• libro ginny mooney - Benjamin Ludwig

    https://gigalibros.com/ginny-moon.html

    Ve el mundo de otra manera. Te presentamos a Ginny Moon. Es la tipica adolescente, toca la flauta en la banda de la escuela, practica baloncesto semanalmente, y lee poemas de Robert Frost en la clase de ingles.

  • Ginny Mooney: Libros - Amazon.com

    https://www.amazon.com/-/es/Libros-Ginny-Mooney/s?rh=n%3A283155%2Cp_27%3AGinny+Mooney

    Compra en l�nea entre una gran selecci�n en la tienda de Libros. ... por Charlie Holt , Ginny Mooney, et �l. | 30 septiembre 2015. 4.8 de 5 estrellas 12.

  • A Story Unfinished: 99 Days with Eliot - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Story-Unfinished-99-Days-Eliot/dp/0834130114

    At thirty weeks into the pregnancy, Matt and Ginny Mooney were told their child had a genetic disease that made his birth unlikely. If their baby lived, ...

  • francis charlie - Iberlibro

    https://www.iberlibro.com/buscar-libro/autor/francis-charlie/

    The book has been read, but is in excellent condition.... Ver m�s ... Charlie Holt, Ginny Mooney, Francis C. Gray. Publicado por - -, 2014.

  • Browse Books | Golden Lab Bookshop

    https://www.goldenlabbookshop.com/browse/book/REL034030?page=49

    By Charlie Holt, Ginny Mooney (Editor), Francis C. Gray (Foreword by) ... Happy Easter Dot Markers Activity Book Ages 2+: Big, Fun & Easy Paint.

  • Author: anyu.mooney | FanFiction

    https://www.fanfiction.net/u/1653218/anyu-mooney

    ... ya me lei los 7 libros y me puse muy triste cuando acabo pero ni modo U_U es mi libro favorito y mi pareja favorita es Draco/Hermione y Harry/Ginny, ...

  • BEL MOONEY | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libros-ebooks/bel-mooney/19340

    BEL MOONEY: Libros y Biograf�a en Casa del Libro. ... Recibe novedades de Bel Mooney directamente en tu email. Quiero recibir sus novedades. Filtros.

  • Catholic.net

    http://www.es.catholic.net/imprimir.php?id=38880

    Los padres de Elliot, Matt y Ginny Mooney, decidieron tener a su hijo a pesar de la Trisom a ... Recomendamos este libro para j venes y para sus formadores.

  • The Great Unexpected by Dan Mooney - Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/40948634-the-great-unexpected

    The Great Unexpected book. Read 363 reviews from the world's largest community for readers. A curmudgeon and his eccentric new roommate join together to ...

  • El circulo escarlata de Cesar Mallorqui

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    E 1. Una llamada inesperada n cierta ocasion, hace ya mucho tiempo, vi un fantasma. Y luego, cuatro anos despues, vi otro. El primer fantasma era amable, incluso olia bien. A nardos. Era el espiritu de Beatriz Obregon; gracias a ella encontre las Lagrimas de Shiva, un fabuloso collar que habia estado perdido durante setenta anos. El segundo fantasma fue mucho menos amable. Daba miedo y, desde luego, no olia precisamente a nardos. Tuve un desagradable encuentro con el en la Mansion Kraken, poco despues de oir hablar por primera vez del Circulo Escarlata, una oscura y siniestra secta tan antigua como el tiempo. Eso ocurrio en el verano de 1973, cuatro anos despues de mi estancia en Villa Candelaria, el hogar de mis tios y mis primas, los Obregon. Mis primas, las cuatro flores: Rosa, Margarita, Violeta y Azucena. Cuantas cosas aprendi de ellas durante aquel verano de 1969 en Santander, cuando un ser humano piso por primera vez la Luna. Sobre todo Violeta; ella me enseno los secretos del corazon, fue mi primer amor, un romance adolescente que duro menos de lo que dura un verano, pero que dejo una huella indeleble en mi. Violeta y yo nos quisimos durante las dos ultimas semanas de agosto del 69; despues, a comienzos de septiembre, tuve que regresar a Madrid y nos separamos. Al principio, nos escribiamos cartas con frecuencia, como minimo una cada semana; tambien hablabamos por telefono, pero solo de vez en cuando, porque las conferencias eran caras. Eso fue asi durante mas o menos el primer ano de nuestra separacion. Pero, poco a poco, las cartas y las llamadas se fueron espaciando, hasta que al cabo de un tiempo cesaron por completo. Teniamos nuestras propias vidas y estabamos muy lejos el uno del otro; era imposible que una relacion asi prosperase. Ademas, la ultima vez que hablamos por telefono, discutimos. Ella se enfado conmigo y casi me colgo. De modo que perdimos el contacto, aunque yo no llegue nunca a olvidarla. Es imposible borrar de la memoria a tu primer amor. Pasaron los anos y el mundo fue cambiando lentamente, aunque en Espana seguia Franco, el viejo dictador; cada vez mas viejo y con las manos temblorosas por la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, el pais comenzaba a despertar de su larga siesta; cada vez se veian mas chicos con el pelo largo y mas chicas con minifalda, y las manifestaciones resonaban con frecuencia en las fabricas y las universidades. La gente queria libertad y democracia, y cada vez lo gritaba mas alto. Aun faltaban unos anos para obtenerlas, pero el pais ya se estaba sacudiendo el sopor. Acabe el colegio, hice <> y me matricule en la Universidad Complutense. Escogi la facultad de Fisicas; supongo que mi aficion a la ciencia ficcion influyo en que eligiera una carrera de ciencias. Ademas, mi padre era quimico, y quiza optar por la fisica habia sido una sutil forma de llevarle la contraria. Mi padre se habia restablecido por completo de su enfermedad y mi madre seguia tan activa y energica como siempre. La verdad es que mi vida no podia ser mas corriente, salvo por un pequeno detalle: en el pasado habia visto un fantasma. Eso es raro, ?verdad? No obstante, con el paso del tiempo, conforme aquella experiencia me resultaba cada vez mas lejana, empece a sospechar que todo habia sido fruto de mi imaginacion, quiza un sueno tan realista que lo confundi con la realidad. Ademas, no le habia hablado a nadie de <> fantasma; no queria que me consideraran un chiflado, de modo que fui relegandolo a un rincon de la memoria. De hecho, esa fue la causa de la discusion con Violeta; le dije que creia haber imaginado mi encuentro con el fantasma de Beatriz Obregon, y ella se enfado muchisimo. Me dijo que era un <>, se despidio con sequedad y colgo. No volvimos a hablar. Hasta que una manana de finales de junio de 1973 sono el telefono de casa. Ni remotamente podia imaginarme que quien llamaba era mi pasado. * * * No hay nada mas placentero que acabar el curso con todo aprobado y tener por delante un largo y calido verano para hacer lo que te venga en gana. Asi me sentia yo a principios de verano del 73; las ultimas notas ya habian salido y eran perfectas. Vale, solo consegui un monton de aprobados y un par de notables, pero a mi me sabian a gloria. Aquella manana de sabado me levante temprano y me di una ducha. Mientras me secaba, contemple mi imagen en el espejo del cuarto de bano. Un par de anos atras habia pegado un estiron que me llevo hasta el metro ochenta y uno de estatura; superaba en cuatro centimetros a mi hermano Alberto, lo cual me llenaba de maliciosa satisfaccion. Tenia diecinueve anos, el pelo castano (y demasiado largo, segun mi madre), los ojos de color marron verdoso --o verde amarronado, como yo preferia definirlos-- y una constitucion atletica gracias a formar parte del equipo de baloncesto de la facultad. La verdad es que no estaba nada mal, pense satisfecho de mi mismo. Por desgracia, tambien me habia salido una cada vez mas espesa barba, lo que me obligaba a afeitarme a diario. Me enjabone la cara, pase minuciosamente la cuchilla y me limpie con agua el jabon sobrante; me eche un poco de after shave en las mejillas, con el consiguiente escozor, y regrese a mi cuarto con la toalla enrollada a la cintura, me vesti y fui a la cocina. Alli estaban mis padres, desayunando. Me servi una taza de cafe con leche y me sente a la mesa, sobre la que descansaba una fuente de pan tostado, mantequilla y un bote de mermelada. --?Y Alberto? --pregunte mientras untaba mantequilla en una tostada. --Aun no se ha despertado --respondio mama. --Menudo vago… --murmure. Mama dejo escapar un suspiro. --?Algun dia os llevareis bien? --dijo. --Si, cuando se vaya de casa. --Deberiamos echaros a los dos --bromeo papa--. Sois como garrapatas que nos chupan la sangre. Me encogi de hombros. --Eso os pasa por haber tenido hijos en vez de perros --replique. Papa se volvio hacia mama y asintio con fingida solemnidad. --Mira, en eso tiene razon --dijo--. A lo mejor aun estamos a tiempo de cambiarlos por un par de chihuahuas. Mama volvio a suspirar. --Tres hombres en la misma casa --murmuro en tono compungido--. Que desgracia la mia… Ojala hubiese tenido hijas. Papa me guino un ojo mientras bebia un sorbo de cafe. Tras una larga pausa, pregunto: --?Que vas a hacer estas vacaciones, Javier? Eso era algo nuevo en mi vida. Hasta hacia poco, se daba por hecho que Alberto y yo iriamos con nuestros padres a pasar las dos primeras semanas de agosto en el apartamento que alquilaban todos los anos en Javea, un pueblecito de Levante. Pero el ano anterior, Alberto se fue de viaje con su novia, mientras que yo me iba con mis padres; y, pese a lo insoportable que era mi hermano, me aburri como una ostra. Pero ahora, por primera vez, podia elegir, asi que ese ano decidi irme de vacaciones por mi cuenta. --He quedado con Tito y Jose Mari en hacer un Interrail en agosto --respondi. Tito y Jose Mari eran mis mejores amigos del colegio. --?Que es eso de <>? --pregunto mama. --Un billete muy barato para menores de veinticinco anos --respondi--. Puedes viajar durante el verano en todos los trenes de Europa que quieras. --?Y adonde ireis? --pregunto papa. --Aun no lo hemos decidido. Quiza a Francia o a Italia. --Eso esta bien. Viajar expande la mente. --Pues a mi no me hace ninguna gracia que un crio como tu vaya solo por el mundo a sitios raros --dijo mama. --Que tengo diecinueve anos --proteste. --Pues eso, un crio. --Y ademas no voy solo, sino con Jose Mari y Tito. --Ah, entonces me tranquilizas --ironizo mama--. Como tus amigos son tan sensatos y responsables… La experiencia me habia ensenado que era inutil discutir con mi madre, asi que cerre la boca y solo la abri para seguir desayunando. Al cabo de un rato aparecio Alberto, en pijama y con cara de sueno. --Pasmao --me dijo al pasar por mi lado. --Capullo --respondi en voz baja. Mi hermano habia cambiado mucho. Estudiaba Derecho y se habia echado novia, una companera de clase llamada Silvia que le llevaba recto como una vara. Desde que salia con ella, hacia ya un par de anos, se habia vuelto el tio mas formal del mundo. No obstante, nuestra mutua rivalidad seguia en pie; ya no nos llevabamos como el perro y el gato, siempre peleando, pero si como un perro y un gato que se miran con desconfianza y de vez en cuando se grunen un poco. Alberto saludo a nuestros padres con un sonido gutural, bostezo ruidosamente y comenzo a servirse una taza de cafe. Entonces sono el telefono. La somnolencia se esfumo del rostro de mi hermano. --Debe de ser Silvia --dijo, echando a correr. Se fue tan rapido que no me dio tiempo a decirle que solo faltaba que su novia le pusiera un anillo en la nariz, como a los osos amaestrados. Sin embargo, tardo menos de un minuto en volver; no le llamaba su novia. --Es para ti, atontado --dijo. --?Por que no intentais llevaros un poco mejor? --tercio mama en el tono de quien ha perdido ya la esperanza. --?Quien es? --le pregunte a Alberto. --Una tia. --?Que tia? --Y yo que se. Sera de la Protectora de Animales, para preguntarte si te cuidamos bien. Ni siquiera me moleste en contestarle; le dedique una mirada de desprecio y me dirigi al salon. El auricular estaba descolgado; me sente en un sillon y respondi a la llamada. --Diga… --?Javier? --dijo una voz de mujer. --Si, soy yo. --Vaya, cuanto te ha cambiado la voz; no te habia reconocido. Soy Violeta, tu prima. !Violeta! Su voz tambien habia cambiado. Sonaba mas grave, mas profunda. Igual que me ocurria a mi, supongo. --Violeta, que sorpresa --dije--. Cuanto tiempo sin saber de ti. --Si, la vida, ya sabes; los estudios, la familia, todo eso. ?Como estas? --Bien, bien; ?y tu? --Estupendamente. Mi madre me ha dicho que estudias Fisicas. --Pues si. --Te va mucho. --Hizo una pausa y bromeo--: ?Ya has encontrado al marciano que andabas buscando? Sonrei. --Todavia no, pero sigo intentandolo --respondi--. ?Que estas estudiando tu? --Periodismo en Barcelona. --Tambien te va mucho. Durante unos minutos continuamos divagando; nos interesamos por nuestros familiares, comentamos los estudios, y empece a preguntarme para que me habia llamado mi prima. Finalmente, tras una pausa, Violeta dijo: --?Por que no vienes estas vacaciones a Santander? Asi, de sopeton. Me pillo de improviso. --?Que? --murmure. --Que te invitamos a pasar el verano en Villa Candelaria, como hace cuatro anos. ?No te apetece? --Si, claro, estaria bien; pero no puedo. --?Por que? --Porque voy a irme de Interrail con unos amigos. --?Cuando? --De mediados de julio a mediados de agosto. --Pues posponlo. --No puedo posponerlo; ya he quedado. Hubo un largo silencio cuajado de estatica al otro lado de la linea. --?Violeta?… --murmure, pensando que la comunicacion se habia cortado. --Necesito tu ayuda, Javier --dijo ella.

  • Un amor en construccion de Lorraine Coco

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    --!Jenna! La cabeza de Krysten asomo por la pequena apertura de la puerta mientras esperaba una respuesta, pero esta no llego. Golpeo con los nudillos la madera un par de veces con impaciencia antes de decidir entrar sin esperar. No tenia tiempo para cortesias. Y aunque su amiga le hubiese dicho un millon de veces que llamase antes de invadir su hogar, no era culpa suya si estaba sorda como una tapia. Aun asi, nada mas adentrarse, y mientras cerraba la puerta tras ella, volvio a llamarla a gritos. --!Jenna! !Vamos! !Si estas tirada en la cama, ya puedes levantarte! Entorno la mirada al no recibir respuesta. El amplio y estiloso apartamento parecia desierto, pero sabia que era imposible que no estuviese alli. Llevaba recluida en su casa doce semanas, desde el incidente. Y no habia conseguido que saliese ni tentandola con extravagantes planes, cenas suculentas o sesiones de tratamientos de belleza que antes le habrian hecho estallar la cabeza. Incluso hacia dos semanas hizo saltar la alarma de incendios del edificio, a la desesperada, pero ni siquiera asi logro que abandonase su auto impuesta prision. Esa manana, sin embargo, iba con un nuevo plan, una idea a la que llevaba una semana dando forma. Se le habia ocurrido mientras ojeaba las noticias en su movil, en el metro, en el transcurso del trayecto desde su casa en Little Italy hasta el Upper East Side, donde residia su amiga. Normalmente empleaba ese tiempo en ver videos en Tik Tok y ojeando las ultimas novedades de lo que se cocia en Instagram. Pero ese dia un idiota la empujo cuando estaba a punto de tomar asiento, y al recoger su movil del suelo debio tocar la pantalla sin querer. Estuvo a punto de desechar la pagina de noticias rapidamente en cuanto se acomodo en su sitio, pero entonces se fijo en el protagonista del articulo y detuvo en seco su dedo antes de deslizar la pantalla a la derecha. Una lectura rapida del articulo, tres minutos de cavilaciones y un par de conexiones neuronales mas tarde, tenia el plan perfecto para devolver a la vida a su amiga. Y por muchas excusas que esta le hubiese preparado ese dia, no iba a dejar que su plan fracasara. Habia tenido que cometer un par de delitos para asegurarse de que asi fuera, pero la necesidad apremiaba y ambas se jugaban mucho. Necesitaba recuperarla urgentemente. Odiaba tener que ponerse dura cuando sabia que estaba sufriendo, pero no podia seguir viendola en ese estado. No soportaba a la gente triste y amargada. Lo llenaban todo de un halo gris y deprimente que se cargaba sus buenas vibraciones. Ademas, en el caso particular de su amiga/jefa, el tema se convertia en una cuestion de supervivencia. Llevaba tres anos trabajando para Jenna, los mejores de su vida laboral, pero parecia que todo lo que habia conseguido en ese tiempo peligraba con cada dia que pasaba, hasta el punto de ver que en pocas semanas se veria en apuros para pagar el alquiler de su apartamento y tendria que volver a pedir asilo en casa de su hermana, su cunado y los cuatro terroristas de sus sobrinos. Sacudio los hombros al sentir un escalofrio que le atraveso la espalda solo con imaginarlo. Ya estaba frente a la puerta del dormitorio de Jenna, y el ansia que la carcomia por contarle su plan hizo que abriese sin llamar, con una energia que estuvo a punto de hacerla puerta giratoria. --!Jenna! !Te juro que como te pille en la cama...! Habia imaginado que la encontraria como tantas otras veces durante las ultimas semanas: alli tirada, sobre el colchon, en pijama y con una pinta desastrosa. Pero en lugar de eso se vio imbuida por la mas absoluta oscuridad. Achico los ojos cuando advirtio una pequena luz azulona que se movia de un lado a otro con rapidez, y sacudio la cabeza justo antes de presionar el interruptor de la luz, esperando tener que enfrentarse a un intruso, armada solo con su mini bolso. --!Mierdis! --exclamo Jenna despojandose de una visera de plastico transparente que cubria su cara. Elevo las cejas y apreto los labios despues, como una nina pequena a la que han pillado robando en una tienda de chuches. --?Que diablos estas haciendo? ?De que vas disfrazada? La respuesta de su amiga fue intentar ocultar tras su espalda la linternita que le habia advertido en la mano un segundo antes. Como si con aquel gesto infantil ella fuese a obviar lo rocambolesco de la escena. Jenna, la mas sensata, centrada y juiciosa de sus amigas (hasta hacia doce semanas) llevaba una especie de mono blanco, como los que usaban los del Centro para el control y la Prevencion de Enfermedades en las series de medicos que devoraba los jueves por la noche. --Tienes exactamente diez segundos para explicarme que esta pasando aqui antes de que llame a tu madre para que te ingrese en algun sitio de esos a los que vais los pijos cuando sufris una crisis nerviosa --le dijo sacando el movil del bolsito y mostrandoselo para que viera que iba en serio. Jenna se mordio el labio inferior y puso ojitos de cordero antes de alzar las manos y despojarse de la parte superior del traje, liberando su cabeza. --No es para tanto... !Lo juro! Solo estaba... estaba... --Apreto los dientes y los punos al tiempo. Estaba tan roja como si hubiesen abofeteado su palido rostro sin piedad. Abrio los labios --... buscando muestras biologicas --escupio las palabras a la carrera, como si no quisiese escuchar su propia declaracion. La que abrio los ojos desorbitadamente en ese momento fue Krysten. --?Muestras biologicas? --Ladeo la cabeza mientras pronunciaba la frase, sin poder creerlo, pero Jenna afirmo repetidamente con energia mientras su gesto se contraia en una mueca avergonzada. --!No estoy loca! !No he perdido la cabeza! Es que despues de encontrar unas braguitas que no son mias en un cajon, yo... Con mirada desquiciada, empezo a negar con la cabeza, como si estuviese sufriendo un ataque. Y tenia que haber sido asi porque entre las muchas peculiaridades de su amiga estaba la fobia a los germenes. Imaginarla tocando la ropa interior de otra persona era surrealista. --Tenia que comprobarlo. Ese... ese pedazo de... se acosto con esa... con esa... --Con ese zorron --termino por ella, viendo que la furia que habia empezado a dominarla, y que hacia que su rostro pareciese ahora incandescente, se le atragantaba en el gaznate. --Si, con... esa. !En mi cama! !Mi casa! !Mi hogar! El que he estado pagando con mi esfuerzo, con mi programa, mientras el se hacia un nombre a costa del mio y vivia de gorra porque supuestamente respetaba y admiraba mi independencia, mi autonomia, mi capacidad de emprendimiento y mi carrera. !El muy hijo de...! --Perra, cielo. Hijo de perra. Puedes decirlo abiertamente --apunto posando una mano sobre el hombro plastificado de su amiga. Aparto la palma al instante, repeliendo el contacto gomoso, y aleteo los dedos al tiempo que arrugaba la nariz. Jenna empezo a sacudir los brazos con rabia, como un pajarillo enfundado en un preservativo blanco y brillante, mientras hacia pequenos ruiditos que pretendian ser grunidos, pero que en la finolis de su amiga no eran mas que quejidos lastimeros. No lo iba a negar, verla disfrazada con ese mono, la cara enrojecida, el cabello largo y rubio pegado al rostro perlado de sudor, en medio de la escena de CSI que se habia montado, era rocambolesco. Pero por fin la veia estallar y hacer algo mas que llorar como una mema. Tenia que dejar que sacara su ira, frustracion y dolor. Ella, de haber estado en el lugar de Jenna, le habria rajado las ruedas del coche a su ex, le habria tirado en plena calle un cubo con restos de pescado putrefacto, y subido a las redes sociales las fotos de aquel viaje a las islas griegas en las que tuvo la ocurrencia de ponerse un tanga verde fluorescente. Pero su amiga y ella no se parecian en nada. Se habian criado en lados opuestos de la ciudad. Jenna habia nacido en el seno de una familia adinerada, mientras que ella habia aprendido en su barrio que el que la hace, la paga. Y su mente retorcida habia imaginado cientos de escenarios en los que humillaba a su exjefe hasta convertirlo en el hazmerreir y la comidilla de todo el mundillo televisivo. Pero Jenna se lo habia impedido alegando que ellas eran mejores personas, estaban a otro nivel y no iban a rebajarse a su juego sucio. Sabia que creia aquella afirmacion palabra por palabra, pero tambien que Jenna evitaba a toda costa alimentar el escandalo en el que se habia visto envuelta cuando su novio, su prometido, su companero en el programa de reformas mas famoso del momento, la habia dejado delante de toda la audiencia nacional, en directo, en un programa especial de recaudacion de fondos. Era un programa en el que su amiga habia deseado participar durante meses, en el que se subastaban sus demandados servicios como disenadora de interiores. Se habia hecho eco del evento en todas las redes sociales, prensa y television. La audiencia habia sido la mas alta del mes y ante toda aquella gente, el asqueroso de Kevin la habia ridiculizado, avergonzado y dejado en directo, por una de las presentadoras del programa, con la que al parecer hacia meses que mantenia una relacion. Desde entonces, la humillacion no la habia dejado salir siquiera de casa. Primero, intentando evitar a la prensa sensacionalista que se habia apostado las primeras semanas, camara en mano, en la puerta de su edificio, deseosa de conseguir la instantanea de la destrozada y hundida Jenna Hopper. Y despues, cuando las aguas se calmaron, tampoco quiso salir temiendo ser reconocida y vuelta a ridiculizar por cualquiera que hubiese visto el programa o se hubiese reido con alguno de los innumerables memes que se habian hecho a su costa tras el incidente. Habia sido durisimo para ella. Las cosas que habia dicho el asqueroso delante de todo el pais... Entendia que hubiese necesitado un tiempo para reflexionar, lamerse las heridas y recuperarse. Pero el periodo de autocompadecerse habia terminado. Se lo decia su instinto, su preocupacion de amiga, y su cuenta bancaria, que estaba tiritando tras estar tres meses sin ingresos del programa que Jenna habia cancelado al romperse la pareja. --!Esta bien! No puedo seguir viendote de esa guisa, y tampoco oliendote, para ser sincera... --dijo tras aproximarse a su amiga y olisquearla como un sabueso. Jenna abrio los ojos, espantada--. ?Te extranas? Eso es plastico y estamos a mas de treinta grados. Sudas y hueles como una gorrina. Jenna introdujo la nariz por el cuello del traje y casi se puso azul. --!Oh, Dios mio! --exclamo espantada--. !Voy a darme una ducha! --Me parece una idea estupenda. Yo me ocupo mientras de quemar el colchon. --Cuando su amiga, que ya iba en direccion a la puerta, se giro alzando las cejas como si de repente la hubiese iluminado con la mejor de las ocurrencias, anadio--: !Era una broma, loca! Pero me deshare de el sin testigos y haciendo que parezca un accidente. --Le guino un ojo y Jenna sonrio, iluminando sus facciones dulces y elegantes. --Eres la mejor amiga del mundo --declaro de repente--. No se si te lo he dicho mucho ultimamente, pero sabes que te quiero, ?verdad? Sus palabras la emocionaron, y estuvo tentada de ir a abrazarla, pero luego recordo que apestaba y se limito a asentir, tocarla con la punta de los dedos y hacerla girar para guiarla hasta el bano de la suite. --Perfecto, recuerda lo que acabas de decirme hasta que salgas de la ducha porque... !tengo un plaaaaaan! --dijo en tono cantarin. Jenna le brindo una mirada entornada desde el interior del bano, pero antes de que pudiera preguntarle que se le habia ocurrido, cerro la puerta en sus narices y grito: --!Primero la ducha! --Y cuando oyo segundos mas tarde el sonido del agua correr, se mordio el labio volviendose a preguntar que clase de arma usaria para matarla cuando descubriese lo que habia hecho. CAPITULO 2 Jenna salio de la ducha y se envolvio en la mullida toalla blanca que cogio del toallero. La anudo sobre su pecho y tomo otra mas pequena para hacer lo mismo con su cabello, dejandolo recogido asemejando un turbante. Era una operacion mecanica, algo que repetia sin la necesidad de pensar en sus pasos. Y durante unos segundos se dejo llevar por esa inercia apaciguante, hasta que se detuvo en el reflejo del espejo y se contemplo como lo harian los demas si la viesen en ese momento: como una loca desquiciada y hundida. Aparto la vista y se concentro en el resto de tareas mecanicas que hacia al salir de la ducha cada dia, como su ritual de cremas, desenredar su cabello largo y dorado, y perfumarse. Cualquier cosa que le impidiese pensar en lo que acababa de hacer. Porque habia que estar muy loca para haberse disfrazado de esa forma y buscar durante horas pruebas biologicas por toda su casa. ?Que habria hecho de haberlas encontrado? ?La habria ayudado eso a superar el dolor, la traicion, el sentimiento de fracaso o la verguenza? El pulso le temblo al darse cuenta de que si alguien la hubiese visto, la situacion no habria hecho mas que confirmar todo lo que habia dicho su ex de ella. La lista de adjetivos para calificarla ante todo el pais habia empezado por loca, maniatica, perturbada y... Se negaba a repetirla al completo en su mente, como las cientos de miles de ocasiones en las que se habia dejado llevar por el punzante recuerdo en aquellas semanas. Lo curioso era que nunca se habia considerado una persona con esos problemas hasta que el la vejo publicamente. Y entonces la verguenza y el sofoco de verse juzgada y abochornada le hicieron perder la cabeza. Hasta ese momento se habia considerado una mujer fuerte, a la que no le importaba la opinion que tenian los demas de ella. Se habia sentido segura de si misma, pero las ultimas semanas habian sido clarificadoras en ese sentido, pues descubrio que siempre le habia importado la opinion de cuantos la rodeaban, darles lo que esperaban de ella, ser complaciente y perfecta. Imaginaba que era algo que le habian inculcado sus padres desde nina, pues asi habian sido ellos, o al menos la imagen que daban de puertas para fuera. En consecuencia, siempre se habia esforzado por ser la hija perfecta que encajase en la fotografia familiar. Su cometido habia sido sacar las mejores calificaciones en sus estudios, destacar en cuanto hacia y buscar la excelencia. <>. Eso le habia dicho su padre hacia unos dias cuando le confeso que ya no estaba segura de querer seguir con su empresa de diseno. Creyo que el, un importante empresario del sector joyero, la habria animado a no desistir, a luchar, que a lo mejor le habria brindado las palabras que la animarian a salir de la espiral de verguenza y autocompasion en la que estaba perdida. Pero no habia sido asi. Elevo la vista y dejo que su mirada se clavase en la de su reflejo, y se pregunto cuanto estarian dispuestos a pagar por ella ahora. Hacia tan solo unos meses era Jenna Hopper, la mas cotizada y valorada disenadora de todo el pais. Los clientes esperaban hasta dos anos para que ella pudiese hacerse cargo de su reforma o la redecoracion de alguna de sus propiedades. Todos buscaban su esencia, su sello y estilo. Pero ahora... Ahora los que la habian llamado lo habian hecho para acribillarla a preguntas sobre el programa, interesarse falsamente por su estado o cotillear sobre las ultimas noticias que habia publicado su ex en las redes sociales. Como si saber que era super feliz, que ahora si tenia a la novia perfecta y que acababa de comprometerse y firmar para tener su propio programa de television sobre parejas que se enamoraban en directo en dos citas, fuese a hacerle algun bien a ella. La unica persona que se habia mantenido a su lado, inamovible y siempre intentando salvarla de la oscuridad en la que se sentia inmersa, era Krysten. Su alocada, divertida, excentrica y especial amiga. Habia sido una suerte que hubiese sido ella la que la habia pillado haciendo de CSI, porque sabia que jamas la venderia ni contaria sus mas humillantes secretos. Los habia guardado desde que se conocieron hacia siete anos, cuando se los confeso completamente borracha durante una fiesta universitaria. Krysten no se parecia en nada a las amigas que habia tenido hasta ese momento; las que habia conocido en el club de campo del que era socio su padre, en su escuela privada o las hijas de los amigos que frecuentaban la mansion familiar. Ella era descarada, insolente, hablaba sin tapujos ni dobleces. No habia una gota de falsedad en su larguirucho cuerpo. Y desde el minuto uno fue estimulante para ella, como aire fresco que llegaba a su vida para abrirle la ventana a un mundo que hasta entonces habia estado vetado para ella. Por eso le habia pedido que se convirtiera en su ayudante cuando decidio emprender y crear su propia empresa de diseno. Necesitaba su dosis de realidad, su facilidad para simplificar las cosas, para olvidarse de las apariencias y su capacidad de trabajo y honestidad. Tenia que haberla escuchado cuando le dijo que no le gustaba Kevin, que le parecia artificial y prepotente. Que escondia un halo de falsa modestia y una hostilidad maquillada de seguridad. Con frecuencia lo habia acusado de ser un aprovechado, una especie de parasito que se alimentaba de su exito. Tambien decia que era un interesado y manipulador. En definitiva, un cuadro. Nunca le habia caido bien. Y la animadversion era mutua, pues Kevin tampoco habia soportado la presencia de Krysten en su vida. La tachaba de vulgar, descarada y teatral. Decia que le daba mala imagen y que tenia que deshacerse de ella, como si fuera un cachorro que habia decidido adoptar para despues aburrirse de el. La guerra entre ambos siempre habia anadido tension a la dinamica de trabajo, pues se sentia en la obligacion de defender a uno y a otro delante del contrario para mantener la paz. Creia que merecia la pena conservar a ambos en su vida y ahora veia que cuanto le habia intentado mostrar su amiga era cierto. Aun asi, aun estando acertada en todo lo que habia dicho de su ex, desde la ruptura ni una sola vez le reprocho haberselo advertido. Aunque sabia que, en su fuero interno, se carcomia por hacerlo. Sonrio al imaginarla estallando y soltando por esa boquita todo lo que guardaba desde hacia casi tres meses en uno de sus apabullantes ataques de sinceridad brutal. No iba a negarlo, esa era una de las cosas que echaba de menos de trabajar con ella. Los momentos en los que se divertian juntas y conseguian que una situacion caotica, como las muchas que se daban en una obra, se convirtiese en una anecdota que atesorar. Suspiro desolada posando una mano sobre el pomo de la puerta antes de abrirla. Temia que esos momentos ya no se volviesen a repetir. No se sentia ni con fuerzas ni capaz de enfrentarse al mundo, a los juicios y las criticas. Se imaginaba mas desapareciendo en mitad de la noche, tomando un avion a algun recondito lugar del mundo donde nadie la reconociese y donde pudiese dedicarse a alguna causa humanitaria. No era ninguna locura, se dijo saliendo del bano para empezar a cubrirse con un vestido fresco y holgado, de largo por encima de la rodilla. Y tampoco seria la primera vez que se embarcaba en una aventura asi. Durante la universidad, varios veranos los habia dedicado a viajar a paises como la India, Etiopia o Camerun para participar en las causas en las que colaboraba su madre recaudando fondos en las muchas asociaciones en las que participaba. Para el grupo de mujeres elitistas con las que se codeaba, no eran mas que una forma de entretenimiento y competencia entre ellas. La que mas recaudaba era mejor persona. Y por eso, cuando ella decidio apuntarse personalmente a una de esas causas, ayudando en la construccion de viviendas en la India, su madre no pudo poner objecion, pues aquello le hizo subir puntos frente a su grupo de amigas. Ella, sin embargo, vio la oportunidad de hacer algo mas que sonreir y figurar en el ambiente falso y edulcorado en el que habia crecido. Descubrio que podia ser util de verdad, que sus ideas sobre estructuras y aprovechamiento del espacio eran valoradas, y descubrio que queria ayudar a los demas haciendo lo que mas le gustaba.

  • Una sombra de duda de Leovigildo Zamora

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    Henry, un abogado, experto criminologo y analista de informacion, esta acostumbrado a resolver los crimenes mas inexplicables. Y con la llegada de un nuevo caso, va a tener que poner toda la carne en el asador si quiere salvar su bien ganada reputacion. Rockford John, un exalumno de la Universidad Estatal de California, muere en circunstancias extranas al practicar la escalada. Sus averiguaciones lo llevaran a trazar una linea recta entre los excompaneros de universidad del occiso y un supuesto y misterioso homicida.

  • Una tarta de manzana llena de esperanza de Sarah Moore Fitzgerald

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    Esta es una historia maravillosa, hermosa y conmovedora que habla de esperanza y de tartas de manzana. Pero en este libro no encontraras tartas de manzana normales y corrientes. Encontraras tartas magicas. En cuanto las pruebes, el mundo te parecera muy diferente. Las cosas empezaran a cambiar y, cuando hayas tomado un trozo, sentiras que todo va a salir bien.

  • Cada vez que me tocas de Arwen Grey

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    Como bibliotecaria en un pequeno pueblo ingles, Tara ha leido miles de historias sobre secretos familiares, legados ancestrales y conexiones con el destino. Jamas habria imaginado que sus vacaciones serian el inicio de una de esas aventuras de novela, y menos aun que un pariente muy, muy lejano, con unos hermosos ojos oscuros, la meteria de lleno en una locura inimaginable.
    Declan ha vivido toda su vida con la responsabilidad de recuperar el legado familiar de los Beauchamp, una lucha que ha manchado con sangre el pasado de su familia.
    Al encontrar a Tara, de pronto todo lo que desea parece estar justo al alcance de su mano, pero tambien lo estan otros aspectos inesperados de la herencia familiar, algo de lo que hablaban los romances antiguos y con lo que no contaba: lo que siente cada vez que el y Tara se tocan.

  • Historias y mitos de la oficina de Alejandro Melamed

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    A partir de relatos de vida, leyendas urbanas y avanzados conceptos, Alejandro Melamed invita a los lectores a reflexionar sobre la realidad laboral del presente y sugiere los planes de accion para mejorarla. El amor en el trabajo, las conversaciones dificiles de abordar, el acoso laboral, el salario emocional, el contrato psicologico, la etica en un contexto indecente, los modos de cultivar el talento, el manejo del estres y la busqueda de equilibrio, el capitalismo etico, la presencia y desarrollo del genero femenino, el nuevo liderazgo en tiempos de cambio y los traslados al exterior son algunos de los temas que se abordan de un modo agil y accesible. Historias y mitos de la oficina es un libro que atrapa desde el primer momento por su pragmatismo y su narrativa realista, simple, agil y profunda. El lector encontrara en estas paginas referencias a la bibliografia mas reciente, enfocada desde un punto de vista personal y una mirada muy humana. Con mas de veinticinco anos de experiencia en gestion y puestos de maxima responsabilidad en empresas multinacionales de diferentes paises de Latinoamerica y Europa, Alejandro Melamed -coach ejecutivo, consultor, conferencista reconocido, docente universitario y de maestrias- comparte sus experiencias e ideas innovadoras con todas las personas que esten trabajando en cualquier tipo de organizacion -o se encuentren en proceso de busqueda o cambio- y aspiren a una vida mas significativa.

  • Conexiones Prohibidas (La fiesta prohibida 3) de Charlotte Byrd

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    Yo no pertenezco a ella.

  • La herencia de Vigdis Hjorth

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    Cuatro hermanos, dos casas de verano en Hvaler y un terrible secreto. El reparto de la herencia familiar se convertira en un tema de desencuentro.
    La aparente disputa entre los hermanos por las propiedades encierra algo mucho mas profundo: los fantasmas del pasado regresan y lo que parecia olvidado revive en la familia.
    Galardonada con los mas prestigiosos premios literarios de su pais, La herencia se convirtio desde su salida en un exito de ventas en Noruega y genero, junto a la serie Mi lucha de Karl Ove Knausgard, un importante debate sobre la relacion entre literatura y realidad. Marmara y Nordica nos unimos para publicar una de las grandes novelas de la literatura europea de los ultimos anos.

  • Coffee, Sex and Law. Enemigos o amantes de Avril Rose

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    ?Enemigos o amantes?

  • Condicion artificial de Martha Wells

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    Ganadora de los premios Hugo y Locus

  • Es como el mal de Beppe Quintini

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    La noche es capaz de despertar a los fantasmas del pasado.Algo de eso sabe el policia Mathias Novari, obligado a combatir con las pesadillas que le persiguen desde el dia en que vio morir entre sus brazos a un nino, en una operacion no autorizada. Jose Luis Martino es vidente de profesion, y colabora con la Policia Nacional Espanola. Vive escoltado, recluido en un apartamento blindado. El lo llama maldicion, pero sus visiones han permitido a las fuerzas del orden resolver los ultimos casos de homicidio. Revive en directo el crimen, como si fuera contemporaneamente la victima y el verdugo. Sufre y habla como ellos. Y conoce el nombre del asesino. Esta vez tambien.Pero en Malaga, ciudad del sol y de la cultura, no todo es facil como parece. Un viejo pasado de hace treinta anos, desconocido y absurdo, ha hecho crecer la semilla de la locura y del mal, y ahora esta preparado para manifestarse a lo grande. A veces la rutina y la tranquilidad solo son una ilusion.Las presas ya estan en la trampa. Han ido ellas solas.

  • Juguete peligroso de Juan Martinez

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    Teniente Ibanez, la operacion es muy importante. Va a trabajar en conjunto con Interpol, el objetivo es desarticular una banda de serbios que se dedican a la trata de mujeres. --Le dijo el Coronel Garcia a su superior en Madrid. --Estara infiltrado en la operacion, tiene que reunirse con su contacto en Marbella en dos dias, es el tiempo que tiene para despedirse de su familia. Marcos Ibanez, estaba dispuesto a todo por su pais, desde que tenia uso de razon supo que perteneceria a la Guardia Civil, su padre habia sido pertenecido al cuerpo, al igual que su hermano Miguel. Asi que, para el no habia otra posibilidad, era un estilo de vida. Esa era su segunda mision importante, ocho meses antes habia trabajado duro para dar con una banda de pedofilos, las cosas que vio todavia lo atormentaban, pero ese era uno de los precios que se tenian que pagar al elegir esa profesion. El Teniente Ibanez era tomado en cuenta para esa mision por la disciplina y la valentia que habia demostrado desde que pertenecia a la institucion. Ese mismo dia, Marcos fue a casa de su madre Isabel, y le comunico que se iria en una mision, la mujer ya tenia experiencia, sabia que la mision podia tardarse meses o anos, el tiempo era indefinido. Tambien sabia que su hijo no tendria ningun tipo de comunicacion con ella o con su hermano, si querian saber de el tenian que ponerse en contacto con su superior. Marcos Ibanez era un hombre, si se puede decir, solitario, sus unicos amigos estaban en la Guardia Civil, ninguna otra persona hubiese comprendido los horarios, las prolongadas ausencias, tampoco tenia relacion de pareja. Cuando queria echar un polvo, llamaba a alguna conocida, nunca lo hacia en su casa. Por su trabajo habia aprendido a cuidar en extremo su privacidad, tenia tres o cuatro habituales chicas que le habia presentado algun companero, o alguna companera de trabajo, siempre con total discrecion. Esa noche luego de despedirse de su madre y de su hermano, estaba tenso y sabia que lo mas probable es que pasara una larga temporada sin sexo, asi que, llamo a una de las chicas con las que se acostaba y quedaron en verse en un hotel. Cuando llego al hotel, se sento en el bar, pidio un trago de whisky para esperar a Diana, pero no tuvo que esperar mucho, la espectacular morena llego muy puntual. Con un muy sexy vestido rojo y zapatos a juego, la chica habia traido el arsenal completo. --!Hola, guapo! --Le dijo la chica acercandose a Marcos, y le dio dos besos a modo de saludo. --!Hola, Diana! Tan puntual como siempre... --Le dijo mirandola de arriba abajo. Estaba muy buena. --?Quieres tomar algo, o quieres que subamos? --Las dos cosas... Pide que nos lleven una botella de vino a la habitacion. --Le dijo la chica. Marcos pidio las bebidas, y subieron a la habitacion que el chico habia reservado con anticipacion. Entre ellos habia sexo del duro, a el le gustaba una mujer experimentada, ademas que no tuviera ningunas falsas expectativas, ambos sabian a lo que iban y ya. Sirvio dos copas de vino y le dio una a Diana, la chica le sonreia de manera muy sexual, habian tenido sexo varias veces y conocian los gustos del otro. La chica se tomo la bebida de un trago, al parecer tenia prisa por ir a la accion, se puso de espaldas a Marcos y este le bajo la cremallera del ajustado vestido. La mujer era una mulata, dominicana e insaciable. Al chico le gustaban las mujeres de color, eran sus favoritas, le parecian sensuales, de hecho, la mayoria de las chicas con las que se acostaban tenian la piel oscura. Debajo del vestido, solo tenia unas diminutas bragas, que no dejaban nada a la imaginacion, apenas era un hilo que se escondia en el impresionante trasero de la mulata. No usaba sujetador porque apenas tenia senos, eran pequenitos, pero los sabia usar muy bien. La chica luego se giro y le extendio la mano a Marcos, lo queria de pie para desvestirlo. --!Esta noche te voy a dar de todo, guapo! --Le dijo con su caracteristico acento. La polla de Marcos le dio su aprobacion al plan, tenia varias semanas sin follar, y no sabia cuantas iba a tener que estar despues, por lo menos hasta que estuviera bien metido en su papel. Diana comenzo a desnudarlo y cuando lo dejo totalmente desnudo se puso de rodillas, e inmediatamente se metio la polla a la boca, chupaba y lamia hasta que Marcos estuvo como ella queria. Lo llevo a la cama, le gustaba tomar la iniciativa. Entre ellos no habia besos, ni nada por el estilo. Marcos le entrego varios condones, estaba seguro que usaria por lo menos dos o tres. Diana comenzo a acariciarse, se frotaba el clitoris con fuerza, y el chico disfrutaba del espectaculo, cuando se canso de mirar paso a la accion, la puso en cuatro patas, se puso un condon y le metio tres dedos por la vagina. La chica gemia y se movia, queria mas y el se lo iba a dar. La penetro con fuerza y comenzo a embestirla, con un ritmo constante, cuando sintio que se iba a correr salio de ella, no queria que se corriera con su polla. Le dio vueltas y le abrio mucho las piernas, y comenzo a masturbarla de nuevo con los dedos, metio tres de ellos, y cuando ella le pidio mas metio toda la mano, a la chica le gustaba el fisting vaginal. Marcos era experto en la materia, siempre que lo hacia tenia unos orgasmos muy intensos y ese dia no fue la excepcion. Diana se corrio y grito, mientras Marcos le dio vuelta de nuevo y le escupio en el ano. Alli queria correrse, pero cuando la chica comenzo a echarse hacia atras el chico la penetro sin mucha consideracion, el queria follarla y duro. Comenzo a moverse con embestidas certeras y precisas, hasta que sintio que ya no podia mas y se corrio en el ano de la mulata, que se habia caido de bruces sobre la cama debido a la fuerza con la que la penetro Marcos. El chico se retiro al bano a deshacerse del condon y a asearse, cuando regreso se tomaron el resto de la botella de vino y repitieron dos veces mas. Luego muy civilizadamente se despidieron. Esa era su relacion ideal, o sea, ninguna. Marcos nunca se habia enamorado, cuando era adolescente tuvo una novia, pero duro poco tiempo, no se sintio capaz de ser fiel. Luego comenzo con su carrera militar, y en su profesion, enamorarse era muy peligroso, requeria toda su atencion y dedicacion. Lo habia visto con su hermano Miguel, cuando conocio a su pareja, decidio dejar el trabajo en el campo, y dedicarse a labores administrativas para tener un horario fijo y poder estar en casa con su chica la mayor parte del tiempo, pero Marcos no estaba preparado para dejar la accion, la adrenalina, el peligro. Su entrenamiento era muy .extenso, era experto en armas, en artes marciales, y, ademas, tenia muchos conocimientos de informatica. Hablaba varios idiomas, aunque la Guardia Civil, solo le exigia ingles, habia aprendido frances, italiano, algo de serbio y ruso. Despues de salir del hotel, se marcho a su casa, aunque la habitacion estaba pagada para toda la noche, queria dormir esas dos ultimas en su propia cama, sabia que estaria ausente una larga temporada. Al siguiente dia paso a casa de su madre, Miguel y su pareja Gina, almorzaron con ellos, al final de la tarde la pareja anuncio que estaban embarazados. Isabel lloro de felicidad pues era su primer nieto. Y Marcos penso en cuando conoceria a su sobrino o sobrina, esperaba hacerlo pronto, pero sabia que era poco probable. Ese dia se despidieron definitivamente, no queria ponerse melancolico, aunque eso era inevitable, la relacion con su familia era estupenda, eran muy unidos y se acompanaban en las buenas y en las malas. El ultimo dia en Madrid, Marcos aprovecho para caminar y disfrutar de las cosas que le gustaban de la ciudad. Paseo por El Retiro, camino por la Gran Via, se tomo un par de cervezas en la esquina de su casa y se comio una tortilla de patatas que era su especialidad. Se despidio de su ciudad, sabia que estaria un tiempo lejos de ella. Al siguiente dia tomo el AVE hasta Sevilla, esas fueron las ordenes que recibio el dia antes. Habian cambiado el sitio de reunion, no querian dejar cabos sueltos, lo habian elegido a el en vez de un efectivo de la Zona de Andalucia, que era lo correspondiente, porque no querian correr riesgos. Cuando llego a Sevilla, alquilo una habitacion en un pequeno hostal, nada que llamara la atencion. Por la noche fue puntual al sitio indicado, el Parque Infanta Elena, era un lugar poco concurrido en las horas de la tarde, le habian dicho que se sentara en una banca cerca de la zona de columpios. Marcos se sento y espero, a los quince minutos se sento a su lado una mujer, venia con ropa de deporte, tenia unas gafas oscuras puestas y una gorra. Cualquiera que la viera pensaria que estaba corriendo, y se sento a descansar y a tomar agua. --Soy la Agente Petit, voy a ser su contacto durante el tiempo que dure la operacion. --Le dijo la mujer con un marcado acento frances. Marcos se quedo mirando hacia el frente como si no estuviera hablando con el. --El objetivo es que se infiltre en la organizacion de Barislav Milojevic, toda la informacion esta en una Tablet que dejamos en la habitacion del hostal. Tiene que estudiarla en detalle, alli tambien hay datos de su nueva identidad y una considerable cantidad de dinero. Ya hemos allanado el camino para que pueda entrar, pero su trabajo sera ganarse su confianza absoluta, de mas esta decirle que no puede comunicarse con nadie o podria ponerlos a todos en peligro. --?Como me pondre en contacto con ustedes? --Le pregunto fingiendo que hablaba por el movil.

  • Marta y Rufus de Marta Torne

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    Dicen que lo importante no es como empiezan las cosas, sino como terminan. No tengo ni idea de como va a terminar esta historia, pero si tengo claro que empezo una noche muy fria de diciembre en Madrid. Yo salia de rodar y era tarde. Llevaba metida en un plato desde las seis de la manana. Como ya solia ser habitual, terminabamos la jornada con mucho retraso. Pero era final de temporada y habia que aguantar. Aunque ya estaba acostumbrada a jornadas de mas de doce horas, ese dia me sentia especialmente cansada. Bueno, cuando te pasas casi todo el dia llorando, aunque sea mientras actuas, acabas agotada. A mi personaje, la pobre, la hacian sufrir mas y mas cada temporada. Asi que eran las ocho de la tarde y yo ya no podia mas con mi alma. En esa epoca hacia unos seis meses que me habia dejado Miguel, mi ex. Asi que, cada vez que me tocaba llorar, me venia muy bien porque me servia para drenar el luto que todavia arrastraba. A veces, hasta mis companeros me decian: <>. Y yo pensaba: <>. Cuando me subi al coche de produccion para irme a casa, en lo unico que pensaba era en meterme en la cama y dormir. Iba con otros dos actores que viviamos en la misma zona y haciamos ruta. No todo el mundo va en el mismo coche, hay algunos actores que por contrato piden no compartirlo. Yo eso nunca lo entendere, si es lo mas divertido de los rodajes: salir y cotillear. Pero ese dia ibamos todos callados. Solamente se escuchaba la radio que habia puesto el conductor. Esa tarde nos toco Ruben. Y Ruben molaba mucho. Siempre tenia Rock FM. Entonces me llamo David, que, ademas de ser mi mejor amigo, era mi companero de piso. Siempre estabamos haciendo cosas juntos. Nos conocimos hacia un par de anos durante el rodaje de otra serie. El era el jefe de vestuario, y desde el primer dia nos entendimos. David tiene muchisima energia. Es ocurrente, divertido, inteligente y muy payaso. Jamas habia conocido a alguien asi. Me hacia reir, me entendia y me cuidaba. Y en ese momento lo necesitaba mas que nunca. Todavia tenia el corazon roto en mil pedazos. Cuando lo deje con Miguelito, que asi es como siempre hemos llamado a mi ex, me dijo que el tambien estaba buscando piso en el centro. Fue una tarde mientras tomabamos un gin tonic en La Sueca, un bar de la calle Hortaleza. Parece ser que el dueno del atico en el que vivia le habia dicho que tenia que dejar el piso. Asi que nos pusimos a buscar juntos. Y cosas del destino: al final encontramos un piso precioso justo encima de La Sueca. Con dos habitaciones y con cuatro balcones a la calle. Ideal. Asi que ya os podeis imaginar cual era nuestro bar favorito. La llamada de David era para preguntarme donde estaba. --Pues en el coche de produccion --le dije yo con voz de ultratumba. --?Todavia? Pero, bueno... !Cada dia terminais mas tarde, maja! Bueno, pues dile al conductor que te lleve directamente a La Riviera. --?Que dices de La Riviera? Yo me voy a casa, me tomo un caldo y manana sera otro dia, que no te imaginas el dia de llorar que llevo --le conteste. --?Estas boba o que te pasa? !Que esta noche es el concierto de Rufus! !Ostras! !No me acordaba! !Rufus Wainwright! Teniamos las entradas colgadas en la nevera con un iman desde hacia semanas, como si fuera el concierto mas importante de nuestras vidas. A veces te enamoras de cosas inesperadas. Y no me refiero a una historia de amor con un chico. Hablo de otro tipo de pasion: de una pelicula, de un libro, de una ciudad, de un amigo. Y yo me habia enamorado de Rufus. De su musica, sus letras, su universo. Me moria de ganas de verlo en directo. Escuchar sus discos con el volumen a tope y con las ventanas abiertas un domingo por la manana es lo que me habia hecho sentir mas viva en los ultimos meses. Desde que David me lo descubrio, no paraba de escucharlo. --Joder... No puede ser hoy. !Justamente hoy! Es que estoy muerta. --Pero ?manana grabas? --me pregunto. --No --le respondi. --Pues no hay excusa --me dijo David. Me lo imagine, al otro lado del telefono, con su habitual sonrisa ganadora. Las palmeras de la barra de la sala La Riviera parecian un espejismo de esos que salen en las pelis cuando los personajes vagan por el desierto esperando encontrar un oasis para beber agua. Yo estaba igual de cansada, pero en mi espejismo veia a David con su larga barba de moderno y un par de cervezas en la mano, abriendose paso entre la gente. Todavia faltaba media hora para que comenzara el concierto y la sala ya estaba a tope. Yo empezaba a ponerme un poco nerviosa. Tantas horas que habia pasado escuchando a Rufus, y ahora lo iba a ver en directo. En ese momento mire a mi alrededor y me di cuenta de que hacia mucho tiempo que no me sentia asi. Con mariposas en el estomago. Con la sensacion de que algo bueno iba a ocurrir. Volvia a sentirme viva. Mire a David, lo abrace con todas mis fuerzas, y le dije: --Gracias. El se echo a reir. --!Pero que boba...! Me encanta cuando me llama <>. Y Rufus salio al escenario. Se sento al piano para tocar las primeras notas de <>, la cancion mas sentimental de su nuevo disco Out of the Game. Todo el mundo empezo a gritar y aplaudir, y luego se oyeron algunos <> para que la gente se callara y poder escuchar como Rufus tocaba su piano de cola, con el que viaja por todo el mundo, por cierto. Justo cuando termino la cancion salieron sus musicos. Menuda banda llevaba, eran mas de diez. Las cervezas entraban superbien y Rufus tambien. Cuando canto <>, yo ya estaba como en un globo. Entre las horas de trabajo y que no habia cenado, aquello me parecia el mejor espectaculo que habia visto en mi vida. ?Cuantas veces habiamos escuchado esa cancion con David volviendo del <> a las tantas de la madrugada? El show fue lo mas. Pero se estaba acabando, y a David y a mi nos parecio un buen momento para pedir otra cerveza, esperar a que hubiera algun bis y luego intentar ir al camerino a ver si podiamos conocer a Rufus en persona. Eso seria el mejor colofon posible. Pero no hubo bises. Rufus se despidio con el tipico <>, y desaparecio del escenario. David y yo dejamos las cervezas que nos acababan de servir y nos fuimos corriendo hacia la zona del camerino. Pero al llegar un chico nos dijo que Rufus ya se habia ido por la puerta de atras. Menudo chasco. Con la ilusion que me hacia saludarle y hacerme una foto con el. Cuando saliamos de la sala con un poco de bajon, la verdad, nos encontramos a Josephine, una fotografa francesa con la que hace mucho tiempo hice una sesion de fotos para una revista y con la que me llevaba muy bien. --!Marta! !Que ilusion verte! ?Has estado en el concierto? ?Te ha gustado? Pues no te hacia yo en un concierto de Rufus... --Si... Uf... Me ha encantado... Pero ahora venimos de la zona de camerinos y nos han dicho que Rufus ya se ha ido. --?Ah, pero querias conocer a Rufus? ... Oh, que pena, si lo llego a saber... Es amigo mio --me dijo Josephine al mismo tiempo que se me ponian los ojos como platos--. Lo conoci cuando vivia en Nueva York. Hace anos le hice un shooting para Viktor&Rolf, cuando lo vestian para sus giras. Y desde entonces no hemos perdido el contacto. En ese momento si que me puse nerviosa de verdad. Sobre todo lo note porque empece a hablar rapido y sin parar, que es lo que hago siempre cuando me pongo muy nerviosa. No lo puedo evitar. --?Me lo dices en serio? Pero... ?Me lo podrias presentar? Bueno, es que me haria tanta ilusion... No sabes lo que me gusta. Desde que me lo descubrio David no escucho otra cosa. Y, bueno, la verdad es que me ha ayudado mucho, ?sabes? Porque lo he pasado fatal, pero fatal, ?eh? ?Tu, tu..., tu te acuerdas de aquel chico con el que salia cuando hicimos las fotos en el Retiro? ?Que te ensenaba las fotos en el movil del piso que habiamos pillado para irnos a vivir juntos? ?Te acuerdas? El Miguelito. ?Si? Pues el Miguelito se estaba tirando a otra... El muy cabron. !A una china! --Era una filipina... --me corrigio David con la boca pequena. --!Me da igual! !Como si es vietnamita! Y yo..., yo lo pase fatal, en serio... Pero fatal. He estado estos ultimos seis meses hecha una mierda, engullendo comida china y viendo todo el dia realities de vestidos de novia y... A mi alrededor todos estaban alucinando, en especial David. El pobre intentaba hacerme callar con mucho tacto, pero con poco exito: --Carino..., venga, va... Ya esta --me decia como si estuviera enferma. --!No, no, no! !Que se joda! !Que se entere todo el mundo de lo que ha hecho...! !Que es un cabron! !UN CABRON DE MIERDA! --grite yo. Todo el mundo se giro hacia nosotros, nadie hablaba..., nadie sabia que decir. Me di cuenta de que algo pasaba porque Josephine y sus amigos me miraban con los ojos como platos y con una mirada de lastima que daba mucha mas pena que yo.

  • Tambien esto pasara de Milena Busquets

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    Cuando era nina, para ayudarla a superar la muerte de su padre, a Blanca su madre le conto un cuento chino. Un cuento sobre un poderoso emperador que convoco a los sabios y les pidio una frase que sirviese para todas las situaciones posibles. Tras meses de deliberaciones, los sabios se presentaron ante el emperador con una propuesta: <> Y la madre anadio: <> Ahora es la madre de Blanca quien ha muerto y esta novela, que arranca y se cierra en un cementerio, habla del dolor de la perdida, del desgarro de la ausencia. Pero frente a este dolor queda el recuerdo de lo vivido y lo mucho aprendido, y cobra fuerza la reafirmacion de la vida a traves del sexo, las amigas, los hijos y los hombres que han sido y son importantes para Blanca, quien afirma: <> Esta y otras frases y el tono de la novela, tan ajena a cualquier concesion a lo convencional, evocan aquella Bonjour tristesse de Francoise Sagan, que encandilo a tantos (y escandalizo a no pocos) cuando se publico en 1954. Todo ello en el transcurso de un verano en Cadaques, con sus paisajes indomitos y su intensa luz mediterranea que lo bana todo. Milena Busquets transforma en literatura vivencias personales y partiendo de lo intimo logra una novela que rompe fronteras y se esta traduciendo con inusitada rapidez a las principales lenguas, como el ingles, el frances, el aleman, el italiano y el portugues. Y lo logra porque a traves de la historia de Blanca y la enfermedad y muerte de su madre, a traves de las relaciones con sus amantes y sus amigas, combinando prodigiosamente hondura y ligereza, nos habla de temas universales: el dolor y el amor, el miedo y el deseo, la tristeza y la risa, la desolacion y la belleza de un paisaje en el que fugazmente se entreve a la madre muerta paseando junto al mar, porque aquellos a quienes hemos amado no pueden desaparecer sin mas.

  • Algo tan magico como tu de Nina Minina

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    Detras de una gran historia de amor siempre hay secundarios inolvidables. Descubre lo que paso con todos ellos despues de “Algo tan (estupido) estupendo como el amor” en su spin-off: “Alto tan magico como tu”, y suspira de nuevo.

  • Highland. En el corazon de Logan de Ariadna Baker

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    Alana no se lo penso dos veces cuando le ofrecieron la oportunidad de irse a trabajar a Escocia.
    Su vida habia sido dedicarse a sus padres hasta que fallecieron. Desde ese momento, lo unico que podia hacer era aceptar el trabajo como interna con la familia Mabry.
    Podia imaginarse de todo, menos que llegaria a considerar esa familia como suya. Sobre todo a Logan, un hombre que nunca habia tenido una relacion seria y quien, sin saberlo, lo que el buscaba en una mujer era lo que podia encontrar en Alana.
    Una familia llena de secretos por algo que ocurrio hace anos y que llego a marcar la vida de cada uno de ellos.

  • El juego de las elites de Javier Vasserot

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    Novela protagonizada por un joven abogado que poco a poco va escalando posiciones dentro del apasionante y complicado mundo de los grandes bufetes de la capital de Espana.

  • A+ Relatos eroticos de un profesor de Kris Buendia

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    Habiamos quedado para conocernos…tomar algo y charlar. Era verano y ella se presento con una falda corta, una blusa ajustada y una chaqueta de cuero. Jess media uno setenta y cinco. Aproximadamente, y yo dos metros, casi tres. Era morena, ojos color miel, unos labios carnosos, 21 anos, malaguena. Nos sentamos en una terraza cerca de la plaza de Lavapies y estuvimos conversando todo el rato, entre risas y cervezas. Hubo muy buena quimica entre los dos, pero siendo la primera cita, era su profesor, era mi alumna en la clase de historia. Cuando me di cuenta que no era correcto y queria irme de inmediato, la bese en la boca notando que ella sacaba su lengua y jugaba con la mia. ?Como carajos iba a detenerme ahora? Estaba sedienta, pero a mi no me importaba y empapaba mi lengua en su boca. Me di cuenta entonces que ella tenia tantas ganas como yo y que era una chica muy traviesa. No nos importaba que estuviesemos rodeados de gente, y tras diez minutos de intensos besos y juegos previos, me invito a su casa. !Mierda, mierda, mierda! Se estaba saliendo de control. Pero la dureza de mi verga me exigia en silencio que accediera. Y lo hice. Durante el trayecto en mi Ducati, no pense hacerle nada, pero, !que mierda! si ella no queria, me quitaria la mano. Podia manejar la moto con una mano, y la otra la apoye en sus muslos. No me detuve y quise ver hasta donde era capaz de llegar ella, asi que subi un poco mas la mano, hasta llegar a sus bragas. La postura de ir en moto sentada hacia que fuese abierta, por lo que mi mano toco directamente su sexo. Lo toque sin vacilar, mientras la brisa nos tocaba tambien. Mi sorpresa fue cuando ella se echo a un lado la braga para que mis dedos tocaran directamente el interior de su sexo para que la siguiera masturbando. !Joder, ambos estabamos mojados! Al llegar a un semaforo en rojo, pense que me quitaria la mano cuando otros coches parasen a nuestro lado, pero mi otra sorpresa fue que ella no hizo nada. Yo ya le habia metido dos dedos en su empapado sexo y ella se movia lentamente apretando contra el asiento. El primer coche en parar fue un taxi, que se coloco a nuestra derecha. Mire al conductor y a los pasajeros que iban atras. Eran dos chicas jovenes, bastante guapas. Luego mire al otro coche que se paro a la izquierda. Un tipo de bastante edad, debo decir. Ese minuto alli parados, masturbando a mi alumna, me parecieron diez. Jess ensenaba sus muslos abiertos y mi mano desaparecia descaradamente entre ellos. El taxista que nos tenia a medio metro miraba descaradamente los pequenos movimientos que hacia mi chica para sentir mas a dentro mis dedos. Seguramente nos hubiese dicho algo, pero de no ser por llevar a aquellas chicas detras, como hombre se que tambien le gustaba lo que miraba. El otro conductor miraba tambien descarado mientras desde nuestra posicion veia como se tocaba la verga por encima del pantalon. Notaba como ella aumentaba el ritmo de cadera sentada sobre mi mano mientras yo la seguia masturbando. Vaya que lo hizo. No quedaba mucho tiempo, pues el semaforo ya estaba intermitente. Mientras Jess estaba apoyada en el baul que llevo detras del asiento y que sirve de respaldo. Abrio un poco mas las piernas, ahora cinicamente y yo empece a frotarle el clitoris con mis dos dedos, haciendo lo posible por rozarle el punto exacto. A los pocos segundos, empezo a temblar y a soltar fluidos que empaparon el asiento y mi mano. Semaforo en verde... El unico comentario que hizo el taxista antes de irse fue: --Que suerte tienes, cabron. Y me guino un ojo antes de que acelerase y les dejase alli a todos con esa imagen de mi pequena Jess corriendose en el asiento de atras de mi Ducati. Pero, mierda. Si solamente supieran que el que le estaba metiendo mano, era su jodido profesor. NOCHE BUENA Siempre se dice que la navidad es una fecha para compartir, mas aun en mi situacion economica, mejorada sustancialmente respecto de aquella en la cual me origine. Veinticuatro, fui a la casa de mi madre llevando regalos para ella, mis hermanos menores y mis sobrinos, ademas de todo lo necesario para preparar la cena; mi pareja de ese entonces no me acompano. Y que bueno que no lo hizo, pues al cruzar la calle y por ser noche buena, los vecinos de mi madre, eran los padres de Less. Mi alumna. El dia fue agotador, por un lado los ninos que iban de un lugar a otro desordenando todo a su paso, y por otro, Less pasando sus manos disimuladamente por mi pierna o la de mi hermano cada vez que se presentaba la ocasion, la calentura subia y bajaba en mi cuerpo a cada agarron o comentario subidito de tono, con lo cual solo queria que terminara la cena para darme un buen revolcon con ella. No era que no lo habia hecho antes. Pero esa es otra historia. Rapidamente nos fuimos y al subir a uno de mis autos, ella me entrego mis regalos de navidad, que me habia dicho aun quedaban, un par de zapatos de cuero negros. En cambio yo, le tenia un vestido negro que se veia ser muy cortito con un gran escote y su espalda formada solo por tiras cruzadas y paralelas que se unian a una vertical en el medio, que naturalmente dejaria totalmente descubierta su espalda y su culito. Solo ver la imagen del mismo en su caja me hacia imaginar el efecto que produciria si se pasease con el en las calles de Boston. Acariciando su pelo, le pedi que se lo pusiese, se maquillase y se soltase su pelo. Siempre le decia que me encantaba su pelo suelto pues hacia destacar aun mas su cara de pequena perra inocente, nuevamente parecia una. Rumbo a casa me pregunto si me habia gustado mi regalo y si me gustaria ser un regalo, por respuesta solo lleve mi mano a su entrepierna y le dije que me encantaria ser regalado, que ella sabia que me calentaba el hacerlo con mi pequena alumna. A lo cual le pregunte si le molestaria que la regalase a conocidos, ya mi calentura no daba mas, mi entrepierna se encontraba totalmente dura Tome una de sus manos y la pose en mi verga para que sintiese lo duro que ya estaba. El contacto la hizo suspirar inmediatamente, y mientras sostenia su mano entre mis piernas, le pregunte: --?Para que naciste, Less? Y sin esperar su respuesta me respondio: --Para ser culpable. --?De quien eres? --pregunte. --De cualquiera, profesor Blake... de todos. --?Puedes prestarlo? ?Puedes venderlo? ?Arrendarlo o regalarlo? Ella solo me miraba y se reia, yo tambien lo hacia. --Me da lo mismo, si voy a hacer un regalo, me da lo mismo

  • El amor no es como lo pintan de Erina Alcala

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    Juan Carlos Y Rebeca, eran del mismo pueblo andaluz. El, de una familia rica y ella de una pobre. Se enamoraron un verano, y solo duro su amor, eso, un verano. Ninguno de los dos, penso jamas encontrarse en la gran manzana al cabo de los anos. Rebeca no habia podido olvidar a su primer hombre y el tampoco la habia olvidado en cuanto la vio de nuevo. Pero no era el mismo Juan Carlos que ella conocio. Entro a trabajar en su empresa y conocio a Charly y su vida empezo a ser tan feliz como infeliz la de Juan Carlos.
    ?Les daria la vida una tercera oportunidad?, ?Volveria Rebeca a amarlo despues de tantos anos y amar a otro hombre?

  • Mi definicion perfecta de Lorena Perez Nolasco

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    Zenda tiene veintisiete anos y trabaja como camarera en una cafeteria.
    Milo tiene treinta y cinco y es asesor en una agencia de viajes.
    Un dia, ambos deciden que es buena idea empezar a vivir bajo el mismo techo.
    Pero ellos no son pareja.
    Solo son dos amigos.
    Sin embargo…
    La vida de Zenda se complica.
    Y Milo…
    ?Quien decide cuanto hay que estar dispuesto a dar, por esa persona que completa el puzle que es tu vida?

  • Solo un dia 1 de Gayle Forman

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  • Caminante de Alexandra Bracken

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    Etta Spencer no sabia que era una viajera hasta el dia en que aparecio a miles de kilometros de su casa y a anos de su epoca. Ahora se encuentra de nuevo a la deriva, sola, obligada a cuestionar todo lo que sabia sobre su vida y a elegir un camino que, quizas, acabe transformando su futuro.
    Nicholas pretende dar con Etta, pero un terrible error le aleja de su busqueda y le conduce a descubrir un aterrador poder ancestral. Un poder que amenaza con destruir la linea temporal que les une.
    Conclusion de la bilogia Pasajera

  • Tres Maneras De Volcar Un Barco de Chris Stewart

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    En esta ocasion, Stewart comparte con el lector una de las experiencias mas insolitas de una vida ya de por si asombrosa. Todo comienza de forma fortuita cuando una amiga le ofrece un trabajo tentador: ser el patron de un velero para navegar en las islas griegas. La propuesta parece un sueno hecho realidad, si no fuera por un pequeno inconveniente: Chris no ha navegado en su vida, ni sabe por donde empezar. Con abundantes dosis de ingenio e hilarante autocritica, Chris narra su iniciacion a la vela, desde un neblinoso puerto de la costa inglesa hasta su particular odisea por aguas mediterraneas rumbo a la isla de Spetses. Y como guinda, una inolvidable peripecia a traves del Atlantico Norte por la ruta del legendario explorador escandinavo Leif Eriksson. El fino humor de Stewart, su facilidad para la anecdota, su tendencia a actuar movido por cierta vision idealista de la realidad, dan forma a un original y atractivo relato del mundo, el de un hombre amable que, desvinculado desde hace anos de la servitud de los bienes materiales, sabe disfrutar como nadie de los pequenos y grandes.

  • Redencion (Placeres prohibidos 4) de Adrian Blake

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    Conoci a Gabrielle en una noche de lluvia, y desde entonces he sido incapaz de dejarla marchar. He tenido que luchar con mis demonios para ser el hombre que ella merece. Ahora quiero dar un paso mas… ?Me acompanas en el tramo final?

  • Algo mas que echarte de menos de Elisa Mayo

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    Un viaje a Paris.
    Dos amigos que son algo mas que amigos.
    Una carta guardada en un cajon.
    Soledad.
    Unos ojos oscuros como el cafe.
    Una visita inesperada.
    Darse cuenta de que estas enamorado.
    Sentimientos que se confunden.
    Un triangulo donde sobra un angulo.
    El despertar.

  • Protegeme (Spanish Edition) de Sophie Saint Rose

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    Laia se llevo una mano a la cabeza sintiendo que le iba a explotar. Se giro en la cama y cuando la bilis le subio por la garganta, abrio los ojos de golpe levantandose de un salto y tropezando con uno de sus zapatos de tacon, se dio cuenta de que no estaba en su casa. Vio la puerta del bano abierta y corrio hacia el water para soltar hasta la primera papilla. Gimio apoyando el codo en la fria loza mirando a su alrededor con los ojos llenos de lagrimas del esfuerzo. ?Donde cono estaba? Sintiendose peor que en toda su vida, vio los frasquitos de un hotel en la banera. --Oh, Dios mio --susurro antes de vomitar apartando sus rizos pelirrojos. Se paso alli tirada tanto tiempo, que creyo seriamente que debia llamar a una ambulancia, pensando que se estaba muriendo en lugar de tener una resaca de aupa. Nunca en su vida la bebida le habia sentado peor y estaba claro que antes de volver a beber chupitos de vodka, se pegaba un tiro. Consiguio ponerse de pie y desnuda llego hasta la habitacion cogiendo el vestido del suelo. Entonces vio el calzoncillo debajo. Se le paralizo el corazon, aunque era logico que hubiera ido alli a echar un polvo, pues no estaba en su casa. --Laia, la has hecho buena. Se sento en la cama y penso. Habia salido con sus amigas del trabajo para la despedida de soltera de Grace y en la discoteca donde estaban, habia bailado con varios. Nego con la cabeza porque no podia haberse ido con un desconocido, por muy borracha que estuviera. Ella no hacia esas cosas. Por Dios, si la ultima vez que se habia acostado con un hombre habia sido tres anos antes y llevaba saliendo con el unas semanas. Que fuera un desastre en la cama, la decidio a dejarlo. Igual era por eso. Igual habia querido probarle antes de iniciar algo con el. !Pero que tonterias estaba pensando, si ni sabia su nombre! Se agacho apoyando los codos en las rodillas y frotandose la cara como si eso la ayudara a recordar. Entonces una cara le paso por la cabeza. Un hombre moreno le sonreia ofreciendole una copa. Llevaba una camisa blanca y le susurraba al oido que le encantaban las pelirrojas. Otra imagen de Grace y sus amigas en el bano, riendo mientras le decian que se lo iba a llevar a la cama, a la vez que ella reia asintiendo, casi la hizo vomitar de nuevo. Madre mia, las tonterias que se hacian bebida. Resignada mirando los calzoncillos blancos de Calvin Klein, se dijo que al menos esperaba que hubiera pagado la habitacion, porque aquel hotel no era precisamente barato. Se vistio con su ropa interior deseando salir de alli y se puso el vestido rosa. Los tacones le hacian dano en los talones y vio que tenia heridas. Ni se habia dado cuenta. Asustada busco su bolso y se arrodillo debajo de la cama para suspirar del alivio al verlo alli tirado. Estiro la mano cogiendolo y lo abrio para comprobar que lo tuviera todo. Al menos los treinta pavos que le quedaban, seguian en su monedero. Se mordio el labio inferior mirando los calzoncillos. No podia dejarlos alli. Cogio una bolsa del bano y los metio dentro para tirarlos a la basura. Salio de la habitacion con ganas de tirarse por la ventana, que llegaba antes. --No te preocupes --dijo Grace cogiendo su mano por encima de la mesa mirandola con pena con sus ojos azules--. Te ira bien. --Claro que si. --Saco otro panuelo de papel del bolso apartando su mano. -- Embarazada, soltera y con un trabajo temporal. Me va a ir de miedo. --Se sono la nariz dejandosela bien colorada mientras sus ojos verdes estaban cuajados en lagrimas. -- Una noche. Una maldita noche y destrozo mi vida. --No digas eso --dijo Milly preocupada--. Te ayudaremos en todo. Y tu trabajo no es temporal. Estas a prueba. --Estoy alli porque me habeis enchufado, pero en cuanto se enteren de que estoy embarazada, me echaran a patadas. --Tienes otra opcion. --Milly miro de reojo a Grace con sus ojos castanos y vio aliviada que su amiga estaba de acuerdo mientras que Laia casi se echa a llorar de nuevo. --?Crees que no lo he pensado? Millones de veces desde ayer, pero no me siento capaz. --Yo lo hice una vez --dijo Grace sorprendiendolas mientras que se apartaba su cabello rubio tras la oreja. --?Lo hiciste? --Si, tenia diecisiete anos. John lo sabe. Se lo dije hace un ano y lo entendio. Fue un error. --Pero eras muy joven. !Joder, yo soy una mujer adulta de veintiseis anos! Deberia saber lo que hago. --Un error es un error. No puedes castigarte por ello y tomar una decision que estara presente el resto de tu vida --replico Milly. Las miro fijamente y apreto los labios antes de decir --Yo no puedo hacerlo. Le siento parte de mi.

  • Incorregibles. La historia de Jimena (Nosotros 1) de Julia Ortega

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    ?Que ocurre cuando te has pasado la vida entre libros?
    Cuando todo tu mundo se reduce a trescientas paginas.
    ?Estas preparada para el Amor?
    El Amor de Verdad, quiero decir, no ese que termina con la palabra <> y te deja con la miel en los labios.
    Jimena ha pasado los ultimos anos leyendo manuscritos. Y corrigiendolos.
    Con la unica compania de su vecino y dos mascotas muy personales.
    Y de repente su mejor amiga decide casarse y (de paso) poner su mundo patas arriba.
    Una despedida de soltera con un final impredecible y la aparicion de Victor, un stripper demasiado sexy para su propio bien, van a precipitar al abismo todo lo que ha conocido hasta ahora.

  • Y donde tu seas, yo sere (Samsari 2) de Mia Martin

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    Segunda entrega de la trilogia <>, iniciada con Di mi nombre.

  • Invirtiendo a largo plazo de Francisco Garcia Parames

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    Conocido como el <>, Francisco Garcia Parames es uno de los inversores mas respetados del mundo. Como director de inversiones de Bestinver, sus clientes obtuvieron en renta variable espanola una rentabilidad media anual de casi el 16 por ciento desde 1993 a 2014, frente al 7,8 por ciento obtenido por el Indice General de la Bolsa de Madrid. En renta variable global la diferencia entre los indices fue similar.

  • Khalil de Yasmina Khadra

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    Khalil es un joven de origen marroqui que vive en Belgica. Alejado de la mayor parte de su familia, pasa el tiempo con los ” hermanos ” de la mezquita local y con sus dos amigos de la infancia, Rayan y Driss. Rayan se ha integrado con exito en la sociedad, pero no ha ocurrido lo mismo con Khalil y con Driss que, sintiendose rechazados por esa misma sociedad, van a terminar en una celula terrorista. Khalil y Driss han aceptado inmolarse en Paris, durante un partido internacional entre Francia y Alemania, junto a otros ” hermanos ” . Llegado el dia, tras oir tres deflagraciones, Khalil debe acudir a algun lugar donde haya una gran concentracion humana para inmolarse.

  • Diminutos apocalipsis de Jorge Perez Dieguez

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    Xoel Lopez escribio: <>; pero los personajes de estos relatos viven en una penumbra de la que ya no son capaces de salir.

  • La espada y la semilla de Jordi Nogues

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    A partir de unos personajes historicos que cobran vida de nuevo con fuerza y determinacion, La espada y la semilla reconstruye un momento clave de la historia catalana cuando -despues de la victoria de Ramon Berenguer IV contra Al-Muzaffar en Lleida en el ano 1149- se empiezan a repoblar las tierras entre el Ebro y el Llobregat que se conoceran con el nombre de Cataluna Nueva.

  • Cautiva de Laura Lago

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    Ella era la hija de mi peor pesadilla. Mi mayor enemigo.
    Una muneca de porcelana, joven y facil de seducir.
    Facil de seducir si eres un macho alfa, lider de la mayor mafia de Estados Unidos, tienes abdominales de acero y estas acostumbrado a tomar lo que quieres, cuando quieres y como quieres. Y en ese momento Marco la queria a ella.

  • Y por fin juntos de Mariah C

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    <>.Esas preguntas hacen que Tom Collins reviva un pasado que recuerda con amor, pero tambien con dolor. Las verdades que ha escondido durante anos salen a la luz, al mismo tiempo que otras mas emergen del interior de Susan, su hija, cuando su adorada nieta intenta descifrar el sinuoso camino que le toco vivir.Aventuras, enganos, giros del destino y esperanzas se unen en esta historia que transcurre entre Vermont, un condado de hermosas vistas, el Boston mas refinado y elitista, y el lago Champlain como telon de fondo.

  • Amar es para siempre (Los Collinwood 2) de Victoria Magno

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    Alissa es una hermosa joven que al parecer lo tiene todo: pertenece a la nobleza britanica, su padre es rico y la adora, tiene muchos pretendientes y el hombre al que ama desea casarse con ella. Sin embargo, su vida cambiara inesperadamente.

  • El rey del Honka-Monka de Tomas Gonzalez

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    Despues de la tragedia se quedaron todavia por un tiempo en Bogota. Pasadas las molestias del entierro, las palmadas en el hombro, la piedad de gente que apenas conocia, el perdio la fortaleza que se le habia visto despues de la noticia y durante las ceremonias que siguieron. Y entonces a ella, que habia sufrido de desmayos primero y luego habia sido sacudida por crisis nerviosas que debieron ser calmadas con enormes dosis de Valium, le toco oirlo llorar a altas horas de la noche, encerrado en el bano, con gemidos contenidos de persona corpulenta. No volvio a tocar un pincel y amontono los cuadros, sin mirarlos, en una especie de bodega que habia bajo la escalera. Y aunque seguia siendo una persona silenciosa y afable, se le podia notar cierto desgano, cierta agresividad refrenada. Todavia andaba con muchos amigos, pero ahora se quedaba alelado mientras los otros hablaban, mirando al vacio con ojos desolados. A veces bebia demasiado y terminaba dejando su pesado corpachon colgado de la silla. Los amigos lo cargaban entonces y Lucia los veia entrar, sudando, los tragos pasmados por el esfuerzo de bajarlo del carro y subirlo hasta la alcoba. Lucia les servia un trago, les ponia un disco, conversaba un poco, los besaba en la mejilla y los echaba. Despues de un ano de verlo como roto e inmovilizado, ella empezo a preocuparse. Con los cuadros terminados se habia logrado montar una exposicion que resulto ser un relativo exito, tratandose de un pintor todavia joven y poco conocido. Pero si en condiciones normales el exito le producia cierta desconfiada curiosidad, ahora lo dejaba indiferente. Lucia tuvo que disfrutar sola con las resenas donde se alababa su extrema habilidad y se le auguraba un futuro promisorio; y solo ella pudo alegrarse por la rapida venta de los cuadros y recibir unos dineros que llegaban bien, aunque en el fondo no los necesitaran. Entonces metieron los muebles en un deposito, alquilaron la casa y se fueron. Volaron a Los Angeles. Alquilaron un carro. Al principio el parecio aliviado con el cambio, y por momentos se le pudo ver alegre con aquel vagabundeo que los metia veloces entre naranjales infinitos y despues los hacia entrar a los deslumbrantes paisajes resecos de Nuevo Mexico y Arizona. Vieron soles enormes desaparecer entre piedras y cactus; vieron camiones lejanos titilando en la distancia requemada. Se quedaban un par de dias en algun motel o cabana y despues volvian a meterse en los paisajes gigantescos, donde podia sentirse al mismo tiempo la sensacion de la inmovilidad y del vertigo. Y si viajaban de noche, el incluso podia poner musica, subir el volumen y dejar que el sonido de mandolinas saliera por las ventanillas y se fuera como chispeando contra la enorme oscuridad. Pero fue un entusiasmo fugaz. Antes de llegar a Nueva Orleans su mal genio volvio a acentuarse. Se quejaba de la monotonia de hoteles y autopistas, hacia comentarios sarcasticos sobre la pulpa insipida en que los gringos convertian todo lo que tocaban y se burlaba de los cuadros de Picasso que colgaban sobre los inodoros de los hoteles. Cuando llegaban a algun hotel, se quedaba esperando a que ella saliera de la oficina con la llave, y entonces estacionaba el carro, entraba al cuarto y se tiraba a la cama sin ayudar a bajar nada, sin lavarse los dientes, sin desvestirse siquiera. Y al dia siguiente Lucia debia cargar maletas y maletines, y entregar la llave en la oficina. En Nueva Orleans se alojaron en el barrio frances en un apartamento bello y polvoriento que les alquilo una senora que tenia los dientes podridos y parecia la bruja de Hansel y Gretel. Salieron de dia a pasear por las aguas lodosas del Misisipi en un pequeno vapor de aspas rojas, cargado de turistas, que navegaba bien aunque pareciera de confite y caramelo; por la noche recorrieron Bourbon Street, mezclados con los demas turistas a medio emborrachar que recorrian la calle de arriba abajo oyendo musica y mirandose los unos a los otros. Y aquella primera noche, rematada en un bar donde un pianista musculoso que tenia nariz quebrada de boxeador le dedico a Lucia una version algo desvencijada de Farolito, el parecio divertirse. Durmio mal, sin embargo. A las cuatro de la manana, sentado en el balcon frente a un cenicero repleto de colillas, miraba pasar los ultimos borrachos. Y a las diez miraba su desayuno con cara cenuda y cenicienta. Ella le recordo, en el tono mas severo del que era capaz, que no era solo el quien habia sido golpeado por la desgracia. Se quedaron cuatro dias en Nueva Orleans. A pesar de los comentarios sarcasticos que debia oir de tiempo en tiempo, Lucia se sintio fascinada por esa ciudad alegre, un poco sucia y un poco fermentada, tan parecida a las ciudades del Caribe. Como pasa a veces con la gente silenciosa, el parecia certero cuando hablaba; pero si alguien se hubiera puesto exigente, lo del Disney World para borrachos o lo de los prostaticos tocando clarinete habrian resultado apenas intentos debiles de hacerle dano a un sitio que resultaba dificil dejar de querer. Lucia se quedaba un rato callada, mirandose las manos, y despues de darle la razon volvia a dejarse llevar por un bullicio y un movimiento que la deslumbraban. En Nueva Orleans entregaron el carro, que con su olor a resinas sinteticas, sus blanduras plasticas y sus peluches a base de petroleo habia empezado a asquearlo a fondo, y se fueron para el norte en el camarote-litera de un enorme tren expreso. Por la noche, mientras pasaban postes y fabricas sombrias, mientras el dormia o fingia dormir en la litera, Lucia miraba la eternidad que cada cierto tiempo abrian hacia el este los relampagos de una tormenta cercana. Horas despues se acosto y lo sintio llegar, innecesariamente brutal -- dulce y carinosa, ella nunca se le habia negado--, arrancandole la ropa a manotazos y penetrandola, rasgando y magullando, mientras el tren pitaba feroz, metido ahora en la tormenta masiva que azotaba las ventanillas y revolcaba los arboles vertiginosos y relumbrados. El climax fue rapido y aterrador, y parecio venirles desde el corazon mismo de las tinieblas. Dias despues, sin camisa, el miraba llover por la ventana. Aunque estuvieran todavia en plena primavera, sobre la ciudad habia caido una ola de calor y lluvia que la oscurecia y la hacia aun mas densa. Frente al hotel un hombre despatarrado dormia aferrando una botella de vino en la mano derecha. Lucia habia salido temprano y esta vez ni se habia tomado el trabajo de invitarlo. Cuando lo llamo a mediodia para decirle que todavia se demoraba otro par de horas, el le contesto que podia demorarse lo que quisiera; cuando regreso, a eso de las cuatro de la tarde, lo encontro sin camisa, mirando llover por la ventana. El hombre despatarrado se habia despertado y, sin levantarse, sin soltar la botella ni quitarle la cara barbuda a la lluvia, le pedia plata a la gente que pasaba. Dejo de llover. Visitaron a un amigo pintor que se vestia de negro, llevaba el pelo muy corto y usaba una gotera de oro en una oreja pulcra y rosada como un caracol. Tenia un estudio grande, donde producia cantidades abrumadoras de animales como electrizados sobre fondos de colores primarios. Despues de dos tragos empezaron a recorrer el estudio mirando esa serie infinita de imagenes -- vendidas, ciertamente, mucho antes de que empezaran a ser pintadas--. <>, dijo el, y Lucia lo miro con ojos muy abiertos. El amigo no parecia ofendido, pero tampoco encontraba que decir. Sonrisa cordial y ojos helados, menciono los tiempos, que cambiaban. Lo de la puta fabrica fue lo unico que dijo hasta el final de la visita. Para salvar las apariencias, ella tuvo que sostener la conversacion con su ingles precario mientras un macaco endemoniado la miraba desde uno de los oleos. El cielo se habia cerrado otra vez y habia tomado el color del cemento. De regreso al hotel, Lucia sintio ganas de llorar. El domingo siguiente miraban a un maromero chino que con dos palos lograba mantener otro en el aire, golpeandolo constantemente hasta dar la sensacion de que flotaba. La pequena plaza era un caos de prestidigitadores, equilibristas y musicos. Jovenes de pelo verde y pantalones de cuero fosforecian de palidez bajo el sol. Despues de hacer flotar el palo, el maromero chino empezo a escupir candela, pero solo Lucia pudo verla, porque el estaba sentado en una banca, encorvado bajo sus grandes espaldas, mirandose los zapatos. De regreso al hotel vieron a una viejita en patines, con la cabeza canosa llena de flores plasticas de colores. Cruzo frente a Lucia y le sonrio, afectuosa y feliz. --?La viste? --pregunto ella. El no contesto. Lucia dijo que habia visto a una viejita en patines con el pelo lleno de flores plasticas de colores. --?Y que queres? --pregunto el. Y entonces pregunto que si ella queria que el se orinara de la risa. Para la primavera siguiente el pellejo le colgaria de los huesos como a un buey enfermo. Despues de la partida de Lucia --lo dejo, por supuesto, incapaz de aguantar por mas tiempo esa mezcolanza de apatia y crueldad-- se sintio aliviado, como si le hubieran quitado un morral de encima. Camino liviano por las calles, sin rumbo. Entraba a los bares, salia de los bares, disfrutaba de una inmediatez que por su intensidad abolia el pasado por completo. A la senora que le alquilo el cuarto, unas roidas, joyas baratas y una actitud impersonal algo ingenua, le dijo que se llamaba Boris y se dedicaba a la reparacion de instrumentos. Adorno la mentira con algunos detalles y dejo aparecer el gesto mas parecido a una sonrisa que habia tenido o iba a tener en mucho tiempo. Y se instalo en un cuarto que olia a humedad y a estiercol de palomas. Las palomas venian de todas partes y anidaban en el alfeizar de las ventanas. La primera manana fue despertado por su arrullo desapacible y por el aleteo sordido que producian cuando llegaban o se iban del alfeizar. No sin esfuerzo abrio la ventana, que habia sido pintada muchas veces sin nunca abrirse y estaba soldada al marco, y vio dos nidos, cada uno con un par de pichones implumes y ciegos. Blandos reptiles del Apocalipsis, gargolas repugnantes, abrieron sus desmesurados picos con avidez primordial y cayeron al vacio como pequenos demonios, para estrellarse y desaparecer tres pisos mas abajo, entre pedazos de ladrillo, pedazos de alambre, sillas desbaratadas y colchones sucios, todos desperdigados en el patio que correspondia al edificio. Dos edificios vecinos estaban abandonados: uno tenia las ventanas tapiadas y parecia un enorme nicho funerario, del otro entraban y salian las palomas. Y del reguero de ladrillos del patio brotaban pequenos arboles, muy proporcionados, frescos y de un verdor absurdo para aquellos lugares donde no llegaba nunca el sol. Durante el verano durmio de dia y camino sin rumbo por las noches. Tal como se habia anunciado desde la primavera, el verano llego especialmente caliente y sofocante: llovia mucho y antes de cada aguacero el aire se ponia espeso y aplastaba. Metido en una penumbra de persianas bajadas el sudaba en pantaloncillos, durmiendo o mirando girar un ventilador de aspas metalicas que sonaba como si alguien estuviera sacudiendo una bolsa con clavos o monedas. Por la noche se ponia la ropa sobre el cuerpo todavia encharcado de sudor y salia a la calle despues de sacar un par de billetes del sobre donde Lucia le habia dejado una suma grande, tan grande al menos como irian a ser sus necesidades durante el verano, dinero que el ni habia pedido ni habia rehusado. Despues de caminar un rato se metia a cualquier bar, pedia una cerveza y se sentaba a mirar la television. En las tinieblas del bar alumbraba el verde del pasto en estadios donde hombres de mandibula cuadrada escupian y rasgaban el aire con miradas diamantinas. Senoras de ojos azules abrazaban con amor cajas de detergente mientras maridos vestidos con camisas impecables las miraban complacidos. Una pareja de novios se arrebataba una galleta de chocolate y se reia. La espuma de su cerveza se desvencijaba poco a poco, regresando de una elaborada e ilusoria estructura a la sencilla repugnancia del liquido plano y ahora tibio, que el bebia sin asco y casi sin pensarlo. En la pared de los banos, vulvas humilladas recibian falos en los que el orgullo masculino se sumaba a la propia torpeza del dibujo para plasmar una vanagloria atroz que alcanzaba los ultimos limites posibles de la fealdad. Cuando algun fanatico del beisbol le palmoteaba la espalda, sin sospechar que no se trataba de un camarada sino de alguien que solo miraba el verde puro, abstracto e irreal de los prados lejanos, el encogia sus hombros anchos, cada vez mas huesudos, de modo que el fanatico dejaba congelar un poco la sonrisa, enfriar sus ojos entusiastas, y retiraba el brazo, consciente de que habia tocado un territorio profundo y prohibido. Despues de mantener por horas el codo sobre la barra y la mandibula apoyada en la palma de la mano, salia del bar a la hora de cerrar con el hombro derecho cubierto por la ceniza de los incontables cigarrillos que habian ardido entre sus dedos mientras miraba a los novios que se disputaban las galletas de chocolate. Caminaba por calles que olian a orines, llenas de periodicos y paraguas desmembrados, y se dirigia hacia los parques del rio. En las bancas dormian los hombres desplomados. El movil reflejo de un aviso de Pepsi-Cola flotaba sobre las aguas oscuras. A veces dormia en una banca, como los otros, a veces se amanecia viendo bajar las aguas sucias hacia el mar. Cuando llegaba al cuarto se tomaba un trago grande, para escapar del aleteo de las palomas, y se tiraba en la cama a sudar y a sonar con un pasado que regresaba en imagenes descoyuntadas y revolcadas, como si por su memoria acabara de pasar un viento furibundo. Sin hablar casi con nadie, sin lavar su ropa, sin preocuparse por su creciente mal olor, se le fue pasando el verano. El pintor de animales endemoniados lo invito un dia a una fiesta a la que irian amigos comunes, pero el no fue, por supuesto. Ni siquiera penso que resultaria dificil entenderse con gente demasiado inteligente, que el buen gusto de una rebeldia aparente iba a hastiarlo o que las minimas formas convencionales de trato irian a resultarle insoportables. En un tono neutro dijo, sin mas, que no queria ir; miro con sencillez al pintor de animales electrizados, como se mira y entiende un cactus o una rosa, le dio la espalda y lo olvido por completo. El clima todavia no empezaba a refrescarse. Los hidrantes elevaban de dia chorros de agua en los que se banaban los ninos como pajaros; de noche caian contra el espejo del asfalto como si arrastraran carros y edificios, sirenas y neones, y los aniquilaran en un cataclismo espectacular contra la tierra. El recorria las noches del verano metiendose por sitios profundos, recovecos turbios, pero casi siempre buscando terminar la noche bajo cielo abierto. Por algun tiempo anduvo con una mujer morena que tenia el tatuaje de una culebra en el estomago. Con ella entro y salio de bares, con ella paso dias en cuartos de hoteles desastrados, que tenian baneras negras y cortinas espesas y raidas, y que parecian estar mas hondo que los trenes subterraneos cuyo ruido los calaba por completo. Envuelta en la luz de mecheros de alcohol, la vio hacer brillar jeringas, la vio casi desaparecer de placidez en el fluido de su propia sangre como quien se deja llevar por un ancho rio hacia el olvido. Aparte de que se hacia llamar Boris, ella no supo ni quiso saber nada de su vida. Se poseian con lujuria y sin ternura. Se encontraban al azar, sin alegria y de un modo fatal, como si dioses desganados hubieran tenido el momentaneo capricho de arrimarlos. Se despedian sin darse cuenta, desapareciendo el uno del otro como desaparecen las personas en los suenos. Cada cierto tiempo recibia cartas con estampillas de animales, plantas tropicales, proceres. Las dejaba sin abrir hasta que llegaba una nueva y entonces leia las dos con desatencion, chismes lejanos, historias de amigos que ya habia olvidado, formas afectivas que de lo puro marchitas ya ni tristeza producian. A veces se quedaba largos ratos mirando el azul intenso de las grandes mariposas, y a duras penas leia la letra abierta, pulcra, femenina, que le hablaba de gente que para el ya estaba muerta. Las orquideas, las mariposas de Muzo, los heroes de mirada ingenua, en la barra de un bar, en su propio cuarto, en los hoteles, eran despojos minimos y nitidos de un inmenso naufragio que a estas alturas ya ni centro tenia, ni periferia. En un sobre le llegaron las paginas dobladas de un periodico, donde se hablaba de el y se reproducia uno de sus cuadros. Las miro y volvio a doblarlas como si fueran un documento amarillo y apolillado, un poco repugnante, que hablaba de gente remota, desde hacia mucho tiempo convertida en polvo. Para entonces el pelo le habia crecido demasiado y se lo habia agarrado atras con un caucho. Su frente se veia muy amplia, sus ojeras muy grandes. Los vientos empezaron a soplar mas frescos. Las camisas de pana que habia traido de Bogota le colgaban abundantes y le daban una apariencia mistica. Se afeitaba cuando el roce de la barba con la almohada empezaba a fastidiarlo, cada tres o cuatro dias, sin espejo, rapido y sin preocuparse por los parches de barba que quedaran. Una vez, ya casi de madrugada, lo sorprendio un aguacero mientras miraba bajar el agua del rio para el mar. Camino despacio bajo la lluvia y sintio que uno de sus zapatos estaba roto. La noche siguiente, en un baratillo que abria las veinticuatro horas, compro unos tenis que al principio casi cegaban de blancura en contraste con su ropa oscura, pero que rapidamente se fueron curtiendo con el polvo de calles y bares hasta ponerse casi negros, y que serian usados sin lavarse nunca y de un modo continuo hasta su disolucion total. Otra noche un hombre tan flaco y grande como el mismo le pidio cuarenta y tres centavos que le faltaban para una botella de vino. Con uno de los billetes que le dejara Lucia compraron una botella de conac caro y se sentaron a beber frente al rio. Un pequeno velero, con solo una luz verde en lo alto del mastil y las velas desplegadas, paso remontando la corriente en la oscuridad, como una mariposa nocturna. El hombre dijo ser sueco. Durante la noche dijo ser exmarino mercante, exingeniero, exgeologo. Tambien era aleman, y el entonces lo dejo hablar, sin creer ni dejar de creer, como el que se deja acompanar por el ruido del agua que baja entre las piedras. La noche era limpia y las luces de los aviones se movian muy nitidas contra la negrura compacta del cielo. Una rata larga paso en la oscuridad y desaparecio en un bote de basura volcado. El sueco, ya borracho, termino una historia que lo habia conmovido y agitaba los hombros bajo el peso de sollozos vigorosos. Se bebio un trago grande. Parecio aliviado de la angustia que le habia producido su propia ficcion y siguio hablando sin parar, como saltando un abismo a cada instante, creyendose por turnos extopografo, finlandes, exgeologo, exmarino, holandes, unas veces arruinado por los viajes, otras por las mujeres, el juego y el alcohol. Como esa noche pasaron muchas. Las personas desaparecian y volvian a aparecer. A traves del sueco conocio mucha gente. Habia ajedrecistas fetidos, borrachos y caballerosos, muy raidos, que jugaban partidos a veces insensatos, a veces brillantes; habia hombres abstraidos que garrapateaban incansablemente cosas en cuadernos sucios; habia gente que con el alcohol comenzaba a discutir minucias a grandes voces y con gestos ampulosos y violentos, como si estuvieran en juego los destinos ultimos. Noches largas durante las cuales probo por primera vez vinos dulces que llevaban nombres como Rosa Salvaje de Irlanda, o Pajaro del Trueno, los mas baratos tal vez sobre la Tierra; noches que terminaban en un reguero de papeles y botellas quebradas que chispeaban despues con el sol mientras los hombres que las bebieron, desperdigados ahora, quedaban caidos en bancas, donde respiraban apenas entre su propia sombra, o intrincadamente ocultos en las grietas del cemento, como si fueran cucarachas o murcielagos. Las hojas empezaron a caer copiosas y a acumularse junto a las basuras de los parques. El caminaba metido en una gabardina demasiado larga, aunque corta de mangas, como las de los espantapajaros de las tiras comicas. La habia comprado por dos dolares a un amigo que ofrecia mercancia vieja, casi basura, en la plazoleta donde habia una escultura que representaba un dado gigantesco. Por algunos dias alcanzo a sentir el espeso olor acumulado de anteriores propietarios, sedimento oscuro que se perdia en los origenes de la raza humana, pero ahora su propio olor habia tomado posesion, o se habia tal vez integrado al antiguo, y ya no lo sentia. Y como la caldera del edificio aun no habia sido encendida, muchas veces el llegaba y se tiraba a la cama con la gabardina puesta, mientras afuera arrullaban las horripilantes palomas, a sonar con un pasado que cada vez le llegaba mas trocado y equivoco. A finales de septiembre recibio una carta donde se anunciaba la llegada de un pariente para principios de octubre. La carta decia que ellos estaban muy preocupados por la falta de noticias, y el tuvo que hacer un esfuerzo para recordar de cuales <> se trataba. A la duena del cuarto todo en la vida, al parecer, le importaba un bledo, y se encogio de hombros cuando el le dijo que se iba. Recibio la llave sin mirarlo y no se tomo siquiera el trabajo de levantar los ojos para verlo salir con su pequeno maletin en la mano y perderse en una noche excepcionalmente calida, aunque llena de bruma. Horas despues la mujer entraria al cuarto y meteria medias rotas, tubos de papel higienico y colillas en una bolsa de plastico negro. Lo haria con gestos mecanicos, sin siquiera odiar, sin recordar siquiera a la persona que habia dejado tras de si semejante basural. Se metio en un hotel pequeno, al frente de una avenida que cruzaba la ciudad de este a oeste, apretujado entre un almacen de almohadas y colchones demencialmente desordenado y una ferreteria polvorienta. Alquilaban cuartos por horas, dias, semanas, anos, tal vez siglos. Al otro lado de la avenida habia un parque con columpios y balancines oxidados, donde alumbraban por la noche los botes de basura a los que hombres oscuros metian fuego y despues rodeaban para calentarse. Su cuarto tenia un inodoro rajado minuciosamente, como una cascara de huevo, y un lavamanos mugroso. No habia ni ducha ni ropero. Ni el ni las demas personas que entraban y salian parecian ya necesitarlos. Se salia del hotel por corredores y escaleras iluminados por debiles lamparas de neon que soltaban luz nebulosa. Todas las noches, al lado de las canecas de basura y de la escalera que bajaba del hotel a la acera, habia un viejo que se acurrucaba para dormir protegido del viento. Mantenia la cabeza metida en una bolsa de plastico negro a la que le habia hecho orificios para respirar. Una vez el le ofrecio dinero, pero el hombre no quiso recibirlo; dejo en cambio oir una voz aspera y gruesa que venia de las profundidades de su cerrada noche de plastico, y le dijo que se llevara su dinero para otra parte, que nadie le estaba mendigando. Por entonces habia empezado a dibujar con carboncillo a la gente de los bares. Una noche quisieron comprarle el dibujo que habia hecho de modo mecanico sobre una servilleta, y que mostraba a un hombre pequeno sentado en una banca alta, encorvado sobre la barra del bar, a la vez envuelto en si mismo y echado para adelante, como un ave de rapina o un demonio. Esa vez no quiso recibir dinero, aunque no tuvo inconveniente en dejarse invitar a un par de tragos que, como siempre, le duraron hasta que cerraron el sitio. Pero despues decidio comprar un revolver que le ofrecian por ahi, conto lo del sobre y vio que le alcanzaba para el arma y solo le sobraba algun ripio. Entonces comenzo a dibujar a la gente y a recibir lo que quisieran dar por los dibujos. Los retratos eran tan oscuros como los bares, y las personas, aunque todavia identificables, aparecian a medio tragar por las tinieblas. Pero el limite de la oscuridad no se adivinaba en el bar (esquinas que, aunque invisibles, estuvieran alli; estructuras que, sin ser vistas, llenaran el alma con la luz de su logica, tranquilizandola), sino que se perdia sin remedio en un abismo sin fondo. El reflejo de unas gafas, una mano cundida de anillos de plata, eran creados con la nitidez necesaria para que todo lo demas cayera en el vientre horroroso de lo oscuro. Sin embargo, la gente, metida en su sopor de alcohol y cigarrillo, rara vez se horrorizaba; miraba el dibujo con interes, sorprendida por la evidente habilidad del dibujante, hablaba un rato con el, le ponia las manos en el hombro y se mostraba casi siempre generosa. Tan pronto recogia lo necesario para pagarse la noche de hotel, la comida y los tragos, el dejaba de dibujar y se quedaba otra vez en la barra, inmovil y en silencio. Pagaba el hotel cada madrugada. Llegaba poco antes de que saliera el sol y le daba el dinero al empleado sonoliento, que le entregaba una llave atada a una lamina metalica de apariencia carcelaria y le devolvia el maletin repleto de ropa sucia que habia dejado en la oficina al salir. Caminaba por escaleras inundadas de luz lechosa --el revolver, helado, subia metido en una media entre la ropa-- y entraba a un cuarto que cada noche era distinto. Todos tenian espejos desportillados y borrosos e inodoros rajados, pero unos daban a la avenida y otros a pasadizos oscuros donde las ratas hacian sonar las latas en las basuras. A el todos le daban lo mismo. Por las delgadas paredes llegaban sonidos que a veces eran vagos, sollozos lejanos que se fundian con los ruidos del vapor en los tubos de la calefaccion, disputas deshilachadas; pero a veces eran demasiado nitidos, bofetadas en cuartos adyacentes, gemidos sexuales, carcajadas crueles.

  • Amor de invierno de Jazmin Riera

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    “No es la pierna el problema, es tu cabeza, Lina -dijo lentamente-. Puedo hacerte una radiografia ahora mismo. Los ligamentos, musculos y huesos de tu pierna estaran normales -dijo en un intento de tocar mi pierna. Me movi con rapidez para quedar lejos.
    -?Que? ?Dices que estoy loca? -comente ironica para luego pararme e ir en busca de mi vestido.
    -No, digo que te castigas por lo que paso -relato-. E intentas alejarte con esas imagenes de algo que piensas que puede lastimarte.”
    Adelina, alias “Lina”, no es la misma de aquel verano hace quince anos atras. Un traumatico accidente en el mar le dejo una cicatriz en la pierna y un dolor insuperable de por vida.
    Lina es ahora la duena de una prestigiosa academia de baile y guia a sus mejores alumnos a competir por la revancha en el campeonato de danza Pavlova, que se desarrolla en pleno invierno en Bariloche. Ella ignora que en el hotel donde se hospedaran se encontrara con sus amigos de antano y con aquel amor que la dejo devastada. Cada uno de los personajes debera enfrentarse a sus propios miedos para salir adelante y retornaran antiguas pujas del pasado, entre confesiones, arrepentimientos y perdones.
    Lina y Shep viviran situaciones limite y tendran que decidir si su amor es lo suficientemente fuerte como para superar cualquier obstaculo.
    Una vez mas, Jazmin Riera nos atrapa en una historia tormentosa, pasional y enloquecedora, que nos hara sentir fuera de pista, bordeando el precipicio de principio a fin.

  • Palmeras de la brisa rapida de Juan Villoro

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    Juan Ruiz llego a Yucatan a ver por que los yucatecos comian tanta azucar. Trabajaba para una compania sonorense dispuesta a hacer grandes negocios con el apetito peninsular. En Progreso conocio a una muchacha que acababa de despachar a un pretendiente "porque fumaba cigarros rusos muy apestosos". Estela Milan pertenecia a una familia cuya buena reputacion emanaba, no de sus blasones nobiliarios, como hubieran querido algunos de sus miembros, sino de sus sabrosos helados. A unos pasos de la estacion del tren, la Neveria Milan ofrecia sorbetes y chufas. Durante anos, la familia habia probado su habilidad para confitar en frio, pero su verdadera aspiracion era el bel canto. Estela Milan solia interrumpir los bailes para interpretar un aria, el codo apoyado en el hombro de su galan. Juan Ruiz tomaba decisiones con la llana simpleza de quien es rustico y es espanol. Un dia abrio la puerta de su choza en la sierra de Leon, vio la nieve en derredor, penso en el trabajo que lo aguardaba en el corral de las ovejas y decidio irse al continente donde todas las frutas son posibles. En sus primeros anos americanos "labro futuro" durmiendo en el mostrador que atendia por las mananas. Sus penurias fueron tantas que aquel mostrador acabo por parecerle confortable. Varios anos despues habia logrado reunir algun dinero. El salon de bailes de Progreso debio parecerle un recinto del imperio austrohungaro y aquella muchacha que se abanicaba sin cesar, una princesa de Dalmacia (algo que ella no hubiera vacilado en aceptar). Ante Estela, sus mejores credenciales eran su acento espanol (en las raras ocasiones en que hablaba) y su "pinta distinguida" (una manera de decir que a pesar de su corta estatura y la calvicie incipiente, sus facciones alargadas sobresalian en los salones yucatecos donde abundaban las caritas picnicas). Asi como un dia el aire helado cuajo en una insolita palabra, "America", asi supo que viviria toda su vida con Estela. Nada mejor para un profugo del frio que una muchacha para quien la nieve era algo que sabia a guanabana. Yo los conoci muchos anos despues como mis abuelos. Su matrimonio tuvo el tipo de exito que solian tener los matrimonios de entonces: no se divorciaron y no se hablaron en los ultimos veinte anos. Viviamos en el duplex que mi abuelo construyo en Mixcoac y que era un ejemplo de su caracter; si el arquitecto decia que las paredes debian tener medio metro de espesor, el disponia que fueran de dos metros; no habia manera de convencerlo de que no estaba edificando las murallas de Campeche. Y no solo le molestaban las paredes de medio metro. En su caso, "estar de buen humor" significaba elogiar durante dos minutos a Rojo, el caballo de su infancia, o apiadarse de su unico amigo, el senor Maranon, que tenia un trapo en la cara porque le habian quitado la nariz. No le entusiasmaba nada que no fuera beber cafe negro en una botella de refresco o morder bolillos durisimos. En esa epoca era identico a Fernando Pessoa, cosa que, por supuesto, todos ignorabamos. Sin embargo, a diferencia del poeta, lo permanente en el no era la depresion sino el enojo. De las muchas emociones simples de que dispuso en vida, el abuelo escogio la colera para sus ultimos anos. A veces, al ver que los jugadores de futbol americano se pegan en el casco para celebrar una jugada, pienso que los coscorrones del abuelo eran cripticas felicitaciones. Como quiera que sea, nada podia impedir que pasaramos la mayor parte del tiempo en la parte inferior del duplex, la casa de los abuelos. Ellos si tenian television. --Chiquiti pollo, chiquiti pollo --decia mi abuela, y se pellizcaba el cuello repetidas veces, cuando el 7deg de caballeria liberaba a "los buenos". Esta era su forma de decir "lero lero candelero". Para nosotros Yucatan era la peculiarisima forma de hablar de la abuela. Sabiamos que venia de un lugar remoto y que varios de nuestros parientes habian muerto luchando contra Mexico. Tal vez porque el abuelo no daba otros signos de vida que un bastonazo de ocasion, su patria no parecia tan lejana. Mi abuela tenia una amplia memoria, siempre mejorada por su imaginacion. Nos conto mil veces el bombardeo de Progreso (la familia corrio hasta Chicxulub y se refugio en una casa repleta de alacranes), la llegada del cometa Halley, la visita de Madero a Yucatan: el heroe la tomo en brazos en un parque, dijo "que bonita nina" y le planto un beso en la mejilla (para mi abuela, la Revolucion habia sido obra de forajidos, pero guardo un buen recuerdo del "pobre hombre" que la beso de nina). Lo mas interesante de sus historias era que estaban llenas de misterios insolubles. Todo lo que contba de su abuelo, Jose Nicoli, era para demostrar que no era negro. El habia llegado de Honduras en compania de su esclava, la futura nana de mi abuela... "Era un hombre de pelo crespo, boca amplia, algo morenito, pero no negro." La ignominia maxima para una mujer consistia en no ser blanca (pronunciaba con tal enfasis que se oia balanca) y la siguiente (disponia de una vastisima escala de oprobios) ser blanca y "revolcarse con un turco". Todos los dias renovaba su decencia describiendo con lujo de detalle la indecencia de los demas. Si hubiera dicho "Fulana se fue con Mengano" jamas habria reparado en ello, pero cuando se referia a "!esa que se revuelca con los turcos!", me daban ganas de conocerla. La frase tenia una innegable carga sexual y hacia pensar en amores circenses, arabigos, magnificos. Una tia abuela mia habia sido raptada (y devuelta) en su juventud... "pero no por un turco", aclaraba mi abuela. La sangre arabe solo le parecia recomendable para la cruza de los caballos a los que mi abuelo le apostaba los domingos. Los apellidos de ciudades suelen senalar un origen judio sefardita y los Milan no debian ser la excepcion, pero mi abuela habia dado con un documento (perfectamente imaginario) que la vinculaba con Fernando VII. Vivia para ser blanca, decente y hasta santa. Cuando mi abuelo y yo regresabamos del hipodromo, nos informaba que alguien habia ido a preguntar si ahi vivia la santa. --Se conoce que estan enterados --anadia, con un gesto de la mas transparente vanidad. --!Esta mujer! --farfullaba mi abuelo. Yo estaba de parte de la abuela. Era carinosa, inventiva, malediciente y encontraba una justificacion extralogica para cualquier cosa. Una de nuestras actividades centrales consistia en sopear panes en su cafe con leche (acaso por ese don yucateco para azucarar las cosas, el suyo sabia mas rico que el de los demas). Cuando mi madre nos encontraba lamiendo las gotas que habian ido a dar a nuestros antebrazos, iniciaba una reprimenda: --!Que porqueria! Entonces ocurria la fabulosa explicacion de mi abuela: --Si asi lo hacen los americanos --y a continuacion inventaba una pelicula de gente refinadisima que sopeaba el pan, con un reparto avasallador: Ingrid Bergman, James Stewart, Grace Kelly y Humphrey Bogart. --Pero ellos no se lamen los antebrazos. --H'm. Se acabo --y las lagrimas fluian puntuales de sus ojos. --!Si, hazte la victima! --Tienes razon --sollozaba--, se me figura que la Bergman no estaba en la pelicula, sino Rita Hayworth --era imposible regatearle un argumento. Mi abuela es la unica persona que he visto llorar sin sentirme mal. Las lagrimas eran la exacta puntuacion de sus historias. Me gustaba que contara el episodio del chocolate. En una epoca en que fueron muy pobres, su padre gasto sus ultimas monedas en comprar un trozo de chocolate que tuvo que repartir entre sus siete hijos. La primera lagrima siempre caia en la palabra "trozo". Pero su capacidad histrionica conocia momentos mas intensos. Sus desmayos y sus ataques eran esplendidos. Sabiamos que los fingia, pero parecian tan veridicos que nos arrodillabamos a rezar mientras mi abuelo iba por el alcohol. Mi abuela habia querido ser cantante de opera. Por suerte para nosotros su padre no la dejo; de lo contrario nos hubiera privado de las escenas que iban del arbol de hule en el jardin a la azotea donde recitaba un aria de fin de mundo hasta que descubria que no valia la pena lanzarse de algo que no fuera un castillo. Esta pasion la llevo a incluirme en un drama: --Te voy a costurar un trajecito --me dijo cuando le hable con entusiasmo de la pelicula El Cid Campeador. Su inagotable capacidad de extravagancia tambien pasaba por la Singer. Habia hecho titeres en forma de dedales, la familia Tuch (ombligo). Por desgracia he olvidado los parlamentos que le asignaba a los diez ombligos. En el caso del Cid, nada le parecio mas natural que yo llevara mis gustos castizos a la calle. Velamos las armas en el antecomedor y luego me hablo pestes de los moros (un moro era un enemigo terrible, un turco historico). Asi, un dia de gracia de 1964 sali a combatir moros a la calle de Santander, enfundado en un traje medieval, con cruz roja al pecho y espada de palo a manera de la Colada. Por una vez los indios y los vaqueros se unieron para destruir esa incoherente aparicion. Mi abuela quedo feliz con la escaramuza. Curo mis heridas con violeta de genciana, arreglo el traje y se ofrecio a confeccionar una cota de malla con un mosquitero. No soporte la idea de un nuevo enfrentamiento. Le hable de los penachos indios y las afiladas botas de los vaqueros, con tal intensidad que se aficiono al rodeo. Ante la mirada disolvente de mi abuelo, la sala se transformo en un lienzo donde mi abuela toreaba perros de peluche. --Lo mas importante es el publico --no podia iniciar una escena sin testigos suficientes; pasabamos la mayor parte del juego abarrotando la falsa chimenea de munecos y mascotas. Alguien tan habil para contar descalabros ajenos debia tener una fuerte nocion del que-diran. Y mi abuela la tenia, pero solo abarcaba a los yucatecos. Si le llegaba una boleta de luz excesivamente alta, decia: --!Machis!, se me figura que me quiere perjudicar un yucateco de la compania de luz. En su mente, el pequeno mundo de Progreso se habia trasladado a la ciudad para observarla. Sus actos seguian siendo tan comentados como cuando iba a la neveria o al teatro Melchor Ocampo. A juzgar por su recelo, Yucatan debia ser una sociedad de conspiradores. Si alguien le ofrecia presentarle a un paisano, exclamaba: --!Fo!, !a redo vaya! --que mas o menos significa "fuchi, vete al diablo". En cuanto a la familia, solo entraba en su vida en forma de molestia. Su madre era una figura tiranica. Se acostaba en su hamaca, el unico sitio donde estaba "comodita", a comer platanos con leche y decidir la vida de sus hijos. A Florinda la destino a la solteria: "Eres la fea, tu me vas a acompanar de vieja". Florinda desarrollo tal fobia a los espejos que gritaba si le colocaban uno enfrente. Ernesto, el hermano mayor, era malisimo, se comia todo el arroz de los anos pobres "y ni siquiera engordaba". Este apetito sin provecho apenas era compensado por el humor "del pobre Gonzalo" (mi abuela no podia hablar de alguien bueno sin pobretearlo). Gonzalo murio joven y lo unico que se de el es la frase que dijo en una alberca: "Hago tan bien el muertito que hasta me empiezo a pudrir". Elvia tenia jaquecas todos los dias a las cuatro en punto; se acostaba unos minutos antes, a esperar su hora de dolor. La unica amiga de mi abuela era la senora Villa, una italiana (sus elaborados prejuicios le hubieran impedido tratar a alguien que se apellidara como el Centauro del Norte), casada con un ex piloto de Mussolini que se mantenia jovencisimo gracias a una dieta de miel. Ademas de la senora Villa, Italia tenia otras virtudes: era el pais de la opera y no era Espana. Y es que la abuela habia emprendido una cruzada antihispanica. Aunque el Cid merecia su aval moral para decapitar moros, los espanoles del duplex (mi abuelo y mi padre) solo podian ser objeto de intriga. En aquellos dias primarios, me convencio de que Espana era el pais donde la gente no se cambiaba de camisa. Ella era fanatica de la limpieza; los jabones que pasaban por sus manos cobraban otra consistencia, como si hubieran servido a un regimiento, y tenia no menos de tres polveras en servicio. El caso es que una de nuestras complicidades consistia en contar los dias que mi padre llevaba con la misma camisa. Es obvio que alguien que crecio en un internado jesuita, donde habia que romper el hielo en el aguamanil para lavarse la cara, no podia tener la misma relacion con el agua que una dama del tropico, pero mi abuela aprovechaba cualquier oportunidad para que la vida de la casa se volviera interesante, es decir, sospechosa. Vivia rodeada de extranjeros. Mi hermana y yo eramos "mexicanos", y por mas lastima que esto le causara, jamas hubiera pensado en compartir nuestra suerte. Mi madre nacio en Yucatan, pero su vida estaba marcada por el estigma de los descastados: habia empezado a fumar. Todas sus ideas eran fijas: mi hermana Carmen y yo eramos perfectos, a pesar de que jamas lograramos cumplir una de sus mas caras obsesiones: dibujar "un tucho nadando". El tema estaba a la altura de nuestros gustos estrafalarios, pero desperdiciamos cientos de crayones sin lograr que el simio nadara. Cuando mi madre le dijo (llorando en serio, sin la menor teatralidad) que yo era sonambulo y hablaba solo, ella respondio: "Como sufre el nene". Los culpables de mis defectos siempre eran otros, en especial mis insoportables amigos: --!Estos chiquitos solo vienen a hacer laberinto! --se quejaba.

  • Juegos de pasion (Amigas Forever 5) de Anna Soler

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    Michelle huia de un pasado oscuro. Nadie conocia cual era su verdad, ni tan siquiera su unico hermano Ivan.
    Dejando atras brooklyn Michelle comienza una nueva vida en San Francisco.
    Nuevo trabajo, nuevos amigos, nuevas experiencias. Entonces conoce a Ethan Macconner, el aclamado neurocirujano del hospital “Madison center”.
    La atraccion entre ambos sera inmediata, una pasion arrolladora incapaz de controlar.
    Michelle iniciara una torrida aventura con el atractivo doctor sin saber que esta jugando con fuego.
    ?Sera capaz de parar a tiempo antes de que el amor gane el juego?
    Los fantasmas de su vida la acechan de cerca. Michelle tendra que afrontar sus propios miedos para poder ser feliz.
    Lujuria, desenfreno, y deseo seran la trama de una pasion incontrolada.

  • Besame, tocame, hazme tuya de Bianca De Santis

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    Habia terminado, por fin, la cuenta regresiva de esos meses, esas semanas que parecian infinitas, cada uno de sus dias, sus minutos y todos los segundos. La espera de tantas semanas, dieciseis en total, y que parecia interminable al principio, culmino rapidamente. Eva tenia muchas ganas de ir al bano para vaciar su vejiga. Ademas, una joven enfermera con manos agiles hacia delicados movimientos para aplicar esa sustancia fria por su vientre, que aun no mostraba senales de abultamiento. Quiso reclinarse en su comoda silla para calmar su cuerpo, pero le costo mucho. Ella no dejaba de ver a Bruno. Su expresion, que generalmente era de profunda calma, se habia convertido en un ceno fruncido y una mirada molesta. Su mirada profunda como el mar mostraba en ese momento un terrible nerviosismo y una gran ansiedad. Si bien los dos querian estar alli para presenciar el ecosonograma que habian planificado hacer al cumplir los cuatro meses de embarazo, a Bruno la idea de ir a la ciudad no le parecia precisamente agradable. A el, evidentemente, no le gustaba estar en ese lugar. Habian solicitado un turno a primera hora, por lo que aguardaron alli y utilizaron el tiempo disponible para comprar comestibles. Sabian que era necesario, pues su jardin no estaba dando frutos debido a la fuerte temporada de lluvia. No tenian nada que comer, e Eva debia mantener una alimentacion basada en verduras y frutas frescas. Eva era consciente de que pronto tendria que usar ropa mas amplia, aunque todavia su estomago no habia crecido. No le gustaba ir de compras, pero le harian faltas vestidos con tallas mas grandes que las diminutas blusas que solia usar. Aunque Bruno no era partidario de salir, intento mostrar alegria cuando la acompano al centro comercial. Tambien querian comprar cosas para el nino. A el no le gustaba mucho salir a adquirir esos atuendos. Odiaba hacerlo, de hecho. --Perfecto. Por favor, reclinate para ver tu pancita --le pidio la enfermera con una sonrisa amplia a Eva. Eva se enfoco en el momento y el lugar. Abandono los pensamientos de las compras. Tomo aire y trato de no sentir dolor por el tamano de su vejiga. En ese momento creia que tomar tanto liquido antes de acudir para realizarse ese examen no era precisamente una buena idea. No queria que sus piernas quedaran en una posicion poco confortable. Balanceo su cuerpo para sentirse mas comoda. Cuando movio la parte inferior de su cuerpo, sintio que finalmente el deseo de vaciar la vejiga, asi como el los alaridos de dolor y la tension en su cuerpo finalmente terminaban. Era una chica con cabello negro, unos ojos color miel y un rostro perfectamente maquillado. Aunque aparentaba tener unos dieciocho anos, Eva era consciente de que eso no podia suceder. Sabia que solo podria haberse graduado en la universidad tras cuatro o cinco anos de estudios. -- Habia olvidado decirlo. Mi nombre es Ana --dijo con calma la enfermera para presentarse. Lo mas importante era que la habia tratado muy bien. No le agradaba para nada la idea de que una persona desconocida la tocara. Ademas, no le hubiera gustado tener que lidiar con una enfermera arrogante o que moviera su cuerpo con molestia para aplicarle alguna inyeccion. Le enfadaban incluso las visitas medicas de su nuevo doctor familiar. Tuvo que ir sola a la primera, ya que Bruno no quiso ir en esa oportunidad a la ciudad. Cuando noto que podia estar enferma, decidio comenzar a acompanarla, pero siempre tenia ganas de salir corriendo de alli y volver a su pequena cabana. No tenian mucho tiempo juntos y el pasado hasta ese momento era un tema tabu. Por eso, Eva no sabia por que Bruno sentia incomodo alli. Se preguntaba si tendria esa sensacion solamente con Alto Prado o todas las ciudades a las que fuese. Si le preguntaba al respecto, seguramente el no querria responder, porque estarian entrando en un terreno pantanoso para el. Si bien el no se negaba a responder sus preguntas ni a conversar, ese tema simplemente no le gustaba. No hablaba para nada sobre ello. Mas bien eludia el tema y llevaba la charla a otro asunto con el que se sintiera mas comodo. Tambien la distraia preguntandole a ella cosas sobre su pasado. Asi que Eva todo el tiempo debia contestar interrogantes sobre su vida y no podia recordar como la conversacion llego hasta alli. Y cuando Bruno notaba que las cosas no llegaban a ese punto, tomaba el camino seguro y empezaba a hablar del nino que tendrian. Si. Le costaba imaginar que en su propio cuerpo ya habia otro ser creciendo. Iban a tener un nino. Aunque no habia sentido los movimientos de la criatura, seria el nino de ella y Bruno. Ademas, era impresionante que el fuese el padre y estuviese con ella. --Voy a medir algunos indices y comprobar que todo este en orden. Es parte de la rutina. No tienes que preocuparte en caso de que no responda tus inquietudes de inmediato. He tenido a muchas pacientes que empiezan a sentirse nerviosas porque creen que estoy observando alguna anormalidad, pero eso no suele suceder. --Ana hablaba con una voz tan suave y mostraba una expresion tan calmada que, aun cuando la sala de examenes tenia todas las luces apagadas, Eva podia calmarse. Asintio con su cabeza tras escuchar a la enfermera y se concentro en el rostro de Bruno. Siempre que el llegaba a sus pensamientos, ella sentia que su pecho latia. Le parecia un hombre muy apuesto. De hecho, estaba convencida de que era el mas hermoso en la ciudad, el estado, el pais y el planeta. Pasar todos los dias con el le parecia una de las mejores cosas que podia hacer en la vida. Disfrutar su aroma en las mananas y jugar con sus cabellos... Bruno habia vuelto a la ciudad. Lo habia hecho por Eva. La encontro en la casa de ese sujeto, Andres, la defendio de el y regresaron juntos a su casa en la entrada del bosque, esa calida cabana… Y empezo a sentir esa sensacion tan poderos que no encontraba palabras para describirla. Le parecia que era una emocion intensa que nacia en lo mas profundo de su ser. Era una mezcla de calma, armonia, alegria por la presencia de Eva, fe en su relacion y felicidad. Eva lo amaba profundamente. Lo habia amado incluso antes de que el se marchara de Alto Prado. Se habia mudado, con ella, y habia logrado que ese amor creciera. Ahora era mas poderoso y en solo un dia le habia permitido darse cuenta de que valia la pena estar con el. El movio su cara lentamente al notar que los ojos de Eva estaban fijos en el. Los dos estaban ansiosos. Le mostro una tierna sonrisa y cruzo sus manos, mostrando el nerviosismo que sentia. Estaban muy emocionados porque verian por primera vez a su bebe. Los dos veian como la enfermera giraba un pequeno y frio aparato alrededor del estomago de Eva. Lo llevaba por todo el vientre y se detenia para presionar en algunas partes. Veia el monitor de la computadora, escribia algunos apuntes y luego volvia a ver el aparato. El examen estaba copando toda su atencion, por lo que ni Eva ni Bruno querian hacer algun comentario que la desconcentrara. Intentaron calmarse, aunque les costaba. --?Les gustaria saber el sexo del bebe o preferirian esperar? --pregunto Ana. Despues de un rato, alzo sus ojos y dejo de mover sus manos. A Eva le parecia que su boca estaba trabada y todas las palabras estaban sujetas a su garganta. Ademas, la ansiedad en su pecho crecia mas y mas. Habia esperado ese momento por semanas, con mucha ansiedad, pero ahora no sabia que decir. Bruno llevo su mano y la puso sobre su rodilla. La posicion mostraba lo incomodo que se sentia estando sentado alli. Ese tipo de sillas eran habituales en las salas de espera o los consultorios, pero no eran precisamente confortables. --De hecho, nos gustaria saberlo ahora --le dijo con calma--. ?Podria decirnos, por favor? --Si, por favor --dijo Eva despues de unos segundos--. Tambien me gustaria saber. Ana escucho y sonrio alegremente. --De acuerdo. Entonces movere el monitor. Asi podran ver a su hijo e incluso podrian darse cuenta del sexo sin que yo se los diga. --Movio la gran pantalla y esta quedo frente a ellos. Eva solto un suspiro mientras Bruno se movia. Puso su mano sobre la de ella y se sintio tranquila, apoyada, amada. Ella la tomo con algo de fuerza y Bruno le correspondio con otro apreton, tambien suave. El momento era tan maravilloso que Eva no pudo contener el llanto. En su pecho habia miles de nudos causados por la alegria. Luego ambos pudieron apreciar una figura. Era la de un rostro. Ana deslizo el aparato sobre el estomago de Eva. Entonces pudieron ver el resto de su anatomia. Manos, piernas, rodillas y pies. Eva evitaba ver la cara de Bruno. Sabia que, si se encontraba con su cara en ese momento, no podria controlarse. El era un hombre apuesto, con una gran presencia, una fuerte musculatura y un espiritu independiente. Sentia que el habia estado bien cuando estuvo soltero, en una cabana alejada de la ciudad. Y ahora, estaba impresionado por lo que veia. Eva habia pensado que los cambios de humor eran solo un chiste, que las mujeres no pasaban por eso. Pero ahora que lo vivia, entendia que era totalmente cierto. Las emociones eran muy fuertes. De un momento a otro su animo se alteraba terriblemente. Estaba alegre y relajada, y violentamente se convertia en una mujer molesta e insatisfecha. El embarazo habia causado tantos cambios en Eva que ahora no podia controlar sus emociones. Pudo ver que tendria la misma nariz alargada de Bruno. --Vaya --dijo mientras soltaba un suspiro. Estaba en shock. Ana llevaba el aparato por la parte derecha de su pancita. La carita del bebe aparecia de nuevo en el monitor. --?No es increible que podamos ver tantos detalles aun cuando falta tanto para el parto? --Es maravilloso todo lo que podemos descubrir. Contamos con una tecnologia muy avanzada --agrego Ana--. ?Puedes adivinar el sexo de la criatura? La sonrisa gigante en su estupenda cara demostraba lo feliz y satisfecho que se sentia. --Creo que ya se que tendremos --dijo Bruno al aproximarse--. Sera varon. Su voz revelaba que sentia una emocion inusual para estos casos. --!Exacto! --dijo Ana. Ambos Sabian que estaba acostumbrada a ver bebes todos los dias, pero igualmente se veia alegre delante de ellos. Se sintieron contentos por ver que Ana transmitia felicidad y rebosaba de optimismo. Eva intuyo que se sentiria feliz si tuviera a una chica como Eva como amiga. Era calida y agradable. Pero recordo que vivia lejos de Alto Prado. Entonces su pecho se estremecio de dolor. Se sintio sola una vez mas. Si, amaba a Bruno. Lo amaba profundamente. Pero le hacian falta sus amistades. Queria hacer nuevos amigos tambien. En su caso era complicado, porque estaba a unos cuarenta minutos de distancia de la ciudad. Aunque la lejania no era la unica razon. Habia perdido el contacto con todos sus allegados y queria retomarlo. Se habia alejado de todos ellos despues de comenzar su relacion con Andres. Cuando recordo a su familia, la agitacion en su pecho fue tan poderosa que creyo que no podria aguantarla por mucho tiempo. Con ellos tambien habia perdido el contacto.

  • Piel de plata de Javier Calvo Perales

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    Pol es un adolescente que se pasa el dia leyendo novelas. A raiz de una agresion en el colegio, es expulsado y empieza a medicarse. En la sala de espera del psiquiatra conoce a Bronwyn, una chica rebelde, fascinante y mucho mas inteligente que nadie a quien Pol haya conocido nunca. Con ella descubre la obra del poeta Juan Eduardo Cirlot y un mundo mas alla de su comprension. Cuando pierde la pista de Bronwyn, pedira a su hermana Oli que le ayude a encontrarla.

  • Vidas Paralelas de Charli Farinha Toni

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    Un mismo tiempo en un solo pais, con cinco chicos, cinco clases sociales, cinco mundos. Los mismos problemas vistos desde otras perspectivas y todos deseando lo mismo: una valvula de escape.
    Miedos a enfrentarse a si mismos, fracasos personales, ilusiones rotas, decepciones amorosas y familiares, suenos realizados, desafios a cada instante, y solamente se tienen a si mismos.
    Distintas historias, diferentes nacionalidades, varias ciudades, donde no somos tan distintos los unos a los otros como podriamos pensar, y todos buscamos lo mismo: un punto en comun.

  • Bradley (Sueno americano 1) de Emma Madden

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    ?Cual seria tu sueno americano?… para millones de personas seria Bradley Williams, estadounidense de pro, deportista de elite, quarterback de los New England Patriots, seis veces ganadores de la Super Bowl, y un verdadero heroe para sus cientos de seguidores y miles de admiradoras que lo consideran el hombre perfecto.
    Un hombre perfecto si, pero distante y frio, alergico a las relaciones, que encontrara la horma de su zapato en una periodista espanola a la que conoce por casualidad y la que, tras innumerables desencuentros, le pondra la vida patas arriba, convirtiendolo en un tipo mas feliz, pero mucho mas vulnerable.
    BRADLEY es el primer libro de la serie SUENO AMERICANO, de la autora Emma Madden.

  • Un invierno para creer de Irene Axelia

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    Borja aterriza en Amsterdam para empezar de cero. Un nuevo hogar, un viejo amigo como compania y su guitarra como unico equipaje. Aunque el viaje mas importante de su existencia comienza cuando aparece una joven bailarina de sonrisa eterna y unas ganas inmensas de comerse el mundo.
    El ya no cree en nada, la vida le ha dado un fuerte golpe, pero cuando Tessa lo descubre se empena en cambiar su forma de pensar y le propone un juego con mucho espiritu navideno. Solo necesita veinticuatro dias y que Borja este receptivo a todo lo que ocurra entonces.
    El, al limite de la desesperacion. Ella, llena de vida, dispuesta a ser la mecha que encienda sus ganas.
    Un invierno para creer es un laberinto de emociones iluminado por luces de Navidad que te mostraran el camino que emprenden juntos. ?Lograra Tessa que Borja recupere la ilusion perdida?

  • Todas las familias felices de Mercedes De Vega

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  • Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes de Jose Antonio Moreno

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    ?Cuanto dura el amor? ?Tiene fecha de caducidad como los yogures?
    Hace meses que me siento como una sirena atrapada en una licuadora, como una coplera sin bata de cola, como un tallo sin capullo o un lirio sin olor. Despues de mas de veintisiete anos de matrimonio acabo de descubrir que la vida son tres dias y que ya he consumido dos y medio. Que me apasionan el <>, los merengues con chocolate y almendras, decir <> y el roce energico y constante de la piel mientras algunas palabras acaloradas me arrastran hacia el mas oscuro, profundo y enigmatico placer. Que los amigos se cuentan con los dedos de una mano y casi siempre te sobran dos o tres. Y que, cuando el amor es de verdad, dura miles de anos y no se extingue como los dinosaurios.
    Excepcional, sarcastica y divertida. Desde que los dinosaurios se lavaban los dientes es una novela sobre la familia, la amistad, el hastio de la costumbre y el amor. Tambien, sobre el desamor porque algunas veces te golpea como un rayo y otras te consume poco a poco sin que te des cuenta. Es, en definitiva, una novela en la que yo, Catalina Pulpon, lidio con los sentimientos que se arremolinan en mi interior. !Animate! Ahora que tienes el libro entre las manos, ?por que no le das una oportunidad a mi historia?

  • Balsamo de Juan Antonio Vallejo Narvaez

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    Atipica, hipnotica, brutal. Un thriller que no te dejara indiferente.

  • El diablo de Milan 2, El diablo en la sombra de Cathryn De Bourgh

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    Varina penso que vivia un sueno, un cuento de hadas del que no queria despertar. La boda sorpresa, el viaje a Paris, y haberse casado con el hombre que amaba, todo era mucho mas de lo que se habia atrevido a sonar. Y en plena luna de miel, recorriendo de la mano las calles parisinas, no queria pensar que en una semana debian regresar a Milan. Solo queria quedarse alli, abrazada a su lado, haciendo el amor durante horas hasta quedarse dormida mientras afuera todo corria como un huracan, ?que importaba? Se levanto con pereza al oir el telefono. Que artefacto tan impertinente e inoportuno. No, no queria atender. El habia apagado su celular para que dejaran de molestarlo todo el tiempo desde Italia y ahora dormia como un liron a su lado. Lucio Valenti. Su antiguo jefe y ahora su marido. Propiedad privada. Prohibido tocar... Pero ese telefono no dejaba de sonar y era su celular. Dejo la cama donde estaba calentita y feliz, lo hizo de muy mala gana y fue a atender. Era su tia por supuesto, ?quien mas seria capaz de llamarla en plena luna de miel? La pobre tia Giuliana todavia estaba en shock al enterarse de que se habia casado con su jefe a quien siempre creyo el rey de los seductores, incapaz de casarse. --?Como estas, Varina? Oh te echo tanto de menos. --Yo tambien tia, ?como estan todos? --Muy bien ?y tu? ?Que tal va todo? ?Cuando volveran? Todo iba muy bien pero si le hubiera contado su luna de miel en detalles pues a su tia le habria dado un ataque. ?Que pregunta era esa? --En una semana por desgracia. Quisiera quedarme para siempre aqui, tal vez me mude algun dia--respondio Varina. --Oh ?eso es verdad? --Si pudiera si, pero todavia no hay nada decidido, Valenti tiene sus empresas en Italia, debe estar alli a veces, reuniones, firmas. Un bodrio. --?Entonces piensas vivir en otro pais mas adelante? --Por supuesto, soy su secretaria perfecta. Mientras hablaba vio que su marido despertaba y la miraba con una sonrisa traviesa. Vaya, ?a quien se le ocurria llamar en su luna de miel y hacer preguntas sobre el futuro? Solo a su tia. --Ven aqui, preciosa--le susurro el abrazandola despacio. Varina le explico a su tia que tenia que cortar el telefono y luego se dejo arrastrar a la cama. --?Con quien hablabas?--pregunto el. --Con mi tia Giuliana, ?quien mas? --?Y que te dijo? --Queria saber como lo estaba pasando pero no le pude contar todo--le explico ella con una sonrisa. --?No?--el se fingio sorprendido. Varina sonrio cuando le quito el neglige de encaje y su minuscula braga para tener una copula rapida mananera como ocurria a veces. --Valenti, aguarda... Su vientre no estaba preparado para engullir esa inmensidad, todavia era estrecha, no entendia bien por que y cuando la penetraba le costaba hacerlo. El atrapo su boca con un beso salvaje. --Tranquila, lo hare muy despacio--le susurro el sin dejar de besarla. Sus labios ahogaron su gemido cuando sintio que la penetraba por completo, sin que quedara un milimetro, suya, tan suya como siempre lo habia sonado... En ocasiones temia que todo fuera un sueno y que un dia despertara sola en una habitacion de hotel pensando que se lo habia inventado todo pero cuando hacian el amor era como despertar de nuevo y que el le dijera al oido: "todo es verdad, esto es un sueno muy real", porque sentir su inmensidad en su cuerpo era sentirse amada, deseada, viva de una forma que desconocia. --Preciosa, eres tan deliciosa, tan dulce--le susurro el. Ella lo abrazo con fuerza y comenzo a moverse a su ritmo, a disfrutar cada embestida salvaje, cada roce de esa virilidad dura e inmensa en su cuerpo. Disfrutaba tanto ese momento y lo deseaba tanto y cuando sentia que la llenaba con su placer y expulsaba su simiente se preguntaba como seria tener un bebe de su amor, un bebe que se pareciera a el. En ocasiones fantaseaba que se quedaba embarazada pero eso la asustaba un poco, sabia que era muy pronto. Ademas se estaban cuidando para evitarlo. De pronto el la miro con sus ojos oscuros y una sonrisa mientras caia sobre ella rendido y satisfecho. --?En que estas pensando, preciosa?--le pregunto. Varina sonrio. --Pensaba que quisiera quedarme en Paris para siempre y no regresar a Milan, porque cuando lo haga temo que... todo haya sido un sueno--le respondio. El la envolvio en sus brazos con mucha fuerza. --No lo es preciosa, es real... vaya, jamas pense que caeria asi en tus garras. Esa confesion la hizo sonreir cuando estaba al borde de las lagrimas. --?En mis garras? --Si, en tus tiernas garras de gatita hermosa y tierna--le dijo el besando sus manos. Varina sonrio. --Yo diria que fue al reves, fui yo quien cai en tu cama y en tus garras--le respondio. El dia recien comenzaban y tenian planeado recorrer los castillos, comer en restaurant exoticos y sacar fotos. Vestidos como turistas no habia fotografos ni nadie cerca curioso mirando, nadie los conocia y ambos pudieron disfrutar tranquilos esos dias en Paris y recorrer los lugares mas bonitos sin ser molestados por fisgones. Al mediodia mientras almorzaban en un restaurant italiano en el corazon de Paris Varina le pregunto que pasaria cuando regresaran. --?Seguire siendo tu secretaria? Esa pregunta parecio sorprender a su esposo. --Me encantaria pero es que las esposas Valenti no trabajan tesoro, no se ve bien que lo hagan. Es por una cuestion de estatus y orgullo. --?Que dices? --Es verdad. Ya te lo dije cuando nos casamos, ?lo has olvidado? --Pero si hay esposas de tus parientes en la empresa--senalo ella. --Algunas si, pero no es lo que yo deseo. --Diablos, ?que hare en todo el dia sin trabajar? Morire de angustia esperandote en casa. --No te preocupes por eso, pronto te hare muchos bebes para que estes ocupada en casa. Ella lo miro espantada. --?Que dices? ?Es broma, verdad? Pero Valenti no sonreia. --No, no lo es... pero hay tiempo para eso, sin prisas. Ademas deja de preocuparte por el futuro, el presente es el unico tiempo que nos pertenece. Tenia razon, no debia ponerse ansiosa con el futuro. Sin embargo no le agrado saber que debia quedarse en casa. ?Que haria en todo el dia? Moriria de aburrimiento esperando su llegada, estaba segura de que habia algo que pudiera hacer... Pero una idea horrible cruzo su mente mientras saboreaba el postre de chocolate. --Entonces ?tomaras otra asistente? Por favor Valenti, no me hagas eso. El sonrio. --?Y por que crees que eso sea tan malo y alarmante? Varina lo miro enfurrunada. --Tu lo sabes bien, no te hagas el tonto. --?Crees que lo se? --Si. Se miraron enfrentados sin decir palabra hasta que el dijo como al pasar mientras bebia un sorbo de agua mineral: --?Es por celos? ?Temes que me sienta tentado por un par de piernas? Preciosa, eso no va a pasar, debes confiar en mi, soy tu marido ahora y prometi serte fiel y lo cumplire. --No es por ti, sabes que en esa oficina habia un monton de gatas en celo al acecho. --Ni tantas, ademas jamas les preste atencion, ?por que lo haria ahora? --Pero yo era tu secretaria, tu asistente y tu espia. ?Crees que ya no vas a necesitarme? Valenti se puso serio. --Siempre voy a necesitarte preciosa pero en casa, esperando mi regreso en la cama, lista para tener sexo--dijo y le dio un beso ardiente. Varina se dejo arrastrar por sus besos y sintio que se moria por hacer el amor otra vez antes de salir de paseo, eran sus ultimos dias en Paris y debian disfrutarlos. --Bueno, creo que deberiamos regresar al hotel, ?tu que piensas?--pregunto el. Ella sonrio con picardia. Por supuesto que queria regresar al hotel. Su esposo pago el restaurant y se marcharon poco despues. A puertas cerradas en su habitacion hicieron el amor sin prisas. Valenti se moria por desnudarla, por hacerlo deprisa pero ella preferia ir despacio. El sexo era un mundo nuevo que descubrir, un mundo de sensaciones que queria disfrutar a pleno pero todavia seguia siendo un poco timida a veces. Para Varina la copula era un ritual maravilloso de ensueno y la desesperaba llegar a ella como en esos momentos. --Lucio, aguarda, ve despacio--le dijo de pronto.

  • El granero, tu y yo (Bdb), Antonella de Quevedo de Antonella De Quevedo

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    Eloisa decide separarse de Fernando harta de aguantar las consecuencias de su ludopatia. Con ganas de luchar y de salir adelante asume todas las responsabilidades que conlleva hacer que prospere una granja en plena crisis.
    Sin embargo, con la marcha de su marido no acaban los problemas ni los disgustos. Malas amistades y personas del entorno de Fernando querran cobrarse con creces las deudas pendientes, por lo que no vacilaran en acosar y extorsionar a Eloisa.
    Pese a todas las adversidades ella contara con su ilusion y la ayuda de Tomas, que no dudara en apoyar a la mujer a la que admira en secreto desde que puso un pie en sus tierras como veterinario de su ganado.
    ?Conseguira Eloisa desvincularse de Fernando? ?Y como se tomara este el acercamiento de Tomas a su exmujer?
    El granero, tu y yo removera los sentimientos del lector y le arrancara mas de un suspiro, tanto por la azarosa y tierna historia de amor entre Eloisa y Tomas como por el inocente y dulce romance adolescente que surge entre Julian y Estela, dos de los personajes secundarios mas jovenes.

  • La sirena que se atrevio a amar a un hombre de Brian Lopez

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    En un mundo donde la masculinidad esta prohibida y cuyo sistema politico oprime al pueblo y limita las libertades individuales, es inevitable que tarde o temprano las fricciones acaben apareciendo y generando divisiones, y mas aun cuando el amor hace acto de presencia.
    Desafio, amor, odio, traicion, ambicion y mentiras son los componentes de esta historia en la que Liria, movida por su curiosidad y sus sentimientos, desobedece al sistema y se convierte en un ejemplo real a seguir por todas aquellas sirenas que ansian por encima de todo la libertad.

  • Ellas hablan de Miriam Toews

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    Durante anos, en la recondita colonia menonita de Molotschna, decenas de mujeres han sido sistematicamente drogadas y violadas mientras dormian. Despertaban doloridas y sangrando. La comunidad se empenaba en mantener que todo era producto de su absurda imaginacion, o quiza del demonio, que las castigaba por sus pecados. Los violadores, sin embargo, eran hombres de la propia colonia: tios, hermanos o vecinos que finalmente acabaron en prision pero que en apenas dos dias seran liberados bajo fianza y regresaran a casa. Ocho de esas mujeres que padecieron abusos y violaciones estan a punto de reunirse en secreto para tomar una decision que determinara su futuro. ?Que deben hacer? ?Perdonarlos, como pide el Pastor? ?Responder a la violencia con mas violencia? ?O marcharse para siempre?

  • Multimillonario Intrepido. Zane de J. S. Scott

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