• libro el vendedor de silencio - Enrique Serna

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  • El vendedor de silencio Versión Kindle - Serna, Enrique

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  • El vendedor de silencio / The Merchant of Silence Tapa blanda

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  • El vendedor de silencio by Enrique Serna - Goodreads

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    Denegri básicamente cobraba a políticos, empresarios y personaj Increíble libro de casi quinientas páginas escrito por Enrique Serna. Es una novela histórica ...

  • el vendedor de silencio - serna enrique - Casa del Libro

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  • EL VENDEDOR DE SILENCIO - ENRIQUE SERNA | Alibrate

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  • El vendedor de silencio Audiolibro de Enrique Serna - Kobo

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  • EL VENDEDOR DE SILENCIO (EBOOK) - ENRIQUE SERNA

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  • El vendedor de silencio - Audioteka.com

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  • Un pitcher en mi corazon de Christian Martins

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    ?Quien dijo que seria facil ser la novia del famoso pitcher de los Red Sox?
    La vida de Ashley se complica cuando sufre un pequeno accidente de coche. El problema radica en el conductor: prepotente, insoportable y… famoso.
    ?Quien hubiera adivinado que terminaria enamorandose de el?

  • Viaje alrededor de mi craneo de Frigyes Karinthy

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    Frigyes Karinthy era el columnista mas popular de Budapest, en 1936, cuando se entero de que tenia un tumor cerebral y que debia operarse de urgencia para sobrevivir. El unico cirujano que podia hacerlo estaba en Suecia. Una colecta le permitio llegar a Estocolmo y enfrentar el bisturi. Con el desparpajo y la agudeza que lo caracterizaban, Karinthy conto paso a paso la experiencia a sus lectores, a traves de su columna semanal en la prensa. Meticuloso y alucinatorio, burlon y emocionante, egocentrico y universal, su libro es simultaneamente una novela de intriga y un caso clinico, un viaje al fondo del miedo y una bitacora de la resistencia, el chisporroteo de un espiritu brillante y el anticipo del derrumbe del humanismo que Europa padeceria poco despues.

  • Raquel (Y llegaste tu 1) de Merche Diolch

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    Raquel es una joven timida e introvertida que comparte piso con su prima Monica. Su vida se desarrolla entre sus clases y la biblioteca donde trabaja como becaria para ganar algo de dinero y puede hacer lo que mas le gusta en la vida: estar rodeada de libros.

  • Al sur de Andalucia de Katy Molina

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    Todo empezo una noche, me encontraba tumbada en el sofa de casa. De pronto, el movil sono con un mensaje en el Messenger de Facebook. Fueron unas simples palabras, "Hola, buenas noches" , escribio. A partir de ese inocente saludo comenzo la historia eterna entre un aleman y una andaluza. Dia a dia, fuimos hablando y conociendonos, sin prisas. Sin darnos cuenta surgio una bonita historia de amistad, una muy sincera y profunda, una que sin pretenderlo fui enamorandome cada dia de sus palabras, de su voz y ternura. Alexander, era un hombre complicado, tenia muchos problemas en la vida. Llegue como un remedio para su malestar, fui su luz en la oscuridad. Durante casi un ano estuvimos forjando una amistad especial, a pesar de la distancia, fuimos muy dependientes el uno del otro. Mi pareja, era un buen hombre pero muy distinto a mi. En cambio, Alexander me daba todo lo que siempre desee en un hombre. Se habia convertido en mi secreto mas personal e intimo. Nos llamabamos a todas horas, nos escribiamos e incluso chateabamos por Facebook, era un no parar. Nos convertimos en una obsesion. Mi vida no me la imaginaba sin el, lo necesitaba y cuando por trabajo hablabamos menos me daba ansiedad de no poder escuchar su voz. Muchas veces miraba a mi pareja queriendo que fuese tan atento como Alexander. Dicen que nuestra media naranja ronda en algun lugar del mundo queriendo encontrarnos. La encontre pero demasiado tarde. Santiago, asi se llamaba mi pareja, no tenia ni idea de mi relacion con el aleman. Sufria cada dia sintiendome una mala persona, estaba mal lo que estaba haciendo. El no se merecia que le fuera infiel de pensamientos, pues no lo podia ser de otra manera, la distancia era un inconveniente. Dia a dia fui enganandome, me decia a mi misma que mi pareja era buena para mi vida y que lo que sentia por Alexander era simplemente atencion. La relacion con Santiago estaba muerta de amor desde hacia mucho tiempo y yo no queria verlo pero el problema no era el aleman sino mi ceguera. Sin darnos cuenta, la pasion se habia acabado. Si tengo que ser sincera, creo que nunca la hubo, solo nos acostumbramos a estar juntos. Llevabamos saliendo desde el instituto, el habia sido mi primer todo y nunca tuve otra opcion. Alexander era distinto, se preocupaba por mi bienestar, me dedicaba palabras dulces y tiernas. Era mi todo y mi nada, pues no lo tenia a mi lado. Cuando lo conoci, su vida era un desastre y no confiaba en las personas. Por mi caracter andaluz desinhibido, supe sacarle del pozo. A distancia, con un simple telefono, consegui darle esperanza y luz a su vida. Le aporte felicidad y que sonriera a la vida. La mia se complico muchisimo, pase las horas pensando en Alexander, sonaba con abrazarlo. Un dia, mi pequeno, asi me gustaba llamarlo carinosamente, me confeso que se habia enamorado de su mejor amiga, esa era yo. Me quede muda, llorando, sin saber que contestar. Le hubiese dicho que yo tambien lo amaba pero no podia. Querer es facil, lo dificil es expresarlo. No pude decirle la verdad, no quise hacerle dano. Hable con el para convencerlo de que estaba confuso. Tuve que decirle que habia confundido los sentimientos, que la soledad hacia que nos sintiesemos confusos a la hora de recibir un poco de carino. Se me encogio el corazon al recordar como negaba e insistia. Al final, tuve que decirle que no olvidara que tenia pareja y que no complicara mas las cosas. Recuerdo con anhelo el ultimo mensaje de buenas noches que le escribi y que en el ultimo momento borre "En la proxima vida, buscame con mas ganas". Ese dia fue definitivo para que mi corazon lo reconociese como mi mitad perfecta. La amistad siguio y Alexander se contuvo en sus sentimientos. Hasta que llego el dia que una mujer cambiaria nuestros destinos, ella seria el detonante para desatar la tormenta del sufrimiento. Alexander se obligo amar, era un hombre consumido por la soledad, con una familia egoista y una vida dura. Necesitaba tener a alguien a quien abrazar, besar y sobre todo que lo quisiese con libertad. Crei que animarlo a conocer mujeres, traeria un equilibrio a lo nuestro pero me equivoque. Ahi empezaron los problemas. Ella se llamaba Lorena, una mujer tres anos mayor que el, divorciada con dos ninas y buena persona. Esa era la unica informacion que tenia acerca de aquella mujer misteriosa

  • Afortunada de Monica Garcia

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    Lucia es una chica con un pasado complicado, Daniela es una chica con una vida sin preocupaciones hasta que la enfermedad de su madre lo cambio todo, Lucia y Daniela afrontaran juntas la enfermedad de Pilar que no se sabe a ciencia cierta como evolucionara. Una historia de superacion, reflexion y autoayuda. La historia contiene relatos reales mezclados con ficcion para ayudar al lector a seguir la vida de Lucia.

  • La mujer fuera del cuadro de Nieves Garcia Bautista

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    La extraordinaria historia de una mujer, la del cuadro que la inmortalizo y la de una epoca, la bohemia parisina de finales del siglo XIX, tan bella como extrema en sus contrastes.

  • Un talento natural de Ross Raisin

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    Tom ha sabido siempre el tipo de persona que quiere ser: un futbolista de exito. Un hombre al que otros hombres admiran y respetan. Pero el futuro brillante que imagino esta amenazado. Mientras se mueve entre la soledad y la necesidad de reconocimiento, un encuentro fortuito le ofrece una via de escape y le hara cuestionarse a si mismo. Un talento natural profundiza en el corazon de un club de futbol profesional: la presion, la soledad, la amenaza de escandalos, la fragilidad del cuerpo humano y la lucha, dentro y fuera del campo, por convertirnos en la persona que todos esperan que seamos.

  • Se mi verano en un dia de invierno de Priscila Serrano

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    ?Se puede tener todo un dia y al siguiente no tener nada? Savannah lo sabia muy bien. Sus veranos siempre eran importantes, esos meses en los que todo lo demas sobraba; los problemas no existian y las risas y alegrias estaban aseguradas.
    Pero, el verano de 2017 fue el ultimo y el sol ya no alumbraba con tanta intensidad como cada manana, provocando en ella una tristeza tan grande que no lograria superarlo ni con recuerdos.
    Sin embargo, todo cambia cuando Savi se ve obligada a viajar a otra ciudad, una que podra cambiarle la vida.

  • Matrimonio por Contrato de Anna Sanz

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    Eve es una chica normal, todo lo normal que puede ser una persona, claro, tal vez por eso, cuando Daniel, el hombre con quien pasa una noche de borrachera, aparece en su trabajo y le pide que se case con ella no puede creerselo. Al menos no puede creerselo hasta que el insufrible millonario le explica el por que quiere casarse con ella.

  • La posada del pozo de Raquel Victoria Morea

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    En la Espana de los anos veinte, en un pueblo limitrofe de Teruel, Nieves regenta, junto a su padre, una legendaria y reputada posada familiar. Su fuerte caracter y su avanzada mentalidad le llevaran a concienciarse con las miserias y penurias padecidas por la gente humilde de su entorno. Mas tarde, con su marido Bernardo, sus amigas y otros paisanos, se involucrara en la lucha de clases por la igualdad y la justicia social, alentada por un pueblo que vive del campo y las minas. La repentina llegada de la Guerra Civil truncara los propositos de todos ellos, pero hara fluir sus sentimientos mas profundos y honestos, que floreceran en medio de un universo lleno de angustia y desolacion, volviendose cada vez mas aterrador con el paso de los dias.

  • Ha llegado el momento de volver a encender las estrellas de Virginie Grimaldi

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    Anna tiene treinta y ocho anos, esta separada y se le acumulan las facturas a pagar. Apenas tiene tiempo para sus hijas, Chloe y Lilly, con las que solo se cruza a la hora del desayuno.

  • Lealtad y sangre de Raul Garbantes

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    LO UNICO QUE Linda Amatista escuchaba, despues del ruido del agua fria estrellandose contra su cuerpo y el suelo, era el sonido del viento corriendo entre los arboles. Por un instante, eso era todo lo que existia, como un hechizo. Se aferro lo mas que pudo a ese sonido que era un oasis en el infierno que estaba viviendo, por un tiempo que empezaba a parecerle inconmensurable. Solamente entendia que ahora la unica realidad era el dolor. A medida que volvia en si, cada parte de su cuerpo daba fe de vida a traves del suplicio que le hacia padecer. Ya el mundo de afuera se habia vuelto borroso, sonidos, formas y colores vagos; pero su mundo interno era un enjambre de senales de dolor vertiginoso que hacia parecer su cuerpo mas extenso de lo que en realidad era. Mas que un cuerpo humano, un continente de sufrimiento. --Ya es hora --escucho decir. Sintio el resplandor de una luz a traves de los parpados hinchados. Trato de taparse la cara un poco con uno de sus brazos. Ambos se alzaban sobre su cabeza inclinada, pendiendo de las munecas esposadas, estas, a su vez, entrelazadas con una cadena que se elevaba hasta un liston de madera en el techo. Las rodillas tocaban el suelo, pero ya casi no sostenian todo el peso de su cuerpo, los tobillos atados tambien. Trato de abrir los ojos. Era como si su rostro hubiera mutado a una mascara tallada por los golpes. Ahora podia escuchar hasta el zumbido de la unica bombilla de aquel pequeno lugar, una que colgaba desnuda de un cable; tambien escucho el rechinar de la madera con los pasos del torturador. Apenas podia ver su vaga silueta del otro lado del cobertizo, tomando algo entre las manos, quiza una soga. --Todo va a terminar pronto --dijo el hombre. <>, penso ella, desconcertada; como si no la hubiera abusado ya lo suficiente, como si de esa forma no la hubiera despojado ya de cada parte de su persona: treinta y tres anos, Linda Amatista, oficial de Policia condecorada del distrito de Olivares. El orgullo de su madre y de sus amigas. El hombre se acerco y libero las esposas de la cadena. Ella dejo caer todo su cuerpo al suelo, sintiendo la madera rugosa y el frio de la noche que erizaba su piel, el viento ahora golpeaba con mas fuerza que antes, produciendo un silbido cuando chocaba con el cobertizo. Por fin podia respirar hondo, por fin sus musculos se distendian, y aquel alivio mitigo un poco el calvario que atravesaba. Vio la silueta del hombre acercarse, sus contornos difusos por la luz de la bombilla, pero, sobre todo, por la mezcla de sangre y sudor que se acumulaban entre los parpados de ella. Sintio una sombra cubrirla por completo y luego un ardor cuando el retiro la cinta adhesiva de su boca, removiendo luego el panuelo del interior de esta. El frio, el miedo y el dolor le sacaban sonidos involuntarios que no lograba reprimir por mas esfuerzo que pusiera. Lo escucho reir para si y sintio ira, quiso hacer sufrir a cada hombre que conocio alguna vez, quiso hacerlos suplicar por la muerte que ella ahora deseaba para si. Sintio toda la saliva y sangre acumuladas en su boca y trato de decir algo. Su garganta estaba tan seca que apenas dejaba salir aire. --?Que? --pregunto el hombre, acercando el rostro. Enseguida se cubrio de una sustancia rojiza y viscosa al recibir un escupitajo de su victima. En el silencio que siguio, ella supo percibir la rabia acumulandose en su abusador. Esta era la unica victoria que podia permitirse, asi que sonrio como pudo, esperando que el regocijo la acompane hasta el ultimo momento. --Eres una guerrera --escucho decir al hombre--. Para nada como las otras. <>, penso Linda. Mientras, ella se obligo con todo su ser a no darle esa satisfaccion, la de verla quebrarse mentalmente. Entonces recordo las palabras de su mejor amiga, Aneth Castillo, cuando estaban en la academia de Policia. Cuanto le hubiera gustado verla una ultima vez. Quiso permanecer un poco mas en aquel recuerdo, pero su captor habia comenzado a golpearla de nuevo. Tomo algo de tiempo para que el hombre se percatara del propio frenesi en el que habia caido. Se sorprendio a si mismo con el rostro desencajado por una mueca que mezclaba rabia y placer. Estaba jadeando cuando se detuvo y la vio ante si, casi inconsciente otra vez. Bajo los brazos y subio el rostro, cerrando los ojos, como si alguna sustancia invisible lo estuviera banando. Su respiracion se volvio a calmar. Trato de penetrar lo mas profundo que podia en aquella calma, instalarse alli, en la satisfaccion y el alivio que no era capaz de experimentar de otra forma y que solo era superado por lo que pensaba hacer despues. Volvio a esposar a la mujer con los brazos atras. La vio moverse cuando ajusto el nudo de la soga en su cuello. Tomo un extremo y lo avento por encima del liston. Dio unas vueltas a la soga por su antebrazo para lograr un mejor agarre, tomandola luego con ambas manos. Despues de una respiracion profunda, comenzo a tirar de la soga. Lo hacia de forma lenta para observar a su victima contorsionarse mientras agonizaba. Y, con cada tiron de la soga, se sumergia de a pocos en un extasis unico. Para cuando la mujer ya habia dejado de moverse, ahorcada, estaba consumido por una euforia total que se concentraba en su entrepierna. Mantuvo la escena congelada un momento. Cuando sintio que ya la habia absorbido lo suficiente, solto la soga. El sonido grave del cuerpo golpeando contra la madera le disgusto. Quiza le parecio que rompia con la solemnidad que estaba experimentando. No se dejo consumir por el hecho, pues el mal humor lo sacaria por completo de la atmosfera que habia creado para si. Entonces volteo el cuerpo para que mirara hacia el techo y se comenzo a desvestir. 1 UN CASO PELIGROSO PARA LOS QUE aun no me conocen soy Goya. La primera vez que fume un cigarrillo ya estaba separado de mi mujer y mi hija me odiaba. Recuerdo que salia de un bar en la madrugada, con el aliento a licor. Estaba en camino a convertirme en un alcoholico; mejor dicho, en un adicto. El cerebro de un adicto es muy particular, saben. Es una persona compulsiva. Si logra superar una adiccion, siempre existe el riesgo de que alguna otra cosa pase a llenar ese vacio. Trato de no pensar mucho en esto. Pero la realidad no siempre colabora con los propositos de nuestra voluntad. Por el contrario, pareciera colocarle obstaculos. Esta ha sido una manana inusual en mas de un sentido. El mas evidente: el sol radiante brillando en medio de un cielo despejado. Cosa que detesto. No por aborrecer de lo que el comun de la gente disfruta, sino por el calor que produce un sol radiante por la manana en Sancare. En la comisaria todo parece brillar exageradamente, iluminado casi sin dejar sombra alguna. Siento la pelicula de sudor con la que me cubre el calor y la humedad de la ciudad, casi como una segunda piel. Siento las gotas cayendo por mi nuca, mi camisa adhiriendose a mi cuerpo incomodo y ansioso. Sobre mi escritorio hay pilas de papeles esperando por mi. Cierro los ojos y escucho el bullicio de la comisaria, manotazos sobre mesas, golpes metalicos, voces, ordenes, carcajadas, correteos por los pasillos. Cada elemento, hasta el mas insignificante, exaspera mi paciencia. Este es el dia en que se supone debemos traer a alguien de la familia para compartir un rato y que vean lo que hacemos. Una idea ridicula donde las haya. Pero mas ridiculo es que yo haya imaginado siquiera que mi hija Laura contestaria mis llamadas para invitarla. --Goya --escucho decir a Valeria desde un escritorio cercano. Tras ella esta su madre, Aneth Castillo, mi companera que sonrie e intercambia palabras con Hilario Cota, otro miembro del equipo de Homicidios. Quiza se burlan de mi porque saben cuanto detesto este lugar ahora mismo. Sin embargo, le sonrio a la nina. Me recuerda a Laura cuando tenia su edad. La alegria que veo en mi companera tambien me recuerda a mis propios animos cuando comence a trabajar con la Policia. Esta idea me refresca un poco el pesimo humor que tengo y, mientras, trato de no pensar en ciertas cosas. Escucho la puerta del comandante Sotomayor abrirse con la premura usual, que poco tiene que ver con la urgencia de lo que va a comunicar. Lo miro. Me hace un gesto con la mano. Por la cara que tiene, no debe de ser nada grave. Entro a la oficina y veo al comandante de pie, alargandome el telefono, como quien se lava las manos de una tarea fastidiosa. --?Inspector Goya? --escucho preguntar del otro lado del receptor, es la agradable voz de una mujer quiza entrando en la cuarentena. --El habla. --Es un gusto hablar con usted --dice--. Soy la fiscal Vera Simmons, del distrito de Villablanca. --?En que la puedo ayudar fiscal? --Vera, estoy manejando un caso delicado y he dado con uno de los sospechosos principales, al cual pienso interrogar en las proximas horas. Creo saber a donde se dirige la conversacion. Y no me disgusta el pronostico. --Su don de gentes --continua--, si me permite la expresion, es famoso entre algunos de nosotros, y su ayuda me pareceria invaluable. --?Quiere que interrogue a su sospechoso? --No --dice con cierta risa--. Eso lo haria yo. Pero me encantaria su asesoria, saber sus impresiones sobre el sujeto durante el interrogatorio. Solo quiero saber si deberia seguir cavando este hoyo. Le digo que con mucho gusto podria ayudarla con eso. Nada mas oportuna que una excusa para dejar la comisaria en este momento. --Goya --dijo el comandante Sotomayor, reteniendome, cuando ya cruzaba la puerta--. Recuerda que hoy es la cena del alcalde con las nuevas autoridades. Te espero alli. Un embotellamiento inesperado me mantiene en el centro de la ciudad, entre humo, bocinas de autobuses y vendedores ambulantes. Ha empezado a correr el viento, arrastrando nubes con lentitud, volviendo benevolo el calor. La luz de esta manana da a los colores y a las texturas de los edificios una nitidez particular. Un hombre mayor de piel tostada pasa por la ventana de mi auto vendiendo diarios. Le pregunto si sabe que ocasiona el trafico. --Es una manifestacion de obreros --me dice con una voz ronca--. Pero ya se estan retirando. Le compro una copia y le agradezco. Reviso por encima los titulares. <>. <>. <>. El ajetreo de siempre. Por fin los autos comienzan a avanzar. Veo un grupo de hombres con cascos de proteccion dispersarse. Al rato ya he dejado el caos del Centro y las vias se tornan mas acomodadas, los edificios mas modernos, cobran mas presencia las areas verdes con caminerias y personas haciendo ejercicios o paseando a sus mascotas: todo ocurre como si se tratara de otro mundo, uno desentendido de las noticias en la prensa y de las intenciones mezquinas de quienes abusan del poder. Asi, como en una ciudad paralela, entro al distrito de Villablanca. Sigo la direccion que me proporciono la fiscal Simmons. No demoro en llegar y, despues de anunciarme en la recepcion, la chica que me atiende me informa que la misma fiscal bajara a recibirme. No pasa mucho hasta que veo salir de un ascensor a una mujer muy atractiva y elegante. Viste un pantalon de punto grueso y corte cenido de color gris con rayas delgadas y claras, una chaqueta que hace juego con el pantalon y una blusa de tonalidad crema. Lleva tacones bajos, pero de punta fina. Tiene el pelo suelto, largo, oscuro y abundante. Ya cerca, la veo sonreir levemente, una sonrisa muy expresiva sin ser exagerada. Diria que esta entusiasmada de verme, aunque no nos conocemos. Despues de haber destruido mi matrimonio con Silvia, al punto de no dirigirme la palabra hasta el sol de hoy, nunca me vi realmente cautivado por otra mujer. Pero la fiscal Simmons ha logrado causar una impresion en mi, aunque me cueste reconocerlo. --Inspector Goya, que gusto --me dice, su voz es todavia mas agradable de escuchar en persona. Le extiendo la mano sin saber en verdad que decir o hacer, excepto un sonido vago. --Debo decir que esperaba con anticipacion nuestro encuentro --afirma mientras caminamos al ascensor. --Dejame adivinar --replico algo incomodo--, algun profesor trasnochado te hizo estudiar uno de mis casos viejos. --Espero que excuse mi cursileria. Pero es famoso, entre los de mi generacion al menos. Segui su carrera hasta que, bueno... --Hasta que lo mande todo al demonio --la interrumpo. --Exacto. A medida que subimos, el paisaje de Villablanca cobra perspectiva a traves de los cristales, sus cuadriculas perfectamente planeadas, sus espacios publicos, otros en construccion. Salimos a un piso limpio y aclimatado, de techo alto, con varios pasillos, varias oficinas y salas.

  • Amarte de Olivia Saint

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  • Secretos bajo mi piel de Susana Mohel

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    !Boom! Suena el primer golpe. ?Que diablos? !Boom! Aqui va otra vez, freno en seco, obligando al coche de atras, a pararse tambien. Miro por el espejo retrovisor y solo alcanzo a ver una pequena cabeza oscura reclinada sobre el volante. !Lo que me faltaba! Encabronado, abro la portezuela de mi recien estrenada camioneta dispuesto a enfrentar al imbecil que me acaba de chocar. Estoy listo para dar pelea. El dia que habia comenzado como uno realmente malo, acaba de convertirse en una verdadera mierda. Y lo que es peor, todavia no he dado con un plan para salir a flote. Maldicion. Al llegar a la puerta del viejo Toyota, me encuentro con que el conductor es una mujer, una que, de hecho, parece bastante joven. El sonido de las risas de un nino pequeno me deja ver que no viene sola. Bueno, al menos para alguien esto ha sido de lo mas entretenido. Abro la portezuela, con la intencion de ver que tan graves han resultado ser sus heridas, a la velocidad a la que ibamos probablemente no se trate mas que de una contusion o algo por el estilo. Le toco el hombro, mi rabia se ha transformado en preocupacion y, a pesar del dolor de cabeza que amenaza con reventarme las sienes, tengo que actuar rapido. Por fortuna, ella se mueve, levantando su cabeza voltea a verme y me encuentro con los ojos verdes mas impresionantes que he visto alguna vez. --?Esta usted bien? --Atino a preguntarle. Mentalmente me doy una bofetada, claramente no se encuentra bien, no estoy del todo seguro de que sea a causa del accidente, pero la chica esta en un claro estado de shock. --Voy a llamar a la ambulancia --le informo al ver la herida sangrante que tiene en la frente. Ella abre los ojos todavia mas, aterrada con el sonido de mis palabras. --Alguien tiene que atenderte --trato de persuadirla para que acepte. Con la cabeza, hace una negacion casi imperceptible, pero he captado con claridad su mensaje. Esta aterrorizada, ?de que? Esa pregunta salta una y otra vez. --Necesito irme, irme lejos --la escucho murmurar, mientras freneticamente mira hacia todos lados --. Mi hija, mi hija. --Tranquila --le digo tomandola por los hombros, la nina esta tranquila, creo que para ella esta en medio de un parque de diversiones. Intenta levantarse, pero, con mis manos todavia sobre sus hombros, la detengo. Me tomo un momento para observarla mejor, es bastante joven, no creo que tenga mas de veintitres, lleva una larga mata de cabello oscuro recogido en un mono suelto, bueno, el intento de este. Lleva puesta una vieja camiseta que le queda enorme y unos jeans bastante gastados. Sin embargo, el coche esta casi escrupulosamente limpio y la nina se ve bien cuidada. De nuevo, como un anuncio de neon la pregunta titila, ?de que huye? --?Tienes seguro? --Le pregunto volviendo al aspecto practico, sus problemas no son los mios, lo importante aqui es resolver el asunto de su herida y que la vida siga, ya me encargare de hacer que arreglen la defensa de mi camioneta, no es como que voy corto por un par de dolares. --Necesito irme --repite. --No puedes conducir en ese estado --susurro apartando el cabello de su rostro, buscando con mis dedos la herida, que sigue sangrando. No tardo mucho en encontrarla, es un corte de menos de dos centimetros, que seguramente se hizo al golpearse con el volante. Tomo del bolsillo trasero de mi pantalon el panuelo de lino que siempre llevo conmigo --y que hoy me siento especialmente agradecido de traer-- y, haciendo algo de presion, cubro la herida con ella. La chica se dobla, creo que en medio del subidon de adrenalina que esto le ha causado, no es consciente del dolor. --Ok --le digo tras un minuto de silencio--, creo que ya esta. ?Sabes? Las heridas en la cabeza suelen ser bastante escandalosas, sangran mucho, varios sustos se llevo mi madre conmigo cuando era nino, en ese entonces era bastante inquieto y nunca paraba de hablar. Si, aunque usted no lo crea, en ese entonces era peor.

  • La hoguera de Krysten Ritter

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    “De la actriz, productora y escritora Krysten Ritter nos llega ahora una novela de suspense psicologico acerca de una mujer que se ve obligada a enfrentarse a su pasado tras un caso de corrupcion en una pequena localidad rural. Han transcurrido diez anos desde que Abby Williams se fue de casa y se quito de encima toda prueba visible de sus raices provincianas. En la actualidad trabaja en Chicago como abogada medioambiental, tiene una carrera floreciente, un apartamento moderno y todos los hombres que se le antojan. Pero cuando un nuevo caso la hace regresar a su pueblo de Barrens, Indiana, la nueva vida que se ha construido con tanto esfuerzo empieza a resquebrajarse. Encargada de la tarea de investigar a Optimal Plastics, la empresa mas relevante del pueblo y motor economico del mismo, Abby empieza a descubrir extranas conexiones con el mayor escandalo que sacudio Barrens hace mas de una decada, en el que se vio implicada la popular Kaycee Mitchell junto con sus amigas mas intimas… justo antes de que Kaycee desapareciera para siempre. Abby sabe que la clave para resolver cualquier caso radica en los puntos debiles, las preguntas que aun estan sin contestar. Pero cuando intenta averiguar que le ocurrio realmente a Kaycee, destapa un secreto todavia mas inquietante: un ritual denominado ”’El Juego”’ lo cual amenazara la reputacion y la vida de los habitantes de Barrens y ademas posee el potencial de sacar a la luz algo muy siniestro que podria devorarla a ella misma. Con sus prometedores giros y su lento suspense, y ambientada en una remota poblacion rural, claustrofobica, que mide menos de diez kilometros de un extremo al otro, La hoguera explora el tema de si es posible o no superar el pasado.”

  • Diarios Lord Byron de Lord Byron

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    Quiza nadie haya personificado la figura del poeta romantico como George Gordon Byron (1788-1824), sexto baron de Byron, cuya singular y repentina celebridad surco el firmamento cultural europeo como un cometa. Su linaje aristocratico, su tumultuosa vida en Londres y en Venecia, sus simpatias revolucionarias y su temprana muerte en Grecia sellaron la identificacion del autor con unos personajes -Childe Harold, El corsario, Manfred- que parecian encarnar ese oscuro impulso de libertad y rebeldia nihilista del espiritu moderno. La realidad, sin embargo, es mas compleja y a la vez mas fascinante, como demuestran su ingente correspondencia y estos Diarios que ahora damos al lector en la edicion modelica del escritor Lorenzo Luengo. En ellos comparece un Byron mas intimo y cercano, que se vuelca por igual en el apunte costumbrista, las notas de viaje, el retrato del natural, la reflexion de indole moral o la introspeccion biografica, capaz en ocasiones de un enorme candor. Por la vivacidad de su estilo, su penetracion psicologica y su cautivadora franqueza, estas paginas son lo mas parecido que tenemos a un autorretrato del poeta. En la lucidez ironica, en el infalible sentido de la comedia mundana, en la capacidad de satira y a la vez de humana simpatia encontro Byron la inmortalidad.

  • La chica olvidada de Noelia Lorenzo Pino

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    La agente Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua investigan, tras la aparicion de su cadaver, el asesinato de la joven Lorea Galvez. La similitud del caso con un crimen, aun sin resolver, ocurrido catorce anos antes en plenas fiestas de Hondarribia, hara que este cobre actualidad y se reabra gracias a los esfuerzos e insistencia de la patrullera Lia Yoldi, amiga intima de la victima y aun obsesionada con su muerte. La reapertura del caso desenterrara emociones soterradas en la agente al rememorar, con ayuda del diario de su amiga, sus ultimos dias de existencia. Un relato donde se entrecruzan dos pesquisas paralelas que avanzan implacablemente, con una trama perfectamente hilvanada y una resolucion absolutamente sorprendente. La autora, ademas, se muestra como una sutil observadora de las relaciones que se establecen entre grupos humanos, tanto en la propia Ertzaintza, como en las familias y amigos tras la fractura que se produce ante la muerte violenta de uno de sus seres queridos

  • Cuidare de ti de R. M. De Loera

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    Mientras levantaba la mano, para despedirme de mi jefe, el gato de la senora Jones, una de las asistentes asiduas a la biblioteca, se froto contra mis piernas. El le ofrecia a su duena apoyo emocional. --Adios, senora Jones. --Bye, Emily. Le hablo como bebe al animal, lo tomo en brazos y se marcho. El reloj marcaba las cinco en punto, mi hora de salida. No regresaria al trabajo hasta dentro de dos semanas pues la ciudad decreto un toque de queda durante ese tiempo. Enfrentabamos una pandemia y, a pesar de las medidas previsoras en los dias previos, los casos continuaban en aumento. Baje los escalones de dos en dos, en tanto, pinchaba mis mejillas y alisaba la falda del traje sastre. Al llegar a la acera me detuve un instante y distraida jugue con el colgante, del arbol de la vida, que fue de mama. Alli estaba el, apoyado en el cofre de su vehiculo con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja. Una sonrisa tonta se adueno de mis labios al percatarme de las briznas de harina en su cabello negro. William era el dueno de la pequena cafeteria que se encontraba a dos cuadras y donde preparaban el mejor cafe de la zona. Nos conocimos durante la inauguracion hacia seis meses. Desde entonces entablamos una amistad y fue como descubri que amasaba pan cuando se sentia estresado. Me obligue a salir de mi ensonacion y me acerque con paso ligero. En ese mismo instante el levanto la cabeza y una sonrisa radiante curvo sus labios. --Gracias por llevarme a casa. Nego con la cabeza a la par que se giraba para abrir la puerta de pasajeros. --Ni en suenos te permitiria tomar el metro. Incapaz de contener una sonrisa subi y coloque el bolso sobre las piernas. Me guino un ojo, cerro la puerta y rodeo el vehiculo. En pocos minutos lo puso en marcha. Inhale profundo al percibir el tenue aroma del azucar mezclado con especies y cafe que lo caracterizaba. Nos incorporamos al trafico que ese dia era intenso. El presidente ofrecio una conferencia de prensa alrededor de las doce del mediodia con las directrices que debiamos seguir. Todos debiamos permanecer en casa, evitar el contacto con las superficies y estar a mas de metro y medio de distancia de los demas. Mordi mis labios al escucharlo pues el transporte publico quedo descartado. Me tardaria mas de una hora en caminar hasta la casa y el toque de queda comenzaba a las seis. La primera llamada que recibi fue la de mama quien insistia en que saliera despavorida a comprar mascarillas, guantes y papel higienico. Logre colgar con el pretexto de una reunion de ultimo minuto. Pocos minutos despues mi telefono vibro con un mensaje de William ofreciendome transportacion. --Este dia ha sido de locos. --Una gran cantidad de personas se acerco a la biblioteca y en lo unico que pensaba era en que a nadie se le escapara un estornudo. Me preocupaba que corrieran despavoridos y tumbaran los anaqueles. --Eso seria un desastre. --Dos semanas no alcanzarian para clasificarlos. Por un segundo desvio la mirada de la carretera y me observo. Diminutas patas de gallo se extendieron por sus ojos, como el cafe mas puro, senal inequivoca de que mis palabras le divertian. Regreso su atencion al trafico cuando el semaforo cambio a verde. Metio primera y llevo la mano a la garganta y la froto con el ceno fruncido. Contuve el aliento, mas, me distraje cuando pego un bocinazo por un inconsciente que cambio de carril y por poco nos choca. Cerca de cuarenta y cinco minutos despues se detuvo frente a mi casa. Desabroche el cinturon y me colgue el bolso en el hombro. --Gracias. Abri la puerta y un unico pensamiento me asalto de repente: No lo veria en todo ese tiempo. Un vacio se apodero de mi estomago a la vez que un estremecimiento me recorrio la piel. --Espera. Giro sobre su asiento y tomo una caja, la cual me extendio. Habia un par de botellas de desinfectantes y alcohol. Bajo, abrio la cajuela y saco una caja de agua y una con el logo de la cafeteria.--Se que estos te gustan. Asenti con una sonrisa. Entramos a la casa y llegamos a la cocina. Coloque los bollos en un plato y la greca sobre la hornilla. En lo que el agua se calentaba tome los desinfectantes para guardarlos debajo del fregadero. Escuche a William carraspear. Gire con los ojos muy abiertos, solo nos separaban unos centimetros pues el acomodaba el agua en la alacena. Entonces... estornudo. Mis dedos se movieron autonomos. Una nube de antiseptico lo cubrio y su olor caracteristico inundo el lugar mientras un gritito escapaba de mi garganta. Su camisa termino empapada. Sus manos en alto como si con eso lo hubiera podido evitar. --?Tienes gato? --Para ese momento los ojos le lagrimeaban. Negaria con firmeza cuando recorde al gato de la senora Jones. --No. --Mis labios en una mueca. Se comporto con frialdad a pesar de mis disculpas. Lo acompane hasta la puerta y, tras una bocanada de aire, se inclino para dejar un beso en mi mejilla. Con la respiracion contenida intente dominar el cosquilleo en mi garganta, cerre los punos, mas, el estornudo encontro la forma de escapar. El se alejo de inmediato con los hombros tensos. La verguenza no me permitio decir nada mas. A la manana siguiente camine hasta la puerta cuando el timbre sono. Apenas pude dormir en la noche, amaneci mocosa y con ojos llorosos. Al abrir cubri mis labios mientras un colibri revoloteaba en mi interior. William estaba frente a mi con un termo caliente y una caja de bollos. El calor se concentro en mis mejillas cuando me dedico una sonrisa timida. Mi aspecto daba mucho que desear y el estaba impoluto. --?Que haces aqui? --Mi voz nasal. Levanto la mano para acomodar un mechon de mi cabello. --Cuidare de ti. 2 Mis ojos se desmesuraron al escuchar lo que pretendia y di un paso atras. El presidente fue muy enfatico en que si se presentaban sintomas debiamos permanecer aislados. No estaba segura de cual podria ser mi diagnostico. Hacia dos semanas tuvimos un dia de ninos y algunos sufrian de un resfriado comun, pero la senora Jones regreso de un crucero en esas mismas fechas y desconocia los paises que visito. Ademas, ?acaso creia que lo expondria de esa forma? Debia pensar en su familia. Yo solo era la mujer que conocio unos meses atras. --No quiero exponerte. No pudo evitar la risita que retumbo en su pecho, acaricio la sien con la mano y ladeo la cabeza. --Estoy seguro de que quede inmunizado con el bano de desinfectante. Volvio a reir. Quede prendada de la jovialidad que su risa impregno en su rostro, sabia que debia estar cerca de los cincuenta, aunque su edad era un tema que no me afectaba. Baje la cabeza para inspeccionar mi indumentaria como si hubiera cambiado en los ultimos dos minutos. Pero seguia llevando la pijama de ositos que tanto me reconfortaba. Levante la vista para cerciorarme de que mi cabello continuaba amarrado en el mono desalinado que me hice en la madrugada. Un suspiro de resignacion se quedo atascado en mi garganta cuando al mismo tiempo escapo un estornudo. Por suerte alcance a levantar el panuelo que llevaba entre las manos a tiempo. Una mueca desfiguro su rostro por unos segundos, quizas ya comenzaba a entrar en razon sobre el ofrecimiento. Con lo que fuera que tuviera en su interior el termo caliente y los bollos yo era feliz.--Este clima no es bueno para ti. Acabamos de entrar en la primavera, pero los vientos aun son muy fuertes y frios. Asenti. --Sera mejor que me resguarde. --En eso estoy de acuerdo, Emily. Dio un paso hacia la puerta y lo bloquee como armador de futbol, aunque, pensandolo mejor esos eran los que agarraban el balon a distancia para lograr la puntuacion. Resople, mi cabeza comenzaba a desvariar. Me sentia cansada y estar de pie esos minutos comenzo a transformarse en un esfuerzo titanico. --Mi deber como ciudadana no me permite darte el paso. Mi casa es una incubadora de germenes y vaya a saber que mas. Bufo... ?Bufo? --Estoy seguro de que eres una ciudadana responsable, Emily. Apuesto a que jamas has entregado un libro tarde a la biblioteca. --No, jamas. Los cargos por la demora son astronomicos, pero el condado esta considerando eliminarlos. Algo asi como que las personas se sentirian menos culpables. Volvio a reir mientras acariciaba la sien con la mano. Mordi el interior de una mejilla. <> Extendi la mano hasta el barandal al sentir como si la brisa suave fuera capaz de tirarme. Lo ojee con disimulo pues tenia que sonarme la nariz y no lo haria frente a el. !Me faltaban solo unos meses para cumplir cuarenta y uno! --Emily... --Estare bien, William. Extendi la mano para agarrar el termo, mi cuerpo agradeceria el calor externo y no esa tibieza tan extrana que proporcionaba la enfermedad. Sin embargo, lo alejo y nego con la cabeza. Suspire con resignacion. ?Acaso se lo llevaria si no le permitia entrar? --Ya me contagiaste, Emily. Ayer estuvimos encerrados en mi automovil por alrededor de una hora. Desvie la boca a un lado, en eso tenia razon, aunque, si inhalo el desinfectante puede que cualquier virus o bacteria en su garganta muriera. Baje la cabeza y estruje mi rostro, jamas podria olvidar lo que hice. --?Y si lo que tengo es ese virus tan peligroso? Quizas aun estes a tiempo de dar la vuelta y mantenerte sano. --Solo perdemos el tiempo. Desde hace varios minutos que puedes estar acostada en la cama con un plato de mi sopa de tomate entre los dedos. Si no tuviera la certeza de que un ser humano no se derrite podria jurar que eso fue lo que hice. Su sopa de tomate era deliciosa y no era quien unico lo pensaba, cuando la preparaba se agotaba de inmediato. Tenia suerte de que el me guardaba una porcion cuando no podia salir a tiempo a la hora de la comida. --?Sopa de tomate? Asintio con una seriedad impenetrable. --Y bollos recien hechos. Suspire. Ese pedazo de pan tan esponjoso y suave con el sabor caracteristico de la levadura. Y que, cuando estaban recien horneados, se les derretia la mantequilla al instante. Intente inhalar profundo para ver si captaba su delicioso aroma, pero al parecer un tapon decidio instalarse en mi nariz. Y uno no muy efectivo pues goteaba profuso. --Me duele la cabeza. --Levante la mano para sostenerla. El viento continuaba su juego con mi balance. Dio los pasos que lo acercarian a mi y con el brazo me rodeo. Mi cabeza se apoyo en su pecho duro y estable. No podia ser diferente pues amasar pan requeria de un gran esfuerzo fisico. Coloque la mano muy cerca de su corazon, en mis dedos el golpeteo acelerado de sus latidos. Cerre los ojos por ese refugio seguro en el que me encontre al instante. La suavidad de la camisa blanca almidonada. --Creo que hoy es la premier de la nueva temporada de Outlander. Asenti mientras me sentia impulsada con delicadeza a un lugar tibio y lejos de la brisa fria. --

  • Monstruos de la vida real de Sergio Sepulveda

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    Sergio Sepulveda, quien a lo largo de su carrera profesional ha revelado los casos mas inverosimiles olvidados por la historia y los ha llevado a la pantalla nacional, abre los expedientes de los 15 homicidas mas terribles de todos los tiempos, hombres que saltaron a la fama por su sadismo y sangre fria, y que tocan esa parte oscura de la naturaleza humana tan dificil de creer:

  • La promesa de Ruth de Luis David Perez

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    ?Hasta donde estarias dispuesto a resistir por cumplir una promesa?

  • Aislados de Kimberly Mccreigh

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  • La corsaria de Madeira de Karina Graciela Salazar

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    La mansion que Edward Chamberlain poseia en la ciudad de Londres prometia brillar nuevamente, como de costumbre, luego de las Navidades y demas fiestas de guardar. Una multitud de criados entraba y salia cargando canastos llenos de provisiones: frutas, hortalizas, flores frescas y de las otras, para desecar, e infinidad de arcones cerrados. El alboroto de la mudanza, sumado a los carruajes parados en fila en la calle, despertaban la atencion de los transeuntes; quienes se paraban atonitos, buscando informacion certera de alguna criada holgazana, tal vez, dispuesta mas a conversar que a trabajar: --?Quien se esta mudando? --!Nadie se muda! Es la casa del senor Chamberlain, quien llega en unos dias, junto a su hermosa hija, lady Elizabeth. --Ya veo --decian unas comadres, mientras se miraban la una a la otra. --!Dejate de chismorrear y vuelve a tus quehaceres! --grito una voz de mando desde lejos. La muchacha escucho el reto y obedecio ipso facto; sin saludar, partio raudamente hacia la casa. Primero paso por un largo pasillo, pues la servidumbre no usaba, bajo ningun concepto, la entrada principal de la casa. Luego camino en direccion al murmullo de voces, cuyo sonido se tornaba mas fuerte a medida que se iba acercando, asi que se paro frente a la puerta del salon para recibir visitas y vio como sus companeras se encontraban en plena tarea de quitar las sabanas blancas de los muebles. Sin pensarlo dos veces, se dirigio a ayudarlas y comenzo a doblarlas con cuidado, para no desparramar el polvo. Luego de muchas horas de trabajo, el sol yacia en el poniente. Fue en ese mismo momento cuando los lacayos subieron, con mucho esfuerzo, el imponente y majestuoso candelabro de cristal. Todos sabian que no habia otro ejemplar como ese en Londres: lord Chamberlain lo habia mandado a traer de Venecia el ano anterior para la presentacion en sociedad de su amada hija: que nadie dudara de que quien se llevara semejante perla se aseguraria tambien su cuantiosa dote. Asi, los dias pasaron y lord Chamberlain no defraudo con su promesa y llego a Londres; pero no llego solo, su hija Elizabeth lo acompanaba. Se aseguro de arribar a la hora de cena, para que las miradas de la chusma no pudieran descubrir cualquier rasgo de cansancio de el o de su hija, aunque esta, debido a su juventud, rara vez demostraba cualquier senal de agotamiento en su cuerpo y, mucho menos, en su espiritu. Descansaron toda la noche y, al siguiente dia, su padre se levanto temprano y espero a alguien para probar el primer bocado. Sin embargo, habia mandado a sus criados a llamar a su hija, con la advertencia de que pusieran especial esmero en su vestimenta y peinado, pues esperaban visitas. Fiel a su decoro y como buena hija obediente, momentos mas tarde, Elizabeth no se hizo esperar y se presento en el comedor, bajo la atenta y deslumbrada mirada de tres senores, uno de ellos, su padre, quienes abandonaron sus sillas ni bien vieron a la dama. --!Elizabeth, querida! --Su padre salio a recibirla con una alegria demasiado desbordante para su costumbre matinal. Elizabeth sintio una corazonada muy fuerte, pero prefirio callar y ver como se desencadenaban las cosas. --Padre... --saludo mientras hacia una reverencia, debido a la presencia de visitas en su casa.--Elizabeth, estos son el marques de Bloombery y su hijo, Robert. --Encantada --dijo con un leve asentimiento de cabeza, mientras espiaba por el rabillo del ojo al hombre mas joven. De pronto, Elizabeth se percibio insegura frente a esos extranos, se sintio torpe en su vestido y en sus maneras. Esa sensacion le era ajena, desconocida. Elizabeth era la joven mas segura de Londres. Su simpatia y belleza la tornaban inmediatamente popular por doquier. Sin embargo, Robert era el hombre mas apuesto que habia conocido hasta ahora. Empero, no lo habia visto en su baile de presentacion en sociedad. De eso estaba segura. Semejante ejemplar no hubiera pasado desapercibido para nadie... y menos para ella. --Querida, me gustaria que supieras que hemos mantenido diferentes conversaciones por varios meses... --interrumpio sus pensamientos su padre. --Perdon, padre --se excuso, perdida en sus cuitas. --Como te estabamos diciendo... --continuo Edward--, el marques de Bloombery y yo hemos determinado que una union entre nuestras familias seria una excelente oportunidad para afianzar ambas fortunas y, ademas, que obtuvieras al menos un titulo nobiliario, ya que, con la muerte de tu madre, poco hemos podido hacer. --Estoy mas que convencido de que Elizabeth es la mujer ideal para representar en sociedad a la perfeccion dos fortunas --dijo el marques, sin poder contener su alegria. Elizabeth miraba una vez mas, de reojo, a su prometido en silencio. Sabia cual era su lugar en este entuerto y que se esperaba de ella... o, mejor dicho, que no se esperaba. Asi que opto por lo primero: asentir y callar. Ya tendria tiempo para azotar a su padre con preguntas. O no tanto. Al menos, su progenitor habia tenido el decoro y la atencion de elegir a un candidato joven, rico, con titulo nobiliario y, ademas, apuesto. Seria una necia si le reclamara algo. Empero, algo la impulso a actuar en contra del recato, aunque en forma timida: --?Cuando les parece oportuno anunciar el compromiso? Los caballeros, al oir la pregunta, rieron de aprobacion mientras se miraban... Eran hombres y la fecha era solamente un tramite de algo que ya habian sellado entre caballeros. --?Cuando te parece apropiado? --pregunto Robert. Elizabeth se sonrojo y lo supo. Sus mejillas ardian... y sus otras partes tambien. Sin dejar de mirar el mantel de bordado primoroso, color blanco, pronuncio: --Creo que podriamos anunciar el compromiso con una fiesta... que sea la primera de la temporada, despues de Pascua, para que nadie se nos adelante,. --!Te dije que elegir a esta chica era beneficioso para nosotros! --exclamo el marques mirando a su hijo--. Te dije que... --Y con respecto al casamiento, hagamoslo justo antes de Glorious Twelfth [1] --continuo ella, sin percatarse de que acababa de interrumpir a su futuro suegro--. De esta manera, estaremos en boca de todos al comienzo y al final de la temporada. Su suegro espeto una carcajada mezclada con sorpresa; no parecio importarle que ella le hubiera quitado su derecho divino a hablar. --Con esta joven, nos aseguraremos de siempre estar bien representados ante la sociedad... --Y continuo--: Dios mio, Robert, desde la muerte de tu madre que no sentia la necesidad de tener a una criatura del sexo opuesto permanentemente a mi lado... Elizabeth rio de satisfaccion por lo bajo, pero oculto por completo su sorna. No necesitaba la aprobacion de ningun marques para saber que ella era muy buena en protocolo y ceremonial. Bueno, tal vez si fuera un duque, entonces, se hubiera sentido mas aliviada de saber que el legado materno y su ducado estaban bien representados. Aunque su titulo hubiera pasado, hacia muchos anos ya, de manos de su familia a un extrano que nada tenia que ver con ellos. --Edward, !tenemos mucho que hacer en America! --!Eso ni lo menciones! !No veo la hora de comenzar a hacer negocios prosperos con quien quiera comprar nuestros productos! --!Exactamente! --exclamo el marques--. Estaba pensando que... si quieres adelantarnos parte de la dote..., tenemos un navio que zarpa en exactamente una semana del puerto de Boston... Podriamos llenarlo de mercaderia. Inmediatamente, el marques se interrumpio, al darse cuenta de que Elizabeth estaba con ellos.--Por favor, adelante, hagan de cuenta que no estoy... --dijo la muchacha al sentirse un estorbo. --Robert, ?por que no recorren la casa un poco? --pregunto su padre. --Elizabeth, lleva a Robert al salon de tertulias y deleitalo con el clavicordio --acoto Edward. Sin pestanear, Elizabeth se puso de pie, mientras que, de forma automatica, los caballeros hacian lo mismo. Una vez en el salon de entretenimientos, Elizabeth se acerco al clavicordio y se dispuso a tocar los primeros acordes; sin embargo, su curiosidad pudo mas... Despues de todo, el caballero seria muy pronto su marido. --No lo habia visto anteriormente --comento con suavidad mientras tocaba los acordes de V'adoro pupille, de Handel. --Es verdad --reconocio, casi avergonzado, mirando al piso. Elizabeth seguia tocando la introduccion del aria y sabiendo que, muy pronto, tendria que cantar. Le pregunto, rompiendo el protocolo: --?Le ofende que le pregunte donde se encontraba? Robert rio y dijo: --En absoluto. Puedes preguntarme lo que quieras... y puedes tutearme tambien. Despues de todo, seremos marido y mujer muy pronto. Me encontraba en las Americas. Fue una pena haberme perdido tu baile de presentacion en sociedad. Mas me alegro el buen tino de tu padre al haberte preservado para el mejor candidato... --O sea, tu. --Rio con ganas Elizabeth, completando la frase. --O sea, yo --asintio el mientras se sonrojaba, sin darse cuenta. Dos dias despues del lunes de Pascua, desde distintos puntos de la ciudad donde los mas ricos vivian, aristocratas y acaudalados comerciantes --muchos de ellos, terratenientes--, se podia escuchar el trote de carruajes, que cesaba justo frente a la casona de Edward Chamberlain. La fiesta era un exito. El champan, el vino frances, los escargots, [2] tan en boga en Francia, ahora estarian a la moda en la alta sociedad londinense, pues Lizzie Chamberlain los habia servido en su fiesta. Elizabeth era una eximia bailarina y, junto a su prometido Robert, bailaba de una manera perfecta, como una gacela. Su padre conversaba con todos los aristocratas que podia. No siempre concurrian a sus fiestas. Pero ahora que el marques de Bloombery estaba involucrado, nadie se hubiera atrevido a rechazar el convite. Todo iba bien, bajo el escrutinio del senor Chamberlain, hasta que, de repente, quedo parado sin moverse, como petrificado, y con un gesto de cabeza ordeno a su mayordomo Antony seguirlo. Sin preambulos, ordeno: --Lleva a ese par de malnacidos que estan escondidos detras de la columna a mi despacho. Y cerciorate de que no se queden con las joyas de nadie. El sirviente vio a dos hombres que, a pesar de su esfuerzo por estar a la altura de la fiesta, a todas luces se notaba que no pertenecian a la clase que se encontraba bailando y disfrutando el agape. Uno era mas pequeno y otro le llevaba una cabeza en altura. A los pocos minutos, Edward hizo una entrada intempestiva en su escritorio. --?Como se atreven a entrar asi en este dia tan especial? El hombre de estatura menor, pero con apariencia mas malefica, giro su torso y esbozo la primera palabra: --Eddie, Eddie, Eddie --saludo con total parsimonia--. Estabamos preocupados por ti. Es que, desde que ese barco partio, no sabemos que le ha acaecido. --Por el barco no tienen que preocuparse --contesto con tono apurado--. De eso me ocupo yo mismo. Ahora salgan inmediatamente de mi casa. Cuando el barco llegue, los hare llamar para pagarles. Asi que... El hombre de mayor contextura no vacilo y lo tomo del cuello, dejandolo colgado en el aire. El pequeno se acerco y, desde abajo, comenzo a murmurar: --No me tomes por idiota. Podria estar en tu lugar, comprar un titulo nobiliario y que me besen el trasero, pero simplemente a mi, esta gente... no me cae bien. Asi que mi odio se calma prestando dinero a ti y a los tuyos, los de tu clase, y que no puedan devolverlo. Edward estaba ya blanco y sin poder respirar. --Sueltalo... --ordeno el hombre, mientras se dirigia a la salida. Se escucho el ruido de un peso muerto desplomado en el piso e, inmediatamente, arcadas en busca de bocanadas de aire. El pequeno malhechor se volvio y dijo: --Tienes dos meses... para pagarme. Como pudo, Edward se reincorporo y, por fin, balbuceo una mentira: --El barco no llegara hasta dentro de tres meses. --No me tomes por imbecil... Si el barco llega en dos o en tres meses, eso lo sabre antes que tu... Asi que preocupate por que llegue con mercancias que paguen mi prestamo. Dicho sea de paso, habia olvidado lo hermosas que pueden ser las fiestas cuando hay dinero contante y sonante, especialmente cuando es el mio... --Hizo una pausa, como pensativo--. Una pena que no halle placer en los agapes... --concluyo el malviviente antes de abrir la puerta e irse.

  • Yo, Pol Rubio de Hector Lozano

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    Yo, Pol Rubio, el chulito de lagrimas dulces, aprendiz de filosofo y artista del gotele, el querido discipulo del gran Merli, el que era conocido entre sus amigos como <>, <>, <> y no se cuantos motes mas…, voy a explicaros como fue aquel primer verano sin nuestro gran maestro, mis pasos iniciaticos en la Facultad de Filosofia, mis aventuras inconfesables con Bruno Bergeron, y otras historias sexuales y amorosas interesantes. ?Estas aqui? Si…, noto tu presencia. Y no porque realmente estes aqui, sino porque ya te encargaste tu de formar parte de mi para siempre. Cierro los ojos y te veo frente a la pizarra. Vuelvo a escuchar tus lecciones. Rio contigo. Estas tan cerca que casi podria abrazarte, algo que en realidad no hice nunca. ?O quiza si? Me gusta imaginar que lo hice, y disfrutar de cada instante en que hablo contigo a traves del pensamiento. Ahora que por fin tengo en mis manos el titulo de Graduado en Filosofia por la Universidad de Barcelona, resulta que me dedico a pintar paredes por cuatro pavos. Ya lo decia la Bolano, la profesora de etica que se convirtio en mi <>: <>. No solia equivocarse, pero aquel dia lo hizo, porque si que habia una salida: poner un anuncio en internet que ofreciera <>. Son las palabras clave. Por supuesto, tendria mas clientes si utilizara palabras mas originales… <>. Puede que si, pero ?quien me contrataria? ?Alguien querria que un iluminado le decorase la casa con estucado veneciano? Si pretendes encontrar un trabajo de lo que sea, es mejor que no digas que tienes estudios superiores. Y asi lo hice. Recuerdo que un dia, hace muchos anos, me prometi a mi mismo que no acabaria como mi padre y mi hermano, trabajando en algo que no me gustara. Ahora, brocha en mano, otorgo el indulto a aranas de patas largas mientras sueno con que mi deseo se haga realidad: algun dia sere profe de instituto. Ganas no me faltan. He enviado curriculums a escuelas privadas y concertadas. Y no he recibido ni una miserable respuesta. Me gustaria trabajar en la escuela publica, pero me han dicho que tardare dos o tres anos en ser admitido en un instituto de secundaria para dar clases de bachillerato. !Es que nos estan obligando a irnos a Canada, joder! Esta frase podria ser de Merli, y sonrio al pensar que algo de el se me ha acabado contagiando. Bruno Bergeron y yo somos novios, y vivimos juntos desde hace un ano. Dimos el paso despues de la graduacion. Esta noche hemos salido al teatro. La Calduch estrenaba La reina Lear, de Shakespeare, en el Teatro Romea. Algunos directores cambian el sexo del protagonista, y estoy seguro de que fue ella la que convencio al director de que Shakespeare se habia equivocado y que realmente queria escribir sobre una reina y no sobre un rey. Hemos conseguido las mejores entradas, justo en el centro, fila cinco, junto al pasillo. Ventajas de ser el nieto y el novio del nieto de la reina protagonista. Por desgracia, a Tania y a Marc Vilaseca, que tambien son pareja, les ha tocado en las ultimas filas, y encima en un lateral. Lastima, porque mola compartir fila con el Vilaseca. Se le pone cara de empanao viendo la funcion, y Tania le cierra la boca y le dice que parece un poco tonto. Si la obra es aburrida, siempre te puedes distraer mirandolo a el. Bruno llevaba toda la tarde callado, y a mi ya me estaba poniendo nervioso… Este es de los que dicen mas por lo que callan que por lo que no callan. Sabia que el pajaro tenia algo dentro, y que podia explotar en cualquier momento. Justo cuando ha comenzado a bajar la intensidad de la luz en la sala y todo el mundo estaba en silencio, ha soltado su bomba: --?No va siendo hora de que nos casemos, malote? Un segundo antes de que se hiciera la oscuridad total, he podido distinguir una sonrisa maliciosa en sus labios. A menudo le gusta jugar conmigo como si fuera su pajarito enjaulado, y la verdad es que a mi tambien me gusta. He de reconocer que en el fondo me pone cachondo pensar en la noche de bodas. ?Donde iriamos de viaje? ?Nueva York? ?Marbella? ?Venecia? Con la poca pasta que tenemos, no llegamos ni a Valencia. Si la oscuridad hubiera durado mas tiempo, le habria morreado y muchas cosas mas. Me da morbo jugar en la oscuridad. Pero eso ya lo contare mas adelante. --!Joder, Brunete! --le he dicho en voz baja, protestando por su atraco emocional. Y el ha visto como yo volvia a mi jaula, dando saltitos.

  • Amor es una historia de dos de Esther Llull

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    A medida que el cielo clarea se forma una raya roja en el horizonte en la ciudad de Portland. Aquella manana en la revista cultural "Estilo de vida", los trabajadores se cruzan por el gran vestibulo sobre el que hay una gran pantalla digital, y van yendo a sus oficinas o saliendo o simplemente hablan unos con otros. Vanessa se encuentra sentada en la sala de descanso, teniendo su pausa de la manana, mientras esta leyendo un libro de Martin Clayborne "Evidencia circunstancial". Siempre lleva consigo una libreta, donde realiza sus apuntes de periodista, y donde en su primera pagina se encuentra escrito un consejo que le sirve a modo de leitmotiv: "Ve con valentia en la direccion de tus suenos. !Vive la vida que imaginas para ti!" Vanessa no parece darle gran importancia a lo que dice. Es como una gran nina con unos ojos marrones muy grandes, un poco felinos y llenos de la inquisitiva mirada de un aguila. Esto le aporta una luz intuitiva y profunda. Luego vuelve a su mesa de trabajo y su jefe llega con un anuncio para ella. --Oye, Vanessa, ?tienes un minuto? --Por supuesto. Ella se acerca a la oficina de el. --Estoy dejando espacio para el proximo numero. ?Tienes suficiente como para llenar cuatro columnas? --Si, eso creo. No deberia ser un problema. --?Y cuanto deberia esperar para tener un borrador? --Um, estoy poniendo los toques finales, probablemente al final del dia de manana. --Estupendo. Temprano como de costumbre. Recuerdame el angulo de nuevo. --Si, es un articulo de estilo de vida sobre la industria del yoga en auge, el yoga caliente, el yoga frio, el yoga de la cabra. Pero realmente es un examen de las comunidades transitorias en la cultura moderna. --Mantenlo simple, recuerda, tu audiencia quiere conocer las tendencias y donde encontrarlas. Nuestro trabajo es informar sobre la cultura pop o crearla. --Entendido. --Aprecio tu impulso, Vanessa, por eso queria hablar contigo. Nancy se va a mudar a Los Angeles para abrir una oficina en California y vamos a necesitar a alguien que se haga cargo de su puesto como editora senior de estilo. --Oh bien, resulta que conozco a la persona perfecta. --Estamos considerando a varias personas en la empresa, pero solo queria hacerte saber que tu estas en la bolsa. --Estupendo. --Se le dara mucha importancia al trabajo de cada candidato en este proximo tema, asi que esperemos que lo del yoga sorprenda a todos. --Bueno me siento mas que preparada para el desafio, gracias. Ella se levanta y se dispone a marcharse, pero todavia su jefe le dice algo mas desde la puerta. --Yoga de la cabra, eso es realmente una cosa. --Si, es como el yoga normal, pero las cabras se suben a ti como a los arboles. --Eso puede ser bueno. Oh, casi me olvido de decirte, Stacy y yo vamos a tener una pequena reunion este fin de semana, ?por que no os pasais tu y Jack? --Jack y yo ya no estamos juntos… Esta bien, es para mejor… Gracias. Ahora en clases de yoga Vanessa ha quedado con su amiga, Amber. Ambas se conocen muy bien y lo comparten todo entre ellas. --Lo que quiero decir es que ?simplemente eliges a alguien y lo haces funcionar? Quiero decir, ?puedes hacerlo funcionar si no es la persona adecuada? --Vanessa confiesa a su amiga su preocupacion por hacer funcionar las relaciones. --Ahora alcanza el cielo --dice la profesora de yoga--. Aguanta, sigue sosteniendo… Y suelta... Se tumban en sus colchonetas y descansan aliviadas. --?Por que hacemos esto de nuevo, esta investigacion? --Vanessa se vuelca en el articulo que esta preparando. --Vamos a investigar las hamburguesas --dice Amber arqueando una ceja. Y Vanessa abre mucho los ojos y no puede reprimir mirar a su amiga con una tabla de salvacion. Luego se chocan la mano en senal de acuerdo. --Si, estoy hambrienta. En la clase entra alguien conocido para Vanessa, pero ella no se percata sino es Amber quien lo reconoce primero. --?Es esto una broma? --?Que? --Esta bien, no te des la vuelta --le previene Amber. Es justo Jack, el ex de Vanessa, y Amber trata de protegerla, pero Vanessa ahora puede ver que el entra en la clase y se acerca a una de las alumnas y la besa en los labios. Ella hace por coger fuerzas y por salir, pero sin pensarlo mira hacia el y levanta la mano y lo saluda. --Hola, Jack. --Vanessa, ?que estas haciendo...? Uh, dejame presentarte. --Si, si, nosotras nos conocemos, no oficialmente, pero es una gran clase... --se explica Vanessa. --Si, hablando de un mundo pequeno... --objeta Jack. --Si, ?como se conocen ustedes? --pregunta la actual novia de Jack. --Esta es Vanessa... --dice el. --Nosotros salimos por un tiempo --dice Vanessa. --Si. --?Que hay de vosotros, llevais mucho tiempo viendoos? --Unos pocos meses. --Oh. --Bueno, que tengas una buena tarde --dice Jack reprimiendo un suspiro. --Tu tambien. --Adios. --Esta bien, adios. Ellas estan en un bar tomando unas jugosas hamburguesas y bebiendo batidos de frutas. --Ahora, bueno, al menos ya no tenemos que hacer yoga nunca mas --Amber le dice a Vanessa. --Quiero decir que rompimos hace un tiempo, ya no me molesta, pero si, simplemente no estaba lista para verlo con otra persona. --La persona adecuada esta ahi a la vuelta de la esquina, solo tienes que seguir haciendo lo que estas haciendo y concentrarte un poco mas en ti... --Si, solo Dios sabe que ya tengo suficiente en que concentrarme con mi trabajo --le responde Vanessa, elevando los ojos al cielo. --?Como va el trabajo, por cierto? !Hmm! --Si, queria decirtelo, me han asignado para una gran promocion que esta a la vista. Ambas se alegran y se sonrien. --Felicidades. --Gracias, bueno, aun no la he conseguido. --Bien, ?de que va el trabajo? --Es "editor senior" de Estilo de vida. Tendria mucha mas responsabilidad, mucha mas autonomia, tengo la oportunidad de escribir articulos que tengan mas contenido. Eso es exactamente lo que necesito. --Seria una tonteria no aceptarte, pero ?quieres saber que es lo que realmente creo que necesitas? --le pregunta Amber con una sonrisa. --Si. --Unas vacaciones. Pues, ?cuando fue la ultima vez que te tomaste un tiempo para relajarte y recargar energias? --?Cuando he tenido tiempo? --Bien, me voy este fin de semana con mis padres, ellos tienen un Bed & Breakfast en el pueblo de Thompson Lake. Esta en este adorable pueblecito en el norte del estado de Washington y es tan hermoso en esta epoca del ano y la temporada para ellos no comienza hasta el "Dia del fundador", que es su festejo, por lo que no tienen huespedes hasta entonces. Es simple pero es el encaje perfecto para relajarse. Y solo seriamos tu y yo y el aire fresco de primavera. Sera divertido -- Amber pone los ojos brillantes sin reprimir una sonrisa. --Realmente no estoy segura de que deba despegar ahora mismo. --Todo lo que haces es trabajar, trabajas todo el tiempo. --Lo se, pero es un mal momento justo ahora. --Y tu dices eso todo el tiempo... --Realmente tengo que trabajar para esta promocion --Vanessa dice con un tono serio. --Solo estaras fuera el fin de semana y volveras el lunes. --Bueno, le dije a mi jefe que terminaria de escribir manana al final del dia, entonces estaria bien. --?Esta bien? Pues hagamoslo asi --determina Amber. --Justo solo por el fin de semana --Vanessa pone una condicion. --Solo por el fin de semana, un viaje divertido de chicas… Ahora ella esta feliz y sorbe de su batido de frutas.

  • El vaso de plata de Antoni Mari

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    La nostalgia de las excursiones dominicales, la desolacion por la muerte de un amigo, el trastorno de los sentidos al viajar por primera vez lejos de casa, el vertigo que provoca el riesgo de una travesura, la ebriedad de los primeros dias de vacaciones…

  • La camara verde de Martine Desjardins

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    Todas las casas tienen sus pequenos secretos, pero algunas los protegen con mas ahinco que otras. Durante anos, los enganos y vilezas de la familia Delorme han sido celosamente custodiados por las robustas paredes de su hogar, una mansion gotica situada en Mont-Royal, a las afueras de Montreal. Tras sus sesenta y siete cerraduras, el edificio ha ocultado las historias mas perturbadoras de sus habitantes. Sin embargo, todas ellas saldran a la luz con la irrupcion de la intrigante y hermosa Penny Sterling. Con su llegada se desvelaran los pecados de los Delorme, incluyendo los cometidos en la habitacion abovedada conocida como <>, donde se esconde el espeluznante cuerpo de una mujer momificada que sujeta entre los dientes un ladrillo con una moneda de plata. Una obra maestra del gotico canadiense, deudora del mejor Robertson Davies, y que bien podrian haber firmado Shirley Jackson o Margaret Atwood. Una de las mas divertidas y mordaces sagas familiares de los ultimos anos, galardonada con el premio Jacques-Brossard.

  • Siempre contigo, princesa de Nuria Teixidor Ibanez

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    Martin y Carlota llevaban once anos sin verse. Once anos donde sus vidas habian dado giros inesperados, donde no han logrado olvidarse. Su relacion hizo aguas un lluvioso abril de 2006 cuando todavia eran ninos. Un par de chiquillos que se habian visto obligados a aprender el significado del mundo de manera vertiginosa.
    Un concurso musical les unio, la fama les llevo a lo mas alto y de la misma forma en que culminaron el Everest del triunfo tambien visitaron la otra cara de la moneda. ?De verdad tanto exito profesional, tantas canciones, tantas vivencias les hacian felices si no podian compartir la alegria con la persona que amaban?
    Una nueva oportunidad de reencontrase se les presentaba. Carlota habia logrado una cierta estabilidad emocional tras multiples relaciones fallidas y Martin solo deseaba verla, pedirle perdon y que todos los fantasmas que les rodearan desaparecieran pero nada seria facil. El corazon debia ganar a la cuadriculada razon.
    La historia de Carlota y Martin no habia hecho mas que empezar.

  • Una juventud de Patrick Modiano

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    Ahora, a punto de cumplir los treinta y cinco, Odile y Louis viven en un valle con abetos, un teleferico rojo y una estacion de esqui en las montanas. Pero hace mucho tiempo, en su juventud, cuando estaban a punto de cumplir veinte anos, vivian en Paris y en sus calles hicieron un aprendizaje vital no siempre facil. Paris, el escenario modianesco por antonomasia aunque hay tambien en estas paginas un viaje a Inglaterra, adquiere en Una juventud un estatus de tercer protagonista: los bulevares, las cafeterias, las salas de fiesta, el metro elevado, los barrios perifericos, los andenes de estaciones ferroviarias… Louis ha cumplido con el servicio militar y encuentra trabajo como vigilante nocturno de un garaje en el que vislumbra idas y venidas sospechosas; Odile trata de abrirse camino como cantante y se topa con un mundo sordido. Esta es una novela de encuentros, de personajes secundarios que dejan huella, de presencias fugaces y enigmaticas: la chica que toca la balalaica, el joven espanol que hace un numero de travesti con unas castanuelas, el pintor que vivio en el estudio en el que ahora viven los protagonistas, un individuo de la alta sociedad de dudosa moralidad… Encuentros que sumergiran a Odile y Louis en un submundo nocturno e incierto, en el que aparece un maletin lleno de billetes de quinientos francos. Modiano insiste en un paisaje Paris que no es solo realidad geografica sino tambien mito y ensueno; insiste en la fugacidad del tiempo y el poso de la memoria; insiste en el aprendizaje vital, moral y sentimental de la juventud. Y el resultado es una novela breve cargada de incertidumbres y misterio, una novela en la que abundan los personajes ambiguos y las preguntas que no siempre tienen una facil respuesta. <> (Harry Mathews). <> (Liberation). <> (Robert Saladrigas, La Vanguardia). <> (Jose Carlos Llop, ABC). <> (Francoise Hardy, Le Figaro). <> (Gilles Pudlowski, Les Nouvelles Litteraires).

  • Laura y el misterio de la isla de las gaviotas de Javier Holgado

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    En los ocho anos que Susana llevaba viviendo en el faro era la primera vez que las gaviotas la despertaban con sus graznidos. Se levanto de la cama, un poco desorientada porque era temprano. Habia tenido un sueno muy profundo, debido sobre todo a las pastillas para dormir que habia tomado la noche anterior. Miro por la ventana. Desde alli podia distinguirse la Cala del Santo, uno de los lugares de la isla elegidos por las gaviotas para asentar su bandada. Algo estaba pasando: se las veia realmente alborotadas. Muchas de ellas extendian sus alas, gesto que ejecutaban cuando estaban a punto de atacar al verse en una situacion de peligro. Intrigada, comenzo a vestirse con la intencion de bajar a la cala y comprobar lo que ocurria. Cogio unos vaqueros, una camisa y un jersey grueso de algodon: a pesar del buen tiempo del que habian disfrutado durante las ultimas semanas, el cielo habia amanecido encapotado, y era mejor prevenir. Tenia treinta y cinco anos, era morena y muy atractiva. Vestida asi, con ropa de campana, costaba imaginarla viviendo en ningun otro sitio que no fuese aquella isla. Mucha gente opinaba que llevaba una vida demasiado solitaria, pero era lo que ella deseaba. A menudo la habian oido decir que las aves eran lo unico que le importaba, las unicas que seguian estando ahi, en los buenos y en los malos tiempos, estuviese sola o acompanada. Su pasion habia comenzado cuando, siendo una nina, su madre la habia llevado a ver Los pajaros, de Alfred Hitchcock. La pelicula le parecio aterradora, pero al salir del cine Susana habia descubierto que el lado oscuro de esos seres a los que no se prestaba atencion, a los que se daba por hecho, la fascinaba. Ademas, habia sentido cierta afinidad con las aves de la pelicula. En ella, las causas por las que los pajaros querian exterminar a la humanidad no estaban explicadas. Puede que fuese un simple mecanismo de defensa, ya que el hombre iba a terminar arrasando el planeta y habia que evitarlo de cualquier manera. O puede que estuviesen castigando a los humanos por alguna culpa atavica o milenaria de la que ellos eran absolutamente inconscientes. No lo sabia. Pero en su caso, si que tenia muy claro por que a veces sentia la necesidad de que todos los que la rodeaban desapareciesen. La causa era sencilla: no lo habia tenido nada facil en la vida. Un padre que se esfumo cuando se descubrio que era un estafador y que habia desplumado el negocio de telas que la familia de su madre tenia desde hacia varias generaciones, fue el primero de los hitos en un camino algo complicado. A este se anadieron las dificultades economicas derivadas de la bancarrota de la empresa, el acoso escolar que habia sufrido desde siempre debido a su caracter algo hurano y retraido, y unas cuantas decepciones amorosas y relaciones frustradas. No habia pensado en ninguna de estas cosas desde que vino a vivir al faro rehabilitado que habia en la isla. El estudio de las gaviotas y la correspondencia con ornitologos que vivian en cualquier parte del planeta ocupaban la mayor parte de sus pensamientos. Por eso, mientras se miraba en el espejo del bano, terminando de arreglarse, se reprochaba que quiza todo lo que habia estado ocurriendo durante las ultimas semanas habia sido en parte culpa suya. Si no hubiera estado tan absorbida por su trabajo de campo, podria haber percibido las senales. Y haberles prestado atencion. Entonces no habria sido demasiado tarde. Salio de su habitacion, situada en la base del faro, y se dirigio a la cocina. A menudo solia subir las escaleras de caracol que conducian a la linterna para ver como el sol de la manana hacia brillar el mar, pero ese dia no tenia ganas: el cielo parecia anunciar tormenta y ademas creia que esa manana, en vez de sentirse afortunada por vivir en la pequena isla y poder disfrutar del panorama que se divisaba desde arriba, no haria otra cosa que mirar la costa con nostalgia, deseando volver, deseando que los seis ultimos anos de su vida se borraran y desaparecieran, desde el mismo momento en que Celia le propuso ir a la Isla de las Gaviotas y vivir en el viejo faro deshabitado y en desuso. Habia roto la regla que se impuso como norma de vida: ocuparse unicamente de los pajaros, y ahora estaba a punto de pagar las consecuencias, como habia ido descubriendo asustada las ultimas semanas. Intentando animarse, comenzo a silbar mientras fregaba los platos de la cena a la vez que ponia en el fuego una cafetera. Un pensamiento cruzo su cabeza, tan rapido que fue incapaz de atraparlo. Se trataba de algo que alguien le habia dicho alguna vez acerca de los faros, pero en ese momento era incapaz de recordarlo. Cuando el cafe estuvo listo, puso comida en el cuenco de Trufa, la labrador de color crema que habia sido su compania desde que la rescato de una perrera. --!Trufa! !Trufa! --llamo, hasta que cayo en la cuenta de que lo que acababa de hacer era un gesto maquinal, impuesto por la costumbre. Su perra no iba a ir a por su comida, haciendole fiestas y cubriendola de lametones, como todas las mananas. Habia desaparecido hacia unas semanas, sin dejar rastro. Tras dias de busqueda, desesperada, Susana estaba convencida de algo: en una pequena isla de quince kilometros cuadrados no habia ningun lugar donde un perro pudiera esconderse. Y no creia que hubiese podido despenarse por ninguno de los acantilados. El animal tenia miedo de las alturas, sollozaba cada vez que Susana se asomaba a uno de ellos para observar a sus gaviotas. Se quedaba unos pasos atras, llorando y lanzando gemidos, aterrorizada, hasta que Susana se reunia con ella. Solo habia una manera por la que Trufa se hubiera arrimado a un acantilado: que alguien la hubiera obligado. Susana estaba convencida de que alguien la habia arrojado al vacio. Ademas, esa explicacion casaba perfectamente con la serie de pequenos atentados que habia sufrido durante las ultimas semanas. Un dia, al llegar a casa, encontro todos sus cuadernos de campo y los diarios con sus anotaciones sobre el comportamiento de las gaviotas tirados por el suelo, en completo desorden. Algunas de sus paginas habian sido arrancadas y quemadas en la chimenea. Otro dia, el objeto de la rabia del misterioso atacante fueron las fotos que tenia colgadas en el salon. Muchas eran instantaneas de algunos de los pajaros que habia observado y controlado anos anteriores. Tambien tenia retratos de Juan, un novio con quien mantuvo una relacion durante bastante tiempo, y que, de no haber muerto en un accidente de coche, estaria ahora mismo alli con ella compartiendo sus inquietudes. El caso es que alguien habia descolgado todos los retratos y los habia manchado con pintura roja, que asi, a primera vista, parecia sangre. En la misma incursion, el intruso habia destrozado tambien los delicados arreglos florales que poblaban los parterres que rodeaban el faro. Susana dio parte de los hechos a la policia y consiguio que se interrogara a las personas que residian en la isla en aquel momento, pero no sacaron nada en claro. Inquieta, mando poner una costosisima cerradura de seguridad en la puerta de roble que servia de entrada. Y los estrechos barrotes que protegian todas las ventanas del faro impedirian cualquier intrusion. Como consecuencia, los robos y los actos vandalicos cesaron. Pero Susana no podia comprender quien podia albergar semejante rabia contra su persona: era de natural pacifica y no creia haber hecho dano a nadie en su vida, al menos conscientemente. El atacante tenia que ser alguien cercano a ella, alguien de la isla, pero ?quien? Nunca hubiera sospechado que la solucion a ese misterio estaban a punto de proporcionarsela los seres que menos imaginaba: las gaviotas. Susana se acerco al borde del acantilado. El tiempo se estaba revolviendo despues de unas semanas de calor sofocante y el viento soplaba cada vez mas fuerte. No era el mejor dia para andar trepando entre penascos, pero eso no le importo. Queria saber por que las aves estaban tan alborotadas. Abajo, en las rocas, las gaviotas seguian moviendose inquietas. Algo habia pasado. Susana comenzo a bajar con cuidado por el sendero que conducia hasta la playa de piedra, mientras se preguntaba por primera vez en su vida, a la vista de lo ocurrido las ultimas semanas, si su pasion por los pajaros merecia la pena, teniendo en cuenta todo lo que habia sacrificado por ellos: retirarse a esa isla para poder estudiar a sus gaviotas en un entorno no demasiado contaminado por el hombre; pasarse gran parte del dia observandolas y haciendo anotaciones en su cuaderno, hiciese frio o calor, lloviese o nevase; renunciar a vacaciones; ausentarse de bodas y bautizos de amigos que ya hacia tiempo que habian dejado de llamarla, incapaces de creerla cuando decia que su calendario dependia de las costumbres de sus aves… ?Y que habia recibido a cambio? Nada. Se desvivia por unos seres para los que ella nada significaba. <>, se dijo a si misma. <> La mayoria consideraba las gaviotas como una especie de ratas voladoras, seres que se alimentan de carrona, agresivos y muy celosos de su entorno. Susana se reia del desconocimiento de la gente: no solo englobaban bajo el termino gaviota una gran cantidad de especies que no tenian nada que ver con ellas, sino que ademas se trataba de seres fascinantes: probablemente eran las aves mas inteligentes de todas, y su organizacion social resultaba tan compleja que parecia imposible que no hubiese sido disenada por una mente racional. La especie que poblaba esa isla era la Larus argentatus, el genero mas extendido en el hemisferio norte. A Susana no le importaba que sobre esa especie estuviese todo dicho. Consideraba que siempre se podia aprender algo nuevo. Y el tiempo le dio la razon: si el estudio que estaba llevando a cabo se revelaba verdadero podian cambiar muchas cosas. Cuando llego a la playa, Susana comprendio la razon de semejante alboroto. Las aguas estaban tenidas de rojo. Varias gaviotas estaban muertas sobre las rocas o flotando en el mar. Sus cuerpos presentaban infinidad de pequenas heridas por las que todavia manaba la sangre. De inmediato supo lo que habia ocurrido: otro ejemplar las habia atacado, matandolas a picotazos. Y solo conocia un ejemplar de esa bandada capaz de hacer algo asi, capaz de atacar con esa ferocidad. Le bastaron unos segundos para localizarlo. Era el unico que no se movia nervioso, el unico que permanecia quieto como una estatua sobre una de las rocas, mirandola fijamente, todavia con sangre seca en el pico y heridas humedas en su plumaje. Conforme Susana se le fue acercando, no intento asustarla extendiendo las alas o soltando graznidos enfurecidos. Permanecio inmovil. Los dos se quedaron frente a frente durante unos segundos: la ornitologa extendiendo sus brazos, dudando si coger el ejemplar; la gaviota mirandola desafiante, retandola a que lo hiciera.

  • Una sirena en Paris de Mathias Malzieu

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  • Metamorfosis (Seres malditos 3) de Eba Martin Munoz

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    El Demonio Rojo, un vampiro empatico y atormentado, acaba de ser convertido por su maestro, lo que le lleva a perder a su “hermiga” Eva. En este tercer libro veremos ese duro proceso de transformacion (fisica, moral y social) mientras el resto de los personajes se va relacionando en asociaciones asombrosas e inesperadas. Emocion, misterio, dolor, suspense, humor y terror se aunaran en esta inquietante entrega de la saga para sorprenderte y emocionarte sin limites. Preparate para reir, llorar, horrorizarte, para SENTIR EN MAYUSCULAS con “Yo” y Eva, con Leo, las nigromantes Luna y Ianire, la muneca diabolica Paula, con el demonio Arioch y un largo elenco de personajes malditos conectados. Y, si ademas quieres tener un personaje en uno de sus libros, que te incluya en la seccion de dedicatorias, y recibir contenido exclusivo, regalos y sorpresas,

  • Conquistar el cielo de Paolo Giordano

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    Tras ganar en 2008 el afamado Premio Strega con La soledad de los numeros primos, una primera novela que se convirtio de inmediato en un fenomeno de ventas y critica en todo el mundo, Paolo Giordano vuelve a abordar en Conquistar el cielo los ideales de la juventud y las vicisitudes de la pasion a traves de la vida de cuatro jovenes a lo largo de veinte anos.

  • Asesinato en directo de Mary Higgins Clark

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  • Las doradas manzanas del sol de Ray Bradbury

    https://gigalibros.com/las-doradas-manzanas-del-sol.html

    Veintidos relatos, todos encantadores. Desde historias de pequenas ciudades, naves espaciales, e incluso serpientes marinas, Bradbury conjura poderosas imagenes para asombrarnos, algunos con giros asombrosos, otros no, pero todos y cada uno poseen cierto encanto. Desde el primer relato el lector es transportado al universo ilimitado de Bradbury; no en una realidad mundana, sino en fantasticos viajes a traves del tiempo y del espacio.

  • El gran nido (Los Irwin 3) de Noa Pascual

    https://gigalibros.com/el-gran-nido-los-irwin-3.html

    A los que disfrutaron con “Dance Therapy” y “Desafios por amor”, llega el desenlace mas esperado. Conocer a los Irwin ha sido un viaje por el carrusel de sus vidas; donde las emociones, el amor y el desamor han iluminado el camino de todos ellos. ?Estaran preparados para afrontar lo que el destino les depare? El gran nido, una dinastia intensa y seductora desde el principio que no dejara indiferente a sus lectores. TGL

  • Ardiente deseo (Pecado 2) de J. Kenner

    https://gigalibros.com/ardiente-deseo-pecado-2.html

    Olvida tus prejuicios y no te pierdas la segunda entrega de la trilogia <>, la obra mas explosiva de J. Kenner , autora best seller del The New York Times.

  • Enparejarte de Nacho Tornel

    https://gigalibros.com/enparejarte.html

    Por mas que pasen los anos, el amor, la pareja (y sus problemas) nunca pasan de moda. Con una experiencia de mas de diez anos como terapeuta familiar, Ignacio Tornel nos ofrece un utilisimo libro de autoayuda para todas aquellas parejas que estan pasando por un bache, o simplemente para aquellas parejas que quieran reforzar su amor.

  • Pesadilla (Ametsgaiztoa) de Jon Hernandez Quintana

    https://gigalibros.com/pesadilla-ametsgaiztoa.html

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  • Tierra India. La dama escondida de Susana Biset

    https://gigalibros.com/tierra-india-la-dama-escondida.html

    El orgullo y la soberbia son dos formas de intimidar a los demas. Tambien dos maneras de esconderse, de ocultar a los otros los propios miedos, las tribulaciones, las vacilaciones que preferimos que no vean. A veces, tambien, dejar al descubierto lo que nos asusta, lo que nos hace dudar es la manera de salir del escondite, y de encontrarnos a nosotros mismos.

  • Chapter, Estefania Yepes de Estefania Yepes

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    Max, Salva, Amaya y Julio forman uno de los tres grupos de escapistas mas experimentados de la ciudad, cuyo exito les precede cada vez que visitan una nueva sala de escape.
    Sin embargo, estan tan acostumbrados a seguir unas premisas basicas, en la mayoria de casos identicas, que cuando se presenta ante ellos una oportunidad de traspasarlas, todo lo que creian dominar hasta el momento adquiere de repente una nueva dimension.
    Dos monedas; dos unicas monedas suponen la diferencia entre jugar o pasar, entre correr o frenar, entre pensar o actuar e, incluso. entre vivir o morir.
    Las salas estan cambiando, los juegos son cada vez mas reales, mas vivos, y la tecnologia de las pruebas mucho mas avanzada y excitante.

  • Idem de Myriam Ojeda

    https://gigalibros.com/idem.html

    Nadia trabaja para la editorial Millenium como editora, un trabajo que le apasiona, pero a su vez, tambien necesita renovar.

  • Te sigo amando de Bianca De Santis

    https://gigalibros.com/te-sigo-amando.html

    Te puedo describir mi vida en tres simples palabras: Dinero, diversion y Mujeres

    Ella esta de vuelta en mi vida, en mis pensamientos, en mi respirar. y la quiero en mi cama.
    Cuando eramos pequenos, yo era el mejor amigo de su hermano.

  • !Bye bye, Love! (Las hermanas De Marsi) de Lorraine Coco

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    ?Imaginas que fueses una bruja muy poderosa?
    ?Y que tuvieses la oportunidad de utilizar tus poderes para ayudar a las mujeres que lo necesitan, a vengarse de los hombres que les han roto el corazon?
    Pues Belladona De' Marsi no tiene que imaginarlo, por una sencilla razon, esa es su vida.
    Pero lo que ella consideraba un trabajo de justicia karmica se torna algo muy diferente cuando se cruza en su camino el apuesto e irresistible Declan Wise.
    Un hombre unido a su destino que le ensenara que la magia mas poderosa es la que alberga en el corazon de una persona enamorada.
    Magia ancestral
    Locura imparable
    Pasion devastadora
    Corazones hechizados
    Una historia que te robara mas de un suspiro haciendote volver a creer en la magia.

  • Sellada (Hilos del Destino 1) de Nayeli Ceron

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    La vida de Aknei da un giro total cuando un dia su aldea es atacada por unas aves come humanos, y ella es rescatada por un joven misterioso, quien le revela su verdadera identidad y mision: Ella es la Ultima Guardiana de la Gotta y su deber es encontrar una joya de gran poder, para asi detener una guerra de mas de veinte anos. Con esto, Aknei iniciara un viaje para cumplir con un destino que le han sellado.

  • Manana lo dejo, Gilles Legardinier de Gilles Legardinier

    https://gigalibros.com/manana-lo-dejo-gilles-legardinier.html

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  • Mi lugar favorito en el mundo eres tu de Marta Frances

    https://gigalibros.com/mi-lugar-favorito-en-el-mundo-eres-tu.html

    Que escapes de la que siempre fue tu vida es malo; que lo hagas cambiando Madrid por un pequeno pueblecito de unos cien habitantes tampoco pinta bien; pero que llegues alli y la primera persona con la que te cruces sea un desagradable y maleducado que te deja con la palabra en la boca no presagia nada bueno.

  • Mas alla del equinoccio de primavera de Natsume Soseki

    https://gigalibros.com/mas-alla-del-equinoccio-de-primavera.html

  • Papi de Jorge Borges

    https://gigalibros.com/papi.html

    Frank no era un hombre cualquiera.
    Era el p*to amo de Nueva York.
    Penthouse en Manhattan.
    Cuerpo de infarto. Empresa multimillonaria.

  • Cerrando puntos suspensivos de Rozalen

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    Cantautora de primera linea, talentosa y comprometida, Rozalen nos regala una libre y honesta recopilacion de reflexiones acerca de los momentos y situaciones mas emocionantes e importantes de los ultimos anos.

  • Angel guardian de Andrea Vazquez Borja

    https://gigalibros.com/angel-guardian.html

    Desobedecer en el cielo siempre tiene que ser castigado. Es por eso, que cuando un angel desobedece, insulta o asesina, su castigo es bajar a la tierra. Abajo se aprende, se vive y se sufre, se entiende, se analiza y se cambia. O simplemente se corrompe y se mata, quedandose con la condena de nunca poder regresar. Alcander es un angel que desobedecio, y que ahora tiene que aprender de los humanos, cuidando de uno de ellos. Ella resulta ser una chica insegura, temerosa y debil, que tiene como unico objetivo en la vida sobrevivir. Protegida y angel tendran que emprender la tarea mas dificil de sus vidas, para enfrentarse asi a demonios de carne y hueso, y a los propios demonios que habitan dentro de ellos.

  • La Absolucion de Olivier (Bilogia Senor Brooks 2) de Andrea Adrich

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    Dolida y decepcionada, Noah esta dispuesta a alejarse de Olivier, asi le cueste la vida. Ha descubierto su parte mas oscura y es consciente de que es un hombre que no conviene tener cerca. En su vida y en su futuro no encaja una persona como el.
    Pero el caprichoso destino tiene otros planes para ellos. Un acontecimiento inesperado que les obligara a replantearse todo, incluida su relacion, y que dejara al descubierto la verdadera cara del despota y frio Olivier Brooks.

  • La Herencia Secreta de Edgar Alberto Rojas

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