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  • Brais (Black Butterfly 2) de Adrian Blake

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    Me llamo Brais y trabajo en el Black Butterfly, el pub de mi mejor amigo. Hoy es el peor dia de mi vida… porque la mujer a la que amo va a casarse con otro. Deberia impedirlo, raptarla y meterla en mi cama para hacerle el amor hasta que confiese que ella tambien sigue enamorada de mi… pero soy incapaz de hacerlo. Ahora solo me queda resignarme… o pedir que se produzca un milagro.

  • Una dama para el duque Rothsay de Mimi Ferrer

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    Un terrible secreto. Una leyenda. Un amor imposible.

  • El angel literario de Eduardo Halfon

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    ?Cuando un hombre se convierte en escritor? Es la pregunta que ha
    desarrollado Eduardo Halfon en El angel literario buscando claves y
    circunstancias en la vida de escritores que han marcado su literatura y
    su propia vida. Hermann Hesse, Raymond Carver, Ernest Hemingway, Ricardo
    Piglia y Vladimir Nabokov son parte de esta novela que no es si no el
    resultado de una feliz construccion, entre el ensayo, el fragmento, la
    entrevista y el cuento, nacida de la tenaz preocupacion del autor por
    dilucidar la pregunta que ha rondado desde sus inicios a las bellas
    artes, convirtiendose el texto en su propio ejercicio y sentido de
    busqueda y que se crea a si mismo en su cuestionamiento. El angel
    literario fue una de las obras finalistas del XXI Premio Herralde de
    Novela en el ano 2003.

  • Tu sangre me llama (Hermanos Banes 2) de Rachel Rp

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    Cala siente que no encaja en ningun sitio, desde pequena ha sido repudiada por unos y odiada por otros. Ahora esta en Ciudad V dispuesta a hacer lo necesario para buscar informacion sobre Liam, el problema es que no es a el a quien encuentra...

  • Una Propuesta casi Indecente de Mia Del Valle

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    Su saldo no es suficiente para realizar la siguiente llamada_ Nuevamente lo mismo, mi celular sin saldo. Apoyo los codos en la mesa del comedor y descanso la cabeza en mis manos. Mi perro Lechuga mueve su cola a mi lado esperando algun mimo, acaricio su papada y rasco sus orejas, bueno mejor dicho su oreja y media, es que una de ellas la tiene por la mitad. Cuando lo encontramos en la calle era tan solo un cachorro, yo volvia del secundario andando y unos ninos malvados lo estaban torturando, lo pateaban y uno de ellos con una navaja le corto su pequena oreja. No dude ni un segundo ante semejante pelicula de terror, tome un palo que encontre en la calle y mande un fuerte y caracteristico grito de los mios. --Bastaaaaaaa, dejen ese animal ya mismo o van a ver. Uno de ellos, el mas grande, que tendria unos 12 anos se me vino encima. --Si no queres lo mismo para ti nenita, mejor vete. --Nenita tu madre mariconcito, es mejor que dejes a ese animal o te las veras conmigo --mantenia mi menton en alto tratando de intimidar a los agresores. El comenzo a reir, en verdad daba miedo, era de mi altura y robusto, un pequeno proyecto de maton, dio unos pazos y me empujo, trastabille pero me mantuve firme. La pequena bola de pelos blanca con manchones negros temblaba y lloraba, no paraba de sangrar. El otro nino dejo por un momento al animal mientras observaba la contienda que se estaba armando, tambien lo disfrutaba, dos sadicos, !que asco! --Mejor dejamos al perrito, y nos ocupamos de esta pequena putita, creo que necesita atencion --esa fue la frase antes de tocar uno de mis pechos, estiro el brazo y con una mano me manoseo. <> Puede sonar parecido al sonido que produjo el tronco rompiendo su cara, o su cara rompiendo el tronco; todo depende del cristal con el que se miran las cosas. Fue uno; no, fueron dos. Tres, si, fueron tres dientes los que escupio el gordo baboso, luego que yo estrellara el tronco en su nariz y boca. Ante el asombro del segundo nino, tome en brazos al cachorro y sali corriendo como alma que lleva el diablo. Esta bien que sea valiente, pero vamos, tampoco loca, y era seguro que en cuanto salieran del shock vendrian por mi. Corri lo mas rapido que pude, con el animal sangrando en brazos, hasta llegar a mi querido barrio. Directo a la veterinaria del senor Flanginsky, el y su hijo, me vieron entrar y colocar al sangriento cachorro sobre la camilla. No pude decir mas, me largue a llorar aflojando toda la tension que habia dentro mio. Flanginsky padre, me acompana hasta la pequena cocina, me entrega un vaso con agua, yo lo acepto con mi temblorosa mano. No puedo dejar de llorar. El buen hombre toma asiento frente a mi con los codos apoyados sobre sus rodillas. --?Maria Victoria, te paso algo?, ?te han hecho dano? --me observa con preocupacion. --No, solo al cachorro. --logro responder. --Bueno, tranquila. Tu quedate aqui, vamos a ver al pequeno. --Sale de la cocina y acto seguido entra Daniel, Flanginsky hijo. --Victoria, papa me dijo que te haga compania --intento sonreir, no lo consigo, mi labio tiembla con la amenaza de otro llanto inminente. --Gracias --logro decir. Daniel es un chico dulce y guapo, tiene un bello rostro, y espalda ancha. Es tres anos mayor que yo, vamos al mismo instituto, dentro de poco ingresara a la Facultad de Veterinaria y asi continuar con su pasion; los animales. Mas tarde llegaba mi tio por mi. Por suerte, el cachorro, mejor dicho mi cachorro, con el correr de los dias se fue recuperando hasta que por fin pude llevarlo a casa. Con media oreja menos y unos traumas, llego a ser un perro feliz. !Si hasta rie! <> Es bandido, le gusta esconder cosas, si se molesta por algo orina dentro y !rie! Amo a Lechuga. Se preguntaran porque el nombre, bueno eso no tiene nada muy cientifico que digamos, la noche que vino a casa, su primer acto de vandalismo fue tirar el bote de basura, luego de revolver todo se durmio con una hoja de lechuga encima, y asi fue su nombre, Lechuga para aqui; Lechuga para alla. Pero bueno, es mi turno de presentarme, soy Victoria, Maria Victoria Rodriguez, a sus ordenes, 25 anos, cabello castano claro, ojos miel o verdes dependiendo el clima, solterisima y en este momento de mi vida pobre, muy pobre. Bien, no se que mas contar. <>... ?ya lo mencione? Vivo con mi tio, un viejo pastelero alegre y muy simpatico, amante de la buena comida y la lectura. Solo somos nosotros, no tengo mas familia, mis padres; o mejor dicho la hermana de mi tio, la cual vendria a ser mi "madre" me abandono cuando tenia tres anos de edad, no se preocupen, casi no la recuerdo <> y mi padre; bueno, jamas supe nada de el. Mi vida no es muy interesante, estudio psicologia, estoy a un ano y medio de recibirme. No trabajo, me dedico a los libros y hacer las entregas de los pasteles en nuestra destartalada camioneta. A cambio, recibo propinas y una mesada para mis gastos. Tio Mario me entrega una humeante taza de te con limon. <> Estamos en nuestra gran y despintada casa, es muy calida, mi hogar desde que tengo uso de razon. Tio esta amasando Tortas fritas, una tipica preparacion de mi pais y un clasico de los dias de lluvia. Son unos discos de masa con un pequeno orificio en medio u ombligo como se les dice, las que se frien en grasa y luego se espolvorean con azucar. El secreto esta en comerlas bien calientes, cuanto mas calientes mas ricas y mas grande la indigestion, pero bueno, "SARNA CON GUSTO NO PICA". Como les contaba anteriormente estoy o mejor dicho estamos en bancarrota, las entradas del tio como pastelero, no alcanzan para mantenernos, y mis magros ingresos como repartidora menos que menos. Los impuestos se estan acumulando y no tenemos respiro. Dentro de algunos meses nos remataran la casa. Mi tio no sabe esto aun, temo que se enferme por tantas preocupaciones, por lo que planee pedir un prestamo estudiantil, saldar los pagos de impuestos y buscar un empleo urgente o sacarme la loteria; o !algo! Necesito un trabajo de verdad, uno de ocho horas. Es momento de dejar a un lado mis estudios y retribuir todo lo que el tio ha hecho por mi, deseenme suerte me voy al banco. --!Tio me voy! --?Pero con esta lluvia? ?A donde vas querida? --Me junto a estudiar con las chicas, vuelvo de tarde. -- se que no deberia mentirle, pero es por su bien. Beso su frente calva, coloco mis botas de lluvia, campera, bolso y me voy. En la calle el agua cae sin piedad. Abro mi paraguas transparente y comienzo a caminar en busca de un autobus, un condenado autobus que me lleve al puto Banco. Un despiadado camion, que pasa a toda velocidad por un bache hace que el agua salte empapandome de pies a cabeza. Tengo ganas de ponerme a llorar. Ganas de que alguien me abrace y cuide, una madre, un padre, un novio, alguien que aligere el stress de vivir con el corazon en la boca, por las deudas. En fin no voy a llorar, no voy a llorar, no voy a llorar repito una y otra vez como si fuera un mantra. Sin darme cuenta choco contra una mujer la cual reacciona de mala manera insultandome y empujandome contra un semaforo, mi paraguas se rompe. <> En un momento asi, solo queda reir. No se puede hacer mas que eso, cuando las fuerzas de la naturaleza estan en contra de uno ?verdad? Claro que la "pesadilla" continua, subo al autobus que va repleto de personas. Dentro el vapor deja los cristales empanados, no hay ni siquiera una ventana abierta, el gentio mas la humedad del dia impide que se respire bien. El viaje dura unos treinta minutos, cuanto ya casi no puedo mantenerme en pie, llego a destino y bajo del sauna con ruedas. <> !No puedo creer! !Me robaron el celular! Oh si senores, claro que si, ilusa yo de viajar con el telefono en el bolsillo de mi chaqueta en un medio de transporte capitalino !repleto! Lo unico que me queda es abrazar fuerte mi bolso <> e ingresar al lujoso Banco a toda prisa. No es raro que el guardia de seguridad me observe de arriba abajo deteniendose mas de lo necesario en mi "delantera". Mi pelo es un desastre, esta pegado a mi frente por la lluvia, el maquillaje se me ha corrido, la mascara de pestanas se transformo en un gran manchon debajo de mis ojos, parezco un mapache ojeroso, la ropa esta empapada y aun gotea. <> Llega mi turno de ser atendida. Una gentil dama de unos cincuenta anos me invita a tomar asiento. Entrego mi documento de identidad y formularios completos para el prestamo, no es tanto dinero el que necesito, solo diez mil dolares. A cambio traigo como respaldo las escrituras de mi casa que estan a mi nombre. Uno de los tantos resguardos de mi paranoico tio. En el caso de que le suceda algo, yo pueda contar con un techo donde vivir. Y no terminar siendo una indigente que viva en las calles con un carro de supermercado rodeada de perros; textuales palabras suyas. "Nena, estudia mucho. No soy eterno, en algun momento no estare. Y si eso ocurre ahora, !puedes terminar viviendo en las calles!, salvo que te saques la loteria o te cases con un viejo calvo y millonario" Mi respuesta siempre era la misma "Jamas me casare, prefiero jugar a la loteria". --Buenos dias. Tome asiento por favor, enseguida ingresamos los formularios --pide amablemente la ejecutiva. --Gracias senora, hoy fue un dia un poco complicado. Creo que mi cuota de mala suerte queda cumplida con la tarde de hoy. --Comento al tiempo que cuelgo mi ensopado abrigo en el respaldo de la silla. --Bien, nombre completo ?Maria Victoria Rodriguez?-- escribe sin mirar la profesional empleada. --Correcto... --?Segundo apellido? --la pregunta que atormento mi vida desde nina. --No hay segundo apellido. --tengo mis manos entrelazadas sobre el escritorio, estas comienzan a transpirar. --Lo siento --se disculpa incomoda. --No lo haga, no hay problema. De nina me era mas dificil responder esa pregunta. Por suerte ya no. --Comento en un balbuceo, mientras descascaro el esmalte de mis unas. Cuando ingresa mis datos en el ordenador la observo. Cuanta elegancia. Viste falda y chaqueta negra. Cabello castano no muy largo, gafas sin montura, anillos y en su cuello una cadena de oro, que lo mas cerca de ella que puedo estar es sacando una foto con mi telefono, desde fuera de la joyeria; claro, eso si tuviera movil. Tendra unos cuarenta anos; quizas mas, es bella y educada. Corroboramos unos cuantos datos mas y !CATAPLUM! O algun sonido onomatopeyico que pueda reproducir el de mi culo cayendo al suelo a causa de la noticia que recibo. --Bien senora Rodriguez, solo nos faltaria la firma de su esposo para poder ingresar el pedido de prestamo. En el caso de los matrimonios firman ambos conyuges. <> !Pero si esa palabra no entra en mi vocabulario! --!No!, disculpe pero debe haber un error. Yo no soy casada --Me produce risa imaginarme casada, pero !no definitivamente no! Es que nunca estuvo en mis planes el matrimonio, ni lo estara. --Pero en el sistema figura que usted esta casada con.... --la elegante y desquiciada mujer corrobora en su ordenador. Y con sus lentes apoyados en la punta de la nariz escupe el nombre -- Senor Federico Betner --en ese instante, fue la primera vez que escuche su nombre. Su maldito nombre. Respiro hondo. Trato de explicarme mejor. Aclaro mi garganta. --Perdon senora, pero le repito. !Yo no estoy casada! --noto que poco a poco me voy alterando. El tono de mi voz aumenta unos decibeles, esta bien que tenga una buena actitud ante la vida, y que trate de sacar lo positivo a cada situacion. Pero esto es simplemente !demasiado! --?Te separaste? <> --!Pero como mierda hago para que entienda, no se quien cuernos es ese hombre! --la palma de mi mano golpea fuerte sobre el escritorio de la loca mujer. Tocan mi hombro. Un guardia de seguridad, me advierte que baje la voz o tendre que salir del recinto en ese momento. Levanto mi dedo indice y pido solo un minuto. --Disculpe mi manera de hablar, pero le juro soy soltera. Jamas me case, ni comprometi, es mas no tengo novio,... !si hasta soy virgen! Le ruego me crea --Estoy temblando y ahora si noto que estoy perdiendo los modales. Tengo ganas de romper todo y gritar, no puedo controlar mas mis ganas de llorar. Una lagrima escapa, la limpio rapido con mi mano. --Bueno senorita, aqui le anoto el nombre de su NO esposo, hablelo con el y arreglen sus asuntos --y si los estaba por perder, a mis modales me refiero, en ese instante los pierdo por completo, y lejos estoy de encontrarlos nuevamente. Estoy furiosa e indignada y escupo toda la mierda que venia conteniendo --!Que no soy casada! !ESTUPIDA MUJER DE LENTES DE VIEJA! --grito a todo pulmon antes de ser sacada a la fuerza del Banco. <> Miro el post it amarillo que hay en mi mano. Federico Betner, debo conseguir la direccion de este hombre. Todo es muy raro, estas cosas no pasan, bueno o no deberian pasar. Esa noche en la seguridad de mi hogar, salgo del bano, ya con mi pijama puesto y una toalla en la cabeza. La ducha de hoy duro mas de lo que acostumbro. Pase cuarenta y cinco minutos bajo el agua tratando de limpiar esa mezcla de frustracion y enojo, con la musica a todo volumen. Hay dias como el de hoy, en el que disfruto el tener musica en el bano. Un capricho un tanto excentrico de mi tio, el cual adopte yo tambien. Menos mal que en casa hay dos retretes, porque con este chiche, demoramos bastante mas de la cuenta en banarnos. Entro en mi dormitorio.

  • Un millon de pasos de Daniel Zaragoza

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    El Camino de Santiago ha sido recorrido durante siglos por millones de peregrinos venidos de todo el mundo, algunos atraidos por su espiritualidad, otros por conocer media Espana al ritmo de sus pasos, y la mayoria buscando que la peregrinacion sea el preludio de un cambio de vida.Son los mismos paisajes, senderos y piedras pisadas una y otra vez, pero los peregrinos son diferentes. Cada uno con su historia, con sus miedos y anhelos, con sus ilusiones y con un motivo personal por el que recorrer un millon de pasos por el Camino de las Estrellas.
    “El Camino es la gente que lo recorre”.
    Cuatro peregrinos y dos peregrinas de distintos paises, con sus problemas, traumas, suenos y esperanzas, nos muestran desde su mirada el Camino de Santiago frances. Conoceremos los beneficios de caminar cada dia cargando con lo necesario, en contacto con la naturaleza, hablando con desconocidos, con tiempo para pensar y conocerse a si mismo, llevando una vida sencilla, asombrandote con cada descubrimiento y con un sueno que cumplir. Pero como en la vida, en el Camino no todo es maravilloso. Tambien hay que lidiar con el sufrimiento, el cansancio, personas toxicas, abusos sexuales, e incluso, la muerte.
    No estamos ante una guia de viajes. Puedes disfrutar de este libro tanto si eres amante del Camino, como si no, pues posee todos los elementos que debe tener una buena novela.
    Basada en hechos reales, ya sea vividos directamente por el autor al recorrer el Camino o contados por los muchos peregrinos y hospitaleros conocidos.

  • La ridicula idea de no volver a verte de Rosa Montero

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    Cuando Rosa Montero leyo el maravilloso diario que Marie Curie comenzo tras la muerte de su esposo, y que se incluye al final de este libro, sintio que la historia de esa mujer fascinante que se enfrento a su epoca le llenaba la cabeza de ideas y emociones. La ridicula idea de no volver a verte nacio de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino.

  • Dudo si te quiero de Sophie Saint Rose

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    Hellen creia que tenia claro lo que queria. Su jefe estaba para comerselo y era todo lo que siempre habia sonado para su futuro marido, aunque tenia un poco de mal humor cuando no comia. Va, pero eso podia pasarlo por alto.
    Cuando su familia le abrio los ojos respecto a como habia llevado su vida en los ultimos anos, se dio cuenta de que igual le habia idealizado y las dudas la asaltaron. ?Le queria a su lado el resto de su vida? Deberia pensarlo un poco antes de meter la pata. ?Pero como se lo tomaria el?

  • Jodido Error de Abril Lainez

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    Propositos de Daniela:Vivir sola.Ser una mujer mas sexySubir a un avion, sin anestesia.Acostarme con un hombre el mismo dia que lo conozca, aunque me conformo con acostarme. Perseguir un orgasmo alucinante -dicen que existen-. Subirme sobre unos zapatos de tacon vertiginosos sin romperme la crisma.Bailar desnuda, acompanada si es posible. Dejarme hacer un masaje.Escribir un libroVisitar el museo donde se encuentre el <>.Vivir sin reglas y vivir sin normas.Tras una peculiar entrevista de trabajo, unas sonoras carcajadas, el hallazgo accidental de una lista de deseos, y un viaje a un balneario, Adrien se enfrenta por primera vez a la posibilidad de que su vida no es tan perfecta como el creia. No es un simple masaje. Tres, dos, uno. En el mismo momento que Daniela posa sus manos sobre el cuerpo de aquel hombre, su lista de deseos empieza a cobrar vida. ?Pagara un alto precio por ello?Deseos cumplidos en un mundo lleno de emociones poco convencionales en el que la amistad, el deseo, el misterio de una famosa obra de arte, una joya rescatada del pasado y una cancion con nombre de mujer, cobran protagonismo.Adrien, Daniela, y su accidentada historia de amor.

  • Leo Morris de Gwendolen Hope

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    Paige Palmer tiene un problema y la solucion esta al alcance de su mano: se llama Leo Morris.
    Leo, amo de la ciudad de Richmond, es un hombre poderoso y sin escrupulos que le pedira a cambio algo muy particular.
    Y las cosas nunca son tan simples como parecen...

  • El algoritmo de la felicidad de Mo Gawdat

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    Durante muchos anos, Gawdat estuvo interesado en disenar una formula que le permitiera desarrollar un verdadero estado de felicidad permanente. Despues de incontables horas de investigacion, por fin descubrio una ecuacion basandose en la comprension de como el cerebro absorbe y procesa la alegria y la tristeza.

  • Sin Ataduras de Amaya Evans

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    Rose Cowell, no tiene mucha suerte con sus relaciones, pero ya ha dejado de sonar con principes encantados y caballeros de brillante armadura que la rescatan de su aburrida vida para llevarla a un hermoso castillo y darle un felices por siempre. Ahora ella solo quiere estar con alguien por un rato, tal vez un fin de semana de solo sexo caliente con un hombre que la haga sentir especial por unas horas y luego cada quien por su lado. El problema es que en el pequeno pueblo de Johnsonville todos se conocen y no hay nadie con quien ella pudiera hacer algo asi, sin que al dia siguiente ya todo el pueblo estuviera enterado. Siendo la bibliotecaria del pueblo, eso no era conveniente.
    Sean McKinnon, no recuerda la ultima vez que salio y estuvo relajado en compania de una mujer con la que pudiera divertirse. Las chicas con las que suele alternar y que por lo general estan en su circulo social, solo son frios tempanos de hielo que adoran vestir bien, hacerse costosos tratamientos de belleza y hablar pestes de sus amigas. Pero por cosas del destino tiene que viajar a un pueblo remoto en visperas del dia de accion de gracias y decide no ir en compania de su equipo de seguridad, ni de su chofer, algo que termina siendo muy mala idea. Todo tipo de cosas le sucederan, pero tambien conocera a una interesante bibliotecaria con la que sorprendentemente, tendra la mejor noche en mucho tiempo. El problema es que ella solo quiere pasar un buen rato y luego mandarlo al diablo, pero Sean tiene planes muy distintos.

  • La donante, Stevie Turner de Stevie Turner

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    Cuando sabes que has conocido al amor de tu vida, lo ultimo que esperas es que tu hermana lo atraiga y lo aleje de ti. Clare Ronson se encuentra en esta situacion cuando su hermana Isabel se casa con el cantante y guitarrista Ross Tyler. Para empeorar la amargura y los celos de Clare, Ross alcanza la fama y el exito y se convierte en un exiliado fiscal multimillonario con una casa en Francia. Clare decide no hablarse con Ross e Isbael durante treinta anos, pero cuando una tragedia ocurree en 2002, Ross aparece en Inglaterra y llama a la puerta de Clare. Ahora ella debera intentar olvidar el pasado para ayudar a su hermana.

  • Valiente Cretino Millonario de Blanca Moral

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    Cristobal Castano lo tenia todo. Un conglomerado de empresas que le generaban siete ceros en su cuenta corriente. Una mansion preciosa. La esposa perfecta, a la cual ha deseado desde que iba al instituto. Buenas dosis de sexo en pareja. ?Perdon?

  • Dime. que significa para siempre de Sarah Dessen

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    Jason se iba al campamento para cerebritos. Tenia otro nombre, uno mas serio, pero asi era como lo llamaba todo el mundo. -Muy bien -dijo, y embutio un ultimo par de calcetines en el borde de la maleta-. La lista. Otra vez. Alcance el papel que tenia a mi lado. -Boligrafos -fui enumerando-. Cuadernos. Tarjeta del telefono. Bateria de la camara. Vitaminas. Jason recorrio con los dedos el contenido de la maleta para localizar e identificar cada cosa. Lo reviso dos veces. Siempre tenia que asegurarse de todo. -Calculadora -continue-. Ordenador portatil… -!Espera! -exclamo, y levanto la mano; se acerco a su escritorio, abrio la cremallera de la funda negra y delgada que habia encima y me hizo un gesto con la cabeza-. Pasa a la lista numero dos. Baje hacia el final de la lista hasta encontrar las palabras ORDENADOR PORTATIL (FUNDA), y me aclare la garganta antes de proseguir: -CD virgenes. Protector de sobrecargas. Auriculares… Despues de repasarlo todo y de terminar la lista principal -tuve que hacer otra interrupcion para revisar otros dos subapartados, NECESER y VARIOS-, Jason parecia casi convencido de que lo tenia todo. Lo que, sin embargo, no evito que siguiera dando vueltas por la habitacion murmurando para si. Ser perfecto suponia mucho trabajo. Si no querias ni despeinarte, no tenia sentido molestarse siquiera. Jason conocia la perfeccion. Al contrario que para la mayoria de la gente, para el no era un horizonte remoto. Para Jason, la perfeccion estaba justo en la colina de ahi al lado, lo bastante cerca para divisarla. Y no era un sitio adonde iria simplemente de visita. Iba a quedarse a vivir alli. Era el campeon de matematicas del estado, el capitan del equipo de debate, el que ostentaba la nota media mas alta de la historia de nuestro instituto (iba a clases de excelencia desde primer curso, a clases de nivel universitario desde cuarto); tambien el presidente del consejo estudiantil por segundo ano consecutivo, el promotor de un innovador programa de reciclaje en el instituto que ahora se aplicaba en varios distritos del pais; hablaba frances y espanol con fluidez. Pero no solo destacaba en el campo academico. Jason tambien era vegano y habia pasado el verano anterior construyendo casas para Habitat para la Humanidad. Practicaba yoga, visitaba a su abuela en la residencia cada dos domingos, y tenia un amigo nigeriano que habia conocido por Internet con el que se escribia desde que tenia ocho anos. Todo lo que hacia lo hacia bien. Mucha gente podria considerar todo esto un poco irritante, incluso odioso. Pero yo no. Jason era justo lo que yo necesitaba. Lo supe desde el primer dia que lo vi, en clase de ingles cuando estabamos en cuarto de secundaria. Nos habian dividido en grupos para hacer un trabajo sobre Macbeth y en el mio estabamos Jason, yo y una chica que se llamaba Amy Richmond y que, despues de juntar las mesas, se apresuro a comunicarnos que <> y despues apoyo la cabeza en su mochila. Al segundo siguiente, estaba dormida como un tronco. Jason se limito a mirarla. -Bueno -dijo a la vez que abria su libro de texto-, creo que sera mejor que empecemos. Eso fue despues de que pasara todo; yo estaba atravesando una fase silenciosa. No me resultaba facil encontrar las palabras adecuadas. De hecho, a veces llegaba a tener problemas para reconocerlas; habia frases enteras que al leerlas me parecian escritas en otro idioma, o incluso escritas al reves. Unos dias antes, al anotar mi propio nombre en una hoja, hasta habia dudado de las letras y de su orden, pues ni siquiera de eso estaba ya segura. Asi que, como era de esperar, Macbeth me desconcerto por completo. Me habia pasado todo el fin de semana luchando con el lenguaje anticuado y con los nombres tan raros de los personajes, incapaz incluso de descifrar los aspectos mas basicos de la historia. <> No, pense. Nada. Por suerte, Jason, que no estaba dispuesto a dejar que su nota dependiera de nadie, estaba acostumbrado a asumir el control de los trabajos en grupo. Asi que abrio su cuaderno por una hoja en blanco, saco un boligrafo y le quito el capuchon. -Lo primero -dijo-, centremonos en los temas fundamentales de la obra. Luego ya pensaremos sobre que podemos escribir. Asenti. A nuestro alrededor, oia el parloteo de nuestros companeros y la voz cansada del profesor de ingles, el senor Sonnenberg, repitiendonos que nos pusieramos a trabajar. Jason se salto unos cuantos renglones de su hoja. Vi que escribia <>. Tenia una letra muy clara, como de imprenta, y escribia con agilidad. <> Parecia que podria pasarse una eternidad escribiendo, pero de pronto dejo de escribir y me miro. -?Que mas? -pregunto. Volvi a clavar la vista en el libro, como si de alguna manera las palabras fuesen a decirme algo coherente. Note que Jason me miraba, pero no con descaro, sino esperando que yo aportara algo. -No… -dije por fin, luego me interrumpi, como si las palabras se apelmazaran. Trague saliva y volvi a empezar-. No lo entiendo. En serio. Estaba segura de que al oir aquello, me lanzaria la misma mirada que a Amy Richmond. Pero Jason me sorprendio cuando dejo el boligrafo encima de la mesa. -?Que parte no entiendes? -Ninguna -conteste, y cuando vi que el no hacia un gesto de impaciencia, como yo esperaba, anadi-: O sea, se que hay una trama para cometer un asesinato y se que hay una invasion, pero el resto… No se. Es todo muy confuso. -Escucha -dijo, y recogio el boligrafo-, no es tan complicado como cree. La clave para entenderlo bien es empezar por la profecia sobre lo que va a ocurrir… ?ves?, aqui… Empezo a pasar paginas de su libro sin dejar de hablar, y me senalo un fragmento. Luego lo leyo en alto, y al recorrer las palabras con el dedo fue como si las cambiara, como si hiciera magia: de pronto, cobraron sentido. Y senti un tremendo alivio. Por fin. Lo unico que habia deseado durante mucho tiempo era que alguien me explicara de aquella manera todo lo que me habia pasado. Que lo expusiera con claridad en una hoja de papel: esto conduce a esto y esto otro conduce a aquello. En el fondo, sabia que era mas complicado que todo eso, pero al observar a Jason me senti esperanzada. Se habia enfrentado al galimatias de Macbeth y lo habia desenmaranado, y yo no pude por menos que preguntarme si seria capaz de hacer lo mismo conmigo y de la misma manera. Asi que me acerque a el y no me volvi a separar desde entonces. Ahora estaba cerrando la cremallera de la funda del ordenador, que dejo encima de la cama junto al resto de sus cosas. -Bueno, vamonos -dijo, echando una ultima mirada a su cuarto. Cuando salimos, sus padres ya nos esperaban en el Volvo. El senor Talbot se bajo, abrio el maletero; el y Jason tardaron unos minutos en colocar todo el equipaje. Cuando me sente en el asiento trasero y me abroche el cinturon, la senora Talbot se volvio y me sonrio. Era botanica, su marido farmaceutico, ambos profesores universitarios. Eran tan academicos que me resultaba raro verlos sin un libro entre las manos, como si les faltara la nariz o los codos. Intente no pensar en ello cuando la senora Talbot me dijo: -Bueno, Macy, ?y que vas a hacer sin Jason hasta agosto? -No lo se -respondi. Yo iba a trabajar en la biblioteca, sustituyendo a Jason en el mostrador de informacion, pero aparte de eso, las siguientes ocho semanas se presentaban vacias y amenazadoras. Aunque tenia varios amigos que pertenecian al consejo estudiantil, tambien ellos se habian ido a pasar el verano fuera, a Europa o a algun campamento. Para ser sincera, Jason y nuestra relacion consumian bastante tiempo: entre las clases de yoga y el trabajo del consejo estudiantil, por no mencionar los asuntos que tratabamos, no tenia mucho tiempo para nadie mas. Ademas, Jason a menudo se llevaba decepciones con la gente, asi que yo nunca me decidia a invitar a nadie a salir con nosotros. Si eran lentos o vagos, en algun sentido, enseguida perdia la paciencia, asi que era mas facil salir sola con el o con sus amigos, que si le seguian el ritmo. La verdad es que yo nunca me habia planteado si aquello era bueno o malo. Sencillamente, eramos asi. De camino al aeropuerto, Jason y su padre hablaron de unas elecciones que acababan de celebrarse en Europa, su madre se inquieto por el trafico y las obras de la carretera y yo permaneci en silencio observando los dos centimetros que separaban mi rodilla de la de Jason y preguntandome por que no me acercaba mas a el. Aquello no era nuevo. Ni siquiera me habia besado hasta nuestra tercera cita, y ahora, ano y medio despues, aun no nos habiamos planteado llegar hasta el final. En el momento en que nos conocimos, hasta un simple abrazo me resultaba dificil de soportar. No queria que nadie se me acercara demasiado. En aquel momento era lo unico que yo queria: un chico que entendiera como me sentia. Sin embargo, ahora, a veces deseaba algo mas. En el aeropuerto, nos despedimos junto a la puerta de embarque. Sus padres lo abrazaron y despues cruzaron discretamente la sala de espera para quedarse junto a la ventana y contemplar la pista y la gran franja de cielo azul que flotaba sobre ella. Rodee a Jason con los brazos y me empape de su olor -a desodorante deportivo en barra y gel contra el acne- para que me durara algun tiempo. -Te voy a echar de menos -dije-. Muchisimo.

  • Lord John y la Hermandad de la espada de Diana Gabaldon

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    Corre el ano 1758. En plena guerra de los Siete Anos, Gran Bretana lucha junto a sus aliados en las tierras del Rin. Para lord John Grey y su hermano Hal, el campo de batalla supone una agradable tregua en la complicada situacion que vive la familia y que amenaza con arruinar su honor. Diecisiete anos atras, el padre de lord John, el duque de Pardloe, fue hallado muerto con una pistola en la mano. Tras ese supuesto suicidio, corrieron rumores que lo acusaban de ser un traidor jacobita. Ahora, los fantasmas del pasado acosan a los Grey de una forma muy misteriosa: Hal ha recibido una pagina de uno de los diarios de su difunto padre, pero el muchacho, que tiene sus propios secretos, se niega a seguir indagando y le ruega a su hermano que haga lo mismo. Frustrado, lord John se embarca en una complicada investigacion y pide ayuda al hombre que ha sido su prisionero y confidente: el escoces jacobita James Fraser, que revelara la pieza que falta de este asombroso rompecabezas… Atrapado entre su deber y su conciencia, lord John tendra que decidir si vale la pena arriesgar la vida a cambio del honor de su familia.

  • El protector, Jodi Ellen Malpas de Jodi Ellen Malpas

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    A primera vista, Jake Sharp y Camille Logan no tienen nada en comun. El, un antiguo militar, esconde un pasado oscuro y quiere alejarse de todos y simplemente seguir adelante con su vida sin mirar atras. Ella, la hija mimada de un millonario, esta harta de que la gente la vea como una chica que solo sabe gastar el dinero de su padre y esta dispuesta a salir adelante por su cuenta. Dos mundos completamente opuestos que se unen el dia en que el padre de Camille contrata a Jake para proteger a su hija. Ya nada sera igual.

  • Cuando la mente encontro a su cerebro de Luis Aguado

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    El ser humano es el unico animal capaz de volver la vista hacia su propio interior y preguntarse: ?que hay ahi dentro?, ?como funcionan la mente y el cerebro de donde proceden nuestra conducta, nuestros pensamientos y nuestras emociones? A lo largo de la historia, estas preguntas han fascinado a artistas y pensadores, pero solo recientemente hemos empezado a vislumbrar la posibilidad de responderlas a partir del conocimiento cientifico. La actual neurociencia cognitiva, surgida de la union de la psicologia y las neurociencias, es la empresa multidisciplinar encaminada a la dificil meta de explicar como la mente surge de la biologia. La mente en busca de su cerebro. El objetivo de la presente obra es ofrecer una aproximacion al fascinante mundo de la investigacion actual sobre la mente y el cerebro a partir de diez temas de candente actualidad.

  • El arte de pensar de Jose Carlos Ruiz

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    Hay muchos libros de autoayuda en el mercado. Unos sostienen que podemos conseguir cualquier meta que nos propongamos, incluida la felicidad plena, y nos indican como hacerlo; otros pretenden paliar el sufrimiento que nos invade cuando no lo logramos. Sin embargo, la verdadera ayuda no consiste en hacer lo que otros nos dicen, sino en aprender a desarrollar el pensamiento critico por nosotros mismos, desde nuestras circunstancias, con nuestra perspectiva, y tomando las decisiones que mas convengan a tenor del contexto. Porque el arte de pensar se reduce a conocer las circunstancias que nos rodean y saber interpretar adecuadamente el contexto. Una vez dominados estos dos instrumentos, las decisiones en torno al proyecto de vida que queramos plantearnos tendran muchas mas probabilidades de exito.
    El legado de los grandes filosofos puede ayudarnos enormemente en ese reto. Es un ejercicio mental que se practica a cualquier edad y que se perfecciona a medida que uno logra desprenderse de los prejuicios y malos habitos adquiridos a lo largo de la vida. Habitos que, en el fondo, no son otra cosa que los kilos de mas que nos impiden desenvolvernos con soltura y enfrentarnos con garantias al dia a dia. De ese modo, tanto nuestros hijos o alumnos como nosotros mismos gozaremos del factor determinante para llevar una vida feliz: la higiene mental. Porque la Filosofia no es otra cosa que el amor por el conocimiento, y cuenta con mas de 2000 anos de experiencia, durante los cuales se ha ocupado de resolver cuestiones tan cruciales como la de configurar una buena vida.

  • No puedo pedir mas de Sophie Saint Rose

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    Cindy estaba encantada de trabajar para Malcom Halifax. Era su mano derecha y se compenetraban muy bien, aunque el tenia un caracter reservado. Algunos dirian que era malhumorado y un ser sin sentimientos, pero Cindy estaba segura de esos estupidos estaban equivocados. Hasta que un dia se dio cuenta de que su maldita empresa era lo primero y que no la apreciaba en absoluto. ?Como podia haberse equivocado tanto?

  • El maestro de la seda de Liz Trenow

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    1760. En su primer dia en Londres, Anna se encuentra por casualidad con un joven sastre frances, Henri, que ha llegado como tantos a Inglaterra huyendo de las guerras de religion. Henri esta decidido a triunfar en el mundo duro y competitivo de los maestros de la seda, y para ello cuenta con la habilidad de Anne para crear disenos. Ambos se enamoran pero la diferencia de clase social y los disturbios en Londres hacen que su amor, al igual que su proyecto de futuro, esten en la cuerda floja.

  • No sabes nada de mi de Pilar Cernuda

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    No sabes nada de mi es un apasionante recorrido por las vidas de las espias espanolas. Mujeres con un sexto sentido que han conocido desde dentro la lucha contra el terrorismo de ETA y el yihadismo, que han participado en operaciones de riesgo y de contraespionaje, entrenadas para preservar el anonimato en un mundo de hombres. Mujeres a las que el amor a su pais les hizo afrontar innumerables peligros.

  • Cabos sueltos de Terri Reid

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    Morir es lo que cambio la vida de Mary O’Reilly. Bueno, en realidad, volver de la muerte y tener la capacidad de comunicarse con los fantasmas, es lo que realmente hizo que asi fuera.
    Ahora, como investigadora privada en la zona rural de Freeport, Illinois, Mary esta tratando de aprender como incorporar su experiencia como policia de Chicago y su nuevo talento recien descubierto, en un trabajo de verdad. Su desafio es resolver misterios, obtener evidencias reales (la palabra fantasma no se sostiene ante los tribunales), y asegurarse de que los habitantes de la ciudad, especialmente el atractivo nuevo jefe de policia, no piensen que esta loca.
    Veinticuatro anos atras, una joven se ahogo en la piscina de un Senador estatal recien elegido. El caso fue archivado como un accidente. Pero ahora, mientras el Senador se prepara para ascender a cargos mas altos, el fantasma se le aparece cada dos por tres a la esposa del politico.
    Mary es contratada para descubrir la verdad detras de su muerte. Ella descubre una conexion entre el asesinato y la desaparicion de cinco ninas cuyos casos, veinticuatro anos despues, siguen sin ser resueltos. A medida que excava mas se convierte en el proximo objetivo de un asesino en serie que quiere dejar bien atados todos los cabos sueltos.

  • Las libelulas purpura de Salva Vercher Ibanez

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    Flanagan habitaba un cuchitril en los suburbios de Madrid. Las paredes llenas de mugre, las abundantes goteras en el techo y un silencio perpetuo eran sus unicos companeros. Cuando sono el timbre, le dio un vuelco el corazon y se quedo paralizado. Temia que fuesen unos matones para reclamarle el pago de la deuda. Tuvo que sonar una segunda vez para que su cuerpo y su mente reaccionaran. Con satisfaccion hubiera comprobado a traves de la mirilla quien diablos era, pero la lente estaba rota, como casi todo en su casa. Asi que pregunto, con una voz quebrada por el exceso de whisky y tabaco. Una vocecilla similar al maullido de una gata en celo le respondio. --Buenas noches, senor Flanagan --lo saludo el casero cuando le abrio la puerta. Era evidente que estaba molesto--. Me he tomado la libertad de venir a verlo a esta hora intempestiva, ya que usted nunca esta en casa durante el dia, para recordarle que me debe tres meses de alquiler. --Espero en silencio algun tipo de reaccion por parte de su interlocutor--. Lo siento, pero ya no puedo soportar los gastos y me vere obligado a invitarlo a que haga las maletas. --Lo siento, senor Perez, pero ultimamente he tenido ciertos pagos extraordinarios. Le prometo que al finalizar la semana usted habra cobrado ya los meses pendientes. ?Quiere pasar a tomar cafe y unas galletitas? --dijo Flanagan. --Muchas gracias, pero es tarde y manana he de madrugar. Buenas noches. --El casero, contrariado, dio media vuelta y se marcho. Flanagan le devolvio las buenas noches cuando ya habia desaparecido escaleras abajo. Entro en su apartamento, saco una botella, su balsamo predilecto, y se dispuso a tomar el ultimo trago antes de acostarse. Quizas medio vaso de whisky escoces sin hielo calmara su sed y lo ayudase a conciliar el sueno. Se quito la camiseta raida y los muelles de la cama chirriaron cuando se recosto. Tamizada por la persiana, la luz del cartel luminoso de la planta baja entraba en la habitacion. Pertenecia al bar de Manuel, el segundo hogar de Flanagan, a tenor de las horas que pasaba alli. Habia sido un dia mas, sin nada extraordinario que rememorar; igual que lo fue el anterior y, casi con total seguridad, lo seria el siguiente. Penso en los anos dulces y lejanos de su vida. En la cara de ternura que le ponia su mujer cuando la sorprendia con una caja de bombones, siempre de chocolate puro, como a ella le gustaban. O en el beso conmovedor que le regalaba su hija antes de acostarse. Con estos recuerdos, exasperadamente vividos por la anoranza, se quedo dormido. No era frecuente que lo hiciera con tanta facilidad. Desde hacia muchos anos, solo conseguia adormecerse unas pocas horas. Durante la vigilia nocturna, solia dejarse llevar por pensamientos mas ambiguos, mientras lo invadian la melancolia y la frustracion. En terminos maritimos, era un naufrago, vocablo que quizas la sociedad sustituiria por otro mas peyorativo. Alguien que lo habia tenido todo en sus manos y, a la larga, habia acabado perdiendolo. Estudio en una de las mejores academias de Policia del pais, con unos resultados excelentes. Fue el que obtuvo la nota mas alta en las oposiciones, no solamente de su promocion, sino de la ultima decada. Entro en la comisaria de la Policia Nacional del distrito de Tetuan, en Madrid, y en menos de un ano se convirtio en inspector. Todo indicaba que aquel muchacho raquitico de tez palida llegaria lejos. Anos mas tarde, y despues de resolver algunos de los casos mas dificiles, su creciente adiccion al alcohol le empezo a pasar factura: acentuo su mal caracter e hizo que en el cuerpo policial se le multiplicaran los enemigos. A partir de ahi, sus errores se fueron acumulando, pero solo uno le echo a Asuntos Internos encima: acabar con la vida de un pobre inocente. Aunque Flanagan le habia advertido que levantase las manos, el joven metio una en el bolsillo, posiblemente para sacar el carne de identidad y esclarecer que el no era el peligroso delincuente que estaba buscando. Aquello hubiese quedado en un disparo en defensa propia debido a una desgraciada confusion, pero dio positivo en alcohol en el analisis que le realizaron a posteriori, y Asuntos Internos, que desde hacia mucho tenia su expediente sobre la mesa, comenzo a vigilarlo las veinticuatro horas del dia. Despues se paso a la investigacion. Era un detective de poca monta, al que le encargaban casos esporadicamente, y apenas ganaba para sobrevivir. La luz del alba se asomo por las rendijas de la persiana. Flanagan ya llevaba unas cuantas horas despierto, demasiadas. La relatividad del tiempo se hacia mas patente cuando el tedio se apoderaba de el. Aunque intentaba ocuparse en quehaceres que lo ilusionaran, la verdad es que nada le despertaba el menor interes.

  • Cafenamorada. Todo empieza con cafe de Bet Alifanow

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    Soy Carmela Santos, mujer madura 40 anos, 20 anos de casada, 2 de estar felizmente divorciada, dos hijos y un negocio que con mucho esfuerzo empieza a ser prospero, gracias a uno de mis grandes amores, el cafe...Un cafe para mi va mas alla de una infusion para mantenerse despierto…

  • Un hogar a tu lado (Creek Canyon 2) de Catherine Bybee

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    Erin siguio con suma atencion la trayectoria del blanco de arcilla, desde el momento en que salio disparado del lanzador y se desplazo surcando el aire, hasta que se rompio en pedazos cuando Parker apreto el gatillo de la escopeta. --Le has dado todas las veces. ?Como lo haces? --Erin estaba impresionada. Ella solo habia conseguido acertar un plato de cada diez, mientras que Parker se habia ganado su apodo, el de <>, a pulso. --Es cuestion de practica. Tu acabas de empezar, date tiempo. Estaban en un rincon escondido del bosque del Angeles National Forest, en un campo de tiro, un lugar dominado por la testosterona en el que de vez en cuando se veia a alguna que otra esposa o novia. Erin y Parker eran las unicas mujeres que no iban acompanadas de un hombre. --Seguimos con el tiro al plato unas cuantas veces mas y luego pasamos a la galeria de tiro con pistola, ?de acuerdo? Los blancos moviles son mas dificiles, pero es que quiero que te acostumbres al retroceso de la escopeta para que puedas controlarla. --Parker le estaba dando lecciones sin avasallarla con la bateria de preguntas que le haria cualquier otra persona. A finales del verano anterior, Erin se habia ido a vivir a la propiedad de Parker, quien estaba desesperada por alquilar la casa de invitados del rancho familiar tras haber sobrevivido a un incendio que por poco destruye todas las posesiones de su familia. Erin estaba igual de ansiosa por instalarse alli y empezar una nueva vida lejos de las carreteras principales y los barrios de cualquier gran ciudad, donde todo el mundo se conocia. En una localidad del tamano de Santa Clarita, en cambio, no llamaria la atencion ni estaria rodeada de los turistas y los empresarios que invadian las grandes ciudades del sur de California. Erin esperaba encontrar soledad y, en vez de eso, lo que encontro fue una amiga fabulosa, una amiga que se dio cuenta de que Erin estaba escondiendose de su ex, pero que no la presiono ni una sola vez para que le contara los detalles de la historia. No, Parker no hurgo en su vida, sino que simplemente le dijo que, cuando estuviera lista para hablar, alli estaria ella para escucharla. Incluso ahora, mientras disparaba a los blancos --errando casi siempre el tiro, en el caso de Erin, que tenia una punteria terrible--, habria tenido toda su logica que Parker le hubiese preguntado por que tenia tantas ganas de aprender a disparar. Sin embargo, no lo habia hecho. Ni una sola vez. Parker le dio el arma a Erin con el canon abierto, preparado para que llenara el cargador. Eso ya sabia como hacerlo. Ahora bien, darle al blanco con ella... eso ya no era tan facil. Aunque, a cualquiera que le hubiese preguntado, le habria dicho que el mero hecho de cargar el arma ya le infundia un valor que ni siquiera sabia que tenia en su interior. Con las gafas de seguridad y los oidos tapados con tapones de color naranja --<>, como los llamaba Parker--, Erin apoyo la culata del arma en el hombro. --?No te olvidas de algo? --le pregunto Parker. Erin se detuvo un segundo, con aire confuso. Luego sonrio y amartillo el arma. El sonido le resulto inquietantemente satisfactorio. Era como decir <> con dos solidos chasquidos. Parker sonrio. --Esta vez quiero que te inclines hacia el arma y que mires fijamente por el canon hasta que sientas que es una extension de tu brazo. Sabes que el plato va a salir disparado hacia la izquierda, asi que no apuntes a la derecha en ningun momento. --Se situo detras de la maquina lanzaplatos--. Cuando tu me digas. Erin respiro profundamente y puso el dedo en el gatillo. --Ya. Parker solto el resorte. Un plato de color naranja salio disparado hacia el cielo. Erin lo vio volar y supo que iba a fallar antes de apretar el gatillo. El estruendo del arma le resono en el oido y le sacudio el hombro, empujandolo hacia atras con un solo movimiento. El plato de arcilla volo intacto hasta alcanzar la parte posterior de la colina y reunirse con todos sus companeros. Solo entonces se hizo pedazos. Parker se acerco a ella por detras. --Traslada el peso de tu cuerpo al pie izquierdo. --Puso una mano en el hombro de Erin y la empujo levemente hacia el arma--. Apoyate en ella. De nuevo en posicion, respiro hondo varias veces mas. <>, se dijo. --!Plato! Fallo el tiro. --!Plato! Fallo el tiro. --!Plato! Le dio... Joder, !le habia dado! Erin se sintio como si acabara de ganar la loteria, y una enorme sonrisa afloro a sus labios. Bajo el arma y choco los cinco con Parker. --?Quieres dejarlo ahora que vas ganando? --pregunto Parker--. ?O quieres seguir disparando un poco mas? Erin bajo la escopeta. --Probemos con algo mas pequeno. Una hora mas tarde iban conduciendo por la larga carretera del canon, orgullosas de su punteria. Parker tenia razon: disparar con pistola era mucho mas facil que hacerlo con la escopeta. Cada tintineo de los blancos metalicos habia sido como un signo de exclamacion. Erin no podia dejar de sonreir. --Ha sido mucho mas divertido de lo que pensaba. Parker mantuvo ambas manos en el volante mientras doblaba las curvas del canon. --Mi padre me llevaba al campo de tiro cada dos por tres. Siempre decia que, como teniamos armas en casa, era imprescindible que aprendiera a disparar. --?Y Mallory y Austin? Mallory y Austin eran, respectivamente, la hermana y el hermano pequeno de Parker, de quienes esta se habia hecho cargo tras el fallecimiento de sus padres, tres anos antes. --Mallory fue un par de veces, pero no le gusto. Aun asi, se defiende bastante bien con las armas. Austin disparaba la pistola del calibre .22 de mi padre cuando era pequeno. Ahora intentamos venir aqui un par de veces al ano para practicar. --?Saliais a cazar alguna vez? Parker nego con la cabeza. --No. Una cosa es pegarle un tiro a una serpiente de cascabel y otra muy distinta dispararle a Bambi. Supongo que si tuviera mucha hambre si podria hacerlo. Mi padre iba de caza con su hermano cuando eran jovenes. Erin lanzo un suspiro. --Yo creo que seria incapaz de dispararle a nada. --Pero informarse sobre el manejo de un arma y saber utilizarla no es algo malo en si: la informacion es poder y todo eso. Para mi, tener algo mas que un bate de beisbol en casa tras la muerte de mis padres fue un consuelo. A veces el mundo es una selva. No hay mas que ver las noticias para darse cuenta de eso. Erin se froto el lado de la mandibula donde todos los dias de su vida utilizaba maquillaje para ocultar una cicatriz. Ella sabia muy bien hasta que punto el mundo estaba lleno de seres salvajes. --?Crees que eso te convierte en una persona paranoica? --?El que me convierte en una persona paranoica? --Tener un arma en casa. --Cargada y lista para dar la bienvenida a cualquiera que se plante en tu casa mientras duermes, armado con su propia arma, para llevarte de vuelta a una vida de malos tratos y sufrimiento... Erin ahuyento la imagen de su cabeza. --Echo siempre el cerrojo de las puertas por si alguien intenta entrar; tengo un extintor por si hay un incendio; tengo un seguro por si se hunde el mundo... ?Significa eso que estoy paranoica? --Eso es un poco distinto. --?De verdad? Estoy hablando de tomar precauciones y tener un seguro. De momento no ha entrado nunca ningun ladron a robar en casa. El extintor no habria servido de nada en un incendio forestal, y el seguro ha sido mi salvacion. Tener un arma de fuego para proteger a mi familia es solo una precaucion. --Parker hizo una pausa--. Y para protegerte a ti tambien, si no me equivoco. Por eso hemos venido hoy aqui. --La observacion de Parker habia dado justo en el clavo. La persona de la que debia protegerse tenia un rostro y un nombre que Erin estaba tratando desesperadamente de enterrar en su pasado. --Y ahora es cuando cambio de tema. Parker se rio. --No esperaba menos. Media hora mas tarde, entraron en la propiedad vallada y pasaron por delante de un equipo de fontaneros que estaba cavando una larga zanja a traves del terreno. Una de las numerosas inundaciones relampago que habian sufrido en el invierno posterior al incendio se habia llevado por delante la tuberia principal de la entrada de agua a la casa. Ahora que el tiempo primaveral por fin estaba dando paso al sol abrasador tipico del sur de California, Parker habia contratado al equipo de operarios para que arreglara las tuberias de forma permanente. Una larga manguera de bomberos que conectaba el suministro de agua de la ciudad con la casa les habia ahorrado tener que trasladarse a vivir a otro sitio mientras esperaban que el tiempo cooperara. Para Erin, los inconvenientes eran minimos; solo habian estado unos pocos dias sin agua corriente. Teniendo en cuenta la magnitud de los danos que habia sufrido la finca, podia darse con un canto en los dientes. Colin, el novio de Parker, las saludo mientras pasaban por delante de los operarios y se dirigian cuesta arriba a la casa principal. Parker sonrio. --?Cuando te va a hacer la gran pregunta? --dijo Erin. --Nos vamos a Cabo San Lucas dentro de dos semanas. Supongo que podria volver de alli con un pedrusco en el dedo... Eso mismo pensaba Erin. Parker y Colin llevaban planeando su viaje a Mexico desde Navidad. Aguas cristalinas, playas de arena blanca... Sonaba paradisiaco. Parker aparco el coche y abrio la puerta. --Voy a guardar mis cosas y luego te ayudo a limpiar las armas, ?vale? --le propuso Erin. --No te preocupes. Pensaba hacerlo esta noche. Quiero estar un rato con los operarios y asegurarme de que no estropean las canerias nuevas. Erin meneo la cabeza con admiracion: Parker era la propietaria mas involucrada personalmente en las reparaciones domesticas que habia conocido en su vida. Colin subio andando la empinada cuesta del camino de entrada y saludo a Parker con un beso. --?Como ha ido? --Le he dado a dos platos con la escopeta. --Erin levanto el puno en el aire. --Pues ya se te da mucho mejor a que a mi --comento Colin. Parker se apoyo en el. --Lo que no te ha dicho Erin es que ha dejado secos a todos los blancos metalicos con la Glock. Erin sonrio al oir los elogios de su amiga. --Yo no diria tanto, pero no me ha ido mal, no. --Es muy modesta --dijo Parker. --Yo no soy la experta, pero tu si. ?Tu la has visto en accion? --le pregunto Erin a Colin. --No con una pistola --bromeo. Las mejillas de Parker se tineron de rojo. Erin nego con la cabeza. --Bueno, y despues de eso, yo creo que me voy corriendo a comprar y a la oficina de correos. ?Necesitais algo del supermercado? --No, gracias. --Parker abrio el maletero del coche y saco la funda de su escopeta. Como Erin no tenia que ayudar a descargar el coche, cruzo el camino de entrada hasta el sendero que llevaba a la casa de invitados. Aunque la propiedad estaba vallada y estaba prohibido el acceso, no cerrar la puerta con llave no era una opcion. Ademas, la semana siguiente iban a instalar el sistema de alarma. Una precaucion mas que Erin iba a anadir a su arsenal de proteccion. La casita de un solo dormitorio era perfecta para ella. El salon y la cocina formaban un solo espacio muy amplio que venia amueblado, algo ideal para Erin, teniendo en cuenta que habia abandonado su vida anterior practicamente con lo puesto: dos maletas de ropa y la tarjeta SD de fotos de un movil. Habia dejado atras todo lo demas. Todo y a todos. Entro en el bano y se lavo la suciedad de la cara y la polvora de las manos. La idea de que sus manos no pasaran el control de seguridad de un aeropuerto la hizo sonreir. Se miro en el espejo y se dio un prolongado repaso en el. --Pasito a pasito --dijo, hablandole al aire. Se quito la goma con que se habia sujetado su espesa melena en una cola y se peino el pelo antes de recogerselo en un mono en lo alto de la cabeza. El rojo se estaba desvaneciendo rapidamente y el rubio natural amenazaba con asomar debajo. Casi no se reconocia a si misma. Pero de eso se trataba, ?no? Un nuevo aspecto, un nombre distinto, un nuevo hogar... Todo nuevo. Se habia cambiado legalmente el nombre, el numero de la seguridad social... Nada era como antes. Oyo sonar el timbre del telefono en la cocina, donde habia dejado su bolso. El sonido la sorprendio. Muy poca gente tenia su numero y hasta el momento los teleoperadores no la habian descubierto todavia. El identificador de llamadas senalaba un numero oculto, asi que, en lugar de contestar, dejo que saltara el buzon de voz. Al cabo de un minuto, pulso el boton de reproduccion para oir el mensaje. Una voz femenina y familiar le puso la piel de gallina. --Soy yo. Tengo noticias. De repente, se le erizo todo el vello del cuerpo y empezo a hiperventilar. Erin se dirigio a la pequena mesa de comedor, retiro una silla y se sento antes de que el mareo la hiciera caer redonda al suelo. Renee contesto al primer timbre. --Hola, Renee. --No sabes cuanto me alegro de oirte. ?Como estas? ?Has probado ya el agua de coco? --Renee, su defensora, su abogada y su salvadora, le formulo su pregunta en clave. --Estoy bien, y si. El agua de coco estaba deliciosa. No habia ninguna agua de coco. Ni zumo de remolacha, ni cualquier otro alimento ecologico que a Renee se le ocurriera mencionar. Daba lo mismo, la respuesta era siempre afirmativa si Erin se sentia lo bastante comoda y segura para hablar sin miedo a que alguien la escuchara. Hasta ahora, no habia necesitado responder con un no. Con un poco de suerte, nunca seria necesario hacerlo. --Por la voz, pareces estar bien. --Estoy un poco mejor cada dia. --?Estas comiendo bien? Erin penso en su dieta y opto por conservar el tono positivo de la conversacion. --Creo que ya me sobran un par de kilos. Renee lanzo un resoplido. --Menuda mentirosa estas hecha... Ambas se echaron a reir. --Estoy bien, de verdad. --Queria decirle que la luz del sol de California estaba obrando maravillas con ella, pero eso no podia decirselo. Renee no sabia donde estaba Erin, ni siquiera sabia el nombre que estaba utilizando en vez del suyo--. Dime cuales son las noticias. Renee suspiro. --No te van a gustar nada. Erin trago saliva. --?Mi hermana y su familia estan bien? --Si, estan bien. Si no lo estuvieran, seria lo primero que te habria dicho. Erin apreto los ojos y sintio la opresion en el pecho, que tan bien conocia, el dolor de los recuerdos de todas las personas a las que habia dejado atras. --Sueltalo. --Todavia no te han concedido el divorcio --le dijo--. Y el cabron ha pedido una nueva vista judicial para impugnar la orden de alejamiento. Erin apoyo la cabeza en la mano. --Esto no va a acabar nunca. Capitulo 2 Matt metio dos lechugas romanas en una bolsa mientras Jessie escogia los tomates. --Tio, metelos en una bolsa y vamonos. --Pero querras que tengan algo de sabor, ?no? --A Jessie le gustaba hacer las cosas bien, mientras que a Matt le gustaba hacer las cosas rapido. --Quiero acabar de hacer la compra antes de que nos llamen y tengamos que salir corriendo --dijo Matt. Los miembros de su unidad se habian separado al entrar en el supermercado. Vestidos con sus uniformes azules, los cuatro llamaban la atencion alla donde iban. En la seccion de alimentacion del super, a ultima hora de la manana, eran el objetivo de un monton de amas de casa sonrientes y de mujeres con ganas de ligar... A veces eran solteras, pero muchas otras veces no. No hay nada que atraiga mas a las mujeres que un hombre vestido de uniforme haciendo la compra. Como los companeros de la brigada de Matt trabajaban en turnos de veinticuatro horas, les tocaba pensar en lo que iban a comer y, por lo tanto, tenian que ir a comprar provisiones. En el parque de bomberos siempre habia algo para preparar el desayuno y el almuerzo, comidas comunitarias a las que contribuian todos y cuyos ingredientes compraban entre todos, pero las cenas dependian de cada unidad de guardia en concreto. Esa noche iban a preparar costillas de cerdo, patatas al horno, ensalada y cualquier otra cosa que se les ocurriera y que pudieran asar a la parrilla. Matt se acerco a las patatas y cogio una bolsa entera, en lugar de seleccionarlas una a una. Miro a Jessie, que era el novato del equipo, y dio unos golpecitos en su reloj. Jessie acelero sus movimientos y deposito los productos en el carro. Al doblar la esquina, vieron que el capitan Arwin --se llamaba Anton, pero nadie se dirigia a el por su nombre de pila-- y Tom, el ingeniero de su unidad, iban cargados de costillas. Iban a hacer muchas y a rezar para que les diera tiempo de comerselas antes de que se enfriasen. El capitan dejo la carne en el carro y Tom anadio un bote grande de salsa barbacoa. --Todavia tenemos sazonador para carne en la estacion, ?verdad? --pregunto. --Si, lo he comprobado antes de salir --le contesto Matt. Cogieron una barra de pan de ajo precocido que podian meter en el horno en el ultimo momento y anadieron leche y galletas antes de dirigirse a la caja registradora. A Matt no se le escapo la sonrisa de una morena de unos veintipocos anos que empujaba un carrito en la fila de al lado. Le devolvio la sonrisa con el piloto automatico antes de apartar la mirada. --No se te puede llevar a ninguna parte, Romeo --se burlo Tom. Matt era el unico soltero de su unidad. Incluso Jessie, que solo tenia veintitres anos, estaba casado y con un hijo en camino. --Creo que Julieta era rubia. Tom se rio y ayudo a colocar la comida en la cinta. --?Como estais hoy, chicos? --La cajera debia de tener mas de sesenta anos, pero incluso ella esbozaba una sonrisa que expresaba algo mas de lo que decia su boca. El capitan sonrio a la dependienta y siguio dandole conversacion mientras apilaban la compra. Cuando Matt le dijo a su familia que queria ser bombero, le dieron mucha cana. Bueno, una cana simpatica, pero cana al fin y al cabo. <>, le habia dicho Grace, la pequena de la familia, para chincharle. <>. <>, habia abundado su padre. Como policia retirado, Emmitt sabia muy bien de lo que hablaba. Y luego estaba Colin, el hermano mayor: <>. Su hermano era mas alto, pero Matt era el que se machacaba en el gimnasio. La verdad es que los dos eran muy atractivos. Sus padres les habian transmitido unos buenos genes, capaces de darles cierta ventaja en la vida. Salieron del supermercado con un suspiro de alivio. Habian conseguido comprar lo que necesitaban sin haber recibido ninguna llamada de emergencia, y el parque de bomberos estaba a solo ocho kilometros de distancia. En la calle, el camion ocupaba el espacio de la zona senalizada de color rojo, un sitio especificamente reservado para ellos alla donde tuvieran que desplazarse. Tom se dirigio al lado del conductor mientras Matt y Jessie metian las bolsas dentro del camion. --?Hola? Matt se volvio y vio a la sonriente morena de la tienda dirigiendose hacia el. --?Si? --Se te ha caido esto ahi atras. --Extendio la mano, deshaciendose en sonrisas, y le entrego un papel del tamano de una tarjeta de visita. --Me parece que no... La chica le aplasto la tarjeta en la mano. --He visto como se te caia del bolsillo trasero de los pantalones cuando te sacabas la cartera. Matt no habia pagado la compra. Miro la tarjeta y vio un nombre y un numero de telefono con el dibujo de una carita sonriente. Jessie dijo algo en voz baja con una risita y se subio al camion de un salto. --Ah, vale... gracias. Ella llego incluso a echarse la melena por encima del hombro con un ademan exagerado. Matt no habia visto a una chica hacer semejante movimiento desde el instituto. --Tened cuidado ahi fuera.

  • Sexy, Yogi, Sandwich 3 de Coco Duval

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    Me llamo Johanna Mayer, tengo 36 anos y estoy decidida a recuperar mi vida. Estoy harta de persecuciones y asesinatos. Y harta de que nadie entienda la relacion que tenemos Bruno, Alexander y yo. Porque si, lo digo en voz alta: me gusta tener dos maridos, y si, me gusta mi nueva vida de espia improvisada. Voy a descubrir la verdad, voy acabar con esta locura.

  • Tiempo muerto de Margarita Garcia Robayo

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    Tiempo muerto es un retrato de la tragedia personal que experimenta una pareja cuyo matrimonio ha llegado al fin del enamoramiento.

  • Loca de Chloe Esposito

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    A Alvie no le ha ido bien en la vida hasta ahora. Cuando el destino le brinda la oportunidad de robar la perfecta vida de su hermana gemela, Alvie cree que puede abandonar, por fin, su deuda con la tarjeta de credito y su improductiva relacion a tres bandas con Tinder y Twitter. Es una verdadera pena que Beth tenga que morir para que los suenos de Alvie se cumplan.
    Asi empieza una semana salvaje en la que Alvie rompera cada una de las normas de lo que esta bien y lo que esta mal. Ella, en el fondo, nunca tuvo mucho respeto por los limites. Puede ser una locura, pero las reglas estan para romperlas, ?no?

  • Amor Sin Palabras de Lucy Monroe

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    UN AMOR SIN PALABRASLucy MonroeDescubrir que su jefe, el magnate Andreas Kostas, ten’a intenci-n de casarse fue un golpe devastador para Kayla. Pero entonces Andreas le propuso que fuera ella quien llevase su anillo de compromiso.Seis a-os atr+s, Kayla hab’a experimentado el incandescente placer de sus caricias y hab’a escondido su amor por el desde entonces.Era la proposici-n que siempre hab’a so-ado, pero Ase atrever’a a arriesgar su coraz-n sabiendo que Andreas no cre’a en el amor?

  • Un soplo de nieve de Francisca Herraiz

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    Su vida era perfecta y no necesitaba mas. Aqui podria terminar la historia, pero no, todo tenia que complicarse. Si, todo era perfecto, menos su nombre, Peonia. Sus padres, conservadores, le pusieron el nombre de su abuela. No lo tenia mejor su hermana, Jacinta, aunque, visto lo visto, lo preferia al suyo. De todos modos, el nombre, por feo que le pareciera, no le impidio triunfar en la vida y conseguir todos sus propositos. Todos. Incluso el de estar soltera y sin hijos. Nunca quiso casarse, lo veia innecesario y eso de tener hijos, menudo fastidio, ninos correteando, llorando, molestando e impidiendo hacer su trabajo, subir puestos, ascender hasta llegar a directiva. Vaya, eso no lo cambiaba por nada. Lo habia visto en su hermana que se caso a la tierna edad de veinte anos, con su novio del instituto, tan tipico que le hacia reir. El amor de su vida, le decia. Pasados unos anos, se quedo embarazada, tuvo cuatro ninos, todos varones, y ahora estaba embarazada del quinto, en busca de la nina. Por lo visto la ecografia les dio la buena noticia y al final tendrian la nina tan deseada y Peonia solo esperaba que dejara de tener mas criaturas. Su casa era un caos, todo por medio, olia mal, todos gritando, era un bullicio constante. Para colmo de males tambien tenian perro. Y tantos ninos hicieron que su hermana se quedara en casa para cuidarles, mientras su marido trabajaba trayendo a casa un misero sueldo que no les llegaba para nada. Vacaciones, cero. Cenas romanticas, ninguna. Tomar algo en el bar, para nada. El dinero se lo llevaba la hipoteca, la comida, mucha comida y las facturas. No entendia como podia ser feliz con esa vida. No la envidiaba para nada. Es mas, odiaba tanto la vida de su hermana, que solo la visito una vez. Nunca volvio a ese pequeno piso caotico. En navidades les enviaba buenos regalos, era una buena hermana y una buena tia. Les llamaba para felicitarles las fiestas y poco mas. Jacinta si la llamaba de vez en cuando para ver como estaba, para hablar, pero Peonia siempre estaba tan ocupada que le colgaba en seguida con la promesa de hablar otro dia, aunque ese dia no llegara nunca y tuviera que ser Jacinta quien la volviera a llamar. Tampoco entendia esa dependencia. Ya eran mayores, sus padres murieron hacia unos anos y cada una tenia su vida, distinta, distante. Cada una eligio su camino, ?no podia su hermana dejarla tranquila? No le apetecia nada que la llamara para contarle algo sobre su marido, o sobre alguno de sus sobrinos. Eran temas aburridos que no le interesaban en absoluto. Luego estaba su casa. Tan distinta a la de su hermana. Dado su abultado sueldo, pudo permitirse la casa sonada, dos plantas, garaje, piscina, jardin, terraza, jacuzzi, gimnasio, cocinera, limpiadoras, chofer. Y varios coches. Uno para ir al trabajo, mas formal, oscuro. Otro para los finas de semana, mas rapido y pequeno, funcional. Otro para ir de vacaciones, un todoterreno. Otro para fardar, descapotable. Tambien tenia su casa de vacaciones, por supuesto, en Canarias. Tambien con piscina, jardin, dos plantas, en fin, no se privaba de nada. Cuando ella estaba en Canarias dejaba a su hermana pasar unos dias en su casa de Girona. Total, tenia sirvientas que lo dejaban todo limpio cuando se marchaban, para ella no era un problema y le hacia sentirse buena persona. Sus sobrinos disfrutaban de la piscina y ella podia disfrutar de unas vacaciones lejos de todo, incluso de su familia. Le gustaba ir de compras los sabados, por eso tenia grandes roperos en ambas casas, todos abarrotados de trajes, vestidos, chaquetas, abrigos y, zapatos, muchos zapatos. Asi como complementos, fulares, anillos, gargantillas, pendientes. Le encantaban las joyas. Tambien las fiestas, que solia realizar una vez al mes, amen de las que asistia por invitacion. Su vida social era amplia, aunque no podia presumir de grandes amistades. Conocia a mucha gente, pero todos por un mismo fin, el dinero. Mas clientes, mas acuerdos, mas sonrisas para firmar un contrato y llenar aun mas sus bolsillos. Le iba bien. No queria atarse a nadie, intimar con nadie. Las relaciones que mantenia con sus conocidos eran las perfectas, las justas, hablaban casi por obligacion, normalmente de trabajo y poco mas, despues cada uno a su casa, a sus obligaciones y a no meterse en la vida del otro. Eso es lo que ella hacia, suponia que no todas las mujeres actuaban igual, habia mas de una chismosa, eso era inevitable. Aunque ella nunca hacia caso de las habladurias, ni siquiera estaba al tanto de los ultimos chismorreos, estaba demasiado ocupada y centrada en el trabajo para prestar atencion a esas chiquilladas. El chofer, como cada manana, la dejo en el trabajo. Se bajo, vestida con un traje chaqueta color azul oscuro, falda hasta las rodillas, zapatos de tacon ancho, eran algo mas comodos que los de tacon de aguja. Gafas de sol de marca, un panuelo de seda al cuello, el maletin de piel en su mano derecha. Todo adornado bajo un grueso chaqueton de piel. Camino segura, con la cabeza alzada, hasta la entrada del recinto. El guardia de seguridad le abrio la puerta y le dio los buenos dias. Ella le sonrio levemente sin decir nada y fue directa al ascensor. Otro esplendido dia de trabajo. Le encantaba ir a la oficina, centrarse en el papeleo, en las ventas y nada mas. Oh, y se acercaba navidad, la mejor fecha para vender. Al acercarse a su despacho, su secretaria, como de costumbre, le cogio el abrigo y le entrego un cafe descafeinado, con leche desnatada y sin azucar. Bebio un trago y fue hacia su sillon reclinable, de color negro, que presidia una gran mesa de oficina, de roble. Habia unas cuantas plantas adornando la estancia, asi como varias estanterias y un gran ventanal detras. Una gruesa alfombra frente a la mesa. En una de las paredes habia un sofa y dos sillones, frente a ellos una mesita de cristal. A veces le gustaba tener reuniones en su despacho de forma algo mas informal. Encendio el ordenador y comenzo su rutina. Media hora mas tarde sono el telefono, era su secretaria que, antes de pasarle ninguna llamada, la informaba. --Su hermana al telefono. Peonia alzo los ojos al cielo, no se cansaba nunca de importunarla. Le tenia dicho que no la llamara en horas de trabajo. --Dice que es urgente. --Pasamela. --dijo a reganadientes. El telefono sono y pulso el boton para escuchar la voz de su hermana en manos libres. --?Que pasa? --le dijo sin despegar los ojos de la pantalla. --Raul esta en el hospital, un energumeno se ha saltado un semaforo y le ha atropellado cuando iba al instituto. --Su voz sonaba angustiada. Peonia miro el telefono intentando recordar quien era Raul, tenia tantos sobrinos que nunca conseguia saber quien era cada cual. --?Esta bien? --dijo algo fria. --Un golpe en la cabeza y magulladuras. Los medicos quieren que se quede para vigilar el golpe en la cabeza. ?Puedes ir a recoger al resto de mis hijos cuando salgan del colegio? Como si ella tuviera tiempo. --?No puede ir tu marido? Yo estoy bastante ocupada. --El ha salido del trabajo en cuanto le he llamado y viene hacia aqui, esta preocupado, como yo. Solo necesito que cuides de mis ninos unas horas, luego ira su padre a buscarlos, por favor. Como le gustaba dramatizar. Se paso la mano por la cara mientras negaba con la cabeza, ?como podia pedirle algo asi? ?Es que no sabia apanarselas sola? Era increible. Al final dijo: --No te preocupes, yo me encargo y dile a Raul que se mejore. No espero a que le dijera nada, colgo y pulso el boton que le pasaba con la secretaria. --Sonia, llama a mi chofer y dile que pase por el colegio de mis sobrinos para recogerlos y llevarlos a casa. A mi casa no, a la suya, por favor, ni se le ocurra confundirse, ?de acuerdo? --Entendido. A la hora de comer su secretaria le trajo comida preparada, normalmente una ensalada, un yogur desnatado y una fruta. Comio en el despacho, a solas. A la tarde, a eso de las seis, se fue a casa. Su secretaria le entrego el abrigo y su chofer estaba en la puerta esperandola. O no. ?Donde estaba? Miro arriba y abajo de la calle, no se veia el coche, en su lugar vio a un mendigo pidiendo limosna. Se le veia tan sucio y su mal olor llegaba hasta alli. ?Donde estaba la policia cuando se les necesitaba? Aquel era un buen barrio, ?como dejaban a gente como aquella pasear por ahi? Le esquivo, no queria oler mal, o coger cualquier enfermedad. Deberian prohibirles pasear por las calles, ?por que no tenerles en un centro, alejados de la gente normal? Una vez perdio de vista al mendigo, cogio el movil para llamar a su chofer y saber por que no habia ido a recogerla. --Senorita, sus sobrinos estan en su casa... --dijo con voz temblorosa. --?Perdona? Creo haber sido muy clara al respecto. --No tienen las llaves de su casa y hasta que no llegue su padre se han quedado aqui. Las sirvientas ya se han ido y el mayordomo tenia hoy el dia libre, asi que no me ha quedado mas remedio que acompanarlos, no queria dejarlos solos. --Esta bien, esta bien, supongo que has hecho bien, yo, no se, ire en taxi. Le colgo. Menudo contratiempo, esperaba que el padre de esos pequenos demonios no tardara en llegar. No queria a esos mocosos rondando en su santuario. Miro la carretera, no veia ningun taxi. Su casa tampoco estaba tan lejos, podia ir dando un paseo. Hacia buen dia y asi daba tiempo a su cunado a recoger a sus sobrinos. Escucho una campana sonar varias veces. --Ho ho ho, feliz Navidad. ?Una limosna para los sin techo? Lo que le faltaba, un Papa Noel con su traje, su barba postiza, su campana amarilla sonando una y otra vez y el vaso de plastico para pedir dinero. Si tuviera que dar dinero a todo el que pedia se arruinaria en un dia. Paso de largo. --Senorita... No podia ser, ?le estaba siguiendo? Apreto el paso. --Senorita... Se giro para ver al Papa Noel pisandole los talones, habia dejado la campana para coger su panuelo de seda. Se toco el cuello, por lo visto debio caersele. Se detuvo para recogerlo. --Espero pase unas bonitas navidades junto a su familia. Le dijo el Papa Noel. Ella cogio el panuelo, pero el lo retuvo un momento. --?Tiene familia? --?Y a usted que le importa? --le espeto sin mas, menudo insolente metomentodo. --Es triste la Navidad cuando uno esta solo, yo lo veo todos los anos. Hay mucha gente sin hogar, sin familia. Usted esta sola, muy sola y no lo sabe. --Devuelvame mi panuelo. --le dijo mirandole con desprecio. --Que tenga una bonita Navidad --dicho lo cual le soplo en la cara y su aliento estaba helado. Cerro los ojos y se paso la mano por la cara congelada. ?Pero que hacia ese tio? Al abrir los ojos, el Papa Noel no estaba y ella tenia su panuelo en la mano. Suspiro aliviada, menos mal que se habia ido, ya pensaba en llamar a la policia. Estupido farsante, le vestian de Papa Noel y ya se creia capaz de juzgar a las personas. ?Quien se creia que era, Santa Claus de verdad? Esos tipos estaban todos locos. Le gustaba la navidad por las compras, a ella le encantaba comprar y vender, pero odiaba los sentimentalismos, los arboles, los adornos, las reuniones familiares. Ella hacia anos que celebraba la navidad sola, o en alguna isla tropical, escapando del frio y las tonterias. Por fortuna, un taxi aparecio. Se subio en el y le pidio que le llevara a casa. Al llegar, todo estaba tranquilo. Su chofer la recibio en la entrada, su cunado estaba con todos los crios revoloteando a su alrededor, parecia que se preparaban para marcharse, gracias al cielo. --Pense que ya os habriais ido --dijo a modo de saludo. Dejo el abrigo, el bolso y el maletin en la entrada

  • Villa Triste de Patrick Modiano

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    Principios de los anos sesenta. Un joven de dieciocho anos, bajo la identidad de conde Victor Chmara, se oculta del horror de la guerra franco-argelina en una ciudad de provincias. Chmara conoce a Yvonne, una joven actriz con la que iniciara una historia de amor, y a su mano derecha, Rene Meinthe, un medico homosexual. Y con ellos Victor se introduce en ese circulo de gente mundana que se reune en la estacion termal y que vive de espaldas a la Francia poscolonial de los anos sesenta…

  • Distancia relativa de Elva Martinez Medina

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    La voz de Alboran desaparecio de golpe, la llave en su mano derecha era fiel testigo y, en parte culpable, de aquel repentino silencio. Abril dejo caer la cabeza y sus brazos sobre el volante, no le apetecia salir, menos aun le agradaba la realidad. Un portazo bastante cercano acompanado del sonido de latas cayendo y los simultaneos improperios de una voz masculina la hicieron levantar la vista, otear desde la intimidad producida por la semioscuridad del garaje y la proteccion de sus propios brazos. A tres plazas de aparcamiento el vecino del 2oA, con http://foruq.com/libros/xyz/11/Distancia-relativa-Elva-Martinez-Medina.pdfquien dia si y dia tambien solia coincidir al llegar a casa y, con el que aquella misma tarde habia coincidido en el esperpentico show del supermercado, recogia el contenido de la bolsa que acababa de rompersele. Cualquier otro dia hubiese acudido en su ayuda, pero hoy no era el dia, no sabia si era desgana por lo que se avecinaba o, si, simplemente, era miedo al contacto. Cerro los ojos, se olvido de Luis, que agachado buscaba las latas de cerveza, que habian rodado bajo el coche; regreso a aquella posicion de avestruz que nunca le habia caracterizado, pero en la que ahora mismo se quedaria durante los siguientes quince dias. --Quince dias...-- murmuro a sabiendas que aquellos dias se multiplicarian por dos o tres...--. Quince dias...-- inhalo y exhalo el aire viciado del interior de su pequeno utilitario y siguio en la misma posicion. Era todo tan irreal, que estaba segura que ni tan siquiera estaba dentro de su coche. <>. ?Como no creer o, mejor, como no querer pensar que aquella situacion no era mas que una pesadilla? ?Quien no querria creer que la OMS no habia declarado encontrarnos en medio de una pandemia, que en mayor o menor medida afectaba o afectaria a todos y cada uno de los paises del mundo? ?Como no querer olvidar que el presidente habia convocado un consejo de ministros extraordinario para el dia siguiente? No, de un momento a otro sonaria la version de Alboran de Peces de ciudad avisandola que era la hora de despertarse, pero no, eso no ocurriria, ella misma acababa de apagar la musica no hacia ni cinco minutos. Sin embargo, se negaba a aceptar la realidad. No, ella no estaba en el garaje, ella estaba en medio de un mal sueno. En breve despertaria de aquella pesadilla, que no era mas que el producto del cansancio acumulado a lo largo de la semana sumado a la tardia y pesada cena de la noche anterior con sus amigos; eso y el constante bombardeo de noticias sobre la incontrolada epidemia que tras aduenarse de China se expandia por el resto del planeta. No, se negaba a pensar que las bromas de la noche anterior fueran a convertirse en realidad. Una cosa era que se hubiera suspendido las Fallas, que los eventos deportivos ya ni tan siquiera pudieran celebrarse a puerta cerrada e incluso que Madrid llevara dos dias sin clases y recomendando el teletrabajo para aquellos que pudieran realizarlo. Ella misma se habia venido del curso que estaba dando en Madrid el mismo miercoles por la noche. Abril levanto la vista, un nuevo coche entraba en el garaje y aparcaba justo a su lado. --Hora de ir a casa--. Cogio la chaqueta, el bolso, abrio el maletero y saco las bolsas de la compra. De inmediato recordo la imagen del supermercado, las largas colas en las cajas, las estanterias vacias, los carros repletos; la locura parecia haberse instaurado y ella, que solo queria comprar lo de todas las semanas, tuvo que conformarse con lo encontrado. Cargada salio del garaje seguida de cerca por el que debiera ser su vecino, al menos eso indicaba su plaza de aparcamiento contigua a la suya, nunca antes lo habia visto, aquella era la primera vez que se lo cruzaba. --Hola--se dijeron al unisono frente a la puerta del ascensor. La puerta del ascensor se abrio de subito, ambos se sonrieron y entraron en silencio en el interior. En el mismo silencio se colocaron uno frente al otro, no pudiendo evitar reirse al darse cuenta que ninguno habia pulsado el boton del piso al que iba. --?A cual vas? --pregunto Abril con una amplia sonrisa. --Al quinto. --Al mismo que yo. No volvieron a decir una sola palabra, pero los dos eran conscientes de estar observandose con disimulo los pocos segundos que tardaron en llegar al quinto piso. En movimientos acompasados, casi pareciendo los pasos de una estudiada coreografia salieron del ascensor y dejaron las bolsas junto a sus puertas. --Buenas noches--corearon al tiempo que sus labios y ojos se sonrieron, pasando de sonrisa a risa al sonar sus moviles al mismo tiempo. Cargado con las bolsas de la compra Bruno cerro la puerta con un suave golpe del pie derecho, el sonido del movil no paraba de sonar dentro de su mochila, sin encender la luz se adentro por el pasillo, entro en la cocina donde dejo las bolsas y una vez liberado de la compra contesto al telefono. --Hola, perdona me pillaste llegando a casa y venia cargado con la compra--contesto saliendo de la cocina, entrando en el salon y dejandose caer en el sofa--. ?Que? ?Pero ya esta confirmado? A pocos metros y con solo un tabique de diferencia una escena similar se repetia en el salon de Abril. --Acabo de llegar del supermercado, aun no termino de creerme la locura desatada y el Gobierno no ha dicho nada aun. ?Que demonios cree la gente que va a suceder? ?Me puedes explicar por que las estanterias del papel higienico estaban vacias? ?Te ries? --Abril se vio arrastrada por la risa de su amiga-- ?Acaso el virus este da cagalera? --pregunto sin parar de reir --. Rie, pero en casa solo me queda un rollo y no he podido comprar, delante de mi dos senoras se pelearon por un ultimo paquete. Te aseguro que aun no termino de creerme haber vivido esa escena. ?Tu recuerdas que en alguna pelicula de esas apocalipticas los zombis lucharan por el ultimo rollo de papel higienico? Joder, yo los recuerdo con las ropas hechas guinapos, pero nunca pense que llevaran los culos sin limpiar. Bruno sonrio al escuchar las risas de Abril, que se oian como si estuvieran en el mismo salon, resultandole curioso que nunca antes la hubiese escuchado. --?De que se reira? --?Que dices? --No, no es a ti. Es que mi vecina no para de reirse y no imaginas lo contagiosa y bonita que es su risa--explico Bruno--. Claro que su risa la acompana... ?Que? No, no te habia hablado de ella porque nunca antes me la habia tropezado. ?Que? Pues, no se, poco o nada te puedo decir de ella, apenas nos hemos cruzado unos segundos. ?Cuanto dura un viaje en ascensor? --?De que tipo de viajes hablas? --No seas bruto--rio Bruno--. Bueno, da igual, ?esta confirmado que entramos en cuarentena? --Manana hay consejo extraordinario de ministros, asi que hasta manana no se sabe nada, pero ya te digo yo que esto huele a confinamiento total y absoluto, ya lo veras. --Bueno, de todos modos, estos dias tengo vacaciones de Fallas. --!Que bien vivis los profesores! --!Haberte hecho profesor, no te jode! Y bien sabes que eso no es verdad, me paso la vida preparando materiales, corrigiendo examenes... --Reconoce que no todos sois asi--lo interrumpio Fernando. --Pues, claro que todos no somos iguales, en todas las profesiones hay de todo y, eso lo sabes perfectamente. --Ya lo se, mi querido Bruno, pero me encanta picarte. --Eso tambien lo se. Bueno, lo que esta claro es que los planes para la proxima semana se han venido abajo. --Si, eso de seguro. Si a los madrilenos les han dicho que nada de salir de Madrid, esta claro que a nosotros tampoco nos van a dejar salir. --Pues nada, en casita nos quedaremos. ***** --Estado de alarma--dijo en alto con los ojos clavados en la imagen de Pedro Sanchez. Abril se sento en el sofa frente al televisor. El peor de los posibles panoramas acababa de hacerse realidad, el presidente lo acababa de decir alto y claro, proclamaba el estado de alarma en todo el pais. Nada de salir a la calle, nada de quedar con sus amigos, nada de ir a trabajar... Los siguientes quince dias su mundo empezaria y terminaria en la puerta de su casa, esa en la que rara vez estaba, esa que ella habia elegido poco mas de un ano atras cuando lo suyo con Mario habia puesto punto y final. Esa que sus padres, especialmente su madre, no entendieran que hubiese alquilado en vez de regresar a Madrid, al fin y al cabo, ella no necesitaba estar en Valencia o en Madrid para hacer su trabajo, ya que se movia por casi toda la geografia del pais cuando no teletrabajaba. El atenuado sonido del movil la hizo apartar la vista de la pantalla del televisor, hacia rato que no escuchaba la voz de Pedro Sanchez, para escuchar sus propios pensamientos; rebusco entre los cojines hasta dar con el. --Hola, mama--saludo, tenia bien claro el discurso que su madre le iba a dar--. Si, claro que lo se, llevo toda la manana pendiente de las noticias y no se habla de otra cosa--Abril se callo largos minutos, dejando a su madre soltar el discurso--. Mama, no voy a ir para tu casa, no se ni para que me lo planteas cuando sabes perfectamente mi respuesta. Yo prefiero estar en mi casa, aun no sabemos que ocurrira, a que nos vamos a enfrentar exactamente. ?Que? --Abril respiro mientras escuchaba nuevamente a su madre--. Mama, entiende que yo estoy mejor aqui. Mama, hazte a la idea que esto va a ser largo. Esto no va a ser cosa de unos dias y ya esta. Mira como siguen en Wuhan y, como estan en Italia. La OMS ha tardado demasiado en reaccionar y todos nos confiamos, creyendo que esto era una nueva Gripe A. Ya veras la que le cae al recien estrenado Gobierno, no quisiera verme en su pellejo. --Hija y, ?prefieres quedarte sola? --Mama, vivo sola. No hay ninguna diferencia con respecto ayer, el mes pasado o el ano pasado. ?Cuantos anos llevo viviendo sola? --Si, pero ahora estamos confinados en casa, no te vamos a poder ver. El miercoles tenias que haberte quedado aqui, no se para que regresaste a Valencia. Ya nada te ata ahi. Abril se separo el telefono de la oreja, renego con la cabeza escuchando la retahila de su madre que, tras un ano de su ruptura con Mario, seguia sin entender su decision de quedarse en Valencia y no regresar a Madrid.

  • La musica del viento de Jordi Sierra I Fabra

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    Un periodista encuentra en una alfombra traida de la India un mensaje del nino que la ha tejido. Es una peticion de socorro, un grito desesperado, y no puede permanecer ajeno a el. Aunque millones de ninos son explotados en el mundo, el mensaje tiene un nombre, Iqbal, y una procedencia: la ciudad de Madurai.

  • La duquesa de Danielle Steel

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    Traicionada. Abandonada. Invencible. Angelique Latham no es realmente duquesa, aunque tras perder a su madre cuando era muy pequena, se ha criado en el majestuoso castillo de Belgrave junto a su padre, el duque de Westerfield, que siempre la quiso con locura. Pero ahora su padre ha muerto, y sus hermanastros han decidido desheredarla. Esta sola en el mundo. A sus dieciocho anos, Angelique es lista y muy hermosa, pero tiene mala suerte, pues, aunque consigue colocarse como ninera de una familia acomodada, un suceso desagradable e injusto la deja otra vez en la calle. Sin hogar, sin referencias ni contactos, viajara a Paris. Alli, despues de rescatar a una joven de una situacion horrible, tendra la clave de su futuro. Un negocio insolito y una ocupacion al borde del escandalo marcaran la inesperada vida de la hija de un duque.

  • En tierra de lobos de Luis Garcia Jambrina

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  • El sabor del ultimo verano de Emma J. Care

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    La emocionante precuela de la novela El fino hilo de la mentira.

  • The Cruelty: Voy a por ti, Scott Bergstrom de Scott Bergstrom

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  • El dice. Ella dice de Erin Kelly

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    Kit y Laura son la joven pareja perfecta, unidos por su amor a los eclipses y su deseo de viajar por el mundo para ser testigos de estos fenomenos naturales. En el silencio, tras un eclipse de sol, en un festival en Cornwall, Laura es testigo de una agresion sexual. Ella y su novio Kit llaman a la policia, y meses despues ambos declararan en el juicio. En ese momento cuatro vidas cambiaran para siempre.

  • 12 reglas para vivir de

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    ?Cuales son las reglas esenciales para vivir que todos deberiamos conocer? Regla n.deg 1: mantente erguido con los hombros hacia atras., como las langostas; regla n.deg 8: di la verdad, o por lo menos no mientas; regla n.deg 11: no molestes a los ninos cuando montan en monopatin; regla n.deg 12: cuando te encuentres un gato por la calle, acaricialo.

  • Venganza o pasion (Deseo Deseos Prohibidos) de Maxine Sullivan

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    Gemma Watkins se detuvo en seco mientras salia de la sala de espera del hospital. Un hombre alto avanzaba a grandes zancadas por el pasillo. Sus anchos hombros, su andar decidido le recordaban a... <>. En ese instante, el la vio. Dudo un instante y luego apreto el paso hasta que llego junto a ella. -Gemma... La voz de Tate se le deslizo por la piel provocandole un temblor de aprension. Aquel hombre habia sido su amante. El hombre del que habia estado enamorada. El hombre que le habia roto el corazon hacia casi dos anos. No se podia creer que fuera el. Tate Chandler era un empresario australiano que habia llevado el negocio familiar de relojes de lujo a un nivel nunca conocido hasta entonces y le habia dado un gran prestigio internacional. Era un hombre con una presencia imponente fuera cual fuera el lugar en el que se encontraba, tanto si se trataba de su despacho en una de las calles mas prestigiosas de Melbourne, su atico de lujo en uno de las zonas mas ricas de la ciudad o en los pasillos de aquel hospital. Era un multimillonario cuya poderosa apariencia iba mas alla de su increible atractivo. Todo lo que tocaba se convertia en oro y sus caricias tambien lo eran. Gemma lo sabia de primera mano. Trago el panico que se le formo en la garganta. -Hola, Tate. Los ojos azules de el recorrieron la larga melena rubia que cubria delicadamente los hombros de Gemma. Observo el rubor que tenia las mejillas y, entonces, entorno la mirada. -Espero que el hecho de que estes aqui sea una mera coincidencia. -No se a que te refieres. -Mi familia ha inaugurado hoy el nuevo pabellon de pediatria en memoria de mi abuelo. ?No te habias enterado? Ha salido en todos los medios de comunicacion. -No, no me habia enterado -replico ella. Habia estado demasiado ocupada trabajando y tratando de mantener la cabeza fuera del agua-. ?Significa eso que tu abuelo ha... muerto? -Hace tres meses. -Lo siento mucho. Bueno, tengo... -?Que es lo que estas haciendo aqui? -Estoy con... una persona. -?Se trata de un hombre? -Mmm... si. -Por supuesto que se trata de un hombre -se mofo el-. Nada ha cambiado en ese aspecto, ?verdad? -Esto no tiene nada que ver contigo, Tate. Adios. Hizo ademan de pasar al lado de el, pero Tate le agarro el brazo y la obligo a detenerse. -?Sabe ese pobre infeliz que es tan solo uno de muchos? -Yo... -?Tu que? ?Que no te importa? Creeme si te digo que se eso mejor que nadie. Aquellas palabras escocieron a Gemma. Se habia entregado de buen grado a Tate el dia en el que lo conocio en una fiesta celebrada por el arquitecto para el que ella trabajaba. Se habia enamorado instantaneamente de Tate. Despues de lo ocurrido con el, solo podia dar gracias a Dios por no haberle dicho lo que sentia. Por alguna razon, se habia reservado aquel secreto y habia conseguido mantener su orgullo intacto en parte cuando el le dio la espalda despues de llevar un mes de relacion. Durante las breves semanas que pasaron juntos, apenas salieron del atico de Tate. El mejor amigo de Tate era el unico que conocia su relacion. El recuerdo de todo lo ocurrido le hizo echarse a temblar. Aquel inesperado encuentro resultaba muy injusto, pero, a pesar de todo, no podia decirle a Tate la verdad. No podia. Podria ser que el decidiera... -Ah, ahi estas, Gemma -dijo una voz femenina a pocos metros de distancia. Gemma contuvo el aliento y se volvio a mirar a la enfermera que salia de la sala de reanimacion-. Esta bien, cielo -anadio, Deirdre, la enfermera, antes de que ella pudiera preguntar-. Y ya se ha despertado. -!Gracias a Dios! -exclamo. Gemma se olvido de Tate cuando un intenso alivio se apodero de ella. Era una operacion sin importancia, pero, como toda cirugia, no estaba exenta de riesgos. Deirdre observo a Tate y vio que el tenia agarrada a Gemma por el brazo. Entonces, fruncio el ceno. Gemma comprendio que tenia que actuar con rapidez. Se sobrepuso a lo que se sentia y esbozo una sonrisa tranquilizadora. No queria tener que dar explicaciones de nada. Por eso, cuanto antes se alejara de Tate, mejor. -Ya voy, Deirdre. Muchas gracias. La enfermera permanecio inmovil un instante antes de que pareciera que aceptaba que no habia ningun problema. -En ese caso, voy a decirle a Nathan que mama va a ir a verlo enseguida. Con eso, la enfermera regreso a la sala de reanimacion. -?Tienes un hijo? -Si -respondio. No podia negarlo. De repente, la expresion de Tate reflejo una cierta dosis de sospecha. -?Y se llama Nathan? Gemma asintio. -El nombre de mi abuelo era Nathaniel. -Es un nombre bastante comun -repuso ella mientras se maldecia en silencio por haberse permitido aquella unica debilidad. De repente, el lanzo una maldicion. Entonces, solto el brazo de Gemma y se le adelanto. Ella, como una fiera, se coloco delante de Tate y se interpuso entre la puerta y el. -Solo tiene diez meses, Tate -mintio. -?Es de Drake? -!No! Tate nunca la habia considerado inocente en lo que se referia a lo ocurrido con su amigo. Drake Fulton siempre la habia puesto nerviosa dado que se mostraba demasiado amistoso cuando Tate los dejaba a solas juntos, dejando bien claro que la deseaba. Al final, no la habia conseguido, pero se habia asegurado de que Tate tampoco se quedara con ella. -Por lo tanto, tu hijo es de otro hombre. -Si. De el. Rezo para que Tate se diera la vuelta y se marchara. Por el contrario, el la sorprendio y siguio avanzando. Ella lo alcanzo rapidamente. Estaba muy preocupada. -?A... adonde vas? Tate siguio andando en direccion a la sala de reanimacion. -Bueno, me has mentido antes. -No te menti. Yo... Gemma tuvo que esquivar a una joven pareja que andaba por medio del pasillo y luego volvio a alcanzar a Tate. El la ignoro y apreto el boton que habia en el exterior de la sala de reanimacion para abrir las puertas. Gemma entro con el. Deirdre estaba atendiendo a uno de los pacientes. Ella vio como examinaba la sala y como su mirada reparaba en una cuna que estaba mas alla del puesto de enfermeras, apartada del resto de las camas. En ese momento, practicamente con un movimiento sincronizado, los dos echaron a andar. Se detuvieron cuando llegaron junto a la cuna, en la que un nino muy pequeno de cabello rubio jugaba con un osito de peluche. Nathan levanto la mirada y Gemma contuvo el aliento. Tate no podia saberlo. Simplemente no podia... Entonces, Tate se volvio para mirarla. Tenia el rostro muy palido, pero parecia querer asesinarla con la mirada. Ella iba a pagar muy caro por lo que habia hecho. *** Tate sintio que la respiracion se le cortaba en el momento en el que el nino levanto la mirada y le atrapo el corazon para siempre. Durante un instante, Tate estuvo a punto de desear que el nino no fuera suyo, que pudiera darse la vuelta, salir huyendo y no tener que ver a Gemma nunca mas. No queria que ella volviera a formar parte de su vida. Sin embargo, con una mirada habia sido suficiente. Aquel nino era su hijo. El no iba a irse a ninguna parte. Justo en aquel momento, el nino vio a su madre. Dejo el osito y le ofrecio los brazos mientras empezaba a llorar. Gemma empezo a sollozar y echo a correr hacia la cuna para tomarlo en brazos. -Calla, carino. Mama esta aqui -murmuro mientras lo abrazaba carinosamente para tranquilizarlo. -?Que es lo que le ocurre? -pregunto Tate. -Han tenido que ponerle una especie de drenaje en los oidos. Tenia una otitis detras de otra y los antibioticos ya no funcionaban. Sin el drenaje, podria sufrir perdida de audicion y eso podria afectarle al lenguaje y al desarrollo en general. A pesar de que parecia ser algo muy serio, Tate sintio que la tension desaparecia. Dio gracias a Dios porque no fuera nada grave. Entonces, recordo las mentiras de Gemma y la tension volvio a aduenarse de el. -?No se te ocurrio decirmelo? -le espeto en voz baja, consciente del resto de personas que habia en la sala. -?Y por que iba a hacerlo? -Porque este nino es mio, maldita sea. Gemma abrazo con fuerza a su hijo. -No. No es tuyo. -No me mientas, Gemma. Tiene mis ojos. El miedo se apodero de ella. -No. Tiene el cabello rubio como yo. Se parece a mi. No se parece a ti en absoluto. Y, ademas, solo tiene diez meses. Efectivamente, Nathan se parecia a ella... a excepcion de los ojos. -Es mio. Y tiene un ano. Yo lo se y tu tambien. -Tate, por favor... -susurro ella-. No creo que este sea el lugar o el momento apropiado para hablar de esto. -Gemma... -insistio el. Tenia que saberlo. Tenia que estar seguro. Ella se echo a temblar. Entonces, suspiro profundamente. -Esta bien. Si, es tuyo. Al oir aquellas palabras en voz alta, Tate se sintio como si estuviera siendo engullido por una ola. Durante un instante, no pudo respirar. Entonces, miro a su hijo. Queria tomarlo en brazos y sentir el momento, pero, por mucho que lo deseara, se imagino que habia que tomarse con calma la situacion. Gemma parecia estar aterrorizada. -?Que... que es lo que vas a hacer ahora? -En primer lugar, haremos una prueba de paternidad. Ella lo miro asombrada. -?Pero no estabas tan seguro de que es hijo tuyo? -Lo estoy, pero quiero que no quede duda alguna al respecto. Ademas, no seria la primera vez que me has enganado, ?verdad?

  • Sissi, emperatriz rebelde de Allison Pataki

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    La tumultuosa, romantica y tragica historia de una mujer que lucho por liberarse de la jaula dorada en que la habian encerrado.

  • Su cuerpo y otras fiestas de Carmen Maria Machado

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    Una mujer se niega a permitir que su marido le quite una misteriosa cinta verde que lleva alrededor del cuello; otra mujer relata sus encuentros sexuales mientras una letal plaga se extiende por el planeta; una intervencion quirurgica para perder peso tiene unos resultados siniestros; un par de detectives investigan varios crimenes acompanados por los fantasmas de las chicas asesinadas; una mujer es capaz de oir los pensamientos de los actores de las peliculas porno… Los ocho cuentos que componen este libro exploran el universo femenino mezclando sin complejos terror, realismo magico, erotismo, ciencia ficcion y comedia. Aqui la sexualidad confluye con lo siniestro, el deseo se torna perturbador, el humor deriva hacia lo grotesco y el cuerpo y la carnalidad se convierten en el sugestivo e inquietante centro de la creacion literaria.

  • Un amor por derecho de Carlota Manzano

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    Dicen que el mundo es un panuelo, y que verdad es. Y en mi caso, de no ser asi, no se que seria de mi vida a estas alturas. Supongo que el resultado hubiese sido el mismo, es decir, mi relacion con Luis hubiese terminado igualmente, solo que quizas mas tarde. O tal vez jamas, pero eso ya no lo sabre nunca. Ni me importa. Aunque han pasado ya unos cuantos anos, recuerdo al detalle la noche en que le conoci. Fue precisamente en mi fiesta de graduacion, mejor dicho, en la cena posterior. Despues de mucho hincar los codos, habia terminado mi carrera de Derecho, ademas, con un expediente academico brillante, aunque suene arrogante por mi parte. El esfuerzo habia merecido la pena y las felicitaciones me llovian. Mis padres, que gozaban de muy buena posicion economica, me habian prometido regalarme un coche al acabarla, el que yo eligiese. Lo tuve claro desde el principio; queria un Toyota Rav 4. Tan claro como que mis estudios no terminarian con mi licenciatura, puesto que no pensaba conformarme con ser abogada. Esta que esta aqui pensaba opositar para el cuerpo de jueces y fiscales, pero antes de meterse en ese fregado se tomaria un merecido respiro. Habian sido cuatro duros anos de muchas noches en vela con el flexo encendido alumbrando los libros, aunque he de reconocer que mi carrera no es de las mas complicadas. A mi entender, las hay peores, como Medicina, por ejemplo. Asignaturas como la quimica me han parecido siempre cosa de chinos. Eso por no hablar del descomunal esfuerzo final que tienen que hacer estos estudiantes para prepararse para el Mir, despues de seis largos anos acudiendo diariamente a clase. Y ahi si que lo tienen crudo; o lo aprueban, o no hay tutia. Me acuerdo de mi prima Reyes, que hoy dia es ginecologa, y de nuestras conversaciones por aquellos anos en que ambas estabamos estudiando nuestras respectivas carreras. Ella tiene tres mas que yo. --Esto es para darse un chocazo, Leire --me decia--, pero tengo la sensacion de que Guille no lo entiende. --Guillermo era el noviete que tenia por entonces. --O no lo quiere entender. --Le digo que sea paciente, que ya solo me quedan unos meses en la academia, pero que ahora no estoy para nadie, que no tengo tiempo ni de rascarme los sobacos. Cuando me examine en junio ya sere otra persona, pero lo que toca ahora... !que desgraciada soy, cono! --Chica, pues que quieres que te diga. De desgraciada, nada. Tu estas luchando por tu sueno. !Desgraciado el! Pero mira, ?sabes que te digo?, que si no te apoya ahora y te deja tirada como un mojon, que le den mucho por ahi. Con eso ya te esta demostrando que tipo de persona es. Anda y que se vaya a "jaser" punetas, como dices tu. Reyes se partia con mis expresiones, aunque, para salada, ella. Siempre hemos estado muy unidas. Ella tampoco quiso perderse mi fiesta de graduacion. Por cierto, acudio sola, porque el jartible de su novio, efectivamente, termino dejandola cuatro meses antes de sus examenes del Mir. Despues del acto, celebrabamos una cena por todo lo alto en uno de los restaurantes de mas prestigio de la ciudad. Para la ocasion, yo habia elegido un espectacular vestido entallado de corte flamenco; negro, con flores bordadas y rematado por abajo con un volante mas largo por la parte de atras. Bueno, tengo que decir que en la eleccion tuvo mucho que ver mi madre, que tiene un gusto exquisito para la ropa. --Estas preciosa, nena. Como te vea Sebas se le van a derretir los cataplines --me dijo al verme Marian, una companera de clase con la que siempre me habia llevado a partir un pinon. Sebas era un profesor nuestro que parecia tener fijacion por mi. El baboso, le llamabamos. Era un tipo casado, y bastante entrado en anos, que no desaprovechaba ocasion para acercarse a servidora con cualquier mala excusa cada vez que nos cruzabamos por los pasillos. --Que asco de el, tia. Es que se le van los ojos detras de tu culillo. Tenia razon Marian. Ella tampoco le podia ni ver. No obstante, yo me las tragaba y procuraba no darle nunca ninguna mala contestacion ni nada por el estilo a aquel degenerado (como se merecia) por miedo a que me cogiese mania y eso pudiese influir en mis notas. Cosas mas raras se han visto, pero yo no queria ningun problema en ese sentido. Mis padres, como es logico, estuvieron presentes en el salon de actos de la facultad de Derecho para la entrega de diplomas, pero a la cena no vinieron. Hubieran podido hacerlo porque lo acordado era un par de personas por cada estudiante. De hecho, muchos de ellos cenaron en compania de sus padres, pero los mios prefirieron quedarse en casa aquella noche. --No seas boba, carino --me comento dias antes mi madre--. Ya lo celebraremos cualquier otro dia con tu hermano Pablo cenando los cuatro por ahi. Ve con Reyes, que ella lo esta deseando. Seguro que lo pasareis en grande. Ellos eran asi. Y era cierto tambien que mi prima estaba loca por venir. A esa le ha gustado siempre un sarao mas que a un tonto un lapiz. No es que sea una cabecilla loca, tampoco es eso. --Guauuu, pinta bien la noche, prima--Reyes, viendo el percal, se frotaba las manos mientras una aparcaba el Toyota en los aparcamientos techados frente a los jardines del restaurante, donde nos daban un coctel de bienvenida. --Anda, no seas bruja, que te conozco. --Ni tu tan... en fin, tu ya me entiendes. Por mi madre de mi alma que esta noche te emborracho, a ver si te desmelenas un poco, hija, que no veas... --?Emborracharme a mi? Lo llevas tu crudo, seria la primera vez. Era verdad. Nunca me ha entrado el alcohol. De hecho, no entiendo que le ve la gente a la cerveza para que le guste tanto. A mi me sabe a rayos con ese sabor tan amargo. Del vino ya ni hablamos, pero ese es otro tema. A lo que estabamos. Me acuerdo de que ibamos haciendo el paseillo desde el aparcamiento hasta la entrada de aquel recinto como dos divas; mi prima, toda emperifollada ella, meneando con mucho arte el abanico (hacia un calor de espanto aquella noche), y yo, haciendo equilibrio sobre mis altisimas sandalias de tacon de aguja. La estrechez del traje tampoco es que me permitiese andar muy bien que digamos. Tenia esta sirenita todas las papeletas para pasarle lo que le paso. --Saca dientes, nena. Como la Pantoja--. !Y venga esas caderas! Que se note que llegan dos buenas leonas marcando territorio. --No tienes tu guasa ni na, hermosa --le conteste. --Y toda la que tu quieras, pero mira el cacho de bombon ese que esta ahi de perfil. La joia por culo, todavia no habiamos entrado y ya le estaba echando el ojo a un gacho. Conociendola, no le hice mucho caso porque Reyes era mas de boquilla que de cualquier otra cosa. Mucho lirili y poco lerele, que diria mi hermano, pero no pude evitar mirar hacia donde me indico disimuladamente con un gesto de cabeza. --Ese, ese, el de la camisa blanca arremangada. Alli estaba el, senoras y senores. Era un chaval alto y bien formado que se estaba tomando una copa junto a otros dos chicos en una de aquellas mesas de barril de la entrada del restaurante. Aparte del cuerpazo, no se que le veria Reyes ya a distancia para referirse a el como "cacho de bombon". Lo que si puedo asegurar es que una no vio aquel inoportuno charco que lo desencadeno todo. Se conoce que, antes de nuestra llegada, debian haber regado los suelos a manguerazos vivos para refrescarlos un poco. Mirando precisamente en aquella direccion... alla que fui, como la que esta patinando sobre una pista de hielo. Pegue tal resbalon que, del culetazo, salio volando hasta el bolso de cartera que llevaba en la mano. Y no fue ya el culetazo, que por poco me rompo la rabadilla, como dice mi madre. Es que encima me puse el traje perdido. Parecia que me habia meado. Me moria de la verguenza. Con el espectaculo, los chavales, que estarian a unos cinco o seis metros, volvieron la cabeza y aquel "cacho bombon" solto la copa para venir en mi auxilio. --Ea, ?ves? No hay mal que por bien no venga --solto la muy cachonda de mi prima al ver la jugada. Se partia de la risa. Yo tambien, pero por no llorar. --?Estas bien, chica? Me habia recogido el bolso del suelo mientras yo, muy digna, me estiraba aquel vestido cuya humedad ya me calaba las nalgas. Fue entonces, teniendole frente a frente delante de mi cuando pude comprobar que aquel era, efectivamente, un pedazo de bombon. Pero no un bombon cualquiera de esos que venden a granel en el Carrefour por Navidades, no, sino un autentico Ferrero Rocher de los que pasaba en bandeja la Preysler en aquel anuncio. Con esos ojos verdes como faros y una sonrisa increible de dientes bien alineados y blancos como la cal, se me represento como un verdadero galan de cine. !A la mierda el Tom Cruise, o ese Paul Newman al que tanto admiraba mi madre! --Si, tranquilo. Gracias. --Eso fue todo lo que le conteste. --Deja, que a esta la meto yo ahora mismo en el bano y la saco nueva de alli. --intervino mi prima. --Perfecto. ?Habeis venido solas? --La una con la otra. ?Te parece poco? Reyes era de las que no se cortaban ni un pelo, a diferencia de mi. Yo siempre he sido mas cortada con los desconocidos.

  • Fuera de si de Sasha Marianna Salzmann

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    Los gemelos Alissa y Anton nacen en el Moscu postsovietico. Transcurridos pocos anos, su familia emigra a Alemania, donde crecen, estudian y empiezan la universidad. Entonces, Anton desaparece y el unico y ultimo rastro de el procede de una postal de Estambul. Alissa se dirige alli en busca de su hermano pero, tambien, de si misma. En una ciudad impregnada de cambios politicos y sociales, la busqueda de Alissa se convertira en un viaje de conexion y pertenencia. Una intensa saga familiar que auna la fuerza de la tradicion con la vanguardia narrativa del siglo XXI.

  • El autodidacta de Hernan Rivera Letelier

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    El autodidacta es una entranable novela autobiografica sobre los inicios de Hernan Rivera Letelier en la escritura, sobre el poder de la literatura, sobre el primer amor. Experiencias de esos anos de intensa juventud que el autor vivio en el desierto chileno.

  • Sin dejar rastro de Haylen Beck

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    Casada con un poderoso hombre de negocios neoyorquino, Audra Kinney ha reunido las fuerzas suficientes para dejar atras una vida aparentemente acomodada pero marcada por el maltrato psicologico de su marido. Con sus hijos Sean y Louise, de once y seis anos, Audra ha recorrido miles de kilometros a traves de carreteras secundarias con la intencion de comenzar una nueva vida en California. Y ahora, frente a los escarpados paisajes de la desertica Arizona, siente que puede volver a respirar, que han dejado atras el pasado y el peligro. Sin embargo, poco antes de llegar al pueblecito de Silver Water, el sheriff del condado de Elder la detiene por una presunta infraccion de trafico.

  • Ramses el maldito. La pasion de Cleopatra de Anne Rice

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  • El nino escondido de Rhys Bowen

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    Una carta. Una revelacion. Un viaje de descubrimiento.

  • Extranos al calor de la noche de Kylie Brant

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    No sabia como se llamaba, no sabia de donde era. Rianna Kingsley solo sabia que sus conocimientos de artes marciales y tecnicas asesinas estaban muy por encima de lo que sabia una persona normal.

  • El gran salto de Jonathan Lee

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  • Dos amores para Cassie 3 – Mark Miller de Mark Miller

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    Tras su aventura por Europa, Cassie regresa un ano despues a su casa para intentar reconstruir su vida y su destrozado corazon. Devline ha estado junto a ella en todo momento, pero sus planes para reencontrarse se truncaran.
    Y sera en ese momento cuando David, su amor, regresara. ?Cuales seran sus intenciones? Y lo que es mas importante: ?que decidira el corazon de Cassie?
    Dos hombres y una sola eleccion para el corazon de la protagonista.