• libro elena sabe - Claudia Pineiro

    https://gigalibros.com/elena-sabe.html

    Se trata de levantar el pie derecho, apenas unos centimetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante, tanto como para que sobrepase al pie izquierdo, y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlo bajar. Apenas de eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa, y aunque su cerebro ordena movimiento, el pie derecho no se mueve. No se eleva. No avanza en el aire. No vuelve a bajar. No se mueve, no se eleva, no avanza en el aire, no vuelve a bajar. Eso apenas. Pero no lo hace. Entonces Elena se sienta y espera. En la cocina de su casa. Tiene que tomar el tren que sale para la Capital a las diez de la manana; el siguiente, el de las once, ya no le sirve porque la pastilla la tomo a las nueve, entonces piensa, y sabe, que tiene que tomar el de las diez, poco despues de que la medicacion logre que su cuerpo cumpla con la orden de su cerebro. Pronto. El de las once no, porque entonces el efecto de la medicacion habra declinado hasta desaparecer y ella estara igual que ahora, pero sin esperanza de que la levodopa actue. Levodopa se llama eso que tiene que circular por su cuerpo una vez disuelta la pastilla; conoce el nombre desde hace un tiempo. Levodopa. Asi le dijeron, y ella misma lo anoto en un papel porque sabia que no iba a entender la letra del medico. Que la levodopa circule por su cuerpo, sabe. Eso es lo que espera, sentada, en la cocina de su casa. Esperar es todo lo que puede hacer por el momento. Cuenta calles en el aire. Recita nombres de calles de memoria. De atras para adelante y de adelante para atras. Lupo, Moreno, 25 de Mayo, Mitre, Roca. Roca, Mitre, 25 de Mayo, Moreno, Lupo. Levodopa. Solo la separan cinco cuadras de la estacion, no es tanto, piensa, y recita, y sigue esperando. Cinco. Calles que todavia no puede andar con sus pasos esforzados aunque si repetir sus nombres en silencio. Hoy no quiere encontrarse con nadie. Nadie que le pregunte por su salud ni que le de el pesame tardio por la muerte de su hija. Cada dia se le aparece alguna persona que no pudo velarla o no pudo estar en el entierro. O no se atrevio. O no quiso. Cuando alguien muere como murio Rita, todos se sienten invitados a su funeral. Por eso las diez no es una buena hora, piensa, porque para llegar a la estacion tiene que pasar por delante del banco y hoy se pagan las jubilaciones, entonces es muy probable que se cruce con algun vecino. Con varios vecinos. Aunque el banco abra recien a las diez, cuando su tren este entrando en la estacion y ella con el boleto en la mano se acerque al borde del anden para tomarlo, antes de eso, Elena sabe, ya va a encontrar jubilados haciendo la cola como si tuvieran miedo de que la plata alcanzara solo para pagarle a los que primero llegan. Solo podria evitar el frente del banco dando una vuelta manzana que su Parkinson no le perdonaria. Ese es el nombre. Elena sabe desde hace un tiempo que ya no es ella la que manda sobre algunas partes de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda el. O ella, y se pregunta si al Parkinson habria que tratarlo de el o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia. O una condena. Entonces decide que lo va a llamar Ella, porque cuando la piensa, piensa <>. Y puta es ella, no el. Con perdon de la palabra, dice. Ella. El doctor Benegas se lo explico varias veces pero Elena todavia no termina de entender; si entiende lo que tiene porque lo lleva en el cuerpo, pero no algunas de las palabras que usa el medico. La primera vez estaba Rita presente. Rita, que hoy esta muerta. Les dijo que el Parkinson es una degeneracion de las celulas del sistema nervioso. Y a las dos les cayo mal la palabra. Degeneracion. A ella y a su hija. El doctor Benegas seguramente se dio cuenta, porque enseguida trato de explicarles. Y dijo, una enfermedad del sistema nervioso central que degenera, o hace mutar, o cambia, o modifica de manera tal algunas celulas nerviosas que dejan de producir dopamina. Y Elena se entero entonces de que cuando su cerebro ordena movimiento, la orden solo puede llegar a sus pies si la dopamina la lleva. Como un chasqui, penso aquel dia. Entonces el Parkinson es Ella, y la dopamina el chasqui. Y el cerebro nada, piensa, porque sus pies no lo escuchan. Como un rey derrocado que no se da cuenta de que ya no gobierna. Como el emperador sin traje del cuento que le contaba a Rita cuando era chica. Rey derrocado, emperador sin traje. Y ahora esta Ella, no Elena sino su enfermedad, el chasqui y el rey derrocado. Elena repite sus nombres como antes repitio los de las calles que la separan de la estacion; esos nombres comparten su espera. De atras para adelante y de adelante para atras. Emperador sin traje no le gusta porque si no lleva traje esta desnudo. Prefiere rey derrocado. Espera, repite, combina de a pares: Ella y el chasqui, el chasqui y el rey, el rey y Ella. Prueba otra vez, pero los pies siguen ajenos, ni siquiera desobedientes, sordos. Pies sordos. A Elena le encantaria gritarles, pies muevanse de una vez por todas, hasta carajo les gritaria, muevanse de una vez por todas, carajo, pero sabe que seria en vano, porque sus pies no escucharian tampoco su voz. Por eso no grita, espera. Repite palabras. Calles, reyes, otra vez calles. Incluye palabras nuevas en su rezo: dopamina, levodopa. Intuye que la dopa de dopamina, y la dopa de levodopa, deben ser la misma cosa, pero solo intuye, no tiene certeza, repite, juega, deja que su lengua se trabe, espera, y no le importa, solo le importa que el tiempo pase, que esa pastilla se disuelva, circule por su cuerpo hasta sus pies y estos se enteren, por fin, de que tienen que ponerse en marcha. Esta nerviosa, lo cual no es bueno, porque cuando se pone nerviosa la medicacion tarda mas en actuar. Pero no puede evitarlo. Hoy va a jugarse la ultima carta para tratar de averiguar quien mato a su hija, hablar con la unica persona del mundo a la que cree que puede convencer de que la ayude. A cambio de una deuda lejana en el tiempo, casi olvidada. Va intentar cobrar esa deuda, aunque Rita, si estuviera, no estaria de acuerdo, la vida no es un trueque, mama, hay cosas que se hacen porque si, porque Dios manda. No va a ser facil, pero lo va a intentar. Isabel se llama la mujer a la que busca. No esta segura de si se acordara de ella. Cree que no. De Rita si, le manda una postal cada fin de ano. Tal vez no sepa de su muerte. Si nadie le dijo, si no leyo el unico aviso funebre que pusieron recien dos dias despues del entierro en nombre del colegio parroquial donde trabajaba Rita, el cuerpo directivo y docente, alumnos y padres acompanan a Elena en este momento tan dificil, si ella no la encuentra al fin de ese dia, seguramente este diciembre esa mujer que Elena hoy busca enviara una postal dirigida a un muerto, deseandole feliz Navidad y un prospero Ano Nuevo. De Rita se acuerda, pero de ella, de Elena, Elena piensa, seguramente no. Y si se acordara no la reconoceria, asi doblada, con ese cuerpo viejo que no se corresponde con los anos que tiene. Sera su tarea, le va a explicar quien es y por que esta alli, frente a ella, cuando la enfrente. Le va a contar de Rita. Y de su muerte. Aunque sea le dira lo poco que entiende en medio de todo lo que le contaron. Elena sabe donde encontrar a Isabel, pero no como llegar. Alli donde ella misma la llevo hace veinte anos, siguiendo a Rita. Si la suerte esta de su lado, si Isabel no se mudo, si no murio como murio su hija, alli la encontrara, en una vieja casa en Belgrano, con puerta de madera pesada y herrajes de bronce, justo al lado de unos consultorios medicos. No se acuerda del nombre de la calle, si se acordara al menos de la pregunta que le hizo entonces su hija, ?vos escuchaste alguna vez una calle que se llame Soldado de la Independencia, mama?, entonces sabria. Pronto va a saber, porque si se acuerda de que es a una o dos cuadras de la avenida que corre bordeando Buenos Aires desde Retiro hasta la General Paz, cerca de una plazoleta, y de las vias de un tren. No vieron el tren, pero escucharon su marcha y Rita pregunto, ?que ramal es?, pero Isabel no contesto, porque lloraba. Para saber como volver a viajar, esta segunda vez, casi veinte anos despues, Elena fue a la remiseria de la esquina de su casa, la que pusieron hace unos anos en el local donde antes habia estado la panaderia en la que Elena compro para su familia el pan de cada dia desde que llego al barrio, recien casada, hasta que desaparecio el pan y aparecieron los autos de alquiler. El chofer no sabia, soy nuevo, se disculpo y le pregunto al dueno. Repitio las palabras de Elena, dijo, la avenida que bordea Buenos Aires, de Retiro a la General Paz, cerca de una via, y el dueno le contesto, Libertador, y Elena que si, que se llamaba Libertador, ahora que se lo dice se acuerda, y que tenia que ir hasta Belgrano, hasta una plazoleta. Olleros, dijo otro chofer que acababa de llegar de un viaje, eso ya no estoy segura, dijo Elena, Olleros, repitio el hombre con seguridad, pero ella no se acordaba del nombre de la calle, si de la puerta de madera, y de los herrajes de bronce, de Isabel, y de su marido, poco de su marido. ?La llevamos?, le preguntaron y Elena dijo que no, que era mucho viaje, mucho gasto, que iba a ir en tren y en todo caso, si ya no podia consigo misma y su cuerpo no se animaba al subte, tomaria un taxi en Constitucion, le hacemos precio, propuso el dueno, no, gracias, contesto ella, le podemos fiar, insistio, en tren, dijo Elena, no me gustan las deudas, y no dio lugar a otra insistencia, subte cerca no la deja ninguno, senora, el de Carranza, pero de ahi tiene como diez cuadras, le dijeron, si toma taxi tenga cuidado de que no la paseen, digale al taxista que vaya derecho por 9 de Julio hasta Libertador y de ahi otra vez todo derecho hasta Olleros, bueno, no, corrigio el chofer que sabia, porque Libertador se convierte en Figueroa Alcorta, antes de llegar al Planetario se va a tener que fijar que doble a la izquierda, hasta el Monumento a los Espanoles, y que retorne Libertador, o en el Hipodromo de Palermo, aclaro el dueno, pero no deje que la paseen, ?en serio no quiere que la llevemos? Elena se fue sin responder, porque la misma pregunta ya la habia contestado antes y demasiado esfuerzo era para ella todo como para contestar dos veces lo mismo. Constitucion, 9 de Julio, Libertador, Figueroa Alcorta, Planetario, Monumento a los Espanoles, Libertador, Olleros, una puerta de madera, herrajes de bronce, una puerta, Olleros, Libertador, 9 de Julio, Constitucion. De atras para adelante, de adelante para atras. No recuerda en que lugar del rezo tiene que meter el Hipodromo. Espera, piensa, cuenta otra vez las calles. Las cinco que la separan de la estacion y las otras, las que no conoce, o no se acuerda, aquellas hacia donde va para cobrar una deuda en la que cree a fuerza de necesidad. Rey sin corona. Ella. Desde su posicion, sentada, trata de levantar el pie derecho en el aire, y el pie ahora se da por enterado y se eleva. Entonces esta lista, sabe. Apoya la palma de cada una de sus manos sobre sus muslos sentados, junta los dos pies para que sus piernas queden en un angulo de noventa grados a la altura de la rodilla, luego cruza la mano derecha al hombro izquierdo y la mano izquierda al hombro derecho, empieza a balancearse en la silla y, con el impulso, se levanta. Asi la hace levantar el doctor Benegas cuando la revisa, y ella sabe que es mas dificil de esa manera pero lo intenta cada vez que puede, practica, porque quiere estar entrenada para la proxima visita. Quiere impresionar al doctor Benegas, mostrarle que puede, a pesar de las cosas que le dijo la ultima vez que la vio, quince dias antes de que Rita apareciera muerta. Parada frente a la silla que acaba de dejar levanta el pie derecho, lo eleva en el aire, apenas unos centimetros, lo mueve hacia adelante hasta que sobrepasa el pie izquierdo lo suficiente como para que ese movimiento signifique un paso, entonces lo baja, y ahora es el turno del pie izquierdo que debe hacer lo mismo, exactamente lo mismo. Elevarse. Avanzar en el aire. Bajar. Elevarse, avanzar en el aire, bajar. De eso se trata. Apenas de eso. De caminar, para llegar a tomar el tren de las diez

  • ELENA SABE | CLAUDIA PIÑEIRO | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-elena-sabe/9788420431970/8705685

    Sinopsis de ELENA SABE ... Enigma policial y conflicto íntimo se unen en esta novela de la autora deLas viudas de los jueves. Poco después de que Rita aparezca ...

  • Elena sabe Versión Kindle - Piñeiro, Claudia - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Elena-sabe-Claudia-Pi%C3%B1eiro-ebook/dp/B010127ONW

    This book is an amazing description of an elderly and sad woman with Parkinson's disease. It is incisive, clear and very direct about what happens with advanced ...

  • Elena sabe (Hispánica) Tapa blanda - Libros - Amazon

    https://www.amazon.es/Elena-sabe-Claudia-Pi%C3%B1eiro/dp/8420431974

    Biografía del autor ... Claudia Piñeiro nació en el Gran Buenos Aires en 1960. Es escritora, dramaturga, guionista de televisión y colaboradora de distintos ...

  • Elena sabe - Libro de Claudia Piñeiro - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/59690/elena-sabe

    Elena sabe una peculiar novela de intriga y misterio de la escritora argentina Claudia Piñeiro, en la que nos muestra un penoso viaje de los suburbios a la ...

  • Elena sabe | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/6907-libro-elena-sabe-9788420431970

    NOVELA NOMINADA AL BOOKER PRIZE** AUTORA GALARDONADA CONPREMIO PEPE CARVALHO DE NOVELA NEGRA 2019PREMIO HAMMETT A LA MEJOR NOVELA DE GÉNERO NEGRO EN ESPAÑOL ...

  • ELENA SABE - PIÑEIRO CLAUDIA - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/elena-sabe

    Una novela dura de una mujer con Parkinson que pierde a su única hija y familia en circunstancias extrañas y que ella quiere aclarar a pesar de todos los ...

  • Elena sabe - Claudia Piñeiro - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Pineiro-Elena-sabe/82596

    Críticas (14), citas (5) extractos de Elena sabe de Claudia Piñeiro. Mientras leí esta novela, que es bastante ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • ELENA SABE - CLAUDIA PIÑEIRO | Alibrate

    https://www.alibrate.com/libro/elena-sabe/5a0e1d95bac1cbf7023f451e

    Encuentra el libro ELENA SABE en Alibrate. Descubre reseñas, sinopsis, frases y más de este libro de CLAUDIA PIÑEIRO. Puedes comprar el libro ahora.

  • ELENA SABE - CLAUDIA PIÑEIRO - 9788420431970 - Agapea

    https://www.agapea.com/Claudia-Pineiro/ELENA-SABE-9788420431970-i.htm

    Comprar el libro ELENA SABE de Claudia Piñeiro, ALFAGUARA (9788420431970) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online Agapea.com; Ver opiniones, ...

  • elena sabe - piñeiro, claudia - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/elena-sabe_316269

    Elena sabe desnuda a la vez los secretos de sus personajes y las facetas ocultas del autoritarismo ... EL LIBRO NEGRO DE LAS HORAS: GARCÍA SAENZ DE URTURI, ...

  • El rey ante el espejo de Ana Romero

    https://gigalibros.com/el-rey-ante-el-espejo.html

    Esta es la cronica del primer trienio de Felipe VI, que reina en el momento mas convulso de la democracia. Cuatro retos en cuarenta meses: salvar el trono que heredo de su padre, romper con su hermana mas querida, funcionar diez meses sin Gobierno y hacer frente al peligro de la desintegracion de Espana. En la batalla lo acompana la reina Letizia, la primera consorte plebeya de la historia, la experiodista que captura el imaginario colectivo hasta convertirse en una Maria Luisa de Parma contemporanea. Mitos, topicos, prejuicios y fobias rodean a esta mujer hieratica en constante transformacion fisica que libra su propia pelea en una sociedad cada vez mas mediatizada. El nuevo rey se mira en un espejo en el que ve muchas sombras. La de Juan Carlos I, cuyo legado aun fresco se proyecta en una cohabitacion dificil con su hijo. La de algunas mujeres que se quedan en el camino, como la reina Sofia, las infantas Elena y Cristina o Corinna. La de un personaje oscuro, el excomisario Jose Manuel Villarejo, que busca un tesoro en la carrona real. Hay intrigas y traiciones, desgarros y aciertos en este relato shakespeariano en el que late la hipersensibilidad emocional que rodea a Felipe VI, el primer rey constitucional de nuestra historia, un hombre frio y obstinado que quiere preservar la Corona para su hija Leonor tanto como su propia esposa. A diferencia de su bisabuelo, su abuelo y su padre, este rey esta decidido a no renunciar nunca al trono de Espana.

  • Haz que te ame de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/haz-que-te-ame.html

    Catreen es una chica moderna del siglo XXI hasta que un sueno la catapulta hasta la Escocia del siglo IX en una mision absurda que ella no llega a entender del todo. Enamorar a Callen McAffe.

  • Casa Cacao de Ignacio Medina , Jordi Roca

    https://gigalibros.com/casa-cacao.html

    Jordi Roca comenzo trabajando con chocolates de distintos origenes y preparados de formas muy diferentes en sus elaboraciones. Hasta que decidio dar un paso mas y empezar un nuevo proceso creativo a partir del redescubrimiento del cacao. La experimentacion le llevo a afrontar un recorrido a traves de la historia del chocolate, que le ha transportado al lugar de origen del cacao, en la selva amazonica.

  • Amor de amigos de Sophie Kiss

    https://gigalibros.com/amor-de-amigos.html

    Ronnie es un chico moreno y el mas codiciado de Nueva York. Es un multimillonario, de buen corazon, amable, carinoso, tierno. Podria tener todo lo que quisiera excepto a Clarie; una dulce chica que le robo el corazon desde el primer momento que la vio. Ronnie siempre quiso algo mas con ella desde que son jovenes, pero para Clarie son solo buenos amigos. Un dia se alejaron cuando Clarie se hace novia del tipico chico malo, se van de la ciudad por anos hasta que una inesperada llamada los volvera a juntar otra vez despues de muchos anos.

  • El papa multimillonario y la ninera de Mia Ford

    https://gigalibros.com/el-papa-multimillonario-y-la-ninera.html

    Aparque en el garaje, me di cuenta de que mi marido Sean estaba en casa y sonrei. Ultimamente trabajaba tanto en su empresa de arquitectura que parecia que no nos veiamos nunca, pero me decia a mi misma que eso nos ayudaba a vivir en esta preciosa casa en la mejor zona de Boston y lo dejaba pasar. Me mire en el espejo y me humedeci el brillo de labios tras retirar mis rizos negros con una mano. De un salto, entre en la espaciosa cocina y grite su nombre. --?Sean? --No hubo respuesta, y mire un momento a mi alrededor, preguntandome si estaria en su despacho. Yo trabajaba en la guarderia de un hospital, atendiendo a los ninos que estaban ingresados, y ese dia me habian dejado irme antes de tiempo como agradecimiento por haber trabajado horas extra. Todavia no tenia hijos, asi que intentaba ayudar a los que si los tenian, ya que disfrutaba cada momento de mi trabajo. Me moria de ganas por empezar a intentar tener un bebe a los veintitres anos, pero Sean parecia querer esperar. Deje caer mi bolso sobre la encimera y me dirigi hacia las escaleras que llevaban a mi habitacion. Iba a ver si estaba Sean, y si estaba ocupado, siempre me quedaba la enorme banera del bano del dormitorio principal para relajarme un rato. Estaba subiendo las escaleras y me dirigia a mi habitacion cuando escuche algo procedente del despacho situado en el extremo opuesto del pasillo. Me lami el brillo de mis labios carnosos con nerviosismo mientras giraba a la izquierda para caminar hacia la intimidante puerta cerrada. Gire el pomo lentamente, abri la puerta de un empujon y vi a Sean mientras se follaba a una mujer rubia que parecia al menos cinco anos mas joven que yo en el futon que el habia querido tener alli. Se suponia que era para descansar de estar tanto tiempo sentado en su escritorio mientras trabajaba, aunque ahora sabia la verdad. --Supongo que deberia alegrarme porque no esteis en nuestra cama. --Mi voz era extranamente calmada, aunque sentia que mi vida se desmoronaba ante mis ojos. Sean dio un salto, apartandose de la chica mientras me miraba con ojos sorprendidos, revelando que esa chica era efectivamente joven. No adolescente, pero quizas en los primeros anos de la universidad. Sean tenia treinta y cinco anos, una edad en la que uno pensaria que ya habia superado esta etapa de su vida. Llevabamos dos anos casados y yo creia que eramos felices. Estaba muy equivocada, y senti la rabia dentro de mis venas mientras me di la vuelta para salir de la habitacion. Sabia que Sean y yo habiamos terminado, ya que no habia manera de que pudiera perdonarle por esto, y mucho menos de que actuara como una esposa para el. Mi mente divagaba mientras me preguntaba que iba a hacer. Sean me mantenia bien, y la guarderia era simplemente un trabajo voluntario para mi, ya que me dijo que no queria que trabajara cuando nos casaramos. No termine el colegio porque era joven y tonta, y en cambio elegi empezar una relacion tumultuosa con un chico malo porque era atractivo y excitante. Era una pena que lo interesante a menudo significara criminal y abusivo, por lo que me tranquilizo el hecho de haber salido viva de la relacion y sin ser arrestada por nada de lo que hizo Brad. Entonces tenia diecisiete anos y me contuve hasta que conoci a Sean, que estaba asentado y estable. Lo consideraba aburrido en algunos aspectos, pero, sin embargo, Sean me trataba bien y me prometio un buen futuro. Nos casamos cuando yo acababa de cumplir veintiun anos. Estaba feliz y muy ilusionada con mi futuro, que seria diferente al que habria vivido con Brad. Mis padres estaban encantados y vinieron desde Mendocino para asistir a la boda, seguros de que habia encontrado al hombre perfecto para mi. Que equivocados estabamos todos. Entre en la cocina y saque el vino de la nevera, mirando el vicio que utilizaba para relajarme por la noche antes de acostarme. Justo entonces, lo abri y di un gran trago para intentar calmar mi mente y ordenar mis aceleradas emociones. Imbecil. Sean estaba con esa perra estas noches cuando yo creia que estaba trabajando. Estos pensamientos me hicieron beber otro gran trago. --Celia, no crei que estuvieras en casa --dijo Sean mientras yo respiraba lenta y controladamente. --Obviamente. ?Cuanto tiempo lleva esto? --pregunte mientras me giraba para mirarlo, observando su pelo castano oscuro y sus preciosos ojos azules. Ahora parecian arrepentidos, y entrecerre los mios marrones. --Seis meses. La conoci en un hotel cuando tenia una reunion con un cliente para un nuevo proyecto, y las cosas simplemente sucedieron --dijo Sean mientras miraba al suelo--. Se mudo aqui hace unos tres meses. --?Se mudo aqui? Vaya… ?cuando pensabas contarme esta nueva parte de tu vida? --pregunte mientras me miraba fijamente durante un momento. --Pronto. Celia, estoy enamorado de ella. Queremos estar juntos. --Habia bebido mas vino antes de dejar la botella sobre la encimera de granito--. Quiero la casa. --Puedes vivir en cualquier parte, Sean. Tienes un trabajo. ?Recuerdas cuando me dijiste que no querias que trabajara? -- pregunte mientras las lagrimas de rabia resbalaban por mis mejillas. --A Brittany le encanta la casa --me dijo mientras yo cogia el vino y lo lanzaba hacia el, encontrando gracioso el hecho de que se estrellara contra la pared color mostaza que habia a su lado--. Jesus, Celia. --Me vas a pagar un hotel hasta que se me ocurra algo --le dije mientras pasaba junto a el para ir al dormitorio a recoger algunas cosas.

  • El rey de las sombras de Fernando Moreno Espinosa

    https://gigalibros.com/el-rey-de-las-sombras.html

    Ernesto Buendia e Hipolito Prieto son dos ninos de doce anos que sufriran la tragedia de vivir en primera persona la Guerra Civil. Lora del Rio vera como sus juegos infantiles son transformados en poco mas de un mes, convirtiendose en una espiral de odio y violencia.

  • Contactos obsesivos (Las Cronicas de Krinar 2) de Anna Zaires

    https://gigalibros.com/contactos-obsesivos-las-cronicas-de-krinar-2.html

    En Lenkarda, la principal colonia krinar de la Tierra, Mia se encuentra totalmente a merced de Korum. Sin forma de salir de alli ni idea alguna de como manejar ni la mas simple de las tecnologias de los krinar, no tiene mas eleccion que confiar en el K que la ha llevado hasta alli, el amante a quien ella ha traicionado.

  • A un beso de perderte de Raquel Mingo

    https://gigalibros.com/a-un-beso-de-perderte.html

  • Homo Deus de Yuval Noah Harari

    https://gigalibros.com/homo-deus.html

  • Cuando encuentres el amor verdadero de Mara Brent

    https://gigalibros.com/cuando-encuentres-el-amor-verdadero.html

    Ana tiene 22 anos y vive con su padre, su hermano y Carmen, una cocinera que es casi como su madre. Desde muy joven ha tenido que hacerse cargo de la casa familiar, cuyos gastos casi no pueden afrontar ya que estan al borde de la ruina.
    Su unica ilusion es Roberto, su mejor amigo junto con Paula y de quien esta enamorada. Pero sera traicionada por ambos.
    “asi que aunque yo le gustase mas que Paula era su ambicion la que elegia”
    Su vida cambiara radicalmente y encontrara el amor verdadero, pero la traicion y los celos empanaran su felicidad.
    Este libro trata de una historia de amor actual, y de los vaivenes a los que se enfrenta la relacion.
    El unico detalle autobiografico, aunque parezca increible, es el de la nina que mete los pies en el estanque (yo en Barcelona, visitando a una tia).
    Inicialmente publique un eBook con la primera parte (la mitad aproximadamente), y ahora en el libro y en el eBook he aunado las dos partes.
    Espero que os guste,

  • Su ultimo deseo de Joan Didion

    https://gigalibros.com/su-ultimo-deseo.html

    Un oscuro y enigmatico thriller sobre los complots y conspiraciones de la Guerra Fria de la mano de Joan Didion, una de las narradoras mas lucidas de las letras norteamericanas.

  • Antes de que digas te quiero de Victoria Vilchez

    https://gigalibros.com/antes-de-que-digas-te-quiero.html

    Lucia no habia vuelto a pensar en Asher, el vecino que le robo su primer beso cuando vivia en Londres con su familia, pero cuando viaja hasta alli para visitar a sus padres y se lo encuentra frente a su antigua casa, los recuerdos no tardan en regresar.
    Sin embargo, Lucia va a darse cuenta muy pronto de que Asher oculta mucho mas de lo que muestra, y que puede que no quede nada del chico timido y de mirada triste que conocio tiempo atras.
    Entre canciones y cuentos de hadas, ambos se veran arrastrados por una complicidad que creian olvidada y por mas pasion de la jamas hayan llegado a sentir por nadie.
    Pero, en ocasiones, volver al pasado trae consigo recuerdos demasiado dolorosos. ?Quien se arriesgaria a enamorarse si todo lo que te ha traido el amor hasta ahora ha sido sufrimiento?

  • Nudo de alacranes de Eloy Urroz

    https://gigalibros.com/nudo-de-alacranes.html

    <>

  • Todo el amor se me acabo en suspiros de Kristell Alvarez S

    https://gigalibros.com/todo-el-amor-se-me-acabo-en-suspiros.html

    Alicia esta con casi un pie en el altar, eligiendo los ultimos detalles de su boda sonada, cuando su prometido le confiesa que se ha casado con otra mujer, la cual espera un hijo de el. El mundo se desmorona ante ella. Todos sus suenos se ven destruidos de golpe y porrazo. Ahora debe enfrentar no solo la desilusion de saberse traicionada, sino tambien debe hacerse cargo del engorroso trabajo de deshacer una boda y avisar a los invitados. Y es en medio de este dificil trance que conoce a Frenando, un presuntuoso abogado que llega a su vida a tirar por la borda su estoica decision de no volverse a enamorar. A su lado vive un torrido romance que viaja a la velocidad de la luz, ?sera el indicado o terminara por romperle tambien el corazon?… Rodrigo, su mejor amigo, esta completamente convencido de que un amor tan acelerado terminara por romperle el corazon, pero ella cree que a pesar de quedarse sin suspiros de tanto llorar, su corazon es aun capaz de vivir un gran amor. ?Quien tendra la razon?

  • La Cara Oculta De La Luna de Claudia Cardozo

    https://gigalibros.com/la-cara-oculta-de-la-luna.html

    Surrey, Inglaterra. 1880 Eleanor nunca podria olvidar la ultima vez que tuvo frente a si a James Haversham. Ella tenia doce anos y hasta entonces jamas habia visto a un hombre llorar. No que el pobre caballero se encontrara sollozando a lagrima viva; ni siquiera hubiera podido decir que pareciera hundido por el dolor. En realidad, y la idea en si le parecio tan triste como perturbadora, el discreto llanto del senor Haversham parecia mas bien nacido de la ira y el despecho. Pero en esa epoca Eleanor era solo una nina y su sensibilidad, aunque pronunciada, no era capaz aun de captar esa clase de matices y comprenderlos a cabalidad. Lo unico que tenia claro era que el senor Haversham, ese caballero a quien conocia desde hacia solo unas semanas y que le resultaba tan agradable, se encontraba en ese momento sumido por la pena. Hubiera deseado consolarlo de alguna forma, decirle cualquier cosa que le hiciera sentir mejor. El problema era que ella ni siquiera deberia encontrarse alli y haberlo visto en semejante situacion. Desde luego, todo ese enredo tenia un claro culpable. Una culpable en realidad. Cecily. Siempre era culpa de Cecily. Si su prima aprendiera a comportarse como la joven bien criada que supuestamente era, habrian podido evitar todo ese enredo. Cuando Eleanor la vio salir apresurada de la casa supo que debia de estar planeando algo. Lo mas sensato por su parte hubiera sido hacer como si no la hubiera visto, la experiencia le habia ensenado que era lo mas inteligente para evitar involucrarse en sus problemas; pero ella solo era una nina curiosa en aquella epoca, su tia decia con frecuencia que estaba lejos de ser sensata y le basto con advertir que el senor Haversham tomaba el mismo camino que Cecily para que sus pies empezaran a moverse como si tuvieran vida propia. Mientras recorria el breve trecho entre las cocinas y el establo, donde adivino de inmediato que debian de haberse citado, recordo esas charlas oidas a hurtadillas entre la cocinera y el ama de llaves cuando pensaban que nadie les prestaba atencion. Segun ellas, la senorita Cecily parecia haber caido hechizada por el encanto del nuevo amigo de su hermano y era posible que el senor Haversham consiguiera arrancarle una promesa antes de volver a Oxford. A Eleanor eso le parecia una lastima porque consideraba a aquel joven demasiado agradable para su prima, pero se cuido de decirlo, y no solo porque de hacerlo habria sido descubierta escuchando, sino porque tambien estaba acostumbrada a cuidarse de decir lo que pensaba acerca del comportamiento de Cecily. De cualquier forma, su prima apenas acababa de cumplir dieciseis anos y el senor Haversham no podia haber llegado a los veinte, asi que supuso que un compromiso no era del todo inminente. A lo sumo, quiza, el joven lograra que ella consintiera en mantener correspondencia y que fuera recibido en una proxima visita. Eso si que le parecia una buena noticia, se dijo Eleanor segun daba un rodeo al establo antes de entrar: el senor Haversham era bastante simpatico y, excepto por su primo Gabriel, la unica persona a quien conocia que la trataba con sincera estima. Le gustaria volver a verlo y si para ello era necesario que contrajera algun tipo de relacion con Cecily, bueno, suponia que no seria algo tan terrible siempre y cuando fuera fugaz. El establo era uno de sus lugares favoritos de la propiedad de sus tios. No solo porque amaba a los caballos y pocas cosas le divertian mas que escabullirse alli para admirarlos, sino tambien porque lo consideraba una suerte de refugio en el que podia dar rienda suelta a su imaginacion. El ritmo de la vida parecia perder velocidad cuando conseguia dejar la casa atras y se internaba en su interior. Su cuaderno de notas, un rincon silencioso y el viento que se colaba entre las rendijas de madera: eso era todo lo que necesitaba para sentirse feliz. Eleanor sabia bien por donde debia entrar si no deseaba ser vista; estaba acostumbrada a ello, asi como a subir una escalerilla que llevaba a un altillo que los caballerizos usaban para almacenar el heno y para tomar algunas siestas durante el dia. Ella lo usaba tambien, aunque no para dormir, sino para disfrutar de algo de privacidad cuando trabajaba en sus historias. En ese momento, ademas, comprendio en tanto andaba de puntillas y subia los peldanos con los ojos entrecerrados y rogando por no hacer demasiado ruido, que le daria tambien una posicion estupenda para saber en que nuevo enredo se habia metido Cecily. No sintio demasiados escrupulos en tanto se acomodaba boca abajo sobre el suelo de madera cubierto por paja o mientras agachaba la cabeza hasta que su menton rozo el borde del altillo; sentia demasiada curiosidad para ello. No tuvo que esperar demasiado; cuando llego, su prima ya estaba alli, pero se cuido mucho de que no advirtiera su presencia mientras se movia a sus espaldas. La joven, ademas, lucia muy inquieta, consciente de lo riesgoso de su accionar; se habia quedado de pie bajo el dintel de la entrada con todo el cuerpo oculto en las sombras del interior atisbando a las afueras; Eleanor pudo moverse a su antojo sin llamar su atencion. Su tia Margaret decia con frecuencia que la pequena Ellie, como la llamaban en casa, se movia con la suavidad de un gato de puerto al que era imposible seguir la pista, lo que, si bien dudaba de que fuera dicho como un halago, a ella le complacia mucho. En los escasos minutos en que espero a la llegada del otro convidado a la cita secreta, se permitio admirar el perfil de su prima, algo que hacia con cierta regularidad, aunque odiara reconocerlo. <>, se dijo con un suspiro de enojo. Tal vez Cecily fuera egoista y un tanto odiosa, pero era tambien muy bella. Con su cutis impoluto, su sedoso cabello rubio y los que todos en la familia llamaban unos rasgos perfectos, era imposible que no llamara la atencion. Y ella lo sabia porque habia sido criada para obtener el mejor partido a esos atributos. Eso explicaba la fascinacion que desperto en el senor Haversham tan pronto como la conocio, lo mismo que habia ocurrido con otros antes que el. La diferencia, cavilo Eleanor replegandose en su escondite al oir unos pasos acercandose, era que por primera vez Cecily parecia interesada en alguien que no fuera ella misma. Desde luego, considerando de quien se trataba el hombre que despertaba ese interes, Eleanor no podia culparla. El senor Haversham arribo al establo moviendose con el mismo cuidado que habia mostrado Cecily antes que el, pero no fue de inmediato hacia ella, sino que se mantuvo un momento en la entrada sin dar visos de la impaciencia que Eleanor no dudaba que debia de sentir. Tal y como habia hecho con su prima, aprovecho ese momento de inmovilidad para inspeccionarlo y no pudo evitar esbozar una sonrisa al reparar una vez mas en su rostro atractivo, el cabello oscuro que peinaba sobre la frente y el aire gallardo que a sus ojos sobresalia incluso en la semioscuridad. El seria un estupendo heroe romantico, considero no por primera vez, lamentandose de no poseer aun la habilidad para plasmarlo en el papel. Pero algun dia, se prometio, cuando se sintiera lista para ello, escribiria una historia inspirada en aquel joven. --?Por que ha tardado tanto? ?Nadie lo ha visto? Las preguntas de Cecily, hechas en un tono ansioso que no altero en absoluto su voz musical, la obligaron a dejar sus ensonaciones y a mirar con mayor atencion por encima de la buhardilla. Finalmente habia sido ella quien se acerco al senor Haversham y Eleanor advirtio que posaba una mano sobre su brazo en un movimiento delicado. Eleanor habia perdido la cuenta de las veces en que habia escuchado a la tia Margaret adiestrando a su hija respecto a la forma mas apropiada de acercarse a un caballero e incluso tocarlo si las circunstancias lo permitian, todo ello con exquisito cuidado de mantener el aire ingenuo y angelical que, en su opinion, era su mayor atributo. No pudo oir la respuesta del senor Haversham porque el tomo una de las manos de Cecily entre las suyas y se inclino hacia ella para susurrar algo a su oido. Lo que hubiera dicho, sin embargo, consiguio que ella se ruborizara y Eleanor fruncio el ceno, intrigada. La verdad era que hacian una hermosa pareja, sin duda; el tan alto, con hombros anchos y las facciones afiladas, al lado de ella, espigada como un junco con formas delicadas y el rostro tan lozano como una rosa. Algunas personas decian que Eleanor era una version mas joven y un tanto oscura de su prima, que con el tiempo sus rasgos infantiles ganarian en belleza, pero ella sabia que eso no era del todo cierto ni queria que lo fuera; la apariencia de Cecily, aunque impresionante, le parecia un tanto simplona y ordinaria, pero no le extranaba que resultara tan fascinante para quienes no conocian su interior. Detuvo sus pensamientos respecto a lo que podria esperar de su futuro y que tanto se pareceria a su prima segun creciera al advertir que el senor Haversham acercaba el rostro al de Cecily, buscando sus labios, y estuvo a punto de girar el cuello para evitar ver lo que ocurria, pero una extrana fascinacion parecio hacerla presa de los movimientos de esas dos personas que permanecian ignorantes de su presencia. Espero que su prima se retirara, que hiciera algun gesto para apartarlo porque supuso que eso era lo que una jovencita debia hacer en una situacion como aquella, pero ahogo un jadeo al advertir que ella entreabria los labios y se ponia de puntillas para posar una mano sobre la linea de piel entre el cabello y el cuello de la chaqueta de caza del joven. El beso no pudo durar mas de unos cuantos segundos, pero a Eleanor le parecio como si hubieran pasado horas hasta que el senor Haversham se aparto para luego acariciar su rostro en un gesto cargado de algo que no supo definir, pero que le inspiro un irreprimible deseo de llorar. Cecily, en tanto, respiraba como si acabara de correr y lo veia con los ojos brillantes; Eleanor no podia recordar haberla visto antes mirar a alguien con el mismo anhelo como no fuera a su propio reflejo. --?Tiene que irse? Han sido solo dos semanas; seguro que puede quedarse un poco mas... Eleanor afilo el oido, ladeando el rostro para oir la respuesta al ruego hecho por su prima y esta vez si que alcanzo a escuchar la respuesta del senor Haversham: --Es imposible --explico el, oyendose tan decepcionado como la joven --. No puedo dilatar mi regreso; es mas importante que nunca que cumpla con mis responsabilidades. Usted debe entenderlo mejor que nadie. Eleanor hizo un mohin al comprender lo que deseaba implicar, pero advirtio que a Cecily le tomo un poco mas de tiempo hacerlo; lo supo por su ceno fruncido que revelaba su confusion y que no se relajo hasta que cayo en la cuenta de todo lo que esa frase significaba para el. --No deberia... Fue dificil, pero Eleanor consiguio contener el impulso de emitir un bufido burlon al ver la forma en que su prima batia las pestanas y desviaba la mirada para simular una timidez que sin duda no sentia. El senor Haversham, sin embargo, no parecio advertirlo, porque tomo su mano con mayor impetu y la llevo a su pecho. --Debo. Desde luego que debo decirlo porque es importante que usted lo sepa --dijo el con una voz apasionada que a Eleanor le provoco un extrano cosquilleo en la nuca--. Estoy seguro de que no es una sorpresa para usted. Despues de todo el tiempo que hemos pasado juntos... Hasta donde Eleanor sabia, el tiempo que el mencionaba no habia sido tanto, en absoluto lo suficiente para que el joven pudiera hacerse una idea clara del caracter y las motivaciones de Cecily, pero era obvio que eso a el no le importaba del todo. La cocinera lo habia llamado <>, pero ella no estaba segura de entender a que se referia ni podia preguntarlo porque en primer lugar ni siquiera deberia haberlo oido. Ahora, no obstante, observo a Haversham prestando mayor atencion a la forma en que veia a su prima y comprendio que su mirada parecia limitada a esa figura preciosa que tenia ante el y por completo incapaz de ver lo que estaba mas alla de ese bonito exterior. Segun Gabriel, su amigo era uno de los hombres mas listos que habia conocido y Eleanor podia dar fe de ello tan solo tras haberlo tratado un par de semanas, pero estaba claro que ese <> podia enceguecer a cualquiera. --Cecily, necesito que prometa que esperara por mi --continuo el ante el silencio de la joven. Eleanor fruncio el ceno ante el ardoroso pedido y noto que Cecily hacia otro tanto, mostrandose indecisa por primera vez desde su llegada. --?Esperar? --repitio ella, y Eleanor capto la duda en su voz--. ?Esperar a que? El senor Haversham no debio de advertir esa vacilacion de inmediato porque esbozo una sonrisa y mantuvo sus manos firmemente unidas. --Ya se lo he dicho. Por mi. Por ambos --aclaro el--. No sera sencillo, y tal vez tome tiempo, pero le prometo que valdra la pena. Tan pronto como termine en Oxford iniciare mi viaje y una vez que haya asegurado mi futuro volvere a Inglaterra. Eleanor aprovecho el silencio de su prima para rebuscar en su memoria lo que Gabriel le habia contado de su amigo. Aunque el senor Haversham habia sido encantador con ella, la verdad era que no conto mucho acerca de si mismo en las ocasiones en que compartieron un poco de tiempo, lo que no dejaba de tener logica, claro. ?Por que confiaria sus mas intimos deseos a una nina que solo inspiraba en el ternura y una buena cuota de compasion? Pero Gabriel nunca fue tan discreto y le habia contado que Haversham era el segundo hijo de un vizconde de origen irlandes y que su familia, aunque antigua y con unos blasones irreprochables, distaba de ser rica. Meramente acomodados, fue el termino que uso recordandole un poco a su madre, para su disgusto. Segun el, James, como lo llamaba, era tan inteligente y ambicioso que dudaba de que fuera a conformarse con las circunstancias en las que lo habia puesto la vida. Tenia familiares en America y su mayor anhelo era culminar sus estudios en Oxford para viajar alli y forjarse su propio futuro; uno mucho mas acorde con sus deseos. Todo ello paso por la mente de la chiquilla en unos cuantos segundos y comprendio que era eso lo que el senor Haversham pedia a su prima; que tuviera paciencia y confiara en el lo suficiente para esperar a su regreso. El no tenia como saber, sin embargo, que Cecily ni era paciente ni entregaria jamas su confianza a alguien basada tan solo en una promesa, por mucho que se sintiera atraida por ese alguien. Pero Eleanor si lo sabia y por eso no le extrano comprobar que de pronto ella se veia algo menos entusiasmada de lo que se habia mostrado hasta entonces y que daba un paso hacia atras para poner cierta distancia entre ambos. Ese gesto si que parecio ser lo bastante significativo para que Haversham lo advirtiera porque fruncio el ceno y la observo con extraneza. --?Cecily? La joven sacudio la cabeza de un lado para otro y sujeto una mano contra la otra con la mirada puesta en un punto sobre su hombro como si se supiera incapaz de verlo a los ojos. --Soy muy joven para adquirir un compromiso como el que me pide, mi madre jamas lo consentiria --musito ella simulando una pena que, Eleanor supo, no era del todo fingida; en verdad lo lamentaba--. Ademas, sere presentada en la corte la proxima temporada y no se lo que ocurrira entonces. Tal vez... --Tal vez conozca a alguien mas --culmino el por ella en un tono grave y carente del ardor que habia mostrado hasta entonces--. Alguien mas conveniente. Eleanor hubiera deseado cubrirse los ojos con las manos para no ver la profunda decepcion en cada uno de sus gestos, pero fue incapaz de hacerlo. El deseo de no perderse ni un instante de lo que ocurria parecio ser mas fuerte que ella y se sintio un poco avergonzada por ello. --Espero que no me juzgue. Han sido unos dias deliciosos y confio en que podamos vernos nuevamente... --?Para que? --Haversham interrumpio las palabras de Cecily una vez mas, ahora con mayor aplomo y evidente indignacion--. ?Con que objeto podria desear verme una vez mas, Cecily? ?Por que querria verla de nuevo luego de conocer sus verdaderos sentimientos? La joven exhalo un suspiro que revelaba su enojo y frustracion y levanto el rostro para verlo con ojos brillantes. Eleanor supo sin asomo de duda que eran lagrimas de rabia por lo que hubiera deseado y que sabia que no podia poseer. --?Sentimientos? --repitio ella--. ?Que tienen que ver los sentimientos con esto? --?Que que tienen...? !Todo! --Haversham no parecia poder creer lo que oia--. Le he abierto mi corazon con la esperanza de ser correspondido, pero ahora veo que era un deseo ridiculo. Es evidente que usted no siente lo mismo por mi; de hacerlo, no habria vacilado en asegurar que esperaria a mi regreso. Cecily emitio una risa seca y carente de gracia, y Eleanor sintio que se le erizaban los vellos del brazo; la conocia lo suficiente para saber que su propia frustracion estaba a punto de orillarla a decir algo hiriente y hubiera deseado tener el valor para descubrirse y bajar corriendo para evitar que dijera cualquier cosa que pudiera lastimar mas al hombre que se encontraba frente a ella y que parecia aun demasiado inocente para entender a lo que se enfrentaba. Una vez mas, sin embargo, se vio imposibilitada de mover un solo musculo; tenia demasiado miedo de lo que diria su tia si se enteraba de esa travesura. --Es usted un iluso. Mezcla sentimientos y esperanza con la realidad -- espeto la joven y su hermoso rostro se vio deformado por el desprecio--. ?Cree que arriesgaria todo lo que puedo obtener por unos cuantos besos y una promesa? Usted podria morir, no regresar nunca, y entonces yo habre perdido la oportunidad de ser feliz. Haversham se llevo una mano a la nuca y una mueca de desagrado reemplazo el sufrimiento que habia mostrado hasta entonces. A Eleanor le parecio que finalmente parecia consciente de lo que ocurria y supuso que ese gesto era al fin y al cabo una muestra de lo que pensaba de Cecily y sus principios. --Bueno, tal vez no muera. Tal vez si regrese, pero es posible que lo haga siendo tan pobre como lo soy ahora --comento el con una voz que restallo en el espacio como un latigo--. Esa, supongo, seria una desgracia aun mas penosa para usted que mi muerte, ?verdad? Es eso lo que la atormenta: la ausencia de dinero y poder. Puedo verlo ahora.

  • Nuestro destino (Destino 2) de Raquel Diaz

    https://gigalibros.com/nuestro-destino-destino-2.html

    Cuantas veces esta permitido equivocarse?
    Cristian ha cometido un gran error. Se marcho buscando respuestas, desesperado por encontrarse y por descubrir quien es realmente el amor de su vida, arriesgandose a perderlo.
    Catalina no esta dispuesta a sufrir mas, prefiere alejarse de todo y volver a recuperar esa coraza que la aleja del dolor.
    Dos personas que se encuentran en un determinado momento, que se despiertan el alma y que de repente se pierden.
    El intentara recuperarla a toda costa, pero ella no se dejara convencer tan facilmente.
    Un amor renido y peleado, un amor dispuesto a todo, un amor incapaz de atender a razones.
    Y es que, cuando el destino juega sus propias cartas ?que pueden hacer? Unicamente... Dejarse llevar.

  • Cuidado con las curvas (Escenas extras) de Maleja Arenas

    https://gigalibros.com/cuidado-con-las-curvas-escenas-extras.html

    --Manuela, mira este desastre --gruno. Boris a ha dormido sobre mi traje para la reunion que tengo dentro de una hora. Esta cubierto de pelos y no alcanzare a quitarlos todos y llegar a tiempo. --!Boris! Tu, pequeno bribon. !Ven aqui! --grita Manuela. La veo perseguir al gato por todo el apartamento. Lo alcanza por fin, cuando intenta escabullirse por la ventana--. Te he dicho mil veces que la ropa de papa se respeta. Voy a quitarte los bocadillos por dos semanas, ?me entiendes? Miau dice Boris, me mira y juro que cuando lo hace me da esas miradas de "eres un bocon". Es espeluznante. --Lo siento chico, mama exagero. Te dare los bocadillos si no vuelves a meterte entre mi ropa. Miau. --No me desautorices frente al nino --grune Manu. Se para frente a mi y tapa los odios de Boris--. Se supone que si yo doy un castigo, tu me apoyas. Hay que ponernos de acuerdo en su educacion. --?Eres consciente de que es un gato del que hablamos? --Es Boris. --Se encoje de hombros. La observo en blanco--. Este chico es mas inteligente que cualquier otro animal en el mundo. El cree que es un nino. --Porque tu le has hecho creer eso. --Camino hasta la cocina y tomo uno de los bocadillos que Manuela guarda para el. Boris los ve y empieza a retorcerse en los brazos de Manu. --?Que estas haciendo? Te dije que no me desobedecieras. --Voy a entrenarlo --digo con confianza. Manuela resopla y me fulmina con la mirada. --Buena suerte con eso. --Deja a Boris en el suelo y camina hacia la habitacion. --A ver amigo. ?Ves esto? --Senalo el bocadillo--. Si no vuelves a dormir encima de esto --Senalo mi traje--, te seguire dando de comer. Miau. --Eres un chico listo --apremio. Le doy la comida y voy hacia el bano para limpiarme y terminar de organizarme. Dejo el traje lleno de pelos encima de la cama y saco otro. Me ducho rapidamente y me aplico desodorante. Cepillos mis dientes y uso mis boxer. Salgo de la habitacion y me detengo a medio camino. --!Boris! --bramo. El peludo solo levanta la cabeza, su mirada perezosa en mi--. Te dije que no te acostaras encima de mi ropa. Miau. --Mierda, ahora este traje esta lleno de pelos tambien. --Eso te pasa por calabaza. Te lo dije. --Se burla Manuela. Entra en la habitacion con una taza de cafe. --Le dije que no se acostara en mis trajes y le di el bocadillo cuando contesto. --Tu le dijiste que no se acostara en ese traje --Senala el primero. Miau, el traidor la apoya--, pero nunca le dijiste que en ese tampoco. --Senala el nuevo traje. --Le senale ese porque era el que estaba a mano --farfullo. --Bueno, la proxima vez se mas especifico. ?Verdad bebe? Ese papa no sabe nada sobre educar hijos. --Sonrie y niega con la cabeza. Miau. --!Traidor! --Ahora debo alistar otro traje y lo mas probable es que llegue tarde a mi reunion. La ninera esta loca Manuela --Te digo que va a estar bien. --Es la tercera vez que David me dice lo mismo. Pero simplemente no puedo quedarme tranquila. --Es todo el fin de semana. Nunca me he alejado de el tanto tiempo. ?Y si se enferma de depresion? --Manuela, es un gato. --!Es mi nino! --refunfuno. --Nena, no te preocupes. Daniela es la mejor ninera gatuna de la ciudad. Ella va a cuidarlo bien, se divertiran y veras que cuando regresemos, todo sera igual que siempre. --Voy a extranarlo. --Yo tambien. Ahora vamos, que mis padres nos estan esperando en el aeropuerto. Suspiro y me dejo arrastrar por David. Este fin de semana iremos a Cartagena para descansar un rato. David tiene unos dias de vacaciones, asi que los aprovecharemos en la playa, sol y arena. --Dios, estoy tan cansada. Quiero ir a dormir ya. --A pesar del vuelo, vengo hecha nada. Quiero llegar a mi cama y dormir por horas. Me diverti demasiado en Cartagena, hicimos de todo y si, hubo sexo en la playa !Yeah! --?Estoy invitado a tu siesta? --pregunta. Sus brazos me atrapan desde atras y me lleva hacia su pecho. Puedo sentir su excitacion en mi trasero. --Tu no necesitas invitacion --susurro seductoramente. Pasa su nariz por mi cuello e inhala. Grune cuando presiono con fuerza mis caderas hacia atras. --Sera mejor que te detengas o te tomare en el pasillo de tu edificio, y la verdad no quiero que nadie escuche cuan bien se siente estar juntos. --Que bueno que ya estamos en casa --acoto. Abro la puerta de mi casa y un horrible olor a humo nos recibe. --?Que paso aqui? --exclama David preocupado. Entramos agitados al lugar. Lo primero que veo es muchas velas de incienso y esas mierdas, la silueta de una mujer arrodillada en el piso reverenciando algo que se encuentra en un pequeno e improvisado altar con cojines. --?Boris? --pregunto. Mi pequeno contesta con la voz ahogada. Miau. --?Que demonios te pasa loca? --Me abalanzo hacia mi gato y lo saco de su prision. --!No! --grita Daniela. La golpeo cuando intenta arrebatarme a Boris--. Ese gato esta poseido. Debemos ayudarlo a expulsar los demonios que consumen su alma gatuna. --!Estas loca tipa! --gruno. David viene y me ayuda a controlar a la lucifer del piso. --Ese gato esta poseido. Hay que sacrificarlo --grita. --Alejate de mi bebe, tu loca y estupida demente. --Senorita controlese o llamare a la policia --amenaza David. --Solo quiero ayudarles --musita. Fulmino con la mirada a la loca. El corazoncito de Boris se encuentra realmente acelerado, lo abrazo a mi pecho y le pido perdon por dejarlo con esta loca tanto tiempo. Pobre de mi bebe. La tipeja sigue gritando en la sala, yo me voy hasta el cuarto de mi bebe y lo encuentro vuelto nada. Jadeo. La estupida ha danado sus juguetes. --Es un gato endemoniado, el me habla. !Me habla! --grita la loca. --Llama a la jodida policia, David. O sere yo quien sacrifique a esa perra del infierno. Quince minutos despues, dos oficiales de policia se llevan a una desquiciada Daniela Rengifo. Cuando llamamos a sus padres informaron que con ella todo estaba bien, no entendian que habia sucedido con ella para actuar de esa manera. Una hora mas tarde, nos enteramos que ella presentaba trastorno de psicotico transitorio. La mujer de verdad estaba loca y creia que mi gato le hablaba. --Tenemos que llevarlo al psicologo, David. Mi bebe esta trastornado. --?Te das cuenta que ahora la que suena loca eres tu? Gruno y lo fulmino con la mirada. --Yo no estoy loca. La ninera esta tostada. Jamas contradigas a una mujer ebria. David --No puedo creer esto --susurro. Gonzalo y Samuel rien a mi lado. --Jesucristo, ?se bebieron todo el licor del planeta o que? --pregunta Samuel. --?Que pasa con esas pelucas? --inquiere Gonzalo. --No tengo idea --responde Fernando. Se supone que hoy es la noche de chicas y Manuela con su combo, decidieron venir nuevamente al karaoke, solo que al parecer bebieron mas de lo que cantaron. El propietario nos llamo para informarnos que aunque las chicas estaban divirtiendose, probablemente caerian dormidas en cualquier momento. Y no estaba exagerando. En realidad nos oculto informacion. Divirtiendose no es la palabra, las chicas estan haciendo todo un acto de si mismas. --Quien es ese hombreeeee... que me mira y me desnuda, una fiera inquieta que me da mil vueltas y me hace temblar, pero me hace sentir mujeeeeeerrrrr... --Me encojo ante el chirrido de Manuela en el microfono. --Nadie me lo quitaaaaaa, siempre sere yo su duena, por la que no duermee, por la que se mueeereee, por la que respiraaaaa, aaaa, aaaa, yo soy su mujerrrrrrr. --Y ni que decir de Amelia. Dios, son terribles. ?Como las soportan aqui? --Creo que me sangran los timpanos --susurra Samuel. --Ni me digas, creo que tengo desgarro interno --bromeo. Nos acercamos a las chicas, Teresa, quien ve primero a Gonzalo, se lanza directamente a sus brazos. Fabiola nos sonrie, Fernando toma inmediatamente su lugar al lado de ella y empieza a hablarle al oido. La pelirroja frunce el ceno, niega con la cabeza y se levanta hacia el escenario. Le dice algo al oido a Manuela, sus ojos se vuelven hacia nosotros. Cuando me ve, la mas hermosa sonrisa se dibuja en sus labios. La amo. Me hace un saludo ebrio con la mano, se tambalea y rie en el microfono, incluso su risa de ebria es adorable. --!Amorrrr! Te ves sexy esta noche --grita a todo el mundo--. Senoras, les presento a mi hombreeee... el sexy de camisa azul. ?A que esta bueno, no? --Cada mujer en el lugar se vuelve hacia nosotros y silban--. No se hagan las faciles, perras, es mio. --Palmea su trasero y ahora son los hombres quienes silban--. El es mio y yo soy suya, asi que manitos fuera. !He dicho! !Casi cerrado! --Esta realmente ebria --murmura Gonzalo--. Pero joder si no es divertido. Niego con la cabeza y sonrio. Manuela es otra cosa. --Bien, aqui mi mejor amiga quiere cantar algo. Esto esta dedicado para todos los idiotas, tu no David, tu tampoco Sami, Gonzalo yo creo que tu aplicas y definitivamente tu hermanito... eres un idiota. !Pinchalo DJ! Inmediatamente la melodia suena, todas las mujeres en el club aplauden y vitorean. Manuela es la primera en no caer en la nota. Senala a Fernando y comienza. Ese hombre que tu ves ahi, Que parece tan amable, tan atento y agradable Lo conozco como a mi --Pues es tu hermano tonta --grita Amelia --Callate tonta, estoy inspirandome aqui --grune, perdiendo totalmente la melodia. El publico se parte de risa--. ?Donde quede? --El publico responde cantando tambien--- Oh si. !Pinchalo otra vez DJ! Es un gran necio, un estupido, engreido, Egoista y caprichoso, Un payaso vanidoso, inconsciente y presumido, Falso, malo, rencoroso, Que no tiene corazon. Lleno de celos sin razones ni motivos, Como el viento impetuoso, Pocas veces carinoso, Inseguro de si mismo, Insoportable como amigo, Insufrible como amor. --!Eso! --exclama Fabiola. Procede ella entonces cantar el resto y Manuela solo la acompana en el coro. A pesar de que suenan como dos gallinas viejas cacareando, todos cantan con ellas y se divierten. Bueno, todos excepto Fernando, que fulmina con la mirada a Fabiola. --Creo que ya es suficiente --dice mi cunado con algo mas que irritacion. Se dirige al escenario y trata de alcanzar a Fabiola. Manuela esta tan concentrada en una nota alta, que nos esta desgarrando los oidos, que no se percata de la lucha de su amiga. Manuela Estoy concentrada poniendo todo mi esfuerzo en esta ultima nota de la cancion --Yo entrego todo en mis shows de karaoke--, y de pronto siento que el escenario se tambalea. Abro mis ojos y veo a Fer tratando de agarrar a Fabi. --Oye tu, hermano tarupido, dejala. --Tomo el microfono y le doy en la cabeza a mi hermano--. Acabas de hacerme perder el feeling, !era mi mejor interpretacion de la noche! --Si esa era la mejor, no quiero ni imaginar cual fue la peor --grune David. Todos en el lugar se rien. --Oh, pero mira quien habla, Alejandro Sanz --espeto. David sonrie y viene hacia mi. --Vamos, ya fue suficiente por esta noche. --Pero apenas y hemos bebido --digo. Sin embargo mis traidores zapatos se ponen en mi contra y me hacen tambalearme--. Esa no fui yo, fue la rotacion de la tierra. --!Rata de dos patasssss! Te estoy hablando a tiiii. !Joder acompanenme! --grita en el microfono Fabi. Fer la sostiene pero ella sigue removiendose de su agarre. Mi boca cae abierta, al escucharla maldecir. --?Acaba de maldecir o estoy realmente ebria? --pregunto confundida. --Las dos --dice David--. Vamos, carino. --Pero esa es la cancion de Paquita. Por ley las mujeres no podemos negarnos a ella. --argumento--. Es un himno femenino. Es nuestra obligacion apoyar a una hermana jodida, bueno a Fabi no se la ha jodido mi hermano, pero igual. --!Manuela! --exclama avergonzada Fabi. --?Que? --pregunto. --El microfon, idiota. --Senala mi mano y veo que tengo el microfono cerca de mi boca y todos nos han escuchado. Hay varios partiendose de la risa en sus mesas. --Ups. !Lo siento, babys! Solo por esa metida de patas voy a cantar con todo mi odio la cancion de paquita. --!NOOO! --gritan David, Fer y Gonzalo a la vez. --?Por que? Ya les he dicho, no le lleven la contraria a una ebria. Eso solo hace que hagamos mas rapido las cosas. !Pinchalo DJ! !Tomen esto, putos! --Senalo a la multitud y hago una senal de rock and roll. Rata inmunda Animal rastrero Escoria de la vida Adefesio mal hechoooo...

  • El testamento del Diablo de Mario Escobar

    https://gigalibros.com/el-testamento-del-diablo.html

    En 1917, Europa se desangra por la gran guerra, la Rusia zarista se encuentra al borde del colapso y los servicios secretos alemanes estan dispuestos a colaborar con los comunistas, con tal de desestabilizar a sus enemigos. Los crimenes ocurridos en un apartado monasterio ortodoxo parecen tener relacion con la busqueda de un libro al que todos conocen con el nombre de El testamento del diablo. Las Centurias Negras lo buscan desesperadamente para evitar la caida del zar, pero no son los unicos: el misterioso psiquiatra Carl Gustav Jung, el lider sionista Leo Motzkin, el joven Iosif Stalin y los servicios secretos rusos tambien desean hacerse con el libro. Si Hercules Guzman Fox y sus amigos no se adelantan, Europa puede verse sumida en el peor genocidio de la historia…

  • Proyecto de vida de Victoria Pade

    https://gigalibros.com/proyecto-de-vida.html

    Ellen Gardner no iba a permitir que el fracaso de su matrimonio o ciertas dificultades medicas se interpusieran en su sueno de tener un hijo. Como fiscal, estaba mas que acostumbrada a negociar para conseguir lo que queria. Por eso, cuando necesito la ayuda del medico mas buscado de la ciudad, tampoco dejo que el mal caracter de aquel tipo se interpusiera en su camino.

  • Azul Venezia de Marina G. Torrus

    https://gigalibros.com/azul-venezia.html

  • Ayudame a sentir. Entre sus brazos de Orlando Curtes

    https://gigalibros.com/ayudame-a-sentir-entre-sus-brazos.html

    Ayudame a sentir y Entre sus brazos
    Dos historias diferentes donde luchar por el amor sera el ingrediente comun para unos personajes que pelearan por conservar a la persona correcta en su vida.

  • Hasta que entres en razon 2 de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/hasta-que-entres-en-razon-2.html

    Menuda mierda de puesto habia conseguido. Despues de dejarse las pestanas estudiando acababa en Rainshaw, un pueblo alejado de la mano de Dios en Texas. Es que habia que tener mala suerte. Tenia casi el puesto asegurado en el Monte Sinai para despues de sus practicas y tenia que cagarla al administrarle a un paciente una dosis mas alta de lo recomendado. Bueno, tenia noventa y seis anos, tampoco es que le quedara mucho de vida. Cerro la puerta de la ambulancia de golpe y se puso la correa de su bolsa al hombro grunendo al ver todo el gentio que entraba en el rodeo. Llevaba dos dias alli y todavia se sorprendia a ver a tios con sombreros vaqueros y botas de cowboy. Eso por no hablar de las mujeres. Las jovenes no le llamaban demasiado la atencion, pero las mayores iban vestidas como en los anos veinte. Vestidos de flores por debajo de las rodillas con cuellos de encaje blanco, acompanados de zapatos de cordones. Era como estar en otra dimension. Su enfermera se acerco dandole un chaleco refractario que indicaba que era sanitario. -- ?Cuanto dura esto? --pregunto exasperada. --Depende de cuantos quieran romperse los huesos --contesto Maira antes de darle un codazo mirandola divertida con sus chispeantes ojos castanos--. Animate Carrie, te divertiras. --?Me lo juras? Se echo a reir recogiendose sus rizos rubios en una cola. --Vamos, tampoco es para tanto. Tienes que aclimatarte. --No puedo creer que me hayas convencido para vivir aqui. --Prima... --Somos primas segundas. --Somos parientes, lejanas vale, pero cuando la tia Lisbet hablo con mi madre por telefono despues de la muerte del tio Harry... --No era tio de mi madre. --Cogio la goma del pelo que tenia en la muneca y se lo recogio en un rodete dejando algunos de sus rizos pelirrojos colgando de manera descuidada. --Encima que la avisamos para el funeral. Por cierto, nunca viene a ninguno. --!Sera porque esto queda en el quinto pino! Y no ha vuelto por aqui desde que tenia cinco anos y su padre se mudo a Nueva York. --!Has vuelto a tus raices! Deberias estar orgullosa. Bienvenida a tu hogar. La mataria. De hecho si tuviera un bisturi en la mano se la cargaria sin dudarlo y a la mierda el juramento hipocratico. --Bueno, a lo que ibamos, cuando mi madre interrogo a la tuya sobre como iba todo, como hace siempre, y le dijo la desgracia que te habia ocurrido, no podias pensar que la familia no te ayudaria, ?verdad? Para eso estoy yo aqui. Puso sus preciosos ojos verdes en blanco antes de coger la bolsa y caminar hacia donde se celebraba el rodeo. Su prima corrio colocandose a su lado orgullosa. --Ya veras, aqui vas a ser muy feliz. Somos una gran familia. --De repente vieron las gradas que estaban a rebosar y la cogio de la mano tirando de ella rodeando la arena hasta llegar hasta donde estaban los vaqueros. Maira iba saludando a unos y a otros y le dio otro codazo. La iba a llenar de morados. --Mira, ahi estan los Brenner. Son los favoritos. --Pues que bien. --Saco su movil revisando si habia recibido una llamada milagrosa que la devolviera a la civilizacion, pero solo tenia un mensaje de su madre preguntandole si se habia instalado. Si, mama. Me he instalado, ya estoy trabajando y esto es el paraiso, contesto no queriendo preocuparla. --Tu te lo pierdes. Son de lo mejorcito que hay por aqui --dijo como una salida. Levanto la vista del telefono al ver que miraba algo tras ella con una sonrisa seductora en la cara y se volvio para ver a dos tios morenos hablando tranquilamente. Hizo una mueca porque no estaban nada mal, de hecho estaban para comerselos tan morenos y llenos de musculos, pero no es que la impresionaran demasiado. Se volvio para seguir escribiendo al telefono y su prima la miro asombrada. --?No te gustan? --Psss. --Siguio tecleando. --Bueno, Dallas ya esta pillado, pero Walt esta soltero, ?sabes? Una vez sali con el. --?No me digas? --pregunto distraida. --Si, tenia dieciocho y el veinticuatro. --Estupendo, un pervertido. Se echo a reir. --Que va. Solo me dio un beso de buenas noches y sin lengua ni nada. No le guste y lo entiendo. En aquel momento no teniamos mucho en comun. --?Buscando una segunda oportunidad, prima? --Si --respondio ansiosa. Se dio por vencida porque hasta que no se lo contara todo no la dejaria en paz y se giro hacia ella. --Bien, soy toda oidos. Ilusionada dijo --Es tan guapo... --?Eso es todo lo que tienes que decir? ?No que es inteligente o divertido, que tiene una sonrisa que te paraliza el corazon? --Hizo una mueca. --?Solo que es guapo? --!Si! --Suspiro de manera exagerada y no pudo evitar sonreir al ver su ilusion. --Y lo del corazon lo hace. Y es divertido. --Pues mucha suerte. Eso le hizo perder la sonrisa. --No me hace mucho caso. Ninguno, mas bien. Solo es educado. El no ha sentido la chispa de los Brenner. --?Y eso que quiere decir? --pregunto antes de escuchar la voz que salia del altavoz que tenia al lado casi dejandola sorda. Su prima empezo a parlotear por los codos, pero solo escucho sienten y mujeres. Asintio sonriendo porque sino le contaria todo el rollo de nuevo. --Asi que ya ves --dijo cuando el tipo termino de hablar--. Yo no tendre esa suerte. --Hay muchos peces en el mar. Oye, ?por que no nos ponemos alli? --pregunto senalando un lugar mucho mas despejado. --Si, asi lo veremos mejor. Cogio su bolsa y paso ante los vaqueros. Varios les silbaron y Maira rio como una tonta. Al pasar ante los Brenner sus ojos se encontraron con unos ojos azules que sobresaltaron su corazon. El tipo la miro muy serio bajo su sombrero vaquero como si le interesara muchisimo. Como si en ese momento estuvieran solos. Sintio como su sangre se aceleraba, pero avergonzada aparto la vista aparentando que no le habia visto. Como si nada paso ante el y susurro a su prima --?Quien es el otro? --Oh, es Curt... --Cuando la miro sin comprender anadio --Brenner. Son tres hermanos. Te lo he dicho antes. --?Si? --Madre mia, tenia que empezar a hacerle mas caso a su prima. --?Cuando? Maira saludo a alguien y se acerco al tipo pasando de ella. Cuando queria que le contara cosas pasaba de ella. De repente la cogio por el brazo para presentarla y ella forzo una sonrisa dandole la mano a uno de los vaqueros que se llamaba Joss Williams. El chaval debia tener veinte anos y estaba cagado de miedo porque estaba rojo como un tomate y sudaba a mares. --?Vas a probar? --Si, por supuesto. ?Has visto algun rodeo alguna vez? --pregunto el intentando hacerse el machito. --Si, de pequena porque mi madre los veia por la tele. Os admiro mucho, por eso estoy aqui, para curar vuestros huesos rotos. Tiro de la cinturilla de sus pantalones. --Yo no voy a romperme nada. Aunque igual vas a tener que ayudar al jefe. --?El jefe? --Miro hacia donde senalaba y vio como Dallas Brenner se subia a uno de los toros. --?Es tu jefe? --Dallas es el dueno del rancho y es el jefe. Sus hermanos trabajan con el --explico Maira. Al mirar hacia el resto de los hermanos Brenner sus ojos coincidieron con los de Curt. Algo acalorada aparto la vista. ?Que rayos le pasaba? En ese momento salio Dallas y no pudo menos que admirar lo bien que se le daba. Pero que muy bien. Se mantuvo sobre el toro levantando el brazo los ocho segundos necesarios y cuando sono la sirena se dejo caer rodando como todo un profesional. Era evidente que aquello habia acabado antes de empezar. Joss juro por lo bajo alejandose cabreado. Parecia que estaba deseando vencer a su jefe y por lo que veia en la cara de los que estaban alrededor, los demas tambien. Fue el momento de Joss que no duro ni un segundo sobre el toro. Cojeando fue hasta la puerta y ella le cogio por el brazo. --?Necesitas ayuda? --No, que va. Le vio irse cojeando e intentando salvar su orgullo. Carrie chasqueo la lengua porque estaba segura de que tenia un esguince de primera, pero merecia una leccion, asi que fuera a verla a la consulta cuando se le hubiera hinchado. Habia que ser idiota. En ese momento vio que Curt se subia al toro y se le corto el aliento por como cogia el agarre de cuero levantando el brazo. Bajo su sombrero mostraba parte de su cabello moreno y su duro perfil. Estaba totalmente concentrado y como si se detuviera el tiempo le devoro con la mirada. Su nariz recta, sus finos labios y su menton… Sus ojos bajaron por su cuello y fascinada vio como una gota de sudor descendia sobre su piel morena desapareciendo en el cuello de su camisa. Al mirar su antebrazo vio como sus musculos se tensaban haciendo que algo subiera desde su vientre hasta su pecho alterandole la respiracion y no perdio detalle de como se acomodaba sobre el bicho y asentia. La puerta se abrio de repente y como a camara lenta el toro empezo a saltar sobre sus patas traseras. Fascinada ni sintio que pasaba el tiempo ni como los de las gradas gritaban animandole. Dio un paso hacia la puerta de salida viendo como se ladeaba hacia la derecha y cuando sono la sirena el se solto dejandose caer. Su sonrisa al levantarse y saludar como todo un campeon la dejaron sin aliento. El se acerco a la puerta sin perder la sonrisa y sus ojos se encontraron. Dio un paso atras para dejarle pasar cuando la cogio por la nuca y la beso de una manera que le provoco un vuelco al corazon. De la sorpresa abrio la boca y Curt la saboreo haciendo que sus piernas temblaran justo antes de que el se apartara para sonreirle como si estuviera muy satisfecho de si mismo. Aun sorprendida por su descaro le pego un punetazo que le hizo trastrabillar hacia atras y Carrie retuvo el aire viendo que al principio parecia sorprendido, pero despues sonrio de una manera en que todo su cuerpo ardio. Aquello no podia ser sano. Escucho las risas rodeandola y miro a su alrededor poniendose como un tomate. Maira intentaba contenerse y la cogio del brazo alejandola de los vaqueros. --Bien hecho.

  • El triciclo rojo de Vincent Hauuy

    https://gigalibros.com/el-triciclo-rojo.html

  • En la colonia penitenciaria de Franz Kafka

    https://gigalibros.com/en-la-colonia-penitenciaria.html

    Franz Kafka (Praga, 1883 – Kierling, Austria, 1924), nacido en el seno de una familia judia, se doctoro en derecho en 1906, tras lo cual trabajo durante anos como funcionario en el Instituto de Seguros de Accidentes de Trabajo de Praga, actividad que compagino con la escritura. En vida publico unicamente relatos, entre ellos La condena (1913), El fogonero (1913)--ambos publicados en Acantilado-- y La transformacion (1915). Sus celebres novelas--El desaparecido (1927), El proceso (1925) y El castillo (1926)--vieron la luz postumamente, y contribuyeron a la consolidacion del prestigio del escritor, hoy reconocido como fundamental de la literatura del siglo xx.

  • El rey de Andorra de Miguel Izu

    https://gigalibros.com/el-rey-de-andorra.html

    Un profesor de Historia, antiguo guardia civil jubilado por invalidez a causa de un atentado terrorista, aparece muerto en extranas circunstancias en La Seu d'Urgell, a donde habia viajado para documentarse. Su mujer y su abogado acuden a la ciudad y son informados de que podria tratarse de un homicidio. A partir de ese inicio se desarrollan varias tramas que, como en una matrioshka, se contienen cada una dentro de otra. La busqueda del difunto profesor sobre la verdadera historia del efimero rey de Andorra, el supuesto aristocrata ruso que en 1934 se proclamo soberano de ese pais pirenaico; la indagacion que realiza el abogado y amigo del fallecido para conocer como sus averiguaciones sobre el rey de Andorra y los inesperados hechos que fue descubriendo, contenidos en un ordenador portatil desaparecido, le pudieron acarrear la muerte; y la investigacion oficial, que hace recaer las sospechas de asesinato sobre las personas del entorno inmediato de la victima.

  • Las vencedoras de Laetitia Colombani

    https://gigalibros.com/las-vencedoras.html

    Un himno a la solidaridad y a la esperanza donde Colombani da voz a las vencedoras anonimas de la historia.

  • Geminis se queda con Capricornio (Signos de amor 3) de Anyta Sunday

    https://gigalibros.com/geminis-se-queda-con-capricornio-signos-de-amor-3.html

    <

  • La chica del sombrero azul vive enfrente de Ana Maria Draghia

    https://gigalibros.com/la-chica-del-sombrero-azul-vive-enfrente.html

    Mencion especial del VI Premio Internacional HQN

  • TE QUIERO EN MI VIDA de Sabina Rogado

    https://gigalibros.com/te-quiero-en-mi-vida.html

    Cuando Alexia, (una chica timida e introvertida), descubre al unico chico que ha pasado por su vida liado con otro hombre, todo se viene abajo. Y si por un instante cree que ahi se acaban los contratiempos esta muy equivocada, porque todo parece complicarse a cada paso que da… Pero de repente, una invitacion completamente casual, hace que su vida de un giro inesperado en el momento en que termina en una discoteca donde tiene el privilegio de conocer al actor de moda y del que todo el mundo habla. El guapisimo Robert Brownn, (un hombre atormentado y que acaba de grabar su primera pelicula de genero erotico), provocando que todo cambie a partir de conocerse, y es que… por una parte Alexia no dejara que la hagan mas dano, y por la otra, un Robert desubicado por la reaccion desmesurada de ella al conocerle, hace que sienta, irremediablemente, una gran curiosidad hacia aquella chica que esta dispuesta a pasar desapercibida ante todo y todos, incluido el. Algo que le va a terminar costando demasiado despues de aparecer en la portada de una revista en los brazos del atractivo y guapo actor…
    Te quiero en mi vida es una novela romantica llena de pasion en la que las inseguridades, los celos, y sobre todo las sorpresas, estaran presentes de principio a fin.

  • Las piedras del frio de Nuria Pagratis

    https://gigalibros.com/las-piedras-del-frio.html

    Violeta viaja a Praga para visitar a su amiga Flor. Ambas acaban envueltas en un asunto turbio de robos y asesinatos relacionados con unas piedras muy especiales.

  • El papel de mi vida de Alma Fernandez

    https://gigalibros.com/el-papel-de-mi-vida.html

    Como un cuento de hadas decia Sebas que habia sido lo mio con Mario, vaya ojito el suyo. Que Dios le conservara al menos oido, porque con la vista no tenia ya nada que hacer. --Nina, ?estas bien? --me pregunto y me saco de mis pensamientos. --Bien jodida, eso es lo que estoy, amigo. Y menos mal que te tengo a ti. --Y que lo digas. Yo te veo fatal, con esas ojeras que me llevas, ?tu crees que vas a poder tragarte ese sapo? --se intereso con esa carita que era para comerselo, aunque le hubiera arrancado el pescuezo por eso que me dijo de las ojeras, con lo que a mi me gustaba cuidarme. --?Tantas ojeras tengo? Pues si que estoy apanada--resople. --Nada que no se quite con un buen corrector. A ver, dejame que te aplique un poco, bobita. --Ni corto ni perezoso saco uno y empezo a darle al asunto como si no hubiera un manana. --Tienes unas manos que son para embalsamartelas, Sebas, ?Que haria yo sin ti? --Estar perdida en la vida, pero muy perdida, Laila... Es mas, no creo que hubieras podido llegar a cumplir los veinticinco sin sufrir un accidente mortal si yo no hubiese estado a tu lado. -- Volteo los ojos y se echo para atras. --?Los veinticinco sin rima? --le pregunte burlona. Aunque no tenia ganas ni de mirarme, con Sebas siempre me reia. Mario se revolvio en su asiento, que se ve que los remordimientos deben dar acidez de estomago o algo. Y eso contando con que el supiera lo que era eso, que tampoco las tenia yo todas conmigo. --Sin rima o con rima, y no mientes la soga en casa del ahorcado, que tu al menos tienes la posibilidad de darte un buen homenaje estas semanas, pero yo, como no recurra a la alemanita, ya me contaras. --?A la alemanita? ?Quien es esa? ?La nueva masajista? --bromee porque mi amigo era gay. --No, es mi prima la coja... Nina, ?tu en que mundo vives? La alemanita, lo que viene siendo darle a la zambomba de toda la vida de Dios... Mi risa se escucho en todo el avion, pese a que en aquellos dias no pasaba por mi mejor momento. El caso era que Sebas ejercia sobre mi un efecto terapeutico, siempre ocurrio y asi seguia siendo. --Eres la bomba, nino, de veras que no se lo que haria sin ti--insisti. --Y dale, Laila, que te repites mas que el ajo... Tu no necesitas a nadie para brillar con luz propia, no se como tengo que decirtelo. Sin mi harias lo mismo que conmigo, destacar. --Eso era antes, Sebas, ahora me veo apagada. --Apagada, derrotada, hundida... Que hartito estoy ya de escucharte, me voy a cagar en todo lo que termine en -ada, nina, que me voy a tener que tomar un ansiolitico por tu culpa. Y luego va a ser Pablo el que pague el pato, cuando lo pille ese va a chillar. Pablo era el nuevo novio de Sebas, el que era un tirillas, siempre se fijaba en todos los fortachones del gimnasio. Y en aquella ocasion habia sonado la flauta, el musculitos de turno le correspondio. Ademas, el tio tenia buen fondo, por lo que mi amigo estaba que se salia del pellejo con el. --Disfrutalo ahora que puedes, que nunca sabe una cuando va a venir una lagarta a quitarle la alegria. --Mire a Valle, que estaba sentada cerca de Mario, y pense que no sabia si como decia mi amigo me podria tragar ese sapo, porque atragantado lo tenia una cosita mala. --En mi caso no creo que sea una lagarta, tambien te digo. Un lagarto si puede ser, uno que tenga el rabo muy largo. Sebas tenia para todo el mundo y para todas las ocasiones. Imposible ser mas locuaz... El y yo eramos de Palencia, y siempre que ibamos al extranjero nos reiamos cuando algun lumbreras nos hablaba de las excelencias de la paella, confundiendo nuestra tierra con esa otra tambien maravillosa, famosa por sus Fallas. El sintio mucho mi marcha a Barcelona, ciudad a la que me traslade para estudiar arte dramatico. Hice bien porque, aunque todavia no habia triunfado como actriz, ahora tendria que echar mano de mis dotes como tal para poder soportar la situacion. A la ciudad condal llegue con la maleta llena de ilusiones y sin un euro en el bolsillo. Mis padres, que tenian cuatro hijos mas pequenos que yo, me dijeron que si lo hacia tenia que ser por mi cuenta y riesgo, que ellos no me podian dar mas que un plato de comida en casa, pero hasta ahi. Yo lo hable con Ruth, mi mejor amiga, con la que compartia el sueno de pisar los escenarios. --Te deseo mucha mierda, como se suele decir en el argot, y te prometo que en cuanto pueda me piro para alla contigo, estoy hasta los ovarios de reponer en el super... Por lo menos ella tenia trabajo, pero es que yo llevaba tres meses en el paro y no podia estar mas desesperada. --No se te ocurra dejarme en la estacada, ?eh? Que a mi esto de irme sola me da un poco de yuyu. --?Tu eres tonta? ?Cuando te he dicho yo algo que no cumpliese? --?Cuando? Dejame que haga recuento...--Me puse a contar con los dedos y ella me dio un zasca en toda la cabeza. --!Ay, eres un animal de bellota! --le chille. Y me decidi a dar el salto. Cierto que Ruth no asomo el hocico por alli, pero en el fondo era algo que ya intuia. Mis comienzos en Barcelona no es que fueran para tirar cohetes. Por las mananas me emplee en una casa en la que cuidaba ninos. El tema del alojamiento, que era lo principal, lo tenia salvado. No en vano, yo escogi esa ciudad porque alli vivia mi tia Paloma. Mi tia, eso si, muy, muy feliz no es que fuera la mujer. Me explico, le habian diagnosticado de joven una depresion tal que le llevo a que ella, que era funcionaria, acabara con una paguita en su casa. Y aquel lugar venia a reflejar su caracter que, cuando menos, era mas acido que un limon. Para colmo, la casa en la que me emplee, gracias a un contacto suyo, no es que fuera a reportarme innumerables satisfacciones; seis ninos mas malos que la quina (que para eso sus padres eran del Opus) y el, encima, mas salido que el pico de una mesa. No, no era lo que yo habia sonado ni se le parecia en nada; ese tio muy religioso si que seria, pero que cuando no me estaba mirando el culo era porque babeaba con mis tetas. --Tia Paloma, ?y no me puedes buscar otra casa? --Mira que en esa voy a durar dos telediarios, que no veas como me mira el asqueroso ese. --El asqueroso ese es el senor, asi que menos tonterias y a dar el callo, que la mesa no se pone sola. "El senor", tampoco tenia cuentos mi tia ni nada. Y gracias a ello, se suponia que yo debia aguantar carros y carretas... Hasta el dia que "el senor" se permitio el lujo de darme "un extra" junto con la paga. --?Que mierda ha sido eso? --le pregunte cuando note que puso sus pezunas sobre mi culo, dandome un pellizco. --Eso ha sido un carinito, mujer, no seas arisca. Si lo fueras menos, yo podria hacer que tu vida mejorara, no se si me entiendes. Si que lo entendi, igual que me entendio a mi cuando le solte aquel mega guantazo y lo deje con los ojos fuera de las orbitas. --Buena la has liado, sobrina, ahora si que te vas a tener que buscar la vida sola, que yo no estoy para mantener a nadie y ese era el unico contacto que tenia. --Tia, pero ?es que no has escuchado que ese cerdo me ha metido mano? --Mujer, tanto como meterte mano, que digo yo que habra sido un pellizquito de carino. No era que mi tia Paloma se hubiera caido de un guindo, no, es que esa, con tal de coger un euro hacia el pino puente. Y el que yo perdiera el trabajo era lo peor que me pudo ocurrir cara a ella. Dos semanas mas tarde, seguia sin curro y eso provoco entre nosotras tan mal rollo que solo tardo otras dos en ponerme de patitas en la calle. --Espero que de una vez sientes cabeza--me dijo y todavia me recordo lo muy agradecida que debia estarle por pagarme el billete a Madrid.

  • Historia de un desafio de Manuel Sanchez Corbi

    https://gigalibros.com/historia-de-un-desafio.html

    Han sido numerosos los libros publicados en estos ultimos anos sobre la historia de ETA, y desde muy diversas perspectivas. En la mayoria, el protagonismo de la Guardia Civil es muy importante, como no puede ser de otra manera, pero faltaba un angulo fundamental, la cronica real, cruda, estremecedora a veces, documentada con rigor y escrita por los propios guardias civiles, de un tiempo en el que su actuacion se resumia en dos palabras: sacrificio y sufrimiento.

  • De miel y mosto de Lis Haley

    https://gigalibros.com/de-miel-y-mosto.html

    Esta es mi historia: la de una mujer que encontro el amor en el lugar y en el momento menos indicados. Despues de todos estos anos, todavia deslizo la mano hasta mis labios y los acaricio con la punta de los dedos, con el conocimiento de que lo encontrare alli. Noto que aun me arde la boca a causa de sus besos, y es entonces cuando los ojos se me inundan de lagrimas.

  • De Plebeya a Princesa de Phavy Prieto

    https://gigalibros.com/de-plebeya-a-princesa.html

    La historia mas romantica que ha provocado las risas a mas de veinticinco millones de lectores llega para deleitarnos con su inedito y exclusivo final nunca antes publicado.

  • Cautiva del Dragon de Annett Furst

    https://gigalibros.com/cautiva-del-dragon.html

    Nadine habia llamado a su asistente cuando recordo repentinamente que le habia dado el dia libre a la mujer regordeta y sin sentido de la moda. Involuntariamente levanto las comisuras de la boca. Susanne habia trabajado como su mano derecha imprescindible, desde que se habia hecho cargo del bufete de su difunto padre. Ella no se arrepentia de esta decision, aunque cada vez que entraba en la oficina por la manana, un dolor punzante le recorria el cuerpo al ver a su asistente. La aficion de Susanne por las blusas con disenos florales y los colores mas vivos, no encajaba en la antesala de una abogada comercial. Fuera de eso, la madre de tres hijos era increiblemente inteligente y parecia anticiparse a los deseos de Nadine. Sin duda, esta capacidad la cualificaba para contribuir a la exitosa carrera de Nadine, por lo que le perdonaba cada uno de sus errores en materia de moda. Lo que la molestaba un poco eran las detalladas descripciones de Susanne sobre su vida familiar y los progresos de sus hijos. A ella no le interesaba en lo mas minimo, lo que su marido habia arreglado en su casa o como su hijo de siete anos habia brillado en su primera obra teatral escolar. Hoy, Susanne le habia pedido el dia libre porque queria celebrar con su marido el decimo aniversario de boda. Su asistente estaba tan emocionada que no habia podido negarle esta peticion. Nadine puso los ojos en blanco. Ciertamente no se comprometeria con un hombre. Para ello, tendria que comprometerse e involucrarse sentimentalmente con el. Eso, a su vez, la distraeria de su trabajo y desequilibraria su ordenada vida. !Un pensamiento inimaginable! Tecleo unas cuantas instrucciones en su ordenador portatil que, a su vez, Susanne encontraria en su pantalla al dia siguiente, en cuanto encendiera el ordenador. -- Presentar los papeles del caso Schober & Co. en el juzgado, renovar el contrato de alquiler de la oficina, concertar una cita con la peluqueria, pedir una mesa en el restaurante italiano, informar a Simon. Susanne lo arreglaria todo a su gusto en el transcurso de la manana siguiente. Ella se reuniria con la asistente de Simon, que tambien trabajaba como abogado, y juntas fijarian una hora adecuada para la cena. Programaria la cita en la peluqueria para que Nadine pudiera conducir desde alli, bien peinada, hasta su cita. Alli, Nadine tendria una linda conversacion con Simon durante una deliciosa comida acompanada de una musica discreta, y luego se iria un rato con el a su apartamento para un encuentro amoroso. Ella dejaba que la satisficiera, el hacia lo mismo y luego regresaba a su ordenado apartamento. Su asistente ya se habia burlado varias veces de este acuerdo comercial. Ella pensaba que Simon era sofisticado pero, de alguna manera, no era un verdadero hombre. Si realmente estuviese interesado en Nadine, deberia tomarla y besarla apasionadamente en medio de la calle. Nadine sonrio para si misma. Susanne seguia suspirando por su marido con total devocion, incluso, despues de tanto tiempo, una idea que ella misma habia calificado de bastante extrana. Ningun hombre conseguiria provocar una reaccion semejante en ella. Decidio irse a casa a pasar el dia. Sin su asistente, se habia sentido extranamente frustrada. Un bano caliente y un buen vaso de vino, en este momento, le vendrian bien. Nadine tomo su cartera y se habia dirigido al estacionamiento subterraneo, donde la esperaba su BMW gris plateado. Capitulo 1 -- El Clan necesita mujeres -- murmuro Jaryk. -- Voy a escoger a cualquiera, y luego salgamos de aqui. El hecho de que hubiera sido el, entre todos, el elegido a traves de un sorteo para ir a una incursion, lo habia molestado. Al fin y al cabo, el no queria una pareja, pero era esencial que se trajeran nuevas mujeres. ?De que otra forma, podrian los miembros del Clan producir su descendencia, si su pueblo no era capaz de producir ninguna descendencia femenina? Una vez habia participado en una inusual competencia por una pareja, y eso, solamente porque su padre se lo habia aconsejado. Tras un breve periodo de combate, habia fingido agotamiento y se habia rendido, tras reconocer en los ojos de su oponente el ardor con el que deseaba a la mujer en cuestion. Sin embargo, se habria librado completamente si el jefe de su Clan, no hubiera roto el tratado que el gobernante habia negociado con los habitantes del continente vecino. Entonces, cada guerrero de su asentamiento podria buscar una pareja por si mismo. Pero no, en su lugar, el gobernante habia decidido como castigo, que solamente uno podia ir de caza y eso, solo si el lo permitia. Asi que su Clan estaba en un aprieto, porque las mujeres que habian robado a sus vecinos tenian que devolverlas. Debido a eso, muchos guerreros se quedaron, sin una futura pareja y el estado de animo en casa, se hundia mas cada dia que pasaba. En un determinado momento, habia llegado la noticia que se les permitia tomar otra mujer. Para evitar una gran refriega, sobre quien podria viajar a la Tierra, lo habian dejado a la suerte. Jaryk tuvo que participar, lo quiera o no y, por supuesto, habia tenido la gran desgracia de resultar ganador. Ahora, caminaba penosamente por este sotano abovedado, que estaba atestada de los extranos medios de transporte de los terricolas. Estaban hechos de un metal ridiculamente fino y habia observado que echaban humo, ademas hacian ruidos feos cuando se ponian en marcha. Jaryk se habia ido ahi tras su llegada para planificar sus proximos pasos. Ya habia oscurecido cuando aterrizo cautelosamente en la azotea del rascacielos, pero comprobo que las calles seguian bastante animadas. Por lo tanto, las circunstancias no eran favorables. No podia, despues de todo, tomar a una mujer en medio de la multitud, envolverla con sus alas y largarse. La primera regla de caza era no dejarse atrapar. Asi que, se habia arrastrado por las escaleras para esperar hasta que pudiera proceder sin ser visto. De vez en cuando venia gente, se subia a sus vehiculos y se alejaba a toda velocidad. El habia podido esconderse facilmente detras de los enormes pilares y cuando todo ya estaba silencioso. Aburrido, se habia sentado en la parte delantera de un coche gris plateado ya que, era casi del mismo color que su larga trenza. Se habia balanceado un poco hacia arriba y hacia abajo. No le habia importado que el metal cayera al suelo con un chirrido y que algunas partes crujieran. El sonrio, ya que la gente no parecia ser especialmente fuerte, si sus medios de transporte estaban tan mal construidos. -- Dime ?has perdido la cabeza o que? A su lado habia una mujer que parecia estar a punto de sacarle los ojos. -- !Que le has hecho a mi coche, demonio! -- Se paseo a su alrededor, sacudiendo la cabeza mientras examinaba los fragmentos que habia a su alrededor. Levantando el dedo indice, se acerco a el amenazadoramente. -- Me compensaras por los danos. No te muevas !Llamare a seguridad inmediatamente! Mientras ella rebuscaba en su cartera, el habia aprovechado para mirarla mas de cerca. La mujer era alta, tanto que el la superaba por apenas dos cabezas. El era mas alto que la mayoria de sus companeros de Clan y, debido a eso, las mujeres solo le llegaban como mucho por debajo del pecho. Esta era una de las razones por lo que no queria una pareja. Todas parecian tan fragiles y la idea de aplastarlas, tal vez, en una union sexual amortiguaba su deseo. Sus ojos brillaban con el mismo gris que se posaba sobre las montanas de su tierra natal cuando se anunciaba una tormenta de nieve. Bajo la blusa sobresalian unos pechos perfectos, que el podria rodear con una de sus enormes manos. Su cintura, en cambio, era estrecha formando una clara transicion hacia sus caderas bien redondeadas. La ajustada falda se cenia a sus largas y torneadas piernas, en cuyas pantorrillas pudo ver como se contraian los musculos. !Que buen especimen! Los guerreros se pelearian por ella, ya que esta mujer garantizaba una descendencia fuerte que desafiaria los rigores de las montanas con facilidad. Por alguna razon, su virilidad se agito ante este pensamiento. Se apreto con fuerza contra su pantalon y habia sentido una necesidad urgente de montar en ese mismo momento a la mujer. Energicamente, aparto el impulso de agarrarla. Ella no estaba destinada a el, y si la tomaba ahora, estaria traicionando a su futuro companero. O bien, despues de todo, cederia a su lujuria, pero entonces tendria que quedarse con ella, cosa que no se sentia atraido a hacer en absoluto. Mientras tanto, la mujer parloteaba en una caja negra que sostenia junto a su oido. Mientras lo hacia, golpeaba impacientemente el suelo con su asombrosamente pequeno pie que, al igual que el otro, estaba metido en unos zapatos negros y planos que se estrechaban en punta en la parte delantera. -- Si, en el estacionamiento subterraneo, seccion C justo al lado del ascensor. -- Luego lo miro con detenimiento de la cabeza a los pies. -- Traigan cuatro o mejor aun, cinco hombres fuertes. -- Volvio a deslizar el dispositivo en su bolsillo con sus largos dedos, con las unas pintadas de un llamativo rojo. -- Bueno, ahora tu, amigo. -- Ella se encabrito frente a el, pero Jaryk sonrio y siguio apoyandose despreocupadamente en el coche. -- ?Identificacion? -- Exigente, le habia tendido la mano. No sabia que se suponia que era eso, asi que ladeo la cabeza en senal de interrogacion. -- Tu identificacion, la pequena tarjeta cuadrada con tu nombre. -- No le gusto nada su tono cinico. La mujer aun no habia aprendido su lugar. El se puso de pie y, aunque ahora tuvo que estirar el cuello para mirarlo a los ojos, no retrocedio ni un centimetro. -- Me llamo Jaryk -- le espeto bruscamente, a proposito. Sin embargo, no consiguio el efecto deseado, ya que ella seguia sin apartarse de el. -- ? Jaryk que? -- Ante eso, ella enarco una ceja y lo miro como si estuviera hablando con un tonto. Alargo un dedo, lo coloco bajo su barbilla y lo elevo un poco mas. -- Primero dime como te llamas. Ella le aparto la mano de un manotazo y le abronco. -- Bueno, si quieres saberlo, me llamo Nadine Stiehmann. Luego anadio. -- Soy abogada. Echo la cabeza hacia atras triunfalmente, haciendo que su cabello rubio hasta los hombros, que antes habia recogido cuidadosamente detras de las orejas una y otra vez, rebotara alrededor de su cabeza. -- Tus palabras no tienen sentido para mi, mujer. -- Estaba claro que ella habia querido provocar una reaccion en el, como lo demostraba ahora su expresion confusa. Sin embargo, inmediatamente despues, se sonrojo y empujo la barbilla hacia delante con beligerancia. -- !Mujer! No soy una mujer... ?De que pueblo de mala muerte te has escapado? -- Ante esto, dejo que sus ojos se deslizaran con desden por su camisa de cuero hasta sus piernas, que llegaban hasta las rodillas con suaves pieles y envueltas fuertemente con correas de cuero. Levantando la cabeza, su mirada se detuvo en el bulto claramente visible entre sus piernas. De repente, Jaryk se dio cuenta, de que estaba disfrutando de esta rina y de que su cuerpo le estaba jugando una mala pasada, ya que su ereccion no cedia. -- !Increible! -- la oyo quejarse. -- !No solo eres un gamberro, sino un libertino! -- De hecho, en ese momento, estaba caminando hacia atras unos cuantos pasos. -- Ts, ts, ts. -- El la amenazo con su dedo indice. -- !Bastante atrevida!

  • Ciudad difunta de Jia Pingwa

    https://gigalibros.com/ciudad-difunta.html

    Censurada durante diecisiete anos por su contenido sexual explicito, <>, una de las obras mas importantes del siglo XX, retrata con precision las transformaciones sociales y economicas de China.

  • Lunes (Atemporal 1) de E. L. Todd

    https://gigalibros.com/lunes-atemporal-1.html

    No creo en el destino. En el azar. Ni en las almas gemelas. Pero creo en Hawke. Mi vida nunca ha sido plena desde que mis padres se fueron para siempre. Tengo a mi hermano, a quien apenas puedo soportar la mayor parte del tiempo, y tambien a Marie, mi mejor amiga. Y me tengo a mi misma. Pero cuando Hawke entra en mi vida, se produce una conexion inmediata. Nuestras miradas se cruzan, y una muda conversacion tiene lugar. Por primera vez en mi vida, estoy sintiendo algo. Pero el no. Me mantiene siempre a distancia, y finge que no hay nada entre nosotros, cuando esta clarisimo que si lo hay. No soy la clase de chica que se sienta a esperar por un tio, asi que no lo hago. Pero eso no significa que no este en mis pensamientos. Nuestros caminos vuelven a cruzarse de manera totalmente insospechada, y todo cambia. ?Ha sido obra del destino? ?Del azar? ?O de algo mas?

  • Dime, quien es como Dios de Florencia Bonelli

    https://gigalibros.com/dime-quien-es-como-dios.html

    Una mujer extraordinaria, que atraviesa la siniestra Guerra de los Balcanes en los anos 90 del siglo XX, trata de luchar contra sus fantasmas y encuentra la redencion en el amor. Esta historia se cuenta en dos volumenes: Aqui hay dragones. La historia de La Diana I y Dime, ?quien es como Dios? La historia de La Diana II.

  • Una semana basta de Luna Austin

    https://gigalibros.com/una-semana-basta.html

    Somos buenos en lo que hacemos, dos vendedores de vienes raices con experiencia, pero no nos soportamos.
    Ella es una engreida, no me deja hacer mi trabajo con sus juegos sucios, pero eso no impide que yo me destaque. Tengo un proposito y nada me hara distraerme.
    Basta con que nuestro jefe nos de la oportunidad de hacer la venta del siglo con un bien raiz de mucho valor para que esta guerra se desate...
    Ego, dinero y orgullo se ponen en accion... pero su cercania me hace descubrir puntos que tenemos en comun y asi como es de facil odiarla, tambien se me hace facil encantarme de ella.
    Y ahora no solo la comision de la venta es lo que ocupa nuestros sentidos.
    Mi mente y mis manos se pierden en su falda y me hacen volverme loco por ella. Todo es una mezcla de lujuria y drama romantico con esta mujer que me hace dudar de todo... junto a ella los objetivos cambian...

  • El sindrome de Korsakoff de Alberto Fausto

    https://gigalibros.com/el-sindrome-de-korsakoff.html

    Cuando Vanessa de Laurentis, la madre del afamado escritor Hugo Esmerodes, fallece presumiblemente asesinada durante la presentacion de su ultimo libro, el caos se desata. ?Quien? ?Como? ?Por que? y ?Donde? Son preguntas que quedan en agua de borrajas, dada la complejidad del argumento.

  • Ni se te ocurra de Gema Samaro

    https://gigalibros.com/ni-se-te-ocurra.html

    Barbara le comunica a su jefe que en un mes deja su trabajo de ortodoncista porque se muda a Perth, Australia, donde va a casarse con Alex.
    Desde ese instante, Gustavo, su jefe, sabe que tiene exactamente treinta dias de plazo para evitar que Barbara se case.
    Y no porque la necesite como el aire en su clinica dental de Madrid, que tambien, sino porque la noticia de la boda hace que se percate de algo que siempre se ha negado a reconocer.
    Gustavo ama a Barbara.

  • Viento y ceniza (Forastera 6) de Diana Gabaldon

    https://gigalibros.com/viento-y-ceniza-forastera-6.html

    Corre el ano 1772 en Carolina del Norte. La revolucion ha llenado de muertos las calles de Boston, y el gobernador pide ayuda a Jamie Fraser. Sin embargo, gracias a su esposa Claire, viajera en el tiempo, Jamie sabe que el resultado de la revolucion sera muy desfavorable a los intereses del rey de Escocia. Por una vez, Jamie quisiera que su mujer se equivocara acerca del futuro.

  • Navidad. y algo mas de Priscila Serrano

    https://gigalibros.com/navidad-y-algo-mas.html

    Erase una vez una noche estrellada, una noche repleta de luces de colores... En cada esquina, la gente cantaba la misma cancion: Navidad, Navidad, dulce Navidad. ?En serio? O sea, ?no hay mas repertorio? A veces pienso que se quedaron anclados en esa cancion. Menos mal que en mi casa se saben mas. Me encuentro en un atasco con el coche, esperando pasar el maldito semaforo que se ha puesto en verde cuatro veces y todavia sigo aqui, sin poder avanzar por la cantidad de vehiculos que hay a esta hora. A este paso, me comere las uvas aqui y eso que aun estamos a veintitres de diciembre. Mi mania de dejarlo todo para ultima hora... Todavia me faltan por comprar algunos regalos de Papa Noel para mis sobrinos, unos sobrinos que piden demasiadas cosas y encima muy caras. Creo que al final comprare lo que me salga de las narices y santas pascuas. Cuando por fin cruzo el semaforo, estoy a solo cinco minutos del centro comercial. Aunque claro, ahora la cola para entrar sera incluso mas larga. Dios mio, el ano que viene empiezo a comprar los regalos en verano. Casi una hora despues, consigo aparcar el coche y me bajo con la clara intencion de correr como si se me fuera la vida en ello. Voy tan rapido que parece que estoy en una maraton. Miro el reloj de mi muneca justo cuando entro en el centro comercial y compruebo que son casi las nueve de la noche. Pronto cerraran asi que tengo muy poco tiempo. Encima aqui hay mucha gente. Me estoy agobiando. Camino sorteando a las personas y me dirijo hacia la tienda de juguetes. Espero tener suerte y encontrar algo que les guste a Paula y Julia. Mis sobrinas han sido muy claras en su carta a Papa Noel, quieren la misma muneca. Exactamente la misma y su madre, es decir, mi hermana, no la ha encontrado. Suerte que mi amiga Susana me ha dicho que esta manana habia visto cinco munecas aqui. Comienzo con la busqueda loca y tras sortear a muchas personas en el camino, veo a lo lejos la estanteria donde se suponia que debian estar las cinco munecas, pero solo quedan tres. Entonces veo a camara lenta como una senora coge una. Me quedo expectante, rezando para que no coja ninguna mas y la veo marcharse con la munequita de los... <>, me digo a mi misma justo cuando emprendo camino hasta esas perfectas munecas que parecen sonreirme desde sus cajas rosadas y llenas de brillos. No pueden ser mas feas pero claro, si mis ninas las quieren, la tita Julia se las consigue. Cojo la primera y me la llevo al pecho como si hubiese conseguido el premio a la mejor tia del ano y justo cuando toco la segunda, alguien agarra el otro lado de la caja y mis manos comienzan a temblar. Miro a la persona que esta quitandome lo que llevo buscando mas de diez minutos y nos quedamos congelados. <>, pienso. --?Julia? --Su voz me pone la piel de gallina. Es esa misma voz que tantas veces me susurraron palabras bonitas hace mas de un ano. --David... Hola --titubeo, nerviosa--. Cuanto tiempo. ?Que tal? Sonrie al percatarse de mi nerviosismo y no le culpo, se me nota tanto que hasta siento como arden mis mejillas. --Bien, muy bien. No sabia que estuvieras en Madrid --dice sin soltar la muneca, cosa que yo tampoco hago. Me quedo pensativa unos segundos, los mismos en los que el no me quita la vista de encima. Es mas, incluso me ha repasado de arriba abajo, aunque no haya mucho que ver con tanta ropa. El polar que llevo me llega hasta las rodillas y ni que decir de lo gordo que es; hasta podria pasar por una embarazada. Dios me libre, ya tengo suficiente con mis sobrinas. --Eh, si. Llevo viviendo aqui cinco meses, pense que era buena idea volver a casa. --Agacho la cabeza un poco avergonzada. Nuestra historia de amor fue la mas bonita que he vivido en toda mi vida. No hay dia que no recuerde todos los momentos que pasamos juntos en Canarias. Nos fuimos a vivir alli tras dos anos de novios porque me habia salido un trabajo. El trabajo de mi vida, en realidad. Eramos felices, el tambien habia conseguido un buen empleo, pero no fue suficiente. Al menos no para el. Entonces, una noche decidio por los dos y se marcho dejandome alli sola, sin familia ni amigos. No llevabamos tanto tiempo en Canarias como para tener un vinculo con otras personas y me dolio que me dejase tirada cuando teniamos tantos planes. --Me alegro de que hayas vuelto --responde sincero. --Gracias, yo tambien. Nos quedamos un momento en silencio y tiro de la muneca, pensando que la va a soltar pero no lo hace. Es mas, el tira tambien. Alzo una ceja incredula, pues de verdad pensaba que iba a dejar que me la llevara. No, por lo visto no sera asi. --Eh... Necesito esa muneca --le digo con calma. --Yo tambien y mucho --replica aferrandose a ella. --No lo entiendes, necesito las dos munecas. Ya sabes que tengo dos sobrinas y las dos quieren la misma muneca. Y no hay mas en ninguna parte. --Yo tambien tengo una sobrina a la que no veo desde hace mas de cinco meses y es la unica que queda. Vamos, no seas egoista, ya tienes una. Comienzo a negar, poniendome mas roja aunque no por verguenza sino por el cabreo que esta creciendo en mi interior, lenta y dolorosamente. Creo que David no recuerda como me pongo cuando me enfado y hoy va a ver la peor parte de mi como no suelte la dichosa muneca. --Espera, pensemos con claridad, por favor --refiere pasandose la mano que tiene libre por su precioso y sedoso cabello negro. No puedo dejar de observarle--. Echemoslo a cara o cruz. ?Te parece? --Alzo una ceja con altaneria y a la misma vez enseno mi preciosa mueca de desconcierto que tanta gracia suele hacer pero que a el, por increible que parezca, le resulta tierno. --Sigues siendo la misma --murmura de pronto. Abro los ojos desorbitadamente y me muerdo el labio inferior justo cuando se acerca unos milimetros. Ha sido un leve movimiento que he notado al oler mas de cerca su colonia. <>, pienso mirandole a los ojos. David sonrie dulcemente y yo creo que pronto caere al suelo hecha gelatina. Es tan guapo, siempre lo ha sido. Niego desechando cualquier pensamiento sobre el hombre que me dejo tirada solo por no ser capaz de vivir con su novia en otro lugar y crear su propio hogar. No fue capaz de luchar. --?Sabes? Dejare la muneca con una condicion --propone. --?Que condicion? --Que cenes conmigo esta noche. --Trago saliva nerviosa, muy nerviosa y me quedo sopesando su propuesta. Como si fuera posible aceptarla como si nada... --Lo siento pero no puedo --respondo sin titubear. --Entonces, dame la muneca que tengo que irme. --No te la vas a llevar, yo la he visto antes. No es justo que vengas ahora y me la quites, asi como... --?Asi como que? ?Que ibas a decir, Julia? --Me interrumpe, sabiendo que si no llega a hacerlo, podria haber dicho algo de lo que despues me arrepentiria. Y la verdad es que necesito gritarle algunas cosas que tengo atascadas en la garganta desde que lo vi marcharse, desde que salio por la puerta aquella noche en la que creia que me esperaba con una cena romantica. Era nuestro aniversario y al final fue nuestro ultimo dia juntos. Es todo tan surrealista. --Nada, sera mejor que me vaya. --Me giro, dejandole la muneca. Ya buscare otra. Camino con la unica muneca que he conseguido entre los brazos, como si quisiera llenarlos de algo que no sea soledad. Luego la pego a mi pecho, ahi donde aun sigue doliendo. Donde, a pesar del tiempo, sigue latiendo por la unica persona que he amado en mi vida. Pero fue tan cobarde, tan egoista. Llego hasta la caja y pongo la muneca sobre la cinta para pagarla y asi irme de una maldita vez para volver a mi casa, de donde no saldre hasta manana a las nueve de la noche. Tengo el dia libre asi que me hundire en mi miseria con el fin de que algun dia pueda volver a salir del pozo con una sonrisa y gritando que lo he superado. Lo mas gracioso de todo es que pensaba que asi era, que habia superado la ruptura, el abandono, pero ahora que he vuelto a verle, me siento incluso peor que antes. Sobre las once de la noche, llego a mi apartamento y tras dejar la muneca y mi bolso en la entrada, me quito el polar para dejarlo sobre la silla de comedor. En seguida enciendo la calefaccion y las luces del arbol de navidad. No es que me guste, en realidad creo que es mas por costumbre que otra cosa; mis padres siempre me han ensenado lo valioso de esta epoca, lo bonito que es pasarlo con la familia y amigos, con el amor... No tengo de eso, no hay amor por ninguna parte. Voy hasta la cocina y me preparo un chocolate caliente para despues sentarme en el sofa con la manta que me regalo mi hermana el ano pasado, es de borrego y muy calentita. Aqui en Madrid hace demasiado frio, tanto que no soy capaz de desnudarme para ponerme el pijama hasta que la casa este caldeada. Enciendo la tele y busco una pelicula en Netflix, justo cuando escucho unos toques en la puerta. Me pongo nerviosa, no suelo recibir visitas a esta hora. En realidad, no suelo recibir visitas, soy algo solitaria. Me levanto y arrastro los pies hasta la puerta. --?Quien es? --Pregunto asustada. --Soy David. ?Me abres la puerta? Apino los labios y frunzo el ceno. ?Que hace aqui? Me pongo de espaldas a la puerta y echo la cabeza sobre ella. Me quedo asi unos segundos, pensando si abrir o no. Suspiro un par de veces cuando vuelvo a escuchar su voz. --Julia, por favor. Necesito hablar contigo --suplica y escuchar asi su voz, no hace mas que hacerme mas dano. Se lo que quiere decirme, como tambien se lo que puedo llegar a sentir cuando lo escuche. Tambien se que sigo enamorada y que mi vuelta ha sido por el y nada mas que el. Eso no lo sabe, no he llegado a decirselo porque cuando llegue, David no estaba. Estuvo fuera un tiempo, segun su madre necesitaba pensar y este no era el lugar. La verdad es que no sabia que tambien habia regresado a Madrid. --Yo, sigo queriendo... --Lo escucho suspirar--. Te he traido una cosa. --Dejalo en la puerta y vete, David. No es el momento de hablar algo que podrias haberme dicho en otra ocasion, en otro lugar --esto ultimo lo digo mas para mi que para el, aunque estoy segura de que me ha escuchado. --No pienso irme hasta que me abras y me dejes hablar contigo. Solo cinco minutos y si despues de eso sigues sin querer verme, me ire y no te molestare mas. Sin mas, abro la puerta y me mira. --Solo cinco minutos, es lo maximo que te doy. Tu a mi no me diste ni un minuto para poder hacer que... No termino la frase cuando sus labios chocan con los mios. Siento la calidez de sus manos cogiendo mis mejillas para apresarme mas a su boca, para no dejarme ir. Por un momento intento escapar de el, de este beso que hara estragos en mi, que hara que vuelva a caer en sus brazos como si no me hubiesen soltado nunca. Nos separamos unos milimetros con la respiracion agitada. David pega nuestras frentes para despues clavar sus ojos verdes en los mios y suspira. --No sabes lo que he necesitado este beso, lo que he sonado con este momento --declara con la voz cargada de agonia. --Si no me hubieras dejado alli, no habria sido un sueno --respondo, demostrandole cuan dolida estoy. --Perdoname, no tenia que haberte dejado. No sabes lo que me arrepiento. --Se separa de mi --. Pense que yo seria una piedra en tu camino, en esa vida que tanto te habia costado conseguir. Ser la jefa de recursos humanos en esa empresa fue siempre tu sueno y yo no queria que lo dejaras por mi, porque yo no era feliz alli. Crei que hacia lo mejor para ti... --Pero no fue asi, rompiste mi corazon en mil pedazos y me convertiste en lo que ves ahora; una mujer dolida que no es capaz de ser feliz y mucho menos confiar en nadie --le interrumpo dandome la vuelta para ir hasta el sofa y volver a sentarme. Hundo la cara entre mis manos a la vez que siento las suyas cogerlas para hacer que lo mire. Esta de rodillas frente a mi y creo que esta noche sera mi fin, lo estoy viendo venir. --?Que era lo que me traias? --Intento relajar el ambiente con una pregunta que no viene al caso. Sonrie de lado y coge la bolsa que traia en las manos y que no habia visto hasta ahora. Saca la muneca y yo alzo ambas cejas, sorprendida. Me la tiende para que la coja. --Es tuya. --?Por que? --Porque no tengo nada. Todo lo que soy, lo que tengo... lo que ves, es tuyo Julia y quiero que siempre sea asi. --Vuelve a agacharse frente a mi--. Te quiero mucho mas que aquella noche en la que me equivoque, la noche que no logro olvidar porque no soy capaz de sacarte de mi mente. Te quiero mucho mas que cuando te vi la primera vez en esa gasolinera. --Me regala una sonrisa sincera y tierna--. Te quiero incluso mas que cuando me tiraste aquel vaso de agua en la cara cuando intente pedirte una cita. Pero es que estaba tan loco por ti que no era capaz... No puedo seguir escuchando sus palabras porque ya han calado hondo en mi pecho, mucho mas hondo que cuando comenzamos con este amor que no morira jamas. Lo beso con todo el amor que soy capaz de sentir por el, con el mismo amor que he intentado esconder y no he podido. David me abraza, me encierra entre sus brazos a la vez que me levanto para poder abrazarle. Subo mis manos hasta su cuello y entrelazo mis dedos en su nuca, buscando mas profundidad en este beso que marcara un antes y un despues en nuestra historia. Estamos tan absortos en nosotros mismos que no nos damos cuenta de que un movil comienza a sonar hasta pasados unos segundos. No es el mio, como va a serlo si yo odio ese villancico: Navidad, Navidad, dulce Navidad. Que alegria en este dia hay que celebrar. Me separo de el y alzo una ceja para despues mirarle a los ojos. Reprimo la carcajada porque se que no es el momento. --?En serio? --Pregunto. Mas el no responde--. Odio esa cancion. --Lo se, por eso mismo la he puesto de tono de llamada. --Arrugo la frente--. Me recordaba a ti. Estallo en una estruendosa carcajada que hace que el se una a mi. Ambos nos reimos sin motivo aparente y sin embargo, no podemos parar. --Feliz Navidad, dulce Navidad, Julia --murmura cerca de mi boca. --Feliz Navidad, dulce Navidad, David. Nos besamos para sellar nuestro amor, para demostrar que ni el tiempo y mucho menos la distancia es capaz de acabar con algo tan poderoso como es el amor verdadero. Despues de esto, amare el villancico y lo cantare todas las Navidades que pase junto a el porque se que esta vez, sera para siempre.

  • El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga

    https://gigalibros.com/el-bosque-sabe-tu-nombre.html

    Una novela de amores, celos y venganzas, que envuelve al lector con la fuerza de las grandes sagas familiares de la literatura.

  • Era el destino, jefe de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/era-el-destino-jefe.html

    La vida de Missy cambio radicalmente cuando estaba en el instituto. Perdio a una de las personas que mas amaba en la vida y solo sus ansias de venganza la animaron a seguir adelante. Habia trabajado muchisimo, pero habia merecido la pena.
    Calvert Linthwaite lo iba a pagar. Y lo iba a pagar muy caro.
    ?O era ella la que sufriria de nuevo?

  • Desconocidos en un anden, Noa Pascual de Noa Pascual

    https://gigalibros.com/desconocidos-en-un-anden-noa-pascual.html

  • La ultima historia que contar de Buho

    https://gigalibros.com/la-ultima-historia-que-contar.html

    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

  • Un novio por encargo de Tierra Salvaje

    https://gigalibros.com/un-novio-por-encargo.html

    A las pocas semanas de cumplir los dieciocho me dieron unas fiebres muy altas que, aun a dia de hoy, ni los medicos saben que es lo que paso. Tres anos practicamente en cama, solo podia moverme con gran esfuerzo, con dos muletas y con muchos dolores. Despues de eso, cuando las fiebres remitieron, media mas de un metro ochenta de altura. Pase otro ano recuperando mi musculatura e intentando volver a mi vida anterior. Para cuando cumpli los veintitres y termine, por fin, con todo ya tenia un cuerpo atletico y perfectamente tonificado. Durante los primeros meses de mi enfermedad, mis amigos, poco a poco, se fueron olvidando de mi, con una unica excepcion, Eva, quien en ningun momento me dejo de lado y estuvo apoyandome durante todo el tiempo. Tras esta experiencia, a mis amigos los clasifico en dos categorias: Eva, en un lado, en el lado bueno de los amigos; y a mil kilometros de distancia, los demas. Eva me habia llamado dos dias antes para quedar, porque segun dijo, me queria pedir un gran favor, algo que, por supuesto y tratandose de ella, si estaba en mis manos lo haria sin pensarmelo dos veces. Llegue antes de la hora acordada, no me gusta llegar tarde. Mientras esperaba aproveche para tomar cafe y ojear el periodico, en eso estaba cuando la vi llegar por la acera, acompanada de una mujer a la que reconoci como una de sus mejores amigas del trabajo, ya que la habia visto desde lejos alguna que otra vez, cuando habiamos quedado y habia ido a buscarla, aunque nunca fuimos presentados. La amiga en cuestion era una de esas mujeres que, cuando entraba en algun sitio todos los hombres se giraban para poder mirarla. Eva era muy particular, no le gusta en absoluto mezclar su vida personal con la laboral, si podia evitarlo, era casi obsesiva con ello, ambas facetas las mantenia perfectamente separadas, amistades incluidas. Cuando llegaron, y tras presentarnos, toco el turno de los saludos. A Eva le di dos besos, mientras que, a su amiga Susana, simplemente le tendi la mano, que ella estrecho mientras le dirigia una mirada de curiosidad a Eva. Fue entonces, justo antes de sentarnos, cuando en mi espalda sono una voz femenina llamandome por mi nombre, Pedro. Cuando me volvi, una rubia me salto en los brazos dandome dos besos en las mejillas, se trataba de Ana, mi ex. Saludo a Eva y a su amiga, para despues mantenerme sujeto por los brazos mientras me daba un repaso de arriba abajo. --Por ti no pasa el tiempo, sigues igual de guapo... --Tu que me ves con buenos ojos... La que si que esta impresionante eres tu. Solo has cambiado para mejor... --Adulador, que eres un adulador... --me sonrio. --Bueno, Ana, ?y que haces por aqui? Pense que estabas en Valencia. --Y alli sigo, estoy aqui por trabajo, regreso esta tarde... Y, por cierto, me voy que tengo el tiempo muy justo, solo me he parado para saludarte... Me ha encantado verte... --Y a mi, aunque haya sido como la visita del medico --se rio de mi comentario. --Si, tienes razon, para la proxima te prometo que hare un hueco y te llamare para salir a comer o a cenar, y ponernos al dia, ?te hace? --Hace... Te tomo la palabra... Tras esto y decirme ella que me llamaria, nos despedimos, saludando a Eva y a su amiga, marchandose a toda velocidad mientras miraba el reloj. Me sente sonriendo, observando a las dos mujeres que tenia ante mi como me miraban, Eva socarrona y su amiga con curiosidad. Le pedimos al camarero dos nuevos cafes para ellas, despues estuvimos hablando durante unos cuarenta minutos, de diversas cosas. La amiga de Eva me parecio una mujer inteligente, culta y muy divertida, sin embargo, del tema del favor, Eva no dijo ni media y, desde luego, yo no pensaba decir nada mientras estuviera su amiga delante. --Vaya, veo que Eva tenia razon cuando me dijo que eras muy discreto --solto repentinamente Susana. -- ?Perdona, ?como dices? --Susana tenia dudas de si debia pedirte ayuda, mas que nada por si podrias mantener la discrecion o no. Le he dicho segun veniamos, que tu no sacarias delante de ella el tema del favor que te quiero pedir --me sonrio Eva. --Supongo que eres consciente de que me acabo de perder, ?verdad? ?Que tiene que ver ella con todo esto? No creo que me conozca de nada. --Si, se que estas perdido del todo --dijo Eva soltando una carcajada--. Mira, el favor que pretendo que me hagas es muy simple, quiero que acompanes a Susana a una boda, por eso esta aqui... --se quedo mirandome sonriente. --A ver, a ver, a ver... que me he vuelto a perder de nuevo... Primero, sabes que, dado que me lo pides tu, si puedo lo hare, y eso no sera problema siempre que me coincidan las fechas, algo que por otro lado supongo que ya te has molestado tambien en mirar... --Tal y como dices, si. Es dentro de dos fines de semana, en el puente, y lo tienes libre, porque me lo comentaste el mes pasado... ?Entonces acompanaras a Susana a la boda? --Si, claro, pero... joder, es que no me lo creo --me pase la mano por la cara --esto parece el guion de una comedia romantica de Hollywood. --La verdad es que, si lo piensas detenidamente, eso no te lo puedo negar --se rio Eva acompanada por Susana. --Pero hay algo que no entiendo, perdoname si soy un poco brusco --me dirigi a Susana--, pero eres muy atractiva, por el rato que llevamos hablando, tambien muy inteligente, divertida y ademas tienes un cuerpo de infarto, con solo chasquear los dedos tendrias al hombre que quisieras... -- ?Supongo que lo que no entiendes es por que razon Eva te ha pedido ayuda a ti en lugar de buscarme yo un acompanante por mi cuenta? --Basicamente si, no creo que hubieses tenido mucho problema con ello... --La idea fue mia --replico Eva-- Susana pensaba hacer eso mismo que has pensado, estuvimos las dos hablando de las opciones que tenia y de con quienes podria ir. La verdad es que fue decepcionante, y entonces cuando me puse a pensarlo detenidamente con quienes mas o menos podria tener confianza para ello, viniste de inmediato a mi mente. No sabes lo que me ha costado convencerla de que aceptase venir, aunque simplemente fuese a conocerte... y por lo que he visto, creo que ha quedado gratamente sorprendida --repuso ironica, mientras me fije en que Susana se sonrojaba. --Bueno, no dire que todo esto no sea estimulante para mi ego, que lo es, me ha subido unos cuantos enteros --sonrei arrancandole a las dos una carcajada--, pero creo que, ya que voy a hacerlo, me gustaria saber que es lo que ocurre con esa boda, supongo que sera algo tan trillado como un exnovio, o una amiga... digamos que en plan vibora, ?o me equivoco? --Para nada, se trata de mi ex, tal y como dijiste, el perfecto guion cursi de una comedia romantica, no te lo niego, casi da hasta repelus si lo piensas un poco --repuso riendose Susana--. Veras, llevaba con mi ex desde que terminamos la carrera. Se casan una de mis mejores amigas con uno de sus mejores amigos, a los que nosotros presentamos y quienes nos pidieron ser testigos, por lo que me es imposible evitar ir, evidentemente la invitacion era para los dos, pero al romper... --la interrumpi.

  • Eres mi refugio (Amor infinito 1) de Laura Bellido

    https://gigalibros.com/eres-mi-refugio-amor-infinito-1.html

    Primer libro de la saga “Amor Infinito” [?]

  • Un vizconde para mi (Nobles 3) de Olga Salar

    https://gigalibros.com/un-vizconde-para-mi-nobles-3.html

    El sueno de Lady Caroline Whinthrope siempre habia sido el de viajar a Italia para aprender las tecnicas de pintura de los grandes maestros.
    Tratando de complacerla, su hermano, el marques de Hawkscliffe, le prepara la sorpresa como regalo en su vigesimo segundo cumpleanos. El problema es que el viaje no podria haber llegado en peor momento, justo cuando acaba de prometerse al hombre que ama.
    Respaldada por el, ambos deciden mantenerlo en secreto para que Caroline pueda cumplir su sueno.
    Lo que esta jamas hubiera imaginado era que se veria obligada a volver a toda prisa de Italia para evitar que su prometido cortejara a otra dama.

  • El hijo de la costurera de Nacho Montes

    https://gigalibros.com/el-hijo-de-la-costurera.html

    Ambientada en el San Sebastian y el Paris de principios del siglo xx y basada, en gran parte, en la historia del maestro Cristobal Balenciaga, esta novela es una conmovedora historia de amor, de secretos de amigos y de la divina y eterna ingenuidad de los veranos de la infancia.

  • Lavinia de Ursula. K Le Guin

    https://gigalibros.com/lavinia.html

    Lavinia crece sin conocer otra cosa que la paz y la libertad hasta la llegada de sus pretendientes. Su madre exige que contraiga matrimonio con el apuesto y ambicioso Turno. Pero los augurios y las profecias de los manantiales sagrados afirman que debera casarse con un extranjero, que provocara una guerra y que su marido no vivira demasiado tiempo. Al ver que una flota de barcos troyanos llega remontando el Tiber, la joven decide tomar las riendas de su propio destino. Y asi nos cuenta lo que Virgilio no hizo: la historia de su vida y del amor de su vida. Le Guin da voz a este personaje surgido de la Eneida de Virgilio en una novela que nos transporta al mundo semisalvaje de la Italia antigua, cuando Roma no era mas que una aldea mugrienta situada cerca de siete colinas. Lavinia es un libro sobre la pasion, la guerra y el precio de la guerra, generosa y austeramente escrito por una autora en la cuspide de su talento.