• libro el silencio de una princesa - Blas Ruiz Grau

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    A las buenas, querido lector. Dudaba de si poner o no este texto antes de la novela. La razon es que no queria condicionarte en su lectura, pero en un arrebato he decidido que si, que podria contarte un poco de que va esto y por que tienes este libro en tu mano. Puede que me quede largo, por lo que eres libre de leerlo o no, aunque considero que entenderas muchas cosas en cuanto lo hagas. La idea de crear esta novela surge un dia, sin mas, en mis ganas de entretener al mayor numero de personas posibles durante una fase muy dura que hemos vivido durante el ano 2020: el confinamiento debido al maldito Coronavirus. Tenia una historia en la cabeza (que en su dia rechace para una novela) y pense en por que no tirarme de cabeza al rio. Pero si me tiraba, me tiraba bien. ?Como se hace eso? Pues escribiendola y vosotros leyendola "en directo". La cosa era simple: yo creaba un capitulo y lo subia a la plataforma Wattpad para que lo leyeseis tal cual habia sido escupido por mi. Sin correcciones, sin relecturas, sin nada mas. En crudo. Esto tambien implicaba que yo tenia la idea previa de como seria mas o menos la trama, pero no sabia que iba a pasar, asi que tambien tenia el atractivo de que yo iria hilando todo al tiempo que leiais, sin posibilidad de volver atras y rectificar si metia demasiado la pata o algo no tenia sentido. Puede parecer facil, pero casi me cuesta la poca cordura que yo pueda tener. El experimento salio bien y decenas de miles de lectores fueron leyendo los capitulos segun los subia, algo que ni yo mismo me creo aun. A punto de llegar al final me sobrevino una pregunta, pero la culpa de ella la tenian esos lectores que no paraban de insistirme en si saldria en un solo "archivo" para leer de seguido. Incluso en papel. Vamos, que si la iba a publicar. En ningun momento tuve intencion de hacerlo cuando comence, pero ante esa insistencia empece a plantearmelo. Ahora bien, las dudas que tenia yo tenian que ver con que la historia no la he desarrollado como yo realmente podria. Los personajes los podria haber trabajado mucho mas e incluso me podria haber currado unas subtramas mas potentes. ?Esto quiere decir que este mal? Creo que no, la verdad, pero es cierto que cuando se trabaja una novela de manera "tradicional" el procedimiento es otro y la cosa puede quedar mas pulida y con un resultado global mucho mejor. Esto es lo que me tiro para atras. No podia publicar algo que yo no creia que tuviera el 100% de mi y lucrarme con ello. No seria honesto por mi parte. ?Podria trabajarla mas hasta mejorarla como yo creia? Si, pero no queria por dos razones: una, que no tengo tiempo para ello. Mi carrera como escritor sigue y tengo plazos para mis nuevas novelas. Dos, que perderia esa esencia que tiene, para bien o para mal, de haberse creado del modo se ha hecho. Ya no seria lo mismo, por lo tanto no. Si se publica, tenia que ser asi. La suerte es que la solucion me vino pronto a la cabeza. Podia publicarla y venderla donando los derechos (el 100%) a una asociacion que yo considerara que hace una labor importante con ninos. Y asi es como me puse manos a la obra para solicitar ayuda (ya digo, yo no tenia demasiado tiempo y, ademas, no tengo nada de talento en todos los procesos posteriores a la escritura de una novela) y me rodee de un equipo que haria salivar a cualquier editorial. Esta compuesto por 4 correctores, un portadista (aunque enviaron muchos muchas propuestas y se lo agradezco de corazon), una maquetadora y hasta una empresa de audiovisuales para promocionar el trabajo (todos ellos estan mencionados al final, en los agradecimientos). La asociacion elegida ha sido Aspanion, que hacen una labor impresionante prestando apoyo a familias de ninos con cancer. Su programa va desde actividades, apoyo psicologico, pisos que dejan cerca del hospital de La Fe (Valencia) para que pasen ahi el tiempo que dure el tratamiento... Demasiadas cosas que seguro no explico bien, por lo que os animo a entrar en su web www. aspanion.es e informaros. Sobre todo para que sepas en que has invertido tu dinero. Porque, repito: el 100% de los beneficios obtenidos van directos a su cuenta bancaria. Poco mas te puedo contar. Quiza no te he vendido la trama del libro como lo mas importante. Sobre todo cuando te he dicho que no es una novela comun para mi, pero si has llegado hasta aqui leyendo te voy a dar una alegria: vas a alucinar mucho con el contenido del libro que tienes las manos. Te lo prometo. Y, ?sabes lo mejor de todo? Que esta basado en una historia real que acontecio en Almeria en los anos 90. Eso si que da escalofrios. Ahora dejemonos de tonterias y lee. Luego me buscas en redes para contarme. Capitulo 1 Sabado, 23 de junio. 04:04 h. Algun lugar de la provincia de Almeria. Corrio. Corrio todo lo que pudo. No queria mirar atras. Habia visto cientos de veces esa escena en television y le parecia una tonteria que el perseguido lo hiciera siempre. ?Para que? Lo importante era huir. Mover las piernas como si el cansancio no existiera. Como si el camino no se acabara nunca. Pese a ello, se observo a si misma cayendo en la trampa y, sin detenerse, giro la cabeza. No vio a nadie. ?Donde estaba? El crujir de ramas secas, que situaba a su atacante justo a su espalda, habia desaparecido. Ahora solo oia los chasquidos que ella misma emitia al correr. Y sus jadeos. Sobre todo, sus jadeos. Dejando eso atras, el silencio era sepulcral. Si le hubieran dado a elegir, habria preferido que aquello estuviera repleto de sonidos. El silencio, ese maldito silencio que ahora lo envolvia todo, lograba que su nivel de tension rozara limites peligrosos. La noche se mostraba insultantemente bella. En aquel paraje alejado, las pocas nubes en el cielo dejaban ver un manto de estrellas imposible de contemplar en la ciudad. El problema eran precisamente esas nubes que, aunque escasas, cubrian la luna en aquellos momentos. La oscuridad que reinaba en el ambiente no ayudaba en la huida. Sabia que no debia parar, pero sus piernas no podian mas y no le quedo mas remedio que detenerse. Se doblo sobre si misma para intentar recobrar el aliento. Notaba un fuerte dolor que le oprimia el pecho, algo asi como un intenso aplastamiento, y coloco su mano sobre el tratando de recuperar el control. Su respiracion era rapida e intensa, casi demencial. Levanto la cabeza entre fuertes exhalaciones y considero tomarse unos segundos para estabilizarse. No es que quisiera, es que lo necesitaba. Miro hacia un lado y hacia otro. ?Donde estaba? Una fuerte presion comenzo a subirle por el esofago y sintio que iba a vomitar la cena. Ya ni era capaz de recordar que habia comido. Parecian recuerdos lejanos. Ahora solo le importaba salir de aquello. Como fuera. A toda costa. Tras unos instantes de falsa calma consiguio echar de nuevo a correr, aunque lo hacia de una manera bastante torpe, con zancadas irregulares y nada estables. No sabia adonde se dirigia, era la primera vez en su vida que pisaba ese lugar. Opto por adentrarse en una arboleda que quedaba a su izquierda, pensando en encontrar alli algun refugio. Al pasar entre los arboles sintio que la humedad que reinaba en el ambiente ya no era tan intensa, quiza por la proteccion que ofrecian estos ultimos. El penetrante olor a pino dominaba la zona, pero ella ni se dio cuenta del detalle. No fue capaz de vaticinar si encontraria despues la salida, pues aquello parecia un laberinto, pero deseo que el peor de sus males aquella noche fuera perderse alli dentro. Se detuvo otra vez y miro a su alrededor. Lo mas sensato seria esconderse detras de cualquier objeto voluminoso. Por desgracia, no veia nada que le sirviera de forma efectiva. Pararse fue un error. Lo supo cuando volvio a sentir que las piernas le flaqueaban y el aliento le faltaba. La presion del pecho aparecio de nuevo, ahora con mucha mas intensidad. Una nueva arcada llego y esta vez no la pudo controlar: vomito. Necesito unos segundos para recuperarse de esa sensacion desagradable. Para hacerlo, trato de inspirar y espirar con calma, aunque la situacion no invitaba a encontrar ningun sosiego. No es que lo consiguiera, pero la logica mandaba y tenia que seguir corriendo, como fuera, de nuevo sin rumbo conocido. Era un problema que cada vez las piernas le pesasen mas y no se sintiera con fuerzas para moverlas con la cadencia requerida. Tanto fue asi que ya no le quedo mas remedio que volver a detenerse poco despues de salir de la arboleda, justo por el lado contrario al que habia accedido. No podia mas, estaba exhausta. Las ganas de vomitar desaparecieron, aunque un potente mareo se apodero de ella. Al parecer habia hiperventilado y eso hizo que se sintiera aun mas desorientada que antes. Volvio a doblarse y coloco las manos sobre las rodillas. Levanto la cabeza con la esperanza de no ver a nadie. Las cosas no parecian ir del todo mal porque, al menos, estaba sola. No habia nadie mas. Durante unos segundos analizo si en realidad aquello era positivo o negativo. No tardo en decantarse por lo segundo. No, no era bueno. Sabia que no iba a dejarla ir sin mas. Era malo. Muy malo. Lo peor. Pero ?donde se habia metido? ?Por que no aparecia por ningun lado? Daba igual, tenia que seguir corriendo. La cuestion era: ?hacia donde? Sin poder erguirse todavia, giro la cabeza hacia un lado y hacia otro. Ninguna de las opciones le inspiraba confianza; aunque, si lo pensaba friamente, aquello no era cuestion de confianza. Se trataba de sobrevivir. Tenia que huir, no importaba la direccion. Un nuevo intento. Sus piernas no quisieron. Casi histerica, sintio que le sobrevenia un enorme arrebato de desesperacion que la invitaba a gritar como una loca. Por suerte, el poco raciocinio que encontro le impidio hacerlo. Lo malo es que de lo ultimo ya apenas le quedaba y, bien por agotamiento bien por puro miedo, no conseguia moverse del sitio. Permanecia clavada como una estaca y parecia que su cuerpo se habia rendido ante un mas que posible fatal desenlace.

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  • El silencio de una princesa Tapa blanda - Ruiz Grau, Blas

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  • El silencio de una princesa - Libro de Blas Ruiz Grau

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    Almería. Todo apuntaba a que el descubrimiento del cuerpo sin vida de una prostituta, arrojada en un barranco, sería un caso más sin importancia en la ...

  • EL SILENCIO DE UNA PRINCESA - RUIZ GRAU BLAS

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    Información del libro. GéneroNovela negra, intriga, terror; EditorialAUTOR-EDITOR; Año de edición2020; ISBN9798656403405; Idioma Español.

  • El silencio de una princesa - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/52556455-el-silencio-de-una-princesa

    Te mantiene más o menos en un suspense hasta el final y eso me gusta. Pero lo importante de este libro no es tanto su historia como que el 100% de los ...

  • el silencio de una princesa - Todos tus libros

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    1 jul 2020 — Tapa blanda o Bolsillo; País de publicación : España; Idioma de publicación : Castellano; Idioma original : Castellano. ISBN: 979-86-564-0340- ...

  • El silencio de una princesa de Blas Ruiz Grau - Hola Ebook

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  • El silencio de una princesa - Blas Ruiz Grau - Wattpad

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    18 mar 2020 — Esta será mi primera novela publicada GRATIS y por capítulos. Lo hago con el único fin de entretener a la gente en tiempos de Coronavirus.

  • El silencio de una princesa - Blas Ruiz Grau - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/el-silencio-de-una-princesa-blas-ruiz-grau/

    Quizá no te he vendido la trama del libro como lo más importante. Sobre todo cuando te he dicho que no es una novela común para mí, pero si has llegado ...

  • La debil mental de Ariana Harwicz

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    NO VENGO DE NINGUN LADO. El mundo es una cueva, un corazon de piedra que aplasta, un vertigo plano. El mundo es una luna cortada a latigazos negros, a flechazos y escopetazos. Cuanto hay que cavar para dar con el desprecio, para hacer que mis dias ardan. Yo podria haber nacido con ojos blancos como este bosque de pinos lisos y, sin embargo, me despiertan las cenizas de un volcan sobre los treboles del jardin. Y sin embargo, mama se arranca mechones y los tira al fuego. El dia comienza, soy un bebe y mama esta sentada de espaldas en su sillon y llora. Me despierto nina, afuera las lavandas, adentro mama y sus cabellos negros entre las brasas. Hay extractos de nubes en todas partes, bajas y blancas, altas y pasajeras, oscuras e intermedias. Me invento una vida en las nubes sentada en mi clitoris. Vibro, me agito, me trato con morfina en los dedos y durante ese lapso, todo esta bien. Mi mano adentro es mil veces su cara dentro de mi, cuanto se puede poseer una cara, cuanto se puede meter una cara en el sexo. Durante ese tiempo la hierba es hierba y puedo correr entre pastizales. De las mil maneras de existir que hay, me toco esta, no reconozco a nadie y cuando me ataca la gran desesperacion, vivo en cualquier parte. Mama dejo de llorar, ya camino sola, ya hablo, ya compartimos la ropa. Quiero que el regrese contra todo pronostico, contra todo duelo, quiero que sus ojos me destierren y ver la punta de los arboles. Mi cabeza toma un giro. Mi cabeza en picada se incrusta. De pronto, tengo el tono de una muerta. La cara hinchada de una adicta en la banera. El cuerpo epico de la que va a saltar al vacio rocoso. De pronto, noto que es mediodia y los ojos azules de las liebres brillan frios y salgo a comer, pero es pasado. Me pongo a orar o es que estoy enamorada. Le pido que me escupa, que me rompa la cara de una bofetada. Me lo quedo mirando. No estoy tocada, solo poseida, siempre es la misma respuesta. Me aburro, mama. Mi cerebro son polillas en un jarro y se ahorcan. MAMA Y EL TIPO SE AGARRAN DEL CUELLO y se frotan contra el piso de cemento resbaloso. El tipo acaba en mama mirando las alturas y todo empieza. Pongamos un microscopio en mi cuerpo amorfo esta tarde de moscas lentas. Podrian colgarlo como cuadros abstractos en el salon. A esta hora aparecen arboles calientes, hojas resbaladizas, me escondo de ella. La oigo gritar. Estoy pateando en el monte, hacia donde. Por el momento hay solamente el ruido del viento sobre la cima y algunos cantos. Por el momento el misticismo dura y son hormigas en mi brazo. Si te gusta vivir en un sueno, quedate ahi, protesta, y se encierra y todo es humo sin ella. Tengo siempre este recuerdo de fiebre de la infancia en un auto calcinado. La mirada de mama de frente, mama en la nuca como un insecto de caparazon duro. La mirada de mama fumando en el sillon de cuerina roto del tren. Yo despierta en el auto cerrado, sin poder hablar, los vecinos llamando a la policia. Me muevo mansa, donde esta ahora. Me agacho a besar la tierra. Como es posible este deseo repetitivo, molesto, el primo idiota de la familia que viene a interrumpir los desayunos al sol con medialunas con membrillo y termina tirandose por el balcon. El primo profundamente retardado que se toca la nariz, diciendo, nariz. Este deseo epileptico, este deseo deforme, un discapacitado deseante y baboso al que hay que levantar entre dos y cargar como una carreta para poder coger sobre el colchon blando. Y sin embargo, no tiene otra cosa que hacer que cogerme, que desearme desde su silla. Y sin embargo, la aureola densa y transparente en el colchon, prueba que vivo. Preparo el dedo, pero pienso tanto que despues me desvanezco. La idea del deseo sobre el deseo me deja chiflada, parasita con ojeras hasta el cuello. Mama, donde te metiste, estoy fastidiada, trabaje nueve horas parada, los empleados necesitan reposo. Mama, tibio tibio, caliente se quemo. Si me viera le daria miedo, descargo un odio impresionante. Si queres quedarte en suenos, alla vos, me insulta desde su ratonera. ?POR QUE SOMOS TAN BOBAS delante de las gondolas sin saber que comer? ?Por que compramos albahaca y perejil industrial si tenemos en la huerta?, y nos reimos. Morir es una buena opcion cuando se le caen todos los frasquitos de condimentos que levantamos uno a uno como particulas de esqueletos y nos queda ajo entre los dedos. Acostarme sobre la arena, sobre la hierba corta, sobre la tierra seca. Dejar de luchar con los brazos de mama. Trato de concentrarme en el gusto de los zapalli-tos. Estan frescos, digo. Apenas los reboce, dice, sin casi nada de aceite de oliva. Mira el pasto, mira como crece por partes, que raro, hay pedazos secos, como si el sol solo hubiera dado ahi, hay partes hundidas, como pantanos. Misterio, hija, para que preguntar mas. Buen provecho. Parece que las gallinas tienen hambre, no paran de chillar. Comemos, ida y vuelta de la mano a la boca. Donde esta mi telefono mama. No esta. Dijimos que ibamos a hacerlo, lo estamos haciendo muy bien las dos, echale algo de sal. Yo tampoco pregunto por los vasos de culo gordo. Mama. El pudo haber llamado. Concentrate. Mira un punto en el espacio y sigamos cenando. Hicimos bien en comprar esta mesa rectangular, ?no? Con las sillas no fue cara, nos faltaria una sombrilla y tal vez una reposera reclinable. ?Amarillas o a rayas? Asi damos algo de color. Dicen que el color da vida. Que payasada. ?O a lunares? Miro un punto en el espacio, ?y? Nada existe. La sensacion de que se aleja es una punalada seca en el estomago. Te llenas de imagenes que son una porqueria para tu salud, ?por que mejor no te concentras en la nina alegre y tontilla que eras antes de conocerlo armando hospitales para hormigas agonizantes? No arruines esta cena, que desagradecida te vuelve, que tipa aspera. No era alegre. Cocino en vez de recalentar y ni un gracias. LEVANTAMOS LOS PLATOS entre grillos. Que suerte tengo de que no haya un hijo, un plato menos, nada de restos pegados, ninguna voz cortando la mia. Nada que me suceda cuando me arranque la cabeza de un tiron. Crece algo blanco, una niebla que nos come, alla atras, que nos envuelve, que nos arrasa en la estepa. Mi mama se acuerda riendose de cuando se le resbalo mi cuerpito todavia con el cordon violeta en sus manos, todo remite a eso, a cuchillitos bajo el agua, a anguilas. Las dos lavando los platos con detergente barato y guantes, las dos guardando los cubiertos en sus cajones con compartimentos, tenedor con tenedor nos decimos cantando, cuchara con cuchara y hacemos el pasito de baile como una tarantela. Las dos yendo a tomar una botella de pastis afuera, nada pasa. Algo minusculo basta para ser infeliz, nos pica un abejon en el codo, se rompe un vaso con el viento, o las ventanas y puertas permanecen quietas. Una hamacandose, la otra espera su turno en el banco. Las dos calientes, desde el cuero cabelludo, las dos puercas abandonadas. Dos lindas zorritas de hocico naranja. Dos alergicas. En realidad, sonando que entran dos individuos de sombrero de ala ancha por la tranquera, piden permiso y pasan a violarnos contra las sillas, contra el subibaja de madera, en la pergola, a una por atras, a la hija por delante. Contra el lavabo le meten algo a mama, un palo de beisbol del rubio, y no le gusta tanto pero se esfuerza para que vea que goza. Nada importa mientras nos miramos poseer los ojos enfrentados y negros. Nos agarran de las axilas, nos dan vuelta y nuestros pelos largos caen en cortinados tenebrosos contra el forraje. ?Queda whisky en la despensa, hija? Que bueno que haya pasado tu infancia, que alegria que todo quede tan lejos que casi no haya sido, que ya no este en esta vida ese olor a eucaliptus mojado de cuando te agarraste el dedo con la puerta automatica. Ese olor a lona caliente, a goma, a local de alquiler de bicicletas. Ese olor a garrapinada, a manzana, a azucar rosa. Desde que naciste espere este momento. ?Fuimos o no a los medanos cuando cumpliste seis? ?Haciamos equilibrio en la escollera? ?Nos tirabamos como milanesas hasta el borde aguas vivas? ?Es cierto aquel dia que escuchaste ese disparo desde la habitacion del hotel y creiste que habia sido yo? ?Dormimos todo un verano clandestinas en las carpas de los turistas, tus montoncitos de caca apilados como murallas? Esos dias dorados conteniendo el aliento agrio y llevandote a patinar, dias enteros ayudandote a hacer la vertical en la orilla, haciendote saltar en la cama elastica, lavandote la bombachita con los nudillos. Escondiendome al atardecer playero en la arena fria a vomitar tu ninez. WHISKY CON MAMA desde el azul electrico hasta la madrugada y ahora, lejos de la casa, tengo las manos cubiertas de excremento. No conocia mi olor, la capa de olor que se forma en el cuerpo con el correr de las horas sin agua. Mi lengua se distrae comiendo pasto. Chupar las tetas duras de un animal, chupar su pelaje, los dientes vestidos, o imaginar la muerte de los padres, es igual. A partir del momento en que el entro en mi cabeza, el infierno salado. Fanatico martilleo sobre mis venas. El problema del cerebro es que no consigo retenerlo, siempre avanzando entre asperezas, siempre adelante como topadora. Donde me meti, no reconozco estas mansiones y nunca pase esta curva pronunciada. Deseo degenerado. Deseo nocivo. Deseo lunatico. Ya no encuentro como volver y mama debe estar inconsciente pendiente abajo. Espero que sin los pies tallados. Y a estas altas horas las nubes son troncos y la resaca no afloja y me tiro en cualquier posicion a masturbarme, mi pelo electrizado, la piel caliente, los parpados rigidos. Mi mano dandome para despues quedar quieta como un bicho, y que nada alcance. El y yo en un descapotable. El y yo en una carretera sucia. Las tetas no deberian estar en el cuerpo despues de cierta edad. Voy a extirparlas, pensando en mi pecho, cuando sean carne gruesa. Tampoco deberia abrirse el sexo. Busco una palabra que reemplace la palabra. Busco una palabra que indique mi devocion. Esa palabra que sea el punto, la distancia, el centro exacto de mi delirio. Deberiamos ser como pequenas serpientes hasta el final y ser enterradas asi, en huecos alargados como cunetas. Ahi me levanto nerviosa, la cabeza en sangre espesa. Camino por la casa y le abro las ventanas. El viento barre los cuerpos de los insectos atrapados en el mosquitero. Alla atras guarda recipientes de agua oxidada y fosiles de todas las especies. Se lo ve como si no hubiera dormido nunca, siempre necesitando un bano, un nuevo corte de pelo, un pantalon sin orina. Y que es al fin de cuentas ese escaso placer que tomamos en la juventud de los dedos. Que es ese escaso liquido dorado cayendo, diluyendose, si despues, mas tarde, cuando por fin la encuentro con el vaso de culo gordo batiendo el hielito y pidiendole al mozo una ronda mas, estamos con mama sentadas en la mesa del jardin con una fuente de caldo y dos cucharas. Que es ese deseo restante, hundido, mientras bebemos la sopa y el vapor nos da en la cara, y ya no queda nada, pero nada.

  • Tengo los huesos desencajados de Miranda Trauma

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    ?Como sobrevive nuestro pie a unos zapatos de tacon? ?Y nuestros hombros a esos fantasticos bolsos de ocho kilos llenos de cosas <>? ?Por que hay que perder peso si sufres artrosis? ?Se puede prevenir un latigazo cervical? ?Como evitar posturas sexuales que danen tus articulaciones?

  • Entra en el universo de Luz y sombras de Alice Raine

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    Descubre el sensual mundo de <>, la serie de romance erotico mas ardiente y atrevida de la temporada.

  • El otro lado del silencio de Philip Kerr

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    Un decima entrega de la serie protagonizada por el detective Bernie Gunther. Regresa Philip Kerr con la serie de detectives mas celebrada por los lectores.

  • El sueno de amarte de Dina Reed

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    Cuando Kate Morgan acepta el puesto de camarera en uno de los locales de copas mas famosos de Nueva York, no se imagina la que se le viene encima.
    Y es que a pesar de todas las advertencias que le hacen sobre el dueno, ella decide hacer caso omiso de las habladurias y comprobar de primera mano que Henry Zank es mucho peor.

  • El Precio de una venganza (Bdb), Victoria Magno de Victoria Magno

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  • Autonomous de Annalee Newitz

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    La Tierra, 2144. Jack es una cientifica antipatentes que se ha convertido en una pirata de drogas; viaja por el mundo en un submarino como si fuera una Robin Hood farmaceutica, fabrica recetas baratas para gente pobre que de otro modo no podria permitirselas. Pero el ultimo farmaco que ha pirateado ha dejado un rastro de sobredosis letal, ya que la gente se convierte en adicta al trabajo, realizando tareas repetitivas hasta que se vuelven peligrosas o pierden la cabeza.

  • Al sur de Andalucia de Katy Molina

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    Todo empezo una noche, me encontraba tumbada en el sofa de casa. De pronto, el movil sono con un mensaje en el Messenger de Facebook. Fueron unas simples palabras, "Hola, buenas noches" , escribio. A partir de ese inocente saludo comenzo la historia eterna entre un aleman y una andaluza. Dia a dia, fuimos hablando y conociendonos, sin prisas. Sin darnos cuenta surgio una bonita historia de amistad, una muy sincera y profunda, una que sin pretenderlo fui enamorandome cada dia de sus palabras, de su voz y ternura. Alexander, era un hombre complicado, tenia muchos problemas en la vida. Llegue como un remedio para su malestar, fui su luz en la oscuridad. Durante casi un ano estuvimos forjando una amistad especial, a pesar de la distancia, fuimos muy dependientes el uno del otro. Mi pareja, era un buen hombre pero muy distinto a mi. En cambio, Alexander me daba todo lo que siempre desee en un hombre. Se habia convertido en mi secreto mas personal e intimo. Nos llamabamos a todas horas, nos escribiamos e incluso chateabamos por Facebook, era un no parar. Nos convertimos en una obsesion. Mi vida no me la imaginaba sin el, lo necesitaba y cuando por trabajo hablabamos menos me daba ansiedad de no poder escuchar su voz. Muchas veces miraba a mi pareja queriendo que fuese tan atento como Alexander. Dicen que nuestra media naranja ronda en algun lugar del mundo queriendo encontrarnos. La encontre pero demasiado tarde. Santiago, asi se llamaba mi pareja, no tenia ni idea de mi relacion con el aleman. Sufria cada dia sintiendome una mala persona, estaba mal lo que estaba haciendo. El no se merecia que le fuera infiel de pensamientos, pues no lo podia ser de otra manera, la distancia era un inconveniente. Dia a dia fui enganandome, me decia a mi misma que mi pareja era buena para mi vida y que lo que sentia por Alexander era simplemente atencion. La relacion con Santiago estaba muerta de amor desde hacia mucho tiempo y yo no queria verlo pero el problema no era el aleman sino mi ceguera. Sin darnos cuenta, la pasion se habia acabado. Si tengo que ser sincera, creo que nunca la hubo, solo nos acostumbramos a estar juntos. Llevabamos saliendo desde el instituto, el habia sido mi primer todo y nunca tuve otra opcion. Alexander era distinto, se preocupaba por mi bienestar, me dedicaba palabras dulces y tiernas. Era mi todo y mi nada, pues no lo tenia a mi lado. Cuando lo conoci, su vida era un desastre y no confiaba en las personas. Por mi caracter andaluz desinhibido, supe sacarle del pozo. A distancia, con un simple telefono, consegui darle esperanza y luz a su vida. Le aporte felicidad y que sonriera a la vida. La mia se complico muchisimo, pase las horas pensando en Alexander, sonaba con abrazarlo. Un dia, mi pequeno, asi me gustaba llamarlo carinosamente, me confeso que se habia enamorado de su mejor amiga, esa era yo. Me quede muda, llorando, sin saber que contestar. Le hubiese dicho que yo tambien lo amaba pero no podia. Querer es facil, lo dificil es expresarlo. No pude decirle la verdad, no quise hacerle dano. Hable con el para convencerlo de que estaba confuso. Tuve que decirle que habia confundido los sentimientos, que la soledad hacia que nos sintiesemos confusos a la hora de recibir un poco de carino. Se me encogio el corazon al recordar como negaba e insistia. Al final, tuve que decirle que no olvidara que tenia pareja y que no complicara mas las cosas. Recuerdo con anhelo el ultimo mensaje de buenas noches que le escribi y que en el ultimo momento borre "En la proxima vida, buscame con mas ganas". Ese dia fue definitivo para que mi corazon lo reconociese como mi mitad perfecta. La amistad siguio y Alexander se contuvo en sus sentimientos. Hasta que llego el dia que una mujer cambiaria nuestros destinos, ella seria el detonante para desatar la tormenta del sufrimiento. Alexander se obligo amar, era un hombre consumido por la soledad, con una familia egoista y una vida dura. Necesitaba tener a alguien a quien abrazar, besar y sobre todo que lo quisiese con libertad. Crei que animarlo a conocer mujeres, traeria un equilibrio a lo nuestro pero me equivoque. Ahi empezaron los problemas. Ella se llamaba Lorena, una mujer tres anos mayor que el, divorciada con dos ninas y buena persona. Esa era la unica informacion que tenia acerca de aquella mujer misteriosa

  • Pequenas cicatrices de Luisa R. Bueno

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    Celia se sentia como una tonta, !una relacion de cinco anos al carajo! Alli iba, a sus veintisiete anos, calle arriba, tirando de dos enormes maletas camino de casa de su madre. Una casa que llevaba casi cinco anos sin pisar y a la que tan solo la imperiosa necesidad del momento le hacia volver. Llevaba la frente alta, digna, queriendo compensar con este gesto su hondo sentimiento de patetismo. La indignacion que sentia le impedia escuchar el estruendo de los dos maletones rodando por el suelo y ni siquiera era capaz de notar como su frente comenzaba a humedecerse con el esfuerzo. Aquel era el agosto mas caluroso que recordaba en mucho tiempo. Apenas eran las nueve de la manana y ya se adivinaba que aquella humedad iba a convertir el dia en otro tan pegajoso y plomizo como los anteriores. A pesar de la hora, la calle permanecia vacia; tan solo, de cuando en cuando, el ruido lejano de algun coche osaba competir con el del rodar de las maletas. <>, se decia mientras emprendia la ultima cuesta con gesto decidido, <>. La rabia que sentia era mayor que las ganas de llorar, !ni una lagrima!, y eso era justamente lo que Enrique le habia reprochado cuando le abria la puerta y le dejaba salir con los dos maletones. --No te apena nada de esto. Yo creia que me querias. Celia le dedico una larga y acusadora mirada. !Pues claro que le queria!, cinco anos juntos eran prueba de ello. Pero eso no significaba que fuera un amor eterno; ?acaso existia algo asi? Cuando salio por la puerta estaba completamente convencida de que la culpa de todo aquello era de Enrique, como siempre. ?No podia dejar las cosas tranquilas? El sabia de sobra que ella no creia en el matrimonio; ya habia visto a su alrededor suficientes matrimonios rotos como para embarcarse en uno de ellos. ?No era mejor vivir el dia a dia sin pensar en otra cosa? Y, sabiendo todo eso, ?como se le ocurria pedirle que se casara con el? Celia habia llegado del trabajo con ganas de darse una ducha, las piernas le estaban matando. Llevaba todo el dia en pie y su mente solo pensaba en la mesita del pequeno salon donde, sin duda alguna, iba a poner sus piernas en alto. Solo necesitaba quince minutos para reponerse, un cigarrillo antes de cenar y una ducha reconfortante. Al parecer eso era pedir mucho. Enrique la esperaba sonriente en la entrada, todavia llevaba puesto el uniforme de policia. Algo importante tendria que decirle para haberle esperado sin ni siquiera cambiarse. Aquel gesto tan suyo de satisfaccion le iluminaba la mirada de tal manera que Celia olvido al instante todo el cansancio. Observo divertida el brillo de sus ojos, verdes como la primavera en el campo, verdes como las ramas de los espartafilos que tenian en la mesa del salon. Aquel brillo tenia la misma intensidad que la de un nino en la manana de Reyes, y eso le hizo sonreir. Se acerco con la intencion de abrazarse a aquel hombre que habia traido paz a su vida cuando mas falta le hacia. Todo en el era bonito: sus manos tenian la virtud de calmarla o excitarla dependiendo de la ocasion. Sus anchas espaldas le daban la seguridad de que nada malo podria pasarle a su lado, y sus verdes ojos sabian leer en ella de una manera sencilla y certera. Se abrazo a Enrique y su boca se lleno con aquellos labios jugosos y dulces que tanto la excitaban. Fue un beso breve, porque el se metio la mano en el bolsillo y puso ante los ojos de Celia una pequena cajita abierta que mostraba un precioso anillo de compromiso. El roce de algo aspero sobre sus parpados hizo que Celia abriese mecanicamente los ojos. Se separo de un respingo de aquel hombre, que parecia la viva imagen de un triunfador y le miro con miedo. --!Casemonos, que ya toca! --Exclamo Enrique moviendo las manos con torpeza delante de la cara de Celia. Los nervios y la excitacion del momento le gastaron una mala pasada y casi se le cae la cajita con el anillo. La cogio al vuelo, enredando, sin querer, sus dedos en el pelo de Celia que permanecia atonita delante de el. Celia dio un paso atras. Contuvo el aire. Apreto los labios. ?Que ya toca? ?Se podia ser mas simple? Sintio la tentacion de salir de la estancia con el deseo de que todo fuese distinto al entrar de nuevo. Su estomago habia sentido una sacudida y no precisamente de alegria. ?A que venia este arranque? Era verdad que estaban muy bien juntos, pero lo que esta bien hay que dejarlo asi y no cambiarlo. Y menos porque <>. La alegria en el rostro de Enrique se fue borrando, dando paso a la incredulidad ante la cara tensa e impavida de Celia. --?Es que no quieres? Celia se dejo caer en el pequeno butacon. De pronto se le habia puesto seca la boca. Tanteo con la mano sobre la mesita de centro buscando su paquete de tabaco. No iba a fumar, pero necesitaba tocarlo. Aquel tacto era lo mas parecido a llevarse un cigarro a la boca y algo tan toxico y adictivo era lo unico que podia calmarla en ese momento. --?Es que no quieres? --repitio. !Pues claro que no queria! Vivir juntos era una cosa, pero casarse era algo mucho mas serio. --?Por que voy a querer? --pregunto indignada--. Sabes que nunca me casare, es algo que nunca ha entrado en mis planes. ?Por que no dejas las cosas como estan? Enrique la miro con expresion desencajada. Con el anillo aun entre los dedos, sonrio con una mueca y hablo de sopeton: --Carino, voy a cumplir los treinta y tres, Cristo murio a esa edad. No quiero pasar mis mejores anos esperando algo que nunca va a llegar. No dijeron mas. Enrique dejo el anillo sobre el aparador de la entrada y se marcho. No hubo despedidas ni explicaciones. Algo muy intimo acababa de romperse entre ellos y Celia casi pudo escuchar el chasquido, el mismo que habria producido una vara de madera al quebrarse, dejandola profundamente confundida. A la manana siguiente Celia se encontro las maletas en la puerta del cuarto. Las mismas que habia usado para mudarse con Enrique. Unas lagrimas quisieron asomarse a sus ojos, pero las seco incluso antes de que salieran. No era pena lo que sentia, era rabia. Una rabia dolorosa y agria porque la sinrazon de Enrique le hacia volver al sitio del que, un dia, vino huyendo. Metio sus cosas apresuradamente, a bulto. De nuevo huia. Llegaria a ser toda una experta en abandonos. Suspiro. Le tocaba volver a la casilla de salida y eso le daba una sensacion de desamparo que le oprimia el pecho. ?Por que tenian que romper por una peticion de matrimonio? Enrique tenia que saber que no iba a aceptarlo. !Jamas habia creido en el matrimonio! Cerro como pudo la ultima maleta y, antes de cogerlas para marcharse, recorrio con la mirada el pequeno apartamento, alli habia sido feliz cinco anos. Se detuvo en las cortinas del pequeno salon, que habian comprado en una tienda de chollos cuando llevaban casi un ano juntos. Seguian arrastrando su tela mal rematada, pero ya no les molestaba verlas asi. Habian bromeado mil veces con quedarse una noche y montar un pequeno taller de costura para arreglarlas, pero nunca encontraron el momento. Despues fijo la vista en el minusculo aparador donde guardaban las llaves. Dentro de un cajon seguia escondido un paquete de tabaco. <>, decian entre risas. No soportaban la falta de un cigarro despues de un buen polvo. Abrio el cajon y miro la cajetilla. Estaba medio vacia. Igual que se sentia ella. Estuvo tentada a cogerla, despues de todo ya no les iba a hacer falta, pero cerro de golpe el cajon. Enrique llego justo cuando Celia abria la puerta. Se miraron. Tenia ojeras, la noche no habia sido buena tampoco para el y, por su gesto serio, se veia que aun estaba dolido. Por un momento penso que venia a disculparse, que nada de lo ocurrido la noche anterior tenia la menor importancia. Pero no. --Piensa bien lo que haces. --Le recrimino con gesto adusto--. Sabes que te quiero, que lo que te pido es lo logico en una relacion. Si te vas, si no me aceptas, el amor acabara por apagarse y no estare aqui siempre. Aun estas a tiempo. Aquello, que sonaba a amenaza, acabo de alterar a Celia que, sin decir nada, cogio las dos maletas y cerro la puerta tras ella. Celia llego a casa de su madre con la frente rociada de sudor por el esfuerzo y el calor. Unos pocos mechones de su negra melena se habian pegado por su cuello y mas que incomoda la ponian de un humor de perros. Aquella manana amenazaba con convertirse en un dia insoportable. Al sonido del timbre acudio una mujer de pelo blanco y profundas ojeras. El paso del tiempo la habia castigado hondamente, pero no habia conseguido quitarle ni un apice de su elegancia natural. Se le ilumino la cara, pero no se sorprendio. Miro primero las maletas y despues el rostro inexpresivo de aquella hija que un dia desaparecio y de la que no volvio a saber nada. Quiso abrazarla, quiso preguntarle si todo en su vida iba bien, pero el gesto distante, con el que Celia camuflo su inquietud ante la reaccion de su madre, apago sus deseos y se limito a cederle el paso. --?Que traes ahi, nina? --pregunto, como si hiciera poco que se habian visto. --!Mis ultimos cinco anos! --espeto con rabia contenida. Paso como una tromba por el pasillo sin pararse ni a saludar. La voz de su tia Leo se escucho al fondo de la casa. --?Quien es, Adela? Se dirigio al que habia sido antes su cuarto, dejando a su madre, tan confundida que renuncio a seguirla. A su espalda Adela contesto dubitativa, como si aquello no pudiera estar pasando: --Es la nena, mi hija. Abrio la puerta de su antiguo dormitorio. Una bofetada de infancia agredio todos los sentidos de Celia. Todo seguia igual, hasta la cinta del pelo que Olga le habia regalado en su noveno cumpleanos seguia anudada a la lampara de la mesilla. Tiro las maletas encima de la cama intentando no pensar. El olor a su vida anterior se le agarraba al cuello impidiendole respirar. Los sonidos del ayer volvian, involuntariamente, hasta sus oidos. El taconeo incesante de la senora Valeria, la vecina de arriba, le recordo que, desde que su marido la habia abandonado, hacia mas de diez anos, seguia arreglada y vestida como si en cualquier momento fuera a volver. El soniquete imperterrito de las teclas del piano de Beatriz, la nina de al lado, le hizo ponerse las manos en los oidos. Celia sonrio con un deje de burla; las notas seguian sonando igual de desacompasadas. El ladrido intermitente de Ruido, el perro que un dia el senor Valentin recogio de un cubo de basura cuando apenas era un cachorro de pocos dias, le hizo recordar la historia que, en mas de una ocasion, el mismo habia contado: --?Pero... que te hicieron, pequeno? --Valentin retiro de encima del cachorro los cascotes de unas botellas y las bolsas de plastico rotas y lo limpio con cuidado con el frontal de su camisa--. ?Que salvaje te tiro alli, mi hijito? El cachorro lamio con ternura las manos de su salvador, poco mas hacia falta para acabar de conquistar a aquel hombre solitario. --!Que hijoputas!, !maldita mala baba, cabrones! --se repetia, entre dientes, mientras acurrucaba al cachorro. Valentin habia llegado a Espana en los anos ochenta huyendo del hambre que asolaba Argentina. Su vida de migrante habia consistido en dar tumbos de un lado a otro, hasta que dio con el apartamento del tercer piso y poco despues encontro el carino de su pequeno amigo. Su vida nunca fue facil. Enlazo trabajos sin conseguir nada fijo y casi llego a acostumbrarse a ese sentimiento cruel de provisionalidad que no te deja echar raices en ningun sitio. Cuando se jubilo se encontro totalmente solo. Penso en volver a su anorada Argentina, pero alli ya no le quedaba nadie. Reunio todo lo ahorrado en aquellos casi cuarenta anos de esfuerzo y se compro un pequeno pisito. No necesitaba mucho, solo tranquilidad y el amor de su pequeno, al que puso el nombre de Ruido.

  • El mar en tu sonrisa de Maria Viqueira

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    Hay dos cosas que odio en este preciso instante: las mudanzas y a mi mejor amigo. Debo admitir que ambas estan muy relacionadas, pues la primera es consecuencia directa de la segunda. Noel y yo hemos vivido juntos durante todo un ano en nuestro piso de estudiantes. El momento que tanto temia tenia que llegar. Sin embargo, el tiempo ha pasado tan rapido que ni he podido asimilarlo. El ya es piloto y yo, ocialmente, soy graduada en Ciencias de la Actividad Fisica y el Deporte. Supongo que deberia sentirme emocionada por empezar una nueva etapa en mi vida, pero solo estoy confusa y perdida. Ya no estamos matriculados en la Universidad del Mediterraneo, asi que ya no podemos utilizar sus residencias. Podriamos haber buscado juntos un nuevo piso si Noel no hubiese sido un traidor. Se va a vivir con Andrea, su novia. Y yo... Yo he vuelto con mi madre. Es deprimente. Despues de saborear durante cuatro anos la libertad, toca regresar al nido. Miro mi antigua habitacion, totalmente angustiada. No se ni por donde empezar. Mi madre me ha sacado todas las cajas para que las organice. Y, cuando digo todas, son todas. Algunas las he traido de mi piso de estudiantes; otras las deje aqui al irme. Estoy segura de que otra buena parte son trastos que guarde cuando era mas pequena y no quise deshacerme de ellos. He captado al vuelo su indirecta para que seleccione que quiero almacenar y que tengo que tirar. Supongo que no es tan mala idea. Ya que me mudo, aprovecho para ordenarlo todo. El unico problema es que no tengo ninguna gana. --!No comeras hasta que termines! --grita mi madre desde la cocina. No es una amenaza en serio, solo es para que me apure. Si hablara de verdad, me parece que no comeria nunca. Estoy a punto de hacerlo mas facil. Es decir, puedo coger todas las cajas antiguas y tirarlas al contenedor. Ni siquiera se que guardan, es imposible que me arrepienta y las eche de menos. Soy una debil, asi que no lo hago. Es mas, ni siquiera empiezo organizando las otras, las que si se lo que tienen. Cojo una de las que precinte hace tiempo, la abro y examino el contenido. Una sonrisa se instala enseguida en mi cara cuando descubro mis juguetes. Mis barbies, mis Playmobil... Hasta mis peluches estan aqui. Saco al pequeno Tippy, el osito que me acompano hasta los nueve anos, y lo abrazo. Lo coloco de nuevo en la cama, pues esta noche me apetece volver a dormir con el. Supongo que hubo un momento en el que crei que era mayor para dormir abrazada un peluche. Ahora me siento demasiado nostalgica como para esconderlo de nuevo. Meto todo lo demas dentro y me propongo continuar, bastante mas animada. Pongo de fondo La Oreja de Van Gogh para que se me haga mas ameno. Tuve una infancia feliz junto a mi madre y a mis amigos, y recordarla solo me trae un trocito de esa felicidad al presente. Abro la segunda y descubro mis agendas y diarios. Me rio incluso antes de empezar. En el colegio y parte del instituto, mis amigas y yo nos rmabamos las agendas escolares antes de terminar el curso. Nos contabamos lo mas importante, nos deciamos que nos queriamos. Todo era mucho mas sencillo y mas bonito. Algunas de esas chicas ya no estan en mi vida; la distancia y los caminos separados se ocuparon de ello. Otras si, y volver a descubrir sus yo de quince anos, solo me hace reir. Sin embargo, esa risa se esfuma de golpe cuando abro otro diario, uno de cuando tenia dieciocho anos. Empieza hablando de Alvaro y de lo mucho que lo queria. Desearia poder volver a esa epoca y decirle a la Valeria del pasado que no se volviera loca por el, que no perdiera cuatro anos de su vida a su lado, pero no puedo. Lo unico que puedo hacer es aprender de esos errores para no volver a cometerlos. Tiro ese diario a la basura y cojo otro, de cuando era mas pequena. Sonrio ante mi caligrafia de nina, de letra redonda y cuidada. Debia de tener unos diez anos cuando escribi esto. Tan solo hay un encabezado y, a partir de ahi, todo esta en blanco. No solo la hoja, sino el resto del cuaderno. Conforme leo, la sonrisa que se ha dibujado en mi cara desaparece poco a poco. No es mas que una frase, pero una frase que signica mucho: <>. Tengo veintitres y, ahora mismo, no consigo recordar ninguna. Siempre he sido una persona muy responsable, de esas que planean hasta los horarios para ir al bano. Trato de recordar alguna, por pequena que sea, pero no caigo en la cuenta. No puede ser que mi vida sea tan triste y ni siquiera lo haya notado. No puede ser que nunca haya hecho nada emocionante, nada digno de recordar. Me apuro para buscar mi telefono, mas angustiada de lo que quiero admitir, y llamo a la unica persona que me conoce mejor que yo misma: Noel. --Eh, Val --saluda al primer tono--. Me pillas liado ahora mismo, ?puedo llamarte luego? --Dime alguna locura que haya hecho en mi vida -- ordeno en el acto. Ignoro su pregunta, necesito saber que hay alguna. --?Que dices? ?Que pasa? --Nada, solo necesito saber alguna. --Pues... --empieza y se queda en silencio, imagino que cavilando. El simple hecho de que tenga que pensarlo tanto es mala senal. Yo podria decir varias locuras de Noel sin coger aire siquiera--. No se ahora mismo, Val. ?Recuerdas aquella vez que cogimos dos perros de la calle y los escondimos en tu casa durante cinco dias? --Si, y tambien recuerdo que fue tu idea y que a mi me daba miedo que mi madre me pillara. --Suspiro--. Da igual, dejalo. Me parece que eso nunca ha sido lo mio. --Oye, Val, ?estas...? No dejo que termine la frase. Cuelgo y apago el movil. No se en que momento de mi vida cambie tanto. Con diez anos mi ilusion era llenar un cuaderno con locuras, con esa clase de momentos que es imposible recordar sin sonreir. No he conseguido escribir ni uno solo. Supongo que en algun punto me acomode y me volvi conformista. Con Alvaro, con la rutina, conmigo misma. Vuelvo a leer el maldito encabezado y entonces caigo en la cuenta de algo. Queda un ano y medio para que cumpla los veinticinco: aun tengo tiempo. Arranco la pagina, guardo todo dentro de la caja de nuevo y decido dejarlo por hoy. --!La comida se enfria! --grita mi madre de nuevo. Despues, aparece en la puerta de mi habitacion y me mira desde el umbral--. Vamos, luego te ayudare. He hecho macarrones gratinados, tus favoritos. Eh, ?estas bien? -- anade cuando me incorporo. --Si, mama. Este ano voy a hacer todas esas cosas que nunca me he atrevido --digo, convencida--. No mas miedo, ahora voy a ser libre. Capitulo 2 RYAN Reviso de nuevo los calculos. Necesito encontrar algun error, algun punto donde me haya equivocado y de repente me cuadre todo lo demas. Necesito un milagro, para ser exactos. Dejo caer los papeles, frustrado y decepcionado conmigo mismo. Me prometi que cuidaria de mi familia y no puedo permitirme fallar. Llevo haciendolo tres anos, desde que todo se vino abajo. Mi sueldo como repartidor de una empresa de paqueteria y como camarero apenas da para cubrir los gastos. Los estudios de Kylie, la escuela de Oli y la casa de Canberra son mas de lo que puedo afrontar. Sin embargo, ninguno de esos gastos es prescindible. Ya casi no tenemos ahorros y ver como baja la cuenta corriente me angustia. --?Tan mal estamos? --pregunta Kylie desde la puerta. Estaba tan ensimismado que no la he escuchado entrar. Trato de sonreir para tranquilizarla, pero tan solo me sale una mueca rara. --Hemos estado peor --armo, y no es ninguna mentira--. Nos repondremos. --Ryan, yo tambien puedo trabajar --asegura, convencida. Se acerca hacia la mesa donde estan todos los papeles y apoya las dos manos--. No tienes que hacerte cargo de todo. Somos una familia, debemos afrontar juntos los problemas. --No, Kylie --me niego--. Te queda poco para terminar la carrera, eso es lo unico que debe preocuparte ahora. --Pero... --Pero nada, joder --la interrumpo de forma brusca--. Ve a descansar. Esta todo bien, de verdad --termino. Sueno mas tranquilo, aunque no es mas que una fachada de la realidad. No insiste mas. Me dedica una mirada de reproche y se retira en silencio. Tengo que pedirle perdon mas tarde. Ahora no estoy de humor. Seria una estupidez que sacricase sus estudios cuando le queda tan poco para terminarlos. Tres asignaturas mas y sera disenadora de interiores. En ese momento, tendra una profesion que la hara feliz y que, ademas, estara mejor remunerada. Kylie ha perdido demasiado, se merece eso. Se merece todo. Se que puede ayudar economicamente, pero preero que lo haga cuando haya alcanzado uno de sus suenos. Ya ha tenido que renunciar a otros tantos mas. No se como hacerlo. Solo se que soy responsable de ellos y que, de momento, no lo estoy haciendo bien. Vivimos en una casa pequena, incluso aunque seamos solo tres. Paso poco tiempo aqui porque tengo dos trabajos distintos. Ademas, tenemos que hacernos cargo de Oli. Un nino de cinco anos da mucha guerra. Me agobia pensar que les estoy fallando a ambos. El telefono suena entonces. Es demasiado tarde como para que sea una llamada normal. Compruebo el nombre en la pantalla y respondo: --Nathan --digo como saludo--. ?Ha pasado algo?

  • Entre leyendas de Lourdes Tello

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    Gloria esta a punto de cambiar su vida cuando vuelve a encontrarse con Raul, su amor del instituto. Ella, la siempre timida y sensata Gloria, esta inmersa en la duda de lo que podria suceder si se entregara al deseo que lleva ocultando tantos anos. Mientras, su extrovertida amiga Clara la anima a que se deje llevar por la nueva vida que las espera. Hasta que David, un guapo y extrovertido companero aparece para tratar de ponerla sus dias patas arriba.

  • Dulce enemiga de Vanessa Lorrenz

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    Londres 1838 Las ruedas del carruaje parecia que se saldrian de su eje en cualquier momento, la velocidad con la que se dirigian no era la normal. Los duques de Brentwood no sabian lo que estaba ocurriendo, habian intentado llamar al cochero, pero nunca recibieron respuesta. Venian rogando por no encontrarse con algun asaltante de caminos, pero parecia que la suerte no les habia sonreido. La duquesa sabia que ese viaje desde que habia comenzado fue una completa locura, pero ahora que estaban en camino de regreso a su casa, no esperaba que los fueran a atracar. Se lamentaba haber sido tan imprudente. --Edward, ?que esta sucediendo? --la voz de alarma de la duquesa no paso desapercibida para el duque, sobre todo teniendo en cuenta que entre sus brazos llevaba a su pequena hija que tenia una semana de nacida, una nina hermosa que habia heredado el mismo color de cabello que su esposo, los ojos redondos del mismo color de la miel lucian en ese instante cerrados, mientras dormia ajena a la preocupacion de sus padres. Se sobresaltaron al sentir que el carruaje giraba de manera desenfrenada, provocando que casi se voltearan, las ruedas aumentaron la velocidad, aunque eso parecia imposible, mientras el duque golpeaba de nuevo la ventanilla de comunicacion sin obtener respuesta alguna. No se escuchaban mas que el ruido de los cascos de los caballos galopando a una velocidad fuera de lo normal. Su esposa volvio a llamar su atencion preguntando que sucedia, pero en ese instante no tenia la menor idea, mucho se temia que nada bueno estaba pasando. No sabian que era mejor; si detenerse y enfrentar a los asaltantes, terminar en medio de un lago, o en el mejor de los casos volteados en medio del camino. --Pase lo que pase, Charlotte, necesito que mantengas la calma --dijo el duque tratando de parecer sereno, cuando no lo estaba en absoluto. Sus vidas estaban en peligro y si algo le pasaba a su esposa o a su hija jamas se lo podria perdonar. --Me estas asustando, Edward --le contesto la duquesa, mientras aferraba a su hija contra su pecho en un gesto de proteccion. --Cielo, no debe de ser nada, solo te lo digo para que estes prevenida por si nos llegamos a topar con forajidos. Un jadeo escapo de los labios de la duquesa por el temor que la recorrio, eran bien conocidas las historias sobre los asaltantes; solian ser despiadados sino conseguian hacerse con el botin, de manera inconsciente se llevo la mano al collar que habia pertenecido a su familia, su valor sentimental era incuantificable, pero ella daria todo lo que poseia porque los tres lograran salir de ese peligro sin un solo rasguno. Cerro los ojos rogando para que todo se tratara de una simple equivocacion. Bajo la mirada al regordete rostro de su hija y lo acaricio con ternura mientras veia el brillo destellante del camafeo que llevaba ese dia colgado en su pequeno pecho; el carruaje fue perdiendo velocidad y en cuestion de minutos se detenia poniendolos mas nerviosos. El duque busco el arma que estaba siempre guardada debajo del asiento; en un compartimiento secreto, pero no la encontro. Ambos se sobresaltaron al escuchar el estruendo con el que se abrio la puerta dejando ver a un hombre corpulento con la cara cubierta, apuntandolos directamente con un arma. No les dio tiempo de decir una sola palabra, dos disparos se escucharon en aquel camino desolado, mientras el llanto de un bebe se alejaba al igual que los pasos de los forajidos. CAPITULO 1 Londres 1855 El agua cristalina del lago reflejaba los intensos rayos del sol. Marian sonrio cubriendose los ojos para contar hasta diez mientras Olivia corria a esconderse. Solo tenian una hora de juego dentro del convento que, hacia la funcion de orfanato, ya que despues tenian que regresar para hacer sus labores. Asi que trataban de disfrutar al maximo de esos momentos. --!!Diez, listos o no, alla voy!! --Encontrar a Olivia no fue dificil, ya que nunca lograba estarse quieta en un solo lugar, aunque Marian trato de fingir que no la veia caminando alrededor del campo, buscando por todas partes, aunque el tenue sonido de su cantarina risa la delato, asi fue como la encontro de manera rapida detras de un arbol frondoso de manzanas, su mejor amiga estaba en cuclillas tratando de sofocar una carcajada--. !!Te atrape!! Ahora tenemos que regresar antes de que nos den unos azotes por no ayudar en la cocina. Ese era el pan de cada dia, acababan de cumplir diecisiete anos, y habian llegado al convento cuando tenian unos dias de nacidas, con la unica diferencia que Marian llego unas horas antes que Olivia; de ahi que todas dijeran que eran hermanas. Nadie sabia el paradero de sus padres, ni siquiera si tenian algun familiar lejano. Las hermanas del convento las recogieron dandoles la bienvenida a las dos pequenas que se sumarian a los mas de cincuenta que ya atendian. Como Marian fue la primera en llegar decidieron llamarla con el nombre de la madre superiora y, a la otra pequena la nombraron Olivia, ya que era el nombre que traia el santoral. --Apresurate, Olivia, tenemos que llegar a tiempo. --Su amiga resoplo, mientras ella se sacudia una mancha de tierra que se habia adherido a su vestido color gris, odiaba esa vestimenta, pero no tenian mas ropa que esa, y la verdad es que deberian estar muy agradecidas con las hermanas que las adoptaron pues les debian todo, les habian dado lo mas parecido a un hogar. Camino lo mas rapido que pudo, pero sus botines de cuero que eran un numero mas grande se le atoraron en una piedra provocando que trastabillara. Por suerte, su amiga la sostuvo del brazo evitando que cayera. --!?Por que siempre sois tan torpe, Marian?! --dijo su amiga con el ceno fruncido como si estuviera enojada--, deberian de ponerte un cartel de peligro. --Lo siento, es culpa de estos zapatos, me quedan grandes --dijo tratando de acomodarse el botin que se habia salido de su pie. --?Sabes?, cuando salga de este lugar, voy a buscar a un duque que me lleve a vivir a su castillo. --Los duques no viven en castillos --dijo sonriendo, porque su amiga siempre decia lo mismo, repetia mil veces que estaba harta de vivir en ese lugar y que algun dia saldria de ahi para conquistar a un caballero de armadura dorada que la rescatara de la pobreza donde estaban sumergidas. --Pues conquistare a un principe, no importa, lo unico que quiero es no tener que utilizar estos vestidos tan horrendos. --Marian miro a su amiga con enfado, no le gustaba la manera en la que se expresaba de lo que les daban en ese lugar, pero las hermanas no podian hacer gran cosa por ellas, ya que vivian de la caridad de la buena sociedad londinense. --Sabes que la madre superiora hace todo lo posible por darnos ropa y calzado, debemos estar agradecidas --dijo Marian reprendiendola. --Marian, pero ?es que no has visto cuando la duquesa ha venido a dejar los viveres de este mes? --dijo Olivia refiriendose a la duquesa de Brentwood, que cada mes se dedicaba a llevar en persona todos los apoyos del comite de beneficencia. Esa era una de las funciones de las damas de sociedad, bueno, tal vez solo de las damas mas respetadas, porque habia tambien las que se dedicaban unicamente a asistir a los bailes hasta caer el amanecer y dormir hasta que el atardecer les despertaba para asistir de nuevo a otra velada. --Debes dejar de sonar con esas ideas, aunque encontraras a un duque dispuesto a enamorarse de ti, solo te utilizara y te dejara por no tener sangre noble. --Tal vez si muestro el camafeo que me regalaste, pueda aspirar a tener un buen marido. Me niego a ser una criada en casa de esos ricos. --Doncella, Olivia --la reprendio porque su amiga siempre hablaba con desprecio de las personas que servian en la casa grande--. La duquesa aun no ha mencionado a quien se llevara a su casa para que se integre al servicio, pero seria un honor que nos eligiera, nuestra vida cambiaria por completo. ?No te ilusiona?, estariamos todo el dia trabajando, siendo parte del mundo que los rodea. --Pues espero que no me elija a mi, yo naci para bailar a la luz de las velas, entre los brazos de un apuesto caballero --dijo Olivia, simulando que tomaba entre sus manos la tela de un vestido de fiesta y daba vueltas por el patio trasero del convento. --Estas mas loca que una cabra --dijo, mientras sonreia y comenzaba a caminar mas deprisa. En cuanto pusieron un pie dentro del convento la actividad no ceso hasta que todas las huerfanas estuvieran en sus camas.

  • La nueva vida de Kendall (Liam 1) de Aitor Ferrer

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    Si tres meses antes me hubiesen dicho lo que iba a cambiar mi vida, no me lo habria creido... Con veintiseis anos estaba viviendo un momento de desconcierto total, todo mi mundo se habia puesto patas arriba y sin sentido, asi que me encontraba en un vuelo en el que esperaba que fuese mi escapatoria y el comienzo de una nueva vida lejos de todo el caos que se habia formado a mi alrededor. Me presento, mi nombre es Kendall y hasta antes de suceder todos mis males yo era una chica muy feliz... Tenia un novio de muchos anos, desde que teniamos diecisiete anos, Jorge, un chico que nadie podia predecir que nueve anos despues, por capricho de su madre, me mandara a freir esparragos. Aquello me dejo echa polvo, pero no tanto como cuando un mes despues en el que aun no habia superado ni lo mas minimo aquello, mi madre, la unica persona que tenia en mi vida, murio en una operacion de corazon, ahi fue cuando me di cuenta de que, ya no me quedaba nada a lo que aferrarme. En ese momento, llevaba tres anos publicando novelas romanticas en una famosa plataforma y la verdad es que tenia mogollon de seguidoras y mis novelas se vendian perfectamente, en ese aspecto estaba muy feliz ya que sacaba un buen sueldo al mes, no una millonada, pero si que me daba para vivir desahogadamente, ademas, hacia mi otra pasion dos veces en semana, esos dias que iba a la academia de baile de un gran bailaor flamenco con el que llevaba desde pequena y es que bailar era mi pasion. Eso que por ahora iba a quedar en un segundo plano, no me veia en Miami bailando flamenco, pero bueno, alguna que otra "pataita" si que me echaria. Si, iba rumbo a Estados Unidos y ahora os explicare que me llevaba hasta alli. Resulta que una de mis primeras lectoras era puertorriquena, Alexandra, afincada desde hacia muchos anos en Miami y casada con un cubano llamado Luis, que era representante de actores. Alexandra y yo, siempre hablabamos por privado y eso llevo a las videollamadas, se convirtio en mi confidente, mi gran amiga y jamas nos habiamos conocido en persona, pero os puedo garantizar que eramos como dos hermanas. Cuando paso lo de mi madre, me dijo bien claro que me fuera a su casa una temporada o el tiempo que quisiera, ademas en su jardin tenia un pequeno apartamento de invitados que me dejaba gustosamente para vivir alli. Despues de mucho pensarlo accedi y ahora estaba volando hacia aquel lugar de la Florida. Lo mas fuerte de todo es que yo estaba enganchada a una serie americana de accion que, era un equipo de polis de investigacion donde habia un actor llamado Liam Jones, de cuarenta y un anos, rubio, de ojos azules, cara angelical y la locura de todas las feminas, incluida yo, que cada vez que escribia lo hacia pensando en el, era toda mi inspiracion y como se dice, mi amor platonico, ese con el que siempre fantaseaba y seguia en las redes, pero sin seguirlo, vamos que entraba directamente cada dia para ver si habia una actualizacion, eso si, no le daba ni un me gusta, yo solo cotillear. De Liam, la gracia es que su representante era Luis, el marido de Alexandra, con lo cual me prometio que cuando volviera a Miami de los rodajes me lo presentaria, yo con tirarme una foto con el, ya era como si me tocara la loteria, asi que esperaba que algun dia sucediera aquello. La casa de mi madre la vendi para poder pagar la parte de impuestos de la herencia y lo poquito que me sobro lo deje en el banco para cualquier cosa que me hiciera falta, asi que en Espana solo me quedaba el banco de la plazoleta donde yo vivia, en el que me sente tantos anos, en el que me rei y llore a partes iguales, por lo demas, nada, todo iba en mi maleta. Durante el vuelo me enganche a una de las tantas pelis que ponen para que elijas, como no, cogi una peli de Liam, ademas de esa serie tan famosa que ya iba por la cuarta temporada, el chico habia hecho mogollon de pelis y bien buenas, era un pedazo de actor como la copa de un pino y el hombre con la mirada mas seductora del planeta. Y lo bueno de todo, es que sabia que algun dia iba a tener la oportunidad de saludarlo, aunque fuera un solo minuto, pero tenia la absoluta conviccion de que tendria esa suerte y la verdad es que me hacia mogollon de ilusion, fantaseaba hasta con que ropa ponerme y como saludarlo. Aterrice en Miami y a pesar de lo muy afectada que iba con todo, me salio una sonrisa, era como que ese cambio iba a ser importante en mi vida. Si mi Alexandra era bonita por video y fotos, en persona era espectacular, era glamur en estado puro, tenia clase, era pura clase. Nos fundimos en un abrazo que duro una eternidad, luego lo mismo con su marido al que le tenia mucho carino, solia aparecer en medio de las videollamadas de nosotras para saludarme, incluso alguna que otra noche nos quedamos los tres charlando muertos de risa, era de lo mas simpatico y bromista. Llegamos a la casa y aunque la conocia por esas llamadas, verla en persona era una pasada, todo era a lo grande, habitaciones, cocina, salon y cuartos de banos. Ademas, dicha cocina y salon daban al patio donde estaba el balancin, mesas, sofas, neveras, piscina, barbacoa y hasta tele, ademas del apartamento que iba a ser mi hogar por un tiempo, que, por cierto, era muy coqueto. Tenia dos habitaciones, bano, cocina y un salon que daba al patio ese que quedaba en comun. Me duche e instale colocandolo todo, un rato despues aparecio ella para decirme que ya estaba la cena. Fue una velada llena de confidencias, lloros, risas, abrazos y que duro muchas horas antes de que, con un abrazo de verdad, me despidieran los dos antes de dormir, fue un abrazo en conjunto, pero de esos que sientes de verdad, me estaban arropando de corazon y eso se notaba, era evidente. Los siguientes dias puedo jurar que fueron un cambio total, me despertaba y desayunaba con Alexandra, siempre estaba levantada la primera, luego ella se ponia con su portatil a trabajar y yo con el mio a escribir en aquel porche que tenia una zona medio cerrada con aire acondicionado, una pasada, nuestro rincon donde pasabamos tantas horas. Me sentia querida, no me senti un estorbo en ningun momento, ella se meaba al ver que ponia media pantalla con el Word en el que escribia y en la otra, una foto de Liam, ese que ella conocia bien, es mas, eran amigos por la relacion que tenia laboral tan estrecha con su marido, ni mas ni menos que su representante. Eso si, como dije, Liam era un amor platonico, pero lo de Jorge, era un amor de verdad y no me lo podia quitar de la cabeza. Habia sido una decepcion muy grande la que me habia llevado y eso que sabia que su madre nunca me pudo ver, vamos, que no hizo nada por ocultarlo, todo lo contrario. El primer mes alli fue un soplo de aire fresco, escribia cada manana, saliamos alguna noche de cena y copas, fuimos a la playa de Miami beach y los cayos, donde precisamente tenian alli un barco y navegamos en el, en varias ocasiones, ademas de las barbacoas que se hacian en su casa y a las que venian muchos amigos a los que ya les habia cogido carino en ese tiempo. Capitulo 2 Estaba muy emocionada con el avance de la novela, la verdad es que me habia pillado inspirada ese mes, a pesar de la tristeza que soportaba. Esa manana llevaba escrito un monton y apenas eran las doce, iba a dejar de escribir cuando llegaran sus amigos, Ernesto y Milano, dos modistos que eran sus mejores amigos y como decian cada vez que me veian, los mios tambien. Ese dia tocaba barbacoa, ademas era viernes, dia en que nunca faltaba una, la verdad es que me lo pasaba genial con aquellas charlas y risas que nos pegabamos, todos eran latinos, puertorriquenos o cubanos. Me habia dado un ataque de risa mientras escribia la escena de una pija que era mas repelente que todas las cosas, pero la estaba bordando. --Kendall, perdona que te corte la escena esa tan graciosa que debes estar haciendo --dijo Alexandra, asomando la cabeza por el salon y aguantando la risa y yo que la conocia sabia que me iba a soltar un disparate, era lo mas comica del mundo. --Nada, dime --le dije con tono de que soltara alguna de las suyas. --Que llego Liam para la barbacoa --se echo a reir agarrada al quicio y poniendo sus manos entre las piernas. --Dile que pase que le voy a ensenar el dicho de "poner mirando a Cuenca" --solte una carcajada. --?Cuenca? --pregunto el mismisimo Liam arqueando la ceja y saliendo al porche. Pense en ese momento dos cosas: o me tiraba a la piscina y no sacaba la cabeza, o corria hacia la salida sin mirar atras, otra no me quedaba. --Kendall, el es Liam --reia Alexandra, y yo seguia sentada sin reaccionar. --Hola, Kendall --extendio su mano por encima de la mesa viendo que no me iba a levantar para darle un beso. --?Estas bien? --pregunto Alexandra, al ver que no atinaba ni a darle la mano. --Creo que me dio un golpe de calor y me estoy mareando --murmure, sintiendo que mi tension debia estar por los suelos, ademas de verdad, que notaba que me estaba quedando lacia. --Tumbate que te pongo las piernas en alto --dijo Liam, viniendo directo a tumbarme en ese balancin donde yo me ponia a escribir. --No, tu no --murmure cayendo hacia atras, mientras pensaba que por Dios el no me tocara. --Tu si --fue lo ultimo que escuche decir a Alexandra, mientras perdi la conciencia unos segundos. Y fue cuando abri los ojos que vi que tenia los pies encima de un puf que pusieron en el balancin y Alexandra me hablaba mientras Liam me echaba el aire en la cara con un carton. El problema es que al verlo de nuevo tan cerca de mi yo no me queria levantar, queria volver a perder el conocimiento, ese tio impactaba demasiado y a mi me temblaba todo. --Kendall, bebe un poco --dijo Luis, dandome una lata de Coca Cola. --Echame un poco de ron --murmure apretando los dientes y causando una carcajada en todos, mientras me notaba hasta sudores frios. --No --dijo Liam en voz baja, mientras sonreia mirandome. --No hables, que no se repone --solto Alexandra, causando una carcajada a Luis y una risa floja en Liam. Me incorpore y di un trago a la Coca Cola, tan patosa yo que me cayo por encima de la camiseta. --Ay, Dios --me puse la mano en la cara mientras negaba. --Es muy guapo el chico del fondo de pantalla --murmuro mirando mi portatil y viendose el. --?Ese quien es? ?Que hace ahi? Alexandra joder, que graciosa eres --dije tirandole los balones a mi amiga y cerrando el portatil a toda leche. --Mira que ponerme en el portatil de la chica --dijo Liam, a modo de reprimenda a Alexandra, obvio que bromeando. --Es que queria que tuviera presente a mi amigo y mejor actor de los Estados Unidos -- sonrio con ironia, yo me fui levantando sin querer ni mirar y recogiendo las cosas para irme a cambiar, estaba hecha un cristo con ese lamparon de Coca Cola. --Bueno, voy a cambiarme --sonrei abrazada al portatil y pasando por su lado. --No te has presentado --murmuro Liam, cuando pase junto a el. --Ya otro dia --dije caminando directa al apartamento. ?Otro dia? !La madre que me pario! Mas imbecil y no nacia. Me rei al entrar a la vez que me tumbe en la cama pensando que asi no habia imaginado jamas mi encuentro. Me duche de nuevo mientras intentaba relajarme y pensar como solucionar la que habia liado en un momento !Me maree! ?Se podia ser mas gilipollas? Y encima la Coca Cola, su foto y eso de "otro dia" !Que me tragase la tierra! Queria ponerme mona, pero sin parecer que iba a salir, o sea, de barbacoa, pero algo que me quedara bien, y es que el estaba tan mono, aunque ese de todas las hechuras lo estaba. Liam llevaba un pantalon corto vaquero, unas zapatillas "Vans" y una camiseta de una firma de surf en color blanca y es que se le veia con una planta que impresionaba, hasta asi urbano, el tio tenia una percha increible. Me decante por un vestido de punto blanco de tirantes, tipo camiseta, debajo me puse un bikini en color negro. Estuve como media hora detras de la puerta santiguandome y rezando para no tener ni una metedura mas de pata, pero conociendome, capaz era de liarla a mas no poder. Dos golpes en la puerta me sobresaltaron. --Kendall ?Estas bien? --pregunto Alexandra, espere un poco e hice la que iba a abrir. --Si, es que me llamo una amiga de Espana que hacia mucho que no sabia de ella. --Pero si te has dejado el movil fuera --se echo a reir. --Da igual, nosotros hablamos por telepatia --solte una carcajada. --Venga sal, que Liam esta esperando. --?A mi o a Ernesto y Milano? --Esos dos han dicho que no pueden venir, les surgio un compromiso, solo estaremos los cuatros. --Yo paso de salir, ahora si que me da --cerre las piernas con mi mano en medio, mientras lloraba de la risa nerviosa. --Venga vamos --me jalo del brazo y tiro de mi hacia fuera, luego cerro la puerta. --Te mato --murmure detras de ella.

  • El Hambre Invisible de Santi Balmes

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    A partir de un accidente en un concierto, Roman Spinelli, alias, Equilibrista, llega a la conclusion de que su vida debe replantearse por completo. La caida no ha sido unicamente fisica, sino que simboliza un accidente mucho mas profundo y abarca todos los ambitos de su vida. Este es el punto de partida de un libro en el que el protagonista debera emprender un viaje hacia las profundidades de si mismo, una ciudad interior llamada Bruma, habitada por alter ego de la mas diversa indole, a menudo contradictorios y todos ellos extremos.
    El Hambre Invisible es una novela con trazos de autobiografia, ensayo, poesia, diario y regresion. En ella experimentaremos la necesaria busqueda de nuestra esencia como personas, de comprender lo que nos define, y de paso, identificar a nuestro enemigo interior a traves del dialogo con uno mismo.
    En definitiva, estamos ante un mapa del alma que puede ayudar al lector a configurar el suyo.

  • El inquilino de la Alhambra de Roberto Wolfgang Conde Schuh

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    Abdel, hijo de Hassan, medico que durante anos ha cuidado de la salud de Mohamed (sultan de Granada) y famoso por curar lo que a otros les era imposible, tiene que salir huyendo repentinamente de la ciudad para proteger a su familia.

  • Loba negra de Juan Gomez Jurado

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    El thriller que los 250.000 lectores de Reina Roja estan esperando.

  • Mi pequena guerra de Louis Paul Boon

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    Mi pequena guerra puede ser considerada la novela europea mas importante sobre la Segunda Guerra Mundial, como Viaje al fin de la noche de Celine lo fue sobre la Primera.
    Un clasico europeo que por fin podemos leer en Espana. Traducido a 11 lenguas.
    ?Que pasa cuando un hombre de clase obrera tiene talento para escribir y no quiere ser poeta? Que puede contar aquello que nunca se nos cuenta: la calle.

  • Las ansias carnivoras de la nada de Alejandro Jodorowsky

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    <> Alejandro Jodorowsky

  • La ira de Zygmunt Miloszewski

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  • Los crimenes de Shamersville de David Zafra Ruiz

    https://gigalibros.com/los-crimenes-de-shamersville.html

    !Necesitaba matarlas!
    Algo espeluznante se cierne sobre Shamersville en el
    fatidico invierno de 1899. El cadaver de una joven
    hallado en el sanatorio psiquiatrico pone en alerta
    a toda la comarca. El detective Alfred Tilman y su
    ayudante, el capitan Edward Stone, comienzan a
    profundizar en los hechos, cuando es anunciada la
    segunda victima. Tras las muertes se esconde un asesino
    sin escrupulos que desmiembra a sus victimas.
    El mutismo y miedo de los habitantes hara que el
    trabajo del detective y su ayudante sea mas complejo
    de lo inicialmente esperado.
    Nadie era consciente del sufrimiento que estaba
    aun por llegar...

  • Secretos de Jeronimo Tristante

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    Se trata de una magnifica novela de suspense en un entorno mas o menos cerrado: una urbanizacion de lujo donde todo el mundo sabe secretos de sus vecinos pero que, reunidos y habilmente utilizados, pueden convertirse en un metodo de extorsion infalible. Temas de actualidad como la complejidad de las relaciones personales, el ascenso economico facil, la corrupcion politica, etc. Con un estilo muy efectivo y dominio de los recursos narrativos, es un magnifico libro.

  • El reino imposible de Yeyo Balbas

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    Una apasionante novela sobre el fin del reino visigodo y los inicios de la conquista musulmana de la peninsula iberica. Yeyo Balbas nos regala una recreacion magistral llena de epica y personajes extraordinarios.

  • Elevacion de Stephen King

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    King vuelve a Castle Rock con un mensaje para nuestros tiempos.

  • La andaluza, Alissa Bronte de Alissa Bronte

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    La Condesa de Lerma se ve abocada a un horrible destino: su padre la ha condenado en vida forzandola a contraer matrimonio con un hombre al que odia y teme. Durante el largo viaje al que sera su nuevo hogar, unos bandoleros asaltan la diligencia en la que viaja junto a su doncella mas querida. En el ataque, un bandolero le robara algo mas que una joya…

  • Fractura de Andres Neuman

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    El regreso de Andres Neuman a la gran novela tras El viajero del siglo, Premio Alfaguara y Premio de la Critica.

  • Querido cupido de A. R. Cid

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    Lo he perdido todo sin llegar a decirle cuanto lo amaba, un amor gestado en el carino, la confianza y el deseo contenido. Tantas noches compartidas sin atreverme a besarlo, ambos nos quedabamos en silencio incapaces de dar el primer paso por miedo, el miedo nos impidio disfrutar del tiempo que nos quedaba juntos.

  • El momento equivocado de Ciara Giannetti

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    Cloe es una chica de 17 anos enamorada de tres cosas en la vida: sus amigas, su novio Alex y las canciones de Melendi. Tiene muy claro lo que quiere conseguir cuando acabe el Bachillerato, pero casi sin darse cuenta, su profesor de Lengua se tropieza en su camino para darle un giro de 180 grados a todos sus planes..

  • Una fea empedernida (Hermadad de las feas 2) de Eva Benavidez

    https://gigalibros.com/una-fea-empedernida-hermadad-de-las-feas-2.html

    Lady Abigail Thompson transita su tercera temporada en sociedad y tiene muy
    bien ganado su puesto de florero social, y no solo eso, ostenta con orgullo su
    lugar en el grupo de las demasiado feas, sitio que eligio por propia voluntad, a
    pesar de que su aspecto real esta muy alejado de ser feo.
    Los hombres son para ella seres estupidos, banales, egoistas y
    egocentricos, y por ello, esta decidida a llevar una vida de tranquila soledad,
    empedernida en mantener su solteria.
    Hasta que un demonio disfrazado de angel, y la personificacion de lo que
    detesta en un caballero, se interpone en su camino, desbaratando sus planes.
    Lord Colin Bennet, Conde de Vander, ostenta un estatus social, origen
    aristocratico y un aspecto que han logrado que todos sus deseos se cumplan
    solo con un chasquido. Tras una decada de placeres consumados, su
    reputacion de mujeriego le ha valido para ser llamado <>.
    Con treinta anos, y el peso de ser el primogenito, no tarda en recibir un
    ultimatum de su padre: debe casarse en el plazo de tres meses o el marques
    elegira la candidata por el.
    Nada dispuesto a que elijan alguna joven sosa y aburrida a la que deberia
    aguantar por el resto de sus dias, Colin se enfrenta ante su primer obstaculo y
    tambien ante el primer desafio de su vida: una dama casi solterona, que ha
    despertado su interes con sus constantes desplantes, que oculta un secreto tras
    una fachada desarreglada y que ha despertado su depredador interior,
    demasiado tiempo dormido.
    La caceria comienza, y el ya tiene escogida su presa, a pesar de que sea
    una fea empedernida.

  • Cuando el abecedario empieza por la Z de Laura Cardenas

    https://gigalibros.com/cuando-el-abecedario-empieza-por-la-z.html

    La primera vez que se vieron fue una fria tarde de otono. Alex salia del cafe Berlin hablando por telefono. Gesticulaba de manera exagerada, caminaba nervioso con pasos cortos de un lado a otro de la puerta del local, por lo que se intuia una conversacion tensa. Vestia ropa informal. Su cabello castano desalinado, loco, entre rizado y grenudo. Sus ojos verdes y su barba de nino rebelde la hicieron perder la vista en un todo que solo el formaba. No le importo el descaro, y sin respeto lo miro, lo analizo y le gusto. Cuando Alex sintio su presencia, clavo su mirada apartando levemente el auricular de su oreja. --?No te han dicho nunca que es de mala educacion escuchar una conversacion ajena? Ella no hizo la mas breve mueca por contestar, pero tampoco aparto la mirada. Mientras tanto, el volvia a su conversacion: --Disculpa, ?te importa si te llamo mas tarde? --Volvio a mirarla a los ojos .--Soy Alex -- dijo extendiendo su mano amigablemente. Ella, tan solo contesto: <>. --!Vaya! Voy a hacer un nuevo intento. ?Me permite la senorita cotilla que la invite a un cafe? --No escuchaba la conversacion. --?Ah, no? Dejo caer el peso de una pierna a otra. --Tan solo te miraba a ti y no creo que tras esta respuesta deba aceptar tu cafe. --No entiendo el por que, ?que tiene de malo tu respuesta? --No lo se. !Pidele al destino que nos volvamos a ver y entonces lo aceptare! Con media sonrisa pintada en la cara camino calle abajo, segura y tranquila. --!!Zoe!! --grito Alex--. ?Que significa esto? --!!!No lo se!!! !!!Pero tu no dejes de jugar!!! --???A que??? --!!!!A esto!!! ... En la madrugada de una noche cualquiera, entre el gentio de un humeante y centrico local diviso su sonrisa. Se acerco y con el cuidado de no ser descubierto, se hizo un hueco entre la muchedumbre, le sonrio y le susurro al oido. --?Me permite la senorita chismosa que la invite a un cafe? --?Perdona? !Son las tres de la madrugada! --?Hay un horario estipulado para tomarse un cafe contigo? --?Hay cafeterias abiertas a las tres de la manana? --Si ese es el problema... confia en mi instinto cafetero. --No voy a ir contigo a tu casa, si es eso en lo que estas pensando. --Te prometo que no iremos a mi casa, que no cogeremos el coche, que estaremos separados por una distancia minima de medio metro y que sera un lugar suficientemente iluminado. ?Me das la oportunidad? --?Deberia? --No lo se. ?Deberias? Debia hacerlo. Fue ella quien insistio en que prosiguiera ese juego y, como aliciente, el caprichoso destino los habia llevado al mismo rincon de Madrid. No queria salir. Bastante tenia ya con ver las mismas caras durante ocho horas al dia, pero la obligacion laboral y la conciencia la llevaron a lucir la mejor de sus sonrisas en una aburridisima cena y posterior copa. Necesitaba una excusa para salir de alli y el se la ofrecio. Pero de vuelta a la realidad y aun deseando saber mas de su desconocido, recordo que en el fondo no sabia de el mas que su nombre y el modelo de su telefono movil. Alguien le dijo una vez que para ganar primero hay que arriesgar. Se marcho con el. Concurrido, iluminado, abierto 24 horas y el cafe... autocalentable. Todo disponible en la gasolinera mas cercana. --?Te han dicho alguna vez que tienes un gusto pesimo para elegir cafe? --No me has dado opcion a mucho mas. Prometo que el proximo no tendra nada que ver. --!Ah! ?Pero habra proximo? --Si sobrevivimos a este te garantizo que hare todo lo posible para que haya muchos mas. Se sorprendia a si misma viendose en esa situacion. Le hablaba con tal sinceridad que asustaba, incluso pareciendo cortante e ironica, sin apartar la mirada de sus ojos. Como acto reflejo, se comportaba asi cuando tenia la suficiente confianza. Y este no era el caso. Con Alex dejo de lado el protocolo del <> y, simplemente, fue ella. ?Por que? No tenia la menor idea, pero tampoco le importaba. --?Que hacia una chica como tu parada a las puertas del Berlin? --Buscaba historias. Historias para fotografiar. --Y te intereso la mia. --Te repito que no escuche la conversacion. Me interesaste tu. --!Vaya! Pues creo que no valgo la pena como modelo. --No te veia como modelo. Eras... una historia. Formabas parte de la ciudad. El viento, tu estado nervioso y gesticulando en exceso. Caminando sin cuidado. Inestable y a la vez confiado. Pendiente de no llamar la atencion y de que tu conversacion no fuera algo publico. La tarde arrugada, los tonos anaranjados y como complemento, estabas tu. --Pero, no me fotografiaste. --!Fui descubierta! --Fuiste poco sutil. --Tal vez. --Te propongo un trato: otro cafe y dejo que me fotografies. Ella nego con la cabeza. --Te fotografiare cuando menos te lo esperes. ... --?Y tu? ?Eres chica de ciudad o un complemento? --Soy una chica <>. --?De que zona? --Tengo un estudio en el centro. El cual para no decir que es pequeno digo que es minimalista. --?No tienes familia? --?Quien es ahora el chismoso? --Mujer, se llama conversacion. --Tengo. !Claro que tengo! Mi padre vive en las afueras con su mujer y sus dos rebeldes hijos adolescentes. Mi madre vive en la otra punta de la ciudad, con su marido. Y yo... fui el error en un matrimonio malavenido. Curioso, ?verdad? --!Vaya! Toda una mujer con historia. --?Y tu? --Trabajo aqui. Me vine hara dos anos el mes que viene. Y mi familia es feliz y bien avenida. Tengo un hermano y un perro. --?A que te dedicas? --?Ademas de a discutir al telefono? Trabajo en ingenieria. --?Y procedes? --De la Ciudad Condal --respondio con un perfecto acento catalan. El sarcasmo de una chica perdida en su ignorancia respecto a la persona que tenia frente a si se convirtio en una conversacion normal y distendida, sincera, e incluso a ratos, interesante. Su nerviosismo de quinceanera adolescente escondida en el cuerpo de una chica de casi treinta anos desaparecio tras el primer trago de aquel horrible cafe. Eran casi las seis de la manana, se encontraban caminando por el centro de la ciudad con las manos perdidas en los bolsillos y la vista clavada en la puntera de sus zapatos aprovechando los descuidos para mirarse a los ojos. Siendo conscientes de lo poco que iban a dormir y lo duro que les iba a resultar ir a trabajar. Un portal rojo de madera, antiguo, pero reformado, daba pie al estudio minimalista en el que Zoe vivia. --Bueno, hemos llegado. --!Que pena! --!Son las seis de la manana! Voy a tener un dia muy productivo, no se por que, pero lo preveo. Durante unos segundos que parecieron eternos permanecieron mirandose a los ojos sin decir nada. El queria besarla. Ella queria que la besara. --Espero que pases bien lo que queda de noche --dijo al tiempo que le regalaba una sonrisa inocente y se daba media vuelta para volver calle abajo. --Igual. Cuando lo vio alejarse, subio las escaleras de la entreplanta refunfunando entre dientes: -- Eres idiota. !Bocazas! La senorita marisabidilla. !Vas de lista y te pierdes las mejores! ?Pero que te pasa, Zoe? !Asi te va! Que todos te huyen... !Das miedo!. <>, !que gran frase de despedida!… <>. Apuntatela, que esta hara historia. Los minutos pasaban mientras daba vueltas en la cama sin suerte, en el intento de poner en orden las ideas aun a sabiendas de que lo esperado era mucho mas y no fue conseguido. La sensacion que tenia era mas que buena. Volviendo a la misma situacion una y otra vez. No lo conocia, al menos hasta hacia unas horas no era mas que un desconocido, con cara y telefono, que le gusto mas de lo pensado en una tarde de otono y en esa fria noche, en la soledad de su casa solo tenia una cosa clara: deseaba volver a verlo, volver a pasar los minutos con el, saber cada detalle de su vida, volver a ver como le salia una pequena arruga en la comisura de los labios cada vez que sonreia, volver a ver como se acariciaba el pelo de forma nerviosa en los momentos de inseguridad, su manera absurda de mover las manos al hablar y todo lo que en ese momento de soledad se maldecia por no haber descubierto y por ello, no poder recordarlo. Notaba su olor como si lo tuviera cerca y lo mas increible es que no lograba entender como alguien como el se habia fijado en alguien como ella. Quedaba menos de una hora para que amaneciera y no sabia si dormia o sonaba despierta. ... En la redaccion, el sueno era su fiel aliado. Su mejor amiga, Marta, era una de esas chicas estandar del departamento de deportes. Con pinta de modelo de alta costura, cabello largo, castano claro, y ropa a la moda. Zoe era distinta. No solia ni ir muy arreglada ni muy maquillada. En cambio, tenia ese tipo de belleza natural, y fuese como fuese y se pusiera lo que se pusiera, siempre conseguia estar perfecta. Tenia una elegancia natural y una sonrisa sincera que no solia desaparecer de su cara. No se veia guapa, odiaba su manera de vestir, sus cabellos indomitos, su cara de buena manana, y se reia de si misma cuando analizaba como habia sido capaz de salir asi de casa. En definitiva, era una chica feliz con su vida y eso la hacia radiante a ojos de los demas. Marta no acudio a la cena, asi que era ajena a todo. Aunque conocia la historia del Berlin y el berlines, a quien apodaron asi en un alarde de originalidad. De como se quedo petrificada y como el la descubrio teniendo que ejercer de borde y sarcastica. --!Zoe! --grito desde la entrada --?Que tal anoche? --No te perdiste nada. --?Seguro? Deja que te vea --Se acerco con cuidado realizando un completo analisis de arriba abajo y de abajo arriba.-- Cansancio, ojeras, maquillaje para disimularlas, tu ropa grunge sustituida por ropa normal, apatia con tu mejor amiga, ojos brillosos. !Tu has follado, carino! --!Marta! --?Que? ?Dime que no? --!Pues no! Pero... tampoco he dormido. --?El berlines? --!!Si!! Encima es un encanto. Me llevo a tomar el peor cafe de mi vida a las tres de la manana y resulto ser... !perfecto! Tras ellas aparecio una de las companeras de cena y copa, que en un absurdo intento de simpatia intento saber cual fue su destino. --Zoe, !desapareciste muy rapido! ?Donde te metiste? --Me fui a casa, me dolia un poco la cabeza. --Mentirosa --chirrio Marta entre dientes y recibiendo como respuesta un codazo--. !Me debes un desayuno y un monton de detalles! ... A la vuelta del trabajo lo vio sentado en el portal de su casa, mirandose fijamente a los pies, como si analizara cada surco de desgaste, cada costura o cada resquicio de insignificancia que el uso y el tiempo hubieran dejado alli, inapreciables para el resto y con tanto sentido para el en ese preciso momento. Sintio nervios en el estomago al acercarse, y aun a sabiendas de que el no la habia visto miraba de un lado a otro intentando pasar desapercibida. Dejo caer a su lado una moneda de cinco centimos sonriendo inquieta. --Pareces un indigente.

  • El cielo enjaulado de Christine Leunens

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    Johannes es un nino cuando Austria es anexionada al Tercer Reich y es seducido por la doctrina de Hitler. Sus padres no comulgan con el regimen, pero durante la guerra queda gravemente herido y se ve forzado a quedarse en casa. A las pocas semanas descubre que sus padre esconden a una joven judia, Elsa. Poco
    a poco Johannes acaba enamorandose de ella de un modo tan enfermizo que se convierte en su obsesion, y cuando la joven le confiesa que su amor no es correspondido ambos inician una extrana relacion de mutua dependencia. Al terminar la guerra, Johannes sabe que eso significa que perdera a Elsa, y para que eso no ocurra decide mentirle para retenerla para siempre. Empieza asi una relacion llena de secretos, mentirasy silencios que os acabara llevando a la locura.

  • El cerebro matematico de Stanislas Dehaene

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    ?De donde vienen realmente los numeros y como llegan a nuestra mente? ?Por que algunas personas tienen facilidad para lidiar con ellos y a muchas otras les resulta tan dificil dominarlos? Este libro ofrece respuestas a estas y otras apasionantes preguntas que delinean lo que Stanislas Dehaene llama "el sentido del numero": nuestra capacidad para representar cantidades y, con un poco de esfuerzo y otro de educacion, para entender esos simbolos abstractos, relacionarlos, sumarlos y, con un esfuerzo mas, multiplicarlos o dividirlos. Al igual que la percepcion del color o el reconocimiento de la ubicacion de objetos en el espacio, este sentido !esta instalado en nuestro cerebro!

  • Antropoceno. La politica en la era humana de Manuel Arias Maldonado

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    El Antropoceno es una nueva epoca geologica cuyo rasgo central es el protagonismo de la humanidad, convertida en agente de cambio medioambiental a escala planetaria.

  • El medico frivolo del campo de Melissa Eyre

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    Cuando el medico visita el hospital balneario, apenas puede creer lo que ven sus ojos…..

  • Un baile mas de Katherine Pancol

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    La novela que dio origen a la trilogia <>

  • De las ruinas de los imperios de Pankaj Mishra

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    En la segunda mitad del siglo xix, las potenciasoccidentales dominaban el mundo a su antojo,mientras las distintas culturas asiaticas vivian susometimiento al hombre blanco como una catastrofe.Eran muchas las humillaciones que occidente leshabia infringido, e innumerables los corazonesy las mentes que habian soportado con resentimientola autoridad de los europeos sobre sus paises.

  • Jodido Doctor de Abril Lainez

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    Emma no estaba segura de poder hacerlo. No lo iba a conseguir. Le resultaba imposible administrar el oxigeno que entraba en sus pulmones. Se recordo que debia volver a ponerse en forma, cuanto antes, con caracter de urgencia. Jadeando, con la boca abierta, con las mejillas a punto de entrar en erupcion, y con una rodilla dolorida, debido a los constantes golpes recibidos por una de las hebillas de su bolso de viaje durante la carrera, subio los escasos tres escalones que le separaban del interior del vagon y se sujeto a una de las barras que se encontraban junto a la puerta. Escucho el pitido que anunciaba el cierre de las puertas, y se pregunto si todavia estaba a tiempo de abortar la operacion y bajar al anden. No se veia con fuerzas de buscar su asiento y mucho menos de enfrentarse a las miradas de algunos viajeros, que la observaban como si fuera una terrorista con una granada en la mano. ?Que estaba ocurriendo? O bien todas esas personas nunca habian visto a alguien correr --algo no demasiado extrano en una estacion de tren--, o bien los sonidos que emitia su garganta, en un intento de normalizar su respiracion, eran algo exagerados. Emma prefirio no seguir indagando en la respuesta, lo unico que le interesaba en ese momento era encontrar su asiento; rezo para que no estuviera demasiado alejado. <>, se dijo. Solo tenia que atravesar seis vagones, solo seis. Cuando por fin llego a su destino, se arrepintio de no haber dedicado mas tiempo e interes a realizar la reserva. De haberlo hecho, se habria centrado mas en escoger una fila con un solo asiento, pero no fue asi, al parecer iba a viajar con un companero de viaje. Observo que su acompanante era un hombre joven que, a juzgar por su expresion nada mas verla a ella, se sentia igual de entusiasmado por tener compania. Emma cogio su bolso de viaje y lo alzo sobre su cabeza para colocarla en la estanteria que se encontraba sobre los asientos. Al alzar los brazos, la fina tela de su blusa se sumo al movimiento dejando parte de su torso desnudo. Esa sensacion le produjo un escalofrio e hizo que sus brazos flaquearan, provocando que el bolso cayera justo en el regazo de su futuro companero de viaje. El hombre dio un respingo. No solo por el intruso que habia aterrizado en su regazo sino por el dolor que le produjo el impacto. Alzo bruscamente la cabeza con el ceno fruncido y la fulmino con la mirada. Si hubiera podido volatilizarla no lo hubiera dudado. --Lo siento, se ha caido --logro decir Emma avergonzada consciente del fuego que se habia instalado en sus mejillas. --Ya lo he notado --exclamo el con frialdad. A continuacion se levanto e impulso el bolso para colocarlo. Espero a que ella se acomodara y volvio a sentarse. --Gracias --susurro Emma molesta. No le habia gustado la forma en la que le habia hablado. !Solo era un pequeno accidente! El no se molesto en decirle nada mas. Se acomodo en su asiento y cerro los ojos fingiendo que se disponia a dormir. Emma desvio la mirada hacia la ventana intentando ocultar el malestar que le habia producido ese hombre. El caso es que era guapo... <>, se dijo intentando desviar sus pensamientos. El impresionante fisico de su acompanante no era un asunto que quisiera que permaneciera en su mente. Su amiga Irene se habia ofrecido a llevarla en coche hasta la estacion, pero una vez mas, Emma, antes de aceptar, no habia tenido en cuenta que su forma de conducir solo era apta para aquellos casos en los que no hay prisa, ninguna prisa. En el caso de haberla, lo mas sensato era declinar la oferta o bien emprender el viaje con un par de horas de antelacion. A Punto habia estado, en dos ocasiones, de empujarla del asiento, aunque se encontrara el coche en marcha, para apoderarse del acelerador. No era capaz de entender como a esas alturas todavia no la habian multado por ir por debajo de la velocidad permitida. Una sonrisa se dibujo en sus labios al recordar los dias que habian pasado en Barcelona. Irene era una pesima conductora, al menos desde el punto de vista de una mujer impaciente como Emma, pero una buena amiga. Se sobresalto con el sonido de su movil. Nunca se acordaba de cambiar la melodia que notificaba los mensajes: un pitido agudo y estridente, que por lo general resultaba molesto. Por suerte, no habia reservado uno de esos vagones en los que se debe permanecer en absoluto silencio. A pesar de mantener la vista al frente pudo sentir la mirada asesina de su companero de viaje. Emma no movio ni un solo musculo, no tenia intenciones de disculparse, pero tampoco deseaba que el rubor que habia vuelto a instalarse en sus mejillas se apreciara. Con un movimiento rapido elimino el sonido del aparato y se centro en el mensaje que acababa de recibir. Irene le preguntaba si habia perdido el tren. Le contesto rapidamente prometiendole una llamada al llegar a Madrid. Quedaban tres largas horas por delante y necesitaba entretenerse en algo, o su mente acabaria reproduciendo las mismas imagenes que la habian acompanado durante el ultimo mes. Debia evitarlo a toda costa. Saco un libro de su bolso. No le apetecia leer, pero tenia que obligarse a estar entretenida. Sus pensamientos, si se dejaban en completa libertad, eran un arma muy peligrosa para ella en ese momento. El libro, recomendado por su amiga, era una guia <>, palabras del autor, para que una mujer recuperara su autoestima. Observo la portada centrandose en el titulo. ?Que queria decir exactamente recuperar la autoestima? ?Solo era una guia practica para mujeres que la habian perdido? ?Y si nunca se habia llegado a tener? En ese caso, ?el libro no servia? ?O era tan bueno que se recuperaba la perdida y la que nunca se habia tenido? Ella tenia las paces hechas con su autoestima, al menos eso creia. ?Que le habia hecho pensar a Irene que necesitaba ese tipo de libros? Volvio a introducir el libro en el bolso. De inmediato aparecio en su mente que debia darle una pequena oportunidad y volvio sacarlo. Leyo la introduccion y fruncio el ceno, convencida de que aquel libro no era para ella. Lo apoyo sobre su regazo y lo miro de reojo. ?Tendria algo que Irene habria considerado importante para ella? Lo abrio de nuevo e hizo un intento de leer la pagina siguiente, pero no pudo. Aquello definitivamente no le interesaba. Si esas paginas le indicaran como olvidar a Alvaro de una forma indolora, sin duda se adentraria en ellas. Pero debia incorporar una varita magica, muy magica, para que eso fuera posible. Emma reprodujo en su mente la varita haciendo circulos en el aire al tiempo que invocaba el olvido; dibujo una sonrisa ante su ocurrencia. No, no habia nada tan efectivo. Habia trascurrido poco mas de un mes desde su ruptura con Alvaro y todavia era incapaz de pensar en ello sin sentir que el corazon se le iba a salir del pecho. Dos anos de relacion. Ese era el tiempo que habian pasado juntos desde que se conocieran en Barcelona, la ciudad en la que habia residido Emma, la misma que la vio nacer. Alvaro se encontraba de paso en la ciudad por asuntos de trabajo. Una mirada en un restaurante, unos guantes olvidados en una mesa, una sonrisa de agradecimiento, una invitacion a cenar... Esos fueron los elementos que dieron inicio a su relacion. Alvaro, cansado de viajar constantemente a Barcelona para poder estar con ella, tardo dos meses en proponerle que se fuera a vivir con el a Madrid. Emma acepto sin pensarlo dos veces. Tardo poco tiempo en encontrar un trabajo, su curriculum atrajo el interes de un colegio para cubrir la vacante de recepcionista, aunque sus labores abarcaban muchos campos. Desde hacer fotocopias, abrir la puerta por las mananas --con cuidado de que la marabunta de ninos que esperaban al otro lado no se le echaran encima--; concertar reuniones con los padres, aguantar con paciencia a que una madre de un alumno la visitara en siete ocasiones para comprobar si habia aparecido el gorro extraviado de su hijo; y su preferida: acompanar a los pequenos, a los de tres y cuatro anos, en sus excursiones, como refuerzo para los profesores. Su relacion con Alvaro habia empezado con mucha fuerza, una relacion intensa que solo se veia interrumpida por los frecuentes viajes de trabajo de Alvaro a Japon. Le costo acostumbrarse a ellos, pero con el tiempo lo consiguio. El trabajo de Alvaro como ingeniero en una empresa japonesa le obligaba a viajar dos semanas cada dos meses al pais del sol naciente. Durante esas semanas se comunicaban mediante videoconferencia, aunque era complicado encontrar el momento adecuado, debido a la diferencia horaria. En los meses anteriores a la ruptura habia sido mas complicado. No solo viajaba con mas frecuencia, sino que parecia que el universo conspirara para que todos los vuelos de vuelta a casa estuvieran senalados por todos y cada uno de los contratiempos que se pueden encontrar al viajar en avion: retrasos, huelgas, aterrizajes forzosos por culpa de la climatologia, cancelaciones por... un millon de razones. Cuando ocurria, Emma maldecia esas fuerzas del universo que parecian empenadas en retrasar sus encuentros. !Que ingenua habia sido! Alvaro no tenia tan mala suerte como ella creia, lo que tenia eran pocas ganas de llegar a casa. Habian planeado en mas de una ocasion que Emma le acompanara en uno de esos viajes, pero nunca llegaba la ocasion. En un principio el problema era que Emma no podia ausentarse tanto tiempo fuera del periodo vacacional escolar, pero con el tiempo, aunque dispusiera de vacaciones Alvaro siempre encontraba alguna excusa, bien que se podia prolongar mucho mas, bien que el tipo de reuniones le impediria pasar tiempo con ella. Cada vez los viajes eran mas largos y mas intensos. Japon se quedo sin su visita, las catastrofes aereas dejaron de sobrevolar a Alvaro, y ella dejo de maldecir al destino empenado en que permanecieran juntos menos tiempo, para pasar a maldecir al verdadero culpable de su separacion. Treinta y seis dias antes, acabando el mes de julio, habia recibido la llamada. La ultima llamada. Alvaro habia viajado a Japon apresuradamente, a pesar de llevar tan solo tres semanas en Madrid desde su ultimo viaje, debido a unos asuntos muy importantes que tenia que tratar. Debian pasar al menos dos dias para que recibiera la primera llamada por videoconferencia, tal y como acordaban siempre, pero ese dia la llamada llego un dia antes. --?Alvaro? --pregunto Emma sorprendida al escuchar su voz--. ?Todo va bien? --Emma... estoy en Madrid --pronuncio el con dificultad. --?En Madrid? --No pudo ocultar su entusiasmo. No le importaba la razon por la que el se encontrara en la ciudad, para ella solo podia significar que estaba a punto de verlo. --Escuchame, Emma, se que no deberiamos tener esta conversacion por telefono, pero no soy capaz de hacerlo de otra forma... Yo... --?Alvaro, que ocurre? Me estas asus... --Por favor, escuchame --la interrumpio--. Mi viaje a Japon no es hasta dentro de ocho dias. Te menti. Necesitaba estar solo, pensar y... tomar una decision sobre nosotros. Emma no dijo nada. Estaba intentando procesar la informacion que estaba recibiendo. Siguio escuchando atentamente sus palabras. --Esto se ha terminado, Emma. No puedo continuar. !No puedo! -- le dijo sin hacer ninguna pausa. --A... Alvaro, ?que es lo... lo que no puedes...? --!Emma, no me lo hagas mas dificil! Intento decirte que hemos terminado --aclaro sollozando--. No importan las razones. --?No importan las razones? --Hizo una pausa para respirar--. Veamos, si estas en Madrid, ven a casa y hablamos... !No entiendo nada! ?Que te ocurre? Solo se escuchaba la respiracion agitada de Alvaro. Emma continuo: --No me puedes estar diciendo que hemos terminado, ?que ha pasado? Yo te quiero, tu me quieres, ?no? Estamos bien..., ?no? --Se detuvo para escuchar su voz, pero esta no llego--. !Alvaro! --Emma, se ha terminado. No tiene sentido seguir hablando de ello. Se que mereces una explicacion y que deberiamos haber tenido esta conversacion en persona, pero no quiero pasar por esto --Resoplo con fuerza--. No tengas prisa por recoger tus cosas. Estare en un hotel hasta la proxima semana y luego viajare a Japon. Eso si, cuando vuelva, me gustaria que ya no... que hubieras recogido tus cosas --Suspiro con fuerza. Emma apenas pudo pronunciar las siguientes palabras a causa del nudo que se hizo en su garganta: --?Hay alguien mas, Alvaro? --Logro preguntar. --Te vuelvo a pedir que no lo hagas mas dificil. Por favor, aceptalo. No llegaremos a ningun sitio dandole vueltas. Se ha terminado, Emma. Se hizo un silencio que a Emma le parecio eterno. Se rompio con el pitido que anunciaba que a Alvaro le estaba entrando otra llamada. --Lo siento, pero... --dijo con impaciencia-- Tengo que dejarte, estoy esperando una llamada importante. Yo... !Cuidate, Emma! Emma se froto los ojos alejandose asi de esos dolorosos recuerdos. Cerro los ojos y suspiro acomodandose por quinta vez en el asiento. Pero por mucho que lo intentara no era capaz de apartar esos pensamientos de su mente. Aquella habia sido la ultima vez que habian hablado. Se sonrojo, avergonzada, al recordar las veces que intento comunicarse con el tras ese dia sin que el atendiera sus llamadas. Ese pensamiento la llevo a recordar la conversacion que tan solo un par de dias atras habia mantenido con su amiga Irene. --Emma, entiendo por lo que estas pasando, pero... creo que todavia no has reaccionado --le dijo su amiga con ternura. --?A que te refieres? --contesto con el ceno fruncido. --Emma, pareces estar en shock. Deja el duelo, cuanto antes empieces a ver las cosas como son, antes podras enfrentarte a ello. --?Ver las cosas como son? ?Acaso crees que no lo tengo claro? -- pregunto Emma molesta. --No del todo --le sonrio con dulzura--. Emma, hablas de echarle de menos, de vacios, de bonitos recuerdos... --?Y de que quieres que te hable? --Quiero que veas lo que ha hecho y como lo ha hecho. Todos esos recuerdos estan muy bien, y si quieres conservarlos !estupendo!, pero deberias empezar a ver la clase de final que te regalo. Estaria bien que dejaras el duelo y vieras la realidad. --Irene, se lo que quieres decir, pero todavia estoy un poco...

  • El arte de callar de Roberto Brodsky

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    Reedicion de la gran novela de Brodsky sobre el crimen real de un reportero ingles en el Santiago de 1990.

  • Detras de las Ruedas de Adrian Ponce

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    ?Como vivirias sin poder utilizar una mano? ?Sin las dos? ?Que tal depender de otras personas hasta para los aspectos mas basicos e intimos? Esta novela llena de romance, amistad y humor, te dara un buen vistazo a lo que es vivir dentro de un cuerpo que no responde como quisieras.
    Comenzando desde la noche anterior a su boda, el protagonista, un chico que nacio con una discapacidad, nos cuenta de manera regresiva algunos de los momentos mas importantes de la relacion con la chica que esta a punto de ser su esposa, llevandonos a conocer la vida a traves de sus ojos.

  • No me mires asi de Chris M. Navarro

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    Andrea Palacios es una joven musico, hija de famosos, que esta acostumbrada a tenerlo todo en la vida. Aburrida y sola, vive la vida sin limites, hasta el punto que a veces ni se da cuenta ni sabe donde poner el freno. Guapa y perfecta, tambien acostumbra a tener a cualquier hombre que desee.
    Una noche de fiesta extrema se acuesta con un companero de la banda de musica y, colocada y borracha, a la manana siguiente apenas puede recordar. El problema es que su amigo ha sido asesinado de forma cruel y sanguinolenta y el cadaver esta en su cama.
    El inspector Sandoval se da cuenta enseguida de como es Andrea, y si a eso le sumas que odia a todo aquel que consume drogas, crea una animadversion hacia la chica que la transtorna desde el primer momento, acostumbrada a que ningun hombre se le resista.
    Cuando las huellas de Andrea aparezcan en el arma homicida sus encantos no podran hacer nada para salvarse de una posible condena. ?Quien ha podido hacer algo asi? ?Quien quiere incriminarla?
    Una lucha por declarar su inocencia a la vez que una terrible atraccion hacia un policia que apenas la mira seran el detonante de esta novela romantica, erotica y con un entramado policial que te hara mantenerte en tension desde la primera pagina.
    ?Lograra Andrea demostrar su inocencia? ?Conseguira que su policia favorito sucumbe a sus encantos? Desde el momento en el que el inspector Ruben Sandoval pronuncie las palabras “No hay hombre que no te considere hermosa”, ella sabra que tarde o temprano caera en sus redes pero, ?cuando?

  • Musica del alma de Becca Berger

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    El amor es el sentimiento mas poderoso del mundo, capaz de hacernos reir, llorar, vibrar y suspirar.

  • La Rendicion de Suzanna de Nora Roberts

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    Suzanna Calhoun y sus hermanas pidieron ayuda al ex policia Holt Bradford para encontrar el collar de esmeraldas de su bisabuela. Holt siempre habia sentido un especial interes por Suzanna y ahora tenia la oportunidad de proteger su vida y de intentar que ella se interesara por el...

  • El Placer de tus Suenos 1 de Auraluna

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    Una historia llena de romance y erotismo.

  • El Gran libro de jugos y batidos de Cherie Calbom

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    MAS Y MAS celebridades, deportistas y gente de todas las edades y profesiones esta recurriendo a los jugos y los batidos verdes para adelgazar y mejorar su salud en general. ?Por que? Porque han encontrado que los jugos estan cambiando sus vidas: viven con mas energia, duermen mejor, tienen un sistema inmunologico mas fuerte, piel mas brillante y un aspecto mas joven. Incluso esta ayudando a su cuerpo a sanar de una variedad de padecimientos. A continuacion les presento un testimonio que recibi recientemente de alguien que ha leido mis libros y que ha acudido a mi para consejeria. Ha pasado un mes desde la ultima vez que hablo conmigo. Quiza no me recuerde porque usted habla con mucha gente. Pero yo nunca la olvidare. Le hable acerca de las mas de cincuenta libras (22,68 kg) de liquidos que habia retenido. Usando recetas tanto naturales como medicas, no habia sido capaz de deshacerme de esos liquidos. Tampoco habia estado absorbiendo mi comida. Me dijo que no me preocupara por mi dieta porque ya estaba siguiendo una dieta sana, sino que anadiera una bebida de jugo verde en cada comida. Unas tres semanas antes de hablar con usted empece a beber jugo de arandano rojo puro todos los dias, y eso me estaba ayudando con los liquidos. A lo largo de tres semanas adelgace quince libras (6,8 kg), pero recuperaba peso y lo volvia a perder. Cuando anadi las bebidas de jugo verde, mi cuerpo se acelero. He adelgazado treinta libras (13,61 kg). El peso adicional por los liquidos literalmente esta desapareciendo. No se imagina lo mejor que me estoy sintiendo. Tengo energia y puedo trabajar fisicamente. No habia tenido energia ni me habia sentido bien desde que nacio mi ultimo bebe hace veinticinco anos. No habia podido arrastrar mi cuerpo a trabajar durante los ultimos cinco anos. Ahora estoy partiendo lena y apilandola. Palee grava para nuestro sistema de drenaje en nuestro patio. Puedo limpiar mi casa otra vez. Ayer limpie la casa y apile dos atados de lena. Si usted no ha apilado lena, dejeme decirle que eso es una gran cantidad de madera, y puedo caminar de nuevo. Durante los ultimos dos anos habia estado luchando con simplemente subir y bajar la pequena rampa de la entrada de mi casa, sintiendome totalmente agotada y dolorida despues de hacerlo. Ahora estoy facilmente caminando una milla (1,6 km) y tengo energia que quemar. Me siento excelentemente bien y no siento dolor cuando termino, y el dolor de la fibromialgia casi ha desaparecido. Durante los ultimos cinco anos he estado luchando para mantenerme viva. Ahora, por primera vez en anos, me siento viva. Ya no estoy tomando Lasix y he reducido la mayor parte de mis suplementos nutricionales. Estaba tomando mas de $500 dolares en suplementos al mes, y nos estaba llevando a la quiebra. El ano pasado mi doctor me dijo que tramitara una ayuda por discapacidad porque mi cuerpo se estaba muriendo. Yo ya no podia funcionar. El medico naturista para el que solia trabajar me dijo que mi esposo y yo debiamos aceptar el hecho de que mi cuerpo se estaba muriendo. Nos dijo que adquirieramos un mejor seguro de salud y nos prepararamos para lo peor. Desearia que me pudiera ver ahora. En resumen, Cherie, estoy muy agradecida con usted por haberse tomado el tiempo de hablar conmigo. Se que probablemente escucha historias como la mia todo el tiempo, pero para mi es nuevo y me salvo la vida. Le agradezco que me haya dirigido al camino de vida. Usted ha sido una de las bendiciones de Dios y una salvavidas en el sentido mas literal de la palabra. Espero que su historia lo anime a hacer y tomar jugos todos los dias. Con mas de cuatrocientas recetas deliciosas, El gran libro de jugos y batidos verdes puede ayudar a cambiar su vida, asi como hacer y tomar jugos ha cambiado la vida de miles de personas que han adoptado este plan para si mismas: gente como yo. Mi vida cambio hace anos cuando descubri el poder curativo y generador de vitalidad de los jugos recien hechos y de los alimentos crudos e integrales. Enferma, cansada y totalmente intoxicada Me sente junto a la ventana de la casa de mi padre en Colorado mirando las cimas de las montanas cubiertas de nieve en la distancia, imaginando que alli habia personas disfrutando de las rutas de senderismo; tal vez alguien estaba escalando una montana ese dia. Era principios de junio y hacia un tipico hermoso dia soleado de Colorado. Yo deseaba tener la fuerza para caminar alrededor de la manzana. Pero yo estaba demasiado enferma y cansada: apenas podia caminar alrededor de la casa. Yo habia estado enferma desde hacia un par de anos y seguia empeorando. "?Alguna vez volvere a estar bien?" , me preguntaba. Tuve que renunciar a mi trabajo cuando cumpli treinta. Tenia sindrome de fatiga cronica y fibromialgia que me hacian sentir tan enferma que no podia trabajar. Me sentia como si tuviera una gripe que simplemente no cedia. Estaba letargica y constantemente febril con los ganglios inflamados. Tambien estaba sufriendo dolor sin parar. El cuerpo me dolia como si hubiera estado dando vueltas en una lavadora automatica. Habia regresado a casa de mi padre en Colorado para tratar de recuperarme, pero ningun medico podia decirme lo que debia hacer para mejorar mi salud. Asi que visite algunas tiendas de alimentos saludables, converse con los empleados y lei algunos libros. Decidi que todo lo que habia estado haciendo estaba destruyendo mi salud en lugar de sanar mi cuerpo. Cuando lei acerca de tomar jugos y los alimentos integrales, me hizo sentido. Asi que compre un extractor y disene un programa que pudiera seguir. Comence mi programa de salud con un ayuno de cinco dias a base de jugos de verduras. El quinto dia mi cuerpo expulso un tumor del tamano de una pelota de golf. Estaba totalmente sorprendida de que en cinco dias hubiera sucedido este increible resultado. No lleve a analizar el tumor porque estaba sumamente asombrada y abrumada por lo sucedido. Simplemente lo eche al inodoro. Luego continue tomando jugos todos los dias y comiendo una dieta casi perfecta de alimentos no procesados e integrales durante tres meses. Hubo altibajos a lo largo de todo el trayecto. Algunos dias me sentia alentada de haber estado progresando, pero otros dias me sentia peor. Esos dias me hacian preguntarme si la buena salud era un sueno elusivo. No sabia que estaba experimentando reacciones de desintoxicacion; nadie me habia hablado de ellas. Estaba muy intoxicada, y mi cuerpo se estaba limpiando de todo lo que me habia estado enfermando. Pero una manana me desperte alrededor de las 8:00 a. m., que era temprano para mi, sin que sonara la alarma. Sentia como si alguien me hubiera dado un cuerpo nuevo en la noche. Tenia tanta energia que de hecho queria hacer ejercicio. ?Que habia sucedido? Esta nueva sensacion de buena salud y vitalidad habia simplemente aparecido con el sol de la manana, de hecho, mi cuerpo habia estado siendo curado durante ese tiempo; solo que no se habia manifestado completamente hasta ese dia. !Senti una sensacion sumamente maravillosa de estar viva! Me veia y me sentia completamente renovada. Con mi extractor de jugos empacado y habiendo abrazado totalmente un nuevo estilo de vida, volvi al sur de California y a mis amigos un par de semanas mas tarde para terminar de escribir mi primer libro. Durante casi un ano me senti como si estuviera "diez pasos adelante" con una excelente salud y mas energia y vigor de las que yo recordara haber tenido alguna vez. Entonces de repente di un paso gigante hacia atras.

  • Una boda francesa (Los salvajes 1) de Sabri Louatah

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  • Quien se atreve, gana 2 de Yunnuen Gonzalez

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    Sarah Lloyd es una londinense mas que ha visto lo que el terrorismo ha hecho en su pais y fuera de el. Con el paso de los anos, la indiferencia ha sabido ocultar su miedo que es recordado todos los dias por los noticiarios.
    El destino la pone en el camino de Caleb McGregor, el hombre atractivo que conquisto su corazon desde la primera noche juntos. Vivio con el el gran romance que nunca imagino tener.
    Pero, cuando Caleb desaparece de su vida, empieza a descubrir que es un soldado de fuerzas especiales, cuya vida siempre ha estado rodeada por la muerte.
    El miedo regresa de mano de la tragedia, y es aprovechado por Dylan Jenkins, socio de un pub que se ha enamorado de Sarah, y que hara todo lo posible por conquistarla.
    Sarah sera incitada por Dylan una y otra vez para tomar el mejor camino para su estabilidad emocional.

  • Los hijos de la luz de Miquel Angel Lopezosa Criado

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    Gabriel ha recuperado sus recuerdos y ya conoce su verdad, pero todavia le queda dar un ultimo paso para completarse como ser, un paso que debe dar solo antes de que sea abierta la puerta de puertas. Por otro lado, Alexa, Hugo y Angelus tienen la mision de reunificar a los reinos aliados, que se hallan mas alla de la barrera ultradimensional, para pedirles que cumplan el juramento que hicieron a los dioses de acudir a la guerra contra el Caos.

  • Sylvia de Leonard Michaels

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    En Sylvia no hay suspenso. Apenas empieza el relato, como en las tragedias griegas, la suerte esta echada, y esta echada aun antes de que se arrojen los dados. Prerrogativas de la ficcion autobiografica: Sylvia es la version estilizada del primer, catastrofico matrimonio de su autor, Leonard Michaels; el hombre que hacia fines de los anos ochenta se decide por fin a escribirla, casi treinta anos mas viejo que el que la vivio, escritor mas que reconocido, sabe demasiado bien que el menu con que termina su relato no incluye perdices sino cuarenta y siete pastillas de Seconal. La forma tragica, sin embargo, es una decision literaria, no un dictado de las circunstancias. El relato de Michaels no descubre, no devela nada que no este cifrado ya en la sorda combustion de sus primeras paginas, cuando el narrador, convencido de acudir a una cita inofensiva con una amiga de la universidad, tropieza de golpe con el plus de esa morocha desconocida que acaba de salir de la ducha, o en la eficacia sinoptica de una sola escena, un solo gesto, un solo objeto: el traje de bano del novio italiano de Sylvia, que esta deja colgando del picaporte del lado de afuera de la puerta mientras espera en el sillon, desnuda, que su nueva presa --el incauto narrador-- caiga en la trampa. Apenas los dejan solos, antes incluso de intercambiar las primeras palabras, el narrador dice sentir que son <>. Como pasa con los grandes relatos, lo que importa no es la carniceria sino la morbidez de la carne, el filo, el brillo y la elegancia de los cuchillos y, sobre todo, los matices infinitos que el rojo sangre es capaz de cobrar cuando los ilumina un ojo fotosensible. Todo esta escrito desde el comienzo, en Sylvia, de modo que todo puede suceder rapido, muy rapido, como solian suceder las cosas en los buenos viejos tiempos, y sobre todo en la Nueva York que describe Michaels, tan autobiografica como los hitos cada vez mas atroces de su via crucis sentimental: una ciudad que es pura simultaneidad, suerte de orgia de radicalidad donde el vociferante Lenny Bruce coexiste con las espaldas de Miles Davis, el saxo de Ornette Coleman musicaliza la predica de Malcolm X y el protoescritor que despierta entre cucarachas y ratas --zoo de cristal de los departamentostugurio donde palpita la bohemia neoyorquina-- se pasea una hora mas tarde en un Porsche descapotable con Jack Kerouac en el asiento delantero, declamando a voz en cuello las insidias que los criticos escriben sobre el. Para el narrador y Sylvia --flapper anacronica, cuyo flequillo Michaels trasplanta, ayudado por el psicoanalisis, de los roaring twenties a los golden sixties-- se trata ante todo de avanzar a toda velocidad, quemar etapas. Recien se conocen y ya se han mudado juntos de ciudad, ya se descubren durmiendo bajo el mismo techo. No es de extranar, pues, que ese primer hogar les dure lo que les llevo elegirlo: una noche, tiempo suficiente para que quien les alquila la pieza sufra en carne propia los efectos del soundtrack pasional (fornicar + pelear), aun indecorosos, al parecer, para los estandares mas bien laxos de los anos sesenta. Pero la calle en la que los amantes se sorprenden al otro dia no es un accidente sino una necesidad, la ley fatal de una relacion que ya al mes de nacer se piensa como <>: la intemperie es el espacio propio del calvario amoroso, no importa si adquiere la forma visible de un dos ambientes en Greenwich Village, un estudio en el SoHo o un piso en Columbia, tres de los puntos cardinales entre los que Michaels hace rebotar sin piedad a sus dos heroes sangrantes. Claro que no sangran por la misma herida. Sabemos que Sylvia Bloch tiene diecinueve anos, que es judia y huerfana y no <>, que nunca tuvo (ni tendra) un orgasmo, que cursa la carrera de Clasicas solo porque el narrador se lo sugiere, que tiene el primer y ultimo gesto de amor banal con el narrador --una vianda para el tren acompanada de una esquela con las palabras <>-- cuando acaba de separarse de el, que le gusta tirar y romper cosas, simular, sufrir y hacer sufrir, desproporcionar, amenazar con suicidarse, suicidarse por fin. Pero ?esta loca Sylvia? El lector precavido se lo pregunta bastante antes que el narrador, y con identica precocidad comprende tambien hasta que punto la pregunta es irrelevante, burguesa, incluso vulgar --tanto como los tapizados tajeados o los cachivaches rotos con que los filisteos confundian las obras maestras de la vanguardia-- aplicada a este frenesi que atraviesa en llamas una epoca que elogia la locura, donde la deformidad no es un accidente indeseado sino un valor (Diane Arbus es uno de los cameos conspicuos del libro de Michaels) y la inestabilidad menos una contrariedad a evitar que una experiencia imperdible, la unica verdaderamente digna de ser experimentada. Sin embargo, fieles a un identikit de mujer-bruja que vetea de un machismo aterrado pero reverencial un buen pano de la mejor literatura contemporanea --del despiadado Philip Roth de The Facts, donde Roth rememora su borrascosa relacion con Margaret Martinson, al paternalismo enternecido del Cortazar de Rayuela, con la Maga como musa loca e inocente --, los descalabros de Sylvia son tan culpables del veredicto psicopatologico con que el lector masculino se apura por neutralizarlos como de su propia envergadura de personaje: bigger than life, hilarante y feroz, extraordinario, o en todo caso extraordinariamente mas comprador --no importa lo mucho, lo en vano que intentemos ahora devolver eso que hemos comprado-- que la sensatez apatica y desconcertada del narrador, judio tambien pero de la rama victima, siempre sorprendido y perplejo y un poco farsante, siempre apagando incendios ajenos, siempre tironeado entre las bolsas de kreplaj y knishes con que lo carga su madre y los SOS colericos, los reclamos, los ultimatums de Sylvia. Cherchez la femme, sin duda. Pero ?para que buscarla si es ella --mujer medusa, monstruo inconformable, motor insomne-- la que esta todo el tiempo en camara, presente como una pesadilla, aun cuando el rostro palido que se desvive por ocupar el cuadro sea el del narrador? Y sin embargo hay que buscarla. Ademas de ser un retrato genial de psycho fatale y una de las memoirs de infierno sentimental mas espeluznantes que haya dado el fin de siglo pasado, Sylvia es tambien una fabula de iniciacion, la cronica de las primeras escaramuzas de un aprendiz de escritor que, para decirlo suavemente, no da pie con bola. Es un plano del libro que se suele pasar por alto, a tal punto tienden a eclipsarlo el magnetismo bestial de la mujer poseida y la logica autodestructiva, a la vez redundante y erratica, disparatada y monotona, de una gran pasion con destino de escombro. En rigor, la guerra amorosa va en Sylvia de la mano de la literaria. Amar y escribir: ese es el plan inicial del narrador, que el narrador mismo -- perfectamente al tanto, sin embargo, del final de catastrofe que lo espera-- evoca al principio fingiendo algo del entusiasmo, la fe, la virginidad originales con que lo acometio. Por candido que sea, el programa llama la atencion por lo persistente. A lo largo del libro, el narrador ama tanto como escribe --lo que, dada la clave catastrofe del relato, quiere decir mas bien que tropieza, pierde pie, se enfanga y naufraga tanto en el amor como en la escritura. Y aunque las batallas del primero lucen bastante mas espectaculares que las de la segunda, es dificil no ver hasta que punto estan conectadas, en que medida la intensidad critica del frente amoroso --frenesi, crispacion, imprevisibilidad-- no es la contracara de los traspies opacos del literario sino mas bien su combustible, su materia prima, incluso su condicion de posibilidad. ?Era asi como habia que amar para poder escribir, al uso psicopatico, vampirizandose hasta la demencia, en los <> anos sesenta? La leccion de Sylvia toca la relacion radioactiva entre vivir y escribir, pero la cosa no es tan simple. <>: si hay algo del paradigma sesentista a lo que Leonard Michaels sigue fiel en los noventa es esa compulsion a eludir lo directo, cierto goce del sentido obtuso que permitia que pelear fuera la metafora de follar (y viceversa) y, para un aprendiz de escritor, quiza, que escribir fuera la metafora de amar (y viceversa). <>, rememora el narrador, <>. En ese sentido, lo que el narrador le debe a Sylvia es mucho, muchisimo mas que cuatro anos de oscura, malsana, procelosa vida sentimental. Le debe en rigor su maquina de escribir: sin duda el artefacto mismo, la Olivetti Lettera 22 que Sylvia le regala (y luego, en uno de sus raptos de furor, le arroja a la cara y estrella contra la pared sin estropearla, al punto tal que es la misma que Michaels dice estar usando en los noventa), pero, de un modo mas fundamental, el programa literario que vertebra sus primeros pasos en la escritura.

  • Las largas sombras de Elia Barcelo

    https://gigalibros.com/las-largas-sombras.html

    <>

  • Siempre fuiste Tu (Sin Mirar Atras 4) de Daniela Alessandra

    https://gigalibros.com/siempre-fuiste-tu-sin-mirar-atras-4.html

    Christian Bosch es un arquitecto de mas de 30 anos a quien conquistar mujeres siempre se le dio bien; incluso estando casado.
    Alejandra es una psicologa amante de los libros, la musica y el pastel de chocolate. Con una relacion de mas de 4 anos que le da seguridad, siente que ha encontrado al hombre ideal.
    Christian y Alejandra son amigos desde ninos y fueron inseparables hasta que un fin de semana cambio por completo sus vidas.
    Atrapados por un sentimiento del pasado, Alejandra luchara por conservar su relacion sin tener que perder otra vez a su mejor amigo, pero Christian no quiere fingir mas y hara hasta lo imposible por recuperar a la mujer que le robo el corazon 13 anos atras.

  • Siempre estuve esperandote de Andrea Munoz Majarrez

    https://gigalibros.com/siempre-estuve-esperandote.html

    “Dos corazones rotos se unen con una unica mision: conquistar a sus almas gemelas.”

  • Quien Mueve Los Hilos de Lorena Franco

    https://gigalibros.com/quien-mueve-los-hilos.html

    CUANDO BUSCAS LA VERDAD CORRES EL RIESGO DE ENCONTRARLA Una mujer rica y de exito muere en el mismo momento en el que el hombre al que amaba aparece en la lista de pasajeros del fatidico vuelo de Germanwings estrellado en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015. Sara Mendieta, propietaria del edificio de la zona alta de Barcelona donde aparece el cadaver, sera el objetivo de la investigacion y la obsesion de los investigadores Joel Sanz e Isabel Morgado. Sexo, violencia, riqueza, asesinatos, en definitiva lo mas oscuro del alma humana. Todo ello orquestado por dos mujeres, fragiles y letales a la vez, que descubriran quien maneja los hilos.

  • Detras de ti 1 de Yolanda Ravelo Sanchez

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    Que la vida pasa mientras nos empenamos en hacer otra cosa y que las cosas mas importantes en ella llegan cuando menos lo esperas son frases que a menudo la gente te repite pero la verdad yo nunca me habia parado a considerarlas hasta ahora. Y es que la vida a veces puede llegar a ser un lugar demasiado incierto. Y es que de repente, todo carece de sentido o por el contrario por primera vez todo lo tiene. Sin previo aviso la vida se convierte en una pequena estacion de trenes y la felicidad se dibuja ante tus ojos resumiendose en la decision mas dificil que jamas tuviste que tomar. En quedarte y ver marchar aquello que siempre has querido o subir a ese tren que ya se marcha y dejar atras lo que un dia llamaste hogar.