• libro el pueblo soy yo - Enrique Krauze

    https://gigalibros.com/el-pueblo-soy-yo.html

    Un manifiesto a favor de la libertad y la palabra.

  • El pueblo soy yo (Ensayo y Pensamiento) - Libros - Amazon.es

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    El pueblo soy yo (Ensayo y Pensamiento) : Krauze, Enrique: Amazon.es: Libros.

  • El pueblo soy yo Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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    El pueblo soy yo eBook : Krauze, Enrique: Amazon.es: Libros. ... Mirar en el interior de este libro. El pueblo soy yo de [Enrique Krauze] ...

  • EL PUEBLO SOY YO | ENRIQUE KRAUZE | Casa del Libro

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    20 sept 2018 — Sinopsis de EL PUEBLO SOY YO ... Un manifiesto a favor de la libertad y la palabra. La democracia es frágil, mortal. Hace más de dos mil años fue ...

  • enrique krauze - el pueblo soy yo (ebook) - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/ebook-el-pueblo-soy-yo-ebook/9786073153966/6357535

    El eBook EL PUEBLO SOY YO EBOOK del autor ENRIQUE KRAUZE en PDF al MEJOR PRECIO en Casa del Libro.

  • El pueblo soy yo - Penguin Libros ES

    https://www.penguinlibros.com/es/economia-politica-y-actualidad/11813-libro-el-pueblo-soy-yo-9788499929248

    Enrique Krauze, en esta lúcida colección de ensayos -a caballo entre la política, la filosofía, la literatura y la historia-, advierte de los peligros de la ...

  • El pueblo soy yo - Penguin Libros ES

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    La democracia es frágil, mortal. Hace más de 2 mil años fue pervertida por los demagogos de Atenas. Y, hace un año en Estados Unidos, fue vulnerada por el ...

  • El pueblo soy yo - Casa de América

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    02/10/2018. Presentación libro El pueblo soy yo, del escritor mexicano Enrique Krauze. El pueblo soy yo es una reflexión y una historia del populismo en América ...

  • el pueblo soy yo - Margen Libros.

    https://www.margenlibros.com/libro/el-pueblo-soy-yo_441138

    EL PUEBLO SOY YO, ENRIQUE KRAUZE, 19,90€. Un manifiesto a favor de la libertad y la palabra. La democracia es frágil, mortal. Hace más de dos mil años fue p ...

  • EL PUEBLO SOY YO · KRAUZE, ENRIQUE: DEBATE - Tipos ...

    https://www.tiposinfames.com/libros/el-pueblo-soy-yo/44821/

    «Este libro es un pequeño viaje histórico, un testimonio personal, una acumulación de lo visto, oído, leído, conversado y aprendido sobre el poder personal ...

  • Un mapa en la cabeza de Ken Jennings

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    ?Por que nos fascinan tanto los mapas? Un libro unico y sorprendente sobre las curiosidades,
    historias y anecdotas presentes en los mapas y en la capacidad que ha tenido la cartografia para
    transformar el mundo.

  • Camino a una tierra extrana de David Park

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    Con una prosa elegante y sugestiva, Camino a una tierra extrana es el viaje introspectivo de un padre que busca a su hijo; un retrato psicologico, perfectamente hilvanado, acerca de una familia en una crisis emocional y, sobre todo, una hermosa reflexion del significado de la paternidad.

  • Quimera de Taylor S

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    La revolucion de sus ojos verdes convirtio lo imposible en posible.

  • Jaque Mate de Diana Nixon

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    Inteligente, hermosa y ambiciosa, Scarlett Wilson nunca penso que los problemas podrian ser tan irresistibles. Despues de despertar en la cama de un apuesto extrano, sin mas que el vago recuerdo de la noche que pasaron juntos, su vida tendra un subito cambio. Lo que penso que seria el error mas grande, resultara ser lo unico que su cuerpo y mente nunca podran olvidar.

  • Un corazon en Nolita (American Girls 4) de Estrella Correa

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    Adoro Nueva York. Me gusta mi vida y no deseo cambiarla. Vivo en un piso compartido con dos amigas que son mis almas gemelas. Nos conocimos en la universidad y desde entonces no nos hemos separado, incluso hemos pasado algun dia de Accion de Gracias juntas. La casa no es gran cosa, pero la propietaria nos cobra un alquiler muy bajo para estar situada en Nolita, un barrio de Manhattan. Los muebles los hemos comprado nosotras. Y me refiero a que los recogemos de la calle (la mayoria), les hacemos unos arreglos y los pintamos. Quedan como nuevos y nos salen bastante baratos. Mi cuenta bancaria no esta dotada con muchos ceros y trato de sobrevivir trabajando como fotografa en eventos que me van saliendo mientras termino un master de Comunicacion Audiovisual en la Universidad de Nueva York. --Ava, ?has terminado? --Escucho a Sophia aporrear la puerta del bano. --!Cinco minutos! --grito buscando una toalla y tratando de no resbalar por el suelo mojado. Soy muy propensa a los accidentes--. !Hay otro bano! --informo. --!Y otra pesada como tu que tarda una hora en ducharse! --chilla. Me cubro el cuerpo y limpio el cristal lleno de vaho con la mano. Tengo las mejillas sonrosadas y la piel al completo demasiado roja. Me gusta el agua caliente. Mia dice que un dia de estos salgo del bano con quemaduras de tercer grado. Cojo el cepillo y peino mi cabello castano claro. <>, pienso, cuando veo que casi me llega por la cintura. --Cuanto estres, chica --reprocho a Sophia que me mira con cara de pocos amigos y un cafe en la mano cuando por fin abro la puerta. --No puedo llegar tarde otra vez al trabajo. Estan a esto --hace una senal con los dedos-- de prescindir de mi buen hacer y sabiduria. --Querras decir que te van a poner de patitas en la calle porque no has querido acostarte con el jefe. --Me da el cafe que me ha preparado. --No me lo recuerdes. Deberia haberlo hecho. Ahora no estaria pensando que quizas no tenga para pagar el alquiler el proximo mes. --Fuerza una sonrisa y me da con la puerta del aseo en las narices. Me encuentro con Mia en el salon tras vestirme. Nota: ella prefiere muebles caros porque puede permitirselo, pero nos respeta y nos deja vivir como hijas de obreros. Tiene un movil en cada mano y escribe en los dos a la vez. Ella es asi. Y su trabajo requiere todo su tiempo y su vida. Es broker. La mujer broker mas joven de Nueva York. Y la mas guapa. Y la mas rubia. Y la mas alta. Y la mas delgada. Y la mas envidiada. --No se como consigues hacer eso --indico mientras me pongo una chaqueta de cuero camel.--Con mucha practica. --Ni me mira y sigue tecleando, concentrada en sabe Dios que. Yo sumo dos mas dos y me explota el cerebro. --?Te vienes? --Tengo reunion. Viene un coche a buscarme. --Que nivel, chica. Quiero un jefe como el tuyo. --Mi jefe es un estirado. Y un gilipollas --apunta. --Pero envia limusinas a recogerte. --La observo detenerse frente a nuestra ventana. Hace un chasquido con la lengua y se queja. --Me la suda la limusina. --Mia es la mas rubia y la mas guapa del distrito financiero, pero tambien la peor hablada--. Tengo que irme. --Me da un pequeno abrazo y sale corriendo. --?Que planes tienes hoy? --Sophia se cuelga el bolso, tambien lista para ir al trabajo. --Me paso por la universidad y despues tengo una sesion de fotos en Central Park. --?Quedamos para comer entonces? --Ella trabaja como secretaria de direccion en la Quinta Avenida. --No se si me dara tiempo. Te llamo y hablamos. --Ava, tienes que comer. Estas muy flaca. --Soy de constitucion delgada --me quejo. Siempre estan con la misma cantinela. Mi familia es asi, mi madre y mi abuela tambien soy muy delgadas. Me ahorro el discurso porque ya lo sabe y no voy a repetirme. Por cierto, tengo que ir a visitarlas este fin de semana, es el cumple de mi abuelo y, aunque fallecio hace mas de diez anos, nosotros le seguimos celebrando el cumpleanos. Una tradicion familiar un poco macabra. Cosas de familia descerebrada. --!Auu! --Me doy un golpe en la cabeza con una puerta del mueble abierta cuando voy a guardar las galletas. --El primero de hoy. A ver si superas tu record. --Mi amiga y companera se refiere a mi aficion por los accidentes, grandes y pequenos, y el listado de ellos es interminable y diario. Como si fueran un iman para mi. Mis padres cuentan que de pequena un perro me mordio el dedo. Hasta ahi la historia parece normal, no obstante, cambia al relatar que tropece y mi mano cayo dentro de la boca del canino, que se asusto y me mordio. Pues como esto, casi todo en mi vida. Me paso por la universidad y hablo con mi tutor de master sobre las practicas de este que empezaran dentro de un mes. El senor Patynson goza de una paciencia conmigo que temo que termine algun dia. Se parece un poco a mi padre, con facciones duras y barba canosa. --Estoy deseando empezarlas, senor Patynson. Me he esforzado mucho para que mis notas no bajen de matricula de honor. --Senorita Jones, se que no va a defraudarme. --Me da dos palmaditas en el hombro antes de marcharme y correr hasta la boca de metro. Voy demasiado tarde y los nervios comienzan a apoderarse de mi. Trato de relajarme escuchando un poco de musica con la ayuda de mis iPod porque, total, el metro no va a ir mas deprisa porque yo me ponga a llorar ahora. Y estoy a punto, ojo. No puedo perder este trabajo. Con lo que van a pagarme puedo cubrir mi parte del alquiler durante cuatro meses y eso incluye diciembre y los regalos de Papa Noel. Tengo un sobrino putativo (soy hija unica) de tres anos que no entenderia que el "Abuelo Rojo", como lo llama el, no deje un presente en mi casa, por muy pobre que sea. Tarareo la cancion mirando la hora en mi iPhone cada cinco segundos: With or without you de U2. Veo la piedra fija en tus ojos. Veo la espina torcerse. Te espero. Hechizado y con la suerte torcida. En una cama de clavos ella me hace esperar. Y espero sin ti. Contigo o sin ti. Contigo o sin ti. A traves de la tormenta alcanzamos la orilla. Tu lo das todo pero yo quiero mas. Y te estoy esperando. Contigo o sin ti. Contigo o sin ti. No puedo vivir. Contigo o sin ti. El set de rodaje esta listo. Grabaran algunas imagenes para el anuncio y yo me encargare de la fotografia antes y despues de la filmacion. Desde lejos compruebo el jaleo que se ha montado alrededor del equipo y, como voy concentrada en no tropezar (que es lo que normalmente ocurre) no me percato de que el brazo fornido y peludo de un miembro de la seguridad privada me detiene en seco poniendo su mano (de dimensiones descomunales) entre mi pecho y mi cuello. --?Adonde cree que va? --Disculpe, senor. Vengo a trabajar. --Contesto tras unos segundos de desorientacion. Pero ?quien se cree este hombre montana para tocarme y casi ahogarme? --Identificacion. --?Que? --No le veo la identificacion. <>. --Se me ha olvidado. --Pues me temo que no puedo dejarla pasar. --Escuche, llego ya --miro mi reloj rojo de muneca-- tres minutos tarde y no puedo permitirme perder este trabajo. --Sigo con la cantinela, ahora en voz alta. --Ese no es mi problema --contesta categorico. ?Queeee? --Ni el mio que usted viva amargado. ?Ha visitado el bano hoy? No sabria explicar mi respuesta, lo que si puedo describir la suya y basicamente se le salen los ojos de las orbitas; parecen dos globos a punto de estallar. Desde luego no se esperaba que la chica delgadita le contestara de esta manera. <>, pienso, hasta que contesta y corta mis pensamientos, que anotaban retirar el sofa y limpiar con ahinco debajo en cuanto pudiera. --Mire, senora, o se va de aqui o... ?Me ha llamado senora? Por favor, que tengo veinticinco anos. --?O que? --!Me ha llamado senora! --O la saco a la fuerza. Cruzo los brazos, clavo los pies al suelo y arrugo el entrecejo al que acompano de una cara desafiante. Esta a punto de cogerme en brazos y echarme de alli cuando uno de mis companeros me reconoce y llega para salvarme del monstruo peludo y ojos de pez globo. Y no es que necesite que un hombre me salve; es que Robert es el que me contrato. Tiene muchos contactos y me encuentra muchos trabajos. Merece que se lo agradezca. --!Ava, Ava! --grita en mi direccion. El osado y estrenido seguridad lo mira y se detiene. --Robert, por favor, ?puedes decirle que tengo permiso para entrar aqui? --?Y tu identificacion? Pongo los ojos en blanco. <>. --La olvide. Me agarra de la mano y tira de mi hacia el set. Yo miro hacia atras con fingida sonrisa y le hago la senal del pajarito a mi no amigo. Por supuesto, Robert no se percata del asunto. --Llegas tarde --me sermonea. --Solo dos minutos y ha sido por culpa de ese hombre. --Un hombre que solo hace su trabajo. Y han sido siete. Caminamos hasta donde el catering sirve el desayuno, uno muy completo. --?Eres mi jefe? --Ava, cuento contigo siempre, no puedes fallarme. --Llevas razon... --reculo. --Y el jefe ya te hubiera echado. Sirvete un cafe, yo vuelvo en unos minutos. --Tanta prisa, tanta prisa... --me quejo en susurros cuando un chico guapisimo se sirve un te junto a mi. 2 Tengo un iman para los problemas, para tropezar delante de todos o sola, darme golpes por todo el cuerpo (soy torpe y lo acepte hace mucho) y para que los chicos guapos se acerquen a mi sin intenciones ocultas; quiero decir que tengo amigos muy guapos, sin embargo ninguna de mis parejas han sido de revista. Sophia y Mia argumentan que mi gusto se caracteriza por ser muy peculiar en todos los sentidos y... bueno, no se si llevan razon, pero no se equivocaron con mi ultima pareja; me tenia absorbida. --Buenos dias --me saluda con educacion. --Buenos dias. --?Un bagels? --No me gustan, gracias. Pone cara de asombro y yo encojo los hombros. --Nunca habia conocido a nadie que no le gustaran los bagels. --Estan demasiado dulces. --Los hay salados. --Estan demasiado salados. Sonrie y le da un sorbo a su te de color rojo. --?Eres la fotografa? Dirige la mirada hasta mi bolsa que he dejado en el suelo junto a mi. --?Eres el modelo? --?Tanto se me nota? --Nadie se levanta con esa ropa y ese peinado. --No va vestido con nada del otro mundo y el pelo, aunque demasiado brillante, es muy normal. Es obvio que no quiero decirle que es tan guapo que parece de mentira. Estoy a nada de pellizcarle y comprobar si no es una aparicion estelar--. Supongo que ya has pasado por chapa y pintura. --?Perdona? --Casi escupe el te que retira de su boca con rapidez. --Que peluqueria y vestuario ya ha realizado su trabajo. --Llevo aqui desde las cinco de la manana. --Me da la impresion de que se queja. Y con razon, son mas de las nueve. --Pues deberias tomarte un cafe. --No me gusta el cafe. --Nunca habia conocido a nadie que no le gustara el cafe. --Lo parafraseo. --Esta demasiado acido. --Siempre puedes echarle azucar. --Da otro sorbo y no contesta--. No me digas. No tomas azucar. Niega con la cabeza. --No se como puedes vivir sin azucar. --Soy propenso a engordar. ?Engordar? Lo miro de arriba abajo y tengo que disimular lo que realmente quiero decirle, que es: !pero si estas mas bueno que el pan! --No siempre he sido asi. --Me lee la mente y se explica. No me lo imagino de otra manera. Mi telefono suena dentro del bolsillo de mi pantalon vaquero.

  • El Hombre Perfecto de Marta Escudero

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    Carlos es el hombre perfecto. Mi hombre perfecto. Fuerte. Trabajador. Prohibido. Trabajaba para mi padre. Como mecanico. Me saca diez anos. Y vivia al lado. Le he visto mirandome por la ventana. Mientras me cambio de ropa. Y me sonrio cuando me di cuenta. No tiene verguenza. Podria perderlo todo. Pero esta dispuesto a ello. Por mi. Me resultaba imposible no ceder. Asi que lo hice. Y entonces me enamore de el. Perdidamente. Ya no era solo una universitaria. Era su chica. Y el era el mejor hombre que podia desear. Fuerte. Trabajador. Prohibido. Y con gran corazon, pese a ser un sinverguenza.

  • Solo los locos se enamoran de Kristan Higgins

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    Millie estaba a punto de tener la vida perfecta.

  • Finge que me amas (Sweet love 6) de Moruena Estringana

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  • Solo tuya y para siempre (La fuerza de amar 2) de Barbara Crespo

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    Seis meses han pasado desde que Sindy firmo el papel que la ha llevado a vivir un calvario en vida, sin saber nada de Ian y preguntandose, porque todavia no ha dado senales de vida, subsiste a las humillaciones, palizas y degradaciones con las que Dago, se propone doblegar su fuerza y entereza. Cuando Ian por fin aparece, una pequena luz de esperanza nace en su corazon, siendo destruida poco despues por el hombre que ama, resultando ser el mayor enemigo. Sindy tendra que luchar contra el demonio con el que convive, encontrar la manera de escapar y liberarse del hombre que se ha empecinado en amargar su existencia. ?Sera verdad que Ian ha dejado de amarla? ?Podra perdonarle Sindy, cuando descubra que clase de hombre es en realidad Ian? ?Que la haya abandonado?

  • Extranos al calor de la noche de Kylie Brant

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    No sabia como se llamaba, no sabia de donde era. Rianna Kingsley solo sabia que sus conocimientos de artes marciales y tecnicas asesinas estaban muy por encima de lo que sabia una persona normal.

  • La chica olvidada de Noelia Lorenzo Pino

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    La agente Eider Chassereau y el suboficial Jon Ander Macua investigan, tras la aparicion de su cadaver, el asesinato de la joven Lorea Galvez. La similitud del caso con un crimen, aun sin resolver, ocurrido catorce anos antes en plenas fiestas de Hondarribia, hara que este cobre actualidad y se reabra gracias a los esfuerzos e insistencia de la patrullera Lia Yoldi, amiga intima de la victima y aun obsesionada con su muerte. La reapertura del caso desenterrara emociones soterradas en la agente al rememorar, con ayuda del diario de su amiga, sus ultimos dias de existencia. Un relato donde se entrecruzan dos pesquisas paralelas que avanzan implacablemente, con una trama perfectamente hilvanada y una resolucion absolutamente sorprendente. La autora, ademas, se muestra como una sutil observadora de las relaciones que se establecen entre grupos humanos, tanto en la propia Ertzaintza, como en las familias y amigos tras la fractura que se produce ante la muerte violenta de uno de sus seres queridos

  • Los secretos del conde de Vanny Ferrufino

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    Marcus Woodgate, conde de Hamilton, requiere de una esposa con urgencia; y no de una cualquiera, sino de una dama con una exquisita dote que le permita pagar las deudas que adquirio junto al condado de su difunto tio.

  • Complice de Amor de Lily Cerda

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    La hija mayor de la familia Logan es una dama ya pasada de edad para contraer nupcias, aunque posee un corazon tierno y compasivo, por esta razon, recibe la herencia de un caballero que en verdad no era su padre, su forma de ser y el temor a Dios la llevan a conocer al Conde de su region, un anciano de corazon duro por el odio, el resentimiento y falto de compasion. El cual, la hace llamar a su presencia, para humillarla y burlarse de la senorita Zarina Logan por su creencia, pero este encuentro, hace que el anciano Conde se quede desconcertado con la joven dama, y ella poco a poco derrite la coraza del corazon de este, haciendole mas compasivo.

  • Sera larga la noche de Santiago Gamboa

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  • Tu, irremediablemente tu de Inma Munoz

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    Han pasado siete meses desde que la vida de Salma dio un giro radical. Cansada de todo y motivada por sus amigas, se propone vivir un apasionante verano. Con el intentara pasar pagina y cerrar ese capitulo tan intenso de su vida. ?Sera el destino quien guie sus pasos?
    Tras “Tu, me gustas tu”, llega el final de esta apasionante historia de amor y con ello las respuestas a todas esas preguntas que quedaron en el aire.

  • Casado con mi secretaria de Roxana Aguirre

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    Oliver Anderson, un millonario y apuesto joven de veinticinco anos, esta a punto de perder la presidencia de su empresa por no llevar una vida formal. Pero de repente su vida da un giro al pedirle a su secretaria, Alexandra Carlin, que sea su esposa durante seis meses.
    La historia narra el divertido matrimonio odio-amor entre Oliver Anderson y su secretaria cuando las cosas no salen como ellos esperaban.

  • Dientes de leon de A.j Ortiz

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    <>, escucha decir Addison Cooper a Trisha, su mejor amiga, antes de colgar el telefono y pasar por delante del cartel de bienvenida a Dandelion Bay.

  • Conversacion bajo la lluvia de Jessica Machado

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    Era de dia, era de noche, era de tarde. Era un tiempo sin tiempo. Fueron horas, minutos, segundos que no pasaron y que se esfumaron en el viento.
    Las estrellas brillaban, el cielo era unicamente alumbrado por la luz de la luna, el sol cegaba a la vista, los pajaros y los grillos cantaban todos al mismo tiempo.
    Era una cupula de cristal en la que el tiempo no pasaba, donde el tiempo no existia.
    Era su cuarto. Ese lugar magico y tragicamente real que me tomaba como rehen. La musica sonaba y al mismo tiempo el silencio era impregnable.
    Diez anos despues de dejar de ver a su primo del cual se enamoro perdidamente al ser solo una adolescente, ella intentara hacerle saber sus sentimientos. ?Lograra encontrar la valentia de decirle lo que ha callado por anos?

  • La Jugadora apuesta a su Baron de Christina Mcknight

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    Cuando felices por siempre es el nombre del juego, los jugadores deben arriesgarlo todo en esta conclusion emocional de la serie Craven House, un exito en ventas de Christina McKnight.

  • Nada que tu no quieras de T.s. Williams

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  • Escondete (Detective Warren 1) de Lisa Gardner

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  • Una vez en Paris de Diana Palmer

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    Aunque Pierce estaba fuera de su alcance, Brianne no podia imaginarse entregandose a ningun otro hombre y, menos aun, al socio corrupto de su padrastro. Obsesionado con Brianne desde su primer encuentro, Philippe Sabon no se detendria ante nada con tal de conseguirla. Cuando pidio su mano a su padrastro con la excusa de unir la riqueza de las dos familias, solo la intervencion de Pierce podria salvarla de un destino peor que la muerte…

  • Aristoteles en 90 Minutos de Paul Strathern

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    La coleccion Filosofos en 90 minutos incluye interpretaciones breves, pero autorizadas, de los mas grandes pensadores de la humanidad y descifra sus filosofias en una forma amena y accesible que las hace interesantes y comprensibles a casi cualquiera. Aristoteles fue preceptor de Alejandro Magno. La Historia no registra detalles de esta relacion, pero sabemos que, con el tiempo, Alejandro estuvo a punto de firmar la sentencia de muerte de Aristoteles, si bien se olvido y se dispuso, en su lugar, a invadir la India. De no ser por este golpe de suerte, habriamos perdido al hombre cuya filosofia habia de dominar el pensamiento europeo durante los 1.500 anos siguientes.

  • Bling Bling Boom de Martin Baker

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    Cristina conoce al asesino que pilota el avion que explota en el aire nada mas despegar con destino a Paris. Acaba de retornar a Espana despues de varios anos ensenando en los liceos franceses alrededor del mundo, y en estado de shock se dirige a la comisaria mas cercana, donde intentara explicar lo que intuye.
    Durante su estancia en el extranjero Cristina, Elena y Laura consiguen crearse sus propias rutinas para sobrevivir en un mundo bling bling que ciega con sus destellos y simula corrupciones y despotismos pasivos. Desmotivada por los abusos de alumnos y padres, Cristina se mantiene conectada a la vida real a traves de los mensajes de su amiga Lamia, que desde Madrid le contara como se enamora de un refugiado sirio que encubre una red terrorista.

  • Grandes estrategias de John Lewis Gaddis

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    Una clase magistral sobre el arte del liderazgo por el mayor experto mundial en pensamiento estrategico.

  • El legado de Damian, Chris de Witt [PDF] de Chris De Witt

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    Damian Di Monaco, de setecientos anos, es un implacable guerrero de la casta de los Silverwalkers de la Estirpe de Plata. Tiene a su cargo hallar un simbolo, indispensable para la evolucion de la estirpe, que esta en poder de una guardiana, Maia Serrano.

  • Seduciendo a Liliana de Dylan Martins

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    Cuando Brian acepta la oferta de su mejor amigo para unirse a el y a su mujer a un viaje a Cuba tras su regreso de la luna de miel, no puede imaginar que esto le cambiara la vida para siempre.
    Liliana, una cubana que conoce de casualidad, pondra su vida patas arriba. Y Brian esta decidido a conseguirla.
    ?Te atreves a conocer sus armas de seduccion?
    La vida de Brian dejara de ser la misma y Enzo y Emma lo acompanaran en la aventura de su vida.

  • Un canalla que no lo era (Escandalos y canallas 1) de Sarah Maclean

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    Si la condesa de Liverpool no hubiera sido una ferviente admiradora de las criaturas acuaticas, quiza todo habria sido diferente. Tal vez entonces nadie hubiera sido testigo de los acontecimientos del 13 de junio en la legendaria fiesta que ofrecio para celebrar el final de la temporada de 1833. Quiza Londres se hubiera sentido feliz hablando de la miriada de anfitriones que se propagarian como escarabajos por los campos britanicos a lo largo del idilico verano. Quiza. Pero un ano antes, la condesa de Liverpool habia recibido de regalo media docena de carpas naranjas y blancas que se decia que eran descendientes directas de los venerados Shoguns de Japon. Sophie consideraba que la historia era totalmente inverosimil y que Japon seguia estando muy aislado del resto del mundo, pero lady Liverpool se sentia muy orgullosa de sus mascotas y las cuidaba con una pasion casi enfermiza. Seis se habian convertido en dos docenas y la fuente en la que vivian aquellas criaturas habia dado paso a un lugar que solo podia describirse como un estanque. Sin embargo, los peces habian despertado la imaginacion de la condesa, y la soiree veraniega de los Liverpool tuvo como tema un extrano mundo chino a pesar de que la condesa sabia todavia menos sobre China que sobre Japon. De hecho, cuando los saludo, iba envuelta en una elaborada y diafana seda blanca y naranja con la que pretendia evocar a sus preciadas carpas. --Por lo que se ve, nadie sabe nada sobre Japon --les dijo, explicandoles su razonamiento--. Los japoneses son muy reservados, lo que los hace poco divertidos para una fiesta tematica. Sin embargo, China esta tan cerca... que es casi lo mismo. Cuando Sophie le dijo a la condesa que ambas culturas no se parecian en absoluto, esta solto una risita y agito un brazo cubierto por aletas de seda. --No se preocupe, lady Sophie. Estoy segura de que en China tambien hay carpas. Sophie habia lanzado a su madre una mirada desesperada al escuchar aquellas ignorantes palabras, pero esta no se dio por enterada. Durante semanas, Sophie habia insistido en que China y Japon no eran lo mismo, aunque nadie la habia escuchado. Su madre estaba demasiado agradecida por que las hubieran invitado a un evento tan exclusivo. Despues de todo, las hermanas Talbot no solian frecuentar tales acontecimientos. Tanto ellas como el resto de la aristocracia se habian ataviado con una enorme variedad de brocados, cada uno mas elaborado que el anterior, de tonos rojos y dorados, y se habian cubierto la cabeza con extravagantes sombreritos que habian mantenido ocupadas a todas las modistas de Londres en cuanto se empezaron a recibir las invitaciones. Sophie, sin embargo, se habia resistido ante la insistencia de su madre a participar en la farsa y, para consternacion de su familia, su atuendo era de un ordinario amarillo palido. Y asi fue como aquel precioso dia de mediados de junio, lady Liverpool se fijo en la pobre y poco interesante Sophie --que no era la mas hermosa, la mas loca ni la que mejor tocaba el piano de las Talbot-- y le sugirio que quiza le gustaria ver las nuevas carpas en un entorno adecuado. Sophie acepto tan contenta la oferta, agradeciendo poder alejarse de la fiesta repleta de aristocratas y de sus intensas miradas, que tanto ella como su familia evitaban siempre que podian. Despues de todo no habia una mirada tan penetrante como aquella que fingia eludir el objeto de su curiosidad. Y eso era particularmente cierto cuando los objetos en cuestion eran imposibles de ignorar. Las miradas habian seguido a las jovenes Talbot desde que comenzaron a ser presentadas en sociedad --cinco hermanas en cuatro anos--, y cada una fue peor recibida que la anterior, mientras las invitaciones habian ido disminuyendo cada temporada que pasaba. Sophie siempre habia deseado que su madre abandonara ese sueno de querer que sus hijas fueran aceptadas en la sociedad, ya que era algo que jamas ocurriria. En consecuencia, Sophie estaba alli, ocultandose como podia en los ornamentados jardines de los Liverpool, fingiendo no estar escuchando los insultos que lanzaban contra sus hermanas con tanta regularidad que ya no suponian ninguna novedad. Asi fue como, con no poco alivio, Sophie siguio las instrucciones de su anfitriona y se dirigio al legendario invernadero de los Liverpool, una enorme construccion de vidrio donde se podia admirar una impresionante variedad de flora, que prometia no proporcionar ningun chisme. Busco en su interior el estanque de peces, caminando entre los limoneros, que crecian exuberantes en macetas, y los impresionantes helechos, hasta que oyo unos sonidos: una especie de gritos ritmicos e inquietantes, como si alguna pobre criatura estuviera siendo torturada entre los rododendros. Convencida de que la criatura en cuestion necesitaba claramente ayuda, se acerco a investigar. Por desgracia, cuando encontro el origen de los ruidos, se hizo muy evidente que la mujer en cuestion no necesitaba asistencia. Ya la estaba recibiendo. Del cunado de Sophie. Es preciso anotar que la mujer no era su hermana. Razon por la cual, despues de recuperarse de su conmocion inicial, se sintio con todo el derecho de interrumpir. --Excelencia... --pronuncio con voz firme y clara, rompiendo el silencio con el desprecio que sentia por ese hombre y por el mundo que le habia otorgado tanto poder. La pareja se quedo inmovil. Una bonita cabeza rubia aparecio por detras del brazo de su cunado, cubierto con una pagoda de seda roja de la que colgaban multitud de borlas doradas, unos grandes ojos azules se clavaron en ella parpadeando. El duque de Haven no se digno siquiera a mirarla. --Vete. Sin duda, no habia nada en el mundo que Sophie odiara mas que la aristocracia. --?Sophie? Mama esta buscandote... Ha interceptado al capitan Culberth en el campo de croquet, pobre hombre, esta a punto de matarlo con ese enorme abanico que ha insistido en llevar. Debes ir a rescatarlo. Sophie cerro los ojos al escuchar aquellas palabras, deseando no haberlas oido. Deseando que la persona que las acababa de decir estuviera a mucha distancia. Se dio la vuelta para detener el avance de su hermana. --No, Sera... --!Oh! --Seraphina, duquesa de Haven, de soltera Talbot, se detuvo en seco cuando doblo la esquina hacia el bosquecillo de plantas en maceta, percibiendo la escena con las manos sobre su vientre, que sobresalia ligeramente donde crecia el futuro duque de Haven--. !Oh! --Sophie percibio la sorpresa en la expresion de su hermana al asimilar la escena, que fue seguida con rapidez por otra de tristeza y luego una de fria calma--. Oh... -- repitio. El duque no se movio. No miro a su esposa, a la madre de su futuro hijo. En su lugar, empujo con una mano la cabeza de rizos rubios y hablo con la boca pegada al cuello de su amante. --He dicho que os vayais. Sophie miro a Seraphina, que se irguio en toda su altura y trato de ocultar todas las emociones que debia estar sintiendo. Que Sophie no pudo evitar sentirlas con ella. Deseo que su hermana dijera algo. Que luchara por si misma. Por su hijo no nacido. Pero Seraphina se dio la vuelta. Sophie no pudo reprimirse mas. --!Sera! ?No piensas decir nada? --La mayor de las Talbot sacudio la cabeza. Aquel movimiento de renuncia hizo que Sophie se viera atravesada por una sacudida de ira e indignacion que la impulso a volverse hacia su cunado--. Si no lo hace ella, lo hare yo. Eres un pomposo asqueroso. Un ser deleznable y repugnante. El duque le dirigio una mirada desdenosa. --?Debo continuar? --espeto Sophie. La rubia jadeo entre los brazos de su cunado. --!Por favor! No se puede hablar a un duque de esa manera. Es una terrible falta de respeto. Sophie resistio el impulso de arrancar el ridiculo sombrerito de la cabeza de aquella mujer y pisotearlo. --Tiene razon. Soy la unica que esta faltando el respeto en este momento -- ironizo. --Sophie... --susurro Seraphina. Sophie percibio la urgencia en aquella palabra, como si quisiera impulsarla fuera de la escena. El duque emitio un largo suspiro, solto a la dama en cuestion, le bajo la falda y le indico que se levantara del lugar donde estaba sentada. --Vete... --Pero... --He dicho que te vayas. La mujer sabia lo que le convenia y obedecio al instante, enderezando sus borlas y alisandose las faldas antes de desaparecer. El duque se volvio hacia ella, todavia abrochandose los pantalones. Su duquesa aparto la mirada; Sophie no. De hecho, se puso delante de su hermana como si asi pudiera proteger a Seraphina de aquel terrible hombre con el que se habia casado. --Si piensas que vas a asustarnos con tu vulgaridad, puedes ir olvidandolo. El arqueo una ceja. --Claro, vuestra familia esta acostumbrada a la vulgaridad. Las palabras querian ofender, y lo hicieron. La familia Talbot era el escandalo de la aristocracia. El padre de Sophie y Seraphina era un conde de nuevo cuno, hacia solo una decada que habia recibido el titulo del rey. A pesar de que su padre nunca habia confirmado los rumores, era creencia comun que habia sido la fortuna que Jack Talbot habia hecho con el carbon lo que habia comprado el titulo. Algunos decian que lo habia ganado en una partida de faro y otros que era el pago por haberse hecho cargo de una deuda particularmente embarazosa del rey. Sophie no lo sabia y tampoco le importaba demasiado. Despues de todo, el titulo de su padre no tenia nada que ver con ella; jamas hubiera elegido relacionarse con el mundo aristocratico. De hecho, habria elegido cualquier otro entorno antes que ese, donde la gente hablaba mal y se metia con sus hermanas. Alzo la barbilla y se enfrento a su cunado.

  • Las dudas de Alexia (Alexia 2) de Susana Rubio

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  • Con esto y un bizcocho de Amara Castro Cid

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    Con esto y un bizcocho es una novela positiva, actual, y que te atrapa desde las primeras paginas. Mariana regresa a su Vigo natal para recuperarse de las secuelas de un accidente. Su familia, su psicologo, su fisioterapeuta y sus amigas intentan ayudarla a reconciliarse consigo misma pero una llamada inesperada lo complicara todo. Los personajes secundarios, tambien con sus propios miedos e inseguridades, acompanaran a Mariana en este viaje de superacion. Sus historias se van narrando en paralelo y vienen a reforzar la idea central de la novela: no podemos cambiar el pasado pero si que podemos intentar verlo desde una perspectiva diferente. Superacion, amor, amistad y una pizca de intriga hacen que quieras saberlo todo sobre los Nogueira porque, poco a poco, te vas sintiendo como uno mas de la familia.

  • Casi una novela de Megan Maxwell

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    Hola amigos. Antes de que comenceis a leer este libro os quiero comentar algo. Necesito que sepais que CASI UNA NOVELA fue la primera novela que yo escribi en mi vida. Recuerdo que un dia estaba aburrida en casa, cogi papel y boligrafo (no habia ordenador) y comence a escribir. En ese momento, ni me imaginaba que estaba creando una historia. Yo solo me deje llevar por mi imaginacion y plasme lo primero que se me paso por la cabeza. Lo alucinante fue darme cuenta varios dias despues, que habia creado una historia y sobre todo unos personajes que me pedian que no les abandonara, que continuara creando sus vidas. Como curiosidad de esta novela, os dire que el personaje de Rebeca, en un principio se llamo Megan. Ella fue la primera MEGAN. Gracias a ella, yo comence a utilizar ese nombre en muchos aspectos de mi vida. Concursos literarios. Editoriales. Y quiero sepais que si le cambie el nombre, al publicar ahora la novela, ha sido porque ya hay otra protagonista con ese mismo nombre en otro de mis trabajos. Soy una fiel seguidora del campeonato del mundo de motociclismo. Lo sigo desde hace mas de veinticinco anos y quiza por eso cuando escribi esta novela, su protagonista masculino fue un piloto de lo que hoy se llama MotoGP. En esa epoca, yo trabajaba como secretaria en una asesoria juridica y mi novio (hoy mi marido) y yo, teniamos moto. Ibamos a concentraciones moteras, a grandes premios en Espana y lo pasabamos genial. El nombre de la novela tambien tiene su historia. Cuando la escribi, recuerdo que cuando los amigos venian a casa y veian sobre la mesa un gran monton de hojas, me preguntaban ?eso que es? Y yo siempre les respondia... <> por eso cuando la termine decidi llamarla asi. La llame por el nombre que ya habia decidido sin yo saberlo, CASI UNA NOVELA. Solo espero que esta historia y sus personajes os gusten tanto como me gustaron. Un besazo Megan Capitulo 1 --Por fin es viernes --susurro Rebeca al salir de la oficina. El trabajo algunos dias era agobiante. Y aquel habia sido uno de esos dias. Con prisa, anduvo hacia su coche. Lo abrio, metio su bolso y, cuando iba a cerrar, observo que debajo del coche de al lado habia una caja de pizza que se movia. Cerro la puerta rapidamente. Sera una rata, penso horrorizada. Pero, cuando encendio el motor, volvio a mirar y observo una pequena cara peluda y blanquecina asomar por el extremo de la caja. Era un perrillo. Sin poder resistirse apago el motor, bajo del coche y abrio la tapa de la caja de pizza. --Venga, pequeno, sal de ahi --murmuro sonriendo--. ?Donde estan tus duenos? Miro a ambos lados del parking. No habia nadie. Estaba sola. Con mimo miro al pequeno animal peludo. --Tienes hambre, ?verdad? --El cachorro parecio entenderla y ladro--. Oh, Dios... pero si eres una monada. Divertida, lo cogio con una mano y se lo acerco a la cara. Era menudo y sus ojos tristones le dejaron sin habla. La noche se acercaba y le daba pena dejarlo alli solo. Pero no podia tener un perro en casa. En su vida y con su trabajo no habia cabida para un animal. Lo dejo en elsuelo apenada. --Lo siento. No me puedo hacer cargo de ti. Abrio la puerta de su coche y, cuando fue a meter los pies, el cachorro intento subirse, pero ella no le dejo. --Ni un paso mas, amiguito. No puedo quedarme contigo. Fin de la discusion. Arranco y este se quedo sentado sobre su regordete trasero. Rebeca lo miro y se agobio. No podia dejarlo alli. Era un cachorro. Un bebe. Al final, abrio de nuevo la puerta, bajo del coche, lo cogio y, tras resoplar, murmuro: --Vale. Te llevo a casa. Pero solo sera una noche. Llamare manana a la protectora de animales y ellos te buscaran un hogar. Durante el camino a casa, el cachorro color canela y blanco se enrosco y se durmio en el asiento del copiloto junto al bolso. Rebeca, enternecida, lo miraba mientras pensaba en lo divertido que seria quedarse con el. Pero acto seguido se reprendio. No podia, o mas bien, no debia hacerse cargo de un animal. Ella casi nunca estaba en casa. Quedarselo seria cargar a Angela, una encantadora toledana que acudia a limpiar lo poco que ella ensuciaba. La conocia desde que era pequena y siempre la reprendia por lo poco que comia y lo sola que estaba. Una vez hubo aparcado en su casa, cogio al animalillo con mimo y entro con el en elsalon. --Bueno, precioso, te dare de comer algo mas digestivo que un trozo de pizza. Al entrar en la cocina, Rebeca lo solto y este lo primero que hizo este fue estrenar la cocina. --Oh... no... oh... no --se quejo Rebeca mientras se apresuraba a por la fregona--. Mal empezamos. Pero el cachorro parecia contento, y comenzo a correr y a ladrar como un loco. Rebeca sonrio mientras se dirigia al frigorifico, sacaba un carton de leche, y buscaba un cuenco y galletas. En cuanto aparecio con aquello el perrillo se abalanzo con apetito voraz. Mientras le veia rebozarse en la leche y las galletas, Rebeca llamo a informacion. Necesitaba el telefono delservicio de recogida de animales. Marco el numero que le habian dado y un contestador automatico le indico que el horario de recogida era de lunes a viernes. Debia dejar la direccion de recogida, raza del animal, telefono y nombre de la persona por la que debian preguntar. Durante unos instantes dudo. !Era tan bonito! Pero tras ver que este volvia a mearse en la tarima no lo dudo y dio sus datos. --?Y que hago yo contigo el fin de semana? --pregunto mirando al animal. Una vez hubo cenado decidio repasar unas estadisticas que se habia traido del trabajo. Siempre estaba trabajando. --Bueno, hay que ponerse a trabajar --dijo mientras observaba al cachorro enroscado sobre la alfombra.

  • Herencia envenenada de Fernando Neira

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    No queria saber nada del hombre que me habia dado la vida, lo odiaba. Nos habia dejado a mi madre y a mi cuando era un nino. Por eso cuando me informaron que habia muerto, no lo senti. Me dio igual, Ricardo Almeida nunca fue parte de mi vida y una vez fallecido menos.
    O al menos eso queria porque fue imposible. En un principio, cuando me entere que ese grano en el culo al morir me habia dejado toda su fortuna, la rechace. Pero al explicarme mi abogado que si hacia eso, mi mayor enemigo se haria con mi empresa, tuve que aceptar sin saber que irremediablemente unidas a su dinero venian cuatro cientificas tan inteligentes y bellas como raras.

  • Paralelo 42 (USA 1) de John Dos Passos

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    Primera entrega de la Trilogia USA: un retrato incomparable de America desde el nacimiento del siglo hasta la Depresion de 1929.

  • Dime tu nombre de Lina Galan

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    MUNDO REAL DE LUCIA:

  • Aunque tu y yo nunca, tu y yo siempre de Ariadna Tuxell

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    Gala es azafata de vuelo y adora su profesion. Disfruta viajando por el mundo junto a sus dos companeras de trabajo, Aitana y Dafne, quienes se han convertido en sus inseparables amigas y con las que comparte muchas horas de su vida.

  • Como el arcoiris despues de la tormenta (Dos Amigas 1) de Sabrina Mercado

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    Estaba oscuro, pero le agradaba. La suavidad de las sabanas envolvia su desnudez. Escuchaba una musica que le gustaba. El le decia al oido que esa era su cancion. Y que su voz le cantaba a ella. Solo a ella. Sus manos la recorrian y ella disfrutaba. Cada parte que tocaban la hacian estremecer. Habia besos. Fogosos, calientes. Sus lenguas entrelazadas la encendian mas y mas. Temblaba. Vibraba. Enardecia. Ella deseaba todo, necesitaba todo. Se ahogaba en un extasis infinito. Queria mirarlo a los ojos, pero no podia. ?Por que no podia? Queria ver su rostro, pero desaparecia… Finalmente todo desaparecia… PRIMERA PARTE La tormenta Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Julio Cortazar Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron. Pablo Neruda 1 Habia comenzado el invierno. Gris. Frio, muy frio. Tan frio como el que sentia en su corazon. <>, pensaba, mientras se ajustaba las medias negras de seda. Era tarde. Otra vez. ?Cuantas veces se habia quedado dormida en el ultimo mes? Ya no importaba. En la oficina lo sabian. Apuro los zapatos de taco y el sweater gris. Que ironia. Se vestia con los colores del clima. Su estado de animo podia verse a traves de su ropa. La ventana de su cuarto dejaba entrever un plomizo y oscuro cielo de amanecer tardio. La misma ventana que alguna vez le habia mostrado los colores del mundo, en ese momento solo revelaba grises. Otra gran ironia. El ruidito de su celular la saco de sus cavilaciones. Pero no habia tiempo para revisar los mensajes. Tomo la cartera, la llaves… ?se olvidaba algo? No importaba. !Era tarde! Y salio al mundo gris. No quedaba otra. En los quince minutos que llevaba en el auto, la calefaccion empezaba a surtir efecto. Afuera comenzaba a garuar. Menos mal que se habia quedado con el auto. Total el no lo usaria y para ella era fundamental. Y ahi estaba… El otra vez. ?Cuanto le habia llevado esa manana traer su recuerdo? Menos de una hora. Teniendo en cuenta que se habia quedado dormida, era todo un record. Por lo general pensaba en el apenas abria los ojos y miraba el lado vacio de la cama. Porque ella seguia durmiendo en su mitad. Amanda le decia, con razon, que se le iba a gastar solo una parte de las sabanas, y que durmiera una noche de cada lado. ?Como se le ocurrian esas cosas? Es que Amanda era asi. Todo lo que respectaba a Amanda era divertido, alegre, ameno. ?Como podria? Todavia no hacia un ano que se habia separado (definitivamente, porque habia tenido varias rupturas y reconciliaciones), y su mundo era feliz. No le molestaba cargar de aqui para alla con el pequeno Joaquin, su hijito de cuatro anos. Al menos ella no tenia hijos. O tal vez eso era lo malo… Si tuviera un hijo no se sentiria tan sola, tan vacia, tan… tan fuera de su eje. Estaciono el auto en el parking del edificio central. Su oficina era un anexo y quedaba en la otra cuadra. Mejor asi. Mas tranquilo y acogedor. Amanda la alentaba a que pidiera el pase a una oficina de otro edificio. !Estaba lleno de tipos! Solteros, casados, divorciados. Pero ella no queria un tipo. Ella solo queria a su gran amor para toda la vida. Asi lo habia llamado siempre. Se puso el abrigo, se enrollo la bufanda roja (regalo de Amanda, que siempre queria ponerle un poco de color) y salio al frio matinal. Una cuadra se hacia rapido. Y ella no queria tipos. El olorcito a cafe recien hecho le desperto los sentidos. Ni siquiera paso por su escritorio. Fue directo a la cocina. Ahi se encontro con Karen, de Legales. --?Otra vez te quedaste dormida? --pregunto entre intrigada y preocupada. --Si. --Fue todo lo que recibio por respuesta. --Tranquila, ya lo vas a superar. Es dificil. Lleva tiempo. Le acaricio el brazo derecho y salio de alli con su taza de te de menta. ?Que cuernos podia saber ella? Estaba casada hacia dos meses. Su vida navegaba en un mar de petalos de rosa. Karen, la joven y atractiva Karen. Habia conocido a su esposo en la oficina de conferencias del edificio central. Era uno de los tipos. !Se habia casado con uno de los tipos de Amanda! Bueno, no de Amanda. No creia que Amanda hubiera salido con Pedro (?o era Pablo?). Daba igual. Era uno de los tipos de los que hablaba Amanda, y Karen se lo habia apartado. Tal vez, despues de todo, no fuera tan mala idea mudarse al gran edificio. Su trabajo era independiente, estaba sola en su despacho, y salvo por las reuniones semanales con su jefe, no tenia necesidad de permanecer ahi, en las antiguas oficinas. Pero se sentia a gusto en medio de los viejos anaqueles y las repisas atestadas de libros. Entre esas paredes habia iniciado sus actividades la pequena empresa familiar treinta anos atras, y se habia convertido en una gran compania. Ella habia sido parte de ese crecimiento. No, definitivamente no se mudaria. Y mientras pensaba en ello, se quemaba la lengua con el cafe. Salir a almorzar con su amiga era una de las pocas cosas que la animaban en el ultimo tiempo. Pero habia llegado tarde, y si se tomaba esa hora sagrada, iba a tener que quedarse despues de hora en la oficina. Encima tenia trabajo atrasado. Que mas daba. Nadie la esperaba en casa. Bueno, estaba Pipo. Su gato anaranjado rescatado de la calle. El si que tenia devocion por ella. Era un gatito especial. Pero no iba a morir de hambre. Habia pasado cosas peores antes de conocerla. Se encontraron a la una en punto en el barcito de la esquina. Amanda podia tener muchos defectos, pero la impuntualidad no era uno de ellos. Siempre llegaba a horario a todos lados, ya fuera a una reunion de trabajo, a una fiesta o a la cita con el dentista. Tendria que hacerle confesar el secreto. Ella, por mas que se lo propusiera, nunca lograba llegar a la hora convenida. Por eso, cuando se encontraron en el horario establecido, Amanda la beso y la abrazo como si fuera su cumpleanos. --!Epa! No exageremos --contesto Lola al efusivo saludo. --Algo te pasa. Definitivamente tenes alguna enfermedad, de esas bien raras. --Deja de decir pavadas, queres. Tenia que salir de la oficina. No aguantaba mas. --Otra vez lo mismo --asevero Amanda arqueando las cejas. --Si. ?Que puedo hacer? No lo controlo. Desde que habia sucedido la circunstancia, como solia llamarla, los episodios se repetian. Falta de aire, sofocacion, jaqueca. Todas juntas y de repente. No lo podia manejar. --Ataque de panico. Eso es lo que tenes. Lo busque en Internet --dijo Amanda categoricamente. --Callate. Ataque de panico es otra cosa. Son nervios, nada mas. Estando aca con vos se me pasa.

  • Elastico de sombra de Juan Cardenas

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    Los dos maestros sudaban aguapanela hirviendo, apenas protegidos por las latas agujereadas del paradero de buses. Llevaban mas de una hora esperando y don Sando, el anciano maestro, maestro de maestros, empezo a pensar que el sol ya estaba con ganas de hornearlos, de quemarles hasta el ultimo concho de manteca humana y dejarlos convertidos en dos carboncitos secos. Miguel, su veterano alumno, el contramaestro, como se les suele llamar en buena jerga machetera, se abanicaba con una cachucha blanca. Era casi mediodia y el viento estaba guardado en su cueva: don Sando sabia por experiencia que el viento tiene la casa en una cueva de los Farallones y hay gente osada -gente atembada tambien- que hasta se ha ido a buscar la casa del viento y no se ha vuelto a saber de ella, porque el viento agarra a esa gente, le dice cosas al oido y la enloquece. Luego se la lleva para su cueva y alla adentro se la come y no deja ni los huesos. El viento debia de estar comiendo mucha gente en su cueva porque esa manana no habia bajado al valle ni un solo ratico y los canaduzales se miraban tiesos, mudos, como soldados al acecho, a punto de invadir un pais. Esa fue la ocurrencia de don Sando, acosado por un calor que no era normal. Un calor del fin de los tiempos. Una seguidilla de volquetas cargadas de materiales de construccion dejo a su paso una nube de polvo gris y espeso que envolvio a los dos maestros durante largos segundos. Hubo toses, protestas, Miguel se permitio un hijueputazo y don Sando..., don Sando seguia pensando en el viento, en como al viento le cambia el caracter segun baja de la montana, porque aca en el valle se vuelve manso, dulce, buen conversador y hasta con dotes de sabio. Se lo extrana cuando no baja, senor Viento, dijo don Sando entre dientes para que Miguel no alcanzara a escucharlo. Igual Miguel no estaba prestando atencion porque seguia sacudiendose el polvo. Este don Viento si es cosa seria, penso don Sando. A veces de puro travieso baja muy rapido, sobre todo por las noches, y si lo agarra a uno mal parado se le mete en el puro nervo tendonoso y provoca agarrotamientos que duran hasta una semana. A don Apolino vino un dia y le pego tal juetazo que le paralizo la cara de por vida, vaya a saber por que se ensano asi con el. Yo a veces creo que fue por envidia, ?no ve que don Apolino era buen mozo? Como no, y el Viento, dicen los que lo han visto, tiene una cara muy fea, como de trompetista, siempre con los cachetes inflados de huesos triturados y la frente arrugada por el esfuerzo perpetuo de ser quien es. Don Sando se habia enfrentado a don Apolino en cuatro ocasiones y, aunque habia logrado vencerlo en todas, no tenia un buen recuerdo de esos combates. Don Apolino era manoso, ademas de gran machetero y por ahi decian que tenia su secreto, aunque no se sabia muy bien en que consistia ese secreto, pues al fin y al cabo secreto es secreto. Algunos hablaban de pactos con entidades maleficas, de brujas, pero don Sando sabia que la mitad de todo secreto son rumores que el propio machetero pone a circular como plata falsa. De cualquier forma, en esos cuatro combates, don Sando se impuso con pujanza, tirando de todo su repertorio, apelando a toda su astucia. No es facil porfiar con un machetero que tiene la cara paralizada, porque los gestos que se pintan en un rostro son como un pizarron donde se van escribiendo los movimientos futuros del rival. Ojo y mas ojo, repetia don Sando a sus alumnos. Visual y mas visual. El que juega es el ojo y es el ojo el que lee. Don Sando penso entonces que quiza el Viento le habia propinado su juetazo paralizante a don Apolino para ponerlo a prueba, para ensenarle algo y hacerle ganar nuevas destrezas. Oiga, don Viento, ?no sera que usted es mi aliado, mi profesor?, volvio a muscurrullar don Sando. El viejo machetero alcanzo a morder sus palabras por la cola cuando trataban de salir volando de su boca. Esta vez Miguel si oyo un bisbis pero supuso que su maestro estaria rezando o maldiciendo. Don Sando saco la cabeza de todo ese ventarron de pensamientos y miro a Miguel para preguntarle si se sabia algo del pisco. No, maestro, yo le mande un guasap hace ratico, pero me dejo en visto, informo Miguel. El pisco al que se referian era un tal Cero, escribidor blanquito, asi medio cafeconleche, que vivia con el hocico metido en cosas de negros, lo que molestaba a algunos estudiosos que lo acusaban de ladron y apropiadorcista de lo ajeno. Los maestros lo estaban esperando alli, en ese paradero ardiente, perdido en medio de una carretera secundaria, por disposicion de don Sando. De hecho, las palabras del viejo a la hora de dar las instrucciones habian sido claras y precisas, asi y asa, hasta el codigo de vestimenta, todos de blanco de la cabeza a los pies, rematando con una frase que ya se habia vuelto sonsonete: Hay que seguir la voluntad de don Luis. Lo que no habia contemplado don Sando era la posibilidad de que Cero, encargado de recogerlos en una camioneta prestada para hacer el viaje, se hubiera perdido en alguno de los muchos cruces de caminos arrojados como maldiciones por todo ese valle endemoniado. Ay, los cruces de caminos, penso don Sando... No se cuales son peores, si los que cortan en X o los que cortan en Y... En todos he tenido mis aventuras y desventuras. A punto estaba el maestro de recordar algo importante sobre los cruces de caminos, cuando sintio que una brisa suave y fresca le acariciaba la cumbamba como hacen las mamas con sus quicatos. Ironias del viento, se sonrio para adentro don Sando, dandole la bienvenida a su compa- nero, que empezo a sacudir alegremente los canaduzales y a montar su bulloseria de todas las tardes. Al ratico llego tambien Cero en su camioneta de color negro. Porque don Sando habia sido especificante hasta en eso: No me vaya a venir ni en carro blanco ni en carro cafe, mucho menos amarillo, si no, no podemos viajar. Asi se lo habia dicho a Cero, que se arrimo al paradero pidiendo disculpas por la demora y luego se bajo para ayudarles a los dos maestros a subir un equipaje mas bien escaso: dos mochilas medianas, otros dos morralitos de lana y un estuche de cuero donde cargaban los machetes y los bordones de madera de guasimo. Cero noto que el maestro cargaba tambien una chuspa plastica de la que no quiso desprenderse cuando Miguel y el le ofrecieron ayuda para subirse al carro. Una vez estuvo sentado en el asiento trasero de la camioneta, don Sando abrio un poquito la chuspa y miro satisfecho el contenido antes de volver a cerrarla con un nudo no muy apretado. Cero tuvo la impresion de que el maestro llevaba algo vivo ahi metido, pero prefirio no hurgar mucho en sus imaginaciones porque no queria ser impertinente ni con el pensamiento. Durante mas de una hora atravesaron los canaduzales por vias secundarias, siguiendo el mapa que don Sando habia dibujado a mano en un cuaderno escolar. En Guachene, antigua rochela de negros sembrada junto al rio del mismo nombre, se detuvieron a refrescarse con refajo de Poker y Popular en una tienda. En la pared del negocio habia fotos de todos los jugadores de futbol oriundos de este valle, casi todos defensas centrales de gran estatura y poderio fisico. Don Sando senalo la pared con el vaso todavia medio lleno y dijo que para ser machetero no habia necesariamente que tener machete. Uno es machetero si tiene espiritu de machetero. Como don Luis, que en paz descanse, machetero de la cabeza a los pies. Don Sando se referia a Luis Vidal, vecino de Puerto Tejada, cultor de varios estilos canonicos y ultimo gran maestro de los juegos de Remonte y Granadino, fallecido recientemente despues de una larga enfermedad. A la final, ese viaje que acababan de iniciar era producto de un compromiso que don Sando habia hecho con don Luis en el lecho de muerte del de mas acasito, aunque los detalles de esa conversacion permanecian en la oscuridad, incluso para Miguel, que a duras penas sabia que el difunto don Luis debia pagar una promesa con ayuda de don Sando. Pero ?promesa de que? ?A quien? ?Pagar como? Todo era un misterio: los recorridos, los mapas, el color de la ropa, el color de la camioneta, en suma, el proposito del viaje al que tanto Miguel como Cero se habian prestado ciegamente por fidelidad y respeto a don Sando. Y, desde luego, para honrar la memoria de don Luis. Cuando hubieron calmado la sed, caminaron hasta la orilla del rio Guachene y alli don Sando se aparto de los demas y, dandoles la espalda, se puso a hurgar en su chuspa de plastico y a sacar cosas que luego depositaba en la corriente. ?O mas bien era que pescaba cosas en el rio para luego meterlas a su chuspa? Miguel y Cero se hacian los desentendidos pero cada tanto intentaban ver que era lo que hacia don Sando y que tanto es que hurgaba alli, pero a esa distancia, por mas que ambos michicateaban los ojos, ninguno via nada. ?Son pescaditos?, pregunto Cero y Miguel se encogio de hombros, arqueando la boca hacia abajo, pelando mucho lo blanco de los ojos. De todos modos, Cero, que tenia por oficio escribir mamotretos, no dejaba de tomar nota en una libretica roja. !Oiga, y uste que tanto es lo que escribe alli, vea!, le recrimino festivamente Miguel. Cero le mostro una hoja llena de garabatos, flechas y frases sueltas escritas en una letra que mas parecia hormiguero emberracao. Miguel no le dio importancia y siguio pendiente de los movimientos de su maestro. En esas vieron llegar una chiva que de lo sucia y embarrada no se le distinguian ni los colores. El chofer parquio con el morro y las llantas delanteras del camion metidas en la orillita panda y piedrosa del rio, y despues de bajarse de un brinco de su chiva, se puso a lavarla con un balde y unos trapos llenos de jabon. La mugre estaba tan pegoteada que no acababa de escurrir y al chofer le tocaba refregar mucho y baldear sin descanso. Cero, que no sabia muy bien que hacer o como dejar pasar ese tiempo que ya se le estaba volviendo tedioso, se acerco al hombre y le ofrecio ayuda. Se estrecharon la mano medio blancucha con la mano negra y el chofer le dijo: Muchas gracias, caballero, no se ve gente como uste ultimamente. De nada, amigo, de nada, contesto Cero, que sin perder un segundo se puso manos a la obra y a punta de balde y estropajo y jabon comenzo a despellejar el barro de las latas de la chiva. Y en siendo asi, sobando sin tregua, fue que la coloriza de las pinturas salio a la luz nuevamente: Cero se quedo admirado porque alli se miraba un jurgo de bestias salvajes, peludas y no tanto, caribajitos y carisecas, vivos y cocinados, canastos con frutas, pajaritos, paisajes de las montanas, paisajes del valle, paisajes del mar, cielos de todos los tonos y hasta ciudades futuristicas con platillos voladores. !Ve, muy calidoso el que pinto esto!, dijo Cero. Y el chofer se sonrio henchido de orgullo: !Gracias, gracias!, dijo, !ahi le hacemos a la pintura tambien, en los pocos ratos que me deja el oficio de chofer! Pues lo felicito, amigo, dijo Cero, sin dejar de restregar la latoneria ornamentada. Despues de que un ratote hubiera parido sus muchos raticos, despues de que esos raticos crecieran y se fueran flotando rio abajo, la labor conjunta de los dos hombres habia dejado la chiva, como se dice, rechinante de limpieza. Nos quedo como monedita nueva, dijo el chofer, con las manos en la cintura. Y Cero, tambien satisfecho, dio su aprobacion a la tarea, solto un resuello y se quejo del intenso calor. Venga, caballero, que lo invito a refrescarse, dijo el chofer. Y ambos subieron a la chiva, donde, en propiedad, comprobo Cero, habia de todo para revirarle la calentura al sol dentro de una neverita de icopor: alli el chofer tenia encaletadas entre yelos unas cervezas, dos ponimaltas, varios helados de palito y una botella de viche bien escondida debajo de todo lo demas. Cero agarro un helado de mango verde y el chofer le alcanzo un salero que saco de un compartimento junto a la caja de cambios. Mientras se refrescaban en medio de un silencio picadulzon, los dos hombres vieron llegar a Miguel y a don Sando, que, al parecer, ya habia acabado de hacer sus ritos y sus cosas raras en el rio. Vengan, vengan, dijo el chofer, bienvenidos, suban a tomar algo que este calor esta muy violento.

  • Dejate tentar (Citas de Amor 1) de Anna Dominich

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    Susana lleva una vida apacible. En realidad, muy apacible. Es una chica normal con las inquietudes e inseguridades propias de cualquier mujer en la treintena. Lleva una temporada sola y se da cuenta de que por fin le gustaria encontrar el verdadero amor.
    Despues de una noche de copas, acaba cometiendo una locura y decide crear un perfil en una pagina de contactos llamada <>. A partir de ahi, empiezan los problemas. De repente, la solitaria Su, se ve envuelta en un lio amoroso.
    Aparecen en su vida un ejecutivo con problemas de madurez y un fisioterapeuta demasiado guapo para la salud. A su vez, conoce a un misterioso hombre llamado Sombra que parece que siempre sabe exactamente lo que tiene que decir. Ella no lo tiene nada claro.
    ?Con quien te quedarias tu?

  • Ultima noche en el fuego de Ana Maria Draghia

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    Cuando Lara Aguirre, una editora afincada en Madrid, recibe la noticia de la muerte de Raul, el unico hombre del que ha estado enamorada, decide, devastada, aceptar un proyecto editorial que la llevara hasta Santa Fe, Mexico. A su regreso, su vida se entrecruzara con la de Rafael Bernabeu, un abogado catalan -amigo de su hermano-, que habia estado viviendo en su casa durante su ausencia sin que ella lo supiera. Aun siendo consciente de que volvera a Barcelona, para ella, conocer a Rafael sera un recordatorio de sensaciones pasadas, aunque tambien de una noche a muchos kilometros de ahi, una noche que tiene otro nombre, Lucas Santamaria, y otra ciudad, Melbourne.

  • El hombre corriente de Narciso Uson Moral

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    ?Puede un hombre corriente subvertir el sistema juridico para lograr la justicia? ?Es moralmente aceptable? Esta es la historia de una persona, mediocre segun los convencionalismos sociales, que busca redimirse de su dolor y vindicar la dignidad de los desfavorecidos frente al corporativismo del poder. Su lucha sera ardua, costosa y obligara a otras personas a tomar decisiones morales. Es la historia de aquellos hombres corrientes que se convierten en heroes aunque sus actos solo sean conocidos por su conciencia y lo unico que busquen sea poder vivir consigo mismos.

  • Sombras perdidas de Margarita Soto Soto

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    Sone con sus ojos y pude ver en ellos como el mundo se paraba y un silencio mortal nos envolvia. Todo se habia vuelto gris, los dias no tenian sol y la luna no acompanaba a las noches, el cielo estaba cubierto por una capa de ceniza que nos oprimia y que cada vez estaba mas cerca de nosotros. Sin tener nocion del tiempo que transcurria porque careciamos de ninguna referencia, caminabamos sin rumbo fijo y no nos conociamos entre nosotros. Cada hombre, mujer, nino, nina deambulaban solos sin destino alguno. Los padres y madres iban al lado de sus hijos sin reconocerlos y los que ni tan solo tenian edad para caminar permanecian sentados o estirados alli donde los habian dejado. Todos nosotros habiamos sucumbido y ya no podiamos considerarnos personas, no eramos mas que seres de carne y hueso que habiamos perdido la conciencia y los sentimientos que hasta entonces formaban nuestra esencia. No teniamos ningun lugar a donde ir ni al que regresar. Nos habiamos convertido en despojos, en sombras de las personas que habiamos sido. El color habia desparecido incluso de nuestros rostros que ahora tambien eran grises y el peso de nuestras espaldas hacia que caminaramos curvados. Llevabamos una carga desconocida y con ella ibamos a ningun lugar y no habia nadie que nos esperara. Ese sera nuestro final, el final de todos nosotros sera convertirnos en sombras. Existiremos, pero no viviremos, tampoco estaremos muertos, caminaremos sin fin hacia la nada donde el vacio de la eternidad nos espera. 1 El telefono no para de sonar y Alejandra se niega a contestar, no quiere saber nada de los periodistas, la unica persona con la que ha hablado en los ultimos dias ha sido con el editor de su hijo para recriminarle que filtrara la noticia. Le habia dejado bien claro que no era la persona indicada para comunicar que estaba ingresado y que el asunto no iba a quedar asi, se encargaria de hablar lo antes posible con un abogado para que tomara las medidas oportunas. En las redes sociales no se habla de otra cosa y a ella le subleva, sobre todo cuando piensa en lo discreto que ha sido Eduardo desde la publicacion de su primer libro. Siempre ha intentado mantener su vida privada al margen de todo y ahora nadie lo respeta, todo son especulaciones y se ha convertido en carnaza fresca para tiburones. ?Donde esta el respeto a su privacidad?, piensa. ?Que diferencia hay entre hacer bien tu trabajo y vivir de el a los personajillos que venden sus miserias por cinco minutos de gloria? No recuerda la ultima vez que habia estado tan indignada, y lo que es peor, la sensacion de indefension, de no poder hacer nada para detener los comentarios. Sin darse cuenta esta delante de la casa, debe concentrarse, con el coche va para aqui y para alla y al final tendra un accidente. Decide dejarlo aparcado fuera, prefiere no maniobrar para entrarlo en el garaje. Introduce la llave en la cerradura mientras mentalmente repasa el codigo de la alarma y una vez mas la tristeza y la angustia la invaden. Abre la puerta y entra, sus pasos resuenan en el silencio que habita la casa, la luz se filtra por los grandes ventanales de las paredes y el techo. Nunca le ha gustado el diseno del interior, demasiado moderno para su gusto, pero siempre se ha guardado su opinion. Mira las escaleras que dan al piso de arriba, el dormitorio esta alli, pero ahora no le interesa, la ropa puede esperar. Su idea es encontrar algo en el despacho, algun escrito. Abre la puerta y el reflejo del sol cae sobre la mesa de trabajo perfectamente ordenada, da un vistazo general a toda la estancia y confirma que a simple vista esta bien. Los libros colocados segun un orden que solo el entiende, sobre la mesa auxiliar reposan las revistas de viajes y de cine y en la silla de mimbre hay colgada una chaqueta, se acerca y la coge. Se abraza a ella y rompe a llorar al sentir el olor que todavia conserva. Sin soltarla se dirige al escritorio, todo esta colocado milimetricamente. Abre uno de los cajones y ve el cuaderno negro en el que escribia las ideas que luego plasmaba en el ordenador, lo abre. En las primeras paginas no encuentra nada nuevo, las pasa rapido, en las ultimas hay anotaciones de ideas, pero nada que parezca relevante. Sigue buscando y bajo un monton de folios en blanco encuentra una fina libreta de color rojo llena de dibujos. En la primera pagina ve el rostro de una mujer, esta hecho a lapiz, con sombras. Le sorprende que su hijo haya sido capaz de hacer algo asi y sin dudarlo un momento pasa a la siguiente hoja. Le cuesta descifrar lo que pone, su letra ha ido empeorando con el tiempo, la perfecta caligrafia de aquel nino pequeno que escribia cuentos fantasticos se ha transformado en garabatos indescifrables. Decide encender el ordenador, nunca se habria atrevido a adentrarse en la intimidad de su hijo, pero ahora tiene que hacerlo. No tiene problema con la contrasena, la sabe de siempre porque entre ellos no hay secretos. En el escritorio hay una carpeta justo en el centro que pone KAVLA, clica sobre el archivo. PRIMER ENCUENTRO Cuando Daniel vio a Eduardo entrar en el bar tenia un aspecto deplorable, nada que ver con aquel hombre elegante y de modales impecables que ultimamente se dejaba ver mas que los meses anteriores. Entro cabizbajo, con aspecto triste, y tras sentarse permanecio un rato apoyado en la barra dejando pasar unos minutos hasta pedir su consumicion. La luz del techo hacia que su cara pareciera aun mas blanca de lo que era y el pelo despeinado le daba un aire fantasmagorico, el traje arrugado sugeria que algo extrano le habia ocurrido, pero no pregunto nada, habia aprendido a ser discreto detras de la barra. Estaba acostumbrado a verlo todas las noches con aquellos trajes caros y elegantes que tanta envidia le daban, pero desde hacia un par de semanas la elegancia y el porte natural que tenia se habia ido perdiendo hasta llegar al estado de dejadez en el que se encontraba hoy. Cogio de lo alto de una estanteria la botella de whisky que siempre le pedia, la abrio lentamente mientras lo seguia observando y dejo caer la cara bebida en un vaso con hielo. Al servirle, Eduardo lo agarro fuertemente de la muneca. -- ?Crees en las brujas? -- pregunto. -- No. -- Ingenuo. -- Debo volver al trabajo-- le dijo separandose. Penso que estaba borracho, alguna cosa en sus ojos le produjo una gran desazon, intento evitar la conversacion, pero el insistio. Al apartarle la mano se fijo en el puno de la camisa, el blanco se habia vuelto grisaceo y el borde estaba desgastado. -- Huye de ellas, aun estas a tiempo. -- Sera mejor que vuelva a casa y descanse. Apoyo la cara en la barra y puso las manos sobre la cabeza, se le notaba angustiado y nervioso. Empezo a tocarse el pelo, despeinandose aun mas y haciendo que no quedara rastro del fijador que normalmente llevaba. --No estoy borracho ?sabes? Estoy enfermo. -- Vaya, lo siento-- dijo con un tono al que Eduardo reacciono de mala manera. --!No lo sientas! --grito. ?Me tomas a cachondeo? ?Crees que estoy loco? !Pues si estoy loco, me ha vuelto loco, esa hija de puta me ha matado! Rompio a llorar y Daniel salio de la barra, se acerco para consolarlo, pero lo aparto bruscamente haciendo que se tambaleara y que casi cayera al suelo. -- Esa hija de puta me ha matado. Estoy muerto-- sollozo. -- Mire yo no se que hacer ni que decirle. No tiene familia o a algun amigo a quien llamar. Venga, por favor deje de beber y digame a quien puedo avisar para que venga a buscarlo. -- A nadie, ?conoces a alguien que quiera venir a buscar a un muerto? -- !Deje de decir tonterias! Usted esta vivo, ahora mismo esta hablando conmigo. Si estuviera muerto no lo haria, los muertos no hablan. Rompio a reir y lo que salio de su boca no fue el sonido de una risa normal, era un ruido que helaba la sangre. Daniel se aparto, no queria recibir otro empujon, el estado de animo de aquel hombre no era bueno y su fuerza exagerada, parecia que de un momento a otro pudiera perder el control. -- Algun dia vendra a por ti y entonces te acordaras de esta conversacion. ?Recuerdas una mujer con la que alguna vez habia venido? Pelo rubio, ondulado, muy guapa. -- Si, pensaba que era su mujer. -- Mi mujer... Ella estaba en casa esperandome, enganada como una boba. Volvio a llorar desconsoladamente mientras le explicaba lo feliz que habia sido con ella. Se levanto del taburete y cogio a Daniel del hombro llevandolo hacia una de las mesas para sentarse alli. El sin ningunas ganas y con una sensacion desagradable que no podia quitarse de encima espero a que llegara la hora de cerrar mientras escuchaba su historia. -- Es la mejor persona que he conocido nunca, mi companera, mi vida, todo. Y la he perdido. Siempre habiamos estado juntos, desde que nos conocimos de pequenos, apoyandonos en los malos momentos y disfrutando de los buenos. Eduardo siguio con su historia, una historia larga que iba desde su infancia hasta la actualidad, con lo que el denominaba un final tragico digno de una novela de terror. -- Tranquilicese, ahora lo ve todo negro, pero las cosas por la manana se ven mejor. -- Tengo dos hijas preciosas, las adoro y ahora no puedo acercarme a ellas, no se si pueden verme, todo se esta alterando, igual que el sabor de este whisky que apenas puedo notar. -- Escucheme por fav... -- ?Como te llamas? -- le interrumpio una vez mas. -- Daniel. -- ?Y cuantos anos tienes, Daniel? -- Veintitres -- ?Veintitres ? -- Si, veintitres-- repitio. -- ?Sabes lo que daria por volver a tener tu edad? No, no lo sabes. Con veinte anos no te lo planteas, pero cuando llegas a los cuarenta las cosas cambian. -- Es hora de cerrar, ?seguro que no hay nadie que pueda venir a recogerlo? -- lo interrumpio. Estaba cansado, tenia ganas de regresar a casa y no sabia como cortar aquella conversacion que ya se alargaba demasiado. Por un lado sentia lastima y pensaba que toda aquella historia era una invencion producida por el abuso del alcohol y otras sustancias, pero su aspecto y su desesperacion le hacian sentir un poco de miedo. -- No, no hay nadie. -- Puedo pedirle un taxi. -- ?Y para que quiero un taxi? le pregunto extranado. -- Para ir a su casa-- contesto nervioso al ver de nuevo esa cosa extrana en sus ojos. -- No has entendido nada ?verdad? Estoy muerto chaval y los muertos no tienen casa ni necesitan taxi. Daniel salto de la silla como si lo hubieran pinchado con algo, no soportaba mas aquella conversacion y ademas tenia la sensacion de que el aspecto de Eduardo iba variando por segundos, el color de su piel, su extrana mirada, el pelo de sus manos parecia rigido. -- !Mire, ya esta bien! !No me gustan los cuentos ni de brujas ni de muertos! Lo he escuchado, pero mas no puedo hacer, yo si tengo una casa y una vida. Haga lo que quiera, ya se apanara con el encargado. Con la mierda que me pagan no voy a seguir aguantandolo-- grito. Daniel estaba nervioso y cansado, tenia ganas de llegar a casa y nunca le habian gustado las historias para no dormir. -- ?Te pagan una mierda? Dentro de poco no te hara falta el dinero-- murmuro riendose. -- Mire usted, se llame como se llame... -- Eduardo, me llamo o me llamaba Eduardo-- esa fue la primera vez que oyo su nombre. -- Pues bien, Eduardo, yo me voy. Daniel se dirigio a los vestuarios donde se encontro con el encargado que estaba cambiandose el esmoquin por ropa mas comoda para recoger antes de cerrar. --?Que le pasa a ese hombre? -- Esta loco o borracho perdido, dice que lo han matado. -- !Pues no tiene mal aspecto para estar muerto! Lo que hay que ver en este trabajo. --Me voy, no queda mucho por limpiar. Encargate de el, a mi me ha puesto muy nervioso, lo siento tengo que salir de aqui. --Ve tranquilo, yo me encargo del regalito que me dejas fuera-- le dijo sonriendo. El encargado se dirigio a la barra donde se quedo observando a Eduardo que seguia sentado en una de las mesas, lo miraba detenidamente mientras el escondia la cara entre sus manos. Estuvo en silencio unos segundos hasta que se levanto. --Tu sabes de que hablo, ?verdad? -- pregunto. -- Yo no se nada-- contesto a la vez que limpiaba el ya reluciente mostrador. -- Si, si lo sabes, lo veo en tus ojos. Ya conocias a esa mujer ?no es cierto? -- Hagase un favor a usted y a nosotros y vayase a dormir la mona. Manana sera otro dia. -- Sabes que no puedo dormir, que ya nunca mas voy a hacerlo. Dime ?donde la habias visto antes? -- No se de que mujer me habl... -- La que me ha estado acompanando las ultimas noches. Puedo recordar como te miraba, como si te conociera. -- Ya le he dicho que no se de quien me habla. !Vayase! -- Me voy, pero tened claro que volvera a por vosotros. --!Que se vaya, le he dicho! Salio del bar sin decir nada mas, caminando encogido como si fuera a fundirse con el suelo de un momento a otro

  • El lobo con piel de cordero de Francisco Jesus Lopez Campos

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    <>, penso Tiburcio.
    Habia intentado, una y mil veces, controlarlas, pero siempre le superaba la tendencia natural de depredador que le desgastaba por dentro. No podia evitarlo, sus manos siempre se acababan apoderando de su alma y lo conducian a los abismos del averno. Unos le llamaban “chofer diabolico”, y otros opinaban que descendia del mismo Satan.

  • A traves del tiempo de Brian Weiss

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    El doctor Brian Weiss, analiza en este libro la capacidad de curacion de la terapia de regresion a vidas pasadas.

  • El espia ingles de Daniel Silva

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    Tumbada sin la parte de arriba del bikini en la cubierta de proa, con una copa en la mano, su piel impecable tostandose al sol, estaba la mujer mas famosa del mundo. Y una cubierta mas abajo, preparando un aperitivo de tartar de atun, pina y pepino, estaba el hombre que iba a matarla.

  • Dr. Engel, Elena Garcia de Elena Garcia

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    Cuando Mario agrede nuevamente a Natalia la trasladan un hospital de Madrid con serias heridas. Alli conoce al Doctor Engel, un apuesto y atractivo aleman de madre espanola dispuesto a ayudarla. Cuando el doctor descubre que se trata de un caso de malos tratos y que la vida de la chica corre serio peligro, la convence para que abandone a su agresor. Cuando Mario se entera empiezan las amenazas de muerte.

  • Instrumental de James Rhodes

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    La musica fue su salvacion. James Rhodes fue victima de abusos durante su infancia y su vida ha estado marcada por esa tragedia. Escuchar a Rajmaninov en bucle durante su adolescencia y descubrir el Adagio de Bach en un ala psiquiatrica le ayudo a combatir sus demonios y a transformar su vida. James Rhodes es uno de los mas eminentes concertistas de piano de la actualidad y un gran renovador de la musica clasica. Ha protagonizado documentales para la BBC y Channel 4, escribe en The Guardian y ofrece recitales en todo el mundo. <> son sus memorias, que vieron la luz en Reino Unido despues de que el Tribunal Supremo levantara el veto que pesaba sobre la obra. Todo un tributo apasionado al poder terapeutico de la musica y que aborda cuestiones fascinantes sobre como funciona la musica clasica y sobre como y por que puede cambiar nuestras vidas.

  • La escuela catolica de Edoardo Albinati

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    ?QUE SIGNIFICA SER UN HOMBRE?

  • Cuentos para quedarse en casa de Eloy Moreno

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    He creado este ebook gratuito para que estos dias de cuarentena os pasen mas rapido y de una forma mas entretenida.

  • Entregarse a lo Prohibido (Entregarse 1) de Priscilla West

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    --?Ya te vas? Hice todo el esfuerzo que pude para no despertar a mi companera de apartamento mientras juntaba la pila de documentos del cliente que descansaba sobre la mesa de la habitacion del hotel. Riley Hewitt tenia sueno pesado, especialmente si habia salido y bebido la noche anterior, su pasatiempo de vacaciones preferido. Por eso me sorprendio cuando levanto la cabeza rubia rojiza de debajo de las sabanas. Aparentemente, no habia hecho el silencio suficiente. --Perdoname por despertarte. Me tengo que encontrar con Richard abajo en unos minutos, asi que solo estoy recogiendo las cosas. --La noche anterior habia estado leyendo cuidadosamente la estrategia de cliente con mi supervisor, Richard Hamm, en su habitacion del hotel, como si ya no la hubiesemos examinado decenas de veces la ultima semana. Cuando volvi a mi habitacion, examine nuevamente los materiales, memorizando cada detalle, reproduciendo mentalmente la secuencia de eventos que llevarian a conseguir este cliente para nuestra compania. Cerrar este trato significaria mucho para mi carrera: las empresas de gestion de patrimonios prestigiosas no tenian la costumbre de dejar que analistas con apenas tres anos de experiencia volaran a Ciudad del Cabo, Sudafrica, para captar clientes de mil millones de dolares. Habia sido solo gracias a una serie de acontecimientos afortunados --un grupo de empleados de alto rango que renuncio para comenzar su propia empresa, mi reciente ascenso y un encuentro casual con uno de los directores en la cafeteria-- que me encontraba en esta situacion. Decir que esto era algo grande seria subestimarlo. --No te preocupes. --Bostezo y se restrego un ojo sonoliento mientras hacia un ruido que sono como algo entre un gemido y un gorjeo--. De todos modos, me queria levantar. Desayunar algo, ir a ver algo de television extranjera. No todos los dias puedes ver a Abelardo hablando en afrikaans. ?Estas lista para la reunion? Dios, eso espero. Deberia estarlo despues de tanta practica y preparacion. Por suerte, las mariposas que revoloteaban en mi vientre me daban mas energia que la que una taza de cafe podria darme jamas. --Creo que estoy lista. Ademas, Richard es quien se encargara de la mayor parte de la conversacion. Tiene anos de experiencia en esto. Yo solo estoy como apoyo. Su sonrisa de victoria destello--: Y para ser el rostro bonito. Lo haras excelente, Srta. Egresada de Harvard. Le saque la lengua juguetonamente. Riley era de Staten Island y realizo los estudios superiores en NYU. Aunque ambas terminamos trabajando en el mundo de las finanzas, Riley era una contadora especializada en asuntos impositivos para corporaciones gracias a la orientacion de sus padres y, con frecuencia, me recordaba que su trabajo era mucho menos emocionante que el mio. Sin embargo, ella generaba muchas de sus emociones durante sus descansos. La puerta de su dormitorio que giraba permanentemente garantizaba que siempre tuviera una historia jugosa para contar en nuestras "noches de cita" de mojitos y comida mexicana semanales. Al observarla examinar un menu de servicio de habitacion reflexione por millonesima vez que tenia una suerte increible al tenerla en mi vida. Nos habiamos conocido en un seminario insensibilizador, al que nos enviaron del trabajo, sobre la Expansion de la Productividad Corporativa en la Facultad de Negocios Stern de la NYU, donde no aprendimos absolutamente nada acerca de como expandir la productividad corporativa y casi todo acerca de cada una durante un periodo de tres horas. Desde entonces, ella ha sido el yin de mi yang, la guerrera de fin de semana de mi bibliotecaria. Con frecuencia, bromeabamos acerca de enviarle a NYU una linda canasta con frutas en agradecimiento, aunque Riley siempre respondia: "los doscientos mil que deje alli para un titulo en Filosofia es suficiente agradecimiento". Aun asi, no podia suprimir la ola de alegria que me inundaba cada vez que pasaba frente a la imponente facultad de negocios de acero y vidrio mientras caminaba hacia el gimnasio; sabia que, sin Riley, mi estadia en Manhattan hubiese sido tan fria y solitaria como los anos en Harvard. Cuando le conte que iba a hacer un viaje de negocios a Ciudad del Cabo por una semana, insistio en usar sus vacaciones para acompanarme, para mi satisfaccion. Pasar el rato con ella en la playa seria mucho mas divertido que tomar sol sola o --que Dios no lo permita-- con Richard. Guarde el ultimo de los expedientes, cerre la mochila y me alise la blusa celeste y la falda de tubo negra. El atuendo habia sido meticulosamente combinado para mezclar profesionalismo y estilo. Formaba parte de la estrategia. --?Como me veo? --Te confiaria mis millones de dolares (si los tuviera). --Esperemos que el chico malo multimillonario Vincent Sorenson piense lo mismo. --Te he visto trabajar sin parar para esta reunion durante un mes. Estas mas que preparada, nena. De cualquier manera, esta noche nos vamos a divertir. No te olvides de eso. Por supuesto, una tarde y una noche completas de aventura con Riley: la dulce recompensa por despertarme condenadamente temprano para captar un cliente que, segun mis investigaciones, era muy dificil. Saludando con la mano, sali de la habitacion del hotel y baje por el ascensor hasta el vestibulo para encontrarme con Richard. Mientras daba un paso hacia las baldosas de marmol y los tacos golpeteaban, verifique la hora. Las 7:30 a. m. en punto. Habiamos acordado encontrarnos una hora antes de la reunion, para darnos tiempo suficiente para caminar las pocas cuadras que separaban el hotel del edificio de la oficina del cliente y repasar cualquier detalle de ultimo momento que hubiera surgido durante el sueno. Dios sabe lo que sone con este momento. Bueno, mas bien parecian pesadillas. Y por alguna extrana razon, todas terminaban conmigo en ropa interior. Localice a Richard sentado sobre el borde de un comodo sillon, con los ojos pegados a su Blackberry. El traje de color gris pizarra y la corbata cerulea lo hacian parecer mas joven. Solo unos pocos mechones de canas revelaban que se acercaba a los cuarenta. --Buenos dias --lo salude. --?Ya desayunaste, Kristen? --me pregunto sin levantar la vista de su Blackberry. Aunque sus malos modales me habian irritado al principio, los ultimos seis meses que trabaje con el me habian ensenado a tener conversaciones enteras sin hacer contacto visual ni siquiera una vez. A menos, por supuesto, que el tema fuera el dinero. En ese caso, Richard era todo oidos. --Tome un jugo de naranja y comi una barra de granola, pero tomaria un cafe. --Pongamonos en marcha entonces. Podemos detenernos a tomar uno. --Tomo su maletin y lo segui al salir del hotel. Cuando nos marchamos del alero del area de valet, la vista del oceano a lo lejos me ayudo a calmar los nervios. Una brisa de manana temprano me despeinaba y el sol de mediados de junio resplandecia. Al tiempo que caminabamos tranquilamente por las calles transitadas de Ciudad del Cabo, disfrutaba de la vista, de los aromas y de los sonidos que no habia observado ayer por haber estado tan ocupada con la preparacion. Altos edificios corporativos que penetraban el cielo, bocinas de autos que sonaban, una mezcla eclectica de personas que viajaban al trabajo, un McDonald's aparentemente en cada esquina... de muchas maneras, me recordaba a Manhattan. Aun asi, la mezcla de colores brillantes, lenguas desconocidas y oleadas de surfistas con rastas que se dirigian hacia la playa para atrapar alguna ola matutina le daba a este lugar su encanto propio. En el camino, nos detuvimos a tomar un cafe y Richard aprovecho la oportunidad para repasar nuestra estrategia. --Cuando entremos al edificio, quiero que seas puras sonrisas, Kristen. Quiero verte los dientes en todo momento. Yo me encargare de la mayor parte de la conversacion, pero tu tambien juegas un papel importante. Puede que los clientes tengan mas dinero que algunos paises pero, primero y principalmente, son personas. Las personas tienen emociones. Los hombres, en particular, son debiles ante el encanto femenino. Tu los ablandas y yo los moldeo. --Solia decir este tipo de pendejadas diariamente, sin absolutamente nada de ironia. Es como si mi papel pudiera reemplazarse por un carton recortado con tetas. Genial. El cumplido con doble sentido de Richard me irrito, pero no me encontraba en una posicion como para estorbar. Aunque hubiera muchas mujeres en el mundo de las finanzas, las esferas mas altas consistian en clubes de hombres con sus propias reglas. No decia nada cuando Richard hacia esos comentarios sexistas, pero eso no significaba que fuera a comprometer mi integridad personal si alguna vez me sugeria que avanzara un poco mas que una sonrisa. Despues de haber estado tres anos en este negocio despiadado, muy pocas cosas podian conmocionarme. --Bien. Un enfoque impulsado por las emociones. --Use sus propias palabras para demostrarle que lo comprendia. Sonrio. --Yo lo llamo el Sistema Hermano. Segun mi experiencia, Vincent es Tipo B. Un aficionado, apasionado por las actividades recreativas, que en realidad no sabe bien como dirigir una compania pero que tuvo mucha suerte. Un CEO desenfrenado y que no se preocupa por los detalles pero que es bueno para delegar responsabilidades a sus vicepresidentes. Al tipo le encanta surfear y machacarsela. Tenia mis dudas acerca de su valoracion, pero me las reserve. Vincent habia comenzado como un surfista avido y fabrico una camara economica a prueba de agua que sujeto a su tabla de surf, lo que le permitia filmar sus logros. Pronto, la generacion de deportistas extremos de YouTube clamaba por una camara similar para sujetar a sus tablas de surf/cuerdas de puentismo/patinetas/paracaidas, y la compania que Vincent construyo de cero generaba miles de millones de ingresos. Mi investigacion habia pintado a Vincent Sorenson como una persona adicta al trabajo --su imperio se habia expandido e incluia un programa de television de deportes extremos, una linea de ropa y tablas de surf hechas a medida--, pero si Google Images pudiera opinar, diria que era un fanatico de la playa todo tatuado, con un bronceado oscuro y ojos con parpados pesados. Un vago con tatuajes y abdominales marcados. Richard continuo mientras cruzabamos la calle. --Estos tipos son bastante predecibles. Todas las demas empresas de gestion de patrimonios que se disputan su dinero se ven exactamente igual sobre el papel. Le hablaran acerca de coeficientes alfa, dividendos, fondos de cobertura, y el no lo va a entender. Queremos que nuestro enfoque destaque. Al demostrar tu interes en lo que a el le apasiona ganaras la mitad de la batalla. Observa, te apuesto a que vestira una camiseta, shorts y sandalias cuando nos reunamos con el. Mi sensibilidad a las suposiciones iniciales incorrectas se activo, pero no iba a discutir con Richard. Nuestra estrategia estaba establecida. Afortunadamente, la confianza de Richard ayudo a mitigar la constante sensacion de que todavia no estabamos preparados. Parecia la ansiedad por los examenes que senti durante toda la etapa de facultad, excepto que ahora fracasar significaba perder millones de dolares en lugar de perder algunos puntos en el promedio general. Cuando llegamos a destino, apenas reconoci la estructura de la torre de nuestra investigacion. --?Vincent es el propietario de este edificio? --No. La compania solamente alquila algunas oficinas en el vigesimo tercer piso para pequenas operaciones en el area. El viene aqui principalmente a surfear. Me asegure de fijarme la sonrisa antes de pasar por la puerta giratoria de la entrada. Luego de registrarnos, subimos por el ascensor hasta el piso de Vincent donde una recepcionista nos acompano hasta su oficina. --Solo golpeen --dijo antes de regresar a su puesto. --?Estas lista? --me pregunto Richard al acercar los nudillos a la puerta. Alli estabamos. Inspire profundamente y lo mire a los ojos: --Hagamoslo. Golpeo la puerta y escuche una voz claramente masculina que nos decia que entraramos. Elevando las comisuras de los labios para darle a mi sonrisa esa ventaja extra, segui a Richard que me guiaba hacia dentro. Mi sonrisa se desvanecio al ver al hombre que estaba sentado detras del escritorio. Se encontraba sereno y poseia un refinamiento masculino que era mas digno de un modelo de Calvin Klein que de un CEO de Fortune 500. Mientras miraba fijamente esos ojos marrones intensos, la nariz pronunciadamente grabada y la boca seductivamente tallada, ubicada en una estructura osea sin duda alguna disenada por un artesano experto, pense por un segundo que habiamos ingresado al estudio de una sesion fotografica. Pero no habia dudas de que este era Vincent Sorenson, en carne y hueso. Las horas que habia pasado analizando sus imagenes con la excusa de la investigacion no me habian preparado --no habrian podido prepararme-- para el real. En la foto mas actual que habia podido conseguir, se encontraba en el mar con el agua hasta la cintura y se acercaba a la orilla con una sonrisa radiante que hacia que se te detuviera el corazon, como si fuese algun tipo de dios sexual mistico ansioso por reclamar sus ofrendas. No resultaba dificil imaginarse a virgenes que se sacrificaban voluntariamente por el. Pero la foto se habia sacado hacia meses y en aquel entonces tenia el cabello rubio oscuro corto. Ahora caia enmarcandole los rasgos como un retrato listo para la exposicion en un museo. Por un instante, lo unico en lo que podia pensar era como se sentiria deslizar las manos por esos mechones sedosos. Mis pasos aminoraron la marcha para igualar el ritmo de la respiracion mientras lo observaba ponerse de pie con elegancia y rodear su gran escritorio de roble, para disminuir la distancia que nos separaba con una destreza sobria. Luego de estrechar la mano de Richard, se quedo de pie frente a mi. Frunciendo el entrecejo con mucha curiosidad, sus hermosos ojos se mantuvieron fijos en los mios, evaluando y analizando con astucia. Me senti extranamente vulnerable y expuesta bajo el peso de aquella mirada, como si estuviese sin ropa, desnuda ante el.

  • Ayer mate a mi madre de Adriana Patino

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    El sufrimiento nunca termina. El dolor nunca desaparece para siempre. La felicidad no dura para siempre. Y la muerte es inevitable. Y solo el hombre mismo decide quien vive, quien muere y quien sera por siempre esclavo. ?Pero hay suficiente coraje para que otros se liberen de estos grilletes?

  • Acompanando a Simone de Beauvoir de Sami Nair

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    No se nace mujer, se llega a serlo”: esta afirmacion surge como una flecha de El segundo sexo, obra maestra de Simone de Beauvoir, que provoco un verdadero choque cultural en 1949. Mas alla de la “fabricacion” de la mujer, hoy vivimos la toma de conciencia de la forja de los seres humanos, de las identidades aceptadas o impuestas, del rol, en definitiva, apremiante del entorno y de la educacion sobre el individuo. Fundadora del pensamiento feminista moderno, filosofa, escritora, ensayista, militante comprometida, libre e independiente, ha marcado como nadie su tiempo e influye decisivamente sobre el nuestro.

  • Sentido y existencia de Markus Gabriel

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    Sentido y existencia’, obra principal de Markus Gabriel, aborda el tema de la validez y los limites de la ontologia y la metafisica con un extraordinario conocimiento tanto de la historia de la filosofia como de la moderna teoria de la ciencia.
    La ontologia moderna, desde Kant, nos ha familiarizado con la idea de que “existencia” no es un concepto que contribuya a determinar las propiedades de un objeto. Pero si la existencia (el ser) no es una propiedad del objeto, ?que es? Markus Gabriel se enfrenta a este problema con su ontologia de los campos de sentido. Segun el, existir significa aparecer en un campo de sentido.
    Esta tesis va inherente a un radical “pluralismo ontologico”. Gabriel parte de la experiencia preontologica de una pluralidad de campos de sentido y rechaza la idea de una totalidad en la que estan insertos los diversos campos de objetos, junto con el sentimiento oceanico de unidad con ella. Esa unidad queda suplantada por una proliferacion transfinita de campos de sentido.
    Dicho con toda brevedad, en ‘Sentido y existencia’ Gabriel niega que haya un mundo unitario, un mundo que podamos presentar en una “imagen” o captar en una “intuicion”. Con ello se abren grietas en conceptos como “orden del mundo”, “universo”, “ciencia en general” e incluso “razon”.