• libro el silencio de la noche - Sherrilyn Kenyon

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    Es navidad y todo el infierno se viene abajo. Literalmente, mientras los humanos estan de compras, un enfadado Senor de los Demonios esta planeando un supremo y violento ataque contra sus enemigos, ?para cuales? Desafortunadamente para nosotros, incluye a la raza humana. Pero cuando Stryker convoca sus fuerzas, descubre que tiene un hijo ya crecido y que nunca ha sabido de su existencia y una furiosa ex, Zephyra, que esta tan decidida a acabar con su existencia como el lo esta de acabar con la nuestra. El ultimo de los predadores esta a punto de encontrar a su igual cuando se trazan nuevas lineas de batalla y se recupera a los DarkHunters para un bano de sangre en Nochebuena. La unica pregunta es esta: ?Podra sobrevivir Stryker a su mas viejo enemigo para enfrentarse a quien quiere matar realmente o tendra Zephyra su oportunidad ante el marido que la abandono?

  • El silencio de la noche (Cazadores Oscuros 16) - Libros

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  • EL SILENCIO DE LA NOCHE (CAZADORES OSCUROS 16)

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  • EL SILENCIO DE LA NOCHE - SHERRILYN KENYON | Alibrate

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  • EN EL SILENCIO DE LA NOCHE. AGUARDANDO JABALÍES ...

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    EN EL SILENCIO DE LA NOCHE (Libro en papel). AGUARDANDO JABALÍES. de CADENA MURILLO,JOSÉ ANTONIO. EN EL SILENCIO DE LA NOCHE.

  • EN EL SILENCIO DE LA NOCHE. AGUARDANDO JABALÍES

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    ... la intensidad con la que el autor vive cada lance, hacen de En el silencio de la noche un libro de lo más ameno, en el que el brío del relato no decae, ...

  • En El Silencio de La Noche - Jualgo

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    ... el respeto por las piezas perseguidas y la intensidad con la que el autor vive cada lance , hacen de En el silencio de la noche un libro de lo mas ameno ...

  • El silencio de la noche - Libro de Sherrilyn Kenyon - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/73483/el-silencio-de-la-noche

    Stryker, el líder de los daimons, es un ser arrogante, leal con su gente y despiadado con los humanos. Los detesta con un ansia casi enfermiza y, ...

  • EL SILENCIO DE LA NOCHE - KENYON SHERRILYN

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    Relato breve, perteneciente a la serie Dark-Hunter de la autora, y cuya trama se desarrolla en forma paralela a la parte final del libro Aquerón.

  • Reseña: El Silencio de la Noche | Sherrilyn Kenyon - La ...

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    17 may 2018 — "El Silencio de la Noche" es el libro número 15 de la saga de los Cazadores Oscuros y en el que se cuenta la historia de Stryker y Zephyra.

  • El silencio de la noche - Libros De Mario

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  • El Abrazo de la Noche de Sherrilyn Kenyon

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    Durante siglos he protegido a los inocentes y vigilado a la humanidad, manteniendoles seguros en un mundo donde nada es definitivo. En su lugar, me encontre con una carroza del Mardi Glass que intento atropellarme y una mujer encantadora que salvo mi vida. Extravagante y llamativa, Sunshine Runningwolf deberia ser la mujer ideal para mi. Ella no desea nada mas alla de esta noche, ni ataduras, ni compromisos a largo plazo. Pero cada vez que la miro, comienzo a anorar suenos que creia haber enterrado hace siglos. Con sus modales poco convencionales y su habilidad para desconcertarme, Sunshine es la unica persona a quien me encuentro deseando. Pero para mi, amarla representaria su muerte. Estoy maldecido a no encontrar nunca paz ni felicidad, no mientras mis enemigos esperen en la noche para destruirnos a ambos. -- TALON DE MORRIGANTES --

  • Abre tu mente a los numeros de Barbara Oakley

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    Estamos acostumbrados a enfrentarnos a las matematicas o a las ciencias de forma limitada. Y hay muchos metodos y tecnicas diferentes para aprender a enfocar los problemas y resolverlos. Muchos mas de los que crees. Tanto si eres estudiante, como profesor o madre de hijos en edad escolar, este libro te proporcionara herramientas para potenciar todas las capacidades de tu cerebro y te desvelara todos los secretos para conseguir un aprendizaje efectivo en matematicas o en cualquier otra disciplina.

  • Deseo cumplido de Roni Green

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    Gabriela tiene un deseo, una fantasia que va a hacer realidad con un poco de ayuda. Porque no todo en esta vida es trabajo y sacrificio, a veces es necesario darse un respiro y disfrutar de lo que verdaderamente es importante. Como, quiza, descubrir el amor.

  • La teoria imperfecta del amor de Julie Buxbaum

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  • La desaparicion de Stephanie Mailer de Joel Dicker

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    La noche del 30 de julio de 1994, la apacible poblacion de Orphea, en la region de los Hamptons, asiste a la gran apertura del festival de teatro. Pero el alcalde se retrasa… Mientras tanto, un hombre recorre las calles vacias buscando a su mujer, hasta hallar su cadaver ante la casa del alcalde. Dentro, toda la familia ha sido asesinada.

  • La vida secreta de los Brandon de Mercedes De Miguel

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    Han transcurrido unos anos desde que Beatriz y William contrajeran matrimonio. En Londres, la vida de la joven pareja transcurre placidamente, ella como psiquiatra y el como funcionario del Ministerio del Interior. hasta que William es reclutado por el MI5.

  • Hijos de sangre y hueso de Tomi Adeyemi

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    Zelie Adebola recuerda cuando la tierra de Orisha desprendia magia. Pero todo cambio la noche en que esta desaparecio. Por orden del rey, los maji fueron perseguidos y aniquilados.
    Ahora, Zelie tiene una oportunidad de devolver la magia a su gente, pero para ello debera ser mas rapida y astuta que el principe heredero del trono, que esta dispuesto a todo con tal de erradicar la magia para siempre.
    El peligro acecha en Orisha, donde los leopardarios de nieve campan a sus anchas y los espiritus vengativos esperan escondidos bajo el agua. Sin embargo, el mayor peligro puede ser la propia Zelie en su lucha por controlar sus poderes.
    ES EL MOMENTO DE QUE ZELIE RECUPERE SU LEGADO. ES EL MOMENTO DE QUE UN PUEBLO RECUPERE LA ESPERANZA.

  • Mision Riesgosa de Raul Garbantes

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  • Ya no tengo miedo de Patricia Fernandez Montero

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    ?Te imaginas despertar y que nada sea igual? ?Que todo tu mundo haya cambiado, para siempre? Esta es la historia, mi historia, la voz acallada durante anos, el grito en el vacio que intente lanzar, el sordo temor del panico y que, hoy, ve la luz. Comparto esta historia con la de cientos de ninos y personas que han vivido y viven bajo el agonico dolor de la violencia de genero. Esto es un grito a la esperanza y un reclamo a la sociedad. El vertigo de las amenazas y el desgarro del dolor. La verdadera cara de los que nadie cuenta ni quiere oir, porque, a veces, da demasiado miedo.

  • Reikiavik de Pablo Sebastia Tirado

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    Despues de haber sido durante anos los capos de la mafia en Barcelona, los Ferrutti, duenos de locales de juego clandestino, reyes del trafico de drogas y de la trata de blancas yacen inertes en uno de sus antros. Parecian ejercer el control sobre toda la ciudad y tener a la policia a su servicio, pero Hannu se confirma como el mejor para eliminar escoria humana de la faz de la tierra y nunca deja un cabo suelto. Esta vez, sin embargo, una joven y su bebe se cruzan en su camino y en el de su fiel companero, un rottweiler gigantesco de color azabache. Juntos deben huir del resto del clan de los Ferrutti y de una Barcelona corrupta y sumida en el odio... Pablo Sebastia Tirado nos sumerge en los bajos fondos barceloneses, pero tambien nos lleva de viaje hasta Islandia, Sicilia e, incluso, al futuro...

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 1 de Moruena Estringana

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  • Los Graham de Mia Del Valle

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    Los Graham no son una familia normal y aunque aparentan ser educados y correctos, el clan tiene demasiados secretos como para poder mantenerlos ocultos por mucho tiempo mas.
    Derek, el hijo mimado del clan es un cerdo engreido, que pasa sus dias dando ordenes a todo aquel que se ponga en su camino, Diana su secretaria no lo soporta, y luego de una borrachera en la cena navidena le canta las cuarenta al multimillonario… pero la cosa no queda asi, ya que sin querer Diana se ha metido en la boca del lobo y ahora debera buscar la forma de escapar sin salir herida en el camino.

  • No puedo fiarme de ti de Sophie Saint Rose

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    La necesidad y la desesperacion llevaron a Jeanine Patterson a Dobbs Hill, pero sabia que no hacia lo correcto al buscar a esa parte de la familia para pedir ayuda. Su madre se lo habia advertido claramente.
    Todo lo que veia a su alrededor era tan idilico... Pero Greyson no la queria alli y no dudaba en dejarselo claro cada vez que tenia oportunidad.

  • Amor se escribe con H y otras maneras de decirte que te quiero de Andrea Longarela

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    Eva suena con conocer a un caballero que la venga a buscar en un corcel blanco y la bese siempre con los ojos cerrados, como ha visto infinidad de veces en las peliculas. El problema es que la realidad nunca es como la ficcion, y tiene que conformarse con sexo una vez por semana y deshojar margaritas. Pero no solo de Eva va esta novela. Tambien estan Carla, su hermana, que ni siquiera se atreve a mirarse en el espejo, y mucho menos a reconocer que siente algo por un mejor amigo; Gina, que busca llenar sus vacios bajo un cuerpo. o dos, y Maria, que desearia ir a un concierto de rock y liarse con el bateria, pero no se atreve. Si crees que el amor tiene muchas caras, que existen muchas maneras de manifestarlo, de disfrutarlo y de vivirlo, esta historia es para ti.

  • Preso de su mirada (Miradas con alma 1) de Arwen Mclane

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    Caleb, el Alfa de la manada Carras, sabe que su destino es estar solo. Cree que encontrar a su pareja es practicamente imposible, ya que todo esta en su contra.
    Francisca Summers “Frankie”, es una chica espanola, la cual viaja a Minessota para trabajar en la Fundacion Carras como secretaria y traductora.
    Siempre, en su infancia y adolescencia, tuvo problemas a causa de su “rasgo especial” y lo paso muy mal. Por tanto, decide abandonar Espana y aceptar ese trabajo en el extranjero, dejando alli a sus padres y hermana. Solo quiere un cambio de aires y empezar de cero en una nueva ciudad, en un sitio donde nadie la conozca y no la puedan juzgar.
    Pero lo que no se imagina, es el cambio que dara su vida, en cuanto atraviese las puertas de la Fundacion Carras y conozca a su jefe, Caleb.

  • Apocalipsis de Mario Mendoza

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    Hasta el momento en que su padre decide suicidarse, la vida de Marcos parece normal. Va al colegio, lee novelas de aventuras, tiene su grupo de amigos, de vez en cuando le ayuda a su viejo en la tienda de barrio que les da de comer.

  • El beso de Daniela de Clarisa Ozores

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    Esta es la historia de mi primer amor. La historia de unos meses de mi vida, cuando tenia solo veinte anos, casi veintiuno. De mis paseos por la universidad y mis salidas nocturnas, de una noche de Carnaval y un viaje que parecio desdibujarse en mi memoria como si cayese en un profundo sueno. En fin, la historia que comenzo por un beso de Daniela.

  • Artifices del azar de Yoav Blum

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    ?Y si la bebida que acabas de tirar, el tren que acabas de perder o el boleto de loteria que acabas de encontrar no fuera un suceso fortuito? ?Y si este suceso formara parte de un plan mayor? ?Y si no existiesen los encuentros casuales? ?Y si unos desconocidos decidieran nuestro destino? ?Y si estuvieran planeando incluso el destino del mundo?

  • Aislados de Kimberly Mccreigh

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  • Las virgenes suicidas de Jeffrey Eugenides

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    En menos de un ano y medio, cinco hermanas adolescentes hijas de una catolica ferviente que no las dejaba salir con chicos, se suicidaron. Veinte anos despues, varios hombres que fueron sus vecinos intentan desentranar el enigma de esas muertes relacionadas con los misterios de la feminidad y el deseo. Una esplendida primera novela que ha sido llevada al cine con gran exito por Sophia Coppola.

  • Segunda oportunidad (Destinos 2) de Kira Freitas

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    Segunda oportunidad

  • Por ti, una cancion de Betty Carrillo Z

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    Dos mujeres. Kara y Enya son dos cantantes famosas a quienes miles de personas aclaman, pero viven en una eterna soledad, en un mundo donde la magia, musica, luces y fama, son su unica compania. Ambas, buscando encontrar el amor verdadero de maneras muy diferentes. Una, en la eterna espera. La otra, en cualquier lugar. Una cancion y un escenario las une. La atraccion es inmediata, pero no sera facil, deberan descubrir de manera individual si la otra es la persona merecedora de esa cancion. !Ojo! si no tienes una ilusion, si no crees en historias rosadas o en el amor verdadero, este libro no es para ti.

  • El tributo de la corte oscura de Holly Black

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    La malta justifica mejor que Milton los caminos de Dios para con los hombres. E. Housman Terence, This Is Stupid Stuff Kaye dio otra calada al cigarrillo, y lo introdujo en la botella de cerveza de su madre. Era una buena forma de comprobar hasta donde llegaba la borrachera de Ellen. Quien sabe, igual esta vez ni se daba cuenta. Ellen, Lloyd y los demas componentes de Stepping Razor seguian en el escenario. La actuacion habia sido desastrosa y, al ver como destrozaban el equipo, Kaye comprendio que ninguno de ellos habia quedado satisfecho. No importaba mucho, la verdad, pues el sistema de sonido estaba demasiado alto, casi chirriaba; ademas, el publico no habia parado de beber, fumar y gritar. Lo mas probable era que al agente de la banda le importase un bledo. Incluso hubo quien bailo al ritmo de la musica. El camarero de la barra miro otra vez a Kaye de forma lasciva, y le ofrecio una bebida “a cuenta de la casa”. --Leche --contesto Kaye con una sonrisa burlona, al tiempo que echaba hacia atras su despeinada y rubia melena. Cuando el camarero se dio la vuelta, Kaye se metio en el bolsillo un par de estuches de cerillas. En ese momento la madre de Kaye se planto junto a ella, dio un largo sorbo de la botella de cerveza y acto seguido escupio sobre la barra. Kaye apenas pudo reprimir la carcajada que escapo de sus labios. Su madre se quedo mirandola con incredulidad. --Ve a cargar el coche -- le ordeno, con voz ronca tras la actuacion. Ellen se aliso con los dedos el cabello empapado y lo retiro de la cara. El carmin casi le habia desaparecido de los labios, pero aun quedaban restos en las comisuras. Parecia cansada. Kaye se bajo de la barra y, de un salto, subio al escenario. Mientras recogia al azar los objetos esparcidos, Lloyd la fulmino con la mirada, por lo que Kaye se limito al reunir las pertenencias de su madre. Los ojos de Lloyd se veian vidriosos. --Oye, nina, ?llevas dinero encima? Ella se encogio de hombros y saco un billete de diez dolares. Tenia mas; acababa de regresar de Chow Fat, y Lloyd debia de saberlo. Servir comida china a domicilio no resultaba muy rentable, pero se ganaba mas que actuando con un grupo musical. Lloyd recogio el billete y se dirigio a la barra, seguramente con la intencion de pedir unas cervezas. Kaye termino de recoger las cosas de Ellen y se fue abriendo camino entre la multitud, que se apartaba para dejarla pasar. Al salir del bar, el aire fresco del otono resultaba un alivio, a pesar del desagradable olor que despedian los tubos de escape y los pasos subterraneos. Kaye siempre tenia la impresion de que la ciudad apestaba a metal. En unos minutos cargo el coche. Entonces, regreso al bar con la intencion de sacar de alli a su madre antes de que alguien rompiese la ventanilla y robase todo lo que habia dentro del vehiculo. En Philly no se podia dejar nada en el interior de los automoviles. La ultima vez que habian abierto el coche de Ellen habia sido para robar un abrigo de segunda mano y una bolsa con toallas. Esta vez, la muchacha que comprobaba los documentos de los clientes a la entrada del bar miro a Kaye con detenimiento, pero la dejo pasar. De todas formas, ya era tarde, casi habia llegado la hora de la ultima ronda. Ellen seguia junto a la barra, fumando y bebiendo, ahora whisky. Lloyd estaba hablando con un tipo de pelo largo y oscuro. Aquel hombre parecia fuera de lugar, demasiado acicalado quiza; pero Lloyd le pasaba el brazo por los hombros. Kaye capto un fugaz destello en los ojos del extrano. Era un resplandor amarillo, como de ojos de gato, que se reflejaba en la barra oscura. Kaye sintio un escalofrio. A veces, veia cosas extranas; pero habia aprendido a ignorarlas. --Ya esta todo en el coche --le dijo a su madre. Ellen asintio con un gesto, sin apenas prestarle atencion. --Dame un cigarrillo, tesoro. Kaye rebusco en su mochila militar de segunda mano y saco dos cigarrillos. Le paso uno a su madre y encendio el otro. Ellen se acerco a Kaye, y esta noto aquel olor a whisky y cerveza que le resultaba tan familiar como a otras personas un determinado perfume. --Beso de cigarrillo --dijo su madre de esa forma tan pueril que resultaba embarazosa y tierna al mismo tiempo, y junto el extremo de su pitillo con el de Kaye; entonces, aspiro con fuerza. A la segunda calada, el cigarrillo se encendio. --?Preparadas para volver a casa? --pregunto Lloyd. Kaye dio un respingo. Sabia que Lloyd estaba alli, pero le asusto el tono de su voz. Sonaba aterciopelada, un tanto sordida. No era la voz habitual de Lloyd. En absoluto. Al parecer, Ellen no advirtio nada raro. Se acabo de un trago el resto de su bebida. --Claro que si. Un instante despues, Lloyd levanto el brazo como si fuera a golpear a Ellen por la espalda. Kaye reacciono sin pensarlo, y le dio un empujon. Solo gracias a que el estaba totalmente borracho Kaye fue capaz de hacerle perder el equilibrio. El cuchillo cayo al suelo con un ruido metalico. El rostro de Lloyd se mostraba totalmente inexpresivo carente de toda emocion. Tenia los ojos abiertos de par en par y las pupilas dilatadas. Frank, el bateria de Stepping Razor, agarro a Lloyd del brazo. Este solo tuvo tiempo de darle un punetazo en la cara antes de que otros clientes lo redujeran y alguien llama a la policia. Para cuando llegaron los agentes, Lloyd no recordaba nada; pero estaba fuera de si y no paraba de gritar e insultar a Ellen. Los policias condujeron a Kaye y a su madre hasta el apartamento de Lloyd y esperaron hasta que la muchacha hubo terminado de meter la ropa y las pertenencias de ambas en bolsas de basura. Ellen hablaba por telefono, intentando encontrar un sitio donde pasar la noche. --Tesoro --dijo, por fin --, no nos queda mas remedio que ir a casa de la abuela. --?La has llamado? --pregunto Kaye, mientras metia sus discos de vinilo de Grace Slick en una caja de naranjas vacia. No habian visitado a su abuela ni siquiera una vez desde que abandonaron New Jersey, seis anos atras. Ellen apenas cruzaba un par de palabras con su madre en las fechas mas senaladas, y enseguida le pasaba el telefono a Kaye. --Si, la he despertado --la voz de Ellen sonaba a oido de Kaye mas cansada que nunca--. Sera por poco tiempo. Podras visitar a esa amiga tuya… --Janet --interrumpio Kaye. Kaye albergo la esperanza de que Ellen se refiriera a Janet. Confiaba en que su madre no empezara otra vez con rollo de las hadas. Si volvia a escuchar otra historia sobre Kaye y sus amigos imaginarios, le iba a dar algo…

  • El Cabo Del Mundo de Xabier Quiroga

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    Una gran novela galardonada con el Premio de la Critica en Galicia que rescata uno de los episodios mas siniestros y desconocidos del franquismo.

  • Quien mato a mi padre de Edouard Louis

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    Consolidado como el nuevo enfant terrible de las letras francesas gracias al impacto de obras tan singulares como Para acabar con Eddy Bellegueule e Historia de la violencia, dos libros de tintes marcadamente autobiograficos que anticipaban la irrupcion de la ultraderecha en Francia y sus nefastas consecuencias, Edouard Louis vuelve a la carga con un j'accuse tan breve como demoledor acerca de las desigualdades sociales del pais, que es, a la vez y sobre todo, un ejercicio de reconciliacion muy emotivo con su padre moribundo.

  • La Amante Contratada Del Jeque de Ella Brooke

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    Los ojos de Laine se redujeron a lineas delgadas y se fijaron sobre el trabajador temporal. Sus ojos se abrieron como platos. El reloj hizo tictac. Podia haber pasado una planta rodadora del desierto. Puso su bloc de notas en el escritorio de Laine y contesto el telefono. --Brandt Interiors -- medio canto --Jacob al telefono. ?Como puedo ayudarle? Laine sonrio victoriosa y miro hacia atras a la pantalla de su ordenador. Tenia mucho trabajo que completar en esta cuenta antes de irse a casa. Convencer a los Madison de que necesitaban rehacer su apartamento igual que todos sus banos, y que ella era la unica decoradora en el estado (y sobre todo la unica en Brandt Interiors) que debian incluso tener en cuenta habia retrasado su planificacion unos dias, pero valdria la pena. La comision en esta cuenta iba a ser astronomica. El senor Brandt tenia la tendencia de no hacer caso a su trabajo o dar los trabajos a los empleados mas mayores (y masculinos), pero en cuanto viera lo que habia hecho, convirtiendo una remodelacion de un bano en un proyecto completo de una vivienda, tendria que llamar su atencion. Un aumento y recibir clientes preferentes no podian tardar. Jacob intento darle el telefono, pero ella le corto haciendo un signo de negacion con un dedo. --Es tu hermana. Ella lo miro, tomo aire y volvio a su trabajo. --Ya te llamara --dijo Jacob. Parpadeo despues de recibir el mensaje y despues recupero su bloc de notas antes de volver a sus ocupaciones. Si Laine hubiera tenia un segundo para respirar, se habria sentido culpable por no atender a su hermanita Emma. Pero la ya bulliciosa carrera de actriz de Emma habia despegado el ultimo ano, y rara vez tenia tiempo para Laine y su padre. Sin duda Emma estaba entre tomas o sesiones de fotos o fabulosas comidas con gente hermosa. Tendria que esperar unas horas a que Laine se tomara un descanso. Laine habia sido contratada en Brandt Interiors directamente despues de graduarse en Parsons hacia cuatro anos. Desde entonces, su vida habia sido patrones, muestras y regateos con los proveedores. Era simplemente como le gustaba, aparte de tener que buscar reconocimiento entre asociados menos talentosos. Eso no le dejaba demasiado tiempo para esas raras criaturas conocidas como fines de semana y vacaciones. Laine solo sacaba tiempo para ir a visitar a su padre, que vivia solo al norte del estado. Laine lo llamaba casi todos los dias. Era casi tan bueno en la creacion de lazos sociales como Laine. Emma habia intentado jugar a casamentera para el mientras estaba en secundaria, pero no habia conseguido nada. Greg McConnell habia sido siempre un hombre de una sola mujer. --!Hiii-eee! Emma canto desde la puerta, golpeando sus nudillos hacia arriba y abajo del marco. Laine casi escupe su cafe. --?Em? ?Que estas haciendo aqui? ?No deberias estar en algun plato en algun lugar en Hollywood? --!Si respondieras a mis llamadas, sabrias que estamos filmando alguna escena aqui en Nueva York! Emma se coloco detras de la silla giratoria de Laine y desordeno su cabello cuidadosamente dispuesto. --!Tomate un descanso! ?Con que frecuencia ves a su hermanita? --Tal vez mas a menudo, si vinieras a casa por vacaciones --dijo Laine , girandose hacia su ordenador. --Me alegro de que estes en la ciudad. Acabo de recibir un sofa bastante decente… Emma se echo a reir. --Oh, no. Me quedo en un hotel, amorcito. --Laine resoplo. Emma se apoyo en el respaldo de la silla de Laine. --!Sal conmigo esta noche! Todo el reparto va a ir a esta fiesta increible. !Va a ser una locura! --?Que parte de <> dice Laine McConnell para ti? Laine acabo de escribir un correo electronico a un distribuidor. --Yo me debo estrictamente a los negocios. Si tienes alguna funcion donde puedo tomar vino y cenar con algunos posibles clientes, llamame. Emma sacudio los hombros de Laine y se apoyo en el borde de su escritorio. --!Ten cuidado con esos papeles! --!Tienes que empezar a vivir tu vida, Lainey! Emma lanzo sus manos hacia delante. --Hay mucho mas ahi fuera que tu trabajo. --Me gusta el trabajo --argumento Laine. --No subes si no le echas horas. A ti te gusta tu trabajo. --Soy una actriz. Actuo por dinero. Emma, salto sobre el escritorio y cruzo sus piernas. --En serio. Ven conmigo. Te presentare a mis companeros de reparto atractivos. --Mmm. Deliciosos hombres bobos. ?Que mas podria pedir? Emma bajo bloqueando la pantalla de Laine. --!Dale una oportunidad a esos bobos! O por lo menos, baila con ellos y disfruta de unos de los mejores aperitivos y champan. Laine se sento nuevamente en su silla y miro a su hermosa hermana destellando la sonrisa que la habia hecho ganar tanto dinero desde su primer anuncio nacional vendiendo chicles. Emma podia ser exasperante. Cada movimiento tenia una inyeccion de gracia bien practicada. Laine todavia podia ver a Emma desfilando de nina con los zapatos de tacon de su madre. Laine, por el contrario, no habia ni nacido con gracia ni se habia sentido obligada a practicarla. Su estilo era el de una mujer de negocios elegante, con tacones altos pero con estilo, de los que rara vez se olvidaba en publico. Solo se podia imaginar a ella misma vestida al estilo de Emma entre todas las celebridades en esta fiesta. Se sentiria como una ciguena desfilando por ahi en un vestido de fulana. Sin embargo, era muy duro decirle a su hermanita que no. --?Que tengo que hacer para convencerte de que me dejes terminar mi trabajo? --pregunto. --Prometer dejarme vestirte y llevarte a esta fiesta. Al menos, unas dos horas. --Una hora. Me metes en tu mundo durante una hora, y entonces tienes que venir a casa conmigo y comer comida tailandesa y beber algo mientras diseno un nuevo patron de papel de parez en mi portatil. --Tu vida es un cadaver, Lainey. Emma se echo a reir. Apreto el hombro de Laine. --Te enviare mi numero de habitacion. --No puedo esperar. Laine se centro en su pantalla. Iba a tener que tener listas esos pedidos en la siguiente hora. Paso una mano por su cabello. Emma querria hacer algo ridiculo con eso, tambien. Laine tendria que evitar que le pusiera brillantina o que se lo tinera. Su pelo era castano oscuro, como el de su madre, aparte del mechon blanco que crecia desde el nacimiento de su pelo, habia estado alli desde que tenia doce. Lo dejaba caer sobre su frente, como siempre. Le ayudaba a cubrir la cicatriz. Laine murmuraba mientras corregia los codigos de color para las paletas de bano --He dejado de trabajar por ti por esta fiesta, hermana. Preferiria rellenar formularios de compras… *** Como Laine esperaba, Emma estaba esperandola en su apartamento con una pared llena de vestidos de noche escotados y una vestidora personal para pintarla y peinarla hasta que estuviera tan molesta que a pesar de sus inclinaciones naturales, le dijera a su hermana que la dejara en paz. Pero al final de todo, alli estaba parada Laine, en todo su esplendor con su metro ochenta con tacones de diez centimetros (habia perdido la batalla sobre eso, a pesar de su queja de que a los hombres no les gusta una mujer por encima de ellos), en un vestido suelto azul y purpura que parecia que alguien lo hubiera tejido de una pila de panuelos suaves. El dobladillo estaba un poco alto, y el corte resaltaba cada curva de la que ella podia presumir, pero Laine paso un mal rato quejandose sobre su aspecto. Sin duda nunca habia llevado antes nada tan sensual. --Hicieron este para mi coprotagonista en Magnifique. Emma toco el pelo de Laine con cuidado, para no perjudicar la obra de arte en que se habia convertido transformar su recogido diario. Habian dejado mechones alrededor de su cara junto con su mechon de pelo blanco, con todo el efecto suavizando el aspecto habitual de encargada de Laine. --?Magnifique? Laine se giro para mirar a Emma. --?Tu coprotagonista no era una drag queen? Emma sonrio y tomo el brazo de Laine mientras caminaban hacia el edificio donde se celebraba la fiesta. --Recuerda que es un Nihayat Alhaya --dijo Emma. --?Un que? --Ese es el disenador de tu vestido. La gente preguntara. Laine cerro sus ojos. Era poco probable que algun paparazzi tomara alguna foto de ella. No con Emma llamando su atencion. La fiesta tenia lugar tantas plantas arriba que Laine perdio la cuenta de cuantas habia pasado el ascensor. Era como si fueran para arriba al mismo cielo. Brevemente, se pregunto si llegaban tarde, ya que no habia nadie en el ascensor, aunque Emma parecia despreocupada. Solo saco su neceser y comprobo su maquillaje. Laine respiro profundamente varias veces y trato de ser paciente. Si solo fuera una situacion de negocios. Ella se podria desenvolver alli, en su mejor Ralph Lauren y un bonito panuelo, amaba los panuelos y un cuarto lleno de marcas. Laine nunca se iba de un evento sin conseguir por lo menos dos o tres clientes. --No pienses en todas las personas importantes en esta fiesta --se dijo a si misma. No pienses en todas las personas que quieren ver las estrellas, no a los decoradores de las estrellas. Llegaras a casa a las diez con comida para llevar y una pinta de helado con algun tipo de aderezo. Caramelo, dulce tal vez. Emma lanzo a Laine una sonrisa cuando el ascensor paro y se abrio camino en el vestibulo. La gente estaba parada en grupos dispersos, llevando copas de champan y tomando de vez en cuando algun pequeno bocado de las bandejas que pasaban alrededor de los camareros vestidos de blanco. Laine exploro la multitud y pillo una brocheta de gambas envuelta en bacon mientras el camarero pasaba. --?A donde, al Golden Globe? --pregunto. Emma tiro de Laine a lo largo del atico, que realmente era mas como un hangar de avion que como un apartamento. Solo habia algunos muebles dispersos; en cambio los televisores de pantalla plana montados en las paredes reproducian musica y representaban figuras amorfas bailando. No habia nadie bailando en la fiesta, pero las pantallas reflejaban la idea de movimiento. Parecia un desperdicio para Laine. Sin embargo, suponia que las personas estaban realmente ahi para ser vistas. Mientras Emma iba de persona en persona, Laine levantaba sus ojos de la gente hacia la estructura de techo abovedado y las obras de arte que colgaban de las paredes. Tomaba notas mentalmente. Evaluo las conversaciones a su alrededor de ella para cambiar el tema hacia el diseno, o al menos al arte. Ella miro hacia abajo al suelo de madera (madera dura, pero no de una calidad que perduraria mucho a un pesado desgaste). Una persona normal estaria buscando a sus actores y actrices favoritas entre la multitud, pero Laine no pasaba demasiado tiempo pensando en las peliculas que ponia de fondo mientras trabajaba por la noche. Despues de asomarse a los bordes de conversaciones durante lo que le parecio una eternidad, Laine se desvio de su hermana hacia una escultura extrana y alta de plata. No podia decir si se suponia que era alguien volando o algo mas atrevido. Laine se dio la vuelta de repente, al notar a alguien detras de ella. Sus ojos se encendieron inmediatamente ante una cabeza gruesa, exuberante de pelo negro. El hombre al que pertenecia el pelo se levanto en toda su altura imponente de dos metros, si no mas, y sonrio. Una sonrisa rapida, amplia y facil que se plasmaba en sus mejillas bronceadas banadas por el sol y aspiraba el aire de los pulmones de Laine e hizo que ella sintiera un hormigueo en su piel. --Me estas llevando a mi, creo --dijo el hombre. Capitulo Dos --Yo, ummm, ?que? --Laine se espanto ante el increiblemente apuesto hombre de pie ante ella. --?Su vestido? --anadio. Laine miro hacia abajo y paso sus manos por sus muslos. --Oh, es un Ni… Niya… --Nihayat Alhaya. Soy el propietario de la empresa. Conozco al artista que creo este. Aunque acortaron el dobladillo un poco. El levanto una ceja significativamente. --Bueno, creo que tengo que agradecerle por hacer algo bonito para nosotras las chicas altas. Hizo un gesto con una mano. --Le queda muy bien. Es como si Niha se lo hubiera hecho a medida. --Yo… Gracias. Ahora que ella estaba mirandolo mas de cerca, el era un poco una obra de arte por si mismo. Su mandibula era amplia y cincelada, y estaba alineada con una fina barba perfectamente recortada. Pero sus ojos fueron lo que la atrajo, De un calido, verde avellana, que parecian reirse de su asombro, y estaban enmarcados por dos cejas oscuras. --Perdoname. No me he presentado Soy Aziz bin Mohammad bin Ali al Amirmoez. Hizo una leve reverencia. --Oh. Laine asintio lentamente. --Yo soy Laine McConnell. Las cejas de Aziz se levantaron y sus ojos se ensancharon. El tomo su mano y la beso. --Es un placer. Cuando te he visto aqui con un vestido de Niha, no pude evitar venir a examinar tu belleza. Laine parpadeo. ?Hablaba en serio? --?Estabas examinando esta escultura? Aziz la miro y se puso junto a ella. --?Te gusta? Laine inclino la cabeza. --Para decir la verdad, no lo se. Definitivamente podria venderlo a un cliente como una pieza de la sala de estar, pero no me podria sentir bien acerca de ello. --Es sugerente. El punto mismo del arte. Aziz giro su mirada de la escultura para mirarla a ella una vez mas. --Como una hermosa mujer. Provoca. --Laine se echo a reir. Su voz era calida y cadenciosa, con acento pronunciado pero inteligible. Era reconfortante. Pero ella no podia creer que el creyera lo que estaba diciendo. Tenia la facilidad de un hombre que podia conseguir decenas de mujeres solo levantando el brazo. --Eres tan encantadora… dijo casi en un susurro cerca y levanto su mano hacia el pelo que caia sobre sus ojos. --Eres como una rosa que ha florecido en rojo y blanco. ?Las que llaman tigres? Laine se alejo. --Debo volver con mi hermana. --Deberias pasar la noche conmigo. Laine miro boquiabierta a su sonrisa y balbuceo. --Ah, me he expresado mal. Me refiero a que debes mantener mi compania en esta fiesta. Es un poco aburrida, ?no? Creo que piensas lo mismo, o no estarias observando esta escultura. El se acerco mas, lo que la hizo mirar hacia arriba y tragar saliva. --Dejame hacer que tu noche sea interesante. Dejame que te provoque, Laine. Laine vacilo. Aun podia sentir su presencia. Era como si el calor de su piel dorada se proyectara de el como otro ser que presionara aun mas en el espacio personal de ella. Normalmente, ella querria dar un paso atras de el, para mantener su espacio propio, pero al sentirle, casi se sentia poseida por el. El ya se habia declarado. Todo lo que ella tenia que hacer era aceptar. Pero eso era una tonteria, por supuesto. El era solo un hombre. Un hombre guapo sin paliativos y uno claramente acostumbrado a conseguir lo que se proponia con las mujeres. Daria igual que ella tercamente rechazara dicha peticion. --No se si la fiesta es aburrida, o yo soy demasiado aburrida para apreciar a todas las celebridades que hay aqui. Laine se giro y senalo a su hermana. --Es mi hermana pequena. Es la estrella de la familia. Ha sacado tres peliculas este ano. --Ah. Aziz asintio con la cabeza. --Los miembros de mi familia tambien tienen bastante exito, o la mayoria de ellos. Aziz entonces procedio a regalarle en gran detalle acerca de los logros de todos los miembros de su familia, que eran, por cierto, obscenamente ricos y poderosos. Lo que significa que el, tambien era obscenamente rico y poderoso. Un jeque. Laine intento evitar imaginarselo con un panuelo blanco sobre su cabeza mientras continuaba con las propiedades fisicas y empresariales que estaban bajo su propiedad. --?Que estas haciendo aqui? --pregunto Laine.

  • A traves del honor (Highlands 2) de Alexia Seris

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    Logan McRae lo ha perdido todo tras desafiar a Ian, el Laird de Nairn. Tras el ultimatum de este, abandona las tierras que una vez fueron su hogar para partir hacia un futuro incierto y un destino desconocido. Athdara McGregor es la primogenita de su clan, marcada con un don, la pesada carga que lleva dentro de su corazon la obliga a salir al encuentro de aquel a quien debe ayudar para recuperar su honor y su valia. Solo hay un problema, el caballero al que debe ayudar es el highlander por el que lleva suspirando toda su vida. Secretos, intriga, amistad, lealtad, mentiras, traicion, pasion y un amor tan intenso como la vida en Escocia. La segunda entrega de la trilogia “Highlands” no te dejara indiferente. ?Te atreves a adentrarte en la Escocia medieval?

  • 10 cosas que quiero hacer... contigo de Irene Mendoza

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  • ?Un futuro sin sindicatos? – Unai Sordo de Unai Sordo

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    ?Son la digitalizacion y la globalizacion las causas de la perdida de puestos de trabajo? Aunque algunos gurus apuntan en esta direccion, las verdaderas razones no son tecnologicas ni meramente comerciales, sino politicas, derivadas de las medidas adoptadas desde los anos ochenta para debilitar a los sindicatos. Unai Sordo da respuesta en este libro a muchos de los retos del sindicalismo en el siglo XXI: la afiliacion y la negociacion colectiva; la implicacion de los jovenes en la defensa de sus derechos; los vinculos del sindicato con el feminismo; su relacion con los partidos politicos; sus fuentes de financiacion; la amenaza, real o ficticia, que suponen la robotizacion y la digitalizacion; la influencia de los mercados globales en el futuro del trabajo… Pero el desafio de los sindicatos no se limita a recuperar la capacidad de negociacion perdida, sino a afrontar una profunda modernizacion de las relaciones laborales que democratice las empresas y establezca marcos de negociacion colectiva internacionales. Porque, como muestra el epilogo de este libro, imaginar un futuro sin sindicatos es una de las mayores distopias con las que podria encontrarse la humanidad.

  • La casa entre los cactus, Paul Pen de Paul Pen

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    El autor espanol de exito internacional, Paul Pen, regresa con un inquietante thriller psicologico.

  • Complices de Estefania Jimenez

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    Un valiosisimo diamante. Un misterioso cuadro de Picasso con una historia oculta. Aire, el ladron mas embaucador y atractivo del mundo. . y Sofia, que puede caer en sus redes. A Sofia, joven directora de seguridad, la contrata su tio, el poderoso magnate del mundo del arte Ricardo Marquez, para que proteja su coleccion privada.

  • Estado de miedo de Michael Crichton

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    blaba en ingles, tenia un acento exotico. A decir verdad, todo en ella era exotico, penso Jonathan. De piel oscura, pomulos prominentes y cabello negro, podria haber sido modelo. Y se contoneaba como una modelo, con su falda corta y sus zapatos de tacon de aguja. Era medio vietnamita y se llamaba Marisa. Mirando alrededor, anadio- : Pero ?no hay nadie aqui? – No, no -respondio el-. Es domingo. Hoy no viene nadie. Jonathan Marshall, de veinticuatro anos, era un londinense licenciado en fisica que, como parte de sus estudios de posgrado, trabajaba durante el verano en el ultramoderno Laboratoire Ondulatoire -Laboratorio de Mecanica Ondulatoria- del Instituto de la Marina frances en Vissy, al norte de Paris. Pero en el barrio residian sobre todo familias jovenes, y para Marshall habia sido un verano solitario. Por eso no podia dar credito a la buena suerte que habia tenido al conocer a aquella chica. Una chica muy guapa y sexy. – Explicame que hace esta maquina -dijo Marisa con una mirada radiante-, y que haces tu. – Con mucho gusto -contesto Marshall. Se acerco al gran panel de control y empezo a conectar las bombas y los sensores. Al otro extremo del deposito, los treinta paneles del generador de olas se activaron uno tras otro. Marshall miro a la chica, y ella le sonrio. – Es complicadisimo -comento Marisa. Se coloco junto a el frente al panel de control-. ?Hay camaras para grabar vuestra investigacion? – Si, en el techo y a los lados del deposito. Crean un registro visual de las olas generadas. En el deposito tambien hay sensores que recogen los parametros de presion de la ola al pasar. – ?Estan conectadas ahora esas camaras? – No, no -dijo el-. No las necesitamos; no estamos haciendo ningun experimento. – Quiza si -respondio ella, y apoyo la mano en el hombro de Marshall. Tenia unos dedos largos y delicados, unos dedos preciosos. Miro alrededor por un momento-. En esta sala todo es carisimo. Debe de haber grandes medidas de seguridad, ?no? – En realidad no. Simplemente hay que usar una tarjeta para entrar. Y solo hay una camara de seguridad. -Senalo por encima del hombro-. En aquel rincon. Marisa se volvio. – ?y esa esta encendida? – Si, claro -contesto el-, esa siempre. Marisa le acaricio suavemente el cuello. – ?Asi que ahora hay alguien vigilandonos? – Eso me temo. – Entonces debemos portarnos bien. – Probablemente. Por cierto, ?y tu novio? – Ese. -Dejo escapar un resoplido de desden-. Ya me he hartado de el. Unas horas antes aquel mismo dia Marshall habia salido de su pequeno apartamento para ir a la cafeteria de la rue Montaigne, que visitaba cada manana, llevandose como de costumbre un articulo especializado para leer. Al rato, aquella chica se sento en la mesa contigua con su novio. En breve la pareja empezo a discutir. A decir verdad, Marshall tuvo la impresion de que Marisa y el novio no estaban hechos el uno para el otro. El era un americano rubicundo y fornido, corpulento como un jugador de futbol, con el cabello largo y gafas de montura metalica poco acordes con sus toscas facciones. Tenia todo el aspecto de un cerdo que pretendia pasar por intelectual. Se llamaba Jim y estaba enfadado con Marisa porque esta, al parecer, no habia pasado la noche con el. – No se por que no me dices donde estuviste -repetia el una y otra vez. – Porque no es asunto tuyo, por eso. – Pero yo pensaba que ibamos a cenar juntos. – Jimmy, ya te dije que no. – No, me dijiste que si. Y yo te espere en el hotel. Toda la noche. – ?Y que? Nadie te obligo. Podias marcharte y pasartelo bien. – Pero te esperaba. – Jimmy, no eres mi dueno. -Exasperada, suspiraba, levantaba las manos o se daba palmadas en las rodillas desnudas. Tenia las piernas cruzadas y se le habia subido mucho la falda-. Yo hago lo que me da la gana. – Eso esta claro. – Si -dijo ella, y en ese momento se volvio hacia Marshall-. ?Que es eso que lees? Parece muy complicado. En un primer momento Marshall se alarmo. Saltaba a la vista que le habia dirigido la palabra para provocar al novio. No queria dejarse arrastrar a la pelea de la pareja. – Es fisica -contesto laconicamente, y se volvio un poco, procurando pasar por alto la belleza de la chica. – ?Que clase de fisica? -insistio ella. – Mecanica ondulatoria. Olas marinas. – ?Eres estudiante, pues? – Estudiante de posgrado. – Ah. E inteligente, por lo que se ve. ?Eres ingles? ?Que haces en Francia? Y casi sin darse cuenta Marshall entablo conversacion con la chica, y ella le presento al novio, que le dirigio a Marshall una sonrisa de suficiencia y le dio un desidioso apreton de manos. La situacion seguia siendo embarazosa, pero ella se comportaba como si no lo fuese. – ?Asi que trabajas por aqui? ?En que? ?Un deposito con una maquina? La verdad, no consigo imaginarmelo. ?Me lo ensenas? y alli estaban, en el Laboratorio de Mecanica Ondu1atoria. Jimmy, el novio, se habia quedado fuera, en el aparcamiento, malhumorado, fumando un pitillo. – ?Que hacemos con Jimmy? -pregunto Marisa, de pie junto a Marshall mientras el trabajaba en el panel de control. – Aqui dentro no puede fumar. – Yo me encargare de que no fume. Pero no quiero que se enfade mas. ?Crees que puedo dejarte entrar? A Marshall lo invadio un sentimiento de decepcion. – Claro. Supongo. Ella le apreto el hombro. – No te preocupes. Despues estara ocupado con otros asuntos suyos. Se alejo y abrio la puerta del fondo del laboratorio. Jimmy entro. Marshall echo un vistazo y vio que se quedaba rezagado, con las manos el1los bolsillos. Marisa regreso junto a el, que seguia frente al panel de control. – Jimmy ya se ha calmado -dijo-. Ahora ensenamelo. Los motores electricos del extremo opuesto del deposito ronronearon y las palas generaron la primera ola. Era pequena, y recorrio suavemente el deposito en toda su longitud hasta chocar, con un ligero chapoteo, en un panel inclinado en el lado donde ellos se hallaban. – ?Y esto es un maremoto? -pregunto Marisa. – Es la simulacion de un tsunami, si -contesto Marshall mientras pulsaba el teclado. En el panel de control, los monitores mostraron la temperatura y la presion, asi como imagenes en color falso de la ola. – Una simulacion -repitio ella-. ?Yeso que quiere decir? – En este deposito podemos crear olas de hasta un metro de altura -explico Marshall-. Pero los verdaderos tsunamis alcanzan cuatro, ocho o diez metros. A veces incluso mas. – ?Una ola de diez metros en el mar? -Marisa abrio los ojos desorbitadamente-. ?En serio? – Miro al techo intentando imaginarla. Marshall movio la cabeza en un gesto de asentimiento. Esa altura equivalia a un edificio de tres plantas. Y alcanzaba una velocidad de ochocientos kilometros por hora, avanzando atronadoramente hacia la costa. – ?y cuando llega a la costa? -pregunto ella- ?Eso representa el panel inclinado de este extremo? Tiene una textura de guijarros, parece. ?Eso es la costa? – Exactamente -contesto Marshall-. La distancia que recorre la ola tierra adentro depende del angulo de la pendiente. Podemos ajustar esa pendiente a cualquier angulo. El novio se acerco al deposito, pero siguio apartado de ellos, sin pronunciar una sola palabra. Marisa estaba entusiasmada. – ?Podeis ajustada? ?Como? – Esta motorizada. – ?A cualquier angulo? -Se rio-. Pon1a a vingt-sept grados. Veintisiete. – Alla va. -Marshall tecleo. Con un ligero chirrido, la pendiente de la costa aumento de angulo. El novio americano, atraido por la actividad, se aproximo mas al deposito para echar un vistazo. Era fascinante, penso Marshall. Cualquiera sentiria interes. Sin embargo aquel tipo continuo en silencio. Alli de pie, se limito a observar como crecia la inclinacion de la superficie enguijarrada. Esta no tardo en detenerse. – ?Esa es la pendiente, pues? -pregunto Marisa. – Si -dijo Marshall-. Aunque de hecho veintisiete grados es una inclinacion excesiva, por encima del promedio de las costas del mundo real. Quiza deberia ponerla... Marisa cerro su mano morena sobre la de el. – No, no -dijo. Tenia la piel suave-o Dejala asi. Ensename una ola. Quiero ver una ola. Cada treinta segundos se generaban pequenas olas que recorrian el deposito con un leve zumbido. _ – Bueno, primero tengo que conocer la forma de la costa. En este momento es una playa llana, pero si hubiese un entrante... – ?Cambiaria si hubiese un entrante? – Claro. – ?De verdad? Ensenamelo. – ?Que clase de entrante quieres? Un puerto, un rio, una bahia... – Ah -dijo ella, y se encogio de hombros-, que sea una bahia. Marshall sonrio. – Bien. ?De que tamano? Con un ronroneo de motores electricos, la costa empezo a curvarse y se formo una hendidura

  • Todo no dura siempre de Alexandra Ferrara

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    Hace ocho meses que Adriana y Juan perdieron a sus padres, y ahora les toca mudarse a una pequena ciudad costera con sus abuelos, donde no conocen a nadie y les tocara empezar de cero. Lo que Adriana no sabe es que tras el dolor que siente y las ganas de desaparecer, hay muchas aventuras por vivir y muchas cosas por aprender como que la amistad no es lo que ella ha conocido hasta ese momento, que las apariencias enganan, y que siempre hay dos versiones de una misma historia. Pero sobre todo, conocera el amor, el amor incondicional, puro y verdadero.

  • Jodidamente Sebastian, Mary Ferre de Mary Ferre

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    El menor de los hermanos, Sebastian Trumper, no las tiene todas consigo cuando hablamos de su chica. Enamorado desde hace mas de dos anos de la mujer que le ha robado el corazon, siente que cada cosa que haga o diga es un retroceso en su relacion. Fracasa captando los mensajes subliminares femeninos y le cuesta entender lo que ella le intenta trasmitir. Su mal vocabulario, su actitud y sus acciones, siempre le han sido suficientes para enamorarla pero ultimamente acaba metiendo la pata. Para el, va a ser dificil reaccionar de una vez por todas y dejar atras su yo infantil que le esta separando del amor de su vida.

  • Entre tacones y biberones de Monica Guzman Zubieta

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    Monica Guzman Zubieta (#LaMismita) es una mujer real, autentica y divertida, que vive y siente a plenitud.

  • Madres e hijos de Colm Toibin

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    Por primera vez en castellano, los mejores cuentos del autor de Brooklyn, ganador de los premios Impac y Forster.

  • Lagrimas del corazon de Lee Wilkinson

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    Blaze Rawdon esta convencido de que Francesca guarda un oscuro secreto, y cuando su nueva novia desaparece en visperas de su fiesta de compromiso, obliga a Fran de forma implacable a convertirse en una sustituta temporal.

  • El Misterio De Chalk Hill de Susanne Goga

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    Intriga y sentimientos se entrelazan en una historia romantica y misteriosa que emocionara a los lectores de Kate Morton, La villa de las telas o Las siete hermanas.

  • Pequena Ariel de F. Locks

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    Cuando suena el telefono en medio de su fallida cena de Navidad, Ana agradece al cielo por su jefe que no se molesto en llamar en cualquier momento, porque en ese momento estaba a punto de enloquecer con su hermana. Pero lo que nunca imagino fue que esta llamada de su guapo jefe vendria con una solicitud absurda que la involucrara a un bebe.

  • Nostalgia de la sangre de Dario Correnti

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  • Siete casas vacias de Samanta Schweblin

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    NOS PERDIMOS --dice mi madre. Frena y se inclina sobre el volante. Sus dedos finos y viejos se agarran al plastico con fuerza. Estamos a mas de media hora de casa, en uno de los barrios residenciales que mas nos gusta. Hay caserones hermosos y amplios, pero las calles son de tierra y estan embarradas porque estuvo lloviendo toda la noche. --?Tenias que parar en medio del barro? ?Como vamos a salir ahora de aca? Abro mi puerta para ver que tan enterradas estan las ruedas. Bastante enterradas, lo suficientemente enterradas. Cierro de un portazo. --?Que es lo que estas haciendo, mama? --?Como que que estoy haciendo? --su estupor parece sincero. Se exactamente que es lo que estamos haciendo, pero acabo de darme cuenta de lo extrano que es. Mi madre no parece entender, pero responde, asi que sabe a que me refiero. --Miramos casas --dice. Parpadea un par de veces, tiene demasiado rimel en las pestanas. --?Miramos casas? --Miramos casas --senala las casas que hay a los lados. Son inmensas. Resplandecen sobre sus lomas de cesped fresco, brillantes por la luz fuerte del atardecer. Mi madre suspira y, sin soltar el volante, recuesta su espalda en el asiento. No va a decir mucho mas. Quiza no sabe que mas decir. Pero esto es exactamente lo que hacemos. Salir a mirar casas. Salir a mirar las casas de los demas. Intentar descifrar eso ahora podria convertirse en la gota que rebalsa el vaso, la confirmacion de como mi madre ha estado tirando a la basura mi tiempo desde que tengo memoria. Mi madre pone primera y, para mi sorpresa, las ruedas resbalan un momento pero logra que el coche salga adelante. Miro hacia atras el cruce, el desastre que dibujamos en la tierra arenosa del camino, y ruego por que ningun cuidador caiga en la cuenta de que hicimos lo mismo ayer, dos cruces mas abajo, y otra vez mas casi llegando a la salida. Seguimos avanzando. Mi madre conduce derecho, sin detenerse frente a ningun caseron. No hace comentarios sobre los cerramientos, las hamacas ni los toldos. No suspira ni tararea ninguna cancion. No toma nota de las direcciones. No me mira. Unas cuadras mas alla las casas se vuelven mas y mas residenciales y las lomas de cesped ya no son tan altas, sino que, sin veredas, delineadas con prolijidad por algun jardinero, parten desde la mismisima calle de tierra y cubren el terreno perfectamente niveladas, como un espejo de agua verde al ras del suelo. Toma hacia la izquierda y avanza unos metros mas. Dice en voz alta, pero para si misma: --Esto no tiene salida. Hay algunas casas mas adelante, luego un bosque se cierra sobre el camino. --Hay mucho barro --digo--, da la vuelta sin parar el coche. Me mira con el entrecejo fruncido. Se arrima al cesped derecho e intenta retomar el camino hacia el otro lado. El resultado es terrible: apenas si acaba de tomar una desdibujada direccion diagonal cuando se encuentra con el cesped de la izquierda, y frena. --Mierda --dice. Acelera y las ruedas resbalan en el barro. Miro hacia atras para estudiar el panorama. Hay un chico en el jardin, casi en el umbral de una casa. Mi madre vuelve a acelerar y logra salir en reversa. Y esto es lo que hace ahora: con el coche marcha atras, cruza la calle, sube al cesped de la casa del chico, y dibuja, de lado a lado, sobre el amplio manto de cesped recien cortado, un semicirculo de doble linea de barro. El coche queda frente a los ventanales de la casa. El chico esta de pie con su camion de plastico, mirandonos absorto. Levanto la mano, en un gesto que intenta ser de disculpas, o de alerta, pero el suelta el camion y entra corriendo a la casa. Mi madre me mira. --Arranca --digo. Las ruedas patinan y el coche no se mueve. --!Despacio, mama! Una mujer aparece tras las cortinas de los ventanales y nos mira por la ventana, mira su jardin. El chico esta junto a ella y nos senala. La cortina vuelve a cerrarse y mi madre hunde mas y mas el coche. La mujer sale de la casa. Quiere llegar hasta nosotras pero no quiere pisar su cesped. Da los primeros pasos sobre el camino de madera barnizada y despues corrige la direccion hacia nosotras pisando casi de puntillas. Mi madre dice mierda otra vez, por lo bajo. Suelta el acelerador y, por fin, suelta tambien el volante. La mujer llega y se inclina hasta la ventanilla para hablarnos. Quiere saber que hacemos en su jardin, y no lo pregunta de buena manera. El chico espia abrazado a una de las columnas de la entrada. Mi madre dice que lo siente, que lo siente muchisimo, y lo dice varias veces. Pero la mujer no parece escucharla. Solo mira su jardin, las ruedas hundidas en el cesped, e insiste en preguntar que hacemos ahi, por que estamos hundidas en su jardin, si entendemos el dano que acabamos de hacer. Asi que se lo explico. Digo que mi madre no sabe conducir en el barro. Que mi madre no esta bien. Y entonces mi madre golpea su frente contra el volante y se queda asi, no se sabe si muerta o paralizada. Su espalda tiembla y empieza a llorar. La mujer me mira. No sabe muy bien que hacer. Sacudo a mi madre. Su frente no se separa del volante y los brazos caen muertos a los lados. Salgo del coche. Vuelvo a disculparme con la mujer. Es alta y rubia, grandota como el chico, y sus ojos, su nariz y su boca estan demasiado juntos para el tamano de su cabeza. Tiene la edad de mi madre. --?Quien va a pagar por esto? --dice. No tengo dinero, pero le digo que vamos a pagar. Que lo siento y que, por supuesto, vamos a pagar. Eso parece calmarla. Vuelve su atencion un momento sobre mi madre, sin olvidarse de su jardin. --Senora, ?se siente bien? ?Que trataba de hacer? Mi madre levanta la cabeza y la mira. --Me siento terrible. Llame a una ambulancia, por favor. La mujer no parece saber si mi madre habla en serio o si le esta tomando el pelo. Por supuesto que habla en serio, aunque la ambulancia no sea necesaria. Le hago a la mujer un gesto negativo que implica esperar, no hacer ningun llamado. La mujer da unos pasos hacia atras, mira el coche viejo y oxidado de mi madre, y a su hijo atonito, un poco mas alla. No quiere que estemos aca, quiere que desaparezcamos pero no sabe como hacerlo. --Por favor --dice mi madre--, ?podria traerme un vaso de agua hasta que llegue la ambulancia? La mujer tarda en moverse, parece no querer dejarnos solas en su jardin.

  • El caso Vermont de Maureen Johnson

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    Stevie Bell es una entusiasta fan de la investigacion criminal. ?Y que mejor lugar para profundizar en sus conocimientos que la Academia Ellingham, el centro privado fundado en 1930 por el millonario excentrico Albert Ellingham en las remotas montanas de Vermont? La prestigiosa y exclusiva academia, en la que solo se acepta a un reducido numero de alumnos brillantes, fue la escena de un crimen que lleva decadas sin resolver y del que Stevie lo sabe casi todo.

  • El candidato y la periodista de Mary O'neill

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    Ella, una periodista de izquierdas. El, un politico de ultraderecha.
    ?Podra el amor y el deseo con tanta diferencia?

  • Mis poderes y tus polvos magico de Garcia De Saura

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  • El lenguaje de las abejas (Grandes Novelas), Cristina Caboni de Cristina Caboni

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  • Highlander en la niebla Amor de Natalia Walsh

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    ?Y si volver atras solo empeorase las cosas?

  • El reino de los olvidados de Alexander Rhode

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    Un hombre, desesperado y en lo mas alto de un viejo edificio, amenaza con quitarse la vida si no atienden a su peticion. Su mujer ha desaparecido. Esta desesperado. Y solo el inspector Robert Garland puede ayudarlo a encontrarla.

  • ?Por que la gente odia la politica? de Ernesto Ganuza

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    Nuestra relacion con la politica en los ultimos anos ha sido aparentemente contradictoria: nunca habiamos desconfiado tanto y a la vez (casi) nunca nos habiamos implicado con tanta intensidad. En ?Por que la gente odia la politica?, a partir de una serie de datos cuantitativos y cualitativos que dan lugar a un interesante dialogo en relacion a estas cuestiones, se examina en profundidad esta relacion amor-odio que tienen las personas con la politica y cuales son las alternativas que se proponen frente a ello: ?mejoramos los sistemas de representacion y tratamos de conseguir mejores politicos?, ?profundizamos la democracia con mas participacion?, ?recurrimos a expertos que puedan ser neutrales y eficaces? Esta obra nos muestra que aspectos nos atraen mas y cuales nos convencen menos en cada una de estas alternativas.

  • El universo de lo sencillo de Pablo Arribas

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    Planteate esta pregunta con sinceridad: ?vives como sonabas o has dejado parte de tu vida en manos del miedo, la dificultad o la opinion de los demas? Si eres de las personas que aspiran a una vida a pleno corazon, solo existe un camino: la valentia.

  • Recuperar a Ari – Marta Frances de Marta Frances

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    Diego va al instituto pero pasa de todo, de las clases, de la gente… se ha portado como un capullo durante demasiado tiempo. Perdio a un ser querido y eso lo cambio, y al cambiar, perdio lo que mas queria: a Ariadna. Una tarde de invierno, un accidente inesperado origina un cambio en su interior. Ya no quiere seguir comportandose asi, ahora solamente quiere una cosa: recuperar a Ari.

  • Barbaros en Hispania de Daniel Gomez Aragones

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    En el ano de Nuestro Senor de 409 los barbaros cruzaron los Pirineos penetrando en el corazon de Hispania. Asi, se inaugura una nueva etapa para la historia de Espana, la cual ha sido enmarcada dentro de los mal llamados <>. Este libro descubre al lector que la luz es mas fuerte que la sombra: Suevos, vandalos y alanos mancharon con su sangre la piel de toro y dejaron una huella en nuestra historia que el autor rescata y pone en valor. La caida del Imperio romano de Occidente, la cultura guerrera alana, el gran rey vandalo Genserico, el singular reino Suevo y su destruccion por parte del reino Visigodo de Toledo, germen de la actual Espana, son algunos de los fascinantes temas que se podran descubrir con rigor y amenidad en este trabajo. Una epoca cargada de Identidad, Tradicion y Esencia que hoy en dia se hacen tan necesarias para recordar lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

  • Luchare por los dos de Sophie Saint Rose

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    Tabby se puso el periodico bajo el brazo y continuo caminando mientras bebia de su cafe pensando en todo lo que tenia que hacer. Todavia tenia que vender su piso y preparar la mudanza. Se incorporaria a su nuevo trabajo en un mes y no tenia mucho tiempo. Le llego un mensaje al movil y lo saco a toda prisa del bolsillo de su abrigo negro por si era su agente inmobiliario. Apartando su pelo rubio metiendoselo detras de la oreja, miro el mensaje y bufo al ver que era de la compania de la luz. Llego al semaforo y cruzo marcando el numero que venia en el mensaje, para decir que ya habia enviado al cheque, cuando un fuerte impacto la hizo gritar de dolor mientras se oia un fuerte frenazo. Ni se dio cuenta que caia sobre el parabrisas y rodaba sobre el techo del coche para caer sobre el maletero. Atontada y con la vista nublada, levanto la vista para ver como la rodeaba la gente. Un hombre moreno no hacia mas que gritar que alguien llamara a una ambulancia. Acerco su cara a la suya-- ?Me oye? !No se mueva! !Enseguida la atenderan! Tabby no lo comprendia y gimiendo movio la mano sobre el maletero buscando su movil para seguir con la llamada-- !No se mueva! -- le cogio la mano y ella le miro a los ojos de un bonito color azul -- ?Me oye? Un policia se puso a su lado-- ?Como se encuentra? -- ?Donde esta la ambulancia? -- pregunto el moreno muy nervioso. --Esta de camino. En ese momento escucharon una sirena y Tabby se preocupo -- ?Que ocurre? -- pregunto ella intentando moverse, pero le dolia todo. El moreno la miro torturado-- La he atropellado. ?No lo recuerda? -- ?Que? --No se preocupe. -- dijo el policia forzando una sonrisa-- Enseguida la atienden. --Dios mio. -- susurro una mujer a otra que estaba a su lado-- ?Has visto sus piernas? Tabby se asusto-- ?Que me pasa? -- !Despejen la zona! --grito el policia enfadado girandose hacia los que observaban. El moreno se acerco --No pasa nada. Enseguida te atienden y ya veras que no va a ser nada. Le miro con sus ojos ambarinos y sonrio con esfuerzo sintiendose cada vez mas cansada--Tengo sueno. -- ?Como te llamas? -- pregunto mas alto apartandole un mechon de pelo de la cara. --Tabby. -- susurro cerrando los ojos. --Yo soy Banner. No te duermas. Necesito que estes despierta. ?Entiendes? --Me voy a mudar. --susurro sin saber que los sanitarios llegaban corriendo y rodeandola--Tengo mucho que hacer. -- ?Hola? ?Me oyes? -- pregunto una voz muy cerca de ella. Abrio los ojos y vio a una mujer de color con el pelo recogido en una coleta-- Muy bien, asi me gusta. Sigue con nosotros. --la mujer levanto la vista gritando -- !Collarin! Le colocaron el collarin rodeandole el cuello y sintio una presion en el brazo sin darse cuenta que le habian cortado la manga. Tabby grito de dolor cuando le tocaron la pierna al 5 intentar moverla. -- ?Como te llamas? --Me ha dicho que se llama Tabby. --Bien, Tabby. Tienes las piernas rotas. Vamos a moverte. Intentaremos hacerlo lo mas rapido posible, pero te va a doler. No supo si perdio el sentido, pero cuando abrio los ojos estaba en una camilla y el hombre moreno tenia las manos en la cabeza y parecia desesperado-- Lo siento. -- susurro mirando sus ojos. Le dolia todo y gimio abriendo los ojos viendo un techo blanco. Mierda, era cierto que la habian atropellado. Estupendo, eso era justo lo que necesitaba en ese momento. Miro hacia abajo intentando levantar la cabeza, pero algo se lo impedia. Suspiro dejando caer la cabeza sobre la almohada y fruncio el ceno al ver que algo le rodeaba la cabeza. Intento levantar la mano, pero algo rodeaba sus munecas. ?Estaba atada a la cama? ?Que cono pasaba alli? -- ?Estas despierta? -- sorprendida al escuchar la voz de su madre, giro la cabeza lo que pudo y la vio acercandose a la cama. -- ?Mama? -- sin salir de su asombro vio que estaba palida y despeinada-- ?Que haces aqui? -- ?Que hago aqui? !Te han atropellado! !Me ha llamado la policia! -- !Joder, que exagerados! Tampoco sera para tanto. -- ?Que no es para tanto? -- grito excitadisima-- !Mira, no te digo todo lo que tienes porque ni lo se! La puerta se abrio y una enfermera sonrio al verla despierta-- ?Como nos encontramos hoy? --Usted no se, ?pero me pueden explicar por que estoy atada a la cama? -- !Tabby, intentaste quitarte las vias! ?Han tenido que ponertelas tres veces? -- ?En serio? -- atonita miro a la enfermera-- ?Que es lo que me pusieron? La enfermera se echo a reir -- Como veo que ya esta bien, se las quitare. --Me duele todo. ?Que tengo? --El medico pasara enseguida y se lo explicara todo. Una idea se le paso por la cabeza y palidecio-- ?No me quedare invalida o algo asi? La enfermera nego con la cabeza-- Espere a que llegue el medico. --No, hija. Me ha dicho que hay que hacerte pruebas todavia, pero que al parecer tenias sensibilidad y no se que. Volveras a caminar. --Uff, menos mal. -- aliviada movio las manos y llevo la que tenia libre hacia la cabeza-- ?Llevo una venda en la cabeza? --Tenias una brecha considerable. -- su madre miro a la enfermera-- ?Tardara mucho el doctor? --No, senora. Enseguida hara la ronda. -- ?Que mas tengo? -- pregunto impaciente. -- !Para eso quiero que venga el doctor! !Para que te lo diga! -- grito su madre histerica. Tabby la miro suspirando-- Ven y dame un beso. Su madre apartando un mechon de pelo rubio platino de sus labios rojos, nego con la cabeza-- Todavia estoy enfadada contigo. -- entrecerro los ojos-- !Y ahora mas aun! La enfermera la miro con los ojos como platos, pero sin decir nada salio de la 6 habitacion-- ?Todavia estas enfadada por tener que mudarme? !Es una oportunidad unica! -- !Irte a otro estado para cuidar ancianos, no es una oportunidad unica! !Puedes cuidarlos aqui! --Ya te he dicho mil veces que es un programa experimental del Alzheimer y que me hara una especialista en ese campo. !Despues podre trabajar donde quiera de cuidadora! !Es una suerte que me hayan ofrecido el trabajo! -- !Y yo ya te he dicho mil veces que en Nueva York te pagan mucho mas sin necesidad de esa especialidad! !Lo que pasa es que te quieres ir! !Si hasta quieres vender tu piso! La puerta se abrio y un hombre con bata blanca seguido de otro que estaba buenisimo vestido con traje gris entraron en la habitacion --Soy el doctor Williams. ?Como se encuentra hoy? --Me duele. -- dijo mirando al moreno que no le quitaba la vista de encima. Supuso que era otro medico y sonrio sin darse cuenta-- Hola. --Hola Tabby. -- ?Ya le han dicho lo que tiene? -- pregunto el doctor Williams mirando su historial. Chasqueo la lengua y fue hasta el gotero moviendo la ruedita-- Ahora se encontrara mejor. -- apunto algo en su tablilla y la miro con una sonrisa. Tampoco estaba mal. Era de la edad de su madre y le recordo a George Clooney. -- ?Conoce a mi madre? Es soltera y esta disponible. Su madre jadeo indignada mientras que el doctor reprimia una sonrisa-- Si que la conozco. Clare y yo hemos mantenido alguna conversacion. --Que bien. -- miro maliciosa a su madre que estaba como un tomate--Y digame doctor, ?le ha dicho que es muy flexible? Hace yoga, ?sabe? -- !Por Dios, cuando pueda pegarte una paliza, preparate! --Va, es muy gritona, pero usted no le haga caso. -- el doctor Williams se echo a reir sin poder evitarlo, mientras que el moreno se cruzaba de brazos divertido --Bueno, ?que tengo? Me tengo que mudar, ?sabe? Asi que sea algo rapidito. --Rapidito no va a poder ser -- dijo intentando controlar la risa. -- Tienes rota la tibia izquierda y el femur derecho. Eso por no hablar de la conmocion cerebral y que te hemos operado de una hemorragia interna. --Vaya, tengo de todo. -- entrecerro los ojos-- ?Cuanto tiempo tardare en recuperarme? ?Dos, tres semanas? --Dos meses. Abrio la boca asombrada-- ?Esta de broma? !Si estamos en el siglo veintiuno! !Hay robots y esas cosas, que te dejan como nueva en nada de tiempo! !Si te trasplantan el corazon y estas en la calle en una semana corriendo maratones! --Ya, pero tu vas a tener que hacer rehabilitacion. Un mes de escayolas y un mes mas o menos de ejercicios para quedar como nueva. -- !No puedo estar de baja dos meses! !En un mes tengo que estar en Arizona! --Pues como no vaya con muletas. -- el doctor miro a su madre divertido-- Es de armas tomar, ?verdad?

  • Deseos rojos (Chasing Red) de Isabelle Ronin

    https://gigalibros.com/deseos-rojos-chasing-red.html

    Llega aquello que todos los fans de <> estaban esperando: la historia de Kara y Cameron.