• libro el metodo lean startup - Eric Ries

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  • El método Lean Startup: Cómo crear empresas de éxito ...

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  • El método Lean Startup: Cómo crear empresas ... - Amazon.es

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  • EL METODO DE LEAN STARTUP | ERIC RIES | Casa del Libro

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  • 'El método Lean Startup', por Eric Ries | Leader Summaries

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    Resumen con las ideas principales del libro 'El método Lean Startup'. Accede a este resumen y a cientos más de la biblioteca Leader Summaries.

  • El método Lean Startup - Eric Ries -5% en libros | FNAC

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    28 jul 2019 — El método Lean Startup ofrece a los emprendedores - en empresas de todos los tamaños pero principalmente para aquellas que están empezando- ...

  • El método Lean Startup - Eric Ries | PlanetadeLibros

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    21 feb 2012 — Recibe cada mes todas las novedades que te harán triunfar en el mundo empresarial. Cargando... Otros libros de Empresa.

  • Reseña de El método Lean Startup de Eric Ries

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    28 sept 2021 — El método Lean Startup es el libro de Eric Ries que nos introduce a esta nueva metodología que tienes sus raíces en Customer Development.

  • El método lean startup: Cómo crear ... - El Corte Inglés

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    En lugar de despilfarrar tiempo diseñando elaborados planes de negocio, el método Lean Startup ofrece a los emprendedores de empresas grandes y pequeñas la ...

  • El camino hacia el Lean Startup de Eric Ries

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    El camino hacia el Lean Startup explica como empresas de todo tipo pueden incrementar sus ingresos, impulsar la innovacion y convertirse en organizaciones preparadas para sacar partido de las inmensas oportunidades que nos brinda el siglo XXI. Si en el bestseller El metodo Lean Startup el autor dirigia su atencion hacia las startups de exito, en esta ocasion lo hace hacia un nuevo grupo de organizaciones: multinacionales emblematicas como General Electric y Toyota; pioneros tecnologicos consolidados como Amazon, Intuit o Facebook; startups de hipercrecimiento de proxima generacion como Twilio, Dropbox y Airbnb e infinidad de otras startups en ciernes de las cuales no has oido hablar. todavia.

  • Jodidamente Sebastian, Mary Ferre de Mary Ferre

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    El menor de los hermanos, Sebastian Trumper, no las tiene todas consigo cuando hablamos de su chica. Enamorado desde hace mas de dos anos de la mujer que le ha robado el corazon, siente que cada cosa que haga o diga es un retroceso en su relacion. Fracasa captando los mensajes subliminares femeninos y le cuesta entender lo que ella le intenta trasmitir. Su mal vocabulario, su actitud y sus acciones, siempre le han sido suficientes para enamorarla pero ultimamente acaba metiendo la pata. Para el, va a ser dificil reaccionar de una vez por todas y dejar atras su yo infantil que le esta separando del amor de su vida.

  • Bestia de Amelia Gates , Cassie Love

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    Temele.
    Resistete.
    Odiale.

  • Sangre de hielo de Elly Blake

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    Descubre un mundo en el que el fuego y el hielo son enemigos mortales.

  • Tu nombre entre los abedules de Marie Rusanen

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    Entre las calles frias de Helsinki y los bosques acariciados por el sol, Ulla y Anders sufren ocultando un amor que no esta escrito en el cielo. El abedul es un arbol que tiene la habilidad de crecer en condiciones adversas en los bosques de Finlandia. En ocasiones, eso mismo sucede con el amor. Anders es abedul que se mecen con el viento, integridad y pasion contenida. Ulla es rosas que florecen al sol, dulzura y pasion de una tierra lejana.

  • Carbon animal de Ana Paula Maia

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    Carbon animal”” es la historia de tres hombres vinculados por el fuego: el bombero Ernesto Wesley, su hermano Ronivon, incinerador de cadaveres, y Edgar Wilson, minero del carbon. Los tres malviven en un lugar que podria estar tanto en Brasil como en cualquier otra parte, siempre que sea tierra arrasada; durante una epoca que podria ser cualquiera, siempre que todo este acabado o a punto de acabarse.
    En ese tiempo y lugar, la energia se obtiene del carbon mineral y los cadaveres, los oficios son violentos o alienantes y la vida es una serie de reacciones donde el futuro no tiene ningun papel. En ese paisaje desolador, Ana Paula Maia es capaz de construir una novela profundamente lirica y humana, un drama corregido por un humor incendiario y cargado de imagenes casi cinematograficas.”

  • Mi Angel (Damas 3) de Lily Cerda

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  • Naci princesa de Regina Roman

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    Marta es dura como el diamante. Sus comentarios intimidan, su voz es cortante, su interes por los demas, escaso. Cualquiera que la conozca pensaria que es una chica demasiado joven para estar tan amargada. Pero en el pasado de Marta hay poderosas razones que han moldeado su caracter y lo que espera de los demas, que es. NADA. Su presente esta lleno de interrogantes. Los “podria”, los “deberia” y los “que ocurriria si.” la atormentan demasiado. Especialmente desde que volvio a encontrarse con el. Alguien que la marco a fuego de tal modo, que es imposible olvidar.

  • Amar de nuevo de Giselle Renarde

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    Karen no pensaba perder el contacto con sus amigos de la secundaria, pero la vida se interpuso; no contesto un par de llamadas y de repente habian pasado cuarenta anos. Cuando Karen se reune con Karl en un funeral, el ya no es el adolescente flaco que una vez fue. Karl ahora es un hombre seguro, amable e increiblemente apuesto. Karen no ha pensado en volver a salir desde el divorcio, pero su hija adolescente la anima a darse una oportunidad con aquel zorro plateado. ?Puede Karen volver a encontrar el valor para adentrarse al mundo de las citas de nuevo?

  • La lucha contra el demonio de Stefan Zweig

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    La lucha contra el demonio (titulo original en aleman “Der Kampf mit dem Damon”) es un libro escrito por Stefan Zweig, donde describe la vida de tres individuos peculiares: Friedrich Holderlin, un gran poeta maldito, que acabo sus dias en el manicomio; Heinrich von Kleist, un escritor sin fortuna, que acabo suicidandose con 34 anos tras buscar, con sus obras maestras, un exito que se le nego; y Nietzsche, el filosofo que pregonaba que Dios habia muerto creando asi una futura revolucion filosofica, y que tambien acabo sus dias recluido por una enfermedad nerviosa en una casa de locos.

  • El hombre en las sombras de Angeles Goyanes

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    Despues de pasar toda su vida intentando curar las heridas del pasado, Isabel Porto parece haber conseguido la estabilidad emocional. Se ha casado, se ha convertido en madre de dos hijos adoptivos y tiene ante si un brillante futuro politico, siendo candidata a la presidencia de Espana en las elecciones que estan a punto de celebrarse. Sin embargo, hay cabos sueltos en su vida, personas que conocen un secreto capaz de destruirla, y, lo que parece peor, personas capaces de matar para protegerlo. Todos ellos entraran en accion cuando el pequeno Alex, que ha quedado paralitico en el mismo accidente de trafico en el que murio su madre, sea secuestrado y su familia, con razones para creer que la candidata presidencial esta detras del rapto, no dude en amenazarla con hacer publico su terrible secreto, uno tan oscuro que ni la propia Isabel lo conoce al completo.

  • La senora Harris en Nueva York de Paul Gallico

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    La senora Ada Harris y la senora Violet Butterfield, que vivian respectivamente en los numeros 5 y 9 de Willis Gardens Street, en el barrio londinense de Battersea, se estaban tomando la taza de te de todas las noches en el pisito de la primera de ellas, una casa pulcra y adornada con flores, en el semisotano del numero 5. La senora Harris era senora de la limpieza, de ese tipo robusto y tipico de Londres que se pasa el dia yendo de un lado a otro dispuesta a adecentar la ciudad mas grande del mundo; su amiga de toda la vida y companera del alma, la senora Butterfield, era cocinera por horas y tambien limpiaba. Las dos atendian a una elegante clientela de Belgravia, donde corrian diversas aventuras a lo largo de la jornada, enterandose tambien de algun que otro chisme interesante de los excentricos personajes para los que trabajaban. Por las noches se juntaban para tomar una ultima taza de te y contarse esos chismes. La senora Harris rondaba los sesenta anos, era baja y enjuta, tenia unas mejillas que parecian manzanas glaseadas y unos ojillos traviesos. Aunque tenia un lado muy eficiente y pragmatico, tendia a idealizar las cosas, al optimismo y a ver la vida muy simplificadamente, en blanco o negro. La senora Butterfield, tambien de unos sesenta anos, era una mujer rechoncha, sinuosa y temerosa, de un pesimismo absoluto, que imaginaba que todo el mundo, ella incluida, vivia siempre al borde del desastre. Estas dos buenas senoras eran viudas desde hacia muchos anos. La senora Butterfield tenia dos hijos casados, y ninguno de ellos la ayudaba a mantenerse, cosa que no le extranaba; le habria sorprendido que lo hubieran hecho. La senora Harris era madre de una hija casada que vivia en Nottingham, a la que escribia todos los jueves por la noche. Las dos llevaban una vida provechosa, ocupada e interesante, se brindaban apoyo fisico y espiritual, y se consolaban en su soledad. Habia sido la senora Butterfield quien, al ocuparse temporalmente de los clientes de la senora Harris, habia hecho posible que esta cogiera un avion a Paris con el emocionante y romantico objetivo de comprarse un vestido de Dior, un trofeo que ahora colgaba de su armario y que le recordaba a diario lo maravillosa y trepidante que puede ser la vida para alguien con un poco de energia, tenacidad e imaginacion. Comodas y a gusto en el pulcro piso de la senora Harris, bajo el resplandor de la pantalla de la lampara, con la caliente y fragante tetera debajo de la funda amarilla y florida que la senora Butterfield le habia tejido por Navidad, las dos mujeres se contaban los acontecimientos del dia. La radio estaba encendida y de ella salia una serie de ruidos horribles atribuibles a la grabacion hecha por un tal Kentucky Claiborne, cantante estadounidense de musica hillbilly. [?]Y le dije a la condesa: <> -contaba la senora Harris[?]. Que tacana es esa mema. <>, me contesto, <>. !Que nos sirva un ano mas! Cada vez que toco el condenado trasto, me suelta una descarga que me baja hasta los pies. Le he dado un ultimatum. <> [?]declaro. Echar las llaves de un piso por la ranura de un buzon era la forma clasica en que una senora de la limpieza anunciaba su dimision. La senora Butterfield le dio un sorbo al te. [?]No lo comprara -aseguro en tono sombrio[?]. Conozco a las personas como ella. Todo el dinero se lo gastan en si mismas, lo demas les da igual. Desde el altavoz de la pequena radio de mesa, Kentucky Claiborne cantaba entre gemidos: Adios con un beso, mi mustang querido, adios con un beso a lo que hemos sido. Los malos me han pegado un tiro, me temo que he sido abatido. Adios con un beso, mi mustang querido. [?]!Buf! -exclamo la senora Harris[?]. Ya no aguanto mas esos quejidos. Tesoro, quita eso, por favor. Obedientemente, la senora Butterfield se inclino y apago la radio mientras comentaba: [?]Hay que ver la pena que da que al hombre le peguen un tiro y luego quiera darle un beso a su caballo. Ahora nunca sabremos si llega a hacerlo. Sin embargo, si llegaron a enterarse, ya que por lo visto los vecinos eran grandes seguidores del cantante de baladas norteamericano, y todo el folletin de tragedias y amores del Lejano Oeste se filtro por las paredes. Otro ruido distinto llego a la cocina en la que estaban las dos mujeres: un leve golpe seco y despues un aullido de dolor, tras los cuales el volumen de la radio subio enseguida para que el punteo de la guitarra y los grunidos nasales de Kentucky Claiborne tapasen los sollozos. Las dos senoras se irguieron inmediatamente, con un gesto triste y muy preocupado. [?]Que gentuza -susurro la senora Harris[?], estan volviendo a zurrar al pobre Henry. [?]Ay, pobre criatura -dijo la senora Butterfield, y anadio[?]: Ya no le oigo. [?]Por eso han subido la radio. Ada se acerco a un punto de la pared en el que era evidente que antes habia una compuerta y en el que el tabique era mas fino, y lo golpeo fuertemente con los punos. Casi en el mismo momento le contestaron con los mismos golpes. Acerco la boca al tabique y grito: [?]Oigan, dejen de pegar al nino. ?Quieren que llame a la policia? La respuesta del otro lado de la pared fue clara y concisa: [?]Vayase a freir esparragos -le espeto una voz masculina[?]. ?Quien esta pegando a nadie? Las dos mujeres esperaron cerca del tabique, angustiosamente atentas, pero no oyeron nuevos sintomas de sufrimiento, y al poco tambien perdio intensidad el ruido de la radio. [?]!Que gentuza! -repitio la senora Harris[?]. El caso es que no le pegan lo bastante fuerte para dejar marcas, porque si no podriamos llamar a la Sociedad Nacional para la Prevencion de la Crueldad contra los Ninos. Manana les dire muy claro lo que pienso. La senora Butterfield aseguro, abatida: [?]No servira de nada, despues se desquitaran con el y ya esta. Ayer le di un trozo de bizcocho que me habia sobrado de la merienda. Madre mia, como se abalanzaron sobre el esos mocosos de los Gusset, se lo quitaron antes de que pudiera llevarselo a la boca. De pronto aparecieron dos lagrimas de frustracion y rabia en los ojos azules de la senora Harris, que solto una retahila de palabras muy malsonantes e irreproducibles para describir a los vecinos, la familia Gusset. La senora Butterfield le dio unos golpecitos en la espalda a su amiga y dijo: [?]Vamos, vamos, querida, no te alteres. Es una pena, pero ?que podemos hacer? [?]!Algo! -respondio la senora Harris con ahinco. Luego repitio[?]: Algo. Es que no lo aguanto. Es un chiquillo adorable. -Le aparecio un brillo en la mirada[?]. Seguro que si yo fuera a Estados Unidos podria encontrar a su padre sin demasiadas complicaciones. En algun sitio tiene que estar, ?no? Sufriendo mucho por su pequeno, sin duda. El rostro regordete de la senora Butterfield adopto un gesto de espanto, la papada se le empezo a agitar y sus labios, a temblar. [?]Ada -dijo con voz tremula[?], no estaras pensando en viajar a Estados Unidos, ?verdad? Recordaba muy bien que, en una ocasion anterior, a la senora Harris se le habia metido entre ceja y ceja que lo que mas deseaba en el mundo era un vestido de Dior, y que despues se habia tirado dos anos apretandose el cinturon y ahorrando; luego habia cogido un avion a Paris y habia vuelto triunfante con el vestido. A la senora Butterfield le causo gran alivio ver que lo que su amiga era capaz de hacer tenia un limite, ya que esta anadio, apenada: [?]Pero ?como iba a hacerlo? Aunque esto me parte el corazon. No aguanto ver como maltratan a un nino. Esta tan flaco que no puede ni tenerse en pie. Todo Willis Gardens conocia la historia del pequeno Henry Brown y los Gusset, una tragedia de la epoca posterior a la guerra que, desgraciadamente, se repetia demasiadas veces. En 1950, George Brown, un joven piloto norteamericano destinado en alguna base aerea, se habia casado con una joven camarera del pueblo mas cercano, una tal Pansy Cott, con la que habia tenido un hijo llamado Henry. Cuando, al acabar su periodo de servicio, a George Brown lo volvieron a enviar a Estados Unidos, la mujer se nego a acompanarlo, se quedo en Inglaterra con el nino y exigio una manutencion. Brown regreso a su pais y fue mandando el equivalente a dos libras semanales para el cuidado del pequeno. Tambien se divorcio de su mujer. Pansy y Henry se trasladaron a Londres, donde ella encontro trabajo y tambien conocio a otro hombre, que mostro interes por el matrimonio. Sin embargo, no queria tener nada que ver con el nino, y el precio que puso para convertir a Pansy en una mujer decente fue que se desembarazara de el. Ella no tardo en dejar al pequeno Henry, que por aquel entonces tenia tres anos, en casa de una familia apellidada Gusset, que vivia en Willis Gardens y que ya tenia seis hijos; se caso con su novio y se mudo a otra localidad. A lo largo de tres anos, la libra semanal que Pansy habia acordado pagar a los Gusset para que se ocuparan del pequeno Henry (con lo que claramente se sacaba una libra de beneficio) no dejo de llegar, y el nino, aunque tampoco es que se atiborrase de comida gracias a semejante opulencia, no vivia en condiciones mucho peores que los hermanos Gusset. Pero un dia la libra no llego, y a partir de entonces no volvio a hacerlo. Pansy y su nuevo marido se habian esfumado y no hubo modo de dar con ellos. Los Gusset tenian una direccion del padre, George Brown, en Alabama. Una carta que mandaron a estas senas, en la que pedian dinero, les fue devuelta con una inscripcion sellada que decia <>. La familia se percato de que no podia deshacerse del nino, y a partir de entonces las cosas se pusieron feas para Henry. Desde ese momento, en el barrio quedo claro que los Gusset, que ya tenian fama de ser una familia parecida a los Juke, 1 estaban tomando represalias contra el nino. Henry se convirtio en gran motivo de preocupacion para las dos viudas que vivian a izquierda y derecha de los Gusset, pero sobre todo para la senora Harris, a quien conmovia el infeliz chiquillo, legalmente huerfano, cuya desgracia se le aparecia en suenos por las noches y tambien en sus ensonaciones diurnas. Si los Gusset lo hubieran tratado con mayor brutalidad, la senora Harris podria haber tomado alguna medida inmediata y drastica en cooperacion con la policia. Pero los vecinos eran demasiado listos para hacer algo asi. Nadie sabia a ciencia cierta a que se dedicaba el padre para mantener a la familia, pero su actividad se desarrollaba en el Soho, a veces de noche, y en general se opinaba que estaba relacionada con algo turbio. Fuera cual fuera esa actividad, se sabia que a los Gusset les inquietaba en especial llamar la atencion de la policia, y por lo tanto, en lo que respectaba al pequeno Henry, cumplian la ley al pie de la letra. Estaban muy al tanto de que, cuando habia un nino de por medio, la policia solo podia actuar en casos de crueldad extrema y visible. Nadie podia decir con exactitud hasta que punto el chico pasaba hambre o se le infligian lesiones. Pero la senora Harris sabia que habian convertido su vida en un infierno continuo de raciones escasas, bofetones, golpes, pellizcos e insultos, con los que los Gusset se vengaban de el por la desaparicion del dinero. Henry era el criado y la victima de esta desastrada familia, y cualquiera de los seis hijos, cuatro chicos y dos chicas entre los tres y los doce anos, podia darle patadas, pellizcarlo y ofenderlo con impunidad. Aunque lo peor de todo era que el nino se estaba criando sin amor ni carino de ninguna clase. Al contrario: lo odiaban, y esto era lo que mas dolia tanto a la senora Harris como a la senora Butterfield. La senora Harris tambien habia recibido bastantes golpes; en su mundo eran algo que se esperaba y se aceptaba, pero ella era de naturaleza calida y acogedora y habia conseguido criar a una hija; lo que veia del nino de al lado y del trato que recibia empezo a causarle un dolor y una inquietud continuos, a convertirse en algo que siempre le rondaba la cabeza, de lo que nunca se olvidaba del todo. Muchas veces, cuando, en consecuencia con su caracter, estaba contenta, animada, sin preocupaciones y entregada por completo al trabajo, a sus clientes y a sus amigos, se acordaba de pronto y con gravedad de la desgracia del pequeno Henry. Entonces se sumia en una de sus ensonaciones, de esas que en torno a un ano antes la habian llevado a emprender la gran aventura de su vida en Paris. La nueva ensonacion tenia el tono de las historias romanticas a las que era muy aficionada, y que leia en las revistas que muchas de sus clientas le pasaban cuando ya las habian terminado. La opinion de la senora Harris, trasladada a sus ensonaciones, era que Pansy Cott, o fuera cual fuera ahora su nuevo apellido, era la mala de la historia; Brown, el piloto desaparecido, el heroe; y el pequeno Henry, la victima. Entre otras cosas, estaba convencida de que el padre seguia manteniendo al nino, y de que Pansy se quedaba con el dinero. Todo era culpa de Pansy: ella se habia negado a acompanar a su marido a Estados Unidos, que era lo que le dictaban sus obligaciones de mujer casada; ella habia apartado a Brown del nino; ella, para contentar a un novio, habia colocado al chiquillo en casa de esa monstruosa familia; y, por ultimo, ella se habia esfumado con el botin y habia abandonado al pequeno a su espantosa suerte. George Brown, por otro lado, era uno de esos hombres nobles por naturaleza; seguramente, en los anos transcurridos se habia hecho rico, que era lo tipico en Estados Unidos. A lo mejor se habia vuelto a casar, a lo mejor no, pero se hallara donde se hallara estaria anorando a su Henry perdido. Esta valoracion de George Brown se basaba en lo que la senora Harris habia visto de los soldados estadounidenses destinados en Inglaterra, que siempre le habian parecido simpaticos, de buen corazon, generosos y especialmente carinosos y atentos con los ninos. Recordaba que, durante la guerra, nunca habian dejado de compartir su racion de dulces con los chiquillos que vivian en las inmediaciones de sus bases. Tendian a ser ruidosos, gritones, fanfarrones y derrochadores, pero, cuando se les acababa conociendo, en el fondo eran mas buenos que el pan. Evidentemente, tambien eran las personas mas ricas del mundo; la senora Harris erigio una especie de palacio de fantasia en el que en esos momentos debia de estar viviendo George Brown, y donde el pequeno Henry tambien podria estar disfrutando de lo que le correspondia por derecho de nacimiento, si su padre estuviera al tanto de sus desventuras. No le cabia la menor duda de que, si de un modo u otro pudiera encontrar al senor Brown y ponerle al corriente de la situacion, este haria acto de presencia, tras haber viajado en un avion a reaccion mas veloz que el sonido, para recuperar a su hijo y alejarlo de la tirania y la esclavitud a que lo tenian sometido los espantosos Gusset. Solo hacia falta que un hada madrina tirara levemente de los hilos del Destino y pusiera el mecanismo en marcha. Tanto le afectaban los padecimientos del pequeno Henry que no tardo en considerar que ella era esa hada madrina. En esa ensonacion, de un modo u otro, se trasladaba a los formidables Estados Unidos de America, donde, gracias a una mezcla de astucia y suerte, encontraba casi enseguida al desaparecido George Brown. Mientras la senora Harris le contaba la historia del nino, el padre empezaba a llorar, y, cuando ella terminaba, el ya estaba sollozando sin freno. <> Era una ensonacion muy feliz. Sin embargo, como se ha dicho antes, la senora Harris no era unicamente dada a construir castillos en el aire. Era realista, pragmatica, y sabia perfectamente cual era la situacion del pequeno Henry y de los Gusset; tambien, que nadie habia podido localizar al padre, a lo que se sumaba el hecho de que tampoco nadie lo habia intentado de veras. Por debajo de esos suenos estaba la certeza creciente de que, si se le presentaba la ocasion, trataria de encontrarlo; una certeza a la que no restaba la menor intensidad la circunstancia de que solo supiera de el que se llamaba George Brown y habia sido miembro de las Fuerzas Aereas de Estados Unidos. II En el fondo de su corazon, la senora Harris sabia muy bien que, para ella, un viaje a Estados Unidos era tan improbable como uno a la luna. Era verdad que habia llegado a cruzar el canal de la Mancha, y que gracias a los aviones el oceano Atlantico solo era una masa de agua que se podia sobrevolar a toda velocidad, pero las consideraciones practicas de los gastos, la manutencion, etcetera, hacian que un viaje asi le resultara inalcanzable. Habia conseguido ir a Paris y materializar su sueno despues de dos anos de ahorros y economias, pero ese esfuerzo habia sido de los que se hacen una vez en la vida. Ahora era mayor y consciente de que ya no se veia capaz de intentar reunir la cantidad necesaria de libras para financiar semejante expedicion. Tambien era verdad que l'af aire Dior se habia iniciado porque habia ganado cien libras en una quiniela de futbol, sin las cuales quiza no habria llegado a emprender la tarea de ahorrar otras trescientas cincuenta. Seguia jugando a las quinielas, pero sin la honda conviccion gracias a la cual a veces la fortuna sonrie. Y sabia perfectamente que ese tipo de rayo nunca caia dos veces en el mismo sitio. Sin embargo, en el mismo momento en que al pequeno Henry, silenciado por los espantosos aullidos de Kentucky Claiborne, lo estaban zurrando en la cocina del numero 7 de Willis Gardens, y mientras lo mandaban a la cama mal alimentado una noche mas, el Destino ya estaba preparando el terreno para un cambio asombroso que iba a producirse no solo en la vida del nino, sino tambien en la de Ada Harris y la senora Butterfield. No se obro ningun milagro, ni hubo nada sobrenatural; solo paso que dos grupos de hombres se reunieron frente a frente en una mesa de direccion de la sala de juntas y reuniones de un gigantesco estudio de Hollywood, de cine y television, a nueve mil quinientos kilometros de distancia, mientras se lanzaban miradas asesinas con toda la mala fe que pueden llegar a albergar unos hombres codiciosos, enzarzados en una lucha por el poder. Despues de siete horas, ciento tres cafes y cuarenta y dos Havana Perfectos, la maldad de las miradas no se habia atenuado, pero la batalla habia terminado. Se envio un cablegrama que tuvo consecuencias directas e indirectas en la vida de un extrano conjunto de personas, algunas de las cuales ni habian oido hablar de la North American Pictures and Television Company Inc. Entre los clientes a cuya casa la senora Harris <> no solo con regularidad sino tambien con entusiasmo, pues tenia sus preferencias, estaban el senor Joel Schreiber y su mujer, que vivian en un piso de seis habitaciones en la ultima planta de una de las casas reformadas de Eaton Square. Joel y Henrietta Schreiber eran una pareja de estadounidenses, de mediana edad y sin hijos, que llevaban tres anos instalados en Londres, donde el senor Schreiber trabajaba de representante y director de distribucion en Europa de la North American Pictures and Television Company. Habia sido gracias a la bondad de Henrietta Schreiber como la senora Harris habia podido cambiar sus libras, que tanto le habia costado ganar, por los necesarios y exportables dolares que le habian permitido pagar el vestido de Dior en Paris. Ni una ni otra habian tenido la menor idea de que al hacerlo estaban violando la ley. Tal como lo veia la senora Schreiber, ?acaso no iban a seguir las libras estando con ella en Inglaterra, sin salir del pais, que era lo que querian los britanicos? Tambien es cierto que la senora Schreiber era una de esas personas aturulladas que nunca llegan a entender del todo como funcionan las cosas, o como deben funcionar. Con la ayuda diaria y los consejos de la senora Harris, la mujer habia llegado a acostumbrarse a llevar una casa en Londres, a ir de compras por Elizabeth Street y a cocinar ella sola, mientras, gracias a la energica aparicion de Ada dos horas al dia, su piso estaba impoluto. Era muy probable que, si surgian contratiempos o un cambio repentino, a la senora Schreiber le diera un ataque. Al ser una persona que, antes de instalarse en Inglaterra, se habia visto obligada a aguantar al tipo de servicio domestico disponible en Hollywood y Nueva York, Henrietta era una ferviente admiradora de la rapidez, eficiencia y facilidad para que el polvo desapareciera de la senora Harris, y, sobre todo, de su capacidad de lidiar con casi cualquier situacion que se presentase. Joel Schreiber, como el soldado raso de Napoleon que portaba una vara de mariscal en el macuto, llevaba en el maletin un sello de presidente de una gran empresa imaginaria. Era un tenaz hombre de negocios que habia ido ascendiendo en la North American Pictures, que habia pasado de recadero a su puesto actual, pero siempre en el ambito ejecutivo; tambien tenia aspiraciones vinculadas a las artes y las letras, y sonaba con lo que haria si fuera presidente de la North American, una posibilidad tan remota que ni siquiera llegaba a comentarla con su Henrietta. El puesto que ocupaba el senor Schreiber no llevaba a la presidencia, ni a la creacion de estrategias, ni a reuniones con las grandes y medianas estrellas del sector del cine y la television. No obstante, cuando termino la reunion en Hollywood mencionada anteriormente y se mando el cablegrama, este tuvo como destinatario nada mas y nada menos que a Joel Schreiber, con las instrucciones de que trasladara tanto su despacho como su domicilio a Nueva York para ejercer durante cinco anos de presidente de la North American Pictures and Television Company Inc. Dos facciones de poder que luchaban por el control de la empresa, ninguna de las cuales era lo bastante fuerte para imponerse a la otra, proximas al agotamiento, habian accedido al fin a nombrar a Schreiber, un candidato inesperado y ajeno a ambas; por consenso, acabaron convirtiendolo en presidente de la North American. Despues del cablegrama que Schreiber recibio en su despacho esa tarde, se produjeron conferencias telefonicas, milagrosas conversaciones en <> celebradas con oceanos y continentes de por medio, en las que cinco personas (una en Londres, dos en California, dos en Nueva York) hablaron por telefonos distintos y lo hicieron como si todas estuvieran en la misma sala, y cuando el senor Schreiber, un hombrecillo fornido de mirada inteligente, llego a casa a ultima hora de esa tarde, estaba que no cabia en si por la ilusion y las noticias. No pudo contenerse, lo solto todo de golpe en cuanto cruzo la puerta. [?]Henrietta, !lo he CONSEGUIDO! Tengo que contarte una novedad, una importante. Soy presidente de la North American Pictures, !soy el responsable de todo! Van a ponerme una oficina en Nueva York. Tenemos que irnos dentro de dos semanas. Vamos a vivir en un piso enorme de Park Avenue, la empresa ya me ha buscado uno; es un atico, un duplex. Henrietta, ahora soy el mandamas. ?Que te parece? Formaban una pareja carinosa y afectuosa, asi que en primer lugar se abrazaron; a continuacion, el senor Schreiber dio unos pasos de baile con Henrietta, hasta que ella empezo a jadear mientras su corpulento y acogedor cuerpo se agitaba. [?]Te lo mereces, Joel -le dijo[?]. Lo tendrian que haber decidido hace mucho tiempo. Entonces, para tranquilizarse y ordenar las ideas, se acerco a la ventana y contemplo la sosegada y arbolada sombra de Eaton Square, con la calzada que la atravesaba por la mitad, y con una punzada penso en cuanto se habia acostumbrado a esa vida apacible, cuanto le habia gustado, y cuanto habia temido que la volvieran a llevar al barullo y el ritmo frenetico de Nueva York. Schreiber se paseaba entusiasmado por la casa, incapaz de sentarse, mientras docenas de pensamientos, grandes emociones e ideas nuevas, relacionados con su nueva posicion superior, le venian a la cabeza; de pronto se detuvo y solto: [?]Henrietta, si hubieramos tenido un hijo, ?no habria estado orgulloso de su padre ahora mismo? La frase se le clavo a la mujer en el corazon, donde se quedo temblando como un dardo lanzado a una diana. Sabia que aquello no pretendia ser un reproche, porque su marido no era un hombre de esos; eran palabras que solo surgian de las ganas que el habia sentido tanto tiempo de ser padre, ademas de marido. Y, ahora que de un dia para otro se habia convertido en alguien importante, ella entendia que ese deseo hubiera cobrado mayor intensidad. Cuando se aparto de la ventana, tenia lagrimas al borde de los ojos y solo pudo decir: [?]Ay, Joel, pero que orgullosa estoy de ti. El vio enseguida que la habia herido; se acerco a ella, le paso un brazo por los hombros y le dijo: [?]Oye, Henrietta, no me malinterpretes. No te eches a llorar. Somos una pareja muy afortunada. Ahora somos importantes. Piensa en lo bien que lo vamos a pasar en Nueva York, en las cenas que vas a organizar para un monton de gente famosa. Como suele decirse, seras la anfitriona perfecta, ya lo veras.

  • Alex, la indomita sobrina del conde de Nieves Hidalgo

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    Londres. 1819 El intenso olor penetraba por los resquicios de la ventana que aun no se habia reparado, desgajada por un rayo que se habia colado por ella y recorrido la galeria de lado a lado dos noches antes. Por mas que intento sujetar los tablones que, de momento, cubrian los desperfectos, las intensas rafagas de viento los soltaban una y otra vez. Era como si el cielo hubiera querido castigar Londres durante los ultimos quince dias: las calles se encontraban casi intransitables y el Tamesis, utilizado como alcantarilla de la ciudad, se habia desbordado en diversos puntos, provocando que la pestilencia se extendiese por toda la urbe. Jerome Graham recoloco el tablon y maldijo en voz alta, en un tono tan subido que su reverberacion le sobrecogio. Se cerro cuanto pudo el cuello de su levita de pano grueso y se dispuso a acabar la ronda. No le gustaba aquel trabajo, pero daba gracias por tenerlo; al menos, podia llevar un plato de comida caliente a su casa, lo que ya era mucho despues de haberse pasado meses buscando ocupacion. Alli se estaba caliente y la tarea no era fatigosa. Sin embargo, tener que deambular solo durante las grises tardes por las distintas salas, una vez cerradas a los visitantes, lo ponia nervioso. La enorme mansion del siglo XVI en el barrio de Bloomsbury habia sido adquirida por el Gobierno a cambio de veinte mil libras, para convertirla en el museo que habia abierto al publico sesenta anos antes, justo el 15 de enero de 1759. El funcionario que lo contrato le aseguro que era una suerte servir de celador en un lugar repleto de cultura y obras de arte, pero a el le importaban poco los libros, manuscritos o cuadros, asi como las antiguedades egipcias, griegas, o de donde procedieran. Lo unico que le movia a hacer sus solitarias rondas, provisto del candil de aceite, era el digno jornal que permitia comer y vestirse a su familia. Por el, hubiera vuelto a los muelles; entre el barullo de los estibadores no tenia que estar constantemente mirando a su espalda. Alli, por el contrario, el silencio del museo lo impresionaba de tal manera que en cada rincon creia ver figuras que se movian, y con los susurros del aire por cualquier corriente el vello se le ponia de punta. Sobre todo, aquella tarde. Juraria que habia escuchado pasos en la sala donde se exponian los restos egipcios, pero se convencio de que su imaginacion, siempre propensa al recelo, le jugaba una mala pasada. ?Quien iba a colarse en el museo para robar? Todo cuanto se exponia en vitrinas o sobre pedestales era mas viejo que Matusalen y la mitad estaba roto. Incluso aquella piedra, que habian traido de lejos y que todo el mundo iba a admirar, no era mas que un trozo de basalto lleno de garabatos que ni el mas listo podia entender. Desde luego, si el fuera un ladron, la casa Montagu seria el ultimo lugar al que entraria a desvalijar. Con andar cansino atraveso la sala en la que se custodiaban los famosos manuscritos de sir Hans Sloane, aquel medico y naturalista que dejo en testamento su herencia al Gobierno britanico, paso despues por otra anexa que contenia cientos de volumenes antiguos, y se dirigio hacia la zona del museo en la que se encontraban los restos del antiguo Egipto. Esas salas en concreto eran en las que con mas recelo hacia su ronda. Cada vez que entraba en ellas tenia la sensacion de que alguien tiraba de su desgastada levita. Procuraba inspeccionarlas lo antes posible, sin detenerse a mirar los ojos vacios de las estatuas o los cuerpos envueltos en putrefactas vendas que descansaban en las vitrinas. Comprobado que todo estaba en orden, tomo el camino de las escaleras que bajaban a los sotanos. Alli habia multitud de cajas sin abrir, cuadros envueltos en papel aceitado y hasta un feretro de solo Dios sabia la epoca. Su rutinario trabajo pasaba por confirmar que todo estuviera tranquilo y si, por casualidad, se hubiera colado alguna rata en el recinto, acabar con ella. Alzando el farol por encima de su cabeza recorrio el lugar, miro a un lado y otro, reviso los rincones donde dias antes viese algun roedor muerto y regreso hacia las escaleras. Dio un vistazo al reloj de bolsillo, unica herencia de su padre, y comprobo que en una hora mas acabaria su turno. Peter Sunset lo reemplazaria para hacer el de la noche. Ascendia ya cuando creyo oir un crujido. Se volvio, levanto el candil y sus ojos atisbaron el lugar. El sonido se repitio. Ya no le cupo duda de que algun infecto bichejo estaba haciendo de las suyas. Renegando entre dientes desanduvo el camino y se armo con la porra que siempre colgaba de su cadera. --Ven aqui, precioso --dijo a la oscuridad--. Ven con papa. El silencio lo envolvio como un mal presagio, pero siguio su avance tratando de ubicar al animalejo. Algo se movio detras de una pila de cajas y Jerome mostro su dentadura mellada forzando una sonrisa, seguro de haber localizado al intruso. Avanzo con cautela dispuesto a aporrearlo, rodeo el feretro de madera pintada y... Antes de que pudiera saber lo que estaba sucediendo, un objeto contundente choco contra su craneo obligandole a sumirse en la inconsciencia. La figura embozada que lo habia dejado fuera de combate paso por encima del cuerpo, escondio la pequena estatua que acababa de sustraer bajo los pliegues de su capa y desaparecio en la oscuridad. Capitulo 1 Londres. 1819 Regresar a Londres habia sido, sin duda alguna, una de las peores decisiones de su vida. Lejos de Inglaterra, abstraida por la voragine que suponia cada hallazgo, el recuerdo doloroso de su desden se habia mitigado, aunque, no por ello, estaba olvidado. Si algo tenia era buena memoria y jamas se lo perdonaria. La aficion de su madre por la cultura egipcia arrastro a su padre, anos atras, a abandonar su trabajo como profesor en Eton para sumarse al equipo arqueologico de Giovanni Battista Belzoni. Ella, por tanto, se habia criado a caballo entre Londres y la tierra de los faraones, llegando a convertirse en una aplicada colaboradora. Como cualquier joven, a veces echaba de menos acudir a las fiestas londinenses, aunque en Egipto no faltaron las veladas en algun hotel o en la mansion de un millonario excentrico deseoso de agasajarlos. Ella procuraba alejarse de toda la parafernalia que, por costumbre, seguian manteniendo sus padres: acicalarse para las cenas, aunque estuvieran rodeados de dunas y polvo. Lo veia una estupidez suprema, a la que la mayoria de las veces tenia que plegarse para no enfadarlos. Como el esnobismo de Belzoni de tener que utilizar a un capataz de intermediario cuando queria preguntarle algo a uno de los egipcios que achicaban tierra. En mas de una ocasion se lo dejo ver porque para ella cualquier hombre era igual a otro, pero el italiano solo sonreia, se encogia de hombros y la dejaba con la palabra en la boca. Lo que si echaba de menos cuando no estaba en Londres eran las partidas de ajedrez con su tio, reir con las bromas de su primo Jason y ponerle al dia de sus secretos a Nicole, su esposa. No era un bicho raro, como solia decir de ella la condesa viuda en tono jocoso, a la que, a pesar de no ser su abuela, tenia como tal. Pero si era cierto que ciertas costumbres de la aristocracia no iban con ella. Se encontraba mucho mas a gusto enfrentandose a la amplitud de los espacios abiertos y recibiendo el sol en el rostro, que poniendo buena cara a personas que no le interesaban. Era la vida que deseaba y que le agradaba. Por desgracia, a pesar de la distancia y el tiempo transcurrido, seguia sin poder evitar que un hombre le quitase el sueno. Uno a quien, parecia haber quedado claro, ella no le interesaba en absoluto. El trabajo en las excavaciones apenas le habia dejado tiempo para pensar en otra cosa que no fuera extraer de las arenas del desierto los vestigios de una civilizacion milenaria. Pero la actualidad mandaba y hubieron de regresar a Londres para poner al dia las inversiones de su padre en la industria textil, interesarse por una fundacion en la que colaboraba y estar presentes en la celebracion en honor del heredero de Jason y Nicole, vizcondes de Wickford: Cayden Lionel Rowland. [1] Sabia que pisar Creston House implicaba volver a enfrentarse a la espiral de emociones que para ella suponia la presencia de Daniel Bridge. Creyo poder controlarlas, que iba a ser capaz de dominar los latidos de su corazon cuando volviera a verlo, mostrarse distante con el. !Que ilusa! Apenas pisar el salon donde todos se encontraban reunidos, aquel estupido organo enamoradizo comenzo a dar saltos en su pecho. Porque el estaba alli, como bien suponia. Daniel Bridge no solo era el medico de la familia Rowland, sino amigo personal de Jason desde que le salvara la vida durante la guerra, y se contaba con el para cualquier acontecimiento; incluso disponia de una habitacion permanente reservada para su uso en Creston House. Ahogo un suspiro porque, si cabia, lo encontro mas guapo aun que cuando se marcho a Africa por ultima vez. Relego el momento de saludarlo tanto como pudo, dedicandose a repartir sonrisas y abrazos a los demas, consciente de la presencia de Daniel en la sala y de su inevitable reencuentro. Alto, ancho de hombros, luciendo ese cabello rubio que ella sono tantas veces con despeinar y aquellos ojos azules que, mal que le pesara, habian invadido sus noches, era imposible obviarlo. Su boca la llamaba como un canto de sirenas y no pudo sino recordar aquella primera vez en que, como despedida, antes de que partieran de Inglaterra, la habia besado. Para ella habia supuesto un vuelo hasta las nubes, materializar un anhelo tanto tiempo deseado que quiso repetir. Asi se lo pidio, como una boba, con los ojos colmados de ilusion juvenil. Como respuesta, Daniel la habia apartado de el, dejandola con una sensacion de frustracion que se prolongo hasta el ridiculo por haberse manifestado tan entregada. Claro que peor fue a su regreso, en aquel maldito baile de mascaras en el que el se presento disfrazado de Lucifer, todo vestido de rojo, por completo irreconocible, y la abordo cuando buscaba un momento de paz en los jardines. Habia tomado su mano para llevarla hacia la espesura, la habia besado y luego, cuando ella se encontraba en el septimo cielo, la habia dejado aturdida con una frase que arruino sus expectativas: --Sigues besando como una nina. Evocar el modo en que se burlo de ella hizo que se la llevaran los demonios de nuevo. No lo habia olvidado, era imposible dejar de lado su desprecio. Se le avinagro el gesto. Y justo entonces, a su espalda, escucho su voz. --Hola, Alex. Se volvio esbozando una sonrisa forzada. Aunque consiguio mantenerla asi, fria y desangelada, dandole a entender que se la dedicaba por puro compromiso, empezo a escuchar en su interior el retumbar de unos latidos que la delataban. Tan fuertes eran que temio que Daniel pudiera escucharlos, asi que se ladeo un poco para aceptar la copa de champan que le ofrecia uno de los criados, tratando de darse tiempo y calmarse un poco. --?Como te va, Bridge? --pregunto de modo escueto, rehusando mirarlo a la cara. Daniel se mordio los labios para contener una sonrisa por su saludo tan banal. Alexandra no habia cambiado en nada, seguia siendo aquella muchacha discola, empecinada y tozuda. Bueno, si que notaba un cambio en ella: estaba preciosa, mucho mas bonita. Con razon habia acaparado su atencion desde el mismo momento en que hizo acto de presencia: su cabello rubio claro recogido en bucles, sus ojos vivaces e inteligentes, casi plateados, su estrechisima cintura... Y !condenada fuese!, con un escote que magnificaba sus atributos mas de lo que el hubiera querido y que le provoco un tiron en la ingle.

  • Libertad virtual (Seb Damon 2) de Martin Mccoy

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    Uno de los terroristas mas peligrosos de la Tierra ha llegado a la ciudad lunar de Ilarki con el proposito de destruirla. Por suerte, ha sido encerrado en prision, donde sigue pagando su deuda con la sociedad. Su cuerpo, al menos, esta en la carcel, aunque su mente ha conseguido huir. No necesita mas para cumplir sus planes.

  • Lo que el jeque quiere de Alex Anders

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    “LO QUE EL JEQUE QUIERE” es la ultima publicacion del autor superventas internacional Alex Anders y es para aquellos a quienes les encantan las pequenas historias de amor en las que virgenes inocentes son corrompidas por poderosos machos alfa que exigen sumision y que disfrutan del BDSM.

  • Sirena Atrapada de Rocio Verdejo

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    Gasira siempre habia sido una sonadora, desde muy nina, habia vivido como esclava de un barco pirata, y esto, no le habia dado demasiadas oportunidades de tener aspiraciones a ir mas alla, de donde sus amos lo permitian. Desde que nacio, habia tenido una falsa percepcion de la libertad, ya que, su madre, esclava de piratas al igual que ella, se habia embarazado del capitan del barco El Albatro, quien despues de saber que estaba embarazada, le habia lanzado al mar, con la unica mision de asesinarla. Los tiburones se encargarian de acabar con el problema, ya que, lo ultimo que necesitaba era una mujer estorbando en sus operaciones, durante las misiones de robo y saqueo que se llevaban a cabo en todos los pueblos a donde llegaban. El capitan Gordon, no habia tenido piedad alguna al lanzar a la madre de Gasira por la borda, esta, sin saber que hacer, habia nadado tanto como podia, ya que, no solo luchaba por su vida, tambien luchaba por la nina que tenia en su vientre. Habia tratado de guardar el secreto, utilizaba ropas anchas, intentaba hacer todas las labores sin oponer resistencia, ya que, de esta forma pasaria desapercibida y absolutamente nadie, podria darse cuenta de que estaba esperando un hijo del capitan. El barco la perla, uno de los navios mas grandes, con velas imponentes de color blanco que se izaban y podian verse a kilometros de distancia. Aquella mujer, de origen africano, se habia enamorado profundamente del capitan Gordon, el cual, tambien habia quedado completamente cautivado, con los encantos de aquella mujer, que, a pesar de su piel negra, tenia facciones muy delicadas y hermosas. Un romance de una noche habia dado como resultado un apasionado encuentro en el cual, Siara habia entregado su cuerpo por primera vez a un hombre con 20 anos de edad. Esta, habia experimentado sensaciones que nunca antes habia vivido, su cuerpo desnudo, era poseido por aquel imponente capitan, el cual, la habia desnudado de una forma muy romantica, acariciando su piel, besando su carne, dejando que esta se desconectara de cualquier preocupacion o compromiso como esclava. Mientras estuvieron en el camarote del capitan, ella simplemente era una mujer, y el un hombre hambriento y deseoso de poder drenar toda su tension sexual. Aquella chica, habia estado en el barco desde que tenia 15 anos de edad y habia sido secuestrada por los piratas, habia crecido en medio de un contexto violento, agresivo, despiadado, pero esto, no habia afectado el espiritu de la esclava, la cual, continuaba teniendo un corazon noble y humilde. Siempre habia admirado a su capitan, ya que, desde el momento en que habia llegado al barco, siempre la habia protegido de los deseos de otros hombres, los cuales hubiesen deseado tenerla entre sus brazos y disfrutar de la virginidad de aquella adolescente. Pero el capitan Gordon, siempre se habia dado la tarea de cuidarla, creaba un muro de contencion entre la chica y los piratas de su tripulacion, los cuales, mostraban constantemente su apetito. Pero cuando el capitan Gordon dejo muy en claro que cualquiera que pusiera una mano encima de su esclava protegida, seria decapitado y lanzado al mar, absolutamente todos comenzaron a tomar distancia. Las amenazas de un hombre como Gordon, no podrian ser tomadas a la ligera. Pero a pesar de ese sentimiento extrano que existia entre ellos y que se habia materializado aquella noche, cuando habian hecho el amor por primera vez, lo ultimo que queria Gordon, era verse vinculado a una mujer a traves de una responsabilidad tan grande como un hijo. Toda la humanidad que quedaba en su corazon, habia sido lanzada al mar junto con el cuerpo de la esclava africana, la cual, simplemente fue abandonada y vio con ojos de terror como el gran barco El Albatro la perla, se alejaba gradualmente, dejandola en medio de la nada y con unas esperanzas que se desvanecen gradualmente con cada minuto que pasaban, ya que, las probabilidades de sobrevivir, eran casi nulas. Parecia que los dioses del mar, habian protegido a Siara, la cual, en contra de todo pronostico, habia logrado sobrevivir. Ella no podia hacer nada absolutamente nada, se habia desvanecido, y se habia rendido, lloraba continuamente, pensando en que habia defraudado a su hija, antes de que tan siquiera hubiese nacido, ya que, se habia rendido sin luchar mas, pero no tenia de donde aferrarse o hacia donde nadar. Estaba en medio del oceano Atlantico, a la deriva, a merced de los tiburones hambrientos, los cuales, tarde o temprano se darian un gusto tremendo con su carne. Pero a pesar de que la probabilidad de sobrevivir era practicamente nula, inexplicablemente, Siara fue rescatada por un barco, una fragata que se dedicaba a trasladar polvora entre el continente americano del continente europeo liderado por el Capitan Johnson. Esta embarcacion, habia sido la unica esperanza de vida de Siara, la cual, al ver que no se trataba de un barco pirata, sintio que finalmente tenia una posibilidad de ser libre. Pero parecia que la desgracia estaba vinculada estrechamente a la vida de Siara, la cual, tan solo a una semana de poder dar a luz en condiciones normales, habia tenido que enfrentar el terror una vez mas. A medianoche, mientras la luna se posaba hermosa, radiante, iluminando con sus destellos las aguas tranquilas del mar, se habia visto aparecer un barco pirata, que habia llegado de manera silenciosa e imperceptible. Con una cubierta absolutamente negra, velas oscuras, y una tripulacion limitada pero despiadada, habian asaltado la fragata que era comandada por el capitan Johnson. Este, no habia podido lidiar con la violencia de aquellos sujetos, los cuales habian abordado el barco y habian matado a absolutamente todos los que no prestaran colaboracion. --Tomaremos el barco, no importa cuanto traten de resistirse, robaremos lo que necesitemos y una vez que hayamos terminado, lo quemaremos. --Dijo el capitan Green, un hombre de baja estatura, pero cuyo liderazgo, era mucho mas superior que el de cualquier hombre que hubiese conocido antes Siara. Frente a todos, habia cortado la garganta del capitan Johnson, y se habia aduenado, tal y como lo habia advertido, de aquel barco. Todos los contenedores de polvora, habian sido sacados del navio y habian sido llevados a la pequena embarcacion oscura que trasladaba muerte, destruccion y desesperacion a cualquier tierra hacia donde iba. Siara, muy cerca de dar a luz, habia tratado de mantener se oculta, pero aquellos hombres, habian buscado en cada rincon de aquel lugar algo que fuese util. Por alguna razon, les habia llamado profundamente la atencion esta mujer embarazada de piel oscura. --Capitan, he encontrado a esta mujer oculta entre las redes. ?Que quiere que haga con ella? -- Dijo uno de los hombres del Capitan Green. --!Que bella mujer! Y un gran vientre el que tienes alli. Vendras con nosotros, no tengo corazon para asesinarte, muy pronto daras a luz, y me vendria bien una nueva esclava en mi tripulacion. -- Dijo el capitan. --Por favor, solo soy una mujer solitaria. Me rescataron en ese barco por simple casualidad, no me quites la oportunidad de ser libre finalmente. Hazlo por mi hija, dejame ser libre. -- Imploro Siara, mientras caia de rodillas frente aquel hombre. --No puedo ir en contra de los designios de los dioses. Quiza, Neptuno te ha traido hasta mi simplemente para que sirvas ante un mejor capitan. --Dijo el pirata. Siara habia sido tomada de los brazos, y aunque quiso resistirse, no tenia la fuerza suficiente, para ser un oponente en contra de aquellos hombres que necesitaban obedecer las ordenes de su jefe. Acto seguido, acabaron con todo en aquel lugar, destruian todo cuanto tocaban, y despues de matar a toda la tripulacion de la fragata, abandonaron el barco para finalmente incendiarlo. En medio de la noche, parecia ser una antorcha en medio del mar, ardiendo con furia, mientras los piratas observaban con mucha felicidad, orgullosos de lo que habian hecho. --Eso no era necesario, capitan. Eran buenos hombres. --Dijo Siara, mientras trataba de ablandar un poco el corazon del asesino. --!No te atrevas a juzgarme! Solo eres una esclava, y a partir de ahora, me debes absoluta lealtad y respeto. --No puedo respetar a un hombre que no valora la vida de los inocentes. He vivido en este mundo los peores escenarios, he visto como mueren personas sin ninguna necesidad, estoy harta de ello. --Dijo la mujer. --Te perdone la vida… Pude haberte asesinado, pero te perdone, te di esa alternativa que no tuvieron los hombres de ese barco. Pero si no quieres seguir viviendo, ahora mismo te cortare la garganta. Siara habia luchado mucho para llegar hasta este punto. Pero ya estaba agotada, estaba cansada de implorar piedad a hombres que no tenian ni la mas minima intencion de ofrecerle una vida digna. Tenia una nina en su vientre que ameritaba el esfuerzo, pero Siara ya estaba en el punto de quiebre. Asi que, simplemente cerro sus ojos, y espero el corte de la navaja del pirata. Pero este ataque nunca llego, parecia que el capitan Green, tenia cierta conexion con aquella mujer, y en lugar de cortarla, la habia tomado de la mano y le habia ayudado ponerse de pie. --Tienes mas valor para mi con vida. No hago nada asesinandote, simplemente manchare la cubierta de mi barco con sangre barata. Te buscare un lugar para que descanses, se que estas en los ultimos dias, pronto daras a luz. Cuando finalmente aquella mujer, en medio de gritos desgarradores, habia parido a una nina en medio de la nada, rodeada de agua, guerreros asesinos, velas y polvora, finalmente habia dado por cumplida su tarea. Pero Siara no habia resistido el parto, en medio del proceso, habia sufrido un colapso de su corazon, el cual, no habia resistido el profundo dolor que habia generado el nacimiento de su hija. Apenas, habia tenido oportunidad de tenerla entre sus brazos, ya que, cuando le dio el nombre de Gasira, finalmente, se rindio, su corazon dejo de latir, y Siara habia muerto. Su cuerpo, fue lanzado al mar, sin ningun tipo de piedad. Aunque los planes del capitan Green eran muy diferentes, este habia visto en la pequena nina una esperanza de poder materializar sus planes, ya que, realmente lo que necesitaba era una sirviente que pudiese hacer todo lo que este quisiera sin oponer resistencia. Entre piratas y asesinos, Gasira habia crecido viendo el mundo desde ojos de inocencia, tratando de sonar con un futuro totalmente diferente. La libertad era su anhelo, queria despertar un dia, y poder caminar por un jardin de flores, sin tener que temer por su vida. Pero mientras la noche representaba descanso, para ella, era momento de sonar, se ubicaba en la cubierta del barco. En ocasiones, sonaba con saltar, nadar hasta un punto en el cual, ya nadie pudiese alcanzarla, y alli, comenzar una nueva vida, alejada de los piratas, en los asesinos y los soldados. Todos eran tan peligrosos para ella que la confianza simplemente no podia habitar en su corazon. En ocasiones, el propio capitan Green, se encargaba de narrarle en las historias de sus aventuras, en otras ocasiones, le contaba acerca de lo hermosa que era su madre. Esto generaba una curiosidad tremenda de la chica, por saber como hubiese sido su madre si hubiesen tenido la oportunidad de compartir juntas. Todos estos pensamientos e ilusiones, se llevaban a cabo mientras observaba el mar, le encantaba mirar de noche como la luna se reflejaba en el agua, y de alguna manera, se convertia en una comunicacion entre la naturaleza. Mira como si la luna hablara con el mar y este de alguna u otra forma contestara con sus olas y ondas, en una danza que mantenia a Gasira como una de las invitadas principales. Pero la vida de esta chica cambiaria por completo una noche en la cual, algo habia emanado del agua sin que esta pudiese explicar con claridad lo que habia visto. Muchos mitos existian en torno a la aparicion de criaturas en el mar, las llamadas sirenas, gran parte de los mitos e historias de muchos navegantes, los cuales, habian dejado registros de sus avistamientos en el papel a lo largo de la historia. Muchos piratas habian contado sus experiencias, pero parecian ser relatos de hombres borrachos que no tenian conciencia, en el momento en que vieron lo sobrenatural. Pero lo que habia visto Gasira, no era producto del licor, no fue una ilusion, no era parte de una de esas fantasias en las cual es esta se sumergia, para tratar escapar de su realidad. En medio de la noche, mientras la luna embellece el panorama con sus rayos de luz delicada, pudo ver como del agua, salio una figura humana, saltando al menos 2 metros de altura sobre el fluido, y era evidente su cabello largo, que hacia entender a Gasira que se trataba de una mujer. Su cola se sacudio de una manera violenta en el aire, para finalmente entrar al agua, y no volver a salir. Dudaba en creer si realmente era real lo que habia visto, asi que, corrio rapidamente hacia el unico hombre al que podria recurrir; el capitan Green. --Mi senor, lamento molestarlo. Pe... pero he visto algo en el agua… --Gasira, sabes muy bien que no me gusta que me molesten mientras escribo. ?Que es lo que has visto?

  • La estrella robada de Mary Higgins Clark

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    Faltaban veintidos dias para Navidad, pero este ano Lenny queria comprar sus regalos con antelacion. Seguro de que nadie conocia su presencia y tan inmovil y silencioso que apenas se oia respirar, observo desde el confesionario como monsenor Ferris recorria la iglesia cerrando con llave las puertas para la noche. Con una sonrisa despectiva en los labios, aguardo impaciente a que las luces del sagrario se apagaran. Al ver que el monsenor echaba a andar por el pasillo lateral encogio el cuerpo, pues eso significaba que iba a pasar por delante del confesionario. Una de las tablas del cubiculo crujio y Lenny blasfemo en silencio. Por un resquicio de la cortina vio que el clerigo se detenia y aguzaba el oido. Luego, creyendo que no era nada, monsenor Ferris siguio hasta el fondo de la iglesia. Instantes despues la luz del vestibulo se apago y se oyo una puerta al cerrarse. Lenny se permitio un suspiro audible. Estaba completamente solo en la iglesia de San Clemente, en la calle 103 Oeste de Manhattan. Sondra se hallaba bajo el portal de una casa situada justo enfrente de la iglesia, al otro lado de la calle. El edificio estaba en reformas y el andamio, levantado a ras de suelo, la ocultaba de la vista de los transeuntes. Queria asegurarse de que el monsenor salia de la iglesia y entraba en la rectoria antes de dejar al bebe. Durante los dos ultimos dias habia asistido a los oficios de San Clemente para conocer las costumbres del clerigo. Tambien sabia que cada dia a las siete, en epoca de Adviento, dirigia el rosario. Debilitada por la tension y el esfuerzo del parto ocurrido unas horas antes, con los pechos hinchados por el liquido que precedia a la leche, se apoyo en el marco de la puerta. Un debil gemido procedente del interior de su abrigo parcialmente abotonado hizo que sus brazos, llevados por el instinto materno, hicieran el gesto de mecer. En la hoja de papel que planeaba dejar con el bebe habia escrito cuanto podia revelar sin delatarse: <>. Sintiendo un nudo en la garganta, Sondra vio la figura alta y algo encorvada del monsenor salir de la iglesia y dirigirse a la rectoria, situada justo al lado. Era el momento. Habia comprado dos camisitas, unos patucos, un camison largo, un abrigo con capucha, algunos biberones y panales desechables. Habia arropado a la pequena al estilo indio, con una bata de lana gruesa y dos mantas, pero la noche era tan fria que en el ultimo momento habia traido consigo una bolsa de papel marron. Habia leido en algun lugar que el papel era un buen aislante contra el frio. De todos modos, el bebe no iba a pasar mucho tiempo a la intemperie, solo hasta que Sondra encontrara un telefono y llamara a la rectoria. Lentamente, se desabrocho el abrigo y cambio de postura al bebe teniendo especial cuidado con la cabeza. Las farolas de la calle le permitian ver la cara de la pequena con claridad. --Te quiero --susurro con vehemencia--. Siempre te querre. La nina levanto la vista. Tenia los ojos totalmente abiertos por primera vez. Unos ojos marrones, unos mechones claros y rizados sobre una frente diminuta, labios pequenos y encogidos buscando el pecho de la madre. Sondra estrecho la cabecita y sus labios rozaron la suave mejilla de la criatura al tiempo que le acariciaba el cuerpecito. Luego, con gesto decidido, introdujo la diminuta figura en la bolsa marron y cogio el cochecito de segunda mano que, cerrado, descansaba a su lado. Los coches aparcados la protegian de las miradas curiosas al cruzar la calle en direccion a la rectoria. Subio los tres escalones de la estrecha entrada y abrio el cochecito. Tras colocar el freno, deposito a su hijita debajo de la capota y dejo la bolsa con la ropa y los biberones a sus pies. Se arrodillo y la contemplo por ultima vez. --Adios --susurro, y echo a andar a toda prisa hacia la avenida Columbus. Telefonearia a la rectoria desde una cabina situada a dos manzanas de alli. ***** Lenny se enorgullecia de ser capaz de entrar y salir de una iglesia en menos de tres minutos. Podria haber alarmas silenciosas, penso al abrir su mochila y sacar la linterna. Tras dirigir el haz de luz al suelo, inicio el recorrido de costumbre. Primero se encamino hacia el cepillo de los pobres. Sabia que ultimamente la cuantia de las limosnas habia disminuido, pero este cepillo contenia una recaudacion mas sustanciosa de lo normal, entre treinta y cuarenta dolares. Los cepillos de las ofrendas, situados debajo de las velas votivas, fueron los mas satisfactorios de las ultimas diez iglesias que habia saqueado. Habia siete, cada uno instalado frente a la estatua de un santo. Con mano rapida, forzo los cerrojos y recogio el dinero. Durante el ultimo mes habia acudido a misa en dos ocasiones para estudiar la distribucion de la iglesia y habia observado que el cura consagraba el pan y el vino en copas muy sencillas, de modo que no se molesto en forzar el tabernaculo. Ademas, se alegraba de no hacerlo. En su opinion, los dos anos vividos en la escuela parroquial le habian afectado profundamente, pues ahora le creaba remordimiento hacer ciertas cosas, lo cual era un fastidio a la hora de saquear iglesias. En cambio, no tenia reparos en hacerse con el trofeo que le habia llevado hasta aqui: el caliz de plata con el diamante en forma de estrella en la base. Habia pertenecido al sacerdote Joseph Santori, el fundador, un siglo atras, de la parroquia de San Clemente, y era el unico tesoro que poseia esta iglesia historica. Sobre una vitrina de caoba, en un nicho situado a la derecha del sagrario, colgaba un retrato de Santori. La vitrina, muy ornada, poseia una reja destinada a proteger el caliz. En una de las ocasiones en que habia asistido a misa, Lenny se habia acercado para leer la placa expuesta debajo de la vitrina: <>.

  • Ano uno (Cronicas de la Elegida 1) de Nora Roberts

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    El mundo se enfrenta a una pandemia. Entre el caos y la destruccion, un grupo de personas aparentemente inmunes busca un refugio para la humanidad.

  • El placer de la venganza de Helen Bianchin

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    Habia llegado la hora de su venganza.

  • Una locura de vida de Eva Ramirez

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    La vida de Lara era de todo menos aburrida, como creia el mundo. Era una mujer creativa, una escritora con un circulo social no muy normal y que se enamora de un mujeriego que la pondra al limite. Una historia que rompe las reglas y que no olvidaras.

  • Ayantek de Miriam Jimenez Iriarte

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    A pesar de descender de muchas generaciones de Bendecidos, Kora no logra despertar el Don. Es la hija del director de la escuela de sanacion de Avacornis y, cuando su padre muera, se vera obligada a vivir en el barrio de los Durmientes, el estrato mas bajo de la sociedad.

  • Solo tuyo (La fuerza de amar 1) de Barbara Crespo

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    Corrigiendo gracias por las observaciones.

  • En defensa de la felicidad de Matthieu Ricard

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    Tras el exito de El monje y el filosofo, un autentico tratado de la felicidad, a la vez que una valiosa y convincente guia para nuestros individualismos carentes de puntos de referencia. Todos aspiramos a la felicidad, pero ?como encontrarla, conservarla e incluso definirla? A esta cuestion filosofica por excelencia, tratada por el pensamiento occidental con una mezcla de pesimismo y burla, Matthieu Ricard aporta la respuesta del budismo, una respuesta exigente pero tranquilizadora, optimista y accesible a todos. Dejar de buscar a toda costa la felicidad fuera de nosotros, aprender a mirar en nuestro interior pero a mirarnos un poco menos a nosotros mismos, familiarizarnos con una vision a la vez mas meditativa y mas altruista del mundo… Con el bagaje de su doble cultura, de su experiencia como monje, de su relacion con los mas grandes sabios, de su conocimiento de los textos sagrados asi como del sufrimiento de los hombres, el embajador mas popular y reconocido del budismo en Francia nos propone una reflexion apasionante sobre el camino de la autentica felicidad y los medios para alcanzarla.

  • Carmen, la rebelde de Pilar Eyre

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    Los ojos del rey de Espana, Alfonso XIII, se clavaron en los de la actriz Carmen Ruiz Moragas y en ese preciso instante comenzo una pasion turbulenta, intensa y peligrosa, como el desdichado tiempo historico que les toco vivir. Carmen habia tenido una vida azarosa y un matrimonio tragico con un famoso torero, y aunque el amor del rey era tan profundo y desenfrenado que estuvo a punto de convertirla en reina, ella se nego a renunciar a su profesion, su independencia y su libertad.

  • Que grande eres, pequena de Marta Marin

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    Su expresion risuena y su mirada timida. Su pelo ahora es rubio pero es el de siempre, largo, liso, suave y con olor a hierbabuena. Lleva un vestido azul con la espalda descubierta que le queda estupendamente a conjunto con unas sandalias de tacon alto y, aunque esta mas delgada, me sigue pareciendo un pecado llevar tres anos sin poder deleitarme con todo su cuerpo, tan perfecto para mi, tan hecho a mi medida. No puedo salir de aqui esta noche sin haberla tocado, sin haberla besado, sin haberla hablado al menos.

  • Sin aliento de Kimberly Raye

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    Tack Brandon se marcho de su pueblo dejando atras familia, amigos… y a Annie, la chica a la que habia hecho mujer. Pero ahora habia vuelto a casa. Y Annie se habia convertido en la criatura mas espectacular que habia visto… una mujer de la que Tack no podia alejarse por segunda vez.

  • Solo tengo plan A de Laia Andia Adroher

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    Mi madre solo tuvo que decirme que mi abuela habia pasado por el hospital para que hiciera las maletas sin pensarlo. Estoy viviendo en Nueva York, me mude hace seis anos queriendo vivir el sueno americano tras tener un contrato debajo del brazo para ser modelo de una marca. La campana iba a ser larga y me iba a permitir vivir una temporada en la Gran Manzana, asi que llena de ilusion sali del pueblo sin fecha de retorno y con la esperanza de que esa oportunidad me abriera mas puertas. Y vaya si lo hizo, ahora soy una modelo de renombre y no me puedo quejar de todo el trabajo que tengo. Me va tan maravillosamente bien que por esa misma razon puedo tomarme este paron, retrasar algunas campanas y dedicarle unos dias a mi familia. Es algo que hace demasiado tiempo que no hago. No es que no me guste el pueblo, tengo mil y un recuerdos buenos en el, pero me fui sabiendo que seria por una larga temporada y volver podria hacerme cambiar de opinion, digamos que la fuerza de voluntad nunca ha sido lo mio y con poco me hubiesen convencido para quedarme de nuevo. Asi que podemos decir que he intentado evitarlo durante todos estos anos, lo que no significa que haya evitado a mi familia, amigos o demas, simplemente que hemos coincidido en otros lugares y en menos ocasiones. Pero mi abuela se merece esta visita porque la quiero como a nadie y porque no me perdonaria que le pasara algo y no estuviera a su lado. Estoy siendo muy pesimista, mi madre ya me ha informado por activa y por pasiva que no ha sido nada grave, pero sabe que no le perdonaria habermelo ocultado. Y en el fondo se que ha usado esa baza para tenerme unos dias en casa, no la culpo; por mi parte, tambien tengo ciertas ganas de ello. Volver al pueblo representa muchas cosas. No solo por todo lo que respiro en el, sino tambien por los recuerdos, la nostalgia y la felicidad que me invade. Siempre me ha fascinado la gran familia que formamos entre todos y el poder sentirse en casa es una de las mejores sensaciones de la vida. Quizas por todo esto he evitado venir durante estos anos. Le tengo demasiado carino como para desprenderme sin mas. Me costo lo suyo dar el paso, dejarlo atras, y estaba convencida de que volverlo a pisar me traeria muchos sentimientos y seria como una tentacion para volverme a quedar. Y ahora no puedo permitirmelo, no cuando mi carrera esta en lo mas alto y me apetece seguir unos anos mas. Luego, ya decidiremos que hacer con mi vida. Volver a casa es siempre reconfortante, aunque creo que lo mas dificil sera compartir techo con mis padres; tantos anos independizada que no se si podre soportarlo, pero ese es un mero detalle que estoy dispuesta a acatar. Ya dicen eso de que como en casa en ningun sitio, y volver a tenerlos a mi lado estoy segura de que recargara mis energias para poder volver mas animada; digamos que a pesar de que todo me va estupendamente, siempre tengo periodos de bajon. La soledad no es tan facil como dicen, y tenerlos lejos hace que, a veces, experimente esa sensacion. En un pueblo tan pequeno como el nuestro, nos conocemos todos, somos como una gran familia, y la bomba que fue mi partida no paso desapercibida para nadie. Hubo opiniones de todo tipo, pero la gente que mas me importaba me animo a intentarlo, me apoyo en todo momento, y, ademas, se alegraron de poder fardar de paisana. Aqui salia con Alvaro, con el que vivi anos muy felices y a quien siempre considere mi gran amor. En estos lugares sueles tener un unico amor, ya no solo por el corto abanico de seleccion, las habladurias o la presion social, sino porque se te permite conocer el amor de verdad. Experimentas todos los procesos de la relacion y el vinculo que creas es mucho mas fuerte del que puedas encontrar en la ciudad, al menos, a mi parecer y bajo mi experiencia. Seguro que hay casos especiales, pero la libertad que tenemos aqui para conocernos y el tiempo que compartimos, tengo entendido que es mayor que en otras partes, asi que si, pudimos conocernos bien y querernos mas. Empezamos a salir cuando yo tenia quince anos y el diecisiete, y a mis veinte yo decidi cambiar mi camino. Por lo que podeis comprobar, el decidio apoyarme, pero desde la distancia. Empezamos siendo jovenes, era algo que la gente decia que se veia venir y desde el primer dia nos convertimos en inseparables. Lo haciamos practicamente todo juntos y buscabamos cualquier momento para coincidir. Las familias ya se llevaban bien, por lo que no habia objeciones de ningun tipo y podiamos incluso pasar noches juntos. Cuando le dije que me habian ofrecido una campana en Nueva York, fue mi maximo apoyo y se alegro un monton por mi felicidad, pero ambos teniamos claro que el se quedaba en casa. No sabiamos cuanto tiempo significaba ese primer contrato, por lo que tampoco rompimos de primeras. La verdad es que no fue una ruptura dolorosa. Creer en el amor es lo que tiene, que piensas que dura para siempre, y que por muchos oceanos que pongas de por medio, sera algo irrompible. Y aqui fui una grandisima ilusa. Tampoco voy a mentir, he tenido mis encuentros en la Gran Manzana; pocos, considerando el gran numero de oportunidades, pero suficientes. Si os lo he mencionado nada mas llegar es porque acabo de dejar mis cosas en casa y he decidido ir a respirar el aire puro que tenemos por aqui, como para reencontrarme con mi tierra y dejarme llevar por la nostalgia del momento. Mis padres no llegaran hasta mas tarde y como no he avisado a casi nadie de que venia a pasar unos dias, queria disfrutar un rato de mi misma, concienciarme de lo que va a ser estar aqui y evaluar como me siento pisando mi tierra. Ya sabeis, el primer paseo, la primera toma de contacto, ya que todavia no estoy segura de estar aqui de verdad. Esto iba a permitirme un rato con mi yo del pasado y recordar todas esas anecdotas que me sacan mil sonrisas. El handicap ha sido que no he tardado ni cinco minutos en tener que presenciar mi peor pesadilla, la que me acaba de dejar inmovil y con el corazon mas que encogido. Aqui estoy, teniendo que observar como Alvaro ha rehecho su vida. Realmente en shock y con el corazon en mil pedazos. Lo se, puedo ser muy ilusa si despues de seis anos, cuatro si contamos desde nuestro distanciamiento, pensaba que me iba a guardar el luto, pero eramos como el principe y la princesa de este pueblo y yo nunca me imagine una vida sin el. Ademas, que la mujer que lleva del brazo sea Teresa es lo peor que me podia pasar. Mi grandisima enemiga, y sere una creida, pero la envidia que me tenia era inhumana, no lo digo solo yo, lo dice practicamente todo el pueblo. Si, ella tambien tiene amigas, pero son las del pueblo vecino, asi que aqui todos opinan como yo. No se como ha llegado a pasar todo esto, me imagino que mis amigos acabaran de ponerme al corriente. He seguido manteniendo el contacto con la mayoria, por eso me extrana el doble no estar informada de este acontecimiento. Tambien es cierto que, de inicio, no perdi la buena conexion con Alvaro, por lo que el tambien podria haberme hablado de la situacion. Cuando me fui, no pusimos un punto y final definitivo, lo que yo os decia, cuando crees en las historias de amor, sabes que cuando vuelvas, te va a estar esperando. Anado que no me fui con fecha exacta de retorno, por lo que eso podria haber sido una eternidad. Pero fuese como fuese, yo creia en mi cuento perfecto. Ahora mismo maldigo todas esas peliculas romanticas donde todo acaba bien. Hacen que nuestras expectativas en cuanto el amor sean demasiado grandes y luego pasa lo que pasa. Alvaro y yo seguimos hablando cada dia durante una temporada, incluso tuvimos algun reencuentro en America y puntos intermedios. Fue como intentarlo en la distancia, acostumbrandonos a un tipo de vida diferente, una especie de relacion que no sabiamos a donde nos podia llevar. Hasta que, supongo, que la diferencia horaria, nuestras complicadas agendas y nosotros mismos hicimos que esa comunicacion disminuyera. Tambien tuvimos ciertas discusiones, las que yo considere que se debian a sus celos cuando me veia en alguna revista y especulaban con alguno del mundo del famoseo, y al final, pues, cortamos por lo sano. Para no hacernos dano. Bueno, por lo sano es un decir, ya que todo vino provocado por una tremenda discusion que llevo anos intentando olvidar. Claro que nunca pense que no seria el hombre de mi vida. Yo confiaba en que cuando decidiera volver, porque si algo tenia claro era que tarde o temprano volveria a casa, retomariamos lo que dejamos a medias. Y es mas, tenia la esperanza de que, una vez olvidadas todas esas palabras que nos dijimos hara unos tres anos, el seria el que se encargaria de hacerme una visita. Si, una de esas donde se pide perdon, todo queda atras, y nos declaramos amor eterno. Muchas peliculas he visto a lo largo de mi vida, por esa misma razon creia en la posibilidad de tener mi propio final feliz. Quizas puedo tener mas esperanza de la permitida o viva en un cuento de princesas que no debo. Pero cuando sientes este amor por una persona, no hay barrera que valga. Bueno, si, la que tengo delante de mis ojos. Que el ha decidido pasar pagina y encontrar a otra persona. ?Habra dejado de sentir por mi? ?Sera solo una manera de consolarse? No quiero ser mala, pero Teresa ya existia cuando estabamos juntos, y entonces me eligio a mi, por algo seria, ?no? Es decir, que si entonces no le gusto suficiente, ?por que ahora si? Me temo que es un tema mas complejo de lo que me puedo estar imaginando, sin embargo, como el no me ha visto a mi, prefiero encontrar una fuente fiable que me explique que ha pasado antes de enfrentarme a la dura realidad. Y esa fuente no puede ser otra que Vanesa, espero que mi mejor amiga no me mienta, tenga motivos para habermelo ocultado y sepa maquillarlo suficiente para que no duela. --Dime que eres una gran amiga y nos reunimos en diez minutos en el pub --le digo al descolgar; no hace falta especificar, para tres pubs que tiene el pueblo, todos sabemos a cual nos referimos. --No todas contamos con tu potencial, estoy trabajando --me responde entre risas. --Se que sabras ganarte a tu jefe, te espero ahi. --Y cuelgo antes de que pueda darme otra clase de excusa estupida. Vanesa es mi amiga desde que naci. Es tambien mi vecina y hemos sido siempre una y carne. Le afecto mucho mi partida, pero su camino estaba aqui, en la empresa familiar, por lo que no pudo venirse conmigo. Viene a verme una vez cada dos meses y hacemos un viaje juntas al ano. De todas maneras, seguimos manteniendo conversaciones, practicamente diarias, por Skype. Y eso solo hace que me replantee el por que me ha estado ocultando lo que acabo de ver. Algo que voy a tardar muy poco en averiguar, puesto que ya esta entrando por la puerta con su mejor sonrisa. --En mi defensa dire que me hizo prometer que no diria nada y que no contabamos con que volverias tan pronto. --No hace falta que exponga el motivo de mi quedada, Vanesa me conoce incluso mejor que yo misma. --?Seis anos es volver pronto? No tiene sentido que os haya hecho prometer algo asi, ?tampoco pensaba decirmelo el? --Quizas me haya olvidado, pero podria mantener un poco del carino que nos teniamos.

  • La Chica Del Retrato de M. Dolores Vazquez

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    Zigor Arbelaez paseaba por la playa cabizbajo y pensativo, habia sufrido un reves el cual le estaba costando asimilar. Zigor era profesor de un instituto en San Sebastian, tenia treinta y siete anos, soltero y sin compromiso, (tuvo varias relaciones sin exito), era moreno y muy bien parecido, por lo que algunas alumnas suyas sonaban con tener "algo" con el. Para el, su profesion era su vida, habia puesto todo su empeno en formar a esos jovenes y no entraba en sus planes tener ningun affaire con ninguna jovencita alocada y mucho menos de la clase. Aquella jovencita alumna suya, llevaba meses provocandolo con insinuaciones que el evadia como podia, hasta que un dia ella se excedio en su proposito y el, la tuvo que frenar dejandole claro que no pensaba liarse con ninguna alumna, que pusiera mas atencion a sus estudios y se olvidase de el. Al dia siguiente la alumna no fue a clase, ni al otro tampoco y asi una semana, tras la cual se persono acusandolo de propasarse con ella, e informando que le habia puesto una denuncia. Zigor no podia dar credito a sus oidos, sus companeros lo avalaban. La chica se mantenia firme en su proposito y finalmente todo termino en el juzgado. Logro salir airoso del caso por falta de pruebas, y porque absolutamente nadie, respaldo aquella infamia. Pero la falta de confianza de los familiares de las demas alumnas, hicieron que dimitiera de su puesto y del centro, ya no se sentia bien moralmente alli. Y alli estaba, paseando toda su rabia y su impotencia por la playa de la Concha. Todo habia acabado si, pero estaba sin trabajo y con su nombre manchado. Caminaba descalzo, sus pies se hundian en la arena casi con rabia, de pronto… algo piso sin darse cuenta, se agacho y debajo de su pie habia un retrato de dos personas, un chico y una chica. El retrato estaba roto por la mitad, cogio la mitad de la chica y se quedo impresionado con su belleza. Instintivamente y sin saber el por que, guardo el retrato en su bolsillo y continuo su paseo volviendo a retomar sus pensamientos. Estaba muy deprimido, sentia rabia, impotencia y deseos de... estrangular a aquella alocada inconsciente alumna. Apenas tendria unos dieciocho anos y ya tenia toda la astucia de una mujer madura. En sus dos relaciones anteriores Zigor no tuvo mucha suerte, pues fue victima de la infidelidad en las dos ocasiones. -"Decididamente las mujeres son el demonio" --penso a la vez que daba una patada a la arena con rabia. Aquella noche cayo rendido en la cama, rendido psiquicamente de pensar y dar vueltas a su cabeza. De pronto, recordo el retrato que encontro en la playa, se levanto y lo cogio del bolsillo de su pantalon y se volvio a acostar con el en la mano. Contra mas lo miraba mas maravillado se iba quedando con la belleza de aquella chica, ?seria una ruptura sentimental la que llevo a esa chica a romper aquel retrato?, ?seria el chico quien lo habia roto? Con el retrato en su mano se quedo dormido por fin. Pasaron dos meses y Zigor no encontraba trabajo, su gran amigo Arnaldo, (tambien profesor del mismo centro), intentaba animarlo continuamente invitandolo a salir de copas o a alguna discoteca. --No tengo muchas ganas de salir Arnaldo, --respondia a su amigo ante su insistencia-- ademas, mis reservas no son muchas, no debo gastar mientras no encuentre trabajo. --Dejame invitarte, !venga hombre! Nos reuniremos alli con los demas amigos y pasaremos un buen rato. --Mira que eres plasta Arnaldo, no puedo contigo. Bueno, saldre un rato esta noche, pero pagare lo mio, mientras pueda yo pago. Fueron a una discoteca donde estaban el resto de la pandilla de amigos, Zigor se sentia amigo de todos para salir, para la diversion... pero amigo de verdad, era el entranable Arnaldo, en el siempre tuvo el apoyo oportuno en los momentos oportunos. La noche fue amena, tomaron algunas copas, Zigor alguna mas que de costumbre y se unieron unas chicas amigas de algunos del grupo, Zigor pasaba de ellas, no tenia ganas de nada, de hecho, estaba deseando de volver a su casa. Unas risas desde el otro extremo del local llamaron la atencion de Zigor, era un grupo de chicas que celebraban algo. De pronto a Zigor le cambio el semblante, entre aquel grupo le parecio ver una cara conocida, dijo que iba al bano y se acerco con precaucion a aquel grupo. !Entre aquellas mujeres vio a la chica del retrato! Zigor estaba emocionado y no sabia el por que, de pronto y justo cuando se iba a acercar a ella con la escusa de darle su retrato, la chica en cuestion cogia su bolso y se despedia de las demas. --Bueno amigas, estaremos en contacto, os ire llamando. Zigor se apresuro a seguirla con al mayor disimulo, y vio como entraba en su coche, rapido paro un taxi y pidio que le siguiera. Llegaron al destino la chica aparco y se adentro en un edificio. --Bueno, pues ya se donde vive, --pensaba para si Zigor--vendre por la manana y hare guardia hasta que la vea salir. Se volvio a la discoteca pensando por el camino la excusa que les iba a dar a sus amigos por aquella escapada repentina, a su amigo Arnaldo le contaria la verdad en cuanto tuviera ocasion, con el no tenia secretos. Aquella noche se acosto con el retrato en la mano cual un adolescente ante su primer Amor. --Mi diosa, --le hablaba al retrato--manana te esperare en tu puerta y por fin te conocere. A la manana siguiente, con mucha prisa salio pronto para ir a la puerta de "su diosa" alli estuvo hasta las tres de la tarde pero la chica no salio. --No importa, --se conformo--se que vives aqui y si hoy no pude verte, manana te vere. Pasaron dos semanas en las que Zigor fue a la puerta de su diosa todos los dias, manana y tarde y nunca la vio salir, ese dia se decidio a preguntar por ella y lo hizo en el primer piso. Le abrio una senora mayor. --Disculpe, esta chica vive en este edificio ?verdad? La mujer miro el retrato y se apresuro a decir: --Si, esta chica vive en el segundo B. pero no esta, se fue hace hace poco a vivir a Francia, concretamente a Bayona. Zigor desconcertado pregunto --?Le dejo alguna direccion? --No no, no se donde se aloja, ?es usted familiar? --Soy... primo suyo, --se apresuro a mentir con la esperanza de que la mujer supiera la direccion-- he llegado hoy a San Sebastian y le queria dar una sorpresa. --Pues lo siento mucho, yo no le puedo ayudar porque no se donde se aloja en Bayona. Ella es enfermera y supongo que se habra ido a trabajar a algun hospital de alli. Ella hablaba poco, -- continuaba la mujer-- estaba casi todo el dia trabajando. Y solo se que estaba embarazada y no estaba pasando por un buen momento. Zigor quedo muy sorprendido, le dio las gracias a la buena mujer y se fue muy desilusionado. ?tendria que ver esa decision de irse con una mala experiencia sentimental?, ?tendria su estado que ver con la misma experiencia? Ahora comprendia la despedida de ella con las amigas, "estaremos en contacto, os ire llamando" claro, era una reunion de despedida. Para Zigor ya no habia marcha atras, se le estaba pasando por la cabeza irse a buscar trabajo a Bayona, ?que tenia que perder?, al fin y al cabo, Bayona era la capital del Pais vasco Frances, no se iba a sentir forastero alli. El dominaba perfectamente el frances y ademas, en Bayona tambien se hablaba el eusquera, le daba igual un lugar u otro. Aquella imagen se le habia convertido en una obsesion, y ahora, al conocer algo de ella sentia un gran interes por conocer mas de ella y por ayudarla. Llego a casa y al poco rato su amigo Arnaldo le llama por telefono. --?Que me cuentas Arnaldo? --Estuve en tu casa y no estabas, estoy aqui al lado en la cafeteria, ?donde estas? --Acabo de llegar a casa espera, bajo a la cafeteria y hablamos que tengo algo que decirte. Zigor no podia ocultarle por mas tiempo esa historia a su amigo, habia estado a punto de contarsela en varias ocasiones, pero penso que seria algo pasajero que olvidaria y no fue asi. Vio a su amigo Arnaldo sentado en la terraza de la cafeteria, !su gran amigo! Le echaria mucho de menos si se marchaba, !vaya que si! Pero estaba decidido. --Hola, ya estoy aqui. --Me tienes intrigado, ?que me tienes que contar?, ?encontraste trabajo? --No amigo, que va... es otra cosa que no te vas a creer. --!Hum! !Venga suelta ya! --Bien, pues el dia del juicio, cuando nos despedimos, no me apetecia meterme en casa y me fui a dar un paseo por la playa y al ir descalzo pise algo que resulto ser un retrato roto por la mitad, eran de una pareja. --Mi intriga va en aumento Zigor... --Lo entiendo.... Pero quiero comenzar por el principio. Como te decia, Cogi ese retrato y quede embrujado con la belleza de la chica, me lo guarde en el bolsillo y desde entonces me duermo con el en la mano. --Jajaja, !pero Zigor! ?Que cuento de princesas me estas contando?, Jajaja, !que tienes ya treinta y siete anos! --Esperaba tus risas y no me molestan amigo, porque hasta yo mismo no termino de despertar de este sueno, cuando te cuente el resto ya... quiza te rias con mas ganas. Arnaldo se puso serio al ver a su amigo tan seguro de si mismo. --Pero... ?de verdad va en serio la cosa? --Muy de verdad amigo. Bien, hace dos semanas, cuando me convenciste para ir a la discoteca, la vi y la reconoci en un grupo de chicas que estaban en el rincon de enfrente, me acerque y justo en ese momento ella cogia su bolso y salio, la segui y vi que subio a su coche, yo cogi un taxi para averiguar donde vivia... --?Esa era la "indisposicion" que te tuvo tanto rato en los banos? Zigor asintio sonriendo y continuo contandole la historia hasta el final, anadiendo su decision de irse a buscar trabajo en Bayona. --Vamos a ver... --Arnaldo estaba confundido--?me estas diciendo que te vas a Bayona a buscar trabajo porque te has enamorado de un retrato que te has encontrado? --Bueno, crei que me entenderias, no hablemos mas del asunto, me voy a casa ya nos veremos antes de irme, --Zigor esta vez parecia ofendido. --!No por favor! No te enfades hombre. Sientate te lo ruego y disculpame, es que el tema... !si es extrano! Pero no te preocupes que intentare comprenderte. --Siempre me comprendiste y me apoyaste en todo, de otro modo no te lo habria contado. --Si claro, pero reconoceras que siempre te pasaron cosas mas... normales, jeje. --Pues si, lo reconozco. Pero te aseguro que me he enamorado y la quiero conocer, puede que sea curiosidad no se... simplemente necesito conocerla, quiza la historia termine antes de comenzar, quiza termine cuando nos conozcamos, por su parte o por la mia, pero siento necesidad de intentarlo y como no encuentro trabajo aqui... quiza en Bayona lo encuentre, no estoy arriesgando nada. --!Claro que estas arriesgando! ?Y yo que? Me dejas tirado, a tu mejor amigo lo dejas tirado por un retrato.... Jajaja, --Arnaldo bromeaba-- es broma hombre, si esa es tu decision yo te deseo la mayor de las suertes, aunque te echare mucho en falta. Zigor se levanto de la silla y dio una palmada en el hombro a su amigo. --Gracias, en el fondo sabia que comprenderias, vamos que me tengo que organizar para el viaje. --Pero... ?te vas ya? --Cuanto antes, necesito Buscar trabajo. --A ver Zigor ?te has parado a pensar que es casi imposible, que encuentres a una persona de la que ni siquiera sabes su nombre en una ciudad de setenta y cuatro mil habitantes?, ?como lo vas a hacer? --Tienes razon, se que no va a ser facil, pero no desistire hasta encontrarla. Se que es enfermera y ahi ya tengo un paso dado, pues buscare en los hospitales que seguro trabajara en alguno, en Bayona no habra muchos hospitales… --Decididamente... te deseo mucha suerte amigo mio, la vas a necesitar. --Gracias de nuevo amigo, me voy, estaremos en contacto. Una semana despues, Zigor partia rumbo a Bayona, estaba a una escasa hora de San Sebastian, iba esperanzado con encontrar un trabajo porque ya lo estaba necesitando y tambien confiaba en encontrar a su diosa. No era ya un nino sonador y sabia que no seria facil, pero algo en su interior le decia que su diosa era su destino y la tenia que encontrar. Capitulo II Bayona (Francia), dos semanas despues... Zigor habia alquilado un pisito pequeno, se dedico a buscar trabajo primero porque realmente lo estaba necesitando, sus reservas economicas ya no eran muchas. No queria desfallecer, lo mas prioritario era encontrar trabajo y despues buscaria a su diosa en los hospitales de Bayona. Aquella tarde tenia su tercera entrevista para un instituto y esta vez salio contento, pues por fin lo aceptaron. Ya tenia trabajo. Aquella noche hablo por telefono con su amigo Arnaldo para contarle la nueva noticia. --!Hola amigo!, ?que me cuentas de nuevo? --Hola Arnaldo, te cuento que por fin tengo trabajo en un instituto, comienzo manana. --Muy buena noticia, ahora te dibujas una verruga en la nariz para no tener problemas Jajaja. --!Muy gracioso tu!, no me lo recuerdes, Jajaja. --Bueno dime, ?que tal va... la diosa? --De momento solo me he dedicado a buscar trabajo que era mas urgente y ahora ya dedicare todas mis horas libres a ella. ?Y a ti como te va? --Bien, sigo en el instituto y nadie hablo nada de ti, no lo hubiese permitido. Los compis te echan de menos te mandan abrazos. --Dales los mios de mi parte tambien. !Oye, de mi diosa nada eh! Eso es entre tu y yo. --Tranquilo amigo, tu secreto esta a salvo conmigo. Si necesitas algo hasta que cobres... lo que sea me lo pides !eh! --Se agradece Arnaldo, creo que llegare jeje. --Ya te ire llamando a ver como te va en el nuevo trabajo y a ver lo que averiguas, ahora nos vamos un ratito a tomar algo. --!Que bueno amigo, yo aqui me siento un poco solo, a ver si en el nuevo trabajo hago alguna Amistad. Un abrazo. Se quedo pensativo y nostalgico, echaba de menos los ratos con la pandilla y sobre todo, echaba mucho de menos los ratos con su amigo Arnaldo. Cogio el retrato de su diosa y se tumbo en la cama a observarla. --Mi diosa… ?donde estas? Tu eres mi destino y yo el tuyo, estoy seguro. Manana cuando salga del trabajo comenzare a preguntar en los tres hospitales que hay en Bayona, con solo tres sera facil encontrarte. Capitulo III Mientras tanto.... Nuestra diosa era real y se llamaba Enara, treinta anos, morena, cabello largo y ondulado, una verdadera belleza. En el hospital general de Bayona comenzaba su turno de noche. Estaba embarazada de cuatro meses, de un padre irresponsable y egoista. Se enamoro de el cuatro anos atras y al comunicarle su embarazo se desentendio de ella y de su hijo. No tenia familia, solo una tia alli en Bayona, la cual siempre fue como su madre. Tambien tenia a su buena amiga Leyre, que al igual que Zigor, tuvo que dejar en San Sebastian, su lugar de nacimiento. Su vida se habia complicado mucho, se sentia muy sola y dolida, su unica fuerza para continuar y luchar era el hijo que llevaba en su vientre. Su tia era muy buena con ella, tenia casa gratis y el carino de ella y eso le ayudaba mucho en esta nueva etapa de su vida. En sus tres meses en la clinica, habia hecho buena Amistad con la companera de admision, Shantal, se complementaban muy bien, le recordaba a su gran amiga Leyre de San Sebastian. A los pocos dias de llegar a la clinica le dio un desmayo tipico de su embarazo y Shantal la atendio con mucho carino, le pregunto por su salud y le tuvo que decir el estado en que se encontraba. No lo habia dicho en el centro al solicitar el trabajo por temor a que no se lo dieran, por lo que hasta el momento solo lo sabia Shantal, cosa que ya podria ocultar por muy poco tiempo. Estuvieron hablando un buen rato del tema y se creo una buena quimica entre ellas. (Enara se defendia muy bien con el idioma y en cualquier caso en Bayona tambien se hablaba el eusquera). Shantal le habia preguntado si en el caso de que el padre de su hijo se arrepintiera si lo aceptaria, a lo que Enara le respondio con toda seguridad: --En absoluto Shantal, jamas aceptare a un padre para mi hijo por obligacion, el tuvo su primera reaccion y para mi, esa es la valida. No olvidare sus palabras: "esta noticia me parte por el medio, no entraba en mis planes complicarme ahora la vida, seria mejor que no lo tuvieras" Shantal le habia respondido: --Pero pudo ser una reaccion momentanea y quiza despues recapacite... --No, para mi no sirve eso, cuando se recibe la noticia de que vas a ser padre o madre, se debe sentir felicidad, de no ser asi en el primer momento, ya no vale para mi, no lo aceptaria. No quiero volver a verlo en mi vida, por eso me fui de san Sebastian, para no tener que encontrarmelo nunca mas, mi hijo tiene a su madre y no le va a faltar de nada y tambien tengo a mi tia. A Shantal le quedo muy clara su postura y ya no habia vuelto a hablarle mas del tema, cosa que Enara agradecio. A la manana siguiente cuando Shantal llego, Enara ya se preparaba para salir, debia entrar de nuevo a la tarde. --Buenos dias Enara, ?que tal fue la noche? --Bastante tranquila, Buenos dias Shantal, han dormido todos y no hubo ningun sobresalto. Voy a descansar un poco que entro de nuevo a las cuatro. --Deberias decir ya a la directora lo de tu embarazo, si esperas mas creo que sera peor. --Pues si, tienes razon, tengo tanto temor a que me despidan... --No mujer, mientras estes activa y te encuentres bien, tu rendimiento es el mismo de todas las demas. --Ya veremos cuando esto vaya creciendo… esta misma tarde intentare hablar con ella. hasta luego. --Que descanses Enara. Al tiempo de salir Enara, un coche aparcaba en el parking del hospital, (era Zigor que habia aprovechado que hasta las diez no entraba a clases), Enara paso por delante para ir a por su coche que estaba unos metros mas adelante, mientras Zigor cerraba la puerta del suyo y se dispuso a cruzar el patio para entrar, evidentemente la tuvo a dos pasos de el, pero no la vio. Zigor entro en el hospital y Shantal, al ser la encargada del mostrador de admision lo recibio. --Buenos dias, vengo buscando a esta chica, es enfermera ?Trabaja aqui? Shantal miro el retrato de su amiga y tuvo la conviccion de que seria el padre de su hijo. Recordo las palabras de su amiga: "No quiero volver a verlo en mi vida, por eso me fui de San Sebastian, para no encontrarmelo nunca mas" y decidio lo que creyo conveniente para su amiga. --Lo siento mucho caballero, no la conozco. --Disculpeme entonces, muchas gracias. --De nada, buenos dias. Shantal quedo pensando: "Los mejores siempre son los peores... que pena que tenga tan pocos sentimientos porque esta... como un tren." y ?como habra conseguido encontrarla? Bueno, no se lo dire a Enara, en su estado creo que es mejor que no pase malos ratos. Enara llego a casa de su tia la cual la esperaba con un buen desayuno que le habia preparado. --Buenos dias tia, ?ya estas levantada? --Yo madrugo mucho tesoro, a mi edad ya las sabanas no se nos pegan jeje. Mira, te prepare un desayuno con hidratos, lacteos y vitamina C que debes alimentar bien a ese mocosillo, o mocosilla. --Pero tia, que no debo engordar mucho, eso de comer por dos era antes, Jajaja. --Vienes de trabajar toda la noche y debes alimentarte bien, cuando des a luz recuperaras tu figura. Enara le dio un beso a su tia y se sento a la mesa a desayunar con ella. --Te lo agradezco mucho tia, pero tomare el zumo y la leche con cereal nada mas, los dulces no. --Bueno pues como tu quieras no te quiero agobiar hija, y ?como fue la noche?, deberias informar ya de tu estado a ver si asi te libran de los turnos de noche. --Lo hare pronto tia, pero no busco privilegios que con solo unos meses que llevo no creo que me los concedan. Enara termino su desayuno y se fue a descansar, mientras Mariana (que asi se llamaba su tia), se dispuso a arreglar la casa. Mariana era hermana de la madre de Enara, era viuda y no tenia hijos, su marido y ella marcharon a Bayona debido al traslado del trabajo de el, al poco tiempo su esposo fallecio en un accidente laboral. Siempre estaban en contacto y cuando Mariana se quedo viuda, Enara pasaba muchas temporadas con ella en Bayona, siempre que su trabajo en el hospital de Donostia se lo permitia. Despues murieron primero su cunado y despues su hermana relativamente jovenes y Mariana se sintio mas protectora de su querida sobrina Enara. Enara se echo en la cama y como siempre, le costaba dormirse, pues su cabeza comenzaba a girar y girar sin conseguir relajarla. Pensaba en Aitor, el padre de su hijo, durante anos le habia dado todo su Amor, se habia entregado a el sin reservas presa de ese Amor el cual consideraba correspondido, vivio con gran ilusion la noticia de su embarazo y le cayo como una jarra de agua fria su actitud al darle la noticia. Le habia hecho mucho dano, mucho, no queria volver a verlo nunca mas, queria centrarse en su trabajo y en su hijo... costaria pero no pensaba dejarse vencer. Se quedo dormida al fin.

  • Me olvide de mi de Alma Hendricks

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  • Comunicacion no violenta de Marshall B. Rosenberg

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    Segun el autor la Comunicacion NoViolenta es un medio para establecer una conexion empatica con nosotros mismos y con el otro. La empatia es una cualidad muy valiosa y profundamente humana que todos podemos desarrollar. La Comunicacion NoViolenta nos ayuda a recuperar de nuevo nuestra capacidad natural de escuchar con el corazon. Marshall B. Rosenberg, conocido mediador internacional, ha ensenado durante cuatro decadas su modelo de Comunicacion NoViolenta en todo el mundo.

  • ?Quien diablos eres? de Raquel De La Morena Rubio

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    Alicia de la Vega, una joven periodista de origen espanol que vive en Nueva York con su madre y su hermana, comienza a trabajar para una revista especializada en fenomenos paranormales. Junto a un enigmatico fotografo, se enfrentara a misteriosos casos sobrenaturales que pondran a prueba su escepticismo: descubrira que las historias de casas embrujadas, exorcismos, maldiciones y vampiros esconden mas verdad de la que jamas imagino. De hecho, ella sera la unica capaz de ver al fantasma de un joven amnesico de aspecto decimononico, llamado Duncan, por quien pronto empezara a sentir una fuerte atraccion.
    ?Quien es el? ?Que vinculo los une? Para hallar las respuestas, Alicia emprendera un apasionante viaje a traves del espacio y del tiempo hasta la Escocia del siglo XIX. En su camino se cruzara con las huellas de personajes historicos como Jane Austen, Oscar Wilde o sir Walter Scott.
    Una trama llena de romance, misterio y aventuras que nos muestra que el amor es capaz de sobrevivir a cualquier adversidad. Incluso a la muerte.

  • Tambien los Demonios Tiemblan de Arturo Fuentes De La Orden

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    <<... La accion se desarrolla con brillantes referencias a los paisajes, mentalidad y tradiciones de Escocia. El autor muestra una notable capacidad de recrear los ambientes de misterio y mantener el clima de tension hasta los capitulos finales...>>
    (Resena literaria de TROA Fundacion)

  • Los nombres epicenos de Amelie Nothomb

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    Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia el (Claude) despliega un gran empeno en casarse con ella (Dominique), y despues en dejarla embarazada. Al fin logra su objetivo y como resultado nace una hija llamada Epicene. Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento la obsesion procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija. Nothomb explora con su sagacidad habitual las complejas relaciones paternofiliales y los resquemores del amor no correspondido. Y lo hace construyendo una suerte de perverso cuento de hadas contemporaneo, una fabula cruel, narrada con concision, precision y contundencia.

  • El unicornio de Iris Murdoch

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    Una historia que combina con magistral eficacia la intensidad de la novela gotica y la fascinacion del cuento de hadas. Una novela impresionante en la que Iris Murdoch explora las fantasias e indecisiones que gobiernan a todos aquellos que han sido condenados a una entrega apasionada, aunque sin esperanza.
    Cuando Marian Taylor acepta un empleo de institutriz en el castillo de Gaze y llega a ese remoto lugar situado en medio de un paisaje terriblemente hermoso y desolado, no imagina que alli encontrara un mundo en que el misterio y lo sobrenatural parecen precipitar una atmosfera de catastrofe que envuelve la extrana mansion, y nimba con una luz de irrealidad las figuras del drama que en ella se esta representando. Hannah, una criatura pura y fascinante, es el personaje principal de ese pequeno circulo de familiares y sirvientes que se mueven en torno a ella como guiados hacia un desenlace imprevisible. Pero Marian no puede saber si ese divino ser es en realidad una victima inocente o si estara expiando algun antiguo crimen.

  • Recuerdame, Aryam Shields de Aryam Shields

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    El 11 de septiembre de 2001, cambio la vida para mas de dos millones de neoyorquinos, entre ellos, la de Alexandra Jones. A pesar del tiempo trascurrido, Alexandra aun cierra los ojos y recuerda el ultimo beso que Evan Cooper le dio antes de entrar a la Torre Norte del World Trade Center y que este se desplomara, dividiendo su vida en dos.
    Diez anos despues, en la apertura al memorial del 9-11 para homenajear a las victimas de ese fatidico dia, tropieza con un hombre cuyo roce evocara en su cuerpo las sensaciones de una decada atras, un hombre que es muy parecido fisicamente a su novio. Sorprendida y confusa, Alexandra no descansara hasta descubrir quien es el realmente, que se esconde tras la desaparicion de Evan y recuperar lo que creia habia perdido.

  • Cecilia entre los Monstruos de Tess Marohn

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    Cecilia Ramirez es una nina mexicana de doce anos de edad inocente, inteligente y divertida que un dia es arrancada de su mundo para ser vendida, trasladada a Estados Unidos y explotada sexualmente en un club pederasta para hombres de dinero. A partir de ese momento empieza su lucha interna y externa por la supervivencia en un mundo que ya no reconoce y que amenaza con destruirla. Inspirada en testimonios de victimas reales, Cecilia entre los monstruos es un relato crudo y desgarrador que toca temas delicados que muy pocos se atreven a tratar en una novela como la pederastia, la prostitucion de menores de edad, la produccion de pornografia infantil y la trata de personas, en especial de ninos y adolescentes.

  • La vidente de Lars Kepler

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  • Buscame en la Alhambra de Alba C. Serrano

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    ?Confiarias en la buenaventura de Romerita Heredia? Monika jamas creyo en esas cosas, sin embargo, se cruzara en su camino con ella y a partir de ese momento, entrara en un bucle de desgracias. Un inesperado viaje acompanada por sus dos mejores amigos, amenaza con cambiar su vida repleta de manias y rutinas. Alan, un hombre que no cree en el amor y que en algunas ocasiones es dificil de entender, conocera a una bailarina de danza del vientre que trastocara su estabilidad emocional por completo. Ambos se daran cuenta de que quizas, existan los flechazos, pero… ?Que hacer cuando te separan miles de kilometros y la confianza amenaza con romperse? ?Dejarias atras las diferencias o en cambio, aprenderias a convivir con ellas? Tras una serie de revelaciones, Monika tomara una decision que marcara su camino hacia algun lugar que tendras que descubrir a traves de las paginas de Buscame en la Alhambra.

  • Solo hasta medianoche de Laure Ever

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    A veces, el pasado vuelve para sorprendernos. Nos recuerda que no todo esta perdido, y que todos merecemos segundas oportunidades.

  • Mientras Viva de Flor M. Urdaneta

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    Nunca crei en el destino ni en las almas gemelas. Para mi, el amor era una fantasia, algo que solo existia en libros o se veia en peliculas, entonces lo conoci a el, al chico de ojos claros y sonrisa cautivadora que no solo me hablo de amor, tambien me demostro cuan poderoso y real puede llegar a ser. El cambio mi vida, la lleno de luz y de suenos posibles. Me amo de la manera mas dulce y preciosa, lo hizo hasta que nuestro tiempo juntos se agoto.

  • Seras ceniza por tu belleza (Almas rotas) de Alejandro Riera Guignet

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    La noticia bomba os la cuento esta noche, durante la cena. Y Hector sonrio poniendo cara misteriosa. Judith empezo a morderse las unas. No sabia que pensar de la "noticia bomba" de su novio. Podia ser cualquier cosa. Que le habia comprado un regalo o que era el fin del planeta tierra. Cualquier cosa. Y queria a Hector, es cierto. Aunque fuera un botanico excentrico de pelo revuelto y mirada ausente. Ese era su encanto. Pero, a veces, le parecia que tenia por novio a un marciano de incognito. Era el momento de bajar el marciano a la tierra: --Pero no te olvides de la razon de la cena ?eh? --insistio Judith. --Que si, mujer. A ver si emparejamos a Ana. Yo creo que se van a gustar. --?Y como es David? --Parado, soso y timido. --Genial. Es como Anita, pero en tio. Son tal para cual. Se van a gustar seguro. Hemos acertado. Esto acaba en boda. --?No vas un poco rapido? --Ya sabes como soy. ?Para que perder tiempo? Es como con mis clientes. Si les puedo vender un piso hoy ?para que esperar a manana? --Oye, que es una cita a ciegas, no una venta inmobiliaria. --Lo que tu digas. Aqui hay un inmueble que vender, Anita, y un posible comprador, David. Yo lo veo asi. --Muy romantico, Judith, eres de un romantico que asustas. --Pues no te asustes, que no muerdo --y Judith beso a su novio. Iba a ser un beso largo; de los de pelicula, vamos. Pero fue un beso de cortometraje. Sono el movil. --Es Anita --susurro Judith. --Judith... soy yo... Anita... perdona que te moleste...es que me estoy agobiando --y su voz sonaba temblorosa al telefono. --No te preocupes, dejo lo que estaba haciendo --Judith aparto las manos del botanico que, como dos lianas, ya exploraban sus senos-- ?que te pasa? --Es que soy un desastre... no se que ponerme para la cena. Y el tiempo se me echa encima. --Efectivamente, solo quedan 12 horas. Poco tiempo me parece para escoger unos zapatos -- dijo Judith con ironia. --?Ves como tengo razon en agobiarme? Se me cae la casa encima, es que no puedo --se angustio Ana. --Voy para alla. Esperame en bragas que yo te escojo el vestido. Y Judith colgo a su amiga. --?Que has dicho de bragas? --intervino Hector, interesado de repente. --Frena el carro, amiguito. Esto es solo para chicas. Sesion de vestuario a la vista. Tu ocupate de Romeo. Que encuentre el restaurante esta noche y no se nos pierda por el camino. Nos vemos a las 21h00. Beso. Y Judith dejo su apartamento para socorrer a su amiga. *** Cuando Ana y Judith se bajaron del taxi, los dos galanes ya esperaban a la entrada del restaurante. Hector tenia el pelo un poco menos revuelto y vestia su chaqueta de pana de los domingos. David tenia el pelo engominado y vestia un traje que le iba grande. Era tan flaco como Anita que bajaba del taxi con su vestido de flores y una rebequita. --Os presento a David --anuncio Hector. Judith se hizo a un lado y los dos tortolos se dieron la mano. --Encantado. --Encantada. Y, cosa sorprendente, no se intercambiaron tarjetas de visita. Entrando en el local, Judith, ante el desastre que intuia, susurro a su novio: "ponle salsa a la cena que me parece que a estos les falta sal". Y lo intento. En honor de Hector, hay que reconocer que lo intento. Pidieron los platos y... silencio. Hector rompio el hielo. --?Sabeis como conoci a David? --anuncio--. En un salon de agricultura. Estaba escogiendo abono. Le aconseje el mejor del mercado. --Y el mas caro --anadio David. --Cierto...cierto --siguio Hector un poco azorado-- pero el mejor, sin duda. --?Asi que os conocisteis comprando estiercol? --retomo Judith-- !que gracioso! --?Gracioso? No, para nada, era un buen abono --afirmo serio Hector. --Y caro, muy caro --remacho David. Judith se quedo descolocada. Pero menos que Ana que habia fijado su atencion en la decoracion del local. Unos hablando de la mierda del abono y la otra mirando la lampara. !Habia que hacer algo!, penso Judith. Tenia que vender a Anita como fuera. --Anita, estos ya nos han hablado de su... abono, de sus suenos. ?Cuales son tus suenos? Que David te conozca un poco. --?Mis suenos? No duermo muy bien, me agobio por la noche y tengo pesadillas. Son muy raras ?quereis que os las cuente? Judith salto como un resorte para evitar el desastre. --No, Anita. Son algo intimo, mejor te las reservas para ti. Lo que queria que contaras es lo que te gustaria hacer con tu vida. --Ser locutora de radio --y dicho esto se quedo callada. El silencio lo invadio todo. Judith le hizo gestos de auxilio a Hector, que tardo unos segundos en entenderlos. --Es muy bonito lo de la radio --anadio sin conviccion. --Si --dijo Ana volviendo a su silencio. Judith estuvo a punto de anadir algo sobre el tema, pero prefirio callarse. Se le ocurrio, entonces, una idea luminosa: --Hector ?no tenias una noticia bomba para esta noche? --Efectivamente. Tiene que ver con las migas de pan --y con estas palabras destripo a un inocente panecillo que reposaba tranquilamente sobre el mantel. --Este es el origen de todo --siguio el botanico--. !Se han encontrado migas de pan carbonizado de hace 14.400 anos de antiguedad! ?Sabeis lo que supone? --Yo lo intuyo --dijo Judith con enfado. --Es un descubrimiento memorable !adelanta la fecha del descubrimiento de la receta del pan! --concluyo Hector, radiante. --Memorable, sin duda --apoyo David cogiendo con interes unas migas del mantel. --?Y en que cono nos afecta a nosotros? --grito Judith. Ante su grito se enmudecio no solo la mesa sino el restaurante entero. --Me han invitado al yacimiento en Jordania. Estare unos seis meses. --!O sea que te largas durante seis meses! --estallo Judith-- ?Y esta es la noticia bomba? --Es muy relevante cientificamente --insistio David. --Tu te callas, cono. Que no te enteras. Y acabate el panecillo que has puesto perdida la mesa --y Judith se acodo con rabia--. Vamos a comer, mejor comer !pero hoy como sin pan, asi adelgazo joder! Lo habeis conseguido. Entre todos lo habeis conseguido. Me habeis chafado la noche. 2 Al volver a casa con Ana, Judith lamento su reaccion. --Creo que me he pasado en el restaurante. Si quiere ir a su excavacion que se vaya. Es su profesion. --Es que le quieres y quieres estar con el --la consolo Ana. --Ya... a veces me pueden los nervios. Pero tu eres lo contrario. Tu me calmas. Aunque te he chafado la cita a ciegas. ?Como has quedado con David? --Bien, muy bien. Es muy majo. --Pero ?te ha pedido el telefono? --No, nos hemos despedido y ya esta. Entre nosotras... es un poco soso para mi. ?Nos imaginas a los dos juntos? Judith se imagino la escena al instante. En su mente los tortolitos cruzaban un parque lleno de mariposas mientras los cervatillos aparecian tras los arbustos para verlos pasar. Solo faltaban los siete enanitos. Por lo visto Ana se habia imaginado una escena similar. Y las dos se pusieron a reir al unisono. No podian parar. Es que no podian. --Voy a hacer un pis --y Ana corrio hasta su apartamento. Judith entro unos segundos mas tarde. Con su amiga en el bano espero en el salon. "Todo tan ordenado como siempre", penso. "No como una que yo me se" y sintio remordimientos al evocar su propio apartamento caotico. Ana, al salir del bano, interrumpio sus pensamientos: --... es que no me gustaba el tal David --dijo. --Yo no se de donde los saca Hector. ?Te acuerdas del aeronautico? --?El de los ojos saltones? --Ese, ese... Y se pusieron a reir, de nuevo. --A este paso me quedo para vestir santos --se lamento Ana. --No seas tan tragica, mujer. --No soy tragica. Solo realista. Pero mirame Judith, no despierto pasiones, reconocelo, si acaso un poco de pena. Judith contemplo el cuerpo flaco de su amiga. Pero no dijo nada. --Estoy segura que lo primero en que piensa un chico cuando me ve es en invitarme a un bocadillo. A ver si me cunde algo...--concluyo Ana. --Hombre, las delgaditas estan de moda, mira a Audrey Hepburn. --Ya... como en Desayuno con diamantes. Pues los chicos, al verme tan flaca, antes que los diamantes me quieren dar el desayuno... --Pues yo soy todo lo contrario. Te podria regalar un poco, me sobra por todos lados. --!Ahi esta! Y ?has visto la cara de felicidad que pone Hector a tu lado? !Normal! Tiene donde agarrar. Pero conmigo nada de nada, solo huesecillos y un poco de carne para recubrir el conjunto. Asi no voy a encontrar nunca al amor de mi vida. --Pues yo soy muy cabezona. Y no me gusta verte triste. Te voy a encontrar a tu principe, no lo dudes. Tras una pausa, Judith pregunto con seriedad: --?Sigues con tus pesadillas? Me has preocupado en la cena. Perdona que te cortara, pero no era el momento de que las contaras a todo el mundo. --Si ya lo entiendo... pero es que vuelven mas a menudo, no se por que. Es como si quisieran avisarme de algo inminente, de algo peligroso. Pero son tan confusas… Son dificiles de describir. Son como trozos inconexos de una historia que ha escrito otra persona. Judith miro, preocupada, a su amiga. No le gustaba verla asi. Esos suenos oscuros eran como un muro que la separaba de Ana. Y no podia atravesarlo. Solo podia intentar alejarla de esa angustia. Llevarla a la vida. Buscarle pareja para que fuera feliz. Pero lo de los suenos no podia entenderlo. Ella caia agotada despues de sus jornadas detras de los clientes y se despertaba sin mas al dia siguiente. Ya esta. Dormia en bloque toda la noche. Pero Ana era diferente. Sus noches eran largas, casi eternas. Noches de angustia y de temores irracionales. --Si vuelves a tener tus pesadillas, despiertame. No lo dudes --le propuso Judith. --Es que no quiero ser una carga para ti, bastante haces por mi. Aunque la proxima vez elige a alguien parecido a George Clooney. No tendre ninguna posibilidad, pero al menos me recreare la visual durante la cena. --OK, oido cocina. Para la proxima cita a ciegas, llamar a George Clooney. Y las amigas se miraron con afecto. No habia nada que anadir. --Yo bajo a casa. Estoy rota --dijo Judith. Estaba agotada y agradecio, entonces, que vivieran en el mismo bloque. De la 6a a la 3a planta, sin atascos ni nervios. --Vale... yo tambien estoy cansada. Gracias, por la cena. --De nada, corazon, duerme bien. --Eso hare, sonare con Clooney. Y Judith salio sonriendo del apartamento de su mejor amiga. *** A solas, la sonrisa se helo en la cara de Ana. Habia mentido sobre sus suenos, como siempre. Eran mucho mas aterradores de lo que habia dicho. No podia contarle toda la verdad a Judith. Acabaria por hartarse de ella y abandonarla. Y eso no podria soportarlo. Tenia que esconderle sus miedos, ocultarselos, guardarselos para ella. Que solo la pudriesen a ella, a nadie mas. Nadie merecia vivir el suplicio de otra persona. Ese pensamiento la hizo fuerte unos segundos, pero su fortaleza desaparecio cuando miro el reloj: --Las 2h35. Toda una noche por delante --susurro. Y contemplo de reojo el mayor de sus miedos.

  • El jardin de los sospechosos de Marina Sanmartin

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    Martin Guidu tiene que asistir a la jornada de padres de su sobrino Lucas porque su hermano Anakin esta en el hospital. Todo deberia ser facil: los padres explican sus oficios a los ninos bajo la mirada benevolente de la profesora Natalia Holden. Parece un dia sencillo en Caivelan, hasta que descubren el cadaver de una nina muerta, companera de clase de Lucas. Reunidos en el jardin de la escuela, convertida en el escenario involuntario de un crimen, Martin, Natalia y el inspector de policia Lorenzo Barriuso, tres desconocidos que se veran obligados a resolver juntos el atroz asesinato, se sumergiran hasta las profundidades de la maldad.

  • Proyecto Thule de Javier Mas

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    Cinco caminos conducen a la verdad que ocultan la CIA y la Sociedad Thule sobre el final de los jerarcas nazis y la tecnologia militar que deslumbro al mundo. Una investigacion que destapa la conexion de la Sociedad Thule con Espana y Hitler y que pone al descubierto la importancia que tiene hoy dia Madrid y Valencia para el entramado politico-economico contra el que lucha la CIA. Un thriller apasionante, lleno de misterios, revelaciones sorprendentes, realidades historicas y claves que el lector tendra que descubrir poco a poco.

  • Un Vaquero Atormentado (Rancho Atkins 3) de Tess Curtis

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    Jack ha pasado la mitad de su vida sirviendo a su pais en el ejercito, hasta que decide dar un nuevo rumbo a su vida. El Rancho Atkins lo acoge como capataz, hallando la paz y la normalidad que su mente necesita, hasta que la decoradora Susan Donovan irrumpe en su vida.

  • En tierra de fuego de Mayelen Fouler

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    Barcelona, otono de 1943. Cuando Rosa Sarle llega a la casa de sus padres poco puede imaginar que se encontraria con Frank Bennet-Jones, rico estanciero ingles afincado en la Patagonia argentina. El viudo de su hermana Anna. Tras ese encuentro, Rosa relee las cartas en las que Anna le relataba su apasionada historia de amor con Frank.

  • Un lugar para mi de Melissa De La Cruz

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    Parece que estoy entre dos tierras, como si todo lo que hubiera hecho hasta ahora fuera una mentira. Como si me estuviera rompiendo, destrozandome. ?Quien soy? ?A donde pertenezco?
    Jasmine de los Santos siempre ha hecho lo que se esperaba de ella. Guapa y popular, ha estudiado duro, haciendo que sus padres, inmigrantes filipinos, se sientan orgullosos, y esta lista para recibir las recompensas en forma de una beca universitaria completa.
    Y entonces, todo se rompe. Una invitacion a un premio escolar nacional obliga a sus padres a revelar la verdad: sus visas expiraron hace anos. Toda su familia son ilegales. Eso significa que no hay beca, tal vez ni siquiera universidad y, sobre todo, una amenaza real de deportacion.
    Por primera vez, Jasmine se rebela, probando todas las cosas de adolescentes que nunca ha tenido tiempo de hacer. Mientras intenta darle sentido a su nuevo mundo, aparece Royce Blakely, el encantador hijo de un congresista, poniendolo patas arriba.
    Jasmine no tiene ni idea de donde encaja --si es que lo hace--, en el sueno americano. Todo lo que sabe es que no va a darse por vencida. Porque cuando las reglas con las que has vivido ya no valen, lo unico que puedes hacer es inventarte las tuyas propias.

  • Un buen hijo de Pascal Bruckner

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    <> es la historia de un amor imposible. El amor a un individuo despreciable. Un fascista autoritario y mujeriego que es a la vez un hombre culto y de firmes convicciones, y que resulta ser el padre del propio Bruckner. Semejante conflicto filial da paso a una maravillosa novela de formacion, personal e intelectual, de quien es uno de los escritores mas solidos y controvertidos del panorama actual de las letras francesas. El hijo adulto se enfrenta en primera persona y sin ningun tipo de mascara narrativa a un personaje por el que siente, a un tiempo, rechazo y compasion, en un relato que nace del odio pero que va adquiriendo un inesperado y reconfortante tinte de ternura. Semejante giro acaba por sorprender al propio narrador. Bruckner no puede culminar su particular condena al padre, y ve como el inspirador rencor de partida se va derritiendo para dejar paso a un timido carino, que no comprension, y a la certeza definitiva de que no es posible juzgar de forma absoluta los comportamientos ajenos. <> es una cruda novela de formacion en la que Pascal Bruckner nos plantea, a traves de su propia biografia, un recorrido por la cultura francesa de la segunda mitad del siglo XX.

  • 49 y mas alla de Isabel Cortijo

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    La ventana de la habitacion se encontraba entreabierta y el aire, que hasta hacia unos dias habia sido tan agradable sentir por la manana, me obligaba a estirar de la sabana y arroparme hasta el cuello. Dormia en un colchon de uno cincuenta. Una cama en la que podia dar vueltas de lado a lado sin encontrar obstaculos, porque desde hacia mas de seis anos no compartia con nadie besos, abrazos y gemidos. Era una mujer de cuarenta y nueve anos y mi vida, en aquella epoca, transcurria apaciblemente entre mi trabajo, mis hijos, mis amigos y mi madre. Atras quedo mi separacion, el duelo por la muerte de mi padre y mi cancer de mama. Me habia divorciado de Victor y, salvo los dos primeros anos despues de la separacion, en los que tuvimos bastantes asperezas, nuestra relacion era cordial. Durante mi enfermedad me presto una gran ayuda. Se comporto como el mejor padre y atendio a los chicos con la mayor dedicacion. Sabia que necesitaba gran parte de mi energia para curarme y asumio lo que yo no podia sobrellevar; eso hizo que olvidara rencores y volviera a sentir un verdadero afecto por el. En apariencia, mi vida no habia cambiado mucho, pero solo en apariencia, porque esos acontecimientos vividos en los ultimos anos me marcaron y me hicieron mirar con otros ojos mi presente. A veces tenia la sensacion de que, antes de esas situaciones traumaticas, mi vida no era la mia. A excepcion del nacimiento de mis hijos, me deje guiar por los caminos que te lleva la inercia, y aquellos choques emocionales me habian hecho despertar, hacer un stop, mirar a mi alrededor y darme cuenta de que mis pasos, quiza, me condujeron a donde no queria ir. Existia un antes y un despues, una especie de linea divisoria que separaba a <> de vivir aquellos sucesos de <>. La nueva Elisa ya no se dejaba llevar por inercias y habia aprendido a tomar decisiones, reduciendo los miedos que se agrandan en la mente y que dejan poco espacio para volar. Estaba experimentado lo que Julia me contaba: <>. Y lo sentia asi, a pesar de que en algunas ocasiones a <>, en el trasiego de lo cotidiano, tambien le enrabietaran las pequenas contrariedades, aunque le fuera dificil mantener el enfado cuando se percataba de que carecia de sentido enojarse por una nimiedad. Despues de la destruccion y pasado el duelo, la reconstruccion me estaba haciendo sentir mas viva y fortalecida, renovada tras desprenderme de la piel muerta. Consciente de la brevedad y la fragilidad de la existencia, queria saborearlo todo. Degustaba las cosas mas sencillas, los pequenos detalles, intentaba compartir mas momentos con las personas que queria y consideraba todo aquello como un regalo de la vida... Si, disfrutaba de casi todo, salvo de una parcela que pensaba que se habia borrado para siempre. No habia vuelto a retomar mi vida en el plano sentimental. Esa parte la suprimi. Tenia la sensacion de que en el terreno sexual y amoroso todo estaba acabado para mi. Habia recibido alguna que otra proposicion y aceptado alguna que otra cita, aunque no sabia muy bien por que lo hacia. ?Quiza con la idea de que surgiera algo? Pero cuando llegaba o se insinuaba el <>, no queria ni podia continuar hacia adelante. A veces me dejaba dar algun que otro beso para ver si el sapo se convertia en principe, y no, no habia principes para mi. La ultima proposicion fue la de Pedro. Pedro era el asesor fiscal de la empresa en la que trabajaba. Un viudo tan solo unos anos mayor que yo, de buena presencia, con los hijos ya independizados y la vida resuelta economicamente. Empezo a frecuentar la oficina. Se mostraba siempre dispuesto a personarse en la empresa ante cualquier contratiempo y a resolver el mas minimo problema, aunque a veces parecia que los creaba el para justificar su presencia. Nieves y Rosario, que eran mis ayudantes, me lo decian: <>. Yo no le prestaba atencion hasta que un dia me invito a cenar. Me pillo con el dia tonto y le dije que si. Pedro tenia un atico al final de la avenida del Oeste, enfrente del Mercado Central. Era un piso de esos que te dejan con la boca abierta: mas de doscientos metros y una terraza espectacular desde la que se divisaba la Valencia monumental, con sus tejados, torres y cupulas. Un escenario unico, embellecido con la calida iluminacion nocturna de la ciudad. Era una noche de verano y en la terraza habia preparada una mesa adornada, vestida con un mantel blanco de ligeros bordados, un jarron de cristal con flores frescas, velas perfumadas con llamas que temblaban ligeramente a cada golpe de brisa, y una vajilla y cristaleria muy vistosas y coloristas. Colgaban por la pared, enredadas en algunas plantas, ristras de diminutas lucecitas que creaban una atmosfera con un cierto toque navideno. Todo un entorno que parecia sacado de la mejor revista de decoracion. El conjunto estaba predispuesto con todos los detalles para abandonarse a los sentidos. El mismo se molesto en preparar personalmente la cena. Se deshacia en atenciones. La velada estaba siendo agradable, hasta que empezo a intentar algun que otro acercamiento que me llevo a <>, buscando distancia fisica. A cada aproximacion, yo iba levantando una barrera mas alta, no una simple valla que se cae con el viento, sino un verdadero muro que me separaba del deseo de sentir el cuerpo de aquel hombre. El problema no era que no me hiciera tilin, el problema era que no me hacia tilin ningun hombre. Me habia convertido en una especie de <> sexual, ajena a todo lo que suponia una atraccion por el otro sexo, incluso se podria decir que sentia rechazo. En lo relacionado con el deseo estaba muerta y enterrada. Los acercamientos fisicos para intentar besarme habian sido frustrados, por lo que Pedro opto por las palabras. Me cogio la mano que tenia languidamente apoyada sobre la mesa y me la apreto con la suya. --Elisa, te quiero decir que llevo bastante tiempo pensando en ti, no se si te habias dado cuenta. --Si, me he dado cuenta de que pasabas a menudo por la oficina sin una necesidad real. --Habia una necesidad: la de verte. Estaba viviendo una situacion incomoda. Su mujer habia fallecido hacia dos anos y el no era ningun picaflor; me estaba desnudando su corazon y yo, en lo que se referia a la piel, era una cyborg. Pedro continuo hablandome. --Me gustaria tener una relacion contigo. Me gustas. Me apetece rehacer mi vida, compartirla con una mujer como tu. Creo que eres idonea para mi. En honor a la verdad, me senti atraido por ti antes de quedarme viudo, pero respetaba demasiado a mi mujer como para haberte insinuado algo. Yo escuchaba atenta su discurso que, tras una pausa, como para tomar aliento, continuo. --Si te digo que empezaste a gustarme cuando estabas en pleno tratamiento y llevabas la peluca... Iba alguna vez por la oficina, te veia por el cristal de tu despacho y Nieves me decia que apenas faltabas al trabajo y que tu talante era el de una mujer positiva y luchadora; y eso, precisamente, es lo que empezo a gustarme de ti: me parecias una mujer fuerte. A mi mujer la quise mucho, pero se quejaba por todo y la menor contrariedad le superaba. --No soy tan fuerte, no lo creas. El cancer lo viven cientos de hombres y mujeres y seguro que con mas valentia que yo. Por suerte, el mio lo cogieron a tiempo y no fue muy virulento, pero he de confesarte que tuve bastantes momentos de debilidad. Aunque me resulta curioso lo que dices, que te sintieras atraido por mi cuando entonces, fisicamente, estaba hecha un adefesio. !Vaya, tambien era un hombre sensible! !?Que mas se podia pedir?! No sabia que decir para no herirle. Era encantador y poseia muchas cualidades: todavia guapo, con buena conversacion, con un agradable perfume a Acqua di Parma y me miraba con los ojos embelesados. Cualquier mujer se hubiera sentido halagada y estaria saboreando esos momentos. Desde luego, el problema debia estar en mi. --Pedro, no se que decirte --le conteste--. Yo, de momento, no me veo compartiendo mi vida con un hombre. --No digas eso, Elisa. Eres una mujer todavia joven y atractiva --me dijo con una expresion indefinida, supongo que intentando disimular su decepcion al escuchar mis palabras. No le explique que, para tener una relacion, lo primero que habia que sentir eran ganas y yo habia dejado de tenerlas. Ya no me apetecia meterme en la cama con un hombre. Recordaba los ultimos encuentros sexuales con Victor. Por decirlo de alguna manera, el hacia el amor por un lado y yo por otro, es decir, no lo haciamos. Esos encuentros se convirtieron en una sucesion de movimientos mecanicos, desapasionados y sin conexion que buscaban la propia satisfaccion sin pensar ya en el otro, o eso es lo que me parecia a mi. Pero ?que sentiria el cuando me venia a buscar y yo, simplemente, me dejaba hacer? Seguro que percibia mi falta de ganas..., pero nunca lo hablamos; ya habia demasiadas cosas rotas entre nosotros que no tenian reparacion alguna. Incluso esos encuentros sexuales llegaron un dia a terminarse e inicie una especie de hibernacion, un letargo sexual. Dormia en el larguero de la cama evitando cualquier contacto que supusiera un comienzo de la ceremonia sexual. El calor se esfumo y en nuestra cama se formaban tempanos; podian construirse iglus. Seguro que todo eso me habia dejado huella, pero ?por que no pusimos remedio antes a aquella situacion? ?Tal vez no habia tenido buen sexo y para mi empezar una nueva relacion era como retomar mas de lo mismo? ?Existia el buen sexo? ?Podria volver a recuperar el deseo? ?Queria volver a recuperarlo? ?Para que lo necesitaba? ?Por que crearme una necesidad que no tenia? Acabamos la cena y el pobre Pedro, en los meses siguientes, insistio alguna que otra vez mas, hasta que desistio, y yo me alegre. Capitulo 1 Al levantarme, antes incluso de pasar por el aseo, iba derecha a poner la cafetera. Me gusta el cafe de cafetera italiana. Hasta me resulta agradable escuchar su pitido y ver como sale el vapor cuando empieza a subir. Mi madre me habia regalado una de capsulas que solo usaba cuando venia de visita. Se empenaba tambien en traerme de vez en cuando las dichosas capsulas, pero yo se las regalaba a mi amiga Julia y hacia como que las gastaba para que no sospechara que seguia prefiriendo el olor y el sabor del cafe de mi cafetera italiana. Que mentirijillas tan absurdas usamos los humanos; todo para no herir su corazon cuando se enterase de que su regalo no me habia gustado y no tenia ninguna intencion de darle uso. Al olor del cafe aparecia Rocco, reclamando tambien su desayuno. Un poco de pienso y arreglado. El siguiente paso era la emision de unas cuantas voces combinadas con la apertura de las puertas de las habitaciones de mis hijos para invitar a Violeta y Marcos a levantarse. Al poco tiempo, aparecian por el pasillo, somnolientos, dirigiendo entre bostezos sus pasos a la cocina, que se convertia en el primer lugar de encuentro familiar al empezar el dia. Violeta estaba a punto de cumplir los dieciseis y Marcos tenia veinte. No eran ningunos ninos, pero su madre, que era yo, les seguia preparando las tostadas y su vaso de leche, con la intencion de que se fueran bien desayunados a clase. Cosas de las madres. Ellos tomaban el desayuno en la mesa, pero yo habia cogido la costumbre de dejar el mio sobre la encimera de la cocina. De pie, agarraba mi taza de cafe y, entre sorbo y sorbo, ponia el lavavajillas o hacia cualquier otra cosa de logistica domestica. Esos eran mis desayunos diarios salvo los fines de semana, en los que me acercaba a la terraza del bar de al lado y me sentaba, sin mirar el reloj, a tomar un capuchino y leer la prensa acompanada de Rocco. Le encantaba bajar conmigo el sabado y el domingo por la manana. Se tumbaba en el suelo con paciencia y, cuando lo miraba, me parecia que pensaba: <>. Creo que Rocco pensaba eso, y he de decir que yo tambien. Ya estaba establecido que era yo quien bajaba al perro por la manana. Habia optado por dejar de renir con mis hijos; desgastaba mas el entrar en debates mananeros sobre a quien de los dos le tocaba sacarlo que madrugar un poco mas y bajarlo sin batallas. Despues de ducharme ya lo tenia detras de mi porque sabia que era la encargada de su paseo matutino. Desayunados, duchados y vestidos saliamos de la casa para afrontar el dia, dejando a Rocco como guardian del hogar. Tardaba en llegar a mi lugar de trabajo unos veinte minutos a pie; habia decidido hacer el trayecto andando para disfrutar de un paseo mientras aspiraba el aire de la manana y, de paso, hacer un poco de ejercicio. Usaba zapato plano para hacer el recorrido, pero en la taquilla de mi despacho siempre guardaba dos pares con algo de tacon, unos negros y otros marrones, que me calzaba en ocasiones para ir por la oficina.

  • El misterioso anillo de Claddagh, Virginia Sainz de Virginia Sainz-rasines

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    Nueva York (1912): la joven poetisa Kate Hemstitch planea huir hacia Irlanda y escapar de sus padres, quienes desde que se enteraron de que su hija mantenia una relacion amorosa con un inmigrante irlandes le han prohibido verlo. Algo sucede y su gran amor se ve obligado a regresar a su tierra natal. En medio del dolor, la joven escribira hermosos poemas, los cuales han sido originalmente escritos por la abuela de la autora, quien al igual que Kate fue una gran poetisa.
    Un siglo mas tarde, una joven periodista llamada Piper -quien padece escribir superficiales articulos semanales para la prestigiosa revista femenina en la cual trabaja- encuentra inesperadamente un anillo y misteriosas cartas enviadas desde una Mansion en Nueva York con el remite de Claddagh, Irlanda. Junto con su amiga Sophie, comenzaran la busqueda de un secreto que ha permanecido oculto durante cien anos. Ambas estan dispuestas a descubrir quien fue el responsable de la tragedia familiar de la aristocratica familia neoyorkina. ?Encontrara la heroina de esta historia en la busqueda de la verdad su propia felicidad?

  • Podria decirte la verdad de Elena Vega

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    Tras la buena acogida de la novela “La primera vez” y ante la peticion de algunas lectoras de contar la historia de Namir y Nora, se presenta “Podria decirte la verdad”.Nora es una joven introvertida, emocionalmente cohibida y volcada en su trabajo. Se siente el patito feo y totalmente negada para las relaciones amorosas. Mientras que su hermano Namir, es todo lo contrario, extraordinariamente atractivo, extrovertido, y coleccionista de amantes, incapaz de mantener relaciones duraderas.Dos personalidades distintas, dos maneras de enfrentarse al mundo y una cosa en comun, no creen en el amor.

  • La ceguera del cangrejo de Alexis Ravelo

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    JAVIER VALENZUELA, Infolibre Oficialmente, la historiadora del arte Olga Herrera fallecio en un absurdo accidente en Lanzarote mientras ultimaba una biografia del mas famoso artista de la isla: Cesar Manrique. Pero para Angel Fuentes, militar de profesion destinado en el Libano y companero sentimental de la victima, la verdad de su muerte tuvo que ser otra, aunque nadie salvo a el le interese averiguarla. Recien aterrizado en suelo canario, el sargento Fuentes ira reproduciendo a traves del volcanico paisaje lanzaroteno el itinerario que realizo su pareja para documentarse.

  • A Sexy Berling Interlude (Sexy Berling 3), Maya Blair de Maya Blair

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  • Si el Fuhrer lo supiera de Otto Basil

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    Corre el ano 1965. La bomba atomica no cayo sobre Hiroshima y Nagasaki, sino sobre Londres, con lo cual el Gran Reich Aleman gano la guerra. La ideologia nazi se ha expandido por todo el planeta, ahora dividido en dos grandes esferas de poder, una occidental y alemana, el Magno Imperio Germanico, y otra oriental y japonesa, la Magna Iaponica. Es en esta tesitura en la que Hitler, <>, muere de viejo en su lecho y la Magna Iaponica ataca a sus aliados germanicos dos bombas atomicas. En mitad de ese caos generalizado, Albin Totila Hollrieg, especialista en giromancia y <> recorrera, por encargo del Partido, todo el Imperio en mision <>, mientras una imparable ola de suicidios recorre el Reich.