• libro frente al espejo - Myrna Del Carmen Flores

    https://gigalibros.com/frente-al-espejo.html

    Cuando el espejo es tu unico companero, refleja tu vida.Cada dia Cecilia, se enfrenta a su imagen y a las diferencias que el tiempo ha dejado en su piel, pero mas alla de lo externo, observa su evolucion. El reflejo en su mirada le devuelve los recuerdos de las etapas de su vida, sus errores y las personas que fueron parte de su cambio.Hermosos pueblos magicos del occidente de Mexico son testigos de la transformacion de Cecilia en una creyente de la libertad, aunque el precio por conseguirla, implique quedarse sola. Frente al espejo hay alguien dispuesto aun a redescubrirse para encontrar nuevas esperanzas de continuar siendo libre a pesar de los anos vividos. En su nueva novela, Myrna del Carmen Flores nos entrega un personaje lleno de matices y emociones, con una narrativa sencilla y fluida.

  • TERELU CAMPOS FRENTE AL ESPEJO - Casa del Libro

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    El libro TERELU CAMPOS FRENTE AL ESPEJO de TERELU CAMPOS en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Terelu Campos. Frente al espejo (Plan B) - Amazon.es

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    Terelu Campos. Frente al espejo (Plan B) : Campos, Terelu, Calleja, Kike: Amazon.es: Libros.

  • Clara Frente Al Espejo (Novela) Tapa blanda - Libros

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    Clara Frente Al Espejo (Novela) : Olías Ericsson, Belén: Amazon.es: Libros.

  • Frente al espejo - Libro de Pedro Pablo Pérez Santiesteban

    https://www.lecturalia.com/libro/91183/frente-al-espejo

    Frente al Espejo es sin lugar a dudas un sorprendente relato que refleja una realidad indiscutible. Usando la ficción, el autor nos cuenta la historia real, ...

  • FRENTE AL ESPEJO. BRAVO CASTILLO,JUAN. Comprar libro

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    FRENTE AL ESPEJO (Libro en papel). de BRAVO CASTILLO,JUAN. FRENTE AL ESPEJO. -5%. 20,00 €. 19,00 €. IVA incluido. ENVÍO 24h GRATIS. con Tarifa plana.

  • El Hombre Frente al Espejo - Patrick Morley - Librería CLC

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    Este libro es perfecto para cada hombre que se enfrenta con los problemas de la vida diaria. Algunos de los temas a que hace referencia son: Para lograr mi ...

  • FRENTE AL ESPEJO - CAMPOS TERELU y CALLEJA KIKE

    http://quelibroleo.com/frente-al-espejo

    Terelu Campos Frente al espejo es una conversación íntima entre amigos. ... Una forma de sincerarse frente al espejo. ... Información del libro.

  • La diversidad frente al espejo. Salud, interculturalidad y ...

    https://www.luzvi.es/es/libro/la-diversidad-frente-al-espejo-salud-interculturalidad-y-contexto-migratorio_T780050031

    Este libro trata de gentes y miradas; gentes diversas, distintas que se miran a sí mismas y a sus cuerpos bajo el signo de la salud y de la enfermedad.

  • Frente Al Espejo. Terelu Campos - Agapea

    https://www.agapea.com/Maria-Teresa-Borrego-Campos/Frente-al-espejo-Terelu-Campos-9788417001162-i.htm

    Comprar el libro Frente al espejo. Terelu Campos de María Teresa Borrego Campos, Plan B (Ediciones B) (9788417001162) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra ...

  • Frente al espejo - Libros De Mario

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    Leer Libro Completo: Frente al espejo de María Dolores Tolosa | NOVELA ONLINE GRATIS.

  • La tia amelia de Myrna Del Carmen Flores

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    ?De donde puede una mujer del Mexico del siglo pasado, obtener la fuerza suficiente para sostener una familia? Una mujer atrapada en un conflicto interno entre sus convicciones, sus pasiones escondidas y el deseo de ver felices a cada uno de sus sobrinos. Una mujer capaz de todo con tal de salvarlos.
    Esa es Amelia, un ser dificil de describir por lo cambiante de sus ideas, las cuales oscilan entre el deseo de sobrevivir en una sociedad de reglas impuestas e inmutables y las ansias de vivir y dejar vivir en plenitud a sus seres amados.
    Una historia contada por once mujeres ligadas a Amelia, con cada una de sus luchas, sus deseos y sus miedos, enfrentando un mundo que no le concede a la mujer la libertad de ser distinta.

  • La lluvia de Tokio es gris de Nisa Arce

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    Inmerso en la voragine de las largas jornadas de trabajo y su soledad, Kenzo siente que ya nada le emociona en Tokio, en la que reside desde hace casi veinte anos. Cuando le llega el rumor de que han visto a alguien determinante de su pasado en el barrio gay de Ni-chome, en Shinjuku, decide probar suerte e ir a su encuentro, sin saber que con ello tendra la oportunidad de darle un giro a su vida y, ademas de aceptar las consecuencias de sus actos, reconciliarse consigo mismo.

  • Violetas para Olivia de Julia Montejo

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    Madelaine, una joven doctora de treinta y seis anos, se ve obligada a regresar a la casa que sus antepasados, los Martinez Durango, tienen en San Gabriel tras la muerte de su tia Rosario. Los Durango, la principal familia del pueblo, es duena de la mayor parte de las tierras y de los mas prosperos negocios, pero tambien pesa sobre ellos una larga leyenda de infortunio y numerosas habladurias… Para Madelaine, que siempre sintio aversion hacia la casa y todo lo que la rodeaba, su vuelta significara el reencuentro con su otra tia, Clara --una anciana de caracter dominante y aferrada a un mundo que ya no existe--, y con su pasado. Un pasado oscuro en el que flotan demasiadas preguntas jamas resueltas: ?que sucedio con su abuela Olivia, que fue borrada de la historia de la familia? ?por que su madre desaparecio sin siquiera despedirse de ella? ?que relacion unia a su madre con sus tias?

  • La muerte de las cuatro reinas de Astrid Scholte

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    Iris se marcho de su pais natal a los dieciocho, cuando la informaron del fallecimiento de su madre. En un barco toriense, navego por el canal hasta llegar a palacio. Se adapto a su nueva vida y al trono sin inmutarse e insistio en participar en la corte minutos despues de que enterraran a su madre bajo el palacio. Aquella misma noche se quedo despierta hasta la madrugada, leyendo libros de historia arquiana y sobre diplomacia. Nada la afectaba. Ni siquiera la muerte de su madre.
    Iris abrio sus ojos verdes y observo el cielo azul brillante. Estaba disfrutando del respiro que se habia dado del eterno palacio dorado. Como una cupula de cristal rodeaba el palacio, tanto en cada habitacion como en el interior se reflejaba un tono dorado. Incluso por la noche, los pasillos adquirian un color ambar oscuro, como si la oscuridad no se atreviese a rozar a las reinas con sus dedos negros…
    Una abeja le pico en la garganta. Una picadura fuerte que dio paso a un ligero dolor.

  • La Ultima Bala, Raul Garbantes de Raul Garbantes

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  • El Rostro De La Inocencia (Amores Imposibles 2) de Amaya Evans

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    Bienvenido a Heaven Manor
    Una casa para senoritas, muy conocida por gente de sociedad, a la que llegan jovenes pertenecientes a las mejores familias del pais cuya reputacion ha sido danada o destruida debido a algun escandalo. Por este motivo, y gracias a la verguenza que le han hecho pasar a sus familias, son enviadas a este centro de rehabilitacion de comportamiento para que cuando esten listas salgan de alli, a hacer una vida digna de su status social.

  • El pais de los vientos frios de Yolanda Revuelta

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    El monje se acerco a su pollino y le ofrecio una brizna de hierba que crecia en la inmensa pradera de verdes intensos tras una primavera lluviosa. El animal, encantado, la atrapo entre los dientes y comenzo a mascarla despacio, sin prisa alguna, mientras oteaba de forma desinteresada el horizonte. El religioso, que en ese momento se encontraba con los brazos alrededor de una conocida planta de uso medicinal, lo imito, se irguio intentando obviar el dolor de lumbares que en ese instante le traspasaba la espalda como un aguijonazo y alzo mas la cabeza, centrando su mirada en la grandiosa masa de agua que se abria ante sus ojos. El mar parecia una balsa, solo unas pequenas olas se atrevian a romper en los salientes de las rocas, la calma era absoluta. El dolor parecio desvanecerse y no pudo evitar soltar un suspiro de alivio. Esa calma no hacia presagiar lo que iba a ocurrir unos minutos despues. Observo la grandeza del mar y dio gracias al Senor por tan maravilloso regalo, coloco su mano derecha sobre las cejas y centro toda su atencion en un pequeno punto que destacaba a lo lejos. Entrecerro mas los ojos hasta que pudo identificar aquel objeto flotante que se movia con suma rapidez, surcando el oceano a una velocidad pasmosa. Su intuicion le indicaba que esa extrana embarcacion de una inmensa vela rectangular desplegada y con un mascaron de proa que simulaba la cabeza de una bestia inmunda, no podia traer nada bueno. Parecia mas bien una obra del diablo que cualquier otra cosa. Desvio su atencion al monasterio, que se alzaba hieratico y majestuoso frente al mar; su mirada, sin poder evitarlo, volvio de nuevo a la nave. El viento azoto con fuerza su habito, de tono oscuro y raido por el paso del tiempo; sin embargo, el parecio no notarlo. Despues de aquella misteriosa embarcacion, aparecieron otras que parecian seguir el surco que dejaba la primera. Abrio una mano despacio, hipnotizado por aquellas extranas naves que iban aumentando de tamano a medida que se acercaban a tierra y tiro las plantas medicinales sobre la verde hierba, a la vez que en su mente se formaba una idea desoladora. El pollino movio de forma incesante sus enormes orejas, como si pudiese percibir la intranquilidad del hombre que se hallaba a su lado, rebuzno con poderio para hacerse oir y obtener otro bocado extra pero, para su sorpresa, esta vez no dio resultado. El monje, sin perder detalle de lo que acontecia, se temio lo peor. Las embarcaciones se dirigian a tierra firme y alli no habia nada mas que el monasterio. Con una rapidez que le sorprendio incluso a el mismo, monto a su pollino, tiro de la cuerda que hacia las veces de bocado, e hizo apretar el paso a su montura; como respuesta, el animal de carga rebuzno con mas brio, pero no desobedecio las ordenes y comenzo su andadura con paso energico. Si la situacion hubiera sido otra, hasta podria haberse definido como divertida. Los misteriosos barcos se abrian paso entre las aguas a gran velocidad, su tamano aumentaba a medida que se iba acercando a la playa y, si de lejos le parecio que eran misteriosos y sombrios, a distancia corta no pudo menos que definirlos como tenebrosos. Espoleo con el talon el flanco de su rucio para que aumentase su paso, este obedecio a la orden en el acto y se puso, no sin esfuerzo, a la par de la primera embarcacion. Sin duda era una competicion desmedida, pero el monje, atemorizado por las circunstancias, no penso ni por un momento en su montura. La embarcacion, como era de suponer, les adelanto. Por primera vez, se dejaron oir los gritos de los hombres que la manejaban; solo se escucho un rugido que no tenia traduccion alguna y, al mismo tiempo, comprensible a todas las razas que poblaban la tierra. Eran gritos de guerra. El viento del norte cortaba su piel como el filo de un cuchillo, pero lo ignoro y apreto con mas fuerza los lomos de su pequena montura. Las campanas del monasterio comenzaron a escucharse a un ritmo alarmante. El tintineo era cada vez mas fuerte e insistente. Era el toque de alarma, de lo desconocido. Sus hermanos ya habian advertido el peligro, pero no por eso disminuyo la marcha. Necesitaba llegar cuanto antes y estar asi junto a los suyos. El repiqueteo se entremezclaba con el ruido que hacian los remos al tocar el agua. Era atrayente como el canto de una sirena, pero igual de peligroso. El barco llego a la orilla, y el y su montura, extenuada por el recorrido, se acercaron hasta el monasterio. Desmonto y observo como aquellos hombres pisaban tierra. Su aspecto era dificil de definir, pero llego a la conclusion de que solo podia describirlos como sucios y salvajes. Uno de ellos le llamo la atencion, quizas fuese el de mas edad; era alto, de torso robusto, de melena rubia y barba trenzada. Hablaban una lengua desconocida, sin embargo lo que mas le impacto fueron las armas que portaban sus manos: hachas, escudos de madera y espadas. No venian en son de paz. La puerta del monasterio se abrio de repente. --!Hermano Gilbert!--exclamo al verlo uno de los monjes sobre el estridente redoble de las campanas --. ?Quienes son? Su respuesta quedo suspendida en el aire al escuchar los aullidos de guerra que venian desde la playa. Como caido del cielo, llego el caos. El averno. Horas despues, herido de gravedad, con una mano ensangrentada en el abdomen intentando que sus intestinos se mantuvieran en su sitio, obtuvo la respuesta. Dejo caer la cabeza a un lado hasta tocar el frio suelo de piedra y tosio con fuerza, ya que el denso humo taponaba sus vias respiratorias y respiraba con dificultad. El monasterio ardia envuelto en llamas, profanado y ultrajado. Aquellas bestias eran la personificacion del demonio. Habian asesinado, saqueado y no habian dejado nada de valor en el monasterio; solo unas miseras vidas que se iban apagando poco a poco. El dolor se volvio insoportable a la vez que la hemorragia se escapaba con mas fuerza entre sus dedos. Le quedaba un hilo de vida y lo sabia. Se encomendo al Senor y le pidio que lo sacase de aquel infierno y lo llevase al paraiso; pero esa vez, Dios parecio desatender la suplica.

  • 7 Alas de Victor Diaz Sanchez

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    ?Te imaginas un mundo en el que existen hadas y elfos que, unidos a los humanos, luchan codo con codo contra las huestes de orcos? Ese mundo existe y se llama Malphalis. En el se esta librando una guerra cruenta desde hace siglos, aunque a dia de hoy se siguen sin conocer muchos aspectos de los comienzos de esta.
    ?Y si existiera un modo de acabar con la guerra? ?De conseguir un periodo de paz que permita prosperar? El precio a pagar es la traicion hacia las hadas. Lo que las obligara a huir de ese mundo al que ya no pertenecen. ?Hay alguna posibilidad de restablecer la antigua alianza? Cuatro hadas regresaran a su antiguo mundo tras descubrir el deplorable estado en el que se encuentra despues de su marcha para intentar conseguirlo y de paso desvelar, poco a poco, todos los enigmas que se ocultan en la contienda.

  • La Decada que nos dejo sin aliento de Juan Eslava Galan

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    La decada que nos dejo sin aliento pertenece a la serie dedicada al siglo XX, de la que ya han aparecido tres volumenes que abarcan desde 1936 a 1959. Esta vez el tema son los anos comprendidos entre 1973 y 1982: comienza con el asesinato de Carrero Blanco y termina con Alfonso Guerra levantando la mano de Felipe Gonzalez en una ventana del hotel Palace de Madrid tras la victoria socialista en las elecciones. En ese decenio escaso, el pueblo espanol transita de la dictadura a la democracia tras navegar por los turbios anos de la Transicion. Es probablemente la etapa mas decisiva e interesante de nuestra historia contemporanea, llena de torpes improvisaciones y de pactos contra natura. Nuevamente los familiares personajes de la serie (Chato Puertas, don Proculo, la Uruguaya, etc.) nos llevaran de la mano a traves de esos anos en los que Espana experimenta una revolucion social y politica sin precedentes.

  • El editor indiscreto – F. Bellart de F. Bellart

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    Una embarazada en reposo absoluto que se aburre sola en casa.
    Un marido editor con mucho trabajo.
    Una pareja de nuevos vecinos que parece esconder algo.
    Unas paredes estrechas.
    El misterio esta servido para cualquier amante del domestic noir.Cristian y Miriam estan esperando su segundo hijo. Su matrimonio no pasa por su mejor momento. Por riesgo a un parto prematuro, los medicos han ordenado a Miriam reposo absoluto. Su marido anda muy liado con el trabajo en la editorial y no tiene tiempo para estar con ella. Confinada en casa, sola, Miriam procura escapar del tedio leyendo novelas policiales y espiando a sus nuevos vecinos, Juan y Sara, una joven pareja que acaba de llegar de Madrid. A medida que pasan los dias, debido a una serie de extranas circunstancias, Miriam empieza a sospechar que la pareja esconde algun secreto. Su marido la tacha de paranoica, pero ella esta empenada en llegar al fondo del asunto.

  • Las casas de los ingleses de Nuria Pagratis

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    Violeta Lope viaja a Londres tras el misterio de un muerto -que no lo esta-, un joven -que no es quien cree ser- y una mujer que desaparecio hace anos.

  • Aislados de Kimberly Mccreigh

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  • Ahora a tu lado de Anna Crenwood

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    Cuando su jefe y amigo Stefan Dunant se empeno en cosechar su propio vino, Monique Caruso jamas se imagino que esa nueva aventura de Stefan le traeria a ella consecuencias y mucho menos de las del tipo que despues de nueve meses lloran toda la noche y todo el dia.
    Tener hijos no estaba en sus planes, pero cuando conocio a Bruno de la Vega, no pudo reprimir el intenso deseo que se establecio entre ellos desde que se miraron por primera vez.
    Ahora ahi estaba ella, esperando sola el nacimiento de su hijo, y por primera vez en mucho tiempo se sentia sumamente dichosa.

  • Un Mal Nombre (Dos amigas 2) de Elena Ferrante

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  • Oculta tras su mirada de

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    La vida de Paola transcurria con normalidad hasta que, sin motivo aparente, es retenida y conducida hasta un fastuoso palacete arabe situado en un recondito lugar de Costa de Marfil. En su afan de descubrir las oscuras intenciones de sus captores, conoce a un enigmatico arabe por el que siente una irresistible atraccion. Dispuestos a localizar a Paola, sus amigos se veran envueltos en un torbellino de intriga y peligro del que tendran que salir con la unica ayuda del inspector Damien Allard. ?Que esconde la desaparicion de Paola? ?Dinero, amor, sexo, venganza? O tal vez… La respuesta la da esta absorbente novela de suspense romantico ambientada en Africa cuya lectura no da tregua.

  • Tus pasos en la escalera de Antonio Munoz Molina

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    Un hombre anticipa con ilusion el momento de reunirse con su esposa mientras ultima los preparativos de su nuevo hogar en Lisboa. Atras queda una etapa de sus vidas en Nueva York marcada por el indeleble recuerdo del 11-S. El se adelanta con la mudanza mientras Cecilia organiza el traslado de su proyecto cientifico sobre los mecanismos neuronales que rigen la memoria y el miedo.

  • 3 te odio y un te quiero de Mabel Diaz

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    La vida de Natalia es idilica. Tiene una relacion con el hombre que ama, un trabajo que le apasiona y se acaba de mudar a la casa de sus suenos. Todo es perfecto. hasta que conoce a su vecino Ruben, un perroflauta que odia a las Barbies como ella.
    Desde el primer momento en que sus caminos se cruzan, se declaran la guerra, llegando a convertirse en expertos en sacarse de quicio. Sin embargo, cuantas mas ganas de pelea tienen, mayor es su atraccion y su deseo. Dicen que del odio al amor solo hay un paso y ellos son enemigos declarados. ?O no?

  • Te esperaba a ti (Mejores amigas 4) de Alizee Duchamps

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    Buenos dias, puedes sentarte. Eres Teresa, ?verdad? --Si, Teresa Hernandez. --?Cuantos anos tienes, Teresa? --Cuarenta y nueve. --Ya... Sabes que con tu edad y sin estudios superiores lo tienes bastante dificil... --Lo se, pero la fabrica en la que he trabajado durante los ultimos quince anos cerro hace tres meses. --Veo en tu curriculum que abandonaste los estudios con veinte anos. ?Te importaria decirme por que? --Me quede embarazada en mitad de la carrera. Tuve que ponerme a trabajar. --?No tenias familia que pudiese ayudarte? Perdona por el tercer grado, pero tengo que crearte un perfil. --No pasa nada. Mi familia me echo de casa y tuve que buscarme un alquiler barato para poder criar a mi hija. Lo consegui gracias a la ayuda de mis vecinas, que se hacian cargo de mi pequena mientras yo estaba fuera. Trabaje de dependienta, camarera, en almacenes, fabricas y cadenas de montaje. La ultima empresa que me contrato, la que ha cerrado, fabricaba piezas para automocion. Yo estaba en la seccion de verificacion y control de calidad. Y, antes de que me preguntes por el padre de mi hija, te dire que no lo hay ni lo hubo. --Entiendo... En fin, en este momento, despues de repasar tus datos, lo unico que me aparece por aqui que no exijan personas mas jovenes, es una empresa de pasta alimenticia, donde precisan cubrir puestos en el empaquetado. Pero esta a cincuenta kilometros y el contrato seria de un mes. --?Solo un mes? ?Y a cincuenta kilometros? ?No hay nada mas cerca? --A ver, dejame mirar... Bueno, si no te importa trabajar como limpiadora, hay una vacante en la empresa que se encarga de la limpieza de edificios publicos, y que en este momento piden a alguien para la universidad. Se trata de una suplencia, pero es de larga duracion. La trabajadora a la que sustituirias estara de baja entre seis meses y un ano por una operacion de hernia discal. Y lo tienes aqui al lado... --Si, claro, acepto, antes de quedarme sin nada. Necesito trabajar para mantenerme. --Estupendo. Enviare ahora mismo la solicitud y en unos dias te diremos algo. Pero, perdona que me entrometa... Si tienes una hija de veintiocho anos que, por lo que me dice aqui, vive en Madrid y trabaja en una importante firma de publicidad... --No voy a vivir de mi hija. Si no tiene nada mas que decirme, espero su llamada. Buenos dias. --Buenos dias, Teresa. Empece a escribir novelas romanticas con cincuenta anos, y, aunque ciertos problemas de salud me impidan dedicarme un poco mas a ello, hay algo que la edad no va a ser capaz de borrar en mi: la ilusion. Porque las mujeres de cincuenta aun tenemos mucho por hacer, por decir, por conseguir. Alizee Duchamps CAPITULO 1 Sobre la mesa, una taza permanecia vacia y ya olvidada. Hacia rato que Teresa habia dado buena cuenta de su contenido, pero, como cada dia solia hacer despues de su jornada, continuaba sentada en la misma mesa de la cafeteria del campus universitario. Le gustaba aquel rincon apartado y tranquilo, donde permanecia ajena al bullicio estudiantil de primera hora de la manana. Acomodada en la silla, contemplaba a traves de la ventana el cielo gris de otono que ya habia dejado caer las primeras gotas de lluvia y que empezaban a salpicar el cristal. Observaba a los alumnos y profesores que corrian a traves de los jardines y arcadas de cemento en busca de sus aulas correspondientes. Ya habia trabajado en el turno de noche en otras ocasiones, asi que, ya contaba con el trastorno que suponia pensar en irse a dormir cuando todo el mundo despertaba. Solo hacia un par de semanas que habia aceptado aquel empleo de limpiadora en la universidad y ya se habia fabricado su rutina. Empezaba a trabajar a las doce de la noche y terminaba su jornada a las siete de la manana. Al acabar, despues de guardar el carrito con los utensilios de limpieza en el cuarto destinado a ello, cerraba con una de las docenas de llaves que colgaban del llavero con el escudo universitario, y se marchaba en busca de la cafeteria, para poder observar el mundo diurno antes de irse a dormir. La mayoria de las veces se encontraba tan a gusto y relajada que se olvidaba del tiempo y se quedaba hasta que estudiantes o profesores invadian aquel tranquilo espacio y decidia que habia llegado la hora de marcharse. Aquel dia en concreto, se hallaba tan sumida en sus pensamientos, que no fue consciente de que las mesas del local ya se habian llenado, algo que solia ocurrir mas temprano si la manana amanecia fria y lluviosa como aquella. Tampoco escucho la voz que se dirigio a ella y que tuvo que repetir en dos ocasiones una inusual peticion. --Perdone --dijo de nuevo aquella voz--, ?puedo sentarme? Teresa, que no se habia percatado de la insistencia, dejo por un instante la contemplacion del paisaje lluvioso y se giro hacia la voz para contemplar a un hombre de unos cincuenta anos, que llevaba una gruesa carpeta bajo el brazo, una cartera de piel colgada del hombro y un vaso de cafe en la mano. Vestia con un traje clasico, aunque sin corbata, y lucia una cuidada barba y gafas de montura oscura. Sin lugar a dudas, se trataba de algun profesor que demandaba un sitio donde poder sentarse. --Claro, sientese --le dijo Teresa--. Yo ya me iba. --No, no, por favor --le pidio el hombre mientras colgaba la cartera de la silla, se sentaba y colocaba la carpeta y el vaso sobre la mesa--, no era mi intencion hacerla levantarse. Disculpe que invada su espacio, pero no hay ninguna mesa libre y necesito echar un vistazo a algunos trabajos de mis alumnos antes de entrar en clase. A Teresa le parecio de mala educacion levantarse inmediatamente y decidio quedarse unos minutos mas. Volvio a girarse hacia la ventana y siguio mirando a los grupos de jovenes que charlaban entre si o permanecian embelesados en las pantallas de sus moviles. Percibio ligeramente los movimientos del hombre, que parecia concentrado en la vision de aquellos escritos mientras le iba dando sorbos al vaso de papel. Hasta ella llego el olor a la colonia del desconocido, que le parecio suave y fresca, mezclado con el aroma a cafe caliente. Estuvo tentada de pedirse otro, pero reconocio que todavia le costaria mas dormir si lo hacia y decidio levantarse de la mesa para volver a casa. --Oh, vaya --se lamento aquel profesor--, al final la he acabado molestando. --No me ha molestado en absoluto --le dijo ella, a pesar de que, si fuera sincera, le diria que, de cierta manera, habia invadido su pequeno refugio matutino--. Es solo que tengo que marcharme. Se me hace tarde. Buenos dias. El hombre correspondio a aquel saludo y continuo con su tarea. **** El sueno volvio a resistirse aquella manana, por lo que Teresa copio la rutina de los ultimos quince dias. Se levanto al mediodia, comio un resto de pasta del dia anterior, hizo las tareas de la casa y bajo al supermercado porque la nevera empezaba a pedir a gritos algun alimento en su interior. En medio de aquella monotonia, recibio una llamada de su hija y otra de Cati, una de sus amigas, con la que quedo en reunirse por la tarde junto al resto del grupo. Y, como venia ocurriendole desde que aceptara el turno nocturno, empezo a sentir el bajon justo cuando se sentaba en la terraza del bar. Algo que sus amigas senalaron nada mas hacerle compania. --Madre mia, Tere, ya te estas quedando dormida --le dijo Cati--. Deberias haberte quedado en casa y recuperar un poco de sueno. --Lo se --suspiro Teresa--, pero entonces mi vida se reduciria a trabajar, dormir y comer sobras recalentadas. Si ya no voy a poder salir un rato con vosotras, me pego un tiro directamente. --Tiene razon --la apoyo Montse--. Aunque ya sabemos que el turno de noche es una autentica mierda. --Lo que nos lleva de nuevo a la mas que repetida cuestion --intervino Rosa--: ?sigues sin querer irte a vivir con tu hija? --No empeceis, por favor... Teresa conocia a las tres mujeres desde hacia quince anos, cuando coincidieron en la fabrica que las habia dejado sin trabajo hacia unos meses. Durante todo ese tiempo habian compartido jornadas interminables, cansancio y broncas del jefe, pero tambien risas a escondidas en los lavabos, el nacimiento del segundo hijo de Montse y los divorcios de Cati y Rosa, vivencias que las habian unido y habian mantenido su amistad a pesar de que ya no coincidieran cada dia en el trabajo. Tras el despido, Cati habia conseguido un empleo de cajera en un supermercado, Rosa habia aceptado ayudar a su hermana en la panaderia que regentaba, y Montse seguia en el paro, porque, de esa forma, disfrutaba un poco mas de su marido y sus hijos.

  • Las doradas manzanas del sol de Ray Bradbury

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    Veintidos relatos, todos encantadores. Desde historias de pequenas ciudades, naves espaciales, e incluso serpientes marinas, Bradbury conjura poderosas imagenes para asombrarnos, algunos con giros asombrosos, otros no, pero todos y cada uno poseen cierto encanto. Desde el primer relato el lector es transportado al universo ilimitado de Bradbury; no en una realidad mundana, sino en fantasticos viajes a traves del tiempo y del espacio.

  • La orquesta de Jorge De Persia

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    Jorge de Persia ensaya en este libro una completa y conceptual introduccion a la historia de la orquesta, en la que se describe el proceso de desarrollo de sus elementos no solo instrumentales y musicales, sino tambien humanos y sociales. Y es que el devenir de la estructura orquestal, asi como el de la musica que esta interpreta, no puede separarse de las condiciones historicas e ideologicas que van configurando sus formas y composiciones. Este apasionante recorrido, en el que el autor situa la orquesta y sus diversas formas en salas de conciertos, teatros y operas de toda Europa, desde el siglo XVI hasta la actualidad, muestra la evolucion y el cambio de la agrupacion instrumental pero tambien, y sobre todo, nos ensena a valorar el privilegio del que somos participes cuando nos situamos ante un conjunto orquestal dentro del ” ritual ” del concierto.

  • Pelea de gallos de Maria Fernanda Ampuero

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    Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye -o destruye- a las personas, aborda los vinculos familiares y sus codigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso… Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas.

  • Peliculas Prohibidas de Lecxia Fenrira

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    Todas las personas tienen metas, todas las personas tienen objetivos y el de ella era bastante obvio: queria tener la boda de sus suenos. Si, todo tenia que ser perfecto y como no, para una mujer como ella tan ordenada, abogado, joven y bella, tenia que ser asi. No debia ser de otra forma. Rebeca estaba feliz, no lo podia negar. Habia conocido al hombre de sus suenos: Alberto, un tio que era un exitoso arquitecto quien, por cierto, tenia una firma reconocida en la ciudad. Se conocieron en la universidad y las cosas se dieron como un flechazo instantaneo. La abogado estrella de la corte tuvo una vida tranquila. Era la menor de tres hermanos y, de paso, era conocida por tener los ojos verdes mas brillantes y hermosos que alguien podria admirar. Su cabello era largo, por los hombros, de un rubio brillante. Siempre impecable y siempre bien peinado, por supuesto. De nina desarrollo la necesidad de verse bien, de cuidar su imagen hasta lo mas pequeno. Asi que era muy consciente de que imagen proyectaba a los demas. Esto lo mismo tambien hizo que tomara la decision de ser bien estricta con su alimentacion y establecer una rutina de ejercicios para mantenerse en forma. Asi pues, paso sus anos de secundaria y universidad, no solo como una estudiante destacada, sino tambien por ser una excelente atleta con dotes impresionantes para el deporte. Su figura naturalmente delgada, se convirtio en una mas firme y de musculatura marcada. El lema de "mente sana y cuerpo sano" era muy serio para ella. Sus padres a veces pensaban que para ser una chica tan joven, era un poco estructurada. Pero bien, asi era su hija y la amaba de manera incondicional. Por supuesto, esto represento que ella se convirtiera en una de esas chicas que todos los hombres desean. Sin embargo, gracias a su caracter tan determinante, solo se permitia estar con personas que resultasen verdaderamente interesantes para ella. De resto, ni siquiera se molestaba en interactuar con tios sin cerebro. Alberto no solo era guapo, tambien era brillante y muy educado. Ella sabia que seria la persona perfecta para su familia y bueno, lo demas es historia. Lo cierto es que Rebeca era una persona querida por la gente que se encontraba a su alrededor. Su novio moria por ella, al igual que sus amigos y el resto de su familia. Al igual que alguien que le estaba siguiendo los pasos desde hacia mucho tiempo. --Disculpame que te cite aqui para ver unas flores, pero es que ni mi mama ni mis amigas pudieron venir. Me da mucha pena contigo. --No te preocupes. Yo estoy encantado de estas cosas de bodas y demas. Es... Digamos, entretenido. --Gracias, en serio. No podria hacer esto sola. Francamente pense que seria facil porque tu sabes como soy, pero no. Esto de organizar una boda es abrumador. --Venga, no te quites credito. Eres una tia que esta preparada para lo que sea. De seguro esto no es nada comparado con las cosas que has hecho anteriormente. --Y pues, no lo se. Digamos que es distinto... A veces prefiero olvidarme de este asunto, decirle a Alberto que nos figuemos y nos casemos en Bali. --No es mala idea. Deberias considerarlo seriamente --dijo el picandole un ojo. --Eres terrible. Si sigo contigo seguramente tendre ideas locas. Mark rio a carcajadas, era un tio gracioso, pero le gustaba mas que le hicieran reir. La miro un rato luego de que ella se fijara en unas vitrinas con zapatos que queria para su viaje de luna de miel. Ella no paraba de hablar y el de mirarla fijamente. Mark y Alberto se conocieron de ninos, asi que fue natural la decision del novio de designar a Mark como el padrino de la boda. La notica le puso muy contento, claro, asi que estaba ansioso por conocer a la mujer que habia conquistado el corazon de su amigo. El le comentaba que la chica no solo era hermosa, sino tambien dulce, inteligente, casera y bondadosa. Resaltaba como su lengua afilaba era capaz de desestimar cualquier argumento bobo y le sorprendia la velocidad de su mente. --Ella parece ir mas rapido que los demas. Incluso a veces me cuesta seguirla. Pero la amo, la amo como a nada en la vida. Es perfecta. Mark estaba intrigado, aunque como buen mujeriego pensaba que esas palabras eran eso: palabras vacias que no decian mucho. Las mujeres para el eran diversion de una noche o de varias --en el mejor de los casos--. No la habia conocido como Alberto hubiera querido porque el estaba pasando una temporada en el exterior haciendo cualquier cantidad de cursos, asi que tendria que esperar a que el momento se diera y por fin salir de las dudas. Llego al pais y su amigo insistio tanto en verse esa misma noche que el cedio solo por el. --Venga, tio, esta bien. Solo dejame descansar un poco y despues quedamos para un bonito sitio. --No vayas a traer a ninguna de tus mujeres. Rebeca es una mujer seria y quiero que tenga una imagen buena de ti. --Tio, por Dios, eso sono demasiado medieval. --Es la verdad. --Vale, que no llevo a nadie. Si, estaba de malhumor porque queria salir de alli con cualquier excusa y follar. Pero bien, su amigo era su amigo y no habia nada que hacer. Quedaron en un restaurante que estaba en el centro. En cuanto llego, se encontro a Alberto y se dieron un abrazo de esos sentidos. Mark olvido lo pesado que se puso su amigo al sentirse feliz de verlo. --?Como te fue? --dijo Alberto con una sonrisa. --Bien, no me puedo quejar. Debo decirte que las tias suecas son divinas y no se complican para nada, eh. --No empieces. --Solo te comento... Por cierto, ?en donde esta la senorita en cuestion? Ya a estas alturas estoy que quiero saber quien te tiene asi de enamorado. Pareces un tarro de dulce y promesas. --No juegues con eso, tio. En serio te digo que esta es la mujer. --Pidamos unas pintas mientras llegas. Asi nos ponemos al dia. Estoy que te tengo que contar un monton de cosas. Los dos conversaron como siempre. Entre unas cuantas tapas y cerveza. Mark casi olvido por completo que debian encontrarse con la chica en cuestion. Pero, sucedio y nunca penso que se transformaria de manera abrupta. Ella entro meneando el cabello, las caderas y sonriendo con una sonrisa amable, dulce y tambien de sorpresa porque vio en la mesa a alguien que no conocia. Como fue de esperarse, Alberto estaba contento, pero Mark, el pobre tio, quedo aplastado por ese encanto y la belleza de esa mujer. --!Hola! Debes ser Mark. Lo siento mucho, trate de salir temprano, pero tuve que presentarme para un juicio. Trate de aplazarlo, pero el demandante queria hacerlo hoy. Por eso vengo a esta hora. Alberto la sostenia de la cintura, mientras le daba un beso en la mejilla. Mientras, Mark estaba de pie, tratando de disimular que se habia sentido terriblemente atraido. Ella se sento luciendo ese vestido negro ajustado, el blazer del mismo color, los zapatos de tacon y el cabello pulcramente peinado. Pero lo que realmente lo dejo tonto fueron esos ojos verdes y esos labios gruesos de color rojo. Su rostro, tan blanco y tan lindo, con una expresion que no habia visto en las otras chicas. Se sentaron a comer y a beber. Ella no dejaba de hablar de su trabajo y de que los juicios se estaban volviendo un poco pesados. Pero, lo mas interesante del asunto era que si te ponias a ver la escena desde afuera, los dos estaban como embobados. --Le hable a Mark sobre ti. El no me creia que fueras asi de perfecta. Ahora ya lo sabe y me puede dar la razon. Rebeca se puso un poco roja por la verguenza y le tomo el rostro de su novio con una dulzura que encendio el interior de Mark con el fuego de los celos. --Como sabras, Mark, Alberto tiende a la exageracion, pero supongo que ahi esta parte de su encanto. --?Me excusan un momento? Es que acabo de llegar de viaje y estoy un poco mareado. --?Estas bien? --dijo Alberto con notable preocupacion. --Si, si, no te preocupes. Solo voy a echarme un poco de agua en la cara y regreso. Antes de levantarse, ella le dirigio una sonrisa y fue ahi cuando sintio que algo dentro de el se habia roto para siempre. El ruido del restaurante, la gente hablando, las copas chocando. Todo quedo en el profundo olvido, puesto que el estaba demasiado absorto en la imagen de ella que ya estaba en su memoria. Entro al bano y abrio una de las puertas de los cubiculos que estaban alli. Se sento sobre la tapa del inodoro y se llevo las manos en la cabeza. Cerro los ojos y se le manifesto el fulano mareo que habia mencionado en la mesa y el cual habia inventado porque necesitaba un tiempo para entender lo que le estaba pasando. Ella se le aparecia de manera constante, recurrente. Era tan fuerte que parecia sentir golpes de ella sobre sus retinas. Era doloroso y tambien exasperante. Nunca en su vida habia vivido por una situacion asi. Jamas, asi que no entendia lo que le estaba pasando. Por supuesto, siempre fue un hombre que no tuvo problemas con las mujeres. Era bien sabido que cualquier chica estaba a su disposicion en todo momento. Pero ella se le aparecio en un momento de su vida en el que puso en duda muchas de las cosas que ya un hombre de su edad habia dado por sentado. El corazon le latia con fuerza y la sensacion de malestar se le estaba haciendo cada vez mas real. No podia creer que se sintiera tan descompuesto. Olvido el sabor agradable de la cerveza, las tapas de bacon y aceitunas, el crocante del pan o las anecdotas graciosas de su amigo y las de el. Nada de eso tuvo mas sentido. Salio del lugar y fue al lavabo para echarse agua fresca. Se miro en el espejo y se sorprendio de su expresion de preocupacion. Un poco mas de agua, una rapida secada y saldria como si nada hubiera pasado. Tambien era experto en eso. Volvio a caminar por el pasillo y antes de enfrentarse a la gente, se armo una sonrisa para fingir que todo estaba bajo control. Los encontro riendose y de nuevo el calor en el fondo del estomago, el malestar y las ganas de irse de alli. Ya no queria saber nada mas. --Oye, ?te sientes mejor? ?Que tal si comemos algo? Quizas asi puedas recuperar un poco el color. --Alberto, tambien fue demasiado pedirle que viniera si acababa de llegar de viaje. Rebeca le dirigio una mirada y sus ojos brillantes le dieron a entender que comprendia, de cierto modo, lo que le estaba pasando. Pero, ?como cojones comprenderia esa mezcla tan turbia de sentimientos? --Vale, vale. Que no pasa nada. Debe ser la edad que me tiene con estos achaques tan molestos, hostia. --?Piensas quedarte? ?O prefieres que nos veamos cuando estes descansado? --volvio a preguntar Rebeca. --Creo que mejor me voy. No pense que este tema del jetlag me afectara asi. Que molesto esto. De verdad que no queria arruinar la velada. --No lo haces --dijo ella-- poniendole la mano sobre la suya-- Se que eres una de las personas mas importantes para Alberto, y para mi es mas que suficiente el hecho de que hayas hecho un espacio para conocerme. El contacto de su piel hizo que sintiera como si una corriente de electricidad pasara por todo su cuerpo. Fue calor, frio, hielo, amor, terror, fuerza y debilidad. Todo eso, mucho de todo, que se junto para que se diera cuenta que ya no tendria escapatoria de esa mujer. --Gracias a ti. Bueno, espero que nos podamos reunir con mayor tranquilidad. Lo siento mucho

  • Lo que encontre cuando te perdi de Fabian Tapia

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    Era asi como siempre despertaba... Mi frente empapada de sudor y mi corazon al compas del ultimo acorde mi melodia maldita. Todavia lo recuerdo tirado en el suelo del escenario y con todo lo que lo constituia--su gallardia, la manera en que flotaba con cada movimiento y su altivez, haciendolo de marmol irrompible. Su maldita barba descuidada, sus ojos largos, como de emperador egipcio, su cabello representando una danza en si y su estupida barbilla, tan afilada que parecia cortarte con solo mirarla...Todo desaparecido para siempre por el toque de una tecla de un piano de un musico con un corazon roto, que buscaba curar todo con mas quiebres. Oh, su caida. Una caida que merecia millones de terremotos y no estariamos haciendole justicia. Era como si se hubiera venido abajo el rascacielos mas admirado del mundo. Ahi es donde entra el efecto domino: su caida desprenderia poco a poco las peores tragedias que en mi vida hubiera imaginado...Tanto para el como para mi, ese suceso nos separo en un abismo en el que jamas existiria un mapa para volver a encontrarnos. No nos hemos dirigido la palabra desde que todo sucedio. Eramos el uno para el otro; nadie existia sin la gracia del contrario. El no danzaba con una musica extranjera; era la mia o era la mia. ?Que otra fidelidad podria exigir un artista? Ycon lo que mejor me pagaba era eso: su sonrisa al final de cada ejecucion, como si hubiera llegado al orgasmo y estuviera mostrandome lo satisfactorio que habia sido todo. Ahora me pregunto cada maldito segundo que es lo que pasa por su cabeza, sus manos y su cabello...Si cada pajaro que le alegra la manana es bien recibido por sus oidos, si cada canto lo recibe con la misma amargura con la que recibe las mias, si al mover los dedos extrana aquella vez en la que le di mi primera leccion de piano... Me pregunto tantas cosas que a veces olvido que existo. Me pregunto si tantas veces en que intente ser mejor para ti lo logre. Si mi tristeza no se te hacia estridente para tus oidos acostumbrados al arte bien labrado, si mis dramas eran dignos de un Juilliard y todos mis abrazos dignos de un titan como tu. [?Acaso te pude abarcar?]. Oh, nota aparte: no solo tu te quebraste. [Escucho un resoplido de hastio de fondo]. Siempre he pensado que eras como un cielo roto, si, pero como un cielo roto por cuyos resquicios se veian miles de estrellas. Yyo estaba ahi, tan insignificante como siempre. [Siempre ven al piano, no al pianista]. Yo, como un parche flotando a cubrir la herida de alguien... [Yo siempre estoy donde esta la herida. Pssssssst: encuentrame]. Me pregunto si mover esos dedos a esas malditas teclas fue un impulso de todo mi ser para sentir tanto dolor, que si siempre he estado predestinado a el, encadenado pero libre para siempre terminar siendo herido y herir a los demas que me salvan sin saberlo. Maldicion. Desearia pedirte perdon en cada estrella de este cielo que siempre esta encapotado. [?Tu si las ves?]. Y es que en Dinamarca nunca puedes contar con las estrellas. Con el frio si, por eso siempre estoy desnudo. Llevo la nieve en los huesos, por eso tambien pido perdon, aunque haya sido el acople mas perfecto a tu infierno; siempre descongelandome para que el invierno volviera a mi, como un viejo companero. Asi cambiabas mi nombre a Rob--Hilsen --Escarcha. Por cierto, los tulipanes que me trajiste de Holanda no se han secado; permanecen con el mismo color de hace cinco anos, diciendo, gloriosos: "MIRA, SOMOS MAS DURADEROS QUE LOS QUE JURARON AMOR ETERNO". Si te preguntas --porque ya no me preguntas a mi-- si sigo yendo a la costa, te digo que si. Es que siempre se siente desgarrador, como un grito desesperado al final del muelle, el hecho de gritarte te amo. Si, cada atardecer lo hago. No importa como se sienta mi garganta. [CULPABLE DE MI FUTURO CANCER: ZILE THORN] Mentira, tu seras el culpable de todos mis canceres, no solo de ese. Oh, demonios, casi lo olvidaba. No he olvidado que morire de cancer. Todos en mi familia han muerto poco a poco de eso. Se que es muy precipitado decirlo tan temprano [Ja, la primavera esta en cada poro de mi ser ?que te pasa?], pero cada biopsia y examen revelan que estoy perfectamente bien, pero se que estan rotundamente equivocados. Algun dia confundiran un resfriado con un cancer de pulmon o una urticaria con un cancer de piel que me ira devorando centimetro a centimetro hasta hacerme parecer un volcan en erupcion, todo sanguinolento. [?Por que no dejo de decir sandeces?]. Oh, si. La costa. Hace algunas noches tuve un sueno que se sintio como una premonicion: que encontraba una historia dentro de una botella y tenia que ver con un amor perdido de la reina. Se que suena descabellado, pero lo senti tan real, que a veces pienso tener esa botella verde bajo mi cama. Ycon que dice que me perdonas. Asi es como sucede: desenrollo el papel cafe arena con una prisa desmesurada y dice solo tres palabras... TE PERDONO, REGRESA. Y ahi es cuando despierto, con el maldito sonido vibrante del ultimo acorde que nos separo para la eternidad, como esos rayos que siempre has odiado. Pero no te apures, carino, si quieres que regrese no hace falta que me mandes mensajes dentro de una botella; imagino que sentire ese dia en el centro de mi alma, vibrando con la urgencia de una tormenta que acaba con la sequia de una razon perdida. No te apures, carino, me se el camino a casa mas que de memoria. Me se el calor de esos brazos tan cincelados, ese aroma de tu cuerpo tan de naturaleza verde y la musica de esos dientes que al chocar me provocan el deseo mas intenso de entrar...Y creeme que profanaria esa casa que tienes cerrada a cal y canto, pero como el musico que soy, se respetar el silencio ajeno. No, no quiero interrumpir todo el duelo que has de estar pasando. Al reves, quiero que lo sintamos el tiempo que tenga que llevar, porque forzar el tiempo es lo que mas retuerce las cosas. [Aunque tu siempre lo torcias con tu sonrisa de mar inquieto]. Quisiera decirte tantas cosas sin ahogarme en toda esta telarana que son mis palabras. Decirte, por ejemplo, que ya no he vuelto a tocar el piano desde aquella vez. Que ya no he vuelto a bailar como estupido por las calles cada que una cancion se apodera de mi. [Ah, como deseo que un taxi se enrede conmigo y me mate para siempre]. Que ya nada llena ese vacio que se siente todo el transcurso de las horas. Que le has quitado todo el dulce a las mananas para hacerlas azules. Que adios ya no significa lo mismo, ni perdon. Que cada que intento perdonarme me odio mas. Se que no soy tan fuerte como para tocar tu puerta, ni para encontrar esa llave que abre todos los candados, pero dejame intentar por lo menos buscar y perderme hasta darme cuenta que es lo que encontre cuando te perdi. Porque esto debe tener un motivo en concreto. No es una casualidad tanto romper y llorar. Quiero que ya no me veas nadar y naufragar en este oceano de lagrimas. Lanzame un halago, una frase que me motive a seguir, una balsa que resista a las olas que embravecidas me arrojan al vacio sin piedad.

  • Phillipa (Las feas tambien los enamoran 5) de Elizabeth Urian

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    Una nueva y esperada entrega de la serie <>.

  • Crimenes de invierno de Iris Zamora Vera

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    Tras un periodo de baja por motivos personales, el inspector de policia Adam Berg se traslada a un pequeno pueblo de montana y se incorpora al cuerpo de policia haciendose cargo de un extrano caso de asesinato. Despues de un largo periodo intentado huir sin exito de su pasado, a lo largo de la investigacion el inspector encuentra por fin una forma de enfrentarse a sus propios fantasmas y conforme va avanzando en el caso tambien ira poniendo en orden su vida personal en una nueva etapa llena de cambios y nuevos rostros que le iran ayudando a recomponerse.
    Clarissa Ericson huye de un pasado turbulento y dramatico en busca de un lugar anonimo donde volver a ser ella misma. El aire frio, las montanas nevadas y la soledad le daran una nueva oportunidad de encontrarse, pero hay cosas de las que uno no puede huir y tarde o temprano tendra que hacer frente a las viejas heridas que le atormentan, solo asi podra hallar la paz que tanto ansia. Sin pretenderlo, Clarissa se ve envuelta en la investigacion y aunque procurara pasar desapercibida no deja indiferente al inspector Adam Berg, que pronto siente por ella un interes irremediable.
    Ambos se ven envueltos en una trama de mentiras y enganos familiares en los que tendran que ir poniendo luz para esclarecer la verdad, todo con la ayuda de una intrepida periodista que intenta reinventarse y navega sin rumo en una vida en la que por fin encuentra algo de emocion que le sacude las telaranas.
    Mientras tanto, a muchos kilometros de distancia la inocente Edurne vive su propio infierno y rodeada de inseguridades, miedos y decisiones poco afortunadas se ira adentrando en las tinieblas de una relacion peligrosa y oscura que la llevaran a un desenlace incierto y peligroso. Sin embargo, las ganas de vivir y el amor incondicional la guiaran en una aventura hacia la busqueda de la felicidad, de la supervivencia, y de la superacion personal donde se encontrara con algunas sorpresas inesperadas.
    Pero la vida de todos ellos tiene un nexo en comun que no les dejara indiferentes, y lo que parecia una simple investigacion en un pequeno pueblo de montana termina siendo una conmovedora historia donde la amistad, el amor, el desengano y la intriga siempre estaran presentes.

  • Infierno y Paraiso (Todos mis demonios 3), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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    Tercer libro de la saga “Todos mis demonios”.
    Eliza creyo que ya nada la sorprenderia, que estaba todo dicho.
    Ella ha quedado varada entre dos mundos y es una sola cosa, la que desea, pero en su urgencia por conseguirla no ve que a su alrededor, existe mucho mas que los misterios que ya desvelo. Ni se imagina lo que esta a punto de sucederle

  • El halcon de Esparta de Conn Iggulden

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    EN EL MUNDO ANTIGUO, UN EJERCITO FUE EL MAS TEMIDO POR TODOS, UN EJERCITO CAPAZ DE SOMETER IMPERIOS.

  • Pizzeria Vesubio de Walter Riso

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    Receta para una novela inolvidable

  • Culpa tuya (Culpa mia 2) de Mercedes Ron

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    Mas romance, traicion y misterio en Culpa tuya, segunda parte de <>, la saga romantica protagonizada por un chico malo con un gran corazon y una chica buena con muchas agallas.

  • Noches de Karnak (B de Books), Nieves Hidalgo de Nieves Hidalgo

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  • Las dos primaveras de Jennifer Barnes de Rafael R. Costa

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    Historia de amor de una dama inglesa en el Uruguay de 1870

  • Arrancame el Alma (Arrancame el Corazon 2) – Kris buendia de Kris Buendia

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    Para el capitan Luke Warren, haber encontrado el amor fue una de las mejores cosas que pudieron ocurrirle en su vida. La famosa actriz Jessica Sparkle no habia sido mas feliz en su vida hasta ahora al lado de su capitan. Su carrera a tope, una familia solida y un marido esperandola en casa es algo que fortalece su corazon dia a dia. ?El amor lo puede todo? Aunque Luke Warren sea ahora feliz y ya no el hombre mal humorado de antes, hay algo que no ha cambiado, y es el odio que siente sobre la fama. Ahora se encuentra felizmente casado con una de las mujeres mas famosas del mundo, algo con lo que tiene que lidiar todos los dias. ?Que pasara si un dia se dan cuenta que su matrimonio pende de un hilo? ?Jessica estaria dispuesta a renunciar a su carrera y dedicarse a su matrimonio para ser madre y esposa a tiempo completo? Si antes, que se arrancaran el corazon por amor habia sido un maravilloso milagro en sus vidas, ahora, arrancarse el alma, sera un doloroso castigo.

  • Intemperie de Jesus Carrasco

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    Un nino escapado de casa escucha, agazapado en el fondo de su escondrijo, los gritos de los hombres quelo buscan. Cuando la partida pasa, lo que queda ante el es una llanura infinita y arida que debera atravesar si quiere alejarse definitivamente de aquello que le ha hecho huir. Una noche, sus pasos se cruzan con los de un viejo cabrero y, a partir de ese momento, ya nada sera igual para ninguno de los dos.

  • Deseado (Trilogia Deseo 1) – J. Kenner de J. Kenner

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    Deseado, la primera entrega de la trilogia <> de J. Kenner, nos sumerge en una historia llena de emociones intensas, erotismo y tension sexual.

  • Lynnae de Margotte Channing

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    Groenlandia, ano1113
    Gunnar, hijo menor de Erik e Yvette, y BERSERKER, decide abandonar el hogar familiar para luchar como mercenario del rey Filip Halstensson. Ante los demas, se va porque quiere labrarse un futuro, pero en realidad, siente que la bestia que hay en su interior cada vez es mas fuerte, y teme hacer dano a su familia, por eso decide abandonarles, lo que provoca una fuerte discusion con su padre.

  • El mapa del tesoro escondido de Mo Yan

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    La narrativa vertiginosa y original de Mo Yan resulta deliciosa para el lector, que queda irremediablemente atrapado en la trama.

  • ?Por que la gente odia la politica? de Ernesto Ganuza

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    Nuestra relacion con la politica en los ultimos anos ha sido aparentemente contradictoria: nunca habiamos desconfiado tanto y a la vez (casi) nunca nos habiamos implicado con tanta intensidad. En ?Por que la gente odia la politica?, a partir de una serie de datos cuantitativos y cualitativos que dan lugar a un interesante dialogo en relacion a estas cuestiones, se examina en profundidad esta relacion amor-odio que tienen las personas con la politica y cuales son las alternativas que se proponen frente a ello: ?mejoramos los sistemas de representacion y tratamos de conseguir mejores politicos?, ?profundizamos la democracia con mas participacion?, ?recurrimos a expertos que puedan ser neutrales y eficaces? Esta obra nos muestra que aspectos nos atraen mas y cuales nos convencen menos en cada una de estas alternativas.

  • El dominio mundial de Pedro Banos Bajo

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    Si en su primer libro, Asi se domina el mundo, Pedro Banos exponia como, para que y con cuales estrategias los poderosos intentaban, en dura pugna entre ellos, controlar a paises y personas, en esta nueva obra da un paso mas hacia la plena democratizacion de la geoestrategia y detalla cuales son los instrumentos que se emplean para lograr ese predominio planetario.

  • La Curandera de Carlos Valdelagua

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    Francisca, curandera y orgullosa de serlo, no tiene problemas viviendo de la mendicidad, el engano, y sus trucos de adivinacion. Y aunque la Inquisicion esta empezando a mostrar signos de decadencia, cualquier sanadora podria ser acusada de brujeria.

  • Irrompible de Romina Naranjo

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    Tucker y Amelia fueron, con toda probabilidad, la peor pareja del mundo.

  • El Club de la Elite de Esteban Navarro

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    Pau no podia apartar los ojos de la pantalla de su movil. Y mientras que con la mano izquierda sostenia el volante del Nissan Micra, con la derecha aguantaba el telefono con pericia. En una rampa del barrio de Salamanca, en la calle Jorge Juan, tuvo que cambiar de velocidad con gran dificultad, sin soltar el movil de la mano. Con el vaiven se le cayo el telefono en el asiento del copiloto y, al agacharse para recogerlo, sus ojos se clavaron en el letrero que indicaba el nombre de la calle. --Calle de Claudio Coello --leyo en voz alta. En ese momento le parecio un mal presagio pasar por alli, por esa calle. Aunque era lo suficientemente joven, tan solo tenia dieciocho anos, como para no haber vivido epocas oscuras de Espana, si que conocia que en esa calle asesinaron al entonces vicepresidente del Gobierno de Franco: el almirante Carrero Blanco. Al llegar a la calle Principe de Vergara, viro situandose bien pegado al carril de la izquierda. En cuanto le fuera posible detendria el coche para poder llamar a Luis Miguel. O Luismi, como lo conocian todos sus amigos. Tenia que contactar con el. Habia de contactar con el. Era una necesidad imperante que su amigo descolgara. Luismi le habia estado enviando numerosos mensajes de WhatsApp durante toda esa manana y el no le habia respondido porque estuvo ocupado instalando el sistema operativo en el ordenador de un conocido. Eso es lo que tenia ser estudiante de Ingenieria en Computacion e Informatica: que todas tus amistades quieren que les repares los fallos de su ordenador. <>, le habia escrito. No habia duda de que esos mensajes los habia anotado Luismi, de forma atribulada, seguramente mientras conducia. Pau detuvo el Nissan en un hueco que hallo en una zona de carga y descarga frente a un supermercado. Soporto con estoicismo el bocinazo del taxista que llevaba pegado detras. Esos dias los taxistas andaban a la grena con los de Uber y se palpaba en el ambiente el malestar que habia entre los dos colectivos. Agarro con fuerza el telefono movil con la mano izquierda y con un dedo de la mano derecha busco a Luismi en la agenda. No disponia de tiempo para dejar que <> se encargara de hacerlo por el. En la pantalla vio la fotografia de su amigo. Sonriente, como siempre lo conocio. Le caia el pelo lacio alrededor de las orejas. Su tez agitanada, que recordaba a un Joaquin Cortes en sus anos mozos, ensombrecia la pantalla del movil y Pau penso en que le preocuparia a su amigo para que le hubiera enviado tantos mensajes. El logotipo de un telefono de color verde se encendia y se apagaba, indicando que la llamada estaba en curso. --Vamos, vamos --chillo--. Coge el telefono de una puta vez. Un mendigo se acerco hasta la ventanilla del Nissan. Era el orgulloso poseedor de un enorme bigote que se esparcio por el cristal como si fuese una medusa dentro de una pecera. El hombre mostro un paquete de panuelos de papel, mientras que sus ojos desvariaron por los tatuajes de los brazos de Pau. --La voluntad --dijo. Pau cogio un punado de monedas de la bandeja que tenia al lado del freno de mano y, sin contarlas, se las entrego al mendigo por el minusculo hueco que quedo al bajar la ventanilla. Una bofetada del calor de julio paso al interior del Micra, como si en ese instante se hubiese abierto la tapa del infierno. El hombre, de ropajes sucios y harapientos, pero de tez lampina y mirada limpia, cogio las monedas con una mano enguantada. --Gracias, senor --dijo con un acento indeterminado, que tanto podia ser rumano como ruso. La llamada realizada a Luismi se corto cuando paso el suficiente tiempo sin que su interlocutor descolgara. Pau no creyo necesario llamar de nuevo. Cuando Luismi viera la llamada la devolveria, sin duda. Siguio conduciendo por la calle Principe de Vergara hasta que hallo un hueco al lado de unos contenedores de basura. Orillo el coche. Alli podia pensar sin que nadie lo molestara, se dijo. Todo comenzo cuando Luismi le conto que estaba trabajando en la investigacion de un club de lectura muy elitista. Luis Miguel Artapalo, al igual que Sonia, era un detective privado que trabajaba sin oficina. Fue policia local del ayuntamiento de Madrid durante diez anos, pero hacia dos que lo habian echado, nunca supo por que. Tampoco se lo pregunto, pero sabia que hay que hacerla muy gorda para que te echen de la policia. Desde entonces se habia dedicado a la investigacion con desigual exito. El abanico de posibilidades de los detectives era muy reducido y el margen de ganancia nulo. Era complicado, por no decir imposible, que un detective que trabajara por su cuenta pudiera hacerse rico. A Luismi lo habia contratado la mujer de un escritor para que investigara a un extrano club de lectura. Eran un grupo de notables que se reunian en un chale de la urbanizacion Caraquiz, en Uceda, un pequeno municipio de la provincia de Guadalajara. Luismi le habia dicho que, una vez al mes, se juntaban en la casa de un conocido alcalde de Matasena varias personalidades de la region. <>, le habia preguntado Pau. Su amigo lo nego de forma tajante. Aquellas reuniones no tenian nada que ver con el club Bilderberg. Los congregados eran: un alcalde, un presidente de una Diputacion, un fiscal, un juez, un comisario de la Policia Nacional y un mando de la Guardia Civil. --?Y para que se reunen? --se intereso Pau. --Dicen que para hablar de literatura --respondio su amigo--. Ellos dicen que es un club de lectura de novela negra --explico con voz cavernosa. Pau siempre quiso saber, desde que lo conocio, la cantidad de cigarrillos negros que habria fumado para tener semejante voz--. Escogen una novela y se reunen en una tertulia privada donde comentan que les ha parecido. Pau basculo la barbilla sin percibir nada extrano en ese club. Luismi, que mientras hablaba removia en el aire sus enormes manos, insistio en lo extrano que era que un grupo de notables se reuniera cada mes con el pretexto de comentar una novela. --?Extrano? ?Que hay de extrano? --habia preguntado Pau. --Esos hombres se reunen cada mes en el chale de Caraquiz --explico su amigo--. Al finalizar la reunion deciden el titulo y el autor de la novela que han de leer para el siguiente encuentro. Pero hace un mes, en la primera reunion literaria desde que se sepa, la del 31 de mayo, ocurrio algo por lo que me han contratado. --Pau contuvo la respiracion esperando a que Luismi se explicara--. El autor de la novela que comentaron en aquella reunion fallecio en un accidente de trafico una semana despues de que se reunieran los notables, cuando conducia su Chrysler 300. --?Casual? --consulto Pau. --Es posible. El autor era vecino de un pueblo que hay entre Pinto y Valdemoro. Se llamaba Cesario Pidal y su novela tenia un titulo tan poco sugerente como repelente: Todos los idiotas. --Pero si entre Pinto y Valdemoro no hay nada --objeto el joven agente. --!?Como que no hay nada?! --protesto colerico Luismi--. Esta Matasena. --Matasena es un municipio de apenas cuatrocientos habitantes, enclavado entre las poblaciones de Pinto y Valdemoro--. Pero la coincidencia es que el alcalde de ese municipio es uno de los notables del club de lectura, ademas de propietario del chale de Caraquiz donde se reunen. En esa conversacion fue cuando Pau se entero de que la esposa del escritor fallecido habia contratado a Luismi, que ademas era amigo personal de Pau y habia tenido una relacion intensa con Sonia Ruiz, su companera de aventuras y pesquisas. La senora Pidal lo contrato para que investigara la muerte de su marido, porque no se creia que hubiera fallecido en un accidente. La guardia civil, que son los que habian llevado la investigacion, determino que su esposo habia muerto en un accidente de trafico en el tramo entre Pinto y Valdemoro, pero ella no se lo crecia. Asi que no le quedo mas remedio que contratar los servicios de un detective privado para que indagara. Luismi y Pau habian quedado unos dias despues de que iniciara la investigacion, para tomar una cerveza en una terraza del Retiro. Pau temio que le solicitara ayuda. Los detectives privados necesitaban de la estrecha colaboracion de la policia para avanzar en sus investigaciones. Un detective privado sin contactos dentro de la policia o del CNI es como una pistola sin municion: no sirve para nada. Luismi le manifesto su preocupacion a hurgar en ese club.

  • Jamas Digas Mentiras de Lexy Timms

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    !La autora de Best Sellers del USA Today, Lexy Timms te trae una sexy y dulce novela romantica que te tendra apoyando a la mas debil todo el tiempo!

  • Las cuatro estaciones del amor de Gregoire Delacourt

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    Cuatro parejas, cuatro etapas distintas de la vida. La misma cancion de amor.

  • Mi primer amor era una bruja de Fernando Cereto Castro

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    Una pareja inicia un idilio de cine que, tras un ano, se rompe. Tras la ruptura el protagonista descubre que no puede volver a amar y que su exnovia, Alicia, ha desparecido.

  • A la madura Dios no la ayuda de Marta Barroso

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  • Desgracia impeorable de Peter Handke

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    Publicada en 1972, “Desgracia impeorable” ocupa un lugar destacado dentro de obra de Peter Handke (1942), uno de los escritores actuales mas importantes, polemicos y populares en lengua alemana. En el libro, escrito pocas semanas despues del suicidio de su madre por una sobredosis de narcoticos, la angustia lleva al autor a profundizar en la memoria y encontrar para sus recuerdos formulaciones adecuadas. Y, en esta prosa cristalina, el relato preciso de la existencia de la madre (un mero salir adelante en que cobra fuerza la voluntad por dejar de ser <> para convertirse en <>), construido sobre un recuerdo vivido intensamente, se transforma en un ajuste de cuentas con la realidad, asi como en una lucida reflexion sobre la tarea del escritor.

  • el constructor de muros de Natalia Walsh

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    Tenia poco mas de diez anos cuando lo conoci. Aun puedo percibir el olor a tierra humeda y el sonido de mis zapatos recorriendo el camino hasta su casa, la casa de los Ardwell. Decenas de viviendas georgianas poblaban ambos lados de la calle. Yo las contaba al ritmo de mis pisadas, hechizada por el color ahumado de los edificios. --De prisa, Valery --dijo mi madre. Interrumpi la cuenta--, y recuerda: debes portarte bien. No levantes la voz ni pidas algo si no te lo ofrecen. Se educada y… Mama, que tiraba de mi como solia hacerlo con Paul, nuestro mastin, detuvo la marcha y saco un panuelo de su bolsillo. Me levanto la barbilla y froto mi menton. --?Volvera Paul si me porto bien? --pregunte--. Dime, ?volvera? Sonrei al imaginar a mi amigo brincando por el patio de nuestra casa en Marsella, jadeando como cuando papa le hacia corretear de un lado a otro. --No es el momento, Valery. Y espero no tener que repetirtelo: nada de separarte de nosotras, ni de acariciar animales si los hay, ni de tocar los muebles. Y mucho menos… Clave la mirada en el cielo mientras mama seguia parloteando y tirando de mi con fuerza. Unas enormes nubes negras borboteaban alli arriba y comenzaban a caer las primeras gotas. Escuche refunfunar a mi hermana unos pasos mas adelante. Maldito Edimburgo, decia, maldito y estupido clima. Aunque su pelo seguia liso, no como el mio, Melissa no paraba de tocarselo sin perder de vista el cielo oscuro. Llevaba un vestido negro precioso y el maquillaje impecable. Cuando yo tuviera veinte anos, pense, querria verme como ella. Un zarandeo de mama me devolvio a la realidad. Caminamos durante diez minutos, hasta detenernos junto a una casa algo mas grande que el resto. En total conte tres pisos de piedra ahumada y cuatro enormes ventanales. El jardin frontal consistia en una pequena alfombra de hierba y varios arbustos. En cuanto cruzamos el estrecho camino de piedra que conducia a la puerta mama llamo al timbre. Melissa se sacudio los zapatos y volvio a arreglarse el pelo. Poco despues un hombre vestido de pinguino nos abrio; entonces mama apreto mi mano y me puse muy tiesa. --La senora Ardwell las espera en el salon. Melissa esbozo una sonrisa deslumbrante y siguio a aquel hombre. Yo me deje arrastrar por mama. El techo del hall era altisimo y de el colgaba una lampara de lagrimas que me corto la respiracion. Deje de mirarla al descubrir los mosaicos de las paredes, pero note un empujon que me obligo a seguir. Pronto nos encontramos en una sala de estar de aspecto antiguo, donde aguardaba una mujer mucho mas joven que mama. Tenia la frente amplia y el menton muy marcado, al igual que los pomulos. Tarde un poco en darme cuenta de que el cabello, oscuro y rizado, le colgaba hasta la cintura, y es que iba completamente vestida de negro. Sus ojos me dedicaron un guino. A su lado habia un chico de la edad de Melissa, que saludo a mi hermana con un apreton de manos. Cuando reparo en mi se agacho para besarme. --Pinchas --le dije, frotandome la mejilla. El joven echo a reir. Mas tarde supe que era Robert, el hijo mayor de la senora Ardwell. --Saluda tu tambien a Valery, William. Entonces lo vi. Papa solia decir que nadie recuerda el momento en que aparece la Persona que lo Cambiara Todo, de la misma manera en que se pasa por alto el encuentro con un desconocido. Un apreton de manos, contaba, no es suficiente para leer el futuro. Aquella tarde papa llevaba tres semanas dentro de la caja que unos hombres habian enterrado bajo la hierba del cementerio, y con el sus palabras, por eso mire a William Ardwell creyendo saber quien era. El estaba sentado en el sofa, absorto en un libro. Cuando su hermano mayor le dio una colleja alzo la vista y me escruto durante unos instantes. Gruno, cerro el libro y echo a andar hacia la puerta. Quise ir tras el, pero la mano de mama se me clavo en el hombro. Segui a William con la mirada hasta que desaparecio. Retales Seis noches tardo mama en terminar el vestido que Melissa llevo a casa de los Ardwell, puntada a puntada, con la ayuda de una maquina vieja de coser. Incapaz de dormir, yo la observaba trabajar y me entretenia con los retales que caian al suelo. Cuando viviamos en Marsella, mama solia animarme a disenar vestidos para mis munecas usando la tela que sobraba. Los haciamos por decenas, pero su armario en Edimburgo estaba tan vacio como el mio y alli nadie tenia tiempo para ayudarme con las puntadas. Terminada la noche de faena, mama apagaba la maquina, barria alrededor y los pedacitos de tela iban a parar a la basura. No hubo retales durante nuestra primera semana en Escocia, sin embargo. Hasta el dia en que acompanamos a papa al cementerio mama se nego a salir de la pension. Llegado el momento las tres nos pusimos nuestros mejores vestidos y, mientras caia la lluvia, observamos como dos hombres con la camisa arremangada resoplaban y recubrian de tierra la caja de madera. Nadie salvo el cura dijo una sola palabra. Nadie mas que el nos acompano. Despues de permanecer un rato larguisimo frente a la tierra humeda y revuelta nos invito tomar el te en una salita de los locales parroquiales. --Aun… Aun no puedo creerlo. Mama miraba algun punto en el fondo de la sala, la mano sosteniendo una cucharilla hundida en el azucarero. Me fije en como Melissa la sacudia con disimulo, hasta que solto el cubierto. El cura colmo nuestras tazas de te. --Has vuelto a casa, Ann, a Edimburgo, y tus hijas estan contigo. Los ojos de mi madre empezaron a ponerse vidriosos. Clave los mios en la bandeja de pasteles situada en el centro de la mesa y elegi al azar dos o tres que fueron a parar a mi plato con mas estruendo del necesario. Melissa me pellizco por debajo de la mesa y ahogue un grito. Aunque yo habia intentado no levantar la cabeza del plato, mi mirada se cruzo con la del cura. Era mucho mayor que papa y no sonreia, aunque le caian por encima de las orejas unos mechones pelirrojos parecidos a los de el. --Ann, mirame. --El cura levanto la barbilla de mi madre--. ?Cual es vuestra situacion? Silencio. Pronto ya no quedarian pastas en mi plato, me dije. De un salto baje de la silla y bordee la mesa, hasta alcanzar la bandeja. Melissa no me reprendio cuando me servi casi todas las que quedaban. --En Marsella teniamos el taller --dijo ella--. Habia empleadas, incluso una pequena tienda. Haciamos arreglos, mas que todo. Los meses antes del cierre yo tambien cosia. --?Es suyo el traje que llevas? Todas nos giramos para mirar a Melissa, incluso mama. Mi hermana asintio y se puso de pie. --Bueno, no soy un entendido, pero podria servir. --El cura rodeo los hombros de mama--. Escuchame, Ann. Lo primero sera encontrar un colegio para Valery… Un lugar en el que podais vivir. Melissa te ayudara con el trabajo, y yo te dare algunos contactos. No digo que sea sencillo, pero pondremos los medios y dejaremos que Dios haga el resto. ?Estas dispuesta? Mama murmuro que si. Volvimos a ponernos nuestros abrigos y el cura nos despidio despues de entregarnos una caja muy pesada que apenas pudo sostener con ayuda de Melissa. --Vais a necesitarla… Hay muchos retales que recomponer. De vuelta a la pension, aquella noche, el color volvio al rostro de mama al acariciar la vieja y oxidada maquina de coser. Medidas --El padre McAnthony me ha hablado maravillas de ti. ?Es tuyo ese vestido? La senora Ardwell dejo la taza de te sobre la mesa y senalo el atuendo de mi hermana. Mama asintio; tenia las mejillas rojas. --Es precioso. --Yo... Gracias, senora. --Brenda, Ann, llamame Brenda. Mama se sonrojo aun mas y volvio a asentir. Cuando extendio la mano para alcanzar la tetera a punto estuvo de volcarla. --?Conoce... conoce al padre desde hace muchos anos, Brenda? --!Diria que desde siempre! Oficio mi confirmacion, mi matrimonio y bautizo a los chicos. Nos ha acompanado en algunos momentos dificiles, tambien. --La senora Ardwell agito su larguisima melena--. Pero no hablemos de el, Ann. Me gustaria mucho ver alguno de tus otros trabajos. Llevas anos dedicandote a la costura, ?verdad? --Diria... --Mama esbozo una pequena sonrisa--. Diria que desde siempre. --!Es la mejor! Sus vestidos son los mas bonitos que yo haya visto, solo tiene que mirar el de Melissa. --!Valery! Mama me dedico una mirada dura y yo agache la cabeza. Cuando me atrevi a levantarla, la senora Ardwellreia. --Asi que el vestido mas bonito del mundo. --!Claro que si! --Senora Ardwell, disculpela, no... --empezo mama. --Dime, Valery, ?crees tu que me sentaria bien uno parecido? --Asenti de nuevo y su sonrisa se hizo mayor. Entonces echo la silla hacia atras mientras miraba a mama--. Pues no se hable mas. ?Que te parece si me tomas las medidas, Ann? Mi madre se puso de pie al momento y comenzo a hurgar en su bolso. Melissa apuro el te e indico a la anfitriona que se levantara. --Tardaremos un momento. No sera nada, de verdad, y quedara usted encantada… Se alegrara de habernos hecho venir. Aproveche el revuelo para escabullirme, no sin antes esconder un punado de pastas en mi bolsillo. Solo la senora Ardwell, en pie para que mama le tomara las medidas, noto que salia, y me dedico un guino. Volvi al vestibulo y me asome al salon, donde ya no quedaba nadie. Contemple la majestuosa escalera de madera y aferrada a la barandilla subi un par de peldanos. Dude entre seguir o regresar al salon; luego imagine que William habia tomado ese camino y ascendi uno mas. Al hacerlo, recorde la advertencia de mama: portate bien. Baje los escalones de puntillas y me sente a contemplar la lampara de cristal mientras engullia las pastas. --Melissa, pasame otro alfiler. Eso es, con que anadamos cinco o seis centimetros al bajo es suficiente... ?Y Valery? ?Donde se ha metido esa chiquilla? Corri al salon de te al oir mi nombre y me apresure a regresar a mi asiento. Mama me reprendio con una mueca pero pronto volvio a arrodillarse junto a la senora Ardwell. Su hijo mayor, el chico de la barba pinchuda, entro al poco. Pense que William vendria con el, pero nadie le siguio. --Robert, ?has visto? El padre McAnthony tenia razon. Finalmente Ann cosera un vestido identico al de Melissa, para mi. --Genial, mama. Vi como sus ojos se cruzaban con los de mi hermana y a ella se le escapaba la cinta metrica. Ambos se agacharon para recogerla y entendi por que mama habia sugerido anadir unos centimetros al vestido. Aquella tarde volvimos a casa en taxi, y mi madre insinuo que pronto podria estrenar zapatos nuevos. Melissa resplandecia: como comento, no tardariamos en regresar a la casona. Antes de que la puerta se cerrara detras de nosotras volvi la cabeza en busca de William. El ya no estaba, pero lo estaria. Luto Desde que la senora Ardwell requirio nuestros servicios habia dias en los que ni siquiera pasabamos a que me cambiara despues de clase. Tomabamos el te en, al menos, tres casonas distintas, y solo habia sustitutos para mi uniforme si vivian ninos en alguna de ellas. Mas que un maniqui, yo solia ser objeto de burlas por culpa de mi acento. Terminado el repertorio de vestidos nuevos, que despues vendian, nada mas quedaban las risas de aquellos ninos. Para Melissa, en cambio, cualquier tarde era divertida. Ella parloteaba con los hermanos mayores entre taza y taza de te, mientras mama media y sonreia. Yo era demasiado joven para entender por que nadie se reia de su acento. Una noche, cuando el vestido de la senora Ardwell comenzaba a parecer tal, me acerque a la maquina de coser. --Apartate de la luz, Valery --dijo mi madre. --?Puedo…? --?Es que no me escuchas? --Yo solo… Levanto los ojos de la prenda y senalo una silla proxima. Me sente con las manos sobre la falda hasta que parecio olvidarse de mi presencia. --?Crees que hablo mal en ingles? --pregunte. --Siempre se te ha dado muy bien. ?A que viene eso? --?Y Melissa? ?Habla Melissa mejor que yo? Mama no contesto. --?Tu sabias frances cuando conociste a papa? --insisti. Una vez mas, silencio. Suspire y segui con desinteres el trazo de la aguja, hasta que, incapaz de aguantar un minuto mas sentada, me acerque a la maquina de coser. --Mama, ?por que la senora Ardwell lleva trajes negros? Hice ademan de acariciar el vestido. Mi madre me dio un manotazo y grito que no se me ocurriera poner las manos sobre la tela. --Vuelve a sentarte. !Mas atras! --?Por que negro, mama? El negro es feo y oscuro, ademas se ensucia enseguida… Tironee de su brazo. --Supongo que la senora Ardwell es viuda, y las viudas deben vestir de luto --dijo al final. --?Y por que no haces tu lo mismo? Mama paro la maquina y me miro a los ojos. --Yo tengo que trabajar, Valery. --?Volveremos algun dia a Marsella? Suspiro, me espanto de su taller y siguio cosiendo. La muneca El pago de la senora Ardwell me llego en forma de una muneca Barbie que mama compro en cuanto tuvo su adelanto en la mano. Aquello me hizo pensar que las cosas iban mejor de lo esperado. La prueba definitiva del vestido tuvo lugar dos noches de costura mas tarde. Caminamos las cuatro hasta la casa de la senora Ardwell: mama, Melissa, mi muneca y yo. Aquel dia vimos el sol en Escocia por primera vez, de ahi que nadie echara de menos un taxi. Mucho rato despues, ya en el recibidor en penumbra de la casona, sentia calor en las mejillas. Le pregunte a mi hermana si le ocurria lo mismo, y sus ojos brillantes me contestaron que tambien habia pensado en Marsella. La senora Ardwell nos hizo pasar de inmediato al jardin. --Un dia como este no puede desperdiciarse. !Y en pleno octubre! !Vamos, todos fuera! Melissa, cielo, quitate esa chaqueta. !Me estas dando calor! Mi hermana lo hizo y tambien yo, aunque percibieramos la temperatura como la del mas cruento invierno en Francia. La senora Ardwell comenzo a poner la mesa bajo la pergola. --Lo habia olvidado, ?sabe? --dijo mi madre. --?Te refieres a tratarme de tu, y no de usted, como insistes en hacer? Mama forzo una sonrisa. --Me refiero... me refiero a que aqui tambien sale el sol. La senora Ardwell le froto los hombros. --Pues claro, mujer. El sol sale todos los dias. Todos, aunque haya veces que este detras de las nubes. -- Giro sobre si misma--. !Robert! Hacen falta dos sillas mas. ?Las traes tu? --Volvio a mirar a mama--. No importa donde estemos, Ann. Lo importante es la compania. Mama se quedo parada durante un instante, y luego comenzo a repartir servilletas con gesto ausente. Melissa y Robert aparecieron a los pocos minutos cargados con las sillas que faltaban. Sirvieron te y una generosa racion de pastas. Yo probe unas migas y enseguida me levante de la mesa. La hierba era tan esponjosa como la habia imaginado. Me sente a unos metros de la pergola, lo bastante cerca como para que mama pudiera verme pero lo bastante lejos como para que no me prestara atencion. Cepille el pelo de mi muneca con mimo, pensando en cuantas mas tendria si la senora Ardwell decidia llenar su armario de vestidos nuevos. De vez en cuando levantaba la cabeza en busca de William, pero el no se dejo ver. --... Brenda, no voy a aceptar tanto. --Quiero que lo cojas todo, Ann. --No es justo que... --!No protestes! Mientras los hoteles funcionen todos debemos comer y vestirnos. Hazlo por la nina, y sobre todo por ti. --Yo... --Estoy pensando en un traje de falda y chaqueta; ademas William necesita unos arreglos en su Kilt. Tomatelo como un adelanto. !O un regalo!

  • Y, de repente, todo cambio de Jessica Garcia Martin

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    Claire tiene una vida idilica: un trabajo que le encanta, una casa que la enamora y un novio entregado en cuerpo y alma a ella, ?o no? No todo es lo que parece…
    Tras varios meses de inseguridades, discusiones y secretos, Claire toma una de las descisiones mas importantes de su vida. Asi, su mundo se pondra patas arriba, conocera a alguien que le abrira los ojos, sentira la pasion y el deseo, descubrira que es el amor de verdad… y miles de cosas que le ocurriran por el camino.
    No estara sola, sus mejores amigos, Sam e Ivan, la acompanaran, le reganaran, se reiran y lloraran, pero siempre juntos.

  • Juro cazarte (Agente especial Ainara Pons 2) de Raul Garbantes

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    La agente especial Ainara Pons se ha tomado meses de descanso en el pequeno pueblo de Eureka en Nevada. En este pueblo ha logrado la tranquilidad, un trabajo estable y buenas amistades. Todo parece bien, alejada de su convulsa ciudad de Nueva York, hasta que un dia encuentra un cadaver en su cama.

  • Paraiso de Bety Care

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    Dos amantes, Luba y Maria,deciden pasar las vacaciones juntas. Pero… sin planificarlo se ven en un pais donde ser lesbiana esta castigado por la ley.

  • True colors de Ximena Renzo

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    True Colors es la historia de dos chicos llamados Abril Rizzo y Nate Collins, quienes deciden aventurarse a conocer el mundo mediante un viaje a varios paises, entre ellos Estados Unidos, Mexico, Venezuela, Colombia, Peru e Italia, pero su viaje mas valioso sera el de la amistad y el amor, el cual los llevara a sumergirse en sus propias aguas, y a superar momentos aciagos en la vida gracias a ingredientes esenciales para la felicidad: la reafirmacion y la busqueda de los suenos, la independencia, la fortaleza, la esperanza, el agradecimiento, el perdon y la reconciliacion.

  • Mi unico plan de Andrea Smith

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    Si hay algo que desespera a Kenzie Sullivan es no saber que le deparara el futuro. Ha terminado los estudios y no sabe como encauzar su vida. Justo cuando cree que ya no puede sentirse mas perdida, recibe una llamada de su amiga Mel que le dara un poco de esperanza. Un trabajo en Nueva York, un nuevo comienzo. ?O quiza no? Si meter la pata el primer dia no era suficiente, cuando su nuevo jefe la convoca a su despacho para hablar con ella, descubre que este no es otro que James Smith, su exnovio del instituto. La situacion no podria empeorar. ?O si? ?Y si descubrieras que sigues enamorada de el? Tras cuatro anos separados, Kenzie y James se reencuentran e intentan retomar su amistad y, quien sabe, quizas tambien algo mas.

  • Un capricho del corazon, Kate Ross de Kate Ross

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