• libro dias sin final - Sebastian Barry

    https://gigalibros.com/dias-sin-final.html

    Despues de alistarse con apenas diecisiete anos en el ejercito de los Estados Unidos en la decada de 1850, Thomas McNulty y John Cole, su companero de armas, luchan en las guerras indias y, posteriormente, en la guerra de Secesion. Tras huir de terribles penalidades, estos seran para ellos dias llenos de vida y asombro, a pesar de los horrores de los que son testigos y complices a la vez. Sus existencias cobraran una mayor plenitud que peligrara cuando una joven india se cruce en su camino y surja la posibilidad de una felicidad duradera… siempre y cuando logren sobrevivir. La ultima obra de Sebastian Barry nos lleva por las llanuras del Oeste hasta Tennessee y es una autentica obra maestra, tanto por la atmosfera que recrea como por su lenguaje. Estamos al mismo tiempo ante una intensa y conmovedora historia de dos hombres y la vida que les toca vivir, y una nueva mirada sobre algunos de los anos mas fatidicos en la historia de los Estados Unidos. ” Dias sin final ” es una novela inolvidable.

  • DIAS SIN FINAL | SEBASTIAN BARRY | Casa del Libro

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  • Días sin final - Sebastian Barry - AdN Alianza de novelas

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  • Días sin final (AdN) - Alianza Editorial

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  • DÍAS SIN FINAL - BARRY SEBASTIAN - Sinopsis del libro ...

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    Después de alistarse con apenas diecisiete años en el ejército de los Estados Unidos en la década de 1850, Thomas McNulty y John Cole, su compañero de armas ...

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  • Días sin final - Sebastian Barry - Babelio

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  • Reseña: Días sin final | Algunos Libros Buenos

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    16 abr 2018 — Hoy os traigo la reseña de Días sin final de Sebastian Barry publicado por la editorial Alianza de Novelas. Una obra inolvidable que ...

  • No llores, princesa de Nuria Rivera

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    Dicen que de una boda siempre sale otra… y esto encontraremos en esta apasionante novela romantica de Nuria Rivera.

  • Kalte de Lili Cross

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    Sangre, venganza, ira, muerte. Todas causan una sed insaciable

  • Mala mujer de Noemi Casquet

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    Tras ver su cuenta censurada por Instagram y su voz acallada en multiples ocasiones, Noemi Casquet lanza su poderoso mensaje a traves de este libro:

  • El diario de Tita de Laura Esquivel

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    De las manos, del olfato, de las lagrimas, de los aromas y del corazon de Tita se desprende esta historia deliciosa, este diario es un dialogo intimo que sigue las huellas de la familia De la Garza, iniciadas anos atras en la exitosa novela Como agua para chocolate.

  • El filo de la verdad de Selva Palacios

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    Un sol de justicia caia impio sobre Nueva Trada. Ni siquiera los ancianos mas longevos recordaban haber sufrido con anterioridad un calor como ese que asolaba la ciudad desde hacia varios dias. Mik Rogers accedio con parsimonia a una de las tabernas mas inmundas del puerto. Saludo al dueno mientras caminaba hacia el fondo del local. Los parroquianos dormian la mona o bebian sumidos en el pozo de sus pensamientos. Ninguno tenia demasiada gana de charla, de juerga o de trifulca. Eso lo dejarian para cuando la noche cayera y la temperatura diese un respiro. Dentro no olia a orines como en las inmediaciones, pero si a sudor rancio. Mik arrugo la nariz y clavo su mirada en la mesa mas apartada, esa que permanecia guarecida por la penumbra en un rincon y que habia reclamado tiempo atras como suya. La utilizaba como centro de operaciones para sellar todo tipo de acuerdos turbios. El antiguo pirata llevaba trece anos pululando por los bajos fondos de aquella ciudad maldita, esclavo de los pactos que amarraban en corto su conciencia, preso de los malos recuerdos que enturbiaban sus pesadillas. Un hombre se hallaba sentado en su silla. Portaba esa mirada turbia de quienes ya estan acostumbrados a que el duermevela ligero sustituya un descanso reparador. Daba cuenta sin prisa alguna de una botella de vino medio vacia y mantenia la cabeza gacha, como si en el fondo quisiera pasar desapercibido. Mik alzo las cejas, sin dar credito. Debia tratarse de un error: a aquella hora intempestiva esperaba encontrarse con un servicial criado y, en cambio, era un caballero el que ahora habia engarzado su mirada con la suya y lo estudiaba con un rictus de seriedad demasiado impostado bajo su sombrero. No albergo duda alguna: el origen de ese tipo era noble y lo dilucido por sus ropas, por la rigidez a la que sometia a su espalda, pero, sobre todo, por la manera en que desentonaba en aquel tugurio. Estaba fuera de su ambiente y era tan obvio que, si perdia cuidado, pronto tendria problemas. Mik se sento frente al desconocido con recelo, pero intrigado por saber que asuntos queria tratar con un don nadie como el. -- Dispensa si no me quito el sombrero -- dijo hombre, tocandose el ala --, pero tengo motivos para conservarlo sobre mi cabeza. Mik sonrio, divertido. Su dentadura blanca contrasto al instante con su piel morena. -- ?Y cuales son dichos motivos, senor? Si no le importa que le pregunte... -- Dos, principalmente -- contesto, muy sereno --. El primero, que deseo minimizar el riesgo de ser reconocido. El segundo, que no pretendo tener deferencia para con un hombre de tu calana. Sin ofender --. Anadio, muy serio. Mik rio. Echo la cabeza hacia atras y expulso con fuerza el aire por la nariz. Despues, robo un trago a la botella que reposaba sobre la mesa. El liquido caliente se deslizo por su garganta y le revolvio las tripas. -- Hace falta mucho mas que palabras para ofenderme, senor, asi que pierda cuidado. Yo si que me descubrire la cabeza -- anuncio, tras despojarse de su sombrero y dejarlo descansando sobre la rodilla izquierda --. Al fin y al cabo, estoy ante un respetable miembro de la ilustre ciudad de Nueva Trada. El caballero le dedico una sonrisa ladeada que no duro mucho. Paso por alto el tono condescendiente de Mik y fue directo al grano. -- Supongo que te estaras preguntando por que estoy aqui cuando podria haber enviado a un intermediario en mi lugar... Mik coloco el codo en el respaldo de la silla y apoyo la espalda en la sucia madera. Estudio a aquel tipo, intrigado. Tenia la piel muy blanca y su barba bien recortada enmarcaba una boca de labios finos y dentadura pobre. -- Entiendo que estara a punto de desvelarme la incognita. -- En efecto. Veras, la cuestion es que si puedo encargarme yo mismo de un asunto tan delicado como este que nos trae entre manos, no lo dejare en las de otros. Es el unico modo de asegurarme de que todo saldra como es debido. Mik se fijo en sus unas bien cortadas, en sus dedos largos y finos. Estaba claro que aquel tipo nunca se habia ganado el pan con el sudor de su frente. Su interlocutor y el no podian ser mas distintos en cualquier aspecto en que se compararan. Alzo el menton y lo miro a los ojos. -- Le escucho. Antes de hablar, el desconocido aparto la vista. No acostumbraba a tratar a hombres como Mik de igual a igual. Probablemente, era la primera vez en su vida que un negro lo miraba directamente a los ojos. Y no le gustaba, pero tendria que soportarlo. O mas bien acostumbrarse: cada vez eran mas los esclavos que compraban su libertad. Los tiempos estaban cambiando y no para bien. -- Quiero que te encargues de un pequeno asunto que deseo encomendarte. Y te advierto de que, si no cuento con tu discrecion absoluta, habra consecuencias. Mi posicion en esta ciudad es privilegiada. Soy amigo personal del gobernador y me ha puesto al tanto de tu peculiar... situacion. Mik torcio el gesto y chasqueo la lengua: si venia de parte de Joaquin Ventura, el mandamas de Nueva Trada, sabia que tipo de tarea se disponia a encomendarle el caballero: una sucia, en la que se mancharia las manos de mierda o de sangre. Probablemente de ambas. Se encogio de hombros, dispuesto a seguir con la conversacion como si trataran asuntos mas mundanos. -- Creo que ha quedado sobradamente demostrada mi capacidad para desempenar todo tipo de encargos con eficacia y sin levantar sospechas -- expuso Mik --. Mi reputacion me procede. -- !Desde luego, eso no lo pongo en duda! Estoy ante el mejor asesino de la ciudad -- dijo, bajando la voz --. Por no hablar de tu habilidad creando toda clase de pocimas y unguentos. !Tu eficacia es legendaria! -- rio sin ganas y se inclino ligeramente hacia el --. No estoy aqui para cuestionar tus sanguinarios metodos, Rogers, al contrario. Lo que deseo es que los utilices en mi beneficio, pero antes quiero acotar los terminos bajo los cuales cumpliras mis ordenes. Deberas seguirlas a rajatabla para no dejar margen de error. La improvisacion es enemiga del exito. El caballero sudaba copiosamente bajo sus delicados ropajes. Sendos cercos de sudor se expandian bajo las axilas oscureciendo la tela y una pelicula brillante perlaba su frente haciendola brillar. En cambio, Mik resistia con bastante entereza los envites del clima. Ventajas de provenir del continente africano. -- ?A quien desea que borre del mapa? -- pregunto Mik, repentinamente cansado de tanto rodeo --. ?A un rival en los negocios? ?A un viejo enemigo? ?Al amante de su esposa, tal vez? Rio su ocurrencia, pero el caballero lo escrutaba con aires de suficiencia y el gesto bien serio. No volvio a tocar la botella, aunque la miro de pronto como si necesitara desesperadamente un trago. -- En tu ultima suposicion no ibas muy desencaminado -- admitio, muy a su pesar --. En este caso, el amante soy yo. Quiero casarme en segundas nupcias, pero para ello, primero debo enviudar y por ende, mi esposa debe morir. Mik lo miro durante un buen rato con la boca cerrada a cal y canto. Se paso la mano por la mejilla y se rasco la cabeza, que lucia afeitada para evitar la molesta invasion de piojos y otros parasitos. -- Lo que me esta pidiendo es del todo imposible, senor -- le informo con solemnidad -- . No asesino a mujeres ni a ninos. Siento comunicarle que no soy su hombre. Busquese a otro. Se levanto con parsimonia y se coloco el sombrero en la cabeza. Murmuro una despedida. La voz del caballero lo detuvo cuando ya le daba la espalda. -- ?Un asesino con escrupulos? !No puedo creerlo! Mik no se giro. Efectivamente, aun no habia perdido toda la rectitud que quedaba en el, aquella que Samuel Rogers le inculco. Dio un paso mas en direccion a la salida, deseando que el aire torrido de la calle le golpeara en la cara para asi, al menos, sentir algo. -- !No puedes negarte, escoria! No estas en condiciones de rechazar mi peticion. Tienes contraida una deuda con esta ciudad y con nuestro gobernador. ?O acaso lo has olvidado? Mik se detuvo y cerro los ojos. Gruno. Solto un improperio en alguna lengua desconocida y se sento de nuevo a la mesa. Su humor se habia agriado y ni siquiera hizo el mero intento de disimularlo. -- ?Por que? -- No estas en disposicion de negociar, ni de hacer preguntas, Rogers. Mik se trago su orgullo acompanado por una buena dosis del vino barato que tenia frente a el. -- No me malinterprete, senor, se lo ruego. No es menester mio juzgarlo. Eso queda entre usted y Dios -- expuso con la solemnidad de un parroco encerrado en un confesionario --. Supongo que estara al corriente de que existen alternativas para hombres como usted. Seguro que halla un metodo efectivo para disfrutar de los placeres que su... amante pueda proporcionarle sin poner en riesgo la integridad de nadie. Muchos caballeros siguen este precepto y son plenamente felices. Incluso cuentan con la bendicion de su esposa. El tipo rio. Alzo la cabeza y le dedico una mirada furibunda por encima del ala de su sombrero. -- Es usted muy temerario, Rogers. De ser otras las circunstancias, no le quepa la menor duda: mandaria que lo azotaran hasta verlo desangrarse y nada me complaceria mas que esa vision. Sin embargo, no soy la clase de bestia inhumana que cree que soy. No pretendo deshacerme de mi esposa por capricho. Mi matrimonio fue una farsa desde el inicio. Nos unimos por interes mutuo de nuestras familias y nunca desarrollamos sentimientos de afecto el uno por el otro. Al contrario, detesto a esa vaca esteril que no ha sido capaz de cumplir con su unica obligacion: traer a mi heredero al mundo. Y, tras una decada, senor Rogers, comprendera que ya no albergo absolutamente ningun tipo de esperanza. Ese feliz acontecimiento no va a suceder: no me dara descendencia. Por ello, me veo en la obligacion de sustituir a mi amada esposa por otra mas... competente. Y mas joven. He ahi la razon de hallarme frente a usted. Por eso requiero de sus... servicios. Mik exhalo un suspiro y lo taladro con la mirada. -- ?Y no ha considerado el divorcio? El caballero enfurecio. Una sombra negra planeo sobre sus ojos. -- !No digas sandeces! -- Grito, provocando que un par de miradas se posara sobre ellos. Percatandose de ello, bajo la cabeza y la voz --. !Eso es pecado! !Una blasfemia propia de la gente barbara del norte! Y aunque fuese legal en Nueva Trada, sin mi, mi esposa no es nada. !No es nadie! Creeme, ella opinaria lo mismo: estara mejor bajo tierra que deshonrada y condenada al ostracismo de la alta sociedad. Mik entorno los ojos y puso las palmas de sus manos encima de la mesa. -- Lo lamento mucho senor, pero creo que su problema tiene mejores soluciones que esa... -- Si no eres tu, Rogers, !otro se encargara! --. Le interrumpio el tipo, perdiendo la poca paciencia que le quedaba --. Hare que te ejecuten en la horca. A ti y a los tuyos, a los que quedan. Solo tengo que mover un dedo y el peso de la justicia caera sobre tu tripulacion por entero. !Piensalo bien, necio! Dio un punetazo en la mesa que delato su nerviosismo. La botella vibro durante un efimero instante. Mik trago saliva y bajo la mirada. Reflexiono acerca de su situacion y de sus opciones. El caballero, por muy poco que mereciera tal apelativo, estaba en lo cierto: no tenia mas alternativa que aceptar. Cargaria en el foso de su conciencia con otra vida que iba a sesgar por encargo, por no hablar de todas las que arrebato en alta mar, con Samuel Rogers y despues, como capitan del Servus. Aquellos tiempos quedaban bien lejos. Otros mas oscuros eran los que le estaba tocando vivir. Mandaria al cielo otra alma para que la suya fuese directa al purgatorio. Y esta vez, se trataria de una mujer inocente cuyo unico pecado era no haber parido hijos. !No podria hacerlo! Se imagino a si mismo empunando su daga pero no hundiendola en la carne de aquella dama. Aunque no la mirara una sola vez a los ojos para leer en ellos como pedia misericordia, sabia que no seria capaz de infligirle dano alguno. Se conocia mejor que nadie. Era un hombre cauto, pese a la vida que llevaba. Pensaba detenidamente las consecuencias de sus actos. Nunca se precipitaba antes de actuar. Samuel le enseno a ser mas astuto, mas rapido, mas fuerte y mas valeroso que ningun otro. Solo asi habian sobrevivido ambos en aquel mundo gobernado por hombres blancos. Por eso, cuando una idea cruzo su mente, fue tal el cambio que acusaron sus facciones que el caballero se puso en alerta, mas no dijo nada. -- Esta bien, senor -- concedio Mik --. Lo hare. Digame como se llama su esposa, donde y cuando. El como, me lo reservo para mi. El caballero sonrio. Los ojos le brillaban. Una gota de sudor descendio por su sien hasta aterrizar sobre la mesa. Mik lo miro con desagrado. Quiza Dios o la naturaleza no deseaban que aquel sujeto se reprodujese. De inmediato compadecio a su esposa, a pesar de que no fuese buena idea empatizar con una futura victima. El desconocido ni siquiera se percato de las tribulaciones del antiguo pirata. Estaba demasiado ocupado celebrando su triunfo por anticipado. No veia el momento de regresar con su amante y yacer con ella en pecado por ultima vez. Pronto la convertiria en su esposa mientras fingia llorar a la anterior. Se inclino sobre la mesa y coloco la mano en torno a su boca: -- Escucha atento y no pierdas detalle -- repuso con voz grave --. Manana, emboscaras el carruaje en el que Elvira regresa a casa. Al anochecer. * Dona Elvira de Diego se enjuago el sudor de su frente con un suave panuelo de seda. Lo empapo tras restregarlo tambien por la cara y por el cuello hasta que la tela se torno translucida. Volvio a guardarselo en las profundidades de su generoso escote. Resoplo, maldiciendo para sus adentros el calor tan insoportable que hacia dentro del carruaje. No veia la hora de regresar a casa, asearse y meterse en la cama. Habia sido un dia agotador. La visita a su prima lejana, Angustias, no se desarrollo todo lo bien que esperaba. Angustias la recibio con animos destemplados pese a que fue ella quien insistio, misiva tras misiva, en que debian verse de inmediato. Ambas tenian la misma edad. Se habian criado juntas, casi como hermanas. Sin embargo, su relacion nunca fue buena. Llevaban cinco anos sin verse cuando a Angustias le entro apremio por citar a su prima en su lujosa mansion, ubicada a las afueras de Nueva Trada. En seguida Elvira comprendio que las prisas de Angustias obedecian a un unico proposito: el deseo de restregarle la felicidad que experimentaba por la cara. Contaba con un esposo carinoso y atento, cuatro hijos maravillosos que gozaban de buena salud, unas amistades solidas y unos excelentes contactos que la convertian en una de las damas mas populares de la ciudad. Por si esto fuera poco, acababa de adquirir una lujosa mansion equipada con los ultimos adelantos modernos de tres plantas y catorce habitaciones. Su afianzada posicion dentro de la alta sociedad nuevatradense era ya un hecho consolidado. Angustias recibio a Elvira en su salon de te. Proyectaba seguridad y confianza en si misma, nada que ver con esa chiquilla vacilante que diez anos atras era un alma en pena. Sus lamentos se debian a que ningun hombre la pretendia, ninguna propuesta de matrimonio llegaba. La envidia la corroia al ver como su prima Elvira se prometia con uno de los mejores partidos de la ciudad: Leopoldo de Diego. Habia llovido mucho desde entonces. Las tornas giraron tanto que se terminaron invirtiendo. La tirria de Angustias hacia su prima se habia transformado en una superficial lastima tenida de fingida compasion. Durante varias horas, frente a una taza de te que se habia quedado frio, Elvira tuvo que aguantar los comentarios hirientes y las sarcasticas burlas de su prima, que no paraba de jactarse de su larga racha de buena suerte. Era, precisamente, de lo que carecia Elvira en aquellos momentos, pero aguanto la tempestad con estoicismo y clase. Siempre con una sonrisa permanente en sus labios. Porque ante todo, si algo caracterizaba a dona Elvira de Diego era, precisamente, la clase que tenia. Y asi lo demostraba cada vez que tenia ocasion: llevaba el orgullo adherido a su persona como una suerte de segunda piel. Ni Angustias ni nadie la veria flaquear jamas, aunque Elvira sintiera que su vida se estaba desmoronando sin que pudiera hacer nada por evitarlo. El camino estaba plagado de baches. La senora De Diego se agarro con firmeza a su asiento y respiro agitadamente. Apoyo los pies con firmeza en el suelo para evitar caer hacia delante. El cochero restallo el latigo con el que azuzaba a los caballos. Debia darse prisa. Estaba a punto de anochecer y la oscuridad propiciaba que bandidos y pistoleros campasen a sus anchas por los desolados caminos, desamparados ante la ausencia de luz. Un repentino mareo invadio a Elvira. No solo lo causaba aquel maldito y accidentado viaje, sino el tercer trozo de pastel que habia engullido en casa de su prima Angustias. Demasiado dulce para pasar aquel amargo trago. No le habia caido bien en el estomago y ahora pagaba las consecuencias de su gula. Cerro los ojos y sintio la desagradable sensacion que acompana a una repentina arcada. Dio dos golpes secos en la pared del carruaje. El cochero no se detuvo. Lo intento otra vez, ya sin paciencia. Se hizo dano en los nudillos al aplicar en el proceso todas las fuerzas que le quedaban. Por fin, el vehiculo paro a un lado del camino. Elvira abrio la puerta y descendio apresurada. Su sudor era frio, lo percibio en cuanto se levanto una leve brisa. Con la mano izquierda se tapaba su boca. Con la derecha, se tocaba el vientre. Ese vientre que era yermo, esteril. Se acurruco tras un arbol, se agacho y vertio la merienda sobre unas hierbas procurando no hacer demasiado ruido mientras regurgitaba. Desde su posicion, el cochero seguro estaria escuchando los estertores que la garganta de Elvira emitia. Eran tan poco dignos de una distinguida dama que un repentino arranque de verguenza la invadio. Se le pusieron rojas las mejillas otorgando algo de color a su tez palida y empanada. Un pensamiento esperanzador broto de las profundidades de su mente. ?Y si estaba encinta? Desecho la idea de inmediato, torturandose por albergar ilusiones huecas. Era fisicamente imposible. Leopoldo llevaba sin yacer con ella meses. El fracaso de su matrimonio se comportaba como un viejo fantasma que de vez en cuando acudia a ella para atormentarla. Elvira se incorporo y, con el mismo panuelo que antes, limpio sus labios. Una solitaria lagrima salio despedida de uno de sus ojos azules. No se molesto en secarla. Achaco su presencia al hecho de que se encontraba mal del estomago, y no a la tristeza que se empenaba en invadirla. Apoyo su mano en el tronco del arbol que tenia al lado. Se sereno contemplando el horizonte anaranjado. Consiguio respirar con normalidad al fijar la vista en esos ultimos rayos de sol que se perdian lejanos, oblicuos, moribundos, a punto de ser tragados por la oscuridad. Sin previo aviso, un brazo le rodeo la cintura con fuerza. Una mano le tapo la boca. La punta de una daga rozo su yugular. Elvira se olvido de tomar aire. Estaba paralizada y no solo debido al miedo. Hacia mucho tiempo que no sentia el calor de otro cuerpo cera del suyo, el cuerpo de un hombre. Percibio un aroma varonil invadiendo sus fosas nasales que, en otras circunstancias, le hubiese suscitado cierto agrado. Sin embargo, en el contexto de un asalto esta informacion paso desapercibida y el terror se manifesto sin tapujos. Las rodillas le temblaron. La garganta se le cerro. Ni siquiera el grito que habia dejado a medias termino de salir. Aquel era su fin. El fin de Dona Elvira de Diego, ilustre senora de Nueva Trada. -- No se mueva o la matare -- susurro una voz ronca a su oido. El acento delataba que se trataba de un extranjero. Un proscrito, tal vez. Elvira descendio la mirada y, bajo la luz del crepusculo, estupefacta, descubrio que la mano que le tapaba la boca pertenecia a un hombre de piel oscura. Un mestizo, quiza algo peor. Se pregunto que querria aquel malnacido de ella. Dinero. Joyas. Un rescate. Deshonrarla, en el peor de los casos, mancillando su cuerpo sin remedio. Entonces su esposo la repudiaria para siempre y de manera definitiva. Aquel seria para Elvira un fin peor que la muerte. El corazon le latia tan rapido que creyo estar a punto de abandonar este mundo. Recupero su voz tan solo para emitir un leve quejido. Ni siquiera en esas circunstancias era capaz de imponerse, de luchar por su vida. Reprocho internamente su propia pasividad, su cobardia. Aquel fue el ultimo pensamiento racional que tuvo antes de desmayarse de puro espanto, de autentico pavor.

  • El Imbecil de mi Hermanastro (Amanecer contigo 2) de Chus Iglesias

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    El amor es muy caprichoso, y por mucho que escapemos de algunas personas, si tiene que ser, sera.
    Andres es la nueva pareja de mi madre, un hombre como Dios manda, el sueno de cualquier mujer, al menos eso ha dicho ella y no se ha equivocado.
    El me habia contado como era su hijo, porque tenia un sexto sentido y ya veia cosas que nosotros solo nos tomamos como un juego. Oscar como mujeriego y ligon no tenia competencia, eso era de dominio publico, su padre me advirtio que me anduviese con mucho cuidado con el, pues sabia que yo no era de esa clase de chicas que el buscaba. Pero a mi tambien me gusto jugar a “calentarnos mutuamente” con palabras, roces y algunos besos de los considerados de “amigos”.
    Porque el es guapo y la tentacion fue enorme, como para no caer en ella. Pero a la vez se convirtio en un poco imbecil, porque de llevarnos muy bien pasamos al termino de que mi hermanisimo empezo a amargarme la vida y ese Oscar educado, adulador, elegante, siempre con esa sonrisa y la palabra adecuada, muy bueno en su trabajo como abogado, y en muchas otras cosas que podeis imaginaros. Paso a convertirse en el mismisimo demonio escapado del infierno, sacando de quicio a toda la familia.
    A el se le vino grande lo de tener dos hermanas asi de repente, con Catia se llevaba genial, porque ella estaba con Lucas y no le llamo la atencion, pero conmigo pronto cambio la cosa, yo le hice la puneta “inconscientemente” en dos ocasiones y la pelota vino de rebote. Porque el nino estaba acostumbrado a ser el ojito derecho del abuelo Fernando y al viejo lo de que su hijo rehiciese su vida tras quedarse viudo, no le gusto mucho, y a Oscar tampoco. Que otra mujer ocupase el sito de su madre, lo entusiasmaba e indignaba a partes iguales.
    Lo que mas odiaba, era tener que soportar las bromas que los chicos de la fabrica de conservas, esa de la que su padre era propietario en Villagarcia de Arosa, o lo bien que me llevaba con sus amigos de esa localidad. Y menos como su padre me trataba igual que si fuese su verdadera hija.
    A este hombre lo de compartir “no le mola”, aunque otras cosas si que las habia compartido, como por ejemplo, mujeres en el Dragon de Oro, porque esas eran un numero mas sin importancia. Su comportamiento imbecil y gilipollas empezo cuando vio que yo podia gustarle a otros hombres y lo demostro amargandole la vida a su padre, abuelo y a mi, haciendo que nuestros enfados afectasen a toda la familia.
    La cosa fue a peor, cuando Andres nos mando a los dos a esa feria de Alimentacion a Napoles. Oscar no se corto un pelo en demostrar su fastidio con mi presencia y eso me dolio un huevo. El sabia lo que podia pasar con Enzo Romano y Piero Mancini, en esas fiestas a las que teniamos que acudir, ya que estos dos empresarios italianos, eran el mismo tipo de hombre que era el y mi hermanastro seguia sin querer compartir nada que “le perteneciese”.
    Si quereis reiros con nuestras discusiones, que nos han llevado hasta el limite en numerosas ocasiones, porque la paciencia que he tenido con el se merece un premio, este libro puede alegraros el dia.

  • La retribucion de Jack (Seleccion RNR), Betzacosta de Betzacosta

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  • Te amare por siempre (La chica de Indhira Jacobo

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    Arrastrando los pies llego a mi casa. Me duele la cabeza y me siento el cuerpo pesado. Una vez mas agradezco a la virgencita que no hay nadie, mi hermano no ha llegado del trabajo, confirmo la hora y me doy cuenta que tengo tiempo para ducharme y acostarme a dormir. No quiero tener que enfrentarme a un interrogatorio, por lo menos no hoy. Necesito una aspirina con urgencia, !mierda! Ni siquiera se si puedo tomar una maldita aspirina. Al llegar al bano, me miro en el espejo, estoy palida, tengo los ojos rojos e hinchados. No me reconozco y no me gusta mi reflejo. Siempre he sido amante de los banos despues de un dia agotador para relajarme, hoy tengo ganas de tomar una ducha rapida que acabe con todo. <>. Porque no solo me duele el cuerpo sino que tambien me duele el alma. Me desvisto y meto debajo del chorro de agua caliente y nuevamente las lagrimas me asaltan. Quiero parar de llorar pero las lagrimas siguen cayendo, parece como si tuvieran vida propia. <>. --"fue algo de ultimo momento" --dijo. --Ultimo momento, !una mierda! --grito--. Te casaste porque quisiste. Preferiste escogerla a ella y destrozarme la vida a mi. Varios sollozos se escapan de mi boca y las fuerzas me abandonan. Poco a poco me deslizo contra las baldosas y me dejo caer en el piso de la banera. Encojo mis piernas, las rodeo con mis brazos y escondo mi cabeza entre las rodillas. Me quedo bajo el chorro de agua caliente pensando en todo lo que ha pasado en estos ultimos meses. En como ha cambiado mi vida. Yo que siempre fui una persona precavida, inteligente, que intentaba evitar cualquier tipo de problemas. No entiendo como me meti en algo que no iba a poder manejar. Sabia que estaba mal, pero no supe detenerme a tiempo. Mi cabeza siempre supo que el no la dejaria, pero mi corazon escogio creer en el. Puede que sea la romantica que llevo dentro que penso que se quedaria conmigo como en las telenovelas o en los cuentos de hadas. ?Quien en su sano juicio iba a dejar a una rica heredera que le permita entrar en la crema y nata de la sociedad italiana? Nadie, y mucho menos para estar con una simple empleada que apenas esta comenzando en el mundo. Salgo de la ducha cuando ya se ha acabado el agua caliente y tengo las manos arrugadas, me pongo la pijama, me meto en la cama y vuelvo a llorar. Lo ultimo que recuerdo antes de caer rendida es que mi vida es una mierda y que soy la persona mas infeliz en la faz de la tierra. --!Hey! --escucho que alguien me llama mientras me dan palmaditas en el hombro. Abro los ojos y me encuentro con la mirada de preocupacion de Alex, la misma que me ha lazado en los ultimos dias cada vez que nos vemos--. Despierta dormilona. --!Hola! --lo saludo con la voz ronca. Tengo la garganta reseca--. ?Hace cuanto que estas en casa? --Hace una hora mas o menos. Solo he venido a banarme y por un poco de ropa, este fin de semana me quedo con Michelle y no queria marcharme sin hablar contigo --me dice mientras me incorporo. Miro por la ventana de mi cuarto y ya ha oscurecido. --?Que hora es? --Son pasada las ocho. --?Que ocurre? --Nada solo que casi no te veo y queria saber como van tus cosas --se interesa al mismo tiempo que me examina como si fuera un bicho raro bajo un microscopio. --No hay mucho que contar todo esta como siempre. Mi hermano resopla. --Como siempre significa que sigues sin alimentarte como es debido, estoy muy preocupado Adri cada dia estas mas delgada, parece que te estas consumiendo desde adentro. No puedes seguir asi. Tienes que ver un medico. --Fui a ver un doctor --respondo a la defensiva, un poco mas alto de lo que deberia e inmediatamente me pincha la sien. Cierro los ojos, me llevo los dedos al lugar de mi molestia y masajeo en pequenos circulos--. Me ha dicho que tengo problemas de tiroides y que por eso estoy perdiendo peso. <>. --Me alegra escuchar eso. ?Por que no me comentaste que irias a verlo? hubiera sacado un tiempo para acompanarte. Se acomoda a mi lado y apoya la cabeza en la cabecera acolchada de mi cama. Abro los ojos y me asalta la culpa. Alex siempre se ha preocupado y ha cuidado de mi, me duele no poder contarle la verdad. --?Que mas te dijo? --me pregunta y me entra panico, de repente tengo miedo de que haya percibido mi angustia. --?Que te hace pensar que me dijo algo mas? --Por favor Adriana, no hay que ser medico para saber que no te encuentras bien, ?Es que no has visto lo palida que estas? Algo mas has de tener a parte de ese problema de tiroides --dice y el tono es demasiado alto para mi cabeza. Me acaba de llamar por mi nombre muestra de que esta hablando en serio y que no esta para juegos. --Tambien ha dicho que tengo anemia --miento descaradamente--, debo tomar unas vitaminas y por favor baja la voz que me duele la cabeza. --Lo siento no quiero ponerme pesado pero entiendeme, estoy muy preocupado por tu salud --ladea la cabeza y me mira detenidamente--. Le dije a mami que cuidaria de ti y ultimamente siento que no te he dedicado el tiempo necesario. --No seas exagerado Alexander que no soy una nina --me quejo con cierta irritacion--, es solo una anemia y pronto estare bien. Me mira sin estar del todo convencido, asi que me apresuro a decir suavizando la voz: --Te lo prometo. Me estudia con sus ojos grandes durante unos segundos hasta que finalmente asiente con la cabeza. --Tambien te desperte porque tengo que comentarte algo. Ahora es mi turno de observarlo cautelosamente. Conozco esa mirada y por lo general viene acompanada de algo que no me va a gustar. --Michelle no deja de quejarse que casi no nos vemos, como ultimamente estoy saliendo tarde del trabajo, a veces hago doble turno; solo la veo los fines de semana. --Aja. Tomo un hondo respiro y retengo todo el aire de mis pulmones. --Pues que me ha propuesto irnos a vivir juntos --dice y su tono de voz deja entrever que hay algo mas importante aun. Vuelvo a respirar mas tranquila. No es lo que esperaba que dijera pero teniendo en cuenta que llevan saliendo juntos tres anos no es algo que me sorprenda. --Felicidades. Lo miro a los ojos y le digo con toda la sinceridad de la que soy capaz a pesar de mi falta de entusiasmo. Michelle es una excelente muchacha, muy bien criada, estudiante de medicina y lo que es mejor aun, esta loca por los huesitos de mi hermano. --Me alegro mucho por los dos. --Bueno aun no le he dicho que si, le dije que tenia que comentarlo contigo primero. --?Conmigo? --inquiero sorprendida--. Si me estas pidiendo permiso de una vez te digo que no me molesta que se venga a vivir con nosotros; la casa es grande, es mas hasta sobra espacio. Conozco tan bien a mi hermano que por la forma en que arruga la nariz, demostrando asi su nerviosismo y la manera en la que sus ojos se mueven, me da a entender que esta escogiendo cuidadosamente sus proximas palabras. Eso hace que me ponga nuevamente en alerta. Presiento que no me va gustar lo que me dira. --He estado pensando que deberiamos vender la casa... --dice bajito--... y mudarnos a un apartamento mas pequeno y mas cerca de nuestros respectivos trabajos. <>. --!?Mudarnos!? --casi grito. !Que horror! Me siento totalmente erguida, giro un poco el cuerpo y lo miro escandalizada-- ?Quieres mudarte del lugar donde hemos vivido toda la vida? <>. Eso no. !Joder! No ahora. Cuando crees que tu mundo se esta desmoronando viene tu hermano mayor y te lanza una bomba de ese calibre. !Dios! ?Pero que es lo que esta pasando?

  • Loca de Amor de Marifer Jorquera

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    La vida de Celeste del Valle era tranquila, o eso presumia ella, tenia todo lo que una mujer de su edad podia desear, hasta que un suceso desencadena una crisis que la deja impactada, decepcionada y fuera de combate por un tiempo.
    Jose Luis Ferrada, es un joven actor que tuvo que luchar con la oposicion de su padre para lograr sus suenos, es un tipo solitario, solo se refugia en la familia de su mejor amiga, que se convierte tambien en su familia.
    Celeste llega a Rayun, un centro terapeutico, en busca de sanar su corazon y entender lo que paso con su vida. Jose Luis llega al mismo lugar en busca de un personaje.
    Inevitablemente surge entre ellos un sentimiento que ninguno de los dos quiere aceptar del todo, sin embargo, los sucesos ocurridos entre ambos los unen para siempre, aunque tambien, estos mismos sucesos los separan.
    Nietzsche dijo: <>.
    ?Podrias dejar atras todo lo que conoces y volverte “Loca de amor”?

  • Temblando de Manu Ponce

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    Hoy hace siete que anos que me separe de mi marido y no podria ser mas feliz. He vivido mis mejores anos, envueltos en lujuria y desenfreno, el paraiso del pecado en la Tierra. Me llamo Lara y voy a comerme el mundo. Vivo en una mansion, a las afueras de Londres y me siento la Reina de Inglaterra. Todo el mundo me conoce, aunque naci en Espana y me he criado la mayor parte de mi vida en Madrid. Me vine a vivir a Londres ya hace bastante tiempo, cuando me enamore en unas vacaciones desastrosas por aqui, de nada mas y nada menos del que seria uno de los miembros mas importantes de la Camara de los Lores, del parlamento del Reino Unido. No duramos mas que cinco anos casados y la verdad es que fue culpa mia. Me pillo en dos ocasiones en un par de salas donde el sexo y las inhibiciones estaban a la orden del dia. No estaba enamorada de el, ahora se que no lo estaba y que solo era un capricho pasajero. No se ni por que nos casamos, a sabiendas de que lo nuestro tenia fecha de caducidad. Yo no he necesitado trabajar nunca. Con los ahorros que me dejaron mis padres cuando me independice y la pension por orfandad que me dieron por dos anos, el seguro que contrataron mis padres antes de fallecer en un fatidico accidente de avion. Todo el dinero que tenia, lo inverti en Bitcoins y hoy soy millonaria, la verdad es que pise una mierda, no nos vamos a enganar. Y por eso, hoy en dia, tengo una mansion, una coleccion de coches y el yate mas grande de Inglaterra. Mi principal hobby es organizar fiestas en mi mansion donde lo mas suave que puedes encontrarte es una orgia en mi salon. Todos me conocen como Diosa, aunque saben quien soy. Nadie pregunta, nadie responde, cuando se traspasan las puertas de mi casa pasadas las doce, no existe nada mas que el placer y lo que pasa en mi casa, se queda en mi casa, esa es la principal norma. Manana he organizado una de mis fiestas. La tematica elegida es Catrinas y Esqueletos bajo el nombre de: "Corrompeme hasta los huesos". Mis fiestas siempre son tematicas. Adoro los disfraces y a mis invitados les gusta, asi que ganamos todos. Tengo gente asidua, que no se pierde ninguna fiesta, y luego hay gente que viene para experimentar, por recomendacion o curiosidad, y se acaban quedando. Ya lo tengo todo mas que preparado, asi que solo me queda esperar a que salga todo bien y nadie me estropee la fiesta, nunca mejor dicho. Me preparo y me doy una ducha antes de ponerme mi pijama de seda, que seguramente me quitare en cuanto me meta en la cama. El servicio prepara algo de cena mientras acabo de ultimar los ultimos detalles. Miro las redes y ya se han apuntado a la fiesta, fuera de los habituales, mas de cincuenta personas, curiosas por saber que se cuece aqui. Tras la cena, me meto en la cama y reviso las redes sociales, que estan en su punto mas algido, parece que esta de moda experimentar sexualmente y la sumision desde que salieron algunas novelas sobre el tema. Pero ni esto es una novela, ni las historias que salen ahora sobre el BDSM son reales. Desde que me separe de mi marido lo he practicado, tanto como sumisa, como madame. He aprendido de los mejores, verdaderos dioses en el campo, Einstein del sexo. Hoy puedo decir, tras siete anos jugando y trabajando en el arte de esta variedad sexual que, de todo lo que se escribe o se ensena, no hay ni un uno por ciento de realidad. Que nada es tan feo o bonito y que se han documentado con aprendices del extrarradio. Niego con la cabeza y apago la luz principal con un par de palmadas y quedando encendida unicamente la de la mesita de noche. Como cada noche, abro mi libro por donde se encuentra el marcapaginas y sonrio. Suspirandote, de Manu Ponce, la cosa promete. Inicio la lectura acariciando mis pezones, que estan duros como diamantes y cuanto mas avanzo, mas va en aumento mi excitacion, hasta el punto en el que mi mano baja, metiendose descarada dentro de mi braguita. Alivio el picor que no siento, pero que me gustaria sentir, ese picor que se esfumo en cuanto me entregue al placer a diario, dejandome llevar por mis impulsos de cuerpos hasta llegar al extasis. Una vez satisfecha, limpio mi mano y mi sexo con las toallitas que tengo en el primer cajon de la mesita de noche, exclusivamente para eso y coloco nuevamente el marcapaginas en el libro antes de dejarlo sobre la mesa y apagar la luz. Cierro los ojos y espero a que el sueno me lleve al mundo donde todo es posible. Y alli me hace ir, una fiesta de fantasia donde hombres y mujeres a partes iguales me miran con ojos de deseo. ?Y a quien no le gusta sentirse deseada? Abro los ojos y parece que apenas he dormido un par de horas, pero son casi las once de la manana. Me doy una rapida ducha y salgo al salon para desayunar. Tengo al mismo chef desde hace cinco anos y ni siquiera se como se llama. Es un buen hombre, pero no habla nunca y cuando digo nunca, es nunca. Debe de tener unos cuarenta anos, como yo, de pelo moreno y piel bronceada. Sus ojos son verdes y tiene un culo de quitar el hipo. Yo es que me dijo mucho en los culos, que le vamos a hacer. Me bebo el cafe y como unas tortitas con frutos rojos que el chef ha preparado antes de concluir con un vaso de zumo de naranja. Al terminar, llamo al chofer, necesito que me lleve a comprar algunas cosas para la fiesta de esta noche antes de pasar a por mi sesion de peluqueria y maquillaje de catrina. Subo al coche y voy directamente a la tienda de juguetes eroticos de Londres, de la que soy clienta Vip. Me llevo dos bolsas llenas de juguetes para la fiesta y las coloco en el maletero antes de marcharnos directamente a mi peluqueria. He pedido hora en la peluqueria mas prestigiosa de Londres. Es la unica capaz de maquillar una cara de catrina en menos de cuatro horas. Ya lo han hecho antes, lo he visto en su pagina web y es impresionante, por eso me voy a dejar casi cuatrocientos euros entre la cara y el pelo. Quiero un peinado exclusivo, que llame la atencion. Por algo soy la anfitriona, ?no? Cuando entro por la puerta, ya me siento en otro mundo. Me entregan una copa de cava y se encargan de mi bolso antes de colocarme una bata de seda y sentarme en uno de sus sillones de masajes para atenderme. Ya que voy a pasarme mas de cuatro horas sentada, es bueno que mimen mientras tanto el cuerpo. Cuatro horas y media despues y casi quinientos euros menos, salgo de la peluqueria hacia el coche y le pido al chofer que ponga el aire, no solo por el sofocante calor que hace, sino porque las chicas me han dicho que no puedo sudar o todo habra sido en vano. Incluso con los polvos que me han puesto, no es suficiente. Llegamos a casa y tras dejar en la bandeja de la sala principal todos los juguetes sexuales, para que los invitados puedan escoger el que mejor les vaya para lo que tengan pensado hacer.

  • Mil noches sin ti 1 de Federico Moccia

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    Tras un parentesis en Rusia, para Sofia ha llegado el momento de poner orden a su vida sentimental. Ya no puede seguir huyendo de su pasado, de la soledad de su matrimonio, ni de la historia pasional y rota con Tancredi, y decide regresar a Roma. En un viaje a Sicilia para visitar a sus padres, descubrira un secreto familiar que le afectara profundamente. Mientras tanto, Tancredi sigue todos sus pasos; es un hombre enamorado que nunca se ha rendido a la primera. Pero Sofia no confia en el. ?Acabaran reencontrandose?

  • En la piel de Barbra (Mujeres heroinas 2) de Anna Anudi

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    Y tu ?que harias por las personas que quieres?

  • La vida al fin y al cabo de Fernando Garcia Lobo

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    Me pregunto a que altura estoy en este momento. Nunca he sido muy habil para calcular distancias. En realidad, nunca lo he sido para calcular nada. ?Cuanto mide un edificio de viviendas de tres plantas? Esa pregunta, recuerdo que nos la hicimos un dia, hace mucho tiempo, en una terraza de verano tomando unas cervezas. Aquellos amigos de entonces, hace tiempo que abandonaron mi compania. Ley de vida. Recuerdo nuestras risas cuando un par contestamos: ?cien metros? Como se notaba que no teniamos ni idea de arquitectura, y ni falta que nos hacia por entonces. ?Cuantas personas pasan por nuestro lado a lo largo de nuestras vidas? Muchas. O no tantas. De todas se aprende algo, y ahora me pregunto que les habre ensenado yo a todas y cada una de ellas. Espero que algo bueno. Poco, me temo, pero bueno. Pero aqui donde estoy ahora, hay muchos mas de tres pisos, eso lo se seguro. Siento la ciudad a mis pies. Al alcance de mis manos. Desde aqui parece mucho mas grande. Si, definitivamente es una ciudad. Y ahora es mia. Estoy tan a gusto, que incluso he olvidado el motivo por el que estoy aqui arriba. Y me da igual. En este momento, todo me da igual… Cierro los ojos para sentir, solo sentir, que, de momento, sigo aqui, aunque haya decidido probar a volar… Yo elijo el momento. Y este es el mio. El ruido de una ambulancia ahi abajo, me devuelve al presente. A la realidad. Un aire helado me recorre todo el cuerpo. Me doy cuenta de que voy en mangas de camisa, a pesar de ser invierno. Es curioso que, la valentia de hace apenas unos minutos, se haya esfumado. Asi, de repente. Hace un momento, la idea de saltar al vacio, desde la azotea de este hotel, me parecia genial. No solo la unica opcion, sino la mas acertada. Pero ahora, aqui arriba en este edificio que no alcanzo a saber cual es, me entran las dudas. Permitanme la posibilidad de dudar al saber que me dispongo a hacer algo, que no tiene vuelta atras, que una cosa es echarle valor a esto del suicidio, y otra muy distinta es hacerlo a lo loco. Como ha cambiado mi vida esta ultima semana. La vida es esto, !pam! y todo cambia. En solo una semana, la ultima semana... PRIMERA PARTE: SEBASTIAN 1 Baje del autobus en la que crei que era mi parada. A pesar del frio, anduve unos metros con la chaqueta colgada del brazo, ajeno a todo lo que me rodeaba. Realmente, que mas daba el frio. Que mas daba todo. No podia quitarme de la cabeza la visita al medico, de hacia una hora. Todavia podia ver la cara de ese tipo, con su pose de hijo de puta, mirandome sin verme. Haciendo ver que me entendia. No entiendo el por que de la pose que adopta esa gente, ?nadie les ha dicho que utilizan el mismo uniforme que un charcutero? Si lo tuvieran mas en cuenta, tal vez dejarian de hablar con ese tufo a trascendente. --Lo siento senor Montes, lamento tener que decirle todo esto... --Monjes. --?Perdon? --Mi nombre es Monjes, Sebastian Monjes. --Ah, si, si, perdone... Aquel tipejo no sabia ni como me llamaba. Pero no le temblo la voz para soltarme, a bocajarro, la noticia. Sindrome de Stouhauer, o algo parecido... --?Oiga, y no sera el tal Montes el que esta bien jodido, y no yo? --tire de fina ironia. No hay que dejar de ser uno mismo, ni en las peores situaciones. Aquel hombre vestido de blanco me explico, a grandes rasgos, que aquel sindrome, era la explicacion a todos mis recientes dolores de cabeza y mis estimados mareos. Y lo hizo con una mezcla de falsa condolencia y franca satisfaccion profesional, por haber dado con la tecla. Por haber averiguado al fin el enigma. Como un mecanico, que nos anuncia el motivo por el cual nuestro coche no arranca. Con una sutil diferencia: el coche no era tal, era yo; y el problema era el contrario, el riesgo a apagarme del todo. El diagnostico del doctor Morales, o Minerales no lo recuerdo bien, no era muy alentador. Me explico con todo lujo de detalles el tratamiento de choque a seguir. No tendria ningun problema en exponerlo ahora mismo, pero me resulta del todo imposible. No le preste la mas minima atencion. Deje de pensar en aquella consulta. En aquel hospital venido a menos. Ya no me importaba nada. No estaba alli. Estaba en mi ninez. De nuevo enfrentandome a los miedos a solas. Con la terrible certeza de que esta vez, tocaba perder. Por mucho que aquel senor me explicara las diversas posibilidades, estaba convencido de que no. No habia nada que hacer. No veia el momento de largarme de alli. De despertar de aquella pesadilla. Esto no esta ocurriendo, me dije. Sabia perfectamente que era un burdo intento de enganarme a mi mismo. Que dura es la realidad… Hay momentos, los mas, en los que una buena mentira abriga. Lo unico que pude descifrar entre aquella coleccion de palabras y silencios, fue que habia un tratamiento experimental. El doctor Morales entonces, fue mas sincero todavia al indicarme que la esperanza de curacion era escasa. Nula mas bien. Pero merecia la pena intentarlo. Al menos para el, que parecia ligeramente inclinado a seguir con pruebas y mas pruebas. Anadio que el tiempo corria en nuestra contra. Me hizo gracia que utilizara el plural, y me tranquilizo la certeza de que en realidad, el tiempo corre en contra de todos. La cabeza me iba a estallar. Definitivamente aquel maldito sindrome iba ganando terreno. Durante el ultimo mes, prueba tras prueba buscando la solucion, habia albergado la esperanza de que todos aquellos males, desaparecieran de la misma manera en la que llegaron: de la noche a la manana. Todos tendemos a desear eso. Negamos el dolor esperando que desaparezca. Y lo peor es que, en ocasiones, lo conseguimos. Pero no siempre. Caminaba con pasos pesados hacia mi casa, reflexionando sobre que haria a partir de ese momento. Si valia la pena o no enfrentarse a nuevas pruebas, a nuevos tratamientos, a nuevas esperanzas… Todas encaminadas a fracasar. A sucumbir... Me detuve un momento para contemplar un parque repleto de ninos jugando. Ajenos a todo. Ajenos a mi realidad y a la de todos. Unicamente pendientes de lo suyo. !Que envidia! Ojala volviera a esa edad. A esa epoca dulce de la vida. --!Perdone, perdone! Segui caminando sin esperanza. Ahora mas que nunca, sin prisa. Como queriendo retener esos pasos. Ya no quedaban muchos... --Perdona... Note una mano sobre mi hombro y me gire por inercia. Ante mi habia un rostro ligeramente conocido. --Se te ha caido esto --me dijo, al tiempo que me tendia el sobre blanco del hospital. Sin decir palabra, lo cogi sin mirarlo. --Gracias, eh, gracias --balbucee con dificultad, mas por la sorpresa que por otra cosa. La rescatadora de mi maldito sobre, resulto ser Eva Losada, una antigua companera de mis tiempos de EGB. ?Como diablos lo llaman ahora? Cuanto ha llovido… A pesar del paso del tiempo, seguia teniendo la misma mirada burlona y sensual de entonces. Recuerdo que fue mi primer amor, aunque no estoy seguro de que a aquello que senti entonces, se le pueda llamar amor. Tal vez no lo era, o lo era en su maxima expresion. Toda una vida intentando averiguarlo, y ahora que tal vez llegaba al final del viaje, me daba cuenta de que lo mas importante no son ni las preguntas, ni las respuestas, ni nada parecido. Lo importante, es sentir la duda y tratar de resolverla. Cosa que yo, en la mayoria de las cosas verdaderamente importantes de la vida, no habia hecho. Demasiadas dudas pendientes por resolver. Le di las gracias y quedamos para tomar algo, algun dia. Volvi a mi mismo, al tirar de ironia. Le recalque que mejor no dejarlo para muy tarde, broma que deguste en mi interior, al saber que solo yo la entendia. Al llegar a casa, mas vacia y hueca que de costumbre, no sabia bien que hacer. A pesar de las advertencias del maldito doctor, me parecio que lo obvio y natural en mi situacion, era tomarme un buen copazo. Nunca he sido bebedor, hecho que no me ha impedido tener un pequeno arsenal alcoholico repartido en varios muebles de la cocina. Cualquier cosa valia. ?El whisky caduca? Torturandome con la bebida, como si no tuviera suficiente con lo mio, encendi el ordenador, y me dispuse a mirar, como si nada, mi correo y mi facebook. Nada destacable. En mi muro escribi un escueto "Puta Vida". Fui a la ducha, intentando que el agua aclarara mis ideas. ?Que iba a hacer a partir de ese momento? Lo unico que tenia claro, es que nada de pruebas. Eso no. Estaba harto. El doctor Morales, me habia emplazado a pedir nuevamente hora para seguir con el tratamiento. Me di cuenta en ese momento, que al salir de su consulta, no lo habia hecho. Simplemente sali, directamente a la calle, y a mi casa. Francamente, no me preocupaba

  • La ciencia de la salud de Dr. Valentin Fuster

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    ?Como conseguir un peso adecuado y mantenerlo? ?Como dejar de fumar y no recaer? ?Como sobrevivir al estres? El cardiologo Valenti Fuster ofrece en La ciencia de la salud consejos basicos para cuidar la salud y mejorar la calidad de vida. El libro puede leerse de principio a fin o ser consultado ocasionalmente. La ciencia de la salud presenta en un lenguaje claro y ameno, ilustrado con ejemplos de pacientes anonimos, lo que la medicina sabe hoy dia sobre algunos de los problemas de salud que mas preocupan a los ciudadanos: el control del peso, la dieta ideal, el colesterol, la actividad fisica, la tension arterial, los chequeos de salud, el consumo de alcohol, la adiccion al tabaco, el estres y hasta la felicidad.

  • Si yo te contara de Mayte Pascual

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    Voy a vomitar, voy a vomitar, voy a vomitar...>>. --?Te encuentras bien, Nel? Alejo me saca de mis ensonaciones desquiciadas. Trago saliva e intento enfocarlo con un gesto de fingida profesionalidad. --???Yooo??? Perfectamente. --Vale. Lo que tu digas. --?Han llegado ya? --Aun no, pero no te preocupes. He hablado con Pedro y nos avisara cuando entren. <>. Alejo adivina mis pensamientos. --El guardia de seguridad, Pedro. --Perfecto. Avisame, por favor. En cuanto Alejo sale de mi despacho, me hundo en la silla. Estoy en un tris de meterme debajo de la mesa y no hacer acto de presencia hasta manana, pero estoy decidida a mantener el tipo como pueda. Rebusco en el primer cajon de la mesa y encuentro las pastillas que compre el ano pasado cuando tenia una gripe horrible que deberia haber pasado en cama. No hay ni rastro del ibuprofeno, asi que tendran que servir. Me tomo dos con un trago de Coca-Cola helada y noto cada una de las burbujas como cristales clavandose en mi garganta. No habia otro dia. No habia dias en la semana, en el mes, en el ano. Solo podia ser el dia despues de la cena de Navidad de la empresa el elegido por los socios del bufete para convocarnos a una reunion de grupo y tratar los objetivos del proximo ano. --!Ya estan aqui! !Estan en el ascensor! Alejo entra como un loco en el despacho y estoy a punto de tirarme toda la CocaCola encima. --!!Joderrrrr!! --Lo siento, lo siento, lo siento... --Se acerca a mi como una moto y comienza a revisarme el jersey que, como no, hoy he decidido que sea blanco--. No, no hay ni gota, no te preocupes. --Me observa frunciendo el ceno--. ?Seguro que estas bien? --Mira, Alejo, carino... --Intento hablar calmadamente y no perder los nervios--. Si vuelves a preguntarme eso, te juro que el que no estara bien seras tu. --Vale, vale, estas genial, lo pillo. --Alejo resopla y su flequillo se mueve teatralmente--. Espero que estes tan genial con los jefes y no con esa mala leche que te gastas, hija. --No te preocupes. Igual cuando acabe la reunion no me tienes que aguantar mas y me voy a mi casita a vivir del Estado... --Dices unas tonterias, nena... Justo cuando Alejo esta haciendo el mono en medio del despacho, la puerta se abre sin avisar. --Buenos dias, Penelope. --Marcos nos mira sin mostrar ninguna expresion. Echa un vistazo a mi companero y lo saluda con un gesto casi imperceptible--. Alejo. Cuando querais pasamos a la sala de juntas. --Claro que si, ahora mismo vamos. --Cojo todos los documentos que tenia preparados y voy hacia la puerta, aprovechando el camino para darle un empujon a Alejo, que se ha quedado petrificado. Me encantaria arrancarle la cabeza ahi mismo, pero me limito a lanzarle una mirada de grado diez, que recibe con gesto de panico. Correteamos por el pasillo detras de Marcos como sus perritos falderos y entramos en la sala de juntas los ultimos. Como no. --Buenos dias a todos. --Marcos espera a que Alejo y yo estemos sentados mientras los demas nos miran disimuladamente. Y yo me siento la mas gilipollas del mundo. Se positivamente que es muy probable que tenga los mismos coloretes que Heidi--. En primer lugar, nos queremos disculpar por no haber podido asistir anoche a la cena anual, pero acabamos de volver de Bruselas. Miro a Jacques y a Beltran, pero los dos tienen la misma expresion que Marcos: ninguna. No se si va con el puesto o si cuando tienes tanta pasta te da un aire y te conviertes en un muneco de cera, pero jamas he visto tres caras tan inexpresivas. --Por otro lado, hemos estado analizando todos los expedientes de este ano y, aunque no podemos negar que los resultados han sido muy buenos, queremos que los proximos doce meses sean, cuanto menos, excelentes. No puedo evitar mirar de reojo a Maria, que no hace mas que carraspear y tomar sorbos de su botella de agua. A pesar de sus cincuenta y cuatro anos, anoche se quedo con los mas jovenes hasta que no quedo ninguno. Juraria que la ultima vez que la tenia localizada estaba bailando una cancion de JLo con una pajita como microfono. Cuando nuestras miradas se cruzan, no hace falta nada mas. Ya es oficial. Somos dos miembros exclusivos del selecto club de la resaca. --Omar, Maria, Penelope. Nos gustaria hablar con vosotros cuando acabemos la reunion. Nos miramos con cara de terror. Ya esta. Se acabo. Manana mismo empiezo a actualizar el curriculo y a buscar trabajo. O quiza podria montarme mi propio bufete en casa, organizarme a mi ritmo, ir a clases de yoga y darme un tiempo para mi... --Penelope... --!Si! --Estoy a punto de saltar de la silla. Alejo me da en la espinilla con el tacon de su zapato y veo las estrellas. --?Has traido la sentencia Franklin? --Por supuesto. --Me levanto con paso vacilante y se la entrego. Por un momento, creo atisbar en su rostro de cera un gesto burlon que apenas dura un microsegundo. --Gracias. Debo felicitarte por este caso en concreto. Fue un exito rotundo. Sonrio discretamente, sintiendo que todo el mundo me esta mirando. --Muchas gracias, Marcos. Ha sido uno de los casos mas interesantes de mi carrera. Alejo se atraganta intentando aguantar la risa, y anoto mentalmente asesinarlo en cuanto estemos fuera de la reunion. --Por nuestra parte, no hay mucho mas que decir. Unicamente felicitaros las fiestas y desearos un feliz Ano Nuevo, ya que no se aun si tendremos oportunidad de vernos antes. --Igualmente --soltamos al unisono, como alumnos bien educados respondiendo al profesor. En cuanto ellos tres se levantan, todo el mundo sale por la puerta lo mas rapido que puede. Alejo me aprieta el hombro dandome animos y sale el ultimo, cerrando la puerta a su paso. --Bien, chicos. --Siento la tension en el aire y no es solo la mia--. Nos gustaria aprovechar la ocasion de nuestra visita para hablar con vosotros seriamente. Oigo una exclamacion ahogada. Omar se sujeta la cabeza con las dos manos y se que esta a punto de darle un infarto. En eso, Maria y yo tenemos cierta ventaja: nos sentimos tan mal fisicamente que este varapalo no nos hara tanto dano. --Nos gustaria agradeceros los anos y el esfuerzo que habeis dedicado a esta empresa... --Si, blablabla, blablabla, blablabla... Ya esta: se acabo. Vamonos a casita--... Y ofreceros puestos de mayor responsabilidad, que en un futuro muy cercano derive en ser socios de la empresa. <>. Los tres nos quedamos congelados, sin habla y absolutamente anonadados. --?Que habiais pensado? --consigo articular intentando romper el hielo. --Bueno, lo tenemos bastante claro: Maria, laboral; Omar, penal, y tu, el resto, Penelope, con especial interes en tema fiscal. Vaya por Dios. Me acaba de caer el marron mas grande de toda mi carrera profesional. Ahora mismo, el despido no sonaba tan feo. --Por supuesto, iria acompanado de una subida sustancial del sueldo. --Cuenta conmigo. --Se que Maria esta emocionada. Es la mejor abogada laboralista que conozco y va a disfrutar de lo lindo con este trabajo. --Yo acepto encantado, por supuesto. --?Penelope? --Claro, claro que si. --Aun estoy algo abrumada. Y aun tengo ganas de salir corriendo al bano y vomitar--. Estare encantada. Marcos echa hacia atras la silla y se levanta a camara lenta. --Solo queria pediros un poco de discrecion hasta que pasen estas fechas y podamos daros esos puestos de manera oficial. --No hay problema. --Bien, chicos, buen trabajo, a por ellos. Cuando estamos saliendo, aun absorta en la decision que he tomado, Marcos me detiene

  • Inocencia Perdida de Dimitri D. Mier

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    Luz acude a una entrevista de trabajo en el “Hotel Fiesta Americana”, la primera despues de graduarse de una prestigiada universidad. Ella, con toda ilusion, viaja de Guadalajara a Weslaco, lugar en el que esta el trabajo para el que sera contratada. Y es ahi, en Weslaco, donde comienza esta apasionante historia real y romantica, llena de intrigas, que cambiaran la vida de Luz. Los personajes que participan en esta historia son ficticios, los escenarios, reales.

  • Poder y fortuna de Michelle Smart

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    Tentada por su protector multimillonario…

  • El asesino del ano boreal de Claudio Hernandez

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    En el frio invierno de 2017 empezaron los crimenes. Resulto ser quien menos se lo esperaba alguien. Peter lo habia descubierto porque lo habia tocado y entonces habia entrado en el. En una profunda oscuridad y le vio el rostro. El otono no mucho mejor y se repitio la misma historia. En primavera Ann estaba en serio peligro, pero Peter ya empezaba a estar cerca de ella. En el invierno de 2027 volvio un psicopata a hacer de las suyas despertando a los recuerdos muertos, como un revoloteo de hojas marrones en una espiral sin fin. Ahora, dos anos despues, Peter le habia dado el Brillo a Ann para que lo utilizara.
    El asesino era…

  • Mi unica reina de Jodi Ellen Malpas

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    Su historia de amor comenzo intensa y apasionadamente. La princesa Adeline y Josh Jameson sabian que cualquier futuro juntos era imposible: su estatus de princesa y la posicion de el como un galan de Hollywood lo impedian. Pero las cotas de placer a las que podian llevarse mutuamente fueron totalmente inesperadas. Y poco a poco los limites se hicieron mas y mas borrosos: lo fisico se volvio emocional, y sus corazones se entrelazaron. Pero un giro cruel de los acontecimientos vendra a amenazar su historia y Adeline se vera mas atada que nunca al protocolo que exige su titulo. El ejercito de asesores reales que esconden los secretos y escandalos de la monarquia hara todo lo posible para mantener a raya a los medios… y a Josh lejos de Adeline. Sin embargo, Josh se niega a perder a la mujer que lo ha consumido por completo y ha sido capaz de distorsionar sus limites. ?Triunfara el poder de la monarquia britanica? ?O cambiara su intenso amor el curso de la historia?

  • Entre las arenas del tiempo (Maktub 1) de Kristel Ralston

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    Adara es una mujer que rechaza la idea de reprimir sus opiniones y reflexiones; no ha leido tantos libros para quedarse callada. Tampoco tiene reparo en expresar lo primero que se le cruza por la cabeza, en especial al principe heredero del Reino de Azhat, jeque Bashah Al-Muhabitti, quien parece atraido por la quimica sensual que se fragua entre ambos a medida que crecen. Al cumplir los dieciocho anos de edad, el hombre que ella habia considerado su amigo, la traiciona y humilla publicamente. Adara abandona el pais y se lleva el corazon roto, pero tambien las ganas de rehacer su vida en libertad y olvidar para siempre al sensual principe de ojos negros.

  • La roca de tanios de Amin Maalouf

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    Ambientada en el siglo XIX, en un Libano dividido por el enfrentamiento
    entre Egipto y el Imperio Otomano, LA ROCA DE TANIOS hecho real< gira en torno a la muerte violenta de un patriarca, cuyo
    asesino, refugiado en Chipre, es devuelto con enganos a su tierra para ser
    castigado. La reconstruccion de la historia va dibujando la figura de
    Tanios, convertido por obra del destino en heroe legendario y liberador de
    su pueblo. El amor, la venganza y la muerte sirven a Amin Maalouf para tejer
    la trama de este relato lleno de peripecias que es, a la vez, una deliciosa
    cronica de la vida cotidiana en un pueblo en el cual la tolerancia se ve
    amenazada por unos acontecimientos que presagian un futuro de violento
    antagonismo.

  • El Amor Entre Una Chica de Mano Book

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    En un chale suburbano, en el gran dormitorio de estilo azul oscuro se estaba mostrando una imagen sexual, y toda la habitacion estaba llena de una atmosfera carnal. Marina Lopez acababa de volver del extranjero, al salir del aeropuerto llamo a un taxi. Sentada en el coche, Marina sonrio al contemplar los paisajes de la ciudad a traves de la ventana. En este momento, ella estaba nerviosa pero al mismo tiempo impaciente, ya que pronto podria ver al hombre que habia estado amando durante mucho tiempo. Marina saco una llave de repuesto que le dio Pedro Franco para abrir la puerta del chale. Al entrar, Marina oyo un sonido extrano, era como la voz de una mujer. Camino hacia el dormitorio y abrio la puerta de la habitacion. Sorprendidamente, encontro a su hermana Maria Lopez tumbada entre los brazos de Pedro. -?Que cono pasa aqui? Mi novio esta teniendo un polvo con mi hermana? Marina se cabreo de repente, senalando a las dos personas desnudas en la cama y grito: -!Pedro! !Maria! La alta voz de Marina hizo que Pedro y Marina dejaron de sus actos. Pedro al ver la cara bonita de Marina cabrearse, se puso nervioso, cogio la ropa rapidamente y se vistio. Maria cogio la manta y se tapo su cuerpo, insultando a Marina en su interior ya que habia intenrrumpido el momento perfecto. Tras ponerse las ropas Pedro se acerco a Marina nerviosamente y dijo: -Marina, no es lo que parece, puedo… Pedro no pudo terminar la frase, una bofetada le llego a su cara. -Pedro, asi que si no te dejo tocar, tocas a otra chica verdad? !Escuchame bien, ya hemos acabado! - Al terminar las palabras Marina se dio la vuelta para irse, las lagrimas le comienzan a caer. Este ataque tan repentino y el dolor que acababa de sufrir era inexplicable. Pedro sintio el mismo dolor que Marina, porque el amaba realmente a Marina, pero no pudo resistir la seduccion de otra mujer. A medianoche, las luces de neon iluminaban todo el bar. En frente de la barra, Marina estaba sentada en una silla, tomando el licor que le paso su mejor amiga Emily Velazque. Emily se sentia mal al ver a Marina asi, pero no sabia como consolarla. Cuando eran estudiantes, Pedro podia arrodillarse delante de Marina para declararse el amor, pero ahora, tal vez hubiera cambiado con el paso del tiempo. Ademas, su hermana mayor Maria Lopez, tenia mucha envidia de Marina, nunca la habia tratado como una hermana. Marina practicamente borracha, mirando el licor de su vaso y dijo: -?Emily, piensas que debo a este mundo? ?Por que la persona que estaba con Pedro tiene que ser mi hermana? !Dime por que! Emily movio los labios, pero no dijo nada. -Jajaja, -Marina sonrio, en sus ojos solo habia dolor, odio y furia. -!Pedro, hijo de puta, Maria, te odio! Comenzo a beber de nuevo cuando termino sus palabras. Ya era la madrugada, Emily al ver a Marina que ya estaba borracha tirada en la barra del bar decidio llevarla al hotel que estaba en frente del bar. Debido a que tenia que trabajar a esa hora, Emily llamo a su companera de trabajo para que la llevara al hotel. La companera de Emily la llevo al hotel, pero en el ascensor, Marina saco la tarjeta de la habitacion, insistiendo que podia encontrar la habitacion ella sola. Tras echar a la companera de Emily ella se fue a buscar su habitacion. Al salir del ascensor, Marina empezo a buscar la habitacion 522, pero cuando ella llego a la habitacion 521, vio que la puerta estaba semi abierta. Sin pensar nada dijo: -!Esta es! El camarero me ha abierto incluso la puerta. Sin pensar mas, abrio la puerta y entro directamente. Marina camino hacia el centro de la habitacion, al ver la cama gigante con una manta blanca le dio una sensacion de cansancio. Sin prestar atencion al ruido de ducha en el bano, se tiro directamente a la cama. Ella cerro los ojos y comenzo a dormir. El hombre del bano era musculoso y fuerte. Estaba claro que habia recibido algun entrenamiento duro, asi que podia obtener tan buena figura. El agua de la ducha caia por su cuerpo sexy y su cara fria, parecia que era un hombre guapo. Federico Carrasco apago el grifo de la ducha, cogio la toalla que estaba a su lado. Se seco el pelo, tapo su cuerpo con la toalla y salio del bano. Justo cuando quiso subir a la cama, se asombro de repente al ver a la persona tumbada en su habitacion. -?Como que ha aparecido una mujer de repente? ?Es porque soy VIP de este hotel de 5 estrellas y por eso me regalan una mujer?, -pensado Fede. Fede no se alejo, sino que se acerco lentamente para ver a la mujer tumbada en la cama. La mujer que expulsaba el olor al alcohol, tenia la cara palida. Su pelo desordenado transmitia una belleza natural y su rostro, no era tan hermoso, pero se contaba entre las guapas mujeres. Fede comenzo a observar a esta mujer de la cama, se sintio atraido por su belleza natural. Se quedaba mirando de pie a la mujer, de repente recordo una imagen en su mente. -Aquel ano, ella tambien era asi de natural, tenia una sonrisa dulce y un rostro listo. Pero donde esta ahora? ?Como se lo esta pasando? Aparecio numerosas preguntas en la mente de Fede. Viendo a la mujer de la cama, se sintio mal porque no esperaba que podria estar atraido por otra mujer que no fuera la chica de su memoria. Fede no paraba de recordarse a si mismo que la mujer que ahora estaba en la cama no era nadie, e incluso apenas tenia una cara bonita, tampoco tenia un cuerpo sexy. Pero por fin no habia conseguido controlarse y empezo una noche especial y larga. Capitulo 2 No hace caso a la familia Lopez Un dolor fuerte desperto a Marina, entonces ella abrio sus ojos involuntariemente. No obstante, se quedaba atontada cuando vio lo que estaba pasando. No se podia distinguir muy claramente la cara del hombre, pero le daba una sensacion de que seria muy guapo. Marina saco la conclusion de que este hombre tambien seria muy fuerte a traves de su piel de color de bronce y los hombros anchos. Cuando Marina por fin entendio lo que estaba pasando, el dolor ya le habia quitado la consciencia. Aunque sabia que era su primera vez, no estaba en condiciones de resistir lo que el hombre le estaba haciendo, porque ahora ya no tenia fuerza. Por la manana, los dos todavia estaban dormidos en la cama. De repente se oyo un ruido, Fede, quien siempre estaba alerta, al escucharlo abrio los ojos enseguida y se volvio para mirar hacia la direcion de la entrada. Cristian Melgar entro a la habitacion de Fede alegremente, queria despertarlo, ya que hoy ellos tenian que volver al ejercito para asistir a una reunion. Pero cuando llego a la puerta y vio a las dos personas en la cama, se sorprendio mucho. Despues de un buen rato, Cristian se recupero de la sorpresa y pregunto: -Fede, tu…tu…tu… El tenia muchas preguntas pero estaba tan sorprendido que no sabia como preguntarle. Al ver que la persona que entro en la habitacion era Cristian, Fede no le hizo caso. El tiro de la manta para arropar a la mujer en la cama, y luego se levanto de la cama para vestirse rapidamente. Cristian, con una sonrisa maliciosa, se dirigio hacia Fede y le pregunto: -?Que tal? ?Has pasado una noche muy romantica? -Vete. -Fede lo dijo furiosamente. Pero a Cristian no le importaban sus palabras, seguia riendose con malicia: -No pensaba que a nuestro jefe tambien le gustan las mujeres. ?Quien es ella? -No lo se. -Al contestar su pregunta, Federico ya se habia vestido bien y salio del dormitorio. -Di, para que has venido. -Fede pregunto. Cristian se apresuro para contestar. -Voy a llevarte al ejercito para asistir a la reunion y esta tarde tambien tienes que volver a la Casa Militar. Es orden del senor. Fede se mantenia callado, y despues de ordenar bien su ropa, dio una vuelta para salir de la habitacion. Al ver salir Fede, Cristian salto una mirada al dormitorio y luego siguio el paso de el. Cuando se desperto Marina ya era al mediodia. Ella abrio sus ojos, y miraba el techo, sintiendose un poco mareada. Luego observo las circunstancias, a ella todo le parecia muy raro. Se acordaba de que anoche estaba borracha despues de beber mucho, y Emily pidio a su companera que la llevara al hotel. Entonces, ahora debia estar en un hotel. En su mente aparecio la imagen de un hombre. Marina no recordaba su cara, pero sabia que anoche un hombre aparecio ante ella. Sintiendose confundida, Marina tiro de su pelo al azar. Quiso levantarse, porque parecia que se habia tumbado en la cama durante mucho tiempo. Pero cuando se movio un poco su cuerpo, sintio un dolor fuerte, lo que hizo que ella frunciera el ceno. Casi grito por el dolor de su cuerpo. En este momento, Marina se acordaba de que anoche cuando vio a esa hombre, tambien le dio un dolor insoportable. Bajo su cabeza y destapo la manta, sorpendidamente descubrio que ella estaba desnuda, y en su piel blanca se quedaban muchos chupetones. Al ver la mancha roja en la cama, las lagrimas brotaron de sus ojos. Despues de perder a la persona mas amada, ahora tambien perdio su virginidad. Lo peor era que incluso no sabia quien le habia quitado la virginidad. ?Seria un bastardo mas asqueroso que Pedro? Marina se quedaba totalmente pasmada, mirando al techo sin pensar en nada. Perdio todas esperanzas de la vida, ya que le habian quitado las cosas mas importantes para ella. Despues de un tiempo, Marina, soportando el dolor, se levanto de la cama. Recogio sus ropas tiradas por el suelo y entro en el bano. Media hora despues, ella salio del hotel. Se detuvo en la calle, mirando los coches y diciendose que aunque su corazon ya habia muerto, pero su cuerpo no. Entonces ella debia seguir su vida perseverantemente. Decidio volver a su casa. Al entrar, vio a su padre Miguel Lopez y su llamda tia Jenny Lara, asi como su llamada hermana Maria Lopez, quien le habia soplado el novio. Los tres estaban sentados en el salon discutiendo algo alegremente. La criada al ver que Marina entro, dio una sonrisa a ella y saludo a ella: -Hola, senorita Marina. Al oir la voz de la criada, las tres personas en el salon se volvieron hacia la direccion de Marina. -Puta zorra, para que vuelves ahora? Si ya no te da ganas de volver a esta casa, entonces no vuelvas. Sin ti, estamos todos mas felices. -Jenny Lara insulto a Marina de una manera muy grosera, ya que no era su propia hija, entonces no hacia falta hablar con ella educadamente. Marina no hizo caso a lo que dijo Jenny, porque ya se habia acostumbrado a su actitud. Durante estos veinte anos, esta tia casi la insultaba todos los dias. Marina se recordaba a si misma lo malo que era esa mujer. En aquellos tiempos, esta mujer se aprovecho de tener relaciones sexuales con su padre y amenazo a su padre con el matrimonio de negocios, e incluso echo a la madre de Marina fuera de esta familia. Estaba claro de que Marina nunca olvidaria todos los hechos Mirando a su padre, que no estaba muy lejos de ella, Marina dijo: -Padre, he vuelto. -Bueno, sientate. Estamos hablando sobre la boda de tu hermana. -Su tono era ordinario, aunque Miguel no queria mucho a Maria pero tampoco la odiaba. -?Quien es ella? Es indigna de enterarse de mi boda. -Maria miro a Marina con desden, seguia hablando: -Marina, debes entender bien que ahora soy la novia de Pedro. La tia Franco me ha prometido que sin duda alguna sere la nuera de la familia Franco. Capitulo 3 Casarla con un hombre rico Marina al pensar en Pedro y en Maria, le empezo a doler el corazon, aun que ella quiso olvidarse de todo eso pero, no era facil, los danos seguian estando ahi. -Estoy bien, por cierto felicidades. -Aguantando el dolor, Marina respondio con una voz suave. Maria ni si quiera quiso hablar con ella. -La hija de una zorra, por eso tiene tanta cara. Jenny Lara dijo enseguida: -?Ya ves, por que no te mueres con la puta de tu madre? ?Por que tienes que estar aqui? Si no era porque sedujiste a Pedro, mi hija ya se habria casado con el. -Tia, yo tambien pertenezco a la familia Lopez, y en aquel entonces era papa quien no me dejo ir con mi madre. Ademas Pedro y yo eramos companeros de clase por eso… -No termino de hablar, una bofetada le llego al rostro. Despues de darla la bofetada, Maria grito. -!Marina, escuchame bien, solo hay una hija en la familia Lopez y esa persona soy yo, Maria Lopez! Soy la vicepresidenta del la compania LOP. ?Y tu quien eres? Solo eres un lider de equipo del departamento de negocios en la compania. ?No tienes nada que comparar conmigo. No tienes nada que competir conmigo. Marina al recibir la bofetada, se agacho la cabeza sin decir nada. De repente los insultos de Jenny volvieron a llegar a los oidos de Marina . -Marina, te deje vivir en este chale porque me dabas pena, la puta de tu madre sedujo a tu padre y tu nacimiento ha sido un error. Si no era porque eche a tu madre a la calle, tal vez hoy sea la puta de tu madre la duena del chale. -Tia, mi padre y mi madre en aquel entonces ya se habian estado enamorados desde hace mucho tiempo, utilizaste a Maria para obligar a mi padre a casarse contigo. -Marina explico en voz alta, que podia aguantar todos los insultos hacia ella misma, pero nunca iba a dejar a los demas ofender a su madre. -!Puta zorra asquerosa! - Jenny se levanto de repente con la intencion de pegar a Marina, sin embargo, Miguel la impidio el paso. Como no podia acercarse a Marina, Jenny se detenia y la miro con odio, echando los insultos: -?Quien te ha dicho esto, la puta de tu madre? !Marina, si te digo la verdad! Soy yo quien habia concebido primero, la puta de tu madre no tuvo la misma suerte como yo. Ademas, la familia Lara habia ayudado tanto en los negocios de la familia Lopez, entonces era natural que contrajeramos matrimonio. Eres una perra mentirosa, deja de decir chorradas. Jenny apenas termino sus insultos. Cuando Marina estaba a punto de decir algo, Maria la interrumpio. -Papa, mama, parece que es mejor casar a ella lo antes posible. Temo que se vuelva a seducir a mi Pedro, porque es tan frivola. Si eso ocurre, a lo mejor perdere la posicion de la mujer del alcalde. -Maria lo dijo preocupadamente ya que siempre habia odiado a Marina. -De acuerdo, cualquiera que perjudique la felicidad de mi Maria es imperdonable, no dejare que eso ocurra. -Jenny mirando a Marina, hablaba con Miguel que estaba a su lado, -Manana prepara unas citas a ciegas para ella. El hombre debe ser rico y tenemos que cobrar mucha donacion esponsalicia para cubrir los gastos de ella durante estos anos. Miguel Lopez al mirar a Marina y a Jenny, no se atrevio a decir nada. En esta familia siempre mandaba Jenny, el no tenia derecho a tomar decisiones. Marina dejo de resistir su destino, porque habia perdido todas las cosas mas importantes para ella durante estos dos dias, ahora ya no le importaba nada. En la Casa Militar. Un anciano con uniforme militar estaba sentado en el asiento principal del salon. Fede y Cristian se ponian de pie a su lado, mateniendose callados y esperando la orden del anciano. Antonio Carrasco miro a los dos chicos de su lado contentamente. Los dos, creciendose juntos, eran ambos excelentes en el ejercito. Sobre todo estaba satisfecho con su nieto, Siendo tan joven, ya habia sido general de todo el ejercito. En toda la Casa Militar, casi todos envidiaban y admiraban a su nieto, debido a eso Antonio estaba muy contento con el Pero no se algro con una cosa, la que creia que era mas importante para la familia. -Cristian - Antonio rompio el silencio, y su voz era bastante imponente. Era el ex general principal del ejercito, y ahora todavia mantenia su dignidad. -Si, senor. -Cristian contesto enseguida. -?Ultimamente Fede todavia esta en el ejercito? ?Ha ido a las citas preparadas para el? - Antonio lo pregunto seriamente, mostrando la importancia de este asunto. -Eh… -Cristian no supo como contestarlo, porque no se atrevio a revelar que el mismo fue a las citas por Fede. Aunque no quiso hacerlo, Fede lo obligo. Si decia la verdad, tanto Antonio como Fede iban a enfadarse con el. -?Que pasa? - Antonio echo la misma pregunta otra vez. Al ver que las palabras de su abuelo lo pusieron en situacion violenta a Cristian, Fede dijo directamente: -Abuelo, recientemente he tenido en total ocho citas preparadas, pero solo he ido tres veces. Es una pena que no me gusten ningunas. Fede lo dijo sencillamente, pero en realidad no habia asistido a las citas ni una sola vez. Su respuesta era solo para satisfacer a su abuelo, si no lo decia de esta manera, envolveria a Cristian en este asunto. -?No te gusta ninguna de ellas? Esas senoritas son de las familias ricas y nobles en esta ciudad, todas estan bien educadas. ?De verdad no te gusta ninguna? Antonio estaba un poco enfadado, ya que no pensaba que su nieto era tan exigente. Fede no hablaba. A su lado Cristian tambien se mantenia callado, sabiendo que Fede estaba en condiciones de conllevar a su abuelo y no hacia falta preocuparse por el. Despues de un buen rato, Antonio lo ordeno severamente. -Continue las citas hasta que obtenga un certificado de matrimonio. Esta orden no intimido a Fede, porque no paraba de pensar en la mujer de anoche. En este momento, no pudo menos que extranar a la mujer y la sensacion fantastica de aquella noche. Al oirlo, Cristian de repente comenzo a reir. -?Continuar las citas hasta obtener un certificado de matrimonio? ?Esto esta empujando a este general frio a un callejon sin salida? El general indiferente ahora tiene que asistir a las citas a ciegas para buscar su pareja. Si los companeros de las tropas se enteran de esto, a lo mejor van a morirse de risa. Al escuchar la risa de Cristian, Fede inmediatamente se recupero de sus ilusiones. Miro a el fijamente con enojo y Cristian se puso serio de inmediato.

  • En lo profundo del bosque de Sonia Lopez Souto

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    1 Ano 1640, algun remoto lugar de las Highlands -Madre -Marsali se acerco a ella, con la respiracion agitada y el corazon latiendo a toda prisa tras aquella frenetica carrera. Sostuvo su peso, apoyando las manos en sus rodillas, intentando tranquilizar a su sofocado corazon. Luego inspiro varias veces tan profundo como pudo, ya que no podria hablar con su madre si no se relajaba. Esta espero, con impaciencia, a que su hija le explicase a que venia tanta agitacion. A pesar de ser madre e hija, en su aspecto, no podian ser mas diferentes. Mientras la madre era rubia y de ojos azules, el cabello de la hija, adornado con tonos rojizos pardos, armonizaba con el color miel de sus ojos. Un claro y doloroso recuerdo para la madre, de su padre. -Hay un hombre junto al rio -logro decir, a pesar de que su respiracion todavia era erratica-. He venido a deciroslo en cuanto lo vi. -Es imposible. Nadie conoce este lugar -se limpio las manos en el mandil, con calma, mientras hablaba-. Lo habras imaginado. -Habra llegado por casualidad -inspiro, mas relajada -. Lo he visto bien, madre. Es un hombre. -?Te ha visto el a ti? -Creo que esta muerto -fruncio el ceno al pensarlo-. Esta tirado junto al agua, como si hubiese intentado llegar a ella. No me he atrevido a acercarme mas por si solo esta desmayado. -Vayamos a ver, entonces -se acerco a la despensa, donde guardaba la espada que una vez le robo al jefe de su clan. Antes de haberse quedado embarazada, Iona habia sido la amante del laird. Habian disfrutado las noches juntos durante anos, mientras por el dia fingian ser senor y sirvienta. Iona era, por aquel entonces, una muchacha joven e ingenua, muy impresionable, y se habia enamorado locamente. El era un hombre alto y fuerte, apuesto y atento; y cuando se fijo en ella, una simple ayudante de cocina de dieciseis anos, se creyo la mas afortunada de las mujeres. Pero nada es como parece y menos cuando la que lo piensa es casi una nina. Ross solo buscaba diversion en la cama, justo lo que su esposa no queria ofrecerle de buen grado. No pensaba en sentimientos, sino en actos carnales, por eso, cuando Iona supo que estaba embarazada y fue a contarselo como la mas maravillosa noticia y como la culminacion de su amor, Ross mato sus ilusiones sin remordimientos, al pretender obligarla a recluirse en un convento hasta que diese a luz y abandonar en el a su bebe despues, para ocultar todo rastro de la infidelidad. Horrorizada ante semejante idea, Iona se escabullo del castillo en una noche tormentosa, que nada bueno presagiaba para ella. Solo llevo comida para el viaje, algo de ropa y aquella espada. A punto estuvo de perecer en el camino, cuando el caballo se encabritaba con el ruido de los truenos; asi que, sin poder controlarlo por mas tiempo y con temor a que en una mala caida perdiese a su bebe, finalmente lo dejo marchar y continuo a pie. Durante semanas, recorrio largas millas de distancia, siempre oculta de la gente que se iba cruzando en su camino y temerosa de que Ross la encontrase; aun cuando en el fondo sabia que no la estaria buscando. Su desaparicion le convenia, incluso mas, que tener que pagar su estancia en el convento durante un ano entero, ya que si no estaba en el castillo, el problema desapareceria para siempre y el engano a su esposa seguiria siendo un secreto. Saber que Ross buscaria a otra que ocupase su lugar y dejaria de pensar en ella, fue consumiendo a Iona poco a poco, hasta convertir su corazon en una pasa arrugada y negra, que tan solo la llegada de su bebe logro suavizar ligeramente. Pero aun amando tanto a su hija, no podia dejar de ver en ella la perdida de su primer y unico amor, y la renuncia que habia hecho a compartir su vida con el. En ocasiones, Iona se habia lamentado de haber sido tan impulsiva y haber huido lejos. En ocasiones, deseaba haber abandonado a su hija en el convento para seguir con Ross. Porque aun habiendo pasado tantos anos, seguia amandolo. -?Esta muerto? -pregunto su hija, instantes despues de que se agachase junto al hombre para comprobar su estado real. Podia notar la ansiedad en su voz y se propuso dejar en claro que su presencia no era bien recibida, antes de que se hiciese ilusiones con aquel extrano. Comprendia su curiosidad hacia el, pues no habia conocido a nadie mas que ella en sus dieciocho anos de vida, pero dejarle entrar en su mundo no era buena idea. -Esta gravemente herido -dijo con voz firme y dura-. Morira en pocos dias, no se puede hacer nada por el. -Madre, podria intentarlo -se ofrecio-. Conozco unas hierbas que… -No, Marsali -se levanto y la tomo de un brazo para alejarse de aquel lugar con ella-. No vamos a curarlo. Dejaremos que la naturaleza siga su curso con el. Ese hombre esta mas muerto que vivo. -Pero, madre, no podemos dejarlo ahi. -Podemos y lo haremos -se detuvo, enfrentando sus miradas-. Los hombres son crueles, hija. Juegan con los sentimientos de las mujeres. Siempre les dicen lo que quieren oir para seducirlas y conseguir de ellas lo que desean, pero cuando ya no les interesan mas, las abandonan a su suerte, sin remordimientos. No le tengas lastima, seguramente se merezca la muerte. -Eso no lo sabes, madre -replico-. Tal vez no sea asi como dices. Y... -Son todos iguales -grito, alterada y despues cerro los ojos para controlar su enfado-. Es hora de volver a casa. Aqui no tenemos nada que hacer ya. -Si, madre -Marsali desvio su mirada una ultima vez hacia el lugar donde yacia el hombre, antes de seguir a su madre de regreso a la cabana. Sentia curiosidad por el, pero no podia hacer nada con su madre cerca. -No vayas al rio hasta que yo me haya deshecho del cadaver -le advirtio, segura de saber lo que pasaba por la mente de su hija- ?Lo has entendido, Marsali? -Si, madre. Se escucho resignada, pero como si no la creyese del todo, la mantuvo cerca lo que resto de dia, dandole tiempo al hombre a sucumbir a sus heridas. Al llegar la noche, no se rindio al sueno tampoco, hasta saber que su hija estaba profundamente dormida. No iba a correr riesgos con ella ahora, despues de todo lo que habia hecho para protegerla; ni con el hombre, que tan nerviosa la habia puesto, al ver los colores que lucia. Sin embargo, si hubiese sabido que su hija iba a enganarla, fingiendo dormir, quiza le hubiese podido impedir que saliese de la cabana a hurtadillas, con su bolsa de medicinas y una manta vieja. Quiza hubiese podido detenerla antes de que caminase, con la luna iluminando sus pasos, hacia el rio, con intencion de intentar salvar la vida de aquel hombre. Pero no lo supo y Marsali logro marcharse sin que su madre lo descubriese. Cuando llego al rio, el hombre continuaba en la misma posicion en que lo habian dejado y temio no haber llegado a tiempo de salvarlo. Se arrodillo a su lado y lo giro con cuidado para ver la gravedad de las heridas, pero cuando los rayos de luna iluminaron su rostro, Marsali se quedo sin respiracion. Nunca habia visto a un hombre antes de el y le parecio hermoso. Tenia una linea de la mandibula muy marcada y unos labios plenos; las pestanas pobladas y una nariz bien perfilada. El cabello, aunque sucio por pasar tiempo tirado en el suelo, le llegaba a los hombros y lucia un tono negro que le recordaba las noches de invierno. Su cuerpo, que estudio buscando heridas, era fuerte y muy fornido. Le impresiono la gran cantidad de cicatrices que lo cubrian; todas ellas antiguas. -!Oh, Dios! -exclamo, al encontrar el tajo en su bajo vientre. No era tan profundo como para llegar a sus organos internos, pero lo suficiente para que hubiese perdido gran cantidad de sangre; de ahi la palidez extrema de su rostro. Pero respiraba todavia, lo habia notado en cuanto le dio la vuelta y volvia a sentirlo ahora. Si se daba prisa, podria salvarlo. Saco varios panos de lino de su bolsa y fue a empaparlos al rio para lavar la herida, antes de aplicarle el emplasto que tenia en mente ya: romero para combatir la infeccion, corteza de abedul para el dolor, cola de caballo para evitar la hemorragia y ruda para una rapida cicatrizacion. Una vez satisfecha con la limpieza, comenzo a mezclar las hierbas en un cazo lleno de agua y lo aplico sobre la herida, en cuanto estuvo listo. La luna llena le ayudo a ver sin necesidad de encender un fuego y aunque hacia frio y les habria venido bien su calor, no tenia tiempo para perder en ciertas comodidades. Primero era la vida de aquel hombre, despues lo demas; pues ya habia pasado demasiadas horas en el frio suelo y habia perdido mas sangre de la que le convenia. Aunque sabia que debia hacer, sus manos temblaban al trabajar, quiza pensando en que aquel hombre era la primera persona que conocia, aparte de su madre, y no sabia como actuar ante el, una vez despertase. Si acaso lo hacia, que empezaba a dudarlo, porque habia tardado demasiado en ir a socorrerlo. Ademas, tenia sentimientos encontrados en cuanto a salvarle la vida. Queria hacerlo, pero temia descubrir que su madre tuviese razon con respecto a los hombres y le hiciese dano si despertaba. No creia poder enfrentar a aquel hombre, si resultaba ser un desalmado, pues le ganaba en fuerza, incluso herido, pero a pesar del miedo que le inspiraba, no podia dejarlo morir. Hizo su trabajo, al final, sin pensar en nada mas. Impregno la herida con la pasta, hasta cubrirla por completo y despues envolvio con cuidado la zona, escuchando sus protestas cada vez que lo movia, para rodear su torso con la venda. Una vez hubo terminado, recogio sus pertenencias y las lavo en el riachuelo, mientras pensaba en algun lugar donde esconderlo hasta que se recuperase. Y el modo en que lo trasladaria, si no despertaba pronto para ayudarse. Era demasiado grande y pesado para ella, por lo que necesitaria una parihuela, aunque no se creia capaz de arrastrarla tampoco. Pero sabia que lo mas complicado seria ocultarle a su madre que lo habia ayudado a sobrevivir. Cuando regresase al rio para deshacerse del cadaver y no lo encontrase, era necesario convencerla de que se habia ido por su pie y que ella no tenia nada que ver con eso. -?Eres un angel? La pregunta, hecha con voz grave y profunda, la dejo petrificada. Sabia que le estaba hablando a ella, pues no habia nadie mas, pero no se atrevia a mirar hacia el todavia. Su respiracion se habia acelerado y todos sus musculos se tensaron, tratando de reunir el valor suficiente para enfrentarlo. ?Que tan malo podia ser el hombre? Estaba herido y demasiado debil todavia, como para hacer dano a alguien, si aquella fuese su intencion. Quiza por eso, se atrevio a girar hacia el, dispuesta a desafiarlo con la mirada, pero antes de poder hacer nada, se perdio en la profundidad de sus ojos negros. Mas negros que la noche mas agitada, que la cueva mas oscura, que el lugar mas recondito de aquel frondoso bosque, donde la luz del dia nunca lograba atravesar las copas de los arboles. 2 -No lo pareces -el hombre continuo hablando, pero Marsali no fue capaz de apartar la mirada de el, ni de hablarle-. Aunque eres muy bella. Un intenso rubor cubrio su rostro por sus palabras y su cuerpo respondio de igual modo, encendiendose de una forma que nunca antes lo habia hecho. Fue entonces cuando reacciono y aparto la mirada. Tomo su bolsa y se levanto para cruzarla al pecho. Aunque no estaba segura de querer tocarlo ahora que habia despertado, todavia tenia que llevarlo a algun lugar donde su madre no lo encontrase. -?Como te llamas? -el hombre siguio hablando- ?O tampoco eso me vas a decir? -Marsali -dijo al fin, reuniendo valor- ?Serias capaz de caminar? Necesitamos buscar un refugio para ti. -Bonito nombre -le sonrio-. Mi nombre es Neil. Neil Sinclair. ?A que clan perteneces? -?Puedes levantarte? -no es que evitase responder a sus preguntas, sino que no podia hacerlo. Su madre jamas habia hablado de su pasado, salvo para decirle que el mundo era cruel y que habia huido al bosque para protegerla. Despues de que evadiese todas sus preguntas durante anos, decidio no volver a hacerlo y conformarse con el presente que tenia. Sin embargo, cuando descubrio al hombre tirado en el suelo, su curiosidad renacio con fuerza y de nuevo, las preguntas comenzaron a acumularse en su joven mente. Necesitaba respuestas y sabia que su madre no se las daria nunca. Penso, al verlo herido, que si le podia salvar la vida, el le diria lo que queria saber. Le hubiese gustado hacerlo sola, pero busco a su madre para que le ayudase, creyendo que tal vez aquello la reconciliase con el mundo y pudiesen marcharse del bosque al fin, pero su madre solo le habia metido el miedo en el cuerpo y se habia negado a curarlo. -Puedo intentarlo -dijo Neil, apoyando las manos en el suelo y regresandola al presente a tiempo de ver como se impulsaba hacia arriba. El dolor le arranco un grunido hondo y Marsali se apresto a socorrerlo. Entre ambos lograron ponerlo en pie y apoyandose en ella, consiguio dar varios pasos, pero pronto tuvo que detenerse junto a un arbol para descansar- ?Ese refugio esta muy lejos? -Me temo que si -se mordio el labio, nerviosa, pues si no podia caminar, seria practicamente imposible llevarlo hasta la cueva. Podia buscarle un lugar mas cerca, pero si su madre lo descubria alli, quien sabe que haria. Nunca antes la habia visto tan alterada como esa manana, cuando le sugirio que lo salvasen. Le habia dejado claro que no lo queria alli, aunque no podia entender por que. A ella no le parecia tan malo. Habia sido educado con ella y no habia intentado enganarla o seducirla como su madre habia insinuado que haria.

  • Vidas cruzadas de Ana Coello

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    Isabella; una joven decidida, fuerte y. huerfana que debe luchar por sacar a sus dos hermanos menores adelante sin la menor posibilidad de lograrlo pues siempre la vida se ha empenado en quitarle, no darle.

  • Los perros duros no bailan de Arturo Perez Reverte

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  • Retrato de mi madre con perros de Daniel Rodriguez Barron

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    Los cuerpos se acumulan en la calle, afuera de los cines, restaurantes y comercios. El mundo como lo conocemos llega a su fin. La peste trae consigo a los drones y a la Gran Inteligencia, que controla todo, alimentandose de millones de entradas diarias que los ciudadanos estan obligados a publicar en la red. Solo hay dos prohibiciones: no salir de la ciudad y nunca hablar de los muertos.

  • Jugando con fuego 1 de Tanatos 12

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    Pablo llevaba una vida feliz y tranquila junto a su novia Maria hasta que Edu, un companero del despacho de abogados de ella, irrumpe en su vida de forma casual. A partir de ese primer encuentro, Pablo comienza a fantasear con la idea de compartir a su novia con Edu o de incluso entregarsela a el.

  • Tras el grito, Johann Hari de Johann Hari

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    El periodista Johann Hari se embarco en un viaje epico de tres anos de duracion y cerca de 50.000 kilometros con el fi n de desvelar los secretos de la guerra contra las drogas; y de esa manera pudo constatar que existe una disparidad asombrosa entre lo que nos han transmitido y lo que en realidad sucede.

  • La hija mayor (eLit) de Dani Sinclair

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    Hayley Thomas siempre habia sido la mas atrevida y audaz de las dos gemelas herederas de Heartskeep… hasta que comenzaron los desvanecimientos, las puertas que se cerraban solas y los susurros a media noche. Parecia que alguien estaba jugando con ella, ?o acaso se estaba volviendo loca?

  • El sol nace en tu mirada de Mau Vazquez

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    El camino al exito de un escritor puede verse frustrado por un amor prohibido. Ruben Valdes, a traves de su valentia emocional nos demuestra que el amor puede surgir de formas tan inesperadas como en lo simple de un amanecer, cuando es con la persona indicada.

  • Sonrisas y lagrimas (Suaves petalos de amor 1) de Encarna Magin

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  • West (Los hijos de monica amder 4) de Erina Alcala

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    La madre de West Amder, Monica Amder, siempre estuvo enamorada de su padre, West Amder desde el dia que entro al rancho de su madre en Dubois, Wyoming, y ella lo contrato como cocinero. West, se llamaba como su padre. Su padre habia estado cuatro anos antes en Nueva York, de joven, estudiando varios cursos de cocina, aprendio y obtuvo su titulo ser chef y su sueno era montar su propio restaurante en Manhattan. Era oriundo de Montana. Su abuelo murio y su padre y su tia vendieron el rancho que tenian repartiendose el dinero. Y su padre tomo rumbo de nuevo a la gran manzana a montar su restaurante. Se habia enfadado con su hermana porque no queria que se vendiera el rancho familiar, pero su hermana le dijo que si el se iba, ella no podia hacerse cargo del mismo y quiso venderlo. Asi que no les quedo mas remedio que venderlo. Y se repartieron el dinero. Pero al llegar a Cheyenne, Wyoming, cansado y enfadado, su padre vio el anuncio en el que se necesitaba cocinero en un rancho y por un impulso decidio ir a ver. Y vio a su madre y fue un flechazo. Y se quedo alli, enamorado de su madre. Su madre, Monica Ponce, habia nacido en Malaga, Espana, de padre malagueno y madre americana, cuyo abuelo, el bisabuelo de John, tenia un rancho en Dubois, un pueblo del estado de Wyoming y cuando este murio, los padres de su madre tuvieron que irse desde Malaga a hacerse cargo del rancho. Y su abuelo lo hizo prospero. Su abuela murio anos despues y su madre se quedo sola con su abuelo en el rancho y alli crecio. Sin embargo, la noche de la fiesta de graduacion del instituto, su madre se acosto con un chico que le gustaba del rancho de al lado y concibio a su hermano mayor Alex, dejandole el apellido Ponce cuando nacio. Sin saberlo, su abuelo, el padre de su madre quiso que su madre Monica, estudiara en la universidad de Malaga y asi estar con sus abuelos paternos. Y alli nacio Alex, en Espana, su hermano mayor al que su madre le puso su apellido y nunca, ni su abuelo, ni su padre supieron de el hasta que su madre, regreso al rancho seis anos despues. Sin embargo, el padre de su hermano Alex, tenia una novia, desde el instituto y se caso con ella y se fue a vivir a California, porque estaba embarazada y eligio entre su madre y su hermano y su novia, y su madre se quedo sola con su hijo en el rancho. Cuando su madre llego al rancho con su hermano Alex con casi seis anos, su abuelo murio y ella tuvo que reformar el rancho que estaba hecho una pena. Contrato a trabajadores y se enamoro del cocinero, un chico de Montana, su padre West y al que su hermano Alex quiso mas que a su propio padre que no fue a verlo nunca mas, salvo llamarlo por telefono y mandarle dinero mensualmente. No lo volvio a ver hasta los 17 anos. Sin embargo, su hermano mayor, si iba al rancho de al lado de pequeno y hasta los 17, con sus abuelos, los padres de su padre que lo querian mucho. Su padre nunca le puso el apellido y su madre no quiso que West, su padre, le pusiera el suyo, para no hacer dano a su verdadero padre Nolan, y paso a llamarse Alex Ponce, el apellido de su madre que siempre tuvo y no quiso cambiarlo. Su madre, se caso con su padre West y tuvo dos gemelos, su hermano John y el mismo. Por eso, ellos se llamaban Amder Ponce, dos apellidos porque su madre decia que en Espana se tenian los apellidos, el del padre y de la madre. Y para que los uniera al menos el suyo a todos sus hijos. Cuando su hermano Alex acabo el instituto, el y su hermano gemelo, tenian diez anos y leves recuerdos del rancho, su madre, vendio su rancho y se fueron todos a Nueva York. Su madre les dijo que iban a cumplir el sueno de su padre West de montar un restaurante o una cafeteria. El, nunca habia visto una pareja que se amara mas que sus padres. Siempre se lo decia a su madre, conforme crecia, que queria un amor como el de ellos y una mujer como su madre, que se amaban tanto. El no veia que discutieran sino por tonterias y su padre cogia a su madre en alto y se le quitaba el enfado, y siempre estaba cogiendola y besandola y ella a su padre igual. Siendo ellos pequenos, participaban en esos juegos. En la adolescencia, le parecian pesados, pero despues, eran una envidia para todo el mundo. Eran su media naranja, el amor de su vida cada uno. Cuando se fueron a Nueva York, compraron un apartamento enorme y precioso y sus padres montaron una cafeteria justo en el bajo del apartamento. Compraron el local y lo disenaron. El edificio tenia gimnasio y piscina. Y su madre siempre era la madre generosa que no queria que le faltara nada a sus hijos, y su padre era mas recto y lo respetaban y querian y West, se emocionaba a veces con sus hijos, sin disimular nada. Tan solo queria que sus hijos fueran honrados, trabajadores y buenas personas. Justo el ano que se cambiaron a Nueva York, Alex su hermano mayor, recibio una beca para estudiar en Harvard. Habia solicitado Derecho y alli, conocio al amor de su vida, su cunada Sofia, de Marbella, como su madre y su abuelo. Sus padres murieron en un accidente y Sofia tuvo que irse de nuevo a Espana, pero volvio a por su hermano anos mas tarde y desde entonces eran otra de las parejas mas felices que conocia. Ella trabajaba como criminalista en el FBI y su hermano era abogado de derecho laboral y financiero. Y tenian ya dos hijos, Ana y Alex. Y sus padres estaban encantados. West tambien habia estudiado en Harvard, con su hermano gemelo, pero mientras el hacia arquitectura, su hermano John, siempre quiso ser agente del FBI y estudio criminologia y un master de dos anos. Todos sus hermanos lo hicieron. Al terminar, tenia 24 anos y en unos meses encontro trabajo en un estudio importante de arquitectura en Manhattan y se independizo. Sus padres le regalaron un apartamento amueblado y decorado, como a su hermano Alex y como casi un ano despues harian con su gemelo John, ya que este quiso quedarse a estudiar en casa hasta entrar en el FBI y aprobar los examenes y se comprara otro en su mismo edificio. El apartamento era de tres dormitorios y un despacho, precioso y completo con mesa de disenar y todo lo necesario para trabajar en casa. Se compro un coche y se levantaba temprano, hacia ejercicio en el gym de su edificio y nadaba todas las mananas. Tenia un cuerpo perfecto. No en vano eran tipos altos, de uno noventa, como su padre, morenos y de ojos negros y profundos, con cuerpos de dioses. Tuvo suerte de entrar en ese estudio de arquitectura y con los anos se hizo un buen nombre. Tenia encargos de gran envergadura a pesar de ser joven. Era demasiado perfeccionista y trabajador. Se pasaba por las obras y miraba todo al milimetro. Todo debia salir bien. Tenia su propio despacho inmenso para el solo. Iba todos los fines de semana a ver a sus padres, o a comer a la cafeteria los sabados, y salia a veces con su hermano John, que vivia en su mismo edificio y que ya llevaba unos anos en el FBI. Salian con chicas y las llevaban a casa, pero mientras John era mas mujeriego e independiente y extrovertido y no queria lios con ninguna mujer. El era distinto, se parecia mas a su padre en ese sentido. No le satisfacia salir una noche con una y al fin de semana siguiente con otra y la vida loca que llevaba su hermano John. Asi que a veces no salia con el. Tuvo un par de relaciones, mas bien cortas porque era tan perfeccionista en el trabajo como lo era en las relaciones. Era serio y critico. Era mas introvertido que su gemelo. Sin embardo era feliz, con su trabajo, su casa y su vida tranquila y como queria llevarla. Pero todo eso cambio el dia que cumplio 31 anos. En septiembre, a su vuelta de vacaciones. Blanca Prieto, era una chica bajita, preciosa, extrovertida. Tenia un pelazo largo y moreno por la cintura, liso y unos ojos verdes, que enamoraban. Era una chica graciosa con una sonrisa que derretia un iceberg, tan pequena como una munequita... Hablaba con todo el mundo, ya fuera en el autobus o con algun extranjero que preguntaba por algun lugar. Sabia ingles a la perfeccion y algo de italiano y aleman. Era una chica feliz por naturaleza. Vivia aun en casa de sus padres. Sin embargo, su hermana Luz, ya se habia casado y divorciado y ahora vivia con un policia local de Sevilla. A su hermana le duro el noviazgo once anos y el matrimonio dos, pero ahora estaba feliz. Su madre, cuando tuvo a su hija Luz, no quiso tener mas hijos, porque tuvo una cesarea que fue horrible y sabia con certeza, que, si tenia otro hijo, tambien le iban a hacer otra cesarea, pero su hermana Luz insistio tanto que tuvieran otro y fue Blanca la que nacio, tambien por cesarea. Una nina radiante. Y siempre se llevaron bien las dos hermanas a pesar de la diferencia de edad, casi nueve anos. Tan solo discutian cuando una se quitaba la ropa a otra, sin permiso. Sus padres eran los dos funcionarios. Su padre era ingeniero y su madre, profesora de literatura y le encantaba escribir. Era una romantica empedernida y Blanca a pesar de su coraza extrovertida, las dos hijas le salieron romanticas. Su padre era mas racional, pero amaba a sus hijas por encima de todas las cosas. Cada vez que abrian la boca, alli estaba el padre a ayudarle. Y la madre, Carmen, disfrutaba comprandoles ropa, aunque tuviesen que ir a descambiarla, pero disfrutaba con ello. Le encantaba la Navidad y ponia un Belen todas las Navidades y un arbol que eran envidiados. En la mesa no le cabian a su madre mas figuras, porque era una enamorada de la Navidad y a sus hijas les paso el amor por esas fiestas. Entre otras cosas

  • Todos los pajaros cantan de Evie Wyld

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    Los secretos del pasado nunca nos abandonan Jake es una mujer hurana que vive recluida en una vieja granja en una isla del Reino Unido junto a su perro collie y sus ovejas. Un dia, estas empiezan a aparecer muertas. Nadie sabe que esta pasando, aunque Jake esta convencida de que todo es obra de una bestia misteriosa que merodea por la isla. Poco a poco, el lector descubrira todos los secretos de Jake, que se ha refugiado en la isla para escapar de su turbulento pasado en Australia, donde dejo atras enemigos y fantasmas. El misterio y la naturaleza palpitan en esta tensa narracion sobre la busqueda de la redencion en una intriga magistralmente trabada. Evie Wyld es una de las mejores autoras jovenes segun la revista Granta.

  • Luna de obsidiana (Poesia y relatos. Vida, delirios, amor, dolor y muerte) de Rake M. De Levalois

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    LUNA DE OBSIDIANA ?Que sabra de dolor quien nunca ha amado un rayo de luna? ?Que sabra de suenos quien en el aro de Saturno nunca tuvo cuna? ?Que sabra de frustracion quien no ha tratado de acariciar el sol? ?Que sabra de tristeza quien no se ha enamorado de las estrellas? ?Que sabras tu del amor, nina triste que lloras frente al espejo? Que ahogas en abismos canela esas lunas avellana. Tu, que hace tan poco abrazabas a tus munecas. Tu, a quien todo el mundo ama. Rie, nina mia, mi Luna de brillante mirada, rie entre mis brazos tus penas, no escondas lagrimas bajo la almohada. Y sin que tu me lo pidas, creare para ti un firmamento de letras donde desterrar tu afliccion con versos escritos con el oro de tu pelo y prosa con la plata de mi amor. Y alli, en ese refugio de locura becqueriana te acariciare siempre sin prisas, para que solo exista el brillo de tu sonrisa, mi deslumbrante Luna de obsidiana. AIRES DE AMOR Suspira el suave silencio del sempiterno viento callado, cantando con leve trino el tibio deseo del enamorado. Dormido, al cielo palido mira, observa las mariposas, su aletear aleve, la luna gira, diosa adorada de todas las diosas. Volaba al pasado el pesado manto, con violencia la lluvia caia, potente soplaba el viento en el oscuro dia mientras, sin sentir alegria, exhalan sus palidos labios tristes endechas y plantos. ANTARES Es el sentido, leve bruma que el presente adormece y a tus ojos envilece hasta la tenue espuma. Nace, crece, se reproduce y no muere, porque, una vez surgido, brama, aulla... Un rugido... y deja la vida en un cruce de dolor, odio y deleite. Sensuales, acople perfecto, mecidos por mareas lunares, dos seres pasionales sin tara ni defecto. Consumando el sentimiento, amando rostro al viento bajo la estrella de Antares, luz de nuevos cantares, disfrutando del momento. EL BESO DE CAIN Llevamos la frente marcada por el hijo de Eva y Adan. Lucimos sus labios dorados, senal de pecados no perdonados, que no nos abandonaran. Somos hijos del aire, luz, tierra, fuego y mar. Somos canciones volubles, rapsodas de vidas solubles abandonados al cantar. !Cain, padre del hombre, somos tu creacion! Vastagos de oscuras traiciones, bastardos de diez soles, descendientes de la pasion. PLEGARIA Madre Luna, Madre Luna, ?por que me has abandonado? Tu, que cuando lloro me haces cuna, ?por que me has traicionado? Madre Luna, Madre Luna, tu que siempre has sido mi amparo, no dejes sola a tu hija con el corazon destrozado. FILIA DEOS De l'univers empiri arriba el son violaci, somni purpuri, galaxia de pols farinaci. Fogos meteor curvilini, cua d'arrels de caire arbori, caracter fort i sanguini, anima d'amor incorpori. ?Ascendire a tu? Sentiment epicuri. El meu ego te rostre apol-lini, soc de Zeus fill espuri i de Pluto consanguini. Baixo a l'Hades, camp elisi del mon soterrani i em rodejo d'escut ossi que viure i morir es simultani. FILIA DEOS Del universo empireo llega el sueno violaceo, sueno purpureo galaxia de polvo farinaceo. Fogoso meteoro curvilineo, cola de raices de tipo arboreo, caracter fuerte y sanguineo, alma de amor incorporeo. ?Ascendere a ti? Sentimiento epicureo. Mi ego tiene rostro apolineo, soy de Zeus hijo bastardo y de Pluton consanguineo. Bajo al Hades, campo eliseo del mundo subterraneo, y me rodeo de escudo oseo, que vivir y morir es simultaneo HOY SONE CONTIGO. He sonado un futuro en el que tus ojos son cielo, las montanas tu pelo y tus labios las nubes que beso suave porque yo soy el viento. He sonado una vida en la que tu boca es un mundo donde no existen las prisas, donde en oscuro tumulto de sabanas blancas se escuchan gemidos, gritos y risas. He sonado con un paraiso de calido abrazo en el que con lazos bordados, aislados del ruido, unimos las manos en fiel compromiso bajo centenarias ramas de roble y aliso. Hoy, mi amor, sone contigo. INCERTIDUMBRE ?Y ahora que hago yo con estos latidos sin dueno? ?Con estas miradas sin cielo? ?Con estas sonrisas sin miedo? ?Con estas manos sin tiento? ?Y ahora que hago yo con estas caricias sin dedos? ?Con estos gemidos de telo? ?Con estos orgasmos sin cuerpo? ?Con estas plegarias sin credo? ?Y ahora que hago yo con estos labios sin besos? ?Con este anillo de empeno? ?Con esta lluvia sin truenos? ?Con estas pasiones sin freno? ?Quieres decirme…? !Joder! !?Que hago con esta voz sin aliento?! !?Y con este sufrimiento reseco?! !?Y con este grito en silencio?! Y… ?con este corazon sin suenos? LA BESTIA DE HADES En el Bosque Tenebroso se oculta la Bestia que, mas grande que un oso, malvado y fatal, devasta los campos la bestia infernal. Elegida por Hades, entre millares, para llevar a cabo las mas atroces maldades. La Bestia de Hades, malvada y febril. La Bestia de Hades, elegida entre mil. En el lago de azur mata al cisne, blanco o negro, de color no distingue. Y el hombre se extingue sin el porque saber. Por retar a la Bestia estais condenados por el dios del Infierno a desaparecer. La Bestia de Hades, malvada y febril. La bestia de Hades, elegida entre mil. MUERO Cuando el odio y el amor chocan, cuando la distancia nos separa, cuando vuestras voces no me tocan, cuando son otros ojos los que ven mi cara… Entonces muero. Cuando el tiempo no aviva el olvido, cuando miro al cielo y no os veo, cuando el corazon esta partido, cuando negando a un dios en vosotros creo… Entonces muero. Cuando vuestro cuerpo son cartas, cuando el alma son palabras, cuando mente y esencia de amor estan hartas, cuando el Siempre son baladas… Entonces muero… Cuando miro atras y no sois mas que sombras, cuando no miramos el mismo cielo, cuando mi cabeza os suena, perfectas obras, cuando, entre lagrimas, traslucidos os veo… Entonces... muero…

  • Un rincon del corazon que nadie pisa de Nuria Espert

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    Esta novela se abre paso, desde el corazon, a un lugar donde las historias se entretejen entre las sombras de los recuerdos y la necesidad de reinventarse.

  • La esclava de Manila de Jesus Maeso De La Torre

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    Al amanecer, los expedicionarios del Galeon de Manila se concentraron en el malecon de Cavite. Una brisa humeda les cortaba el resuello. Las chozas y los baluartes emergian de las sombras y una luz amarillenta difuminaba las siluetas del mastodontico barco. Dos jovenes, ama y esclava, olieron el mar y oyeron el silbido del viento zumbando entre las arboladuras gigantescas de la embarcacion. Temblaban con el estruendo de la partida y se cogian del brazo de un criado. La esclava filipina se ocultaba de las miradas indiscretas bajo una capa de lana parda, y se pegaba a su tambien asustada duena. Desde el primer instante, la sobrecogio el desafiante perfil de la colosal nave: la Santa Rosa de Lima, con su soberbio mascaron de proa que representaba un leon policromado de singular belleza. Imelda del Rosario era esclava del armador don Natalio Zornoza y dama de compania de su hija Aurora, una joven de su misma edad, diecinueve anos, rubia, fragil y asustadiza. Ella era en cambio una mujer esplendorosa a la que todos miraban por su exotismo. No necesitaba afeites ni polvos, pues su semblante brillaba con luz propia. Ya desde el mismo momento de embarcar, la tripulacion cayo de inmediato en el embrujo de su natural seduccion, y corrio el rumor de que era hija del emperador de China. Don Natalio, cansado de vivir en Manila, deseaba presentar en sociedad a su hija, demasiado influenciada para su gusto por su confesor, y acaparada por los oficios religiosos. El armador era un hombre que vivia con desahogo, pues poseia, ademas de sus naves, una plantacion cerca de Manila de te de Wulong, el llamado <>, el mas puro de Fujian, de la misma China, que vendia en exclusiva a mercaderes ingleses en su casa comercio de la calle de la Carne de Cadiz. Cuando el navio se hizo a la mar entre el griterio de la gente y se cargaron en el baluarte de Santiago las arcas y las cajas de seguridad llenas de doblones, perlas de Ceilan y las joyas hindues de oro-- la carga mas valiosa, que esperaban los oficiales del rey en Cadiz--, siete canonazos, numero de la suerte en Filipinas, despidieron a la Nao de la Seda y, de paso, a su sangrante corazon que se alejaba de los suyos. El criado Maximiliano, un mulato libre que trabajaba en la casa desde nino y al que las muchachas querian como un padre, se arrodillo en la cubierta y rezo al milagroso Nino Jesus de Manila, para que los preservara de todo peligro, mientras las jovencitas se exponian en la proa a las brisas del oceano del Sur. Imelda tuvo el palpito de que ya nunca regresaria a su amada tierra natal. La esclava, --cuyo nombre natal era Xiao--, temia la larga travesia desde Manila a Acapulco en el Galeon de Manila --el <> lo designaban los nativos--, y luego desde Veracruz a Cadiz. Pero tras dos meses de tormentosa navegacion avistaron Acapulco, y, tras trasladarse por tierra y descansar en Veracruz, cruzaron el Atlantico, protegidas por la segura Flota de Indias, y finalmente arribaron a Cadiz sin novedad. La ciudad vivia un siglo magico, donde las riquezas se multiplicaban en manos de los comerciantes y los cargadores de Indias. Gentes de todo el orbe merodeaban por su puerto, y cerca de cien mil almas se afanaban por sus calles. Era tal la claridad del aire de Cadiz que la luz reverberaba en las torres miradores que oteaban sin desmayo el oceano, y en las azoteas y los balcones sembrados de geranios que miraban al mar. Imelda del Rosario, o la Filipina, como dieron en llamarla en los mentideros gaditanos, seguia siendo un misterio para los vecinos, no asi Maximiliano, que ya habia estado con el patron otras veces en Cadiz. Solo salia de la casa en las grandes celebraciones de la Iglesia, de la era fervorosa creyente, luciendo su belleza junto a Aurora, aunque caminando, eso si, un paso atras de su ama, junto al mulato, al tiempo que despertaba la envidia de las jovenes casaderas y damitas atildadas del puerto gaditano. A la filipina le seducia el embrujo de la bulliciosa ciudad andaluza, donde nadie se sentia extrano y el rumor del oceano armonizaba sus aires como una orquesta. Pero lo realmente hermoso de Cadiz apenas si se veia. Se hallaba oculto en el interior de las casas y en sus estancias guarecidas tras las puertas, rodeadas de patios y zaguanes donde crecian los nardos y los jazmines blancos. Cadiz hacia las veces de centro neuralgico del comercio nacional, y en sus salones, donde se hablaba en todos los idiomas, se servia cafe y chocolate. Y entre las acaloradas partidas de billar, una copa de brandy y el humo de un habano, los armadores de buques, entre ellos don Natalio, arreglaban tratos, ordenaban fletes, enrolaban tripulaciones, disponian los precios del palo de Campeche, de las salazones, del cacao, o de las sedas de Manila, o tasaban el valor del real de plata con el doblon mexicano. Las casas de Cadiz maravillaban a la filipina, que no habia visto nunca tal lujo. Olian a especias y vainilla, y los comerciantes destinaban los bajos para tiendas y almacenes donde se mostraban al publico los escaparates y mostradores de venta. El reloj de la fortuna habia sacado a Imelda de la indigencia en la que vivia en Manila. Apenas si se acordaba de su familia, que habia escapado de la pobreza con los dos mil pesos que habia recibido por su compra, siendo una nina de cuatro o cinco anos. Y daba gracias al cielo por su buena ventura. Si, el reloj de su vida y de su fortuna marchaba acompasado y, aunque debia soportar el celo indisimulado del padre de su ama, don Natalio, entre platonico y enfermizo, se hallaba satisfecha por el trato que recibia de sus senores, y en especial de Aurora, su confidente, amiga y casi hermana. Imelda poseia dotes curativas, inventaba y elaboraba balsamos, pomadas y esencias y conocia las virtudes saludables de las plantas. En sus ratos libres, y a la tremula luz de los flameros del sotano, creaba balsamos y cremas reparadoras y maceraba hojas con las que preparaba afeites y lociones para las damas gaditanas. Destilaba luego en su alambique aguas olorosas, que luego su amo vendia en la tienda de la calle San Francisco de monsieur Fatou, que las suministraba a precios prohibitivos. Una vez a la semana, el laborioso Maximiliano llevaba al frances tres cajas atiborradas de tarros de perfumes y redomas de fragantes unguentos para las damas burguesas de los puertos. A veces, el aroma intenso de las resinas adormecia mansamente los sentidos y Aurora e Imelda se quedaban dormidas en el obrador, con Aurora acurrucada en su pecho, como si anorara la madre a la que apenas recordaba, pues murio siendo ella muy nina. El derroche odorifico de las mas sofisticadas esencias orientales las transportaba a suenos deliciosos. Penetradas por una irresistible sutilidad de olores y, con el vaho de la amalgama de fragancias, permanecian horas con las manos entrelazadas y sus cuerpos jovenes apretados, en un afecto que duraba horas a la luz titubeante de las lamparas de aceite. Despertaban con el rayo tibio del sol del postmeridiano que entraba por el tragaluz, henchidas de emociones que debian guardar en sus memorias. Como suele ocurrir cuando la bonanza bendice a una familia, la paz y el sosiego se quebraron en la mansion de don Natalio, que perdio una de sus dos naves en un tifon que asolo las Antillas. Hallaron los restos en las costas de Barbados y lo que quedo fue expoliado por las gentes de las islas. Estaba casi arruinado. Pidio un prestamo a la Banca Aramburu de veinte mil reales para cambiar su negocio, y dedicarse con la que le quedaba a la importacion de cochinilla de Mexico y del azogue de Brasil, donde, por otra parte, existia gran competencia. En la Natividad del segundo ano de estancia en Cadiz, tuvieron que prescindir de la mitad del servicio, excepto del bueno de Maximiliano, que puso dinero suyo, ahorrado durante anos, para contribuir a la subsistencia de la familia. Natalio vendio a un consorcio holandes la nave que le quedaba, la mas marinera y querida: la Atrevida. Se distancio de las muchachas, pero ellas, en cambio, ante la adversidad, unieron aun mas sus corazones. Despues de la Epifania, Aurora, cada dia mas melancolica, comenzo a visitar el dormitorio de la asiatica y a quedarse con ella a dormir, costumbre hasta entonces inexplorada por ellas. Y entre platicas y complicidades aminoraban sus penas. El vino dulce y la difusa atmosfera alimentaban sus intimidades y exploraban su piel y sus partes mas ocultas. La exotica camara de Imelda, repleta de redomas de aromas y cremas, se convirtio para Aurora en un lugar de sortilegios y sexo fuera del tiempo. Y la desgracia de su padre le parecio menor y sin importancia. --Me has devuelto el deseo de vivir y recompuesto mi alma rota. No me separare nunca de ti, Xiao --llego a confesarle la pasional Aurora, cuando un amanecer abandonaba la estancia con las luces de la alborada. Aurora seguia recibiendo el cristiano consuelo del prior del convento de San Agustin, el vitalista fray Sebastian Gomez, asi como su asistencia en los sacramentos, y acudia a el acompanada por Maximiliano, su inseparable y protectora sombra. Pero un dia nefasto, en el que la bruma se dispersaba desdibujando el perfil de una luna rotunda, las mas terribles dudas afloraron en la mente de Aurora, testigo casual de una conversacion que penetro en su alma como un estilete turco. Aurora, tan asustadiza como un pajarillo, escucho la platica de su padre en el despacho con un adinerado tratante genoves, micer Jose Jacome, un hombre de barba rizada y larga cabellera anudada con un lazo negro en la nuca, que mostraba un inusitado interes por su adorada Imelda, la Filipina, la llamaba una y otra vez, su refugio y abrigo de amistad imperecedera. Aguzo los oidos. Hablaban de la asiatica como si de un barril de polvora se tratara, y eso la exaspero sobremanera. --Yo me hago cargo de vuestra deuda, y vos me traspasais a la filipina. Para cuando regrese de Gibraltar, en unas tres semanas, firmaremos el contrato y esa esclava pasara a ser de mi propiedad --le ofrecio tentador. --Asi sera, don Jose --reconocio don Natalio--. Teneis mi palabra. --Espero sacar buenos dineros con su saber en los emplastes, esencias y pocimas curativas, que vendere en mi almacen --hablo el negociante con voz ronca, y sus palabras entraron como un trueno en el cerebro de Aurora.

  • Herramientas para la gestion de calidad de Hector Santiago

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    Una de las tareas habituales de los equipos de trabajo en el ambito de la gestion de la calidad es la resolucion de problemas y planificacion de las acciones de mejora que seran necesarias para eliminar dichos problemas y sus causas.
    Por tanto, contar con un buen numero de herramientas de gestion y planificacion es un apoyo inestimable a departamentos de diseno y fabricacion en el proceso de analizar problemas, obtener y analizar datos, identificar oportunidades de mejora y poner en marcha planes y programas eficaces y eficientes.

  • Siempre nos quedara el divorcio (Rivera 1) de Mia Alcaraz

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    Jayce era un chico normal hasta que lo perdio todo y se vio obligado -por las circunstancias- a acceder a una banda callejera si queria sobrevivir en la jungla de asfalto. Ahora, los anos y la experiencia, le han demostrado que no es necesario solventar los problemas con delincuencia, que existen otros metodos para hacerlo. Por ello, lucha a diario para derrocar de una vez por todas a su mayor enemigo, lo que no espera es que Danae se cruce en su camino y despierte en el sentimientos que jamas antes ha sentido. Tampoco, cometer la locura de casarse con ella a sabiendas de que es un riesgo innecesario.

  • No te enamores del profesor de Karol Miller

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    Natalie Taylor es una joven que ha tenido que superar las malas artes del destino. Se enfrenta junto a su hermana a una nueva etapa tras la perdida de su padre. Por fin, parece que vera cumplida una promesa: Graduarse. Pero no sera un camino de rosas el que le queda por delante. Antes de convertirse en una Licenciada debera aprobar todas las asignaturas, incluida la que imparte James McLean.
    El es un profesor arrogante, prepotente, exigente, experimentado, guapo y tremendamente sexy. Es un pecado para todas las mujeres. Cuando Natalie conoce a su profesor solo hay una palabra que le asalta constantemente: Peligro. Pero James parece no estar interesado en algo mas cuando ve a Natalie. Solo busca sexo sin compromiso, sin complicaciones. Pero ambos no pueden luchar contra su atraccion.
    La vida da muchas vueltas y el paso del tiempo cambia a las personas. ?Que ocurrira cuando vuelvan a encontrarse? ?Sera capaz Natalie de conquistar el corazon de James? ?O se rendira a los encantos de otro?

  • El que faltaba, Mayte Pascual de Mayte Pascual

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  • Tony (Y llegaste tu 2) de Merche Diolch

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    Tony lleva varios meses alejado de Raquel, espera pacientemente el momento oportuno para regresar a su vida despues de que ella decidiera alejarse de todo. Monica sera complice de Tony y pondra en marcha su plan para que la pareja se reuna de nuevo.

  • El adulto de Gillian Flynn

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    El adulto es un original y aterrador homenaje a los cuentos de fantasmas escrito por Gillian Flynn, autora de Perdida.

  • Juego de apariencias de Ingrid Desjours

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  • Lo que esta en juego es la moral de G. B Tatian

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    La luz naranja de las farolas iluminaba las calles aquella oscura madrugada de invierno. Benicio San Emeterio caminaba erguido por la acera de aquella larga calle sujetando las asas de una bolsa de deporte negra y rectangular. Con la otra mano agarraba un tetrabrik de leche. Su rostro reflejaba seriedad y el sonido que provocaba al caminar era casi imperceptible a pesar del silencio de la noche y de sus 109 kilogramos de peso de puro musculo. Su figura era intimidante y robusta incluso desde lejos. Media casi un metro noventa y hacia parecer que su bolsa de deporte era pequena a su lado, aunque no lo era. Se detuvo un momento para dar el ultimo sorbo al tetrabrik de leche e inclino la cabeza hacia atras para beber. Vio una pequena parte de la luna sobresaliendo por encima de la azotea de un edificio. La calle completamente vacia. Los cristales de los coches aparcados reflejaban la luz de las farolas. Deposito el carton de leche en la papelera y siguio caminando. Al cabo de unos metros empezo a sentir los golpes de la punta de sus cordones contra sus zapatillas. Se detuvo de nuevo y se agacho posando una rodilla contra el suelo. Solto la bolsa de deporte y al caer hizo un breve pero tremendo ruido pesado de objetos metalicos chocando unos con otros. Se ato los cordones y se puso en pie enseguida, agarro su bolsa y la levanto del suelo como si no pesara nada. Siguio caminando por aquella calle y a la altura de un callejon a pocos metros empezo a escuchar ruidos extranos, como de un animal sollozando. Empezo a caminar mas despacio y a medida que se acercaba el sonido era mas perceptible. Siguio hasta la entrada del callejon y se detuvo en medio. Dentro habia alguien, y vio como la enorme figura de Benicio aparecia de la nada y se detenia a la entrada. De pronto aquel sonido desaparecio de golpe. Benicio permanecio parado unos segundos mirando hacia el fondo, pero no pudo ver nada, la escasez de luz y la lejania no lo permitian. Desde dentro vieron como su oscura figura empezaba a moverse y desaparecia tras la esquina. Tras unos escasos segundos un sonido leve y suave salio del interior del callejon. El sonido que hace alguien cuando pide silencio: -- Shhh... Entonces vieron desde el interior la enorme y oscura figura de Benicio retrocediendo sobre sus pasos hasta situarse en el centro de la entrada de nuevo. Hubo unos segundos de completo silencio. De pronto Benicio comenzo a caminar hacia el interior del callejon. Se escuchaba el sonido de la cremallera de su bolsa de deporte abriendose. La luz era insuficiente y solo podia ver a unos escasos metros a su alrededor a medida que se adentraba. Los muros, el suelo y el fondo oscuro. Camino hasta el final y se detuvo cuando se le hizo visible. Habia una mujer con el torso inclinado y apoyado sobre una mesa de madera al lado de la basura. Tenia los pantalones bajados y sollozaba, cayendo lagrimas de sus ojos. Tras ella, un hombre sujetando una navaja sobre su nuca. El hombre se aparto de ella y sujeto con fuerza la navaja. Benicio se hizo a un lado y la joven salio corriendo y volvio a situarse en el medio frente al hombre. Hubo un breve instante de silencio. Rebuscaba en su bolsa y el choque de piezas metalicas emitia un leve sonido. El hombre se mantenia estatico en la distancia. De pronto Benicio saco una escopeta corta de aspecto antiguo, la amartillo y empezo a alzarla hasta colocarla a la altura del pecho y justo cuando el hombre abrio la boca para decir algo, abrio fuego y cayo derribado. El estruendo fue enorme y camuflo el fuerte gemido del hombre cuando la violencia del disparo vacio el aire de sus pulmones. Se acerco hasta el y se quedo alli de pie hasta que se aseguro de que habia dejado de respirar. Despues siguio caminando por la calle hasta el pequeno hotel de la esquina, subio a la habitacion y se sento en la cama. La bolsa estaba a sus pies, se inclino y abrio la cremallera del compartimento lateral y saco un boligrafo negro. Saco un billete de cincuenta euros de su bolsillo y lo sujeto con las dos manos frente a el. Habia algo escrito a lo largo del billete, en la parte baja. Samanta T. Cruz – (Asesinato) Le quito la capucha al boligrafo y lo tacho hasta que quedo ilegible. Encima de el habia mas nombres tachados. Le dio la vuelta al billete y vio que por la otra cara tambien estaban todos tachados. Entonces se levanto de la cama y fue hasta la ventana y la abrio, saco de su bolsillo una caja de cerillas y encendio una, coloco el billete en la repisa exterior y puso la cerilla sobre el billete y cerro la ventana. Se tumbo en la cama y extendio su brazo y agarro la delgada cuerda de la lampara, tiro de ella y se apago. 2 Andres levanto la cabeza de la almohada y le vio sentado en el extremo de la cama de al lado con la cabeza entre sus manos, sobre su gorro. Tiro de la cuerda de la lampara y la luz fragil ilumino solo una parte de la habitacion. Miro el reloj que estaba al lado de la lampara en la mesita de noche con los ojos entrecerrados por culpa de la luz. Las 03:33 de la noche. Se levanto de la cama y se sento en el borde frente a el y le agarro del brazo. La pequena ventana era un agujero oscuro hacia la madrugada. Se desplazo por la cama hacia la mesita de noche y agarro la pequena libreta y el boligrafo que estaban encima y volvio a sentarse en el mismo lugar. Con la mano que sujetaba el boligrafo le acaricio su hombro y luego puso las dos entre sus brazos para que pudiera coger las cosas. -- Antonio, ?Que te pasa? Antonio levanto la cabeza y le miro a los ojos. Cogio la libreta y el boligrafo y comenzo a escribir. Le entrego la libreta y el la oriento hacia la luz para poder leer. -- No puedo seguir haciendo esto. Andres se quedo mirandole pensativo. -- ?Es por lo que paso ayer? Antonio asintio con la cabeza mientras Andres le devolvia la libreta. El volvio a empezar a escribir. -- No puedo seguir haciendo como que no he visto nada. Eso no es lo que hace un hombre justo. Ellos eran mas y ese hombre no podia defenderse, pero nadie nunca hace nada. Todo el mundo mira para otro lado y hace como que no lo ha visto, y esperan que la injusticia se resuelva sola. Eso es exactamente lo que hacen los cobardes y yo no quiero serlo, pero el miedo me detiene y para entonces ya es tarde. La injusticia ha sucedido y despues llega la noche, y no puedo dormir, porque es imposible dormir cuando estas decepcionado contigo mismo. Andres leia mientras Antonio agachaba la cabeza y miraba al suelo. Cuando acabo de leer le agarro de la mano. -- Se muy bien como te sientes, pero no tiene sentido atormentarse. No puedes volver atras y cambiarlo. Asi que todo lo que puedes hacer es comprender que eres un hombre justo y bueno, pero que te equivocaste, y rectificar la proxima vez. Antonio no levanto la mirada del suelo, pero asintio con la cabeza. Andres se levanto sin soltarle la mano y tiro de el para que se pusiera de pie. Le abrazo y le paso la mano por la espalda para consolarle, luego le solto. -- ?Vuelves a la cama? Antonio miro el reloj y luego nego con la cabeza. -- No te atormentes tio, no lo hagas. -- Andres se metio en la cama y Antonio le tapo con el edredon y apago la luz, luego salio de la habitacion y se sento en el sillon a mirar por la ventana. Miraba el arbol que habia enfrente. El unico arbol que habia. Era grande y no tenia ni una sola hoja. Todas las ramas estaban desnudas. 3 Antonio abrocho su abrigo y metio las manos en los bolsillos. Lo unico que llevaba al descubierto era la cara. Llevaba puesto su gorro negro y el abrigo le cubria el cuello hasta la barbilla. De largo era casi hasta las rodillas. Andres cerraba la puerta de la casa, la de abajo, mientras acariciaba su barba corta y despejaba sus ojos del sueno. Empezaron a caminar a las seis de la manana, cuando todavia el Sol no habia salido. A lo lejos se veian en el cielo los primeros hilos de luz. La calle tenia un muro a cada lado y los dos estaban completamente llenos de grafitis iluminados por la luz blanca de los faroles de pared. Los muros eran muy extensos, pero no habia sitio para un solo grafiti mas, por lo que, cada cierto tiempo, algunos habian desaparecido y se habia pintado otro encima. Antonio y Andres caminaban atentos para ver los nuevos y cuando pasaron por al lado de los cubos de basura, varios gatos salieron corriendo y se metieron debajo de los coches. Despues de los muros habia una zona abierta. A la derecha habia un parque a media distancia, oscuro por la madrugada, y un bloque de edificios con soportales. En el interior de un portal de los soportales se veian las piernas de un sintecho, y del interior del portal salio una revista rotando en el aire que fue a parar justo en el centro de la fogata que habia a sus pies. A la izquierda habia un puente a lo lejos, por donde pasaba el rio cuando habia agua. Ahora habia un grupo de jovenes debajo y desde la distancia se veia el punto rojo diminuto de sus cigarrillos. Ahi se reunian para drogarse. Despues de pasar por ahi, pasaron por el parque en el que habia un hombre sentado en un banco, tapado con una manta vieja y hablando y riendose solo. De vez en cuando guardaba silencio y luego se giraba para gritar a alguien que el creia que le perseguia, pero detras no habia nadie. Siguieron caminando hasta la calle que corta las vias del tren y giraron. Tenian que cruzar las vias para ir al trabajo. Debajo de las escaleras del puente que cruza las vias habia una chica. Andres no la vio, pero Antonio la senalo y fueron hasta ahi. La chica estaba recogida sobre si misma y lloraba. -- ?Que te pasa? -- Pregunto Andres. La chica levanto la cabeza. -- Tengo frio. -- Dijo ella temblando. Lloraba y le temblaban mucho las manos. Llevaba puesta solo una camisa. Los chicos se miraron. No hicieron preguntas. Antonio desabrocho la cremallera de su abrigo y se lo quito y levanto a la chica. Se lo paso por la espalda y la ayudo a meter los brazos en las mangas, se lo abrocho y le metio las manos en los bolsillos, le puso la capucha y luego metio las manos dentro para limpiarle las lagrimas. La chica habia parado de llorar y le miraba a los ojos. Era un poco mas joven que ellos. Todavia menor de edad. Antonio saco del bolsillo de su pantalon la libreta y el boligrafo. Escribio y se la enseno. -- ?Tienes a donde ir? La chica asintio ligeramente con la cabeza. Entonces los chicos se giraron y se fueron.

  • Como cualquier hombre de Gayle Kaye

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    Candy Porter era una periodista dispuesta a demostrar que la imagen sexy de los cowboys era solo un mito sin fundamento. Pero lo primero que descubrio Candy fue a Tanner Carson, un hombre que echaba por tierra su teoria con su metro noventa y sus musculos de cowboy de Texas. Carson era un ranchero capaz de “domar” a cualquier mujer de la gran ciudad. ?Podrian aquellos dos caracteres tan diferentes encontrar el modo de dar rienda suelta a su amor?

  • Belleza Animal de C. M. Rose

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    No podia creer lo que mis ojos estaban viendo era una casa gigantesca de dos plantas, habia espacio para mas de seis automoviles, parecia una mansion; me dio algo de nostalgia al ver esa casa y recordar mi hogar; parecia mas bien una casa de una familia muy adinerada que de seis personas como me habia comentado la senora Montes, revise varias veces las direccion que me anoto en un pedazo de papel, si era exactamente la misma pero no podia creer que en ese lugar solo vivieran seis personas y todos hombres, debia existir algun error para ello; estaba reconsiderando la idea de buscar otro lugar, pero no tenia mucho dinero para seguir viviendo en un hotel o en cualquier parte necesitaba estar en un lugar fijo; solo era unos dias que podia probar si me gustaria quedarme o si me queria marchar, lo peor que podia perder era mi tiempo. Agarre muy fuerte la llave contra mi pecho, odiaba que la senora Montes no me haya dado mucha informacion de mis companeros, iba ser un poco extrano compartir vivienda con seis hombres, pero la propuesta que ella me dio era tentadora y no me queria rehusar, era algo que me beneficiaba demasiado. Tome una gran bocanada de aire y segui adelante, abri la pequena reja; todo se veia muy limpio en la parte de afuera, el pasto estaba tan verde y parecia recien cortado, arrastrando mi gran maleta me acerque a la puerta y la toque varias veces, nadie abrio la puerta me enoje un poco. No me sentia muy comoda entrando a una casa sin que las personas que vivian alli no supieran que alguien iba a estar cuando regresaran, pero me encontraba muy cansada y lo que mas deseaba en ese momento era poder sentarme, tomar un vaso de agua y dormir un buen rato; no pude soportarlo y entre. – !Buenas tardes! – Grite muy fuerte esperando que alguien me escuchara. – !Buenas tardes soy el nuevo huesped la senora Montes me envio! – Segui gritando tal vez a la nada, pero igual continue esperando que alguien me escuchara. – Perdon la intromision y por haber entrado de esa manera… – Conclui que la casa estaba vacia se encontraba en silencio absoluto; era algo incomodo, era mejor dar media vuelta y marcharme; tal vez esperar en el pequeno portico a que alguien llegara, podria estar allanando una propiedad privada y en vez de estar en la casa podria terminar presa. Me senti aterrorizada y un escalofrio recorrio mi espalda en tan solo pensar en que llegaria estar en prision y la unica llamada tendria que hacerla a mi madre y me mataria por todo esto. Estaba algo perturbada, estar en un lugar que no conocia y que nadie me podria recibir y mucho menos sin saber con quien iba a vivir; ya habia entrado y debia afrontar que estaba en una casa que no era mia, sin permiso. Deje mis cosas en la entrada, pude notar que toda la casa estaba pintada con un tono blanco, el color de los muebles contrastaba de una manera muy estetica; tal vez tendrian a alguien que les limpiara todo estaba impecable, me daba mucha verguenza ensuciarla o arruinarla. No podia ser que seis hombres fueran tan limpios, podrian ser gais y parejas todos; y yo podria incomodarlos, o todos podrian ser hermanos, muchas ideas comenzaron a rondar mi cabeza de que serian estos seis chicos, o que relacion tendrian entre ellos. Me quite los zapatos y me adentre mas a la casa. – ?Hola? – Dije asomandome a la cocina, me sorprendio muchisimo al verla, era muy hermosa, la decoracion era muy sencilla, pero me gustaba; estaba segura que en esa cocina cabian mas de diez personas sin ningun problema; me acerque al frigorifico, se que no estaria bien pero no pude evitar abrirlo, para ver que comian estos hombres. Al verlo de arriba abajo me sorprendio muchisimo que tuvieran carne cruda congelada como para alimentar a un batallon. Menos mal no era vegetariana sino seria un karma para mi vivir con seis carnivoros; toda la estanteria de la cocina estaba de comida enlatada, frituras y caramelos. Parecia que estos chicos comian como animales, nunca habia visto tanta comida y estaba acostumbrada a ver mucha comida al tener una familia tan grande, pero ellos me estaban sorprendiendo sin ni siquiera conocerlos. Sali de la cocina, pero la curiosidad pudo conmigo, revise cada rincon de la casa, el primer piso tenia una habitacion muy grande, pero parecia que nadie la estaba usando, la cama estaba solo con el colchon, y parecia que hace mucho tiempo nadie entraba en ese gran lugar. Me sente en la cama, el colchon parecia comodo no me recoste; si lo hacia me quedaria dormida y eso seria el peor problema porque el que pudiera suceder en este lugar; pase mi dedo por la pequena mesita de noche, la linea por donde pase mi dedo quedo marcada demostrando que habia una gran gruesa capa de polvo e. Si esa llegase a ser mi habitacion tendria mucho que limpiar antes de poder dormir, tenia su propio bano, que tambien se notaba que estaba sin usar desde hace un buen tiempo. Termine de revisar el primer piso y no habia muchas cosas interesantes, sabia que no debia subir, pero no pude residirteme; para mi mala suerte todas las habitaciones estaban cerradas con llave, habia seis habitaciones cerradas y un bano. Baje desanimada las escaleras por no saber ni siquiera como eran, camine hasta el gran salon, habia un sofa de color blanco; me sente un rato mientras me imaginaba como serian mis companeros, a que se dedicarian o que harian de sus vidas, el sofa era demasiado como, me recoste un momento, estaba demasiado agotada para luchar con el cansancio, por mi cabeza comenzaron a pasar imagenes de leones tigres, lobos y zorros, no entendia muy bien el porque; cerre un momento los ojos y me quede profundamente dormida. Capitulo 1 Buscando donde vivir Me comenzaba a arrepentir de haber dejado mi casa, la comodidad de la que estaba acostumbrada, arrastrando la maleta por la calle y muy desanimada, no sabia que iba hacer, o para donde debia irme; aun no tenia amigos y no conocia a nadie, pero aunque estuviera mal por todo lo que habia pasado aun pensaba en iniciar mis clases en la universidad y me lograba animar un poco, habia trabajado tanto para lograrlo y no podia rendirme; pero las cosas no estaban marchando muy bien, pero no podia vivir en una casa compartida donde a todas horas hay personas gritandose groserias o cosas muy obscenas; la ropa sucia de cualquiera terminaba dentro del frigorifico, o alguien dormido encima de la mesa de la cocina desnudo pero creo que lo peor que todas las cosas que sucedian en esa casa eran las cucarachas, creo que hubiera pasado los gritos, la ropa sucia o una que otra vez a alguien dormido completamente desnudo, pero ese animalito no lo tolero, me habia quedado literal en la calle, pero ahora era mi responsabilidad y mi problema ver que hacia para salir de esta horrible situacion. Mi paciencia tenia su limite y estaba por acabarse me comenzaba a desesperar, mis clases estaban por comenzar, necesitaba un lugar lo antes posible para instalarme. Una parte de mi pensaba y se replanteaba en dejar todo botado y regresar al pueblo, despues de la lucha que tuve con mis padres esa idea no me entraba en la cabeza, al dejar la casa estaba segura que mi habitacion, debia estar transformada por uno de mis hermanos. – Hola – Dije atendiendo mi celular. – ?Como que hola no sabes quien soy? – Mama lo siento, estoy caminando y no pude ver quien era. – ?Que estas haciendo tan temprano un sabado en la calle? La ciudad es peligrosa ?No quieres regresar? – No mama – <> pense mientras se me ocurria que inventarle a mi progenitora. – Estoy conociendo la ruta que debo tomar todos los dias para ir a la universidad. – Menti. – Bueno tu sabras como hacer las cosas, no me hagas caso mas bien dame el numero del telefono de donde estas viviendo. – !?Que?! – Me exalte – ?Para que lo necesitas? – Si no atiendes ese aparato puedo llamar a esa casa para que me digan que estas haciendo. – Era increible por lo que estaba pasando. – Mama no tienen telefono ahi. – no se si estaba mintiendo o siendo honesta. – !?Como que no?! – mi mama estaba histerica, comenzo a gritar y no se por cuanto tiempo lo estuvo haciendo, segui caminando con mi maleta y mi celular alejado de mi oido, estaba segura que no queria quedarme sorda por los gritos de ella. – Mama no lo se, la verdad no he pregunte. – Pregunta de una buena vez – Necesitaba decirle algo para tranquilizarla. – Esta noche te llamare y te dire si hay o no hay telefono ?Te parece? – No muy convencida acepto; se que no estaba de muy buen genio, pero necesitaba que se tranquilizara, entre en panico. – !Dios iluminame! – Grite de la desesperacion que ese momento me consumio. Las personas me miraron como si estuvieran viendo a una loca. No estaba tan lejos de enloquecerme entonces no me molestaba que miraran de esa manera. Los dias pasaron y mi primer de clase llego, odiaba tener que dormir en hostales, era muy incomodo, teniendo una maleta gigante. Llegue a la facultad con una mi fiel compania que era la maleta morada que mis padres me habian regalado, los demas estudiantes me observaban de una manera extrana, no los puedo culpar nadie va a una universidad con una maleta llena de cosas y tan grande; estaba segura que este dia iba a ser demasiado largo. No podian seguir asi, esa semana debia pagar un hotel por lo menos para poder dejar mis cosas en un lugar seguro. Ojala ese fuera mi unico problema, todos los dias tenia a mi madre llamandome a preguntarme como eran mis companeros y que se los pasara para poder hablar con ellos. Todo se empezaba a complicar cada dia mas, el dinero que mis padres me enviaban, mas el que habia ahorrado desde la secundaria se estaba agotando con los dias. Necesitaba encontrar un trabajo de medio tiempo al igual que un lugar bueno, bonito y no muy costoso para vivir. Despues de la tormenta por fin llego la calma y las cosas comenzaron a mejorar, aunque no tuviera un lugar donde vivir, encontre un trabajo de medio tiempo, lo cual me venia como anillo al dedo, teniendo ya una entrada economica, me sentia un poco mas tranquila. Pero me gustaria encontrar un lugar donde pudiera vivir mas tranquila y sentirme mas comoda, aunque el hotel era bueno no era lo mismo que estar viviendo en una casa con companeros, o en un departamento sola. Un dia escuche a unos companeros hablando de que en la cartelera de nuestra facultad publicaban, lugares que alquilaban desde habitaciones, casas compartidas hasta departamentos para uno solo. Las cosas estaban mejorando y era algo que me alegraba muchisimo. Estaba muy enojada, llame a cada lugar de los que habia visto en la cartelera, ya estaban alquilados o pedian demasiado dinero y era el momento que no tenia tanto como para pagar, cada dia iba a revisar la cartelera, para ver si habia algo nuevo, o quizas disponible. Posiblemente fue cosa del destino o suerte no estaba segura, pero era la direccion de una mujer Emma Montes duena de una empresa de bienes raices; ya habia desgastado todas mis ideas asi que no perdia nada en intentar hablar con ella. En mi ultima clase de ese dia estaba demasiado ansiosa, queria ir a ver a la senora Montes, queria salir de la situacion tan horrenda en la que me encontraba; estaba contenta de que ese dia no trabajara, fue un alivio poder estar tranquila en mi busqueda; no fui al hotel aun tenia un par de horas para la guardar mis cosas, antes de que me cobraran otra noche. Tome el metro, con cada estacion menos sentia que estaba mas cerca de una solucion que me beneficiaria, me puse a ver por la ventana pensando en que conseguiria algo muy bueno. Por fin despues de unos minutos por fin llegue a mi destino, sali del vagon como si me estuvieran persiguiendo, segui la ruta que habia encontrado; camine un par de calles hasta que por fin encontre el lugar que tanto ansiaba, un letrero gigante con el nombre de Emma Montes me hizo sentir la persona mas dichosa del mundo. – !Buenas tardes! – entre saludando, esperando que alguien apareciera. – Bienvenida buenas tardes. – A los pocos segundos aparecio una mujer vestida con un perfecto vestido blanco y una chaqueta roja; con una pequena placa dorada con su nombre. – Busco a la senora Montes. – Dije, mirando a la mujer que me sonreia, parecia una modelo de pasarela, aunque ya pasara los cuarenta se veia demasiado bien; tenia unos tacones negros que eran bastante altos; su cabello tan negro como el carbon le llegaba un poco mas abajo de los hombros, detras de esas curiosas gafas amarillas escondia unos espectaculares ojos azules. – ?Que necesitas linda? – Me pregunto mirando sobre las gafas. – Es que … necesito un lugar donde vivir… – Titubee por un momento – ?Usted me puede ayudar? – La mire esperando respuesta ella se limito a sonreir. – Claro que te puedo ayudar, acompaname a mi oficina. – Ella camino por un pasillo, donde habia mas personas, algunas hablando por telefono, otros mirando una especie de folletos y otros escribiendo sin darse cuenta de la presencia de la senora Montes o mia, se encontraban muy concentrados en sus trabajos, todos los cubiculos estaban ocupados, se escuchaba el bullicio de todos hablando. – Sigue por favor. – Antes de que la puerta se abriera pude leer la inscripcion “Emma Montes Gerente General” – ?Como te llamas? – Me pregunto rodeando el escritorio que ocupaba gran espacio de la oficina. – Jessica. – Me sente en una de las sillas de cuero blanco frente a la Senora Montes, por la decoracion de su oficina pude notar que ella amaba el blanco, todas las paredes tenian el mismo color, al igual que la alfombra peluda. Tambien parecia que le gustaba muchos los gatos, tenia cuadros con gatos pintados al igual que una pequena estatua y otras cosas con la tierna forma. – Bueno Jess. – <> La senora Montes era un poco confianzuda conmigo. – Yo soy Emma Montes, por favor dime Emma. – Me miro fijamente con una sonrisa de oreja a oreja. – Cuentame que es exactamente lo que deseas. – Llegue a la ciudad hace un mes y estaba en una casa compartida con mas personas, pero las cosas se descontrolaban, fue terrible, despues de eso he vivido en hostales y ahora me encuentro en hotel. – ?Estas en un hotel ahora? – asenti. – Un hotel en esta ciudad es muy costoso, necesitamos encontrar algo para ti y pronto. – ella comenzo a buscar algo en su computadora que no podia faltar que fuera de un blanco mate muy hermoso.

  • Coffee Sugar. Un lugar para empezar de Ariadna Baker

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    La vida de Valeria transcurre de lo mas tranquila, dedicada en cuerpo y alma a regentar la pasteleria que acaba de inaugurar junto con su novio, Edu. De la noche a la manana, el toma de la decision de marcharse con otra mujer, dejando a la joven con el corazon roto y al frente del pago de numerosas deudas.

  • Nunca es tarde, Isabel Keats de Isabel Keats

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    A pesar de lo distintos que son, la vida de la detective Georgina Taylor junto al profesor Stephen Allen no puede ser mas maravillosa, pero un atraco con rehenes en una sucursal bancaria en Londres pone su mundo patas arriba y, de paso, el de Thomas Baker, el mejor amigo de Stephen. Thomas accede a cuidar a los hijos de la pareja hasta que se resuelva la situacion, para lo que contara con la inestimable ayuda de su colega y vecina, Nancy Newman, de la que, pese a sus desencuentros anteriores, Thomas descubre facetas hasta entonces desconocidas. Secuestradores, biberones, disparos y panales sucios se mezclan en un coctel explosivo que demostrara que nunca es demasiado tarde para el amor.

  • Una sola vez en la vida de Carlota Manzano

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    Abrochandome los botones de la camisa ante el espejo, pense que ya quisieran muchos de mi edad conservarse tan bien como yo. No quiero parecer un engreido, pero nadie podia creerse que tuviera cuarenta anos. Las chicas que conocia por ahi en los locales de copas me decian que las estaba vacilando, y es que ninguna me echaba mas de treinta o treinta y dos tacos. Supongo que el hecho de no tener ni una sola cana aun en las sienes tenia mucho que ver en el asunto. Cero canas, cero arruguitas en el rostro y cero barba, que siempre me ha gustado ir con la cara bien afeitada. Ademas, normalmente suelo vestir de manera informal y muy juvenil, pero aquella tarde de sabado tocaba ponerse un poco mas elegante, puesto que habia quedado con mi amigo Claudio para asistir a la inauguracion de un lujoso bar-pub en uno de los barrios mas selectos de Barcelona. La ropa de pitimini, como yo la llamo, la dejo para ocasiones especiales. Y para el trabajo, claro esta. Un director de banco no puede permitirse el lujo de sentarse en su despacho en vaqueros y camiseta para atender a los clientes, pero el resto del tiempo... dificil era pillarme a mi con traje de chaqueta y corbata. Ni siquiera aquella tarde. Una camisa blanca arremangada hasta medio antebrazo, un pantalon azul marino de pinzas y unos modernisimos zapatos marrones que tocaba estrenar me parecia el look perfecto para la ocasion. Ni mas mas ni mas menos. Bueno, miento. El Lotus que me habia regalado Maria un par de anos antes, puesto en la muneca, completaba mi atuendo. Con el pelo ligeramente engominado y un toque de mi perfume preferido de Calvin Klein, parecia yo el tipico senorito andaluz. Lo digo sin animo de ofender a nadie, ojo, pero esa fue la comparacion que me vino a la cabeza mientras me terminaba de abrochar los botones. En ese preciso momento recibi la llamada de Claudio. --?Como vas, Thiago? --Ya estoy listo. ?Por? --Genial, estoy por ahi en ocho o diez minutos, que me he metido en un atasco que no veas. --?Un atasco a estas horas? --Me extrano, la verdad. Si fuese a primera hora de la manana, cuando la ciudad condal es un autentico caos de gente moviendose a la carrera por todas partes para ir al trabajo, todavia... --Bueno, ha habido un pinazo con una moto. Una movida que no veas, ahora te cuento cuando te vea. --Perfecto, enseguida bajo. Claudio trabajaba en la misma sucursal bancaria que yo, solo que aquel chaval era un simple cajero, lo que no impidio, como es logico, que hicieramos buenas migas desde que entrase a currar alli seis meses atras. Mi amigo tenia treinta y seis anos y acababa de separarse cuando vino a parar alli. Lo estaba pasando mal, sobre todo porque su ex era una de esas mujeres de armas tomar que le ponia mil trabas para ver a las dos ninas cuando le tocaba recogerlas. Por mi parte, acababa de poner punto final a mi relacion con Maria, aquella mujer celosa hasta la saciedad. Tres anos y medio habiamos estado de noviazgo, tiempo suficiente para entender que lo nuestro no tenia ningun futuro. No solo por sus celos, que ya bastante con eso. Maria era una mujer con mamitis aguda cronica. Parece mentira que con casi treinta tacos no pudiera mover un pie sin el visto bueno de su madre. Aparte, todos los fines de semana sin excepcion teniamos que ir a comer con sus "papis", como ella les llamaba, al chalet en que vivian en las afueras. Y los tres veranos que estuvimos juntos... a Benidorm de vacaciones con ellos, al apartamento que los senores tenian alli, porque "?que mejor que pasar las vacaciones en familia?". Y como asi, tantas y tantas cosas mas, de modo que estaba un poco harto del tema. Mandona tambien, el colmo fue ver a las claras que aquella chica no queria tener hijos. Al principio no le di tanta importancia, pensando que con el tiempo quizas cambiase de opinion, pero al ver que me estaba equivocando de medio a medio porque nadie la sacaria de sus trece, me dije que por ahi no pasaba. Tengo cuatro hermanos, tres chicos y una chica, y bien orgulloso que estoy de todos ellos. Los cinco nos llevamos fenomenal y siempre estamos disponibles los unos para los otros en cuanto nos necesitamos. No es que pretendiera tener en el futuro una familia tan numerosa, pero queria tener al menos un par de hijos que heredasen mi apellido y mis genes. Estaba visto que con Maria tendria que abandonar mi sueno. Eso o abandonarla a ella, y opte por esto ultimo, aunque ese no fue el unico motivo, como ya he explicado. Claudio tardo algo mas de un cuarto de hora en aparecer con su Audi. Venia vestido mas o menos en mi misma linea. --Venga, sube, que nos cierran Barcelona--me dijo a la par que bajaba la ventanilla del coche. --A mi no me estreses, ?eh? que es sabado y hoy no tengo ninguna prisa en acostarme. --Toma, ni yo. Bueno, aunque manana tengo que recoger a las nenas a las once, asi que tampoco quiero enredarme mucho. --?Y todo bien? --Calla, toquemos madera--el muy vacilon se dio unos toquecitos en la cabeza con los dedos --. Ultimamente, la madre esta mas relajada. Yo creo que debe andar con alguien y por eso no chista. Vamos, que parece que esta deseando que me lleve a las crias para quedarse tranquila. --La vida sigue para todo el mundo. --Estaria bueno. Oye, ?Has visto la foto esa del local que ha salido hoy en el periodico? --No, vi una la semana pasada. --El sitio esta guapisimo, tiene un pedazo de terraza asi en plan chill out que flipas. --Veremos a ver que se cuece por alli. Nada malo, desde luego. Claudio aparco unos metros mas arriba en la misma acera y el portero nos dio la bienvenida alli en el escalon de entrada. "Esperamos que les guste el Karachi", anadio. Aquel sitio destilaba lujo por todos los rincones. El ambiente tambien era de lo mas "chic", con tanta gente elegantemente vestida, charlando animada con sus copas entre las manos. Mi amigo y yo nos acoplamos en la barra, cerca de un par de chicas mas jovenes que nosotros que andaban ya ahi sentadas en sus taburetes. Me llamo muchisimo la atencion una de ellas por su espectacular melena de rizos pelirrojos. Llevaba un traje de coctel de color rosa palido y unos altisimos tacones a juego que no le hacian mucha falta, y es que debia medir cerca de metro ochenta con ellos. No es que uno sacase ahi el metro, pero fue llegar nosotros y levantarse y salir andando hacia el bano. Un metro ochenta y cinco mido yo y aquella guapisima chavala de ojos verdes casi me alcanzaba. --Eh--Claudio chasqueo los dedos ante mis narices--, estoy aqui, espabila. Me habia quedado por unos segundos medio alelado, siguiendola con la mirada. --?Has visto que porte? Ufff, madre mia. --Ya te digo --me respondio mi companero alzando las cejas. Minutos despues, la chica volvia del bano y la escena se repitio. Ahi no pude reprimirme y le di las buenas noches educadamente al pasar junto a mi. --Buenas noches. No se limito a corresponder por cortesia a mi saludo con esas simples palabras. La preciosa sonrisa con que las acompano me cayo de propina, asi que no me lo pense mucho. Espere a que se sentase y apurase el ultimo trago de su vaso, le pregunte en voz baja a Claudio y, con su aprobacion, me acerque a ella. --Disculpa. ?Estais solas? Nos gustaria invitaros a una copa. La chica, que se quedo un poco cortada, miro a su acompanante antes de volver la cabeza de nuevo hacia mi para disculparse. --Te lo agradezco muchisimo. Mejor dicho, os lo agradezco, pero estoy hablando con ella de negocios. --Oh, perdon--Yo si que me quede cortado con su respuesta. --Lo siento mucho. Ademas, tengo que irme en breve a trabajar. ?A trabajar? Eso si que me pillo fuera de juego. Un sabado por la noche y de esa guisa... la verdad es que asi de repente no se me ocurrio a que podria dedicarse. --Planchazo, amigo mio--Claudio me hizo un gesto de resignacion con los ojos. En cambio, yo no me resigne a dejar la cosa ahi. No es que insistiese mas, pero se dio la circunstancia de que media hora despues entraron unos amigos de mi companero a los que, al parecer, hacia bastante que no veia, y se liaron a charlar. Apenas cinco minutos mas tarde, la preciosa y finisima pelirroja cogio su bolso de cartera y se dispuso a salir de alli con la otra chica, que tambien estaba de muy buen ver, por cierto. Alta, morena, con un vestido muy sexy y tacones plateados, parecia otra modelo de alta costura. Me disculpe con Claudio y sali tras ellas como un detective de pacotilla. Mi amigo se quedo flipado y quiso saber a que tanta prisa. --Ya te contare--Fue lo unico que le respondi. Capitulo 2 Ambas mujeres desfilaron hacia la puerta acaparando a su paso todas las miradas masculinas, con sus firmes y elegantes andares. Cuando las vi coger calle abajo y acercarse a un lujosisimo Mercedes blanco para meterse en el, tire para arriba y pare un taxi justo cuando la pelirroja echaba andar. --Buenas noches, ?donde vamos? --Quiso saber el taxista. Eso quisiera saber yo tambien, a donde ibamos, pero como no tenia ni idea ni era plan explicarle que teniamos que perseguir al coche blanco de delante, le dije que tirase, que yo le iria indicando. Asi pues, cada vez que la veia poner un intermitente, le indicaba que tirase a izquierda o derecha, segun procediera, y asi hasta ir a parar al comienzo del Paseo de Gracia. Cuando vi que la pelirroja aminoro la marcha y torcio a la derecha para entrar con su coche en el garaje de un edificio de alto standing, le pedi a aquel tipo bigotudo que parase ya donde pudiera. --Muchas gracias, que tenga buena noche. --Se debio poner mas contento que unas castanuelas con los cinco euros que le di de propina. --No hay de que, buen servicio, amigo. Y buena pamplina la que yo acababa de hacer, y es que... ?que narices hacia alli, en la otra punta de la ciudad, mirando como un idiota los ventanales de aquel suntuoso bloque? Tal vez la mujer habia ido a cambiarse de ropa para ir a trabajar. O quizas me la habia dado con queso y aquello solo habia sido una mera excusa para quitarse el muerto de encima. Espere como unos quince minutos, plantado ahi en la acera como un pasmarote, antes de montarme en otro taxi que me llevase de vuelta a mi casa. De camino, recibi un wasap de Claudio. --?Se puede saber que mosca te ha picado? ?A santo de que te has largado con tanta prisa? --?Sigues ahi? --Desvie el balon porque me sentia un tanto ridiculo. --Claro, seguimos aqui dandole a la alpargata, vente para aca, que no veas como se ha puesto ya esto de gente. --No, tio, tengo un poco de acidez de estomago y no me apetece mucho. --Que jodio, pues no sera por lo que has bebido hoy, que ni te has terminado el primer cubata. Venga, anda, animate. --No, gracias, prefiero tirar ya para casa. --?Eras tu el que decia que hoy sin prisas? Como veas, que te compre el que te entienda, pero tu te lo pierdes. Quizas tuviera razon, pero no me apetecia un pimiento volver hasta alli para juntarme con aquella panda de antiguos companeros universitarios de mi colega a los que yo no conocia de nada. Parecera una estupidez, pero me dije para mis adentros que lo mas interesante de ver en aquel lugar ya se habia recogido en su casa, asi que no dude en meterme en la mia, ponerme otra copa y tomarmela tranquilamente, escuchando musica en el sofa. Seguia dandole vueltas a la cabeza. Con que arte me habia despachado aquella pelirroja tan guapisima y tan bien moldeada... El viernes de la siguiente semana, al salir a mediodia de trabajar, me encontre de casualidad con un vecino y amigo con quien tambien habia salido por ahi en tiempos alguna que otra vez. Marcos entraba justo en ese momento en la zapateria de al lado del banco. --Ey, Thiago, ?ya acabaste por hoy la faena? --Me pregunto sonriendo. --Si senor, hasta manana ya no me ve ni Cristo el pelo por aqui. --?Tienes prisa? --Ninguna, ?por? --Echame una mano, tio, que tengo que comprarme unos zapatos para la boda de mi hermana, y luego nos tomamos unas canejas. --Vale. --Acepte su propuesta del tiron, y es que no tenia nada que hacer. Al menos, nada que no pudiera esperar. Despues de escoger uno de los pares de zapatos mas caros que habia alli dentro, entramos a tapear en un bar a la vuelta de la esquina. --?Tienes algun compromiso para manana? --. Estaba visto que pensaba plantearme alguno. --No, nada. --Pues vente con Israel y conmigo a tomar un copazo por la noche. Hace un par de dias me pregunto por ti. --?Donde pensais ir? --A un sitio que quizas no conozcas, pero creo que te va a gustar. Nosotros hemos ido un par de veces. Es un sitio de esos donde uno puede recrearse la vista a base de bien con los bombones que andan por alli. La vista y, si uno quiere, otras cosas tambien... Me la vi venir.

  • Mister de E.l. James

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    Mister es la apasionante nueva novela de E.L. James, autora de la trilogia y fenomeno mundial de ventas <>.

  • El Indiano de Maria Montesinos

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    Hector Balboa, un indiano enriquecido en Cuba, regresa al cabo de los anos a Espana con la intencion de reconciliarse con su pasado e introducirse en los influyentes circulos economicos e industriales de la sociedad de 1883. Llega rebosante de planes de progreso y con la esperanza de hacerse un sitio respetable en su tierra natal, Santander. Sin embargo, pronto se dara cuenta de que para formar parte de esa sociedad debera aceptar sus rigidas reglas y acordar un matrimonio ventajoso con alguna joven casadera que le abra las puertas a los grandes negocios forjados entre los politicos, empresarios y aristocratas que se dan cita cada verano en Comillas.
    Balboa no dudara en sacrificar el amor a sus propias ambiciones personales hasta que se cruza en su camino la obstinada Micaela Moreau, una joven solterona de Madrid, empenada en cambiar el destino de las ninas sin educacion y al mismo tiempo, defender su libertad e independencia frente a los designios marcados por su familia.

  • Villa Diamante de Boris Izaguirre

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    Dos hermanas, Irene y Ana Elisa, se asoman a un destino cruel que llevara sus vidas por sendas paralelas en medio de un pais asolado por diferentes dictaduras, pero prospero e ingenuo. Al comienzo de los anos cuarenta, Ana Elisa suena con perdurar en el tiempo a traves de una casa que la haga eterna. Debera convencer a un arquitecto del otro lado del oceano para convertirla en simbolo de un amor empenado en subsistir a pesar de la vileza y del miedo. Entre todos los grandiosos y humanos personajes de esta cronica dramatica, se erige Villa Diamante, el monumento misterioso e impenetrable; el simbolo de una vida. Boris Izaguirre se consagra con esta novela como un excepcional narrador, capaz de recrear con un estilo deslumbrante toda una epoca.