• libro heredera de plata - Julia de La Fuente

    https://gigalibros.com/heredera-de-plata.html

    La ambicion desmedida de un monarca desata la guerra en la hasta entonces pacifica region de Adrastea.
    En este mundo de venganzas, traiciones y dolor, protegida tras los muros de su castillo, una joven princesa con alma aventurera y nobles ideales suena con ser caballero.
    Heredera al trono mas poderoso de los nueve reinos, la sospechosa muerte de su padre la situara en el centro de una complicada trama de intrigas.

  • Heredera de plata Versión Kindle - De la Fuente, Julia

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    Heredera de plata eBook : De la Fuente, Julia: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Mirar en el interior de este libro. Heredera de plata de [Julia De la Fuente] ...

  • Heredera de plata (JUVENIL) Tapa blanda - Libros - Amazon

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    Heredera de plata (JUVENIL) : Julia De La Fuente, Julia De La Fuente: Amazon.es: Libros.

  • HEREDERA DE PLATA | JULIA DE LA FUENTE | Casa del Libro

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    22 abr 2019 — Sinopsis de HEREDERA DE PLATA ... "La ambición desmedida de un monarca desata la guerra en la hasta entonces pacífica región de Adrastea. En este ...

  • HEREDERA DE PLATA - FUENTE JULIA DE LA - Quelibroleo

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    Heredera al trono más p... ... Heredera de Plata es una obra que nos habla de cómo la ambición de los reyes puede desembocar en ... Información del libro.

  • Heredera de plata by Julia De la Fuente | Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/44796866

    Estoy muy sorprendida con este libro. La autora maneja la narración, la ambientación, los personajes, los diálogos y la historia con gran maestría y una ...

  • Heredera de plata - Libros - Trabalibros

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    Reseña: HEREDERA DE PLATA, de Julia de la Fuente. Una aventura medieval con una dama luchadora como protagonista.

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    Heredera de plata, libro de . Editorial: Kiwi. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

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  • RESEÑA Heredera de Plata - Tiempo Libro

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    7 jun 2019 — Heredera al trono más poderoso de los nueve reinos, la sospechosa muerte ... lo cierto es que esta joven autora lleva ya unos cuantos libros ...

  • Hielo rojo de Julia De La Fuente

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    Cuando el lago se congela y los lobos aullan, el pequeno poblado junto al fiordo se estremece. Una magia oscura campa a sus anchas por el bosque.
    Aila no es mas que una granjera pero, cuando un cuervo la visita en suenos, descubrira que tal vez tenga que empunar un hacha que no le pertenece para salvar a aquellos a los que quiere.

  • Respuesta a Job de Carl Gustav Jung

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    En palabras de C. G. Jung, el Libro de Job marca un hito en el largo desarrollo de un drama divino, el de un Dios presa de emociones desmesuradas y que sufre a causa de esa desmesura. Por ello reviste tambien especial significado para el hombre contemporaneo cada vez que este se ve asaltado por la violencia del afecto y ha de tratar de transformarla en conocimiento. Renunciando a la fria objetividad y sin pretensiones exegeticas, sino dejando precisamente que el afecto tome la palabra, el creador de la Psicologia analitica se ocupa en este ensayo de las oscuridades divinas que traslucen en el relato biblico a fin de comprender por que Yahve, en su celo, abatio a Job. La lectura del Libro de Job sirve asi de introduccion, de manera paradigmatica, a la psicologia de lo inconsciente y de los arquetipos.

  • Luchando por ella de Amy Brent

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    iona Cassidy Aunque parezca de locos, creo que Kyle queria que lo pillara follando con Wendy Lowenstein en nuestra propia cama aquella noche. Sabia que yo llegaria despues de las diez. Era como si todo estuviera planeado solo para ver mi mirada de sorpresa y mi cara de asco. Wendy era la jefa de Relaciones Publicas de la empresa de Kyle, Cassidy Event Management. Una pelirroja bajita, de tetas grandes y expectativas pequenas, que habria saltado de un puente si Kyle le hubiera dicho que lo hiciera. Era guapa, aunque iba siempre demasiado maquillada; de ojos azules y labios gruesos, que mojaba con la lengua todo el tiempo, especialmente cuando Kyle estaba en la misma habitacion. Resultaba muy triste lo pateticamente colada que estaba por mi marido. Por supuesto, Kyle era apuesto; alto, se mantenia en forma, tenia un bonito cabello rubio arena, tez bronceada, brillantes ojos verdes y una preciosa sonrisa que, en los viejos tiempos, hacia que me derritiese. Parecia mas un surfista vestido de Armani que el director general de una multimillonaria empresa dedicada a la organizacion de eventos. Y la mayoria de las veces, actuaba de esa manera. Tambien era un verdadero seductor, demasiado cuando se trataba de mujeres con las que queria acostarse. Kyle se autoproclamo como un experto dando abrazos. Si eras mujer, encontraba una razon para tocarte el brazo o ponerte la mano en la espalda. Te abrazaba cuando entrabas en la habitacion y te abrazaba cuando te ibas. A veces, el gesto duraba demasiado como para ser simple cordialidad. A mi solia abrazarme asi. Y yo solia disfrutarlo. Ahora, en cambio, no. Encuentro sus abrazos repulsivos. Lo mas chocante de pillarle con Wendy fue que ella no encajaba en su tipo. Wendy era bajita, no estaba delgada y era la tipica persona ansiosa por complacer. Todas las mujeres con las que me habia enganado, al menos las que yo conocia, eran altas y delgadas, de pelo rubio y ojos azules, como yo. Tal vez mi magullado ego asumia que yo establecia el estereotipo de las chicas con las que Kyle se acostaba. Tal vez el hecho de que se parecieran a su esposa era solo una coincidencia. O, tal vez, nunca tuvo un tipo de mujer en concreto. Quiza se habia abierto camino entre las rubias altas y, ahora, estaba pasando a las pelirrojas gorditas. No me sorprendio lo mas minimo que Wendy se acostara con mi marido. Se lo habria follado en la plaza del pueblo al mediodia si el quisiera. Ella, literalmente, babeaba cuando Kyle la miraba. Practicamente tenia tatuada en la frente la palabra <>, al menos en lo que respectaba a Kyle. Siempre senti un poco de lastima por ella, hasta que la encontre tirandose a mi marido en mi casa, en mi cama. No me habria molestado tanto si se lo hubiera montado con Wendy en su despacho, apoyando su gordo trasero sobre su escritorio, pero la trajo a mi casa, le quito la ropa y se la follo en mi cama. Hace mucho tiempo que dejo de importarme que Kyle follase con otras, era un hecho que habia asimilado ya, pero tenia que respetar ciertos limites si esperaba que siguiese casada con el. Y mi casa estaba fuera de ellos. Kyle sabia que iba a asistir a esa cena benefica con sus padres --su propia empresa la patrocinaba--, que terminaria sobre las diez y que me iria directamente a casa, por lo que llegaria a las diez y media como muy tarde. Debi suponer que algo pasaba cuando vi a ese babuino de Danny O’Shea frente a nuestro edificio, fumando con el portero. Kyle no era capaz ni de ir a cagar, a menos que supiera que Danny vigilaba. Desde luego, su vida no estaba en peligro. No era ningun mafioso, por el amor de Dios, aunque a veces creo que se imaginaba a si mismo como tal. Su serie favorita era Los Sopranos. Adoraba a Tony Soprano; el mafioso asesino, tramposo, despiadado y fornido que hacia lo que queria a quien queria, sin importarle las consecuencias. La idea de hacer lo que quisiera, sin tener que rendir cuentas, fascinaba a Kyle. --Imaginate el vivir sin preocuparse por las repercusiones de tus actos --me dijo una vez mientras veiamos la serie en la cama, despues de una ronda de sexo a medias--. ?No seria genial? Esa fue su manera de decirme que yo era una repercusion. Yo era la unica ante la que respondia, aunque ya no lo hacia mucho. No le importaba lo que yo pensara, siempre y cuando mantuviera las apariencias y no malgastara su fortuna familiar. La diferencia entre Tony Soprano y Kyle Cassidy era que Tony Soprano era un ganster y Kyle no. Aunque ambos coincidian en algo: no tenian corazon. Danny O, como Kyle llamaba a su gorila, no me dijo nada cuando sali de la limusina y espere a que el portero me abriera la puerta para entrar. Danny habia sido luchador profesional y su cara lucia las marcas y cicatrices de la docena de anos que habia pasado peleando contra otros hombres tan grandes como el. Su frente colgaba sobre sus ojos, como la ceja de un cavernicola. La nariz se la habian roto numerosas veces, por lo que en el puente tenia un chichon y la punta se inclinaba extranamente hacia la derecha. Su oreja derecha habia sido tan golpeada que, ahora, semejaba una coliflor y su rapada cabeza estaba llena de cicatrices, que el mostraba como insignias de honor. Su complexion era fuerte, por supuesto; hombros anchos y brazos gruesos que parecia que, en cualquier momento, romperian las costuras de los caros trajes que llevaba; trajes comprados por mi marido. Lo mas amenazante de Danny O’Shea, al menos para mi, eran sus ojos. Nuestras miradas se encontraron un instante cuando sali de la limusina y camine hacia la puerta. Fue como mirar fijamente los ojos muertos de un tiburon justo antes de que hundiera sus dientes en tu carne. No soportaba estar cerca de Danny O’Shea y sabia que el no me apreciaba mucho. Me miraba como si fuera a comerme de un solo bocado, pero Kyle adoraba a ese pitbull. Danny haria lo que Kyle le dijera, cosas que mi marido nunca se atreveria a hacer por si mismo. Una vez dentro del ascensor, puse mi tarjeta en la ranura y marque los numeros del teclado para que me llevara a nuestro atico, en el piso 30. Me recoste contra la pared del fondo y suspire. Entonces, contemple mi reflejo en las puertas de espejo. Parecia cansada, a pesar de que el maquillaje y el pelo siguieran aun perfectos. El corto vestido negro que llevaba y los tacones hacian que mis tonificadas y bronceadas piernas se vieran increibles, pero los zapatos me estaban matando y el tanga se me habia metido incomodamente por el culo. Lo unico que deseaba en ese momento era llegar a casa, desnudarme y meterme en la banera. Di por hecho que Danny habia avisado a mi marido de que estaba subiendo. Kyle probablemente ya estaria borracho, repantingado frente a la television, viendo una pelea de lucha libre. No me sorprendio que no se presentara aquella noche a la velada, aunque me habia jurado que lo haria. Las promesas de Kyle tenian muy poco peso para mi. ?Por que se molestaba en mentirme, si ambos sabiamos que no las cumpliria? Supongo que era un habito. A veces me preguntaba cuanto tiempo tratariamos de seguir manteniendo lo nuestro. Kyle odiaba todo lo que no implicara a hombres sudorosos dandose palizas sobre un ring o a mujeres bailar desnudas alrededor de una barra. Los actos de caridad eran proyectos de su madre, Ramona, y como el padre de Kyle --Edward-- era el dueno de la compania y controlaba los hilos, querian que su unico hijo estuviera con ellos. Kyle tenia que asistir, sin embargo, solia inventarse cualquier excusa de ultimo momento para no ir y a mi no me quedaba otra que acudir sola. Eso no me importaba. En realidad, me caia bien su padre y podia tolerar a su madre. Ademas, resultaba agradable alejarse de el, aunque fuera solo por una noche. --Nos vemos alli, Fee --me habia dicho mi marido por telefono a las ocho. Supongo que me llamo <> porque Fiona debia ser demasiado esfuerzo para el. Cuando trate de localizarlo, media hora despues, saltaba directamente el buzon de voz. Su madre estaba decepcionada. Su padre, furioso. A Kyle le esperaba una buena bronca el lunes, aunque no serviria de mucho. Las puertas del ascensor se abrieron en nuestro vestibulo. El atico era enorme --tenia mas de quinientos metros cuadrados-- y era todo un homenaje al despilfarro. Mi suegra habia insistido en decorarlo como regalo de aniversario y Kyle se nego a que yo lo redecorara porque eso heriria los sentimientos de su madre. Dios, odiaba aquellos adornos tan recargados, los muebles antiguos, el pesado papel tapiz y las persianas. Parecia sacado de una vieja pelicula. El dia en que la madre de Kyle muriera, seria el dia en que comenzaria la redecoracion. El atico tambien tenia mucho mas espacio del que necesitaban dos personas. Incluso aunque, como nosotros, se evitaran y vivieran en extremos opuestos de la casa. Mi dormitorio era mi santuario personal, mientras que Kyle pasaba la mayor parte del tiempo en la sala, donde una gigantesca pantalla de television cubria una pared entera. Cuando Kyle compro el piso, sin siquiera consultarme, dijo que era porque seria el lugar perfecto para formar una familia ya que habria espacio de sobra para que los ninos jugaran. Eso fue hace cinco anos y todavia no tenemos hijos. Lo intentamos durante un tiempo, sin embargo, luego parecio convertirse en una carga para el; tener relaciones con el fin de tener hijos, en vez de como simple diversion, no es lo suyo. Asi que, el sexo disminuyo de manera constante y la idea de formar una familia se perdio por el camino. Me alegro de que no hubieramos tenido hijos. No desearia que un nino tuviera que soportar un matrimonio como el nuestro. Aunque, lo cierto, es que tampoco recuerdo cuando fue la ultima vez que nos acostamos juntos. Apostaria a que no fue muy bueno. Al salir del ascensor, el atico estaba en silencio. Deje el bolso y las llaves en la mesita del vestibulo y me saque los tacones porque los pies me estaban matando. Cogi los zapatos y me dirigi a nuestra habitacion. El dormitorio principal se hallaba al final de un largo pasillo. Iba por la mitad del corredor cuando, de pronto, oi unos gemidos que procedian de nuestro cuarto, cuya puerta estaba entreabierta. Enseguida supe lo que pasaba alli dentro. Reconoci vagamente los silbidos y grunidos de Kyle. Eran unos sonidos que hacia mucho que no oia. Como pude encontrarlos sexis antes. Me acerque hasta la puerta y me asome. Entonces, vi a Wendy acostada en mi cama, con el culo en el borde del colchon. Sus piernas se encontraban abiertas de par en par, sus pies en el aire y apretaba los punos con fuerza en mis sabanas. Kyle estaba de pie entre sus muslos, sosteniendola por los tobillos, mientras entraba y salia de ella con un movimiento tan brusco que parecia que montaba un toro mecanico. Me concentre en Wendy por alguna razon. Probablemente porque ya habia visto a Kyle follar y nunca fue tan impresionante. Sus grandes tetas saltaban como globos de agua en su pecho. Tenia los ojos cerrados y se mordia el labio inferior, al tiempo que emitia pequenos chirridos cada vez que Kyle se metia en ella. Kyle iba a toda velocidad. Salia casi fuera de su sucia vagina y, luego, empujaba tan fuerte que sus pelotas golpeaban su culo carnoso y causaron que todo su cuerpo saltara. La polla de Kyle no era larga, pero era extranamente gruesa, semejaba mas un pepino gordo que un pene. Tuve que reconocerle el merito. Estaba dandole un gran uso a lo que tenia. Aparentemente, no habia perdido su toque porque Wendy lloraba como una verdadera banshee al ser liberada de la caja de Pandora.

  • El secreto de los gatos (Ojos de gata 3) – M.N. Mera de M. N. Mera

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    Val
    Desde que habiamos llegado de Estados Unidos, mi abuela hacia como si Hans no existiera. Al principio me habia sentido apenada, pero habia llegado un punto en el que estaba tan enfadada con ella que me daba exactamente igual lo que pensara. Y sin embargo, aquel dia me habia hecho llamar. ?Que querria?

  • Wolfsangel de John Reinhard Dizon

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    Despues de que el comando Carl Hansen fuese traido de vuelta desde las congeladas estepas de la Rusia Occidental para luchar en la invasion aliada de Normandia en 1944, su relacion amorosa con la heredera francesa Angelique Dagineau se convertira en su unica razon para sobrevivir a la apocaliptica batalla que tiene por delante.

  • Mi hogar en ti de Africa Huertas

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    Cuando Julie regreso a su ciudad natal en Sudafrica, despues de un ano, todo habia cambiado. Ella tenia, al fin, la vida que siempre habia sonado: el Acuario, los animales, su familia, sus amigos, su tierra. Lo que nunca imagino fue todo lo que el destino le tenia preparado.
    Una historia en una tierra salvaje. Un amor incondicional e inquebrantable. Un viaje a las entranas de Africa banado por un conflicto que se mantiene latente despues de tantos anos. Julie se vera envuelta, sin pretenderlo, en un cambio social que la empujara a tomar nuevas decisiones, un nuevo camino que la llevara lejos. Giros inesperados en un entorno de ensueno.
    Mi hogar en ti te llevara a un viaje inolvidable consiguiendo que te enamores locamente.

  • Los Divinos de Laura Restrepo

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  • Atlas de los lugares literarios de Cris F. Oliver

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  • Aunque sea su hermano de Magela Gracia

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    La culpa era de mis amigas. ?Como si no iba a estar pasando por esto? Ellas habian sido las que me lo habian puesto delante, las que me hicieron mirarlo con otros ojos, las que me hicieron desearlo en silencio. La culpa tenia que ser de ellas... ?Como podia ser de otra manera? ?Acaso yo habria empezado a espiarlo si no llega a ser porque me hicieron verlo como lo veian ellas? Con lascivia... Odiaria por siempre a mis amigas, y los putos viernes. Los viernes siempre me traian a Victor a casa, sin prisas, con sus amigos y sus bromas, con sus palabras obscenas y sus confesiones de alcoba. Los viernes siempre llegaban tras desear a Victor durante toda la semana, mientras me llevaba en coche a la universidad y me acompanaba en silencio en la cena, con algun sandwich hecho a la carrera. Y tras ver a mis amigas babear por el cada vez que se les ponia delante. Los viernes eran malos... porque me daba tiempo de dar rienda suelta a mis fantasias. Y en ellas siempre estaba el. Victor... Aunque fuera su hermano...

  • Preguntame si me importas 1 de Alejandra Beneyto

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    Olivia cree que lo tiene todo... o casi. Tiene a su lado a sus amigos de siempre, aquellos con los que se siente en casa. Es independiente, alegre y gracias a su trabajo va pagando las facturas. No cree que el amor sea para ella, asi que intenta que su busqueda no le condicione la vida.
    Will tambien cree que lo tiene todo... o al menos todo a lo que aspira: una familia que lo apoya, unos amigos bastante entrometidos que siempre consiguen sacarlo de quicio y se realiza cada dia a traves del trabajo de sus suenos. Sabe que el amor no es para el, asi que ni siquiera lo busca.
    Ambos son felices con su modo de vida, hasta que se conocen el uno al otro y entonces descubren un mundo lleno de colores nuevos.
    Juntos comienzan a recorrer un camino inesperado. Todo parecia irles bien, hasta que los miedos, las decisiones, las circunstancias y los interrogantes se interponen entre ellos.
    ?Conseguiran hacer frente a esos obstaculos con tal de no perderse? ?Sera lo que han ido construyendo juntos suficiente como para lograrlo?
    Su historia empieza como muchas otras que nos cuentan: fruto de la casualidad, pero ?seran ellos realmente especiales?
    ?Te atreves a preguntartelo?

  • La cuna del poder de Chris Endsjo

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    En un antiguo castillo, en lo alto de un recondito acantilado del mar cantabrico, se inaugura el colegio San Esteban, reservado para un selecto grupo de alumnos escogidos de entre la clase dominante del mundo occidental. Alfredo Martin de Caviedes se vera involucrado en el nacimiento de un grupo clandestino de inteligencia junto a sus companeros Friedrich, nieto de Guillermo II de Alemania, y James hijo del expresidente Roosevelt entre otros.

  • Fuera de juego de Chus Iglesias

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    El desahogo de Alba despues de aquel partido, en el que habia insultado al arbitro a placer, no tenia comparacion con la verguenza que empezaba a sentir y mas cuando descubrio que David seria el nuevo tecnico de prevencion de riesgos y abogado de la asesoria en la que ella trabaja en Santiago de Compostela. Lo que esta claro es que el no ha llegado en son de paz precisamente, cuando ha comprobado que era la misma ninata del campo de futbol.

  • Anatomia del fascismo de Robert O. Paxton

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    Robert Owen Paxton (1932) es un politologo e historiador estadounidense especializado en la Francia de Vichy, el fascismo y Europa durante la epoca de la Segunda Guerra Mundial. Ha sido profesor en la Universidad de California, Berkeley y en la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook antes de unirse a la facultad de la Universidad de Columbia en 1969. Trabajo alli durante el resto de su carrera, retirandose en 1997. Sigue siendo profesor emeritus. Ha contribuido con mas de veinte revisiones a The New York Review of Books, desde 1978 hasta 2017.

  • El granero, tu y yo (Bdb) de Antonella De Quevedo

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    Eloisa, aparentando calma y normalidad, inspiro con intensidad y extendio sobre la gran mesa el mantel de los domingos. Apoyo las manos a ambos lados y agacho la cabeza para intentar tranquilizarse. Cuando termino de preparar la mesa, se sento sin dudar un instante de que Julian, su hijo, regresaria pronto y se sentaria con ella. Confiaba en que el berrinche cesara pronto si le dejaba su espacio. Despues de largo rato, escucho el chirrido de la puerta al abrirse y unos pasos cansados que se dirigian hacia el comedor. Eloisa dejo escapar un suspiro de alivio cuando vio que su hijo estaba de vuelta. Venia bastante sudado y con sintomas de haber estado llorando, pero aun asi se sintio menos angustiada. Julian, antes de tomar asiento, miro a su madre con frialdad, con escrutinio, se sento agachando la cabeza y comenzo a comer. Queria evitar cualquier tipo de conversacion. --Espero que te guste, hijo. --Eloisa esbozo una sonrisa. --?De verdad te importa? --le solto disgustado sin apartar la mirada de su plato. --Claro que si, he guisado la carne como te gusta. --Estaba equivocado si pensaba que ella se iba a rendir. Tenia toda la paciencia y el amor del mundo para el. --Asi es como la odia papa --protesto Julian clavando sus ojos castanos en los de su madre, que brillaban y amenazaban con inundarse de lagrimas. --Papa ya no esta, no tiene sentido que cocine a su gusto --aclaro decidida pero sin alterarse. Golpeando la mesa con los punos cerrados, Julian retiro la silla de un empujon y se marcho a su habitacion ante la mirada triste de su madre. Los malos modos cada vez eran mas frecuentes en Julian, un chico que siempre habia sabido comportarse. Una vez que estuvo en su habitacion, cerro la puerta con pestillo y se tumbo en el puf gigante que tenia en el suelo. No tenia herramientas para apaciguar su frustracion, pero si era consciente de que no queria herir de manera gratuita a su madre. No se sentia orgulloso por su comportamiento, pero de alguna manera necesitaba rebelarse contra alguien, y se daba la circunstancia de que solo estaba ella. No soltaba por su boca todo lo que pensaba y no por falta de ganas, un rescoldo de sensatez lo frenaba, porque, despues de todo, no conocia al cien por ciento todo lo ocurrido entre sus padres. Era joven pero no imprudente, asi que antes de odiar a su propia madre con todas sus fuerzas, sentia la necesidad de saber quien habia sido el verdadero culpable de que su vida se tambaleara de esta manera tan asquerosa. Los adoraba a ambos, y su madre siempre estaba ahi, pero el apoyo y la seguridad que le transmitia su padre eran cuanto creia que necesitaba para terminar de convertirse en un hombre. Sabia que su padre habia tocado fondo por algun motivo que se le escapaba, pero para eso estaban ellos alli, para apoyarlo y ayudarlo. No compartia en absoluto con su madre la decision de echarlo a la calle como a un perro sarnoso. No, Julian sabia que de haberse tratado de un perro sarnoso, Eloisa le hubiese dado atencion veterinaria y cobijo. Gritos, reproches y una maleta. Esa maldita imagen lo acompanaria por siempre. Solo habia podido entender, desde la planta de arriba, parte de la discusion. Eloisa habia echado a Fernando de la casa para siempre. El le habia pedido que lo dejara al menos despedirse de Julian, pero no se lo permitio alegando que eso complicaria aun mas las cosas, que ya lo haria en otro momento. Lanzando la pelota una y otra vez contra la puerta, sentado en el puf, desistio de su intento de contener las lagrimas. Necesitaba alguna via fisica de escape, y llorar por segunda vez tal vez lo ayudaria. Pero tras un rato durante el cual el derroche de lagrimas no habia sido capaz de apaciguar su malestar y su dolor, decidio ir en busca de la unica persona con la que no debia guardar las formas ni las apariencias. Era su mejor amigo, solo que se trataba de una chica. Estela descansaba en el granero leyendo uno de sus libros. Como cada tarde, incluso en domingo, se refugiaba en el granero de los padres de Julian huyendo del ruido de la maquina de coser de su madre, una mujer incansable que cosia de sol a sol para sacar adelante a su familia y ayudar a su marido. Julian acudia en busca de Estela cada vez que tenia ocasion. Vivian muy cerca y sus familias se apreciaban y ayudaban de forma mutua desde hacia muchos anos, de ese modo habian crecido juntos. Cuando ninos, su relacion habia sido natural, fluida y divertida. Sus preocupaciones se habian basado en quien recogia mas huevos o quien cruzaba mas rapido el cercado. Pero desde que la adolescencia habia hecho acto de presencia, ambos tenian la sensacion de tener que medir sus palabras. Julian era algo arisco, y ella, bastante susceptible. A pesar de eso, sobrellevaban bien el descontrol hormonal, y la necesidad mutua los mantenia unidos. Cada vez eran mas los vecinos que se rendian y vendian sus tierras, sus animales o sus casas en la zona para ir a vivir a la ciudad, asi que eran casi los unicos adolescentes que habitaban aquel lugar tan hermoso de la sierra. La situacion era muy dificil. Durante los ultimos meses, la inestabilidad en el hogar de Julian lo habia trastocado a el y de paso a su caracter ya de por si complicado. Pero Estela, como buena amiga, se aguantaba las ganas de patearle el culo y pasaba por alto sus malas contestaciones. Comprendia lo dificil de la situacion y no queria ni imaginar que sus padres llegaran a separarse. La puerta del granero se abrio con su caracteristico chirrido por el oxido en las bisagras, y Estela supo que Julian venia en su busca. Habia visto a Fernando salir de la casa con cara de pocos amigos, asi que supo que Julian necesitaba hablar.

  • Amaras a un extrano de Kathleen Woodiwiss

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    Amaras a un extrano es una novela de pasiones encendidas y obsesiones inconfesables, magnificamente ambientada en el siglo XIX en una mansion surena de Estados Unidos.

  • Si te tientan mis labios (Los Hijos de la Infamia 2) de Eleanor Rigby

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    En el ajedrez y en el amor, siempre es la reina quien protege al rey…

  • El camino para llegar hasta mi de Jenny Colgan

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    Flora esta absolutamente segura de que escapar de la tranquila isla escocesa donde crecio al ruido y el ajetreo de Londres fue la eleccion correcta. ?Que habria sido de su vida si se hubiera quedado en Mure? Alli todos la conocian y nadie le hubiera permitido olvidar el pasado. En la ciudad puede vivir en el anonimato, trabajar incansablemente en un importante despacho de abogados y disimular el amor por su jefe, Joel. El atractivo, distante e inexpugnable, Joel.

  • Cosas que no quiero saber de Deborah Levy

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    Cosas que no quiero saber y El coste de vivir forman la <> de Deborah Levy, un relato de la feminidad como libertad y no como castigo.

  • Su fria mirada de Raimundo Ruiz Toca

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    Su Mirada Fria es una novela corta en formato thriller, primera parte de la compilacion El Diablo en los Detalles, y que engancha con un sugerente comienzo, manteniendo la intriga hasta su inesperado e intenso final. Matias Ariza lleva varios dias planeando su fuga del sanatorio mental en el que esta confinado. A pesar de las dificultades planteadas por su medicacion, se ha estado preparando. Sabe que ha llegado el momento de escapar. Mientras que aguarda la ocasion propicia, le hierve la sangre pensando en la que fue su suegra. Ella es una mujer cruel, de familia adinerada, capaz de provocar su encierro y que no ha dejado de acosarlo tras su divorcio. Matias se refiere a ella como la Gran Bruja y su influencia fue la responsable de todas las desgracias que sufrio, venganza tras venganza, hasta arrebatarle finalmente a su hija Natalia. En su intento de huida para recuperar su vida, Matias repasara las circunstancias que lo llevaron a sufrir si situacion actual, pasando por una inesperada y macabra propuesta realizada por un desconocido personaje.

  • Promesa de venganza (Miniserie Deseo 3) de Yvonne Lindsay

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    En cuanto ella dijo “si, quiero”, su plan se puso en marcha...

  • Luke. Liberacion (Chicago Cops 2) de Sara Halley

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    <>.Demasiado joven, Jenna Gray conoce lo que es el miedo y entiende que los lazos de sangre no implican amor. Pero tambien descubre que hay personas capaces de ofrecer todo sin pedir nada a cambio. Se ha convertido en una mujer fuerte que jamas duda en luchar por aquello en lo que cree, que siempre defiende la justicia, incluso si sus metodos no parecen ser los mas adecuados. Una mujer que valora su libertad por encima de todas las cosas y que, desde nina, anhela que el hombre al que ama <>.

  • La oscura cara del exito de Aurora Fuertes

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    La vida para Natascha no es facil en su ciudad natal. Corren los anos 70 en una pequena poblacion de la Union Sovietica; y la imposibilidad de prosperar y alcanzar sus suenos, junto a la mala relacion mantenida con sus padres, le obligara a tomar la decision de abandonar su hogar. Con muchas ilusiones, escaso equipaje e incertidumbre por un futuro incierto, viajara a Moscu buscando alojamiento en casa de su amiga de la infancia, que la acogera sin dudarlo.
    Pero en la capital, no todo sera facil; sentira como esos suenos, se desvaneceran en los diferentes empleos, a los que le tocara recurrir para subsistir. Lo que ella desconoce, es que esta situacion no sera por mucho tiempo. Jean, un atractivo y adinerado cazatalentos parisino, se fijara en ella. Fascinado por la joven, la ofrecera algo que ella no podra rechazar: conseguir lo que tanto desea.
    Pronto su vida cambiara radicalmente. ?Sera entonces, Natascha, capaz de asimilar el giro inesperado que el destino le tenia reservado? ?Sera lo suficientemente astuta, para ver mas alla de las apariencias que de pronto la rodean?

  • Rendidos al Deseo de Robyn Donald

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    Paige Howard siempre habia deseado al magnate neozelandes Marc Corbett, desde el dia en que se conocieron… y el se caso con su mejor amiga.

  • Cuando estoy sin ti de Pat Casala

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    Kristie ha pasado seis meses en un reformatorio, tras ir de una casa de acogida a otra desde los ocho anos. Necesita encontrar la manera de independizarse del estado para construir su futuro junto a su hermana y olvidarse para siempre su fallida relacion con Dennis, el amor de su vida.

  • Mil luciernagas en el jardin de Mar Vaquerizo

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    Nora lleva cinco anos sumida en una profunda depresion. Las fechas senaladas son las peores, y con la llegada de la Navidad, su vida vuelve a ser un infierno. Los recuerdos la atormentan y solo desea encerrarse en si misma.

  • Los planes del club Bilderberg para Espana de Cristina Martin Jimenez

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    ?Fue la Transicion tal como nos la contaron? ?Que papel desempeno en ella el Club Bilderberg, ese elitista y selecto grupo compuesto por algunas de las personalidades mas influyentes del mundo? ?Quien ha tomado realmente las decisiones politicas mas importantes y trascendentes en las ultimas cuatro decadas en Espana? ?Los Gobiernos elegidos democraticamente en las urnas o el Club?

    Nadie hasta ahora se habia atrevido a investigar los vinculos que unen, desde hace mas de cuarenta anos, a Espana con el Club Bilderberg. Cristina Martin Jimenez, tras el exito de Perdidos y El Club Bilderberg. Los amos del mundo -libros que ya explicaban su funcionamiento y senalaban a algunos de los maximos responsables de este Club-, recurre a los documentos desclasificados por la Agencia de Seguridad Nacional y la CIA para demostrarnos y explicarnos una realidad diferente a la conocida hasta ahora. Seremos testigos, por ejemplo, de como Henry Kissinger y Giscard d’Estaing, destacados Bilderberg, actuaron activamente en nuestra politica o como la situacion geopolitica y geoestrategica de Espana ha hecho que nuestro pais siempre estuviese en el punto de mira de los mas poderosos.

  • Misericordia auxiliar (Imperial Radch 3) de Ann Leckie

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    El esperado desenlace de la trilogia superventas del New York Times: <>

  • Kilometros de Sonrisas de Alvaro Neil

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    Dos meses antes de embarcarse en esta aventura, el autor trabajaba en una notaria de Madrid redactando testamentos y otros documentos harto interesantes.

  • Dark face de Nadia Noor

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    Un recondito lugar de citas. Pasion, deseo y una situacion desesperada.

  • Su amante reacia (La saga de los Alfieri 3) de Elizabeth Lennox

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    Como belle del sur, Georgette tiene ciertos estandares que debe mantener. Pero cuando Dylan entra en el salon de baile, todos sus modales surenos y equilibrio son incapaces de aguantar bajo su mirada caliente. No puede creer que un yanqui pueda romper sus paredes tan completamente, pero debe mantener su distancia. Ella tiene metas propias y no puede dejar que un hombre, no importa lo delicioso que pueda ser, interfiera con esos objetivos.

  • Lagrimas en la lluvia de Rosa Montero Gayo

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    Estados Unidos de la Tierra, Madrid, 2109, aumenta el numero de muertes de replicantes que enloquecen de repente. La detective Bruna Husky es contratada para descubrir que hay detras de esta ola de locura colectiva en un entorno social cada vez mas inestable. Mientras, una mano anonima transforma el archivo central de documentacion de la Tierra para modificar la Historia de la humanidad.

  • Antes de que todo se rompiera [LGBTI] de Ruth Ibanez Amez

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    Tener 16 anos es un infierno. Te pasas el dia intentado impresionar a pena que ni siquiera te conoce: tu padre, tu madre, tus profes, las tias (si eres Gorka), los tios (si eres Pedro), o los dos (si eres Alex). Que ganas de gritar, dar un punetazo en la mesa y largarte para siempre. Mandar todo a la mierda con un corte de mangas mientras sales por la puerta.
    Por eso, cuando Gorka propone un fin de semana lejos de casa, sin adultos y con mucho alcohol, nadie se lo piensa demasiado. Diez chicos y chicas, una casa de pueblo, mucho estres que soltar y alguna que otra virginidad que perder. ?Como decir que no a algo asi? ?Que puede salir mal?
    Poco saben que ese fin de semana cambiara su vida para siempre. Poco saben que, por mucho que lo intenten, les sera imposible volver atras en el tiempo al momento antes de que todo se rompiera.

  • La mujer geometrica de Vicente Marco

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    Leer un mensaje ajeno puede cambiar tu vida… Sara, una mujer de mediana edad, descubre en el movil de su hijo un mensaje que la aturde. De su lectura se desprende que Mario, de tan solo diecisiete anos, mantiene una relacion sentimental (?o unicamente sexual?) con una mujer mucho mayor que el. Ese descubrimiento hace que Sara, contra la opinion de Humberto, su marido, intente contactar con esa desconocida para disuadirla de continuar con Mario. Lo que Sara ignora es que sus pesquisas la sumergiran en una inquietante espiral que hara saltar por los aires las convenciones de una vida marcada por la rutina y la ausencia de alicientes, para adentrarla en un sendero tan excitante como turbio y peligroso.

  • Los chicos malos las prefieren morenas de Paola Noguera Franco

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    Diana y Fabrizio, el noviazgo dorado teen de Buenos Aires rompe su compromiso. Y en medio de su pena, ella comete un desliz, entregandole su virginidad a Alexander Francois.
    Hay tres detalles fundamentales aqui: primero que Alex y Fabrizio son primos ; segundo, que Alex es el mayor casanova de la ciudad y tercero; que todos son amigos y van al mismo colegio.
    Diana ahora se encuentra atrapada en las nuevas sensaciones que le produce su mujeriego amigo y la sensacion de comodidad que tenia con Fabrizio ?que eleccion tomara?
    Un peligroso juego de seduccion y mentiras desarrollado en medio de la elite de la mas alta sociedad de Buenos Aires.

  • El secreto de Xein (Guardianes de la Ciudadela 2) de Laura Gallego

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  • Me llamo Lucy Barton de Elizabeth Strout

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    Hubo una epoca, hace ya muchos anos, en la que tuve que estar en el hospital durante casi nueve semanas. Era en Nueva York, y por la noche tenia desde mi cama una vista clara, justo enfrente, del edificio Chrysler, con su esplendor geometrico de luces. Durante el dia la belleza del edificio se atenuaba, poco a poco se convertia simplemente en una gran estructura mas recortada contra un cielo azul, y todos los edificios de la ciudad parecian distantes, silenciosos, remotos. Era mayo, paso junio, y recuerdo que miraba la acera desde la ventana y observaba a las mujeres jovenes - de mi edad- que habian salido a comer, con su ropa primaveral: veia sus cabezas moverse mientras hablaban, sus blusas ondeantes con la brisa. Pense que cuando saliera del hospital no volveria a andar por la calle sin dar las gracias por ser una de aquellas personas, y lo hice durante muchos anos, recordar la vista desde la ventana del hospital y alegrarme por la acera por la que andaba. Al principio fue una cosa sencilla: ingrese en el hospital para que me extirparan el apendice. Despues de dos dias empezaron a darme de comer, pero no podia retener nada. Y de repente se presento la fiebre. No fueron capaces de aislar ninguna bacteria ni de explicarse que habia salido mal. Ni entonces ni nunca. Tomaba liquidos por una via intravenosa y antibioticos por otra. Iban sujetas a un palo metalico con las ruedas flojas que podia arrastrar de un lado a otro, pero me cansaba en seguida. Fuera cual fuese el problema que se habia aduenado de mi, desaparecio a principios de julio, pero hasta entonces me encontraba en un estado muy raro -literalmente una espera febril-, y angustiada de verdad. Tenia marido y dos hijas pequenas en casa, echaba terriblemente de menos a las ninas y llegue a temer que la preocupacion por ellas me pusiera mas enferma. Cuando mi medico, por el que sentia un profundo afecto -era un judio de mofletes caidos que llevaba una delicada tristeza a sus espaldas, cuyos abuelos y tres de sus tias habian muerto en los campos de concentracion, segun le oi contarle a una enfermera, tenia una esposa y cuatro hijos mayores aqui, en Nueva York-, ese hombre tan encantador creo que sintio lastima por mi y se encargo de que mis ninas -tenian cinco y seis anos- pudieran ir a verme si no tenian ninguna enfermedad. Las llevo a mi habitacion una amiga de la familia, y vi que tenian la carita sucia, y tambien el pelo. Entre con ellas en la ducha, empujando el aparato de las vias, pero gritaron: <>. Estaban realmente asustadas. Se sentaron conmigo en la cama mientras les secaba el pelo con una toalla y despues se pusieron a dibujar, pero con miedo, quiero decir, que no se interrumpian cada dos por tres para decir: <>. Hablaron muy poco. Sobre todo la pequena parecia incapaz de decir palabra, y cuando la rodee con mis brazos vi que sacaba el labio inferior y le temblaba la barbilla: era una criaturita que intentaba con todas sus fuerzas ser valiente. Cuando se marcharon no me asome a la ventana para verlas andar por la calle con la amiga que las habia traido y que no tenia hijos.

  • La isla del Grifo de Daniel Mateos

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    El pequeno buque atraco en el malecon y los dos marinos bajaron de inmediato. Vestian uniforme gris, el cuerpo cubierto desde las suelas hasta la cabeza. Bajaron del buque a pasos largos, una mano en las escaleras para subir y la otra en la M16. Una vez estables, el buque se alejo y su tripulante hizo un gesto de despedida; los dos marinos lo imitaron y dieron media vuelta despues de eso. Avanzaron por el camino de concreto que los llevo hasta la playa y que, si avanzaban un poco mas, los llevaria hasta la selva. Pero la revision de la isla implicaba todo, y para revisar todo, se tiene que empezar por donde se entra. Ambos pisaron la arena, casi blanca, y continuaron caminando por toda la orilla del mar; uno por la parte seca y el otro mojaba sus botas con la poca agua que llegaba del oleaje. -- Quisiera poder quitarme las botas --dijo Santiago -- este calor me va a quemar los pies. -- No creo que te convenga --contesto Leonardo, su companero -- te dan permiso de quitarte el casco y los guantes, pero las botas nunca. No te apures, pronto bajara el sol y con el la temperatura. Ademas, se ve que va a llover, eso refrescara un rato. -- Por eso mismo hay que apurarnos. No quiero que me agarre la lluvia en este lugar. Terminaron la franja de arena, se encontraron con unas rocas frente a ellos y decidieron escalar unas cuantas. Leonardo, con mas experiencia por haber nacido en un lugar con mar, ayudaba a Santiago a dar cada paso sobre las rocas, dandole a veces la mano para que no resbalara con las rocas lamosas; y con la otra mano, ambos, sujetaban su arma porque "ella era su vida y la de su companero", les dijeron. Cuando se dieron cuenta de que por ahi ya no habia acceso, retrocedieron pisando las mismas piedras por las que habian avanzado y, de la misma manera, regresaron por toda la franja de la playa, uno por la arena seca y el otro por la humeda. -- Tomemos el camino pavimentado, para que te sientas mas en casa --dijo Leonardo. -- Y por la sombrita, al cabo que ya vamos para la selva. Los dos marinos subieron las escaleras que conectaban la playa con el camino de concreto y el malecon. Habian recibido ordenes de recorrer toda la isla para vigilar que las normas dictadas por la Secretaria de Marina se estuvieran cumpliendo a cabalidad. -- Segun dijo el teniente, con que recorramos todo el camino de concreto, hasta donde nos lleve, con eso terminamos el trabajo. Dijo que aunque vieramos otros caminos, si no eran de concreto, no los siguieramos, porque corremos el riesgo de perdernos --apunto Santiago a su companero, como si el no hubiera estado presente cuando les dieron las ordenes. -- Ya lo se --dijo Leonardo -- yo estaba ahi, al lado tuyo, cuando nos dieron las ordenes. Pero no te preocupes, esta isla es pequena, no nos perdemos. Y si lo hacemos, por muy pendejos que podamos estar, el chiste es caminar derecho para ubicar en que lado de la isla estamos -- frente a ellos estaba la trifurcacion del sendero, el camino de en medio parecia subir, el de la derecha recorrer por el barranco de la isla y el izquierdo conducia por el mismo espacio que la playa abarcaba -- ?cual tomamos? -- Derecha --contesto Santiago sin pensarlo -- una vez lei que para salir de un laberinto siempre hay que tomar el camino de la derecha. -- ?A poco si muy lector? -- Solo a veces, cuando nos tienen encerrados en la base. Mientras los otros se masturban entre ellos prefiero hacer cosas menos homosexuales, y leer es lo poco que nos queda. Tambien investigue esta isla y se que por el camino de la derecha llegas a una playa oculta donde nadie te veria desde alguno de los buques o desde la base... -- ?Traes? --pregunto Leonardo con una sonrisa. -- Nunca salgo sin ella. Caminaron por el sendero de la derecha, solo hojas cafes tiradas por todos lados. El sendero era estrecho, por lo que caminaron uno delante de otro; el de enfrente con la M16 sujeta, apuntando al suelo; el de atras con el arma colgada en la espalda. Cuando sintieron dar la vuelta a la isla al seguir ese camino, pensaron que era interminable y que, aunque el paisaje cambiaba constantemente de su lado derecho (arboles en diagonal colgando hacia las rocas del mar, luego mar sin rocas y luego rocas con mar pero sin arboles), no parecia haber ninguna novedad del lado izquierdo, solo rocas y plantas, nada mas. -- No encontre mucho. --dijo Santiago -- Lo que se de la playa me lo dijeron unos companeros que ya habian venido. Y a pesar de que la gente si la visita, pareciera ser una isla abandonada. -- Una isla maldita... -- Abandonada, dije. Eso si. Se cree que vivia gente aqui antes de que la Marina se encargara de ella. Se dice que estos caminos de concreto fueron hechos sobre los caminos naturales, hechos con los pies, de los antiguos pobladores del lugar, a los que nadie sabe que les paso. -- Algo los habra hecho desaparecer. -- Tal vez --dijo Santiago -- solo fueron pescadores que frecuenten estas aguas, o contrabandistas que esconden cosas aqui o piratas, tambien; recuerda que este puerto es muy viejo, esto no tiene por que ser una historia encontrada en un libro. El camino se separa de la costa y sube y se adentra en la selva, al llegar a este punto, ellos tambien lo hicieron y se sintieron aliviados de caminar hombro con hombro. En lo que subian, vieron un camino de tierra. El viento soplaba fuerte aun en esa profundidad de la selva y, sin embargo, el camino de tierra no se lleno de hojas como si lo estaba el sendero de concreto. Los dos marinos solo lo miraron. Mas adentro, ya con las copas de los arboles como techos protectores del sol y el calor, encontraron otro camino de tierra que subia una ladera y parecia que regresaba por donde el camino de cemento los habia traido. -- ?A donde crees que lleve? --pregunto Leonardo. -- De regreso. Parece --contesto Santiago. -- ?De verdad me estas diciendo que te lleva al mismo lugar a donde te lleva este mismo camino? -- ?Y por que no? -- Escuchate. Dices que la gente que hizo ese camino con sus pies, llego a este punto, quiso regresarse y, en lugar de darse una media vuelta y bajar por donde habia venido, decidio dar una vuelta en U y regresar por otro camino al mismo punto de donde partio. ?Te parece logico? -- Lo que me parece logico --dijo Santiago -- es lo que nos ordeno el comandante. Que siguieramos solo el camino de cemento. No te distraigas con eso, por favor, si te pierdes tendre que buscarte y sabes que soy malo con los ambientes naturales. Seguro me perdere yo tambien y tendre que reportar tu desaparicion con el comandante. Ven, hay que apurarnos que ya quiero llegar. Cuando empezaron el descenso, Leonardo estaba seguro de que ya habian encontrado la playa; el sabia distinguir el ruido del oleaje, el olor a sal y lo fresco del aire, pero fue Santiago el que se emociono al escuchar el comentario de que estaban a punto de llegar. Bajaron por un camino que zigzagueaba como una serpiente y Leonardo recordo estar alerta de que ningun animal se les acercara. -- ?Sabes como le decian antes a esta isla? El grifo, por el animal con alas de aguila, cuerpo de leon y quien sabe cuanta madre mas. -- A lo mejor en otro tiempo si vivia un animal asi por estos lados. -- O vivian varios animales parecidos, de los que se componia el grifo ese... o viven... mantente alerta. Bajaron lo suficiente como para ver, por fin, una ola rompiendo en las rocas y llegando sin fuerza hasta la playa. "Playa palmitas. Por favor, no ensucie la playa ni corte ninguna planta. Area protegida por la Marina Armada", decia el letrero colocado un escalon antes de tocar la arena. -- Mira --dijo Santiago -- somos nosotros. -- Y venimos a cuidar --sentencio Leonardo. Los marinos estaban por quitarse los uniformes cuando Leonardo recordo que debia echar un vistazo al mar para cerciorarse de que no habia buques que pudieran verlos. Santiago, por su parte y en lo que su companero regresaba, busco entre sus multiples bolsas el cigarro de mariguana que habia traido para esa ocasion. Cuando Leonardo, desde las piedras mas cercanas al mar, dio la senal de todo en orden, Santiago dejo el cigarro acomodado en una piedra, se quito el uniforme y desnudo entro al agua. De aquel lado el oleaje era mas intenso que en la primera playa que visitaron. El marino que se encontraba desnudo y dentro del agua tenia dificultades para mantenerse estable ya que las olas lo arrastraban con violencia y, si se descuidaba lo azotaban contra rocas atoradas en la arena. -- Con cuidado, no te vaya llevar. -- La que me llevo fue la chingada --respondio Santiago -- pero eso hace mucho tiempo. ?Tu ya has zarpado? -- Si, cuando estaba en la escuela. ?Tu no? Pense que eso era lo primero que le hacian a los grumetes cuando entran. -- Alla no. De donde yo soy lo primero que haces el lavar banos y cambiar jabon. Esta es la primera vez que vengo al mar desde que entre. Leonardo prendio el cigarro de mariguana y comenzo a inhalar. Reposo su espalda en la arena, bajo un arbol, concentrado en los sonidos: el agua golpeando contra las rocas, los pajaros que, creia, estaban justo arriba de su cabeza, otros animales, los gritos que hacia su companero mientras luchaba contra la corriente y de repente, el ruido de un animal extrano que nunca habia escuchado y que olvido al poco rato de haberlo oido. El tiempo para Leonardo se habia detenido, se sentia suave, como un insecto mas de la isla y los arboles giraban alrededor suyo. Enterraba los dedos en la arena, sentia cada grano entre sus unas, como para contarlos todos. Leonardo estaba en paz, y fue por eso que el agua salpicandolo se sintio en cada parte de su cuerpo. Al principio penso que era Santiago saliendo del agua el que le estaba jugando una broma, sin embargo, al incorporarse y recuperar la atencion hacia el exterior, se dio cuenta de que el oleaje habia crecido peligrosamente, tanto, como para salpicarlo hasta donde el estaba. Lo primero que hizo fue ponerse de pie y buscar a su companero. A primera vista no lo encontro. El agua estaba agitada, asi que la espuma y la arena revuelta le impedian ver lo que estaba sumergido. Grito el nombre de Santiago mientras lo buscaba en las rocas. Fue por su M16 gritando por su companero. Quito el seguro y apunto. Una mano se coloco sobre la empunadura de su arma. -- ?Y luego que? --dijo Santiago -- ?Ibas a dispararle a las rocas? No se malviaje, marino. La corriente esta muy fuerte y el sol se esta tapando por las nubes, es mejor que nos vayamos. Cuando Santiago se puso el uniforme prendio de nuevo el cigarro de mariguana e inhalo tres veces. Luego se nego a darle a su companero, lo apago y tiro los restos en la tierra una vez que subieron a la selva. -- El plan ahora es seguir los otros caminos --dijo Santiago -- ?te parece si vamos al faro hasta que se te pase el efecto? No quiero que por casualidad vuelvas a hacer otra pendejada y alguien, por casualidad nos este viendo. Leonardo no dijo nada. Solo asento con la cabeza. Regresaron a la trifurcacion, esta vez tomaron el camino de la izquierda. Recorrieron toda la franja de la playa por entre los arboles y, cuando termino la playa, el sitio por el que no habian podido subir por entre las rocas del mar. Sintieron, otra vez, que daban la vuelta a la isla pero ahora del otro lado y llegaron a una especie de plaza hecha quiza por la naturaleza o por el hombre, era dificil saberlo. En ella, la vista era espectacular. La naturaleza cubria una especie de cuadro que semejaba a una pantalla, la vision era de tierra firme, las dos puntas de la bahia: la vista de siempre pero al reves. -- ?Ya viste eso? --dijo Santiago senalando una roca enorme, casi redonda, colocada como con las manos en una superficie de rocas ultradelgada, de donde no se entendia como era posible que la roca grande se mantuviera inmovil sobre esa base tan inestable -- No entiendo como es que esa roca grande se mantiene inmovil sobre esa base tan pequena. Leonardo no dijo nada. Ambos se quedaron mirando la roca. Santiago tomo tres piedras del suelo, del tamano de un puno y las arrojo contra la roca, creyendo que con un leve movimiento iba a poder desestabilizar aquello. Pero nada paso y los dos marinos continuaron el recorrido. Regresaron a la trifurcacion. La nube gris ahora estaba encima de la isla pero todavia no llegaba a tierra firma. Parecia mas grande cada vez. Ahora tomaron el camino de en medio, el que subia, y subieron. Eran escaleras pequenas que parecian no tener fin aunque no provocaban cansancio. Cuando por fin llegaron a una planicie, se encontraron frente a un puente como de unos 3 metros de alto y 5 de largo, estaba hecho de madera pero no se veia peligroso, solo un poco viejo, pero nada que hiciera pensar en peligro. -- ?Escuchaste al teniente mencionar esto?

  • Secretos del corazon de Alison Roberts

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    !Amy Brooks no necesitaba a ningun hombre! Preferia centrar su vida en su trabajo como enfermera de urgencias en el hospital Queen Mary… Hasta que se dio cuenta de que le faltaba algo importante: una familia.

  • Yndoria (Hijos de la nada 1) de Jessica Galera Andreu

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  • Normas de jefes (Los jefes 8) de Victoria Quinn

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    Tengo trapos sucios.

  • Con la espada de mi boca de Ines Garland

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    Relatos de iniciacion sexual, amorosa y emocional de adolescentes, jovenes y adultos en una sociedad en pleno cambio, que conforman el universo personal de la autora.

  • Se hace tarde y anochece de Cardenal Robert Sarah

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    “En la raiz de la quiebra de Occidente hay una crisis cultural e identitaria. Occidente ya no sabe quien es, porque ya no sabe ni quiere saber que lo ha configurado, que lo ha constituido tal y como ha sido y tal y como es. Hoy muchos paises ignoran su historia. Esta autoasfixia conduce de forma natural a una decadencia que abre el camino a nuevas civilizaciones barbaras”. Esta afirmacion del cardenal Robert Sarah resume el proposito del tercer libro de entrevistas con Nicolas Diat, la profunda crisis espiritual, moral y politica del mundo contemporaneo: crisis de la fe y de la Iglesia, declive de Occidente, traicion de sus elites, relativismo moral, globalizacion sin limites, capitalismo desenfrenado, nuevas ideologias, agotamiento politico, entre otros.

  • Un amor en el aire de Alexandra Danell

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    Llevaba toda la tarde atacada de los nervios, mi madre me preparo una tila. ?Conseguiria eso calmar la ansiedad que tenia? No lo se, pero si que me la hizo con todo el amor y el carino del mundo, como lo hace solo una madre. -- Veras que en poco tiempo ya estas mas tranquila. -- No creo, mama, es una oportunidad unica y si no lo consigo, me vendre abajo. -- No, hija mia, si no lo consigues, aqui estare yo para ayudarte a seguir intentando conseguir un futuro, despues de lo que has estudiado seguro que tarde o temprano lo consigues. -- Pero yo quiero este, es de lo mejor, todo el mundo suena con trabajar en esa aerolinea. -- Bueno, carino, tu relajate y comete el mundo en esa entrevista. -- Espero comerme una... -- !No seas mal hablada! -- me dio una de sus collejas. -- Como salga mal, le lloro y todo al que me entreviste. -- Eso nunca, si no saben ver tu talento, ya otros lo veran. -- !Que facil lo ves! Quiero estar en esa compania, son las que mejores condiciones tiene y el prestigio es de lo mas brillante. -- Bueno, tomate la tila y veras que iras mas relajada. No paraba de mirar el reloj que estaba en la pared de la cocina, los minutos no pasaban y eso me desesperaba aun mas. Un rato despues, la tila comenzo a hacer efecto, no me relajo del todo, pero algo consiguio rebajarlo, asi que cuando faltaba una hora, me despedi de mi madre dandole un abrazo y me fui en mi coche para las oficinas de AirTak, donde tenia la cita. Aparque el coche y me fui andando hasta recepcion, me pasaron rapidamente a la entrevista, donde un senor de unos cincuenta anos me recibio amablemente, no sin antes haberme mirada descaradamente de arriba abajo. Me hizo un interrogatorio que parecia que estaba siendo investigada por algun caso rocambolesco, horas de descanso, habitos de comida, situacion personal, solo le falto preguntarme si habia sido alguna vez infiel. -- Muy bien, senorita, en muy pocos dias recibira una respuesta por nuestra parte. Me levante y me despedi dandole la mano. Resople nada mas salir de aquel despacho, no me habia visto muy mal pero si que ese hombre era de esos que no mostraban nada, era incapaz de acertar si le habia impresionado o no. Fui hacia la tienda de ropa de mi amiga Alba, tenia ganas de verla, no me apetecia meterme en casa. -- Hola, Amanda.!Que sorpresa! -- me dio un abrazo de esos que me llevaba dando desde que eramos unas ninas, ahora ya teniamos las dos 27 anos-- ?Que tal la entrevista? -- Pues la vi bien, pero el hombre que me la hizo era un Playmobil, ni gesticulaba, solo preguntaba continuamente y escuchaba mis respuestas mientras las apuntaba, me dijo que ya recibiria respuesta por su parte. -- Bueno, vamos a tomar un helado, olvidate ya de eso hasta que se comuniquen contigo, disfrutemos de un poco deazucar para calmar las penas -- dijo dandome una palmada en el culo. Era mi amiga del alma, esa que siempre sacaba tiempo para escucharme, arroparme y darme apoyo, tenia una preciosa tienda de una cadena importante, contaba con seis empleadas y habia triunfado pese a su corta edad. Nos compramos un helado en una famosa heladeria que era toda una exquisitez, yo me lo pedi de pistacho y turron, era mi favorito, aunque solia cuidarme mucho, de vez en cuando me daba un capricho, luego lo quemaba en el gimnasio, a ese que acudia desde hacia tres anos religiosamente, me hacia sentirme mejor conmigo misma, era una parte importante para entrenar mi cuerpo y mi mente. -- Anoche estuve otra vez con Denis... -- ?En serio? -- me quede muerta, era el amor de su vida, segun ella, pero estaba casado -- ?Os habeis vuelto a ver? -- Ajam... -- !NO me lo puedo creer! -- Me puso un mensaje por la manana invitandome a cenar, termine pasando la noche con el, su mujer estaba afuera por motivos de trabajo. -- ?Y que tal? -- Aun estoy temblando --solto una carcajada que los de la mesa de al lado se quedaron mirando. -- !Que bruta eres! -- ?Yo? Para nada, bruto el, es un fuera de serie --puso cara de estar en las nubes. -- Pero el no tiene pensamiento de dejar a su mujer. ?A que juega? -- No lo se, pero yo mientras no me venga mi principe azul, me quedo con mi diablo las veces que pueda, ya quisiera quedarmelo para siempre, pero tengo los pies puesto en el suelo, se que disfrutamos juntos pero que el nunca dejara a su mujer. -- No entiendo a los hombres asi --me queje negando con la cabeza. -- No te preocupes, ya me encargo de entenderlo yo -- bromeo sacandome la lengua. -- Necesito ese trabajo -- no paraba de dar vueltas a la cabeza -. Seria un gran paso para empezar una carrera laboral importante. -- Como lo consigas, me voy a alegrar mucho, aunque como te toque vuelos intercontinentales, te echare mucho de menos. -- Nada, Alba, sabes que siempre estare en mis ratos libres dandote la brasa --me acerque a darle un beso en la mejilla. --Lo se, estoy deseando verte vestida de azafata, vas a romper muchos corazones. --!Exagerada! --Eres preciosa y lo sabes... --Ya, sera que tengo muy asumido que son los ojos con los que me miras. El telefono sono en ese momento, un numero raro y largo, me encogi de brazos ensenandoselo a Alba, que me hizo un gesto de que lo cogiese. --Hola. ?Digame? --Hola, le llamamos de Recursos de AirTak, nos pasan el informe positivo de su entrevista, nos preguntabamos si es posible que comiences el curso de tres dias que empieza manana, una vez realizado, puedes firmar contrato con nuestra empresa. Casi me da algo, no podia creer que fuese tan rapida la respuesta, me empezo a temblar todo y los ojos se me abrieron como nunca antes lo hicieron. Alba me miraba, esperando impaciente para saber de que se trataba, ya que mi cara era el espejo del alma. --Si, claro, por supuesto. --Pues le esperamos en nuestro edificio manana de nueve de la manana a dos de la tarde, en la entrada le informaran de todo. --Perfecto, muchas gracias. Que tenga un buen dia. --Igualmente. Felicidades. --Gracias --colgue y comence a chillar-- !!!Manana hago el curso para la compania!!!! --?En serio? --Alba se levanto y nos fundimos en un abrazo y comenzamos a llorar emocionadas. --No me lo creo. ?Como es posible tan rapido todo? Desde que puse el curriculum han pasado cuatro meses, y ahora todo tan seguido... !Me muero! --No te mueras, ahora no. !Ahora al aire! Pase la tarde con mi amiga, cenamos fuera, antes llame a mi madre para comunicarle la alegria, lloraba como una enana, ella que tanto habia luchado por hacerme una mujer hecha y derecha, ella que lo habia dado todo por mi, ahora la habia hecho completamente feliz. Mi madre se habia acabado de prejubilar, tenia 59 anos, pero en su trabajo de profesora le dieron esa opcion y ella la acepto. Me habia sacado sola hacia delante, mi padre fallecio cuando ella estaba embarazada, llevaban casados dos anos, fue un duro golpe para ella, pero me saco a delante. Gracias a Dios tenia un trabajo fijo y le habia quedado la pension de mi padre, asi que en el tema economico vivimos desahogadas. Desde hacia unos anos, ella me ponia en la cuenta todos los meses la mitad de la paga de viudedad de mi padre. Percibia mil novecientos euros y a mi me metia en la cuenta ochocientos, eso me daba bastante independencia. Me sobraba bastante ya que no era derrochona, siempre me daba algun capricho con ropas y usaba en salir, pero no se me iba la mano, habia aprendido de mi madre en ese aspecto. Con la muerte de mi padre se le quedo la casa pagada, asi que ella siempre ahorro bastante, a pesar de que nunca me falto un detalle. Cuando cumpli los 23 anos, me compro un coche nuevo, un coqueto mini de BMW, en color blanco. Ese dia, cuando lo vi en la puerta de mi casa, llore como una nina pequena, siempre dije que me gustaba ese coche, pero nunca pense que fuera capaz de regalarmelo, a pesar de que sabia que se desvivia por mi. Cuando llegue a casa por la noche, me encontre un ramo de margaritas en la entrada, con una nota y un regalito envuelto. "Felicidades, mi vida, estoy muy orgullosa de ti". Abri el envoltorio y adentro habia una cajita de joyeria, me salio una sonrisa de oreja a oreja, ella tan detallista siempre, habia una pulsera de plata rigida, en la parte superior un avion en forma plana, era preciosa. Fui al salon y ya estaba dormida en el sofa, esperandome, me acerque a ella y le di un beso en la frente. --Hola, hija --sus manos agarraron mi cara para besarme en los labios, nunca dejo de hacerlo. Mama. !Gracias! Es preciosa --le ensene mi muneca con la pulsera ya puesta. Fui a buscar un colgante de avion, pero no lo habia y me ensenaron la pulsera y sabia que te gustaria. Me ha encantado --no paraba de mirarla en la mano. Debes acostarte ya, manana tienes que estar descansada --dijo levantandose para irse ella tambien a la cama. Claro --le di un beso y me dirigi al cuarto. Di un beso a la foto que tenia en la pared de mi padre, debia darle las gracias tambien, sabia que desde donde estuviera, nos estaba protegiendo y contento por lo de mi trabajo. Revise las redes sociales, como siempre la que se quejaba por todo, la que no dejaba de subir selfies de todas las posturas, la que siempre presumia de amor... me hacia mucha gracia la diversidad de posts que ofrecian cada uno. Yo solia publicar poco, mi amiga Alba si que me etiquetaba en muchas cosas, pero yo era mas recelosa de mi intimidad. Con los nervios, me costo una eternidad coger el sueno, pero por fin lo consegui, cosa que no se a que hora fue. A las ocho estaba desayunando con mi madre, ella siempre se levantaba al oirme, me preparaba el desayuno, le gustaba hacerlo, estaba muy feliz, no paraba de decirme lo guapa que estaba, me habia estirado la melena como una azafata. Un cuarto de hora antes, ya estaba entrando por el edificio de AirTak, me dirigi a la recepcion y rapido me dijeron a que planta y departamento ir, asi que subi y al llegar me pasaron a una sala donde estaban tres chicas mas y una que llego unos minutos despues. El instructor se presento y comenzo a darnos las pautas a seguir en cada vuelo, nos ponia mil ejemplos, era muy gracioso, ademas que su encanto hacia que todo fuera muy monotono y divertido

  • Terriblemente enamorado de Never Girl Pan

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  • La profecia de Aztlan de Mario Escobar

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    La ciudad perdida de los aztecas encierra un laberinto de secretos que puede cambiar el rumbo de la historia. Una trepidante mezcla de ficcion y realidad en un mundo que se mueve al borde del abismo, del autor de los exitos de ventas ‘La Conspiracion Maine’ y ‘El Secreto de los Assassini’ .

  • La bruja (Original) de Camilla Lackberg

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    Fijate bien.Nada es lo que parece.No te fies del titulo, de la portada ni de la sinopsis.La ultima novela de Camilla Lackberg tampoco es lo que parece.Resuelve el enigma de La bruja.

  • Cumpleanos Feliz de Nina Klein

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    C U NO umpleaaaaaanoooooos feeeeeeeliiiiiiiiz... cumpleaaaaaanooooos feeeeeeeeliiiiiiiz... Mientras la gente de la oficina desafinaba a mi alrededor, mire la tarta que me habian comprado entre todos. Le habian puesto velas y las habian encendido. Alli estaban, pinchadas en la tarta, esperando a ser sopladas por mi. Afortunadamente no eran velas individuales, o habrian tapado la tarta entera. Eran velas con forma de numeros. Un cuatro y un cero. Dios dios dios, cuarenta anos. Te deseeeeeaaaaaaamos Tiiiiinaaaaaaaaaaa... En serio, adoraba a mis companeros de trabajo. Eramos como una gran familia y nos llevabamos todos de cine. Al menos en nuestro departamento, que era el mio, porque la jefa del departamento era yo. Pero vamos, que eramos todos iguales, no tenia necesidad de sacar latigos para obligarles a trabajar ni nada. Me caian bien, iba diciendo, mis companeros de trabajo. Lo de la tarta no era peloteo, cada vez que alguien cumplia anos se ponia dinero entre todos, se encargaba una tarta y un par de botellas de vino rosado espumoso --mmmm-- y cantabamos cumpleanos feliz al pobre incauto justo despues de la hora de comer. A veces pienso que mas que por simpatia o buen rollo lo haciamos para comer tarta y beber en horas de trabajo, pero bueno. Servia de las dos formas. No eran mis companeros quienes me estaban incomodando. Era la cifra maldita que estaba clavada en la tarta, en forma de vela. ...cumpleaaaaanoooooos feliiiiiiiiiz. Corono la cancion desafinada una ronda de aplausos, y luego unos cuantos !sopla, sopla! Eso hice, sin pedir un deseo, porque total, lo unico que se me ocurria era no tener cuarenta anos, y tenia delante de mi la prueba --en forma de vela-- de que ese deseo no se me iba a conceder. Asi que sople las velas. Sonrei. Di las gracias. Alguien saco un cuchillo para cortar la tarta. Bueno. Me console pensando que la tarta era de cafe y chocolate, mi favorita. Algo era algo. --?ESTAS bien? Mire a Ana, apoyada en el marco de la puerta de mi despacho, con un plato de papel en la mano con un trozo de tarta. Ana, que trabajaba conmigo y era una de mis mejores amigas, se habia dado cuenta, supuse, de que mi sonrisa era un poco forzada mientras la gente me felicitaba, y de que igual habia bebido un vaso de vino mas de lo normal. O dos. Luego me habia recluido en mi despacho, con el tercer vaso de vino, poniendo la excusa de que tenia trabajo. Que era cierto, pero tambien era cierto que me dolia la cara de sonreir y no tenia muchas ganas de celebrar nada. --Meh --respondi, apoyando el codo en el escritorio y la mano en la cara. Ana se dio la vuelta para cerrar la puerta de mi despacho y se sento en la silla de los visitantes, al otro lado de mi mesa. Cada vez que hacia eso --y lo hacia por lo menos una vez al dia-- se nos iba media hora hablando. Ana era alta, delgada, con el pelo corto rubio platino, super estilosa. Yo era mas, como decirlo... voluptuosa, algo que conseguia mantener a raya yendo religiosamente al gimnasio. Eso si, nunca podria llegar a ser un insecto palo como Ana. Tampoco me quejaba: cintura estrecha --lo mio me costaba--, caderas anchas --no podia hacer nada-- y una talla de sujetador mas que generosa. Pero bueno, tenia musculos en los brazos --solo se veian cuando los flexionaba-- y estaba en forma, eso era lo importante. Tambien tenia el pelo sobre los hombros, castano oscuro que dentro de nada iba a empezar a tenirme porque esa misma manana --?casualidad, el destino?-- me habia visto como siete canas en el espejo del bano. Siete canas, las habia contado. Mi pregunta era, ?donde estaban hasta entonces? ?Habian esperado a mi cuarenta cumpleanos para manifestarse? --?Que te pasa? ?En que estabas pensando ahi fuera? --pregunto Ana--. Estabas como ida... Suspire. Suspirar era algo que parecia que estaba haciendo mucho ultimamente. --Ya sabes, cuarenta --dije, poniendo enfasis en la palabra--. El numero en si, crisis, mediana edad, etc. Ana hizo una especie de pf con la boca. --?Estas de broma? Yo tengo cuarenta y tres, paso de todo. Estoy mejor que nunca. Me encogi de hombros. --Tambien me estaba preguntando si la virginidad puede volver a crecer. Ana rompio a reir con su risa cristalina, que ademas era contagiosa. Me vi sonriendo casi sin darme cuenta. --Lo que necesitas --dijo, bajando un poco la voz, como si no estuvieramos en el despacho con la puerta cerrada y alguien pudiera oirnos--. Es volver al mercado. Torci la nariz. Volver al mercado, que expresion mas odiosa. --No, gracias. --No, en serio, escuchame... --como si tuviera otra opcion. Cuando Ana se sentaba en mi mesa del despacho, hasta que no decia lo que habia ido a decir, no se iba--. ?Por que no pruebas una app de citas? Puedes instalarte Tinder. A mi me va bien --le dio un mordisco al trozo de tarta que tenia en el plato de papel--. O por lo menos la mitad de las veces me ha ido bien. Bueno, me ha ido bien dos veces. Pero es la unica manera de conocer gente. Mire a Ana mientras masticaba la tarta. --?La unica manera? ?Y que hay de malo en salir un sabado por la noche a tomar algo, que te guste alguien, hablar un rato, intercambiar telefonos? Ana elevo los ojos al cielo y luego suspiro. --?Por donde empiezo? Primero, demasiado trabajo. Y segundo, demasiado cansado. Asi es como se conocia gente en el siglo pasado. Tienes que renovarte, Tina... ?Cuanto tiempo hace que te divorciaste? No queria hablar de ello, y menos en mi cumpleanos. --Un ano --dije, despues de titubear un poco. En realidad era ano y medio, a lo que tenia que sumar diez meses de separacion… Dios, mas de dos anos. ?Que habia hecho desde entonces con mi vida? Practicamente nada. Y en el terreno amoroso (por llamarlo de alguna manera), solo acudir a un par de citas a ciegas que mis amigas me habian preparado, en plan tienes que conocer al amigo del cunado de mi companero de trabajo, ya veras es super majo que habian sido un desastre absoluto. Dude un poco, lo que Ana aprovecho para convencerme. --En serio, Tina... tienes que hacer algo. Estas en lo mejor de la vida. No te encierres en casa por culpa del imbecil de James. El imbecil de James era mi exmarido, del que no tenia ganas de hablar. --Me da pereza... --dije, y era verdad. Ahora tenia que empezar a averiguar como funcionaba eso, quedar con gente... buf, solo de pensarlo me cansaba. Con lo bien que se estaba en casa un sabado por la noche, en el sofa, con una mantita, una botella de vino y una peli. En cuanto escuche mis propios pensamientos me di cuenta de que necesitaba ayuda. O eso o comprarme dos o tres gatos y ya terminar con todo, una de dos. --Puedo ayudarte a hacerte el perfil, ensenarte como funciona --dijo Ana, y aquello termino de convencerme. Accedi a reganadientes, sobre todo porque si no lo hacia Ana no se iba a ir de mi despacho. --Bueno... vale. Poco podia imaginarme la que se me venia encima...

  • El aspecto del diablo de Craig Russell

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    ?Como atrapas a un asesino cuando estas rodeado de locura?

  • Un cientifico en el supermercado de Jose Manuel Lopez Nicolas

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    Pongamos una remolacha. Para muchos, poco mas que una hortaliza. Pero para el reconocido investigador Jose Manuel Lopez Nicolas, un universo que va desde la industria de la alimentacion, que la usa para vendernos atun de baja calidad, hasta los equipos de primera division, que la utilizan para que sus jugadores corran mas rapido.
    Siguiendo con el estilo desenfadado y el tono divertido que le han convertido en uno de los referentes de la divulgacion, el profesor Lopez Nicolas nos acompana a lo largo de 12 capitulos por la ciencia de nuestra vida cotidiana, descubriendonos las matematicas ocultas de un cante jondo, la fisica presente en un memorable partido de tenis, la sorprendente estadistica de la Loteria del Nino o la quimica que se esconde tras las etiquetas de un supermercado. Un fascinante viaje por la ciencia de las pequenas cosas que nos ayudara a esclarecer cuales son las verdades y mentiras con las que topamos a diario.

  • La sirena y la senora Hancock de Imogen Hermes Gowar

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    CORTESANAS, SIRENAS, AMBICIONES, NAUFRAGIOS… LA MEJOR NOVELA SOBRE EL SIGLO XVIII DESDE EL SIGLO XVIII.

  • Peach de Emma Glass

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    Algo terrible le ha ocurrido a Peach. Le duele caminar y solo tambaleandose es capaz de llegar a casa, donde la pesadilla continua: sus padres no parecen darse cuenta de nada. Peach debera recomponerse sola, juntar los pedazos que quedan de si misma, antes de retomar la rutina de su vida diaria: su novio Green, sus amigos, las clases. Pero no es facil concentrarse cuando le asalta el recuerdo de una enorme boca abierta, cuesta comer cuando siente el estomago hinchado como un tambor y es imposible dormir cuando el olor a grasa achicharrada llena sus fosas nasales. A pesar de que intenta cerrar los ojos ante lo que ha sucedido, Peach comienza al fin a entender que debe hacer para superarlo y a reunir el valor necesario para llevarlo a cabo.

  • Tu sangre es mia de Rachel Rp

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    La Gran Guerra marco un antes y un despues en la Historia de la humanidad. Los seres sobrenaturales que antes se escondian se unieron para luchar contra los humanos. La guerra no fue justa, los seres sobrenaturales ganaron sin apenas bajas y doblegaron a sus enemigos posicionandolos en la base de la cadena alimentaria. Han pasado siglos de eso y hoy en dia los perdedores conviven en ciudades cupula dirigidas por vampiros, cambiantes y brujos o aislados en asentamientos humanos de los cuales nadie sale. hasta ahora.

  • Juramentada (El Archivo de las Tormentas 3) de Brandon Sanderson

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