• libro el enemigo conoce el sistema - Marta Peirano

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  • EL ENEMIGO CONOCE EL SISTEMA | MARTA PEIRANO

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  • El enemigo conoce el sistema | Penguin Libros

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    En El enemigo conoce el sistema, la periodista Marta Peirano discurre sobre este y otros temas como el control y destrucción de los procesos democráticos, ...

  • EL ENEMIGO CONOCE EL SISTEMA · PEIRANO, MARTA

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  • Libro: El enemigo conoce el sistema, Marta Peirano, resumen

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    19 feb 2022 — El libro El enemigo conoce el sistema, de Marta Peirano, muestra la Manipulación de ideas, personas e influencias después de la Economía de ...

  • He dicho de Miguel Delibes

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    Estructurado en seis capitulos -‘La tierra y sus pobladores’, ‘Mundos de papel’, ‘El cine cumple un siglo’, ‘Adios a los amigos’, ‘Las cosas de la vida’, ‘Una vida vivida’- He dicho pasa revista a temas tan diferentes como la situacion de los agricultores espanoles en el seno de la Union Europea, las manipulaciones de los periodistas, o cuestiones relacionadas con la ecologia y la naturaleza. Asimismo evoca recuerdos -su viaje a la Croacia prebelica- y el retrato de amigos indelebles, algunos desaparecidos, como Felix Rodriguez de la Fuente, a la vez que alterna opiniones literarias o cinematograficas con sus inigualables cronicas cinegeticas. Decir que He dicho es una recopilacion de textos de Miguel Delibes no es suficiente. Ciertamente, el libro aglutina una miscelanea de articulos, notas y publicaciones e incluso el discurso que pronuncio el escritor con motivo de la concesion del Premio Cervantes. Pero al enhebrar sus preocupaciones recurrentes, al presentar algunos recuerdos u homenajes, Miguel Delibes nos ofrece, con la serena energia de su voz, una semblanza autobiografica de una lucidez poco comun.

  • Situaciones de la vida de Sara Witch

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    Esperando el autobus o sentada en el metro observo a la gente que comparte el mismo espacio que yo, imaginando como seran sus vidas, con quienes las compartiran y, entonces, las neuronas comienzan a vibrar. Un rostro, una frase, una noticia de actualidad son suficientes para activar mi imaginacion. Asi surgio Situaciones de la vida. Historias cortas, momentos puntuales en la vida de los personajes que os acercaran a posibles desenlaces que, quizas, podrian ser reales.

  • Lo que ha unido el arroz que no lo separe la p de A. R. Cid

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    ?Quien ha dicho que la novia ha de ser la protagonista?
    Tres amigas, ahora damas de honor, se han propuesto que ese dia sea inolvidable, pero se les ha ido de las manos.

  • Surcando el cielo de Maria Canizares

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    Chloe es la unica chica que ha conseguido entrar en Silver Wings en mucho tiempo, el programa mas exigente en la mas prestigiosa academia de pilotos del ejercito.
    Decidida a ser la numero uno de su promocion, no dejara que nada ni nadie se interponga en su camino… ni siquiera en atractivo y arrogante capitan Black.
    William Black, capitan a pesar de su juventud, posee una hoja de servicio envidiable y anos de experiencia en combate.
    Todos conocen su leyenda en la academia Silver Wings, y nadie se atreve a retarlo. Hasta que aparece Chloe.
    Secretos y mentiras del pasado volveran tejiendo una oscura sombra sobre ambos y lo que, sin poder evitar, comienzan a sentir el uno por el otro.

  • El jefe de Florencia Palacios

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    Ese puesto parece ser la oportunidad de su vida, al fin un empleo estable, con buena paga en una de los mejores empresas de bienes raices de Boston.
    Hasta que ese apuesto jefe con apellido escoces irrumpe en su vida.
    Desde entonces, nada sera igual para ella…

  • Donde enterre a Fabiana Orquera de Cristian Perfumo

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    Verano de 1983:
    En una casa de campo en la Patagonia, a quince kilometros del vecino mas proximo, un prestigioso politico despierta en el suelo. No tiene un solo rasguno, pero su pecho esta empapado en sangre y junto a el hay un cuchillo. Lo ultimo que recuerda es que viajo hasta alli para pasar un fin de semana con Fabiana Orquera, su amante. No se imagina que ya nadie volvera a verla. Ni viva, ni muerta.
    Treinta anos despues:
    Nahuel, un periodista sin pelos en la lengua, ha pasado casi todos los veranos de su vida en esa misma casa. Cuando encuentra alli una vieja carta que plantea una serie de enigmas para llegar a la verdad sobre la desaparicion de Fabiana Orquera, Nahuel sabe que tiene en sus manos la historia del ano. Sin embargo, al descifrar el primer acertijo recibira un golpe muy bajo que solo da lugar a una interpretacion posible. Hay alguien dispuesto a impedirle a toda costa que responda la pregunta que lleva treinta anos flotando en el aire frio de aquella inhospita parte del mundo.
    ?Que paso con Fabiana Orquera?

  • Una Chica Sin Igual 2 de Noa Pascual

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    Noa Brown cree haber encontrado el amor. ?Lo cree o quiere creerlo? Ahora tiene que sacar a luz su verdadera personalidad y es posible que ni ella se reconozca. Sus nuevas amistades desean ver ese cambio en Noa, incluso sin saberlo se convierten en la fuerza vital de ella. Cuando todo parece ir bien, un accidente cambiara el rumbo de sus vidas. Nota: Solo el destino tiene el poder de darnos la felicidad o quitarnos la vida. Por ello tendremos que llegar hasta el final para saber que sera de Noa Brown y su pequena gran familia.

  • Tormenta cerebral de Daniel J. Siegel

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    Entre los doce y los veinticuatro anos el cerebro se transforma de manera decisiva y, con frecuencia, complicada. En Tormenta cerebral, Daniel Siegel, el reconocido psiquiatra y autor de exitos editoriales como El cerebro del nino, desmantela una serie de mitos populares sobre la adolescencia --por ejemplo, que es una simple fase de <> llena de comportamientos a menudo <>-- para descubrir como, en realidad, es una etapa transcendental de nuestras vidas a la hora de trazar la trayectoria del adulto que acabaremos siendo.

  • Traicion y furia de Caitlin Crews

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    Maui, la isla de Hawai, era tan tropical y exuberante como la anunciaban, algo que irrito a Dario di Sione en cuanto se bajo de su avion privado. Esa humedad era como un abrazo intimo y no le gustaba la intimidad. Ese aire espeso se le pegaba a la piel y los vaqueros destenidos y la chaqueta hecha a medida que habia llevado desde Nueva York lo envolvian como un guinapo mientras recorria la diminuta pista de aterrizaje hacia el Range Rover que lo esperaba, como habia ordenado. La ligera brisa le llevo todos los olores de la isla, desde el verdor exultante hasta el mas intenso de la cana de azucar, como besos que no habia solicitado. Solo queria mantener una conversacion de negocios, no dejarse llevar por una sobredosis sensorial en una maldita pista de aterrizaje. -?Esta esperandole el coche, como habian prometido? -le pregunto Marnie, su secretaria, por el telefono de ultima generacion que el se habia llevado a la oreja. Era un usuario entusiasta de los codiciados productos de su empresa-. Quedo claro que necesitabamos un vehiculo todoterreno. Al parecer, el camino hasta Fuginawa es abrupto y... -No me importa que sea abrupto -le interrumpio Dario intentando contener la impaciencia. No queria estar alli tan poco tiempo despues de que, el fin de semana anterior, su empresa hubiese lanzado al mercado el ultimo producto, pero eso no era culpa de su secretaria. El no deberia haber permitido que el sentimentalismo de un anciano se impusiera a su racionalidad, que tanto le habia costado adquirir. Esa era la consecuencia. Estaba en la otra punta del mundo, cuando deberia estar en su despacho, rodeado de palmeras y olores exoticos para satisfacer el capricho de un anciano. -El Range Rover es mas que suficiente y esta aqui, como habiamos pedido. Marnie paso a la interminable lista de llamadas y mensajes que habia acumulado durante la primera ausencia de el del despacho en el que, literalmente, habia dormido durante los ultimos meses. Fue como volver atras, al estres que habia sufrido hacia seis anos, cuando empezo con ICE. El fruncio el ceno al recibir otra rafaga de brisa sofocante. No le gustaba volver atras ni esa brisa. Era fragante y sensual, le acariciaba el pelo y se le metia por la camisa como los dedos de una mujer sugerente y desvergonzada. Puso los ojos en blanco por lo fantasioso que era y se paso una mano por la barba incipiente. Sabia que no parecia el consejero delegado de una empresa informatica que era la nina mimada del sector y del publico. Ademas, estar alli le apetecia tanto como que le acariciara la brisa hawaiana, ni lo mas minimo. Ese viaje era un desperdicio absoluto de su tiempo, penso mientras Marnie seguia comentandole los mensajes y llamadas que exigian su atencion inmediata. Deberia estar en su despacho de Manhattan ocupandose de todo eso. En cambio, habia volado diez horas por los recuerdos de su abuelo para satisfacer el peor de los sentimentalismos. Hacia muchos anos, Giovanni habia vendido su coleccion de joyas, que adoraba, y habia hablado de ellas sin parar durante toda su juventud, la de Dario. En ese momento, cuando tenia noventa y ocho anos y afrontaba su muerte inminente con su habitual teatralidad y dignidad, queria recuperarlas. Cuando le pidio que comprara esos pendientes, en persona, su abuelo le habia dicho que le recordaban al amor de su vida. Los tenia un arisco multimillonario japones en su aislada hacienda de Hawai. Solto un bufido al recordarlo mientras tiraba la bolsa en la parte trasera del Range Rover y se quitaba la chaqueta. Todavia no sabia por que le habia hecho caso a su abuelo cuando lo llamo, a principios de ese mes, y le habia pedido algo tan disparatado. Sin embargo, ?quien le negaba a un anciano lo que, segun el, era su ultimo deseo antes de morir? -Mandame por correo electronico esos datos, Marnie -le pidio a su secretaria antes de que ella pudiera preguntarle que era ese ruido. Bendita mujer. Era mucho fiable que cualquier otra persona que el conociera, incluidas las que formaban parte de su melodramatica y agobiante familia. Se recordo para sus adentros que tenia que darle otra generosa y merecida bonificacion, aunque solo fuese por no ser una de las pesadillas Di Sione que tenian la misma sangre que el. -Dame un minuto para conectar el manos libres y empieza a pasarme las llamadas. No espero a que Marnie dijera algo y se remango con la esperanza de aliviar un poco la humedad tropical. Conecto el auricular, se sento detras el volante del impecable Range Rover, lo puso en marcha, metio la direccion en el GPS y salio del aerodromo mientras recibia la primera llamada. Sin embargo, seguia pensando en su abuelo y en el amor de su larga vida mientras escuchaba a uno de sus directores exponerle una situacion que podia ser enganosa sobre el telefono que habian presentado el fin de semana anterior. Los amores perdidos, segun su propia experiencia, se perdian por un buen motivo. Normalmente, y para empezar, porque no habian sido dignos de tanto amor. Si no, y esa era su teoria preferida, porque el amor era una mentira descomunal que la gente se contaba a si misma, y a los demas, para justificar que su comportamiento era espantoso y, normalmente, teatral y digno de lastima. Ademas, los amores perdidos no habia que encontrarlos otra vez cuando la verdad que llevaban dentro salia a la luz como siempre salia. Era preferible dejar el pasado donde estaba y que se pudriese sin contagiar al presente, o eso era lo que el siempre habia creido. Le habia costado no decirselo a su abuelo cuando le conto esa historia tan sentimental sobre amores, secretos y todas esas cosas. La habia contado, de una forma u otra, durante toda su vida. Luego, le habia mandado a que hiciese ese absurdo recado que cualquiera, hasta esos recien licenciados afanosos que trabajaban ocupandose de su correo, podria haber hecho. Sin embargo, estaba acostumbrado a morderse la lengua en lo referente a esos ridiculos sentimientos que los demas fingian que eran mas que razonables. Razonables, racionales y, sobre todo, necesarios. No obstante, el sabia que decirlo no servia de nada. Aparte de que no iba a discutir con su anciano abuelo, quien se habia ocupado de sus hermanos y el despues de que sus padres murieran. Tambien se habia dado cuenta de que cuanto mas daba su opinion sobre asuntos como ese mas gente le decia lo esceptico que era, como si eso fuese una critica a su forma de ser o les permitiera desdenar su opinion sin mas, o como si esa mania que tenia de ser realista debiera preocuparle. Hacia anos que habia dejado de preocuparle. Seis anos para ser exactos. Ademas, la verdad era que le importaba tan poco que lo mas facil era hacer lo que le habian pedido, en ese caso, volar hasta la otra punta del mundo para recuperar unos pendientes que podrian haber mandado por servicio de mensajeria si, al parecer, no tuvieran esa carga sentimental. Tambien sabia, vagamente, que su abuelo habia mandado a todos los hermanos Di Sione para que recuperaran alguna de las que el llamaba sus amantes perdidas, pero el habia estado tan ocupado con el lanzamiento de su ultimo producto que no habia prestado gran atencion a los melodramas de la familia Di Sione. Ya llevaba toda la vida con eso y ya le hartaron cuando tenia ocho anos, cuando sus imprudentes padres habian muerto en un accidente de coche espantoso, y que podian haber evitado perfectamente, y los paparazzi habian caido sobre ellos como un enjambre. Sus sentimientos sobre ese asunto no habian mejorado desde entonces. Habia una parte de el, una parte que no disimulaba mucho, que habria sido feliz si no hubiese vuelto a saber nada de sus familiares. Una parte que esperaba que eso sucediese de una forma natural cuando el anciano falleciera. Estaba impaciente. Estaria encantado de refugiarse en su trabajo como hacia siempre. Tenia bastante con dirigir ICE, la empresa informatica mas importante del mundo. Era un puesto que habia alcanzado con decision y mucho trabajo, como habia conseguido todo lo demas que era suyo, todo lo que habia perdurado. Ademas, el unico integrante de su familia al que habia querido de verdad habia sido Dante, su gemelo identico. Hasta que Dante tambien lo habia hecho pedazos. No podia negar que la traicion de su hermano le habia dolido, pero tambien habia aprendido que era preferible rodearse de personas a las que pagaba por su lealtad, no de personas que podian darsela o no segun les conviniera. No queria pensar en su hermano. Ese era el inconveniente de participar en algo con su familia, le llevaba a pensar en cosas que intentaba evitar por todos los medios. Habia dado por supuesto que, si cumplia el cometido que le habia encomendado su abuelo, como se suponia que hacian el resto de sus hermanos, podrian dejar de comportarse como si lo que sucedio hacia seis anos, y despues, fuera culpa suya, o como si el tuviese parte de la culpa de lo que habia sucedido porque habia sido quien habia roto su matrimonio y su relacion con Dante. El no le habia pedido a su hermano que se acostara con su esposa durante una de las epocas mas tensas de su vida. Ademas, se negaba a aceptar que hubiese hecho algo mal por no haber perdonado nunca ni a su esposa ni a su hermano, ni les perdonaria jamas. Los dos lo habian abandonado a su suerte, le habian hecho creer que la tension entre ellos era porque intentaban resolver que podian hacer con la empresa que habian creado Dante y el y si debian fusionarse o no con ICE, algo que a el le parecia una buena idea y a la que se oponia Dante. Toda esa tension y desvelo para acabar descubriendo que los dos lo habian traicionado desde el principio... En ese momento y alli, precisamente en Hawai, penso que lo unico que le pasaba era que todavia le prestaba atencion a lo que decia, hacia o pensaba alguien de la familia Di Sione. Eso tenia que acabar. -Eso se va a acabar -se prometio a si mismo con la voz ronca en el silencioso interior del Range Rover-. Se acabara en cuanto le hayas entregado esos malditos pendientes al anciano.

  • Estoy colada por mi insufrible de Elizabeth Betancourt

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    La temperatura en Copenhague invitaba a salir y montar en bici, su actividad favorita. No habia nada mejor que el viento fresquillo que removia su melena de color platino haciendola sentirse tan libre como los pajaros a los que solia observar su padre en sus ratos libres, yendo sin pereza alguna hasta De Sondermarken. Un hermoso parque que enorgullecia a los copenhaguenses. Lo mejor de todo, paseando con su bicicleta era el poder ver a diferentes personas, cada una con su propio estilo, con gestos divertidos o preocupados que motivaban a Annelise a reflexionar sobre el mundo que la rodeaba, a preguntarse si en ese preciso momento alguien en la otra punta del planeta divagaba sobre las mismas cuestiones que ella. Resoplo por enesima vez, mirando el sol brillar desde la ventana de su habitacion. --?Sigues asi? --La voz de su madre la asusto y la joven dio un respingo, mirando por encima de su hombro para ver a su progenitora con una sonrisa nerviosa, plantada en el rellano de la puerta como una flor. --Estoy harta de estar metida aqui. No comprendo porque hacer una buena accion me provoca tanto dolor de cabeza. !No debia haber dicho nada! --Respondio Annelise a su madre, volviendo su cara otra vez hacia delante, concentrandose en los ninos que jugaban a la pelota en la calle. !Que envidia les tenia! --!No puedo creer lo que me estas diciendo, jovencita! !Retira eso de inmediato! Tu padre y yo te ensenamos una buena educacion basada en el respeto, la sinceridad y el amor. --Le echo la bronca la mujer. Annelise se dio la vuelta otra vez, mirando a su madre con lamento. No queria decir eso, por supuesto que no lamentaba haber ayudado a la policia para que pudieran meter tras las rejas a ese hijo de puta cuyo hobbie era violar a cualquier mujer que pudiera alcanzar, pero desde el momento en que juzgaron a Harald Adamsen con sentencia de diez anos de prision, su mundo habia cambiado por completo. --Mama, no queria decir eso, es que... Esa buena accion solo me esta llevando a la locura. -- Se explico Annelise, pero su progenitora seguia mirandola con ese ceno arrugado, ese brillo de decepcion en sus ojos hermosos de color violeta que ella habia heredado. --No es la buena accion la que te lleva hacia la locura, mas bien, el encierro, lo cual es totalmente comprensible. Tu padre y yo hemos pensado en eso y tenemos la solucion. -- Respondio Inga Dahl con un tono pausado, como si temiera la reaccion de su hija. --?Solucion? ?Que solucion? --Pregunto la joven mirando con ojos abiertos como platos. Las novedades no le gustaban nada, preferia centrarse en la comodidad de una rutina y no llevarse sorpresas. A Annelise le gustaba tenerlo todo controlado y mas que el encierro, lo que le provocaba horribles dolores de cabeza, era el hecho de no tener el control desde hacia ya tres meses. Para colmo, su familia se encerraba junto con ella y el estres aumentaba por momentos. --No te me vuelvas loca, hemos hablado con el agente Bodilsen y el cree que nuestra idea es fantastica. --?Por que no me lo habeis consultado a mi ? --Pregunto Annelise atonita. Su ojo derecho empezaba a parpadear haciendola parecer un robot, cuyo hardware esta estropeado. Un tic que la muchacha no podia controlar en momentos de nervios a flor de piel. --Cielo, no creo que ahora mismo tengas la capacidad para tomar decisiones... --Empezo Inga y su hija jadeo ofendidisima. --Dejame terminar, cielo. Veras que te gustara lo que tenemos pensado. Somos tus padres y nunca hariamos algo que no fuera beneficioso para ti y para tu vida. No hay nada mas importante para un padre que el mundo de su hijo sea perfecto, si pudieramos, probablemente la mayoria optariamos por encerrar a nuestros pequenos en una burbuja de color rosa para que siempre esten a salvo, pero el mundo no funciona asi, la realidad que nos rodea nos obliga tomar decisiones que pueden ser tristes, pero son las mejores para educar y ensenar a nuestros hijos como enfrentarse a las situaciones que nos depara este mundo. --Mama empiezas a asustarme... --Murmuro Annelise entrecerrando sus ojazos adornados por unas pestanas bien definidas. --Has estado arropada siempre por nosotros... La nina de nuestros ojos, nuestra unica hija que recibio todo nuestro amor, un carino y apoyo que siempre tendras, pero es hora... --?Me estas diciendo con palabras bonitas que me largue de casa? --Pregunto Annelise estupefacta. --No exactamente, cielo. --Dijo Inga, mirando a su hija como si esta fuera una bomba de relojeria. --Tienes veinticinco anos y nunca has estado fuera de esta ciudad, lejos de todo lo que conoces. Apenas conoces a gente y eso no es normal. Hemos pensado con tu padre, que podrias aprovechar esta situacion e irte a Espana, donde Lucia, mi mejor amiga. Tiene una granja de sandias, su casa es hermosa y la ciudad donde vive, te robara el corazon. Sera una nueva experiencia y ademas, estaras a salvo. Ningun Adamsen podra encontrarte alli. Annelise miraba a su madre, incredula. No podia creer lo que estaba oyendo. --Dime que estas bromeando. ?Enserio me estas diciendo que encima que estoy encarcelada aqui, metida entre estas cuatro paredes, ahora debo alejarme de mi entorno? ?Ir a un pais que no conozco y con personas que nunca he visto en la vida? --Oh, cielo, Lucia es encantadora. Tiene dos hijos y uno es de tu misma edad casi, son un pan de dios. Podrias tomarte esto como unas vacaciones. Ademas, ?sabias que muchas de las playas de Almeria son de origen volcanico y que tienen el observatorio astronomico mas grande del mundo? Annelise volteo los ojos y respondio. --Mama estoy segura de que es un sitio hermoso y bla, bla, bla, pero yo quiero estar en mi casa, en mi ciudad. No voy a ningun lado que os quede claro. No pienso huir de estos matones cuando no he hecho nada malo. La policia esta obligada a cuidarme como su testigo de proteccion que soy y no mandarme a kilometros de distancia lejos de mi casa. Estallo la joven y se acerco a su madre. Le sacaba tres cabezas, Inga se veia a su lado diminuta y eso que no era bajita, media metro sesentaisiete. --Iras. --Hablo Inga Dahl, empleando ese tono que usaba tan pocas veces que se podia contar con los dedos de las manos, pero que no admitia discusiones. Su mirada era de fiera, tan iracunda que Annelise sintio que su aliento se detenia. --Mama... --Hizo un intento de protestar, pero fue callada en el instante y es que su dulce y carinosa madre, cuando deseaba podia intimidar mucho. --Eres una egoista Annelise. --Afirmo la mujer con una voz que indicaba reproche y su hija la miro estupefacta. Parecia que pronto se iba a echar a llorar, pero la situacion en la que estaban exigia decisiones radicales. Era hora de que Annelise creciera y se hiciera cargo de algunas cosas, empezando por probar cierta independencia que sus padres le habian negado, sin darse cuenta en que ese exceso de apoyo podria dificultar el futuro a su querida hija. --?Por que dices eso? --Pregunto la joven con voz tremula. Inga suspiro, dandose cuenta hasta que punto sensible era su nina. Aquello era horrible, el mundo se la iba a comer si seguia asi. Su esposo y ella nunca antes se habian planteado ese dilema, pero convivir tanto tiempo con su hija, pasar tantas horas juntos, les habia hecho darse cuenta de algunas cosas. --No te importamos. Estando aqui nos pones en peligro. El padre de Harald Adamsen fue pillado antes de ayer a unos kilometros de nuestra residencia. ?Coincidencia? No lo creo y el senor Bodilsen, tampoco. Es increible que con tal de sentirte a salvo, estes de acuerdo en arriesgar la vida de tu padre y la mia. Provocarnos ese dolor de cabeza constante, ese temor insoportable de que te maten, te danen y de paso a tu padre y a mi. Contesto la mujer que conocia bien a su hija y sabia que podia ser de todo menos egoista. Ese era el ultimo "As" que se sacaba de la manga. !Debia alejarla de Copenhague! !No, debia alejarla de Dinamarca! Si para ello se veia en la obligacion de tratarla con frialdad y de culparla por esa situacion, Inga estaba dispuesta. !Mas valia un hijo enfadado y triste que uno bajo tierra! --!Mama, no me puedo creer lo que estoy escuchando! !Jamas en la vida se me ocurriria poneros en peligro! --Exclamo su nina mientras lloraba sin siquiera percatarse de eso. --!Pues no demuestras eso, Annelise! Si realmente te importara y supieras la magnitud de lo que esta pasando, estarias de acuerdo en irte a Almeria donde Lucia. Eso calmaria el ambiente, los Adamsen se olvidarian un poco del asunto al darse cuenta de que no estas aqui y de paso conocerias un nuevo pais, nuevas personas, una nueva cultura. Dijo Inga gritando. Annelise se quedo sin habla. Lamentaba tanto haber vivido aquel maldito lunes… --Pero, si algun Adamsen os ataca en mi ausencia, me pesara en la conciencia el no haber estado aqui, junto a vosotros y ademas... ?Que pasara con mi trabajo? --Pregunto la joven cuando recupero el habla. --Su principal objetivo eres tu. A nosotros no se nos acercaran si no te ven por aqui y ademas, el agente Bodilsen estara protegiendonos a pesar de tu ausencia. En cuanto a tu trabajo como profesora de guarderia, siento decirtelo cielo, pero ya lo has perdido... No creo que te vuelvan a contratar. Los padres estarian en contra porque inconscientemente pensarian que sus hijos estan en peligro contigo. Si te vas a Espana igual hasta encuentras un trabajo, no como profesora, pero bueno, hay muchas variedades de empleos, asi pruebas cosas nuevas, carino. Annelise resoplo. Estaba claro que a sus padres se les habia metido la mosca en la cabeza de enviarla donde la tal Lucia. ?Que podia hacer? Nunca se habia alejado de los suyos por mucho tiempo... Aquello iba a ser dificil, pero pensar que les ponia en peligro con su presencia alli, la animaba a tomar esa resolucion tan drastica. --Bien, pero prometeme que me llamareis todos los dias, sin falta. Dijo finalmente la joven. Su madre podia apreciar el miedo en sus ojos y se le partia el corazon, pero una madre debia hacer lo mejor para su hijo e Inga no era muchas cosas, como: Buena deportista, buena en dibujo e inclusive la cocina se le daba de pena, pero si era una buena madre, capaz de parar la rotacion de la tierra, bajar la luna y cualquier barbaridad que se le pudiera ocurrir a uno, con tal de hacer feliz a su nina.

  • Antes de Perderte (Solteronas 3) de Amaya Evans

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    Adalind Payton estaba sentada con sus protuberantes 6 meses y medio de embarazo, comiendo pastelillos mientras su hermana Alexandra cargaba a su bebe Theo de un ano y jugaba con el. -Adam debe estar feliz con un heredero. -Oh si, lo esta. Pero el no mira esas cosas, para el habria sido lo mismo nina o nino. Solo queria ser padre. Aunque bueno…tampoco se queja de que sea un varoncito. -En todo caso, mi sobrino es muy guapo-dijo observando al nino de hermosos ojos claros, con cachetes rechonchos, que reia en brazos de su madre. – ?Y que hay de Damien? Me imagino que no ve la hora de tener a su hijo o hija en brazos. -Si fuera solo eso, me reiria de la vida. Pero desde que supo que estoy embrazada, todo le parece peligroso. Insiste en que para bajar las escaleras debe haber una criada y una doncella conmigo para ayudarme. Me ha dicho que no quiere que vaya a las caballerizas a ver a mi yegua, porque considera peligroso que pueda acercarse mucho. No se que es lo que se imagina, tal vez cree que va a patearme o algo asi, aunque tu conoces a mi yegua, tiene el caracter mas dulce -elevo su mirada al cielo-juro que si no doy a luz pronto, enloquecere. Alexandra, se echo a reir. No creas que Adam se quedaba atras. Hacia lo mismo, hasta que le hice saber que me estaba volviendo loca y eso parecio hacerlo caer en cuenta. -Le dio una mirada picara a su hermana-sin embargo es poco de lo que me quejo con el. Es muy atento y amoroso. -Me da tanto gusto, hermana. Te lo mereces, y el tambien merece ser feliz. Y aproposito de felicidad conyugal ?Has visto el rostro de Anne? Alexandra asintio-me preocupa mucho. Hace tanto tiempo no la veo reir, que hasta se me ha olvidado como se ve feliz. -Debemos hacer algo-dijo Adalind con tristeza. No es justo que ella que era la mas alegre y sonadora de las tres, haya terminado decepcionada y odiando a todos los hombres. -No es facil pasar por lo que a ella le toco. Ese desgraciado de Emerett, le hizo dano. -Pudo hacerle mucho mas, Alex-dijo Addie levantandose con trabajo del sillon- Si tu no hubieras estado aquel dia, habria sido una desgracia para ella. -Lo se, pero ya es hora de que olvide todo aquello-Alexandra fue hasta donde estaba Addie para ayudarla y miro por todos lados- ?esta cerca?-dijo susurrando. -No, creo que esta recogiendo flores en el jardin. -Bueno… ?Y que podemos hacer?-se acerco a la ventana para mirar cuando entrara su hermana. -No lo se, yo no quiero verla sola el resto de su vida, y la veo tan resignada que hasta miedo me da el asunto. -La verdad es que no permite que nadie se le acerque y tampoco da muestras de estar interesada en alguien. – !Ya se!!-Exclamo Adalind emocionada- ?Que tal si la llevo en estos dias a una feria que llego al pueblo hace poco? Alex la miro extranada- ?y eso como va a ayudarla? ?Acaso van muchos prospectos alli? Adalind rodo los ojos-por supuesto que no. Va todo tipo de personas, pero lo que nos incumbe, es que hay una gitana. Y es muy buena, en verdad. Yo fui hace dias y me dijo muchas cosas ciertas. -Ay por Dios, Adalind ?Cuando dejaras de creer en gitanas, brujas y astros? -Pues aunque tu no creas en ellos, son cosas muy ciertas-ella se molesto-ademas no tenemos nada que perder. -Bueno…eso si. Ademas no se me ocurre nada. Tal vez si le dice algo bueno de su futuro, si le habla de alguien especial, ella se entusiasme. -El problema es que no sea asi. Me preocupa que le diga que no habra nadie en su vida. – ?Y si hablas con la mujer primero? Tal vez si le pagas una buena cantidad porque diga cosas buenas, ya no nos preocuparemos si la mujer es una charlatana o si dice algo que no convenga. -No lo se…-Adalind parecia dudosa de hacer eso. -Lo pensare y te dire que resuelvo ?bueno? -Bien, pero por favor mantenme al tanto. ***** Anne estaba incomoda en aquel lugar. Su hermana habia insistido en que la acompanara a una feria porque queria comprar unos dulces que solo vendian alli. Ella no era tonta y sabia que algo tramaba Adalind, pero tambien era cierto que con el embarazo se le habia despertado el gusto por los dulces y no queria negarle nada. -Mira-senalo una carreta-es por ahi. – ?Alli venden los dulces? -Si…alli es donde los venden. -parecia nerviosa y cuando llegaron una mujer las hizo pasar. Anne miro furiosa a su hermana-este fue tu plan todo el tiempo ?verdad? Adalind la miro avergonzada-hermana, por favor. Ya hemos venido hasta aqui, y yo tengo muchas ganas de que ella te adivine el futuro. La mujer las miraba como aburrida. -No me gustan estas cosas, nunca he creido en ellas-dijo molesta. -Entonces nina, no tienes nada que perder-comento la anciana. ?Que dano te puede hacer que te diga cosas en las que no vas a creer? -Milady, por favor, vaya. -Dijo su doncella con entusiasmo-le aseguro que la mujer es buena. Yo tambien me lei la fortuna con ella y me hablo de cosas que no tenia como saber. -Otra pobre alma que cree en esas cosas-miro a su hermana Adalind con reproche porque sabia que de seguro, ella tenia mucho que ver en eso. – ?Anne entraras o no?-insistio su hermana, vendo como la mujer pasaba de cara de aburrimiento a desespero. -Esta bien, pero he de aclarar que no comparto estas ideas tuyas. -Ya me lo has dejado muy claro, querida. Anne entro a la tienda de la gitana y cuando estuvo alli, vio que dicha tienda estaba construida como una extension del carromato de la mujer. De esa manera era muy facil desarmarla cuando ya se fueran. -Sientate, muchacha. Anne tomo asiento en la pequena silla de madera frente a una mesa, que tenia una bola de cristal. – ?como te llamas? -Lady Anne Payton -Muy bien, lady Anne. Quiero que mires fijamente esta bola de cristal y coloques una mano sobre la mia, solo un momento. Anne tomo la mano que la mujer le ofrecia y miro la esfera de cristal que para ella no mostraba nada. La mujer en cambio la veia como si mil cosas distintas pasaran por ella. Veo que buscas el amor. -Oh no, yo… -Silencio-la mujer la mando a callar de forma inmediata. -No trates de negarlo. Quieres tener un amor, pero te han herido y ahora temes que eso vuelva a suceder. Sin embargo…veo en tu futuro que llega un hombre muy apuesto. Anne quiso echarse a reir. Seguramente era lo que decia a todo el mundo, o por lo menos a muchachas incautas. -Veo que no me crees. Pero te digo que pronto habra luna llena y cuando esta pase, los astros se alinearan de manera perfecta para que tu puedas encontrarte con tu destino. Te acordaras de mi cuando tengas al amor frente a ti. El es un caballero gentil, de buen humor a pesar de que su vida no ha sido facil. Es trabajador y debido a eso tiene una gran fortuna. Anne la miro horrorizada- ?Oh por Dios, el hombre trabaja? – ?Y eso que tiene de malo? Pues que si trabaja sencillamente no puede ser un noble. – ?Y eso te importa mucho?-los ojos negros como la noche de la mujer, la observaron de una forma extrana.

  • Sobre Ruedas de Mirian G. Blanco

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    Un coche y un taller perdido en la nada.Dos unicos factores que uniran a una pareja.?Y quien le diria a Jennifer Hernandez que una averia en su auto le ayudaria a conocer a Rick Mendez, el mecanico mas sexy que jamas haya visto en toda su vida?Dos polos totalmente opuestos, pero cuyas atracciones seran visibles y palpables. Una historia romantica que confirmara que el amor a primera vista no existe, sino la persona adecuada en el momento adecuado.Pasion, celos, peleas y, sobre todo, amor… !muchisimo amor! <<--?Como esta mi coche? --pregunte con cierta preocupacion.--Sobre ruedas. Bueno, mejor dicho, sobre dos ruedas --respondio el con socarroneria>>.Rick Mendez, el nuevo heroe mecanico.

  • Multimillonario en otro cuerpo de April Z. Monroe

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    70 anos contaba Maximiliano Garcia cuando contrajo matrimonio con la senorita Claudia, para entonces 45 anos menor que el. Maximiliano, de alta clase social, personalidad serena, pensativa, enigmatica e interesante, se enamoro de Claudia una tarde de invierno, en la que ella paseaba junto al que, para entonces, era su esposo: el senor Rodolfo Agustin, uno de los jovenes mas asalariados de la epoca. Sin embargo, la fortuna de Rodolfo jamas se compararia con la de Maximiliano, que dedico su vida a multiplicar su dinero forjando grandes empresas de renombre, en el sector petrolero, siderurgico y agropecuario. Esa tarde Maximiliano y Claudia estrecharon sus manos por primera vez, y pareciera que con su mirada hicieron un pacto. Yo estaba presente, cinco anos trabajando para el senor Maximiliano y era mi deber hacer sus paseos. Teniamos extensas charlas inolvidables, eran gratos momentos. Un mes despues de conocer a Claudia, recibimos una fatidica noticia, el senor Rodolfo habria muerto por cusas naturales. Para nosotros esa noticia genero gran impacto, considerando que era un joven de apenas 30 anos y que contaba con una excelente condicion fisica. El dia del velatorio Claudia lloraba desconsolada en una esquina, ella solo queria "morir con su amor", exclamaba mientras limpiaba sus lagrimas con sus manos. En un gesto de autentica caballerosidad --como era de acostumbrarse--, El senor Garcia extendio su mano ofreciendo un panuelo blanco, para que la triste viuda secara sus lagrimas. Ella gradecio con una sonrisa, algo forzada, al no poder contener el llanto. Maximiliano expreso sus condolencias y tomando una de las delicadas manos de Claudia, susurro: --Mi mas sentido y sincero pesame --ella le miro fijamente y asintio. Maximiliano y yo caminamos por el velatorio, hicimos acto de presencia y luego nos marchamos. A el no le agradaban los ambientes funebres. --Mi querida Estela --me decia--, el tiempo es mas valioso que el oro, y a mi ya se me esta acabando. Lo que me queda por vivir quiero hacerlo en lugares llenos de vida, no en espacios llenos de tristeza y dolor. --Entiendo perfectamente, Maximiliano, vamos a casa. La mansion Garcia era de increibles dimensiones, tanto que podias llegar a sentirte solo, aunque en ella habitaramos mas de treinta personas, entre cuidadores, cocineros, agricultores, domesticas, entre otros empleados, y por supuesto, yo, su enfermera. Los familiares de Maximiliano pasaban por la mansion a vacacionar, siempre habia alguien de paso hospedandose en la mansion Garcia. Uno de los pocos residentes permanentes era su hijo Enrique, de diez anos, concebido por el senor Garcia y la senora Clara tras un embarazo de alto riesgo en el que ella, no sobrevivio. A Maximiliano le gustaba la soledad, sin embargo, no queria morir rodeado de ella, queria sentir el amor de una mujer a su lado, algo que me expreso en reiteradas ocasiones, cuando me decia que el tiempo valia mas que oro, y que queria estar rodeado de vida. Pero, cuando se referia a "vida", jamas me imagine que se tratara de una mujer tan joven. Cuatro meses despues de la muerte de Rodolfo, su viuda y heredera de la mitad de su fortuna, Claudia, hizo una visita pasajera por el lugar, queria despejarse de todo y expreso que nada mejor que la compania de un caballero como Maximiliano Garcia. Con el pasar del tiempo, las visitas de la senorita Claudia a la mansion fueron constantes, hasta que, despues de ocho meses --al cumplir un ano de viuda--, llego a la mansion con sus maletas. Todos nos sentimos muy extranados, pero la atendimos como si fuese su hogar. Esa tarde, al final del dia, Maximiliano nos reunio a todos, trabajadores y familiares, para dar la noticia: --A partir de hoy Claudia vivira con nosotros, y pronto he de llamarla mi esposa. Para mi fue una noticia de gran impacto, pero, ?que hacer? El patron estaba dispuesto a vivir su vejez de la mejor manera. ?Y que mejor manera que con Claudia? Mujer pretenciosa, de modales y muy refinada. Su viudez no logro quitarle su rozagante semblante, su cabello negro largo y liso, su hermosa figura, sus ojos azules y su tez, blanca como la leche. Definitivamente, cualquier hombre caeria en los brazos de tan bella y voluptuosa mujer. Y Maximiliano, en su condicion de hombre, no fue la excepcion. Durante los primeros la senorita se mostraba muy cortes con todos, incluso con Gabriel, el hijo del senor Maximiliano, con quien era especialmente adorable. 2 Pronto Maximiliano se convencion de querer la mano de tan perfecta mujer, asi que la pidio en matrimonio. Ella, indudablemente, dijo que si, mientras dos grandes lagrimas de felicidad brotaban por sus ojos. La vida de ambos habia cambiado considerablemente, el paso de ser un viudo solitario a convertirse en un senor lleno de vida y el esposo de una de las mujeres mas codiciadas del lugar. Ella, paso de ser la viuda de un joven acaudalado, a convertirse en la esposa de uno de los hombres mas pudientes, figurando en varias revistas como uno de los mas millonarios de america. Todo era perfecto para los dos, o mejor dicho, para los tres, porque la vida del pequeno Gabriel tambien cambiaria por completo, al tener en su vida a una figura materna. Yo siempre lo acompane en todo, trate de brindarle no solo mis servicios sino tambien mi amistad. Pero, ahora con la senora, era indispensable que ella ocupara el rol de madre y amiga, por lo que muchos de los trabajadores de la mansion Garcia tuvimos que distanciarnos un poco del muchacho. La boda fue opulenta, aunque el senor Garcia queria una boda en su isla privada a unas horas de la mansion --el era amante de la playa-- Claudia insistio en hacerlo en una iglesia gotica, en Europa. Esto implico que la mayoria de las personas cercanas al senor Garcia no pudimos asistir, de hecho, por orden de ella, ninguno de nosotros, sus mas fieles trabajadores y amigos, fuimos invitados. Pero, el sabia que lo entenderiamos y que lo primero que deseabamos era su felicidad. Seis meses pasaron, los esposos disfrutaron de una maravillosa boda y luna de miel, de la cual pudimos apreciar fotos que Gabriel nos enviaba constantemente --al menos del dia de la boda--, fue emocionante observar como, despues de la perdida de su senora, se encontraba rehaciendo su vida y casandose en un lugar majestuoso de Europa. Finalizada la luna de miel, pudimos encontrar a un senor Garcia mas euforico y contento, pero, por el lado de la senorita Claudia fue un poco mas distinto, nos encontramos frente a una mujer un poco mas arrogante e imponente. "Ser la esposa de uno de los hombres mas ricos del mundo no es tan facil como parece", afirmaba Florencia, una de las mas antiguas trabajadoras del senor Maximiliano, y si ella lo decia, debia ser verdad. Nadie mas que ella conoce la historia de esta casa. Pasaron los meses y nos acostumbramos a la nueva realidad, nos adaptamos a recibir ordenes de Claudia, principalmente, en todo lo relacionado con temas de hogar. 3 Cuatro meses pasaron y el senor Maximiliano empezo a sentirse descompensado, fue preocupante para todos, ya que tenia padecimientos cardiacos con los que debiamos tener especial cuidado. Maximiliano era celoso con sus pastillas para la tension, yo las compraba, y el se encargaba de tomarlas de forma puntual y cumplida. Podia olvidarse de cualquier cosa, menos de ello, !y mucho menos ahora que debia disfrutar de la presencia de su maravillosa esposa! Pero, las cosas se fueron poniendo cada vez mas delicadas. El doctor insisitio en la puntualidad de las pastillas "es importante que no falte su dosis diaria", afirmaba. Nosotros asentiamos, sabiamos que nuestro trabajo estaba cumplido. Atribuyo sus dolores al estres, asi que se dedico unos dias a descansar en casa junto a su amada esposa Claudia. Pero, para asombro de todos, un dia de descanso, bajo el cuidado de todos sus empleados, Maximiliano sufrio un paro cardiaco fulminante que acabo con su vida.

  • Dejare de esconderme de Sophie Saint Rose

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    Regina lleva anos alejada de su familia por un episodio que podria destruirla. Las circunstancias la forzaran a volver y a enfrentarse al pasado. Pero sobre todo debera enfrentarse a Keith que necesita explicaciones.

  • La mesa del rey Salomon (Los buscadores 1) de Luis Montero Manglano

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    La Mesa del rey Salomon es el primer volumen de la ambiciosa trilogia <>, un sorprendente thriller historico plagado de enigmas, intriga y accion.

  • Mar de nubes de Mari Jungstedt

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    En la pequena habitacion reinaba un ligero olor a hierbas y una luz tenue. Por un altavoz situado en el techo sonaba una suave musica oriental. Las paredes estaban barnizadas en tono oscuro y en un rincon habia una planta. Le pidio a la mujer que se desnudara y se tumbara en la camilla. Ella se bajo un poco el vestido y se sintio desprotegida e indefensa. Por una parte deseaba dar media vuelta y marcharse de alli, pero habia algo que la retenia en aquel lugar. Una especie de curiosidad, de expectacion sobre lo que podria pasar a continuacion. Un calido cosquilleo le recorrio la piel. Sintio la boca seca y se humedecio los labios. El le dirigio una mirada rapida, y en ese mismo instante ella fue consciente de como habria de interpretar el su gesto de humedecerse los labios con la lengua. Sonrio insegura, sintio como se ruborizaba. Empezo a toquetearse uno de los tirantes. El se comporto con delicadeza y se dio media vuelta mientras ella se quitaba el vestido. Al colgar la ropa en el gancho de la pared le temblaban las manos. Titubeo, sin saber si debia conservar las bragas puestas. No habia hecho eso nunca antes, no sabia cual era el ritual, que se esperaba de ella. Se acomodo en la camilla tapizada de cuero y se tumbo boca abajo. Intento relajarse. Cerro los ojos mientras inspiraba por la nariz, espiro lentamente por la boca. El joven se dio la vuelta y le coloco una toalla sobre las piernas y nalgas, de tal manera que quedo justo bajo el borde de las bragas. Se movia con seguridad. Cuando la rozo con las yemas de los dedos sintio un escalofrio, a pesar de que en la habitacion hacia calor. Alzo la mirada. El se habia quitado la bata blanca. Le dio tiempo a entrever un atletico cuerpo bronceado y juvenil con prominentes brazos musculados. Abdomen plano y duro. Caderas estrechas. Apenas vello en el pecho y unos pezones pequenos y marrones. Sintio un ligero cosquilleo entre las piernas. El llevaba unos pantalones blancos de algodon. La fina tela le apretaba las caderas y tenia el trasero respingon. No podia dejar de pensar en como seria por debajo. Volvio la cabeza de nuevo, un poco abochornada. Tenia que concentrarse en relajarse, tal y como le habia dicho la persona que le aconsejo ese lugar. Sentir. Dejarse llevar. Concentrarse en el momento. Advirtio que el joven se giraba de nuevo, oyo como extraia aceite de una de las botellas que habia en una mesa y como, al frotarse las manos, el liquido rezumaba entre sus dedos. Ella respiro hondo. El masajista se situo a su lado, pegado a ella. Comenzo a acariciarle la espalda desnuda con movimientos largos y firmes. Sin querer, a ella se le escapo un suave gemido de placer. Sus manos eran fuertes y decididas. Cerro los ojos. Intento seguir con la respiracion el ritmo de los movimientos. Las manos se deslizaban por la espalda, le masajeo el cuello, los hombros, llego al final de la columna, le sujeto las caderas, trabajo con pequenos movimientos circulares. Los pulgares presionaban su piel desnuda. El hizo una pausa, le bajo las bragas y aparto la toalla de forma que el culo quedo al descubierto. Le masajeo las nalgas, que se tornaron suaves y escurridizas. Volvio a gemir. El hombre agarro las bragas a medio bajar y con un suave movimiento tiro de ellas y se las quito. Ahora se encontraba totalmente expuesta. El siguio masajeando los muslos con manos firmes y decididas. La tocaba con cuidado, le separo las piernas para poder llegar con facilidad a la parte interior de los muslos. Se encontraba a escasos milimetros de su sexo. Sintio humedad entre las piernas; respiraba con la boca abierta y apretaba la cara contra la abertura circular de la camilla. El siguio masajeandola, muy cerca, pero sin llegar a tocarle el sexo. Ella se sentia completamente aceitosa y brillante. El agarro la toalla que seguia en las pantorrillas y le pidio que se diera la vuelta. De forma mecanica hizo lo que le pidio, se tumbo boca arriba, y el pecho se balanceo junto a el. Le coloco la toalla encima, de forma que los pezones quedaron tapados, y se coloco detras, junto a la cabeza. Ella cerro los ojos. Intento concentrarse solo en vivir el momento. El se encontraba alli, justo encima de ella. Sentia la suavidad en todo su cuerpo abandonado, ahora anhelante, dispuesta a entregarse a el por completo. Empezo a masajearle la nuca y el cuello, dejo que las manos se deslizaran, ejerciendo pequenas presiones, hacia los hombros, prosiguio por la clavicula. La acaricio con cuidado siguiendo el borde de la toalla, junto al pecho. Ella respiraba pesadamente y al parecer, el tambien. No sabia si era a causa del esfuerzo o si el tambien estaba excitado. Estaba totalmente concentrada en sus manos y en anticipar sus movimientos. Como se deslizaban por su cuerpo. Movimientos decididos, carinosos, que le provocaban pequenas chispas en el sexo. Tenia una sensacion de vertigo y aturdimiento. Sobre su suave piel, las manos resultaban calidas y duras. Al fin, aparto la toalla del todo. Dejo que las manos se le deslizaran sobre los pechos. Y entonces se sintio perdida. 1 Martes 24 de junio Erika Bergman se encontraba frente al espejo de la habitacion, amueblada de forma espartana, y se peinaba minuciosamente la larga melena. Lo hacia con movimientos firmes y ritmicos para dejarla lisa y brillante. En realidad no tenia mucho sentido, pues el solia despeinarla tan pronto como podia. Contemplo satisfecha su cuerpo bien entrenado. Los muchos anos de practica regular de yoga habian servido para algo. Habia elegido con cuidado la ropa interior. Sintio como una ola en el vientre al pensar en lo que le esperaba esa noche. Erika esbozo una sonrisa; no era esa clase de practica con la que habia contado al reservar el viaje de yoga a Gran Canaria. La escuela de yoga se encontraba en un lugar apartado, lejos de los complejos turisticos con discotecas, bares y clubes nocturnos. Miro por la ventana y vio las montanas de mas de mil metros de altura que se perfilaban alrededor, las laderas con las plantaciones de frutas y, a lo lejos, las resplandecientes aguas del Atlantico. Este lugar era inusualmente verde para encontrarse al sur de Gran Canaria. Las plantaciones de platanos, papayas, calabacines, tomates, naranjas y limones se extendian hasta las playas de cantos rodados junto al mar. Apartada, a una buena distancia del vecino mas proximo, se hallaba la escuela de yoga Samsara Soul. La escuela se encontraba practicamente oculta tras un viejo muro que la protegia de miradas y visitas inesperadas. Pasaria alli dos meses, alejada de todo y de todos. Se dedicaria a entrenar, recibir masajes, dar paseos, tomar el sol y banarse. A recuperar el equilibrio para poder proseguir con su vida. Comenzaba a sentir que iba por buen camino. Cuando llego, hacia unas semanas, se sentia destrozada. No habia contado con ningun amorio, esto habia sido una inesperada recompensa. Dejo el cepillo y se pinto levemente los labios de rojo. Saco uno de los pocos vestidos que habia traido y se lo enfundo. Se puso unos zapatos de tacon. Miro el reloj, ya casi era la hora. Percibio un repentino movimiento junto a la ventana. Como si al otro lado pasara una sombra rapida y silenciosa. Tan cerca del cristal que casi lo rozo. Se quedo paralizada. Encontro su rostro en el espejo, reconocio su mirada temerosa. Creia que habia conseguido alejarse de ella, que la habia dejado en Suecia. Pero la habia seguido. Y ahora notaba la paralizante sensacion de que alguien la vigilaba. Tendria que echar un vistazo antes de salir y cerrar la puerta con llave. Ultimamente se asustaba por cualquier cosa. Permanecio inmovil un rato mientras escuchaba posibles sonidos, pero reinaba el silencio. Un silencio casi desagradable. Nadie solia pasar junto a su habitacion, que se hallaba al fondo de la casa, y su ventana daba a un pequeno patio donde solo habia unos arbustos. Entonces, con el rabillo del ojo percibio otro movimiento, apenas una sensacion de algo real. No se lo habia imaginado. Un escalofrio le recorrio la espalda. Se acerco con cuidado a la ventana, echo un vistazo hacia ambos lados. Una lagartija correteaba sobre el terreno reseco y desaparecio bajo unos arbustos. Se quedo ahi un buen rato, mirando por la ventana. Algo se ocultaba entre los arboles, mas alla, junto al muro que rodeaba la escuela. El corazon le latia desbocado. Entonces lo vio. El perro salio de entre los arbustos, husmeando un rastro en el suelo. Era grande, de pelaje marron cubierto de polvo, y parecia abandonado. Erika emitio un suspiro de alivio. Solo era un perro.

  • Caballeros andantes espanoles de Martin De Riquer

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    Un libro, como indica su titulo, sobre los caballeros andantes espanoles, un prototipo social de la Espana del siglo xv, tal como atestiguan las cronicas de la epoca. Si existieron los caballeros andantes fue, en parte, gracias a Lancelote, Curial o Amadis, pero estos reflejan, no siempre tan exageradamente como se ha dicho, la realidad en la que fueron imaginados. Asi, de la mano de quien tambien nos hizo llegar la musica de los trovadores a traves de sus textos, presentamos algunos de aquellos personajes en los que se inspiro la novela de caballerias, el genero que hizo enloquecer al mas inmortal de los hidalgos.

  • Genero de violencia de David Orange S

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    Diego es un introvertido chico que acaba de ingresar en la facultad de Bellas Artes y cuya vida familiar es un verdadero infierno. Alli conocera a Ariel, una encantadora chica que trata de abrirse su propio camino en una sociedad que vive en constante cambio, es el ano 1992, recta final del siglo XX, las televisiones mandan y la publicidad educa. Diego y Ariel son dos corazones solitarios que tendran que luchar con todas sus fuerzas contra ese mundo hostil y violento que los rodea, aunque no todo sera lo que parece…

  • La vida que no elegi de Lorena Franco

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    LA VIDA QUE NO ELEGI, una novela de ficcion que ya ha cautivado a cientos de lectores por su MAGIA, HECHIZOS y el intrigante tema de la existencia de MUNDOS PARALELOS. Las decisiones que tomamos, por muy pequenas que sean, marcan el rumbo de nuestras vidas. Cuando Nora Clayton, una imponente vicepresidenta ejecutiva de una importante compania farmaceutica de Nueva York, debe despedir a diez mil trabajadores que seran sustituidos por sofisticadas maquinas, desata la furia de Bonnie Larson. Bonnie es una mujer invisible que proviene de una larga estirpe de maleficas brujas y decide, despues de un largo tiempo sin practicar su magia, maldecir a Nora, que vera como su vida, inesperadamente, da un giro de 180 grados. Las personas con las que comparte su comoda existencia no la reconocen, su lujoso apartamento de Upper East Side no le pertenece y la unica opcion que le queda es volver a Kutztown (Pennsylvania), el pueblo donde nacio, retomar la relacion inexistente con su madre y empezar a vivir la vida que no eligio.

  • Contigo quiero estar (Junto A Ti 1) de Stefany Pacinelli

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    Stefania, al graduarse como Bachiller en Ciencias, toma la firme decision de estudiar en la ciudad capital de Venezuela: Caracas. Alli descubrira que ser independiente no es tan facil como ella imaginaba. Conocera el valor de la amistad, la traicion y, cuando menos lo espera, conocera el amor verdadero.

  • El mar de tus suenos de Susan Stephens

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    El apasionado beso de un desconocido desperto una pasion que no podia rechazar.

  • Preston y Lisa (Hermanos Sullivan 3) de Abril Camino

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    --?Que voy a hacer sin ti, mi pequena Lisa Simpson? Lisa sonrio ante el comentario de Emily. Desde que tenian uso de razon, su mejor amiga la habia torturado con el apodo de la celebre empollona de los dibujos animados amarillos. En aquella calida tarde de primavera, sentadas en el sofa del apartamento que habian compartido durante casi siete meses, habria permitido que Emily le llamara como quisiera. Estaban celebrando una pequena fiesta de despedida. Despedida, porque hacia ya algunos dias que Emily se habia mudado a vivir con su flamante novio, Travis Sullivan. Y pequena, porque ambas se habian negado a invitar a nadie mas. Con casi una botella de vodka compartida, varias bolsas de patatas fritas de diferentes sabores a medio comer y un par de cigarrillos que Lisa guardaba para emergencias festivas, parecia que habia llegado el turno de ponerse sentimental. --?Que que vas a hacer? Follar como una loca con el chulazo de tu novio y acabar la carrera cuanto antes para darme un sobrino. Eso es lo que vas a hacer. --?No vas un poco deprisa? --?Yo? Te recuerdo que te has ido a vivir con el despues de tres semanas de relacion. --?Crees que me estoy equivocando? ?O que te estoy dejando colgada? --!No! !Claro que no! A ninguna de las dos cosas. Travis es fantastico, te va a tratar como a una reina. Y yo no creo que tarde demasiado en encontrar a otra companera de piso. --Pero tu dejaste toda tu vida en Boston para venir aqui a vivir conmigo, y ahora yo me marcho. --!Deja de torturarte, Emily, por Dios! Nos vamos a ver casi a diario. No pienso permitir que Travis Sullivan te acapare, tonta. --?De verdad no estas molesta? --Que noooo... Em, ?tu sabes lo que me alegro de que hayas encontrado a un hombre que te hace feliz? ?Es que te olvidas de todo lo que hemos pasado juntas? -- La voz de Lisa se quebro un poco. El alcohol y los recuerdos eran los claros culpables. --?Y tu que, Lis? ?Cuando vas a encontrar tu a alguien que te haga feliz? --!Aaaah, no! !Esto si que no! No voy a aguantar un sermon en tu fiesta de despedida. --Ya esta bien de tomartelo a broma, Lisa. Tienes que dejar de disfrazarte. --Emily... No quiero que nos peleemos en tu ultimo dia aqui. --Ni yo. Pero no soporto ver como te escondes del mundo. --No me escondo del mundo, Em, no me cabrees. Tengo un monton de amigos en la facultad, salgo con las chicas de vez en cuando... Hasta he socializado con los Sullivan, pese a que queria matar a dos de ellos hace menos de un mes. --Tienes que buscar ayuda, Lisa. Esto ya no tiene gracia. Mirate. Por Dios santo, !si estas buenisima! --se burlo Emily, senalando a su amiga. El aire acondicionado de su apartamento llevaba semanas estropeado, asi que habian tenido que aligerarse de ropa para celebrar aquella pequena reunion. Con un short blanco de algodon y una camiseta a juego atada bajo su pecho, el cuerpo de Lisa presentaba una version que nadie mas que Emily conocia. O, al menos, que nadie habia visto en los ultimos cinco anos. Lisa se apresuro a soltar el nudo de su camiseta, dejando que le cayera languida hasta las caderas, mientras emitia un sonoro bufido que habria asustado a cualquiera. A cualquiera menos a Emily, claro, que no solo la conocia lo suficiente como para saber que era inofensiva, sino que no cejaba jamas en su empeno de hacerla entrar en razon. --?Es que nunca vas a entender que lo ultimo que quiero en este mundo es estar buena? --Lisa, por favor. Aquello ya paso. Han pasado cinco anos, joder. --Emily... --Lisa reunio fuerzas para hablar; los nervios se le habian quedado atravesados en la garganta--. Aquello nunca pasara. || Una semana despues del traslado definitivo de Emily, Lisa se encontraba ante el tablon de anuncios de la escuela de Leyes de Columbia, tratando de hacer un hueco a su cartel. Mas le valia que apareciera alguien pronto o tendria que buscarse un trabajo para pagar la parte del alquiler de la que Emily se habia hecho cargo hasta entonces. Sus padres se habian ofrecido a aumentar el dinero mensual que le pasaban, pero Lisa preferia solucionar el problema de la companera de piso cuanto antes. Cuando empezo a recular para comprobar el efecto que producia su cartel en medio de aquella marana de anuncios, sintio que su talon se clavaba con fuerza en el pie de otra persona. --!!Ah, joder!! --chillo a su espalda una voz que le resulto conocida. Cuando se giro, se encontro cara a cara con Preston Sullivan, el hermano gemelo de Travis. --Lo siento, lo siento, lo siento --se disculpo, acalorada. Ella no era alumna de aquella universidad, pero no podia evitar morirse de verguenza tras su involuntario ataque a uno de los profesores. --?Laura? --Lisa. --?Que? --Que me llamo Lisa. --?No eres Laura, la amiga de Emily? --No. --Le sonrio--. Soy Lisa, la amiga de Emily. --Vaya. Mierda, perdona. No soy muy bueno con los nombres. --Ya veo. --Lisa senalo el pie de Preston--. ?Te he hecho dano? --No, que va. No te preocupes. --Pues gritaste como una nina. --?Eh? Ah... ya, ya. Es solo que me pillaste por sorpresa. --Vale. --?Estudias aqui? --No, estudio Informatica en la Universidad de Nueva York[1]. He venido a Columbia a colgar los carteles porque es la facultad mas cercana al piso. --?Estas buscando companero de piso? --Companera. --Ah, ya. --Si supieras de alguien interesado, ?podrias comentarselo a Emily, por favor? --!Claro! --Bueno, Peter, ya nos veremos por ahi --se despidio Lisa, guardando el resto de carteles en su maletin de cuero de forma apresurada. --Preston. --?Que? --Que me llamo Preston --respondio el con una gran sonrisa. --Lo siento. Yo tampoco soy muy buena con los nombres. --Le devolvio la sonrisa y se marcho por donde habia venido. Ya llegaba bastante tarde a la cita para comer con Emily en el restaurante de comida organica favorito de su amiga. Lisa cruzo la seccion de Broadway que atraviesa el campus de Columbia a toda la velocidad que le permitia el peso de su maletin. La parte incomoda de estudiar una carrera que le apasionaba era cargar con el portatil como un apendice mas del propio cuerpo. Echo un vistazo por el enorme ventanal del restaurante y arrugo la nariz con un poco de fastidio al divisar a Travis sentado junto a Emily. Se sintio asquerosamente egoista por un instante. Emily era su mejor amiga desde que tenia uso de razon. Habia sufrido una adolescencia horrible, postrada primero en una cama, y despues en una silla de ruedas. Habia superado todos sus complejos y miedos -algo cuya dificultad Lisa comprendia mejor que nadie- y se habia enamorado de un hombre encantador, que la trataba tan bien que ni siquiera Lisa tenia nada que objetar. Pero no podia evitar echar de menos las comidas de chicas a solas. Egoista, si, sin duda. --Perdon, perdon, perdon. Llego tardisimo, lo se. He tenido una manana de locos. --No te preocupes, nosotros acabamos de llegar --la disculpo Emily. --!Cono, Peter! --espeto Lisa en cuanto levanto la vista y se encontro de frente con el gemelo de Travis, del que se habia despedido apenas un cuarto de hora antes. --Laura... Travis y Emily se miraron con incomprension, justo antes de que a Lisa y a Preston les diera un pequeno ataque de risa. --No voy a preguntar --dijo Travis, entornando los ojos hacia su hermano. --Mejor. || Preston y Travis se pelearon por compartir la parte de los postres a la que renunciaron Lisa y Emily. Por mucho que las chicas hablaran maravillas de aquel restaurante tan moderno, los gemelos Sullivan seguian siendo unos buenos chicos del oeste que solo quedaban satisfechos despues de comer unas cuantas libras de proteina animal. Preston se repantigo lo mejor que pudo en aquella incomoda silla de diseno y analizo de arriba abajo a Lisa. No es que estuviera interesado en ella - !Dios lo librara!-, pero habia costumbres que iban ligadas al ADN de cada uno y la de repasar a cualquier mujer que se le pusiera delante era intrinseca a el. El aspecto de la amiga de Emily era terrorifico. Era bastante alta, mas que la propia Emily, pero no podria adivinarse su cuerpo ni con la vision de un superheroe, ya que siempre lo escondia tras capas y capas de ropa deportiva. Y ropa deportiva no eran, ni por asomo, tops de licra y mallas ajustadas. No. Eran chandales informes y sudaderas masculinas. Llevaba el pelo, de un color indeterminado entre el marron y el negro, mas corto que el propio Preston. No prestaba especial atencion a la depilacion, ya que siempre tenia sobre el labio superior una sombra de vello que, incomprensiblemente, parecia ser pelirrojo. Tenia los ojos claros, verde azulados, pero jamas la habia visto sin unas espantosas gafas redondas de montura metalica. Completaban el conjunto unos brackets metalicos que serian la pesadilla de cualquier adolescente y una cadena al cuello de la que colgaba una llave USB con forma de pinguino. Si todas las mujeres fueran asi, seria sencillisimo para Preston cumplir la promesa que habia hecho semanas atras a su asesor de campana de no volver a meterse en lios de faldas. Por desgracia, no lo eran, y el sabia que aquella promesa iba a ser muy dificil de cumplir. II --Una mas y me marcho, Preston. Emily va a matarme. --Por Dios santo, Trav, no seas calzonazos. Empiezas a parecerte a Parker... --No digas tonterias --rebatio Travis, como si le hubiese mentado al diablo--. ?Vas a ir a casa en las vacaciones de primavera? --No creo. Me apetece hacer una escapada a Londres para ver a mis amigos. La vuelta a Nueva York fue tan precipitada que de algunos ni siquiera pude despedirme. Ni de algunas... --Preston sonrio, al tiempo que indicaba a la camarera con un gesto de su mano que les sirviera otras dos copas y, con una sonrisa, que estaria disponible para lo que ella dispusiera. --No vas a cambiar nunca, ?no? --!Ojala! Me va a tocar cambiar dentro de poco. Mi asesor de campana me obliga a portarme bien. --Preston, ?tu estas seguro del paso que vas a dar? ?No seria mejor que siguieras dando clase y meterte en politica dentro de unos anos? --Es que el momento es ahora. Todo el partido quiere hacer una campana para modernizarse, sobre todo en la costa este. Y yo parezco la persona adecuada. Les gusta el hecho de que haya vivido en Europa, que tenga experiencia en derecho internacional, tambien una cuestion de imagen... --O sea, que te quieren por guapito --se burlo Travis. --No es eso, listo. Es por la edad, mas que nada. Quieren venderme como el futuro congresista mas joven del pais. --?Y como vas a llevar lo de portarte bien? --Pues mal. Lo que peor llevare, seguro. --Preston exhalo un suspiro resignado--. Asi que tendre que aprovechar el tiempo hasta que mi cara empiece a salir en la prensa. Travis se distrajo consultando el movil lo que a el le parecieron cinco segundos. Suficientes para que Preston invitara a sentarse con ellos a dos amigas que debian de ser, como minimo, modelos de Victoria's Secret . Cuando volvio en si de la sorpresa, la mano de una de ellas reptaba por su muslo, dejando muy claras sus intenciones. La cara de Emily se represento en su cabeza como si se hubiese hecho corporea alli mismo, lo que le hizo sonreir. Se levanto, le guino un ojo a su hermano y empezo a despedirse. --Senoritas, las dejo en buena compania. Yo tengo que irme. --!Oh! !Que pena! --dijo una de ellas, con tono tan impostado que hizo que Travis deseara estar ya en el taxi. --Mi querido hermano gemelo es un hombre emparejado. Vais a tener que conformaros conmigo. --Preston fingio un puchero. Travis puso los ojos en blanco y trato, sin exito, de contener la risa, cuando escucho aquella tecnica tan burda, incluso para Preston. --Adios, Preston. Nos vemos manana. A las ocho, ?de acuerdo? --?Manana? --Cena en Harlem. ?Recuerdas? --Pues, si no me lo llegas a recordar, ni de cona... Nos vemos alli. --Choco un puno con su hermano y, a continuacion, se dirigio a sus dos companeras de mesa--. Bueno, senoritas, ?sabeis que tengo un piso en Brooklyn con unas vistas fantasticas de la ciudad? Las risas de Travis aun se escuchaban mientras se subia al taxi camino del apartamento que compartia con Emily en Hell's Kitchen. || --Dios mio, esto esta increible, Amy --comento Lisa, con la boca medio llena. Los tres hermanos Sullivan, junto a Emily, Amy y la propia Lisa llevaban ya mas de una hora degustando las delicias de la cocina afroamericana. --?Verdad que si? El restaurante es de un amigo de mi madre. Han abierto hace poco tiempo. --?Y tu madre trabaja aqui? --pregunto Emily. --Si. Ahora que Katie vive ya con nosotros de forma casi definitiva, puede permitirse los horarios. --?Todo listo para la boda? ?No te has arrepentido aun de casarte con este imbecil? --se burlo Preston, ganandose un punetazo de Parker en el hombro. --Iremos a Arizona en las vacaciones de primavera para dejarlo todo cerrado --los informo Amy, riendose todavia de la indignacion de su novio. --Estais completamente locos. --Dejalos en paz, Preston. Que tu le tengas aversion al amor, no significa que ellos esten locos por casarse. --?Quien mas opina que hay que estar mal de la cabeza para casarse antes de los veinticinco? --pregunto Preston, medio en broma, medio en serio, al tiempo que levantaba la mano para emitir su voto. Todos se rieron, entre otras cosas porque Preston tenia, desde nino, la capacidad para reirse de todo y de todos sin que nadie se ofendiera. Solo Lisa alzo su mano tambien, ganandose una sonrisa radiante de Preston y un pequeno vuelco interior al ver que el le lanzaba un beso y un guino desde el otro lado de la mesa. La proxima boda de Parker y Amy monopolizo la conversacion de las chicas, y los planes de despedida de soltero, la de los chicos, pero la cabeza de Lisa estaba muy lejos de aquella mesa. ?Por que le habia afectado ese beso de broma de Preston? Hacia cinco anos que no recibia ningun tipo de atencion por parte de un hombre, y eso era justo lo que deseaba. Que nadie la mirara, que nadie se sintiera atraido por ella, pasar inadvertida. Y, ahora, ante la primera muestra de afecto, incluso en aquel tono frivolo, se estremecia por dentro. Parker y Travis debian de estar muy interesados en la despedida de soltero para no darse cuenta de que Preston tenia la mente en otro lugar. Sabia que el coqueteo era inherente a su comportamiento, pero no tenia ningun sentido haberse puesto tonto con Lisa. Llevaban cerca de un mes coincidiendo con frecuencia, y cada vez le caia mejor aquella chica. Sus hermanos siempre habian bromeado con que era imposible que Preston tuviera una amiga, porque tardaria apenas unas horas en llevarsela a la cama. Lisa parecia desafiar aquella afirmacion, por mucho que Preston se avergonzara de que el motivo fuera su aspecto fisico. Y, ahora, de repente, le lanzaba un beso, le guinaba un ojo y se comportaba como si de verdad estuviera intentando acostarse con ella. --Entonces, ?Las Vegas? --escucho, como a lo lejos, a su hermano Travis. --Las Vegas. Sin duda. --Preston retomo el contacto con el mundo real, y se le hizo la boca agua al pensar en lo que Las Vegas podria ofrecerles en esa despedida de soltero. --Por cierto, Preston, ?te tiraste ayer a las dos rubias del bar? --Pseeee... Un caballero no habla de esas cosas. --O sea, que si. --Parker se echo a reir, al tiempo que alcanzaba un paquete de cigarrillos del bolsillo de su cazadora y le hacia un gesto a Preston para que lo acompanara fuera. Hacia una noche excelente, asi que salieron a la calle en manga corta. Los seis ojos femeninos siguieron cada uno de sus movimientos, desde los tatuajes de Parker tensandose sobre los musculos de sus brazos hasta las largas piernas de Preston enfundadas en unos vaqueros que le quedaban como un guante. --Hola, chicas... Sigo aqui --protesto Travis entre risas--. !Emily! !Al menos tu, mirame a mi! --No seas bobo, no estabamos mirandolos a ellos --se defendio su novia, apoyando, carinosa, la cabeza sobre su hombro. Lisa y Amy ni siquiera hicieron amago de justificarse. En la calle, Preston trataba de convencer a Parker para salir esa noche. --No puedo. Es la primera vez que dejamos a Katie con una canguro, y quiero ver que tal le ha ido. --Eres todo un padre de familia --se burlo Preston, encendiendo el cigarrillo que le habia ofrecido su hermano. --Si, no te lo voy a negar. Tu puedes reirte, pero yo estoy encantado. --Ya lo se. Sabes que te lo digo de broma, ?verdad? --Claro que si. --Parker le sonrio--. Y tu, ?que rollo te traes con Lisa? --?Yo? ?Con Lisa? --?Era cosa suya o su voz se habia agudizado unos cuantos tonos?--. Nada, joder. Hemos coincidido un monton de veces con Travis y Emily, y me cae muy bien, pero nada mas.

  • Mas alla de tus ojos de Francisco Munoz De La Rosa

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    ?Por que Isabela, una simple doncella, es tan importante?
    ?Que se esconde tras su aparente normalidad? Isabela es raptada y va a parar a las manos de Martin, un esbirro de poca monta que tirara del hilo de la trama y ayudara a destapar una conspiracion internacional en torno a Isabela donde se mezclan los intereses ocultos de la aristocracia, el clero y la clase politica de Espana e Inglaterra del siglo XVII.

  • Vuelve el listo que todo lo sabe de Alfred Lopez

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    Alfred Lopez esta reconocido como uno de los blogueros de mayor exito en Espana. "Vuelve el listo que todo lo sabe" es la continuacion de su primer exitoso libro "Ya esta el listo que todo lo sabe" homonimo del premiado blog de curiosidades y anecdotas historicas (galardonado en la XII edicion de los Premios Bitacoras 2016 como Mejor Blog de Arte y Cultura). Se relanza este segundo libro con una tercera edicion revisada y ampliada en enero de 2018 en la que se han incorporado nuevos datos, actualizando de este modo un buen numero de entradas. ?Por que te aburres como una ostra (y no como un calamar o como un mejillon)? ?Realmente utilizamos solo un 10% de nuestro cerebro? ?Por que si dejas un paquete de galletas abierto se ablandan y si son magdalenas se ponen duras? ?Que tuvo que ver Star Trek en la invencion del telefono movil? ?Por que se invento la claqueta de cine? ?Que autor fue el primero en presentar a su editor un libro escrito en maquina de escribir?… Todas estas y muchas mas preguntas encuentran respuesta gracias al siempre didactico y ameno Alfred Lopez en esta recopilacion de las mejores entradas de su blog, para que puedas disfrutar de 366 curiosidades, anecdotas e historias sorprendentes para ser cada dia un poco mas listo.

  • Instrucciones para un funeral de David Means

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    En esta prodigiosa coleccion de cuentos -unas narraciones intrincadas, fascinantes, profundamente poeticas y emotivas que confirman a su autor como uno de los mejores escritores de su pais-, Means reflexiona sobre el adulterio, la paternidad, las amistades traicionadas, el odio de clase, la adiccion, la soledad y el desamparo en todas sus esquivas mutaciones, y lo hace con hondura y originalidad, con ingenio y sabiduria, con una mezcla marca de la casa de concision y hechizo, de elegia, existencialismo y perfeccionismo formal.

  • Expiacion (Aristocratas y pecadores 2) de Isabel Keats

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    Surrey, 1807 Al oir abrirse la puerta del salon, John William Cavendish, octavo conde de Sherrington, se giro y vio que uno de los lacayos daba paso a la senorita Lovegrace. <>, apreto los labios, <>. Despues de una casi imperceptible inclinacion de cabeza, volvio su atencion al decantador y a las copas de cristal labrado que su amigo Gurney tenia siempre a mano para los invitados. --?Desea una copa de clarete, senorita Lovegrace? O quiza, un vasito de ratafia. --Nada, milord, muchas gracias. De nuevo se hizo el silencio. Otra de las cosas que a Sherry --como le llamaban sus amigos -- le molestaba de la senorita Lovegrace era que nunca hacia el menor esfuerzo por mantener una conversacion yendo y viniendo, como si despreciara la necesidad de rellenar el silencio con trivialidades. En fin, se dijo resignado al tiempo que daba un trago de vino, el que esa mujer no tuviera ni idea de conducirse en sociedad no queria decir que el tuviera que ponerse a su altura. Con la copa en la mano, se acerco a la chimenea, apoyo uno de los brazos en la repisa y miro a la senorita Lovegrace que se habia sentado en uno de los sillones frente al fuego. --?Tiene frio? --Eran los ultimos dias de septiembre y, pese a que ese verano el tiempo habia sido extraordinariamente calido para los estandares de Inglaterra, empezaba a refrescar por las noches. --En absoluto. No le sorprendia. El vestido que llevaba, aunque elegante y a la moda, era de lineas muy sencillas y, al contrario que el resto de las jovenes damas del grupo, la senorita Lovegrace no parecia muy amiga de los escotes pronunciados. Sherry fruncio el ceno, molesto por lo laconico de la respuesta; estaba tentado de no decir una sola palabra mas hasta que alguno de los otros invitados se reuniera con ellos, pero de nuevo, su buena educacion vino al rescate y eligio otro topico irreprochable para conservar, al menos, una semblanza de urbanidad entre ambos. --Me ha dicho nuestra anfitriona que el abuelo de usted, el general Lovegrace, y su marido son amigos desde hace muchos anos. --El conde de Burlington tambien estuvo en el ejercito antes de heredar el titulo. Mi abuelo y el lucharon en la batalla de Vila Velha --respondio en ese tono sensato y poco inclinado a las tonterias que, invariablemente, lo ponia a la defensiva. Los extraordinarios ojos oscuros, uno de sus rasgos mas atractivos --si no el unico en su opinion--, que hasta ese momento habian estado contemplando las llamas, se clavaron en el--. Tengo entendido que usted tambien estuvo en el ejercito. Lady Burlington comento que resulto herido en Austerlitz. Sherry se encogio de hombros y dijo en tono ligero: --Un par de rasgunos sin importancia. Se que es terrible no poder presumir de hazanas gloriosas, pero confieso que mi paso por el ejercito transcurrio en su mayor parte sin pena ni gloria. --Vacio la copa de un trago y fue a servirse otra--. ?Seguro que no quiere tomar nada? --Seguro. Y creo que usted tampoco deberia beber mas. Semejante impertinencia lo hizo volverse a mirarla con incredulidad, pero se libro de tener que contestarle como se merecia porque, justo en ese momento, la puerta del salon se abrio de nuevo y dio paso a las senoritas Sandford. En esta ocasion, el recibimiento fue muy distinto. Sherry dejo la copa vacia en el mueble con un golpe seco y se apresuro a reunirse con ellas. Con gesto galante, las cogio a ambas de la mano y se inclino a besarles el dorso, primero a una y luego a la otra, al tiempo que les hacia un extravagante cumplido que las hizo soltar una risita y lanzarle una mirada coqueta por debajo de las pestanas. Poco despues, ya estaban todos los invitados reunidos en el salon y, a instancias del mayordomo, pasaron al comedor. Como de costumbre, su anfitriona se habia mostrado benevolente y lo habia sentado entre dos de las mujeres mas hermosas de la reunion: a un lado tenia a la senorita Lavinia Sandford, una belleza rubia --algo insulsa en opinion de Sherry, pero suficiente para distraerse coqueteando con ella unos cuantos dias-- y al otro a Isabella, con un aspecto mas sensual y felino que nunca. Gurney, que estaba sentado enfrente, devoraba a esta ultima con la mirada, sin apartar los ojos del pronunciado escote que dejaba a la vista buena parte del pecho generoso. Sherry esbozo una sonrisa de diversion; saltaba a la vista que a la madre de su amigo no le habia sentado nada bien que su hijo invitara a la notoria duquesa de Whitworth y hacia todo lo que estaba en su mano para poner la mayor distancia posible entre los dos. Lo cierto era que la reputacion de Isabella dejaba bastante que desear; en los ultimos tiempos el anciano duque, su marido, casi nunca la acompanaba a ningun sitio, lo que ella aprovechaba para campar a sus anchas. Un poco mas alla, diviso a la senorita Lovegrace. Como solia ocurrir, le habia tocado sentarse entre dos de los miembros menos atractivos de la reunion. A un lado, la senora Perris, cuyo marido habia sido un alto cargo en la Compania Britanica de las Indias Orientales y quien, ademas de ser sorda como una tapia, consideraba que la considerable fortuna que habia acumulado su difunto esposo le daba carta blanca para decir lo primero que se le pasara por la cabeza; al otro, el reverendo Lewis, un hombre soltero de mediana edad quien, cada vez que abria la boca, hacia que la de Sherry se abriese tambien en un enorme bostezo. A pesar de todo, la senorita Lovegrace parecia manejar la situacion con soltura. En ese momento, las miradas de ambos se cruzaron. Sherry cogio la copa de clarete y la vacio de un trago, desafiante. La senorita Lovegrace se limito a clavar en el esos extraordinarios ojos oscuros y, como de costumbre, fue Sherry el primero en apartar la vista. Molesto consigo mismo, se volvio hacia Isabella y empezo a coquetear con ella. En realidad, pese a su innegable belleza y el atractivo sensual del que hacia alarde sin pudor, la duquesa de Whitworth --el amor de juventud de uno de sus mejores amigos, el marques de Ravensworth-- no le atraia lo mas minimo. Debajo de sus innumerables encantos, Sherry siempre habia sido consciente de una desagradable avidez, mas propia de la prostituta consumada que era en el fondo. --?Sabes algo de Benedict? Me ha dicho un pajarito que esta pasando el verano en Ravensworth Park. Asi que por ahi iban los tiros, se dijo con desagrado. Le habia extranado mucho que Isabella aceptara la invitacion de Gurney, pero claro, al fin y al cabo Grafton House quedaba a poco mas de doce millas de Ravensworth Park. Desde que habia sabido que ella formaria parte del grupo de conocidos que Gurney habia invitado pasar unos dias en su casa, la pequena campana que en el campo de batalla le avisaba de que las cosas se estaban poniendo feas no habia dejado de tocar a rebato en su cabeza. La sofisticada duquesa de Whitworth no pegaba en absoluto en esa humilde reunion campestre; segun Sherry tenia entendido, ella detestaba el campo y no solia salir de Londres si podia evitarlo. Isabella debia de haber averiguado que Grafton House no quedaba lejos de Ravensworth Park y, conociendo de sobra como funcionaba la vida social en las zonas rurales, seguramente habria pensado que los caminos del marques Ravensworth y el suyo estaban destinados a encontrarse antes o despues. Por fortuna, eso aun no habia ocurrido. --Si, esta con su esposa y su hijo. Los labios de Isabella se fruncieron en una mueca que, en opinion de su interlocutor, le restaba mucha de esa belleza por la que era tan admirada. --!Su esposa! --chasqueo la lengua con desprecio--. Seguro que ya esta aburrido hasta las lagrimas. --Lo dudo mucho. --Sherry dio un sorbo de vino y, con parsimonia, se seco los labios con la servilleta--. Ademas de bellisima, Lillian es una mujer encantadora. Conozco bien a mi amigo, jamas se quedaria tanto tiempo en un sitio en el que no estuviera muy, pero que muy, a gusto. Isabella recibio el dardo envenenado con un resoplido furioso y se volvio a hablar con el joven Besford, que estaba sentado a su izquierda. Sherry sintio un pinchazo de lastima por la senorita Lucy Sandford, quien les dirigio a ambos una mirada de disgusto; su prometido no podia disimular la atraccion que sentia por la diosa pelirroja. Sherry se termino la copa de clarete y, de inmediato, uno de los lacayos se apresuro a rellenarsela. En ese momento noto de nuevo la mirada desaprobadora de los ojos oscuros y con un gesto imperceptible para el resto de los presentes, levanto la copa en un brindis desafiante y dio un buen trago. <>, se pregunto con resentimiento, antes de volverse a hablar con la rubia Lavinia del vestido que la madre de esta habia encargado a una renombrada modista para su presentacion ante la reina con fingido entusiasmo. Sherry, que tenia cuatro hermanas mayores, hizo todos los comentarios pertinentes y solto las exclamaciones oportunas cuando venian al caso, pese a que tenia la cabeza ocupada en otros asuntos. Habia aceptado la invitacion de Gurney para escapar de sus dos hermanas mayores y de su madre, que se habian instalado en Rutlands ese verano y llevaban semanas recordandole que, con veintiocho anos mas que cumplidos, ya iba siendo hora de que buscara una esposa adecuada. Sin embargo, el no tenia la menor intencion de casarse; al menos en un futuro cercano. No entendia la urgencia. Todas sus hermanas estaban casadas y era el orgulloso tio de un monton de sobrinos --cada ano alguna de ellas presentaba al orgulloso esposo de turno una nueva criatura, cuando no un par-- que podrian heredar el titulo; pero cuando lo decia en voz alta su madre y sus hermanas ponian el grito en el cielo. Sherry no era partidario del enfrentamiento directo, al menos con las mujeres de la familia, asi que habia hecho lo que solia cuando las cosas se ponian dificiles: salir huyendo. Penso que le vendria bien cambiar de aires unos dias para relajarse, pero desde que su anfitriona le habia presentado a la senorita Lovegrace el mismo dia que llego a Grafton House, su paz interior se habia esfumado y no tenia ni idea de cual era el motivo.

  • Autonomous de Annalee Newitz

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    La Tierra, 2144. Jack es una cientifica antipatentes que se ha convertido en una pirata de drogas; viaja por el mundo en un submarino como si fuera una Robin Hood farmaceutica, fabrica recetas baratas para gente pobre que de otro modo no podria permitirselas. Pero el ultimo farmaco que ha pirateado ha dejado un rastro de sobredosis letal, ya que la gente se convierte en adicta al trabajo, realizando tareas repetitivas hasta que se vuelven peligrosas o pierden la cabeza.

  • A un clic de mi destino de A.m. Silva

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    Una novela llena de amor, pasion, segundas oportunidades y secretos del pasado.

  • Nada es Igual (Sobrevivire 2) de Gianna Gabriela

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    ?OYE, MAMA, QUE ES ESTO? --PREGUNTO, SOSTENIENDO UNA PEQUENA BOLSA DE PLASTICO. LA encontre dentro de uno de sus zapatos en el armario cuando estaba jugando a las escondidas con Ethan--. ?Azucar? Tal vez ella olvido que estaba alli. Se que planea hacer limonada hoy. --?Donde encontraste eso, Aron? --pregunta. Parece que esta enojada, pero no entiendo por que; ella suele ponerse feliz cuando encuentro cosas. --Estaba... Ella corre hacia mi, apartando la bolsa de mi mano. --?Donde lo encontraste? --grita y mi labio inferior comienza a temblar. Miro hacia abajo para ver que hay un poco de sangre en mi mano. Creo que me aruno cuando me arrebato la bolsa. Las lagrimas comienzan a correr por mi cara. --Estaba en tu... --murmuro, sin entender lo que hice para que mi madre se enojara tanto. --?Donde? --grita y yo me estremezco. --En el armario --respondo. Ethan se quedo en la habitacion. Se esconde hasta que voy y lo encuentro. Me alegra que no este aqui para verme llorar. --!No te metas ahi otra vez! --Estabamos jugando a las escondidas --le digo. Ella me da una mirada que me dice que estoy en problemas. --No vuelvas a hacerlo --dice cada palabra lentamente y yo asiento en respuesta, mis labios siguen temblando mientras gruesas lagrimas caen por mis mejillas. No se que hice para hacerla enojar. No suele molestarse asi conmigo. Desearia que mi papa estuviera aqui. Ella nunca se enojaba cuando el estaba aqui. 1 NO DEBERIA SER YO QUIEN TERMINA DE CRIAR A SU HIJO. Cinco anos despues ENTRO EN MI CASA, ENOJADO Y LISTO PARA ENFRENTAR A MI MADRE POR DEJAR A ETHAN EN LA escuela por dos horas despues de su salida. Se supone que debe recogerlo cuando yo tengo entrenamiento de futbol. Ese es su unico trabajo, la unica cosa que le he pedido que haga, pero incluso falla en eso. Cuando me presente, el director me miro con los ojos llenos de lastima y mi hermano menor me dio un abrazo. Ethan estaba asustado. Habia estado llorando y solo podia imaginar cuantos escenarios pasaron por su cabecita, ninguno de ellos cercano a la realidad con la que me encuentro. Tal como lo sospeche, y la razon por la que le dije a Ethan que me esperara en su habitacion, mi madre esta sentada en la mesa de la cocina con el polvo blanco extendido en la superficie frente a ella. --?Que estas haciendo? --pregunto con disgusto. La he pillado haciendo esto suficientes veces para saber exactamente que es, pero le pregunto de todos modos, esperando que la respuesta sea diferente esta vez. --?Que estas haciendo tu aqui? Pense que tenias practica --pregunta, cambiando de tema. Dejo caer mi bolsa de gimnasio en el suelo. La decepcion que siento deberia ser obvia para ella, pero creo que ya no se da cuenta o quizas ya esta acostumbrada. La veo tratar de recoger el resto de su porqueria blanca. La evidencia de su fechoria, nuevamente en la bolsa. --Yo tenia entrenamiento. --?Entonces, por que no estas alli ahora? --Su tono es acusatorio. Solo mi madre se atreveria a cuestionar mis acciones cuando las que ella hace se alejan bastante de lo que esta bien. Pone la pequena bolsa dentro del bolsillo de sus jeans. --La escuela llamo --le digo, contando los segundos hasta que se de cuenta de lo que hizo esta vez. Diez segundos. !Diez segundos! --!Mierda, Ethan! --dice, acordandose finalmente. La ira corre por mi sangre. --Se suponia que debias recogerlo hace dos horas. Mira por encima de mi hombro. --?Donde esta? --Arriba haciendo la tarea, no es que realmente te importe. --!Me importa! --grune en respuesta. La miro fijamente. --?De verdad te importa? ?Desde cuando? --escupo. No deberia ser yo quien crie a mi madre. Se suponia que este no era mi trabajo. --Soy tu madre --argumenta debilmente. Bufo. No ha sido una madre para nosotros en anos. Tuve que criarme y a Ethan tambien. --?Es asi como te quieres llamar ahora? Porque parece que estas olvidando cual es tu papel. De repente contrita, ella se acerca a mi, enmarcando mi cara con sus palmas. --Lo olvide, ?de acuerdo? --dice suavemente. Coloco mis manos sobre las de ella, separandolas de mi cara. No le dare la absolucion que busca. --Si, asi fue. --Olvido que es madre, que tiene hijos, que no debe consumir drogas. No puedes olvidar a tu hijo en la escuela durante dos horas porque estas demasiado ocupada drogandote. Estas son todas las cosas que quiero decirle, pero no. Porque ya lo dije todo en vano. Supongo que ella tambien ha olvidado como escuchar. --!AMIGO, NO PUEDES DEJAR EL EQUIPO! --GEORGE DICE MIENTRAS EMPACO MIS COSAS DEL vestidor de hombres. Suelto un suspiro. Mi madre se ha olvidado de recoger a Ethan no una vez, sino todos los dias de esta semana. No puedo seguir saliendome del entrenamiento temprano para ir a buscarlo. --No tengo otra opcion. Se que el entrenador entiende, ya que el es el unico que tiene una idea vaga de como es mi vida en casa, pero no puedo seguir haciendole esto al equipo. Un mariscal de campo es una de las piezas realmente importantes en el tablero, una pieza que debe permanecer constante. --Eres el mariscal de campo --dice Tyler. No entiende mi situacion, probablemente porque no he dicho nada. A nadie. Estoy muy avergonzado. Sacudo la cabeza --Ya no. --?Que pasa con la beca para la universidad? --pregunta George--. Tendre que apuntar a una por merito. La verdad es que una beca universitaria no importara porque de ninguna manera se me permitira llevar a Ethan a los dormitorios conmigo. Y no puedo vivir con el en el campus mientras voy a la escuela. Lo mejor que puedo hacer es graduarme del bachillerato y conseguir un trabajo para poder alquilar un lugarcito para nosotros. Quizas cuando Ethan termine el bachillerato y vaya a la universidad, pueda yo pensar en la universidad para mi. --?De verdad, una beca de merito? --Tyler dice, riendo. Lo golpeo en el hombro--. Tengo puras... --Amigo, cuidado con el brazo. Puede que hayas terminado con el futbol, pero yo no puedo lastimarme si vamos a intentarlo y no nos maten esta temporada debido a que jugaremos con el segundo mariscal de campo con el que nos dejas. --No es tan malo --les digo. Tyler y George abren sus casilleros al unisono, mirandome incredulos. --?No tan malo? --dice George--. !El tipo no puede completar un pase! --El tipo se asusta cuando ve a los jugadores corriendo hacia el --agrega Tyler. --Ningun mariscal de campo quiere que lo agarren --le digo. Es verdad. Ni tampoco quieren recibir un golpe. Miro mi uniforme, mi numero y mi apellido en la parte de atras. Voy a extranar hacer esto. Jugar al futbol fue mi refugio del caos que es mi vida, pero es hora de crecer. Tengo a alguien mas que tengo que proteger. Aunque amo el futbol, amo a mi hermano mucho mas. --Solo digo que estamos a punto de empezar un periodo de sequia --dice George y todos nos reimos. No es que hayamos ganado todos los juegos; somos un oponente digno, pero lejos de tener una temporada perfecta. --Esperemos que sea corto --dice Tyler, levantando su bolso del banco y tirandolo en su casillero. --?Entonces, no te quedas a entrenar hoy con nosotros? --pregunta George. Cierro mi casillero. --Amigo, ya no voy a jugar. ?Por que razon me quedaria? --Miro mi reloj. Tengo que estar en la escuela de Ethan en unos minutos. Tyler empuja a George y le da una mirada de ?es en serio? --Me tengo que ir --les digo. --Echaremos de menos jugar contigo --dice Tyler, sin miedo a expresar sus pensamientos. --Todavia somos amigos --les aseguro. --Como somos amigos, hare una fiesta el proximo fin de semana. Mis padres estaran fuera. Podemos celebrar o compadecernos del hecho que dejas el equipo. !Mas te vale que estes alli! -- George dice. --Intentare ir por un par de horas --le digo, sabiendo que no sucedera. No hay forma de que deje a Ethan solo con mama para poder irme de fiesta. 2 ELLA NO PREGUNTA COMO ESTOY YO. HA PASADO UNA SEMANA DESDE QUE DEJE EL FUTBOL Y LO EXTRANO MUCHO. ERA MI UNICA SALIDA y ahora se ha ido. En cambio, tengo que mitigar el impacto que el habito de las drogas de mi madre tiene en la vida de mi hermano menor. Cuando llego a casa, puedo escuchar el sonido de los muebles que se mueven o son tirados al piso. --?Que hiciste? --Richard me ladra en el mismo momento que abro la puerta. Lo miro con desden. --?De que estas hablando? --pregunto, pretendiendo no tener ni idea. El cierra la distancia entre nosotros un paso a la vez. --Tu sabes de que estoy hablando. Lo desafio porque si no fuera por el, probablemente no estariamos en este lugar en este momento, mi madre no estaria asi como esta. Me encojo de hombros casualmente. --No, no tengo idea. --Me doy la vuelta y me dirijo a mi habitacion, pero no doy dos pasos antes de que me golpeen contra la pared. Richard se inclina cerca de mi oreja, su antebrazo en la parte posterior de mi cuello me sujeta en su lugar. --?Donde las pusiste? --Exige en un tono lento. Cuando me quedo en silencio, me agarra del hombro y me da la vuelta. Atrapado entre el y la pared, siento la furia golpeando mi sangre. Y quiero romperle la cara a punos. Pero me contengo. --?Donde? --grita. Richard me mira con los ojos enrojecidos. Aun asi, no digo nada. Con un grunido frustrado, lleva sus dos manos a mi garganta, envolviendo sus dedos con fuerza hasta que corta el aire. Jadeo fuertemente, mi respiracion apenas un susurro mientras digo--: En la basura. --?Las tiraste a la maldita basura? El me suelta y se dirige hacia la cocina. Lo escucho volcar la bolsa de basura, buscando las drogas responsables de destruir a mi familia. Jodida mierda. Me acerco a donde esta, observando mientras busca algo que no encontrara. --?Donde estan? --grita, volviendose brevemente hacia mi antes de regresar a su busqueda. Miro hacia el patio a traves de la ventana de la cocina. Richard sigue mi mirada. --Maldita sea --grune. No se por que sigo parado aqui, mirandolo mientras escarba. Puede que esto no termine bien para mi, pero no me importa.

  • El autodidacta de Hernan Rivera Letelier

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    El autodidacta es una entranable novela autobiografica sobre los inicios de Hernan Rivera Letelier en la escritura, sobre el poder de la literatura, sobre el primer amor. Experiencias de esos anos de intensa juventud que el autor vivio en el desierto chileno.

  • Justo como a mi me gusta de C. Martinez Ubero

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    Raquel Lebron es una mujer llena de ilusiones y deseos. En este momento su principal deseo es el de ser madre. !Y cuidado! Pues a veces los deseos se cumplen. Aunque ser madre (y soltera) no es el camino de rosas que esperaba, y menos intentando compaginarlo con su vida profesional, Raquel ve como su vida se convierte en una maravillosa aventura.

  • Bocados de pasion de Noelia Amarillo

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    Una mujer que espera a su amante. Una joven estudiante con mucha imaginacion. Un fotografo con una extrana obsesion. Dulce, salvaje, amarga, picante, intensa., la pasion tiene muchos sabores, y todos ellos se encuentran en esta antologia de relatos, en los que Noelia Amarillo nos ensena que la mas inocente puede convertirse en la mas salvaje.

  • El caso del castillo de Comper (Comisario Dupin 7) de Jean-luc Bannalec

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    ?Quien esta asesinando a los mayores expertos en la leyenda del Rey Arturo?

  • El cuchillo en la mano (Chaos Walking 1) de Patrick Ness

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  • El optimismo de la voluntad de Jorge Herralde

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    Durante cuarenta anos nos dice Juan Villoro en el prologo Herralde ha dirigido su editorial, Anagrama, con el intrepido placer de quien organiza una fiesta en una pais con toque de queda. Y sobre los preparativos y los invitados de este convite nos habla su organizador en El optimismo de la voluntad: un collage de homenajes a autores y editores “Sergio Pitol, Carlos Monsivais, Ricardo Piglia, Roberto Bolano, Mario Muchnik, Arnaldo Orfila, entre otros”, ademas de notas sobre la experiencia de editar en el contexto latinoamericano. Como recuento historico la obra es imprescindible y como lectura es uno de los libros mas memorables que se hayan escrito sobre el tema.

  • La Nieve Mas Oscura, Enrique Laso de Enrique Laso

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    !MAS DE MEDIO MILLON DE COPIAS VENDIDAS EN TODO EL MUNDO!
    El agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI Ethan Bush se desplaza hasta la despoblada Montana a finales de otono de 2017. Un asesino en serie ha matado ya a cinco jovenes y la policia de los condados afectados no cuenta con recursos ni humanos ni materiales para hacer frente a una investigacion tan compleja.
    UNA SAGA DE NOVELA NEGRA Y POLICIAL QUE HA CONQUISTADO EL No1 EN 50 PAISES
    Despues del exito fabuloso de las cinco primeras entregas, que han sido traducidas a seis idiomas y que superan ya el medio millon de copias vendidas, Ethan Bush regresa con un caso tan terrible como adictivo. Un personaje que ya se ha convertido en un icono de la novela negra en todos los paises donde se habla el castellano y que ha sido No1 general en frances y en italiano, algo insolito para un autor hispano.
    ENTRA EN EL MUNDO OSCURO DE ETHAN BUSH. QUEDARAS ATRAPADO.
    Enrique Laso es un prolifico autor espanol que ha vendido mas de millon de libros en todo el mundo. Sus titulos han sido traducidos a 14 idiomas y ha conquistado el No1 en mas de 50 paises. Una de sus novelas ha sido adaptada al cine en Espana. Otras dos tienen los derechos comprometidos con un agente de Hollywood. La saga Ethan Bush ha supuesto un cambio radical en su carrera como escritor y ahora se dedica por completo a ella.
    UNA SAGA DE NOVELA NEGRA Y POLICIACA QUE HA CONQUISTADO A LECTORES DE TODO EL PLANETA

  • Estacion de cercanias de Juan Malpartida

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    En este nuevo diario, Estacion de cercanias, Juan Malpartida asume la memoria y la fijacion del momento en una atractiva alianza de la reflexion y la afectividad, de pensamiento y los sentidos. Aunque no deja de responder en ocasiones a la urgencia de lo cotidiano, se trata de un diario que da cuenta de varias obsesiones: las ideas e imagenes que nos hemos dado sobre el tiempo y la Historia; las aportaciones de la neurociencia a la comprension de la naturaleza humana; la revolucion que supone tener en cuenta la realidad evolutiva de la vida, en la que estamos insertos, aunque sea de manera problematica; las tensiones entre creencia y conocimiento; la complejidad del deseo y de la pasion amorosa; y, finalmente, pero en el centro de esta Estacion, el fenomeno de la creacion poetica, que forma parte de una concepcion del ser humano como eminentemente creador.
    Sin ser un ensayo -aunque lo es en cierto sentido muy literario-, Juan Malpartida pretende crear un espacio, una estacion de cercanias; en ella, bitacora de lecturas, confluyen pequenas reflexiones, pensamientos, dialogos con escritores y meditaciones sobre libros, que a modo de salidas al mundo, se comportan como trenes de cercanias: en la distancia corta, por afectiva y por su proximidad, tienen un caracter abiertamente confesional, dotando a la reflexion de una dimension corporal, transformando el diario en un retrato de una mente y un cuerpo.

  • Quiero una vida (im)perfecta contigo de Lina Galan

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  • La rosa del viento de Corina Bomann

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    Una historia de amor, libertad y coraje y una antigua embarcacion que encierra muchos secretos.

  • Deseo y traicion (Jazmin secretos y mentiras) de Heidi Betts

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    Disenadora secreta.

  • Simbolo de amor de Cynthia Thomason

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    Llevaba veinte anos tratando de dejar atras la violenta historia de su familia. Ahora Nate Shelton tenia que volver en contra de su voluntad a Finnegan Cove, donde habia empezado todo... y donde debia terminar. Y no solo por su padre.

  • Come bien hoy, vive mejor manana de Henri Joyeux

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    ?Por que la mejor forma de coccion son el vapor suave y la barbacoa vertical? ?De que manera la carne roja aumenta el riesgo de cancer de senos y colon? ?La pildora puede provocar cancer? ?Como combatir la osteoporosis sin abusar de los lacteos animales? ?Pueden los alimentos frenar el riesgo de alzheimer?

  • America Magica de Josue Ferrer

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    La noche apesta a sudor y fornicacion en Miami. Un mendigo que duerme en un callejon esta a punto de ser asesinado cuando de repente un angel que se aparece de la nada le salva la vida y le dice que ha sido elegido por Dios para anunciar que el fin del mundo esta muy cerca. A partir de ahi, se convertira en un predicador ambulante que viajara de costa a costa alertando sobre el Juicio Final. !Un viaje alucinante por todo el sur de Estados Unidos plagado de misterios y fenomenos paranormales!

  • Belleza Animal de C. M. Rose

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    No podia creer lo que mis ojos estaban viendo era una casa gigantesca de dos plantas, habia espacio para mas de seis automoviles, parecia una mansion; me dio algo de nostalgia al ver esa casa y recordar mi hogar; parecia mas bien una casa de una familia muy adinerada que de seis personas como me habia comentado la senora Montes, revise varias veces las direccion que me anoto en un pedazo de papel, si era exactamente la misma pero no podia creer que en ese lugar solo vivieran seis personas y todos hombres, debia existir algun error para ello; estaba reconsiderando la idea de buscar otro lugar, pero no tenia mucho dinero para seguir viviendo en un hotel o en cualquier parte necesitaba estar en un lugar fijo; solo era unos dias que podia probar si me gustaria quedarme o si me queria marchar, lo peor que podia perder era mi tiempo. Agarre muy fuerte la llave contra mi pecho, odiaba que la senora Montes no me haya dado mucha informacion de mis companeros, iba ser un poco extrano compartir vivienda con seis hombres, pero la propuesta que ella me dio era tentadora y no me queria rehusar, era algo que me beneficiaba demasiado. Tome una gran bocanada de aire y segui adelante, abri la pequena reja; todo se veia muy limpio en la parte de afuera, el pasto estaba tan verde y parecia recien cortado, arrastrando mi gran maleta me acerque a la puerta y la toque varias veces, nadie abrio la puerta me enoje un poco. No me sentia muy comoda entrando a una casa sin que las personas que vivian alli no supieran que alguien iba a estar cuando regresaran, pero me encontraba muy cansada y lo que mas deseaba en ese momento era poder sentarme, tomar un vaso de agua y dormir un buen rato; no pude soportarlo y entre. – !Buenas tardes! – Grite muy fuerte esperando que alguien me escuchara. – !Buenas tardes soy el nuevo huesped la senora Montes me envio! – Segui gritando tal vez a la nada, pero igual continue esperando que alguien me escuchara. – Perdon la intromision y por haber entrado de esa manera… – Conclui que la casa estaba vacia se encontraba en silencio absoluto; era algo incomodo, era mejor dar media vuelta y marcharme; tal vez esperar en el pequeno portico a que alguien llegara, podria estar allanando una propiedad privada y en vez de estar en la casa podria terminar presa. Me senti aterrorizada y un escalofrio recorrio mi espalda en tan solo pensar en que llegaria estar en prision y la unica llamada tendria que hacerla a mi madre y me mataria por todo esto. Estaba algo perturbada, estar en un lugar que no conocia y que nadie me podria recibir y mucho menos sin saber con quien iba a vivir; ya habia entrado y debia afrontar que estaba en una casa que no era mia, sin permiso. Deje mis cosas en la entrada, pude notar que toda la casa estaba pintada con un tono blanco, el color de los muebles contrastaba de una manera muy estetica; tal vez tendrian a alguien que les limpiara todo estaba impecable, me daba mucha verguenza ensuciarla o arruinarla. No podia ser que seis hombres fueran tan limpios, podrian ser gais y parejas todos; y yo podria incomodarlos, o todos podrian ser hermanos, muchas ideas comenzaron a rondar mi cabeza de que serian estos seis chicos, o que relacion tendrian entre ellos. Me quite los zapatos y me adentre mas a la casa. – ?Hola? – Dije asomandome a la cocina, me sorprendio muchisimo al verla, era muy hermosa, la decoracion era muy sencilla, pero me gustaba; estaba segura que en esa cocina cabian mas de diez personas sin ningun problema; me acerque al frigorifico, se que no estaria bien pero no pude evitar abrirlo, para ver que comian estos hombres. Al verlo de arriba abajo me sorprendio muchisimo que tuvieran carne cruda congelada como para alimentar a un batallon. Menos mal no era vegetariana sino seria un karma para mi vivir con seis carnivoros; toda la estanteria de la cocina estaba de comida enlatada, frituras y caramelos. Parecia que estos chicos comian como animales, nunca habia visto tanta comida y estaba acostumbrada a ver mucha comida al tener una familia tan grande, pero ellos me estaban sorprendiendo sin ni siquiera conocerlos. Sali de la cocina, pero la curiosidad pudo conmigo, revise cada rincon de la casa, el primer piso tenia una habitacion muy grande, pero parecia que nadie la estaba usando, la cama estaba solo con el colchon, y parecia que hace mucho tiempo nadie entraba en ese gran lugar. Me sente en la cama, el colchon parecia comodo no me recoste; si lo hacia me quedaria dormida y eso seria el peor problema porque el que pudiera suceder en este lugar; pase mi dedo por la pequena mesita de noche, la linea por donde pase mi dedo quedo marcada demostrando que habia una gran gruesa capa de polvo e. Si esa llegase a ser mi habitacion tendria mucho que limpiar antes de poder dormir, tenia su propio bano, que tambien se notaba que estaba sin usar desde hace un buen tiempo. Termine de revisar el primer piso y no habia muchas cosas interesantes, sabia que no debia subir, pero no pude residirteme; para mi mala suerte todas las habitaciones estaban cerradas con llave, habia seis habitaciones cerradas y un bano. Baje desanimada las escaleras por no saber ni siquiera como eran, camine hasta el gran salon, habia un sofa de color blanco; me sente un rato mientras me imaginaba como serian mis companeros, a que se dedicarian o que harian de sus vidas, el sofa era demasiado como, me recoste un momento, estaba demasiado agotada para luchar con el cansancio, por mi cabeza comenzaron a pasar imagenes de leones tigres, lobos y zorros, no entendia muy bien el porque; cerre un momento los ojos y me quede profundamente dormida. Capitulo 1 Buscando donde vivir Me comenzaba a arrepentir de haber dejado mi casa, la comodidad de la que estaba acostumbrada, arrastrando la maleta por la calle y muy desanimada, no sabia que iba hacer, o para donde debia irme; aun no tenia amigos y no conocia a nadie, pero aunque estuviera mal por todo lo que habia pasado aun pensaba en iniciar mis clases en la universidad y me lograba animar un poco, habia trabajado tanto para lograrlo y no podia rendirme; pero las cosas no estaban marchando muy bien, pero no podia vivir en una casa compartida donde a todas horas hay personas gritandose groserias o cosas muy obscenas; la ropa sucia de cualquiera terminaba dentro del frigorifico, o alguien dormido encima de la mesa de la cocina desnudo pero creo que lo peor que todas las cosas que sucedian en esa casa eran las cucarachas, creo que hubiera pasado los gritos, la ropa sucia o una que otra vez a alguien dormido completamente desnudo, pero ese animalito no lo tolero, me habia quedado literal en la calle, pero ahora era mi responsabilidad y mi problema ver que hacia para salir de esta horrible situacion. Mi paciencia tenia su limite y estaba por acabarse me comenzaba a desesperar, mis clases estaban por comenzar, necesitaba un lugar lo antes posible para instalarme. Una parte de mi pensaba y se replanteaba en dejar todo botado y regresar al pueblo, despues de la lucha que tuve con mis padres esa idea no me entraba en la cabeza, al dejar la casa estaba segura que mi habitacion, debia estar transformada por uno de mis hermanos. – Hola – Dije atendiendo mi celular. – ?Como que hola no sabes quien soy? – Mama lo siento, estoy caminando y no pude ver quien era. – ?Que estas haciendo tan temprano un sabado en la calle? La ciudad es peligrosa ?No quieres regresar? – No mama – <> pense mientras se me ocurria que inventarle a mi progenitora. – Estoy conociendo la ruta que debo tomar todos los dias para ir a la universidad. – Menti. – Bueno tu sabras como hacer las cosas, no me hagas caso mas bien dame el numero del telefono de donde estas viviendo. – !?Que?! – Me exalte – ?Para que lo necesitas? – Si no atiendes ese aparato puedo llamar a esa casa para que me digan que estas haciendo. – Era increible por lo que estaba pasando. – Mama no tienen telefono ahi. – no se si estaba mintiendo o siendo honesta. – !?Como que no?! – mi mama estaba histerica, comenzo a gritar y no se por cuanto tiempo lo estuvo haciendo, segui caminando con mi maleta y mi celular alejado de mi oido, estaba segura que no queria quedarme sorda por los gritos de ella. – Mama no lo se, la verdad no he pregunte. – Pregunta de una buena vez – Necesitaba decirle algo para tranquilizarla. – Esta noche te llamare y te dire si hay o no hay telefono ?Te parece? – No muy convencida acepto; se que no estaba de muy buen genio, pero necesitaba que se tranquilizara, entre en panico. – !Dios iluminame! – Grite de la desesperacion que ese momento me consumio. Las personas me miraron como si estuvieran viendo a una loca. No estaba tan lejos de enloquecerme entonces no me molestaba que miraran de esa manera. Los dias pasaron y mi primer de clase llego, odiaba tener que dormir en hostales, era muy incomodo, teniendo una maleta gigante. Llegue a la facultad con una mi fiel compania que era la maleta morada que mis padres me habian regalado, los demas estudiantes me observaban de una manera extrana, no los puedo culpar nadie va a una universidad con una maleta llena de cosas y tan grande; estaba segura que este dia iba a ser demasiado largo. No podian seguir asi, esa semana debia pagar un hotel por lo menos para poder dejar mis cosas en un lugar seguro. Ojala ese fuera mi unico problema, todos los dias tenia a mi madre llamandome a preguntarme como eran mis companeros y que se los pasara para poder hablar con ellos. Todo se empezaba a complicar cada dia mas, el dinero que mis padres me enviaban, mas el que habia ahorrado desde la secundaria se estaba agotando con los dias. Necesitaba encontrar un trabajo de medio tiempo al igual que un lugar bueno, bonito y no muy costoso para vivir. Despues de la tormenta por fin llego la calma y las cosas comenzaron a mejorar, aunque no tuviera un lugar donde vivir, encontre un trabajo de medio tiempo, lo cual me venia como anillo al dedo, teniendo ya una entrada economica, me sentia un poco mas tranquila. Pero me gustaria encontrar un lugar donde pudiera vivir mas tranquila y sentirme mas comoda, aunque el hotel era bueno no era lo mismo que estar viviendo en una casa con companeros, o en un departamento sola. Un dia escuche a unos companeros hablando de que en la cartelera de nuestra facultad publicaban, lugares que alquilaban desde habitaciones, casas compartidas hasta departamentos para uno solo. Las cosas estaban mejorando y era algo que me alegraba muchisimo. Estaba muy enojada, llame a cada lugar de los que habia visto en la cartelera, ya estaban alquilados o pedian demasiado dinero y era el momento que no tenia tanto como para pagar, cada dia iba a revisar la cartelera, para ver si habia algo nuevo, o quizas disponible. Posiblemente fue cosa del destino o suerte no estaba segura, pero era la direccion de una mujer Emma Montes duena de una empresa de bienes raices; ya habia desgastado todas mis ideas asi que no perdia nada en intentar hablar con ella. En mi ultima clase de ese dia estaba demasiado ansiosa, queria ir a ver a la senora Montes, queria salir de la situacion tan horrenda en la que me encontraba; estaba contenta de que ese dia no trabajara, fue un alivio poder estar tranquila en mi busqueda; no fui al hotel aun tenia un par de horas para la guardar mis cosas, antes de que me cobraran otra noche. Tome el metro, con cada estacion menos sentia que estaba mas cerca de una solucion que me beneficiaria, me puse a ver por la ventana pensando en que conseguiria algo muy bueno. Por fin despues de unos minutos por fin llegue a mi destino, sali del vagon como si me estuvieran persiguiendo, segui la ruta que habia encontrado; camine un par de calles hasta que por fin encontre el lugar que tanto ansiaba, un letrero gigante con el nombre de Emma Montes me hizo sentir la persona mas dichosa del mundo. – !Buenas tardes! – entre saludando, esperando que alguien apareciera. – Bienvenida buenas tardes. – A los pocos segundos aparecio una mujer vestida con un perfecto vestido blanco y una chaqueta roja; con una pequena placa dorada con su nombre. – Busco a la senora Montes. – Dije, mirando a la mujer que me sonreia, parecia una modelo de pasarela, aunque ya pasara los cuarenta se veia demasiado bien; tenia unos tacones negros que eran bastante altos; su cabello tan negro como el carbon le llegaba un poco mas abajo de los hombros, detras de esas curiosas gafas amarillas escondia unos espectaculares ojos azules. – ?Que necesitas linda? – Me pregunto mirando sobre las gafas. – Es que … necesito un lugar donde vivir… – Titubee por un momento – ?Usted me puede ayudar? – La mire esperando respuesta ella se limito a sonreir. – Claro que te puedo ayudar, acompaname a mi oficina. – Ella camino por un pasillo, donde habia mas personas, algunas hablando por telefono, otros mirando una especie de folletos y otros escribiendo sin darse cuenta de la presencia de la senora Montes o mia, se encontraban muy concentrados en sus trabajos, todos los cubiculos estaban ocupados, se escuchaba el bullicio de todos hablando. – Sigue por favor. – Antes de que la puerta se abriera pude leer la inscripcion “Emma Montes Gerente General” – ?Como te llamas? – Me pregunto rodeando el escritorio que ocupaba gran espacio de la oficina. – Jessica. – Me sente en una de las sillas de cuero blanco frente a la Senora Montes, por la decoracion de su oficina pude notar que ella amaba el blanco, todas las paredes tenian el mismo color, al igual que la alfombra peluda. Tambien parecia que le gustaba muchos los gatos, tenia cuadros con gatos pintados al igual que una pequena estatua y otras cosas con la tierna forma. – Bueno Jess. – <> La senora Montes era un poco confianzuda conmigo. – Yo soy Emma Montes, por favor dime Emma. – Me miro fijamente con una sonrisa de oreja a oreja. – Cuentame que es exactamente lo que deseas. – Llegue a la ciudad hace un mes y estaba en una casa compartida con mas personas, pero las cosas se descontrolaban, fue terrible, despues de eso he vivido en hostales y ahora me encuentro en hotel. – ?Estas en un hotel ahora? – asenti. – Un hotel en esta ciudad es muy costoso, necesitamos encontrar algo para ti y pronto. – ella comenzo a buscar algo en su computadora que no podia faltar que fuera de un blanco mate muy hermoso.

  • Boabdil, Un hombre contra el destino de Antonio Soler

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    En Un hombre contra el destino, Antonio Soler pone en juego su indiscutible talento para la narracion para contar la historia de dos personajes formidables: Boabdil, el ultimo rey nazari de Granada, encarnacion de un sino tragico, y Gonzalo Fernandez de Cordoba, el Gran Capitan, ejemplo de las virtudes guerreras. Estos dos hombres, obligados a enfrentarse aunque en otras circunstancias hubieran estado destinados a entenderse, simbolizan el final de una epoca apasionante que Soler recrea con destreza, conocimiento y nervio.

  • La hija del alfarero de Jose Luis Perales

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    La conmovedora saga de una familia dividida por la lealtad al pasado y la esperanza en el futuro. Jose Luis Perales ha escrito su cancion mas larga y emotiva.

  • Tras el fuego de Julie Miller

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    El investigador Gideon Taylor no daba abasto con el trabajo que le estaban ocasionando aquellos dos misteriosos incendios en los que no parecia haber ningun sospechoso. Para complicar aun mas las cosas, no conseguia olvidar a su ex companera de trabajo Meghan Wright, que acababa de convertirse en el objetivo de un acosador. Todo parecia indicar que aquel hombre y la mision de Gideon guardaban una estrecha relacion. Y cuando Gideon y Meghan unieron fuerzas para investigar los incendios, se dieron cuenta de que los rescoldos de su relacion estaban a punto de provocar otro incendio aun mayor…

  • Reptilians de Daniel Arriondo

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    Alex Baker es un estudiante de preparatoria que se reencuentra inesperadamente con la chica de sus suenos luego de un largo tiempo y, aunque esta perdidamente enamorado de ella, un oscuro secreto le impide quedarse a su lado. De la noche a la manana pierde su casa, su trabajo de medio tiempo y la esperanza de ver mejor a su hermano menor, quien padece leucemia.

  • Mi primer amor era una bruja de Fernando Cereto Castro

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    Una pareja inicia un idilio de cine que, tras un ano, se rompe. Tras la ruptura el protagonista descubre que no puede volver a amar y que su exnovia, Alicia, ha desparecido.

  • El secreto de Gaudlin Hall de John Boyne

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    Despues de perder a su anciano padre, la joven Eliza Caine no tiene mas opcion que aceptar un puesto de institutriz en la mansion de Gaudlin Hall, en Norfolk. Pero lo que deberia ser un trabajo digno y sencillo se convierte en una experiencia espeluznante. En cuanto se apea del tren, un par de manos invisibles intentan arrojarla a la via, y cuando finalmente llega al caseron, los unicos que salen a recibirla son dos ninos, Isabella y Eustace, que aparentemente viven solos. Eliza no sabe quien la ha contratado, y una serie de extranos sucesos la convencen de que algo muy grave esta ocurriendo en la casa. Es como si una presencia maligna, que parece querer proteger a los pequenos, se manifestara continuamente, por lo que Eliza comprende que debera desvelar los secretos que Gaudlin Hall guarda celosamente.

  • Love is in the air de Mariah Evans

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    Abby Mitchell es una joven y soltera auxiliar de cabina que trabaja en Alpha Airlines. Su amiga y companera de trabajo Dana esta empenada en buscarle pareja y no para de organizarle citas a ciegas cada dos por tres. En la misma compania trabaja Chase Hudson, uno de los comandantes de vuelo mas atractivos y gran amigo de Abby. Entre ellos existe una gran confianza y Chase no duda en compartir confidencias con ella o hablarle de sus conquistas amorosas. En uno de los destacamentos a Las Vegas se veran obligados a permanecer tres dias en tierra. Durante su estancia alli viviran una experiencia singular que los unira (en lo bueno y en lo malo) y que les obligara a vivir una gran mentira.?Te atreves a embarcar en esta divertida comedia romantica de altos vuelos?

  • Voces en las sombras de Luis Zaragoza

    https://gigalibros.com/voces-en-las-sombras.html

    En este libro hay ocho decadas de revoluciones y contrarrevoluciones, de luchas por la independencia, de guerras civiles, de resistencias a dictaduras. En este libro hay ocho decadas de mensajes cruzados, de verdades ocultas y de mentiras evidentes, de informaciones sin censura y de manipulaciones descaradas. En este libro hay ocho decadas de intuiciones geniales, de operaciones tan costosas como inutiles, de gritos desesperados y de discursos monotonos, de rabia y de ironia, de esperanza, de triunfos y decepciones… En este libro hay ocho decadas de radio.