetico - anadio Marcos con una sonrisa burlona. De repente, lo llamaron sus amigos y el chico se despidio con dos besos y Sara se quedo pensativa, tocada seguramente por la espontaneidad de aquel joven, al que no conocia de nada, al que no volveria a ver jamas. O quiza si. Pero el destino siempre tiene la capacidad de sorprendernos y, ahora, despues de tres anos de matrimonio, Sara se despertaba junto a el cada manana. No paro de pensar de la forma que la habia enamorado, fue todo un flechazo, demasiado rapido, demasiado bonito a pesar de todo lo que les habia costado esta relacion. Eran posiblemente dos seres felices, dos seres que se tenian uno al otro, que se miraban como dos extranos para amarse todas las noches. Eran apasionados y quiza esa cualidad fuese una de las que hizo que los dos decidieran vivir juntos, tener la absoluta libertad para yacer uno junto al otro siempre que quisieran, sin depender de citas previas como si fuesen todavia unos quinceaneros. La lluvia golpeaba en la ventana y Sara volvio a sorber de su cafe. El sabor aspero en el paladar le hizo recordar, mientras la luz alumbraba los objetos de la cocina, que otra noche en la misma discoteca se buscaron y que, al principio, la relacion no fue facil. Los padres de Sara no miraron con buenos ojos a Marcos, porque no era el tipo de novio que querian para su hija, que no habia acabado sus estudios de Derecho.

  • Leon de ojos verdes de Manuel Vicent

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    Durante el verano de 1953, en la terraza del hotel Voramar se estaba rodando una pelicula ambientada en la epoca de enrreguerras y varios cables conectados al generador, que no cesaba de zumbar, cruzaban la amplia terraza hasta la escalinata guardada por un leon de escayola. En la playa, al pie de la escalinata, se hallaban instalados los focos, las pantallas y las camaras. Por alli se agitaban los tecnicos del equipo rodeados de turistas curiosos en traje de bano y sobre la balaustrada se perfilaban algunos figurantes, senoras con pamelas, corpinos y abanicos, que iban del brazo de caballeros con cuellos de porcelana y sombreros de paja dura, representando a banistas muy felices. La accion de la pelicula transcurria en el ano 1918. Familias burguesas pasaban sus vacaciones en este balneario. Aquellos veraneantes sentados en sillones blancos de mimbre, entre refrescos de granadina, hablaban de novenas de banos, de calculos de rinon, de aguas saludables para la vejiga y a la hora de discutir de politica se dividian todavia en dos bandos: unos habian sido anglofilos y otros germanofilos respecto a la guerra europea recien terminada. Una madre estaba empenada en casar a su hija adolescente con un estudiante de ingenieria de caminos, vastago de una familia muy rica, pero la nina se negaba a crecer y preferia seguir jugando con los chicos de su pandilla. La protagonista, una adolescente bellisima, me tenia obsesionado. Desde la terraza de mi habitacion la veia entrar y salir de escena; seguia todos sus movimientos, trataba de encontrarme con su mirada en los pasillos y algunas noches sonaba con ella. En la pelicula se enamoraba de un muchacho gordito de su misma edad, sin porvenir en la vida, al que ese ano habian suspendido en todas las asignaturas. Habia una escena en que la nina daba lenguetazos morbosos, demorados, llenos de inocente malicia a un cucurucho de helado de chocolate. Pero este delirio por aquella criatura se me esfumo muy pronto. Fuera de la ficcion, entre los huespedes del hotel habia un matrimonio frances con una hija que tenia la cara de perrita lulu, con la naricilla, la cola de caballo y unas grenas en la frente. Llevaba un pantalon corto muy ajustado y sus senos apenas cuajados parecian fluctuar sueltos y libres bajo la camisa de seda. Decia que era artista y que en Francia habia trabajado en varias peliculas. Todos los dias se acercaba al set para ofrecerse a salir gratis en alguna secuencia, pero el director habia ordenado que se mantuviera a raya a aquella turista tan pesada para que dejara de molestar. El ayudante se lo hizo saber a ella y tambien a su madre, tan recalcitrante como su nina; en cambio, el padre parecia hacerse cargo de la situacion y pedia excusas a unos y otros para hacerse perdonar. --Mi hija esta loca por el cine. Me da muchos problemas. No podemos hacer nada --decia. Yo tenia entonces diecisiete anos y me divertia asistir por primera vez al rodaje de una pelicula, pero mi mayor aventura de aquel verano consistia en oir las historias que me contaba el doctor Luis Aymerich en la terraza del hotel Voramar, cuando los cineastas daban por terminada la sesion, apagaban el generador y al volver el silencio a la tarde solo se oian los golpes del oleaje y el arrastre de la resaca sobre los cantos rodados, semejante al sonido que yo hacia al sorber con la paja los posos de hielo del granizado de limon. Con su melena blanca aleonada, este doctor de medicina general se habia erigido en la conciencia viva de las villas de Benicasim, que en esa epoca se hallaban habitadas con todo esplendor por una burguesia provinciana, en algunos casos acrecentada por los nuevos negocios propiciados por la dictadura de Franco. Uno de los peces gordos del regimen, que ademas era aristocrata con titulo papal, solia sentarse a pocos metros de la terraza del hotel, en una silla de lona bajo un sombrajo de brezo montado solo para el en la playa. Llevaba chaqueta de pijama con trabillas de husar y gafas negras de espejo. Permanecia inmovil como un idolo, al que unas doncellas con delantal y guantes blancos, cofia y punos almidonados, cruzando la arena trabajosamente con zapatos de tacon por la pasarela de madera, le traian desde su villa, cuando sonaban las campanadas del angelus en un oratorio cercano, la ofrenda de un martini rojo con olivas sevillanas. A cierta distancia detras de su cogote se paseaba una pareja de la Guardia Civil con todos sus arreos charolados, que soltaban destellos bajo la luz de agosto. El idolo nunca se banaba en el mar. Parecia ajeno al mundo, siempre con el rostro impavido hacia el horizonte, y en sus gafas negras de espejo se reflejaban los ninos que levantaban castillos en la arena, algun balandro, parejas pedaleando en un patinete e incluso el vuelo de las gaviotas. Solo movia la cabeza a derecha e izquierda para seguir con la mirada a aquella linda francesita, aspirante a artista de cine, que pasaba por delante una y otra vez en un banador blanco sin tirantes. El primer dia se habia presentado en la playa con un biquini rojo, un atuendo que en Espana solo se conocia de oidas como una prenda que lucian las artistas en Cannes. A su alrededor comenzo a adensarse un grupo de curiosos, cada vez mas dilatado. Causo tanto escandalo que la Guardia Civil, que protegia al pez gordo, cubriendola con una toalla tuvo que escoltarla hasta el hotel para que se cambiara. El doctor Aymerich habia sido represaliado despues de la guerra por librepensador. A sus sesenta anos tenia la mente lo mas alejada posible del dinero, pero sabia la vida y milagros de los propietarios de las villas. Conocia con todo pormenor de donde procedia cada fortuna, quien habia emparentado con quien, la historia de aquel senorito que habia embarazado a la criada, la cual ahora estaba de prostituta en el barrio chino de Barcelona, e incluso los detalles mas truculentos de un crimen pasional cometido en la comarca que altero el tedio de los veraneantes un par de anos antes. Un marido celoso habia matado a su mujer, una rica propietaria, sorprendida con su amante en la cama. El juicio y la sentencia habian levantado muchos comentarios. El asesino fue condenado solo a un ano de carcel, que apenas habia cumplido, y a seis de destierro. Al parecer esta parte de la pena la satisfacia hospedado ahora a cuerpo de rey en el hotel Voramar y desde alli dirigia sus negocios por telefono. Repantigado en un sillon de mimbre blanco frente al mar, el doctor Aymerich me decia: --Conozco la historia de este hotel desde que se construyo en el ano 1927. Durante la guerra fue hospital de sangre de las Brigadas Internacionales. Entonces le cambiaron el nombre. Se llamaba hotel General Miaja. Aqui vinieron muchos artistas famosos a entretener a los brigadistas heridos en el frente de Madrid. Yo era medico adscrito al Octavo Regimiento y la noche en que canto aqui el negro Paul Robeson me encontraba en esta misma terraza sentado al lado del novelista norteamericano John Dos Passos. --?Conocio usted a John Dos Passos de verdad? --le pregunte con la admiracion del novato. --Asi es --me contesto el doctor sin darle demasiada importancia--. El primer dia, al saber que yo era medico, Dos Passos me hizo una consulta. Me conto que sufria una diarrea muy pertinaz. Yo le dije que comiera algarrobas. --?Algarrobas, como un caballo? --Naturalmente. En la vida pasan estas cosas, muchacho. Dos Passos tenia una colitis como cualquier mortal --decia el doctor Aymerich--. Le di el remedio que descubri por casualidad durante una larga acampada con mi compania del Ejercito en la sierra de Espadan. La mayoria de los soldados estaba pasando por un episodio de gastroenteritis por haber bebido agua de un pozo contaminado. Un dia en que el suministro de intendencia tardaba en llegar al vivac los soldados comenzaron a comer algarrobas cada uno por su cuenta. A la manana siguiente la diarrea habia desaparecido en todos los casos. Con algarrobas molturadas prepare un jarabe que todavia se vende en algunas farmacias. Lo tengo patentado. Tambien lo hay en pastillas. De eso vivo. En realidad son mis unicos ingresos. A John Dos Passos, mientras el negro Robeson cantaba un blues, le dije que comiera algarrobas, ?que te parece? --?Lo hizo?

  • A sus ordenes de Sophie Saint Rose

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    Azahara es teniente del ejercito del aire y lucha por conseguir su sueno. Y esta a punto de alcanzarlo cuando su Coronel se jubila, dando paso a un heroe de guerra con malas pulgas que la tiene entre ceja y ceja. El Coronel Parker le hace saber continuamente que es una desgracia para el ejercito y solo esta en su mano demostrarle que se equivoca y que ella siempre consigue lo que quiere. Y le quiere a el en su cama.

  • Esclavos de un motivo de Consolacion Gonzalez Rico

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    Muchas veces he intentado enfrentarme al papel y plasmar por escrito la historia de mi vida. Hace anos me empujaba el deseo de volver a vivir mis recuerdos, pero estaban tan recientes que evocarlos tan solo dolia tanto como desprender un vendaje de una herida infectada, y las primeras cuartillas acababan en el cesto de los papeles debido a un mero problema de supervivencia. Hoy, aunque todavia quedan cicatrices que duelen cuando se desatan las tormentas del alma, quiero intentarlo de nuevo, sin demasiada conviccion de que esta vez pueda llevar a termino mi proposito. Todo sucedio como estaba escrito, diria si creyera en la fuerza que para muchos explica el ir y venir de la existencia humana. Todo sucedio siguiendo un inexorable principio de causalidad, quiero mas bien admitir de acuerdo con las teorias deterministas que discutia en aquellas clases del Curso Preuniversitario en el Ramiro de Maeztu, tan diferentes a las que el Colegio de las Teresianas me tenia acostumbrada. Aun recuerdo la voz clara y rotunda de mi profesor de Filosofia. El largo tiempo transcurrido no ha borrado de mi mente el brillo de sus ojos redondos y penetrantes, que concedian a su rostro, junto con su nariz aguilena, el aspecto de un aguila majestuosa. Y con la misma pericia y elegancia que si de un aguila se tratara, nos hacia volar por los cielos del pensamiento en busca de respuestas a la trascendencia, al bien y al mal, a la libertad. Aquella tarde de primavera la discusion se centraba en la libertad de los actos humanos. --?No creen ustedes --preguntaba muy seguro de la respuesta-- que el principio de causalidad formulado por Kant es aplicable tambien a nuestros actos volitivos? ?O acaso piensan que somos libres cuando, despues de vencer las eternas dudas que agitan nuestro espiritu, creemos que hemos elegido entre esto o aquello? Su dedo indice largo y huesudo volaba en diagonal una y otra vez, hundiendose hasta enrojecer en los extremos opuestos de la pizarra donde habia escrito dos palabras: CAUSA – EFECTO. Yo, con la vehemencia y pasion de mis pocos anos, y la influencia todavia reciente de los principios religiosos que me habian inculcado las Teresianas, intentaba rebatirlo. --Si mis actos no son libres, ?donde queda mi responsabilidad? ?Donde mi libre albedrio? Si Dios nos ha abandonado en este mundo caotico, despojados de una voluntad libre para hacer esto o dejar de hacer aquello, ?como puede pedirnos cuentas al final del camino? ?Cual es la razon del premio y el castigo? Si existe un Dios justo, y este debe ser uno de sus atributos, ?como podra juzgarme por aquellos actos carentes de una absoluta y total libertad a los que me han conducido unas causas que se me escapan, que son ajenas a mi? Me habia levantado de mi asiento sin ser consciente de ello. Las mejillas me ardian, y mi voz habia ido cobrando un tono enfatico que chocaba con el silencio que se hizo en el aula. --No sea ingenua, senorita Morales; la libertad no existe. Siempre actuamos guiados por el motivo mas fuerte --asevero de forma irrefutable. Mis dudas y su seguridad quedaron suspendidas en la estancia hasta que fueron borradas por el sonido del timbre. Su respuesta sin embargo quedaria para siempre en los registros de mi cerebro, y durante unos minutos, en los golpes de mi sangre, que sentia en las sienes con furia. Quiza con miedo. Mire al cielo a traves de los cristales y su aspecto me parecio premonitorio. En lugar de un azul diafano, propio de la ya avanzada primavera, se presentaba como una boveda negrisima en la que pude contemplar, como unica respuesta a mis dudas, un sobrecogedor dibujo de luz zigzagueante que me produjo un escalofrio. --El motivo mas fuerte --susurre ocupando mi silla. Era una premonicion. Aun faltaban algunos anos para que yo descubriera, con la claridad de un relampago, cual iba a ser mi motivo mas fuerte; el que desencadenaria las tormentas de mi vida. Los hilos de la causalidad Pero los anos de universidad pasarian pronto, y alli estaba, no exenta de cierta angustia, recogiendo mi especialidad de anestesista y a punto de lograr mi primer trabajo. Todo habia resultado demasiado facil para alguien que como yo, en boca del Catedratico de Ginecologia, tenia <>. La frase no me disgusto, sobre todo venida del temido y admirado Profesor Antunez. Del vicio estaba segura; lo habia adquirido con los anos. En lo concerniente a su opinion sobre las virtudes de mi cabeza, tengo que admitir tambien que me ayudo a conquistar parcelas de seguridad y autonomia, imprescindibles para abrirme camino en el terreno profesional, casi vedado entonces a una mujer de veinticuatro anos. Desde luego, no creo que mi pelo caoba oscuro, ni mis ojos verdes, ni mis largas extremidades, que remataban una figura un tanto delgada para los gustos de la epoca, tuvieran nada que ver con el afecto sincero que siempre mostro por mi el Catedratico de Obstetricia y Ginecologia. Aquella manana, me habia citado en la Secretaria de la Facultad para entregarme personalmente la credencial que me habilitaria para el ejercicio de mi especialidad como anestesista. Su gesto fue todo un detalle y un honor para mi. --Andrea Morales Aguilar. Habia pronunciado mi nombre y mis dos apellidos despacio, otorgando la solemnidad precisa a cada uno, como siempre tenia por costumbre hacerlo. Yo me sentia nerviosa y aturdida frente a el. A pesar de los anos transcurridos, puedo sentir todavia su mano derecha aplastandome los nudillos, a la vez que con la izquierda retenia aun mi anhelado trofeo. --Aqui tiene, doctora Morales, su flamante licencia para dormir el dolor --dijo con voz solemne y cercana--. Espero que sepa ejercer su profesion con la misma dignidad y brillantez que siempre ha mostrado en todo cuanto hace. La emocion que me producia aquel ansiado momento, y sus palabras, que conjugaban deseo y reto, hicieron que la respuesta que traia ensayada se me quedara en la garganta. Senti que el rubor me quemaba la cara, y solo pude responder con una sentida sonrisa en la que se mezclaron satisfaccion y agradecimiento. Cuando me disponia a desasirme de su mano, retuvo con fuerza la mia unos instantes y anadio en tono confidencial: --Si quiere trabajar conmigo, manana la espero en mi despacho a las diez en punto. Alli estaba yo, naturalmente, desde las nueve y media de la manana ante la puerta del despacho del profesor mas duro, temido y respetado habido nunca en la Facultad de Medicina, segun relataban las cronicas orales que se transmitian de una generacion a otra de estudiantes. Apenas habia dormido la noche anterior. Durante las largas horas de vigilia, habia imaginado, corregido, inventado y hasta sonado la escena, que con la noche adquiria tintes desmesurados. Sin duda, era la oscuridad quien agrandaba la situacion y encogia mi entereza. La lentitud perezosa del reloj me parecia una crueldad. Cuando sus agujas se aproximaban a las seis de la madrugada, decidi prepararme para el que habria de ser el dia mas decisivo de mi existencia; entonces yo no podia imaginar hasta que punto. Me levante con presteza. La sequedad de mi garganta contrastaba con la humedad viscosa de mi cuerpo provocada por el calor. Muy despacio, sin hacer ruido, introduje mis pies en las zapatillas y me dirigi al cuarto de bano, casi palpando paredes y muebles para no despertar a mi companera y amiga Charo, que entonces compartia conmigo la habitacion. Abri el grifo, puse debajo mi boca y bebi con avidez, hasta que el chorro de agua fresca restauro los estragos producidos por el insomnio. Deje caer el camison, que el suelo recogio indiferente, y concedi la libertad a mi larga y rizada cabellera roja. La agite a derecha e izquierda energicamente y busque el efecto en el espejo. El volumen que habia adquirido, y la espesa marana de mis rizos ya libres, otorgaban a mi rostro un aire felino. Alli quedaba mi cara, perdida entre la maleza. Destacaban en ella unos enormes ojos verdes, rasgados, que el espejo me devolvia esa manana con destellos de curiosidad y expectacion, ante un horizonte prometedor que nunca hubiera presentido tan cerca. Me complacia seguir observando mi cara. Mi nariz, mas bien pequena, no era uno de sus rasgos mas relevantes, mientras que mis labios se hacian notar por su detallado dibujo y amplitud y su facil sonrisa, que dejaba al descubierto unos dientes correctos y regulares. Era excesivamente palida, pero las huellas de la noche anterior acentuaban aun mas mi palidez. Deslice la mirada por la imagen que el espejo me mostraba, y mi cuerpo me recordo la albura marmorea de las estatuas griegas, mas por su color que por sus proporciones, demasiado alargadas como ya he dicho. La unica nota de color marron rojizo, se habia cuidado la naturaleza de colocarla con profusion debajo de mis brazos y entre el nacimiento de mis piernas. Estaba claro que no era una belleza en el sentido clasico de la palabra, pero me habia ido convenciendo de que tenia un atractivo especial. Quiza fuese ese aire tan peculiar, rayando en el descuido, que no me importaba mantener. Me quite las zapatillas y me coloque debajo de la ducha. Con un movimiento mecanico y habitual, mis dedos giraron con rapidez y el impacto estimulante de aquel aguacero atrevido acaricio con frescura cada poro de mi cuerpo. Cuando la toalla termino su tarea me dirigi al cuarto de estar, donde habia dejado mi indumentaria colocada sobre una silla. No habia mucho donde elegir, ni me importaba el hecho de no contar con un ropero variado. Sin maquillar, con el pelo recogido en una trenza y enfundada en unos vaqueros casi siempre gastados, que solia conjuntar con un polo o camisa a cuadros, era la viva imagen de la sencillez y la naturalidad. Ese dia no queria ofrecer un aspecto diferente: los mismos vaqueros, un Lacoste verde manzana, la misma trenza, unos zapatos castellanos y un bolso de marroquineria colgado en bandolera. Mi corazon, al igual que dijera Adamo en su cancion, entonces tambien lo llevaba en bandolera. Un portazo leve, y el paso firme hacia la boca del metro. Madrid empezaba a despertar. El minutero de mi reloj sobrepasaba en dos minutos las diez de la manana cuando golpee tres veces la puerta cuya placa no dejaba lugar a dudas: D. Fernando Antunez Catedratico de Obstetricia y Ginecologia Su voz, inconfundible, atraveso la barrera sin dificultad. --Pase, doctora Morales --ordeno como si adivinara mi presencia. Hice girar el pomo de la puerta y avance con una resolucion un tanto forzada

  • Una estrella en la oscuridad, Gina Peral de Gina Peral

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  • Enganos Mentiras Verdades (Trilogia completa) de Alina Covalschi

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    Libro 1
    ?Que harias si algun dia descubres que tu propia mujer esta pagando a una persona para que descubra tu infidelidad?
    Clara es una mujer hermosa y con una mirada transparente, capaz de enamorar a cualquiera.
    Su trabajo la mantiene atrapada entre la mentira y la triste realidad. Se vera obligada a permanecer bajo la sombra de las infidelidades pero, ?que pasara cuando su ex novio aparezca de nuevo en su vida?

  • Nosotros despues de las doce, Laia Soler de Laia Soler

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    Si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te hacen sufrir, las traiciones, las perdidas y los desenganos… Si pudieras convertir tu mente en un mural en blanco donde volver a pintar tu vida, ?lo harias?
    Aurora vive en Valira, un pequeno pueblo situado entre montanas. No cree en los cuentos de hadas, pero si en la magia. Al fin y al cabo, Valira debe su nombre a una reina feerica. Dice la leyenda que la sangre de las hadas aun corre por las venas de sus habitantes, que el pozo del pueblo alberga el espiritu de la reina y que el antiguo carrusel de la plaza posee poderes extranos.

  • Petra Ramos. Heroina anonima de Guillermo Frontela Carreras

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    Es una historia de amor, sacrificio, intrigas, traiciones, espionaje, pasiones y patriotismo, inspirada en hechos historicos, en epoca de la Guerra de la Independencia entre las ciudades de Segovia, Sevilla y la Isla de Leon (Cadiz).
    Narra la vida de Petra Ramos, mujer noble, inmensamente rica, poseedora de mas de quince casas, huertos, molinos, vinas y rentas de granos, que abandona su ciudad y todas sus propiedades para seguir a su marido, Mariano Gil de Bernabe, profesor del Real Colegio de Artilleria de Segovia, y a su hijo Dionisio de 14 anos, cadete de ese Colegio, cuando este es evacuado, a causa de la ocupacion francesa, en busca de una ciudad segura donde continuar la docencia.

  • Matrimonio por Contrato de Anna Sanz

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    Eve es una chica normal, todo lo normal que puede ser una persona, claro, tal vez por eso, cuando Daniel, el hombre con quien pasa una noche de borrachera, aparece en su trabajo y le pide que se case con ella no puede creerselo. Al menos no puede creerselo hasta que el insufrible millonario le explica el por que quiere casarse con ella.

  • Compromiso temporal de Natalie Anderson

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  • Para las amantes de la regencia de Varios Autores

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    Llega lo que todas las amantes de la novela romantica de regencia esperaban.

  • Un hombre audaz, Diana Palmer de Diana Palmer

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    El antiguo agente de fronteras Dalton Kirk penso que su vida habia acabado, literalmente hablando, cuando una banda de traficantes lo dio por muerto. Desafiando todo pronostico, sobrevivio a la dura prueba y regreso a su cercano rancho de Wyoming para dedicarse a una vida mucho mas tranquila y hogarena. Hasta que la encantadora Merissa Baker llamo a su puerta.

  • Padre a la carrera de Noni Garcia

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    P 1 aola nunca penso que la vida pudiera cambiar tanto de un dia para otro. Alli estaba, embarazada de seis meses y completamente sola. Tenia a su familia y amigos, pero el no estaba. Tan solo le dejo una nota diciendo que estaba enamorado de otra, que lo olvidara y que no queria volver a saber nada de ella ni de la hija que estaba por llegar. Cayo en tal estado de depresion que penso que su embarazo no saldria adelante, pero fue precisamente la vida que crecia en ella la que le dio la fuerza necesaria para hacerlo. Eso y saber que no habia sido la primera vez que lo habia hecho. Tres meses despues de aquel fatidico dia, sabia que su hija tenia dos hermanos mas. Y alli estaban Lorena y ella, sentadas en la terraza de un bar, tomandose un refresco despues de haber comprado la pintura para el dormitorio de Lucia. Tres meses atras, su vida era perfecta... O al menos eso creia, pero tambien lo era en aquel momento. El nunca habria sido un buen padre ni un buen companero de vida. Ni para ella ni para ninguna mujer que se cruzara en su camino. --!Paola, Paola! ?Donde tienes la cabeza? --Lorena la saco de sus pensamientos. --Perdona, Lorena. Estaba en mi mundo. --?Otra vez pensando en Ivan? --Si, pensaba en el, pero no de la forma que Lorena creia. En ese momento de su vida, Ivan habia pasado a ser una mala pesadilla que le habia regalado un gran sueno. --No como tu crees. Pensaba en lo mucho que me ha cambiado la vida en los ultimos tres meses. --Pues si, carino, pero piensa que ha sido para mejor. !Tremendo tunante te has quitado de encima! --Oye, aquel chico que viene por alli... --!Anda! Mi primo Andres. --Hace tanto que no lo veo que ni lo habia reconocido a primera vista. --Yo no lo veo desde que se separo de Gabriela hace unos meses. --No tenia ni idea de que se habia separado. ?Por que no me lo has contado? --Porque no estabas en tu mejor momento cuando solto la bomba. Andres era siete anos mayor que ellas y siempre las trato como si fuera su hermano mayor. Los recuerdos eran muchos, pero el que siempre le arrancaba una gran sonrisa era el del dia de su boda. Lorena y ella cogieron su primera borrachera y Andres estuvo casi dos meses sin hablarle a ninguna de las dos. Con el paso del tiempo lo recordaban entre risas, pero aquel dia solo le falto echarlas del salon de celebraciones. Cuanto mas cerca estaba, mas guapo lo veia; era ese tipo de hombres al que los anos le sentaban bien. Nada tenia que ver con aquel adolescente que las tiraba a la piscina, las hacia rabiar y les hacia cosquillas hasta perder la respiracion, pero tambien las cuidaba y protegia de todo lo que les pudiera hacer dano. Se habia convertido en un hombre de treinta y cinco anos alto, fuerte, guapo y muy atractivo. <>. Fue el pensamiento que lleno su cabeza al darse cuenta de las cosas que estaba pensando de el. Ese no era el sentimiento que siempre habia sentido hacia Andres. Llevaba un par de anos sin saber nada de su vida. Ivan nunca quiso que mantuvieran el contacto porque pensaba que Andres no la miraba con ojos de hermano. En los ultimos tres meses se habia arrepentido de acatar muchas de las decisiones que tuvo que tomar estando a su lado. --Siempre ha habido ricos y pobres. --Andres se giro al escuchar la voz de su prima Lorena y la alegria se dibujo en su rostro. Hacia mas de dos meses que no la veia, ya que sus vidas habian cambiado mucho en los ultimos tiempos. --!Lorena! ?Como estas, primita? --Se acerco a ella y la saludo como siempre habia hecho. --Muy bien, ?y tu? --Pues bien, mejor de lo que esperaba. --Desvio la mirada y sonrio al darse cuenta de quien estaba junto a Lorena--. ?Paola? !No me lo puedo creer! --Paola se levanto para saludarle, el la tomo en brazos y giro con ella varias veces como cuando eran ninos. --!Andres, para! Que voy a echar a la nina por la boca, loco. --?Estas embarazada? No lo sabia. Lorena no me he dicho nada. --De seis meses y siento que voy a explotar. --Pues todavia te queda lo peor. --Lo se y estoy temiendo. --Vamos a hacer una cosa. --Andres saco su cartera del bolsillo trasero del pantalon vaquero y, de ella, una tarjeta que le entrego a Paola--. Te espero el miercoles en mi consulta para ver como va esa pequena y te invito a comer... Si no va a suponer un problema para ti. --Sabia perfectamente que sus palabras hacian referencia a Ivan, la ultima vez que se vieron estuvieron a punto de llegar a las manos. --No hay problema. Tengo dos semanas de vacaciones y... Lucia y yo estamos solas en esto. --?Solas? No entiendo... --!Ay, primo! Eres un poquito lento pillando las cosas. Vamos, que no las cazas al vuelo. --El no tiene por que saberlo al igual que yo no sabia que se habia separado de Gabriela. Hace mucho tiempo que no nos vemos. --Desvio la mirada y vio en Andres esa cara que siempre ponia cuando Lorena y ella hablaban en clave--. Ivan me dejo cuando estaba embarazada de tres meses. --!Sera cabron! Por lo menos se preocupara de como va el embarazo y de su hija, ?no? --Penso que aquellas cosas estaban a la orden del dia, pero saber que le habia pasado a Paola, hizo que sintiera una rabia que no alcanzaba a comprender. --Pues no y, la verdad, es que lo prefiero. Para Lucia, yo soy su madre y su padre. --Sabes que no estas sola, ?verdad? --Acaricio su rostro con el carino que siempre le habia tenido y le arranco una sonrisa--. Ahora os tengo que dejar porque he quedado para comer con unos amigos. --Le dio un beso en la frente a cada una como cuando eran ninos--. A ti te veo el miercoles, y a ti el sabado de la semana que viene en la boda de tu hermano. --?A que hora quieres que vaya? --Vente sobre la una y despues salimos a comer. Andres se marcho dedicandoles una sonrisa y pensando en que la pequena Paola estaba preciosa con aquella barriga de seis meses, con aquel brillo especial que solo tienen las embarazadas; bien lo sabia el por su trabajo. Volvio a girar la cabeza para mirarlas cuando ya estaba a la suficiente distancia para que ellas no se dieran cuenta de que lo estaba haciendo y en su mente solo habia un pensamiento: <>. Por su parte, Paola se sorprendio a si misma al darse cuenta de que no podia apartar la vista de ese culito prieto que casi no se movia al andar. Se sintio una pervertida y una oleada de verguenza la inundo al darse cuenta de que Andres se habia convertido en su ginecologo. --?Que te pasa, Paola? --Nada, ?por que? --Intento disimular el cumulo de cosas que estaban rondando por su cabeza, pero Lorena la conocia demasiado bien. --Yo conozco esa cara, a ti te gusta Andres. --!No! ?Como puedes decir eso? Andres es como un hermano para nosotras. Es solo que... que me da verguenza que me mire... que me mire el chocho. --!Ay, Madre! No habia caido en eso. --No voy a ir, Lorena. --El hecho de pensar que estaria toqueteandola subida en el burro, hizo que un extrano calor se concentrara en su cara, y en otras partes mas bajas del cuerpo, hasta el punto de abanicarse con la carta del bar. --Pero piensa que no podeis estar en mejores manos. Andres es uno de los ginecologos mas importantes de Andalucia, su lista de espera es de mas de dos meses y te va a ver el miercoles en su tiempo libre. --Si, tienes razon. El miercoles ire, pero… !joder, que es Andres! --No lo pienses mas y ahora vamos a comprar ropita para mi ahijada. --?Mas? Eran las nueve de la noche cuando Paola cruzo la puerta de su casa despues de un largo dia de compras. Tenia previsto pintar la habitacion de Lucia al dia siguiente, pero penso que lo mejor seria dejarlo para un poco mas adelante. Los domingos se hicieron para descansar, y la habian invitado a comer los padres de Lorena, en su casa, para celebrar sus veinte anos de matrimonio. Todavia tenia por delante dos semanas de vacaciones en las que podria hacer muchas cosas. No tenia mucha hambre, por el agotamiento, y decidio que un par de mandarinas y un platano serian suficiente comida para una cena. Se tumbo en la cama. Tenia los pies hinchados de estar todo el dia de un lado para otro sin descanso alguno. Se le empezaron a cerrar los ojos y no tardo mas de quince minutos en caer en un profundo sueno que esperaba durara hasta la manana siguiente. A 2 ndres estaba cansado de andar con mujeres que no le hacian sentir nada. Si, cada noche podia tener a la que quisiera en su cama, y cuando la separacion fue un hecho un ano atras, le sirvio para pasar buenos ratos, pero pronto se canso. Hacia tres meses que se habia divorciado de Gabriela y se podian contar con los dedos de una mano las veces que habia salido de fiesta con los pocos amigos solteros que le quedaban. En ese momento, en el que ya no tenia que esconderse de nadie y podia vivir su vida de solteria completamente tranquilo, sin miedo al que diran, eso era lo que menos le apetecia. Con treinta y cinco anos, lo que menos le preocupaba en ese momento era si tenia relaciones sexuales con frecuencia o no. Lo unico que deseaba era encontrar a esa mujer que le hiciera sentir vivo de nuevo, que llenara su vida de ilusion y a quien pudiera dar todo ese amor que tenia dentro. Gabriela no dejo de ser una ilusion de adolescentes, un deslumbramiento, un acomodarse a lo que tenia, pero cuando todo se fue al garete, se dio cuenta de que no le dolia. No le dolia porque realmente nunca estuvo enamorado de ella. Muchas veces se reprocho el haberse casado tan joven con una mujer que conocia demasiado bien, exactamente desde que estaban juntos en la catequesis para la comunion. Eso debio servir para darse cuenta de que ella nunca cambiaria y de que aquella relacion estaba abocada al mas absoluto de los fracasos. Habia pasado un buen rato comiendo con sus amigos, pero tras una estupenda tarde de risas, cafe y gin-tonics, lo unico que le apetecia era llegar a casa, cenar algo ligero, sentarse tranquilo en el sofa, ver la tele o leer un libro. Se excuso alegando que al dia siguiente tenia compromisos familiares, aunque realmente no seria hasta las dos de la tarde cuando fuera a comer a casa de sus tios. Lo cierto es que no pensaba ir a ningun sitio al dia siguiente, pero despues de haber visto a Lorena, le apetecio pasar un rato con esa familia que nunca le habia dado la espalda, con la que se sentia tan comodo como si fuera la suya propia. Aunque cualquiera seria mejor que la de el. Una infancia marcada por unos padres que vivian en una eterna discusion, y casi lo ignoraban, hacia que su madre siempre lo mandara a pasar mas tiempo con ellos que en su propia casa. Su tia le habia invitado a esa comida en mas de una ocasion en las ultimas dos semanas y, sin entender muy bien por que, en ese momento sentia la necesidad de pasar con ellos aquel domingo, de celebrar la felicidad matrimonial que el nunca tuvo. Al recordar el encuentro con Lorena, no pudo evitar pensar en Paola. Estaba mas bonita que nunca con aquella perfecta curva que ya tenia un considerable tamano en su vientre. Los buenos momentos que los tres habian pasado juntos hicieron acto de presencia en sus pensamientos. A pesar de que Tomas tenia la misma edad que el, nunca tuvo la conexion que tenia con Lorena y con Paola... Aunque a Paola siempre la habia visto de una forma muy distinta a los ojos con los que miraba a Lorena. Siempre habia despertado en el un carino de hermanos, como mucho el de una amistad, pero nada mas.

  • El beso del ocaso (Bilogia Hermanos Bellardi 1), Mary Shepherd de Mary Shepherd

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    Donnan Bellardi es, junto a su hermano Lenard, el lider de su clan. Todos confian en el, le respetan y obedecen. salvo un par de excepciones, Aretha y Aryana, sus tias. brujas, literalmente y no es que les tema, no, el es un vampiro, pero es que ellas le machacan, dia si y dia tambien, con una profecia en la que no cree, sin embargo se mantiene fuerte y nada ni nadie lo desestabiliza. hasta que una noche salva a una mujer, Dairine MacMahon, una preciosidad con ojos de gata que no para de hablar, dulce y ?timida? Y que le contradice, le planta cara y lo vuelve loco, en especial su boca y no precisamente cuando habla.
    A partir de ese momento toda su vida se vuelve patas arriba. Los Alvise, otro clan de vampiros y a los que odia a muerte, estan decididos a que no se cumpla la profecia. Tendra que luchar contra ellos, mantener a salvo a Dairine, evitar que, ella misma, se meta en lios, controlar a sus <> tias, mantenerse firme en su venganza y demostrar que el amor no es necesario en una relacion. ?demasiado para un vampiro <>?

  • Un canalla que no lo era (Escandalos y canallas 1) de Sarah Maclean

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    Si la condesa de Liverpool no hubiera sido una ferviente admiradora de las criaturas acuaticas, quiza todo habria sido diferente. Tal vez entonces nadie hubiera sido testigo de los acontecimientos del 13 de junio en la legendaria fiesta que ofrecio para celebrar el final de la temporada de 1833. Quiza Londres se hubiera sentido feliz hablando de la miriada de anfitriones que se propagarian como escarabajos por los campos britanicos a lo largo del idilico verano. Quiza. Pero un ano antes, la condesa de Liverpool habia recibido de regalo media docena de carpas naranjas y blancas que se decia que eran descendientes directas de los venerados Shoguns de Japon. Sophie consideraba que la historia era totalmente inverosimil y que Japon seguia estando muy aislado del resto del mundo, pero lady Liverpool se sentia muy orgullosa de sus mascotas y las cuidaba con una pasion casi enfermiza. Seis se habian convertido en dos docenas y la fuente en la que vivian aquellas criaturas habia dado paso a un lugar que solo podia describirse como un estanque. Sin embargo, los peces habian despertado la imaginacion de la condesa, y la soiree veraniega de los Liverpool tuvo como tema un extrano mundo chino a pesar de que la condesa sabia todavia menos sobre China que sobre Japon. De hecho, cuando los saludo, iba envuelta en una elaborada y diafana seda blanca y naranja con la que pretendia evocar a sus preciadas carpas. --Por lo que se ve, nadie sabe nada sobre Japon --les dijo, explicandoles su razonamiento--. Los japoneses son muy reservados, lo que los hace poco divertidos para una fiesta tematica. Sin embargo, China esta tan cerca... que es casi lo mismo. Cuando Sophie le dijo a la condesa que ambas culturas no se parecian en absoluto, esta solto una risita y agito un brazo cubierto por aletas de seda. --No se preocupe, lady Sophie. Estoy segura de que en China tambien hay carpas. Sophie habia lanzado a su madre una mirada desesperada al escuchar aquellas ignorantes palabras, pero esta no se dio por enterada. Durante semanas, Sophie habia insistido en que China y Japon no eran lo mismo, aunque nadie la habia escuchado. Su madre estaba demasiado agradecida por que las hubieran invitado a un evento tan exclusivo. Despues de todo, las hermanas Talbot no solian frecuentar tales acontecimientos. Tanto ellas como el resto de la aristocracia se habian ataviado con una enorme variedad de brocados, cada uno mas elaborado que el anterior, de tonos rojos y dorados, y se habian cubierto la cabeza con extravagantes sombreritos que habian mantenido ocupadas a todas las modistas de Londres en cuanto se empezaron a recibir las invitaciones. Sophie, sin embargo, se habia resistido ante la insistencia de su madre a participar en la farsa y, para consternacion de su familia, su atuendo era de un ordinario amarillo palido. Y asi fue como aquel precioso dia de mediados de junio, lady Liverpool se fijo en la pobre y poco interesante Sophie --que no era la mas hermosa, la mas loca ni la que mejor tocaba el piano de las Talbot-- y le sugirio que quiza le gustaria ver las nuevas carpas en un entorno adecuado. Sophie acepto tan contenta la oferta, agradeciendo poder alejarse de la fiesta repleta de aristocratas y de sus intensas miradas, que tanto ella como su familia evitaban siempre que podian. Despues de todo no habia una mirada tan penetrante como aquella que fingia eludir el objeto de su curiosidad. Y eso era particularmente cierto cuando los objetos en cuestion eran imposibles de ignorar. Las miradas habian seguido a las jovenes Talbot desde que comenzaron a ser presentadas en sociedad --cinco hermanas en cuatro anos--, y cada una fue peor recibida que la anterior, mientras las invitaciones habian ido disminuyendo cada temporada que pasaba. Sophie siempre habia deseado que su madre abandonara ese sueno de querer que sus hijas fueran aceptadas en la sociedad, ya que era algo que jamas ocurriria. En consecuencia, Sophie estaba alli, ocultandose como podia en los ornamentados jardines de los Liverpool, fingiendo no estar escuchando los insultos que lanzaban contra sus hermanas con tanta regularidad que ya no suponian ninguna novedad. Asi fue como, con no poco alivio, Sophie siguio las instrucciones de su anfitriona y se dirigio al legendario invernadero de los Liverpool, una enorme construccion de vidrio donde se podia admirar una impresionante variedad de flora, que prometia no proporcionar ningun chisme. Busco en su interior el estanque de peces, caminando entre los limoneros, que crecian exuberantes en macetas, y los impresionantes helechos, hasta que oyo unos sonidos: una especie de gritos ritmicos e inquietantes, como si alguna pobre criatura estuviera siendo torturada entre los rododendros. Convencida de que la criatura en cuestion necesitaba claramente ayuda, se acerco a investigar. Por desgracia, cuando encontro el origen de los ruidos, se hizo muy evidente que la mujer en cuestion no necesitaba asistencia. Ya la estaba recibiendo. Del cunado de Sophie. Es preciso anotar que la mujer no era su hermana. Razon por la cual, despues de recuperarse de su conmocion inicial, se sintio con todo el derecho de interrumpir. --Excelencia... --pronuncio con voz firme y clara, rompiendo el silencio con el desprecio que sentia por ese hombre y por el mundo que le habia otorgado tanto poder. La pareja se quedo inmovil. Una bonita cabeza rubia aparecio por detras del brazo de su cunado, cubierto con una pagoda de seda roja de la que colgaban multitud de borlas doradas, unos grandes ojos azules se clavaron en ella parpadeando. El duque de Haven no se digno siquiera a mirarla. --Vete. Sin duda, no habia nada en el mundo que Sophie odiara mas que la aristocracia. --?Sophie? Mama esta buscandote... Ha interceptado al capitan Culberth en el campo de croquet, pobre hombre, esta a punto de matarlo con ese enorme abanico que ha insistido en llevar. Debes ir a rescatarlo. Sophie cerro los ojos al escuchar aquellas palabras, deseando no haberlas oido. Deseando que la persona que las acababa de decir estuviera a mucha distancia. Se dio la vuelta para detener el avance de su hermana. --No, Sera... --!Oh! --Seraphina, duquesa de Haven, de soltera Talbot, se detuvo en seco cuando doblo la esquina hacia el bosquecillo de plantas en maceta, percibiendo la escena con las manos sobre su vientre, que sobresalia ligeramente donde crecia el futuro duque de Haven--. !Oh! --Sophie percibio la sorpresa en la expresion de su hermana al asimilar la escena, que fue seguida con rapidez por otra de tristeza y luego una de fria calma--. Oh... -- repitio. El duque no se movio. No miro a su esposa, a la madre de su futuro hijo. En su lugar, empujo con una mano la cabeza de rizos rubios y hablo con la boca pegada al cuello de su amante. --He dicho que os vayais. Sophie miro a Seraphina, que se irguio en toda su altura y trato de ocultar todas las emociones que debia estar sintiendo. Que Sophie no pudo evitar sentirlas con ella. Deseo que su hermana dijera algo. Que luchara por si misma. Por su hijo no nacido. Pero Seraphina se dio la vuelta. Sophie no pudo reprimirse mas. --!Sera! ?No piensas decir nada? --La mayor de las Talbot sacudio la cabeza. Aquel movimiento de renuncia hizo que Sophie se viera atravesada por una sacudida de ira e indignacion que la impulso a volverse hacia su cunado--. Si no lo hace ella, lo hare yo. Eres un pomposo asqueroso. Un ser deleznable y repugnante. El duque le dirigio una mirada desdenosa. --?Debo continuar? --espeto Sophie. La rubia jadeo entre los brazos de su cunado. --!Por favor! No se puede hablar a un duque de esa manera. Es una terrible falta de respeto. Sophie resistio el impulso de arrancar el ridiculo sombrerito de la cabeza de aquella mujer y pisotearlo. --Tiene razon. Soy la unica que esta faltando el respeto en este momento -- ironizo. --Sophie... --susurro Seraphina. Sophie percibio la urgencia en aquella palabra, como si quisiera impulsarla fuera de la escena. El duque emitio un largo suspiro, solto a la dama en cuestion, le bajo la falda y le indico que se levantara del lugar donde estaba sentada. --Vete... --Pero... --He dicho que te vayas. La mujer sabia lo que le convenia y obedecio al instante, enderezando sus borlas y alisandose las faldas antes de desaparecer. El duque se volvio hacia ella, todavia abrochandose los pantalones. Su duquesa aparto la mirada; Sophie no. De hecho, se puso delante de su hermana como si asi pudiera proteger a Seraphina de aquel terrible hombre con el que se habia casado. --Si piensas que vas a asustarnos con tu vulgaridad, puedes ir olvidandolo. El arqueo una ceja. --Claro, vuestra familia esta acostumbrada a la vulgaridad. Las palabras querian ofender, y lo hicieron. La familia Talbot era el escandalo de la aristocracia. El padre de Sophie y Seraphina era un conde de nuevo cuno, hacia solo una decada que habia recibido el titulo del rey. A pesar de que su padre nunca habia confirmado los rumores, era creencia comun que habia sido la fortuna que Jack Talbot habia hecho con el carbon lo que habia comprado el titulo. Algunos decian que lo habia ganado en una partida de faro y otros que era el pago por haberse hecho cargo de una deuda particularmente embarazosa del rey. Sophie no lo sabia y tampoco le importaba demasiado. Despues de todo, el titulo de su padre no tenia nada que ver con ella; jamas hubiera elegido relacionarse con el mundo aristocratico. De hecho, habria elegido cualquier otro entorno antes que ese, donde la gente hablaba mal y se metia con sus hermanas. Alzo la barbilla y se enfrento a su cunado.

  • Lo que siento por ti de Emilia Hover

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    Dicen que un mecanico con un mal pasado no puede ser un buen padre.

  • La Rendicion de Toni Bentley

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    Pocas mujeres lo practican, y muchas menos lo admitiran. Sin embargo, en las atrevidas memorias intimas de la neoyorkina Toni Bentley, la autora levanta el velo sobre una practica sexual prohibida por la Biblia y celebra <>. Nos referimos a la sodomia, un acto que <>, afirma Bentley. Pero esta mujer de hoy, moderna, que vive como muchas otras mujeres de nuestros dias, no teme contar abiertamente su <>, tras ser iniciada por un amante en este placer radical e inesperado, para abordar todos los aspectos de ese acto <> en el que ella se siente renacer. Un acto que implica abandono y confianza, que colma ciertos deseos de sometimiento, unos anhelos que, por paradojico que parezca, acaban haciendola duena de si misma y de su placer. El camino hacia esa liberacion cobra, por una parte, visos espirituales, y por otra, gracias a la franqueza con que cuenta sus experiencias, nos acerca vividamente una realidad raras veces descrita. La rendicion, el relato de una obsesion que sin duda obligara a los lectores a cuestionarse sus propios deseos, ha sido traducido a varias lenguas y muy bien acogida por la critica, que, entre otras cosas, ha dicho: <> (Publishers Weekly) y <> (The New Republic).

  • Destruccion 2 de Monika Hoff, Norah Carter, Patrick Norton

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    No era mi cuerpo. No, tampoco era la sombra de un pajaro. Ojala lo fuese. Ojala hubiera tenido esa libertad que tanto anoraba en esos animales para volar alto y desaparecer de este jodido mundo. No podia decir que estaba confusa. No. Yosabia con claridad lo que habia sucedido en mi vida, loque me habia llevado a ser esa mujer engreida y vanidosa durante tantos anos. Llevaba varias semanas en Irlanda. No tenia contacto con nadie. Ni siquiera habia tenido la valentia de coger algunas llamadas de Jess. Ahora yo habia elegido esa vida de soledad y de retiro. Nunca imagine que eldineropudiera hacer tanto dano en una persona. No era la primera vez que pensaba en el mal uso que le estaba dando a la fortuna de mi padre. Podia haber ayudado a mucha gente que lo estaba pasando francamente mal con un poco de esos ingresos que semanalmente llenaban mi cuenta corriente. Pero hay algo que hace que las personas vanidosas lo sean, que sean codiciosas y que solamente piensen en si mismas. Y se trata de la falta de generosidad. Lo vi en James, en mi hermano, que malgastaba con voluntad el dinero de mis padres, y lo vi en mi, que solo pensaba en modelitos y en tratamientos de belleza. Para ser una persona vanidosa, lo que tienes que hacer es no pensar en el resto de la humanidad, sino solo en ti. Ahora me daba cuenta, lejos, muy lejos de Brad y quienes podian haber sido unos amigos excepcionales, de que mi vida habia sido un puto desastre. Me martirizaba pensandolo una y otra vez. Aquella manana de lunes no sali de casa. Llovia. Aproveche para quedarme en la cama. Pensaba en montar algun negocio o en buscar trabajo para deshacerme de esa vida de excesos y pereza continuada que siempre habia llevado. Queria ser otra mujer. Mi separacion de Brad habia sido un punto de inflexion en mi vida. Que el hermano del que podia haber sido el hombre de mi vida hubiese sido atropellado, asesinado, por James, me ponia enferma. Estaba a punto de enloquecer. Quiza, lo unico positivo que habia detras de aquella tragedia es que yo podia renegar de mi pasado turbio y comenzar desde cero. Debia poner tierra de por medio. No desayune. Me levante a mediodia y me duche. No tenia ganas de meterme nada en el estomago aquel lunes. Ademas, no sabia cocinar nada. Solo habia comprado latas y platos precocinados desde que me instalara alli. Y aquello todavia me hacia menos apetecible acercarme a la nevera o a la encimera. Me prepare un te y estuve mirando por la ventana. Una pequena plaza con una diminuta arboleda era el paisaje que contemplaba desde mi salon, todo un lujo en aquella ciudad donde la neblina y una llovizna intermitente desdibujaban las fachadas de las casas que me rodeaban. ?Tenia miedo? Si, lo llamare miedo. Tenia miedo, no a comenzar, sino a recordar. Cada vez que recordara, sentiria el temblor, la nostalgia, la ausencia de Brad y de lo que podia haber sido el inicio de una vida feliz. Tenia miedo a tantas cosas. Ni siquiera tenia a Marlene ayudando en casa. No tenia a nadie con quien hablar, con quien desahogarme. Me ahogaba, pero era un castigo que merecia, maldita sea. Pese a la fina lluvia, decidi salir a dar una vuelta por la ciudad. Cuando una viaja por tantos lugares del mundo y duerme en los hoteles mas caros, termina por no darle importancia a las ciudades que visita. Lo que cambia un lugar es tu punto de vista, tu estado de animo, la compania. Yo siempre habia viajado sola o con James. Ahora me daba cuenta de que, si Brad estuviese a mi lado, Dublin me pareceria una ciudad maravillosa, pero ahora era otra de esas ciudades europeas que habia visitado sin que me emocionara significativamente. Me puse ropa deportiva. Queria pasar desapercibida. No queria que nadie se fijara en mi cuerpo, en mi rostro. Alli no era conocida. De hecho, no era conocida en ningun lugar delmundo, salvo por mi apellido McRay. Yo llevaba la sombra de mi padre alla donde fuese y eso era un estigma con el que James y yo debiamos cargar. Camine durante un largo rato por Grafton Street y curiosamente algo hizo que me detuviera delante de un escaparate. No tenia ganas de llenar mi nuevo armario con ropa cara. No me apetecia nada ir de compras. ?Donde me detuve? Fue delante de una libreria. No habia reparado en ella pese a haber pasado por aquel lugar decenas de veces las ultimas semanas. De nuevo fue un libro sobre pajaros la que me atrajo la atencion. Sin pensarmelo dos veces, entre. Compraria aquel libro donde una preciosa gaviota suspendida en el aire aparecia en la portada. Se trataba de un ensayo del prestigioso biologo Trevor Jones. Entre sin pensarmelo dos veces. Una anciana amable regentaba aquella pequena libreria. Me sonrio. Estuve hojeando diversos libros y algunos albumes infantiles que tenian unas ilustraciones preciosas. Aunque nunca habia sido proclive a leer, salvo esos libros sobre aves, decidi que no me vendria nada mal hacerme con una pequena biblioteca en casa. Seguramente contribuiria a darle un caracter mas acogedor y romperia con esa fria atmosfera que ahora tenia en su interior. Mientras me hacia con unos cuantos libros, entre ellos, ese ensayo sobre aves, alguien cruzo el umbral de la puerta de entrada, alguien que desperto mi curiosidad. Era un hombre que, seguramente, rondaba los cuarenta anos. No era un jovenzuelo, pero se notaba que se cuidaba muy bien. Su porte atletico y una mirada seductora enseguida hicieron que bajara la mirada. Me estaba poniendo muy nerviosa. ?Como podia sucederme eso? No sabia como reaccionar o comportarme. El magnetismo que despedia aquel hombre, cuya madurez y seguridad se notaban en su voz al hablar con la dependienta y en la eleccion de un traje gris, estaba en sintonia con esa actitud varonil que destilaba con cada gesto. Como lalibreria no era muy grande, enseguida se percato de mi presencia. Que idiota era. Estaba ante un tipo muy interesante y yo llevaba un chandal y unas zapatillas de deporte. Sin embargo,mi rostro estaba ahi, frente al suyo, en esa distancia justa y prudente en que dos personas pueden mirarse detenidamente sin que ninguno de ellos se sienta intimidada. Y eso hizo el. Fijarse en mi. Y yo me sonroje. Tenia claroque, a estas alturas, yo no creia en los flechazos y en nada parecido a enamorarse a primera vista. Si alguna vez experimente algo parecido a eso, fue con Brad. Pero creo que, a estas alturas, no me sentia capacitada para volver a experimentar algo asi. Pero he de confesar que la aparicion de aquel hombre en la libreria hizo que, por unos momentos, me olvidara de todo lo que habia sucedido en Manhattan, de todo lo que habia dejado alli. Imaginaba continuamente a Brad, aniquilado al saber que yo, a la que habia amado salvajemente, era la hermana de su mayor enemigo. Con atrevimiento y, sin saber por que, me dirigi al mostrador para pagar mis libros. El hombre habia comprado una antologia de cuentos orientales que la dependienta estaba envolviendo pacientemente. Estaba claro que era un libro para regalar. Al acercarme, senti su fragancia oscura y penetrante. Tenia gusto al elegir el perfume como habia tenido al elegir su indumentaria. Un corte de pelo refinado y algunas canas le daban un aire misterioso. Si me preguntais si me acordaba de Brad en aquel momento, os dire que no lo habia olvidado. Que aquel chico al que James habia destrozado su vida seguia en mi corazon y el hecho de que yo me hubiese trasladado a Dublin a vivir era la prueba fehaciente de lo que estaba diciendo. Pero la presencia de aquel hombre me tenia cautivada. En otro tiempo, ni siquiera lo hubiera mirado. Pero ahora que habia descendido al reino de los mortales, me encantaba recrearme en la belleza de la gente corriente. Habia escarmentado. Estaba harta de aquellas falsas amistades en los circulos de mi hermano y en esos ligues de una noche donde no habia ninguna diferencia entre un consolador y aquellos chicos de portada de revista. Fingi que no estaba interesada por la curiosa eleccion de aquella antologia de cuentos, pero el, sin embargo, no pudo evitar comentar algo sobre el libro que habia elegido. --No sabia que a alguien le pudiese interesar ese trabajo sobre aves -- manifesto con una voz suave y tersa. --Si. Me encanta leer sobre pajaros. --?Quien me iba a decir que una joven tan hermosa tendria esos gustos tan peculiares? --?A que se refiere con "peculiares"? -- pregunte seria, tratando de seguirle el juego. --No me malinterprete, senorita. Conozco al autor. --?De verdad? -- volvi a preguntar. --Si, ademas, es un tipo extraordinario. --No he leido ningun libro de el, solamente algunos articulos que ha ido publicando en Internet --dije con tono apagado. --No le va a defraudar si le gusta el apasionante mundo de los pajaros -- dijo el esbozando una leve sonrisa. --No se si se esta burlando de mi. --No me estoy burlando. Simplemente me encanta saber que hay personas que sienten pasion por estos temas. ?Es usted biologa? --Bueno, algo parecido -- menti con un tono enigmatico. El hombre volvio a sonreir y sus ojos parecian que querian leer algo en los mios. No sabia comointerpretar aquellas palabras y aquel tono que, aunque natural y espontaneo, no dejaba de tener un halo de seduccion.

  • 42 trozos de amor y pasion de Deborah F. Munoz

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    Adolescentes en su primera cita por la feria, nobles a punto de casarse, Cupidos, institutrices, oficinistas lujuriosas o modelos masculinos sufridores: todos ellos, y muchos mas, son los protagonistas de estos relatos que Deborah F. Munoz escribio entre 2008 y 2017. Algunos son mas tiernos, otros mas sorprendentes y unos cuantos son fantasiosos. Lo unico que tienen en comun, aparte de una autora que no cree en los romances tipicos, es que en todos el amor o la pasion estan muy presentes.

  • La virtud de la noche de Diana Jimenez

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    Jade pensaba que se encontraba a salvo del acecho del pecado y lo que implicaba pecar, creyo que admirandolo de lejos seria inofensivo. Un giro inesperado convierte su vida aburrida y ordinaria en un suspenso creciente, conoce un mundo inexistente para el resto del mundo, y conoce de cerca al pecado. Sabia que tocar el fuego la quemaria, y ella decidio dejarse consumir, al borde de perderse para siempre. La primera mirada en el espejo en la manana puede reflejar un recuerdo de pecado de la noche anterior.

  • El laberinto de los estimulos de Adam Foulds

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    Basado en hechos reales ocurridos en Epping Forest, en las afueras de Londres, alrededor de 1840, El laberinto de los estimulos se centra en la primera encarcelacion del gran poeta de la naturaleza John Clare. Despues de anos luchando contra el alcohol y la depresion, Clare se encuentra en el manicomio High Beach. Al mismo tiempo, otro poeta, el joven Alfred Tennyson, se enreda en la vida y los esquemas catastroficos del propietario del manicomio, el peculiar y carismatico Dr. Matthew Allen. Para John Clare, un hombre que crecio sumido en las libertades y las exaltaciones de la naturaleza, que penso que “el borde del mundo quedaba a un dia de camino”, una puerta cerrada es una especie de muerte.

  • Sombra infernal de Raul Garbantes

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    Thomas Tanner es un mercenario que esta por retirarse de su agitada vida, pero todo cambia cuando recibe un ataque que arrasa con todo su departamento y se lleva la vida de su novia, Sandra. Thomas decide ir tras la persona que estuvo detras de este incidente y en el camino descubrira cosas que nunca imaginaria. Adentrate en este nuevo apasionante thriller de Raul Garbantes

  • La nueva condesa de Brandbury Hall (Bilogia Aprendiendo a amar 2), Anne Marie Warren de Anne Marie Warren

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  • Decir no no basta de Naomi Klein

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  • ?Seria mi novia, senorita? (Mi senorita 1), Javiera Bielefeldt de Javiera Bielefeldt

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    Ashlee es una joven mujer, la cual al terminar sus estudios, debe hacerse cargo de la economia familiar, tras ser diagnosticada la leucemia que padece su hermana.
    Lleva dos anos trabajando para Christopher Adams, dueno de una emergente y prestigiosa empresa de marketing.
    Una movida inesperada de un cliente, hara que Christopher haga una mas inesperada propuesta a Ashlee.
    ?Seran capaces de diferenciar la ficcion de la realidad? ?O se rendiran a aquello que esta destinado a ser?

  • Los melodramas de una rubia desgraciada de Nuria Losilla Subires

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    Mi nombre es Charlotte Katherine Fausser. Tengo 28 anos, salud, trabajo, novio y el mejor amigo de la mujer: un hombre irremediablemente gay. Hasta aqui todo parece perfecto, ?verdad? La vida perfecta, trabajo perfecto, pelo perfecto... Pues no. Soy una desgraciada, mi vida es un drama y, en consecuencia, soy una Drama Queen. Por si todo esto no fuera suficiente, el universo planeaba mi muerte de la forma mas cruel e inoportuna posible, pero eso yo aun no lo sabia. Pensareis que soy una exagerada, pero no es asi. Bueno... Quizas un poco, pero solo cuando tengo la regla... y cuando me tiene que venir. A veces incluso unas semanas despues... Yo me lo tomo como un entrenamiento emocional para que mi mente no se desacostumbre. El caso es que soy una desgraciada, si bien pueda parecer que tenga una vida de ensueno. La Barbie rubia, guapa y triunfadora acompanada de su mejor amigo guapo y triunfador, el Ken. Barbie y Ken, inseparables. Perfecto, ?no? !Pues no! Porque mi Ken tambien es una desgraciada, asi que el drama se multiplica. Hasta el 2018 yo no era una desdichada... Al menos, no tanto. Sufria las desgracias justas de los dramas primermundistas, pero fue salir del 2018, mi fabuloso ano 2018, y todo se torcio. Maldito 2019, !destruyo mi vida por completo! Os pondre en contexto para que me entendais. El que fue el mejor ano de mi vida termino sin yo saberlo tras las doce campanadas. El ano que resumia todos mis exitos y cumplio todos mis propositos: el trabajo perrrrfecto en la agencia de marketing y publicidad Perfect. Ironico, ?verdad? Dinero, centro de Londres, viajes por todo el mundo desde Dubai a Miami, lujos, gastos pagados, un Paul y un Markus. !Lo tenia todo! Un atico en el centro de Londres (!era lo mas!) y cerca de lo mas importante de Londres, el Soho. Y, por ultimo, pero no menos importante, el mejor companero de piso y de vida: mi gato Foffy. En mi familia siempre ha habido perros, pero los gatos son mejores, y yo tenia el mejor gato del mundo. Hasta se parecia a mi cuando se ponia borde. ?No os parece adorable? Asi era mi vida: perfecta, divina y fantastica. Las probabilidades de sentir envidia ahora mismo son altas, y no te culpo, pero en cuanto sigas leyendo un poco mas lo que sentiras sera pena por mi. Desgraciadamente el perfecto 2018 termino, llego el odioso 2019 y, bum, sin saberlo, adios a mi ano perfecto. !Au revoir, vida perfecta! No pude saber que el 2019 seria horrible solo por el primer dia porque empezar, empezo muy bien. Comenzo como un ano cualquiera, de fiesta. Club de moda, fiesta de lujo, cocteles, bares, conocidos y desconocidos... Era como un fin de semana cualquiera, pero con mas gente, mas ambiente y mas alcohol. Lastima que me cruzara con el indeseable de Max. Si ese engreido no hubiera aparecido, habria sido la noche perfecta. Una noche fantastica, divertida e inolvidable si no fuera por el alcohol. Empezo muy bien, pero habia un problema; era 2019 y, por lo visto, el universo decidio que una pobrecita persona normal y corriente como yo no podia permitirse el lujo de ser feliz dos anos seguidos. Eso explicaria el encontronazo con Max y el castanazo de despues. Era un companero de trabajo que me atormentaba la existencia con su mera y embriagadora presencia. Con unos ojos verdes que resaltaban en su tez oscura, el rapado impecable y una sonrisa de anuncio. En resumidas cuentas: un Doctor Jackson Avery de Anatomia de Grey, pero en capullo. Ese tio lo tenia todo y, en concreto, tenia el don de la oportunidad, apareciendo justo a tiempo para ver con esos ojazos como me caia por las escaleras al salir del club, tras lo cual recuerdo a mi mejor amigo Paul meandose de la risa cogido a la barandilla para no caerse, un monton de tipos ayudandome a levantarme y la risilla soberbia de Max al otro lado. Tambien recuerdo el moreton de mi rodilla. Una entrada al nuevo ano bastante normal en mi. Sin embargo, ese no fue el dia en que mi vida empezo a desmoronarse. Recuerdo el momento exacto en el que mi vida, tal y como la conocia, murio: fue el 17 de enero de 2019 a las 11:58 horas. Entonces me converti oficialmente en la chica rubia mas desgraciada de Londres. Capitulo 2 El peor dia de mi vida Aun tengo ese dia grabado a fuego en mi mente, 17 de enero de 2019 a las 11:58 horas. Eran las rebajas. A las 8 de la manana estaba disfrutando de mi desayuno repleto de energia y nutrientes: tortitas de avena con chocolate 0 % en compania de mi queridisimo Paul. Si, mi Ken, mi mejor amigo gay que hacia apenas unos dias se estaba riendo de mi por caerme. No lo culpeis; yo tambien lo hago continuamente. Ademas, por cada una de mis caidas, el sufria tres. Se caia de las tarimas, en los banos y tambien por las escaleras, pero siempre se levantaba rapido para huir del lugar antes de darle la oportunidad a los demas de reirse o ayudarlo. Muy digno. Desde luego Paul no pasaba desapercibido. Era tres centimetros mas alto que yo, es decir, media un metro ochenta y tres centimetros para ser exactos. Ojos azules, tupe negro y pomulos y culo perfectos. Todo un Can Yaman. Amigo, confidente y estilista. Planeamos minuciosamente cada detalle del plan de rebajas para aquel dia: donde parar a comer, que comprar, donde quemar nuestras tarjetas de credito... Lo tipico. Y asi avanzaba la manana de compras en Irregular Choice, Nico Didonna y obviamente, la que no podia faltar, Victoria's Secret, tienda que se convirtio en mi condena sin yo saberlo. Mi mision en aquel lugar era muy clara. Me iba de fin de semana con Markus, asi que necesitaba algo nuevo. Algo que no hubiera visto y que lo dejara sin palabras pero que a la vez le vinieran tantas a la cabeza que no supiera que decir. Y Paul era un experto en encontrar ese tipo de cosas, asi que mientras el estaba enfrascado en aquella ardua tarea yo recibia un mensaje: De Alice: Hoy es el cumple de mama. !Llamala! Estaba tan feliz y tan despreocupada que no me habia parado a pensar en ello. Yo quiero a mi madre, mucho, pero mas y mejor en la distancia; no se si me entendeis. De todos modos, no aprueban mucho mi estilo de vida exitoso y contemporaneo, asi que era mejor limitar las conversaciones para no acabar discutiendo. Alice sabia que se me pasaria y, si no lo hacia de inmediato, yo sabia que tambien, aunque me olvidara a proposito, asi que la llame. Y ese fue mi error, llamarla en mitad de la tienda a la vista de todos, para que todos supieran cuales eran mis movimientos exactos al sacar y guardar el movil. Esa puta llamada fue mi condena porque, cuando llegue a caja para pagar, me di cuenta de que mi movil NO estaba alli. Ni rastro de el: ni en el bolso, ni en los bolsillos, ni en las estanterias de Victoria's Secret donde habia estado hurgando. !Alguna maldita zorra de manos largas me lo habia robado! Ni quince minutos tardo aquella mala pecora en arrebatarme mi vida. Quince minutos de despiste y un segundo para convertirme en la desgraciada mas absoluta del mundo. Procure no sacar conclusiones precipitadas. --Paul, llamame --le exigi y Paul rapidamente pulso el boton de llamada. --El telefono al que llama esta apagado o fuera de cobertura --se escucho. --!AAAAAH! --Aquel grito debieron de escucharlo incluso en Hong Kong--. !Mentira! Mi movil jamas esta apagado. No puedo apagarlo. Imposible. Ese telefono tiene que estar activo 24 horas al dia los 7 dias de la semana. No puede apagarse --Estaba histerica, maldiciendo todo lo posible para mis adentros y actuando como una loca en medio de una tienda delante de mi mejor amigo. Habia perdido los estribos--. Ademas, no me se el pin, no puedo apagarlo --dije mas sosegada tras sacar mi furia e histeria exponiendo el unico y verdadero motivo por el que nunca podia apagar el movil. Ese fue el dia de mi muerte. El inicio de la decadencia. Ese movil era mi vida entera, mi trabajo, mi ocio, mi adiccion. Mi vida, agenda y contactos estaban en ese telefono. Ademas de Instagram, y todo ese tipo de aplicaciones superficiales que son de vital importancia para mi. --?Puedo llamar a mi hermana? --pregunte a Paul. Ya sabia que no tenia ni que preguntarselo, asi que no tardo en alargar el brazo con el numero de Alice. Tenia que bloquear y formatear ese telefono ipso facto. Le indique a Alice todos los pasos que debia seguir para bloquearlo y borrar todos los datos antes de que destruyeran aun mas mi vida. No podia arriesgarme a que tambien me la robaran si con arruinarla y destrozarla no tenian suficiente. !Que drama de dia! Al final irme de rebajas me salio carisimo, no solo por lo del telefono, sino porque casi todo lo que me compre era de nueva temporada. Ya era oficial que el dia era una mierda y no iba a mejorar, pero ?en serio hacia falta que empeorara? Al final tuvimos que detener nuestro plan de rebajas despues de entrar a solo tres tiendas y acabar en la policia. Necesitaba encontrar la caja del movil, necesitaba los datos que contenia para poder denunciar. ?Alguna vez os habeis mudado? Por si alguien dice que no, os dire que es una putada. Cuando te mudas, descubres que tienes mas cosas de las que necesitas y mas de las que te caben. Sin embargo, te lo llevas todo y amontonas aun mas mierda. El hecho de tener que buscar algo como una caja diminuta de un aparato electronico de hace unos cuatro anos se convirtio en algo bastante jodido. Y alli estabamos, rebuscando todo lo habido y por haber en busca de la condenada caja. --Yo no he pedido un dia libre para esto --murmure. Entonces recorde que tambien tendria que alertar al operador de la compania para hacer oficial la conversion de mi movil en un pisapapeles electronico. Un pisapapeles electronico con mucho estilo y muy caro. Ademas de congelar el contrato por si se les ocurria robarme algun minuto de llamada o los datos, aunque eso ultimo era mas improbable. De media, el dia 3 de cada mes, ya no me quedaban datos. Esa era una de mis desgracias primermundistas a las que me referia al principio de todo. Una desgracia continua con la que podia vivir, como todo el mundo, pero una cosa es sobrevivir mendigando wifi y otra muy distinta era sobrevivir sin movil. Paul era una de mis mayores suertes. No solo encontro la caja en el rincon mas recondito de un armario, sino que tambien me acompano a la policia para que la espera se me hiciera lo menos insufrible posible.

  • Siempre han hablado por nosotras de Najat El Hachmi

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    Si digo feminismo digo libertad. No la libertad de elegir, no la libertad de consumir, no la que consiste en ponerse delante de una estanteria llena de opciones y decantarse por una cualquiera, la que sea, implique lo que implique. No, cuando digo feminismo, cuando digo libertad, me refiero a vivir sin que me releguen a un segundo plano, sin que mi existencia, mi opinion, mi placer y mi dolor valgan menos que la existencia, la opinion, el placer y el dolor de mis hermanos hombres. Cuando digo libertad digo dignidad, me refiero a dejar de sentirme encerrada en la cocina, en casa, en la familia, en la religion o en la tribu. Sacudirme de encima las incontables mordazas, leyes del silencio y normas ancestrales que me limitan, que hacen que mi existencia sea infinitamente mas limitada de lo que podria ser, que me relegan, una y otra vez, a ocupar un lugar sin valor, sin importancia. Por eso feminismo, libertad, nunca sera elegir la sumision, la discriminacion, un orden natural segun el cual he de resignarme a ser un sucedaneo. Feminismo no es amoldarse a una libertad vigilada por las estructuras de la sociedad, cultura o religion de pertenencia ni rendirse a los pretextos que se alegan cuando levanto la voz para denunciar, o tan solo mencionar, la discriminacion. Hoy por hoy, necesito reiterar la reivindicacion de siempre, y no porque esta haya cambiado, sino porque lo han hecho las estrategias de quienes, pretendiendo silenciarnos, han dotado al machismo de nuevas formas, nuevas teorias, retoricas y discursos cautivadores. Sin embargo, y a pesar de su falsa apariencia, todas van a parar al mismo lugar de siempre: la perpetuacion del antiguo orden, que antes se consideraba natural, segun el cual no solo aceptamos la sumision, sino que la defendemos como rasgo identitario, cultural y religioso. En las paginas siguientes explicare el machismo concreto del que provengo y de que manera se ha ido transformando en teorias aparentemente feministas. Es decir, explicare lo que es y siempre ha sido obvio para volver a desmontar, todas las veces que haga falta, este nuevo envoltorio con el que pretenden vendernos las normas rancias del patriarcado. Volvere a decir feminismo para seguir defendiendo una libertad completa, sin restricciones ni sometida a vigilancia. Alzar la voz, el paso mas dificil Todavia hoy, cuando escribo para opinar sobre temas relacionados con mi origen, con mi condicion de hija de una familia musulmana marroqui, me tiemblan las manos, tecleo con miedo de ser castigada, una vez mas, por romper el silencio que me han impuesto desde pequena. Se que puede parecer extrano porque llevo anos abordando estos temas tanto en el ambiente protegido de la ficcion como en charlas, entrevistas, articulos de opinion y conversaciones privadas; de hecho, suelen decirme que soy valiente al hacerlo, pero eso no significa que no tuviera miedo la primera vez que escribi sobre lo que no se podia decir y que no lo tenga cada vez que vuelvo a tocar el tema de la violencia, la opresion y la injusticia en la que creci y en la que crecieron las mujeres a las que mas he querido. No hablo de estos temas con la intencion de hacerme la valiente, lo hago para sobrevivir. Durante muchos anos, la escritura fue el unico instrumento que tuve a mi alcance para no sucumbir del todo, para no rendirme a los embates del machismo. Todavia no he podido quitarme de encima la sensacion de que estoy quebrantando alguna norma cuando rompo el silencio que me impuso la ley del padre. No hables de eso, no lo cuentes, no comentes segun que cosas y que maneras de concebir la condicion de la mujer. Este mutismo es uno de los pilares fundamentales de la educacion que hemos recibido de manera constante a lo largo de toda la vida. Aunque parezca mentira porque vivimos en una sociedad moderna, occidental y democratica en la que la igualdad de derechos es una realidad legal y existe una conciencia feminista creciente, a las mujeres como nosotras (hijas de la inmigracion musulmana) todavia nos cuesta Dios y ayuda levantar la voz en la esfera publica para denunciar el machismo en el que hemos crecido. Nuestro miedo no es infundado: el temor a ser rechazadas, expulsadas de nuestro grupo de origen, esta mas que justificado. Si alguna de nosotras se atreve a levantar la voz para denunciar el sistema ferozmente discriminatorio en el que hemos vivido y hacer un memorial de agravios tanto de nuestras vidas como de las vidas de las mujeres con las que hemos convivido, sabe con certeza que la reaccion mas probable sera la expulsion sumaria, con mayor motivo si se tocan temas tan delicados como la sexualidad o la religion. Si el mero hecho de pedir la palabra para expresar -- o hacer constar, tan solo-- todas las injusticias que las mujeres hemos sufrido se considera un acto subversivo de por si, para los nuestros ese atrevimiento esta visto como una traicion a la familia, a la tribu, a la patria y, sobre todo, al islam. Armarse de valor para denunciar publicamente cuales son los mecanismos que nos han relegado a la condicion de ciudadanas de segunda, despues de haber tomado distancia para identificarlos, es una rebelion intolerable que merece todos los castigos terrenales y divinos. Estaba acostumbrada a sentir esa presion por parte de los que todavia creen que la lealtad al propio origen esta por encima de cualquier otra consideracion, que el islam es la religion verdadera y que por eso debe defenderse de un ambiente hostil. Ya me habia habituado a las criticas de los que querian que el orden establecido permaneciera inalterado. No me sorprendian sus criticas ni los sermones histericos de los barbudos que clamaban contra la liberacion de las mujeres. Pero no estaba preparada para el escenario actual en que las chicas mas jovenes, en vez de unirse a la lucha contra el machismo imperante, se suman al adoctrinamiento religioso, se apuntan a las versiones reaccionarias que quieren frenar el progreso de las mujeres y alzan la voz para defender, en nombre de la pertenencia identitaria y del esencialismo religioso, esos elementos objetivamente nefastos para nuestra dignidad. Y por si fuera poco, los imanes desde las mezquitas y las hijas alienadas en las redes sociales no son los unicos que nos instan para que asumamos la condicion de subalternas, sino tambien la izquierda, que de un tiempo a esta parte ha caido en la trampa del relativismo cultural y ha empezado a reivindicar acriticamente todo aquello de lo que hemos huido y por lo que hemos pagado un precio altisimo. Lei libros feministas durante anos y nunca se me ocurrio pensar que las ideas que contenian no eran para mi. Devore a autoras a las que ahora tachan de occidentales, de blancas, y a otras de mi misma procedencia --otra vinculacion que tambien esta llena de trampas, puesto que si lo que se impone a la hora de defender una posicion determinada es lo que somos y no lo que decimos, yo me veria obligada a descartar la obra de una burguesa como Fatima Mernissi, que guarda poca relacion con el mundo rural y empobrecido del que provengo-- para intentar comprender como resolvian el malestar que, como mujer, yo misma habia experimentado. Nunca pense que aquellas ideas eran exclusivas de algunas mujeres y que no se podian aplicar a las que procedemos de otras culturas o religiones. Sin embargo, resulta que ahora en las entrevistas me preguntan si de verdad soy feminista viniendo de un pais no occidental y habiendo nacido dentro del islam, como si de repente se hubiera impuesto una separacion entre las mujeres a la hora de hablar de feminismo. <>, me preguntan, <> Miro a mis interlocutores y tengo la impresion de que estoy fallando en algo, de que deberia anadir un adjetivo a mi posicion para matizar y explicar cual es mi feminismo. Hasta ahora no se me habia ocurrido. Siempre que decia feminismo, siempre que decia machismo, creia que me estaba refiriendo a todas las mujeres, tenia plena conciencia de que la vulneracion de nuestros derechos es un fenomeno universal contra el que hay que luchar desde cada una de las esferas en que nos movemos. Como escritora debo luchar contra las interpretaciones machistas de las obras escritas por mujeres, denunciar nuestra invisibilidad y senalar la escasa presencia de las mujeres en los medios de comunicacion, organos de poder del mundo de la cultura, debo denunciar sin tregua todo lo que me condiciona y no condiciona a mis companeros varones, no debo olvidar que si el machismo se perpetua y el feminismo tiene que ser explicado una y otra vez, como si cada generacion empezara de nuevo, se debe, en parte, a que en las plataformas mas influyentes de difusion del pensamiento todavia impera, de forma mas o menos explicita, el antiguo orden discriminatorio. Como trabajadora en una fabrica, mis preocupaciones no tenian nada que ver con las que tengo como escritora, pero la raiz profunda de ambas es la misma. Como trabajadora tuve que defenderme del acoso sexual en el ambito laboral, descubri que las limpiadoras cobrabamos menos que nuestros companeros por el mismo trabajo, vi con mis propios ojos que existia un sistema expresamente establecido para impedir el ascenso de las mujeres, y como los hombres entraban directamente de encargados mientras que nosotras seguiamos siendo trabajadoras de base sin ninguna oportunidad de ascenso. A pesar de que en nuestros carnets de identidad constaban nacionalidades diferentes, las mujeres descubrimos, en la fabrica, que nunca habiamos sido tan iguales. En pareja tuve que sortear los intentos de controlar mi libertad en nombre del amor, tuve que velar por mi propia sexualidad, tuve que reivindicar el valor de mi trabajo y la distribucion de las tareas domesticas.

  • El Guardian de las Auras Verdes de Isabel M Almagro

    https://gigalibros.com/el-guardian-de-las-auras-verdes.html

    El equilibrio se rige por la hegemonia de las auras verdes que habitan en nuestro planeta. Durante milenios, la oscuridad asolo el universo, mucho antes de ser creada la raza humana. El Sol, fue ensombrecido por las tinieblas y perpetuo el silencio. Un dia, consiguio despertar de su letargo y creo a su hijo, Helios, el primer guardian de nuestra era. Uno tras otro, los guardianes protegieron con su vida la continuidad de las auras, pero el mal siempre habitara en los corazones de los humanos, siempre regresa.

  • El dilema de Espana de Luis Garicano

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    Espana se enfrenta, en los proximos anos, a una encrucijada historica. Por un lado, se le presenta un camino aparentemente facil, el del estatismo y el populismo, la via hispana al subdesarrollo seguida por Venezuela y por Argentina, por la que Espana siempre se ha visto tentada. Por el otro, esta una senda que exige cambios importantes a corto plazo, pero que puede hacer que la economia y la sociedad sean mas productivas.
    Elegir el segundo camino supone llevar a cabo reformas al menos en tres areas prioritarias: la educacion, para que sea menos memoristica y se centre mas en los aspectos analiticos; las instituciones economicas, para asegurar un mercado mucho mas transparente, y las instituciones politicas, para incrementar la calidad de nuestras elites y que de verdad rindan
    cuentas ante los ciudadanos.
    En este libro, el economista y catedratico de la London School of Economics Luis Garicano apuesta decididamente por esta segunda via, basada en la inversion en capital humano, la reforma en profundidad del Estado y de la justicia, y el obligado cumplimiento de las normas, y propone una vision realizable de lo que Espana tiene que hacer para salir del marasmo en el que se encuentra.

  • La secretaria del jeque de Brenna Day

    https://gigalibros.com/la-secretaria-del-jeque.html

    Ella jamas imagino ESO de su jefe…