• libro kim ji young nacida en 1982 - Cho Nam-joo

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    Su nombre es Kim Ji-young. Tiene 33 anos y el nombre mas comun de Corea. Su historia ha incendiado Asia entera.

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    Kim Ji-young, nacida en 1982 de [Cho Nam-joo, Joo ... «Lo que más me impresionó es que, quizá más que un libro del momento, en muchos sentidos me ha ...

  • Kim Ji-young, nacida en 1982 (Literaturas) : Nam-joo, Cho

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  • Kim Ji-young, nacida en 1982 | Penguin Libros

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    Es la historia de una mujer corriente que, a pesar de ser un producto de la sociedad coreana de finales del siglo XX y principios del XXI, en términos ...

  • Kim Ji-young, nacida en 1982 - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    Kim Ji-young, nacida en 1982 (en hangul, 82년생 김지영) es una novela de la escritora surcoreana Cho Nam-Joo. El libro se ha vuelto un referente para el ...

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    19 sept 2019 — Kim Ji-young, nacida en 1982, libro o eBook de Cho Nam-joo. Editorial: Alfaguara. Los mejores precios en libros y eBooks.

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    29 jul 2021 — Su nombre es Kim Ji-young. Tiene 33 años y el nombre más común de Corea. Su historia ha incendiado Asia entera.

  • Reseña 'Kim Ji-young, nacida en 1982' de Cho Nam-joo

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    10 abr 2021 — ¿De qué va el libro? Tal y como nos cuenta la sinopsis, Kim Ji-young es una mujer promedio en Corea del Sur que estudió una licenciatura, ...

  • La salvacion de lady Schellin de Claudia Cardozo

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    No hay otra salvacion para lady Schellin que la que puede buscar en si misma. No hay otra salvacion que la que los afectos, las amigas, ese grupo de mujeres con el que comparte un ideal, con el que luchan por ser iguales, le pueden dar. Despues de descubrirse, de reconocerse como una mujer antes que como una lady, entonces tambien puede rescatarla el amor.

  • Secretos de sangre de Myrian Gonzalez Britos

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    <>La bella y timida pastora judia Giovanna Bianco paseaba todas las mananas por los valles de su pueblo con sus ovejas y su fiel perro. Ser hija de una judia nunca fue un problema para ella, hasta que se desato la guerra.Paul Bachmann era un atractivo e inconmovible capitan nazi, cuya mision en Italia era clara hasta que conocio a la inocente pastora y todo cambio. Un sentimiento desconocido nacio en su duro pecho y cambio su destino para siempre.Les unia el amor y tambien un secreto. ?Podran vencer los obstaculos impuestos por la guerra?Una novela que desatara una dura batalla en tu corazon.

  • Y yo a mi de Elsa Garcia

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    La familia de Jota no es muy tradicional.

  • El Diablo le da ojos a quien no ve de Juan Jesus Urbano Martinez

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    El ambiente festivo reina en la romeria de San Bernabe. Cientos de personas inician su ascension hacia la ermita del santo cuando una grotesca escena detiene a la comitiva entre los gritos ahogados de los asistentes. Martin Vilches, un inspector de policia que lucha contra sus adicciones, es asignado al caso por peticion expresa de su jefe. Lo que parece un claro ajuste de cuentas se acaba convirtiendo en un crimen ritual meticulosamente preparado por un brutal asesino. Vilches debera buscar la manera de atraparlo adentrandose en un submundo donde la adoracion al Diablo es la unica salvacion.

  • Colosseum de Jordi Nogues

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    El Imperio romano vive su maximo esplendor en tiempos turbulentos, llenos de intrigas y revueltas. Calicrates, genial arquitecto de origen griego, presenta su nuevo proyecto ante la corte de Vespasiano: un gran anfiteatro que estara a la altura de los dioses, el mayor escenario para la mayor civilizacion. Gran parte de la aristocracia romana, entre ella la princesa judia Julia Berenice, pretende usar el tesoro conseguido en Jerusalen para sus propios fines. Poco a poco, la rectitud y humanidad de Calicrates ponen en jaque a la rancia casta patricia de Roma.

  • Un amor imposible de Graci Suarez

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    Una mujer decidida a conquistar el corazon de un hombre al que hace anos que no ve.

  • La huida de Jim Thompson

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    El atraco al banco ha salido a la perfeccion. La traicion a su peligroso socio, tambien. Ahora, a Doc McCoy solo le queda planificar la huida con su esposa Carol hacia el otro lado de la frontera. Ya no hay tiempo de mirar atras: al final del camino les espera el cielo o el infierno.

  • La hija del relojero de Kate Morton

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  • Puzzle. Fusion perfecta de Moruena Estringana

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    Peyton siempre ha sentido que no encaja en la perfecta vida de su padre. Ha vivido toda su vida en un internado, pues su padre preferia tenerla lejos desde que volvio a casarse, haciendo que Peyton se sienta como un error que prefiere mantener oculto. Pero todo va a cambiar, su padre la quiere de vuelta en la ciudad donde es Alcalde. Ella no tiene mas remedio que regresar y estudiar la carrera elegida por su padre. Tiene una razon de mucho peso, pese a que ya es mayor de edad.

  • Mi pequena de Luis Barrena Ugaz

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    Jean es un joven universitario, comun como cualquier otro. Trata de disfrutar cosas tan sutiles del mundo como un amanecer o un anochecer solitario, pero todo se ve perturbado cuando conoce a Sofia, una chica menor que el. En el trayecto de la historia el va aprendiendo que el amor es una eleccion que el decide vivir y experimentar; tambien aprende las diferencias del sexo con un cuerpo que amas y uno que solo sirve para saciar las ganas.

  • Rumbos encontrados de Montse Baste

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    Ana acaba de cumplir cuarenta anos y tiene una vida estable. Tras veinte anos de matrimonio y dos hijos mayores de edad, decide seguir los pasos de su mejor amiga, Eva, que ha vivido siempre de un lado para otro, sin ataduras. Su nuevo rumbo la llevara a colaborar con una ONG en Brasil y , mas tarde, en Myanmar. Durante ese periodo de reflexion y aprendizaje se conocera mejor a si misma y vivira un romance que la marcara para siempre. Durante esa experiencia, conocera a diversos personajes que, a su vez, iran trazando nuevos caminos en sus vidas. Cuando sus rumbos se encuentren algo quedara en cada uno de ellos del otro

  • Abigail de Lidia Castro Navas

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    ?Has sentido alguna vez una fuerte conexion con un desconocido? ?Una conexion que va mas alla de lo fisico y que el solo cruce de miradas te paraliza?

  • Y llegaste tu 1 de Coral Moon

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    Aburrida, mire hacia el otro lado de la barra y mis ojos se encontraron con los suyos. Destellos de imagenes comenzaron a desfilar ante mis ojos, hasta que todo dejo de existir entre nosotros. Solo estabamos el y yo, mirandonos el uno al otro, deseando poseernos. Respire hondo, simplemente no llegaba a comprender como podia sentirme tan atraida por alguien a que apenas conocia. Por increible que parezca, senti que era el hombre de mi vida hasta que se abrio la puerta. Mire hacia ella con la boca abierta cuando la vi entrar y se dirigio hacia el para besar los labios que yo llevaba deseando besar otra vez. Me miro de una forma tan intensa… que por un instante se me olvido respirar.

  • Herejes e idiotas de Marta Roussel Perla

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    La lucha casi inmemorial entre la Iglesia de la Muerte y la Academia de Nigromantes transcurre sobre lo que queda de una tierra desolada, en la que ambas se disputan la poca civilizacion que todavia sobrevive.Es en este panorama que Aatami, un experimentado nigromante de la Academia, y su amiga Zoe, una legendaria guerrera de la Iglesia, descubren la historia olvidada que une a las dos sagradas instituciones, comprendiendo que tal vez aun haya esperanza para ese mundo devastado con el paso de los eones.Desafortunadamente, por sus caracteristicas, Zoe y Aatami no encajan demasiado bien con el entorno, de modo que su viaje para salvar el mundo implicara evitar conflictos mediante una estudiada distancia respecto a cualquier ser humano y, sobre todo, en tratar de no morir. El pronostico, por supuesto, no es bueno para ninguno de los implicados.

  • La suerte del bufon (El Profeta Blanco 3) de Robin Hobb

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    El desenlace de la trilogia “El profeta blanco”.

  • Las manos quietas, que van al pan de Lara Smirnov

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    Nina no tiene suerte con los hombres. Harta de sufrir el acoso de jefes y companeros en los restaurantes donde ha trabajado, se presenta al concurso <>, para conseguir su independencia y abrir su propia pasteleria.

  • Tres mil noches con Marga de Pedro Ramos

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    Marga es una joven biologa gallega, brillante en su profesion, que trabaja como investigadora en Alaska desde hace seis anos. Desde entonces nunca ha vuelto a A Coruna para visitar a su familia, y el vinculo se reduce a las pocas llamadas telefonicas con su madre.
    Pero en su ultima conversacion recibira la noticia de la enfermedad de su padre y, a pesar del miedo a enfrentarse a los fantasmas de su pasado, decidira regresar de inmediato. El rencuentro familiar abrira inevitablemente heridas mal curadas, y Marga se debatira entre contar aquello que la hizo alejarse de todos sin dar mas explicaciones o mantenerlo en secreto, y seguir viviendo en un extrano equilibro entre el sentimiento de culpa y la responsabilidad de amparar a los suyos.
    Una novela cautivadora que nos sumergira en la vida de Marga, sus veranos de juventud y el primer amor, y reconstruira con la complicidad del lector los anos de una familia que tuvo que bregar con el cambio de mentalidad de un pais desde finales de los ochenta hasta la actualidad.
    Un sorprendente hallazgo literario.

  • Una marquesa enamorada (Amor amor 3) de Mile Bluett

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    Continua la serie <> de Mile Bluett con esta historia de amor con tintes de intriga y misterio.

  • La mirada de la ausencia de Ana Iturgaiz

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    Una fascinante novela historica con tintes romanticos ambientada en el Bilbao de finales del siglo XIX.

  • Las mutaciones de Jorge Comensal

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    Ramon Martinez es un abogado de exito, un ateo convencido y un padre de familia como otro cualquiera. Pero todo cambia el dia que Ramon tiene que ser operado y pierde la lengua -y con ella la capacidad de hablar- y comienza para el una silenciosa tragicomedia. Carmela, la mujer de Ramon, comenzara a tener discusiones diarias con un marido que no puede contestarle; Paulina y Mateo, sus hijos adolescentes, tendran que afrontar la nueva situacion mientras lidian con sus propias obsesiones (la obesidad y el onanismo). Elodia, la asistenta supersticiosa, busca una cura milagrosa para su jefe, que acude a terapia con Teresa, una psicoanalista, que cultiva marihuana en su atico. En medio de todo este barullo, Benito es el nuevo miembro de la familia: un loro de una especie en peligro de extincion con el que, paradojicamente, Ramon se comunica mejor que con sus seres queridos y que es capaz de blasfemar y gritar todo lo que Ramon no puede.
    Contada con un humor tierno y a veces un poco negro, esta tragicomedia nos muestra una familia como todas: con su dia a dia, con sus problemas, con su dosis de amor y de risas, y tambien, como en la vida misma, con su dosis de mala suerte y de lagrimas. Y con un loro.

  • El ultimo verano de Ricarda Huch

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    Corre el ano 1906, y el gobernador de San Petersburgo, Yegor Rasimkara, ha cerrado la universidad a raiz de las protestas estudiantiles y se ha refugiado en su casa de campo, donde pretende proteger a su familia y a si mismo de las amenazas de muerte. Todo es en vano, porque el hombre que su esposa ha elegido para que vele por su seguridad esta conspirando a sus espaldas. Capaz de ganarse la confianza, la admiracion e incluso el amor de los miembros de la familia,?llegara a cumplir la mision que tiene encomendada?
    Brillante y premonitorio, este clasico de la literatura es, como apunta Cecilia Dreymuller en su revelador prologo, una joya entre las novelas historicas, que puede leerse tambien como una novela policiaca, llena de presagios. Ricarda Huch se descubre como una escritora de caracteres a la altura de Dostoievski.

  • Heida de Steinunn Sigurdardottir

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    Heida es una agricultora solitaria con un rebano de 500 ovejas en una zona implacable que bordea las tierras altas de Islandia. Es conocido como el fin del mundo.

  • El arbol de las almas perdidas de Emma Kelsen

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    agia”

  • Dirige tu vida de Pau Forner Navarro

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    En la escuela aprendimos ortografia, algebra y algunos hasta latin, pero nadie nos enseno las habilidades necesarias para hacer frente a los obstaculos de la vida y relacionarnos con los demas. Por eso vivimos acorralados por nuestros miedos, incapaces de defender nuestros propositos y encadenados a relaciones toxicas.

  • Un beso de Navidad de Christina Mcknight

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    Lady Pippa ha sufrido la temporada mas terrible en Londres. Ella escapa hacia su propiedad en Somerset, para pasar una tranquila Navidad con su familia, lejos de los ojos atentos de la sociedad. Pero antes de que sus padres puedan alcanzarla, una tormenta cae en Somerset, destruyendo cualquier esperanza de una Navidad blanca. Los caminos se han inundado y es imposible viajar, dejandola encerrada y sola. Pero un guapo, enlodado, enojado y diabolico Lord aparece en su puerta, exigiendole refugio.

  • Un lazo color lavanda de Heather Burch

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    Una mujer con el corazon roto encuentra una pila de cartas de amor de un heroe de la Segunda Guerra Mundial, ocultas durante decadas. ?Le permitiran recuperar la fe en el amor?

  • Hijos de un dios extrano de Pedro Pujante

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    Abandono el cine con la confirmada desesperacion de un domingo. Los domingos le parecian tristes como la misma vida. La vida es una semana tediosa, y un domingo inesperado resulta ser el ultimo de los domingos. Un fin al que no le sucedera un lunes de sol y nuevas cosas. Habia acudido solo a la sala a ver una pelicula bastante extrana en la que un hombre volvia de un viaje espacial y no reconocia a su esposa, ni a su perro, ni nada de su antigua vida. Al final se le reimplantaban recuerdos viejos y falsos y continuaba una vida vieja y falsa, un sucedaneo de la existencia que su otro yo habia logrado borrar. Tal vez hubiese sido mas feliz sin todos esos recuerdos antiguos. Tal vez los habia olvidado para defenderse de quien sabe. Y tal vez habia viajado al otro lado del Universo con la unica intencion de dejar atras un mundo grasiento como un trapo de cocina con el que no queria limpiarse mas las manos. Pero ahora le devolvian sus recuerdos, el trapo sucio y arrugado por el tiempo, y se manchaba las manos con la misma memoria grasienta y rancia. Alfredo no entendia bien la pelicula. Todos tenemos derecho a olvidar. Y entonces penso en Gema y sintio que su estomago se retorcia como un nido de serpientes en mitad del infierno. Olvidar era un tesoro y la memoria el dragon que lo custodiaba con su humeante aliento. La noche era azul y Alfredo sintio la soledad de un oceano en sus parpados. Casi podria llorar, se dijo como el que recita un viejo salmo en una lengua que nadie comprende. Ni siquiera el. Pero era domingo, estaba solo y habia caido la noche en la ciudad. Una noche sin estrellas pero azulada como el neon tacito de la modernidad. Una noche anacronica que no le correspondia, y Gema estaba ahi, en algun lugar de su corazon, pero todo era tan complicado. Si solo hubiese un destino, si la vida se compusiese de dias y noches, blanco y negro, todo o nada... Pero no. La vida no es una moneda, cara o cruz, y sin mas eleccion. Gema o Patricia. Elegir a una seria tan sencillo que asustaba. Pero la vida no es una vieja amiga con la que puedes apostarlo todo a una sucia moneda de 50 centimos al viento. No. La vida era una extrana partida de ajedrez en la que cada instante, cada movimiento multiplicaba los siguientes hasta el infinito. Podias saltar en ele como un centauro enfurecido o hacer un largo viaje imperial en cualquier direccion. Y siempre habria una opcion mucho mejor. Siempre te equivocas, siempre. Y nunca hay marcha atras. El tablero de la vida no es de madera, es de fracaso. Era domingo y todo era azul. Estaba solo y tal vez Patricia ya estuviese buscandolo, llamando a casa de Pierre o de algun companero de trabajo, pero quien sabe. Deseaba ser en esos momentos el perdido astronauta en su perdida nave espacial. Aislado de todo seria capaz de pensar con claridad. Y quiza volverse loco de una manera distinta. Su propia locura. No la locura que le imponia esta vida. ?Quien habia elegido esa vida para el? El no, de eso estaba seguro. Yo no, se decia. Otros, sus padres, sus profesores, luego Patricia, sus suegros, sus superiores, la rutina... El no existia del todo. Era una aparicion. Aparecia en fotos de familia, en una orla de la facultad de educacion del 86 y en las cartas de colores que le enviaban cada dia para reclamar el cobro de la luz, el agua, el gas, el destino... Aparecia en las bases de datos de los bancos o de trafico. Era un fantasma. Existia en el corazon improbable de sus dos hijas y en la memoria de aquella chica polaca que conocio en Bristol en su juventud. Pero ahora, aquella rubia sin nombre tambien era un fantasma que carecia de imagen, y la habia olvidado tristemente. Era, entonces, el recuerdo breve de un fantasma. O sea, nada. Y acaso unos cuantos numeros en un calendario, fechas, dias, minutos. En la nave perdida en el negro cosmos no oiria el ruido del trafico. Un trafico lento que moria al anochecer del domingo. No se sentiria como el hielo. Aunque no hacia frio, no lograba deshacerse de la sensacion gelida. La habia aprendido y ya nunca podria deshacerse de ella. Era Patricia. Y sus ojos azules, como la noche, le recorrian, y le insistian en que dejase de ser el mismo. Ser parte de ella, renunciar a Gema y a un sueno de miles de noches en el desierto o en la barra del bar de un lujoso barco hundido: bello, silencioso y tranquilo. Quien era el, salvo la sombra de otro que ya habia muerto. Encendio un cigarro y recordo que habia dejado de fumar hacia un mes o quiza un ano. El amargo sabor a humo y metal quemado le invadio la boca. Lo tiro al suelo y lo piso con la punta de su zapatilla. Dos hombres vestidos de amarillo cambiaban la cartelera del cine. Desatornillaban el cartel del hombre-sin-memoria-que-volvia-del-espacio para colocar el de una-mujer-rubia-pensativa-y-enamorada-en-una-bicicleta-roja y que era ESTRENO. La noche cedia al silencio. Camino junto al hotel. Era siempre el mismo hotel. Aquella tarde habia recorrido los pasillos alfombrados de la sexta planta, la llave de la habitacion era una tarjeta negra con el dibujo de un trebol blanco en el centro, la habitacion era calida y en la mesilla habia una rosa de plastico en un jarroncito de diseno. Siempre la misma habitacion y la falsa flor. Las cortinas a medio echar, la luz de la tarde se filtraba, la silueta desnuda de Gema dibujandose como en un sueno pero real. Ella miraba a traves de la ventana el trafico o las copas de los edificios. Parecian imagenes absurdas y asustadas. Elevadas arboledas de ladrillo. Elegantes rascacielos. Falsificaciones de bosques. Mentiras que se extendian a las habitaciones de los hoteles y a los corazones. No hablaban. Ella contemplaba, quiza, su propio reflejo en la ventana o nada. El pensaba e intuia con una extrana certeza que Gema era feliz y que por eso el tambien. Una forma de consolar su culpa y su miedo. Porque Gema era todo en ese momento pero Patricia estaba ahi. Siempre estaria ahi, y como no. La television estaba apagada y las sabanas limpias y planchadas aguardaban. Hicieron el amor despacio. Saboreando las palabras dulcemente y sin apremios. El, por unas horas, dejaba de ser un fantasma gris y se deslizaba a Gema, a su abrazo desigual pero certero, su caricia leve en los muslos y el sexo, como una fina cuerda que casi lastimaba su fragil amor, pero era tan tierna... Y Gema suplicaba otro beso, dientes y saliva, siempre el ultimo, reia, y en sus ojos brillaba otra realidad que nadie imaginaba. La lengua, otra vez risas y los pequenos pies de Gema como manos de bebe que se agitaban y reian en el aire. Profeta del pasado, asi cualquiera, bromeaba Alfredo cuando Gema le recordaba donde empezo todo, inventaba un recuerdo o lo coloreaba para cambiar de tema, y felicidad eterna solo el dia de hoy y ya es tarde, vistete. Los hoteles son lugares donde el tiempo se detiene. Pero es un tiempo falso y al abandonarlos se sabe de forma casi tragica. Al girar la llave en la cerradura de su casa sintio la soledad del hogar que se extendia desde el suelo como una nube de gas lacrimogeno. Todo lo inundaba, le quemaba los ojos, silencio y eternidad en los escalones de la entrada, los pasos resonaban como en un templo en el fin del mundo, la puerta cedia y ya estaba en el comedor, olia el vacio, y lo reconocia como si fuera ropa humeda o el perfume del primer amor. Las ninas estan acostadas. De donde vienes. La voz de Patricia era hueca, como una grabacion, como en otro idioma pero en castellano y lo entendia todo perfectamente. Alfredo miro a su alrededor, al suelo, el abismo de parquet y dejo el abrigo en el perchero. Al alzar la vista Patricia seguia escudrinandole. Era una mirada amigable y blanda, como un hermoso caballo de Troya que queria derrotar sus muros y quemarlo desde dentro. Luego, un silencio, una pausa que era mas terrible que la voz quieta de aquella sombra en el umbral de la puerta de la cocina. Fui al cine. Fui al cine, solo. Ah, que pelicula viste. No recuerdo el titulo. Era de un astronauta que queria olvidar su vida y empezar otra nueva pero no es tan facil...Y mientras hablaba, otra voz que no era la suya hablaba por el, pero lo conocia mejor que el mismo, y la pelicula no era la misma que el habia visto esa tarde, habia una leve variacion que mejoraba la original o que la ajustaba de algun modo y todo era real y terrible. No te conozco, dijo ella. Acostemonos, manana es lunes y ya es tarde. Y el silencio de la casa, hogar dulce hogar, se adhirio a la soledad como una masa pegajosa. Una mezcla explosiva y salvaje y muerta en la que las cosas perdian su forma y su color, y se diluian en una oscuridad triste y vacia como de cementerio al amanecer. En la fria cama, entre los suenos imposibles y el tic-tac del despertador, Alfredo roncaba en un silbido de flauta y abrazaba el cuerpo equivocado de Patricia. Deja de roncar, no puedo dormir... yo tambien te amo, Gema. Un codazo, Gema es mas que un nombre y tiron violento de las sabanas. Soy Patricia. Alfredo desperto sin entender, que ocurre, nada, vuelve a dormir. Despues amanecio. No habia tocado el cuerpo de Patricia en meses. El lunes era un suspiro sin aliento, un espejo que devolvia una imagen repetida y cansada. Pero glacial y distante. En la facultad Alfredo recordaba vivamente una frase: No te conozco. En la tenue luz de la cocina, en el umbral, la figura de Patricia, tan desigual como una alargada sombra china que lo escrutaba, no te conozco. Yo tampoco te conozco, nadie conoce a nadie. Tampoco conozco a Gema, y quien puede conocer a alguien. Si al menos supieramos en que consiste conocer a alguien. Nos reconocemos en las fotos y damos por supuesto que sabemos quienes somos. Son estupidos comportamientos que aprendemos de los espejos y de otras personas que se cruzan en nuestras vidas. Ilusiones. Gema, a ella no necesitaba conocerla. Para que. Solo ansiaba sus leves presencias, que se filtrase en su vida poco a poco y la cambiase. Como la erosion lenta de las rocas por las mareas. Corazones frios de granito. El tiempo y las olas todo lo pueden. Gema. Su pelo oscuro que le rozaba la cara al besarle. Si fuese menos real quiza habria intentado borrarla de un manotazo, como la hoja del mes de marzo se tira a la basura cuando llega abril. Pero abril nunca llega y siempre es invierno. Pasan los dias y las noches. En el despacho las oquedades de su vida adquieren otra forma. Los libros ordenados cuidadosamente en las estanterias, una foto del claustro, otra de Patricia y las ninas y su comodo sillon de piel azul. Papeles, informes, circulares sobre la nueva ley de educacion y boletines de calificaciones sin rellenar. Un cuarto vacio. La soledad toma la forma del lugar donde se siente. Y en medio del escritorio, junto al calendario escolar y un libro de poesia chilena, un telefono que empieza a sonar. Soy Gema, necesito abrazarte, el mismo hotel, en media hora. De camino al hotel la felicidad le llega en forma de eclipse. Gema-felicidad es un astro que se ha colocado delante de Patricia-antigua-y-triste. Pero, ?cuanto puede duran un eclipse? Los mas bellos son los mas breves, o tal vez no. Nadie lo puede saber. Cuanto dura el tiempo o donde esta la primavera cuando es invierno... De camino al hotel se encuentra con el cine cerrado. Un cartel de una chica montando en bicicleta ha sido cambiado por el de un perro con gafas de sol que sonrie y va a salvar el mundo. Junto al can, un comico que a Alfredo nunca le ha gustado hace una mueca. Tambien lleva gafas de sol, y Alfredo sabe que no ira a ver esa estupida pelicula. Compra flores y sube a la habitacion con prisa, como si fuese la primera vez. Como quien va a recoger un premio. Ella lo espera. Desnuda y calida como ese mes de abril que al fin llega y pronto se esfumara. Ella lo espera. Deja las flores, con una calma disimulada, en el pequeno jarron de diseno. La rosa de plastico ya esta muerta. Todo esta siempre muriendo y ambos lo saben. No hay mucha luz en la habitacion. Como si lloviese en la alcoba, se desviste con celeridad y se cuela bajo las sabanas, cubre el cuerpo desnudo de ella y se precipitan a hacer el amor. Un amor como de lobos, alaridos que parecen llantos, golpes, alientos extenuados. Comienzan a sudar pero no se detienen. Ambos estan muy excitados. Saben, aunque ninguno se atreve a admitirlo, que comparten mas que una cama de hotel. Comparten la soledad y un tedio de millones de anos. Los dos estan solos y es por eso que se saben complices. No necesitan articular palabras, frases que todo lo empanen. Sonrien al verse los rostros y son moderadamente felices. Los ojos tristes de Gema reflejan el gris que proviene de la ciudad. No conciertan otro encuentro. Saben que siempre es el ultimo. Siempre es la primera vez. Y en cualquier momento entrara la luz en sus alcobas y ya no sera ni abril, ni mayo, ni junio. Sera el fin del mundo y eso no tiene solucion, todos lo saben. Tu tambien, Gema. Sin terminar de vestirse Alfredo mira a la mujer que hay en la cama. Cruzan sus miradas y sin hablar ya saben lo que piensan. Son tantos anos ya. No debemos continuar con esto. No, tienes razon, es absurdo. Nos enganamos a nosotros mismos. Estan cansados y tambien lo saben. Y el cansancio, como la desidia, es real porque se reconoce. Patricia recoge su ropa. No mas juegos, solo tu y yo, sin fingir, quiero ser yo misma y no otro nombre falso en un hotel. Quiereme como soy o vete al infierno. Si, tienes razon. Patricia abandona la piel que nunca mas se pondra y que no es de ella. Esa misma noche en casa no hablan del asunto. No inventan mas nombres ni conciben futuras ilusiones. Nunca vuelven a mencionarlo y retornan al guion y a la rutina de ser ellos mismos. EXTRANOS EN LA NIEBLA 'What seest thou else In the dark backward and abysm of time?' W. Shakespeare Intentar contar esta historia es tan dificil como querer olvidarla. Todos nos hemos sentido alguna vez extraviados en el mundo. Como si la vida nos diese la espalda. O nosotros a ella, da lo mismo. Dar la espalda a la vida o que ella te la de a ti es igual de doloroso y patetico. Si, y cuando esto ocurre se comprende que el dolor es la forma que tiene la miseria de decirnos que es parte de nosotros mismos. Yo lo intuia levemente cuando era mas joven. Ayer, la semana pasada, hace mil anos. Ahora, lo he aprendido. Gracias a Elvira. No, no es reproche. Es la verdad. Donde quiera que estes ahora, se que lo comprendes. Tal vez ya lo sabias entonces. Pero ahora no importa. Nos conocimos a la salida de un teatro. La funcion era horrible y ha sido felizmente olvidada. Solo retengo imagenes dispersas. Hombres y mujeres en la oscuridad vestidos de un blanco inmaculado. Sombras y silencio. Como sucede con los recuerdos de nuestras vidas. Se reducen a instantaneas amontonadas y vagas que habitan el cuarto oscuro de nuestra memoria. Pero el cuarto es cada vez mas oscuro. Y las fotografias que se revelan en el mas pobres y absurdas. El tiempo es una tormenta que desordena todos los recuerdos. Elvira saliendo del teatro. Yo acercandome a su paraguas con la excusa de me das fuego, vaya noche que hace y esgrimiendo una mirada lo menos desafiante posible. Su jersey blanco de lana que resplandecia entre la abrumadora multitud. Su chaqueta de cuero chorreando las ultimas gotas de soledad. La muchedumbre devorada lentamente por la omnivora ciudad. Nosotros dos, al fin, solos frente a frente. El cafe en aquel remoto bar de la esquina. Junto a la ventana en una mesa pequena, compartiendo el dialogo de la lluvia con la noche, y cojo tu cucharilla porque la mia se habia caido al suelo, siempre tan torpe y oportuno. Si, tomare otro cafe, no tengo prisa, nadie me esta esperando. Imagenes que ahora vuelven de Elvira sonriendo, cediendo al acercamiento tacito pero demoledor. La actuacion no ha sido gran cosa, coincidimos ambos. Tu cara me es familiar, decias. Sabias que no me conocias pero tan familiar al fin y al cabo. Tus facciones, tu menton afilado, el pelo… No, no era gran cosa la funcion, pero mucho mejor que albergar la certeza de estar muriendo, de que nadie nos espera y saber que estamos solos. Ambos sabiamos que la vida no era mas que un triste vals con el demonio. Y la musica de fondo nos confirmaba que nos extinguiamos y nada se podia hacer al respecto. Al borde siempre de un precipicio que no tiene fin. Yo siempre he estado solo, le susurre al oido. Y sono falso de tan tierno. Ella esbozo una sonrisa y supe que ya no habia marcha atras. Elvira no habia aprendido a lidiar con su soledad. Diez anos viviendo con un asesino no dan para mucho, me dijo en cierta ocasion. Mataba por placer pero al final el tambien murio. Simulo pesar y supe que actuaba. Comprendi que el punal de su marido seguia trabajando despues de muerto. Elvira era su victima postuma. Trabajaba despacio pero era un gran homicida. Me conto que habia fallecido en la carcel. Sobredosis o suicidio. Me mentia. En el rostro de Elvira se apreciaban las cicatrices que deja el amor cuando se transforma en otra cosa. No mostraba liberacion. Si, era obsesivo pero lo ame. Ahora estoy aprendiendo a odiarlo. Es mas duro pero me sienta bien. Aquella noche nos acostamos por primera vez. Haciamos el amor como directores de orquesta enzarzados en una pelea. Enloquecidos vaivenes, sin la menor armonia pero sin detener la voragine de dos cuerpos desnudos y hambrientos de canciones y signos prohibidos. Nunca mas fuimos al teatro. Sabiamos, de algun modo, que era el recuerdo de un principio que no nos pertenecia. El pasado ya murio, le digo sin mucha elocuencia. Ella me mira y no responde. Ahora, al evocar aquel primer encuentro, comprendo que somos efigies ilogicas de lo que un dia fuimos. O sea, nada. Parecia tan casual... Los actores salen del teatro y siguen la actuacion bajo la lluvia. Se miden los gestos, ensayan un guion unico que jamas se repetira. Hoy es siempre el gran dia. El estreno. Ella me cuenta, yo hago que la creo. E invento un desenlace feliz. Le digo: Elvira, he aprendido que la vida, a pesar de lo que oigas decir por ahi, es extrana y ajena; aunque nos empenamos, como ninos caprichosos, en creer que no lo es para no volvernos mas locos aun. Pero si, la vida es un extrano paraiso al que no nos han invitado. ?Y entonces que hacemos aqui? Podriamos ser felices, ?no crees? No lo se, respondo mientras intento desviar la conversacion a otro terreno menos pantanoso.

  • Todos queremos ser Hippies en verano de Esther De La Torre Gordaliza

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    A Micaela le ha dejado su novio y acude a una bruja mexicana para que le ayude a ser duena de su destino. Unas senales le llevan a viajar sola desde Madrid hasta la Isla de Ons, en Pontevedra, Galicia. La Isla de Ons es famosa por tener un agradable campamento hippie. Pero tambien por ser el lugar donde acontecieron antiguas historias sobre hadas y brujas y donde lo real y lo sobrenatural se confunde. Al llegar a la isla, Micaela camina a traves de un impresionante bosque hasta una playa solitaria frente al Atlantico, donde le esperan el misterio y la magia.

  • Mi Jefe. Un atrevido romance de oficina de Mia Ford

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    ?Ya es de dia? Es lunes por la manana y mi estomago retumba como un despertador, pero lo peor de todo es que todavia estoy en la oficina. Trabajare para Inversiones Stern durante el verano, pero la compania deberia llamarse Inversiones Slave Driver, porque el director ejecutivo es un adicto al trabajo. Conseguire mi titulacion, ya que he trabajado como una bestia y sere una secretaria competente. Por desgracia, eso tiene un precio. Vivo en una caja de zapatos, la unica que puedo pagar en la ciudad porque todo es muy caro. En mi casa, en Kansas, tengo todo lo que necesito… desde mi novio, Leo, hasta mi familia. Aqui, solo poseo este trabajo, cuatro paredes y nada mas. Supongo que estar ocupada hace que mi mente este enfocada en mi objetivo. Llevo aqui quince dias, en los que he trabajado doce horas diarias y cuento con los fines de semana para recuperarme. Suena el telefono y siento calambres en el estomago. Prefiero comer antes que contestar, aunque sera una cena y almuerzo al mismo tiempo. Los restaurantes chinos de la zona tienen precios estupendos y, con mi ajustado presupuesto, me veo obligada a aprovechar los descuentos. !Maldita sea! Leo esta llamando de nuevo. --Hola, nene. --Sonrio, pensando en sus ojos azules y su pelo rubio. Decir que estoy loca por el es quedarse corta. Llevamos saliendo desde el instituto y se que no esta muy contento con mi decision de venir aqui. --?Donde estas? --Estoy en la oficina. --Suspiro, otra vez, pensando en las cuatro paredes y el lugar que llamare hogar durante las proximas seis semanas--. Te llamare cuando llegue a mi cuarto. Desde que lo alquile, supe que no se parecia en nada a la fotografia. Fui una ingenua al pensar que seria igual que las imagenes que habia en internet. Al parecer, el dueno tomo una foto de la habitacion y olvido actualizarla con la que he alquilado. Segun Heather, se trata de una estafa que llevan a cabo la mayoria de los propietarios que trabajan en Finanzas. Ademas, ella dijo que tendria suerte si conseguia algo al mismo precio, asi que deberia aguantar. Es facil decir eso, cuando extrano mi casa como una loca. --Solo te he llamado para decirte algo. Me levanto y me dirijo a la oficina de mi jefe; debe haber dejado la luz encendida porque estoy segura de que se ha ido a casa. --?Que quieres decirme? --Me levanto para escucharlo, aunque tengo una pista, creo que se trata de lo mismo que ha estado amenazando con hacer desde que me fui de casa. --Se acabo. --No. --Empiezo a llorar cuando pienso en mi novio del instituto. Me prometi a mi misma que nos casariamos, por eso intento conservar mi virginidad para el, para poder darsela en nuestra noche de bodas. Dijo que lo entendia, cuando estabamos en el instituto, pero desde que le comente que queria ser secretaria, no ha sido tan comprensivo. Todos mis familiares trabajan en la granja, y los suyos tambien. Ninguno comprende que quiera ser feliz, haciendo algo mas que tener cuatro hijos y ser la esposa de un granjero, como todas las mujeres de nuestras familias. --Quieres cosas grandes. Ir a la universidad. Obtener un titulo. Sacudo la cabeza cuando empiezo a entrar en panico. --No, solo quiero que seamos felices. --Quieres decir que quieres ser feliz. Mira, Dede Wells sigue invitandome a salir y ella es el tipo de chica adecuada para mi. La zorra que intento acostarse contigo en el baile de graduacion y vive en una caravana. ?Esa Dede Wells? <>, grito, mentalmente. --?Isobel, estas ahi? --Si, y quiero mostrarte algo. Ve al chat en vivo. --No tiene sentido… --Por favor, por favor, Leo. Cuelga antes de que tenga la oportunidad de explicarle que hago esto por mi. No quiero ser solo la esposa de un granjero; quiero mas que eso. ?Por que le resulta tan dificil entenderlo? Apuesto a que sus amigos, Neil y Paul, se estan riendo de el. Diciendole cosas como que probablemente lo estoy enganando con algun chico de la ciudad. Activo la camara con manos temblorosas y miro alrededor, para asegurarme de que no me ve nadie. Es tarde y todos se han marchado de la oficina, solo estoy yo. Podria volver a mi escritorio, pero creo que es mejor hacer esto desde la oficina de Christian. Si hay alguien por aqui, no vera lo que voy a hacer. --Leo, por favor no me dejes por Dede. --Tienes que saber que esto tambien me duele a mi. --Sacudo la cabeza, desesperada por encontrar una forma de que se quede conmigo. De repente, agrega--: !Desnudate! --?Que? --Si quieres que me quede contigo, demuestrame lo que me pierdo si me voy con Dede. --Me quedo perpleja, mientras insiste--: Has dicho que no hay nadie en la oficina. Asi que, desnudate. --Quieres ver lo que te falta y a lo que renuncias si te vas con Dede. --Mas que una pregunta es una afirmacion. No dice una palabra, solo asiente con la cabeza y empieza a lamerse los labios con anticipacion. No se que diablos hacer, pero parece que esta funcionando. Improviso y empiezo a desabrocharme la falda y no estoy de cara a el. Me quedo solo con la lenceria y sonrio. --?Te gusta lo que ves? El grune: --Quitatela. No se lo que quiere decir, ?mi sujetador o mis bragas? Le guino un ojo. --Espera un poco, muchachote. Cierro los ojos cuando pienso en perderlo por Dede. Ella tiene tetas grandes, no se parecen a las mias. Leo siempre dice que le encantan mis tetas, ni muy grandes ni muy pequenas, lo suficiente para jugar con ellas. Desabrocho mi sosten mientras pienso en el como mi hombre, el de nadie mas, mucho menos de Dede. Mi telefono vibra en el escritorio, pero lo ignoro. Sostengo el sujetador en la mano. --Tocate. Quiero correrme. Mueve la camara hacia abajo, para ensenarme que ha puesto las manos entre sus pantalones. Nunca he hecho esto delante de el, y no quiero decepcionarlo. Nuestra relacion depende de ello. Giro la silla de cuero detras de mi y me siento. Luego muevo el dispositivo para que el pueda ver lo que hago. Mis bragas siguen puestas. Son las de encaje que me compro cuando fuimos al baile de graduacion y penso que seria nuestra noche. Entonces, tampoco estaba preparada. Suspiro cuando pienso en las veces que lo he decepcionado y no puedo hacerlo ahora. No, no lo hare. Asi que me bajo las bragas y abro bien las piernas. --Si, nena, te lo voy a dar ahora mismo --gimio al otro lado. Pienso en nosotros en la habitacion, haciendo el amor. Un par de veces estuvimos a punto de llegar al final y trato de imaginarlo, mientras deslizo un dedo por mi rendija sin dudarlo, al tiempo que cierro los ojos. Puedo oir a Leo meciendose al otro lado y me concentro en lo que hago. --Mirame, nena, hazlo mas despacio. Me estas llevando al limite. Mirame. --Su deseo es una orden para mi--. Imagina que son mis manos las que te tocan. Quiero darte placer... --Pienso en sus ojos azules como el mar y comienzo a disfrutar de la intimidad que compartimos--. Despacio... Tengo una pierna sobre la mesa. Dejo una mano en mi sexo y con la otra acaricio mis pezones. A Leo le gusta tocar mis pechos y lo hago como si fuera el. Me froto en circulos suaves y veo la pasion reflejada en sus ojos. Cuando comienza a acelerarse, jadeo y siento que soy yo la que controla su placer. Enseguida, sin tocarlo, solo con el pensamiento de lo que estamos compartiendo, hago que se corra. Solo de pensarlo empiezo a sentirme al limite. Echo la cabeza hacia atras y siento que viene un orgasmo. --Estas tan jodidamente caliente ahora mismo. Te estoy jodiendo en linea. ?Es esto lo que me he estado perdiendo? Leo se agita muy rapido y yo froto mi clitoris con tanta necesidad que no puedo evitar correrme. Quiero aguantar, pero no puedo y grito: --Si, Leo. !Si! Es como si nuestras pasiones se alimentaran al mismo tiempo, porque no pasa mucho tiempo antes de que lo vea masturbarse fuera de control. Mientras mi cuerpo tiembla, en un minuto siento frio y al siguiente calor. Estoy teniendo la madre de todos los orgasmos. La idea de que lo hagamos de verdad no parece tan mala. ?Que diferencia hay si lo hacemos ahora o en un par de anos? Ninguna. Me estoy corriendo mientras grita que quiere repetir. Despues se rie y pienso que lo deseo dentro de mi. --Mierda, Isobel. No sabia que escondias tanta pasion. No puedo hablar porque todavia estoy tratando de recuperar el aliento. Es como si me hubiera quitado todo y tambien me echo a reir. --Te deseo tanto. Al oirme, se detiene de forma brusca. --Tengo que irme. Hay alguien en la puerta. Estoy a punto de decir que no he oido nada, pero entonces corta la conexion. Estoy sentada en la silla de mi jefe y no tengo claro que hacer. Corro a su bano, me lavo las manos y luego me limpio entre las piernas. Al mismo tiempo, pienso que Leo ya no me dejara. Me siento tan orgullosa. Tal vez, ha sido la idea de tocarme delante de el, o en la oficina de Christian Stern, lo que me hace sentir asi. De cualquier manera, se que seguiremos juntos y nada va a cambiar eso. Recuerdo que el guardia de seguridad suele caminar por la oficina a esta hora y siento la necesidad de salir corriendo con urgencia. Agarro mi telefono. Ya no tengo ganas de comer y los calambres de estomago son cosa del pasado. La curiosidad se apodera de mi. Estoy vistiendome y me pregunto quien me ha llamado antes. Miro los mensajes y todos son de mi mejor amiga, Agnes. Tambien me ha enviado una foto. Miro la fecha y la foto y me quedo paralizada, con las bragas en la mano. Despues, dejo caer el telefono al suelo. No puedo creer lo que acaba de enviarme. No puedo creer que haya estado ciega todo este tiempo.

  • Los amantes de Praga, Alyson Richman de Alyson Richman

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  • Houston, tenemos mas de un problema de Garcia De Saura

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    Claudia no se imaginaba que, en mitad de su jornada laboral, dos agentes de policia llegarian de improviso a su puesto de trabajo en su busca. Sus incondicionales amigas, Vera y Daniela, testigos de la escena, intentan defenderla exigiendo saber de que se la acusa. Pero la visita de los agentes esconde una sorprendente y reveladora noticia.

  • La frontera de Don Winslow

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    La explosiva y mas que esperada conclusion de la trilogia Cartel.

  • Tempestades del destino de Pilar Lepe

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    En solo dos dias la vida de lady Violet Orchmond se vio trastocada por la fatalidad: su esposo fue acusado injustamente de traicion a la corona, y posteriormente ejecutado. Ahora, viuda y sin bienes decide huir de Inglaterra, para que la mala fortuna que llevo a lord Orchmond a la horca no los alcance tambien a ellos.
    Asi comienza un largo periplo para esta mujer y sus dos hijos, que tiene como finalidad llegar a Australia. Con mas temple que razonamiento, conseguira embarcarse entre personajes peculiares, o en otros casos indeseados. Sin saber si lograra cumplir su objetivo, pero un hombre que no monta un corcel blanco sino las olas del mar, se encargara de convertirse en su guardian.

  • La Bailarina y el Millonario de Katherine York

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    Malika y yo teniamos todo para ser la pareja ideal, pero no fue lo que sucedio. La conoci cuando ella aun tenia 15 anos y me enamore completamente de esa nina sonriente y traviesa. Hija del socio de mi padre, James, eramos casi obligados a pasar mucho tiempo juntos. La amistad se convirtio en citas, y entonces en matrimonio. Ella fue mi primer beso, mi primer amante y mi primer amor. Vivimos ese sueno dulce de las familias con dinero: dos herederos que se enamoraron temprano y se casaron a los 18 anos, con toda vida por delante. Eso de preocuparse por los negocios y el fin de la dinastia parecia olvidado porque ya habiamos resuelto el “problema” sin ninguna presion de nuestras familias. Asi que, entre sus estudios y los mios, seguiamos juntos, hasta que Malika se fue. Simple y naturalmente. Un dia era la mujer que conoci y de la que me enamore, otro, era como vivir con una desconocida. Desde su llegada a la escuela de medicina, Malika cambio, tratando de probar su valor a los companeros y profesores. Queria siempre ser la mejor, mientras tanto, cuanto mas lo intentaba, menos eso pasaba. Yo vivia en el trabajo con mi padre, iba a la universidad y apenas veia a mi esposa, que vivia bajo el efecto de estimulantes. Ella siempre trataba de aclararme, que yo, “como un hombre”, jamas entenderia lo que sucedia a ella por ser una mujer negra, intentando ser doctora, haciendo frente a una universidad llena de privilegios y gente odiosa. Podia sentir el asco en mi garganta por sus historias, a todo que fue obligada vivir, aunque su familia fuera rica. No puedo perdonarme por no haberme dado cuenta antes. Malika estaba rendida a farmacos que aumentaran su rendimiento y por la noche tomaba calmantes para dormir. Siempre me decia que era por lo cansancio y la creia. Jamas me queje porque tenia miedo de que me malinterpretaran y, para ser honesto, ya estabamos en dificultad, y analizar los problemas de Malika en profundo podria abrir otra puerta en nuestro matrimonio, en la que traeria a la luz el poquisimo tiempo que pasabamos juntos o cuanto de atencion dedicabamos uno al otro. Un dia, la encontre desplomada en el sofa, y me confeso haber tomado demasiados tranquilizantes, pero que fue apenas una vez. Esa vez. No voy a mentir. Fui un adolescente con mucho dinero, tuve facil acceso a todo tipo de cosas, probe drogas y bebi hasta desmayarme antes mismo de los dieciocho. No pense que fuera gran cosa Malika tratar de resolver sus problemas con las pildoras, era normal. Asi fue, tres veces mas hasta que la interrogue y descubri que no habia forma de relajarse, Malika Green era una adicta. Fui un marido de mierda que dejo que su esposa se convirtiera en drogadicta porque no se dio cuenta a tiempo. A cada dia, ella se convertia en un pedazo a menos de la mujer que conoci, y aun si, no hice nada. Malika empezo con los estimulantes, tranquilizantes y lo mezclaba todo con bebidas y cocaina. Ya no iba a las clases y esperaba que yo fuera al trabajo para comenzar su “rutina”. Esto aseguraba que por el momento en que regresara, ella no iba estar tan mal para darme cuenta. El personal de la casa no dijo nada, solo observo como se autodestruia. <> Hasta que un dia pase en casa para cambiarme la ropa. Fue por algo estupido como derramarme salsa en la camisa y necesitaba cambiarme para una junta por la tarde. Malika estaba aturdida, arrojada en una posicion antinatural en el piso de la habitacion y me dio una sonrisa ironica cuando entre en la habitacion. A partir de ese dia, me di cuenta de que no era normal. Cancele mis juntas y decidi quedarme en casa los proximos dias. Cuando se dio cuenta de que estaria en casa todo el tiempo y no podia seguir su rutina, se asusto, grito, sus ojos tenian algo brutal. – !Necesitas ayuda! – perdiendo la paciencia gradualmente — puedes ir a una clinica y… – !Se lo que es mejor para mi! – grito ella, interrumpiendome. – Malika, eres un problema… !mirate! Fueron palabras equivocadas, pero, a los 23 anos, sabia que tenia que ayudarla y me enojaba lo que se estaba haciendo a si misma. Estaba flaca, enferma, sus ojos inyectados en sangre de rabia y despecho. Tuvimos dias con ella enojada y gritando hasta que la atrape tratando de salir. Llame a James, su padre, de pronto. Malika se puso enojada por haberme contactado su padre y le informe todo lo que pasaba, pero fue apenas despues quedarse encerrada con el por mas de dos horas, que acepto la ayuda. Paso los tres meses siguientes en la rehabilitacion. En los primeros dias, la dulce y timida Malika habia regresado y me senti lleno de esperanzas. Pero hubo momentos en que no miraba a nada y no se movia por minutos. Algo en ella parecia roto y yo me senti condenado, especialmente despues de estar fuera tanto tiempo. Me senti culpable por no quererla otra vez, por disfrutar de mi vida cuando estabamos lejos. Amaba a esa mujer con locura, pero ya no queria estar con ella, no era la persona que conoci y me sentia fatal por pensar asi. Era como si su memoria fuera suficiente, y la realidad me dolia en los huesos. Despues de dos semanas de regreso, se quedaba por la casa como un fantasma, sin hablar mas que tres palabras, hasta que desaparecio. Tuve que volver al trabajo, estaba terminando mi especializacion y, aunque me sentia culpable por no estar alli las 24 horas del dia, no pude detener todo otra vez. Estuve todo tiempo posible en casa, pero Malika conocia mi rutina, y una tarde cuando fui a la oficina, no pude impedirla y simplemente se fue. Llame la policia, los detectives y cualquier otra persona que pudiera ayudarme a encontrarla antes que hiciera dano a si misma. James y yo sabiamos lo que estabamos buscando, pero no sabiamos exactamente donde. No sabiamos como siempre lograba las drogas o quien las vendia, necesitabamos contar con la eficiencia de quien estaba siguiendo los pasos de mi esposa. Dos dias despues, el detective nos informo que la habian visto en el centro de Los Angeles. Contra todo consejo, use la direccion que me dio y conduje hasta Skid Row para recogerla. Estaba solo. En ese lado de California, hay muchos antros, pero nunca hubiera imaginado que encontrar a mi nina traviesa dentro de uno de ellos. Habia ido a buscar cocaina y nunca volvio, lo cual, sospecho, era la forma de pagar el producto porque no tenia dinero. Estaba aterrorizado de lo que podrian haberle hecho. Abri la puerta de par en par despues de haber pasado por una calle llena de personas sin hogar, basura y personas que se llenaban de drogas a la luz del dia. Un pasillo largo y oscuro me saludo cuando un tipo grande parado en una extremidad vino hacia mi. Las paredes eran de un amarillo en donde se podia ver, mesclado a un color marron engrasado. – !No puedes entrar ahi! – Hablo con una mirada amenazante. – Solo vine a buscar a una persona. Voy a recogerla y me voy. – Maldita sea, ricon. Largate o te parto la cara ?oyes? – me apunto con un arma y no tuve reaccion. Era la primera vez que veia una tan de cerca. Pero yo era un hombre en una mision y no queria rendirme tan facilmente. – Ayudame con eso. Tomo a la chica y me voy…- dije, levantando los brazos en senal de rendicion. Estaba desarmado, lo cual era muy estupido, y podia ser asesinado en cualquier momento sin una forma de defenderme. Mi plan B era llamar a la policia, pero no seria agradable y no sabia que tan rapido llegarian a ese lugar a punto de derrumbarse. – Te lo dije, cabron. Sigue tu camino. Si la chica esta aqui, es porque ella quiere- senalo otra vez a la pistola – Tendre que hablar de nuev… – !Cannon! ayudame, !la puta chica esta arruinando todo! El hombre grande, Cannon asi se llamaba, rompio hasta el final del pasillo. Me fui a su espalda porque tenia un sexto sentido sobre quien era “la puta chica”. Cuando me detuve en la habitacion, habia un tipo con la verga hinchada, afuera de su pantalon y Malika estaba caida frente a el, convulsionandose en el suelo e intentando respirar. Tenia espuma en la boca y su vomito estaba en todas partes, incluyendo en el hombre que intentaba limpiarse, ignorando por completo a la mujer a sus pies. – ?Que carajo…? – dijo el guardia, mirando la confusion frente a el. – Esa mierda que le sirve Riley es demasiado fuerte, avise a la perra pero quiso de cualquier manera…- El hombre dijo a Cannon. Estaba contra el reloj y a esos hombres no les importaba Malika. Mientras trataban de averiguar que hacer, aproveche y fui hasta Malika, poniendola sobre mi regazo mientras corria por el pasillo. Los hombres gritaron, escuche que armaban la pistola y algunos susurros de “dejala, ya esta muerta”. Cuando llegue a la entrada, abri los hombros y corri hacia mi auto. Le grite a un grupo alrededor de mi coche, claramente tratando de robarlo, que se dieron un paso atras cuando vieron la condicion de mi esposa. No sabia mucho que hacer, pero era mejor conducir a un hospital que esperar ayuda en un lugar como aquello. Los espasmos se habian detenido cuando la puse en el asiento trasero y rogue en silencio que eso no significase que se asfixio. Me detuve en el primer hospital que vi y me volvi loco en la emergencia. La llevaron adentro y espere. A la media hora siguiente me converti en viudo a los 23, y todo lo que tenia para aplacar mi furia por nuestra historia interrumpida era un nombre: “Riley”. 2 Sophie Nadie esta preparado para recibir la noticia de que tiene un tumor cerebral. Si, esta soy yo. Dos desmayos en los ensayos de la Compania de Ballet de California y me fui al hospital. Me pincharon, me examinaron y me agotaron hasta sentir dolor, ahogada en una emergencia que no podia pagar. – Necesito asegurarme de que no tengas ninguna enfermedad alimentar, Sophie, la prensa esta siempre con los ojos encima- dice Rubens, coreografo, antes de enviarme al hospital. Sabia que si no tenia una buena respuesta en el proximo ensayo, estaria fuera del grupo. A los 25 anos, pense que mi vida seria diferente, pero lo que tengo me hace feliz. Fui a una universidad que hoy ya no me sirve, muy tarde, me junte a la Compania de Ballet de California. Por eso, siempre estare en el cuerpo de baile y nunca sere la Prima ballerina, la principal del espectaculo. Nunca me desanime, incluso cuando tuve que tomar un segundo trabajo para poder pagar las deudas. Como fui un supuesto “milagro” de una pareja de mediana edad, perdi a mi padre en la infancia y a mi madre poco despues de graduarme de la escuela. A los dieciocho anos, tenia mi propia casa como herencia y un futuro lleno de dudas. Estaba confundida y sola, y, en ese momento, decidi hacer cargo del legado de mi madre. Estudie finanzas como ella, trabaje con ahorros tarifarios y fui inmensamente infeliz. Me estaba enterrando en algo que no queria y necesitaba parar. Vivi en Pennsylvania, cuando fui a Wharton con una beca completa, y obtuve un trabajo en Philadelphia. Tarde un ano antes de rendirme y volver a California. Siempre baile, entrene el ballet en todos los lugares donde vivi. A mama y a papa les encantaba verme bailar y muchos de mis maestros dijeron que podian hacer carrera. Me respondieron que necesitaba una forma segura de mantenerme, y fue con ese pensamiento que me rendi a las finanzas. La seguridad se fue por la ventana cuando me puse en llanto en el trabajo. Queria ir a casa, queria bailar. Entonces, a los veinticuatro anos, y a pesar de ser demasiado mayor para las otras candidatas, hice una audicion para el Ballet de California y fui aprobada. Yo vivia agotada. Ensayaba muchas horas y trabajaba en mi otro empleo en los intervalos. He trabajado duro, mi comida era escasa, y el dolor y el cansancio hacian parte en mi rutina. Baje de peso, sentia como si cualquier viento fuera derrumbarme. Cuando me desmaye, pense que el problema era el cansancio, pero Rubens no queria dejarlo pasar. No que fuera buena onda o un amigo, no estaba preocupado por mi salud. Pero yo era parte del cuerpo de baile, y una persona menos era un problema para la compania. Cuando los examenes de emergencia fueron preocupantes, me enviaron a un especialista. No entendia bien las palabras o por que estaba con un neurologo, pero fui advertida de que necesitaba uno, urgente. Asi es como termine sentada frente al Dr. Roberts. – ?Un tumor? – Si… Es lo que muestran los examenes. Por eso hiciste tantos en un mismo dia. Querian estar seguros de eso. – Pero… Si no siento nada… – Desmayaste. Ademas, estas cansada, bajaste de peso… – Bueno… – La buena noticia es que el tumor no se parece a uno agresivo, y esta en una fase muy primaria, porque no tuviste ningun cancer que causara metastasis- Dijo, interrumpiendome y mostrandome una imagen- El tamano es constante y no tuviste ningun otro sintoma de los que he enumerado, por lo que la llevaron a la emergencia. En la resonancia, es posible ver que el tumor es un astrocitoma, el afecta lo que llamamos glia. Es lo que apoya a las neuronas. – ?Lo que estas diciendo es que mi sistema nervioso esta mal? ?Que estoy muriendo? Estaba visiblemente nerviosa, no podia dejar de mover las piernas, intentando prestar atencion. No entendia la mitad de lo que el doctor me decia, pero sabia que aquello era una sentencia de muerte. Debe ser horrible tener un empleo como ese, decir a la gente que se estan muriendo. Crei que me iba decir que necesitaba unas gafas, o unas tantas vitaminas, pero jamas que tenia un tumor. <>

  • El camino hacia ti (Creek Canyon 1) de Catherine Bybee

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    Parker se miro al espejo, cerro un ojo y trazo una linea perfecta sobre el borde del parpado para darse un aire felino de ojos rasgados. Se seco el delineador liquido dandose aire con la mano antes de abrir el ojo por completo. Dio un paso hacia atras y movio la cabeza de un lado a otro para comprobar su pericia con el maquillaje. Su companera de piso, Suzzie, estaba a su lado, compitiendo por el espacio en el bano minusculo de su apartamento. --Ojala no tuvieras que trabajar esta noche; Marcus me ha dicho que la fiesta va a ser apoteosica: el momento mas memorable del verano. Era finales de agosto y ya habian completado la primera semana de clases del primer semestre. A sus veinticuatro anos, Parker habia pasado mas tiempo con gente como Marcus haciendo fogatas en la playa que en las clases, y sus padres se habian puesto firmes. Tenia un ano para terminar la carrera y conseguir un titulo universitario, dos objetivos perfectamente asequibles si pasaba de las puestas de sol rodeada de botellas de tequila y se mataba a estudiar. Solo trabajaba los sabados y los domingos, y como los fines de semana era cuando recibia las mejores propinas, eso era lo que iba a hacer. --Ya va siendo hora de que madures un poco, Parker. Tu padre y yo hemos tenido mucha paciencia contigo, pero ya se nos ha agotado. --Su madre y su padre estaban sentados frente a ella, al otro lado de la mesa del comedor, haciendo que se sintiera como el objeto de una intervencion. Sus padres tenian cincuenta y pocos anos y eran personas de mentalidad abierta --. Cuando dijiste que te tomarias un par de anos para decidir que hacer, nos parecio bien. Cuando empezaste la universidad a los veinte, estuvimos encantados de ayudarte y hacerlo posible, pero es que han pasado ya cuatro anos y vemos que no te lo estas tomando en serio. --Eso es porque todavia no se lo que quiero hacer --les habia dicho. Su padre sonrio y le dio una palmadita en la mano desde el otro extremo de la mesa. --Ya nos dimos cuenta de eso cuando cambiaste de especialidad por tercera vez. Tambien sabemos que en la Universidad Estatal de San Diego se hacen muchas fiestas, y nosotros tambien fuimos jovenes... Le dieron ganas de responder que muchos universitarios cambiaban de especialidad, y que ella no salia de fiesta tanto como ellos insinuaban, pero se callo. Su madre solto un prolongado suspiro de sufrimiento y la miro directamente a los ojos. --A Mallory la han aceptado en cuatro universidades, y la verdad es que no podemos permitirnos pagaros mas de un ano de la carrera a las dos al mismo tiempo. Pensabamos que, para cuando ella empezara el primer curso, tu ya habrias acabado, y a Austin solo le quedan tres anos para terminar el instituto e ir a la universidad el tambien. Y ya sabes cuanto dinero tuvimos que gastar el ano pasado, antes de que muriera Nana... Su abuela habia vivido con ellos en la casa de invitados antes de sufrir un derrame cerebral y de que atenderla se convirtiera en una carga demasiado pesada para su madre. La residencia y los cuidados que habia necesitado a partir de entonces no habian sido baratos, precisamente. Parker miro a su alrededor, a la casa familiar, un amplio rancho que se extendia unas dos hectareas en una zona residencial de clase alta en el valle de Santa Clarita. Era lo mas parecido a vivir en el campo que se podia conseguir estando a menos de cuarenta minutos en coche de Los Angeles. Se habia criado rodeada de todo cuanto necesitaba y de muchas de las cosas que queria, pero eso no significaba que sus padres nadasen en la abundancia. Cuando eran pequenos, su padre siempre les decia a gritos a ella y a sus hermanos que apagaran las luces, y no les dejaban desperdiciar la comida cuando habia sobras. Al final, Parker opto por no llevarles la contraria. Sus padres tenian razon: ya iba siendo hora de que se comportara como una mujer adulta, y eso empezaba por terminar la universidad y conseguir un trabajo de verdad. Parker retiro la funda del pintalabios y se lo puso dandose tres toques suaves. --Dile a Marcus que, si salgo pronto, me pasare por alli un rato. Se deslizo por detras de Suzzie y salio del bano. Despues de coger su delantal y una goma para el pelo, se guardo el movil en el bolso y salio a toda prisa del apartamento. En San Diego hacia un calor exagerado, incluso para ser el mes de agosto, y en su fuero interno esperaba que no le asignaran el patio para el turno de noche. Enchufo el cable auxiliar al telefono y se deslizo por su lista de reproduccion para escuchar algo de musica durante el breve trayecto al trabajo. En ese momento, sono el movil y el nombre de su hermana aparecio en la pantalla. Parker lo silencio y continuo rebuscando en su lista de reproduccion. Maniobro con la palanca de cambios y salio marcha atras de su plaza de aparcamiento. Su hermana la llamo de nuevo. En lugar de ignorarla por segunda vez, Parker respondio la llamada y mantuvo el pie en el freno. --Voy conduciendo, camino del trabajo, ?puedo llamarte mas tarde? --!Parker! --Mallory grito su nombre, histerica. A Parker se le paralizo todo el cuerpo. --?Que pasa? --Se trata de mama y papa. Ven a casa ahora mismo. --?Que pasa, Mallory? Su hermana empezo a llorar y el panico se apodero de Parker. --Dios... Dime que pasa... ?Que ha pasado? Se oyo movimiento y una voz desconocida hablo por la linea de telefono. --Hola, ?hablo con Parker? Las lagrimas ya amenazaban con salir. Era como si todo estuviera ocurriendo a camara lenta y Parker no pudiese detener lo que estaba a punto de suceder. --?Que pasa? --Soy una de las enfermeras del hospital Henry Mayo. Ha habido un accidente. DOS ANOS DESPUES Capitulo 1 --Vamos a llegar tarde. --Confia en mi. Es la tercera vez que hago esto. --Parker espero pacientemente a que la puerta del rancho se abriera para dejarlos salir--. Da igual a la hora que llegues, entraremos en una salita enana con un monton de chavales de tu escuela, anotaran tu nombre en una lista y tendras que esperar. Tener cita previa no sirve de nada. Atravesaron la puerta y enfilaron con el coche hacia la carretera privada que compartian con setenta de sus vecinos. Parker puso el aire acondicionado a tope, con la esperanza de combatir el calor infernal que irradiaban las ventanillas. --Es que no soporto llegar tarde. Parker miro a su hermano de diecisiete anos, que tenia la mirada fija al otro lado de la ventanilla. Cada dia se parecia mas a su padre. --Podrias haber ido tu solo --le recordo. El chico se encogio de hombros. El mes siguiente iba a empezar su ultimo ano de instituto, y ese dia iban a hacerles a los alumnos las fotografias de la orla, de ahi las prisas por llegar a la pequena sala abarrotada de chavales con la cara llena de granos y a punto de inaugurar su nuevo futuro. Si, claro, Austin podria haber ido el solo con el coche, pero la verdad es que queria que ella estuviera alli, acompanandolo. No podia ser una sustituta para la madre de ambos, eso no, pero si la mejor alternativa. De los tres, Austin era quien lo habia pasado peor tras el accidente de sus padres. Exteriorizo su dolor en forma de una rebeldia que se prolongo seis meses y que casi acaba obligando a los jueces del tribunal de menores a encerrarlo. Parker ahuyento los malos recuerdos y se concentro en lo que tenia delante. --Cuando mama me llevo a mi, la obligue a llegar casi una hora antes --dijo Parker mientras abandonaban el camino privado y se incorporaban a la calle principal que atravesaba su vecindario--. Al final acabamos teniendo que esperar una hora y media. --Espero que hoy no tardemos tanto. Les dije a mis amigos que quedaria con ellos en el In-NOut a las dos. Pasaron por delante de la hamburgueseria en cuestion y entraron en la autopista. --Pues es muy posible que llegues tarde. --No soporto llegar tarde --murmuro por segunda vez. Parker miro por el retrovisor mientras se incorporaba a la autopista y vio una columna de humo remontando hacia el cielo. --Oh, no... Austin se volvio en el asiento. Para entonces, Parker ya se habia incorporado al carril y estaba examinando el horizonte que acababan de dejar atras.

  • Dejale Crecer de Javier Urra

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    Sobreproteger NO es educar.De esta premisa han de partir los padres que quieren que su hijo crezca como un arbol fuerte y no como un bonsai. Padres que buscan prepararlo para afrontar la vida real con exito, no para encerrarlos en una campana de cristal; que le brindan las herramientas que necesita para ser una persona autonoma, con sus riesgos y decisiones, tolerante a la frustracion y, en el futuro, un adulto consistente.

  • Chocolate en tiempos de Guerra de Miriam Najm

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    Hamburgo 1939
    Adella Kinderman, una joven chocolatera suiza de origen judio, emprende la aventura de su vida al desafiar a las normas alemanas para trabajar en una pequena chocolateria que ira adquiriendo prestigio gracias a su don culinario.
    Dicha fama atraera la atencion de numerosos amantes del chocolate, entre ellos, Friedrich Kiessling, un oficial de las SS que no dudara en interesarse en ella desconociendo su verdadera identidad.
    Pasa el tiempo, avanza la guerra y florece la relacion entre el oficial y la chocolatera. Sin embargo, una serie de belicos sucesos complicara sus vidas y la confesion de Adella desencadenara una autentica lucha por destruir los prejuicios, el reconocimiento de la valia de las personas y la busqueda de la libertad.
    Mediante el chocolate, lazo de union entre Friedrich y Adella, ambos jovenes se encararan con los tiempos de guerra a fin de mostrar que no hay distinciones.
    Ella no es judia, es mujer.
    El no es nazi, es hombre.

  • Somos lo que nos contamos de Oscar Vilarroya

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    Somos una especie narrativa: en vez de Homo sapiens deberiamos hablar de Homo narrator.

  • Los dieciseis arboles del Somme de Lars Mytting

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  • El mito de las dietas de Tim Spector

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    ?Por que fracasan la mayoria de las dietas? ?Por que una persona que come un determinado alimento aumenta de peso mientras otra que come lo mismo adelgaza? ?Por que, pese a todos los consejos sobre que hemos de comer, seguimos engordando?

  • Una historia como otra cualquie de Manuela Berdeal

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    Cuando Marina entro en la oficina no se esperaba ver lo que alli se encontro, todo el mundo iba de un lado para otro sin orden ni concierto. Parecia que los alienigenas se habian apoderado de sus cuerpos y no podian hacer otra cosa que correr o andar deprisa sin un lugar fijo adonde ir; se quedo parada, mirando a la gente moviendose sin que hubieran reparado en ella -?que es lo que pasa? -pregunto cogiendo a Oscar de la manga de la chaqueta cuando pasaba a su lado -?no te has enterado?, el senor Ruiza ha muerto, lo han encontrado esta noche de madrugada o quizas esta manana, muerto en su cama, no estoy muy seguro, pero todo el mundo anda muy nervioso -Marina le fue aflojando el agarre, para agarrarse a la mesa de la secretaria que ahora mismo no estaba en su puesto -?pero como ha pasado eso? Ayer estaba perfectamente -aunque tenia muy mala cara penso Marina, ayer por la tarde Ernesto no estaba en su mejor momento, le dolia la cabeza y tenia mucho calor, asi se lo conto a ella cuando fue a su despacho para que le diera el visto buena a la ultima campana que habia hecho, pero no le dio importancia, no era la primera vez que se encontraba mal; ella le habia preguntado en repetidas ocasiones si habia ido al medico y le habia dicho que no, que ya se le pasaria, parecia que habia sido mas grave de lo que el mismo pensaba. Ernesto Ruiza no era un hombre mayor, apenas tendria los sesenta anos, pero se conservaba muy bien y estaba en su peso. Hacia poco mas de un ano que se habia casado por segunda vez. Su primera mujer habia muerto hacia mas de diez anos, de un cancer de pancreas, se la llevo en lo mejor de su vida. Fue entonces cuando Marina entro a trabajar con el, estaba muy triste, y para el, Marina fue como la hija que no habia podido tener, la acogio con gran carino y le enseno todo lo que el sabia del oficio. Marina no habia ido a la universidad, tuvo una adolescencia muy conflictiva, fue una chica rebelde, y su madre, una madre divorciada, como muchas, no supo hacer carrera de ella; el ultimo novio de su madre fue quien le busco ese trabajo a Marina, el conocia a Ernesto desde su infancia, se habian criado juntos, y para Marina fue su tabla de salvacion, por aquel entonces cada vez tenia amistades mas peligrosas, aunque ella no lo veia asi. Tener un trabajo la cambio radicalmente y se tomo muy en serio el trabajo, poder disponer de su dinero fue un gran aliciente. Salio de casa de su madre y se alquilo un piso en el barrio de vallecas, que era lo que podia pagar sin ayuda de ninguna clase. Por eso saber que su mentor habia muerte le causo un dolor, que en un principio, no supo muy bien como gestionar -no debia estar tan bien -dijo Oscar sacandola de sus pensamientos -?cuando ha muerto?-pregunto Marina -parece ser que le ha dado un infarto mientras dormia, su mujer fue quien lo descubrio -?por que? ?acaso no estaba con el en la cama cuando todo paso? -pregunto Marina inquisitivamente -y yo que se Marina, solo se lo que se rumorea, no se nada mas. No ha venido nadie a contarnos nada, lo que sabemos, lo sabemos por el jefe de personal, solo nos ha dicho lo que te acabo de contar, pero todo el mundo esta muy nervioso -Oscar era un chico joven, era del equipo de Marina, llevaban las firmas mas importantes de la oficina, Marina se habia apropiado de los mejores creativos, y habia creado un grupo perfecto y muy capaz -la empresa no va muy bien, eso lo sabemos todos, y con la muerte de Ruiza esto no hace mas que empeorar -, Marina le miro, tenia razon, esto solo podia ir a peor -bueno no adelantemos acontecimientos -, pero sabia que la empresa iba mal, se sostenia con los pocos clientes que llevaban ellos, habia tres equipos mas, cada uno se componia de cuatro personas, pero llevaban firmas de mucho mas bajo nivel, o de esos que solo te daban una campana al ano, y con eso ninguna empresa podia mantenerse a flote. Eran unos veinte empleados, y por ahora se sostenian, pero de un tiempo a esta parte Ernesto cada vez estaba mas alejado de la empresa, parecia que nada le interesaba, quizas era debido a su delicado estado de salud, que a todo el mundo le habia ocultado -, ?no ha dicho nada mas el senor Rodriguez?-era el jefe de personal -nada, solo nos ha dicho que continuaramos trabajando como si nada pasara -pero no ha dicho nada de a que tanatorio lo iban a llevar, -todavia no lo sabia -los dos iban andando a su cubiculo, a su despacho, en el ya estaban Soraya y Luis esperandolos con la cara preocupada y triste, los dos se habian enterado y estaban sentadas alrededor de la mesa, la que empleaban para trabajar. Soraya era licenciada en bellas artes, era muy buena haciendo cualquier dibujo o idea que le explicaras, y Luis era un hacha ideando esloganes -bueno ya sabeis lo que ha pasado -dijo Marina -vamos a seguir trabajando en la firma de embutidos que teniamos pendiente, ya nos enteraremos de algo mas, por ahora no vamos a preocuparnos demasiado, no sabemos nada, me imagino que se pasara por aqui su mujer, no tenia hijos… como todos sabeis, yo no se mucho mas que vosotros, con lo cual vamos a ver como se desarrollan los acontecimientos. Ese dia todo siguio igual, nadie paso por la oficina, a ultima hora de la tarde el jefe de personal, el senor Rodriguez, los reunio a todos en la sala de juntas -os he reunido para que supieras dos cosas: lo primero es que el cuerpo del senor Ruiza esta en el tanatorio de la m-30, esta desde esta manana mas o menos, podeis ir a verlo cuando querais, despues de esta charla todos os podreis ir a casa, o a donde querais, la jornada se habra acabado, tambien parece ser que el senor Ruiza tenia dos sobrinos, tambien metidos en el mundillo de la publicidad, y creemos que ellos heredaran la empresa, lo se porque esta tarde se ha puesto en contacto conmigo su abogado, y me lo ha dicho, manana o quizas pasado a lo mas tardar, se presentaran aqui, y ellos mismos nos informaran a todos, a mi incluido, lo que quieren hacer con la empresa, por ahora no se nada mas, manana cuando vengais seguireis trabajando en los proyectos que todos teneis, como si no hubiera pasado nada y ahora todos a casa o adonde querais -?vas a ir al tanatorio?- le pregunto Oscar a Marina -si, voy ahora, antes de ir a casa, ?vienes conmigo? -si prefiero ir contigo -, la sala se fue vaciando poco a poco el ultimo en salir fue el senor Rodriguez -!senor Rodriguez! -lo llamo Marina,- ?no sabe nada mas de como murio el senor Ruiza? -no Marina, lo que os he dicho es lo unico que se, no le han hecho ni autopsia, debido al infarto masivo que sufrio, -?va usted ahora al Tanatorio? -no, ya me pase este mediodia, cuando me llamo el abogado -habia falseado un poco la hora en que le llamo el abogado, pero Marina lo entendio, no queria encontrarse con toda la empresa alli en el tanatorio -me dio un poco de pena, estaba solo, no habia nadie, se que su primera mujer era hija unica con lo cual no tenia hermanos, ni familia, pero no ver alli a la viuda me causo una gran impresion, pero no me hagais mucho caso, yo estoy acostumbrada a grandes familias, donde siempre hay mucha gente en todos los acontecimiento, por eso me choco -el senor Rodriguez los dejo, y se fue andando despacio, se le veia preocupado, eso preocupo a Marina y a Oscar, que se miraron sin saber muy bien que decir -?que hacemos? ?vamos ya? -pregunto Oscar -yo no he traido coche, pensaba ir esta tarde al centro, me queria comprar unas zapatillas para correr, hay una marca nueva que son la leche -se callo, se dio cuenta de que el comentario habia dado la sensacion de frivolidad -vamos, yo si he traido coche, y no te preocupes, tampoco era tu padre, luego si no tardamos mucho te dejo en el centro para que te puedas comprar las zapatillas - no, ya lo hare manana, mejor me dejas en mi casa si no te importa Fueron a su cubiculo y le preguntaron a Soraya y a Luis si querian ir con ellos y los dos dijeron que si, juntos fueron al tanatorio. Entraron en la sala donde estaba el senor Ruiza, habia gente, todos de la empresa. Estaba el jefe de comercial y algunos comerciales, los saludaron, y ellos cuatro fueron a ver al senor Ruiza, estaba tumbado, como todo los muertos, con la cara serena y un traje azul, parecia que estaba dormido, pero aunque Marina no habia visto muchos muertos, algunos si, todos le habian causado la misma sensacion. En los tanatorios sabian hacer muy bien su trabajo. No vieron a su viuda, ?o si?, ninguno de los cuatro la conocia, por lo tanto, no podian saber si estaba alli. De repente un ruido en la puerta les hizo a todos volver la cabeza, entraron tres desconocidos, Marina los miro y vio entrar a las personas mas guapas que habia visto en su vida; los dos hombres eran espectaculares, morenos, altos y bien formados, con trajes caros que les sentaban estupendamente bien, como si hubieran sido hechos a medida, y a lo mejor asi era, uno era un poco mas alto que otro y tambien uno tenia el rostro mas dulce, como mas aninado y unos ojos verdes, grandes y maravillosos, el otro tenia los ojos algo mas pequenos pero parecian marrones muy claritos, de esos que no sabes si son verdes o marrones o ambar, tenia la cara mas dura, la mandibula cuadrada y los pomulos afilados, era un hombre espectacular, de esos que ves en el cine o en las revistas de moda, pero nunca en la calle. Deben de estar

  • La historia de Elsa Morante

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  • Tu y otros desastres naturales de Maria Martinez

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    Harper ha planificado hasta el ultimo detalle de su futuro. Pronto acabara sus estudios y lograra el trabajo por el que tanto se ha esforzado. Tendra la vida que desea. Sin embargo, una triste perdida hara que su plan perfecto, aquello que creia querer mas que nada, se transforme de nuevo en confusion, dudas e inseguridades.

  • A la luz del amanecer de Agnes Martin-lugand

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    ?Puede alcanzarse la felicidad si nos mentimos a nosotros mismos?

  • Disparo al corazon de Emma Fraser

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    Sam Smith se levanto antes de que llegara el alba, tal y como tenia por costumbre, y preparo todo para comenzar un nuevo dia en su empresa. Podia presumir de ser el dueno de una de las companias informaticas mas importantes de Estados Unidos: Smith Corporation. Amasaba una fortuna que era la envidia de sus conocidos. A lo largo de toda su carrera empresaria se habia ganado tanto aliados con los que aumentar sus ingresos como enemigos, personas a las que habia pisoteado para escalar hacia la cima en la que se encontraba. Era una persona a la que le gustaba vestir con trajes de marca. Nadie lo habia visto jamas con otro tipo de ropa que no fuera un traje de Versace o cualquier otra marca importante. Tenia la suerte de vivir en una gran mansion a las afueras de Nueva York que, por lo que sabia, habia pertenecido a una gran celebridad de Hollywood y que la habia vendido tras arruinarse. Su nueva mujer se habia encaprichado de ella y no habia podido resistirse a comprarla. Con el paso de los anos, su figura habia aumentado como su fortuna. Era un hombre de complexion fuerte y estatura baja. Su pelo rubio siempre habia encandilado a la que fue su mujer, fallecida en un accidente de trafico, y sus ojos azules se habian empequenecido con el aumento de las bolsas de sus parpados. Cuando murio su primera mujer, estuvo a punto de caer en una profunda depresion. Sin embargo, Mary, la que era su secretaria, logro sacarlo del pozo en el que se habia sumido y se casaron un par de anos despues de la muerte de su esposa, algo que jamas acepto su unica hija, de la cual fue perdiendo poco a poco el carino, ya que pensaba que nunca habia querido realmente a su madre. Con el paso del tiempo y el aumento de su fortuna, su fanfarroneria y extravagancia tambien se acrecento, algo que enfurecia a los que consideraba sus enemigos e incluso a sus empleados, a los que trataba como si fueran la peor escoria. A principios de mayo, varios empleados hackearon el sistema informatico de una empresa del sector que estaba aproximandose a las cuantiosas ganancias de Smith Corporation. Aquella iniciativa fue llevaba a cabo sin su permiso y despidio a todos los culpables para evitar manchar el buen nombre de su empresa. Suspiro cuando paso por delante de la puerta de la habitacion que habia pertenecido a su hija, Ashley. Hacia ya mas de dos semanas que no sabia nada de ella desde la ultima pelea que habian tenido. La joven no soportaba la presencia de Mary en su casa y cuando regreso de la universidad de terminar sus estudios tuvo una gran pelea con ella. Sam no quiso posicionarse con ninguna debido a que las queria a ambas, y aquello fue lo que mas le dolio a su hija, que hizo las maletas y se fue a vivir a Lehigh, un municipio del condado de Northampton. Su orgullo le impedia llamarla para pedirle perdon y para que regresara junto a el para trabajar en la empresa familiar. Sin embargo, la joven le habia dicho claramente que no queria saber nada de el ni de su empresa. A pesar de eso, Sam habia enviado a varios de sus hombres para que siguieran su rastro y saber donde estaba y a que se dedicaba. No podia dejar a su hija sola. Sacudio la cabeza para alejar de el esos pensamientos tan negros y preparo su maletin para ir a trabajar. Con lentitud, bajo las escaleras que conducian al garaje donde su Porche descansaba resguardado de la incesante lluvia que sacudia Nueva York ese dia de principios de junio. Pisando el acelerador y disfrutando del camino, llego rapidamente al edificio donde habia montado su empresa. Esta era una construccion con una veintena de plantas y cuyas paredes estaban recubiertas en su totalidad de cristales. Su despacho se encontraba en la ultima planta del edificio y desde alli podia disfrutar de unas impresionantes vistas de las calles principales de la ciudad. Con parsimonia, subio al ascensor y tras diecinueve pisos accedio al ultimo, donde lo recibio la secretaria que habia ocupado el puesto de su actual mujer. --Buenos dias, senor Smith --lo saludo casi con miedo. La joven conocia el temperamento de su jefe y no queria provocarlo desde tan temprano--. Ya tiene el correo sobre su mesa. Sam asintio casi de forma imperceptible, pues casi nunca se detenia a hablar con sus empleados, ni queria que ellos se tomaran esa libertad, ya que consideraba que si el era el lider, no debian dirigirse a el como uno mas de la plantilla. Con pasos firmes y rapidos se dirigio a su despacho. Deseaba saber si ya habia llegado la carta que estaba esperando con los resultados de las encuestas sobre las empresas dedicadas al sector informatico. Abrio con la llave que siempre llevaba encima y se aproximo con rapidez a la mesa. Sin embargo, el correo era el que normalmente llegaba a su mesa. Ni rastro de la carta que estaba esperando. Las tiro como si nada sobre la mesa, pero una de ellas logro escurrirse y cayo al suelo. Esta llamo la atencion de Sam, puesto que no tenia remitente y era un tipo de sobre que no solian usar con el. Lo palpo antes de abrirlo y fruncio el ceno con extraneza. Cogio su abrecartas y rasgo el papel. Con cuidado, saco un folio y lo abrio. Su corazon comenzo a palpitar con fuerza y necesito sentarse para leer de nuevo el contenido de aquella carta. Por un momento, penso que se trataba de una broma, pero despues de leerla una y otra vez, supo que no era asi. Numerosos recortes de periodico formaban un mensaje claro y contundente: "Tu querida hija morira en pocos dias. Ella pagara por todo lo que me has hecho". No podia creer lo que sus ojos veian a pesar de que releia la carta una y otra vez. Volvio a mirar dentro del sobre y descubrio una foto en la que aparecia su hija saliendo de la que parecia ser la casa que habia alquilado en Lehigh. Un circulo en rojo rodeaba la cabeza de Ashley, completamente ajena al peligro que se avecinaba. Alargo la mano hacia el telefono y, con dedos temblorosos, marco el numero de un amigo suyo, cuyo hijo acababa de recibir una distincion honorifica, a pesar de su juventud, como detective.

  • Fuera de su tiempo de Rangel M. Bellerose

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    1 CAPITULO 1 El libro 877 en las cuevas de Altamira, Espana. -!Fred!, !Fred!-, grito, -!han encontrado algo muy extrano, raro..., ven por favor! Fred era su companero, un arqueologo con bastante mala reputacion en las relaciones sociales, pero un gran profesional en su campo, habian avisado a quien grita para que entrasen en la cueva, y de inmediato, esta supo de lo extraordinario que tenian ante sus ojos. -?Que sucede senorita Storm?-, le pregunto Fred. Ese hombre siempre pensativo con su sombrero beige y bigote. -Creo que no se va a creer lo que hemos hallado en la cueva-, le dijo la mujer arqueologa. Al igual que su companero, esta era una joven de unos veintisiete anos, entusiasta por descubrir cosas del pasado, de la historia, pero a diferencia de Fred Smith, ella ni tenia su prestigio en ese mundo, ni la valia de la que tanto presumia su companero. No en vano, Fred era portada por tantos nuevos hallazgos, como por su desleal comportamiento ante la sociedad mas de elite. -Esta segura... son pocas las cosas que me sorprenden a estas alturas de la vida-, le respondio, -vaya a llamar a Victor, el no querra perderse su fabuloso descubrimiento. -Victor ya esta en la cueva, senor Smith-, le dijo ella. La mujer siempre correcta y amable en sus palabras, era una joven educada en la alta sociedad britanica, pero su pasion por lo desconocido le llevo a escoger una profesion, donde no era muy bien recibida. -Estupendo..., pues vamos a la cueva a ver eso tan fascinante. Ambos entraron a ese maravilloso lugar, en donde el tiempo quedo paralizado, donde nuestros ancestros dejaron sus huellas en forma de pinturas, como si aquel recondito lugar perteneciera al pasado. En una de las grutas, en donde se habian centrado los esfuerzos de los tres arqueologos, y el de los seis acompanantes o peones, asomaba bajo la dura piedra, una especie de paquete, atado con hilos de hebras y envuelto en multiples hojas de una especie de higuera, pero hojas de mayor tamano. -?Que es lo fabuloso?-, pregunto Fred. Victor le miro incredulo, este era otro joven, de unos treinta anos, sin mucha experiencia o reconocimiento, pero mucho mas entregado que Fred en sus labores, de origen hispano, a diferencia de Fred Smith y Camila Storm, los cuales eran ingleses, -ese paquete ha sido conservado a conciencia..., debe ser incluso mas antiguo que las pinturas. -Yo solo veo un trozo de hojas podridas-, respondio el ingles. -No podemos apreciar su tamano hasta que no lo desenterremos, pero queria que fuese usted quien lo describiese, creo que puede ser algo significativo-, le dijo Camila alumbrando con el candil. -Esta bien..., no deberia perder el tiempo, pero si es usted quien me lo propone, lo hare-, le contesto. Se sabia que Fred era un hombre muy admirado entre las senoritas, un verdadero seductor con estas y tambien con alguna que otra senora. -?Quiere que lo extraiga yo?-, le pregunto Victor. -No..., prefiero que lo hagan mis hombres, ellos tienen mas experiencia, si os apartais podremos comenzar. Tras un largo y laborioso trabajo, bajo la tenue luz de las antorchas, los arqueologos prestaban su paciencia al convencimiento de que estaban ante algo digno de ser estudiado, muy poca atencion habia sobre las cuevas de Altamira, tenian todos los permisos en regla para trabajar alli, y estos podian hacer cuanto les diese la gana en aquella magica y espectacular cueva. La noche se les vino, no era facil desenterrar en la piedra un objeto tan fragil como las alas de una mariposa, danadas con el paso de los siglos, y utilizando tan solo unas escobillas de puntas metalicas. -Creo que hoy va a ser dificil que lo podamos extraer-, decia Fred, -tal vez debieramos descansar hasta manana. -Usted es quien decide senor-, le respondio la joven emocionada con todo lo que se hallaba en las cuevas. -!Vamos a recoger todo y manana se proseguira donde lo hemos dejado!-, exclamo a sus operarios. Todos abandonaron el trabajo, la voz de Fred retumbaba en las paredes y se podian escuchar caer gotas de humedad al fondo en la oscuridad de la agonica cueva, de hecho, ese bulto estaba en el rincon ultimo, donde se supone que los antepasados usaban para dormir debido a la poca altura del techo de la cueva en esa zona. -?Le apetece cenar esta noche conmigo?-, pregunto el ingles a la joven, -en mi tienda dispongo de todo para su comodidad. Camila miro timidamente al hombre, luego un poco nerviosa miro a Victor, el cual estaba cerca de ellos, -no creo que sea apropiado para una mujer soltera. -Unicamente se trata de mantener una conversacion... no veo nada mal intencionado en ello, me gustaria conocerla un poco mas-, le hablo en tono seductor. -Entonces podriamos cenar los tres juntos-, respondio sujetando del brazo al hispano. Eso no gusto a Fred, de hecho, se le pudo notar en sus gestos, pero como iba a poder decir ahora que no, -claro…, cuantos mas seamos mejor-, dijo. Se alejo de ellos direccion a su tienda, los otros dos arqueologos se quedaron rezagados, -no debiste decirle eso, no creo que le guste que entre en su tienda-, solto Victor. -Pues que se enfade, somos un equipo y no veo razon para que no pueda cenar con nosotros. -Yo pienso que para el si que la hay…, no soy mas que un incordio entre vosotros. Ella se sonrojo, no porque tuviera nada con Fred, sino por el simple hecho de escuchar a Victor hablar de posibilidad de encuentro sexual con un hombre. -No hable asi, nada hay entre Fred y yo..., es un magnifico arqueologo, pero al igual que lo sera usted. -La conozco desde hace poco tiempo, pero es usted muy amable y me gustaria... que si fuese posible nos tutearamos-, le dijo. -?Como voy a hacer eso?…, en mi familia siempre se ha hablado con respeto, no puedo tutearle-, respondio sonriente y un poco menos sonrojada. Durante la noche, en la tienda de Fred, cenaban los tres con una vacia conversacion, podia notarse la tension entre quien no queria estar alli, quien no deseaba que alguno estuviera alli y el poco tiempo que hacia que se conocian, a veces era el silencio quien gritaba. -?Y pertenece usted a la familia de los Storm de Londres?-, le pregunto el ingles. -Mi padre es Alva Storm, hijo del dueno del mayor banco de Inglaterra, pero no me gusta nada que se me relacione con eso-, respondio. -No la entiendo, con una de las familias mas reputadas del pais, no comprendo que esta haciendo usted aqui, manchandose las ropas y las manos con tierra. -Hay pasiones que no entienden de logica..., usted deberia entenderme. -?Yo?, mi padre era herrero, muchas veces use el martillo, pero deseaba salir de ese trabajo tan duro y monotono..., esta fue mi unica alternativa y ahora me alegro por haberlo hecho. -Pensaba que lo suyo era mas vocacional-, le dijo Victor. -Al principio si, pero cuando has encontrado tantos tesoros y tantos reconocimientos, ya no es lo mismo. -Pero si es usted muy joven-, le dijo Camila. -Tengo ya treinta y seis anos…, ?joven?, llevo treinta trabajando, no en la arqueologia, pero trabajando…, solo quiero parar y disfrutar de lo que he conseguido-, decia. Miro a la joven, -y sin duda disfrutar de la compania de una senorita… tal vez se refiera usted a eso cuando dice que hay pasiones que no entienden de logica. Ella se sonrojo y le desvio la mirada, -es tarde..., creo que me voy a retirar. -Es cierto, muchas gracias por la cena y el vino-, dijo tambien Victor, -yo la acompano a su tienda senorita. -Buenas noches-, les dijo el ingles sin levantarse del asiento, algo poco habitual en un hombre al retirarse una mujer de la mesa. Victor y Camila salieron bajo un manto de estrellas, la noche era silenciosa, junto a la tienda de Fred, se encontraba la de Victor y un poco mas alla, la de la arqueologa en una extension pequena de terreno que mantenia la horizontalidad en el terreno, detras estaban las de los operarios. -?Cree usted que se ha molestado el senor Smith por no responderle?-, le pregunto la joven a Victor. -Creo que se ha molestado por otros motivos... es usted una joven muy bella y Fred es un hombre... como decirlo. -?Lanzado? -Bueno mas o menos... a mi no me gusta interferir en la vida de nadie, pero tenga cuidado con el. -No se preocupe por nada, soy una mujer con las ideas claras. -Me gusta que sea asi, pero el amor ciega... creame. -Buenas noches, gracias por acompanarme y por sus palabras. -Buenas noches... que descanse-, le dijo. Ella entro en su tienda y el joven se retiro a la suya, el dia habia concluido. La luz que entraba a traves de la tela beige de la tienda, dibujaba sus formas en el cuerpo bien vestido, con las prendas del sueno, de Camila. Esa claridad molesto en sus cerrados ojos, era la hora de levantarse y seguir con el trabajo, no sin antes tomar una buena taza de te caliente, era finales de otono y ya refrescaba bastante. Nada mas salir de su tienda, la mujer se dejo llevar por el fresco de la soleada manana en un enclave tan maravilloso, Camila sonaba desde pequena con la historia, con encontrar ese eslabon perdido que nos une a los mas primitivos. -Buenos dias-, le dijo Fred sentado junto a los demas, tomando el te y rodeando un pequeno fuego donde calentaban el agua, antes de comenzar con las labores. -Buenos dias, senor Smith…, tengo muchas ganas de ver que contiene ese bulto, apenas he podido dormir. El arqueologo la miro con prepotencia, -no creo que pueda mostrar nada mas maravilloso que esas pinturas de los techos, cada dia estoy mas fascinado con ellas. -Es algo que no le pongo en duda, pero ?no tiene interes por saber que contiene ese objeto? -Hay una gran controversia en si esas pinturas son antiguas o falsas..., debemos acabar con esa idea de inmediato, esto se debe mostrar al mundo como lo que es, y sinceramente no veo nada en particular con ese envoltorio. -Pero usted mismo ha visto con el esmero en que se ha tratado de conservar…, no puede contener algo banal. -Ya hemos recogido muestras de puntas, herramientas e incluso cenizas, lo que a mi realmente me fascina son esas pinturas, mi obligacion es datarlas lo antes posible para que se maraville el mundo. Ella mostro en su rostro la decepcion con la que la habia despertado, no comprendia que le habia hecho cambiar de opinion en la noche, -entonces., ?no va a reanudar los trabajos para desenterrarlo? -Por supuesto que no, ese trabajo lo podeis hacer vos y su buen amigo Victor-, le contesto. Seguramente no le habia caido bien que invitara al joven arqueologo a cenar y mucho menos que le rechazara su proposicion de conversar con ella a solas. -Muy bien senor Smith... puede que luego de que lo hallamos desenterrado no se nos reconozca ni el lugar, ni la fecha, nosotros no tenemos su prestigio y veracidad ante los medios.

  • Blackwing de Ed Mcdonald

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    La Miseria es tierra de nadie: una peligrosa y corrupta frontera entre la Republica y los Reyes de las Profundidades. Cuando los traidores, ladrones y espias tratan de burlar a la autoridad, van a parar a la Miseria. El trabajo del capitan Ryhalt Galharrow es rehabilitarlos, siempre que no hayan sido presa de las retorcidas criaturas que habitan en sus cambiantes y contaminadas arenas. Hay una paz tensa, incluso para un hombre de la experiencia de Galharrow. Pero es un lugar necesario, porque la unica defensa de la Republica contra los Reyes de las Profundidades es la <> de Punzon, un arma de poder incomparable que protege las fronteras del desierto, siempre y cuando no empiece a fallar.

  • Arrancame el Alma (Arrancame el Corazon 2) de Kris Buendia

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    De nuevo la luz entra por la ventana. !Es tan odioso! De todas las cosas que odio en el mundo--y que son muchas-- es que entre la luz por la ventana y queme mis ojos recordandome cosas, como mi <> Alguien toca la puerta de mi habitacion, se ha dado cuenta que he tirado el vaso de cristal contra la ventana. --!Adelante!--grito, me duele hasta la garganta. Definitivamente no soy una persona mananera, pero mi trabajo requiere que despierte a las seis de la manana todos los dias, al menos los primeros seis meses. Odio mi trabajo. --?Todavia no has salido de la cama?--pregunta mi asistenta y mejor amiga, Jane Paige, es tres anos mayor que yo, pero tenemos la misma mente de un cachorro abandonado. Mi trabajo le ha salvado la vida y ella me salva el culo todos los dias desde que la contrate para que fuese mi asistente personal. --Odio levantarme temprano y odio mi trabajo--resoplo sentandome en la orilla de la cama. Jane me observa y se rie. --No es la primera vez que te escucho decir eso--dice: --cuando no madrugas no lo odias. Buen punto. Entonces solamente odio madrugar, no mi trabajo. --Date prisa--Me ordena: --Debes estar en el set dentro de media hora. Termino de sacar mi culo del gigante colchon de la habitacion del hotel y entro al enorme cuarto de bano. Odio que reserven la suite presidencial siempre, cada vez que me hospedo en un hotel, y tambien odio que reserven una habitacion en el hotel mas ostentoso de la ciudad. En estos momentos tambien odio todo lo que tenga que ver con Nueva York. No es que tenga una ciudad favorita. En realidad naci y creci en Londres. Tuve una infancia casi normal y digo casi porque a la edad de quince anos empece a modelar y despues a actuar. Amaba el modelaje y a veces tambien amo actuar. Pero lo que si odio son los reflectores. Deberia de ser como la cantante Sia, ella canta dandole la espalda al publico porque no quiere ser famosa. Es una buena idea y estupida a la vez, porque yo no soy cantante y tampoco puedo esconder mi identidad a estas alturas del partido. Tengo veintiocho anos y aunque mi carrera me ha ayudado a salir adelante y a mi familia. Debo admitir que a veces la odio. Debo admitir que a veces la odio. Mi palabra favorita en el mundo es "Odio" Odio ser famosa. Odio no poder hacer lo que quiero. Odio no tener a mi familia conmigo. Odio no poder comer lo que quiero. --A veces lo hago sin que se den cuenta. Odio las revistas de chismes. Odio que me llamen: "Estrella solitaria" Odio no tener una relacion normal que dure mas de dos meses. Pero es porque odio que se enamoren de mi y odio el AMOR. Odio no conocer gente normal. --Al menos mi asistente y mi guardaespaldas lo son. Y seguramente la lista sigue, pero debo estar en el set dentro de... veinte minutos. Perfecto. Llego al set no sin antes pasar entre mas de diez fotografos y todos los medios de prensa, hasta me parecio ver letras en japones en uno de los microfonos de uno de ellos. --Buenos dias, senorita Sparkle-- me saluda uno de los chicos del set. --Buenos dias--Devuelvo el saludo automaticamente con mi cara de hielo. La ultima noticia que lei acerca de mi decia: <> Malditos idiotas. Estoy empezando a odiar tambien mi apellido[1], de ahi se inspiraron para llamarme su maldita <>. Era de esperarse, han preparado todo para mi en el ridiculo monstruo de cuatro ruedas. Me dejo caer en uno de los sillones de terciopelo y cierro mis ojos. Definitivamente nunca podre acostumbrarme a la vida de lujo. Pero lo ironico es que he comprado para mis padres una mansion y le he enviado un coche lujoso ultimo modelo a mi hermano menor. Es la unica manera en que puedo disfrutar de mi dinero. Compartiendolo con mi familia y con aquellos que no tienen nada y han sido menos afortunados que otros. Abro mis ojos y lo primero que encuentro es una revista con mi nombre en primera plana: "LA ESTRELLA SPARKLE UNA VEZ MAS NOS HA SORPRENDIDO CON SU JUGOSA DONACION A VARIOS CENTROS DE BENEFICENCIA" Inmediatamente tomo la revista y como la idiota que soy la leo: "La actriz de accion Jessica Sparkle, ha sorprendido a varios centros de beneficencia entre ellos, asilo de ancianos, hospitales infantiles, y varios orfanatos alrededor del mundo, haciendo una donacion de mas de cinco millones de dolares. ?La estrella solitaria no tiene con quien compartir su fortuna? ?La fama no le basta y quiere comprar el amor de los mas necesitados? --!Joder! --arrojo la revista y cae en los pies de nada mas y nada menos que Steven Franks, el director. --Buenos dias a ti tambien--se agacha y levanta la revista pero no la lee. Me remuevo en el asiento molesta por lo que acabo de leer. La prensa puede ser cruel cuando quiera y lo he permitido porque no voy a armar una guerra por cosas falsas que escriban sobre mi. Pero lo que si odio es que hayan mencionado la cantidad y el destino al que fue a dar mi dinero. No me interesa hacerme mas famosa de lo que soy y para empezar ?Como demonios se dieron cuenta? --Tienes que ignorar lo que escriban de ti--dice: --y si de algo te sirve, escriben cosas peores de los directores. Me rio ante su comentario, definitivamente Steven ha tenido un mal ano con la ultima pelicula que digirio, se le involucro con la ultima protagonista y le costo su primer divorcio. Pobrecito, me da pena. --Lo tomare en cuenta, Steven. --Bien, continuemos con las escenas de la pelea, me dijiste que no querias una doble asi que espero que hayas desayunado bien y hayas practicado la rutina de pelea. --Por supuesto. Media hora mas tarde, despues de la ultima revision de mi vestuario y maquillaje, me encuentro en una escena de un edificio abandonado y estoy a punto de pelear con diez hombres armados. -- !ACCION! El primer hombre sale por la parte de atras tomandome del cuello, asi que me inclino y lo aprisiono del brazo haciendolo brincar por encima de mi cabeza y cayendo sobre un colchon. Luego, dos hombres me toman desprevenida y arrebato sus armas; empiezo a dispararles, no sin antes patearles el culo. Amo las escenas de pelea. Capitulo dos Despues de cuatro horas ante las camaras y varias repeticiones, estoy agotada. --Buen trabajo, Jessica. --me felicitan los chicos a los que les acabo de patear el trasero. Jane se acerca con una toalla y un bote con agua. --Tu madre ha llamado--me indica. No me sorprende que mi familia este preocupada por lo que acaba de salir en el periodico y revistas acerca de la donacion. Lo que me recuerda que tengo que arreglar el pequeno problema. Entro a mi camerino y llamo a mi madre, preparandome para el sermon de la semana. --!Por el amor de Dios, Jessica Anne Sparkle! --chilla mi madre: -- Como se te ocurre divulgar que has donado semejante cantidad. Por el amor de Dios, mi madre todavia no entiende que no soy yo la que publico toda esa mierda. --Madre, no grites--le respondo poniendo los ojos en blanco y Jane se rie: -- Yo no publico esas cosas, ?Cuantas veces tengo que explicarte? ?Piensas que tambien publico las noticias sobre el clima? Escucho que mi madre rie pero se contiene: --No te hagas la listilla conmigo, senorita. El hecho de que golpees fuerte en la camara no quiere decir que todavia no pueda darte de nalgadas cuando te vea. !Soy tu madre! --Si que lo eres. --resoplo. Amo a mi madre y la extrano a morir en estos momentos. --?Te ha gustado la nueva casa? --Nos encanta, pero tu padre dice que es muy grande para nosotros dos. --Claro que no, la llenaran con nietos, pero claro, no con los mios. --Me preocupas hija, tienes veintiocho anos y todavia no tienes un novio decente. Aqui vamos otra vez. --Mama, no voy a tener esa conversacion contigo por telefono. --De acuerdo, ?Cuando vendras a visitarnos? --No lo se, estoy por finalizar la filmacion de una nueva pelicula. --?Siempre de peleas, sangre y mal hablados? Me parto de la risa. --Lo mal hablada lo aprendi de ti, asi que no te quejes, y si, es de accion --Lo mal hablada lo aprendi de ti, asi que no te quejes, y si, es de accion como me gustan. Escucho que resopla-- ?Cuando haras una pelicula romantica? De esas que a veces los protagonistas se quedan juntos. Esta bien, mi sonrisa se fue. --Mama, para empezar eso es una fachada para vender la pelicula, pero si quieres, puedo quedarme con el chico al que le acabo de partir el cuello. --!Por Dios! --Grita: --Eres igual a tu padre de terca. Definitivamente lo mal hablada es lo unico que has aprendido de mi. --No es cierto--contraataco: --Tambien me has ensenado a compartir y valorar y eso es lo que hago siempre, asi que por favor, te lo ruego, no leas esas cosas y dile a papa que los visitare pronto. --Esta bien, te amo mi pequena estrella. Solamente a mis padres les permito que me llamen asi. --Tambien te amo, dile a papa que lo amo. Pongo mi telefono sobre la mesa y suspiro. --Tu madre es unica--dice Jane: --Ya quisiera que la mia me llamara para reprenderme. Tomo la mano de Jane y la aprieto. --Estoy segura que donde quiera que esten, su intencion nunca fue separarse de ti. Jane crecio en una casa de acogida casi toda su vida hasta que una vez me encontre con ella en una cafeteria. Yo iba con una peluca para ocultar mi identidad y un hombre me toco el culo y ella salio a mi defensa, desde ese momento le propuse que fuese mi asistente, aunque cuando se dio cuenta de quien era yo, estuvo casi media hora sin hablar y me tocaba la cara para ver si yo era real. Hemos sido amigas por casi ocho anos cuando empezaba mi carrera como actriz y desde ese momento todo ha sido de maravilla al lado de ella. Pero Jane es diferente a mi, yo me veo fuerte ante las camaras, mi cara de hielo es una mascara para protegerme de toda la mierda que me rodea. Pero Jane es Jane, si tiene que mandarte al diablo lo hace y si tiene que llorar tambien lo hace, yo no. Yo tengo mi orgullo bien definido, y nunca acepto mis debilidades aunque Jane las ha ido conociendo una a una. --Cuentame --Cambio de tema: -- ?Como te fue en esa cita con el aleman? Se parte de risa por mi pregunta. --Una mierda--a juzgar por su expresion cuando se refiere <> a sus citas es porque fue todo un exito. --Entonces salio todo bien. --Si, el sexo fue increible, bien dicen que los alemanes son apasionados y agresivos en la cama pero... --Por favor--la corto: --Tu vida sexual es mucha informacion para mi. --Lo dice la medio virgen--Se mofa. Pongo cara de hielo e ignoro su comentario tomando un poco de agua. --De acuerdo, lamento haber dicho eso. --De acuerdo, lamento haber dicho eso. Su comentario no me ofende, pero !Tengo veintiocho anos por el amor de Dios! --Todavia no se a que viene eso de que soy medio virgen. --Porque lo eres--Ve que no digo nada prosigue: --Eres una rubia sexy de ojos azules, famosa, inteligente, rica y joven, no entiendo la razon de que no has podido estar con ninguno de los bombones con los que has salido. --Y yo no entiendo lo tuyo, una morena como tu ha estado con un aleman que apenas conoce. Mi comentario hace que se parta de risa de nuevo. A Jane todo le causa gracia y eso es lo que me encanta de ella, es la unica que me hace salir de mi cueva de hielo. Ahora somos dos la que nos reimos a carcajadas. --Aquel actor estaba deliciosamente perfecto para ti. --?Theo James? --pregunto y ella dice si con la cabeza. --Somos buenos amigos, no tenemos nada en comun, ademas el britanico esta tan ocupado como yo. Pero en otra vida le habria hecho de todo. Ahora soy yo la que rie a carcajadas sola. --Eres una pervertida, todavia no puedo creer que hayas tenido relaciones unicamente en el modo oral. --Es mejor asi, me gusta disfrutar sin ser penetrada. --No sabes lo que te pierdes. --El dolor no es lo mio. --me mofo. --Te dolera la primera vez, pero luego lo disfrutaras y te acordaras de mi. --!Eres asquerosa! --No me refiero mientras lo haces, idiota. Me refiero a que me daras la razon, el sexo oral es delicioso pero es un aperitivo nada mas. --Bueno, lo tomare en cuenta. La verdad es que tiene razon, se que la primera relacion sexual siempre duele y no es que no haya querido, pero los hombres con los que he salido han sido unos idiotas que no me han hecho sentir comoda al respecto. Despues ya no los vuelvo a ver, supongo que soy una friki en la cama y por eso salen corriendo. --Debo decir que tu estilo de vida <> te ha hecho una experta. --Pues no se han quejado, los he dejado tan satisfechos que muchas veces se quedan dormidos y se olvidan que tengo una vagina. --Eres una virgen pervertida y mal hablada. --Gracias. Capitulo tres Hoy es el ultimo dia de grabacion, y estoy nerviosa al respecto, pero que digo !Siempre lo estoy! --De acuerdo, Jessica, tienes que correr lo mas rapido que puedas y saltar desde el edificio. ?Estas segura que puedes hacerlo? --Si, he saltado desde mas alto. --Bien, no te preocupes si sale mal a la primera, volveremos a repetir hasta que salga perfecto. Odio repetir escenas de saltos. Me da el vertigo y solamente Jane lo sabe, que en estos momentos aprieta su labio inferior sabiendo lo que estoy pensando y me hace senas de <>

  • Un debut en la vida de Anita Brookner

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  • Las ninas muertas de Cancun de Javier Chavez Ataxca

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    Los cadaveres de dos ninas gemelas son descubiertos en Cancun; es septiembre de 1988 y este paraiso juvenil del Caribe mexicano se prepara para el ataque destructor del huracan Gilberto. En esas horas de panico la abuela de las pequenas hace un hallazgo doloroso que detona otro crimen, mientras el asesino tiene en la mira otra nina indiscreta, amiga de las gemelas.
    A la investigacion en el pantano se suma Toribio Marquez, un soldado en retiro que tiro a matar en la masacre estudiantil del dos de octubre de 1968. Montserrat Valdivia es la directora de la Policia Judicial en un polo turistico inocente en esos anos por su imperceptible carga de crimenes, hasta la aparicion de los primeros cadaveres infantiles con la senal de la cruz.
    Inspirada en episodios reales, Las ninas muertas de Cancun se desarrolla en las etapas juveniles de este polo turistico del Caribe mexicano, cuando los crimenes ocurrian en otros rumbos parasitados por la maldad que hoy nos inunda.

  • Miguel (Y llegaste tu 9) de Merche Diolch

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    —?Que haces aqui, Miguel? —le pregunto Sarah mientras subia las escaleras que conducian hasta la entrada del bar donde trabajaba. El joven, que estaba sentado en uno de los escalones, levanto la vista de su movil y le regalo una radiante sonrisa. —Esperarte. Ya sabes que sin ti no puedo vivir. La risa femenina los envolvio. —Mira que eres pelota —lo acuso al mismo tiempo que abria la puerta del establecimiento—. Anda, entra —lo invito mientras encendia las luces. El se levanto, se limpio un poco el vaquero y la siguio. —No sabia que abrias tan temprano —comento intentando entablar una conversacion. Se sento en uno de los taburetes que habia cerca de la barra y el silencio del local le llamo la atencion, tan acostumbrado al ruido y las conversaciones de los camioneros que por alli pasaban. La chica se metio en la cocina para salir de inmediato con un cubo lleno de agua en una mano y una fregona en la otra. —Alguien tiene que limpiar. —?Te ayudo? —Se bajo del taburete y atrapo corriendo el cubo de plastico. Ella nego con la cabeza. —Es cosa mia… El tiro del cubo con fuerza, intentando que se lo diera, pero ninguno de los dos lo soltaba. —Venga, no seas cabezota. Dejame ayudarte… —No, Miguel. Es mi trabajo… —le senalo y tiro del cubo hacia ella, provocando que el agua cayera al suelo, mojandolos. El chico comenzo a reirse. Sarah lo miro con cara de pocos amigos. —No le veo la gracia. Miguel aprovecho para quitarle la fregona de la mano y le dio un beso en la mejilla para su sorpresa. —Venga, no te pongas asi, que estas muy fea. Ella cruzo los brazos por delante y arrugo el ceno mientras observaba como limpiaba. —Pues tampoco se te da tan mal —dijo pasado un tiempo. Miguel la miro por encima del hombro y guino un ojo. —La experiencia… Anda, sigue tu con otras tareas y yo termino con el suelo. Sarah asintio y desaparecio en la cocina. Al poco, se escucho en el local el ruido de la puerta al abrirse. —Esta cerrado —anuncio Miguel a quien fuera que habia entrado, sin ni siquiera molestarse en mirar. —?Esta Sarah? —pregunto de forma brusca el recien llegado sin hacerle caso. —?Quien lo pregunta? —Miguel paro lo que estaba haciendo y observo al joven que acababa de entrar. Iba vestido con un pantalon negro y una cazadora tambien oscura, y no era mas alto que el. Tenia las gafas de sol puestas, aunque ni dentro ni fuera del local fueran necesarias, y su cabello rubio estaba peinado hacia arriba. El joven lo miro con gesto de desprecio de arriba abajo. —No es de tu incumbencia… Miguel dejo la fregona apoyada en la barra. —Si preguntas por Sarah, si. —No sabia muy bien por que habia dicho eso, pero al observar a ese desconocido algo le dijo que no era de fiar. Se carcajeo ante su respuesta. —No me hagas reir, muchacho. !Sarah! !Sarah! —la llamo a gritos, ignorandolo. Miguel se acerco a el un poco mas y atrapo su brazo. —Tengo que pedirte que te marches… El chico se quito las gafas de sol, dejando visibles unos ojos demasiados rojos, muy lejos del blanco que debia cubrirlos, prueba de que por su sangre corrian sustancias ilegales, y trato de zafarse de su agarre. —!Sueltame! —le exigio. Miguel hizo lo que le pedia y senalo la puerta. —Vete —le ordeno de nuevo. —Obligame —lo reto. Miguel avanzo un par de pasos con intencion de hacerlo cuando le sorprendio un punetazo en el estomago que provoco que se doblara sobre si mismo. Mientras hacia todo lo posible para recuperar el aire que le habia robado el golpe, el joven que le habia sacudido se agacho para mirarlo a la cara. —Dile a Sarah que Aitor la busca —le dijo entre dientes y se marcho. Miguel se acerco a la entrada en cuanto esto ocurrio y, sin dudarlo, cerro la puerta con llave. Se apoyo en la madera y llamo a la chica que se escondia en la cocina. —Sal… Ya se ha ido. Sarah aparecio de inmediato. En su cara se reflejaba el terror que habia sentido cuando identifico la voz de quien la llamaba. —?Estas bien? —le pregunto preocupada. El se paso la mano por su estomago y asintio. —Algo dolorido…, pero bien. La chica llevo sus manos a la zona que habia sufrido el punetazo y lo miro con sus ojos azules llenos de lagrimas. —Lo siento… Yo… Miguel chisto acallandola y le acaricio la mejilla, secandole la humedad que se deslizaba por ellas. —No pasa nada… Estoy bien. Esta todo bien —mintio pasandole un brazo por los hombros para atraerla hacia el—. Estoy aqui. Me tienes para lo que necesites. Sarah apoyo su cabeza en el pecho de el y lo abrazo. El silencio se asento en el local, solo roto por el llanto de la joven. PARTE 9 MIGUEL Capitulo 1 —Nos vamos —le dijo Miguel en cuanto aparecio por el bar a modo de saludo. Sarah arrugo el entrecejo y lo observo confusa. Hacia dos dias que no sabia nada de el y ahora, de repente, aparecia como si tal cosa. Cogio el trapo con el que limpiaba la barra del bar con mas fuerza de la necesaria y siguio con lo que estaba haciendo sin dirigirle la palabra. El joven se quito el gorro verde que llevaba y lo estrujo entre las manos. —Sarah, se que estas enfadada… Esta nego con la cabeza, pero no lo miro a los ojos. —No se de que hablas. Miguel tiro el gorro sobre la barra, entorpeciendo su trabajo y obligandola a detenerse. —Si, desapareci. —Se paso la mano por el cabello y resoplo—. Pero tenia cosas que debia atender para poder… Sarah le dio la espalda y se dirigio a la cocina, ignorandolo. El solto el aire que retenia, agarro su gorro y se lo metio en el bolsillo trasero del vaquero. Golpeo uno de los taburetes y solto un exabrupto arrancando una carcajada a uno de los camioneros que estaba cerca de el tomando una cerveza. Lo miro con cara de pocos amigos, pero el hombre, lejos de molestarse, levanto la jarra y brindo en el aire. —Yo apuesto por ti. —Le guino un ojo y bebio. —No se que decirte, amigo —intervino en la conversacion un hombre que se sentaba un par de mesas por detras del primero—. Esa chica los tiene bien puestos… —?Apostamos? —pregunto un tercero. Miguel parpadeo varias veces, alucinando de que todos los reunidos en el local estuvieran mas atentos a la charla que habian mantenido Sarah y el que a sus propias cosas. Se puso el gorro en la cabeza y, sin querer intervenir en el debate que mantenian los clientes del bar, fue tras su objetivo. Cruzo la barra del bar y se parapeto en el vano de la puerta para evitar que Sarah saliera huyendo sin escucharle. La joven, que estaba preparando lo que parecia ser una hamburguesa, ni siquiera se volvio para mirarlo cuando sintio que la observaban. Sabia de quien se trataba y no queria que supiera que le habia afectado su ausencia. Dos dias… Habian pasado dos dias desde que aparecio Aitor buscandola, desde que Miguel se habia enfrentado a el, desde que le habia prometido que estaria ahi para lo que necesitara… Golpeo con la espatula la carne picada, con mucha mas fuerza de la necesaria, y tenso su mandibula al recordar como en esos dias saltaba cada vez que la puerta del local se abria, cada vez que aparecia detras de ella una cabeza rubia, con temor a que su exnovio regresara y que, en esa ocasion, nadie pudiera ayudarla… porque estaba sola. Miguel se marcho en cuanto aparecio Boris, su jefe, en el local con la excusa de que debia solucionar unas cosas para volver a aparecer… No habia estado a su lado, aunque se lo habia prometido. —Sarah… —la llamo justo cuando esta daba la vuelta al filete y lo golpeaba con sana y el no pudo mas que tragar con dificultad, consciente de que la camarera en ese momento imaginaba que, en vez de carne, maltrataba una parte de su cuerpo…, una muy delicada—. Sarah, escuchame, por favor.

  • Promesas de arena de Laura Garzon

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    Solo el amor y la tolerancia pueden trazar rutas entre la violencia, la desolacion y el odio.
    Lucia acaba de terminar su carrera y viaja a Palestina como cooperante de una ONG. Esta llena de ilusiones, de buenos propositos, pero lo que encuentran en los Campos de refugiados rompe todas sus ideas preconcebidas. Las carencias rozan el limite de la supervivencia y nadie les espera, ni espera nada de ellos. En los campos de refugiados no solo hay intereses altruistas, las facciones politico-religiosas mantienen una lucha de poder constante entre si y contra su enemigo Israel y por extension Occidente.
    Lucia se encontrara con los dos polos humanos que imperan en los Campos: quienes lo dan todo, como Fathia y Hamid; y con el Halcon, un palestino de padre ingles, educado en diferentes paises, y con un magnetismo y atractivo que subyuga perdidamente a la joven cooperante. Descubrir quien es este hombre en realidad le va a costar muy caro a Lucia. Su pasion le alcanzara la gloria y la arrastrara al abismo.