libro flor de sangre
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libro flor de sangre - Louise Boije af Gennas
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Flor de sangre (Trilogía de la Resistencia 1) Tapa blanda
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FLOR DE SANGRE (TRILOGIA DE LA RESISTENCIA 1)
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Flor de sangre - Libro de Louise Boije af Gennäs - Lecturalia
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Flor de sangre (Trilogía de la Resistencia 1) - Anika Entre Libros
https://anikaentrelibros.com/flor-de-sangreTítulo: Flor de sangre (Trilogía de la Resistencia 1) Título Original: (Blodlokan, 2018) Autor: Louise Boije af Gennäs Editorial: Ediciones B
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Flor de sangre (Trilogía de la Resistencia 1) | Penguin Libros ES
https://www.penguinlibros.com/es/novela-negra-misterio-y-thriller/11124-libro-flor-de-sangre-trilogia-de-la-resistencia-1-9788466665865Flor de sangre (Trilogía de la Resistencia 1). Louise Boije af Gennäs ... También disponible en: Todos tus libros · Amazon · Agapea · Casa del libro.
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FLOR DE SANGRE. TRILOGÍA DE LA RESISTENCIA. BOIJE ...
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flor de sangre - trilogía de la resistencia - La llar del llibre
https://www.llardelllibre.cat/es/libro/flor-de-sangre_931046VOL. 01 - TRILOGÍA DE LA RESISTENCIA · Disponibilidad: · Artículos relacionados · Otros libros del autor · Contacto · Páginas legales · Atención al cliente.
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Flor de sangre (Trilogía de la Resistencia 1) - Fnac
https://www.fnac.es/a6786217/Louise-Boije-af-Gennas-Flor-de-sangre-Trilogia-de-la-Resistencia-112 sept 2019 — Flor de sangre (Trilogía de la Resistencia 1), libro o eBook de Louise Boije af Gennas. Editorial: B. Los mejores precios en libros y ...
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flor de sangre (trilogía de la resistencia 1) - Librería Sinopsis
https://www.libreriasinopsis.com/libro/flor-de-sangre-trilogia-de-la-resistencia-1_330711FLOR DE SANGRE (TRILOGÍA DE LA RESISTENCIA 1), BOIJE AF GENNÄS, LOUISE, 20,10€. ... EL LIBRO NEGRO DE LAS HORAS: GARCÍA SAENZ DE URTURI, ...
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Un dilema llamado Claudia (Dilemas 2) de Elizabeth Urian
https://gigalibros.com/un-dilema-llamado-claudia-dilemas-2.htmlSegunda y esperada entrega de la serie de romance historico <
> de Elizabeth Urian. -
La version de Emily de Carolina Gattini
https://gigalibros.com/la-version-de-emily.htmlEmily Jhonson, ha tenido el desproposito de prometerse con Lord Thomas Henry Bradbury, hijo de Lord Arthur Bradbury, septimo duque de Hampshire. Algo que el duque no va a permitir por ningun medio, ya que considera a Emily una cazafortunas; aunque entiende perfectamente por que su hijo se ha prometido con ella, es una joven hermosa que podria embaucar con sus encantos a cualquier hombre. Pero el la va a desenmascarar, asi como todo lo que oculta, aunque para ello tenga que traspasar los limites de la moralidad victoriana.
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Camino hacia la fresca charca de Jose Antonio Moreno Mena
https://gigalibros.com/camino-hacia-la-fresca-charca.htmlJorge Fernandez es un actor que, por decision propia, vive en una Situacion Optima Libre de Traiciones, Errores Romanticos y Sin Obligaciones Sentimentales. Cansado de la vida publica, lleva seis anos apartado de los medios, disfrutando como padre soltero de las travesuras de su hija Natalia y de las intensas conversaciones que mantiene con Patricia Ramirez, una mujer recia, segura de si misma y autoritaria que se ha convertido en una abuela para la pequena y en una madre para el.
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La ley del pueblo de Rober H. L. Cagiao
https://gigalibros.com/la-ley-del-pueblo.htmlLa luz se apago, y el eco de la voz de Paola Gomez, volo por un momento por el cielo orensano. Todos los focos se cegaron, y solo el rumor de las mas de cincuenta personas reunidas en aquel acto, rompia el silencio. Paola, empezo a mirar a todos lados en busca de su companero, el inspector Costoya, y lo vio muy a lo lejos, casi al final del claustro. Lo reconocio por su cojera y su nueva gabardina negra. Dejo los papeles en el estrado, sin darse cuenta de que el viento los haria desaparecer en apenas segundos. De repente, a lo lejos, se escucho un grito afilado, de esos que te parten el alma. Paola corrio, intentando no tropezarse con el resto de los invitados, que aun pugnaban por reconocerse unos a otros, en la penumbra de la noche de aquel frio veintisiete de febrero en el Monasterio de Santo Estevo de Ribas do Sil, lugar de entrega de los premios a los gallegos del ano. No estaba preparada para la accion. Habia escogido tacones y un vestido largo, apropiados para la gala, pero muy poco para una persecucion, asi que, como pudo, consiguio seguir los pasos de su inspector jefe, que la llevaban a la parte exterior del monasterio y en concreto, a la Iglesia adyacente. Entro, alumbrandose con el telefono movil, atenta a cualquier movimiento extrano, y vio como Costoya pasaba directo a la sacristia. Penso si era una broma o todos los misterios del mundo tenian algo que ver con la Santa Iglesia Catolica. --?Esta muerto? --Costoya le tomaba el pulso a un joven de menos de veinte anos, tirado lateralmente sobre la fria piedra de la sacristia. --La miro y sonrio. --No, solo esta inconsciente. --Se levanto a duras penas y senalo un objeto que estaba tirado al lado del chico. --Debieron golpearle con eso. --Paola hizo el gesto, pero se dio cuenta tarde de que habia dejado el bolso en la silla, antes de levantarse para dar el discurso. Tendria que volver a por el antes de tocar aquel caliz. Miro a un lado y vio una puerta abierta que conectaba directamente hacia una zona de paso. Desde alli, se comunicaba con las escaleras y por lo tanto con todo el monasterio. En ese momento, los servicios de seguridad de Santo Estevo se acercaron a ellos. No pudo ensenarles la placa, pero todos la conocian. Los miro seria. --Hasta que sepamos quien ha golpeado a este chico, lo mejor sera que cerremos todas las puertas. Que nadie pueda salir del recinto. Cuanto antes, por favor, el que lo ha hecho ha salido por aqui. --Senalo la puerta. --Asi que aun tiene que estar dentro. --El guarda hablo por su radio y dio la orden. Mientras, Costoya pedia una ambulancia para el joven. --Sera mejor que esa ambulancia llegue pronto o no podra salir de aqui. --Paola miro al hombre extranada. El continuo. --?No han visto las noticias? --Ante la negativa gestual de los agentes, se explico. --Se acerca una tormenta de las buenas y la prevision es que llovera sin parar durante toda la noche y parte de manana, asi que no sera muy conveniente andar por la carretera. --En ese momento aparecio un hombre vestido de etiqueta. Personal del hotel, supusieron. Se presento, despues de llevarse las manos a la cabeza al ver al chico tirado en el suelo. --Espero que... --Tranquilo, solo esta inconsciente, ya hemos pedido una ambulancia. --Me llamo Casiano y soy el director del parador. Nos conocimos antes. --Paola lo recordaba de la recepcion del hotel. --?Que ha ocurrido? --Parece que alguien le ha golpeado con el caliz y ha escapado por esa puerta. --Miro hacia alli con los ojos muy abiertos. --?Y las llaves? --?Que llaves? --Las llaves de esa puerta solo las tiene el parroco, Don Afonso. O en su defecto el aqui presente, el sacristan. --?Este chico era el sacristan? --Era algo que suponia, pero requeria cierta confirmacion. --Si, es Emilio. Lleva anos siendo el sacristan de Santo Estevo. --Entonces suponemos que el que ataco a Emilio se llevo las llaves. --Eso es, y es que solo hay otras copias de esas llaves y estan en nuestro poder. Tendria que comprobar si siguen en su sitio. --?Y por que querria alguien aduenarse de esas llaves? --Casiano miro a su alrededor para intentar explicarse. --Vera, comisaria, la iglesia solo comunica al parador por esta puerta y no existe ningun control, el que accede desde aqui puede tener libertad total por todo el monasterio, por las habitaciones de los clientes. Es muy peligroso, por eso solo existen esas dos copias. --Interesante. Bien, lo primero, senor Casiano, compruebe donde estan esas otras llaves, para confirmar que han robado las de la iglesia. Por otro lado, seria bueno tranquilizar al resto de los asistentes a la gala y pedirles que comprobaran sus pertenencias, asi como sus habitaciones por si falta algo. Si prefiere lo hare yo misma. --Se lo agradeceria, seguro que le hacen a usted mas caso que a mi. --El caso es que no podemos dejar a este chico aqui, solo, al menos hasta que lleguen los sanitarios. --Costoya ya se habia agenciado una manta que le habia puesto por encima a Emilio, el sacristan. --Yo me quedare, y los de seguridad, no se preocupe, nosotros nos encargamos. --Y si se despierta corra usted a avisarnos, para intentar saber si recuerda algo del ataque. --No lo dude, comisaria. Eso haremos. --Y ya se lo he dicho al guarda, cierren la salida del monasterio, que nadie pueda escapar. El que lo ha hecho esta dentro aun. Y en cuanto salga la ambulancia, selle tambien esta puerta, la de la iglesia. Salieron a la calle, la iglesia daba directamente a mano izquierda a un pequeno cementerio, al frente una gran zona empedrada utilizada como aparcamiento y a la derecha, a la fachada del monasterio. La puerta aun estaba abierta, pero custodiada por dos personas de la organizacion del hotel. Costoya encendio un cigarro. Paola lo miro. El lo hacia un poco mas arriba. --?Estas intentando comunicarte con el altisimo? --Nego con la cabeza. --No, comisaria, estoy viendo esos pedazos de nubarrones y me da a mi que ese guarda tenia toda la razon, se avecina tormenta, va a ser divertida la noche. Me da que sera mejor que apuremos con esa charla porque por mucha carpa que tengamos esto no tiene buena pinta. --Le dio a la cabeza y le sonrio. --Ir con usted a cualquier sitio es aventura segura. Vacaciones con Paola. --Le dio una colleja. --Venga, pasa para dentro anda, te voy a dar yo a ti aventura. --Un relampago ilumino el cielo orensano y de nuevo se fue la luz en Santo Estevo de Ribas do Sil. Las tinieblas se hicieron visibles antes sus ojos, como una vision. Rompe co tabaco, penso Costoya. --No gano para sustos, no gano para vicios, asi nunca llegara la jubilacion
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Fenix. Lejos del cielo de Maribel C. Gomez
https://gigalibros.com/fenix-lejos-del-cielo.htmlLa vida de Caleb, se pone del reves el dia que Ben Killer, el lider de una pandilla de barrio, secuestra su moto.
Si quiere recuperarla tendra que participar en una carrera ilegal organizada por el y ganar, de lo contrario la perdera para siempre.
La carrera es interceptada por la policia y Caleb, llevado a comisaria. Alli, el inspector Santos, un policia corrupto obsesionado con meter entre rejas a Ben Killer, y Laura Casas, una subinspectora infiltrada en su banda, le chantajean. Tendra que acercarse a Killer y averiguar si tiene algo que ver con la desaparicion de Cristine Lambert, una exnovia de el de la que no se sabe nada desde hace semanas.
Caleb, se ve obligado a aceptar y decide hacerlo de la manera que mejor sabe, !A MILES DE REVOLUCIONES! -
Disfrutar en la naturaleza de Jose Luis Gallego
https://gigalibros.com/disfrutar-en-la-naturaleza.htmlEn cada uno de los capitulos de este libro Jose Luis Gallego recoge recuerdos y reflexiones sobre lugares, especies animales o vegetales, epocas del ano y actividades en la naturaleza y nos hace participes de todos esos momentos unicos (“Los sonidos de la marisma”, “El gigante de la estepa”, “El increible viaje de la angula”, “Tierra de lobos”, “Lo pequeno es hermoso”…) con la declarada intencion de mostrarnos lo magico e insustituible de nuestro entorno natural. Apela a nuestra condicion de seres vivos, antes que humanos, para animarnos a disfrutar en la naturaleza, y por supuesto conservarla, porque “?Cual es el precio de una mariposa macaon sobrevolando unas genistas de Grazalema? ?Y el de una flor de nieve que acaba de abrirse en las cumbres de Sierra Nevada? ?Cuanto podria llegar a cotizar en bolsa un bando de avutardas cruzando los cielos enrojecidos de las Lagunas de Villafafila?”. La naturaleza nos regala muchas cosas, que no son cosas, de valor incalculable. La naturaleza nos esta esperando.
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Indestructibles de Xavier Aldekoa
https://gigalibros.com/indestructibles.html<
no es un libro de ganadores, aunque sus protagonistas a veces triunfen. Tampoco de perdedores, aunque algunas de estas historias africanas tengan finales amargos. Este es un libro sobre seres humanos que lo intentan. Hombres y mujeres que sufren, rien, opinan, evolucionan, se rebelan y luchan. Protagonistas activos de sus vidas que se revuelven ante un destino que los quiere sometidos, encadenados, victimas. Para quienes la rabia es una forma extrana de esperanza. Tambien es un libro de personas que viven mas alla de las luchas nobles y los grandes dramas. De gente normal. Indestructibles es un libro sobre seres humanos que no se rinden. -
Una sonata de verano de Belen Martinez
https://gigalibros.com/una-sonata-de-verano.html-Novela ganadora del Primer Premio Puck de Novela Juvenil -Una historia atrapante, conmovedora y que te dejara sacando conclusiones hasta la ultima pagina. -Una pluma fresca, autentica y magica. Casio Oliver esta obsesionado con Preludio de invierno, la primera obra de Oscar Salvatierra, un escritor ya retirado.
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Nosotras. Historias de mujeres y algo mas de Rosa Montero
https://gigalibros.com/nosotras-historias-de-mujeres-y-algo-mas.html -
Cielo en llamas de Leila Mila
https://gigalibros.com/cielo-en-llamas.htmlDesde que la Tierra fue invadida, la vida se ha convertido en una lucha constante por la supervivencia. En un ultimo intento por recuperar su mundo, la especie humana esta inmersa en una cruenta batalla que decidira el destino de toda la humanidad.
Es en medio de la voragine cuando, entre las ruinas de una nave abatida por la Resistencia, aparece Makensi. Desorientada, magullada y aterrada, se ve arrastrada a la base de la faccion de Maverik, un lugar hostil donde la tratan como a un enemigo mas. Alli descubre dos cosas.
La primera: ella tambien desconfia de si misma.
Y la segunda: tiene en sus manos la llave para lograr la victoria. -
La llamada del desierto (Lover Tygrain Al de Kelly Dreams
https://gigalibros.com/la-llamada-del-desierto-lover-tygrain-al.htmlEl ultimo ano ha sido duro para las gentes de Bahir, especialmente para las tribus del desierto que se vieron afectadas por la presencia de terroristas entre sus filas. Durante meses, Tarek Al-Hanak, ha ayudado a rastrear los deserticos territorios con el unico proposito de encontrar y sofocar los ultimos coletazos de rebelion.Con los recuerdos del atentado a las ruinas vivos en su mente y en sus pesadillas, el joven tygrain solo encuentra solaz en la tranquilidad del desierto. Y sera este, en la forma de una adorable e inolvidable mujer, quien sanara su alma y lo conducira a un pasado olvidado donde se encuentran las bases de su futuro.Danika Sahin sentia que en la inmensidad del desierto podria encontrarse a si misma.
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El planeta inhospito de David Wallace-wells
https://gigalibros.com/el-planeta-inhospito.htmlUna vez hemos reconocido que nuestro mundo llega a su fin, ?que podemos hacer?
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Alto riesgo de Lee Vincent
https://gigalibros.com/alto-riesgo.html..William Taylor tiene muchas razones para ser un renegado. Ha vivido en las calles de Nashville rodeado por la hermandad de motociclistas Los hijos de la noche y ha conocido de cerca la traicion y la dolorosa perdida de un amigo.
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La promesa de Pisa de Juan J. Prieto , Mano Bouzamour
https://gigalibros.com/la-promesa-de-pisa.htmlSam Zafar, hijo de inmigrantes analfabetas y fieles seguidores del Islam, le hizo una promesa a su hermano en Pisa: no equivocarse como el lo hizo, no terminar en la carcel.
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El secreto de Ile de Jean-luc Bannalec
https://gigalibros.com/el-secreto-de-ile.htmlEl secreto de Ile-de-Sein es el nuevo caso del comisario Dupin, el protagonista de la serie de novela policiaca que lleva vendidos mas de 2.500.000 de ejemplares.
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Breve tratado del corazon de Ana V. Clavel
https://gigalibros.com/breve-tratado-del-corazon.html<
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Leah a destiempo de Becky Albertalli
https://gigalibros.com/leah-a-destiempo.htmlCuando se trata de tocar la bateria, Leah Burke suele tener buen ritmo, el tiempo es como su especialidad. Pero en su vida personal las cosas suelen ir a destiempo. Leah, una anomalia en su grupo de amigos, es la hija unica de una joven madre soltera, y su vida es sin dudas la menos privilegiada. Le encanta dibujar, pero se siente demasiado cohibida para mostrar sus creaciones. Y a pesar de que su madre sabe que es bisexual, ella aun no ha podido reunir el coraje para contarselo a sus amigos, ni siquiera a Simon, su mejor amigo abiertamente gay.
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Piensa como un artista de Will Gompertz
https://gigalibros.com/piensa-como-un-artista.htmlVuelve la fresca sabiduria de Will Gompertz, autor de ?Que estas mirando?, con un libro de arte muy distinto a los demas.
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Luna de gato de Christian Martins
https://gigalibros.com/luna-de-gato.htmlAmanda, la chica de los labios azules, es timida, sonadora y vive en su propio mundo. Trabaja en una editorial y dibuja lunas de gato.
Brett es abogado, es extrovertido y trabaja en un bufete. Aunque no tiene muy claro lo que le tiene preparado el futuro.
No tienen mucho en comun, excepto que son vecinos. Y que trabajan en la misma calle. Y que ambos acabaran embarcados en una aventura comun que cambiara sus vidas para siempre.
?Te apetece conocerles? -
Gala de Carmen Domingo
https://gigalibros.com/gala.html<
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La comunidad de Helene Flood
https://gigalibros.com/la-comunidad.htmlMe preguntas que cuando conoci a Jorgen. ?Te puedes creer que no me acuerdo? Debio de ser en el jardin o en la escalera o en el portal de casa, pero no lo recuerdo. Mi hijo habia nacido justo despues de la mudanza y habia sido prematuro. Eran tantas las consultas en el hospital, tantas las cosas que nos preocupaban… No lo digo por eludir el tema. Es la pura verdad. Sencillamente no me acuerdo. Pero si que me viene a la memoria la primera vez que lo vi. Tuvo que ser a principios de julio del ano en que nos mudamos. Lo puedo situar con precision porque fue pocos dias despues de adquirir el apartamento, una calurosa tarde de verano, cuando Asmund y yo aun viviamos en el viejo y ya no pude aguantarme mas: tenia que ir a ver la casa donde estaba a punto de empezar nuestra nueva vida. Ellos estaban sentados en la terraza del jardin cuando llegue. Ya sabes que el camino de la entrada pasa justo al lado. Los mire al cruzar, preparada para saludarlos, pero estaban comiendo en la mesa y ni siquiera me vieron. Eran cinco, y por lo visto buenos amigos. Yo estaba sola. Me encontraba en las ultimas semanas del embarazo, con una tripa enorme, y habia caminado a paso rapido, asi que estaba sudando muchisimo. Ademas, no los conocia. Me encerre en mi nuevo hogar. El apartamento estaba vacio. Los anteriores duenos se habian llevado sus cosas, pero habian quedado sus olores. No olia a nosotros, ?sabes a lo que me refiero? Cuando nos hicimos con el apartamento era como si hubiesemos comprado tambien un cierto estilo de vida, un espacio social, algo asi. Como si, por alguna razon, fueramos mas distinguidos que antes solo porque eramos los propietarios de esa casa, en esa direccion. Pero ahora que el apartamento se ha vaciado de su elegante mobiliario, ahora que mis pasos resuenan entre las paredes, desnudas y con agujeros de clavos, me asaltan las dudas. No encuentro otra manera de explicarlo: tengo la impresion de haberme disfrazado con unos zapatos demasiado grandes para mi. En la cocina, me acerque a la ventana y observe la terraza y a quienes estaban sentados alli. No abri la ventana aunque hacia calor. No se. Tal vez no queria importunarlos. Por lo visto habian terminado de cenar. Habia algunas botellas de vino en la mesa. Charlaban y yo oia sus voces pese a que las ventanas estaban cerradas; no lo que decian exactamente, pero si el tono. Fuera el tema que fuese, el debate parecia intenso, si bien el ambiente era bueno. De tanto en tanto rompian a reir, los cinco a coro. Eran tres hombres y dos mujeres. Reconoci a uno de los hombres: era un cineasta que habia realizado un polemico documental un par de anos atras. No recuerdo sobre que…, los refugiados, su integracion o algo asi. La prensa habia escrito mucho sobre ello. Tambien una de las mujeres me sonaba; tenia la impresion de haberla visto en la television. Sentados a uno de los lados largos de la mesa habia un hombre y una mujer que claramente eran pareja. El tenia el brazo apoyado en el respaldo de la silla de la mujer, y, en una de esas, cuando algo los hizo reir a todos, ella se volvio hacia el sonriendole y le retiro algo de la mejilla. Luego el movio el brazo y se lo puso en la parte baja de la espalda. La mujer se acerco hacia la mesa para decir algo. Llevaba el pelo largo, de un rojo intenso, recogido en una trenza espesa y bien atada, y al inclinarse hacia delante para hablar la trenza se le deslizo a un lado. Su marido, sentado junto a ella, la tomo con cuidado para recolocarla en su lugar. La mujer se volvio hacia el, consciente de que la tocaba, y siguio hablando sin dejar de sonreirle. Tal vez estaba contando algo que habian vivido juntos. El hombre me daba la espalda, de modo que no me resultaba facil verle el rostro, pero cuando miro hacia un lado pude apreciarlo. Era guapo, con el cabello ondulado tirando a gris. Pomulos prominentes y una sonrisa amplia y seductora que parecia usar a menudo. Le eche cuarenta y pico, quien sabe si ya rozaba los cincuenta. Era Jorgen. Aquella fue la primera vez que lo vi. Como no parecian advertir mi presencia, me quede alli y segui mirandolos: cinco amigos que hablaban de cosas importantes en torno a una mesa durante una noche de verano en un jardin de Kastanjesvingen. La mujer de la trenza se levanto. Cogio una bandeja vacia de la mesa y se dirigio hacia el camino que lleva al portal de la casa. A mitad de trayecto me vio. Era evidente que yo estaba ahi, de pie, en medio de la ventana. No es que estuviera fingiendo que no los observaba. Me habia quedado como fascinada, y no se me ocurrio que tendria que haberme apartado de alli. La mujer se detuvo para mirarme. Alce la mano en un gesto de saludo. La mujer no se movio. No me devolvio el saludo. No me sonrio, pero tampoco parecia molesta. Su expresion era casi neutra. Se quedo un instante ahi mirandome, solo un momento, luego siguio su camino. Desde donde estaba la oi abrir la puerta del portal. Me aleje apresuradamente de la ventana, avergonzada por haberlos estado observando con tanto descaro. Lo note en el estomago: me habia comportado de manera inapropiada. Me senti abochornada. El primer sabado Los arboles que me rodean son de hoja caduca, con copas enormes y ramas robustas, muy distintos a los abetos del bosque cercano a la casa donde creci. Y, sin embargo, se, a la manera en que saben los que suenan, que me encuentro en el bosque de mi ninez. Lo conozco bien: se lo facil que es desaparecer en su interior. Recorres senderos que conoces. De repente te sales del camino siguiendo el ruido de un ciervo o porque atisbas unos arandanos exuberantes un poco mas alla, y, al volver, todo ha cambiado. Mires donde mires, hay arboles oscuros y silenciosos, hileras y mas hileras, y ninguno se parece a los que ya conoces. En el sueno estoy buscando a alguien que ha desaparecido. Al principio no se de quien se trata. Luego caigo en la cuenta de que son mis hijos. !Lukas!, grito, y echo a correr. !Emma! Ante mi, el bosque se abre a un calvero. No es grande, como mucho cinco metros hasta que el bosque espeso empieza de nuevo, pero aqui el sol se cuela entre las copas; es un sitio luminoso y calido, en las laderas crece hierba joven. Me detengo. El lugar es hermoso, pero algo no encaja. Siento un nudo en la garganta y me cuesta respirar. Algo espantoso ha sucedido. En el salon hace frio por las mananas. Cierro a mis espaldas la puerta del dormitorio con sigilo: no quiero despertar a los demas. En la luz sin relieves de la manana, el salon me resulta desconocido. Tal vez mi cuerpo aun este sumido en la pesadilla, porque los muebles parecen enormes y severos. Los estantes parecen cerrados y la mesita del cafe, desacostumbradamente pulcra. Mis pies absorben el frio del suelo. Junto a la entrada encuentro mis zapatillas. Me las calzo y voy a la cocina. Tambien aqui me sorprende la pulcritud. Anoche Asmund y yo compartimos una botella de vino mientras veiamos una pelicula bastante mala, aunque quien sabe si luego mejoro algo. Me entro sueno y me fui a la cama a media pelicula. Asmund debio de limpiar cuando acabo. La luz roja del lavavajillas me dice que el programa ha terminado, de modo que, por una vez, se acordaria de ponerlo en marcha antes de acostarse. Me apoyo en la encimera de la cocina. Este espacio es el principal argumento en la venta de nuestro apartamento. Fue aqui donde se tomo la fotografia que ocupaba por entero la primera pagina del folleto que nos mostraron en nuestra primera visita. La cocina es grande y luminosa, y mientras que el resto de las ventanas dan o bien a un muro lleno de vegetacion que se levanta detras de la casa, o bien al edificio de al lado, las de la cocina se asoman al jardin. Para aprovechar mas la luz, el arquitecto que diseno el edificio alla por los anos cincuenta hizo de esta pared una larga sucesion de ventanas. Hemos colocado la mesa de la cocina justo delante, de modo que, cuando nos sentamos ahi, podemos ver el pequeno jardin entero: la terraza con sus muebles de exterior, el anoso manzano, la hilera de buzones y la valla de listones blancos. Mas alla se extiende Kastanjesvingen, la calle sin salida que termina en una rotonda a unos cuarenta metros de nuestra puerta. Al otro lado de la calle hay casas unifamiliares; algunas de ellas datan de la decada de los cincuenta, como nuestro edificio de cuatro apartamentos, pero otras son mas recientes. Y mas alla de esas casas se alza Bakkehaugen, la colina que nos separa del centro de la ciudad. Y, aunque no pueda verla desde las ventanas de la cocina, saber que la ciudad esta justo ahi detras me produce una calida sensacion de hogar. Pensar que vivimos asi, en una apacible calle cerrada, pero con la ciudad tan a mano que casi se puede tocar. Me siento. Estoy en silencio, a la escucha. ?Hay alguien despierto ahi arriba? ?Se mueve? ?Los ruidos que oigo provienen de el? Es demasiado pronto, eso si que lo se. Puede que sea yo la unica que no duerme en toda la casa. Con todo, el silencio no es total. Las paredes no estan bien aisladas; se oyen incluso vientos moderados, las ramas del castano cuando chocan contra la ventana del salon, el crujido de los tablones cuando algun vecino camina. Todavia tengo sueno y me desperezo. Anoche me dormi profundamente. No he oido a Lukas subirse a nuestra cama. Me he despertado a oscuras y asustada por la pesadilla; al abrir los ojos, he visto su cabello revuelto, su manita cerca de la mia, los deditos con mugre bajo las unas y una tirita verde que le cubria una herida invisible en el dedo indice. He sentido un alivio enorme despues del sueno. Alli estaba el. Todo estaba bien. Le he revuelto el pelo. ?A que hora habra entrado en la habitacion? Al otro lado de la calle veo a Rikard Hoffmo salir de su casa marron. Se detiene en los escalones de la entrada y mira a su alrededor como un terrateniente que vigila sus dominios. Tiene los brazos en jarras, las manos a cada lado de su voluminosa barriga. Se estira, lleva las caderas a un lado y luego al otro; la barriga le cuelga y se balancea por encima de la cintura. Se prepara para salir a correr, pues el es asi: ya ha cumplido los setenta y va a correr dos veces por semana, haga el tiempo que haga. Su conjunto deportivo azul, con una tira blanca en cada pierna, es un superviviente de los anos setenta, lo que le confiere un aspecto si cabe aun mas comico. Pero Hoffmo tiene algo, una especie de autoridad natural, que te quita las ganas de encontrarlo risible. Nos llevamos bien, el y yo. <> Nos llamamos por el apellido a modo de broma. Ahora se dobla hacia delante. Toca el suelo. Es agil para un hombre de su edad y corpulencia. Vuelve a erguirse, hace un estiramiento y ya esta listo para correr. Levanto la mano para saludarlo desde la ventana, pero no me ve. Oigo pisadas de nino antes de que Lukas entre en la cocina, con esos piececitos veloces que golpean en el suelo. Se agarra a mi y se me sube al regazo. Me apoya la cabeza en el hombro y cierra los ojos. Seria perfectamente capaz de quedarse alli dormido; es capaz de dormirse donde sea. Una parte de mi quisiera que lo hiciera y pasar el tiempo asi, sentada en paz con el nino adormilado encima. --Lukas --le digo--, ?esta noche has entrado tu solito a nuestro cuarto? Abre los ojos y me mira. --Si. Pero no es una afirmacion, sino mas bien una pregunta. ?Si? ?Yo hice eso? --Es que no te he oido entrar --le comento. No considera que esto merezca respuesta. Apoya de nuevo la cabeza en mi hombro y cierra los ojos. Respiro hondo, atenta a senales de vida en el apartamento de arriba. Lukas abre de nuevo los ojos. --Mami, ?podemos buscar mi tiranosaurio grande? Me levanto y veo a Hoffmo correr con pasos cortos y ligeros por el camino de acceso a su garaje. Se apoya en el porton y me ve. Alza la mano para saludarme y le devuelvo el saludo con un gesto militar en honor a su hazana deportiva, lo que le produce una risa que sacude en oleadas su voluminosa humanidad. Despues de desayunar, hacemos las camas y nos preparamos para un dia que se presenta de lo mas ajetreado. Ya hace tiempo que lo hemos planificado todo. Ahora solo falta poner los planes en marcha. Asi seran nuestros fines de semana hasta diciembre. A veces pienso que somos hamsteres en una rueda, de camino a una cita para luego acudir a la siguiente, en una cuesta arriba que no termina jamas. Hace algunos anos fantaseaba con la idea de poner la casa en alquiler, retirar nuestros ahorros del banco y comprar cuatro billetes para volar a Vietnam. Vivir alli de un hotelito que tendriamos junto a la playa. Vivir en el ahora. Disponer de tiempo para nosotros, para los ninos. Ver los dias pasar. No vivir contra reloj, cumpliendo tareas y terminandolo todo antes de desplomarnos en la cama para recuperar fuerzas y empezar de nuevo al dia siguiente. No. Yo quiero vivir. De verdad. Una vida autentica, en contacto con la naturaleza. Hoy ya no pienso asi. En la playa de Vietnam habrian pasado otras cosas: nos habria preocupado la rentabilidad del hotel; a los huespedes les habria molestado esto o aquello; habriamos sufrido inundaciones y temporadas de sequia; las tuberias estarian deterioradas por los anos y resultaria demasiado caro reemplazarlas. Y asi sucesivamente. Asmund rescata una camiseta de entre la ropa que se amontona en un rincon. Mientras hago la cama le hablo de mi sueno, aunque ya no logro recordar los detalles: estaba buscando algo y tenia miedo. --Debo de haber dormido profundamente --le digo--, porque Lukas entro en el cuarto y se acosto entre los dos sin que me despertara. --Tenemos que quitarle esa costumbre --comenta Asmund mientras se ajusta el reloj a la muneca--. Ya es lo bastante mayor como para dormir solo. --Solo tiene cuatro anos --replico. --A los cuatro anos Emma dormia toda la noche en su cama --senala Asmund--. Y eso de dormir de dia…, de verdad que eso tiene que acabar, Rikke. Ya es muy mayor para necesitar una siesta por las mananas. --Claro --contesto sin ganas de seguir discutiendo. Lukas es mi nino de la suerte. Nacio dos meses antes de tiempo. Estabamos mudandonos al apartamento cuando llego. Yo estaba sacando tazas y abriendo cajas cuando un dolor muy agudo se me extendio por el estomago y la espalda. No se donde estaba Asmund, probablemente trayendo muebles nuevos. Emma se hallaba en casa de la abuela. Yo me encontraba delante de los armarios vacios de la cocina y pense: ?Me habre pasado? ?Habre hecho demasiados esfuerzos? ?Deberia sentarme un rato? Llegue al hospital ya casi de parto. Llame a Asmund mientras esperaba al taxi. Se precipito al coche y llego al hospital justo a tiempo. Se llevaron al nino en cuanto nacio: tenian que hacerle pruebas, medirlo, pesarlo. El tiempo era oro y algo de informacion debio de perderse en medio de aquel frenesi, o puede que me extraviara en las brumas del parto, porque no entendia la situacion, porque no sabia como estaba el nino. ?Estaba vivo o no? Solo sabia que se lo habian llevado. Me volvi hacia Asmund: --?Hemos vuelto a ser padres? Asmund estaba llorando, pues el es asi, no lo puede evitar, se le saltan las lagrimas en bodas y bautizos. Entro una doctora, ceno fruncido y labios apretados, y yo al verla asi pense: El nino ha muerto. Senti el miedo primero como un golpe en el estomago, pero luego se extendio por los brazos y las piernas, se apodero de todo mi cuerpo. Ni la doctora ni Asmund se dieron cuenta, pero en los segundos que pasaron antes de que nos dijera que todo estaba bien, que el nino era pequeno pero fuerte, que habria que hacer un monton de pruebas, que tal vez resultase necesario realizar un seguimiento en el hospital, pero que todo saldria bien…, durante esos segundos estuve segura de que lo habia perdido. Era mi realidad. Y luego, al caer en la cuenta de que no lo habia perdido, probablemente, mi alivio fue tan grande que todo lo demas, el riesgo de asma y de TDAH, o los posibles problemas pulmonares, no me preocupo lo mas minimo. He vuelto a ese momento una y otra vez. Aun lo hago. Mi nino de la suerte. De una forma u otra es un premio. Lo habia perdido. Lo recupere. --Ya estoy --dice Asmund. Va vestido de ciclista, conjunto negro con rayas amarillas. Mientras yo llevo a Emma al teatro del colegio, y desde ahi ire a un cafe donde he quedado con mi hermana, el se llevara a Lukas de paseo a Baerum para que vea a amigos. Claro, va con la bici electrica, pero vestido como si fuese a correr un maraton. Ha engordado algo en estos ultimos anos. No tiene nada de extrano, estas cosas pasan. Sus amigos tambien han cogido peso. Algo les ha ocurrido mediada la treintena. Algo que ha dejado huellas fisicas. --?Que pasa? --me pregunta. --?Que pasa de que? --?Que me miras? Sonrio. --Tu atuendo --le contesto. --Ya. Eso. ?Me aprieta? ?Me queda muy justo? --No, para nada. Se ve muy profesional. Me hace un guino. --El Tour de Tasen, carino --dice mientras va al salon. Lo oigo alzar a Lukas en alto y soltar un rugido. Lukas se rie. La culpa me raja el estomago, rapida y dolorosa. Alla va. El padre de mis hijos, el hombre al que prometi amar y honrar. Termino de hacer la cama y recojo la ropa sucia del suelo. Arriba el silencio sigue siendo total.
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Pajaros en la boca y otros cuentos de Samanta Schweblin
https://gigalibros.com/pajaros-en-la-boca-y-otros-cuentos.htmlPajaros de en la boca y otros cuentos supone la mejor via de entrada al fascinante universo de quien, tras su nominacion al Man Booker International Prize en 2017 con Distancia de rescate, es una de las voces de las letras hispanas con mas proyeccion en el actual panorama literario internacional.
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No mentiras de Blas Ruiz Grau
https://gigalibros.com/no-mentiras.html -
El peligro de amarte de Flor M. Urdaneta
https://gigalibros.com/el-peligro-de-amarte.htmlLlevaba una vida normal, rutinaria, transcurria entre atender a mi padre, trabajar en el taller y salir con mis amigas algunos fines de semana. Pero todo cambio cuando Noah aparecio delante de mi, con su metro ochenta y cinco de perfeccion, sus penetrantes ojos celestes y esa capacidad asombrosa de hacerme perder la cordura. Noah era la fruta prohibida del Eden, su tacto era adictivo, sus besos apasionados, y aunque intente alejarme, renunciar a lo que sentia cuando estaba con el, no pude; se metio bajo mi piel, tomo mi corazon y luego, cruelmente, me lo arrebato.
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El mal que nos devora de Andrea P. Munoz
https://gigalibros.com/el-mal-que-nos-devora.htmlDiana Thorne es una joven policia atormentada por el recuerdo de su hermana, victima en su infancia del asesino en serie Black Demon. Quince anos despues el pueblo de Nollsbury vuelve a estar en boca de todos cuando la pequena Monique Brown desaparece de su cama en mitad de la noche. Max Chandler es enviado en calidad de reportero y asesor policial por su despota jefa una manana fria donde la niebla parece envolver cada parte de la excentrica estacion ferroviaria. Ambos se uniran en una investigacion que los guiara a las entranas de un circo anclado en el tiempo debido a un pacto con el mismisimo Diablo.
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La Nieve Mas Oscura, Enrique Laso de Enrique Laso
https://gigalibros.com/la-nieve-mas-oscura-enrique-laso.html!MAS DE MEDIO MILLON DE COPIAS VENDIDAS EN TODO EL MUNDO!
El agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI Ethan Bush se desplaza hasta la despoblada Montana a finales de otono de 2017. Un asesino en serie ha matado ya a cinco jovenes y la policia de los condados afectados no cuenta con recursos ni humanos ni materiales para hacer frente a una investigacion tan compleja.
UNA SAGA DE NOVELA NEGRA Y POLICIAL QUE HA CONQUISTADO EL No1 EN 50 PAISES
Despues del exito fabuloso de las cinco primeras entregas, que han sido traducidas a seis idiomas y que superan ya el medio millon de copias vendidas, Ethan Bush regresa con un caso tan terrible como adictivo. Un personaje que ya se ha convertido en un icono de la novela negra en todos los paises donde se habla el castellano y que ha sido No1 general en frances y en italiano, algo insolito para un autor hispano.
ENTRA EN EL MUNDO OSCURO DE ETHAN BUSH. QUEDARAS ATRAPADO.
Enrique Laso es un prolifico autor espanol que ha vendido mas de millon de libros en todo el mundo. Sus titulos han sido traducidos a 14 idiomas y ha conquistado el No1 en mas de 50 paises. Una de sus novelas ha sido adaptada al cine en Espana. Otras dos tienen los derechos comprometidos con un agente de Hollywood. La saga Ethan Bush ha supuesto un cambio radical en su carrera como escritor y ahora se dedica por completo a ella.
UNA SAGA DE NOVELA NEGRA Y POLICIACA QUE HA CONQUISTADO A LECTORES DE TODO EL PLANETA
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Desaparecida. La historia de Hugo de Dylan Martins Y Janis Sandgrouse
https://gigalibros.com/desaparecida-la-historia-de-hugo.html--Hola, Hugo. --Hola, Andrew, te necesito --murmure agobiado echandome el pelo hacia atras. --?Que paso? --La pequena Laia ha desaparecido... Seis meses habian pasado desde la boda de Andrew con Laia, de ahi a que Alicia le pusiera el nombre a su hija, ya nuestra hija, porque la amaba como si fuera mia. A Alicia la conoci gracias a Andrew, cuando intervenimos en liberar en Marruecos a Laia, en aquel entonces una espanola que se caso con un marroqui que la sometio a una cautividad por dos anos, de ahi que la escritora Ariadna Baker, contara su historia y por ende el principio de la mia en una trilogia llamada Laia, ademas de Cautiva. Hoy en dia Andrew y Laia, vivian felices en las Highlands de donde era el, ademas habia pedido una excedencia para disfrutar de ella y los hijos que ya tenian, tres, Dylan, Hugo y Janis. La nina fruto del amor entre ellos y los ninos frutos del corazon tan grande que poseian, ya que eran adoptados. A Andrew lo conoci en varias cooperaciones conjuntas, ya que el era inspector en Escocia y yo en Espana, asi que nos vimos siguiendo a las mismas bandas de narcotraficantes que intervenian, tanto en su pais como en el mio, pero lo que realmente nos unio fue su historia con Laia, hoy su mujer y amiga de mi pareja Alicia. A Alicia la conoci y poco despues la dejo el marido, renunciando a la pequena Laia por irse con una mujer a algun lugar de Europa, donde se quedo con ella. poco despues supimos que esta lo dejo y el no regreso a Espana, pero, consciente de todo lo que dejo aqui, comenzo a amenazar a Alicia hasta que yo me puse serio. Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que nos dimos cuenta que sentiamos el uno por el otro, hace un ano, pero no lo confirmamos hasta el enlace de estos, Fue en las Navidades antes de la boda de Andrew, cuando Alicia y yo nos comenzamos a dejar llevar por eso que ahi donde sellamos nuestro amor con un beso. La verdad es que esa boda fue la confirmacion de un amor que se habia ido engrandeciendo en medio de un cautiverio y problemas que se sucedieron por un largo tiempo y en el que nos vimos en una espiral de acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la ame como a una hermana, esa que se que tiene los mismos sentimientos hacia mi. Y a pocos dias de hacer un ano con Alicia y esa preciosa nina a la que amo como si fuera mia, desaparece... Ni veinticuatro horas de la llamada y ya tenia a Andrew y su familia en Huelva, en el piso que estos tenian alli de Laia y de donde era Alicia, la mujer de mi vida. Ademas, yo estaba con ella y la nina afincado en mi tierra, Cadiz, en donde ejercia mi profesion de policia en cubierto y donde escribia mis novelas, ya que publicaba en una plataforma enorme y que, para sorpresa mia, tenia muchas lectoras. Pero un dia antes de esa llamada a Andrew, nuestra pequena Laia desaparecio, si, por arte de magia. Estaba en el salon jugando con sus munecas en una manta en el suelo y Alicia preparando la comida, solo se despisto unos minutos para ir a mover la pasta y cuando regreso al salon, ni rastro de la pequena, eso si, la puerta de la terraza estaba abierta, alguien habia entrado... En mi trabajo cambie todo el rumbo y dije que ahora la prioridad era encontrar a mi nina sana y a salva, no podia soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de dolor, sin dejar de llorar y gritando de impotencia. Laia y Andrew iban a dejar en Huelva a sus hijos con los padres de ella, asi que lo hicieron todo rapido y se vinieron a Cadiz, ella para arropar a su mejor amiga y el, para ayudarme a encontrar a la pequena Laia… Andrew se acerco a mi mientras Laia, corria a los brazos de Alicia. --La vamos a encontrar, lo vamos a hacer --dijo dandome un abrazo. --Te necesito, aunque se que ahora no tienes competencia, te quiero a mi lado, tu cabeza es una de las mejores para desenredar los casos. --Aqui me tienes, no me hace falta tenerla, solo la lealtad que siento por ti, Hugo ?Crees al igual que yo quien es? --Si, Pedro, el padre biologico de la nina, seguro que se la llevo a algun lugar de Europa. acontecimientos. Al final ese caso se convirtio en mucho mas que algo laboral, Andrew se enamoro de ella y yo la soportar el dolor de saber que le podria estar pasando y no podia mirar a la cara a Alicia, que estaba desgarrada de --Le tuvo mucha inquina a Alicia cuando le salio mal la otra relacion y se dio cuenta de que lo habia perdido todo, actuo con mal sentimiento contra ella pagando toda su ira, asi que hay que abrir la linea por esa parte, sin dejar otras abiertas, nunca se sabe. --En eso estamos, hemos pedido las camaras de seguridad de todo el perimetro de nuestra casa, para ver los coches que se movieron en esas horas antes de su desaparicion y a los minutos despues, queremos ver todas las coincidencias. --Eso esta perfecto. Alicia estaba derrumbada, daba pena mirarla y eso me estaba poniendo mucho peor. Nos metimos en mi despacho, ahi podiamos hablar tranquilos, lo bueno es que Laia estaba con ella, eran como hermanas y cuando paso lo de ella en Marruecos, Alicia hizo todo lo habido y por haber por recuperarla, asi que ahora contaba con ella, esa mujer que estaria dispuesta a estar ahi para todo... --Amo a esa nina mas que a su madre y eso que Alicia es el amor mas grande que senti por una mujer, pero esa nina... --Se me saltaron las lagrimas. --Lo se, habia mucha quimica entre ustedes... --Solo tiene cuatro anos y me miraba como si fuera Dios, se le iluminaba la cara con solo sacarle la lengua o hacerle una gracia. --Hugo, la vamos a encontrar --me apreto el hombro. --?Sabes? --Dime. --Las cosas no estaban marchando bien el ultimo mes con Alicia. --?Y eso? --pregunto cambiando el gesto de su cara. --Se que me ama como yo a ella, pero algo pasaba que nunca consegui averiguar, se que algo habia, no te digo que estuviera con otro hombre ni mucho menos, eso jamas se me paso por la cabeza, pero habia algo, le pregunte muchas veces y siempre me decia que no le pasaba nada o que estaba cansada. Quiero recuperar a nuestra hija y a ella, necesito a las dos en mi vida, no podria vivir sin ellas, me volveria loco. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. --?Ella dijo en algun momento que la desaparicion iba por parte de Pedro? --No, es mas dice que no, que el no vendria a por ella. --Esto me esta oliendo raro. --?Por que dices eso? --Sabes que tenemos un sexto sentido, pero siempre me dijiste que yo tengo un septimo, ese que no lo tiene cualquier policia. --?Y que piensas? --Aqui esta pasando algo mas, dejame avanzar un poco mas y te digo, pero creo que aqui hay algo que se nos esta escapando de las manos. --Vamos a hacer lo que quieras, tiramos por donde digas, tengo toda la fe puesta en ti, pero tenemos que traer de vuelta a Laia, de lo contrario... --La traeremos. Capitulo 2: Alicia Me la habia quitado, Pedro me la habia quitado... No podia ni nombrarlo, llevaba un mes recibiendo amenazas que no le pude contar a Hugo, si lo hacia, la iba a matar, me lo habia advertido mil veces desde unas semanas atras y es que cuando mi pareja se metio por medio y le contesto a los mensajes, lo enfurecio mucho mas y desde ahi me lo tuve que tragar todo sola. Sabia que ropa llevaba mi hija, si habiamos ido a una farmacia, al colegio, a comprar pan, lo sabia todo y me lo advirtio, iba a matarla si le contaba algo a el. Solo queria una cosa... recuperarnos a las dos. Estaba en Irlanda, pero esa informacion solo la sabia yo, asi que, si era el artifice y lo era de la desaparicion de Laia, ya se la habia llevado alli y yo, yo tenia que ir a por ella, no podia ponerla en riesgo, no podia contarselo a Hugo. Lo tenia todo preparado, solo tenia que buscar la excusa perfecta, ya tenia en el maletero de mi coche una bolsa con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una escala para Irlanda, no podia ir directa, sabia que, si lo hacia, Hugo daria con mi rastro. --Laia ?Confias en mi? --Le dije a mi amiga, cogiendole las manos. --A estas alturas de mi vida y me preguntas eso --dijo ella, negando. --Se donde esta mi hija, pero si esta la policia por medio, la va a matar, el lo tiene todo perdido y la nina le importa una mierda. Por favor no puedes hablar de esto con ellos. --No Alicia, no me pidas eso --se le saltaron las lagrimas --. Sabes que ellos me liberaron, y eran mas peligrosos, era una banda. Por Dios Alicia, tenemos que contarselo. --Si le cuentas algo, o si le llega a suceder cualquier cosa a mi hija por haberle dicho algo, te juro que no te lo perdonare jamas --le dije, apretando los dientes --. Sacame de aqui, vamos a inventar una excusa, pero sacame de aqui sin que sospechen nada, si no lo haces, vas a salir de esta casa y de mi vida por poner a mi hija en riesgo con ropas, solo tenia que salir sola de aquella casa e irme al aeropuerto de Jerez, coger un vuelo y luego hacer una --la mire en tono amenazante, me dolia, pero tenia que conseguir que me ayudara a salir --Demuestrame que quieres a mi hija y confia en mi. --Lo hare, a pesar de saber que me estoy equivocando, pero lo hare. Ella se fue al despacho a buscar a los chicos y les dijo que me iba a llevar a dar una vuelta en el coche para que me diera el aire y queria hablar conmigo fuera de esas cuatro paredes, que luego volveriamos. Y asi fue, salimos de alli, ni pase a despedirme de Hugo, no queria que me viera, no queria que notara algo en mi rostro. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima hora y al que me subi, despues de dejar a Laia llorando y temblando. Ella se pensaba que mi destino estaba en Londres y eso era lo que queria, despistarlos a todos. Si algo tenia claro es que no iba a poner en riesgo la vida de la persona que mas amaba en este mundo junto a Hugo, a mi pequena Laia, el motor de mi vida. El vuelo lo pase entre nervios, llorando, apague el movil para siempre, habia comprado una tarjeta de prepago en el aeropuerto y yo tenia el numero nuevo de Pedro, ese que no tenia Hugo, asi que me pondria en contacto nada mas llegar. Y eso hice, aterrice en Londres y llame a Pedro. --Ya estoy en Londres, en dos horas vuelo a Irlanda. --Te espero en el aeropuerto. --Vale. --No le hagas nada a Laia, por favor, no le hagas nada, estoy dispuesta a quedarme contigo. --Bien, asi me gusta, recuperar lo que me pertenece --murmuro y colgo. En ese momento senti que el mundo se me terminaba de caer encima y por completo. Jamas imagine que Pedro fuera capaz de tener tanta maldad y sangre fria para abandonarnos renunciando a su hija, luego secuestrarla y ahora querer formar junto a nosotros esa familia que el destruyo, lo peor de todo, sin importarle nada, a costa de todo y todos. Nos dirigimos al aeropuerto de Jerez, a cuarenta minutos, con la suerte que aborde un vuelo que compre de ultima Durante el siguiente vuelo lo pase llorando, hasta tal punto que una de las azafatas vino dos veces a preguntarme si estaba bien o necesitaba algo.
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Amantes con conservantes y colorantes de Brandy Manhattan
https://gigalibros.com/amantes-con-conservantes-y-colorantes.htmlUna novela desenfadada, con toques de humor y grandes momentos de alta carga erotica.
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Bajo el arbol de los toraya de Philippe Claudel
https://gigalibros.com/bajo-el-arbol-de-los-toraya.htmlLos toraya viven en la isla Celebes. Son un pueblo cuya existencia esta obsesivamente marcada por la muerte. Cuando fallece un toraya, la organizacion de su funeral se prolonga durante semanas, meses, a veces anos. Lo deseable es que asistan a la ceremonia todos los parientes del difunto, lo que puede suponer miles de personas desperdigadas por el archipielago indonesio, o incluso fuera de el. El viaje, el alojamiento y la alimentacion corren a cargo de sus familiares, que con frecuencia deben contraer fuertes deudas para poder respetar la tradicion. Para hospedar a los invitados se construyen casas de madera finas y graciles como barcas. En prevision de los banquetes se compra ganado. Se sacrificaran cerdos y bufalos para acompanar al difunto. Durante todo ese tiempo se conserva el cuerpo de quien aun no es considerado un muerto, sino un enfermo, un to masaki, en la lengua de los toraya. La tumba en la que sera inhumado se excava directamente en la roca de ciertos acantilados sagrados. En esos sepulcros en forma de nicho descansan los restos de los miembros de una misma familia, custodiados por idolos de madera. Al cabo de un tiempo, los ataudes se pudren y se abren. Los huesos quedan esparcidos por el suelo, mezclados con la tierra y las hojas. En la primavera de 2012 recorri la tierra de los toraya. En su isla, que aun no conocia, volvi a encontrar lo que siempre me ha gustado de Indonesia: sus gentes tranquilas y risuenas; sus paisajes ondulantes, a veces escarpados, con su muestrario infinito de verdes, desde el mas claro hasta el mas mate; su cielo, que puede ser amplio y azul y volverse vertical al dia siguiente, un collage de altas nubes de plomo que revientan de pronto para dejar caer una lluvia calida sobre bosques, caminos y arrozales; sus noches, que llegan temprano, repentinamente, y desencadenan un aquelarre de insectos y lagartos; el placer de tomarse una cerveza helada mientras saboreas un nasi goreng o unos sates de cabra en una acera, sentado en una silla de plastico pensada para un gnomo, o el de fumarse un kretek con aroma a nuez moscada y canela. Cerca de un pueblo toraya situado en un claro, me mostraron un arbol peculiar. Imponente y majestuoso, se alza en una pendiente del bosque, a unos cientos de metros de las casas. Es una sepultura reservada a los ninos de muy corta edad, fallecidos durante los primeros meses de vida. En el tronco del arbol se excava un hoyo. En su interior se deposita el pequeno cadaver envuelto en una sabana. El sepulcro lenoso se cierra con un entramado de ramas y tela. Lentamente, con el paso de los anos, la madera del arbol vuelve a cerrarse y guarda el cuerpo del nino en su propio y enorme cuerpo, bajo su corteza soldada de nuevo. Comienza entonces el viaje que lo elevara poco a poco al cielo, segun el pausado ritmo del crecimiento del arbol. Nosotros enterramos a nuestros muertos. O los quemamos. Nunca se nos habria ocurrido confiarselos a los arboles, aunque no nos faltan bosques ni imaginacion. Pero nuestras creencias se han vuelto vacias, carentes de eco. Perpetuamos rituales que a la mayoria nos costaria mucho explicar. Nuestro mundo vive de espaldas a la muerte. Los toraya la han convertido en el centro del suyo. ?Quien tiene razon? Esa misma noche, mientras bebia cervezas y fumaba kreteks en el balconcito de mi habitacion del hotel, volvi a pensar en el arbol, en su madera, alimentada por huesos fragiles y carne desaparecida. Abajo, unas ancianas estadounidenses reian a carcajadas mientras acababan de cenar en la terraza del restaurante. Me habia cruzado con ellas al regresar al hotel. Iban calzadas con deportivas rosa y vestian pantalones caqui de explorador llenos de bolsillos, camisas de algodon y chalecos de reportero de guerra. Sus cabezas estaban coronadas por cabellos blancos, malva y, en algun caso, violeta. Todas tenian la misma nariz rehecha, los mismos ojos estirados, los mismos labios rellenados. Habian alcanzado el tramo final de sus vidas, pero sus rostros exhibian los rasgos abstractos y esquematicos caracteristicos de las jovenes artificiales, todas identicas. Parecian munecas escapadas de una tienda que vendiera articulos monstruosos a no se sabe que clientela. Pense en todas las estrategias inutiles que aplicamos a nuestros cuerpos para enganar al tiempo y a nuestros miedos. Frente a mi, en la noche indonesia, mientras disfrutaba del aroma de los cigarrillos, adivinaba las siluetas mas claras de los bufalos que, de pie en medio de los arrozales, dormitaban con la cabeza inclinada hacia el barro. La llovizna y una tenue bruma caian sobre sus cuerpos inmoviles. Parecian de otra epoca. Los sentia medio borrados. Pense en la desaparicion. En la llegada al mundo. En esa danza incoherente, unas veces hermosa y otras grotesca, que es nuestra vida. Tambien en nuestro fin. Los sapos parloteaban. Unos murcielagos enormes libraban un duelo silencioso por encima de mi cabeza. Habia cumplido cincuenta anos tres meses antes. ?Significaba eso algo? Como de costumbre, tenia un libro al lado. Esa noche era El viaje nupcial, de Ismail Kadare, que releo al menos cada dos anos. Es una historia muy hermosa de promesas, muerte, fantasmas y cabalgadas. Y de invierno, la estacion del ano en la que siempre he sentido que me convierto en quien soy realmente. Tenia un cuaderno y una pluma --comprada mas de diez anos atras en un mercado de Saigon-- que hace honor a su nombre, porque es muy ligera. Ya no recuerdo si tome notas mientras pensaba en el arbol y su corteza cerrada sobre los cuerpecillos invisibles. No estoy seguro: a veces, donde mejor se escribe es en la propia cabeza. Estaba entre dos peliculas, en ese dificil momento en que uno se cuestiona lo que hace y se pregunta si merece la pena hacerlo, si tiene algun sentido. Cuando uno esta aun menos seguro de si debe continuar. Mi ultimo largometraje habia obtenido una tibia acogida. El publico no habia abarrotado las salas. Habia corrido mejor suerte en el extranjero, en la decena de paises en los que se habia estrenado y a los que yo lo habia acompanado para responder una y otra vez las mismas preguntas, exhibir la misma sonrisa para los fotografos y encontrarme solo por la noche en la habitacion del hotel, contemplando las botellitas del minibar como si fueran companeras de infortunio. Tras la gira, habia decidido olvidarme de esa pelicula que se habia tragado dos anos de mi vida, pasar pagina en mi interior y marcharme a la isla Celebes con un renovado deseo de imagenes que empezaba a apuntar, todavia vago y borroso, a la espera de una concrecion que pensaba perfilar sin ninguna prisa. Hace mucho tiempo ya que comprendi que no <
> las peliculas, sino que son ellas las que nacen de nosotros y toman forma como y cuando les parece. Las ancianas estadounidenses se habian callado. Debian de haber vuelto a sus habitaciones. Me las imagine solas ante el espejo del cuarto de bano, contemplando sus rostros falsos y leyendo su verdadera edad en el fondo de sus ojos tristes. Toda mentira conlleva su amarga caida. Tres dias despues volvi a Francia. En cuanto entre en casa, deje la maleta en el suelo y me bebi un vaso de agua del grifo mirando a mi alrededor. Tenia la sensacion de haber llegado a un pais extranjero. Por supuesto, los olores eran conocidos, pero pertenecian a una estacion y una ciudad de las que me habia ausentado y en las que aun no habia vuelto a encontrar mi sitio. El parquet crujia bajo mis pies. En los alfeizares de las ventanas, las moscas muertas terminaban de apergaminarse colectivamente, con las patas estiradas hacia el techo. Seguia considerandome alguien corriente y a la vez exotico. Seguia teniendo en la boca el peculiar sabor de los kreteks. Sin embargo, oia en lo alto sonidos familiares, en especial el piano desafinado del senor Bellagar, el vecino del octavo, un anciano medio ciego cuyo rostro y encorbatada elegancia me recuerdan un poco a Jorge Luis Borges y que se pasa horas tocando melancolicas melodias de la Europa central. Di una vuelta por las habitaciones, lo que se hace pronto, porque solo son tres, y escuche los mensajes acumulados en el contestador, que parpadeaba en una mesita del salon, al lado de la fotografia de Florence, mi ex mujer, que me sonreia. Entre ellos descubri el -
Consejos de Amor de Elizabeth Harbison
https://gigalibros.com/consejos-de-amor.html-Nuestra invitada de hoy es Leticia Bancroft, autora del controvertido libro: Como seducir al hombre de tus suenos. Leticia, hablame de la acogida que ha tenido tu libro. -Hara que las mujeres retrocedan cincuenta anos -le dijo Bonnie Vaness a la television, secandose la nariz con un panuelo de papel-. Obviamente, tendra una gran acogida -aparto la manta, buscando el mando a distancia de la television, pero solo encontro panuelos de papel. Todos los anos, en noviembre, pillaba un resfriado monumental. Habia gastado cuatro cajas de panuelos en los ultimos tres dias. -En mi opinion -dijo Leticia-, la reaccion al libro ha sido fantastica. Pero vamos a pedir a algunas de las mujeres del publico que hablen de el. El publico irrumpio en un aplauso. Bonnie maldijo entre dientes y aparto los cojines, buscando el mando. -La verdad, no crei que fuera a funcionar -decia en ese momento una mujer con un aspecto muy normal. Parecia avergonzada de hablar ante un microfono. Bonnie dejo de buscar el mando y miro la pantalla. -Cuando oi hablar del libro, me ofendi. Pense que haria que las mujeres retrocedieran cincuenta anos... -!Exacto! -grito Bonnie. -... pero, por otra parte, ser yo misma tampoco me estaba llevando a ningun sitio. Asi que decidi leer el libro de Leticia. Me disfrace y fui a comprarlo a una libreria de otro pueblo -el publico solto una carcajada. Bonnie estornudo. -Mi historial sentimental era pesimo. Muchos novios y muchas rupturas. Llegue a pensar que no encontraria al tipo de hombre que queria, y tendria que conformarme con menos. Pero lo encontre. Y el ni siquiera se fijaba en mi. Bonnie se irguio en el sofa. Esa mujer podria ser ella. Un monton de novios desastrosos y horribles rupturas, miedo a tener que conformarse o quedarse sola. Despues, eso era lo peor, habia encontrado al hombre de sus suenos y el ni siquiera sabia que existia. -Pero este libro... -hizo una pausa y siguio emocionada-. Este libro me dio ideas para atraer su atencion. Tecnicas practicas, no un monton de filosofia. Casi sin darme cuenta, el hombre que no me habia mirado durante seis meses, me pidio que saliera con el. -Cuentales lo demas -intervino Leticia con entusiasmo. Miro al publico-. !Os va a encantar! -!Nos casamos la semana que viene! -la mujer mostro la mano izquierda, y un bonito anillo de diamantes. El publico grito entusiasmado e irrumpio en un largo aplauso. Bonnie apunto el nombre del libro. 1 Los hombres son criaturas muy visuales. Descubre sus colores favoritos y utilizalos. Se sentira comodo y tranquilo en tu presencia, sin saber por que. Ese es el primer paso de nuestro Plan de Seduccion. Recuerda, el color tiene mucha fuerza; vistete con sus colores favoritos y evita los que no le gusten. Una asociacion desagradable con el color de tu ropa puede llevarlo a evitarte, en vez de adorarte. Como seducir al hombre de tus suenos, Leticia Bancroft. -?Vas a entrar en el ejercito, o algo asi? Bonnie Vaness, que cerraba la puerta de su apartamento, se volvio y miro con impaciencia a Dalton Price, el encargado del edificio. -?Que quieres decir? -Ese traje que llevas. Es la tercera cosa verde y fea que te pones esta semana. Bonnie toco automaticamente el nuevo traje verde oliva que habia comprado en una boutique de Quince Street. Le habia costado media semana de sueldo. -La verdad es que serias buen soldado -siguio el-. Con un genio como el tuyo... -Callate, Dalton. -Eh, solo digo... -el se rio. -Se lo que dices. Que tengo un aspecto horrible. Gracias. -?Yo he dicho eso? -Dalton encogio los hombros-. No, senorita. No eres tu, es el traje. Pense que te gustaria oir una opinion objetiva, antes de salir al mundo vestida asi. Ella no lo miro. No queria que se diera cuenta de que le estaba poniendo los nervios de punta. Dalton Price llevaba poniendola nerviosa desde segundo de primaria, cuando iban juntos al colegio, en Tappen, Nueva Jersey. El la oyo llamar <
> a la profesora, accidentalmente. La atormento durante anos por eso, y por todos los errores que tuve la desgracia de cometer en su presencia. -?No tienes nada mejor que hacer que criticar mi ropa? -pregunto ella, consciente de que quiza Dalton tenia razon. Cuando se probo el traje, se habia dicho que el tinte verdoso que veia en su rostro se debia a la luz de los fluorescentes; pero empezaba a pensar que era el reflejo de la tela verde oliva. -?No tienes algun lavabo atascado que arreglar? -le pregunto. No queria que Dalton notara sus dudas. En el fondo, sentia curiosidad por el trabajo de Dalton. Diez anos antes, Dalton se habia marchado a una universidad del oeste. En el pueblo se rumoreaba que habia tenido mucho exito, que se habia hecho asesor financiero y se habia casado con una actriz. Pero Dalton habia regresado cuatro meses antes, divorciado y con una nina casi adolescente. Lo mas extrano era que no trabajaba como asesor financiero, sino como encargado de un edificio, antiguo y agradable, pero nada lujoso. Bonnie se preguntaba si realmente habia tenido exito o si los rumores eran fantasias de su madre. Al principio habia sido cordial con el, pero a los dos dias de llegar, Dalton empezo a tratarla con la impertinencia de antano, y ella hizo lo propio. Algunas cosas no cambiaban nunca. El clavo en ella sus ojos azules. Unos ojos que, como sabia bien, conseguian que las mujeres se derritieran a sus pies. A ella la irritaban. -Arreglo todo lo que necesita ser arreglado -dijo el, contestando a la pregunta. -?Si? -ella guardo las llaves en el bolso-. Entonces arregla mi ducha. Lleva goteando desde que Carter era presidente. -?Que Carter? -pregunto el. Bonnie lo miro boquiabierta, justo cuando Dalton esbozaba una sonrisa ironica-. Chica, siempre picas, es increible. -De eso nada, solo... -se detuvo. Era verdad. El le tomaba el pelo una y otra vez, siempre con exito. -?No tienes que ir al autobus? -pregunto el, interrumpiendo sus pensamientos. -!Uy! Si -la presencia de Dalton la desconcertaba-. Paula esta esperando abajo. Me matara si perdemos el autobus por perder el tiempo discutiendo contigo. -Estare aqui cuando vuelvas -sonrio y saco una llave inglesa del bolsillo-. Puedes gritarme despues. Entretanto, voy a arreglar el grifo de la senora Neuhouse. -?Y mi ducha...? -Esta en la lista -dijo el por encima del hombro, alejandose. -Me gustaria ver esa lista. -Pasa por mi casa esta noche. Te la ensenare. La guardo debajo de la almohada. -Limitate a arreglar la ducha, ?vale? -a ella le costaba creer que conquistase a las mujeres con frases tan manidas. Bonnie suponia que se fijaban en su atractivo fisico y no se preocupaban de mas. Eran idiotas. -!Papa! -una chica de pelo rubio dorado doblo la esquina corriendo-. !Espera! !Papa! Era Elissa, su hija de nueve anos. Bonnie no pudo evitar detenerse a observarlos juntos. La nina le gusto desde el momento en que la vio, pero tambien la cautivaba la relacion entre padre e hija. El padre de Bonnie habia muerto en un accidente de trafico cuando ella era muy pequena, y no tenia recuerdos de el. Dalton Price tenia muchos fallos, pero Bonnie admiraba su actitud paternal. -Pense que la senora Malone ya te habia llevado al colegio -dijo el, con una ternura que siempre emocionaba a Bonnie. Nelly Malone era una anciana que vivia en el edificio. Era casi como una abuela para Elissa y le encantaba pasar tiempo con ella. -He vuelto a olvidarme el dinero de la comida -dijo Elissa. -Ah, bueno -se metio la mano en el bolsillo y saco un billete de dolar-. ?Basta con esto? -Papi, solo la comida cuesta un dolar sesenta, ya lo sabes. Y el postre es aparte -movio la cabeza, pero sonrio-. Deberias abrir una cuenta en el colegio, igual que hacen casi todos los ninos. -No tienes por que empezar a vivir a credito tan joven -saco otros dos dolares, se los dio y le revolvio el pelo-. Ahi tienes, nena. Comprate un helado de postre. -!Bien! !Gracias! -rodeo su cuello con los brazos, le dio un beso y despues bajo corriendo las escaleras. -
Dulce Tortura de Jenifer Demichelis
https://gigalibros.com/dulce-tortura.htmlJessica se quedo de pie frente al salon de clases. Era su primer dia de universidad. Hacia apenas un par de minutos habia ingresado a un artistico, construido por uno de los arquitectos mas famosos del pais y que por muchos anos fue sede del Ateneo, hasta que las autoridades gubernamentales se habian hecho de el y ahora formaba parte de la Universidad de las Artes, el inmueble no se prestaba mucho para ser instituto educativo, pero sin duda se sentia la vibra de las artes en el lugar, ese aire bohemio, despreocupado, pero a su vez creativo. --!Pasa! --Le grito Alondra, su amiga, quien era su vecina y con la que habia decidido empezar esta aventura de estudiar artes. --Pareces una loca ahi parada mirando la nada. Entra. La universidad se jactaba de ser muy enfatica con la puntualidad, quien llegara tarde se quedaba afuera. Solo por esa razon ya el lugar estaba convirtiendose en uno de los mejores institutos del pais Se acomodo junto a Alondra, disimuladamente miraba el reloj, ligeramente ansiosa por la primera clase, quien seria el maestro o maestra, como serian las evaluaciones, los companeros. Por un momento dudo de su talento. Tenia el don innato de hacer arte con su pincel y lienzos, en casa tenia varios cuadros sin terminar o algunos listos que eran su pequena galeria intima. Aunque era consciente de que aun le faltaba mucho por aprender, por mas autodidacta que fuera, la guia de los maestros seria idonea para conectar y poder lograr las grandes obras que deseaba trazar en la tela en blanco. Abrio su libreta que tenia arriba la imagen de una mariposa azul con negro, bautizada con el feo nombre de Morpho Peleides, los cientificos tenian un don para darle nombres terribles a tan maravillosas creaciones de la naturaleza. Comenzo a pasar las paginas, buscando una que estuviera en blanco, en las primeras, las escritas, reposaban poemas que en momentos de inspiracion escribia, en casa, en su ordenado, reposaban un par de poemario que estaban en proceso de poda, correccion y busqueda de palabras mas idoneas para algunos de sus versos. Durante los ultimos anos habia pulido sus poemas dejando un trabajo mas hermoso... Ella, sin duda alguna era una artista, solo le faltaba ese empujon, alguien qe la encarrilara para que pudiera encontrarse y mostrar al mundo lo que por esa cabecita bullia. Finalmente consiguio la hoja en blanco, anoto la fecha del dia y miro a Alondra, quien estaba inmersa en su movil. Vio para los lados y ya habia mas estudiantes, todas caras desconocidas que estaban inmersas en sus mundos, futuros amigos y seguramente enemigos que se gestarian en esa comunidad que se formaba. Jessica se iba a rendir a su propia introspeccion metiendose en alguna red social de su movil, cuando recibio un codazo de Alondra, la miro y esta le senalo con la boca la puerta. Alli estaba de pie el hombre mas guapo que habia visto nunca. Alto, llegaba casi al quicio de la puerta. Sintio como si una suave brisa acariciara los vellos de su espalda. Su mandibula estaba bien marcada, su boca poseia una sensual curvatura, su ojos eran verde, un tono extrano, porque no eran claros como los muchos ojos que habia visto en su vida, sino de un verde oscuro, militar, el cabello negro, fino, seguramente rebelde, se contenia en una cola de caballo, que aunque a ella nunca le habian gustado, por alguna razon a ese hombre le quedaba bien. Ademas, su manera de vestir era despreocupada y elegante. Parecia que cada una de sus prendas estaba hecha a su medida y le quedaba bien. No era el profesor, era otro companero de clases. Pero vaya que era hermoso. Poco rato despues entro la maestra. Quien luego de las presentaciones pertinentes y hablar de su plan de evaluacion, fue al grano. --Jovenes, a mi me encanta trabajar en grupo. --A nosotros no... --Dijo uno de los estudiantes, algunos de los presentes rieron. Se veia que era el bromas del salon. --Pues les tocara acostumbrarse --dijo la maestra sonriendo-- desde hoy comenzaremos a formar grupos y seguramente repetiran en muchas ocasiones. Como se que ustedes no se conocen, esta vez los organizare yo. La maestra tomo la lista donde aparecian los nombres de los estudiantes y comenzo a nombrarlos. --A medida que vaya nombrando, ustedes se iran cambiando de puesto con el de al lado y asi cada quien quedara al lado del otro y armaremos el grupo para comenzar a trabajar. Asi fue, a medida que los nombraba todos se iban moviendo de sus puestos y cambiandose con otros para irse acomodando. El salon tenia bastantes puestos vacios, era facil ubicar otro asiento mientras la maestra citaba su nombre. --Ojala nos toque juntas --Dijo Alondra-- y casi como si hubiera dicho un maleficio, su nombre fue mentado por la profesora. Alondra abrio los ojos, esperando escuchar el de Jessica. Pero nombraron a Marcos, al girare a buscarlo, se consiguio con un hombre de lentes, un tanto nerd, nervioso en sus movimientos, quien se le ilumino la cara cuando vio la mujer que le habia tocado en suerte como companera. Alondra miro a Jessica, como pidiendole auxilio, ella solo sonrio con la comisura de los labios y se quedo apertrechada, esperando a ver quien le tocaba en suerte. --Alessandro Mccoy --Dijo la maestra. Jessica, disimuladamente giro la cabeza, buscando al protagonista de ese nombre. Era el, el guapo que habia robado su aliento un rato antes. La profesora paseaba el dedo por la lista, buscando el companero para el. Dio un respingo cuando escucho --Jessica Alvarez. Miro a la maestra con una interrogacion grabada en su rostro, y ella parecio leer su duda. --?Que paso? Tu y Alessandro son companeros. Jessica solo atino a asentir con la cabeza. El hombre, con un gesto serio, casi arrogante vino y se sento a su lado. Puso su bolso encima de la mesa, la miro, saludo con la cabeza con cortesia y no la miro mas, puso su vista en la maestra. Jessica se sintio incomoda como nunca lo habia estado en su vida. Poco rato despues la maestra habia formado grupos. --Bueno, estamos listos. Aqui no hemos venido a jugar, asi que vamos a la accion. La maestra salio hizo unas senas desde la puerta y dos jovenes entraron con una silla de esas de madera que se usaban antes en los bares de mala muerte y detras venia una mujer con poco mas de 40 anos, unas de esas que a todas luces es ama de casa, que tiene un poco de sobrepeso y un par de hijos con algun nieto en camino. Una mujer madura. Se veia que no habia tenido buenos tiempos, su figura la verdad no era la mejor. Venia envuelta en una toalla. La silla de madera fue colocada en el centro, donde todos pudieran verla desde sus angulos. La mujer se quito el pano y estaba totalmente desnuda, se sento en la silla y adopto una posicion donde una pierna tocaba el suelo, la otra estaba en el peldano de la silla, un brazo reposaba en el espaldar y el otro en la pierna. En su estomago se dibujaban pliegues de sobrepeso, sus senos caidos mostraban que en algun tiempo fueron unas buenas tetas, su rostro, toda ella, aunque no entraba en los estereotipos de belleza, tenian una extrana belleza, supongo era su alma de artista, que no tenia reparo en venir y posar alli, desnuda ante esos estudiantes que al verla quedarse desnuda, chiflaron a modo de piropo. --Se podran imaginar lo que vamos a hacer. Quiero que cada pareja comience a dibujar a la modelo, ustedes veran como se organizan, la idea es que entre los dos, dejen un solo dibujo. Pueden tomarse la hora de clase en eso. ?Vale? Alessandro miro a Jessica, levanto una ceja, como esperando que ella actuara. --Aqui tengo hojas --Dijo ella-- ?como nos organizamos? --Te prestare un lapiz de unos buenos que traigo aqui. Vas a usar esos. Su voz era aterciopelada y hermosa, gruesa, varonil. Hacia que el autoritarismo con el que hablaba sonara sexy. Le dio un lapiz, normal, similar a los que ella tenia en el bolso, pero igual lo acepto y comenzaron a dibujar. --Se me dan bien los rostros, vamos a hacer el boceto y ahi vamos uniendo a medida, pero empezare con su cara ?Vale? --Si --respondio Jessica. Le molesto que en el rato que estuvieron dibujando, ni una sola vez el la mirara ni un momento, estaba solo inmerso en rayar la hoja y formar la figura de la mujer desnuda frente a ellos. <
> tan sobrado, tan crecido, se cree que porque es guapo, ya las tiene todas ganadas. Idiota. No soportaba a los hombres crecidos, que se creian superiores, que pensaban que la belleza fisica era lo unico, que no tenian nada mas. Alondra sabia que su amiga era medio rebelde, por eso le habia advertido que tenia que hacer amigos en el lugar y ser callada, no salir con cosas a los demas cuando estos le hicieran algo que no le gustara, por ella, se quedaria callada. Pero sin duda no dejaba de molestarle que el no le regalara ni una mirada. Estuvo tan concentrada, quejandose en su interior por Alessandro, que apenas si presto atencion a su dibujo, los resultados eran evidentes, los trazos de ella se veian un poco descuidados, en cambios los de el, habian esculpido un rostro que parecia una fotografia en blanco y negro, que iban transformandose en una cuasi caricatura del cuerpo, el contraste entre el trabajo de Alessandro y el de Jessica. --?No sabes dibujar? --dijo-- Es elemental saber para estudiar esto. --Si se dibujar --respondio Jessica mirandolo con los ojos brillantes. El miro el dibujo, la miro a ella y dijo. --Ya. Fue el unico momento en el que le dedico una mirada, siguio mirando a la maestra y a la modelo, como un muneco obediente. Como si estuviera en la escuela. < > se dijo para sus adentros. --?Ya terminaron? --pregunto la maestra que se acerco y los vio sin hacer nada. --?Quien hizo esta parte? --senalo el rostro y el trabajo de Alessandro. Al descubrir la parte de cada uno, miro con una sonrisa fingida a Jessica. --?Desde cuando dibujas? --Desde siempre. Es mi vida. --Debes practicar mas, tus trazos son muy duros. Igual es la primera clase, pero mira como la hizo tu companero y como aqui el trazo cambia bruscamente. La maestra le dio la espalda y se dirigio a la clase. --Muchachos, la idea con esto, es que ustedes aprendan a trabajar en equipo, que puedan formar un trabajo donde no se note que hubo cuatro manos, sino solo una, que trazo y formo el arte. Por eso los uno, porque quiero que todos se formen igual. Asimismo les digo, si sienten que esta no es su carrera, que no saben dibujar, estan a tiempo de salir por esa puerta e irse a estudiar Abogacia, alla no tienen que dibujar. Luego de decir esto le dio una rapida mirada a Jessica, ella se sintio terrible. Alessandro se dio cuenta de todo, tomo el lapiz y dijo. --Mira, si pones el lapiz asi, podras hacer mejor el trazo porque... --Joder, yo se dibujar. Dame eso --le quito el lapiz, tomo el borrador, y toda la parte que ella habia hecho la elimino en unos segundos, ahora tomo el lapiz y en pocos minutos habia trazado toda la figura de la mujer, con una calidad casi identica a la de Alessandro. Este por primera vez la miro con otros ojos, cambiando el punto de vista que tenia sobre ella. Jessica lo noto y una rafaga de calor recorrio su cuerpo, sus ojos de madreselva la estudiaban. ?Seria capaz de arder en ese momento, sintiendo que era taladrada por ese hombre? Alessandro la estudio, su piel canela clara, su cabello listo, hermoso que caia en cascada por su espalda, sus labios gruesos y delineados, hechos para besar, con unos ojos grandes, expresivos, que parecian sonreir y mostrar una ternura en el tono oscuro. Sus pomulos anchos, que daban la tentacion de morderlos y mojarse en la miel de la que parecian estar hechos. Tambien vio su cuerpo, esto sin reparo, sin disimular, se quedo mirando la figura de guitarra, sus pechos redondos, su cintura mediana y las piernas gruesas y contorneadas, por su sangre corria sangre africana, eso le regalaba un tono suave pero una figura gruesa y hermosa como las mejores negras. Era muy hermosa. --Dibujas muy bien. --Dijo--Eres buena ?Por que el primer dibujo fue tan horrible? Ella tenia la respuesta, pero no la dijo, al menos no en palabras, porque la mirada que el le dio, parecio comprender lo que pasaba y por un instante se quedaron mirando fijamente y para Jessica este fue un intercambio mucho mejor que muchos encuentros sexuales que hubiera tenido. Finalmente desconectaron y cada uno parecio ir a lo suyo. La clase finalmente termino y todos fueron saliendo. --?Como te fue? --Le pregunto Jessica a Alondra. --Pues el nerd que me toco dibuja como los dioses. Asi que bastante bien. ?Y a ti? Estabas bien acompanada. Que envidia. Seguro te lo miraste de arriba abajo. !Guarra! --Terrible, el primer dibujo me quedo fachas y la maestra me vio como si fuera una retrasada. --?Fue por ti que recomendo irse a estudiar abogacia? Ella dijo que si con la cabeza. Alondra solto una gran carcajada. --Calla. Todo fue por culpa de Alessandro. --Ajaaa. --Es que me dio su lapiz y me quiso decir como hacer las cosas. --Te has quedado prendada de el, que eres guarra. Bueno, no fuiste la unica, todas te envidiamos en la clase, queriamos que nos tocara el. Cuando Jessica iba saliendo de la universidad junto con Alondra, suena su movil. --?Senorita Alvarez? --Pregunto una voz masculina al otro lado. --?Si? --Le habla el agente Tucson de la Policia Central. Su pecho dio un vuelco. La policia no llama nunca a nada bueno. --?Que paso? --Lamento informarle que su piso se incendio. --?Como? --Los bomberos ya apagaron las llamas, pero lamento informarle que el siniestro consumio todo. --?Como consiguio mi numero? --Me lo dio el conserje. ?Donde se encuentra ahora? --Saliendo de la universidad, precisamente iba para alla. --Aun nos encontramos aqui, estamos investigando el origen y nos interesaria mucho hablar con usted ?puede venir de inmediato? Por la mente de Jessica pasaron muchas teorias, ella, la verdad no tenia problemas con nadie, era alguien muy juiciosa, entregada a su estudio y no tenia ni ex toxicos ni enemigos conocidos, todo tenia que ser producto de un accidente. A su vez paso por su mente el donde dormiria hoy, que se pondria, que seria de su vida de ahora en mas y lo mas importante, si ella tendria la culpa de este incendio. Mientras iba casi corriendo a casa, la cual quedaba a unas siete cuadras, por su mente cruzaba si habia dejado la hornilla encendida, o el cargado del movil conectado, la plancha enchufada, alguna cosa encendida que provocara el incendio, no era fumadora asi que tampoco podia ser que dejo algo encendido. No conseguia explicacion. Llego. Alli un hombre regordete, con una gran calva parecio reconocerla, vestia de traje, con una camisa que ya no era tan amarilla y una corbata barata, al verla se acaricio la calva como seguramente lo hizo cuando tenia una cabellera que su consciente e inconsciente extranaban. --Senorita Alvarez, lamento lo sucedido. --?Como ocurrio? --No parece provocado por ninguna otra persona, pero los expertos buscan el origen para ello. El movil mas solido es el de un cortocircuito, una cortina o una tela que no estaba en el lugar correcto. Lo curioso es que todo inicio muy rapido, segun testigos cuando fueron a llamar a los bomberos ya el incendio estaba en su maximo cenit y para cuando llegaron solo apagaron el carbon, no queda nada. --Solo soy una mujer con mala suerte entonces. --?Tiene algun enemigo? --?Como dice? --Que si tiene enemigos que hayan podido causar este incendio. --No... no que lo sepa. -
Multimillonario Intrepido. Zane de J. S. Scott
https://gigalibros.com/multimillonario-intrepido-zane.html -
Mas que cuerpos de Susana Martin Gijon
https://gigalibros.com/mas-que-cuerpos.htmlMas que cuerpos es una novela de Susana Martin Gijon que revisa el genero policiaco desde una perspectiva femenina y social en la que se abordan sin reservas el racismo, la homofobia, los nuevos modelos de familia o los crimenes de genero durante un caso de violencia domestica que oculta mucho mas de lo que las apariencias sugieren.
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Ensayo sobre el loco de las setas de Peter Handke
https://gigalibros.com/ensayo-sobre-el-loco-de-las-setas.htmlEn la serie de cinco “ensayos” que ha venido publicando desde 1989, Peter Handke (1942) ha explorado y desarrollado nuevos caminos en el campo de la creacion literaria, en unos peculiarisimos textos que combinan el recuerdo, la autobiografia y la reflexion, al tiempo que alumbran una nueva mirada sobre la cotidianidad. En “Ensayo sobre el loco de las setas” (2013), Handke toma como hilo del que tirar la figura de un amigo de infancia. Iniciado en la actividad de recoger setas en el bosque en la posguerra por motivos esencialmente economicos, la atenta mirada sobre la naturaleza a que aquella lo obliga acaba transformandolo en un ser para el cual la foresta, emblema de la naturaleza, se convierte en lugar de encantamiento y revelacion.
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Cuando Cupido mete la pata de Nisha Scail
https://gigalibros.com/cuando-cupido-mete-la-pata.htmlCup observo como el sol despertaba elevandose en el horizonte, la tranquilidad de la manana, el canto de los primeros pajaros y el suave viento meciendo las copas de los arboles lo hizo sonreir. Este era el dia que esperaba ano tras ano, en el que daba comienzo su tarea y al mismo tiempo ponia punto y final, un trabajo eterno para un ser inmortal, pero uno del que disfrutaba como solo el dios del amor podia hacerlo. --Dios, haces que los demas quedemos a la altura del betun levantandote antes de que salga el sol. El saludo llego desde sus espaldas, sonrio interiormente y se giro para ver al hombre que llevaba el camping en el que llevaba un par de anos viviendo. Eros llevaba una taza de humeante cafe en las manos, a juzgar por su aspecto, el retirado Ranger no parecia de muy buen humor. --No te preocupes, dudo que nadie mas, exceptuandote a ti, este despierto a estas horas de la manana y menos en esta parte del pais --replico con tono jocoso--. Somos los unicos que nos despertamos al mismo tiempo que las gallinas. --Habla por ti, Cup, yo todavia estoy intentando quitarme las leganas. Sonrio. Eros era el gerente del camping The Woods, una serie de cabanas de madera destinadas al turismo rural, perfectas para aquellos que necesitaban escapar del mundanal ruido y las bulliciosas ciudades o, como hoy, para celebrar una romantica noche o largo fin de semana. --Sera mejor que empiece a hacer cafe para los demas, hoy va a ser un dia movidito -- continuo con una mueca, giro sobre sus talones y volvio a entrar en la cabana principal, el centro del camping y donde se encontraba el comedor, la cocina, el salon comun y las dependencias privadas del hombre. --No tienes idea de cuanto --replico en voz baja, mas para si mismo que para el. Las reservas para ese dia estaban completas, algunos de los campistas ya estaban alli y otros llegarian a lo largo de la manana, al final del dia, el complejo estaria lleno. Se llevo la mano al bolsillo trasero del pantalon y extrajo el cuaderno con solapas de color rojo. --Hora de ponerse a trabajar --murmuro abriendo el cuaderno y empezando a revisar sus paginas--. Veamos... tu no... tu tampoco... todavia no ha llegado tu momento… Repaso una a una cada pagina haciendo pequenas anotaciones aqui y alla con una pluma en forma de flecha dorada hasta encontrar lo que buscaba. --Ah, si. Aqui estas --golpeo un par de veces el papel--. Bien, bien... todo va segun lo planeado. Cerro el cuaderno satisfecho y lo devolvio al lugar de donde lo habia sacado. Tenia una larga jornada de trabajo por delante, una fiesta que organizar y un pellizco de romanticismo y deseo que esparcir por el camping. Solo esperaba que este ano algo de eso cayese tambien sobre Eros, ese hombre ya habia pasado bastante tiempo solo. CAPITULO 1 El silencio se rompio por la insistente y repetitiva melodia del despertador. Valentina odiaba aquel sonido que aguijoneaba la conciencia y obligaba hasta al mas dormido de los mortales a abandonar la calidez del lecho para enfrentarse a un nuevo dia. Se revolvio en la cama, refunfunando, deseando con todas sus fuerzas que aquel maldito cacharro se quedase sin pila, o mejor aun, estallara en pedacitos. No funciono, la melodia continuaba abriendose paso con abrumadora insistencia en su cabeza. Con un suspiro de rendicion, deslizo el brazo por debajo de las mantas y palpo a ciegas hasta encontrar el interruptor de la lampara de noche. La luz rosada que emitia despejo la oscuridad del dormitorio. Abrio un ojo a modo de prueba y volvio a cerrarlo inmediatamente ante la molesta claridad antes de suspirar y volver a intentarlo. Enfoco hasta conseguir leer la hora en el reloj digital que seguia vibrando sobre la mesilla. --Mierda. --mascullo, su voz pastosa por el sueno. Tenia que levantarse, le esperaba por delante un viaje en coche de lo mas estresante. ?En que momento se le habia ocurrido la brillante idea de ayudar a su madre con las entregas de la tienda online? !Y el catorce de febrero, nada mas y nada menos! En serio, ?quien diablos queria salir a la carretera, hacer un monton de kilometros para entregar una caja de San Valentin? Charleen Vishow era como la version femenina de Cupido cualquier mes del ano, pero en este era incluso peor y eso hacia que se le pusieran los pelos de punta. La semana anterior la habia llamado para pedirle que le echase una mano con las entregas, la ultima de las cuales tenia que entregar hoy. La dichosa caja tenia que ser entregada en Bear River, un pequeno pueblo a las afueras, tan a las afueras que le llevaria mas de seis horas llegar conduciendo. --Gracias por el palizon que voy a tener que pegarme, mama. Suspiro, hizo las mantas a un lado y se levanto de la cama. La luz del sol habia empezado ya a filtrarse por las rendijas de la persiana que habia quedado mal cerrada, lo cual era toda una novedad ya que la ultima semana habia llovido para llenar un lago y el sol apenas se habia dejado ver entre las nubes. Hoy, sin embargo, la manana presentaba un aspecto diferente. Tras levantarla y abrir la ventana para que entrase un poco de aire fresco, confirmo lo que podria llegar a ser un buen dia si las nubes llegaban a despejarse completamente. --Hora de darse una ducha y espabilarse --murmuro estirandose, le dio la espalda a la ventana y cruzo la habitacion para meterse en el bano y empezar su jornada. Le habria gustado quedarse en casa, abrir el frigorifico, coger un helado y pasarse todo el dia viendo peliculas, pero habia tenido que elegir entre hacerle ese favor a su madre o pasarse el dia envolviendo ramos de rosas en su floristeria; el encargo de su progenitora prometia ser menos vomitivo. No. No le gustaba San Valentin. Demasiado rojo, demasiados corazones y demasiado azucar, era como si la gente solo recordase ese dia que existia el amor y sintiesen unas ganas irrefrenables de restregarles su felicidad a todos en la cara. Consumismo puro y duro, eso era lo que era el catorce de febrero. Una excusa para comprar y gastar, esa fecha que no se olvidaba como los cumpleanos y los aniversarios y en los que, si no recibias una punetera flor o unos chocolates, eras practicamente una apestada. Amor. Oh si. A ella tambien le habria gustado creer en el amor, sentir ese cosquilleo en el estomago y soltar corazoncitos por los ojos, pero a lo largo de sus treinta y seis anos de vida, habia llegado a la conclusion de que Cupido ni siquiera conocia su direccion. Asi que, ?cual era el mejor sustituto del amor? El sexo. Que se olvidasen del chocolate, una sesion de cama podia arreglarle la noche a una chica, sobre todo si dicha sesion era con el companero adecuado. --Una pena que Keith no este en la ciudad --murmuro pensando en el abogado que habia conocido un par de meses atras y con el que solia salir muy de vez en cuando a tomarse algo. Su relacion se basaba en <>. Quien pensara que una mujer no podia tener la iniciativa en el sexo, era gilipollas. ?Donde decia que el hombre era el unico que podia salir a divertirse sin ser pisoteado despues? Su vision de las relaciones personales estaba bastante tocada, lo sabia, pero la culpa la tenia en gran medida la educacion liberal de su madre y los fallidos amorios que habia tenido a lo largo de su vida. Si, Cupido se habia olvidado completamente de ella. Termino de ducharse en tiempo record, se envolvio en una toalla y salio secandose el pelo con otra. Limpio el espejo con una pasada de la mano e hizo una mueca al ver su aspecto. --No. Ni el mejor de los estilistas va a poder arreglar esto. Llevaba el pelo casi a la altura de los hombros, cortado en lo que en algun momento habian sido dos capas, un color a caballo entre su natural color zanahoria y los reflejos que todavia le quedaban del ultimo cobrizo que se habia aplicado. --Semana que viene, a la peluqueria --se recordo. Suspiro y se apresuro en darle unas ultimas pasadas con la toalla para reemplazarla por el aire caliente del secador. El tiempo jugaba en su contra, los minutos parecian pasar mas rapido de lo normal, pero siempre era asi cuando se tenia prisa. Su estomago rugio recordandole que todavia no habia desayunado y si no se daba prisa en enfundarse la falda, la blusa y las botas para salir disparada hacia la cocina, seguiria rugiendo hasta que pudiese parar para comer
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La casa natural de Beth Greer
https://gigalibros.com/la-casa-natural.htmlBeth Greer seguia un estilo de vida ecologico, o al menos eso creia ella, desde que llego a la edad adulta. Eso fue antes de que un problema de salud la llevase a replantearse su estilo de vida y su entorno, a identificar y eliminar las toxinas a las que nunca habia sospechado que se encontraba expuesta.
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El exodo de Amanda de M. G. Aranguren
https://gigalibros.com/el-exodo-de-amanda.htmlLa protagonista, Amanda, decide emprender un viaje hacia el pasado. A lo largo de ese camino se ira encontrando con personajes que le trasmitiran la sabiduria de sus propias experiencias vitales.
Los ejes centrales sobre los que gira la historia son el feminismo, el amor, la superacion y el perdon al que todos aspiramos.
Una novela que entre humor y vivencias, nos ensenara como la mujer ha luchado a traves de los tiempos por la igualdad y por enarbolar la bandera del amor como emblema de algo que siempre debe ser bidireccional.
La autora, ademas, nos sorprendera con un final totalmente inesperado.
Sinopsis:
Amanda, una mujer casi septuagenaria, se halla instalada en la rutina que el devenir del destino y los largos anos de matrimonio le han impuesto. -
Prisionera de Eva Andraya
https://gigalibros.com/prisionera.htmlIncluso la ninez mas dificil quera olvidada cuando caes en mano de la mafia que mercadea con vidas humanas. Donde tu existencia solo tienen el valor que quieran darle, mientras te mantengas en pie y no pierdas la cordura. Hasta ensenarte el animal que habita en tu interior desesperado por sobrevivir.
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Enamorarme la primera vez, fue mi error, Indhira Jacobo de Indhira Jacobo
https://gigalibros.com/enamorarme-la-primera-vez-fue-mi-error-indhira-jacobo.htmlDeslenguada, impertinente y maleducada. Asi es como David Wyatt ve a Eve Montes, la chica que sin proponerselo entro en su tranquilo y ordenado mundo para ponerlo patas arriba. Pero lo que el no sabe es que detras de todo ese caracter existe una mujer fragil y luchadora.
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Vihara. Anhelos del alma de C. M. Fournier
https://gigalibros.com/vihara-anhelos-del-alma.htmlViraha: Descubrir el amor por medio de la renuncia de uno mismo y la separacion consciente.
Mia, una joven apasionada de los comics, historias y dibujos tipo "manga", se considera a si misma como una super fan de estas historias. El destino -aparte de colocarla en una grave encrucijada ya que en ella le va la vida y su tiempo para poder disfrutarla-, la cruza con Auchi, que tiene que elegir entre la vida o la muerte.
La vida, mas alla de la vida, les lleva a unirse a traves de los tiempos. El choque entre una civilizacion en guerra muy antigua de origen japones y nuestra actual cultura occidental de pleno siglo XXI representan para Auchi no solo algo excepcional, dentro de lo singular de su existencia al tratarse de un usurpador de cuerpos, sino que le coloca frente a su gran decision final: seguir viviendo eternamente o vivir el gran amor de su vida.
Mia no solo es su amiga y su fiel companera, sino que vive tambien, a su vez, su propia encrucijada de vivir mas tiempo o renunciar a el por su gran amor: Auchi. -
No dieta de Katz Monica
https://gigalibros.com/no-dieta.htmlMillones de personas con sobrepeso se han sometido durante el siglo xx a dietas de hambre que solo llevan a la frustracion y al fracaso. Hemos convertido el acto de comer en un ilicito. En este, su primer libro, Monica Katz plantea que las dietas tal como las conocemos no funcionan y propone un modelo de tratamiento basado en el placer. Para la autora, ningun alimento debe estar prohibido si la idea es tener una buena calidad de vida, y un cuerpo fuerte y sano. Solo es cuestion de aprender a regular la ingesta basandonos en el propio registro de hambre.
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Las brujas de hoy no necesitan escoba para volar de Elisa Mayo
https://gigalibros.com/las-brujas-de-hoy-no-necesitan-escoba-para-volar.htmlEstrella es una mujer que pasa de los cuarenta, divorciada y madre de dos mellizos adolescentes que la traen de cabeza. Trabaja en un hotel de playa organizando eventos para los clientes.
Un cambio en la direccion del hotel hace que conozca a Javier, el nuevo director general, por el que pronto siente una conexion mas intensa de lo que ella misma esta dispuesta a admitir.
Esta incorporacion no solo altera el estado de Estrella. Junto a ella, Deva y Lourdes, sus companeras y mejores amigas, se ven envueltas en una voragine de circunstancias que les van a dar la oportunidad de demostrar de lo que son capaces cuando se les presentan varios conflictos que resolver. Entre ellos, la historia personal que Javier trae consigo y por la que Estrella se engancha mas a el. -
Sylvia de Leonard Michaels
https://gigalibros.com/sylvia.htmlEn Sylvia no hay suspenso. Apenas empieza el relato, como en las tragedias griegas, la suerte esta echada, y esta echada aun antes de que se arrojen los dados. Prerrogativas de la ficcion autobiografica: Sylvia es la version estilizada del primer, catastrofico matrimonio de su autor, Leonard Michaels; el hombre que hacia fines de los anos ochenta se decide por fin a escribirla, casi treinta anos mas viejo que el que la vivio, escritor mas que reconocido, sabe demasiado bien que el menu con que termina su relato no incluye perdices sino cuarenta y siete pastillas de Seconal. La forma tragica, sin embargo, es una decision literaria, no un dictado de las circunstancias. El relato de Michaels no descubre, no devela nada que no este cifrado ya en la sorda combustion de sus primeras paginas, cuando el narrador, convencido de acudir a una cita inofensiva con una amiga de la universidad, tropieza de golpe con el plus de esa morocha desconocida que acaba de salir de la ducha, o en la eficacia sinoptica de una sola escena, un solo gesto, un solo objeto: el traje de bano del novio italiano de Sylvia, que esta deja colgando del picaporte del lado de afuera de la puerta mientras espera en el sillon, desnuda, que su nueva presa --el incauto narrador-- caiga en la trampa. Apenas los dejan solos, antes incluso de intercambiar las primeras palabras, el narrador dice sentir que son <
>. Como pasa con los grandes relatos, lo que importa no es la carniceria sino la morbidez de la carne, el filo, el brillo y la elegancia de los cuchillos y, sobre todo, los matices infinitos que el rojo sangre es capaz de cobrar cuando los ilumina un ojo fotosensible. Todo esta escrito desde el comienzo, en Sylvia, de modo que todo puede suceder rapido, muy rapido, como solian suceder las cosas en los buenos viejos tiempos, y sobre todo en la Nueva York que describe Michaels, tan autobiografica como los hitos cada vez mas atroces de su via crucis sentimental: una ciudad que es pura simultaneidad, suerte de orgia de radicalidad donde el vociferante Lenny Bruce coexiste con las espaldas de Miles Davis, el saxo de Ornette Coleman musicaliza la predica de Malcolm X y el protoescritor que despierta entre cucarachas y ratas --zoo de cristal de los departamentostugurio donde palpita la bohemia neoyorquina-- se pasea una hora mas tarde en un Porsche descapotable con Jack Kerouac en el asiento delantero, declamando a voz en cuello las insidias que los criticos escriben sobre el. Para el narrador y Sylvia --flapper anacronica, cuyo flequillo Michaels trasplanta, ayudado por el psicoanalisis, de los roaring twenties a los golden sixties-- se trata ante todo de avanzar a toda velocidad, quemar etapas. Recien se conocen y ya se han mudado juntos de ciudad, ya se descubren durmiendo bajo el mismo techo. No es de extranar, pues, que ese primer hogar les dure lo que les llevo elegirlo: una noche, tiempo suficiente para que quien les alquila la pieza sufra en carne propia los efectos del soundtrack pasional (fornicar + pelear), aun indecorosos, al parecer, para los estandares mas bien laxos de los anos sesenta. Pero la calle en la que los amantes se sorprenden al otro dia no es un accidente sino una necesidad, la ley fatal de una relacion que ya al mes de nacer se piensa como < >: la intemperie es el espacio propio del calvario amoroso, no importa si adquiere la forma visible de un dos ambientes en Greenwich Village, un estudio en el SoHo o un piso en Columbia, tres de los puntos cardinales entre los que Michaels hace rebotar sin piedad a sus dos heroes sangrantes. Claro que no sangran por la misma herida. Sabemos que Sylvia Bloch tiene diecinueve anos, que es judia y huerfana y no < >, que nunca tuvo (ni tendra) un orgasmo, que cursa la carrera de Clasicas solo porque el narrador se lo sugiere, que tiene el primer y ultimo gesto de amor banal con el narrador --una vianda para el tren acompanada de una esquela con las palabras < >-- cuando acaba de separarse de el, que le gusta tirar y romper cosas, simular, sufrir y hacer sufrir, desproporcionar, amenazar con suicidarse, suicidarse por fin. Pero ?esta loca Sylvia? El lector precavido se lo pregunta bastante antes que el narrador, y con identica precocidad comprende tambien hasta que punto la pregunta es irrelevante, burguesa, incluso vulgar --tanto como los tapizados tajeados o los cachivaches rotos con que los filisteos confundian las obras maestras de la vanguardia-- aplicada a este frenesi que atraviesa en llamas una epoca que elogia la locura, donde la deformidad no es un accidente indeseado sino un valor (Diane Arbus es uno de los cameos conspicuos del libro de Michaels) y la inestabilidad menos una contrariedad a evitar que una experiencia imperdible, la unica verdaderamente digna de ser experimentada. Sin embargo, fieles a un identikit de mujer-bruja que vetea de un machismo aterrado pero reverencial un buen pano de la mejor literatura contemporanea --del despiadado Philip Roth de The Facts, donde Roth rememora su borrascosa relacion con Margaret Martinson, al paternalismo enternecido del Cortazar de Rayuela, con la Maga como musa loca e inocente --, los descalabros de Sylvia son tan culpables del veredicto psicopatologico con que el lector masculino se apura por neutralizarlos como de su propia envergadura de personaje: bigger than life, hilarante y feroz, extraordinario, o en todo caso extraordinariamente mas comprador --no importa lo mucho, lo en vano que intentemos ahora devolver eso que hemos comprado-- que la sensatez apatica y desconcertada del narrador, judio tambien pero de la rama victima, siempre sorprendido y perplejo y un poco farsante, siempre apagando incendios ajenos, siempre tironeado entre las bolsas de kreplaj y knishes con que lo carga su madre y los SOS colericos, los reclamos, los ultimatums de Sylvia. Cherchez la femme, sin duda. Pero ?para que buscarla si es ella --mujer medusa, monstruo inconformable, motor insomne-- la que esta todo el tiempo en camara, presente como una pesadilla, aun cuando el rostro palido que se desvive por ocupar el cuadro sea el del narrador? Y sin embargo hay que buscarla. Ademas de ser un retrato genial de psycho fatale y una de las memoirs de infierno sentimental mas espeluznantes que haya dado el fin de siglo pasado, Sylvia es tambien una fabula de iniciacion, la cronica de las primeras escaramuzas de un aprendiz de escritor que, para decirlo suavemente, no da pie con bola. Es un plano del libro que se suele pasar por alto, a tal punto tienden a eclipsarlo el magnetismo bestial de la mujer poseida y la logica autodestructiva, a la vez redundante y erratica, disparatada y monotona, de una gran pasion con destino de escombro. En rigor, la guerra amorosa va en Sylvia de la mano de la literaria. Amar y escribir: ese es el plan inicial del narrador, que el narrador mismo -- perfectamente al tanto, sin embargo, del final de catastrofe que lo espera-- evoca al principio fingiendo algo del entusiasmo, la fe, la virginidad originales con que lo acometio. Por candido que sea, el programa llama la atencion por lo persistente. A lo largo del libro, el narrador ama tanto como escribe --lo que, dada la clave catastrofe del relato, quiere decir mas bien que tropieza, pierde pie, se enfanga y naufraga tanto en el amor como en la escritura. Y aunque las batallas del primero lucen bastante mas espectaculares que las de la segunda, es dificil no ver hasta que punto estan conectadas, en que medida la intensidad critica del frente amoroso --frenesi, crispacion, imprevisibilidad-- no es la contracara de los traspies opacos del literario sino mas bien su combustible, su materia prima, incluso su condicion de posibilidad. ?Era asi como habia que amar para poder escribir, al uso psicopatico, vampirizandose hasta la demencia, en los < > anos sesenta? La leccion de Sylvia toca la relacion radioactiva entre vivir y escribir, pero la cosa no es tan simple. < >: si hay algo del paradigma sesentista a lo que Leonard Michaels sigue fiel en los noventa es esa compulsion a eludir lo directo, cierto goce del sentido obtuso que permitia que pelear fuera la metafora de follar (y viceversa) y, para un aprendiz de escritor, quiza, que escribir fuera la metafora de amar (y viceversa). < >, rememora el narrador, < >. En ese sentido, lo que el narrador le debe a Sylvia es mucho, muchisimo mas que cuatro anos de oscura, malsana, procelosa vida sentimental. Le debe en rigor su maquina de escribir: sin duda el artefacto mismo, la Olivetti Lettera 22 que Sylvia le regala (y luego, en uno de sus raptos de furor, le arroja a la cara y estrella contra la pared sin estropearla, al punto tal que es la misma que Michaels dice estar usando en los noventa), pero, de un modo mas fundamental, el programa literario que vertebra sus primeros pasos en la escritura. -
Dos espias en Caracas de Moises Naim
https://gigalibros.com/dos-espias-en-caracas.html -
Einstein para perplejos de Andres Gomberoff , Jose Edelstein
https://gigalibros.com/einstein-para-perplejos.htmlUn absorbente y entretenido recorrido por la vida y obra de Albert Einstein.
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La muerte juega a los dados de Clara Obligado
https://gigalibros.com/la-muerte-juega-a-los-dados.htmlLa muerte juega a los dados es un libro capaz de situarse en la frontera de los generos y de la ficcion misma. En una casa de la clase alta de Buenos Aires aparece un hombre con un disparo en la sien. Estamos en 1936. A partir de este relato, se teje una compleja red de historias que, en general, ha sido exclusiva de la novela. Clara Obligado desarrolla, al mismo tiempo, una narracion policiaca y una saga familiar que llega hasta nuestros dias, una coleccion de cuentos de brillante arquitectura cuyos afluentes arrastran al genero hacia caminos nuevos.
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El regreso de !Y tenia que ser mi jefe! 5 de Monica Hoff , Norah Carter
https://gigalibros.com/el-regreso-de-y-tenia-que-ser-mi-jefe-5.htmlLa felicidad cuesta y no es eterna. Eso lo descubre Davinia tres anos despues de su idilica vida junto a Peter.
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Algo mas que una bonita voz de Lorraine Murray
https://gigalibros.com/algo-mas-que-una-bonita-voz.htmlJess termino el ensayo de su ultimo tema, se bajo del taburete y dejo la guitarra apoyada sobre este. Fruncio el ceno y torcio el gesto dando a entender que no estaba convencida de lo que acababa de hacer. --?Por que pones esa cara? ?No estas contenta con lo que has hecho? La pregunta se la hizo su amiga y representante musical Victoria, quien la contemplaba salir de la cabina de grabacion del estudio. Jess resoplo. Se coloco algunos mechones detras de las orejas devolviendo la mirada a su amiga, y fruncio los labios en un gesto de no estar a gusto. --Pues si te digo la verdad, no acaba de convencerme. No se por que, pero... --permanecio pensativa mordiendose el pulgar de su mano derecha con gesto pensativo. Su mirada vagaba por el local. --Tonterias, Jess --Victoria sacudio la mano delante de ella restando importancia a este hecho--. Sera mejor que te vengas conmigo a tomar algo. Tengo cosas que contarte. Y de paso descansas. Jess levanto la mirada de un punto en el vacio hasta el rostro de su amiga y sacudio la cabeza. --Tengo que seguir con la cancion hasta que consiga lo que busco --le reitero senalando con el pulgar hacia atras, al estudio de grabacion. --Olvidate de eso ahora, ?quieres? Coge tus cosas y vente conmigo. Vamos --Victoria se encargo de coger su chaqueta y su bolso para colocarselos en sus propios brazos al darse cuenta de que su amiga no parecia dispuesta a hacerle caso. --?A que viene tanta prisa? --Tengo algo que comentarte, y no puede esperar. A eso viene. --Pues podrias decirmelo aqui y ahora. De ese modo nos ahorrariamos tiempo. Tu volverias a tus negocios de representacion y yo seguiria componiendo un poco mas. Las dos saldriamos ganando, ?eh? --elevo sus cejas y miro a Victoria como si le estuviera implorando que aceptara. --Soy tu representante y te digo que te vengas conmigo. Ya esta. Jess fruncio los labios y se cuadro ante su amiga haciendo un saludo militar. --Lo que tu digas, jefa. Victoria puso los ojos en blanco ante su gesto, pero no dijo nada. Se limito a darle la espalda a Jess dirigiendose hacia la salida. --Ciao, Mark. Me llevo a la estrella --dijo al dueno del estudio donde Jess acudia a grabar. --?Vas a volver? Mark le hizo la pregunta a Jess al verla pasar por su lado. --Dejo mi guitarra. --No te preocupes. Si no vuelves te la guardo y sin problemas. --Te apuesto lo que quieras, grandullon a que vuelve --le aseguro Victoria guinandole un ojo y haciendo referencia a la estatura y corpulencia de el. --Habra alguien por aqui si decide hacerlo. Que os vaya bien. Minutos despues las dos entraban en un cafe cercano al estudio de grabacion. Ocuparon una mesa al fondo y mientras aguardaban a que las sirvieran, Jess contemplaba a Victoria. Esperaba que se decidiera a contarle que era eso tan importante que no podia esperar, y que la habia sacado del estudio. Entonces su amiga que la estaba observando de refilon, saco un folleto de su bolso y se lo paso. Jess lo cogio para echarle un vistazo. Entrecerro sus ojos y sacudio la cabeza. --?Que pasa? ?Que quieres que haga con esto? ?Un festival? --He recibido un correo esta manana preguntando por ti. --Ah. ?Y que querian? --pregunto sin mucho interes mientras dejaba el triptico, que tenia entre sus manos, sobre la mesa. Sonrio al camarero cuando les trajo los cafes y volvio a centrar su atencion en Victoria. --Quieren que participes --senalo ella poniendo su dedo sobre el folleto como si quisiera hacer mas hincapie en la proposicion. --?Quieren que intervenga en este festival? Pero yo hago folk rock mas que musica celta -- Jess parpadeo en repetidas ocasiones sin terminar de creerlo. Volvio a coger el folleto y a leerlo por encima, para tener una vision general. --El festival de musica folk en las islas Hebridas es uno de los mejores de musica folk de Escocia. Y se han puesto en contacto conmigo para saber si tenias fechas libres durante los dias en los que se celebra. Poco a poco Jess fue consciente de la noticia. Sintio un sudor frio en un primer momento que dio paso a una ola de calor extremo provocada por una taquicardia. --?Yo? ?En Escocia? ?En un festival de musica? ?Me lo dices en serio? --observo a Victoria asentir en repetidas ocasiones sin abrir la boca. --Eso es lo que te estoy contando. Se celebra durante cuatro dias. Desde el jueves al domingo. --?Y cuando se supone que tengo que estar alli? --Comienza el quince de julio, pero tu tendrias que estar alli al menos el dia antes de tu actuacion. Jess comenzo a prestarle un poco mas de atencion al folleto. --Las Hebridas estan al norte de Escocia. --Eso es. El festival se celebra en Stornoway. Ya nos indicarian la manera de llegar, pero puedes buscarlo en Internet. Si te hace ilusion. --Si, claro. Puedo echarle un vistazo. --Quieren contar con la emergente estrella de la musica folk en las islas britanicas. Esas fueron las palabras de la tal Caroline en el cuerpo del correo. Es la persona que se puso en contacto conmigo. Me ha hecho llegar toda la documentacion del festival. Creo que es una muy buena oportunidad para seguir ascendiendo. ?Quien sabe? A lo mejor te conviertes en telonera de algun artista importante. Recuerda a The Corrs que lo fueron de Celine Dion. Jess asentia y resoplaba al mismo tiempo debido a los nervios que habia comenzado a experimentar en ese preciso instante. --Sin duda. Que te llamen de un festival como este para que actue, no es una broma --sonrio y volvio a soltar el aire. --?Que les digo? Que cuenten contigo, ?no? Tengo que escribir a Caroline para confirmar tu asistencia cuanto antes no vaya a ser que al final te quedes fuera del cartel de artistas. Jess permanecia como en una nube. No esperaba que la llamaran de un festival de Escocia. Pero era una oportunidad mas para seguir subiendo en su carrera musical. --Si, claro. Mi guitarra y yo estaremos alli. --Lo sabia. Sabia que te encantaria la idea --dijo Victoria sin poder ocultar su emocion. Incluso dio un pequeno grito de felicidad--. Te pasare la informacion que he recibido para que la mires. --Claro. Yo por mi parte ire mirando en Internet donde esta esa localidad, como llegar y que cosas se pueden hacer, o que sitios puede visitarse. --Podrias centrarte en la cancion en la que estas trabajando y presentarle alli como anticipo de tu proximo album. --No lo se. No acaba de convencerme. Ya te lo he dicho. Pero vere que puedo hacer. --Tienes tiempo todavia. --Oh, si... Faltan dos semanas y media para el festival. Es tiempo suficiente --ironizo Jess con una mueca de fastidio. --Estoy convencida de que lo conseguiras. --Supongo que el viaje y el alojamiento corren de su cuenta ?no? Me refiero a la organizacion. --Si, no te preocupes. A ver que me cuenta Caroline cuando le confirme que asistiras. Tu vete estudiandote el lugar y todo eso. --Chica, no hace falta indagar mucho. Es una isla. Supongo que iremos en avion. ?no? --le comento Jess con cara de autosuficiencia. Victoria asintio. --Cierto. Es algo que ya veremos. --Genial. --Y hablando de todo un poco... No me has vuelto a contar nada sobre Adam --Victoria cogio su taza observando como el gesto en la cara de su amiga cambiaba. Jess se paso la mano por el pelo y desvio la atencion hacia otro punto del cafe. --Creo que nuestra historia no da para mas, si te soy sincera. --Vaya. Pues no es la imagen que dais... --le comento con la mirada entornada con curiosidad. --Estoy centrada en mi carrera musical. Es todo lo que puedo decirte y Adam... --se encogio de hombros y apreto los labios como si no supiera que decir. --No lo entiende, ?no? --Preferiria que tuviera un trabajo con un horario fijo en una oficina. --Como el. --Si. --Y tu no quieres. Ya me hago una idea. --Estoy subiendo en la industria musical. No puedo pisar el freno. Y mas ahora con lo de este festival --afirmo como si fuera la excusa idonea. --Entiendo que es complicado de aceptar cuando tienes que estar viajando para presentar un nuevo trabajo. Pero el publico espera ansioso tu segundo album despues del exito que tuviste con el primero --Victoria apreto los labios y elevo las cejas. --Lo se. Lo se. Y por ese motivo no puedo detenerme ahora. ?Lo ves como ni Adam ni ningun otro tio encajarian? --Estoy segura de que en el futuro encontraras a alguien que lo comprenda. Jess puso los ojos en blanco y comenzo a reirse. --Seguro. A lo mejor lo invoco con una de mis nuevas canciones. --Nunca se sabe. Tal vez logres enamorar a alguien con tu voz aterciopelada y dulce. Y no lo digo yo sola, sino la critica --levanto las manos para dejar clara cual era su postura en esa afirmacion. Jess volvio a reirse ante ese comentario. Estos eran los calificativos que le habian dado cuando la escucharon por primera vez. Y luego cuando la conocieron comenzaron a preguntarse de donde habia saldo aquel angel, debido a su melena rubia y su mirada azul cielo. Ella se limito a responder que de un barrio humilde. *** Rod descolgo el telefono de su despacho en el hotel que dirigia. Se reclino hacia atras en su sillon poniendose comodo. Le llamaba su hermana Megan desde Stornoway, de manera que podia relajarse. --Hola cielo, ?que tal todo? --se aflojo el nudo de la corbata y se desabrocho el boton del cuello de la camisa. De ese modo podria respirar un poco. --?Te pillo en mal momento? --Nunca lo es cuando me llamas. ?Que pasa? --En serio Rod, no me gustaria interrumpirte. --No lo haces. Espera voy a pulsar el boton del altavoz. De ese modo puedo pasearme por el despacho. --De acuerdo. --Ya esta. Supongo que me llamas por lo del festival de musica celta, ?me equivoco? --Su voz sono algo ironica, igual que su sonrisa cinica. Paseaba por el despacho con las manos metidas en los bolsillos de los pantalones del traje. --Si. Asi es. ?Podras venir a echarnos a una mano? Ya sabes que colgamos el cartel de completo durante los cuatro dias que dura el festival. --No hay problema. ?Que dia quieres que este alli? --?En serio? ?Podras dejar tu hotel unos dias para venir hasta aqui?
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