• libro en mitad del invierno - Rachel Ripley

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    Tawny miro el papel que acababa de aparecer por debajo de la puerta; al ver el membrete de correos y leer la palabra juzgado, estrangulo un sollozo. No podia mas. Se dejo caer sobre una silla, el unico mueble que habia en la pequena habitacion, ademas del catre. Lucho contra el nudo que se le habia formado en la garganta. Habia llorado demasiado y no estaba dispuesta a derramar ni una lagrima mas. Tenia que encontrar el modo de seguir adelante, pero se sentia demasiado perdida, sin la mas minima idea de como encontrarlo. Agacho la cabeza y suspiro de nuevo, preguntandose donde se habia estropeado todo, en que momento su vida se habia ido a la mierda. Seis meses atras, tenia un trabajo, un marido, una hermosa casa, un coche caro. Ahora solo tenia diez cajas semivacias y un monton de papeles como el que acababa de aparecer bajo la puerta. A quien queria enganar. Sabia cuando empezo todo a desmoronarse: el veinte de julio, dia de su quinto aniversario de matrimonio. Alex y ella habian decidido tomarselo libre tras meses de interminables jornadas de trabajo en las que apenas habian podido verse. De ese modo, podrian relajarse y descansar un poco, antes de ir a cenar y al teatro. No sabia ni a que restaurante irian ni que obra verian; el lo habia mantenido en secreto, a pesar de sus intentos por averiguarlo. Tampoco hizo muchos. El perdia rapidamente la paciencia, y ella habia aprendido a detectar en su tono de voz cuando habia llegado el momento de dejar de preguntar. No queria que aquel dia se estropeara por nada. Pero el telefono sono temprano; reclamaban a Alex para una reunion de ultima hora. Estuvo a punto de pedirle que, ya que era el CEO, intentara cambiarla a otro dia, pero se abstuvo. En el fondo, se sintio aliviada ante la idea de tener un dia para ella sola, descansar y estar tranquila. Protesto un poco, por obligacion, y le pidio que no volviera muy tarde, para que pudieran llegar con tiempo. El le aseguro que haria lo que pudiera, y se marcho. Cuando le vio meterse en el coche, decidio que era el momento perfecto para prepararse un bano y probar una de aquellas bombas de espuma que habia comprado a escondidas. Entro en el dormitorio contiguo al bano y encendio la radio; otro de sus pequenos placeres cuando estaba sola. Tarareando la cancion que sonaba en aquel momento, abrio los grifos, y se hizo un mono con la larga melena. Cuando la banera estuvo llena, metio la bomba en el agua, mirando, fascinada como giraba sobre si misma, siseando y disolviendose mientras ella aspiraba con deleite el suave olor a lavanda y fresa que desprendia. Se quito el albornoz, dispuesta a meterse en el agua, cuando en la radio ceso la musica y comenzo el informativo, que se abrio con la noticia de un hombre que acababa de ser puesto en libertad tras pasar veinte anos en prision por intento de asesinato. Fue al dormitorio y apago el transistor. No queria que nada estropeara aquella calma, aquel momento sin tension, el primero del que disfrutaba en mucho tiempo. Cuando iba a meter un pie en el agua, sono el timbre. Suspiro, poniendo los ojos en blanco, dudando si abrir la puerta o ignorarlo, pero volvio a sonar. Chasqueo la lengua con fastidio, se puso el albornoz, y bajo las escaleras del duplex hacia la puerta. Al otro lado aparecio una mujer delgada, alta y morena que, nerviosa, le pregunto si estaba Alex. Supuso que era una colaboradora freelance de la empresa con algun problema, por lo que le pregunto si queria que le diera algun mensaje. Ella asintio. --?Puede decirle a Alex que su mujer lo esta buscando? Es urgente que hable con el. Se quedo helada. ?Su mujer? No, no. No podia ser. Le pregunto si era algun tipo de broma, porque ella era la esposa de Alex. De hecho, era su quinto aniversario de boda, recalco. Ella palidecio y Tawny temio por un momento que fuera a desmayarse. Balbucio algo ininteligible, se dio media vuelta y salio corriendo calle abajo. A partir de ese momento, todo fue muy rapido, mucho mas de lo que pudo procesar. Cuando su marido llego a casa, le pregunto por la mujer que decia ser su esposa. El, sorprendido, le aseguro que seria alguna antigua empleada que intentaba vengarse de el. No era del todo descabellado. Desde su pedestal, su marido solia humillar ante el resto de la plantilla a los empleados que consideraba poco productivos o validos, para despues despedirlos sin contemplaciones, lo cual le habia granjeado bastantes enemigos. Eso era: la venganza de una mujer despechada; una treta para crear tension en la pareja. Decidio creerle y olvidarse del asunto, mas que nada porque Alex se nego en redondo a volver a hablar de ello y dio el tema por zanjado. Asi quedo hasta que, dos dias despues, encontro en su correo electronico un mensaje con el asunto <>. El corazon le dio un vuelco al descargar y leer el documento adjunto; <>, se dijo, aunque decidio comprobarlo en el Registro Civil. Queria, necesitaba terminar de una vez con todo aquello. Se le cayo el alma a los pies cuando le informaron de que era valido. Alex y aquella mujer, Tania Davidson, estaban casados. Hacia ocho anos. No daba credito. !Ocho anos! !Alex estaba ya casado cuando se caso con ella! ?Como era posible que ni siquiera lo hubiera mencionado? ?Y las consecuencias legales? Uno no se olvida de la noche a la manana de un matrimonio anterior; el, ademas, sabia que ella lo habria comprendido y habria esperado el tiempo necesario para poder casarse tras el divorcio. Claro, que tonta. ?Como no se le habia ocurrido antes? Seguro que su marido tenia los papeles del divorcio en algun lado. Pero cuando le enseno el certificado, el, deshecho en lagrimas, confeso. Estaba casado con Tania, pero no era feliz en su matrimonio, nunca lo fue. Era una mujer mezquina y vengativa que le maltrataba, le anulaba y le hacia sufrir; por ello no tuvo el valor para enfrentarse a ella y pedirle el divorcio. Anos despues, cuando conocio a Tawny, y se enamoro perdidamente de ella, tuvo miedo de que le abandonase al enterarse de que no se habia divorciado. No le quedaba mas remedio que actuar como si Tania no existiera. Ella le miro, incredula y herida. El le aseguro que pediria el divorcio, que lo arreglaria todo. Habia cometido un error, era cierto, pero ella era la unica mujer a la que amaba, la unica que le habia hecho plenamente feliz. Hacia anos que no la veia, que no tenia contacto con ella. Para el, ella era lo mas importante, su gran amor, le repitio mil veces, al tiempo que le rogaba que no le dejara, que no podia vivir sin ella, que no sabia lo que haria si ella le abandonaba. Habia sido un error, grave, si, pero provocado por el amor que sentia por ella; solo parecio calmarse cuando ella le aseguro que le daria una nueva oportunidad si pedia el divorcio. Intento ser fiel a su palabra, dejar aquello atras y actuar como si nada hubiera ocurrido, pero no podia dejar de darle vueltas. ?Por que no se lo habia contado?, ?por que no habia confiado en ella? Cuando se lo pregunto, el se enfado, gritandole que no dejaba de hurgar en la herida, que no le importaba hacerle sufrir. Volvieron los gritos y las peleas, las lagrimas, las noches en vela. Fue en una de aquellas noches cuando recordo que, en el correo electronico que Tania le habia enviado, la firma automatica incluia el link a su cuenta de Facebook. Se removio en la cama. No, no era una buena idea. Si Alex se enteraba…; pero tenia que hacerlo. Cogio el portatil, bajo al salon de la planta baja, se sento de rodillas en el sofa, busco el mail y pincho el enlace. Al leer su estado civil, casada, algo se retorcio en su interior. Trago saliva y pincho en los albumes de fotos. Se le llenaron los ojos de lagrimas. El mas antiguo era de hace ocho anos, de su boda con Alex. Pero el mas reciente, de hacia tres meses y medio, contenia las fotos de un viaje a los fiordos noruegos. En todas ellas, aparecian Alex y ella besandose, abrazandose, sonriendo, riendo, haciendo el ganso… Una maldita pareja feliz. Tres meses y medio. Contuvo una arcada. La misma semana en que Alex le conto que tenia que acudir a un seminario de team-building que se impartia fuera de la ciudad. La misma semana que ella no pudo acompanarle porque estaba hasta el cuello de trabajo. Como sonambula, se levanto a coger su agenda, y cotejo las fechas con las de las demas fotos en las que ambos aparecian juntos. Cerro los ojos, negando con la cabeza, lagrimas de dolor y rabia corriendo por sus mejillas. Todos los viajes de negocios que Alex habia hecho coincidian con las fechas de los albumes de fotos, viajes paradisiacos a lugares donde Tawny muchas veces le pidio que fueran juntos y el se limito a grunir que el sitio estaba muy lejos o era demasiado caro.

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  • Anhelada por su Oso (Los Lobos de Green Valley 8) de T.n. Hawke

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  • Ella me pertenece de Lia Carnevale

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    Ciudad de Mexico, 2007 En el momento en que me di cuenta de que mi vida estaba a punto de quedar patas arriba, fue cuando presione el pie en el acelerador, la alfombrilla no detuvo el movimiento y el automovil, un Chevy C2 de segunda mano, alcanzo los ciento cincuenta por hora. Las calles de Polanco, el barrio mas exclusivo de Ciudad de Mexico, aparecian mojadas por una ligera lluvia. El cielo estaba oscuro, el otono ya habia hecho su aparicion. Baje la ventanilla y respire el aire perfumado de humedad; sin duda era mi estacion favorita, suave, agradable, tranquila, tal como yo me sentia cuando estaba cerca de Ysabel. No estariamos solos nosotros dos, en pocas horas, tal vez minutos o segundos, seriamos tres: Alexander, Ysabel y Felicity, nuestra hija. Nuestra familia. Eran tan solo las ocho de la tarde, por suerte, la hora punta habia pasado, asi que solo habia unos pocos autos en mi camino. Aparque lo mejor que pude frente al hospital y sali rapidamente del pequeno automovil que mis padres me habian dado tras de aprobar el examen de conducir. En ese momento, el telefono comenzo a sonar, lo saque mientras caminaba por la avenida hacia la puerta principal. --Papa, he llegado. !Estoy entrando! Lo note molesto de la misma manera que percibi a mi madre cuando me llamo para decirme que Ysabel habia comenzado el trabajo de parto. --Esperamos noticias, chico. Diablos, cuantas mujeres dan a luz hoy en dia. ?Por que solo habia agitacion en su voz? --Claro papa --no dije nada mas. Nadie apagaria mi alegria. Me moria por ver a Ysabel, estar junto a ella, presenciar el nacimiento de mi hija. ?Era feliz? Si. Superariamos cualquier problema, derrumbado cada obstaculo. Tarde o temprano creerian en nuestro amor, sus padres, mi hermana, mi familia, todos. Nadie nos separaria. Ahora menos que nunca. Estariamos juntos para siempre. Serenos y unidos. Me dirigia rapidamente al departamento de ginecologia que la senora me habia indicado en la entrada. El aire estaba impregnado de desinfectante, las escaleras llenas de polvo y los pisos cubiertos de manchas oscuras. La limpieza no era la mejor, aunque deberia haber sido una prioridad, pero el hospital publico no tenia fondos suficientes y, en cualquier caso, los que ingresaban alli eran demasiado pobres para fijarse en la suciedad. Tenia la esperanza de que los padres de Ysabel elegirian una clinica privada para el nacimiento de su nieta. Yo no me lo podia permitir, pero ellos si. La familia Mendez se situaba entre las mas ricas del mundo, podrian haber pagado cualquier cosa, pero estaban demasiado ocupados luchando contra nuestro amor para preocuparse por el lugar de mierda donde su hija estaba a punto de dar a luz. Me pase una mano por el cabello, aleje los malos pensamientos y me prepare para ir a la habitacion donde la unica razon de mi existencia pugnaba para hacerme mas feliz aun. Las luces iluminaban el largo corredor, el silencio era interrumpido por los gritos de una mujer: Ysabel. Corri hacia alli y cuando llegue a la entrada me detuve debido al grito que se escucho al otro lado de la puerta. ?Que se suponia que debia hacer? ?Deberia haber llamado? ?Entrar? ?Por que no habia nadie alli? ?No deberian las enfermeras hacer el turno de noche? Decidi entrar, pero tan pronto como puse mi mano en la manija, se abrio. !Tanjia! la hermana de Ysabel me indico que me corriera. La deje pasar y cerro la puerta. Tenia los ojos brillaban y sus labios temblaban. La mire confuso. Buscaba en sus ojos la alegria de quien acababa de convertirse en tia, pero no pude encontrar nada que no fuera… ?dolor? ?Enfado? ?Miedo? Se detuvo frente a mi, sus manos apretadas cerrando el puno. --!Es solo culpa tuya! Maldito el dia que entraste en la vida de mi hermana --dijo rompiendo a llorar. La deje a merced de sus emociones, porque no podia entender la razon de las lagrimas. Un indicio de desesperacion se abria paso en mi cabeza, borrando la euforia que lo ocupaba. ?Que demonios estaba pasando? El silencio se adueno de todo, tanto, que podia sentir mi corazon latir mas rapido. Fue en aquel momento que la puerta se abrio… Fue en aquel momento cuando vi el cuerpo del amor de mi vida cubierto por una sabana blanca… Fue en aquel momento que el medico me informo que habian muerto… Muertas... Ambas. Cai sobre mis rodillas, lleve mis manos, manchadas de la grasa que distinguia a los mecanicos de los otros trabajadores frotandome los ojos, esperando que una vez abiertos descubriera que era solo un mal sueno. No fue asi. Ya no fue nada mas. Mi vida perdio el rumbo. Se perdio en medio de la nada. Capitulo 2 Nueva York, 2019 Sali de la limusina que me habia llevado al enesimo evento organizado especificamente para personas con cuenta bancaria de seis cifras. Al menos una vez a la semana me veia obligado a asistir a estas fiestas, donde la caridad se usaba como excusa y el objetivo principal era aparecer en escena. Alise la chaqueta negra de Armani y me prepare para atravesar la alfombra roja entre los destellos de periodistas y la gente comun que esperaba la llegada de algunos VIP que realmente importaban. Siempre me preguntaba que cono hacia en ese lugar. La respuesta era siempre la misma, simple y objetiva: nuestro bufete de abogados estaba a la vanguardia en las donaciones a los mas pobres. Gracias tambien a ellos, estabamos consiguiendo mas y mas clientes. Publicidad. Era solo una forma egoista de publicitarnos. Simon caminaba a mi lado. Cruzamos entre la muchedumbre con paso rapido, algunos fotografos y periodistas intentaban detenernos y hacernos algunas preguntas, pero los ignoramos, como siempre, claro. Quienquiera que hubiera organizado el evento no escatimo en gastos, la mesa estaba cargada de caviar y champan, una de las bandas de rock mas populares alegro la noche y para terminar las cifras que se recaudaron superaron con creces las expectativas de cada presente. Aparentemente todo era perfecto. Exacto, solo aparentemente. Me gustaba mi trabajo, ir a los juzgados, ganar un caso, emitir una factura y recibir el pago; queria limitarme a eso. Me hubiera encantado sin todas aquellas putadas. --Parece que Sophie y tu estais pasandolo bien esta noche. --La voz de Simon me obligo a apartar los ojos de la mujer que acababa de nombrar. No le respondi, volviendo a mirar a mi companera de juegos. --?Tarde o temprano sentaras cabeza? Sophie es inteligente, podria ser la ideal. --!No! --dije con firmeza. Termine de beber champan y fui hacia la mujer que aliviaria otra noche de insomnio. No habia lugar en mi vida para nadie… y mucho menos para una mujer. Lo tomaba todo. Cada suspiro Cada respiracion. Cada gemido. Luego me marchaba. Ese era yo. Este era yo. En el trabajo. En la vida privada. Con personas. --Alex, te ruego… --?Que pasa Sophie? ?Por que estas rogando? --!Oh, Dios! --Echo la cabeza hacia atras, dejandome libre acceso a su garganta. Su piel era suave, blanca, delicada. Le habria dejado una marca, como cada vez que la follaba. --Mas fuerte. --Se aferraba a mis hombros y agarraba mi cabello, llevandome al centro de su placer. Era su instante favorito. Pase mi lengua sobre su clitoris, lentamente, justo como a ella le gustaba, la penetre y luego volvi a lamer. Me di cuenta de que estaba a punto de correrse cuando sus musculos comenzaron a contraerse y los gemidos se volvieron mas fuertes. La deje alcanzar el extasis y, en el mismo momento en que termino, comence a arremeterla contra la pared de la entrada de su apartamento. La penetre mas profundamente, arrancandole un grito que rapidamente rompi con un beso. Un beso que no tenia nada que ver con la dulzura, con el amor. Despues de todo, yo no era delicado, gentil. Me gustaba follar Me gustaba el sexo sucio, aspero y vulgar porque asi me hacia sentir cuando terminaba. Sophie habia sido la unica mujer capaz de darme el minimo de placer esperado en un polvo. Por eso se habia convertido en mi entretenimiento permanente, a pesar de que ella estaba empezando a pedir mas. Y esto me cabreaba. Ella sabia que no le habria dado lo que queria, ni a ella ni a ninguna otra. Me separe de su calido cuerpo. Sonrei traviesamente frente a su expresion enojada. Tenia hermosos ojos verdes, fue justamente su magnetica mirada lo que atrajo mi atencion y provoco el deseo de quitarle las braguitas de primera vez. Mire el cuerpo curvilineo envuelto en el exiguo vestido purpura, usado para la fiesta de cumpleanos de Simon esa noche; Su falda quedo retorcida alrededor de su plano estomago, sus braguitas yacian en el suelo junto a mis pantalones. La gire bruscamente contra la pared y la penetre. Empuje fuerte, entre hasta que golpee mis bolas en la piel sudorosa. Dentro y fuera, un movimiento mecanico, rapido, instintivo y natural. Unos pocos empujones y la saque, me aleje y me vacie en su piso. Estaba sin aliento, sudoroso y aunque en apariencia parecia satisfecho, siempre sentia aquel vacio. Un vacio que me acompanaba ya durante anos. Me detuve por un momento para recuperar el aliento, recogi mis pantalones y me los puse. Mire a Sophie y le sonrei. No queria que ella pensara que no era suficiente, no se lo merecia, el problema no era ella, sino yo. Se bajo el vestido y se acerco. Me quede quieto y deje que acariciara mi mejilla. Sophie era una de esas hermosas mujeres con todo cuesta arriba. --Vamos a la cama --susurro agarrando mi mano. --!Sophie! Mi tono sono a advertencia. Pretendia ir mas alla y como siempre, tenia que ponerla a raya, asi que me libere de su agarre y continue vistiendome. --Alexander, hemos estado teniendo sexo durante meses. Follamos y tu te marchas. !Estoy harta! Quiero mas y si no estas dispuesto a darmelo, sal por esa puerta y no vuelvas. Parecia segura, pero sus ojos brillosos traicionaban sus palabras. Termine de abrocharme el cinturon del pantalon y tome su barbilla, trasladando nuestros ojos al mismo nivel. --Siempre he sido claro contigo. No quiero emparejarme, no lo busco y nunca lo buscare. Si ya no estas dispuesta a verme, lo acepto. La deje ir y espere a que secara la lagrima que mojaba su mejilla. No se que reaccion me esperaba, seguramente habia sido un imbecil al hablarle asi. --Solo te estoy pidiendo que lo intentes. Solo eso Alexander. Me lo debes. --No te debo nada. Lo que acabamos de hacer fue buscado y deseado por ambos. No estoy en deuda contigo --dije dirigiendome a la puerta y la abri. --!Alexander! --Llamo de nuevo, pero no me di la vuelta. No podria, la habria vuelto a ilusionar. Le dije adios en silencio, como habia hecho con todas las demas antes que ella.

  • No debi quererte (Cruel Amor 5) de Flor M. Urdaneta

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    Han pasado tres anos desde la ultima vez que Rosie Keanton vio al chico del que siempre ha estado enamorada, el mismo que le rompio el corazon. Ella pensaba que lo habia superado, pero al reencontrarse con el, descubre que sus sentimientos son mucho mas profundos de lo que pensaba. El ha cambiado, ya no es el mismo chico sonriente y alegre que conocio hace tantos anos, se ha transformado en una persona hiriente y cruel. ?Que provoco que se convirtiera en El Senor Oscuro? Descubrir la verdad le costara lagrimas y mucho dolor. Cuando Ryan Wilson llega a Los Angeles, su proposito es retomar su carrera como guitarrista y compositor. Cree que es su unica oportunidad de recuperar un poco de lo que fue alguna vez y alejar asi el dolor de su corazon. Pero, aunque quiera enganarse, sabe que solo hay alguien capaz ayudarlo. No sera facil, su pasado es doloroso y su lucha interior entre el deber y el querer su eslabon mas debil. ?Sera Rosie la cura para su corazon roto, o terminara destrozando el suyo? ?Que pasara cuando "No Debi Quererte" se convierta en su lema?

  • Warlock de Rachel Rp

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    Aldara es una humana simple a la que le han arrebatado a quien mas amaba, se lo llevaron sin mas, ella no dudara en ir a buscarlo aunque le cueste su libertad.
    Duxlan va a convertirse en el proximo rey de Alfoz 1 y debera elegir a las humanas simples que se convertiran en sus fuentes de energia. Se presentan todo tipo de mujeres, pero hay una que le ha llamado especialmente la atencion. Una que no parece estar interesado en el. Pero eso va a cambiar, y el se encargara de ello.

  • Las maldiciones de Claudia Pineiro

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    Una novela certera, conmovedora y actual, que pone el foco en las perversiones de los gobernantes, pero que tambien les hace lugar a las historias de lealtad y amor mas verdaderas.

  • Multimillonario Intrepido. Zane de J. S. Scott

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  • Amame una noche mas de Alexandra Black

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    Londres, 1847 --Es evidente que las mentes femeninas son debiles e incapaces de asimilar cualquier aprendizaje. --Malcom Sedford, conde de Tamworth, hincho el pecho, orgulloso de si mismo por haber expresado aquellas palabras--. De hecho, basta con ensenarles a leer y escribir. Un aprendizaje mas amplio podria ser perjudicial para ellas. John River, sentado al otro lado de la sala, lo miro con incredulidad. ?Como podia hablar de aquel modo y mostrarse tan satisfecho despues de haber dicho semejante barbaridad? --?Esta diciendo que todas las mujeres son estupidas? --pregunto doblando el periodico--. ?O lo que quiere decir con sus palabras es que prefiere a una mujer tonta a su lado porque asi no se notara su propia estupidez? Lord Tamworth abrio la boca para contestar, la cerro de nuevo porque no encontraba las palabras adecuadas para hacerlo y la abrio otra vez, aunque su respuesta no fue ni todo lo ingeniosa que le habria gustado ni todo lo confiada que tendria que haber sido. --?Me esta llamado tonto, senor River? John enarco una ceja en un gesto burlon que no paso desapercibido para ninguno de los presentes. Todo el mundo conocia la mala relacion entre los dos hombres, asi que no era raro que se enzarzasen en alguna disputa de la que el conde jamas salia airoso. --En absoluto, milord. ?Acaso le ha dado esa impresion? El tono utilizado y la expresion socarrona sacaron de quicio a lord Tamworth, que estuvo a punto de abalanzarse sobre el. Si no lo hizo, fue porque sabia que saldria perdiendo en la contienda. Todos alli conocian la habilidad del senor River con los punos. Hubiese aprendido donde hubiese aprendido, no habia sido en un club de caballeros, pues era capaz de volar por el aire y golpear a sus oponentes desde posiciones imposibles. Las malas lenguas decian que lord Mersett habia sido su maestro, pero nadie podia afirmarlo con seguridad. Las burlas de John River hacia lord Tamworth eran habituales y, a pesar de ello, este era incapaz de defenderse en condiciones. Aunque, en opinion de los presentes, el mismo conde se buscaba aquello, pues sus disertaciones sobre distintos temas solian ser tan pretenciosas como erradas. Aunque eso no queria decir que no estuviesen de acuerdo con el en cuestiones como las relacionadas con las mujeres. De hecho, solo el senor River parecia creer que estaba equivocado. --?Que tipo de mujer querria usted a su lado, senor River? --pregunto lord Seth Brangwen, futuro cunado del conde de Tamworth. John se volvio hacia el y sonrio. --Solo quiero a alguien que camine a mi lado y con quien pueda compartir mi dia a dia. Una mujer inteligente que no tenga miedo de mostrar su valia frente a mi. No soportaria que ocultase su inteligencia o sus capacidades solo para evitar que yo me sienta estupido. --Miro a lord Tamworth con sorna--. Valoraria sobremanera a una mujer asi. Un murmullo de desaprobacion recorrio la sala. --Cada vez que habla me hace pensar que cree que las mujeres pueden ser iguales que nosotros --respondio el joven--. Es un pensamiento peligroso, pues ellas mismas podrian creer que algun dia llegaran a serlo. --Me parece mucho mas peligroso negar la evidencia, milord. Creer que todas las mujeres son estupidas para enaltecer su propio ego es tan injusto como absurdo. Pero peor me parece obligarlas a vivir en un estado de infancia perpetua y hacerlas creer que son incapaces de valerse por si mismas cuando no es asi. Otro murmullo de desaprobacion recorrio el salon. Nadie estaba de acuerdo con el, pero aquello no era una sorpresa. Estaba acostumbrado a ver aquellas expresiones horrorizadas, como si sus palabras fuesen capaces de abrir un agujero en el suelo que los conduciria directamente a un averno dominado por mujeres dispuestas a hacerlos pagar por sus pecados en la tierra. --Digame entonces, senor River, ?como podrian defenderse unas criaturas tan delicadas en un mundo tan peligroso como este? John se volvio hacia el hombre que le habia hablado y sonrio con amargura. --Lord Bromley, nosotros somos el mayor peligro para ellas, asi que el primer paso seria dejar de comportarnos como bestias y empezar a respetarlas. El segundo, dejar de tratarlas como criaturas delicadas. No son ninas, no son objetos fragiles y no necesitan nuestra proteccion constante. Al final lo que hacemos es protegerlas de otros hombres. ?Acaso no advierte a sus hijas de lo peligroso que es para ellas quedarse a solas con un hombre? ?No les ha explicado que deben ir siempre acompanadas y que nunca, jamas, deben salir a la calle de noche y mucho menos solas? ?Lo hace acaso por los peligros que representan la luna o las estrellas? ?O lo hace porque teme la posibilidad de que un hombre les haga dano? Lord Bromley se sonrojo, pero ninguno de ellos estaba dispuesto a ceder. ?Peligrosos ellos? Ellos no representaban ningun peligro para las mujeres, pues eran hombres honrados. Mas horas antes los mas jovenes del grupo habian hecho una apuesta sobre quien seria el que conseguiria los favores de una joven debutante que parecia muy receptiva a las atenciones masculinas. Era asqueroso. Mientras ellos debatian con enojo sus palabras, John regreso a la lectura del periodico, ajeno a lo que sucedia a su alrededor. Estaba acostumbrado a que se alterasen los animos cuando hablaba, asi que le importaba mas bien poco el resultado de todo aquello. Herir su fragil ego era como un deporte para el y lo que sucediese despues era irrelevante. Mientras desplegaba el diario, lanzo una mirada al conde de Tamworth. El solia ser el objeto de sus burlas, aunque le aburria sobremanera que no fuese capaz de rebatir sus argumentos. Se indignaba, gritaba, lo senalaba con el dedo... Era un autentico memo que habia tenido la suerte de nacer en una buena familia, porque de haber tenido que vivir lo que el habia vivido, se habria muerto de hambre. John despreciaba a buena parte de aquellos nobles porque le parecia que su simple existencia era un desperdicio de espacio en el mundo. Vivian para gastar el dinero de sus familias sin preocuparse de nada mas que de si mismos. Tamworth, por ejemplo, estaba comprometido con lady Skye Brangwen, la hermana pequena de lord Seth Brangwen. Tras casi seis anos de compromiso, todavia seguia evitando dar el paso definitivo porque mantenia una relacion con una mujer casada. Ambos esperaban el fallecimiento del esposo de esta, para lo cual faltaba mas bien poco, pues era casi cuarenta anos mayor que ella. En cuanto eso sucediese, no dudaria en romper el compromiso, lo que pondria en una situacion muy complicada a lady Skye. Si ya se habian esparcido todo tipo de rumores debido al hecho de que todavia no hubiesen puesto fecha para la boda, no se queria imaginar en que situacion quedaria ella por culpa de aquel descerebrado. La dama tenia veintitres anos ya y, si seguia posponiendo el momento, nadie la querria, por mas que fuese una de las herederas mas cotizadas del pais. A John le resultaba muy dificil entender por que los condes de Ryedale permitian que Tamworth tratase de ese modo a su hija. Habia algunos nobles en el grupo a los que respetaba, pues no era dado a generalizar. El conde de Waverley, por ejemplo, era un hombre serio y sensato que no se dejaba llevar por la estupidez de sus amigos. Siempre se mostraba respetuoso con los demas y ayudaba a su padre a gestionar las propiedades de la familia. Su hermano, en cambio, era un cabeza hueca que no sabia ni atarse los cordones de los zapatos. --Senor River. --John alzo la cabeza para mirar al hombre que le habia hablado. Lord Seth Brangwen se sento a su lado tras mirar a su alrededor. Nadie les prestaba atencion, pues estaban demasiado ocupados discutiendo sobre asuntos triviales como para fijarse en ellos--. Senor River, ?sentia de verdad las palabras que dijo antes? Despacio, John plego de nuevo el periodico y se volvio a mirarlo, interrogante. --Asi es. --?Y si la mujer fuese mas rica que usted? ?La valoraria igual? --John asintio--. ?Y si fuese una gran aficionada a la lectura? --La valoraria mas todavia. --?Y a una mujer torpe con la aguja? --John asintio--. ?Y si tuviese tendencia a discutir con usted? --Mientras no sea una mujer pendenciera y maliciosa, si la valoraria. Seth sonrio, divertido. --Tengo la impresion de que, si piensa de ese modo, nunca encontrara a una mujer con la que formar una familia. John le devolvio la sonrisa. --Si es asi, entonces estare mejor solo, milord. Si quiero un florero bonito que adorne mi casa, comprare uno. No necesito a una mujer que no me aporte nada ocupando espacio en mi hogar. ?De que me serviria? Si no puedo compartir con ella mis penas y mis alegrias y ni siquiera puedo escuchar las suyas, ?para que quiero una esposa? Para eso una pared sirve perfectamente. El joven se echo a reir y sacudio la cabeza. --En verdad me gustaria verlo casado con su mujer ideal. Estoy seguro de que, a los dos dias, la consideraria un fastidio. John penso en los condes de Mersett y la maravillosa relacion que mantenian y nego con la cabeza. --Cuando un hombre piensa que su esposa es un fastidio por manifestar sus opiniones, es porque ni la quiere, ni la respeta. Sin afecto ni respeto, la frustracion en ambos ira en aumento hasta que no se soporten. Nadie quiere eso en su vida. --Sus ideas, senor River, son tan peculiares que me asustan. ?De verdad cree que las mujeres pueden valerse por si mismas? Usted sabe tan bien como yo que es imposible, pues no son mas que criaturas desvalidas. Le concedo, sin embargo, que de cuando en cuando hay alguna mujer destacable. No voy a negar ese hecho, seria absurdo. Sin embargo, son casos excepcionales. --Mis ideas, milord, no son nada nuevo. Mary Wollstonecraft ya las mencionaba en la Vindicacion de los Derechos de la Mujer, yo solo me he apropiado de algunas de ellas y las he adaptado a mi conveniencia. Seth lo miro horrorizado. --!Incluso ha leido algo asi! John se echo a reir. --?Por que no deberia hacerlo? --Mi madre encontro esa aberracion en el cuarto de mi hermana y la quemo. Debo decir que los azotes que recibio fueron mas que merecidos. La expresion de John se endurecio. --?La azotaron por una simple lectura? --Una lectura peligrosa que no la beneficiaba en nada. Mis padres no podian permitir que perdiese el camino de ese modo. Por suerte ya ha recuperado el sentido comun. John lo fulmino con la mirada. --?De verdad cree que el caracter de una persona puede cambiarse con golpes? --Si se ha desviado del camino correcto, si.

  • Algo para recordar de Lydia C. Ramirez

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    Senti el golpe de su mano contra mi mejilla, aunque me esperaba algo parecido, me sorprendio igualmente que lo hiciera, ya que esperarlo no lo hizo menos doloroso, por lo que me cai al suelo de golpe. Mire a mi padre desde el suelo con los ojos llorosos, pero el hizo caso omiso a las lagrimas que luchaban por salir de mis ojos, darme cuenta de ese echo hizo secar mis ojos como si fuera cosa de magia. --Quiero que te largues de mi casa-- me ordeno bajando la mano que aun tenia levantada tras el golpe-- Eres una verguenza para mi. Mire a mi madre que estaba en un rincon como si esa historia no fuera con ella, ni siquiera se digno a mirarme, lo cierto era que nunca habia sido una mujer que se enfrentara a las decisiones de su marido, por lo que no me sorprendio que no dijera nada, es mas yo habria sido la primera en sorprenderme si hubiera ocurrido lo contrario. Jamas trataria a un hijo mio como ellos me estaban tratando... Senti como se formaba un sentimiento frio en mi interior, no queria seguir alli... Posiblemente tenia razon yo era una verguenza, pero no por los motivos que el decia... Yo tampoco queria continuar alli, asi que me levante del suelo y fui a mi habitacion para hacer la maleta. Una hora despues me encontraba a la salida del pueblo haciendo autostop, consegui que una pareja me llevara a la ciudad y observe desde la ventana como ese infierno se hacia mas y mas pequeno... <> Aunque en ese momento no sabia cuando, ni... como. El Viaje Me desperte con los golpes constantes de mi madre en mi puerta, ella era mi mejor amiga y mi unica familia, pero lo cierto es que nunca habia necesitado a nadie mas aparte de ella, nunca me habia planteado la posibilidad de que mi vida hubiese sido mejor de tener un padre, una familia mas extensa... Por lo menos eso creia en ese momento. --Caitlin, cielo-- dijo entrando y subiendo las persianas, haciendo que toda la luz del sol penetrara en mi habitacion, mientras yo arrugaba la cara en senal de protesta-- Si no empiezas a vestirte, llegaremos tarde. Asenti lentamente haciendo ruidos de queja y la escuche reirse mientras salia de mi habitacion. Tarde unos minutos en levantarme mientras miraba a mi alrededor, la habitacion blanca, con tonos azules claros, habia un escritorio en madera blanca tambien, una comoda y una mesita en el mismo material. Habia veces que me paraba a mirar todo aquello y me decia a mi misma que todo era demasiado blanco, aseptico... Aunque, a decir verdad, algo si desentonaba en toda aquella nube blanca... mi colcha con el simbolo de la paz formado por distintos estampados de colores diferentes, yo misma la habia comprado en una tienda, pase por delante del escaparate la vi y no pude evitar comprarla, era necesario un poco de color en la habitacion, queria hacerla un poco mas personal. Me levante de la cama y casi me tropiezo con la maleta abierta que estaba en el suelo, la aparte de una patada y cogi la ropa que tenia preparada en una silla, me la lleve conmigo al bano y me duche. Cuando sali un rato despues, con la toalla en la cabeza fui directamente a la cocina a por un vaso de zumo de naranja. Por el arco de la cocina que daba al salon vi a mi madre leyendo una carta con los ojos llorosos. --?Que pasa? ?Que dice? -- le pregunte preocupada haciendola sobresaltarse. --No, nada, no te habia visto-- me dijo mientras volvia a meter la carta en el sobre y lo guardaba en una cesta que habia encima de la mesa-- En realidad no estaba leyendola, estaba pensando en otra cosa. --Parecias como… triste-- le dije sentandome a su lado. --Es porque mi nina se hace mayor-- me dijo sonriendo. Lo que quiere decir es que nos vamos de viaje el fin de semana a un spa para celebrar mi veintitres cumpleanos, ademas ya era toda una mujer pero estaba segura de que para mi madre siempre seria su nina, es mas a mi me hacia ilusion seguir siendolo, no me sentia preparada para enfrentarme al mundo yo sola. Le pase el brazo por los hombros y le di un beso en la mejilla. --Pero vamos a celebrarlo-- le dije sonriendo-- Y sera uno de los mejores dias de nuestras vidas. Mire a sus ojos marrones claros y algo dentro de mi me dijo que mi cumpleanos no era el unico motivo que la habia puesto tan triste... Aunque... ?Por que darle mas vueltas a todo aquello? Mi madre nunca me habia enganado, siempre habia dicho la verdad, pensandolo bien ella siempre habia estado junto a mi, lo cierto es que siempre estabamos juntas, algo que no me importaba, ella era mi mejor amiga tambien. El motivo era bastante sencillo o quiza no tanto, porque cuando yo tenia veinte anos mis padres y yo tuvimos un accidente, en el que mi padre fallecio y yo resulte gravemente herida. Durante esos dias en los que me movia en la semiinconsciencia, mi mente fue capaz de darse cuenta de trozos de conversaciones entre mi madre y su mejor amiga, Rebecca (a la que yo llamo Tia Becca), luego me dio la sensacion de que mi madre dejo de visitarme bastante tiempo, pero como en esos dias estuve casi todo el tiempo sedada no podria decir con exactitud si fue de verdad asi. Cuando desperte no era capaz de recordar nada anterior a ese momento, vi la mirada de mi madre y luego comenzo a contarme lo que habia sucedido, los siguientes meses fueron bastantes complicados, ya que era incapaz de recordar nada, asi que como no conseguia llenar esos huecos, ella fue ayudandome contandome pequenos trozos de nuestra historia, lo que hizo que aquello pasara mas rapidamente. Con todo ese lio de mi enfermedad su obsesion por mi se elevo al cubo y hasta no me dejaba encargarme de las tomas de mis pastillas, ya que ni yo misma recordaba, obviamente, que estaba enferma del corazon, pero comprendia porque lo hacia por lo que, cuando aun habia veces que me lo recordaba, yo la miraba sonriendo y obedecia como si fuera una nina pequena. --Pero date prisa, Caitlin-- me hizo levantarme del sofa y yo fui a peinarme al bano. Me quite la toalla de la cabeza y me mire al espejo, no era la primera vez que pensaba lo diferentes que eramos mi madre y yo, ni siquiera me parecia a mi padre, me daba pena no recordarle y habia visto fotos, pero cuando le pregunte a ella me dijo un poco nerviosa que su madre era como yo, por lo que el tema quedo zanjado. Mi madre era pelirroja, pero de una tonalidad mas castana, era obvio que el sol habia aclarado su cabello, tenia los ojos marrones, una nariz pequena y una sonrisa perenne en el rostro, era alta y delgada, era joven, asi que asumi que quiza ella no se llevaba bien con sus padres porque fui un accidente adolescente, de todas formas, nunca me habia atrevido a preguntar, ya que ella no hablaba casi nada de su familia. Yo por el contrario era mas bajita, rubia de un tono muy claro, casi platino, mis ojos eran de color azul claro siempre estaba palida, muchas veces me encontraba deseando haber nacido mas parecida a mi madre, ella se bronceaba muy facilmente, sin embargo, si yo me ponia mas de dos horas al sol, el unico color que cogia era un dramatico rojo cangrejo. Mientras me peinaba, vino a mi mente un recuerdo de cuando tenia doce anos, no recordaba ni como salio el tema de conversacion, solo sabia que debia llevar un pastel al colegio y decidi hacer, junto con mi madre, un pastel de calabaza, ademas ni siquiera recordaba bien la escena, simplemente recordaba la voz de mi madre diciendo: <<--?Donde aprendiste a hacerlo? -- le pregunte inocentemente, metiendo la punta del dedo en el bol de la masa. --No hagas eso, calabaza-- me regano sonriendo-- Me lo enseno mi madre, aunque mejore la receta un poco. --Esta rico-- dije disfrutando del sabor de la masa. --Dicen que es el mejor de todo Texas-- suspiro cerrando los ojos-- Aunque no es cierto, todavia necesita mejorar.>> Movi la cabeza de un lado a otro despejando mi mente. << ?Porque he recordado eso ahora?>> me pregunte poniendome un pasador en el pelo. Me convenci de que el recuerdo no tenia importancia, negue con la cabeza y lo aparque en al fondo de mi mente, ya tendria tiempo de analizarlo despues. Me tome la pastilla para el corazon y sali del bano. Mi madre ya me esperaba impaciente en la puerta, asi que cuando me uni a ella, ambas salimos y emprendimos nuestro viaje. Al principio, nos dedicamos a hablar de todo un poco, luego cantamos algunas canciones de la radio y nos reimos un poco de nuestra nefasta hipotetica carrera como cantantes, no sobresaldriamos en ese mundillo, yo lo tenia asumido. Ademas mi madre tenia suficiente con su profesion y era muy buena en ella, era una gran abogada, casi siempre ganaba los casos que le asignaban, me conto levemente lo dificil que habia sido para ella cuidarme y estudiar a la vez, porque tuvo que dejar los estudios cuando naci y luego cuando enferme con seis anos del corazon, para retomarlos y terminarlos por fin cuatro anos despues de aquello. En esa epoca, ella tenia dos trabajos para pagar mis medicinas y costear su carrera, ademas mi padre tambien trabajaba en dos sitios a la vez para poder pagar sus propios estudios y mantenernos, pero lo mejor de todo habia sido que jamas faltaron a mis recitales o teatros escolares, sonrei mirando por la ventana. Sin darme cuenta me quede dormida y me desperte cuando habiamos parado en el parking. --Vamos, despierta dormilona, ya estamos aqui-- me dijo mientras me tocaba el brazo para sacudirme levemente. Sonrei sin abrir los ojos y musite: --Si no condujeras como una senora mayor, no me habria dormido-- la escuche reirse y ambas salimos del coche. Nos registramos en recepcion y nada mas dejar las maletas cogi mi traje de bano y me cambie para ir a la piscina climatizada. El spa tenia un aire oriental muy relajante, daba a una playa privada que solo podian utilizar los clientes del lugar, era un sitio donde todo el mundo acudia para relajarse y disfrutar, alli no habia cabida para preocupaciones, eso quedaba a dos horas de aqui, en la ciudad de Tallahassee, Florida, donde nosotras viviamos… Fue el mejor fin de semana de mi vida en verdad, con todos aquellos cuidados, mascarillas, banos, masajes… Me senti una princesa, ademas tenia la mejor compania del mundo, lo cierto es que no se me ocurria un sitio mejor donde estar, suspire relajada mientras tomabamos el sol. Por eso me dio tanta pena que el fin de semana terminara, habia cogido un poco de color, pero mi madre se habia puesto morenisima. --Vas a ligar con algun abogado-- dije sonriendo montandome en el coche. --Callate, Caitlin -- me regano poniendose el cinturon y arrancando el coche. --Pero a mi no me importaria-- no me miro, pero la vi enarcar una ceja-- Es cierto, me gustaria que tu… Te enamoraras y eso, ya sabes-- conteste mirando por la ventana. --?Estas segura de que quieres hablar de hombres conmigo? -- pregunto sonriendo. --No, bueno, no se… Yo… ?Todavia estas enamorada de papa? -- sabia que era un tema doloroso para ella. --Aun no estoy preparada para tener esa conversacion… ?me entiendes? Asenti y mire por la ventana. --No importa-- y era cierto, no importaba. Mire por la ventana y en lo que duro un parpadeo se desato el comienzo de una pesadilla. Al abrir los ojos me di cuenta de que no estaba en una situacion normal, por lo que mi cabeza fue capaz de repasar los acontecimientos como si pasaran lentamente ante mis ojos. Lo primero que vi fue un gran camion que parecia haber perdido el control y se dirigia sin piedad hacia nuestro coche, bueno en realidad se estrellaria frontalmente contra nosotras, sabia que no habria posibilidades para ninguna, por el otro lado habia un acantilado, asi que no habia nada que hacer. Mire a mi madre y por decimas de segundo ella me miro a mi, suspire y vi que ella pego un volantazo en direccion al acantilado. <> pense mientras solo era capaz de escuchar el latir de mi corazon en el oido. A partir de ahi todo sucedio muy deprisa escuche al camion estrellarse contra otros coches que habia detras nuestra y tambien note un fuerte tiron hacia delante y luego hacia atras porque mi madre coloco el brazo delante de mi. Abri los ojos respirando entrecortadamente y mire a mi madre que tenia unos los ojos abiertos por el miedo. --Mama…-- susurre mirando hacia delante y sintiendo como se balanceaba el coche hacia el lado de mi madre. --Ssh… Caitlin, escuchame-- contesto ella susurrando, como si el mas minimo ruido pudiera hacer que el coche cayera-- No te muevas, tienes que hacerme caso, solo recuerda que te quiero y quiero que vayas a Landonville. --No, yo me quedo aqui contigo-- le conteste, sin hacer caso a lo que me estaba diciendo, no era tonta, sabia que mi peso era lo que mantenia equilibrado el coche, si yo me bajaba… --No puedes, Caitlin, hazme caso, sal de coche-- me suplico ella medio reganandome. --?Y tu? -- le pregunte llorando. --Saldre detras-- me prometio ella. Un hombre se acerco a nosotras y hablo por el cristal roto de mi puerta. --Ayude a mi hija a salir, por favor-- le suplico mi madre quitandome el cinturon. Negue con la cabeza agarrandola de la mano, ella miro al hombre y el, que era mas fuerte que yo, me agarro por las axilas y me saco del coche por la ventana. El perdio el equilibrio y ambos caimos al suelo, escuche el sonido del coche cediendo hacia abajo para finalmente caer ante mis ojos dando vueltas imposibles y mortales, para llegar al suelo y explotar. --!Mama! !Mama! -- grite llorando mientras el senor intentaba apartarme de alli. --Cielo, es mejor que no mires-- me dijo el abrazandome. --Pero tenemos que bajar a ayudarla-- intente deshacerme de su abrazo y finalmente lo logre. Volvi a mirar hacia abajo y luego al cielo cayendo de rodillas al suelo, el caos se desataba tras de mi, posiblemente habria muchos muertos y heridos, pero lo mas importante para mi en esos momentos era rezar y suplicar por un milagro que yo ya sabia que era imposible.

  • Candela de Juan Del Val

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  • Natasha de Esteban Navarro

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    Sabino se enamora de Natalia, una chica a la que conoce en el autobus. Los dos comienzan a salir juntos, pero cada vez que Sabino la acompana hasta su calle ella no quiere que la siga mas alla de una esquina donde se va caminando sola.
    Pasadas unas semanas, Natalia fallece en un fatal accidente de trafico. Cuando Sabino se entera descubre que no viajaba sola y que su acompanante, tambien muerto, era un varon apodado 'Turco'. La policia le toma declaracion a Sabino y entonces se entera que la chica no es quien le dijo que era. Para empezar ni siquiera se llamaba Natalia.

  • Mi error fue no ser yo misma. Parte 2 de Moruena Estringana

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    Allison Wharhol es una joven muy hermosa perseguida constantemente por la prensa y admirada por todos. Ella eligio esta vida para salvar a su padre de la ruina y poder hacer realidad el sueno de su progenitor, pero, a ella, esta situacion le ha costado la libertad.

  • La ofrenda de Gustavo Martin Garzo

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    Patricia Ayala llega a una pequena isla de origen volcanico situada al sur de Madagascar atraida por un trabajo muy bien pagado: atender a una anciana de fragil salud. Su intencion es permanecer alli algun tiempo, el suficiente para ahorrar todo lo que pueda y olvidar una de esas relaciones que hacen de la vida de pareja lo mas parecido al infierno en esta tierra. La anciana Rose Hansson vive retirada en una residencia que la gente del lugar conoce como La Construccion, situada junto a una laguna cuyas aguas penetran las habitaciones centrales a traves de canales y piscinas. Patricia intenta adaptarse a las peculiares costumbres de la anciana y del personal de servicio que la rodea. A Rose le gusta que Patricia se bane en la laguna enfundada en un banador blanco. Que nade hasta la torre medio derruida que se alza en el centro de las aguas. Que arroje al agua las naranjas que llenan los cestos alineados en la orilla. Hasta que un dia, mientras se aleja del agua despues del bano, Patricia ve que alguien devuelve las naranjas a sus pies. Todos los animales han enmudecido. Solo se oye un gemido, el canto dulce de alguien que conociera la infinita soledad de las criaturas. Y Patricia sucumbe al extrano mundo de Rose Hansson y al gran secreto que esconde La Construccion.

  • Cinco veranos hasta encontrarte de Elsa Tablac

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    ?Puede un amor interrumpido durante cinco anos volver a ser el que era?

  • Luchando por ella de Amy Brent

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    iona Cassidy Aunque parezca de locos, creo que Kyle queria que lo pillara follando con Wendy Lowenstein en nuestra propia cama aquella noche. Sabia que yo llegaria despues de las diez. Era como si todo estuviera planeado solo para ver mi mirada de sorpresa y mi cara de asco. Wendy era la jefa de Relaciones Publicas de la empresa de Kyle, Cassidy Event Management. Una pelirroja bajita, de tetas grandes y expectativas pequenas, que habria saltado de un puente si Kyle le hubiera dicho que lo hiciera. Era guapa, aunque iba siempre demasiado maquillada; de ojos azules y labios gruesos, que mojaba con la lengua todo el tiempo, especialmente cuando Kyle estaba en la misma habitacion. Resultaba muy triste lo pateticamente colada que estaba por mi marido. Por supuesto, Kyle era apuesto; alto, se mantenia en forma, tenia un bonito cabello rubio arena, tez bronceada, brillantes ojos verdes y una preciosa sonrisa que, en los viejos tiempos, hacia que me derritiese. Parecia mas un surfista vestido de Armani que el director general de una multimillonaria empresa dedicada a la organizacion de eventos. Y la mayoria de las veces, actuaba de esa manera. Tambien era un verdadero seductor, demasiado cuando se trataba de mujeres con las que queria acostarse. Kyle se autoproclamo como un experto dando abrazos. Si eras mujer, encontraba una razon para tocarte el brazo o ponerte la mano en la espalda. Te abrazaba cuando entrabas en la habitacion y te abrazaba cuando te ibas. A veces, el gesto duraba demasiado como para ser simple cordialidad. A mi solia abrazarme asi. Y yo solia disfrutarlo. Ahora, en cambio, no. Encuentro sus abrazos repulsivos. Lo mas chocante de pillarle con Wendy fue que ella no encajaba en su tipo. Wendy era bajita, no estaba delgada y era la tipica persona ansiosa por complacer. Todas las mujeres con las que me habia enganado, al menos las que yo conocia, eran altas y delgadas, de pelo rubio y ojos azules, como yo. Tal vez mi magullado ego asumia que yo establecia el estereotipo de las chicas con las que Kyle se acostaba. Tal vez el hecho de que se parecieran a su esposa era solo una coincidencia. O, tal vez, nunca tuvo un tipo de mujer en concreto. Quiza se habia abierto camino entre las rubias altas y, ahora, estaba pasando a las pelirrojas gorditas. No me sorprendio lo mas minimo que Wendy se acostara con mi marido. Se lo habria follado en la plaza del pueblo al mediodia si el quisiera. Ella, literalmente, babeaba cuando Kyle la miraba. Practicamente tenia tatuada en la frente la palabra <>, al menos en lo que respectaba a Kyle. Siempre senti un poco de lastima por ella, hasta que la encontre tirandose a mi marido en mi casa, en mi cama. No me habria molestado tanto si se lo hubiera montado con Wendy en su despacho, apoyando su gordo trasero sobre su escritorio, pero la trajo a mi casa, le quito la ropa y se la follo en mi cama. Hace mucho tiempo que dejo de importarme que Kyle follase con otras, era un hecho que habia asimilado ya, pero tenia que respetar ciertos limites si esperaba que siguiese casada con el. Y mi casa estaba fuera de ellos. Kyle sabia que iba a asistir a esa cena benefica con sus padres --su propia empresa la patrocinaba--, que terminaria sobre las diez y que me iria directamente a casa, por lo que llegaria a las diez y media como muy tarde. Debi suponer que algo pasaba cuando vi a ese babuino de Danny O’Shea frente a nuestro edificio, fumando con el portero. Kyle no era capaz ni de ir a cagar, a menos que supiera que Danny vigilaba. Desde luego, su vida no estaba en peligro. No era ningun mafioso, por el amor de Dios, aunque a veces creo que se imaginaba a si mismo como tal. Su serie favorita era Los Sopranos. Adoraba a Tony Soprano; el mafioso asesino, tramposo, despiadado y fornido que hacia lo que queria a quien queria, sin importarle las consecuencias. La idea de hacer lo que quisiera, sin tener que rendir cuentas, fascinaba a Kyle. --Imaginate el vivir sin preocuparse por las repercusiones de tus actos --me dijo una vez mientras veiamos la serie en la cama, despues de una ronda de sexo a medias--. ?No seria genial? Esa fue su manera de decirme que yo era una repercusion. Yo era la unica ante la que respondia, aunque ya no lo hacia mucho. No le importaba lo que yo pensara, siempre y cuando mantuviera las apariencias y no malgastara su fortuna familiar. La diferencia entre Tony Soprano y Kyle Cassidy era que Tony Soprano era un ganster y Kyle no. Aunque ambos coincidian en algo: no tenian corazon. Danny O, como Kyle llamaba a su gorila, no me dijo nada cuando sali de la limusina y espere a que el portero me abriera la puerta para entrar. Danny habia sido luchador profesional y su cara lucia las marcas y cicatrices de la docena de anos que habia pasado peleando contra otros hombres tan grandes como el. Su frente colgaba sobre sus ojos, como la ceja de un cavernicola. La nariz se la habian roto numerosas veces, por lo que en el puente tenia un chichon y la punta se inclinaba extranamente hacia la derecha. Su oreja derecha habia sido tan golpeada que, ahora, semejaba una coliflor y su rapada cabeza estaba llena de cicatrices, que el mostraba como insignias de honor. Su complexion era fuerte, por supuesto; hombros anchos y brazos gruesos que parecia que, en cualquier momento, romperian las costuras de los caros trajes que llevaba; trajes comprados por mi marido. Lo mas amenazante de Danny O’Shea, al menos para mi, eran sus ojos. Nuestras miradas se encontraron un instante cuando sali de la limusina y camine hacia la puerta. Fue como mirar fijamente los ojos muertos de un tiburon justo antes de que hundiera sus dientes en tu carne. No soportaba estar cerca de Danny O’Shea y sabia que el no me apreciaba mucho. Me miraba como si fuera a comerme de un solo bocado, pero Kyle adoraba a ese pitbull. Danny haria lo que Kyle le dijera, cosas que mi marido nunca se atreveria a hacer por si mismo. Una vez dentro del ascensor, puse mi tarjeta en la ranura y marque los numeros del teclado para que me llevara a nuestro atico, en el piso 30. Me recoste contra la pared del fondo y suspire. Entonces, contemple mi reflejo en las puertas de espejo. Parecia cansada, a pesar de que el maquillaje y el pelo siguieran aun perfectos. El corto vestido negro que llevaba y los tacones hacian que mis tonificadas y bronceadas piernas se vieran increibles, pero los zapatos me estaban matando y el tanga se me habia metido incomodamente por el culo. Lo unico que deseaba en ese momento era llegar a casa, desnudarme y meterme en la banera. Di por hecho que Danny habia avisado a mi marido de que estaba subiendo. Kyle probablemente ya estaria borracho, repantingado frente a la television, viendo una pelea de lucha libre. No me sorprendio que no se presentara aquella noche a la velada, aunque me habia jurado que lo haria. Las promesas de Kyle tenian muy poco peso para mi. ?Por que se molestaba en mentirme, si ambos sabiamos que no las cumpliria? Supongo que era un habito. A veces me preguntaba cuanto tiempo tratariamos de seguir manteniendo lo nuestro. Kyle odiaba todo lo que no implicara a hombres sudorosos dandose palizas sobre un ring o a mujeres bailar desnudas alrededor de una barra. Los actos de caridad eran proyectos de su madre, Ramona, y como el padre de Kyle --Edward-- era el dueno de la compania y controlaba los hilos, querian que su unico hijo estuviera con ellos. Kyle tenia que asistir, sin embargo, solia inventarse cualquier excusa de ultimo momento para no ir y a mi no me quedaba otra que acudir sola. Eso no me importaba. En realidad, me caia bien su padre y podia tolerar a su madre. Ademas, resultaba agradable alejarse de el, aunque fuera solo por una noche. --Nos vemos alli, Fee --me habia dicho mi marido por telefono a las ocho. Supongo que me llamo <> porque Fiona debia ser demasiado esfuerzo para el. Cuando trate de localizarlo, media hora despues, saltaba directamente el buzon de voz. Su madre estaba decepcionada. Su padre, furioso. A Kyle le esperaba una buena bronca el lunes, aunque no serviria de mucho. Las puertas del ascensor se abrieron en nuestro vestibulo. El atico era enorme --tenia mas de quinientos metros cuadrados-- y era todo un homenaje al despilfarro. Mi suegra habia insistido en decorarlo como regalo de aniversario y Kyle se nego a que yo lo redecorara porque eso heriria los sentimientos de su madre. Dios, odiaba aquellos adornos tan recargados, los muebles antiguos, el pesado papel tapiz y las persianas. Parecia sacado de una vieja pelicula. El dia en que la madre de Kyle muriera, seria el dia en que comenzaria la redecoracion. El atico tambien tenia mucho mas espacio del que necesitaban dos personas. Incluso aunque, como nosotros, se evitaran y vivieran en extremos opuestos de la casa. Mi dormitorio era mi santuario personal, mientras que Kyle pasaba la mayor parte del tiempo en la sala, donde una gigantesca pantalla de television cubria una pared entera. Cuando Kyle compro el piso, sin siquiera consultarme, dijo que era porque seria el lugar perfecto para formar una familia ya que habria espacio de sobra para que los ninos jugaran. Eso fue hace cinco anos y todavia no tenemos hijos. Lo intentamos durante un tiempo, sin embargo, luego parecio convertirse en una carga para el; tener relaciones con el fin de tener hijos, en vez de como simple diversion, no es lo suyo. Asi que, el sexo disminuyo de manera constante y la idea de formar una familia se perdio por el camino. Me alegro de que no hubieramos tenido hijos. No desearia que un nino tuviera que soportar un matrimonio como el nuestro. Aunque, lo cierto, es que tampoco recuerdo cuando fue la ultima vez que nos acostamos juntos. Apostaria a que no fue muy bueno. Al salir del ascensor, el atico estaba en silencio. Deje el bolso y las llaves en la mesita del vestibulo y me saque los tacones porque los pies me estaban matando. Cogi los zapatos y me dirigi a nuestra habitacion. El dormitorio principal se hallaba al final de un largo pasillo. Iba por la mitad del corredor cuando, de pronto, oi unos gemidos que procedian de nuestro cuarto, cuya puerta estaba entreabierta. Enseguida supe lo que pasaba alli dentro. Reconoci vagamente los silbidos y grunidos de Kyle. Eran unos sonidos que hacia mucho que no oia. Como pude encontrarlos sexis antes. Me acerque hasta la puerta y me asome. Entonces, vi a Wendy acostada en mi cama, con el culo en el borde del colchon. Sus piernas se encontraban abiertas de par en par, sus pies en el aire y apretaba los punos con fuerza en mis sabanas. Kyle estaba de pie entre sus muslos, sosteniendola por los tobillos, mientras entraba y salia de ella con un movimiento tan brusco que parecia que montaba un toro mecanico. Me concentre en Wendy por alguna razon. Probablemente porque ya habia visto a Kyle follar y nunca fue tan impresionante. Sus grandes tetas saltaban como globos de agua en su pecho. Tenia los ojos cerrados y se mordia el labio inferior, al tiempo que emitia pequenos chirridos cada vez que Kyle se metia en ella. Kyle iba a toda velocidad. Salia casi fuera de su sucia vagina y, luego, empujaba tan fuerte que sus pelotas golpeaban su culo carnoso y causaron que todo su cuerpo saltara. La polla de Kyle no era larga, pero era extranamente gruesa, semejaba mas un pepino gordo que un pene. Tuve que reconocerle el merito. Estaba dandole un gran uso a lo que tenia. Aparentemente, no habia perdido su toque porque Wendy lloraba como una verdadera banshee al ser liberada de la caja de Pandora.

  • El hijo del jefe 1 de Sierra Rose

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    Britt Collier estaba, peligrosamente, a punto de volverse loca. Ella era la unica contable contratada actualmente, y aunque no le importaba contestar preguntas relevantes, no necesitaba a su adulador jefe apoyado sobre su escritorio. Obviamente estaba estirando el cuello para conseguir ver algo debajo de la blusa. Como esta tactica le era familiar, ella llevaba la blusa abrochada hasta arriba y un chaleco de punto sobre ella, para que incluso en caso de un catastrofico accidente con los botones, ella estuviera aun protegida de sus ojos fisgones. Si la pequena empresa tuviera un departamento de Recursos Humanos, habria presentado una queja por acoso sexual. Tal y como estaba, la gerente de contratacion era tambien la asistente del COO, asi que tampoco seria novedad para ella. El COO, tambien llamado director general de operaciones, es un puesto en lo mas alto del ranquin de puestos ejecutivos en una organizacion. Quiza algun dia ella tambien alcanzaria lo mas alto de la escalera corporativa. Una chica siempre puede alcanzar el cielo, ?no? De hecho, Britt estaba bastante convencida de que la asistente habia conseguido ese doble titulo gracias a una entrevista horizontal con el Senor Freeman en persona. A Britt le habria gustado imaginarse a si misma como una mujer sensata, una feminista que no era prisionera de nadie. Sin embargo, se desplomo sobre su escritorio sin decir nada mientras el senor Freeman se acercaba a ella senalando a su monitor. El no podia dejar de mirarle el pecho. Ella se aparto del escritorio deslizandose con su silla de oficina con ruedas. -Es suficiente -dijo. - ?Disculpe, senorita Collier? -dijo el alzando las cejas. -Explique todo esto en mi correo electronico. Asi que si no le importa, tengo cuentas de gastos que actualizar. -Por supuesto. Se lo ocupada que esta. -Si me disculpa. El sonrio. Ella salio de su pequeno cubiculo y fue al bano de chicas, simplemente para estar lejos de el. Desearia poder haberle dicho algo mas astuto e inteligente, algo que humillara sus intentos de rozarse con sus pechos igual que eso la humillaba a ella. Para sentirse mejor, miro la fecha en su telefono. Seis dias mas, se dijo a si misma asintiendo. Britt consiguio acabar la ultima hora de trabajo rapidamente comprobando hojas de calculos y tachando tareas de su lista de cosas por hacer. Acabo todo diez minutos antes de las cinco, con tiempo suficiente para ordenar su escritorio y hacer su lista de tareas para el dia de trabajo de manana. En cuanto la manecilla de los minutos llego al doce, se levanto, bolso en mano. Bajo en el ascensor desde el undecimo piso, donde se encontraba la Consultoria Creativa, y llego al vestibulo justo cuando Marjorie, su mejor amiga, salia de las escaleras. Marj estaba entrenando para una media maraton y opinaba que los ascensores la debilitarian. Se dirigieron por acuerdo mutuo hacia Joe's Java la cafeteria a la vuelta de la esquina de la oficina. Tuvieron su habitual quedada de los jueves para el cafe de despues del trabajo. Sentadas en un reservado al lado de la ventana, Britt dio un sorbo a su cafe con caramelo y suspiro aliviada. Se estaba tranquilo alli, pero no el tipo de tranquilidad que tenia ella en la oficina, con ese molesto zumbido de las luces fluorescentes sobre su cabeza y ese expectante silencio como el de un tiburon en el agua mientras ella se esforzaba por escuchar si Freeman se acercaba. En realidad, no era un tiburon, razono ella, era mas bien como un pulpo con todos esos brazos y manos. Marjorie se pidio algo con soja y proteina en polvo que tenia un aspecto verdoso. -Eso parece pintura. Pintura fea. Como la de la sala de espera del medico. -Gracias. Pero esta bueno. Agua de coco y repollo con polvo de proteina… -Suena como al paraiso -gimio Britt. -No, el paraiso seria tres semanas en Bali con Ryan Gosling. - ?Aun con Ryan Gosling? ?Podemos pasar pagina, por favor? -Jamas. Yo soy muy fiel. - ?Con cuantos chicos has quedado este mes, senorita Fiel? - dijo Britt de broma. -Eso es quedar. Ryan Gosling y yo, eso es amor verdadero. - ?Sabe el algo de todo esto? -No, es mejor asi. No quiero quitarle la ilusion. -Oh, que generoso por tu parte. Freeman estuvo en mi oficina esta tarde senalando a mi monitor. -Uh. ?Tiro algun boli para asi echarle un vistazo a tu falda? -Llevo pantalones por algo. -Asi que se fue directamente a por las tetas. Te escucho… -dijo Marj con arrepentimiento. -En una semana estara jubilado y haciendose un hueco entre jugadores de bingo sin suerte en la residencia de ancianos. - ?Tiene pinta de que le guste el bingo? -No, tiene pinta de que pasara el rato en clubs de strippers e insistira en cambiar los tangas. -Eh, si. Pero bueno, al menos no le tendremos respirando detras de nuestros cuellos. -Querras decir respirando profundamente detras de nuestros cuellos. Es tan pervertido. -Creeme que no pienso echar una sola lagrima cuando se vaya, pero, ?y si el que viene es incluso mas mamon? - ?Pero eso es posible? Quiero decir, Hitler esta muerto, ?no? -Si, pero hay un monton de cerdos machistas en el mundo en puestos de altos directivos. Les gustan los puestos de autoridad cuando no estan tomando el sol en una comoda roca. -Cierto. Bueno, dejame ver las casas. -Apartamentos. He encontrado propiedades de entre las que elegir. Estoy deseando ensenarselos a Kevin esta noche. -Seis meses es mucho tiempo. ?Donde lo vais a celebrar? -Acaban de reabrir Tamarind despues de remodelarlo. Nos morimos de ganas de probarlo. -Britt dijo emocionada -Me he comprado un vestido y todo. - ?Has ido de compras? Debes de estar emocionadisima. -Bueno, nos mudamos juntos despues de todos estos meses. Estoy deseandolo. Ya no vere mas capitulos de Esta Casa es una Ruina porque estoy sola y aburrida. Estaremos juntos y realmente empezaremos nuestra vida. Yo queria coger algun sitio que pudieramos arreglar juntos, hacerlo nuestro, pero a Kevin no le va mucho lo de hacerlo nosotros mismos. - ?Hacerlo vosotros mismos? A ti eso tampoco te va. -Seamos justos, no, no tengo muchas habilidades para arreglar cosas en casa, pero me gustaria aprender. He visto algun tutorial de como lijar y pintar un banco del mercadillo y me gustaria probar. - ?Ves videos de bancos? Cielo, necesitas hacer algo mejor. - ?Que me sugieres que haga? -Encuentra algun video chulo en el que salga Ryan Gosling. -Estas imposible -dijo Britt moviendo la cabeza mientras se acababa el cafe. -Me gusta este primero. -A mi tambien pero creo que la cocina es demasiado pequena. ?Y si tengo que preparar una lasana o algo? No hay espacio suficiente en la encimera.

  • Caos por correo (Novias de Seattle 2) de Cynthia Woolf

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    Lucy Davison se convirtio en una novia por encargo junto a otras noventa y nueve mujeres. Todas fueron llevadas a Seattle, territorio de Washington y todo a causa de la Guerra Civil, la cual habia disminuido la cantidad de hombres casaderos en New Bedford. Uno de los hombres que traslado las novias hasta Seattle fue Drew Talbot. Cuando Lucy lo conoce y se tocan por primera vez, ella siente que una especie de energia electrica recorre todo su cuerpo. El problema es que siempre que Drew esta cerca, Lucy se vuelve completamente torpe y por lo general termina en los brazos de el. Cuando se pone de novia y se compromete con el hombre que ama, ella cree que todos sus suenos se haran realidad.

  • Inapropiadamente hermosa (Confesiones en la noche 1) de Marion Marquez

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    Incapaz de regirse a las normas de la sociedad de Londres de 1835, Lady Emmeline Laughton estaba lejos de ser la dama apacible y docil que todos esperaban, pero con su caracter dulce y atrevido era capaz de entrar hasta en el corazon mas duro. Con su constante ceno fruncido y sus modales perfectos, Joseph Whitemore, Marques de Thornehill, era el hombre mas enigmatico que ella hubiese conocido. Emmeline se ve inmediatamente tentada a averiguar quien es el hombre que se esconde detras de todo el misterio, sin saber que en el proceso, podria terminar develando el secreto de su propio pasado.

  • El final del comienzo de Nisa Arce

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    Mientras abria la puerta con la tarjeta llave que le habian dado en recepcion, Mateo no pudo evitar esbozar una sonrisa. Se quedo de pie en el marco, maleta en mano, observando aquella estancia: las lineas clasicas y elegantes aunque frias de la decoracion, los cortinajes que tapaban las ventanas, la amplia cama en la que habia pasado la que recordaba como una de las peores noches de su vida, si no la que mas. Se sento en el lecho, y mientras deslizaba lentamente la mano sobre la colcha para recrearse en el tacto, se dijo que aquella si que era una buena manera de cobrarse su pequena venganza personal. Y es que Alejo, eficiente y cumplidor como de costumbre, habia hecho realidad sus peticiones en cuanto se hizo publico que estaba nominado nuevamente al Balon de Oro por sus logros la temporada pasada. Lo que le habia pedido era sencillo, aunque lleno de significado: queria alojarse en el mismo hotel de Zurich que la anterior vez. En concreto, en la misma habitacion. Y alli estaba cinco anos despues, mas empoderado y seguro de si mismo, con muchas mas cargas y preocupaciones sobre los hombros, pero tambien con la tranquilidad de tener la conciencia totalmente limpia, a apenas unas horas de saber si el mundo del futbol profesional, ese mismo que habia tratado de aislarle formando un vacio a su alrededor, claudicaba por carecer de motivos que justificasen que no se tuvieran en cuenta sus logros meramente deportivos. Una parte de si mismo estaba deseando comprobarlo, pero la otra, dominante en aquellos momentos, ya celebraba el poder seguir ejerciendo su vendetta. Que importaban los premios, las alabanzas de los medios o el reconocimiento de los cientos de companeros del sector que habian hecho constar su voto para la categoria a la que estaba nominado. Todo ello quedo en un segundo plano en cuanto escucho que la puerta volvia a abrirse. Sentado en la amplia cama, vistiendo, al igual que aquella noche funesta, un traje a medias tras haberse despojado de la chaqueta y los zapatos, Mateo dejo que Dani volviera a convertirse en el epicentro de su universo, solo que en lugar de tenerlo al otro lado de una linea telefonica se encontraba a pocos metros de el, recien llegado del aeropuerto tras haber tomado un vuelo en Madrid. Ese momento, tenerle ahi con el justo donde la historia de ambos se habia resquebrajado cuando no sabian cual iba a ser el curso de los acontecimientos, se le antojo perfecto. --Joder, menos mal que apenas habia trafico para venir hasta aqui. Creia que no iba a llegar nunca --protesto Dani tras dejar su maleta en el suelo. En lugar de responderle, Mateo le sujeto de las munecas y tiro hasta conseguir que el defensa se metiera con el en la cama. Tras quedar recostado sobre su torso, Dani procedio, esta vez si, a saludarle como era debido: --?En serio han pasado solo dos semanas? --Le beso--. Se me ha hecho eterno. --Dos semanas y tres dias --puntualizo el delantero argentino, que llevaba a pies juntillas la cuenta del tiempo transcurrido desde la ultima vez que se habian visto. Dani se lo quedo mirando, haciendo un esfuerzo tremendo por centrarse, tal y como llevaban haciendo desde que retomasen su relacion, en disfrutar del presente, pero saber que tendrian que volver a separarse a primera hora de la manana era un dato dificil de obviar. --?Nervioso? --le pregunto. --?Yo? Pero boludo, si quedare finalista --replico con guasa, como si diera por hecho que no iba a llevarse el galardon. El gesto del capitan del Juventud se torno serio. --Mateo, vas a ganar --afirmo--. Si no lo haces, somos muchos los que dejaremos de creer en las federaciones y todo lo que representan. El, pasandole las manos por detras de la cintura, volvio a restarle importancia: --No hay que menospreciar los meritos de los demas. --Por una vez, creetelo --pidio Dani, visiblemente enervado--. Lo digo en serio: te lo mereces. Mateo tomo aire y volvio a sonreir. Haciendole caso, repaso mentalmente lo que habian sido sus registros la anterior temporada: de nuevo maximo goleador tanto en liga como en copa; los titulos ganados con el Westhound; y, sobre todo, la segunda Copa del Mundo, consecutiva ademas. Su imagen vistiendo la albiceleste con la banda de capitan en el brazo y la medalla al cuello, levantando el iconico trofeo mientras se apoyaba en una muleta tras haberse lesionado al marcar el gol que habia decantado la balanza a favor de Argentina, habia dado la vuelta al planeta. --Y si gano, ?que? --se cuestiono mas bien a si mismo. --Pues elegantemente les dices a todos los que trataron de enterrarte antes de tiempo que se pueden ir a tomar por culo. El delantero rio. --En verdad, algo por el estilo preparamos Alejo y yo para el discurso por si lo tuviera que leer... Che, cuanto te extrane. --Cada vez se hace mas cuesta arriba sobrellevar la distancia, ?verdad...? --musito Dani contra sus labios. Mateo asintio mientras volvia a besarle. No disponian de demasiado margen antes de tener que poner rumbo al Kongresshaus, el recinto en donde tendria lugar la ceremonia, por lo que aunque nada le hubiera gustado mas que poder aislarse del mundo con el lo que quedaba de jornada, opto por ir al grano: --?Vos estas preparado para salir? --Tengo que cambiarme, pero lo hago en un momento. ?Por? --Este..., es que antes de que Alejo nos venga a buscar quiero hablar con vos de un asunto. Dani fruncio el ceno. --?Va todo bien?

  • El rey del Honka de Tomas Gonzalez

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    Los cinco cuentos que recoge este libro fueron publicados por primera vez en la decada de los 90. Todos ellos hablan sobre personajes que, llevados por las circunstancias, abandonan el camino trazado por la vida para emprender viajes sin regreso. <> narra la historia de un pintor afectado por la muerte de un ser querido; en <>, un maestro enamorado se enfrenta a la frustracion y a la verguenza; en el <>, una mujer jubilada se lanza a una aventura solitaria en altamar; <> incursiona en los vericuetos del amor traicionado y la <> narra las peripecias de un bailador de salsa que se inventa una vida paralela para intentar ser feliz. En este magistral libro de cuentos Tomas Gonzalez recuerda, con la intensidad de su lenguaje narrativo, que pocas veces el mundo es normal.

  • Una mujer inoportuna de Dominick Dunne

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    En Los Angeles, a principios de los noventa, todo el mundo envidia a Pauline y Jules Mendelson. Casados desde hace mas de veinte anos, con una reputacion intachable y siempre envueltos en un halo de estudiada elegancia, sus fiestas en su esplendida mansion son cita obligada en la vida social de la ciudad. Pero esta estampa de perfeccion se disipa cuando las luces se apagan y asoma la vasta red de favores, mentiras e hipocresias que sostiene el imperio de los poderosos. Asi, cuando Jules se encapricha de Flo, una camarera que suena con ser actriz, cree que podra controlar la situacion y mantener una discreta aventura con ella, sin sospechar que se convertira en una peligrosa obsesion. Por otro lado, la doble vida de uno de los mejores amigos de Pauline amenazara con sacar a la luz los secretos que esta opulenta comunidad intenta esconder a cualquier precio.

  • Viuda, al fin de Minna Lindgren

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    Una divertida novela llena de ternura y humor negro sobre como la amistad y el amor cambian cuando te haces mayor.

  • Un donut por tus pensamientos de Dublineta Eire

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    En esta ocasion, me gustaria empezar por dar las gracias a mi querida Mafia, que son las primeras en darme los buenos dias y las ultimas en desearme dulces suenos. Posiblemente, sin ellas este libro no estaria viendo la luz ahora mismo. Reconozco que cuando me lo propongo puedo ser muy pesada e insoportable, de eso podria opinar mucho mi familia... Cuando me pongo a escribir un nuevo libro o relato, ellas son las que me sufren con mis dudas y las que se tienen que leer alguna escena para darme su opinion y ya no hablemos de encontrar un titulo de los mios, de los raritos... Pero ellas, resignadas o no, se leen cada una de mis propuestas aunque sean veinte al dia y ademas, me dan ideas. Por eso les doy las gracias, porque aunque no lo diga, con ellas disfruto mas de esta aficion. Y tambien agradecer a mis pacientes lectores 0: Isabel, Minerva, Imma, Laura, Coral, Lali, Cristina y Maria Jose. Sois velocilectoras. Y tambien, gracias a mi lector 0, era la primera vez que contaba con un chico, queria saber la opinion del sector masculino. Rafael, mil gracias porque lo has hecho genial, tienes ese don que hasta para dar tu punto de vista lo haces como si estuvieras escribiendo poesia. Y sin enrollarme mas, por ultimo les tengo que dar las gracias a mis lectores, a vosotros que estais leyendo esto ahora mismo y que espero continueis hasta leer <>. PROLOGO Me llamo Olivia Cristina Segar, actualmente, tengo cuarenta y cinco anos. Y cuando tan solo contaba con dieciseis, conoci al que hoy es mi marido. Ayer por la tarde, ese mismo individuo, el que lleva compartiendo practicamente mas de la mitad de su vida conmigo, por su cuenta y riesgo y sin venir a cuento, mientras haciamos la compra del mes en el Carrefour, en un arrebato sin sentido, empujo el carro lleno hasta arriba contra la estanteria de las compresas y los salva-slips. Me asuste, no sabia que estaba sucediendo, y ni mucho menos fui capaz de adivinar sus intenciones. Bajo las miradas del resto de clientes, tambien sobresaltados, se arrodillo en mitad del pasillo de los productos de higiene intima, metio una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta y saco una cajita roja. Hice un rezo todo lo rapido que fui capaz de ordenarselo a mi cerebro. Intente resumir mi oracion como si estuviera redactando un telegrama, no era capaz de creerme que aquello estuviera sucediendo de verdad, y menos, a mi. Estabamos en el mes de octubre, no era mi cumpleanos, ni nuestro aniversario, ni tan siquiera el dia de los Enamorados. Digamos que no era ninguna fecha senalada. Marido arrodillado con cajita roja abierta en mano. Vi como algo resplandecia en su interior. Estaba pasando, ni yo alucinaba ni a mi marido le habia dado algo irreversible en el su sistema nervioso. Aquella pose era voluntaria. --Olivia, ?me harias el honor de aceptar nuevamente ser mi esposa por veinticinco anos mas? --No sabia como comportarme. Los nervios no me dejaban actuar. --?Quieres levantarte? Todo el mundo nos mira --le pedi entre dientes muerta de la verguenza estirando de la solapa de su chaqueta. --Oli, carino, siempre me dices que soy muy serio, que solo pienso en el trabajo y que no me ves capaz de cometer ninguna locura. Pues aqui la tienes. Esta es mi locura. --Seguia ensenandome la cajita roja. --Ya, Angel, pero yo hablaba de mandarme a unos tunos, de enviarme dos millones de rosas rojas. No se o que me hicieras un flashmob, que tanto se llevan ahora para pedirle la mano a tu novia. --?Que me dices? Acepte, aunque creo que simplemente lo hice para que se levantara y dejara de hacer el ridiculo. Creo que se sintio como un heroe de cuento de hadas. En todo el tiempo que estuvimos terminando de hacer la compra y la vuelta a casa, no borro la sonrisa de satisfaccion que adornaba su semblante. Aquella <> me ha hecho rememorar viejos tiempos. Hasta que me pidio que fueramos novios, nunca antes me habia fijado en el, ni con ojos de deseo ni con otros, para mi fue practicamente invisible hasta aquel entonces. El dia que dio el paso, la unica condicion que me puso es que no buscaba un rollo, queria una novia formal y yo como nunca he sido de pensar las cosas, me tire de cabeza a la piscina. Sin pestanear, le dije que si. Total, nunca habia tenido un novio, y si no probaba, no sabria si la cosa iba a funcionar. Por lo visto, mi respuesta fue acertada y debiamos estar predestinados, porque a los anos, cuando yo tenia veinte, y el cinco mas, me pidio matrimonio. Se declaro en el corazon de la universidad. Alli en mitad del cesped que era donde mas tiempo pasaba con mis companeros. En la universidad aprendi a jugar al pocker a fuerza de fugarme las clases. Sabia de sobra que me encontraria alli. Llego en su coche, se bajo de el todo repeinado, fue de corrillo en corrillo hasta que dio con el mio. Hizo un saludo en general a mitad de partida. Todos me clavaron la mirada y yo con <>, me acerque a el. Sabia que algo pasaba, pero no me podia imaginar la que se me avecinaba. Me miro fijamente, se arrodillo y ahi fue cuando todo mi cuerpo comenzo a tambalearse y deje de sentir la gravedad. Mi sensacion era de estar separandome del cesped y estar flotando. Como en las peliculas, saco una cajita de uno de sus bolsillos, y alli arrodillado mientras yo queria morirme, me pidio que fuera su mujer. Nuevamente, sin pensarlo acepte sin titubear. Un quince de mayo, en el ano de la Expo de Sevilla y de las Olimpiadas de Barcelona, nos dimos el si quiero. Fue una boda a bombo y platillo organizada por mi suegra y mis cunadas. Yo les deje hacer, porque al ser en una ciudad diferente a la mia y mi unica ilusion era abandonar mi barrio y comenzar bien lejos desde cero, no puse ningun impedimento y como mi madre pasaba de todo y estaba unicamente pendiente de encontrar un companero para pasar las frias noches de invierno, no se preocupo de nada. Digamos que tuvimos la boda que su senora madre siempre habia sonado. Al mes de casarnos, vi mi primer positivo. No estaba planeado, pero tampoco fue una sorpresa porque no pusimos ningun tipo de proteccion. Angel ni se lo creia, no se que le hizo mas feliz, si saber que ibamos a ser padres o que en lugar de espermatozoides tenia misiles espermaticos. El embarazo fue buenisimo, ademas, mi marido es de los que piensa que estar embarazada es estar sufriendo una enfermedad terminal, no me dejaba hacer nada hasta el punto de que si tosia, se asustaba tanto que me queria llevar a urgencias. Durante los ocho meses que duro mi primer embarazo, no movi un dedo. Solo para acudir mensualmente a las revisiones del ginecologo y para elegir la ropita del bebe que estaba en camino y que no se dejo ver si era nino o nina en ninguna de las ecografias. Como no nos poniamos de acuerdo con la eleccion del nombre, hicimos un pacto, si era nino lo elegiria el y si era nina, le podria poner el que quisiera siempre que a el le pareciera correcto. Lo del nombre lo tenia clarisimo desde bien pequena, no cometeria la locura de ponerle a ningun hijo mio el nombre de ningun dibujo animado de moda ni de ningun personaje famoso bien del cine o conocido publicamente. Mi madre me llamo asi por la novia de Popeye y porque le hizo gracia que mi apellido fuera el mismo que el senor que le dio vida a esos horrorosos dibujitos. Nacio Patricia, insisti que ni Pat, ni Patri, mi hija se llamaria Patricia, que para eso le habiamos puesto asi. El parto fue un horror. Llego yo a saber esto antes de quedarme embarazada y me hago una ligadura de trompas para dejar que Angel se me arrimara. Los primeros meses de mi nina no fueron del todo muy buenos, pero fueron llevaderos. Era un bebe que dormia, lloraba, meaba y cagaba. Punto, no habia mas. La maternidad me hizo mejor persona, afloraron sentimientos que nunca pense que pudiera tener. Me hice mas sensible cara al ser humano. Los meses y los anos fueron pasando y los tres compartiamos nuestro dia a dia. Eramos una familia feliz. Angel trabajando en su despacho de abogados y yo criando y disfrutando de mi hija. No tenia que preocuparme de nada mas. Cuando llego la hora de apuntar a Patricia al colegio, tras discutir acaloradamente a cual la llevabamos, consegui camelarmelo y apuntarla a uno publico, era pequenito, pero estaba en el pueblo donde viviamos y considere que era lo mejor para la nina. Angel, como siempre, acepto mi propuesta y su madre se indigno. Los primeros cuatro anos estaba encantada, pero llego un momento en que la casa se me caia encima. Era joven, y pasar tantas horas sola en casa esperando a que se hiciera la hora para recoger a Patricia del colegio, se hacia duro. Posiblemente, las horas de aburrimiento me hicieron bajar la guardia en la cama con Angel, porque sin buscarlo, me quede embarazada de nuevo. Llore, como llore cuando vi el positivo. El parto de Patricia me habia creado un trauma y todavia cuando recordaba el fatidico dia me dolia el chichi. Este embarazo paso volando, me entere tarde y se adelanto dos meses, con lo cual, para mi cerebro estuve embarazada unicamente, cinco meses. El parto genial, maravilloso, lo mejor del mundo. Si Angelito hubiera sido el primero, me habria quedado embarazada del siguiente en la cuarentena, porque si hubiera esperado a que el nino cumpliera un ano para encargar al hermanito, en esas Navidades le habria rogado a Papa Noel la ligadura de trompas. Un infierno de nino, en cuanto cumplio tres meses no dejo de llorar. Lo hacia dia y noche y solo queria mis brazos. La maternidad con el nino fue una condena, de lo cansada que estaba, tenia la sensacion de llevar una bola con una cadena enganchada a mi tobillo a modo fantasma. Nunca supe si sufri la depresion postparto o que fue aquello que yo tenia. Pero cuando lloraba el nino tambien lo hacia yo, y cuando tenia la gran suerte de que Angelito cerrara los ojos para dormir apenas una hora, entonces, yo continuaba llorando. Tenia otra hija y debia seguir encargandome de la nina. Esa epoca de mi vida la quiero borrar, porque ademas, para Angel, digamos que nada cambio, solo le afecto en su vida sexual, que como no podia ser de otra forma, lejos de querer acostarme con el, queria que alguien me practicara la eutanasia. Unicamente me queria morir, donde fuera, preferiblemente en una cama para poder descansar en posicion horizontal mientras me daban muerte. Despues de este bache sin importancia, recuperamos nuestra vida, ni me lo creia. No veia el momento, pero un dia, no se si fue cuando sople mi vela de cumpleanos y pedi de deseo volver a ser una persona y los kilos de mas se habian largado por una temporada, pero fue de un dia para otro. Todo volvia a ser como antes, pero con dos ninos. Ellos dormia del tiron y Angel y yo volvimos salir los fines de semana a cenar con nuestros amigos. Mi suegra nos hacia de canguro. Viajar, hemos viajado, solos y con nuestros amigos, tambien con los ninos. Eramos una familia feliz. Aqui volvi a tener otra crisis rara, no se si cerca de los treinta se suele pasar por una crisis o algo similar. A mi me embargo el aburrimiento de hacer todos los dias lo mismo. Mi vida desde fuera era maravillosa, no podia tener queja. Marido, hijos, con el trabajo de Angel nos podiamos permitir todos los lujos que queriamos y yo no tenia que trabajar. Pero ese era el problema, que yo me sentia inutil, entonces, comence a trabajar en el despacho con mi marido. Dure seis meses, verlo las veinticuatro horas del dia no era bueno para ninguno de los dos. Reconozco que no lo dejaba relacionarse con nadie del sexo contrario en el trabajo y el me mandaba como si fuera su esclava. Luego todos estos problemas nos los llevabamos a casa y nos pasabamos el dia discutiendo. Aqui acabo mi aventura laboral. La vida con mis amigas era fantastica. Tuve la suerte de conocer a Maria un dia que estaba esperando en la sala de espera del ginecologo. Alli estaba ella dandole el pecho a uno de sus hijos, desde el minuto cero congeniamos y desde entonces seguimos siendo amigas. Ella tambien esta hastiada de su triste vida, su marido es Pepe, es un buen hombre, trabajador, pero un poco cazurro. Ella es la tipica mujer abnegada que vive, por y para su marido e hijos. El sufrimiento por el projimo es su vida. La genetica le jugo una mala pasada, esta hecha como sin ganas, pero tiene un gran corazon y la quiero mucho. A Araceli la conoci tambien en una sala de espera, pero de pediatria, alli estaba ella llorando a mares porque su primogenito se habia despenado por una barandilla en el parque y le acababan de dar cuatro puntos en la barbilla, era muy chiquitin. Me llamo la atencion que estuviera perfectamente vestida y peinada, cuando mi hija tenia la edad de su nino, yo salia hecha unos zorros. Patricia se encapricho del nino y como Angelito estaba haciendo lo que tambien se le daba, yo le meneaba en el carrito para que dejara de llorar y una cosa llevo a la otra y la nina les conto mi vida entera. Cada vez que coincidiamos en el parque, los ninos terminaban jugando juntos. Con Alicia fue algo parecido, pero fueron nuestros maridos los que nos presentaron, Arnaldo era amigo de la carrera de Angel, y un dia se reencontraron y hasta la fecha. A Carolina la metio en el grupo Araceli, se conocian de la universidad. Y estas son mis amigas del alma, a las que conozco desde hace mas de veinte anos. Somos un grupo muy variado y que compartimos problemas similares, nuestros hijos tienen practicamente la misma edad y son amigos, asi que es facil vernos y quedar, incluso viajar. Mi vida se estuvo repitiendo dia tras dia durante diez anos. La cosa cambio un poco cuando Patricia comenzo primero de bachiller y decidio hacerlo en Inglaterra, y Angel que es de los que piensa que los idiomas son casi mas importantes que la carrera que se elija, mando a la nina alli, a un internado para senoritas, en Londres. La monotonia cambio y tuve que ir a terapia para que acabara con mi fobia a viajar y poder montarme en un avion, era necesario hacerlo si queria ver a mi hija mas de tres veces en el curso escolar. Lo pase muy mal, porque Patricia estaba en un pais extranjero y porque para verla tenia que enfrentarme a mis miedos y al que mas panico de todos le tengo es a volar. Pero una madre es capaz de hacer cualquier cosa por abrazar a un hijo.

  • Secretario de Compania de Noni Garcia

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    Los rayos del sol entraban tenuemente por la acristalada pared del despacho de Daniela. A pesar de ser tan solo las siete y media de la manana, ella ya habia tenido tiempo de hacer varias gestiones y contestar mas de diez correos. Era adicta al trabajo desde que creo, un par de anos atras, su empresa de organizacion de eventos. Se levanto de la silla maldiciendo que todavia no hubiera llegado Adrian, su secretario, para prepararse un cafe, aunque no podia quejarse. El chico, a sus veinticinco anos, habia resultado un gran fichaje unos meses atras, cuando su amiga Aitana se habia ido a vivir a Nueva York con Henry. Recordar la boda que le habia organizado con aquel rubio larguirucho la hizo sonreir mientras la maquina siseaba al expulsar el cafe de la capsula. Hacia un par de dias que no sabia nada de ella, ahora sus horarios eran tan diferentes que era complicado coincidir, asi que saco su movil y le mando un mensaje que leeria unas horas despues. La echaba mucho de menos, pero sabia que Henry era su felicidad y que estaba donde debia estar. Soplaba el cafe que ardia como el mismo infierno cuando escucho a alguien abrir la puerta. Bien podia ser la persona que enviaba la empresa de limpieza cada manana, pero no, era Adrian, que como siempre llegaba con bastante tiempo de antelacion a su hora de entrada. Adrian era alto, pelo castano, ojos verdes, cara aninada y desbordaba timidez, siempre escondido tras sus gafas de pasta y su mirada gacha. Lo observo durante el tiempo que el no fue consciente de su presencia, vio como se deshacia del abrigo y, sin entender muy bien por que, deseo que siguiera quitandose ropa. Sacudio la cabeza para apartar esos pensamientos de su cabeza y carraspeo para que el supiera que estaba alli, que ella estaba observandolo. El chico levanto la mirada, en ese momento desnuda de sus gafas, que estaban impregnadas de la fina lluvia que estaba cayendo en ese momento sobre Madrid. Por primera vez, en el tiempo que llevaba trabajando para ella, Daniela se encontro con una mirada llena de seguridad que hizo que su corazon saltara un latido. --Buenos dias --dijo Adrian, volviendo a esconderse en su halo de timidez. --Buenos dias, Adrian. ?Que tal el fin de semana? --Bien. Tranquilo. Estudiando en casa y poco mas. --No sabia que estabas estudiando. --Si, un master. --Me has dejado sorprendida. ?De que es? --De Direccion de Empresas. --Si te soy sincera, no entiendo que haces trabajando de secretario para mi. Estoy segura de que podrias aspirar a mucho mas. --El mercado laboral no esta muy bien, y necesitaba el dinero, aunque voy a tener que seguir trabajando los fines de semanas para poder pagar todo... --Adrian puso cara de no haber querido pronunciar esas ultimas palabras. --?Trabajas los fines de semana? ?De que? --En la noche. --Eres una caja de sorpresas, chico. Bueno, vamos a trabajar que hoy tenemos muchas cosas que hacer. Adrian siguio a su jefa pensando en la conversacion que acababan de tener. Cuando unos meses atras encontro el trabajo, se prometio que dejaria de hacerlo en el mundo de la noche, pero eran tantos los gastos que tenia con los estudios y la hipoteca, que mucho se temia que tendria que volver a retomarlo. Solo esperaba que no le afectara en su actual empleo. Se sento donde le habia indicado con su bloc de notas y su boligrafo, y espero pacientemente las tareas que Daniela tenia para el. Tenia razon su jefa al decir que tenian mucho trabajo por delante ese dia y toda la semana. No tendria tiempo para aburrirse, y menos para estudiar, porque mucho se temia que iba a trabajar bastantes horas extras. Salio del despacho, se sento en su sitio y comenzo a hacer llamadas. Con un poco de suerte, terminaria temprano y tendria tiempo de ir a alguna clase esa tarde, aunque tuviera que comer un bocadillo en la cafeteria que habia en la esquina. La manana paso volando y el reloj marcaba las dos y media cuando la puerta del despacho se abrio y salio Daniela. Lo miro extranada, hacia media hora que habia terminado su jornada laboral y pensaba que, probablemente, Adrian le habia dicho que se iba, pero, como estaba tan enfrascada en sus cosas, no se habia dado cuenta. --Crei que ya te habias marchado. --No, me quedan por enviar un par de correos... --Pues ya lo haras manana. Ahora vete a casa a descansar que el dia ha sido bastante intenso. --Ya no me da tiempo de ir a comer a casa. Tengo clase a las cuatro y no quiero faltar. --?No vas a comer? --Si, ahora parare en la cafeteria de la esquina y pedire un bocadillo para comermelo en el metro. --No vuelvas a hacer eso. Tu hora de salida es las dos, si no te da tiempo a terminar algo, me avisas y listo. Yo lo hago o se hace al dia siguiente. --Vale. Pero ya hoy voy a terminar... --No vas a terminar nada. Te invito a comer y te llevo adonde tengas que ir. --No... --Siii. Daniela lo aparto de su mesa, aprovechando que la silla tenia ruedas, y apago el ordenador. Adrian sonrio y no pudo evitar que el pulso se le acelerara al ver tan de cerca el precioso trasero de su jefa. Sacudio la cabeza y desecho cualquier pensamiento calenturiento que pudiera provocarle la mujer que tenia delante. Su madre siempre le habia dicho un refran que cumplia a rajatabla: <>. Incluso en su otro trabajo, cosa que solia ser bastante complicada, pero esa era el unico limite que habia puesto cuando empezo a trabajar para la agencia. Salieron del edificio y se dirigieron al bar de la esquina, donde Adrian tenia pensado comprar el bocadillo, pero Daniela hizo que se sentara y pidieron algunas tapas. --Y... ?donde trabajas los fines de semana? --No me gusta hablar de ello. --Organizo eventos, no voy a asustarme de nada. --Ya... Bueno... Soy un poco reservado. --No hace falta que me lo jures, creo que esta es la conversacion mas larga que hemos mantenido desde que empezaste a trabajar para mi. --No soy muy hablador. --Ya no te hablo mas de tu otro trabajo. ?Tienes que hacer practicas para el master? --Si, pero las hare cuando termine el curso... --?Estas hablandome en serio? --Si. --Manana tienes una nueva tarea que hacer. Incluye Dan Events en la red de empresas colaboradoras del master. Asi convalidare las practicas con tus horas de trabajo. --Pero... Yo solo soy tu secretario. --Haces labores que van mucho mas alla de las de un secretario, y pondre mis conocimientos a tu disposicion. --Pues estaria bien. Asi podre ir a visitar a mi familia cuando tenga vacaciones. --?De donde eres? --De un pequeno pueblo de Cadiz. --?Y que haces en Madrid? --Estudiar. Continuaron hablando durante un buen rato de los estudios de Adrian, hasta que llego la hora de ir a sus clases. Daniela lo llevo hasta el lugar que el le indico y volvio a la oficina. Tenia muchas cosas que dejar resueltas antes de volver a casa y darse ese bano relajante que tanto le gustaba

  • El vendedor de silencio de Enrique Serna

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  • Historia negra de la medicina de Jose-alberto Palma

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    Durante siglos, acudir al medico supuso mas riesgos que beneficios. Se ignoraba casi todo sobre la anatomia y la fisiologia humanas y todo sobre la microbiologia; los diagnosticos carecian de rigor; y las soluciones terapeuticas se debian mas a la supersticion, la costumbre atavica o la veneracion e imitacion de supuestos maestros que a una eficacia empirica. Sangrias, enemas, trepanaciones y un sinfin de procedimientos terrorificos son la prueba de un desconocimiento que llega hasta bien entrado el siglo XIX y que la buena voluntad y la experiencia de los facultativos apenas podian paliar. Quienes hemos nacido despues podemos sentirnos afortunados. El despegue de la Medicina cientifica ha convertido la consulta y el hospital en lugares razonablemente seguros donde, en la medida de lo posible, los dolores se alivian y los males se curan. Esta Historia negra de la Medicina da cuenta, a traves de una infinidad de casos con nombre y apellidos, de que no siempre fue asi. Terapias hoy inconcebibles o farmacos sin sentido causaron un sufrimiento que solo la pluma del doctor Jose-Alberto Palma, rica y amena en la narracion, nos permite evocar con una sonrisa. Jose-Alberto Palma, nacido en Jaen, hijo, nieto y biznieto de medicos, es licenciado en Medicina, especialista en Neurologia y doctor en Neurociencias por la Universidad de Navarra. Publica sus investigaciones, entre otras, en las revistas New England Journal of Medicine y Neurology y ha recibido los premios Lopez Sanchez de la Real Academia Nacional de Medicina y el Don Summer’s Award de investigacion en atrofia multisistemica. En su faceta divulgativa es autor de El medico esceptico (2010) y Como tomamos las decisiones (2012), muy bien recibidas por su rigor cientifico y amenidad. De su aficion por la historia de la Medicina, heredada de su padre, es fruto este libro. Vive en Nueva York, donde es profesor de Neurologia en la New York University.

  • La Torre Tesla de Ruben Azorin Anton

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    Siga a ese coche>>. Largo siempre mi frase romantica contra la pegadiza melodia de saludo cuando subo a un City Cab. Soy un clasico y la he usado en cientos de ocasiones en los casi ocho anos que las calles de Clifton me ven defenderme como detective privado. No se si esa copla fue pensada expresamente para el cine, pero desde que en las grandes ciudades no se pueden poseer, ni mucho menos usar, vehiculos particulares, no le queda razon de ser. De hecho, en la persecucion que acabo de iniciar casi muere antes de brotar de mis labios, obligados a invocar con siglas absurdas una APP que ajusta automaticamente mi ruta a la deriva del vehiculo que he senalado como target. ?Que seria de Frank Bullitt si no pudiese romper las reglas? Si en su persecucion no se pudiese saltar una sola senal de trafico ni exceder el limite de velocidad, si no pudiese derrapar... Ahora los flujos de circulacion de vehiculos autonomos estan regulados. No hay, no queda, ninguna emocion humana en ninguna carrera. Prefiero no hablarle. Solo mi dispositivo movil, magia sin alma, dicta el camino a una maquina carente de pasion. Si. Soy un amante del cine negro. Del antiguo y verdadero cine negro. Quiza por eso me hice detective privado cuando me expulsaron del cuerpo de policia y me uni a los ciudadanos de ninguna parte. El cine mantiene mi vana frase con vida al rescatarla de la realidad. Se vendio bien la campana de reciclaje de vehiculos propios previa a su rapida prohibicion, ?verdad? Las tasaciones personalizadas que nos ofrecio el Gobierno para retirarlos junto a la campana de concienciacion y multas, consiguieron que una gran mayoria de la poblacion las aceptasemos. El resto sencillamente los perdio. Ya no serian necesarios los garajes, los vados ni las plazas de aparcamiento. Los nuevos motores electricos no contaminarian. La conduccion con piloto se limitaria, y solo en determinados casos, a policia, bomberos o ambulancias. Asi se evitaria el cansancio frente al volante y los errores humanos. Esto reduciria drasticamente los accidentes. Cualquier ciudadano identificado podria disponer de una Cab en menos de cinco minutos, a cualquier hora, en cualquier lugar. Todo eran ventajas. Y lo fueron, no podemos negarlo. Pero ?que opinais de la nueva <>? Con la Trans Tax nos la colaron. Debemos tener el carnet de tripulante para ser usuarios de taxis, aunque no los lleguemos a utilizar. Y no es facil obtenerlo, casi mas complicado que el antiguo examen del carnet de conducir y con la exigencia de un certificado de procedencia virtuosa y convicciones moderadas. Un simple plastico sin fotografia y sin codigos que muestra el nombre del propietario cuando confirma su huella. En el mio se rotula Philippe Hawk con tinta electronica. Preferiria la traduccion de mi apellido al espanol, como me llaman los que me conocen, Halcon. Os dire tambien que al principio las carreras eran tan economicas como el transporte publico, pero hoy los costes se asemejan a los de un taxi de antano. Otro handicap, en cuanto a nuestra profesion se refiere, es no poder hacer las rondas de vigilancia desde el coche. Ha supuesto el punto final a la estrategia del cazador que acecha desde el fondo de su asiento los ciclos rituales de su presa. Ya no hay interminables cinturones de vehiculos aparcados en las calles, ni dobles filas entorpeciendo el trafico. Ya no hay hamburguesa en bolsa de papel. Para evitar un mal uso de los City Cabs autonomos, como por ejemplo dormir o resguardarte en ellos, si superas los quince minutos estacionado, el propio vehiculo te alerta de que envia una senal a la policia. Si ignoras el aviso, en pocos minutos eres desalojado. Asi que, aunque se pudiese conducir, un vehiculo con pasajero parado mas de diez minutos levantaria sospechas. Tampoco se puede llevar arma sin licencia o el coche la detectaria y tambien avisaria de inmediato a la policia. Con este sencillo sistema de seguridad detuvimos a cientos de incautos en mis anos en el Departamento como agente. Pobres diablos que nunca sabian como los habiamos descubierto. No eran tan inocentes, claro esta, los delincuentes profesionales, con los que aprendiamos ciertos trucos. De forma que he tenido que alquilar un cuartucho de hotel en la ciudad a la que me ha llevado mi nuevo caso. La misma ciudad, por cierto, en la que habia trabajado de policia y a la que habia prometido no regresar. No creo que mi vuelta le sorprenda a nadie. Mi palabra nunca ha tenido mucho valor, ni siquiera para mi. Ademas, esta vez no se trata de una esposa celosa y no iba a dejar escapar un encargo por un precipitado calenton que tuve hace varios anos. Volviendo a mi nuevo caso, ando tras mi objetivo. Varon de mediana edad. Raza caucasica. Estatura, 1,80 metros, y pelo oscuro. No se si sospecha que le sigo, pero aunque asi sea, tampoco podra hacer demasiado, esta igual de atrapado que yo. La persecucion es sencilla. El cambio de la circulacion caotica de hace solo unos anos por la ordenada y silenciosa actual ha sido sorprendente y tiene mas pros que contras. A mi me sigue gustando recalcar mis contras; es una cruzada personal. Nos estamos alejando del casco urbano y aqui no hay casi trafico. Solo circulamos tres vehiculos por la carretera y pronto sere descubierto. Hago una foto al identificador que persigo y una llamada. --Hola, Margaret. --?Halcon? --El mismo. Pasaba por la ciudad y he pensado que estaria bien que nos vieramos. --?Que quieres, Halcon? Tengo trabajo. --Solo un pequeno favor, por los viejos tiempos. Te acabo de enviar el identificador de un vehiculo. ?Podrias enviarme un split de seguimiento al movil? --Ni lo suenes, Halcon. --Me rompes el corazon, companera. Pero ha sido un placer escucharte despues de tanto tiempo. --Lo mismo digo. Adios, Halcon. Maldicion. Si no quiero perderlo he de continuar tras el. Amplio la distancia. El otro vehiculo toma una carretera interminable que conecta Nueva York con Nueva Jersey. Dejamos los edificios y entramos en amplias extensiones de terreno cada vez mas despoblado a ambos lados de la carretera. No me gusta, nos estamos alejando demasiado. Mis temores se ven confirmados por un aviso del altavoz interno. --Este vehiculo no tiene autorizacion para circular fuera del casco urbano. Por favor, elija otro destino. Caso omiso a la advertencia y, como estaba escrito, pocos metros despues el vehiculo se detiene e insiste en que elija otro destino. Vuelvo a recurrir al telefono movil. --Margaret... --Dime... Tendre que desplegar todo mi encanto personal para persuadirla. Necesito su ayuda si no quiero tirar por la borda estos dias de trabajo. Sin embargo, la situacion cambia radicalmente cuando mi perseguido se detiene a unos cien metros delante de mi. Nadie se apea. No creo que sea de corto recorrido, como en el que yo viajo. Y, aun asi, alli esta. Parado. Obviamente me ha descubierto. No puede ser nada bueno. --?Sigues ahi, Halcon? --pregunta mi antigua companera, de la que ya me habia olvidado. --Claro, muneca. Solo queria pedirte perdon por haberte puesto en un compromiso. Sabes que no soy asi. Cuelgo antes de escuchar su respuesta sarcastica o irritada. Ahora me preocupa mas la situacion en la que me encuentro. ?Alguien me ha tendido una trampa? Indico fin de trayecto para acallar la molesta voz del coche repitiendose. Alli estamos los dos City Cabs. Solos. Sin nadie en kilometros. Monto mi arma camuflada y espero a que mi presa mueva ficha. --Por favor, abandone el vehiculo. Este nuevo aviso juega a mi favor. Esperare hasta que venga la policia a comprobar el porque de un taxi parado y con un pasajero armado. Prefiero ese incomodo encuentro que cometer un error frente a gente dispuesta a asesinar. Ahora no se quien vigila a quien. Todavia es de dia, pero creo adivinar atravesando su luna trasera un destello dirigido hacia mi. --Por favor, abran el vehicu... El mensaje se repite cada treinta segundos. Pero ahora esta enrarecido con interferencias. La voz suena entrecortada, las luces interiores de mi Cab han parpadeado y parece que no llegan a apagarse. Piensa, Halcon, piensa. Por fortuna, acude la caballeria. Desde luego han mejorado los tiempos de respuesta desde mi marcha del cuerpo. ?Sera alguno de los viejos conocidos? --Por favor, salga del vehiculo con las manos en alto. Ahora escucho a la policia por el altavoz interior. Veo que el otro coche empieza a alejarse. Lo voy a perder, pero ha pasado el peligro... ?O quiza no? No salgo. No me atrevo a tocar la puerta. --Salga del vehiculo con las manos en alto. El coche de policia ha estacionado a pocos metros. Baja uno de los agentes y se me aproxima con la mano acariciando la culata del arma. --!No se acerque al coche! No parece escuchar mi advertencia. Muevo las manos para que se aleje, pero en vez de hacerme caso, mis gestos le ponen en alerta y saca el arma. Se aproxima apuntandome mientras su companero insiste a traves del comunicador para que baje del vehiculo. Con las dos manos sujetando la Smith & Wesson y presto a disparar, golpea suavemente el cristal de la ventanilla para indicarme que salga. Las luces interiores vuelven a oscilar. No le conozco. Es joven, debe ser una incorporacion reciente. Levanto las manos y vuelvo a prevenirle: --Por favor, no toque el coche. Otra frase inutil. Cuando acerca la mano a la manilla exterior se escucha un chasquido seco y el abnegado policia se desploma como si fuese de carton piedra. Jamas he visto algo asi. Su companero, todavia en el coche patrulla, me creera responsable. Puedo darme por muerto. Solo tengo segundos. Busco y abro la puerta con las manos metidas en los plasticos de la documentacion del coche. Salgo aun a riesgo de correr la misma suerte que el agente caido. No me ocurre nada. Me dejo caer al suelo de rodillas con las manos en la nuca para que el otro agente me vea entregado antes de reaccionar y acabar conmigo. El cadaver yace a mi lado en una postura antinatural y grotesca, como si aun estuviese de pie. Me recuerda a las fotos de aquellos cuerpos petrificados por la erupcion del Vesubio. El rictus desprende un fuerte olor a chamuscado. El ambiente a chamusquina. 2 COMISARIA Mi vieja comisaria. Vuelvo a los ocho anos. Ha cambiado poco. El ambiente tenso al verme entrar no es muy distinto al que se creaba la mayoria de veces, cuando lo hacia sin esposar. Las caras nuevas me sentencian con la mirada. Ya deben estar al tanto del asesinato de un companero. Espero que, aunque me vean arrestado como principal sospechoso, ninguno de los viejos colegas a los que saludo con la mirada piense que puedo haber sido yo. La incredulidad y la sorpresa que recibo no me lo confirman. Como siempre, nadie habla a mi paso. Ni siquiera mi antigua companera Marga. A ella le sonrio. Randle me espera en la puerta de su despacho, al menos tiene el miramiento de no despacharme a una celda o a una sala de interrogatorio. Debe ser el unico que conoce los detalles de mi implicacion en este asunto. El agente que me conduce me sienta bruscamente y me clava en el cuello dedos como garras. Quiere venganza. Pero Marvin le ordena que salga sin darle opcion a relatar lo ocurrido. No le gusta, pero obedece y mis cervicales vuelven a su orden. El capitan Marvin Randle, mi antiguo jefe, baja los estores para apartar una docena de miradas de reojo y pasea por su despacho frotandose las manos y la nuca. --Cuando te expulsaron del cuerpo y prometiste no volver nunca mas a esta ciudad pense que me habia tocado la loteria. ?Podrias explicarme por que se ha acabado mi buena suerte? Nunca me deja responder. --?Que ha sucedido? ?Por que tengo a uno de mis hombres carbonizado? Espera, no me lo digas. --Levanta las palmas de las manos--. Ha sido un accidente. Pasabas por alli y casualmente hubo algun fallo tecnico en el vehiculo y... --Veo que no ha perdido su astucia. --Muy gracioso, Halcon. Muy gracioso. Tira un expediente sobre la mesa y se me encara a voces. --Apareces hace un par de dias como por casualidad haciendo preguntas en la escena de un crimen perpetrado en mi ciudad. Enseguida supe que eras tu... --Abre el dosier y saca algunas fotos del cadaver--. !Muerte por electrocucion! Un dia despues, te encuentras donde un policia de mi Departamento es victima de otro asesinato. ?Y como?... !Por supuesto! !Tambien electrocutado! Supongo que es solo una coincidencia y que no hay ninguna relacion entre ellos. Da un violento golpe sobre la mesa. --!Estoy esperando una explicacion! --Lo siento, jefe. --?Lo siento, jefe? ?Cuantas veces he escuchado lo mismo? Yo ya no soy tu jefe y por dios que me alegro de ello. Al igual que se alegran tus companeros de no tenerte ya como tal. Senala hacia la ventana con la cara roja. Siempre le ocurre cuando se enfada y en mi presencia alcanza el bermellon. --Me gustaria poder ayudarle... --Eras tu el objetivo, ?verdad? ?En que estas metido? Esto te queda grande, Halcon. Este ultimo comentario me pone sobre aviso. Sin duda el tiene mas informacion que yo sobre lo que esta sucediendo. Tomo una de las fotografias de la primera victima y simulo ojearla con desinteres antes de volver a lanzarla sobre la mesa. --Quiza podria ser de mas ayuda si no me hubiesen echado a patadas de la escena del crimen. ?Como me queda de grande? Me vuelve a atravesar con la mirada

  • El arte de la paz de Morihei Ueshiba

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    Las ensenanzas recopiladas en este libro proceden de las charlas y escritos de Morihei Ueshiba, fundador del popular arte marcial japones conocido como aikido, una disciplina psicofisica que el denomino "arte de la paz", y que ofrece un camino no violento hacia la victoria frente al conflicto. Ueshiba considero que los principios del aikido podian aplicarse a todos los desafios a los que nos enfrentamos en la vida: en las relaciones personales, al interactuar con la sociedad, en el trabajo o los negocios. Esta edicion de El arte de la paz incluye ademas una biografia de Ueshiba, un ensayo de John Stevens que presenta las opiniones de Ueshiba respecto al "arte de la guerra frente al arte de la paz", unos extraordinarios poemas didacticos y caligrafias del propio Ueshiba.

  • Ocho noches blancas de Andre Aciman

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  • El Comienzo de Yiros Dakay

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    Me desperte de una pesadilla gritando, otra vez. Estaba respirando fuertemente con mi cabello colgado sobre mi cara casi derramando una lagrima. Me incline y alcance mi manta; Girandolo hacia un lado y sobre mi cuerpo. Poniendo un pie a la vez en el piso de madera, me pare y camine hacia mi tocador. Me puse una camiseta sin mangas, un par de jeans rasgados negros y un sueter holgado y luego baje las escaleras. Fui a la cocina a buscar agua, estaba abriendo la nevera, hasta que vi a mi borracho, gilipollas, papa. Lo cerre de golpe y cerre la cocina practicamente corriendo, justo cuando me puse los zapatos y estaba listo y cerca de la puerta, grito; “!Perra! !Trae tu culo aqui y hazme algo de comida!”. Mire hacia atras y me detuve por un momento. Iba a decir algo; Hacerle desear que nunca hubiera dicho eso, pero yo no. Mas bien me volvi hacia la puerta y corri a la escuela. Nadie estaba fuera de las puertas de la escuela. Deslizando mi desgastado Converse por el pasillo de la escuela Llego a un chillido cuando golpeo mi casillero. Lo abro y agarro mis libros con un poder intenso. Lo cerre de golpe y con una velocidad rapida fui a mi primera clase. Me detuve en la tercera puerta y mire el cartel negro en la puerta, decia; “Sala de artesania”. Gire la perilla y abri la puerta a la atencion directa de todos los estudiantes. Odio ser el centro de atencion, me enferma el estomago al darme cuenta de que los estudiantes tienen la oportunidad de decir cosas como “?Por que llegas tarde? ?Atrapado con el corte de nuevo?” O simplemente la vieja y original “Chica emocional” no original. Mientras miraba el piso, levante mi capucha y camine hacia el fondo de la habitacion hasta mi asiento asignado. El maestro, el Sr. Wheeling, dijo despues de un silencio incomodo “Hood Off, Allie”. Despues de que el miro hacia otro lado, levante mi capucha hacia atras y sobre mi cabello lacio y largo y negro. Pasaron periodos y sonaron las campanas. Me siento en la parte de atras de cada clase, asi que, como siempre, me sente en mi asiento, saque mis libros y espere la leccion intensamente agotadora de mis maestros jodidos. Cuando termine la clase, me levante deslizando mis libros por la esquina de mi escritorio. Fui el primero en salir de las puertas, y cuando llegue a mi casillero saque mi bolso de la parte inferior y lo golpee en mi espalda. Mi bolso es muy viejo, he tenido el mismo durante 4 anos. Mi mama lo compro para mi Es una bolsa de material suave negro liso. Es todo lo que me queda de ella desde que murio. Caminaba hacia las puertas de la escuela, cuan contento estaba de salir de la escuela, pero cuan asustado estaba de irme a casa. No mucho antes de golpear las puertas de metal azul, mi bolso decidio rasgarse desde la parte inferior, revelando mis muchos blocs de dibujo, cuadernos y mi cuchilla Sharpe. Arruine los papeles y libros del piso; Probraly arruinando algunas de mis obras de arte, pero no me importo. Estaba en busca de mi espada y cuando la encontre la recogi y sali corriendo por la puerta. Escuche que me llamaban, pero no mire hacia atras para ver que solo caminaba por la calle. Camine por el camino hasta que vi mi casa. Mi papa estaba en el porche con su amigo Rob. Botellas de cerveza en todas partes. Rapidamente me aleje confiando en que no me notaria sino en Corse; El hizo. Vio mi cabeza inclinarse hacia un costado y camine por el camino. Gritando con una voz fuerte, fuerte e intensa Las palabras “!Jodida puta, entra aqui ahora mismo!” Echo’ed The Street. Me detuve y volvi. Mi papa siempre ha sido abierto sobre su vida, sin secretos, sin remordimientos. Evito mi casa cuando su amigo Rob esta alli, siempre intenta violarme. Le deje algunas contusiones, pero mis cicatrices de el son mucho mas permanentes. Avance despacio por las escaleras delanteras, y mientras caminaba por la puerta rota de la pantalla, mi papa arrojo una botella de cerveza en la parte posterior de mi cabeza. Me desmaye. Me desperte con el olor a hierba encendida y Achohal derramado, estaba acostada en el sofa con solo un sujetador y ropa interior. Robar vino a mi mear borracho. “Hellof Allieef”, dijo Stammerd. Y mientras caminaba por la puerta rota de la pantalla, mi papa arrojo una botella de cerveza en la parte posterior de mi cabeza. Me desmaye. Me desperte con el olor a hierba encendida y Achohal derramado, estaba acostada en el sofa con solo un sujetador y ropa interior. Robar vino a mi mear borracho. “Hellof Allieef”, dijo Stammerd. Y mientras caminaba por la puerta rota de la pantalla, mi papa arrojo una botella de cerveza en la parte posterior de mi cabeza. Me desmaye. Me desperte con el olor a hierba encendida y Achohal derramado, estaba acostada en el sofa con solo un sujetador y ropa interior. Robar vino a mi mear borracho. “Hellof Allieef”, dijo Stammerd. Me levante “?Donde estan mis ropas que te arrastras?”, Le grite. Me abofeteo en la cara. Mi papa estaba sentado al otro lado de la sala de estar en una vieja silla de madera, riendo. Ransack le sonrio y le dio otro golpe. Mire a mi padre. “Amablemente no dejes que haga esto”, dije mientras las lagrimas caian por mis mejillas. “?Prefieres que lo hagas yo mismo, perra!” Mi papa grito de vuelta. Comence a llorar. El botin sentia mis muslos, lo empuje lejos. “!No! … !Contactame!” Dije. Me dio un punetazo en la mandibula Makin. Mi labio sangra la sangre roja mas brillante. Me golpeo una y otra vez hasta que me maree lo suficiente como para no poder sacarlo de mi. Senti un pellizco afilado y cuando eche un vistazo a mi brazo, me inyectaron una inyeccion de droga en mi piel palida. Mis ojos se pusieron caidos y mi cabeza se debilito. Apenas podia distinguir lo que estaba sucediendo, pero aun podia sentirlo tratando de tocarme. Esta vez me drogo, estaba en control total. Sin embargo, todavia soy virgen, el me habia conseguido este temperamento antes, pero esta vez nada se interponia en su camino y estaba tan seguro de ello. Estaba deslizando su mano por mis pantalones, sintiendome levantada; Hasta que los policias atravesaron mi puerta. Mi papa y Rob mirando en estado de shock. Burglarize se levanto y corrio hacia la puerta de atras, pero los policias regresaron. Un oficial me recogio y me llevo a la parte trasera del coche de policia. Estuve alli hasta que la policia entro y me llevo a la estacion. Me ayudaron a salir del auto y mis pies descalzos aterrizando firmemente en el cemento. Individuos corriendo hacia mi llevandome a una habitacion y tumbandome en el sofa de cuero. Me cai en un sueno profundo. Mi padre me desperto, salte de nuevo en estado de shock, un oficial de policia me llevo a casa. Perdi la escuela ese dia. Mas bien pase mi tiempo haciendo comida para mi papa. Esa noche no pude dormir. Me sacudi y me di la vuelta. Cuando amanecio, abri los ojos para ver a mi papa parado sobre mi con un cinturon largo. Me incline y sostuve mis rodillas contra mi pecho. “Simplemente termine con esto, voy a llegar tarde a la escuela”, dije con un suspiro. No obstante, doblo su cinturon en dos y lo azoto a mi espalda, dejando una marca de sangrado. Me contuvo el dolor y cuando se fue Mi habitacion se puso una sudadera con capucha blanca, algo delgada y me arregle el cabello en un mono desordenado. Me tropece por las escaleras y sali por la puerta. Corri a la escuela y lo hice 3 minutos antes de la campana. Camine, arroje las puertas y hacia abajo de la escuela El salon, todos susurraban. Estoy acostumbrado a escuchar “monstruosidad o perdedor”, pero todos cubrieron sus bocas en silencio mientras me miraban. De la nada senti que alguien estaba detras de mi abrazandome con fuerza y llevandome al gimnasio. No podia mirar hacia atras por la forma en que estaba posicionado, pero cuando llegamos al gimnasio y se reconocio la espera, me di la vuelta y antes que yo era un chico. Estaba a punto de gritarle hasta que mire su sudadera y hacia mi desesperacion vi sangre. “!Dios mio, tu sangrado! ?Estas bien?” Pregunte rapidamente. “!Estoy bien! Sea como fuere, !no soy yo quien sangra, lo que sucedio en tu espalda!” El respondio bastante tenso. Lo mire fijamente cuestionablemente. Me dio la vuelta suavemente y levanto mi sudadera blanca, luego mi camiseta sin mangas. Dude por una pieza pero acepte. Estaba a punto de gritarle hasta que mire su sudadera y hacia mi desesperacion vi sangre. “!Dios mio, tu sangrado! ?Estas bien?” Pregunte rapidamente. “!Estoy bien! Sea como fuere, !no soy yo quien sangra, lo que sucedio en tu espalda!” El respondio bastante tenso. Lo mire fijamente cuestionablemente. Me dio la vuelta suavemente y levanto mi sudadera blanca, luego mi camiseta sin mangas. Dude por una pieza pero acepte. Estaba a punto de gritarle hasta que mire su sudadera y hacia mi desesperacion vi sangre. “!Dios mio, tu sangrado! ?Estas bien?” Pregunte rapidamente. “!Estoy bien! Sea como fuere, !no soy yo quien sangra, lo que sucedio en tu espalda!” El respondio bastante tenso. Lo mire fijamente cuestionablemente. Me dio la vuelta suavemente y levanto mi sudadera blanca, luego mi camiseta sin mangas. Dude por una pieza pero acepte. Despues de mirarme la espalda, me di la vuelta. “?Que pasa?” Pregunte suavemente. “Tu espalda, esta sangrando. ?Cual fue el trato? ?Es cierto que fuiste golpeado? ?Quien hizo esto?” Hizo tantas preguntas que no sabia que decir. Mis ojos comenzaron a lagrimear y el me abrazo. I Barley se dio cuenta de el, pero sabia de el: tenia 16 anos, era tranquilo, timido, algunos amigos, vestia de negro, tenia un corte de pelo con pinchos y tenia el labio, la nariz y la ceja penetrados. Era extremadamente oscuro, pero definitivamente era el chico mas dulce que jamas hayas conocido. Simplemente no sabia su nombre. Despues de momentos de silencio y protagonismo, y llorando, finalmente rompi lo incomodo. “Te lo agradezco mucho … lo siento, tuviste que ver eso, y lamento que tengas que sentir lo siento por mi”, dije. “He visto cosas peores, peores, y siento pena por ti pero no por la razon” s Piensas “el siguio.” Estaba mirando desde el otro lado de la calle, y lamento haber llamado a los policias “, dijo lentamente. Mire hacia el”. Lo detuve con un abrazo. “Me alejaste de mi papa, mi hogar, la realidad”, dije mientras lo miraba a los ojos. El sonrio. “?Quieres ir a dar un paseo?” Pregunto dulcemente. Asenti y el me condujo por las puertas traseras del gimnasio. Caminamos por la calle hasta llegar a un campo grande a unas 4 cuadras de la escuela. Caminamos por los bordes del campo y nos sentamos en una colina. Dije mientras lo miraba a los ojos. El sonrio. “?Quieres ir a dar un paseo?” Pregunto dulcemente. Asenti y el me condujo por las puertas traseras del gimnasio. Caminamos por la calle hasta llegar a un campo grande a unas 4 cuadras de la escuela. Caminamos por los bordes del campo y nos sentamos en una colina. Dije mientras lo miraba a los ojos. El sonrio. “?Quieres ir a dar un paseo?” Pregunto dulcemente. Asenti y el me condujo por las puertas traseras del gimnasio. Caminamos por la calle hasta llegar a un campo grande a unas 4 cuadras de la escuela. Caminamos por los bordes del campo y nos sentamos en una colina.

  • Marlena, una amistad peligrosa de Julie Buntin

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    <>, piensa Cat a sus treinta y cuatro anos. Ahora vive en Nueva York y tiene la vida que sono, pero existe un recuerdo que la persigue: la historia de una amistad sin igual con la mujer que cambio su vida para siempre. Cuando parece estar a punto de olvidar, el hermano menor de su mejor amiga aparece en su vida para cuestionarla sobre la muerte de su hermana.

  • Velkan de Mary Ferre

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    LA TRILOGIA "EL LIDER" CREO CONTROVERSIA ENTRE MIS LECTORES QUE POR AQUEL ENTONCES HABIAN LEIDO MIS NOVELAS DEDICADAS EXCLUSIVAMENTE A LOS TRUMPERS. CON LA PUBLICACION DE MI SIGUIENTE TRILOGIA ME SALI DE LA CONFORTABILIDAD QUE ME OTORGABAN LOS TRUMPERS Y ME CENTRE DE LLENO EN ESCRIBIR LA HISTORIA DE HADA Y VELKAN. RECIBI OPINIONES VARIADAS POR EL CONTENIDO DE LOS LIBROS YA QUE TOCABA TEMAS, ACCIONES Y SITUACIONES TOTALMENTE OPUESTAS A LAS YA ESCRITAS. SIN EMBARGO, DE UN MODO U OTRO, ESTA TRILOGIA LLEGO AL CORAZON DE TODOS MIS LECTORES POR LA CONFRONTACION QUE SE SINTIO CUANDO TE SUMERGES EN EL RECORRIDO DE LA HISTORIA NARRADA POR HADA. CON UN FINAL TOTALMENTE ABIERTO QUE NO ESTUVO A LA ALTURA DE SUS MAS FIELES SEGUIDORES, PERO NECESARIO PARA DARLE EL BROCHE DE ORO QUE SE MERECE.

  • Por amor a la musica de Jan Swafford

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    En Por amor a la musica, el reconocido misicologo y compositor Jan Swafford nos muestra que, a lo largo de los siglos, la musica clasica ha sido cosas muy distintas, y dentro de su rica historia todos podemos encontrar algo con lo que conectar. Swafford traza aqui la historia de toda la musica occidental, convirtiendose en un guia complice y experto que nos introduce en los compositores y sus obras, y comparte con nosotros las ideas y percepciones que confieren a la musica sus cualidades universales y su capacidad unica para transmitir amor, esperanza, entusiasmo o desesperacion.

  • Una vida en Paris de Erika Fiorucci

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    El amor algunas veces te golpea como un rayo y otras te consume poco a poco sin que ni siquiera te des cuenta.

  • Princesa La Hija Prometida de de Alena Garcia

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    Los pasos de Eva sobre la nieve hacian a esta crujir como si fueran cristales aplastados. Una vez, un amigo de su padre, un ruso de origen cosaco, del Don, le dijo que aprenderia a conocer la intensidad del frio en cuanto diese dos pasos por la nieve. Y asi era. Cuando la nieve cruje mucho, es que el frio se acerca o pasa de los veinte grados bajo cero. Hacia veintiseis grados bajo cero aquella tarde de febrero en Moscu. Eva caminaba ensimismada, hipnotizada por el sonido de cada uno de sus pasos sobre la durisima y crujiente nieve. Tras una caminata de mas de veinte minutos, entro en un cafe para calentarse un poco y descansar. La cafeteria era pequena, coqueta y acogedora. Habia entrado alli sin saber muy bien por que; algo atrajo su atencion. Se sento en una mesa de la esquina, la mas alejada de la puerta. De inmediato aparecio un camarero para preguntarle que deseaba. El chico era alto, rubio, de grandes ojos verdes un tanto rasgados, con salientes pomulos casi mongoles. El tremendo atractivo fisico del muchacho no pudo pasar desapercibido a Eva, a la que le subio un leve rubor a las mejillas. Una cara como aquella era mas apropiada para el teatro o para el cine que para estar en aquel diminuto cafe de Barvija, a las afueras de Moscu. El joven le entrego a Eva la carta, pero ella la rechazo con un gesto de la mano. --No hace falta, gracias. Solo quiero te, te negro. Que este ardiendo, por favor. He entrado solo para calentar un poco el estomago y la garganta -- dijo ella elevando imperceptiblemente las comisuras de sus labios en un intento, vano, de sonreir. --Ahora mismo se lo traigo, senorita -- dijo el amable camarero con una franca y preciosa sonrisa que dejo ver las dos filas de dientes perfectos y blancos. Eva se sentia a gusto en ese lugar, como no se habia sentido desde hacia anos. No queria irse. Pidio otro te y un trozo de pastel casero que le recomendo el guapisimo camarero. Algun ingrediente no identificable por su paladar la traslado a su infancia. Recordo las fiestas en su casa de Marbella, en el sur de Espana, en la luminosa y sin par Andalucia, su amada tierra de adopcion. Su padre le preparaba unas fiestas de cumpleanos que eran la envidia de todos los ninos ricos de la zona de San Pedro de Alcantara, casi todos ellos hijos de extranjeros de todas las partes del mundo afincados en ese paraiso natural que es la Costa del Sol. Tantos recuerdos provocaron que Eva perdiera la nocion del tiempo. Se quedo alli sentada, como un barco anclado en alta mar, con el tenedor en la mano derecha y el ultimo trozo de pastel pinchado, pero sin terminar de llevarselo a la boca. El camarero noto que algo le ocurria a aquella extrana chica. No pudo dejar de percibir que era millonaria. El abrigo de pieles y el anillo de diamantes que lucia bastaban. --Senorita, ?se encuentra usted bien? ?Necesita que le llame un taxi? --Si, si, estoy bien, gracias -- contesto ella saliendo del letargico bucle de recuerdos que se habia apoderado de su mente. --Es que tengo que cerrar. Hace tiempo que dieron las once. No queria interrumpirla, lo siento, pero he de cerrar y marcharme a casa, es tarde. Son casi las doce. --Oh, perdoneme. ?Por que no me dijo nada? Estoy tan bien aqui, tan a gusto… Se me ha pasado el tiempo volando. Eva se levanto de la silla con apresuramiento. Rebusco en su bolso, saco la cartera y dejo un billete de cinco mil rublos sobre la mesa. La cuenta de los dos tes y el pastel no pasaban de los setecientos rublos, por lo que el camarero se apresuro a ir a la caja para darle el cambio. Cuando volvio a la mesa, Eva ya salia, diciendole buenas noches y dejandole alli con una propina de mas de cuatro mil rublos. Sasha salio a la calle. --Senorita, oiga, el cambio, se deja el cambio -- grito el. Eva estaba a punto de entrar en un Mercedes negro, de lunas tintadas, con un hombre de mas de dos metros que le abria la puerta. Ella se giro y le dijo, con una sonrisa: --Por las molestias. Sasha se quedo mirando, con la boca abierta, como desaparecia la berlina de lujo a toda velocidad, pero sin hacer un solo ruido. Se habia quedado con las ganas de decirle algo mas. Eva le parecio la mujer mas bonita que habia visto nunca. Y tambien la mas triste. * * * * --Me habeis seguido, ?verdad? – inquirio Eva tanto al chofer que conducia como al copiloto. --Esta zona, de noche y con esta helada, no es apropiada para una mujer joven -- contesto severo y frio Andrei, el copiloto. --Solo he salido a estirar un poco las piernas, a pasear. Os lo he dicho. Que salia a pasear. Me habria gustado volver andando a casa. --Tenemos ordenes, Eva Valerievna -- respondio Andrei con el tratamiento formal de nombre mas patronimico. --Si, lo se, lo se. Soy su esclava. No hace falta que me lo recordeis a cada paso. Yo misma renuncie a mi libertad -- le corto Eva, apretando los labios mientras intentaba contener una lagrima que pugnaba por precipitarse por la mejilla. * * * * El Mercedes llego al palacio de Viktor Sokolov, tras pasar tres controles de seguridad donde, en cada uno de ellos, salieron dos hombres con chalecos antibala y armados con fusiles de ultima generacion. Eva salio del vehiculo, entro en la casa y se dirigio a su habitacion, subiendo por las escaleras de madera. Una voz la interrumpio en su ascension. --!Eva! --Si, Viktor, dime… --?Por que has vuelto tan tarde? Hace mucho frio, te puedes resfriar. No estas acostumbrada a estos inviernos. --Solo he salido a estirar un poco las piernas. Queria andar. Finalmente he entrado en un pequeno cafe que hay a veinte minutos de aqui, en la carretera. Alli he perdido la nocion del tiempo. No me diras ahora que estabas preocupado por mi. Viktor subio unos pocos escalones y se quedo a dos metros por debajo de ella. La miro a los ojos, con intensidad, con una mirada que Eva aun no era capaz de descifrar. No sabia si la mataria algun dia o la forzaria como un salvaje cualquiera, amparado en su poder y su "trato". Pero Eva no bajo su mirada y se la sostuvo con firmeza. Finalmente, Viktor dijo: --Esta bien, haz lo que quieras. Despues, bajo las escaleras y se introdujo en su despacho, un cuarto al que Eva tenia prohibido el acceso. Ella entro en su dormitorio, una estancia de casi cien metros cuadrados, con bano propio y muebles italianos de lujo. La habitacion estaba demasiado recargada para su gusto. No se podia decir que fuera hortera, como sucedia en muchas casas de nuevos rusos (nuevos ricos), pero con menos de la mitad, se decia Eva, habria quedado mas elegante y espaciosa. Se tumbo en la cama sin quitarse la ropa y cogio el libro que estaba leyendo desde hacia unos dias. Doctor Zhivago, de Boris Pasternak. La pasion por los libros de Eva le venia de su madre, Natalia, poetisa y critica de arte, especialista en el Siglo de Plata de la literatura rusa, con varios ensayos publicados sobre el tema. Pero Natalia se caso con Valeri Novikov, un inteligente hombre de negocios que acabo metido en asuntos sucios de mafias. Se trasladaron a vivir a Espana y alli nacieron sus dos hijas: Yevguenia y Eva. Natalia dejo de escribir ensayos, mas nunca abandono la lectura, un habito que lego a la menor de sus hijas: Eva. Eva leia y leia. La lectura de los clasicos rusos suponia su unico consuelo y un eficaz antidoto contra la depresion y la amargura que amenazaban con instaurarse para siempre en su alma. Pensaba en el camarero que habia conocido esa tarde, y en el acogedor cafe donde se sintio libre por unas horas. Manana volveria a ir, se dijo, mientras recorria con la mirada las peripecias que les sucedian a Yuri y a Larisa. Al dia siguiente, hacia las cinco de la tarde, se disponia a salir de la mansion para tomar te en la pequena cafeteria que habia descubierto. Cuando cogia del perchero su abrigo de vison blanco, Viktor salio de su despacho para interesarse por su repentina salida. --?Adonde vas ahora? – inquirio groseramente. --A dar un paseo y a tomar un te. Llevo aqui todo el dia sin estirar las piernas, me duele la cabeza y necesito aire -- contesto Eva. Esta tarde vienen unos amigos a cenar y quiero que estes en casa. La cena es a las ocho en punto. No vengas mas tarde de las siete y media. --Podrias haberme avisado -- senalo ella. --Si, podria haberlo hecho. Pero ya ves que no ha sido asi -- zanjo el entrando en su despacho. Eva agarro el abrigo con rabia y salio al frio exterior donde la helada le golpeo en la cara nada mas abrir la puerta. Seguia haciendo veintiseis grados bajo cero, y ademas habia una leve brisa que metia el frio por el cuerpo a traves de los ojos. A Eva, de todas formas, le gustaba respirar la helada, sintiendo como el aire descendia hasta sus pulmones, siendo por vez primera consciente de tener esos organos

  • La Locura de Nayade ( Trilogia Locura 1), Chloe Magne de Chloe Magne

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  • Voz de acero de Vega Fountain

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    !Adios, mama! --Adios, carino que pases un buen fin de semana. No hagas enfadar a los abuelos --sugirio a Alberto por ser el mayor, y por todo lo que eso conllevaba. --Ya lo se, no me lo vuelvas a repetir --le contesto el chiquillo. --Adios, mami --dijo Alba. --Adios, cielo, pasalo bien --repuso, dandole un beso a su hija menor mientras le colocaba la camiseta. --Y tu tambien, mami --le deseo Alba. Claro que lo haria o por lo menos lo intentaria. Esa misma noche saldria de caza. Habia sido una semana muy dura, necesitaba quitarse todo el estres de encima y la mejor forma que conocia era mediante el sexo. Eran muchas las veces que habia pensado en hacerlo de forma <>, ir a un bar convencional, pero no le apetecia nada entablar conversacion con alguien para luego llegar al mismo punto. Asi que, como venia siendo habitual, decidio ir donde siempre, al club de intercambio de parejas donde tantas veces habia estado con su marido. Cuando el fallecio penso en dejar de pagar la cuota y desvincularse del lugar en el que tanto habia disfrutado con la persona que amaba, pero despues de un tiempo decidio que, ?por que? Nunca seria lo mismo, eso estaba claro, pero alli podia desinhibirse de todo, olvidarse durante algunas horas de todo lo que la rodeaba y simplemente evadirse y disfrutar. No se habia sentido culpable por disfrutar, era una cosa que tenia bien clara, ahora y antes, con su marido, pero mucho mas ahora que el no estaba. No porque no disfrutara antes, ahora simplemente era distinto, no tenia esa complicidad y confianza que habia tenido con el con nadie mas. A veces, algunas situaciones le recordaban a momentos vividos con Alberto, pero los borraba lo mas rapido posible de su mente y vivia el momento. El lo hubiera querido asi. Durante una temporada tambien penso en hacer lo que hace todo el mundo, ir a un bar, buscar a alguien, entablar conversacion y si la cosa cuadraba y se daba bien pues, darse un revolcon con algun hombre. Esta ultima opcion la habia desechado hacia tiempo, aunque a veces se lo volvia a plantear. Lo que no queria era implicaciones, ni supuestas confianzas, por eso la mejor opcion era ir al <<(S)experience>>. Era una mujer adulta, desinhibida, sin tiempo que perder en dar explicaciones ni que se las dieran. Eso no entraba en sus planes, el amor se habia acabado, ya lo habia tenido una vez, no necesitaba mas, le duro poco, si, pero cada momento vivido con Alberto habia sido emocionante y muy apasionado. Hacia dos anos que el se habia ido, un terrible accidente se lo arrebato. Durante mucho tiempo estuvo enfadada con el, por abandonarla con los ninos, no podia explicarse por que un hombre tan joven, tan lleno de vida podia morir dejando una familia y un monton de proyectos personales y profesionales sin terminar, pero ya no. Ya lo habia perdonado. Aunque no llegaba a entenderlo del todo, se habia dado cuenta de que el era el que mas habia perdido y que, en realidad, ninguno de los implicados tenia culpa de nada. Asi lo habia decidido, vivir la vida que le habia tocado de la mejor manera posible. Sus hijos eran lo mejor de su vida. Por ellos daria lo que fuera, todo giraba en torno a esos dos pequenos a los que adoraba. Alberto era el mayor, tenia casi siete anos, era un nino muy risueno y algo timido cuando no tenia confianza, fisicamente se parecia mucho a ella, era moreno con el pelo algo rizado y los ojos marrones, en cambio Alba era igual fisicamente a su padre, era mas rubia, con rizos mas marcados que se ensortijaban unos con otros, tenia carita de muneca, a sus cinco anos era muy extrovertida y alegre. Dedicaba todo su tiempo libre a ellos, se volcaba en su educacion y tambien en su tiempo de ocio, hacia cosas con sus hijos, manualidades, juegos, iba a la piscina, leian cuentos juntos, los ayudaba en sus deberes, todas las cosas que hacen los padres con sus hijos, con la unica diferencia de que estaba ella sola, no tenia el apoyo y la ayuda de un papa que la aliviara un poco de su carga, pero no le importaba, era feliz asi. Contaba con una familia politica que la queria y la apoyaba en lo que ella necesitara, eran su unica familia. Adoraba su trabajo aunque casi siempre era demasiado absorbente, por ello cada quince dias se dedicaba un tiempo a ella y esa era una de esas noches; iba a salir de caza, sus hijos se iban a pasar el fin de semana con los abuelos paternos y hasta el domingo por la tarde no volveria a verlos. Asi se decidio cuando murio Alberto y asi seguia siendo. Les servia a todos de valvula de escape, a ella la primera, asi podia disfrutar de sus escapadas. Nunca habia surgido el llevar a un hombre a casa, cosa que no queria por nada del mundo, y en el caso de que ocurriera no estarian los pequenos alli, no tenia fuerzas para dar explicaciones sobre todo a sus hijos. Alberto y Alba disfrutaban de lo lindo con sus abuelos y primos, y los abuelos encantados de la vida por poder disfrutar de alguna manera de un trocito de su hijo. Se habia vestido de forma provocativa, pero no ordinaria. Llevaba un vestido negro recto y sencillo de tirante ancho y escote cuadrado que insinuaba sus pechos, su ropa interior era tambien negra y lo acompanaba todo de unos zapatos negros de tacon, adoraba esos zapatos. Era alta aunque no delgada, tenia formas y su pecho era prominente, su cabello moreno y rizado a media altura la daba a veces un aspecto de devoradora de hombres, pero nada mas lejos de la realidad. Su forma de caminar, segura de si misma la hacia sentirse orgullosa con su cuerpo. No llevaba nada de maquillaje, pero eso era por simple practicidad, en las sesiones de sexo el maquillaje solia estropearse y despues o se volvia a retocar o tenia que desmaquillarse, todo eso unido a que a diario tenia que ir muy arreglada a trabajar hacia que desestimara la idea de hacerlo en sus salidas nocturnas, solamente se echaba perfume. Llego al (S)experience, un local de intercambio de parejas, situado a las afueras de la ciudad, estaba localizado en una finca aislada y escondida de miradas indiscretas. Era una gran casa que fue en su dia un chalet de lujo de una familia acomodada, que despues se adecuo a las necesidades de los socios. Se llevo a cabo una reforma muy grande para poder dotar al lugar de todo lo necesario para disfrutar del sexo, el morbo y la lujuria. En la parte baja habia una zona comun muy amplia donde se podia charlar y tomar una copa en un ambiente distendido, contaba con sillones y butacones amplios repartidos por toda la estancia ademas de varias barras donde los camareros servian cualquier bebida que se solicitara con profesionalidad y discrecion. La decoracion era muy provocativa, sobre todo porque habia imagenes religiosas y esculturas que representan angelotes y alguna virgen, el contraste entre esas imagenes y lo que alli se vivia era cuanto menos chocante. Los tonos de las paredes eran ocres, vainilla y beige y algun detalle en dorado, sobre todo en las lamparas de arana que combinaban el dorado con el cristal. En la parte superior a la que se accedia por unas escaleras de marmol color rosa y una barandilla de madera policromada en tonos dorados, se hallaban las habitaciones, todas con amplios banos y una cama redonda, ademas de alguna butaca. La zona de jacuzzi tenia dos baneras separadas por un pequeno murete. A parte de las habitaciones normales, habia habitaciones tematicas, como la de los espejos, la negra y otras con todo lo necesario para quien quisiera practicar sexo mas fuerte, sado o cosas asi. Contaban, por tanto, con una habitacion con un potro, distintos tipos de cuerdas y correas, ademas de fustas y latigos. Todos los socios sabian lo que alli habia, nadie se escandalizaba, era un club como otro cualquiera en el que sus socios pagaban una cuota anual elevada que les permitia disfrutar de su sexualidad de manera libre. Anos atras Patricia y Alberto habian sido invitados por un amigo a visitar las instalaciones y desde entonces habian decidido hacerse socios. Lo que alli habian vivido fue toda una experiencia como su propio nombre indicaba. La cuota era muy alta y los socios se elegian con mimo, nada de antecedentes y con una situacion economica holgada. Ademas tenian la opcion de invitar a amigos cuando lo creyeran oportuno, de este modo se garantizaba que hubiera caras nuevas casi constantemente. La regla primordial habia sido y era la discrecion, si esta no se respetaba automaticamente se expulsaba al socio. El anonimato era primordial. Charly, el relaciones publicas del local, era un tipo maduro y educado, iba vestido impecablemente y tenia modales de autentico gentleman. Ademas poseia un atractivo fisico y personal que encandilaba tanto a hombres como a mujeres, era alto, delgado con pelo canoso que le daba un toque interesantisimo y una sonrisa encantadora que hacia que se le formaran unos hoyuelos muy atractivos en su rostro. Todo el mundo lo conocia, era muy respetado, hacia que la gente se encuentrara a gusto. Nunca jamas hablaba con palabras malsonantes ni en un tono alto, era un hombre tranquilo. El trato con los clientes era exquisito. El se encargaba de solventar cualquier problema que pudiera surgir de la mejor manera posible y de ensenarles el local a los que acudian por primera vez alli, tambien se encargaba de organizar fiestas tematicas refinadas y muy divertidas. Patricia aparco su coche y, al entrar en el local, no se detuvo en la zona social donde habia algunas personas charlando y esperando a ver que les deparaba la noche. Se dirigio directamente a una de las salas, a la sala comun donde habia pantallas colocadas estrategicamente para que todo el que quisiera pudiera ver que era lo que se solicitaba en cada habitacion si es que no le habia surgido el plan antes en la gran sala. Ella vio que se solicitaba una mujer y sin pensarselo subio por las escaleras hasta el lugar indicado. Al principio le costo un poco ver debido a la penumbra que reinaba alli, entorno los ojos hasta que se acostumbraron a la poca luz. Se sentia expectante y excitada, siempre le pasaba cuando iba a tener un encuentro, nunca sabia lo que le iba a deparar la noche y esa incertidumbre hacia que creciera su deseo. Cuando entro vio a una pareja sobre la cama, estaban desnudos y se acariciaban mutuamente, se estaban besando apasionadamente y los ruidos que emitian hacian saber a cualquiera que los escuchara que estaban muy excitados. Al verla llegar la saludaron. --Hola --dijo Patricia. --Hola --contesto la mujer separandose del hombre y recibiendo a su invitada con una sonrisa en la cara--, soy Elena y el es Marcos --continuo, presentando a su acompanante. --Yo soy Patricia --dijo devolviendoles la sonrisa. --Quitate la ropa --ordeno Elena en un tono dulce pero autoritario. Estaba claro que era ella la que llevaba la voz cantante en aquella pareja. Era pequena y con ojos muy vivos de color miel, igual que su pelo. El era mas alto, moreno y con ojos oscuros, su cuerpo estaba bien definido, se notaba que pasaba horas en el gimnasio. Patricia acato las ordenes, dejo el bolso sobre la butaca y se quito su vestido, los zapatos y se quedo con la ropa interior. Cuando se volvio, Elena le hizo un gesto para que tambien se desprendiera del resto, no hablaban, nada mas la miraban con deseo. Patricia lo sabia, sentirse observada por dos personas anonimas que la deseaban, que deseaban su cuerpo la excitaba, se sentia poderosa ante esa situacion. --Tumbate --continuo. Patricia obedecio sin decir nada--. Te vamos a dar placer porque eso nos lo proporciona a nosotros tambien --prosiguio. --De acuerdo --respondio Patricia excitada, era lo que necesitaba en ese momento. Se tumbo y rapidamente el hombre se dirigio a sus pechos, los lamia, succionaba y le daba pequenos mordisquitos que excitaron a Patricia al maximo

  • Tierra de mujeres de Maria Sanchez

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    Hija y nieta de veterinarios, la ultima de varias generaciones vinculadas desde hace anos a la tierra y a los animales, Maria Sanchez (Cordoba, 1989) es la primera mujer en su familia en dedicarse a un oficio desempenado tradicionalmente por hombres. Su dia a dia como veterinaria de campo pasa por recorrer Espana en una furgoneta y esquivar las miradas en un entorno predominantemente masculino como es el mundo rural. En este personalisimo ensayo, la escritora se propone servir de altavoz y dar espacio a todas las mujeres silenciadas en los campos espanoles, a todas aquellas que tuvieron que renunciar a una educacion y a una independencia para trabajar la tierra con las manos y cuidar de sus familias.
    A partir de historias familiares, de reflexiones sobre ciencia y literatura fruto de sus lecturas y de algunos de los conflictos que asolan al medio rural en Espana (la despoblacion y el olvido de los pueblos, la explotacion de los recursos naturales, el incumplimiento de politicas ambientales o las condiciones laborales en el campo), Tierra de mujeres viene a llenar un hueco en el debate sobre feminismo y literatura rural. Busca, ademas, ofrecer una vision de la vida en campo realista, alejada de las postales bucolicas dadas desde las grandes ciudades, y subrayar el peligro de perder para siempre un conocimiento hasta ahora transmitido de generacion en generacion.

  • Reconstruyeme de Tahereh Mafi

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  • Un corazon demasiado grande de Eider Rodriguez

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    Una antologia de los mejores relatos de la autora revelacion vasca, Premio Euskadi de Literatura.

  • Corazones que se rompen (Corazones 1) de Claire Contreras

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    Estelle siempre ha estado enamorada de Oliver: por ser el mejor amigo de su hermano, por estar siempre alrededor. y por la evidente quimica que siempre ha habido entre los dos. Pero el destino se interpone para que sus caminos se separen: Oliver se marcha para estudiar medicina. y Estelle se queda con el corazon roto.

  • Diccionario de Nueva York de Alfonso Armada

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    Esto no es una guia de viajes ni un libro de aventuras ni un analisis de una ciudad y sus gentes ni un estudio del paisaje urbano. Y es todo lo anterior al mismo tiempo. El Diccionario de Nueva York urdido por Alfonso Armada tras siete anos de vida y corresponsalia en Nueva York contiene personas y personajes, historias e Historia, escritores y politicos, referencias literarias y arquitectonicas, prosa y poesia. Pero es sobre todo un paseo por Nueva York que esta destinado a convertirse en obligada referencia para todos aquellos que quieran conocer de verdad la ciudad <>.

  • Se avecinan problemas de Ivonne Vivier

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    Un novio, una novia, su hermana gemela y un beso = Problemas.
    ?Que pasaria si lo inesperado sucede?

  • Todo contigo (Spanish Edition) de Dina Reed

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    Cuando Gary llego a casa despues de una dura jornada se encontro con que su abuela Dorothy dormitaba frente a la television, mientras Sandy su cuidadora estaba con la cabeza metida en un libro. Genial, penso en cuanto la vio. Luego, carraspeo un poco y le dijo mientras se desanudaba un poco la corbata, que ya le sobraba porque detestaba llevar traje. --Se supone que te he contratado para que cuides de mi abuela, no para que la dejes sentada frente al televisor y tu te pases el dia leyendo... Ya esta aqui el tocapelotas de Gary Scott, penso Sandy en cuanto le vio aparecer, todo lo que tenia de sexy y de arrebatador, lo tenia de exasperante, luego esbozo una sonrisa y replico: --Hemos salido a hacer unas compras, despues hemos paseado otro poco mas por el jardin, hemos almorzado y tu abuela se ha sentado a ver una pelicula. Yo tengo un examen esta tarde y he aprovechado para repasar un poco. ?Tienes algun problema con eso? Sandy estudiaba Enfermeria por las tardes y por las mananas de siete a cuatro de la tarde se dedicaba a atender a Dorothy, a la que hacia algo mas de un mes que habian operado de la cadera. --Te recuerdo que te pago para que cuides a mi abuela, no para que estudies --respondio Gary, tajante, con los ojos azules echando chispas. Gary era un tipo atractivo, moreno, alto, fuerte, de intensos ojos azules y un halo de virilidad que dejaba sin aliento. Pero Sandy no pensaba dejarse intimidar ni por la presencia imponente de su jefe, ni mucho menos por su caracter tremendo. Por eso, le recordo alzando la barbilla y sin perder la calma: --En ningun momento he descuidado a tu abuela, hemos hecho todo lo que estaba programado para el dia de hoy y justo en este ratito que se ha quedado dormida viendo la pelicula, he aprovechado para repasar un poco. Gary miro a esa chica que no podia ser mas insolente, apreto fuerte los punos y, tras morderse los labios, farfullo: --Estas agotando mi paciencia... Dorothy abrio los ojos en ese momento y murmuro a su nieto en un tono que sonaba a reganina: --?Quieres dejar a mi Sandy tranquila? Esta tarde tiene un examen muy importante... --Que estudie en su casa, abuela. Esto no es una biblioteca, aqui viene a trabajar... --dijo clavando la mirada a Sandy. Y ella por supuesto que ni se arredro, es mas lejos de esquivar la mirada azul de su jefe, la sostuvo con la conviccion que le daba saber que estaba haciendo lo correcto. --Y trabajar es lo que hago, por si no se te has dado cuenta.... --le recordo por si acaso lo habia olvidado. Gary penso que de lo que se habia dado cuenta era de que no estaba dispuesto a soportar ni una impertinencia mas de chica, pero cuando estaba a punto de ordenarle que no volviera mas por alli, su abuela comento: --Llevamos todo el dia de aqui para alla, he hecho mis ejercicios y ahora estoy viendo una pelicula. Asi que dejanos un poquito en paz, carino --replico la abuela, estirando los brazos hacia Gary--. Anda ven, dame un beso... Gary se sintio como si tuviera tres anos, pero no podia dejar a su abuela con el beso colgado. Era el ser que mas queria del mundo y la unica familia que tenia. Su madre murio cuando apenas tenia cinco anos y su padre fallecio unos anos despues, cuando Gary acababa de cumplir dieciocho anos y su mundo se vino abajo definitivamente... A partir de entonces, tuvo que trabajar muy duro para salir adelante y vaya si lo logro... Pasar de un apartamento ruinoso al maravilloso rancho de mas noventa hectareas en San Diego que habia comprado hacia un ano daba fe de ello. Y todo habia sido a base de teson, esfuerzo, dedicacion y tal vez una pizca de suerte, solo un poco porque Gary estaba convencido de que hasta la suerte habia que trabajarsela. Y si algo tenia claro era que su abuela se merecia lo mejor y estaba dispuesto a todo para darselo, por eso no iba a tolerar ni por un instante mas que Sandy Peters no cumpliera con su cometido. Asi que ansioso por terminar cuanto antes con la discusion, beso a su abuela en la mejilla, y despues farfullo cabreado: --He tenido un dia horrible, lo que menos quiero al llegar a casa es tener mas problemas. Desde que Sandy trabaja para nosotros, no hay dia que no tengamos lios y mas lios... Voy a volver a llamar a la senora Smith... --?Que? --replico Dorothy alarmada con la sola idea de que esa senora volviera a su casa--. !Ni se te ocurra! !Pero si esta mucho peor que yo, tiene mas goteras que una casa vieja y con ella me aburro como una ostra! !Ni pienses en echar a Sandy o te las veras conmigo, jovencito! --le advirtio Dorothy a su nieto, apuntandole con el dedo indice. Sandy no pudo evitar esbozar un sonrisita y Gary la miro echando humo hasta por las orejas y con unas ganas tremendas de ponerla de patitas en la calle. Ganas que reprimio porque no podia contradecir a su abuela, la queria y la respetaba demasiado como para contravenir sus ordenes y deseos. Bien era verdad que la senora Smith estaba llena de achaques y que raro el dia que no la habia pillado dormitando en el sofa, pero el desparpajo de Sandy le tenia completamente desquiciado. Reconocia que era bonita, que tenia un pelo precioso castano con destellos cobrizos cuando se ponia al sol, que tenia unos ojos que brillaban con fuerza, que su boca era carnosa y en forma de corazon, que tenia unos pechos redondos y altos y un culo respingon, y que caminaba de una forma tan sugerente que era imposible que los ojos no se le fueran detras de ella, pero el tenia como norma no tener nada con su personal, y mucho menos iba a ser tan incauto como para enredarse con alguien tan desquiciante como Sandy Peters. En que hora la contrataria, penso. Pero ya poco se podia hacer mas que esperar a que cometiera una mas gorda y su abuela, que era terca como una mula, se convenciera de que habia que despedirla. Asi que sin mas tiempo que perder, dijo loco por salir de alli y dejar de ver la sonrisita triunfante de la senorita Peters: --Me voy a comer a algo que vengo hambriento... --?Te preparo alguna cosa? --pregunto la abuela, aferrada a su muleta y dispuesta a levantarse. --Abuela, por favor, ?cuantas veces tengo que repetirte que tenemos cocinera y cuatro doncellas? Para algo me parto el lomo cada dia... Gary dio un manotazo al aire y se marcho a la cocina grunendo... --No le tengas en cuenta nada --comento Dorothy--, ya sabes lo que dicen: perro ladrador, poco mordedor. --Me detesta --concluyo Sandy encogiendose de hombros. --No, lo unico que sucede es que Gary solo me tiene a mi y esta obsesionado con tenerme entre algodones. Pero yo no voy a quedarme aqui de por vida y deberia empezar a tomarse en serio lo de crear su propia familia... Sandy penso que quien iba a soportar a un ser tan ogro y tan antipatico, pero no le dijo nada a Dorothy, pues adoraba a su nieto... --Tu estas genial, Dorothy. Tienes que dar mucha guerra todavia... --Pienso aguantar todo lo que pueda, muchachita. No pienso irme de aqui sin luchar hasta el final, pero no soy eterna y no me gusta nada que Gary este solo. --Es un joven muy atractivo, seguro que no le faltan mujeres... Dorothy cogio la mano de Sandy y, mirandola con ternura, le confeso: --Pero ninguna que merezca la pena, ademas yo creo que todavia tiene a Kim en la cabeza... Y ayer me entere de que acaba de divorciarse... Esa chica es un peligro y no me gustaria para nada que regresara a la vida de mi nieto. Sandy no queria parecer entrometida ni chismosa, pero de repente esa Kim le desperto una curiosidad tremenda y replico en voz baja... --?Kim? Nunca me has hablado de ella... Sandy llevaba algo mas de ocho meses al cuidado de Dorothy y se habian hecho muchas confidencias, pero esto era algo completamente nuevo... Dorothy respiro hondo y con una sonrisa cargada de ternura y complicidad, respondio: --Es una historia muy larga, tesoro. Mejor repasa para tu examen y ya te lo contare otro dia... Capitulo 2 El examen de Sandy salio de maravilla y lo celebro al dia siguiente, tomandose un helado con Dorothy, en Niederfrank's Ice Cream. --No le digas a Gary que hemos estado aqui, dice que todavia no estoy para subirme a un automovil --comento Dorothy, sentadas en una de las mesitas de la heladeria. Sandy habia conducido uno de los utilitarios de Gary hasta la heladeria favorita de Dorothy, una emblematica en la ciudad, donde preparaban unos deliciosos helados de menta roja, su favorito. --Es una locura, Dorothy... Pero cualquiera te dice que no --comento Sandy tras probar el exquisito helado de frutas del bosque, fabricado a la antigua usanza, en la parte de atras de la tienda. Todo natural. --Estoy cada dia mejor y tampoco nos hemos ido a ochocientos kilometros. !La heladeria esta aqui al lado! --?Te duele la cadera? --Tengo molestias, pero es normal. Tu tranquila, querida, que todo esta bien. !Necesitaba tomarme uno de estos! Este local me trae recuerdos muy bonitos, aqui venia con mis padres, luego con Becky, la mama de Gary, y finalmente con Michael, antes de que nos marcharamos de San Diego... -- confeso tras lanzar un suspirito. --?Michael? --pregunto Sandy, arqueando una ceja, porque jamas le habia hablado de ningun Michael. --Es otra larga historia... --musito Dorothy dejando la mirada perdida. --Soy toda oidos. Ademas me tienes que contar lo de Kim... --le recordo Sandy, que tenia mucha curiosidad con esa historia. --De alguna manera esta todo relacionado. ?Pero de verdad que te interesa? No quiero ser la clasica vieja que cuenta sus batallitas y aburre hasta a las ovejas--quiso saber Dorothy, tras dar otra probadita a su helado de menta roja. --Por favor, Dorothy... !Tu eres una mujer fascinante! !Contigo es imposible aburrirse! --Gracias, tesoro. Pero esta historia no es para nada divertida, al contrario... Veras --dijo revolviendose un poco en la silla--, el padre de Gary era camionero, trabajaba para un empresa llevando mercancias hasta Alaska, se pasaba el dia en la carretera, asi que cuando mi hija murio, me fui a vivir con ellos para cuidar de Gary. Yo tambien estaba sola, mi marido habia muerto hacia unos anos y me venia bien estar con ellos. Charles, el padre de Gary, siempre fue un hombre dificil, tenia un caracter complicado, pero mi hija le llevaba muy bien. Era su luz. Se que fueron muy felices, pero cuando fallecio, Charles se quedo muy tocado. Su caracter se retorcio por completo y nunca mas fue feliz... Trabajaba duro, muy duro, para no pensar, pero traia poco dinero a casa porque comenzo a jugar. --Oh, Dorothy, lo siento tanto... --susurro Sandy apenada. --Fue un mazazo muy grande lo de mi hija, una chica tan bonita y llena de vida, se nos fue de repente… Fue una enfermedad fulminante y Charles no se repuso... Su via de escape fue el juego, pero tambien su perdicion. Nos llevo a la ruina mas absoluta y tuvimos que vender la casa... Sandy trago saliva porque aquello era demasiado doloroso... --No sabia nada, Dorothy, esto que me cuentas es tan duro... Dorothy tomo la mano de la chica y le dijo para reconfortarla: --Tranquila que lo importante es que ahora estamos bien. !Demasiado bien! !Gary ha comprado un rancho tan grande que me da hasta vertigo! --exclamo con una sonrisa enorme. --Es que lo de Gary es alucinante, tiene muchisimo merito todo lo que ha logrado... Sandy conocia por lo que habia leido de el en Internet y sobre todo por lo que su abuela le habia contado, lo que habia supuesto para el montar un imperio del transporte de mercancias en apenas diez anos. Y ademas partiendo de la nada... --Y sin ayuda de nadie, tan solo esfuerzo, trabajo y talento. Mi nieto es muy listo y tambien orgulloso. El se prometio a si mismo que jamas nadie volveria a rebajarle y mira si lo consiguio. --?Rebajarle? --Si, querida --asintio Dorothy, mientras hundia la cucharita en el helado --. Cuando nos quedamos en la calle, sin nada, pasaron cosas muy feas. En las situaciones dificiles es cuando te das cuenta de quienes son tus amigos y la verdad es que nosotros aprendimos que eran muy pocos. Entre ellos el coronel Thompson, Michael para los amigos... --Michael... --Si --asintio Dorothy esbozando una sonrisa carinosa--. El tiene una fundacion para personas sin recursos a la que tuvimos que recurrir para no morirnos de hambre. Y no solo nos ayudo, sino que nos ofrecio gratis un apartamento hasta que pudimos salir adelante.

  • Secretos de una noche de verano (Las Wallflowers 1) de Lisa Kleypas

    https://gigalibros.com/secretos-de-una-noche-de-verano-las-wallflowers-1.html

    Una novela romantica divertida, sensual, soberbia.

  • Lola (Moteros 3) de Patricia Sutherland

    https://gigalibros.com/lola-moteros-3.html

    .Porque, a veces, el amor llega cuando menos te lo esperas…

  • Abrazando tu alma (Hibridos Puros 1), Fabiola Pereyra de Fabiola Pereyra

    https://gigalibros.com/abrazando-tu-alma-hibridos-puros-1-fabiola-pereyra.html

  • La muerte tambien juega al ajedrez de Luis Ablanque Ramirez

    https://gigalibros.com/la-muerte-tambien-juega-al-ajedrez.html

    Daniel, un joven estudiante de Derecho, se ve en la situacion de jugar la partida de ajedrez mas importante de su existencia. Mientras la partida transcurre, la novela nos desplaza por una serie vertiginosa de sucesos en los que los cambios de circunstancias van de la mano del descubrimiento de la intensidad y riqueza de la vida. Acompanado por su abuelo y por su hermana, Daniel participa en una insolita rebelion antifranquista, se involucra en la lucha de los guerrilleros guatemaltecos, es victima y testigo de un catastrofico terremoto en Ciudad de Guatemala y se embarca en la busqueda del legado de un fabuloso pueblo maya en las selvas de El Peten. Detras de esta dinamica esta la historia, pero mas alla de ella, la logica del destino encarnada simbolicamente en una diminuta talla que por azar llega a manos de Daniel y que determina el curso de sus pasos. Huidas, encuentros amorosos, revelaciones y un despliegue epico, que llega a ser extraordinario, nos hablan del hombre de todos los tiempos, leve y profundo, anhelante y lucido mientras se acerca al destino que tambien es el sentido del juego.

  • Lead (Stage Dive 3) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott

    https://gigalibros.com/lead-stage-dive-3-traduccion-kylie-scott-pdf.html

    Como el cantante principal de Stage Dive, Jimmy esta acostumbrado a tener lo que sea que quiere, cuando quiere, ya sea bebida, drogas o mujeres. Sin embargo, cuando un desastre de Relaciones Publicas sirve como una llamada de atencion sobre su vida y lo manda a rehabilitacion, se encuentra con Lena, su nueva asistente para mantenerlo fuera de problemas.

Lena no esta dispuesta a tomar ni una mierda del sexy roquero y esta determinada a mantener su relacion completamente profesional, a pesar de la sofocante quimica. Pero cuando Jimmy la empuja demasiado lejos y Lena se va, se da cuenta que puede que haya perdido la mejor cosa que le ha pasado en su vida

  • Kharos. Almas de Plata de Diana Buitrago

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    La niebla que sube del rio, una hoguera en las montanas y un rumor siseante en las calles. La daga en la mano preparada para ensartarla en un drakko, la noche que llora a sus caidos y la diosa que aulla a la luna. Un alarido en la distancia y terror en el corazon.
    En eso se han convertido los dias que pasan tortuosamente en la desolada ciudad de Sapphire, donde la magia negra se ha aduenado de sus calles y la esperanza reside en un viejo templo y un portal interdimensional derruido.
    Desde FireCross, Los Portales, el Clan Magno, la Catedral y Nebulose hasta el mismisimo templo y la fabrica abandonada. El pincel de la esperanza que se niega a resquebrajarse luchando por la vida que naufraga como la luna por el cielo.
    La plata de los Kharos que siempre llega al corazon y un grupo de presos que estaran dispuestos a sacrificar su propia vida para terminar con la masacre. Porque cuando todo falta solo el alma prevalece.
    Kharos-Almas de Plata, novela autoconclusiva, distopia de fantasia oscura, juvenil y urbana. Una aventura trepidante por la oscuridad de sus calles y la profundidad del alma.

  • Querido John de Nicholas Sparks

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    John Tyree, es un muchacho rebelde que vive en Carolina del Norte. Despues de pasar una infancia complicada sin madre y con un padre obsesionado con la numismatica decide alistarse en el ejercito para poder huir de su pueblo y de su disfuncional familia. Sin embargo, en uno de los permisos que se le conceden, volvera a su ciudad natal y alli conocera a Savannah. Las visitas de John a Savannah se suceden y en ellas el amor que sienten el uno por el otro no hara mas que aumentar. John conseguria ademas, con la ayuda Savannah, descubrir el porque del alejamiento de su padre y reconciliarse con el.

  • Purgatorio de Alberto Val

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  • La fuerza del amor (Blue Roses 3) de Noelia Jimenez Sanguesa

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    Sentia como los pulmones me dolian y como la lluvia se estrellaba contra mi cara. El corazon me iba a mil mientras corria detras del coche para intentar alcanzar al amor de mi vida. El se la estaba llevando y no me daba la oportunidad de poder hacer algo. Corri durante varios metros mas, mientras veia como Lyla golpeaba el cristal desesperada. Hubo un momento en el que el coche acelero y mis piernas y pulmones no lo resistieron. Cai al suelo y vi con lagrimas en los ojos como la alejaban de mi. Pero no me rendiria. Moveria cielo y tierra para encontrarla. No perderia la esperanza en lo perdido.