• libro cuando te vuelva a ver - Andrea Valenzuela Araya

    https://gigalibros.com/cuando-te-vuelva-a-ver.html

    Paralizada en el umbral de aquella habitacion, no cesa de observar a quien se halla frente a sus ojos conectada a una infinidad de maquinas, respirando levemente mientras lucha, segundo a segundo, por no perder lo que le queda de vida. Asimismo, no puede creer que esto este sucediendo, menos despues de que ambas estan alli, en el mismo sitio y a la misma hora, como si todo esto fuera una maldita jugarreta del destino. Si, de un incierto, mezquino, demoledor y horrible destino que le oprime el pecho con sus gelidas manos quitandole las pocas fuerzas que le quedan y consiguiendo, ademas, que desvarie y piense que nada de esto esta ocurriendo cuando todo parece ser tan desequilibrado, agobiante y a la vez, demasiado real. Sin entender el por que, da un par de pasos acercandose con muchisimo recelo hacia quien yace recostada en una cama de hospital con leves signos vitales en su cuerpo, notando el ritmo erratico y debil de su corazon que, a todas luces, le brinda una angustiosa sensacion de panico que no logra disimular, al igual que el llanto que la invade y que brota de si con mas y mas desesperanza. --Despierta --le pide con la voz temblorosa mientras que, con suma delicadeza, coge una de sus manos para entrelazarla a una de las suyas--. Despierta --vuelve a repetirle cuando las lagrimas empiezan a nublar su vision--. No es hora de jugar --le reclama, endureciendo su cadencia--. ?Me estas oyendo? Se que lo haces... Oi tu llamado, por eso estoy aqui --suspira, manteniendo en pie toda su entereza--. Asi que pelea... --le exige, desafiante--. Pelea como una guerrera por lo que mas quieres y lucha por tu... --se detiene, cerciorandose que lo que dira es una grandisima imbecilidad cuando, evidentemente, sabe que ambas son la misma persona--... por nuestra vida --se estremece ante la frialdad que emana de su propia piel--. Vamos, Josefina, !despierta! !Tienes mucho por que vivir! !No es hora de jugar a las escondidas! --Se aferra a su fragil extremidad con todo su corazon puesto en ello--. !Oyeme, por favor! !Oyeme y no te dejes vencer cuando sabes de sobra que estoy aqui contigo! --Algo mas que un par de lagrimas corren raudas por sus mejillas--. !No te rindas! !No decaigas y lucha por lo que suenas, por lo que anhelas y por...! --No logra pronunciar siquiera la totalidad de esa frase cuando las fuerzas parecen abandonarla--. !Por favor! --Cierra los ojos y vuelve a suplicarle con esas dos unicas palabras que forman parte de su ferviente letania--. !Por favor, Jo! --Reitera, rasgandose la garganta sin dejar de repetirlo, tenazmente. Quiere gritar, pero no consigue hacerlo porque por mas que lo intenta el sonido de su voz se apaga rapidamente en intensidad--. !No nos abandones! !No es hora de partir! --Se lanza sobre su menudo cuerpo para remecerla cuando el pitido del monitor cardiaco se acelera al grado de hacerle comprender que sus segundos estan siendo contados--. !Despierta, maldita sea! !Tienes que vivir! --Vocifera enloquecida perdiendo el aliento y la compostura--. !Tienes que quedarte! ?Me oyes? !Tienes que salir de esta por ti, por el y por nosotros! --Desconsolada, llora sobre su lecho cuando sus piernas no consiguen sostenerla--. !Estoy aqui, Jo! !Estoy aqui, contigo, y no voy a abandonarte nunca, pero tu no renuncies ahora! --Le demanda en un grito ahogado--. !No renuncies ahora! --. Pero ya es tarde, y bien lo sabe al ver entrar en la habitacion al equipo medico preparandose para el peor de los casos--. !Josefina! --Grita con impetu, cayendo al piso de rodillas--. !No es justo! !No ahora por amor de Dios! --La pierde por completo de vista mientras a su alrededor todo sucede tan de prisa--. !No permitas que se quede solo! !Lucha! !No nos dejes asi! --Se arrastra por el suelo hacia un costado de la cama, pero de un momento a otro, levanta la cabeza al oir la pujante voz del medico exigiendo que se desarrolle el procedimiento de resucitacion, que a los pocos segundos se hace efectivo descargandose en ella con furia, con dolor, quemandole la piel, explotandole el pecho mientras balbucea un "!Ayudame, Jo!, que silenciosamente emiten sus labios cuando consigue alzar una de sus manos en su direccion--. !Hazlo por Simon! --exclama fuerte y claro al escuchar un grito ensordecedor que lo invade todo y que parece ser el suyo, sin que nadie mas que ella logre reconocerlo, para luego ya no oir nada mas en aquel cuarto que, de pronto, y como por arte de magia, se ha sumido en el mas completo, aterrador y absoluto de los silencios. 1 Cuarenta y ocho horas antes. Algunos timidos rayos de sol se cuelan por entremedio de las cortinas semi abiertas de ese dormitorio. Aquel cuarto que, vagamente iluminado cobija, noche tras noche, el amor, la pasion, la lujuria, el desenfreno y el sublime deseo de esos dos amantes que, ante un nuevo dia, renacen desnudos, sonolientos y envueltos entre sus propias extremidades que, con fuerza y terquedad, se niegan a desprenderse, menos a abandonarse del todo. Cuando el abre los ojos e inspira profundamente el dulce aroma que expele la piel de su companera, esta se aferra aun mas a su cuerpo como si temiera perderlo. ?Y el? Rapidamente, reacciona de la misma manera, percibiendo aquella increible sensacion de pertenencia y bienestar que solo ella logra otorgarle al compenetrarse, junto con el, en una perfecta armonia y sincronizacion que todavia consigue enmudecerlo, ademas de asustarlo. Porque a tan solo tres meses de relacion, Simon no puede concebir, menos creer que se haya enamorado tanto. Pero, ?de quien? Nada menos que de Josefina, la hermosa mujer de mirada ingenua y castana que yace entre sus brazos y se mueve quedamente mientras emite un debil, pero audible susurro de autentica fascinacion y entusiasmo. --?Ya son las seis con treinta? --pregunta sin admirarlo a la profundidad de sus ojos claros--. !Dime que aun no lo son! --exclama, pero mas bien como si fuera una suplica al mismo tiempo que la alarma programada de su movil se lo certifica, dejandoselo mas que claro. --?Eso responde a tu pregunta? --contesta Simon, acariciandole con delicadeza el puente de su nariz con la suya. --Si --admite de mala manera, abriendo al fin sus ojos para perderse en su apacible mirada--. Y eso tambien me dice que debo levantarme para ir a trabajar. --Ya. ?Y como pretendes hacerlo sin apartarte de mi? --Con su grave cadencia se lo murmura, consiguiendo con ello erizarle hasta el mas fino vello de la piel, tal y como logro hacerlo la primera vez cuando la sorprendio cantando la letra de la melodia de Keane y "Somewhere only we know" que tan afanosamente bailaba mientras trabajaba al interior de la libreria en la cual ambos se encontraron, sin advertir como el la admiraba hipnotizado desde el umbral de la puerta. --Cada vez es mas dificil --afirma coqueta. --Si, cada vez es mas dificil dejarte ir --le corrobora, atrayendola mas hacia si hasta que logra montarla sobre su desnudo cuerpo--, cuando solo ansio que te quedes aqui conmigo. Josefina sonrie encantada porque adora cuando Simon, a traves de sus tan sinceras palabras, le declara su amor. Ese amor que tambien siente por el, pero que no se atreve a demostrarselo asi, tan facilmente

  • Lo que te dir� cuando te vuelva a ver - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-lo-que-te-dire-cuando-te-vuelva-a-ver/9788425354724/4818258

    Compra el libro LO QUE TE DIRE CUANDO TE VUELVA A VER de ALBERT ESPINOSA en Casa del Libro.

  • LO QUE TE DIR� CUANDO TE VUELVA A VER - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-lo-que-te-dire-cuando-te-vuelva-a-ver/9788466346375/8876134

    Lo que te dire cuando te vuelva a ver, la quinta novela de Albert Espinosa, nos introduce de nuevo en su particular mundo, a traves de una narraci�n ...

  • Lo que te dir� cuando te vuelva a ver (Albert Espinosa)

    https://www.amazon.es/que-dir%C3%A9-cuando-vuelva-Ficci%C3%B3n/dp/8425354722

    Lo que te dir� cuando te vuelva a ver (Albert Espinosa) : Espinosa, Albert: Amazon.es: Libros.

  • Lo que te dir� cuando te vuelva a ver Versi�n Kindle

    https://www.amazon.es/que-dir%C3%A9-cuando-vuelva-ver-ebook/dp/B01MU3NMNS

    Si te gusta el universo de Albert Espinosa es un libro imprescindible. Hace bastantes referencias a otros libros del universo Espinosa, pero con la magia de ...

  • Lo que te dir� cuando te vuelva a ver | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/29494-libro-lo-que-te-dire-cuando-te-vuelva-a-ver-9788425354724

    � Las promesas se las lleva el viento, debemos evitar que sople. � En Lo que te dir� cuando te vuelva a ver , Albert Espinosa construye un relato en el que un ...

  • Lo que te dir� cuando te vuelva a ver - -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a1330722/Lo-que-te-dire-cuando-te-vuelva-a-ver

    Lo que te dir� cuando te vuelva a ver, libro o eBook de . Editorial: Grijalbo. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Lo que te dire cuando te vuelva a ver (El libro que inspir� la ...

    https://www.mediamarkt.es/es/product/_lo-que-te-dire-cuando-te-vuelva-a-ver-el-libro-que-inspir%C3%B3-la-serie-los-espabilados-albert-espinosa-1500390.html

    "Las promesas se las lleva el viento, debemos evitar que sople." En Lo que te dire cuando te vuelva a ver, Albert Espinosa construye un relato en el que un ...

  • LO QUE TE DIRE CUANDO TE VUELVA A VER (Libro en papel)

    https://www.popularlibros.com/libro/lo-que-te-dire-cuando-te-vuelva-a-ver_895000

    Lo que te dir� cuando te vuelva a ver, la quinta novela de Albert Espinosa, nos introduce de nuevo en su particular mundo, a trav�s de una narraci�n trepidante, ...

  • Lo que te dir� cuando te vuelva a ver (Tapa blanda) - El Corte ...

    https://www.elcorteingles.es/libros/A21518364-lo-que-te-dire-cuando-te-vuelva-a-ver-tapa-blanda/

    Lo que te dir� cuando te vuelva a ver, la quinta novela de Albert Espinosa, nos introduce de nuevo en su particular mundo, a trav�s de una narraci�n ...

  • Lo que te dir� cuando te vuelva a ver - Libro de Albert Espinosa

    https://www.lecturalia.com/libro/97686/lo-que-te-dire-cuando-te-vuelva-a-ver

    Las promesas se las lleva el viento, debemos evitar que sople.� En Lo que te dir� cuando te vuelva a ver, Albert Espinosa construye un relato en el que un ...

  • Los amantes de Praga, Alyson Richman de Alyson Richman

    https://gigalibros.com/los-amantes-de-praga-alyson-richman.html

  • Senora de Asolo de Siobhan Daiko

    https://gigalibros.com/senora-de-asolo.html

    No podemos cambiar el pasado, pero el pasado puede cambiarnos.

  • La casa y la isla de Ronaldo Menendez

    https://gigalibros.com/la-casa-y-la-isla.html

    Anabela y Rebeca comparten un pasado adolescente de amores y traiciones. Anos despues sus vidas vuelven a cruzarse en torno a un joven medico revolucionario cubano, que ha decidido no volver a ejercer ni salir jamas de su casa. Esta especie de ‘inxilio’ se convierte en el nucleo de una historia trepidante donde el autor interviene como un personaje mas, tejiendo las biografias de estos tres personajes y la suya propia.

  • El Imbecil de mi Hermanastro (Amanecer contigo 2) de Chus Iglesias

    https://gigalibros.com/el-imbecil-de-mi-hermanastro-amanecer-contigo-2.html

    El amor es muy caprichoso, y por mucho que escapemos de algunas personas, si tiene que ser, sera.
    Andres es la nueva pareja de mi madre, un hombre como Dios manda, el sueno de cualquier mujer, al menos eso ha dicho ella y no se ha equivocado.
    El me habia contado como era su hijo, porque tenia un sexto sentido y ya veia cosas que nosotros solo nos tomamos como un juego. Oscar como mujeriego y ligon no tenia competencia, eso era de dominio publico, su padre me advirtio que me anduviese con mucho cuidado con el, pues sabia que yo no era de esa clase de chicas que el buscaba. Pero a mi tambien me gusto jugar a “calentarnos mutuamente” con palabras, roces y algunos besos de los considerados de “amigos”.
    Porque el es guapo y la tentacion fue enorme, como para no caer en ella. Pero a la vez se convirtio en un poco imbecil, porque de llevarnos muy bien pasamos al termino de que mi hermanisimo empezo a amargarme la vida y ese Oscar educado, adulador, elegante, siempre con esa sonrisa y la palabra adecuada, muy bueno en su trabajo como abogado, y en muchas otras cosas que podeis imaginaros. Paso a convertirse en el mismisimo demonio escapado del infierno, sacando de quicio a toda la familia.
    A el se le vino grande lo de tener dos hermanas asi de repente, con Catia se llevaba genial, porque ella estaba con Lucas y no le llamo la atencion, pero conmigo pronto cambio la cosa, yo le hice la puneta “inconscientemente” en dos ocasiones y la pelota vino de rebote. Porque el nino estaba acostumbrado a ser el ojito derecho del abuelo Fernando y al viejo lo de que su hijo rehiciese su vida tras quedarse viudo, no le gusto mucho, y a Oscar tampoco. Que otra mujer ocupase el sito de su madre, lo entusiasmaba e indignaba a partes iguales.
    Lo que mas odiaba, era tener que soportar las bromas que los chicos de la fabrica de conservas, esa de la que su padre era propietario en Villagarcia de Arosa, o lo bien que me llevaba con sus amigos de esa localidad. Y menos como su padre me trataba igual que si fuese su verdadera hija.
    A este hombre lo de compartir “no le mola”, aunque otras cosas si que las habia compartido, como por ejemplo, mujeres en el Dragon de Oro, porque esas eran un numero mas sin importancia. Su comportamiento imbecil y gilipollas empezo cuando vio que yo podia gustarle a otros hombres y lo demostro amargandole la vida a su padre, abuelo y a mi, haciendo que nuestros enfados afectasen a toda la familia.
    La cosa fue a peor, cuando Andres nos mando a los dos a esa feria de Alimentacion a Napoles. Oscar no se corto un pelo en demostrar su fastidio con mi presencia y eso me dolio un huevo. El sabia lo que podia pasar con Enzo Romano y Piero Mancini, en esas fiestas a las que teniamos que acudir, ya que estos dos empresarios italianos, eran el mismo tipo de hombre que era el y mi hermanastro seguia sin querer compartir nada que “le perteneciese”.
    Si quereis reiros con nuestras discusiones, que nos han llevado hasta el limite en numerosas ocasiones, porque la paciencia que he tenido con el se merece un premio, este libro puede alegraros el dia.

  • La Prueba de Hierro: Magisterium 1, Cassandra Clare de Cassandra Clare

    https://gigalibros.com/la-prueba-de-hierro-magisterium-1-cassandra-clare.html

  • Placer oral de Simona Coz

    https://gigalibros.com/placer-oral.html

    Capitulo 1 – Consuelo Vale, asi que no es tan malo como pense que seria, aunque la adrenalina fluye por mi cuerpo como si me preparara para luchar contra un oso. Es la unica explicacion para la reaccion de pelear o huir que estoy experimentando ahora mismo. Pero no, esto es solo un sex shop. La verdad esto es mucho mejor de lo que esperaba. En mi cabeza tenia esta imagen de un lugar oscuro con la decoracion de la guarida de Dracula, con cadenas y consoladores colgando del techo, pero ahora mirando alrededor, me averguenzo de cuantas veces camine arriba y abajo por la calle antes de permitirme entrar. Mi corazon todavia late con fuerza y me siento incomoda como el infierno, pero debo reconocer que la tienda es bonita. Todo son vitrinas de cristal y musica divertida. Me recuerda a una tienda de accesorios de belleza por la forma en que esta disenada, excepto por todos los juguetes sexuales…. Saco mi telefono para comprobar la hora de la clase. Todavia es temprano. Eso significa que debo seguir caminando por la tienda mirando torpemente cosas que nunca he pensado en usar. Despues de vagar unos momentos, me detengo junto a una exhibicion de productos con el logo de Pleasure Chest, que consiste en un par de piernas enredadas eroticamente, y un pequeno letrero que dice lo que hay dentro. Mis ojos se fijan en uno llamad--. Kit para una mejor mamada. --y resoplo en voz alta. Ojala fuera tan facil. Me alejo de ese mostrador rapidamente, tratando de ignorar la punalada de dolor y tristeza que acompana al pensamiento. Dario se habria reido, y no porque pensara que el kit fuera gracioso, sino porque habria pensado que era una buena idea. Que necesito ayuda. Su burla me sigue doliendo. Salio de nuestro apartamento hace 23 dias sin previo aviso. Cuando le pregunte por que, se rio. Practicamente fue una risa de super villano de las peliculas. --Es el sexo, Consuelo. Es…. bueno, apesta. --Se volvio a reir--. Necesito una mujer que sepa que hacer con su boca y no que actue como si fuera la primera vez que toca un pene. No me malinterpretes. El resto tambien es terrible, pero una buena mamada puede hacer la diferencia. Trate de decir que podria mejorar. Que podria aprender. Que no acabara con nuestra relacion por algo que se podia arreglar. Pero antes de que pudiera decir algo, el continuo. --Consuelo, no te enganes. El resto de ti no compensa lo terrible que eres en la cama. --Y luego se fue. Honestamente, no lo entendi, y sigo sin entenderlo. Pense que eramos felices. Hasta entonces habia sido dulce y nunca dijo nada sobre no estar satisfecho. Asi es como termine aqui. Una noche de borrachera solitaria termine buscando clases de sexo y finalmente tropece con una clase mamadas. En ese momento parecia la solucion perfecta, pero ahora estoy aqui, de pie en una habitacion llena de penes de silicona lamentando mi decision. Solo espero que nadie vea mi cara. Me arrastro de vuelta al presente, tratando de alejar el dolor de las palabras de Dario. Realmente pense que venir aqui seria una buena idea, que ya me habia recuperado lo suficiente como para levantarme y seguir adelante, pero ya no estoy tan segura. Si una exhibicion en un sex shop puede hacer que mis emociones se disparen asi, ?Estare realmente lista para seguir adelante? --?Puedo ayudarte a encontrar algo? Salte hacia atras asustada por la voz y golpee directamente un estante. En camara lente vi con horror como consoladores de todos los tamanos y colores y las cajas detras de ellos caian al suelo en la cadena de dominos mas pornografica del mundo. Oh, Dios mio. ?Que acabo de hacer? Mire a mi alrededor y encontre a un hermoso hombre asiatico con un delantal negro mirandome a mi y a los restos de la estanteria, con una expresion de sorpresa estampada en su cara. Su cabello esta peinado hacia atras y noto que tiene lindos pomulos, pero eso es todo lo que puedo observar antes de mirar hacia otro lado, porque estoy tratando de no derretirme de la verguenza. Mi cara es de un rojo brillante y puedo sentir el calor del rubor que irradia de mi. Me inclino para ayudar a ordenar el desastre y me sonrojo mas porque de repente estoy sosteniendo dos consoladores frente a un completo extrano. El se agacha y empieza a recoger las cajas, enderezando el estante y volviendolas a poner en su sitio. --Lo siento mucho. --me las arregle para decir en voz baja, con la esperanza secreta de que se abra un agujero en el suelo y me trague. --?Primera vez aqui? --Si, lo siento, de verdad. --Puse los juguetes en el estante--. Es primera vez que visito una tienda como esta. Busque en su delantal una etiqueta con su nombre, pero no vi ninguna. En vez de eso, hay un boton redondo que dice 'Maestro de traseros'. Siento que el rubor me sube por el cuello con todas las tonalidades que podria tener. --Esta bien, tranquila. --dice--. Puede ser raro la primera vez. Hasta yo me puse nervioso la primera vez que vine aqui. --Es bueno saberlo. --dije e intente reirme un poco. --?Buscas algo especifico? Tal vez pueda hacerte algunas sugerencias. --Me guino el ojo y me sonroje de nuevo, apresurandome a levantarme y poner la ultima de las cajas de vuelta en el estante. --En realidad estoy aqui por la… um… la clase. --Su rostro se ilumino. --!Perfecto! Te llevare. Busco mi celular otra vez para ver la hora, asegurandome de no dejar un mar de penes en el suelo otra vez. --Creo que te va a gustar mucho. --dijo mi guia turistico mientras me llevaba a la parte trasera de la tienda donde visualice una zona con cortinas de color rojo exuberante--. Es una buena clase. Desafortunadamente, nuestra profesora habitual, Carmen, esta enferma. Una punzada de decepcion me atraveso. Entonces, ?Se cancelo la clase? Me di cuenta de que la deseaba mas de lo que habia pensado bajo toda mi ansiedad. Supongo que pense que seria un buen paso para ayudarme a superar lo de Dario. --Pero no te preocupes. --continuo--. Consiguio que alguien viniera a remplazarla. Estoy seguro de que sera genial. Me dio unas palmaditas en el hombro mientras me dejaba en la entrada. --!Diviertete! Por un segundo pense en irme. Quiero decir, no es la verdadera profesora, asi que no es la experiencia real. Asi que tal vez deberia volver a su proxima clase y asegurarme de que aprendere correctamente. Pero si me voy ahora, se que me arrepentire. Pasare el resto de la noche castigandome por lo gallina que soy. De todas maneras, siempre podre volver a la siguiente clase si siento que esta no fue lo suficientemente buena. Enderece mi columna y levante la barbilla, y pase mas alla de la cortina. Ya hay algunas mujeres sentadas en las sillas, esperando. Todo el mundo parece estar relajado, mucho mas relajado que yo. Esto no es gran cosa. No estoy sola. Puedo hacerlo. Puedo aprender. Aplastando mi torpeza y ansiedad, tome asiento en la segunda fila. No quiero estar demasiado adelante o atras, simplemente quiero mezclarme estrategicamente. Esto es casi como elegir un nuevo asiento al comienzo del ano escolar. Reviso nuevamente la hora, y aun me quedan unos minutos. En la parte delantera de la clase hay una mesa larga, y en ella veo una variedad de juguetes sexuales, incluyendo algunos consoladores y vibradores. Esto es una clase de sexo oral y no estoy segura de para que se usaran, aunque no estoy segura de querer averiguarlo. Oh, Dios, seria estupido que nos hicieran practicar con eso, ?Verdad? Hay un caballete con el titulo de la clase escrito en colores brillantes y letra cursiva: !Mamadas y mas alla! Tambien hay un beso dibujado y un lapiz labial. Me pregunto que es lo que significa 'mas alla'. No lei el resumen de la clase en tanto detalle y todo lo que recuerdo que decia era que me encantaria. Pero ahora, mirando esos consoladores, estoy pensando que deberia haber leido mas de cerca y asegurarme de que no habia un aspecto practico en la clase. De cualquier modo, debo confesar que estoy menos preocupada de que me guste y mas preocupada de que a mi proxima pareja le guste. Si alguien mas reacciona de la forma en que lo hizo Dario, no creo que pueda soportarlo. Aunque sus palabras fueron una mierda, me siento terrible porque tuvo que fingir que fue feliz durante tanto tiempo. Siento no haber visto el problema antes y no haberlo solucionado. Si lo hubiera hecho, tal vez seguiriamos juntos. Unas cuantas mujeres mas han entrado en la habitacion y las sillas estan casi llenas. Es hora de empezar la clase, pero no hay senales de nuestra profesora sustituta. Vuelvo a revisar mi telefono por costumbre, notando que todavia siento una punzada cuando descubro que no hay ningun mensaje de Dario. Realmente no espero ninguno, pero hay una parte de mi que todavia tiene la esperanza. Me dispongo a borrar algunos correos electronicos de spam cuando escucho un grito ahogado de una de las otras mujeres, y un silencio colectivo cae sobre la pequena habitacion. Levanto la vista y me encuentro con uno de los hombres mas guapos que he visto. Incluso en mi cabeza suena ridiculo, pero realmente lo es. Lleva botas y jeans, una camisa con un par de botones desabrochados y las mangas enrolladas. Parece que estaria mucho mas comodo sin camisa, con un hacha en la mano cortando un arbol. No se si alguna vez he encontrado a alguien que encarne la esencia del hombre, pero en este chico la testosterona practicamente sale en olas. Su cara es salvaje, como si perteneciera a la naturaleza y no hubiera sido domado. Se ve feroz, aspero y algo tiembla en el fondo de mi. Luego sonrie y se le ilumina toda la cara. Siento que el aliento abandona mis pulmones. En una fraccion de segundo paso de ser salvaje a calido y encantador, pero igualmente bello. Me mira con esa sonrisa, y de alguna manera, siento que solo me mira a mi. Siento que todo mi cuerpo se vuelve gelatina. Incluso desde esta distancia puedo decir que sus ojos son de un peculiar tono de azul oscuro. --Lamento llegar tarde, senoritas. --dijo, con una voz profunda y aspera, que encaja perfectamente con ese exterior salvaje--. Ya saben como es el trafico en Los Angeles. Hay risas dispersas de todas las mujeres de la habitacion. El chico avanzo a la parte delantera de la habitacion y se apoyo casualmente en la mesa--. Mi nombre es Jaime Pettersen, y hoy sere su instructor.

  • Los secretos de la cocina del cava de

    https://gigalibros.com/los-secretos-de-la-cocina-del-cava.html

    Este libro ofrece un gran numero de recetas elaboradas con cava o bien que maridan especialmente bien con cava, propuestas por grandes chefs espanoles de renombre internacional como Albert Adria, Andoni Luis Aduriz, Juan Mari Arzak, Martin Berasategui, Jordi Cruz, Joan Roca, Carme Ruscalleda, los hermanos Torres u Oscar Velasco, asi como de conocidos bartenders que han elaborado cocktails especialmente con cava, como Javier de las Muelas, Damia Mula o Carlos Penaranda. Ademas muestra aspectos como los origenes y el metodo tradicional mas autentico, las categorias, los tipos, su conservacion o servicio, a cargo de Guillermo Cruz, Mejor sumiller de cava de Espana, o su vertiente nutricional, que esta siendo cada vez mas valorada por la Fundacion Espanola de Nutricion.

  • El diablo en invierno (Las Wallflowers 3) de Lisa Kleypas

    https://gigalibros.com/el-diablo-en-invierno-las-wallflowers-3.html

  • Tres pisos de Eshkol Nevo

    https://gigalibros.com/tres-pisos.html

    Es un edificio de tres pisos en un barrio tranquilo de la ciudad. Las plantas de la entrada estan podadas con esmero, el interfono recien renovado y los coches estacionan de forma ordenada. Desde los apartamentos no se oye musica fuerte ni ruidos molestos. Reina la quietud. Y, sin embargo, detras de cada una de las puertas, la vida no es tan silenciosa ni tranquila. Todos los vecinos tienen algo que contar. Un secreto que confesar..

  • Un asunto de honor de Arturo Perez Reverte

    https://gigalibros.com/un-asunto-de-honor.html

    Era la mas linda Cenicienta que vi nunca. Tenia dieciseis anos, un libro de piratas bajo la almohada y, como en los cuentos, una hermanastra mala que habia vendido su virginidad al portugues Almeida, quien a su vez pretendia revendersela a don Maximo Larreta, propietario de Construcciones Larreta y de la funeraria Hasta Luego. --Un dia vere el mar --decia la nina, tambien como en los cuentos, mientras pasaba la fregona por el suelo del puticlub. Y sonaba con un cocinero cojo y una isla, y un loro que gritaba no se que murga sobre piezas de a ocho. --Y te llevara un principe azul en su yate --se le choteaba la Nati, que tenia muy mala leche --. No te jode. El principe azul era yo, pero ninguno de nosotros lo sabia, aun. Y el yate era el Volvo 800 Magnum de cuarenta toneladas que a esas horas conducia el que suscribe por la nacional 435, a la altura de Jerez de los Caballeros. Permitan que me presente: Manolo Jarales Campos, veintisiete anos, la mili en Regulares de Ceuta y ano y medio de talego por dejarme liar bajando al moro y subir con lo que no debia. De servir a la patria me queda un diente desportillado que me partio un sargento de una hostia, y del Puerto de Santa Maria el tabique desviado y dos tatuajes: uno en el brazo derecho, con un corazon y la palabra Trocito, y otro en el izquierdo que pone: Naci para haserte sufrir. La s del haserte se la debo a mi tronco Paco Seisdedos, que cuando el tatuaje estaba con un colocon tremendo, y claro. Por lo demas, el dia de autos yo habia cumplido tres meses de libertad y aquel del Volvo era mi primer curro desde que estaba en bola. Y conducia tan campante, oyendo a los Chunguitos en el radiocassette y pensando en echar un polvo donde el portugues Almeida, o sea, a la Nati, sin saber la que estaba a punto de caerme encima. El caso es que aquella tarde, dia de la Virgen de Fatima --me acuerdo porque el portugues Almeida era muy devoto y tenia un azulejo con farolillo a la entrada del puticlub--, aparque la maquina, meti un paquete de Winston en la manga de la camiseta, y salte de la cabina en busca de un alivio y una cerveza. --Hola, guapo --me dijo la Nati. Siempre le decia hola guapo a todo cristo, asi que no vayan ustedes a creer. La Nati si que estaba tremenda, y los camioneros nos la recomendabamos unos a otros por el VHF, la radio que sirve para sentirnos menos solos en ruta y echarnos una mano unos a otros. Habia otras chicas en el local, tres o cuatro dominicanas y una polaca, pero siempre que la veia libre, yo me iba con ella. Quien la tenia al punto era el portugues Almeida, que la quito de la calle para convertirla en su mujer de confianza. La Nati llevaba la caja y el gobierno del puticlub y todo eso, pero seguia trabajando porque era muy golfa. Y al portugues Almeida los celos se le quitaban contando billetes, el hijo-puta. --Te voy a dar un revolcon, Nati. Si no es molestia. --Contigo nunca es molestia, guapo. Lo que son es cinco mil. Vaya por delante que de putero tengo lo justo. Pero la carretera es dura, y solitaria. Y a los veintisiete tacos es muy dificil olvidar ano y medio de ayuno en el talego. Tampoco es que a uno le sobre la viruta, asi que, bueno, ya me entienden. Una alegria cada dos o tres semanas viene bien para relajar el pulso y olvidarse de los domingueros, de las carreteras en obras y de los picoletos de la Guardia Civil, que en cuanto metes la gamba te putean de mala manera, que si la documentacion y que si el manifiesto de carga y que si la madre que los pario, en vez de estar deteniendo violadores, banqueros y presentadores de television. Que desde mi punto de vista son los que mas dano hacen a la sociedad. Pero a lo que iba. El caso es que pase a los reservados a ocuparme de la Nati, le llene el deposito y sali a tomarme otra cerveza antes de subirme otra vez al camion. Yo iba bien, aliviado y a gusto, metiendome el faldon de la camiseta en los tejanos. Y entonces la vi. Lo malo --o lo bueno-- que tienen los momentos importantes de tu vida es que casi nunca te enteras de que lo son. Asi que no vayan a pensar ustedes que sonaron campanas o musica como en el cine. Vi unos ojos oscuros, enormes, que me miraban desde una puerta medio abierta, y una cara preciosa, de angel jovencito, que desentonaba en el ambiente del puticlub como a un cristo pueden desentonarle un rifle y dos pistolas. Aquella chiquilla ni era puta ni lo seria nunca, me dije mientras seguia andando por el pasillo hacia el bar. Aun me volvi a mirarla otra vez y seguia alli, tras la puerta medio entornada. --Hola --dije, parandome. --Hola. --?Que haces tu aqui? --Soy la hermana de Nati. Cono con la Nati y con la hermana de la Nati. Me la quede mirando un momento de arriba abajo, flipando en colores. Llevaba un vestido corto, ligero, negro, con florecitas amontonadas, y le faltaban dos botones del escote. Pelo oscuro, piel morena. Un sueno tierno y quinceanero de esos que salen en la tele anunciando compresas que ni se mueven ni se notan ni traspasan. O sea. Lo que en El Puerto llamabamos un yogurcito. O mejor, un petisuis. --?Como te llamas? Me miraba los tatuajes. Manolo, respondi. --Yo me llamo Maria. Hostias con Maria. Vete largando, Manolin, colega, pero ya mismo, me dije. --?Que haces? --pregunto. --Guio un camion --dije, por decir algo. --?Adonde? --Al sur. A Faro, en Portugal. Al mar. Mi instinto taleguero, que nunca falla, anunciaba esparrame. Y como para confirmarlo aparecio Porky al otro lado del pasillo. Porky era una especie de armario de dos por dos, una mala bestia que durante el dia oficiaba de conductor en la funeraria Hasta Luego y de noche como vigilante en el negocio del portugues Almeida, donde iba a trabajar con el coche de los muertos por si habia alguna urgencia. Grande, gordo, con granos. Asi era el Porky de los cojones. --?Que haces aqui? --Me pillas yendome, colega. Me pillas yendome. Cuando volvi a mirar la puerta, la nina habia desaparecido. Asi que salude a Porky --me devolvio un grunido--, fui a endinarme una birra Cruzcampo y un cafe, le di una palmadita en el culo a la polaca, eche una meada en los servicios y volvi al camion. Los faros de los coches que pasaban me daban en la cara, trayendome la imagen de la nina. Eran las once de la noche, mas o menos, cuando pude quitarmela de la cabeza. En el radiocassette, los Chunguitos cantaban Punos de acero: De noche no duermo de dia no vivooo… Abri la ventanilla. Hacia un tiempo fresquito, de puta madre. Me estoy volviendo loco, maldito presidiooo… Hice diez kilometros en direccion a Fregenal de la Sierra antes de oir el ruido mientras cambiaba de cassette. Sonaba como si un raton se moviera en el pequeno compartimento con litera que hay para dormir, detras de la cabina. Las dos primeras veces no le di importancia, pero a la tercera empece a mosquearme. Asi que puse las intermitencias y aparque en el arcen. --?Quien anda ahi? La que andaba era ella. Asomo la cabeza como un ratoncito asustado, jovencita y tierna, y yo me senti muy blando por dentro, de golpe, mientras el mundo se me caia encima, cacho a cacho. Aquello era secuestro, estupro, vaya usted a saber. De pronto me acorde de la Nati, del portugues Almeida, del careto de Porky, del coche funebre aparcado en la puerta, y me vinieron sudores frios. Iba a comerme un marron como el sombrero de un picador. --?Pero donde crees que vas, tia? --Contigo --dijo, muy tranquila--. A ver el mar. Llevaba en las manos un libro y a la espalda una pequena mochila. Las rafagas de faros la iluminaban al pasar, y en los intervalos solo relucian sus ojos en la cabina. Yo la miraba desconcertado, alucinando. Con cara de gilipollas. 2. Un fulano cojo y un loro El camion seguia parado en el arcen. Pasaron los picoletos con el pirulo azul soltando destellos, pero no se detuvieron a darme la barrila como de costumbre. Que si los papeles y que si ojos negros tienes. Algun desgraciado acababa de romperse los cuernos un par de kilometros mas arriba, y tenian prisa. --Dejame ir contigo --dijo ella. --Ni lo suenes --respondi. --Quiero ver el mar --repitio. --Pues ve al cine. O coge un autobus. No hizo pucheros, ni puso mala cara. Solo me miraba muy fija y muy tranquila. --Quieren que sea puta. --Hay cosas peores. Si las miradas pudieran ser lentas, diria que me miro muy despacio. Mucho. --Quieren que sea puta como Nati. Paso un coche en direccion contraria con la larga puesta, el muy cabron. Los faros deslumbraron la cabina, iluminando el libro que ella tenia en las manos, la pequena mochila colgada a la espalda. Note algo raro en la garganta; una sensacion extrana, de soledad y tristeza, como cuando era crio y llegaba tarde a la escuela y corria arrastrando la cartera. Asi que trague saliva y movi la cabeza. --Ese no es asunto mio. Tuve tiempo de ver bien su rostro, la expresion de los ojos grandes y oscuros, antes de que el resplandor de los faros se desvaneciera. --Aun soy virgen. --Me alegro. Y ahora bajate del camion. --Nati y el portugues Almeida le han vendido mi virgo a don Maximo Larreta. Por cuarenta mil duros. Y se lo cobra manana. Asi que era eso. Lo digeri despacio, sin agobios, tomandome mi tiempo. Entre otras muchas casualidades, ocurria que don Maximo Larreta, propietario de Construcciones Larreta y de la funeraria Hasta Luego, era dueno de medio Jerez de los Caballeros y tenia amigos en todas partes. En cuanto a Manolo Jarales Campos, el Volvo no era mio, se trataba del primer curro desde que me dieron bola del talego, y bastaba un informe desfavorable para que Instituciones Penitenciarias me fornicase la marrana. --Que te bajes. --No me da la gana. --Pues tu misma. Puse el motor en marcha, di la vuelta al camion y desanduve camino hasta el puticlub del portugues Almeida. Durante los quince minutos que duro el trayecto, ella permanecio inmovil a mi lado, en la cabina, con su mochila a la espalda y el libro abrazado contra el pecho, la mirada fija en la raya discontinua de la carretera. Yo me volvia de vez en cuando a observarla de reojo, a hurtadillas. Me sentia inquieto y avergonzado. Pero ya diran ustedes que otra maldita cosa podia hacer.--Lo siento --dije por fin, en voz baja. Ella no respondio, y eso me hizo sentir peor aun. Pensaba en aquel don Maximo Larreta, canalla y vulgar, enriquecido con la especulacion de terrenos, el negocio de la construccion y los chanchullos. Desparramando billetes convencido, como tantos de sus compadres, de que todo en el mundo --una mujer, un ex presidiario, una nina virgen de dieciseis anos-- podia comprarse con dinero. Deje de pensar. Las luces del puticlub se veian ya tras la proxima curva, y pronto todo volveria a ser como antes, como siempre: la carretera, los Chunguitos y yo. Le eche un ultimo vistazo a la nina, aprovechando las luces de una gasolinera. Mantenia el libro apretado contra el pecho, resignada e inmovil. Tenia un perfil precioso, de yogurcito dulce. Cuarenta mil cochinos duros, me dije. Perra vida. Detuve el camion en la explanada frente al club de alterne y la observe. Seguia mirando obstinada, al frente, y le caia por la cara una lagrima gruesa, brillante. Un reguero denso que se le quedo suspendido a un lado de la barbilla. --Hijoputa --dijo. Abajo debian de haberse olido el asunto, porque vi salir a Porky, y despues a la Nati, que se quedo en la puerta con los brazos en jarras. Al poco salio el portugues Almeida, moreno, bajito, con sus patillas rizadas y sus andares de chulo lisboeta, el diente de oro y la sonrisa peligrosa, y se vino despacio hasta el pie del camion, con Porky guardandole las espaldas. --Quiso dar un paseo --les explique. Porky miraba a su jefe y el portugues Almeida me miraba a mi. Desde lejos, la Nati nos miraba a todos. La unica que no miraba a nadie era la nina. --Me joden los listos --dijo el portugues Almeida, y su sonrisa era una amenaza.

  • Un monton de migajas de Elena Gorokhova

    https://gigalibros.com/un-monton-de-migajas.html

    Elena Gorokhova es una chica rusa que descubre las verdades que los adultos le ocultan y las mentiras que subyacen al triunfalismo oficial de su patria: su pais ya no es la Rusia majestuosa de las novelas decimononicas o de los zares, sino un Estado totalitario y desesperado por preservar a toda costa su poder y su orgullo. Elena se apasiona por el estudio de la lengua inglesa y desea explorar el mundo mas alla del telon de acero, pero en la Union Sovietica de 1960 algo tan inocente puede resultar subversivo: el Estado la controla del mismo modo que la contro- la su madre, convertida en un espejo de la madre patria: autoritaria y sobrepro- tectora, es dificil zafarse de ella. A los veinticuatro anos, tras varios desenganos, Elena asumira las consecuencias de su inconformismo y se propondra emigrar al extranjero para liberarse del doble yugo nacional y materno.

  • El secreto de la perla de Di Morrissey

    https://gigalibros.com/el-secreto-de-la-perla.html

    La emocionante historia de un amor infinito.

  • Orgasmos Millonarios de Blanca Moral

    https://gigalibros.com/orgasmos-millonarios.html

    Valiente Cretino Millonario: Matrimonio de Conveniencia, Sexo y Romance
    Cristobal Castano lo tenia todo. Un conglomerado de empresas que le generaban siete ceros en su cuenta corriente. Una mansion preciosa. La esposa perfecta, a la cual ha deseado desde que iba al instituto. Buenas dosis de sexo en pareja... ?Perdon?
    Veronica Carrera no compartia la cama con el, durmiendo y viviendo en el otro lado de la mansion. Aquel frio papel firmado en la caja fuerte era lo unico que les mantenia juntos. El habia conseguido lo que queria, a la esposa de sus suenos, y ella el dinero para pagar las deudas que su aciago padre dejo a la familia.
    Pero Veronica rechazaba la mirada de su esposo. Su conducta de principe chulo y encantador, su mania de hacer pesas sin camiseta mientras ella hacia yoga, su actitud tranquila y condescendiente cuando le recordaba a Veronica que no tener sexo era "una lastima".
    Pero su conducta de chico malo no enganaba a Veronica. Sus dormitorios, enfrentados con un jardin en medio, revelaban la verdad. Se podia ver perfectamente, a traves de la ventana, como el se pegaba al cristal mientras ella se cambiaba de ropa antes de ir a dormir, anhelante.
    Si el decidia salir de la ducha desnudo, ella haria lo mismo de la piscina. Si el hacia la cena, ella se comeria los dos platos. Si ella lo ignoraba, el quitaria el pestillo de la puerta.
    El estaba dispuesto a ponerla a sus pies. A estar dentro de ella.
    Y ella a mantenerse firme, y no dejar que ninguna de sus artimanas calase.

  • Te encontrare de Raquel Antunez

    https://gigalibros.com/te-encontrare.html

    Alexia es jueza de lo penal y cuando culmina el caso criminal mas importante de toda su carrera, sabe que debe replantearse toda su vida. La separacion de su marido no sera facil, asi que decide liarse la manta a la cabeza y marcharse al pueblo donde se crio, en Costamata de Gradec. Pero alli, lejos de paz y tranquilidad, le espera un duro golpe. De forma inesperada, Irache, su ahijada, desaparece sin dejar rastro.
    En la investigacion Alexia se ve envuelta en una voragine de sucesos. Por suerte, se reencuentra con Samuel, un viejo amigo que calara hondo en su corazon y sera su apoyo en este caso.
    Entre las paginas de Te encontrare se esconde el amor en todos sus estados: puro, enfermizo, eterno, platonico, imposible, robado, desgarrador, que nace, que muere. ?te atreves a encontrarlo?

  • Ali en el pais de las maravillas de Alberto Vazquez-figueroa

    https://gigalibros.com/ali-en-el-pais-de-las-maravillas.html

    Ali en el pais de las maravillas es una divertida aventura, una descarada parodia del tiempo que nos ha tocado vivir y los absurdos contrastes en los que se desenvuelve una humanidad que pretende ir a Marte, cuando aun no conoce la Tierra.

  • La tienda de la esquina en la bahia de Cockleberry de Nicola May

    https://gigalibros.com/la-tienda-de-la-esquina-en-la-bahia-de-cockleberry.html

    Rosa Larkin tiene mala suerte en Londres, por lo que cuando hereda una tienda de una esquina casi abandonada en un pintoresco pueblo de Devon, su primer pensamiento es venderlo por dinero en efectivo y ordenar su vida. Pero nada es sencillo sobre este legado. Si bien la identidad de su benefactor sigue siendo un misterio, el, o ella, ha dejado una importante condicion legal: que la tienda no pueda venderse. Rosa toma la decision de intentarlo y pone de su parte para hacer que la tienda vuelva a funcionar. Pero, ?puede hacerlo ella sola? Y si no, ?quien la ayudara a tener exito, y quienes trabajaran en secreto para verla fracasar?
    Con resultados sorprendentes y sinceros, Rosa, acompanada en todo momento por su pequeno perro salchicha, Hot, desentranara lentamente los secretos sombrios de la herencia y tambien sacara a la luz su propia herencia, oculta durante mucho tiempo. La Tienda de la Esquina en la bahia de Cockleberry es un viaje de autodescubrimiento llenos de momentos impredecibles.

  • Amor en guerra de Loles Cepeda Aguirre

    https://gigalibros.com/amor-en-guerra.html

    Una espia francesa consigue adentrarse en el hogar de los Scholz, una familia perteneciente a las SS. El coronel Scholz contrata a Erika, como la institutriz de su hija. La joven se gana la confianza de la familia, incluida la del primogenito del coronel, Herman, quien parece tener una vida preparada y dispuesta por la voluntad de su padre. Bandos e ideologias enfrentadas, en medio de pasiones irrefrenables, donde el amor esta destinado a aflorar, en mitad del caos belico del momento.

  • Corazones desbocados de Jessica Bird

    https://gigalibros.com/corazones-desbocados.html

    A. J. Sutherland se conoce a si misma. Y tambien sabe reconocer a un campeon cuando lo ve. A veces la recompensa merece el riesgo. Todo el mundo piensa que la joven A. J. Sutherland se ha vuelto loca por gastar una pequena fortuna en un caballo que se ha ganado a pulso la fama de indomable. Pero si alguien tiene el coraje necesario para lograrlo es A. J. Para ello necesitara la ayuda de Devlin McCloud, una autentica leyenda de los circuitos hipicos con una pierna lesionada y un caracter endemoniado. Su ascendente carrera se vio truncada por un terrible accidente, pero Devlin reconoce a un luchador cuando lo ve y ese caballo es casi tan salvaje como el. Antes de darse cuenta tendra a un semental intratable en su establo y a una impetuosa amazona con un cuerpo maravilloso durmiendo en su sofa. Lo que comenzo como una simple relacion de negocios poco a poco se ira transformando en algo mucho mas profundo. Ahora, A. J. y Devlin deberan aprender que en el deporte, igual que en la vida, hace falta entregar el corazon para alzarse con el triunfo.

  • Polos opuestos (Baile 1) de Monica Garcia

    https://gigalibros.com/polos-opuestos-baile-1.html

    --Nos vemos manana, chicas --dije. Una a una mis alumnas fueron saliendo del aula en donde impartia clases de baile a ninas de entre seis y diez anos. Suspire mientras avanzaba hacia la parte trasera de la sala. Alli habia dejado mi bolsa y una fina chaqueta por si el dia se torcia. Abri la mochila y saque la botella de agua que siempre llevaba al estudio. La destape y di un gran trago. --Maddie --oi a mis espaldas. Me gire para encontrarme con Hayley, mi alumna mas joven --, tengo una duda. --Muestrame. --No se si he pillado bien el ultimo ejercicio de la coreografia. Le pedi que repitiera el rol rueda y asi lo hizo. Se tumbo en el suelo boca abajo y alzo las piernas a la vez que tenia la barbilla apoyada en el suelo. Poco a poco fue bajando las piernas hasta apoyarlas en el suelo delante de su barbilla, arqueando el cuerpo. La observe con detenimiento mientras ejecutaba el ejercicio. --Lo haces bien, pero debes tener cuidado a la hora de arquear la espalda. Ademas, debes alzar mas las piernas. No se si me he explicado bien --la fui corrigiendo. Ella asintio y repitio el ejercicio tal y como le habia dicho. --Bien hecho. Te veo manana, ?vale? La pequena afirmo con la cabeza con entusiasmo y salio disparada por la puerta hacia los vestuarios. Recogi mis cosas y sali de la sala que Hannah Brown, la directora de todo el estudio, me habia asignado para dar mis clases. Tenia que recorrer medio edificio para llegar al aula veintiseis, en donde ella nos daba clase a mis companeras de grupo y a mi. Diez minutos despues entre en los vestuarios. En ellos solo se encontraba Sarah, una de mis mejores amigas. Cada aula tenia el suyo adherido a ella. Se podia entrar a la clase por alli o por la puerta de entrada, aunque nosotras lo haciamos a traves del vestuario. --Buenas tardes, Maddie --me saludo. --Hola. --?Que tal la clase? Empece a cambiarme de ropa. Cambie mis gastados vaqueros por unas mallas ajustadas y mi camiseta de manga francesa por una camiseta verde sin mangas. --Bien. Creo que ya estan preparadas para competir. --?Se lo has dicho a Hannah? --pregunto. --Todavia no he tenido tiempo de hablar con ella. Me puse las punteras y despues me recogi el cabello en una trenza que me llegaba por debajo de los hombros. A mi lado, Sarah se hizo una coleta. Poco despues de terminar de prepararnos, Samantha, Emma, Tamara y Susana entraron en los vestuarios, todas ellas charlando entre si. --Muy buenas, chicas --nos saludaron, alegres. --Hola. Esperamos a que ellas terminaran de vestirse para ir juntas al aula. Esta era muy espaciosa, con los suelos revestidos en madera. El lado contrario a la puerta principal estaba ocupado por un gran espejo que terminaba un poco antes de donde se situaba la puerta de los vestuarios. Las paredes eran de un blanco impoluto y algunas zonas estaban tapadas por gigantescos posters de bailarines famosos que habian estudiado en ese mismo estudio. Practicabamos baile de lunes a viernes y algunos fines de semana. Empezabamos a las cinco de la tarde y terminabamos a las nueve, aunque habia algunos dias que las sesiones se alargaban o que, debido a algun concurso importante, nos veiamos obligadas a faltar al instituto. Concursabamos todos los fines de semana, los sabados para ser mas exactos. Como era de esperar, llegamos antes que Hannah, quien seguramente estaria entretenida dando clase o analizando concienzudamente algunos papeles. Ella se tomaba muy enserio su trabajo y, por ende, era muy dura con nosotras. Queria sacarnos el maximo partido a todas. Sarah y yo fuimos hacia una esquina y nos pusimos a estirar los musculos mientras charlabamos sobre asuntos triviales. Minutos mas adelante, mientras me tocaba la punta de los dedos de los pies teniendo las piernas completamente estiradas, Hannah Brown irrumpio en la estancia. El cabello lo llevaba recogido en un apretado mono del que se le escapaban un par de mechones castanos. Observo con seriedad el espacio, comprobando que todas estuvieramos alli. --Siento el retraso, chicas. La clase que he tenido a las cuatro se ha alargado considerablemente. --No pasa nada, Hannah --la tranquilizo Tamara, sonriendole. Todas nos acercamos a ella, formando un circulo a su alrededor. Como ya estabamos a mediados de semana sabiamos cual era nuestro papel en la competencia de este fin de semana; en mi caso, solo actuaria en el baile grupal. Estabamos esperando instrucciones. --Bien, chicas. Como sabeis, la competicion de este fin de semana es bastante importante. En ella bailaran los mejores estudios de la zona, asi que debeis ir a por todas. <<Empezaremos por el baile grupal. Despues, Tamara ensayara su solo. Cuando termine con ella, Samantha hara el suyo. Por ultimo, volvereis a practicar lo primero que he dicho --nos explico mirandonos a cada una--, ?entendido? Asentimos con la cabeza, sin decir ni una sola palabra. --Bien, en ese caso podemos comenzar. *** Volvi al Moonlight completamente reventada. El ensayo habia sido agotador, tanto que apenas podia mantenerme en pie. Hannah se habia esmerado con la clase de hoy. Segun ella, todo debia salir a la perfeccion. Sonrei al ver la enorme verja de hierro forjado y los setos que rodeaban los terrenos del orfanato. Saque las llaves de la bolsa y meti la mas pequena en la abertura de la cerradura. La gire hasta que se abrio con un clic. Entre cerrando la verja a mis espaldas y avance por el jardin delantero, plagado de flores y arbustos, hasta llegar a la entrada principal del Moonlight. Repeti el mismo gesto y entre. --Maddie --dijeron Maya y Owen, levantandose del sofa y viniendo corriendo hacia mi. Abri mis brazos y los abrace con fuerza, besando sus coloradas mejillas. --?Que tal estais, preciosos? --pregunte sin soltarles, poniendo la voz mas grave, tal y como se les habla a los ninos pequenos. Despues, avance por el salon hasta sentarme en uno de los numerosos sofas con ellos encima de mi regazo. Maya y Owen eran los mas pequenos que vivian en el Moonlight. Ambos tenian seis anos y eran adorables. Siempre estaban juntos, a todas horas, y nunca se peleaban; es mas, Owen siempre defendia a Maya en el colegio cuando alguien se metia con ella. --Muy bien. Hemos empezado a aprender a escribir palabras largas --dijo con orgullo Owen. --Tambien nos han ensenado a escribir varios numeros --agrego Maya sonriendo. Ambos me miraban con la emocion reflejada en sus rostros infantiles. --!Que mayores os estais haciendo! Que rapido pasaba el tiempo. Todavia recuerdo el dia en que empezaron a ir a preescolar, lo asustados que estaban ambos. Sonrei al recordarlo. Los dos rieron por mi comentario. --Todavia somos ninos, por si eso te consuela --hablo Owen en cuanto paro de reirse. Sonrei con dulzura y, acto seguido, les hice cosquillas. Unos pasos resonaron por toda la estancia, provocando que parara de torturarles. En el salon entro Kara, la directora del Moonlight, seguida de Alvaro, su marido, con quien compartia el cargo. Los dos discutian sobre algo. --...Te digo que no podemos permitirnoslo --decia ella frunciendo el ceno. --Y yo te digo que si. Podriamos... --Alvaro callo al vernos. A pesar de haber pocos internos en el hogar, los gastos eran excesivos. Entre el colegio, el instituto, las extraescolares y los gastos que generaba el Moonlight andaban justos de dinero. Es por eso que yo habia decido dar clases de baile, para ayudarles con los gastos, ya que la academia de baile a la que asistia era muy cara. Como las clases privadas eran las mas costosas, habia decidido pagarmelas. --La cena esta lista, chicos --comento Kara intentando que olvidaramos lo que habiamos oido. En cuanto esas palabras salieron de su boca, los ninos salieron disparados hacia el comedor, dandoles un beso en la mejilla a ambos antes de marcharse por la puerta. --?Tan mal esta la cosa? --pregunte cuando estuve segura de que nadie mas nos oia. Kara se toco el puente de la nariz con frustracion y Alvaro suspiro con pesadez. Las ojeras eran notables en ellos. Parecian agotados y estresados a la vez. --Hablaremos de ello luego. Ve a cenar --me ordeno Alvaro. Asenti con la cabeza. Subi las escaleras de caracol y camine por el largo pasillo hasta llegar a la habitacion que compartia con Lea. En total habia siete dormitorios: tres para las chicas y cuatro para los chicos. Si a eso se le sumaban la habitacion de los directores mas las de las cuidadoras y la de la cocinera... Ademas, por cada habitacion habia dos personas, salvo en el caso de las ninas mas pequenas, quienes dormian juntas. El caso es que entre y fui hasta el fondo de la estancia. Deje mi mochila de baile en mi cama, bajo una de las ventanas del gran dormitorio. Habia tres camas, aunque la habitacion solo estaba ocupada por Lea y por mi. Habia espejos aqui y alla y tres grandes armarios. Las paredes eran de un tono rosa pastel y el suelo estaba cubierto con una gran alfombra morada. Cuando baje al comedor, todos estaban alli, esperandome. Me sente entre Lea y Maya y, despues, me servi un buen plato de ensalada de pasta. --?Que tal las clases? --pregunto Lea mientras pinchaba una espiral con el tenedor. --Muy bien, la verdad. Cada vez ejecutamos mejor el baile grupal. Hoy, sin ir mas lejos, Hannah nos ha felicitado y nos ha dicho que si lo hacemos con la pasion con la que ensayamos, seguramente ganaremos el concurso del sabado. --?Sabes donde va a celebrarse o todavia no os ha revelado el lugar? Sonrei. --Va a ser aqui, en Portland. Mi amiga, quien habia estado bebiendo un sorbo de agua, casi se atraganto. Empezo a toser, dandose suaves palmadas en el pecho. --?En Portland? --pregunto en cuanto se hubo calmado. Asenti con la cabeza. --!Eso es estupendo! !Podre verte sin tener que salir de la ciudad! Rei al notar el entusiasmo que destilaba su voz. Normalmente los concursos solian ser en ciudades cercanas; por eso estaba tan emocionada Lea, porque se ahorraria el viaje. --?Que pasa en Portland? --pregunto Kara, mirandonos a ambas con el ceno fruncido. Seguro que estaria preguntandose en que andariamos metidas. --El concurso de Maddie --contesto Maya antes de que pudiesemos hacerlo nosotras. Nos la quedamos mirando sorprendidas--. ?Que? --pregunto la pequena--. Hablabais muy alto. --Asi que es en la ciudad... --dijo Alvaro pensativo--. ?Sabes ya la hora? --Empezara a eso de las cinco, mas o menos. Pero yo debo estar dos horas antes para prepararme --explique. --Estaremos ahi para animarte --me dijo Owen. --En primera fila --agrego Amber. Despues de eso, el comedor se quedo en silencio. Solo se oia el ruido que producian los cubiertos al chocar con los platos. Pocos minutos mas tarde, Lea me pregunto por las clases que daba y yo le conte lo orgullosa que estaba de mis ninas. Estaba completamente segura de que estaban preparadas para competir y asi se lo habia dicho Hannah, quien habia quedado conmigo en ver la clase de manana para determinar si estaban preparadas o no para asistir a concursos de baile. --Ojala estes en lo cierto y puedan participar --dijo Lea sonriendo--. Estoy segura de que eres una gran profesora. Me sonroje ante su comentario. Ni siquiera habia pensado en eso. Si mis alumnas tenian el nivel suficiente como para competir, eso significaria que mis clases habian dado sus frutos. --Yo tambien lo espero. Capitulo 2 Eric El maldito despertador casi me provoco un infarto. Maldiciendo, le di un manotazo, tirandolo al suelo. Di media vuelta en la cama, tapandome de nuevo con la sabana. --!Eric, es hora de levantarse! --grito mama desde la puerta de la habitacion pasados unos minutos, tocandola con fuerza. --Cinco minutos mas... --murmure adormilado. Oi como la puerta se abria con fuerza y enseguida empece a escuchar las pisadas de mama. Maldicion, habia entrado en mi dormitorio. --!Vamos o llegaras tarde! --Me zarandeo con fuerza. Me levante a reganadientes. Odiaba madrugar. Maldito instituto que nos obligaba a levantarnos temprano. Mi madre salio de mi territorio y pocos minutos despues fui al bano para darme una ducha de agua fria, a ver si asi lograba despejarme del todo. Cinco minutos despues, sali con una toalla enrollada en mi cintura. Seque mi cuerpo con rapidez y me puse una muda. Acto seguido, cogi del armario unos pantalones vaqueros y una camiseta gris, y me vesti. Cuando baje a desayunar, todos se encontraban en la mesa de la cocina. Papa leia el periodico mientras fruncia el ceno debido a alguna noticia que le desagradaba; mama preparaba el desayuno entonando en voz baja una cancion; Dylan y Andrew discutian tal y como lo hacian todas y cada una de las mananas; y Hayley tomaba en silencio su desayuno. --Buenos dias, familia. --Buenos dias, hijo --dijeron mama y papa a la vez, como si estuvieran sincronizados. Me acerque a mi madre, que seguia preparando el desayuno, y deposite un beso en su mejilla. Repeti el gesto con papa y con Hayley. Dylan y Andrew se creian demasiado mayores como para recibir besos. Me sente al lado de mi hermanita menor y cuando mama deposito mi desayuno en la mesa, lo devore. --Papi, recuerda que debes llevarme a clase de baile --le recordo Hayley. Todas las tardes ella daba clases de baile en la mejor academia de Portland, el Hannah Brown Studio. La que normalmente la llevaba era mama, aunque ese dia no podia porque le habian adelantado una operacion. Mama era cirujana y papa, periodista. --Tranquila, pequena, no lo olvidare. --Dejo el periodico sobre la mesa y sonrio con ternura. Termine mi desayuno y una vez deje mis cosas en el fregadero, subi a mi habitacion. Alli cogi la mochila con los libros. A continuacion, sali de mi habitacion y baje corriendo las escaleras. --!Me voy! --grite para que todos me oyeran. --!Ten un buen dia! --oi que decia mama desde la cocina. Sali de casa cerrando la puerta con un ruido seco. Camine hasta la acera, en donde estaba aparcado mi deportivo negro, regalo de cumpleanos de mis padres. Subi en el dejando la mochila en el asiento del copiloto, meti las llaves de contacto y las gire, provocando que el motor rugiera con fuerza. Sonrei, me encantaba ese coche. Conduje por varias manzanas hasta llegar a la casa en donde vivia mi mejor amigo, John. Ambos habiamos ido a la misma escuela primaria y desde el primer momento estuvimos juntos. Le vi sentado sobre el pavimento, mirando su telefono movil con interes. Toque el claxon antes de parar a unos metros de el. John alzo la cabeza, sobresaltado por el estridente sonido, pero cuando vio que era yo, sonrio burlonamente. --Ya te ha costado llegar --dijo a modo de saludo, rodeando el coche y ocupando el asiento del copiloto, aunque primero tuvo que quitar mis cosas de ahi. --Yo tambien me alegro de verte. Una vez mi amigo estuvo asegurado, arranque de nuevo el coche. --Odio las clases de hoy --comento John mientras miraba por la ventana. --Yo tambien las detesto. Ademas, hoy tenemos dos horas seguidas de matematicas. --Buf, ni me lo recuerdes. Solo de pensarlo me da dolor de cabeza. --Se llevo las manos a la cabeza exageradamente provocando que se me escapara una sonora carcajada. --!Que dramatico eres! ?Por que no te apuntas al club de teatro en vez de a baloncesto? --me burle. John me miro con total seriedad. --Ni de cona. Todos sabemos que ese club esta plagado de inadaptados sociales. Los siguientes cinco minutos transcurrieron en silencio, sin contar el hecho de que mi amigo se puso a buscar una emisora de radio que al final no encontro, ya que cuando llegamos al aparcamiento del instituto todavia seguia canaleando. Aparque el coche en donde solia dejarlo, cerca de la salida. --?Que tal te fue ayer con Tessa? --me pregunto a la vez que avanzabamos por el mar de gente. Hice una mueca. Ayer habia ido a su casa con la excusa de que me explicara un ejercicio. Habia intentado por todos los medios acostarme con ella, en vano. Esa chica no se enteraba de mis indirectas. --Ha sido horrible. Pese a que lo he intentado con todo, no captaba nada. Estaba empenada en explicarme las malditas derivadas. --Y eso ha sido un duro golpe para tu ego, ?verdad? --se burlo el haciendo una mueca. --No hablemos de mi ego --resople mientras entrabamos. Cuando estabamos lo suficientemente cerca de nuestras taquillas, divise a Jack, a Ethan y a Caden. Los tres estaban rodeados de chicas que iban ligeras de ropa y que coqueteaban con ellos sin parar. --?Que pasa, chicos? --nos saludaron mientras se apartaban de las chicas. Chocamos los punos a modo de saludo y fuimos directamente a nuestras taquillas. Puse la combinacion y la abri. Deje la mochila y saque los libros de las materias que tenia a la manana, en este caso tendria dos horas seguidas de matematicas. Tuve que esperar a que los lentos de mis amigos cogieran sus cosas, ya que de vez en cuando se paraban a hablar como marujas en un mercado. Sonrei ante esa idea. No me los imaginaba en un mercado chismorreando con senoras mayores. El timbre me devolvio a la realidad, y parece ser que les dio el empujon que necesitaban para terminar de coger lo necesario de las taquillas, ya que pocos segundos despues los tenia a mi lado. Los cinco nos pusimos en marcha. Andabamos con tranquilidad, total la clase no se moveria de sitio. De vez en cuando, la gente se giraba para lanzarnos miradas; muchas de ellas eran de admiracion o deseo, y otras, de pura envidia. Nosotros eramos los chicos mas deseados de la escuela. Todas las chicas suspiraban por nuestros pies. Yo nunca habia tenido una relacion duradera; lo mio era rollo de una sola noche. No me gustaba comprometerme y eso las chicas lo tenian claro. Cuando llegamos al aula, esta estaba ya repleta de companeros. En la primera fila ya se encontraban sentadas las empollonas de clase, dos chicas inadaptadas que siempre sacaban buenas notas. Charlaban animadamente sobre un tema que desconocia y que me importaba mas bien poco. A su lado tambien estaban sentados los que querian sacar buenas notas, aunque no lo eran tanto como las de ellas. En las filas centrales se sentaban los alumnos que no sacaban ni buenas notas ni malas notas. Y en las ultimas filas nos sentabamos nosotros, a los que menos nos importaba la asignatura. Nos acomodamos en nuestros sitios y nos pusimos a hablar hasta que el profesor nos mando callar. Las dos horas se me hicieron eternas. No entendia nada de lo que el profesor explicaba, por lo que los ejercicios los hacia de pena. Mis amigos intentaron ayudarme, sin exito. Era un zoquete. Al final de la clase el profesor me pidio que me quedara unos minutos porque queria hablar conmigo. Asi que me despedi de mis amigos y espere a que todos hubieran salido. --Senor Woods --me saludo--, ?sabe por que esta aqui? --No, senor. ?Por que razon querria hablar conmigo ese senor bajito, calvo, gordo y sudoroso? El profesor de matematicas era un tipo peculiar. Sudaba a mares todos los dias del ano y normalmente vestia con unos trajes que realzaban su descomunal barriga, ademas de ser totalmente espantosos. Pero lo peor de todo era su rostro arrugado, cuya guinda del pastel era su horrible uniceja. --Esta a punto de suspender mi asignatura. Palideci. !No podia ser posible! Pese a que se me daban muy mal las matematicas, siempre aprobaba esa maldita asignatura. Ademas, necesitaba aprobar todas para poder jugar en los partidos de baloncesto. --Es imposible --me negue a creerlo. --Mirelo usted mismo. Todos y cada uno de los ejercicios que ha hecho han estado mal. No solo eso, no se esfuerza en mi asignatura. Asi que como suspenda el examen, no aprobara--. Se paso un panuelo por el cuello y por la cara para secarse el notorio sudor. Reprimi una mueca de repulsion. --!No puedo suspender! --La rabia me consumia. No queria creerlo. Necesitaba con urgencia aprobar esa asignatura. --Creame, yo tampoco. Es por eso que se me ha ocurrido ponerle un tutor particular que pueda darle clases por la tarde. ?Que le parece? Lo sopese. Su oferta era muy tentadora. Pero no sabia si serviria de algo o no, teniendo en cuenta que no se me daban bien las mates. Ademas, ?quien sabia quien seria la persona encargada de ayudarme? Lo que menos queria era un friki a mi alrededor, dandome ordenes. Pero, por otro lado, lo necesitaba. Si no, suspenderia. --Esta bien. ?Cuando podria empezar con esas clases y con quien las haria? --pregunte. Sonrio. --Manana mismo puede empezar cuando le presente a su tutor. *** --?Profesor particular? --John no se lo creia. Abria mucho los ojos, tanto que parecia que se le iban a salir de sus orbitas. Hice un movimiento afirmativo con la cabeza. --?Como es eso de que vas a suspender? --Jack estaba estupefacto--. No puedes suspender. --?Crees que no lo se? --exclame pinchando un trozo de carne con el tenedor. Nos encontrabamos en el comedor del instituto, rodeados de gente que hablaba. La intensidad de las voces era tal que teniamos que alzar mucho la voz para oirnos entre nosotros. --?Y quien va a ser el afortunado de aguantarte? --pregunto Ethan. --?Aguantarme? Yo voy a ser el que tenga que aguantarle --dije molesto. La idea de que alguien tuviese que ayudarme no me gustaba ni un pelo--. Ademas --anadi--, el muy canalla del profesor no me ha dicho quien es. --Seguro que es uno de los empollones de clase --comento Caden mirando la mesa en la que estaban sentados un grupo de ellos, charlando animadamente, ajenos a nuestra conversacion. Suspire pesadamente. Lo que menos queria era que fuera uno de los sabelotodos de la clase, pero, bueno, no estaba en mis manos decidirlo. Terminamos el almuerzo y depositamos nuestras bandejas en su sitio. Estabamos avanzando por el pasillo, camino hacia las taquillas para coger las mochilas, ya que por la tarde no teniamos clase, cuando, de pronto, choque contra alguien, quien cayo redondo al suelo. Mis amigos y yo reimos por su torpeza. --Mira por donde vas, friki --dije.

  • Yo curare tus heridas (Corazone heridos 1) de Towanda Richardson

    https://gigalibros.com/yo-curare-tus-heridas-corazone-heridos-1.html

    Jamie Parks lo tenia todo. Apenas habia cumplido los veinte cuando todos sus suenos se cumplieron. Era el hombre mas feliz del mundo. Hasta que un maldito accidente en una pista de esqui se lo llevo todo por delante. Su profesion, sus ilusiones y sus ganas de vivir.

  • La pelirroja de Tarryn Fisher

    https://gigalibros.com/la-pelirroja.html

    .Querida oportunista: Pensaste que podrias quitarmelo, pero perdiste. Ahora el es mio y hare lo que sea para mantenerlo a mi lado. ?No me crees? Tengo todo lo que se suponia que iba a ser tuyo. Por si acaso te lo preguntas: no, el ya no piensa en ti. No lo dejare marchar. nunca. La pelirroja

  • Agata, La Aprendiz de esclava de Magenta Perales

    https://gigalibros.com/agata-la-aprendiz-de-esclava.html

    Agata era una joya en bruto.
    19 anos. Preciosa. Y loquisima.
    Trastorno antisocial y limite de personalidad.
    Bebia. Fumaba. Y se drogaba.

  • El hombre que perseguia su sombra ( Millennium 5) de David Lagercrantz

    https://gigalibros.com/el-hombre-que-perseguia-su-sombra-millennium-5.html

    Lisbeth Salander esta cumpliendo condena en la carcel de Flodberga, en la que intenta a toda costa evitar cualquier tipo de conflicto con el resto de las presas. Pero en el momento en el que Lisbeth se convierte en la protectora de la joven de Bangladesh que ocupa la celda vecina, la peligrosa lider de las internas la coloca en su punto de mira.

  • RIVAL (Fall away de Penelope Douglas

    https://gigalibros.com/rival-fall-away.html

    Madoc y Fallon. Dos adolescentes que no se conocen y que juegan al limite entre el amor y la guerra.
    Ella ha vuelto.
    Durante los dos anos que estuvo en el internado, no supe nada de ella. Cuando volvio, de dia ni me hablaba y de noche dejaba la puerta de su habitacion abierta.
    Entonces era un tontorron, pero ahora estoy listo para pagarle con la misma moneda.
    He vuelto.
    Despues de dos anos, sigue queriendome aunque se comporte como si fuera mejor que yo.
    Pero ya no me asusta. Ni me presiona. Si se tira un farol, se lo devuelvo. Es lo que quiere, ?no? Mientras me mantenga en guardia, no se dara cuenta de lo mucho que me importa.

  • El triunfo del artista de Tzvetan Todorov

    https://gigalibros.com/el-triunfo-del-artista.html

    La Revolucion rusa de 1917 es sin duda uno de los episodios mas cruciales del siglo xx y dio origen al primer estado totalitario de la historia. Muchos fueron los artistas y escritores que saludaron la revolucion y muchos tambien los que sufrieron la represion del totalitarismo que la siguio. En El triunfo del artista, Tzvetan Todorov se fija en una serie de creadores y analiza su posicion frente a la revolucion en dos momentos: en primer lugar la actitud que adoptan en relacion con la idea misma de revolucion antes de que se convierta en realidad. Y en segundo lugar la relacion que se establece, una vez producida, entre el arte y el poder, entre los creadores y los dirigentes politicos. Escritores como Pasternak, Babel, Bulgakov, Maiakovski, Tsvetaieva o Mandelstam; cineastas como Eisenstein; musicos como Shostakovitch; y pintores como Malevitch son analizados por Todorov desde el conocimiento profundo de su obra y la compasion por la tragedia de su vida. Para proclamar finalmente el poder del arte sobre aquellos que quieren su muerte.

  • Amor ciego de Alina Covalschi

    https://gigalibros.com/amor-ciego.html

    No eran amigos y tampoco novios, sino todo lo contrario. Tenian una relacion complicada y destinada al fracaso.
    Se separaron y tomaron caminos opuestos.
    Pasaron anos y el hilo invisible que los mantenia conectados se enredo y se rompio.
    Pero el primer amor nunca se olvida y siempre deja huellas imborrables.
    Angelica y Raul aprendieron que hay segundas oportunidades, y que son las definitivas.

  • La ciencia en la sombra de J.m. Mulet

    https://gigalibros.com/la-ciencia-en-la-sombra.html

    En esta ultima decada la ficcion policiaca y criminal se ha instalado en nuestras vidas, poniendo el foco de atencion en algo que hasta ahora habia quedado oculto y restringido a un gremio muy especializado: el de los cientificos forenses. La historia de como la ciencia se aplica a la investigacion criminal, la realidad actual de la ciencia forense y como consigue descifrar crimenes y dar con los culpables, se ha convertido en un tema central de interes para el gran publico.

  • ?Quisieras aferrarte a mi? de Lis Catalina

    https://gigalibros.com/quisieras-aferrarte-a-mi.html

    ?Te gustan las historias con giros inesperados? Ya sabes, al estilo “sales de tu casa y te encuentras a un delfin disfrazado de Homero Simpson caminando por la calle…” Ok no exageremos, esa situacion es poco probable. Pero si de giros hablamos, son giros inesperados, drama, humor y estupidez lo que encontraras en esta historia.
    *~*~*~*
    ?El… la observa? !?A ella?! ?Es eso normal? ?Desde cuando psicopatear a Samanta Evans se habia convertido en la prominente tarea del apuesto Alexander? Y no digamos que es algo comun, como una de esas miradas a lo lejos por un amor deseado !Por el dragon no! Son miradas netamente calculadoras y frias ?En que momento ella se convirtio en una especie de horrible ecuacion sin resolver? O podriamos decir que el es la ecuacion… ?Quien entiende este lio? .
    ?Sera solo un loco maniatico acechador? O los argumentos tras este chico van mucho mas alla de la simple obsesion que Samanta cree que el tiene hacia ella…

  • SERIE AMOR EN TIERRA SALVAJE 2; ?QUE ERES TU? de Claire Phillips

    https://gigalibros.com/serie-amor-en-tierra-salvaje-2-que-eres-tu.html

    Seguro de si mismo, atractivo, inteligente, rico y habituado a dar ordenes que son rapidamente obedecidas, Alec no podia creer que la chef deslenguada de su hotel tuviere el descaro de contradecirle, reprenderle e incluso mostrarse en exceso mordaz en cuanto cruzaban dos palabras y que, para colmo, eso le gustase mas de lo racionalmente comprensible. No conseguia mantener el control de sus sentidos y deseos de hombre cuando la tenia cerca. Ignorando su regla de no salir con empleadas y de no involucrarse emocionalmente mas alla de lo que era capaz de controlar con fria serenidad, se lanzo de cabeza a una relacion con esa deslenguada chef que lo volvia loco.

  • Se que sera para siempre de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/se-que-sera-para-siempre.html

    Payton bebio de su cafe sin quitar la vista de la puerta de la empresa. En la Farmaceutica Lackman era la hora de largarse a casa, aunque sabia que su presidente aun tardaria algo mas en salir. Solia hacerlo sobre las cinco y media. Sobre el sillin de su bicicleta volvio a beber de su cafe y se detuvo en seco al ver abandonar la empresa a Keane Lackman, que con el telefono al oido miraba de un lado a otro como si estuviera nervioso. Dijo algo al telefono de muy mala manera antes de meterselo en el bolsillo interior de la chaqueta del carisimo traje gris que llevaba. Ella como si nada bebio lo que le quedaba de cafe antes de tirar el envase a la papelera que tenia al lado sin dejar de mirarle de reojo. El hijo del presidente de la empresa tenia treinta y dos anos. Rubio y enormemente atractivo media uno ochenta y seis, su cumpleanos era el seis de julio y le habian operado de apendicitis con catorce anos. Tenia una hermana pequena que era una nina mimada que solo se dedicaba a ir de tiendas. Entrecerro sus ojos azules de la rabia haciendo que se oscurecieran hasta tomar un tono violaceo recordando la ultima factura de la nina. Veinte mil dolares se habia gastado en un bolso de firma que seguramente usaria dos veces en su vida. Cuando el miro hacia alli se ajusto la gorra sobre su cabello rubio platino. Vio que llegaba su Porche gris y que el mozo se bajaba a toda prisa. Keane cogio sus llaves furioso y rodeo el coche metiendose en el como una exhalacion. Payton decidio seguirle a el ese dia. Parecia que tenia prisa. Demasiada para su gusto. Acelero saliendo al trafico y ella le siguio bajando al asfalto. Nueva York estaba llena de repartidores y era facil pasar desapercibida. Cuando se detuvo en el semaforo ella se subio a la acera y detras de una farola se cambio la gorra por una roja. El semaforo se puso en verde y al ver que aceleraba a toda pastilla tuvo que salir al trafico haciendo que un coche tuviera que frenar. Hizo una mueca pedaleando a toda prisa para no perderle. Estaba claro que le importaban un pito los limites de seguridad. Giro hacia la derecha y ella se coloco detras de una furgoneta preguntandose a donde iba porque era evidente que ni iba a los laboratorios ni a su casa. Al ver que se desviaba hacia el Soho chasqueo la lengua porque iba a casa de su hermanita. Tenia que haber seguido a su padre. Pero cuando paso de largo su calle se quedo en blanco. ?A donde cono iba? Keane freno en seco ante un edificio sin importarle que no pudiera aparcar y se bajo del coche a toda prisa para correr hacia el portal y pulsar el boton del tercero. Payton con la respiracion agitada observo como entraba. Lo mas rapido que pudo dejo la bicicleta apoyada en una senal antes de bloquear el seguro que tenia en el manillar y cogio la caja de pizza que llevaba en la mochila a la espalda para correr hacia el portal. Solo habia cuatro pisos por planta. Pulso casi todos los botones menos los del tercero y alguien abrio. Empujo la puerta y al ver que el ascensor llegaba en ese momento se dio cuenta de que no lo habia esperado y habia subido por las escaleras. Ya que estaba alli se subio en el ascensor y pulso el tercero. Se mordio el labio inferior y cuando llego a la tercera planta salio con precaucion mirando alrededor. Vio dos de las puertas. --?Es que estas loca? --Se escucho un portazo y ella miro hacia el pasillo que tenia a su derecha. Camino hacia alli sin hacer ruido con sus zapatillas de deporte y en la esquina saco la cabeza. Solo habia una puerta al final del pasillo y se escuchaban gritos. De puntillas se acerco y pego la oreja. --Voy a llamar a una ambulancia --escucho que decia Keane. Se le corto el aliento porque era la primera vez que oia su voz y decidio ignorar el brinco que pego su corazon. Al escuchar un sollozo entrecerro los ojos--. Debes haber perdido la cabeza. --!No! !Va a venir! --!No digas tonterias, Poppy! --Parpadeo al escuchar el nombre de su hermana. --!No te quiere! ?Por que crees que me ha llamado para que solucione esto? Escucho su llanto desgarrado y como gritaba --!Si que me quiere! --?Cuantas pastillas te has tomado? --No se. Medio bote. --?De esto? --Ella debio asentir. --!Joder! ?Sabes lo fuertes que son? --Dejame. No... Escucho una arcada y despues de esa otras, asi que supuso que le habia metido los dedos en la boca. --!Si, necesito una ambulancia! !Mi hermana se ha tomado un bote de pastillas! Payton sonrio maliciosa enderezandose y se volvio saliendo de alli a toda prisa. Minutos despues sentada en su bicicleta en la esquina de la calle vio como llegaba una ambulancia y como a los diez minutos sacaban a la princesita en una camilla con su hermano detras. Saco fotos con su movil. El se volvio como si quisiera asegurarse de que nadie les veia y ella saco una foto a su preocupado rostro. Busco un telefono en la agenda y se lo puso al oido sonriendo. --Jerry, cuanto tiempo. ?Adivina que tengo para ti? --pregunto viendo como Keane se subia a su coche --. Si, algo muy jugoso. Por casualidad ahora mismo estoy viendo como se lleva una ambulancia a la hija de un pez gordo. Poppy Lackman. Sobredosis. Tengo fotos. --Se echo a reir. --Si, ya se que me quieres. Te las envio de inmediato. ?Donde? Ahora estoy en el Soho. No fastidies, ?tengo que seguirles? --pregunto sabiendo de sobra que se lo pediria--. ?Para saber a que hospital van? Bueno, pero me deberas una muy gorda. Vale... Te llamo cuando sepa el hospital. Uy, te dejo que tengo que coger un taxi si no quiero perderles. --Colgo para seguir a la ambulancia. Estaba segura de que con la prisa que tenian desde alli la llevarian al Presbyterian y no se equivoco. Le envio un mensaje a Jerry con las fotos y la localizacion. El le envio una cara sonriente dandole un beso. Paso de largo el hospital porque a partir de ahi se encargaria Jerry enviando a sus reporteros para sacar toda la basura de esa historia. Sonriendo encantada pedaleo en direccion a su casa. Ese habia sido un buen dia. Ante su ordenador mordio el donut riendo por lo bajo porque la historia estaba en todos los tabloides. Ya fuera en television o en internet. Jerry debia haber ganado una pasta con eso. Puso de nuevo el video donde Keane saliendo del hospital le gritaba a un reportero que le dejara en paz antes de darle un empujon. --Chico tienes que llevarte mejor con la prensa. Son tus amigos --dijo a la pantalla antes de morder el donut de nuevo. La puerta de su casa se abrio y apago la pantalla sonriendo a su madre que entraba con una bolsa de la compra. --Deja que te ayude. --Se acerco cogiendo su bolsa y dandole un beso en la mejilla. --?Que tal el dia? Su madre la miro divertida. --Te veo muy contenta. --Hoy ha sido un dia genial. Me han subido el sueldo. Nora se llevo una mano al pecho. --?Y eso por que? --Porque he encontrado algo que salvara muchas vidas. Una enzima que es muy beneficiosa para el fortalecimiento del corazon. --Hija, que bien te explicas. A tu hermano no le entendia ni palabra de lo que decia. --A ambas se les oscurecio la mirada, pero su madre forzo una sonrisa intentando no estropear el momento. --Eso es genial, ?y que te ha dicho tu jefe? --Que esta muy contento con mi trabajo y que puede que en un ano me de su puesto en el laboratorio cuando se jubile. --?No me digas? --Nora chillo de la alegria y la abrazo muy contenta. --Felicidades. --Mama, para eso queda un ano. --Pero si te lo ha dicho la decision esta tomada. --En cuanto cene tengo que irme. Su madre fruncio el ceno. --?Otra vez tienes que trabajar? --Tengo unas placas que hay que revisar con urgencia --dijo sacando las cosas de la bolsa disimulando--. Me quedare hasta tarde. --Hija ultimamente tienes unos horarios de lo mas raros. Asi no vas a encontrar novio en la vida. --Bah, soy joven. ?Quien quiere novio? --Es que ni sales a divertirte. --Claro que me divierto. --Abrio la nevera para meter la fruta y la verdura. Cuando se volvio vio que su madre la miraba incredula. --Me encanta mi trabajo. !Alli me divierto mucho! --?Y ese cientifico que te tiraba los tejos? ?Era guapo? --?Jack? Mama... --Si no dejas de mirar tanto el microscopio un dia te daras cuenta de que los anos han pasado y te tiraras de los pelos por haber perdido parte de tu vida. --No voy a perder parte de mi vida. Tengo veintiseis anos. Ahora es momento de trabajar y labrarme un futuro. En un par de anos me planteare lo de cazar a un hombre, ?vale? --!Yo quiero un nieto ya! !Me aburro mucho! Puso los ojos en blanco cogiendo las latas y su madre le rogo con la mirada. --Vamos, eres tan bonita que debes tener a todo el laboratorio deseando que les hagas caso. --Casi todo somos mujeres. Somos mas listas, aunque los puestos buenos se los lleven los hombres. --Ya empezamos con el feminismo. --!Es cierto! Y tener hijos tiene mucho que ver en eso, ?sabes? --Dejate de rollos. --Exasperada su madre se paso un mechon castano tras la oreja para fulminarla con sus mismos ojos azules. --Eres capaz de enamorarte e ignorarlo con lo cabezota que eres. --Tranquila, que si llega mi principe azul en su caballo blanco le guinare un ojo. -- Coloco la ultima lata y se volvio poniendo los brazos en jarras. --?Pedimos una pizza? --?Y para que he comprado tanta comida? --Ni idea. ?Piensas cocinar ahora? Su madre gruno. --No, estoy molida. En la peluqueria hoy estaban muy pesadas. --Es el calor. Ya empieza el verano y los neoyorkinos nos volvemos algo locos. Mama, te he dicho que ya no tienes que trabajar tantas horas. Gano mas que suficiente para que no te pases tanto tiempo de pie con esas pesadas. --Dejare de trabajar cuando tengas un nino. --Y dale. ?Que tal un gatito? Ni hay que sacarlos. Gruno cogiendo el telefono. --?Comida china? --Vale. --Se quito la camiseta mostrando su sujetador deportivo. --Voy a ducharme mientras tanto. Salio con ella al salon y su madre volvio a grunir al ver el envase de donuts. --Hija, ?por que compras estas cosas? --pregunto cogiendo uno y dandole un mordisco antes de decir al telefono con la boca llena--. Si, quiero hacer un pedido. Divertida entro en el pasillo y fue hasta la puerta del fondo donde estaba el bano. Cerro la puerta y se quito los leggins dejandolos caer al suelo antes de abrir el grifo de la ducha. Se quito la ropa interior y la goma del pelo dejando caer su larga melena sobre su espalda. Ya le rozaba el trasero. Un dia de esos tenia que decirle a su madre que se lo cortara un poco. Al levantar los brazos para apartarse el cabello jadeo al ver que tenia un par de pelitos en el sobaco. --Menudo timo la depilacion laser. Se agacho para buscar una maquinilla en el armarito de debajo del lavabo y al revolver al fondo vio un bote de espuma de afeitar. Se le puso un nudo en la garganta cogiendo el envase. Hacia nueve meses que le habian perdido y seguia encontrando cosas suyas por la casa. Una lagrima corrio por su mejilla recordando su risa. Ya no le veria mas. No volveria a escuchar su voz y nunca mas la abrazaria. Habia perdido a su hermano para siempre. Su otra mitad. Reprimio un sollozo apretando el bote en su mano queriendo gritar de dolor y ese dolor hizo que su odio por los Lackman se multiplicara por mil si eso era posible. --Hija, ?quieres rollitos? --grito su madre al otro lado. Asustada escondio el bote en la ropa sucia y carraspeo por lo bajo antes de gritar--!Si! --Y rollitos de primavera --dijo su madre alejandose de la puerta. Suspiro del alivio escondiendo bien el bote entre la ropa antes de coger la cuchilla y cerrar la puerta del armarito. Menos mal que su madre no lo habia visto porque era encontrar algo de Kenneth y ponerse a llorar una semana. Ya lo tiraria cuando ella no la viera. Se ducho a toda prisa y cuando salio del bano envuelta en su albornoz con el cabello mojado cayendo por su espalda fue rapidamente a su habitacion. Saco el bote de la espuma de afeitar y lo escondio en el armario tras las camisetas. Alli su madre no lo encontraria, ella se encargaba de colocar su ropa. Viendo los montones de ropa colocados por colores sonrio con tristeza recordando como Kenneth le decia que tenia un trastorno compulsivo y como ella le decia a el que viendo su habitacion alguien debia ser la ordenada de la familia. Cerro la puerta y su mirada fue a parar a la fotografia de los tres que estaba sobre su tocador. Los tres felices miraban a la camara mientras Kenneth extendiendo su brazo sacaba el selfi en un dia de playa un ano antes. Puede que su padre les hubiera dejado tirados cuando los mellizos tenian dos anos, pero no habia familia mas unida que la suya. Los tres se habian apoyado los unos en los otros y en cuanto habian sido capaces de trabajar habian ayudado a su madre en lo que habian podido. De hecho se llevaban tan bien que seguian viviendo juntos y jamas habia habido un conflicto. Pero le habian perdido. Mirando a su hermano dio un paso hacia el y siseo --Yo no olvido, Kenneth. No te olvido. Pagaran lo que te hicieron, hermano. Te lo juro por mi vida. Apunto el resultado y miro el microscopio de nuevo para analizar la reaccion en la celula. --Eso es, pequena... Reaccionas muy bien. --?Payton? --Levanto la vista hacia su jefe que sonrio. --Chica, ?que haces aqui a las dos de la manana?

  • Peligros y verdades (Perfectos mentirosos 2) de Alex Mirez

    https://gigalibros.com/peligros-y-verdades-perfectos-mentirosos-2.html

    ?En donde nos habiamos quedado? Ah, si, en esa noche de la feria en honor a los fundadores, despues de que mi plan contra Aegan fracasara y dejara su alma en un bano publico por culpa de una diarrea, y Adrik se fuera con Artie a nuestro apartamento. Ahi, en un banco, yo. Junto a mi, Regan Cash. Y la pregunta: <>. Bueno, es momento de contartelo. Es momento de contartelo todo: no me llamo Jude Derry, y definitivamente no habia ido a Tagus solo a estudiar. Habia ido porque solo queria una cosa: venganza. Lo se, lo se, debes de estar hecho un lio. Estaras pensando: <>. Tambien se que se supone que debes confiar en mi. !Todos confian en las protagonistas! Las protas nunca mienten y nunca son malas. Jamas cambian la historia, de ninguna forma alteran los hechos y mucho menos omiten secretos, y si yo hice eso… Entonces supongo que esta siempre fue la historia de una villana. Para que entiendas este lio y el porque de mis mentiras, hay que volver seis anos atras. Debemos irnos muy pero que muy lejos de Tagus, a Miami, la ciudad a la que llegan la mayoria de los inmigrantes. Tenemos que detenernos en un dia en el que un muchacho de dieciocho anos llamado Henrik Damalet recibio una llamada para decirle que habia sido contratado como jardinero en la casa de una familia muy importante. Ese chico, Henrik, era mi hermano. Tras colgar el telefono, le quedo estampada en la cara una sonrisa enorme. Todo acababa de cambiar para el y nuestra familia gracias a ese empleo. Por esa razon, mama lloro, emocionada. Era una mujer muy delgada con la piel palida, los ojos cansados, el cabello opaco, las unas rotas y la existencia exhausta y adolorida. Llevaba cinco anos enferma de algo incurable y nosotros no teniamos mucho dinero para pagar los medicamentos en un pais en el que no tener un seguro medico significaba exclusion. Pero con el nuevo trabajo de Henrik en la casa de esa familia importante, todo seria diferente. Eso lo sabia muy bien la chica de trece anos sentada en la mesa, es decir, yo. Me alegraba la idea, la posibilidad de un futuro mejor, pero me entristecia que mi hermano se fuera tan lejos, aunque tambien sabia que en su nuevo trabajo le pagarian bastante solo por ser jardinero y cuidar el enorme jardin de una mansion; ademas, tendria la posibilidad de seguir estudiando por la noche en un sitio mejor. Y eso era bueno para nosotros. --?Cuando vendras a visitarnos? --le habia preguntado yo con el corazon encogido. --Pedire vacaciones y seguro que podre venir los dias de fiesta --me respondio, animado--. Pero llamare todos los dias al mediodia y por la noche, y te enviare un movil para que podamos enviarnos mensajes. Lo tengo todo planeado. --?Y como se llama el tipo para el que vas a trabajar? --pregunte. --Adrien Cash --contesto Henrik con mucho orgullo. Se fue al dia siguiente, y cuando volvio de nuevo a casa, lo hizo dentro de un ataud. Si, Henrik murio en la mansion de los Cash. Le practicaron una autopsia pero su muerte fue calificada como accidente: estaba limpiando las tejas, se cayo y fallecio al instante. Ahi debio de haber acabado esa historia: luto, dolor y olvido. Pero no, yo nunca olvide. Yo nunca crei que su muerte hubiera sido un accidente. Y no lo crei porque, antes de morir, Henrik me dio pistas de que algo asi podia sucederle, solo que no las supe interpretar hasta muy tarde. Rebobinemos. Como el prometio el dia antes de irse, a los dos meses me envio un movil para que hablaramos constantemente por mensajes. Todos los dias me lo contaba todo: lo que hacia, lo que no, lo que comia, lo que ahorraba y lo que veia al salir a algun lado. No omitio ningun detalle. Me conto desde como era la mansion hasta como eran las personas que vivian en ella. Adrien Cash era tan rico por herencia familiar e inversiones que meaba en un retrete de oro y se limpiaba el culo con billetes de dolar. Bueno, no; pero nos gustaba hacer ese chiste. Era senador y no tenia esposa porque ella habia muerto en un accidente. El enorme jardin que Henrik cuidaba habia sido el sitio mas querido de su mujer; por esa razon querian mantenerlo y lo trataban como si fuese una especie de altar en su memoria. Ese hombre, Adrien, tenia cuatro hijos: tres de la mujer fallecida y uno fuera del matrimonio, todos varones. Eran chicos malcriados y consentidos, que hacian y deshacian a su antojo. Solo uno de ellos le dirigia la palabra a mi hermano, y unicamente lo hacia porque disfrutaba dificultandole las cosas y molestandolo, porque molestar era lo que mas le motivaba en la vida. Se llamaba Aegan. Aegan hacia cualquier cosa para hacerle la vida imposible a Henrik. Al principio, no resulto muy ingenioso: danaba los arbustos para que culparan a mi hermano de haberlos podado mal; pisaba las flores; echaba basura en lugares limpios y se burlaba de el llamandole <> o <>, entre otros apodos denigrantes. Henrik siempre me decia que tenia la suficiente paciencia para soportarlo, que asi era el mundo, que Aegan solo era demasiado joven y con una vida demasiado facil para entender la magnitud de lo que hacia y decia. Pero yo no lo veia del mismo modo, y comence a odiarlo. Todavia sin conocerlo, detestaba lo que mi hermano me contaba de ese chico cruel. Me sentia impotente la mayoria del tiempo, pero Henrik intentaba tranquilizarme asegurandome que en algun momento se cansaria. Aegan no se canso. Peor aun, aumento el nivel y la gravedad de sus jugarretas. Henrik me llamo una noche a reventar de furia porque Adrien le habia ordenado mantener bien limpia la piscina para un evento especial que tendria lugar esa misma noche. Para asegurarse de ello, se levanto muy temprano y estuvo todo el dia trabajando para dejar el area de la piscina impecable. A las seis de la tarde, se fue a su casa a descansar. A las seis treinta, cuando Adrien llego, la piscina estaba llena de hojas, ramas y tierra, y tenia una tonalidad verdosa semejante al moho. Casi despiden a Henrik. Al final no lo hicieron porque, de alguna manera que no quiso contarme, se descubrio que el responsable de aquel desastre habia sido Aegan, que habia ensuciado la piscina a proposito. El hecho de que no hubieran despedido a Henrik enfurecio a Aegan a unos niveles inimaginables, por lo que desde entonces se dedico a meter a mi hermano en mas problemas constantemente. Cuando Henrik me contaba las humillaciones que los hijos de Adrien Cash le hacian pasar, me llenaba de una rabia apoteosica. Y me enfurecia mucho mas que Henrik dijera que debia aguantarlo porque el dinero que ganaba nos ayudaba de una forma dificil de conseguir con cualquier otro trabajo. Y en verdad nos habia ayudado. Habiamos alquilado una casita en un sitio mejor y logramos empezar a pagar el tratamiento de mama, e incluso se hicieron planes para que yo asistiera a una escuela privada. Pero yo no queria ir a ninguna estupida escuela privada. Lo que yo queria era ir a visitar a Henrik, ver con mis propios ojos a ese tal Aegan, plantarme frente a el y darle un punetazo en la cara para que dejara de ser tan imbecil. Pise la casa Cash un mes antes de que Henrik muriera. Fui sola con un billete de autobus que pague yo misma. Era sabado y mi hermano no se esperaba mi visita. Cuando llegue, me quede parada frente a la enorme verja blanca que marcaba el inicio de los terrenos. Desde alli se veia la gigantesca estructura, erguida con arrogancia bajo un moderno diseno arquitectonico. Debia de tener mas de tres plantas y muchisimas habitaciones, y estaba pintada de blanco con un tejado azul. Era hermosa, pero senti cierto rechazo hacia ella. Ya adentro, resulto que Adrien se habia ido de viaje y se habia llevado a Aegan con el. Aleixandre, Adrik y Regan no estaban, asi que no tuve la oportunidad de enfrentarme a ellos. Henrik me mostro la pequena casita donde vivia, que estaba dentro del terreno de la mansion, pero no muy cerca del edificio principal para que no olvidara que era un simple empleado. Recuerdo que mi primer pensamiento fue: <>, pero a pesar de todo la casita era compacta, simple, muy bonita e incluso acogedora.

  • El heroe del Caribe de Juan Perez-foncea

    https://gigalibros.com/el-heroe-del-caribe.html

    El brillante historial del marino guipuzcoano Blas de Lezo, quien les habia derrotado en anteriores ocasiones, debio haber prevenido a los ingleses. Pero tanta era su superioridad numerica y tan segura veian su victoria que antes de la batalla acunaron una medalla conmemorativa de la toma de Cartagena de Indias. Penoso error. Ese puerto era la llave que abriria a la corona britanica el dominio de toda America y la expulsion de los espanoles. El ataque, llevado a cabo en 1741, se topo sin embargo con una defensa valiente, inteligente y eficaz, que humillo a Inglaterra y prolongo un siglo la potencia naval y territorial de Espana en el Atlantico.

  • El que susurra de Malenka Ramos

    https://gigalibros.com/el-que-susurra.html

  • Mujer abrazada a un cuervo de Ismael Martinez Biurrun

    https://gigalibros.com/mujer-abrazada-a-un-cuervo.html

    Como obsequio por su inminente licenciatura en Medicina, cruz Montenegro recibe de su padre el encargo de investigar un insolito caso que pone en cuestion toda la historia de la epidemiologia europea: un bebe ha muerto con sintomas de peste bubonica en un pueblo del Pirineo, cuatrocientos anos despues del ultimo brote que asolo el valle. En su busqueda, Cruz se adentrara en el misterio de una memoria colectiva en la que todavia laten la leyenda de una maldicion, un romance prohibido, un untador y una extrana figura con rostro de cuervo caminando entre los enfermos.

  • Donde los hombres se atreven de Ariel A. Berretta

    https://gigalibros.com/donde-los-hombres-se-atreven.html

    Una guerra sin cuartel sumerge a Mexico en un bano de sangre.
    Un coronel comprometido con su tierra y un narco sin escrupulos cruzan sus vidas en un final para un solo superviviente.
    Opuestos en sus valores, no tanto en sus ideales, se enfrentan a muerte en lo que termina siendo una guerra personal.
    Esta novela muestra la descomposicion social y politica de un pais asolado por la corrupcion y el narcotrafico, donde la impunidad se construye desde las mas altas esferas del poder.
    Agil, dura y violenta, esta novela mantendra al lector sin aliento desde la primera pagina.

  • Espera a la primavera, Bandini de John Fante

    https://gigalibros.com/espera-a-la-primavera-bandini.html

    America sucumbe a la Gran Depresion. Arturo Bandini, hijo de emigrantes italianos, transita entre la infancia y la adolescencia. Su padre, Svevo, amante del vino y las mujeres, es albanil, pero en pleno invierno apenas hay trabajo y la inactividad lo desespera. Su madre, Maria, es una catolica ferviente, a un tiempo sumisa y feroz. Esperando la primavera crece el joven Arturo, adolescente turbulento que intenta abrirse camino en la vida y sobrevivir cuando el padre abandona el hogar para irse a vivir con una riquisima viuda.

  • Un cafe a la seis, Pilar Munoz Alamo de Pilar Munoz Alamo

    https://gigalibros.com/un-cafe-a-la-seis-pilar-munoz-alamo.html

    <>.

  • El pacto de Michelle Richmond

    https://gigalibros.com/el-pacto.html

    Si una institucion garantizara que tu matrimonio durara para siempre, ?te inscribirias sin conocer la letra pequena?

  • Mala compania (Dime con quien andas 1) de Luz A. Pinzon

    https://gigalibros.com/mala-compania-dime-con-quien-andas-1.html

    Antonia Nieto tiene un lema en la vida: Ser diferente a los demas. No le gusta ser dominada, ni seguir los estandares que la sociedad quiere aplicarle a los jovenes. Sus amistades son singulares; uno drogadicto, otra demasiado chismosa, uno al que le gusta vivir en la ilegalidad y la ultima le teme a hablar en publico. Su vida se ve afectada por el deseo de cambio de uno de ellos, su mejor amigo, Michael Rivera. Despues de confesarle que quiere erradicar su conducta danina, ella enloquece y todo da un giro inesperado.

  • Vidas fragiles de Stephen Westaby

    https://gigalibros.com/vidas-fragiles.html

  • Seduccion: En tus brazos… y huir de todo mal I, Fabiana Peralta de Fabiana Peralta

    https://gigalibros.com/seduccion-en-tus-brazos-8230-y-huir-de-todo-mal-i-fabiana-peralta.html

  • Angel caido de Anyta Sunday

    https://gigalibros.com/angel-caido.html

    Pax Polo es el intrepido guitarrista de Serenity Free.

  • Los cuerpos de la habitacion roja de Inigo Aguas

    https://gigalibros.com/los-cuerpos-de-la-habitacion-roja.html

    Me llamo Eric y tengo tres normas:
    Nadie puede descubrir mi secreto.
    Solo podemos hacer el amor dentro de la habitacion roja.
    Y la mas importante, no voy a enamorarme de el.

  • El destino de Ana H. Murria de Maite R. Ochotorena

    https://gigalibros.com/el-destino-de-ana-h-murria.html

    <>
    INSPIRADA EN HECHOS REALES.
    Que opinan los lectores de esta novela de Intriga y Suspense:

  • Silencio (Don 4) de Pablo Poveda

    https://gigalibros.com/silencio-don-4.html

    Un enjambre de turistas transitaba por la vieja plaza del mercado de la ciudad. La mayoria, visitantes extranjeros, buscaban la foto perfecta delante de la torre del Reloj Astronomico, el reloj medieval mas famoso del mundo. El sol comenzaba su retirada. Eran las siete de la tarde y una gelida brisa soplaba por las terrazas que ocupaban la plaza, bajo la mirada de las coloridas fachadas de influencia gotica y Art Noveau. Sentado en una mesita del Caffe Italia, un restaurante que de italiano solo tenia el nombre, terminaba su agua con gas mientras clavaba la mirada en el edificio de tonos rojizos y pasteles que tenia en frente: la Narodni Galerie. Ricardo Donoso, vestido de traje y con un abrigo de tres cuartos de color negro, pidio la cuenta con un ademan de mano, mientras una pareja de britanicos devoraba un codillo y saciaba su sed con dos cervezas Pilsner de medio litro. La mujer atendia a la pantalla de su telefono, mientras el hombre comia como si no existiera manana. Don los miro seriamente, hasta que la mirada del extrano se cruzo con la suya. La tension se alargo unos segundos, obligando a que este dejara de masticar, pero el arquitecto no vacilo en retirarse. Intimidado, el desconocido regreso a su plato con desaire y sin mediar palabra con la mujer que lo acompanaba. Las religiones occidentales habian instaurado el concepto de que el cielo y el infierno no eran sino lugares a los que se iba una vez muerto. Destinos como consecuencia de nuestras acciones en vida. Sin embargo, Don tenia otra idea. El arquitecto creia en el infierno como un lugar accesible, real, en el que la mayoria de las personas vivian, con suerte, en algun momento de sus vidas o, sin fortuna, para siempre. Por esa misma razon, no podia sentir pena por nadie, ni siquiera por sus victimas. La lastima no era mas que una invencion que postergaba la solucion del problema. Volvio a mirar al matrimonio. Ellos vivian atrapados, como el, en celdas distintas, pero en un mismo lugar. De repente, atisbo un grupo de personas a la salida de la Galeria Nacional. Era el, su objetivo estaba alli y debia ponerse en movimiento. Un hombre alto, de tez bronceada, cabello oscuro peinado hacia un lado y barba frondosa, salia acompanado de dos mujeres esbeltas, otro tipo de piel mas palida y movimientos torpes. Nicos Thalassinos, el cacique griego que los hombres de Velez tenian en el punto de mira desde el inicio de la crisis economica. Tsipras habia prometido destruir a los oligarcas que controlaban los medios del pais, pero solo consiguio que nacieran nuevos. Cuando esto sucedio, Thalassinos apenas rozaba los cuarenta anos, pero habia aprendido rapido las reglas del juego. Su destreza en los negocios, heredada de su padre, un magnate nautico griego; le ayudaron a escalar rapido y adquirir un fuerte poder social y politico. Pero esa no fue la razon por la que los hombres de Velez le habian encargado al arquitecto encontrar al griego. Durante la crisis y las fuertes oleadas de inmigracion que sufrio Grecia, el empresario se aprovecho de imagen publica, dono millones de euros para ayudar a los refugiados y, entre las sombras, introdujo su garra aprovechandose de la desesperacion humana y desarrollando una fuerte red de prostitucion ilegal que llegaba hasta Portugal. Un objetivo facil, a simple vista, pero delicado. Thalassinos conocia el precio de su cabeza, asi como el del silencio de sus clientes mas privilegiados. El encargo de Don era simple: sacarle los nombres de los politicos europeos que le protegian de los tribunales. Empero, nadie le indico si debia quedar vivo. Harto de esperar, introdujo la mano en el bolsillo del pantalon y dejo una moneda de cincuenta coronas en la mesa. Se puso en pie, levanto las solapas del abrigo y camino hacia el museo. Cuando menos se esperaba, el cielo se tenia de rojo. Un BMW de color negro los recogio frente a la entrada del edificio del Ministerio del Desarrollo Regional y se adentro por una estrecha calle empedrada. Don se aproximo a un viejo Mercedes de color blanco que se encontraba vacio y le pidio en ingles que siguiera al coche. El conductor, un checo cercano a la jubilacion, con fuerte olor a cigarrillos y una camisa blanca con cuadros, puso en marcha el contador y siguio la serpiente de coches que atravesaba la calle del casco antiguo. --?Italiano? --Pregunto el chofer mirando por el espejo retrovisor con una ligera sonrisa. El arquitecto guardo silencio y dudo en contestar por diferentes razones. Aquel chofer solo pretendia ser amable, pero le era indiferente. El corazon bombeaba con tanta fuerza que podia sentirlo en la frente. Hacia tiempo que no lograba saciar la necesidad de matar. Despertarse cada manana con la certeza de ser controlado, avivaba su deseo. Por otro lado, le costaba horrores lidiar con ello en silencio desde que su relacion con Marlena habia progresado. Lo mas duro era aceptar que jamas podria contarselo. Ni a ella, ni a nadie. El silencio era su unico aliado. Siempre habia un precio que pagar, penso. --Si --respondio finalmente. Podia haberle explicado que era espanol, pero eso solo lo exponia aun mas, en cualquiera de las situaciones. Ninguno de los dos hombres que estaba en ese vehiculo conocia el final de aquella noche. El taxista balbuceo algo en el idioma vecino, pero Don lo ignoro por completo. Con la mirada siguio el trayecto del coche que iba delante. Los vehiculos abandonaron el casco antiguo para alcanzar la ladera del rio Moldava, que separaba la ciudad en dos, incorporandose a la Ludvik Svobody, una gran avenida de asfalto arropada por los aledanos del parque Lannova y los barcos atracados que funcionaban como locales de ocio en verano. Don miro por la ventanilla y llego a la conclusion de que, en cierto punto, todas las grandes ciudades eran iguales. Aguardo silencioso, expectante por lo que iba a encontrar una vez se bajara del sedan. Mantente concentrado, repetia la voz de Velez en su interior. Jamas creyo que el tono de aquel indeseable le resultara familiar. El vehiculo en el que viajaba el griego con sus acompanantes se detuvo en la entrada de un gran edificio rectangular iluminado y acristalado con espejo. En lo mas alto, luces rosadas alumbraban el cielo. --Aha... --dijo el taxista mientras reducia la velocidad--. Hotel Hilton Prague, signore. En efecto, penso el arquitecto. Miro el contador y saco un billete de doscientas coronas. Acto seguido vio salir a su victima junto a las dos mujeres. El otro tipo se quedo en el interior del coche. Dos obstaculos. Era parte del plan de Thalassinos. Deshacerse de ellas no seria muy dificil. --Dekuji --respondio el espanol haciendo uso de las palabras en checo que habia aprendido para su viaje y le entrego el billete. El taxista senalo al contador para explicarle que le habia dado de mas, pero Don levanto la mano. --Dekuji... --murmuro asombrado gratamente sin rechistar. Cuando vio como el empresario desaparecia tras la puerta giratoria del hotel, salio al exterior y cerro de un portazo el viejo coche aleman. Decidido, camino hacia el interior del edificio escuchando el ruido de la suela de sus zapatos bajo el gelido sosiego de la noche. Asi como por fuera el hotel parecia un bloque hermetico, el interior revelaba el porque de su forma. Era extrano, atipico y con un sobrecargado aspecto futurista, como si estar alli dentro perteneciera a otro lugar. Don recordo algunas ciudades de Oriente Medio en las que los centros comerciales se convertian en autenticas pequenas ciudades ficticias. Suelo de marmol blanco, palmeras de decoracion, luz tenue de tonos rosados y unas escaleras subian hasta la primera planta. Los alrededores estaban formados por las ventanas interiores de las habitaciones, apiladas en torres blancas de mas de diecisiete alturas. Cuando el espanol alzo la mirada al firmamento, no vio mas que un techo formado por vigas de hierro y una gran bola de acero dividida en laminas que formaba parte de la decoracion. Sin duda, un lugar estridente para los sentidos con un exceso de modernidad. A lo lejos, vislumbro las tres figuras humanas caminar hacia los ascensores. Tomo aire y se dirigio hacia ellos. No temia que lo descubrieran, pues nadie sabia quien era el y por eso iba a realizar su trabajo con eficacia. Cuando el ascensor llego, las puertas se abrieron y el empresario espero a que entraran las dos mujeres, ambas checas y mas jovenes que el. Entonces, las miradas de los varones se cruzaron por un instante.

  • Hasta que la muerte los presente de J. R. La Cruz

    https://gigalibros.com/hasta-que-la-muerte-los-presente.html

    Cuando la realizacion de nuestros suenos es solicitada al Universo con contundente fe y amor, irremediablemente aparece la magia de lo desconocido y lo mistico (lo que algunos llamarian: "intervencion divina"), para transformarnos la vida con su particular y unica manera que, ademas de dejarnos el cambio como huella de su paso, nos deja las anecdotas que lo hicieron posible. Es por ello que cito las repetidas e inagotables palabras de mi querida madre: "Que sea lo que Dios quiera, como Dios quiera y cuando Dios quiera, porque para bien o para mal, solo el lo sabe...". Exceptuada la mencion de algunos lugares, todos los personajes y lugares de este libro son ficticios. Exceptuada la mencion de algunos lugares, todos los personajes y lugares de este libro son ficticios. HASTA QUE LA MUERTE LOS PRESENTE Siempre he creido en el amor, como negarlo si soy una romantica sonadora que ama compartir, en especial aquellas cosas intangibles que llamamos tiempo, historias o anecdotas, porque todos en algun momento hemos requerido atencion o compania, y por supuesto, somos autores y protagonistas de una inconmensurable cantidad de recuerdos e historias que sin duda marcan un antes y un despues, como lo fue para mi casarme con el amor de mi vida. Un sueno absolutamente normal y corriente como el que cualquiera pudiera tener, pero con un previo desenlace que lo hace verdaderamente especial. Me refiero a la forma en como lo conoci: singular, unica, excepcional. Razon por la cual agradezco a Dios y al Universo, no solo por los hilos invisibles que movieron para ponerme justo donde me encuentro ahora, sino por ese tan "inesperado encuentro” que me sacudio como nunca nada ni nadie lo habia hecho, tanto asi, que hasta el dia de hoy me sigo preguntando por que a mi, y por que de esa manera, porque de seguro debe haber millones de mujeres en el mundo aguardando por algo similar, algo que les sacuda el piso y les cambie la vida para siempre, y para mucho mejor. Sin embargo, no todo fue siempre asi, lleno de fortuna. A temprana edad me toco entender que la vida puede ser severa con unos mas que con otros, ya que por desgracia, cuando tan solo tenia seis anos de edad sufrimos un desafortunado, tragico y lamentable accidente que dejo como resultado la perdida de mi hermanito mayor, mas una lesion que por anos mantuvo a mi padre inhabilitado, especificamente entre una silla de ruedas y un par de muletas, un suceso que condujo a mis padres a una inevitable depresion que termino convirtiendolos en sobreprotectores para conmigo. Aunado a ello, me diagnosticaron ambliopia (comunmente conocida como ojo vago) a los siete anos. A su vez, sufri de asma desde los seis hasta la adolescencia y fui operada de las amigdalas a los diez, sin mencionar la rubiola, lechina y el sarampion que religiosamente padeci. Para cuando tenia doce anos ya era amiga de varias enfermeras y algunos medicos del ambulatorio, ademas de la risuena recepcionista Matilde, a quien le estare infinitamente agradecida por la desprendida ayuda que me brindo cuando mas la necesite, una mujer a la que considero una gran amiga, y que de hecho, les aseguro que aun sigue ejerciendo con el mismo entusiasmo y amor la misma ocupacion, ahora en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, en Cucuta, mi querida ciudad natal. De manera que no habia siquiera llegado a la pubertad cuando ya comprendia un monton de cosas, en especial lo que era una familia, las responsabilidades, lo que realmente implicaba un matrimonio, y en consecuencia, lo que era el amor, y eso se lo debo a mis queridos padres, quienes seran siempre mi mayor referencia, mi mas grande inspiracion y mi motivo, no solo por Siempre he creido en el amor, como negarlo si soy una romantica sonadora que ama compartir, en especial aquellas cosas intangibles que llamamos tiempo, historias o anecdotas, porque todos en algun momento hemos requerido atencion o compania, y por supuesto, somos autores y protagonistas de una inconmensurable cantidad de recuerdos e historias que sin duda marcan un antes y un despues, como lo fue para mi casarme con el amor de mi vida. Un sueno absolutamente normal y corriente como el que cualquiera pudiera tener, pero con un previo desenlace que lo hace verdaderamente especial. Me refiero a la forma en como lo conoci: singular, unica, excepcional. Razon por la cual agradezco a Dios y al Universo, no solo por los hilos invisibles que movieron para ponerme justo donde me encuentro ahora, sino por ese tan "inesperado encuentro” que me sacudio como nunca nada ni nadie lo habia hecho, tanto asi, que hasta el dia de hoy me sigo preguntando por que a mi, y por que de esa manera, porque de seguro debe haber millones de mujeres en el mundo aguardando por algo similar, algo que les sacuda el Sin embargo, no todo fue siempre asi, lleno de fortuna. A temprana edad me toco entender que la vida puede ser severa con unos mas que con otros, ya que por desgracia, cuando tan solo tenia seis anos de edad sufrimos un desafortunado, tragico y lamentable accidente que dejo como resultado la perdida de mi hermanito mayor, mas una lesion que por anos mantuvo a mi padre inhabilitado, especificamente entre una silla de ruedas y un par de muletas, un suceso que condujo a mis padres Aunado a ello, me diagnosticaron ambliopia (comunmente conocida como ojo vago) a los siete anos. A su vez, sufri de asma desde los seis hasta la adolescencia y fui operada de las amigdalas a los diez, sin mencionar la rubiola, lechina y el sarampion que religiosamente padeci. Para cuando tenia doce anos ya era amiga de varias enfermeras y algunos medicos del ambulatorio, ademas de la risuena recepcionista Matilde, a quien le estare infinitamente agradecida por la desprendida ayuda que me brindo cuando mas la necesite, una mujer a la que considero una gran amiga, y que de hecho, les aseguro que aun sigue ejerciendo con el mismo entusiasmo y amor la misma De manera que no habia siquiera llegado a la pubertad cuando ya comprendia un monton de cosas, en especial lo que era una familia, las responsabilidades, lo que realmente implicaba un matrimonio, y en consecuencia, lo que era el amor, y eso se lo debo a mis queridos padres, quienes seran siempre mi mayor referencia, mi mas grande inspiracion y mi motivo, no solo por toda la entrega que le pusieron a mi crianza, sino por su tan particular historia de amor (el pobre, ella rica), que sin mala intencion moldeo gran parte de mi manera de pensar, convirtiendome en una mujer de bien, autentica sonadora y fiel creyente del amor. Por fortuna, tambien comprendi a temprana edad lo que era una formacion academica y la pasion por el ejercicio de algo que se ama, pues claramente se estaba desarrollando en mi una inclinacion hacia la asistencia medica, por lo que, literalmente, antes de hacerme senorita, sabia con exactitud a que queria dedicarme en mi adultez y como queria vivirla. Pero lo que mas habia anhelado, era encontrar pronto el amor de mi vida, casarme con el y formar una familia con voluntad y amor, de la misma manera que lo hicieron mis padres. Por desgracia, no fue asi. Basicamente tuve que ver a mis amistades tener novios y novias, salir juntos de paseo, tomarse de la mano y hasta besarse mientras yo hacia de chaperona, simulando poca importancia al hecho. Aunque debo admitir, y en honor a la verdad, que tenia algo en particular que tal vez jugo en mi contra: era un poquito nerd. Me gustaba estudiar y obtener buenas calificaciones, usaba lentes y era de poco hablar. En tal sentido, innecesariamente me mortifique tratando de comprender las razones de mi solteria mas alla de mis lentes y mis libros, justificarlas con base en lo real quiza, no lo se. Lo que si se, es que por fea no era, creci escuchando las palabras: que nina tan bella. Que cabello. Que ojos tan hermosos. Dios la cuide. Y por supuesto, el elogio que mas me gustaba: cuando seas grande te van a llover los pretendientes. Lo cual en algun momento me condujo a una seria reflexion, ya que en un abrir y cerrar de ojos habia llegado a la post adolescencia, viviendo solo de la ilusion y la fantasia, sin siquiera saber como se sentia que me dedicaran una cancion, que me escribieran una carta de amor, un poema, ni recibir un beso del chico que me gustaba. Era desdichada en ese sentido, no lo voy a negar, pero infinitamente bendecida en muchos aspectos mas, pertenecia a una familia de clase media alta, con unos padres increiblemente maravillosos y una extraordinaria amiga que, aunque en ocasiones me avergonzaba, nunca dejo de ser leal: Vanesa De Santis. Cuando ella tenia diecisiete y yo dieciseis anos, conocimos a un extrano personaje hasta ahora inolvidable. Una celebridad que irremediablemente se convirtio en el pilar de esta fascinante historia que con amor les quiero compartir. Me refiero a la mujer mas intrigante que haya conocido, intimidaba por su tamano, pero tenia un modo unico y particular de calmarnos: la picardia en su mirada y el sonido de sus incontables pulseras mientras barajaba las cartas, ademas de su caracteristico acento, similar al cubano con costeno y su personalidad tan extravagante como su vestimenta. "La Negra Pitonisa", como hacia llamarse, me mostro un camino que por anos olvide que debia recorrer y logro sellar, a su manera, esta singular historia de amor con las siguientes palabras: "El amor de tu vida estara mas cerca de ti de lo que te puedas imaginar... pero sera invisible a toda la entrega que le pusieron a mi crianza, sino por su tan particular historia de amor (el pobre, ella rica), que sin mala intencion moldeo gran parte de mi manera de pensar, convirtiendome en Por fortuna, tambien comprendi a temprana edad lo que era una formacion academica y la pasion por el ejercicio de algo que se ama, pues claramente se estaba desarrollando en mi una inclinacion hacia la asistencia medica, por lo que, literalmente, antes de hacerme senorita, sabia con exactitud a que queria dedicarme en mi adultez y como queria vivirla. Pero lo que mas habia anhelado, era encontrar pronto el amor de mi vida, casarme con el y formar una familia con voluntad y amor, de la misma manera que lo hicieron mis padres. Por desgracia, no fue asi. Basicamente tuve que ver a mis amistades tener novios y novias, salir juntos de paseo, tomarse de la mano y hasta besarse mientras yo hacia de chaperona, simulando poca importancia al hecho. Aunque debo admitir, y en honor a la verdad, que tenia algo en particular que tal vez jugo en mi contra: era un poquito nerd. En tal sentido, innecesariamente me mortifique tratando de comprender las razones de mi solteria mas alla de mis lentes y mis libros, justificarlas con base en lo real quiza, no lo se. Lo que si se, que nina tan bella. Que cabello. Que ojos cuando seas grande Lo cual en algun momento me condujo a una seria reflexion, ya que en un abrir y cerrar de ojos habia llegado a la post adolescencia, viviendo solo de la ilusion y la fantasia, sin siquiera saber como se sentia que me dedicaran una cancion, que me escribieran una carta de amor, un poema, ni recibir un beso del chico que me gustaba. Era desdichada en ese sentido, no lo voy a negar, pero infinitamente bendecida en muchos aspectos mas, pertenecia a una familia de clase media alta, con unos padres increiblemente maravillosos y una extraordinaria Cuando ella tenia diecisiete y yo dieciseis anos, conocimos a un extrano personaje hasta ahora inolvidable. Una celebridad que irremediablemente se convirtio en el pilar de esta fascinante historia que con amor les quiero compartir. Me refiero a la mujer mas intrigante que haya conocido, intimidaba por su tamano, pero tenia un modo unico y particular de calmarnos: la picardia en su mirada y el sonido de sus incontables pulseras mientras barajaba las cartas, ademas de su caracteristico acento, similar al cubano con costeno y su personalidad tan extravagante como su vestimenta. "La Negra Pitonisa", como hacia llamarse, me mostro un camino que por anos olvide que debia recorrer y logro sellar, a su manera, esta singular historia de amor con las El amor de tu vida estara mas cerca de ti de lo que te puedas imaginar... pero sera invisible a tus ojos... y permaneceran asi, casi desconocidos, hasta que la muerte los presente". tus ojos... y permaneceran asi, casi desconocidos, hasta que la muerte los presente". SABADO 9 DE AGOSTO DE 1980 SAN JOSE DE CUCUTA, COLOMBIA. Era un dia prometedor para una chica de casi diecisiete anos de edad. Esa manana me levante sonriente, feliz, estaba emocionada, aunque debo admitir que tambien tenia un poquito de nervios, nunca habia salido sola, y mucho menos de noche, siempre fue en compania de alguno de mis padres, de los padres de otro o en grupo. En esta ocasion seriamos solo mi mejor amiga y yo disfrutando por primera vez de esa sensacion de libertad que genera el no tener a un padre o representante vigilante y protector, sino mas bien gozando del privilegio de ser nosotras mismas, haciendo lo que se nos antojara en el momento (siempre y cuando fuese sano y divertido para ambas, claro esta), y por supuesto, apegadas a las insistentes y repetidas sugerencias de Maria Esperanza, mi querida y abnegada madre, una extraordinaria mujer con principios y estudios (maestra titulada pero dedicada al hogar), amorosa y excelente cocinera: ya sabes, Sofia, siempre juntas, no se vayan a separar, no confien en nadie, y portense bien; mientras que mi querido padre, como siempre mas calmado que ella, solo me pidio una cosa: hija, por favor, no llegues tarde. Una peticion que ahora es cuando vengo a comprenderla del todo, en especial por el recalcado "por favor". Y es que hay que ser padre para saber lo que se siente. Ernesto Jose Cardenas, hombre fuerte, luchador, amoroso, honesto y servicial, descendiente de padres campesinos, es sin duda uno de los hombres a quien mas admiro, amo y respeto. Era ayudante de su padre, quien trabajaba como capataz en una finca, especificamente para la familia Pereira. Aprendio a trabajar las tierras, y se esmero bastante en la construccion, pues por anos, todos los establos y las remodelaciones de los inmuebles de sus patrones las hicieron ellos mismos. Pero lo inevitable sucedio. Ernesto se enamoro perdidamente de la hija del jefe de su padre, una inalcanzable mujer (como le decian sus cercanos) que lo motivo a superarse mas alla de lo que cualquiera pudo haberse imaginado, demostrandole su infinito amor de incontables maneras, tanto a la familia como a quien en un principio fuera Maria Esperanza Pereira Garcia, para un par de anos mas tarde convertirse en dona Maria Esperanza de Cardenas. Dicho esto, como todo en la vida requiere de algun tipo de sacrificio, esa manana mis padres decidieron asignarme una serie de tareas domesticas que debia cumplir para poder salir en la noche, cosa que no me quito la sonrisa ni la voluntad, ya que no eran actividades de otro mundo y practicamente estaba acostumbrada a colaborar con los quehaceres de la casa, ademas, como reza el dicho: sarna con gusto no pica. De manera que lejos de enfadarme, saque provecho de la situacion para ocupar mi mente, distraerme un poco hasta que se hiciera la hora del encuentro. Y como hasta ahora acostumbro hacer, me puse mis galas especiales de hacer oficio (que de seguro mas de una debe tenerlas, en mi caso eran unas licras rotas con una vieja y estirada franela), puse Era un dia prometedor para una chica de casi diecisiete anos de edad. Esa manana me levante sonriente, feliz, estaba emocionada, aunque debo admitir que tambien tenia un poquito de nervios, nunca habia salido sola, y mucho menos de noche, siempre fue en compania de alguno de mis padres, de los padres de otro o en grupo. En esta ocasion seriamos solo mi mejor amiga y yo disfrutando por primera vez de esa sensacion de libertad que genera el no tener a un padre o representante vigilante y protector, sino mas bien gozando del privilegio de ser nosotras mismas, haciendo lo que se nos antojara en el momento (siempre y cuando fuese sano y divertido para ambas, claro esta), y por supuesto, apegadas a las insistentes y repetidas sugerencias de Maria Esperanza, mi querida y abnegada madre, una extraordinaria mujer con principios y estudios ya sabes, Sofia, siempre mientras que mi querido hija, por favor, no llegues Una peticion que ahora es cuando vengo a comprenderla del todo, en especial por el Ernesto Jose Cardenas, hombre fuerte, luchador, amoroso, honesto y servicial, descendiente de padres campesinos, es sin duda uno de los hombres a quien mas admiro, amo y respeto. Era ayudante de su padre, quien trabajaba como capataz en una finca, especificamente para la familia Pereira. Aprendio a trabajar las tierras, y se esmero bastante en la construccion, pues por anos, todos los establos y las remodelaciones de los inmuebles de sus patrones las hicieron ellos mismos. Pero lo inevitable sucedio. Ernesto se enamoro perdidamente de la hija del jefe de su padre, una inalcanzable mujer (como le decian sus cercanos) que lo motivo a superarse mas alla de lo que cualquiera pudo haberse imaginado, demostrandole su infinito amor de incontables maneras, tanto a la familia como a quien en un principio fuera Maria Esperanza Pereira Garcia, Dicho esto, como todo en la vida requiere de algun tipo de sacrificio, esa manana mis padres decidieron asignarme una serie de tareas domesticas que debia cumplir para poder salir en la noche, cosa que no me quito la sonrisa ni la voluntad, ya que no eran actividades de otro mundo y practicamente estaba acostumbrada a colaborar con los quehaceres de la casa, ademas, como reza el dicho: sarna con gusto no pica. De manera que lejos de enfadarme, saque provecho de la situacion para ocupar mi mente, distraerme un poco hasta que se hiciera la hora del encuentro. Y como hasta ahora acostumbro hacer, me puse mis galas especiales de hacer oficio (que de seguro mas de una debe tenerlas, en mi caso eran unas licras rotas con una vieja y estirada franela), puse un poco de musica para animar el ambiente y me entregue a la faena, especialmente con una cancion con la que me identificaba y que gustaba bastante en la epoca, la cual repeti hasta el cansancio: Camilo Sesto, Vivir asi es morir de amor. Como olvidarla. Y es que debo confesarles algo, creo que como muchas chicas, por anos estuve enamorada en silencio de uno de mis companeros de clases, el mas guapo del salon, siempre lucia impecable, olia rico, todos querian estar con el cuando nos organizaban en grupos, incluso, era uno de los mas populares del colegio, inalcanzable para una chica a la que se le hacia mas facil leer una enciclopedia medica que hablar con un chico. Pero ojo, no era que no tuviese habilidades para socializar, porque siempre las he tenido, el problema era solo con el, me invadian los nervios y basicamente me frenaban dos cosas: quedarme muda, o reirme sin razon.

  • Alguien especial de Andrea Munoz Majarrez

    https://gigalibros.com/alguien-especial.html

    Aquella tarde del mes de marzo, en la que el cielo estaba cubierto de nubes, el pub Mackenzie se preparaba para una importante celebracion. El dueno, Dan Mackenzie, por fin se jubilaba y dejaba el negocio en manos de sus dos unicos hijos, Duncan, de treinta y dos anos, y Ronald, al que todos llamaban Ron, de treinta y cinco. Con mucho trabajo y esfuerzo, Dan Mackenzie mantuvo el negocio a flote despues de que su padre, John, se jubilara. Este a su vez lo habia heredado de su padre, Maxim, que fundo el pub en 1908. Dan lo convirtio en un lugar de encuentro que recibia tanto a habitantes de Edimburgo como a turistas venidos de diferentes partes del mundo, ofreciendo una variedad de platos y bebidas tradicionales de Escocia, en un entorno calido y hogareno. El pub estaba situado en Castle Street, en la New Town, justo al lado de los Princes Gardens, uno de los puntos mas emblematicos de la ciudad, asi que la localizacion era perfecta. Lo malo era que habia mucha competencia, porque aquella zona estaba llena de restaurantes, cafeterias y pubs. Sin embargo, tenian clientes fijos, que a su vez invitaban a otros. Todo el personal siempre procuraba que aquel que viniera por primera vez, tuviera ganas de volver. Ayudaba mucho el ambiente agradable y familiar que se respiraba en el lugar, y la buena labor de la cocinera, Kim, una virtuosa de la cocina. Todo sumado en conjunto, daba como resultado un negocio prospero, donde todos los que trabajaban alli estaban contentos. Para Ron y para Duncan aquella era su casa. Pasaban mas horas en el pub que en sus respectivas viviendas. A pesar de que los hermanos Mackenzie tuvieron una infancia feliz, sufrieron un duro golpe. Janis Mackenzie, su madre, fallecio de cancer cuando Ron y Duncan eran muy pequenos, algo que dejo devastado a Dan, que amaba a su esposa con todo su corazon. Fue entonces, cuando Dan se encerro en si mismo, y se volvio un hombre serio y reservado, que solo se preocupaba del trabajo y de sus hijos. Duncan era demasiado joven entonces y apenas recordaba a Janis. No obstante, para Ron y para el, habia una persona a la que consideraban su madre, porque habia ejercido ese papel con diligencia y amor incondicional. Se trataba de Maggie, la pareja de su padre. Ella fue la que, tras la muerte de Janis, curo el corazon destrozado de Dan, y crio a Ron y Duncan como si fueran hijos suyos. Dan y Maggie no se habian casado, pero convivian desde hacia casi treinta anos. Tanto Duncan como Ron le habian recriminado a su padre que no formalizara las cosas, pero a Maggie parecia no importarle. Ella estaba bien asi, y les habia dicho muchas veces que no necesitaba ningun documento para demostrarle al mundo que ella era una Mackenzie. Maggie seguira trabajando en el pub como una especie de mentora, hasta que se jubile. En el equipo tambien estaba Murray, un chaval joven, de unos veinte anos, estudiante, que trabajaba a tiempo parcial alli para pagarse los estudios, y Tess, que llevaba ya cuatro anos trabajando con ellos. Hoy celebraban la jubilacion de Dan Mackenzie, pero hace pocos dias, tuvieron otra celebracion: El quinto aniversario de boda de Ron y su esposa, Phoebe. Cuando se conocieron, daba la impresion de que no tenian nada en comun, pero con el tiempo, ambos se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. Phoebe es una mujer alta, con una melena larga pelirroja rizada, y unos bonitos ojos grises. Trabaja como administrativa en una empresa de publicidad, cuya oficina estaba muy cerca de alli. Es una avida lectora de novela romantica a la que le entusiasma todo lo relacionado con la magia y los temas de misterio. Tiene amigos de todo tipo y condicion, que dan cierto nivel de versatilidad al pub. Ese dia, vino acompanada de su amiga Robin, una mujer alta, rubia, con los ojos verdes, que suele llevar un variopinto vestuario elaborado a base de telas de colores, combinado con un look oriental. Es una especie de pitonisa aficionada al tarot y las ciencias ocultas, a la que le gusta leer las palmas de las manos. Siempre habia alguien interesado en que le leyera el futuro. Duncan, sin embargo, no creia en esas cosas. Todo estaba preparado para recibir al invitado de honor, que desconocia la fiesta sorpresa que le tenian preparada. Solo faltaba la novia de Duncan, Gwen, que ya llegaba tarde, como siempre. Llevaban juntos practicamente toda la vida. Se conocieron en el instituto. El jugaba al rugby y ella era una de las chicas populares. Enseguida se enamoraron, y desde entonces, no se separaron. Cuando Duncan dejo el rugby debido a una lesion, y comenzo a estudiar hosteleria, ella estuvo a su lado. Cuando ella se graduo en la universidad, obteniendo un titulo de Empresariales, el acudio emocionado a su graduacion. Y finalmente, despues de muchos anos, se fueron a vivir juntos. Duncan se sentia el hombre mas afortunado del mundo por tener a Gwen a su lado. Era una mujer maravillosa, guapa, con un cuerpo escultural, carinosa, traviesa y seductora. Tenia una mente brillante y siempre sabia lo que habia que hacer en cada momento. Tenia todo bajo control. Incluso a su novio, que estaba loco de amor por ella. Despues de muchos meses, Duncan habia conseguido ahorrar para poder comprarle un anillo de compromiso. Al dia siguiente iria con Phoebe para que le asesorara. Confiaba plenamente en su criterio. Aunque hay que aclarar que Phoebe no sentia demasiada estima por Gwen, de hecho, le caia bastante mal. Sin embargo, procuraba disimularlo porque apreciaba a Duncan. Este estaba empezando a impacientarse, asi que decidio llamar a Gwen, porque su padre estaba a punto de llegar y aun no habia aparecido. Al llamar, comprobo que tenia el telefono apagado, algo muy extrano. Ahora si que estaba inquieto. ?Le habria ocurrido algo? Como aun quedaba un poco de tiempo, y su casa no estaba lejos, decidio ir a buscarla. --Ron, tengo que ir un momento a casa. Su hermano lo miro frunciendo el ceno. --Duncan, papa esta a punto de llegar. ?Para que tienes que ir a casa ahora? --Es que Gwen aun no ha llegado, y tiene el telefono apagado. No se si le ha pasado algo, asi que voy a comprobarlo. Volvere antes de que llegue papa, te lo prometo--contesto mientras salia por la puerta. Ron no dijo nada en respuesta. Instantes despues, Duncan ya estaba caminando calle arriba en direccion a su casa. En cuanto llego, abrio la puerta y entro en el apartamento. --?Gwen? ?Estas en casa? Parecia que no habia nadie, pero observo que el abrigo de Gwen estaba aun colgado en el perchero de la entrada. Justo al lado, habia otro abrigo que no habia visto antes. De repente, su pulso se acelero. En ese momento, pudo escuchar un ruido proveniente del fondo del pasillo, donde estaban las habitaciones. Camino despacio, con inquietud. A medida que se acercaba, el sonido era mas claro, y pudo distinguir lo que era. Unos gemidos de mujer. Temblo en ese instante pensando lo peor. ?Estaria en lo cierto o eran imaginaciones suyas? Finalmente, llego a la puerta de la habitacion y la abrio de golpe. Y entonces deseo no haberlo hecho. Gwen estaba desnuda, sentada a horcajadas sobre un tipo al cual no habia visto nunca. Los dos le miraron, horrorizados, con los ojos muy abiertos. El trago saliva, y apreto la mandibula y los punos. Tenia unas ganas terribles de pegarle una paliza a ese hombre. Pero al mirar a Gwen, algo le detuvo. Una tremenda sensacion de dolor y tristeza se apodero de el. Empezo a retroceder lentamente, y de repente, perdio la nocion del tiempo y del espacio. Gwen se levanto, y le persiguio por el pasillo, con su cuerpo cubierto por una sabana, diciendole que no era lo que parecia. Lo que suele decirse cuando te han pillado. Duncan tuvo ganas de echarse a reir ante semejante justificacion. ?Que no era lo que parecia? !Pero si estaba gimiendo de placer, desnuda, cabalgando sobre ese tipo, como habia hecho tantas veces con el en todos esos anos! Duncan jamas se habria imaginado que Gwen le enganaria, y que encima le tomara por idiota. No quiso escucharla, no queria saber mas, solo deseaba desaparecer. Salio por la puerta, y no supo como llego al pub. Su padre acababa de entrar, sonriente y feliz ante la maravillosa sorpresa que le habian preparado. Duncan disimulo como pudo, y se acerco a el, poniendo la mejor de sus sonrisas. Pero a su padre no podia enganarle. Agarro su rostro entre sus manos, y pregunto con gesto serio: --Duncan, ?estas bien? ?ha ocurrido algo? El nego energicamente con la cabeza. No iba a estropearle aquel momento tan especial. Ya se lo contaria en otro momento. --Todo esta bien, papa, de verdad--contesto, sonriente, a pesar de que estaba sangrando por dentro. La fiesta continuo hasta muy tarde, entre risas y charlas distendidas. En un momento dado, Duncan hablo con Ron y le pidio que le dejara quedarse en su casa un tiempo. Cuando le explico la situacion, a Ron parecio no sorprenderle, ni a Phoebe tampoco. Por lo visto, ellos intuian que Gwen no era lo que parecia a simple vista. Mas tarde, cuando tuvo ocasion de conversar con su padre y contarle todo, este no dijo nada, solo se limito a escucharle, y a darle animos como bien pudo, al igual que Maggie. A ellos tampoco les gustaba Gwen. Dos dias despues, Gwen y el quedaron para hablar de los terminos de la ruptura. Ella ya habia llevado sus cosas a la casa de su flamante nuevo novio, que era un alto ejecutivo de una empresa, rico y poderoso. --Entiendelo, Duncan. Nunca quise hacerte dano. Pero no pude evitarlo. Me enamore. Surgio sin mas--le explico. Duncan no le dijo lo que verdaderamente pensaba, porque, a pesar de todo, aun la seguia queriendo. Cuando has querido a alguien con toda tu alma, eso no se olvida en dos dias. --Te deseo lo mejor, Duncan. De verdad--dijo acariciandole la mano, como solia hacer siempre. Ese gesto, que antes le encantaba, ahora le daba escalofrios. Se sentia estupido e impotente. ?Como habia sido capaz de entregarse durante todos aquellos anos a alguien asi? ?A alguien a quien su amor le importaba poco? Todos sus planes de futuro con ella se habian ido al traste. Duncan queria formar una familia, tener ninos. Pero parece ser que el no entraba en los planes de Gwen. ?Como habia estado tan ciego? A partir de ese dia, Duncan cubrio su corazon con una solida coraza y lo cerro con un fuerte candado. No volveria a enamorarse de nadie. El amor era un invento del cine y de la literatura. Algo irreal en un mundo lleno de egoistas. El trabajo, su familia y sus amigos se convirtieron en el centro de su mundo. Nada de amor, solo sexo cuando surgiera la ocasion. Volvio al trabajo con toda la energia que pudo reunir, porque aun se sentia un poco abatido. Nadie de su entorno volvio a mencionar el nombre de Gwen, permitiendo asi que el trance fuera mas llevadero. El tiempo haria el resto. Capitulo 1 Edimburgo, un ano despues. Eran las siete de la manana y Duncan se preparaba para ir a trabajar. Estaba mirandose en el espejo, terminando de arreglarse, mientras pensaba en su cita de la noche anterior. Se llamaba Clare, era una mujer preciosa, alta, rubia, con los ojos grises y con unas medidas perfectas. Se habian conocido unos dias atras, a traves de un amigo comun, y al principio, le parecio una mujer agradable y simpatica. Sin embargo, lo que prometia ser una velada fantastica, acabo siendo un largo camino hacia el aburrimiento. Clare resulto ser una mujer superficial, que solo hablaba de si misma. Ademas, tenia un caracter un tanto insoportable. Cuando llegaron al restaurante, que era de un conocido suyo, se comporto como una nina malcriada. Empleaba muy malas formas para dirigirse a los camareros, como si fueran sus esclavos, encontraba defectos en todo, y en cuanto a conversacion, lo dicho, solo hablaba de lo que a ella le gustaba. Al final, a Duncan incluso le parecio fea. Perdio el interes por completo, y se alegro de no volver a verla. Desde que rompio con Gwen, la dinamica siempre habia sido la misma. Salia con muchas mujeres, pero nunca de forma seria. Duncan no estaba abierto al amor, solo a encuentros apasionados y casuales. En alguna ocasion, pensaba fugazmente en Gwen, pero cada vez menos. Al final, el tiempo habia puesto las cosas en su sitio, y ya no estaba enamorado de ella, aunque su corazon seguia cerrado. Finalmente, se dirigio al pub. Ya estaba Ron en la puerta, abriendo el negocio. Se tomaron un cafe y algo para desayunar, como siempre hacian antes de abrir, y enseguida se pusieron manos a la obra para atender a los primeros clientes. El primero en llegar fue el senor Barron, un hombre mayor, ya jubilado, que solia desayunar alli todos los dias. Era otro cliente habitual, divertido y dicharachero, que siempre tenia cosas que contarles. Sobre todo, le gustaba hablar de politica y de deportes. Ojeaba el periodico, les contaba como estaba el mundo, y despues, el daba su opinion, aportando su propia solucion a algun conflicto internacional. Casi siempre proponia una buena juerga con whisky y comida, para poner punto y final a una guerra. Asi de sencillo.

  • Huyendo de Mister Lunes de Lighling Tucker

    https://gigalibros.com/huyendo-de-mister-lunes.html

    Lucia no esperaba que su vida pudiera cambiar tan drasticamente en una noche. Su amiga, Amaya, quiso que fuera su acompanante en la fiesta posterior al estreno mundial de su pelicula.
    No estaba muy convencida porque se sentia como pez fuera del agua rodeada de camaras y de actores famosos, pero no podia defraudarla en el momento mas importante de su carrera.
    Y, en un baile de mascaras inspirado en la pelicula, aparecio el: Lunes.
    ?Y por que Lunes?
    Pues porque podia ser atractivo y tener el cuerpo perfecto y al mismo tiempo conseguir hacer de su vida una hecatombe nuclear. Ademas, huir ya no es una opcion porque consigue atraparla.
    <<--Tengo miedo de que la prensa sepa de mi. Alguna psicotica averiguara mi direccion y vendra a matarme o se llevara a mi gato para devolvermelo a trozos.
    --Carino, tu no tienes gato.>>
    Si odias los Lunes no puedes perderte la novela que hara que cambies de parecer con el primer dia de la semana.
    No volveras a verlos igual.

  • Proteger a una dama (Baile de mascaras 2) de Alexia Seris

    https://gigalibros.com/proteger-a-una-dama-baile-de-mascaras-2.html

    William Carmichael, octavo conde de Tillshire, es un hombre que se siente culpable por sus errores del pasado y que ha sido traicionado mas veces de las que le gustaria admitir. Ha perdido todo el interes por la vida tal y como la conoce. Por eso es el primer sorprendido cuando se erige como paladin de una dama que claramente esta en serios apuros.

  • La borde y dulce Lai de Monica Benitez

    https://gigalibros.com/la-borde-y-dulce-lai.html

    Ni siquiera habia terminado de acomodarme en mi nuevo apartamento y ya estaban llamando a la puerta, si despues de seis dias viviendo alli, los vecinos ya se tomaban la libertad de molestarme tal vez deberia optar por no acabar mi mudanza y elegir otro lugar. Mire el reloj, las nueve de la manana. <> El timbre volvio a sonar, esta vez dos veces, lo odiaba, no soportaba a la gente impaciente. Salte de la cama y me asegure de que llevaba unos minimos de ropa, esa noche me habia aliviado un par de veces y no era plan de abrir en pelotas. Tras observar que mis bragas seguian en su sitio, introduje mi mano en la montana de ropa que habia acumulado encima del sillon durante esos dias y me puse una camiseta de manga corta. El timbre volvio a sonar. --!Ya voy!--grite. De camino a la puerta me tropece con una de las pocas cajas que habia en el comedor, no era que no hubiese tenido tiempo de acabar la mudanza, simplemente no me habia molestado en hacerla, abria las cajas conforme iba necesitando las cosas. Tuve que saltar por encima para evitar caerme. <> Por fin llegue a la puerta y cometi el error de no mirar por la mirilla primero, si lo hubiera hecho no hubiera abierto, pero ahora ya era tarde. --Hola Lai--dijo con una expresion de remordimiento dibujada en su rostro. --?Que quieres Vero?--conteste con el corazon encogido. --Te he traido algunos libros... --Te dije que pasaria a buscar mis cosas cuando no estuvieras, no quiero que me traigas nada. --Te he visto leer estos libros unas cuantas veces, he pensado que te gustaria tenerlos...--insistio. --?Como has sabido donde vivo?--pregunte enfadada conmigo misma por haber abierto la puerta. --Soy poli, tengo recursos--sonrio alzando las cejas. Ella era poli y yo gilipollas. Cogi la caja de sus brazos y la deje en el suelo, Vero aprovecho ese movimiento para colarse en mi apartamento y cerrar la puerta. Su exquisito olor al moverse impregno mis sentidos. --!No quiero que estes aqui Vero, largate ahora mismo!--dije con el corazon latiendome en la garganta y los ojos banados en lagrimas. --Lo siento mucho Lai, yo no queria que pasara esto--dijo colocando su mano en mi torax. ?Ella no queria? ?Insinuaba que era cosa mia? Llevabamos seis anos viviendo juntas cuando me demostro que yo no era suficiente. ?Y ahora tenia la puta jeta de decirme que ella no queria? --No me toques Vero--le suplique con la voz ahogada. La odiaba por lo que me habia hecho, estaba dolida, decepcionada, cabreada, asqueada y con un dolor insoportable, pero lo que mas me jodia era que la seguia queriendo, la deseaba, en cuanto puso su mano encima de mi, desee que me follara como lo habia hecho cada dia en los ultimos seis anos. Teniamos una vida sexual muy activa, daba igual la hora del dia, el rincon de nuestro apartamento, el coche, banos publicos, ascensores, playas...Lo habiamos hecho en tantos lugares que era incapaz de recordarlos todos. --Te echo de menos--me susurro mientras su mano se colaba por debajo de mis bragas. Una parte de mi queria gritarle que parara, que cogiera su puta mano y fuera a hacerle una paja a su nuevo novio, pero la otra queria que siguiera, sus dedos ya estaban bailando entre mis piernas y mis labios esperaban haciendo palmas lo que sabian que estaba por venir. Me hizo recular hasta el sofa y me empujo hasta que cai de espaldas y ella se me tumbo encima. Subio mi camiseta y empezo a lamer mis pechos vorazmente mientras me quitaba las bragas. Yo ardia, hacia tres semanas que me habia ido de su casa y desde entonces solo me habia pajeado, siempre llegaba al orgasmo pero no era lo mismo, no era lo mismo que correrme en su boca, que sentir su lengua serpenteando por mi sexo, que sentir su sexo encajado con el mio, que besarla hasta quedarme sin aire, follarla hasta quedarme sin fuerza y abrazarla hasta quedarme dormida. Yo tambien la echaba de menos cada puto segundo del dia que pasaba, pero no pensaba decirselo. Intento besarme mientras dos de sus dedos se introducian por mi humeda vagina, eso no se lo permiti, eso pude negarselo y me senti orgullosa de poder arrebatarle algo que sabia que ella deseaba, a Vero le encantaba que la besara, decia que tenia un don para usar la lengua dentro de su boca, yo no sabia si era cierto o no, pero hacia tres semanas que ella habia perdido el derecho a beneficiarse de ese don. Introdujo un tercer dedo y yo gemi profundamente cuando note su pulgar en mi clitoris, ella sabia todo lo que me gustaba, seis anos de sexo diario nos habian servido a las dos para conocer nuestros cuerpos a la perfeccion, para saber que nos gustaba y que nos gustaba todavia mas. Vero sabia que me gustaba que me follara fuerte cuando estaba cabreada y eso era lo que estaba haciendo, sus tres dedos entraban y salian de mi vagina con fuerza y velocidad mientras intentaba coordinar su pulgar con esos movimientos para estimular mi clitoris al maximo, ya estaba a punto y por su puesto ella lo sabia, mis cada vez mas frecuentes gemidos asi se lo indicaban, asi que saco sus dedos de mi vagina y se centro en hacer circulos en mi clitoris hasta que me corri en su mano. Alli estaba yo, tirada en el sofa, con una camiseta subida por encima de las tetas y las piernas abiertas mientras Vero secaba las lagrimas que se me habian resbalado tras el orgasmo. Aparte la cara, habia dejado que me follara pero no queria que me mirara con esa cara compasiva, sabia que ella me seguia queriendo, podia leerlo en sus ojos, me habia querido demasiado como para dejar de hacerlo en tres semanas, pero estaba claro que queria a alguien mas y que poco a poco sus sentimientos por mi iban a desaparecer. Tan solo esperaba que los mios por ella hicieran lo mismo cuanto antes. --Quiero que te vayas--susurre sin mirarla. --?No quieres que lo hablemos mi vida? No me dejaste darte explicaciones... --!Ni se te ocurra llamarme asi Vero, ya no!--dije enfurecida. --Perdona, es la costumbre...--contesto cabizbaja. Me gire hacia ella furiosa, me baje la camiseta para recuperar algo de dignidad y me sente. --No hay nada que explicar Vero, me quedo muy claro en cuanto llegue. Quiero que te largues y que no vuelvas mas, no quiero que me traigas nada ni que me llames por telefono. Largate de una puta vez por favor--le rogue. --Nunca quise que pasara Lai, y jamas pretendi hacerte dano de esta manera-- dijo con sus preciosos ojos azules banados en lagrimas--solo queria que lo supieras. Levanto su esbelta figura del sofa, se llevo un par de mechones de su larga melena rubia detras de las orejas y se fue. Volvi a llorar desconsoladamente, igual que lo hice durante las dos semanas que pase viviendo en casa de Lorena tras presentarme aquella noche con una pequena mochila y contarle que habia encontrado a mi novia follandose a un tio en el hueco de la escalera de nuestro portal. No me hubiera enterado si no hubiese sido por los gemidos. Habia subido ya un par de escalones cuando oi gemir a una mujer y reconoci aquellos gritos de placer de inmediato, yo habia estado provocandolos a diario durante anos. Las piernas me temblaron y me quede paralizada, debatiendome entre mirar y asegurarme de que era ella o simplemente subir a recoger mis cosas de su apartamento mientras acababa de follar con su amante. Opte por la primera, necesitaba corroborar con mis ojos lo que mis oidos me decian, que era muy simple: aquella mujer de la que estaba locamente enamorada, aquella en la que confiaba ciegamente desde el primer dia me habia traicionado, me estaba traicionando en ese preciso momento. Casi por inercia baje los escalones que habia subido y me asome al hueco de la escalera. La imagen no pudo ser mas dolorosa, en efecto era ella, era mi chica a la que aquel cabron estaba empalando contra la pared con su polla una y otra vez mientras ella le comia la boca y acariciaba su cabeza. Solo fueron unos segundos el tiempo que permaneci ahi, pero en esos segundos ella abrio los ojos y me vio, se solto de inmediato dejando a su amante empalmado, se bajo la falda y camino hacia mi suplicandome perdon. Yo me sentia doblemente enganada en aquel momento, uno por motivos obvios y dos porque jamas me hablo de su bisexualidad, todas sus parejas anteriores habian sido mujeres, jamas se me ocurrio que seria una polla la que me arruinaria la vida. --Lai lo siento mi vida--la oia decir. Pero yo no podia pensar, no podia respirar, los oidos me zumbaban y millones de imagenes acumuladas durante aquellos anos con mi novia volaban por mi mente haciendo que me dolieran los ojos. Tenia un nudo en la garganta, ella pedia perdon mientras aquel se la cascaba detras de ella. --No subas hasta que yo no me vaya--eso fue lo unico que me salio por la boca. Arranque a correr escaleras arriba, entre en el apartamento y llene una mochila con lo justo para sobrevivir unos dias. Me dirigi a la puerta y de camino hice un alto, en el mueble del recibidor habia una fotografia nuestra, del dia que nos conocimos, le arree un guantazo tan fuerte que salio despedida contra la pared. Sali por la puerta y baje tan rapido como pude, ella seguia en el portal, al menos me habia respetado en lo de no subir, lloraba desconsoladamente pidiendo que no me fuera pero yo no podia ni mirarla. *** Yo era escolta privada, asi es como conoci a Vero cuando tenia veintitres anos, ella tenia dos mas que yo. El presidente de no se que pais africano venia al consulado espanol, me asignaron la proteccion de su hija menor y Vero formaba parte de la escolta policial que nuestro querido gobierno les habia brindado. Mientras ese presidente estaba de reuniones y la nina jugaba en una pequena sala bajo mi atenta supervision Vero se acerco a mi. Podia decirse que yo acababa de salir del armario en aquel entonces, no porque me diera miedo sino porque no fue hasta esa edad cuando por fin me di cuenta de que lo unico que no habia encajado nunca en mi vida eran las pollas. Habia tenido un par de rollitos antes, pero ella fue mi primera novia oficial, la que me lo enseno todo, la que me dejo experimentar timidamente con mis manos y mi boca en su sexo, la que me hizo cosas que hasta entonces yo no sabia que existian, la que estaba a mi lado en los momentos buenos y en los malos, la que me hizo saber lo que era sentirse amada y lo maravilloso que podia ser amar a alguien. Ahora podia anadir una nueva leccion a la lista: Vero tambien me habia ensenado lo que era el dolor mas insoportable que habia experimentado hasta entonces. Lorena era mi entrenadora, bueno no solo mia, trabajabamos para la misma empresa de seguridad privada. Ser escolta en aquella empresa no consistia solo en proteger a quien te asignaran, recibiamos entrenamiento diario para asegurar que siempre estabamos en forma y atentos, y Lorena era la que se encargaba de eso. Era una tia fuerte, tambien rubia para recordarme a mi ex en todo momento, estaba increiblemente fibrada, cualquier curva de su cuerpo era puro musculo y se movia como una gata por el tatami. Empezo como ayudante del antiguo entrenador y al final se quedo con su puesto cuando el se jubilo. Aunque era casi nueve anos mayor que yo, conecte con ella desde el primer dia, en seguida nos hicimos amigas, ella se acababa de divorciar de su segundo marido cuando nos conocimos y yo fui su apoyo durante el tiempo que necesito para recuperarse, que fue bastante. Ahora ella era el mio. Casi me obligo a quedarme en su casa durante las dos primeras semanas y fue la que me acompano a ver mas de diez apartamentos hasta que por fin alquile aquel. *** Las visitas de Vero empezaron a ser frecuentes, ella venia, yo me cabreaba, despues me follaba, nos quedabamos un rato abrazadas sin articular palabra alguna y ella se marchaba. Ese ciclo empezo a repetirse al menos una vez por semana. Me decia a mi misma que era bueno para mi, la echaba tanto de menos que pense que haciendo aquello me seria mas facil acostumbrarme a su ausencia, si tenia una pequena dosis de vez en cuando podria soportar el puto mono de Vero que tenia. Yo no la tocaba nunca, no podia, no podia tocar o lamer aquello que otro tambien tocaba o lamia, en cambio si que dejaba que me tocara y me lamiera con las mismas herramientas que utilizaba con el, era contradictorio, era una mierda...Vero no se quejaba, creo que sentia que me debia esos polvos y yo decidi aprovecharme de eso, regalarme orgasmos era lo minimo que podia hacer despues de lo que me habia hecho. Lorena no estaba de acuerdo, decia que jamas lo superaria si no cortaba aquello de forma radical, yo sabia que tenia razon, pero no me sentia preparada para no volver a ver a Vero, la sola idea hacia que no solo se me hiciera un nudo en el pecho, ademas me dolia, era como si alguien estuviera sujetando mi delicado corazon con sus manos y decidiera estrujarlo. Me follaba por la tarde y yo lloraba por la noche, habia entrado un espiral autodestructivo del que parecia que no iba a poder salir, o eso pensaba yo antes de acabar con la paciencia de Lorena. Solia acudir a sus entrenamientos a ultima hora, cuando los demas ya se habian ido, asi aprovechabamos para hablar de lo que fuera y ?porque no?, yo me beneficiaba de clases particulares. Lorena se dedicaba a profundizar en los movimientos que mas me costaban y yo quemaba energia hasta que mi cuerpo no podia mas. Aunque sabia que mi amiga no aprobaba mis encuentros con mi ex, yo se lo contaba siempre (no los detalles, pero si que habia estado con ella), pero aquella tarde parecia que Lorena no estaba dispuesta a permitir que aquello continuara. Nos pusimos los guantes y empezo a atacarme, al principio no me costaba defenderme pero despues empezo a anadir ataques verbales a sus punetazos y aquello empezo a ponerme nerviosa y a volverme erratica. --?Hasta cuando vas a dejar que Vero te folle Lai?--dijo acompanandolo de pequenos y rapidos golpes en mi cara y mis costados--?Seras su juguetito lesbico hasta que se canse?--seguia pegandome...?Cuanto crees que tardara en cansarse de ti?--no podia defenderme, me atacaba cada vez mas rapido, me buscaba, queria cabrearme y hacia un rato que lo estaba consiguiendo--?Sabes lo que hace despues de follar contigo no?--yo le lance un derechazo con toda mi rabia, pero me esquivo sin despeinarse--exacto Lai, despues de follar contigo se va a su casa y se lo folla a el. Arremeti sin control contra Lorena, mis brazos iban solos en busca de su cara, de su abdomen, de cualquier hueco, queria pegarle con rabia pero no conseguia traspasar sus coberturas, estaba agotada, casi no podia respirar pero no dejaba de pegarle como una quinceanera cabreada hasta que Lorena se harto y me asesto un hostion en toda la cara, cai plana encima del tatami, por un momento me senti desorientada, el corazon me latia en el ojo, en el pomulo, en la frente, y joder, como me dolia. Ella estaba de pie delante de mi, una pobre chica de veintinueve anos que no era capaz de superar que su novia la hubiera enganado, estaba espatarrada en el tatami, mirando a aquella cabrona que acababa de derribarme con un solo movimiento cuando de pronto senti como su pie me aplastaba el cono. No me lo podia creer ?en serio? ?El pedazo de hostia que acababa de darme no era suficiente? ?Tenia que humillarme de esa manera? ?Es que acaso intentaba inutilizar la mas preciada de las partes de mi cuerpo? ?Aquella capaz de proporcionarme tantisimo placer? Eso si que no podia permitirlo. --!Joder Lore!--dije agarrando su pie por el tobillo. Ella apreto mas y yo gemi, de dolor claro. Notaba como me miraba cabreada, pero desde aquella humillante posicion me costaba identificar hasta que punto estaba enfadada, me dolia demasiado el ojo como para intentar enfocar. --No la necesitas Lai, Vero no es la unica capacitada para hacer que te corras-- dijo apretando mas--!hay muchas chicas por ahi que estarian encantadas de perderse entre tus piernas gilipollas! --?Vas a follarme con el pie?--atine a decir. No se porque lo dije, Lore era hetero, pero me salio asi. Lorena por fin retiro su pie de mi zona sagrada, se agacho, me agarro por la pechera y me levanto como a una maleante. Lo cierto es que me movio tan rapido que me maree un poco, pero a ella no parecio importarle, me empotro contra la pared y me alzo, de forma que mis pies solo rozaban el tatami con la punta de los dedos mientras mis manos se agarraban a sus munecas, ahora que la tenia mas cerca alcance a ver lo mucho que la habia cabreado... --!Tu estas por encima de eso joder! No la necesitas a ella ni a nadie, tienes que cortar esas visitas o te acabaras hundiendo en la mierda Lai--entonces me sacudio como si fuera un trapo lleno de polvo y me solto. Me deje escurrir por la pared hasta sentarme en el suelo, entonces paso, me entro la risa, no podia dejar de reirme, por primera vez en los tres meses que hacia desde que Vero me la pego, habia dejado de sentir dolor, no era que el dolor hubiera desaparecido sino que ahora estaba ocupado por otro, el del hostion que Lorena me habia pegado. La cara me dolia a rabiar, pero me gustaba, en ese momento fui consciente de que podia sentir algo mas alla de Vero. Lorena empezo a reirse conmigo, como si estuviese leyendo mi pensamiento, se acerco a la nevera y trajo una de las bolsas de hielo, se agacho frente a mi y me la aplasto en la cara sin mucho miramiento, ella era asi de bestia. --Aaau--me queje riendo. --No seas llorica--dijo retirando la bolsa un momento para ver el alcance de su puno. Yo volvi a quejarme cuando presiono mi pomulo con sus dedos, ahora ya no me reia, joder como me dolia. --Perdona, creo que me he pasado un poco--dijo volviendo a colocar la bolsa en mi cara--?Porque no hablas con Toni? Preguntale si sigue en pie la oferta que te hizo, te vendra bien--sugirio. Lorena se colo entre mi y la pared, se sento y me rodeo con sus brazos, yo me gire un poco y repose mi lado bueno de la cara contra su pecho casi plano. Me sentia bien, me sentia segura con ella. Toni era nuestro jefe, no el jefazo, pero si aquel ante quien yo respondia. Unos dias antes del peor dia de mi vida, Toni me ofrecio una especie de ascenso por asi decirlo, queria que me dedicara a clientes de largo plazo, asi llamabamos nosotros a aquellos a los que habia que acompanar durante semanas, ya fuera en viajes de negocios, de placer o la simple rutina diaria. Yo lo rechace porque eso implicaba estar mucho tiempo separada de Vero, pero ahora ella ya no estaba y tal vez fuera una buena idea para mi. --Quiza lo haga--dije cerrando los ojos un rato. --Buena chica--contesto besandome la cabeza--esta noche duermes conmigo, me siento responsable de tu estado de torpeza. Yo estaba demasiado cansada para negarme y al fin y al cabo en su apartamento todavia me quedaba algo de ropa. Lorena solo tenia una cama, dormi con ella durante aquellas dos semanas y todas las noches me repetia lo mismo que acababa de decirme. --Nada de meterme mano ?eh? Yo sonrei y deje caer mi cabeza en su hombro hasta que me dormi. 2 Adios Vero Esa manana me levante euforica, tanto que se me olvido donde estaba, me tropece con las zapatillas de Lorena y me estampe todo lo larga que era contra el suelo. --!Joder!--grite con mi lado malo pegado a la baldosa. Yo tenia grandes planes para ese dia y lo estaba empezando besando el suelo. Lorena no dejaba de reirse mientras me ayudaba a levantarme. --Desde luego mira que llegas a ser torpe cuando te lo propones--dijo echando un vistazo a mi cara y haciendo una mueca extrana. --?Que?--pregunte dirigiendome directamente al bano para mirarme en el espejo. --!Joder Lore! ?Tenias una puta piedra metida en el guante? Tenia el pomulo y el ojo ligeramente hinchados, pero eso no era lo preocupante, desde el pomulo hasta la frente mi cara era surtido variopinto de colores, que iba del azul al rojo, pasando por el morado y el verde. Lore disimulo aquel desastre con maquillaje, aun asi era evidente que me habian partido la cara. --?A donde vas con tanta prisa?--dijo sin una pizca de remordimiento cuando me bebi el cafe de un trago y cogi una deliciosa tostada entre los dientes mientras me ponia la chaqueta. Si habia una cosa que Lore sabia hacer bien sin duda era cocinar, bueno, ahora podia anadir otra a la lista, hostiarme, eso tambien lo habia hecho de maravilla. --A ver a Vero, voy a decirle que no quiero mas visitas. Despues hablare con Toni --dije saliendo de su apartamento. --!No te la folles!--grito mientras yo sonreia al oirlo.

  • El esplendor de las raices de Robin Benway

    https://gigalibros.com/el-esplendor-de-las-raices.html

  • Lady Valentina (Lady's 3) de Jane Mackenna

    https://gigalibros.com/lady-valentina-lady-s-3.html

    Valentina Mackencie hija del laird Alexander Mackencie; siempre ha amado a un solo hombre y desde muy joven supo que su corazon y fidelidad le pertenecerian a el. Sin embargo, no seria facil pues ese hombre es Sebastien Mackencie un guerrero con sangre gitana, cuyo lugubre y doloroso pasado lo marco de por vida volviendolo un hombre frio lleno de odio y dolorosos secretos que cubrieron de temor su corazon. Pero todo eso no le impidio enamorarse de Valentina.