• libro el show de las marionetas - M.W. Craven

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    Una novela de suspense oscura y repleta de giros brillantes, ideal para los fans de Michael Connelly, Peter James y de la serie de television Luther.
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  • EL SHOW DE LAS MARIONETAS | MW CRAVEN - Casa del ...

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  • El show de las marionetas : M. W. Craven - Roca Libros

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    16 ene 2020 — Cuando su nombre es hallado en los restos carbonizados de la tercera víctima, Washington Poe, un detective suspendido de empleo y caído en ...

  • El show de las marionetas - Libro de MW Craven - Lecturalia

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    Una novela de suspense oscura y repleta de giros brillantes, ideal para los fans de Michael Connelly, Peter James y de la serie de televisión Luther.

  • EL SHOW DE LAS MARIONETAS - CRAVEN MW

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    Le doy un 9 a este libro sobre todo porque pude empatizar con los personales fácilmente. Un poco cansado del tema del libro me gustó la forma en que lo ...

  • Críticas de El show de las marionetas (72) - MW Craven

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    72 critiques sur ce livre. No puede ser que este sea el libro que todo el mundo alaba en redes, el que ha ganado un premio Gold Dagger al mejor thriller del ...

  • EL SHOW DE LAS MARIONETAS - M. W. CRAVEN | Alibrate

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  • El show de las marionetas - M.W Craven -5% en libros | FNAC

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  • Reseña: El show de las marionetas (MW Craven)

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    21 ene 2020 — El problema viene cuando me doy cuenta de que esta novela va a ir directa a las recomendaciones para regalar en el Día del Libro y, ...

  • Clarent House (Los Huntington 1) de Charlotte Bennet

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    Su Excelencia, lord Graig Huntington-Wickley es uno de los duques mas ricos, apuestos y poderosos de Inglaterra pero, tambien, el mas esquivo de todos. Alabado por unos pocos y odiado por muchos, el noble no presta excesiva atencion a lo que se dice de el sino que prefiere refugiarse en la tranquilidad que le ofrece Clarent House, su magnifica mansion victoriana a sabiendas que debe buscar esposa y tener un heredero cuanto antes porque asi se lo exigen la Corona y su abuela paterna, lady Hermione, pero ?que mujer querria casarse con un hombre tan desagradable?

  • El escudo de los dioses de Lorena Concepcion

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    Scarlett Bouclier esta cumpliendo su sueno de ser directora de arte en una pequena compania de teatro, pero todo puede cambiar en un segundo y la aparicion del misterioso Nick y su hermano Ares, un moreno de ojos dorados y actitud enfadada con el mundo, hara que se cuestione todo lo que conocia hasta ahora. Entre Ares y Scarlett nacera una pasion prohibida y se vera envuelta en un mundo peligroso que creia inexistente, en el que ella tendra un papel fundamental.

  • Maldita Sarah de Eva M. Soler

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    Cosas que haces cuando tu novia te deja:
    1) Odiar a su nuevo novio, como corresponde.
    2) Evitar coincidir con ella.
    3) Refugiarte en tu familia y tus amigos.
    4) Pensar que de buena te has librado.
    5) Plantearte si quieres seguir trabajando para su padre.
    6) Tragar bilis cuando se dedica a restregarte a ese punetero musculitos.
    7) Buscar a una chica que te deba un favor y hacerla pasar por tu pareja, aunque tengas que refinarla antes.
    8) Espera. borra eso.
    En los planes de Liam no entra que su novia actual, Sarah, le abandone tras enamorarse de otro durante sus vacaciones en Australia. Tampoco que peligre su posible ascenso en el bufete donde trabaja, que su hermana se ponga a salir con un guaperas que a todas luces le partira el corazon, y mucho menos que su atractiva, aunque plebeya vecina, Summer, le destroce el coche durante un accidente en el aparcamiento.
    Harto de que Sarah se dedique a amargarle la vida paseando a su nuevo ligue ante sus ojos, este abogado estirado decide seguir un consejo poco sensato: convencer a Summer de que se haga pasar por su novia ante ciertos eventos del bufete. Para que todo salga bien solo necesita refinarla un poco, pero lo que en principio parecia algo sencillo acaba derivando en un giro inesperado.

  • Del barrio a la mansion…!En Vespa! de Hugo Sanz

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    Kora se siente feliz el dia que comienza a trabajar en la lujosa casa de Steven. Le esperan un bonito empleo, cuidando de su hija India, y un buen salario. Gracias a ello puede afrontar su nueva vida lejos del hogar de su complicada madre, compartiendo piso con su amiga Zora.

  • Viaje a Norrkoping (Lunar de media luna 2) de Paula Perella

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    La busqueda de lo perdido, el deseo de lo olvidado. Me despierto agitada. Otra vez el sueno de Muriel y la gente ahorcada, morada y oscura, en el camino. Los gusanos recorrian su carne y vestimentas, la nariz de ellas cortada, y sangre goteando aun, casi coagulada, sin saber muy bien si arrastraban visceras, al suelo. --!Eyra! Tranquila. --Me termina de despertar Arn--. ?Que suenas? --Lo de siempre Arn, lo de siempre --le contesto casi gimoteando. Me dan ganas de llorar, pero no quiero hacerlo. Tengo que superarlo ya. --Creo que deberias buscar a alguien que te ayude a ampliar tus conocimientos para poderte sanar tu --me dice serio. --Yo estoy sana, Arn. Parece idiota a veces; no tengo fiebre, como bien, no me duele nada... !estoy sana! --No duermes bien, Eyra. Yo me despierto casi todas las noches oyendote sufrir en suenos, y luego te levantas de mal humor porque no te gusta que te vea asi, a punto de llorar. --!No estoy a punto de llorar! Si lo estoy, pero no me gusta que nadie se de cuenta. No me ha gustado nunca y ahora tampoco. Soy fuerte y no tengo que llorar, pero ultimamente lloro por todo; el otro dia asisti un parto y llore cuando nacio la nina, me llamaron a sacrificar una yegua y tambien llore... !Deja ya de llorar, estupida Eyra! --Eyra, vas a enfermar o me haras enfermar a mi porque no descansamos bien, ?buscaras a alguien? --Buscare. Calla y duerme --le digo para poder dormir otra vez. Pero ?donde busco? No se quien podria ayudarme. Ya tomo las plantas del sueno, la dormidera y otras, pero casi siempre vuelvo a sonar. A mi misma no me puedo cantar los aullidos apaciguadores ni sanadores, esto no funciona asi. Ha de ser otro aullador, y no conozco a ninguno. Aunque quizas en la aldea de madre... quizas alli alguien sepa algo. Me despierto y Arn todavia duerme. Es tan extrano tenerlo aqui, junto a mi, con los ojos cerrados y su nariz recta y terminada en punta hacia mi. Aunque por otra parte es como si siempre hubiesemos vivido juntos. Deja siempre una marca de saliva en la almohada y le gusta asomar uno de los pies por debajo de las mantas y sabanas, aunque sea invierno. Me levanto y me visto. Ojala pudiera usar pantalones como el; cada dia me resulta mas penoso, mas aburrido tener que ponerme todas estas capas y luego ajustarmelas. Para colmo, ultimamente no tengo fuerzas para ajustarme el jubon como antes. Quizas si sea cierto que ya no soy ninguna muchacha y mi cuerpo haya cambiado, de hecho cada dia me canso mas por los caminos y las laderas. --Arn, a desayunar. --le beso en un ojo y abro uno de las contraventanas para que entre la luz. Entra en el salon, que no se parece en nada a la cabana en la que pase el ultimo ano antes de casarme. Aqui tengo muchas comodidades que, aunque a veces me hacen sentir incomoda, como si yo ya no fuera la misma y fuera a convertirme en mi hermana la adinerada, por otro lado me facilita todo mucho mas. Por ejemplo, la chimenea no esta en el centro, sino que esta en un rincon y asi la casa apenas se ensucia con el humo, las ventanas son grandes y entra el sol durante el dia, la cuadra esta abajo y deja el suelo caliente y no entran tantas moscas ni tanto olor a caballo. --Eyra, acuerdate de que hoy no vuelvo hasta la noche, tengo que terminar de explicar el diseno de la torre nueva del reloj y luego pasare a cobrar... y habra bastante cola porque es sabado. --Bueno, no te preocupes. --Y pongo cara de asco por culpa de la leche. La leche me esta repugnando. --?Que pasa? --se sorprende el--. ?Esta agria? --Huelela, a mi me da ganas de... --Y salgo corriendo en busca de una palangana para vomitar. La cabana, en este sentido, era mas practica; solo tenia que salir por la puerta en busca de un rincon. --Has enfermado, Eyra, y te dije que pasaria --me regana, como si no tuviera suficiente con el mal rato que estoy pasando de intentar vomitar lo que no tengo en el estomago, !si acabo de levantarme! Cuando me siento mejor, bebo algo de agua y mastico una manzana, pero no la trago, me da miedo llenar el estomago y que vuelva a tener que vomitar. --Arn, voy a ir a la aldea de mi madre, alli quizas sepan algo sobre el Clan --le digo como si le pidiera permiso, pero no entiendo por que. --?A cuantos dias esta? --No lo se, primero tengo que preguntar a mi padre, igual querria acompanarme. --Bueno, no tardes mas de una semana, no quiero preocuparme --me dice con gesto serio. ?Antes era asi conmigo? No lo recuerdo, creo que era bastante mas confiado, mas despreocupado... ahora es como si fuera su hermana pequena. --Si te preocupas es porque te da la gana, ?cuantas veces te he de demostrar que sola me valgo muy bien? Si quisiera aun te tumbaria, ademas, sabes que con los aullidos puedo defenderme perfectamente. --Me da igual lo que digas, nina protestona --me dice serio--. Vas a tener cuidado y no vas a pensar solo en ti, vas a darte cuenta de que lo que tu haces me afecta, y ya vale de protestas... O le digo a tu padre que se venga a vivir con nosotros, y ya veremos a quien le da la razon. --!Eres un...! Eres... un gusano, por no decirte otras cosas --le digo entre dientes, enfadada, pero en realidad tengo que disimular la risa. !Padre en casa! No, por favor, !otra vez bajo el mismo techo no! Que aunque se ha calmado bastante sigue siendo un testarudo marimandon. --Antes del proximo domingo estare en casa de nuevo --acabo cediendo--, si fuera a tardar mas te lo hare saber. --Me voy ya, te dejo a Tyr. --Y me da un beso en la nariz. Baja las escaleras y sale por la cuadra. La ciudad no esta muy lejos, pero no obstante vivo en el campo. Me dio mucha pena dejar la nueva cabana, con el huerto arreglado, con todo el trabajo que dio adecentarlo y toda la gente que vino a ayudarnos. Le pedi a Padre que alguien lo usara, que no lo dejaran caerse de nuevo... pero no esta muy cerca de la aldea y a la gente no le gusta estar tan alejados. La gente es timorata y medrosa, demasiado para el escaso peligro que hay en esta zona. Recojo las cosas del desayuno y las limpio con el agua de la tinaja. Hoy no voy a ir al lavadero, hoy me voy de viaje a casa de Padre y luego a la antigua casa de Madre. Estoy nerviosa, ?como sera aquello? ?La gente sera amable? ?Todavia quedara algo de Madre alli? Me lavo la cara y me enjuago la boca; no quiero tener mal aliento por el vomito, asi que mastico hojas de menta. Ya no me queda regaliz, asi que tendre que recoger... !o comprar! Ultimamente abuso de gastarme el dinero comprando las hierbas, pero es que ya no tengo tanto tiempo para ir a buscarlas. Sabia que al final iba a tener que cambiar por Arn, ?el habra cambiado por mi? Me parece que no, que sigue haciendo exactamente lo mismo que dos anos antes de casarnos. No me parece justo, pensar en ello me hace hervir la sangre, ?habre hecho bien en casarme con el? ?Yo estoy hecha para esto, para estar casada? Me ato el mono y cojo mi morral, en el que meto fruta, queso y pan; suficiente para el camino hasta casa de Reidar. Bajo a la cuadra; --!Drakkar! Vamos --lo llamo. <> me parece mucho mas digno que <>, el pobre animal no se merece ese nombre. Acude con soltura, aunque el perro ya no es tan jugueton como antes, pero bueno, supongo que yo tampoco. Todos nos hacemos mayores. Ensillo el caballo que me regalo Paiva y le reviso las herraduras. Parece que todo esta correcto. Lo saco a la pradera, fuera de casa, y cierro la puerta con llave. Me aseguro de que todas las puertas y ventanas quedan cerradas. No viene mucha gente por aqui, pero nunca se sabe. Dejo la llave colgada en una de las ramas de un avellano que hace esquina con la casa, donde Arn y yo siempre la dejamos para que el otro la encuentre. Solo tenemos una, aunque Arn siempre dice que mandara copiarla

  • Perder el tiempo de Alejandro Mesa Villajos

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    Escrito de forma intempestiva en menos de tres semanas durante el otono de 2015, Perder el tiempo es un relato que trata sobre el momento en el que tres vidas se cruzan y del mundo que surge de su interseccion. De forma constante sobrevuela la pregunta sobre que es lo que permanece, que es lo que queda: y la unica conclusion posible es que son los instantes de choque, de convergencia y de puesta en comun los que se acercan a la solidez esperada de una vida que, por otra parte, nunca sera la misma que fue ayer.

  • La Herencia del Bebe de Mckenna James

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    ?RECHAZADA? --Si, senora. Lo intente dos veces. ?Tiene otra...? La voz del asistente se apaga mientras lo fulmino con la mirada. Ignoro el bufido apenas audible que se escapa de los labios de mi amiga Penelope. Ella esta parada directamente detras de mi, sin duda porque no quiere perderse el momento de presenciar el rechazo de mi tarjeta. Debe pensar que todos sus regalos de navidad han llegado improvisadamente al spa de dia. De hecho, me sorprende que se este controlando a si misma tan bien siendo como es ella. --Claro, dame un segundo--, murmuro, hurgando en mi bolso. Le lanzo una tarjeta de diamantes y lo despacho, asegurandome de que sepa lo molesta que estoy con todo esto. El no me devuelve la mirada mientras murmura un agradecimiento, antes de salir de mi vista. Respirando hondo, sonrio como si no me importara, antes de volver a mirar a mis amigos. --Lo siento--, le digo con un suspiro perezoso. --Estoy segura de que es solo una confusion con el banco-- Me apacigua Holly, apartandose el pelo largo y oscuro de los ojos. Sonrio cuando ella se acerca y me da un apreton tranquilizador en la mano. Estoy segura de que tiene razon, porque se con certeza que hay mucho efectivo en la primera tarjeta, no se llama tarjeta infinita por nada. --Seguro--. Penelope tambien me sonrie, pero a diferencia de Holly, no hay nada comprensivo o genuino en su sonrisa. --Aunque no puedo decir que alguna vez me haya pasado algo como esto--, dice con un fuerte acento sureno, sus labios entreabiertos en una amplia sonrisa. --?Quizas los bancos estan un poco mas atentos a sus clientes mas notables? Abro la boca para devolver una respuesta, pero estoy distraida al ver al asistente caminando. Incluso antes de que hable, se que no es bueno. Busco otra tarjeta en mi bolso en preparacion a lo que va a decir, aunque solo sea para evitar la verguenza de tener que mirarlo cuando me diga que la segunda tarjeta tambien fue rechazada. --Lo siento --Aqui tiene--, ladro, cortandolo mientras empujo otra tarjeta en su mano. --Prueba esa Estoy haciendo todo lo posible para no mostrarlo, pero realmente estoy empezando a entrar en panico. Claro, un rechazo puede explicarse como una confusion en el banco, pero ?dos bancos diferentes tienen problemas al mismo tiempo? No es probable. Aun asi, me aferro a la esperanza de que sea algo tonto, porque pensar en la alternativa es demasiado horrible. --?Puedo pagar con la mia si eso ayuda?-- dice Holly, dando un paso adelante. --Sabes lo mucho que odio cuando tratas de cubrirme de todos modos. Miro hacia otro lado, porque la lastima en sus ojos es aun peor que la expresion de emocion en los de Pen. Asi debe ser como se siente cada vez que trato de pagar por ella, ya que es la unica en nuestro grupo que no es de una familia adinerada. Antes de hoy, nunca habia pensado mucho en como eso podria afectarla. --Esta bien. Pagare--. Pen lanza un suspiro exagerado, antes de dar un paso adelante para ir al rescate y entregarle su tarjeta al asistente. El gran problema es que al hacer esto me hace aun menos feliz que dejar que me cubra, pero no tengo otra opcion. --Espero que no la rechacen--, dice entre risas mientras me mira. --Simplemente moriria de verguenza. Deja de ser una desgraciada y solo paga la maldita factura. Trago mis palabras, porque me niego a darle la reaccion que se que quiere. En cambio, retrocedo con Holly y espero mientras Pen arregla la cuenta. Evito encontrar la mirada de Holly, fingiendo escribir un texto. Lo que realmente estoy haciendo es intentar iniciar sesion en mi banco, pero sigue dandome un error no autorizado. Salto cuando Holly apoya su mano en mi espalda. La miro y deslizo el telefono en mi bolsillo. --Estoy seguro de que todo esta bien, V. Asiento y fuerzo una sonrisa de vuelta. --De acuerdo, chicas, estamos todas listas--, declara Penelope con un gesto dramatico de su mano. Sus ojos oscuros se fijan en los mios. --No necesitaras pasar el resto del dia lavando toallas sucias y malolientes--, dice por encima del hombro con una risita. --Aunque hubiera sido divertido verlo. Pongo los ojos en blanco a su espalda. Si lo refriega con mas fuerza, se rompera una una. No importa que le haya pagado los ultimos cincuenta viajes aqui; ella ordenara esto tanto como pueda. Mientras lucho contra las lagrimas, salimos. Respiro profundamente, el aire frio me quema los pulmones. Lo ultimo que quiero es que me vean llorar. --Oh, carino, relajate. Solo juego contigo-- Pen se rie y me abraza. --No seas tan sensible. Ni siquiera tienes que devolverme el dinero. --?Cuarenta y nueve viajes mas y estamos a mano?-- Respondo con una sonrisa falsa. --No sabia que llevabas la cuenta--, murmura, lanzandole una mirada a Holly. --De todos modos, me encantaria pasar el rato y conversar, pero tengo una cita y debo prepararme. Abrazo a las dos y luego camino hacia mi auto, un Fiat Spider rojo de dos asientos que papa me compro cuando me gradue de SCAD. Ir a la universidad era algo en lo que mi abuela habia insistido, aunque no estoy segura de por que, no es como si fuera a necesitar darle uso. Abrochandome el cinturon me dirijo a casa. Intento llamar a papa por el camino, pero no responde. Frunzo el ceno e intento de nuevo, pero todavia no hay respuesta. Esto es raro. Papa siempre responde, incluso si es solo para ladrar en la linea que el esta ocupado con algo mas importante que yo. En realidad, asi es como van las conversaciones. Si no va a contestar el telefono, entonces tendre que ir alli. Treinta minutos despues, al entrar en el largo y extenso camino de entrada que conduce a la mansion de mi padre, se que algo no esta bien. Probablemente sean los diez coches de policia que me estan dando esa impresion. Tampoco son coches de policia ordinarios, estas son furgonetas negras brillantes, del tipo que asocias con persecuciones de alto perfil o grandes operaciones: palabras pronunciadas por alguien que obviamente ha visto demasiado Criminal Minds. Aparco junto a una de las furgonetas y salgo. Mi corazon se acelera mientras avanzo por el camino, tan rapido como mis tacones Christian Louboutin de 4000 dolares me llevan. Los hombres con trajes pululan a mi alrededor, con lo que normalmente estaria muy feliz, pero no hoy, no cuando se que algo esta muy mal. Abriendome paso por la puerta principal, miro a mi alrededor en estado de shock. Hay gente por todos lados. Entran y salen, llevando todo, desde computadoras, a pilas de archivos, hasta una cuadernos y carpetas que reconozco como mias desde mi ultimo ano de secundaria. --Hola--, le digo, entrando en el camino de uno de esos hombres. Se detiene en seco y me mira impaciente. --?Que estas haciendo? --, pregunto. --Seguir ordenes--, replica, frunciendo el ceno. --?Y usted es? --Valentina Rossi--, anuncio, enderezandome al anunciar mi nombre tal como me ensenaron los anos de encanto de la escuela. --Ah-- El mira por encima del hombro y llama a alguien. Una mujer levanta la vista y asiente al verme. Ella camina hacia nosotros y me lleva fuera de la habitacion, hacia la sala formal. --?Senorita Rossi, supongo? Asiento, con la garganta seca. --?Donde esta mi padre? --Ha sido detenido bajo sospecha de fraude. Estamos aqui recolectando cualquier cosa que pueda contener evidencia --, explica. La miro y me rio. No puede hablar en serio, ?verdad? --?Sabes quien es mi padre?-- Pregunto, levantando una ceja. La mujer me mira directamente a los ojos. --Sabemos exactamente quien es el, y es por eso que nos estamos tomando esto tan en serio-- --Entonces, ?te lo llevas todo?--, cuestiono, aun incredula. --?Y sus cuentas?, ?Han sido congeladas tambien? Me sonrojo al darme cuenta de lo superficial que debo sonar. Probablemente piense que soy otro bebe malcriado del fondo fiduciario, que vive del dinero de papa. Bien, entonces ella tendria razon, pero no es mi culpa. Soy un producto de mi educacion. --Sus cuentas no estan congeladas, senorita Rossi. Estan vacias. --?Que quieres decir con vacias?-- gruno --Mis cuentas nunca han estado vacias en mi vida. Tengo un fondo fiduciario… --Tenias un fondo fiduciario--, Corrigio ella. --Tu padre movio todo a un lugar desconocido, y estamos haciendo todo lo posible para tratar de encontrarlo. ?Vacio mi fondo fiduciario? Mi corazon late en mi pecho. El no me haria eso … ?o si? No, tiene que haber algun tipo de explicacion. Probablemente este tratando de protegerme moviendo mi dinero a un lugar seguro. Estoy convencida que hablar con el aclarara todo. --Quiero verlo--, Demando. --?Donde esta el? Ella sacude su cabeza. --Lo siento, no puedes. No hasta que hayamos terminado de recopilar nuestra evidencia-- Se mete la mano en el bolsillo y saca una tarjeta. La tomo y miro, sintiendome entumecida. --Llamame manana. Arreglare que lo veas tan pronto como sea posible. Mientras tanto, lo siento, pero no puedes quedarte aqui. Puedo ayudarte a encontrar un alojamiento alternativo... --Tengo un apartamento--, interrumpo, metiendo la tarjeta en mi bolsillo. --Solo estaba aqui porque …-- Me detuve, dandole una sonrisa tensa. Al menos ahora se por que rechazaron mis tarjetas. --Gracias por tu ayuda. Camino hacia mi auto y entro. Me siento alli por un rato, mirandolos entrar y salir de la casa como abejas obreras. ?Fraude? Sacudo la cabeza. No tiene ningun sentido. Mi padre es muchas cosas, pero no esto. ?O tal vez no conozco a mi padre tan bien como pensaba? Salgo del ascensor de Sorrel Towers hacia el atico que llame hogar durante el ultimo ano. Todo lo que quiero hacer es acurrucarme como una pequena bola en mi cama, pero justo cuando llego a la puerta principal, escucho a alguien toser detras de mi. Me giro y encuentro al administrador del edificio, que sonrie torpemente mientras se pone de pie. --Valentina--, murmura, una gota de sudor cae por su frente. --Lo siento, pero el gerente de contabilidad llamo y me pidio que hable con usted. Parece que su ultimo cheque de alquiler reboto … --?Oh?-- Digo y frunzo el ceno, como si no tuviera idea de por que pudo haber sucedido. -- Bueno. Ire al banco y lo resolvere lo antes posible. El alivio inunda su rostro. --Gracias-- Respira y luego duda, como si estuviera sopesando decir que mas tiene en mente. Levanto las cejas, expectante. --Es solo que… ?esta todo bien? Vi a tu padre en las noticias, y luego, cuando el cheque no paso… --Se interrumpe nuevamente, luciendo avergonzado. Lo miro friamente, inclinando ligeramente la cabeza. --En el ano que he estado viviendo aqui, ?alguna vez he dejado de pagar, Andreas?-- pregunto. Sacude la cabeza, sus mejillas sonrojadas. --Exactamente. Y no tengo la intencion de empezar ahora-- Agrego, y le doy una mirada severa. --Por supuesto. No quise ofenderte --, musita. --Es solo que… estaba preocupado… -- Se rie con inquietud mientras se frota la nuca. Casi siento pena al notar su estado; pareciera que va a desmayarse en cualquier momento. --Si te preocupa como puedo pagar este lugar, deberias calmarte--, le aseguro --Tengo un fondo fiduciario que podria comprar comodamente este edificio y sus inquilinos tambien-- Lo que es mucho teniendo en cuenta que Sorrel Towers alberga a algunas de las elites mas ricas de toda Savannah. Me detengo el tiempo suficiente para deslizar mi llave en la cerradura, luego miro hacia atras y arqueo la frente. --?Hay algo mas?-- Agrego, esperando haber dejado en claro que nuestra conversacion ha terminado. --No, lamento haberle molestado con esto. Que tenga buenas noches, senorita Rossi-- El asiente con la cabeza hacia mi, luego corre a la vuelta de la esquina en direccion a los ascensores. Entro y recuesto mi espalda contra la puerta hasta que se cierra de golpe, luego me deslizo hacia el suelo, abrazando mis piernas contra mi. Esta manana me desperte y fue como cualquier otro dia. ?Como cambio todo tanto en el espacio de unas pocas horas? Mas importante aun, ?como diablos voy a llegar con el dinero del alquiler? No hay forma de que pueda encontrar ese monto de efectivo. Mi estomago se revuelve ante la idea de mudarme, porque amo mi departamento. Ubicado en el corazon del distrito historico, es la definicion de la opulencia y el lujo. Desde la vista de un millon de dolares hasta la banera de hidromasaje en el balcon, es la casa que siempre sone. El precio no fue un factor y mi padre estaba mas que feliz de conseguirlo, como todo lo que le pedia. Supongo que anos de descuidar emocionalmente a tu hija te hacen sentir culpa. Respiro lentamente, tratando de detener el ataque de panico que se que se avecina. Todo estara bien. Solo necesito sobrevivir hasta que mi padre resuelva esto. Me rio de lo ingenua que soy. ?Como puede estar bien? El unico dinero que tengo esta en ese fondo fiduciario, que aparentemente ahora esta vacio. Cuando quitas eso de la ecuacion, mi valor total asciende a la friolera de diez dolares. Conseguir un trabajo no tiene sentido, porque ni siquiera cubriria mi renta, y mucho menos mis otros gastos. Demonios, incluso diez trabajos no estarian cerca de sacarme de este lio. ?Que diablos voy a hacer?

  • El misterioso anillo de Claddagh de Virginia Sainz-rasines

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    TE queda tan solo una hora y media para terminar tu columna. Imagino que ya estara lista ?no es asi? --De eso puedes estar segura, Amanda, pero ya sabes que me gusta repasar mi trabajo hasta ultimo momento para corroborar que este todo a la perfeccion. En su pequena oficina de metro y medio cuadrado, simulando que leia en su ordenador y agradeciendo a Dios que su jefa no pudiera ver la pantalla, sintio que realmente no tenia escapatoria: el fin de su carrera se aproximaba. Nunca lograria llegar a tiempo con su articulo semanal. A tan pocas horas del cierre, solo lograba ver la cara de desesperacion de Amanda, quien no contaba aun con su columna sobre noticias reales e inusuales de la bellisima ciudad de Nueva York. Mirando la pantalla en blanco, y luego a Arthur en la oficina contigua --su companero de trabajo, un joven descendiente de inmigrantes irlandeses--, se le ocurrio una idea: "Eso es, puedo utilizar internet para investigar su historia y averiguar realmente como inmigraron sus antepasados. Eso me ayudara a inventar algo jugoso". Fue asi como rapidamente y sin perder siquiera un segundo mas de su cuenta regresiva, se dispuso a escribir una historia ficticia. Tal vez lograria cautivar a sus lectores y dejar contenta a su jefa. Lo unico que necesitaba era que nunca se supiera que su articulo trataba sobre una mentira. De ser asi, perderia la poca reputacion que habia logrado como periodista y su incipiente carrera se veria destruida, exactamente como su vida personal desde el dia anterior. Y todo seria aun peor si no le entregaba a su jefa lo que habia prometido tener terminado minutos atras. Sumida en sus pensamientos, tratando desesperadamente de encontrar una buena historia que deslumbrara a las lectoras de Gorgeous Woman Magazine --la revista para la cual trabajaba -- escucho el sonido de su telefono. La llamaba Sophie, su unica amiga en toda la empresa, ya que con Arthur tenia una buena relacion que no llegaba a ser de amistad. --Piper, necesito por favor que vengas urgente a mi oficina. Amanda esta en ataques. Teme que tu articulo no este listo para editar. Imagino que no sera cierto, ?no es asi? --Ya mismo voy para alli --dijo con la intencion de tranquilizarla, aunque solo consiguio ponerla aun mas nerviosa. Sophie ocupaba un puesto preferencial en la empresa. Con tan solo veintisiete anos ya era reconocida dentro del estrato mas alto y mas deseado del periodismo neoyorkino. Hacia dos anos que vivia con su novio en una magnifica y moderna mansion del Upper East Side. Ambas estudiaron juntas en la Universidad de Columbia y se convirtieron en amigas inseparables desde que se conocieron alli. Piper proviene de Ogunquit, Maine; y Sophie, de Boston. Despues de recibirse no tuvieron la misma suerte, a pesar de que Piper habia egresado con honores e incluso habia ayudado a Sophie en sus estudios hasta su ultimo examen. Lo cierto es que Sophie logro obtener su ansiado titulo universitario en periodismo gracias al apoyo continuo e incondicional de Piper. Al poco tiempo, comenzo a trabajar en esta prestigiosa revista femenina de tendencias luego de que su novio, un bohemio y adinerado pintor, la contactara con la mujer mas despreciable e influyente del ambiente periodistico: Amanda Horton.

  • Los tres nombres del lobo (Volumen independiente), Lola P. Nieva de Lola P. Nieva

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  • La Reina (Hermanas MacBride 1) de Kira Freitas

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    Libro 01 de la Trilogia de las Hermanas MacBride

  • Suscribete a mi corazon de Shirin Klaus

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    LunaLoba es youtuber y suena con viajar por el mundo y compartir sus aventuras, pero lo cierto es que lleva una vida gris y en lugar de ser productiva se dedica a ver videos (de gatitos) en busca de inspiracion. Ha dejado la universidad, no tiene trabajo. se siente un fracaso con patas.

  • Angel Millonario de Blanca Moral

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    Solo unos segundos frente a la TV habian sido suficientes para darse cuenta de la enorme atraccion que sentia por este hombre de traje que transmitian en vivo a traves del canal mas popular del estado. La mayoria de las cadenas de television en ese instante habian puesto su atencion en un evento muy importante de la ciudad de San Diego, California. La inauguracion de un nuevo edificio, destinado al desarrollo de la industria de la moda, habia captado la atencion de los curiosos, periodistas y fanaticos de este sector, los cuales habian abarrotado lugar, tomando fotografias y grabando a un hombre que se habia convertido en una celebridad. Angel Montero era la sensacion del momento, el gran crecimiento financiero que habia experimentado en los ultimos anos, lo habia convertido en uno de los jovenes empresarios con mayor exito en California. Tan solo con 28 anos de edad, habia logrado conseguir mas de 150 millones de dolares gracias a su ojo clinico para realizar inversiones precisas en el momento indicado. Con una gran cantidad de acciones en la bolsa, adjudicadas a multiples companias, Angel Montero simplemente tendria que sentarse en su escritorio a ver como sus cuentas bancarias crecian rapidamente sin que este generara una gota de sudor. Pero como todo en esta vida, no todo habia sido exito y satisfaccion en la vida de Angel Montero, ya que este habia tenido que afrontar duras pruebas para poder establecerse como el apuesto millonario en el que se habia convertido actualmente. Cualquier mujer habria dado lo que fuese por ganarse la atencion de Angel, quien hasta el momento no habia conseguido tener exito en ninguna relacion sentimental. Estaba casado absolutamente con los negocios, su pasion por hacer dinero constantemente le generaba rupturas sentimentales y una estabilidad emocional que dejaba mucho que desear. Detras de ese peinado perfecto, y un rostro de revista, Angel Montero sufria enormemente la ausencia de una companera, ya que, tener tanto dinero y exito era completamente absurdo para el si no tenia con quien compartirlo. Mujeres, abundaban notablemente en su vida, pero simplemente eran objetos temporales cuyo paso por su vida era realmente breve. En su lista, habia logrado marcar salidas con modelos, actrices, periodistas, y cualquier cantidad de chicas de multiples edades. Angel no se detenia a evaluar estatus social o edad, su busqueda incansable por una companera, lo llevaba a estar constantemente evaluando nuevas mujeres que se convirtieran en la elegida para compartir la fortuna del atractivo Angel millonario. La camara de la cadena de television central TV, hace una toma cerrada del rostro de Angel Montero, quien se encuentra abrazado a una reconocida modelo, cuyas medidas podrian detener el trafico de la ciudad. Mientras el rostro del empresario ocupa la totalidad de la pantalla de la TV de una cafeteria, unos dedos femeninos acarician la pantalla del viejo artefacto en el que solo funcionan dos canales. Mientras la mitad de la ciudad se encuentra en el lugar, gran parte de ella observa el evento a traves de la senal abierta, siendo Sandra Vidal uno de los espectadores que disfruta de un evento sin precedentes en la ciudad de San Diego, minutos antes de que Angel Montero corte la cinta inaugural del edificio. El hombre se acerca al podio, toma el microfono en sus manos, el cual hace un leve feedback y dirige unas palabras a la ciudad, en las que expresa su enorme agradecimiento por todo el apoyo que recibido hasta ese momento. Justo detras de el puede verse a la hermosa modelo cuya sonrisa de catalogo no deja de deslumbrar al publico, Angel Montero ha elegido a su companera ideal ese dia para causar una buena impresion ante los presentes. La superficialidad esta a flor de piel, nada es genuino en aquel lugar, ni la felicidad que irradia el rostro de Angel por su nuevo logro, ni la aparente conexion existente entre el y la modelo, todo es una completa farsa. Sandra Vidal habia escuchado multiples veces que, si deseabas algo con mucha fuerza y continuamente, posiblemente esto se haria realidad. Estas personas que habrian formulado esta teoria, posiblemente no se encontraban en la situacion que atravesaba Sandra cada dia de su vida. Mientras intenta desconectarse de su entorno, y se traslada directamente a un lado de Angel Montero, la chica logra generar un poco de satisfaccion en medio de tanto dolor. Por algunos segundos, la chica suena con llevar puesto el vestido negro que lleva la hermosa modelo. No tiene sus medidas, por lo que intenta transformar su cuerpo en una obra de arte, a fin de cuentas, es su propia imaginacion y no hay reglas en ese lugar. Pero, aunque intenta esforzarse, es muy dificil para Sandra Vidal poder proyectarse en una situacion como esa, ya que lo mas valioso que tiene en su vida es el calzado que lleva puesto en ese instante. La situacion financiera de Sandra nunca habia estado estable, siempre con deudas en su tarjeta de credito y un salario que generalmente estaba comprometido a la hora de recibirlo. No es nada dificil para ella sonar ser parte de una vida de lujos, pero si resulta complicado proyectarse en ella, ya que no conoce absolutamente nada de dicho entorno. Observa la forma en que Angel Montero se expresa, la clase y la elegancia que irradia, son notables, algo que posiblemente Sandra jamas lograria conseguir. Finalmente, su momento de ilusion y desconexion es interrumpido por el timbre ubicado en la barra de atencion de la cafeteria. La chica sujeta una pequena toalla de tela en sus manos, la cual, ante la impresion generada por el sonido agudo generado por un cliente, cae al suelo. Sandra se inclina para tomar la toalla, pero su falta de cuidado hace que su cabeza golpee el filo de uno de los muebles de madera que sobresale. El timbre suena una segunda vez, por lo que, el jefe de Sandra, Larry Keller, sale de su oficina muy molesto ante el descuido de sus clientes. -- ?Que se supone que haces alli en el suelo? -- Dijo Larry, mostrando una enorme inconformidad con el trabajo de Sandra. La chica no puede evitar colocar su mano derecha en su frente, justo en el lugar de la herida, la cual, a pesar de no estar abierta, palpita fuertemente ante el impacto contundente que recibido. Sandra se asegura de que no haya ningun sangrado antes de ponerse de pie. -- Me golpee y cai al suelo. Volvere a trabajar enseguida. -- Dijo Sandra mientras hacia un esfuerzo por levantarse del suelo. -- Sabes perfectamente que los clientes no pueden esperar. Ponte de pie y ve a la barra, no volvere a repetirtelo. -- Dijo Larry. Sandra siente una gran necesidad de gritarle a su jefe y golpearlo con el primer objeto contundente que se atraviese en su camino. El desposta sujeto, suele tratarla con mucha crueldad, ya que en sus multiples intentos de cortejarla e intentar llevarla a la cama por conveniencia, siempre ha terminado en rotundo fracaso. El orgullo del hombre lo ha llevado a comportarse como un completo patan con la chica, quien trata de hacer su trabajo de la mejor manera posible cada dia. A pesar de que hay multiples empleados en la cafeteria, Sandra Vidal es constantemente vigilada a traves de las camaras de seguridad para encontrar el momento exacto en el cual, Larry pueda llamarla la atencion y denigrarla justo como en esa ocasion. Sin demasiadas oportunidades de empleo, Sandra ha tenido que quedarse en este sitio de trabajo soportando los malos tratos y las vejaciones que lleva a cabo su jefe. Sandra se coloca de pie, arregla su uniforme y ajusta la cinta que amarra su cabello, observando directamente hacia la TV para ver el rostro de Angel Montero una ultima vez antes de que Larry Keller apague el equipo. -- Sueles distraerte demasiado con la TV. Me llevare estoy aqui. -- Dijo Larry mientras arrancaba el objeto del lugar, despegando el cable de alimentacion de corriente subitamente. El viejo objeto era lo unico que hacia medianamente amena la estadia de Sandra en aquel lugar, el cual detestaba en cada metro cuadrado de este. Sandra no ve la hora en que podra tirar literalmente la toalla al suelo y largarse de ese lugar para no volver jamas. La chica camina directamente hacia la barra para atender al cliente, quien solicita una taza de chocolate caliente, ha vuelto de nuevo a la rutina del dia, completamente desinteresada por hacer su trabajo de una manera adecuada. Tal como la sonrisa de la modelo de TV, Sandra debe fingir empatia por los clientes, forzando una felicidad que puede notarse desconectada de cualquier sentimiento agradable o satisfactorio. Despues de una jornada laboral de 9 horas de constante presion de Larry y los insoportables clientes, Sandra finalmente puede ir a casa. Cada dia sube al transporte publico y se traslada unas ocho calles, para luego continuar caminando unos 300 metros hasta llegar a casa. Es una ruta que podria hacer con los ojos cerrados y que ha venido haciendo durante los ultimos 3 anos de dia de su vida. Despues de abandonar sus suenos, planes y proyectos, Sandra ha quedado confinada a una vida que posiblemente este a punto de terminar. Al entrar a la vieja casa de su abuela, con quien ha vivido desde muy nina, la chica nota que algo no esta bien. Suele encontrar a la anciana Greta Olson sentada en su silla favorita justo enfrente de la TV, de donde solo puede levantarse con la ayuda de Sandra. -- !Abuela, ya estoy en casa! -- Dijo la chica mientras cerraba la puerta y aun no notaba la ausencia de la mujer de la silla. Posteriormente, al colocar su bolso en la mesa, la chica no escucha respuesta de la anciana mujer, quien suele dar un saludo bastante carinoso al reencontrarse cada dia con su nieta. La mujer habia dedicado su vida entera al cuidado de Sandra, pero en algun punto, la curva de su salud comenzo a descender vertiginosamente, convirtiendose en una carga para la chica, quien dejo la universidad y echo a un lado toda la vida que conocia para dedicarse al apoyo y cuidado de su abuela. El dinero existente en las cuentas bancarias de ambas mujeres era bastante escaso, a pesar de que la herencia de su difunto abuelo las habia dejado en una estabilidad parcial. Pero esta habia desaparecido tras los continuos tratamientos que debian llevarse a cabo para mantener a la abuela estable. La enorme necesidad de independencia, habia llevado a Greta a intentar trasladarse al cuarto de bano por sus propios medios. A pesar de que tenia un panal desechable que le permitia mantenerse en el mismo lugar y llevar a cabo sus necesidades fisiologicas sin mover un musculo, esta estaba cansada de la inutilidad. Su constante intencion de tener una vida independiente y liberar de su karma a la bella Sandra Vidal, la habia llevado a cometer un grave error, ya que sus piernas habian perdido una gran cantidad de masa muscular y no tenian la fuerza necesaria para mantenerla en pie. -- Abuela, ?donde estas? -- Pregunto la nerviosa Sandra, quien comenzo a caminar por todo el lugar. Al acercarse en el cuarto de bano, la chica pudo observar a la mujer en el suelo, lo que practicamente la dejo sin respiracion. Sandra y Greta eran realmente unidas, y era lo unico que tenian mutuamente, por lo que, Sandra corrio hacia la anciana mujer para determinar si aun tenia signos vitales. Tres horas habian pasado desde que la mujer habia caido al suelo, y aunque aun estaba con vida, habia golpeado fuertemente su rostro contra la superficie solida del suelo. Sandra llamo rapidamente a emergencias, quedandose a la espera de la llegada de la ayuda para la anciana mujer, un dia que habia sido nefasto e inolvidable para Sandra. Pero, mientras la tragedia se aduena de la vida de Sandra, aquel hombre que observaba por la TV horas atras, celebra su exito de una manera muy triunfal, llevando al trofeo que lo acompanaba durante todo el dia llevando un vestido negro, directamente a uno de los hoteles mas lujosos de la ciudad. Tener dinero simplemente le proporcionaba el acceso rapido a este tipo de actos con las mujeres que deseara, ya que no tenia que preocuparse por convencerlas o enganarlas para poder disfrutar de los placeres de sus cuerpos. Despues de arrancarle el vestido a la chica y dejarla completamente desnuda, Angel se abalanza sobre la mujer y le hace el amor de una manera salvaje. La chica no tiene tiempo ni de respirar, ya que el hombre se encuentra completamente ebrio por las cantidades apoteosicas de champagne que ingirio durante toda la noche. La chica, intentando asegurar su futuro, permite que Angel haga lo que desee con ella. No opone resistencia a ninguna de las locuras que propone el sujeto, quien succiona su piel de una forma tan agresiva que genera cierto dolor. -- Angel, detente. Me estas lastimando. -- Dijo la modelo de cabello oscuro.

  • Jardin de Pablo Simonetti

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    Temo que brote la culpa por mi desidia al momento de venderla. Sin embargo aqui estoy, hundido en el asiento de mi auto, arropado con un chaqueton que me pesa y una bufanda que me quita el aire. Intento protegerme de este dia de invierno y de cualquier otra inclemencia.>>

  • Gimpel, el tonto de Isaac Bashevis Singer

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    El primer libro de relatos de Isaac Bashevis Singer, Premio Nobel de Literatura.

  • Criaturas de la Noche de D. Martin

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    En esta visionaria novela ambientada en un futuro apocaliptico y distopico un nuevo ciclo de horror despierta desde las entranas de la tierra cuando unos seres misteriosos que parecen surgir de ningun lugar comienzan a utilizar a los humanos como materia prima para su propia subsistencia. Utilizarlos como fuente de alimento y fines reproductivos no sera suficiente, pues en medio de los horrores una guerra tan antigua como la creacion misma esta por desatarse, poniendo a la humanidad al borde de la extincion y enfrentando nuevamente a las fuerzas del bien y del mal en una epica y aterradora batalla, en la que el mal podria resultar vencedor…

  • La Promesa de Eme (El escuadron 3) de Dani Vera

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    Emerson Ward regresa a Espana buscando una meta en la vida tras pasar una temporada en Las Vegas. De momento, solo encuentra un trabajo temporal de guardaespaldas, algo sin importancia para el, pero pronto cambiara el curso de su destino. Almeria sera el comienzo de su viaje.Una vecina un tanto especial, un perro peculiar, un amigo con un secreto, un asesino que trae de cabeza a la policia y una medalla haran que Eme se replantee algo que prometio no hace mucho. ?Sera capaz de mantener su palabra o las circunstancias y el amor haran que la rompa? Acompana a Eme en su viaje y descubre que, a veces, nos centramos demasiado en llegar a un lugar cuando lo verdaderamente importante es el aprendizaje que hacemos por el camino.

  • Mademoiselle Coco. y la pasion por el numero 5 de Michelle Marly

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    Una novela que no solo revela el significado del mitico Chanel no5, sino que muestra a una mujer sensible, apasionada y generosa. Por sus paginas desfilan sus grandes amigos y amores, personajes reales como Picasso y Stravinski, y la esencia de ciudades como Paris o Venecia. Paris, 1919. La ciudad se ha rendido a los disenos de Gabrielle <> Chanel.Su moda es revolucionaria y su creadora se ha convertido en un simbolo de elegancia. Pero cuando su gran amor muere en un accidente automovilistico, Coco se derrumba y tiene la sensacion de que su propia vida se ha terminado. Solo la idea de crear un perfume unico que inmortalice su amor logra sacarla de un estado de profunda tristeza. Mientras busca la esencia perfecta, visita Venecia, donde conoce a Dimitri Romanov y la historia del perfume de Catalina la Grande. Un viaje que marcara un antes y un despues en la vida de Coco.

  • Amor Sublime de

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    Fernando Alvarado vive atormentado por su suerte, ser el senor de Bellavista con el trasfondo que eso encierra. Lo unico que aplaca el alma del rico y joven heredero es la llegada de las vacaciones y el arribo de la senorita Celeste a la hacienda vecina. Cuando lo mandan a estudiar a Europa, teme que a su retorno la encuentre comprometida, le ruega que lo espere, que a su regreso la convertira en su esposa y sellan el pacto con un beso en los labios: <>.

  • Asesinos inocentes de Jose Javier Abasolo

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  • La bofetada de Gilda de Kike Cherta

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    Entre las historias de La bofetada de Gilda nos encontramos con una mujer loca que vive con quince gatos, enamorada de un oso de peluche gigante; pero tambien conocemos a un chicohombre y una chicamujer; o a un senor muy bueno que, para dejar de serlo, decide ir a Canada a matar focas. Y aun mas: aparece un mal padre en coma que, tal vez, quien sabe, sea el salvador del universo, e, incluso, Abraham Lincoln, retratado en sus infidelidades a una domadora de circo. Pareciera que todo es posible en La bofetada de Gilda y su universo de ficcion desmedido: el lector disfrutara de este conjunto de relatos que activa magistralmente un ocasional tono del absurdo, con personajes tan cercanos como perturbadores, dentro de una escritura limpia y directa.

  • El ultimo deseo de Monserrat Vila Cunillera

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    Un leve chapoteo llamo su atencion. Lentamente, alzo los ojos de la botella casi vacia que sostenian sus temblorosas manos. Por entre los barrotes de la terraza busco la piscina. Descubrio el origen del sonido que lo sorprendio: una figura femenina hacia largos en ella. No iba muy rapida, pero si a buen ritmo, con movimientos seguidos, dinamicos. Practicamente no levantaba agua a su paso; simplemente, quedo cautivado por su estilo suave, sencillo y ritmico. Permanecio embobado observandola. Una, dos, tres, cuatro brazadas y respirar; llegaba al final, giro, y vuelta a empezar. Siguio un buen rato contemplandola, acompanandola con la mirada. Tenia una ingenua ilusion: que el vaiven repetitivo lograra adormecerlo. Dos dias registrado en el hotel y aun no habia conseguido pegar ojo. El insomnio lo estaba matando; cada vez necesitaba dosis mas altas de alcohol. Ya al limite de su resistencia, deseo que pronto terminase todo. Empezaba a creer que, quiza, escogio la peor opcion. En lugar de huir, deberia haberse quedado y apechugar con las consecuencias de sus acciones. Con toda seguridad ya no tendria problemas de insomnio. <>, se lamento, con un punto de tristeza. No tenia claro si tomo una decision valiente, o realizo el acto de cobardia mas grande jamas imaginable. Sus peores temores se confirmaron, la suerte no estaba de su lado. No habia conseguido siquiera cerrar un poco los ojos, cuando la joven salio del agua; con agilidad se encaramo por la escalera. Su mano derecha retiro el gorro de bano, liberando una larga cola que deshizo con la izquierda mientras se dirigia a la ducha. La melena oscura medio mojada cayo a lo largo de su espalda hasta casi la cintura, la acomodo con los dedos. Era una mujer joven, no excesivamente delgada ni muy alta, no llegaria al metro sesenta. Se recreo en sus formas redondeadas. Noto un leve cosquilleo en su entrepierna. Chasqueo la lengua y esbozo una sonrisa. Unas semanas antes ni siquiera le habria prestado la mas minima atencion, acostumbrado como estaba a andar con mujeres perfectas, de cuerpos esculturales y gran belleza: actrices, modelos famosas, otras buscando su oportunidad. Esa diminuta dama hubiera pasado del todo desapercibida para el. Movio negativamente la cabeza; todo eso formaba parte de un pasado que ya no volveria jamas. Apuro el contenido de la botella, que dejo en el suelo junto a las otras. Cerro los ojos e intento recordar a las que pasaron por su vida: tres esposas e incontables parejas de mayor o menor duracion, aparte de un sinfin de amantes ocasionales. Aunque se esforzara, sabia que era mision imposible recordar ni sus nombres ni sus caras. Las habia gozado disfrutando de sus cuerpos en la intimidad y lucido en publico. No habia nada de lo que arrepentirse, esa simbiosis fue mutua. Ellas tambien lo habian usado para sus fines, dinero rapido, fama, contactos. Lo deseaban, si, era bueno en la cama y las mujeres se lo pasaban bien en sus brazos, pero nada mas. Tenia gancho, no porque fuera guapo, al contrario, sus facciones eran demasiado rudas para su gusto, pero su cuerpo musculoso le daba aspecto de hombre duro; imaginaba que era eso lo que las atraia. Eso, y lo que representaba: un triunfador, rico y famoso, aclamado por el publico. Las mujeres que eran vistas a su lado enseguida gozaban del favor de la prensa. Tenian las puertas abiertas de la fama facil. Lamentablemente pasaban por su vida sin dejar huella; relaciones tan efimeras y veloces que la mayoria de ellas no tenia tiempo de darse cuenta que era un fraude. Un perdedor. Todo lo contrario de lo que aparentaba. No se equivocaba al afirmar que si le sucediera algo desagradable ninguna se tocaria el corazon por el. Nunca le dieron nada mas que compania y placer. El tampoco les dio nada mas. No dejaron rastro en el, y pondria la mano en el fuego que a ellas les sucedia lo mismo respecto a su persona. No amo a ninguna y estaba seguro de que ninguna lo amo. No lograba recordar ni un minimo atisbo de pena al terminar una relacion; una mujer se iba de su lado, pero siempre tenia el recambio a mano. El unico vacio que dejaban era en su cartera. No necesitaria fingir su muerte y asistir a su funeral de incognito, -recordaba haberlo visto en una vieja pelicula-, para comprobar que nadie lloraba de verdad su perdida. De todas formas, no podria reprochar a nadie que no llorasen por el, ni siquiera confiaba en que asistieran. <>, una risa lugubre se apodero de el. <>. El tambien habia sido parte en su caida en desgracia. De la penosa situacion en la que se encontraba solo el era el unico culpable, no podia a achacar el merito a nadie mas. Ni siquiera le serviria para buscar excusas. Era demasiado tarde para mirar atras y arrepentirse; ya no iba a servirle de mucho. Al abrir nuevamente los ojos, en un timido intento de apartar los tristes pensamientos que lo acechaban, comprobo que la muchacha ya se habia esfumado. Encogio los hombros antes de entrar en la habitacion, llamo a recepcion y pidio una botella de whisky. El hombre que le respondio parecia dubitativo, lo apuro para que no tardara. Solo le faltaba un recepcionista pudoroso y cotilla. No se molesto en regresar el telefono a su sitio, lo dejo caer de cualquier manera encima de la pequena butaca de la habitacion; el aparato siguio su recorrido y aterrizo en el suelo encima de un monton de ropa. Ni siquiera se volvio a recogerlo. Desecho la cama con una mueca de asco: en ella yacian dormidas, evidentemente extenuadas, las dos prostitutas con las que habia pasado una noche de desenfreno y excesos, no mejor ni peor que otras muchas. Hacia tiempo que el sexo solo lograba calmar sus mas bajos instintos, pero no sentia nada. Se sento a esperar al camarero. -Buenos dias, Tomas. ?Hay algo que deba saber? -pregunto la joven con una amplia sonrisa, sentandose tras el mostrador de recepcion. Encima de este la aguardaban un buen punado de cartas por abrir. -Buenos dias, senorita. ?Ha desayunado ya? -interrogo el hombre, respondiendo tambien con calidez a su saludo. Se acerco a la muchacha con una nota en la mano. Rondaria los cincuenta anos, aunque ya entrado en canas, estatura media y complexion delgada, rostro agradable y risa facil: la tipica estampa del bonachon. La muchacha respondio con una mueca de disgusto, el hombre se dio cuenta y rectifico. -Buenos dias, Montse. Nunca me acostumbrare a tutearte -se justifico con sinceridad. -Pues tendras que hacerlo, llevas mas tiempo aqui que yo. He aprendido todo lo que se siguiendo tus pasos cuando era pequena. Acuerdate que pasaba mis vacaciones pegada a tu espalda. Sabes que eres como un padre para mi -le aclaro la muchacha mirandolo carinosamente, antes de proseguir con sus preguntas-. Bueno, dime de una vez: ?hay alguna novedad, puedo ir a comer algo? -dudo unos segundos antes de anadir-, ?o prefieres ir tu primero? -El desayuno de los dos tendra que esperar -aseguro el empleado releyendo la nota que tenia en la mano-. Al parecer, los Gomez han estado quejandose toda la noche por demasiado ruido en la habitacion contigua. Segun me conto el cliente a sus vecinos se les fue la mano con la fiesta: musica alta, gritos, golpes y un sinfin de molestias mas. -Los Gomez estan en la 23, ?no? -pregunto levantando la cabeza de las cartas que estaba repartiendo en grupos. -Si, sus hijos ocupan la 21; al parecer, el alboroto provenia de la 25. -?Crees que sera para tanto y deberiamos hacerles caso? -insistio la muchacha, no muy segura de la queja. Los Gomez eran unos clientes de toda la vida, una familia muy tranquila con tres hijos pequenos, dos ninos y una nina en medio. Se llevarian poco entre ellos y se parecian tanto que practicamente no se distinguian, ademas solian vestirlos exactamente igual. Ahora, quiza, se consideraria un poco friki esa costumbre. -Yo creo que si, ya sabes que los Gomez son clientes del hotel desde hace muchos anos, son un tanto intransigentes y maniaticos, pero nunca han dado problemas que yo recuerde y siempre que se han quejado de algo han tenido razon. Un asunto complicado, deberia ir a hablar con el cliente o los clientes de la 25 y avisarles de que se abstuvieran de incomodar a los otros huespedes y provocar altercados en el hotel. Esa era la unica parte de su trabajo que no le gustaba hacer, odiaba tener que violentarse con los usuarios molestos, pero formaba parte de su cometido como duena de ese establecimiento. Tomas se ofrecio a hacerlo por ella, pero rehuso; no era de esos jefes cobardes que se esconden tras los empleados para que se coman marrones que no les corresponden. Quiso saber quien ocupaba la 25. Tomas recordo que fue el quien lo atendio. Un hombre joven, de aspecto agradable, bien vestido. Llego a media tarde, solo con una maleta pequena, hacia un par de dias solamente. Lo acepto, a pesar de no disponer de reserva previa, sin pensarselo demasiado. Desgraciadamente tenian mas disponibilidad de la deseada, y un cliente nuevo era mas que bienvenido. Dejo la reserva abierta pues no sabia cuanto tiempo se quedaria; solo alojamiento, sin derecho a desayuno ni cena. Se extrano puesto que no recordaba haberlo visto salir de la habitacion, pero tampoco se pasaba las veinticuatro horas del dia en recepcion. Revisaron en el terminal los datos personales, resulto ser italiano, Alessandro Belletti. Al hombre se le antojaba un nombre conocido, igual sensacion tuvo al verlo, su cara le recordaba a alguien, pero no lograba asociar a quien. Un cliente asiduo no era, puesto que no estaba en la base de datos del hotel. Reconocio ante Montse que le estaba dando vueltas desde que llego. La joven apenas se fijo en la fotografia del documento de identidad, levantando los ojos del ordenador aprovecho para bromear con su empleado sugiriendo que deberia parecerse a algun actor famoso, o lo mas probable, conociendo con quien estaba hablando, seguro a un deportista de exito. Tomas era aficionado a todos los deportes. Devoraba horas y horas de competiciones deportivas de todo tipo en la television. Comprobaron el extracto de pedidos de la habitacion y hallaron una de las causas de la fiesta, llevaba consumidas, o al menos cargadas en cuenta, cinco botellas de whisky. -?Solo en un par de dias? -Se sorprendio Montse. -Pues acaba de pedir la sexta -le informo Tomas-. Justo antes de que tu llegaras tome el pedido. Esperaba que llegaras para ir al bar a buscarla. -le informo sin darle demasiada importancia. -?A las nueve de la manana? -Se extrano la joven. Tiro uno de los montones de cartas que habia hecho directamente a la papelera sin abrir, guardo el resto en un cajon de su escritorio. Decidida se levanto, salio de detras del mostrador dispuesta a enfrentarse a ese cliente molesto-. Ni lo suene que se la vamos a subir -agrego en voz alta, sin darse cuenta que era mas un pensamiento que una orden a Tomas. -Vas en contra de tu propio negocio Montse -bromeo Tomas al oirla pronunciar tan rotundamente esas palabras-. A ti que mas te da si se quiere ahogar en alcohol. -Al contrario -aclaro la joven, al darse cuenta que su empleado oyo su ultimo comentario. Se volvio nuevamente hacia el y aprovecho para hacerle, ahora si, una advertencia-. ?Has comprobado su tarjeta? No seria el primero que se aloja, acaba con las reservas de bebidas y luego se larga sin pagar. Ella misma respondio a su pregunta. Eso si fue una orden, de la cual el empleado tomo buena nota para cumplir asintiendo levemente, la chica sabia lo que se hacia, lastima que hubiera heredado una propiedad en tan mal estado, y su hermano solo supiera poner pegas a todo. Bajo su batuta el establecimiento hubiera podido volver al esplendor pasado, tenia los conocimientos apropiados y el empeno necesario, sin olvidar el amor por su trabajo y por el hotel, herencia de sus queridos padres. Montse no oyo como el encargado le daba la razon porque ya andaba en direccion a la escalera con cara de circunstancias. Ascendio a pie hasta el segundo piso, si no iba muy cargada le gustaba usar las escaleras, era bueno hacer ejercicio y los cuatro pisos de altura que formaban el hotel no suponian mucho esfuerzo, aunque tuviera que recorrerlas montones de veces durante su jornada laboral.

  • ?Tu me ves?: La maldicion de la casa Cavendish de Gemma Herrero Virto

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    Algo oscuro pasea desde hace decadas por los pasillos de la casa Cavendish. La gente que ha visitado la mansion habla de ruidos, golpes, voces susurradas, pasos que no proceden de ningun sitio… Algunos cuentan que vieron sombras o que les parecio vislumbrar una figura a lo lejos, alguien escondido que les observaba… Otros solo se atreven a comentar que sintieron un frio repentino, un aroma a flores muertas, una atmosfera opresiva que les impulso a huir para no regresar. Sea como sea, todos saben que alli acecha algo oscuro, tenebroso y maldito. Incluso los expertos en parapsicologia que la han estudiado desaconsejan la visita a la mansion y la consideran una de las casas mas embrujadas de todo Estados Unidos. Al, un joven esceptico que no cree en nada salvo en sus suenos y en su guitarra, se ve obligado a acudir a la mansion para acompanar a su familia, que ha sido contratada para terminar con los extranos acontecimientos que alli suceden. Ante el poder que exhiben los seres que la habitan, se veran obligados a pedirle ayuda a Eli, una joven bruja con el don de ver a los muertos y comunicarse con ellos, don que, hasta el momento, no le ha traido otra cosa mas que problemas. ?Seran capaces de unir sus fuerzas y terminar con la maldicion de la casa Cavendish? De la autora de los bestsellers La red de Caronte y Los crimenes del lago, finalista del Premio Literario Amazon 2017.

  • Hackers en guerra (El genio de Vervaeck 1) de Claudio Hernandez

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    Internet tambien tiene sus profesias, Allan Vervaeck, un vidente famoso de la decada del cincuenta, pronostico: la aparicion de un hombre que dominaria la Informatica como nunca nadie y que tanta seria la diferencia entre el y el resto de los hombres, que tendria el poder para crear y destruir; una mente capaz de causar el desequilibrio tecnologico, alguien que podria llevar a la humanidad a dar un gran salto o sencillamente destruirla.
    El submundo tecnologico lo ha denominado “El Genio de Vervaeck”
    Daniel camina sobre arenas movedizas, . es hacker, y esta en guerra con M.A.R.Y.N., una compania productora de armamento no convencional (armas de radiofrecuencia, satelitales, microfonos ultrasensibles, luces estroboscopicas, robots, aviones no tripulados, nanotecnologia, sistemas de hardware y software para control de armamento, software de seguridad, etc.) responsable de la muerte de sus padres.

  • Una familia imperfecta, Pepa Roma de Pepa Roma

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    Narrada en primera persona por su protagonista, Candida, Una familia imperfecta es el relato de una profunda crisis vital, cuyo desarrollo y consecuencias resultaran reconocibles para muchos lectores.

  • Come bien hoy, vive mejor manana de Henri Joyeux

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    ?Por que la mejor forma de coccion son el vapor suave y la barbacoa vertical? ?De que manera la carne roja aumenta el riesgo de cancer de senos y colon? ?La pildora puede provocar cancer? ?Como combatir la osteoporosis sin abusar de los lacteos animales? ?Pueden los alimentos frenar el riesgo de alzheimer?

  • Hielo de Erika Gael

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    <>.

  • La muerte blanca de Tapio Saarelainen

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    Simo Hayha esta considerado como el francotirador mas letal de toda la historia.

  • Refugios del corazon de Maria Moreno

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    El aeropuerto estaba tan abarrotado como siempre. Era imposible caminar sin tropezar con una maleta o con un viajero. Fuera el calor era insoportable, humedo y cargado como solo una ciudad costera podia padecer. Creia que al entrar se sentiria aliviada por el aire acondicionado, pero no fue asi, hubiera preferido el calor a esa multitud. Sudaba como nunca lo habia hecho antes, las gotas bajaban por su frente, por su pecho, por el labio superior. Le hubiera encantado poder darse una ducha, pero si no corria no cogeria el vuelo que habia estado esperando durante todo el verano. Empezo a zigzaguear entre la multitud, un pie aqui y otro alla, menos mal que llevaba poco equipaje, de lo contrario ya hubiera tenido algun problema mas serio. Saco el pasaje de su bolso y lo enseno en el mostrador. Facturo su pequena maleta. Unos pasos mas. Paso el bolso por el control de seguridad, lo volvio a coger y avanzo rapidamente hacia el avion. Habia llegado justo a tiempo, no habia cola para embarcar, lo que no sabia es que si hubiera tardado un minuto mas, habrian retirado las escaleras para subir. Era la ultima pasajera. Una vez dentro una azafata la acompano hasta su asiento. Se acomodo como pudo en el sillon, se abrocho el cinturon y miro por la ventanilla. !Que estampa mas triste! No habia tenido tiempo de mirar atras desde que se habia subido en el taxi que la llevo al aeropuerto. !Maldito despertador! Debia haber tirado ese trasto la primera vez que lo llevo a reparar, pero le tenia carino, siempre acababa encarinandose con todas sus cosas. La vista que tenia ahora enfrente no le provocaba ningun sentimiento. Aviones, escaleras, gente caminando hacia la terminal, gente saliendo de la terminal... La azafata interrumpio sus pensamientos al pasar por el pasillo observando que todos los pasajeros llevaran puestos sus cinturones. Volvio sobre sus pasos y desaparecio en la cabina. Lo siguiente que recordaba del viaje era la voz del piloto saludando a los pasajeros. Se echo hacia un lado, suspiro y se quedo dormida. Ocho horas de vuelo son muchas horas para una persona con claustrofobia, y ella lo sabia, asi que en cuanto se levanto por la manana se tomo un relajante que le permitiria soportar tanto rato en el avion. Se quedo dormida abrazada a su bolso, ocho horas de sueno que la llevarian a otra ciudad, a otra vida, sin planes, sin nada que perder, lejos como siempre habia sonado. Tan lejos que el dolor no pareciera real, que acudiera a su alma como un mal sueno, una de esas pesadillas de las que te despiertas y te sientes inmensamente aliviado de que haya sido un sueno. Su vida no lo habia sido, pero quizas pudiera irse lo bastante lejos de su casa, de sus raices, de su lengua, como para creer que si, que lo que le habia sucedido le habia pasado a otra persona, o que solo habia sido un mal sueno. Si por la manana te despiertas y no reconoces nada de lo que ves, si la gente con la que hablas no habla tu idioma, si no tienes nada mas que un triste bolso con tu documentacion y algo de dinero, nada te recordara tu vida anterior, nadie ni nada te arrebatara tu vida actual, porque simplemente no la tienes. Es curioso como se puede caminar, hablar, comer y hasta dormir con ese terrible vacio en el alma que te recuerda que estas muerta, que funcionas porque en su dia no te dejaron decidir que se acabo, que no soportabas el dolor ni un segundo mas, que te ahogabas y querias descansar, no sentir, no pensar, dejar de sentir ese vacio en el estomago que solo el dolor del corazon puede provocar, esa punzada que se asienta en lo mas hondo del alma y que te impide respirar. Deberia haber sido mas cuidadosa aquel dia, no haber dejado la puerta del bano sin pestillo. Le hubiera dado tiempo a morir antes de que alguien hubiera podido abrirla. Abrio los ojos sobresaltada por el zarandeo al que la estaba sometiendo la azafata: --Senora, hemos llegado, hora de desembarcar. La miro fijamente, no recordaba donde estaba. Miro un segundo a su alrededor y por fin se ubico. El avion, estaba en el avion. Tras sonreir a la azafata educadamente, se levanto para colocarse en la cola que se trasladaba lentamente hacia la puerta del avion. Bajo aun adormilada y se dirigio hacia el autobus que la llevaria a la zona de llegada del aeropuerto. Este aeropuerto era mucho mas grande que el de la ciudad de la que no se habia despedido y al bajar del autobus y no escuchar ni una palabra en su idioma se sintio aliviada. Por fin. Caminaba lentamente, con los ojos fijos en la multitud que esperaba para recibir a los pasajeros. Brazos que se abren, besos, saludos. Ningun sitio como un aeropuerto para comprobar cuanto nos echamos de menos unos a otros. Madres a sus hijos, hermanos a sus hermanas, maridos, mujeres, amigos... Atraveso el primer bullicio y se dirigio a recoger su pequena maleta. Despues de casi media hora esperando junto a la cinta transportadora, finalmente la maleta aparecio. Se escabullo como pudo y se coloco detras de toda esa gente. Miro a su alrededor. Quien quiera que viniera a buscarla ya deberia haber llegado. En el mail que le habia enviado no habian especificado si era un hombre o una mujer, solo que alguien acudiria al aeropuerto a recogerla. De repente se encontro ante sus narices una cartulina con su apellido: Miss Santa Cruz. Era un hombre alto, trajeado, de complexion fuerte, aunque ya cerca de los sesenta a juzgar por las arrugas de su rostro. Ella se detuvo y le miro. En su perfecto ingles, le saludo: --Buenas tardes, yo soy Miriam Santa Cruz -le tendio la mano que su interlocutor apreto al saludar y sonrio. --Yo soy Paul, de la agencia. Encantado, senorita Santa Cruz. Veo que era cierto lo de su perfecto ingles. Perdone que lo haya dudado pero nos encontramos con cada cosa cada vez que recogemos a alguien que dice hablar ingles y luego no sabe ni saludar. Miriam sonrio. El hombre le parecia educado y amable. Le cogio la maleta y le indico que le siguiera: --Tengo el coche cerca, no habra que caminar mucho. ?Que tal el vuelo? --Estupendo -?que otra cosa podia decir si habia pasado todo el trayecto durmiendo?- Estoy un poco cansada, pero nada mas. --Bueno, pues la llevare a casa del senor Grant y podra instalarse hoy mismo. Aunque creo que la recibira su esposa, Charlotte, el no esta en el pais en este momento. "?No esta en el pais?", penso Miriam. Claro, si habian acudido a una agencia como aquella para contratar a una asistenta, seguramente se dedicarian a algo que les proporcionara mucho dinero. Solo conseguir entregar el curriculum fue toda una odisea. Si no hubiera sido por Antonio, aquel companero suyo de la universidad, que trabajaba en la empresa y le habia ayudado a "colar" su curriculum en medio de los que si iban a revisar, jamas lo habria conseguido. Siempre le parecio buen chico ese Antonio, hacia muchos anos que no le veia y sin embargo, cuando se presento en la agencia para pedirle ayuda, no lo dudo ni un instante. La asesoro sobre el tipo de persona que buscaban, como debia vestirse para la entrevista si la llamaban y hasta que foto debia poner en la solicitud para que inspirase confianza. "Not only" era una agencia de empleo muy exigente ya que quienes acudian a ellos, gente de todas partes del mundo, tambien lo eran. Paso la entrevista y consiguio el puesto en NY. Paul la saco de su ensimismamiento al preguntarle: --?Habia visitado antes esta ciudad? --No, y no por falta de ganas -respondio. --Le va a fascinar. ?Puedo hacerle una pregunta? ?Por que ha traido tan poco equipaje? Normalmente la gente viene con dos o tres maletas, y no estoy exagerando. --No se cuanto tiempo voy a estar, primero debo pasar el periodo de prueba. Ademas, en esa maleta esta todo lo que tengo. Miriam le miro con un deje de tristeza que encogio el corazon de Paul. No la conocia, pero desde el momento en que empezo a hablar con ella le habia caido bien. Una mujer joven, espanola, guapa, preparada, que solo tiene una pequena maleta, que no tiene planes, ni miedo de no tenerlos, no es lo que solia recoger. Normalmente eran chicos y chicas mas jovenes, estudiantes que buscaban sacar algun dinero para pagarse los estudios o que querian aprender ingles. Otros tenian pretensiones mas altas. Esta ciudad es el lugar perfecto para sonar, para creer que uno va a llegar y va a conseguir el sueno americano, trabajar en publicidad, cine, television, hacerse millonario... Lamentablemente estos volvian con algo de dinero y la tremenda carga de la decepcion. En esta ciudad gigantesca nadie es nadie. Algunas de las personas que contrataban se quedaban para siempre porque habian encajado en el trabajo y habian sido lo bastante realistas como para conservarlo. Habria que ver en que lugar se colocaba ella. Durante todo el trayecto desde el aeropuerto JFK hasta la zona de Central Park, donde se encontraba la casa donde iba a trabajar, las unicas vistas que les habian acompanado eran carriles de autovia, algun que otro tunel, casas viejas y campo. Ahora que por fin entraban en la avenida y se empezaban a divisar los edificios mas propios de una ciudad como Nueva York, Miriam no pudo por menos que exclamar: --!Dios mio! Es tal como sale en las peliculas.

  • Olga de Bernhard Schlink

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    Olga nace en la parte este del imperio aleman a finales del siglo XIX, sobrevive a dos guerras mundiales y muere en extranas circunstancias. Su vida, a caballo entre dos siglos, transcurre marcada por la historia. De familia pobre, es criada por su abuela tras la temprana desaparicion de sus padres; mas adelante se enamora de Herbert, un joven de una clase social superior, cuya familia se opone a la relacion. Deberan mantener su amor en la clandestinidad y despues la relacion quedara marcada por la distancia, porque Herbert, llevado por el entusiasmo de las guerras coloniales de Bismarck, decide alistarse en el ejercito. Viajara por Africa y por America del Sur y mas tarde formara parte de una expedicion polar, mientras Olga se queda en casa y le escribe cartas.
    La novela relata la vida de la protagonista en tres partes y desde tres angulos complementarios: un narrador en tercera persona, un testimonio en primera -el de un joven que la conoce en los anos cincuenta, cuando Olga plancha para su familia- y por ultimo las cartas que la propia Olga envio durante anos a su amado, sin obtener respuesta.
    Bernhard Schlink retrata con precision y sensibilidad un alma femenina y desgrana sus anhelos, pesares y secretos, y al mismo tiempo esboza una panoramica de algunos anos cruciales de la historia alemana contemporanea, con todas sus convulsiones y claroscuros. Olga es una obra a un tiempo intima y epica, en la que se entrecruzan las pequenas cuitas personales y los grandes acontecimientos historicos, con los deslumbrantes resultados a los que nos tiene acostumbrados el autor de la exitosisima El lector.

  • Nuestros dias en Bravelands de Paula Gallego

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    La gente que llega a Bravelands suele hacerlo por dos motivos: porque huye de algo o porque lo busca. En el tiempo que llevo aqui, he aprendido que asi es mas o menos con todos. Puedes distinguir a la gente que ha nacido a orillas de este lago de los forasteros con una sola mirada. Cuando ves sus ojos, te das cuenta de que algo falta en ellos. De todas formas, nadie suele quedarse mucho por aqui: unas semanas, unos meses, quiza un par de estaciones... y regresan a sus vidas. Asi se suponia que iba a ser conmigo, pero hace ya tres anos que encontre este sitio por casualidad, me enamore de sus misterios y leyendas y sigo aqui. Eso si, para todos continuo siendo una forastera. Ni siquiera yo se si escapaba o buscaba algo; quiza fue un poco de ambas cosas. Tampoco recuerdo bien como decidi venir a este lugar. Creo que acabar aqui es el resultado de un cumulo de casualidades, pero a una parte sonadora de mi le gusta creer que, quiza, el destino tuvo algo que ver. Se supone que, a estas alturas, tendria que estar en mi tercer ano de Derecho, a unos quinientos kilometros de aqui, y no en Bravelands, trabajando en esta posada a media jornada y completamente fascinada por los secretos del Lago Aureo. Pero la vida es caprichosa y ahora soy la mejor empleada que tienen Olle y Martha; la mejor, y la unica, todo hay que decirlo, aunque me gusta pensar que la entranable pareja me aprecia bastante. Tambien soy la unica ayudante que tienen en la fundacion que estudia el lago, localizada a solo doscientos metros del Refugio. Tanto la posada como la fundacion son unicas en Bravelands, que no tiene mas de mil habitantes y en sus mejores meses los turistas hacen ascender un poco esa cifra. Es un pueblo antiguo, construido a orillas del Lago Aureo: un gran lago custodiado por altos picos cuyas cumbres siempre estan nevadas. No hay casas que tengan mas de tres pisos y todas comparten una extrana armonia de colores ocres y pardos. La posada esta casi a un kilometro del pueblo; es una de las construcciones mas cercanas al lago, igual que la fundacion. Antes debia de haber mas casas pegadas a sus orillas, pero las nuevas normas de construccion han hecho que el nucleo del pueblo crezca algo lejos de aqui, donde las carreteras son mas regulares y el terreno, menos farragoso. Hace un par de semanas que entramos en otono y los veraneantes habituales que quedan por aqui se marchan junto con los ultimos rescoldos de calor. Los buzos cientificos, los biologos e incluso los aficionados que aprovechan los meses mas calidos del ano para realizar sus incursiones en el lago tambien han abandonado estas tierras, y ahora solo la fundacion custodia las aguas doradas bajo las montanas. Los otonos son frios en Bravelands, muy frios. Sin embargo, eso no impide que sigan llegando algunos turistas atraidos por la naturaleza salvaje que rodea el pueblo: las calles irregulares, las casitas pintorescas, los arboles altos y esbeltos... y, ahora, los calidos colores terrosos de la estacion. Sin embargo, la atraccion principal es el lago, toda la imaginaria que rodea este lugar, las leyendas, los mitos y las historias que se han contado de generacion en generacion haciendo que el turismo prospere. A pesar del frio de las mananas, tengo la sensacion de que durante los anos que llevo aqui algo en mi interior ha cambiado, reorganizando los horarios de sueno de mi reloj interno y haciendo que despierte siempre al amanecer. Hoy el cielo sigue teniendo un bonito color azafranado cuando me levanto. Mi habitacion da al este, justo al otro lado del lago. Las primeras semanas, Martha se dedico a ensenarme otros cuartos, pero a mi tambien me gusta el bosque. Desde aqui, veo el largo camino empedrado que se pierde entre los arboles de ramas bajas y cobrizas, los helechos oscuros y la fina niebla que se posa sobre la hojarasca cada manana. El lago prefiero contemplarlo sin cristales de por medio, frente a frente, mientras mis pies cuelgan del embarcadero de la fundacion y veo mi reflejo y el de las montanas recortados contra sus aguas doradas. En cuanto me incorporo y abro la ventana, dejo que el aire otonal me reciba, revolviendome el cabello cobrizo. Pucca, mi preciosa rottweiler de tres patas, salta sobre la repisa de la ventana y se agazapa, escudrinando las sombras del bosque. En realidad, no es mia. Es de Martha y Olle, pero Pucca llego poco despues de mi y la he visto crecer desde que apenas era una bolita de pelo, muerta de miedo, cuando la pareja de abuelitos la encontro abandonada en un contenedor por su condicion y la trajo a casa. Este lugar no es solo un refugio para las personas; tenemos varios perros, unos cuantos patos, un caballo con cataratas, una burrita patizamba, cabras medio locas y un numero ingente de gatos. De verdad, puede que haya un millon de gatos. Sigo la direccion de la mirada de Pucca y busco aquello a lo que mira con tanta atencion mientras mueve la cola. Quiza haya visto alguna ardilla o, tal vez, haya encontrado algun zorro o corzo pequeno. Durante la noche los animales suelen bajar al lago desde las montanas a beber agua, y no seria la primera vez que nos encontramos cara a cara con uno. Sin embargo, no es eso a lo que Pucca mira con semejante interes. Descubro que alguien se acerca por el camino cubierto de hojas perennes, en direccion a la posada, con andar rapido y sigiloso. Desde aqui no lo veo bien, pero parece un hombre. Lleva una gran mochila echada al hombro y ni siquiera repara en el paisaje mientras se acerca. De pronto, Pucca comienza a ladrar y yo doy un respingo, sobresaltada. El intruso tambien la escucha. Maldita sea. La han escuchado en quince kilometros a la redonda. --Pucca, calla --la regano, acariciando su hocico y tirando de ella para que se aparte de la ventana. Cuando vuelvo a asomarme, descubro que el recien llegado se ha quedado mirandonos en medio del camino. Esbozo una sonrisa de disculpa, aunque no creo que pueda verla, y alzo la mano para saludarlo. El ladea la cabeza, curioso, y me contempla unos instantes mas antes de seguir caminando, con la vista fija en el suelo. Pucca salta, aterrizando sobre sus tres patas, entusiasmada, y da un par de vueltas sobre si misma antes de marearse y detenerse mientras me mira, expectante. La acaricio entre sus orejas y me preparo con rapidez; vaqueros cenidos, jersey holgado y botas negras. Estoy despeinada y, probablemente, tenga pelos de loca, pero si el visitante quiere que alguien lo reciba, tendra que soportar mis rizos rebeldes. Para cuando bajo las escaleras, procurando no hacer ruido, y Pucca me sigue con el cuidado de un elefante dentro de una cacharreria, el ya esta frente al mostrador. La perrita me adelanta y pasa junto a mi como una exhalacion. Me pongo un poco nerviosa y espero que el cliente no sea demasiado asustadizo, porque he de reconocer que, si un ejemplar como Pucca viniese hacia mi con ese tamano y esa velocidad, me pensaria dos veces si viene a jugar; aunque en realidad es mas mansa que un corderito. Escucho como Pucca patina sobre el suelo de madera, extasiada, y decido bajar mas rapido por si acaso. No queremos que nadie se ponga a gritar desde tan temprano. Cuando llego al primer piso, descubro que todo esta bajo control y me relajo. El recien llegado ha dejado su equipaje junto al mostrador y ahora esta agachado atendiendo a la perrita, que reclama su atencion mientras da vueltas sobre el suelo y exige caricias. Se me escapa una risa cuando la veo y, entonces, el alza sus ojos hacia mi. Son del color de una tempestad y de una calidez insolita e inesperada. Dos cejas largas y gruesas enmarcan una mirada poderosa y salvaje, y unas tupidas pestanas hacen que resulte un poco mas dulce. Lo que mas me llama la atencion de sus ojos, sin embargo, es el gran moraton cardeno que cubre su ojo izquierdo: es oscuro e irregular y un abanico de colores rojizos y violaceos lo adornan. El joven se pone en pie despacio. Es alto, ancho de hombros y esbelto de cintura. Bajo el cuello de su jersey gris se adivinan las lineas de un tatuaje y lleva el pelo oscuro, ondulado, cubierto por un gorro negro. Cuando clava sus ojos en mi, no puedo evitar pensar que hay cierto halo emocionante e inhospito que lo rodea. Los tatuajes, los mechones oscuros que caen sobre su frente, el ojo amoratado y el labio inferior partido..., todo le da un aire problematico muy logrado. Y es bastante imponente. Ladea un poco la cabeza, sin dejar de mirarme y, de pronto, caigo en la cuenta de algo. Lo conozco. Conozco a este hombre. Hace anos que no lo veo, justo desde que me marche. Ha llovido mucho desde entonces; ahora el deberia tener unos... ?veintitres? Esta mas alto, sus rasgos se han endurecido y tengo la impresion de que no habia tatuajes asomando por el cuello de su camiseta la ultima vez que lo vi. Pero se que es el. Ese aspecto es dificil de olvidar. He debido de quedarme mirando mas de la cuenta porque, antes de que lo salude como es debido, es el quien habla con voz grave pero melodica. --?Os quedan habitaciones?

  • De rio en rio de Alfredo Molano

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    En este libro, Alfredo Molano, galardonado con el premio mas importante del periodismo colombiano -Simon Bolivar categoria Vida y Obra de un Periodista 2016- , presenta una serie de cronicas y notas de viaje a traves de una de las regiones mas atractivas y virgenes de Colombia: el Pacifico.

  • La sabiduria de lo incierto de Joan-carles Melich

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    Este ensayo explora la permanente necesidad que los seres humanos tenemos de vivir envueltos en historias y ficciones. Segun Melich, los grandes maestros de la literatura universal lo son no porque en sus obras nos expliquen como hay que vivir, sino porque desvelan sin ambages la precariedad, la ambiguedad y la inasible fragilidad de nuestra existencia. Lejos de los manuales de autoayuda, este apasionado y apasionante ensayo defiende la capacidad transformadora -para bien o para mal- que los grandes textos literarios pueden ejercer sobre nosotros. La lectura, entendida como una actividad de riesgo.

  • El verano de los juguetes muertos (Inspector Salgado 1) de Toni Hill

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    En una ciudad donde nadie dice lo que piensa, un policia busca la verdad.
    Primera entrega de la trilogia del inspector Salgado.

  • Templo de sangre de Eugenio Aguirre

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  • Duelo de voluntades de Olga Salar

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    Cuando el sentido del honor de un caballero se interpone al amor, cada batalla librada es decisiva.

  • Te reservo mis derechos de Cristina Gonzalez

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    Alvaro habia forrado con folios blancos las dos novelas que habian llevado a la escritora Irene Leblanc a hacerse famosa por sus textos de romance. El joven profesor habia leido ambos libros con verdadera adiccion y los habia releido varias veces en ocasiones posteriores. No obstante, no queria que su hermano se enterase de que era un apasionado de las novelas romanticas de Irene Leblanc. En general, preferia no revelarle a nadie su ferviente interes por aquellas historias de amor y pasion que eran tan populares entre el genero femenino. Por eso ocultaba las portadas tras la opacidad del papel. Alvaro se incorporo sobre el escritorio de su gran despacho. Abrio su portatil y se pregunto a si mismo si no estaba llevando aquella obsesion demasiado lejos. Sin esperar la respuesta, tecleo el nombre de su escritora favorita en el buscador de Google. Unas cuantas entradas de blogs de novela romantica bombardearon la pantalla. Tendria que asegurarse de borrar el historial antes de que Jesus se apoderase del portatil. Su hermano era el editor de Irene Leblanc. Y aun asi Alvaro todavia no habia tenido la oportunidad de conocerla en persona. El, a diferencia de su hermano, habia preferido dedicarse a la docencia universitaria. Estaba orgulloso de haber adquirido una plaza como catedratico con tan solo treinta y dos anos. Suspiro. Solo un pequeno flexo de luz anaranjada alumbraba el escritorio. Deslizo el puntero hacia el buscador de imagenes de Google. Tenia cierta curiosidad por saber como era ella fisicamente. Queria comprobar que su imaginacion volaba acorde con la realidad. - Vaya - musito en el silencio de su solitario apartamento. Su hermano no mentia. Irene era una mujer particular. Alvaro habia dado con una imagen de ella de cuerpo entero, sentada sobre un taburete y vestida con un bonito traje de raya diplomatica. La fotografia pertenecia a una entrevista que le habian realizado un ano atras. El sabia perfectamente que Irene tenia veintiocho anos, habia leido su biografia unas cuantas veces. Lo que mas le llamaba la atencion era que Irene estaba licenciada en medicina. Y, sin embargo, ella habia dejado de ejercer para escribir. Desde luego, la profundidad de aquellos ojos grandes y castanos debia de proceder de algun lugar. Tenia el aspecto de ser una mujer compleja. La curva de sus labios finos mostraba a una Irene melancolicamente sonriente. Alvaro sacudio la cabeza. Era consciente de que elucubraba demasiado acerca de ella. A medida que habia ido leyendo sus libros, habia forjado una imagen de la escritora en su cabeza. Por eso no habia querido ver las fotos de Irene Leblanc antes de imaginarsela a su manera. Y ahora que por fin la tenia frente a sus ojos, no le quedaba mas remedio que reconocer que no le defraudaba. Tal vez le hubiese gustado que tuviera el cabello mas corto. No se esperaba aquella melena tan espesa y oscura. - Esta bien asi... Es como tiene que ser - dijo el. Con una sonrisa de triunfo, apago el ordenador y se dirigio a la cocina para cenar algo de verdura cruda. Mientras rayaba un trozo de zanahoria para anadirlo a su ensalada mixta, su Iphone comenzo a vibrar sobre la encimera. - Siempre en el mejor momento... - susurro para si mismo mientras se secaba las manos rapidamente con el pano de cocina. Descolgo y contesto. - Diga. - Abre la puerta - dijo su hermano al otro lado del telefono. Colgo y camino hasta la entrada. Al abrir dijo: - Los timbres no estan hechos para ti. - Es cierto, sobre todo cuando no suenan - dijo su hermano. Jesus arrastro su maleta por el pasillo enmoquetado hasta llegar a la habitacion de invitados. Un cuarto que en realidad solo utilizaba el porque su Alvaro no solia invitar a nadie, a excepcion de su hermano mellizo. Alvaro miro el boton del timbre con desconfianza. Tres dias. Eso era lo que habia tardado en romperse desde que lo cambio. - Debe ser un mal contacto... - murmuro el con frustracion al comprobar que, efectivamente, no funcionaba. - !Asumelo! - grito Jesus desde la habitacion. Camino de nuevo hacia la entrada, a medida que se fue acercando a la puerta principal fue disminuyendo el volumen de su voz - ?Sabes? Llamar a un electricista no es algo degradante... Te lo aseguro. Alvaro lo ignoro y fue a buscar su caja de herramientas. Cuando logro encontrar el destornillador adecuado, regreso junto al timbre averiado, dispuesto a repararlo. Costase lo que costase. Jesus se reia entredientes mientras su hermano se peleaba con el primero de los tornillos. - Lo aprete demasiado... - farfullaba Alvaro. - Manana lo arreglas. Ahora quiero que cenemos juntos. Tengo que contarte algo genial. !Te va a encantar! - dijo su hermano emocionado. Alvaro abandono por un momento al timbre y a sus tornillos y le presto atencion. - Puedes decirmelo ahora... Mientras intento sacar... Esto... - forcejeaba y forcejeaba con el destornillador. Con resultados desalentadores. Jesus decidio soltar la perla para hacer reaccionar a su hermano. - Manana te presentare a la mismisima Irene Leblanc. Fue rapido. Fue inesperado. Fue doloroso. - !Joder! - grito Alvaro. Habia hecho tanta fuerza con el destornillador que este se habia escurrido hasta acabar rajandole la palma de la mano contraria. - Me gusta tu actitud. Es muy emotiva - bromeo Jesus. Alvaro se incorporo y entro en el piso. Cerro la puerta y camino hacia el cuarto de bano para rociarse con agua oxigenada. - ?Y que te hace pensar que quiero conocerla? Por supuesto, Jesus no sabia que su hermano era uno de los lectores mas acerrimos de Irene Leblanc. - Nada en absoluto. Pero te la presentare de todas maneras. Alvaro apreto los dientes cuando peroxido de oxigeno comenzo a burbujear sobre su herida. Aun tenia en su mente la sugerente mirada oscura de la escritora. - ?Y si no quiero? - se apresuro a decir el. - Ella necesita un buen egiptologo para documentarse. Esta escribiendo un romance ambientado en la epoca de Cleopatra. A Alvaro se le ilumino fugazmente la mirada. Afortunadamente, Jesus paso por alto aquel gesto. - ?Y por que yo? - pregunto el intrigado. - Porque eres mi hermano y saldras mas barato. Alvaro resoplo. Entonces Jesus dijo: - Y porque eres de los mejores que hay en esta ciudad. Ambos hermanos se miraron con complicidad. Despues Alvaro le estrecho a Jesus la mano sana y le dijo: - Yo la conozco primero. Despues ya vere si colaboro. Jesus se fue a dormir contento. Estaba absolutamente seguro de que su hermano aceptaria el trabajo. Para Jesus, Irene era una mujer particularmente atractiva. Y estaba convencido de que Alvaro seria incapaz de resistirse a sus encantos. CAPITULO 2 Irene sudaba la gota gorda encima del banco de abdominales. No recordaba cuando dejo que su madre la convenciera para ir al gimnasio. - Cielo, yo te quiero, y como te quiero, te digo que se te esta empezando a poner fofa la barriga - habia dicho ella. Irene, rezongando y maldiciendo, habia llamado por telefono al gimnasio que habia a cinco minutos de su pequeno apartamento. Y alli estaba aquel lunes por la manana, recuperando la tonicidad perdida. Esa tonicidad que parecia importarle mas a su madre que a ella misma. - Doce... - dijo a punto de exhalar su ultimo aliento. Incapaz de forzar sus musculos una vez mas, anadio: - Y doce. Miro su BlackBerry. Las diez y cincuenta y ocho. - Llego estupendamente tarde - dijo con resignacion. De camino al vestuario se pregunto la razon por la cual habia accedido a escribir una novela que ella no queria escribir. !Cleopatra! !Arg! !Y lo quieren vender como el antiguo Egipto! Penso Irene Leblanc mientras arrojaba su camiseta sudada en la bolsa. Y no es que no le fascinaran los egipcios. Habia leido "Sinuhe el egipcio" varias veces. Al terminar tercero de medicina, dedico su verano a aquel clasico. Admiro una y mil veces al escritor Mika Waltari. Pero Cleopatra... La pobre Cleopatra estaba ya muy manida. - !Pero lo habras escrito tu! Y tus historias siempre conmueven a tus lectores - le persuadio su agente. - Yo he escrito romances medievales... De esos en los que el enamorado siempre tiene ganas de suicidarse porque su amada no le corresponde. Son bonitos, platonicos y sumergen a las lectoras en una fantasia romantica. !Pero yo no escribo sobre egipcios, ni griegos, ni romanos! No tengo conocimientos suficientes... No tengo ni pajolera idea de como ambientar la trama. Ah y tampoco se me ocurre ninguna trama... - habia alegado Irene a su favor. - Llamare a tu editor y le dire que busque a alguien que si tenga esos conocimientos para que te ayude - habia respondido su agente con un fingido optimismo. Y asi es como Irene salia corriendo del gimnasio, ataviada con un chandal limpio - que no dejaba de ser un chandal - en direccion a su pequeno Citroen Saxo del ano de la polca. Habia quedado con el doctor en historia antigua: Alvaro Ferreras y con su editor - Jesus Ferreras, Chus para los amigos - en el despacho de su agente. No queria conocer al tal Alvaro, ni queria escribir sobre Cleopatra. No queria escribir sobre algo que no conocia y que no le gustaba. !Pero Irene Leblanc tenia que escribir sobre algo que se pudiera vender! - Tus libros a veces son aburridos. Tienes que ser mas dinamica, mas actual - dijo su agente a continuacion. - Supongo que Cleopatra es una mujer actual. !Ayer lei una entrevista suya en el Yo Dona! - habia ironizado Irene. - Te prometo que se vendera... Ademas, estas bloqueada, tu misma lo has reconocido. No se te ocurre nada, y necesitamos material para que sigas publicando. Bien, fueron estas palabras las que hicieron que Irene accediese a escribir sobre la amante de Julio Cesar. Su agente no quiso discutir mas. Sabia que Irene tenia potencial y que habia una editorial dispuesta a publicar un romance nacido entre piramides. - Los semaforos en las glorietas son un engendro... - se quejo ella al volante de su pequeno Saxo. Verde. Irene piso el acelerador y giro el volante

  • Un cupcake para Daniela de Silvana D. Saba

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    Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana en la Toscana.
    Algunas veces esa ventana es el lugar donde, sin buscarse, se encuentran dos corazones solitarios y la chispa enciende la llama del amor y de la pasion.
    Tras divorciarse, Lucy abandona Roma para comenzar una nueva vida con su Teckel en Firenze, donde abre su negocio de reposteria.
    Mattia y su hijita Daniela son nuevos en la ciudad, necesitaban cambiar de aires y rehacer sus vidas lejos de los recuerdos, por lo que se mudan desde Torino al mismo barrio en el que Lucy tiene su pasteleria.
    Lucy no busca una relacion, pero cuando conoce a Mattia ve en el al perfecto principe azul salvo por un detalle, Daniela, y es que Lucy no sabe relacionarse con los ninos. Interrogantes, dudas y miedos se conjugaran para quitarle el sueno a Lucy y ponerle trabas a su relacion con Mattia.
    Un cupcake sera el inicio de esta dulce historia ambientada en la Toscana que entrelazara el destino de sus protagonistas, llevandolos a afrontar sus miedos y prejuicios, y a encontrar esa ventana hacia los comienzos y las nuevas oportunidades.
    Ternura, risas, amor venganza, celos. ?Podra triunfar el amor?

  • Sesion nocturna de Michael Connelly

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    Renee Ballard trabaja en el turno de noche en Hollywood. Empieza muchas investigaciones, pero no termina ninguna, porque cada manana entrega sus casos a los detectives del turno de dia. A la que fuera prometedora detective le han asignado ese puesto como castigo despues de presentar una demanda por acoso sexual contra un superior.
    Sin embargo, una noche le tocan dos casos de los que no quiere desprenderse: la brutal paliza a una prostituta que es abandonada y dada por muerta en un aparcamiento, y el asesinato de una joven camarera durante un tiroteo en un club nocturno. Ballard esta decidida a no renunciar a los casos al amanecer. Contra las ordenes y los deseos de su propio companero, se dedica a ambas investigaciones de dia mientras cumple con su turno de noche. Los casos se complican y acercan a Ballard a sus propios demonios y a la razon por la que no renunciara al trabajo por mas dificultades que le ponga el departamento.

  • Fernandez mata a Fernandez de Federico Jeanmaire

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    “Fernandez mata a Fernandez” es el titulo de la noticia que atrapa a un experiodista de policiales. Luego de leerla en la pagina de un diario sospecha que no se trata de un accidente e inicia una investigacion personal que lo lleva hasta el lugar de los hechos. Una anciana que alimenta a las palomas, un portero gay obsesionado con la limpieza de las veredas, un jubilado comunista, el director de un diario manipulador, una jueza corrupta y un periodista retirado corto de entendimiento, todos de apellido Fernandez, son los protagonistas que hacen oir sus voces en esta novela, en la que cada uno defiende su punto de vista como si en ello se les fuera la vida o, mejor, como si verdad y conveniencia constituyeran sinonimos. Federico Jeanmaire despliega una serie de personajes que configuran la particular trama social de la ciudad. Un policial entretenido e inteligente, en donde el lector no puede dejar de reir al tiempo que tampoco puede dejar de reflexionar acerca de aquello de lo que se esta riendo. Una historia de las que solo suceden en la Argentina, en la que los vicios parecen igualar a particulares y poderosos, revelando que, de algun modo, “todos somos Fernandez”.

  • Silencio, Thomas Raab de Thomas Raab

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  • El gran libro de la mitologia de Rosa Navarro

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    ?Te imaginas una diosa que nace cuando cae la semilla de su padre sobre el mar? ?Y un mundo en el que la prision esta en el centro de la tierra?

  • Fuego irlandes (Corazones irlandeses 1) de Nora Roberts

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    Adelia Cunnane permanecia asomada a la ventanilla, sin ver el magico manto de nubes que se extendian mas abajo. Algunas formaban montanas, otras glaciares, estrechandose y alisandose en lo que semejaba un lago cubierto de hielo. Sin embargo, pese a tratarse de su primer viaje en avion, Adelia no encontraba el panorama nada inspirador. Su mente estaba plagada de dudas e incertidumbres, unidas a una intensa punzada de nostalgia por su pequena granja de Irlanda. No obstante, tanto la granja como Irlanda estaban ya muy lejos, y cada minuto transcurrido acercaba mas a Adelia a America y a personas desconocidas. Penso, con un suspiro de resignacion, que no se hallaba adecuadamente preparada para hacer frente ni a una cosa ni a la otra. Sus padres habian muerto en un accidente de camion, dejandola huerfana a la tierna edad de diez anos. En las semanas siguientes al fallecimiento de sus padres, Adelia habia flotado a la deriva en la niebla de la conmocion, refugiandose en si misma para resistir la agonia de la separacion; para soportar la sensacion, extrana y aterradora, de abandono. Poco a poco, fue erigiendo un muro en torno a su dolor, y se consagro al trabajo de la granja con la dedicacion de un adulto. Lettie Cunnane, su tia paterna, se habia hecho cargo de la nina y de la granja, cuidando de ambas con mano firme. Tenia buen fondo, pero era poco carinosa; por anadidura, carecia de la paciencia o el talante comprensivo necesarios para sobrellevar a una chiquilla imprevisible y, a menudo, tempestuosa. La granja habia sido lo unico que tenian en comun, y la mujer y la nina habian construido su relacion a partir de la fertil tierra y las horas de trabajo que esta requeria. Habian vivido y trabajado juntas durante casi trece anos; posteriormente, Lettie sufrio una paralisis, y Adelia se vio obligada a repartir su tiempo entre las tareas de la granja y el cuidado de una invalida. Adelia habia pasado los dias y las noches librando una decidida batalla para hacer frente a unas responsabilidades cada vez mayores. Sus enemigos habian sido la escasez de tiempo y de dinero. Cuando, al cabo de seis largos meses, volvio a quedarse sola, Adelia bordeaba la desesperacion. Su tia habia muerto y, a pesar de que ella habia trabajado incesantemente, la granja tuvo que ser vendida para sufragar los impuestos. Adelia habia escrito a su unico pariente vivo, Padrick, el hermano mayor de su padre, que habia emigrado a America veinte anos antes, para informarlo de la muerte de su hermana. Su respuesta habia sido inmediata. En una carta afectuosa y llena de carino, habia pedido a Adelia que se fuera a vivir con el. La ultima frase de la misiva era una orden escueta y amable: <>. De modo que Adelia habia empacado sus pertenencias, vendiendo o regalando lo que no podia llevarse consigo, y se habia despedido de Skibbereen y del unico hogar que habia conocido... Un subito movimiento del avion saco a Adelia de sus recuerdos. Se recosto en el respaldo acolchado del asiento, recorriendo con los dedos la pequena cruz de oro que siempre llevaba al cuello. No le quedaba nada en Irlanda, se dijo, combatiendo el hormigueo de su estomago. Todo lo que amaba habia muerto, y Padrick Cunnane era su unico pariente vivo, el unico nexo de union con lo que antano habia tenido. Adelia reprimio una subita oleada de miedo. America, Irlanda... ?que diferencia habia? Movio los hombros con inquietud. Se las arreglaria. ?No lo habia hecho siempre? Estaba decidida a no ser una carga para su tio, aquel hombre impreciso y lejano a quien solo conocia de sus cartas, pues lo habia visto por ultima vez cuando tenia apenas tres anos. En America encontraria trabajo, se dijo, quiza en la granja de caballos que su tio habia mencionado a menudo en su correspondencia. Adelia poseia una habilidad innata para trabajar con animales, y habia asimilado vastos conocimientos de veterinaria en sus anos de experiencia. Su pericia era tal, que a menudo solian requerir su ayuda en partos dificiles o para coser alguna herida. Era fuerte, a pesar de su baja estatura; ademas, recordo cuadrando los hombros inconscientemente, era una Cunnane. Seguramente, se dijo con mas confianza, habria un lugar para ella en Royal Meadows, donde su tio trabajaba como adiestrador de caballos purasangre de carreras. No habria campos que arar ni vacas que ordenar, pero se ganaria el pan aunque fuese fregando suelos. Una vez que el avion hubo tomado tierra, Adelia desembarco y se adentro en la terminal de Dulles, Virginia, donde se quedo boquiabierta ante el caos reinante, fascinada por la escena, confusa por el chapurreo de idiomas extranjeros y la abigarrada mezcla de gente. Se fijo en una familia de indios del Este, ataviados con sus indumentarias nativas. Luego se giro para observar a dos quinceaneros, con vaqueros desgastados, que paseaban de la mano, seguidos de un ejecutivo de mediana edad con un maletin de piel en la mano. Luego, en el vestibulo, miro alrededor con la esperanza de ver alguna cara conocida. Todo el mundo parecia tener prisa, penso. Un cuerpo podia perderse bajo los pies de aquella multitud frenetica y no aparecer nunca mas... --!Dee! !Pequena Dee! --Un hombre se acerco presuroso a ella. Era fornido y compacto, con una rizada mata de cabello gris, y Adelia atisbo brevemente unos ojos azules como los de su padre, antes de verse envuelta en un calido y fuerte abrazo. Se le ocurrio que hacia siglos que nadie la abrazaba asi. --Pequena Dee, te habria reconocido en cualquier parte --el hombre se retiro para mirarle la cara, con los ojos empanados y una sonrisa tierna--. Es como estar viendo de nuevo a Kate. Eres la viva imagen de tu madre. Siguio contemplandola mientras ella trataba de recuperar la voz, su mirada posandose en el lustroso cabello castano rojizo que caia en relucientes ondas sobre sus hombros; en los grandes y profundos ojos verdes de largas pestanas; en la nariz respingona y la boca de labios carnosos que tia Lettie habia descrito como <>. --Eres una autentica belleza --dijo el por fin, con un suspiro de puro placer. --?Tio Padrick? --inquirio Adelia, sintiendo que una multitud de preguntas y de emociones se agolpaban en su interior. --?Y quien voy a ser, si no? --Padrick la miro con ojos llenos de amor y de alegria, y las dudas, los miedos y los interrogantes de ella se desvanecieron en una oleada de jubilo. --Tio Padrick --susurro al tiempo que le rodeaba el cuello con los brazos. Mientras viajaban por la autopista, tras salir del aeropuerto, Adelia miro en torno con asombro. Nunca habia visto tantos coches, todos ellos corriendo a una velocidad vertiginosa. Todo se movia muy deprisa, y el ruido, se maravillo Adelia en silencio, era suficiente para despertar a los muertos. Moviendo la cabeza, empezo a bombardear a su tio con preguntas. ?Estaba muy lejos el lugar adonde iban? ?Todo el mundo conducia tan deprisa en America? ?Cuantos caballos habia en Royal Meadows? ?Cuando podria verlos? Las preguntas relampagueaban en su mente y a traves de sus labios, y Paddy las respondio pacientemente, antojandosele el sonido de su voz dulce como una brisa estival. --?Y en que voy a trabajar? El aparto los ojos de la carretera un momento para mirarla. --No hara falta que trabajes, Dee. --Pero, tio Paddy, tengo que hacerlo --discrepo Adelia girandose hacia el--. Puedo trabajar con los caballos; se me dan bien los animales. Las cejas espesas de Paddy se unieron, formando un dubitativo ceno. --No te pedi que vinieras para trabajar --antes de que ella pudiera protestar, siguio diciendo --: y no se que pensaria Travis si contrato a mi propia sobrina. --Hare cualquier cosa --Adelia se retiro su cabello castano--. Cepillar los caballos, limpiar los establos, acarrear heno... Lo que sea. Por favor, tio Paddy. Me volveria loca en una semana si no tuviera nada que hacer. Su mirada gano la batalla, y Paddy le apreto la mano. --Bueno, ya veremos. Tan absorta habia estado en la conversacion y en el fascinante flujo del trafico, que perdio la nocion del tiempo. Cuando Paddy tomo un camino particular y detuvo el coche, Adelia contemplo los alrededores con una nueva sensacion de maravilla. --Royal Meadows, Dee --anuncio Paddy con un gesto--. Tu nuevo hogar. La entrada del largo y sinuoso camino estaba flanqueada por dos grandes pilares de piedra, y arbustos tachonados de incipientes flores se extendian a lo largo del sendero, hasta donde Adelia alcanzaba a ver. Un verde manto de hierba alfombraba las suaves colinas, y los caballos pacian perezosamente a lo lejos

  • El salto de papa de Martin Ernesto Sivak

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    El 5 de diciembre de 1990 un grupo de obreros que levantaba un hotel en el centro de Buenos Aires vio como Jorge Sivak se lanzaba al vacio sin darles tiempo a impedirlo. Dirigente estudiantil, guerrillero urbano, abogado defensor de presos politicos, y el mismo preso politico y exiliado, Jorge Sivak nunca abandono la empresa familiar, un pequeno imperio creado gracias a la habilidad mercantil de su padre y a los fondos secretos del Partido Comunista. Quedo a cargo -sin don para los negocios- cuando su hermano mayor fue asesinado en el secuestro mas sonado de la decada de 1980: el Caso Sivak. Su hijo, Martin Sivak, que en el momento del suicidio tenia quince anos, reconstruye una vida que brillo y se extinguio ante sus ojos.

  • Ultra Negro (Volumen independiente), Veronica A Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich

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  • La razon eres tu. Gris acerado, verde ardiente de Anali Sangar

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    Noe, marcada por un pasado dificil, se siente vulnerable, y la relacion que mantiene con Rober hace algun tiempo que dejo de aportarle algo positivo. Solo el apoyo de sus amigos la mantiene lo suficientemente fuerte para seguir adelante.
    Todo parece cambiar cuando su amigo de la ninez, con el que comparte un pasado lleno de altibajos, se cruza en su camino de la manera mas insospechada. Mario, con su mirada verde jade, sus manos de musico y su voz rasgada, consigue despertar en Noe un sentimiento de verdadero amor.
    ?Es viable trazar un vinculo entre pasion y amistad? ?Es seguro enamorarse de la persona que conoce todo sobre ti? Posiblemente, pero... Rober no estara dispuesto a permitirlo.
    La razon eres tu es una novela rebosante de sentimientos y deseos, de actos nobles y mezquinos, de situaciones divertidas y desesperadas, de amistad, amor y sexo, de besos, risas y lagrimas, de partituras y tablaturas, y de todas las emociones que se muestran y demuestran cuando se tienen veintitantos.

  • El Highlander Enemigo de Matie Cole

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    !Esto no es aceptable! --La voz del laird Mason MacGregor retumbo a traves de los muros de su castillo escoces, mientras trataba de asimilar las terribles noticias. Jackson, su unico hijo, habia sido secuestrado por George Windsor, su mayor enemigo. Lo odiaba con todas sus fuerzas y, con su hijo cautivo, los ingleses creerian que estaban ganando, que tenian ventaja sobre ellos. Esperaba algun tipo de explicacion de sus hombres, pero no obtuvo absolutamente nada. Era como si ninguno tuviera una maldita palabra que decir, y ahora, por culpa de este descomunal error, la guerra entre Gregor Windson y los MacGregor habia subido un nivel y tenia que tomar medidas. --Nos hemos precipitado, no estamos preparados para esta batalla --continuo Mason--. Tendremos que enfrentarnos a las consecuencias y me niego a cometer el mismo error. --Se planto en mitad de la sala para que todos lo observaran--. No debemos ser imprudentes porque la vida de mi hijo esta en peligro. A partir de ahora, todo lo que hagamos tiene que estar planeado a la perfeccion. Miro a Ethan Abercrombie, su mano derecha, y vislumbro un fuego extrano en sus ojos. Era su mejor amigo, tambien su soldado mas experimentado y perspicaz; de modo que, si estaba preparado para luchar, entonces el resto de sus hombres tambien lo estaban. Quizas no era justo para ellos, ya que los escoceses no habian iniciado la guerra, pero Ethan queria que fueran los que la terminaran. --Jackson es vuestro futuro laird. --Mason se planto delante de su hombre de confianza --. Debemos demostrarle lealtad y tenemos que salvarlo antes de que le ocurra algo. Era un nino cuando murio su madre y todos hemos trabajado juntos para hacerlo un hombre. Hemos estado unidos en lo bueno y en lo malo, eso nos ha hecho mas fuertes --alzo la voz para que lo escucharan el resto de sus hombres--. Los ingleses pueden pensar que somos debiles porque es lo que les dice el arrogante de George Windsor. Solo porque piense que puede ganar a Escocia, no significa que vayamos a permitirselo. --?Y si ya le ha sucedido algo malo al joven Jackson? --Una pequena voz del fondo de la habitacion manifesto sus peores temores. Mason sabia que pensar en su hijo solo e indefenso le haria sucumbir al terror, por lo que no podia permitir que eso sucediera. Habia demasiada gente que dependia de el. --No. Los ingleses tambien necesitan a Jackson y lo necesitan vivo --respondio con total confianza--. Sera su mayor herramienta de negociacion. No pueden deshacerse de el cuando podrian usarlo para ganar. --Se detuvo pensativo por un momento--. Pero no ganaran. Los escoceses no permitiremos que George Windsor gane nada. Los vitores estallaron alrededor y Mason asintio, complacido. Reunio a su clan para decidir cuando harian el inminente ataque, pero seria mucho mas tactico y no dejaria que George ganara de nuevo. Por muy furioso que estuviera, debia mantener la cabeza lo suficientemente fria para saber cuando dejar de lado las emociones personales. El era racional, era una de sus muchas cualidades y por eso, precisamente, se habia convertido en un lider respetado. Como necesitaba estar solo, agito una mano de forma autoritaria para indicar a todos que abandonaran la sala y regresaran a sus puestos. Despues de lo que habia pasado, necesitaba a sus mejores hombres en guardia y sabia que podia confiar en ellos. Entre todos, concentraban suficiente orgullo escoces para conseguir que su clan fuera de los mas importantes del pais y harian lo que fuera necesario para que siguiera asi. --Entonces, Mason, ?que tienes planeado? --Solo quedaba Ethan, consciente de que su laird necesitaria alguien con quien discutir sus planes--. ?Tienes alguna idea escurridiza bajo la manga? Mason suspiro ruidosamente. Si era sincero, el secuestro de su hijo lo habia afectado mas de lo que parecia. Permitio que el plan se precipitara y fuera capturado. Claro, que fue Jackson el que insistio en dirigir sus tropas hacia adelante de manera obstinada, como lo habria hecho cualquier otro joven ansioso de accion. El tambien fue igual de impetuoso a su edad, pero debia haberse anticipado, para detenerlo como debia. --No creo que sea facil recuperar a Jackson --admitio ante Ethan--. Los ingleses lo tendran bajo llave, con sus mejores hombres custodiandolo. No podemos entrar alli, sin arriesgar a mas gente y sin poner a Jackson en peligro. Necesito que lo consideren una herramienta de negociacion.

  • Dejemos atras el pasado de Grace Marie March

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    Henry tenia nuevas vecinas, su desconocida hermana y una amiga, quien precisamente poco despues pide trabajo en su empresa. ?Como puede ayudar a su padre despues de descubrir la gran traicion de su madre?
    Cynthia tenia claro que no pensaba aprovecharse de su amiga para ayudar economicamente a su familia, viajaria junto a ella para conocer a su padre y a su hermano, pero no se quedaria en casa esperando que otros solucionaran sus problemas, lo que no esperaba era trabajar para Henry despues de la vergonzosa forma en que se habian conocido.

  • En el huerto de las Mujercitas de Gloria V. Casanas

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    En el huerto de las Mujercitas rinde homenaje a una escritora que evadio los esquemas de pensamiento reservados a las mujeres de su epoca, se atrevio a desafiar las convenciones sin perder su amor por la familia ni el romanticismo, y dejo profunda huella en otros escritores. Es tambien una novela dentro de otra, a tal punto fusionadas que la realidad se torna ficcion y esta se vuelve real.

  • Sense de Federico Reyes Heroles

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  • Christmas horror Christmas de Eva P. Valencia

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  • Hoy te quiero mas que ayer, ya manana se vera de Benito Troya

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    Comedia romantica que nos muestra la vision masculina del amor y las primeras citas.

  • Al pie de la Muralla de Begona Pro Uriarte

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    Fui arrancado con sana de la inocencia de la ninez. Los banelatus robaron mis juegos infantiles y aniquilaron a mis parientes y amigos, obligandome a presenciar su exterminio. Decidieron robarme mi vida para jugar con ella. Me crie entre seres sin sentimientos, que aunque de aspecto semejante al nuestro, carecen de alma y, simplemente, buscan el modo de aniquilar a una raza que creen inferior. Lo hacen a base de herirnos una y otra vez con el fuego de sus mentes. Creci en Bankada, la ciudad mas importante del supremio banelatu del oeste, y juro que cada dia alli fue una batalla continua en la que todos queriamos morir. Pero ellos se empenaban en sanarnos una y otra vez para volver a intentar matarnos al dia siguiente. Hasta que una vez lo consiguieron; me mataron.