libro el dia que amanecio sin colores
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libro el dia que amanecio sin colores - Jean-Gabriel Causse
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EL DIA QUE AMANECIO SIN COLORES - Casa del Libro
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EL DÍA QUE AMANECIÓ SIN COLORES - Casa del Libro
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El día que amaneció sin colores Versión Kindle - Amazon.es
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Reseña: El día que amaneció sin colores - Jean-Gabriel ...
http://elcaosliterario.blogspot.com/2019/04/resena-el-dia-que-amanecio-sin-colores.html4 abr 2019 — "El día que amaneció sin colores" es un libro de Jean-Gabriel Causse, un publicista y diseñador especializado en los colores.
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el día que amaneció sin colores - Margen Libros.
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Reseña: El Día Que Amaneció Sin Colores - Jean-Gabriel ...
http://gozardelavida.blogspot.com/2019/03/resena-el-dia-que-amanecio-sin-colores.html17 mar 2019 — El libro está ambientado principalmente en París aunque tiene algún que otro escenario como Nueva York y ambas ciudades están muy bien ...
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El día que amaneció sin colores - Jean-Gabriel Causse
https://es.babelio.com/livres/Causse-El-dia-que-amanecio-sin-colores/84681Críticas (2), citas extractos de El día que amaneció sin colores de Jean-Gabriel Causse. ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...
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EL DIA QUE AMANECIO SIN COLORES | Diego Marín
https://www.diegomarin.com/9788466350440-el-dia-que-amanecio-sin-colores.htmlUNA NOVELA LUMINOSA QUE DARA COLOR A TU VIDA. UNA NOVELA QUE ES COMO UN ARCOIRIS: UNOS PERSONAJES CARISMATICOS UNA PREMISA ORIGINAL MAGIA INTRIGA Y APRENDIZAJE ...
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El Dia Que Amanecio Sin Colores por CAUSSE JEAN GABRIEL
https://www.cuspide.com/9789502812519/El+Dia+Que+Amanecio+Sin+ColoresSu comentario será moderado antes de su publicación. Este espacio le permite compartir su opinión sobre el libro con otros lectores, evite comentarios que no ...
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El Día Que Amaneció Sin Colores (ebook) - Agapea
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Noches de tormenta de Nicholas Sparks
https://gigalibros.com/noches-de-tormenta.htmlAdrienne Willis es una mujer cuya vida esta sumergida en el caos, por lo que decide pasar unos dias en la pequena localidad costera de Rodanthe, en Carolina del Norte, con el motivo de hacerse cargo del hotel de su amiga Jean durante un fin de semana. Adrienne espera encontrar la tranquilidad que tanto anhela para poder reflexionar y resolver los conflictos presentes en su vida: su marido que le ha sido infiel quiere volver a casa y su hija Amanda cuestiona absolutamente todas sus decisiones. Al mismo tiempo que Adrienne se instala en Rodanthe se pronostica la llegada de una gran y peligrosa tormenta. El Dr. Paul Flanner llega justo antes de que la tormenta haga su aparicion, pero el doctor no se alojara en el hotel por vacaciones, sino para enfrentarse a su conciencia. Cuando la tormenta llega, Adrienne y Paul quedaran incomunicados en el hotel durante el fin de semana, un fin de semana magico en el que encontraran consuelo y que no solo cambiara sus vidas, sino que les marcara para siempre.
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Cada siete olas de Daniel Glattauer
https://gigalibros.com/cada-siete-olas.html -
Azul Venezia de Marina G. Torrus
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La Legion. (Todos mis demonios 5), Veronica A. Fleitas Solich de Veronica A. Fleitas Solich
https://gigalibros.com/la-legion-todos-mis-demonios-5-veronica-a-fleitas-solich.htmlCon un proyecto de futuro entre sus manos, Eliza y Vicente se enfrentan a la realidad que parece no querer darles respiro.
Milenios de enfrentamientos convergen en una situacion imposible de esquivar.
La Tierra se ha convertido en el campo de guerra de demonios y angeles, y determinar quien es amigo y quien enemigo siquiera es tan simple como descubrir la verdad.
Acompana a tus demonios y angeles favoritos es este ultimo tramo de su camino hacia el fin de la historia que dejo tu alma marcada.
Amor, coraje, amistad, sacrificio. Nuestros personajes daran todo de si en “La Legion” el quinto y ultimo libro de la saga “Todos mis demonios”.
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Emocioname, Susan Mallery de Susan Mallery
https://gigalibros.com/emocioname-susan-mallery.htmlMaya Farlow tuvo que aprender de la forma mas dura a depender solo de si misma, por eso, cuando se enamoro locamente de Del Mitchell, solo fue capaz de hacer una cosa: huir. Estupefacto, Del abandono Fool’s Gold para labrarse un nombre y una carrera en el mundo de los deportes extremos.
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Historia De Espana Contada Para escepticos de Juan Eslava Galan
https://gigalibros.com/historia-de-espana-contada-para-escepticos.htmlComo escribe el autor, no pretende ser veraz, justa y desapasionada, porque ninguna historia lo es. No esta hecha para halagar a reyes y gobernantes, ni pretende halagar a los banqueros, ni a la Conferencia Episcopal, ni al colectivo gay.
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Aqui le echamos muchos huevos… a la tortilla, Garcia de Saura de Garcia De Saura
https://gigalibros.com/aqui-le-echamos-muchos-huevos-8230-a-la-tortilla-garcia-de-saura.htmlMaica, alias Zape, es hija de un camionero, ferviente odiador de los franceses, y, a sus veintiseis anos, finalmente ha conseguido graduarse en Quimica.
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La mujer del porvenir de Concepcion Arenal
https://gigalibros.com/la-mujer-del-porvenir.htmlEscrito en 1869, La mujer del porvenir es un tratado donde Concepcion Arenal analiza la inferioridad en la que vive la mujer y la marginalidad que sufre, y a la vez aporta medidas y soluciones para acabar con dicha situacion, como mejorar su educacion.
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Una Navidad en Escocia de Anne Aband
https://gigalibros.com/una-navidad-en-escocia.htmlSusan Edwards bajo del tren que la habia traido a Edimburgo desde su ciudad natal, Londres. Habia sido una decision repentina, incluso irracional. Dejar su puesto como profesora adjunta de la facultad de arqueologia para ir a excavar en un posible yacimiento cerca de la ciudad escocesa... !toda una locura! Pero si se lo pedia su profesor favorito, no tenia ninguna duda. Se supone que ella la hermana mayor, la sensata y que Caroline era la menor, la que deberia hacer toda clase de locuras. Pero en su caso, no era asi. Su hermana pequena salia con Frank, un abogado de lo mas aburrido y trabajaba en una compania de marketing, en el mismo edificio que su novio. Aburrido. Pero si ella estaba contenta, le parecia bien. Susan llevaba ya tres anos, desde que termino la carrera con excelentes notas, trabajando en la misma universidad donde saco su titulacion. Habia terminado el doctorado, y tambien habia terminado la relacion con Thomas, colega suyo y companero de la universidad. Y termino porque el se fue a las excavaciones de Atapuerca, en Espana. Le pidio que le acompanara, pero en ese momento ella tuvo miedo. Y ahora el habia encontrado una novia espanola. Se alegraba por el. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, si no arriesgas, no ganas, y cuando su antiguo profesor, Henry McDall, le solicito ayudarle en un pequeno yacimiento en unos terrenos familiares, a las afueras de Edimburgo, no se lo penso. Penso que la aventura la llamaba, que la vida le estaba diciendo que volviera a sacar de dentro de ella ese espiritu arriesgado, capaz de hacer cualquier cosa. Sus padres aceptaron a reganadientes su marcha, y en la facultad le dieron una excedencia de un ano. Todavia se sorprendia de lo facil que habia sido todo. Bajo del tren buscando al profesor McDall, pero no lo vio. Era un hombre de edad avanzada, pero le prometio que la iria a recoger para llevarla a la casa donde vivia y donde ella se instalaria, un edificio familiar de cuatro pisos con un precioso jardin, segun le habia contado. Se abrigo un poco mas; en octubre y en Edimburgo no hacia precisamente calor. Llevaba un gracioso gorro con un gracioso pompon de color rosa que le habia regalado Caroline. Saco la maleta con ruedas y camino hacia la parte cubierta del anden, pues comenzaba a caer una fina llovizna. --!Lo que faltaba! --se dijo mirando por encima de la gente que se habia bajado. ?Donde estaria el profesor? Se iba a quedar helada, y, ademas, no sabia donde estaba su casa. --Eh, senorita, ?es usted Susan Edwards? --una voz ronca la interpelo por detras. Ella se volvio con una sonrisa aliviada y se quedo con la boca abierta. Un tipo pelirrojo, con el cabello mojado chorreando por la cara y con dos inmensos ojos azules, le sonreia como si ella fuera un tesoro encontrado. --Si, si --acerto a decir. Era el hombre mas guapo que nunca habia visto. Con facciones regulares, alto y de anchas espaldas. --Entonces, vamos, que mi tio le espera en la casa con un buen ponche caliente. El escoces le cogio la maleta rozandole con la mano. Ella la retiro, como si le hubiese dado un calambre. Caminaron hacia fuera de la estacion, ella detras de el, mojandose, pero ya no le importaba. Su vida se habia iluminado de repente. Comenzo a elucubrar. ?Estaria soltero? ?Se habia fijado en ella? Seguro que alguien tan atractivo estaba casado y si no, era porque tenia algo malo, penso con ironia. Llegaron al aparcamiento y abrio una furgoneta bastante vieja para meter la maleta. --Entre, senorita --dijo el abriendole la puerta del copiloto. --Gracias, esto... --Sean, me llamo Sean McDall y el profesor es mi tio. He tenido que coger su furgoneta porque mi coche esta en el taller, espero que no le importe. --Oh, por favor, Sean, tuteame. Debemos de ser de edad parecida. --Esta bien, Susan. El viaje, ?bien? --dijo mientras arrancaba la furgoneta que gimio ante el esfuerzo. --Si, los paisajes de Londres aqui son maravillosos, y esto --dijo ella senalando en general --, es tan bonito… Nunca habia estado en Edimburgo. --Entonces me encantara ensenarte el lugar, cuando no estes trabajando con mi tio. Aunque no se si tendras tiempo, esta tan emocionado que pasa casi todas las horas excavando. --Seguro que encontramos un momento --dijo ella pensando que querria pasar mas de un rato con el escoces. Enseguida llegaron a su calle y de nuevo Sean recogio su equipaje y lo llevo dentro. La lluvia estaba cayendo con mas persistencia y el gorro de Susan se empapo, al igual que su cabello negro. Entraron en la casa y se quitaron los abrigos. Un gracioso perrito de raza indeterminada salio a saludarles moviendo el rabo. --Se llama Wee, que significa pequeno. Nunca crecio como nos prometieron. Ella acaricio al perrito que se fue trotando hacia el salon, como pidiendole que lo acompanaran. Susan se quedo mirando al escoces que llevaba unos pantalones de franela y un jersey oscuros. Si la habia impresionado en la estacion, ahora simplemente no podia ni hablar. --Pasa, Susan, mi tio te espera. ?Prefieres un ponche, un cafe, o te? --Te estara bien, gracias, Sean. Susan paso hacia el saloncito y Sean se la quedo mirando. ?De donde habia sacado su tio una ayudante tan preciosa? Tenia el cabello oscuro, le recordaba a la obsidiana y sus ojos verde oscuro eran un sueno. Ademas, era una preciosa mujer con curvas, como le gustaba a el. Si iba a estar alli mucho tiempo, deberia tener cuidado. Se fue a preparar los tes moviendo la cabeza, no, otra vez no. No se volveria a colgar de ninguna chica, de momento.
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Corsario de Laura Cruz
https://gigalibros.com/corsario.htmlMaria nunca habia surcado los mares.
Una joven noble, de alta cuna.
Siempre protegida. Siempre encerrada.
. y siempre deseada. -
Benjamin en Capri de Lorenzo Silva
https://gigalibros.com/benjamin-en-capri.htmlEn el decimo volumen de la serie Vidas.zip, Lorenzo Silva vuelve a presentar su particular vision de la actualidad en forma de cuentos cortos, a menudo narrados desde el punto de vista de los protagonistas de las noticias o de los ciudadanos anonimos que sufren su impacto. Benjamin en Capri. Vidas.zip. Ano X es una recopilacion de las mas de cincuenta historias que Silva escribio por decimo ano consecutivo para la edicion digital del diario El Mundo, en los meses que van desde la primavera del ano 2018 hasta la del 2019.
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Odiandote, te empece a amar de Jessa Lacey
https://gigalibros.com/odiandote-te-empece-a-amar.htmlEl sol empezaba a alargar los dias, y con ello se incrementaban los suenos, bueno a decir verdad de suenos eran pocos, mas bien se trataban de pesadillas. Unas pesadillas tan reales como las que vivi hace casi un ano. Pero ya habia pasado mucho tiempo y debia olvidar, o eso era lo que me repetian tanto mis padres incluso mis amigas. Pero ellos no estuvieron en ese momento, en ese instante donde todo se resquebrajo para mi, y eso no lo podia olvidar. Las clases acabarian en un par de semanas, y al contrario del resto de mis amigas, yo no estaba ilusionada en que llegase el verano. La sola idea de pensar en revivir cada instante me erizaba la piel, se me paraba la respiracion y las lagrimas de impotencia intentaban bajar por mis pomulos aunque no saliese ni una sola. --Venga Ely, solo ven un rato, podriamos pasarlo bien. Mi mejor amiga me seguia incordiando con la fiesta, esa fiesta que habian organizado los de ultimo curso y a la que por alguna razon que no entendiamos, habiamos sido invitadas. --No me apetece Jess, en otra ocasion, quizas. Ibamos andando camino de vuelta a casa, despues de terminar las clases, y como cada dia, desde que a Alexa le ofrecieron ir a esa fiesta, no habian dejado de cesar las insistencias en acudir. --?Cuanto tiempo piensas seguir asi?-- se paro en seco y me cogio del brazo para quedar las dos frente a frente. --Jess ya te lo he dicho muchas veces, no me apetece ir a ese tipo de sitios, donde hay tanta gente. --?Que piensas que van a estar pendientes de ti? Hace casi un ano de eso, solo tu lo sigues recordando.-- su tono fue aun mas duro que las palabras que solto. --Lo se, puede parecer que soy una exagerada, pero tu no lo viviste como yo, dame tiempo. --Lo que quiero es que seas como antes, a mi no me enganas con tu sonrisa y tu comportamiento, yo no soy tus padres. El resto del trayecto a casa, nos mantuvimos en silencio, no me apetecia hablar, no sobre aquello, que intentaba dejar oculto en mi vida, pero era evidente que mi caracter habia cambiado, ya no era esa chica risuena, con vitalidad y que me enfrentaba al mundo. No sin duda ya no habia ni rastro de esa antigua Ely. No me importaba pasar el fin de semana sola, eso mismo me hacia sentir mejor, mis padres por fin estaban confiando en mi. Eso y que mi hermano los necesitaba para volver a casa, ya que habia terminado el ano universitario y tenia que recoger todas sus cosas para traerlas de vuelta. Era sabado y mis amigas ya habian desistido, fueron muy insistentes durante toda la semana, pero no cedi, no es que me disgustase la idea, pues habia una parte de mi que me apetecia ir. Volver a sentirme desinhibida aunque fuese solo por una noche, pero el miedo era superior, no estaba preparada. Esa misma tarde era la esperada fiesta que tanto habian estado fantaseando, y que Alexa gracias a estar tonteando con uno de los chicos de ultimo curso, y que era parte de los organizadores de la fiesta, habia sido invitada, ella y nosotras. Me sorprendio pues una cosa era invitarla a ella, pero que Jank le dijese que fuesemos tambien nosotras dos, no fue algo que nos paso por alto a ninguna de las tres. Pero la ilusion de acudir a una fiesta de ese calibre, les eclipso, yo en cambio me negue hasta la saciedad. Estaba recogiendo los restos de la comida, y dejando la mitad de la pizza que me habia preparado para comer, cuando escuche el telefonillo sonar y me imagine que ellas no eran de quedarse con un no por respuesta, y en parte me alegre. Despues de un par de horas ya estaba embutida en un vestido negro de tirantes y que no me llegaba a la mitad del muslo y con unos tacones que me iban a dificultar mucho el poder andar. El miedo estaba superandome, pero por primera vez en mucho tiempo tenia ganas de salir de mi zona de confort, esa zona que habia conseguido ser mi refugio, pero a la vez mi via de escape, mi forma de evadirme de todo lo que me rodeaba y eso no era justo. La primera hora en la fiesta fue un poco caotica, pero una vez que me aclimate al espacio y a la gente, me fui sintiendo mejor. --Vamos deja el refresco y vamos a bailar.-- Jess me cogio del brazo y me tiro al gran salon donde habia tanta gente bailando. No me negue, no tenia sentido, me apetecia, asi que la segui y fui moviendome poco a poco al son de la musica. --?Te has dado cuenta como nos miran?--le dije un poco avergonzada. --Ely te estan mirando a ti, recuerda que siempre has sido el centro de todas las miradas, tu aspecto no ha cambiado. El conjunto de sus palabras unido a la forma en decirmelo gritando, consiguieron que me ruborizara. Era cierto que siempre habia tenido suerte en lo que respecta a mi fisico unido a las horas de entrenamiento. Por eso nunca habia tenido problema para ligar, pero lo que entonces me gustaba, ahora me estaba incomodando, no me gustaba sentirme observada. --Voy a salir a tomar un poco el aire, ahora vuelvo. Me entendio en el momento, pues sonrio y me guino el ojo. Era muy afortunada de tenerlas. Tanto Alexa como Jess permanecieron a mi lado, estuvieron apoyandome cuando todo paso y no me dieron la espalda como el resto, que se suponia que eran amigas, pero eso hizo darme cuenta de quien realmente estaba en mi vida por amistad y no por interes. Fui esquivando a la gente, mientras pasaba desapercibida, cosa que me gusto, parecia que todo estuviese en mi mente, puede que realmente la gente ni se acordase de lo que paso aquella noche. --Pense que este dia no llegaria, pero miren quien ha conseguido salir de las cloacas.-- Su tono despectivo solo incremento mi ira. Intente salir cuanto antes y llegar al jardin pero su mano me cogio. --?Crees que te vas a librar tan facil de mi? Logan estaba cogiendome fuerte del brazo, bloqueandome el paso, mientras un par de chicos se reian ante la escena. --Logan sueltame.-- le dije con la poca voz que me salio en el momento. --?Y si no quiero? no has pagado por todo lo que hiciste, conseguiste que nuestro mejor jugador desapareciese-- la rabia y angustia se estaba apoderando de mi interior.-- ?piensas que con unos meses de encierro te ibas a librar de todo? --Yo no hice nada-- mis palabras salieron como un torrencial, chillando, hasta que consegui zafarme de su agarre, y sali de esa casa corriendo. No era consciente hasta que no pare en medio de la calle agotada, de todo el trayecto que habia hecho corriendo. No sabia exactamente por donde habia ido, por lo que estuve deambulando por las calles hasta que vi unos carteles y supe donde estaba. No sabia si habia sido cosa de mi subconsciente o por pura casualidad, pero ahi estaba plantada frente a la casa del chico con el que estuve tanto tiempo y del que se se habia marchado despues de todo lo que ocurrio sin haber dado senal alguna. Esa casa habia estado abandonada desde que se fueron, primero fue Erwan el que desaparecio. Bueno la palabra exacta era que habia huido, dejando todo lo que habia pasado en el aire, sin explicaciones, ni siquiera unas palabras de perdon. Pero eso no fue lo unico, a los pocos dias, su hermano realizo la misma jugada, pero eso no fue noticia, al fin y al cabo que se fuera era lo mejor que podia ocurrirle al pueblo. A diferencia de Erwan que era un ejemplo a seguir, su hermano habia sido un chico conflictivo y poco dado a entablar buenas amistades. Mantuve la mirada en aquella casa que tantos recuerdos me evocaba, tantos momentos vividos junto al chico que pensaba que iba a ser parte de mi vida y que de la noche a la manana, se fue sin dejar rastro, sin un mensaje durante meses, sin una llamada confirmando que estaba bien. Nada, no recibi senal alguna, y los meses no hicieron que olvidase todo, pero fui aceptando la perdida y que no volveria a mi vida. Lo mejor era pasar pagina. Eso era lo que estaba intentando, pero lo que no sabia en ese momento, cuando me encontraba frente a esa casa, era que todo estaba a punto de cambiar, todo lo que yo habia creido ferreamente durante tanto tiempo
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Mi vida lejos de mi de Eider Madariaga
https://gigalibros.com/mi-vida-lejos-de-mi.htmlSiempre estamos a tiempo de recuperar nuestra vida.
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La chica de los deportivos de Helena Moran-hayes
https://gigalibros.com/la-chica-de-los-deportivos.htmlIsabella Lombardi quiere ser agente de moda y va a hacer lo que este en sus manos para serlo. David Gallagher un ex modelo cotizado que ahora es agente de modas hara todo lo posible por ser el mejor en su estilo. Ambos ni buscan amor ni quieren encontrarlo, los dos estan bien donde estan y mal que bien, conformes con su vida. En un fastuoso evento, mientras David escapa de una mujer, se ve atrapado por los hermosos ojos de una bella joven que se encuentra apoyada en la barra tomando sidra y ?zapatos deportivos? Como mosca a la miel se acerca a la joven que no esta menos embelesada admirando al hermoso hombre que se le ha acercado a hablarle. Su atraccion pronto se transforma en un sentimiento que conocen pero no se atreven a reconocer. Mientras Isabella descubre que se ha enamorado del mismo hombre que habia amado mientras era una adolescente y David comprende que esa mujer es lo que el siempre estuvo buscando, el destino les hace escoger entre su relacion, la confianza, el amor y el trabajo, sus ambiciones y sus superacion personal. La vida pone a prueba sus decisiones cuando algo le sucede a Michelle, la modelo de quien Isabella fue asistente y una buena amiga de David. Esto cambia su vida y la vision de Isabella y David de la de ellos. Alguien tiene que sacrificar algo, alguien tiene que ceder ?Pero lo que sienten el uno por el otro sera lo suficientemente fuerte para que cada uno abandone por lo que ha trabajado toda su vida? Quiza el amor no sea mas fuertes que las ganas de ser el agente de modas mas famoso de Europa.
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!Y tenia que ser mi jefe! 6 de Monica Hoff , Norah Carter
https://gigalibros.com/y-tenia-que-ser-mi-jefe-6.htmlDavinia y Peter siguen sin tenerlo facil. La duda de la paternidad del ex jefe y toda una serie de circunstancias que pondran en riesgo la vida de ambos, sera una dura prueba a pasar.
Quizas el amor no tenga nada que decir cuando la vida parece querer decidir por ellos. Ahi comienza su pelea por mantenerse vivos y, sobre todo, a salvo.
Dudas, traiciones y la lucha por la persona que aman son los ingredientes de esta explosiva entrega de El Jefe.
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Cada minuto cuenta de Kate L. Morgan
https://gigalibros.com/cada-minuto-cuenta.htmlCompletamente desnuda, y de espaldas sobre la cama, sentia los empujes de el sobre ella. El cuerpo musculoso brillaba por el sudor del esfuerzo. Percibia que le costaba respirar, pero Linda se mantenia ausente. No participaba del acto sexual que para ella se habia convertido en una pesada carga. En un intento de hacerla participe, el hombre la beso larga y profundamente, pero ella seguia pensando en irse, tenia que marcharse, y valoro hacer un viaje a Texas. Entonces noto que el se tensaba, se corria dentro de ella, y rodo hacia un lado para apartarse. Linda junto las piernas, pero no se cubrio con la sabana. Seguia callada mirando hacia el techo. --He disfrutado mucho --escucho que decia--. Aunque hoy no hayas estado perfecta. --Te dije que no tenia ganas --respondio con voz baja. Lo escucho suspirar, levantarse para ponerse los calzoncillos. Entonces Linda se giro, y se cubrio con la sabana. --Esta noche he preparado algo especial, confio que si te apetezca y que le pongas ganas. Desde hacia varios meses, Linda no sentia deseo sexual sino un agobio que la asfixiaba. Sentia la necesidad de huir, de marcharse. --No --respondio seca. --?Que has dicho? --el, se quedo plantado frente a ella. --No habra una proxima vez, he decidido marcharme. El hombre clavo la mirada en la figura de ella recostada en la cama, y no supo si hablaba en serio. --Se acabara cuando yo lo decida --sentencio. Ella habia tomado una decision. --Visitare a mi tia --le explico--. Hare un viaje a Texas. El hombre se tomo la informacion como una pausa en la vida sexual de ambos, y no como una ruptura definitiva. --?Te quedaras mucho tiempo? --quiso saber. --El que sea necesario. Ella lo miro, y no sintio nada. Simplemente ya no le provocaba nada. --?Por que pienso que me mientes? Lo de visitar a tu tia es una excusa. ?verdad? --No --contesto firme--. Pero mis sentimientos han cambiado --le explico con gesto cansado. --El sexo no tiene fecha de caducidad --le aclaro el. --Para mi si. --?Tratas de decirme que no ya no deseas esto como antes? Ella no tuvo ni que pensarlo. --Tengo que ser sincera contigo, conmigo, porque ya no siento por ti lo mismo que en el pasado. Ella se lo habia dicho semanas atras, pero el habia hecho caso omiso. Linda Sheridan era una mujer unica, especial, pero muy complicada. Acostada en la cama, y completamente, desnuda parecia que habia perdido el rumbo. --?Necesitas tiempo? --le pregunto--. Creo que estas confundida. El, se habia puesto ya los pantalones y la camisa. --No necesito tiempo --respondio suave. Ahora lo escucho blasfemar. --Sabes que siempre te he deseado. Si, el se lo habia dicho en infinidad de veces durante todos los meses que habian estado juntos, pero ella ya no queria estar con el. Se habia dado cuenta de que necesitaba irse, escapar de su control. --Pero yo he cambiado, y ya no quiero seguir contigo. No fue dura, no fue vengativa al decirlo, simplemente estaba constatando una verdad ineludible. Linda queria romper la relacion con el, y no se iba a ir por las ramas. El hombre tomo el resto de sus pertenencias que estaban sobre la mesilla, y se planto frente a ella. Linda se sento sobre la cama, y lo miro atenta. --Te dare un tiempo para que lo pienses, y luego volveras aqui. No le hacia falta que le diera tiempo porque ella habia tomado una decision. Ya no sentia placer cuando tenian sexo. Y esa falta de placer retroalimentaba su bajo o nulo deseo de corresponderle. Lo que sentia por Larry, estaba muerto. --Cuando regrese a Nueva York --le dijo de pronto--, no te vere mas porque no querre saber nada mas sobre ti --su sinceridad aplastante no le gusto a el en absoluto. --No voy a permitirlo --le advirtio--. Y recuerda que esta noche he preparado algo muy especial e inolvidable. Confio que no te retrases en el trabajo, te tendre preparado un coctel de esos que te gustan tanto. Linda desvio la mirada hacia los cristales de la habitacion esperando que se marchara, y el lo hizo en silencio. CAPITULO 1 Lake Tawakoni, Dallas, Texas Lo que veian sus ojos no se parecia en nada a Nueva York. La geografia de Texas era muy diferente. Con un variado y rico territorio, Texas tenia zonas escasamente pobladas en las que la naturaleza y las actividades agricolas eran dominantes, pero tambien era una metropolis internacional. Texas era la zona de transicion entre las llanuras del Este y las montanas del Oeste. A Linda le sorprendio la vegetacion similar a la de Luisiana, y sobre todo el clima. Con un suspiro largo, admitio que se habia equivocado de ruta. Aparco el jeep a un lado de la estrecha carretera de montana, aunque tuvo la precaucion de encender los intermitentes. Tomo el mapa del asiento del acompanante y lo desplego sobre el volante. Por las indicaciones de la carretera que seguia, debia de estar en algun punto medio entre las poblaciones de Emory y Wills Point. Ella iba en direccion a Grenville, y tenia que coger la carretera comarcal en antes de llegar a Royse City, pero estaba perdida, o eso al menos creia. Miro el reloj de su muneca. El sol estaba bajo, y oscureceria pronto. A Linda no le hacia nada de gracia estar perdida en un lugar desconocido. Busco en el interior de su bolso el movil pues tenia que llamar a su tia para que no se preocupara porque llevaba ya dos horas de retraso, habia salido pronto de Buro, pero habia encontrado mucho trafico por la autovia. Cuando marco el numero se dio cuenta de que no habia senal. Se dijo que todo empeoraba. Salio del coche con el movil en la mano buscando un punto alto donde pudiera tener un minimo de cobertura. Camino unos pasos carretera arriba y llego a una propiedad en ruinas que estaba frente a una arboleda. Curiosamente al movil le llego una senal debil de cobertura, pulso el boton de llamada, y espero a que su tia respondiera. --Hola, soy yo --al otro lado de la linea se escuchaba el tono de una mujer preocupada--. Creo que me he perdido. Linda escucho en silencio las preguntas que su tia Laura le formulaba al telefono. --Si, he dejado la estatal atras. Me he desviado en Emory. Si, pero no he llegado. Estoy en la 276 --continuo escuchando las preguntas de su tia con total atencion. Los primeros dias de octubre seguias siendo templados en Texas, como fuera del coche no hacia falta chaqueta, ni se habia dado cuenta de que no la llevaba puesta. --No, ya te he dicho que no estoy en la carretera estatal --siguio explicando de forma paciente --. He cogido una desviacion con senalizacion a Quinlan, pero ahora estoy en una carretera secundaria muy cerca de un lago. Linda hizo un giro de ciento ochenta grados para observar el entorno. --Tengo poca cobertura al lado de esta casa antigua en ruinas... ?Que te la describa? Tiene un cartel... si, espera. Linda utilizo la manga del fino jersey para limpiar la placa oxidada y llena de telaranas. Habia muchas ramas apiladas en el suelo. --Creo que pone King Mountain o algo asi --Linda se mantuvo en silencio mientras escuchaba a su tia--. ?Ya sabes donde estoy? !Que alegria! ?Que tengo que volver por…? Su tia Laura le estaba dando indicaciones de como volver de nuevo hacia la carretera estatal y seguir en direccion a Grenville. --Vale, si, entiendo. Nuevamente guardo silencio escuchando las indicaciones. --?Que me esperas en el motel del cruce? Si dices que estoy tan cerca creo que no tardare mas de treinta minutos. ?Que tu tardas un poco mas? De acuerdo. Bien, nos vemos.
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Tengo una cita de Sophie Kiss
https://gigalibros.com/tengo-una-cita.htmlLaura y Dominic se conocen por internet, se conocen, comparten sus mas intimos secretos hasta que se enamoran, pero llego la hora de conocerseen persona, tarde o temprano llega ese gran momento.
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Mariposas en tu estomago (Sexta entrega) de Natalie Convers
https://gigalibros.com/mariposas-en-tu-estomago-sexta-entrega.htmlNo hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.
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Mientras estas sola (Rancho Triple K 3) de Laia Sinclair
https://gigalibros.com/mientras-estas-sola-rancho-triple-k-3.htmlLa soledad no es mala si has escogido libremente vivir asi tu vida, pero cuando te la han impuesto por culpa de la incomprension de tu familia y allegados; cuando es lo que soportas porque el hombre que creias que era toda tu vida, te abandona; cuando no te queda mas opcion porque todo el mundo se aleja de ti, entonces, es lacerante. Mi vida no ha sido un camino de rosas. No soy lista, ni guapa, ni divertida, ni interesante. Soy una mujer del monton, de las que nadie mira dos veces, de las que nunca levantan pasiones. Por eso, cuando con quince anos Justin se fijo en mi, no pude creerlo. El era guapo, popular en el instituto, capitan del equipo de rugby, y todas las chicas andaban locas por el. Yo era virgen en todos los aspectos, ni siquiera me habian besado alguna vez. Justin fue el primero, en todo. Tenia dos anos mas que yo, y cuerpo de hombre. Era alto, ancho de hombros, con el pelo rubio que brillaba al sol como si fuese de oro, unos ojos calidos, como chocolate derretido, y la piel morena por culpa de todas las horas que se pasaba al sol, entrenando. Sus manos eran grandes pero suaves cuando me acariciaban, y su voz, cuando me hablaba muy bajito al oido, hacia que mi piel se erizara y deseara entregarle todo. Iba dos clases por delante, y siempre estaba rodeado por las animadoras. Por eso, cuando un dia se acerco en el pasillo del instituto y me invito a su fiesta, crei que se estaba burlando de mi. Pero aquel sabado, a la seis en punto, estaba con su coche ante la puerta de mi casa, esperandome. Fue el inicio de una historia que yo crei maravillosa pero que, dos anos despues, se revelo una autentica pesadilla para mi. Justin ya estaba en la universidad. Yo permanecia todavia en Cascade, en mi ultimo ano en el instituto. Deseaba terminar de una vez para poder irme a vivir con el. El plan era que yo iba a trabajar mientras el terminaba la carrera; despues, cuando el ya estuviera establecido, me tocaria a mi estudiar. Pero mi embarazo lo echo todo al traste. O, mejor dicho, me obligo a abrir los ojos ante la verdadera personalidad del que creia que era el hombre de mi vida. --?Que estas embarazada? --me dijo gritando por telefono cuando se lo dije. Estaba realmente furioso--. ?Como has podido permitir que pasara algo asi? ?Es que has dejado de tomar las pastillas? No, no habia dejado de tomarlas, pero habia estado enferma con un inicio de pulmonia y el medico me habia recetado antibioticos. Yo no sabia que estos podian restarle eficacia a los anticonceptivos y, cuando Justin habia venido el fin de semana a Cascade e insistio en hacer el amor aunque yo no estaba todavia bien del todo, no fui consciente de que corria el riesgo de quedarme embarazada. Cedi, como siempre, porque el era el amor de mi vida y mi mision era hacerlo feliz; asi que a pesar de que no deseaba hacerlo, de que todavia tenia decimas de fiebre y dolor de cabeza, deje que se desahogara en el coche. En aquel entonces todavia era muy nina e inocente, a pesar de tener diecisiete anos. !Sabia tan poco de la vida! No me daba cuenta de su egoismo, ni de que yo realmente no le importaba nada. Bebia los vientos por el, y era capaz de hacer cualquier cosa, !cualquier cosa! por hacerlo feliz. Me sentia orgullosa cada vez que me decia <
>, y terriblemente mal cuando yo intentaba negarle algo y el me acusaba de haber dejado de amarlo. Era convincente, con su mirada triste y su voz rota. Me manipulaba como queria, y yo ni siquiera me daba cuenta. Mis padres no me ayudaban en nada, con su estricta moral religiosa y sus sermones constantes. < >. Esa era la frase preferida de mi padre, que le repetia a mi madre constantemente, y me inculcaba a mi. Creci creyendo que mi unico objetivo en la vida era hacer feliz al hombre que me estaba destinado; y, en aquel entonces, estaba convencida de que Justin era ese hombre. Por eso acepte su primer beso cuando sus labios me lo exigieron, en aquella primera fiesta. Por eso me entregue a el dos meses despues, a pesar de que yo no estaba preparada para ello. Y segui haciendolo cada vez que me requeria, a pesar de que para mi era molesto y doloroso, y de que nunca, jamas, supe que era el placer con el. Esa fue la causa de que empezara a tomar las pastillas anticonceptivas que el me suministraba, y que nunca supe de donde sacaba, porque, decia, no le gustaba usar condon. < >. Cuando me acuerdo de esa epoca, me pregunto como pude llegar a ser tan estupida. Como pude permitir que lo que yo creia amor, me cegara hasta el punto de no darme cuenta de que Justin solo me estaba utilizando. Tenia a su disposicion a una muchacha bien dispuesta a esperarlo en casa cuando se fuera a la universidad, y a trabajar para mantenerlo mientras el estudiaba (su familia, como la mia, no nadaba precisamente en la abundancia); a satisfacerlo siempre que el lo exigia, sin protestar. Ese era su plan, que yo trabajara como una esclava para mantenerlo mientras el seguia estudiando. Ni siquiera me enfade cuando, a las pocas semanas que se fuera, una conocida que estudiaba en la misma universidad que el, me dijo que lo habia visto enrollarse con una chica en una fiesta. !Como podia enfadarme! El era un hombre, tenia unas necesidades y yo no estaba alli para poder satisfacerlas. Ademas, en la universidad habia mucha golfa suelta, y Justin solo era un hombre propenso a caer en el pecado. Aquello, lo unico que hizo, fue reafirmarme en la necesidad de ir junto a el cuanto antes. !Que estupida era! Cuando supe que estaba embarazada, crei que aquello lo haria feliz. !Ibamos a formar una familia! Si, iba a ser una complicacion, pero lo superariamos. Nos casariamos, yo me quedaria en Cascade mientras el estudiaba, para cuidar de nuestro pequeno, y nos reuniriamos mas adelante. El seguiria viniendo algunos fines de semana para vernos, y pasaria las vacaciones entre semestres con nosotros. No seria perfecto y tendriamos que hacer algunos sacrificios, pero todo valdria la pena. --Tienes que abortar. Ya. Sus palabras me dejaron helada. ?Abortar? ?Como podia decir algo asi? --!No! --grite, sorprendida--. !No puedo hacer algo asi! Es una vida que esta creciendo en mi interior y... --Es un maldito error al que le vas a poner remedio, Elsa. --Su voz, dura y fria, se me hizo irreconocible--. Si te empenas en tenerlo, lo vas a estropear todo. Yo no puedo hacerme cargo de un nino ahora. --!Pero Justin! No tienes que preocuparte, carino. Una vez que nos hayamos casado, yo me quedare con mis padres. Mi madre me ayudara con todo, y tu podras seguir estudiando. --?Casarnos? ?Estas loca? El plan era que tu trabajarias para que yo pudiera dejar de hacerlo y concentrarme en mis estudios. ?Como pretendes hacer eso si tienes que ocuparte de un mocoso? ?O es que pretendes que yo siga trabajando y estudiando mientras tu te quedas tranquilamente en casita sin dar golpe? ?Sabes lo dificil que es eso? ?Lo cansado que voy siempre? No, de eso nada. Vas a abortar, o todo habra terminado entre nosotros. --?Como...? ?Como puedes decir algo asi? --susurre, viendo que el mundo a mi alrededor se estaba desmoronando--. No puedes dejarme, me quieres... --?Quererte? --se rio, haciendo que mi corazon se rompiera en mil pedazos, triturado por sus palabras--. Nunca te he querido, mujer tonta. Tienes un buen polvo y eres buena en la cama, aunque eso es merito mio por haberte ensenado a hacer lo que me gusta. Pero puedo sustituirte por otra chasqueando los dedos. Si quieres seguir siendo mi chica y que nuestros planes sigan adelante, deshazte de eso. Ya lo sabes. Colgo, dejandome en un estado de shock en el que no era ni capaz de llorar. Para verguenza mia, lo pense. Pense seriamente en abortar, en quitarme de encima a ese ser que estaba creciendo en mi interior y por culpa del cual estaba a punto de perder al amor de mi vida. Lo medite durante dias, terriblemente asustada por el futuro tan desolador que se abalanzaba sobre mi, como un monstruo con las fauces abiertas dispuesto a engullirme. Los dias pasaron, mi tripa iba creciendo, y mi madre lo supo sin necesidad de que yo se lo contara. Llevaba cuatro meses sin tener la menstruacion, no necesito nada mas para imaginarselo, y cuando me lo pregunto, no pude mentir. Mi mundo acabo de derrumbarse. Mis padres, tan religiosos, tan preocupados por el pecado ajeno, se pusieron de parte de Justin. Tambien quisieron que abortara. -
El tubo de Karolina Atkins
https://gigalibros.com/el-tubo.htmlSe escuchan las cadenas golpeando nuestras piernas. Vamos marcando el paso con las botas de puntera de acero. La blanca niebla hoy sera nuestra aliada. Antes de llegar, coreamos al unisono: <>.
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Diosa Cosmica de Gema Perez
https://gigalibros.com/diosa-cosmica.html
Las fertiles. aun mas.
Y Cassandra. es unica.
Disenada para ello. -
Te regalo una sonrisa de Josefina Fernandez
https://gigalibros.com/te-regalo-una-sonrisa.htmlMaria se siente una mujer muy afortunada, hasta que un terrible accidente da un giro inesperado a su vida. Tras varias semanas en el hospital, despierta del coma, pero sus recuerdos mas felices con Miguel se borran de su memoria, y esa parte de su pasado desaparece. Miguel la quiere con locura, pero ahora, el es un extrano para ella.
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La dama numero trece de Jose Carlos Somoza
https://gigalibros.com/la-dama-numero-trece.htmlL a sombra se deslizaba entre los arboles. La maleza y la noche le otorgaban el aspecto de una figura incorporea, pero era un hombre joven, de cabello largo, vestido informalmente. Al llegar al limite de la espesura se detuvo. Tras una pausa, como para asegurarse de que el camino se hallaba libre, atraveso el jardin en direccion a la casa. Era grande, con una galeria de columnas blancas en la fachada a modo de peristilo. El hombre subio las escalinatas de la galeria, penetro en la casa con tranquila sencillez, recorrio la planta baja sin encender una sola luz y se paro frente a la puerta cerrada del primer dormitorio. Entonces saco del bolsillo uno de los objetos que llevaba. La puerta se abrio sin ruido. Habia una cama, un bulto bajo las sabanas; se oia una respiracion. El hombre entro como la niebla, mas leve que una pesadilla, se acerco al lecho y vio la mano, la mejilla, los ojos cerrados de la muchacha dormida. Aparto con delicadeza la mano y, segundos antes de que despertara, levanto su pequeno menton descubriendo el cuello desnudo, un punteado de lunares, la vida latiendo bajo la piel; apoyo la punta del objeto cerca de la nuez y ejercio una ligera y exacta presion. Un rastro como de petalos rojos lo acompano hasta el segundo dormitorio, donde se hallaba la otra mujer. Cuando salio de este ultimo, sus manos estaban mas humedas, pero no las seco. Regreso por donde habia venido en busca de las escaleras que llevaban a la planta superior. Sabia que arriba se encontraba su verdadera victima. Las escaleras desembocaban en un pasillo. Era largo, estaba alfombrado y se adornaba de bustos clasicos colocados sobre pedestales. La sombra del hombre eclipsaba los bustos conforme pasaba frente a ellos: Homero, Virgilio, Dante, Petrarca, Shakespeare..., silenciosos y muertos dentro de la piedra, inexpresivos como cabezas decapitadas. Llego al final del corredor y cruzo una antecamara magicamente revelada por la intensa luz verde de un acuario sobre un pedestal de madera. Era un objeto llamativo, pero el hombre no se detuvo a contemplarlo. Abrio una puerta de doble hoja junto al acuario, y, con una linterna, convoco las formas de una lampara de arana, varias butacas y una cama con dosel. Sobre la cama, una figura imprecisa. El brusco tiron de las sabanas la desperto. Era una mujer joven, de cabello muy corto y anatomia delgada, casi fragil. Estaba desnuda, y al incorporarse, los pezones de sus pequenos senos apuntaron hacia la linterna. La luz cegaba sus ojos azules. No hubo intercambio de palabras, apenas hubo sonidos. Simplemente, el hombre no se abalanzo sobre ella. no quiero La noche proseguia afuera: habia buhos que observaban con ojos como discos de oro y sombras de felinos en las ramas. Las estrellas formaban un dibujo misterioso. El silencio era una presencia terrible, como la de un dios vengador. En el dormitorio, todo habia terminado. Las paredes y la cama se habian tenido de rojo y el cuerpo de la mujer yacia disperso sobre las sabanas. Su cabeza separada del tronco se apoyaba en una mejilla. Del cuello sobresalian cosas semejantes a plantas marchitas emergiendo de un bucaro. Silencio. Paso del tiempo. Entonces sucede algo. Lenta pero perceptiblemente, la cabeza de la mujer comienza a moverse, no quiero sonar gira hasta quedar boca arriba, se incorpora con torpes sacudidas y se apoya en el cuello cortado. Sus ojos se abren de par en par no quiero sonar mas y habla. --No quiero sonar mas. El medico, un hombre corpulento de cabellos y barba sorprendentemente blancos, fruncio el ceno. --Los somniferos no van a ayudarle a no sonar --advirtio. Hubo una pausa. El boligrafo planeaba sobre la receta sin posarse. Los ojos del medico observaban a Rulfo. --?Dice que siempre es la misma pesadilla?... ?Quiere contarmela? --Contada no es igual. --Pruebe, de todas formas. Rulfo desvio la vista y se removio en el asiento. --Es muy complicada. No sabria. En la consulta no se escuchaba el menor ruido. La enfermera dirigio sus parpadeantes ojos negros hacia el medico, pero este seguia observando a Rulfo. --?Desde cuando lleva sonando lo mismo? --Desde hace dos semanas, no todas las noches, pero si la mayoria. --?En relacion con algo que usted sepa? --No. --?Nunca habia tenido suenos asi? --Nunca. Leve rumor de papeles. --<
>, un nombre curioso... --La culpa es de mis padres --replico Rulfo sin sonreir. --Ya imagino. --El medico si sonrio. Su sonrisa era amplia y afable, como su rostro--. < >. Muy joven todavia... < >. ?Como es su vida, senor Rulfo? Quiero decir, ?en que trabaja? --Estoy en paro desde finales del verano. Soy profesor de literatura. --?Cree que le esta afectando mucho esa situacion? --No. --?Tiene amigos? --Algunos. --?Amigas? ?Novia? --No. --?Es feliz? --Si. Hubo una pausa. El medico dejo el boligrafo a un lado y se froto el rostro con las manos. Tenia unas manos grandes y gruesas. Luego retorno a los papeles y reflexiono. Aquel tipo contestaba como una maquina, como si nada le importara. Quiza estuviera ocultando algo, quiza aquellos suenos se relacionaran con un suceso que no deseaba recordar, pero lo cierto era que solo se trataba de pesadillas. El atendia diariamente a enfermos con problemas mucho mas graves que unos cuantos suenos desagradables. Decidio darle un par de consejos y acabar cuanto antes. --Escuche, las pesadillas no tienen demasiada trascendencia clinica, pero son la prueba de que algo no marcha bien en nuestro organismo... o en nuestra vida. Un somnifero es un parche inutil, se lo aseguro, no va a impedirle sonar. Procure beber menos, no acostarse recien comido y... --?Me va a dar los somniferos? --interrumpio Rulfo con suavidad, pero su tono revelaba impaciencia. --No es usted un hombre muy locuaz --dijo el medico tras una pausa. Rulfo sostuvo su mirada. Por un momento fue como si uno de los dos quisiera anadir algo, compartir algo con el otro. Pero un segundo despues los ojos retornaron al suelo o a los papeles del escritorio. El boligrafo descendio y se deslizo por la receta. El prospecto aconsejaba una sola pildora antes de acostarse. Rulfo ingirio dos, ayudandose de un vaso de agua que relleno en el lavabo del cuarto de bano. Desde el espejo le observaba un hombre no muy alto pero si robusto, de cabellos y barba ensortijados y negros y dulces ojos castanos. Salomon Rulfo gustaba a las mujeres. Su atractivo sobrevivia intacto a su descuido personal. Debido a ello, la imaginacion de las dos o tres ancianas solitarias del destartalado edificio donde vivia ardia inventandole un turbio pasado. ?De donde habia salido aquel joven que no hablaba con nadie y casi siempre apestaba a alcohol? Sabian su nombre (Salomon, madre mia, el pobre), que cogia unas borracheras preocupantes, que andaba con putas de vez en cuando, que habia comprado al contado el pequeno apartamento del tercero izquierda casi dos anos atras y que vivia solo. Pese a todo, preferian su presencia a la de los inmigrantes que ocupaban el resto de pisos de aquel bloque de Lomontano, una callejuela angosta y desordenada cerca de Santa Maria Soledad, en el centro de Madrid. Las mas pesimistas pronosticaban, sin embargo, que el < > les daria un susto tarde o temprano. Y agregaban, inclinadas sobre los oidos de las otras: < >. < >, lo defendia la portera, sin poner objeciones a la opinion sobre su aspecto. Rulfo salio del bano y efectuo una parada en el comedor para liquidar los residuos de una botella de orujo, regalo prehistorico de cumpleanos de su hermana Luisa. Se dijo que debia acordarse de comprar whisky al dia siguiente. Era un gasto que no podia permitirse, pero, despues de la poesia y el tabaco, el whisky era una de las cosas que mas necesitaba en este mundo. Luego se dirigio al dormitorio, se desvistio y se metio en la cama. Estaba solo, como siempre, en medio de la noche. Su soledad nunca era facil, pero ahora, ademas, le atemorizaba aquella pesadilla. Ignoraba que podia significar, y su mecanica repeticion habia llegado a agobiarlo. Estaba seguro de que se trataba de una quimera, una fantasia emergida del pantano de su subconsciente, pero retornaba de forma casi inevitable, noche tras noche, desde hacia dos semanas. ?Relacionada con algo? Relacionada con nada, doctor. O con todo. Depende. Su vida era propicia para los malos suenos, pero lo mas grave, lo decisivo, habia ocurrido hacia dos anos. Resultaba absurdo suponer que ahora empezaba a pagar la factura de aquella remota tragedia. Esa tarde, en el ambulatorio de Chamberi, habia sentido la tentacion (ignoraba por que) de confiar por primera vez en alguien y confesarselo todo a aquel medico. Por supuesto, no lo habia hecho. Ni siquiera habia querido contarle la pesadilla. Penso que asi evitaria molestas preguntas y, quien sabe, hasta la posibilidad de recibir una papeleta gratis para el manicomio. Sabia que no estaba loco. Lo unico que necesitaba era dejar de sonar. Preferia confiar en las pildoras. Encendio la luz de la mesilla de noche, se levanto y decidio leer algo sublime mientras aguardaba a que la oleada hipnotica lo cubriera como una suave y tibia marea. Examino las estanterias del dormitorio. Tenia estanterias repletas en el comedor y el dormitorio. Habia libros apilados junto al ordenador portatil, incluso en la cocina. Leia en todas partes y a todas horas, pero solo poesia. Las ancianas de Lomontano jamas habrian sospechado una aficion asi en aquel hombre, pero lo cierto era que procedia de la mas temprana juventud de Rulfo y se habia acrecentado con los anos. Habia estudiado filologia y, en sus buenos tiempos (?cuando habian sido?), habia ensenado historia de la poesia en la universidad. Ahora, nadando en la soledad, con su padre muerto, su madre condenada a vejez perpetua en una residencia y sus tres hermanas dispersas por el mundo, la poesia constituia su unica tabla de salvacion. Se aferraba a ella a ciegas, sin importarle el autor, ni siquiera el idioma. No le resultaba preciso entenderla: gozaba con el simple ritmo de los versos y el sonido de las palabras, aunque fueran extranas. Georgicas. Virgilio. Edicion bilingue. Si, aqui estaba. Extrajo el libro del monton que habia cerca del ordenador, regreso a la cama, abrio el volumen al azar y dirigio los ojos al flujo torrencial de palabras latinas. Aun se encontraba muy desvelado: sospechaba que la inquietud no le dejaria conciliar facilmente el sueno, pese a la ayuda farmaceutica. Pero deseo que el medico estuviera equivocado y las pastillas evitaran que aquel absurdo terror volviera a repetirse. Siguio leyendo. Afuera, el trafico enmudecio. Los ojos se le cerraban cuando escucho el ruido. Habia sido breve. Provenia del cuarto de bano. No pasaba mucho tiempo sin que algo nuevo --una repisa, un anaquel-- se desprendiera de su sitio en aquel miserable apartamento. Resoplo, dejo el libro en la cama, se levanto y camino despacio hacia el bano. La puerta estaba abierta y su interior a oscuras. Entro y encendio la luz. No descubrio nada fuera de lugar. El lavabo, el espejo, la jabonera con el jabon, el retrete, el cuadrito con los arlequines ejecutando una campanela, la repisa metalica, todo se encontraba igual. Excepto las cortinas. Eran opacas, de pesima calidad, y estaban adornadas de un vistoso artificio de flores rojas. Las mismas de siempre. Sin embargo, creia recordar que se hallaban descorridas cuando habia salido del bano la ultima vez. Pero ahora estaban cerradas. Se intrigo. Penso que quiza su memoria le enganaba. Era posible que, antes de salir del bano, las hubiese corrido, aunque no entendia bien por que tendria que haberlo hecho. En cualquier caso, albergaba la sospecha de que el ruido habia sido provocado por algo que habia caido a la banera despues de rebotar en ellas. Supuso que seria el frasco de gel, y tendio la mano para descorrerlas y comprobarlo. Pero de pronto se detuvo. Un miedo inexplicable, casi inexistente, casi virtual, congelo su estomago y levanto como pequenas empalizadas los vellos de su piel. Comprendio que se habia puesto nervioso sin ningun motivo real. Es absurdo, ahora no estoy sonando. Estoy despierto, esta es mi casa, y detras de esas cortinas no hay nada, solo la banera. Reanudo el gesto sabiendo que las cosas seguian como antes; que encontraria, quiza, un objeto caido, puede que el frasco de gel, y que, tras verificarlo, regresaria al dormitorio y los somniferos le harian efecto y lograria descansar toda la noche hasta el amanecer. Descorrio las cortinas con absoluta tranquilidad. No habia nada. El frasco de gel seguia en su sitio sobre la repisa, junto al champu. Ambos botes llevaban meses alli: Rulfo no exageraba, precisamente, en lo tocante a su higiene personal. Pero lo cierto era que nada se habia caido. Supuso que el ruido se habia originado en otro apartamento. Se encogio de hombros, apago la luz del bano y regreso al dormitorio. Sobre su cama se hallaba el cuerpo desmembrado de la mujer muerta, la cabeza cortada apoyada en los pechos contemplandolo con ojos lechosos, el cabello endrino y humedo como el plumaje de un pagalo y una lombriz de sangre huyendo de las comisuras de sus labios yertos. --Ayudame. El acuario... El acuario... Rulfo dio un salto hacia atras, rigido de terror, y se golpeo el codo con la pared. un grito No sonaba: estaba bien despierto, aquel era su dormitorio y el golpe en el codo le habia dolido. Probo a cerrar los ojos un grito, oscuridad y volver a abrirlos, pero el cadaver de la mujer seguia alli (ayudame), hablandole desde la carniceria de su cuerpo destrozado (el acuario) sobre las sabanas. Un grito. Oscuridad. Desperto banado en sudor. Se encontraba en el suelo, junto con la mayor parte de las sabanas. Al caer de la cama se habia golpeado el codo. Aun aferraba el libro arrugado de Virgilio. -
Un viaje sin brujula de Maria Gallego
https://gigalibros.com/un-viaje-sin-brujula.html?Que harias si tuvieras que cruzar los limites de tu moralidad?
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Asi comienza de Rachel Abbott
https://gigalibros.com/asi-comienza.html?Quien creera tu historia si el unico testigo ha muerto?
El thriller que no querras que nadie te cuente. -
Latido del corazon de Marian Herrera
https://gigalibros.com/latido-del-corazon.htmlSebastian Videla poseia los ojos de un demonio melancolico, tan fragil y danado que Angela nunca recupero lo que llego a amar. Las almas gemelas simbolizan una misma luz distribuida en dos cuerpos mortales; algo que ni el mundo, ni ellos mismos, comprenden. Al ser separados, el vacio residira en sus espiritus hasta que logren volver a fusionarse.
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El laberinto del fuego eterno (Furyborn 2) de Claire Legrand
https://gigalibros.com/el-laberinto-del-fuego-eterno-furyborn-2.htmlTras el impactante final de Furyborn 1: El origen de las dos reinas, llega la segunda parte de esta imponente saga para saciar el apetito de los lectores avidos de mas. Furyborn 2: El laberinto del fuego eterno desvela algunos de los secretos planteados en el libro anterior, y abre nuevas incognitas sorprendentes.
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Una valkiria perdida en el Midgard de
https://gigalibros.com/una-valkiria-perdida-en-el-midgard.htmlTras la muerte de dos de los grandes lideres de los Valkyr en la Tierra, sus clanes se dividieron ocasionando que los Elfos oscuros ganasen territorio, lo que hizo que el mal se apoderara del Midgard.
Por otro lado, los incesantes recuerdos de un pasado atormentaran a Lyss, intentando demostrarle lo que tiempo atras le fue arrebatado. Pasado y presente se entrelazaran, y una profecia, su historia y un destino haran que tenga que cumplir como una guerrera.
El fin del mundo se acerca, el Ragnarok esta a punto de estallar, y solo ella podra evitarlo. Junto a sus hermanas valkyrias, Lyss tratara de descubrir lo que el mundo le oculta para asi lograr detener el ocaso de los dioses.
Me llamo Lyss y vengo a salvar la humanidad. -
Finge que soy tuyo de Jessa James
https://gigalibros.com/finge-que-soy-tuyo.htmlHace dos anos Es en la mitad de una noche de llovizna de primavera que la pierdo. “Adios, John”, le digo al hombre mayor que esta doblando las sillas plegables grises con un golpe. Estamos en un sucio sotano de iglesia, pero al menos la iglesia nos deja reunirnos gratis aqui. “Charlie”, dice John. Sus mejillas estan sonrojadas y sus ojos son de un azul profundo. Sus ropas son de varias tallas mas grandes y de un beige plano. El asiente su cabeza canosa hacia mi y luego regresa a doblar el resto de las sillas. Tomo un ultimo trago de mi cafe y hago una mueca al sentir lo dulce que estaba. Le puse demasiada azucar, pero ya no puedo hacer nada. Echo los residuos en mi vaso de papel y la servilleta de papel que tengo empunada con las migas de una galleta simple de la tienda. “Cuidado”, dice alguien y me detengo justo antes de chocarme con un anuncio que cuelga del techo. El techo es tan bajo que solo hay unos centimetros entre ellos y mi cabeza. Supongo que no hay muchos tipos que parezcan vikingos caminando por aqui. Aun asi, aprecio que me hayan avisado. “Gracias”, dije, pero la persona que me advirtio estaba casi afuera de las puertas de metal que van hacia el estacionamiento. Miro alrededor, un poco desanimado. Soy un tipo grande, estuve en el Ejercito y en la CIA. Termine aqui por mis ataques de panico y mis pesadillas. Mi esposa Britta me dijo que era esto o dormir todas las noches en el sofa, porque no habia forma de que ella siguiera permitiendo que la despertara todas las noches. Entre ella estando embarazada de nueve meses en ese entonces y yo que no cabia en el sofa… sabia que necesitaba ayuda. Asi que hice algunas llamadas. Acudi a tres tipos de terapia grupal y aqui estoy. Suspiro, recordando algunas de las ideas presentadas durante la sesion, recorriendolas en mi cabeza. La idea de la vulnerabilidad, de permitirte ser vulnerable alrededor de otra persona era muy mencionada. Al escuchar a algunas personas hablar, me alegre de seguir teniendo a Britta a mi lado. Ella me trajo del abismo cuando regrese de Siria y ahora ella es la que me mantiene cuerdo. Saco mi telefono. Estoy pensando cosas buenas sobre ti, le escribo a Britta. No hubo una respuesta inmediata, pero esta bien. Pongo mi telefono en el bolsillo trasero de mis jeans. Deberia irme. Todavia hay algunas personas hablando en la mesa de refrigerios, pero el resto de mi nuevo grupo de apoyo, Los veteranos de combate hablan, ya se han ido. Mientras me dirijo hacia las puertas dobles de metal, mis ojos recorren el sotano una ultima vez, revisando automaticamente las paredes moldeadas y la alfombra azul barata en busca de… ?Que? Me pregunto yo. ?Enemigos? ?Amenazas? Deje todo eso atras en el paisaje arenoso de Alepo, lugar en el que estuve como operativo de la CIA. Eso fue hace un ano y sin embargo, recien estoy comenzando a recuperarme. Por eso voy a las sesiones grupales de terapia. Bueno, debo dar credito cuando algo lo merece: Britta y nuestra hija recien nacida tambien son una parte integral de mi recuperacion. Observar la panza de Britta crecer y luego sostener a Sarah por primera vez… eso cambio algo en mi a nivel molecular. Ahora no se que haria sin ellas. Son la luz de mi vida, aunque sea tan cursi como Debbie Boone. Abro la puerta y entrecierro mis ojos a la luz del sol. Esta comenzando a llover, pero eso es algo constante aqui en Seattle. Ademas, la lluvia es un descanso refrescante del horrible calor del sotano de la iglesia. Las gotas de lluvia caen en mis brazos y mi cara, son un alivio helado. Me pongo mi rompevientos azul y me dirijo a mi auto. No quedan muchos autos en el estacionamiento de la iglesia; es un sabado por la tarde y es un bonito dia, a pesar de la llovizna. La mayoria de las personas en Seattle seguramente estan en algun brunch o de excursionismo o de compras ahora mismo. Estoy listo para ir a la biblioteca y encontrarme con Britta y Sarah. Las imagino en mi cabeza: Britta con su largo cabello negro y su linda sonrisa. Sarah en su enterizo, del mismo color de mama y con mis ojos verdes. Las imagino en mi cabeza, Britta lleva al bebe en su pequeno arnes frontal mientras Sarah duerme. Sarah solo tiene tres meses, pero Britta dice que nunca es demasiado temprano para presentarle la biblioteca. Nosotros hemos estado conversando sobre que cosas deberiamos leerle a Sarah. Britta dice que no importa, pero deseo comenzar a leerle al bebe las noticias en varios idiomas. Despues de todo, nunca es demasiado temprano para alentar el pensamiento critico, ?cierto? Mi mente esta enfocada en eso cuando me deslizo a mi auto y enciendo el motor. Salgo del estacionamiento y voy a la izquierda, mis manos estan en el volante y mi memoria muscular se encarga. Cometi el error de encender la radio en el auto. No puedo escucharlo sin involucrarme en las historias, desarrollar sentimientos personales sobre ellas y guardar cada historia en mi baul mental con total precision. Estoy a unos tres kilometros de mi casa cuando me doy cuenta de que he avanzado en piloto automatico. La biblioteca esta al otro lado. Miro el reloj en mi auto. Probablemente llegare tarde para encontrarme con Britta. Al voltear me dirijo al noroeste, el mismo camino que recorreria si saliera de mi casa. Algo en la radio me distrae; estoy irritado porque la Casa Blanca esta intentando meter sus narices en lo que sucede en Siria y lo esta haciendo mal. Veo un choque adelante cuando giro en una esquina, pedazos doblados de metal rodeados por varios autos de policia con las luces encendidas. Un policia esta alejando a las personas; otro esta colocando cinta policial alrededor de la escena. Casi giro a la derecha para evitar el trafico que se acumulaba, pero no lo hago por alguna razon. Quizas es porque a todos les gusta ver un accidente de trafico. A todos nos gusta en secreto ver el auto volteado, nos gusta intentar descubrir como sucedio. Comenzamos a pensar y suspirar de alivio que no fuimos nosotros mientras nos alejamos. De cualquier forma, estoy escuchando la radio y dandole golpecitos al volante mientras espero que el policia me deje pasar. Giro mi cabeza para mirar el accidente mientras espero, juzgando la distancia entre los dos autos. Era imposible que alguien volviera a conducir alguno de los dos autos. Demonios, si alguien no murio en un choque tan horrible, deberian agradecerles a sus malditas estrellas de la suerte. El auto A era un Dodge Charger nuevo, negro y brillante y estaba destrozado. El auto B estaba de lado, la parte de abajo daba hacia mi auto y claramente habia rodado varias veces. Parece que el auto A golpeo al auto B y el auto B rodo para frenarse y quedo de esa forma. Intento ver que auto es, pero todo lo que puedo ver es que el auto B es un SUV negro. Un presentimiento me recorrio la columna. Britta conduce un SUV negro, un Nissan Pathfinder negro. Tranquilo, me digo a mi mismo. Ella esta en la biblioteca, probablemente preguntandose donde estas. Avanzo lentamente por la linea. Finalmente es mi turno de avanzar y lo hago lentamente. No puedo evitar mirar el auto A y el auto B y los numerosos policias caminando, tomando notas y fotografias. Ya casi pase el choque, estoy por avanzar cuando algo atrae mi atencion. Uno de los oficiales de policia esta catalogando algunos objetos personales que probablemente vinieron del auto B y esta colocando una manga en una bolsa enorme de evidencia. La manta es familiar para mi. Hecha para un bebe, muestra la escena de dos osos pescando en un rio. La cosa es que, solo he visto ese diseno de manta en un solo lugar: en una manta hecha a mano, hecha para Sarah por la madre de Britta. Presiono el freno mientras mi cerebro comienza a recalentarse y a trabajar al maximo. Quizas la madre de Britta compro la manta y hay muchos tipos en el mundo. O quizas… El auto detras de mi toca su bocina y me sobresalta. Avanzo de nuevo y me estaciono apenas logro superar el accidente. Mi corazon esta palpitando, toda la sangre se me esta yendo a la cabeza y hace dificil que pueda pensar. Me volteo y miro el accidente. La manta ya no es visible. Intento ver el modelo de la SUV, pero es imposible desde este angulo. Comienzo a temblar mientras me saco el cinturon y saco el telefono de mi bolsillo. Britta me saluda mientras sostiene a Sarah; esa es la fotografia en mi pantalla mientras marco su numero con dedos torpes. Suena cuatro veces. Suena la quinta vez y veo por mi espejo retrovisor que la mujer que esta guardando las cosas agarra una de las bolsas. Mi corazon se detiene cuando veo que esta sosteniendo un telefono. No. No, no puede ser. Salgo del auto, consciente del hecho de que los bordes de mi vision estan mareados y poco claros. Esa es la primera senal de un ataque de panico, pero eso era lo ultimo en mi mente ahora. “?Senor?” una mujer joven se me acerco mientras yo comienzo a avanzar. “El accidente”, dije, sin siquiera mirar a la oficial. Estoy demasiado concentrado mirando las cosas que siguen en el suelo, intentando ver si reconozco algo. “?Donde estan las personas que estan heridas?” Ella se estira para detenerme cuando yo intento acercarme. “Senor, necesita…” Agarre su muneca, mi mirada desesperada atrapo la suya. Mi corazon comenzo a latir mas rapido, tan rapido que pense que me iba a desmayar. Mi respiracion estaba agitada, mi vision borrosa y mis manos temblaban. Estoy totalmente fuera de control. “Puede ser mi esposa”, logre decir. Solte su muneca y agarre el cuello de mi camisa. “Mi hija. Necesito saber…” Avance por su lado, ignorando lo que estaba diciendo, “?Senor? !Senor!” Camine determinado hacia el auto B hasta que vi una rosa de seda destenida en el suelo, rodeada de un millon de pedazos de vidrio… y sangre. Todo la sangre de un cuerpo. Mi corazon apretaba y mis piernas estaban tiesas. Veo a mi derecha y hay un oficinal de policia hombre mayor al lado del auto B. El esta hablando en su telefono y haciendo observaciones. Ni siquiera me mira, esta demasiado ocupado examinando el dano a la SUV. “Es una lastima”, dijo el, sacudiendo su cabeza. “Viene un conductor borracho, mata a una mujer, casi mata a su bebe y sin embargo logra salir sin un rasguno. Es una maldita lastima.” No. No puede ser verdad. La primera oficial me alcanza, me agarra por el codo y grita por ayuda. Caigo de rodillas y vuelvo a mirar la rosa de seda. No. Britta no. No es posible. Debe haber algun error. “?Esta bien?” pregunto la oficial que me agarraba del codo. La miro y la oscuridad amenaza con quitarme la claridad. Mis manos intentan agarrar mi pecho. Intento hablar, pero no tengo aliento para decir algo mas que un suspiro. “Mi corazon”, dije. Todo se puso negro.
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Besar a un angel de Susan Elizabeth Phillips
https://gigalibros.com/besar-a-un-angel.html?Como se encontro Daisy en esta solucion? Ella puede ir a la carcel o casarse con el hombre misterioso que su padre ha elegido para ella. Alex Markov, sin embargo, no tiene la intencion de interpretar al amoroso novio de una nina mimada con gustos de champan. Sin humor y mortalmente guapo, arrastra a Daisy lejos de su vida en la parte alta de la ciudad. Este hombre sin alma ha conocido a una mujer que no es mas
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Agentes de Dreamland de Caitlin R. Kiernan
https://gigalibros.com/agentes-de-dreamland.htmlEn una calurosa manana un agente especial del gobierno llega a Winslow, Arizona, y se reune con una mujer para intercambiar informacion sobre un suceso inexplicable que ha ocurrido unos dias antes.
En un rancho cerca del mar de Salton el lider de un culto ofrece a sus seguidores algo en lo que creer: el futuro se aproxima y ellos van a participar en su llegada.
Un dia despues de los acontecimientos en el rancho que inquietaron tanto al agente del gobierno como para buscar ayuda de “otras” fuentes, el Laboratorio de Fisica Aplicada de la Universidad Johns Hopkins pierde contacto subitamente con una sonda interplanetaria de la NASA, que ha encontrado algo extrano mas alla de la orbita de Pluton.
Y una mujer que flota fuera del tiempo busca en el futuro y en el pasado respuestas que puedan salvar a la humanidad. -
Entre telas y jazmines de Delfina Farias
https://gigalibros.com/entre-telas-y-jazmines.htmlCanuelas es uno de los 135 partidos de la provincia de Buenos Aires, limita con los partidos de General Las Heras, Marco Paz y la Matanza, al noroeste con el partido de Ezeiza, al este con el partido de San Vicente y General Paz, al sur con el partido de Montes y Lobos. Su nombre proviene de unas totoras que los primeros agrimensores encontraron en la zona. Los tecnicos eran espanoles, por esa razon llamaron a las plantas con el nombre que reciben en su pais, Canuelas. En 1836 el estanciero John Miller introdujo el primer toro de pedigri y en 1889 comenzo a funcionar La Martona, Canuela fue declarada cuna de la industria lechera Nacional. Su vida economica comprende la agricultura, la ganaderia y el turismo rural. Las estancias de la zona son muy requeridas por gente extranjera o de muy alto nivel economico buscando la paz y tranquilidad que ellas ofrecen en un marco de vegetacion y comodidad. En un barrio de casas bajas, de clase media y trabajadora, desde su mas temprana edad y hasta dos meses atras, Alma vivio con su abuela, que era profesora de varios idiomas, una mujer luchadora, mitad sangre alemana mitad criolla, quien, con su marido, fallecido diez anos atras, la criaron con sacrificio y mucho teson, inculcandole las buenas costumbres y buenos modales. Ella fallecio de muerte natural por su avanzada edad dejandola sumida en una profunda tristeza. Hija de padre abandonico y madre ausente, a quien jamas termino de conocer, porque cada vez que aparecia, solo era para pedir dinero a sus padres y desaparecer tan rapido como habia llegado, muchas veces sin dirigirle la palabra; ya hacia diez anos que no sabia nada de ella. La abuela la habia instruido en todo lo que ella sabia, preparandola para el momento de su partida. Hablaba y escribia a la perfeccion ingles, frances y aleman, como su lengua madre, todo el trabajo que la abuela tenia al dia de su partida paso a sus manos. Tres empresas importadoras contrataban su servicio, traduciendo documentos de vital importancia provenientes del extranjero. La anciana, le habia puesto la casa a su nombre y le habia comprado un auto, para que se movilizara, su nieta era su debilidad, la luz de sus ojos, con tan solo dieciocho anos, se ganaba la vida sin necesidad de salir de su casa, pues siempre le enviaban el trabajo y pasaban a retirarlo, al ser documentacion importante no deseaban que pasase por muchas manos, solo en contadas oportunidades ella se acercaba al centro de Buenos Aires. Alma era delgada, apenas media metro sesenta, su cabello era del color del trigo y ojos de un increible color turquesa, iguales a los de sus abuelos y aunque era muy bonita, vestia siempre con ropas sueltas, para pasar inadvertida, pues era muy timida. Su deporte favorito era la acrobacia en tela, aunque se relacionaba en el gimnasio con mucha gente de su edad, su unico y verdadero amigo era Ivan, un vecino mayor que ella, que era gay, a quien la abuela siempre pedia que la cuidara, cuando que salian. Los abuelos de ambos habian sido grandes amigos. Otra actividad que la relajaba era cuidar el invernadero de la estancia situada a unas pocas calles de su casa, por lo que le pagaban una fortuna por hacerlo; iba una vez al dia, a remover su tierra, regarlas y trasplantarlas. La duena de la estancia, Ines, era una mujer de unos cuarenta anos, alta, con un fisico que no representaba la edad que tenia, era, ademas su madrina ya que habia sido amiga de su madre. Los sabados y domingos la contrataban de un Club nocturno, del centro de la ciudad de Buenos Aires para que realizara acrobacia en tela, cuando se vestia para realizar su trabajo, se ponia una peluca negra para esconder su llamativo pelo y se enojaba con su amigo que se mataba de risa por ello. El siempre la acompanaba y aprovechaba para deleitarse los ojos con famosos y ricos empresarios, puesto que el lugar era exclusivo, solo frecuentado por gente muy importante y de alto nivel economico. Sebastian era amigo de ellos, o ansiaba serlo, Ivan le tenia desconfianza, su intuicion le decia que lo unico que queria era conquistar a Alma, por supuesto ella opinaba todo lo contrario, cuando ocurria eso se armaba una discusion padre. Sebastian tenia una agencia de viaje e inmobiliaria, alquilaba estancias o casas para fines de semana, entre ellas estaba la estancia de Ines, quien tampoco veia con buenos ojos, que el se cercara demasiado a Alma, y una tarde asi se lo dejo ver. --Escuchame Almita, no me gusta que esten solos, es mas no me gusta Sebastian, tiene algo, no se que, pero no me agrada la forma en que te mira --ella la miro con una sonrisa picara, que era para comersela. --!Vamos Ines!, solo es un amigo, como lo es Ivan --la madrina la miro mal, levantando los ojos al cielo. --Mira nena, ese no quiere ser tu amigo, ese es un vivo, no lo compares con Ivan, el es --justo en ese momento entraba el, se paro frente a ellas y tomandose la cintura con las dos manos, exclamo. --Sigue hablando de mi, que tengo la espalda ancha y aguanto -- Alma se tiro a sus brazos y el la abrazo muy fuerte, ante la atenta mirada de Ines que no paraba de reir. --Pero no he terminado de hablar --afirmo, tratando de contener la risa --le estaba diciendo que no me gusta Sebastian, no me gusta como la mira--el amigo la aparto de sus brazos observandola. --?Viste que yo tengo razon? ese quiere algo mas, quiere sexo, conozco bien a los de su clase --concluyo serio. --Ustedes estan locos, el es bueno, no es como ustedes dicen, aparte dijo sentandose --ya soy una mujer -- los dos la miraron y sonrieron. --Vos sos una nina aun, una nina que no sabe nada de la vida, ni de los hombres, por favor cree en nosotros, sabes que los tres sin serlo somos una familia, siempre estaremos a tu lado, siempre, ?entiendes eso? --afirmo el, levantandola de los hombros y estrechandola otra vez en sus brazos. Alma amaba a esos dos locos, era lo unico que tenia en la vida, a ella tampoco le agradaba Sebastian, solo lo hacia para hacerlos enfadar, aunque jamas habia estado con un hombre sabia que el no era el indicado. El destino ya habia trazado planes para ella y estaba muy cerca de conocer al hombre de su vida, al hombre mas romantico y fiel que toda mujer quisiera a su lado, ese que, con solo mirarte te llena el alma, el que le robara una sonrisa o tal vez llorara a mares, las cartas del destino estaban echadas y todos los astros se complotaban a su favor, el ya estaba, sin que ella lo supiera, muy cerca. --Bueno, ?vamos a la estancia? Manana llegan dos hombres que la alquilaron por un mes, dice que vienen a descansar --expreso Ines, acomodando todo y agarrandolos de los brazos, prontos para salir. --Yo me tengo que ir al gimnasio, hoy me traen una maquina nueva y quiero estar ahi cuando llegue, vayan las dos, a la noche cenamos los tres juntos, despues tengo una cita -- hizo un movimiento con sus manos y los tres se largaron a reir. Ivan tenia dos gimnasios, que se localizaban en puntos estrategicos de la ciudad y a pesar de ser una gran persona y un buen amigo, no tenia suerte en el amor. --Portate bien y ten cuidado -- aunque el ya tenia veintinueve anos Ines siempre se preocupaba por los dos, al ser soltera y sin hijos, ellos eran sus hijos de corazon, las abrazo a las dos, les hizo cosquillas y se marcho.
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Nightflyers de George R. R. Martin
https://gigalibros.com/nightflyers.htmlNomadas nocturnos
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Compromiso temporal de Natalie Anderson
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La dama y el misterio de Stephanie Laurens
https://gigalibros.com/la-dama-y-el-misterio.htmlMontague ha dedicado su vida a gestionar el capital de la elite londinense, pero pagando un precio muy alto por ello: no poder disfrutar de una familia propia. Hasta que aparece en su vida la encantadora Violet Matchman, buscando su ayuda. Ante el enigma que le presenta, Montague encuentra un intrigante desafio tanto profesional como personal.
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El club de lectura de las chicas traviesas de Sophie Hart
https://gigalibros.com/el-club-de-lectura-de-las-chicas-traviesas.htmlSi leiste Cincuenta sombras de Grey… Apuntate a este club.
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Ebrias decisiones de Antonio Preciado
https://gigalibros.com/ebrias-decisiones.htmlEl reloj del auto marcaba las 18:45 horas. Conducia el Mini convertible por el carril de alta velocidad sobre la avenida Garza Sada dirigiendome a casa de Daniel, el unico de mis amigos al que le emociona la idea de volverse mas viejo cada seis de octubre. Nos reuniriamos en su casa para cenar junto con su familia y celebrar su cumpleanos veintisiete: la excusa perfecta para abrir la botella de vino tinto que me acompanaba en el asiento del copiloto. "Espero que Daniel tenga un sacacorchos en casa", pense al voltear y asegurarme de que el cinturon de seguridad estuviera ajustado sosteniendo la botella. Mas vale prevenir que lamentar. Despues de atravesar la metropolis, llegue a la calle donde se encuentra su casa. Localizar espacio para estacionarse en el estrecho camino parecia imposible por la absurda aglomeracion de autos sobre las banquetas. Aparque en una esquina a cinco casas del portico. Verifique el acomodo del flequillo negro sobre mi frente en el espejo retrovisor. "Perfecto". Sali del auto; mi mano derecha sostenia la botella de vino y con la otra presione el boton de la llave para cerrar el coche. Me quede parado unos segundos frente a la entrada principal, imaginando a la familia de Daniel del otro lado de la puerta. Casi podia verlos sentados en circulo frente a la mesa del comedor repleta de platos con comida y de bebidas. Su madre organizando el viaje a Cancun para asistir a la boda de su sobrino el ano siguiente. Su hermana Gloria contando los meses que faltaban para dar a luz al nuevo integrante de la familia. Yo ya esperaba que sus hermanos me hicieran, en tono burlon, aquella pregunta que se volvia cada dia mas irritante: ?Cuando nos van a llegar las invitaciones de tu boda, Alonso? Pero estan muy acostumbrados a verme sin pareja; han dado por hecho que ese evento nunca lo celebrare en esta vida. Ni en la siguiente. Presione el timbre dos veces y Daniel aparecio del otro lado de la puerta, invitandome a pasar con unas palmadas en la espalda. --!Te haces del rogar! --dijo, apuntando al reloj digital en su muneca--. Habiamos dicho que llegarias hace una hora. El color blanco de la camisa hacia que su piel morena resaltara. Nuestra similar complexion y el metro setenta y cinco de altura han hecho que la gente nos pregunte en mas de una ocasion si somos hermanos. Caminamos por el corto pasillo hacia la cocina. Daniel tomo la botella de vino tinto y la coloco en la mesa del comedor. Conozco la casa a la perfeccion. Suelo venir los domingos cuando Daniel me invita a ver los partidos de Los Rayados de Monterrey. No soy fanatico del equipo y tampoco me interesa el futbol soccer, pero me gusta sentarme frente al televisor a beber una o dos cervezas... o tres. Salude a sus padres y hermanos. Tras la cordial y corta bienvenida, pase al bano. Moje mis manos y el rostro acercando mi cuerpo al lavabo de ceramica. Parado frente al espejo, me quede observando la profundidad de mis ojos cafe oscuro. Me pase los delgados dedos sobre la cara y note que mi aspecto mostraba senales de fatiga. Las ojeras por las trasnochadas de los dias y semanas anteriores comenzaban a notarse cada dia mas; la resequedad en mis labios suplicaba beber algo mas que alcohol. A pesar de eso, no me veia mal en absoluto. El aspecto joven y varonil reflejaba la edad precisa: veintiseis anos. Mantenia mi cuerpo esbelto y en su lugar gracias a las horas semanales de ejercicios cardiovasculares y pesas. La balanza de prioridades estaba muy bien distribuida: trabajo, ejercicio y vida social. Todos importantes, ninguno mas que otro, ?o si? Seque mis manos en los Levi's azul oscuro y sali del bano. Daniel me esperaba con una copa de vino tinto; todo el mundo sabe que es mi favorito. Nos dirigimos hacia el patio trasero donde sus hermanos preparaban cortes de carne sobre el pequeno asador. Habian instalado mesas plegables redondas con sillas alrededor, separamos dos de ellas. Mi mano izquierda sostenia la botella de vino que agarre de la mesa antes de salir al patio, y la derecha resguardaba la copa a medio llenar. --Ahora si, !cuentame! ?Ya decidiste donde quieres continuar la fiesta despues de la cena? -- pregunte justo antes de dar un sorbo a la copa. Me rodo una gota sobre el menton. --No, aun no decido --Daniel dio un sorbo a la botella de agua que saco de la nevera--. Ademas, no seremos muchas personas. Karen viene en camino, podemos discutirlo cuando llegue. Ya sabes que no puedo decidir por ella. Esperar a que llegue la novia de Daniel a cualquier lugar es como esperar una nevada en Monterrey: !absurdo! Karen es la persona mas impuntual que conozco. No me sorprenderia que llegara tarde a la celebracion de su propio funeral. Del bolsillo derecho de mi pantalon saque el celular. No tenia notificaciones de WhatsApp ni comentarios en mis estados recientes de Twitter y Facebook, pero si en mi ultima publicacion de Instagram, que era una foto de una lasana instantanea extendida sobre un plato de loza. La imagen hacia que el valor comercial del platillo aumentara su precio al triple. Junto al plato habia una copa de vino blanco y la botella de Verdeo importada desde Espana. La publicacion era del dia anterior con la descripcion: Cena para uno #Wine. Deslizando mi dedo sobre la pantalla, me dirigi al buscador de Google para escribir Horgans. La pantalla mostro el mapa de Monterrey y la ubicacion del club en el centro de la ciudad. Pase mi dedo sobre la informacion, y al encontrar el numero de telefono, marque. --Buenas noches, quisiera hacer una reservacion para hoy a las once --dije, y escuche a la chica al otro lado apretando un extremo del boligrafo, preparandose para apuntar--. !Claro! La reservacion a mi nombre, Alonso Rodriguez. Termine la llamada, di un trago a la copa y me dirigi a Daniel. --Ahora ya puedes decir a tus invitados hacia donde moveremos la fiesta el dia de hoy --dije guardando el celular sin notificaciones en el bolsillo. --Sabia que no aguantarias las ganas de ir a Horgans --y saco su celular. Escabulli la mirada por encima de su brazo: Daniel mandaba un mensaje a un grupo de WhatsApp llamado Parejitas para dar aviso a los integrantes sobre el nuevo plan de la noche. Yo no estaba incluido en ese grupo, ?por que habria de estarlo? El nombre del grupo era una ofensa a mi eterna solteria por eleccion, ?o seria por obras y planes del destino? No lo sabia y no me importaba… ?o si? --?Tienes pensado invitar a mucha gente? --pregunte--. ?A tus amigos de la oficina, a los del equipo de futbol? --y verti mas vino en la copa medio vacia. --La verdad solo voy a invitar a los de este grupo --Daniel me enseno la pantalla del celular con la conversacion reciente de las "parejitas"--. No le dije a nadie mas. Mis amigos tenian otros compromisos y casi nunca tienen dinero para ir a esos lugares. Ademas, Karen insiste en que convivamos mas con Anna y Ricardo. No entiendo por que, si nos vemos cada semana. En fin, seriamos solo nosotros cinco, incluyendote. El sonido del timbre interrumpio nuestra conversacion. Su hermana Gloria habia llegado en compania de su esposo y una enorme barriga de siete meses. --?Te molesta si te dejo por unos minutos mientras atiendo a mis invitados no alcoholicos? -- pregunto Daniel. --!Por supuesto que no! Tengo la compania que necesito --y levante la copa. Me quede solo y en silencio por un par de minutos mientras terminaba el liquido que restaba en la botella. Los hermanos de Daniel entraban y salian de la casa hasta el patio trasero cargando ingredientes para la cena. Puse mi mano sobre el bolsillo izquierdo del pantalon y note que algo faltaba. Me levante de inmediato de la silla y entre a la casa para buscar a Daniel. --Te vere junto con los demas afuera de Horgans --le grite mientras me aproximaba a la puerta con las llaves del auto en la mano. --?A donde vas? Acabas de llegar --pregunto Daniel acompanandome hasta la puerta--. ?Puedes esperar al menos a que termine la cena? Mi familia se ira despues de eso y no quiero que bebas alcohol con el estomago vacio. ?Recuerdas como te pusiste en nuestro ultimo viaje a Playa del Carmen? Lo recordaba, o al menos algunas cosas; por suerte no tenia memoria para las mas embarazosas. Hice una pausa antes de girar la perilla y me dirigi a Daniel. --Me acabo de dar cuenta de que olvide mi cartera en casa. Pero no te preocupes, te vere afuera de Horgans antes de las once. Dile a Karen que... Justo antes de cruzar la puerta, la cabellera rizada y castana de Karen se interpuso en mi camino hacia la salida. --?Te vas tan pronto? Apenas comienza la noche --dijo Karen entre risas, colocando su mejilla junto a la mia. El saco rojo la cubria desde los hombros hasta las rodillas, dejando al descubierto las medias negras. Los zapatos de tacon aumentaban su corta altura hasta casi emparejarse con la mia. El poco maquillaje en su cara y el labial rojo hacian que su piel blanca se viera mas palida de lo normal. --Olvide algo en casa y tengo que ir a recogerlo, pero no te preocupes, los vere en Horgans mas tarde. --?Quien decidio ir a ese lugar? --pregunto Karen. --Fue Daniel, le dije que debiamos esperar a que llegaras, pero es muy insistente --dije antes de salir por la puerta. Karen comenzo a reir y agito la mano, despidiendose. Daniel la recibio con un beso en los labios y la invito a pasar. La puerta se cerro a mis espaldas. Encendi el motor y me dirigi rumbo a casa. El trafico era denso: las filas de autos transitando entre municipios crecian mientras avanzaba la noche. El tablero marcaba diecinueve grados y las nubes se esparcian por el cielo de la ciudad. El Mini convertible circulo sobre la Carretera Nacional al sur de Monterrey hasta llegar a la caseta de vigilancia de la colonia Sierra Alta. El portero me saludo desde lejos y alzo la barrera metalica que dejo pasar al auto. Varado frente a la casa, esperaba a que el porton electrico se elevara para poder entrar. La camioneta Suburban de mi padre, el ingeniero Rodriguez, estaba estacionada dentro de la cochera. Conozco aquella maquina desde el exterior: podria contar con los dedos las veces que he subido al vehiculo, ya sea en el asiento del copiloto o en los traseros. El ingeniero Rodriguez nunca me ha dejado conducirla; su risa burlona dice que lo arruinaria, como con todo lo que pasa en mi vida. Esa risa no logra ocultar la verdadera intencion de sus palabras: "Nunca la vas a conducir, no tienes las aptitudes". Aparque al lado izquierdo de ese vehiculo medio metro mas alto que yo. El porton se cerro sin prisa detras de mi. Sali del auto y camine hacia la puerta lateral de la cochera para entrar a casa.
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La joya de Meggernie, Kate Danon de Kate Danon
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Cuando despierta del letargo, los dos descubren que no son dos desconocidos. El amor ha surgido. ?Sera eso suficiente cuando ni siquiera se conocen? ?Sera ese amor peculiar el verdadero?
Romanticismo, humor y sentimiento puro son los ingredientes de esta novela.
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Mares. Wendy Darling 2 de Colleen Oakes
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viven a bordo del Noche Repentina, el barco del capitan
Garfio y su tripulacion sedienta de sangre. Para Wendy
y sus hermanos, regresar a Londres ahora parece un
sueno lejano; las traiciones apenas han comenzado. -
Ensename a querer, Patricia Alcantud Obregon de Patricia Alcantud Obregon
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La vida al fin y al cabo de Fernando Garcia Lobo
https://gigalibros.com/la-vida-al-fin-y-al-cabo.htmlMe pregunto a que altura estoy en este momento. Nunca he sido muy habil para calcular distancias. En realidad, nunca lo he sido para calcular nada. ?Cuanto mide un edificio de viviendas de tres plantas? Esa pregunta, recuerdo que nos la hicimos un dia, hace mucho tiempo, en una terraza de verano tomando unas cervezas. Aquellos amigos de entonces, hace tiempo que abandonaron mi compania. Ley de vida. Recuerdo nuestras risas cuando un par contestamos: ?cien metros? Como se notaba que no teniamos ni idea de arquitectura, y ni falta que nos hacia por entonces. ?Cuantas personas pasan por nuestro lado a lo largo de nuestras vidas? Muchas. O no tantas. De todas se aprende algo, y ahora me pregunto que les habre ensenado yo a todas y cada una de ellas. Espero que algo bueno. Poco, me temo, pero bueno. Pero aqui donde estoy ahora, hay muchos mas de tres pisos, eso lo se seguro. Siento la ciudad a mis pies. Al alcance de mis manos. Desde aqui parece mucho mas grande. Si, definitivamente es una ciudad. Y ahora es mia. Estoy tan a gusto, que incluso he olvidado el motivo por el que estoy aqui arriba. Y me da igual. En este momento, todo me da igual… Cierro los ojos para sentir, solo sentir, que, de momento, sigo aqui, aunque haya decidido probar a volar… Yo elijo el momento. Y este es el mio. El ruido de una ambulancia ahi abajo, me devuelve al presente. A la realidad. Un aire helado me recorre todo el cuerpo. Me doy cuenta de que voy en mangas de camisa, a pesar de ser invierno. Es curioso que, la valentia de hace apenas unos minutos, se haya esfumado. Asi, de repente. Hace un momento, la idea de saltar al vacio, desde la azotea de este hotel, me parecia genial. No solo la unica opcion, sino la mas acertada. Pero ahora, aqui arriba en este edificio que no alcanzo a saber cual es, me entran las dudas. Permitanme la posibilidad de dudar al saber que me dispongo a hacer algo, que no tiene vuelta atras, que una cosa es echarle valor a esto del suicidio, y otra muy distinta es hacerlo a lo loco. Como ha cambiado mi vida esta ultima semana. La vida es esto, !pam! y todo cambia. En solo una semana, la ultima semana... PRIMERA PARTE: SEBASTIAN 1 Baje del autobus en la que crei que era mi parada. A pesar del frio, anduve unos metros con la chaqueta colgada del brazo, ajeno a todo lo que me rodeaba. Realmente, que mas daba el frio. Que mas daba todo. No podia quitarme de la cabeza la visita al medico, de hacia una hora. Todavia podia ver la cara de ese tipo, con su pose de hijo de puta, mirandome sin verme. Haciendo ver que me entendia. No entiendo el por que de la pose que adopta esa gente, ?nadie les ha dicho que utilizan el mismo uniforme que un charcutero? Si lo tuvieran mas en cuenta, tal vez dejarian de hablar con ese tufo a trascendente. --Lo siento senor Montes, lamento tener que decirle todo esto... --Monjes. --?Perdon? --Mi nombre es Monjes, Sebastian Monjes. --Ah, si, si, perdone... Aquel tipejo no sabia ni como me llamaba. Pero no le temblo la voz para soltarme, a bocajarro, la noticia. Sindrome de Stouhauer, o algo parecido... --?Oiga, y no sera el tal Montes el que esta bien jodido, y no yo? --tire de fina ironia. No hay que dejar de ser uno mismo, ni en las peores situaciones. Aquel hombre vestido de blanco me explico, a grandes rasgos, que aquel sindrome, era la explicacion a todos mis recientes dolores de cabeza y mis estimados mareos. Y lo hizo con una mezcla de falsa condolencia y franca satisfaccion profesional, por haber dado con la tecla. Por haber averiguado al fin el enigma. Como un mecanico, que nos anuncia el motivo por el cual nuestro coche no arranca. Con una sutil diferencia: el coche no era tal, era yo; y el problema era el contrario, el riesgo a apagarme del todo. El diagnostico del doctor Morales, o Minerales no lo recuerdo bien, no era muy alentador. Me explico con todo lujo de detalles el tratamiento de choque a seguir. No tendria ningun problema en exponerlo ahora mismo, pero me resulta del todo imposible. No le preste la mas minima atencion. Deje de pensar en aquella consulta. En aquel hospital venido a menos. Ya no me importaba nada. No estaba alli. Estaba en mi ninez. De nuevo enfrentandome a los miedos a solas. Con la terrible certeza de que esta vez, tocaba perder. Por mucho que aquel senor me explicara las diversas posibilidades, estaba convencido de que no. No habia nada que hacer. No veia el momento de largarme de alli. De despertar de aquella pesadilla. Esto no esta ocurriendo, me dije. Sabia perfectamente que era un burdo intento de enganarme a mi mismo. Que dura es la realidad… Hay momentos, los mas, en los que una buena mentira abriga. Lo unico que pude descifrar entre aquella coleccion de palabras y silencios, fue que habia un tratamiento experimental. El doctor Morales entonces, fue mas sincero todavia al indicarme que la esperanza de curacion era escasa. Nula mas bien. Pero merecia la pena intentarlo. Al menos para el, que parecia ligeramente inclinado a seguir con pruebas y mas pruebas. Anadio que el tiempo corria en nuestra contra. Me hizo gracia que utilizara el plural, y me tranquilizo la certeza de que en realidad, el tiempo corre en contra de todos. La cabeza me iba a estallar. Definitivamente aquel maldito sindrome iba ganando terreno. Durante el ultimo mes, prueba tras prueba buscando la solucion, habia albergado la esperanza de que todos aquellos males, desaparecieran de la misma manera en la que llegaron: de la noche a la manana. Todos tendemos a desear eso. Negamos el dolor esperando que desaparezca. Y lo peor es que, en ocasiones, lo conseguimos. Pero no siempre. Caminaba con pasos pesados hacia mi casa, reflexionando sobre que haria a partir de ese momento. Si valia la pena o no enfrentarse a nuevas pruebas, a nuevos tratamientos, a nuevas esperanzas… Todas encaminadas a fracasar. A sucumbir... Me detuve un momento para contemplar un parque repleto de ninos jugando. Ajenos a todo. Ajenos a mi realidad y a la de todos. Unicamente pendientes de lo suyo. !Que envidia! Ojala volviera a esa edad. A esa epoca dulce de la vida. --!Perdone, perdone! Segui caminando sin esperanza. Ahora mas que nunca, sin prisa. Como queriendo retener esos pasos. Ya no quedaban muchos... --Perdona... Note una mano sobre mi hombro y me gire por inercia. Ante mi habia un rostro ligeramente conocido. --Se te ha caido esto --me dijo, al tiempo que me tendia el sobre blanco del hospital. Sin decir palabra, lo cogi sin mirarlo. --Gracias, eh, gracias --balbucee con dificultad, mas por la sorpresa que por otra cosa. La rescatadora de mi maldito sobre, resulto ser Eva Losada, una antigua companera de mis tiempos de EGB. ?Como diablos lo llaman ahora? Cuanto ha llovido… A pesar del paso del tiempo, seguia teniendo la misma mirada burlona y sensual de entonces. Recuerdo que fue mi primer amor, aunque no estoy seguro de que a aquello que senti entonces, se le pueda llamar amor. Tal vez no lo era, o lo era en su maxima expresion. Toda una vida intentando averiguarlo, y ahora que tal vez llegaba al final del viaje, me daba cuenta de que lo mas importante no son ni las preguntas, ni las respuestas, ni nada parecido. Lo importante, es sentir la duda y tratar de resolverla. Cosa que yo, en la mayoria de las cosas verdaderamente importantes de la vida, no habia hecho. Demasiadas dudas pendientes por resolver. Le di las gracias y quedamos para tomar algo, algun dia. Volvi a mi mismo, al tirar de ironia. Le recalque que mejor no dejarlo para muy tarde, broma que deguste en mi interior, al saber que solo yo la entendia. Al llegar a casa, mas vacia y hueca que de costumbre, no sabia bien que hacer. A pesar de las advertencias del maldito doctor, me parecio que lo obvio y natural en mi situacion, era tomarme un buen copazo. Nunca he sido bebedor, hecho que no me ha impedido tener un pequeno arsenal alcoholico repartido en varios muebles de la cocina. Cualquier cosa valia. ?El whisky caduca? Torturandome con la bebida, como si no tuviera suficiente con lo mio, encendi el ordenador, y me dispuse a mirar, como si nada, mi correo y mi facebook. Nada destacable. En mi muro escribi un escueto "Puta Vida". Fui a la ducha, intentando que el agua aclarara mis ideas. ?Que iba a hacer a partir de ese momento? Lo unico que tenia claro, es que nada de pruebas. Eso no. Estaba harto. El doctor Morales, me habia emplazado a pedir nuevamente hora para seguir con el tratamiento. Me di cuenta en ese momento, que al salir de su consulta, no lo habia hecho. Simplemente sali, directamente a la calle, y a mi casa. Francamente, no me preocupaba
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A mitad del camino: El amor despues del amor de C. M. A
https://gigalibros.com/a-mitad-del-camino-el-amor-despues-del-amor.htmlVeronica disfruta de una buena vida, a sus 37 anos es considerada una de las mejores abogadas corporativas de la ciudad, comparte las noches con un hombre que se roba los suspiros de la mayoria de las mujeres, y ha viajado tanto alrededor del mundo, que su memoria ya no posee espacio para mas recuerdos. Tiene todo lo que quiere, lo que necesita, lo que cree desear. Una imprevista gripe la llevara de patitas a la cama, poniendo en evidencia la inevitable sensacion de soledad oculta en ella: Veronica tiene todo, y a la vez, nada.
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Ultima Sesion (Literatura Random House), Marisha Pessl de Marisha Pessl
https://gigalibros.com/ultima-sesion-literatura-random-house-marisha-pessl.html -
El vals de los malditos de Ivan Lopez Pardo
https://gigalibros.com/el-vals-de-los-malditos.htmlUn terrible asesinato tiene lugar en Santander en plena transicion postfranquista, que recuerda a otro fatal suceso que aterrorizo la ciudad en el pasado. Al igual que su padre entonces, el inspector Marcos Marquez es enviado a investigarlo. Al mismo tiempo en otro punto de la ciudad, su hermana Estela despierta sobresaltada, envuelta en oscuras pesadillas que enmascaran un terrible presentimiento que va a cambiar sus vidas para siempre. En su sueno, ve retornar de entre los olvidados a un hombre herido de nostalgia y anhelo que no parara hasta conseguir su objetivo. Mientras, escondida entre las sombras, una oscura figura continua tramando un maligno plan que el mundo ignora y que sera crucial para su devenir. Unidos por el horrible crimen, padre e hijo investigaran este nuevo caso, luchando juntos por superar las numerosas adversidades y trabas que, desde el principio, se encontraran para resolverlo.
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El emperador destronado de David Barbaree
https://gigalibros.com/el-emperador-destronado.htmlUna novela historica epica e implacable sobre uno de los personajes mas interesantes de la Roma antigua. Un vibrante thriller historico repleto de poder, traicion y venganza.
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La piel intrusa de Yanina Rosenberg
https://gigalibros.com/la-piel-intrusa.htmlEn el primer libro de la argentina Yanina Rosenberg, los matices de la literatura fantastica se entreveran sutilmente con una realidad fragil, distorsionada. Todo puede quebrarse en un momento dado y sera en ese instante cuando una madre reniegue de la maternidad, lo monstruoso se confunda con lo domestico o un viaje apunte en todas las direcciones. Estas historias, que sacuden, empujan y tironean hasta la angustia y el misterio de hallar lo desconocido en ellas, sin duda suman a su autora al actual auge del cuento protagonizado por escritoras.
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Supe que eras a quien buscaba (Serendipity 4 ) de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/supe-que-eras-a-quien-buscaba-serendipity-4.htmlPor fin llega el momento en el que Oziel se decide y pide a Kelly una cita que ella aceptara… ?Por que no hacerlo? Tan solo van a comprobar si son o no compatibles. Nadie esta hablando de amor, ni de ser novios.
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La cancion de los vivos y los muertos de Jesmyn Ward
https://gigalibros.com/la-cancion-de-los-vivos-y-los-muertos.htmlUna novela que la critica ha comparado con William Faulkner, Flannery O’Connor o Toni Morrison. Jojo, de trece anos, y su hermana menor Kayla viven con sus abuelos negros en una granja en la costa del Golfo de Misisipi, con la compania siempre esporadica de su madre, Leonie, una mujer que desearia ser mejor madre de lo que es. Cuando el padre de ambos, un hombre blanco, va a salir de prision -Parchman Farm, la misma penitenciaria en la que el abuelo de Jojo cumplio una condena injusta durante su juventud-, Leonie insiste en ir a recogerlo con los ninos. Durante el azaroso viaje, Jojo, Kayla y Leonie deberan aprender a relacionarse como familia, y Jojo conocera a Richie, otro nino con quien descubrira el legado de la esclavitud y la importancia de reconciliarse con el pasado.
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Solo tuyo para siempre y contigo (La fuerza de amar 3) de Barbara Crespo
https://gigalibros.com/solo-tuyo-para-siempre-y-contigo-la-fuerza-de-amar-3.htmlCuando Sindy desaparecio, Ian quedo devastado, nunca habria imaginado que tras haberla elegido, ella le abandonaria. Durante mucho tiempo, se ha dedicado a buscarla, pero como si la tierra se la hubiera tragado… no consigue encontrarla.