• libro el color de la luz - Marta Quintin Maza

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    Una novela intimista, construida con maestria, que explora diversos tiempos y lugares (Espana, la Guerra Civil, el Paris de los anos veinte, Nueva York…) y plantea una historia de amor descarnado, imposible por la propia naturaleza humana, por la inseguridad, por el miedo…, por la incapacidad de reconocer que tal vez el error fue no amar.

  • EL COLOR DE LA LUZ | MARTA QUINTIN MAZA - Casa del ...

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  • el color de la luz - Librería Sinopsis

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    EL COLOR DE LA LUZ. ... Martín y Blanca Luz empezaron a caminar, el uno al lado del otro, como aquella otra tarde en que ... Blog El búho entre libros ...

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    Blog El búho entre libros «A veces, dos personas se quieren, pero no saben quererse bien. El color de la luz es una historia, al igual que sus protagonistas ...

  • El color de la luz | Penguin Libros

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    El color de la luz. Todos los cuadros encierran una historia. Marta Quintín Maza · DEBOLSILLO , septiembre 2019. Una novela intimista, construida con ...

  • EL COLOR DE LA LUZ (Libro en papel)

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  • El color de la luz - El Ojo Lector

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    26 mar 2018 — Tras leer la sinopsis de "El color de la luz" de Marta Quintín, ... No sé si os lo he dicho en alguna ocasión, pero uno de mis libros ...

  • EL COLOR DE LUZ - MARTA QUINTÍN

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    14 mar 2018 — El color de la luz de Marta Quintín es una novela que aunque a ... Sin embargo, hay que reconocer que en el último tercio del libro son ...

  • El color de la luz - Marta Quintín Maza -5% en libros | FNAC

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    19 sept 2019 — El color de la luz, libro o eBook de Marta Quintín Maza. Editorial: Debolsillo. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Solamente amame (You make me feel 1) de Kathalee Trueba

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    Alena se comprometio porque estaba enamorada. Eithan lo hizo porque. creyo que tenia que hacerlo. Ahora, el busca volver a sentirse vivo al estar con otras mujeres. Y ella, encontro el amor en su pequena hija.
    El es arrogante, malhumorado y un muy buen agente. Ella es su jefa.
    Ella aun cree en el amor. El prefiere no pensar en ello.
    A pesar de ser tan distintos, ambos tendran que, darse cuenta de que, el amor no tiene que ser perfecto. Que, el compromiso, no tiene que ser solo un acuerdo.
    Y que, a veces, la felicidad de una persona, solo se obtiene a costa de la de otra.

  • Noches de Bonanza de Hugo Burel

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    En Noches de Bonanza, Hugo Burel concluye con maestria la primera trilogia de novela negra montevideana. Una historia apasionante que ha atrapado a miles de lectores, con un protagonista que ya se ha convertido en leyenda.

  • Memorias de un arbol de Guido Mina Di Sospiro

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    La historia del mundo a traves de la mirada de un arbol. Una bella novela que te hara crecer y fortalecera tus raices emocionales.

  • Como los pajaros aman el aire de Martin Casariego

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    En el barrio algunos nos llamaban el fotografo y la modelo. Es cierto que le hice bastantes fotografias, y que la mayoria fueron de la clase que imaginaban quienes apenas nos conocian mas que de vista, pero las que verdaderamente me interesaron no eran asi. Escogi vivir en aquella zona deteriorada y multicolor no solo por el precio de los alquileres, sino tambien por cortar en seco con mi pasado. Habia llevado durante mucho tiempo una vida de plastico. Ahora, de querer ser lo que parecia, habia pasado a preferir parecer lo que era; de hablar a los demas, a hablarme a mi mismo. Alli no me encontraria jamas a mi antigua esposa, ni a mis antiguos amigos (por llamarlos de alguna manera), ni, desde luego, a los companeros de mi anterior trabajo, que habia cambiado por uno mas tranquilo, aunque mucho peor pagado. El apartamento tenia unos treinta metros cuadrados, mas el dormitorio de la planta alta, abuhardillado. En el, cuando terminaba de subir la escalera, debia agacharme. Un ojo de buey, en la pared a la que estaba arrimada la cama, proporcionaba una amplia vista de una parte de Madrid, un Madrid sin rascacielos que semejaba un inmenso pueblo cubierto por una lluvia de tejas y vigilado por un ejercito de antenas. Lo que le daba vida a mi pequeno piso era una terracita rectangular abierta en el tejado. Si me encaramaba al borde de este, la vista de Madrid se perdia en el horizonte. Nunca habia estado en Argel, pero la primera vez que me sente alli pense, sin saber realmente por que, en aquella ciudad. Quiza me recordara alguna imagen de La batalla de Argel, que habia visto en el Griffith. Veia las tejas, la ropa tendida, una bandera pirata en el tejado de enfrente, a la que la brisa hacia flamear, las plantas y macetas, y me sentia en paz. En el tiempo de dolor y soledad comprendido entre mi separacion y la enfermedad y muerte de Gafas habia aprendido a querer mi barrio. Una noche me entretuve, callejeando hacia casa, en hacer una relacion de lo que iba distinguiendo en el suelo, desde vomitos y latas hasta preservativos y excrementos, y lo encontre casi arqueologicamente instructivo, en lugar de asqueroso, sin mas. Me gustaban sus calles, una libreria-cafe, atestada de libros, en la que a veces compraba una novela y tomaba algo en una mesa a la entrada, ciertos bares y cafes, como el Nuevo Cafe Barbieri, con sus espejos y mesas de marmol y sillas de madera y columnas de hierro fundido y canapes de terciopelo rojo, en la esquina de Primavera y Ave Maria. Ya ni siquiera me repugnaba tanto el hedor a orines de la calle Primavera, apreciaba tener tan a mano la Filmoteca, o encontrarme en la calle Salitre con el club de fumadores de marihuana con la hoja de marihuana de metal colgada de la fachada, a modo de reclamo o anuncio medieval. Ademas de espanol, se oia hablar chino, indio, arabe, rumano, diversas lenguas africanas que no identificaba. Habia mudanzas y pequenas obras constantemente, negocios que abrian y cerraban, y a todo lo envolvia un pano de provisionalidad. De unos anos para aca los robos proliferaban, aunque ultimamente habian descendido gracias, en parte, a las camaras instaladas en muchas esquinas. Salia del metro y bajaba hacia la plaza por la calle del Ave Maria, donde, fantaseaba, mas de uno habia rezado sus ultimas oraciones, o por la del Olivar, si tenia ganas de variar un poco, entre restaurantes asiaticos, tiendas de chinos, locutorios, verdulerias con especias y frutas exoticas, y a menudo me cruzaba con algun borracho que insultaba a voces a alguien, real o imaginario, o con un loco que pregonaba su suerte por haber conocido en persona a Dios. Pensaba entonces que estaba donde debia estar. Lo cual no era, sin embargo, ni un consuelo ni una alegria.

  • Vendida de Susana Torres

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    Soy todo eso y mas. Veras, el problema es que una, si no va por la vida con dos punales en la espalda y otro en los dientes es tomada por tonta. No tengo muy claro porque, pero es asi. Asi que desde que corte con el cretino de mi ex-marido yo y mi hija estamos juntas contra el mundo. Aunque ella no sabe ni hace nada, claro, simplemente “esta en mi equipo”.

  • Fascinacion (La Profesional 2) de Kris Buendia

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  • Donde mis pies me lleven de Erika Ramos

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    Si te gusto Bridget Jones, disfrutaras leyendo las aventuras de esta enfermera al borde de un ataque de nervios, una chica en busca de alguien que suture su corazon y la inste a decir alguna cursilada como <>.

  • Una impostora en Minstrel Valley (Minstrel Valley 3) de Mariam Orazal

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    Adentrate en la nueva y rompedora serie de <>, creada por catorce autoras de Selecta. Ambientada en la Inglaterra de la Regencia en un pequeno pueblo de Hertfordshire, descubriras una historia llena de amor, aventuras y pasion.

  • El poder de la intuicion de David Topi

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    Todos hemos experimentado en mas de una ocasion la magia de la sincronicidad. A veces nos vemos ante situaciones que tachamos de enormes casualidades, eventos que nos suceden en el momento justo en el lugar justo, precisamente cuando mas los necesitamos y sin saber ni como ni por que han irrumpido en nuestra realidad. Nuestra vida esta repleta de mensajes, senales, acontecimientos que nos empujan hacia un lado, obstaculos que nos impiden ir hacia otro… Pero, ?quien o que genera y organiza todo eso que nos ocurre de forma tan milimetrica? ?Es la sincronicidad el mecanismo que subyace bajo la Ley de la Atraccion? ?Cual es el papel del inconsciente colectivo en todo esto?

  • Cuando la mente encontro a su cerebro de Luis Aguado

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    El ser humano es el unico animal capaz de volver la vista hacia su propio interior y preguntarse: ?que hay ahi dentro?, ?como funcionan la mente y el cerebro de donde proceden nuestra conducta, nuestros pensamientos y nuestras emociones? A lo largo de la historia, estas preguntas han fascinado a artistas y pensadores, pero solo recientemente hemos empezado a vislumbrar la posibilidad de responderlas a partir del conocimiento cientifico. La actual neurociencia cognitiva, surgida de la union de la psicologia y las neurociencias, es la empresa multidisciplinar encaminada a la dificil meta de explicar como la mente surge de la biologia. La mente en busca de su cerebro. El objetivo de la presente obra es ofrecer una aproximacion al fascinante mundo de la investigacion actual sobre la mente y el cerebro a partir de diez temas de candente actualidad.

  • Lo que nos dijo la tormenta de Helen Rytkonen

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    Una ciudad magica. Una poderosa tormenta. Un hotel como escenario . Y dos personas atrapadas bajo el mismo techo. Ahora, despues de diez anos, podran decirse todo aquello que callaron. O no. Podran ser valientes, o no. Podran dejarse llevar, o seguir su vida. Pero no podran dejar de escuchar lo que les dice la tormenta.
    Una historia intima que te llegara al corazon.

  • El dolor de la princesa Alice de Dylan Martins

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    Dolia tanto ese momento que, parecia que me estaban rajando con la hoja de un cuchillo bien afilado mientras miraba por la ventana y comprobaba como el jardin del palacio se vestia de gala para nuestro enlace y los invitados se dejaban ver mientras tomaban su primera copa de cava. Me casaba con Fernan Russ, el principe de Arsolla, lo hacia por el pacto que se habia llevado a cabo entre nuestras familias desde que yo era bien pequena. Hacia unos dias que habia cumplido los veinticinco anos, catorce anos menor que el, asi que me habia preparado toda mi vida para esa boda mientras el iba de flor en flor. Muchas veces fue pillado saliendo en los medios internacionales hasta que anunciaron nuestro compromiso, ese dia que yo tanto temia. Y ahora, despues de muchos dias de dolor contenido, rabia y decepcion, me iba a casar con el, sin amarlo, sin tan siquiera sentir lo mas minimo por aquel principe con el que a partir de ahora compartiria mi vida. No habiamos compartido ni un beso, ni una mirada de complicidad, ni nada que nos hiciera sentir ese dia como algo verdadero. Fernan buscaba dar a la sociedad lo que esperaban de el y yo cumplia con lo que mis padres habian decidido por mi, lo que a ellos les hacia feliz sin importar lo que yo sintiera o quisiera. Habia pasado mi primera noche antes del enlace en el palacio de Kilenia, ese que se convertiria en mi hogar a partir de hoy y donde pasaria a convertirme en la Princesa de Arsolla, adquiriendo ese nuevo titulo que tan poco deseaba. Mi padre aparecio por la habitacion con cara de orgullo por haber conseguido a traves de su hija, lo que tanto el como mi madre deseaban, yo sonrei con tristeza pues no me salia de otra forma. --Estas preciosa, hija mia. --Gracias, padre --me agarre de su brazo y bajamos hacia la capilla de palacio donde se iba a oficiar la ceremonia. Los asistentes me miraban sonrientes, Fernan se metio en su papel y me sonrio con un gesto de felicidad que no se lo creia ni el, pero como todo lo que hacia tenia que ser fingido, hasta lo que se suponia que iba a ser el dia mas importante de nuestras vidas. Yo iba a esa boda, como se solia decir, como si me llevaran directa al matadero, o al patibulo, que para el caso... Ahi estaba la madre de Fernan, la Reina Amelia de Arsolla. No era una mala mujer, conmigo siempre se porto muy bien, era carinosa y amable asi que al menos con ella podria tener una buena relacion. Lorenzo, padre por horas y rey a tiempo completo como solia decir mi madre, estaba sentado en primera fila, esperando que mi padre me entregara a su hijo y le acompanara en ese privilegiado lugar, junto a su esposa y mi madre. Mi madre, Eleanora, quien a pesar de mis peticiones de no acceder a que me casara con un hombre al que no conocia y que no habia tenido trato alguno, hizo oidos sordos. --Ya llegamos, hija --susurro mi padre sin perder esa sonrisa de hombre orgulloso al ver a su unica heredera acercase al altar donde la esperaba el principe de cuento que todas, alguna vez, hemos sonado con tener. Leandro, ese era mi padre, el que me llevaba obligada caminando por esa alfombra sin tener en cuenta mis suplicas. Otro como mi madre. Cientos de veces me plantee si me querian realmente, porque no creo que se le pueda obligar a un hijo a casarse con una persona a la que no ama ni desea. ?Lo unico que me gustaba de este maldito dia? El vestido de novia que llevaba. Al menos eso si me habian dejado escogerlo a mi. Entallado hasta los muslos donde la falda empezaba a ser mas suelta, con una cola de un tamano medio y con volantes, encaje que cubria todo el vestido, espalda al aire, escote en V y el borde del mismo, asi como los tirantes que acababan en la parte central de la espalda, donde tenia la cremallera, era de encaje gris. Me habian recogido el cabello en un mono bastante bonito y, como no podia ser de otra manera, me pusieron la tiara a modo de discreta corona con la que se caso la que desde ese dia seria mi suegra. --Mi princesa --dijo Fernan, bien alto para que todo el que estuviera lo suficientemente cerca le escuchara. Seguia sonriendo el muy canalla, fingiendo que todo era maravilloso, y yo igual, que me habia tenido que poner la sonrisa en los labios y dar a entender que estaba enamorada hasta la medula del hombre que tenia delante. Mi padre me miro feliz y me dejo alli, ante el altar, delante del cura que nos casaria, y fue a unirse con mi madre y sus consuegros. De verdad, si la gente supiera que esto no era mas que una farsa... Ganas me daban de hablar cuando el cura preguntara aquello de "Si alguien tiene algo que objetar, que hable ahora o calle para siempre", porque seria yo quien diria que me obligaban a casarme. Bueno, eso realmente seria muy capaz de soltarlo cuando nos preguntara a nosotros, como parte interesada en este enlace, si veniamos libremente. !JA! Libremente, las narices. Que no me habian traido arrastras por la alfombra, porque no seria bonito de ver, ni digno de una mujer de mi posicion social. Ya no digamos de la futura Princesa de Arsolla, vamos. En fin, que yo queria salir de alli por piernas y no podia. Llego el momento, ese tan esperado por todos, en el que el cura pregunta... --?Venis libremente a contraer matrimonio? ?Os podeis creer que Fernan, que me tenia la mano agarrada con la suya desde que me uni a el, me dio un apreton para que no dijera nada que no debiera? !Hombre, por favor! Pero, !que valor el suyo! ?Que se habria pensado que iba a hacer? ?Decir que no? Si me hubieran permitido hacer eso, no estaria ahora mismo contestando... --Si, venimos libremente. Ya estaba la mitad de mi aceptacion a este matrimonio, y grabado que habia quedado porque estaba viendonos casarnos medio mundo, si no el mundo entero, pues de todos es sabido que las bodas de principes y futuros reyes eran de lo mas televisadas. Mirara donde mirara, me encontraba una camara de television grabando. ?Sabeis lo que pense hacer? Escribir una nota pequena con el siguiente mensaje: "S.O.S. Vengo obligada a casarme, por favor !!!Salveme quien pueda!!!" Pero no lo hice, como es evidente, porque eso habria provocado infartos en masa, y cuando digo en masa es que los primeros en caer habrian sido mi suegro y mi padre, tenian altas posibilidades por sus edades y por ser hombres, y despues mi suegra y mi madre. --Por el poder que la Santa Madre Iglesia me otorga, yo os declaro marido y mujer. !Ole! !Viva los novios! Si, me quede con las ganas de gritar eso pues para algo era mi boda, pero no podia. Mi ya esposo, me dio un casto beso en la frente ante las camaras y los invitados que nos acompanaban en ese, nuestro gran dia. Colgada de su brazo camine sonriente y saludando con la mano hasta que llegamos a la salida de la iglesia, donde nos esperaban para lanzarnos arroz. Seguiamos los dos sonriendo, fingiendo que eramos la pareja de enamorados mas felices del mundo y que por fin afianzabamos nuestra relacion ante Dios, nuestro senor, aunque por dentro estaba llorando como una nina pequena porque no queria este matrimonio. Una pareja debe casarse enamorada, tienen que quererse, conocerse, ser complices el uno del otro, saber lo que es bueno para ambos y que el otro sepa en todo momento lo que puede necesitar la otra parte. Que tengan tal complicidad que se adelante en algun momento a lo que la otra parte de la pareja va a hacer o decir, que se conozcan de ese modo tan intimo. La mia habia sido la boda mas falsa de toda la historia, vamos, imagino que, a lo largo de los anos, o mas bien siglos, que llevaba existiendo lo de los matrimonios concertados entre la realeza, alguno habria sido como el mio, pero ahora que yo lo vivia en mis propias carnes, me sentia la mujer mas desgraciada. --Pues ya esta, ya somos matrimonio --susurro Fernan, cuando ibamos hacia la zona de palacio donde tendria lugar el banquete. Y si, comimos y bebimos, bailamos y los dos seguiamos aparentando que era el dia mas esperado por ambos, el mas feliz, debiamos fingir que estabamos de lo mas enamorados y las muestras de carino del uno hacia el otro fueron constantes cuando estabamos juntos para alguna foto o para charlar con los invitados, si mi querido marido no se quedaba junto a la barra donde servian las bebidas. No es que fuera completamente borracho, pero tenia suficiente alcohol en el cuerpo como para que se le notara contentillo.

  • Historia De Un Perro Llamado Leal de Luis Sepulveda

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    Es dificil, para un perro pastor aleman que vive al servicio de un grupo humano, no anorar la libertad que conocio como cachorro. Y sobre todo no sentir nostalgia por todo lo que perdio en sus vivencias con los mapuches, los indios de la Araucania en Chile. Y es que nuestro perro se cayo en la nieve y, rescatado por un jaguar, fue a dar en un poblado mapuche. Alli crecio con su companero Aukaman, el nino indio que era como un hermano para el, y alli aprendio a respetar a la naturaleza y a todas sus criaturas. Sin embargo, ahora debe obedecer las ordenes de aquellos para los que trabaja y dar caza a un fugitivo misterioso, escondido mas alla del rio. Adonde nos llevara la caza?
    El destino esta escrito en su propio nombre, Leal, y le llevara a una situacion que pondra a prueba, pasado tanto tiempo, su fidelidad a viejos lazos de afecto.

  • Pretende Que Eres Mia de Hailey Smoke

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    Siempre pense que era una persona llena de vidrio. Mis amigos a menudo se burlaban de mi que incluso diria que un vaso vacio podria volver a estar lleno. La vida parecia mucho mejor si intentabas mirar el lado bueno. Tuve problemas para sentirme de esa manera al hacer clic en el boton del ascensor unas treinta veces como lo era para una maquina grua y sabia que estaria agarrando ese osito de peluche. Desearia que lo que me esperaba en el ultimo piso fuera a ser igual de emocionante. No, tuve que llegar tarde con todo mi negocio en juego. La maquina iba a temblar, y yo iba a perder mi premio. Las puertas finalmente se deslizo abierto, basicamente salte en el interior, y slammed mi palma en el boton para el piso superior. Revise mi lapiz labial de pomelo en el reflejo del techo de metal, agrietando mi cuello para atrapar cualquier mancha. Mis piernas empezaron a tambalearse a medida que el ascensor subia. Gracias a Dios que nadie mas parecia estar saliendo y adelante para que pudiera entrar en panico en paz. Alise mi falda de lapiz azul marino, revise los botones de nuevo en mi boton de color amarillo palido hacia arriba, y enrolle mi blazer azul marino de gran tamano a mis codos. Me veia presentable y de tendencia, pero ?eso me salvaria? ?Que diablos le iba a decir al senor Hirano? Llege tarde por la razon mas estupida posible, y tenia la sensacion de que el tipo de compania que habia existido mientras Hirano Enterprises no veia el vaso medio lleno. Los veian como transacciones para rechazar o aceptar. El viaje en ascensor fue demasiado rapido. Me escabulli tan pronto como las puertas se abrieron lo suficiente, y me dirigi a la sala de juntas de la que me hablo la recepcionista. Abri las puertas y en lugar de un comite vi a un hombre sentado a la cabeza de la mesa. Lo reconoci como el hombre al que luche para llamar para fijar una hora. “Sr. Hirano.” “Sr. Maxwell.” Dijo bruscamente. Se puso de pie y tomo mi apreton de manos. Siempre me dijeron que podias decir mucho sobre alguien con su apreton de manos: el suyo era firme y rapido, como si lo quisiera lo antes posible. Su boca estaba presionada en una linea delgada, sus ojos marrones oscuros escudrinando cada uno de mis movimientos mientras trataba de decidir en que silla sentarse. ?Me sente al otro lado del camino? ?Seria incomodo? El medio se sentia seguro, pero demasiado lejos. ?Por que esta reunion fue en un espacio tan grande? Saque una silla y me sente a unas tres sillas de distancia y puse mi maletin sobre la mesa. “Puedes llamarme Lydia”, le ofreci, y le sonrei. Se agacho las cejas un poco y de alguna manera parecia aburrido. “El Sr. Hirano esta bien.” “Oh. Bien” Trate de jugar con mi intimidacion con una pequena risa. “Bueno, gracias por reunirse conmigo hoy. Aprecio tu interes en mi negocio--” se despejo la garganta. “Disculpe?” Trate de preguntar brillantemente. “Usted es tarde.” Sus ojos marrones frios me miraban fijamente. “Oh. Si. Claro. !Lo soy!” Trate de convertir mi mueca en algo asi como una sonrisa. “Me disculpo profundamente por mi retraso. Tuve un problema que tenia que resolver. Me asegure de llamar a su recepcionista tan pronto como supe que iba a ser un problema. Sin embargo, se que no es muy profesional, asi que lo siento profundamente, pero espero que esta vez disculpe el error y prometo mantener citas en el futuro”. Habia practicado esas lineas una y otra vez en mi cabeza mientras corria por las calles de Chicago hasta su oficina. Pense que era razonable y demostro lo profesional que era a pesar de mi lapso. “?Que problema?” “?Que?” Que no habia planeado. “?Cual era el problema que tenias que resolver?” “Era uno de caracter personal”, se festebo. Me encontre agarrando mi cabello, pero rapidamente me meti las manos de vuelta a la mesa. Era un habito nervioso, y solo me haria ver mas sospechoso. Se inclino sobre la mesa de reuniones. A pesar de que estaba a unos asientos de distancia, senti que estaba flotando sobre mi. “Como profesional, tienes que ser dueno de tus errores, en su totalidad.” Era lo mas que me habia dicho hasta ahora. Supire y mire hacia abajo a mis manos. Estaba mal mentir, pero la fuerza de su mirada me hizo sentir que tenia que decirselo. “Habia un perro.” “Un perro.” Me encogi en su tono. Sonabacomo si estuviera a punto dereganarme, como si fuera un nino que habia hecho algo malo. “Vi a un perro en un cafe. El dueno me dejo acariciarlo y nos ponemos a hablar. Honestamente, no me di cuenta de cuanto tiempo pasaba. Lo siento. Realmente lo soy.” Era un Shiba inu, los amo. Era la razon mas tonta para llegar tarde y ojala no hubiera estado tan distraido, pero siempre habia tenido problemas para concentrarme. Lo mire con la esperanza de encontrar simpatia en su cara. Tenia una cara afilada, todos los angulos, ligeramente bronceado y una cantidad apropiada para el negocio de rastrojos. La unica suavidad que encontre fue la forma en que su cabello negro corto y limpio cayo ordenadamente, sin embargo, me di cuenta de que era ondulado. Solto un largo aliento y luego se sento en su silla. “Ahora, ya que tenemos todo eso aclarado, dime tu propuesta. ” Trate de no dejar que mi shock apareciera en mi cara. Su expresion era todavia tan severa, pero al menos no me habia echado. No es que lo hubiera culpado. Senti que mi confianza regresaba, una sensacion calida que se extendia a traves de mi pecho. “Por supuesto, senor Hirano.” Encontre mi sonrisa facilmente y comence a sacar papeles de mi maletin. Yo era un profesional. Yo podria hacer esto. “La escena de la moda de Chicago es cada vez mas grande, y con la sexta semana anual de la moda de Chicago siendo un gran exito el ano pasado, puedo ver a Chicago cada vez mas grande como Nueva York”. Asintio con la mano que vi como un positivo. Me deslize sobre unas fotos brillantes. “Creo que, dado que el nombre Hirano esta en tantas industrias, la moda podria ser la siguiente. Mi empresa, Sew Fit, es una marca de ropa masculina de diseno que ha aparecido en la pasarela y en varias revistas de primer lugar”. Hice un gesto a las fotos y el se volco a traves de ellas. “Solo necesitamos un inversor para hacer crecer nuestra marca y sacar nuestro nombre aun mas”. “?Que harias con nuestro dinero?” ?Por que tuvo que hacer preguntas tan contundentes? Por supuesto, tenia un plan elaborado, pero queria entrar en el lentamente, espero que una vez que el Sr. Hirano haya mostrado un interes un poco mas positivo. “El dinero se utilizaria principalmente para contratar y pagar a un grupo mas grande de disenadores. En este momento, nuestra empresa tiene solo diez personas, pero queremos expandirnos”. “?Que haces?” “Yo?” ?Que tenia que ver eso con el dinero? “Yo tambien soy disenador. Pero paso la mayor parte de mi tiempo dirigiendo la empresa: planeando rodajes, coordinando con revistas. Por lo tanto, no diseno tanto como solia hacerlo”. No tenia ninguna pregunta de seguimiento. Supongo que me descontrole. Solo necesitaba concentrarme y volver al terreno de juego. “Ademas de los rendimientos que producira nuestra asociacion, tenemos algunos beneficios inesperados y unicos”. “Tal como?” ?No podria estar un poco mas emocionado, al menos fingir? “Tu y el CEO, tu abuelo, ?verdad? Podrias lucir nuestros esmoquines y chaquetas en eventos”. “?Crees que soy modelo?” “Bueno.” Lo mire, llevaba una chaqueta de traje, adaptada lo suficiente. Sabia que a mi gente le vendria bien. Era un poco demasiado pequeno para el, pude ver la forma en que sus brazos se tensaron en las mangas cuando se movia. O tal vez su sastre sabia lo que estaban haciendo; Me di cuenta incluso tan vestido como el que habia musculo alli abajo. “Creo que se veria muy bien en uno de nuestros trajes, senor.” “Eso no es lo que quise decir.” Me empujo las fotos. “?Que te hace pensar que me gustaria modelar tu trabajo?” “Tener un estilo personal puede ayudar a construir tu marca, y podemos ofrecer solo eso. Hirano, es probable que se haga cargo de la compania en cualquier ano. Una vez que eso suceda, vas a necesitar crear una imagen para ti mismo para venderte a ti mismo y a tu empresa al mundo. Hirano Enterprises es vista como una empresa mas antigua y anticuada. Podemos ayudarle a ser visto como de moda, para recrear la imagen de la empresa al mundo moderno”. “Creo que hemos terminado aqui.” Se levanto abruptamente de su asiento y comenzo a salir, ni siquiera mirando hacia mi mientras pasaba. “Disculpe?” Empece a recoger mis fotos en mis brazos, dejando caer algunas mientras lo seguia. “Lo siento, ?que pasa?” Vi su cabeza temblar y se volvio hacia mi. “?Siempre insultas a tus inversores antes de pedirles dinero?” Yo saltee. Pense que iba bien, incluso despues de mi tardanza, ?como salio tan mal tan rapido? “No quise insinuar nada--” “Yo te creo”, dijo. “Yo aconsejaria ver sus palabras con mas cuidado la proxima vez.” Se dio la vuelta, dirigiendose al ascensor, que se abrio inmediatamente para el, y luego se fue. *** “Suena como una polla.” Mi mejor amigo, companero de cuarto y copropietario de Sew Fit, Michael escogio su envoltura vegana. Reconocimos los talentos del otro mientras obteniamos nuestros titulos y descubrimos que, cuando colaboramos, la magia sucedio. Tambien estaba lo suficientemente loco como para empezar una compania conmigo. Era el que impedia que mis ideas mas, podria decir, desenfrenadas explotaran de la mala manera. Era como un camaleon, siempre con un aspecto ligeramente diferente cada vez que lo veia, a pesar de que vivia con el. Hoy tenia el pelo blanco blanqueado de corte corto y llevaba una gran tapa de cultivo lila, el color estaba muy adentro. “Era tan estupido”, murmuro, memeti las palmas de las manos en los ojos. Mire hacia atras hacia el, y le senalo, estrechando los ojos, “Tu.” “Yo?” “Me dijiste que seria mejor que fuera solo”, acuse. “Estaba seguro de que su encanto se aferraria a nosotros: pense que todos los multimillonarios calientes eran sexistas.” “Mike. ” “Puede ser caliente y una polla al mismo tiempo.” Michael rodo los ojos. “Mi ultima novia era a la vez caliente y una polla.” “No es un idiota”, le dije frunciendo el ceno. “Tal vez necesite repasar sus habilidades con la gente, y tal vez sea demasiado timido para hablar mucho”. “Oh, vamos Lydia, se una perra por una vez en tu vida, estamos en el mundo de la moda.” Su sonrisa se volvio mas suave. “He terminado de burlarme. Dije que debias ir porque eres la cara de la compania, y siempre has sido mejor hablando en publico que yo. Habria acabado siendo expulsado por el mucho mas rapido que tu. De todos modos, eso fue solo una oportunidad. Habra mas, y obtendras el siguiente, lo se. “Esa fue la mejor oportunidad que tuvimos. Y llege tarde, y lo ofendi, y tal vez su abuelo tambien? Deberias despedirme.” “Eso seria como despedirte de nuestra amistad. De ninguna manera Lyds; o nos elevaremos a la cima con Cow Fit o nos estrellaremos y quemaremos en un naufragio ardiente juntos”. “Supongo que eso me hace sentir mejor.” Estaba tortifiando, pero.lo hizo. No iba a dejar que esto acabara con todos mis suenos. Superaria esto y todas las Empresas Hirano. “Ahora, trate de conseguir algo de comer. No mas de esto demasiado triste para comer mierda. Luego podemos ir a Millennium Park y me burlare de los turistas en The Bean y usted puede senalarme las palomas mas tontas.” “Seguro que sabes como animarme”, le dije. Busque mi maletin y encontre aire en su lugar. Jure que mi corazon se detuvo entonces. “?Que pasa Lyds? Tienes tu cara asustada.” “Corri aqui tan rapido despues de la reunion que ni siquiera me di cuenta de que deje mi maletin alli. Estaba tan nervioso. Estaba hablando tan rapido que me estaba quedando sin aire. Me agarre el pelo frustrado, los rizos apretados torciendo en mis dedos. “Puedo volver por el, por lo que no tiene que ver a ese idiota de nuevo.” “No.” Respire hondo y trate de centrarme. “Esto es bueno.” “Lo es?” “Si.” No estaba seguro de si lo estaba convenciendo a el o a mi mismo. “Queria enviar un correo electronico de disculpa sin querer mas tarde, pero ahora puedo hacerlo en persona. No nos atrapara al inversor, pero tal vez no intente matar nuestro negocio si soy lo suficientemente amable. Le enviare un correo electronico a su recepcionista y lo recogere manana”. “Y si usted pasa a vagar en su oficina mientras estas alli?” “Seria la oportunidad perfecta para disculparse.” “Perfecto” “Si te parece bien, creo que deberiamos ir al parque algun otro dia. Me siento energizado, quiero trabajar”. “Me encanta cuando te vuelves asi Lydia. Mientras pidas algo de comer una vez que lleguemos, volvamos a la oficina. Tengo que ver con que estamos trabajando para Pre-Fall de todos modos. Te juro que si es tinte de corbata de nuevo voy a gritar. “Michael, eres el mas grande. Nunca. ” Esa noche comenzamos a planear para la proxima temporada, y habia enviado tantos correos electronicos a los nuevos inversores mis globos oculares todavia picaban cuando finalmente cerre los ojos esa noche para ir a dormir. Manana, solo tenia que disculparme, conseguir mi maletin, y entonces podria terminar oficialmente con Hirano Enterprises. Capitulo 2: Taylor Me desplace a traves de mis mensajes de voz en mi telefono, eliminando cada uno sin escucharlos. Habia salido de la oficina temprano ese dia, despues de ese lio de una reunion. Estaba sentado en un taburete de bar junto al mostrador de la cocina de marmol, mi computadora portatil sentado frente a mi con mi correo electronico detenido. Todavia estaba trabajando a pesar de mi partida. Ya no queria estar alli. Segui pensando en esa mujer. ?Honestamente penso que llamar a la compania de mi familia fuera obsoleta iba a funcionar a su favor? Me enrolle los ojos sin nadie alli para verlo. Yo habia querido darle el beneficio de la duda, despues de lo que dijo acerca de llegar tarde. ?Un perro? Me rei pensando en ello. Queria ver adonde iba despues de eso, solo alguien interesante seria dueno de algo asi. Lastima que termino siendo aburrida despues de todo. Supire, como si estuviera tratando de empujar los pensamientos de la reunion fuera de mi cabeza para poder volver a mi trabajo. Estaba a punto de hacerlo, cuando el timbre sono por toda la casa. Me veia menos profesional ahora que estaba en casa, quienquiera que fuera tendria que lidiar con ello. Mi chaqueta y corbata fueron arrojadas sobre la barandilla en el pasillo, zapatos abandonados en la puerta principal, mis punos desabrochados, las mangas arrugadas en mis codos, y los tres botones superiores deshechos para que pudiera respirar. Maxwell tenia razon sobre la necesidad de un armario nuevo. Mi ultimo estilista parecia arruinar los tamanos de todos mis trajes profesionales: todo era un poco demasiado pequeno. Tambien habia estado entrenando mas recientemente. Pero no demasiado. Sobretrabajar a si mismo en el gimnasio es solo otra manera de hacerse danoa timismo. Podia oir la voz de mi terapeuta parejo, pero agudo, flotar a traves de mis pensamientos. De cualquier manera, estaba ganando los musculos de mis veinte anos de vuelta no es que sea tan viejo, que tenga treinta anos, y necesitaba ropa nueva para acomodar eso. Me preguntaba si los sastres de la Sra. Maxwell eran mejores que los mios. ?Por que seguia pensando en ella? Bueno, una reunion tan mala estaba destinada a dejar una impresion,supuse. Me dirigi a la puerta y mire mis camaras de seguridad frente a la puerta en mi camino. Afuera estaba mi abuelo, y CEO de Hirano Enterprises, Ikari Hirano. “Jiji”,lo salude cuando lo deje entrar en mi casa. Mi abuelo emigro de Japon en 1950 cuando tenia veinte anos y construyo Hirano Enterprises desde cero. Era un hombre rudo, con la piel bronceada oscura, y arrugas doblando la cara. Recibi mis ojos marrones de el. Lo idolatraba cuando era nino y habia trabajado para el desde que me gradue de la universidad. Sin embargo, era muy tradicional, y era raro recibir afecto de el. Cuando entro en mi sala miro a su alrededor y en el saludo dijo: “?Aun no hay portero?” “Tengo una limpiadora que esta aqui todos los dias de la semana Jiji”,le recorde. “Podrias tener muchos trabajadores aqui Taylor”, me recordo mientras se dirigia a una de mis salas de estar. “Tu casa es demasiado grande para estar tan vacia. Compra un apartamento si no lo vas a usar.” Luche para seguir lela. Mantuve mi cara neutral mientras respondia: “Te lo dije antes, me gusta mi privacidad”. Agito la mano de una manera que supe que significaba que encontro mi respuesta ridicula. Cambio el tema independientemente, “?Como estuvo tu reunion de hoy?” “No espero que sigamos comunicando con esa empresa de moda”, le explique. “Hm.” Continuo a traves de mi casa, como si estuviera de gira conmigo siendolo. Hemos detectado un problema desconocido. Sus ojos finalmente cayeron sobre mi. “?Cuando te vas a casar?” No a menudo no me pillan desprevenido, sin embargo, en esa pregunta deje de respirar. Me miraba y tosi para que el aire volviera a mis pulmones. “Disculpe?” “Usted es casi treinta y uno”, dijo como si eso lo explicara. “Se que te casaste cuando tenias dieciocho anos, pero eso es porque conociste a Sobo en la secundaria”. Le recorde, manteniendo mi voz profunda firme a pesar de que mi corazon palpitaba en mi pecho. “Y he respetado su decision tanto tiempo.” Dijo que era el razonable. “Pero usted va a convertirse en CEO.” “No por un tiempo, sin embargo.” “No.” Dijo con firmeza. “Se convertira en CEO a finales de este ano.” Era julio, asi que seria CEO en menos de seis meses. “Pero Jiji--” “No lo oire Taylor. Soy viejo.” Lo dijo claramente, sin vacilacion en su voz. “Siempre ibas a ser mi sucesor.” Me puso una mano en el hombro, me estremeci por el tacto, no lo esperaba. “Usted esta listo para tomar el control. Comenzaremos la transicion ahora y por Ano Nuevo estaras a cargo”. “Gracias.” Dije mirando al suelo. No pense que escucharia esta noticia durante anos. Aunque sabia que llegaria con el tiempo, no se sentia real. Sin embargo, fue una gran noticia. “Quiero que mi compania se mantenga en buenas manos.” “Lo prometo.” “Pero, ?que pasa cuando te retiras?” “Eso es hasta ahora en el futuro.” Mire hacia atras en su expresion seria, mantuve la emocion fuera de mis palabras, pero tenia un indicio hacia donde iba esta conversacion. “Quiero que la compania se quede en la familia, para que el nombre Hirano viva.” Lo sabia. Continuo: “Quiero que tengas un hijo que te cuide”. El recuerdo de la Sra. Maxwell diciendo, mayor, anticuado company, brillo en mi cabeza. “No se puede ser serio.” Incluso cuando lo decia, vi que estaba en su cara. “Si no puedes confiar tu negocio a tus hijos, ?por que deberia confiarte el mio?” Asi que ese era su plan. No me iba a dar la compania a menos que me casara y produjera herederos como si fuera la epoca medieval. Sabia que tendia a ser mas tradicional, ?pero esto? Esto fue demasiado, incluso para el. Queria discutir. Queria decirle lo terrible que fue sostener eso sobre mi. Especialmente con todo lo que me paso. “Voy a pensar en ello. ” He dicho. Mi mandibula se mantuvo rigida mientras hablaba. “Muy buena” Sonrio, que para el era un pequeno repunte de la esquina izquierda de su boca. Me dio unapalmas en el hombro una vez antes de soltarme. Estuve retenido mi estremecerme esa vez. “Te vere en la oficina manana.” Lo acompane a la puerta sin decir nada mas. Se inclino un poco antes de salir, casi me olvido de inclinarse a cambio. Regrese a la cocina, pero me quede de pie en el medio en lugar de volver al trabajo como mi cerebro me decia. Estaba respirando demasiado. No podia moverme. ?Que hacemos primero? Mi terapeuta bromeo que sonaba como un raton de dibujos animados: lo hizo y al principio hacia dificil concentrarse, pero ahora estaba acostumbrada a que ella me mantuviera calmada. “Respiramos.” Dije en voz alta, y se hizo eco contra los gabinetes. ?Que sientes? La firmeza del suelo de baldosas bajo mis pies, el aire acondicionado soplando suavemente contra mi. ?Que oyes? Mi casa era una mas antigua en el suburbio de Glencoe de Chicago, asi que pude oir que se acomoda a mi alrededor en el calor de julio. El refrigerador tarareo cerca, y los fans de mi computadora portatil se desbordo por ser dejado en. ?Que es lo que ves? No me di cuenta de que habia cerrado los ojos hasta que los abri para mirar a mi alrededor en la cocina, exactamente como lo deje, aunque recien limpiado de la cena de anoche por la ama de llaves que me asegure de perder.

  • Un extrano en mi cama de Kristen James

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    Megan despierta de un coma a una vida que parece no ser suya y un marido que actua como si la amara… pero ?le esta mintiendo? ?Enganandola? ?Que esta pasando realmente? Toda la evidencia dice que son felices y legalmente casados, y sin embargo, sus fragmentados recuerdos dicen lo contrario. Todas las personas que conoce parecen estar de acuerdo, a menos que ella este sufriendo de paranoia debido a su lesion cerebral. Ellison es la clave de su pasado y futuro, incluso aunque no pueda confiar en el. Eso no evita su atraccion hacia el. Megan interpreta a un agente doble, trabajando con “Eli” para reconstruir su vida mientras trata de descubrir la verdad. ?Por que haria el eso? ?Sabe ella algo que no deberia? El tiene una explicacion para todo, hasta que las respuestas nuevas conducen a una historia aun mas retorcida. ?Que tendra que hacer para descubrir la verdad y saber quien es realmente?

  • El hombre que miraba al cielo de Hernan Rivera Letelier

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    Fue un lunes de aluminio --los lunes son de aluminio-- cuando la figura del hombre aparecio entre la gente. Se paro en una esquina del paseo Prat, alzo la cabeza y se puso a mirar al cielo. Eso fue todo. Era mediodia. El paseo, como siempre a esa hora, desbordaba de gente y, entre la gente, personajes de todas layas y pelajes hacian su agosto: comerciantes, musicos, malabaristas, pordioseros --cojos, mancos, ciegos--, y mas de algun predicador de Biblia en ristre anunciando el fin de los tiempos tal como se anuncia un espectaculo circense. Ademas, ahora ultimo habian aparecido grupos de personas que se paraban en las esquinas mostrando un letrero: se regalan abrazos. Pocos eran los que se acercaban, la gente parecia temer al abrazo de un desconocido o desconocida, asi tuvieran cara de pan de dios. Sin embargo, nadie podia decir que anunciaba el hombre que aparecio aquel lunes en la esquina mas concurrida del paseo. O que vendia. O que regalaba. Ni siquiera si anunciaba o vendia o regalaba algo. Lo unico que hacia era mirar al cielo. Nada mas. 2 Parado en la esquina, ajeno por completo al trafago de mediodia, el hombre mira hacia lo alto. Al pasar junto a el, los transeuntes alzan la vista de reojo y al no ver nada extrano apuran el tranco y siguen su camino. Algunos se detienen, hacen visera con las manos e inquieren hacia arriba en busca del consabido objeto volante no identificado, pero como el cielo se ve limpio --ni una nubecita exposita dibujando alguna alegoria--, fruncen el ceno y se van haciendo claros gestos de contrariedad. Y estan los que, entre serios y divertidos, terminan por acercarsele con aire condescendiente y le hacen preguntas que el hombre, ensimismado en su afan, no oye o no le interesa responder. Pasado el tiempo que demoraria una predica, cuando ya hay varios con la cabeza levantada al cielo, el hombre baja la suya, se pone las manos en los bolsillos y, tan sosegado como su mirada, echa a andar hasta la otra esquina. 3 La primera vez que vi al hombre parado en mi esquina --la esquina mas preciada por pediguenos y artistas de la calle--, yo me hallaba de rodillas en el pavimento pintando con mis tizas de colores. Pintaba el barco pirata. Pintaba y silbaba. Los ovolos esa manana habian sido escasos y yo, sin alzar la cabeza del dibujo, me demoraba en la calavera y los huesos cruzados, detalle que siempre dejaba para el final. Penelope tejiendo y destejiendo, me tardaba todo lo que podia en espera de oir el sonido de las monedas al caer en el tarro. Ese primer dia no hice mucho caso del hombre que miraba al cielo. En verdad no le hice nada de caso. Apenas levante un tanto la vista para verificar que no venia ningun avion en llamas cayendo sobre mi cabeza y segui coloreando. El segundo dia, un martes de plomo --los martes son de plomo--, deje de lado un momento mi dibujo despues de guardar las pocas monedas depositadas en el tarro, y me acerque a fisgonear que carajo era lo que miraba el hombre. Junto a varias personas que habia en torno a el escudrinando las alturas, levante la vista y escrute un buen rato la lonja azul sobre mi cabeza. No se veia nada. Ni un miserable jote rayando la pizarra del cielo. Otro cristiano tan loco como yo, me dije. Y segui coloreando mi papagayo. 4 El hombre, alto y flaco, pelo blanco ceniza peinado hacia atras, lucia una hirsuta barba de quince o mas dias, tambien blanca ceniza. Su cara era alargada, como la de los caballos. Si se tuviera que adivinar su edad, se tendria que decir que estaba entre los sesenta y la eternidad. Vestia un terno a rayas, roido y anacronico, y una despercudida camisa blanca abrochada hasta el ultimo boton. En vez de corbata, llevaba un panuelo negro anudado al cuello, de esos que se usaban antes para guardar luto. El cuero de sus zapatos gastados aun guardaba un unto del color bayo con el que alguna vez brillaron. Parecia enfermo. Tenia la piel reseca y pegada al hueso. Sin embargo, lo que llamaba la atencion no era su aspecto fisico sino su actitud de suave mansedumbre. Y sus ojos color de agua limpia, que parecian lo unico vivo de su rostro. 5 Era diciembre del 2015. El mundo aun se conmovia por el ataque terrorista en Paris. En Chile se habia descubierto otro foco de corrupcion a nivel gubernamental (la metastasis de este cancer alcanzaba a la politica, al comercio, al empresariado, al gobierno, al ejercito, a la iglesia y ahora al futbol). No hay para donde arrancar, decia la gente, y aqui en Antofagasta seguian muriendo personas a causa del arsenico en el agua y del concentrado de cobre en el aire. Al tercer dia de ver al hombre mirando al cielo, un miercoles de bronce --los miercoles son de bronce--, una idea chispeo en mi mente, una idea que quiso ser metafisica y apenas quedo en perogrullada: si el hombre y yo estabamos locos, nuestras locuras eran directamente opuestas; el, con su actitud, hacia a la gente mirar para arriba; yo, con mis tizas, los hacia mirar hacia abajo. Lo mio era terrenal, lo suyo celestial. Lo mio costaba algunas monedas, lo suyo era gratis. Eso era lo otro extrano en el hombre, no mendigaba. No estiraba la mano ni tenia receptaculo alguno --sombrero, tarro, caja-- para recibir ninguna clase de ovolo. A veces algun paseante de buen corazon le ponia un billete en el bolsillo de su paleto oscuro; luego venia otro, le metia la mano y se lo birlaba. El parecia no darse cuenta de nada. O de verdad el dinero le importaba un carajo. Tampoco le preocupaba la aparicion de inspectores municipales o de carabineros. No anunciaba ni vendia ni regalaba nada. Por lo mismo, no tenia que andar arrancando como ocurria con artistas y comerciantes ambulantes. Incluidos yo y mi amiga, la Saltimbanqui. 6 A mediodia del jueves --los jueves tienen el brillo metalico del acero--, cuando el hombre llego a la esquina, yo coloreaba el cuadro que mas monedas me daba, La Virgen y el nino. Como siempre, esperando mas contribuciones, me regodeaba en delinear, borrar y volver a delinear los pliegues de la panoleta de la Virgen cayendo virtuosamente sobre sus hombros. El ruido intermitente de las monedas en mi tarro eran como palmaditas en el hombro: Te esta quedando bien, muchacho. Tres dibujos agotaban mi repertorio: el barco pirata. el papagayo. la Virgen y el nino. Yo no era Kurt Wenner, el padre de la pintura con tiza en el pavimento. Mis pinturas --mas bien mis dibujos-- no eran tridimensionales ni contenian critica social alguna; en verdad no le llegaban ni a los talones a las del artista norteamericano. Lo mio era la escritura, pero nadie lo sabia. Los dibujos solo me daban de comer. Mientras rayaba el pavimento sin levantar la cabeza, silbando bajito como los pajaros, mi concentracion estaba en el argumento de mi futura novela, obra que --sueno de todo escritor-- cambiaria la historia de la literatura universal. En menos de diez minutos, el Mirador, como habia comenzado a llamarlo la gente, logro juntar alrededor suyo a una decena de personas que miraban hacia lo alto con uncion de acolitos. Como esperando la segunda venida de Cristo, me dije pensativo. Ese dia, casi sin notarlo, presa de una curiosidad urgente, di por terminada mi obra, recogi las monedas, guarde mis tizas y me puse a esperar. A esperar que bajara la vista. Cuando lo hizo y echo a andar sin decir nada a nadie, sin responder ninguna pregunta, lo segui. El anciano, con pasos despaciosos, camino hasta la esquina siguiente y, alli, igual que en la anterior, sin decir esta boca es mia, alzo la vista y se quedo mirando hacia arriba.

  • Algo mas que amar de Anna Olsson

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    Charlie y Laura se conocen por internet, se gustan demasiado para ponerse deacuerdo para juntarse en la gran ciudad viviendo una hermosa e intensa aventura.

  • El juramento de Whitechapel de Jose Javier Abasolo

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    Ano 1888. Tras la muerte de su madre, el joven Sabino Arana, quien pocos anos despues fundara el Partido Nacionalista Vasco, decide dejar los estudios que estaba cursando en la Universidad de Barcelona y regresar a Bilbao. Un tanto confuso y desorientado, sin saber que hacer con su vida, su hermano mayor le propone ir a Londres para que, bajo la tutela de un viejo socio y amigo de su padre, fallecido pocos anos antes, aprenda el idioma y se sumerja en el mundo de los negocios. Pero, sobre todo, para que se recupere animicamente.
    Pese a sus protestas iniciales, accede finalmente a los deseos de su hermano y partira hacia la capital britanica. Pero sus intenciones de tomarse su nueva vida con calma se veran truncadas, pues la fecha de su llegada a la capital britanica sera tambien la elegida por el hombre que posteriormente sera conocido como Jack el Destripador para cometer el primero de sus asesinatos.
    Sabino, nada mas desembarcar, se vera arrastrado, a instancias del hijo de su tutor, extranamente interesado en el caso, a una sorprendente investigacion para desvelar quien esta detras de esos horribles y macabros asesinatos y que pretende con ellos.

  • Conquistada (Soul Circus 1) de Nisha Scail

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    Sacada a la fuerza de su casa y depositada sobre la acera de su edificio con nada mas que lo puesto, Helena supo lo que era vivir una pesadilla. El hombre con el que llevaba viviendo desde hacia mas de un ano, se habia esfumado llevandose todo lo que tenia y la habia dejado en la calle con una desorbitada cantidad de deudas.

  • Dies irae (Versos, canciones y trocitos de carne 2) de Cesar Perez Gellida

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  • El desconocido (Solo una noche 1) de Kyra Davis

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    Soy responsable, previsible, fiable. La chica en la que todo el mundo confia. Menos esta noche. Esta noche sere la chica que se acuesta con un completo desconocido. Kasie Fitzgerald es una adicta al trabajo con una carrera imparable en una consultora internacional. Esta prometida con un hombre bien relacionado que encanta a sus padres. Todos saben que Kasie es seria, prudente, pragmatica y quiza un poco predecible. ?O no? Cuando su mejor amiga la lleva a Las Vegas a pasar una ultima noche loca... se encuentra con el. Bajo su traje a medida Kasie puede percibir que esta ante un hombre poderoso, intenso y puede que un poco peligroso. Algo agitada, acepta su propuesta para tomar una copa y antes de darse cuenta esta en su habitacion. Y justo cuando Kasie intenta a duras penas olvidar su noche de pasion, el hombre misterioso reaparece en su oficina --como director ejecutivo de una empresa millonaria que exige que ella se encargue de su cuenta... y algo mas --. El atractivo desconocido ha vuelto para invadir no solo su cama, sino tambien su trabajo. Y nada volvera a ser como antes.

  • El expreso de Tokio de Seicho Matsumoto

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    Los cadaveres de un oscuro funcionario y una camarera aparecen una manana en una playa de la isla de Kyushu. Todo parece indicar que se trata de un caso claro: dos amantes que se han suicidado juntos tomando cianuro.

  • La isla de cristal (Los Guardianes 3) de Nora Roberts

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    Tercer libro de la <<Trilogia de los Guardianes>>.

  • La madreselva de Tierra Salvaje

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    La protagonista, una chica de familia adinerada con problemas de adiccion, es internada en un centro de mujeres para tratar su problema. Alli le daran un trato muy distinto al que acostumbraba en su vida diaria y encontrara respuesta a lo que lleva preguntandose mucho tiempo sobre su preferencia sexual.

  • La persona normal de Marijke Schermer

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  • !Devuelveme mis besos! de Priscila S.

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    No podia explicar con palabras como me sentia, pues me era imposible. El haber terminado con Martin me estaba matando, pero no podia evitar las ganas que tenia de patearle el culo por "cabron". Enganada, si. Cornuda, tambien, pero gilipollas, eso nunca. Me encontraba metida en un autobus, uno que me llevaba de vuelta a donde no queria volver, pero eran tan pocas las ganas de no ver jamas a Martin, que he preferido agachar la cabeza y volver con el rabo entre las piernas. Yo, provenia de una familia un poco estirada, por no decir pijos, pero yo no era asi y me fui de casa con dieciocho anos. Los motivos eran claros, querian planear mi vida, querian que me casara con el hijo de uno de los socios de mi padre. Por eso, siempre crei las palabras de Ruben, porque sabia exactamente lo que el estaba sintiendo. El ser manipulado por tus padres, no era plato de buen gusto para nadie. Y ahora me tocaba volver. El movil no habia parado de sonar. Llamadas, mensajes y todos de la misma persona, el. El hombre que amo, y que amare por el resto de mi vida, pero tambien el que me engano y humillo a su antojo como si yo fuera su muneca. Gracias a ese engano, la boda se fue al traste y con ello todo mi corazon, pues estaba segura de que iba a ser feliz siendo la senora Molina, pero no, eso tampoco era asi. El camino no era tan largo, demasiado corto para mi gusto, pues estaba a punto de llegar a mi perdicion. Lo unico que pense al ver esas fotos, esas malditas fotos que tanto deteste. Era ?Como? No me salia otra cosa. Martin y yo llevabamos juntos bastante tiempo, anos de novios y por eso no podia creer que me enganara asi, con Yolanda. !Joder!, me hubiera encantado ir a cogerla de los pelos y ensenarle que no se buscan los hombres que estas comprometidos, pero hasta para eso era tarde. Ya era tarde para todo, ya lo nuestro termino y no habia marcha atras. Llegue a la estacion de Barcelona, mi ciudad natal, donde naci, creci y fui infeliz. Por eso llegar aqui, no era de las mejores decisiones que habia tomado, pero era la unica y no me quedaba otra que aceptar de una vez que mi vida habia cambiado y que no seria la misma nunca mas. Cogi un taxi, pero en vez de darle la direccion de casa de mis papis, le di la de mi hermano Jorge, el cual, llevaba sin ver nueve anos. Sabia que vivia en esa direccion porque mas de una vez me invito a su casa, junto con Martin para conocerle, pero jamas vinimos y ahora me presentaba compuesta y sin novio. Baje del taxi y entre en el edificio, por consiguiente, en el ascensor. Al llegar a la planta quince, me acerque a la puerta. Me sudaban las manos, no sabia si mi visita, iba a molestar a mi hermano, pues nunca hablabamos por telefono. Suspire como unas cinco veces y di unos toques a la puerta con mis nudillos. Minutos despues, escuche unos pasos acercandose, hasta que la puerta se abrio y aparecio ante mi, mi hermano Jorge. -- !Sorpresa! Mi hermano no se lo podia creer. Al verme tenia la mirada perdida, como si fuera un espejismo, tuve que entrar y darle una bofetada para que despertara. Al pasar a su apartamento, me di cuenta que habia fotos de el, con una mujer muy guapa y en otra de ellas, una nina rubia de ojos verdes que me cautivo. Cogi la foto temblorosa y me puse delante de el. -- ?Tengo, una sobrina? --pregunte confundida y mi hermano asintio con lagrimas en los ojos. ?Que le pasaba? No entendia esa reaccion, pues deberia ser un hombre feliz y no lo era. Me acerque a el, y lo abrace como hacia anos que no lo hacia. Mi hermano lloro en mi hombro, lo acune como si fuera un bebe perdido, ?que habia pasado en mi familia? ?Por que mi hermano no era feliz? Muchas preguntas a la cuales, debia encontrarle las respuestas.

  • Stripteacher de Lisa Aidan

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    ?Y si alguien te rompe tanto los esquemas que te hace replantearte todo lo que conoces?

  • El joven Arquimedes de Aldous Huxley

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    Aldous Huxley (1894-1963) no es solo el singularisimo autor de Viejo muere el cisne, creador de una nueva formula novelesca; es tambien, en cuanto narrador, y aparte de sus ensayos, biografias y libros de viaje, un admirable cuentista. Ducho en todas las dimensiones de la ficcion, se mueve con pareja maestria tanto en los espacios abiertos de la gran novela como en los mas exiguos de la nouvelle. Acierta del mismo modo al presentar una accion fraccionada, vista en cortes transversales, yendo y viniendo a traves del tiempo, como en <>, y otros tres apasionantes relatos, de ritmo seguido y progresion continua.

  • La forma del agua de Guillermo Del Toro

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    El visionario cineasta Guillermo del Toro y el renombrado autor Daniel Kraus combinan su formidable talento en una historia de amor tan conmovedora como fascinante."La forma del agua" esta ambientada en la ciudad de Baltimore en plena Guerra Fria, en el centro de investigacion aeroespacial Occam, al que hace poco ha llegado un ser tan extraordinario como potencialmente valioso: un hombre anfibio capturado en el Amazonas. Lo que sigue es una emotiva historia de amor entre este ser y una de las mujeres de la limpieza en Occam, quien es muda y se comunica con la criatura por medio del lenguaje de signos.Desarrollada desde el primer momento como un rompedor lanzamiento simultaneo –una misma historia recreada por dos artistas en los medios independientes de la literatura y el cine–, "La forma del agua" entreteje la fantasia, el terror y el genero romantico a fin de crear un relato que resulta tan trepidante en el papel como en la gran pantalla. Preparate para una experiencia distinta a todo cuanto has leido o visto.

  • Belleza Capturada de Magenta Perales

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    Arrodillate.
    Sometete.
    Obedece.

  • La isla de las mariposas de Corina Bomann

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    Una fascinante novela de secretos de familia ambientada en un lugar exotico, que se inscribe dentro del genero <>, con mas de 180.000 ejemplares vendidos en Alemania.

  • Cenizas del pasado de Chris Razo

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  • Ella es Evelyn escandalo de Kate. L Morgan

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    Park Avenue, Nueva York, 1860 Se sentia tan feliz, que el tiempo volaba en esa ciudad que le parecia sobrecogedora. Asistia a bailes, al teatro, visitaba monumentos, y no estaba cansada de toda esa actividad sino encantada, salvo por una extrana sensacion que la incomodaba, sobre todo en ese momento pues tenia la sensacion de que la observaban. No estaba segura, pero el cosquilleo en la nuca se habia vuelto incesante durante esos dias. Miro detenidamente a los paseantes que conversaban de forma entretenida en Central Park que le parecio enorme. En un banco cercano se encontraban dos muchachas que reian y conversaban de forma animada. Enfrente de ella, una mujer esperaba a alguien: tamborileaba con los dedos sobre un libro de forma impaciente. El resto de las personas no le parecieron lo suficientemente interesantes como para seguir con su escrutinio. Miro de nuevo el cuadernillo que tenia en las manos, y siguio dibujando todo lo que veia. Cuando regresara a Inglaterra, al menos se llevaria un hermoso recuerdo. Miro hacia el sol, y comprobo que quedaban todavia horas para que se ocultara. Lady Warren y lord Philips, sus amigos, habian decidido comprar algunas bagatelas en Sheep Meadow, pero ya tardaban mas de la cuenta, aunque no se arrepentia de haberse dado una escapada en soledad para dibujar el hermoso jardin pues era mucho mas interesante de lo que habia esperado. La visita al zoologico le habia parecido demasiado estresante porque disponian de poco tiempo. Le quedaban solo cuatro dias para que concluyera ese viaje a la ciudad, y ya habia agotado tres, aunque los habia aprovechado al maximo. Evelyn Brown, unica hija del marques de Dartmoor, se sentia muy feliz de que sus padres la hubieran llevado consigo en su viaje a las colonias. El noble lo habia decidido en el ultimo momento y contra la opinion de la esposa, pero a el no le apetecia estar tantos meses sin la compania de su hija. El marques iba a comprar una extensa propiedad en el este, y la parada en Nueva York habia sido obligatoria para disfrutar de los paisajes e interactuar con la sociedad de la ciudad. Para convencer a su esposa de lo apropiado que era llevarse a la hija en el viaje, habia puesto como escusa la necesidad de que la joven adquiriera un apropiado guardarropa para su presentacion en sociedad en la proxima temporada, y su esposa se indigno por la sugerencia pues ella creia que las mejores modistas estaban en Londres. Pero Andrew Brown se habia salido con la suya, y la hija termino acompanando a los padres en ese viaje tan largo, pero del que estaba encantada. Volvio a alzar su vista de las hojas del cuadernillo y miro los dibujos que ya habia terminado. La verdad es que se le daba bastante bien manejar el carboncillo a mano alzada. Evelyn habia dibujado elegantes plazas, algunos establecimientos que le parecieron curiosos, y las interminables avenidas de la ciudad. Nueva York le parecia fascinante. Lanzo un suspiro largo porque la sensacion molesta de que la observaban seguia presente. Evelyn volvio a mirar en derredor suyo esperando encontrar los ojos que perturbaban su tranquilidad, pero no los encontro. Hizo un encogimiento de hombros, y se dedico a buscar su pequeno bolsito de mano donde guardaba la llave de la habitacion del hotel, dinero, y algunos objetos femeninos, pero no lo encontraba, y se preocupo. Evelyn maldijo su costumbre de centrarse tanto en dibujar que se le olvidaba todo lo demas. Tanteo con el pie bajo el banco por si se le habia caido, pero tampoco estaba. Dejo el cuadernillo y bajo la mano hasta el suelo, pero, por mas que tanteaba, no lograba encontrarlo. Cuando se aseguro de que ninguno de los paseantes le prestaba la mas minima atencion, bajo la cabeza con la suficiente rapidez para buscarlo, pero no lo vio por ningun sitio. --?Ha perdido esto? --la voz profunda le hizo alzar la cabeza de golpe, el sol le dio de lleno en el rostro y la deslumbro. Tuvo que parpadear varias veces porque no distinguia nada. El desconocido dejo el bolsito en el banco, ella quiso mirarlo de nuevo y se volvio a deslumbrar. Parecia que el hombre estaba envuelto en rayos de luz. A la falta de vision se unio la preocupacion porque el hombre se habia acercado demasiado a ella, y no lo habia percibido de tan ensimismada que estaba admirando el paisaje y dibujando. --!Gracias! Se me ha debido de caer sin darme cuenta. --La explicacion habia sonado algo tonta porque era obvio, pero el timbre de voz del extrano la habia inquietado mas de lo que queria admitir pues parecia que estaba muy ebrio. --?Me permite invitarla a una limonada? --ella nego rapidamente con la cabeza. No solia aceptar invitaciones de desconocidos, y menos de uno al que no podia verle el rostro. Ella se dijo que al menos podria cambiar de angulo, pero seguia plantado frente a ella sin importarle que el sol la molestara. --Gracias por su amabilidad, pero tengo que irme. --Evelyn sujeto el cuaderno, los carboncillos, el bolso, y, sin mirar al extrano porque no queria volver a deslumbrarse, corrio en direccion al hotel sin volver la vista atras, afortunadamente el hotel estaba justo enfrente del parque. El caballero observo perplejo la huida apresurada de la muchacha. Desde que la habia descubierto en el parque, no habia podido quitarle la vista de encima. Se habia sentido poderosamente atraido por ella pues poseia unas largas y tupidas pestanas bajo unas cejas bien delineadas que realzaban las oscuras violetas que iluminaban su perfecto y delicado rostro. Lastima que la muchacha se mostrase tan desconfiada pues solo pretendia mantener una ligera charla. Sabia que era inglesa como el, y la necesidad de escuchar un acento que extranaba, le habian impulsado a conversar con ella, pero la mujer no le habia obsequiado ni una palabra amistosa. <>, se dijo mientras regresaba al hotel para seguir emborrachandose, necesitaba no estar sobrio nunca mas. Maldijo a su padre, maldijo a su destino, y a todas las mujeres de Inglaterra, pero especialmente a una, la culpable de su desgracia. A Evelyn le costaba entender la explicacion que le estaba ofreciendo el recepcionista. Sus padres seguian disfrutando de la velada en la embajada inglesa, y regresarian tarde, por ese motivo ella habia decidido volver al hotel porque se sentia muy cansada. Como no estaba acostumbrada a beber alcohol, el champan que habia tomado se le habian subido rapidamente a la cabeza. Su madre se habia enfadado con ella al verla, pero sus palabras habian llegado demasiado tarde, y ahora estaba mareada. ?Por que las muchachas de Nueva York bebian sin que sus madres se escandalizaran?, se pregunto. Por ese motivo se habia sentido a animada a hacerlo, y ahora pagaba su impulsividad. --?Ha entendido, lady Brown? --Evelyn asintio con la cabeza--. Dado que ha sido un error del hotel, la hemos ubicado en la planta tercera. --?Mis padres seguiran alojados en la planta primera? --pregunto. Ahora debia alojarse dos plantas mas arriba de sus padres. La visita imprevista de un senador, con el correspondiente sequito de seguridad, lo habia cambiado todo. El recepcionista siguio informandole. --Hemos cambiado sus pertenencias a la suite numero trescientos cinco. <>, penso ella. --!Muchacha afortunada! --la voz fuerte de Michael le hizo dar un respingo--. Toda una suite para ti solita. --!Que envidia! --suspiro Helena--. Dormiras lejos del control de tus padres --Evelyn le dio un codazo carinoso. --La verdad que dormir en la misma estancia que mis progenitores me da cierta seguridad -- confeso Evelyn--. Nunca antes he dormido sola fuera de casa. Michael la miro con ojos brillantes, pues Evelyn llevaba en su cuerpo bastante mas de dos copas de champan. --?De verdad que no te vienes al teatro --le pregunto. El recepcionista ya le daba la llave de su habitacion. --Lamento no acompanaros, pero no me encuentro muy bien. Helena la miro con las cejas alzadas. Visitar los teatros de Nueva York era una oportunidad unica. En Sheffield no habia teatros ni atracciones. Lo sentia por Evelyn porque la normas sociales indicaban que no debian dejarla sola hasta que regresaran sus padres de la embajada, pero la habian acompanado al hotel donde no podia ocurrirle nada malo. Michael y ella habian aceptado cuidarla, pero ahora no querian quedarse ni sufrir una velada aburrida porque estaba claro que Evelyn iba a quedarse dormida enseguida. --?De verdad que no te importa que vayamos al teatro Bowery? --insistio la mujer--. Ya sabes que muero por ver El mercader de Venecia? Evelyn sonrio. --Disfrutad, y manana me contais --los animo ella. Michael y Helena eran sus mejores amigos. El padre de ambos habia sido amigo y socio del suyo, hasta su muerte, muerte que los habia dejado en la bancarrota, por ese motivo se encontraban en Nueva York, porque Helena iba a conocer a su futuro esposo: un rico hacendado que los salvaria de la ruina. Era costumbre entre los nobles ingleses con maltrechas fortunas buscarse herederas que salvaran el patrimonio, y, en el caso de los americanos, sus fortunas les servian para entrar en la aristocracia. Las tres semanas de travesia no la habian mareado tanto como el champan que habia ingerido en la embajada inglesa. --Bien, gracias, Evelyn, manana te contaremos --le dijo Helena mientras se despedia de ella con la mano. Evelyn se giro a la vez que suspiraba pues estaba deseando meterse en la cama.

  • Posverdad y otros enigmas de Maurizio Ferraris

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    Si “Posverdad” de Matthew D’Ancona, publicado ya en esta coleccion, abordaba este asunto central en nuestros dias exponiendolo desde un punto de vista practico y politico, en “Posverdad y otros enigmas” el filosofo Maurizio Ferraris lo aborda de forma mas analitica y teorica, con el objeto de buscar el origen y los fundamentos de este fenomeno como <> y de proponer medios para combatirlo. Pese a los multiples argumentos que se dan para trivializarla, para Ferraris la posverdad es un concepto filosoficamente relevante y su surgimiento define una caracteristica esencial del mundo contemporaneo: la alianza entre la modernisima potencia de la web y el mas antiguo anhelo del hombre, a saber: tener la razon a cualquier precio. Otras obras del autor en esta coleccion: “La imbecilidad es cosa seria”.

  • Redencion (En los ojos de Van Gogh 3) de Betzacosta

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    Tercera y ultima entrega de la trilogia romantica <>, en la que asistiremos a la apasionante historia de amor entre Oliver y Samantha.

  • Nada de Carmen Laforet

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    Andrea llega a Barcelona, con una maleta llena de libros, para estudiar letras. Sus ilusiones chocan de inmediato con el ambiente de tension y violencia que reina en casa de su abuela. El sordido microcosmos familiar y la fragil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la luminosa Ena, acaban convergiendo en un dialogo dramatico.

  • El temerario (Los hermanos Walker 4) de Amanda Adams

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    Derek Walker esta en Las Vegas para la boda de su hermano. Una despedida de soltero. Un poco de juego. Una semana de diversion con sus hermanos. ?Que podria salir mal? ?Podria enamorarse? Puede que encuentre su pareja… pero cuando el pasado lo llame, desafiara todo lo que cree saber sobre la familia, la lealtad y el amor.

  • La roca de tanios de Amin Maalouf

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    Ambientada en el siglo XIX, en un Libano dividido por el enfrentamiento
    entre Egipto y el Imperio Otomano, LA ROCA DE TANIOS hecho real< gira en torno a la muerte violenta de un patriarca, cuyo
    asesino, refugiado en Chipre, es devuelto con enganos a su tierra para ser
    castigado. La reconstruccion de la historia va dibujando la figura de
    Tanios, convertido por obra del destino en heroe legendario y liberador de
    su pueblo. El amor, la venganza y la muerte sirven a Amin Maalouf para tejer
    la trama de este relato lleno de peripecias que es, a la vez, una deliciosa
    cronica de la vida cotidiana en un pueblo en el cual la tolerancia se ve
    amenazada por unos acontecimientos que presagian un futuro de violento
    antagonismo.

  • Los afectos de Rodrigo Hasbun

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    El dia que papa volvio de Nanga Parbat (con unas imagenes que trituraban el alma, tanta hermosura no era humana), mientras cenabamos, nos dijo que el alpinismo se habia tecnificado demasiado y que lo importante se estaba perdiendo, que ya no escalaria mas. Tras oirlo mama sonrio como una idiota, creyendo que esas palabras contenian algun tipo de promesa, pero se quedo callada para no interrumpir. Es la comunion con la naturaleza lo que importa, siguio diciendo el, la barba mas larga que nunca, tan oscura como sus ojos un poco desquiciados, la posibilidad de llegar a los lugares que han sido abandonados hasta por Dios es lo que importa. No, por Dios no, se corrigio, en el principio de uno de esos monologos que duraban horas apenas llegaba, antes de que empezaran a crecerle el silencio y las ganas de emprender una nueva aventura, es mas bien en esos lugares donde se lo encuentra, donde Dios descansa de nuestra ingratitud y sordidez. Monika y Trixi lo oian sumidas en una hipnosis incipiente y mama ni que decir. Eramos su clan, las que lo esperabamos, hasta entonces siempre en Munich pero ahora en La Paz desde hacia un ano y medio. Irse, eso era lo que papa sabia hacer mejor, irse pero tambien volver, como un soldado de la guerra permanente, hasta reunir fuerzas para irse una vez mas. Solia suceder luego de unos meses de quietud. Esta vez, justo despues de quejarse del alpinismo, con la boca medio llena, menciono que pronto se largaria en busca de Paititi, una antigua ciudad inca que habia quedado enterrada en medio de la selva amazonica. Nadie la ha visto en siglos, dijo y me dio pena mirar a mama, constatar lo poco que le habia durado la ilusion. Esta llena de tesoros, los incas los resguardaban ahi de la codicia de los conquistadores, anadio el, pero eso era lo que menos le interesaba, su unico tesoro seria encontrar las ruinas de la ciudad. Lo cierto es que a su regreso de Nanga Parbat habia hecho una escala decisiva en Sao Paulo y finalmente tenia el financiamiento y los equipos. No hay que olvidar cuanto tiempo paso desapercibida Machu Picchu, dijo, durante cientos de anos nadie sabia que estaba donde esta, hasta que el audaz de Hiram Bingham la encontro. Papa se sabia los nombres de mil exploradores, yo no. Me faltaba un ano de colegio y mis preocupaciones eran otras, entre ellas que haria despues. La Paz no estaba tan mal, pero era caotica y nunca dejariamos de ser extranos, gente venida de otro mundo, un mundo envejecido y frio. Al menos ya habiamos logrado adaptarnos, despues de meses de meses luchando contra todo, incluido el bendito espanol. Mama apenas podia hablarlo, pero mis hermanas lo manejaban cada vez mejor y yo me defendia sin grandes dificultades. Mi segunda opcion era regresar a Munich. Me disuadia el hecho de que Monika estuviera considerandolo tambien, porque en ese caso quiza terminariamos viviendo juntas. Ella tenia dieciocho recien cumplidos y acababa de graduarse y estaba mas confundida y rabiosa que nunca. Con sus crisis nerviosas habia logrado que todo girara a su alrededor aun mas que antes, y que Trixi y yo tuvieramos que resignarnos a ser personajes secundarios, un poco como mama en relacion con papa. Era feo verla revolcandose, no voy a negarlo. Era impactante, horrible incluso, hasta habiamos tenido que atarla la ultima vez. ?Papa ya sabia? ?Se lo habia contado mama en alguna carta? ?Se lo habia contado mas temprano, apenas se quedaron solos en su cuarto, antes de la cena? Aunque mama llevara meses implorando, Monika no le daba importancia al asunto (no es nada, decia, dejenme en paz) y se negaba tajantemente a visitar a un psiquiatra o a un medico internista. En cualquier caso, el desorden interior de mi hermana coincidiria diez dias despues de la llegada de papa con esto otro: los arqueologos brasileros a los que esperaba le notificaron que necesitaban postergar el inicio de la expedicion. El no entendio los motivos o los asumio como una afrenta personal, y una tormenta de mierda se desato entonces en casa. En los dias siguientes lo oimos hacer llamadas interminables, cerrar puertas con todas sus fuerzas, amenazar y gritar. Entre medio se la pasaba rumiando como una bestia en cautiverio, como un hombre que lo ha perdido todo. Nosotras estabamos de vacaciones y no podiamos eludir el martirio. Al fin, una tarde en la que Monika y yo lo ayudabamos en el jardin, le propuso a ella que lo acompanara. Mi hermana no sabia si queria estudiar ni que estudiaria si lo hacia, ni donde lo haria de hacerlo. Por lo demas, ella habia sido la que cuestiono mas la decision de instalarnos en Bolivia, hasta en el barco sus reproches fueron de nunca acabar. No podemos dejar nuestras vidas asi como asi, decia antes de que empezara el pataleo, eso no se hace. Empezar de cero es una oportunidad que pocos tienen, decia papa. Empezar de cero no se puede, lo cortaba mi hermana, irse es de cobardes. Ante palabras como esas el se quedaba callado y a ella su silencio le daba rienda suelta, al menos hasta que el perdia la paciencia, y entonces mama nos decia a Trixi y a mi que nos fueramos a pasear por la borda mientras ellos se quedaban discutiendo, a veces durante horas. Luego, el dia que llegamos a La Paz, entendi mejor los temores de mi hermana. Nada era reconocible (habia ninos mendigando por las calles, indios cargando bultos enormes en sus espaldas, demasiadas casas a medio construir), y en general todo se veia precario y sucio. Un par de meses despues, ya acomodadas en un barrio centrico y luego de que papa se hubiera ido a Nanga Parbat, empezaron las crisis nerviosas de Monika. Habia pasado mas de un ano desde entonces. Ahora, en el jardin, para mi sorpresa, acepto de inmediato la propuesta que el acababa de hacerle. Obviamente papa intentaba matar dos pajaros de un tiro: contar con su ayuda para la expedicion, que segun supimos entonces habia decidido no retrasar un solo segundo, pero ademas alejar a Monika de sus demonios y de su incertidumbre. Tras oirlo, incredula, dije que tambien debia llevarme. Tu todavia estas en el colegio, pelotuda, se entrometio mi hermana. Puedo faltar unos meses, respondi sin perder la calma, y luego volvi a dirigirme a papa. Algo como esto podria ser importante en mi vida, dije, tu lo sabes mejor que nadie. ?Como seria para el volver a casa despues de tanto tiempo rodeado de naturaleza inhospita, acompanado unicamente por hombres parecidos a el? ?Habria pasado algo de lo que no estabamos al tanto para que no quisiera seguir escalando? Y con lo de Paititi, ?que buscaba realmente? ?Y yo? ?Faltar a clases nada mas? ?Sentirme unica entre mis amigas, que reventarian de la envidia al enterarse? ?No quedarme atras en relacion con Monika? Como si lo hubiera previsto todo, incluidas las preguntas que me estaba haciendo, se le formo una sonrisa rara a papa mientras asentia. Se me helo el pecho y mire a mi hermana y ella me miro y ya ninguna supo que decir. Supongo que nos dio miedo saber que el asunto iba en serio.

  • El hijo del capitan de Nedim Gursel

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    Un viejo periodista, aquejado por la edad y los desenganos de la vida, rememora los acontecimientos decisivos que han marcado su existencia. Siguiendo los consejos de su hija, los recoge en su magnetofono. Sus recuerdos de infancia y adolescencia estan marcados por la ausencia de la madre, muerta cuando era nino; y por la tirania, y en ocasiones la brutalidad, del padre, un militar despotico que va a destacar por su crueldad en el golpe de Estado de 1960.
    Criado por su abuela paterna, pasara gran parte de sus anos escolares becado en el liceo de Galatasaray, donde los companeros, las bromas estudiantiles, y el despertar del amor y la sexualidad vuelven un poco menos penoso el regimen de internado. Los estudios posteriores en Paris seran una liberacion, pero Estambul seguira en sus recuerdos reclamando su vuelta.

  • Tras la calima de Helen Rytkonen

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    La tarde que aterrice en Los Rodeos la lluvia caia como si alguien hubiese abierto un grifo en el cielo. La cortina de agua era tan densa que no me dejo ver el paisaje que me sabia de memoria a pesar de que llevase muchos anos viviendo fuera de la isla. Y al igual que la vez anterior, no experimente la dulce y calida sensacion de volver a casa. No, esta habia sido sustituida por una vibracion extrana, como si de pronto ese no fuese mi lugar, como si no fuese bienvenida, y aquello me hacia sentir una inquietud inesperada. De alguna forma intuia que los dias en la isla no iban a ser una mera visita de cortesia. Que no se iba a tratar solo de quitarme de encima la herencia material de mi madre, algo a priori frio y sin complicaciones. Ahora sonrio al pensar que si hubiera podido entrever que aquel viaje se iba a convertir en una voltereta del destino, de esas que te dejan descolocada, con el cabello revuelto y el corazon latiendo a mil por hora, me habria reido en voz alta. Con incredulidad, incluso con sarcasmo. La mujer que era yo en aquel entonces jamas hubiese vislumbrado que la vida me iba a poner en una encrucijada como la que estaba por venir. Me sobresalte al notar como las ruedas del avion rebotaban dos veces en la pista y finalmente se estabilizaron, permitiendome relajar los dedos de las manos y soltarlos del reposabrazos. Respire hondo y me dije que lo que estaba sintiendo era una tonteria. Que, aunque ahora fuese una ciudadana del mundo, el sitio donde habia crecido y me habia convertido en adulta siempre seria mi hogar, a pesar de que ya no quedase nadie, o casi nadie. Me estremeci con suavidad. El recuerdo de mi anterior visita estaba alli, tenido de esa especie de desazon que siempre me pasaba con cualquier cosa relacionada con mi madre. Sobre todo, con su muerte. Hacia unos meses habia viajado a la isla a enterrarla, o al menos eso era lo que me habia dicho mi tia tras aquella llamada que tuve que coger en medio de una negociacion. Ni siquiera ella supo lo que tenia pensado, mi madre jamas dijo nada ni lo dejo entrever. Resople: era muy tipico de ella obviar que habia decidido donar su cuerpo a la ciencia y que no la enterrariamos en Santa Lastenia, como a toda la familia. Aunque en el fondo era logico: siempre pense que, en vez de Margot, mi madre deberia haberse llamado scientia o cualquier palabreja latina que tuviese que ver con la medicina. El coche de alquiler que me habian adjudicado estaba aparcado al raso, por lo que me moje entera antes de entrar al vehiculo. Puse la calefaccion para combatir el frio humedo que reinaba dentro, y sonrei al pensar lo rapido que me habia olvidado del tiempo que podia hacer en la isla en febrero. Para mi, Tenerife siempre reposaba al sol, refulgiendo el verde de sus montes y el azul profundo del mar. Sin embargo, por lo que estaba viendo, tambien me habia olvidado de los microclimas, porque al rebasar la ciudad de La Laguna la lluvia habia remitido, y la costa de Santa Cruz se veia despejada, con apenas nubes. Conduje sin programar el GPS, con el piloto automatico activado de quien tiene grabados los trayectos de toda la vida en lo mas profundo de su memoria. Baje por la autopista contemplando el mar salpicado de alguna que otra plataforma petrolifera, y, cerca del puerto, el ferry que navegaba desde Gran Canaria iba dejando su estela blanca entre los cruceros atracados en las proximidades de la darsena pesquera. La entrada de las Ramblas me llamo la atencion por su inusual colorido, y me di cuenta de que toda la zona de las piscinas municipales estaba engalanada con pancartas colgadas de las farolas y, sobre una zona cebreada, se alzaba un gigantesco totem. <>, me dije sonriendo. No habia caido en la cuenta de que aquella era la semana en la que empezaba el carnaval, y que la ciudad estaria latiendo fiesta desde ese lunes, que era cuando se decoraban las calles. Menee la cabeza, preguntandome como no me habia acordado de aquel hecho, lo cual supuso una agradable distraccion a mis pensamientos, algo mustios por la tarea que tenia por delante. La suerte hizo que encontrase aparcamiento en la calle, en el barrio del Toscal, y arrastrando mi maleta me di un paseo hasta el hotel, que se encontraba en la zona de la plaza del Principe. A mi paso vi como ya se habian montado algunas casetas de metal de diferentes casas comerciales, las estructuras de los mesones tradicionales mas grandes y algunos coloridos puestos de comida rapida, y me sorprendi con las colas de gente que serpenteaban por fuera de las mercerias y tiendas de chinos. Sonrei con nostalgia. Hacia muchos anos que no asistia al carnaval, y todo aquello tocaba la tecla de mis recuerdos de juventud, esos que siempre parecian mejores de lo que realmente fueron. <>. El pensamiento se deslizo en mi cerebro como la serpiente tentadora con la manzana en la boca. No, negue con la cabeza. Habia venido para cerrar todos los flecos de la muerte de mi madre, y eso era lo que iba a hacer. Despues me iria sin mirar atras. Con carnaval y sin carnaval. Pero algo muy en el fondo, quiza cierto cosquilleo en la boca de mi estomago, me susurro que aquello no iba a ser tan facil. Que llevaba de fabrica el gen del carnaval y que solo bastaria una cancion de Celia Cruz para alborotar mi cuerpo y activar aquella chispeante jiribilla . Me rei por lo bajo y no pude evitar echar un vistazo a las boas de colores y los botes de purpurina que vendia un kiosco ambulante justo enfrente de mi alojamiento. El hotel era un antiguo edificio reformado, moderno y limpio, y aproveche para darme una ducha antes de salir de nuevo a la calle. Esa noche no me habia podido escapar de cenar con mi tia Arminda, la unica hermana viva de las Acosta, aquella triada de morenas amazonas que fueron famosas en su epoca por su belleza y su ferocidad. Cada una habia destacado a su forma: mi madre como la consagrada investigadora medica, mi tia Manuela como reina de la moda y diosa de la farandula local, y Arminda, quien hizo de las artes su amante y relacion mas duradera. Habia expuesto por toda Europa sus vibrantes cuadros, y siempre andaba metida en mil y un proyectos para impulsar la cultura y el arte en las islas. Al llegar a la calle San Jose la divise esperandome, alta y llamativa con su abrigo naranja y melena oscura veteada de anchos mechones de canas. Segun mis calculos ya tenia que haber pasado los setenta, aunque parecia diez anos mas joven. Tenia un carisma irresistible y una calidez abrumadora, como comprobe al hundirme en su abrazo. Siempre olia a especies orientales, y aspire con felicidad su aroma familiar. Me cogio la barbilla con la mano, y note como los ojos negros como el alquitran me escudrinaban como si estuviesen dragando el fondo marino. --Estas guapa, Zoe. Flaca, pero guapa. ?O sera que me gusta verte con tu color de pelo original? Sonrei, encogiendome de hombros. Armi estaba siendo muy benevola conmigo. Los ultimos meses habian sido complicados, entre lo de mi madre y lo que habia ocurrido en Singapur, y no habian contribuido precisamente a tener la mejor cara del mundo. --Mas bien es falta de tinte, Armi. Y que tu me ves con buenos ojos. Sonrio y me dio un beso en la mejilla. Luego me paso la mano por los hombros, estrujandome contra si, y me llevo a una terraza rodeada de plantas frondosas y luces indirectas. La observe dandole instrucciones al camarero y sonrei con disimulo. Armi solo tomaba bebidas de color rosa, asi que con ella me veia abocada al vino o champan de dicho color. Algunas veces la habia visto tomar refresco de fresa, sin embargo ahi no la secundaba: aquel liquido muy popular en las islas me sabia a jarabe de la tos. En cuanto nos hubieron servido una copa de vino, me lanzo la primera pregunta: --Cuentame, ?que plan tienes para estos dias? Porque conociendote habras venido con todo planificado y cuadriculado hasta el ultimo detalle. La mire, divertida, pero luego no pude evitar que la ironia tinese mi voz. --Esta bastante claro, ?no? Gracias a que el papeleo se hizo la otra vez, ahora solo me queda decidir que voy a hacer con las casas de mama. --?Y ya tienes alguna idea? Juguetee con la copa, admirando el liquido que por lo claro que era, parecia blanco. --La casa de Los Cristianos es perfecta para seguirla alquilando. Esta en buena zona y siempre habra gente que necesite quedarse durante un tiempo mas o menos largo. Eso si, se lo dare a la inmobiliaria para que lo gestione. No quiero tener demasiada vinculacion con ella. No, por supuesto que no. Era mejor pensarla como una inversion que como el lugar donde habia pasado mis veranos felices de la infancia. En esa casa se hallaban los jirones de los recuerdos de papa, mi hermana, los amigos en la playa del pueblo... De mama no tanto, pero eso era lo habitual. El que no estuviera, claro. Intente no pensar en mi madre y centrarme en el apartamento. Al dia siguiente tenia planificada una visita para verlo, debia hacerlo para cerciorarme de cual era su estado real. No obstante, malditas las ganas que tenia de enfrentarme al momento de abrir la puerta. Arminda me observo, sofocando un suspiro. De ella tambien conservaba muchos recuerdos alli: siempre se ponia un gigantesco delantal de propaganda para hacernos de comer, y recordaba sus gritos desde el balcon llamandonos para el almuerzo. En ese momento pense que hizo mucho mas de madre que Margot, y que mi padre se apoyaba mucho en ella. De hecho, pasaba gran parte de las vacaciones con nosotros. Su voz suave me saco de mis recuerdos. --?Quieres que vaya contigo? Mis labios se abrieron para declinar su invitacion, pero en el ultimo momento me calle. Dirigi la mirada a mis dedos, largos y cuajados de anillos de plata, la unica concesion que me daba dentro de mi estilo sobrio, y me entretuve con el brillo de una piedra azul. Armi espero, paciente, hasta que me decidi a hablar sin quitar la vista del pequeno zafiro. --?Vendrias? Puso sus manos sobre las mias y las apreto. Sus ojos se volvieron suaves, casi liquidos. --Claro que si. Se que esa casa fue importante para ti, lo fue para todos. No quiero que te enfrentes a ella sola. <>, pense, inmersa en la calidez que Armi creaba solo con su presencia. Yo, que nunca necesitaba a nadie, que era la mujer mas decidida y practica del mundo, tambien anhelaba a veces el calor humano. No tener que ser fuerte y lista, solo dejarme mecer por los bonitos recuerdos que compartia con mi tia. --Gracias --susurre con una sonrisa, y me dio unas palmaditas en la cara. --No te arregostes, que manana por la noche tengo una cita y si vas a ir tambien a la casa de Las Acacias, te las tendras que arreglar tu sola. Hizo un gesto divertido, difuminando la emocion del momento, y me rei. Asi era ella, original y especial hasta decir basta. --No te preocupes, la casa de Las Acacias sera mas facil. No tengo tantos recuerdos aparejados a ella. ?Fuiste por alli cuando... cuando mama vivia? Fruncio la boca en un gesto que no entendi demasiado, pero me distraje con el plato que el camarero depositaba en la mesa. Salive ante la hojaldrada de verduras, bien especiada y banada en salsa, y cogi el tenedor para cortar un trozo. --Tu madre y yo no nos vimos demasiado en este ultimo ano. Lo dijo en un tono de voz aparentemente normal, pero yo era experta en detectar cualquier cambio en el lenguaje corporal de las personas. --?Paso algo? Armi bebio de su copa, quiza buscando tiempo para encontrar una buena respuesta. Nuestros ojos se encontraron, azules contra negros, y no pudo enganarme. --Nada que yo pueda decir que fuese un encontronazo. Solo que... ella se alejo. Siguio trabajando a su ritmo habitual, pero luego me sorprendio al querer mudarse a la casa de mama y papa en Las Acacias. Una vez alli, desaparecio del mapa. Ni siquiera fui a visitarla para ver como estaba. Las pocas veces que hablamos, parecia reacia a ello. --?Pero esa casa era tuya tambien, no? Armi se encogio de hombros. --Llegamos a un acuerdo y compro mi parte. Yo no tenia ninguna intencion de vivir alli ni de hacer nada con ella, asi que me parecio un buen negocio. Y con ese dinero tape unos cuantos agujeritos. A pesar del tema, tuve que sonreir. Armi no era de las que calentaba un duro, sobre todo porque pecaba de demasiado generosa. Y por eso entendia que aquel dinero le habria venido de perlas. --Entonces la notaste diferente --dije, retomando el hilo de la conversacion. No se por que, pero tuve la sensacion de que mi tia no tenia demasiadas ganas de seguir hablando sobre aquello. Pero yo me ganaba la vida negociando, asi que no me fue dificil sonsacarle que en ese ultimo ano mi madre se habia mostrado mas sosegada que nunca, como el que descansa despues de una larga travesia a nado por un mar tormentoso. --Era como si estuviese... iluminada --silabeo Armi con cierta reticencia. Enarque las cejas sin poder creer lo que me estaba sugiriendo. --No me vayas a decir ahora que se metio en alguna religion o creencia que... --No. --Me interrumpio con un gesto abrupto de su mano--. No creo que fuera eso. Al contrario, la sensacion que transmitia era de haber aplacado sus demonios, esos que siempre avivaron su ansia de destacar y de ser la primera. Hizo un mohin travieso, rompiendo la seriedad del momento. --Tambien podria ser que se estuviera viendo con alguien, y que ese alguien la tuviera muy bien servida. <>, pense. No le habia conocido otra pareja desde la muerte de mi padre, asi que podia ser una posibilidad. Recorde a mi madre tal y como estaba la ultima vez que la vi, hacia ya casi un ano: alta y enjuta, con ese rictus en la cara del que siempre tiene prisa y no se puede detener por tonterias, luciendo esa belleza oscura y salvaje que siempre me hizo compararla con una pantera. Tenia cara de mujer dificil de domar, y eso a muchos hombres les parecia retador. --Ojala haya sido cualquiera de las dos opciones. --Que dices, yo hubiese preferido la del maromo.

  • Emmanuel de Vega Manhattan

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    Una no se lia con su jefe, esa es la regla principal de cualquier asistente personal.
    Pues ya estaba yo para romper las reglas. Y como no hacerlo cuando mi nuevo jefe era, ni mas ni menos, que Emmanuel Benson, el mayor mujeriego del pais.
    Sabia que solo era un entretenimiento en su vida, pero para mi fue mucho mas. Hasta el punto de tener que elegir entre seguir cerca de el o dejar mi trabajo. Porque ese hombre tenia algo.
    Y podia hacerme dano si llegaba a enamorarme de el.

  • Volvieron cantando de Valerio Cruciani

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    Son las navidades de 1898, en Paris acaban de firmar el tratado de paz entre Estados Unidos y Espana y la guerra de Cuba se zanja tras miles de muertos y heridos en una desastrosa derrota.

  • La luz azul de Yokohama de Nicolas Obregon

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    Recien destinado a la Unidad de Homicidios de la Policia Metropolitana de Tokio, el inspector Kosuke Iwata se hace cargo de un caso tan perturbador como complejo: una familia de cuatro miembros ha sido asesinada despiadadamente en su propia casa el dia de San Valentin. Y lo mas desconcertante es que el autor del brutal homicidio ha dejado unas cuantas pistas para los investigadores. Iwata, que cuenta con la ayuda de la joven policia Noriko Sakai, no deja de preguntarse por los extranos elementos ceremoniales de esa terrible tragedia, que apuntan a un sacrificio ritual, y que fue lo que llevo al afamado Hideo Akashi, el anterior investigador, a suicidarse saltando desde el emblematico Puente del Arcoiris al poco de empezar las pesquisas.

  • Con el agua al cuello de Donna Leon

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    Desde la residencia donde pasa sus ultimos dias postrada en una cama, Benedetta Toso, enferma de cancer con apenas treinta y ocho anos, quiere hablar con Brunetti de algo que no quiere llevarse consigo a la tumba. Debil y al borde de la muerte, la mujer apenas consigue tener algun momento de lucidez y esbozar algunas frases sueltas que implican a su marido, Vittorio Fadalto, muerto recientemente en un accidente de trafico, con un dinero obtenido de forma ilegal y que, en consecuencia, su muerte fue en realidad un asesinato. <>, cuenta al comisario. Desgraciadamente, antes de poder obtener mas informacion al respecto, la mujer expira su ultimo aliento.
    ?A que dinero ilegal se referia? ?Quienes son esos <> a los que Toso acusa de haber asesinado a su marido? El fino hilo de investigacion llevara al comisario hasta el lugar de trabajo del hombre, Spattuto Acqua, una empresa privada encargada de vigilar por la calidad del agua en Venecia. Alli, Brunetti no solo se enfrentara a la verdad sobre si Fadalto fue asesinado o no, sino a un caso de soborno entre los empleados con el objetivo de ocultar vertidos contaminantes en el agua, lo que podria tener consecuencias catastroficas en la salud de los venecianos.

  • Dulce Sincronia de Claudia Zamora

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    El 27 de agosto habia caido en dia sabado. Un sabado muy parecido al anterior, con el mismo paisaje de todos los dias, el mismo cielo azul sin nombre, humedo del Atlantico, que nos traia noticias de cuanto sucedia al otro lado, a la salida del sol. Las nubes eran las nubes del dia anterior, las mismas nubes huerfanas que son empujadas por la brisa; los mismos arboles que nunca conseguira arrancar el viento, firmes, silenciosos, con la savia templada de otros huracanes y de otras torridas tormentas. Una direccion del viento, de las circunstancias, del destino o de la casualidad, siempre marca nuestro rumbo. Sea hacia al Norte, sea al Sur; la misma engendra un impulso irresistible que acomoda nuestras vidas, en alineacion con las fuerzas del azar y nuestra eventual designacion terrestre. En este caso, el Este habia engullido el destino de la familia Lopez. ?Cual es el mensaje que la Providencia enuncia con sus fuertes vientos? – Se preguntaba Amanda Lopez, mientras miraba el cielo de Simpson Village; una pequena poblacion de escasos doscientos habitantes, a unas 150 millas de la costa atlantica. – No pasara nada!, se decia una y otra vez, intentando atisbar algo diferente, en los filamentos blancos de las nubes mas lejanas. ?Que podia saber ella? Absolutamente nada. Era una recien llegada a estas tierras y nadie le habia hablado jamas de huracanes en Simpson Village. Esta seria la primera vez que podria presenciar un huracan en vivo y en directo. Y no sentia ningun placer por sobrevivir una nueva temporada de tormentas tropicales. Ella no habia nacido para vivir la vida en lugares donde Dios traza una linea con los vientos. Amanda Lopez, era una mujer positiva y valiente, pero por sobre todo, tenia mucha fe y amor en su corazon. Desde pequena habia aprendido a comunicarse con el lenguaje de la naturaleza. Su abuela Cecilia, le habia ensenado a mirar y observar el mundo con otros ojos. Con los ojos del amor hacia todo lo creado. Dona Cecilia, que escondia su cabello gris canoso con panuelos aprovechar su de vivos colores, habia sabido vida, acumulando una serie de grandes conocimientos; que transmitia con carino a algunos de sus descendientes. No creia en dogmas ni doctrinas; pero apreciaba la obra del buen Dios manifestada en todo cuanto la rodeaba y a menudo, se conectaba con sus guias espirituales, con un profundo sentimiento de respeto hacia los animales y seres vivos. Habia heredado de su madre, el don de curar con plantas y hierbas medicinales y muchos en su comarca la llamaban 'curandera' porque arreglaba milagrosamente esguinces, torceduras y huesos rotos, ademas de curar el empacho y el temido mal de ojos. A pesar de la perfida fama que la escoltaba, como suele ocurrir en los pequenos pueblos; Dona Cecilia poseia un mundo personal muy autentico con sus valores, los cuales transmitia con su nobleza ante la vida. Insistia en que para poder hacer "la paz" habia que tenerla interiormente y cultivarla cada dia con el santo ceremonial de agradecimiento a la bendita tierra que pisamos. Abuela Checha, como solia llamarla Amanda carinosamente, le habia ensenado el arte de meditar y de escuchar el sonido del silencio, como asi tambien, comulgar con los genios del universo mediante ciertas invocaciones magicas. Amanda habia crecido observando estos extraordinarios rituales, que dona Cecilia denominaba "energeticos" y que reforzaban aquella profunda fe que la guiaba, y tenia por costumbre, sin importar el sitio donde se encontrase, agradecer cada dia, por todo cuanto tiene vida en la tierra. Desde los coloridos y fuertes robles, que enmarcan el lote de su casa, las inanimadas piedras que conservan el espiritu del tiempo en sus entranas, como asi tambien la vida de las mujeres y hombres que habitan nuestro fertil planeta. Todo parecia estar tranquilo, a pesar de que la vibracion en su calle, se sentia diferente; un sintoma que Amanda percibia desde hacia un par de dias, y que la llevaba a estar mas pendiente y conectada con sus percepciones. Cerro sus candidos ojos, y respiro profundamente, cargando sus pulmones y exhalando nuevamente, en el intento de sentir el pulso de la coyuntura inmediata. Recordo que una vez, cuando tenia alrededor de once anos, la abuela le habia ensenado, 'casualmente' a hacer un ritual para los vientos. De pronto, su rostro se ilumino con fe, y su piel se estremecio sintiendo tambien la presencia de Abu Checha cerquita de ella, guiandola. Pasaron veintiocho anos y miles de kilometros de distancia, desde aquel ritual magico en casa de Dona Cecilia. Ahora, con sus dedos, apoyados sobre la tierra, en este pequeno pueblo Amanda dibujaba un de Carolina del Norte, enorme circulo blanco dividido en cuatro partes de azucar, simbolizando las cuatro esquinas del mundo. Con magistral ritmo sacro, en su centro, colocaba una velita, representando los cuatro puntos cardinales asociados con las fuerzas de la naturaleza. Blanco hacia el Norte, codificando la sabiduria y purificacion del espiritu. Amarillo hacia el Sur, lugar de vida y florecimiento de las semillas de expansion de luz. El Azul hacia el Oeste, donde todo se transforma y renace, y por fin, la vela Roja hacia el Este, representando nuestras emociones y pasiones y por donde la tierra recibiria la sacudida de los vientos mas fuertes, ahora de la mano de un huracan bautizado con nombre de mujer: "Irene". Una vez armado el circulo de poder, encenderia cada uno de los fuegos en las cuatro direcciones, y en voz alta y resonante, elevaria sus peticiones al cielo y a sus angeles auxiliadores: "Que la Tierra resista en perfecto equilibrio, la fuerza de los vientos. Que Dios, los angeles y los espiritus guias, nos protejan. Que asi sea!". Dio por finalizado su ritual magico, que la habia sumergido en la atemporalidad del espacio exterior y con su mirada humedecida de emocion, miro hacia el cielo, el movimiento rapido de las nubes, y delicadamente suspiro con confianza renovada y su alma serena. Las ramas de los arces se columpiaban incesantemente y el aire que venia viajando desde el Atlantico, traia bocanadas saladas cargadas de misterio y de mar. Cerro las puertas y ventanas del patio y encendio el televisor. Greg Fishel, comentarista meteorologico, de la cadena de television local WRAL, comentaba con voz honda y penetrante: "En la region metropolitana de Washington como en la Costa Este, comenzaron las preparaciones. El posible paso del huracan Irene, podria causar inundaciones y cortes de energia electrica. El gobierno aconseja a la poblacion tomar los recaudos necesarios para surtirse de alimentos de primera necesidad, agua, comida enlatada, linternas con baterias y velas, asi tambien, como llenar los tanques de los automoviles con gasolina y tener dinero en efectivo suficiente para al menos unos cuantos dias." - Tambien explicaba el funcionamiento del sistema de emergencias 'weather call', que monitorea permanentemente el paso de las tormentas y avisa telefonicamente, a los residentes que se encuentran viviendo en la 'linea de fuego' - como ellos le llaman, o sobre el peligro. Siendo casi todo el Este, una zona afectada regularmente por tornados y fuertes tempestades, este sistema de pre-aviso de desastres, habia demostrado ser muy eficaz. Pero a pesar de ello, ?funcionaria este sistema en casa de los Lopez? Amanda confiaba en los metodos americanos, pero sabia que no era suficiente amparo. Subio al atico en la parte superior de la casa, y despacito observo cada viga de la estructura de madera. ?Resistirian la fuerza implacable de Irene? Michelle Brown, que vivia dos casas, calle arriba; alarmada, revisaba presurosa un par de linternas, asegurandose que ambas tuviesen baterias nuevas y funcionasen correctamente. Michelle tenia una voz preciosa y sonaba con ser cantante algun dia. Lamentablemente, habia suspendido aquellos suenos de manera abrupta e inesperada al perder a sus padres en un fatal accidente automovilistico, del cual su hija, Katie de ocho anos, se habia salvado milagrosamente. La vida le habia ensenado a ser fuerte ante la adversidad, pero aun asi, estaba asustada por lo que este huracan podria traer entre manos. Luego que su esposo se marchase, hacia ya un par de meses, ella y Amanda solian conversar por las tardes, mientras sus hijas andaban en bicicleta por la cuadra o hacian juntas las tareas de la escuela. Ahora sentada en el escalon de la entrada de la casa de los Lopez, con reflexionaba con tristeza: -Como nuestras vidas voz entrecortada pueden cambiar vertiginosamente y sin previo aviso, en un abrir y cerrar de ojos! - -Ya lo creo Michelle! A veces el destino nos da vuelta como una tortilla - Amanda le decia, mientas Carol Baker, su vecina de enfrente, a golpe de martillo, intentaba clavar unas maderas que sirvieran de proteccion adicional a sus ventanas. Tanto Carol como Michelle, habian acordado con Amanda, mantenerse informadas de todo movimiento en caso de sufrir la interrupcion del servicio electrico. Incluso se habian puesto de acuerdo en que llegado el caso que Irene se convirtiera en un huracan de categoria 3 o superior, todos se resguardarian en casa de Amanda, que era una de las pocas casas del barrio que contaba con un sotano. Intuitivamente, y por casualidad, cuando los Lopez compraron aquella propiedad, les resulto atractivo el hecho que contase con un sotano adicional, que ademas de estar debajo la estructura de la casa, estaba construido con concreto macizo y podria eventualmente servir de refugio. Hasta ese momento, Amanda Lopez gozaba de vivir una vida en armonia y tranquilidad. Su mundo giraba en torno al cuidado de sus pequenas hijas, las fragantes y coloridas flores de su jardin y sus curiosas mascotas. Disfrutaba la sencillez de vivir en una ciudad pequena cercana a la Costa Este de los Estados Unidos. La mayor parte del tiempo, lo utilizaba, escribiendo emails y cartas amorosas a su esposo Ramiro, quien era soldado y ahora estaba cumpliendo servicios militares en Medio Oriente; tambien, detallando fragmentos de su vida cotidiana, y tomando apuntes en su libro diario, ahora en forma de documento digital en su computadora. Luego de vivir en Europa algunos anos, habia llegado el momento domicilio fijo donde de por fin, consolidar un educar a sus dos ninas, Victoria y Emily, ambas cursando los primeros anos de la escuela primaria. Carolina del Norte, parecia tener las cualidades pertinentes para establecer una familia y gozar de una vida buena y pacifica. Lejos de los ruidos bulliciosos y calles malolientes de barrios urbanos; este sitio gozaba de bellos y verdes bosques, rios cristalinos y escuelas donde educar a las ninas. Siempre y cuando no hubiese huracanes, como en este caso. prestigiosas amenaza de Imprevisto, que puso en tela de juicio la seguridad de Simpson Village y la de la propia vida de Amanda, que ahora se encontraba sola con sus pequenas, ante la posibilidad de perderlo todo con un solo soplo de viento huracanado. A pesar del corto tiempo que vivian en este lugar, ella y las ninas, habian creado lazos de amistad con la mayoria de sus vecinas, que tambien casualmente, por hache o por be, se encontraban sin la compania de sus esposos. Por las tardes, a veces se reunian las mujeres de la cuadra, a tomar te en casa de Martha Sullivan; que tenia cinco ninos en escalera y estaba estudiando para Chef en Le Cordon Bleu; por lo que, habitualmente, los deleitaba con sus decorados y apetitosos pastelitos. Aquella manana, se habia cruzado con Martha, que afligida y apurada, daba marcha atras con su camioneta Explorer llena de ninos, y le habia comentado que pensaba manejar a casa de sus padres y que sentia mucho miedo por el huracan. Le dejo el numero telefonico donde se encontraria, por si acaso, hacia falta, y se despidio con un apretado abrazo, suplicandole a Amanda, que por favor estuviera pendiente de 'Tyson', un veterano Bullmastiff que custodiaba vigilante su casona enrejada. La alcaldesa, Beverly Perdue, habia hecho su aparicion en el canal de noticias, alertando a la poblacion, a evacuar las zonas costeras, inmediatamente, y previniendo tambien, que por el tamano y la fuerza del huracan "Irene", seria el evento mas importante, quizas en los ultimos veinte anos desde un sistema tropical, que mereceria toda la atencion juiciosa de los habitantes de esa nacion. Amanda, presurosa, cerro todas las ventanas y se aseguro que no quedasen fuera maceteros y elementos que pudieran transformarse en nocivos proyectiles en caso de ser soplados por los fuertes ventarrones. Junto con Victoria, su hija mayor, aprovecho para hacer un corto video clip dedicado a su familia. Quizas para calmar sus propias ansiedades o como legado prematuro lacerante enigma de servilmente, su recuerdo. obituario, que ante el

  • El monstruoso relato de Prosper de Alexandra Bracken

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    Hacer un pacto con el diablo no es tan facil como lo pintan: por un lado, obtienes fama y fortuna durante mas de 800 anos, pero por otro, tienes a un ser vengativo dispuesto a condenarte a una eternidad de servidumbre.
    Prosper intentara evitarlo devolviendo al demonio Alastor a su mundo antes de que destruya a su familia, aunque para ello debera superar todo tipo de trampas, enganos y el malvado sentido del humor de esta criatura infernal con la unica ayuda de su tio Barnabas, una aprendiza de bruja y un gato con alas de murcielago. ?Que podria salir mal?

  • Palabras pintadas de E. Pasport

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    Violeta Artes es una joven pintora que apenas llega a fin de mes con lo que saca de la venta de sus cuadros. A pesar de estar satisfecha con su vida bohemia, su mejor amiga la convence para que busque trabajo cuando recibe una carta de desahucio. Entonces conoce a Martin, un importante hombre de negocios que es justo lo contrario a ella: recto y disciplinado. A pesar de representar todo lo que ella detesta, Violeta siente una atraccion irremediable hacia ese hombre con el que tan solo tiene una cosa en comun: la pasion por el arte. Sin embargo, a medida que se acerca a el, empieza a sospechar que esconde un gran secreto. Cuando decide investigar lo que oculta, acaba viendose envuelta en una peligrosa trama en la que jamas quiso verse involucrada. A VECES EL AMOR ES PELIGROSO… !Descubre mas novelas como esta en el blog de la autora unmundodelibros.com!

  • Memento mori (Versos, canciones y trocitos de carne 1) de Cesar Perez Gellida

    https://gigalibros.com/memento-mori-versos-canciones-y-trocitos-de-carne-1.html

  • Atados a las estrellas, Amie Kaufman de Amie Kaufman

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    Es una noche como cualquier otra a bordo de la Icaro, la nave mas impresionante del universo. Hasta que una averia provoca que la nave se estrelle en un planeta desierto.

  • ?Solo una chica buena? – Fabiola Arellano de Fabiola Arellano

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    Libro 2 de la serie Solo chicas
    Maricela ha vivido siempre bajo las estrictas reglas de sus padres. Su mayor deseo era ser la directora comercial de la empresa de alimentos SAACSA y formar una linda familia al lado de un esposo que la quisiera y respetara. A raiz de su turbulenta relacion con Javier Montalban, su mundo cambio convirtiendose en un autentico caos.
    El puesto que tanto anoro fue entregado sin mas a otra persona, pero no a cualquiera, sino a Manuel Rodriguez, su primer amor, el hombre que le rompio el corazon.
    Enamorada de uno y casada con otro. Solo a ella le podia ocurrir algo asi, ?como haria para salir bien librada de semejante lio?
    Manuel habia esperado cinco anos para reclamar lo que por derecho era suyo. Lo que jamas espero es que al regresar, su chica buena se hubiese convertido en todo un enigma del cual no sabia ni que pensar.
    Sorpresa tras sorpresa, Maricela lo tenia realmente consternado, pero al mismo tiempo fascinado.

  • Variaciones enigma de Andre Aciman

    https://gigalibros.com/variaciones-enigma.html

    La nueva y mejor novela del autor de Llamame por tu nombre.