• libro el corazon de yamato - Aki Shimazaki

    https://gigalibros.com/el-corazon-de-yamato.html

    ?Cuanto dura el amor? ?Bajo que formas vuelve a encenderse? ?Cuales son las consecuencias del amor perdido?

  • El corazón de Yamato (Narrativa) Tapa blanda - Amazon

    https://www.amazon.es/coraz%C3%B3n-Yamato-NARRATIVA-Aki-Shimazaki/dp/8426406262

    El corazón de Yamato (Narrativa) : Shimazaki, Aki: Amazon.es: Libros.

  • El corazón de Yamato Versión Kindle - Shimazaki, Aki - Amazon

    https://www.amazon.es/El-coraz%C3%B3n-Yamato-Aki-Shimazaki-ebook/dp/B07SR6HC7G

    Mirar en el interior de este libro. El corazón de Yamato de [Aki Shimazaki]. Sigue al autor.

  • EL CORAZÓN DE YAMATO | AKI SHIMAZAKI | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-corazon-de-yamato/9788426406262/9476777

    6 jun 2019 — El libro EL CORAZÓN DE YAMATO de AKI SHIMAZAKI en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • "El corazón de Yamato", de Aki Shimazaki - Literatura +1

    https://literaturamasuno.blogspot.com/2019/08/el-corazon-de-yamato-aki-shimazaki.html

    5 ago 2019 — Sinopsis y opiniones del libro. Literatura +1, un rincón donde compartir reseñas sobre lecturas y el gusto por la Literatura.

  • EL CORAZÓN DE YAMATO - SHIMAZAKI AKI - Quelibroleo

    http://quelibroleo.com/el-corazon-de-yamato

    Información del libro. GéneroLiteratura contemporánea; EditorialLUMEN; Año de edición2019; ISBN9788426406262; Idioma Español.

  • EL CORAZON DE YAMATO - AKI SHIMAZAKI - 9788426406262

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  • El corazón de Yamato by Aki Shimazaki - Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/46139912

    El corazón de Yamato es un libro excelente, te enseña datos culturales sobre Japón. Está escrita de una forma sencilla y melancólica con cinco historias ...

  • El corazón de Yamato | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/ar/literatura-contemporanea/136876-libro-el-corazon-de-yamato-9788426406262

    ¡En oferta! El corazón de Yamato ... Sus libros han sido traducidos al inglés, japonés, serbio, alemán, ruso y húngaro. Con El quinteto de Nagasaki (Lumen,.

  • El corazón de Yamato, de Aki Shimazaki | Read&Fly

    https://readnfly.com/2020/05/11/libros-de-japon-el-corazon-de-yamato/

    11 may 2020 — literatura japonesa - el corazón de yamato - aki shimazaki ... El libro habla de matrimonios-miai, «buenos esposos» rechazados en sus ...

  • Hozuki, la libreria de Mitsuko de Aki Shimazaki

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    Mitsuko tiene una libreria de viejo especializada en obras filosoficas. Alli pasa los dias serenamente con su madre y Taro, su hijo sordomudo. Cada viernes por la noche, sin embargo, se convierte en camarera en un bar de alterne de alta gama. Este trabajo le permite asegurarse su independencia economica, y aprecia sus charlas con los intelectuales que frecuentan el establecimiento. Un dia, una mujer distinguida entra a la tienda acompanada por su hija pequena y los ninos de cada una se sienten inmediatamente atraidos entre ellos. Ante la insistencia de la senora y por complacer a Taro, a pesar de que normalmente evita haceramistades, Mitsuko aceptara volver a verlos. Este encuentro, sin embargo, podria poner en peligro el equilibrio de su familia.

  • Tu eres mi baronesa (Matrimonio de conveniencia 2) de Claire Phillips

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    Lord Marcus, Baron de Varite, uno de los mas deseados caballeros, tenia todo lo que se podia desear; Posicion, fortuna, un aspecto que le granjeaba el deseo de las damas y la envidia de los caballeros... Sin embargo, un error del pasado le perseguia e impedia lograr lo unico que realmente deseaba; Una verdadera familia. Ver a sus amigos felices con sus esposas e hijos no hacia sino avivar su anhelo. Animado por poner solucion a su error y con ello lograr, por fin, remediar su soledad, decide pedir a lord Jillers, un lord americano con talento para investigar discretamente, que le ayude, pero ?como imaginar que no solo solucionaria su problema inmediato, sino que seria tambien la solucion a su soledad? Su temeraria hija seria la que tendria su felicidad en sus manos, al menos cuando solucionase el engorroso asunto de averiguar quien, precisamente cuando habia encontrado a su baronesa, queria matarlo.

  • Pleyades de Michael Dantes

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    Era el ano 1942 cuando los Nazis avasallaban una gran parte del continente europeo, la segunda guerra mundial se mantenia fuerte y sangrienta mientras que millones de personas perdian sus vidas. Jericco Goldstein era uno de los tantos Doctores en el imperio Nazi, lo fue hasta el dia en que fue sorprendido vendiendo informacion privada de Alemania a Rusia y a Los Estados Unidos de Norteamerica, fue sentenciado a una muerte lenta y miserable.
    Despues de morir se enfrenta a terribles sucesos que seguro nadie esperaria despues de la muerte, el terror y el misterio lo acompanaron desde el inicio de su sufrimiento. El renace en un mundo medieval que se asimila al planeta Tierra y se ha de topar con los hechos mas sucios y oscuros de la historia, desamparado y solitario, es senalado y juzgado como un hereje por parte de los sombrios enemigos que hizo desde su gran llegada a Pleyades.

  • Homo climaticus de Jose Enrique Campillo Alvarez

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    Un recorrido desde el Big Bang a la actualidad para comprender como el clima condiciono la evolucion de la vida y de nuestra especie. Un libro de divulgacion cientifica que analiza los logros evolutivos, culturales y sociales de los seres humanos desde su aparicion hasta el presente.

  • El futuro tiene tu nombre de Brenna Watson

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    ?Y si tu marido fuese tu peor enemigo? ?Y si ni siquiera su muerte te librara de el?

  • El universo prohibido de Lynn Picknett

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    En 1543, estando en su lecho de muerte, el astronomo Nicolas Copernico publico una obra determinante que planteaba un modelo del cosmos en el que el Sol era el centro. Para la mayoria de los historiadores, significo el principio de la Revolucion Cientifica, pero este libro perfila una historia alternativa que comienza con el redescubrimiento de unos documentos egipcios perdidos durante largo tiempo.

  • La Esposa del mafioso de Natalia Lee

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    Elaina Duval ha vivido una vida normal durante sus dieciocho anos, o eso pensaba. Siempre ha sido ella y su madre, pero no fue hasta su decimoctavo cumpleanos que todo cambio. Valentino Acerbi es el hijo del capo de la mafia italiana, se crio en el despiadado negocio y solo tenia esa mente. De alguna manera, Elaina es arrastrada a este mundo retorcido y se ve obligada a soportar formas de vida que nunca supo que era posible.

  • Las lagrimas de la diosa maori, Sarah Lark de Sarah Lark

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  • Solo hace falta esperar de Alma Sandher , Josefina Fernandez

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    Alma y Laura deciden hacer un viaje especial con destino, Varadero. Con entusiasmo y ganas de disfrutar cada momento, emprenden su aventura, con vivencias que jamas podrian haber imaginado. Regresan con las maletas cargadas de recuerdos inolvidables, y una nueva vida. Aunque a veces las cosas no son lo que parecen, y entre sorpresas, encuentros, verdades y mentiras, las dos amigas se subiran a una montana rusa de emociones con un destino inesperado. Una historia donde la amistad y el amor dan sentido a todo. La vida les regalara un gran aprendizaje, solo hace falta esperar, para que te suceda todo lo que mereces, ser feliz.

  • El rio baja sucio de David Trueba

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    Las vacaciones de Semana Santa de Tom y Martin suelen ser bastante predecibles. En la sierra, con sus familias, los amigos, las bicis, el rio, la naturaleza… Nada demasiado memorable salvo el reencuentro, que les permite disfrutar de la amistad que los une desde que eran pequenos.

  • IMPOSSIBLE LOVE de Priscila Serrano

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    El rumbo de la vida de Alexa cambio justo el dia en el que su madre decidio casarse con otro hombre. Nunca penso que aquel suceso, iba a afectarle como lo hizo y con tanta intensidad. Tanto como para no volver a ser la misma. Entonces llego el, un chico se cruzo en su camino en el momento mas oportuno, para salvarla.
    Cameron nunca creyo que pasar por su lado, siendo el el que no creia en el amor, caeria irremediablemente enamorado de ella en cuanto la vio. Que ella le haria sentir demasiado en tan poco tiempo.
    ?Que pasara cuando se den cuenta de que tienen en comun mucho mas de lo que creen?
    Lo que no se espera ninguno de los dos es que su pasado, esta ligado a sus vidas.

  • Maltrato animal, sufrimiento humano de Mauricio Garcia Pereira

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    Acuciado por la necesidad de conseguir un empleo tras tres anos en el paro, Mauricio Garcia Pereira, un gallego emigrado a Francia, acepta un trabajo en el matadero de Limoges, el mas grande del pais. Durante casi siete anos, aspira la medula espinal de centenares de vacas e hincha cabezas de ternero con una pistola de aire comprimido, entre otras tareas. El trabajo es duro, muy fisico, los accidentes son continuos y la normativa no siempre se respeta. Las condiciones, precarias, y los jefes abusivos llevan al limite de sus fuerzas a los empleados, muchos de los cuales recurren al alcohol y a las drogas para soportar el ritmo.

  • Diario de una… ?Loca? de Rut H. Sanchez

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    Celia esta convencida de que le falta un tornillo, pero no esta sola, su familia alimenta constantemente esa idea diciendole durante toda la vida <>, y asi resulta facil convencerse de ello.
    La amenaza constante de ser internada vuela sobre su cabeza como cuervos negros, pero su marido y principe azul le proporcionaran la seguridad y confianza que necesita. O ?pueden las ranas disfrazarse de principes?
    Esta claro que lo de estar cuerda no es su fuerte, sin embargo, necesitara juntarse con <> para darse cuenta de ello.
    ?Te atreveras a acompanar a Celia en este viaje donde la locura lo cura todo?

  • El brazalete magico de Rocio Rueda Sastre

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    Lara pasa las vacaciones en Atenas para visitar a su padre, que se encuentra en la ciudad griega trabajando en una excavacion. Haciendo turismo, Lara entra en una tienda de antiguedades en la que un misterioso anciano le regala un brazalete. Ese brazalete conectara a Lara con uno de los secretos mejor guardados de la humanidad, el de la poderosa espada con la que lucho Alejandro Magno y con Elisa, una de las sacerdotisas de Atenea en la antigua Grecia. (2010-10-19)

  • Secretos bajo mi piel de Susana Mohel

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    !Boom! Suena el primer golpe. ?Que diablos? !Boom! Aqui va otra vez, freno en seco, obligando al coche de atras, a pararse tambien. Miro por el espejo retrovisor y solo alcanzo a ver una pequena cabeza oscura reclinada sobre el volante. !Lo que me faltaba! Encabronado, abro la portezuela de mi recien estrenada camioneta dispuesto a enfrentar al imbecil que me acaba de chocar. Estoy listo para dar pelea. El dia que habia comenzado como uno realmente malo, acaba de convertirse en una verdadera mierda. Y lo que es peor, todavia no he dado con un plan para salir a flote. Maldicion. Al llegar a la puerta del viejo Toyota, me encuentro con que el conductor es una mujer, una que, de hecho, parece bastante joven. El sonido de las risas de un nino pequeno me deja ver que no viene sola. Bueno, al menos para alguien esto ha sido de lo mas entretenido. Abro la portezuela, con la intencion de ver que tan graves han resultado ser sus heridas, a la velocidad a la que ibamos probablemente no se trate mas que de una contusion o algo por el estilo. Le toco el hombro, mi rabia se ha transformado en preocupacion y, a pesar del dolor de cabeza que amenaza con reventarme las sienes, tengo que actuar rapido. Por fortuna, ella se mueve, levantando su cabeza voltea a verme y me encuentro con los ojos verdes mas impresionantes que he visto alguna vez. --?Esta usted bien? --Atino a preguntarle. Mentalmente me doy una bofetada, claramente no se encuentra bien, no estoy del todo seguro de que sea a causa del accidente, pero la chica esta en un claro estado de shock. --Voy a llamar a la ambulancia --le informo al ver la herida sangrante que tiene en la frente. Ella abre los ojos todavia mas, aterrada con el sonido de mis palabras. --Alguien tiene que atenderte --trato de persuadirla para que acepte. Con la cabeza, hace una negacion casi imperceptible, pero he captado con claridad su mensaje. Esta aterrorizada, ?de que? Esa pregunta salta una y otra vez. --Necesito irme, irme lejos --la escucho murmurar, mientras freneticamente mira hacia todos lados --. Mi hija, mi hija. --Tranquila --le digo tomandola por los hombros, la nina esta tranquila, creo que para ella esta en medio de un parque de diversiones. Intenta levantarse, pero, con mis manos todavia sobre sus hombros, la detengo. Me tomo un momento para observarla mejor, es bastante joven, no creo que tenga mas de veintitres, lleva una larga mata de cabello oscuro recogido en un mono suelto, bueno, el intento de este. Lleva puesta una vieja camiseta que le queda enorme y unos jeans bastante gastados. Sin embargo, el coche esta casi escrupulosamente limpio y la nina se ve bien cuidada. De nuevo, como un anuncio de neon la pregunta titila, ?de que huye? --?Tienes seguro? --Le pregunto volviendo al aspecto practico, sus problemas no son los mios, lo importante aqui es resolver el asunto de su herida y que la vida siga, ya me encargare de hacer que arreglen la defensa de mi camioneta, no es como que voy corto por un par de dolares. --Necesito irme --repite. --No puedes conducir en ese estado --susurro apartando el cabello de su rostro, buscando con mis dedos la herida, que sigue sangrando. No tardo mucho en encontrarla, es un corte de menos de dos centimetros, que seguramente se hizo al golpearse con el volante. Tomo del bolsillo trasero de mi pantalon el panuelo de lino que siempre llevo conmigo --y que hoy me siento especialmente agradecido de traer-- y, haciendo algo de presion, cubro la herida con ella. La chica se dobla, creo que en medio del subidon de adrenalina que esto le ha causado, no es consciente del dolor. --Ok --le digo tras un minuto de silencio--, creo que ya esta. ?Sabes? Las heridas en la cabeza suelen ser bastante escandalosas, sangran mucho, varios sustos se llevo mi madre conmigo cuando era nino, en ese entonces era bastante inquieto y nunca paraba de hablar. Si, aunque usted no lo crea, en ese entonces era peor.

  • Amor En Cuarentena (Todo Saldra Bien 3) de Alissa Bronte

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    --!Abuela, abuela! --Escucho unos gritos que me encantan llenar el vacio jardin de la casa. --Hola, mi pequena gatita, !te echaba de menos! Miro a mi nieta y no puedo evitar que una gran sonrisa se dibuje en mi viejo rostro. Puedo sentir como las arrugas se pronuncian y tiran de la piel de las mejillas; estoy vieja, lo se. Son ya setenta anos los que soportan mis huesos. --Yo tambien, abuela. ?Me has preparado mi bizcocho? --pregunta con recelo. !Como si pudiera olvidarme de algo asi! --Si, te lo he preparado. Estaba esperando que llegaras para merendar. --Mama --nos interrumpe mi hija--, te la dejo un rato. Voy a aprovechar para hacer unas... compras --me informa, aunque se adonde va, hace tiempo que trata de volver a quedarse en estado. --Vale, estaremos bien, no te preocupes --afirmo con una sonrisa. Se aleja unos pasos, pero enseguida se da la vuelta y regresa para dejar un humedo beso en mi mejilla. --Gracias, mama, te quiero --susurra. --Y yo a ti, hija, y yo a ti... --?Y a mi nadie me quiere o que? La expresion de Silvia, mi nieta de ocho anos, es enternecedora. ?De verdad pasara por su mente la idea de que no la queremos? --A ti mas que a nadie --decimos al unisono su madre y yo. --Vale, vamos, abuela. Tengo hambre. Asiento y sonrio cuando su mano se agarra a la mia. Caminamos a mi ritmo, yo no puedo seguir el suyo y me doy cuenta de cuanto se parece a su madre. Entramos hasta la cocina y se sienta en uno de los taburetes altos de la isla. Me mira con fijeza mientras pongo la tetera a hervir. Mi mirada se desvia en un acto reflejo hasta un retrato que conservo de nosotros, sobre la chimenea de la cocina. No puedo dejar de mirarlo cada vez que entro, somos nosotros, despues de haber sobrevivido a aquella gran tormenta. --Abuela, querias mucho al abuelo, ?verdad? --interroga al darse cuenta de que estoy mirando. --Si, lo queria hasta el infinito y mas alla... --confieso. --?Sabes, abuela? Tengo ganas de cumplir ya trece anos. --?Trece anos? ?Para que? Ademas, te falta mucho. Solo tienes ocho. Silvia tuerce la cabeza a un lado y su melena larga y dorada roza la encimera. Esta pensativa, me pregunto lo que pasa por esa cabecita inquieta. --Me faltan cinco todavia... --susurra--. Abuela, a los trece ya se es adolescente, ?no? --Si, asi es. --Pues eso, que quiero ser ya una adolescente. --?Para que? No tengas tanta prisa que antes de que te des cuenta, estaras tan arrugada como yo. --?Como una pasa? Papa dice que estas mas arrugada que una pasa... --Que gracioso tu padre... --Quiero ser adolescente porque tengo muchas ganas de enamorarme por primera vez y dar un beso de amor verdadero. Casi me muero. No tengo el corazon para estos asuntos. --?Que? --pregunto para asegurarme, aunque no puedo evitar sonreir ante sus ocurrencias. --Cuentame como conociste al abuelo --demanda con los ojos iluminados. Bajo la cabeza, mi mente se ha marchado varios anos atras, a aquellos dias en los que el maldito coronavirus hizo estragos, nos dejo atrapados en casa, solos, con miedo y nos robo la libertad por la que tanto habiamos luchado decadas atras. El pitido de la tetera me arrastra al presente y la aparto del fuego. Sirvo un trozo de bizcocho a mi nieta y le pongo un vaso de leche, para mi corto otro pedazo y pongo, en una gran taza, un buen chorro de te al que anado azucar y leche. Me siento frente a ella que espera con la boca llena de dulce. --Te lo he contado mil veces, gatita, debes de saberte la historia de memoria... --refunfuno, aunque la verdad es que estoy encantada con volver a contarla. Es una forma de traerlo de nuevo a la vida. De sacarlo de los recuerdos donde sigue vivo. Para mi. En mi. --Si, lo se --afirma sonriendo y al hacerlo me ensena los huecos de algunos dientes y trozos de bizcocho que nadan, alegres, dentro de su boca--. Fue cuando aquel virus, ?verdad? Cuando todo el mundo de todo el planeta tuvo que quedarse encerrado en sus casas, ?verdad, abuela? ?Verdad? --Si, asi fue. --Vamos, sigue... --Hace muchos anos, cuando era el ano 2020, hubo una pandemia que afecto a todo el mundo. Una enfermedad desconocida nos atacaba y la gente se contagiaba muy deprisa. --Si, abuela, porque era muy contagiosa, ?verdad? Y se infecto mucha gente, ?verdad? -- interroga sin dejar de comer. --Si, gatita, se infecto mucha gente, y lo peor no era eso, sino lo rapido que la enfermedad se propagaba. --?Que es popragar, abuela? --Propagar es... que la enfermedad corria muy deprisa por todos lados y aunque comenzo en una ciudad de la lejana China, pronto todos los paises del mundo estaban enfermos. --Por eso os encerraron en las casas, ?verdad? --Si, por eso, para combatir al virus, nos pidieron que no salieramos de casa. --Y teniais que lavaros las manos mil veces al dia, ?verdad? Y la gente acabo con el papel del vater y hasta hicieron una cancion, ?a que si, abuela? Sonrio al recordar aquello, las medidas preventivas en las que se incluian lavarse las manos varias veces al dia, el alcohol y la lejia para desinfectar, como la gente arraso con el papel higienico, la cancion que se bailaba para paliar las largas horas confinados... --Si, todo eso que has dicho es verdad. Incluidas las miles de veces que nos teniamos que lavar las manos. --Y tu te quemaste --suelta resuelta. Eso hace que de nuevo sonria. No puedo evitarlo, ella es la prueba de que, a pesar de todo lo malo que sucedio aquellos dias, tambien hubo brotes de esperanza. --Cierto. Me queme, tenia las manos vendadas hasta los codos porque... --Porque te tiraste los espaguetis encima. --Si, me tropece con la olla con agua hirviendo de haber cocido los espaguetis y me cayo en los brazos. Asi que estaba sola en mi piso, sin poder salir y sin poder hacer nada porque tenia los brazos quemados. --Y llego el abuelo. --?Quieres contarlo tu? Estoy segura de que conoces la historia mejor que yo --bromeo. --!No! !Cuentamelo tu! Yo no estuve alli, abuela --se queja a la vez que rueda los ojos. --Vale, vale... --acepto sin dejar de sonreir--. Bueno, pues estabamos en casa, encerrados, no podiamos salir para casi nada. Solo para hacer la compra, ir a la farmacia y poco mas. Asi que pensando en como iba a apanarmelas asi durante dias, vi un anuncio de un chico que se ofrecia a ayudar a las personas que no podian salir. --El abuelo. --Si, tu abuelo. --Que era policia. --Que era policia --repito. --Y en sus ratos libres ayudaba a los que no podian salir, ?verdad? --Verdad, en sus ratos libres en vez de descansar, ayudaba a los que no podian valerse por si mismos. --Iba en bicicleta. Rio de nuevo, es pura energia. --Iba en bicicleta. Y, como no podia salir, le escribi para que me trajera algo para comer. --Claro porque no podias comprar ni cocinar y estabas a punto de morirte de hambre -- afirma categorica--. Tampoco tenias papel higienico porque habia desaparecido. --Si, supongo que estaba a punto de morirme de hambre --le doy la razon sin dejar de carcajearme--, y tampoco tenia papel, aunque eso ya era un problema de por si con las manos vendadas... Recuerdo aquellos dias con algo de aprension, si era complicado estar en cuarentena, mas lo era sin poder valerme bien por mi misma. Las noticias resuenan en mi cabeza: pandemia, curva de infeccion, numero de fallecidos... --Y llego y te vio y... cuentalo, abuela, que vas muy lenta --exige. --Voy todo lo deprisa que puedo, Silvia. Es que ya estoy mayor. --Es verdad, y arrugada como una pasa. --Creo que voy a tener alguna que otra palabra con tu padre... Pues le escribi y le explique lo que me pasaba y que, por favor, me trajese algo de comer. Asi que, al leer que no podia salir por prescripcion medica, acepto. Lo estaba esperando con nervios, tenia la despensa casi vacia, pero, ademas, iba a tener que pedirle otro favor. --Pero eso no se lo habia dicho para que no fuera a decir que no. ?Verdad? --No se lo habia escrito porque no queria que me dijera que no, ya que lo que le iba a pedir era un poco comprometido. Asi que esperaba que llegara y cuando el timbre sono mi estomago dio un vuelco. --Claro, te morias de hambre. --Claro, me moria de hambre --afirmo--. Asi que cuando estaba llegando a la puerta abri como pude y cuando me vio... --!Te tiro la bolsa a la cara! --exclama sin dejar de reir a carcajada limpia. --Me tiro la bolsa encima porque se asusto al ver a alguien abrir con las manos arriba vendadas. Y la bolsa llevaba... --!Huevos! Y te pusiste perdida, !como si fueras una tortilla humana! --Rie de nuevo. Yo lo hago con ella, es un momento muy feliz. Fue la primera vez que lo vi. --Si, la bolsa llevaba huevos y al soltarla de golpe por el susto, me dio en la cara y luego cayo al suelo. Asi que terminamos llenos de huevo la puerta, el suelo y yo. Cuando se dio cuenta, se disculpo muchas veces, pero no podia acercarse mucho porque debiamos mantener la distancia de seguridad. <>, repetia una y otra vez. Y yo me eche hacia atras llorando y llena de huevo. --Llorabas porque no podias hacer nada con las manos asi, ni lavarte ni nada. --Si, me costaba mucho trabajo hacer algo tan sencillo en aquellos dias. --Y el abuelo te dijo que no lloraras. --Si, el abuelo recogio todo, lo limpio y me pidio disculpas. <>, se presento. --Y tu le dijiste que te llamabas Elena, porque te llamas Elena, ?verdad, abuela? --Verdad. Asi que alli estaba, llorando alejada de el mientras limpiaba el desastre y el huevo goteando por mi pelo, mi cara, mi ropa... <>, le explique a tu abuelo: <>. --Y volviste a llorar --me interrumpe de nuevo. --Si, lo hice porque aquellos dias estaba muy sensible, como muchas de las personas que pasabamos por unos momentos tan dificiles. Asi que tu abuelo se compadecio de mi: <>, repetia en voz baja. Y, entonces, sucedio. Sin tener que pedirle yo el favor de que cocinara algo para mi, tu abuelo entro en mi casa, se quito la chaqueta y los zapatos que dejo fuera porque, si no, podria infectar con el virus la vivienda y me ayudo. Coloco la compra, cocino para mi y me ayudo a lavarme el pelo. No deberia haberlo hecho, pero lo hizo. Eran momentos complicados para todos, sobre todo para los que se veian obligados a seguir ahi, al pie del canon. --Y cuando se quito la chaqueta, te enamoraste de el. --No, pero casi. Cuando se quito la chaqueta me parecio el hombre mas guapo del mundo, pero, despues, cuando lo conoci, fue cuando me enamore mas de el, porque tu abuelo era guapo a rabiar, pero lo mejor que tenia era su corazon. Era inmenso. Siempre dispuesto a ayudar. --Y luego volvio --afirma con los ojos llenos de corazones. Con toda seguridad son los mismos ojos que se me ponen cuando hablo de el. --Si, ese dia se quedo a cenar. Cocino para los dos. Una hamburguesa que estaba riquisima y me conto que en los ratos que no estaba de servicio, ayudaba a los vecinos que mas lo necesitaban, sobre todo a personas mayores... --Como tu --me interrumpe de nuevo. --Como yo, pero en aquel entonces no era mayor. --Ni estabas arrugada como una pasa. Cierro los ojos, mi yerno me las va a pagar... --Era joven y muy guapa --afirmo. --Pero no tanto como yo, porque mama y tu decis siempre que soy la nina mas guapa del mundo. --Me lo recuerda con tal seriedad que no me atrevo a rebatirle, aunque, no podria; es la verdad. --No, no tanto como tu, pero no estaba mal. Bueno, tu abuelo ayudaba a los mas mayores. Habia muchos de ellos que estaban solos en sus casas sin nadie de su familia para cuidarlos, otros no podian caminar bien, o no tenian vehiculos para hacer la compra o ir a la farmacia. Asi que tu abuelo tenia un listado y se daba una vuelta por cada una de las casas para echarles una mano y para asegurarse de que ninguno enfermaba. --Y siempre iba en bici. --Si, siempre iba en bici. --Repartiendo amor, como Cupido. --Algo asi --sonrio de nuevo--, en aquellos dias hacia falta gente como tu abuelo, y muchas personas hicieron cosas por los demas muy hermosas, aunque no los conocieran. Tu abuelo fue uno de ellos, arriesgaba su propia salud por los demas y nunca nunca, se quejo. --Quiero que mi novio se parezca al abuelo --afirma colocando su pequena cara entre sus manos y suspirando. --No te deseo otra cosa, gatita, ojala encuentres un hombre como tu abuelo. --?Y que paso despues? Volvio, ?a que si? --Volvio y me ayudo a cocinar. Pero esa segunda vez dejo algo mas de comida porque al dia siguiente no podria ayudarme, ni el dia de despues. Estaban demasiado ocupados tratando de controlar a las personas que no hacian caso. --Las que se escapaban de sus casas. Si, las que se escapaban de sus casas sin permiso. Asi que durante dos dias no lo vi, pero, me envio un mensaje al movil para preguntarme como estaba. Y ese fue el primero de muchos otros. --Millones, ?verdad? --Millones, tienes razon. Cada mensaje que me enviaba me hacia feliz, y mi estomago se llenaba de mariposas, cada vez habia mas y... --Y ya no podias comer porque estabas empachada de mariposas. --!Bingo! --exclamo sin dejar de reir. Es curioso como, desde la distancia, se puede quitar hierro a un asunto que fue tan grave. Pero supongo que el tiempo lo cura todo, si no del todo, al menos hace que la cicatriz se convierta en parte de ti y que lo sobrelleves mejor. Asi fueron aquellos dias. Dias de expectacion, de miedo, de tristeza por todas las vidas que se perdieron... Dias que nos ensenaron que cuando nos uniamos eramos mas fuertes, que se podia ser feliz con muy poco, que mucho de lo que teniamos no era necesario en caso de enfermar, que el virus nos igualaba a todos... --Y asi fue como, poco a poco, tu abuelo y yo empezamos a tener una relacion. Al principio solo eramos amigos, pero, con el paso de los dias, nuestros sentimientos empezaron a cambiar. Y nuestros mensajes tambien, aunque no podiamos tocarnos y nuestros encuentros siempre eran en la distancia, estabamos ahi el uno para el otro. --!Cuentame cuando te dio el beso! --El beso... --repito dejandome llevar a ese momento, ese que recuerdo como si fuera ayer, como si no hubieran pasado cuarenta largos anos--. Habian sido semanas muy duras, la gente no dejaba de infectarse y los hospitales estaban a rebosar. Incluso habian usado hoteles y otros recintos para poner camas para acoger a los enfermos. Llevabamos ya un mes entero encerrados en casa, y la cosa era seria. Ibamos a pasar muchas semanas mas sin poder salir. La gente empezaba a desesperarse, muchos temian por sus trabajos, otros no sabian como iban a superar tantos dias sin poder trabajar y empezaban a temer que iban a verse obligados a cerrar sus negocios. Esos dias, la television, la prensa, las redes sociales, todo estaba lleno de noticias del coronavirus que no dejaba pais sin conquistar. Era una guerra del mundo contra ese bicho que se cebaba entre los mas debiles... Cada dia, a las ocho de la tarde, todo el mundo salia a aplaudir a sus ventanas, a los balcones, a los patios... para dar animos y fuerzas a todos los que peleaban contra ese bicho. --Tu no, abuela, no podias con las manos quemadas. --No, hija, yo no podia aplaudir, pero silbaba --aclaro--, ese dia, habia recibido en casa la visita de un medico y me habia quitado las vendas. La quemadura estaba lo bastante bien como para no llevarlas y no habia infeccion, asi que me dejo unas cremas para ponerme y me pidio que fuera usando las manos con cuidado de no hacerme mas dano. Ese mismo dia fue cuando sucedio. Mas tarde, entrada la noche, tu abuelo llamo al timbre. No lo esperaba, fue toda una sorpresa, pero me alegraba de verlo asi que le abri con una gran sonrisa ensenandole que ya no llevaba vendas, pero su rostro estaba triste. Mucho. --Pobre abuelo, lloraba, ?a que si? --Lloraba, si, porque habia perdido a un amigo, muy querido, por el bicho. --Y te beso. --Lo hizo, sabia que no estaba bien, no debiamos estar cerca, <>, nos aconsejaban, pero el dolor le nublo la mente unos segundos y cuando me vio se acerco a mi, puso sus manos en mi cuello y me beso... La cara de mi nieta no tiene precio, puedo ver los corazones saltando de sus ojos y de los mios. No digo nada mas, no puedo, la emocion me llena el pecho y los cansados latidos de mi corazon han cobrado fuerza. Es como si de nuevo estuviera aqui, conmigo, siento la aspereza de sus manos, su boca sobre la mia, el calor de nuestros cuerpos al estar uno junto al otro, la rabia, el miedo, el dolor y la tristeza del momento. Mis manos aun debiles posandose con cuidado sobre sus antebrazos. Noto las lagrimas de el cayendo sobre mis mejillas, su necesidad. El desconsuelo. El vacio de un hombre que lo daba todo tratando de llenar esos huecos. Recuerdo sus manos sobre mi cuerpo, la ropa despareciendo de nuestros cuerpos como por arte de magia, los jadeos que llenaban de vida una casa rota, llena de soledad y desesperacion, al igual que lo estabamos nosotros. Recuerdo aquella primera vez en la que me hizo suya y yo le deje aduenarse de mi, por completo. De aquella vez en la que no solo entregamos nuestros cuerpos, tambien dimos lo poco que quedaba de nosotros... Siento un leve mareo, parpadeo y limpio mis lagrimas. --Abuela, lo siento, no llores. No debi preguntarte por el abuelo. --No es nada, gatita, no es nada. Solo necesito un poco de aire. Un aire que nada me podra devolver porque el se lo llevo consigo el dia que me dejo. Me acompana hasta el jardin, una vez alli nos sentamos. Ella en el columpio de madera, yo en la mecedora que he usado desde siempre. Parece que me encuentro mejor. El aire es mas respirable o tal vez es que la presion en mi pecho ha dejado de ser tan fuerte. --Abuela, ?estas bien? --interroga con la voz preocupada. La miro y me enternece ver la preocupacion en su rostro. Ellas son lo unico que me mantienen unida a esta vida. Ellas son lo unico real que me queda de el. Lo que hicimos entre los dos, nuestro legado. --Estoy bien, gatita, es que echo de menos al abuelo. --Yo tambien --susurra seria. Tengo que distraernos, asi que me decanto por terminar el relato. Necesito ponerle fin, necesito recordarle toda la historia por si algun dia se vuelve a repetir. --Despues de ese dia, dejamos de ser solo amigos --continuo con la voz mas serena--. Todavia tuvieron que pasar varias semanas para que, por fin, vencieramos al bicho. Las personas estaban felices porque podriamos empezar a tener una vida como la de antes..., no, no como la de antes. Despues de aquello todo cambio. Las personas se volvieron mas solidarias, los vecinos, de repente, tenian nombres reales y habian dejado de ser el del <> o el del <>, las personas que vivian solas se dieron cuenta de que no lo estaban tanto, porque habia personas como tu abuelo que se preocupaban de ellas. Y asi, aportando todos nuestro pequeno grano de arena, llego el dia en el que nos dijeron que el virus habia desaparecido, aunque solo de momento. --Y no hubo fiestas ni vacaciones ese ano, ?verdad? --No, no hubo. Todo se paralizo, aunque a pesar de todo, hubo cosas buenas tambien, la gente no dejo de amar ni de tener esperanza. Dieron con una vacuna efectiva y con un medicamento. Muchas personas se salvaron, otras, por desgracia, no. Las personas de todo el mundo cambiaron un poco su forma de ver la vida y empezaron a cuidar mas su entorno, su familia, el medio ambiente... todo. Y, al final, la luz gano a la oscuridad y ese tiempo de sombras nos dejo una valiosa leccion. --?Cual, abuela? --Nos enseno a valorar mas las epocas en las que hay luz porque las sombras y la oscuridad acechan y atacan cuando menos te lo esperas. --Y el abuelo y tu os casasteis y tuvisteis a mama, y comprasteis esta casa con un gran jardin por si teniais que volver a quedaros encerrados, ?verdad? --Si, decidimos comprar una casa con un gran jardin por si llegaba algo similar, tener espacio para salir, caminar, que nuestros hijos jugaran. --Y el abuelo te dijo que queria casarse contigo en cuanto pudiera. Cierro los ojos, inclino mi cuerpo hacia atras y dejo que la mecedora me balancee. Puedo sentir su olor como si estuviera aqui, ver su mirada limpia y sincera cuando me decia que queria pasar el resto de su vida conmigo. Que no queria esperar ni perder un tiempo que solo era real en nuestra cabeza, porque nadie sabia a ciencia cierta cuanto le quedaba... Nos habia quedado claro a todos, que la vida cambiaba de un dia para otro y que habia que aprovechar cada instante. --Si, el abuelo me dijo que no queria esperar, porque no hay nada que garantice el manana. El silencio aparece de pronto. Solo escucho el vaiven del columpio de madera y el ruido agonico que produce la mecedora cada vez que me balanceo. Tal vez no fue el momento ideal, quizas no fue la situacion apropiada ni la que seria digna de aparecer en un cuento o una historia, pero fue real. Un amor que nacio en cuarentena. Un amor que cuarenta anos despues sigue vivo, aunque uno de nosotros ya no este. Abro los ojos y miro a mi alrededor. Mi preciosa gatita esta tranquila, su rostro es una copia mejorada del de su madre, del mio. Espero que no tenga que pasar por nada parecido, pero si llegara el caso, al menos espero que sepa afrontarlo con entereza y que esta vieja arrugada como una pasa le haya ensenado una leccion importante: siempre hay luz al final del tunel. --Y fuisteis muy felices, ?verdad? --dice de repente, rompiendo la quietud. Dejo escapar un suspiro que lleva ahi, guardado en mi pecho, muchos anos. --Si, gatita, el abuelo y yo fuimos muy felices a pesar de que nuestro amor nacio en cuarentena.

  • Cuando el destino nos encuentre de Pat Casala

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    Cuando nuestro corazon esta roto buscamos formas de recomponerlo o no hallaremos el rumbo de regreso a la felicidad perdida. Quizas a veces el destino solo es caprichoso, pero siempre acaba encontrandonos.

  • Hazme una escena de amor, C.M.A de

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    Anabela Bregan es una reconocida autora de novela romantica que se enfrenta a un momento decisivo en su carrera, debe re-formularse o extinguirse. Tiene dos opciones: se echa de cabeza de una vez por todas a la moda erotica, o muere a los pies de sus colegas que saben explotar el genero. La derrota es inminente, su falta de creatividad sexual encuentra la base en la inexperiencia personal. Joaquin es el amante perfecto, un autentico maestro del sexo, y algo mas que la casualidad lo llevara a golpear a su puerta con un proposito en particular, ser el trabajo de campo que Anabela necesita. La desesperacion llevara a Ana a tomar una decision no propia de ella, arrojarse en los brazos de ese hombre con la unica intencion de encender su cuerpo y que este haga lo mismo con su imaginacion. ?Que sucede cuando juntas a una especialista del amor con un especialista del sexo? Mmmm…mejor no te lo digo. Descubrelo. !Vamos, ven…hazme una escena de amor!

  • Algun dia nos lo contaremos todo de Daniela Krien

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    Es verano, un verano caluroso, esplendido. La finca consta de tres edificaciones. En el centro, una casa alargada e independiente, de dos plantas y un gran desvan. A la izquierda, el granero anejo; se entra por un porton de madera en el frente y se sale por otro en la parte posterior. Detras, a unos metros de distancia, una construccion ancha y plana, de madera: el aserradero. Campos y prados se extienden hasta el rio. Un trecho rio arriba, poco antes de llegar a una vieja presa, hay un cobertizo medio en ruinas. En la otra orilla se yergue una pronunciada colina poblada de arboles. La construccion de la derecha da cobijo a las vacas y las gallinas. Detras, en una casita de madera elevada del terreno y con suelo cubierto de viruta y paja, se alojan los gansos. En un anejo que amplia en diez metros los mas de treinta que mide el establo estan los vehiculos. Tambien aqui, igual que en el granero y el establo, se accede por un porton y se sale por otro igual en la pared posterior. Mirando a la izquierda, desde alli se divisa el redil, junto al huerto; al frente se ven campos cercados y el terraplen de la via ferrea y, tras los railes, a cierta distancia pero claramente reconocible, la finca de Henner. La granja de los Brendel y la de Henner son las mayores del lugar. Dicen que en esta ultima todo sigue como antes de la guerra: los muebles, las estufas, los suelos, los ventanucos que no cierran bien. En invierno probablemente hace frio. En este aspecto los Brendel son mas modernos, cuentan incluso con calefaccion central. Al entrar en la casa se accede a un pequeno recibidor. A izquierda y derecha se abren puertas que dan a la cocina y las habitaciones; todo recto, una escalera conduce arriba; tras la escalera estan la puerta por la que se sale al huerto y la entrada al sotano. Los cuartos de abajo los ocupan Siegfried, Marianne y Lukas; los de arriba, Frieda y Alfred; la buhardilla es nuestra, de Johannes y mia. En la cocina, que es la estancia mas grande, se conserva la vieja cocina economica, que aun puede usarse, pero la abuela Frieda se acostumbro hace tiempo a la electrica. Los asientos tienen mas anos que ella, al igual que la gran mesa de comedor y la solida alacena. Solo los armarios colgados de la pared y una encimera datan de los tiempos de la RDA. Todo esta limpio y ordenado, aunque siempre a oscuras. Ahora, en verano, las ventanas suelen permanecer abiertas. Son ventanas antiguas, con manija giratoria; de los marcos se desprende pintura blanca cuarteada. El techo, bajo, resulta opresivo y protector a la vez. Siegfried, el padre, esta sentado a la mesa. Dada la imponente sombra que desde fuera proyecta el castano, por las ventanas solo entran pequenos jirones de luz vespertina. Nadie habla; los rostros de la familia estan tan poco iluminados que apenas los distingo. Poco a poco van sentandose los otros. Marianne, la madre; Frieda, la abuela; el viejo Alfred, al que antes habrian llamado mozo; Johannes y Lukas, los hermanos. Siegfried corta una gruesa rebanada de consistente pan y la unta con mantequilla. Encima pone unos trozos de pimiento rojo que su mujer ha partido. Come despacio, sin decir palabra. --Me alegro de que ahora podamos comprar pimientos, son muy sanos, ?lo sabiais? -- comenta luego, sonriendo. Y mira hacia arriba sin levantar la cabeza. Los hijos no responden. --Pronto habra muchas mas cosas --afirma su mujer asintiendo. Siegfried coge el plato del pimiento y se lo ofrece a Frieda: --Toma, madre --dice, animandola. Yo miro alrededor, intento entender las normas que rigen en esta casa; no llevo mucho tiempo aqui. Un domingo por la manana, en mayo, Johannes me dijo: <> Y me quede, ya no me fui. Ahora estamos en junio. Comemos en silencio. Escucho los ruidos de los demas al masticar. Al que mas se oye es a Alfred, que farfulla sin mirar a Siegfried: – Liese parira esta noche. Tiene toda la pinta. Siegfried asiente y mira por la ventana hacia el establo. Johannes se levanta pesadamente con la mirada baja. --Me voy. He quedado con unos amigos en la ciudad. --?En moto? --pregunta Marianne, que tambien se pone de pie. --Sentaos. La voz del padre tiene ahora ese deje bajo, amenazador, que me gusta e infunde cierto miedo. A los demas no los asusta. --?No me llevas contigo, Johannes? --le pregunto, clavando la mirada en su cabeza gacha. Sin embargo, el no me mira. Ni responde. Continua de pie y luego sale de la habitacion. En silencio. Una carretera pasa por delante de las dos granjas y dos estrechos caminos conducen hasta las casas. Al otro lado de la carretera, a unos trescientos metros de las fincas, se encuentra el pueblo. La carretera del pueblo esta flanqueada de tilos, que ahora, en junio, exhalan una intensa fragancia. Cerca del puente que cruza el rio se halla el bar, el Linden. Detras se alinean las casas y granjas de menor tamano, correos, el economato y la iglesia dispuestos en circulo alrededor del pequeno lago. Angostas callejuelas serpentean entre las casas y llevan hasta otras casas y granjas. Uno de esos caminos que arrancan del centro del pueblo en forma de haz conduce directamente hasta dos construcciones de cemento alargadas que parecen estar en el campo por error: las oficinas de la cooperativa de produccion agricola local. Y detras, orgullosa, la gran porqueriza comunitaria. Es un pueblo especial. Ni la guerra ni la RDA pudieron con el, como le gusta decir a Frieda. Aparte de algunas casas y la cooperativa no hay muchas cosas nuevas. Algo asi ya no se encuentra a menudo, y los fines de semana viene gente de la ciudad a dar una vuelta. Las gallinas corretean por fuera. Marianne se ha olvidado de encerrarlas en el establo. Frieda se asoma a una de las ventanas de arriba y grita: --!Marianne, vendra el zorro por las gallinas! Despues de veinte anos sigues sin enterarte. Cuando oscurece, hay que meterlas en el establo. El viejo castano proyecta sombras sobre la casa entera pero, segun ha anunciado Siegfried, pronto lo talaran. Quiere plantar uno nuevo; este ha crecido demasiado. Marianne se acerca al final del granero y sigue con la mirada a su hijo, que se marcha estrepitosamente en su MZ negra. Le he cogido una panoleta del armario y me la he echado por los hombros. La observo desde la puerta de casa. --Te queda bien --dice ella cuando vuelve, y anade--: No le pasara nada. Yo no me preocupo. Es ella quien no pegara ojo hasta que su hijo haya regresado. Ultimamente ha habido varios accidentes mortales en la carretera. En uno de ellos murio un amigo de Johannes. Yo estoy tranquila, fumando y echando el humo al aire fresco del campo; despues la ayudo a encerrar las gallinas. Casi es medianoche cuando oigo el petardeo de la moto y luego el motor que se apaga. Las habitaciones de la buhardilla acumulan el calor diurno; me he quitado el vestido de verano y llevo un camison blanco que encontre en uno de los numerosos arcones que hay aqui arriba. Seguro que antes lo usaba Frieda. Si miro por la ventana trasera, ante mis ojos se extienden el paisaje ondulado y el susurrante rio; veo los bosques y el ganado en los pastos. Por la parte delantera diviso la granja y la fronda del castano, que se llena de pajaros; y por el tragaluz, los campos, el redil y la via ferrea hasta la finca de Henner. Hasta que vine aqui no sabia lo bonito que es este paraje. Por el momento, no puedo imaginar un lugar mejor. Sin embargo, ahora es de noche, asi que solo veo a Johannes, que mete la moto en el cobertizo, sale, enciende un cigarrillo y mira hacia arriba. No puede verme. He apagado la luz para no tener que aguantar las aranas que se descuelgan del techo por hilos transparentes. Me dan asco, pero se que a el le parece ridiculo ese miedo infantil mio. Ha estado en la ciudad, con los artistas. Cuando entra en la habitacion, finjo dormir. Se desviste y tira la ropa al suelo de cualquier manera, se cepilla los dientes lo justo, como siempre. Es tarde y manana tendriamos que salir temprano. Volvere a mentir, dire que no tengo clase hasta tercera hora, y asi me quedare en la cama hasta que el vuelva. Johannes esta en ultimo curso; vamos al mismo instituto, el a duodecimo y yo a decimo. Cuando aun vivia con mi madre y mis abuelos, tenia que bajar a diario del monte a la pequena ciudad --tres cuartos de hora de caminata-- y despues coger el autobus para llegar a la capital del distrito. En total tardaba alrededor de una hora y cuarto. La vuelta no era tan rapida, pues era monte arriba.

  • Todo el Bien y Todo el Mal de Care Santos

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    Reina tiene un marido, un exmarido, un amante, un hijo adolescente, un buen sueldo y un trabajo que le apasiona y al que se dedica en cuerpo y alma. A Reina le gusta su vida. Aparentemente lo tiene todo, o por lo menos eso piensa ella. Hasta que, durante uno de sus viajes de trabajo, de repente sucede algo en su casa que cambiara las cosas, y que le demostrara de la peor manera hasta que punto es vulnerable.

  • La manguera que nos unio de Elena Garcia

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    Son mas de las doce y el encargo que le hice a la distribuidora sigue sin llegar. Llevo mas de dos semanas esperando a que me envien un paquete con medicamentos importantes y aqui no aparece nadie con ellos, y lo peor de todo es que cada vez que entra un cliente y se marcha con las manos vacias, se que no volvera. Los he llamado infinidad de veces y me dan largas continuamente. Como a ellos esta situacion no les genera perdidas, no llevan ninguna prisa. Si ya de por si en el negocio me va mal, esto sin duda lo empeorara. Salgo del mostrador aprovechando que no hay nadie y repongo los productos de higiene que se ha llevado la ultima persona que entro. Alzo la mirada y vuelvo a fijar mis ojos en la caja de las bolas chinas. Llevo vendiendolas en la tienda mas de seis meses y cada vez llaman mas mi atencion. Las ofrezco como ejercitadores de suelo pelvico para mujeres que acaban de dar a luz o que tienen algun problema de incontinencia, pero mi mente no deja de llevarlas a otro lugar. Mi amiga Lucrecia se las compro en un sex shop hace algunos meses y dice que es de lo mejorcito que ha probado, y eso que de esto tiene un buen arsenal. Yo, en cambio, en el tema sexo siempre he sido muy tradicional. Quizas mucho mas de lo que deberia, pues nunca he llegado a probar nada fuera de lugar. Mi expareja quiso experimentar conmigo en la cama y siempre me negue, asi que nunca he ido mas alla de las cuatro punaladas de carne. Asi me fue… En cuanto tuvo la oportunidad me dejo por otra. Por mi vecina para ser exactos. Por lo visto, y segun llego a mis oidos despues, va contando por ahi que esa si que se la chupa bien. Como si yo le hubiese hecho eso alguna vez. !Que asco! Imagino que esta especie de frigidez que me atormenta viene de atras y sospecho que se debe a que me he criado en un hogar un tanto puritano. Mi madre siempre criticaba a quienes lo hacian y mi padre, si era necesario, nos metia los dedos en los ojos a mi hermano y a mi para evitar que viesemos una escena subida de tono en la television. Eso si, el no le quitaba el ojo de encima, hasta que mi madre se daba cuenta y se armaba la guerra. Que tiempos aquellos… Ojala no vuelvan. --Buenos dias--. Margarita, la estirada e insoportable duena del local donde tengo instalada la botica, entra como cada dia a revisar que todo este en orden. --Hola… --respondo carente de entusiasmo. Esta mujer saca lo peor de mi. Si llego a saber esto el dia que firme el alquiler, me busco otro lugar. Es la persona mas pesada y agobiante que he conocido en mi vida. Por su avanzada edad quiero creer que ya chochea porque no logro hacerle entender que si estoy pagando por un espacio, es mio hasta que deje de hacerlo y puedo colocar el mobiliario como me de la gana. --?Que es eso? --Se inclina y rasca con una de sus unas recien pintadas el yeso de la pared. <> protesto para mis adentros. Ayer por la tarde, el senor Tomas casi se cae al entrar por mirarme los pechos y con la garrota golpeo una de las paredes, haciendo que un trocito insignificante de la pintura se desconchara. La imperfeccion apenas medira un par de centimetros. ?Como ha podido verla? Ojala mi abuela, que debe tener sus anos, tuviera tambien su vista. Dios se la bendiga mucho tiempo. --No lo se. --Trato de ignorarla para que se marche. Como se me ocurra darle alguna explicacion, la cosa se pondra mucho peor. --Tendras que pedir que lo arreglen o te lo descontare de la fianza. Todos los dias es la misma historia. Me tiene hasta los ovarios. En cuanto ve algo, por pequeno que sea, que pueda estar mal, comienza con las amenazas. Me duele la lengua de mordermela y si me he callado hasta ahora ha sido por respeto a sus canas. Si tuviera unos anos menos se iba a enterar. La suerte parece estar de mi lado y tras pasearse a sus anchas durante algunos segundos mas, observandome por el rabillo del ojo como si me perdonase la vida, finalmente se marcha. Expulso el aire de mis pulmones con alivio y continuo con lo que estaba haciendo. Alzo de nuevo la mirada y vuelvo a encontrarme de frente con las puneteras y llamativas bolas. Las observo varios minutos mas y juraria que puedo oir como me llaman: “Mariajo… Mariajo… dejanos ser tu badajo”, pestaneo varias veces pensativa y, cuando por fin sucumbo a la tentacion, estiro mi brazo para hacerme con una de las cajas. No puedo aguantar mas este suplicio, tengo que saber que se siente con ellas. La abro para sacar su contenido y, nada mas hacerlo, las pego contra mi pecho imaginando mil cosas que hacer con ellas, aunque en realidad solo sirvan para una. Cuando mas entregada estoy al fantaseo, el sensor de la puerta me indica que alguien esta entrando y en un acto reflejo las lanzo bajo el mostrador para evitar ser descubierta. --Buenos dias. --La voz de un hombre suena a mi espalda y rezo para que no lo haya visto. Despues de tanto como me ha costado tomar esta jodida decision, lo ultimo que quiero es que alguien me pille con las manos en la masa--. Si esta tratando de jugar a la petanca con eso, le va a ir muy mal. --Mis ojos se abren con sorpresa y toda la sangre del cuerpo se me agolpa en la garganta. Permanezco inmovil unos segundos mas, sin saber muy bien que hacer debido a la verguenza y, viendo que no me muevo, continua--. Siento decepcionarla, pero, para que el lanzamiento funcione, las bolas deben ser metalicas. Por su acento deduzco que no es de la zona. Cuando oigo como se rie, no se donde meterme y me giro poco a poco con intencion de recuperarme antes de encararlo. Al hacerlo, me encuentro de frente con un hombre enormemente atractivo y bastante alto. Casi tanto como mi primo Juanra, que mide alrededor de un metro noventa, pero ni que decir tiene que este le da mil vueltas y nada tiene que ver con mi pariente el larguirucho que, ademas de idiota, se cree guapo, cuando es mas feo que un gato sin pelo. Tambien parece mas joven, calculo que no alcanzara la treintena, y aunque eso es algo que en otro momento me agradaria, ya que practicamente solo atiendo a personas mayores durante todo el dia, esta vez no esta siendo asi. ?Que estara pensando de mi? Ojala en vez de el hubiese entrado el senor Tomas que, aunque es un poco acosador, no sabria que es eso que anda rodando por ahi y mi dignidad, de alguna forma, seguiria intacta. --Ho…la. --Mi voz suena forzada, como si alguien me estuviese estrangulando desde atras. Si a algo le doy gracias es a que todavia esos trastos del demonio estan fuera de mi cuerpo. De no ser asi, de tanto como estoy apretando el culo ya se me habrian subido a la traquea--. Ya se que no son para eso… --finjo reir y sueno como una puerta oxidada--. La caja estaba rota y, bueno…, se me han caido. Ahora las recogere. ?En que puedo ayudarle? --Aprieto la mandibula mientras el aguanta la risa al ser testigo de mi bochorno. --Necesito… --carraspea para seguir disimulando--, lubricante. --?Como? --Ya no se si habla en serio o es que esta pretendiendo hacerse el gracioso. --Quiero un bote grande de lubricante. El mejor que tenga. --Me mira directamente a los ojos y mis piernas flojean. Tiene la mirada mas sexi y empotradora que he visto en mi vida. Con un maromo asi seguro que se me quitaban las ganas de andar jugando con pelotitas. Lastima que los tipos como el ni siquiera se fijen en las mujeres como yo, porque a este si que le chuparia hasta el tuetano. ?Que cono acabo de pensar?--. Tambien quiero una caja de condones. Con esa frase logra sacarme de mis pensamientos y, por fin, me centro para prestarle atencion. --Ahora mismo. Me giro para ir a buscarlos y, por sorpresa, me detiene sujetando mi mano. --Espera. --Observo como su enorme brazo oprime mi muneca y mi mente vuelve a divagar. Debo de estar con la ovulacion porque, si no, no me lo explico--. Los condones deben ser grandes. De talla especial. --Ammm… Ok. --Muerdo mi labio y un enorme pene aparece en mis pensamientos. Por alguna razon que nunca sabria explicar, lo imagino como si fuese un tripode y sonrio sin darme cuenta. Cuando vuelve a hablar, soy consciente de lo que estoy haciendo y guardo las formas para ponerme seria. --?Tiene la talla XXL? Busco en su mirada algo que me indique que esta bromeando, aun a riesgo de parecer tonta, y al no encontrarlo me disculpo para entrar a la parte de atras y buscarlos. Si no recuerdo mal, esa talla equivalia a mas de veintidos centimetros, asi que ahora es la imagen de una anaconda la que me atormenta. Rio a placer aprovechando que no puede verme y, tras un par de minutos revisando las estanterias, por fin doy con ellos. Los guarde aqui hace un par de meses al no venderse por ser una talla poco usual y aproveche el lugar que dejaron en la vitrina para colocar otras cosas. --Aqui tiene. Los coloco sobre el mostrador y veo aparecer una sonrisa de satisfaccion en su cara. --Es curioso --habla, y le miro atenta esperando a ver que dice--. Es la primera vez que los compro sin tener que hacerlo por encargo. --No se a que se refiere. --De sobra lo se, pero prefiero disimular. Tampoco sabria que decir y, con lo nerviosa que estoy, apostaria lo que fuera a que suelto algo que todavia me ridiculice mas. --Mi...., bueno --rie y rapidamente me arrepiento de no haberle dicho otra cosa--. Mi Miniyo tiene unas medidas un poco… --Mi cara se vuelve tan roja como un tomate--, fuera de lo comun, ya me entiende. --Nah, no se crea… --Cada vez lo arreglo mas. ?Por que narices he dicho eso y por que no cierro la bocaza de una jodida vez? --Pues la experiencia me dice todo lo contrario. --Levanta una ceja, picaro, y ruego para que la tierra me trague de una vez. --No se preocupe, aqui vienen muchos asi --miento para salir del paso--. Si necesita mas de lo mismo, ya sabe donde encontrarme. --En el momento en que acabo la frase me doy cuenta de que se puede malinterpretar y rectifico--: Quiero decir… que cuando se le terminen o caduquen… --Mierda, ?acabo de insinuarle que no mantendra relaciones? --Quiero decir…, que si quiere mas… --Con cada palabra que suelto me siento mas absurda--. Tengo mas de lo que quiere en la parte de atras. --Suena bien eso. Creo que le tomare la palabra. --Me guina un ojo, deja el dinero en el mostrador y, en el momento en que se marcha, resoplo cubriendome la cara con las dos manos. --Madre del amor hermoso… --balbuceo. Es la primera vez que deseo que un cliente no regrese. CAPITULO 2 A la hora de cerrar todavia no he logrado sacarme de la cabeza el suceso y mi mente tampoco me ayuda. Y, para colmo, cada vez que tiene oportunidad me lanza una imagen clara y concisa del posible tamano de ese… animal. Recojo lo que puedo y, procurando dejar todo preparado para la jornada de manana, me marcho. Odio llegar a casa y saber que todavia me quedan cosas por hacer. Si quiero desconectar del trabajo esta es la unica manera. Cuando estoy bajando el cierre de seguridad, dando por hecho que ya he terminado, recuerdo que no he desconectado los automaticos y tengo que volver a subirlo para regresar. Desde hace meses noto que, si apago todo, a excepcion de las neveras, desembolso casi la mitad en la factura de la luz. Algo me dice que la estirada duena del local tiene algun tipo de enganche ilegal y es a mi a quien estan cobrando su consumo. Con lo racana que es Margarita podria apostar lo que fuese y no lo perderia. Abro la puerta del cuadro electrico, bajo los diferenciales que no necesito y, cuando estoy presionando el ultimo, una rafaga de luz sale proyectada en mi direccion. --!Que mierda ha sido eso! --Apenas he sentido dolor, pero el brillo inesperado de la luz me ha dejado ciega. Busco con las manos la pared para guiarme y, tras luchar contra cientos de destellos oculares, poco a poco voy recuperando la vista. Vuelvo la atencion al cuadro de luz buscando una explicacion y lo unico anormal que encuentro son unas motitas de hollin en el suelo. Definitivamente, la bruja de arriba me la esta jugando y manana sin falta hablare con ella. Igual que a mi me cobra por todos los desperfectos externos, esto es algo interno y debe hacerse cargo. Compruebo que los interruptores de las neveras estan bien, esta vez presionandolos con un liston de madera por si las moscas y, al ver que todos funcionan a la perfeccion, hago lo que deberia haber hecho hace rato y me voy. A medio camino, mientras conduzco, abro un poco mi ventanilla e inspiro profundamente el dulce aroma que desprenden las flores de azahar. Soy sevillana de nacimiento y si por cualquier razon tuviese que marcharme de aqui, lo primero que echaria de menos seria este adictivo perfume. Solo Sevilla puede oler asi. Aunque ya es tarde y apenas hay luz solar, no puedo evitar echar una mirada a traves de los cristales. Desde la carretera se aprecia la Giralda en todo su esplendor y, aunque paso cerca de ella todos los dias, me tiene totalmente enamorada. No se si sera por su altura, ya que durante anos fue la torre mas alta del mundo, o por su portentosa estructura con la que logra impactar a todos los que la visitan, pero lo cierto es que cada vez me gusta mas. Aunque quizas, pensandolo bien, tenga mas que ver con mi abuelo y el amor con el que me habla de ella. Alli fue donde beso por primera vez a mi abuela y eso debio de calar muy hondo en su corazon. Es tal su pasion por este campanario, que hasta llego a encargar un cuadro del Giraldillo, la escultura que corona la torre sobre una gran bola de bronce. --!Mierda! --Piso el pedal del freno-- !Las bolas! --Al pensar en la de bronce recuerdo que las he dejado encima del mostrador de la farmacia--. !Sabia que al final me olvidaria de algo! -- Golpeo el volante y por suerte no viene nadie detras. Es muy tarde para volverme ya y, por descuidada, me toca esperar hasta manana. !Con las ganas que tenia de probarlas! Al llegar a casa mi hermano esta en ella y me sorprende verlo. Es solo dos anos mayor que yo, pero se independizo hace, al menos, cuatro. --!Hola, hermanita! --Se acerca a mi y me besa en la frente--. Cada dia estas mas guapa. --Y tu mas pelota --rio mientras lo abrazo. Me parece increible que ahora nos llevemos tan bien, cuando siempre nos hemos estado peleando y hasta sacando trozos de piel. Aun recuerdo la vez que, en venganza por romperle uno de sus coches, me coloco varias cerillas entre los dedos de los pies mientras dormia y las encendio. !Menudo hijo de perra! Era mas malo que la carne de cabra vieja--. ?Que haces aqui? --Vive, al menos, a cien kilometros de distancia y, por las horas que son, entreveo que tambien se quedara a dormir. --Manana tengo una reunion importante aqui al lado y he aprovechado para venir ya y asi pasar un poco mas de tiempo con vosotros. --Llevabamos cuatro meses sin vernos--. ?Como va el negocio?

  • Ni una palabra de Harlan Coben

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    ?Que haria un padre por proteger a su hijo? ?Hasta donde estaria dispuesto a llegar? ?Le espiaria? ?Llegaria a mantenerle localizado permanente por el GPS de su movil? Es lo que hacen Tia y Mike Baye, aunque vigilarle asi no impedira que Adam, su hijo de 16 anos, desaparezca tras el suicidio de su mejor amigo. Ambos se lanzaran a una agonica busqueda, mientras van conociendo con
    espanto que, en el fondo, no saben nada de la vida de su hijo. Mientras que, a su alrededor, se pone en marcha un mecanismo estremecedor: los vecinos corren el riesgo de perder a su unico hijo necesitado de un pulmon, una joven aparece brutalmente asesinada disfrazada de prostituta, una ejemplar madre de familia es secuestrada mientras hacia la compra, un profesor insulta y se rie de Yasmin, la mejor amiga de la hija pequena de los Baye…
    La inspectora jefe Loren Muse y el fiscal Paul Copeland, a punto de casarse, no encuentran el hilo del que tirar. Hasta que todo acabe por explotar. ?Tiene salvacion el futuro de nuestros hijos?

  • El mundo de Sarah Coliner de T. Rubio

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    El mundo de Sarah Coliner, esta siempre regido por su madre, Prudence. Sarah, vive en el condado de Vagoneth, de donde es la futura heredera. La pasion de Sarah por los caballos hara que se encuentre con su destino. La lucha de Sarah por el amor, lo pondra todo patas arriba, donde estara en juego hasta su propia vida.Una llamada a la libertad, una historia que te atrapara.

  • La cuna del poder de Chris Endsjo

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    En un antiguo castillo, en lo alto de un recondito acantilado del mar cantabrico, se inaugura el colegio San Esteban, reservado para un selecto grupo de alumnos escogidos de entre la clase dominante del mundo occidental. Alfredo Martin de Caviedes se vera involucrado en el nacimiento de un grupo clandestino de inteligencia junto a sus companeros Friedrich, nieto de Guillermo II de Alemania, y James hijo del expresidente Roosevelt entre otros.

  • Diario de una secuestrada de Ana Cepeda Etkina

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    Cierra los ojos unos segundos y olvidate de tu realidad. Cuando los abras de nuevo, estaras atado al cabecero de una cama ajena, sin poder moverte. Observas a tu alrededor y ves que estas dentro de una cabana. La primera pregunta que te viene a la cabeza es: ?Donde estoy? ?Que ha ocurrido? Y entonces sabras que estas en situacion de peligro. Eva del Alamo es nuestra protagonista, una mujer normal, con una vida corriente, sin sobresaltos ni grandes aventuras, hasta que de pronto un dia la atacan en un parking. Durante el transcurso de la novela, Eva conocera a sus secuestradores, pero no el motivo de su secuestro, pues no hay un movil economico. Inmersa en una turbia trama donde el nombre de su marido es lo primero que destaca, tendra que poner en marcha toda su astucia para enfrentarse a la situacion antes de que sea demasiado tarde.En esta historia se mezcla la intriga, el suspense y unas gotas de erotismo que no dejaran al lector impasible.

  • La Hija Maldita (Pueblos Perdidos 1) de Cristina Pujadas

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    Invisible. Su piel era dorada y sus ojos tenian el tono ambarino correcto de su raza, pero ningun dorado la miraria como a un igual si miraba su cuello. Maldita. La Diosa Aurum la habia condenado al nacer, al no marcar su piel con la runa de los dorados, quizas por un pecado cometido por su difunta madre, quizas por un mero capricho. Condenada a no ser una dorada en derecho pleno, habia vivido encerrada dentro del Oraculo del Desierto sirviendo a las Vidente, protegida del mundo que habia fuera. De los salvajes y de aquellos que podian despreciarla por no haber sido marcada.

  • El pensionado de Neuwelke de Jose C. Vales

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    El Pensionado de Neuwelke es la historia de una joven institutriz francesa aquejada de una rara y terrible afeccion que la convierte en una proscrita. Tras recorrer Europa huyendo de un implacable exorcista, la maestra llega al Pensionado de Senoritas de Neuwelke, en los gelidos y desolados parajes de Livonia. Alli, por fin, Emilie cree haber encontrado el sosiego y la paz que anhelaba: el propietario del colegio, los profesores, las damas de compania y las alumnas, junto a un viejo y malhumorado jardinero escoces, conforman un paisaje humano en el que la amistad, la generosidad y la honradez se veran forzadas a luchar contra los celos, las ambiciones y el fanatismo. Una gran novela que rinde homenaje a la mejor literatura decimononica.

  • Un arbol crece en Brooklyn de Bestly Smith

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    UNA DE LAS MEJORES NOVELAS NORTEAMERICANAS DEL SIGLO XX.

  • La Orfiada de Victor Conde

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    Dos reinos de una Antiguedad mitica se enfrentan en esta ambiciosa novela epica en la que heroes a medio camino entre lo divino y lo humano se jugaran en el campo de batalla el destino de toda la humanidad.

  • Vivir y morir en Dallas de Charlaine Harris

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    Sookie Stackhouse esta pasando una mala racha: su companero de trabajo ha sido asesinado y ella es atacada por una criatura sobrenatural, pero afortunadamente los vampiros le salvan la vida. Cuando le piden que busque a uno de ellos, desaparecido en Dallas, Sookie no lo duda ni un momento. Eso si, pone una unica condicion: ningun humano debe ser danado. Pero eso es muy facil decirlo? Esta serie, transgresora en su planteamiento, rompe con la imagen tradicional de los vampiros y ofrece una nueva y fresca vision de los mismos. <> Chicago Sun-Times <> The Hollywood Reporter <> The Boston Globe

  • Cada dia tiene su afan de Jorge Fernandez Diaz

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    Jorge Fernandez Diaz es un politico de vocacion y de raza. Barcelones desde los tres anos, aunque de raices vallisoletanas y navarras, profundamente catalan y, por ende, espanol, empezo su carrera politica como gobernador civil -el mas joven de Espana- primero en Asturias y luego en Barcelona, donde vivio una angustiosa noche de tension en el Liceo por una amenaza de bomba en la vispera de la inauguracion del Mundial de futbol de 1982.

  • Tu destino (Rancho Anderson 1) de Eva River

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    Los Anderson tenian un ultimatum. O encontraban esposa o encontraban esposa.
    ?Que tan dificil podia ser? ?Acaso no tenian a todas las chicas babeando por ellos? Pues… estaban a punto de comprobarlo.

  • La guerra invisible de Marcelo Larraquy

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    El capitan de navio Carlos Corti habia servido como vocero de la dictadura militar argentina. Ahora tenia estatus diplomatico con residencia en Paris. Corti era hombre del almirante retirado Eduardo Massera. Su mision era politica. Intentaba presentar en Europa al ex jefe de la Armada como figura de recambio, el candidato ideal para la sucesion presidencial, y limpiar las denuncias sobre secuestros y desapariciones en el centro clandestino de la Escuela de Mecanica de la Armada. En su faz publica, Corti era titular de la Subcomision Naval de Compras Argentina en la Republica Francesa, designado por decreto de Estado. Este cargo, de manera imprevista, lo habia obligado a nuevas tareas: la supervision de la compra de catorce aviones Super Etendard (SUE) y diez misiles Exocet aire-mar 39 (AM-39), que las empresas Avions Marcel Dassault y Aerospatiale habian vendido a la Armada. A fines de 1981 solo habian llegado cinco aviones y cinco misiles. Francia habia priorizado la venta de cien misiles a Irak. Y habia prometido completar el envio para abril de 1982. Pero ese mes la Argentina ocupo las islas Malvinas y la entrega se suspendio. El capitan Corti quedaria enmaranado en la busqueda de misiles en el mercado negro en medio de la contienda belica. Lo haria hasta el dia de la rendicion. El proceso de compra de aviones y misiles se habia iniciado cinco anos atras. En 1977, los Douglas A-4Q Skyhawk estaban llegando al final de su vida util y no habia un avion seleccionado para suplirlos. La Armada queria que Estados Unidos le vendiera su variante mas avanzada. O, en el peor de los casos, que le entregara repuestos para los A-4Q. Pero la enmienda de HumphreyKennedy a la ley de Asistencia Extranjera, aprobada por el Congreso norteamericano, bloqueaba las ventas de armas para la Argentina. Frente a la necesidad de armamentos, en la Armada cada sector jugaba para su lado. Un grupo de marinos habia iniciado tratativas per se para la compra de aviones britanicos Harrier. Otro sector preferia insistir con la compra en Estados Unidos. En la jefatura de la Aviacion Naval, que tenia entre sus facultades la adquisicion de aviones, dos capitanes de corbeta tambien quisieron intervenir. Revisaron en un catalogo que presentaba las novedades de la industria aeronautica y vieron el Super Etendard, armado con misiles de ultima generacion. La Marina francesa habia aceptado los primeros prototipos presentados por la empresa Marcel Dassault, pero el avion todavia estaba en proceso de fabricacion. Francia tenia una oficina para la exportacion de su material militar aeronautico. Dependia de su Ministerio de Defensa. Se denominaba Ofema (Of ice francais d'exportation de materiel aeronautique). Su representante era Adrien D'Arboumont. El capitan de corbeta Carlos Ricaldoni, asignado en la Jefatura de Aviacion Naval, y el capitan Julio Italo Lavezzo lo citaron en la sede de la Armada, el Edificio Libertad. Querian saber si el Super Etendard podia operar en el portaviones ARA 25 de Mayo. Necesitaban precisiones tecnicas. D'Arboumont no quiso adelantar informacion. Le parecio que aquellos eran dos oficiales de baja jerarquia para gestionar compras de aviones y prefirio que el interes se diluyera: les dijo que los costos serian muy altos para la Argentina. La respuesta molesto a los marinos. Antes que el costo, querian conocer su factibilidad, si el avion podia adaptarse a las caracteristicas del portaviones. Frente a la insistencia, D'Arboumont explico: "Mi pais quiere una nota oficial". Ricaldoni presento un pedido de diez puntos con los requerimientos tecnicos y lo firmo en soledad, sin el conocimiento de sus superiores. Pedia las dimensiones, las velocidades para la catapulta y el aterrizaje, precisiones sobre el sistema de cable de frenado. Francia tomo en serio la nota y el proceso evoluciono. En febrero de 1978, con un aviso de ultimo momento, aterrizo una mision francesa en Buenos Aires con diez personas. El contralmirante Rafael Serra, de la jefatura de Aviacion Naval, pregunto quien los habia convocado. Los expertos del Super Etendard se presentaron por su cuenta en el Edificio Libertad. Se trataba de un jefe de Operaciones, un jefe de Armas y un senalero. Abrieron las carpetas, presentaron los folletos. La Armada los llevo a la Base Aeronaval Comandante Espora, en Bahia Blanca, para que expusieran sobre el avion y su sistema de armas frente a los oficiales. Los franceses conocieron a los pilotos y caminaron sobre el portaviones 25 de Mayo. La jefatura de Aviacion Naval recomendo la compra al jefe de la Armada, almirante Armando Lambruschini. El presupuesto inicial era de 272 millones de dolares. Incluia catorce aviones, diez misiles Exocet para integrar al sistema de armas, repuestos para cuatro mil horas de vuelo, un simulador a instalarse en la Base Espora, y el entrenamiento en Francia para los pilotos y el personal de mantenimiento. La Armada francesa, que habia programado con Dassault la compra de setenta y nueve aviones Super Etendard, saco catorce de la linea de la produccion para venderselos a la Argentina. El "contrato bandera" se firmo en noviembre de 1979. Participaron distintas fabricas: Dassault para el avion, Thomson-CSF para el radar Agave, Snecma para el motor, Aerospatiale para los misiles. El contrato especificaba el costo por la estadia de los pilotos en Francia, el alojamiento y la atencion medica. Todas las eventualidades estaban contempladas. Excepto la guerra. La compra genero un tropiezo comercial y geopolitico. Estados Unidos interpuso obstaculos. Argumento que la computadora del avion que conectaba al sistema de armas, la central inercial, era de produccion norteamericana, y por ende debia ser incluida en la enmienda HumphreyKennedy. El Super Etendard no podia venderse a la Argentina. En su interes de hacer caer la operacion con la Armada francesa, Estados Unidos modificaria su rigidez inicial. Acepto vender dieciocho turbinas que se necesitaban como repuesto para los aviones A-4Q Skyhawk. Una comision de la Armada volo a una base militar norteamericana y traslado el material en un avion Electra. La operacion, realizada en secreto, habia vulnerado el bloqueo, pero de todos modos el proceso de compra con Francia continuo. La Base d'aeronautique navale de Landivisau, en la region de Bretana, fue elegida como centro de adiestramiento para los pilotos argentinos. Se utilizarian para las pruebas los aviones comprados por la Armada. El capitan Lavezzo, que habia sido el factotum de la operacion, fue incorporado a la Subcomision Naval de Compras. Viajo a Paris para supervisar la recepcion de los aviones y los misiles junto al capitan Corti y otros tres marinos: el capitan de corbeta Carlos Alberto Quintana Casalot, el capitan de corbeta ingeniero Alberto Etchegaray y el teniente de navio ingeniero Ruben Alfredo Fernandez. Esta fue la mision permanente de la Subcomision, designada ad hoc por decreto oficial en noviembre de 1979, que luego, tras el desembarco argentino en las islas Malvinas, tendria que salir a pisar el mercado negro en busca de misiles. La compra de aviones Super Etendard le permitia a la Armada Argentina mantener actualizados sus planes militares, con Chile y las islas Malvinas como hipotesis de conflicto. Asi lo venia haciendo desde los anos sesenta. Era la unica fuerza que tenia bases y guarniciones en Tierra del Fuego. Sus pilotos se adiestraban en el sur. Volaban en forma visual. No tenian cartas aeronauticas de la zona, pero conocian cada una de las estancias. Habian pintado los techos de los galpones con un numero rodeado de un circulo blanco, que observaban desde el avion para tener una referencia de donde estaban. El sector de la Ruta Nacional 3 proximo a la base de Rio Grande habia sido ensanchado para los aterrizajes de emergencia, desde la estancia Las Violetas, en el norte, hasta Punta Maria, en el sur. En sus origenes, la Segunda Escuadrilla de Caza y Ataque de la Aviacion Naval, a la que le serian asignados los Super Etendard, volaba con los cazas norteamericanos Corsai, que estaban entre los mejor considerados por sus prestaciones en la Segunda Guerra Mundial: habia llegado a derribar setenta aviones japoneses en solo cinco dias de combate. El Corsai se desplegaba desde el portaviones ARA Independencia y de las bases aeronavales del sur como patrulla de exploracion y ataque por incidentes fronterizos con Chile, o para la deteccion de submarinos no identificados en el mar argentino --estaban equipados con cargas de profundidad--, e incluso formarian parte de las contiendas belicas internas de las Fuerzas Armadas. Dos aviones Corsai habian sido derribados por el fuego antiaereo del Ejercito en ocasion de la disputa entre las facciones castrenses de "azules" y "colorados" en abril 1963, cuando la Aviacion Naval ataco los cuarteles militares de La Plata y Magdalena. Para la instruccion en Francia se conformo una escuadrilla de diez pilotos, seleccionados entre aquellos que tenian determinada cantidad de horas de vuelo en Douglas A-4Q Skyhawk y experiencia como senaleros de aterrizaje en portaviones. El plan era que cada piloto pudiera formarse con cincuenta horas de instruccion basica. La instruccion era "de avion a avion", con el instructor frances dando las indicaciones desde la otra aeronave. Los oficiales estaban al mando del capitan de corbeta Jorge Luis Colombo. Era el mayor de todos. Su primer enganche en un portaviones habia sido en 1965. Tenia 38 anos. Siempre recordaba que a la Argentina el portaviones le habia costado sangre, sudor y lagrimas. Como docente de la Escuela de Aviacion, habia visto matarse a pilotos cuando aterrizaban, delante de el, en el Independencia y el 25 de Mayo.

  • Amanecer (Sombra de vampiro 7) de Bella Forrest

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    !La tan esperada conclusion del viaje de Derek y Sofia!

  • Checkpoint de Elsa Drucaroff

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    Los cuentos de Elsa Drucaroff invitan a no cerrar los ojos ante lo terrible y al mismo tiempo a no callar lo que esta pasando.

  • La escena interior de Marcel Cohen

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    Entre 1943 y 1944, en el Paris ocupado, el autor perdio a toda su familia (madre, padre, una hermana de escasos meses, abuelos paternos, tios), detenida en distintos momentos y enviada a Auschwitz tras pasar por el campo de internamiento de Drancy. A Marcel Cohen le salvo que, durante una redada, el jugaba en el parque con Annette, la joven criada bretona de la familia paterna. Tenia cinco anos. Mucho tiempo despues, alejandose de todo rasgo ficticio, Cohen relata lo que ha podido averiguar de sus familiares desaparecidos: la juventud de la madre en Estambul, su coqueteria, el agua de colonia que utilizaba su padre, las rocambolescas vidas de los tios. Y lo hace a partir de algo muy pequeno: los escasos objetos y fotos que sobrevivieron. Ante una imagen de su padre tocando el violin, una pequena huevera o un caballito cosido a mano, es decir, objetos y hechos, y un punado de recuerdos, Cohen reconstruye las vidas truncadas de aquellos que no sobrevivieron a la barbarie.

  • El rumor de tus besos (La fragancia de lo infinito 1) de Rosa Alcantara Menendez

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    Celine esta casada con un rico anticuario, es joven, guapa, vive en el barrio mas elegante de Casablanca y tiene todo lo que se pueda desear. Sin embargo, no es feliz; se siente atrapada en una vida miserable aunque a ojos de todo el mundo parezca perfecta. Por eso ha perdido la esperanza de encontrar el verdadero amor que sonaba desde nina. Solo su madre sabe lo que realmente sucede entre ella y el maduro anticuario, y lo ignora por disfrutar de un estatus privilegiado.
    Una tarde de diciembre de 1953, asiste a una fiesta para celebrar el cumpleanos del general Fournier, uno de los militares mas relevantes del Protectorado. Alli conoce al hijo del general: Louis, tambien casado y harto de su matrimonio. El encuentro es un estallido de color, suficiente para que ambos se arriesguen a dar rienda suelta a sus fantasias haciendo lo que siempre desearon. Juntos se vuelven temerarios, tejen planes para afrontar a sus parejas mientras ese amor prohibido les conquista. Rozaran la felicidad absoluta y se veran abocados a descender al interior de las emociones humanas mas sombrias. Encontrar su redencion no sera facil, ?pero desde cuando lo sublime esta al alcance de la mano?

  • Antes de que todo se rompiera de Ruth Ibanez Amez

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    Todas las mananas el mismo desconcierto. Alex siempre tarda unos segundos, que a el le parecen horas, en saber donde esta. Extrana la cama, ve la ventana en el lado equivocado, y donde debia haber una mesilla con una lampara, hay una pared con la que se golpea cuando intenta dar la luz. Poco a poco se da cuenta: esa no es su habitacion. No la que fue suya durante quince anos, no la de su casa en Madrid. La luz tenue crea sombras y lo recuerda de golpe. Esta en Vitoria, en el cuarto de la casa nueva, con su nuevo hermano, con su nueva madre. Y con el padre de siempre. El que lo trajo aqui hace ya mas de un ano. El dia apenas ha amanecido y una fina niebla cubre los tejados que puede ver desde la cama. El ruido del agua en el bano le dice que alguien se le ha adelantado. Sera Ander, porque ni su padre ni Sara madrugan tanto, y ninguno de los dos se pasa veinte minutos bajo la ducha. Mea en el bano pequeno, y antes de llegar a la cocina se da cuenta de que se ha olvidado el movil. Mejor. A veces, el ruido de los mensajes no le deja oir su propia voz, aunque lo tenga en silencio. Esa obligacion de estar siempre conectado, siempre disponible, siempre ahi para quienquiera que tenga una chorrada que compartir, un chiste malo, la ultima foto manipulada de quien toque esa semana, le genera un estres que le ha costado identificar. Prepara el cafe bien cargado mientras piensa en como seria su vida si no existieran los moviles. <>, se dice mientras sonrie al poner el bote de Colacao en la mesa, porque le sigue haciendo gracia que Ander tome Colacao. <>. Se prepara un par de tostadas y se sirve el cafe solo y sin azucar. Esta tan fuerte que le hace guinar los ojos. Perfecto. A su padre le va a encantar. Sara va a hacer un chiste sobre drogas duras, va a rellenar el vaso de leche y a endulzarlo tanto que deje de saber a cafe. Anos atras, su padre y el se habrian reido de ella al unisono, como se reian siempre de los que piden caramelo en el cafe del Starbucks. Anos atras, cuando su padre y el compartian bromas y gustos, como el cafe solo y sin azucar, como los malotes de las peliculas, como las actrices pechugonas y de labios grandes. Antes de que todo se rompiera. Se sienta a la mesa y unta con mantequilla una tostada, la mirada adormilada y perdida. Repasa el dia que tiene por delante, los libros que debe meter en la mochila. Esta repitiendo curso y se ha prometido a si mismo que ya no mas, que no piensa quedarse en la ESO para siempre; si no consigue pasar a Bachiller con Ander, dejara de estudiar, o se metera en un ciclo de Formacion Profesional o algo, pero no va a volver a pasar por el trago de ser el repetidor, el tonto del instituto. Consiguio pasar de curso en septiembre, todo un logro teniendo en cuenta que da las clases en euskera y el lleva poco mas de un ano aprendiendo el idioma, pero tiene que andarse con ojo. Lengua la tiene aprobada, Euskera la va a suspender si o si, porque milagros, los justos. Toca darle fuerte a las Matematicas, incluso si eso supone arriesgarse a pencar otra. Deberia haberse puesto a estudiar mucho antes. Deberia haber pasado las tardes con los libros, en lugar de haciendo el tonto en la calle. Oye a alguien en el pasillo. Se pone tenso. Cuando su padre asoma por la puerta, aparta la vista. --Buenos dias --dice Martin. Su voz es timida, precavida--. Has hecho cafe. Menos mal, el de Sara no sabe a nada. Alex se mantiene en silencio. Mastica esforzandose en no hacerlo rapido, pero tampoco despacio. Se esta aprendiendo de memoria el dibujo del baldosin. Esta cocina necesita una reforma. Es digna de una abuela. Martin se sirve una taza y se sienta a la mesa frente a el. --?Tienes el horario muy cargado hoy? ?Muchas asignaturas dificiles? Mirar a su padre es como mirarse en un espejo que adelanta, en el que puede ver como sera el cuando tenga su edad. Lo unico que los diferencia es el pelo, de un rubio mas oscuro en su padre; los ojos, la nariz y la boca son identicos. Alex da un trago de cafe y vuelve a su tostada. Martin no se rinde. --?Os han dado ya las fechas de los examenes? --Sabes que si --contesta Alex sin mirarlo--. Ander le enseno el papel a Sara la semana pasada. Su padre asiente. Nunca admite cuando miente, ni cuando lo pillan. Por eso es tan buen abogado. --Empezais mas tarde que en Madrid. Mejor, mas tiempo para estudiar. --Silencio--. ?Que te cuentan los de tu antiguo instituto? ?Sigues en contacto? Alex levanta la cabeza y lo mira con ojos entrecerrados. --?Por que lo preguntas? ?Quieres quitarme el movil? ?Bloquearlos? ?Hacerme cambiar de numero? --Claro que no, ?a que viene eso? No quiero que pierdas tus amistades de Madrid. --Ah, ?no? Pensaba que me habias sacado de alli precisamente por eso. Para que no anduviera con gente rara. Martin abre la boca, se lo piensa, vuelve a cerrarla. Su voz, cuando por fin habla, suena tranquila, demasiado. Esta haciendo un esfuerzo por no perder el control. Alex sabe que no es por el. Lo que no quiere es que su novia lo oiga gritar o perder la paciencia con su hijo adolescente. Sara no lo hace nunca. Pero claro, Ander no es como el. --Sabes perfectamente por que te saque de alli. Estabas al borde de hacer una estupidez. --De tal palo, tal astilla. Golpe bajo. Su padre parpadea, pero es el unico gesto que se permite. No mostrar debilidad es una de las premisas de su trabajo. --Te he pedido perdon un monton de veces, no puedo hacer mas. Lo que yo hiciera no es excusa para que pongas tu vida en peligro, Alex. Esa gente con la que andabas... --No soy imbecil. Se donde parar. --No lo parecia. Joder, Alex, desapareciste de casa tres dias, casi me da algo. Te di por muerto, hijo. --Mira, igual que yo durante quince anos. Ya sabes lo que se siente. Martin se calla y mete los labios hacia dentro. Algun dia va a dejar de disimular y le va a pegar el grito que Alex sabe que lleva dentro, algun dia en el que Sara no este cerca y no pueda aparecer en cualquier momento. Como ahora, que se asoma por la puerta. --Buenos dias. --Sus ojos bailan entre uno y otro. No se atreve a entrar en la cocina de su propia casa--. Eh... ?Os dejo solos un rato? --Mejor os dejo solos yo. --Alex se levanta y deja el plato vacio y la taza en el fregadero. Alguien tendra que vaciar el lavavajillas en algun momento, porque empiezan a tener mas platos sucios fuera que limpios dentro. Esquiva a su padre y se detiene para dar un beso en la mejilla a Sara, que se lo devuelve con ganas--. ?Ha salido Ander de la ducha ya? --Creo que si. Otra cosa es que haya salido del bano, ya sabes que le cuesta media hora peinarse. --Ay, Dulcinea del Toboso, que guerra da. Sara rie y le acaricia la cara. Ahora hablaran de la conversacion, Martin dira aquello de <>, y Sara contestara con lo de <>. Alex resopla. Llega al bano, donde el secador sustituye al ruido del agua. Golpea con el puno cerrado. --Venga, Ander, cojones, que si, que estas muy guapo, que el mechon esta perfecto. Sal ya, cono, que me vas a hacer llegar tarde. --La puerta esta abierta, gilipollas, no hace falta que la tires abajo. Ander se esta secando el pelo delante del espejo, una toalla atada a la cintura, el torso desnudo. Es un poco mas bajo que el, aunque mas alto que la media, y su espalda es mas ancha, su cuerpo mas de hombre que el suyo, a pesar de tener un ano menos. Le esta cambiando la cara y empieza a atisbarse el adulto que se oculta bajo esos rasgos que ya no son de nino: mandibula cuadrada, pomulos fuertes, cejas espesas, una cara que en otra persona seria agresiva, pero la curva de sus labios siempre sonrie, y esos ojos marrones, que a veces son verdes, encierran toda la inocencia que Alex perdio hace tiempo. Su rostro oculta algo delicado, casi femenino. <>. Pero es su obligacion tomarle el pelo: --Joder, lo que te cuesta ducharte. Ni que fueras una tia, colega. --Soy de esos especimenes de macho a los que les gusta estar limpios, que le vamos a hacer. --Alex empieza a desvestirse y Ander aparta la vista de su reflejo en el espejo. Alex sonrie. No es la primera vez que lo pilla haciendo eso--. ?Ya has desayunado? --Con lo que has tardado, me ha dado tiempo a desayunar y a tener la primera bronca del dia con mi padre. Ya tengo dos cosas de la lista hechas. Ander se gira hacia el, el pelo olvidado. --?Que ha pasado? ?Que te ha dicho? --Nada, en realidad. --Alex abre el agua y comprueba la temperatura con la mano--. Pero me toca los cojones que vaya de padre guay despues de lo que me hizo. Que si sigo en contacto con la gente de Madrid, me pregunta. ?Y que mas te da, si no vas a dejar que los vuelva a ver? Alex entra en la ducha y ve la imagen de Ander desde el otro lado de la mampara empanada. Se esta mordiendo el labio, como hace siempre cuando piensa. --No puedes pasarte la vida enfadado con el. Algun dia vas a tener que perdonarlo. --Algun dia. Pero no hoy. Alex mete la cabeza debajo del agua y deja que le empape el pelo, los hombros, la espalda. Nada como una charla con su padre a primera hora de la manana para tensar todos los musculos del cuerpo. Apoya las manos contra la pared y cierra los ojos. Se esta bien ahi dentro. Ander golpea el cristal de la mampara y el se vuelve. Esta serio, el mechon de pelo sobre su frente perfecto, la toalla aun en la cintura. Lo mira con sus enormes ojos de cachorro de pastor aleman. --Piensalo --le dice, y Alex le oye a pesar del agua--. Si no llega a ser por lo que te hizo, tu y yo seguiriamos siendo hijos unicos. --Con lo bien que vivia yo entonces… --Sonrie Alex. Ander le ensena el dedo corazon y sale del bano hacia su cuarto. Alex se frota los ojos un buen rato antes de coger el champu. 2 Vitoria es un ser esquizofrenico hecho ciudad. En el mes de abril puedes estar un dia a dos grados, con los puertos de montana de alrededor cerrados o con cadenas, y a la semana siguiente te planteas ponerte zapatillas de verano sin calcetines, con veinte grados a la sombra y picos de calor que ni en pleno agosto. La hierba acaba de brotar en el parque que esta al lado del instituto y entona cantos de sirena cuando estas en clase mirando por la ventana: lo unico que te apetece es tirarte al sol e ignorar la voz de la conciencia que te dice que deberias estar en clase, mira que si hoy explican lo que va a caer en el examen, ay como te pille tu madre. La voz siempre gana en el caso de Pedro, porque su madre es profesora de ese mismo instituto y, con su suerte, seguro que se la cruza de camino al parque. Nada de tirarse a la bartola para el. Porsiaca. Friolero por naturaleza, Pedro se ha abrigado tanto como si estuvieran en pleno febrero porque no se fia de los cambios de temperatura. Nada mas salir a la calle empieza a sudar. <>, piensa mientras recorre los doscientos metros que lo separan de la bocacalle donde suele quedar con sus amigos para ir a clase; ser friolero en Vitoria es su penitencia por los males que debio de causar en una vida anterior. Friolero en Vitoria. Como vivir frente a la playa y tener alergia a la arena. Como ser hijo de pastelero y diabetico. Como tener un padre torero y ser animalista. Un conazo, vaya. Llega temprano, como siempre. La puntualidad se hereda, y el se parece a su madre tambien en eso, aunque por suerte ha sacado la altura de su padre. Estos cinco minutos de paz antes de que empiece la voragine del dia le saben a gloria. Deja la mente vagar tranquila; se fija en las pocas personas que se han puesto en marcha ya a esta hora, en el olor a humedad que hay en el ambiente (<>), en las sensaciones que recorren su cuerpo. <>. Su padre dice que es lo que toca, por la edad, que luego estara en tu mano parar esa voragine. Pedro no lo tiene tan claro. Los adultos de su entorno no parecen pasar demasiado tiempo consigo mismos. Menos sus padres. Pero sus padres siempre han sido un poco raros en ese sentido. Sacude la cabeza. Como le diria Ander: <>. Ha sido pensar en el y verlo aparecer. Por un instante, Pedro cree que su deseo lo ha convocado. Viene con Alex, como siempre, dandole empujones y recibiendolos en ese lenguaje adolescente de los chicos que sustituye abrazos por golpes y <> por <>. <>, piensa Pedro. No habra muchas personas en el mundo que se hayan encontrado con un hermano de su edad hecho y derecho, sin tener que pasar por los celos de crecer juntos o esos enfados que, segun dicen, son normales entre quienes comparten la infancia. Como en un cuento de hadas, un dia se levantaron y se encontraron con un colega de su edad en su propia casa, un amigo con el que compartirlo todo, incluso a sus padres. Pedro los envidia mas de lo que reconocera nunca. Ya le gustaria a el haber vivido algo asi. Aunque, con su suerte, seguro que su hermano seria gilipollas. O estaria tan bueno que se enamoraria locamente de el, y ay, se liaba gorda en casa. O era una hermana. Puaj. Cambia de postura para recibirlos. Quiere que su lenguaje corporal diga: <>. Pero en lugar de eso parece que se esta meando, asi que adopta de nuevo la pose algo encorvada que es natural en el. Los dos hermanos lo alcanzan y el se une a su paso sin molestarse en saludar. Se ven demasiado para formalidades como esas. --?Llegamos tarde? --dice Alex al tiempo que mira el reloj. --No, que va, soy yo el que ha llegado pronto. No he calculado bien. --Yo cuando no calculo bien llego diez minutos tarde, no antes. Que raro eres, Pedrito. --Ya ves, Alejandro, cada uno tiene sus manias. --Que no me llames Alejandro, capullo. --Pues tu no me llames Pedrito, mamon. --Cuanto amor a estas horas de la manana, que armonia, que maravilla --se une Ander. Alex le golpea el hombro. --Calla, ander the table, que para ti tambien tenemos. --Me podia haber callado. --No aprendes, broda. --Alex se dirige a Pedro, que va a su lado--: ?Que, ya te han hecho ponerte a estudiar? Menos de cuatro semanas para el primer examen, tu madre ya te habra metido prisa. --Como no. --Pedro resopla--. En cuanto pusieron las fechas empezo a apretarme las tuercas. --Tiene que ser horrible lo de tener una madre profesora. --Se rie Alex--. No puedes hacer pira, ni liarla en clase ni dejarte los deberes. --Ni contestar mal a un profesor, ni sacar menos de un siete en un examen, ni pedir ir al bano demasiadas veces... --?En serio? ?Hasta eso? --Te lo juro. --Venga ya, Pedro, que tu madre no es asi --le corta Ander. Pedro siente un cosquilleo travieso en la nuca al oir su nombre de sus labios--. No me la imagino yo preguntando a nadie que tal vas o pidiendo que se chiven de ti. --Lo primero: tu solo has visto a mi madre de buenas, asi que ni puta idea del monstruo en el que se convierte cuando se enfada. Y segundo: no se si pregunta o se lo cuentan sin que ella quiera, pero que se entera de todo todo todo lo que hago, ya te digo yo que si. --Pero seguro que alguno tambien te sube la nota porque le cae bien tu madre, o para no tener bronca con ella luego. Alguna ventaja seguro que tiene. --Alguna ventaja, a ver, veamos... --Pedro finge un gesto de concentracion, la mirada perdida a lo lejos--. Nunca me equivoco con las fechas de los examenes. --Una pausa de tres segundos --. Ya. --Tambien te enteras antes que nadie de cuando son. Y sabes tu nota antes de que la digan en clase. --Pedro levanta las cejas, dispuesto a negarlo, pero Ander es mas rapido--: No mientas, tio, que canta un huevo. Siempre sabes tu nota antes de que repartan los examenes. --No siempre --murmura. Alex le da una palmada en la espalda. --?Te habla alguna vez de la gente de clase? Seguro que de Gorka te ha contado alguna cosa. --No, nunca. --Alex lo mira esceptico--. Te lo juro, nunca. A mi padre si, alguna vez, cuando cree que no la oigo, pero a mi nunca. Si que se le cambia la cara cuando hablo de segun que gente, pero nunca dice nada. --?Segun que gente? ?Como quien? --Vosotros, por ejemplo. No hace mas que decirme que no ande con malas companias. --Que profesional lo de no contarte nada de lo que pasa en clase. --Alex tuerce la cara en un gesto de burla--. Yo no podria callarme nada. --?En serio? --Ander esquiva la colleja de Alex, que hace amago de revolverle el pelo--. El pelo ni tocar, capullo. --Uy, si, perdona, a ver si te vas a tener que pasar otros veinte minutos acicalandote cuando lleguemos. --No he tardado veinte minutos. --Media hora. --Mentira. Ni un cuarto. --Ahi esta Gorka. Senal de que ahora si que vamos tarde. --Que desastre es el tio. Ni un solo dia va con la ropa bien puesta. Pedro quiere defender a su amigo, pero Alex tiene razon. Gorka lleva la camiseta a medio meter bajo el abrigo desabrochado y mal colocado sobre los hombros, la mitad de la capucha escondida entre su espalda y el abrigo. Su cabeza no parece haber visto un peine recientemente y, aun a distancia, se le distinguen las comisuras de los labios sucias, con pegotes del Colacao del desayuno. Pedro baja la cara para ocultar una sonrisa. --Pues ha mejorado una barbaridad. Tenias que haberlo visto en primaria --dice Ander. Mira a Pedro, que asiente con la cabeza--. ?Te acuerdas aquel dia que vino con el pijama por debajo de la ropa porque se le habia olvidado quitarselo al vestirse? --Si. --Pedro se echa a reir--. O cuando se trajo la agenda y el cuaderno de su padre pensando que eran los suyos, y vino el hombre todo desesperado a buscarlos al colegio. Era el teniente de alcalde en aquel momento y debia de haber informacion muy comprometida en aquellos cuadernos. --Una vez acumulo cinco mudas sucias en la mochila de gimnasia porque su madre decidio que ya era hora de que aprendiera a hacerse cargo de sus cosas y dejo de vaciarsela ella. !En sexto! --Los tres sueltan una carcajada--. Llamo la consultora del centro a su casa, diciendoles que aquello ya era un caso de negligencia grave. Como olia aquello cuando la abrio, que peste. --Y su madre volvio a vaciarle la mochila, ?no? --pregunta Alex entre hipidos. Gorka esta ya a pocos pasos. --Si. Hasta hoy, creo. --?Que pasa? ?De que os reis? --Del capitulo de la piscina de Mr. Bean. Un clasico. El recien llegado alza las cejas y asiente, confuso, antes de cambiar de tema: --Oye, que venia pensando. --No te esfuerces tanto, a ver si te vas a hacer dano. Gorka ignora a Pedro. --Estamos casi a fin de curso. Nos queda nada y menos para los examenes. A partir de ahora, nuestra vida va a ser un puto infierno hasta que terminemos bachillerato, y luego igual peor, porque en la universidad nos vamos a cagar. --Joder, macho, que positivo te levantas tu por las mananas, ?no? --le corta Alex, que aun no ha podido dejar de reirse. Gorka hace un aspaviento con las manos para hacerle callar. --Necesitamos hacer algo antes de que empiecen los examenes. Una buena juerga, pero mas que eso, un desmadre, un... No se, algo. --Podemos echar un kinito este fin de semana --apunta Ander--. La plaza esa donde quedamos el otro dia no estaba mal. --?Eso es para ti un desmadre? --Alex acaricia la mejilla de Ander. Pedro se derrite por dentro--. Hermanito, cuanto tengo que ensenarte. --?Y que quieres hacer tu? ?Puenting? --Mejor que beber kalimotxo en una plaza llena de meados. --?Y donde hacen puenting por aqui cerca? --pregunta Pedro--. Ademas, ?no se mato una chica hace poco? --Porque salto antes de que la ataran, que hay que ser torda. --A mi no me apetece mucho lo de tirarme por un puente. --Es lo que siempre nos dicen en casa. Si los demas se tiran por un puente, ?tu vas detras? --En mi casa dicen <>. Si los demas se tiran por la... --!Fin de semana en Santa Cruz de Campezo! --grita Gorka. Se callan de golpe--. Podemos pasar un fin de semana en la casa de mis padres en Campezo. --?Donde esta eso? --pregunta Alex. --Donde Cristo perdio el mechero. ?Hasta alli quieres ir? --se extrana Ander. --Es media hora en coche, un poco mas en autobus, no esta tan lejos. La zona es muy chula, y mis padres tienen una casa muy guay, con jardin y todo. --Pero si eso es un pueblo de mala muerte --insiste Ander, mientras Pedro recuerda un rio, un camping y cuatro casas--. Solo hay gente en verano, la mitad del pueblo esta vacio el resto del ano.--?Y que mas da? La cosa es estar juntos, nosotros solos, sin padres. --Gorka, si me quieres llevar a lo oscuro, no te hace falta una casa perdida por ahi. --Alex le guina un ojo--. El bano del instituto es suficiente. --Mas quisieras tu que catar este cuerpo, chaval. Esta reservado exclusivamente para las chatis. --Pues no se que vas a pillar en Campezo, aparte de catarro, si solo vamos los cuatro --le dice Ander muerto de risa--. ?O piensas pillarte alguna campezana? --?Campezana? --Pedro lo mira con extraneza. Ander imita su gesto. --?Campezotarra? ?Santacrucense?

  • Leah a destiempo de Becky Albertalli

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    Cuando se trata de tocar la bateria, Leah Burke suele tener buen ritmo, el tiempo es como su especialidad. Pero en su vida personal las cosas suelen ir a destiempo. Leah, una anomalia en su grupo de amigos, es la hija unica de una joven madre soltera, y su vida es sin dudas la menos privilegiada. Le encanta dibujar, pero se siente demasiado cohibida para mostrar sus creaciones. Y a pesar de que su madre sabe que es bisexual, ella aun no ha podido reunir el coraje para contarselo a sus amigos, ni siquiera a Simon, su mejor amigo abiertamente gay.

  • El asesino vive en el 21 de Stalisnas-andre Steeman

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    <>. Jose Maria Guelbenzu En el neblinoso Londres de los anos treinta, un asesino en serie tiene aterrorizada a la capital. Tras matar a sus victimas de un golpe en la cabeza, les roba y deja junto a ellas una nota con la mas anodina de las firmas: <>. Cuando, tras el ultimo ataque, un testigo ve al criminal entrar en una pension del numero 21 de Russel Square, Scotland Yard ;con el superintendente Strickland al frente del caso; pondra bajo vigilancia a sus huespedes: la viuda Hobson, duena del establecimiento; el senor Collins, vendedor a domicilio de radios; el mayor Fairchild, retirado tras haber servido en las Colonias; la senorita Holland, amante de los gatos… Pero pese a haber estrechado tanto el cerco, descubrir entre todos la verdadera identidad de Mr. Smith no resultara sencillo en absoluto… El asesino vive en el 21 ;publicada originalmente en 1939 y llevada al cine tres anos despues por Henri-Georges Clouzot; es la obra maestra de su autor y una de las mas brillantes aportaciones continentales a la novela detectivesca clasica.

  • Y tu que harias si. . . 1 de Lena Valenti

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    --?Has sacado al perro? Ya se habia acostumbrado a que Zac no le contestara cuando le decia hola al llegar a casa despues de un largo dia de trabajo. De hecho, ni recordaba cuando dejo que la indiferencia la albergara, ?cuando dejo de importarle que su marido no le respondiera? Suponia que, simplemente, paso una vez, y despues sucedio todos los dias como un ritual monotono y apatico. Olivia llegaba a su casa sobre las cinco y media de la tarde. Era la directora en funciones y de marketing de las grajeas Smiling, una marca de populares caramelos que se vendian en todo el mundo, como los Trident o los Smint, a diferencia de que los suyos tenian triptofano, una sustancia que ayudaba al cerebro a segregar serotonina, algo que segun los cientificos era <>. Heredo el negocio de su padre, un quimico farmaceutico que un dia decidio abandonarlo todo por su sueno, que no era otro que ayudar a que la gente se sintiese un poco mejor. Con los anos, Luis se prejubilo, aunque mucho le costo al buen hombre, porque adoraba su trabajo. Sin embargo, su hija, que habia estudiado marketing y direccion de empresas en la Universidad, estaba ya capacitada para llevar la compania y por fin delego sus labores en ella. Desde hacia cuatro anos, Olivia se hacia cargo del imperio de los caramelitos, a costa de pasar mas de ocho horas en las oficinas, recibiendo llamadas de distribuidores y vendedores de todas partes del mundo. Y esas mismas horas eran las que le pasaban factura al llegar a casa, en forma de un dolor de pies terrible y una migrana ocular muy molesta. Por eso, la cuarta cosa que hacia cuando llegaba a su hogar ademas de saludar a su marido, besuquear a su Gran Danes de dos anos llamado <> (porque era enorme) y descalzarse los zapatos de tacon, era abrir el armario del botiquin farmaceutico y tomarse un par de ibuprofenos de golpe. Despues, se dirigia de nuevo al salon, con Caballo pisandole los talones y lamiendole los tobillos, justo como hacia en ese instante. --Caballo, por el amor de Dios... No chupes --le espeto mientras tiraba de la pinza que le sujetaba el mono alto y perfecto. Ese era su look laboral favorito desde hacia un tiempo. Mono tenso y pelo recogido. No obstante, en su casa se liberaba y dejaba suelta y libre su melena rubia con reflejos cobrizos. Olivia fijo sus ojos verde azulados en Zac y se masajeo la nuca con los dedos. Tenia los hombros tan cargados que apenas se podia mover. Zac se encontraba donde siempre. En el sofa del salon, vestido con un chandal gris, con los pies embutidos en unos calcetines gruesos y negros, su MacBook Pro sobre las piernas, las gafas de ver de pasta negra resbalandole por la nariz, y sus ojazos de onix fijos en la pantalla mientras sus dedos no dejaban de teclear, como si hacerlo, detenerse, fuera pecado. Tenia el pelo despeinado, negro como el ala de un cuervo, con las puntas que le senalaban a todas partes, y la barba naciente moteaba su apuesta mandibula y su barbilla, marcada por un increible hoyuelo que a Olivia le fascinaba. Aun ahora, despues de cuatro anos de matrimonio, reconocia que su marido seguia siendo un hombre guapo y atractivo. --Zac --le repitio ella condescendiente. --Dime, preciosa --contesto ausente, concentrado en su ordenador. --Hola. ?Tierra llamando a Zac? --repitio con tono sarcastico, meneando la mano delante de su cara. --Hola, carino. Pero la saludaba sin verla, enfrascado como estaba en esa novela interminable que se habia comido dos anos y medio de su vida, casi toda la paciencia de Olivia y parte de su matrimonio. --Te he preguntado que si has sacado al perro --sujeto el dedo gordo de su pie y lo zarandeo un poco. --No. No he podido --argumento continuando con su escrito. --?No has podido? --Olivia se saco con brio la camisa blanca de la cinturilla de la falda de ejecutiva que siempre solia llevar. Conjuntos muy parecidos, de sobrios colores. Invariable estilo--. ?En serio? --se coloco con los brazos en jarra sin moverse, golpeando el parque con la punta del pie cubierto por las medias color carne y marcando el ritmo como un diapason. Nunca habia tenido mal caracter, pero ultimamente su paciencia pendia de un hilo muy fino--. ?Llevas aqui todo el dia, escribiendo en el sofa, y has sido incapaz de sacar a Caballo? ?Acaso esperas que yo venga de trabajar despues de mas de ocho horas de dura jornada y tenga que sacar a mi pobre perro que no ha salido en todo el dia? Esta vez, Zac alzo la mirada ante el tono poco amistoso de Olivia. Se subio las gafas hasta colocarlas en su sitio y sonrio como un angel pidiendo disculpas. Sabia que eso siempre le funcionaba con ella. Y lo peor, es que lo hacia sin maldad y sin animos de buscar ningun tipo de redencion. --Se me ha pasado el tiempo --se encogio de hombros. Olivia resoplo y puso lo ojos en blanco. --No me lo puedo creer... Sabes que Caballo jamas se hace caca ni pipi en casa. Que se aguanta aunque le estalle la barriga porque sabe que eso no esta bien y no nos gusta. ?Por que no eres capaz de pensar en el? <>, penso agriamente. --Lo se. Perdona, Olivia --Zac sacudio la cabeza y se reprendio a si mismo--. De verdad. Sabes que me pongo a escribir y se me va el mundo de vista... Estoy a punto de terminarlo. --Si, ya... --Olivia alzo la mano para detenerle--. Me lo llevas diciendo desde hace muchos meses --recalco con acidez. --Esta vez va en serio, carino. Me queda poco, son las paginas mas trascendentales de mi novela. Cuando la acabe, todo cambiara --la mirada de Zac se impregnaba en verdad, el se queria creer lo que decia, pero a ella ya no la convencia. Olivia siempre se mordia la lengua cuando le sacaba el tema de su libro. Zac dejo su trabajo como periodista tres anos atras en un periodico muy importante del pais para escribir una historia de la que todavia no le habia dejado leer un solo fragmento. Demasiado tiempo invertido en el mismo y en su manuscrito para que despues, al ser autor novel, nadie se lo fuera a editar. No sabia que tonterias y que suenos imposibles tenia Zac en la cabeza, pero Olivia habia pasado de decidir apoyarlo en todo, encargandose de la economia familiar, de la manutencion de su preciosa casa en Collserola, de responsabilizarse de todos los seguros, a dejar de creer en el y en su proyecto. Se habia hartado de verle hacer siempre lo mismo, sin conseguir frutos, arando un campo que parecia que no iba a germinar jamas. Sin ayudarla en nada. Olivia se habia hartado de deslomarse y de no recibir ni un masaje ni una palmadita de animo en la espalda. Desde hacia tres anos, para Zac solo existia su novela. Nada ni nadie mas. Olivia habia sido cruelmente relegada al olvido. Zac parpadeo un par de veces, esperando que ella cediera y no se enfadara demasiado con el. Y Olivia prefirio alejarse de las confrontaciones porque temia el dia en el que la discusion se le fuera de las manos, y dijera algo de lo que pudiera arrepentirse. Asi que, se alejo de su marido y se dirigio a su habitacion, zanjando la diatriba. Alli se puso ropa de correr. Sus pantalones cortos, sus Asics de colores, una susdadera de color negro, y sujeto a Caballo con la correa para realizar la quinta labor que sistematicamente hacia siempre al llegar a casa: darle una vuelta a su pobre perro que bien se merecia. Olivia ignoraria de nuevo lo que ella merecia o necesitaba, y pasaria por alto todo los detalles que Zac ya no tenia con ella. Y obviaria el hecho de que ese dia era su veintiocho cumpleanos y de que el lo habia vuelto a olvidar. Ni una cena romantica, ni un regalo hecho a mano, ni un beso ni un te quiero. Cero. Mientras se secaba las lagrimas de impotencia y frustracion de los ojos, su benevolencia la insto a que creyera una vez mas en el. Tal vez, solo tal vez, Zac decia la verdad. Acabaria la maldita novela, se centraria en recuperar su antiguo trabajo y lucharia por recuperarla a ella. Podia esperar un poco mas. Total, llevaba casi tres anos asi

  • La leyenda del guerrero de Emma G. Fraser

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    Amy Campbell, una joven que acaba de perder su trabajo y su novio, decide embarcarse en un viaje a Escocia para conocer a su familia paterna y la historia de su clan junto a una amiga, Bonnie. Tras ver una representacion del final de la guerra entre los Campbell y MacDonald, las jovenes deciden visitar las ruinas del castillo MacDonald, pero un fuerte tornado las sorprende, llevandolas al ano 1615, en medio de la guerra de los clanes.
    Iain MacDonald, tras heredar el titulo de laird de su clan, rechaza la oferta de matrimonio de Reid Campbell con su hija, por lo que este le vuelve a declarar la guerra. Tras numerosas muertes de inocentes, Iain jura vengarse de todos los Campbell, incluidas las mujeres de ese clan. Pero cuando Amy se cruza en su camino, su valentia y belleza lo atraen de tal manera que no podra dejarla escapar facilmente.
    Pero cuando los Campbell los atacan, Amy tendra que hacer frente a su destino para cambiar el curso de la historia.

  • Andrea, mi otra yo – Mauro Pavon Martinez de Mauro Pavon Martinez

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    Una mujer tranquila, con pocos amigos, sin emociones en su vida, conoce a un joven que le ofrece amor incondicional pero que descubre en ella una faceta sexual que ni la misma Andrea sabia que vivia en su interior, asi nuestra protagonista se adentra en el mundo del sexo duro, explicito y sin tabues, mientras conoce a otro hombre que la hara dudar en el amor y le dara un giro inesperado a su cotidiana vida.
    No solo en las grandes ciudades del mundo se desarrollan historias interesantes, tambien en las pequenas y que muchas veces no figuran en la memoria de los lectores, el lugar, Puebla ciudad colonial con leyendas, mitos, y muchas realidades que se mezclan con la fantasia..

  • Las trampas del deseo, Dan Ariely de Dan Ariely

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    ?Por que compramos lo que compramos? ?Somos realmente duenos de nuestras decisiones o se nos puede manipular como consumidores? ?Tienen trampa las ofertas? Que influye en que un producto nos parezca caro o barato? ?Gasta mas quien paga con tarjeta de credito? ?Por que compramos cosas que no necesitamos? ?Influyen las marcas en nuestro grado de satisfaccion ante un producto? ?Hay robos mas eticos que otros? ?Somos compradores compulsivos e irracionales? Este libro apasionante, riguroso y ameno responde a estas y otras muchas preguntas sobre nuestras decisiones cotidianas, como consumidores y como ciudadanos, a partir de experimentos punteros llevados a cabo por el prestigioso especialista en psicologia del consumo Dan Ariely. El autor nos proporciona nuevas y sorprendentes conclusiones sobre la naturaleza humana, que ayudaran al lector a tomar mejores decisiones en su vida personal y laboral.

  • Antologia Solidaria. RoJa, Paraiso Literario de

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    Los relatos incluidos en “RoJa, Paraiso Literario” son finalistas del I Certamen “Jaen RoJa” convocado con motivo del I Encuentro literario “Romantica en Jaen, RoJa 2.017”. Todos ellos con un nexo comun, Jaen. Tierra de historia, raices y cultura. Entre el cielo y el horizonte, Jaen se viste de RoJo pasion.

  • Una Dama Elegante de Cedric Daurio

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    Agotada por la sucesion de eventos del dia, y en realidad de la semana que habia transcurrido en Buenos Aires, coloco su modica valija en el portaequipaje ubicado sobre la linea de asientos, se sento en su butaca que estaba situada junto a la ventanilla y anticipando lo que las azafatas le pedirian se coloco el cinturon de seguridad. El asiento, ubicado en la clase turista, le resultaba muy estrecho teniendo en cuenta que el vuelo a Nueva York insumiria nueve horas de modo que resolvio que reclamaria de sus sponsors que le sacaran un pasaje en la categoria ejecutiva para los proximos vuelos, al menos aquellos que superaran una duracion determinada, por ejemplo cinco horas; penso que este requisito era razonable dado que la mayoria de sus viajes eran dentro de Estados Unidos y por lo tanto de una duracion inferior. Siguiendo su habitual ansiedad habia sido una de las primeras personas en abordar y ahora comenzaban a ingresar los pasajeros por los angostos pasillos del avion; el pasaje consistia en una mezcla de argentinos y americanos, los ultimos parejas o pequenos grupos de personas mayores que volvian de unas vacaciones en el lejano pais del sur, vistiendo llamativas camisas de estampados multicolor y otras prendas mas apropiadas para Miami o Hawai que para la agitada urbe sudamericana, cuyos habitantes parecian caminar y viajar siempre con un ritmo frenetico, tan distinto al de otras ciudades latinoamericanas que habia conocido. Los argentinos eran distinguibles por su vestimenta mas austera y por la cantidad de bultos que pretendian colocar en los compartimentos para equipajes, aun forzando su capacidad. Rogo para que le tocara de companero de asiento un americano, ya que como ella no hablaba castellano podia llegar a ser un viaje aburrido y demasiado largo. De reojo atisbo a un muchacho alto y delgado que se acercaba mirando las letras de las filas de asientos buscando donde sentarse. Aunque a primera vista le parecio uno de los argentinos, secretamente deseo que se sentara junto a ella, pues se trataba de un joven muy bien parecido. Agito su cabeza como para ahuyentar la idea. <Lena, podria ser...no tu hijo pero si un sobrino mucho mas joven. No es para ti.> Ignorante de los pensamientos que circulaban por la cabeza de la mujer el joven se detuvo en la fila donde se hallaba sentada Lena, confirmo su ubicacion y la miro sonriente. -Hola.-Dijo escuetamente. -Hello- Contesto la mujer furiosa consigo misma por no haber ni siquiera aprendido a responder un saludo en espanol. El muchacho coloco su valija en el portaequipaje y se dispuso a sentarse en el asiento del pasillo. -Permiso. Tengo el asiento 14B.- Dijo en ingles, para alivio de Lena, quien sin embargo volvio a recriminarse de inmediato. La azafata recorrio el pasillo, donde aun habia pasajeros luchando con sus maletas, ayudandolos a guardarlos en los compartimentos portaequipajes y a cerrar sus puertas. El joven se coloco tambien el cinturon de seguridad y como sus piernas eran demasiado largas para el corto espacio entre asientos las coloco parcialmente en el pasillo luego de que la azafata pasara. -Asientos muy pequenos para viajes tan largos.-Expreso el joven, en sintonia con lo que habia estado cavilando Lena con anterioridad. Luego sonriendo nuevamente le extendio la mano derecha y se presento. -Federico Gribaudo. Lena fue nuevamente sorprendida gratamente por la presentacion formal del hombre y contesto de inmediato. -Lena Javit -?Neoyorquina?-Era evidente que el joven llamado Federico tenia deseos de conversar. Aunque la mujer se habia formado la idea de dormir lo antes posible para recuperar sueno acepto de buen grado la disposicion de su companero de viaje. -Si.-Contesto.- Nacida y criada en Nueva York. Roto el hielo con tanta facilidad Lena prosiguio la conversacion. -?Es su primer viaje a Estados Unidos? -No, estuve un par de veces en Miami, pero nunca en Nueva York. -Estara ansioso por conocer la Gran Manzana. Tiene todo un mundo por descubrir. -Si, en realidad lo conozco por referencias familiares. Mi padre vivio varios anos en Nueva York de joven y mi madre, que era entonces su novia, lo visito...por supuesto hace ya muchos anos. -Todo esta muy cambiado y a la vez la ciudad sigue siendo la misma. -Mis padres regresaron hace un par de anos por turismo, a visitar todos los sitios que habian recorrido juntos tanto tiempo atras. Fue un viaje sentimental. Estuvieron frente al edificio donde mi padre alquilaba un apartamento. -?Sabe en que zona? -Si, en Brooklyn Heights. Un sitio historico. Hablaban mucho de el. -En realidad un buen lugar para vivir. Para alegria de Lena la conversacion fluia agradablemente. Aunque su vocabulario era un tanto limitado y cada tanto necesitaba ayuda con algun termino particular, Federico hablaba ingles en forma muy aceptable con un acento argentino particular que la mujer ya conocia de sus entrevistas de negocios. Su charla denotaba que se trataba de un joven inteligente. -Y dime, Federico.- La charla ya se habia tornado coloquial.- ?De que otros sitios te hablaron tus padres? La larga enumeracion de museos, galerias y otros sitios termino de convencer a Lena que el muchacho provenia de una familia de buen nivel cultural. -?Piensas visitar esos sitios? -Si. Voy a estar un buen periodo en Nueva York. -?Y de que mas te hablaron tus padres? -Dejame pensar...habia un parque... -?El Central Park? -No solo me hablaron del Central Park. Habia un parque pequeno, cerrado, al que por alguna razon le asignaban una connotacion romantica. Recuerdo haber visto fotos de mis padres frente a ese parque. -?Gramercy Park?-Lena dio un respingo en su asiento conteniendo su entusiasmo. -Si, creo que era ese. -Pero alli es donde vivo yo. La conversacion ingreso insensiblemente en temas un poco mas personales. Lena trataba sin mucho exito de no hacer su interes demasiado obvio. -?Que vas a hacer en Nueva York? ?Vas a radicarte en los Estados Unidos? -No por el momento. Voy a trabajar en la casa matriz de mi empresa por seis meses, que es lo que permite la visa que tengo al presente. -?Que empresa es esa? Federico dio el nombre de la firma. -?A que se dedica esta empresa? -Servicios financieros. -?Tu eres un experto en finanzas? -No, soy licenciado en sistemas. Me voy a capacitar en los sistemas que usa la firma en todo el mundo. En Buenos Aires acaban de abrir una sucursal que tendra a su cargo los negocios en todo el Cono Sur de America. -?Hace mucho que trabajas con ellos? -Seis meses. Como te dije, la firma se instalo recientemente en el pais. Lena se decidio finalmente a hacer la pregunta que le estaba rondando en la mente. -?Cuantos anos tienes? -Veintitres.

  • Carlo. Una Promesa, Tequila y Pasion 2 (Paraiso 6) de Claudia A. Perez R

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    El caracter bravio del Potro se ve entumecido por una nueva traicion,
    pero aun con el alma en ruinas, la autocompasion no es una alternativa.
    Ha llegado el momento de sacar la casta,
    defender lo que mas ama en contra de todo y de todos,
    enfrentar el pasado, combatir a su propia sangre,
    brincar las trancas y cumplir las promesas que han mantenido unidos a los Lastiry.
    Confesiones dolorosas.
    Pasiones desbocadas.
    Lealtades inquebrantables.
    Agrestes sentimientos colisionan alterando el rumbo de sus vidas.
    Cabalga por estas paginas en una carrera donde dejarse vencer,
    no es una opcion.

  • No dejes que me vaya de Lorena Concepcion

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    Autumn es una chica enfrascada en sus estudios en la universidad y, en lo que menos piensa es en empezar una relacion. Un viaje inesperado la lleva junto con su hermana a vivir unas vacaciones de relax en un balneario donde conocera a un guapo masajista que volvera del reves todos sus planes.
    Jake es masajista en un balneario situado en un pueblo pequeno en las montanas, no tiene previsto enamorarse pero un encuentro un tanto vergonzoso con una de sus clientas, lo hara cambiar de opinion. Entre ellos nacera una atraccion que no podran ignorar, no obstante, las vacaciones de Autumn se acaban y todo se complica.

  • El Perro de Alberto Vazquez Figueroa

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    En un penal de America Central, un preso politico y un perro se observan como fascinados el uno con el otro. Cuando se evade el preso, tras herir mortalmente al guardian, el animal, condicionado por su amo antes de morir, se lanza en persecucion del homicida. Los dos adversarios se enfrentaran en una lucha atroz, hostigante, incansable, y a medida que transcurren las semanas, se establece entre ellos una extrana complicidad, hecha de sentimientos tan opuestos como el odio y la estima. ——- El Hombre observo al Perro, inmovil y jadeante, fijos los ojos en su amo, aguardando una orden que nunca llegaria, porque el Guardian se habia enzarzado ya en una charla intrascendente con sus companeros, olvidando al animal que permaneceria alli, estatuario, hasta que el violento sol del tropico le achicharrara el cerebro. Era una fiera y bella mezcla de pastor aleman y lobo, de pelaje castano rojizo en el lomo que iba aclarando hacia las patas; unas patas gruesas y fuertes de color casi dorado. El negro hocico destacaba, afilado e inquieto, sobre una quijada de hierro por la que asomaban la agitada lengua y los largos y amenazantes colmillos, todo ello dominado por unas orejas siempre enhiestas y unos enormes y brillantes ojos, vivos e inteligentes. Le recordaba a Barrabas, su cachorro, al que mato un camion, y se pregunto si Barrabas habria llegado alguna vez, con el tiempo, a convertirse en una bestia semejante, capaz de ejecutar una orden apenas apuntada por un gesto de cabeza o de permanecer inmovil bajo el sol porque no le habian dado permiso para buscar cobijo. Sonrio tristemente recordando su pena el dia que Barrabas cruzo la calle en busca de su ultimo destino. Durante meses se sintio culpable por no haber sabido ensenarle donde estaba el peligro, y autos, motos y camiones no eran cosas de juego a las que perseguir ladrando alegremente, sino maquinas infernales e invencibles, contra las que nada podia un estupido cachorro.

  • Juegos Salvajes 3. John de Lena Wolf

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    Hasta ese momento, John habia tenido una vida apacible y sin sobresaltos. Estaba siguiendo al pie de la letra su plan: vivir, divertirse y terminar siendo un gran medico. Puede que dicho de este modo no parezca muy emocionante, pero a el le bastaba con eso.

  • No sin mi bicicleta de Anna Brones

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    Esta es una guia inspiradora sobre el mundo de las bicicletas y el ciclismo, con informacion practica sobre como comprar una bicicleta, como utilizarla, su reparacion y mantenimiento, su personalizacion y otras tantas sugerencias para disfrutar del placer de ir sobre dos ruedas. No sin mi bicicleta anima a disfrutar de nuevo de un placer simple, saludable y sostenible para el planeta. Las divertidas ilustraciones y los consejos de la guia son el complemento perfecto para quien sienta la curiosidad de redescubrir o saber mas sobre el arte de ir en bicicleta.

  • 33 cartas desde Montmartre de Nicolas Barreau

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    Una promesa, 33 cartas y un cementerio hechizado que se convierte en el escenario de unahistoria de amor magica en la nueva novela del autor de La sonrisa de las mujeres.

  • A cuerpo de gato de Hiro Arikawa

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    Una novela ironica y conmovedora que gracias a la ocurrente mirada de su narrador, un gato, nos reconcilia con la vida.