• libro la broma infinita - Anne Holt

    https://gigalibros.com/la-broma-hanne-wilhelmsen-5.html

    Hanne Wilhelmsen nacio en 1960. O una fecha cercana. Resulta bastante dificil saber algo con certeza acerca de la discapacitada de mediana edad que vive ahora en la lujosa zona oeste de Oslo, en un exilio interior autoimpuesto. Cuando el lector conocio a Hanne Wilhelmsen, a principios de los anos noventa, era una atractiva mujer de treinta y tantos que, a pesar de sus reticencias, gozaba de cierta popularidad entre sus colegas. Sus notables habilidades deductivas y su intuicion, asi como su elegante capacidad para forzar al maximo las normas y reglas sin infringirlas, hicieron de ella la mujer policia mas respetada y admirada del cuerpo de policia de Oslo. La investigadora huye de la ciudad. Escapa de la pena y el dolor, y se ve obligada a enfrentarse a la persona solitaria que es en realidad. Viaja a Italia, donde se aloja en un monasterio de ambiente espartano y contemplativo donde permanece varios meses. Nadie en Noruega conoce su paradero ni tiene noticias suyas. Esta es la historia crucial de Hanne Wilhelmsen, en la que se despliega una conspiracion espectacular. Todo comienza con un brutal asesinato en la residencia de un importante abogado. Wilhelmsen se involucra en la investigacion, que la llevara a un siniestro circulo pedofilo. Al mismo tiempo, su vida personal se vera salvajemente alterada cuando su companera de toda la vida, Cecilie, afronte la muerte... Esta quinta entrega de <> es la novela mas compleja de la serie, en la que se despliega una de las conspiraciones mas espectaculares.

  • LA BROMA INFINITA | DAVID FOSTER WALLACE - Casa del ...

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  • La broma infinita - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/La_broma_infinita

    La broma infinita (en inglés: Infinite Jest) es la segunda novela del escritor ... El libro fue posteriormente editado por Michael Pietsch de la editorial ...

  • la broma infinita - wallace, david foster - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/la-broma-infinita_279238

    Una novela crítica, divertida y reflexiva sobre la adicción, el consumismo y la soledad de la sociedad norteamericana, escrita con gran sabiduría y sentido ...

  • LA BROMA INFINITA - WALLACE DAVID FOSTER

    http://quelibroleo.com/la-broma-infinita

    Ningún libro que haya leído me ha traído más de cabeza, no solo por el desafío que supone leer una novela que trata temas a nivel de erudición absoluta, las ...

  • “La broma infinita' es un intento de entender la tristeza ...

    https://elpais.com/cultura/2018/09/11/actualidad/1536667137_005395.html

    12 sept 2018 — Esta entrevista a David Foster Wallace aparece en el libro Walt Whitman ya no vive aquí. Ensayos sobre literatura norteamerica, de Eduardo Lago, ...

  • La broma infinita | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/economia-politica-y-actualidad/36966-libro-la-broma-infinita-9788439732020

    Una novela crítica, divertida y reflexiva sobre la adicción, el consumismo y la soledad de la sociedad norteamericana, escrita con gran sabiduría y sentido ...

  • David Foster Wallace: La broma infinita - Libros Prohibidos

    https://libros-prohibidos.com/david-foster-wallace-la-broma-infinita/

    En este párrafo suelo situar la sinopsis de los libros que reseño, así que con La broma infinita no voy a hacer una excepción: érase una vez un libraco ...

  • LA BROMA INFINITA - DAVID FOSTER WALLACE - Agapea

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  • Reseña de La broma infinita de David Foster Wallace

    https://leeresvivirdosveces.com/2019/07/14/resena-de-la-broma-infinita-de-david-foster-wallace/

    14 jul 2019 — Una auténtica maravilla retorcida, oscura e indeleble en la memoria del lector Viva el verano y los libros. Hay otras combinaciones como ...

  • La ultima Sibila de Isabel Abenia

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  • Corazon sin control de Lori Foster

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    Segundo de la saga. Morgan Hudson se habia ganado el respeto del pueblo por ser el sheriff mas duro de Buckhorn. Por eso era tan increible que una menuda chica de ciudad le hubiera hecho perder el control. Misty Malone resultaba exasperante y Morgan deseaba que se marchase cuanto antes… Pero entonces descubrio el verdadero motivo por el que estaba alli.Misty Malone habia pensado buscar refugio junto a su hermana, que acababa de casarse con uno de los atractivos hermanos de Morgan. Todos los hermanos la trataban como una reina… todos menos uno. Morgan la consideraba una especie de mujer fatal dispuesta a seducir a todos los hombres. Pero eso era lo ultimo en lo que Misty pensaria en ese momento. Para ella lo primero era el bebe que esperaba sin que nadie lo supiera…

  • Insufrible amor de Sophie Saint Rose

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    Marion necesita un trabajo nuevo pero antes de volver a servir hamburguesas y aguantar a los clientes prefiere la tranquilidad de limpiar una casa. La tranquilidad y Jack Spencer no tienen nada que ver.

  • La pieza que no encaja, Sara Flamenco de Sara Flamenco

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  • La cocinera de Oak Farm (Oak Hill 3) de Marian Viladrich

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    Tercera entrega de la serie <>, iniciada con La chica de su hermano y Regreso a Oak Hill.

  • La vida es corta y luego te mueres de Enric Pardo

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  • Siente, suena y ama de Marisol Gallardo

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    Lucia llevaba una vida feliz junto a los suyos, ese verano acababa de cumplir diecisiete anos. Una manana alguien llama a su puerta, era Miguel y preguntaba por su padre. A partir del momento en que sus miradas se cruzaron, se hicieron inseparables, dias llenos de ternura, complicidad y amor. Pero un dia, Miguel se subir al primer tren de la manana y desaparecer. Si quieres saber que ocurrio, las claves estan en siente, suena y ama, una novela, donde descubriras a Bea su amiga de la Universidad, Diana, una joven alocada que huye de su pasado y Ariel, una chica mexicana tan especial como sus antepasados. Una historia de amor y lealtad que te cautivara, te hara sonreir, emocionante y sobre todo valorar la verdadera amistad.

  • Juego de Sombras de Aitor Angelats

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    Siguiendo las indicaciones de una desesperada carta de auxilio que ni siquiera lleva su nombre como destinatario, Ted Legentrell, un desconocido cientifico de Domstrool, se ve empujado a embarcarse en el Cillian y atravesar el mar con rumbo a Angra. Al pisar por fin tierra firme, Ted conocera al senor ToddCodge, responsable de tal llamada de socorro. Juntos investigaran una oleada de muertes y desapariciones y se adentraran en un laberinto de pistas desordenadas y desconcertantes, que les conduciran a desenmascarar el nudo de mentiras y sombras que se cierne sobre Cliffdavil.
    Al final de todas las pesquisas, descubriran que tras aquel oscuro cortinaje de misterio siempre estan “ellas”; una sombria incognita vestida de feminidad.

  • Prohibir la manzana y encontrar la serpiente de Un Tio Blanco Hetero

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    El debate sobre la sexualidad y el genero es una de las grandes controversias de nuestro tiempo. Un debate que nos ha obligado a repensar las relaciones con los otros, nuestras ideas politicas y hasta nuestra intimidad. Y, al mismo tiempo, se ha llevado por delante la disidencia razonable, haciendo que el feminismo haya dejado de ser una llamada a la libertad individual para convertirse en un activismo organizado.

  • El Precio De Tu Amor de Vanessa Lorrenz

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    Todas las alarmas de su cuerpo se dispararon al escuchar la voz entrecortada de su madre al telefono, aun no sabia que era lo que pasaba exactamente, solo logro escuchar la palabra: papa y secuestro, !Pero eso no podia estar pasando! Agitada salio de la sala de juntas empujando a cualquiera que se le atravesara en su camino para llegar lo mas pronto posible a casa de sus padres. Pero cuando llego todo habia pasado, en el lapso de unas horas, unas malditas horas a su padre lo habian secuestrado y asesinado, no pidieron rescate, !nada!, solo encontraron su cuerpo dentro de una camioneta, con un impacto de bala. Natalia lloraba desconsolada entre los brazos de su madre, no era posible que, asi sin mas, unos hombres acabaran con la vida de su padre, que siempre fue un hombre excepcional, un marido dedicado a su familia, pero sobre todo un hombre de honor. Estaban hablando con unos agentes de la policia cuando llego a la casa Robert el segundo al mando en la empresa de su padre, estaba tan tranquilo que le dio una rabia inmensa que se lo tomara todo con calma. La razon exacta de su odio por Robert la desconocia, pero era algo que no podia evitar, aunque sabia perfectamente que se estaba mintiendo. Cuando llego a trabajar con su padre, hizo todo lo posible por ir escalando de posicion hasta situarse donde estaba, de un simple arquitecto ahora era la mano derecha de su padre, quien tenia igual poder dentro de la empresa igual que si fuera el dueno. Eso la llenaba de rabia, ella que se mato estudiando para trabajar en la empresa familiar, la relegaron a trabajos sencillos en una planta inferior en el area de administracion, mientras que el hijo predilecto de su padre era Robert; aunque no llevara la sangre de su familia, era para sus padres como un hijo mas. --Robert querido, que desgracia mas grande ha pasado, estamos destrozadas. --dijo su madre en cuanto lo vio entrar por el umbral de la puerta, arrogandose a sus brazos para ser consolada. Su peor enemigo en persona envolvio a su madre en un fuerte abrazo, Robert estaba ahi como siempre, con su uno noventa de estatura, su porte elegante, su cabello negro noche al igual que sus ojos heladores, que en esos instantes la observaban como si ella fuera la culpable de todo, mientras su madre no se percataba de nada, tan sumida en su profundo dolor. !Estupido! --Elena no sabes como lo siento, pero quiero que sepas que aqui estoy para apoyarlas en todo lo que necesiten. --Gracias Robert no sabes como agradezco tu apoyo. --su madre aun sollozaba, limpiandose las lagrimas en un fino panuelo de seda. --En unos momentos me encargare de los preparativos para el funeral de Arturo. --Gracias hijo, en este momento no tengo cabeza para nada. Si me disculpan necesito descansar un momento, voy a mi recamara a recostarme un rato. --Es lo mejor Elena. --dijo el insufrible separandose de su madre, para acompanarla hasta las escaleras de media luna que daban acceso a la parte superior de la casa. -- ?Quieres que te acompane madre? Estas muy alterada. --No hija, mejor te agradeceria que apoyaras en todo a Robert, no quisiera cargarle mucho la mano, con todos los tramites que le esperan. --tal parecia que su madre estaba metida en una neblina de dolor. En cuanto su madre desparecio de la vista de los dos, ella se volvio fulminando con la mirada a Robert. -- ?Se puede saber que te propones? --posiblemente no deberia de actuar de esa manera, pero el simple hecho de que ese hombre no estuviera sufriendo la perdida de si padre la estaba matando. Ella estaba destruida. --No entiendo a tu pregunta Natalia. -- !No te hagas el idiota!, esta claro que sabes a lo que me refiero, ?que ganas con venir a ofrecerte para los tramites?, !soy yo la que tengo que hacer todos los tramites, es mi padre no el tuyo Robert, que se te quede bien granado en la memoria! --grito sin poder evitarlo, reflejando en su tono de voz todo el dolor que sentia por dentro. --Aunque no lo creas nena, Arturo para mi fue como un padre y, su partida me duele igual o mas que a ti. -- ?Por que? ?Por que se te acabo tu reinado en la empresa de papa? --Nunca crei que no tuvieras corazon Nat--dijo usando el diminutivo con el que siempre la fastidiaba, aunque su padre lo usaba para referirse a ella, dicho en los labios de ese hombre era como un golpe en el higado nada mas de escucharlo--, nunca crei que fueras capaz de pensar solo en la empresa cuando a tu padre lo acaban de asesinar. No dejas de sorprenderme. Con estas acciones solo me confirmas que es verdad lo que Arturo decia de ti, unicamente eres una nina caprichosa y mimada que necesita que la bajen de su nube rosa en la que esta subida. Debes salir de ese castillo de algodon princesita. Las palabras de el hicieron que una furia contenida desde anos atras saliera precisamente en ese instante. Sin saber muy bien como lo hizo; le propino una bofetada, que retumbo por toda la casa. Ella odiaba la violencia, de verdad que si, pero ese hombre sacaba lo peor de ella. -- !Nunca en tu maldita vida, te vuelvas a acercar a mi, ni a referirte a mi persona con esas palabras!, sabes, estoy cansada de competir siempre contigo por el aprecio de mi padre y estoy cansada de que siempre ganaras, pero mi padre ya no esta, asi que preparate para lo que viene, porque esta vez no te dejare ganar. Robert tomo su rostro entre sus manos apretandola provocandole dolor por su agarre. O tal vez el dolor era por ver el odio en sus ojos. --Mira ninita consentida, te voy a decir que a mi el que me la hace me la paga, yo que tu no cantaria victoria dulzura, esta --dijo sobandose la mejilla donde lo habia golpeado--me la vas a pagar y muy caro, que tu padre no supiera ponerte limites no quiere decir que los demas vamos dejar que nos domines con tan solo mover un dedo. La solto de pronto haciendo que ella retrocediera, por la fuerza con la que la empujo. -- !Eres un maldito bastardo! !Me oyes, te odio, te odio con todas las fuerzas de mi alma!, espero que desaparezcas de nuestras vidas para siempre. --grito Natalia con todas sus fuerzas, mientras veia a ese hombre darse la vuelta al momento que se acomodaba los botones de la chaqueta de su traje, para despues salir de la estancia riendo a carcajadas. -- !!Ya veremos quien rie al ultimo, estupido bastardo, considerate fuera de la empresa!! porque eso va a pasar en cuanto tome las riendas de la empresa. !Eso te lo juro! --murmuro entre dientes a la puerta cerrada por la que habia desaparecido Robert. En contra de lo que ella queria, Robert fue el encargado de los preparativos del funeral, velaron a su padre dos dias, para darle cristiana sepultura al tercer dia. Su madre estaba sumida en una profunda depresion, no hacia mas que llorar todo el tiempo, pero era comprensible, si a ella le mataran al amor de su vida estaria peor, sin comprenderlo en su mente aparecio la imagen de Robert; pero la desecho al instante, ese estupido engreido tenia las horas contadas dentro de su empresa. Durante la siguiente semana todo fue muy triste para ellas, lo dias pasaban de manera lenta, su madre se pasaba la mayor parte del dia llorando sobre la cama, abrazada a un portarretratos de plata donde se encontraba una foto de los tres en sus navidades pasadas. Ese ano definitivamente todo seria distinto. La vida de hecho ya comenzaba a ser muy distinta sin su padre levantandose temprano por la manana para desayunar con ellas, era cierto que su padre tenia cierta debilidad por Robert, pero siempre profeso un amor incalculable para ella. Pero ahora les tocaba enfrentar el mundo solas. Capitulo 2 La empresa de su padre, era una importante constructora donde prestigiados arquitectos trabajaban disenando todo tipo de construcciones. Natalia se habia especializado en direccion empresarial, no hacia falta un arquitecto mas en la familia, con que el hijo prodigio fuera el mejor en su campo, era mas que suficiente. Tontamente tenia la ilusion de que asi su padre la tomaria mas en cuenta a la hora de asignarle su puesto en la empresa, pero: !oh sorpresa!, se habia equivocado totalmente. Ya que fue delegada a estar en el piso administrativo, luchando a cada paso para poder escalar un peldano dentro de su misma herencia familiar. El regreso a la realidad fue muy doloroso, aunque no tenia otra opcion, necesitaba tomar las riendas de s empresa. En cuanto puso un pie en la constructora miles de recuerdos se agolparon en su mente. Su padre saliendo de ahi, con su impecable traje hecho a medida. Cuando tenian oportunidad de salir juntos; le tomaba de la mano y le decia que ese magnifico imperio era su orgullo y que cuando el faltara todo pasaria a sus manos. Ella siempre le decia que haria cualquier cosa para nunca verlo caer. Robert siempre detras de su padre, le decia que era una empresa tan solida que jamas llegaria a caer. Pero bueno lo mismo habian dicho del titanic y las torres gemelas y las dos ahora estaba destruidas. Camino por los amplio pasillo sin percatarse de la mirada de pena que embargaba a los empleados; su padre siempre fue un jefe consiente de que sus empleados eran lo primero. Estaba claro para el, que sin empleados capaces y bien remunerados, la empresa no seria lo que era en ese momento. Solo se escuchaba el repiquetear de sus zapatillas, sobre el inmenso silencio que reinaba en las estancias, seguramente todos estaban a la expectativa de que es lo que pasaria con la empresa. Subio al ascensor que la llevaria al decimo piso donde se encontraba la presidencia, no habia pisado la constructora por ordenes expresas de su padre, orden que se la hizo saber el abogado el dia del sepelio. Unicamente se podia presentar ahi para la lectura del testamento; donde aclararian la situacion financiera de todo. Daria la empresa completa por tener de nuevo a su padre junto a ella, la herencia, la empresa, las acciones en la bolsa todo eso no era mas que puras cosas superficiales, una lagrima resbalo por su rostro solamente de pensar que jamas lo veria de nuevo, detras de su imponente escritorio. Nunca en su vida penso en sentir un dolor tan grande y lacerante que le atenazaba el alma. Era como si una parte de ella estuviera perdida, ahora su madre y ella estaban incompletas: su familia estaba incompleta. Lo unico reconfortante de todo, es que seguramente no volveria a verle la cara a Robert, ese era un maldito aprovechado que unicamente gozaba de la preferencia de su padre. Pero afortunadamente eso se habia acabado. Ahora solo quedaba decirle de la manera mas educada posible que abandonara las instalaciones de la constructora y buscara otro hombre al que andar siguiendo como perrito faldero. Aun recordaba la primera vez que lo vio entrar a su casa, Natalia acababa de llegar de la universidad para las vacaciones decembrinas, todo parecia ir de maravilla, adorno la casa con su madre, juntas eligieron el menu de aperitivos y comida central que se serviria en la cena de navidad; pero todo su mundo se paralizo en cuanto poso sus ojos en ese insufrible hombre que unicamente habia llegado para amargarle la existencia. Para la cena ella habia elegido un hermoso vestido color dorado, que resaltaba su cabello castano, se habia maquillado ligeramente, y su cabello le habia dado forma con unas ondas gruesas, para despues sujetarlo en un mono alto, dejando unas hebras rizadas que le daban un aire coqueto. Su madre estaba elegante con su vestido rojo y su cabello recogido en un mono frances a la altura de la nuca; bajaron tomadas de las manos, sonriendo a su padre que estaba al pie de la escalera, pasaron al interior del salon donde sus amistades mas allegadas y los empleados de la constructora estaban esperando para pasar con ellos la navidad y, ahi estaba el; parado frente a la chimenea con una copa de champagne en su mano, mientras hablaba animadamente con uno de los chicos de sistemas de la empresa. Su corazon se paralizo en ese momento, nunca en su vida un hombre habia llamado tanto su atencion como aquel desconocido. Su padre se acerco con ellas del brazo, hasta donde estaba el desconocido provocando que su muy paralizado corazon comenzara a latir desenfrenado. El desconocido sonreia amablemente a sus companeros de trabajo y, ella practicamente habia perdido el habla. Su cabello negro levemente rizado, dejaba un mechon rebelde que caia sensualmente sobre su frente. Cuando el giro su rostro, logro ver que tenia los ojos negros como la noche, los cuales la cautivaron al instante; aquel dia los ojos de el tenian una chispa cuando se posaron en ella, pero fue cuestion de un segundo, porque al instante vio como se tensaba y cambia su semblante risueno por un ceno fruncido justo en el instante en que ellos llegaban a su lugar. Esa era la misma mirada que siempre le dirigia a ella, como si siempre estuviera enojado y como si ella fuera la culpable de todos los males que aquejaban al universo. Natalia suspiro antes de pararse frente a la puerta del despacho que, hasta unas semanas atras era el que ocupaba su padre.

  • El pecado de la condesa de Malibran de Alfonso Vazquez Herrera

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    Alla por el principio de los 80’s, en una epoca donde no habia telefonia celular, ni Internet, el sistema de comunicaciones mas rapido y efectivo era el telefono y el correo ordinario el mas lento pero funcional, y cuando las estadisticas de poblacion indicaban que habia 7 mujeres por cada hombre en el mundo, se desarrolla esta historia llena de mitos y antiguas leyendas populares, todas del area conurbada con el historico puerto de Veracruz en Mexico, la historia pretende ser de terror paranormal, pero tiene su toque de comicidad, donde 3 chicas estudiantes de la preparatoria que vivian en una pension para senoritas, por accidente liberan el maligno espiritu de la condesa de Malibran, una de las leyendas populares mas antiguas de Veracruz, quien llena de furia, pugna por llevarselas al infierno de donde la habian despertado, para poder volverse a dormir y dejar de sufrir por el perdon que nadie sabe en que consiste, pero la poderosa Condesa tiene un punto debil, un enemigo acerrimo, al cual no puede vencer y ni siquiera puede pelear con el, el conde de Malibran, que regresa por ella cada vez que lo invocan para asesinarla, como la asesino en vida, y entre los gritos desesperados de perdon de la maligna Condesa que huye para escapar de su verdugo, y los gritos clamando venganza del conde de Malibran, se desarrolla esta historia que amenaza con terminar en un apocalipsis, pero no un apocalipsis zombie, ni nuclear, ni por la caida de un cuerpo celeste, ni mucho menos biblico, sino un apocalipsis provocado por el pecado de la condesa de la Malibran, que al final de toda la historia nos demuestra que todo esta bien asi como esta, en perfecto balance, porque si tan solo llegara a faltar tan siquiera uno de los pecados mas comunes, seria el fin de la humanidad y de la sociedad como la conocemos.

  • Reina del desastre de Alejandra Kimella

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    Nadie la doblegaria jamas, pues no hay mayor encanto que el de un espiritu libre.

  • Despues De Clases de Carla Angelo Angelo

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    La manana transcurria entre lagrimas y sollozos; algunos de verdaderos sentimientos de tristeza, otros hipocritas, de quienes van a un funeral por mostrar que se interesan por los demas y que el fallecimiento de un anciano profesor de fisica era un acontecimiento que hondaba profundo en sus corazones. Posiblemente Nicolas era quien mas lo sentia, el Ingeniero Cohen mas que un tio habia sido como un padre para el. Sin embargo, no fue hasta que dirigio la mirada hacia una de sus alumnas de la escuela que sintio como su corazon era oprimido hasta sentir un vacio doloroso en el pecho; despues de todo era Thaly, su alumna, quien mas necesitaba de su profesor y confidente para no caer al borde del suicidio... El Ingeniero Cohen era el profesor de fisica del colegio privado "San Abel", pero al ser diagnosticado con leucemia tuvo que dejar la ensenanza, dejando en su lugar a su sobrino Nicolas. La directora del colegio no estuvo de acuerdo en un principio. A pesar de que Nicolas habia estudiado ingenieria mecanica en la universidad y se habia graduado con honores, la idea no le gustaba por el hecho de considerarlo muy joven, falto de experiencia y sin duda una distraccion para las alumnas del colegio. Sin embargo, el inicio de clases estaba cerca y no conseguiria un maestro calificado y acorde a los altos estandares de "San Abel", asi que no tuvo mas remedio que aceptarlo. *** --No entiendo como me convenciste de ser maestro en tu escuela --dijo Nicolas con cara de resignacion. --Te convenci porque puede ser el ultimo deseo de un viejo moribundo -- le respondio su tio con un vano intento de sonrisa. -- !No es gracioso tio! !No hables de la muerte como si nada! --Y tu no hables de ella como si no fuese algo inevitable. Voy a morir pronto, debes hacerte a la idea, yo ya me la hice, por eso deje todo arreglado antes de partir. Lo mas importante era saber que mis pequenos alumnos estarian en buenas manos y ya cubri eso dejandote en mi lugar. Nicolas esbozo una sonrisa, ver al ser que mas queria en el mundo postrado en una cama de hospital no le hacia gracia, pero si el hecho de que sin importar la situacion, su tio siempre sabia encontrar el lado positivo y llenarte de tranquilidad y el sentimiento de que todo va a mejorar. --Nicolas, la hora de visita ya termino, mejor regresa a tu casa y descansa, manana tienes clases a las siete y media de la manana. --Si ya se, creo que eso es lo que mas odio de este trabajo, que las clases son tan temprano ?A quien se le ocurrio hacer madrugar a esos pobres ninos? --Mas que a los ninos querras decir a los maestros. Ya vete de una vez hijo, no quiero que llegues tarde manana. Nicolas se despidio y salio de la habitacion protestando. "Siete y media... !Tendre que despertarme a las seis minimo!, estoy acostumbrado a dormir hasta las diez, !Que lata! Tampoco podre salir entre semana, que fastidio..." Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando vio el escandalo que habia en la puerta del hospital. Una muchacha de aproximadamente quince anos peleaba con el guardia de seguridad. -- !No puede impedirme la entrada, faltan cinco minutos para que terminen las visitas! --protestaba la muchacha claramente alterada. --No faltan, la hora ya paso, no puedes entrar --decia el guardia mientras le tapaba la entrada. -- !Su reloj esta adelantado!... por favor, solo quiero darle un paquete a alguien, no tomara mucho tiempo --la muchacha suavizaba su voz y volteaba la mirada al piso como si estuviese a punto de llorar. --No nina, vuelve manana ?quieres? El espectaculo parecia haber concluido en cuanto la joven volteo hacia la calle y el guardia regresaba a su caseta. Cuando de un momento a otro, la muchacha echo a correr hacia el hospital como alma que lleva el diablo. -- !Hey, detenganla! --el guardia, claramente encolerizado, corrio tras ella. Nicolas no pudo aguantar la carcajada ante la escena: la nina corriendo, el guardia, dos medicos y dos enfermeras hacian el intento de atraparla; pero sin duda ella era mas veloz y agil, mucho mas que las enfermaras que resbalaban por los pisos recien lustrados y se estrellaban contra las camillas. Unos minutos mas tarde un medico pudo por fin agarrarla y se la entrego al guardia, quien practicamente la arrojo a la calle. -- !Vete mocosa escandalosa!, !y agradece que no llame a la policia! --Esta bien, vuelvo manana --decia mientras se sacudia por donde el guardia la habia agarrado. -- !Cual manana! !Si te vuelvo a ver cerca de este hospital te lanzo agua caliente! La joven miro con odio y una expresion infantil al guardia mientras le hacia un gesto obsceno con la mano. -- !Mocosa maldita! !Ahora si llamo a la policia! --ante estas palabras, la muchacha desaparecio de la escena cual ninja experta. Nicolas todavia lloraba de la risa, al menos entre tanta tristeza algo habia alegrado su dia. 2. Las clases comienzan El despertador sonaba en la mesa de noche de Nicolas, ya eran las seis y cinco de la manana y aunque intentaba con todas sus fuerzas abrir los ojos, no lo conseguia. Despues de diez minutos de lucha, por fin se levanto de la cama. Miro por la ventana, todavia era de noche. --Que fastidio, soy capaz de no ir, pero me pase casi toda la noche haciendo el cronograma asi que ni modo... -- exclamo en un bostezo. Se arreglo y desayuno. Aunque no queria admitirlo se sentia emocionado por su primer dia de clases. Cuando llego se paro frente al establecimiento, sin duda era enorme, parecia mas un campus universitario que un colegio secundario. No era la primera vez que iba, mas entrar al recinto vacio le daba escalofrios; busco por todas las instalaciones, no parecia haber nadie mas ahi que el y el portero que le habia abierto la puerta. "Edificio norte salon 3--A, supongo que es este" pensaba mientras se aproximaba a un edificio de dos pisos. Ingreso al aula, dejo sus cosas y de repente escucho una voz detras de el, la cual, en un sonido corto y animado emitio informal saludo. A Nicolas casi se le sale el corazon del pecho al escuchar ese "hola" proveniente de un lugar que el consideraba vacio. -- ?Quien eres? --pregunto alterado mientras volteaba. --Natalia --le respondio una adolescente que lo miraba con la expresion consternada. --Lo siento, es que no te vi, te apareciste como fantasma --dijo mientras cerraba los ojos sintiendose algo estupido y neurotico por aquella reaccion. --Yo no me apareci, estuve sentada aqui todo el tiempo --le respondio con total desinteres mientras devolvia la mirada al libro que traia entre manos. Nicolas la miro con detenimiento, a simple vista era una chica comun de cabello castano con unos grandes ojos marrones de sonadora expresion, estatura mediana y bastante delgada. -- ?Que pasa? --pregunto Natalia al sentirse observada. --No nada, lo siento, por un momento me dio la impresion de haberte visto antes. --Pues tal vez me viste antes --hablo sin quitar la mirada del libro. --Lo siento de nuevo, no me presente, soy Nicolas Cohen, sere el profesor de fisica este ano. -- ?En serio? --Natalia parecia preguntar con real interes mientras examinaba de arriba abajo a su profesor --. No pareces profesor. -- ?Ah si? es que soy muy joven para eso ?Verdad?-- le dijo con una sonrisa. --Bueno si, eso tambien. -- ?Tambien? entonces ?por que no parezco profesor? --Porque los profesores de fisica parecen mas serios, se visten con terno y tienen una expresion inteligente en la mirada --volvio a su desinteresada actitud. --Ah, bueno --dijo Nicolas mientras miraba el atuendo casual con el que se habia vestido--. Pues yo no suelo vestirme formal, mi tio intento muchas veces... espera ?A que te refieres con expresion inteligente en la mirada? -- de repente sintio como la sangre le subia a la cabeza. --A nada, a nada --solto en un bufido mientras regresaba a su lectura. --Pues tu tampoco pareces una chica de quince que esta en tercero de secundaria --le contesto con burla. -- Eso es porque no tengo quince, tengo dieciseis anos --dijo con la misma indiferencia con la que habia comenzado la conversacion. --Me referia a que pareces mas pequena. --Si, eso me han dicho, y que soy inmadura tambien, pero cuando tenga cuarenta anos parecere mas joven y no necesitare operaciones o botox -- argumento levantando los hombros. Nicolas empezaba a exasperarse, era una chica muy interesante sin duda, aunque pensaba seriamente que iba a traerle problemas. --Mejor olvida eso, como soy nuevo tal vez puedas comentarme como es la escuela y tus companeros. Natalia levanto la mirada y se llevo un dedo al menton mientras respondia: --A ver... la escuela es la tipica institucion para ninos ricos y mimados que sus papis arreglan todo con plata, asi que eso ya te da una idea general de los alumnos. Nicolas quedo desconcertado ante el comentario. ?Que era lo que esa nina pretendia? Sus respuestas eran totalmente... ?Ocurrentes? ?Sinceras? ?Maliciosas? Su cerebro funcionaba rapidamente buscando como definirla; pero "problema" era la palabra que hasta el momento le parecia mas adecuada. El silencio comenzo a surgir, ninguno de los dos sabia que decir y empezaban a sentirse realmente incomodos hasta que la joven hablo. --Y bien... ?asi que te gusta la fisica? --Si, supongo, es interesante y comprobable. --A mi no me parece interesante. -- ?No te gusta la materia? -- pregunto con preocupacion. --No, es aburrida y siempre voy a recuperatorio. --Debe ser porque no pones el esfuerzo necesario, si conoces mas sobre ella veras lo interesante que es. La fisica esta presente en todo: en la naturaleza, las situaciones que vivimos cotidianamente... ?Me estas escuchando? --Nicolas noto que la muchacha leia su libro con mucho interes. -- ?Que? No; lo siento me aburri despues de que dijiste "esfuerzo". La sangre subio nuevamente a la cabeza de Nicolas, el adjetivo "problema" empezaba a tornarse en "molestia" con letras mayusculas. --Veo que eres muy sincera-- exclamo en un suspiro. --Pues no se, si tu lo dices debe ser asi. El silencio incomodo comenzo a resurgir, pero fue el maestro quien lo rompio esta vez. -- ?A que hora es el ingreso, por que no ha llegado nadie mas? --El timbre ya debe estar por sonar. El primer dia de clases la mayoria no viene o llega tarde, como este dia solo se conoce a los nuevos maestros y se organizan las clases no te ponen falta si no vienes; ademas que varios deben seguir de viaje. -- ?Y tu por que llegaste tan temprano? --No tenia nada mejor que hacer, y este era un lugar tranquilo para leer. Nicolas tomo el comentario como una indirecta de que su presencia la molestaba. --Lo siento, no quise molestarte --se disculpo dando un paso hacia atras, levantando las manos en senal de derrota. Las palabras de Natalia lo confundian; mas que las palabras, la forma en que las pronunciaba, haciendolo dudar acerca de la sinceridad de estas, puesto que parecian cargadas de sarcasmo. --Te disculpas demasiado ?Como quieres que te vea con autoridad si te apenas por lo que te digo? --la joven dijo esto ultimo con una sonrisa, la primera que Nicolas vio durante la charla, logrando que se percatase de lo bonito que era el rostro de Natalia. --Si, supongo. Debe ser que estoy nervioso por ser la primera vez que voy a dar clases. --Si ya diste clases en una primaria, darlas en esta clase no va a ser muy diferente; en serio --expreso volcando los ojos. -- ?Como sabes que ya di clases en una primaria? --Me lo dijo tu tio. -- ?Conoces a mi tio? --pregunto el joven con los ojos muy abiertos. --Claro... era el profesor de fisica el ano pasado --le respondio como si fuese la cosa mas obvia del mundo--. Por cierto ?Como esta? ayer no pude entrar a visitarlo --anadio cambiando su expresion a una de tristeza. -- !Ah... ya se de donde te conozco! Eres la mocosa que estaba haciendo escandalo ayer en la puerta del hospital. Ante estas palabras, Natalia se levanto de su asiento con mucha molestia y cerrando los punos llevo los brazos hacia atras. -- !No soy mocosa y no hice ningun escandalo! Era el guardia quien comenzo todo. -- !Huy! Que caracter, perdon. --Te estas disculpando de nuevo -- hizo un puchero y se sento en el pupitre. El timbre sono de repente y Natalia salio corriendo del salon mientras se tropezaba con su mochila. Sin duda esa muchacha era extrana, pero Nicolas tuvo el presentimiento que gracias a ella el ano iba a ser entretenido. *** El ausentismo en el colegio era notorio. Las filas que se habian formado por cursos para la hora civica no excedian los quince alumnos cada una. La fila del curso de Natalia era una de las mas cortas, solo habia nueve alumnos formados. Nicolas decidio acercarse, pero no demasiado, se quedo junto a los otros maestros que observaban el acto desde lejos. Los discursos sobre el nuevo ano escolar, los nuevos desafios y la responsabilidad duraron mas de media hora; en la cual se podia notar el aburrimiento y el tedio de los alumnos mientras el sol empezaba a quemar sus cabezas. Una vez finalizado el acto, los chicos por fin pudieron ingresar a sus respectivos salones. "Que cosa mas aburrida. ?Haran eso todas las mananas?" se preguntaba el joven maestro mientras caminaba por el pasillo hacia el aula. El no era el unico que pensaba sobre lo aburrido del acto. Los alumnos de la escuela comentaban lo horrible que eran las horas civicas de los lunes y que deberian volver a soportarlas; en especial despues de que la directora descubriese que muchos chicos se quedaban en las aulas ocultos durante esas horas; jugando, charlando, o haciendo alguna tarea de ultimo momento. Para evitar el ausentismo a lo que ella consideraba el acto mas importante de la semana, impuso como castigo que los alumnos que faltasen a la hora civica o cualquier acto del colegio, pasarian los recreos de toda la semana forrando y organizando libros en la biblioteca. En el aula "3-A" los alumnos ya se encontraban dentro esperando. Como el profesor Cohen habia caido enfermo, los rumores sobre el nuevo maestro se habian expandido. Era sabido que el sustituto seria el mismo sobrino del profesor Cohen, pero poco o nada se sabia sobre el. Nicolas ingreso al aula, lo chicos estaban distribuidos conversando entre ellos, sentados en las mesas; todos a excepcion de Natalia, quien se encontraba en el mismo asiento de antes,aun leyendo su libro. --Buenos dias --saludo levantando la voz para que notasen su presencia. Los alumnos se dieron la vuelta y la expresion en el rostro de las mujeres cambio drasticamente al ver a su nuevo profesor. Mientras los varones lo miraban con desinteres, las chicas no ocultaron su sorpresa al ver a un joven y apuesto hombre de cabello negro y ojos azules. Nicolas noto las miradas. Sentia como observaban de arriba abajo su rostro, su cabello lacio y desordenado, para detenerse en la ropa moderna y casual que llevaba puesta solo unos instantes antes de volver a su rostro y brazos.

  • Tiritas de amor de Alissa Bronte

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    Paola es la farmaceutica de un pequeno y peculiar pueblo de Las Alpujarras granadinas. Llego hace varios anos, despues de que su novio la dejase plantada en el altar, para empezar de cero.
    Victor es un brillante cirujano al que su padre confina a un pequeno pueblo como castigo por no querer acatar sus ordenes. Al llegar, se dara cuenta de que no es bienvenido y que hay alguien en especial que no deja de retarle y de debatir todo lo que dice.

  • Aunque te resistas de Eva River

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    Tom habia cometido un error. Simplemente habia sido un resbalon, un acto de bondad en su vida cinica, y he ahi las consecuencias… Tenia a la loca de Sam Reynolds detras de el echando a bajo la reputacion de cabron que habia forjado por anos.
    ?Como podia una mujer tan guapa ser tan peligrosa?

  • Amar una sola vez (El corazon de un libertino 2) de Kathia Iblis

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    Llega la segunda entrega de <>. Una historia ambientada en inglaterra de la epoca victoriana que comenzo con Un amor inesperado.

  • El hombre fetichista de Mimmi Kass

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    Carolina no tiene tiempo para nada, ni siquiera para follar. La realidad le estalla en la cara el dia que su pareja la pone de patitas en la calle tras cuatro anos de relacion.
    Sumergirse en una orgia de compras sin sentido por Madrid parece el remedio perfecto para olvidar que nada va bien en su vida excepto el trabajo, pero el encuentro con un enigmatico desconocido la situara en una morbosa y tentadora encrucijada.
    Martin vive el sexo de una manera muy particular. Ha enfrentado mas de una renuncia por ser fiel a si mismo e intentar ser feliz. Conseguira que Carolina sienta un placer excelso sin ponerle un dedo encima y provocara en ella un anhelo insaciable que buscara mas y mas.
    Juntos disfrutaran de una sensualidad lenta y sofisticada, descubriran facetas y aristas de si mismos que no conocian, y se adentraran en un mundo erotico sin limites.
    No habra vuelta a atras.

  • La consentida de la Reina de Sophie Saint Rose

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    Lady Marian Andover, ahijada de la Reina Victoria, antes de su presentacion en sociedad conoce al Marques de Brentwood en un baile de mascaras poco recomendable. Encandilada por el atractivo libertino decide que sera su marido. Tanto si quiere, como si no.

  • Suero de una noche de verano de Enfermera Saturada

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  • Sangre, sudor y paz de Lorenzo Silva

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    Su asunto, el nacimiento, auge, caida y extincion forzada de uno de los grupos terroristas mas letales y persistentes del ultimo siglo en Europa Occidental, esta narrado desde un lado de la grieta que su actuacion provoco en el seno de las sociedades vasca y espanola: en particular, desde el lado de quienes lo combatieron y finalmente lo redujeron a la mas absoluta inoperancia. Esta es, por tanto, la historia de la lucha contra ETA tal y como la vivieron los guardias civiles y sus familias: el colectivo mas golpeado por la accion de la banda --con mas de doscientos muertos y muchos centenares de heridos--, y tambien aquel que acabo demostrando un compromiso mayor en su neutralizacion y liquidacion.

  • Los secretos de topacio (Joyas de la nobleza 2) de Catherine Brook

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  • Volvere cuando me encuentre de Tamara Sr

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    Esta es la historia de Irene, una chica normal y corriente.
    Nunca sabes que puedes llegar hacer o en quien te puedes llegar a convertir, cuando tu vida da un giro inesperado de 180o.
    Todo lo que conocia ya no volvera a existir, ahora la gente le tiene miedo, cruzan de calle, la senalan.
    Todo se complicara, porque ella guarda un gran secreto, que por ahora no debe ser descubierto.
    Todos su planes cambian, su vida vuelve a dar un giro, su corazon vuelve a latir, cuando menos se lo espera, aparece el, Brian.

  • De Cuando Se Enamoro de Nasser de Bella Hayes

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    La curiosidad mato al gato. En este caso, la curiosidad mato a Jade Sfeir, aunque no literalmente. Mato el amor que pudo haber nacido entre ella y Nasser Al-Husayni.

  • Donde esta mi highlander de Kate Bristol

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    Junio 2018 Patrick McGregor, por alguna razon que su companera no acababa de comprender, intuia que esa iba a ser una noche movidita. Lo miro de reojo desde el asiento de copiloto del coche patrulla. Ella vestia ropa de calle, porque el capitan no la habia puesto a patrullar. En cambio a Patrick... el estaba monisimo con su uniforme. --Este ambiente no me gusta. --Si todo esta muy tranquilo... No pasara nada --dijo Megan. --Demasiado tranquilo. Se metio una patata frita en la boca. El coche olia a McDonalds, pero esa comida basura era la preferida de Meg. Era escocesa, como el, y desde que se habian conocido en la academia eran inseparables. --Lo que a ti te fastidia es que el capitan se haya cabreado contigo y te haya puesto a patrullar las calles. --Es una injusticia --dijo el dando un golpe al volante. --Eso te pasa por no saber callarte la puta boca. Patrick resoplo, todo lo que Meg tenia de guapa lo tenia de mal hablada. --Mira quien fue a hablar. ?Sabes cuantas amonestaciones tienes por bocazas? Megan hizo un movimiento con la mano para quitarle importancia. Miro a su companero sentado en el coche de policia, enfurrunado pero alerta, porque sus sentidos aracnidos le decian que algo iba a pasar. Meg hizo un esfuerzo para no poner los ojos en blanco. --Me abuuuurrroooooo --dijo la pelirroja-- ?Ponemos las luces? El la miro y se echo a reir. --Joder Meg… --!Vamos! --Alzo el brazo al aire llena de confianza--. Como en los viejos tiempos. Desde que nos ascendieron a inspectores no hemos podido jugar con las sirenas. --No jugabamos con las sirenas --le dijo el muy serio--. Y no lo haciamos porque nunca me dejabas. Se metio un trozo de hamburguesa en la boca mientras ella se encogio de hombros. --Era un abuso intentar ir mas rapido a casa poniendo las sirenas --dijo Meg refunfunada. --?Que ha cambiado? Se encogio de hombros. --No se, supongo que ya no somos novatos y podemos hacer cosillas no ilegales. --Pero que estan mal --dijo Patrick reprendiendola cuando se moria de ganas por poner las sirenas. --No lo haremos --convino ella--, no sea cosa que me vuelvan a poner ese uniforme horrible y tenga que patrullar de nuevo por las aburridas calles de Becontree. Patrick no dijo nada mientras se metia otro trozo de hamburguesa en la boca. Megan no estaba esa noche de servicio y habia decidido que debido a su escasa vida social y sexual, maldita sea su estampa, preferia visitar a su amigo Patrick que quedarse sola en casa con su mascota: Un pez de colores llamado Cavill. El companero de Patrick, esa noche era Solomon Hobbs, un chico recien salido de la academia que habia preferido comer solo en el McDonalds, antes que pasarse media hora aguantando el sarcasmo de Meg. --?Que tal el chico? --dijo refiriendose a Solomon. --Es bueno, silencioso, te gustaria. --?Tu crees? --dijo con una sonrisa ladeada, que anunciaba a todas luces que aquello era imposible. --Si, asi podrias escuchar tu voz sin interrupciones. --Ja... ja --Megan le dio un punetazo en el hombro-- No se a que viene eso, no soy tan habladora. Patrick meneo la cabeza. --No, en verdad no lo eres, pero cuando hablas... es dificil olvidarte. La boca de Megan era sucia como la de un camionero, y su lengua era cruelmente sincera y lo que mas le gustaba a Patrick: era leal. La mejor companera del mundo. Asi que trabajar con ella en homicidios, lo llenaba. Su trabajo era lo mejor que tenia, puesto que su vida privada era un autentico infierno. --Cuentame. ?Hay novedades? --le pregunto Meg despues de mojar la patata frita en mostaza, porque odiaba el ketchup. El meneo la cabeza. Pero Meg no se dio por vencida. Sabia que la vida de Patrick era un puto caos, y lo peor es que a veces se lo guardaba todo para el y hasta que no estaba hecho verdadera mierda no le contaba nada. --?Sobre el caso de Colins? Con el paso de los anos Megan habia empezado a leer entre lineas y ahora ya sabia cuando se avecinaba tormenta. --No tio, sobre la loca de tu mujer. --Exmujer --se apresuro a decir Patrick. Amen a eso, penso Meg. --Lo que sea, mujer, exmujer... la loca psicopata --acabo diciendo que asi es realmente como la conocia. --No es una loca psicopata, solo que tiene problemas del control de la ira. Megan cabeceo asintiendo con la boca llena. --Una loca del cono --aseguro, despues de tragar y antes de meterse de nuevo un trozo de hamburguesa en la boca--. No entiendo como pudiste estar casado cuatro anos con ella. --Supongo que el amor... Meg lo miro con cara de horror. --?Que cono...? ?Estas de broma? --meneo la cabeza--. Ni siquiera esa mierda es suficiente para aguantar a Rebeca. !Amor! --hizo un gesto con la mano desechando la palabra, como si eso existiera... --Meg... --Ni siquiera el sexo. Ni aunque hiciera las mejores mamadas de Gran Bretana... --Vale, para --le dijo lanzandole una patata frita. Meg acabo riendo. --En serio, te mereces a alguien mejor que ella. Alguien que no aparezca con una sierra mecanica cada vez que intentas tener una cita con alguien. Llevais dos anos separados. !Que lo supere! Patrick suspiro. La ultima vez que habia tenido una cita y la invito a su casa, Rebeca estaba esperandole en el patio delantero con una sierra mecanica talando uno de los arboles porque decia que estaba enfermo y el nunca dejaria decente el jardin de su casa. Por supuesto, su esposa no tenia ningun problema mental, solo que las excusas que ponia para volver a verle era las mas ridiculas de la historia. Luego estaba su madre, catolica practicante como buena escocesa, que no podia tolerar que su hijo se hubiese divorciado y por anadidura se hubiera trasladado de Edimburgo a Londres por trabajo. De eso hacia dos anos, y ya habia vuelto a solicitar el traslado a Edimburgo, no queria estar lejos de su madre, y lo que mas le habia influenciado a la hora de volver a casa: la distancia no era un problema para Rebeca, que iba y venia de Londres cuando lo echaba de menos. Mucho mas frecuentemente de lo que el deseaba. Megan habia solicitado el traslado junto con el. Como buena escocesa, tambien echaba de menos su hogar. Era una buena oportunidad para los dos, y el traslado se haria efectivo en unos meses, cuando pasaran a trabajar en la MIT, uno de los principales equipos de investigacion, concretamente en el departamento de Glasgow bajo las ordenes del superintendente Thomson, responsable de dirigir las investigaciones de asesinatos y de investigaciones criminales complejas. Lo estaba deseando. Antes de que pudieran acabarse el helado de oreo, en la radio hubo un aviso importante. Atencion coche patrulla, necesitamos que se desplace a la calle Waterloo de Becontree. Al parecer hay un pequeno incendio en uno de los patios delanteros del barrio residencial. --Oido. Vamos hacia alla. Meg se apresuro a abrir la puerta del coche y silbo para que el muchacho entrara pitando en el coche. Para hacer que se diera mas prisa, Meg puso en marcha las sirenas. El muchacho corrio perdiendo por el camino su happy meal. Meg enarco una ceja y resoplo mientras le esperaba con la puerta abierta. --Entra. --Si..., gracias --el chico subio estrujando la gorra contra su pecho. Casi se le habia ido volando en la carrera. Meg cerro la puerta meneando la cabeza. Miro la cajita de happy meal en el suelo. --Madre mia. --Y ahi iba una de las futuras promesas del departamento de policia de Londres. --Posible 10.96 en Becontree --le informo Patrick a su companero. --Eso es... Patrick lo miro un segundo mientras conducia. --?Si?

  • Como llegue a conocer a los peces de Ota Pavel

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    Lo mejor para cualquier pescador es empezar con los peces siendo aun crio. Que lo inicie en los misterios de la pesca su padre, su tio o un balsero. En nuestro caso fue el balsero Karel Prosek, de la aldea de Luh, en la municipalidad de Branov, que con el tiempo se convirtio en nuestro tio. Fue el quien enseno a pescar no solo a mis hermanos Hugo y Jirka y a mi, sino tambien a nuestro astuto padre. El tio Prosek seguramente nacio en el rio Berounka como genio de las aguas y llego a Luh con una crecida. Tenia un hermoso mostacho, como el de un dragon, una voz sonora y una buena planta. Era capaz de cualquier cosa: arar y sembrar, ordenar las vacas, cocinar patatas revueltas, encontrar setas fuera de temporada, barquear durante una crecida, trenzar cestos, cazar corzos, rescatar a gente y a animales transidos de frio, romperle los morros a los idiotas, reir. Durante las crecidas barqueo un par de veces a la comadrona Flybertova con su indispensable maletin. Y tambien sabia de peces. Los ensartaba desde la barca en las noches de luna con un tridente llamado <>, interponia nasas en su camino, echaba el palangre y, en publico, los pescaba con cana, como un senorito. Todo esto sucedia aun en tiempos del Imperio Austrohungaro, cuando en el castillo de Krivoklat todavia senoreaba el principe Max Egon Furstenberg, comiendo gulash al estilo del cazador y sorbiendo cerveza de Rakovnik. A Prosek, puesto que era el mejor pescador de la region, le estaba permitido capturar presas con cualquiera de las artes posibles a lo largo de todo el rio. Tan solo debia llevar a palacio las anguilas, con su carne semejante a las flores de loto. Disponia para ellas de un morral que su esposa Karolina le habia tejido de canamazo. Las transportaba vivas por la orilla del Berounka hasta el castillo. Sus puertas se abrian solas ante el, como ante un paladin. Vertia las anguilas en una tina de madera embreada llena de agua y de cuando en cuando recibia una pieza de oro con la imagen del emperador. La pieza entera se asemejaba al sol. Despues de que el principe se marchara en carruaje tras cuatro colinas lejanas y tras cuatro rios lejanos, prohibieron a Prosek capturar presas con cualquiera de las artes posibles, asegurandole que le bastaba con una sola, a saber: la cana. Prosek tenia una cana de bambu larga, ambarina. Un rebenque sin carrete. Avanzaba a contracorriente para que los peces no lo advirtieran, chasqueando de cuando en cuando el rebenque y sus bigotes de dragon, razon por la que a esa arte se la denominaba <>. [1] Por aquella epoca llegamos nosotros en nuestro vehiculo: nuestro padre Leo, nuestra madre Herma, mis hermanos Hugo y Jiri y yo. Esta era toda nuestra familia. Atisbamos a Prosek desde los chopos de la orilla opuesta del rio. Se movia por las resbaladizas rocas como una nutria pescadora. La veleta de la cana volaba con precision hasta los lugares senalados. ?Y los peces? Era como si saltaran fuera del agua por si mismos. Plateados bagres con el rojo timon de la aleta en el trasero y elegantes comizas con bigote. Panzudos cachuelos de los remansos y leuciscos de los torrentes. Se deslizaban hacia el interior de la red: se acabo la libertad, habia llegado su amo y senor, el rey de los furtivos. Mi padre exclamo entusiasta: --!Herma! !Menudo concierto! !Como Kubelik! [2] Y, de golpe, crecieron como setas en mi cabeza, a lo largo de toda la orilla, filas de butacas en las que se aposentaban caballeros con bombachos ingleses a cuadros y damas vestidas con crinolinas rosas, suspirando y aplaudiendo con cada pez: --Messieurs, mesdames, esto es autentico arte. Prosek apreso en su red al ultimo de los peces, encendio un pitillo e hizo una reverencia. La platea desaparecio y el vadeo el rio, poco profundo, hasta mi padre. Se cayeron en gracia al instante, porque papa era tambien una buena pieza. Sabia partirle los morros a los idiotas igual de bien que Prosek. Y todo lo que no sabia se lo enseno Prosek. A papa le caia bien el patan de Prosek, ya que de toda la vida habia asegurado que los finolis no valian una mierda. Acordo con Prosek que iriamos con el de veraneo a la cabana del balsero, a ninguna otra parte. El lucio negro Tendria yo unos seis anos. Mis hermanos no me admitian demasiado en su compania. No era digno de ellos. Observaba sus diversiones desde la distancia. La mayor parte del tiempo lo unico que hacia era chuparme el dedo a orillas del rio Berounka. Lo que mas les gustaba a Hugo y Jirka era ir hasta un islote a atrapar con las manos peces ocultos entre las algas verdes. Hugo era apuesto y delicado. Jirka era un forzudo y un bribon dispuesto a medirse con quien se le pusiera delante. En el islote crecian unas largas algas verdes, fascinantes, parecidas a los cabellos del genio de las aguas del rio, Oskar. Los cabellos ondeaban en la corriente, como si yaciera ahogado en la arena dorada. De vez en cuando en las algas crecian florecillas, ya no recuerdo de que color, quiza de un blanco rosado, como las de las novias. Habia poca profundidad y en las algas pastaban, como en un prado, los copepodos y las cochinillas. Las comizas y el resto de los peces solian acudir a chapotear en busca de bichos, mascando como gorrinos. Era entonces cuando mis hermanos se metian en calzoncillos para, hundiendo las manos entre las algas, palpar a tientas hasta echar mano al frio cuerpo de un pez. El pez se quedaba pasmado, despues salia pitando, mi hermano reaccionaba y saltaba en su busca, erraba el blanco, salpicaba el agua, mi hermano chillaba. Como un rodeo. En una ocasion se toparon entre las algas con un pez gigantesco; al principio pensaron que era un tronco flotante. Se trataba, en cambio, de un lucio negro: se habia adentrado hasta alli tras los pececillos y no podia salir. Cuando arranco como un torpedo, el agua volo en todas direcciones. Hugo vociferaba: --!No te quedes ahi mirando y ven a ayudarnos! De golpe les parecia bueno. Pero no tenia ni la mas minima gana de meterme alli. Avance despacio entre las algas. El lucio giro, se dirigio hacia mi y se detuvo. Vi como boqueaba mientras me observaba con ojos despiadados, las fauces entreabiertas, llenas de dientes. Queria devorarme. Empece a alargar los brazos. Se puso en marcha. Salto. Salvo sin esfuerzo el tablazo y desaparecio en las profundidades. Jirka me dijo: --!Idiota! !Lo tenias al alcance de la mano! !No tenias mas que estrujarlo por el pescuezo! En realidad todos suspiramos aliviados de que se hubiera largado. Mis hermanos tampoco habrian intentado agarrarlo. Y esta anecdota fue una especie de predestinacion, como si aquel enorme lucio fuera nuestra parca. ?Pescaria alguno de nosotros alguna vez en su vida un pez grande de verdad? Tal vez no nos hubiera sido concedido, al no haber sido valientes entonces. Mi primer pez Prosek regresaba de la taberna Anamo algo achispado y canturreando cancioncillas castrenses. Conocia una infinidad de ellas, ya que durante la guerra habia librado mil batallas en Serbia. En el costado le quedo de recuerdo metralla sin extraer que, sin embargo, dejaba de fastidiarlo tan pronto como se echaba para el coleto un par de copazos. Al llegar a casa en la barca, le dio un beso en el hocico a nuestro pastor alsaciano, Holan, y se sento al pie de una fragante acacia. Yo estaba entonces en la balsadera: mis hermanos, de nuevo, me habian dejado atras; preferian llevar consigo a Dasa, la hija de Beda Peroutka, que pasaba de mi olimpicamente. Tio Prosek me miro con sus ojos verdes: --!Ven aca, mequetrefe! Arrastre de mala gana los pies hasta el; no es que me tuviera en gran estima. Al que mas queria era a Jirka, que era un granuja muy de su gusto. Yo era el menor, el nino de mama. Prosek, escudrinandome inquisitivo, se saco del bolsillo, mugriento, un pepinillo: --Toma. Sustitui el dedo de la boca por el pepinillo. Prosek me seguia observando. Despues saco una botella plana y me ordeno: --Pega un lingotazo. No quedaba ni gota en su interior, pero fingi la mayor de las felicidades. El inexistente alcohol nos amisto. Se puso en pie y me hizo senas para que lo siguiera hasta el granero. Saco una larga vara de avellano y dijo: --Te tallare una cana. La tengo preparada para ti hace ya tiempo. Saco del bolsillo un cuchillo afilado e hizo tris por aqui y tras por alla. Yo contemplaba sus manos callosas, a las que les faltaba un dedo que el mismo se habia sajado al cortar mimbre para los cestos. Contemplaba su rostro, crispado en una mueca por el dolor: de nuevo lo mortificaba la metralla en el costado, pero el alcohol para aliviarlo se le habia acabado. Termino la cana. Entonces yo aun no sabia que aquella seria mi mas preciada cana. Hoy lo se. Era la cana de mi infancia, a la que no se podrian equiparar productos posteriores de fabricacion americana o japonesa. Amarro a ella el sedal, del que prendio un canon de ganso y un anzuelo. Despues anadio: --Junto a la isla suele haber percas solitarias. Ve alli, mequetrefe, y despeinales las grenas. Yo te espero aqui. Se acocho en un ovillo y Holan le puso la cabeza en el regazo. Alcance la isla por la vereda. Era algo antes del mediodia, el sol arreciaba. Enganche una lombriz y eche la cana. No picaba nada, tan solo las azuladas libelulas se posaban en los nenufares y en algun lugar remoto del recodo se daban un banquete, mascando, los bagres. El canon blanquecino flotaba sobre la superficie, inmovil como un barco blanco en calma chicha. Para mis adentros, le ice las velas y ordene al capitan que navegara, que lo remolcara por la superficie un pez multicolor. Pero el canon ni se inmuto, a mi se me cerraban los ojos y, solamente de vez en cuando, entreabria uno de ellos para comprobar si mi barquichuela blanca ya habia zarpado. De repente la veleta se sacudio, generandose a su alrededor un circulo. Una y otra vez, como si fueran senales procedentes de las insondables profundidades de las aguas. Alguien jugueteaba y hacia travesuras con el barquito, como si arrancaran el motor tirando de la correa. De modo que no era un velero, sino una lancha motora blanca. Entonces la veleta comenzo a encabritarse, haciendo el pino, patas arriba, como un ganso medio zambullido en el agua. Para entonces ya me habia aferrado a la cana con las manos crispadas. Seguro que era una de esas percas con melena que habitaban aquellos andurriales en soledad. Entretanto la veleta hizo !chof! y se esfumo. Sin embargo, se podia ver, bajo la superficie, que habia tomado rumbo a los nenufares. Frene. La cana se arqueo y yo senti por primera vez en mi vida el delicioso tironeo del pez. Tras un tira y afloja por ambas partes, emergio una hirsuta bocaza: se trataba de una perca, grande como un gorro rojo a cuadros pero de color aceitunado y con franjas transversales oscuras. Alzaba sus aletas rojizas como estandartes en la batalla y, por su joroba, se parecia a un toro. En vez de ojos tenia monedas doradas y sobre su dorso se erguia una lanza erizada. Aquello no era un pez, era un dragon, un paladin armado hasta los dientes con plumaje rojo en el casco. La arrastre hasta la hierba y me tendi sobre ella para que no huyera. Ambos eramos dos chavales peleones. Luego, victorioso, lo lleve hasta la balsadera. Me habia pinchado con su lanza, por lo que del dedo me manaba un reguerillo de sangre. Se me ocurrio que a partir de aquel dia el tio Prosek me querria tanto como a Jirka. Prosek, sentado en una banqueta, bebia vermut de cabra, leche, para depurar el alcohol. Me elogio: --Eres un hacha. Desollo la perca y clavo la cabeza en el porton del granero. Para que todos vieran que en Luh junto a Branov habia nacido otro pescador. Cogi un taburete para ordenar y me sente bajo el trofeo durante dias. Cuando pasaba alguien por la balsadera, yo carraspeaba y moqueaba para que se fijaran en la perca. Coseche una buena dosis de gloria. Vino hasta Dasa, la hija de Beda Peroutka. Me dio un beso en la mejilla y declaro: --Eres un verdadero machote. Una noche, sin embargo, mi trofeo desaparecio sin saber como. Es posible que se lo zampara la gata Andelka. Pero es mas probable que lo quitara del porton mi amado tio Prosek, quien, hasta el gorro de mi pavoneo, volvia a aborrecerme.

  • Esclava del odio (Salvada por Amor 1) de Margotte Channing

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    Noruega, ano 1225
    Gunnar, un vikingo feroz, al que solo le mueve el odio y el deseo de venganza desde hace anos, secuestra a Rosslyn separandola de las personas que la han criado, unas monjas de un convento situado en una isla remota de Escocia.
    La lleva a su granja en Noruega, convirtiendola en su esclava, aunque, desde que la ha conocido, a cada momento, se le hace mas dificil mantener su deseo de venganza.
    Rosslyn, por su parte, no sabe como reaccionar, ante la crueldad de Gunnar , sin darse cuenta de que la mejor arma que puede utilizar es ser ella misma. Solo con su dulzura y bondad, Gunnar admitira lo que, en realidad, siente en su corazon.

  • Pasion india de Javier Moro

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    El 28 enero de 1908, una espanola de 17 anos, sentada a lomos de un elefante lujosamente enjaezado, hace su entrada en una pequena ciudad del norte de la India. El pueblo entero esta en la calle rindiendo un calido homenaje a la nueva princesa de tez tan blanca como las nieves del Himalaya. Podria parecer un cuento de hadas, pero asi fue la boda de la andaluza Anita Delgado con el riquisimo maharaja de Kapurthala. Y asi empezo una gran historia de amor -y traicion- que se desgrano durante casi dos decadas en el corazon de una India a punto de extinguirse.

  • Natasha de Esteban Navarro

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    Sabino se enamora de Natalia, una chica a la que conoce en el autobus. Los dos comienzan a salir juntos, pero cada vez que Sabino la acompana hasta su calle ella no quiere que la siga mas alla de una esquina donde se va caminando sola.
    Pasadas unas semanas, Natalia fallece en un fatal accidente de trafico. Cuando Sabino se entera descubre que no viajaba sola y que su acompanante, tambien muerto, era un varon apodado 'Turco'. La policia le toma declaracion a Sabino y entonces se entera que la chica no es quien le dijo que era. Para empezar ni siquiera se llamaba Natalia.

  • Ultimo alegato al corazon de Jessica Galera Andreu

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    Cuando Marian salio del edificio, penso en regresar a casa y dar por finalizada aquella inacabable jornada. Los pies le dolian horrores, la cabeza estaba a punto de estallarle y el cielo, ademas, amenazaba con descargar lluvia de un momento a otro. Lo que le faltaba, penso para si. Suspiro y retomo el paso calle arriba, sonriendo al recordar la cara con la que aquella mujer la habia mirado despues de que le explicase que sus catorce anos como contable se limitaban al reducto de su hogar, donde siempre habia controlado ingresos y gastos con agudo ingenio. Sin embargo, aquello no habia resultado suficiente, ni siquiera para la vacante de recepcionista por la que habia acudido. Definitivamente encontrar un empleo resultaria algo mucho mas complicado de lo que habia creido inicialmente. A pesar de la escasa experiencia que completaba su curriculum en trabajos de oficina, Marian se consideraba una mujer perfectamente capacitada para muchos de los puestos para los que habia conseguido concertar una entrevista sin que ninguna de ellas - seis hasta el momento- hubiera resultado satisfactoria. Cierto era que no habia estudiado; ni siquiera habia llegado a obtener la mas basica titulacion, pues las circunstancias habian convertido aquella etapa de su vida en un terrorifico infierno que dia a dia trataba de olvidar, pero que la habia condicionado de forma ineludible, con un embarazo no deseado a los 16 anos. Con apenas 18 habia huido practicamente del hogar familiar, dejando al cuidado de sus padres a una nina con la siempre habia mantenido una relacion extrana, distante y fria. Despues de desenvolverse de un lugar a otro y de un trabajo a otro, los ultimos cuatro anos de su vida, los habia vivido con Nicolas, un buen hombre a priori, bastante mayor que ella, de buena posicion economica y bastante chapado a la antigua, que le habia exigido ocuparse solo de la casa, llegando a convencerla de que unicamente buscaba su bienestar y su proteccion. Marian habia aprendido, sin embargo, que aquello con cuanto contaba en su vida, el unico seguro infalible, era ella misma, por lo que ceder su independencia habia sido algo contra lo que, interiormente y en silencio, se habia rebelado. Ella se sabia una mujer inteligente, con gran capacidad y curiosidad por aprender; emprendedora, receptiva y muy despierta. Demasiado, en opinion de la hermana y algunas de las amigas de Nicolas. Harpias que no perdian ocasion de lanzarle puyas, recordandole continuamente la forma correcta de vestir o de llevar el pelo; criticandola por disfrutar empapandose bajo la lluvia o para seguir sonando despierta con ambiciones que ellas calificaban de estupidas e inutiles, como por ejemplo llegar a culminar algun dia la carrera por la que habria sentido verdadera pasion: magisterio. Paradojicamente y a pesar de la compleja situacion que vivia con su propia hija, se le daban bien los ninos y ensenar era algo que le encantaba. Pensar en la posibilidad de dejar su impronta en las mentes de esas criaturas de ojos grandes y curiosos, inquietas y anhelantes de aprendizaje le agradaba. Y aunque aun le quedaria un largo camino para lograrlo, no se rendiria. Tal vez no fuese a llegar a tiempo de plantarse en una escuela y ensenar, pero si podria titularse y poner sus conocimientos al alcance de otro tipo de ninos, menos afortunados e inaccesibles, que consumian sus vidas en la calle en la forma en la que no deberia hacerlo un nino. Pero lo que finalmente habia sido una tregua con Nicolas termino y a medida que ella expresaba sus anhelos, los recelos y prohibiciones creian hasta que la propia Marian le puso punto y final a la relacion. Y ahora tocaba empezar otra vez desde cero. Se detuvo de nuevo, esta vez ante la puerta acristalada de un enorme edificio. Eran numerosas las empresas que se establecian alli pero ella se dirigia solo a una: Segovia Asociados, un prestigioso y conocido bufete de abogados, que necesitaba personal para la limpieza de las oficinas. Aunque enfundarse una bata y pasear la fregona no era algo que la asustase, debia admitirse que a pesar de haber sido seleccionada para el citado trabajo, habia tenido la esperanza de conseguir algo mejor y no tener que presentarse alli aquella manana para que le dieran las ultimas indicaciones y para conocer, en persona, al propietario del bufete, un hombre extremadamente controlador que queria conocer, segun habia podido saber, la identidad de todos y cada uno de los empleados que, de un modo u otro, pudieran estar relacionados con el bufete, incluido el personal de limpieza. Su telefono movil sono mientras aguardaba la llegada del ascensor y cerro los ojos, resoplando, al comprobar que se trataba de Nicolas. Su futuro exmarido mostraba cada vez un caracter mas agrio e insoportable con ella, sobre todo desde que Marian le exigiera el divorcio. -?Si? -?Se te ha pasado ya la pataleta? -No es ninguna pataleta, Nicolas. Te dije que queria el divorcio y lo mantengo. No se por que sigues llamandome con lo mismo. -Bien, si vas en serio, iremos todos en serio. El miercoles tengo una cita con mi abogado. Ven y te explicara las condiciones. -Nicolas, te pedi mas tiempo -respondio ella. -Si pero no. Ahora pero mas tarde. Si quieres el divorcio lo tendras pero no voy a estar cinemdome a tus condiciones de cria caprichosa. ?O es que acaso no tienes aun abogado? -Claro que lo tengo -mintio ella-. Y de hecho sera el quien estudie la documentacion, asi que no es necesario que yo me persone alli. Ademas, estoy bastante ocupada con la mudanza y lo del trabajo. -Deberas salir lo antes posible del apartamento. Voy a alquilarlo. -El apartamento era de tu madre y ella dijo que podia utilizarlo siempre que quisiera. -Si, y que lo pusiera a tu nombre pero por fortuna no se hizo. ?Lo quieres ahora para ti? -No lo quiero para mi; solo te estoy pidiendo un poco de tiempo hasta que encuentre algo. -Lo siento, ya te he dicho que voy a alquilarlo. -Nicola,s ese piso nose ha alquilado nunca. -Siempre hay una primera vez para todo. Tienes diez dias. El ascensor llego hasta el vestibulo y se abrio, emitiendo una senal acustica. Ella entro en el pequeno habitaculo y se retoco ante el espejo que le devolvia la imagen agotada de una bonita mujer de ojos claros y cabello ondulado. -?Como llevas lo del trabajo? -pregunto Nicolas-. Supongo que tampoco has encontrado nada, ?no? -Aun no me han respondido en la mayoria de las entrevistas que he hecho -explico, mientras hacia una mueca, consciente de que inventar le resultaba mucho mas sencillo de lo esperado. -Tu curriculum no es precisamente una maravilla. Deberias volver a pensar en lo que estas haciendo. La aventurilla de saltar del nido es emocionante, no te lo niego pero no tienes donde caerte muerta, Marian. Estoy dispuesto a pasar por alto este pequeno acto de rebeldia. -Hubiera ayudado no estar recluida en casa durante cuatro anos pero en cualquier caso, la culpa es mia. Tengo muy claro que voy a saltar el nido, como tu dices. Y ahora tengo que dejarte, Nicolas. Adios. Corto la llamada e introdujo el telefono movil en su bolso, mientras se recogia algunos de los mechones que se le escapaban del pelo negro. Despues de todo el dia para arriba y para abajo, no llegaba alli precisamente con su mejor aspecto pero era lo que habia. Sonrio, tratando de encontrar una mueca agradable y de desterrar la llamada de Nicolas. Desde que ella le habia solicitado el divorcio, el se mostraba hiriente y ofensivo; desafiante incluso sobre las incapacidades que lastrarian el futuro de Marian, obligandola a regresar con el, una posibilidad que el aceptaba sin oponer nada al respecto. De igual modo, tambien la azuzaba a abandonar el pequeno apartamento en el que vivia, propiedad del mismo Nicolas, aunque la madre de el le habia solicitado a Marian que lo adecentase antes de morir y alli, las dos habian vivido largas horas de charlas y confidencias. El carino sincero de dona Isabel era, probablemente, lo unico positivo que se llevaba de aquellos cuatro anos. Al abrirse el ascensor, Marian quedo frente a las oficinas acristaladas, cuyos trabajadores podia ver al otro lado. Camino con fingida seguridad, preguntandose por que el dueno de aquel bufete querria conocer personalmente a aquellos que se encargarian de que su trasero tomase contacto con una silla limpia y reluciente. Sin embargo, Manuel Segovia, el flamante propietario y heredero de aquel imperio de la abogacia que le habia dejado su padre, era un hombre que controlaba todo al milimetro. No habia sido el quien la habia entrevistado una semana atras pero precisamente por esa razon, ahora queria conocerla. Llego hasta la recepcion y se detuvo ante una mujer joven de unos 30 anos, cabello castano y ojos oscuros, protegidos tras los cristales de unas pequenas gafas, que tecleaba el ordenador. -Buenos dias -la saludo Marian.

  • Bailando con el demonio (Abrazando la oscuridad 1) de Alina Covalschi

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  • El mar de tus suenos de Susan Stephens

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    El apasionado beso de un desconocido desperto una pasion que no podia rechazar.

  • Senderos de libertad de Javier Moro

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    Durante tres anos, Javier Moro recorrio miles de kilometros a traves de la Amazonia en avioneta, canoa, autocar e incluso a pie para recrear la epopeya del mayor plan de colonizacion jamas emprendido por el hombre. A traves de la historia de Chico Mendes, un humilde cauchero convertido en baluarte internacional de la defensa del medio ambiente, y de la de uno de los pistoleros contratado para eliminarlo, se desarrolla el drama de unos misioneros desgarrados entre su lealtad a la Iglesia y su compromiso con los pobres, de policias obligados a trabajar para asesinos, de un grupo de indigenas enfrentados a miles de mineros instalados en sus tierras, de los caucheros expulsados a sangre y fuego de sus hogares. Todos ellos, armados unicamente de su valor y de la fuerza de sus convicciones, organizan su resistencia contra los buldozers y los ejercitos de los terratenientes.

  • Spanish Lady de Claudia Velasco

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    ?Que pasaria si una brillante chica espanola que emigra a Londres para buscar trabajo y cumplir sus suenos se topa de repente con un irlandes de origen gitano, tan atractivo como un actor de cine, tan arrebatador como interesante, e inicia un romance loco e inesperado que le descubre un mundo del que no tiene la mas minima idea?

  • Enamorarme la primera vez, fue mi error, Indhira Jacobo de Indhira Jacobo

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    Deslenguada, impertinente y maleducada. Asi es como David Wyatt ve a Eve Montes, la chica que sin proponerselo entro en su tranquilo y ordenado mundo para ponerlo patas arriba. Pero lo que el no sabe es que detras de todo ese caracter existe una mujer fragil y luchadora.

  • Carnaval brutal de Ales Steger

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    Adam Bely, exdramaturgo y exjefe de cienciologos, vuelve a su natal Maribor despues de anos de ausencia acompanado de Rosa Portero, periodista de radio. Ambos son aliados para desmantelar al Gran Orco y absolver a las almas que lo conforman, mientras intentan permanecer fuera del escrutinio policiaco.
    Diversos personajes -algunos de la esfera politica y empresarial- se despliegan estramboticamente en una brutalidad animal una vez son liberadas sus almas. Diseminadas en una conspiracion misteriosa y disparatada, desfilan ante nosotros las debilidades de nuestra propia civilizacion en una parodia pesada e incomoda. Steger juega con una realidad oscura que colorea con la excentricidad y nos recuerda que el carnaval se vive todo el ano como una repeticion absurda.

  • Carvalho. Problemas de identidad de Carlos Zanon

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    Sin saber bien como ni por que, Carvalho anda desgarrado entre Barcelona y Madrid. En Barcelona le quedan los restos de su tribu y el despacho en el que sigue trabajando. En Madrid anda perdido en el laberinto de una mujer casada con un prohombre de la politica nacional, y que le ha desestabilizado mas de lo que consiguio nadie antes. Quiza se esta haciendo viejo o le asaltan -como al propio pais- problemas de identidad a todos los niveles: ?quien eres, Carvalho?, ?que quieres?, ?que buscas? Estamos en 2017 y las placas tectonicas de la sociedad parecen moverse de un modo inedito. Los problemas de siempre, la desaparicion de una prostituta o una vieja amiga que acude en busca de ayuda por un sangriento crimen familiar. En lo personal, la complicidad con Biscuter pasa por horas bajas, y su salud no es la mejor noticia del momento.

  • Si Buscas Enamorarte de Raico Calamonte

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    Puede que tengas emociones que al principio no sabias que podias sentir. Quiza te has acostumbrado a iniciar cada nueva etapa de tu vida con la mente limpia y cero expectativas. O tal vez, nunca hayas tenido una conversacion con una persona que, apenas verte, ya te conoce casi a la perfeccion.
    "Que genial es hablar con alguien que me entiende, que me reta, que me ensena, que me impulsa a querer sentir mas de su compania, que me envuelve con la fortaleza que brinda un abrazo, que me causa el anhelo de poder clavarme en sus ojos. Unos ojos que me dan el calor de una tierna mirada, y me transmiten una sensacion de ternura, alegria y amor".
    Ahora ya lo sabes: descubriras un sentimiento que enternece, y a la vez, te intrigara a querer saber mas, a desear sentir mas, a poder ver mas.

  • Tambien los Demonios Tiemblan de Arturo Fuentes De La Orden

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    <<... La accion se desarrolla con brillantes referencias a los paisajes, mentalidad y tradiciones de Escocia. El autor muestra una notable capacidad de recrear los ambientes de misterio y mantener el clima de tension hasta los capitulos finales...>>
    (Resena literaria de TROA Fundacion)

  • Julen. Irresistible y prohibido de Jess Gr

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    La cancion Pump It de Black Eyed Peas resuena por los altavoces ahogando el sonido ronco de mi BMW Serie 3. El viento despeina el pelo de la preciosa rubia con tetas enormes que se sienta a mi lado. Solo necesito una mirada de reojo para saber que esta noche va a ser muy agitada. --!Acelera! --grita, posando su mano sobre mi muslo. No pierdo ni un segundo y hundo el pie en el acelerador. Son las cuatro de la madrugada y las calles de Madrid estan casi desiertas, a excepcion de un punado de coches que no me cuesta nada adelantar. Tal vez deberia cerrar la capota superior del coche, pero la rubia ha insistido en que no lo hiciera. La verdad es que tampoco me molesta demasiado. Ya estamos en junio y las temperaturas son agradables. Ademas, aunque estuviesemos a veinte grados bajo cero, yo no sentiria frio alguno, no despues de todo lo que he bebido y tragado esta noche. --Dame otra --ordeno mirando a la rubia de soslayo. No recuerdo como se llama, Amanda, Alicia… Bah, que importa eso. Acabo de conocerla en una disco, y lo unico que puede interesarme es llevarla a mi picadero y follarmela antes de darle puerta--. !Otra, Rubia! --repito. Se quita el cinturon y gira su cuerpo hacia mi. Enseguida mi mirada va a parar a esos dos melones que sobresalen del sujetador que lleva a modo de camiseta. Coloca una pastilla amarilla en su escote y se acerca aun mas a mi. Yo sonrio de manera ladina y aparto la mirada de la carretera un momento, sin dejar de acelerar, para lamer ese trozo de piel y recoger la pastilla. La trago en seco y sigo chupando su escote al notar como su mano se dirige a mi entrepierna. La tengo dura, vaya que si. La rubia aprieta mi polla por encima del pantalon y siseo de placer. Quiero llegar ya al puto picadero o terminare tirandomela en el coche. --!Cuidado! --Su grito me hace alzar la cabeza justo a tiempo para mover el volante y esquivar un coche que circulaba por el sentido contrario. O tal vez era yo el que no iba bien. Da igual, me he apartado a tiempo. Ademas, ahora mismo dudo que sienta algo si me estampo contra otro coche. Mis extremidades estan adormecidas y me cuesta centrar la vista en la carretera. Supongo que la pastilla ya esta haciendo su efecto--. !Julen! --Un nuevo grito me hace dar otro volantazo. --!No grites, cono! --exclamo girandome de nuevo hacia ella. Veo el miedo en su mirada, y solo entiendo el motivo cuando las luces me ciegan y siento el impacto. [?][?][?] El policia lanza una carpeta sobre la mesa metalica y esta aterriza con un estruendo. --!Te estoy hablando! --grita justo frente a mi cara. Cierro los ojos con fuerza y siseo de dolor. Casi no soy capaz de mantener los ojos abiertos. ?Como pretende que mantenga una conversacion? Llevo horas encerrado en esta mierda de sitio. Se supone que mi abogado iba a llegar hace un buen rato, y hasta ahora no ha aparecido. --Lo se, ?podria hacerlo en un tono mas bajo? --!Oye, ninato, no me vengas con chulerias! --Golpea de nuevo la mesa, esta vez con la palma de su mano, y una vez mas siento un pinchazo en las sienes--. Una cria esta ingresada en el hospital con la cabeza abierta como un puto melon, ademas de varias costillas rotas y la cara desfigurada. ?Crees que esto es una broma? --Respiro hondo por la nariz y me acomodo en la silla echando la cabeza hacia atras. Solo quiero dormir unas cuantas horas tranquilo --. !Me cago en la puta! !Abre los ojos, joder! --Tras resoplar, hago lo que me pide, y el agente griton se apresura a abrir la carpeta y desperdigar un punado de fotos sobre la superficie de la mesa--. Mira esto y dime si es una broma. --Intento enfocar la mirada y analizo las imagenes. En una de ellas aparece la rubia con la cara cortada y cubierta de sangre. Otra esta tomada desde mas lejos, y en ella se puede ver como la chica ha atravesado la luna delantera del BMW. Joder, que putada--. Alison Martinez tiene solo dieciocho anos, y has arruinado su vida. --Fue un accidente --me excuso. --?Un accidente? --Me lanza un papel a la cara y no tengo reflejos para esquivarlo--. Conducias a ciento ochenta kilometros por hora hasta arriba de alcohol y MDMA[1] . No ha sido un accidente. Mierda. ?Me van a meter en la carcel? No creo. !Joder! Pestaneo un par de veces y me enderezo en la silla. Tal vez deba prestar atencion. Puede que este lio sea mas grave de lo que creia. --?Puedo beber agua? --pregunto al notar la garganta seca. Otro agente, que ni siquiera era consciente de que estaba con nosotros, se acerca y me tiende un botellin de agua. Tras beber un trago largo, respiro hondo y me centro de nuevo en las fotos--. La rub… Alison, ?esta bien? --Sobrevivira, pero no, no esta bien. Esa nina nunca volvera a ser la misma. --El agente resopla y se sienta en una silla frente a mi --. Ahora que te veo mas espabilado, explica que fue lo que paso. --No lo se --susurro desviando la mirada. --Si que lo sabes. ?De que conoces a la chica? --!De nada, joder! Sali con unos amigos, fuimos a una discoteca en el centro y la vi alli. Nos liamos y ella me pidio que la llevara a otro lugar para echar un polvo. Nada mas. --?No la habias visto antes de esta noche? --Niego con la cabeza--. Muy bien, ?y a donde os dirigiais? --A la Latina. Un amigo tiene un piso alli, y lo usamos para llevar a… Bueno, para… --A modo de picadero, ?no? --Asiento--. ?Donde conseguiste las drogas: en la discoteca, de algun amigo? Me froto la cara con las manos y niego con la cabeza. --No me acuerdo. Quiero hablar con mi abogado. --Esta a punto de llegar, pero antes vas a decirme de donde sacaste el extasis. Frunzo el ceno y clavo mi mirada en la suya. --No voy a decir una mierda sin mi abogado. El agente esta a punto de decir algo mas, pero la puerta se abre de pronto y un par de hombres entran en la pequena sala de interrogatorios. Tras ellos, puedo reconocer el uniforme de mi padre. Genial, ya ha llegado. --Buenos dias, soy el abogado del senor Julen de la Torre -- senala uno de los recien llegados. Mi padre se asoma tras el y me lanza una de sus miradas intimidatorias que tan bien se ignorar--. ?Alguien va a explicarme por que se esta interrogando a mi cliente sin mi presencia? El agente se levanta y se cruza de brazos frente a el. --La ley dice… --?De verdad quiere hablar conmigo de leyes, agente? --le pregunta el abogado--. Traigo una orden para su puesta en libertad de manera inmediata firmada por el juez don Santiago Tordesillas. --No es posible --sisea el agente arrebatandole el papel de las manos a mi abogado. --Ahi lo tiene. Mi cliente ha de ser liberado, no hay motivos para mantenerlo bajo vigilancia. --Conducia bajo los efectos del alcohol y las drogas superando el limite de velocidad. Eso es un delito contra la seguridad vial que conlleva a una pena de seis meses a dos anos de prision. --Eso hablelo usted con el juez, agente. --Una chica esta en el hospital con lesiones graves. --La familia no va a presentar cargos --aclara mi abogado--. Ademas, segun me han informado, encontraron una gran cantidad de pastillas en el bolso de esa chica. Es posible que ella le proporcionara las drogas. Con solo echarle una mirada a mi padre, se con seguridad que el se ha encargado de todo. Apuesto a que le ha ofrecido una buena pasta a la familia de la chica y el juez es amigo suyo. --Esto es… --El agente resopla y niega con la cabeza--. ?Asi funcionan las cosas en este pais? Un nino rico puede hacer lo que le de la gana porque su papa le saca las castanas del fuego cada vez que se mete en lios. --Agente… --El abogado sonrie y se ajusta la corbata con altivez--. Lo que usted piense o crea, no es relevante. Ahora, libere a mi cliente o presentare una denuncia en su contra. [?][?][?] Me despierto con un dolor de cabeza impresionante, aunque al menos ya no me siento tan ido como al acostarme. Ni siquiera se cuantas horas he dormido. Nada mas llegar a casa, me fui a mi habitacion y me lance sobre la cama. Mi padre no dijo ni una sola palabra en el coche, tampoco al llegar. Supongo que ahora me tocara aguantar uno de sus sermones. Joder, no tengo coche. ?Sera que me compra otro si se lo pido? Tal vez deberia esperar a que se le pase un poco el cabreo antes de hacerlo. Tras pegarme una ducha, me visto con un pantalon de chandal, y descalzo bajo a la planta principal de nuestra casa. Aqui he vivido toda mi vida, en el barrio de Salamanca, lugar donde nacimos mi hermano y yo. Al bajar las escaleras no puedo evitar sentir un pinchazo en el centro del pecho. Aun guardo buenos recuerdos de esta casa, cuando se escuchaban risas por las mananas, a mi madre tarareando alguna cancion. Ahora ella ya no esta, y mi hermano Hugo tampoco. Solo quedamos el Almirante y yo. Respiro hondo y sigo bajando las escaleras. Al asomarme al comedor, lo veo sentado en la cabecera de la mesa con un periodico en la mano. Para no variar, lleva puesto su uniforme. A veces pienso que lo usa hasta para dormir, como si vestirse con el le diera mas poder y autoridad del que ya tiene. Es un puto almirante de la Armada Espanola, esta forrado, y entre sus amigos mas allegados hay jueces y politicos. ?Que mas poder necesita? --Buenos dias --susurro sentandome a la mesa. La unica respuesta que recibo por su parte es una mirada por encima del periodico. Enseguida vuelve a centrarse en su lectura y Marisol, la mujer que trabaja en casa desde que era un nino, llega con mi desayuno. Normalmente me saluda de manera muy efusiva, pero hoy parece preocupada o cohibida por algo. Espero que el Almirante no se haya pasado con ella. En cuanto se marcha, ataco mis tostadas y me bebo el zumo de naranja de un solo trago. Estoy dandole el primer sorbo a mi taza de cafe cuando veo a mi padre doblar el periodico y dejarlo en la mesa junto a su plato, cuadra la espalda y me mira con atencion. --Tenemos que hablar --dice en su habitual tono serio. Ya, ahora es cuando me cae la del pulpo. <>. --?Que pasa? --pregunto tras limpiarme la boca con la servilleta de tela. --Creo que ha llegado el momento de poner las cosas claras -- afirma--. Lo que paso ayer no fue ninguna tonteria, y ya estoy cansado de pedir favores para librarte de los problemas en los que te metes. --Almirante… --No me interrumpas --ordena de manera cortante. Estrangulo la servilleta con el puno y aprieto la mandibula con fuerza, aunque hago lo que me dice. He aprendido a mantenerme callado en algunas ocasiones. Cuanto antes suelte todo, antes acabara esta conversacion y podre volver a mi vida normal--. Ya no eres un nino, Julen. Tienes veintiun anos, y hasta ahora te he estado protegiendo de ti mismo, pero eso se acabo. No voy a volver a permitir que esto pase en mi casa. --?Me estas echando? --pregunto alzando una ceja. Me clava su mirada furiosa y, por primera vez en mucho tiempo, temo lo que vaya a salir por su boca. --Es tu decision marcharte o quedarte, pero si decides seguir viviendo en esta casa, vas a acatar mis normas. --?Que normas? --Vas a entrar en la escuela naval de inmediato. --!Y una mierda! --exclamo. --No es una sugerencia, Julen. Estas descontrolado, lo que sucedio ayer es demasiado grave como para dejarlo pasar sin mas. Siempre fuiste un nino rebelde, desde la muerte de tu hermano… --?Puedes dejar a Hugo fuera de nuestras conversaciones al menos por una vez? --siseo aguantandome las ganas de pegar cuatro gritos. Odio que haga eso, que me recuerde que mi hermano esta muerto. !Ya lo se, joder! --He intentado educarte de la mejor forma posible, pero no fui capaz de llevarte por el buen camino, y me temo que ahora ya es demasiado tarde. La unica forma de enderezar tu conducta es entrando en la escuela naval. Alli sabran disciplinarte como yo no pude hacerlo. --No voy a ser militar --escupo. --No tienes otra opcion. Entras en la escuela naval o te vas de mi casa. Ya eres un hombre y tienes que asumir las consecuencias de tus actos.

  • Un te con jazmin (Un te con amor 1) de Mar P. Zabala

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    Primera entrega de esta serie divertida y romantica, en la que cada personaje es mucho mas de lo que aparenta en un principio.

  • Siempre tu de Marta Monroy

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    SI ESTAS AQUI ES PORQUE TE GUSTO ENTRE TU Y EL DINERO

  • La cuarta alianza de Gonzalo Giner

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  • Cuentamelo todo 1 de Carla Marx

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    Me la habia pasado todo ese tiempo lanzandole furtivas miradas al rotundo trasero de aquel camarero, a su arete de pirata en su oreja izquierda, a su cintura de surfista y los tatuajes descoloridos de sus brazos. Tenia la piel curtida, los ojos verdes y el cabello destenido por el salitre y el sol. El uniforme se le adheria a la piel insinuando un cuerpo tan fibroso como el de un delfin.

  • La Decada que nos dejo sin aliento de Juan Eslava Galan

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    La decada que nos dejo sin aliento pertenece a la serie dedicada al siglo XX, de la que ya han aparecido tres volumenes que abarcan desde 1936 a 1959. Esta vez el tema son los anos comprendidos entre 1973 y 1982: comienza con el asesinato de Carrero Blanco y termina con Alfonso Guerra levantando la mano de Felipe Gonzalez en una ventana del hotel Palace de Madrid tras la victoria socialista en las elecciones. En ese decenio escaso, el pueblo espanol transita de la dictadura a la democracia tras navegar por los turbios anos de la Transicion. Es probablemente la etapa mas decisiva e interesante de nuestra historia contemporanea, llena de torpes improvisaciones y de pactos contra natura. Nuevamente los familiares personajes de la serie (Chato Puertas, don Proculo, la Uruguaya, etc.) nos llevaran de la mano a traves de esos anos en los que Espana experimenta una revolucion social y politica sin precedentes.

  • Protegida; Romance, Accion y Pasion con el Militar de Alena Garcia

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    La gala de la ONU para periodistas, miembros de seguridad y agencias colaboradoras se celebraba en un hotel de Ginebra, en Suiza. Era invierno y la nieve caia en grandes copos que descendian a la tierra con lentitud. Susana salio a la terraza, pese a llevar un vestido de gala con los hombros desnudos. Necesitaba respirar aire puro. Ademas, le encantaba ver nevar. Gaditana de nacimiento, no vio la nieve hasta bien entrados los quince anos, cuando fue a Sierra Nevada con los companeros en un viaje de fin de curso. Adoraba sentir los copos cayendole sobre la piel. El silencio que envuelve una nevada copiosa no es comparable a nada. Cuando estaba empezando a temblar de frio, aparecio un hombre a su lado. --Senorita, se va a congelar --dijo en un ingles bueno, pero con acento que Susana no pudo identificar. --Si, es verdad. Me gusta tanto la nieve… Pero no llevo la ropa adecuada para estar aqui. --Ademas, es peligroso estar fuera. Tengo ordenes de no dejar salir a nadie a las terrazas --dijo Victor. --Ah, ?usted trabaja aqui? --pregunto ella. --Hoy colaboro, aunque de incognito, con la seguridad del hotel. No es seguro permanecer aqui, se lo digo en serio -- dijo el con frialdad profesional. --De acuerdo --se le escapo a ella en espanol --, ya entro. --Es usted espanola --dijo Victor ensordeciendo la "d" y convirtiendola, por ello, en "t" y con una "l" similar a la catalana. --Si, soy andaluza. --Encantado de conocerla. Me gusta mucho Espana. En realidad, vivo alli gran parte del ano, por eso se espanol. Me llamo Victor. --Yo soy Susana, mucho gusto. Ambos pasaron dentro y Victor cerro la puerta corredera de la terraza. --Espere aqui un segundo, ahora vuelvo --dijo el. El hombre regreso con una toalla caliente para los hombros y el cuello de Susana, que estaban llenos de copos de nieve en pleno proceso de derretimiento sobre la piel helada. --Oh, que caballero tan amable. Hombres como usted estan en riesgo de extincion, no se si lo sabe. Muchas gracias --dijo ella mientras se pasaba la toalla por los hombros y la clavicula. --Es lo esperable ante una dama -- replico Victor. Victor Serguieyevich Smirnov era un ex militar del Ejercito Sovietico. Tenia cincuenta y ocho anos, pero casi nadie le echaba mas de treinta y muchos o cuarenta y pocos. Rubio, con el pelo cortado a cepillo, y unos profundos ojos grises, su mirada podia tornarse metalica o calida segun el interlocutor. El salio a la terraza para echar un vistazo rutinario. Debajo del hotel habia un pequeno bosque de pinos. A unos cien metros de distancia, le parecio ver una sombra oscura que se movia sobre la nieve de manera sospechosa. Sin pensarselo dos veces, salto al suelo. La distancia era de unos cuatro metros, pero la capa de nieve amortiguo la caida. Habia formado parte, en su juventud, del prestigioso cuerpo militar ruso VDV (Vozdushno --Desantnye Voiska), los paracaidistas, miembros de uno de los cuerpos especiales mas respetados y valorados por los rusos.

  • Los Tatuajes No Se Borran Con Laser, Carlos Montero de Carlos Montero

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  • Un incidente sin importancia de Rosa M. Sarda

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    Una carta a su madre, muerta en plena juventud, abre este volumen de relatos en los que Rosa Maria Sarda da vida a todo un conjunto de personajes que conforman una galeria viva y bulliciosa.
    Maria y Pep, sus abuelos, originales, estirpe de comicos desde antes de la guerra, eran los primeros actores de una compania itinerante, aunque, si era necesario, pintaban hasta los decorados. Cuando no viajan, viven en un casita humilde cerca de una fabrica de cemento, el numero 8 de una peculiar galeria de vecinos, ruidosa, llena de dimes y diretes pero transparente y solidaria. Puertas abiertas, gritos de aqui, excursiones para alla.
    La nieta, Rosa Maria, que los visita durante los veranos, encuentra en estos abuelos y en el pintoresco vecindario, la calidez que la acompanara mientras crezca, la calidez de un mundo lleno de viveza, espontaneidad, donde la miseria de la dura posguerra no entela la alegria y la vida. Un mundo donde el simple hecho de seguir vivo ya es una victoria.

  • Una Propuesta Escandalosa (La Liga de los Picaros 3) de Lauren Smith

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    LA MEJOR PAREJA DE UN HOMBRE ES UNA DAMA VIVAZ, PERO HAY QUE TRATAR A LAS DAMAS vivaces como a un caballo salvaje, con un agarre firme y una voz suave. EXTRACTO DE LA GACETA DEL MONOCULO DE CRISTAL, 21 DE ABRIL DE 1821, COLUMNA DE Lady Society: LADY SOCIETY ESTA DE LUTO. EL PELIGROSO LIBERTINO, VIZCONDE SHERIDAN, SE HA QUEDADO ciego. No puede evitar echar de menos esos ojos marrones oscuros que encendieron el corazon de mas de una joven inocente cuando el las observaba desde las sombras de un salon de baile. Oh, mi querido Vizconde Sheridan, ?no volvera a presentarse en sociedad? Lady Society lo desafia. No se esconda de ella, o desenterrara los secretos que mas atesora. Tal vez haya una dama que aun pueda provocar una tentacion en sus ojos apagados y convencerlo de que vuelva a vivir. ?No le gustaria que una mujer volviera a calentar su cama? ?Una mujer que domine su perverso corazon? LONDRES, ABRIL DE 1821 Utilizando su baston de plata con forma de cabeza de leon, Cedric, Vizconde Sheridan, lo golpeo con fuerza contra los adoquines del serpenteante camino del jardin de su casa de ciudad en Londres mientras intentaba llegar a la fuente. A su alrededor, el mundo era de un gris invernal. Sin embargo, sus otros sentidos le aseguraban que era primavera. La luz del sol le calentaba la cara y los brazos despues de haberse arremangado la camisa. Una brisa con aroma floral le cosquilleaba la nariz y le agitaba el pelo. Cedric dio siete pasos calculados, contandolos en su cabeza. Siete pasos hasta el centro del jardin, luego cinco pasos hasta... Golpeo la punta de su bota con una piedra elevada, tropezo y se estrello contra el suelo. Ahogo un grito cuando las piedras se clavaron en sus palmas y los huesos de sus rodillas crujieron. Jadeando y con todos los musculos tensos, se quedo tumbado en el suelo durante unos momentos, luchando contra las rafagas de verguenza y el impulso infantil de gemir por el dolor. No solo habia perdido la vista. Parecia que el buen juicio y el equilibrio tambien lo habian abandonado. Finalmente se incorporo, palmeo el suelo para encontrar su baston y se puso en pie con dificultad. Era un hombre adulto de treinta y dos anos; podia y debia soportar este dolor como se esperaba de cualquier caballero bien educado. Por suerte, ninguno de sus sirvientes fue testigo de este momento de debilidad. Una vez mas. Cinco pasos hasta la fuente, se recordo a si mismo y, asegurandose de levantar mas los pies, evito mas piedras elevadas. Ya deberia conocer este camino, pues lo habia recorrido cientos de veces. Sin embargo, todavia no lo veia tan claramente en su cabeza como sabia que debia hacerlo. Cuando la punta de su baston golpeo ligeramente la base de piedra de la fuente, se inclino y busco el borde. Con un gran suspiro de alivio, se sento. Cada hora de cada dia, desde que se levantaba hasta que se retiraba a la cama, vivia con el temor constante de derribar preciosas reliquias familiares, de pasar verguenza delante de sus amigos o de su familia o, lo que era peor, de infligir mas danos a su cuerpo. Era un giro cruel del destino haber sido una vez un hombre viril sin miedo a nada para luego verse reducido a despertar cada manana solo para recordar que estaba atrapado para siempre en la oscuridad. En las ultimas semanas y con demasiada frecuencia, se sentaba en su escritorio con la cabeza enterrada entre las manos mientras los bordes de sus palmas se hundian en sus ojos. Intentaba recuperar la vision que necesitaba desesperadamente. Su desesperanza era demasiado fuerte y el no podia reunir la fuerza de voluntad para ocuparse de ella. Gracias a Dios por este jardin. Paz, tranquilidad, nadie que lo viera en este estado. Momentos como este eran una bendicion. No habia visitas sociales, ni visitantes incomodos que no entendian las dificultades de ser ciego. Afuera, en su jardin, el podia existir sin preocupaciones, sin ansiedad. El aire fresco, el sol calido y los murmullos de los pajaros y los insectos le hacian sentirse vivo de nuevo, en la medida en que un hombre destrozado podia hacerlo. La tentacion de quedarse una eternidad en el exterior era muy fuerte, pero le ardian las manos de tanto rasparse y, ademas, tendria que entrar para dormir y comer. Una abeja zumbaba en algun lugar a su derecha, probablemente sobrevolando las flores en ciernes. El piar de los pajaros en un arbol cercano acariciaba sus oidos, llenando el silencio con un delicado gorjeo que era inconfundible y nitido. Podia distinguir cada nota, cada melodia singular y los cambios de tempo y tono cuando los pajaros se comunicaban entre si. Ya no podia concentrarse en los pequenos detalles visuales, como los rostros de sus hermanas y amigos mientras reian y hablaban, o como el viento agitaba los arboles en ondas de color esmeralda en verano, o la forma en que la boca de una mujer se volvia de ese tono rojo perfecto cuando la besaba. Los sonidos, los olores y el tacto ahora eran sus unicos companeros. Se aferraba al sonido de las delicadas risas de Audrey y a la suavidad de la mano de Horatia mientras lo guiaba. Las ligeras pisadas de un lacayo sobre la grava lo sacaron de sus pensamientos. Los pasos firmes eran de Benjamin Abbot, uno de los lacayos mas antiguos. Habia aprendido mucho sobre sus sirvientes en los ultimos meses. Las criadas por sus voces y el sonido de sus faldas, los lacayos por sus pisadas mas pesadas. Cada sirviente era unico. Era una de las cosas que mas habia aprendido a valorar despues de perder la vista. Siempre habia tenido una buena relacion con sus sirvientes, pero ahora dependia de ellos mas que nunca. --Hay una joven que quiere verlo, milord. --?Oh? --Cedric no se molesto en mirar en direccion a Benjamin. No parecia tener mucho sentido mirar a una persona si no podia verla--. ?Esta joven le dio un nombre? --Senorita Chessley. La hija del baron Chessley. Cedric respiro con fuerza. ?Anne esta aqui? ?Por que? Habia estado con muchas mujeres a lo largo de los anos, seduciendo de una cama a otra. Pero no con Anne Chessley. Ella era diferente. Ella lo habia intrigado, resistido y desafiado. Una verdadera doncella de hielo en su torre de marfil, pero cada vez que la miraba, por un breve segundo, surgia un calor tan brillante y abrasador que despertaba su apetito por ella. la mujer era un reto, y a el siempre le habian gustado los grandes desafios. El ano pasado la habia cortejado, pero ella no le permitio acercarse lo suficiente como para darle un solo beso. Habia gastado una fortuna enviando lujosos ramos de flores, ademas de comprar asientos en el palco de la opera frente al de su padre para verla disfrutar de la musica desde el otro lado del teatro. Y, sin embargo, ella habia permanecido inalcanzable. Siempre amable, pero nunca verdaderamente abierta. Despues de meses de intentos, Cedric se habia visto obligado a admitir su derrota. Ella nunca se rendiria a el ni a sus intentos de seduccion. Y luego habia perdido la vista. Cualquier idea de matrimonio ahora era inconcebible. Aunque su fortuna seguia siendo un atractivo para algunas damas disponibles, ya no podia soportar la macabra danza del cortejo. No cuando todo lo que oia eran los groseros susurros de las damas detras de sus abanicos sobre su condicion. No queria esa repulsion o compasion de su futura esposa. Sin duda, Anne se compadeceria de el, o se incomodaria por su nueva torpeza. Era demasiado fria de corazon como para preocuparse sobre si el podia recorrer un metro y medio sin lastimarse o arruinar algo a su alrededor. No podia entender que estaba haciendo ella aqui, y menos cuando habia pasado demasiado tiempo evitandolo. Ademas, ella no solia hacer visitas sociales y no se atreveria a hacerle una a el. Por otra parte, las noticias que habia oido recientemente sobre ella no le permitian imaginar por que estaba aqui. La semana pasada, cuando su amigo Lucien y su hermana Horatia acudieron a su visita semanal, Cedric se entero de que el baron Chessley, padre de Anne, habia muerto mientras dormia. Anne era ahora una rica heredera y no necesitaba a nadie, y mucho menos a Cedric. Lo que lo obligo a replantearse dicha cuestion infernal: ?por que habia venido? ?Estaba muy destrozada por el dolor de haber perdido a su unico pariente con vida y acudia a el en busca de consuelo? Lo dudaba. ?Que podia ofrecerle a una mujer como ella? Era un hombre a medias, destrozado, arruinado. Un maldito idiota. Se obligo a adoptar un rostro serio. La trataria como a todas las jovenes con las que se cruzaba desde su perdida de vision, con una educada distancia. Su orgullo le exigia mantener el control, especialmente con Anne. Nunca debia saber que aun la deseaba, que aun la buscaba como un loco sin remedio. Las imagenes de sus ojos grises traicionaron a su mente. Recordarla tan vividamente; los labios rosa palido que mostraban una sonrisa solo cuando ella bajaba la guardia, y la forma en que su nariz se arrugaba cuando discrepaba con el. Su pecho se contrajo al recordar sus discusiones, a menudo apasionadas, sobre los caballos, su interes compartido. Era la unica forma en que habia conseguido que ella le respondiera, sonsacandole sus energicas opiniones. A la fria diablilla le encantaba discutir, y el se deleitaba provocando su ira. Maldita sea. Me he convertido en un tonto sentimental. El lacayo tosio cortesmente, recordandole a Cedric que lo estaba esperando. --Por favor, traela --le indico. Ahora, resultaba una gran perdida de tiempo encontrar el camino de regreso al interior. Era mucho mas facil hacer que se la llevaran a los jardines. El clima era bueno, y el conocia a Anne lo suficiente como para saber que le gustaba el aire libre. Los pasos del lacayo se alejaron y, un minuto despues, Cedric percibio unas pisadas femeninas en el sendero del jardin. La oyo jadear cuando se acerco lo suficiente para verlo. --!Milord! !Esta sangrando! --Anne corrio a su lado. El percibio su olor, un seductor aroma a orquideas que era exclusivamente suyo. Sintio el calor de sus manos cerca de las suyas cuando se le unio en la fuente. Ella le cogio las palmas y toco suavemente su piel irritada. Estaba tan acostumbrado a los cortes y rasgunos que apenas los notaba. Cedric reprimio un escalofrio. Sin la vista, solo le quedaban el tacto, el gusto y el olfato para percibir el mundo. El tacto de Anne encendio una chispa debajo de su piel. --?Sangrando? --pregunto tontamente, demasiado absorto en la sensacion de las faldas de seda rozando sus espinillas. Sus manos heridas quedaron en el olvido. La excitacion ardia en sus venas, y el viejo deseo de seducir emergio a la superficie. No recordaba ningun momento en el que ella hubiera estado tan cerca de el por voluntad propia. --Si, milord. Hay gravilla en sus palmas. ?Se ha...? --dudo en continuar. Su deseo por ella se esfumo ante la compasion en su tono. --?Me he caido? Si --respondio el bruscamente. Nunca habia necesitado compasion, y no la queria ahora, y menos de ella. Saco el pecho y fruncio el ceno en su direccion. Un silencio inquietante lleno el aire entre ellos. Anne siempre tuvo el poder de ponerlo nervioso, de hacer que todos sus musculos se tensaran. ?Que expresion tenia en su rostro? ?Esas delicadas cejas que el recordaba arqueadas sobre sus encantadores ojos sorprendidos, o ahora estaban fruncidas? Maldita sea, desearia poder verla. --?Me deja ayudarlo? --pregunto Anne en voz baja. --?Como? --el escepticismo invadio el tono de Cedric. En lugar de responder, ella se quito los guantes y cogio sus manos, metiendolas en el agua fria y vigorizante de la fuente, y sus dedos limpiaron suavemente las irritadas palmas de sus manos. Luego volvio a levantarle las manos. --?Tiene un panuelo? --En el bolsillo del pecho --dijo el. Sintio que la mano de Anne hurgaba en el bolsillo de su chaleco y lo sacaba. La simple accion le resulto extranamente erotica y acelero su pulso. Siempre era el quien deslizaba una mano bajo el corpino o la falda de una dama. Era una experiencia muy diferente tener la mano de una dama moviendose bajo su ropa. Podia sentir el calor de su piel cerca de su pecho. Con una sonrisa interior, disfruto de la sensacion de sus suaves manos introduciendose en su ropa. Cuando encontro su panuelo, ella le seco las manos con delicadeza y luego coloco sus palmas en alto. Su calido aliento se deslizo sobre su piel en un suave patron mientras soplaba suavemente sobre sus cortes para secarlos. --Creo que no van a sangrar mas. Debe tener cuidado de no hacer nada brusco con ellas durante unos dias para no estimular nuevamente los cortes. Su tono a reprimenda lo pillo desprevenido y destruyo la calida burbuja de deseo que lo rodeaba. --Gracias, senorita --respondio con rigidez, mas por la sorpresa que por otra cosa--. Perdone mi atrevimiento, pero ?por que ha venido? --la pregunta urgente ?por que? seguia atormentandolo. Anne guardo silencio durante unos momentos antes de hablar. Cuando lo hizo, sus manos se apartaron de las suyas, deshaciendo su vinculo. --Estoy segura de que ha oido hablar de mi padre. --Si --dijo Cedric en voz baja--. Era un buen hombre, y no puedo decir eso de la mayoria de los hombres que conozco. Le doy mi mas sentido pesame y mis condolencias. El dolor lo atraveso, agudo y repentino, detras de las costillas. Los ataudes de sus propios padres siendo depositados en tumbas gemelas. Sus dos hermanas pequenas aferradas a sus brazos a ambos lados, con sus rostros angelicales manchados de lagrimas. Eran recuerdos que no queria, recuerdos que cada dia intentaba mantener enterrados. --Gracias --su voz era firme, pero el conocia la fortaleza de Anne y eso lo hacia sentirse orgulloso de ella. Al mismo tiempo, quiso acercarla y susurrarle cosas suaves y dulces al oido para reconfortarla. Eso lo sorprendio. ?Desde cuando era la clase de hombre que consolaba? Era un libertino, un seductor y un picaro de la peor calana. No acurrucaba a una mujer en su cuerpo. --En realidad, su muerte es la que me ha traido hasta ti. --?Oh? No puedo imaginar como... --Si me perdona por mi franqueza, milord, la verdad del asunto es que necesito casarme. La muerte de mi padre me ha dejado con riquezas y, desgraciadamente, siendo mas un objetivo para los cazafortunas de la alta. Mas de lo que me hubiera gustado. Cedric no paso por alto el tinte desesperado en su voz. Desde que la conocia, ella siempre habia huido de la mirada publica, y la carga de ser una heredera debia ser muy grande. --?Y que tiene que ver esto conmigo? --pregunto Cedric. Seguramente ella no pensaba... Era demasiado esperar que le pidiera que la cortejara de nuevo. --Necesito un marido y la mayoria de los hombres disponibles que buscan una mujer, bueno, no son lo que yo consideraria candidatos adecuados. He venido aqui... con la esperanza de que quizas... --las manos de Anne cogieron las suyas y Cedric se sobresalto, pero mantuvo la calma y se aferro a ella con suavidad. ?Que esperaba ella? El pecho de Cedric se contrajo. --Diga lo que piensa, senorita Chessley --exigio, quiza con demasiada fuerza. Ella libero sus manos y terminaron por caer en su regazo. --Tal vez esto fue un error. No debi molestarlo --musito Anne, disculpandose. La oyo levantarse para marcharse. Cedric se puso de pie junto a ella y extendio la mano a ciegas en su direccion, con la esperanza de capturar su muneca para detenerla. En lugar de ello, su mano aparecio alrededor de una cadera femenina y prominente. No la solto, sino que le clavo los dedos con la fuerza suficiente para frenar su huida. El repentino contacto provoco un grito de sorpresa. --Digame lo que ha venido a decir, por favor --suplico un poco, no queriendo que se fuera. Ultimamente habia pasado mucho tiempo solo, algo que habia creido preferir dado su estado. Pero la compania de Anne era bienvenida. Le recordaba a tiempos mejores, pero no le hacia sentir el dolor de su perdida de vision. Mas bien le encendia la sangre, recordandole la forma en que solia provocarla y como ella se resistia a el con su delicioso combate verbal. Reprimio una sonrisa cuando ella no intento escapar de su agarre. --He venido a preguntarle si consideraria la posibilidad de casarse... conmigo --la ultima palabra fue un susurro tan suave que Cedric se pregunto si la habia imaginado. --?Quiere casarse conmigo? !Por fin podria tener a Anne! Sin embargo, se habia jurado a si mismo que el matrimonio no era posible, que cualquier mujer que se atara a el nunca seria feliz con el cuerpo vacio de un hombre danado. ?Como podia pensar Anne que el seria una buena eleccion? Si pensaba que podia ser su esposa solo de nombre, se equivocaba. Si el y Anne se casaban, la meteria en una cama y Cedric encontraria el cielo que sabia que lo estaba esperando alli. Si el matrimonio era la unica via para encontrar el paraiso, entonces el haria publicar las amonestaciones inmediatamente. Sin embargo, si conocia a Anne --que lo hacia--, tenia que haber una trampa. --Si. Bueno... ‘querer’ es quizas una palabra fuerte. Pero me casaria con usted si me lo pidieras. --?Por que yo? --si podia elegir entre cazafortunas y otros jovenes, ?por que conformarse con un ciego patetico y tonto? No tenia mucho sentido. --De todos los hombres que he conocido, usted ha permanecido interesado en mi y no tiene ningun deseo de perseguirme por mi fortuna, ya que es bien sabido que la suya es mucho mayor que la mia. Estoy segura de la verdadera razon de su interes. Los sementales de mi padre pasarian a ser suyos, por supuesto, si nos casamos. Seria libre de cruzar sus propias yeguas con ellos. Pense que tal vez eso podria atraerlo. Estaria dispuesta a trabajar con usted en la crianza, ya que es un interes compartido. Tambien creo que podriamos llegar a agradarnos lo suficiente como para llevarnos bien. Usted tiene la aprobacion de mi padre, asi como la de Emily, y eso me hace confiar en su naturaleza. Cedric se rio para si mismo. A pesar de su reputacion descarada entre la alta y los rumores de los diarios, ?su padre lo habia aprobado? Ellos se habian reunido a menudo en Tattersalls para hablar de los mejores caballos. El y el difunto baron habian coincidido en casi todo, excepto en la politica, pero aquellos debates habian sido animados y bien argumentados por ambas partes con copas de oporto en clubes como White’s. Entonces, fue azotado por una fuerte sacudida ante la abrupta percepcion de la perdida del baron. Habia dejado que su ceguera se convirtiera en un motivo para sumirse en su propia oscuridad y ni siquiera habia pensado en como debia sentirse Anne. Su padre, un hombre al que estaba muy unida desde la muerte de su madre en su infancia. Y ella acudio a mi para que la protegiera de los cazafortunas... El pensamiento provoco una sensacion de calidez en un lugar profundo de su interior que habia quedado muy frio durante estos largos meses desde su perdida de vision. --?Te casarias conmigo, sinceramente? Debo advertirle, senorita Chessley, que ya no soy el hombre encantador que alguna vez fui. Mi vida se ha vuelto... complicada --la confesion le dolio como un punetazo, pero era inevitable. Ella tenia derecho a saber con que se enfrentaria si se casaba con el. --Lo se, milord. Tuve un spaniel muy querido que se quedo ciego cuando era nina. Conozco las dificultades a las que usted se enfrenta --su voz estaba todavia un poco agitada.

  • Sonata gitana de Colt

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    “No busco tu lastima, ni tu perdon. Solo quiero dejar en manifiesto que la vida es una cruel broma. Nadie me dio la oportunidad de expresarme o explicar por que hice lo que hice.
    La magnitud de mi amor por la Gitana solo podria compararse con el amor que la musica me dio, y no fue suficiente.
    Fui la consecuencia del abandono, del aislamiento y una mente brillante que intentaron reprimir y, a pesar que intenten borrar mi nombre de la historia, mi Sonata Gitana vivira por siempre…”

  • Vacaciones en el Caucaso de Maria Iordanidu

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    En julio de 1914, cuando Ana partio de Constantinopla con destino a Rusia, dejo atras la digna Constantinopla del siglo pasado. La Constantinopla de su abuela y de su madre. La Constantinopla de los movimientos lentos de los cocheros y de los estibadores, y tambien del barrio europeo donde la sombra de las abuelas aun planeaba por encima de las cocinas con los braseros y las hachuelas de destazar. Aquella era la epoca en que la Virgen extendia su mano y paraba la lluvia cuando Loxandra hacia la colada. <>, decia Loxandra, y en Constantinopla ese dia no caia ni una gota de lluvia. En agosto de 1920, cuando Ana volvio de Rusia, paso del medievo al siglo XX de un solo salto. La plaza de Karakoy estaba abarrotada de militares ingleses y franceses, de soldados griegos, de refugiados rusos, de judios, levantinos[1] y griegos que habian amasado su fortuna recientemente. Los estibadores y los arabadzides habian desaparecido... Ahora circulaban... !automoviles! En las angostas callejuelas de Galata, los camiones del ejercito frances bocineaban hasta dejarte sordo y eran capaces de matar a la gente con tal de rebasar a los vehiculos ingleses que corrian como omnipotentes angeles del cielo... !Ay de los derrotados! Nous avons gagne la guerre..., cantaba la Madelon de la victoire[2] invitando a cervezas en los bares y en los grill rooms que habian proliferado por todos lados como champinones. Ya ni en la confiteria de Retzepis se podia entrar porque frente a su puerta habia apilados un monton de barriles de cerveza vacios. Uno que se parecia al gobernador general de la provincia de Astracan deambulaba por el puente de Galata con una bandeja en las manos vendiendo pirozhki. Tres Johnnies ebrios, frente a la panaderia de Karakoy, querian golpear al bugatsero porque no vendia whisky. Los organillos, con banderitas griegas clavadas entre las flores de papel que enmarcaban el retrato de Pulu, tocaban melodias patrioticas como <>.[3] !Fotografias de Elefterios Venizelos en los cafes![4] Y por doquier, la gente entonaba al unisono el largo camino a Tipperary...[5] En Pera,[6] ahi donde esta el hotel Londres, era imposible pasar, porque una decena de soldaditos jovenes se habia puesto a media calle a bailar un kalamatianos. Y en la avenida principal el transito estaba detenido porque los escoceses, ataviados con pieles de leopardo, desfilaban tocando sus gaitas y golpeando sus tambores. El hotel Tokatlian daba la impresion de un cadaver hinchado que acabo por reventar. Frente a sus puertas pululaba un hervidero de gusanos: empresarios, agentes extranjeros, traficantes de droga, proxenetas y prostitutas de todos tipos. Un lujo desvergonzado, una juerga enloquecida, !un carnaval! La gran ramera de Babilonia, vestida de purpura y escarlata y adornada de oro, se paseaba por las calles de Pera y de Galata. Ochi chiorniye...[7] sonaba una y otra vez en los cafe-chantant. <>, cantaban las aristocratas rusas vendiendo sus ultimos diamantes para pagar el espumoso vino. Levantinas y judias de Avanos y Tahtakale llevaban velo y se hacian pasar por turcas, porque habia demanda de colorido local y las turcas de verdad se habian escondido. Un negro senegales del regimiento de Mac Mahon se comio la teta de una gran duquesa rusa. Y dos bailarinas del Bolshoi, de puro miedo, sufrieron convulsiones frente al Galatasaray.[8] A Ana le daba vueltas la cabeza. Arrastrando los pies, intentaba subir la cuesta de Akartsa preguntandose: <>. En lo que llegaba a Tatavla, cayo la noche. Las ventanas de las casas comenzaron a encenderse paulatinamente. Habia muchas puertas abiertas y gente sentada afuera, tomando el fresco. Algunos eran conocidos, pero nadie la reconocio. Como una sombra venida de otro mundo, Ana fue pasando frente a ellos, hasta que llego a la iglesia de San Demetrio y dio vuelta a la izquierda. Al cabo de muy poco fue a dar frente a la casa de la tia Agatho, donde estaba segura de encontrar a su mama. Miro hacia arriba, todo estaba oscuro. Se detuvo un momento, los dientes apretados, la frente perlada de sudor, <>. <>. Un gato se froto contra su pierna. Un gato gris. Un gato peludo como el Aslan que tenian. Como el As... !Aslan! --!Aslan! !Aslan!--exclamo Ana llorando--. Aslan querido, ?donde esta Dick? ?Donde esta nuestro perrito? ?Se murio? Una ventana del primer piso se abrio y se oyo un <>. Cuantos anos hacia que Ana no habia oido ese <> de la tia Agatho. Y segundos mas tarde la voz histerica de su mama: --!Me voy a volver loca! !Sostenedme! !La nina! Dos ventanas se iluminaron. Una puerta rechino. La escalera de arriba crujio. Porque asi era esa escalera, crujia. <>, penso Ana, y sabia que en cuanto alcanzaran el pie de la escalera, tropezarian con la mesita en la que esta el jarron chino y comenzarian a discutir. Lo dicho, ya empezaron. --Pero mujer, !que mania la tuya de poner esta mesita aqui! !Un dia nos vamos a matar! Y la tia Agatho: --Pero si su lugar es este, ?donde quieres que la ponga, Klio? El lugar de la mesita era ese, cerca de la escalera. El lugar del taburete pequeno, frente al sillon de terciopelo. Y cuando te sentabas en el canape, no tenias taburetito para los pies. Y es que en las casas, cada objeto tiene su lugar, porque cuando Dios hizo las mesitas y los taburetes y todo lo habido y por haber, lo coloco, en su inmensa sabiduria, tal y como luego lo encontraron las amas de casa en sus hogares. Y las amas de casa, todas, son iguales. Los zares pueden ser derrocados en Rusia, la faz de la tierra puede cambiar, pero a Varvara Vasilievna le sigue mortificando que caiga agua en su sillon de raso--ese sillon que unos dias despues seria lanzado por la ventana junto con sus otros muebles y acabaria, cojo, en la acera--. Y Praskovia Afanasievna, con tal de no perder ninguno de sus enseres domesticos, decidio quedarse en su casa, que estaba en la zona del fuego, y acabo quemandose viva. Lo mismo podria haberle ocurrido a la tia Agatho, y a su mama... Pero no, ahi estaban, tal como las dejo. --!Que no te me adelantes, te digo! Detras de la puerta discutian por quien cogeria primero la llave, quien levantaria primero la tranca. <>. <>. Algunas palabras resuenan como un semantron en el oido,[10] como una voz venida de otro mundo. De un mundo que ya no existe, y runrunean nostalgicas en el mundo que empieza. 2 El primer mundo de Ana habia sido el entorno festivo y hogareno de su casa constantinopolitana. Personas ahitas, de buen corazon, sencillas. Una fiesta ininterrumpida habia sido aquella primera vida suya, siempre pegada al delantal de su abuela Loxandra, y dentro de su cocina. ?Que necesidad tenia de los juguetes de pacotilla del Bon Marche si todo lo habido y por haber en su casa estaba a su disposicion? <>. !Que no harian! ?Abrir los atadijos de las telas y encontrar un trapito para coger las ollas calientes, o limpiar las rosas para hacer mermelada, o tenir los huevos y amasar la harina para los tsurekis de Pascua, o ir a Therapia[11] a felicitar al tio Kotsos que hoy celebra su santo? Cada ano en verano iban al campo, a Halki. Mas tarde, cuando la familia se instalo por un tiempo en el Pireo, ya no tenian necesidad de ir al campo porque su casa estaba sobre el mar, en Kastella. !Ah, que bonitos anos aquellos que Ana vivio en el Pireo! Aunque... ?y que me dices de los anos del colegio, cuando regresaron a vivir a Constantinopla? ?Eh? Esos anos fueron felices entre los mas felices. Tan felices que uno lamenta que hayan pasado. Otros tres anos asi de dichosos le quedaban a Ana por delante hasta terminar el colegio. Y luego se habria ido a estudiar a la universidad si no hubiera llegado aquella fatidica carta desde Batumi. La carta que partio su vida en dos. Por lo general, en su casa, una carta de Batumi era sinonimo de pelea, porque Ana estaba obligada a contestar. Y es que en Batumi vivia el hermano de su madre, el que las mantenia. --Que escribas, te digo--ordenaba Klio. Ana se sentaba con la pluma en la mano y dibujaba un gallito en el papel secante. --Ana, he dicho que escribas. --?Y que le digo? --Dile que le pides a Dios que nos reste dias de vida a nosotras para darselos a el. --!Y un cuerno! Y acto seguido comenzaba la pelea. Ana no era desagradecida y sabia muy bien que el tio Alekos, el que vivia en la Santa Rusia, era quien pagaba un monton de liras para que ella pudiera estudiar en el colegio; era quien antano --es decir, antes de que se casara con la tia Claude, que lo manejaba a su antojo--mandaba caviar y tambien iconos recubiertos de oro, y aquellas cucharitas y vasitos rusos banados en oro y con el aguila bicefala del zar estampada. <>, aprendio a decir Ana de su abuela, y al Paraiso se lo imaginaba ahi, en Rusia, donde todo era grande y abundante, donde todo era interminable, todo, incluso las horas. <>, le decia Loxandra al verdulero cuando este se demoraba. Ana veia al tio Alekos en aquel Paraiso ruso como a un dios. El dios terrible de Abraham y de Isaac, al que habia que cantar himnos con panderos y danzas, con laudes y flautas para ganarselo, porque aunque por un lado ofrecia la Tierra Prometida, por el otro no se lo pensaba mucho para pedir un sacrificio de sangre. Cada ano, cuando se acercaba septiembre, Ana lo pasaba fatal hasta que llegaba la noticia de que la matricula del colegio habia sido cubierta. En cuanto a la universidad, que le habian prometido para despues, Ana estaba dispuesta a hacer por ella todos los sacrificios del mundo. Si hubiera tenido el arpa de David o los cimbalos de Jerusalen, quiza habria podido producir el ruido necesario para expresar su agradecimiento, pero teniendo unicamente la pluma le era imposible. Y, por eso, siempre habia pleito. ?Que le podias escribir o que le podias decir a una persona a la que no habias visto mas de tres veces en tu vida y de la que corrias a esconderte debajo de alguna mesa o detras de algun ropero cada vez que aparecia? La ultima vez que ese tio habia ido a su casa habia traido con el a su mujer para que besara la mano de la abuela, es decir, de su madre, Loxandra. La mujer que el tio Alekos habia tomado por esposa se llamaba Claude y era francesa, una francesa muy delgada que entro en la casa como un huracan y la recorrio completita, por dentro y por fuera. Queria verlo todo, queria saberlo todo. Cuanto aceite se usaba para la comida, cuanto dinero se le pagaba a la sirvienta, por que vivian en esa casa situada en la calle principal de Pera y no se iban a vivir a una casa mas economica. Por que tenian animales. Los animales son portadores de microbios. Habia que deshacerse de ellos. A Aslan, el gato, que por aquel entonces tendria un ano, no le vieron el pelo durante todos los dias que duro la visita de la tia Claude. Se iba muy temprano por la manana y volvia muy tarde por la noche para guardarse bien guardadito en la cocina. A Dick, el perro de Ana, hubo que amarrarlo porque cada vez que veia a la tia Claude grunia. La abuela, que ya no salia de su recamara y que apenas oia, no se percato de nada de todo aquello. A sus noventa anos, ?que sentido tenia decirselo y mortificarla? En cuanto aquellos huespedes se fueron de la casa, el mundo entero respiro aliviado. <>, dijo la madre de Ana apenas cerrar la puerta detras de ellos. Y desde entonces el nombre de la nuera fue <>. El tio Alekos era <> y la culpa de todo la tenia <>. --Estas son maquinaciones de aquella--volvio a decir Klio en cuanto termino de leer la fatidica carta, y estaba a punto de romperla cuando Ana se la arrebato de las manos. Da vertigo pensar de que cosas tan pequenas depende la vida del hombre. Si Klio hubiese roto la carta aquel dia, !que distinta habria sido la vida de Ana! Pero ?quien iba a saber? <>, dicen. Y asi es. La carta era una invitacion a Ana para que hiciera un viajecito de placer a Rusia, un viajecito de un mes. Es decir, hasta que la escuela abriera sus puertas a principios de septiembre. Ana podria tomar rapidamente el Sicilia de la Lloyd Triestino, cuyo capitan era amigo de su tio Alekos. Su madre la embarcaria en Constantinopla y el capitan, personalmente, se la entregaria a la tia Claude en Batumi. La tia Claude, decia la carta, la estaba esperando para recorrer juntas el Caucaso y visitar a una pariente que vivia en el norte, en una ciudad llamada Stavropol.

  • Todos los veranos del mundo de Monica Gutierrez

    https://gigalibros.com/todos-los-veranos-del-mundo.html

    Helena no sabe como sobreviven las familias cuando coinciden todos sus miembros bajo el mismo techo, pero esta a punto de averiguarlo.

  • El silencio de los goteros de Enfermera Saturada

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    Un libro mas vendido que el ibuprofeno.