• libro el reino - Goncalo M. Tavares

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    El reino reune las cuatro novelas cortas Un hombre: Klaus Klump, La maquina de Joseph Walser, Jerusalen y Aprender a rezar en la era de la tecnica, escritas por Tavares entre 2003 y 2007. Estamos ante una de las obras fundamentales de uno de los mejores autores europeos contemporaneos, que invita a reflexionar sobre un contexto politico de enorme actualidad: la libertad del individuo en sociedad, la violencia y el poder del Estado o las relaciones sociales. El Tavares de El reino es <>, como recuerda Vila-Matas, <>.

  • El Reino - Carrère, Emmanuel - 978-84-339-7932-2 - Editorial ...

    https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/el-reino/9788433979322/PN_902

    Y este libro provocador y deslumbrante es una indagación rabiosamente contemporánea sobre el cristianismo que nos habla de la perplejidad, el dogma, la duda, la ...

  • EL REINO | JO NESBO | Casa del Libro

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  • EL REINO | EMMANUEL CARRERE | Casa del Libro

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  • El Reino: 902 (Panorama de narrativas) Tapa blanda

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    El Reino: 902 (Panorama de narrativas) : Carrère, Emmanuel, Zulaika, Jaime: Amazon.es: Libros.

  • El reino - Libro de Jo Nesbø: reseña, resumen y opiniones

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    En lo alto de una montaña, en los páramos de Noruega, hay un viejo caserón habitado por un hombre solitario. Se llama Roy, es experto en pájaros, lleva la.

  • El reino (Emmanuel Carrère) - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/95725/el-reino

    Quirosan El reino 7 16 de abril de 2019. Un buen libro. Ya sabemos que las novelas de Carrere no son bien novelas. El autor siempre va de cara, con claridad ...

  • El reino | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/novela-negra-misterio-y-thriller/235816-libro-el-reino-9788418052033

    TRAS CONQUISTAR A 50 MILLONES DE LECTORES,REGRESA EL REY DE LA NOVELA NEGRACON UN THRILLER LITERARIO MONUMENTAL «Una historia absorbente llena de sorpresas ...

  • Crítica de 'El Reino': El Evangelio según Carrère | Babelia

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    15 sept 2015 — ... pero esa renuncia es parte del juego desde hace varios libros) y aplicar al cristianismo primitivo lo que podríamos llamar la “fórmula ...

  • EL REINO - CARRÈRE EMMANUEL - Sinopsis del libro ...

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    Pablo que cae del caballo, tiene una iluminación mística y pasa de lapidador de cristianos a propagador de la nueva fe que transmuta todos los valores. Y Lucas ...

  • Dulce enemistad, Eva Benavidez de Eva Benavidez

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    Libro 1o de la serie Dulce Londres
    Amor a primera vista

  • Vibrato de Isabel Mellado

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    La literatura hecha musica. La musica hecha literatura

  • Cuatro dias de Ana I. Martin

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    Un reencuentro… Un nuevo comienzo…

  • Al rojo vivo (Trilogia Deseo 3) – J. Kenner de J. Kenner

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    En Al rojo vivo, la tercera novela de la trilogia <>, J. Kenner nos abre la puerta al erotismo mas refinado y a las emociones mas intensas con la sensibilidad que solo poseen las maestras indiscutibles del genero.

  • Confiesamelo sin palabras de Patricia Geller

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  • Un verano tenebroso de Dan Simmons

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  • Barridos por el salitre, Lena Moreno de Lena Moreno

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    Una historia de amor, amor puro.
    La primera vez que Daniel y Monica se vieron, el suelo no temblo, no sonaron campanas, no se detuvo la tierra y, por supuesto, no se les paro el corazon. Pero aquel verano, su historia les cambiaria la vida para siempre.
    La noche que todo cambio, la playa se desbordo de amor y cientos de besos fueron
    barridos por el salitre. Un pedazo de sus almas se quedaria para siempre perdido en el hueco que el mar construye cuando invade la arena. El deseo y el anhelo que supuraron sus cuerpos impregno como un halo aquella escena, que prevaleceria para siempre en sus recuerdos.

  • Sin compromiso de Cara Lockwood

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    Emma Allaire no tenia aventuras de una noche. Hasta que conocio al senor X, un hombre increiblemente atractivo, a traves de una aplicacion anonima de contactos y sus fantasias mas sexys se hicieron realidad. ?Quien era ese hombre enigmatico que la esperaba en la cama de su habitacion de hotel? Un amante misterioso, el hombre de sus suenos o un embustero. ?salvaria su corazon o se lo romperia para siempre?

  • La mano que te da de comer de A. J. Rich

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    La conferencia habia tratado sobre victimologia. ?Hay en el cerebro del maltratador una anomalia simbiotica que exista tambien en la conformacion emocional de la victima? El profesor habia usado como modelo el sindrome de la mujer maltratada, senalando que este no aparece en el DSM-5, el Manual diagnostico y estadistico de los trastornos mentales, pero si en los codigos penales. ?Por que? Yo creia tener la respuesta. Habia sido una manana electrizante. No veia la hora de llegar a casa y seguir con mi investigacion. Como me sentia un poco culpable por querer tener el apartamento otra vez para mi sola, pase por Fortunato Brothers y compre una bolsa de galletas de pinones para Bennett. Mi apartamento estaba en el ultimo piso de un edificio entre medianeras de Williamsburg, Brooklyn, uno de esos con fachada de listones. No convivia con hipsters, sino con el vecindario de toda la vida; italianas que se pasaban el dia barriendo la acera y jubilados chistosos que jugaban al ajedrez en Fortunato. A una manzana habia una tienda de lapidas donde ademas vendian pan. Bennett la llamaba Pan-Teon. Se rumoreaba que el dueno habia trabajado para una de las grandes familias de la mafia. El personal, de ochenta anos para arriba, sacaba sus sillas de plastico a la calle y se dedicaba a fumar puros. El camion de los helados ponia la musica de El padrino. <>. A mi puerta se llegaba por una espiral de sesenta y ocho peldanos. Atravese una mezcolanza etnica de olores: ajo rehogado en el primer rellano, col hervida en el segundo, chorizo frito a continuacion…, y por ultimo mi piso, donde yo nunca cocinaba nada. La puerta estaba abierta. Bennett debia de haber salido sin acordarse de sacudir un poco el pomo roto, como le habia dicho que hiciera. Podrian haberse escapado los perros. Tenia tres: Cloud, una gran pirineo a la que llamaba Gran Lienzo en Blanco, y Chester y George, dos pitbulls cruzados, patosos y dependientes, a los que habia tomado en adopcion. Los perros eran el unico motivo de discordia entre Bennett y yo. El no queria que yo tratara de rescatar a cuanto chucho callejero se cruzara en mi camino a expensas de mi trabajo, aunque yo sospechaba que lo que en realidad no soportaba era encontrar pelos de perro en sus jerseys. Bennett siempre tenia frio, incluso en verano. Segun el, sufria el sindrome de Raynaud, un estrechamiento de las venas en las extremidades que hace que se enfrien manos y pies. Le daba miedo la forma avanzada en la que se pueden atrofiar los dedos de unas y otros. Ahora bien, sus manos nunca estaban frias cuando tocaban mi piel… En cambio, yo siempre tenia calor. En primavera me ponia sandalias antes que nadie, nunca llevaba bufanda y jamas me resfriaba por culpa del aire acondicionado. Y no era porque fuera robusta, ni mucho menos. Empuje la puerta con el hombro, contrarrestando el delirio de colas agitadas que me recibia al otro lado, y me fije en que habia petalos de rosa en el recibidor. ?Seria cosa de Bennett? Parecia demasiado cursi, impropio de el. A los hombres que se acuerdan de todo lo que dices no les hace falta recurrir a topicos. Nadie me habia visto y entendido nunca como lo hacia Bennett. Era algo mas que simple atencion: sabia incluso antes que yo lo que querria, tanto en las cartas de los restaurantes como en una pantalla o en un disco. Conocimiento que, por descontado, se extendia a la cama. Cuando me agache para recoger algunos petalos, repare en que eran huellas de patas. Asi que no se trataba de un detalle romantico manido. Lo que se presentaba ahora como un patron floral abstracto en el suelo de madera noble conducia al dormitorio. ?Habrian reventado la bolsa de basura Chester y George? Sobras de salsa putanesca arrastradas a lo largo y ancho del apartamento por los perros: otro topico que me resistia a aceptar. Esos perros adoptados eran unos caballeros, por mucho que irritasen a Bennett los huesos a medio roer que dejaban tirados por la casa. Ir tropezando a todas horas con ellos, y pisando juguetes de esos que hacen ruido cuando uno los aprieta, era otra de las razones por las que me pedia que buscase un hogar definitivo para los perros, o que los devolviera al centro de acogida de animales de East Harlem de donde los habia rescatado. El donativo que habia aportado a una organizacion de rescate de animales de la zona debia de haberme incorporado a una lista masiva de correo electronico, porque desde entonces recibia casi a diario fotos y perfiles de perros a los que, sin mi intervencion, apenas les quedarian unas horas de vida. A los pitbulls, Chester y George, los habian tenido en el corredor de la muerte para practicarles la eutanasia. En la foto salian apoyados el uno en el otro, saludando ambos con la patita en alto. Eso superaba mis fuerzas. Cuando fui a la perrera, vi que en sus tarjetas se leia <>. Uno de los empleados me explico que eso significaba el mejor caracter posible. Jamas habian dado a los demas otra cosa que amor, y eso era lo que querian a cambio: amor. Rellene los formularios y pague por duplicado la tarifa de adopcion, pensando que solo los acogeria por un tiempo. Al dia siguiente fui a buscarlos en compania de Cloud en un vehiculo de una empresa de coches compartidos. Bennett no soportaba el caos constante de tres perros grandes metidos en un apartamento pequeno, y es posible que tuviera razon: eran el centro de mi vida. ?Me hacia cargo de ellos por algun tipo de altruismo patologico? Esa era justamente la base de mi investigacion: un test para identificar a las victimas cuyo interes e hiperempatia fueran tan extremos que llegaran a atraer a los depredadores. Bennett necesitaba orden para funcionar, mientras que yo necesitaba tenerlo todo patas arriba; un desorden demencial, pero hogareno. El, siempre que venia de Montreal, dejaba bien colgadas sus camisas Oxford y sus chinos. En cambio, yo solia dejar arrugados encima de la cama mis leggings, mi chaleco de cuero vegano y mis capas y capas de tops. Bennett sacaba los platos del lavavajillas que habia cargado y encendido el mismo. Yo, por el contrario, dejaba los cacharros sucios en el fregadero. Lo mas dificil para mi era que Bennett se opusiera a que los perros durmiesen con nosotros en la cama. No le gustaban los perros, y ellos lo percibian. Siempre lo hacen. Obedecian, pero Bennett daba las ordenes con una dureza innecesaria. Ya se lo habia dicho mas de una vez. ?Como nos las arreglariamos para convivir todos juntos? La primera en llegar fue Cloud, que se valio de su tamano de oso para ganarles a los chicos la partida de la fuerza. No solo no me saludo con la efusividad de siempre, apoyando sus enormes patas sobre mis hombros, sino que la vi nerviosa, asustada. Daba vueltas alrededor de mis pies con las orejas pegadas a la cabeza. Tenia todo un lado del cuerpo manchado, como si se hubiera apoyado en una pared recien pintada. Pero yo no habia pintado. Y jamas habria elegido el color rojo. De rodillas, aparte su pelo mojado para ver si tenia heridas punzantes en la piel, pero no vi ninguna. Ademas, el color no atravesaba del todo su pelaje. Pedi perdon a Chester y George por mis sospechas infundadas. Suerte que ya estaba de rodillas, porque podria haberme caido con el primer ataque de vertigo. Examine a los pitbulls en busca del origen de la sangre. Mi corazon latia muy deprisa. Sufri otro ataque de vertigo. Tampoco encontre heridas en ninguno de los dos. Baje la cabeza para no desmayarme. -?Bennett? -dije en voz alta. Aparte a Chester, que me lamia la sangre de las manos. Vi que mi sofa nuevo (regalo de Steven, mi hermano mayor, por haber dejado atras la veintena y alcanzado la edad adulta) estaba manchado. Intente reunir a los perros, pero ellos no paraban de dar vueltas a mi alrededor, lo que dificultaba mi llegada al dormitorio. Mi apartamento era alargado, con un pasillo al que daban todas las habitaciones. Se habria podido disparar una bala sin que esta chocase con ninguna pared. Desde donde me encontraba, en la sala de estar, veia la mitad inferior de la cama. Y la pierna de Bennett. -?Que les ha pasado a los perros? -pregunte. A medida que avanzaba por el pasillo, las manchas rojas se alargaban. Bennett estaba boca abajo en el suelo del dormitorio, con una pierna encima de la cama. De repente vi que las dos partes no estaban conectadas. Lo primero que se me ocurrio fue salvarlo de que se ahogara con su propia sangre, pero una vez de rodillas vi que no estaba boca abajo, sino mirando hacia arriba. Bueno, mirando no, porque ya no tenia ojos. Por un momento, contra toda logica, me aferre a la esperanza de que no fuera Bennett. Tal vez alguien habia entrado a la fuerza y los perros lo habian atacado. A pesar de la conmocion, tenia los conocimientos necesarios como para saber que el asesino no era humano. Las salpicaduras de sangre carecian de cualquier componente emocional. Mi experiencia forense bastaba para comprender lo que veia. El analisis de las manchas de sangre ofrece una sorprendente exactitud. Indica el tipo de lesion, el orden en que se recibieron las heridas y si la victima se movia o estaba quieta en el momento en que se las infligieron. En aquel caso, las lesiones eran heridas punzantes y desgarros. Las manos de Bennett estaban desolladas, lo que significaba que al intentar resistirse le habian arrancado la piel. Le habian arrancado la pierna derecha a la altura de la rodilla. El <> habian sido uno o varios animales. Las heridas presentaban un perfil irregular, no lineal como las producidas por arma blanca. Faltaban trozos enteros de carne. Las manchas de sangre indicaban que habia sido arrastrado por el suelo del dormitorio. El pie y la pantorrilla derechos debian de haber sido llevados a la cama despues del ataque. Por todo el cabezal, y en la pared trasera, habia salpicaduras de sangre arterial, probablemente de la carotida. Oi a mis espaldas el jadeo de los perros, que esperaban alguna indicacion sobre lo que ibamos a hacer. Trate de mitigar su miedo. Adoptando el tono mas calmado del que fui capaz, les dije que no se movieran. Hice que se echaran. Luego note que del olor a sangre se iba diferenciando otro que parecia emanar de mi. Me levante despacio y rodee a los perros a camara lenta. Cloud se levanto, y, si no le hubiera ordenado quedarse echada, me habria seguido. Chester y George me dedicaban toda su atencion, aunque no se movieron mientras yo seguia andando hacia el cuarto de bano. Por fin llegue, cerre con un portazo y me apoye con todo mi peso en la puerta, por si los perros se lanzaban en mi persecucion. Oi ganidos al otro lado. Aun no estaba en estado de shock. Pronto lo estaria. Seguia en el estado inferior de llorar de gratitud por haber sobrevivido. Lo curioso es que sentia vertigo, como el que experimentaria de haber ganado un gran premio. Y lo habia ganado: mi vida. La borrachera, sin embargo, duro apenas unos segundos. Saliendo del extrano trance, comprendi que tenia que pedir una ambulancia. Bennett no podia estar vivo, pero ?y si me equivocaba? ?Y si estaba sufriendo? Mi movil estaba en el bolso, que habia dejado en la repisa junto a las llaves. Oi un ruido de papel desgarrado y me acorde de la bolsa de galletas. Seguro que se habian caido y las habian encontrado los perros. Abri la puerta lentamente y fui a buscar el bolso sin entrar en el dormitorio. ?Cuanto tardarian en zamparse las galletas? Dominada por la adrenalina, contuve el impulso de correr para ponerme a salvo. En lugar de eso, aferre el bolso sin apartar la vista de los perros. Finalmente, volvi al cuarto de bano y me encerre echando el pestillo. Luego me meti en la banera vacia, como si la antigua banera de hierro con patas pudiera protegerme, y marque el numero de emergencias. Tuve que hacerlo dos veces. Cuando me preguntaron por que urgencia llamaba, no fui capaz de contestar. Ni siquiera podia gritar. -?Corre usted peligro en este momento? -Era una voz de mujer, me parecio que de cierta edad. Asenti con la cabeza como una loca. -Interpreto su silencio afirmativamente. ?Puede decirme donde esta? -En el cuarto de bano. A continuacion di mi direccion en voz baja. -Ahora mismo va para alla la Policia. No cuelgue. ?Hay algun intruso dentro de la casa? Oia a los perros al otro lado de la puerta del cuarto de bano. Los ganidos de antes eran ahora mas fuertes. Lloriqueaban, golpeando la puerta con las patas para que les dejara entrar. No conteste. -Si hay un intruso en su casa, de un solo golpe con el dedo en el auricular. Golpee el auricular tres veces. -?Algun arma? De un golpe. Di uno. -?Mas de un arma? Otro golpe. -?Armas de fuego? Sacudi la cabeza y deje el telefono en la banera vacia. La telefonista seguia hablando, pero lejos. Sacudir la cabeza (no, no, no) me habia reconfortado, como si me columpiasen. Cuando se empezo a oir la sirena, uno de los perros aullo. Cloud. Siempre me habia hecho reir su participacion en la version urbana de la manada de lobos, como si aquella perra tan mimada, cuyos dientes cepillaba yo cada semana, tuviera aun algun vestigio de animal en su interior. En esta ocasion, su aullido me erizo la piel. -Ya ha llegado la patrulla -dijo la vocecita que salia del telefono al fondo de la banera-. Si los agresores aun estan dentro, de un golpe. Los pasos que se acercaban hicieron ladrar a los perros, como lo hizo la mano que probo si la puerta estaba cerrada con llave. -!Policia! !Abran! Intente decir algo en voz alta, pero apenas me salio un gemido infinitesimal, mas debil que la voz que seguia preguntandome si los agresores permanecian dentro de la casa. Por unica respuesta, los policias no oyeron otra cosa que ladridos. -!Policia! !Abran la puerta! Mas ladridos. -!Llamad a Control de Animales! -oi que gritaba uno de los agentes. El siguiente ruido fue el de echar la puerta abajo, seguido por un unico disparo ensordecedor. El gemido que siguio contenia toda la congoja de un llanto humano. Los otros perros dejaron de ladrar. -Asi me gusta. Bien, perritos -dijo uno de los policias. -Creo que este esta muerto. Los pasos se acercaron con cautela. -Dios mio… Mierda -dijo el otro. Oi una arcada. De golpe se abrio la puerta del cuarto de bano, y un policia joven me encontro encogida en la banera sin agua. El agente se puso en cuclillas a mi lado. Note el olor agrio de su aliento, causado por la arcada. -?Esta herida? Yo tenia las piernas encogidas, la cara contra las rodillas, y me tapaba la cabeza con las manos. -Enseguida llegara una ambulancia. Perdone…, tenemos que ver si sangra por alguna parte. El policia me puso una mano en la espalda con suavidad. Grite. -Tranquila, tranquila -dijo el-. Nadie va a hacerle nada. Permaneci en la misma postura, la que adoptaban los alumnos en los simulacros escolares de explosion nuclear. Mas tarde me entere de que uno de los sintomas del trastorno por estres agudo es una rigida inmovilidad. -Ya estan aqui los de Control de Animales -dijo el otro policia. La ambulancia debio de llegar al mismo tiempo, porque un sanitario me tomo el pulso mientras una mujer buscaba heridas en mi cuerpo. Me quede encogida en la banera. -No creo que la sangre sea suya, pero no veo el abdomen - dijo ella-. Voy a ponerle una via. Ahora notaras un pinchazo, carino. Me clavaron una aguja de hacer punto en la mano izquierda. Grite tanto que los perros se pusieron a ladrar otra vez, aunque ahora solo eran dos. -Te vamos a dar algo que te ayudara a relajarte. Asi podremos comprobar si tienes alguna herida. Un calor negro empezo a extenderse por mi brazo, como si me hubieran puesto un guante caliente en la mano. A partir de cierto momento, la oscuridad se hizo tan grande que pude introducirme en ella. Una clemente bolsa negra en la que desaparecer. -Tenemos que hacerle algunas preguntas. ?Puede hablar? -quiso saber uno de los policias. -Esta en estado de shock. -?Se llama usted Morgan Prager? Intente decir que si con la cabeza, pero la bolsa negra me oprimia demasiado. -?Puede decirnos quien estaba con usted en el apartamento? No hemos podido encontrar ninguna identificacion del difunto. -?Nos oye? -pregunto el otro policia.

  • En la frontera del tiempo, Lina Galan de Lina Galan

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  • Barbaros en Hispania de Daniel Gomez Aragones

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    En el ano de Nuestro Senor de 409 los barbaros cruzaron los Pirineos penetrando en el corazon de Hispania. Asi, se inaugura una nueva etapa para la historia de Espana, la cual ha sido enmarcada dentro de los mal llamados <>. Este libro descubre al lector que la luz es mas fuerte que la sombra: Suevos, vandalos y alanos mancharon con su sangre la piel de toro y dejaron una huella en nuestra historia que el autor rescata y pone en valor. La caida del Imperio romano de Occidente, la cultura guerrera alana, el gran rey vandalo Genserico, el singular reino Suevo y su destruccion por parte del reino Visigodo de Toledo, germen de la actual Espana, son algunos de los fascinantes temas que se podran descubrir con rigor y amenidad en este trabajo. Una epoca cargada de Identidad, Tradicion y Esencia que hoy en dia se hacen tan necesarias para recordar lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos.

  • Mi dieta ya no cojea de Aitor Sanchez Garcia

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  • Vuelo estatico de Jaan Kross

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    ?Puede un simple fabricante de maletas convertirse en el simbolo de toda una generacion? Precisamente eso es <>, una de las mejores obras del prolifico Jaan Kross, referencia de las letras estonias y varias veces candidato al Nobel de Literatura. La novela narra la vida de Ullo Paerand, un joven con una memoria prodigiosa que se ve obligado a sobrevivir ejerciendo profesiones tan dispares como las de periodista deportivo, fabricante de maletas o miembro del gabinete del primer ministro. A traves de las aventuras y desventuras de Paerand, Kross dibuja un fresco de un momento clave del pasado reciente de los paises balticos y, a su vez, de todo el continente europeo. Pero <> no es solo la historia de Ullo, es Historia con mayusculas, la de toda una generacion que asistio impotente a la lucha por la independencia de su pais ante las sucesivas ocupaciones de diversas potencias extranjeras. Cronica viva de Estonia, este imponente drama de emigracion interior es, sin duda, uno de los mejores relatos de supervivencia jamas contados.

  • Secretos de belleza coreanos para una piel radiante de Charlotte Cho

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    !Los secretos de la piel mas bonita del mundo! En Corea, tener una piel sana y brillante es una prioridad. En este libro, Charlotte Cho te guia a traves de los pasos de la rutina coreana para cuidar la piel que te ayudaran a conseguir que tu rostro luzca un aspecto inmejorable. Con los tutoriales paso a paso de Charlotte, sus consejos y productos recomendados, aprenderas a mimar y cuidar tu piel en casa y a lograr el look de maquillaje natural que admiramos en las mujeres de las calles de Seul.

  • 22 Gemidos de Noelia Medina

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    Mike Cloud siempre habia sido mi punto debil. Ni que decir tiene, que nunca habia comentado nada a nadie y mucho menos a el. El novio de una amiga es intocable; asi que el novio de una hermana es algo superiormente intangible. Aquel miercoles, Sheila me habia llamado muy emocionada concertando una cena para esa misma noche en casa. Tenia algo que contarnos y no podiamos faltar ninguno. No puse objecion alguna, el jueves era mi dia libre en el trabajo y no me importaba si esa pequena celebracion se alargaba un poco mas de la cuenta. La mesa estaba compuesta por mi padre, en el extremo izquierdo; Sheila y Mike, a su derecha, y mi hermana menor, Megan. En el otro lado, estabamos el hueco vacio de mi madre --que se paso toda la cena arrimando comida en exageradas cantidades--, y yo. Tras charlar de cosas sin importancia durante toda la velada, Mike, tan correcto como siempre, saco una carisima botella de Pernod Ricard y se levanto amablemente a por las copas para poder brindar por la buena noticia. Admire cada movimiento pausado, su cuerpo alto y robusto, sus modales finos que tanto habian llamado siempre mi atencion... Y en mitad de mi embobamiento, hablo: --Nos casamos --dijo con su comun sonrisa impoluta y la copa en alto, situado junto a mi hermana. Tras ello, la beso y nos miro extendiendo la copa hacia nosotros para compartir su felicidad. Que me pusiera como un tren aquel tio no quito que me alegrara por ellos. Mi atraccion por el llevaba despierta muchos anos y habia aprendido de sobra a controlarla. A menos que se cinera demasiado a mi cuerpo cuando lo felicitaba por su compromiso o me besara casi en la comisura de los labios, como paso aquel dia cuando me acerque a darles mi enhorabuena. Me removi en la silla durante toda la noche sintiendo el frescor de su aliento en mi comisura, como una adolescente que no quiere lavar el trozo de piel que ha tocado su cantante favorito en el ultimo concierto. Que me tomara varias copas de ese buen champan como la que bebe Champin sin alcohol, no ayudo mucho a aminorar mi excitacion. --Carino, voy a tomar el aire y quiza a fumar un cigarrillo --oi decir a Mike casi en el oido de mi hermana. Esta solo asintio, sonrio y siguio charlando animadamente con nosotros sobre los preparativos de la boda. Unos minutos despues de la ausencia de Mike, me di cuenta de que estaba mejor alejada de el. Me encontraba bastante mareada y las burbujas del Pernod Ricard bailaban en mi cabeza burlandose de mi. Me levante sigilosamente y me dirigi al bano. No necesite excusarme ante nadie, ya que todos participaban fascinados en la conversacion sin percatarse siquiera de que habia desaparecido del asiento. Entre a mi habitacion y repose unos segundos tras la puerta; el haberme levantado de subito habia incrementado mi mareo. Escuche un leve sonido al otro lado de la puerta de mi bano y, sin pensar mucho mas, anduve hasta el con cautela. La puerta entreabierta me dejo la imagen mas caliente que habia visto nunca. Mike se encontraba de pie, apoyado en el lavabo, con la mano izquierda masajeando muy despacio su pene y la derecha en su cara con mis bragas negras de encaje de la noche anterior, que recordaba perfectamente haber echado al cesto de la ropa sucia. Me quede en silencio observando como olia con esmero la entrepierna y su miembro se hinchaba mas. Era perfecto. Todo en el era perfecto. La corbata levemente torcida, el pantalon con la cremallera desabrochada y su falo oscuro, grande y venoso asomado. No me atrevi a decir nada. Contuve la respiracion y, sin poder evitarlo, levante un poco el vestido y aparte mis bragas a un lado. <>, pense. No me sorprendi al encontrar mi vagina demasiado lubricada y el clitoris hinchado. Aquello era mas de lo que podia imaginar. Siquiera hizo falta estar presente ante el para notar como le excitaba. Su boca se entreabria jadeando levemente mientras sacudia, ahora ya, su polla energicamente e inhalaba mi olor como el mejor de los manjares. Mis ojos se cerraron al imaginar las veces que Mike habria hecho aquello cuando estaba en mi casa, o las veces que habria fantaseado con tener mis bragas cerca. Estaba a punto, el orgasmo llegaria a mi en pocos segundos si no me controlaba, pero no podia parar. Mis manos no respondian a ninguna orden que no fuera la del placer que le proporcionaba, asi que segui frotando con impetu mientras bombeaba dos dedos en mi interior y, sin mas, me estremeci hasta el punto de fallarme las piernas y caer de rodillas al suelo. Lo mire desde mi nueva perspectiva a la vez que me corria y pensaba en las ganas que tenia de entrar y seguir arrodillada ante el, proporcionandole todo el placer que yo acababa de sentir. Uno de los orgasmos que mejor me habian sabido e incluso asi, me habia quedado deseosa de mas. Mucho mas. Mike echo la cabeza hacia atras ante mi atenta mirada, bajo las bragas sin dejar de pajearse y la coloco ante su miembro, banandola con su leche mientras gemia y las miraba con deseo intentando ocultar un grunido que salio de manera leve pero ronca de su garganta. Aparto la mayor cantidad posible con un papel, las devolvio al cesto de la ropa sucia, se lavo las manos y recoloco su compostura. El, un hombre fino, elegante, educado... El, que nunca se salia del tiesto, acababa de culminar sobre la ropa interior sucia de su cunada, poco antes de su boda. Intente moverme rapidamente y salir de alli, pero la torpeza del champan no me lo permitio. Mi cunado abrio la puerta y me encontro con el vestido subido en un patetico intento de levantarme del suelo. Y se que os encantaria leer que me atrapo entre sus brazos y me encerro en el bano a empotrarme contra el lavabo, pero no fue aquello lo que ocurrio. No cruzamos una sola palabra. El salio primero con los ojos de par en par hacia la terraza y yo sali despues de recomponerme a sentarme en la mesa, donde apenas habian notado mi ausencia. Y la cena siguio tal cual sin dirigirnos ni una sola mirada. Despues de todo, era el prometido de mi hermana

  • Bruja Urbana de Daniel Santos

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    Agatha era una Bruja Moderna del Siglo XXI.
    Descendiente del honorable linaje de Salem.
    Y una universitaria en Nueva York.
    Una combinacion peligrosa hoy dia.

  • Princesa (Moteros 1) de Patricia Sutherland

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    ?Podrias enamorarte de un hombre que es once anos mas joven que tu?
    Y si con ello le rompieras el corazon a tu hermana y supieras que tu familia nunca te lo perdonaria…

  • Los que cambiaron y los que murieron de Barbara Comyns

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    Los patos atravesaron nadando las ventanas del salon. El peso del agua las habia abierto a la fuerza, de modo que los animales entraron en el interior. Circunnavegaron la estancia entre graznidos de aprobacion, despues partieron otra vez hacia al exterior para explorar el maravilloso nuevo mundo que habia llegado durante la noche. En los escalones del porche, el viejo Ives los llamaba aporreando su cubo rojo con un palo, pero aquel dia los anades desoyeron sus instrucciones y se alejaron remando, blancos y resplandecientes, hacia la cancha de tenis. Alli estaban los cisnes, sondeando el agua parduzca y turbia con sus largos cuellos. Por todas partes se oia el chasquido sibilante del agua al penetrar en lugares insolitos, resonaba un bramido lejano y por encima el griterio de los hombres que trataban de rescatar al ganado de los pastos cercanos al nivel del rio. Un cerdo paso chillando, sus patitas chapoteaban freneticamente y se agarraban al pescuezo, rojo y ensangrentado, y una barcaza de casco plano con varios hombres a bordo le iba a la zaga. La embarcacion daba vueltas y vueltas sobre los fieros remolinos de la corriente; con todo, al final salvaron al cerdo, que grito aun mas fuerte. Los ninos, Hattie y Dennis, contemplaban el rescate desde la ventana de un dormitorio, y de pronto salio el sol radiante y cegador y lo bano todo de plata. Desde abajo, el viejo Ives dijo: --Mala cosa que brille el sol con una riada, se lleva la humedad de vuelta al cielo. La abuela salio a su encuentro, e intercambiaron unas palabras en el porche. Olia intensamente a barro y era el primer dia de junio. En las cocinas, las criadas se habian arremangado las faldas prendiendolas con alfileres e intentaban preparar el desayuno entre chapoteos. Sus piernas desnudas estaban muy enrojecidas. En los fogones ardia una lumbre esplendorosa, y las llamas se reflejaban en el agua, pero el ambiente estaba impregnado de un olor a humedad y a bodega. Las muchachas --dos hermanas llamadas Norah y Eunice-- reian mientras perseguian una cesta flotante llena de huevos. Sus risas se transformaron en aullidos cuando una enorme sombra vocinglera paso volando por la ventana; pero no era mas que el ultimo de los pavos reales que aleteaba de un arbol al tejadillo de la carbonera. Los otros tres se habian ahogado durante la noche, y sus cuerpos flotaban tristemente por el jardin, aunque nadie estaba aun al corriente, como tampoco lo estaban de lo que les habia ocurrido a las gallinas. A lo largo del dia, encerradas en su corral penumbroso, sucumbieron a la depresion y al hambre y se precipitaron de una en una desde sus perchas para suicidarse en el agua gelida, dejando unicamente a los gallos con vida. Sus afligidas comadres cluecas, todas empollando, se hallaban en otro corral oscuro y pestilente y corrieron la misma suerte. Se colocaron sobre sus huevos en una especie de sueno negro y melancolico hasta que el agua las cubrio por entero. Cacarearon un poco; pero eso fue todo. Durante unos instantes tan solo sobresalieron del agua sus crestas rojas, y despues desaparecieron. Ebin Willoweed estaba dando un paseo en barca con sus hijas por el jardin sumergido. Remaba con brazadas suaves y poco efectivas, pues era un hombre perezoso, aunque gracias a una marcada vena curiosa, no era del todo indolente. Remaba bajo un sol ardiente; la luz refulgia con fuerza y el agua brillaba. De vez en cuando el bote se daba un golpe o un rasponazo cuando pasaba sobre una silla de jardin, un tronco o un objeto ligeramente cubierto por el agua. Desfilaban extranos objetos flotantes de aspecto deplorable: el cuerpo hinchado de una oveja ahogada, la lana mustia en el agua, una colmena blanca con las abejas, perplejas, revoloteando a su alrededor; un lechon recien nacido, rosado, y muerto; y los restos atroces de los pavos reales. Que sorprendente resultaba ver aquellas imagenes tan desoladoras bajo un sol radiante y un cielo azul; una llovizna brumosa habria sido mucho mas adecuada. Ahora pasaba un gato atigrado con la panza abotargada, las pequenas garras en la superficie y la cabecita hundida en el agua. Ebin Willoweed lo miro con interes con sus redondos ojos azules y le dio un toque suave con el remo. Pese a la profunda tristeza de sus hijas y sus ruegos por regresar a casa, puso rumbo al rio. Entonces la corriente se embravecio y el impacto de los remolinos contra arboles y postes se hizo audible, asi que no le quedo mas remedio que ceder un remo a una de las ninas para reconducir la barca hacia la seguridad del jardin. Despues de semejante esfuerzo se mostro ya mas dispuesto a volver. Cuando entraron en la casa, la abuela bajo apresurada de su dormitorio para recibirlos. Chapoteaba por el vestibulo inundado, y con su voz grave, mas bien nasal, grito: --Contadmelo todo acerca de la riada. ?Ha destrozado el puente? ?La presa ha aguantado? ?Sabeis si se ha ahogado alguien? Los bombardeaba a preguntas. Con una mano se arremangaba el largo faldon negro; con la otra sostenia la trompetilla larga y curvada. Emma, la nieta mayor, se acerco a la corneta y grito por ella unos instantes. El artilugio se cubrio de vaho, Emma se lo devolvio a su abuela y se limpio los labios con la falda de algodon. La abuela ordeno a voz en grito: --Pero no os marcheis todavia, contadme mas. ?Que ha sido de mis parterres de rosales? El hijo agarro la trompetilla que su madre sacudia freneticamente sobre la cabeza y voceo hacia sus negras profundidades: --Hay animales muertos flotando por todas partes. Tus rosales estan completamente cubiertos, tendras suerte si se salva un ramillete. --?Mollete? ?Que mollete? ?Ya esta la comida? La anciana se abrio paso por el agua hacia el comedor, donde Dennis se entretenia con una flota de barquitos de juguete. --!Hallo, marinero de agua dulce! --saludo su padre. El muchacho no respondio y se acuclillo para deslizar el barco que tenia en las manos. Los colores se le subieron a las orejas--. ?Te gustaria salir conmigo a rescatar alguna oveja? --le pregunto con fingido entusiasmo. --No, gracias, papa. Creo que hoy no me encuentro demasiado bien. Su padre lo miro con una mezcla de fastidio e impaciencia. --!Por Dios! Pero ?es que nunca te apetece hacer nada, blandengue? Bueno, subire a mi habitacion; es el unico sitio donde se puede estar hoy. No habra prensa, supongo. Se marcho del comedor sin dejar de refunfunar y subio las escaleras hacia su guarida en lo mas alto de la casa. --Cualquiera podria encontrarse mal --se dijo el muchacho para sus adentros, y siguio jugando con sus barquitos. Los habia construido el mismo y eran su mayor orgullo. --No le hagas caso a papa --lo animo Hattie--. ?Te has dado cuenta de que esta riada mantendra nuestras lecciones alejadas de su mente durante varios dias, o puede incluso que una semana? Rompio a reir de felicidad y empezo a chapotear por el agua con sus oscuros pies descalzos. La abuela reparo en que no habia indicios de los molletes y en que la estaban salpicando innecesariamente, asi que le propino un capon a Hattie en la lanosa cabeza y espeto: --Para ya, nina. Ve a la cocina a ver que andan tramando ese par de fulanas perezosas. Y Hattie se alejo berreando por el pasillo. En la planta superior, Emma estaba sentada en el alfeizar de la ventana de su dormitorio, que estaba abierta de par en par y se deleitaba al sol mientras se peinaba la melena cobriza como la mermelada de naranja. Cerro los ojos y olvido las aciagas escenas sumergidas de la manana. Un profundo sentimiento de satisfaccion se apodero de ella al sentir el calor del sol y al cepillarse el pelo, sonadora. Despues abrio los ojos, se examino las manos y se pellizco la punta de las unas, esperando que algun dia fueran largas y puntiagudas. <> Mas arriba en su guarida, arrellanado en su desvencijado sillon de cuero, su padre se preguntaba si habria sido demasiado duro con Dennis. <> Encendio la pipa. <> Volvio a encenderla. <>

  • Casi una novela, Megan Maxwell de Megan Maxwell

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    EDICIONES VERSATIL GANADORA del premio DAMA 2012 a la mejor EDITORIAL ROMANTICA ?QUIEN QUERRIA ECHAR EL FRENO CON UN SEXY PILOTO DE MOTO GP PEGADO A SUS TACONES?Rebeca ha vivido una vida solitaria desde que sufrio un ultimo desengano. La irrupcion de Pizza, una encantadora perrita que se encuentra sola y abandonada, dara un giro a su vida inesperado. Pizza, una cazadora de piel y una nina encantadora, se encargaran de que el destino de Rebeca cambie ra- dicalmente. Cuando conozca al sexy y archiconocido piloto de moto GP Paul Stone perdera el miedo a vivir que le impedia tomar las riendas de su vida.

  • Rencor de Hector Pous

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    Hubo un tiempo en que Terrabona era un lugar tranquilo, donde nada sucedia y no se tenian perspectivas de que nada sucediese en el futuro. Pero ese tiempo estaba llegando a su fin. El pequeno municipio de Terrabona, un pueblo dormitorio olvidado por todos menos por sus pocos habitantes, se extendia exiguo en la costa valenciana. El verano habia llegado y como cada ano los turistas ingleses ocupaban las costas disfrutando del Sol abrasador del mes de Junio. En la costa todo parecia limpio y cuidado pero si uno se adentraba en el pueblo, encontraria otro panorama. Calles agrietadas y desiertas por doquier, en Terrabona no habia nadie, todo el mundo trabajaba fuera, alli el unico trabajo lo realizaban ancianos agricultores y unos pocos jornaleros cuando era epoca de recoleccion de la naranja. Aquellos que quisieran trabajar, debian mirar en otras poblaciones, no les quedaba otra, quedarse significaba morirse de asco. El unico edificio interesante de este pueblo se alzaba entre naranjos; antiguo y elegante, el Colegio San Cristobal de Terrabona, con su fachada hecha de roca blanca y pilares ornamentados de marmol del mismo color. Daba la sensacion de un castillo encantado, por supuesto no lo era, anteriormente habia sido un monasterio bastante conocido hacia algun que otro siglo. El edificio tenia tres plantas, cada una destinada a: Primaria, Secundaria y Bachillerato respectivamente, a algunos alumnos les hacia ilusion el llegar al ultimo curso de Primaria porque eso significaba que subian a la planta superior y tendrian mejores vistas; los que pasaban a Bachillerato, si es que pasaban, les daba igual. Los terrenos eran espaciosos, alli habia un campo de futbol que a su vez tenia postes con canastas para jugar al baloncesto, arboles y mucho espacio para hacer que los ninos, en su confinamiento, se lo pasasen lo mejor posible... o lo peor posible. Carlos Cots, un adolescente de dieciseis anos, delgaducho y de aspecto fragil, Caminaba mirando a los lados, temiendo ser objeto de burla otra vez. El recuerdo del tanga de Lara, la chica por la que estaba enamorado desde los seis anos, le hizo sonreir pese a la verguenza que habia sentido teniendo una ereccion en medio de clase. Sonriendo se adentro en el edificio. Tenia unas ganas tremendas de orinar. Carlos entro al sucio y maloliente servicio de su instituto bajandose la bragueta, ya no podia mas. El sitio estaba revestido de baldosas blancas salpicadas con orina y mocos, pintarrajeadas con rotuladores permanentes con todo tipo de frases y dibujos obscenos. Cuando el chorro se inicio, Carlos dejo escapar un respiro de alivio. No vio que dos personas estaban detras de el. Ruben Ibanez era un chico de diecisiete anos atletico y varonil con la mandibula cuadrada y pelo largo del color de la arena, iba seguido por su sombra: Un chico con cara de pocas luces llamado Pablo Roca que senalaba a Carlos. --Ahi lo tienes --dijo Pablo--, seguro que aun la tiene dura. --?Te gusta el culo de mi novia, Esmirriado? Con la primera palabra de Ruben a Carlos casi se le corto el chorro pero no se podia detener. No contesto, ignorar era su mejor arma defensiva aunque no fuera facil utilizarla. Asi le llamaban por alli, Esmirriado, entre otros apelativos cada cual mas ofensivo que el anterior. --Cuando alguien te pregunta debes contestar --insistio Ruben--. ?No eras maricon? Carlos estaba harto de que todo el mundo se burlase de el diciendo que era gay, siempre se habia contenido pero hoy, aunque timidamente, contesto: --?A caso no lo seras tu? Ruben lo agarro de los hombros haciendo que Carlos lo salpicara todo con su chorro mientras Pablo se unia a su fiel lider en sus esfuerzos. Entre ambos arrastraron a Carlos hasta uno de los cubiculos. Carlos lanzo codazos sin mucho afan, en el fondo sabia que era inutil resistirse, el no tenia fuerza y solo conseguiria que le hicieran mas dano, aun asi se resistio aunque fuera una mera resistencia simbolica. Los esfuerzos de Carlos divertian a Pablo que le hablo a la oreja, haciendole llegar su apestoso y humedo aliento. --Entra a ver si te gusta la sorpresita que te he dejado. Con un ultimo empujon, Ruben y Pablo tiraron a Carlos contra la asquerosa taza del inodoro. Carlos alzo una mano para evitar golpearse la cara contra la pared, se torcio la muneca derecha. Dentro del inodoro una pastosa mierda ocupada toda la taza desprendiendo un olor nauseabundo, Carlos se tapo la boca y la nariz con su mano buena y se giro hacia la puerta. Ruben estaba listo para la siguiente ronda pero Carlos fue mas rapido y cerro la puerta bloqueandola con el pasador. Ruben zarandeaba la puerta, temblaba como si un gran terremoto la estuviese sacudiendo y Carlos apoyo su cuerpo en ella para que no se saliese de los goznes. --!Abre Esmirriado de mierda! --grito Ruben. Pablo empezo a reir, sonaba como los rebuznos de un burro. --!Abre! te voy a ensenar lo hombre que soy --aporreaba la puerta Ruben--. Te voy a ensenar a no mirar a quien no debes. !Abre! --Eso --coincidia como un idiota Pablo. Al no obtener respuesta, dio un golpe en el contrachapado blanco dejando un agujero. El golpe fue tan violento que Carlos lo sintio recorrer su esqueleto, el sonido lo dejo sordo. --Como vuelva a pillarte te voy a matar, ?!me oyes!? El dia que menos te lo esperes te hundire la cabeza de un punetazo. Mientras Ruben continuaba profiriendo amenazas, Carlos estaba apoyado contra la puerta al borde de las lagrimas, impotente ante la agresividad de Ruben. Al cabo de unos interminables segundos se cansaron y decidieron marcharse. Era la hora de la salida y tenian que entrenar, por ningun motivo iban a quedarse mas que el tiempo obligatorio en el instituto. Cuando todo se calmo, Carlos abrio la puerta despacio, sin hacer ni un ruido. Miro por la fina ranura y solo vio el servicio desierto. De pie junto a los urinarios, Carlos miro a la puerta de entrada, asustado por si estaban alli fuera esperandole. Reunio valor, le costo mucho pero al final decidio que le daba igual lo que le pasase. --El dia que menos lo esperes --dijo entre dientes Carlos--, sere yo quien te mate. Pero su falta de conviccion era evidente ?como iba un esmirriado como el a siquiera pensar en hacerlo? Aparto ese acceso de locura de su cabeza. Con mucho sigilo abrio la puerta y se encontro un pasillo laminado en madera, desierto. En el umbral de la puerta Carlos contemplo la quietud del pasillo, un reflejo de como era toda su existencia, solitaria. Nadie en el instituto, nadie por las calles mientras andaba con la cabeza gacha y las manos en sus bolsillos. La mochila le pesaba como si llevara una roca en la espalda. El camino hacia casa se lo conocia de memoria, no le apetecia ir alli, pero no tenia otro sitio al que acudir, no tenia actividades extraescolares en las que poder concentrarse, ningun cine cercano en el que encerrarse, en Terrabona no habian bibliotecas en las que pasar el dia y no tenia amigo alguno con el que hablar hasta que se pusiera el Sol. Resignado, se dirigio al unico sitio seguro que disponia. 2 Un piso viejo y ennegrecido que habian intentado reformar muy poco; estaba sucio, habia pelusas de polvo rodando como si fueran plantas rodadoras de un western, todo estaba desordenado, daba la sensacion que este piso estaba abandonado desde hacia diez anos, pero la puerta de la entrada se abrio y Carlos entro arrojando la mochila a una esquina al azar y cerrando de un portazo. <> penso Carlos, desde hacia semanas su odio hacia el habia ido en aumento, sabia el momento exacto en que empezo a ser insoportable: Habia salido andar y se habia encontrado con Lara y el besandose apoyados en una pared, una daga atraveso el pecho de Carlos y la punzada de los celos no habia dejado de dolerle desde entonces. Al menos en esa destartalada casa podria obtener un poco de paz y seguridad, el encuentro con Ruben y el lameculos de su amigo lo habia dejado agotado, odiaba sentirse tan impotente pero tenia que aceptar la verdad de que nunca podria enfrentarse a alguien como el. Se acostaria y manana seria un nuevo dia, tal vez nadie se burlara aunque lo dudaba. Se habria extendido la historia de los banos y conociendo a los idiotas del instituto, se habrian encargado de modificarla para humillarle aun mas, para mostrarlo como un mariquita que habria aranado al grandote Ruben en su afan de agarrarle la polla y el le habia dado su merecido o tal vez como un baboso que se hacia pajas en el servicio pensando en los culos que habia visto en clase. La coherencia no valia, solo el poder de humillar al Esmirriado. Tenia ganas de que el instituto acabase y perder a todos de vista. Que se fueran a la mierda. Del sucio y maloliente servicio salio un hombre de unos cuarenta anos con barba de seis dias y el pelo alborotado, era evidente que volvia a estar borracho, ni siquiera habia tenido la decencia de vestirse y bajar a su bar preferido. Rafa Cots, padre de Carlos iba vestido con una camisa interior blanca con manchas y unos calzoncillos holgados de tela. Rafa balbuceo algo ininteligible para Carlos pero que para el sonaba perfectamente elocuente, sonaba a: --?Crees que esa es manera de entrar? --Ahora no papa --dijo en un tono que queria decir <>. Carlos iba a encerrarse en su habitacion, tal vez eso fuera mejor dadas las circunstancias. Se acerco a su padre evitando mirale a los ojos. Cuando estuvo cerca de el, Rafa le puso una mano en su pecho obligandole a pararse. Apreto, dolia. --?Quien cono te crees que eres hablandome asi? --no se entendia nada. Carlos estaba frente a frente con la cara de su padre, cerro los ojos, el olor a alcohol cortaba la respiracion--. Eres muy valiente ?verdad? te ponemos mi uniforme y vemos si aguantas una noche de patrulla. Carlos se solto, miraba de un lado a otro, pero no habia hueco en el estrecho pasillo para escabullirse a su habitacion, reticente echo un vistazo fugaz a los enrojecidos ojos de su padre que continuaba en su incomprensible parloteo enfadado. --Deberias de respirar lo que yo respire, ver lo que yo vi. Pero no lo soportarias porque eres un blando. En su borrachera no se entendia nada, pero no habia nada que entender, Carlos habia aprendido a bloquear lo que fuera que le estuviese diciendo e ignorarlo. Intento esquivarlo pero se interpuso en su camino, otro intento, esta vez siendo escurridizo como un pez. Lo logro. Continuo hacia su habitacion, la tenia a menos de dos metros. Si dormia la mona, su padre olvidaria todo lo que le hubiese dicho y volveria a su estado depresivo de siempre. Rafa le agarro la camisa con tanta fuerza que la desgarro. No pensaba dejarlo tan pronto. --?Que cono haces? --grito enfadado Carlos, no lo podia ignorar mas--. ?Crees que tengo camisas de sobra? Vete a tu habitacion papa, duerme la mona. --Cuando te enfrentes al fuego y casi mueras no te importara una camisa rota. ?Te gustaria no tener que ponerte una nunca mas? si hubieras estado a punto de morir, de ver la muerte tan cerca como yo, lo mirarias todo como lo hago yo: Como una mierda que no vale la pena. Ahora lo que farfullaba su padre le quedo claro, ?como no se habia dado cuenta? era lo que habia estado intentando ahogar a base de alcohol todo ese mes. Su padre habia recibido una llamada a la comisaria que le anunciaba que habia un incendio en la panaderia de la Calle del Forn. Codujo a toda velocidad y estuvo alli antes de que llegasen los bomberos. Vio a la panadera fuera retorciendose las manos y llorando en un ataque de ansiedad, miraba como el humo y las llamas salian de la panaderia que era a su vez su casa. Rafa, al oir lo que decia la panadera <> entro sin pensarselo dos veces. Luchando contra la tos, el calor y el desfallecimiento, Rafa subio las escaleras que llevaban a la casa, encontro al bebe en una de las habitaciones, lo cubrio con una manta para protegerlo de las llamas y se encamino de vuelta a rastras para evitar el venenoso humo. Un tablon del techo se desprendio, las chispas que levanto casi lo dejaron ciego. A pesar del intenso dolor avanzo. Una vez fuera, la ambulancia estaba llegando y corrio para atendiesen al nino. Trataron de ponerle una mascarilla de oxigeno pero el no paraba de gritar <> Cuando abrieron la manta encontraron al pequeno Miquelet muerto. Carlos intento serenarse e intentar una vez mas que la noche pusiera todo en su sitio. --Papa relajate, ve a tu habitacion y manana veras… Una bofetada lo tiro contra la pared. --!Como me vuelas a llamar borracho te juro… Carlos empezo a gatear hacia su habitacion. --?Donde crees que vas? --dijo meciendose al intentar seguirlo con la mirada. Carlos, avergonzado miro a su padre desde la puerta. Lagrimas de rabia le surcaban las mejillas. --!Cabron de mierda! --estallo Carlos--. ?Que diria mama si te viera? --!No menciones a tu madre! A trompicones Rafa se acercaba a Carlos, pero su hijo fue mas rapido y se encerro en su habitacion. Detras de la puerta se oyeron ruidos mientras Carlos, furioso, bloqueaba la puerta tirando lo primero que encontrara. Carlos respiraba fuerte, su pecho se movia con violencia, por fin estaba en su habitacion, un sitio igualmente desordenado y sucio cuyos unicos elementos limpios era la coleccion de CDs en una estanteria negra abombada por el peso y un piano electrico que parecia haber sido pulido con cera. Se acosto en su cama pero no podia relajarse, no podria en toda la noche. Una sensacion de peligro lo inquietaba, respiraba aceleradamente <> insistia su mente, su padre nunca se habia mostrado tan violento, pero esta no era la primera vez que le pegaba en este mes. Antes solo se mostraba deprimido, ahora todo era a peor. Deseaba que lo dejara de una vez, pero con un adicto no se puede razonar y Rafa Cots sabia de eso bastante. Cuando conocio a su futura mujer y madre de su hijo, era un pastillero esmirriado de la ruta del Bakalao que se metia rayas de cocaina y se emborrachaba todos los fines de semana quemando el poco dinero que ganaba y por ella dejo toda esa mierda, ella era su pilar de limpieza y sobriedad. Hasta ese momento, aunque el mundo exterior asustaba a Carlos, dentro de esta casa tenia una cierta paz y seguridad. Ahora no estaba seguro ni en su propia casa. Tres horas mas tarde, cuando todo se calmo, Carlos daba vueltas a la habitacion. Harto de la ansiedad, se sento al piano. Contemplo por la ventana que daba a la Montana de la Creu, el Sol se ponia tras la cruz de hierro oxidado que coronaba la cima de la colina. Su aspecto era fragil, parecia que se iba a derrumbar si el viento soplaba un poco mas fuerte de lo habitual. Carlos poso sus manos sobre el piano, las aparto indeciso, no sabia que tocar. Cada vez que se sentia mal con su mundo, Carlos tocaba el piano electrico, la herencia mas preciada de su madre junto a la coleccion de discos. Carlos miro una foto que habia sobre su escritorio, en ella un Carlos de seis anos saludaba a camara con su madre, que estaba en la cama de un hospital con un panuelo alrededor de su cabeza. Habia encontrado lo que estaba intentando expresar. Sus manos tocaron las teclas del piano y una melodia que alternaba altibajos de agresividad, pasion, delicadeza y tristeza se apodero de la habitacion. Dos horas mas tarde estaba profundamente dormido junto al piano con un brazo sobre las teclas. Lo que pasase manana lo tomaria con resignacion. Al menos en sus suenos era libre, pero en muchas ocasiones incluso alli lo perseguian las burlas. 3 Bajaba las escaleras con el murmullo lejano de su clase delante de el, queria retrasar al maximo su llegada a la siguiente clase, la aborrecia tanto como aborrecia al profesor que la impartia. Al salir, vio el campo de barro con rayas blancas pintadas de manera improvisada. Tenia dos porterias de futbol oxidadas y sin red a cada lado, un poste con un aro de baloncesto sobre cada una de ellas. Carlos odiaba el deporte pero preferia jugar a baloncesto un millon de veces antes que jugar a futbol, pero en el mundo parecia que solo existiera un deporte. Encendia la television y veia las noticias, cuando llegaba la seccion de los deportes, el unico del que se hablaba era de futbol, si el espacio duraba treinta minutos, veintiocho de ellos se lo dedicaban a machacar sobre partidos, poniendo musica dramatica y dramatizando algo que tenia menos drama que alguien cocinando un pastel, hablando de los jugadores como si fuesen dioses. Ruben estaba alli rodeado de sus amigotes y su fiel sombra Pablo, queria llegar a ser un jugador profesional y aprovechaba cada ocasion para demostrarlo. Carlos pensaba que iba en el buen camino, ya era un ignorante analfabeto con el unico proposito de ganar. Un grupo de unos treinta alumnos estaba congregado delante del profesor de gimnasia. Mario era un chico de treinta anos con cuerpo atletico; lucia una barba perfectamente delineada; su pelo, un tupe negro peinado con algun tipo de potingue que lo dejaba brillante. La imagen perfecta de un futbolista, de hecho, Mario habia deseado llegar a profesional pero la oportunidad nunca llego y se tuvo que contentar con este puesto, soportando adolescentes cuando los detestaba cada vez mas. Entre los alumnos se rumoreaba que le habian dado este trabajo porque no daba para mas. Gobernaba a sus alumnos como si el fuera un general y ellos sus soldados. --A Ver… Ruben, Ivan. Haced equipos --dijo Mario fingiendo senalar al azar. Ruben salio sonriendo satisfecho junto con Ivan, un chaval de diecisiete anos que siempre miraba por encima del hombro a los demas pero que rara vez lo hacia con maldad. <> penso Carlos. Ruben fingia que le costaba decidir pero estaba claro que ya tenia su equipo en mente. --Pablo. Uno a uno Ruben e Ivan fueron seleccionando a los alumnos de mas atleticos a mas escualidos o gordos, de sus amigotes a los marginados. Carlos y Patri <>, una chica de dieciseis anos con algunos kilos de mas y una marana sin brillo de color arena por pelo, fueron los ultimos candidatos a ser elegidos. Ruben los miraba con una mano en su barbilla. Alargo su decision haciendo que se sintieran aun mas incomodos. --Fatty, quiero decir, Patri --se burlo Ruben. Patri avanzo y sin que nadie mas que ella lo oyera dijo: --Muy gracioso, Cabron. Durante un largo rato, Ivan se debatio entre escoger a Carlos o pedir jugar con un jugador menos. Harto de tanta tonteria, Mario dijo: --Carles, al equipo de Ivan. Carlos se quedo en su sitio, levanto la cabeza y dijo asqueado:

  • Narraciones extraordinarias de Edgar Allan Poe

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    Edgar Allan Poe (1809-1849) es, sin duda, uno de los maestros del relato corto, genero del que fue pionero. Celebre por sus historias de terror y misterio, Poe supo dar vida y expresion a las regiones mas oscuras y turbulentas del alma humana. Narraciones extraordinarias reune una seleccion de sus mejores cuentos y varios de sus maravillosos poemas. Las ilustraciones han sido creadas expresamente para esta edicion.

  • Haz que ocurra – Tamara Marin de Tamara Marin

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    Lucia es una profesora de treinta anos. Siempre ha sido extrovertida y ha tenido un fuerte caracter, por eso se dice a ella misma que, si ha sido capaz de superar encontrarse a su marido, en su propia cama, con otra, ese tal Lucas no podra con ella.
    ?Pero como se van a hacer pasar por pareja si no se tragan??Quien ganara la apuesta??Que sucede con Sergio? Y, lo que es mas importante, ?sera Lucia capaz de dejarse llevar y hacer que ocurra?

  • Confia en mi, Silvania de Anais Debeba

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    Cuando Silvania conoce a Lucas, no puede decirse que su vida se encuentre en su mejor momento, mas bien es un autentico desastre. Su marido la abandono y se largo con otra; su madre la machaca y la desquicia hasta decir basta; su trabajo es un toston y la nevera se ha convertido en su mejor aliada. Si a eso le sumamos una vida sexual en estado vegetativo, Silvania tiene todos los ingredientes necesarios para fabricar una bomba depresiva a punto de estallar. ?Podra Lucas devolverle la estabilidad o terminara por volverla loca de remate?

  • El recuerdo de tu voz de Sandra Gabriel

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    L Prologo os Angeles. Marzo de 2000. --!Dejalo, Ryan! !Lo vas a matar! --exclamo la nina. --Eso no sera nada comparado con lo que se merece --replico el sin dejar de dar patadas al nino, que estaba hecho un ovillo en el suelo en un intento de protegerse de los golpes. --Si dejas de pegarle para que pueda hablar, seguro que me pide perdon --sugirio ella en tono razonable. Eso hizo que se detuviera. Se aparto del nino, que yacia en el suelo, y le interrogo con rabia: --?Es eso cierto, Scott? ?Le vas a pedir perdon? Este asintio mientras sollozaba. Se levanto a duras penas y les miro asustado. --Perdoname, Katy --gimio con voz lastimera--. No volvere a decir nada sobre tus tet... --se interrumpio al ver la mirada asesina que le lanzaba Ryan--... pechos. No volvere a decir nada sobre tus pechos. Una vez ofrecidas las disculpas, echo a correr antes de que Ryan cambiase de opinion y siguiese con su paliza. Katy se cruzo de brazos avergonzada mientras le veia alejarse. Solo tenia diez anos, pero su cuerpo ya se habia desarrollado como el de una mujer y eso hacia que en ocasiones tuviese que aguantar ciertas bromas de mal gusto por parte de algunos ninos. --No te volvera a molestar --afirmo su amigo al ver que Scott huia con el rabo entre las piernas. Se sentia muy orgulloso de si mismo. Detestaba a aquel mocoso y habia disfrutado dandole una paliza. Con catorce anos era solo un par de anos mayor que Scott; sin embargo, por su aspecto fisico aparentaba mas edad. Ya alcanzaba casi el metro ochenta de estatura. Eso, unido al hecho de ser el hijo de Stefano Spositto, uno de los hombres mas peligrosos de la ciudad, hacia que tuviera muy pocos amigos; por eso valoraba tanto su amistad con Katy y la protegia. Era la unica amiga de verdad que tenia. Pese a que su padre y el de Scott eran socios de negocios, disfrutaban enfrentandolos. Eso habia hecho que ambos se odiaran profundamente. Cuando le contara a su padre lo que habia hecho, estaba seguro de que le felicitaria. Katy, a su vez, le miro molesta por sus acciones. Agradecia que la defendiese; lo que no le gustaba eran los metodos que utilizaba para ello. Trato de tranquilizarse y hacerle comprender que esa no era la manera correcta de actuar. Sabia que para el era dificil darse cuenta de que la violencia no era la solucion a todos los problemas, ya que su padre le habia inculcado que asi era como se resolvia todo. Ser una nina no le impedia ser consciente de la realidad que la rodeaba. Todo el mundo sabia que entre Stefano Spositto, el padre de Ryan, y Luca Maltesse, el padre de Scott, controlaban el trafico de drogas, la prostitucion y los juegos de azar de toda la ciudad. Su propio padre era participe al ser el contable del padre de Ryan, asi que, a pesar de que trataba de mantenerla lo mas alejada posible de todo ello, el hecho de vivir en la misma casa que Ryan hacia que fuese imposible que no supiera lo que ocurria a su alrededor. Sabia que lo que acababa de suceder iba a ocasionarle problemas a su amigo. No solo por haber atacado al hijo de Luca Maltesse, sino por defenderla a ella. Stefano Spositto era un sociopata que disfrutaba maltratando y torturando a su propio hijo. A Katy le dolia el corazon cada vez que tenia que ser testigo de ello, cosa que sucedia bastante a menudo. --No puedes darle una paliza a cada nino que me diga algo que me moleste --le dijo en un intento de que comprendiese que esa no era la manera correcta de actuar. --?Como que no? --replico el con altaneria--. Tienen que aprender que no pueden molestarte. --No puedes resolverlo todo a traves de la violencia --trato de razonar ella. --Si que puedo. --Estaba molesto porque no le agradeciera lo que habia hecho por ella. Se paso las manos con los punos despellejados por su pelo negro desalinado y la miro desafiante al clavar sus oscuros ojos en ella. --No dejare que nadie se meta contigo. Eres mi mejor amiga. Katy sintio como su corazon se calentaba ante sus palabras. No se podia creer que en verdad fueran amigos. El no lo sabia, ya que ella jamas se atreveria a confesarselo, pero en los ultimos meses comenzaba a tener sentimientos, deseos… cosas que la confundian, la hacian sentir extrana y le generaban mariposas en el estomago cada vez que estaba con el. --Ryan... --Por un segundo penso en preguntarle si a el le pasaba lo mismo. No sabia si era normal tener esos pensamientos y solo podia recurrir a el para preguntar. Ninguno de los dos tenia madre, ya que ambas habian muerto hacia ya muchos anos. Esa era una de las primeras cosas que les habia unido cuando se habian conocido, cruzando la barrera de la diferencia de edad. --A veces… --no se atrevio a formular en voz alta sus pensamientos. Se moriria de verguenza si el se reia de ella. Eran amigos, si bien el hecho de que fuera cuatro anos mayor que ella hacia que se diera cuenta de que para el era una nina. Cuando estaban juntos y la miraba con ese orgullo, como si hubiese realizado una gran hazana, o cuando se presentaba frente a ella con ese aspecto desalinado, hacia que no se sintiera como una nina, sino… diferente. En momentos asi le gustaria besarlo y que el la besase a ella. --?Que pasa? --la interrogo el al ver que le miraba de una forma extrana--. Estos dias estas muy rara. --Na...na... nada. --tartamudeo avergonzada de que pudiera leer sus pensamientos mas intimos--. Vamonos a casa. El miro la mano que ella le tendia y se la cogio con una sonrisa. Durante unos instantes habia temido que se enfadara por haberle dado una paliza al gilipollas de Scott. ?Como se atrevia ese imbecil a poner su sucia mirada en los pechos de Katy? !Era una nina! Menudo cerdo. Habia disfrutado al golpearle. Cuando se lo contara a su padre tendria que mentirle sobre el motivo de la disputa, ya que si descubria que habia sido por Katy no creia que le gustara. Hasta el ano pasado habia tolerado y permitido su amistad; vivian en la misma casa y, teniendo en cuenta que no se le permitia tener amigos entre sus iguales, era logico que Katy y el se hubieran hecho cercanos; no obstante, de un tiempo a esta parte su padre habia empezado a insinuarle que se alejara de ella. Decia que le ablandaba. Aun le escocia la espalda por la ultima leccion que le habia dado al respecto. Miro a su amiga y su pequena mano entrelazada con la suya. Por mas que le hiciera o le dijera su padre, no pensaba renunciar a ella. Contemplo los rubios cabellos de Katy, que descendian en cascada por su cintura y, por un momento, deseo acariciarlos, que girase su rostro hacia el y le mirase con esa dulzura con la que siempre lo hacia. Le hacia sentirse mejor persona, casi como si fuera bueno, a pesar de que sabia que era mentira. Nunca seria bueno y nunca se la mereceria. L 1 os Angeles. Veinte anos despues. Ryan miro su reloj con impaciencia. Eran las diez y cinco y se suponia que su novia Brooke tendria que estar en la casa para cenar con el. Habia llamado varias veces tanto a ella como a Drew, el hombre que habia contratado para protegerla y ninguno le habia cogido el telefono, lo que le molestaba y le parecia una falta de respeto. Sus hombres sabian que debian atenderle siempre las llamadas. Para eso les pagaba tan bien; para que estuviesen disponibles las veinticuatro horas del dia. En cuanto a su novia, sabia que detestaba que le hicieran esperar. --Me habias dicho que sirviera la cena a las diez y ya han pasado. ?Esperamos mas por tu invitada o cenaras sin ella? --quiso saber Mary, el ama de llaves, que esperaba instrucciones en la puerta del comedor. Se giro para hablar con ella y sintio que su mal humor se atemperaba un poco. Mary era una de las pocas personas que apreciaba en esta vida. Rondaba la cincuentena, de figura algo rechoncha y abundantes canas que salpicaban sus negros cabellos, era como la madre que nunca habia tenido. Habia temido que tras la muerte de su padre, dos anos atras, hubiera decidido irse, pero no lo habia hecho y se lo agradecia. Dirigia la casa desde hacia tantos anos que no se imaginaba vivir alli sin ella al frente. Habia entrado en su vida siendo nino y el poco calor humano y bondad que habia recibido habia provenido de ella. Tanto Katy como el la habian amado como si se tratase de su propia madre. El recuerdo de Katy le produjo, como siempre, un dolor sordo en el corazon. Se froto el pecho de forma distraida para aliviarlo, a pesar de saber que de nada serviria. --Ya deberiamos estar cenando --replico enfadado, en un intento de distraer sus pensamientos. Mas valia que Drew tuviera una buena excusa para explicar por que cojones no estaba alli con Brooke. Habia planificado una velada tranquila que incluia cenar, echar un polvo y luego permitir que ella se quedara a pasar la noche. En el preciso instante en el que cogia el movil para llamar de nuevo a su hombre, este comenzo a vibrar, pero el nombre que aparecio en la pantalla no fue el del guardaespaldas de Brooke, sino el de Steven, su segundo al mando. --Steven --exigio en el momento que descolgo el telefono--. Averigua donde cojones se ha metido Brooke y por que ni ella ni Drew me cogen el puto telefono. --Jefe... Tenemos un problema... Oir como su hombre dudaba al hablarle hizo que sintiera cierta inquietud. Tuvo el presentimiento de que en ese instante averiguaria el motivo por el que no habian aparecido. --?Que ocurre? --demando saber con frialdad. --Sera mejor que venga. Tenemos un problema muy gordo.

  • Llegaste por sorpresa de Enrique Garcia Diaz

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    Cuando Graham recibe la oferta para trabajar con el mejor amigo de su hermano acepta enseguida. Hacer de chofer para el es pan comido, lo complicado sera cuando tenga que trabajar para la hija de Robert, Erin a la que no ve desde que era una nina.

  • Tu en mis suenos de Christine Cross

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    Rafael es un atractivo madrileno de 34 anos. Psiquiatra de profesion y soltero por eleccion, no tiene ninguna intencion de enamorarse. Para el solo tienen valor los datos cientificos y probados, no las emociones, a pesar de que ultimamente una misteriosa mujer aparece en sus suenos y eso lo inquieta.
    Cuando su hermana Marina le pide que viaje a Cordoba para averiguar por que Sofia, la hermana pequena de ambos, no contesta a los mensajes, Rafael debera afrontar la posibilidad de que existe algo que supera los limites de su mente racionalista. En Cordoba se vera envuelto en el fantastico y caprichoso mundo de los suenos donde Sofia ha quedado atrapada. Para ayudarle a regresar al mundo de la realidad, contara con el apoyo de Patricia, companera de piso de Sofia. Un hecho que pondra a prueba no solo su mente, sino tambien su corazon, puesto que Patricia no es otra que la mujer misteriosa que aparece en sus suenos.

  • A pocos centimetros: La fidelidad en pareja contada en tres historias, Jadine Tyne de Jadine Tyne

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  • Bajo tu hechizo de Sofia Arias

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    Una historia de amor entre el jefe mas temido de las provincias barbaras y una poderosa hechicera que hara las delicias de los lectores.

  • Mi error fue enamorarme del novio de mi hermana. Parte 2 de Moruena Estringana

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    Jenna siempre se ha sentido diferente. Con sus diecinueve anos no aparenta mas de quince y para eso no ayuda mucho su despreocupado aspecto. Hija de un importante empresario nunca se ha sentido a gusto en sociedad. No encaja en ese mundo. Su mundo es la pintura, le encanta perderse en su cuadros y plasmar la belleza que solo ella es capaz de ver.

  • Mariposa de Yusra Mardini

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    La increible e inspiradora historia de una joven extraordinaria.

  • El cuaderno de Noah de Nicholas Sparks

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    Un hombre tiene un cuaderno, traido y llevado mil veces, en su regazo. Una mujer escucha lo que el le lee aunque no acaba de entender. El cuaderno de Noah cuenta la historia de Noah, un sureno que vuelve a casa despues de la Segunda Guerra Mundial. Noah intenta que la plantacion de la que procede vuelva a su antigua gloria, pero las imagenes de la joven que conocio hace catorce anos no paran de perseguirle. No ha conseguido olvidar el verano que pasaron juntos. Es entonces cuando vuelve a dar con ella. Allie esta comprometida pero la pasion que sintio por Noah no ha disminuido ni un apice. Los obstaculos que impidieron su relacion continuan existiendo y Allie se ve obligada a enfrentarse a sus suenos con su boda a tan solo unas semanas de suceder.

  • En Barcelona o en Dublin (Volumen Independiente) de Luz Guillen

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    Desembucha --exigio Merche al ver aparecer a Daniela por la puerta. Habia llegado unos minutos antes, se habia colado en su despacho y la aguardaba sentada sobre la mesa mirando hacia la entrada. --?Que? --pregunto sobresaltada su amiga. Lo ultimo que esperaba ese lunes era que su companera estuviera en modo cotilla. --!Oh, venga, Dani, ya sabes a lo que me refiero! Ella se acerco quitandose la correa del bolso por encima de la cabeza, paso por su lado y lo colgo del perchero junto a la ventana. Con parsimonia, se deshizo de la chaqueta, que tambien colgo, antes de volver sobre sus pasos y encararla. --Merche, no seas chafardera. La curiosidad mato al gato --dijo guinandole un ojo. --Vale, pues que me mate. !Muerta de curiosidad ya estoy! Dani se rio con ganas. Merche era unica: simpatica, zalamera y entrometida, ademas de guapisima. --De acuerdo --concedio--, siempre y cuando tu tambien me pongas al dia. --Vale. ?Sobre que? --Para empezar... No, mejor sera que lo dejemos para la comida. Ahora tengo un monton de trabajo. Dentro de dos dias hay una auditoria y no querras que no la pasemos, ?verdad? --?Me vas a dejar asi? --pregunto Merche haciendo un gracioso puchero--. Dime, al menos, si hubo reconciliacion o no. --?Tu que crees? --replico Dani poniendo los ojos en blanco. Merche se puso en pie de un salto, cayendo sobre sus tacones. La miro con picardia levantando varias veces las cejas y contesto: --?Que?, ?hubo? No me has llamado en todo el fin de semana, no has estado disponible... Si, yo juraria que si. Cogio su bolso de encima de la mesa y, dirigiendose a la puerta, anadio: --Al mediodia me pones al corriente de todo. --Y, de paso, tu me cuentas que tal te fue con el hermano de Bruno. Merche se giro de golpe, seria. No contesto, pero lanzo un beso al aire, como solia hacer, antes de salir de la habitacion. Recorrio el pasillo que la separaba de su lugar de trabajo fingiendo una seguridad que no sentia. Desde la noche del viernes, todo su mundo se habia desbaratado. Cuando Ruben la habia mirado con esos intensos ojos verdes que la naturaleza le habia dado, se habia deshecho por dentro. Nunca habia experimentado algo parecido. Otros hombres, muchos de ellos muy atractivos, la habian devorado con la mirada. Algunas veces habia sucumbido, aunque muchas menos de las que se obstinaba en hacer creer, pero ninguno le habia llegado al alma como lo habia hecho Ruben con una simple ojeada. Entro en su cubiculo dispuesta a sumergirse en el trabajo, pero el recuerdo de aquellos ojos verdes no se lo facilito. Cada poco se descubria ensimismada pensando en aquel moreno que la habia fascinado con su voz, su conversacion, sus miradas, su presencia... A las dos de la tarde, Dani fue a recogerla. Merche estaba metiendo el brazo derecho por la ligera chaqueta de punto azul que completaba su atuendo: tejanos desgastados, camiseta blanca y sandalias de tacon. Sonrio a su amiga, cogio su bolso y se unio a ella. Juntas salieron de las instalaciones de la empresa de seguros en la que trabajaban camino del bar mas cercano. Durante el corto trayecto hablaron de temas laborales. Habia un problema con un asegurado que Dani no sabia como solucionar, y Merche era la mas indicada para resolver sus dudas. Pero, en cuanto se sentaron a la mesa, mientras esperaban que la camarera fuera a atenderlas, las preguntas cambiaron de tercio. --?Que tal con Bruno, Dani? --pregunto Merche con cierta preocupacion que intento disimular con una sonrisilla. --!Perfecto! --contesto ella. La felicidad se le escapaba por los poros. --Ya, pero... --El tambien esta enamorado de mi. ?Te lo puedes creer? --No lo entiendo. Entonces ?por que se alejo de ti? --Porque pensaba que yo no sentia lo mismo por el. --Daniela bajo la mirada a la mesa desnuda y suspiro antes de continuar--: Lo cierto es que en aquel momento yo no sabia que lo queria. Le estaba haciendo dano sin saberlo y no lo soporto por mas tiempo. --!Pobre chico! Menudo infierno para los dos por culpa de tu testarudez. Se veia a la legua que Bruno era importante para ti. --Si, supongo. Pero yo estaba ciega y sorda. No queria escuchar a mi corazon y por poco lo pierdo irremediablemente. --Bueno, no te entristezcas. Al fin estais juntos, os habeis dicho lo que sentis el uno por el otro y.... porque se lo has dicho, ?no? --Si --afirmo Dani en tono cansino--. Se lo he dicho y... se lo he demostrado. --Sin querer, se ruborizo--. Me he pasado casi todo el fin de semana demostrandoselo. --?<>? --pregunto su amiga inclinandose sobre la mesa para acercarse mas a ella--. ?Por que <>? --El domingo tuvo que trabajar --se lamento Dani. La camarera llego en ese momento. Ambas pidieron una ensalada: Dani, una Cesar, y Merche, de queso de cabra y nueces. Las regarian con agua porque al cabo de una hora debian estar de regreso en el trabajo. --Asi que, ?todo bien? ?Has vuelto a subir al paraiso? Dani no contesto. Sus mejillas se colorearon de nuevo y una sonrisa complice aparecio en sus labios. --Bueno, Merche, yo ya te lo he contado. Ahora te toca a ti. ?Que dijeron las chicas? Fliparian, supongo. --Carmen echaba sapos y culebras por la boca. Esta muy enfadada contigo, que lo sepas. Maria se lo tomo mejor. Nunca les habias hablado de Bruno y les sento muy mal tu falta de confianza. Daniela se removio inquieta en la silla, se coloco el pelo tras la oreja y suspiro. --Si les habia hablado de el. --Dani, no. Sabian que te veias con algun chico, que te acostabas con el, pero nunca supieron que solo te acostabas con Bruno, ni que llevabas anos haciendolo y, desde luego, no tenian ni idea de lo que sentias por el. --Ni yo misma lo sabia --se quejo ella. Callaron al ver aparecer de nuevo a la camarera con su pedido en las manos. --Ahora os traigo el agua. Las dos asintieron en silencio y, acto seguido, atacaron sus ensaladas. Estaban deliciosas. No dejaban de mirarse sin decir una palabra. --!Esta bien! --estallo Dani finalmente--. Hablare con ellas. ?Contenta? --Si, mucho. --Bueno, pues ahora me vas a contar que paso entre el hermano de Bruno y tu. Cuando me fui, os vi muy <> el uno en el otro. --Nada. --Merche se tenso--. Hablamos y ya esta. --?Os acostasteis? --pregunto Dani con el tenedor a medio camino entre el plato y la boca. Ambas miraron a la camarera, que regresaba con una botella de agua y dos vasos. La siguieron con la vista cuando se marcho, antes de volver a lo que estaban antes de que apareciera. --?Que?, ?os acostasteis? --pregunto Dani de nuevo antes de meterse un trozo de tomate en la boca. Merche acabo de masticar. No queria hablar de Ruben, pero sabia que no tenia escapatoria. --No. Estuvimos hablando mucho rato. Es un chico muy interesante... --se quedo callada un momento, recapacitando que decir sin que se notara su interes por el-- y muy divertido tambien. --Y ?no te lo llevaste a la cama? --pregunto su amiga sorprendida. --No. --?Por que? ?No era tu tipo? --se burlo Dani antes de pinchar un trozo de lechuga. --No esta mal. Solo... que no me apetecio ?Como decirle a su amiga que se habia sentido intimidada por lo que Ruben le habia hecho sentir? ?Ella, que siempre presumia de usar y tirar a los hombres, a pesar de ser mentira? --Pues, la verdad, Merche, no lo entiendo. Pareciais muy interesados el uno en el otro. Esta para mojar pan. --<>, penso Merche--. No es tan guapo como Bruno, pero los genes estan ahi. --Si, esta bien el chico, pero... simplemente no me apetecio. Le di mi telefono, eso si. --!Bien! No esta todo perdido... --Dani rio de su propia broma. Siguieron comiendo y comentando cosas del viernes anterior, pero sin que ninguna de las dos entrara en detalles. La una porque lo vivido con Bruno era tan intenso y personal que no deseaba compartirlo con nadie. La otra porque no queria seguir hablando de Ruben..., aunque no pudiera quitarselo de la cabeza ni un momento. Estaban pagando su consumicion cuando sono el movil de Dani. Apenas se oia por culpa de los sonidos tipicos de un comedor tan concurrido como aquel, en el que los trabajadores iban a tomar un tentempie antes de volver a su trabajo, tal y como habian hecho ellas. Lo saco del bolso y la cara se le ilumino. Un WhatsApp de Bruno, que le preguntaba: ?En tu casa o en la mia? Ella contesto sin dudar: En la tuya. Tengo ganas de volver a disfrutarla. Merche puso los ojos en blanco. A partir de ese momento, su amiga iba a estar insoportablemente empalagosa con su chico. Sin saber por que, penso que era ella la que recibia los mensajes, pero que el emisario era Ruben. Sacudio la cabeza para alejar esas ideas tontas. No podia ser. Ella... Ruben... No. Simple y llanamente, no. Sin embargo, la imagen de Dani contestando a Bruno no la dejo tranquila en toda la tarde. Ni siquiera vio a Dani al salir. Seguro que aquella loca enamorada habia salido disparada hacia casa de Bruno para recuperar el tiempo perdido (y los polvos tambien). Merche lo dejo todo ordenado antes de irse. Se despidio de los companeros que se encontro a su paso y fue derecha a coger el autobus. No habia sido un dia muy productivo en lo que al trabajo se referia. Habia estado distraida y, algo raro en ella, sonadora. Se sentia fatal. No podia dar credito a lo que le pasaba. Ella no se dejaba deslumbrar por los hombres, ?no? Sin embargo, Ruben se habia instalado en su memoria desde que lo habia visto dos dias antes. Merche taconeaba con rabia en su camino a la parada del bus. Hacia anos se habia prometido que no permitiria que ningun hombre le nublara el entendimiento. Su hermana mayor habia sufrido mucho por culpa de un rastrero hijo de puta que le ponia los cuernos cada dos por tres. Belen, tan enamorada como estaba, no atendia a razones. Cuando ella o quien fuera le decia algo sobre Oscar, simplemente se hacia la sorda. Entre su hermano Lucas y ella, idearon un plan maquiavelico para desenmascarar a Oscar. Lo consiguieron, si, pero el precio que pagaron fue enorme. Belen no les hablo durante seis meses. Encontrarse al hombre que amaba enterrado entre las piernas de una de sus amigas fue devastador para ella. Lloro, se desganito, cogio una depresion... Maldito Oscar. No solo habia destrozado a su hermana, sino tambien su propia confianza en los hombres. Por eso Merche se sentia tan enfadada consigo misma. Porque no podia parar de pensar y fantasear con Ruben. Y no solo en la cama, que eso no se le iba de la cabeza, sino en cosas mas simples como pasear, comprar una tele juntos y chorradas por el estilo. <> El autobus llego lleno a reventar. A punto estuvo de dejarlo pasar y esperar al siguiente, pero la necesidad de llegar a su casa y darse un buen bano la animo a embutirse dentro de esa lata de sardinas. !Estaba tan cansada! Cansada de luchar contra algo que no conocia... Ademas, ?de que se preocupaba? Seguro que no volvia a verlo. Si, le habia dado su numero, lo cual no queria decir que el fuera a llamarla. Y, dale, vuelta a pensar en Ruben. ?Se le habia fundido el cerebro, o que? Por suerte, la tortura de viaje acabo pronto. Su casa no estaba muy lejos de la oficina y, al cabo de poco mas de quince minutos, bajaba de aquel cacharro sin haber perecido de asfixia. Lo primero que hizo al poner un pie en su casa fue quitarse los zapatos que la estaban martirizando. Presumir estaba bien, pero !como fastidiaba los pies! Se puso sus zapatillas de gatitos, dejo la chaqueta y el bolso colgados del perchero de la entrada y fue derecha a la sala a poner algo de musica: Candyman,[1] de Christina Aguilera, estaria bien. Lo siguiente fue ir al bano, tapar la banera, cubrirla de sales y abrir el grifo del agua caliente. Mientras se llenaba, se bebio un zumo de pina antes de desnudarse; luego dejo su ropa cuidadosamente doblada sobre la silla de su habitacion y volvio al bano. Cambio la temperatura del agua porque abrasaba y espero a que se templara lo suficiente.

  • Ellas de Esteban Gonzalez Pons

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    Ellas cuenta una historia de amor sobre las segundas oportunidades en la que se sentiran representados quienes nacieron en la Espana de los 60 o los 70: los adolescentes de la Transicion.

  • Las catedrales del cielo de Michel Moutot

    https://gigalibros.com/las-catedrales-del-cielo.html

  • Invencible de Pascal Ruter

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    La tierna complicidad entre un anciano rebelde y su nieto los embarcara en una aventura entranable en la que juntos se rebelaran contra todo lo que resta diversion a la vida.

  • La esposa entre nosotros de Greer Hendricks , Sarah Pekkanen

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  • Mi hermana Rosa de Justine Larbalestier

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    ?Que pasaria si la persona mas aterradora que jamas hayas conocido es tu hermana de diez anos?

  • Sombra y hueso de Leigh Bardugo

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    Alina Starkov no espera mucho de la vida. Se quedo huerfana despues de la guerra y lo unico que tiene en el mundo es a su amigo Mal. A raiz de un ataque que recibe Mal al entrar en La Sombra, una oscuridad antinatural repleta de monstruos que ha aislado el pais, Alina revela un poder latente que ni ella misma sabia que tenia. Tras ese episodio, Alina es conducida a la fuerza hasta la corte real para ser entrenada como un miembro de los Grisha, un grupo de magos de elite comandado por un individuo misterioso que se hace llamar El Oscuro.

  • Solo tu, Azul (Siempre es amor 2) de Giselle Amoros

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    Azul es abogada en un bufete de Barcelona, mujer independiente y con bastante caracter que en un fin de semana ve como su mundo se pone patas arriba. Alguien del pasado aparece en su vida y arrasa como un ciclon.
    Roger es un tiburon empresarial con los tiempos de su vida perfectamente calculados, todo tiene comienzo y final. Pero su dia a dia con Azul es todo menos predecible.
    Ella hace que, por culpa de su miedo al compromiso, sus relaciones sean casi siempre esporadicas, hasta que aparece Roger, y lo que en un principio parecia un trato sin importancia se convierte en un fuerte sentimiento sin viaje de vuelta.

  • Los nombres epicenos de Amelie Nothomb

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    Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia el (Claude) despliega un gran empeno en casarse con ella (Dominique), y despues en dejarla embarazada. Al fin logra su objetivo y como resultado nace una hija llamada Epicene. Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento la obsesion procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija. Nothomb explora con su sagacidad habitual las complejas relaciones paternofiliales y los resquemores del amor no correspondido. Y lo hace construyendo una suerte de perverso cuento de hadas contemporaneo, una fabula cruel, narrada con concision, precision y contundencia.

  • Cartas desde la prision de Nelson Mandela

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  • La buena lluvia sabe cuando caer de Anchee Min

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    Una joven consigue escapar de la China comunista de Mao con la ilusion de iniciar una nueva vida y cumplir el sueno de ser libre. Basada en una historia real.

  • A Sexy Berling Surrender (Sexy Berling 5), Maya Blair de Maya Blair

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  • El milagro Spinoza de Frederic Lenoir

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    Una calida invitacion a buscar la felicidad en lo mas profundo de uno mismo.

  • Algo tan estupido como un. Te quiero de Vanessa Lorrenz

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    Que sucede cuando el hombre al que amas, esta enamorado de otra mujer que resulta ser tu mejor amiga.
    Cuando Carol conocio a Ian se enamoro perdidamente de el, pero Ian habia entregado su corazon a Anne jurando que no volveria amar a otra mujer como la amaba a ella, cuando Mark entra en accion provocado los celos de Ian todo puede suceder.
    Lograra Carol conquistar el amor de Ian, acompanala a enfrentar los fantasmas del pasado que volveran para atormentarla, mientras se embarca en la busqueda su gran amor, en esta apasionante historia.
    !Solo recuerda una cosa, nunca y digo nunca le digas a un hombre en la primera cita algo tan estupido como un TE QUIERO!

  • Un vaquero dificil de Erina Alcala

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    Por fin acababa sus estudios. Ese era el ultimo dia y no podia ser mas feliz. Emma llevaba a casa las notas de su master en Derecho Financiero. Y ya por fin, tras cinco anos de estudio a conciencia intensivos, estaba preparada para encontrar trabajo y adentrarse en el mundo laboral. Aunque quiza, se tomara julio y agosto de vacaciones en la casa que tenian en Torremolinos, al lado de la playa y donde vivia con su padre desde que tenia tres anos. Los dos solos. Toda la vida. Ahora tenia veinticuatro anos. Si su padre se tomaba un mes de vacaciones iban a disfrutar los dos juntos. Y en septiembre empezaria a enviar curriculums. No hacia falta que fueran de viaje lejos, ni fuera de Espana, ella ya habia ido a Londres y a Irlanda todos los veranos y sabia ingles a la perfeccion. Ya no necesitaba ir de nuevo, pero si su padre queria ir a algun lugar, irian, y si queria ir solo, se quedaria en casa, banandose en la playa y paseando por la arena. Descansando, porque estaba agotada de esos anos de estudios intensivos. Su padre, Juan Carlos Sanchez, era un neurocirujano de prestigio. Trabajaba en una clinica particular que era suya y en la que tenia acciones con otro socio. Era un hombre alto y atractivo. Lo habia sido mas en su juventud, educado y con clase, tenia los ojos verdes como ella y el pelo castano oscuro. Llevaba gafas y era un hombre tranquilo y paciente. La clinica en la que trabajaba y de la que era socio, era grande e importante en el centro de Malaga y trabajaba mas horas de la cuenta. Emma estaba deseando llegar a casa y esperar a que su padre terminara su jornada laboral y contarle que habia sacado un sobresaliente en el master. Cuando llego, tomo algo que la chica que tenian para limpiar la casa habia hecho, y se echo una siesta. Estaba cansada. Bajaria a la playa mas tarde. La senora de la limpieza se fue a su casa y ella se quedo tumbada en el sofa con las cortinas echadas, dejando el salon en penumbra. La casa a oscuras y en silencio. Y penso en su padre. Tenia sesenta y dos anos. A ella la tuvo con treinta y ocho anos y era hija unica. Provenia de una familia adinerada y tenia mucha clase. Era todo un senor. Y Emma estaba muy orgullosa de el. No entendia como no habia encontrado a otra mujer ni habia querido vivir con ella. Suponia que habia tenido relaciones, pero imaginaba que, para su padre, ella era lo mas importante y nunca quiso traer a casa a ninguna mujer. Su padre era todo su mundo, su vida, y lo queria mas que a nadie en la vida. Cuando sus abuelos murieron, al ser hijo unico, se quedaron solos, sin mas familia, pero habia procurado que nada le faltase a su hija. Era un hombre risueno y amable, tranquilo y carinoso con ella y no recordaba que su padre le rinera nunca. Su padre conocio a su madre, Marina, una noche en que ambos salieron por las discotecas de Marbella, por primera vez. Su padre era diez anos mayor que su madre, tenia treinta y siete anos y su madre veintisiete, y se acostaron juntos. Su madre quedo embarazada y se casaron a los tres meses, sin apenas conocerse. Solo por el hecho de estar embarazada, o sea, por ella. Su padre, por lo que le contaba, si que le gustaba su madre, pero para ella solo habia sido una noche loca. Y cuando ella cumplio tres anos, conocio a un americano y los abandono a los dos, dejando a su padre sumido en el dolor de verse solo, con una nina pequena. Pero habia hecho un buen trabajo. Nunca se hablaba de su madre en casa. Solo Emma le pregunto por su madre cuando estaba en el instituto y su padre le dijo la verdad. Y hasta ahi. Habian sido muy felices durante esos anos. Su padre compro la casa en la playa y alli vivieron anos tranquilos, y metio a una mujer para cuidar a su hija, la casa, y ahora le tocaba a ella buscar trabajo. Cuando desperto de la siesta, se tomo un refresco y bajo un rato a la playa. Solo tenia que cruzar una pequena carretera y estaba en el mar. Su casa estaba en primera linea de playa y era maravillosa. Por las noches, en verano y en invierno, podia oir el mar, el arrullo de las olas y disfrutar de los sonidos del baile del agua. Tenia cinco escalones que subian a una terraza o porche a la entrada de la casa, bastante amplia. En la terraza, tenian su padre y ella largas conversaciones, sobre todo en verano. Sacaban los balancines y una mesa, y alli se contaban de todo, cenaban, leian. La casa tenia dos despachos, un gran salon y comedor, una gran cocina y un patio amplio con todo, incluso una piscina mediana. Y en la parte alta de las dos plantas que tenia, cuatro dormitorios amplios y dos banos. Era preciosa y tenia acceso al bus para ir a Malaga, aunque ella ya no lo necesitaba. Se saco el carne el ano que termino el instituto y su padre le compro un coche para ir a la Universidad. Tenian dos plazas de garaje, una para su padre y otra para ella. Cuando subio de la playa, estaba tan contenta... Se dio unos largos en la piscina y se ducho, esperando que vinera su padre a cenar. Su padre vino a las ocho de la tarde. Serio y taciturno. --?Que pasa, papa? Hoy tengo muy buenas noticias. He sacado sobresaliente en el master. Ya he terminado por fin. --Y lo abrazo. --Me alegro tanto por ti, pequena... --lo dijo con cierta tristeza, abrazandola. --?Papa, que pasa? --Voy a ducharme y hablamos, hija. --?Es algo serio? --Ahora hablamos. Y se quedo preocupada. Su padre siempre se alegraba tanto de sus logros... Seguro que alguna operacion habia ido mal. !Pobrecillo! Cuando bajo de ducharse, ella estaba impaciente y se sentaron en el salon. --Hija, ya eres una mujer, tienes veinticuatro anos, has terminado los estudios que elegiste. Creo que he hecho un buen trabajo contigo. Eres una hija maravillosa que nunca me has dado problemas, ni siquiera te he visto salir con chicos, solo has estudiado. --Lo se, papa. Y tu eres el mejor padre. --Ya no volvere a trabajar. Hoy es el ultimo dia. He estado arreglando documentos esta semana. Llevo dias haciendolo. --Pero, papa, ?te jubilas? --Forzosamente, hija, sabes que mi pasion es la neurocirugia. --?Entonces? Eres joven. Tienes sesenta y dos anos. --Lo se. Tu ya estas preparada para estar sola y vivir tu vida. --A ver, cuentame de verdad, ?que pasa? --Tengo un tumor inoperable en el cerebro. Yo mejor que nadie lo se. Emma se echo a llorar desesperada y lo abrazo. --Papa, pero hay neurocirujanos como tu, radioterapia y quimioterapia. --No voy a hacer eso, es demasiado tarde para mi. No me he notado nada hasta que ha sido demasiado tarde. Me quedan apenas tres meses de vida y no pienso pasarlas en el hospital, el tumor se ha extendido, tengo metastasis en varios organos importantes, no te voy a dar los detalles, porque quiero pasar ese tiempo contigo. Tengo planes para ti. Emma no dejaba de llorar. --No llores, hija. De todas formas, tu tienes que hacer tu vida. Dios me ha dado el tiempo suficiente para dejarte preparada. Y estuvo mas de una hora llorando. El padre tenia que consolarla. --Vamos, hija, eres una mujer. Tenemos que hablar en serio. Debemos dejar muchas cosas solucionadas. --Papa, ?que voy a hacer sin ti? --Vivir, hija, vivir cada dia como si fuese el ultimo. Cuando pasaron unos dias, ella se calmo un poco y pasaban todo el tiempo juntos. Iban a desayunar juntos, a la playa, hablaban de todo y del futuro. Su padre le dijo que queria morir en casa y que solo deberia ponerle morfina los ultimos dias que estuviese en casa, ya estaba al tanto su socio en la clinica y se lo proporcionaria. Le conto que tenia un seguro de vida de cuatrocientos mil euros desde hacia tiempo, y uno de decesos. Queria que lo incineraran y esparcieran las cenizas al mar frente a la casa, una noche, cuando ella quisiera. Emma, a veces, no podia soportar la tranquilidad que su padre tenia y no habia momento que no llorara cuando no la veia. Le dijo que habia vendido la clinica a su socio. Y le dijo el dinero que tenia, aparte de la casa, y que pusieron a nombre de los dos. Le aconsejo que no vendiera la casa de momento, porque tenia planes para ella. Entre el seguro, lo ahorrado y la mitad de la clinica, su padre tenia mas de cincuenta millones de euros. --Papa, esa es una gran cantidad de dinero. --Por eso no quiero que vendas la casa, cuando te vayas, si no te va bien, siempre tienes un lugar donde volver y si estas bien, siempre puedes venderla. --?Donde voy a ir, papa? --Con tu madre a Estados Unidos. He hablado con ella. --Pero, papa, si no la conozco. No he hablado con ella ni una sola vez. --No quiero que estes sola, te quiere alli. Siempre te ha querido. Toma. --Y le dio unas cartas. --Van dirigidas a mi, le ha dado verguenza escribirte a ti, pero nunca te ha olvidado. Me escribia cada mes durante todos estos anos. --Pero, papa, no quiero ir a Estados Unidos. --Quiero que vayas, alli tienes una familia; si no te gusta, te vuelves. Tienes dinero para no trabajar en la vida, pero se que quieres hacerlo, porque has estudiado para eso, podras montar tu bufete alli y tendras a tu madre. Cuando nos divorciamos, se caso con Donald Jones, un ranchero de Montana. Vive en un rancho alli, en Montana. --?En un rancho en Montana?, ?y que voy a hacer alli? --Hay un pueblo grande cerca. Donald, con el hombre con el que vive, es un buen hombre y te acepta alli en el rancho. Ya he hablado con ellos, tenia un hijo antes de conocer a tu madre. Su mujer murio. El hijo, es unos anos mayor que tu. Tendras otra familia.

  • Tango. Baile y pasion de Boris Cobian

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    Y tu, ?te atreverias a arriesgarlo todo? Helena es una mujer con una vida monotona que, por casualidad, esta a punto de dar un giro inesperado. El conocer a Emanuel, un joven instructor de tango la lleva por caminos insospechados, rodeados de erotismo. Pero, ?pasion es igual a amor? Helena tendra que tomar una decision. Boris Cobian nos muestra la belleza del erotismo a traves de una novela que atrapa de principio a fin.

  • Pasion a traves del hilo rojo del destino de Kayla Leiz

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    Kendrick Mackay es un poderoso guerrero al servicio del rey Macbeth. Sobre el se cierne una profecia segun la cual una mujer acabara con el clan Mackay…

  • Mi protector de Christian Martins

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    Harry Hunter siempre ha sido el mejor en lo que hace por varias razones: no tiene familia, ni amigos, ni pareja. Vive, exclusivamente, para cumplir con sus misiones y sobrevivir al dia a dia. Pero su rutina se ira al traste cuando le ofrezcan una nueva mision; una que no podra rechazar y en la descubrira a la joven Bailey Kim. La teoria se la sabe muy bien: no debe establecer lazos sentimentales si quiere continuar con vida. Pero en la practica es otra cosa. Bailey tiene algo especial que le atrae, algo que le impide desentenderse de todo y renunciar, algo que no le permite traicionarla. Protegerla, liberarla y cuidar de ella no sera sencillo, pero ya no tiene nada que perder.

  • Una ultima termporada de Ruth M. Lerga

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    Una emocionante novela en la que su autora nos deleita con la arrebatadora historia de amor entre dos de los vastagos de Julian y April (personajes de Cuando el amor despierta) y James y Judith (que ya aparecieron en Cuando la pasion espera).

  • No eras tu, es el de Angel Curt

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    Un amor al limite de lo prohibido, donde la lujuria y la pasion juegan un rol protagonico al correr los capitulos.
    Ella, debe darse cuenta que su esposo y la vida que escogio no era su verdadero destino. Sin embargo lo mas dificil de ello fue darse cuenta que el amor no estaba tan lejos. El hermano de su esposo era todo lo que ella podia sonar en un hombre, protector, honesto y sensual. Ser juzgada por un divorcio no era parte del sueno, pero hay cosas que no se pueden evitar... y enamorarse es una de ellas.

  • Mis monstruos internos de Khris Diaz

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    Eva paso toda la vida complaciendo a los demas… A sus padres, maestros, a su marido e hijos. Todos tenian una vida, sus padres la fabrica de zapatos, su marido su trabajo y sus compromisos politicos, sus hijos sus estudios y suenos de lograr cosas maravillosas en la vida… Pero, que tenia Eva? ?Que pasaria si todos decidieran seguir sus vida sin ella? ?Con que quedaria esta hermosa cuarentona despues de entregarles su juventud y amor sin condiciones? Con el pasar del tiempo sale a luz un amorio de su esposo y la venda del amor cayo de sus ojos. Eva cree enloquecer producto de tantas decepciones y el cansancio de tener que sufrir callada siempre y vivir atendiendo los asuntos de su familia, olvidandose de ella misma. La actitud egoista de su companero de vida la hizo caer en cuenta que nunca fue realmente feliz…y que quizas esa infidelidad no ha sido la unica en todo su matrimonio. Entonces todo ese resentimiento, deseos reprimidos y rabia que muchas veces se trago por no perder la cordura se convirtieron en monstruos que vivian dentro de ella… Y que ahora tomaban el control de su vida.