• libro el camino hacia el lean startup - Eric Ries

    https://gigalibros.com/el-camino-hacia-el-lean-startup.html

    El camino hacia el Lean Startup explica como empresas de todo tipo pueden incrementar sus ingresos, impulsar la innovacion y convertirse en organizaciones preparadas para sacar partido de las inmensas oportunidades que nos brinda el siglo XXI. Si en el bestseller El metodo Lean Startup el autor dirigia su atencion hacia las startups de exito, en esta ocasion lo hace hacia un nuevo grupo de organizaciones: multinacionales emblematicas como General Electric y Toyota; pioneros tecnologicos consolidados como Amazon, Intuit o Facebook; startups de hipercrecimiento de proxima generacion como Twilio, Dropbox y Airbnb e infinidad de otras startups en ciernes de las cuales no has oido hablar. todavia.

  • El camino hacia el Lean Startup: Cómo aprovechar la visión ...

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  • El camino hacia el Lean Startup: Cómo aprovechar la visión...

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  • El camino hacia el Lean Startup - Eric Ries | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-el-camino-hacia-el-lean-startup/266746

    5 abr 2018 — El camino hacia el Lean Startup explica cómo empresas de todo tipo pueden incrementar sus ingresos, impulsar la innovación y convertirse en ...

  • EL CAMINO HACIA EL LEAN STARTUP | ERIC RIES

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    5 abr 2018 — El libro EL CAMINO HACIA EL LEAN STARTUP de ERIC RIES en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • El camino hacia el lean startup - Libro - Marcial Pons

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    Si en el bestseller El método Lean Startup el autor dirigía su atención hacia las startups de éxito, en esta ocasión lo hace hacia un nuevo grupo de ...

  • El camino hacia el Lean Startup - Sintetia

    https://www.sintetia.com/p/el-camino-hacia-el-lean-startup/

    El camino hacia el Lean Startup es otro bestseller de Eric Ries. Se convirtió en el padre del Lean Startup, una forma de diseñar y crear negocios cuando aún ...

  • El camino hacia el Lean Startup - Libros en 15' - Manager Focus

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    El camino hacia el Lean Startup. ¿Has leído un libro en 15 minutos? Te resumimos los mejores libros de gestión empresarial para que ganes competitividad y ...

  • Lectura recomendada: El camino hacia el Lean Startup

    https://www.impulsapopular.com/gerencia/lectura-recomendada-el-camino-hacia-la-lean-startup/

    23 ene 2020 — Este libro explica cómo cualquier tipo de empresa puede aumentar sus ingresos, gracias a la planificación y a la innovación, mediante consejos, ...

  • El camino hacia el Lean Startup - Todos tus libros

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    17 mar 2020 — El camino hacia el Lean Startup explica cómo empresas de todo tipo pueden incrementar sus ingresos, impulsar la innovación y convertirse en ...

  • El metodo Lean Startup de Eric Ries

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    El metodo Lean Startup supone un nuevo enfoque que se esta adoptando en todo el mundo para cambiar la forma en que las empresas crean y lanzan sus productos.

  • Sucedio en Larkswood de Valerie Mendes

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    Una saga familiar adictiva e inolvidable que desentierra los secretos mas profundos de una mansion inglesa.

  • Theodor Chindler de Bernard Von Brentano

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    Alemania, 1914. Los Chindler son una clasica familia burguesa alemana. En su casa se toca el piano y los domingos se va a misa. Theodor Chindler es diputado en el Reichstag por el Partido Catolico de Centro. Elisabeth, su mujer, es tambien muy conservadora y su principal preocupacion es que su familia ascienda social y economicamente. Ambos piensan que nada pondra en duda su autoridad, ni el orden ni la paz que reina en la familia. Pero ha estallado la guerra y, mientras sus hijos Ernst y Karl se dirigen al frente, en casa se empieza a discutir acaloradamente sobre el emperador, la miseria en los hospitales de campana, la guerra naval… Las fisuras familiares se terminaran de ahondar cuando la hija, Maggie, se va a vivir con su novio socialista y se une a las luchas del movimiento obrero en contra de la voluntad de su padre; mientras Leopold, el hijo mas pequeno, se enamora de un companero de estudios; y a Ernst y a Karl la vida y la muerte en las trincheras les va a cambiar en distintos sentidos. Ya nada sera igual ni en Alemania ni en la familia Chindler, por mucho que Elisabeth quiera seguir viviendo como si la guerra no existiese, como si nada hubiera pasado. Brentano escribio ” Theodor Chindler ” en 1936, desde su exilio suizo. Un retrato del fin de una epoca, y un anticipo de lo que iba a venir despues, a traves de los miembros de una familia burguesa alemana. La novela, que recuerda en parte a ” Los Buddenbrook ” de Thomas Mann, fue comparada con ” El subdito ” y ” El profesor Unrat ” de Heinrich Mann. Conto, entre otros, con los entusiastas elogios de Thomas Mann y de Bertolt Brecht, que se la recomendo a Walter Benjamin.

  • Historia de mi ansia de Daria Bignardi

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    Imaginemos una mujer que ha decidido no seguir avergonzandose de su lado oscuro. Lea vive a la sombra de un ansia antigua y femenina, heredada de su madre, con el murmullo constante de unos pensamientos obsesivos que son, a la vez, su motor creativo. Siempre ha odiado ese ansia, pero con la madurez ha entendido que no puede huir de ese destino que, hasta ahora, la ha guiado en sus errores y aciertos. Porque las cosas, en definitiva, le van bastante bien. Es una brillante escritora de cuarenta y nueve anos, casada y todavia enamorada, con tres hijos al cargo. Y de repente, un giro inesperado sacude su vida: un diagnostico que abre una ranura para encuentros insolitos y para revelar la feroz vitalidad que hay en su interior.

  • La cabana junto al lago (Stillhouse Lake 1) de Rachel Caine

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    Creyo estar a salvo, pero el mal volvio a llamar a su puerta.

  • El caso Sparsholt de Alan Hollinghurst

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    En octubre de 1940, el apuesto David Sparsholt llega como estudiante a la elitista universidad de Oxford. El no pertenece a la clase alta, pero trabara amistad con un grupo de jovenes de posicion mas elevada que han montado un club literario al que pretenden invitar a reputados escritores como Orwell, Stephen Spender, Rebecca West o el padre de uno de ellos, A. V. Dax. Su hijo, Evert Dax, sera uno de los amigos que se sentiran atraidos por el magnetismo de Sparsholt, en una epoca en que la homosexualidad debia vivirse de un modo clandestino. Mientras Londres sufre el infierno del Blitz y el futuro del pais resulta incierto, Oxford es una suerte de limbo donde los jovenes exploran los placeres de la cultura, la amistad y el deseo, sabedores de que en cualquier momento los pueden llamar a filas.
    Pero este es solo el arranque de esta vasta y ambiciosisima novela, que recorre mas de medio siglo de vida britanica y llega hasta nuestros dias a traves de tres generaciones, componiendo un deslumbrante fresco historico.

  • Eternamente Tygrain (Lover Tygrain Al de Kelly Dreams

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    Jasmine Mukhtar estaba convencida de que el karma la odiaba, prueba de ello era que su regreso a Bahir vino acompanado de un ataque en pleno desierto que cambio su futuro en un abrir y cerrar de ojos. De pronto se encontro luchando no solo por su vida, sino por la del principe tygrain que el destino volvio a poner en su camino y a quien habia jurado proteger.
    Sharif Al-Hanak tenia en mente dos cosas: Capturar a los bastardos que estaban sembrando el caos en las tribus del desierto y llevarlos ante la justicia. Una tarea sencilla que, sin saberlo, lo conduciria a una trampa mortal en la que no solo estaria a punto de perder la vida, sino que tambien pondria en su camino a la unica mujer a la que un tygrain no podia resistirse.
    Unidos por una promesa, un principe tygrain y su guardiana deberan poner a prueba el vinculo que los une y enfrentarse a los secretos de un pasado que nunca debio ser desenterrado.

  • El Retrato ( El Don 1) de Patricia Villanueva Polo

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    Este libro de la saga es autoconclusivo.
    Sinopsis: Genevieve acaba de ser atacada en su propia casa. Por suerte un hombre interviene y logra librarla de su agresor, aunque ahora la policia es incapaz de encontrarlo, pues no ha dejado huellas ni rastro alguno de su presencia.
    Al volver del hospital el sonido de un viejo retrato cayendo al suelo la alerta, rebelando la presencia de su salvador. Un hombre cuyo rostro es sospechosamente familiar. Lleva anos fantaseando con el, pero no puede ser real, pues insiste en provenir del interior del retrato, haber nacido en el siglo XVII y ser presa de una maldicion que le obliga a cumplir con todos los deseos de su duena.
    ?Es un sueno o acaso una treta para sumergirla en sus oscuros juegos? ?Que hizo para estar maldito? La atraccion se vuelve cada vez mas poderosa y Gene no puede evitar desearle. Y, en el mundo de El Retrato, los deseos son un arma muy peligrosa.

  • No Soy Ella (Amores Imposibles 4) de Amaya Evans

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    Para Brianna Doyle, una chica rebelde, con un espiritu libre y un alma sonadora, conocer a David Bentham, conde de Darmond es todo un acontecimiento, pues a sus ojos es el hombre mas guapo y galante que haya conocido, sin embargo al enterarse de que es el antiguo novio de su prima, decide alejarse. El unico problema es que David tiene otros planes porque al verla queda tan sorprendido ante el parecido que ambas mujeres; Ursula, su antiguo amor y Brianna la chica que acaba de conocer tienen entre si, que decide hacerla suya y no descansara hasta lograrlo. Pero cuando por fin logra lo que desea, se da cuenta de que tal vez ha cometido la mayor equivocacion de su vida, pues al corazon nadie puede enganarlo, y el en su afan de hacerlo, tal vez termine perdiendo el tesoro mas valioso que ha podido encontrar.

  • La Idea del Millon de Pablo Poveda

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    Caballero ha tenido una idea. de un millon de euros
    Una idea que no es suya y que pondra en peligro su vida

  • Body Art de Don Delillo

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    El tiempo parece transcurrir. El mundo sucede, se desdobla en instantes sucesivos, y uno se detiene a contemplar a una arana aplastada contra su tela. Se advierte una inmediatez en la luz y un sentido de cosas delimitadas con precision y de fugaces destellos que relucen en la bahia. Sabemos mejor quienes somos en esos dias brillantes y poderosos en que, tras la tormenta, hasta las mas pequenas hojas secas caen imbuidas de identidad propia. El viento susurra entre los pinos y el mundo nace, irreversible, y la arana cabalga sobre su tela oscilante bajo la brisa. Ocurrio esta ultima manana. Coincidieron en la cocina, esquivandose el uno al otro mientras sacaban cosas de las alacenas y los cajones y luego esperandose mutuamente junto a la pila o el refrigerador, aun algo humedos de sueno derretido. Ella dejo correr el agua del grifo sobre los arandanos que portaba en el hueco de la mano y cerro los ojos para disfrutar del aroma que ascendia. El, sentado frente al periodico, removia el cafe. Se trataba de su cafe, de su taza. Compartian el periodico, pero el periodico, en realidad, le pertenecia tacitamente a ella. --Quiero decir algo, pero que. Ella dejo correr el agua del grifo y parecio notarlo. Era la primera vez que lo hacia ante algo asi. --Es sobre la casa. Eso es lo que es --dijo el--. Algo que queria contarte. Ella observo como el agua del grifo se tornaba opaca en cuestion de segundos. Brotaba transparente y cristalina y luego, en cuestion de segundos, se tornaba opaca. Que curioso le parecia que durante todos aquellos meses, y al cabo de tantas veces como habia abierto el grifo de la cocina, nunca hubiera reparado en como el agua brotaba transparente al principio para luego volverse quiza no exactamente lobrega sino mas bien opaca, o es que tal vez no habia sucedido antes, o acaso lo habia advertido para luego olvidarlo. Se dirigio a la alacena con los arandanos aun humedos en una mano, alargo la otra para coger el paquete de cereales y llevo la caja hasta la encimera, la caja de tonos mayoritariamente marrones y blancos, y entonces el cacharro de tostar salto y ella volvio a conectarlo porque tenias que esperar a que saltara dos veces para que el pan se dorara, y el asintio distraidamente porque eran sus tostadas y su mantequilla, y a continuacion conecto la radio y sintonizo la prevision meteorologica. Los gorriones se apelotonaban en el comedero, aleteando y luchando por un espacio en sus perchas curvadas. Ella abrio la alacena mas proxima para coger un cuenco, sacudio un punado de cereales en su interior y, finalmente, esparcio los arandanos por encima. Se seco la mano en los vaqueros, experimentando en alguna parte la incierta sensacion de un color azul desvaido y acuoso. Como se dice, la palanca. Oprimio la palanca para que se terminaran de hacer sus tostadas. Las tostadas eran de el; el boletin meteorologico, de ella. Escuchaba los boletines, llamaba con frecuencia al numero de informacion del tiempo y a veces se asomaba a la puerta principal y escrutaba el firmamento costero, saboreando la brisa en busca de implicaciones latentes. --Si, exacto. Ya se lo que es --dijo el. Ella se dirigio a la nevera, abrio la puerta y se detuvo, intentando recordar algo. Dijo ella: --?Que? --queriendo decir que has dicho, no que era lo que querias decirme. Recordo las semillas de soja. Cruzo la cocina en direccion a la alacena y cogio la caja y luego atrapo la puerta del refrigerador antes de que se cerrara. Alargo la mano para coger la leche, y al hacerlo recordo las palabras que no le habia oido pronunciar a el ocho segundos atras. Cada vez que tenia que inclinarse para rebuscar en las remotas zonas inferiores de la nevera dejaba escapar un gemido --aunque tampoco siempre-- que era mas parecido a un lamento vital. Era demasiado elegante y flexible como para acusar el esfuerzo, y no hacia con ello sino remedar a Rey inequivocamente, gimiendo su gemido, pero de un modo tan ininterrumpido, tan profundo, que tambien expresaba su propio malestar. El, ahora que ya habia recordado lo que tenia que decirle, parecio perder interes. No le hizo falta ver su rostro para saberlo. Se percibia en el aire. Se percibia en la pausa que arrastraba su observacion de ocho, diez, doce segundos atras. Algo insignificante. Algo tan trivial que si se refiriera a ello el lo consideraria como una especie de autodesprecio. Se aproximo a la encimera y vertio soja sobre los cereales y las frutas. La palanca salto o resalto y el se levanto y se llevo la tostada a la mesa y luego fue en busca de la mantequilla y ella, sin soltar el carton de leche que sostenia en el aire, tuvo que apartarse ligeramente de la encimera cuando le vio acercarse para que el pudiera abrir el cajon y coger un cuchillo para la mantequilla. La radio emitia voces como en hindi, o asi sonaban. Ella vertio leche en el cuenco y el se sento y se levanto. Se dirigio a la nevera y cogio el zumo de naranja y se detuvo en medio de la estancia agitando el envase para reflotar la pulpa y espesar el zumo. Nunca se acordaba del zumo hasta que las tostadas estaban listas. Agito el envase, y luego escancio el zumo y observo la burbujeante cinta de espuma que se depositaba a lo largo del borde del vaso. Ella se quito un pelo que llevaba pegado a los labios y se detuvo junto a la encimera, contemplandolo, un pequeno cabello de tono palido que ni era suyo ni era de el. El seguia agitando el envase. Lo agitaba mas de lo necesario porque no estaba prestandole atencion, penso ella, y porque en cierto modo absurdo e inofensivo le resultaba gratificante, por lo infantil del acto, por la sacudida y el chapoteo y aroma a naranja acartonada. Dijo el: --?Quieres un poco de esto? Ella seguia examinando el cabello. --Dimelo porque no estoy seguro. ?Bebes zumo, tu? --dijo el sin dejar de agitar el condenado trasto, pinzando el pico con dos dedos. Ella se raspo la lengua con los dientes superiores para liberar a su organismo del complicado recuerdo sensorial de aquel cabello ajeno. Dijo: --?Que? Nunca bebo de eso. Lo sabes. ?Cuanto tiempo llevamos viviendo juntos? --No mucho --dijo el. Cogio un vaso, vertio el zumo y observo la presencia de la espuma. A continuacion, se acomodo algo dolorosamente en su asiento. --No lo bastante como para reparar en esos detalles --dijo. --Siempre pienso que estas cosas no deberian pasar aqui. En cualquier sitio menos aqui, pienso. Dijo el: --?Que? --Un pelo en la boca. De la cabeza de otra persona. El se unto la tostada de mantequilla. --?Acaso piensas que solo pasa en grandes ciudades con gran diversidad de poblacion? --En cualquier sitio menos aqui. --Sostuvo el cabello entre el indice y el pulgar, contemplandolo con fingida repugnancia, o con autentica repugnancia forzada hasta limites artisticos, con los labios torcidos, paralizados--. Eso pienso. --Igual llevas con el desde que eras nina. --Regreso a su periodico--. ?Tenias perro? --Eh. ?Ahora te despiertas? --dijo. El periodico era de ella. El telefono era de el, excepto cuando ella llamaba para enterarse del tiempo. El ordenador lo utilizaban los dos, pero espiritualmente era de ella. Siguio alli, junto a la encimera, observando el cabello hasta que, por fin, lo dejo caer al suelo. Se volvio hacia la pila, se lavo la mano con agua caliente y a continuacion llevo el cuenco de cereales hasta la mesa. Su paso junto a la ventana hizo desperdigarse a los pajaros. --Te he visto beber litros de zumo, algo tremendo, no se como decirte --dijo el. Ella aun conservaba el rictus resultante de la experiencia de haber compartido la existencia desconocida de algun manipulador de alimentos o de haberse enfrentado a una realidad mucho mas desusada y serpenteante, el intimo transito del cabello de persona a persona y, de algun modo, de boca a boca a traves de anos y de ciudades y de enfermedades y alimentos contaminados y numerosos fluidos corporales de indole perniciosa. --?Como? Lo dudo mucho --dijo ella. De acuerdo, deposito el cuenco sobre la mesa. Se encamino al fogon, recogio la tetera y la lleno de agua del grifo. El cambio la emisora de la radio y dijo algo que no alcanzo a entender. Devolvio la tetera al fuego porque asi es como uno vive la vida incluso si no lo sabe y a continuacion volvio a rasparse la lengua con los dientes, insistiendo, mientras observaba el azulado chorro de la llama que brotaba del quemador. Casi tuvo que dar un brinco para separarse de la encimera cuando el se acerco en busca del cuchillo de la mantequilla. Se desplazo en direccion a la mesa y los pajaros huyeron una vez mas del comedero. Dejaron atras la sombra de los aleros y volaron hacia el sol y el silencio, en una accion que ella diviso tan solo en parte, elusiva y mudamente hermosa, las aves tan refulgentes bajo la luz que se veian consumidas por ella, incorporeas, transformadas en algo puro y fugaz y dispersamente brillante. Se sento y hojeo diversas secciones del periodico y advirtio que no tenia cuchara. No tenia cuchara. Le miro y vio que llevaba una tirita a un lado de la mandibula. Habia optado por la vieja tetera abollada en lugar de la nueva que acababa de comprar porque… ignoraba por que. Vivian en una vieja casa de madera con numerosas habitaciones y chimeneas utilizables y animales en las paredes y moho por todas partes, un lugar que habian alquilado sin verlo antes, una reliquia de los anos gloriosos de las madereras y las navieras, exageradamente grande, y tenia tarimas que crujian y diversos utensilios deformados desde Dios sabe cuando. Se dejo medio caer de la silla en un gesto de autodesprecio y se dirigio a la encimera en busca de una cuchara. Aprovecho para devolver tambien a la mesa las semillas de soja. La soja poseia un olor que no parecia corresponderse con la arenosa sustancia contenida en la caja. Era un leve tufo a trigo mezclado con pies. Lo olia cada vez que utilizaba la soja. Lo olisqueo dos o tres veces.--Te has cortado otra vez. --?Que? --Se llevo la mano a la mandibula, hundida aun la cabeza en el diario--. Solo es un rasguno. Ella comenzo a leer un articulo de la parte que tenia del periodico. Era un periodico viejo, del domingo, comprado en el centro porque hasta alli no llegaban las entregas a domicilio. --Te pasa ultimamente, no se, quiza no deberias afeitarte enseguida. Espera a despertarte. ?Y para que afeitarte? Vuelve a dejarte el bigote. Dejate barba. --?Para que afeitarme? Debe de existir un motivo --dijo el--. Quiero que Dios pueda verme la cara. Alzo la mirada del periodico y dejo escapar una de esas carcajadas vacuas que tanto le disgustaban a ella, se llevo a la boca una cucharada de cereales y comenzo a leer otro articulo. Ultimamente tendia a situarse, a insertarse en ciertos relatos de los periodicos. Era como una especie de ensonacion divagadora. Lo hacia y luego advertia que estaba haciendolo y a veces volvia a hacerlo pocos minutos despues con esa misma historia u otra diferente y luego volvia a darse cuenta. Alargo la mano hacia el paquete de soja sin alzar la mirada del papel y escancio unas cuantas semillas en el cuenco mientras en la radio se oian el trafico y las tertulias. Al parecer, la idea era que tendria que agotar la capacidad de uso de la vieja tetera, usarla y volver a usarla hasta que le salieran burbujas de oxido, y entonces y solo entonces podria sustituirla tranquilamente por la que acababa de comprar. --?Tienes necesariamente que escuchar la radio? --No --dijo ella, y siguio leyendo el periodico--. ?Que? --Que mierda tan increible. Su modo de acentuar la m de mierda, dignificando la palabra. --Yo no encendi la radio. Tu encendiste la radio --dijo ella. El se encamino a la nevera y luego regreso con un higo oscuro y enorme y apago la radio. --Dame un poco de eso --dijo ella, leyendo el periodico. --No estaba echando culpas. Quien la encendio, quien la apago. Andamos un poco susceptibles esta manana. Que digo, yo soy el que deberia estar a la defensiva. No la jovencita que se dedica a comer y a dormir y a vivir sin hacer otra cosa. --?Como? Anda, Rey, callate. El arranco el tallo de un mordisco y lo arrojo en direccion a la pila. Luego, abrio el higo con las unas y le arrebato la cuchara de entre los dedos y la lamio para limpiarla y la utilizo para extraer una porcion de pulpa rosada del pellejo abierto del fruto. La deposito sobre su tostada -- la masa, la papilla, la pulpa-- y a continuacion la extendio con el dorso de la cuchara, formando untuosos remolinos sanguinolentos rebosantes de semillas. --Yo soy el que tiene que estar susceptible por las mananas. El que tiene que quejarse. El terror de otro dia cualquiera… --dijo maliciosamente--. Tu aun no sabes lo que es eso. --Dejanos en paz un ratito --le dijo ella. Se inclino, y el le alargo el pan. En los arboles proximos a la casa, los cuervos entonaban su estridente reclamo. Ella asesto un nuevo bocado y cerro los ojos para poder pensar en el sabor. El le devolvio la cuchara. Luego, encendio la radio y recordo que acababa de apagarla y volvio a apagarla de nuevo. Ella vertio unas semillas en el cuenco. El olor de la soja era algo a caballo entre el olor corporal, si, de las extremidades inferiores y cierta vida germinativa y real de la tierra, una vida sembrada y profunda. Pero eso no lograba describirlo. Leyo en el periodico un articulo sobre un nino que habian abandonado quien sabe donde. Nada lo describia. Era olor en estado puro. Era lo que es el olor, independientemente de sus fuentes. Era como, y a punto estuvo de decir algo en este sentido, porque a el tal vez le habria divertido, pero lo dejo pasar, era como si un, tal vez un escolastico medieval hubiera intentado clasificar todos los olores conocidos y hubiera descubierto algo que no encajaba con su sistema y lo hubiera llamado soja, lo que facilmente podia formar parte de algun sublime termino latino, pero no, era imposible, y siguio alli, pensando en algo, no estaba segura de en que, con la cuchara a unos centimetros de la boca. Dijo el:

  • Las chicas malas besan mejor de Elie Grimes

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  • Puentes y sombras de Fernando De Cea Velasco

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    Una exotica reportera en su primer dia de trabajo: “Muy facil, solo tengo que cubrir una manifestacion”.

  • La mensajera de Elphame de Jane Hormuth

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    Escocia, siglo XV.

  • Cartas de un asesino insignificante de Jose Carlos Somoza

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    Estimada senorita. Voy a matarla y usted lo sabe, asi que me asombra su silencio. La flor del almendro ya destella de blancura en las ramas, pero no advierto la flor de sus cartas en el muro. Eso no es lo convenido. Yo me tomo en serio mi papel de verdugo: haga lo mismo con el suyo de victima. Le sugiero, por ejemplo, que se vuelva romantica. He aqui algunos ejercicios. Ejercicios romanticos a) Aproveche la geofisica de Roquedal. El viento tiene fuerza en los pueblos costeros: escuche atentamente su silbido cuando azota las ventanas de su casa. Pensara: <>. b) El mar y la soledad. Camine sola hacia la playa a horas inusuales, idealmente el crepusculo, y dirijase al espigon. Acceda a salpicarse con los rociones de espuma. Contemple la poderosa tunica azul oscura y la guadana blanca de las olas. Y hagase nuevas preguntas: <>. c) De noche, escoja la ruta de los solares, hacia el norte, para que las luces del pueblo no la estorben. Entonces levante la cabeza y observe detenidamente las estrellas. Piense en la Tierra con minusculas: tierra, un pedazo de ella que gira sin vertigo en la pulcritud del espacio. Concedale, en cambio, mayusculas a la luna: Luna, una roca helada y blanca, un satelite muerto. Y piense: <>. Haga como si, por un descuido, el mundo se le hubiese caido en la oscuridad y usted lo perdiera. d) Aceche los angulos de las paredes; perciba el inagotable trajin de los fantasmas; vague por los pasillos hasta que un espejo emboscado la sorprenda; encienda velas y columbre la forma de las sombras; plantese en medio de la oscuridad y recele de su propio cuerpo respirador. e) Y si no puede evitarlo, riase. Pero descifre la risa, compruebe su semejanza con la agonia --garganta convulsa, espasmos de vientre, gritos--. Cese de reir riendose. Sobre su muerte, senorita, elaboramos una ilusion: la de que todo lo que usted haga antes de morir sera trascendental. La solucion perfecta consiste en que se vuelva romantica. Mi inestimable senor. Ya se quien es usted. No te escondas tras las palabras, Luis, que destacarias hasta en un desfile de locos. No es preciso ser psicopata para interesarle a una escritora cuarentona como yo, por mucho que me dedique a traducir a Faulkner. Ademas, te tomas demasiadas confianzas, dado lo poco que nos conocemos: apenas un intercambio de cervezas en la Trocha y un mal dia, o una mala noche, para ser exactos, en que me invitaste a tu casa de mas alla del espigon con el pretexto de mostrarme tus nuevos cuadros y la encontre invadida por: a) una pareja de yonquis germanos que apenas hablaban mi idioma; y b) una escualida y alienada pintora fuengirolena que parecia no hablar ningun idioma. Recuerdo que la copa en que me escanciaste el vino estaba orlada de labios fosiles y que la fondue resulto un engrudo incomible. Y lo mejor: cuando desertaste de la espantosa conversacion para ensayar con la flauta en la terracita y los demas nos pusimos a escucharte como cobras hipnotizadas. La verdad, confiaba en que la velada fuera mas intima. No por nada: ya te dije en cierta ocasion que padezco una especie de claustrofobia social, y no soporto la asfixia de dos o mas personas hablando a mi alrededor. Anadire que no soy de tu epoca, de igual forma que tu tampoco eres de esta, porque --seamos sinceros, Luis-- tu trasnochado aspecto hippy, con chaleco de cuero abierto, tejanos raidos y el make love not war colgado del cuello podra parecer rebelde en el pueblo, pero queda carrozon para los tiempos que corren. No obstante, debo admitirlo, eres el mejor Joe Christmas de Roquedal, el numero uno de la lista de los candidatos a Negro, palabra de la senorita Burden. Solo te encuentro un pequeno defecto: que estes muerto. Que lastima que te mataras hace dos semanas, que te abrieras el craneo con la moto y tu cerebro drogado se derramara sobre el asfalto (me imagino un estallido versicolor, como en tus lienzos). Razon de mas, por otra parte, para no contestar las cartas que subrepticiamente me dejas en el muro. Que lastima de accidente, y de aficion a las drogas, y de moto peligrosa. Perdona, pero he tenido que llorar un poco. Sigue escribiendome, por favor. Muy bien, senorita. Descubrame en alguien. Finjamos por un momento que me encarno en cualquier idiota y disimulo frente a usted, pero que mis ojos brillan al fondo con el relumbre del engano. Juegue, pues, a creer que soy un vecino del pueblo. De inmediato empezara a pensar que puedo no serlo. Y entre estos y otros pasatiempos, el dia acabara y vendra la noche. Ayer tome en la Trocha unas canas con el bueno de Manolo Guerin, <>. Manolo ejerce de ermitano como yo, aunque no creo que disfrute del placer de cartearse con alguien que quiere matarle. Es verdad que lleva viviendo en Roquedal una pila de anos y conoce al dedillo el laberinto de sus leyendas, pero yo escatimo nuestros encuentros, porque ya sabe usted que no me interesa el pasado de nadie y no veo de que otra cosa podria hablar el pobre Manolo. El, no obstante, me aprecia y rastrea mi compania. A veces me lanza guinos de complicidad, una especie de morse de miradas que yo, traductora siempre, vierto como: <>. Y es cierto que con Manolo se puede hablar, y que eso es lo que hago cuando lo veo, pero posee sus defectos de viejo, como todos los viejos. Se que nunca le agrado, por ejemplo, mi parvula aficion a Luis Blasco y a su conversacion esnob, aunque comprendia que ahi tenia que callarse y no podia invocar sus consignas, porque yo me ponia de parte de Luis y, si era preciso, lo defendia con tanta vehemencia que terminaba enfadandolo (sospecho, por tanto, que se ha tomado su muerte con el jubilo mal disimulado de quien ve desaparecer un rival). --?Y como va la novela? --indago ayer--. ?Marchando? --Asi, asi. Todavia estoy con la traduccion. Creo que ya te lo dije. --Ah, si, el americano ese...

  • Harry Wolf de Laura Sanz

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    “A veces, solo el amor no es suficiente”
    Alemania, anos ochenta. Despues de que una horrible tragedia envolviese su vida en sombras, el hasta entonces reputado arquitecto, Harry Wolf, decidio romper cualquier contacto con el mundo exterior, aislandose por completo entre los muros de su propiedad. Los anos han transcurrido inexorablemente y el no ha sido capaz de superar lo que ocurrio. Solo y entumecido por el dolor y la culpa, ha perdido cualquier esperanza y se limita a sobrevivir, anhelando, de algun modo, que todo termine.
    Pero desde hace semanas, todas las noches, una chica con un abrigo rojo atraviesa su jardin en medio de la oscuridad, amenazando con sacarle de su autoimpuesto retiro…
    ?Quien es ella? ?Adonde va? ?Es real o solo un producto de su enfermiza imaginacion?

  • El misterioso anillo de Claddagh, Virginia Sainz de Virginia Sainz-rasines

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    Nueva York (1912): la joven poetisa Kate Hemstitch planea huir hacia Irlanda y escapar de sus padres, quienes desde que se enteraron de que su hija mantenia una relacion amorosa con un inmigrante irlandes le han prohibido verlo. Algo sucede y su gran amor se ve obligado a regresar a su tierra natal. En medio del dolor, la joven escribira hermosos poemas, los cuales han sido originalmente escritos por la abuela de la autora, quien al igual que Kate fue una gran poetisa.
    Un siglo mas tarde, una joven periodista llamada Piper -quien padece escribir superficiales articulos semanales para la prestigiosa revista femenina en la cual trabaja- encuentra inesperadamente un anillo y misteriosas cartas enviadas desde una Mansion en Nueva York con el remite de Claddagh, Irlanda. Junto con su amiga Sophie, comenzaran la busqueda de un secreto que ha permanecido oculto durante cien anos. Ambas estan dispuestas a descubrir quien fue el responsable de la tragedia familiar de la aristocratica familia neoyorkina. ?Encontrara la heroina de esta historia en la busqueda de la verdad su propia felicidad?

  • Rescate en Berlin (Amor y Guerra 2) de Alexis J. Regnat

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    Estar “quemado”, tampoco iba a resultar tan malo para el capitan en la reserva Anthony Daylight Strieber.
    Ya no podia volver a primera linea del servicio britanico de “los informadores”. Era un hombre de treinta que llevaba mas de doce anos sin un solo dia de descanso en su trabajo. Ser el instructor y entrenador de futuros agentes, era un trabajo agradable, le hacia compartir sus vastos conocimientos y ejercitarse a diario fisicamente, con jovenes con muchas ganas de luchar.

  • Lady Eyre. diario de una Gorda de Maria Arbinaga

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    ?Los sentimientos cambian? No lo creo, evolucionan y las personas se frustran <> <> <>. Efectivamente, si la razon o la justificacion de una decision que afectara a tu vida la basas en algo que sientes, lo disfrutaras o sufriras intensamente, pero al menos sera siempre tuya. He sido infeliz desde antes que pueda recordar, mi mayor epoca de felicidad la puedo senalar a mis 30 anos. He vivido, no se si mucho o poco, pero he experimentado a mi manera, me he divertido, pero asi, entre tu y yo, siempre he tenido que hacer grandes esfuerzos por quererme a mi misma. Pocas veces me he querido sinceramente o he sentido que fuera merecedora de amor, carino o incluso empatia. Creo que he tenido epocas en las que he pasado por autenticas depresiones. Epocas en las que no podia ni salir de mi piso parisino de 15 m2 y violentamente me llenaba la boca a cucharadas de espaguetis con salsa de tomate. De vez en cuando me maquillaba, me ponia ropa sin pelusas y salia a que me diera el sol. Sentia que las personas me miraban raro, las chicas parisinas de mi edad eran muy chic, delgadas, altas, pelo frondoso y ojos claros. Yo paseaba por Paris con mi musica de Skrillex, unas botas militares, una sudadera verde over-size y unos shorts que me quedan muy justos y me apretaban los muslos. Ese era mi Paris, no fue siempre asi, pero lo fue una temporada. A veces creo que fue Paris lo que me saco del agujero negro en el que me habia sumergido, seguramente por eso le guarde tanto carino a esa ciudad. Mi primer dia en Paris fue complicado, estaba muy nerviosa, jamas habia vivido en un pais de habla francesa y aunque en mi interior sabia que iba a estar bien, sentia que estaba dando pasos sobre un terreno poco estable. Mis padres vivian en una epoca que ya habia quedado atras, seguian pensando que con 20EUR podria hacer la compra semanal de comida, por lo que me dejaron 150EUR para pasar el mes, me dieron un abrazo y me ayudaron a subir las maletas hasta la 4a planta de un edificio viejo y decrepito que poco despues se convertiria en mi hogar. 15 m2 en los que cabia una nevera, un fuego de cocina, un bano, un armario, una cama y un escritorio. Lo se, si no te lo cuento no te lo crees. Mi piso solo tenia una ventana, eso si, ocupaba toda una pared y desde ella veia el parque interior de una urbanizacion en la que vivian personas que obviamente tenian mucho mas que 150EUR en el bolsillo. Nunca estuve acomplejada por el tipo de hogar que tenia en Paris, mi pequeno piso era para mi un espacio de libertad. Aunque agobiantemente pequeno y sin mucho mas espacio que para rotar sobre mi misma, mi piso me ofrecia autenticidad, libertad y amor. Amor hacia mi misma, hacia mi independencia y hacia mi manera de funcionar en la vida. Saque los 150EUR del bolsillo, los deje encima del escritorio y me sente en la cama. Tenia a mi alrededor mas de 7 maletas y 4 bolsas que apenas cabian en la habitacion pero que pronto ordene. Queria que aquel fuera mi hogar, necesitaba sentirme segura en algun sitio, fuera cual fuese. Desde alli podria decidir cuanto arriesgarme, salir 1 hora o 2, coger el metro o probar a andar en bici, teniendo siempre un refugio al que regresar si un panadero borde parecia no entenderme. <> Me escribieron mis padres. <> Abri mi bolso y saque un sobre con 600EUR que habia conseguido vendiendo 2 pulseras y 3 anillos de oro que algunos familiares me regalaron por mi bautizo o comunion. Al ver ese dinero en mi apartamento, sin necesidad de esconderlo, comence a sentir que quizas podria sobrevivir a aquella aventura, sobrevivir de verdad. Tuve 2 dias para presentarme a Paris antes de comenzar a trabajar, aquellos magnificos dias de pleno mayo. Venia de ser una estudiante que vivia bajo el techo de sus padres y claro, aun tenia las mechas recientes, la ropa limpia y la vitalidad que te aporta una nutricion variada y completa. !Aquel era mi primer dia en Paris! No podia estar mas emocionada. Fingi ser chic y sofisticada, me puse unos vaqueros ajustados, una camiseta negra de tirantes con brillantes y el clasico bolso negro de Chanel, pero sin ser Chanel claro, el mio era de ioffer, pero eso nadie tenia por que saberlo. ?A quien pretendia impresionar? Nadie me conocia alli, las primeras semanas las pase completamente sola, pero algo dentro de mi mente me decia, que si estaba en Paris debia vestir acorde a lo que aquella ciudad me sugeria. Lo se, a veces yo tampoco me entiendo. Primera parada: Opera Garnier. Mi corazon no cabia en mi aun delgada caja toracica. Miles de pasos de cebra, cientos de personas y yo estaba alli, frente a la Opera sin saber muy bien que decir. ?Debia gritar wow? ?En voz alta? ?Alguien lo habia hecho alguna vez? Yo me sentia totalmente deslumbrada y era consciente de que a los hombres les gusta que te sorprendas cuanto te ponen la polla delante de la cara y aquello, creeme, era mucho mejor que cualquier polla. La opera de Paris, siempre me ha dejado sin aliento, desde el primer dia que la vi. Agarre mi bolso con fuerza, mire a mi alrededor y decidi adentrarme en una calle cualquiera, no dejaba de ver tiendas y mas tiendas, me acercaba a los escaparates e intentaba leer los precios. <> Cuando empece a ser consciente del nivel de precios de aquella ciudad, aquellos 150EUR que me habian dejado mis padres se convirtieron en una absurda limosna. Apareci en la Madeleine y volvi a sentirme en una encrucijada <> Poco despues entendi que Paris esta creada para deslumbrarte, para sobrecogerte y vayas a donde vayas vas a sentirte asi. Aun no lo sabia, pero no tarde mucho en darme cuenta. <> Encontre un local donde vendian bocadillos, alli me senti mas en mi ambiente, me comi un bocadillo que no habia pedido, porque obviamente el senor frances no me habia entendido del todo bien, pero estaba bueno. Acabe en Champs Elysees comprandome unas gafas baratas en una tienda de souvenirs. Si pretendia alargar mis 600EUR y mi vision sana hasta final de mes algo debia hacer al respecto, eso si, las gafas tenian brillantitos en las patillas. Aquel dia anduve muchos kilometros, pero no me senti cansada en ningun momento, todo lo contrario, me sentia llena de adrenalina e ilusion, como si deseara que aquel dia no terminara. Antes de volver a mi pequena guarida, entre en un supermercado e hice una compra que me permitiera comer el resto de la semana de una forma equilibrada: 2 cunas de queso Brie, 1 botella de vino, galletas, Coca-cola, un plato congelado de macarrones carbonara y dos platanos. Saque muchisimas fotos a mi apartamento y se las ensene a mis amigos, estaba muy orgullosa de estar alli. No recuerdo mi primera noche ni la segunda, pero recuerdo que dia tras dia la ropa se iba acumulando en una gran bolsa azul que tenia frente a mi cama. El primer dia de trabajo me parecio, cuanto menos, curioso. Nunca habia trabajado de cara al publico, mucho menos en hosteleria y nunca lo habia hecho con companeras de color. Yo era "la nueva" y la unica chica blanca pero mis companeros y mi jefe me acogieron con mucho carino. Mi jefe era muy simpatico y tuvo mucha paciencia conmigo, me enseno todo, desde como preparar todo tipo de cafes, hasta como hacer la caja o preparar los documentos que los proveedores debian firmar al descargar cada manana. Me daba 30EUR al dia para que comiera y siempre estaba de buen humor. Mis companeras eran tambien muy simpaticas, tenia companeras de Argelia, Nigeria, Marruecos y de Francia, claro. Les preguntaba muchas cosas, me corregian la pronunciacion y me ensenaron a decir esas cosas que nadie te ensena en una academia. Ademas de ser companeras, algunas comenzaron con el paso de las semanas a convertirse en mis amigas. Me encantaba trabajar en aquel restaurante, no tenia que cocinar y me aportaba la parte social o el contacto humano del que carecia. Un dia, cansada de pasar los fines de semana sola en mi casa o dando vueltas por Paris, busque en Google: conocer espanoles en Paris. Entonces conoci a Irene. Irene ejercia de ninera en una casa algo alejada del centro pero tenia dos dias libres a la semana que solia utilizarlos para venir a Paris y pasar tiempo juntas. Me encantaba estar con ella, siempre intentaba que nuestros dias libres coincidieran, organizaba excursiones y por si fuera poco, me hacia de guia turistico por una ciudad que todavia era nueva para mi. Luego conocimos a Sara, una chica que estaba haciendo su Doctorado en Quimica en la Universidad de Paris. Ya eramos 3 y por si aun no habia entrado en topicos, Sara era rubia, Irene muy morena y bueno... yo siempre he intentado parecer pelirroja. Y entonces llego el. Te situo, se trataba de la celebracion de la fiesta nacional en Paris. Rogue a mi jefe que me dejara el dia libre, era mi primer verano en Paris <> Le dije a mi jefe mientras el asentia una y otra vez con su eterna sonrisa. Le Champs de Mars, los fuegos artificiales, las risas y el olor a mil perfumes. Yo estaba alli con miles de personas, formando parte ironicamente, del orgullo frances. No dejabamos de sacarnos fotos, recuerdo reir y beber mucho aquella noche. Andamos desde Le Champs de Mars hasta Saint-Michel mientras nos reiamos de un rubio que queria ligar con Sara mientras Irene rechazaba a cualquier otro. <> Le grito Irene al camarero. <> Me susurro a mi despues. Melena negra larga, ojos grandes negros y una cara que la hacia atender al clasico prototipo de mujer Sevillana y que ademas hacia que todos los chicos se quedaran mirandola. Pero el me miraba a mi. Al final del bar y mientras hablabamos con unos alemanes, alli estaba el, sin apartarme la mirada y dedicandome media sonrisa. <> Les pregunte a mis amigas. No paso ni 1 segundo antes de que Sara diera el primer paso hacia el. <> Dije en voz alta. Entrar a alguien a traves de una amiga es muy patetico. <> Me dijo Irene con mirada despreocupada. No intercambiamos ni una palabra, despues de aproximarse empezo a bailar conmigo, me puso las manos sobre la cadera y no dejo de sonreirme hasta que acerco su cara a mi cuello y me dijo <> Bien, era lo unico que me habia puesto que costara mas de 50EUR, el chico tenia buen olfato. No recuerdo muy bien como transcurrio la noche, pero acabamos besandonos frente al Sena e intercambiando telefonos. Quizas el no sintiera lo mismo, pero yo senti una conexion especial, como si los dos estuvieramos en busca de un hogar. Probablemente aquella sensacion fuera unilateral, pero entiendeme, despues de dejar atras mi pequeno mundo, me vi en Paris, sentada a las orillas del Sena con un chico que me miraba como si su mundo se fuera a acabar. Jacques me enseno a convertir Paris en mi ciudad, me hablo de la parte de su familia que aun vivia en Argelia, de su trabajo, me repitio muchas veces lo mucho que le gustaban los coches y lo mucho que le gustaba yo, eso no me lo dijo, pero lo deduje yo solita. Me hizo reir mucho y fue muy carinoso conmigo, recuerdo perderme en aquellos grandes y largos brazos sin tener ninguna intencion de volver a encontrarme. Era una de esas historias que sabes que no se repetira, te agarras con fuerza a ese momento e intentas saborear cada segundo. Asi lo hice hasta que vimos amanecer. Jacques nos acompano al metro, mis amigas se fueron y yo subi andando a mi casa. Pasaron los dias y Jacques no dio senales de vida, asumi que habia sufrido la famosa diferencia cultural asi que aparte el tema de mi mente. Dos semanas despues decidio llamarme para pedirme una cita. Vino a buscarme en un Porsche y entonces empece a cuestionarme: ?Que tipo de persona habia conocido? y ?Por que le habia dicho que viniera a buscarme a la entrada de mi decrepito edificio? Si lo hubiera sabido me hubiera puesto un vestido, pero mira, la cantidad de ropa sucia que se acumulaba en el rincon de mi habitacion cada vez era mayor y no tenia mucho entre lo que elegir. Alli estaba yo, con unos vaqueros, una camiseta de los ramones y unas playeras sucias. Se bajo del coche, me abrazo y me dijo que estaba preciosa. Caminamos hasta un restaurante, nos sentamos y me pregunto que era lo que que habia hecho durante aquellas semanas y despues de la protocolaria introduccion a la cita le dije <> Mientras le clavaba la mirada. <> Me dijo mientras me sonria como si estuviera esperando que me riera con el. <> Le pregunte. Jacques me aseguro que no tenia pareja y que se sentia plenamente libre para tener una cita conmigo. Por los gestos y la entonacion quise suponer, aprovechando que estaba en Paris y tenia todo el derecho del mundo a ser romanticamente estupida, que yo era la razon de su reciente ruptura. Nunca volvimos a hablar del tema. Cenamos juntos, dimos un paseo y me invito a subir a su casa. Quizas fuera pronto, pero estaba lejos de casa, jugaba bajo mis propias reglas y aunque fuera simplemente por rebeldia, queria pasar la noche con el. Subimos a un ascensor enano que habia al final de un pasillo ruinoso y por un momento pense: gracias a Dios que es solo un presumido con los coches y vive en un cuchitril como yo. Nada mas lejos de la realidad, el ascensor se detuvo en el piso 6, bajamos, abrio la puerta y vi ante mi un piso de 160 m2 con espacios abiertos, recien reformado, con cristaleras y vistas a Notre-Dame. Yo no podia dejar de pensar que mi piso de mierda me costaba 500EUR al mes. <> Le dije mientras miraba a mi alrededor con los ojos bien abiertos. Jacques empezo a reirse y me contesto <> Yo no pintaba nada alli y esa obviedad empezo a hacerme sentir insegura. Siempre he sido una tia sexy y guapa, pero los dos eramos conscientes de que yo solo era una camarera, con un frances terrible a la que le sobraban un par de kilos. Por no hablar de que aquel dia llevaba un sujetador que se enfrentaba a su tercera noche porque era el menos sucio que tenia. Vale, eso el quizas no lo sabia, pero yo si. ?Me entiendes? La teoria decia que en Paris las mujeres no se depilaban, las francesas tenian fama de ser naturales, empoderadas y peludas. Para ser honestos, yo no me habia depilado desde hace un mes y aunque la situacion en su totalidad me hacia sentir incomoda mande todos los prejuicios a paseo, le eche morro al asunto y le dije <> El se agacho delante de mi, me bajo los pantalones y me dijo <> Todo captaba mi atencion, me fascinaba su casa, no dejaba de mirar a mi alrededor y pensar: joder, este tio esta buenisimo, vive en una casa impresionante y yo he venido con unas pintas del carajo y con un arbusto entre las piernas, al menos llevo bragas bonitas. El sexo no fue bueno, el atendio indiscutiblemente a todos los topicos asociados a la raza negra y hubo momentos fisiologicamente muy sorprendentes a lo largo de la noche, pero yo estaba distraida. Fue muy dificil seguir cachonda despues de verle hundir su cara en mi entrepierna peluda. <> Pense mientras contaba los minutos para que aquello terminara. Era la primera vez que bajaban al pilon y te juro que no me gusto. Ni un poco. Amanecimos juntos, me desperte antes que el y poco a poco me fui vistiendo. Cuando el se desperto yo corri como un misil al bano, me retoque el maquillaje, me cepille el pelo e intente no parecer Mufasa despues de una orgia. No se tu, pero yo no me levanto muy presentable. Nos dimos los buenos dias, todo trascurrio con normalidad y yo me fui a trabajar.

  • Solo quiero morir a tu lado de Amanda Seibiel

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    Por primera vez en mucho tiempo, Veronica Ruiz es feliz junto a Gerard y las cosas parecen recuperar su lugar, con Silvia y Douglas tambien a su lado.Pero pronto todo volvera a cambiar cuando secuestren a Veronica.El acento italiano, las referencias a asuntos pendientes. Veronica siente que volvera a caer en las redes de la mafia y salta del coche justo en el preciso instante en el que uno de sus secuestradores le rebana el vientre con un cuchillo.Su vida ya no volvera a ser la misma a partir de ese dia. Veronica tendra que comprender que ya no es la chica de Lo que quiero lo consigo. Algo ha cambiado en ella. Tendra que tomar las riendas de su vida enfrentandose a las poderosas familias de la mafia y a los fantasmas de su pasado. Su transicion pasara por unos cambios que ni ella misma se hubiera imaginado en mil anos.Pero si algo aprendio despues de conocer a Marco y a todo lo que a el le rodeaba, es que tiene que sobrevivir a toda costa y no fiarse de nadie. Cueste lo que cueste.

  • Bajo sospecha de Brian Freeman

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    Novela ganadora del Thriller Award for Best Hardcover Novel en 2013.

  • Nunca me dejes de amar de Kris Buendia

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    ?Quien puede empezar a amar de nuevo cuando lo ha perdido todo?
    Ellie Roth esta atrapada en un amor del pasado y una relacion abusiva en el presente, la decision no es tan dificil de tomar, mas si ese amor del pasado regresa y no precisamente a continuar algo que nunca comenzo. sino a hacerla sufrir mas de lo que ya ha sufrido.

  • Luna de obsidiana , Rake M. de Levalois de

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  • Mama come sano de Julio Basulto

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    Una guia completa sobre que comer y como comer antes, durante y despues del embarazo.

  • Ojos negros de Frederic Boyer

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    Un nino tiene un encuentro que lo marca de por vida. Ya adulto, no recuerda nada, y emprende la narracion de su infancia para tratar de contar ese olvido, para tratar de recuperar el instante preciso que lo acompanara y que determinara toda su existencia: unos ojos negros que son, al mismo tiempo, la perdida de la inocencia y la lucha inquebrantable por volver a ella. Ojos Negros es el relato de todo lo que un hombre ha recibido del amor: el magnetismo de los cuerpos, los rostros, las historias unicas y repetidas y, por fin, la redencion. Ojos Negros narra, a traves de la vida de un hombre, la existencia de todo el genero humano, su caida, su culpa, su angustia pero, ante todo, el esfuerzo por alcanzar la salvacion a traves del amor y de la reconquista de la infancia.

  • La inesperada verdad sobre los animales de Lucy Cooke

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    Verdades sorprendentes, chocantes y a menudo muy divertidas sobre el reino animal, en un libro delicioso que combina rigor y humor.
    ?Lo sabemos todo sobre los animales? ?Nuestros conocimientos sobre ellos son realmente cientificos? ?O nos dejamos arrastrar por mitos, cliches y falsas verdades?
    Este libro nos desvela como proyectamos sobre los animales nuestras creencias, como les atribuimos actitudes y roles que son traslaciones de nuestra vision del mundo. Y asi, seducidos por las imagenes de un celebre documental sobre pinguinos, los convertimos en un dechado de virtudes familiares, fidelidad y responsabilidad. Entranable. Pero ?realmente son asi? Pues resulta que mas bien no...
    Y, como este, el libro tira por tierra otros muchos mitos falsos: ?de verdad son cobardes las hienas? ?Los murcielagos son aficionados al vampirismo? ?Son los buitres los malos de la pelicula? Y ademas nos ofrece un jugosisimo anecdotario que va de la costumbre de los perezosos de defecar cada ocho dias al uso cosmetico de los testiculos de castor, pasando por la fuga de hipopotamos del zoo de Pablo Escobar en Colombia, la aficion de los supuestamente timidos pandas a los trios, el peculiar ciclo reproductivo de las ranas o el desaforado apetito sexual de los pinguinos. Lucy Cooke ha escrito un delicioso ensayo de ciencias naturales, instructivo y muy divertido, que habla de los animales, de nosotros y de nuestros prejuicios y fantasias.

  • El error del novio billonario de Kendra Little

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    El sexi hombre desnudo tumbado junto a mi me hace desear poder recordar la noche pasada. Dormia sobre su estomago y su rostro estaba girado sobre la almohada mirando hacia el otro lado. Con suerte no tendria una nariz aguilena ni estaria cubierto de acne… No, no importaba. Me negaba a mirar por encima de su clavicula. Le habia prometido a mis amigas-me habia prometido a mi misma-que iba a dejar de lado mis inhibiciones y que simplemente me divertiria este fin de semana. Eso era lo que las chicas solteras hacian en Las Vegas. Al parecer. Era mi primera vez en la Ciudad del Pecado y, hasta ahora, a juzgar por la perdida de memoria y el sexi tio desnudo, estaba cogiendole el tranquillo a lo de nada de inhibiciones y nada de consecuencias. Un momento de panico se aloja en mi esternon y me alejo hasta el lado mas alejado de la cama. No estabamos en mi habitacion de hotel. La mia venia con otras dos mujeres y sin espacio para estirarse, y mucho menos un tio. Esto era mas bien una suite. ?O era una casa? Estabamos en un dormitorio mas grande que mi apartamento entero alli en Roxburg. Estaba decorado en rojo y negro, con la reina y el rey de corazones insertados en paneles en una pared, detras de lo que probablemente eran armarios. Un sofa reposaba sobre una plataforma elevada cerca de la ventana. Me preguntaba cual seria la vista cuando se abrieran las cortinas. Tire de las sabanas y de la colcha de seda para ocultar mi desnudez. No es que el chico estuviera mirando. A juzgar por su respiracion regular, estaba profundamente dormido. Respira hondo, Amy. Solo porque estaba en una habitacion extrana con un hombre extrano no significaba que estuviera metida en un lio. Solo porque este tipo de cosas nunca me pasaban a mi no significaba que estuviera en peligro. Pero por si acaso, quizas me largaria antes de que se despertara. Seria una completa lastima no ver que aspecto tenia, sin embargo, y quizas conseguir su numero. Katy y Jemma se enfadarian conmigo si lo hiciera, ya que ese no era nuestro trato. Ellas querian que yo me enrollara con alguien, que tuviera diversion anonima y luego me marchara, sin compromiso. No se me daba muy bien esa parte. Marcharme y decir que no siempre habia sido mi problema en mis relaciones. En realidad, empezar relaciones con hombres geniales era mas mi problema, pero no les recorde a mis amigas ese dato. Habian estado tan entusiasmadas por llevarme a pasar el fin de semana en Las Vegas, y yo habia necesitado la distraccion del trabajo. Creo que el tipo a quien pertenecian los deliciosos hombros podia calificarse como una distraccion. Su piel se veia bronceada contra la sabana blanca como la nieve que apenas cubria su trasero. Dos pequenos hoyuelos besaban su piel a cada lado de la base de su columna vertebral. Tiras de musculo formaban el resto de esa espalda, con aspecto duro incluso en relajacion. Tenia hombros sobre los cuales una chica podria babear, o agarrarse. Debe de ir al gimnasio, o quizas su trabajo implica que haga un monton de levantamiento de pesos. Obsesos del gimnasio o albaniles no eran realmente mi tipo, pero yo no estaba aqui para conocer a mi tipo. Estaba en Las Vegas para echar un polvo y divertirme. Estaba bastante segura de que habia experimentado ambas cosas durante la noche. Ojala pudiera acordarme. Lo unico que recordaba era por que normalmente no bebia tanto: cocteles y Amy Grant no combinan bien. Lapsus de memoria no eran buenos para una ayudante del fiscal del distrito con la vista puesta en subir hacia la cima. Unas cuantas fiestas durante mis anos de universidad me lo habian ensenado. Desde que me gradue, solo bebia una o dos copas de vino. Esa era yo, siempre sensata. Esta chica sensata se iba a marchar mientras el chico sexi seguia dormido. Levante las sabanas y saque las piernas de la cama. Los temblorosos musculos de mis muslos me decian que definitivamente habia tenido sexo la noche anterior, y un monton. Esperaba que hubieramos usado proteccion. Quizas deberia comprobar la papelera… "Hmmm," me llego la amortiguada voz del chico. Su mano palmeo el espacio vacio de la cama donde yo habia estado tumbada unos momentos antes. Suspiro y empezo a darse la vuelta. "No te vayas todavia, Amy." Suelto una exclamacion. !Mierda! El chico que parpadea con cara de sueno es guapisimo. Espesas pestanas oscuras enmarcaban brillantes ojos azules que, incluso cuando estaban entrecerrados, parecian atravesarme. Sus mejillas estaban definidas pero no eran prominentes, su mandibula fuerte y un poco picara cubierta de vello matinal. Sus labios… joder, sus labios eran la perfeccion, ni demasiado suaves ni femeninos, pero tampoco duros. Yo queria recorrerlos con la punta de mis dedos, o con mis propios labios. Se estiraron en una sonrisa que era vacilante y dulce, invitandome a volver a reunirme con el en la cama. Pero no fue su sonrisa o su cara demasiado hermosa lo que hizo que tuviera todo el estomago revuelto. Era el mismo chico. Le conocia, aunque nunca nos habiamos presentado. Bueno, no antes de la noche pasada, de todos modos. Era Zac Kavanagh, el cuarto hijo de la familia mas adinerada de Roxburg, un donjuan, y--como si esas dos cosas no fueran suficientemente malas--el hermano mayor de Damon Kavanagh, a quien yo habia ayudado a meter entre rejas hacia dos anos. El no debe de recordar haberme visto en el juzgado, o no me estaria invitando a volver a su cama ahora. Recordaba la mirada brutalmente fria que su madre me habia prodigado el dia que la condena habia sido leida por el portavoz del jurado. Si las miradas pudieran matar, mi equipo y yo nos habriamos encontrado criando malvas. Hay que admitir que ninguno de los otros Kavanagh nos habia prestado mucha atencion, pero seguramente me habian visto. Pero Zac no estaba mostrando senales de reconocimiento. Yo habia cambiado desde entonces. Me habia cortado el pelo y me lo habia tenido de rubio. Y sin llevar mi ropa de juzgado consistente en pantalon y chaqueta, suponia que me veia diferente. Era posible que no me hubiera reconocido. Era otro motivo para escapar antes de que la luz del dia y la sobriedad le permitieran ver con quien habia pasado la noche. Se apoyo sobre su codo y examino mi longitud. La sonrisa se estiro. Yo cogi la almohada y la coloque delante de mi, cubriendo todas las partes importantes. El levanto la mirada hacia la mia, ya sin sonreir, y se sento. La sabana se arremolino en su regazo, revelando la V debajo de unos abdominales como una tabla de lavar. ?Quien hubiera imaginado que el guapisimo Zac Kavanagh tenia un cuerpo de infarto? "Es un poco tarde para ser timida," dijo el. "Yo, eh…" Sigue asi, Amy. Realmente genial. "Tengo que irme." Busque mi ropa, pero solo divise mis zapatos de tacon, tirados en el suelo como si los hubiera lanzado alli. Yo no tiro los zapatos, y especialmente los caros. Normalmente los pongo ordenadamente en un armario o un rincon, quizas metiendolos debajo de la cama. Debo haber estado borracha para simplemente quitarmelos asi. Esos estupidos tacones de aguja plateados fueron probablemente los que, para empezar, me habian metido en este lio. Eran definitivamente un elegante par de zapatos que me hacian parecer mas alta y mas delgada. Eso y el ajustado vestido negro. ?Donde estaba mi vestido? "Tu ropa esta en el salon," dijo el, senalando la puerta con la cabeza. "Nos desnudamos ahi fuera." Su mirada pasa hacia los zapatos. "Excepto por unos cuantos articulos importantes que fueron considerados necesarios. " ?Considerados necesarios? ?Que demonios? No queria entrar en una conversacion con el. El podria saber mi nombre, pero no podia saber quien era yo, y quedarme a charlar solo revelaria demasiado. Ademas, Zac Kavanagh era un mujeriego con mas muescas en su cabecero que estrellas hay en el cielo. Todo el mundo lo sabia. Estaba en los periodicos cada varias semanas con una chica diferente del brazo, normalmente una modelo o actriz, y siempre eran hermosas y con piernas largas. ?Como demonios habia caido yo en la trampa de este tipo? Era el tipo de hombre que yo evitaba como a la mierda. Demasiado guapo para su propio bien, demasiado arrogante para ser genuino, demasiado rico y mimado para preocuparse de nadie mas que de el mismo. Yo era mejor que eso, mas inteligente. No deberia haber acabado en su dormitorio. Tan pronto como volviera a mi propia habitacion de hotel, iba a tener unas fuertes palabras para Katy y Jemma. Primero, ellas no deberian haberme dejado beber tanto como para incluso hablar con alguien como Zac, y segundo, si lo hice, no deberian haberme dejado ir a su habitacion sola. "Amy, vuelve a la cama," arrullo. Si, arrullo. Habia dominado el arte de la voz suave e insistente. "No hace falta que te marches todavia." "Mis amigas me estan esperando."

  • El amor no cierra a mediodia de Abby Baker

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    Valentina trabajaba en una tienda de libros viejos. Bueno, en realidad era mucho mas que eso. Era un sitio donde llegaban libros raros y eran tratados como obras de arte, cuidadosamente restaurados para volverlos a poner a la venta para los coleccionistas amantes de la calidad. Esa tienda, llamada El estante de Jane Austen, habia sido desde siempre el sueno de Valentina. Desde que tenia uso de razon habia sonado con abrir una tienda de libros viejos, pero no una de esas polvorientas, con olor a rancio, sino de las que podian compararse con un museo. Y tras muchos anos lo habia conseguido. Despues de licenciarse en Filologia inglesa, y con la ayuda de los contactos de sus padres, compro un local en las callejuelas del Barrio Gotico de Barcelona y abrio su sonada libreria de viejo. Fue bautizada en honor al primer volumen que puso en los estantes, un ejemplar antiguo de Emma que le habia regalado anos atras su abuela y que, a pesar de formar parte de la coleccion de libros que habia en la tienda, era el unico que siempre tenia el cartel de <> delante. Durante seis anos se habia dedicado enteramente a esa libreria, que se habia convertido en punto obligado de visita para todos los bibliofilos de la ciudad, gracias a la perseverancia y al trabajo de su mejor amiga, Victoria, licenciada en Filologia inglesa igual que ella y restauradora de profesion. Eran las unicas empleadas del negocio y, aunque a final de mes siempre tenian beneficios, no podian dejar de abrir ni un solo dia. Ese sabado en concreto, le tocaba a Valentina, asi que, despues de dejar su apartamento en el Eixample, bajo por la Rambla de Catalunya, cruzo la Gran Via y la plaza Catalunya y, tras girar a la derecha antes de llegar al final de Portal de l'Angel, subio la persiana de El estante… Normalmente, la tienda la visitaban curiosos y los pocos clientes habituales, los tipicos coleccionistas en busca de la pieza esencial para su coleccion, que, dada la calidad de los libros alli expuestos, podia ser cualquiera. El local era alargado. La mayor parte estaba dedicada a los libros que estaban a la venta, dispuestos en los altos estantes de las paredes; las piezas mas valiosas se hallaban cerradas bajo llave en unas vitrinas de cristal. Al fondo habia una pared con una puerta en la que se podia leer <>, que daba acceso a la sala donde Victoria restauraba los libros antes de volverlos a poner a la venta. En el catalogo de El estante no habia cualquier libro. Valentina se encargaba de seleccionar los ejemplares antes de adquirirlos. Los que entraban a formar parte del fondo solo eran incunables, ediciones raras, ediciones anteriores al siglo XIX, y cosas por el estilo, es decir, autenticas piezas de coleccion. Encendio las luces y el oscuro local se convirtio en un bonito espacio de paredes blancas, bien iluminadas, donde se podian ver perfectamente los libros meticulosamente ordenados. Para Valentina, abrir la tienda siempre era un placer. Tras dejar sus cosas debajo el mostrador, que estaba al lado de la puerta de entrada, se dispuso, como cada sabado, a quitar el polvo de todos los estantes. No queria que su tienda oliera a viejo. Aunque pareciera raro, los sabados eran el dia mas tranquilo en El estante. Ese dia, la mayoria de la gente salia a pasear y a comprar con sus familias; los turistas deambulaban por la ciudad haciendo fotos de todos los rincones famosos de Barcelona y muy pocos pensaban en adquirir una edicion de coleccionista de algun libro en latin, impreso a mediados del siglo XVIII. Por ello, era la mejor ocasion para hacer limpieza y revisar la caja de la semana. Esa manana del sabado transcurrio sin sorpresas, es decir, sin visitas, y casi al mediodia Victoria llego a la tienda. --Buenas tardes --saludo. --Hola, Vicky. --?Alguna venta importante? --pregunto Victoria--. ?Alguien ha comprado la edicion del Galileo de mil setecientos noventa? --No se ni para que lo preguntas --respondio Valentina--. Sabes de sobra que ese libro nunca nos lo sacaremos de encima. --Claro, ?quien va a comprar un ejemplar de hace mas de doscientos anos, cuyo precio pasa del cuarto de millon de euros? --Hizo una pausa--. Suerte que lo compraste tirado de precio en Florencia; si no, habria sido nuestra ruina. El verano anterior, tras tres anos sin vacaciones, ambas decidieron de mutuo acuerdo cerrar la tienda durante el mes de agosto e irse de vacaciones a la Toscana. Y, como siempre, mientras Victoria confraternizaba con algun italiano de mas de metro ochenta y torso musculoso, ella no hizo mas que comprar libros, entre ellos ese ejemplar que habia mencionado su amiga. --Sabes que si no cambias, no te volvere a llevar de vacaciones conmigo. -- Victoria se callo, rememorando un pasado magnifico--. ?Como se llamaba el que te estuvo tirando los tejos el dia que estuvimos en Pisa? ?Giancarlo? ?Pietro? Bueno, eso es lo de menos. ?Por que no le hiciste caso? Cada vez que se quedaban solas o no habia clientes cerca, Victoria le recordaba las posibles conquistas que Valentina habia rechazado durante su viaje. --Mira que eran guapos y… !estaban buenisimos! --grito, como si tuviera hambre --. ?Que debe tener un hombre para que le dirijas la palabra? --Les dirijo la palabra --replico Valentina. --Si, como a Francesco, que se te durmio a los treinta segundos. --?Ves? --dijo Valentina--. Eso es lo que busco en un hombre: que me pueda aportar algo mas que un abdomen musculado y una bonita sonrisa, y que no se me duerma si le hablo de algo que no este relacionado con el. Victoria no quiso seguir con la conversacion. Sabia como acabaria. Valentina buscaba al hombre perfecto, algo que, como habia podido comprobar ella misma, no existia. Segun Victoria, solo la suma de fragmentos de muchos hombres distintos daba como resultado el hombre perfecto. El unicornio blanco. --Cambiando de tema --dijo--, estoy a punto de terminar con el Hamlet en frances de mil ochocientos. ?Hay alguien que este interesado? Valentina nego con la cabeza. --Esto no puede seguir asi --continuo Victoria--. Cada vez tenemos mas libros y no conseguimos venderlos. Hasta que vaciemos un poco los estantes no deberiamos comprar mas. --Justo ahora que viene la Feria del Libro de Ocasion --respondio Valentina--. Sabes que ire y que no podre resistirme. --Esta semana no hemos vendido nada. Deberiamos ampliar el mercado. Hacer algo que atraiga a mas clientela que los coleccionistas viejales que vienen a comprar para ligar con nosotras. --No seas mala, Victoria. Esta se encamino al fondo del local y entro en su taller para, pocos segundos despues, colgar en la puerta una hoja de papel escrita a mano que decia <>. No era la primera vez que Victoria hablaba de ese tema de las relaciones con Valentina. Casi cada sabado la invitaba a ir con ella de copas para ver si ligaba. Pero mientras que Victoria no podia recordar a cuantos habia presentado como su <>, Valentina no habia tenido mas que decepciones. Por eso, ultimamente ya no se proponia ni siquiera entablar conversacion con ningun hombre. En cuanto a la tienda, la verdad era que Victoria tenia razon. Deberian ampliar el mercado, pero Valentina no tenia ni idea de nada que no fueran sus preciados libros. Pero como minimo tenian que intentar vender algun ejemplar valioso, para solventar los ultimos meses, un poco ajustados. Durante la tarde, Valentina se canso de recibir visitantes desde detras del mostrador. Personas mayores que descubrian una tienda que <>, turistas despistados buscando la catedral, gente que se confundia de local y entraban pensado que era una libreria <>, y un largo etcetera. Tan solo una joven pareja compro algo. Tras ver el ejemplar de Emma, y los precios de los libros de alrededor, el chico habia convencido a la chica para que buscaran algo un poco mas asequible. Asi que esta se acerco a Valentina. --Hola --dijo con voz decidida--, estaba buscando algun ejemplar un poco raro de alguna obra de Jane Austen… --Pero que no sea extremadamente caro --intervino su pareja. --!Carino! --protesto ella--. Eso no se dice. --No pasa nada --dijo Valentina--. Se que algunos ejemplares son un poco caros. Vamos a ver si encontramos algo. Salio de detras del mostrador y se fue a una esquina de la tienda, seguida de cerca por la chica, mientras el chico se distraia con cada cubierta que veia. Se notaba que entendian. Se les veia en la cara que eran lectores habituales, y no tan solo de bestsellers. Ella seguro que habia leido todo Jane Austen y a las hermanas Bronte, y el sin duda habia hecho algo mas que hojear Sherlock Holmes. --Aqui tenemos los ejemplares de principios del siglo veinte. Tal vez no son tan raros como los del dieciocho, pero tienen su encanto. Empezo a repasar los estantes en busca de algo que pudiera satisfacer a su joven clienta. --Mira, aqui tienes Orgullo y prejuicio y Sentido y sensibilidad de los anos veinte, por unos veinte euros cada uno. Saco los dos libros y se los enseno. La chica los hojeo detenidamente, parandose en las paginas que contenian grabados, intentando valorar si la calidad y el precio eran aceptables. Mientras, Valentina le iba ensenando otros libros de la misma epoca y autora, a precios que no superaban los treinta euros. --Carino --dijo la joven--, ven aqui a ver que opinas. --Un segundo --replico el--. Yo tambien estoy mirando. Cogio un ejemplar de Verne que habia estado leyendo hasta ese momento y se acerco a su pareja. --?Que? ?Te decides? --No se. Sabes que me gusta muchoEmma, pero este ejemplar de Orgullo y prejuicio es mas antiguo. El cogio los dos libros que tenia en las manos, los hojeo, miro los precios y luego la miro a ella. --Quedate los dos --sentencio. --?Los dos? ?Ya te va bien? --pregunto la chica. El asintio con seriedad y, mientras iban con Valentina hacia el mostrador para pagar, discretamente dejo el Verne donde estaba. Mientras les cobraba y se despedia de ellos, Valentina envidio a aquella joven. Se notaba que el, a pesar de tener sus gustos y caprichos, era capaz de dejarlos de lado para hacerla feliz. Pues, al fin y al cabo, parecia que ella fuera su mayor capricho.

  • Un caballero inconveniente de Catherine Brook

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    Inglaterra, 1830 Habian pasado cuatro anos desde que Edwin Allen habia asistido a una fiesta de esas. En general, las semanas campestres de lady Pembroke eran del agrado de toda la sociedad, y bastante anheladas por aquellos jovenes que ya se sentian preparados para entrar en el mundo tragico pero ineludible del matrimonio. El no estaba listo, y dudaba que algun caballero de veinticuatro anos recien salido de la universidad lo estuviese. A menos, claro, que fuese un hombre con un fuerte sentido de la responsabilidad y apego a lo tradicional, virtudes que nadie podria adjudicarle jamas. En realidad, era muy dificil que le adjudicaran alguna virtud. Edwin sonrio ante el pensamiento y tomo un sorbo de la copa, su unica compania en el solitario jardin. Para su gran fortuna, era el baile de inauguracion y todos estaban dentro festejando, por lo que era improbable que lo importunaran. No era que detestase las fiestas o a las personas, solo que el preferia entretenimientos mas interesantes. De preferencia, con mujeres menos recatadas que las alli presentes y caballeros tan bromistas como el. Todavia recordaba la discusion que tuvo con Julian al respecto. --Se que eres un adulto, pero el sentido comun me dicta que no es conveniente dejarte solo en casa --habia dicho su hermano Julian con tono inflexible despues de que Edwin rechazara rotundamente la idea de ir a la semana campestre de lady Pembroke. --Si ese es el unico inconveniente, me quedare en un hotel --habia respondido el, haciendo que en los rasgos de Julian apareciera esa mueca contrariada que tanto le divertia. --No, no es el unico. Estas en edad de empezar a introducirte en sociedad. La aristocracia sabe que te has graduado, les ha resultado toda una sorpresa porque todos juraban que te expulsarian. Han empezado a incluirte en las invitaciones. --Espero que no tengan la absurda idea de que me he reformado, porque de ser asi… --Edwin --habia interrumpido su hermano--, ya no eres un jovenzuelo. --Que haya pasado la etapa de bromas no me hace un caballero respetable. No tengo animos para tratar con gente estirada y damas que parpadean como si los ojos se le fueran a secar solo por no pestanear cada medio segundo. !Por Dios, Julian! Sabes que asistir a esa fiesta en particular es gritar que estas buscando esposa. Soy muy joven para eso. No pienso ir y es mi ultima palabra. Por supuesto, no habia contado con que el conde de Granard, que siempre habia sido mas bien benevolente con el y con su melliza Clarice, se pusiera inflexible en el tema. Habia pocas personas que pudieran obligar al famoso mellizo Allen a hacer algo que no deseaba, y Julian estaba en ese reducido grupo que solo conformaban el y Clarice. El primero porque habia sido lo mas cercano que tuvo a una figura paterna cuando quedaron huerfanos a los siete anos, y la segunda porque era su melliza, su otra mitad, y no habia nada que Edwin no hiciera por ella… aunque moriria antes de confesarselo. Asi pues, valiendose de ese respeto que Edwin le tenia, habia conseguido arrastrarlo hasta alli. Por fortuna, Edwin era el cuarto hijo de un conde y sus posibilidades de heredar un titulo eran casi nulas. De lo contrario, estaria rodeado de jovenes casaderas que lo asfixiarian con sus perfumes de rosas y lo marearian con tanto aleteo de pestanas. No tener una fortuna considerable y ser bastante joven tenia sus ventajas. Cuando todos comprendieran que no se habia regenerado --y el se encargaria de que quedase claro-- todo volveria a la normalidad. La aristocracia dejaria de enviarle invitaciones y darian un paso hacia atras cada vez que lo vieran entrar. Despues de todo, si algo inspiraban los mellizos Allen era cautela, y no era para menos. Todos sabian que fueron los mellizos quienes, a la tierna edad de ocho anos, liberaron a los perros de caza en el almuerzo de lady Milford, y ni que decir de cuando Edwin habia incendiado un salon en Eton --y por eso fue expulsado--. La sociedad estaba siendo demasiado idiota al pensar que un personaje como el se podia reformar. Sabia que algunas matronas estaban desesperadas por casar a sus hijas, pero no era necesario llegar a fantasias absurdas. -- Edwin --susurro una voz suave a sus espaldas. Edwin se tenso y se permitio hacer una mueca de repulsion antes de girarse con una sonrisa algo tensa. --Lady Lydia, que sorpresa. En realidad no lo era en lo absoluto. Sabia que la dama estaba alli: llevaba intentando evitarla toda la noche. Supuso que habia sido demasiado optimista de su parte pensar que podria huir de ella toda la semana. --No sabia que habias regresado. Me alegra mucho volver a verte --dijo con una sonrisa. Edwin admitia que tenia una sonrisa bonita. Lastima que fuera lo unico en su rostro. No habia cambiado en lo absoluto desde la ultima vez que la vio; si acaso se habia vuelto mas fea. Tenia una nariz gruesa, como la de las ilustraciones de las brujas en los cuentos; unos ojos muy grandes y un rostro demasiado redondo. Su cuerpo prometia ser un poco mas tolerable, pero era dificil de descifrar con tantas capas de tela encima. La sociedad no las apodaba a ella y a sus hermanas <> por nada. --Llegue hace poco. Por mas que la cortesia lo exigiera, Edwin no se atrevia a responder con un <>. No solo porque no se alegraba, que ya era una razon muy poderosa puesto que el no solia hacer uso de ese tipo de mentiras, sino porque solo agravaria el problema. Habia pensado que una separacion de cuatro anos lo solucionaria por si solo, pero cuando la joven habia intentado llamar su atencion esa noche supo que habia pecado de ingenuo. --Podrias haberme escrito. Edwin tuvo que contener una mueca. No, definitivamente el problema no se habia resuelto. Habia sido demasiado esperar considerando que era un Allen, un apellido maldito para la sociedad, ya que quienes los portaban vivian entre lios y escandalos. En el caso de los mellizos Allen, y de el en particular, los problemas no los encontraban, sino que ellos mismos, ansiosos de diversion, iban en busca de estos. Sin embargo, en ese caso particular, el problema si lo habia encontrado. !Y vaya problema! Todavia recordaba aquel dia con un escalofrio. Clarice y el estaban haciendo un favor que implicaba el allanamiento de habitaciones privadas durante una fiesta. A punto de ser descubiertos, Edwin habia salvado la situacion haciendose el perdido y pregonando que habia quedado con lord Sheritong para hablar de los terminos del cortejo de su hija. Que diablos iba a imaginar que lord Sheritong se enteraria. Asi fue como termino haciendole la corte a Lydia, que, por mas que el solia mostrarse desagradable, se aferraba a el como su tabla de salvacion. No era de extranar. Ella no tenia mas pretendientes y queria conservar al unico que tenia, asi fuera tolerando sus desplantes. A la larga, a Edwin le habia dado pena la joven y habia dejado de comportarse como un desalmado, pero no habia dudado en aprovechar su regreso a la universidad para poner fin a aquel cortejo tan espantoso. O al menos creyo haberle puesto fin. Aunque las pruebas apuntaran lo contrario, todavia queria creer que la joven se habia acercado a saludarlo solo por amabilidad. Si, eso es algo que ella haria. --Los chismes llegan mas rapido que una carta --apunto Edwin, fingiendo indiferencia--. Y hablando de chismes, no deberias estar aqui fuera mucho tiempo. No es bueno para tu reputacion. Lydia lo miro de una forma extrana, como si no lo comprendiera. --?Te sucede algo, Edwin? Te noto extrano. --Estoy bien. Pero deberiamos regresar… --Hizo ademan de marcharse. Si no se iba ella, tendria que hacerlo el. Una situacion asi era tentar demasiado al apellido Allen. --No entiendo la urgencia. Se que no es correcto, pero ya que nos vamos a casar… Edwin no escucho lo que dijo despues de eso. La insinuacion del matrimonio lo detuvo en seco. ?Casar? ?Se habia vuelto loca? Seguro que si. En cuatro anos podian suceder muchas cosas, y no era por ser cruel, pero el constante rechazo al que Lydia debia haberse visto sometida podia haber afectado sus capacidades mentales. Suponia que era uno de los efectos mas drasticos de saberse una solterona. Algunas se amargaban, otras vivian de ilusiones y unas pocas como lady Lydia mezclaban esas ilusiones con la realidad hasta fusionarla y convertirla en un mundo ideal que solo ella veia, con un caballero solo para ella. Edwin debia dejarle claro que el no podia ser ese caballero. --?Casarnos? Tenia muchas cosas mas que decir, pero la incredulidad lo superaba. La palabra le causaba fobia. Casarse. Asumir responsabilidades. De verdad ella se habia vuelto loca. Tomo un sorbo de licor para tranquilizarse. Lydia lo miro con extraneza. --Antes de marcharte dijiste que cuando regresaras nos casariamos. Edwin casi se atraganta con la bebida. Su piel palidecio dos tonos. El no pudo haber dicho semejante idiotez. Era cierto que mentia con frecuencia para salir de problemas, y tambien recordaba que antes de enfrentar algunos encuentros con ella se tomaba unas cuantas copas para darse valor, pero que lo condenaran si habia prometido semejante cosa. Bajo ninguna circunstancia, ni siquiera borracho, podria haber mencionado algo tan absurdo. Edwin se tomaba muy en serio su libertad. Jamas bromearia con ello. Definitivamente esa joven habia perdido el juicio. --Bueno, esas no fueron tus palabras exactas --continuo ella al ver su expresion de incredulidad. Edwin respiro con alivio. Le alegraba saber que no era el quien estaba perdiendo la cordura--, pero dijiste que necesitabas ir a la universidad para poder ofrecer a la dama con la que te casaras un futuro prometedor. Dijiste que mi padre jamas aceptaria a un don nadie en la familia. Eso si lo recordaba. Si, eso habia sido con exactitud lo que habia dicho, aunque estaba seguro de que la mencion de lord Sheritong habia sido un ejemplo y no una insinuacion. Recordaba haber dicho: <>. Dicho de esa forma si parecia una indirecta, pero !que diantres! Estaba demasiado desesperado por quitarsela de encima.

  • Camino hacia la fresca charca de Jose Antonio Moreno Mena

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    Jorge Fernandez es un actor que, por decision propia, vive en una Situacion Optima Libre de Traiciones, Errores Romanticos y Sin Obligaciones Sentimentales. Cansado de la vida publica, lleva seis anos apartado de los medios, disfrutando como padre soltero de las travesuras de su hija Natalia y de las intensas conversaciones que mantiene con Patricia Ramirez, una mujer recia, segura de si misma y autoritaria que se ha convertido en una abuela para la pequena y en una madre para el.

  • ?Es broma?, Tamara Kruger de Tamara Kruger

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  • Una novela criminal de Jorge Volpi

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    Una novela criminal, de Jorge Volpi, ganadora del XXI Premio Alfaguara de novela.

  • Alados. Renacer oscuro de Alissa Bronte

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  • El patriota de Dios de Mario Escobar

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    Una serie de extranas muertes estan sucediendo en el Capitolio. La agente Alexandra Kolbe, viuda de uno de los heroes del US Capitol Police, tiene que resolver los crimenes y descubrir al asesino antes de que se disuelvan las camaras de representantes. Un funcionario iraqui del ministerio del Interior tiene que supervisar el sistema de seguridad del Capitolio para implantarlo en el Parlamento de Irak, pero unos terroristas amenazan a su familia, obligandole a realizar el atentado mas terrible de la historia.

  • Dulce Carolina de Lidia Paez

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    Desde que Diego la abandona sin ningun tipo de explicacion, Carolina vive dedicada a su profesion y a Martin, su sobrino. La reposteria es su vida y, junto a su hermana y su padre, regenta la pasteleria familiar que abrio su abuelo hace mas de cincuenta anos.
    En el edificio en el que vive, y tras un tiempo sin inquilinos, se instala en el piso de arriba un chico que le llama la atencion. Alto, moreno y sonriente, tiene pinta de arrasar alla por donde pasa. ?Como se llama? ?A que se dedica? ?Tiene pareja?
    En la intimidad de su habitacion, Carolina fantasea con tener a su vecino bajo sus sabanas, pero ?que pasara cuando se de cuenta de que las fantasias pueden hacerse realidad?

  • Las brujas de Celso Castro

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    Un joven relata a modo de confesion la historia de su relacion con Lorena, hija de una bruja y hermana de leche, ya que fue criado por una nodriza. Con una voz discursiva que sigue sus pensamientos mas intimos, asistimos tambien a la relacion que mantiene con su familia, madre y hermano lo desprecian por su parecido fisico con el padre que los abandono. Hechizado por Lorena, se vera condenado tanto a amarla como a aborrecerla.

  • Mi amigo invisible de Guillermo Fesser

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    Con la mezcla de cotidianeidad y surrealismo que le ha convertido en un referente del humor contemporaneo en Espana, Guillermo Fesser hace en esta novela una version 2.0 de La tesis de Nancy, la cara B de su best-seller A cien millas de Manhattan. Su protagonista, Ingelmo, es un autor en crisis, incapaz de enfrentarse al reto de escribir su segunda novela tras el moderado exito de la primera. A su crisis creativa se le suma un tsunami vital y matrimonial que el personaje va desgranando en primera persona. Por si esto no fuera ya lo suficientemente complicado, nuestro heroe tiene que soportar todo el dia los sermones que le suelta Agenjo, su amigo invisible. Cuando Ingelmo piensa que no podra soportar mas dosis de neurosis al cuadrado y de surrealismo al cubo, Agenjo le hara una propuesta que no podra rechazar.

  • La ceguera del cangrejo de Alexis Ravelo

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    JAVIER VALENZUELA, Infolibre Oficialmente, la historiadora del arte Olga Herrera fallecio en un absurdo accidente en Lanzarote mientras ultimaba una biografia del mas famoso artista de la isla: Cesar Manrique. Pero para Angel Fuentes, militar de profesion destinado en el Libano y companero sentimental de la victima, la verdad de su muerte tuvo que ser otra, aunque nadie salvo a el le interese averiguarla. Recien aterrizado en suelo canario, el sargento Fuentes ira reproduciendo a traves del volcanico paisaje lanzaroteno el itinerario que realizo su pareja para documentarse.

  • Mas que cuerpos de Susana Martin Gijon

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    Mas que cuerpos es una novela de Susana Martin Gijon que revisa el genero policiaco desde una perspectiva femenina y social en la que se abordan sin reservas el racismo, la homofobia, los nuevos modelos de familia o los crimenes de genero durante un caso de violencia domestica que oculta mucho mas de lo que las apariencias sugieren.

  • Vidas cruzadas de Ana Coello

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    Isabella; una joven decidida, fuerte y. huerfana que debe luchar por sacar a sus dos hermanos menores adelante sin la menor posibilidad de lograrlo pues siempre la vida se ha empenado en quitarle, no darle.

  • La fragilidad del crisantemo de Jose Vicente Alfaro

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    Dos hermanos pequenos se sumergen en la profundidad del bosque en busca de lena, cuando una extrana criatura alada se materializa ante sus aterrorizados ojos...

  • Vacaciones en el infierno de Catherine Rosell

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    Evan, un policia experimentado, despierta de un terrible sueno solo para enterarse del regreso de su Nemesis.
    El Agape, un despiadado asesino que reaparece 20 anos despues, complicara aun mas su vida.
    La oscuridad aparecio de nuevo en las calles de Ravenville y la lucha sera dura para todos.

  • La vida mas patetica de Dryadeh Lair

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    Eryn lleva anos sola. A Peter acaba de dejarlo su novia.
    Los dos tienen algo en comun: no estan buscando conocer a alguien, pero cuentan con unos amigos tan bienintencionados como entrometidos que se han empenado en encontrarles pareja. Cuando se conocen, tras una encerrona, Eryn y Peter se sumen en una alocada competicion por ver quien tiene la vida mas patetica.
    Aunque no acabara como esperaban…

  • Cuando se trata de ti de Lucia Alfaro

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    Ayla es una chica joven timida e inexperta, Victor es un hombre maduro extrovertido y experto. Ayla quiere librarse de algo que ha acabado suponiendo una carga para ella y Victor es un gigolo que necesita el dinero.
    Dos personas completamente distintas con un acuerdo claro. Lo que no saben, es que van a tener mas cosas en comun que el sexo y el dinero.

  • Daniela y su decision (No mas mentiras 3) de Ariadna Baker

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    Se te desgarra el alma y la vida por completo… Y no tienes las fuerzas para gritar con rabia todo eso que sientes dentro de ti, aquello que duele, quema, te apaga. Veinticuatro horas habian pasado desde que lei aquella carta, las peores de mi vida, cada vez me iba superando mas en conseguir que todo aquello que me pasaba, fuera a peor… ?Hasta donde podia aguantar un corazon? ?Que mayor horror que saber que lo que mas amaba se esfumaba y no sabias hacia donde? Su familia habia recibido un mensaje de despedida y cuando lo llamaron, ya el telefono estaba apagado, imagino que fue en el mismo momento que dejo la carta sobre la mesa. Pense de todo: un secuestro, unas amenazas, que se habia ido con otra mujer y no tenia las agallas de decirlo a la cara, o habia cometido un delito y no queria que lo pillaran, incluso que le hubiesen detectado una enfermedad terminal y no queria que pasaramos ese sufrimiento. No, no me iba a quedar de brazos cruzados, esto no se podia quedar asi, ademas, le prometi que no volveria a desconfiar de el hasta escucharlo, pues ahora me tenia que dar las respuestas y lo iba a encontrar, aunque fuera debajo de las piedras. Veinticuatro horas sin dormir, llorando, con la compania de Marisa, que se habia quedado conmigo, mis ninos estaban en su casa con Manu. --Si esta enfermo, ire a estar con el sus ultimos dias, si esta secuestrado, alguien pudo ver algo, si esta en algun pais, alguien lo debe de ver, este donde este --le di al boton de publicar --, lo voy a encontrar. Marisa me miro afirmando entre lagrimas, otra que llevaba veinticuatro horas a lagrimas tendidas, pero a mi lado, como siempre, sin soltarme de la mano. Lo publique en todas mis redes y, por supuesto, etiquetandolo a el, ese actor tan afamado en el mundo que cuando sus fieles seguidores leyeran el post con foto de el incluida, no iban a tardar en compartidlo y hacerlo llegar a todos los lugares del planeta. "Es el padre de mis hijos, es la persona que mas amamos. Esta desaparecida y puede ser en cualquier circunstancia. Ayudenme a encontrarlo, por favor" Eso fue lo que acompane con su foto. Sabia que no habia mejor forma de conseguir algo que, con una legion detras de gente compartiendo. Ni cinco minutos habia pasado y ya estaba compartido mas de cien mil veces, y tres horas despues, ya tenia dos agentes de policia en la puerta. Si hubiera ido yo, no me habrian hecho caso porque el, era mayor de edad y habia pasado muy poco tiempo, pero las redes mueven al mundo. --Soy el inspector Hugo, pertenezco a la zona de Cadiz, pero viendo la relevancia de este caso y de la persona de la que se trata, he pedido coger el caso --extendio su mano. --Gracias. --El, es el agente David --me estrecho la mano. --Hugo, se que ademas eres uno de los autores de La Tribu --sonrei. --Perdon, no queria entrarte en plan de… tenemos amigos en comun, porque queda un poco feo --sonrio --. Fueron los chicos, Manu, Aitor y Marcos, quienes me pidieron que cogiera este caso --se me saltaron las lagrimas. Les conte todo lo que fui notando los ultimos dias y con las personas que me dijo que estaba, ademas les entregue la carta que me habia escrito, pero antes le tire una foto. Queria tenerla. El inspector Hugo era conocido mediaticamente, por haber contribuido a la liberacion de una chica llamada "Laia" que estuvo en Marruecos bajo la doctrina de su marido siendo maltratada en muchos sentidos. Ademas, la autora Ariadna Baker, una de las escritoras de La Tribu, hizo la trilogia "Cautiva", la historia de esa mujer. Una emotiva trilogia donde los sentimientos no hacen mas que estar a flor de piel. Y no solo eso, despues se vio envuelto en la desaparicion de la personita que el mas queria en el mundo. Asi que, entre la presion mediatica y el historial de Hugo, esperaba muy pronto tener respuestas a tantas preguntas. Ahora me tenia que ayudar a mi y no se por que confiaba mucho en el. Hugo se iba a quedar en Malaga durante unos dias, esos que son los principales para cualquier investigacion. Les ofreci quedarse en mi casa y el, acepto de inmediato. Su companero regreso a Cadiz y desde alli estaria al tanto de todo, al igual que su equipo, que desde alli estarian trabajando en todo lo que el pidiera. Se quedo en el rincon del salon donde escribia Ethan, comenzo a pedir informes de todo, ademas, habia hablado hasta con el juez para poder acceder a cuentas y registros telefonicos. Asi como pedir a las companias aereas que comprobara si habia viajado en uno de sus vuelos. Y eso hizo, pedir informacion de sus cuentas, yo no las tenia, asi que no lo podia facilitar. Me puse en un rincon del sofa con Marisa y mire el movil, se habia hecho viral lo de Ethan y los medios de comunicacion ya hablaban sobre ello en todo el planeta, es mas, habia una avalancha de periodistas en la puerta de mi casa esperando a que saliera. Para salir estaba yo… Prepare unos sandwiches para cenar, yo no tenia ni ganas, pero ellos debian comer, sobre todo, Hugo, ese hombre que daba paz a la casa pese a no parar de trabajar. Tenia algo que tranquilizaba, aunque fuera solo un poquito en medio de este Caos. Esa noche se hizo viral una fotografia de Ethan en un vuelo, por la ropa era actual, decian que lo habian visto en un vuelo, Malaga-Roma. Y si, porque esa compania aerea lo confirmo, lo que quedo claro es que, si habia hecho escala, no fue con la misma. Asi que teniamos que seguir esperando, o pensar que estaba en Roma ?Y que se la habia perdido alli? Llorar es lo unico que me nacia, llorar y saber que algo muy grave estaba pasando para que el, se estuviera alejando por su propia voluntad y mas, despues de comprobar en la foto que de un secuestro no se trataba. Capitulo 2 Era la segunda noche que habia pasado sin Ethan y sin saber nada, excepto que cogio un vuelo a Roma. Prepare el desayuno para Hugo y un cafe para mi. Marisa se habia ido a echar un vistazo a los ninos, por si necesitaba algo Manu. Lo vi raro y me dijo algo que me dejo sin aliento. --Han detenido a Irene para un interrogatorio… --?Irene? --Senti una presion en el pecho. --Si, la ex de Ethan. --Ya, ya ?Y que puede hacer alguien como ella? --No lo se, pero con peores cosas he lidiado… --?Que esta pasando Hugo? --No lo se, pero lo voy a averiguar como sea. --?Crees que ella puede tener alguna conexion con algo? --No lo se, de verdad, pero si la tiene, lo voy a saber. --Tengo mucho miedo, Hugo --se me volvieron a saltar las lagrimas. --Lo se, una vez pase por esto --me toco el hombro como muestra de carino. --?Crees que lo volvere a ver? --No lo se, no te voy a mentir, pero encontrarlo, lo encontraremos. --Me da la sensacion de que estas barajando la hipotesis de un asesinato -- dije con miedo. --No, a la vista que se fue en principio a Roma y no se le veia en una situacion delicada… Pero algo me dice que aqui hay un trasfondo muy fuerte y lo averiguare. --Dejate la vida, Hugo. Te lo compensare. --Mi recompensa sera traertelo de vuelta --me acaricio la barbilla y se marcho. Me sente en el sofa llorando, sentia un desconsuelo de esos que parecen que te van a llevar a desfallecer y no volver en conocimiento ?Que te estaba pasando, Ethan? Marisa llego a media manana, me dijo que los ninos estaban de lo mas entretenidos con Manu, que no me preocupara por ellos. La verdad es que ese hombre era todo corazon y ponia su alma en ayudar a los demas. --Me voy a volver loca, no dejo de vomitar de los nervios. --No estaras prenada, ?verdad? --No, no, creo que no, por Dios, lo que me faltaba --negue con las manos en la cara y llorando de tristeza. --Bueno, carino, seguro que pronto aparecera. --No lo se, pero me da mucha tristeza no saber que le esta pasando y no poderlo ayudar. Hugo llego a la hora de la comida diciendo que lo unico que tenia Irene, era un pavo encima que no podia con el. Descartada de la investigacion. Pava desde luego que era… Fue a las cinco de la tarde cuando un nuevo giro se dio en el caso, salto en todas las noticias y se hizo viral.

  • Los ultimos dias de Nueva Paris de China Mieville

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    Marsella, 1941. En el caos de la guerra, el ingeniero estadounidense Jack Parsons tropieza con un grupo clandestino antinazi, incluido el teorico surrealista Andre Breton. En los extranos juegos de los diplomaticos disidentes, los revolucionarios exiliados y los artistas de vanguardia, Parsons encuentra y canaliza la esperanza. Pero lo que involuntariamente desencadena es el poder de los suenos y las pesadillas, cambiando la guerra y el mundo para siempre. Ano 1950. Thibaut, un luchador surrealista solitario, camina por una nueva y alucinogena Paris, donde los nazis y la Resistencia estan atrapados en un conflicto interminable y las calles son acechadas por imagenes y textos que parecen cobrar vida con las fuerzas del Infierno. Para escapar de la ciudad, debe unirse a Sam, un fotografo estadounidense, y hacer causa comun con una poderosa y enigmatica figura… Pero Sam esta siendo cazado. Y surgiran nuevos secretos que pondran a prueba todas sus lealtades, a la nueva y la vieja Paris, y a la realidad misma. <> URSULA K. LE GUIN <> NEIL GAIMAN La critica ha escrito sobre Los ultimos dias de nueva Paris<> NPR <> USA TODAY <> CHICAGO TRIBUNE

  • Mi nombre es Lago y estoy hablando de Noelia de Abril Lainez

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    A punto de llegar al fin de una prolongada convalecencia, Noelia recibe un libro de un remitente desconocido, cuyo titulo provoca en su alma un seismo, transportandola de golpe a su pasado. La dedicatoria, misteriosa, asi como el contenido, que relata los cuatro mejores anos de su vida, contados por una persona que lleva nueve anos intentando olvidar, la sumergen sin poder evitarlo de pleno en sus paginas. Desde ese momento, tendra que enfrentarse a una complicada aventura emocional que la traslada al sur de Espana. Una aventura en la que rememora una batalla acontecida en 1808 y unos versos escritos en latin diez siglos antes. Una aventura para la que no esta preparada, pero que debe afrontar si desea conocer todos los misterios que quedaron sin resolver.

  • Si te preguntan por mi de Manoli Rodriguez Valerio

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    Apenas un mes despues de la muerte del propietario del hotel donde trabaja Jana, su vida empezara a dar giros inesperados. Recibir las cartas de su supuesto padre, el cual nunca conocio y lidiar con el nuevo propietario del hotel, el hijo del difunto dueno, hara de su vida un rompecabezas. No tardara nada en enamorarse de ese joven tosco aleman, mientras a su vez sigue recibiendo cartas que no desvelan la identidad de su progenitor, donde le explica la triste historia con su madre, la prepara para la verdad. Jana anda tan sumamente enamorada del misterioso joven, que no es capaz de atar cabos y entender que esta pasando… De nuevo tendra que enfrentarse a dos verdades a la vez, quien es ese joven y sobretodo, quien es su padre.

  • Amante Liberada de J. R. Ward

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    Payne, hermana gemela de Vishous, esta cortada por los mismos oscuros y seductores patrones que su hermano: es una luchadora por naturaleza y una rebelde cuando se trata de ejercer el papel tradicional de la mujer. Encarcelada por su madre, la Virgen Escribana, por fin se ha liberado, pero ha sido para enfrentarse a una devastadora lesion. El Doctor Manny Manello es reclutado por la Hermandad para curarla, ya que es el unico que puede hacerlo. A pesar de que el medico nunca antes habia creido en los seres que se mueven en la noche como los vampiros, acabara dejandose seducir por una poderosa mujer que dejara marcado tanto su cuerpo como su alma. Finalmente los dos encuentran mucho mas que una conexion erotica, haciendo colisionar los mundos humano y vampirico... Ademas, Payne debera resolver un asunto de un par de siglos atras que pondra en grave peligro su amor y sus vidas.

  • La Redencion de Logan de Olga Diaz

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    Un asesinato ocurrido hace mas de veinte anos, un secuestro, una victima a consecuencia de la violencia de genero y un padre obsesionado con su hija, son los ingredientes que unen a los protagonistas de esta historia.
    Cuando Logan tenia ocho anos fue testigo del asesinato de su padre; hecho que lo marco emocionalmente y que hizo crecer en el una sed de venganza, por ello secuestra a Amelia, quien es la hija de uno de los empresarios con mas dinero de la ciudad de Nueva York, pero las cosas no siempre salen como se planifican, si sabemos jugar el cazador puede ser cazado.

  • Bonita – Carolina Blanca de Carolina Blanca

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    Esta es la historia de Florencia, una muchacha que vive sola durante la semana, usa ropas de varon por motivos personales y su unico gran anhelo es egresar de la escuela para entrar a la universidad y no volver a depender de nadie.
    Tambien es la historia de Franco, un hombre que atraviesa un periodo delicado tras la muerte de su abuelo y la ruptura de su compromiso matrimonial. Es asi como, buscando descanso, conoce a Florencia y pronto surge entre ambos una gran amistad que no tardara en derivar a sentimientos mas profundos.
    Florencia tiene sus motivos para rechazar la cercania masculina en general y Franco no quiere incomodarla buscando su contacto, pero cuando los sentimientos se tornan insoportables para el, busca la manera de llegar hasta ella como hombre. Desgraciadamente el tiempo se agota y debe regresar a la capital, de donde proviene, dandose cuenta de que ha quedado atrapado en el juego inocente que el mismo invento para hacerla sonreir, anhelando a esa mujer que otros han lastimado de todas las formas posibles.
    ?Lo lograra o las heridas de Florencia le impediran amarlo?

  • La casa del tiempo de Laura Mancinelli

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    ?Por que la habia comprado? ?Que iba a hacer con aquella casa enorme de cuyo estuco rosado solo quedaban restos, la sombra borrosa de su antigua belleza? ?Necesitaba aquella casa? No estaba cansado, pero se sento en un bordillo al lado de la carretera y, con el impermeable doblado sobre las rodillas, se quedo mirando hacia la casa rosa que desde la colina dominaba el valle. Era un dia frio de abril; un limpido y nervioso viento del norte batia la hierba, que se ondulaba como las olas del mar. Aqui y alla solo destacaban las protectoras flores de diente de leon desafiando al sol con su amarillo esplendido. Las golondrinas aun no habian regresado. Estaba sentado en aquella piedra, atento a un desasosiego interior que lo obligaba a arrugar el ceno con un gesto pensativo. Estaba furioso consigo mismo, con la casa rosa, con el mundo entero. Y, sobre todo, con su coche, que se habia averiado justo alli, en aquel lugar donde detenerse habria sido su ultima intencion, en aquel pueblo adonde habia ido a toda prisa, aprovechando una manana libre, para recoger un certificado porque alli habia nacido. Orlando, pintor, vivia en la ciudad desde hacia mucho tiempo, y el pueblo ahora le resultaba extrano. No iba por gusto. Y cuando lo hacia, como ahora, a por un documento o por las muertes recurrentes, para visitar alguna tumba de los suyos, debia sobreponerse a cierta reluctancia. Y siempre estaba deseando irse. Tampoco conseguia explicarse el motivo. Entonces, ?por que la habia comprado? ?Que haria con ella? Miraba los restos de estuco, surcados por grietas estrechas que se alargaban hacia la parte baja hasta perderse detras de una vieja y enorme enredadera. ?Como iba a poder restaurar, en definitiva, una casa tan grande y compleja, que tenia incluso una torre circular en la que se adivinaba la presencia de una escalera de caracol? Se incorporo colocandose el impermeable bajo el brazo y recorrio el tramo que conducia hasta la puerta principal. Midio con largos pasos el caprichoso perimetro de la casa por una acera empedrada y musgosa mientras alzaba la mirada hacia los agrietados muros de la vetusta edificacion. Su casa. Hundio la mano en la enredadera humeda con un impulso de otro tiempo, de cuando era pequeno y tanteaba la forma de los sillares, grandes y pesados, bajo las trepadoras que aferraban sus pequenas raices a la escasa tierra acumulada en los intersticios, alli donde el revoque desvelaba la irregular mamposteria de los cimientos. Tambien ahora, con su mano grande de adulto, sintio la forma de la piedra y sonrio. Sonreia mirando aquel muro como se mira un rostro amado, sonreia a las hojas que, batidas por el viento, mostraban su dorso plateado. Despues se estremecio de pura irritacion. Pero ?por que la habia comprado? ?Por que su coche se habia averiado justo alli, en aquel lugar, en la calle principal de su pueblo? Mientras lo reparaban --un trabajillo de un par de horas--, el habia firmado el contrato de compra de aquella casa. Una casa que no habia deseado nunca y a la que no sabia que uso le daria. Eso habia hecho el, mientras que cualquier otra persona, alguien normal, durante la espera habria ido a tomar un cafe y leer el periodico. En realidad, se habia dirigido al unico alojamiento del pueblo, que tambien era el bar, si bien este conservaba la misma estructura, aspecto y funcion de fonda que habia tenido siempre: la fonda de Placido. Por lo tanto, era culpa de Placido que ahora estuviera metido en tal embrollo. !Menudo liante estaba hecho Placido! La verdad es que Placido solo contesto a su pregunta sobre las novedades del pueblo, una pregunta que el habia hecho por casualidad, sin interes. ?Que le importaba a el lo que ocurriera en el pueblo? Hacia muchos anos que lo habia apartado de su vida. La pregunta la hizo por no quedarse callado despues de que Placido lo recibiera con un entusiasta: <>, y el, estrechandole la mano, sin saber que decir, preguntase: <>. Y ahi empezo todo. Placido le respondio con total indiferencia, mientras trajinaba con la maquina del cafe, que aquella casa estaba en venta, la casa de la maestra. <> Y el, mientras se tomaba el cafe, respondio: <>. Aquellas palabras habian bastado. Lo demas ocurrio por si solo, como si en aquel acontecimiento el hubiera sido un mero espectador: entro tambien a tomar cafe el agrimensor del pueblo, que ejercia de procurador en la venta de la casa, y hablaron. El le dijo que le gustaria mucho volver a verla, y el dueno de la fonda se ofrecio a acompanarlo con su coche. !Maldito Placido! Aunque, en verdad, ?que tenia que ver Placido? Ni siquiera habia intervenido en la conversacion. De hecho, estuvo muy atareado distribuyendo los ceniceros limpios por las mesas. Seguro que ni siquiera los escucho. Asi pues, se subio al coche con el agrimensor para ir a ver la casa, ya que, de todas formas, tenia que esperar a que acabasen la reparacion del suyo. Todavia faltaba una hora. Y alli mismo, sobre el capo del coche del agrimensor, fue donde firmo el contrato de compra y entrego un cheque a modo de deposito. Y ahora la casa era suya. Siguiendo con la mirada el zocalo de piedra, descubrio un muro de cemento donde la vegetacion escaseaba y dejaba a la vista una pared de reciente construccion. Se detuvo desconcertado. Alli, en medio de ese muro, justo alli, debia de estar la antigua puerta que daba al huerto. Y a la derecha de esa puerta, en otro tiempo florecio un precioso laurel, el mas esplendido del pueblo, en torno al cual se entretejieron sus suenos de nino, pero no porque en pleno invierno el laurel levantase majestuoso sus frondosas ramas indiferentes al frio, sino porque le habian contado que con sus hojas se coronaba a los poetas, a los artistas y a los grandes hombres, y el lo habia visto en la portada de la Eneida, en la cabeza de Virgilio, y no se le habia olvidado nunca. Cada vez que veia aquella planta, se acordaba. El laurel ya no estaba. Alguien lo habia talado. Tampoco estaba la puerta del huerto, solo una tapia bordeada de ortigas. Las aparto con el pie y luego las arranco con la mano desafiando el escozor, hasta que descubrio un retono camuflado que se habia abierto camino entre las piedras. Lo libero delicadamente y se encontro con el tronco del laurel, cortado a ras de tierra. Lo miro como quien recupera algo que le han robado. Cogio un palo del huerto asilvestrado y lo clavo junto al tocon, pegado a ese brote joven que estaba a punto de dar las primeras hojas. Ahora aquel laurel era suyo, como la casa de la maestra.

  • La encargada de vestuario de Patrick Mcgrath

    https://gigalibros.com/la-encargada-de-vestuario.html

    La ultima novela del prestigioso autor britanico, Patrick McGrath, es un homenaje al mundo del teatro. Una atmosferica novela ambientada en un Londres de posguerra amenazado por el espectro del fascismo.