• libro el valor de una promesa - Susana Oro

    https://gigalibros.com/el-valor-de-una-promesa.html

    Ya estaba por nacer. Habian pasado cinco anos desde el dia que sonaron con engendrar un hijo sin que la semilla de Eduardo echara raices en el vientre de Amanda, quien ya no tenia deseos de pensar en biberones y panales. Pero la nina llego sin pedir permiso. Asi, sin mas, se presento un dia llenando a su madre de nauseas y antojos de, frutillas con crema, helado de arandanos, melon con jamon, mayonesa de aves y pollo al curri. El vientre materno era un bombo que retumbaba en el cuerpo delgado de Amanda. ?Por que no la dejaban salir? Pum, pum, pum... Ya estaba harta de estar flotando alli adentro cuando afuera habia vida y un mundo hermoso por conocer. Empujo con la cabeza intentando abrir la puerta. La madre sintio que se partia en dos de dolor, grito y se acuclillo en el suelo esperando que la contraccion pasara. Treinta y siete anos y encima primeriza. No estaba para estos trotes, menos con una nina que no habia dejado de moverse en su vientre. Solo rogaba que no se le arruinara el cuerpo. Eduardo Parker corrio como alma que lleva el diablo para ayudar a su mujer a levantarse. Era un hombre de cabello del color del trigo. Siete anos menor que su esposa, que se hacian evidentes al verlos juntos. El aun tenia el rostro juvenil y un cuerpo de musculos firmes ganado con el rudo trabajo del campo. Esos Ojos, de color gris claro, reflejaban su mirada carinosa y su caracter jovial. Era como si sonriera con los ojos, sobre todo en ese momento, cuando el sueno de tener a su hija en brazos ya casi era una realidad. -Maldito bastardo -dijo Amanda como si odiara a Eduardo. No lo odiaba, pero le molestaban los siete anos menos y el enorme trabajo de seduccion que tuvo que desplegar para lograr que se casara con ella. En ese momento de dolor los resentimientos daban vuelta por su mente y queria cargarlo de culpas, por ser mas joven, por no necesitar tantos arreglos para estar siempre apuesto, por haber luchado tanto para que la aceptara... y encima, por no estar sufriendo lo que ella estaba padeciendo. Despues de todo, por culpa de su semilla sentia que se moria. Tampoco recordaba la felicidad de Eduardo y los preparativos que habian compartido durante los nueve meses de gestacion. En realidad habian sido ocho meses y medio, porque la nina inquieta que llevaba en el vientre decidio salir antes de la fecha prevista. -Si, querida, tienes razon -dijo Eduardo intentando apaciguarla mientras la tomaba en brazos-. Mejor vamos a la clinica, que ya hable con Alfredo para decirle que empezaron las contracciones -aclaro, se cargo el bolso que habia dejado sobre el sillon y salio con Amanda en brazos. El capataz abrio con prontitud la puerta de la camioneta mientras le quitaba el bolso a Eduardo para dejarlo en la cabina. La nina eligio ese momento para dar otro empujon. ?Que pasaba que no le abrian la puerta? Ella queria salir, mirar el mundo y sonreirle a la vida. Empujo nuevamente con la cabeza, y Amanda se retorcio. -Ya viene, ya viene, maldicion. Ya viene. Hijo de puta. Te odio por lo que me has hecho - grito Amanda a Eduardo, que corrio a sentarse frente al volante y sin responderle a su esposa salio levantando polvo con los neumaticos. Tomo el movil y llamo a Alfredo, el medico y amigo de la familia. -Estamos en camino, Alfredo. Las contracciones son una tras otra -explico Eduardo. -Bien -dijo Alfredo, tapo el aparato y lanzo un grito que debio escucharse en toda la pequena clinica-. !Ya vienen! !Avisen a todo el pueblo que la nina Parker ya llega! Pueblo chico, penso Eduardo, nego con la cabeza y no pudo evitar la sonrisa. En cinco minutos ellos estarian alli, y tambien todos los vecinos. Nubes oscuras corrian carrera en el cielo. El sol habia desaparecido cuando Eduardo estaciono en la puerta de la clinica. Se bajo y alzo a Amanda, que grito y se retorcio cuando otra contraccion le hizo ver las estrellas. En ese momento un rayo rasgo el cielo y el trueno silencio el alarido de la mujer. La lluvia no espero que ingresaran, sino que decidio caer sobre ellos. Amanda quedo empapada y con el cabello peinado de peluqueria pegado al rostro. Apreto los dientes, y Eduardo no supo si era por las contracciones o por haber perdido el peinado, ya que su esposa era una mujer que solo se preocupaba cuando perdia su impecable apariencia. -Solo unos minutos mas y tendremos a nuestra pequena -dijo Eduardo para tranquilizarla. -Deberia ser solo mia, ya que tu no has pasado por esto. Malditos hombres que se atribuyen nuestro mismo derecho y no hacen nada -dijo Amanda furiosa mientras otro empuje le quitaba las ganas de seguir insultando a Eduardo. Eduardo prefirio no decirle que llevaba ocho meses consintiendo cada uno de sus caprichos y aguantando cada una de sus estupideces cuando hablaba de lo bella que seria la nina. Pero en momentos como ese, en el que recibia todo su veneno, todo el pasado volvia a su mente. Se habia casado con Amanda sin estar enamorado. El habia dejado de creer en el amor, era un sentimiento danino, y despues de que ella insistiera hasta el hartazgo, decidio que lo mejor era tener una esposa que no amara para evitar las decepciones. Ella tampoco lo amaba, solo se habia encaprichado porque era atractivo y lo consideraba una especie de trofeo. Era una cabeza hueca, siempre lo habia sido, y desde que habia quedado embarazada no hablaba de otra cosa que de la belleza que tendria su hija teniendo dos padres tan hermosos. Dejo de recordar las banalidades de Amanda. En unos minutos la nina de sus suenos los llenaria de alegrias y Amanda, cuando la tuviera en brazos, tal vez, se decidiera a dejar de lado las frivolidades. -Que mal dia para nacer -dijo una anciana asomada al ventanal de la sala de espera que daba a la calle. -Cuantas lagrimas va a derramar esa nina -dijo otra senalando el diluvio que se habia desatado cuando Eduardo saco a Amanda de la camioneta. -?Se fijaron que a Eduardo se le cruzo un gato negro? -pregunto otra dejando ver su cara de asombro. -Si, si, y para colmo Eduardo paso bajo una escalera -aclaro otra, y las cuatro se santiguaron para que las desgracias no las alcanzara a ellas. Eduardo avanzo por el pasillo cargando a su bella esposa, que se retorcia de dolor en sus brazos. -Ya pasa querida, ya veras que en un suspiro nuestra adorada nina habra llegado -Trato de calmarla mientras empujaba la puerta batiente de la sala de guardia. -!Suspiro!, ya te quisiera ver a ti dando ese suspiro. Maldito hombre, todo esto es por tu lujuria. Te odio, te odio..., nunca mas me vas a tocar. Me oyes. !Ay Dios...! !Ay mi madre querida, porque no me dijiste que era tan dificil esto! Si lo hubiera sabido no me habria casado. Eduardo arqueo las cejas, lo habia perseguido hasta volverlo loco para que se casara con ella, y ahora lo culpaba, penso pero no emitio palabra. Unos cuantos pasos mas y pudo recostar a su mujer sobre una camilla para dejarla en las habiles manos de una enfermera. Por la frente de Amanda se derramaban gotas de sudor y de sus ojos brotaban gruesas lagrimas, tan gruesas como las gotas de lluvia que salpicaban el cristal de la ventana. Ese cabello color zanahoria con bucles siempre ordenados estaba pegado a su rostro, y sus impactantes ojos almendrados de un hermoso color tostado se veian desencajados de furia y dolor. Eduardo nunca habia visto a Amanda en ese estado desalinado y enfurecido, ni siquiera cuando se levantaba con sus cabellos revueltos y los ojos hinchados despues de una mala noche. Ella, la mujer mas arreglada del pueblo parecia una arpia en ese momento. -!Te desprecio, te odio me oyes! !Te quiero fuera de mi cama! !Nunca te ame! ?Has entendido? -grito Amanda. Y el lo sabia de sobra, pero hacia lo imposible para que el matrimonio funcionara. -Todas dicen lo mismo Eduardo, es mejor hacer oido sordo a sus palabras -comento la enfermera mientras preparaba a Amanda para la llegada del medico, que habia salido a tomar un refrigerio antes de atender el parto de la mujer de su amigo. Ella estaba en pleno trabajo previo y siendo primeriza Alfredo estaba seguro de que tendrian una buena cantidad de horas de espera hasta que naciera la nina. Por recomendacion de la enfermera, Eduardo se dirigio a la sala de espera. Amanda estaba atendida por la gente de la clinica y dos amigas, que le secaban el sudor de la frente y la ayudaban a respirar cuando la atacaba otra nueva contraccion. Eduardo hubiera querido correr a todos para ser el quien la atendiera y calmara, pero su mujer habia preferido echarlo, y no pensaba contradecirla. La mitad de los pueblerinos estaban congregados en la sala de espera. Muchas mujeres y pocos hombres. Las mujeres tenian esa curiosidad innata que las hacia estar presente en cada acontecimiento importante como nacimientos, casamientos y velorios. En un rincon, Eduardo diviso a ese hombre que queria como a un padre. Eran vecinos y habia sido el mejor amigo de su padre. Sonrio, pero al instante se le borro el gesto y fruncio el entrecejo al ver que Quino estaba acompanado de su terrible nieto Alan, el hijo de Marian, penso con una mezcla de dolor y resentimiento. El demonio habia seguido a su abuelo, se dijo Eduardo y apreto los punos. Ese chico era lo mas salvaje que habia visto en su vida, y solo tenia siete anos. Tenia sus motivos. Todos sabian que sus padres se habian peleado tres anos por pasarle la tenencia al otro y el pobre habia quedado lleno de resentimientos, que descargaba en sus abuelos y en los vecinos del pueblo. A Eduardo recordar a la madre del nino le producia nostalgia. Pero la aparto, Marian no merecia su nostalgia, ademas el era un hombre casado y en pocos minutos seria un padre entregado a su hija. Amanda empezo a gritar como si la estuvieran matando. Eduardo camino nervioso por la sala de espera, ida y vuelta, ida y vuelta, ida y vuelta... Deberia ser el quien estuviera con su mujer, se repitio y apreto los punos al recordar que lo habian echado como si fuera un extrano. !Era el padre de la nina, maldicion!, se dijo y respiro profundo varias veces para calmarse. Pocos minutos despues Alfredo ingreso corriendo a la sala de parto, y luego de unos cuantos gritos e insultos mas de su esposa el silencio se apodero del lugar, que fue roto por un alarido desgarrador seguido del llanto lastimero de Amanda. Eduardo temblo. Su hija, su querida hija no habia llorado, penso y sintio que le faltaba el aire. Miro a sus vecinos tratando de encontrar una respuesta, pero todos estaban mudos y observaban la puerta batiente por donde Alfredo deberia salir a dar la mala noticia, pero nadie aparecia, ni Alfredo ni las enfermeras. En un rincon, junto a una maceta de plantas de hojas verdes, Alan sonreia burlon al observar las caras de susto de la gente que habia venido a conocer la nina. El habia seguido a su abuelo escabullendose entre los matorrales y los troncos de los arboles, desoyendo los consejos de la abuela para que se quedara con ella. Alan sabia que una vez que su abuelo lo viera en la clinica no lo echaria. Si todos iban a estar en el nacimiento de la nina de Eduardo, ?por que el no?, despues de todo tenia el mismo derecho que los otros de estar alli. Inclusive, podria darle un pequeno pellizco a la nina para que fuera aprendiendo de chiquita a no meterse con el, penso sin dejar de lado esa sonrisa burlona. Su abuelo lo zarandeo para que guardara la compostura. Alan fruncio el ceno, lo insulto y le dio una patada en la pierna para dejarle en claro que nadie podia retarlo. Quino perdio el equilibrio por unos instantes y contuvo las ganas de reprender a su nieto. Solo siete anos de edad y nadie se atrevia a contradecirlo, retarlo y mucho menos enderezarlo, ni hablar de educarlo. Su nieto era un salvaje y asi seguiria porque tanto Quino como su mujer Rosario habian desistido en sus intentos por civilizarlo. Que se las arreglara como pudiera, esa habia sido la ultima decision que habian tomado despues de sus miles de intentos por encausarlo. Un murmullo indescifrable se apodero de la sala, y Eduardo escuchaba desesperado los comentarios. "Debe estar muerta", "No, no, quiza tiene algun problema genetico", "Es primeriza y esta mas cerca de los cuarenta que de los treinta, a lo mejor la nina ha nacido con algun problema mental", "Callate, Lola, que algunas mujeres han tenido hijos sanos inclusive a los cincuenta". Quino Martin, que aun estaba dolorido por la patada que le acababa de dar su terrible nieto, se acerco rengueando a su amigo Eduardo y le palmeo el hombro. Tantos anos de amistad le permitian saber la angustia que estaba sufriendo en ese momento de incertidumbre, ya que nadie salia a informarles lo que estaba pasando en la sala de partos. Pero no dijo nada. ?Que le podia decir? Solo se quedo a su lado haciendole compania mientras aguardaban que alguna enfermera o Alfredo salieran a dar la noticia, que no debia ser muy alentadora. Las gotas de lluvia seguian golpeando contra el vidrio y los comentarios de la gente se desviaron por otros derroteros. Algunos decian que la lluvia presagiaba malos augurios para la nina Parker. Otros, que la naturaleza estaba dando cuenta de las lagrimas que derramaria en el futuro, o que cuanto mas diluviara mas lloraria la nina en su adultez; si es que estaba con vida. Alan escuchaba asombrado la cantidad de cosas que le iban a pasar a la hija de Eduardo, y decidio aprovechar el alboroto para meterse en esa habitacion donde estaba viva o muerta la nina de los Parker. Paradito con sus piernas desnudas chorreadas de barro y la remera blanca estirada de tanto acampanarla con las manos, Alan se ajusto el lazo que le sujetaba el pantalon corto para que no se le cayera, y camino como un adulto hasta el borde de la camilla. Vio a Amanda tumbada con la cara enterrada en la almohada llorando a mares, y al medico de bata celeste acunar a un bebe tapado por una mantilla suave como el algodon. -Dejame verla -exigio Alan al medico. Hablo fuerte y con la cabeza bien levantada para que se enterara de que el estaba alli-. ?Esta muerta o es tonta? -?Y tu que haces aca si nadie te invito a entrar? -dijo ofuscado Alfredo al ver al travieso nieto de Quino metido en la sala de parto. -Y a mi que me importa si me invitan o no. Yo entro -dijo con arrogancia mientras le daba una patada en las espinillas para que se torciera y le dejara ver a la nina muerta. El medico, que hacia de obstetra si era necesario, se inclino de dolor y Alan pudo echarle una buena mirada al bebe, que le sonreia con una enorme boca y lo miraba con unos ojos mas grandes que toda la cara. Tenia unos pelos tan parados que se parecia al espantapajaros que el habia fabricado para que los pajaros no se comieran el maiz que sembraba su abuelo. -!Puaj!, si que eres fea y no estas nada muerta como dicen afuera. Nunca, nunca vi a alguien tan feo. ?De que te ries, nina tonta?, acaso no te han puesto frente al espejo. Al ver que la nina hacia un puchero por sus palabras, Alan Martin, por primera vez en su corta vida sintio que lo invadia una extrana sensacion de tristeza, y un feo nudo de angustia le cerro la garganta. Nunca se emocionaba por nada y tampoco lloraba, penso cuando descubrio que unas lagrimas amenazaban con escapar de sus ojos. Parpadeo varias veces para contenerlas, y se indigno por su debilidad. El era el nino mas atrevido y travieso del pueblo, el que hacia lo que queria, el que nadie contradecia. ?Por que tenia que sentir ardor en los ojos por una nina horrible que estaba a punto de llorar?, si el solo estaba diciendo la verdad. Ella era tan fea que su madre lloraba desconsolada al ver la cara horrible de la hija que habia tenido. Pero, a pesar de su indignacion, intento consolarla. -No llores nina tonta, que supongo que vas a llorar muchisimo cuando seas grande y nadie quiera casarse contigo por ser tan fea. La impertinencia del nino al meterse en la sala de partos sin que nadie lo invitara, rompio la incertidumbre y elucubraciones de los vecinos. Eduardo habia ingresado despues del nino, seguido de las mujeres y hombres que estaban aguardando el feliz acontecimiento. Tras el nino, Eduardo Parker dejaba salir el aire que se le habia estancado en la garganta al no escuchar el llanto de su hija, y una sonrisa le curvo los labios. El nieto de Quino no estaba halagando a su nina, por el contrario, pero que importaba si lo primordial era que su hija estaba viva. Quino Martin, por su parte, observaba desconcertado a su nieto, que por primera vez mostraba una pequena debilidad frente a alguien. Su nieto era frio como un tempano de hielo desde que su madre lo habia abandonado, y esa actitud del nino lo emociono. Para sorpresa de Alan, la nina risuena dejo escapar una lagrima por su mejilla arrugada y el ya no pudo aguantar mas la angustia al verla llorar. Nunca le habia pasado algo asi y, a pesar de la furia que sentia por ese nudo que tenia en la garganta y no lo dejaban respirar, se sento en el piso y pidio al medico que le dejara sostenerla. Ante el gesto afirmativo de Eduardo, el medico le entrego a la pequena. Alli la acuno contra su pecho sin darse cuenta que su abuelo, el padre de la nina y la mitad del pueblo que habia ido a conocerla lo miraban desconcertados. Nadie se atrevio a hablar, solo observaban sin comprender la relacion entre el nino y la recien nacida. -Ya basta de ser llorica. Eso te hace mas fea todavia de lo que ya eres. Deja de llorar que nadie te va a querer... -Asombrosamente la nina no lloraba a gritos como cualquier bebe, sino que dejaba escapar unas gruesas lagrimas de los ojos, como si no se pudiera contener. Alan vio que la pobre y fea nina intento sonreir a pesar de su silencioso llanto, y eso lo golpeo como si sus siete anos de travesuras, de hacer llorar a las maestras y de golpear a los mas debiles de la escuela, hubieran desaparecido de su vida. Ese bebe que le sonreia para congraciarse con el lo habia transformado en un nino debil. A pesar de su enojo, por lo que ella conseguia de el, no pudo evitar consolarla como le parecio mejor-. Mira, para que no llores mas, te digo, que si cuando te hagas grande no hay nadie que se quiera casar contigo, que seguro no va a haber nadie ya que eres tan fea que no se te puede ni mirar, yo voy a casarme contigo. ?Esta claro?, ?asi vas a dejar de llorar? -La nina lo miro, le sonrio de oreja a oreja y con su manito pequena se apodero del dedo pulgar de Alan sellando la promesa que el le acababa de hacer. Eduardo estaba tan emocionado al saber que su pequena hija estaba viva y aparentemente sana, que no presto demasiada atencion a lo que habia pasado entre Alan y la nina. Se agacho junto al nino y sonrio al ver a su pobre hija con los pelos parados como un puercoespin, sonriendole como si lo reconociera. Tenia los ojos y la boca demasiado grandes para ser una recien nacida, y estaba tan arrugada que parecia una anciana en sus ultimos momentos de vida, no un bebe recien venido al mundo. Pero a Eduardo esa sonrisa cautivadora lo hizo sentir el padre mas orgulloso del mundo, y sin sacarsela a Alan le pregunto. -Puedo cargar a mi hija. -Y bueno, pero no la vayas a tirar al piso y la vayas a dejar peor de lo que ya es. Si hasta parece un espantapajaros. Ella si que mantendria el maiz de mi abuelo sano hasta la cosecha - dijo Alan levantandose del piso cuando Eduardo le saco la nina de los brazos. Todo sucedio demasiado rapido. Amanda se precipito de la camilla para intentar arrebatarle la nina a Eduardo, mientras le explicaba que esa no era su hija. Insulto, pataleo y grito delante de los pueblerinos que le habian cambiado la nina, que alguien tan poco agraciada no podia ser su hija, y que la alejaran de su vista porque no podia mirarla. Las exclamaciones de los vecinos evitaron que los presentes vieran el gesto de dolor e indignacion de Eduardo ante las palabras de su mujer. Tampoco escucharon sus palabras: "Como puedes ser tan despreciable. Te prefiero lejos de nuestras vidas antes de que mi hija sufra las consecuencias de la frivolidad de su madre. No mereces ser madre de esta nina". Amanda cayo al suelo, la bata cubierta de sangre, pero lo que mas asusto a todos era el odio con que miraba a la nina.

  • El valor de una promesa eBook : Oro, Susana - Amazon.es

    https://www.amazon.es/valor-una-promesa-Susana-Oro-ebook/dp/B014QIRH3Y

    El valor de una promesa eBook : Oro, Susana: Amazon.es: Libros. ... Mirar en el interior de este libro. El valor ... Cientos de libros a precios reducidos.

  • El valor de una promesa Tapa blanda - Oro, Susana - Amazon ...

    https://www.amazon.es/valor-una-promesa-Susana-Oro/dp/1517149738

    El valor de una promesa : Oro, Susana: Amazon.es: Libros. ... Luego de veintitrés años, ¿qué valor puede tener la promesa de matrimonio que hizo Alan Martín ...

  • el valor de una promesa - Babel Libros.

    https://www.babellibros.com/libro/el-valor-de-una-promesa_454899

    EL VALOR DE UNA PROMESA. BEDMAR DÍAZ, CARMEN. 15,00 €. IVA incluido. Disponible en 2 semanas. Editorial: EDITORIAL ARTIFICIOS; Año de edición: 2017 ...

  • El valor de una promesa by Susana Oro - Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/26210085

    El valor de una promesa book. ... SINOPSIS Una promesa de matrimonio. ... Excelente libro!!! me gusto mucho está historia, un romance completamente, ...

  • EL VALOR DE UNA PROMESA (TRILOGIA LINAJE 2)

    https://www.casadellibro.com/libro-el-valor-de-una-promesa-trilogia-linaje-2/9788494640094/9086957

    1 feb 2019 — El libro EL VALOR DE UNA PROMESA (TRILOGIA LINAJE 2) de MIGUEL PEREZ DE CASTRO en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos ...

  • El valor de una promesa - Susana Oro - El Rincón de la ...

    https://www.rnovelaromantica.com/autores/item/el-valor-de-una-promesa-susana-oro

    En esta web hay 15174 fichas de libros, 1659 autores, 1496 artículos y 7064 críticas. Blog colaborador.

  • Linaje II El valor de una promesa de Miguel Pérez de Castro

    https://www.editorialnuevaestrella.com/producto/novela-de-genero-fantastico-inspirada-en-el-senor-de-los-anillos-y-seducido-por-el-mundo-de-tolkien/

    “La narración de este libro tiene una fuerza deslumbrante, es de lectura ágil con fascinantes descripciones, sobre todo en el furor de la batalla.

  • El valor de una promesa | Susana Oro - MundoePubGratis

    https://mundoepubgratis2.com/el-valor-de-una-promesa-susana-oro/

    Una promesa de matrimonio. “Mira, para que no llores más, te digo, que si cuando te hagas grande no hay nadie que se quiera casar contigo, que seguro no va ...

  • El valor de una promesa -Susana Oro (Atenea) - Wattpad

    https://www.wattpad.com/696155961-libros-por-leer-del-olimpo-el-valor-de-una-promesa

    Read El valor de una promesa -Susana Oro (Atenea) from the story Libros por Leer del Olimpo by OlimpoEntreLibros (El Olimpo Entre Libros) with 67 reads.

  • El espejo egipcio de Pilar Gonzalez

    https://gigalibros.com/el-espejo-egipcio.html

    ?QUE PASARIA SI UN DIA AL COMPRAR UN ESPEJO TU VIDA SE CONVIRTIERA EN UNA PESADILLA?

  • Pasion indomita de Anne Marie Warren

    https://gigalibros.com/pasion-indomita.html

    Imaginaos la iglesia de Saint James de Londres, y dentro de ella, a toda la nobleza ataviada con sus mejores galas mientras espera a una novia que se retrasa. Dicha novia, angustiada ante un matrimonio dispuesto por su madre con un viejo licencioso, se encuentra escapando por una de las ventanas de dicha iglesia. Gracias a la ayuda de su tia Henrietta y de su buena amiga Jane, lady Madison puede huir con la esperanza de conseguir una nueva oportunidad para ser feliz, y de hallar el amor que durante anos ha anhelado.
    Pero como eso solo seria un buen comienzo, imaginaos ademas que al fugarse se confunde de barco, y acaba embarcando en uno que va rumbo a America y no a su destino en Irlanda.
    Esta historia en si ya seria interesante si no se enredara cada vez mas, y resultara que tanto el barco como el camarote donde se esconde pertenecen a Aron Sheldon, un rico comerciante que detesta a la nobleza de la que no ha recibido mas que desplantes. A pesar de su reserva Aron se vera atraido por esa condesita, que ha conseguido cautivar a todo el mundo con su espiritu desafiante.
    Una huida, un encuentro, un viaje de negocios convertido en una aventura, y una mujer decidida a encontrar su propio destino, son algunos de los elementos que podreis descubrir en esta novela. Pero sobre todo, es una historia que nos cuenta como dos personas opuestas pueden llegar a sentir una pasion tan intensa, que les hara olvidar todas sus diferencias.

  • El honor de Preston de Mia Sheridan

    https://gigalibros.com/el-honor-de-preston.html

    <>. Annalia se ha criado en la granja de los Sawyer, y ha crecido junto a los hijos gemelos de los duenos: a Cole le dio su primer beso, pero con Preston le une algo mas, algo mucho mas intenso, y ella sabe que es amor puro. Preston ama profundamente a Annalia desde siempre, pero su sentido del honor, por su familia, por su gemelo, le impide conquistarla. Hasta que no puede resistirse mas, y durante una calurosa noche de verano en la que sus mundos --y sus cuerpos-- impactan, se desencadena una serie de acontecimientos que alteraran sus vidas para siempre y que provocan que Annalia desaparezca. Pero Annalia regresa a la granja pasado un tiempo para reclamar lo que tanto ansia su corazon, y se encontrara a un Preston que no sabe si puede perdonarla y que no quiere arriesgarse a volver a sufrir. ?Impediran el orgullo y la amargura que Preston se abra a lo unico que ha anhelado siempre? ?Podra Annalia arreglar algo que esta irremediablemente roto? ?Se puede perdonar lo imperdonable?

  • Pasion a traves del hilo rojo del destino de Kayla Leiz

    https://gigalibros.com/pasion-a-traves-del-hilo-rojo-del-destino.html

    Kendrick Mackay es un poderoso guerrero al servicio del rey Macbeth. Sobre el se cierne una profecia segun la cual una mujer acabara con el clan Mackay…

  • Que volvamos a vernos de Amanda Garcia

    https://gigalibros.com/que-volvamos-a-vernos.html

    El reloj marca las doce en punto y mi cuerpo me pide escaparme de nuevo. Antes, debo de prepararme para ir a misa, como cada domingo, con mi padre y mis hermanas. He de reconocer que, a pesar de mi querer a Dios, temo aburrirme como de costumbre. Mas mi padre, buen hombre desde que tengo memoria, dice que debemos ir y de ese modo honrar a nuestra madre que con Dios descansa en su seno. Pero yo solo quiero que lleguen las cinco de la tarde y poder correr hacia la hemeroteca municipal. Alli, mi refugio, me siento en paz, sin tener que ocuparme de lavar y peinar a mis hermanas o de fregar con esmero el patio. Tan solo se me permite estar hasta las siete fuera de casa, pero para mi es mas que suficiente. Carmen, la secretaria del edificio, me ha acabado cogiendo carino y me deja poder llevarme el libro a casa para poder terminarlo y devolverlo el domingo siguiente. Siempre me dice que estoy invitada a ir cuando quiera y, que, de mayor, sere la mujer con mas cultura del mundo. La misa acaba de terminar y llega la hora de almorzar. Hoy he preparado sopa porque se que a mi senor padre le agrada y, realmente, es facil de hacer, de modo que me dara tiempo a tener todo limpio para cuando den las cinco de la tarde y pueda salir. En mi camino hacia la hemeroteca, veo pasar a multitud de ninos jugando con sus padres, abuelos dando un paseo e incluso parejas dadas de la mano. Mi madre siempre me decia que los hombres no traen mas que desgracias y que procurase buscar a uno bueno que me cuidase para toda la vida, !ay madre, cuanto la echo de menos! Pero la verdad que me llama la atencion como sera eso de ser querida por un chico. Mi amiga Margarita, con la misma edad que yo, ya tiene fecha para su futura boda con un hombre diez anos mayor que ella y, siendo sincera, no es algo que a mi me gustase vivir. Por eso, prefiero ahora vivir las historias de amor que se narran en los libros y ser libre el tiempo que me quede. --Buenas tardes, Clarita --dice la secretaria. --Buenas tardes nos de Dios --respondo educadamente. La secretaria me pregunto que tal se encontraba mi familia y me invito amablemente a sentarme y leer el libro que escogiese. Escoger, que dificil decision. Tantas historias contadas en cada libro que nunca se por cual decantarme, hasta que vi uno que me llamo la atencion. No era de un tamano muy grande, mas bien mediano podriamos decir, y su aspecto era sobrio y descuidado, como si ya tuviese muchos anos. Se notaba que era un libro poco usado, ya que me costo lo suyo poder alcanzarle y tenerle en mis manos. Al sostenerlo, pude sentir que no se trataba de un libro cualquiera. Sus hojas y su portada se encontraban deterioradas por el paso del tiempo y desprendian un fuerte aroma a baul olvidado La intriga pudo conmigo y me dispuse a comenzar a leer la primera hoja, que comenzaba de este modo: Diario de 1854 Hoy comienza mi nueva vida. Llevo mentalizada de este momento desde bien pequena y es lo mejor para todos. Es mi sexto dia como novicia en el convento de San Cadalso y me produce terror el hecho de sentirme sola. Son las seis de la manana y me dispongo a ponerme los habitos y bajar a rezar a la capilla. Sor Maria, la abadesa del convento, me estuvo explicando en mi llegada todos los horarios que debia de cumplir. Mi hermano mayor, que me acompano hasta la propia puerta del convento para despedirse de mi, hizo multitud de preguntas con el fin de quedarse el mismo tranquilo sobre como seria mi vida espiritual en aquel lugar. Se de buena mano que no es de su agrado que tome los votos y me aleje de nuestra bien amada familia, mas mis padres asi han requerido y mi voluntad es obedecerles. De bien pequena, me gustaba fantasear con mi hermano acerca de un futuro prometedor y dichoso, en el que viviriamos juntos y felices dedicandonos a aquello que nos apasionara. Sin embargo, a mi corta edad de nueve anos, pude entender por mi misma que eso no ocurriria. Mi madre, Magdalena Infante, hija de unos pequenos burgueses, quedo embarazada de su tercer hijo, esta vez un varon de nombre Jose, que apenas estuvo con nosotros seis meses de su vida. Tras la perdida de mi hermano pequeno, mis padres cambiaron y apenas mostraban afecto por sus otros hijos. Con tan solo quince anos mi madre me anuncio que en mi mayoria de edad entraria a formar parte de un convento y me ganaria de ese modo una buena reputacion como cristiana. Yo ni siquiera pude intervenir y me resigne a acatar la decision de mi senora madre. Son las ocho de la manana, la misa acaba de terminar y mis entranas empiezan a rugir hambrientas. Si algo bueno tiene estar en el convento, es que nunca me faltara un plato caliente que llevarme a la boca, aunque bien es cierto que sus inconvenientes tiene tambien. Entre estas cuatro paredes la mayor parte de las mujeres son senoras de mas de sesenta anos de edad, que han decidido dedicar su vida a Dios y, la verdad, que me siento fuera de lugar entre ellas. Por ello, le rezo al Divino para que me envie una novicia que, como yo, con mi edad y mis temores, podamos compartir el tiempo. Mientras tanto, tan solo me queda aguardar y esperar que el tiempo pase. Al llegar la noche, las monjas me reclaman para reunirnos a rezar por ultima vez antes de acostarnos, pero un estrepitoso ruido interrumpe nuestras oraciones. Sor Maria Eugenia decide ir a la puerta principal para ver quien osa llamar a nuestro hogar a tan altas horas de la noche, y yo decido acompanarla por lo que pudiese pasar. Al abrir la puerta, encontramos a un hombre mayor, de unos sesenta anos y de buen parecer, rodeado de tres caballeros y una joven. Que alegria me lleve al ver a una jovencita de mi edad despues de pasar todo este tiempo con personas que me triplicaban los anos. --Buenas noches, Madre. Disculpe tan inadecuadas horas, pero nos ha surgido un percance a mi familia y a mi mismo, y es de extremada gravedad poder hablar con la responsable de su bien conocido convento --dijo el senor de manera firme y respetuosa. --Buenas noches, caballero. Si me acompana usted y sus acompanantes, podran hablar de inmediato con Sor Maria, abadesa del convento. Tras pronunciar dichas palabras, el misterioso hombre junto a los caballeros y la joven que la acompanaban entraron sin miramiento alguno con el fin de hablar con la madre superiora. Reconozco que en mi breve vida me habia topado con infinidad de hombres y mujeres, pero ninguno de los que habia visto se asemejaban a los que vi en esta fria noche. Todos vestian hermosos ropajes, incluso la joven, que lucia un hermoso vestido color marfil y una pamela a juego que dejaba entrever su rostro. La curiosidad cada vez era mayor en mi y las preguntas se agolpan en mi cabeza, ?quienes serian?, ?que les habria ocurrido?, ?que querran?… Al llegar al salon principal, Sor Maria nos pidio que abandonaramos la sala a excepcion de los invitados, pero la intriga pudo conmigo, de modo que pongo mi fino oido al ras del porton de madera con el fin de escuchar la conversacion. --?Desean tomar algo? A pesar de que somos una comunidad humilde gustamos de tener buen trato hacia nuestros invitados --dice la madre superiora. --No se moleste senora --responde el mas joven de los caballeros. He de reconocer que en el fue en el primero que me fije. Sus ropajes y su rostro me resultaban conocidos, como si en otra vida nos hubiesemos encontrado. --Vera usted Madre --continua diciendo el hombre mayor--. Tan solo venimos de paso. Ayer al alba, mis hijos, aqui presentes y uno mismo, decidimos partir hacia Canaluero para resolver unos asuntos pendientes, pero uno de nuestros caballos sufrio un percance y anduvimos hasta, gracias a Dios, encontrar vuestro convento. Por ende, nos gustaria alojarnos esta noche y la del dia siguiente a ser posible. Siempre y cuando no seamos un inconveniente. --En absoluto senor... perdone la indiscrecion, pero aun no han mencionado sus nombres -- responde Sor Maria --Mi nombre es Pelayo de Borbosa, y estos son mis cuatro hijos Carlos, Esparto y mis dos hijos menores Felipe y Lourdes --contesta Don Pelayo. A los pocos segundos, comienzo a escuchar una voz que grita mi nombre "Catalina, Catalina". Es la madre superiora que me llama para ir al salon principal, y para que nadie sospeche que me habia quedado escuchando a traves de las paredes, se me ocurre la ingeniosa y desafortunada idea de entrar corriendo a la sala, como alma que lleva el diablo. Pero tal fue mi desgracia, que yo, vestida con los habitos aun de novicia, tropece nada mas abrir la puerta con tal fin de ir a parar sobre los brazos de Felipe. Enseguida mi rostro se torno colorado y la verguenza se apodero de mi.--Lo siento muchisimo senor, no era mi intencion --digo con un hilito de voz con el fin de disculparme. --No se preocupe Hermana, ha sido un accidente --me responde amablemente el joven muchacho y me sonrie. Juro que, por un segundo, mientras el muchacho se disculpaba, nuestras miradas se entrecruzaron y senti que el mundo se habia detenido. Pero ese esplendido resplandor de felicidad es interrumpido por la voz de Sor Maria. --Nuestra querida Catalina aun es novicia, aunque le queda poco para tomar los habitos, si es que no tiene mas descuidos como los de hoy. Acompana a los senores y a la senorita a los aposentos de la entrada, las monjas y yo dormiremos juntas en otro lado --me indica Sor Maria. Y asi lo hago. Acompano a los invitados a sus dormitorios y me dirijo yo al mio, a sabiendas de que en escasas horas llegara la hora del rezo de primera hora de la manana.

  • Un cafe a la seis de Pilar Munoz Alamo

    https://gigalibros.com/un-cafe-a-la-seis.html

    Yo no quiero ir, pero temo la reaccion de Lourdes si se lo digo. Con la cabeza embotada y la mente en standby espero paciente a que los restos de Orfidal abandonen mi cuerpo para poder pensar con un minimo de claridad. Aunque mucho me temo que este grado de apatia y desasosiego que siento no sea culpa del farmaco, sino de esta maldita lluvia que no ha dejado de golpear los cristales durante horas, llenandome de sombras. Juanma todavia duerme, acostado sobre las sabanas, semidesnudo, luciendo ese cuerpo de Adonis que aun conserva a pesar de haber traspasado el umbral de los cuarenta. Envidio que no haya aparentemente nada en su vida capaz de perturbar su sueno, que haya enterrado lo que para mi sigue latente y pueda sonreirle al mundo y a si mismo tan feliz. Yo, sin embargo, no me veo capaz de conseguirlo; tal vez porque tengo otros fantasmas de los que ocuparme. Tal vez porque uno de ellos se ha cansado de susurros y esta haciendo sonar sus cadenas con fuerza desde hace dias, mandando al traste mi aparente tranquilidad. --Levantate manana con el pie derecho, a ver si la vamos a joder, Raquel, que te conozco --me dijo Lourdes por telefono ayer, aventurando el estado en el que me encontraria hoy. Ella me conoce, ya lo creo que me conoce. Y tambien me quiere, razon por la que se atribuye el derecho a echarme un rapapolvo cada vez que le viene en gana si considera que es por mi bien. Pero hoy no estoy para aguantar broncas, ni siquiera amigables, por eso me da miedo decirle que la iniciativa la lleva el pie izquierdo desde que me baje de la cama hace horas, que tengo perdido el control. --No voy a joder nada, no se si ire --le conteste entonces, pensativa. --Escuchame bien, guapa, te espero en tu puerta a la una del mediodia, en un taxi. !Ni se te ocurra rajarte, que voy y te arrastro! ?Te queda claro? Sus ultimas palabras, pronunciadas con inquina, me arrancan ahora una sonrisa. No dudo en absoluto de que seria capaz. Me cogeria de los pelos para llevarme hasta el fin del mundo si hiciera falta, y mas en una ocasion como esta. Segun ella, lo merece. Lourdes es una nostalgica redomada y todas las nostalgicas se resisten a olvidar tiempos pasados, los almacenan en la memoria con un hilo del que tirar de cuando en cuando para revivirlos y emocionarse con ellos. Viven aferradas a esa cuarta dimension de tal manera que el pasado lo convierten en presente, y el presente lo inmortalizan para enredarlo con el futuro en un coctel de tiempos que cohabitan a la vez. De ahi la cita. Tan solo a alguien como ella se le podria haber ocurrido reunirnos a todos para vivir un reencuentro despues de veinticinco anos con la idea, entre otras cosas, de ser testigos de como el destino se las ha gastado con nosotros, de las bondades o fechorias que ha hecho en cada una de nuestras vidas a lo largo de este tiempo. La tache de loca al saber que se habia propuesto encontrar a mas de cien companeros del C.O.U. repartidos por doquier. No cai en la cuenta de que no estaba sola, de que habia algunas otras poco cuerdas, ilusionadas y aburridas en su circulo de amigas dispuestas a alcanzar ese objetivo y organizar con exito un evento en toda regla. Y asi ha sido. Con Lourdes a la cabeza lo han conseguido y ahora su entusiasmo es evidente. Pero yo no quiero ir. He pasado mala noche, malos dias, una mala semana. Y lo ultimo que necesito y quiero es tener que hacerle un quiebro a mi timidez para romper hielo tras hielo y charlar con distension hasta ponernos al dia de nuestras vidas; esconder lo que no quiero mostrar y demostrar interes ante lo que no me interesa conocer. Pero hay ratos en que escucho dentro de mi una campanilla parecida a las que anuncian un cambio de asalto, de clase, de acto como en el teatro. Hay ratos en que la siento vibrar en la mismisima boca del estomago y me asaltan las dudas, esas fieles companeras que amenazan con unirse y compactarse para terminar transformando mi vida en una incognita unica. El telefono interrumpe mis pensamientos antes de que entre en la cocina para prepararme un cafe doble y cargado. Es Pedro. No me apetece nada hablar con el en este momento, ademas de que es sabado y me merezco un descanso. Pero esta claro que la asertividad y yo no hacemos buena pareja, no nos llevamos demasiado bien, asi es que descuelgo despues de escuchar cuatro o cinco tonos. Mi companero salta como un resorte sin esperar mi saludo. --?Has podido averiguar algo, Raquel? Estoy que no vivo. --Buenos dias, Pedro. No, no se nada mas, el lunes seguire indagando. Me resisto a posponer el cafe, tengo la cabeza como una jaula de grillos y necesito despejarla con urgencia, asi es que aprisiono el telefono entre el hombro y la oreja para manipular la cafetera. --?Y si me echan del colegio? --me pregunta, alarmado. Al ser concertado, podrian rescindirle el contrato con relativa facilidad, aunque no se lo digo, obviamente. --Todo se arreglara, tranquilizate. --Pero los padres han dicho que pondran una denuncia, ?tu sabes lo que eso significa? Yo no le rompi el diente al nino, Raquel, fue algo fortuito, pero ese monstruito lo esta usando contra mi, sabe que lleva las de ganar. A la vez que a Pedro, escucho a mi hijo vociferar desde la cama: --?Quien es el pringao que llama un sabado a estas horas para despertar a todo Dios? Hago caso omiso a su comentario, prefiero no contestar; he aprendido a no entrar al trapo cada vez que lo saca, si no, la guerra seria continua. Enciendo la cafetera y con el telefono adosado a la oreja para no interrumpir la conversacion, echo una ojeada al salon para ver como quedo anoche. --Pedro, como sigas llamando monstruo al nino la vas a liar mas. --Esto queda entre tu y yo. !Pero no me digas que no es un monstruo! Sabe que tiene a los padres de su parte y a medio colegio tambien, a los companeros, hasta al A.M.P.A. Mientras escucho, deambulo y devuelvo a su sitio todo lo que esta fuera de el. Como una automata. Hay libros de texto por la mesa, cojines en el suelo, vasos con restos de Coca-Cola que huele a alcohol, palomitas quemadas en un bol... Recojo esto ultimo para abandonarlo en el fregadero mientras la cafetera deja de echar liquido en la taza. --?Te importa que lo hablemos el lunes con mas tranquilidad? --le pregunto, con tacto, tratando de empatizar con el. Se que dos dias es mucho tiempo cuando te comen los nervios, pero estoy atada de pies y manos, no puedo hacer nada por el momento. --!Mamaaaaaaa! ?Me preparas el desayuno? Es mi hijo mayor, el del bocinazo con el que se quejaba de haber sido despertado por el timbre del telefono. Cierro los ojos mientras suspiro. --Pero, ?tu crees que la directora me defendera o...? Pedro sigue a lo suyo. La directora. Tendria que ser ella quien se ocupara de este embolado, una posible denuncia, ante la policia, de los padres de un alumno contra Pedro, profesor del nino, al que acusan de haberle propinado un tortazo y de echarle un diente abajo (aunque el jura y perjura que solo fue un leve pescozon porque lo tenia hasta los mismisimos --segun sus propias palabras--, con el infortunio de que una leve perdida de equilibrio lo llevo a darse de bruces contra el canto de la puerta). Pero la buena senora decidio apuntarse a ultima hora a la excursion de fin de curso de sexto de primaria, y eso ha desembocado en que yo, como jefa de estudios, este ahora comiendome el marron. Otro mas. --?Por que piensas que no te va a defender? --pregunto a Pedro--. !Ven a hacertelo tu, que ya eres mayorcito! --le grito a mi hijo, tapando el auricular del telefono para evitar la rotura del timpano de mi companero. --Porque este colegio practica la misma politica que unos grandes almacenes, el cliente siempre tiene la razon y a los empleados que los jodan. Tu ya sabes, no quieren mala fama que pueda poner al centro en entredicho y espantarle la clientela --me contesta Pedro, con crispacion en la voz. --!Pero si estas en la cocina, ?que trabajo te cuesta hacermelo tu?! --Mi hijo, que sigue rezongando desde la cama. Vuelvo a suspirar. --!Ya no estoy en la cocina, estoy en el lavadero --grito--, metiendo tu ropa de deporte en la lavadora para que puedas jugar manana tu partido de baloncesto, asi es que haz el favor de levantar el culo de la cama y venir tu a ponerte tu desayuno. --Enfatizo al maximo los posesivos, cabreada. --Raquel, ?me estas escuchando? --me pregunta Pedro. --Pues no desayuno, paso --replica mi hijo. !!?Y si doy un alarido de histerica hasta quedarme ronca?!! Bajo el telefono hasta la altura de mis piernas y miro al cielo con los ojos vueltos. <> Suavizo la voz. --Pedro, entiendo que estes preocupado, de verdad, pero ahora no puedo hacer nada, llevo una manana de perros. Te prometo que el lunes hago todo lo posible por hablar con los padres y aclarar lo que paso, ?de acuerdo? Seguro que la cosa se habra enfriado y se avendran a razones. Lo escucho graznar de fondo, apelando a la quiebra del sistema educativo, al exceso de poder que se les concede a los ninos convirtiendolos en despotas, a los efectos contraproducentes de la actitud de los padres, con los que ya no puede contarse para ejecutar planes conjuntos en la educacion y aprendizaje de nuestros hijos, a que estamos criando vandalos y delincuentes en potencia, materialistas y sin valores, etcetera, etcetera, etcetera. Dejo el telefono sobre la encimera mientras se desahoga y miro a Juanma, mi marido, que acaba de entrar en la cocina descalzo y semidesnudo, peinandose sus oscuros rizos con los dedos. Trae los ojos achinados, como si le molestara la luz, y un bostezo en su boca perfecta que le impide saludarme. --Dile a tu hijo que se levante y que venga a hacerse el desayuno, me esta poniendo atacada --le digo, senalando en direccion a la habitacion. Mi marido me mira con un cuajo que me exaspera. --?Y por que no se lo dices tu? --Porque como vaya yo lo guanteo --contesto, saboreando bilis, con un cabreo de nivel quince. Pedro sigue hablando solo en la encimera--. Ademas, no quiero ni ver su cuarto, a saber como estara. Agarro de nuevo el movil, parece haberse silenciado y temo que mi companero haya colgado sin poder despedirme. A mi estado matinal y personal solo le faltaba anadirle la mala educacion. Capturo al vuelo sus ultimas palabras. --...ya veremos. Que pases un buen fin de semana, Raquel. --Lo mismo te deseo, Pedro, intenta desconectar. --Esbozo una sonrisa compasiva, aunque el no me vea--. Un beso. Cuelgo. Mi hijo pequeno pasa por detras de mi y comienza a rebuscar por los muebles de la cocina, en silencio. Yo sigo en el intento de acabar con los preparativos de mi desayuno. --Mama, ?te has acordado de que yo me voy hoy de excursion? Me vuelvo y lo miro, aunando la informacion que guardo dispersa por mi cabeza. --Si…, me lo dijiste hace unos dias. Pero te traia de vuelta el padre de uno de tus amigos, ?no? --Si, si, no es por eso. Son los bocadillos. No hay pan. Ahora miro a Juanma, enfrascado en la tarea de exprimir naranjas para hacerse su zumo de rigor. --?No compraste ayer el pan que te encargue? --le digo, temiendo su respuesta. --!Oh, mierda! --exclama, llevandose una mano a la frente--. Ni me acorde. Sali del supermercado y me vine directo a casa, olvide pasarme por la panaderia. Con las manos apoyadas en la cintura y la cabeza agachada, doy unos cuantos paseos por el centro de la cocina, respirando. Todavia puedo aguantar un poco mas sin pegar un alarido que termine por despertar a media urbanizacion.

  • Javier Pradera o el poder de la izquierda de Jordi Gracia

    https://gigalibros.com/javier-pradera-o-el-poder-de-la-izquierda.html

    Este libro se mete en la caja negra de la Transicion y la democracia a traves de una figura crucial pero aun desenfocada. Javier Pradera tuvo, en palabras de Jordi Gracia, <>, pero << fue sobre todo un peligroso hombre de accion y pensamiento. Entre un Malraux sin noveleria y un Fouche sin codicia, manejo sus multiples poderes de modo con frecuencia abrasivo pero nunca intransitivo>>. A traves de su biografia de conspirador, editor y columnista, el libro radiografia algunos de los avatares decisivos de la Espana antifranquista y democratica.

  • Jazmines en el pelo de Amanda Sanh

    https://gigalibros.com/jazmines-en-el-pelo.html

    Lo malo que tiene el pasado es que no lo puedes negar.

  • Maldito ex. diario de una ruptura de Isabella Marin

    https://gigalibros.com/maldito-ex-diario-de-una-ruptura.html

    Que tu novio corte contigo, cuando tu ya habias fichado el vestido de novia, es una desgracia.

  • Un grave error de Erina Alcala

    https://gigalibros.com/un-grave-error.html

    -?Que pasa mama? -Pregunto Ana. La madre bajo la cabeza. -?Es grave?, papa dime que pasa. La familia Solis, estaba compuesta por el padre, Francisco Solis de 50 anos y su madre Berta de 48 y ella misma, Ana Solis como hija unica. Era una familia acomodada de Marbella, pues el padre trabajaba para la empresa de Floros Michelakis, un armador griego que tenia una de sus bases en Marbella. Vivian en una gran villa, desde que ella tenia uso de razon. Su padre era gerente de la empresa naviera. Llevaba ya trabajando tiempo con Floros, al tanto de los astilleros de Cadiz y de la flota de yates de recreo que se vendian en Marbella. Ahora, Floros se habia jubilado y su hijo Dimitri habia tomado el mando de todas las propiedades que la familia Michelakis tenian en Grecia, en Marbella, en Cadiz y algunos astilleros italianos e Inglaterra tambien. Su padre habia hecho un buen trabajo y Dimitri a sus treinta anos, era el dueno de una inmensa fortuna, un yate de lujo enorme y caro, un jet privado, una casa en la isla de Santorini, lejos del turismo, pero no menos preciosa, rodeada de un terreno de vinedos de los que estaba orgulloso, crecian en esa tierra volcanica que era la isla, y la casa estaba situada en una pequena colina. Abajo, por un sendero de unos trescientos metros, se bajaba a la playa, de arena blanca. Una playa privada de kilometro y medio con un embarcadero al final de la misma. Aunque no toda la isla tenia arena blanca, la otra parte de la isla, era arena negra, tan maravillosa como la blanca. Dimitri, se compro esa casa a seis kilometros de la civilizacion para estar tranquilo, cuando viajaba, era su remanso de paz, de descanso entre viajes. Tenia un balcon con piscina natural, como las casitas turisticas de la isla, una gran casa con una decoracion en tonos azules, gimnasio, piscina cubierta y otra en el jardin desde la que se veia el mar, y todo cuanto podia necesitar. Tres trabajadores se encargaban de la casa, dos mujeres, una de la cocina Cora, mujer de Cosmos que se encargaba de la vigilancia, del jardin y las piscinas, asi como de cerrar por la noche la verja que llevaba a la playa. Su mujer Cora, se encargaba de las compras y la cocina, dormian en una casita de invitados en el jardin, a una cierta distancia de la casa y Delia se encargaba de la limpieza de la casa. A dos kilometros, habia un almacen y una bodega, con todo lo indispensable para criar su propio vino. Un vino seco y de gran acidez debido al terreno volcanico de la isla. Estaba orgulloso de su bodega. Tenia para ello a tres trabajadores. Marco, era el supervisor y el encargado. En Atenas, donde tenia su trabajo, su oficina, habia adquirido un gran apartamento en el centro de la ciudad, y el resto del tiempo, o cuando viajaba lo hacia en el jet privado y el yate lo tenia de recreo para ir al resto de las islas, y se quedaba en hoteles cuando iba a otros paises. No queria mas propiedades, salvo las que su padre le habia dejado, a cambio, su padre recibia anualmente una buena cantidad de dinero para vivir bien con su madre, un yate y una casa en las afueras de Atenas. Su padre le decia que ya era hora de enamorarse y formar una familia, pero el decia que posiblemente lo segundo, lo primero impensable, Dimitri no era de esos, ni queria hijos. Ninguno. No tenia tiempo de atenderlos. No se veia como su padre. Le encantaba su trabajo y viajaba demasiado como para hacerse cargo de una familia al uso. Si queria una mujer, se la llevaba algunos viajes, si eran cortos. Habia salido con Anika, una griega hija de un banquero importante, pero le puso los cuernos con otra persona y no queria saber nada de mujeres. Tampoco es que tuviesen una relacion formal ni seria. Asi que no le dolio lo mas minimo cortar con ella. -Hijo, ?y a quien dejaras todo esto? Al menos nosotros te lo hemos dejado a ti. Tu padre ha creado un imperio y se que tu doblaras ese trabajo. Eres inteligente, pero una mujer buena a tu lado... -Quiza mas adelante te de una sorpresa, mama. tranquila soy joven aun, -Si, piensalo, tu padre me tenia a mi cuando volvia de sus viajes, y hemos sido felices treinta y cinco anos. -Ya veremos. Ahora viajo mucho y trabajo mucho mas. Papa se ha dado a la buena vida y estoy haciendo auditorias en todas las empresas antes de tomar decisiones importantes. -Tu padre ya ha trabajado bastante, viajado y quiere tranquilidad. -Es cierto, yo puedo ocuparme de todo. No os preocupeis. Te quiero, mama. -Y nosotros a ti hijo -Dijo abrazandolo. En Marbella, Ana estaba muy preocupada. -?Bueno, me vais a decir que pasa? -El senor Floros se ha jubilado y ha venido el hijo, que es el que se ha hecho cargo de todas las empresas de su padre. Es un joven duro, no es como su padre. -Bueno ?Y que pasa? -Ha hecho una auditoria en la empresa. Las esta haciendo en todas las empresas que su padre le ha dejado. -Y bien, es normal ?no? -No hija. Tuve que sacar dinero para la casa y la buena vida que llevamos. Iba a reponerlo, pero nunca reunia suficiente. -Pero papa... ?Has robado a la empresa? -Solo lo he cogido, pero no tengo el suficiente para reponerlo todo. Lo perderemos todo, e ire a la carcel. Su hijo es duro. -?Como? -Fue para que tu madre y tu vivierais bien y fueras a la universidad de Harvard a hacer Derecho y Administracion de empresas. -Pero papa, vamos a ver, tengo 23 anos. Acabo de terminar la carrera y por supuesto no ire a hacer ningun master, podia haber estudiado en Malaga, ?cuanto debes? -No puedo decirtelo, eran pequenas cantidades para que no se notara. -?Te ha echado? Por Dios papa, ?que has hecho?... -Me ha dicho que vaya manana a verlo a las 12 de la manana. Eso significara que si y que tendra alli a sus abogados. -Bueno, buscamos un piso pequeno de alquiler en Malaga y le das la casa o la vendes, y le das el dinero, y el dinero que tengas ahorrado tambien, vendes los coches, no necesitas esos dos coches. -No tengo nada hija, y la casa no es suficiente. -?Por Dios papa, ?que has hecho? -No se hija, se me ha ido la mano y ya no pude parar. -?Por que has llevado una vida que no te correspondia? Nos has mentido. Y tu mama ?lo sabias? -y su madre bajo la cabeza. -!Por Dios! Esto es lo mas, aparte de este calor infernal de agosto. -Deja hija, a ver si manana lo puedo convencer de que me siga dando trabajo y le doy la casa a cambio, o la vendo y le doy el dinero. -Si le das la casa ?cuanto le sigues debiendo? -Dos millones de euros. -?Dos millones? ?Estais locos? Eso no lo ganaremos en la vida ni trabajando los tres con un buen sueldo, ?que has hecho? Coches de lujo, ?creias que no te pillarian? -Ha hecho una auditoria en cuanto su padre se ha ido y ha tomado el mando. -Normal. Uff. Me voy a acostar, a ver que te dice manana. Si no, recogemos las cosas y nos vamos a trabajar en lo que sea los tres y le pagamos todos los meses algo hasta pagar la deuda, aunque tengamos que trabajar toda la vida para pagarsela. Y se fue a su cuarto temblando, cabreada con su padre, muy enfadada. Y llorando. Ella nunca les habia pedido nada a sus padres, a pesar de todo, no era una chica mimada, sino trabajadora y estudiosa. Tenia el pelo largo, y era morena y bajita como su madre, de ojos verdes y nariz con pecas respingona, tenia caracter y estudios, pero nada de experiencia. Y mientras pensaba en la cama en todo, se le ocurrio ir a ver a ese tal Dimitri, hijo del ex jefe de su padre, sin cita ni nada y hablar con el del tema de su padre – Si podia llegar a un acuerdo... No sabia como era ese senor, y aunque ella era joven, 23 anos, intentaria por todos los medios que sus padres salieran bien parados. Se iria a las nueve de la manana. Y esperaria lo que hiciera falta. A las ocho y media le pidio a su madre el coche, desayuno cerca del trabajo de su padre e iba con una carpeta y un boligrafo en el bolso, puso el movil en modo avion para que no la molestara nadie. Se habia puesto una falda de verano, una blusa de maga corta, sandalias altas y se habia recogido el pelo en una cola alta. Se maquillo lo justo y entro en el edificio de oficinas del puerto donde estaba ubicado el trabajo de su padre hasta hoy. Iba nerviosa, no sabia si la recibiria, ni con quien iba a encontrarse. Y, sobre todo, como la recibiria En la recepcion pregunto por el. -No esta, -le dijo la recepcionista -ha salido a desayunar. -?Tardara mucho?, le pregunto Ana. -Una media hora, como el resto de los dias, es muy puntual. -Quisiera hablar con el. -?Tiene cita? -No, pero soy hija de Francisco Solis. -!Ah bueno! Intentare que la atienda en cuanto venga. Si quiere espere en la planta quinta. Hay sillas. Al lado de la puerta, a la derecha, frente a la puerta del director. -Gracias. Lo espero arriba. Y espero media hora justa. Ya estaba temblando de los nervios, las piernas hechas un flan y hasta la barbilla le temblaba, cuando sintio unas pisadas seguras y el corazon le latia a mil por hora. Cuando ese hombre gigante, elegante donde los hubiera, de pelo negro y ojos verdes y barba de un par de dias, se paro junto a ella... -?Es usted hija de Francisco Solis? -Si, senor... -Michelakis. -Senor Michelakis, queria hablar con usted -y Dimitri sonrio con una sonrisa lobuna. -?Que edad tienes? -?Es importante? -Si no, no se lo preguntaria. -Veintitres. He terminado la universidad, si quiere saber mas. -Si un buen dinero mio invertido y en Harvard, nada menos -Y se puso roja -Vamos pase -Y la dejo pasar primero. Y a ella le parecio ir al matadero delante de ESE hombre tan grande, y tuvo un muy mal presentimiento. Hablaba muy bien castellano. -Bueno, a ver, saco unos documentos -sientese por favor -Y ella se sento frente a el en un sillon. -Francisco solo tiene una hija, Ana.

  • Redencion (En los ojos de Van Gogh 3) de Betzacosta

    https://gigalibros.com/redencion-en-los-ojos-de-van-gogh-3.html

    Tercera y ultima entrega de la trilogia romantica <>, en la que asistiremos a la apasionante historia de amor entre Oliver y Samantha.

  • El sentido de la vida de Carla de A. M. Irun

    https://gigalibros.com/el-sentido-de-la-vida-de-carla.html

    Mi novia ha insistido en que cuente como nos conocimos. Yo no soy periodista como ella y no se mucho acerca de como estructurar un relato, asi que lo voy a hacer a mi manera intentando encontrarle un sentido a todo esto. Yo soy una chica de rutinas. Lo sigo siendo a pesar de todo. Desde que destripe un reloj con seis anos supe que era asi como queria ser. Precisa, puntual, un diente de la rueda detras de otro, esperando paciente su turno. Me levantaba, corria cinco kilometros en menos de 25 minutos, me duchaba, desayunaba algo con alto contenido en fibra (unos cereales concretos y algo de fruta). Me secaba y me planchaba el pelo y bajaba al metro a una hora determinada para poder entrar en el mismo vagon de siempre. Con tanta precision era facil olvidarse de esa puesta a punto necesaria de vez en cuando debido a ese ligero desvio de los elementos que hace que todo se vaya a la mierda. Tenia unos ocho anos cuando crei comprender por primera vez el sentido de la vida. Huia de mi hermano Jaime al que le encantaba pelearse conmigo y me escondi en la habitacion de mis padres. Con la emocion, no me dio tiempo a frenar y choque contra una de las mesillas. El reloj despertador que habia sobre ella se cayo al suelo y se rompio, dejando al descubierto el mecanismo que lo hacia funcionar. Mi hermano no paraba de reirse y de decirme que me la iba a cargar cuando se enteraran nuestros padres, pero pronto deje de oirle. Quede hipnotizada por el tic-tac del segundero y el movimiento milimetrico de las ruedas dentadas que habia en su interior. Comprendi al instante su funcionamiento. Era un mecanismo muy complejo, casi inescrutable, pero con una precision propia de un super ingenio. Como digo, traslade aquello a mi vida y me converti en un reloj. Puntual, rutinaria, paciente. Como uno de aquellos dientes de la rueda del reloj, a la espera de mi turno para hacer sonar la alarma. Encontraba series, secuencias y patrones en todos los lados, explicaba mis dudas existenciales con cadenas de causa y consecuencia. Si algo habia salido mal, lo analizaba, destripaba sus partes y daba con el error. Lo corregia y lo incorporaba a mi manual para una vida feliz. Pero todo reloj pierde el compas, la precision. La hora no es algo exacto, sino que depende de la orbita de la Tierra alrededor del Sol y, si no se corrige, un reloj puede acabar siendo una pieza completamente inutil. Solo cuando la orbita de mi vida perdio completamente el eje entendi que no entendia nada de la vida. SEPTIEMBRE I Es dificil decir donde comienza una historia. Si nos pusieramos a buscar el punto exacto donde todo empieza, podriamos remontarnos hasta el origen del universo porque es ahi desde donde surge todo. Pero somos humanos y nos gusta pensar que todo empezo con nosotros. Y no ya solo con nosotros como especie, sino en nosotros como personas unicas. Asi que yo no voy a ser menos porque esta es mi historia. Siempre recomiendan arrancar una historia con una imagen visual que ponga a la persona que escucha en un estado de atencion y que le ayude a empanizar con el protagonista. Asi que esta historia comienza conmigo, Carla Pi Fonseca, corriendo a primera hora de la manana, una rutina que rara vez me saltaba. Correr cinco kilometros al punto de la manana me ponia en modo superheroina y sentia que podia con cualquier cosa que ocurriera ese dia. Era finales de septiembre y hacia calor pese a que eran las 8 de la manana. Me puse los auriculares con una playlist que habia hecho el dia anterior eligiendo cada cancion segun sus revoluciones por minuto, y sali a correr. Empece con fuerza, pero a los dos kilometros note que me habia pasado con la motivada. Baje un poco el ritmo pensando en recuperarme un poco y aumentarlo en el ultimo kilometro. Pense que quiza me habia pasado con lo de las revoluciones por minuto. Corregir, redisenar, aplicar de nuevo. Dios, como me gustaba el aire fresco en la cara, los pulmones a pleno rendimiento, el corazon a tope, el viento haciendo remolinos en mis oidos. A pesar del flato, las piernas me iban solas y la aplicacion del movil me senalaba que llevaba mi mejor ritmo hasta la fecha. Ahora es cuando la cosa se tuerce. Note un pinchazo en el vientre. No muy fuerte. Algo ligero y fugaz. No pare de correr pero si me vi obligada a bajar el ritmo. Adios, record personal. Hola, meses de pesadilla. No bati mi record y me costo bastante completar los cinco kilometros de mi recorrido habitual. Me sentia lenta y pesada. Algo no iba del todo bien. No pasa nada, me dije. Manana ira mejor. Me diagnosticaron sindrome de colon irritable hace un par de anos. Al principio lo achaque al cambio del Instituto a la Universidad. El menu de la cafeteria, las prisas, el estres. Ingenieria Industrial mola pero exige mucho. Y el divorcio de mis padres lo agravo. Me dolia la tripa y mi medico me dijo que tenia el colon irritable, que hiciera deporte, comiera sano y evitara las bebidas gaseosas y el alcohol. Fieston. Al principio fue duro, sobretodo lo de ir a fiestas y ser la rara que bebe agua o zumos. Pero enseguida note el cambio y segui con un estilo de vida saludable. Comenzaron a definirse los musculos de mis brazos y piernas, desaparecio por completo mi dolor de espalda causado por horas y horas de estudio y tenia un vientre plano que era la envidia de mis amigas en verano. Recuerdo como fue mi primer kilometro corriendo sin parar. Pense que se me iba a salir el higado por la boca, tenia la garganta sequisima y los hombros me pesaban. Me obligue a superar la pajara hasta que consegui mi objetivo. Si hubiera tenido fuerzas habria bailando, pero apenas podia sostenerme en pie. Estaba a punto de caer de rodillas y sin embargo me sentia toda una ganadora. --?Que tal ha ido, hija? --me pregunto mi madre nada mas salir de la ducha aquella manana en que todo iba a cambiar. --Mal. He notado un pinchazo aqui --le dije tocandome un lateral del estomago--. Me ha costado mucho acabar. --Manana ira mejor. Madres. Aunque esten destrozadas por dentro siempre tratan de animar a sus hijos. Mi padre nos dejo por una chica mas joven. Digo "nos" porque nos abandono a los tres: a mi hermano, a mi madre y a mi. No fue un abandono en plan “ahi os quedais”. Le seguimos viendo, paga lo que le corresponde de nuestra universidad, y si necesitamos algo mas, sabemos que va a estar ahi, pero por lo demas, se ha quedado una relacion bastante fria. Jaime y yo teniamos 18 cuando dejo a mi madre. Nos quedamos helados. Mi madre un poco menos porque supongo que se lo esperaba. Asi que ahora somos solo los tres. Tenemos un hermano mas, Dario, pero vive en Berlin con su increiblemente adorable y sexy novia alemana Gertha, y le vemos tres o cuatro veces al ano. --?Donde estan mis cereales? --pregunte rebuscando en los armarios de la cocina. --Aqui --senalo mi hermano. Tenia la caja delante de el y una sonrisa malevola en la boca. Mi hermano es en terminos generales lo que llamariamos un gilipollas. Mis padres tuvieron a Dario, y enseguida quisieron ir a por la parejita. Les costo cuatro anos hasta quedarse embarazados, y al final, la tan ansiada parejita vino junta. Jaime y yo somos mellizos. Solo tenemos igual los ojos, con forma de dos pequenas almendras y del color de la miel. El resto no podria ser mas diferente. El es de Letras, yo de Ciencias; el es un vago, yo me lo curro cada dia; el se ligaba a una tia cada finde, y yo… yo solo bebia los vientos por una. Me acerque a la mesa donde estaba mi hermano desayunando para coger la caja de cereales. La levante y note que estaba vacia. Jaime se llevaba a la boca la ultima cucharada de leche con cereales. Sonreia tontamente mientras la leche le caia por el labio de abajo. --?Te has comido mis cereales? --le grite. --Oh, lo siento --respondio con parsimonia. Se levanto y dejo el bol en el fregadero. --Mama, dile algo a este gilipollas. --!Carla! --me regano mi madre--. No llames gilipollas a tu hermano. Jaime me hacia la burla a espaldas de mi madre. --Sabes que necesito desayunar esos cereales para… --!Para cagar! --termino Jaime que hizo una pedorreta con la boca y salio de la cocina. Y ese tio queria entrar en la Sorbona. El dia habia empezado torcido y no parecia que fuera a enderezarse. Solo habia una cosa que si sabia que iba a ocurrir. Y era lo unico que me podia alegrar la manana. Me planche el pelo con esmero. Lo tenia largo y negro y si no me lo planchaba se me erizaba y quedaba fatal. Busque las lentillas, pero en la caja solo habia una. Seguro que mi hermano habria perdido alguna suya y me habria robado la mia. Gruni, me puse las gafas y sali de casa para ir a la facultad. II Una manana de hace un par de semanas, nada mas empezar el curso, me subi al metro pensando que seria un trayecto mas. Entre al vagon y me sente sin prestar mucha atencion a la gente. Escuchaba musica y, en un momento dado, me sorprendi a mi misma cantando por lo bajo. Pare en seco y mire a mi alrededor por si alguien me habia escuchado. Entonces la vi. Vi a la chica del metro. La chica del metro tenia algo que me gustaba mucho, pero no sabria describirlo. Tenia el pelo y los ojos castanos. Unas pestanas largas y preciosas que no hacia falta maquillar y un look desalinado. Echaba vistazos rapidos a la gente y se detenia en detalles aparentemente insustanciales del vagon como senales o carteles. Parecia un gorrion asustado que acababa de caer del nido. Solia pensar que eran idas de olla mias, pero cada dia que pasaba y la veia, me convencia de que la chica del metro era sensible y divertida. Asi era como yo me la imaginaba. Y me encantaba. Toda aquella primera semana trate de encontrar el momento para coincidir con ella en el metro, y lo consegui. No fue facil puesto que era comienzo de curso y aun no teniamos las rutinas definidas. La siguiente semana me deje ver, me esmere en arreglarme con mis mejores prendas. El verano se estaba acabando, pero la ropa aun daba algo de juego. Camisas con un boton de mas desabrochado, tirantes, coletas para mostrar el cuello... Supe que habia conseguido llamar su atencion cuando, a la tercera semana, coincidimos todos los dias. Creia eso de verdad. Creia que habiamos hecho un pacto silencioso en el cual quedabamos en un vagon concreto, a una hora determinada. Queria creerlo. El tren entro en la estacion. Mire mi reloj de pulsera, regalo de mi padre tras acabar el Instituto, pocos dias antes de que nos anunciara su decision de dejarnos. Cuando nos lo dijo, hubiera lanzado el reloj por la ventana, pero era precioso y me encantaba. A la saeta del minutero le faltaban tres rayitas para llegar a la hora senalada, asi que deje pasar el tren. Espere al siguiente tren. Siempre tenia cosquillas en el estomago durante ese rato, como si estuviera pixelado. Cuando por fin llego, respire hondo y entre. Ahi estaba ella, con sus vaqueros caidos, su camiseta de rayas y su cazadora vaquera. Suspire y, como en todos los viajes, nos dedicamos a esquivarnos la mirada. No se por que lo haciamos. No se por que ninguna de las dos no daba el paso despues de tanto tiempo. O si lo se. Lo se perfectamente. La razon romantica era para no romper la magia. La razon real era porque ninguna de las dos habiamos hecho eso antes y no estabamos seguras de si lo que veiamos en la otra eran senales o imaginaciones.

  • Eleanor Oliphant esta perfectamente de Gail Honeyman

    https://gigalibros.com/eleanor-oliphant-esta-perfectamente.html

  • Leyendas y Banderas de Maria Santorum

    https://gigalibros.com/leyendas-y-banderas.html

    Miguel es un chico inteligente, ambicioso y apasionado que trabaja en el Servicio de Informacion de la Guardia Civil. Tras la ruptura con su novia y la muerte de su mejor amigo a manos de la banda terrorista E.T.A., decide aceptar la mision mas estimulante de su vida: mudarse a Kuartango, un despoblado valle alaves, bajo una nueva identidad, con el objetivo de conseguir pruebas para arrestar a los asesinos de su amigo. ?Conseguira identificar a los verdaderos culpables?

  • Momentos especiales (Extras Moteros 5) de Patricia Sutherland

    https://gigalibros.com/momentos-especiales-extras-moteros-5.html

    Despues de semanas viendo a Pau echar el resto para poder estar juntos, Tina decide, por una vez, ser quien de el paso, y se presenta por sorpresa en Menorca.

  • Yo, quien os habla de Primo Levi

    https://gigalibros.com/yo-quien-os-habla.html

    La familia, la infancia, los anos de formacion durante el fascismo en Italia, los amigos de adolescencia, las lecturas, la timidez, la pasion por la montana. Luego la guerra, el regreso a casa y una vida dedicada a su oficio de quimico. Tras casi treinta anos enterrada, sale a la luz esta emocionante conversacion que Primo Levi sostuvo con Giovanni Tesio en 1987, con el objetivo de realizar, con su resultado, una biografia autorizada.

  • Yo no decidi sonarte de Eva Cornudella

    https://gigalibros.com/yo-no-decidi-sonarte.html

    Silvia es una abogada en plena crisis personal y familiar, y Lola una profesora de bachillerato que esta inmersa en una relacion tormentosa. Ambas deciden tomarse un parentesis en sus vidas. En esa huida de su realidad coincidiran de la forma mas inesperada y acabaran compartiendo tres dias con Paco, editor profesional, y Mario, neurologo y psicoanalista, viviendo una serie de experiencias que les llevara a creer en la fuerza de lo inexplicable.
    Pero la novela nos lleva un paso mas alla: la conexion que experimentan los personajes escapa de la racionalidad cientifica y los cuatro buscaran una explicacion a lo ocurrido durante esos dias.
    "Yo no decidi sonarte” es una novela inquietante donde la realidad y el mundo inconsciente se mezclan y confunden por momentos.
    Valorada por el departamento de lectura de la agencia Sandra Bruna como una novela "sin cargas retoricas ni pretension de adoctrinar al lector, en la que la autora transmite unas teorias a traves de la voz narrativa de sus personajes y es el lector quien decide la postura que quiere tomar", “Yo no decidi sonarte” nos hace plantear las siguientes preguntas:

  • Ella, el… y el danes de Ana Alvarez

    https://gigalibros.com/ella-el-8230-y-el-danes.html

    Una novela de amor repleta de risas y emociones que hara, una vez mas, las delicias de las fans de la autora y entusiasmara a sus nuevas lectoras.

  • Comer para no morir, Michael Greger de Michael Greger

    https://gigalibros.com/comer-para-no-morir-michael-greger.html

    La gran mayoria de muertes prematuras podrian prevenirse con tan solo llevar a cabo sencillos cambios en la dieta y en el estilo de vida. En Comer para no morir, el doctor Michael Greger, experto en nutricion y medico de fama mundial, analiza las quince primeras causas de muerte (enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cancer, diabetes, enfermedad de Parkinson o hipertension arterial, entre otras) y explica como algunos cambios en la alimentacion y el estilo de vida pueden ser mas eficaces que las pastillas u otros tratamientos farmacologicos y quirurgicos, y de este modo vivir una vida mas saludable.

  • Tu sangre y tus besos de Sophie Kiss

    https://gigalibros.com/tu-sangre-y-tus-besos.html

    Para este Helloween. Aquella salida nocturna a Shirley le cambio la vida para siempre, sacandola de su rutinario y monotono estilo de vida, viviendo nuevas e intensas aventuras al lado de Rene y Marcus, dos hermosos hombres que tienen una gran sorpresa guardada entre manos. Al ver a Shirley no lo dudaron y la eligieron para estar con ella.

  • Damas Asesinas de Tori Telfer

    https://gigalibros.com/damas-asesinas.html

    Al hablar sobre los criminales mas letales de la historia, siempre pensamos en Jack el Destripador, Ted Bundy o John Wayne Gacy. De hecho, en 1998, el FBI afirmo que las asesinas en serie <>. Pero ?que hay de la infame condesa Erzsebet Bathory --apodada <>--, de Mary Ann Cotton --virtuosa del <>--, de Darya Nikolayevna Saltykova --<>--, de Nannie Doss --<>--, de Alice Kyteler --<>-- o de Kate Bender --<>--? Ingenioso y provisto de un enfoque que arrincona las explicaciones faciles (<>, <>, <>) y los topicos machistas (<>), este esclarecedor estudio glosa las actividades agresivas y predatorias que las mujeres mas letales nos han legado para la posteridad. Una sugerente compilacion de damas letales, dotada de un vitriolico humor negro, que rescata del olvido a catorce maestras del crimen que hicieron de lo sangriento un arte: horneando deliciosos pasteles con sorpresa, manejando el cuchillo con habilidad mortal o administrando sibilinos venenos a prueba de autopsia.

  • Adonde vuelan las golondrinas de Elizabeth Bowman

    https://gigalibros.com/adonde-vuelan-las-golondrinas.html

    ?Que lleva a un hombre a la crueldad con otro hombre? ?Que lleva a una sociedad a esclavizar a sus semejantes, a tratarlos con desprecio, a considerarlos una mercancia? Esas preguntas son las que se hace Rebecca Hale cuando llega desde Inglaterra al sur de los Estados Unidos, a Old Oak, una plantacion en la que el maltrato es moneda corriente, en la que la crueldad se exhibe como un trofeo. Contratada para trabajar como institutriz, Rebecca debe lidiar con el caracter irascible del dueno de la hacienda y con el orgullo sureno que no termina de aceptarla como una igual.

  • En la linea de fuego de James Brabazon

    https://gigalibros.com/en-la-linea-de-fuego.html

    Reporteros de guerra, agentes infiltrados, fuego cruzado: un apasionante thriller sobre la vida en el frente.

  • Luchando por ella de Amy Brent

    https://gigalibros.com/luchando-por-ella.html

    iona Cassidy Aunque parezca de locos, creo que Kyle queria que lo pillara follando con Wendy Lowenstein en nuestra propia cama aquella noche. Sabia que yo llegaria despues de las diez. Era como si todo estuviera planeado solo para ver mi mirada de sorpresa y mi cara de asco. Wendy era la jefa de Relaciones Publicas de la empresa de Kyle, Cassidy Event Management. Una pelirroja bajita, de tetas grandes y expectativas pequenas, que habria saltado de un puente si Kyle le hubiera dicho que lo hiciera. Era guapa, aunque iba siempre demasiado maquillada; de ojos azules y labios gruesos, que mojaba con la lengua todo el tiempo, especialmente cuando Kyle estaba en la misma habitacion. Resultaba muy triste lo pateticamente colada que estaba por mi marido. Por supuesto, Kyle era apuesto; alto, se mantenia en forma, tenia un bonito cabello rubio arena, tez bronceada, brillantes ojos verdes y una preciosa sonrisa que, en los viejos tiempos, hacia que me derritiese. Parecia mas un surfista vestido de Armani que el director general de una multimillonaria empresa dedicada a la organizacion de eventos. Y la mayoria de las veces, actuaba de esa manera. Tambien era un verdadero seductor, demasiado cuando se trataba de mujeres con las que queria acostarse. Kyle se autoproclamo como un experto dando abrazos. Si eras mujer, encontraba una razon para tocarte el brazo o ponerte la mano en la espalda. Te abrazaba cuando entrabas en la habitacion y te abrazaba cuando te ibas. A veces, el gesto duraba demasiado como para ser simple cordialidad. A mi solia abrazarme asi. Y yo solia disfrutarlo. Ahora, en cambio, no. Encuentro sus abrazos repulsivos. Lo mas chocante de pillarle con Wendy fue que ella no encajaba en su tipo. Wendy era bajita, no estaba delgada y era la tipica persona ansiosa por complacer. Todas las mujeres con las que me habia enganado, al menos las que yo conocia, eran altas y delgadas, de pelo rubio y ojos azules, como yo. Tal vez mi magullado ego asumia que yo establecia el estereotipo de las chicas con las que Kyle se acostaba. Tal vez el hecho de que se parecieran a su esposa era solo una coincidencia. O, tal vez, nunca tuvo un tipo de mujer en concreto. Quiza se habia abierto camino entre las rubias altas y, ahora, estaba pasando a las pelirrojas gorditas. No me sorprendio lo mas minimo que Wendy se acostara con mi marido. Se lo habria follado en la plaza del pueblo al mediodia si el quisiera. Ella, literalmente, babeaba cuando Kyle la miraba. Practicamente tenia tatuada en la frente la palabra <>, al menos en lo que respectaba a Kyle. Siempre senti un poco de lastima por ella, hasta que la encontre tirandose a mi marido en mi casa, en mi cama. No me habria molestado tanto si se lo hubiera montado con Wendy en su despacho, apoyando su gordo trasero sobre su escritorio, pero la trajo a mi casa, le quito la ropa y se la follo en mi cama. Hace mucho tiempo que dejo de importarme que Kyle follase con otras, era un hecho que habia asimilado ya, pero tenia que respetar ciertos limites si esperaba que siguiese casada con el. Y mi casa estaba fuera de ellos. Kyle sabia que iba a asistir a esa cena benefica con sus padres --su propia empresa la patrocinaba--, que terminaria sobre las diez y que me iria directamente a casa, por lo que llegaria a las diez y media como muy tarde. Debi suponer que algo pasaba cuando vi a ese babuino de Danny O’Shea frente a nuestro edificio, fumando con el portero. Kyle no era capaz ni de ir a cagar, a menos que supiera que Danny vigilaba. Desde luego, su vida no estaba en peligro. No era ningun mafioso, por el amor de Dios, aunque a veces creo que se imaginaba a si mismo como tal. Su serie favorita era Los Sopranos. Adoraba a Tony Soprano; el mafioso asesino, tramposo, despiadado y fornido que hacia lo que queria a quien queria, sin importarle las consecuencias. La idea de hacer lo que quisiera, sin tener que rendir cuentas, fascinaba a Kyle. --Imaginate el vivir sin preocuparse por las repercusiones de tus actos --me dijo una vez mientras veiamos la serie en la cama, despues de una ronda de sexo a medias--. ?No seria genial? Esa fue su manera de decirme que yo era una repercusion. Yo era la unica ante la que respondia, aunque ya no lo hacia mucho. No le importaba lo que yo pensara, siempre y cuando mantuviera las apariencias y no malgastara su fortuna familiar. La diferencia entre Tony Soprano y Kyle Cassidy era que Tony Soprano era un ganster y Kyle no. Aunque ambos coincidian en algo: no tenian corazon. Danny O, como Kyle llamaba a su gorila, no me dijo nada cuando sali de la limusina y espere a que el portero me abriera la puerta para entrar. Danny habia sido luchador profesional y su cara lucia las marcas y cicatrices de la docena de anos que habia pasado peleando contra otros hombres tan grandes como el. Su frente colgaba sobre sus ojos, como la ceja de un cavernicola. La nariz se la habian roto numerosas veces, por lo que en el puente tenia un chichon y la punta se inclinaba extranamente hacia la derecha. Su oreja derecha habia sido tan golpeada que, ahora, semejaba una coliflor y su rapada cabeza estaba llena de cicatrices, que el mostraba como insignias de honor. Su complexion era fuerte, por supuesto; hombros anchos y brazos gruesos que parecia que, en cualquier momento, romperian las costuras de los caros trajes que llevaba; trajes comprados por mi marido. Lo mas amenazante de Danny O’Shea, al menos para mi, eran sus ojos. Nuestras miradas se encontraron un instante cuando sali de la limusina y camine hacia la puerta. Fue como mirar fijamente los ojos muertos de un tiburon justo antes de que hundiera sus dientes en tu carne. No soportaba estar cerca de Danny O’Shea y sabia que el no me apreciaba mucho. Me miraba como si fuera a comerme de un solo bocado, pero Kyle adoraba a ese pitbull. Danny haria lo que Kyle le dijera, cosas que mi marido nunca se atreveria a hacer por si mismo. Una vez dentro del ascensor, puse mi tarjeta en la ranura y marque los numeros del teclado para que me llevara a nuestro atico, en el piso 30. Me recoste contra la pared del fondo y suspire. Entonces, contemple mi reflejo en las puertas de espejo. Parecia cansada, a pesar de que el maquillaje y el pelo siguieran aun perfectos. El corto vestido negro que llevaba y los tacones hacian que mis tonificadas y bronceadas piernas se vieran increibles, pero los zapatos me estaban matando y el tanga se me habia metido incomodamente por el culo. Lo unico que deseaba en ese momento era llegar a casa, desnudarme y meterme en la banera. Di por hecho que Danny habia avisado a mi marido de que estaba subiendo. Kyle probablemente ya estaria borracho, repantingado frente a la television, viendo una pelea de lucha libre. No me sorprendio que no se presentara aquella noche a la velada, aunque me habia jurado que lo haria. Las promesas de Kyle tenian muy poco peso para mi. ?Por que se molestaba en mentirme, si ambos sabiamos que no las cumpliria? Supongo que era un habito. A veces me preguntaba cuanto tiempo tratariamos de seguir manteniendo lo nuestro. Kyle odiaba todo lo que no implicara a hombres sudorosos dandose palizas sobre un ring o a mujeres bailar desnudas alrededor de una barra. Los actos de caridad eran proyectos de su madre, Ramona, y como el padre de Kyle --Edward-- era el dueno de la compania y controlaba los hilos, querian que su unico hijo estuviera con ellos. Kyle tenia que asistir, sin embargo, solia inventarse cualquier excusa de ultimo momento para no ir y a mi no me quedaba otra que acudir sola. Eso no me importaba. En realidad, me caia bien su padre y podia tolerar a su madre. Ademas, resultaba agradable alejarse de el, aunque fuera solo por una noche. --Nos vemos alli, Fee --me habia dicho mi marido por telefono a las ocho. Supongo que me llamo <> porque Fiona debia ser demasiado esfuerzo para el. Cuando trate de localizarlo, media hora despues, saltaba directamente el buzon de voz. Su madre estaba decepcionada. Su padre, furioso. A Kyle le esperaba una buena bronca el lunes, aunque no serviria de mucho. Las puertas del ascensor se abrieron en nuestro vestibulo. El atico era enorme --tenia mas de quinientos metros cuadrados-- y era todo un homenaje al despilfarro. Mi suegra habia insistido en decorarlo como regalo de aniversario y Kyle se nego a que yo lo redecorara porque eso heriria los sentimientos de su madre. Dios, odiaba aquellos adornos tan recargados, los muebles antiguos, el pesado papel tapiz y las persianas. Parecia sacado de una vieja pelicula. El dia en que la madre de Kyle muriera, seria el dia en que comenzaria la redecoracion. El atico tambien tenia mucho mas espacio del que necesitaban dos personas. Incluso aunque, como nosotros, se evitaran y vivieran en extremos opuestos de la casa. Mi dormitorio era mi santuario personal, mientras que Kyle pasaba la mayor parte del tiempo en la sala, donde una gigantesca pantalla de television cubria una pared entera. Cuando Kyle compro el piso, sin siquiera consultarme, dijo que era porque seria el lugar perfecto para formar una familia ya que habria espacio de sobra para que los ninos jugaran. Eso fue hace cinco anos y todavia no tenemos hijos. Lo intentamos durante un tiempo, sin embargo, luego parecio convertirse en una carga para el; tener relaciones con el fin de tener hijos, en vez de como simple diversion, no es lo suyo. Asi que, el sexo disminuyo de manera constante y la idea de formar una familia se perdio por el camino. Me alegro de que no hubieramos tenido hijos. No desearia que un nino tuviera que soportar un matrimonio como el nuestro. Aunque, lo cierto, es que tampoco recuerdo cuando fue la ultima vez que nos acostamos juntos. Apostaria a que no fue muy bueno. Al salir del ascensor, el atico estaba en silencio. Deje el bolso y las llaves en la mesita del vestibulo y me saque los tacones porque los pies me estaban matando. Cogi los zapatos y me dirigi a nuestra habitacion. El dormitorio principal se hallaba al final de un largo pasillo. Iba por la mitad del corredor cuando, de pronto, oi unos gemidos que procedian de nuestro cuarto, cuya puerta estaba entreabierta. Enseguida supe lo que pasaba alli dentro. Reconoci vagamente los silbidos y grunidos de Kyle. Eran unos sonidos que hacia mucho que no oia. Como pude encontrarlos sexis antes. Me acerque hasta la puerta y me asome. Entonces, vi a Wendy acostada en mi cama, con el culo en el borde del colchon. Sus piernas se encontraban abiertas de par en par, sus pies en el aire y apretaba los punos con fuerza en mis sabanas. Kyle estaba de pie entre sus muslos, sosteniendola por los tobillos, mientras entraba y salia de ella con un movimiento tan brusco que parecia que montaba un toro mecanico. Me concentre en Wendy por alguna razon. Probablemente porque ya habia visto a Kyle follar y nunca fue tan impresionante. Sus grandes tetas saltaban como globos de agua en su pecho. Tenia los ojos cerrados y se mordia el labio inferior, al tiempo que emitia pequenos chirridos cada vez que Kyle se metia en ella. Kyle iba a toda velocidad. Salia casi fuera de su sucia vagina y, luego, empujaba tan fuerte que sus pelotas golpeaban su culo carnoso y causaron que todo su cuerpo saltara. La polla de Kyle no era larga, pero era extranamente gruesa, semejaba mas un pepino gordo que un pene. Tuve que reconocerle el merito. Estaba dandole un gran uso a lo que tenia. Aparentemente, no habia perdido su toque porque Wendy lloraba como una verdadera banshee al ser liberada de la caja de Pandora.

  • A sangre fria (Beatrix Rose 1) de Mark Dawson

    https://gigalibros.com/a-sangre-fria-beatrix-rose-1.html

    Siguiendo la estela de Jason Bourne y Jack Reacher, A sangre fria es un trepidante thriller que introduce a los lectores en el mundo de Beatrix Rose, una nueva heroina cuya sed de venganza no conoce limites.

  • Las dos bodas de Cloe (Rebecca) de Grace Marie March

    https://gigalibros.com/las-dos-bodas-de-cloe-rebecca.html

    Cloe llevaba una vida muy sencilla, trabajaba unas horas en un supermercado y cuidaba de su sobrina Phoebe, a la ultima persona que esperaba ver como la ayudaba, era precisamente al padre de Phoebe, pese a que su hermana le dijo muchas veces que el vendria tan pronto como supiera que iba a ser padre, habia tardado seis anos en hacer acto de presencia.
    Aidan acababa de descubrir que supuestamente tenia una hija, despues de que su abogado le hiciera leer una carta extraviada entre sus papeles, ahora veia frente a el que no solo la nina necesitaba su ayuda, sino tambien la mujer que la cuidaba, y claro, no pudo evitar actuar como su heroe.
    Angeline vio como de un dia para otro, pasaba de trabajar para un hombre al que igual estaba meses sin ver, a trabajar para un hombre que estaba en casa cada vez que podia, los cambios en el se producian debido a las dos personas que se habian instalado en la casa, principalmente por una de ellas, pero tenia miedo de que con su comportamiento acabara perdiendola finalmente.
    ?Conseguiran su ‘y fueron felices para siempre’?

  • Mi nombre es Can Yilmaz de Kate L. Morgan

    https://gigalibros.com/mi-nombre-es-can-yilmaz.html

    Olivia es una mujer que trata de salvar su maltrecho matrimonio que se ha convertido en enteramente convencional y rutinario. Ella siempre se imagino que su vida en Londres y al lado de Charles seria completamente diferente, pero se equivoco.
    En un momento decisivo de su vida, Olivia conocera a Can Yilmaz, un apuesto y viril turco que la ayudara a reencontrarse asi misma, y enfrentarse a todos sus fantasmas. Can Yilmaz parece ser su redencion y supervivencia, hasta el punto de valorar si continua con su actual vida o no.

  • Cuatro bodas por amor (Damas y libertinos 3) de Stephanie Laurens

    https://gigalibros.com/cuatro-bodas-por-amor-damas-y-libertinos-3.html

    Cuando Max Rotherbridge, duque de Twyford, supo que, junto con el titulo y las propiedades de su tio, acababa de heredar la custodia de cuatro jovenes ricas y casaderas, se quedo estupefacto.

  • Tu tan jefe y yo. !Tan caprichosa! – Ariadna Baker de Ariadna Baker

    https://gigalibros.com/tu-tan-jefe-y-yo-tan-caprichosa-8211-ariadna-baker.html

    Con una vida de ensueno y un trabajo como subdirectora de una de las revistas mas importantes del corazon de Miami, Jennifer cree tenerlo todo.
    Cuando el dueno de esta se jubila y es su hijo quien viene a tomar el control, la atraccion entre ellos hara explotar una serie de acontecimientos para los que no estaban preparados.
    El es un misterio, con una vida oculta que ella intenta sacar a la luz. Sin saber que, de camino, sera arrastrada a un mundo desconocido y que a la vez necesitara.
    Una historia de romance y pasion que te enganchara a ella desde el primer momento.

  • Al escondite ingles de Reina Gonzalez Rubio

    https://gigalibros.com/al-escondite-ingles.html

  • Legendary (Caraval 2) de Stephanie Garber

    https://gigalibros.com/legendary-caraval-2.html

    Mientras que algunas habitaciones de la finca tenian monstruos escondidos debajo de las camas, Tella juraba que la suite de su madre ocultaba gran encanto. Toques de luz esmeralda espolvorearon el aire como si las hadas vinieran a jugar cada vez que su madre se fuera. La habitacion olia a flores arrancadas de jardines secretos, e incluso cuando no habia brisa, las cortinas transparentes ondeaban alrededor de la magnifica cama con dosel. Arriba, un candelabro de citrino saludo a Tella con los sonidos musicales de los besos de cristal, lo que le hizo facil imaginar que la suite era un portal embrujado a otro mundo. Los pequenos pies de Tella no emitieron ningun sonido mientras pasaba de puntillas por las gruesas alfombras de marfil hacia el tocador de su madre. Rapidamente, miro por encima del hombro y luego agarro el joyero de su madre. Elegante y pesada en las manos de Tella, la caja estaba hecha de nacar y cubierta de filigrana de oro con tela de arana; A Tella le gustaba fingir que tambien estaba encantada, porque incluso cuando sus dedos estaban sucios, afortunadamente nunca dejaban huellas. A la madre de Tella no le importaba si sus hijas jugaban con sus vestidos o si se probaban sus elegantes zapatillas, pero les habia pedido que no tocaran esta caja, lo que solo lo hacia mas irresistible para Tella. Scarlett podia pasar sus tardes sonando despierta con espectaculos itinerantes como Caraval, pero a Tella le gustaba tener aventuras reales. Hoy fingio que una reina malvada sostenia cautivo a un joven principe elfo, y para salvarlo, necesitaba robar el anillo de opalo de su madre, la joya favorita de Tella. La piedra lechosa era cruda y aspera, con forma de estrella, con puntas afiladas que a veces le pinchaban los dedos. Pero cuando Tella levanto el opalo hacia la luz, la piedra chispeo, cubriendo la habitacion con ascuas de cerezas luminiscentes, oro y lavanda que insinuaban maldiciones magicas y polvo de duende rebelde. Lamentablemente, la banda de laton era demasiado grande para el dedo de Tella, aunque cada vez que abria la caja, todavia se la ponia en caso de que hubiera crecido. Pero este dia, justo cuando Tella se deslizo en el ring, noto algo mas. El candelabro sobre ella se inmovilizo como si tambien hubiera sido sorprendido. Tella se sabia de memoria todos los articulos de la caja de joyeria de su madre: una cinta de terciopelo cuidadosamente doblada con bordes de oro, aretes de color rojo sangre, una botella de plata empanada que, segun su madre, contenia lagrimas de angel, un relicario de marfil que no se abria, una pulsera de chorro que Parecia que pertenecia al brazo de una bruja en lugar de a la elegante muneca de su madre. El unico articulo que Tella nunca toco fue la bolsita de color gris sucio, que olia a hojas mohosas y a dulce muerte de charnela. Mantiene a los duendes alejados, su madre una vez bromeo. Tambien mantuvo alejado a Tella. Pero hoy, el pequeno bolso feo parpadeo, atrayendo a Tella hacia el. En un momento parecia un monton de podredumbre y olia a descomposicion. Un parpadeo despues, en su lugar, descansaba un reluciente mazo de cartas, atado con una delicada cinta de raso. Luego, en un instante, volvio a la desagradable bolsa antes de que se transfigurara nuevamente en las tarjetas. Abandonando su mision de juego, Tella rapidamente agarro el cordon sedoso y levanto la cubierta de la caja. Al instante dejaron de moverse. Las tarjetas eran muy, muy bonitas. Eran de un tono tan oscuro de sombra de noche que eran casi negros, con pequenos toques de motas doradas que brillaban a la luz y hebras remolinos de un profundo relieve rojo violeta que hacia que Tella pensara en flores humedas, sangre de brujas y magia. No se parecian en nada a las debiles cartas en blanco y negro que los guardias de su padre le habian ensenado a jugar juegos de apuestas. Tella se sento en la alfombra. Sus agiles dedos hormiguearon mientras desataba la cinta y volteaba la primera carta. La joven retratada le recordo a Tella a una princesa cautiva. Su hermoso vestido blanco estaba desgarrado, y sus ojos en forma de lagrima eran tan bonitos como el cristal de mar pulido, pero tan tristes que les dolia mirarlos. Muy probablemente porque su cabeza estaba enjaulada en un globo redondo de perlas. Las palabras "La doncella de la muerte" se escribieron en la parte inferior de la tarjeta. Tella se estremecio. No le gustaba el nombre, y no le gustaban las jaulas, ni siquiera las nacaradas. De repente tuvo la sensacion de que su madre no querria que ella viera estas cartas, pero eso no impidio que Tella volcara otra.

  • 13 Locuras que regalarte de Alice Kellen

    https://gigalibros.com/13-locuras-que-regalarte.html

    * Tercera y ultima entrega de la serie "Volver a ti".
    * De la autora de referencia New Adult, Alice Kellen, otra novela tan adictiva, sexi y dulce como las dos anteriores de esta trilogia.
    * Una serie que ya ha conquistado el corazon de miles de lectoras.

  • Milagro de Danielle Steel

    https://gigalibros.com/milagro.html

    Danielle Steel, la maestra de la novela romantica, nos ofrece de nuevo una novela milagrosa que entretiene y emociona.

  • Que nadie duerma de Juan Jose Millas

    https://gigalibros.com/que-nadie-duerma.html

    Un delirio de amor recorre la ciudad. Y bajo lo aparente, asoma lo extraordinario.

  • Cementerio prohibido de Francois Villanueva Paravicino

    https://gigalibros.com/cementerio-prohibido.html

    El conjunto de relatos de Cementerio prohibido de Francois Villanueva Paravicino mezcla el terror y lo fantastico con un estilo finamente descarnado, en cuyas paginas desfilan verdugos, canibales, condenados, catastrofes, asesinatos, longevos, pesadillas, alienados, y zombis. El autor hace gala de un tacto hipersensible para sufrir y recrear el miedo, aquel temor que obsesiona al lector de este genero, y que le revelara el oscuro rostro del Mal. Tal vez esta propuesta sea un tributo a Poe, Maupassant, Lovecraft, Shelley, Kipling, Byron, Quiroga, Clemente Palma, y otros genios que vislumbraron en las tinieblas una luz para forjar el oficio de la escritura literaria. El que se aventure en estas misteriosas paginas, se intrigara con las historias que lo cuestionaran sobre lo real, lo tragico, la muerte, la verdad o sobre la propia existencia. Por ello, la puerta esta abierta.

  • Un angel vestido de escarlata de Paulina Maggi

    https://gigalibros.com/un-angel-vestido-de-escarlata.html

    Un angel vestido de escarlata narra la historia de superacion de una mujer que se creia una cascara vacia.

  • Tras el desvario del amor (Sexo, amor y rock ‘n’ roll 2) de J. A. Silva

    https://gigalibros.com/tras-el-desvario-del-amor-sexo-amor-y-rock-8216-n-8217-roll-2.html

    La vida de Leo es una autentica tortura ahora que no esta Liliana. Al enterarse de que ha sido enganada, la chica se va, sin darle la oportunidad a Leo de explicar lo ocurrido.
    Ni siquiera el puede recordar lo sucedido. En su mente todo esta confuso, nada tiene sentido y se encierra en la soledad por el dolor que siente al haber perdido a su amada.
    Liliana, en busca de cobijo, vuelve a la ciudad con sus padres. Alli descubre que nada es como antes y su vida comienza a ir de mal en peor.
    Los dos mundos que antes unio el destino se separan como si de un juego de ninos se tratase. Y aunque la llama intenta apagarse, no hay retorno a la conciencia tras el desvario del amor.

  • Finge que me amas (Sweet love 6) de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/finge-que-me-amas-sweet-love-6.html

  • Lo que nunca te cante, Cara A de Lena Valenti

    https://gigalibros.com/lo-que-nunca-te-cante-cara-a.html

    Una siempre cree estar satisfecha con la vida que tiene. Yo, por ejemplo, asi lo siento.
    Tengo una relacion estable con un chico que me quiere y que me encanta, mi vocacion es mi trabajo, me rodeo de buenos amigos, tengo salud y unos padres que me apoyan en todo.
    No pido nada mas. Pero si esto fuera asi, no tendria nada que decirte.

  • E de Evidencia de Sue Grafton

    https://gigalibros.com/e-de-evidencia.html

    Todo empieza en el lunes de esa semana algo tonta que media entre Navidad y Ano Nuevo en el que Kinsey Millhone se encuentra empantanada en un caso de reclamacion por incendio provocado. Algo le molesta, pero no consigue dar en el clavo. Para colmo, al abrir el correo de la manana, se da cuenta de que en la propia cuenta bancaria le han ingresado erroneamente 5000 dolares. Kinsey nunca ha creido en Papa Noel y no va a cambiar de idea a estas alturas. De modo que, resignada, llama al Banco: de pronto el deposito de 5000 dolares deja de ser un error para pasar a ser un buen lio. Tras las primeras averiguaciones, Kinsey descubre que su futuro inmediato esta intimamente ligado al pasado de una familia y el explosivo secreto que la ha protegido durante veinte anos. Al ahondar en el caso, descubre que poner a prueba el pasado --y mas si es el de una familia-- puede tener consecuencias letales, ya que se encuentra siguiendo las huellas de un crimen que conducen al umbral de su propia puerta...

  • La corona de cristal de Marta Eguiluz Alaminos

    https://gigalibros.com/la-corona-de-cristal.html

    Para Sophie comenzar una nueva vida no es sencillo.
    La oportunidad de pertenecer a una de las familias mas importantes de Inglaterra no es facil de sobrellevar. Pronto deberan mudarse a palacio, junto a la familia real.

  • El nomada nocturno y la restauradora de corazones rotos de Fernando Villanueva

    https://gigalibros.com/el-nomada-nocturno-y-la-restauradora-de-corazones-rotos.html

    Leonardo Montiel, un obsesivo y compulsivo contador de cuarenta y ocho anos, toma la dolorosa decision de abandonar a su familia despues de mas de veinte anos de un convulso y desventurado matrimonio con Laura Montoya, su desquiciada, colerica y prepotente esposa. Sus planes son viajar a Espana, especificamente a Palma de Mallorca, en donde, segun el, podra rehacer su vida con la ayuda de Eduardo Rojas, su amigo de toda la vida. Y es que esa precipitada decision Leonardo la toma porque, ha descubierto que la perturbada de Laura adquirio recientemente un arma, y todo parece indicar que esta empenada en utilizarla.

  • Metodo Bravo de Monica Galan Bravo

    https://gigalibros.com/metodo-bravo.html

    Este libro pretende ser un manual de ayuda gracias al que cualquier persona obtenga las claves practicas, tecnicas y herramientas imprescindibles para triunfar hablando en publico, pasando del miedo al placer escenico.

  • Nadie se muere de esto, Fatima Casaseca de Fatima Casaseca

    https://gigalibros.com/nadie-se-muere-de-esto-fatima-casaseca.html

    La certeza de que su novio le es infiel conduce a Elena a una crisis que le hara replantearse su vida por completo, y descubrir asi una nueva necesidad: la de encontrarse a si misma.

  • 7 things de Natalia Olmedo

    https://gigalibros.com/7-things.html

    Ariadna se siente enjaulada bajo la obsesion de su madre por las apariencias y el protocolo.
    Rodrigo tiene un sueno: conquistar a Ariadna.
    Los destinos de ambos se cruzan para ponerlos a prueba.
    ?Sera el amor tan fuerte como para superar todo tipo de adversidades?
    Adentrate en esta intensa historia de amor donde nada es como te esperas y la musica tiene un papel protagonista en la vida de Ariadna y Rodrigo.
    ?Te atreves?

  • No todo se vende de Patricia Gomez Martin

    https://gigalibros.com/no-todo-se-vende.html

    Tras fugarse de su boda, ser secuestrada por el que iba a ser su marido y ser liberada por la policia, la vida de Vera cambiara por completo.
    Son solo cinco dias, de domingo a jueves, en las que las pesadillas seran las reinas de su noche. Y, durante el dia, por mucho que se esconda, siempre encontrara cajas rojas con un contenido diferente cada vez, acompanadas de rosas negras.
    Estas seran las responsables de que sus prioridades sean diferentes.
    So objetivo diario sera seguir con vida.

  • Semihumana, Jennifer L. Armentrout de Jennifer L. Armentrout

    https://gigalibros.com/semihumana-jennifer-l-armentrout.html

    Dividida entre el deber y la supervivencia, ya nada puede ser igual.
    Todo lo que creia saber Ivy Morgan se ha venido abajo. Tras ser traicionada y estar a punto de morir a manos del Principe de los Faes, ha de guardar a toda costa un secreto perturbador. Porque, si la Orden lo descubre, la matara.

  • Rio Fugitivo de Edmundo Paz Soldan

    https://gigalibros.com/rio-fugitivo.html

    En la ciudad boliviana de Cochabamba una clase de muchachos inicia su ultimo curso en el Don Bosco, un colegio privado y catolico al que asisten sobre todo hijos de familias acomodadas. Las borracheras, los primeros escarceos con las drogas y el sexo, las fanfarronadas, y las continuas faltas de disciplina son algunos de los ritos de paso con que los alumnos intentan, sin saberlo, afirmar su individualidad y liquidar su adolescencia.

  • La poeta y el asesino de Simon Worrall

    https://gigalibros.com/la-poeta-y-el-asesino.html

    Cuando un poema desconocido de Emily Dickinson aparecio en una subasta de Sotheby’s en 1997, un escalofrio recorrio el mundo del coleccionismo literario. Cuatro meses despues, sin embargo, el poema fue devuelto por tratarse de una falsificacion. La poeta: Emily Dickinson. Una mujer solitaria, que garabateaba versos en todo lo que tuviese a mano, para revisarlos, cada noche, frente a su escritorio. No vio ninguno publicado en vida, pero escribio mas de mil setecientos mientras ayudaba a caminar a su madre por el jardin y cocia pasteles de jengibre. El asesino: Mark Hofmann.

  • De las cenizas renaceras de Laura Marquez Garcia

    https://gigalibros.com/de-las-cenizas-renaceras.html

    Lo que parece haber sido una noche demasiado larga de la que Marta no recuerda nada, se convierte en el inicio de la busqueda de su pasado, un pasado que parece haber sido borrado de su memoria como por arte de magia. Las situaciones que va viviendo durante esa busqueda le van recordando fragmentos de un pasado que poco a poco debe ir uniendo, como las piezas de un puzle, para llegar a descubrir el origen de todo. Por el camino, Joaquin, un autentico desconocido que se ofrece a ayudarla, jugara un papel muy importante.Narrada en flashback, la historia te sumerge en la mente de Marta para conocer en primera persona como fue su juventud, su primer amor, su amor verdadero, el peor acontecimiento y la peor perdida de su vida y como lo supero para renacer de las cenizas.

  • 29 de febrero, Juan Genoves Timoner & Montserrat Valls Giner de Juan Genoves Timoner

    https://gigalibros.com/29-de-febrero-juan-genoves-timoner-038-montserrat-valls-giner.html

  • Al vuelo de la pagina de Juan Malpartida

    https://gigalibros.com/al-vuelo-de-la-pagina.html

    Al vuelo de la pagina, de Juan Malpartida, es un diario que abarca la ultima decada del siglo XX. El autor no se limita a reflejar su punto de vista, sus observaciones sobre literatura, filosofia, politica y vida literaria, sino que deja testimonio de su dialogo con escritores, desde la lectura pero tambien desde la amistad, como Octavio Paz, Fernando Savater, Juan Gil-Albert, Enrique Molina, Charles Tomlinson y muchos otros que vemos aparecer en estas paginas que se convierten, asi, en un testimonio historico.