libro donde me encuentro
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libro donde me encuentro - Jhumpa Lahiri
https://gigalibros.com/donde-me-encuentro.htmlLa nueva novela de la gran autora revelacion de los ultimos anos, ganadora del Premio Pulitzer, y su mayor desafio literario: las estaciones de una mujer de hoy.
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DONDE ME ENCUENTRO | JHUMPA LAHIRI | Casa del Libro
https://www.casadellibro.com/libro-donde-me-encuentro/9788426406934/9083590Una mujer camina por una ciudad contemplando su soledad y la de quienes la rodean. ... Cuando se cruza con el novio de su amiga por la calle, las posibilidades ...
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Donde me encuentro (Narrativa) Tapa blanda - Libros - Amazon
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DONDE ME ENCUENTRO - LAHIRI JHUMPA
http://quelibroleo.com/donde-me-encuentroA ratos es extraordinario y a otros menos, pero es un libro muy recomendable. Estructurado en pequeños capítulos, algunos pasajes son conmovedores y su calidad ...
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Donde me encuentro | Penguin Libros
https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/30673-libro-donde-me-encuentro-9788426406934La nueva novela de la gran autora revelación de los últimos años, ganadora del Premio Pulitzer, y su mayor desafío literario: las estaciones de una mujer de ...
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'Donde me encuentro': el retrato de mujer de Jhumpa Lahiri
https://www.semana.com/cultura/articulo/resena-del-libro-donde-me-encuentro-de-jhumpa-lahiri/641566/23 nov 2019 — Luis Fernando Afanador reseña el libro más reciente de la norteamericana de origen bengalí, una novela que originalmente escribió en ...
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donde me encuentro - lahiri, jhumpa - Cervantes y compañía.
https://www.cervantesycia.com/libro/donde-me-encuentro_294773DONDE ME ENCUENTRO · Artículos relacionados · Otros libros del autor · Boletín de Novedades · Contacto · Páginas legales · Atención al cliente.
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Donde me encuentro - Libro de Jhumpa Lahiri - Lecturalia
https://www.lecturalia.com/libro/103020/donde-me-encuentroUna mujer camina por una ciudad contemplando su soledad y la de quienes la rodean. ... Cuando se cruza con el novio de su amiga por la calle, las posibilidades ...
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donde me encuentro - Machado Libros.
https://www.machadolibros.com/libro/donde-me-encuentro_552070DONDE ME ENCUENTRO, LAHIRI, JHUMPA (1967), 16,90€. La nueva novela de la gran autora revelación de los últimos años, ganadora del Premio Pulitzer, ...
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donde me encuentro - lahiri, jhumpa - La caixa d'eines
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Donde me encuentro - Jhumpa Lahiri -5% en libros | FNAC
https://www.fnac.es/a6559940/Jhumpa-Lahiri-Donde-me-encuentro4 abr 2019 — Donde me encuentro, libro o eBook de Jhumpa Lahiri. Editorial: Lumen. Los mejores precios en libros y eBooks.
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El interprete del dolor de Jhumpa Lahiri
https://gigalibros.com/el-interprete-del-dolor.htmlLa entusiasta acogida que el publico lector hispanohablante ha deparado a las dos ultimas novelas de Jhumpa Lahiri Tierra desacostumbrada y La hondonada ha hecho indispensable la reedicion de su opera prima, con la que la escritora indo-norteamericana inicio su fulgurante trayectoria literaria. Con apenas treinta y dos anos, esta joven estadounidense de ascendencia bengali obtuvo nada menos que el Premio Pulitzer y se gano el elogio unanime de la critica y los lectores con su prosa diafana y precisa como un bisturi. Los nueve relatos que componen este libro revelan la maestria de Lahiri para trazar una compleja cartografia emocional, la de una serie de personajes que en su busqueda de la felicidad traspasan fronteras geograficas, culturales y generacionales. Ambientadas tanto en la India como en Estados Unidos, estas historias despliegan la riqueza y la profundidad de la mirada de Lahiri, capaz de detectar los mas sutiles conflictos en las relaciones humanas y plasmarlos con una delicadeza incisiva y conmovedora. Nadie que, por cualquier motivo imaginable, se haya sentido alguna vez en su vida extrano y alienado del mundo podra evitar darse por aludido en estos relatos. Asi pues, en estas paginas soberbias, Jhumpa Lahiri plasma un complejo tapiz de emociones y desasosiegos, una incursion a la intimidad de las personas que, indefectiblemente, resulta cautivadora por su belleza, su poder de evocacion y la perennidad de su discurso.
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Mi Sol (Improvisto Amor 2) de Lily Cerda
https://gigalibros.com/mi-sol-improvisto-amor-2.htmlLa senorita Sol es una alegre y hermosa joven, desprovista de malicia, ya que ha sido criada en el campo de Chervach por su abuelo el senor Mellor.
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Bilogia completa Nadie mas que tu de Claudio Hernandez
https://gigalibros.com/bilogia-completa-nadie-mas-que-tu.htmlEn este libro encontraras dos los libros que protagoniza el nuevo inspector del ano.
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Una deliciosa distraccion de Tina Wainscott
https://gigalibros.com/una-deliciosa-distraccion.html!Dale rienda suelta!
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Tesoro oculto de Diana Scott
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La institutriz y el escoces de Julia London
https://gigalibros.com/la-institutriz-y-el-escoces.htmlBernadette Holly, una institutriz inglesa, habia cometido el error de fugarse con su amante, y ese error le habia costado su reputacion. Ya no tenia miedo de nada; ni siquiera del sombrio y peligrosamente atractivo escoces que se debia casar con la joven que estaba a su cargo, la inocente Avaline Kent.
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Un verano en Chatsworth, Alexandra Risley de Alexandra Risley
https://gigalibros.com/un-verano-en-chatsworth-alexandra-risley.htmlMientras la mayoria de las jovenes de su edad suenan con enamorarse y lograr un matrimonio conveniente, Fanny Thorton apunta mucho mas alto: desea ingresar a una prestigiosa universidad para cursar la carrera de medicina.
Aunque los muros que el mundo academico ha erigido para las mujeres se derrumban en una era de avances y trasformaciones, Fanny sufre al no poder concretar sus objetivos. hasta que un golpe de suerte la pone a un solo paso de ellos. Es invitada a asistir al prestigioso retiro intelectual de Chatsworth House, una temporada vacacional reservada para los alumnos mas destacados de la Universidad de Cambridge, que se celebra cada ano en la magnifica mansion campestre del duque de Devonshire.
En aquel exclusivo entorno de recreacion y erudicion -pero tambien de rechazo de parte de quienes la consideran una arribista con suerte-, Fanny reafirmara su determinacion de estudiar y de demostrar que una mujer es tan capaz como un hombre de convertirse en medico.
En Chatsworth House conocera a dos brillantes y atractivos estudiantes que compartiran su pasion por la medicina: el enigmatico Gabriel Seymour, cuyo talento es minimizado por su terrible reputacion, y el arrogante lord Everett Sinclair, quien pone en duda la tenacidad de una mujer para ejercer la medicina. Gabriel y Everett reviviran viejas rencillas y crearan nuevas cuando ambos pongan sus ojos en la resuelta jovencita que aspira matricularse en Cambridge a como de lugar y convertirse en medico.
Alexandra Risley continua escudrinando en la flamante era victoriana y se detiene en los inicios de la medicina moderna, en el limitado acceso a la educacion para la mujer y en su denodada lucha por lograr la igualdad.
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Rayo de corazon de E. L. Todd
https://gigalibros.com/rayo-de-corazon.htmlRyker me conto por fin todo lo sucedido hace meses. Explico la razon de su distanciamiento y su frialdad.
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Una sombra sobre Madrid de Claudio Hernandez
https://gigalibros.com/una-sombra-sobre-madrid.htmlEl asesino busca a un mendigo. Sus cuellos rajados y un clavo antiguo atravesando sus bocas, son la marca de identidad de un psicopata que siembra una sombra sobre Madrid. Pablo Manrique, el nuevo inspector de policia sera el encargado de llevar las investigaciones de esta siembra de asesinatos.
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Comeme ferozmente de Jesus Alderete Zapata
https://gigalibros.com/comeme-ferozmente.htmlLa clasica historia de Caperucita y el Lobo para protagonizar JUEGOS de ROL en 6 ROMANTICOS y EROTICOS Capitulos (Guiones), con 3 diferentes niveles de atrevimiento. Incluye Miniretos y Tips.
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En el corazon del lobo (Wolfheart 1) de Jess Gr
https://gigalibros.com/en-el-corazon-del-lobo-wolfheart-1.htmlDesde Nino siempre se me ha dicho que el caracter de un hombre es como tener dos lobos que habitan en constante pelea en el corazon. El lobo negro es violento y sediento de venganza mientras el blanco es compasivo, misericordioso y sabe amar. Y que solo ganara la pelea el que yo alimente mas.
En ese entonces no entendi a que se referia, hasta ahora… -
Protegeme de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/protegeme.htmlLaia hacia anos que no tenia una relacion con un hombre y en la despedida de soltera de su amiga Grace, se solto un poco la melena. Bueno, igual no fue un poco porque las consecuencias de esa noche iban a cambiar su vida para siempre. Lo preocupante era que no recordaba muy bien lo que habia ocurrido.
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El libro de la felicidad de Nina Berberova
https://gigalibros.com/el-libro-de-la-felicidad.htmlParis, 1923. Sam, un joven violinista miembro de la alta burguesia judia de San Petersburgo, se suicida de un disparo en la cabeza. Esta noticia produce en Vera, su amiga de la infancia, una fuerte conmocion que agita los cimientos de su adormecida memoria. A partir de este suceso, tragico y doloroso, y alternando imagenes del pasado que confluyen en las circunstancias del presente, Nina Berberova narra la vida, las adversidades y los sobresaltos de la joven Vera, desde su infancia hasta el dia en que, finalmente, logra encontrar la felicidad que estaba dispuesta a conseguir a cualquier precio.
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Grande y fabulosa de Larissa De Silva
https://gigalibros.com/grande-y-fabulosa.html“Tienes que decirme como estuvo”, dijo mi mejor amiga. Ella me miraba fijamente. Habia sido una noche tranquila en la sala de emergencias y nos habiamos entretenido con las historias de nuestros antiguos novios, incluyendo a nuestros companeros de la escuela de medicina, cuando no estabamos actualizando los historiales o revisando a los pacientes. No es que ninguna de las dos hubiera tenido mucho tiempo para salir con exito con alguno de nuestros companeros. Ellos estaban ocupados y nosotras tambien, y la mayor parte del tiempo, estabamos demasiado ocupadas para salir o tener aventuras de una noche con nuestros companeros. Las cosas no estaban tan agitadas despues de graduarnos, pero no se hicieron mucho mas faciles. Finalmente estaba saliendo de nuevo y me resultaba dificil mantener el contacto con algunos de los hombres que me interesaban. Al menos ellos parecen estar interesados en mi, lo cual era agradable, pero apenas podia recordar sus nombres. No queria nada serio, no tenia tiempo para nada serio, pero me gustaba pasar tiempo con algunos de ellos. No es que hubiera encontrado a alguien que pudiera recordar tan bien. Ella me pincho en el hombro. “Hola”, dijo. “?Vas a decirmelo o que?” Le sonrei. “Eso es inapropiado, Dra. Comely”. Levanto las cejas. “Oh, ?asi es como estamos haciendo esto?” Me rei, sacudiendo la cabeza. “No”, respondi. “Desafortunadamente, no hay mucho que informar. Fue amable y me hizo reir, pero no se, faltaba alguna chispa”. Bajo su voz a un susurro mientras se acercaba un poco mas a mi. “?Asi que no te acostaste con el?” Abri los ojos en un simulacro de shock. “No lo hice”, respondi. “Queria hacerlo, pero me acobarde. No quise llevarlo a mi casa, porque, ?y si fuera un asesino o algo asi?” “Pero no te preocupaste por eso antes de tu cita”. “Si, lo hice”, dije. “No pense exactamente que me iba a asesinar delante de todos los demas en un restaurante. Eso definitivamente haria que la gente dejara de comer”. a “Y crees que a un asesino le importaria eso”, dijo. Me rei. Estabamos sentadas en la parte de atras de Urgencias y ella habia subido la cortina a nuestro alrededor. Las pequenas salas de consulta que teniamos estaban frecuentemente sobrecargadas y aunque el hospital habia estado hablando de construir una nueva ala de urgencias durante anos, parecia que nunca se llegaba a hacer por una razon u otra. Por eso teniamos estas improvisadas y anticuadas bahias de cortinas. No proporcionaban mucha privacidad, pero eran mejores que nada en una crisis. Afortunadamente, nada parecido a una crisis parecia estar sucediendo en esa tranquila noche de miercoles. Cam miro su tablet y suspiro. “?Sabe lo que le paso al Sr. Hysinger?” “Si”, dije. “Lo transfirieron a urologia”. “Huh, extrano. Creo que hay un problema con…” La interrumpieron los fuertes pasos de alguien que se acercaba a nosotros. Ambas nos dimos la vuelta para ver a la enfermera de turno, una mujer mayor blanca de pelo negro azabache y cejas finas. La mirada de Teri se interpuso entre nosotros antes de decidir que no le importaba. “Acaba de entrar un joven”, dijo. “Las constantes vitales estan bien, pero fue apunalado en el brazo y el cuchillo esta… en movimiento”. Levante las cejas. “?Lo esta moviendo?” “No”, dijo. “Se esta moviendo, como, cuando mueve su cuerpo. No creo que sea profundo, pero no quiero…” “Entiendo”, dije. “?Algo mas?” “Debe tener entre veintitantos y treinta anos, esta lucido, creo que hay otras lesiones porque debe haberse metido en una pelea, pero no me dejo examinarlo a fondo”, dijo. “Le pedi que se quitara la ropa, pero no quiso hacerlo”. “Vaya”, dije. “Bien”. Gracias, Teri.” “De nada, Dra. Meyer”, dijo, mostrandome una pequena sonrisa, que era la mayor aprobacion que iba a obtener de ella. “Esta en la habitacion tres”. Asenti con la cabeza. Camine hasta la habitacion, mirando mi tablet para ver el historial del paciente. Mis ojos pasaron por alto su nombre mientras miraba sus signos vitales, su edad y la descripcion de su condicion. Llame a la puerta. “Pasa”, dijo una voz masculina apagada. Abri la puerta y mire hacia arriba desde la tablet. Inmediatamente, senti que el suelo se habia movido y que iba a ser tragada por la tierra. Nunca habia sido una buena actriz, asi que estaba haciendo todo lo posible para fingir que todo estaba bien, aunque definitivamente no todo lo estaba. Este no era un paciente. No era un paciente cualquiera, era alguien que conocia, alguien que habia intentado olvidar. Y se veia mejor que nunca. Solo tuve un segundo para decidir como iba a reaccionar al hecho de que Jody Banks estaba sentado en una silla azul en un rincon de la habitacion, el era el chico con el que habia salido en la secundaria. El que me habia roto el corazon. En esa epoca era delgado, alto y guapo, con hombros anchos y una complexion atletica facil. Todavia era delgado, alto y hermoso, pero habia trabajado en esculpir esos musculos en una obra de arte, tenia un tatuaje negro envuelto alrededor de su brazo como una vid, hasta su cuello, y desaparecia en la parte de atras de su camisa. Parecia mas alto tambien, pero podia decir que era solo porque estaba sentado derecho. Tambien me miraba a mi, con unos curiosos ojos abiertos que no dejaban de moverse. Se lamio los labios cuando me acerque a el, mi mirada se dirigio hacia el suelo. No queria mirarlo y no queria necesariamente que pensara que lo reconocia. Aunque yo era una mala actriz y lo sabia, las posibilidades de que me reconociera eran muy altas. “?Sr. Banks?” Pregunte cuando me acerque a el. “Puedes llamarme Jody”, dijo. Podia oir la risa en su voz. “?Como debo llamarte?” “Dra. Myer”, respondi, mirandolo a los ojos por primera vez mientras dejaba la tabla en la mesa de al lado. “?Que le paso?” “Me cai en el estante de los cuchillos”, dijo, mostrandome una sonrisa. Me fije en sus dientes. No habian sido arreglados, y sus caninos, que siempre habian sobresalido un poco, eran quizas mas visibles ahora que habia crecido. “Es un problema. Dra. Myer.” “Se cayo en el estante de los cuchillos”, repeti, lentamente. “?Como?” Parpadeo. “?Como que como?” “?Se resbalo?” “Yo… si, claro”, dijo. “Me resbale”. “?Y por que sobresalia el cuchillo?” Pregunte. “Bueno, me cai, tirandolo, y luego… ya sabe, cayo al suelo, y estaba sobresaliendo, y no pude detenerme, asi que me apunalo. ” Me mordi los labios. “?Sabes por que se cayo?” “Porque me resbale”, dijo. “El suelo de la cocina estaba resbaladizo”. “?Estaba cocinando?” Penso por unos segundos. “Si”, dijo, eventualmente. “Lo hacia”. “Genial”, dije. “Voy a mandarle a hacer una radiografia. No hay muchas venas o arterias donde usted, uh, cayo en su cuchillo, exactamente, pero me gustaria descartar cualquier cosa que pueda significar que necesita cirugia.” Hizo un gesto de dolor, y por primera vez desde que lo vi en la oficina, parecia asustado. “?Cree que necesitare cirugia?” Hice lo que pude para mantener mi voz neutral. “Es una posibilidad”, dije. “Pero es muy pequena. Solo quiero estar segura. Los accidentes de cocina no son una broma”. Asintio con la cabeza. “Bien”. “Me gustaria examinarlo”, dije. “O puedo buscar que lo haga otra persona, si se siente mas comodo con eso. Sus heridas podrian ser un poco peores de lo que parecen a primera vista. ” “?Quiere examinar mi brazo?” “Toda la parte superior de tu cuerpo”, dije. “?Puede quitarse la camisa?” Parpadeo. “Claro”, dijo. “Quiero decir, supongo.” “?Puede hacerlo?” Se miro a si mismo y sacudio la cabeza. “No”, dijo. “No puedo”. “Bien”, respondi. “Normalmente, nuestros paramedicos la cortarian, pero…” “Esta camisa es cara.” “Entiendo”, dije. “Tendre cuidado, entonces.” Me acerque para enfrentarlo. La camisa parecia cara, una camisa de manga corta azul bebe y verde ceruleo claro con botones blancos que se ajustaban a su cuerpo. La camiseta blanca de cuello en V debajo de ella al menos hacia las cosas un poco menos incomodas, aunque no lo suficiente. Agarre el cuello de su camisa con la punta de los dedos y respire profundamente mientras me concentraba en la camisa y no en el hombre que la llevaba puesta. Intentaba ser lenta, delicada, porque no queria tirar del cuchillo o empeorar su herida. Era dificil hacer algo asi con cuidado, especialmente cuando podia sentir la mirada de Jody sobre mi. Me miraba fijamente, sin dejar de hacerlo nunca, mi calma fabricada no era rival para su tranquila pero resuelta intensidad. Pense que probablemente era mejor romper la tension y admitir finalmente que nos conociamos. De esa manera, al menos las cosas podrian ser un poco mas… manejables. Tal vez no, pero valia la pena intentarlo. “Entonces”, dije mientras desabrochaba el boton superior de su camisa, mirando directamente a sus ojos verde avellana. “?Como esta tu madre?” “Esta bien”, dijo. “Bien, pero decepcionada”. “Me alegro de oirlo. ?Y tu hermano?” “Esta bien”, respondio. “Ahora vive en Japon, ensenando ingles a los ninos de las zonas rurales.” Sonrei. “Bien”, dije. “Eso parece el tipo de cosa que le vendria bien. ?Es feliz?” “Esta feliz porque esta lejos de aqui”, respondio, encogiendose ligeramente de hombros, lo que hizo que mis dedos resbalaran un poco, y termine tocando su piel por una fraccion de segundo. Me aleje, sintiendo las puntas de mis dedos como si me hubiera quemado. No queria que me tocara, sobre todo cuando parecia tener tanto efecto en mi. Pense que no lo haria… habia superado lo de Jody Banks, habia intentado toda mi vida olvidarme de el. Y, en su mayor parte, lo habia hecho. Pero el estaba sentado frente a mi, vulnerable y con mejor aspecto que nunca y yo… Dios, yo era inutil frente a el, aunque el era el paciente, y aunque el era el que estaba sentado en la mesa del paciente y tenia un cuchillo en el brazo. Tosi y me aleje de el. “?Estarias mas comodo si otro medico hiciera esto?” Sonrio, su mirada se encontro con la mia. “No dejaria que nadie mas hiciera esto”, dijo. “Asi que no”. Casi habia terminado. Su camisa estaba abierta y tuve que tirar de su manga para que no tocara el cuchillo, que sobresalia de su brazo. Extendio su brazo izquierdo, ileso, para que yo pudiera quitarle la manga. Me puse detras de el para tener una mejor vista de lo que estaba haciendo. La tela de la manga se habia recogido detras del boton, lo que significaba que iba tener que ser muy cuidadosa para bajarla sin hacerle dano. Eso era bueno, al menos, porque no queria tirar del cuchillo y hacer que su herida fuera peor de lo que ya era. Camine a su alrededor, hacia su brazo derecho, y tire de su camisa y la aleje, sacando la tela de su cuerpo y luego lenta pero seguramente empujandola hacia abajo y alejandola de el. Finalmente la aleje de su brazo lo suficiente como para evitar el cuchillo. Contuve mi respiracion mientras el se agarraba la manga y tiraba hacia abajo tan fuerte como podia. Cuando la camisa aterrizo en el suelo de baldosas delante de nosotros, senti que podia respirar de nuevo
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Rosalinda, la flor mas fea de Valeriam Emar
https://gigalibros.com/rosalinda-la-flor-mas-fea.htmlSU MENTE le pedia que se levantara del pupitre y les gritara a los bravucones de sus companeros del instituto que soltaran su mochila, pero su cuerpo tenia su propia ley y sus pies se habian anclado en el suelo. Y ella ahora tendria que ingeniarsela para bajar su bolso de la paleta del ventilador. Su madre supo decirle que ese era el precio que debia pagar por ser una nina aplicada e inteligente. Que le esperaba un futuro brillante y que esos ninos que se reian de ella terminarian siendo unos alcoholico y holgazanes. Similares a los tipos de hombres que a su madre le gustaba. Respiro hondo. Solo le faltaba un ano para salir a buscar ese futuro. Sabia que no era una adolescente normal de dieciseis anos, mientras que sus companeras salian de fiesta y presumian a los chicos, ella pasaba tiempo en el sotano de su casa haciendo experimentos cientificos. Una vez Violette tuvo que llamar a los bomberos cuando mezclo quimicos que no eran muy amigos y el sotano empezo a incendiarse. Para su desgracia, a su rareza tambien debia agregarle su fealdad. Tal vez si hubiera nacido con mas belleza, ella no hubiera sido el centro de las burlas y las bromas en los ultimos dos anos. Solo a los raros le robaran su ropa mientras se duchaba despues de las clases de gimnasia. Cerro los ojos y espero paciente a que tocaran la campana y que el profesor ingresara a la clase y acabara con las risas hacia ella. --?Quieres de vuelta tu mochila, Rosalinda? --le pregunto Thomas. Ella asintio con la cabeza. Thomas Mcbelle era el hijo de un importante abogado con aspiraciones a la politica, se habia oido que el senor Mcbelle iba a postularse a un cargo en las proximas elecciones. Thomas habia sido su companero de ciencia por un semestre, antes de que ella se transformara en el bicho raro. El no habia soportado la presion de sus amigos cuando lo veian a un lado de ella. En esa epoca habia conocido lo que era el amor adolescente. El habia acaparado todos sus pensamientos, hasta que se convirtio en el patan mimado que venia de una buena familia, que se sentia mejor humillando a las personas que no eran de su clase. Pero Violette, su madre, se habia equivocado con Thomas Mcbelle. El tambien tenia un futuro brillante. Thomas era guapo, inteligente y un buen deportista. --No te oi, Rosalinda ?quieres tu mochila si o no? Ella abrio los ojos. --Si, quiero que me devuelvan mi mochila, Thomas. <
>, susurro Alison entre risitas. Alison pertenecia a la misma casta que Thomas. < >. Bendecidos de belleza, popularidad y podian darse el lujo de viajar hacia donde quisieran y tener todo lo que deseaban. Thomas miro hacia el techo y levanto una mano hacia arriba. --Esta muy alto, no alcanzo --se mofo--. Pero si... enciende el ventilador Ben --se inclino hacia ella y agrego--: Asi la bajaremos mas rapido. --!No! --Chillo, levantandose del pupitre y se subio las gafas un poco mas por encima del tabique de la nariz--. No enciendas el ventilador, Ben. Tarde. Ben habia encendido el ventilador y su mochila volo por el aire y todas sus cosas se desparramaron. Dejaron de reirse cuando su profesor de literatura ingreso a la clase. Ella se agacho para recoger sus cosas y guardarla nuevamente en la mochila. --?De quien es esto? --pregunto su profesor. Alzo la vista y observo a su profesor ensenando una toallita femenina. Sus mejillas ardieron de verguenza. --Es de Rosalinda --respondio Alison. Su profesor la miro de golpe. --?Es tuya Rosalinda? --replico el. Ella asintio con la cabeza y todos comenzaron a reirse. Quiso que la tierra se abriera y la tragara. Miro a su alrededor y solo veia la pizarra que decia: < >. Los ojos se le llenaron de lagrimas y quiso desaparecer. Salio corriendo de la clase con un solo pensamiento: Thomas Mcbelle pagaria caro lo que le habia hecho. 1. DIVERTIRSE NO ES UN PUNTO APARTE Quince anos despues... OTRA VEZ su madre habia dejado puesta la llave en la cerradura. Eso significaba que estaba de visitas. Golpeo la puerta con el puno cerrado para que le abriera. Maldijo el momento en el que decidio darle un juego de llaves de su departamento. Fruncio el ceno cuando Violette Cooper le abrio. --?Llevas puesta mi bata, mama? Violette le sonrio por encima de la copa del martini. --Puse a lavar mi ropa y no tenia que ponerme --respondio--. Andaba cerca y no quise irme sin saludar a mi pequena galletita. Puso los ojos en blanco cuando su madre la abrazo. Violette se habia escapado de su casa cuando quedo embarazada siendo una adolescente y desde entonces, su vida habia sido toda una aventura. Eran ellas dos contra el mundo. Cuando cumplio once anos le imploro que se instalaran en un solo lugar, se habia cansado de mudarse de un lado a otro todo el tiempo. A pesar de que a Violette le gustaba divertirse y hacer largos viajes por la carretera, decidio complacer a su pequena galletita y se quedaron en Londres hasta que ella termino sus estudios, luego ingreso a la universidad y Violette siguio con sus aventuras. --?Planeas quedarte mucho tiempo? --le pregunto. Violette le desprendio el primer boton de la camisa. --Deberias ensenar mas piel, galletita. Ella resoplo. --Rosa, mama, deberias empezar a llamarme por mi nombre. Conto hasta tres cuando ingreso a la sala y observo el desastre que le habia dejado en las pocas horas que habia estado en su departamento. Siempre habia tenido que ocuparse de su madre y actuar como una persona adulta y responsable. Su estado emocional era muy cambiante, Violette podia pasar de la alegria, a la tristeza absoluta en cuestion de segundos y viceversa. Era una hermosa mujer que no aparentaba sus cuarenta y siete anos, nadie les creia cuando decian que eran madre e hija. Para su mala suerte, no habia sacado ningun rasgo de Violette, probablemente se parecia a su padre. --Relajate un poco, Rosa --le pidio con una sonrisa amplia--. Estoy preparando martini, ?quieres uno? Ella asintio con la cabeza. Dejo su bolso sobre el sofa y se sento en el taburete que estaba delante de la barra de la cocina. --?Mike tambien vino a la ciudad? --quiso saber. Mike era una de las tantas parejas que habia tenido Violette y el que mas le estaba durando. --No lo menciones, Rosa --repuso a secas--. Hemos terminado --concluyo, arrojando una aceituna en la copa. Habia creido que Mike seria el definitivo. Cada vez que los veia juntos, parecian estar completamente enamorados. Mike habia sido el unico hombre que habia logrado calmar las locuras de Violette. Tal vez ayudaba que ambos fueran tan diferentes. Mike era un respetado profesor de matematicas y su madre una belleza que lo hacia divertir. Bebio un sorbo de martini y dejo la copa sobre la barra. --Mike es un buen hombre, mama ?por que lo has dejado? Violette lleno su copa con la bebida y la miro como si la hubiera ofendido. --?Por que me haces responsable de la ruptura, galletita? --Porque no seria la primera vez que lo hicieras --replico. El labio inferior de Violette empezo a temblar. --Mike me esta enganando con una de sus alumnas --dijo, al borde del llanto--. ?Sabes que significa eso? Que no puedo competir con alguien mas joven. !Estoy vieja Rosa! Ella se levanto del taburete, rodeo la barra y abrazo a Violette. --No estas vieja, mama --mascullo--. Ya decia yo que eras mucha mujer para un enano, barrigon y pelado. Violette se sorbio la nariz con el dorso de la mano. --Siempre tuve debilidad por los feos... --Ni me lo digas, me veo en el espejo todas las mananas --se mofo. Violette ahueco una mano en su mejilla. --Pero tu no eres fea, galletita. Su madre se negaba aceptar que ella no habia heredado ningun gen suyo. Hubo un tiempo hasta que dudo ser hija de Violette. Pero desecho esa idea cuando se hizo un ADN como trabajo practico en la universidad y el resultado fue de noventa y nueve coma nueve por ciento de compatibilidad. --A veces no puedo creer que de mi haya salido una hija tan inteligente --continuo--. Eres mi orgullo, galletita, disfruto decirle a todo el mundo que tengo una hija cientifica que pronto eliminara las arrugas. Ella sacudio la cabeza y sonrio. El telefono de Violette empezo a vibrar y supo que era Mike por el modo como su rostro se transfiguro. --?No vas a atenderlo? --le pregunto. Violette apago el aparato y lo metio en el horno. --No --dijo--. Que llame a su alumna. Ella fruncio el ceno. --?Estas segura que Mike te engana? -
El Tesoro del Diablo de Victor Toth
https://gigalibros.com/el-tesoro-del-diablo.htmlCansado de su extenuante trabajo en las cosechas, un hombre decide partir en busca de una leyenda, el tesoro perdido de los antiguos pobladores. La riqueza es inmensa, pero el precio a pagar es demasiado alto.
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Una mision especial de Debra Webb
https://gigalibros.com/una-mision-especial.htmlEl especialista John Logan estaba dedicado a su trabajo en cuerpo y alma; era capaz de hacer cualquier cosa con tal de llevar a cabo una mision… aunque eso significara tener que hacer lo impensable: hacerse pasar por el marido de Erin Bailey…
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Hija unica, Anna Snoekstra de Anna Snoekstra
https://gigalibros.com/hija-unica-anna-snoekstra.htmlTu casa puede ser el lugar mas peligroso del mundo.
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Nostalgia de la sangre de Dario Correnti
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Razzagel y las armas magicas de J.c. Marwill
https://gigalibros.com/razzagel-y-las-armas-magicas.htmlTreinta anos despues de derrotar a una temible reina, quien puso al mundo de los humanos y seres magicos en tinieblas, nuevos sucesos inesperados estan por ocurrir. Un ser siniestro intentara resurgir nuevamente a la reina de la oscuridad.
Para detener su cruel plan, Razzagel y un grupo de jovenes guerreros buscaran conseguir las poderosas armas magicas. Con ellas, intentaran vencer, definitivamente, al mal que aspira reaparecer. -
Un lugar llamado destino de Moruena Estringana
https://gigalibros.com/un-lugar-llamado-destino.htmlJennifer acaba de romper con su novio y entre eso y que no sabe que hacer con su vida, si estudiar en la universidad o no, se siente muy perdida.
Sus padres le aconsejan que se vaya al pueblo que vio nacer a su progenitor a empezar alli de cero.
Jennifer se marcha sin saber que su vida cambiara para siempre al igual que la vida de los que alli residen, pues la joven llega en el momento justo para que todos dejen de vivir en la rutina y empiecen a vivir de verdad.
Sobre todo Alberto, un joven que sufre mal de amores y que aunque no quiere enamorarse no puede estar lejos de ella, por mas que lo intente.
Y es que existen personas capaces de irradiar una luz tan potente que es capaz de dar luz a los que llevan anos viviendo entre las sombras. -
Ya Te Dije Adios, Ahora Como Te Olvido de Walter Riso
https://gigalibros.com/ya-te-dije-adios-ahora-como-te-olvido.htmlHay relaciones afectivas y personas que nos marcan a fuego, como si se enquistaran en nuestro ADN y en la esencia que nos define. Cuando esto ocurre, no solo vivimos con ellas, sino por ellas, lo cual complica cualquier ruptura o disolucion. Perderlas genera un vacio angustiante y devastador. En estos casos, la gente que se separa o es abandonada por su companero o companera se pierde a si misma en un laberinto de dolor y desesperacion. ?Como superar la ausencia de quien fue vital para nuestra vida amorosa? Pues no se trata de olvidar, literalmente, a quien quisiste alguna vez o aun amas, ni de ignorar su existencia o desconocer la historia del vinculo que sostuviste. Lo que logra un duelo afectivo <
> es poder recordar sin dolor, sin amor y sin resentimientos. No es una amnesia profunda, es una transformacion y un desvanecimiento de aquellos sentimientos que te ataban a la persona que fue tu pareja: < > o, si se quiere, una forma de < >. Si has llegado a la conclusion de que < > por tu ex, significa que te has vaciado de carino, que te has liberado. Tu cuerpo ya no reconoce aquello que sintio una vez o lo recuerda a duras penas, pero ese < > es basicamente cognitivo y no emocional. Desde este punto de vista, cuando de amor se trata, decir < > es sinonimo de < > o < >. Aceptar una perdida, en ultima instancia, significa desvincularse, desligarse o desapegarse de la persona que ya no esta, lo cual no implica odiarla o desearle el mal, porque eso tambien te someteria a tu ex. El odio puede atarte tanto como el mas fuerte de los amores. Mas bien se trata de alcanzar cierta < > o, de ser posible, una amistad, tal como sucede en aquellas parejas que terminan su relacion cordialmente y de comun acuerdo. No obstante, es verdad que a veces llegar a esta < > se complica bastante si hubo violaciones de los derechos personales y maltratos fisicos o psicologicos, pero aun en estos casos, la experiencia terapeutica muestra que es posible alejarse emocionalmente de quien fue tu media naranja, por mas agria que haya sido, para que no te siga lastimando. Aunque en este instante lo veas imposible y lejano, lo que sientes se evaporara como lo hace el aroma de un perfume que dejo de utilizarse. Los duelos afectivos muestran una diferencia crucial con aquellos duelos en los que la persona ausente ha fallecido fisicamente. En los primeros, la expareja sigue vivita y coleando, y la mente, por un tiempo (a veces corto, a veces largo), puede alimentar la esperanza y la posibilidad de restablecer lo que se rompio; como si dijera: < >. Esa pizca de ilusion, que se instala incluso cuando el desamor del ex o de la ex es evidente y definitivo, dificulta muchas veces la resignacion: < >, o la aceptacion de la situacion: < >. Hay una rendija, una luz, un pequeno anhelo que nos murmura: < >. De ahi la testarudez amorosa de los que no se dan por vencidos y se dedican a esperar el milagro de una resurreccion afectiva. Sin embargo, no toda ruptura es catastrofica. Si tu pareja te amargaba la existencia y se fue con un nuevo amor, quiza sufras al principio (asi sea irracional o inexplicable tu dolor), pero si procesas bien la informacion, terminaras agradeciendo a la divina providencia que ya no este en tu vida. En cambio, la perdida afectiva inesperada en una relacion que era buena o muy buena puede convertirse en un tsunami emocional. Una paciente me decia: < >. Esta descripcion se repite en infinidad de casos y tiene como factor sorpresa dos sentimientos que se entremezclan: la desolacion y la decepcion. Aunque mi paciente se equivocaba en algo: no todo < >. Uno no descubre de repente que no ama a su pareja y decide irse. El desamor se va tejiendo por lo bajo y no pasa desapercibido para quien lo siente, en este caso concreto, su esposo. Recapitulemos. Desolacion, porque la orfandad emocional te llega hasta los huesos. Decepcion, porque piensas que tu gran amor deberia haberte avisado a tiempo, si la indiferencia toco a su puerta. Entonces la mente, que siempre es parlanchina, repite, con un martilleo que taladra el cerebro y el corazon: <>, <> o <>. Esta claro que no todas las perdidas se procesan igual. Variables como la personalidad, la seguridad en uno mismo, la historia afectiva de la pareja o el sistema de valores, entre otras, actuan para facilitar o lentificar la tolerancia y la elaboracion de la afliccion. No obstante, muchos autores sostienen que el duelo esta determinado por algunas etapas mas o menos generales. En el caso concreto del duelo < > y de acuerdo con mi experiencia clinica, es posible considerar algunos estadios moviles, que a veces se superponen y tambien se diferencian en tiempo e intensidad. Sin pretender establecer un marco de referencia rigido, podriamos definir siete momentos: aturdimiento/negacion, anhelo/recuperacion, busqueda de explicaciones, ira/indignacion, culpa/humillacion, desesperanza/depresion y recuperacion/aceptacion. Vale la pena recalcar que no todos los dolientes siguen necesariamente estos pasos. He visto pacientes que mezclan algunos o se saltan otros, pero los elementos que menciono suelen estar presentes de una forma u otra. ?Que hacer entonces? Lo veras y entenderas a lo largo de cada capitulo de este texto: luchar por la vida. A reganadientes, a las malas, con las unas, como quieras, pero no hay otra opcion. Puedes sentarte a llorar tu mala suerte, a lamentarte de la < > soledad, a sentir lastima por tu aporreado yo y autocompadecerte. O, por el contrario, puedes levantar la cabeza y aplicar una dosis de racionalidad a tu desajustado corazon. Analiza las siguientes reflexiones. Piensalas con cada atomo de tu cuerpo, con lo mas profundo de tu ser: * Si te dejo, si se fue como un soplo, si no le importaste, si te hizo a un lado con tanta facilidad, si no valoro lo que le diste, si apenas le dolio tu dolor, si decidio estar sin tu presencia, ?no sera, y lo digo solo como hipotesis, que no te merece? * Y si te dejo porque ya no te ama, porque se le agotaron los besos y hasta la mas simple de las caricias se le convirtio en tortura, ?no sera, y lo digo solo como hipotesis, que ya no te ama? * ?Y no sera que, si fue cruel o se le termino el amor, ya no tiene sentido insistir en resolver lo que ya esta resuelto? ?No sera que hay que quemar las naves, cerrar el capitulo y construir un nuevo proyecto de vida? Este libro es una guia practica para ayudar a los que se ven obligados a superar una perdida afectiva e intentan sobrevivir dignamente. Reuno aqui un paquete de estrategias que son muy eficientes para acompanar o facilitar el proceso de perdida y hacerlo mas llevadero, respetando desde luego su normal desarrollo. Tambien se pretende evitar que la persona aquejada caiga en un duelo complicado. Este libro no eliminara el dolor que necesariamente debes sentir para salir adelante, pero lo hara mas comprensible y llevadero: lo transformara en un sufrimiento util. E incluso es posible que el trauma que hoy te desmorona invierta su tendencia y te lleve a un crecimiento postraumatico, a partir del cual desarrolles tu potencial como nunca lo habias hecho antes. La premisa es como sigue: si logras desvincularte de tu ex (o de cualquier amor imposible que ronda tu vida) de manera adecuada, podras reinventarte como te de la gana. El tiempo ayuda, es cierto, pero hay que ayudar al tiempo. Sin acelerarte, al ritmo natural que marque tu proceso interior y siempre avanzando. De ti depende y de nadie mas. Toma la decision profunda de soltar de manera definitiva los lastres afectivos que no te dejan crecer y te sorprenderas de lo que eres capaz. Que tu fortaleza interior marque el paso de un adios definitivo y contundente. CAPITULO 1 < > La cuerda cortada puede volver a anudarse, vuelve a aguantar, pero esta cortada. Quiza volvamos a tropezar, pero alli donde me abandonaste no volveras a encontrarme. BERTOLT BRECHT La confusion inicial y la importancia de un plan B <>, me decia una joven mujer devastada emocionalmente. Su culpa no hacia mas que contribuir a una depresion avanzada. Se repetia una y otra vez: <>. Realmente lo habia intentado, pero su marido era un maltratador incurable y muy resistente al cambio. En cierta ocasion, el hombre me confeso: < >. Y aun asi, ella se debatia en un conflicto tan punzante como irracional: por un lado, lo queria y esperaba que el se convirtiera en una persona pacifica y amorosa; y por otro, pensaba que no era justo el trato que le daba. Su enredo mental quedo plasmado en una de sus afirmaciones: < >. La mente y el corazon enfrentados a cien kilometros por hora y el alma en vilo: esperar lo imposible, anorar lo que podria haber sido y no fue. Algunas victimas del desengano dicen que se ven a si mismas como si fueran los actores de una pelicula que estan observado. Ajenas a su propio yo, la vivencia se hace cada vez mas irreal. Si te encuentras comenzando la experiencia de una perdida o ya pasaste por ella, sabes de que hablo. Lo sabes muy bien porque lo llevas encima, incrustado a fuego, como si te hubieran robado tu energia vital. Para colmo, no falta quien llegue a darte animo de la manera mas tonta: < >… Y tu piensas: < >. Eres un manojo de sintomas que no puedes descifrar y todo se revuelve en ti. Pero si la ruptura afectiva es un hecho, no te autoenganes. No es un sueno, es realidad pura y dura. Ya descubriste la verdad, la estas viviendo en tu propia carne: pueden dejarte de querer y renunciar a ti; no hay amor garantizado y eterno. El desamor se cuela en cualquier momento y hace estragos, porque nadie tiene el < > de amarte, asi tu ego se resienta. De todas maneras, te lo aseguro, saldras de esta. Que estes leyendo este libro u otros es un comienzo. El criterio profesional dice que el duelo dura un tiempo determinado, que no es para toda la vida y que lo que hoy lloras, despues es probable que te parezca una tremenda burrada. Como esos novios o novias de otras epocas por los cuales hubieras dado la vida y hoy los recuerdas, en el mejor de los casos, con una pizca de ternura. Preguntate y veras: ?que te produce hoy pensar en el ex de la adolescencia? Ni la mas minima taquicardia, ?verdad? Ni cenizas quedan. En todo el mundo hay millones de personas victimas de la perdida afectiva que vuelven a recuperar el habla, los suenos y la esperanza. Eso si, hay que recorrer un camino de reestructuracion mental y emocional y rescatar la capacidad de amar < >. Adquiriras una nueva identidad, un nuevo < >, ya que nadie puede seguir siendo el mismo cuando se somete al desamor. Ahora ya no eres < >, eres libre, con la soledad a cuestas y rehaciendote, revisandote, asi sea en cuidados intensivos. Te preguntas: <>, y mi respuesta es simple: < >. Quiza pensaste que lo tuyo era especial y estaba auspiciado por alguna fuerza cosmica, pero te equivocaste. Todo fluye, todo cambia de manera constante, incluido lo que somos y como nos relacionamos. No hay un designio oculto que te haya senalado especificamente a ti para hacerte inmune al amor que duele. Simplemente ocurrio. Un paciente me decia: < >. Es decir, era su ser. ?Como puede alguien llegar a representarlo < > y anular el mundo? ?Cual es la causa de semejante actitud? ?Un problema de calculo? ?Haber confiado demasiado en el amor? ?Algun lavado cerebral que termino aplastando millones de neuronas? Tomalo como ejemplo: si tu pareja lo es todo para ti, tu solo seras un triste reflejo de quien amas. Tu pareja es, o fue, una referencia afectiva, pero no puede constituirse en el unico y ultimo significado de tu existencia. Mi paciente redujo su experiencia vital a la persona amada porque se entrego mas alla del limite y ahora iba de aqui para alla como un alma en pena, sin motivacion interna, sin autodireccion. La < > de su vida, su < >, se habia marchado y no tenia un plan B, y en el amor siempre hay que tener uno. Habia llegado el momento de tomar el control de su vida, mandar sobre si mismo, y no sabia como hacerlo. Preguntate: ?tienes el control de tu persona, por si el amor te da la espalda? Si te ocurrio algo similar y tu pareja resulto ser una especie de administradora o regente que ordenaba tus pasos y tu felicidad, planeaste mal tu vida. Hay que reprogramarla. ?Que es un plan B? Estar preparado para seguir viviendo intensamente, asi el otro te mande a paseo. Armar un kit con, al menos, cinco estrategias de afrontamiento que tienen que ver con la posibilidad de crear un nuevo estilo de vida (a lo largo del libro iras construyendo tu conjunto personalizado de competencias para afrontar la perdida): 1. Ser capaz de abrazar la soledad y sacarle jugo. 2. Aprender a perder y comprender que hay cosas que escapan a nuestro control. 3. Fortalecer la independencia y la autonomia. 4. Desarrollar un espiritu de aventura y audacia. 5. Haber adquirido un interes vital absorbente que le de sentido a tu vida (pasion, ganas o entusiasmo por una causa). Si posees estas habilidades, te sera mucho mas facil sobrellevar el desamor de cualquiera, el dolor sera menos intenso y no te incapacitaras ni andaras pidiendo limosna afectiva. Podrias pensar que nadie proyecta una ruptura de pareja, sin embargo, la experiencia muestra que si es conveniente hacerlo de manera realista, para que no te tome por sorpresa. No hablo de pesimismo malsano, sino de poder desarrollar una actitud preventiva. Todo el mundo habla sobre la importancia de vivir en pareja, de salvar el matrimonio, de amar al otro sobre todas las cosas, pero nadie nos alerta sobre la posibilidad de un hundimiento amoroso. Todos necesitamos un manual de primeros auxilios para aprender a ser un < > del amor, si toca. Los sacerdotes y los notarios deberian exigir este kit de salvamento, u otro parecido, para poder unir en matrimonio a alguien: < >. Una persona muy creyente en su religion me decia: < >, y yo le respondi: < >. -
Vidas en Peligro (Amor en Seattle 2) de Rachel Van Dyken
https://gigalibros.com/vidas-en-peligro-amor-en-seattle-2.htmlTodos guardamos un secreto
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Pide un deseo de Lana Fry
https://gigalibros.com/pide-un-deseo.htmlNuestra vida esta plagada de deseos cumplidos y por cumplir; aquellos que creemos conocer y los que solo nuestra alma conoce; los que mueven montanas y los que nos mueven a nosotros a seguir avanzando.
Mientras la fe de Thea en los deseos se tambalea, Ethan esta a punto de cumplir el suyo.
Diez anos atras, la vida les llevo por caminos separados. Ahora, Thea vive en Roma y es duena de una coqueta boutique de joyas. Puede que la relacion con sus padres no sea la mejor y eche de menos a sus amigos, pero es feliz. Por otro lado, Ethan esta en su mejor momento. ?Como no estarlo, si tiene el ascenso por el que ha peleado sin descanso al alcance de la mano? Nada puede salir mal.
Pero el destino es caprichoso. Reencontrarse por sorpresa no solo tambaleara sus vidas sino que abrira viejas heridas que creian curadas.
No hay nada como mirar a los ojos al pasado para darse cuenta de que, por mucho que traten de esconderse, hay suenos y deseos que son imposibles de apagar.
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?Te llamas Julieta? de Jossy Loes
https://gigalibros.com/te-llamas-julieta.html?Te llamas Julieta?
Es una novela reeditada con nuevas escenas y corregida por un profesional en la materia para que vosotros, los lectores, podais disfrutar de ella. -
Tu eres tierra firme de Maira Varea
https://gigalibros.com/tu-eres-tierra-firme.htmlEl mundo se habia vuelto oscuro. Negro. Sus parpados, tercos, se afanaban por permanecer cerrados. El dolor se expandia por su cuerpo como el fuego en una mecha. Tenia sed y mas frio del que hubiese tenido que soportar jamas. No lucho. Habia agotado sus fuerzas en el ataque, y habian quedado desparramadas sobre la cubierta del barco, resquebrajado por la tormenta y por las pisadas de los asaltantes. Sin vapor, sin velas y sin ancla. Se rindio y se dejo mecer al ritmo del mar, resacoso tras la tempestad. Supuso que la muerte llegaria en cualquier momento y lamento, con su escasa consciencia, no recordar si la criatura de carne brillante y humeda que lo habia arrojado al agua era humana o no; si era una sirena, una serpiente mitologica o el mismisimo kraken. Quizas habia tenido muy cerca a un monstruo marino, despues de tantos anos de busqueda pertinaz. Se maldijo varias veces, por mil motivos: por no haber salvado a sus companeros, por no haber luchado mas; por no haber podido acabar tampoco aquella expedicion, ni dibujado el mapa con James o escrito su propio libro de leyendas; por no haber garabateado una carta para su familia desde hacia mas de seis meses. Por no haber logrado ni una triste empresa mas alla de haber intentado escapar de su destino. Por no ser nadie. Solo un hombre que tiritaba en una balsa a la deriva. Perdio el sentido y llego la nada. No iba a despertar, ?para que? Pero oyo una voz y regreso, a bocanadas, al oxigeno y a la vida. Abrio los ojos y vio a la sirena, que lo atraveso con sus ojos grises como el Mediterraneo en invierno y lo cubrio con un manto de pelo dorado. Ella acerco su rostro, palido, translucido, y le canto. A el. Y, en un instante, la inmensidad del mundo que habia recorrido durante anos quedo reducida al regazo en el que lo acunaba. Quedo preso. Encadenado. Hechizado. Cuando volvio a cerrar los ojos, se dio cuenta de que el Arthur que habia sido hasta entonces se habia quebrado en mil astillas contra el acantilado. Capitulo 1 LA MUJER DE SAL Formentera, 1862 Lena habia vivido tres abandonos, y habia aprendido que el mejor modo de superar el dolor que provocaban era saborearlos. Despacio y sin descanso, hasta volverlos insipidos. El primero, casi de nina, habia sido amargo. El segundo, acido. El tercero habia resultado muy salado. Sal de lagrimas. El ultimo todavia le escocia en la lengua, a pesar de que su corazon habia comenzado a limpiarse por fin. A veces, el graznido de una gaviota, el tacto de la arena en los tobillos o la primera estrella de la tarde le recordaban que en ese instante podria haber sido una mujer muy diferente. Cogio aire, y el frio de enero le quemo la garganta. --Este cielo me recuerda al dia en que se marcharon. El pensamiento se le escapo en voz alta, y ni el fuerte viento de llebeig que soplaba aquella manana evito que su amiga Marina, que caminaba a su lado, se volviera con una sonrisa y le preguntara: --?Quienes? Lena no contesto, pero Marina, que sabia leer sus silencios mejor que nadie, no tardo en comprender. Se puso seria, se cambio de mano el cesto que transportaba y enlazo su brazo al de ella, a la espera de una respuesta. --Todos --dijo Lena al fin--. ?Que mas da quienes si todos se marchan? Siempre es igual: sopla el viento, el cielo se vuelve gris, casi blanco, llega la bruma y… huele a perdida. --Las perdidas no huelen, Lena. Y no ha sido asi todas las veces; cuando Joan se fue, era verano. --Pero el cielo estaba blanco --insistio. Marina sacudio la cabeza, confusa. Lena se sintio culpable por rememorar momentos tristes; su amiga irradiaba felicidad desde su reciente compromiso y no se merecia que ella enturbiara su alegria recordando sus miserias. Una fuerte rafaga le descoloco el panuelo con el que se cubria el pelo. Se lo sujeto con la mano libre y aprovecho para mirar hacia arriba. --Es el cielo de la perdida. La despedida de los que se van para no volver. --Contuvo el aire un momento para que la emocion no dominara su voz--. De los que me dejan atras. Marina le estrecho el brazo con carino. --Un dia vendra alguien y se quedara contigo. Ya lo veras. --A esta isla no viene nadie, Marina; de aqui solo se puede salir, y no siempre, por mas que lo desees. --Lena… --Mira --la interrumpio incomoda--, ahi esta Toniet. El muchacho se les acerco corriendo, casi a saltos. Vestia su ropa de domingo, muy distinta a su habitual traje de payes, y se habia limpiado los zapatos y la cara. A Lena le llamo la atencion la sombra oscura que cubria su rostro, ya de por si moreno; se habia hecho un hombre, y no estaba segura de que eso le agradara. --?A donde van las dos mujeres mas hermosas de la isla? --pregunto con su perpetua sonrisa. Marina rio con escandalo y fingio estar avergonzada. Lena, en cambio, se acerco a el y le dio un beso en la mejilla, como hacia desde que era pequeno. --?Tu no vas a darme uno? --le pregunto Toniet a Marina con picardia. --Lo siento, pero yo ya tengo novio --le recordo Marina con orgullo. --Es verdad. Una lastima. Pero me queda mi Lena; ella si me querra. Ella le saco la lengua con una mueca jocosa, pues sabia que Toniet estaba bromeando. Sus familias eran vecinas, por lo que habian crecido juntos, y, aunque la diferencia de edad entre ambos no era muy grande, Lena habia visto como le cambiaban muchos panales. A sus ojos, Toniet seria siempre un nino. --?Por que te has puesto tan guapo? --le pregunto curiosa. El se miro de arriba abajo. --Porque acaba de llegar el nuevo farero --respondio avergonzado, con tono inocente--, y voy a presentarle mis respetos; con suerte, me dara trabajo. --?Un nuevo farero? Lena se volvio hacia Marina de inmediato, inquisitiva. Su amiga solo asintio y echo a caminar de nuevo, con Toniet a su lado. Los siguio con el animo abatido y con un nudo apretado en la boca del estomago, como cada vez que se acercaba al faro. Recorrieron aprisa los escasos metros que restaban hasta la torre, que fue creciendo frente a ellos, fuerte, blanca, ruda y poderosa. Imponente en medio de la desolacion del paisaje rocoso, apenas vestido con algun pino diseminado y ariscas chumberas. Desde que lo habian terminado de construir y habian culminado su altura con la cupula de cristal, Lena lo observaba fascinada todas las noches desde la ventana de su habitacion. Hasta entonces, su casa habia sido el ultimo vestigio de vida humana de la meseta de la Mola, antes de que esta se truncara en el abismo de un acantilado que parecia no tener fin. Por las noches, mas alla de las velas que descansaban en el alfeizar, solo se habia extendido la oscuridad, el fin del mundo o el vacio, iluminado apenas por la luna timida. En ese momento, en cambio, le parecia que su corazon palpitaba al ritmo de la luz del faro. Como si fueran dos extremos de un mismo ser. Porque ambos pasaban las horas buscando vida en la penumbra, la sombra de algun barco que regresaba al hogar. Cuando llegaron al edificio, salieron a su encuentro dos hombres. Rafael, el novio de Marina, se acerco a la joven e hizo amago de darle un beso en la mejilla, pero ella se lo impidio con una risita y fingio que recolocaba en la trenza sus preciosos rizos oscuros. Se sonrieron como bobos. Acababan de prometerse y vivian presos el uno en el otro. Marina no hablaba de otra cosa mas que de su enamorado, y contaba los dias que le quedaban para casarse y trasladarse a vivir al faro con el. Lena la escuchaba con carino sincero, pero a la vez la envidiaba hasta el dolor; porque era feliz y libre, amaba el mar y tenia un companero. Y porque pronto podria recorrer aquel impresionante torreon y asomarse a curiosear el infinito. Por suerte, el otro hombre hablo y la saco de su ensimismamiento. --Soy Quim. Y tambien me siento un poco ignorado por ese par. Lena no pudo contener la risa. Tenia un acento peculiar, exotico, e imagino que debia de haber llegado desde muy lejos. Si de algo estaba segura era de que, en aquella isla, no nacian fareros. --Yo soy Lena. --Lena… --Lo repitio en voz baja, despacio, como si paladeara una cucharada de miel. --De Magdalena --aclaro. Se mordio la lengua antes de decirle que sus lagrimas frias en las noches de tormenta hacian honor a su nombre. --?Vienes a menudo por aqui? Porque, mientras recorria ese camino infernal hasta este lugar apartado de todo, ha empezado a asustarme la posibilidad de no volver a hablar con ningun otro ser humano. --Con Rafael… --apunto ella. --?Tu crees? Miralo. Lena le hizo caso y descubrio a los novios mirandose sin decir nada, embelesados. La envidia la golpeo de nuevo, y fijo su atencion en el rostro de Quim. Le sorprendio que fuera guapo, porque Rafael no lo era en absoluto; y Lena, que no entendia de fareros y que apenas conocia a nadie de fuera de la isla, habia dado por hecho que todos eran feos, como si fuera un requisito de la profesion. Aquel, en cambio, tenia unos bonitos ojos marron oscuro y el pelo negro y ensortijado. --Yo soy Toniet. --El muchacho habia permanecido callado hasta entonces, pero aprovecho el momentaneo silencio para colarse entre ambos y tenderle la mano al nuevo farero--. Si tiene algun trabajo o lo puedo ayudar en algo, estoy a sus ordenes. Quim hizo una mueca a Lena que le parecio de fastidio. Luego, le sonrio. Ella tambien. El tenia una sonrisa bonita. --?Que tal si vacias aquella carreta mientras yo acompano a Lena a ver el faro? Al principio, se asusto. La idea de entrar en aquel coloso la abrumo. Pero antes de que la Lena prudente, recatada y responsable que llevaba siendo desde nina se hiciera con el control, acepto la invitacion y se dispuso a otear el horizonte junto a aquel hombre, que parecia haber llegado como una senal del destino. Porque los fareros no se marchaban. Los fareros no se echaban al mar. Los fareros se quedaban en tierra. *** Conto cien escalones y llego a lo alto con las piernas temblorosas. No por el cansancio, pues estaba acostumbrada a caminar cuesta arriba, cargada de sacos de trigo y carbon o tirando de la mula, sino por la expectacion. Mientras seguia a Quim, imagino lo que iba a ver, y el corazon le trono con fuerza en el pecho. No se habia atrevido a preguntarle a su guia por que motivo la estaba conduciendo hasta alli, y no tuvo fuerzas para pararse a pensar si era apropiado quedarse a solas con un desconocido. Ni siquiera Marina habia subido, y eso que llevaba tiempo cortejando con Rafael y visitaba la zona del faro con frecuencia. Contuvo la respiracion cuando abandonaron el corredor de las escaleras y salieron a la luz del dia. Sobre sus cabezas, una enorme cupula de cristal proyectaba destellos, de un extremo de la estancia circular a otro, y protegia de la intemperie la inmensa lampara que, apagada a aquellas horas, ocupaba la parte central. Quim se aproximo hipnotizado hasta el artilugio y empezo a explicarle algo sobre su funcionamiento con su extrana forma de pronunciar las palabras. Lena no le presto atencion, aunque su voz sonaba agradable. Se acerco mucho hasta el cristal, puso las manos con cautela sobre el y se asomo al mar. Y no vio nada. Solo agua. Mar. Olas grises coronadas de espuma. El lugar donde no se atreveria nunca a poner un pie. Entorno los ojos y forzo la vista, sin resultado. Percibio como Quim se acercaba y se detenia a su lado. No le veia la cara, pero Lena estaba segura de que sonreia. --No se ve America --musito decepcionada. --?America? Eso esta muy lejos. --?Tanto? La tristeza la abatio. Porque, si desde el punto mas alto de la isla, desde donde parecia que podria dominarse el mundo y su inmensidad, no se veia America ni se veia nada, entonces no podria seguir conservando ninguna esperanza de recuperar lo que habia perdido. Jamas obtendria lo que habia ahi fuera. Salvo, quizas, a un hombre dispuesto a quedarse encerrado en el mismo minusculo punto del universo en el que ella vivia. --?Querias ver America? Lena percibio burla en su voz, pero no le dio importancia. El venia de lejos, el tenia un trabajo importante. Habria estudiado y sabria miles de cosas mas que ella. --Una tonteria. --Reunio valor para iniciar una conversacion y disimular su ingenuidad--. ?De donde eres, Quim? --Naci y creci en Tarragona, pero llevo varios anos viviendo en diferentes faros del pais. --Se volvio y la miro a los ojos, y Lena se puso nerviosa--. Como aprendiz, ya sabes. Estaba buscando un lugar en el que establecerme. --?Vas a ayudar a Rafael? --Si. Nos encargaremos los dos de esto. ?Vienes a menudo por aqui? --Solo cuando Rafael no puede ir a ver a Marina a su casa y esta no soporta mas su ausencia. --Le parecio ver decepcion en su rostro, y eso la alento--. Pero vivo muy cerca; mi casa es la ultima de la Mola, esta justo antes de llegar a los acantilados. El abrio los ojos con admiracion y sorpresa. --Me parece increible que alguien quiera vivir en un sitio asi. --A mi tambien --confeso. Quim rio, pero ella no encontro cual era la gracia. Le habria gustado ver si seguiria riendo despues de haber pasado toda su vida cercado por el agua, tan terrorifica y tirana, sin atreverse a poner un dedo en ella. --?Tienes novio? Estuvo a punto de mentirle, pero vio un brillo de ilusion en sus pupilas y decidio ser sincera. --Tengo tres, pero no se donde estan. Se lo dijo porque era su verdad, porque dolia como un golpe en el vientre cada vez que lo recordaba. Y porque, si iba a quedarse en la isla, tarde o temprano alguien del pueblo se lo contaria. Tal vez, incluso le hablarian de la maldicion; eran todos muy ridiculos. El volvio a romper en carcajadas. --Eres muy graciosa, Lenita, ?sabes? --Es verdad --insistio--. Queria subir aqui para averiguar si podia ver a alguno. O a mi padre. Le dio la impresion de que iba a preguntarle algo, pero ella se pego mas al cristal y volvio a buscar en la lejania. Nada. Ni America, ni Denia, ni algun islote en el que pudiera haberse perdido la barca de un pescador. Le parecio todo mucho mas inmenso, y su isla, mas pequena. Se sintio mas encerrada. Aunque habria deseado echar a caminar, a correr, a nadar, se quedo inmovil y se lamento en silencio mientras era consciente de la inmensidad que tenia frente a si; pero tambien de la carga que le pesaba detras, en tierra, a la espalda. Se quedo sin fuerzas, petrificada; sacudida por un anhelo danino que la llamaba a escapar, por una curiosidad infinita por averiguar que podria esperarla mas alla, adonde nunca podria llegar; blanca y quieta, contemplando lo prohibido, la tentacion. Como una estatua de sal. Y entonces, entre la bruma, percibio una sombra, diminuta y solida. --Alli hay algo --dijo. Quim siguio la direccion de su dedo y entorno los ojos. --Son las olas --aseguro. --No, mira. Esperaron unos segundos, y lo que parecia un espejismo fue tomando forma conforme la marejada lo empujaba hacia la costa. Su contorno se definio y sus colores se dibujaron. Entonces, Quim se aparto de su lado y corrio hacia la salida con un grito que retumbo de un lado a otro de la cupula. --!Un hombre! !Se acerca un hombre! !Un naufrago! *** Lena siguio a Quim escaleras abajo, tan rapido que se quedo sin aliento; pero el saltaba los peldanos de dos en dos, y lo perdio de vista de inmediato. Cuando llego a la sala de la planta baja, se detuvo un instante, indecisa y desorientada. Entonces oyo gritar a los hombres y salio al exterior. Los vio alejarse del faro y de las pequenas viviendas colindantes, y correr a lo largo del acantilado. Marina, asustada, se aproximo hasta ella. --?Que ocurre? --pregunto. --Un naufrago. Hay un hombre en una balsa, a punto de estrellarse. Su amiga se tapo la boca para contener una exclamacion. Ambas se quedaron paralizadas, sin saber que hacer. Vieron como los dos fareros corrian hacia el unico punto por el que se podia descender, y Toniet entro al edificio despues de que estos le dieran alguna orden que ellas no habian alcanzado a oir. Una fuerte rafaga de viento les trajo el olor y rugido del mar contra las rocas, y Lena le puso al desconocido que habia avistado en la distancia el rostro de todos los hombres a los que ella habia perdido. El de su padre, que habia partido rumbo a America; el de Guiem, su amor de sonrisa dulce que la habia dejado con el corazon roto; el de Sebastia, su futuro sereno, que habia desaparecido una manana de otono en la que habia salido a pescar; tambien, el de Joan, su anhelado companero, aunque a el todavia le guardaba un poco de rencor. Y, sin pensarlo, echo a correr en direccion al lugar por donde habian desaparecido Quim y Rafael. Marina la llamo a voces y la siguio. Cuando, muchos metros mas alla, llego hasta el inicio de la escalinata tallada en la roca que descendia hasta el mar, oyo que le preguntaba si se habia vuelto loca. Lena se agarro la falda y bajo la pendiente con pasos seguros, a pesar de la inclinacion y la humedad que volvia la piedra resbaladiza. Era la primera vez que se atrevia a hacerlo, pero no dudo. En unos minutos, se encontro, sofocada, sobre el pequeno varadero que remataba una cala minuscula. El temporal mojaba sin descanso los tablones de madera y le salpicaban la ropa, los zapatos y la cara. Se le habian caido el panuelo y el lazo de la trenza, pero no se habia detenido a recuperarlos. Su peinado se deshizo y el fuerte viento le metio el pelo en los ojos y en la boca. Cuando consiguio apartarselo, los dos fareros se habian subido a una barca y remaban en direccion a la balsa, que se dirigia implacable hacia las rocas cercanas. Gritaban para alertar a su ocupante, pero este parecia inconsciente. Uno de ellos se lanzo al agua, Lena no pudo distinguir quien. Si vio como se agarraba a la barca y el otro le tiraba un remo y un cabo, con el que rodeo su propio cuerpo de inmediato. Le costaba nadar y se hundia en las olas de forma intermitente. Logro subir sobre la balsa del naufrago y empezo a remar desde alli. Su companero, unido a el por la cuerda, hizo lo mismo. Tardaron una eternidad en llegar hasta el pequeno muelle. Otra mas en amarrar las barcas. Lena se acerco a ayudarlos, pero la ignoraron. Solo queria ver al hombre al que acababan de rescatar. Se le habia pasado por la cabeza la idea absurda de que pudiera tratarse de uno de los suyos, e intento distinguir su cara. Lo sacaron inconsciente de la balsa; uno lo agarro de los hombros y el otro, por los pies. Lo soltaron sin miramientos sobre un pequeno reducto de arena y posidonia; cayo a plomo, con un sonido hueco al golpearse y con un gemido que les dejo claro, al fin, que estaba vivo. --Necesitamos algo para subirlo --dijo Rafael--. A peso es imposible, ni siquiera entre los dos. --Unas tablas --respondio Quim con seguridad--. Vayamos a por unas tablas y unas cuerdas. Se fueron a toda prisa y Lena se quedo alli abajo, con el mar que la amenazaba a escasos centimetros y con un hombre inerte sobre la arena. Lo observo de lejos, temerosa, y le parecio enorme. Fragil. Su ropa era ligera y estaba hecha harapos. Se acerco un poco y vio que se movia. La sacudio la compasion; estaria helado y dolorido. Se aproximo mas y estudio su rostro. Era joven, y su frente y sus mejillas estaban cubiertas de sangre seca que apenas la dejaba adivinar sus rasgos. Se agacho y se arrodillo a su lado. Quiso hacer algo, decir algo, pero ella no entendia de naufragos. Se pregunto que se sentiria al creer que ibas a morir ahogado, que nunca mas verias a tus seres queridos. Contuvo un sollozo al pensar que, en algun lugar del mundo, habria alguien que lo esperaria por siempre. Deseo hacer que volviera, que viviera por si quien lo aguardaba era tal vez una mujer, una muchacha ilusa que, como ella, sonaba con un futuro mejor. Le temblaban las manos cuando se arrastro hacia el sobre la arena mojada; tomo su cabeza con suavidad y la poso sobre sus piernas, sobre su delantal. El volvio a gemir. Y Lena, que de verdad no entendia de naufragos aunque lo deseara, simplemente le canto. Porque no sabia que otra cosa hacer. Le canto suave, lento, desde el nudo asfixiante de su garganta. Una cancion de cuna. Y luego, una tonada de amor. Canto y canto y lo consolo, como querria que alguien hubiera hecho con los suyos. El, entre suenos, murmuro algo, pero Lena no se asusto. Le aparto el pelo, oscuro y demasiado largo, del rostro. Le acaricio las mejillas heladas. Rozo sus labios agrietados con los nudillos y, aunque estaban amoratados y frios, su tacto le hizo recordar el sabor de su primer beso. Y el abrio los ojos. De golpe y oscurecidos por la sorpresa, confusos. Su expresion se suavizo en cuanto la miro a la cara. Lena enrojecio y quiso salir corriendo. Pero el sonrio, complacido, y volvio a cerrar los parpados con un suspiro de placer. Lena siguio cantando. Lo acuno con ternura. Y penso, como una ilusa, que no siempre era malo que azotara el temporal.
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Frente al espejo de Myrna Del Carmen Flores
https://gigalibros.com/frente-al-espejo.htmlCuando el espejo es tu unico companero, refleja tu vida.Cada dia Cecilia, se enfrenta a su imagen y a las diferencias que el tiempo ha dejado en su piel, pero mas alla de lo externo, observa su evolucion. El reflejo en su mirada le devuelve los recuerdos de las etapas de su vida, sus errores y las personas que fueron parte de su cambio.Hermosos pueblos magicos del occidente de Mexico son testigos de la transformacion de Cecilia en una creyente de la libertad, aunque el precio por conseguirla, implique quedarse sola. Frente al espejo hay alguien dispuesto aun a redescubrirse para encontrar nuevas esperanzas de continuar siendo libre a pesar de los anos vividos. En su nueva novela, Myrna del Carmen Flores nos entrega un personaje lleno de matices y emociones, con una narrativa sencilla y fluida.
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Demasiado Tarde (Amores Imposibles 3) de Amaya Evans
https://gigalibros.com/demasiado-tarde-amores-imposibles-3.htmlBienvenido a Heaven Manor
Una casa para senoritas, muy conocida por gente de sociedad, a la que llegan jovenes pertenecientes a las mejores familias del pais cuya reputacion ha sido danada o destruida debido a algun escandalo. Por este motivo, y gracias a la verguenza que le han hecho pasar a sus familias, son enviadas a este centro de rehabilitacion de comportamiento para que cuando esten listas salgan de alli, a hacer una vida digna de su status social.
1868: Elsy Wakefield, es la directora del centro de rehabilitacion de comportamiento para senoritas. Un sitio que desde que se fundo ha sido su orgullo y una bendicion para muchas familias. Ella tambien tiene un pasado parecido al de muchas jovenes a las que ayuda, y jamas penso que ese pasado regresaria a ella.
Oswald Miller es el amor de juventud de Elsy, y viene a recuperar todo lo que habia perdido hace anos por culpa de personas malintencionadas que no querian verlos juntos. Ahora tendra que luchar contra muchos obstaculos para poder derrumbar las barreras que los separan, empezando por las del corazon de la misma Elsy. -
Mi acosadora de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/mi-acosadora.html?Quien no ha tenido alguna vez un idolo? Un cantante de rock o un actor de cine que nos hace suspirar. Para Raychel Tarner, una chica aparentemente normal, es su maravilloso, atractivo e inteligente jefe. Asi que fue un verdadero chasco descubrir que Denley tenia los pies de barro. ?Que debia hacer ahora? Era una pena que la madre de Raychel tomara cartas en el asunto…
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La hermana de Louise Jensen
https://gigalibros.com/la-hermana.html -
El arte de la fuga de Vicente Valero
https://gigalibros.com/el-arte-de-la-fuga.htmlEn verdad ninguno de los frailes apinados en aquella celdilla fria y oscura consiguio ver que el alma saliera de su boca, solo puntos amarillos de saliva expulsados de la lengua llagada, cuando el estertor se transformo en un suspiro ultimo, negro como el crujido de un alamo en la noche de invierno. Asi pues, pensaron todos entonces, el alma de los santos enamorados tambien era invisible; es decir, que se escurria como cualquier otra entre los labios resecos, casi azules, sin ser vista ni oida, para buscar inmediatamente despues, ansiosa, la frente ungida con los oleos y poder de esta manera tomar impulso hacia lo mas alto, deslizarse por fin hacia una paz definitiva. Hubieran dado todo cuanto poseian --aunque esto es, por supuesto, solo un decir, pues nada poseian aquellos pobres rezadores-- por contemplar el cuerpo moreno y entregado de la Amada, incluso sospechando que aquel deseo pudiera ser impuro, como tantos otros deseos del hombre, si bien las sagradas escrituras nada decian sobre aquel asunto. Pero Juan acababa de morir, se trataba ya de un hecho indiscutible, y en aquella covacha desnuda ni los descalzos de Ubeda ni aquellos otros llegados de Baeza y La Penuela habian conseguido vislumbrar el vuelo ultimo del alma, aunque Dios ya andaba por todas partes en aquella hora nocturna, nadie podia dudarlo, Dios era un olor bendito que emanaba de la carne podrida y de sus vapores todavia calidos, una luz humeda, casi irrespirable. Hacinados e inquietos, aquellos hombres flacos y devotos de la Virgen del Carmen se habian asomado a la boca del moribundo con la esperanza de ver. Alli buscaron, con los ojos bien abiertos, emocionados, unidos en el mirar, un ultimo rescoldo, una sombra palpitante, la mariposa de la fe. El poeta, el santo, el mistico, aquel fraile distraido y un poco loco --?cual de todos ellos era entonces o a cual se le esperaba mas alla de la vida y la muerte?-- se habia consumido entre estertores, despues de haber escuchado una vez mas las preciosas margaritas de Salomon, el canto perfecto del amor perfecto, y sus ojos empezaban a divisar una oscuridad nueva, todas las llagas de su cuerpo ardian como antorchas en la noche --?a que esperaba entonces el Amado?--, mientras los frailes besaban sus manos y sus pies, esperaban la salida fulgurante de la esposa. Dejaremos dicho aqui para empezar que durante aquel largo otono andaluz del ano 1591 hubo sol y hubo tormentas, despues de los ultimos sudores empezaron a caer las hojas de los arboles, llego por fin un dia la nieve a las cimas serranas, el cielo se lleno de nubes grises. Nadie sabe como seran sus ultimos dias, si hara frio o calor, si llovera y los rios inundaran calles y sembrados, si habra sequia y enfermaran los animales, o si la luz del sol, como una mano de madre imperecedera, acariciara una a una todas las palabras de la despedida. Puede que Juan supiera, sin embargo, cuando escogio Ubeda y no quiso ir a Baeza ni a Linares, como le suplicaron los frailes campesinos de La Penuela --aquel lugar silvestre donde comenzaron sus heridas--, que en su morir habria cielos de otono cada vez mas frios y solitarios, como los que su alma deseaba, pero el abrazo tambien de los hermanos descalzos y la fe no menos calida de los vecinos que nada sabian de el, que nunca habian oido hablar de sus canciones, y que su cuerpo imploraba tal vez como el de un nino desamparado. Durante aquellos casi ochenta dias ultimos que paso Juan en el convento ubetense, las noches fueron haciendose cada vez mas largas y oscuras, como el dolor de la carne y la soledad del sacrificio, pero no por ello la dulzura del otono estuvo ausente en aquella celdilla con su plenitud de estacion profunda y generosa. Asi, durante aquellos dias, hubo pajaros tambien en la ciudad, estorninos y petirrojos, grullas de paso, zorzales y codornices. Hubo un repetido runrun de aguas sobre las piedras de las murallas y de las iglesias, que Juan podia oir tendido en su camastro, tal vez con cierto placer, o al menos con el alivio que la lluvia concede siempre a los sedientos, y un viento que soplaba y batia las ramas de chopos y naranjos. Pudo beber el zumo rojo de la granada, morder la carne amarga del membrillo. Y por el estrecho ventanuco es posible que entraran alguna vez tambien el aroma de los limoneros y la rafaga candente del relampago. Que al padre Crisostomo, prior del convento, no le viniera nadie con monsergas de milagros ni de versos, el era un hombre de pulpito y de tratados gruesos. No habia visto nunca a un santo, pero si a muchos extraviados que se decian poetas, incluso a algunos herejes alumbrados que habian merecido el castigo riguroso pero justo de Roma. Lo mejor era hablar poco con el enfermo y, a ser posible, que nadie supiera que estaba alli con ellos. No era este prior, a decir verdad, un hombre envidioso, pero si un fraile asustadizo, cumplidor y obediente, que maldecia la hora en la que a Juan se le habia ocurrido ir a morirse a su convento. Cuando lo vio llegar, aquel anochecer caluroso de septiembre, a lomos de un burro fatigado, ya se temio lo peor. Y lo peor era entonces solamente que aquel hombre a quien su propia orden habia perseguido, encarcelado y ahora tambien desterrado, cuyas cartas habian sembrado las clausuras de palabras dudosas y de sofocos misticos, llegara ahora a Ubeda para repartir rimas y milagros. Se prometio entonces a si mismo, mientras Juan se bajaba con dificultad del pollino, que no se lo permitiria y, sobre todo, que no se dejaria enganar por el, por su habito raido y sucio, por su ya celebre jerigonza de nadas y desiertos, y menos aun por sus jaculatorias contra incendios y tormentas. Que habia venido a buscar exactamente el perseguido, sin embargo, lo sabria el prior muy pronto, cuando Juan cayo desmayado en la puerta del convento, con sus llagas y sus calenturas, porque aquella debilidad tan cierta --con aquel rostro suplicante y famelico, con aquel temblor de piernas-- le dio a entender que el enfermo lo habia elegido precisamente a el para que guiara su alma por el sendero ultimo de la noche y se compadeciera de su cuerpo en los dolores terribles, y con ello tal vez para ser seducido tambien, oh Virgen piadosa, por aquellas metricas italianas del demonio. Para los hermanos aquellas heridas inmensas y aquel morir en la celda mas oscura del convento pronto se transformaron en pura alegria, una gracia especial del Amado, la musica presentida y tantas veces solicitada. Se lloraba por los pasillos y, a hurtadillas del prior, cantaban las canciones de Juan, se abrazaban y se besaban; la felicidad era entonces aquello, un ir y venir entre lagrimas incontenibles, traer las vendas limpias y dar a lavar las sucias, lamer las sucias por el camino, llevarse a la boca el pus, la sangre negra, la saliva del poeta, agradecerle a Dios aquellos liquidos, aquel enfermo unico. Una y otra vez por los pasillos se oian las canciones del alma y el esposo, que tan bien se sabian todos, aprendidas en otros conventos lugubres --tan oscuros y frios como aquella mazmorra toledana donde habian sido compuestas casi quince anos atras--, dichas y repetidas muchas veces, calladas tambien otras muchas, segun soplara el viento de la regla o del prior, favorable u hostil a la musica amatoria y al cantor de Avila, pero siempre luminosas en el corazon secreto de los humildes. Ah, el coro de descalzos, voces olvidadas por el mundo, rezadores de la vieja ciudad de Ubeda: Bartolome de San Basilio, dulce y generoso, antiguo discipulo de Juan; Alonso de la Madre de Dios, inteligente y agradecido, lector de salmos y profecias; Bernardo de la Virgen, hermano lego, de dia y de noche a los pies del moribundo, siempre el perro mas fiel; Diego Pablo de Jesus, modesto y pequeno como un jilguero de la vega, bondadoso; Pedro de San Jose, mundano y alegre como un vino nuevo de aldea. Coro insospechado de servidores, adoradores de llagas putrefactas, moscas benditas. Todo empezo en aquel solitario retiro de La Penuela, lleno de olivos y de vinas, entre ermitanos labradores, adonde Juan habia llegado a principios de agosto, en plena canicula, para cumplir nuevo destierro, sin oficio, solo como un descalzo mas. La brisa de Sierra Morena invadia todas las mananas aquellas celdillas blancas con su olor a tomillo y a encinar humedo, con su musica de currucas tempraneras. Una docena de hermanos barbudos y penitentes regaban las coles en silencio, sembraban el ajo y la cebolla, o recogian la aceituna. Habia en aquel lugar tan puro una alegria de uva andaluza y de amor a la Virgen, unos cielos azules sobre los roquedales altos, una fe felicisima. Por fin el poeta que amaba las soledades y la luz podia tambien gozar de ellas, despues de tantos anos de disputas capitulares y de vicarias nomadas, despues de interminables andaduras. Por fin el fraile que amaba la obediencia podia tambien gozar de ella como un imberbe novicio castellano. Se dijo despues que, en aquellos dias soleados, iba a rezar todas las tardes junto a una vieja fuente de montana, rodeada de laureles y lentiscos, por donde saltaban las liebres, susurraban las tortolas y vigilaban los cernicalos. De rodillas y con las manos unidas en el pecho, como era habitual en el, aspirando siempre a lo mas alto, a veces levitaba, esto tambien se dijo despues. De su boca brotaba entonces la palabra como el agua de la fuente, fresca y natural, transparente y solitaria. Era Juan en La Penuela, a solas con la esposa que llevaba dentro, en coloquio verdadero, con ella y con su Dios enamorado. No habia amargura en su corazon ni recuerdo alguno de sus perseguidores que, sin embargo, no cejaban y aun dilataban sus discursos difamatorios por las extensas comarcas del carmelo. O tal vez si, puede que hubiera cierta amargura todavia, esto lo decimos nosotros ahora, algun resentimiento, pues fue aqui mismo tambien donde escribio que mejor se estaba en compania de piedras y garbanzos que de apostoles locuaces, de criaturas mudas que de hombres envidiosos. Comia entonces pan de habas con hierbas cocidas y era feliz. Ya de noche, dormia sobre unos manojos de romero tejidos y de sarmientos a modo de zarzo y era feliz. Encendia la llama de amor viva, una y otra vez, reescribiendo pasajes inconclusos, penetrando en honduras incandescentes, dejandose iluminar por ella. Hasta que un dia de aquellos de verano llegaron tambien las fiebres, y con ellas el cansancio y el sueno, la mirada vidriosa, aquella sed.
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Por amor de mi amor de Gadea Fitera
https://gigalibros.com/por-amor-de-mi-amor.htmlEl dia que a Columna Ara le entregan la carta, no sabe que su mundo, tal y como lo conoce, va a dejar de existir. Con los ultimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial resonando y Espana sumida en una dura posguerra, debera dejar atras Zaragoza y partir rumbo a la Costa Azul en busca de respuestas.
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Cronica de un trafico maldito de Ariel A. Berretta
https://gigalibros.com/cronica-de-un-trafico-maldito.html?Hasta donde serias capaz de llegar para conseguir un organo para tu hijo con una enfermedad terminal? ?Pagarias por uno de dudosa procedencia? ?Y si te enteras de que a otro ser humano se le privo de la vida para que el tuyo tuviese una oportunidad? Escalofriante, ?verdad?
Este mundo tiene eso y mas para ofrecer. La demanda de organos es tal a nivel mundial, que las mafias han descubierto una nueva mina de oro. Desde robar organos de hospitales en Latinoamerica, extraerlos a reos ejecutados en carceles de China, a victimas del narcotrafico en Mexico; hasta tener campos de seguridad donde se mantiene a personas que han sido secuestradas con un unico fin. Esperar a que un receptor pida un organo con caracteristicas compatibles, para ser sacrificado y enviado en partes, a cambio de fuertes sumas de dinero.
Parece ciencia ficcion. !ojala lo fuera! -
El dolor de la princesa Alice de Dylan Martins
https://gigalibros.com/el-dolor-de-la-princesa-alice.htmlDolia tanto ese momento que, parecia que me estaban rajando con la hoja de un cuchillo bien afilado mientras miraba por la ventana y comprobaba como el jardin del palacio se vestia de gala para nuestro enlace y los invitados se dejaban ver mientras tomaban su primera copa de cava. Me casaba con Fernan Russ, el principe de Arsolla, lo hacia por el pacto que se habia llevado a cabo entre nuestras familias desde que yo era bien pequena. Hacia unos dias que habia cumplido los veinticinco anos, catorce anos menor que el, asi que me habia preparado toda mi vida para esa boda mientras el iba de flor en flor. Muchas veces fue pillado saliendo en los medios internacionales hasta que anunciaron nuestro compromiso, ese dia que yo tanto temia. Y ahora, despues de muchos dias de dolor contenido, rabia y decepcion, me iba a casar con el, sin amarlo, sin tan siquiera sentir lo mas minimo por aquel principe con el que a partir de ahora compartiria mi vida. No habiamos compartido ni un beso, ni una mirada de complicidad, ni nada que nos hiciera sentir ese dia como algo verdadero. Fernan buscaba dar a la sociedad lo que esperaban de el y yo cumplia con lo que mis padres habian decidido por mi, lo que a ellos les hacia feliz sin importar lo que yo sintiera o quisiera. Habia pasado mi primera noche antes del enlace en el palacio de Kilenia, ese que se convertiria en mi hogar a partir de hoy y donde pasaria a convertirme en la Princesa de Arsolla, adquiriendo ese nuevo titulo que tan poco deseaba. Mi padre aparecio por la habitacion con cara de orgullo por haber conseguido a traves de su hija, lo que tanto el como mi madre deseaban, yo sonrei con tristeza pues no me salia de otra forma. --Estas preciosa, hija mia. --Gracias, padre --me agarre de su brazo y bajamos hacia la capilla de palacio donde se iba a oficiar la ceremonia. Los asistentes me miraban sonrientes, Fernan se metio en su papel y me sonrio con un gesto de felicidad que no se lo creia ni el, pero como todo lo que hacia tenia que ser fingido, hasta lo que se suponia que iba a ser el dia mas importante de nuestras vidas. Yo iba a esa boda, como se solia decir, como si me llevaran directa al matadero, o al patibulo, que para el caso... Ahi estaba la madre de Fernan, la Reina Amelia de Arsolla. No era una mala mujer, conmigo siempre se porto muy bien, era carinosa y amable asi que al menos con ella podria tener una buena relacion. Lorenzo, padre por horas y rey a tiempo completo como solia decir mi madre, estaba sentado en primera fila, esperando que mi padre me entregara a su hijo y le acompanara en ese privilegiado lugar, junto a su esposa y mi madre. Mi madre, Eleanora, quien a pesar de mis peticiones de no acceder a que me casara con un hombre al que no conocia y que no habia tenido trato alguno, hizo oidos sordos. --Ya llegamos, hija --susurro mi padre sin perder esa sonrisa de hombre orgulloso al ver a su unica heredera acercase al altar donde la esperaba el principe de cuento que todas, alguna vez, hemos sonado con tener. Leandro, ese era mi padre, el que me llevaba obligada caminando por esa alfombra sin tener en cuenta mis suplicas. Otro como mi madre. Cientos de veces me plantee si me querian realmente, porque no creo que se le pueda obligar a un hijo a casarse con una persona a la que no ama ni desea. ?Lo unico que me gustaba de este maldito dia? El vestido de novia que llevaba. Al menos eso si me habian dejado escogerlo a mi. Entallado hasta los muslos donde la falda empezaba a ser mas suelta, con una cola de un tamano medio y con volantes, encaje que cubria todo el vestido, espalda al aire, escote en V y el borde del mismo, asi como los tirantes que acababan en la parte central de la espalda, donde tenia la cremallera, era de encaje gris. Me habian recogido el cabello en un mono bastante bonito y, como no podia ser de otra manera, me pusieron la tiara a modo de discreta corona con la que se caso la que desde ese dia seria mi suegra. --Mi princesa --dijo Fernan, bien alto para que todo el que estuviera lo suficientemente cerca le escuchara. Seguia sonriendo el muy canalla, fingiendo que todo era maravilloso, y yo igual, que me habia tenido que poner la sonrisa en los labios y dar a entender que estaba enamorada hasta la medula del hombre que tenia delante. Mi padre me miro feliz y me dejo alli, ante el altar, delante del cura que nos casaria, y fue a unirse con mi madre y sus consuegros. De verdad, si la gente supiera que esto no era mas que una farsa... Ganas me daban de hablar cuando el cura preguntara aquello de "Si alguien tiene algo que objetar, que hable ahora o calle para siempre", porque seria yo quien diria que me obligaban a casarme. Bueno, eso realmente seria muy capaz de soltarlo cuando nos preguntara a nosotros, como parte interesada en este enlace, si veniamos libremente. !JA! Libremente, las narices. Que no me habian traido arrastras por la alfombra, porque no seria bonito de ver, ni digno de una mujer de mi posicion social. Ya no digamos de la futura Princesa de Arsolla, vamos. En fin, que yo queria salir de alli por piernas y no podia. Llego el momento, ese tan esperado por todos, en el que el cura pregunta... --?Venis libremente a contraer matrimonio? ?Os podeis creer que Fernan, que me tenia la mano agarrada con la suya desde que me uni a el, me dio un apreton para que no dijera nada que no debiera? !Hombre, por favor! Pero, !que valor el suyo! ?Que se habria pensado que iba a hacer? ?Decir que no? Si me hubieran permitido hacer eso, no estaria ahora mismo contestando... --Si, venimos libremente. Ya estaba la mitad de mi aceptacion a este matrimonio, y grabado que habia quedado porque estaba viendonos casarnos medio mundo, si no el mundo entero, pues de todos es sabido que las bodas de principes y futuros reyes eran de lo mas televisadas. Mirara donde mirara, me encontraba una camara de television grabando. ?Sabeis lo que pense hacer? Escribir una nota pequena con el siguiente mensaje: "S.O.S. Vengo obligada a casarme, por favor !!!Salveme quien pueda!!!" Pero no lo hice, como es evidente, porque eso habria provocado infartos en masa, y cuando digo en masa es que los primeros en caer habrian sido mi suegro y mi padre, tenian altas posibilidades por sus edades y por ser hombres, y despues mi suegra y mi madre. --Por el poder que la Santa Madre Iglesia me otorga, yo os declaro marido y mujer. !Ole! !Viva los novios! Si, me quede con las ganas de gritar eso pues para algo era mi boda, pero no podia. Mi ya esposo, me dio un casto beso en la frente ante las camaras y los invitados que nos acompanaban en ese, nuestro gran dia. Colgada de su brazo camine sonriente y saludando con la mano hasta que llegamos a la salida de la iglesia, donde nos esperaban para lanzarnos arroz. Seguiamos los dos sonriendo, fingiendo que eramos la pareja de enamorados mas felices del mundo y que por fin afianzabamos nuestra relacion ante Dios, nuestro senor, aunque por dentro estaba llorando como una nina pequena porque no queria este matrimonio. Una pareja debe casarse enamorada, tienen que quererse, conocerse, ser complices el uno del otro, saber lo que es bueno para ambos y que el otro sepa en todo momento lo que puede necesitar la otra parte. Que tengan tal complicidad que se adelante en algun momento a lo que la otra parte de la pareja va a hacer o decir, que se conozcan de ese modo tan intimo. La mia habia sido la boda mas falsa de toda la historia, vamos, imagino que, a lo largo de los anos, o mas bien siglos, que llevaba existiendo lo de los matrimonios concertados entre la realeza, alguno habria sido como el mio, pero ahora que yo lo vivia en mis propias carnes, me sentia la mujer mas desgraciada. --Pues ya esta, ya somos matrimonio --susurro Fernan, cuando ibamos hacia la zona de palacio donde tendria lugar el banquete. Y si, comimos y bebimos, bailamos y los dos seguiamos aparentando que era el dia mas esperado por ambos, el mas feliz, debiamos fingir que estabamos de lo mas enamorados y las muestras de carino del uno hacia el otro fueron constantes cuando estabamos juntos para alguna foto o para charlar con los invitados, si mi querido marido no se quedaba junto a la barra donde servian las bebidas. No es que fuera completamente borracho, pero tenia suficiente alcohol en el cuerpo como para que se le notara contentillo.
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Una Chica del Monton de Clara Montecarlo
https://gigalibros.com/una-chica-del-monton.htmlHice siempre lo que me decian.
Estudiar y no meterme en problemas.
Ser una buena chica.
Ayudar a los demas.... -
Viento y ceniza (Forastera 6) de Diana Gabaldon
https://gigalibros.com/viento-y-ceniza-forastera-6.htmlCorre el ano 1772 en Carolina del Norte. La revolucion ha llenado de muertos las calles de Boston, y el gobernador pide ayuda a Jamie Fraser. Sin embargo, gracias a su esposa Claire, viajera en el tiempo, Jamie sabe que el resultado de la revolucion sera muy desfavorable a los intereses del rey de Escocia. Por una vez, Jamie quisiera que su mujer se equivocara acerca del futuro.
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Los violines del angel de Gema Alcala Recuero
https://gigalibros.com/los-violines-del-angel.htmlSiglo XVII. Amadeo y Balbina, dos jovenes de diferente estrato social, viven su amor sin reparar en las diferencias insalvables que los separan. Cuando el padre de Balbina los descubre son desterrados y deben iniciar una nueva vida alejada de las comodidades palaciegas. Buscan refugio en Madrid, donde un barbero les da hospedaje en su casa de la Corredera Baja de San Pablo. Ano 1.965. Antonita y Pili son las unicas chicas de su clase en el primer curso de arquitectura de su universidad. Su vida en medio de una sociedad dominada por hombres no es facil y muy pronto surgen importantes problemas.
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El corazon de una estrella de Noelia Amarillo
https://gigalibros.com/el-corazon-de-una-estrella.htmlSirius, la estrella mas brillante (y caprichosa, y altanera) del firmamento, esta hasta las mismisimas narices de que todo el mundo le recuerde como “la estrella de Oriente que guio a los Reyes Magos”, por tanto, decide bajar a la tierra, tomar forma humana y convertirse en un astro agorero que vaticine catastrofes para recuperar su reputacion de estrella feroz y malvada. Pero nada es tan facil como parece. Los humanos le han perdido el respeto (tambien el miedo), no le hacen caso e incluso !le atacan con un paraguas sin que el haya hecho nada para merecerlo! Asi que no le queda mas remedio que buscarse una ayudante que pronostique sus catastrofes. Y, ?quien mejor que Deneb?, una rubia explosiva que finge ser tonta pero que en realidad resulta ser muy pero que muy lista. Ella, supuestamente, le ayudara a recuperar su estatus homerico de “estrella malvada”. Juntos recorreran Madrid en Navidad, a la caza y captura de una desgracia que vaticinar. O al menos lo intentaran, porque la aparicion de un sentimiento inesperado dara al traste con sus planes. Y es que es muy dificil ser una estrella malvada cuando se esta enamorado.
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El estafador del amor de Natalia Divan
https://gigalibros.com/el-estafador-del-amor.htmlAntes de continuar, me cercioro por ultima vez de que estoy en el lugar adecuado: <
>, leo en la placa de una fachada. Si, es aqui. Camino unos pasos esquivando a un par de ancianas que se mueven con dificultad, cada una de ellas sujetandose del brazo de la otra, y llego a la entrada de un edificio senorial, solemne y recientemente reformado. Sobre la puerta descansa anclado un distintivo 2 dorado. Este es un barrio de pijos. Me acerco al portero automatico y presiono el boton junto al cual hay una pegatina en la que se puede leer < >. --?Si? --pregunta una voz femenina a traves del telefonillo. --Eh, hola --titubeo nerviosa--. Soy Alizee. Ayer pedi una cita para... --Suba --la voz me interrumpe y, tras un zumbido electrico, la puerta se abre. Entro y cierta fragancia delicada me acaricia el sentido del olfato. No se trata del tipico ambientador en spray de marca blanca que se utiliza para disimular olores, ni mucho menos. Parece ser que en esta comunidad gusta bastante lo delicado, lo exclusivo. --Hola --le digo a la limpiadora. --Buenos dias --me saluda educadamente y vuelve a centrar la atencion en sus quehaceres. Subo en ascensor hasta el tercer piso. Alli, la puerta del 3o B esta entreabierta. Pego timidamente y entro. --?Le ha sido facil encontrar aparcamiento? --me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja la recepcionista, que esta sentada tras un escritorio. Es una senora de unos sesenta y pico anos que viste de forma muy elegante y que es bastante sexy. --He venido en metro. --Le devuelvo la sonrisa. --!Ah! --Ella hace una mueca. Supongo que la gente que contrata los servicios de un detective no es gente que, en general, suela usar el transporte publico. Eso es muy lower-class. En este momento me replanteo si, de verdad, puedo permitirme desembolsar tanto dinero en esto. --Agustin la atendera en un momento --dice la mujer, centrando su atencion en un monton de papeles que comienza a ordenar--. Puede ponerse comoda. Dicho y hecho. Me siento en un confortable sillon que hay en la entrada y me dedico a admirar la decoracion: muebles buenos y modernos, plantas naturales, bastante luz que entra a traves de las amplisimas ventanas, elegante papel de pared, un titulo enmarcado de detective reconocido por el Ministerio del Interior... Un pasillo parece conducir al resto de las estancias del piso, imagino que esto es una casaoficina. En la habitacion en la que me encuentro hay, ademas, una puerta cerrada a cal y canto con un cartelito de metal incrustado que reza < >. Lo mas probable es que Agustin este ahi dentro, tras el letrero. Miro de soslayo a la recepcionista, que continua poniendo orden en su escritorio. ?Estaran Agustin y ella casados? Tras cinco minutos de espera, la puerta que estaba cerrada se abre y, al otro lado, aparece un senor trajeado, canoso, alto y languido de la misma edad que la recepcionista. --?Alisei? --Me dirige una mirada. --Alizee --le corrijo la pronunciacion. --Disculpe. Pase. Entro en su pequeno despacho, en el que me siento como atrapada en una jaula por la falta de ventanas y las numerosas estanterias repletas de libros que tocan el techo. Ambos tomamos asiento, cada uno a un lado de un escritorio de roble. --Bueno... --dice lentamente mientras entrelaza las manos, como si no supiera por donde empezar--. Mi nombre es Agustin, aunque eso ya lo sabra. ?Te parece bien que nos tuteemos, Alizee? Ahora lo he dicho bien, ?verdad? --Si --respondo con una risilla nerviosa--. Mejor nos tuteamos. --Sofia, la recepcionista, me ha dado algunos detalles sobre lo que necesitas, pero mejor que me lo expliques tu misma. --Pues --mientras hablo me fijo en que sus ojos, cansados por el paso del tiempo pero todavia hermosos, son celestes como el cielo-- quiero investigar a mi pareja. --?Hombre o mujer? --pregunta mientras comienza a realizar anotaciones. --Es varon. Se llama Marcos. --Dejame adivinar: crees que te es infiel con alguien --sugiere sin dejar de escribir--. Una amiga, quizas. --No... --!Vaya! --Da un chasquido con los dedos--. Suele ser eso. Entonces, ?de que se trata? --Creo que mi novio no es quien dice ser. Temo que me ha estafado y que me engana, pero no estoy segura. No se que pensar. --Interesante... --dice rascandose la barbilla--. ?En que te basas para acusarlo de tal cosa? --Me llego un mensaje. Saco mi telefono movil del bolso, ingreso en mi cuenta de Instagram y le muestro el misterioso mensaje privado que recibi hace un par de dias de un perfil 'vacio', sin fotos, ni seguidores, ni seguidos ni ninguna descripcion, y cuyo nombre de usuario es < >, una sucesion aparentemente aleatoria de letras y numeros. Estoy convencida de que, quien sea que esta detras de esta cuenta, la creo con el unico fin de ponerse en contacto conmigo. Agustin lee el mensaje en voz alta: --< >. --?Que te parece? --pregunto intrigada por conocer su opinion --Ummh... --Se rasca ahora compulsivamente la cabeza, pensativo--. La imagen de la que habla, ?en ella apareces con Marcos? --Si. Es la primera que subo junto a el. Soy muy celosa de mi intimidad. --?Puedo verla? Asiento con la cabeza y le muestro la fotografia durante algunos segundos. Fue tomada en un restaurante por un camarero. --?Marcos sabe que la has subido? --No. Mi novio ni siquiera tiene redes sociales. --!Oh!... ?Que edad tiene Marcos? --La mia. Veintinueve. --?Alguien menor de treinta anos, en pleno 2019 y que no tiene ni una sola red social? --Entiendo lo que estas sugiriendo. Confieso que a mi tambien me parecio raro al principio, pero tampoco es como para desconfiar... ?O si? --Mira, te sere claro, Alisei... --Alizee --vuelvo a interrumpirle. --Disculpa. Como decia, existe la posibilidad de que, si, se trate de un estafador. A juzgar por el tono de desesperacion, ese mensaje que has recibido parece sincero, aunque podria ser completamente contrario a la verdad y perseguir algun oscuro objetivo como destruir vuestra relacion. Dicho esto, te advierto de que en los ultimos anos se han puesto muy de moda los conocidos como 'estafadores del amor'. --?Que es eso? --pregunto atonita, aunque ya formando una idea en mi mente de lo que puede significar. --Son personas, hombres en su mayoria, que se aprovechan de sus victimas haciendoles pensar que sienten grandes sentimientos hacia ellas. Se ganan su confianza, a veces logran meterse en sus casas, les apartan de sus familias y amigos y les sacan todo el dinero que puedan. --Oh, mon Dieu. --Me llevo la mano a la boca al ver similitudes respecto a mi relacion con Marcos. --Pero no seamos negativos, por favor. Al menos, no todavia. No tenemos ninguna prueba solida para acusar a tu novio de nada. --Le da un pequeno sorbo a su botellita de agua. Parece tener la lengua seca de tanto hablar--. Estos estafadores suelen aprovecharse de individuos debiles, psicologicamente hablando. Gente que no tiene muchos amigos, gente timida, que esta sola, maleable... Gente mas facil de enganar. ?Te sientes identificada? --No me considero una persona debil ni timida --respondo con total sinceridad--, pero, cuando lo conoci, yo estaba sola. Acababa de llegar a Espana. --Ahi esta --exclama Agustin chasqueando los dedos, como si acabara de descubrir la clave --. El fue tu apoyo, ?verdad? --Si. Me ayudo muchisimo. --Alisei, necesito que me lo cuentes todo. Como lo conociste, cuando, que me des detalles de su actitud a lo largo de todo este tiempo... No te dejes nada en el tintero ?de acuerdo? --La historia es un poco larga --le advierto. --Descuida. Tengo toda la tarde para escucharte. --Pues vamos alla... Tomo aire y me preparo para hacer memoria y hablar sobre todo lo que se de Marcos. -
El escritor y la tecla del erotismo de Ana Vacarasu
https://gigalibros.com/el-escritor-y-la-tecla-del-erotismo.htmlUn famoso escritor viaja al campo para documentarse. Por caprichos del destino, su camino se cruza con el de una mujer que guarda un secreto que le cambiara la vida.
Un secreto escondido en una letra. La de la tecla del erotismo. -
Gamiani de Alfred De Musset
https://gigalibros.com/gamiani.htmlLa leyenda dice que el poeta Alfred de Musset, en una platica de absenta con sus amigos, apostaba a que la literatura erotica no necesitaba de la vulgaridad ni del lenguaje soez para ser altamente calentante. Siendo muy joven, cumple con su promesa, entregandoles a sus amigos un trabajo nunca pensado para la imprenta. Pero al ser un clasico de la pornografia, pronto ya estaba editandose profusamente.
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Una nina en camino de Raduan Nassar
https://gigalibros.com/una-nina-en-camino.htmlAl salir de su casa, la nina camina sin prisa, anda descalza en medio de la calle; a veces se desvia agil para espantar a las gallinas que picotean la hierba que crece entre las piedras de la cuneta. El vestido casero, cosido probablemente con dos retales, cubre su cuerpo delgado como un tubo; la falda es de un pano grueso y descolorido; la blusa es de raso, de fondo negro y brillante, con un enorme estampado chillon de vivos colores, tan grande que sobre el pecho liso de la nina solo se ve un trozo de hoja tropical. Debe de dormir y despertar, dia tras dia, con las mismas trenzas, unos restos aplastados. Una de ellas, deshilachada, se sostiene con dos horquillas que casi naufragan, ya casi deshecha; los mechones de la otra estan mal sujetos en lo alto por un lazo sucio que cae como una flor marchita sobre su frente. Mientras se relame al andar las fibras de mango pegadas al circulo amarillo y pegajoso alrededor de su boca, la nina olvida por un momento las otras distracciones de la calle hasta que se acerca a una pequeno tumulto frente a la maquina de trillar arroz; tres chiquillos salen por la puerta grande del almacen arrastrando cada uno un saco de paja. <
>, refunfuna uno de los chicos. < >, dice el segundo. <>. La nina se queda pasmada siguiendo clandestinamente aquella disputa, nota un entusiasmo gozoso escondido tras la discusion. < >, recomienda el tercer chiquillo. Descalzos, sin camisa, con el cuerpo encorvado por la carga, los chicos arrastran los sacos, que estiran por uno de los extremos, como si les tirasen de la oreja. Y la paja, con ese movimiento que a veces se atasca, va hinchando cada vez mas la abultada barriga de los sacos. Al pasar por el suelo de tierra, uno de los chicos ve a la nina en cuclillas, observandolos por debajo de la panza curva de un caballo cuyas riendas estan amarradas a una de las argollas de plomo. Los tres chicos se paran. < >, grita uno de ellos agachandose para toparse con los ojos de la nina bajo la barriga del caballo. La nina vislumbra el fondo oscuro de un patio, un gran circulo acolchado de paja de arroz, velas encendidas sobre las estacas, los trabajadores del circo, los ninos trapecistas, y sus ojos brillan de emocion. < >, dice Dinho agachandose tambien. Zuza, el mozalbete que pasa por la acera de enfrente con una pelota de cuero bajo el brazo, afloja el paso y se dirige al centro de la calle: <>, pregunta. < >, dice Dinho. <>. < >. < >, interviene uno de los chicos. < >. <>, pregunta Zuza maliciosamente. <>. Zuza hincha el pecho, lleno de si, mientras el chico le advierte con miedo: < >. <>. El chiquillo se calla y clava los ojos en el suelo. Zuza hace una mueca: <>, dice despechado y, soltando de repente la pelota de cuero, hace una parada con el pecho y la pisa con el pie derecho. Con los brazos libres compone en un instante el gesto: < >, dice moviendo el brazo lentamente arriba y abajo, tieso por el corte de mangas que hace con los ojos llenos de descaro. <>. La nina abre los ojos como platos y sigue con aprension la amenaza del chaval. Los tres chiquillos ni se mueven y, a sus pies, uno tras otro, caen los tres sacos, vomitando paja por la boca abierta, como si les hubieran dado un golpe violento en la barriga. <>. Zuza deja ipso facto de hacer el corte de mangas. Coge disimuladamente la pelota y mira. < >. Apoyada sobre un almohadon de saten azul, en el alfeizar de una ventana alta, dona Ismenia, rolliza, muy pintada, disfruta de la primera sombra que ya roza su casa y agita la mano llamando a Zuza. El chico baja de la acera mientras los tres chiquillos, sin mas dilacion, recogen los sacos por un extremo y se largan rapidamente de alli, dejando en el suelo tres marcas circulares de paja amarilla, como si fuesen tres yemas enormes cociendose al sol. Zuza sube a la otra acera desmanado y alza los ojos hacia la ventana. < >, dice dona Ismenia con los ojos juguetones, la cara coloreada como el trasero de un mandril. Zuza sigue mirando hacia arriba, la pelota de cuero en el arco del codo. <>. < >, responde azorado. <>. < >. <>. < >. <>. < >. <>. Otra mujer, medio escondida detras de la cortina, recogida hacia uno de los lados, pellizca el muslo grueso de dona Ismenia, que sofoca un chillido volviendo la cara y ampliando la sonrisa. Se apoya de nuevo en el almohadon. Sus senos blancos como la leche, explosivos, que casi se escapan por el canalillo del escote, turban aun mas al muchacho. < >. El bulto tras la cortina ya no mantiene el decoro, estalla, sin dar la cara, en una carcajada, mientras dona Ismenia, muerta de risa, se agita tanto en la ventana que parece que va a vomitar una mazorca. Zuza tambien se rie, sin saber por que, las mejillas le arden, pero la algazara incomprensible de las dos mujeres se extingue poco a poco. <>. < >. < >, pregunta dona Ismenia, acentuando la malicia, al tiempo que se atraganta con un nuevo ataque de risa. <>, dice la voz tras la cortina < >, anade dona Ismenia, alimentando la hoguera de risa. Se menea de nuevo en la ventana, haciendo temblar los senos de gelatina, llora de tanto reir, despues suelta un gritito por el pellizco que recibe otra vez en el muslo. Termina extenuada: <>. < >, dice la voz tras la cortina. Zuza arde de sonrojo, las orejas como una hoguera. < >, remata dona Ismenia entre suspiros. Zuza sigue mirando hacia arriba. < >, dice apartandose, desviando la mirada y canturreando bajito: < >. Se dirige de nuevo al muchacho: <>. < >. < >. < >, repite dona Ismenia viendo que Zuza no se va. Detras de la cortina, una risita, como un maullido, aparece y desaparece. < >, dice finalmente el muchacho. < >. Zuza se va, andando cada vez mas rapido, atento tal vez a su curiosidad, que crece a cada paso, mientras en la ventana de dona Ismenia vuelven las risas con fuerza renovada. Agachada todavia junto al caballo, la nina desvia los ojos de la ventana y ve, ya lejos, a los tres chiquillos que arrastran los sacos de paja por el suelo de tierra, como si fuesen tres pequenos arados, uno junto al otro, que dejasen a su paso surcos estrechos a lo largo de la calle. Cuando el caballo aparta las patas traseras la nina ve, escondido en lo alto entre las extremidades, su sexo voluminoso de alquitran. Ella cambia rapidamente de postura, se echa hacia atras, con los bracitos estirados, las palmas de las manos plantadas en la tierra. Incluso asi recibe las salpicaduras de la fuerte rociada, del chorro de orina que deja un charco en el suelo. El temor de sus ojos aumenta con la carcajada de los mozos de cuerda, dos criollos musculosos y un blanco rechoncho, que duermen la siesta en la acera, tendidos a la sombra de un arbol. < >, bromea uno de ellos, moviendo el sombrero como si fuera una calabaza de mate, en un gesto obsceno que provoca las carcajadas de los otros dos. < >. Asustada, la nina busca con la mirada la ventana de dona Ismenia, pero solo encuentra el almohadon abandonado en el alfeizar, percibe apenas un bulto agitado cuya risa se enreda en el encaje de la cortina. Se levanta de un salto, tropieza con la carreta parada casi enfrente de la maquina de trillar arroz y sale disparada. Respirando con la boca abierta, ya en la esquina de la calle principal, sigue desde alli con la mirada al camion viejo, que se acerca, levantando una polvareda amarilla, con la carroceria bamboleante, haciendo un ruido del demonio en esa hora de la siesta cuando todo esta tranquilo. El camion pasa, pero la nina sigue alli, con el dedo en la nariz, mirando indecisa aqui y alla. < > -
Desde ese momento de Julia Nieman
https://gigalibros.com/desde-ese-momento.htmlConfianza, amor y honestidad. ?sera suficiente para esta pareja?
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The Beatles. La historia de Manolo Bellon Benkendoerfer
https://gigalibros.com/the-beatles-la-historia.htmlLas mejores historias de The Beatles.
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Antes de que las hojas caigan de Maite Aleu
https://gigalibros.com/antes-de-que-las-hojas-caigan.html1918, Chicago
Estados Unidos esta inmerso en la Primera Guerra Mundial. La sociedad esta sufriendo profundos cambios, favorecidos por la masiva salida de hombres rumbo a Europa. Sin embargo, los hospitales siguen siendo reinos masculinos.
La doctora Elizabeth Scott ha luchado mucho para llegar a ser residente en el prestigioso hospital del condado de Cook, y ambiciona un puesto en su laboratorio. Para conseguirlo se enfrentara a varios obstaculos, incluida la intensa atraccion que siente por uno de sus companeros.
El doctor William Foster todavia no ha sido llamado a filas. Durante la incierta espera se centra en su trabajo en el laboratorio del Cook, donde no puede evitar fijarse en su companera, Elizabeth, una mujer prohibida para el.
Ambos sucumbiran a sus sentimientos en un entorno marcado por los prejuicios, las diferencias sociales, la guerra y los avances medicos. La terrible pandemia de gripe espanola pondra a prueba su amor y su vocacion. -
Conquistada (Soul Circus 1) de Nisha Scail
https://gigalibros.com/conquistada-soul-circus-1.htmlSacada a la fuerza de su casa y depositada sobre la acera de su edificio con nada mas que lo puesto, Helena supo lo que era vivir una pesadilla. El hombre con el que llevaba viviendo desde hacia mas de un ano, se habia esfumado llevandose todo lo que tenia y la habia dejado en la calle con una desorbitada cantidad de deudas.
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Inframundo (Guardianes Del Alma 4) de Kim Richardson
https://gigalibros.com/inframundo-guardianes-del-alma-4.htmlKara inhalo profundamente y soplo el polvo de una fila de libros con cubiertas agrietadas y lomos arrancados. El aire olia a una mezcla de pegamento y moho. Las motas de polvo flotaban como un enjambre de insectos y la humedad caliente y humeda se sostenia en el ambiente y se aferraba a su ropa. No era el ambiente perfecto para guardar libros viejos, pero le encantaba el olor rancio de la tinta sobre el papel. Era el olor de la imaginacion... donde las grandes mentes se unian y creaban magia con tinta y papel, el olor de aventuras aun no descubiertas. En los libros, todo era posible… y eso le encantaba. Limpio el sudor de su frente y sujeto su cabello en una coleta. Ella apreto Las Aventuras de Huckleberry Finn entre El Llamado de la Naturaleza y El Viejo y el Mar, en la seccion de novelas clasicas. Las coloco en una perfecta linea recta, con sus lomos dispuestos verticalmente. Una vez que estuvo satisfecha con su trabajo, limpio la humedad y la suciedad de sus manos en sus pantalones de mezclilla, agregandole un tanto a la capa de suciedad de la jornada. La escalera se sacudio y se tambaleo bajo su peso. Apreto las manos con firmeza alrededor del riel y bajo con cuidado. Una vez que llego a la parte inferior, salto el ultimo escalon. Con una sonrisa en su rostro, Kara empujo un carrito de metal apilado con libros y revistas hacia la parte delantera de la tienda. Se agacho bajo la unica bombilla que oscilaba nerviosamente de un cable suelto en el centro de la tienda y condujo el carro entre montones de libros que se tambaleaban peligrosamente en altas torres, llegando hasta el techo en algunos lugares. Rayos de luz se derramaban a traves de un gran ventanal de la parte delantera de la tienda iluminando las estanterias con un suave resplandor dorado. Las particulas de polvo brillaban a la luz como copos de nieve en miniatura. Kara podia ver las telaranas grises que colgaban de las esquinas mas altas del techo e hizo una nota mental para retirarlas mas tarde con su escoba. Papel tapiz pintado a rayas marrones y beige se escarapelaba de las paredes detras de un debil mostrador de madera colocado a la derecha de la tienda. Una vieja caja registradora con botones manuales y una palanca roja estaba colocada encima de el. Debajo de la caja registradora habia una vitrina con bolas de cristal de diferentes tamanos. Kara se reia al ver su retorcida imagen en ellas. Una brisa calida agito el flequillo de Kara de su rostro. Los carillones de viento cantaron suavemente encima de la puerta abierta. Kara estornudo y el carrito dio un salto. Un grueso manto de polvo cubria la mayoria de los estantes de libros posteriores, una clara indicacion de que aun tenia mucha limpieza que hacer. Tardaria mucho en retirar el polvo de anos de abandono de la tienda. Dudaba seriamente que alguna vez hubiera estado limpio, para empezar. En su primer dia en la tienda, Kara habia limpiado muy bien las ventanas y habia barrido y trapeado los pisos de su sucia capa de mugre y de unas manchas color marron que ella preferia no saber que eran. Kara inhalo alegremente el viento del verano que llegaba desde la puerta abierta... dientes de leon y cesped recien cortado... su espiritu sonreia con cada nuevo olor. Era una sensacion increible. Habia terminado la escuela y ahora era, oficialmente, una empleada en un lugar que admiraba y respetaba. El Sr. Patterson le habia dado un trabajo de verano en su libreria. Sus funciones eran ayudarle a clasificar todos los libros en un nuevo programa informatico, mantener la tienda limpia y trabajar la caja registradora cuando el estaba en su hora de almuerzo. Habia resultado ser el mejor trabajo de todos y Kara estaba determinada a ahorrar suficiente dinero para cursar el primer semestre en el Dawson College. El Sr. Patterson incluso le dijo que podria seguir trabajando medio tiempo cuando fuera a la escuela. Ella no podria pedir un mejor jefe o un mejor trabajo. Por fin, las cosas finalmente estaban mejorando para ella. Sujeto el carro, tomo un punado de revistas National Geographic y las coloco por fecha a lo largo del estante intermedio del revistero. Las coloco todas juntas... y se congelo. Su cabello se erizo de repente. Kara sintio una presencia inexplicable. Siguio la fuente de la sensacion hacia la ventana... Alguien estaba mirandola desde el otro lado de la calle. Su corazon se agitaba en su pecho. Una chica joven con un vestido blanco estilo antiguo con un gran lazo rojo atado en el medio, miraba a Kara desde el lado opuesto de la calle. Su sedoso cabello negro le llegaba a la linea de la mandibula y acentuaba sus rasgos afilados. Era hermosa, como una muneca de porcelana. Parecia tener cerca de doce anos. Incluso desde la distancia, Kara podia ver rastros de enrojecimiento alrededor de sus ojos y nariz. Su palido rostro se retorcia en una mueca, tenia una mirada aterrorizada. Kara casi podia sentir su tristeza. Sus ojos suplicaban ayuda, la ayuda de Kara. Una conexion inexplicable con la chica se removio en el pecho de Kara. Era como si estuvieran emparentadas de alguna manera, como si fueran primas segundas. La chica volvio la cabeza de repente y empezo a retroceder. Dos hombres en trajes grises meticulosamente entallados se acercaban a la joven desde ambos lados. Su pelo era blanco platino y sus rostros eran identicos. Su piel tenia un enfermizo color blanco parecido a los albinos. Se movian con rapidez, con un proposito. La chica se reclino contra la pared frontal de la tienda vecina. Fijo su vista una vez mas en los ojos de Kara, en una suplica silenciosa. Con los labios, deletreo Ayudame. Kara contuvo su respiracion. La muchacha estaba atrapada entre los dos misteriosos hombres de ojos negros. El ruidoso martilleo del corazon de Kara ahogo todos los demas sonidos a su alrededor. La chica no era rival para esos dos malvados hombres. Kara tenia que hacer algo, tenia que salvarla. Kara empujo el carrito fuera de su camino y se arrojo sobre el mostrador. Tomo el bate de beisbol que el Sr. Patterson mantenia oculto detras del mostrador en el caso de una operacion peligrosa con un cliente y salio corriendo de la libreria a la calle. Se detuvo de golpe. Estaba vacia. La nina habia desaparecido y los hombres de ojos negros tambien habian desaparecido. La calle estaba en silencio, la acera estaba vacia salvo por unas palomas recogiendo migajas en el suelo. ?Estaban sus ojos jugandole una broma otra vez? ?Era esta otra de sus visiones extranas? Durante los ultimos meses habia tenido sentimientos recurrentes de que estaba siendo vigilada. Habia percibido espeluznantes sombras en lugares oscuros siguiendo todos sus movimientos, arremetiendo contra ella cuando pensaban que ella no estaba mirando. Pero tan pronto como ella daba la vuelta para hacer frente a lo que fuera, desapareceria en un abrir y cerrar de ojos. Quizas este era uno de esos sucesos, o tal vez ella se estaba volviendo loca. Ella penso que debia ser eso. "?Planeas pegarle a alguien con ese bate?" Kara giro, un apuesto adolescente con una sonrisa insolente peinaba su rubio cabello con sus dedos. Con la cabeza en el aire, paseo hacia ella dando saltitos. "?Estare seguro? ?O debo volver mas tarde?", rio David, metiendo sus manos en los bolsillos. Kara lo ignoro y observo el lado opuesto de la calle. "Yo... me parecio ver algo". David levanto las cejas. "Asi que decidiste hacerla de vigilante y tomaste un bate de beisbol... ?para golpearlos?" "Vi a una chica. Creo que estaba en problemas...no. Se que estaba en problemas. Estaba muy asustada, necesitaba mi ayuda". Los nudillos de Kara estaban blancos por la fuerza con la que presionaba el bate. Recordo el rostro petrificado de la nina cuando los hombres se acercaron. "?Que chica?" David la busco por la calle. "No veo a ninguna chica. ?Seguro que has visto algo? Ya sabes, todo ese polvo que inhalas todo el dia podria estar afectando tu cerebro". Kara suspiro y bajo el bate. "Estaba alli hace un minuto, estoy segura de ello. Y habia dos hombres de aspecto extrano con el pelo blanco... realmente feos y escalofriantes. Senti que iban a hacerle dano. Tenian unos ojos negros que daban miedo". "?Ojos negros? ?Como si los hubieran golpeado en la cara o algo asi? Justo como lo ibas a hacer tu con el bate, ?no?" Kara miro la cara perpleja de David y decidio dejar el tema. Claramente pensaba que ella estaba loca. Ella movio la cabeza y se encogio de hombros. "No importa", respiro con frustracion y luego le dio una sonrisa ladeada. "?Que haces aqui tan temprano? Pense que tenias practica de futbol". "Asi es", David hizo varios pases con los pies para impresionar a Kara. "Se cancelo. Creo que podriamos ir al cine, o algo asi". Kara se esforzo para no sonreir, pero su rostro la habia traicionado. Miro hacia otro lado. Sus mejillas se sentian calientes, y supo al instante que se habia sonrojado. Su corazon rebotaba entre sus orejas. "Bueno… dejame preguntarle primero al Sr. Patterson. Quiza aun necesite que me quede el resto del dia". Esperaba secretamente que no lo hiciera, David habia venido a la tienda todos los dias desde la primera vez que se habian encontrado accidentalmente hacia ya dos meses. Y cada vez que llegaba, las mariposas se agitaban dentro de su vientre. Con el bate de beisbol colgando a su lado, Kara entro a la tienda. David se agacho debajo el carillon de viento y la siguio. Oyo el chasquido de la puerta de atras, volvio a ver hacia arriba. El Sr. Patterson caminaba hacia ellos. Sus huesos crujian y tronaban. Rasco su cabeza, haciendo ondas en su pelo blanco. Sus cortas piernas se asomaban por debajo de sus habituales bermudas caqui y coloridas camisas hawaianas amarillo con naranja. Las tablas del suelo crujian bajo el peso de sus pies descalzos. Kara nunca entendia por que andaba descalzo sobre la suciedad y el polvo del suelo, pero con el paso del tiempo se habia acostumbrado a ver sus cuadrados dedos del pie y largas unas amarillas. Se hizo una nota mental para adquirir un certificado de regalo en el spa local Pies de Diez para una pedicura. Si estaba obligada a ver sus pies, por lo menos deberian verse bien. El Sr. Patterson les saludo con entusiasmo. "!Hola, Denis! ?Que te trae a este lado del mundo literario? ?Has venido a comprar un libro por fin? Hay una nueva seccion con grandiosos libros de aventuras para ninos alli..." el arrojo su larga barba blanca sobre su hombro y senalo a un alto estante de libros a su izquierda. David sonrio incomodamente y rasco la parte posterior de su cuello. "Uh… no, Sr. P... pero gracias de todos modos. Estoy seguro que todos son… muy buenos" David volvio a ver a Kara y hablo por la esquina de su boca. "El todavia me llama Denis". Kara cubrio su boca y se rio. El Sr. Patterson se detuvo y miro con recelo Kara. "?Clara? ?Por que estas sujetando el bate loco? ?Paso algo? ?Entraron en un combate con un cliente psicotico?" David suspiro. "?El bate loco? ?En serio? Suena un poco loco para mi..." Kara pateo a David en la espinilla y escondio el bate de beisbol a sus espaldas. "Uh… nada. Solo estaba… limpiandolo". Se inclino sobre el mostrador y dejo caer el bate detras de el. "En realidad, Sr. P", dijo David, "vine a ver si Kara podia tomarse el resto de la tarde". "Ya veo". El Sr. Patterson vio a David sospechosamente por un momento. Sus ojos azules se asomaban por debajo de los pliegues de cientos de arrugas. El fruncio los labios y se rasco la cabeza. "Bueno, no veo por que no. Creo que Clara ya hizo suficiente por hoy. Puedes irte con Denis si lo deseas".
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Mas dulce que el cafe 2 de Miki Russo
https://gigalibros.com/mas-dulce-que-el-cafe-2.htmlLa verdad finalmente ha quedado al descubierto y Kari esta destrozada. Ya no quiere saber nada de Roberto. Se siente tonta y utilizada. Su unico deseo es dejar el dolor atras, retomar su vida y olvidarse de el... o al menos intentarlo, ya que parece ser imposible. Roberto esta arrepentido de sus errores y no quiere perder a Kari, pero su pasado no le deja muchas opciones para recuperarla. Resignarse parece ser el unico camino, pues los problemas llegan uno tras otro y las dudas y temores no dan tregua. Kari y Roberto vuelven a encontrarse, pero las cosas ya no son como antes. El dano ya esta hecho y no existen muchas posibilidades de repararlo. ?Pueden dos corazones rotos curarse el uno al otro? ?Donde esta el limite del perdon? ?Que sacrificio estas dispuesto a hacer por amor? El cafe, aunque sea por naturaleza amargo, esta lleno de matices, igual que el amor. Sin embargo, de nosotros depende que tan dulce pueda ser.
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Herramientas para la gestion de calidad de Hector Santiago
https://gigalibros.com/herramientas-para-la-gestion-de-calidad.htmlUna de las tareas habituales de los equipos de trabajo en el ambito de la gestion de la calidad es la resolucion de problemas y planificacion de las acciones de mejora que seran necesarias para eliminar dichos problemas y sus causas.
Por tanto, contar con un buen numero de herramientas de gestion y planificacion es un apoyo inestimable a departamentos de diseno y fabricacion en el proceso de analizar problemas, obtener y analizar datos, identificar oportunidades de mejora y poner en marcha planes y programas eficaces y eficientes. -
No se tu nombre de Anairam Mirez
https://gigalibros.com/no-se-tu-nombre.htmlAlba siente que no encaja. Ni en su familia, ni en su trabajo, ni en su vida. Atascada en una relacion desgastada con Dani, su novio, siente que no avanza. Su abuela, mujer fuerte y autoritaria, enferma y el aparente equilibrio de su familia se desmorona, arrastrandola tambien a ella, que buscara respuestas, buceando en el hermetismo familiar. En el intento de ayudar a su abuela, Alba se enfrentara a un pasado y un presente plagado de medias verdades y secretos, enfrentandola a los demas. Jaime irrumpe en su vida, desbaratando su monotonia, abriendole un camino nuevo y la posibilidad de encontrar respuestas, y algo mas… Esperanza es una joven cuyos suenos se veran truncados por la realidad que le toca vivir: la guerra civil. Dos mujeres perdidas, dos epocas, dos historias paralelas que en algun momento llegan a encontrarse.
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Prestame Tu Proteccion (Prestame 10) de Iris Boo
https://gigalibros.com/prestame-tu-proteccion-prestame-10.htmlTenia la frente apoyada contra la fria pared del pasillo y me daba igual que no hubiese luz alli, ni que Irina se hubiese ido hacia dos minutos, ni que fuese probable que nunca se hubiese limpiado desde que inauguraron el punetero local. De lo unico que era consciente era de que queria darme de cabezazos contra esa pared hasta perder la consciencia, pero tampoco debia hacerlo. Porque la causante de mi frustracion era la misma a la que debia mantener a salvo y, ante todo, soy un profesional. Que mis genitales esten deseosos de que nuestros cuerpos se revuelquen juntos y felices, como dos cerdos en un charco de barro, no quiere decir que mi cabeza lo permita. Porque hay unas reglas basicas que no se pueden romper, y mezclar las necesidades sexuales y el trabajo nunca sale bien. Y no, lo de Antonella no es trabajo; si, es una punetera camarera, pero nunca sera parte de mi trabajo. Me he ocupado del equipo de seguridad del club, del equipo de la casa y de los hombres que me sirven de apoyo en mis funciones para mantener segura a Irina. Las chicas de la barra no estan en mi circulo de trabajo, aunque pueda parecerlo. Antonella es solo una manera de sacar toda la tension que llevo dentro, porque se que, de no hacerlo, esto me iba a explotar en la cara. Siempre escuche esa expresion que dice <
>, pero a mi no me ha funcionado. Antonella es solo sexo sin complicaciones, sin planes de futuro, de familia ni nada de eso, aunque la tipa ha resultado ser la peor de las que pude escoger. En mi defensa dire que precisamente su caracter fue lo que me atrajo, porque era de ese tipo de personas de las que uno no se enamora, ni tan siquiera se deja atrapar por ellas y lo que ofrecen. Antonella es desechable y ella lo sabe, por eso todo este lio que ha montado a nuestro alrededor. Por querer poner un buen muro entre nosotros me he metido en un lio peor, porque uno no manda sobre sus propios sentimientos, uno no elige de quien se enamora y yo he caido ahi por Irina. Levante la cabeza y me gire hacia la salida por la que habia desaparecido ella. Ahora tengo que arreglar todo esto, porque si he llegado a aguantar este extremo de la vara, bien puedo sostener el otro. Voy a luchar por recuperar lo que he perdido, por ganarme lo que ahora esta en las antipodas de lo que pudo haber sido. Pero voy a pelear por ello, porque he sido un marine y los marines no se rinden, luchan hasta el final. Capitulo 1 Irina Subia en el ascensor junto a Serg, directa hacia el despacho del tio Yuri en su hotel. No es que fuese algo fuera de lo normal que hiciesemos aquel tipo de visitas, pero mi hermano parecia preocupado, algo poco frecuente en el desde que llegamos a este pais. Desde que dejamos Rusia, hemos intentado construirnos una nueva vida, pero la sombra de Constantin Jrushchov ha volado sobre nuestras cabezas desde entonces. Hasta ahora parecia que Serg estaba a salvo, pero cuando se trata de tipos tan poderosos como el, nunca se sabe. --?Crees que son malas noticias? --le pregunte a mi hermano. --No se, pero no tiene pinta de que sea algo bueno. --No iba a decirle que todo saldria bien, porque esas palabras nunca han funcionado con Serg y conmigo. Los dos aprendimos a esperar lo peor, a no hacernos ilusiones. Primero la muerte de mama, luego la enfermedad de papa. Encontrar a nuestra familia americana fue lo mejor que nos habia pasado en mucho tiempo, pero todo se acaba tarde o temprano. Cuando llegamos a la planta reservada de los Vasiliev, las puertas se abrieron con rapidez. Senti los ojos de alguien sobre nosotros y no pude evitar pensar que seguramente asi era. Nadie llegaba hasta alli si no tenia la autorizacion correspondiente y nosotros no teniamos ninguna de esas tarjetas o llaves especiales de acceso, asi que solo quedaba una opcion: vigilaban y controlaban nuestros movimientos. Lo primero que vimos en el largo y suntuoso pasillo fue a un hombre parado frente a la enorme puerta de madera del despacho de Yuri. Era Phill. Al vernos, esbozo una pequena sonrisa y saludo con la cabeza en nuestra direccion. --Os estan esperando. --Dio un par de golpecitos y de seguido abrio la puerta. Me cedio el paso y entre. Phill se quedo fuera y eso me extrano. --?Tu no entras? --Mi orden es esperar a que me llamen mas tarde. --Y cerro la puerta. Habia esperado algo mas de el, ya que desde que llegue a Las Vegas se habia convertido en algo mas que mi chofer, casi pensaba que era un amigo. Nuestro tio y mis primos estaban esperandonos y aquello me puso mas nerviosa de lo que ya estaba. --Si tomais asiento, empezaremos con todo esto. --Obedeci por inercia. --?Es algo malo? --Llamenme impaciente, pero no soy de esas personas que evitan las malas noticias todo lo que pueden, yo prefiero afrontarlas lo antes posible. --Jrushchov tiene a un hombre siguiendo a Irina. --Creo que perdi parte del color de la cara en ese momento. Fue escuchar ese nombre y senti como todos mis fluidos salian corriendo a esconderse. --No tienes que preocuparte, pequena --intervino Yuri. --Lo primero que quiero que entendais es que todo se esta desarrollando como Viktor anticipo. --Viktor asintio con la cabeza, pero no era suficiente para tranquilizarme. --?Quieres decir que todo este tiempo habeis sabido que me estaban buscando? --Viktor se levanto de su asiento y camino hacia mi. --Estos tres meses no queriamos recordaros a Jrushchov ni sus intenciones, pero todos sabiamos que no iba a quedarse quieto. Tu tambien lo sabias, ?verdad? --?Saberlo? Si, pero habia intentado no pensar en ello. --Boby le ha dedicado todos nuestros recursos, esperando a que llegara a nosotros o, mejor dicho, a ti. Porque si te tiene a ti, tiene a Serguey. Eres la reina de esta partida de ajedrez -- explico Yuri. --?Y ahora que me ha encontrado? --pregunte. --Ahora es cuando le damos la vuelta a todo. --?Y como lo hacemos? --pregunto esta vez Serguey. --Esperabamos que con el truco del apellido, el pensara que habiamos fracasado en nuestro intento de esconderos. --Aquella jugada con nuestros permisos de residencia, para cambiar nuestro apellido real, ?habia sido un truco que tenia que fracasar? --Eso quiere decir que teneis un plan. --Serguey parecia entender todo esto mejor que yo, o al menos no perdia el tiempo con lo que ya habia sucedido. --No se como se llama esta jugada en el ajedrez, pero, basicamente, vamos a hacer desaparecer a la reina delante de sus narices. --?Y por que no se ha hecho antes? La desaparicion definitiva, quiero decir. --Llamenme practica, pero soy de esas personas a las que no les gustan los juegos, yo soy de las que va directa al grano. --Porque queriamos que llegara a nosotros, que sepa que estamos aqui, jugar en nuestro tablero. --Algo asi como que nuestro equipo juega en casa --anadio Nick. --No voy a aburriros con una explicacion detallada de nuestro plan estrategico, porque solo teneis concentraros en vuestra parte. --Y porque tampoco te iban a entender, Viktor, a veces incluso a mi me cuesta seguirte. -- Viktor sonrio a Nick de forma petulante. --Que forma tan sutil de llamarme genio. En fin, como decia. Ahora es el momento de hacer desaparecer a Irina de forma mas concienzuda. --?Como de concienzuda? --quise saber. --No vas a hacer nada ilegal, tranquila. Hay una manera de hacerlo, de forma totalmente legal, rapida y efectiva. Y por si fuese poco, ademas sera segura, muy segura. --?Por eso estamos aqui los dos? --dijo Serg. --Por eso estais aqui los tres --aclaro Yuri. --?Que? --Te vamos a casar. --Fue Andrey el que lo dijo, por eso entendi que no era una broma. De todos mis primos, el no bromeaba con este tipo de cosas. --?Casarme, con quien? --?Donde demonios iban a meterme estos locos? --Phill. --Dijo Serg. Yuri sonrio y Andrey asintio con la cabeza. --A grandes rasgos, tu matrimonio con Phill te dara un nuevo apellido. Uno con el que los hombres de Jrushchov ni pensaran en buscarte. Y segundo, tendreis que viajar --aclaro Yuri. --En Miami tenemos un negocio, un club, al que me gustaria que le dieras una nueva direccion. Se que conoces el terreno y que tu perspectiva le daria el enfoque con clase que queremos darle. Ya me entiendes, hacer que algo vulgar sea algo elegante y mas rentable --detallo Viktor. --?Quereis que dirija el club? --Eso le daba otra direccion a todo el asunto y sonaba interesante. --Queremos que lo conviertas en algo con clase y sabemos que puedes hacerlo. Te proporcionaremos todo lo que necesites. El resto, es cosa tuya. --Dirigir un club, ser yo quien por una vez diera las ordenes, no quien las recibiese. Sabia que estaba mordiendome el labio inferior, era un tic que tenia y que me asaltaba cada vez que mi cabeza se ponia a darle vueltas a algo. --Y no estaras sola, Phill viajaria contigo y, como sera tu < >, estara cerca de ti en todo momento. Ya detallaremos mas despues. --Me he tomado la libertad de preparar la documentacion del divorcio y los certificados para el enlace. De esta manera, no habra ningun problema a la hora de disolver el matrimonio. -- Andrey, era bueno tener un abogado en la familia. --Aqui, mi hermano mayor, lo que no os ha dicho es que se ha sacado un certificado para poder oficiar bodas, asi se asegura lo de la confidencialidad y esas cosas --puntualizo Nick. ?Se estaba riendo de Andrey? Creo que si, porque el pobre estaba poniendo los ojos en blanco. --A ver, quedamos en que ibamos a dejar el menor numero de pistas posibles, ?no? Pues eso. Bueno, Irina, tu decides. ?Quieres hacerlo o buscamos otra alternativa? --?La hay? --La idea no es que me sedujera realmente, pero si mis primos, los supergenios a la hora de crear estratagemas de este tipo, se inclinaba por esta... --Claro, pero no seria legal, o implicaria un confinamiento indefinido en casa de mis padres. Yo creo que mi idea es la mejor, pero, claro, no soy yo la que va a pasar por un matrimonio falso, huir a Miami y dirigir un club. Son demasiados cambios y de mucho peso. ?Se creian que me iba a echar atras como una cobarde pusilanime? He bregado con matones durante anos alli en Rusia y no tenia a nadie para cubrirme la espalda. ?Dirigir un club con Phill protegiendome? Seria como ir a la batalla dentro de un tanque. --Puedo hacerlo. ?Donde tengo que firmar? Capitulo 2 Phill Hay veces en que uno se pregunta hasta donde llegaria por desempenar su trabajo. No, no me refiero a un triste operario en una fabrica o una oficina. Trabajar con los Vasiliev va mas alla de todo eso. Se que el mio no es un trabajo convencional, por eso me gusta. Me aliste en la marina porque soy de esa clase de personas que necesitan emocion en su vida, conocer lugares, personas; en una palabra, movimiento. Y si, el ejercito te da eso y grandes dosis de disciplina, algo que necesitaba en aquel momento. Pero tambien te da una buena palada de realidad: que los cabrones con poder son los peores cabrones del mundo y, como estes debajo de ellos, tu vida estara jodida. Con los Vasiliev descubri que habia otro tipo de cabrones, los que ponian a cada uno en su sitio, los que defendian a los suyos, los que tenian su propia manera de hacer justicia y, joder, vaya si me gustaba eso. Los Vasiliev estan hechos de otra pasta. Para que luego digan de los codigos de honor asiaticos. Los Vasiliev eran duros, muy duros, pero tenian que serlo. Mi padre ya me puso al corriente del terreno en el que se movian. No es que me gustara entrara ahi, no entendia aquella fidelidad para con ellos, al fin y al cabo, eran mafia, el miedo tenia que tener algo que ver, pero termine por entender a esta familia. Ellos seguian un camino mas o menos recto y cuando apartaban a alguien de el lo hacian de una forma limpia. Creo que porque pensaban que lo que se gana con malas artes te lo quitan de igual manera. !Ah! Pero pobre del que pusiera piedras en ese camino, o intentase sacarles de el. Habia una premisa que todo el mundo conocia: < >, y habia una base solida para sustentarla. Les jodes, la pagas, pero a su manera. Y ahora venia el motivo por el que estaba en el despacho del jefe supremo con una pluma en la mano y firmando un acta matrimonial. Me habian encomendado una mision importante, muy importante, y yo acababa de aceptar. Tenia que proteger a Irina Sokolov, una familiar de los Vasiliev, mis jefes, y debia hacerlo de la manera mas completa que habia pensado. Tenia que mantenerla oculta sin estar oculta. Eso lo entendia, porque ella no habia cometido ningun crimen, no merecia pasar su vida encerrada en una casa, no debian robarle su vida. Como me habian explicado, habia una forma de hacerlo, a su manera. ?Proteccion de testigos? Si, pero con los recursos Vasiliev. Paso uno: darle un apellido diferente a Irina. Una simple boda, con la salvedad de que los papeles del divorcio ya estaban redactados y firmados para que no hubiese problemas a la hora de disolver el matrimonio. Paso dos: llevarla bien lejos, al otro extremo del pais. --Listo. --Le entregue los documentos a Andrey Vasiliev, el abogado de la familia. Era un tipo serio, tirando a frio, y extremadamente puntilloso con los temas legales. --Seguro que tienes cosas que deseas llevar contigo, asuntos que dejar arreglados. Pero recuerda que no debes decir a nadie donde vas, no dejes pistas que otros puedan seguir. Si tienes mascotas, o plantas que regar, entregale las llaves a Sam y el se encargara de todo. --Viktor Vasiliev me miraba de esa manera que decia que no queria cabos sueltos, que esto no era un juego. Asi que asenti. No estaria aqui si fuese un blandengue que no aguanta la presion de un jefe como el. --Sere discreto. --Bien. Ya sabes donde debes estar a media noche. --Viktor se giro para sentarse de nuevo tras su mesa--. !Ah! Despidete como dios manda, vas a estar mucho tiempo lejos de casa. Asenti de nuevo y sali de la habitacion. ?Donde se ha visto una boda en la que los novios se ven unos minutos antes de la boda y despues firman los documentos por separado? En alguna de esas culturas extranas, seguro. Aunque esto es Las Vegas, reino de las bodas, por absurdas que sean. Mi padre estaba esperando cuando sali del ascensor, preguntando con su mirada como habia ido todo. --?Donde vamos? --pregunto. --?Comida en familia? --Me dio una palmada en la espalda como haciamos los hombres y me sonrio. --Tienes suerte, Candy va a hacer pizza de kale para cenar. --?Kale? ?Eso no es una verdura? --Lo es, si. Antes la tomaba en licuados, pero Candy me ha descubierto que cuidarse tambien puede hacerse con cosas ricas. --Ese era mi padre, el de < >. --Lo probare. --La llamare entonces para que haga una grande. Mientras, tienes que preparar la maleta. -- Asenti hacia el y caminamos juntos hasta su coche. -
Todo o nada de Marcela Balluri
https://gigalibros.com/todo-o-nada.htmlLa vida de Nora se estaba cayendo a pedazos. Su exito estaba a punto de venirse abajo y en su casa tenia a un punado de periodistas dispuestos a sepultar su carrera.
Necesitaba huir, pensar y, sobre todo, tomar la decision mas dificil de su vida.
Y entonces alli estaba Chris Maddock, dispuesto a ocultarla y sacarla de la ciudad.
Solo habia un problema. El era un enemigo declarado, el periodista mas rapaz de todos y quien se habia encargado de destrozar su imagen, ademas de ser el hombre que anos atras la habia vuelto loca y un maldito saco de masculinidad que gritaba pecado por todas partes.
?Confiar en ese charlatan? !Ja! -
Corazon que rie, corazon que llora de Maryse Conde
https://gigalibros.com/corazon-que-rie-corazon-que-llora.htmlNo es facil vivir entre dos mundos, y la nina Maryse lo sabe. En casa, en la isla caribena de Guadalupe, sus padres se niegan a hablar criollo y se enorgullecen de ser franceses de pura cepa, pero, cuando la familia visita Paris, la pequena repara en como los blancos los miran por encima del hombro. Eternamente a caballo entre la lagrima y la sonrisa, entre lo bello y lo terrible, en palabras de Rilke, asistimos al relato de los primeros anos de Conde, desde su nacimiento en pleno Mardi Gras, con los gritos de su madre confundiendose con los tambores del carnaval, hasta el primer amor, el primer dolor, el descubrimiento de la propia negritud y de la propia feminidad, la toma de conciencia politica, el surgimiento de la vocacion literaria, la primera muerte.