• libro como el fuego - Jennifer Armentrout

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    En ocasiones, la vida te quema en las manos.

  • Como el fuego (Titania fresh) Tapa blanda – 14 enero 2019

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  • COMO EL FUEGO | JENNIFER L. ARMENTROUT - Casa del ...

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  • EL FUEGO | KATHERINE NEVILLE | Casa del Libro

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  • COMO EL FUEGO - JENNIFER L. ARMENTROUT - Agapea

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  • El Fuego (Katherine Neville) - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/24309/el-fuego

    Comentarios y opiniones de El Fuego ... Un intento de novela de misterio, pero que se ha quedado en el intento. ... Uno de los pocos libros que he dejado inconcluso ...

  • Reseña: COMO EL FUEGO - Jennifer L.Armentrout - La ...

    http://laestanteriadehelena.blogspot.com/2019/01/resena-como-el-fuego-jennifer.html

    25 ene 2019 — En el primer libro conocimos a Syd y Kyler y en esta segunda parte le toca el turno de Andrea y Tanner, personajes que ya conocimos brevemente ...

  • EL FUEGO - NEVILLE KATHERINE

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    Si te gustó El Código da Vinci, no debes dejar de leer el Ocho y su continuación: El Fuego, pues ambos son mejores que el libro de Dan Brown.

  • Reseña: Como el fuego | Jennifer L. Armentrout - La vida de ...

    https://lavidadeunalectoraa.blogspot.com/2021/04/resena-como-el-fuego-jennifer-l.html

    30 abr 2021 — Título en español: · Autora: · Editorial: · Páginas: · Libros: · Hola lectores · "Como el fuego" es el segundo libro de la bilogía "Hielo" o "Frigid ...

  • Como el fuego - -5% en libros | FNAC

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    14 ene 2019 — Como el fuego, libro o eBook de . Editorial: Titania. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Libro Fuego - Bazzarbog

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    Fuego narra la historia de una joven que pertenece a una raza ancestral de seres que habitan la Tierra, sin que los humanos lo sepan.

  • Valiente de Jennifer Armentrout

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    Tercer y ultimo libro de Cazadora de hadas, la serie de romance paranormal que ha conquistado a miles de lectoras de todo el mundo. La quimica entre Ivy y Ren llega a su punto mas algido en esta novela, llena de giros y tramas que se cierran. Jennifer Armentrout, la reina del New Adult, nos conquista con un mundo lleno de magia, ambientado en Nueva Orleans. Hace tiempo que Ivy Morgan no es la misma de siempre. Y es comprensible. Que te secuestre el principe de los faes, un psicopata empenado en abrir las puertas del Otro Mundo, es logico que te quede algunas secuelas psicologicas. Pero no se trata solo de eso. Algo oscuro y danino se esta propagando por su interior, algo mas poderoso de lo que la propia Ivy podria imaginar y que se interpone entre ella y Ren Owens, el miembro de la Orden del que esta locamente enamorada. Ren haria cualquier cosa por mantener a Ivy a salvo. Lo que fuera. Sin embargo, cuando toma una decision trascendental por ella, las consecuencias son de tal magnitud que amenazan con destrozar las vidas de ambos. Aunque se siente dolida y traicionada, si Ivy quiere salir con vida, debe dejar de lado sus sentimientos y colaborar no solo con aquellos a los que ama, sino tambien con un enemigo al que preferiria matar antes que depositar su confianza en el. Se avecina una guerra, y pronto se hace evidente que todo lo que Ivy y Ren creian saber de la Orden no era mas que un punado de letales y peligrosas mentiras. Para salvar a aquellos a quienes ama, y tambien a si misma, Ivy sabe que no le bastara con ser valiente. Porque, detras de todo malvado principe, hay una reina

  • ISIS en guerra de Mariano Beldyk

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    El impacto del autoproclamado Estado Islamico en el mapa del mundo. Testimonios de los que se fueron, los que se quedaron y un documentado analisis de su funcionamiento, capacidad de seduccion y formas de financiamiento. Obra clave para entender la primera gran guerra del siglo XXI.

  • Reparar a los vivos de Maylis De Kerangal

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    Le Havre. Simon Limbres regresa con sus amigos de una adrenalinica sesion de surf. La camioneta en la que viaja choca contra un arbol. Poco despues de ser ingresado en el hospital, el joven muere, pero su corazon sigue latiendo. Thomas Remige, un especialista en trasplantes, debe convencer a unos padres en estado de shock de que ese corazon podria seguir viviendo en otro cuerpo. Y salvar, tal vez, una vida. Este es el contundente arranque de la novela, que mantiene al lector en vilo hasta las ultimas lineas.

  • El principio del mal de Nadia Noor

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    Max Trent es un joven abogado que trabaja en un prestigioso bufete y, harto de las humillaciones de su jefe, le planta cara y presenta su renuncia consiguiendo su liberacion, pero de camino a casa sufre un terrible accidente que lo deja sumido en un coma durante meses.
    Al despertar, se encuentra que el rumbo de su vida ha cambiado por completo y no sabe como adaptarse a su nueva realidad. El psicologo que lo esta tratando le aconseja hacer un viaje a un destino paradisiaco junto a su mujer para comenzar de nuevo y el, con tal de recuperar el tiempo perdido, acepta sin mas.
    Bianca Borowski rompe su noviazgo cuando conoce y se enamora perdidamente de Max. Su felicidad se ve truncada en el momento en el que, en una excursion a la selva, es secuestrada. Durante el cautiverio, su verdugo le hace pensar que el hombre que encargo su secuestro es nada mas y nada menos que su propio marido.
    El principio del mal es una novela llena de intriga, accion y suspense que no podras dejar de leer hasta descubrir quien es el culpable. ?Podra perdonar tal acto por parte de la persona que mas ama?, o ?por el contrario conseguira averiguar cual es la verdad?

  • Atrapados en la noche (Nueva York 3) de Mariah Evans

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    Tercera entrega de la serie Ciudad de reyes.
    Despues de que la division enviada a Nueva York haya derrotado la nueva vivienda de los vampiros, Ryan conocera a Evelyn, una telequinesica con la que comenzara con muy mal pie, pero dado los problemas generados por su hermano, James, al tener numerosas deudas provocadas por el juego, Ryan se vera obligado a protegerla no solo de los vampiros, sino tambien de la mafia.
    Una divertida combinacion de romance, accion, suspense y risas que haran la delicias del lector.

  • Jugando con fuego 3 de Tanatos 12

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    Tercera entrega de esta historia en la que, desde un primer momento, Pablo se vera sorprendido por una Maria que muestra una gran entereza a pesar de lo vivido en casa de Alvaro.

  • Una cierta edad de Marcos Ordonez

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    <>, dice Marcos Ordonez en el portico de este variadisimo dietario, que abarca de 2011 a 2016. En el afirma tambien: <>
    Ordonez entiende los dietarios como unas memorias con otra forma, mitad <> y mitad <>. Y que revele, senala, el <> del escritor, <>. Pero hay mucho mas.

  • Malasangre de Michelle Roche Rodriguez

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    Venezuela, ano 1921. Diana, la hija de catorce anos de una familia de arribistas de Caracas, descubre que ha heredado la hematofagia de su padre, prestamista y hacendado, ocupaciones que desempena gracias a su relacion con la dictadura de turno. La enfermedad la inclina a la violencia contra algunos hombres y la aleja de su madre, de estrictas convicciones catolicas.
    Mientras madura, Diana se enfrentara al maltrato del novio con el que se empenan en casarla, a la brutalidad de su familia y a la tirania del patriarcado militarista y religioso. Sin embargo, lo peor sera verse involucrada en las actividades ilicitas y las conspiraciones politicas de los socios de su padre, que la llevaran hasta las recamaras privadas del palacio presidencial. Son tiempos de revolucion petrolera y el general al mando se llama Juan Vicente Gomez, un hito en la historia venezolana menos porque duro tres decadas en el poder que porque en su tiempo se instauraron y fortalecieron las dos grandes instituciones del pais: las fuerzas armadas y la economia rentista.
    Michelle Roche Rodriguez ha escrito una poderosa alegoria en la que conviven lo fantastico y lo historico, la exploracion de la sexualidad y la politica, la lucha por afirmar la identidad como mujer en una sociedad machista y el vampirismo como realidad y como simbolo.
    Un libro seductor, envolvente y perturbador sobre la rebeldia y la transgresion. Una novela que juega con el genero de terror explorando territorios nuevos, llevandolo mas alla de los caminos trillados.

  • Hasta donde nos lleve el amanecer de Laura Ever

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    Desde el primer momento en que la vi, supe que esa chica iba a traerme problemas. Lo llevaba escrito con luces de neon. ?Por que no lo vi? Nunca pense que algo tan pequeno pudiese tener tanta furia en su interior. Era una pequena fiera que nunca me daba tregua, y eso es lo que mas me gustaba de ella. La vi entrar en nuestro apartamento con esa elegancia que tanto la caracterizaba, mirandolo todo con curiosidad, hasta que su mirada se cruzo con la mfa. Fue en ese momento cuando supe que estaba perdido. ?Quien era esa chica y por que estaba en mi salon? --Esta es Olivia--explico Hope con una pequena sonrisa de disculpa. Me quede pensando unos instantes. Accedi a tener una nueva companera, no a dos. ?Que me habia perdido?--. Ha venido de visita este fin de semana, espero que no os importe. Ella nunca avisa cuando viene, ?verdad, Oli? Hay algo llamado telefono movil, a ver si lo usas para algo mas que no sea mirar las redes sociales --dijo dirigiendose a su amiga. Me cruce de brazos y la observe mientras le dirigia una mirada de reproche a Hope. Sonrei divertido. Iban a ser unos dias interesantes. Desde ese momento no pude dejar de pensar en esa chica morena, terca y malhumorada. Aunque, claro, solo parecia pagar su malhumor conmigo, con David y Hope era una persona completamente diferente. Atenta, divertida..., incluso amable. Sonreia y todo, lo que parecia todo un logro viniendo de ella. A mi solo me dirigia miradas de odio que no entendia muy bien a que venian. Desde ese momento nos convertimos en archienemigos, como le gustaba llamarlo a Hope. Mi meta en la vida era hacerla rabiar, y para ella lo mas importante en esta vida era tocarme los cojones. Si, he dicho cojones, ?que pasa? Perdonad, pero es que esa chica saca lo peor de mi. ?Por donde iba? Ah, si. Olivia hacia todo lo posible por amargarme la existencia desde que habia aparecido en mi vida, o mejor dicho, en mi salon. Algunas veces parecia esa amiga simpatica que decia Hope que tenia, pero la mayor parte del tiempo no la soportaba. En cuanto entraba por la puerta ya queria que se largara. Y como nunca avisaba cuando venia, no habia manera de decirle que no la queria en mi apartamento. ?Tan dificil era avisar? Por lo visto si. Por esa razon, cuando dijo que se mudaba a Manchester casi consigue que me atragantara con la comida. ?Habia escuchado bien? Daba gracias de que estuviera buscando otro piso en el que quedarse que no fuera este. Porque queria que se fuera, ?verdad? Lo que paso meses atras fue un error, un error que no se repetiria. Del que me arrepentia tanto como ella. Lo que tampoco esperaba era que se llevara tan bien con su nuevo companero de piso, Hector. Me fui de alli hecho una furia, repitiendome que para mi Olivia no era nada. Esa pequena fiera no iba a conseguir confundirme. La queria fuera de mi vida. O al menos eso intentaba decirme la mayor parte del tiempo Capitulo 1 Olivia Unos meses antes... Cuando me sente en el coche, arranque el motor y puse direccion a Manchester, no lo pense detenidamente, simplemente me subi al coche, encendi el motor y me dije: ?por que no? Nunca habia sido demasiado de pensar las cosas. Normalmente era de las que hacian algo y despues se paraba a pensarlo. En esta ocasion, ni siquiera tuve tiempo de hacerlo. Iba concentrada en la carretera, pensando en el tiempo que hacia que no veia a mi amiga y eso me rompia por dentro. Hope siempre habia sido un miembro mas de mi familia, y ella lo sabia. Podriamos haberla adoptado si hubiese querido. Sabia lo mal que lo habia pasado con su padre, y por esa razon me costo mucho irme a la universidad. Al principio no queria irme porque sabia que, de hacerlo, ella caeria. Me prometio que no, pero no pudo evitarlo. El ultimo dia que la vi fue cuando salio del hospital. Me quede con ella unos dias, ya que nadie mas lo hacia. Les prohibio a mis padres que se hicieran cargo de ella, pero a mi, por mucho que me lo prohibiera, sabia que no le haria caso. Era cabezota, pero yo aun lo era mas. Asi que, ahi me encontraba, despues de meses, intentando llegar a una casa en la que nunca habia estado. Me paso la direccion en cuanto se mudo alli, por si algun dia queria ir de visita. Tenia mucha curiosidad por su nueva vida. Sabia que lo habia dejado todo atras y que habia empezado de cero en un nuevo sitio, y estaba muy orgullosa de ella. Hablaba con Hope todos los dias y por eso conocia sus progresos. Tambien habia escuchado hablar mucho de sus companeros de piso: David y Alex. Alex... ese con el que compartiria unas palabras tan solo verlo. Si lo reconocia, claro. Hope no paraba de hablar de el. Que si Alex esto, Alex lo otro, como me ayuda Alex, si no fuese por Alex... Odiaba a ese tal Alex, y ni siquiera lo conocia. Estaba pensando en el y en la rabia que le tenia cuando tire con demasiada fuerza del vestido y senti como la tela se desgarraba. Mierda, ?que me pasaba esa manana? No tuve mas remedio que parar de camino y comprar otro. Maldito sea. Me pare delante del edificio y me quede de piedra al verlo. Era precioso e impresionante. ?A quien habia tenido que sobornar Hope para terminar viviendo alli? Mire la pantalla del telefono para asegurarme de que estaba en el lugar indicado. Un par de veces, por si acaso. Nunca se sabia. Me alise el vestido nuevo, que me habia costado mas de lo que tenia previsto, la verdad. Pero era tan bonito... En cuanto lo vi, supe que tenia que ser mio. Era de color marron y hacia juego con el sombrero que me compre hacia tan solo unas semanas y que, casualmente, me habia puesto esa manana. Cogi aire y me dirigi hada la puerta. Muy probablemente habria estado bien llamarla y avisar de que me dirigia hacia alli, pero no me iba demasiado eso de anunciar mi llegada. Me arriesgaba mucho, lo sabia, quiza no estaba, pero entonces ya la llamaria. De momento, queria sorprenderla. Y al parecer, lo consegui. --?Olivia? --pregunto Hope cuando me vio parada en la puerta de su apartamento--. ?Que estas...? --No logro terminar la frase. --!Sorpresa! --grite mientras me tiraba a sus brazos. Despues de la impresion inicial, me abrazo con fuerza. !Como la habia echado de menos!--. He venido a pasar unos dias contigo, ?no es fantastico? --?Dias? --pregunto perpleja--. Sabes que puedes llamar antes de venir, ?verdad? No creo que te pasara nada por decirlo unos dias antes. --Hice una mueca. --Bueno, Hope, ya me conoces. Soy un alma libre. --Ella puso los ojos en blanco--. Ademas, no creo que pase nada porque me quede aqui un par de dias, ?no? --Se encogio de hombros--. Solo sera el fin de semana, tranquila. --No, claro que no. --Despues murmuro algo que no llegue a entender. Pero en ese momento, no le di demasiada importancia. Cuando me separe, eche un vistazo a todo lo que me rodeaba, observandolo con detenimiento. Si el aspecto de fuera ya era impresionante, por dentro era aun mejor. Nunca habia visto un apartamento asi. Y tan limpio. Yo solo tenia una habitacion y... bueno, digamos que no estaba tan limpia y ordenada como deberia. Cuando me di la vuelta, me tope con unos ojos verdes que me miraban con curiosidad. Era un chico alto, de cabello oscuro. Un chico muy atractivo, debo anadir. Se me corto la respiracion de la impresion. --Esta es Olivia --explico Hope a ese chico de ojos claros--. Ha venido de visita este fin de semana, espero que no os importe. Ella nunca avisa cuando viene, ?verdad, Oli? Hay algo llamado telefono movil, a ver si lo usas para algo mas que no sea mirar las redes sociales --dijo mientras me miraba. Ese chico se cruzo de brazos y me fulmino con la mirada. --Asi que Olivia. --No me gustaba nada su mirada--. Soy Alex. --Asi que aquel era el famoso Alex. Interesante. --Como ya sabes mi nombre, no hace falta que me presente --dije mientras me cruzaba de brazos--. ?Por que no te apartas? Necesito pasar. --?Y tu por que no te largas? Este es mi apartamento --dijo recalcando la palabra mi--, y tu visita inesperada hace que tenga que cambiar mis planes. ?Habia dicho atractivo? Lo retiraba. Idiota. --Vaya, cuanto lo siento --En realidad, no lo sentia ni un poquito--. Lamento haber trastocado tus planes, Alex. No volvera a pasar. Desde ese dia, me prohibi a mi misma avisar cada vez que pisara su casa. Capitulo 2 Alex Esa manana, me levante con ganas de afrontar el dia con energia. Habia estado esperando ese momento durante semanas. Y cuando por fin llego, me sentia muy bien. No podia esperar hasta salir. Para algunos parecera una tonteria, pero para mi era el acontecimiento del ano. Durante un solo dia pondrian en el cine mi pelicula favorita en version original, y no podia esperar para ir a verla. Me habia comprado las entradas en cuanto las pusieron a la venta, y convenci a Rachel para que me acompanara. Aunque tampoco me hizo falta mucho para eso. Decirle que despues la invitaria a cenar basto para que me dijera que si. Pero un imprevisto hizo que todo mi dia se fuera a la porra. Sono el timbre y todos nos miramos. No esperabamos a nadie. --?Hemos pedido pizza? --pregunte. Normalmente nadie llamaba a nuestro timbre a no ser que hubiesemos pedido algo. Hope se encogio de hombros y salto de la silla. Tardo en reaccionar despues de abrir la puerta y no pude evitar preocuparme cuando vi que no se movia

  • El silencio del guardian de Virginia Asensio

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    Comillas, verano de 1920 Brillaba el sol desde lo alto del cielo, a pesar de que la temperatura no era demasiado elevada para un mes de julio que avanzaba ya hacia su segunda quincena. Transcurria la hora tranquila del mediodia, cuando las calles del centro del pueblo regalaban el aroma de los guisos humildes y se fundia con el olor a jabon de las sabanas colgadas en los balcones. Tomas combatia el aburrimiento jugando en la puerta de su casa. Su padre le habia castigado sin poder ir a la playa con sus amigos. La culpa de todo la habia tenido Don Jacinto, el farmaceutico, pues su hijo Guillermo habia salido un tanto mal parado en la batalla de piedras que se habia librado el dia anterior en la pradera al lado del puerto. Los del grupo de Guillermo eran unos abusones; teman entre once y trece anos, y siempre andaban metiendose con Tomas y sus amigos que eran mas pequenos. Tomas tenia solo nueve anos. Acabaron todos enzarzados en una batalla que comenzaron los de Guillermo, con la mala suerte de que una de las piedras que lanzo Tomas decidio aterrizar en la ceja izquierda de su enemigo, abriendole una tremenda brecha que necesito varios puntos de sutura. A Guillermo le falto tiempo para confesarle a su padre quien habia sido el artifice de tamana agresion hacia su persona y don Jacinto se presento en la casa de Tomas para informar a sus padres de la fechoria. El castigo duraria una semana; una eternidad para Tomas. El nino mataba el tiempo frotando un hueso de albaricoque sobre una piedra plana que habia elegido minuciosamente para tal cometido. El proceso era muy simple: solo habia que fabricar un poco de saliva en la boca y escupirla sobre la piedra, a continuacion frotaba la pepita contra la piedra por uno de sus cantos. Asi hasta que se desgastaba lo suficiente y aparecia la semilla blanca en su interior. La vaciaba con ayuda de una horquilla del pelo que habia robado a una de sus hermanas y seguia frotando la pepita contra la piedra hasta que esta mostraba un agujero suficientemente grande como para poder soplar sobre el, y listo, ya tenia otro magnifico silbato. En esas estaba Tomas cuando vio aparecer por su calle un magnifico automovil conducido por un chofer con gorra de plato. Tomas conocia perfectamente que vehiculo era aquel. Todos en Comillas sabian que aquel Hispano Suiza de color negro pertenecia a Don Claudio Lopez Bru, segundo marques de Comillas. Por suerte no habia nadie mas en su calle a esas horas, porque de lo contrario se habria formado toda una aglomeracion en tomo a su persona. En la villa, don Claudio era muy apreciado por su caracter humilde y caritativo y su espiritu profundamente religioso. A el se debia la construccion del Seminario Pontificio, cuyas obras habia iniciado su padre, que ofrecia educacion a tantos ninos sin recursos. El majestuoso e imponente edificio se recortaba en lo alto de la colina de la Cardosa. El vehiculo se detuvo frente a la casa de Tomas. El chofer descendio del automovil y se apresuro solicito a abrir la puerta de la parte de atras donde se encontraba don Claudio. Ayudo a aquel hombre debil y enfermo a bajar y cerro la puerta del vehiculo. El marques le dio instrucciones a su chofer y este permanecio donde estaba mientras observaba como su patron se dirigia caminando con dificultad hacia donde se encontraba Tomas. --Buenos dias, muchacho ?vive aqui la senora Adela Fernandez? --pregunto don Claudio al tiempo que acariciaba carinosamente el cabello rebelde de Tomas con sus dedos delgados y temblorosos. --Es mi madre, senor --respondio el nino con los ojos abiertos como platos mientras observaba de cerca a aquel hombre de quien tanto habia oido hablar, como si se tratara de alguno de aquellos santos de mirada acuosa a los que su abuela nunca se olvidaba de mencionar cada vez que necesitaba un favor especial de las altas esferas. La familia del marques y todos aquellos que le rodeaban y que veraneaban en el palacio de Sobrellano y otras casonas ilustres que se encontraban diseminadas a lo largo de la villa, pertenecian a esa clase social que no se mezclaba con el pueblo llano. Otorgaban distincion y glamour a la localidad y dejaban buenos beneficios en comercios y restaurantes, pero permanecian aislados del resto. Todos les conocian y envidiaban su fortuna y estilo de vida, pero asumian que existia un abismo entre sus vidas y las de aquellos seres que parecian salidos de un folletin novelesco. --?Como te llamas, jovencito? --Me llamo Tomas, senor. --?Esta tu madre en casa, Tomas? Don Claudio se inclino despacio para ponerse a la altura del nino posando una mano sobre su hombro. Por un instante, la vision del rostro de aquel nino moreno, con sus ojos inteligentes y llenos de vida, le evoco una infinidad de recuerdos contradictorios. --Si senor, esta en casa. ?Quiere que la avise? --No, gracias Tomas. He venido para hablar con tu madre de asuntos de mayores, tu puedes seguir aqui jugando. Si lo deseas, puedes pedirle a Anselmo que te ensene el automovil, seguro que te gustaria verlo por dentro. En ese instante Tomas se percato de que don Claudio portaba en su mano izquierda un paquete mediano, del tamano de un libro, envuelto en papel de color ocre. --Gracias, senor. Me gustaria mucho. --Pues anda, ve. Don Claudio ascendio despacio los escalones de la entrada de la vivienda y llamo a la puerta golpeando la aldaba con forma de pez. Anselmo demostro ser poseedor de una paciencia infinita soportando la avalancha de preguntas que le lanzaba Tomas. Incluso le consintio que se montara en el asiento del conductor y manejara el volante cual experto piloto de carreras. Asimismo, Tomas descubrio que a Anselmo tambien le encantaba aquel vehiculo y que se sentia muy afortunado por poder trabajar para el senor marques. Aquel empleo era mucho mejor que andar faenando cada dia en la mar como les tocaba a la mayoria de hombres del pueblo. Habia transcurrido algo mas de una hora cuando don Claudio salio del domicilio. Su rostro se veia mas serio y taciturno que cuando habia entrado. Se coloco en la cabeza el bombin que hasta ese instante habia llevado en la mano y camino decidido hasta su automovil. Anselmo, que en ese momento charlaba animadamente con Tomas sobre la fabricacion de silbatos con pepitas de albaricoque, se incorporo en el acto y se acerco a ayudar a don Claudio. El nino se quedo de nuevo petrificado ante aquel hombre al que todos calificaban como un caballero ejemplar. --Tomas, espero que Anselmo haya sido amable contigo; en ocasiones puede resultar un poco cascarrabias, pero en el fondo es un buen hombre. Don Claudio miro de reojo a su chofer con una media sonrisa complice. --Si senor, ha sido muy amable conmigo, y gracias a usted tambien por dejarme subir a su automovil, es fantastico. Don Claudio sonrio y acaricio de nuevo el cabello de Tomas aunque su mirada parecia perdida el algun punto indefinido del empedrado suelo. --Debo irme ya. Encantado de haberte conocido, Tomas. De verdad. Accedio al interior del vehiculo ayudado por Anselmo. El chofer se despidio tambien con una inclinacion de cabeza tocando levemente la visera de su gorra en senal de respeto y complicidad. Tomas permanecio inmovil observando con curiosa intriga como arrancaba el vehiculo y se alejaba dejando detras de si una nube de polvo. Inmediatamente despues, no pudo resistir la curiosidad y se lanzo al interior de su casa en busca de su madre y de respuestas ante lo que acababa de suceder. Atraveso el pasillo de entrada y fue directo a la cocina, donde unas lentejas agonizaban olvidadas junto a la lumbre, aunque su madre no se encontraba alli. Salio al pasillo para dirigirse al modesto salon de la vivienda cuando, de pronto, escucho un leve llanto que provenia de la habitacion de sus padres. Se aproximo con cautela y descubrio con cierta preocupacion que su madre lloraba sentada sobre la cama, de espaldas a la puerta del dormitorio. Sostenia una carta en la mano y se cubria la boca con la otra, tratando de ahogar el llanto. Tomas permanecio inmovil, observando a su madre desde la puerta, sin saber que hacer. Se dio la vuelta lo mas sigilosamente que pudo y se dirigio a la sala de estar donde su madre habria recibido a don Claudio. Sobre la mesa reposaba un libro al lado de un envoltorio arrugado de papel de color ocre. <> reconocio Tomas. Se aproximo a la mesa y fijo su atencion en el ejemplar que parecia antiguo y gastado. Sobre la cubierta encuadernada en piel de color oscuro destacaba el titulo grabado en letras doradas: <>. Lo abrio y aspiro el aroma acre de las hojas amarilleadas por el paso del tiempo y descubrio con sorpresa una dedicatoria manuscrita en la parte superior de la primera pagina: <>. ?De que conocia don Claudio a su madre? ?Por que le habia llevado ese libro? ?A quien habia pertenecido y quien habia escrito aquella dedicatoria cuarenta y cuatro anos atras? ?Cual era el contenido de esa extrana carta que habia hecho llorar a su madre? Las preguntas se agolpaban en su cerebro, nada tenia sentido. Escucho pasos en la habitacion de sus padres, cerro el libro de golpe y se dirigio corriendo a la cocina.

  • Anomalias de amor de Eleanor Rigby

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  • Vida en el jardin de Penelope Lively

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    ?Fue antes la escritora o el jardin? Penelope Lively, una de las autoras britanicas mas celebradas del momento, abandona su papel de novelista y aborda en este delicioso libro su pasion por el arte, la literatura y la jardineria en un recorrido que la llevara en busca de los jardines (reales y literarios) que han marcado su vida: desde los patios de su casa de infancia en El Cairo hasta la finca de su abuela en Somerset, pasando por sus propios jardines de Oxford y Londres, y por la floresta de El paraiso perdido de Milton y los laberintos de Alicia en el Pais de las Maravillas. Un libro que explora el vinculo entre literatura y naturaleza, entre las palabras y las flores, entre la tinta y la tierra, en un embriagador recorrido que nos lleva de vuelta al hogar primigenio de la humanidad.

  • Un corazon como el tuyo (California Dream 2) de Juliana Y. Velazquez

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    Un hombre que tiene el mundo a sus pies. Las mujeres se rinden a su encanto sin mayor esfuerzo. Sin embargo, tiene como regla no dejar el corazon en un beso.
    Una mujer solitaria marcada por el pasado, a quien las cicatrices y el dolor le han borrado las fantasias. No cree en promesas de amor ni cede a la seduccion.
    Una coincidencia junta sus caminos.
    Esa mujer que llega a su vida para ponerla de cabeza, le hace cuestionarse como es posible romper su unica regla sin haber rozado sus labios. El cree que sera facil hacerla caer.
    Pero ella tiene mucho mas dentro, su mirada oscura es solo un reflejo de sus heridas. A pesar de ello, la persistencia de aquel hombre amenaza con romper sus barreras.
    Para el amor nunca fue tan complicado triunfar.

  • Cumpleanos Feliz de Nina Klein

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    C U NO umpleaaaaaanoooooos feeeeeeeliiiiiiiiz... cumpleaaaaaanooooos feeeeeeeeliiiiiiiz... Mientras la gente de la oficina desafinaba a mi alrededor, mire la tarta que me habian comprado entre todos. Le habian puesto velas y las habian encendido. Alli estaban, pinchadas en la tarta, esperando a ser sopladas por mi. Afortunadamente no eran velas individuales, o habrian tapado la tarta entera. Eran velas con forma de numeros. Un cuatro y un cero. Dios dios dios, cuarenta anos. Te deseeeeeaaaaaaamos Tiiiiinaaaaaaaaaaa... En serio, adoraba a mis companeros de trabajo. Eramos como una gran familia y nos llevabamos todos de cine. Al menos en nuestro departamento, que era el mio, porque la jefa del departamento era yo. Pero vamos, que eramos todos iguales, no tenia necesidad de sacar latigos para obligarles a trabajar ni nada. Me caian bien, iba diciendo, mis companeros de trabajo. Lo de la tarta no era peloteo, cada vez que alguien cumplia anos se ponia dinero entre todos, se encargaba una tarta y un par de botellas de vino rosado espumoso --mmmm-- y cantabamos cumpleanos feliz al pobre incauto justo despues de la hora de comer. A veces pienso que mas que por simpatia o buen rollo lo haciamos para comer tarta y beber en horas de trabajo, pero bueno. Servia de las dos formas. No eran mis companeros quienes me estaban incomodando. Era la cifra maldita que estaba clavada en la tarta, en forma de vela. ...cumpleaaaaanoooooos feliiiiiiiiiz. Corono la cancion desafinada una ronda de aplausos, y luego unos cuantos !sopla, sopla! Eso hice, sin pedir un deseo, porque total, lo unico que se me ocurria era no tener cuarenta anos, y tenia delante de mi la prueba --en forma de vela-- de que ese deseo no se me iba a conceder. Asi que sople las velas. Sonrei. Di las gracias. Alguien saco un cuchillo para cortar la tarta. Bueno. Me console pensando que la tarta era de cafe y chocolate, mi favorita. Algo era algo. --?ESTAS bien? Mire a Ana, apoyada en el marco de la puerta de mi despacho, con un plato de papel en la mano con un trozo de tarta. Ana, que trabajaba conmigo y era una de mis mejores amigas, se habia dado cuenta, supuse, de que mi sonrisa era un poco forzada mientras la gente me felicitaba, y de que igual habia bebido un vaso de vino mas de lo normal. O dos. Luego me habia recluido en mi despacho, con el tercer vaso de vino, poniendo la excusa de que tenia trabajo. Que era cierto, pero tambien era cierto que me dolia la cara de sonreir y no tenia muchas ganas de celebrar nada. --Meh --respondi, apoyando el codo en el escritorio y la mano en la cara. Ana se dio la vuelta para cerrar la puerta de mi despacho y se sento en la silla de los visitantes, al otro lado de mi mesa. Cada vez que hacia eso --y lo hacia por lo menos una vez al dia-- se nos iba media hora hablando. Ana era alta, delgada, con el pelo corto rubio platino, super estilosa. Yo era mas, como decirlo... voluptuosa, algo que conseguia mantener a raya yendo religiosamente al gimnasio. Eso si, nunca podria llegar a ser un insecto palo como Ana. Tampoco me quejaba: cintura estrecha --lo mio me costaba--, caderas anchas --no podia hacer nada-- y una talla de sujetador mas que generosa. Pero bueno, tenia musculos en los brazos --solo se veian cuando los flexionaba-- y estaba en forma, eso era lo importante. Tambien tenia el pelo sobre los hombros, castano oscuro que dentro de nada iba a empezar a tenirme porque esa misma manana --?casualidad, el destino?-- me habia visto como siete canas en el espejo del bano. Siete canas, las habia contado. Mi pregunta era, ?donde estaban hasta entonces? ?Habian esperado a mi cuarenta cumpleanos para manifestarse? --?Que te pasa? ?En que estabas pensando ahi fuera? --pregunto Ana--. Estabas como ida... Suspire. Suspirar era algo que parecia que estaba haciendo mucho ultimamente. --Ya sabes, cuarenta --dije, poniendo enfasis en la palabra--. El numero en si, crisis, mediana edad, etc. Ana hizo una especie de pf con la boca. --?Estas de broma? Yo tengo cuarenta y tres, paso de todo. Estoy mejor que nunca. Me encogi de hombros. --Tambien me estaba preguntando si la virginidad puede volver a crecer. Ana rompio a reir con su risa cristalina, que ademas era contagiosa. Me vi sonriendo casi sin darme cuenta. --Lo que necesitas --dijo, bajando un poco la voz, como si no estuvieramos en el despacho con la puerta cerrada y alguien pudiera oirnos--. Es volver al mercado. Torci la nariz. Volver al mercado, que expresion mas odiosa. --No, gracias. --No, en serio, escuchame... --como si tuviera otra opcion. Cuando Ana se sentaba en mi mesa del despacho, hasta que no decia lo que habia ido a decir, no se iba--. ?Por que no pruebas una app de citas? Puedes instalarte Tinder. A mi me va bien --le dio un mordisco al trozo de tarta que tenia en el plato de papel--. O por lo menos la mitad de las veces me ha ido bien. Bueno, me ha ido bien dos veces. Pero es la unica manera de conocer gente. Mire a Ana mientras masticaba la tarta. --?La unica manera? ?Y que hay de malo en salir un sabado por la noche a tomar algo, que te guste alguien, hablar un rato, intercambiar telefonos? Ana elevo los ojos al cielo y luego suspiro. --?Por donde empiezo? Primero, demasiado trabajo. Y segundo, demasiado cansado. Asi es como se conocia gente en el siglo pasado. Tienes que renovarte, Tina... ?Cuanto tiempo hace que te divorciaste? No queria hablar de ello, y menos en mi cumpleanos. --Un ano --dije, despues de titubear un poco. En realidad era ano y medio, a lo que tenia que sumar diez meses de separacion… Dios, mas de dos anos. ?Que habia hecho desde entonces con mi vida? Practicamente nada. Y en el terreno amoroso (por llamarlo de alguna manera), solo acudir a un par de citas a ciegas que mis amigas me habian preparado, en plan tienes que conocer al amigo del cunado de mi companero de trabajo, ya veras es super majo que habian sido un desastre absoluto. Dude un poco, lo que Ana aprovecho para convencerme. --En serio, Tina... tienes que hacer algo. Estas en lo mejor de la vida. No te encierres en casa por culpa del imbecil de James. El imbecil de James era mi exmarido, del que no tenia ganas de hablar. --Me da pereza... --dije, y era verdad. Ahora tenia que empezar a averiguar como funcionaba eso, quedar con gente... buf, solo de pensarlo me cansaba. Con lo bien que se estaba en casa un sabado por la noche, en el sofa, con una mantita, una botella de vino y una peli. En cuanto escuche mis propios pensamientos me di cuenta de que necesitaba ayuda. O eso o comprarme dos o tres gatos y ya terminar con todo, una de dos. --Puedo ayudarte a hacerte el perfil, ensenarte como funciona --dijo Ana, y aquello termino de convencerme. Accedi a reganadientes, sobre todo porque si no lo hacia Ana no se iba a ir de mi despacho. --Bueno... vale. Poco podia imaginarme la que se me venia encima...

  • Acercate mas de Megan Hart

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    Effie y Heath eran famosos por lo que les ocurrio cuando eran adolescentes. El mismo hombre los secuestro y abuso de ellos, y tuvieron que apoyarse el uno al otro para consolarse hasta que, por fin, consiguieron escapar.

  • Ciega, sorda y muda de

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    En nuestra vida nos topamos con personas que no quieren escuchar, otras que no quieren hablar y otras que no quieren ver. Sordas, mudas y ciegas, en cualquier orden, no interesa cual. Lo importante es saber llevarlas, seguirles la corriente, ir para donde disparen; o podemos contradecirlas, esquivarlas... o mejor aun, tenerlas de amigas.
    Asi son ellas. Pilar, la sorda. Catalina, la muda. Malena, la ciega. Tres amigas que se complementan, inseparables, casi hermanas, por poco almas gemelas. "Somos nuestro tercio de la naranja", si, porque a veces la media naranja no existe, solo a veces, la naranja tambien se parte en tres pedazos iguales.
    Tres caminos, tres historias que, a pesar de todo, luchan por el amor. Porque ese sentimiento se hace, se construye, se vive, se siente y a la vez se odia.
    ?Podran aprender a escuchar, ver y hablar mientras tratan de conseguir que todo a su alrededor funcione? ?Se puede cambiar por amor?

  • Raine de Margotte Channing

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    --Dame un poco de agua, hija. --Raine cogio la copa y ayudo a su padre a que se incorporara en la cama para que pudiera beber. Durante los pocos meses que llevaba enfermo, se habia acostumbrado a anticiparse a sus necesidades sin dejar que nadie mas que ella lo cuidara. Queria estar con el todo el tiempo posible, hasta el final. Despues de beber un par de sorbos, Valar aparto la cara, cansado, y se tumbo de nuevo con los ojos cerrados. Su cuerpo, que meses antes era el de un hombre maduro, sano y fuerte, en poco tiempo se habia convertido en el de un anciano enflaquecido que parecia mantenerse con vida solo gracias a su fuerza de voluntad. Habia amanecido respirando de forma debil y superficial, senal, segun el sanador de la aldea de que le quedaba poco tiempo y, aunque ella se habia asegurado de que su padre no escuchara su diagnostico, el sabia que se estaba muriendo. Ahora, Raine estaba sentada en la cama junto a el, mirandolo, esperando pacientemente a que abriera los ojos. Era una muchacha alta y esbelta, con una hermosa mata de pelo negro heredado de su madre que solia mantener sujeto en una trenza, y unos inteligentes ojos dorados que ahora se veian inusualmente tristes. Algo recuperado, Valar cogio la mano derecha de su hija y la beso, poniendola luego sobre su corazon, como habia hecho tantas veces con la de su querida esposa. Su voz estaba tan debilitada, tan diferente a lo fuerte que habia sido siempre, que solo escucharla hacia que Raine temblara por dentro. --Has sido la mayor felicidad que me ha concedido la vida, aparte del amor de mi querida Agneta, tu madre. Y no hubiera podido estar mas orgulloso de ningun hijo. --Raine sentia como las lagrimas acudian a sus ojos, a pesar de que se habia prometido no llorar delante de el y Valar sonrio, orgulloso--. Llorar es bueno, al menos eso decia tu madre. Aunque reconozco que yo no le hice mucho caso en eso --bromeo, luego le dio un ataque de tos, sorprendiendola con lo que le dijo cuando se le paso--. Recuerda siempre que, solo cuando un berserker ama de verdad, sus ojos cambiaran volviendose incandescentes, como si detras de ellos ardiera un fuego abrasador. --Volvio a callarse, cansado. Ella lo escucho sin decirle que habia decidido tiempo atras que jamas tomaria como esposo a un berserker, a pesar de que Valar lo era y Raine lo adoraba. --Padre, ?por que siempre besabas la mano derecha de madre y la ponias luego sobre tu pecho, como acabas de hacer con la mia? --El la miro con carino. --Es el gesto que tienen los berserkers para mostrar a sus seres queridos que tienen su corazon en las manos. Raine no pudo resistirlo mas y se echo en brazos de su padre llorando silenciosamente y el intento abrazarla, pero estaba demasiado debil, por lo que dejo caer los brazos sobre la cama con un suspiro. Con paciencia, espero a que su pequena se recuperara, aunque sentia que no le quedaba tiempo y no podia marcharse sin asegurarse de que ella haria lo que le habia pedido. Era muy importante. --Hija, ?recuerdas lo que tienes que hacer cuando yo muera? --Ella asintio limpiandose las lagrimas y reprochandose el no haberse mantenido serena delante de el, tal y como se habia prometido a si misma. --Lo siento, padre. --El la miraba, triste. --No, hija, ya se lo dificil que es esto para ti. Recuerda lo que siempre te he dicho: que lo mas importante en la vida no se puede comprar, y que tienes que buscar lo que las personas llevan dentro de si. No te fies de las apariencias. Ella lo miro extranada. --?A que te refieres? --Valar la miro algo preocupado porque su hija era, aunque ella misma no se diera cuenta, demasiado inocente para algunas cosas. Se habia convertido en una mujer tan bella que seducia a los hombres sin percatarse, y no era consciente de ello. --Morten te pretendera cuando yo me haya ido. No lo hace ahora porque sabe lo que opino de el, pero, cuando yo no este, estoy seguro de que intentara acercarse a ti. --?Morten? --Raine abrio los ojos desmesuradamente--, pero si esta viviendo con la hija de un comerciante rico, ?no lo recuerdas?, nos lo dijo Ivarr cuando volvio de Stavanger de vender los quesos. Morten era un joven guerrero, mayor que ella, que habia vivido en la granja durante dos anos para que Valar le ensenara a luchar. La ultima vez que lo habian visto, hacia tres anos, el debia tener veinticinco anos y ella dieciseis. --!Eres tan inocente!, aun eres una nina en muchos aspectos. --Su padre movio la cabeza con tristeza por no poder seguir protegiendola durante un tiempo mas. --Padre, ya tengo diecinueve anos --contesto carinosamente-- y se luchar, gracias a ti, tan bien como cualquier hombre. --Su padre no pudo ocultar el orgullo que sentia por ella ya que, aunque nunca lo hubiera imaginado, habia resultado ser su mejor alumna. --Estoy de acuerdo. No en vano te ha ensenado el mejor maestro que se puede encontrar en todo el reino --bromeo. --O sea, tu. --Eso mismo. --Otro ataque de tos hizo que se le quitaran las ganas de bromear y cuando se calmo, minutos despues, se quedo dormido. Pero no volvio a despertarse. La melena negra de Raine brillaba gloriosamente bajo el sol enmarcando su cara palida, pero bellisima incluso en esa situacion. En honor a su padre se lo habia dejado suelto y se habia puesto su mejor vestido blanco, el color que habia que llevar en las ceremonias funerarias. A su lado estaban sus queridos Ivarr y Sif, sus mejores amigos. A el se lo habia encontrado Valar anos atras, sin familia y sin hogar y a Sif la habia comprado, siendo una nina, al dueno de una taberna, cuando vio que le pegaba. Al ver que los sepultureros bajaban el cadaver al hoyo donde reposaria el cuerpo de su padre, Raine se tambaleo, pero Ivarr, que estaba a su lado, la sujeto a tiempo por la cintura. Ella se sentia extranamente ajena a todo, como si aquello le estuviera pasando a otra persona. --?Te encuentras bien? --intento tranquilizarla con un murmullo y volvio a mirar el agujero donde todavia podia ver el cadaver de su padre que habian amortajado las ancianas del pueblo, aunque al principio se habian resistido a hacerlo porque iba a ser enterrado y no quemado como era la costumbre. Ivarr quiso llevarsela a casa cuando empezaron a echar en la tumba las hierbas aromaticas que precedian a la tierra y las piedras, pero ella se nego, decidida a quedarse hasta el final. Se lo debia. Su padre habia hecho mucho mas que eso por ella, habia vivido anos sin su madre y sin querer hacerlo, solo porque Raine no creciera sin ninguno de sus padres. Asi que aguanto de pie, mientras sentia que un trozo de su corazon se quedaria siempre con el en esa tumba, fria y oscura. Cuando todo acabo, Ivarr se encargo de pagar a los sepultureros que habian cavado la tumba junto a la de la madre de Raine, mientras Sif tiraba de ella hacia la carreta en la que habian venido y en la que tambien transportaron el cadaver de Valar. --Vamos, Raine. --Me gustaria quedarme un poco mas y ver el mar desde los acantilados. --Su mirada se desviaba hacia alli, estaban solo unos metros mas alla de las tumbas, pero Sif no la dejo ir, preocupada porque estaba demasiado palida y apatica y llevaba varios dias sin dormir. Necesitaba descansar. Ivarr y ella lo habian hablado y si no se acostaba cuando la llevaran a la granja, le harian beber alguna cosa para obligarla a dormir, aunque no quisiera. La prueba de que no estaba bien fue que se dejo llevar por la pequena Sif a la que sacaba mas de una cabeza, hasta la carreta sin quejarse y tampoco rechisto cuando la ayudo a subir. Sentadas, esperaron a Ivarr, que aparecio poco despues. Sif habia sentado a Raine para que fuera delante con Ivarr y ella lo hizo atras, como hacia siempre dada su condicion de sirvienta. Y de esa manera, recorrieron el camino de vuelta a casa. Al final no hizo falta que la convencieran para que descansara porque se quedo dormida en la carreta, sobre el hombro de Ivarr. Cuando llegaron a la casa, el la cogio en brazos y la llevo a su habitacion, y se marcho para que Sif la metiera en la cama. Cuando entro en el salon que habia construido Valar para su familia muchos anos atras con sus propias manos, miro triste, a su alrededor, porque el tambien habia perdido al hombre que habia sido un padre para el desde hacia mas de diez anos. Valar lo habia encontrado tirado en un camino cuando volvia de una de las guerras en las que habia luchado con el ejercito del rey, muy lejos de alli, hambriento, helado de frio y abrazado a la espada de su difunto padre, buscando a alguien que lo ensenara a pelear. Valar, despues de hablar con el, le dijo que no le ensenaria a pelear, pero que necesitaba a un muchacho como el que le ayudara en las tareas de la granja. Con el tiempo se dio cuenta de que nunca habia necesitado a nadie porque la granja era pequena y Valar se bastaba para realizar el trabajo, pero fue la manera que se le ocurrio para ayudar a un muchacho de quince anos que andaba perdido por los caminos, y que no tenia ningun hogar al que volver. --Creo que dormira bastantes horas. --Ivarr miro a la querida Sif, que se estaba limpiando algunas lagrimas que debia haber aguantado hasta salir de la habitacion de Raine. Era bajita y pelirroja y resultaba bastante extrano verla llorar porque siempre tenia una sonrisa en los labios. Su pregunta hizo que volviera a la realidad. --?Que vas a hacer ahora? --Mientras hablaba con el, le acerco un poco de la comida fria que habia dejado preparada esa manana, sabiendo que hoy todos tendrian hambre, ya que el dia anterior ninguno de los tres habia probado bocado. El cogio un trozo de carne con los dedos y se encogio de hombros antes de contestar. --No lo se. Ahora no puedo marcharme. --Sif se mordio el labio inferior, intentando hacerse el suficiente dano para no ceder a las lagrimas. --Lo se. --?Sabes que va a hacer ella? --Senalo con la barbilla la habitacion de la mujer de la que siempre habia creido estar enamorado, pero, desde hacia unos meses habia empezado a dudar de esa certeza y decidio marcharse lejos durante una temporada, hasta estar seguro de lo que sentia. Claro que ahora no podia irse. --No, no hemos hablado sobre eso. No creo que lo haya pensado todavia. --Pero tu la conoces mejor que nadie, incluso mejor que su padre, ?que crees que hara?, ?se quedara en la granja? --Ante su insistencia, Sif ladeo la cabeza y lo miro con unos sagaces ojos grises, pequenos y redondos. --No lo se, no creo que ni ella misma lo sepa. Pero estoy segura de una cosa: que lo primero que hara sera cumplir la promesa que le hizo a Valar: ir unos dias a casa de su amigo, el que trabaja en la catedral de Stavanger. Tiene algo que ver con su herencia, al parecer, Valar lo dejo todo dispuesto para que no tuviera mas remedio que ir alli. --Puedo acompanarla. --Sif lo miro apenada y, aunque no dijo nada, su silencio fue suficiente y al ver su rostro, el mismo se contesto--: Pero ella no querra que lo haga. --No. Ya la conoces, ni siquiera quiere que yo la acompane. Creo que necesita estar un tiempo sola. Estos ultimos meses en los que su padre ha estado enfermo han sido muy duros para ella. Ha tenido que ver como se iba convirtiendo en la sombra de lo que habia sido. --Respiro hondo porque no podia derrumbarse, Raine la necesitaba entera. Cuando se fuera de viaje, podria llorar a gusto, pero mientras tanto, no. --Eres la mejor amiga que podria tener --Ivarr repitio lo que le habia dicho muchas veces antes. Sif intento observar a Ivarr objetivamente, a pesar de sus sentimientos por el. Era un hombre musculoso gracias al trabajo en la granja y al entrenamiento al que lo habia sometido Valar durante anos, porque finalmente habia cedido y lo habia entrenado. Y para ella era muy atractivo, alto, rubio y con unos chispeantes ojos verdes. Tambien era muy reservado, tanto, que con la unica con la que se sinceraba del todo era con Sif. Lo triste era que ella estaba enamorada de el como una loca desde que lo conocio, siendo una nina, aunque ahora sabia que nunca habria nada entre los dos. Ivarr, ignorante de los pensamientos de ella, decidio preguntarle algo sobre lo que tenia mucha curiosidad. --Raine no me ha dicho que paso la noche de la muerte de Valar. Sif respiro hondo para poder hablar: --Dice que estuvo hablando como si supiera que ya no le quedaba tiempo, dandole todo tipo de consejos sobre la vida. Le dijo que estaba muy orgulloso de ella y que solo le pedia una cosa: que fuera feliz. Tambien le recordo lo que tenia que hacer cuando muriera. --Ivarr admiraba la fortaleza que siempre habia mostrado Valar. --Ningun padre habla asi a su hija. --Tampoco ninguno le ensena a pelear con todas las armas conocidas, pero es que ningun otro padre es el guerrero mas famoso que ha tenido nuestro ejercito. --Cierto. Era un hombre extraordinario y su hija tambien lo es. --Valar siempre decia que Raine estaba llamada a hacer grandes cosas, pero que el solo deseaba que ella encontrara a la persona que la complementara, como a el le habia ocurrido con su madre. --A pesar de la fama que tienen los berserkers de que siempre mueren jovenes, ha muerto con una edad avanzada. --Sif lo miro con el ceno fruncido y el levanto las manos en son de paz. --!Eh!, que no lo critico, !sabes que yo lo queria como a un padre!, solo digo que, segun se cuenta, casi todos los berserkers suelen morir jovenes y locos. --Ya. --Sabia perfectamente que Ivarr lo queria, pero, a veces, tenia la sensacion de que no aceptaba del todo su naturaleza como berserker. --El no eligio ser un berserker --le regano y el inclino la cabeza, reconociendo su error. --Lo se. La isla cada vez le parecia mas pequena y llevaba tiempo sintiendo que la oscuridad crecia dentro de el, y no queria que nadie mas que el se viera afectado por su locura. Desde fuera, sin embargo, cualquiera que lo mirara solo veria a un hombre grande y musculoso, un gigante de casi dos metros de pelo y ojos oscuros, que disfrutaba observando como las olas lamian la playa. Estuvo casi media hora inmovil, mirando el mar, sin decidirse a volver a la casa que compartian los siete berserkers, los unicos habitantes de la isla. De repente noto una mano en el hombro que sabia a quien pertenecia, porque no habia perdido la vieja costumbre adquirida en el ejercito de estar siempre en guardia. --Llevas aqui mucho tiempo. Se dio la vuelta para mirar a su amigo a la cara. Hacia semanas que habia notado que Lars estaba preocupado por el, pero no podia hacer nada por evitarlo. --Solo estaba mirando el mar. --Lars sonrio ironicamente, lo que arrugo de manera siniestra la mitad quemada de su rostro, que provocaba un escalofrio en la mayoria de la gente cuando la veia. Lars habia sido un hombre extraordinariamente apuesto, pero, cuando se le quemo la cara, su vida cambio. Hasta que encontraron la isla, Wulf y el habian recorrido muchos pueblos sin encontrar un lugar donde vivir, por la reaccion de la gente al ver su rostro. --Yo pensaba que, a estas alturas, lo tendrias muy visto. --?Ya lo tienes todo preparado? --Wulf estaba deseando que se marchara, precisamente porque era la persona que mejor lo conocia. --Si te refieres a las dos arpas, si. Las he envuelto con panos como hago siempre, para que no se danen durante el viaje. Manana viene el barco que las llevara a la costa y Ragnar va a dejar una carreta en la playa para que pueda entregarlas en la ciudad. Ragnar era el jarl de toda la region. Era un berserker que habia luchado en el ejercito junto a ellos, y que habia cedido la isla con la idea de crear un refugio para todos los berserkers que no tuvieran otro lugar adonde ir. Wulf seguia mirando las olas como si estuviera hipnotizado por ellas, y Lars se canso de esperar que le prestara atencion. --Y, hablando de eso... si ya has mirado suficiente rato el mar, me gustaria hablar contigo. -- Lars tenia que llevar dos arpas que acababa de terminar de fabricar. Habia demostrado ser un gran artesano elaborando y tocando el arpa vikinga y tenia encargos de diferentes lugares del reino, incluso de otros paises. Wulf contesto a su amigo volviendose para mirarlo fijamente, sin saber que esperar. Con Lars nunca se sabia, pero no le daba buena espina, por lo que intento distraerlo. --Imagino, al ver lo parlanchin que estas, que hoy tampoco tienes jaquecas y me alegro por ello, amigo. --La sanadora Olisse, la mujer de Aren, otro amigo soldado, habia conseguido curarle los fuertes dolores de cabeza que padecia y que no lo dejaban dormir, pero Lars no tenia ganas de hablar acerca de eso. Estaba demasiado preocupado por su amigo y no iba a dejar que lo apartara de su objetivo. --Quiero pedirte un favor. Que vayas en mi lugar. --Wulf lo miro, muy sorprendido. --?Por que?, nunca has dejado que nadie mas que tu entregue tus arpas. --Porque necesitas salir de la isla mas que yo. --?Que dices? --Como no supo que responder, utilizo el argumento que solia funcionarle habitualmente--: Aunque fuera asi, no puedo marcharme. Tengo un compromiso con Ragnar y con todos los que estais aqui. --Lars se acerco de nuevo a el y le puso la mano derecha en el hombro, decidido a sincerarse. --Wulf, siento el vacio en tu interior y he visto como te alejas cada vez mas de mi, y de todos. Te confieso que te he seguido alguna vez cuando sales de madrugada para observar el mar, como estabas haciendo hace un momento, y temo por ti. --Los ojos azules de Lars lo miraron con carino, algo que reservaba a muy pocas personas. Para aligerar el momento, le dio un golpe amistoso en la espalda--. !Vamos, di que si!, asi podras ver a Otkala, hace mucho que no vas a visitarla, ?verdad? --No te preocupes tanto por mis asuntos --bromeo, aunque solo a medias--, estoy bien, hermano. Ademas, se cuanta ilusion te hacia ver como colocaban las arpas en la catedral, !pero si llevas semanas hablando sobre eso! --Lars se encogio de hombros, quitandole importancia--. No puedo robarte ese momento. --No me estas quitando nada, porque te lo ofrezco yo. En cuanto a tu trabajo dirigiendo todo esto, te sustituire yo. No te preocupes. --Wulf se rio hasta que vio que lo miraba muy serio y con los brazos cruzados, entonces, carraspeo y dejo de reirse. --Perdona, pero creia que era una broma. --Pues no, he decidido sustituirte hasta que vuelvas. Vamos, confia en mi, ?que puede ir mal? --Los dos sonrieron divertidos porque con tantos berserkers juntos, todo podia irse a pique en un momento. --Te lo agradezco, pero no es necesario. En otra ocasion, quizas. --Viendo que no iba a ceder, Lars decidio ser totalmente sincero. --Wulf, no me hagas decir en voz alta lo que se que estas pensando cada vez que miras el mar. --Su amigo se separo bruscamente de su lado y le dio la espalda, volviendo a la misma posicion que tenia antes, cuando lo habia encontrado. --!Maldita sea, Lars!, !no te metas en mi vida! --mascullo entre dientes sin mirarlo--. !Tengo derecho a tener algo de intimidad, ademas, cualquiera de nosotros al que le preguntes ha tenido un momento malo y no pasa nada! --Ya, pero en ti cada vez son mas frecuentes y eso es por algo, los dos lo sabemos --esta vez la voz de Wulf le provoco un escalofrio. --Esta bien --de nuevo se volvio hacia el, y en sus ojos Lars pudo ver el tormento que sentia --, cada dia noto avanzar la oscuridad, pero yo no permitire que controle mi mente hasta volverme loco y haceros dano a cualquiera de vosotros. --Lo miro--. Y tu harias lo mismo. --Es verdad, por eso creo que tienes que entregar tu las arpas y yo debo quedarme aqui. Te vendra bien y solo seran un par de dias. --No. --Si. Cuando empezaban asi, ninguno de los dos solia ganar, pero en esta ocasion Lars no cedio, manteniendose firme y Wulf, al final, no pudo negarse a hacer lo que le pedia, porque nunca podria olvidar que la horrible cicatriz que deformaba la mitad del rostro de su amigo, la tenia porque recibio en su lugar un caldero de aceite hirviendo. Cuando intentaban conquistar un castillo luchando en el ejercito del rey, Lars se puso delante de el para protegerlo y, por ese acto de valentia y amistad, siempre tendria la cara desfigurada. El favor que le estaba pidiendo de que entregara las arpas en su lugar, no era nada a cambio, de modo que acepto.

  • Venganzas, mentiras y un amor inesperado de Athenea Stones

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    Estoy en el tren mirando por la gran ventana, los frondosos bosques tinen de verde el paisaje, mientras que el cielo esta con un azul intenso avisando de la inminente lluvia que va a caer. Son muchas horas de viajes las que llevo ya sentada en la misma postura, mi cuerpo empieza a sentir dolor, por lo que me empiezo a mover incomoda, deseosa de llegar cuanto antes a la gran ciudad. Me hubiese levantado en varias ocasiones si no fuese por el hombre que tengo a mi lado que empieza a incomodarme, estoy a punto de preguntarle si tiene algun problema conmigo. No se si esta observando el paisaje y soy yo la que se esta creando pajaros en la cabeza, o realmente me quiere decir algo, pero no se porque tengo la intuicion de que sus ojos no se fijan en el horizonte, ni siquiera en mi cara si no que es algo que esta un poco mas abajo. Vuelvo a girar la cabeza pendiente de unos pasos que acaban de cruzar el vagon, y me topo por tercera vez con esa mirada inquisitiva que me inquieta y empieza a incomodarme, me armo de valor y me levanto, le pido permiso para salir y me encamino hacia el bano. El pasillo del tren es largo y mucha es la gente que esta sentada a ambos lados pensando en sus cosas, me llama la atencion una pareja muy joven que se estan besando como si se fuese a destruir el mundo, no es que me extrane esa actitud, es mas me gusta ver que hay gente que cree en el amor y que deja fluir sus sentimientos sin importarle lo que el resto pueda pensar. Pero mi realidad es completamente distinta, solo he tenido una relacion lo que se puede llamar estable, y fue cuando solo era una cria. Fue mi primer amor, no se si se le puede llamar exactamente asi, porque enamorada no es que estuviese o al menos asi lo veo ahora, simplemente era una nina ingenua que se fiaba de cualquiera. El era mas mayor que yo, y mucho mas experimentado en cuanto a la vida se refiere. Nuestra corta pero intensa relacion fue toxica desde el inicio, es cierto que con el aprendi a disfrutar en la cama pero tambien es que no te puedes fiar ni lo mas minimo de los hombres. Resulto tener una vida paralela con otra chica, y aun habiendolos visto y recriminado en numerosas ocasiones, me negaba lo evidente. Es cierto lo que dicen que a base de palos aprendes, yo por suerte he recibido varios, y en el ambito amoroso no ha sido el unico, pero gracias a esa relacion pude aprender a ser mas desconfiada , y se que suena mal pero es como lo pienso y es que utilizo a los hombres a mi antojo y no dejo que surja ese algo mas que pueda distorsionarlo todo. Puedo decir que hasta tengo mi propia regla para las relaciones, no tener sentimientos, no crear vinculos con el genero masculino, solo me permito disfrutar con ellos, los sentimientos los dejo para otra persona. Si pensais que soy una zorra o que poca verguenza por pensar asi, lo siento, esta soy yo, mi cuerpo y mis reglas, y mi venganza, que por eso estoy en este tren direccion a la ciudad de los espejos, las luces, incluso de los suenos pueden describirla muchos, pero para mi es la ciudad de la venganza. Voy a Nueva York para conseguir mi proposito, para vengar a mis padres y a toda una vida de lucha y de trabajo que se les esfumo por un mal nacido que les estafo, ellos le consideraban mas que un amigo, como un hermano y el y su mujer se comportaron mas bien como ratas, dejando a mis padres en la ruina. Salgo del bano y vuelvo a mi asiento, mi destino esta cerca y mi nueva vida tambien. Dejare de ser una chica de pueblo, La gran manzana me espera, miro a mi alrededor y observo que el mismo nerviosismo que tengo yo empieza a generalizarse entre todas las personas que me acompanan en este viaje, estamos llegando, se nota en el ambiente la gente se mueve inquieta, los primeros rascacielos aparecen al fondo, las nubes no son lo suficiente altas como para sobrepasar gran parte de los edificios, tapando parte de los mismos. Capitulo 1 Brooke Miller Por fin me siento en el taxi, ya me habian advertido sobre lo dificil que es conseguir uno en pleno Nueva York, pero que te lleguen a tirar al suelo por conseguir uno es ya demasiado, sobre todo cuando vas cargada con dos maletas, una bolsa de deporte, el bolso, el portatil y unos zapatos en los pies que para nada son comodos, tengo tacones que me dejan menos ampollas en los pies de las que me van a hacer estos, definitivamente no fue buena idea comprar unos botines y estrenarlos para venir. Bajo la ventanilla del taxi y saco la cabeza entera por la ventana, no aguantaba mas el olor, no porque huela mal el taxista, la verdad al hombre se le ve muy profesional y aseado, ademas tiene el coche completamente limpio, es nada mas y nada menos que ese palito que tiene encendido, estaba quitando todo el aire del taxi impregnando con ese olor repugnante. No soporto el olor a incienso, en realidad no soporto los olores fuertes, ademas mi cuerpo no reacciona bien a los aromas o perfumes fuertes, se me hinchan los ojos, las fosas nasales se me enrojecen y empiezo a moquear, como si de una alergia se tratase, pero los medicos dicen que es mi subconsciente no encuentran otra explicacion, porque las pruebas de la alergia me las repitieron en dos ocasiones y no me salieron alergia alguna. No se en que momento me surgio esa alergia, pero si que se cuando empezo a suponer un problema, fue en una de las primeras fiestas de la universidad, estaba en una fraternidad junto a dos amigas de clase, y uno de los jugadores del equipo de rugby se nos acerco, el chico estaba tremendo, mis amigas babeando por el. La verdad es que el chico no tenia desperdicio, aunque era un armario empotrado, y bastante alto, tenia unos ojos penetrantes, y al parecer al chico le llame yo la atencion. Empezamos a liarnos a los viente minutos de conocernos, pero ese olor pudo mas que mis ganas de estar con el. Yo creo que llevaba puesto encima un bote entero de colonia barata, no habia parte de su cuerpo que no oliese a alcohol puro, y mi cuerpo reacciono, empece a estornudar, y mis ojos se me hincharon como dos pelotas de futbol, y que decir del aguilla que se me desprendia de la nariz sin remedio alguno. El chico se asusto tanto que se fue de la fiesta cuando apenas habia empezado, con la excusa de que al dia siguiente tenia que madrugar, mis amigas encima se enfadaron conmigo, y ahi entendi que estaba jodida, no solo iba a tener que fijarme en el fisico de los chicos, si no tambien en como olian. Mis ojos deben estar dilatados al maximo, el paisaje ha cambiado radicalmente, debemos estar entrando en plena ciudad porque los edificios son cada vez mas altos y estan por todas partes, las amplias calles, se van llenando de gente que va como loca de un lado a otro, pienso que es otra de las cosas que me tendre que acostumbrar, el estilo de vida aqui es muy diferente al que estaba acostumbrada, en las grandes ciudades la gente parece que llegue tarde a todos sitios. Yo odio llegar tarde y la impuntualidad en general, me parece una falta de respeto hacia la otra persona. Conforme vamos adentrandonos en la ciudad me voy poniendo mas nerviosa, estoy ansiosa de conocer mi apartamento, bueno eso de mi apartamento esta muy lejos de la realidad, lo voy a compartir con otra chica que ya vive ahi desde hace unos meses, y queria repartir los gastos del alquiler, para mi me parece estupendo, menos gastos y encima el apartamento segun la direccion que me facilitaron en la agencia esta muy cerca de la sucursal central de la empresa de los Calton. -Senorita, hemos llegado, bienvenida a la gran manzana- el taxista para el coche y me senala el precio del taximetro.

  • El chico del tapersex de Sara Lis

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    Julia y Oliver son una pareja joven, apasionada y natural como la vida misma, y tambien, dos personas con caracteres muy diferentes entre si que les hacen chocar en mas de una ocasion.

  • Ojos del Anochecer (Devonshire 3) de Maria Isabel Salsench Olle

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    Karen Cavendish era oscura,misteriosa e intrigante; incluso para algunos, peligrosa. Toda ella estaba envuelta por una aurea de misticismo y complejidad que seducia a todo hombre, joven o mozuelo atraidos por ese placer extrano que posee el peligro; sin embargo, en cuanto llegaba el momento del compromiso muchos de ellos lo eludian no siendo capaces de sobrellevar el fuerte caracter de la joven asi como tampoco sus aficiones nada convencionales.

  • Recuerda aquella vez de Adam Silvera

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    Superventas del New York Times, Mejor libro juvenil Amazon 2015 y Mejor novela Booklist 2015. Una novela sobre aceptacion y autodescubrimiento. <> ?Y si pudieras borrar de tu mente los recuerdos que te impiden ser feliz? El Bronx, Nueva York, en un futuro no muy lejano Aaron Soto, de dieciseis anos, lucha por encontrar la felicidad a pesar de las cicatrices que arrastra, tanto fisicas como emocionales: el suicidio de su padre, su propio intento fallido de abandonar este mundo, una vida de necesidades y, para colmo, la inquietante atraccion que siente por Thomas, su nuevo y ambiguo amigo Con lo facil seria su vida si pudiera borrar las experiencias acaecidas en estos ultimos tiempos y empezar de cero junto a su novia, Genevieve, y sus camaradas de siempre Afortunadamente, en el vecindario existe una sede del instituto Leteo, que ofrece la posibilidad de erradicar los recuerdos dificiles con un tratamiento revolucionario. Aaaron esta dispuesto a olvidar a cualquier precio, sin saber que la felicidad y la infelicidad son dos caras de la misma moneda y que el precio del olvido puedes ser demasiado alto. Una novela que rompe moldes, con un toque futurista, que nos arrastra por una montana rusa de sensaciones y preguntas, no todas de facil respuesta. Una historia original y valiente sobre el olvido que ningun lector podra olvidar.

  • Una propuesta arriesgada de Vega Manhattan

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    Daniela era una adicta al trabajo y los hombres le huian.
    Marcos era un ligon de primera y el mejor amigo del hermano de ella.
    Se conocian desde siempre, pero hacia anos que no se veian. Hasta que Daniela acepta el consejo de su hermano y llama a Marcos, pero por otros motivos diferentes a los que su hermano espera.
    Daniela le hara a Marcos una proposicion un tanto arriesgada, sin imaginar que no solo pondra en riesgo su amistad, sino tambien sus corazones.
    Una propuesta donde las reglas, la pasion y los sentimientos seran los ingredientes principales.

  • El hermano del famoso Jack de Barbara Trapido

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    Como no tengo otro, escojo de prefacio el que escribio Jacob, y que lei a escondidas hace quince anos, cuando lo encontre sobre la mesa de desayuno de los Goldman, junto a los cereales: <>. Era un matrimonio que se caracterizaba, entre otras cosas, por el cambiante animo de Jacob, alternativamente enfurecido o encantado con Jane en el papel de tenaz esposa rural. No cabe duda de que eso influyo en los caminos que decidi recorrer yo. Conoci a Jacob Goldman cuando me entrevisto para una plaza universitaria en Londres, durante mi ultimo ano en un elegante colegio privado del norte de la ciudad al que mi madre me habia mandado. Mi madre, viuda de un verdulero local modestamente acomodado, lo habia hecho con cierto sacrificio y con la esperanza de que yo adquiriese el acento apropiado y estuviese en condiciones de participar en los circulos apropiados. Y dado que los padres estan destinados a que sus hijos les decepcionen, creo que a ella le decepciono que la consecuencia de su decision fuera, en cambio, que yo sacara siempre buenas notas y que Jacob se convirtiera en mi profesor. Jacob (un impresionante y corpulento filosofo de izquierdas procedente del East End) nos hablaba con maravillosa y convincente fluidez sobre la dialectica trascendental, en un tono de voz formidable y barriobajero plagado de oclusiones gloticas, como de ayudante de fontanero. Era el catedratico de filosofia en aquel laberintico edificio victoriano y enseguida se convirtio en mi figura paterna y mi referente cultural. Yo habia leido las alusiones de lord David Cecil a sus <> de Oxford, pero Jacob no me entrevisto en ningun lugar que pudiese dignificarse con esa palabra. Me entrevisto en lo que parecia ser apenas un recoveco ventilado. --Te sere sincero --dijo--. Te he hecho venir hasta aqui porque el informe del director de tu colegio es tan negativo que me induce a sospechar que quiza seas mas lista que el. Puede que no seas, claro, mas que una rebelde testaruda. ?Que crees tu que eres? Me traspaso desde debajo de unas cejas de negra crin con una mirada de indisimulada antipatia. Eso fue, claro esta, mucho antes del dia en que le vi mandar pasar a su cocina a un grupo de testigos de Jehova empapados por la lluvia y ofrecerles tazas de te, porque era la persona mas buena del mundo. Como si del relleno de un cojin se tratara, del cuello de su camisa abierta salia pelo a juego con las cejas. Yo debi de encogerme de hombros con algo de desden. ?Como podia transmitirle mi situacion? ?Hasta que punto estaba impulsada timoratamente por un deseo de complacer y en cambio me sentia obstinadamente incapaz de hacerlo obedeciendo a valores que no fuesen los mios? Dado que mis valores no eran compartidos por quienes me rodeaban, estaba destinada al fracaso. Creo que la falta de reconocimiento me hacia mostrarme presuntuosa, en un intento de forzar el interes de aquellos que ejercian sobre mi su autoridad. --A veces presumo --conteste. --Yo tambien --dijo Jacob. En el colegio era rebelde a un nivel modesto, siempre correcta, culpable de poco mas que de leer a James Joyce por debajo de la mesa en las clases de religion, de faltar a todos los acontecimientos deportivos y de no llevar el uniforme del colegio con la delicadeza con que otras lo hacian. De rechazar, en suma, aquellos aspectos del colegio que me parecian perifericos respecto al proceso educativo. La educacion, de acuerdo con lo que siempre habia esperado de ella, es lo que recibi de Jacob. Jacob tenia cierta afinidad con los mas inconformistas, entre otras cosas porque, segun supe mas tarde, en su rebelde juventud hubo de verselas con un bondadoso juez conservador. Y creo que el conservadurismo del juez le habia ensenado a Jacob (respecto al conservadurismo y a otras formas de villania) a odiar el pecado y no al pecador. Algo que se le daba muy bien. --Dices que te gusta leer. Encendio uno de sus repugnantes cigarrillos proletarios con una cerilla de cocina que saco de una caja enorme y me cedio la palabra. Recuerdo retrospectivamente con cierto rubor que le conte, entre otras cosas, que pensaba que Wordsworth tenia <>, que creia que Jesucristo habia sido un socialista utopico y que no me gustaba el sexo en D. H. Lawrence. Es una costumbre que tengo, ahora bajo control, la de compensar mi timidez natural con estrafalarios fogonazos de prepotencia. --A mi mujer tampoco le gusta --dijo el, lo que me sorprendio en gran medida--. Ella considera que mas que sexo es exhibicion impudica indecente. Pero ?no hay, y perdona, porque no es mi huerto de coles, no hay en eso algo del entusiasmo propio del pionero? ?No hay una cierta ingratitud en lo de trepar hasta los hombros del pasado y burlarse? --No lo se. Pero no me gusta tener que estar agradecida por algo. Jacob se tomo eso con una alentadora sonrisa contenida. --Por supuesto, a mi nunca han llegado a golpearme con jade chino --dijo--. Me han tirado a la cabeza una lata de rabo de buey Heinz y no han acertado, pero eso no tiene ni por asomo el mismo poder simbolico. Despues pase a complicarme la vida hablando del unico libro de filosofia que habia llegado a leer, una edicion de bolsillo de un libro de Bertrand Russell publicado por la Home University Library que habia comprado en el mercado de Camden Town, sospecho que para fastidiar a mi madre, que creia que me estaba convirtiendo en una marisabidilla que ahuyentaba a pretendientes estupendos. La que huia de los hombres era yo, claro, pero el asunto operaba en ambas direcciones. Como dice Robert Frost: <>. Luego le conte a Jacob que mi novela preferida era Emma. El comento con ironia que al menos en ella no habia nada de sexo. Yo aun lo ignoraba, pero el sexo era uno de los temas favoritos de Jacob. Me ruborice y dije con pasion para defenderme: <>. Jacob lanzo una sonora carcajada rabelesiana y propuso ir a tomar un cafe, que compramos en una maquina expendedora que habia al final del pasillo. --Mira, preciosa --me dijo cuando ya me marchaba--, la gente que viene aqui lo hace a costa del contribuyente britanico. Y yo lo que exijo es que esa gente se esfuerce. Si no se esfuerzan hago todo lo que esta en mi mano para que los echen. Durante las vacaciones de verano recibi la notificacion (el ultimo cumplido que me dirigiria Jacob) de que el departamento me admitiria sin importarles mis notas finales.

  • Carga (Electrico 1) de E. L. Todd

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    Al rojo vivo, cegador y peligroso.

  • El club de la lucha de Chuck Palahniuk

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  • Mi debilidad. Tu de Jose Rodriguez

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    El reloj corre, y mi cabeza esta llena. Odio esta clase. Recuperacion, Falle Algebra el ano pasado, asi que ahora estoy atrapado aqui. Lo que hace que las cosas sean aun mejores, tambien tengo otra clase de matematicas. Las cosas han ido simplemente mal. La razon unica por la que mis calificaciones han ido bajando fue porque mis padres murieron en un incendio el ano pasado. Aparentemente, mi mama habia estado cocinando y mi papa habia estado discutiendo con ella. Se habian olvidado por completo de la comida que mi madre estaba cocinado en la casa, y luego todo se encendio, y mis padres no lograron salir a tiempo. Serenity, mi hermana pequena y yo estabamos en la escuela en ese momento. Podrias imaginarte, o no, como habia sido volver a tu casa y ver todo quemado lo que habia en ella. Incluyendo a tus padres. Desde entonces, he vivido con mi tia Josey. Esa mujer nunca sale de su habitacion, asi que solo somos Serenity y yo. Ella sale de vez en cuando para conseguir comida, ducharse. Me estremezco mentalmente al pensar en esa mujer. Ha sido duro el ano pasado. Me resulta mas facil si me excluyo de la mayoria de las personas. Nunca fui muy sociable. De vuelta a mi dilema actual. Estoy sentado aqui, tomando este estupido examen que definitivamente olvide estudiar. Mi mandibula esta apretada y mi cuerpo esta tenso. Apenas puedo concentrarme. Todo lo que escucho es el suave golpeteo de lapices y boligrafos sobre papel. Al diablo esta prueba. Solo escribire cualquier cosa. Sono la campana, senalando mi libertad. Lentamente me levante de mi asiento. Me costo mucho no dar esa prueba en la cara del Sr. Roberts. Es un tipo viejo y espeluznante. A sus espaldas, la mayoria de la gente lo llama Mr.Rogers. Cuando me voy, mi cuerpo, algo musculoso, choca con una chica baja. Su cabello es oscuro con puntas rubias y cae sobre sus omoplatos. Cuando levanta la cabeza, su flequillo cae en sus ojos color avellana, que contienen molestia y posiblemente… ?diversion? Trey, en serio, ?puedes concentrarte en tus pies en el lugar de tus pensamientos? Lo juro, todos los dias te topas conmigo. Su voz era un poco ronca, pero ligera. Era mi amiga Diana. Aunque realmente no me gusta la gente, ella esta … bien. Ella ha sido mi amiga desde octavo grado. Ella es muy guapa y se viste genial e intimidante. Honestamente, no se como ‘hicimos clic’. Esta vez, pense que estaba enamorado de ella. Cuando le confese todo, ella me dio un punetazo en la nariz. Llore ese dia. Resulta que Diana es como una hermana mayor para mi. Ella tiene dieciocho anos y yo diecisiete. Sin embargo, todavia no entiendo por que me rompio la nariz. Volviendo de mis pensamientos, veo a mi amiga chasquear los dedos como si estuviera en una fiesta, y su atasco se encendio. Ella debe haber notado que me separe. ?Que estas escuchando? Pregunte No habia auriculares en sus oidos. Tenia una cosa mental pasando. ?Por que es la unica amiga que tengo tan rara? El sonido de mi pie pateandote el culo por no fijarte por donde caminas. Chasqueo los dedos con mas agresividad y me asusto mas. Esto no era normal. No quiero escucharlo. Diana coloco sus manos en sus caderas y me miro dudosamente. Mis cejas oscuras se alzaron. Ella comenzo a reirse y se levanto del piso donde habia caido, nos dimos vuelta y nos dirigimos por los pasillos. Si tan solo el resto del ano podria ser asi. Pero por mala suerte no es asi, y nunca ha estado de mi lado. Capitulo 2 !Siiiii! Serenity grita de alegria. Ella sale corriendo del edificio en el que acababa de practicar ballet. Se ha cambiado su atuendo de ballet, y lleva una camisa blanca lisa y pantalones cortos. Su cabello tan oscuro como el mio. Serenity y yo nos parecemos mucho. El cabello completamente negro, los ojos de color onix y la complexion palida. Compartimos la sonrisa de nuestra madre, aunque sus rasgos son mas vivos. Siempre me veo grunon y enojado. Ella abraza a Diana en un calido abrazo. Sus ojos estan iluminados, y sus mejillas estan sonrojadas por el correr. !Hicimos mucho en el ballet hoy! Serenity exclama. Puedo hacer las divisiones mucho mejor ahora. Practique. Eso es genial. Me alegro de que hayas divertido. Diana responde, las comisuras de sus labios se alzan en una pequena sonrisa. ?Quieres almorzar con Trey y conmigo? !Si por favor! Serenity me mira y su expresion vacila un poco. Serenity y yo tenemos una relacion incomoda. Despues de la muerte de mis padres, comence a excluir a la gente. Incluyendola. Me di cuenta de lo malo que era, y trate de tener una conversacion con ella, cualquier cosa para evitar sentir como estamos ahora. No ha funcionado. Lamento haber alejado a mi propia hermana de mi. Vamonos. Murmuro No miro a ninguna de ellas mientras me dirijo hacia el camion que habia sido mi padre, que ahora era mio. Llegamos a nuestro lugar favorito. Susies Cafe . No hay realmente ningun recuerdo que tenga aqui que sea realmente especifico que lo haga mi favorito, pero en una ocasion que entramos a la tienda el piso estaba mojado, y Diana ignoro el letrero de Precaucion humeda. Ella resbalo y cayo. Me rei mucho por horas ese dia. No recuerdo la ultima vez que me rei asi desde que mis padres estaban vivos. Se hace mas facil pensar en ellos. Sin embargo, los recuerdos son la parte mas dificil para mi. Su sonrisa, sus voces. Fue sofocante, y he querido arrancarme el corazon en varias ocasiones. Horrible, lo se. Entro con ellos, ignorando cualquier conversacion que tengan Serenity y Diana. Estoy demasiado concentrado en el aroma del cafe recien hecho, la dulzura de los postres horneados y otros alimentos con los que estoy familiarizado. Entonces, tal vez me gustan algunas cosas, pero todo lo demas puede ser una mierda, sinceramente. En serio. Entonces, Diana le cuenta a Serenity como un amigo de ella puede hacer dos vueltas. Serenity dice emocion y asombro. !Dos! ella repite y sonrie. ?Escuchaste eso, Trey? Diana me patea con sus botas de combate debajo de la mesa. Duele como el infierno, y ella sabe que odio eso. Cuando la miro, sus ojos color avellana se entrecerraron. Ella sabe que no he estado escuchando. Uh, si. !No uno, sino dos!

  • Algo de tres de Monica Benitez

    https://gigalibros.com/algo-de-tres.html

    Natalia es una joven con cierta tendencia a enamorarse siempre de la persona equivocada. En la actualidad, esta soltera y buscando empleo, pero dominar a la perfeccion cinco idiomas le ha valido para encontrar trabajo en una importante red de academias de idiomas cuya propietaria es una atractiva e intimidante mujer: Inma Farrell.

  • Cantos de una sirena (Ariel 2) de Rachel Bels

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    Erase una vez, una princesa valiente…

    ?Que hago despues de que mi mejor amigo me de un ultimatum y Eric desaparezca tras descubrir la peor parte de mi? Huir. Marcharme a Fuerteventura y comenzar una nueva vida. Nuevo hogar, nuevo trabajo, nuevos amigos. El proposito inicial de este viaje es tomar una decision al respecto de todo lo ocurrido, aunque sin prisa, logrando en estos casi tres meses hacer incluso callar a Ursula. Pero irme a vivir a casa de mama tiene un handicap, que te obliga a ver todo eso que no quieres, empujandote si o si de vuelta a casa (a la de verdad), porque al parecer no hago mas que dar palos de ciego y mi lugar no esta en esta isla.

  • Con esto y un bizcocho de Amara Castro Cid

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    Con esto y un bizcocho es una novela positiva, actual, y que te atrapa desde las primeras paginas. Mariana regresa a su Vigo natal para recuperarse de las secuelas de un accidente. Su familia, su psicologo, su fisioterapeuta y sus amigas intentan ayudarla a reconciliarse consigo misma pero una llamada inesperada lo complicara todo. Los personajes secundarios, tambien con sus propios miedos e inseguridades, acompanaran a Mariana en este viaje de superacion. Sus historias se van narrando en paralelo y vienen a reforzar la idea central de la novela: no podemos cambiar el pasado pero si que podemos intentar verlo desde una perspectiva diferente. Superacion, amor, amistad y una pizca de intriga hacen que quieras saberlo todo sobre los Nogueira porque, poco a poco, te vas sintiendo como uno mas de la familia.

  • La noche de los Nibelungos de Miguel Angel Casau

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    Alex Sistiaga se encuentra de paso en su ciudad natal asistiendo al entierro de uno de sus mejores amigos. Alli se reune con otro buen companero de toda la vida. Juntos, charlan sobre los viejos tiempos y disfrutan recordando aventuras de su adolescencia. Pero, una vez acabadas las exequias, mientras dan un paseo por el puerto deportivo, algo anomalo ocurre en la ciudad: hay una caida generalizada de las conexiones moviles y de internet coincidiendo con el paso de un enorme meteoro en el cielo. Casualidad o no, a raiz de este acontecimiento comienza "La noche de los Nibelungos", presagio de una barbarie que pronto se convertira en caos.
    Unas criaturas antropomorfas, hasta entonces desconocidas para el ser humano, emergen de repente entre las sombras masacrando todo lo que encuentran en su camino, por eso Alex los ha bautizado como Nibelungos: entes oscuros materializados del interior de la tierra.
    En realidad, nadie conoce su procedencia o naturaleza, ni el motivo por el que han surgido. Los Nibelungos son un enigma. Un enigma, salvaje y despiadado, que se alimenta de carne humana...

  • Una vida robada de Gina Wilkins

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    Rachel Madison era una mujer tranquila que necesitaba desesperadamente alguien que cuidara de ella. Su trabajo como disenadora de interiores era su refugio y su nuevo cliente, el doctor Mark Thomas, un hombre sexy y solitario, hacia que deseara traspasar la linea de lo que era simplemente una relacion de negocios.

  • La portavoz de Sophie Saint Rose

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    Katherine tiene la mala suerte de tener que cumplir con una obligacion civica. Formar parte de un jurado en un juicio por asesinato. Pero su mala suerte no termina ahi pues se enamora perdidamente de la persona que menos le conviene. El acusado, Sean Crawford no recuerda lo que ocurrio esa noche y ella estaba dispuesta a todo para librarle de la carcel para poder conocerle.

  • Cuando te rindas (Los Silverwalkers 3) de Chris De Witt

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  • True Man de Oscar Gonzalez Soto

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    Truman abre los ojos sin que ninguna camara lo este grabando o espectador televisivo alguno observe su despertar. Apoyado contra el cabecero, echa la mano al despertador aun en silencio sobre la mesilla de noche y lo apaga. Toma aliento, se pone en pie y hace que el blanco pijama de tela y largas rayas azules se contorsione al estirarse. Luego, va directo a la ducha. Una vez vestido, se prepara su habitual leche sola con galletas maria, se cepilla los dientes prestando tiempo a cada zona y sale por la puerta del piso, que cierra con dos vueltas de llave. Ya en el ascensor, observa su aspecto. El pelo negro y liso es corto y de corte clasico, ligeramente hacia atras. Sus ojos castanos y oscuros siguen siendo tan castanos y oscuros como el dia anterior. Su nariz, destinada a ser del todo afilada, se encuentra no obstante redondeada en su punta, cual si un estilete hubiese pinchado una pelota de gomaespuma. Sus labios son finos y claros, aunque esto no destaque tanto por un tono de piel de quien no pasa tiempo con el sol en la cara. En el menton poco marcado no hay rastro de pelo: ante la insistencia de su dueno con la cuchilla, ya hace tiempo que ha renunciado a salir. Dos pequenos lunares brillan en su mejilla derecha. Y, sin embargo, ?algo entre todo lo previo importa? Viendole, yo no diria tanto. Porque, ante el espejo, nuestro protagonista solo tiene ojos para que su anodina camisa conserve el planchado de la noche anterior y su puno izquierdo permanezca bien abrochado sobre el viejo reloj de agujas. Tambien para que el pantalon liso y poco entallado debajo se mantenga a la altura debida sobre los zapatos. Y para que estos esten bien limpios, aunque haga mucho tiempo que hayan dejado de brillar y sus esfuerzos por conservarlos en buenas condiciones ya no puedan cumplirse en lo que a las suelas se refiere. Para cuando sale del ascensor, ni siquiera se ha mirado por encima de los hombros. Llegando a la parada de autobus frente a su casa, solo tiene en mente su recelo a la idea de pelearse con prendas nuevas y desconocidas. Pensamiento que le priva de ver como, en la otra acera, una senora guarda un paraguas en un bolso rojo al cruzarse con un tipo renqueando por el peso de su bolsa de supermercado. Por ejemplo. Llegando a su mesa de trabajo desde hace seis meses, cualquier tipo de incomodidad se le quita de encima. Como cada manana, una sonrisa ligera pero socarrona cruza su rostro al contemplar su orden con respecto a las del resto. Despues, se dedica a abrir correos, imprimir documentos, leer parrafadas y cubrir formularios con algo similar a la paz interior. El papeleo, los impresos y las carpetas mas o menos digitales hacen que la tension en sus brazos se reduzca. Aunque a veces... --?No es su hora de descanso? Truman no tiene especial interes por satisfacer a su supervisora. Sabe muy bien que, mientras rinda a su nivel, su puesto esta lejos de peligrar. Casi tanto como cree que los ascensos no llegan a la gente como el, trabajadora y responsable, sino a las parejas de padel o golf de quienes tienen encima. No me malinterpreteis: no es que le preocupe en absoluto. El prefiere disfrutar de la calma y seguridad de su silla --lejos de cotilleos y risas baratas-- para poder acabar con tiempo, repasar y dejar todo recogido. Quien sabe: con suerte en algun momento aparecera un puesto vacante en su tranquila ciudad natal. El cafe es lo de menos. --Si, acabo en un momento y bajo. Oh, lo siento si esperabais otra cosa: en ningun caso la parrafada previa implica que nuestro protagonista sea un hombre asertivo. Asi que, no sin sentir la mirada acusadora de una jefa que lo imagina un trepa, acaba por suspender el ordenador y tomar el camino a la cafeteria. Estrategicamente colocado en linea con algunos de sus companeros y una gruesa columna entre medias, pide un cafe con leche a una senora a la que el azul uniforme ya parece quedarle algo grande. La tacita se presenta bajo las conocidas carcajadas al fondo, con un color mas bien sombrio y cierto sabor a pozo negro. Suspirando, Truman se ve obligado a recurrir al azucar refinado, producto en su lista negra desde cierta lectura meses atras. --!Porque es una chica excelente! !Porque es una chica excelente! Ahora, la menuda camarera se deshace en lagrimones mientras le introducen una banda por la cabeza, al tiempo que la mayor parte del local da palmas o silba con grandes sonrisas. No seais malpensados: el tambien sonrie algo. Aunque si que es cierto que podria ser por la jubilacion del origen del oscuro veneno: eso lo dejo a vuestra eleccion. Agradeciendo su costumbre de pagar por adelantado, Truman acaba saliendo del local a medio pocillo y sin que nadie lo vea, al tiempo que los empleados de la cafeteria empiezan a repartir tarta por las mesas. Algo le dice que la hora de descanso volvera a ser literal para la mitad de la oficina. Nada mas llegar a casa, se quita la ropa y va al cuarto pequeno. Bueno, en realidad, pequenos son todos, a la imagen del estereotipo de apartamento con un alquiler demasiado elevado para su tamano. Cocina de paredes demasiado cercanas, bano con sindrome de metro, una salita para que pueda comer persona y media y un par de habitaciones: la de la cama de noventa con su mesilla de noche y la de los dos armarios, en la que a veces consigue abrir sin problemas la tabla de planchar. Mientras en esta se pone las zapatillas, la camiseta y el pantalon de deporte, el subito pensamiento de que ha sido un dia corto le hace gesticular una leve negacion con la cabeza. Cambiando su reloj de agujas por uno digital de plastico, trata de recordar la vuelta a casa de mediodia, el salmon, el cepillo, el regreso al trabajo para el turno de tarde e incluso parte de esta. Pero no lo consigue. En fin: lo mismo es: ya esta aqui, y su habitual media hora de running acabara con el en la segunda ducha del dia y un buen yogur con cereales antes de una peli seguramente de los 90. !Quizas incluso El show de Truman!

  • El viento idiota de Peter Kaldheim

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    La historia real de un hombre que cometio todos los errores posibles, pero encontro la forma de superar la tragedia para construirse una nueva vida.

  • Todos nosotros de Raymond Carver

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    En poco mas de diez anos de intenso trabajo literario, los que van desde que dejo atras el alcoholismo hasta su temprana muerte.

  • Antologia de relatos romanticos. Navidad 2019 – Varios Autores de Varios Autores

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  • Con sabor a vainilla de Lucia M

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    Lucia es una mujer de cuarenta y dos anos que, despues de casi veinte anos de matrimonio, se divorcia y descubre que las relaciones ya no son como ella las recuerda.
    Natalia, una amiga que nunca ha dejado de estar en el mercado, decide por ella que dos anos sin relaciones desde su ruptura, ya son suficientes, y con la excusa de un juego, le presenta a Cash.

  • El ritual de Alejandro Crespo Anton

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    Una manana mas, amanecia en la casa de los Robinson. El sol ya deslumbraba en la habitacion de Miles, y le daba asi unos especiales buenos dias. Miles Robinson cumplia 15 anos. Asi que, al abrir los ojos, se le dibujo una sonrisa. Sabia que iba a ser un dia de llamadas de felicitacion por su cumpleanos, y tambien de muchos regalos. Seria un dia muy especial para el. Miles era un chico con el pelo pelirrojo oscuro, delgado, alegre y de estatura media. Era muy buen estudiante, pero con el tipico caracter estudiantil y rebelde de esas edades. --No es dia de Santa Claus --pensaba Miles--, pero da igual, tendre regalos. El dia en el que llegaba Papa Noel, Miles siempre recibia muchos regalos, aunque no tuviera mucha familia. Pero eso no era un aspecto que le impidiese recibir una gran cantidad de juguetes y regalos con los que disfrutar. La ciudad estaba rodeada de barrios con rascacielos y lugares en los que vivia la gente adinerada. Y luego, existian otros barrios mas humildes y un poco separados de la civilizacion en si. Entre ellos, estaba Conroad, lugar en el que vivian los Robinson. El verano ya se notaba en Chicago. Era pleno mes de julio, y hacia bastante calor. Sobre todo, en este tipo de barrios pequenos. Se encontraban rodeados de zonas montanosas y boscosas que estaban a pocos kilometros y que se observaban a simple vista Bajo las escaleras rapidamente, con muchas ganas encontrar esos regalos que tanto esperaba. Sin embargo, lo primero que encontro al bajar fueron unas maletas de viaje. Ademas, la casa tenia bastantes menos cosas de lo habitual. Antes de poder preguntar o reaccionar, se vio atrapado por los brazos de su madre. Lo abrazo como nunca lo habia hecho y le dio tantos besos que hasta Miles se sorprendio por tanta efusividad. Tina Robinson era una mujer alta, delgada, de pelo castano y con unos ojos que bien podrian ser una mezcla de color miel y gris. Era una mujer llamativa. Asi mismo, trabajaba de camarera en un bar del barrio desde hacia 10 anos. Su padre, James, trabajaba en una inmobiliaria. Miraba a Miles con una sonrisa de oreja a oreja, y lo felicito por su decimoquinto cumpleanos. Lo agarro con sus delgados brazos, y le dio un gran abrazo y un beso fuerte en la mejilla. Era una persona que parecia mas joven lo que era en realidad. Bien podria ser un hermano mayor. --Muchas felicidades, hijo mio -- le dijo, y le volvio a dar un beso en la mejilla. Miles observo que tenia tres paquetes en la mesa del salon. Pero, antes de abalanzarse sobre ellos, su madre volvio a cogerlo para darle un achuchon y un beso que casi lo hizo caerse hacia atras. <>, penso Miles despues de darles las gracias otra vez y dirigirse a por los regalos. Como es normal en estos casos, siempre se suele ir primero a por el regalo mas grande de todos, y luego ya a coger el mas pequeno. El tamano grande solia causar siempre una mayor impresion a la gente, como si fuera algo mas significativo solo por el simple hecho de ser mas grande. Y, en este caso, volveria a ser asi. O eso era lo que creia el. Miles se dispuso a abrir el primer regalo, y se encontro con un balon de la NBA y la indumentaria del equipo que tanto le gustaba (y del que era mayor fan), los Chicago Bulls. La indumentaria traia una camiseta, un pantalon, unos calcetines, unas zapatillas, una gorra del equipo y el balon con los colores del equipo, rojo y blanco. Era el regalo ideal para ese momento, ya que estaban viviendo una de sus mejores epocas en terminos deportivos. La ciudad acababa de ver triunfar a los miticos Chicago Bulls de Michael Jordan al ganar el sexto campeonato ante los Jazz de Utah. Al abrir el regalo, su padre le conto que a su abuelo le gustaba el baloncesto, y que el hermano de su abuelo seguia a los Bulls. Pero Miles ya habia ido a por otro regalo, y no le interesaba mucho lo que le estaba diciendo su padre. Es mas, al pensarlo unos segundos despues, le era indiferente. Solo queria abrir mas regalos. El segundo paquete era una coleccion de camisetas y pantalones. Algunas camisetas eran de manga corta, otras de manga larga y de varios colores. Unas tenian unos dibujos un poco raros, con una especie de animales tipo cabras, toros, y con palos unidos entre si con formas que parecian arboles en llamas (parecian un poco diabolicos). Otras venian sin dibujos. Vamos, que tendria una renovacion en cuanto a vestimenta se refiere. Y, el ultimo regalo, era un libro: El viaje. --Pues muchas gracias --le dijo Miles a sus padres --, me voy a mi cuarto a comprobar si me cabe la poca ropa que me habeis comprado-- concluyo en tono sarcastico, con una sonrisa en los labios. No obstante, antes de subir a su habitacion, su madre Tina lo agarro del brazo y le dijo que esperara un momento. --Espera Miles, tenemos otro regalo para ti --. Miles se sorprendio y les pregunto: --?Ah si? ?Que es? ?Mas ropa? Su madre no hizo ningun gesto al comentario sarcastico de Miles, y saco algo de su bolsillo. --?Anda y esto? --. Miles cogio una especie de paquete pequeno, tanto, que le cabia en la palma de la mano. Estaba envuelto con un papel de regalo de cumpleanos, y con un lazo azul claro. Abrio ansioso el paquete. Dentro, habia una especie de bolsita parecida a las tipicas en las que se guardaban objetos relacionados con joyeria o similares. Es decir, pulseras, anillos, pendientes, etc. Miles abrio la bolsita. Era un colgante. --!Que chulo! --. A Miles no le iban mucho los colgantes, pulseras, ni mucho menos pendientes o piercings. Es mas, era la primera vez que tendria algo asi, pero tuvo que fingir que le encantaba, ya que vio que a sus padres les hacia especial ilusion darle este regalo. --Miles --su padre tomo la palabra--, es un regalo que tu madre y yo queremos que guardes y lleves contigo siempre. Es algo que te ayudara y te dara fuerzas para conseguir lo que esta por venir en tu vida. Miles miro el colgante, y penso que era ese tipo de objeto que la gente lleva consigo porque les da fuerzas y los ayuda a afrontar diversas situaciones cotidianas de la vida de la mejor manera. Por ejemplo, tener salud, buena suerte en el amor, en el trabajo, etc. Es decir, todo lo relacionado con tener una mejor <>. El colgante, cuyo material parecia plata de primera ley, era un circulo con tonos negros alrededor. Ademas, tenia una especie de estrella invertida entrelazada entre si. Quiza, era demasiado grande para su gusto, pero sin lugar a dudas, era llamativo. Miles lo miraba, ?lo habia visto antes? Era como si ya conociera ese tipo de colgante, o como si lo hubiera visto en otro sitio. Le sonaba, pero tampoco le dio mucha importancia. Miles, ahora si, decidio subir a su habitacion a guardar todos sus regalos. Eso si, no sin antes preguntar con sorna si tenian otro regalo mas para darle. Sus padres, sonrientes, le dijeron que ya podia subir a su habitacion. 2. Mudanza Miles estaba feliz. Tener su habitacion llena de cosas nuevas le encantaba. Lo primero que hizo al subir fue ponerse toda la indumentaria de baloncesto, como si fuera a disputar un partido ese mismo dia. Se sentia poderoso. Despues de ver lo bien que le quedaba, y no sin antes mandarle una foto a su amigo Lucas para darle un poco de envidia, decidio guardarlo en su armario. Se probo las camisetas y los pantalones... --Este bien, este no esta mal, este me queda bien, este me queda un poco justo... El estilo vaquero en los anos 90 era tendencia y no podian faltar en cualquier compra de regalo de cumpleanos o Navidad. De cuatro pantalones, Miles tenia dos de estilo vaquero. Penso que su madre le podria haber comprado unos un poco rasgados, que tambien estaba de moda, pero se tuvo que conformar con dos practicamente iguales. Dio gracias de que no le regalara los famosos petos con tirantes de estilo, como no, vaquero. Los odiaba. Mientras seguia en plena faena, sonaba Disturbed, una de las mejores bandas de heavy metal de la ciudad y del momento. Para Miles, el heavy metal solo era para <>. Sin embargo, en ese momento, hasta a el le gustaba escucharlo. Estaba terminando de colocar las cosas en su armario, cuando escucho que alguien llamaba a su puerta. Era su madre, seguida por su padre, que venia justo detras. --Miles tenemos que contarte una cosa... Sabemos que es tu cumple, pero es algo que tienes que saber lo antes posible --hablo su padre en un tono serio. Miles se quedo sin saber que decir mientras esperaba una respuesta--. Nos mudamos, estamos teniendo problemas economicos y no podemos pagar la casa. Asi que decidimos ponerla en venta en una inmobiliaria que hay cerca de aqui, y han aceptado la oferta. Mientras su padre hablaba, Miles recordo lo que habia visto nada mas bajar al salon. Aquello a lo que no le dio tiempo a reaccionar con tantos abrazos y besos y que, al ver tantos regalos, se le fue el santo al cielo. Recordo que la casa estaba mucho mas vacia de lo normal, y que habia unas maletas al lado de la puerta de salida. Al ver que su padre habia terminado, Miles lo miro atonito y luego miro a su madre... --?Por que?, ?asi de repente?, ?por que no me habias dicho nada antes? ?Y tenia que ser hoy? --Miles se estaba poniendo nervioso--. Yo no voy a ningun sitio, ?y mis amigos?, ?a donde vamos? James lo corto. --Miles, no te dijimos nada porque sabiamos que ibas a reaccionar mal y queriamos contartelo en el momento adecuado. Queriamos tenerlo todo claro y listo antes de decirte algo. Miles estaba intentando controlar sus emociones... --A tu madre no le va bien en el restaurante. Desde hace mucho tiempo, tiene muchos problemas con su jefe y le debe mucho dinero. Y tampoco encuentra trabajo en otro sitio. Ya sabes lo pequeno que es este pueblo, hijo, y yo no cobro lo suficiente, tenemos muchas deudas... Su madre, con gesto preocupado y pensativo anadio: --En tres dias, vendran a ver la casa, y tenemos que irnos manana. O, como muy tarde pasado manana. En situaciones que no podia controlar Miles, era una persona inquieta e intranquila. Se refugiaba en si mismo y entraba en un estado de estres que lo hacia sentirse invalido ante cualquier cosa que ocurriese a su alrededor. Le gustaba mucho vivir alli. Tenia unos amigos a los que conocia desde que era pequeno. Y le gustaba jugar, todos los dias, sus partidos de baloncesto en las canchas antiguas que estaban al lado de la casa de Lucas. Le encantaba cuando iban, en verano, al rio a banarse, cuando el colegio salia de excursion varias veces al ano por la montana, etc. Recibir de repente esa noticia lo hizo llorar. Se llevo las manos a la cabeza y salio de su habitacion para bajar al salon a prepararse un zumo de naranja. No habia desayunado todavia, aunque por suerte para el, ya lo tenia preparado en la mesa. Se sento, y mientras se bebia el zumo recien hecho y se comia los donuts que tanto le gustaban, como si los hubiera visto desde un principio, apenas se percataba del sabor. Por mucho que le encantaran esos bizcochos redondos con su famoso agujero en el medio, no podia dejar de pensar en la mudanza. Por momentos, se le olvidaba que era su cumpleanos. Dejo el desayuno sobre la mesa, ya que queria seguir mostrando su desacuerdo y su enfado. Miles era muy responsable, sabia que tenia que recoger la mesa en cualquiera de las comidas principales, pero esta vez, ni lo hizo. --?Desde cuando teneis la idea de que nos mudemos? --Miles se vio obligado a seguir preguntando. --Hace tiempo, queriamos esperar al momento adecuado... --?Y ese momento era en mi cumpleanos? Muy inteligentes. --Ya lo entenderas, tu vida va a cambiar a mejor. Ya lo entenderas. --Ya lo entendere, claro... --Miles se disponia a subir las escaleras y cortar la conversacion --. Aqui siempre haceis lo que os da la gana, y luego me llevo la sorpresa. Sois asi, ?que sera lo siguiente?, ?que me va a adoptar otra gente? --Miles, cuidado con ese tono...

  • Una despedida, siete relatos y un viaje (Sin Mar Precuela 0) de Cherry Chic

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    Esto no es una novela corta, pero tampoco es un relato largo. Es una despedida amarga, un quejido, un llanto, un paseo de la mano de Javier por la vida de sus hijos, los hermanos mas famosos de Sin Mar. Esto es el inicio, la base de todo. Es la historia de un hombre que se rehizo a si mismo una y otra vez para convertir a sus hijos en lo que son. Aqui vas a encontrar un inicio con sabor a final, siete relatos y un viaje que lo cambiara todo y volvera a ser el inicio, otra vez. Bienvenido al Sin Mar de antano, al de ahora y al del futuro, porque esta urbanizacion, para muchos y muchas de nosotros/as, ya es eterna.

  • Salvajes de Ruben Gozalo

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    UNA NOVELA DE ACCION, SUSPENSE Y VIOLENCIA

    Nada ocurre por casualidad. Nuestros hechos nos definen. Todo el mundo esconde algo. Un asesino que tatua un enigmatico numero a sus victimas. Un hombre que despierta en un sotano. Un sicario que traslada un cadaver. Nadie es inocente. La violencia como forma de vida.

  • Un arbol crece en Brooklyn de Bestly Smith

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    UNA DE LAS MEJORES NOVELAS NORTEAMERICANAS DEL SIGLO XX.

  • El consul infiltrado de Esteban Navarro

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    El 2 de noviembre de 1972, tres jovenes activistas del Colectivo Hoz y Martillo entraron en el consulado frances de Zaragoza para realizar una sonada protesta contra el pais vecino, por su apoyo a la dictadura franquista. No querian matarle, pero Roger Tur, de 68 anos, fallecio cinco dias mas tarde, a consecuencia de las graves quemaduras sufridas en el asalto. Admirado por su labor diplomatica y su integracion en la sociedad zaragozana, Tur ocultaba una actividad sorprendente: fue espia de los aliados en esa Zaragoza de los anos cuarenta que albergo a numerosos nazis.

  • La vida a traves del espejo de Nathaly Melendez

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    La vida de Sofia no es inusual, es una hija modelo, estudiante ejemplar, buena amiga y novia. La perfeccion es su meta, su obsesion, pero nadie parece notarlo, nadie tiene problema con ello. Asi que, cuando por fin deja el nido y se marcha de casa para estudiar en la universidad, cree tenerlo todo cubierto, cree que llevar su vida sera mas sencillo y que podra controlarlo todo. Pero la universidad no resulta ser tan sencilla como esperaba y el control que creia tener, comienza a escurrirse como el agua entre sus dedos cuando conoce a Samanta y Andrea, unas chicas vivaces y extrovertidas. Porque ella esconde un gran secreto con el que ha cargado gran parte de su vida y la presencia de Angel y la montana rusa de emociones a su lado, la llevaran a tener que enfrentarse a su mas grande miedo.
    A veces, tu peor enemigo, eres tu mismo.
    Una novela basada en hechos reales, la vida de una chica que batalla contra unos ideales irrisorios de belleza en la busqueda de una perfeccion inalcanzable. Un amor juvenil con ansias de ser suficiente para sanar las heridas del pasado y del presente.
    ?Podra el amor ser suficiente para hacerte libre? o, ?el monstruo que ve en el espejo ganara esta batalla una vez mas?

  • La rebelion del rey (El principe cautivo 3) de C. S. Pacat

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    La verdad ha salido a la luz y ahora Damen debe elegir entre el trono y el amor

  • Pizzeria Vesubio de Walter Riso

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    Receta para una novela inolvidable

  • Olivia y su caos de Christian Martins

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    La vida de Olivia Simmons es perfecta hasta que su nuevo vecino, el <>, se traslada al piso de enfrente. Desde entonces, todo se convierte en un verdadero caos.

  • Ciencia Ficcion de Seleccion 4 – Aa. Vv

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    Estas antologias son una seleccion de los relatos publicados en la revista estadounidense The Magazine of Fantasy and Science Fiction, considerada la mas importante del mundo en los generos de anticipacion y fantasia cientifica.

  • La Crianza Rebelde de Ana Acosta Rodriguez

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    ?Te has sentido desbordada por las quejas, llantos y gritos de tus hijos? ?Crees que te faltan herramientas para gestionar rabietas y berrinches de manera respetuosa? ?Pierdes la paciencia muy a menudo? ?Te gustaria educar a tus hijos sin castigos ni gritos pero consensuando limites saludables? Te entiendo y estoy aqui para ayudarte. A traves de mi innovador modelo de disciplina para preescolares C.E.R. (consciente, empatica y respetuosa), aprenderas a establecer normas y limites desde la atencion plena, la empatia y el respeto.

  • Heroes de cobre de Iguazel Seron , Marta Alvarez

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    Cuando el rey de Galvania muere, se convoca una competicion de aspirantes al trono. ?El objetivo? Encontrar una serie de objetos magicos antes de que concluya el tiempo. ?Las principales normas?

  • El sol brilla por la noche en Cachemira de Andres Pascual

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    Inspiro, espiro. ?Por que mi cuerpo se aferra a la vida, si lo unico que quiero es morir? Me apoyo en la barandilla del puente y sigo con la vista el avance lento de una barca cargada de telas. La mujer que la guia, ataviada con un sari agitado por el viento, introduce el remo en el agua turbia con el mimo de una repostera que remueve chocolate. Inspiro, espiro. Ya no me queda nada por hacer en esta Tierra que cada vez tiene menos de madre. Nadie que estuviera en mi lugar querria seguir viviendo. Me quito la gorra azul y paso la mano por la cara. La barca se escora hacia la orilla, donde un par de adolescentes esperan junto a un carrito de madera con el que transportaran la delicada seda. Imagino lo que ocurrira despues: la apilaran en su comercio del mercado, sera acariciada por clientes indecisos y dentro de unos meses venderan el ultimo rollo y llegara otro bote con un nuevo cargamento. Es injusto que, mientras yo me veo obligado a soportar mi pena insoportable, la vida siga para el resto con esta exasperante normalidad. Giro la vista hacia la carretera. Un camion del ejercito indio toca el claxon y escupe humo negro que pica en la garganta. Durante unos instantes no veo nada, pero al poco se disipa la nube y amanece de nuevo Srinagar, la capital de verano de Cachemira. Contemplar esta ciudad es pegar el ojo a un caleidoscopio. A pesar de llevar a sus espaldas varias decadas de guerra, conserva el aspecto de un escenario atiborrado de atrezo en el que bien podrian representarse todas las leyendas. Frases en hindi, pakistani y tibetano hacen tirabuzones en el aire, tejiendo una pashmina de palabras. Docenas de dioses y budas se dirigen a sus templos; hay tantos que han de cederse el paso en las esquinas. Mientras espero a que el soldado que conduce el jeep venga a recogerme, cruzo al otro lado del puente. El lago Dal parece una enorme acuarela. En sus fondos dormitan --como adictos al opio-- proyectiles sin explotar. Una inquietante serenidad en forma de bruma envuelve a los barcos-casa anclados en los desvencijados embarcaderos. Se confunden sus contornos, vibran como los suenos. En otro tiempo, esta atmosfera de contrastes me habria fascinado. Los soldados que custodian la <> demarcada por Naciones Unidas danzan entre los sacos terreros y las alambradas que cruzan la ciudad como retorcidas cicatrices. La persistente polvareda se entrevera del tufo de la fruta pisada a la entrada de los santuarios, del canto del muecin que llama a la oracion desde la mezquita, del humo de la manteca que queman los lamas. Cuantas paletas de colores para un solo lienzo... A ella tambien le habria fascinado estar aqui. Inspiro, espiro. Me seco el sudor de la frente con la manga del polo. Es de color negro, con el emblema cosido en el pecho, la tipica vestimenta de observador de la ONU. Un helicoptero sobrevuela mi cabeza. Su sombra me engulle durante un instante y se pierde en la tierra ennegrecida por el aceite derramado de los tanques. Una voz logra hacerse oir entre el ruido atronador: --!David! !Hora de volver! Es mi chofer. Le dirijo una mirada desganada. No es mal chico. Se alisto en los cascos azules para ayudar a la humanidad. Acostumbra a decirlo asi, con la ingenuidad de un nino que sale por primera vez de excursion con el colegio. Yo nunca hablo de lo que me trajo aqui. Antes pase por Somalia y por Haiti. Nadie creeria que estoy buscando una manera rapida de acabar con todo. Me dirijo al jeep. En la parte de atras se amontonan media docena de tijeras para cortar alambre que acabo de comprar en el mercado. Si los mandos las hubieran pedido a traves del protocolo de abastecimiento habrian tardado una eternidad en llegar, y las cosas no estan como para perder tiempo. Cada dia que pasa, los destacamentos de fuerzas internacionales nos vemos obligados a levantar nuevas empalizadas alrededor de los campamentos. Tras una temporada de tregua no escrita, han surgido grupos radicales que no dudan en atacar a pecho descubierto. Ni siquiera sabemos quien es el enemigo; indios, pakistanies y cachemires independientes guerrean en un marco confuso que yo aprovecho para hacer mas inspecciones de las que me corresponden. Siempre que puedo me salgo de la ruta, flirteo con la muerte. --Tenemos que regresar cuanto antes --dispone el chofer con aire de veterano--. Se esta haciendo de noche y pronto saldran los espectros. Mas de una vez he oido esa expresion a los lugarenos. Dicen que los muertos vagan con impunidad por este valle enclaustrado entre escarpadas montanas. Yo tambien lo creo. Cada vez que se pone el sol, los imagino acercandose a los nidos de mortero y jugueteando con los muelles hasta que se escapa una bala. --?Dejas que conduzca yo? --le pregunto. Me mira con desconcierto. --No. --Apiadate de mi. Llevo muchas semanas de copiloto... --Sabes que me arrestaran. Me llevo la mano al pecho. --Un kilometro antes de llegar, paro y te lo devuelvo. Prometido. Me siento al volante sin darle tiempo a reaccionar y enfilamos la carretera que discurre sobre la linea de control. Tras medio siglo generando resentimiento y cadaveres, nadie gasta dinero en reparar los efectos del monzon sobre el precario asfalto. Azotados por los desprendimientos, algunos tramos de esta frontera inventada apenas aguantan sin vencerse hacia el fondo del barranco. Nos sumergimos en el silencio que por la noche hiela el alma de los jovenes reclutas hasta hacerles creer que estan acurrucados bajo mantas de nieve. Al rato, creo divisar un reflejo. No pueden ser las luces del campamento, aun estamos lejos. Tampoco hay luna, ni es noche de estrellas fugaces. Detengo el jeep y repaso el cerro palmo a palmo. No veo nada, pero me invade una sensacion extrana. Llevo varios meses aqui, volviendo sano y salvo de las misiones mas arriesgadas. Algun dia tiene que agotarse la suerte. ?Va a ser hoy cuando por fin ocurra? Siento un pulso ajeno, el corazon de la cordillera se acelera y trepa por los neumaticos para resonar en mis entranas. La niebla despliega un par de brazos fantasmales. Reanudo la marcha, pero al poco he de parar de nuevo. En mitad de la carretera hay una gran roca desprendida de la ladera... O eso quieren que creamos. ?Va a ser hoy? Permanezco unos segundos quieto, aguzando el oido. La respiracion de mi companero se agita, poco a poco se acompasa con los desaforados latidos de la montana. Como impulsado por un resorte, lleva su mano al arma automatica e intenta decir algo, pero un estallido sordo solapa todas las palabras. A partir de entonces tomo conciencia de las cosas con una claridad inusitada. Escucho el clic del detonador,

  • Un caballero de East End de Ana De Lievana

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    Lo habia perdido todo… y entonces la encontro a ella.

  • Tengo una cita de Sophie Kiss

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    Laura y Dominic se conocen por internet, se conocen, comparten sus mas intimos secretos hasta que se enamoran, pero llego la hora de conocerseen persona, tarde o temprano llega ese gran momento.