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  • CEREBRO DE PAN | DAVID PERLMUTTER | Casa del Libro

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  • Libro "Cerebro de pan", de David Perlmutter - Conasi

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  • LIBRO CEREBRO DE PAN. Cómo el gluten, azúcar te están

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    18 jul 2019 — El libro Cerebro de Pan (Brain Grain), del Dr. David Perlmutter nos cuenta los múltiples perjuicios a nivel cerebral y general que alimentos ...

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  • Cerebro de pan: La devastadora verdad ... - El Corte Inglés

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  • Alimenta tu cerebro de David Perlmutter

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  • Hasta que la muerte los presente de J. R. La Cruz

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    Cuando la realizacion de nuestros suenos es solicitada al Universo con contundente fe y amor, irremediablemente aparece la magia de lo desconocido y lo mistico (lo que algunos llamarian: "intervencion divina"), para transformarnos la vida con su particular y unica manera que, ademas de dejarnos el cambio como huella de su paso, nos deja las anecdotas que lo hicieron posible. Es por ello que cito las repetidas e inagotables palabras de mi querida madre: "Que sea lo que Dios quiera, como Dios quiera y cuando Dios quiera, porque para bien o para mal, solo el lo sabe...". Exceptuada la mencion de algunos lugares, todos los personajes y lugares de este libro son ficticios. Exceptuada la mencion de algunos lugares, todos los personajes y lugares de este libro son ficticios. HASTA QUE LA MUERTE LOS PRESENTE Siempre he creido en el amor, como negarlo si soy una romantica sonadora que ama compartir, en especial aquellas cosas intangibles que llamamos tiempo, historias o anecdotas, porque todos en algun momento hemos requerido atencion o compania, y por supuesto, somos autores y protagonistas de una inconmensurable cantidad de recuerdos e historias que sin duda marcan un antes y un despues, como lo fue para mi casarme con el amor de mi vida. Un sueno absolutamente normal y corriente como el que cualquiera pudiera tener, pero con un previo desenlace que lo hace verdaderamente especial. Me refiero a la forma en como lo conoci: singular, unica, excepcional. Razon por la cual agradezco a Dios y al Universo, no solo por los hilos invisibles que movieron para ponerme justo donde me encuentro ahora, sino por ese tan "inesperado encuentro” que me sacudio como nunca nada ni nadie lo habia hecho, tanto asi, que hasta el dia de hoy me sigo preguntando por que a mi, y por que de esa manera, porque de seguro debe haber millones de mujeres en el mundo aguardando por algo similar, algo que les sacuda el piso y les cambie la vida para siempre, y para mucho mejor. Sin embargo, no todo fue siempre asi, lleno de fortuna. A temprana edad me toco entender que la vida puede ser severa con unos mas que con otros, ya que por desgracia, cuando tan solo tenia seis anos de edad sufrimos un desafortunado, tragico y lamentable accidente que dejo como resultado la perdida de mi hermanito mayor, mas una lesion que por anos mantuvo a mi padre inhabilitado, especificamente entre una silla de ruedas y un par de muletas, un suceso que condujo a mis padres a una inevitable depresion que termino convirtiendolos en sobreprotectores para conmigo. Aunado a ello, me diagnosticaron ambliopia (comunmente conocida como ojo vago) a los siete anos. A su vez, sufri de asma desde los seis hasta la adolescencia y fui operada de las amigdalas a los diez, sin mencionar la rubiola, lechina y el sarampion que religiosamente padeci. Para cuando tenia doce anos ya era amiga de varias enfermeras y algunos medicos del ambulatorio, ademas de la risuena recepcionista Matilde, a quien le estare infinitamente agradecida por la desprendida ayuda que me brindo cuando mas la necesite, una mujer a la que considero una gran amiga, y que de hecho, les aseguro que aun sigue ejerciendo con el mismo entusiasmo y amor la misma ocupacion, ahora en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, en Cucuta, mi querida ciudad natal. De manera que no habia siquiera llegado a la pubertad cuando ya comprendia un monton de cosas, en especial lo que era una familia, las responsabilidades, lo que realmente implicaba un matrimonio, y en consecuencia, lo que era el amor, y eso se lo debo a mis queridos padres, quienes seran siempre mi mayor referencia, mi mas grande inspiracion y mi motivo, no solo por Siempre he creido en el amor, como negarlo si soy una romantica sonadora que ama compartir, en especial aquellas cosas intangibles que llamamos tiempo, historias o anecdotas, porque todos en algun momento hemos requerido atencion o compania, y por supuesto, somos autores y protagonistas de una inconmensurable cantidad de recuerdos e historias que sin duda marcan un antes y un despues, como lo fue para mi casarme con el amor de mi vida. Un sueno absolutamente normal y corriente como el que cualquiera pudiera tener, pero con un previo desenlace que lo hace verdaderamente especial. Me refiero a la forma en como lo conoci: singular, unica, excepcional. Razon por la cual agradezco a Dios y al Universo, no solo por los hilos invisibles que movieron para ponerme justo donde me encuentro ahora, sino por ese tan "inesperado encuentro” que me sacudio como nunca nada ni nadie lo habia hecho, tanto asi, que hasta el dia de hoy me sigo preguntando por que a mi, y por que de esa manera, porque de seguro debe haber millones de mujeres en el mundo aguardando por algo similar, algo que les sacuda el Sin embargo, no todo fue siempre asi, lleno de fortuna. A temprana edad me toco entender que la vida puede ser severa con unos mas que con otros, ya que por desgracia, cuando tan solo tenia seis anos de edad sufrimos un desafortunado, tragico y lamentable accidente que dejo como resultado la perdida de mi hermanito mayor, mas una lesion que por anos mantuvo a mi padre inhabilitado, especificamente entre una silla de ruedas y un par de muletas, un suceso que condujo a mis padres Aunado a ello, me diagnosticaron ambliopia (comunmente conocida como ojo vago) a los siete anos. A su vez, sufri de asma desde los seis hasta la adolescencia y fui operada de las amigdalas a los diez, sin mencionar la rubiola, lechina y el sarampion que religiosamente padeci. Para cuando tenia doce anos ya era amiga de varias enfermeras y algunos medicos del ambulatorio, ademas de la risuena recepcionista Matilde, a quien le estare infinitamente agradecida por la desprendida ayuda que me brindo cuando mas la necesite, una mujer a la que considero una gran amiga, y que de hecho, les aseguro que aun sigue ejerciendo con el mismo entusiasmo y amor la misma De manera que no habia siquiera llegado a la pubertad cuando ya comprendia un monton de cosas, en especial lo que era una familia, las responsabilidades, lo que realmente implicaba un matrimonio, y en consecuencia, lo que era el amor, y eso se lo debo a mis queridos padres, quienes seran siempre mi mayor referencia, mi mas grande inspiracion y mi motivo, no solo por toda la entrega que le pusieron a mi crianza, sino por su tan particular historia de amor (el pobre, ella rica), que sin mala intencion moldeo gran parte de mi manera de pensar, convirtiendome en una mujer de bien, autentica sonadora y fiel creyente del amor. Por fortuna, tambien comprendi a temprana edad lo que era una formacion academica y la pasion por el ejercicio de algo que se ama, pues claramente se estaba desarrollando en mi una inclinacion hacia la asistencia medica, por lo que, literalmente, antes de hacerme senorita, sabia con exactitud a que queria dedicarme en mi adultez y como queria vivirla. Pero lo que mas habia anhelado, era encontrar pronto el amor de mi vida, casarme con el y formar una familia con voluntad y amor, de la misma manera que lo hicieron mis padres. Por desgracia, no fue asi. Basicamente tuve que ver a mis amistades tener novios y novias, salir juntos de paseo, tomarse de la mano y hasta besarse mientras yo hacia de chaperona, simulando poca importancia al hecho. Aunque debo admitir, y en honor a la verdad, que tenia algo en particular que tal vez jugo en mi contra: era un poquito nerd. Me gustaba estudiar y obtener buenas calificaciones, usaba lentes y era de poco hablar. En tal sentido, innecesariamente me mortifique tratando de comprender las razones de mi solteria mas alla de mis lentes y mis libros, justificarlas con base en lo real quiza, no lo se. Lo que si se, es que por fea no era, creci escuchando las palabras: que nina tan bella. Que cabello. Que ojos tan hermosos. Dios la cuide. Y por supuesto, el elogio que mas me gustaba: cuando seas grande te van a llover los pretendientes. Lo cual en algun momento me condujo a una seria reflexion, ya que en un abrir y cerrar de ojos habia llegado a la post adolescencia, viviendo solo de la ilusion y la fantasia, sin siquiera saber como se sentia que me dedicaran una cancion, que me escribieran una carta de amor, un poema, ni recibir un beso del chico que me gustaba. Era desdichada en ese sentido, no lo voy a negar, pero infinitamente bendecida en muchos aspectos mas, pertenecia a una familia de clase media alta, con unos padres increiblemente maravillosos y una extraordinaria amiga que, aunque en ocasiones me avergonzaba, nunca dejo de ser leal: Vanesa De Santis. Cuando ella tenia diecisiete y yo dieciseis anos, conocimos a un extrano personaje hasta ahora inolvidable. Una celebridad que irremediablemente se convirtio en el pilar de esta fascinante historia que con amor les quiero compartir. Me refiero a la mujer mas intrigante que haya conocido, intimidaba por su tamano, pero tenia un modo unico y particular de calmarnos: la picardia en su mirada y el sonido de sus incontables pulseras mientras barajaba las cartas, ademas de su caracteristico acento, similar al cubano con costeno y su personalidad tan extravagante como su vestimenta. "La Negra Pitonisa", como hacia llamarse, me mostro un camino que por anos olvide que debia recorrer y logro sellar, a su manera, esta singular historia de amor con las siguientes palabras: "El amor de tu vida estara mas cerca de ti de lo que te puedas imaginar... pero sera invisible a toda la entrega que le pusieron a mi crianza, sino por su tan particular historia de amor (el pobre, ella rica), que sin mala intencion moldeo gran parte de mi manera de pensar, convirtiendome en Por fortuna, tambien comprendi a temprana edad lo que era una formacion academica y la pasion por el ejercicio de algo que se ama, pues claramente se estaba desarrollando en mi una inclinacion hacia la asistencia medica, por lo que, literalmente, antes de hacerme senorita, sabia con exactitud a que queria dedicarme en mi adultez y como queria vivirla. Pero lo que mas habia anhelado, era encontrar pronto el amor de mi vida, casarme con el y formar una familia con voluntad y amor, de la misma manera que lo hicieron mis padres. Por desgracia, no fue asi. Basicamente tuve que ver a mis amistades tener novios y novias, salir juntos de paseo, tomarse de la mano y hasta besarse mientras yo hacia de chaperona, simulando poca importancia al hecho. Aunque debo admitir, y en honor a la verdad, que tenia algo en particular que tal vez jugo en mi contra: era un poquito nerd. En tal sentido, innecesariamente me mortifique tratando de comprender las razones de mi solteria mas alla de mis lentes y mis libros, justificarlas con base en lo real quiza, no lo se. Lo que si se, que nina tan bella. Que cabello. Que ojos cuando seas grande Lo cual en algun momento me condujo a una seria reflexion, ya que en un abrir y cerrar de ojos habia llegado a la post adolescencia, viviendo solo de la ilusion y la fantasia, sin siquiera saber como se sentia que me dedicaran una cancion, que me escribieran una carta de amor, un poema, ni recibir un beso del chico que me gustaba. Era desdichada en ese sentido, no lo voy a negar, pero infinitamente bendecida en muchos aspectos mas, pertenecia a una familia de clase media alta, con unos padres increiblemente maravillosos y una extraordinaria Cuando ella tenia diecisiete y yo dieciseis anos, conocimos a un extrano personaje hasta ahora inolvidable. Una celebridad que irremediablemente se convirtio en el pilar de esta fascinante historia que con amor les quiero compartir. Me refiero a la mujer mas intrigante que haya conocido, intimidaba por su tamano, pero tenia un modo unico y particular de calmarnos: la picardia en su mirada y el sonido de sus incontables pulseras mientras barajaba las cartas, ademas de su caracteristico acento, similar al cubano con costeno y su personalidad tan extravagante como su vestimenta. "La Negra Pitonisa", como hacia llamarse, me mostro un camino que por anos olvide que debia recorrer y logro sellar, a su manera, esta singular historia de amor con las El amor de tu vida estara mas cerca de ti de lo que te puedas imaginar... pero sera invisible a tus ojos... y permaneceran asi, casi desconocidos, hasta que la muerte los presente". tus ojos... y permaneceran asi, casi desconocidos, hasta que la muerte los presente". SABADO 9 DE AGOSTO DE 1980 SAN JOSE DE CUCUTA, COLOMBIA. Era un dia prometedor para una chica de casi diecisiete anos de edad. Esa manana me levante sonriente, feliz, estaba emocionada, aunque debo admitir que tambien tenia un poquito de nervios, nunca habia salido sola, y mucho menos de noche, siempre fue en compania de alguno de mis padres, de los padres de otro o en grupo. En esta ocasion seriamos solo mi mejor amiga y yo disfrutando por primera vez de esa sensacion de libertad que genera el no tener a un padre o representante vigilante y protector, sino mas bien gozando del privilegio de ser nosotras mismas, haciendo lo que se nos antojara en el momento (siempre y cuando fuese sano y divertido para ambas, claro esta), y por supuesto, apegadas a las insistentes y repetidas sugerencias de Maria Esperanza, mi querida y abnegada madre, una extraordinaria mujer con principios y estudios (maestra titulada pero dedicada al hogar), amorosa y excelente cocinera: ya sabes, Sofia, siempre juntas, no se vayan a separar, no confien en nadie, y portense bien; mientras que mi querido padre, como siempre mas calmado que ella, solo me pidio una cosa: hija, por favor, no llegues tarde. Una peticion que ahora es cuando vengo a comprenderla del todo, en especial por el recalcado "por favor". Y es que hay que ser padre para saber lo que se siente. Ernesto Jose Cardenas, hombre fuerte, luchador, amoroso, honesto y servicial, descendiente de padres campesinos, es sin duda uno de los hombres a quien mas admiro, amo y respeto. Era ayudante de su padre, quien trabajaba como capataz en una finca, especificamente para la familia Pereira. Aprendio a trabajar las tierras, y se esmero bastante en la construccion, pues por anos, todos los establos y las remodelaciones de los inmuebles de sus patrones las hicieron ellos mismos. Pero lo inevitable sucedio. Ernesto se enamoro perdidamente de la hija del jefe de su padre, una inalcanzable mujer (como le decian sus cercanos) que lo motivo a superarse mas alla de lo que cualquiera pudo haberse imaginado, demostrandole su infinito amor de incontables maneras, tanto a la familia como a quien en un principio fuera Maria Esperanza Pereira Garcia, para un par de anos mas tarde convertirse en dona Maria Esperanza de Cardenas. Dicho esto, como todo en la vida requiere de algun tipo de sacrificio, esa manana mis padres decidieron asignarme una serie de tareas domesticas que debia cumplir para poder salir en la noche, cosa que no me quito la sonrisa ni la voluntad, ya que no eran actividades de otro mundo y practicamente estaba acostumbrada a colaborar con los quehaceres de la casa, ademas, como reza el dicho: sarna con gusto no pica. De manera que lejos de enfadarme, saque provecho de la situacion para ocupar mi mente, distraerme un poco hasta que se hiciera la hora del encuentro. Y como hasta ahora acostumbro hacer, me puse mis galas especiales de hacer oficio (que de seguro mas de una debe tenerlas, en mi caso eran unas licras rotas con una vieja y estirada franela), puse Era un dia prometedor para una chica de casi diecisiete anos de edad. Esa manana me levante sonriente, feliz, estaba emocionada, aunque debo admitir que tambien tenia un poquito de nervios, nunca habia salido sola, y mucho menos de noche, siempre fue en compania de alguno de mis padres, de los padres de otro o en grupo. En esta ocasion seriamos solo mi mejor amiga y yo disfrutando por primera vez de esa sensacion de libertad que genera el no tener a un padre o representante vigilante y protector, sino mas bien gozando del privilegio de ser nosotras mismas, haciendo lo que se nos antojara en el momento (siempre y cuando fuese sano y divertido para ambas, claro esta), y por supuesto, apegadas a las insistentes y repetidas sugerencias de Maria Esperanza, mi querida y abnegada madre, una extraordinaria mujer con principios y estudios ya sabes, Sofia, siempre mientras que mi querido hija, por favor, no llegues Una peticion que ahora es cuando vengo a comprenderla del todo, en especial por el Ernesto Jose Cardenas, hombre fuerte, luchador, amoroso, honesto y servicial, descendiente de padres campesinos, es sin duda uno de los hombres a quien mas admiro, amo y respeto. Era ayudante de su padre, quien trabajaba como capataz en una finca, especificamente para la familia Pereira. Aprendio a trabajar las tierras, y se esmero bastante en la construccion, pues por anos, todos los establos y las remodelaciones de los inmuebles de sus patrones las hicieron ellos mismos. Pero lo inevitable sucedio. Ernesto se enamoro perdidamente de la hija del jefe de su padre, una inalcanzable mujer (como le decian sus cercanos) que lo motivo a superarse mas alla de lo que cualquiera pudo haberse imaginado, demostrandole su infinito amor de incontables maneras, tanto a la familia como a quien en un principio fuera Maria Esperanza Pereira Garcia, Dicho esto, como todo en la vida requiere de algun tipo de sacrificio, esa manana mis padres decidieron asignarme una serie de tareas domesticas que debia cumplir para poder salir en la noche, cosa que no me quito la sonrisa ni la voluntad, ya que no eran actividades de otro mundo y practicamente estaba acostumbrada a colaborar con los quehaceres de la casa, ademas, como reza el dicho: sarna con gusto no pica. De manera que lejos de enfadarme, saque provecho de la situacion para ocupar mi mente, distraerme un poco hasta que se hiciera la hora del encuentro. Y como hasta ahora acostumbro hacer, me puse mis galas especiales de hacer oficio (que de seguro mas de una debe tenerlas, en mi caso eran unas licras rotas con una vieja y estirada franela), puse un poco de musica para animar el ambiente y me entregue a la faena, especialmente con una cancion con la que me identificaba y que gustaba bastante en la epoca, la cual repeti hasta el cansancio: Camilo Sesto, Vivir asi es morir de amor. Como olvidarla. Y es que debo confesarles algo, creo que como muchas chicas, por anos estuve enamorada en silencio de uno de mis companeros de clases, el mas guapo del salon, siempre lucia impecable, olia rico, todos querian estar con el cuando nos organizaban en grupos, incluso, era uno de los mas populares del colegio, inalcanzable para una chica a la que se le hacia mas facil leer una enciclopedia medica que hablar con un chico. Pero ojo, no era que no tuviese habilidades para socializar, porque siempre las he tenido, el problema era solo con el, me invadian los nervios y basicamente me frenaban dos cosas: quedarme muda, o reirme sin razon.

  • La huida de Bella de Elsa Tablac

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    DUNCAN Estaba convencido de que ese no era su nombre real, pero yo ya no podria llamarla de otra forma. Bella. Observe como se deslizaba alrededor de la barra, sobre el escenario, vestida solo con un bikini minimo y brillante. Nuestras miradas se cruzaron y creo que en ese instante baje los ojos. Era complicado asimilar tanta belleza y ponerla en el contexto en el que me hallaba. El sitio no era otro que el club de striptease de Roscoe. Era la tercera vez en menos de diez dias que acudia alli para tomar una copa con mi socio y amigo Justin. Esa era la version que el tenia. Una excusa debil que dudaba que pudiese sostener durante mucho mas tiempo. En realidad solo queria volver una y otra vez para verla a ella. A Bella. Todas las noches que hiciesen falta. Pero ya habia decidido que la proxima vez acudiria solo. --No te creas que no me he dado cuenta, Dun --me dijo Justin. Empezaba a arrastrar un poco algunas silabas. Aquella noche conducia yo de regreso al motel donde nos alojabamos, y el ya iba por su tercera copa. Desvie la mirada. En ese momento el local de Roscoe estaba en uno de sus momentos algidos de la semana. Eran las doce de la noche del jueves y el bullicio era casi atronador. --?Que es lo que no se te ha escapado esta vez? --le pregunte. Justin senalo a la stripper con el dedo. A mi Bella. --He visto como la miras. --?Acaso hay alguien en este antro que no la este mirando? --No. No no no. Ya sabes a lo que me refiero. Jamas has querido acompanarme a un club de striptease, Duncan. Nunca te ha dado la gana. Y esta noche estamos aqui por tu propia iniciativa. Por tercera vez. ?Y piensas que voy a creerme que solo te apetecia tomar una copa? Si ni siquiera quieres beberte una cerveza. Sonrei. Era muy dificil enganar a aquel cabron. Demasiados anos juntos. --Eh, amigo. Que yo no te estoy juzgando --continuo--. Pero si te interesa esa chica deberias… no se, acercarte a ella. Intentar hablarle. No siempre va a estar subida ahi arriba. O al menos ponerle uno de estos entre ese par de tetas. Justin me extendio un billete de veinte dolares sobre la barra. La sola idea de plantarme delante de Bella y ofrecerle dinero a cambio de unos segundos de su atencion me resultaba casi ofensiva. Le devolvi el billete. --Nah. Veinte dolares no llega para pagar ni uno de sus pestaneos. Justin solto una carcajada. --?Una stripper, Duncan? ?Estas seguro? Podrias tener a la mujer que quisieras y te encaprichas de una de las chicas de Roscoe. Me encogi de hombros. Tampoco me apetecia seguir negando la evidencia. Mi socio saco la cartera del bolsillo. Una de las razones por las que estaba tan euforico ese dia era que habia ganado una mano importante de poker justo antes de nuestro viaje. --?Que haces? --le pregunte. --Tengo una idea mejor --dijo, sacando un fajo de billetes--. Un lap dance. Te vas con ella a uno de esos apartados. Y que te haga un striptease privado detras de la cortina. Y cuando termine le dices que te encantaria llevarla a cenar y al cine, y regalarle joyas. --Tu ves demasiadas peliculas --respondi, riendome--. Guarda eso, anda. Justin levanto el dedo para llamar la atencion de Mindy, la camarera. Una veterana del Roscoe que no habia dejado de mascar chicle desde que habiamos entrado y a la que ya nada podia sorprender. --Dime, guapo. --?Cuanto dirias que cuesta un show privado de aquella senorita? --le pregunto. Le propine una patada por debajo de la barra, pero no se dio por aludido. --?Quien? ?Bella? --Si, aquella. La rubia flexible con cara de buena chica. Mindy se rio abriendo mucho la boca y exhibiendo varias caries. --Sigue sonando, guapo. Bella no hace privados. No los necesita. Es la chica de Roscoe que mas dinero gana. La numero uno. Con diferencia. --Todos tenemos un precio --dijo Justin. Mindy se encogio de hombros. --Todos excepto Bella. Yo puedo hacerte ese show privado, si quieres --contesto la camarera. No habia podido evitar echar un goloso vistazo al fajo de billetes que Justin habia sacado de paseo por encima de la barra hacia unos segundos. Me acerque a su oido y le susurre que parase de una vez. A veces era un ordinario y un fanfarron. Justin disfrutaba dejandome en evidencia solo para satisfacer su morbo personal. Mientras el se ponia a charlar con Mindy, le di la espalda y la contemple de nuevo. La idea de que Bella supiese que se habia insertado a fuego en mi pensamiento me provocaba vertigo. Era ridiculo. No estabamos en el instituto. Soy un tipo con exito y tengo mi propio negocio. Y ella es una stripper. Como minimo. Quien sabe si va mas alla. La cancion que sonaba en ese instante era Poison, de Alice Cooper. Bella se contorsionaba alrededor de la barra como si esta fuese una extension de su cuerpo, una mas de sus perfectas extremidades. Cada uno de sus movimientos se amoldaba a la musica y a todas y cada una de mis expectativas. Observe el coro de babosos que tenia alrededor y que lanzaban billetes a sus pies. Ella les sonreia como si fuese de otro planeta. Era una autentica diosa y no podia dejar de pensar en ella desde hacia casi diez dias, los mas extranos de mi vida. Una stripper, Duncan Murphy. Nada menos. Diez dias tratando de asimilar la realidad. Que me habia colgado de una mujer que bailaba mientras se quitaba la ropa y de la que no sabia absolutamente nada. Ni siquiera su nombre real. Un nombre que ni ella misma me diria. Y sin embargo, tal vez yo no era muy diferente de los tipos que la jaleaban a sus pies. Simplemente la observaba desde la distancia, desde la seguridad de la barra del bar. No me atrevia a acercarme, y si Justin se enteraba de todo lo que pasaba por mi cabeza se reiria de mi hasta el dia del juicio final. Mi proceso mental durante aquellos dias habia sido…curioso. Al principio, negue la evidencia. Trate de olvidarla, aniquilar mi obsesion todo lo rapido posible. Llame a Julia, una antigua amiga con la que tenia citas esporadicas. Conduje hasta la ciudad; la invite a cenar y me sorprendi a mi mismo pensando en Bella mientras esperabamos el postre. Despues, la lleve a su casa y esa misma noche trate de buscar algo de informacion sobre ella en internet. Menudo idiota. Como si estas chicas dejasen algun tipo de rastro en la red. Bella era menuda, atletica y tenia una melena rubia y sedosa que le caia sobre los hombros. Los labios en forma de corazon, y las curvas mas mareantes que recuerdo. Me gustaba fijarme en su mirada, en ver hacia donde dirigia aquellos enormes ojos claros, y debo reconocer que me estremeci cada una de las ocasiones en las que crei que me estaba observando desde su pequeno escenario. Me gire y vi que Justin seguia con la distendida conversacion con Mindy. --Vuelvo enseguida --murmure, aunque mi amigo no me prestaba ninguna atencion. Me dirigi al bano del Roscoe y al salir me quede plantado en medio de la sala. Bella seguia moviendose por el escenario, y justo en aquel momento se desprendia de su sujetador. Inmediatamente cubria sus grandes pechos, rosados y perfectos, con su antebrazo. Era magnetica. No podia apartar la mirada de ella, a pesar de que habia otras chicas haciendo cosas muy parecidas en aquella sala. Me encamine hacia el borde de su escenario. En aquel momento no pensaba, solo respondia a mis impulsos. A pesar de la contundencia de sus curvas yo no podia apartar la mirada de sus ojos, convertidos en un ancla que ya nos habia unido.

  • Un arbol crece en Brooklyn de Bestly Smith

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    UNA DE LAS MEJORES NOVELAS NORTEAMERICANAS DEL SIGLO XX.

  • Una melodia para Clarisse de Silvia Garcia Ruiz

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    Claude Dubois pertenece a una familia de melomanos. Para su desgracia, el no siente el mismo interes, pero su mundo cambia radicalmente cuando asiste a la prodigiosa actuacion de una nina al piano que despierta su pasion por la musica. Sin poder evitarlo, sigue la carrera de esa chica durante anos, hasta que un dia, ella se despide de todos con una ultima y dramatica interpretacion. Claude nunca podra olvidar a la mujer que lo inspiro, y cuando el destino cruza sus caminos, hara todo lo posible por volver a escuchar la apasionada melodia que se cobija en el interior de su musa.

  • Haz que ocurra – Tamara Marin de Tamara Marin

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    Lucia es una profesora de treinta anos. Siempre ha sido extrovertida y ha tenido un fuerte caracter, por eso se dice a ella misma que, si ha sido capaz de superar encontrarse a su marido, en su propia cama, con otra, ese tal Lucas no podra con ella.
    ?Pero como se van a hacer pasar por pareja si no se tragan??Quien ganara la apuesta??Que sucede con Sergio? Y, lo que es mas importante, ?sera Lucia capaz de dejarse llevar y hacer que ocurra?

  • Un Ultimo Cafe de Nahomy Rodriguez

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    Eric lo tenia todo para ser feliz. Un brillante futuro como arquitecto, una amorosa familia, leales amigos, bienestar y un sin fin de suenos en mano. Pero sumido en su orgullo e inseguridades, destruyo aquello que en algun momento del camino olvido era lo mas importante en su vida.
    Kate, cayendo en un punto sin retorno, querra cortar de raiz el dolor que sin malicia alguna se han causado. Enfrentando la dificil decision de separarse cuando, temiendo un adios cargado de rencores, Eric recurra a un ultimo cafe con la esperanza de evitar que su historia tenga un triste final.

  • Es medianoche, Cenicienta de Adriana Andivia

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    Mi vida a los treinta y cuatro era puro cine. Pero no por lo romantica, emocionante y apasionada, sino porque la sal de mi existencia se resumia en las horas que pasaba tirada en el sofa, viendo una y otra vez las mismas viejas pelis de amor.

  • El amor vuelve en navidad de Amaya Evans

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    Opal Haley, es una joven enamorada de la vida y fiel creyente de que todas las mujeres merecen su principe azul. Hija de un terrateniente, y en sus veintitres anos, no tienes muchas posibilidades de conseguir un marido noble, y su madre junto con la tia Rachel, no hacen mas que empeorar el asunto con su insistencia de que debe casarse. Sin embargo eso no es impedimento para vivir estas festividades con mucha alegria pues es la navidad, su epoca preferida del ano, donde siempre ha pensado que todos los deseos pueden volverse realidad. Desafortunadamente anos atras, Opal cometio el error de enamorarse de un hombre que jugo con sus sentimientos y dejo una profunda huella en su corazon. Ahora, en estas fechas tan especiales ella trata de rehacer su vida sin mucho exito, pero el espiritu de la navidad sigue vivo en ella y eso podria hacer que los milagros se realicen.

  • Un angel de cristal de Dawn Brower

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    Esta es una obra de ficcion. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son productos de la imaginacion del autor o se usan de manera ficticia y no deben interpretarse como reales. Cualquier parecido con lugares, organizaciones o personas reales, vivos o muertos, es completamente fortuito.

  • El sol tambien es una estrella de Nicola Yoon

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    Natasha: Soc una noia que creu en la ciencia i en els fets demostrables. No en el desti. De fet, no soc la mena de noia que coneix un noi al carrer i se n'enamora perdudament. I encara menys quan la meva familia sera deportada a Jamaica d'aqui a dotze hores…

  • El portal de los obeliscos (La Tierra Fragmentada 2) de N.k. Jemisin

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  • Amor armado de Jennifer Clement

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  • Besos de cereza de Lorraine Coco

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    ?Puede el primer beso marcarte para toda la vida?
    Andrea creia que no, pero lo cierto es que durante los ultimos doce anos, no ha podido olvidar el suyo. Cuando, de la forma mas inesperada, el chico al que entrego ese beso, aparece en su trabajo convertido en un atractivo hombre, cree que se trata de una jugarreta del destino. Mas aun cuando se ve obligada a quedar con el y con su carismatica hija, por el bien de su sobrino, Nico.
    A partir de ese momento, su vida se convertira en una aventura, un mar de tentaciones y muchas preguntas que no sabe si esta preparada para responder.
    ?Conseguira mantenerse a salvo, o caera rendida en su trampa de besos de cereza?

  • Deseo contenido de Inma Black

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    Cuando Melissa trabajaba con el, Bret Terrell la acuso de espionaje.
    Una vez casada con el, no era mas que la complaciente madrastra de su unico hijo.
    ?Habria alguna manera de que Melissa pudiera romper su gelida resolucion?
    A Bret le habian herido en el pasado y estaba decidido a no volver a amar jamas.
    ?Que oportunidad tenia el amor de Melissa de disipar las sombras?

  • El baile de las mascaras de Fernando Claudin

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    Ella era una mujer joven y hermosa. No se merecia esa clase de vida. El amor llamaba a su puerta. Ya no podia seguir manteniendo el voto de castidad. No deseaba mantenerlo. Mas bien ansiaba infringirlo. !Ansiaba entregarse a sus brazos, abrasarse en el fuego de la pasion!
    El joven sacerdote que le habia robado el corazon se llamaba Harold. Era tan joven como ella. Y rabiosamente atractivo, con su aire romantico, sus profundos ojos azules, su cabello rubio, ensortijado, rebelde, que se resistia a ser peinado, y con ese arrebatador aire romantico que lo acompanaba alla adonde fuese, hiciera lo que hiciese.

  • La ley del pueblo de Rober H. L. Cagiao

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    La luz se apago, y el eco de la voz de Paola Gomez, volo por un momento por el cielo orensano. Todos los focos se cegaron, y solo el rumor de las mas de cincuenta personas reunidas en aquel acto, rompia el silencio. Paola, empezo a mirar a todos lados en busca de su companero, el inspector Costoya, y lo vio muy a lo lejos, casi al final del claustro. Lo reconocio por su cojera y su nueva gabardina negra. Dejo los papeles en el estrado, sin darse cuenta de que el viento los haria desaparecer en apenas segundos. De repente, a lo lejos, se escucho un grito afilado, de esos que te parten el alma. Paola corrio, intentando no tropezarse con el resto de los invitados, que aun pugnaban por reconocerse unos a otros, en la penumbra de la noche de aquel frio veintisiete de febrero en el Monasterio de Santo Estevo de Ribas do Sil, lugar de entrega de los premios a los gallegos del ano. No estaba preparada para la accion. Habia escogido tacones y un vestido largo, apropiados para la gala, pero muy poco para una persecucion, asi que, como pudo, consiguio seguir los pasos de su inspector jefe, que la llevaban a la parte exterior del monasterio y en concreto, a la Iglesia adyacente. Entro, alumbrandose con el telefono movil, atenta a cualquier movimiento extrano, y vio como Costoya pasaba directo a la sacristia. Penso si era una broma o todos los misterios del mundo tenian algo que ver con la Santa Iglesia Catolica. --?Esta muerto? --Costoya le tomaba el pulso a un joven de menos de veinte anos, tirado lateralmente sobre la fria piedra de la sacristia. --La miro y sonrio. --No, solo esta inconsciente. --Se levanto a duras penas y senalo un objeto que estaba tirado al lado del chico. --Debieron golpearle con eso. --Paola hizo el gesto, pero se dio cuenta tarde de que habia dejado el bolso en la silla, antes de levantarse para dar el discurso. Tendria que volver a por el antes de tocar aquel caliz. Miro a un lado y vio una puerta abierta que conectaba directamente hacia una zona de paso. Desde alli, se comunicaba con las escaleras y por lo tanto con todo el monasterio. En ese momento, los servicios de seguridad de Santo Estevo se acercaron a ellos. No pudo ensenarles la placa, pero todos la conocian. Los miro seria. --Hasta que sepamos quien ha golpeado a este chico, lo mejor sera que cerremos todas las puertas. Que nadie pueda salir del recinto. Cuanto antes, por favor, el que lo ha hecho ha salido por aqui. --Senalo la puerta. --Asi que aun tiene que estar dentro. --El guarda hablo por su radio y dio la orden. Mientras, Costoya pedia una ambulancia para el joven. --Sera mejor que esa ambulancia llegue pronto o no podra salir de aqui. --Paola miro al hombre extranada. El continuo. --?No han visto las noticias? --Ante la negativa gestual de los agentes, se explico. --Se acerca una tormenta de las buenas y la prevision es que llovera sin parar durante toda la noche y parte de manana, asi que no sera muy conveniente andar por la carretera. --En ese momento aparecio un hombre vestido de etiqueta. Personal del hotel, supusieron. Se presento, despues de llevarse las manos a la cabeza al ver al chico tirado en el suelo. --Espero que... --Tranquilo, solo esta inconsciente, ya hemos pedido una ambulancia. --Me llamo Casiano y soy el director del parador. Nos conocimos antes. --Paola lo recordaba de la recepcion del hotel. --?Que ha ocurrido? --Parece que alguien le ha golpeado con el caliz y ha escapado por esa puerta. --Miro hacia alli con los ojos muy abiertos. --?Y las llaves? --?Que llaves? --Las llaves de esa puerta solo las tiene el parroco, Don Afonso. O en su defecto el aqui presente, el sacristan. --?Este chico era el sacristan? --Era algo que suponia, pero requeria cierta confirmacion. --Si, es Emilio. Lleva anos siendo el sacristan de Santo Estevo. --Entonces suponemos que el que ataco a Emilio se llevo las llaves. --Eso es, y es que solo hay otras copias de esas llaves y estan en nuestro poder. Tendria que comprobar si siguen en su sitio. --?Y por que querria alguien aduenarse de esas llaves? --Casiano miro a su alrededor para intentar explicarse. --Vera, comisaria, la iglesia solo comunica al parador por esta puerta y no existe ningun control, el que accede desde aqui puede tener libertad total por todo el monasterio, por las habitaciones de los clientes. Es muy peligroso, por eso solo existen esas dos copias. --Interesante. Bien, lo primero, senor Casiano, compruebe donde estan esas otras llaves, para confirmar que han robado las de la iglesia. Por otro lado, seria bueno tranquilizar al resto de los asistentes a la gala y pedirles que comprobaran sus pertenencias, asi como sus habitaciones por si falta algo. Si prefiere lo hare yo misma. --Se lo agradeceria, seguro que le hacen a usted mas caso que a mi. --El caso es que no podemos dejar a este chico aqui, solo, al menos hasta que lleguen los sanitarios. --Costoya ya se habia agenciado una manta que le habia puesto por encima a Emilio, el sacristan. --Yo me quedare, y los de seguridad, no se preocupe, nosotros nos encargamos. --Y si se despierta corra usted a avisarnos, para intentar saber si recuerda algo del ataque. --No lo dude, comisaria. Eso haremos. --Y ya se lo he dicho al guarda, cierren la salida del monasterio, que nadie pueda escapar. El que lo ha hecho esta dentro aun. Y en cuanto salga la ambulancia, selle tambien esta puerta, la de la iglesia. Salieron a la calle, la iglesia daba directamente a mano izquierda a un pequeno cementerio, al frente una gran zona empedrada utilizada como aparcamiento y a la derecha, a la fachada del monasterio. La puerta aun estaba abierta, pero custodiada por dos personas de la organizacion del hotel. Costoya encendio un cigarro. Paola lo miro. El lo hacia un poco mas arriba. --?Estas intentando comunicarte con el altisimo? --Nego con la cabeza. --No, comisaria, estoy viendo esos pedazos de nubarrones y me da a mi que ese guarda tenia toda la razon, se avecina tormenta, va a ser divertida la noche. Me da que sera mejor que apuremos con esa charla porque por mucha carpa que tengamos esto no tiene buena pinta. --Le dio a la cabeza y le sonrio. --Ir con usted a cualquier sitio es aventura segura. Vacaciones con Paola. --Le dio una colleja. --Venga, pasa para dentro anda, te voy a dar yo a ti aventura. --Un relampago ilumino el cielo orensano y de nuevo se fue la luz en Santo Estevo de Ribas do Sil. Las tinieblas se hicieron visibles antes sus ojos, como una vision. Rompe co tabaco, penso Costoya. --No gano para sustos, no gano para vicios, asi nunca llegara la jubilacion

  • Te ruego un beso mas (Unidos por el amor 6) de Fernanda Suarez

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    Una descarada joven y un Marques que se cree inmune a los encantos de cualquier mujer.

  • El infierno de Victoria Massey de Valeria Valverde

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    Victoria Massey es trasladada al internado Fennoith tras intentar envenenar a su padrastro con matarratas. Despues de la muerte de Adelaide Massey, la relacion de ambos empeoro. Adelaide dejo en herencia toda su fortuna a su hija unica, la joven Victoria. Benjamin, viudo y padrastro de la muchacha, credulo penso que la fortuna de Adelaide seria para el. Tras la llegada al internado Fennoith, Victoria ruega a Satanas que mande a unos de sus demonios para que la ayude en el infierno en el que la habian metido y asi poder acabar lo que empezo. Inocente la chica: pensaba que no funcionaria, pero la llegada de un apuesto muchacho al internado hace que se le planteen muchisimas dudas. El joven le hara una propuesta que ella no podra rechazar: <>.

  • Clamor de Sangre de Silvana G. Sanchez

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  • Con un par de alas de Alba Saskia

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    Lia, despues de vivir en Tarifa una estrepitosa historia de amor con Hugo, regresa a Barcelona hecha anicos. Su amiga Manu la acoge y le da treinta dias para rehacerse. Mientras, Perpetua, la madre de Lia, ajena al drama que vive su hija, continua enviandole cartas a Tarifa creyendo que sigue alli. La ayuda incondicional de Perpetua y de Manu sera crucial para que Lia pueda comenzar una nueva vida, sobre todo cuando Maria, una antigua amiga con quien compartio anos de estudio en una escuela de ballet, aparece y se convierte en el puente para construir un futuro profesional haciendo lo que ama: bailar. Y Marcelo, un guapo jugador de waterpolo, estara dispuesto a acompanarla en esa nueva danza que es su vida.

  • Perversa fantasia (El Asesino de las rubias 3) de Sebastian Listeiner

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    ?Supiste algo de Thomas y los otros? --Randy y Melody continuan haciendo trabajados administrativos en Alaska, castigados como si fueran ninos --respondio masticando bronca--; y de Thomas ni noticias. ?Crees que haya hecho alguna locura? --No lo se; ni siquiera puedo imaginar lo duro que fue todo aquello para el. --!La encontre! --vocifero haciendo saltar a Stephanie de su silla--. Al fin sabremos quien era esa mujer. --Necesitamos su nombre, direccion, antecedentes; todo. --En un segundo podre decirte hasta su crema dental favorita --respondio con una sonrisa dibujada en los labios. --Ojala pueda darme las respuestas que busco o cuanto menos guiarme hacia ellas. --No vas a creerlo, pero tenemos un problema grande como esta nacion --farfullo sin quitar los ojos de su monitor. --No me asustes, ?de que se trata? --Nuestra mujer misteriosa es Madelyn Gagnon --Imposible... --susurro mientras llevaba las manos a su rostro palido. --Esto no me gusta nada amiga; tal vez sera mejor que desistas de hacer este viaje. Si la ministro de educacion canadiense estuvo en esa subasta, significa que lidiamos con gente muy peligrosa; una red que ni siquiera podemos imaginar donde termina. --Voy a necesitar que me proporciones toda la informacion que puedas recabar de esa maldita -- insistio tragando saliva, fingiendo fortaleza. --?Sabes que es una locura, cierto? --?Tienes otra idea para llegar hasta Daisy Corvelo? --Thomas es un hombre inteligente, astuto y demente que de seguro puede arreglarselas solo -- respondio tomandola de las manos. --El haria esto y mas por cualquiera de nosotros. --No me malinterpretes --carraspeo--, sabe Dios que amo a Thomas y estare siempre a su disposicion, pero esto es muy grande; es un mundo que no conocemos. --Por eso debemos prepararnos bien, no debemos dejar ningun detalle librado al azar. Estaba aterrada. Desplomada en el sillon que adornaba la sala de comandos en el departamento de su buena amiga, simulaba que dormia mientras pensaba que la mision suicida que tenia por delante bien podria ser lo ultimo que hiciera Stephanie Turner. No podia recordar cuando fue que tomo la decision de hacer justicia por mano propia. Sin embargo, pese a su impetu soberbio y osadia caprichosa, resultaba innegable que la fuerza que la movia tenia su raigambre en algo mucho mas profundo que cualquier conviccion, en algo invisible, en esa cosa indescriptible que nos ata y nos empuja a realizar cualquier locura por mas demente que fuera; esa pulsion inmanejable que recorre las venas y la sangre y va directo, no al cerebro, sino al corazon; fiel y leal promotor de aquellas irreversibles situaciones que no tienen solucion ni sentido. Solo un sentimiento de ese calibre podia explicar o dar respuesta a los incontables e inimaginables caminos sinuosos que estaba por recorrer en soledad, apenas con la compania perpetua pero vacia de un dolor que habia hecho propio, tatuandoselo en la sangre como si fuera un juramento, un pacto indeleble con la muerte. Entrada la madrugada, bajo el monopolio absoluto del silencio alarmante, Charlotte termino la expedicion que la llevo mucho mas lejos de lo que pensaba y aunque la recompensa fue bien recibida, las consecuencias del hallazgo encendian todas las alarmas de la operacion por venir. --Si ya estabas sorprendida, espera a que te comparta lo que descubri buceando en las alcantarillas inexpugnables de Internet. --Me estas asustando. --Existe un mito, una leyenda urbana sobre una mujer misteriosa que se pasea por las calles de Canada a altas horas de la madrugada, recaudando el dinero de largas y agotadoras noches de lujuria --solto como un murmullo. --No entiendo nada lo que estas diciendo --se quejo Stephanie mientras se desperezaba. --Segun entiendo, en las calles de la capital hay un amplio catalogo de oferta sexual. --?Prostitucion, explotacion de personas? --pregunto frunciendo el ceno. --Me inclino mas por la prostitucion; pero seguramente ambas. --?Y que tiene que ver eso con la ministra? --Las muchachas deben dar el dinero de esas relaciones furtivas a sus representantes. --Cafishios querras decir --refuto vehemente. --Y esos sinverguenzas, a su vez, pasan toda la recaudacion a una mujer a la que apodan << La dama de plata >> --Sigo sin ver la conexion... --Pues, estoy casi segura que << La dama de plata >> no es otra que Madelyn Gagnon. --?Dices que la ministro de educacion canadiense pasa las noches recolectando dinero de la prostitucion? --pregunto con los ojos a punto de salirse de sus orbitas. --Y quien sabe de que otras actividades tambien --suspiro abatida, elevando las pestanas--, despues de todo, no te olvides que estaba en ese hotel donde lo que se subastaba no eran diamantes u objetos historicos. --Eran ninos y ninas, lo se. --Stephie, te lo pido por enesima vez, recapacita --suplico. --Necesito encontrar la forma de acercarme a ella. --Pide una audiencia. --No voy a entrevistarme con la ministro sino con la mujer misteriosa que dirige las miserias de la luna. --?Y como haras eso sin que te maten o algo peor? --Debo ser una mas de ese mundo. --?Acaso estas demente? --grito tan alto que las puertas parecieron temblar--. ?Piensas ir a prostituirte a un pais extranjero solo para acercarte a una mujer que bien podria no existir? --?Tienes una idea mejor? --Cualquier idea es mejor que esa --replico desaforada. --Te escucho --dijo cruzandose de brazos. --Quedate aqui y continuemos combatiendo el crimen. --Me despidieron, ?lo olvidas? --Entonces busca un empleo en un restaurante, en una cadena de ropa, como secretaria de un estudio de abogados, como maestra jardinera; ?por que no puedes hacer algo normal? --Estamos combatiendo el crimen Charlotte; solo que a otra escala. --A una escala mas alla de nuestras posibilidades --se lamento--. ?Que ocurrira si te descubren? --Ruego a Dios que eso no suceda. << Bienvenidos a la Ciudad de Ottawa >> fue la frase que la recibio en el aeropuerto internacional de Canada dando inicio a una autentica odisea. Temblorosa y al borde del colapso emocional, se subio a un taxi con destino a los suburbios, sitio donde esperaba entrar en contacto con ese mundo oscuro que se desarrollaba a plena vista al margen de la realidad. Luego de registrarse en un hotel de mala muerte, se vistio con lo mas provocativo que aguardaba en su equipaje y se dirigio a un bar donde, segun las malas lenguas, paraban a descansar las trabajadoras de la noche que alquilaban su intimidad y fingian el placer que no se compra con dinero. Copa tras copa soportaba los cotilleos inaudibles de los viejos clientes que parecian encastrarse con las mesas redondas que destilaban vulgaridad, a la vez que se regocijaban en lo malicioso de sus pensamientos cuando de tanto en tanto algun ebrio ponia de manifiesto la perversidad de sus fantasias mas retorcidas. --Cantinero, un whisky doble por favor --ordeno una mujer sentandose en la barra, con largas medias de red y una falda de jean tan corta que apenas cubria sus nalgas. Entretanto, con la frente en alto y una altaneria impropia de su repertorio, Stephanie abandono la comodidad de su mesa junto a la ventana y emulando el espejo en el que esperaba reflejarse copo el centro de la escena, ansiosa de no pasar desapercibida. --Cantinero, sirvame un Martini --ordeno mientras cruzaba las piernas ensenando la sensualidad que solia esconder en su vida rutinaria. --Enseguida senorita --respondio el barman guinandole un ojo. Pese a sus esforzados intentos por parecer una clienta mas, una habitue de las rondas nocturnas tenidas de fetiches inenarrables, su falta de tacto y gestos mas ampulosos de lo necesario la dejaban en evidencia, haciendola pasar mas por policia infiltrada que mujer de la noche. --?Acaso estas siguiendome? --pregunto aquella mujer pelirroja en medio de un callejon tenebroso. --Solo queria hablar contigo. --Te vi coqueteando en el bar; sea cual fuere tu propuesta, la respuesta es no. --Pero ni siquiera escuchaste lo que tengo para decir. --Ese es el punto --dijo mientras hurgaba en su cartera--. No perteneces a este ambiente, sal de aqui mientras puedas. --?Por que dices que no pertenezco? --En primer lugar tu acento, ?americana, cierto? --sonrio--. Y en segundo lugar eres demasiado espamentosa, poco sutil; lo que me dice que eres policia o periodista. --Soy extranjera, si --respondio--. Y estoy buscando ganarme la vida, tengo problemas economicos y ya no se que hacer. --Este es un viaje de ida; mejor prueba otra cosa --respondio mientras encendia un cigarrillo. Stephanie quedo en silencio sin saber como doblegar las intenciones de una mujer obstinada que, pese a su distancia, la estaba protegiendo de un monstruo mas grande que la inmensidad de la noche misma. --?Cindy por que no estas trabajando? --pregunto un hombre de mediana edad con la camisa desabrochada, ensenando sus pectorales-- Estas haciendome perder dinero. --Estaba teniendo una conversacion con una amiga --se excuso con la mirada hacia abajo. --?Acaso esa conversacion va a volvernos millonarios? --pregunto mordaz. --Disculpe senor, yo solo... Una bofetada furiosa fue lo que Stephanie recibio por pretender hablar cuando no le era permitido. --Quiere trabajar para ti --se apuro la pelirroja intentando calmar las aguas. --?Es eso cierto? --pregunto fingiendo simpatia. --Ya no estoy segura --respondio Stephanie acariciando su mejilla adolorida. --?De donde eres preciosa? --Norteamerica --respondio timidamente. --Ya veo --susurro mientras la rodeaba con la mirada--. Seras una estrella por aqui, ya puedo sentir el dulce candor de los billetes en mis manos.

  • Un truhan encantador de Sandra Bree

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    Una maravillosa historia de amor llena de intrigas, dificultades, pasion y, sobre todo, amor.

  • Ciudad berraca de Rodrigo Ramos Banados

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    <>. <>. <>. Las frases fueron escritas con pintura roja en las murallas, delante de la fila de extranjeros que culebreaba por las soleadas calles de Antofagasta hasta el edificio de la gobernacion, a un costado de la plaza Colon, la plaza principal de la ciudad y centro social antes de la construccion del mall. Tambien la llamaban la plaza de los gitanos, pues ellos se banaban en las dos fuentes de agua casi todo el ano, a excepcion del invierno, cuando el municipio secaba los platos. Era junio el unico mes cuando se sentia realmente el frio y los colombianos se abrigaban hasta el cogote. El resto del ano caminaban con camisetas, sueltos, extrovertidos, alegres, y esa alegria, esa verborrea y esa sensualidad de cuerpos libres contrastaban con ciertas personas de alli, de movimientos apretados como robots viejos y miradas punzantes, como si en sus ojos tuvieran dos porciones de fuego lanzadas por el canon de un averno intestino para incinerar lo que parecia malo. Eso, lo malo, era sin duda lo que no se conocia, lo distinto, como el raro entusiasmo que puede ser el carnaval de una nueva vida, la alegria de una nueva oportunidad de los extranjeros que semanas antes habian sido desahuciados por la guerrilla. Para esos muertos, llegar a Antofagasta era como alcanzar el cielo que dibujan los Testigos de Jehova en su tornasol revista Atalaya, aunque en este caso fuera un atosigante paisaje ocre sacado de las cronicas marcianas. Pocos en la provincia se esforzaban por conocer a los extranos, pues pertenecian a un mundo pequeno y aislado, lleno de divertidos prejuicios socarrones. Un mundo que era como un enorme cementerio de neumaticos de camiones mineros, de esos que parecen escarabajos fosilizandose a un costado de la Panamericana, porque las carreteras, en el norte de Chile, estan llenas de fosiles industriales. Y viajar por ellas hace sudar el culo, sobre todo en el momento en que el sol desvanece la sombra al punto de hervir la piel y aturdir la vista hasta partir el paisaje en minusculos granos rojos como los de la granada. A los colombianos sobrevivientes solo les quedaba disfrutar del nuevo mundo desertico al que en las revistas economicas comparaban con Bahrein, pero esto no era ni la periferia de Bahrein ni nada parecido y tocaba celebrar la vida en una tierra extrana, sin importar lo que dijera el resto; por eso la musica, la parranda, la soltura y el baile. Y claro que no les iban a asustar las miradas recelosas si venian de la guerra. Y por supuesto que las miradas eran punzantes si estos inmigrantes querian transformar esto en Antofalombia. A la plaza Colon tambien la llamaban la plaza de las palomas, la de los lustrabotas, la de los jubilados y la de los libreros, esto ultimo por dos hombres que recopilaban articulos del diario sobre las anejas salitreras transformandolos en libros, que vendian bien. Los pampinos habian adornado con tanta obsesion el pasado, ese pasado de chusca, sudor, sol y balas, que lo habian convertido en una suerte de eden, negando el presente, encuevados en sus villas. A la plaza le decian asimismo la de los colombianos, porque acampaban de madrugada en sus recovecos esperando turno para legalizar los papeles en la oficina de extranjeria que estaba al frente, y armaban alli pequenas rumbas de un hibrido entre cumbia, salsa y regueton. Hasta un platano habia brotado de la nada a un costado de la plaza, justo donde pernoctaban los colombianos, y ese perturbador arbol, de tallo laxo como el miembro de un caballo negro, horrorizaba a los nativos, pues de un dia para otro se habia transformado en el simbolo de eso que llamaban despectivamente una ciudad bananera, una ciudad del tropico. Pero esto era Chile, el frio Chile, el antartico Chile, el sureno Chile, el europeo Chile y el blanco Chile: un pais sin platanos. Cada tanto los rayados eran borrados con pintura por la municipalidad luego de las cartas tipo denuncia de xenofobia que aparecian en El Mercurio de Antofagasta, el diario que masificaba la manera de pensar de los poderosos, con un tiraje promedio de ocho mil ejemplares en una ciudad de al menos cuatrocientos mil habitantes. Cartas firmadas por una elite progre o de izquierda o influenciada por los jesuitas, que habia adoptado como forma de vida la defensa hacia los extranjeros, pues no soportaba el maltrato que le daban algunos de los antofagastinos, sus coterraneos. Los colombianos habian arribado en oleadas desde Buenaventura y Cali, aunque ellos decian que provenian del Valle del Cauca y algunos lo imaginaban como un valle de moscas y sangre en cuyo corazon podria estar la hacienda de Escobar en decadencia, con hipopotamos canibales, tesoros llenos de billetes y cocaina de la buena enterrada por alguna parte. Llegaron desplazados por la guerrilla interna, con la esperanza de vivir tranquilos en una ciudad que, segun habian escuchado, demandaba trabajo para la mineria, donde se pagaba bien y donde se podian hacer negocios de los buenos y de los otros, y enviar el dinero seguro, que se multiplicaba en Colombia, por Ria o Western Union. Pronto, en la noche, y a veces frente a la mirada indiferente de los madrugadores inmigrantes, los rayados xenofobos resurgian como un terco sarpullido ante los rostros a los que solo podia ahuyentar una rafaga de balas en la fogosa vegetacion del valle, del famoso Valle del Cauca. En esa sucesion de escritos y borrados se encontraba la ciudad cuando, en la primavera de 2012, arribo la familia Parrada Castillo. Entre esos afrodescendientes latinoamericanos, o negros latinos, o colombianos negros, o colombianos de Tumaco, o negros pobres, o grones, o simplemente negros, estaba Jean, un chico de dieciseis anos que llego con la mision de ayudar a su padre, asi se lo encomendo, en todo lo que le solicitara. Habia que sobrevivir. Pero el chico sabia que su padre era imprevisible y que, de un dia para otro, podia desaparecer del mapa, y por eso todo lo que le decia le entraba por una oreja y le salia por la otra como un eructo. El apoyo, le diria su padre, consistia en cargar sacos, tirar de un carreton, cuidar la fruta o, cuando tuvieron casa, quedarse protegiendo a sus dos hermanos menores mientras los padres vendian las papas rellenas que cocinaban afuera de la casa en una olla ennegrecida por la quema del fuego a lena; a su madre no le gustaba prepararlas de otra forma, o mas bien no habia gas para hacer funcionar la cocina. Eso fue en un principio, porque las cosas mejoraron con el paso de los dias y en esa ciudad berraca que vivia su esplendor economico --gracias al precio del cobre que estaba en las nubes de la bolsa de valores de Londres-- el billullo empezo a llegar a todos. Ni hablar de estudios, pues Jean habia cursado hasta lo que en Chile denominan el primero medio; le quedaban pendientes tres cursos o tres anos para alcanzar la posibilidad de hacer estudios superiores, algo que estaba por completo descartado por su padre. El problema para Don Parrada era que el adolescente Jean, de mirada esquiva cuando le hablaba, no tenia entre sus planes desarrollar una vida tan simple, ni menos ser lo mismo que su padre: un desplazado que se las arreglaba, en cada lugar adonde iba, trabajando en cualquier cosa aunque en nada fuera de la ley, aclaraba tocandose la barbilla como filosofo; y asi lo repetia como mantra cuando iba camino a Chile, nada fuera de la ley, aunque por experiencia sabia que la ley de la calle era mucho mas efectiva al momento de condenarte que la otra, esa ley que se podia comprar. El senor Parrada estaba condenado por la calle de Tumaco a la pena de muerte. Su hijo, mientras su padre le repetia con obsesion lo que tenia que hacer cuando la familia avanzaba por los serpenteantes caminos costeros del sur de Peru, se imaginaba en cambio conduciendo un tanque. Lo hacia para sentirse protegido. Le gustaba jugar a los militares, a la guerra. La madre, cuando Jean tenia cinco anos, le habia regalado una bolsa con soldaditos de plastico, a la cual se sumo otra y otra mas hasta juntar una cantidad considerable. Una de ellas venia con unos tanques similares a los vehiculos blindados del ejercito colombiano. Eran los dias en que los militares, paramilitares, las FARC y las AUC --y luego otras guerrillas y hasta la policia-- mantenian incendiada la selva cocalera y la propia ciudad de Tumaco, conocida como la perla del Pacifico, dejando un monton de muertos, heridos, viudas y huerfanos. Jean imaginaba a las tanquetas circulando por la ciudad y los bosques en llamas. Aunque era solo un juego, esos dias tambien le tocaba observar como llegaban a relajarse a Tumaco los milicianos, algunas veces sin el uniforme, cuando bebian como quien lo pasa bien entre amigos, y entonces nadie entendia nada. Sin la metralleta eran criaturas normales, a veces eran los mismos del barrio. Lo cierto es que cualquiera ahi podia llegar a ser un militar y tambien cualquiera podia sembrar una hectarea de coca bien plantada. Armas, en este Vietnam colombiano, se podian conseguir en todas partes. Pero Jean guardaba la esperanza. Incluso mas alla de las limitaciones que le imponian los chilenos, que lo tildaban de grone, colombiano y pobre; lo ultimo era lo que mas le molestaba, pues el queria prosperar. No era lo que pensaba el bando de los anticolombianos del Chascon Marcos, cuyos miembros rayaban las paredes de Antofagasta y argumentaban en favor de su espontaneo odio. Una de las razones mas comunes que daban en contra de los colombianos era que se habian tomado la calle Condell, aquella donde antes proliferaban con cierta modorra los locales nocturnos para trabajadores, unos borrachines que se deshacian en sudor viendo girar los pollos en una asadora gigante mientras picoteaban papas fritas en cambuchos de carton. Ahora cuanto habia cambiado la ciudad desde que llegaron los colombianos, cuyas mujeres habian destruido las familias y elevado las cifras de enfermedades de transmision sexual como la sifilis, segun habia dicho el intendente a la prensa, ante el escozor de los progres. Estos observaban la inmigracion como un proceso en el cual, en el futuro, de la misma forma como habia sucedido en Nueva York, los turistas podrian visitar la Little Colombia de Antofagasta, la Antofalombia y hasta la Antofalopa.

  • El regreso de Liam de Dina Reed

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    Liam Parker regresa a Nueva York, rico y exitoso, dispuesto a vengarse de los que le han hecho dano, pero sobre todo de Emma, la mujer que le rompio el corazon anos atras.
    Apenas tenia veinte anos cuando sucedio aquello, cuando era mas pobre que una rata y cometio el error de enamorarse de quien no debia.
    El precio fue conocer el sabor amargo de la humillacion, de la decepcion y de la traicion, pero han pasado los anos y vuelve dispuesto a ajustar cuentas con el pasado.

  • Viva la Revolucion de Eric Hobsbawm

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    En su autobiografia Anos interesantes. Una vida en el siglo XX, Eric Hobsbawm escribio que America Latina era la unica region del mundo fuera de Europa donde se sentia realmente en casa. Siempre se sintio atraido por el potencial de la revolucion social en America Latina: despues del triunfo de Fidel Castro en Cuba en enero de 1959, <> -escribio- <>.

  • Perdimos nuestro camino de Gayle Forman

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    Solos, estan perdidos.Juntos, encuentran el camino.
    Freya pierde la voz mientras graba su album debut.Harun esta planeando escapar de todos los que alguna vez quiso.Nathaniel esta llegando a Nueva York con una mochila, un plan desesperado y sin nada que perder. Y en ese instante, un giro del destino reune a estos tres extranos y sus secretos comienzan a develarse mientras se dan cuenta de que para superar sus perdidas quizas, simplemente, tengan que ayudarse unos a otros a seguir adelante.Perdimos nuestro camino es historia emocional y catartica sobre perder el amor, encontrarlo y descubrir la persona en la que estas destinada a convertirte. Una obra maestra de la autora de Si decido quedarme, Gayle Forman.

  • Asistente personal de Wilson Tovar

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    James McGregor, director ejecutivo de McGregor Industries, fallecio ayer por la noche despues de una larga batalla contra el cancer. James McGregor, de 63 anos...” Elizabeth apago la television, no podia soportar escuchar esto… Ella habia estado alli cuando sucedio, no necesitaba que se repitiera. Se sirvio otro vaso de whisky y se lo llevo a la boca con la intencion de tirarlo de una vez. Por un segundo vacilo, dudando si esta forma de duelo era una buena idea… Levanto el vaso y miro el liquido naranja que habia dentro. Suspirando al recordar la primera vez que habia bebido whisky. Habia sido con el Sr. McGregor, acababa de cerrar un trato comercial y buscaba celebrar. Abriendo el globo terraqueo en su oficina, saco una botella de whisky de 20 anos y dos vasos. Sin preguntarle si bebia algo, le sirvio un vaso. Ella se sento alli sin saber como responder cuando se lo entrego. “No se si bebes. Y no te preguntare, pero por favor brinda conmigo por el trato”. Dijo con una sonrisa amable. Ella se rio entre dientes pensando en eso. Recordando la sensacion de ardor mientras se deslizaba por su garganta haciendola toser. Desde ese momento, no habia tocado el material, hasta ahora. Agacho la cabeza y tiro el whisky por el desague de la cocina antes de irse a la cama. Una semana despues de la muerte de James McGregor, su hijo entro en su oficina. James Jr. Era un hombre bastante intimidante a su altura de 64. Entro en el edificio con su traje Armani y cruzo el pasillo a grandes zancadas. En el segundo en que su pie toco el suelo de marmol, todos se quedaron en silencio. Porque no habian visto a James Jr. en este mismo edificio en casi tres anos. La secretaria que estaba sentada detras del mostrador cogio el telefono nerviosamente y dijo: “Esta aqui”. La gente se separo mientras se dirigia al ascensor y lo subia hasta el ultimo piso. Sintio poca o ninguna emocion al salir del ascensor. En este punto, estaba solo, lejos de todas las miradas. Echo un vistazo a su alrededor, asimilando todo lo que habia cambiado. La ultima vez que estuvo aqui no habia pinturas, ni flores y, en general, no habia decoracion. Paso junto al escritorio vacio del asistente personal, notando el hecho de que estaba vacio. Habia oido hablar de la llamada asistente personal “perfecta” y esperaba que estuviera sentada alli. Cuando entro en la oficina de su padre e inmediatamente tomo el telefono. “Ven aqui, ahora”, le dijo a la secretaria del otro lado y de la linea. Natalie habia tenido miedo desde el momento en que lo vio que esto sucederia. De hecho, habia estado asustada desde el momento en que escucho que el vendria a la oficina. Habia trabajado en McGregor Industries durante los ultimos cinco anos como secretaria y en esos cinco anos habia conocido a James Jr. tres veces. La primera vez fue despues de haber trabajado alli solo durante un mes. Habia estado de fiesta en ese momento y habian aparecido fotografias en las noticias. Su padre no estaba particularmente complacido con sus acciones y lo maldijo frente a toda la oficina. La segunda vez fue mas de un ano despues, pudo ver que el habia cambiado. En lugar de sus habituales jeans y chaqueta de cuero, llevaba un chaleco con pantalones a juego. De hecho, le habian peinado el pelo y le habia desaparecido la barba incipiente. Esta vez el encuentro con su padre fue diferente. Hablaban mas como jefe y empleado que como padre e hijo. La ultima y ultima vez que lo vio fue hace poco menos de tres anos. Esta vez llevaba un traje completo. Tuvo una discusion con su padre cuando salio furioso del edificio, nadie sabia realmente de que se trataba la discusion, todo lo que sabian era que despues de eso, nunca volvio a visitar a su padre en el trabajo. Ahora estaba de vuelta otra vez. En el segundo en que lo vio entrar, supo lo que tenia que hacer. Tenia que decirle a Elizabeth que se fuera, y lo hizo. Pero tambien sabia que el querria saber donde estaba Elizabeth. Subio corriendo al ascensor y lo subio al ultimo piso. Durante el viaje, se aseguro de alisarse el vestido y arreglarse el cabello antes de que se lo quitara con calma. Casi conteniendo la respiracion, se acerco al hombre que se encontraba actualmente en la oficina de su antiguo jefe. “?Usted llamo?” Dijo de pie en la puerta que se abria. James se dio la vuelta para mirar a la mujer rubia. “?Donde esta ella?” Capitulo 1 Eran las 7 en punto cuando Elizabeth entro en la oficina. Sonriendo para si misma mientras caminaba hacia su escritorio. Casi todos los dias durante los ultimos tres anos habia entrado en esta oficina exactamente una hora antes que su jefe. Hoy, sin embargo, no sabia si veria a su ‘jefe’ en una hora. Sr. McGregor Jr. fue bastante impredecible. Ayer lo habia evitado a proposito, sintiendo que su primera vez de regreso a la oficina deberia ser sin ella. Solo habia conocido al chico una vez. Habia sido en su primer mes trabajando alli y, con toda honestidad, realmente no queria que se lo recordaran. Cerrando los ojos como para deshacerse de ese viejo recuerdo. Aunque solo conocio al chico una vez, habia leido lo suficiente sobre el como para sentir que lo conocia. De vez en cuando aparecia en una de esas revistas de chismes, siendo un idiota como de costumbre. Incluso la forma en que habia tratado a su propio padre le decia que no era bueno. Una vez que los abrio, miro el reloj y noto que eran las 7:10 am, lo que significaba que tendria que empezar. Eran las ocho en punto cuando McGregor salio del ascensor. Sus fosas nasales se llenaron de inmediato con el olor a cafe recien hecho. Miro a su alrededor tratando de localizar a la persona que lo habia elaborado, pero no encontro a nadie alli. Camino hacia la oficina y se sento detras del escritorio. Sobre la mesa del escritorio habia una taza de cafe y justo enfrente de el habia una nota. Estimado Sr. McGregor, Se espera que este en una reunion hoy en el tercer piso a las 9 en punto. Antes de eso, debera leer el documento que se encuentra a su derecha. (Miro a su derecha y vio un papel alli.) Despues de eso, tiene una cita para almorzar en el Pompadour. En cuanto a la tarde, la lectura de la ultima voluntad y testamento del Sr. McGregor se hara a las 3 pm. Saldre hoy ocupandome de varios deseos del Sr. McGregor sr. En caso de que me necesite, llame o envie un mensaje de texto al numero que figura en el reverso de este documento. Atentamente, Elizabeth Waverton PD. El cafe se hizo a las 7:57, negro sin azucar. Se burlo dando la vuelta al papel. ?Quien diablos se cree que es? Como se dice en la carta, habia un numero de telefono escrito alli, rapidamente saco su telefono e ingreso el numero. Por un momento quiso llamarla, pero luego decidio no hacerlo, en cambio, guardo el numero en su telefono y comenzo a leer el periodico. Eran alrededor de las once cuando James abandono la reunion. Sabia que despues de eso se suponia que debia ir a almorzar, pero ella no habia escrito. Asi que decidio llamarla. Tomo el ascensor hasta el ultimo piso y estaba a punto de llamar cuando la puerta se abrio y vio a una joven de cabello castano rojizo sentada detras del escritorio. Al principio penso que lo estaban ignorando cuando vio que ella estaba hablando por telefono. “Sr. Scanlon, con el debido respeto, esto fue arreglado hace meses”, dijo en un tono enojado. “No me importa, el Sr. McGregor quiere el rojo”. James la miro sorprendido por su tono de voz. Cuando la vio por primera vez, le habia parecido diferente de alguna manera, no fragil, pero tampoco como era ahora. La mujer vestia un body de color verde oscuro que supuso terminaria justo por encima de la rodilla. Llevaba pequenos pendientes de perlas y un delicado reloj en la muneca. Su cabello castano rojizo habia sido recogido en un pulcro mono en la parte superior de su cabeza. Llevaba lapiz labial rojo que parecia ser el adecuado para ella y el resto del maquillaje. Este sin duda tenia que ser la asistente personal ‘perfecta’. Siempre habia oido hablar mucho de ella a todo el mundo. La mayoria de las personas que tenian negocios con su padre, o amigos de el, conocian a la joven y todos la adoraban. Segun el mejor amigo de su padre, podia hacer una reserva en cualquier restaurante, incluso si estaba lleno. Otro de sus amigos le dijo una vez que ella podia hablar cuatro idiomas. No sabia si creia todo lo que decian sobre ella, pero ella sabia que incluso la competencia la amaba por completo. No fue hasta que estuvo de pie frente a el que se dio cuenta de que habia terminado su llamada telefonica. “Buenos dias senor.” Ella comenzo sin emocion, ni siquiera una sonrisa en su rostro. “Su cafe esta en su escritorio al igual que una copia de su horario para manana”. Dijo mientras los dos caminaban hacia su oficina. Por un momento escucho atentamente viendo de que estaba hecha, pero pronto tuvo suficiente. “?Donde estabas ayer?” Dijo interrumpiendola. “?Le ruego me disculpe?” Dijo frunciendo el ceno. “Solo pregunto esto una vez mas, ?donde estabas ayer?” Dijo constantemente enojandose. “Tuve un dia personal”. Ella respondio enderezandose. “?Un dia personal?” Se burlo, “Eres un asistente personal, ellos no tienen dias personales. Se supone que debes estar aqui en cada llamada”. “Sr. McGregor, no soy un perro faldero”. Dijo que su tono cambio ligeramente. “O creo que eso es exactamente lo que eres” comenzo, pero fue interrumpido por Elizabeth muy enojada. “!No soy un perro faldero! Y no soy su asistente personal. No sere, ni ahora ni nunca sere Tu asistente. Ya entregue hace dos semanas mi renuncia”. “?Hiciste que?” Dijo luciendo amenazador. “Me escuchaste. Al final de la semana, me ire, no te preocupes”. Dijo enderezandose el vestido. “Ahora, para volver al asunto actual. El trato con Young se ha resuelto y el Sr. Young lo ha invitado a cenar manana por la noche. En cuanto a la gala, la mayoria de las cosas estan preparadas, necesito su opinion sobre el arreglo de la reunion. Pero aparte de eso, todo esta hecho". Con eso ella comenzo a alejarse solo para darse la vuelta y decir: “Ah, y tu reserva para el almuerzo es a la 1 en punto”. Capitulo 2 James no tenia idea de como habia sabido que el Pompadour era su restaurante favorito. Tampoco sabia como se las habia arreglado para conseguirle una reserva para el almuerzo. El tampoco tenia ni idea de como sabia ella la forma en que le gustaba su cafe. Nunca habia conocido a la chica. Actualmente estaba sentado en una mesa para uno en el Pompadour esperando su almuerzo. Una parte de el todavia estaba furioso por su presentacion anterior a la Sra. Waverton. ?De donde saco ella los nervios para hablarle asi? “?Escuchaste sobre Elizabeth Waverton?” De repente escucho decir a una anciana en una mesa detras de el. “?Que quieres decir con Elenor?” Pregunto la otra dama. La curiosidad saco lo mejor de James cuando comenzo a escuchar la conversacion. “Se rumorea que va a dejar su trabajo”. Dijo Elenor. “Oh querida… Ella fue una de las mejores cosas que le ha pasado a esa empresa”. “Lo se, pero aparentemente ella no quiere trabajar para el nuevo CEO”. Ella continuo. “?Pero como llego a trabajar alli en primer lugar?” Dijo la dama que no era Elenor. “Ah, ahora que mi amigo es una historia interesante”. Elenor se rio. "Fue hace unos tres anos cuando la joven Elizabeth Waverton entro en el edificio de McGregor. En ese momento yo todavia trabajaba como la senora del cafe, llevandoselo al senor McGregor en persona. Yo estaba en el vestibulo cuando entro. Esa pobre chica parecia desesperadamente perdida mientras caminaba hacia la recepcion. Detras, sentada Natalie, por supuesto, le dijo que su entrevista de trabajo seria en el ultimo piso. Ahora Elizabeth nunca tuvo nada que ver con los negocios, ella era, oh, no se, algun tipo de cosa que no tenia nada que ver con lo corporativo. Subio a la oficina del Sr. McGregor para un trabajo totalmente diferente al que termino. Aparentemente no habia otro trabajo para ella y el Sr. McGregor dijo que necesitaba un asistente personal. Ella le dijo que no estaba hecha para esa profesion. Pero necesitaba tanto uno que le dijo que le pagaria el doble. Elenor se rio de eso. “Asi que fue entonces cuando nacio la asistente ‘perfecta'”, dijo la otra dama mientras tomaba un sorbo de te. “Oh, Dios, no querida, pasaron meses para que eso sucediera. Al principio, la pobrecita era terriblemente torpe. Nada parecia ir bien, ni se vestia y se veia como ahora. No se como”. Eso paso.” Dijo Elenor. Extrano, penso James, asi que ella no queria ser asistente personal en primer lugar… Todavia no le gustaba su actitud en absoluto. Faltaban cinco minutos para las tres cuando Elizabeth entro en la oficina del abogado del difunto Sr. McGregor. El anciano canoso levanto la vista de su escritorio y dijo: “Un poco demasiado temprano como siempre, Sra. Waverton”. Con una risa al final que se convirtio en tos. “Temprano como siempre, Sr. Jacobi.” Dijo sonriendo mientras caminaba hacia el hombre. “?Necesita ayuda con eso, senor?” Senalo la carpeta grande que estaba sobre el escritorio. “No, no, no querida, ?que clase de caballero te haria llevar eso?” Dijo dandole una sonrisa amable. Juntos hablaron y se dirigieron a la sala de conferencias mas grande donde se leeria el testamento. Fue cuando entraron cuando alguien se aclaro la garganta.

  • La cuna de los dioses, Thomas Quinn Miller de Thomas Quinn Miller

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    En el mundo de Allwyn, los seres humanos estan casi extintos.

  • Nebraska. En el corazon del rancho grande de Ariadna Baker

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    Tras terminar su carrera, Keira vuelve al rancho familiar. En Nebraska no solo esta su familia, tambien un hombre que despertara en ella sentimientos inesperados.
    Izan, quien ahora se encarga de los caballos, se convertira en mucho mas que un simple trabajador.
    Su mejor amiga, Silvia, planea visitarla y, al parecer, ambas encontraran en ese lugar mas de lo que podian imaginar.
    ?Que ocurrira despues de que los sentimientos tomen el control?

  • Me separe, aunque le amaba demasiado de Mar Montilla

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    Tomar la decision de separarme no fue agradable. Y sabia que tendria que ser yo la que diera ese paso, porque el jamas lo haria. No resulto sencillo, desde luego, pero fue lo menos complicado de todo lo que tuve que afrontar, en consecuencia. Decir que una ruptura resulta siempre dolorosa y traumatica seria hablar demasiado a la ligera; y anadir que se ha de pasar un periodo aproximado de un ano para elaborar el duelo es caer en un topico. No se puede generalizar, depende de cada circunstancia. En mi caso no fue la falta de amor la que me empujo, sino el instinto de supervivencia. Mi marido habia caido en las garras de una adiccion y despues de anos y anos intentando ayudarle a salir de ese pozo comprendi que lo unico que estaba logrando era hundirme con el. No es facil convivir con un adicto, ya sea alcoholico, drogadicto o ludopata. Te conviertes en su complice y cada paso en falso que el da te salpica a ti, inevitablemente. Todo lo tuyo queda en un segundo plano, te vas anulando, borrando tu propia existencia sin apenas dejar rastro... hasta que el se convierte en el centro unico y exclusivo de tu universo. O mejor dicho: su adiccion y el. Eso me sucedio. Y cuanto mas enganchado estaba el a su droga, mas enganchada estaba yo a el, como si fuese mi propia droga. Tarde en darme cuenta. Y cuando por fin tome conciencia, solte su mano, le deje caer y sali corriendo sin mirar atras, con mi pequeno hijo en los brazos. Paradojicamente, mi ex se recupero en menos que canta un gallo (no de su enfermedad, sino de la separacion) y no derramo ni una sola lagrima. No pidio perdon, no me rogo que volvieramos a intentarlo... !Quedo liberado! Para una servidora, en cambio, fue como un desgarro. Triste forma de descubrir lo efimero de sus sentimientos hacia mi. Habia dejado de quererme mucho tiempo atras. Se habia acomodado, eso si, los humanos somos animales de costumbres. He necesitado varias sesiones de terapia y leer unos cincuenta libros de autoayuda para ser capaz de asimilar tan cruda certeza. Al mes de separarnos ya me habia reemplazado por otra. Romper con tu pareja sin haber dejado de quererla equivale a arrancarte de cuajo el corazon, tirarlo al suelo y pisotearlo, que es lo que yo hice. Y superar eso resulta una tarea ardua que requiere olvidarse de prisas y poner una voluntad ferrea. Pasas por varias etapas. Primero resuelves el papeleo y estas tan ocupada arriba y abajo que no te paras a pensar en que esta pasando. Despues tu ex se echa novia y tu, incapaz de desear a otro hombre que no sea el, te subes por las paredes. Mas adelante te autoconvences de que no te importa en absoluto lo que haga y tu puedes pasartelo tan bien o mejor, ligando mas incluso, pero obviamente no lo consigues, y si lo logras resulta desastroso porque comparas a todos los hombres con tu ex y ninguno esta a su altura. Y de repente caes en picado y te das de narices contra el frio y duro suelo. ?Que es lo que te pasa? No consigues encontrar pareja, todo te incomoda, todo te pone de mal humor, no tienes vida sexual y, para colmo, el te empieza a hablar de divorcio. ?Divorcio? ?Es que piensa volver a casarse? ?Ya...? Han transcurrido varios anos, aunque a ti te parezca que fue ayer. El tiene su vida encauzada y da la impresion de que le va a las mil maravillas sin ti, tan feliz con su nueva companera. Quiere casarse con esa a la que tu odias con toda tu alma y que encima va a ser la madrastra de tu precioso retono y la madre de sus posibles futuros hermanitos. Te quieres morir. ?Que has hecho tu mientras tanto? Te das cuenta, horrorizada, de que has seguido pensando en el... un poquito. Sonandole, anorandole, poniendote guapa cada vez que venia a buscar al nino. Admites, no sin cierta inquietud, que aun estas un pelin enamorada, muy a tu pesar, quizas de una idealizacion, tal vez de un fantasma. Necesitas coquetear para sentirte viva. Y no deseas coquetear con otros, sino con el. Te miras al espejo y no te reconoces. ?Pero que estas haciendo? ?Arrastrandote tras el hombre que te ha amargado la existencia...? Se acabo. Y empiezas a recibirle en pantuflas y sin maquillar. Total, a el que le importa si deambulas por tu casa como una zarrapastrosa. Recoges a tu hijo como si fuera un paquete de SEUR, no intercambias ni una palabra con el que estuviste casada tantos anos que ni te acuerdas, le das con la puerta en las narices y no vuelves a saber mas de el hasta quince dias despues. Entonces, justo entonces, te enfrentas por primera vez a la realidad: estas sola. Mujer, separada, treinta y tantos, con un hijo. Esa eres tu. Se te cae el mundo encima. Sola ante ti misma, frente a frente, te contemplas una vez mas en el espejo. Con calma, sin evasivas... y no te gustas. Parece que ha transcurrido un siglo entero desde que conociste al que fue tu companero y ya no lo es. Presa del panico descubres ante ti un abismo infinito. Ya no tienes que arreglar tu los desaguisados provocados por el; ya no tienes que rescatarle de sus continuas recaidas; ya no tienes que tirar del carro de un matrimonio desastroso; ya no tienes que pelear para separarte; ya no tienes que batallar con cientos de tramites... Eso quedo atras. Y entonces, justo entonces, empiezas a comprender el asunto tal y como es: el hombre al que le hubieras dado la luna si te lo llega a pedir esta rehaciendo su vida con otra mujer que no eres tu. Y a ti no te queda mas remedio que aceptarlo. Tienes cosas por las que luchar y ninguna de ellas es el. Un hijo, una profesion, amigos, familia... Lloras y lloras con desespero. Experimentas un dolor visceral pero por primera vez tuyo, como si acabaras de parir. Es el principio del fin. Lo vas a superar. Tu historia, la tuya propia (y no la que viviste con tu inestable marido, que ahora es tu ex) acaba de empezar. Tienes ante ti un maravilloso libro con todas sus paginas en blanco... !empieza a escribir! Nadie dice que vaya a ser facil o divertido. Aun asi, debes hacerlo por ti misma. Y por tu hijo. Duele, lo se. La herida esta abierta pero se cerrara y, con el paso de tiempo, ira cicatrizando. ?Y...? ?Eso es todo...? ?Tanto sudor y lagrimas para sentir este vacio, sin mas...? Asi es. Tienes dos opciones: seguir corriendo con los parpados cerrados, tropezando cada dos por tres con la misma piedra; o detenerte a analizar que ha pasado y por que, para empezar a caminar con los ojos bien abiertos. Tu decides.

  • Emmanuel de Vega Manhattan

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    Una no se lia con su jefe, esa es la regla principal de cualquier asistente personal.
    Pues ya estaba yo para romper las reglas. Y como no hacerlo cuando mi nuevo jefe era, ni mas ni menos, que Emmanuel Benson, el mayor mujeriego del pais.
    Sabia que solo era un entretenimiento en su vida, pero para mi fue mucho mas. Hasta el punto de tener que elegir entre seguir cerca de el o dejar mi trabajo. Porque ese hombre tenia algo.
    Y podia hacerme dano si llegaba a enamorarme de el.

  • Segunda estrella a la derecha (Aviones de papel 1) de Sofia Ortega Medina

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    Ella siempre quiso volar con el hacia el pais de Nunca Jamas…
    El siempre quiso llevarla volando hacia el pais de Nunca Jamas…

  • Tan perversa como inocente de Laura A. Lopez

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    Ella solo busca escalar socialmente y el recuperar su estatus.
    Pero… ?sera eso lo que realmente encuentren?

  • Me guardas el secreto de Larru

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    Cuando el unico miedo que sintio de verdad fue el vacio, el silencio, la invisible soledad, a lo que se aferro fue a su hogar y alli regreso. Como un fantasma para la eternidad. Durante mucho tiempo, Don Gonzalo Gomez de Butron, maldijo su muerte que le habia convertido en un espectro errante entre las paredes de las que antano, habia sido dueno y senor. Sin embargo, su orgullo le impedia abandonar aquel sitio, su hogar, porque el era el legitimo propietario, habia pertenecido a su familia siempre. Ademas, un alma guerrera y violenta como el, estaba condenada para la eternidad, por toda la sangre derramada que habia perpetrado, su muerte y derrota suponia el dictamen de Dios. Sucedieron anos, lustros, decadas, siglos y todo a su alrededor cambiaba, excepto el. El lugar fue remodelado, obra de la que quedo gratamente impresionado. y que, aunque no hubiera sido asi, se hubiera resignado como al resto de las cosas. Ya nada estaba en sus manos, bajo su poder, su existencia se habia transformado insignificante y carente de sentido. Hasta la noche que aparecio aquel hombre por el castillo de Butron. Llevaba aquellas vestimentas negras como habia visto en otros con anterioridad sin embargo, irradiaba mas luz que cualquiera de las otras personas y ese influjo provoco que se fijara en el. Caminaba con aplomo y mostraba el semblante de quien poseia linaje, empezo a seguirle con cautela y tratando de averiguar mas detalles de el. No en vano, el era el Senor de Butron y debia conocer a quien entrara en su territorio. Un dia confirmo sus suposiciones cuando le vio quitarse el ropaje oscuro y descubrir que llevaba dibujado un lobo a la altura del corazon. Como los que mostraba el escudo de armas de los Butron. Trato de llamar su atencion, gritandole con voz tosca y grave un “eh” que murio como eco en el vacio. En otra ocasion, intento hacerle caer en una especie de zancadilla y le traspaso en su invisibilidad. Pero hubo una vez, que aquel hombre por fin le descubrio y ocurrio cuando vio el reflejo de su espectro en un espejo. Sabia que le habia visto, por como sus ojos le escrutaron y la sorpresa que mostro su rostro al girarse y no encontrar a nadie detras de el. CAPITULO 1 El monumental Castillo de Butron, ahora lugar de visita turistica, a esas horas tan tempranas estaba desierto o casi, la unica persona que deambulaba por sus antiguos corredores era Urtzi Garai, uno de los vigilantes del sitio, que terminaba en poco menos de media hora su turno de la noche. Tras cruzar la ultima puerta antes de llegar al puesto de mando, se asomo por una de las ventanas y vio que su companera estaba aparcando. La contemplo mientras salia de su viejo Renault Megane y atravesaba el patio direccion a la puerta de entrada. Debia reconocer que era guapa, le recordaba a Angelina Jolie, pero era antipatica o timida, no sabria definirla. Desde el primer dia que empezaron a trabajar alli, Maialen llegaba a su turno, intercambiaban un saludo de cortesia, Urtzi le comentaba si habia ocurrido algun incidente y nada mas. Luego el se marchaba y hasta el dia siguiente. Urtzi continuo hasta el despacho para hacer el informe nocturno y esperar que llegara ella. Una vez hecho el trabajo rutinario, penso en lo a gusto que iba a ser meterse al fin en la cama, ultimamente no dormia muchas horas y estaba muy cansado. Cerro los ojos por unos instantes hasta que un golpe en el hombro le hizo abrirlos de golpe. Maialen le miraba con cara de burla, frente a frente. --?Asi es como trabajas tu? Asi que luego tenemos una fama… --le espeto Maialen. --Perdona --dijo y anadio mirando su reloj--. Pero mi turno ha acabado hace un par de minutos. Ella se limito a mirarlo de arriba abajo, le dio la espalda e inicio sesion en el ordenador. Urtzi gruno y la observo por detras. Tenia unas curvas muy bien delineadas, si no fuera tan borde… Esta vez el le toco un hombro: --Para la proxima vez, despiertame con un poquitin mas de suavidad. Maialen se quedo perpleja. Sus ojos negros le miraron con inquisicion y ella se percato de que su companero moreno y de pelo corto era realmente atractivo. Urtzi tambien la escruto con la mirada. Estaban casi a la misma altura, los ojos de ella centelleaban, los tenia tan abiertos que parecian querer salir de sus orbitas. --?Crees que podras? --insistio con sonrisa burlona. --?A que te refieres? --se callo unos segundos y anadio--. ?Tal vez con un beso en los labios cual princesa de cuento? Urtzi se sonrio, despues de todo la chica tenia chispa. --No creo que te atrevieras. Maialen se rio y con un movimiento rapido, le cogio por los brazos y le planto sus labios en los de el. Tardo unos instantes en separarse. --Bueno, ahora ya sabes que si, princesa --advirtio ella. Urtzi se habia quedado sin habla y ella sonreia ampliamente. --En todo caso, principe, ?no? La chica asintio. El se acerco a ella con lentitud notando como a ella se le aceleraba la respiracion. Ella estaba desconcertada, eso le gusto. y se acerco aun mas, como si fuera a besarla el esta vez. --Hasta manana, princesa, aqui te quedas en el castillo encantado. --?Tiene fantasmas? Urtzi se aparto de ella un poco y tardo unos segundos en contestar: --Nunca se sabe… Maialen se separo del todo de el y se sento delante del ordenador. Urtzi comprobo que ella estaba roja y se marcho contento al vestuario. Su companera no era tan arisca como aparentaba.

  • Una sorpresa en Navidad de Maritza G

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    La vida de Lorelei atraveso por un momento muy traumatico que la marcaria para siempre.
    Ella tenia dos caminos para escoger: lamentarse el resto de su vida por la terrible situacion a la que se enfrento o pasar pagina y seguir adelante sin dejar que eso la afectara. La decision que tomo, la llevo a vivir nuevas experiencias que a la vez le trajeron dolor a su vida, tanto como alegrias.
    Mark fue en busca de la hija de su tio al recibir una llamada de alerta que le hizo una persona de confianza, que lo mantenia al tanto de la vida de ella. Nunca la miro en persona, mas sabia lo que acontecia en su vida. Solo le daria su apoyo y nada mas, pero el destino le tenia preparada una sorpresa.
    Te invito a descubrir que fue de la vida de estos personajes.

  • Santiago Abascal. Espana vertebrada de Fernando Sanchez Drago

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  • Mi Highlander infame de Esmeralda Lynn

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    Debes mantenerte alejada de tu hermano bastardo, Beth....--. Mi padre dijo antes de tomar un sorbo de vino. Por su tono de voz sombrio, y el hecho de que estaba bebiendo a esa hora de la manana, supe que estaba preocupado. El Senor del clan McCulloch rara vez bebia, o hacia algo que rompiese las leyes de la decencia. Excepto cuando tuvo sexo con una mujer que no era mi madre y concibio un bastardo--. Rob Dalry es peligroso. --Empiezas a sonar como Madre. --sonrei. Mi madre odiaba a Rob, pues el era un constante recordatorio de la traicion de mi padre. Pero mi sonrisa se desvanecio cuando vi a mi padre fruncir el ceno. Realmente estaba preocupado, y yo comenzaba a preguntarme cual era el verdadero motivo por el cual me habia convocado a su estudio esa manana. --Solo prometeme que mantendras tu distancia...--puso una mano sobre mi hombro--. Siempre has sido una muchacha impulsiva, tal vez demasiado para tu propio bien, pero hazme caso en esto, por favor. --Lo prometo...--asenti. Tampoco seria una tarea muy dificil: por algun motivo que yo desconocia, mi hermanastro Rob me odiaba con todas sus fuerzas. Desde el primer dia que llego a nuestras tierras, sus ojos verdes solo han mostrado desprecio hacia mi. --Seras una buena esposa algun dia...un Lord sera muy afortunado de tenerte a su lado, como yo tengo la suerte de tener a tu madre --Mi padre sonrio antes de tomar otro sorbo de vino. Yo me encogi de hombros. ?Y tu forma de demostrarle lo agradecido que te sientes es traicionandola con una mujerzuela y concibiendo un bastardo? quise decir, pero me mordi la lengua. Ese tipo de respuestas eran las que mellaban mi reputacion, y sentia deseos de mas problemas. No esa manana. Tampoco sentia deseos de repetir con mi padre nuestra discusion sobre el matrimonio. No queria decirle de nuevo que me negaba a ser la esposa calma y sumisa que tolera las injusticias con una sonrisa, que aceptaba en su lecho a un hombre que no amaba y le daba herederos como una yegua de cria. Esa vida no era para mi. Pero yo tambien sabia que jamas me permitirian gobernar el reino de McCulloch como lo habian hecho mi padre y mi abuelo antes que yo. Observe nuestras tierras por el gran ventanal de mi padre; los tonos ocres se esparcian entre los arboles y las montanas lejanas, anunciando que el otono que habia llegado. Incluso el cielo matinal tenia tonos anaranjados. Justo debajo nuestro, en las cercanias del castillo, los sirvientes, herreros y artesanos estaban inmersos son sus tareas, ajenos a las intrigas que preocupaban a mi padre y a mi. Intrigas que rodeaban a mi hermano bastardo. --?Necesitas algo mas de mi, Padre? --pregunte, volviendo a la realidad. --No...--mi padre sonrio, acostumbrado a mis ensonaciones diurnas--. Pero no pierdas mucho tiempo cabalgando hoy, ni jugando con espadas o libros. Me han informado que has faltado a tus ultimas clases de costura. --La costura es aburrida --Asenti de nuevo antes de retirarme. Baje por las escaleras de piedra y cruce el patio principal. Era una manana demasiado hermosa para preocuparme por mi hermanastro, y ordene que prepararan mi caballo para un paseo. Pronto el otono daria lugar al invierno y seria imposible disfrutar un libro en la soledad del bosque. Actividad que disfrutaba mucho mas que las clases destinadas para senoritas como yo. Mientras esperaba en la caballeriza con mi libro bajo el brazo, Rob Dalry se aproximo a mi, silencioso como un depredador. --?Salimos de paseo de nuevo, princesita? --me hizo una reverencia exagerada y burlona. Siempre hacia eso, ponerme en ridiculo, era obvio que lo disfrutaba. Cuando levanto la cabeza de nuevo, sus cabellos rojos cayeron sobre su rostro, desordenados como de costumbre. Bajo esos rizos yacian su sonrisa lobuna y sus ojos verdes. Tan verdes como los mios, y a la vez, tan diferentes. --Supongo que la realeza hace lo que quiere. --Voy a dar un paseo y disfrutar de un libro --respondi, de manera seca. La verdad era que Rob Dalry me intimidaba; su presencia hacia que una extrana cosquilla irradiara desde mi pecho hacia el resto de mi cuerpo. --Tu y tus libros...--refunfuno. --Si, ya se lo que vas a decirme --puse mis ojos en blanco y repeti la misma pregunta que tanto nobles como criadas me repitieron desde que tenia memoria--, ?por que pierdes tanto tiempo leyendo si eres mujer? --No iba a decir eso --me sorprendio Rob-- Iba a decirte que hay toda una vida fuera de esas paginas, ?lo sabes? Deberias vivirla. Y dio un pequeno paso hacia mi. De nuevo, pude apreciar sus ojos verdes observandome, y el calor en mi pecho bajo inmediatamente hacia mis muslos mientras Rob me sonria. Tenia un par de anos menos que yo, pero mucho mas alto y fuerte. Si yo hubiese tenido la mitad de la malicia que Rob, hubiese hecho hincapie en que el jamas disfrutaria de un buen libro pues los bastardos no saben leer. En su lugar, dije: --Pues... ?Que haces tu aqui? !Deberias estar en la leccion de esgrima! --note como mi voz temblo un poco. Gire mi rostro a ver cuando llegaba el mozo de escuadra con mi caballo. Parecia tardar una eternidad. Las rodillas me temblaban en la presencia de mi hermanastro. --No necesito lecciones de esgrima....soy diez veces mejor con la espada que cualquiera de este clan --Rob me respondio entre dientes --Si la gente valorase mas el talento que los apellidos, el juego seria otro....Muchos Lord serian mis escuderos. --!Que creido eres! --Lance una carcajada, y al oirla, Rob dibujo una media sonrisita que me tomo por sorpresa. --Soy mejor que tu con la espada --me dijo, confiado. Volvi a mirar a Rob, lanzandole una maldicion por lo bajo que a el le parecio graciosa. Era cierto que era mejor espadachin que yo; de hecho, era el mejor que habia visto. No poseia mi tecnica elegante, pero poseia la fuerza y la agresividad tipica del bastardo. Supongo que era consecuencia de una crianza mucho mas pobre y violenta que la mia; en el pueblito de Dalry tenias que ser fuerte para sobrevivir. Los rumores decian que Rob habia asesinado a su primer hombre a los nueve anos, cuando este intento robarle lo que habia ganado mendigando en el dia. Ahora mi hermanastro estaba frente a mi, usando las mismas ropas que yo, con el kilt de mi familia colgando de su espalda y sujetado con un broche de plata. Pero con una simple mirada a sus cabellos rojos y salvajes, o su mueca cruel, era obvio que el no pertenecia alli, que era un bastardo. Yo deberia ser la unica persona que lo veia como un igual, como a un hermano. Ironicamente, yo tambien era la persona que recibia mas rechazo de su parte. El mozo de escuadra llego con mi caballo favorito; una yegua joven de color negro como la noche. Tome sus riendas y acaricie su hocico. --Rob... ?no quieres dar un paseo conmigo? --le pregunte, vacilante. No se que diablos se me habia metido para hacerle tal invitacion. Rob no amaba los caballos como yo, de hecho, ni siquiera le gustaban las personas. Era mas afin con los perros. --Hace meses que llegaste aqui y todavia somos como dos extranos. Los segundos que espere su respuesta me falto el aire. No se que impulso mi invitacion, pero de pronto me parecio injusto que este muchacho, tal vez un tanto bocon e insoportable, pero un muchacho al fin, recibiera tanto desprecio por algo de lo cual no era culpable. No tenia la culpa de lo que habia ocurrido antes de nacer, ni merecia el desprecio de mi madre ni el mio. Sin embargo, lo que Rob leyo de mi propuesta fue lastima. --No tengo nada que hablar contigo --Rob refunfuno. Era obvio que el no tenia tantas ganas de tener una hermana como yo. --Disfruta el paseo, princesita. Y me ofrecio otra de sus sonrisas desconcertantes. Una sonrisa que me acompano durante todo mi viaje, y que me hizo imposible concentrarme en mi lectura. Esa manana cabalgue lejos de las proximidades del castillo, y me adentre en los bosques de McCulloch. Estas tierras tambien le pertenecian a mi padre, sin embargo, aun conservaban esa belleza salvaje de lo inexplorado. Alli me sentia lejos del mundo, rodeada por las altas copas de los arboles que cubrian la luz de sol y los sonidos de los pajaros y bestias distantes. Descendi de mi caballo al llegar a un claro, y me arroje en la hierba a disfrutar de mi libro. Pero el rostro de Rob seguia rondando en mi mente, despertando preguntas y sensaciones perturbadoras en mi. Deje caer el libro sobre mi pecho y suspire, frustrada. No iba a ser posible leer nada hoy. No con Rob Dalry en mi cabeza. Recorde el dia que el llego a nosotros; su madre natural habia muerto de fiebre y el muchacho estaba solo en el mundo. Era un secreto a voces que mi padre habia engendrado un bastardo en el pueblo de Dalry hacia casi veinte anos atras. Pero no fue hasta que Rob aparecio en nuestro castillo con sus ropas derruidas y su cuchillo en el cinturon que tuvimos la certeza. Mi madre lo odio al momento de posar sus ojos en el, poco le importaba si el chico moria de hambre. Pero mi padre decidio que Rob viviria con nosotros. Aunque le concedio el derecho de usar el nombre de nuestro clan, detras de sus espaldas todos continuaban refiriendose a el como Rob Dalry, el nombre de su pueblo natal. Yo se muy bien que no fue piedad lo que motivo a mi padre a aceptar a Rob; si no el hecho de que necesitaba un heredero varon. Mi hermanastro seria un bastardo, pero tenia ciertas caracteristicas que a mi me faltaban, como fuerza en combate, resistencia y agresion. Caracteristicas que yo como mujer tenia prohibidas, pero que eran deseadas para el heredero de una casa noble. Y lo que mas me enfurecia era que, desde nina, siempre supe que mi padre estaba decepcionado de que yo sea mujer, y trate de compensarlo siendo una excelente espadachina, rechazando las actitudes sumisas de las damas nobles, y educandose para gobernar las amadas tierra de los McCulloch con honor y justicia, Peor a el no le importo. Solo le importaba que yo era mujer, y por ello mi destino era casarme con algun Lord que yo no amase.

  • Perfectamente imperfecta (Unidos por el amor 1) de Fernanda Suarez

    https://gigalibros.com/perfectamente-imperfecta-unidos-por-el-amor-1.html

    Primera entrega de la serie <>.

  • Por que el amor nos duele tanto de Lucia Etxebarria

    https://gigalibros.com/por-que-el-amor-nos-duele-tanto.html

    Ella lo tenia todo. Belleza, inteligencia, dinero. Una casa en el mejor barrio de la ciudad, decorada por un interiorista de prestigio. Un marido atractivo y socialmente considerado. Un trabajo bien pagado y que le gustaba.
    Ella lo tenia todo. Excepto la felicidad.
    Con espiritu reflexivo y un sentido del humor acido y corrosivo, la protagonista indaga sobre su vida amorosa. Va desgranando todo lo que no le ha podido contar a nadie sobre su infancia, su juventud, su adolescencia, su matrimonio. Todas las historias que ha escondido, empenada en venderle a los demas una imagen de mujer triunfadora y feliz.
    La protagonista vive impregnada de literatura, una literatura viva, dulce e hiriente. Y se hace una serie de preguntas. Desde las emociones. Conflictos, recuerdos y anhelos traspasados por la literatura, diestramente manejados para inquietar a quien lea.
    Podria ser que el amor romantico, el amor pasion, no sea mas que un concepto creado al servicio de la subordinacion social de las mujeres. Quiza esas fases que hemos vivido todas – idealizacion, erotizacion del otro, deseo de intimidad y expectativa de futuro – no sean sino una trampa. Acaso exista una estrecha relacion entre nuestro concepto del amor y el ordenamiento desigual del mundo. Tal vez las contradicciones y conflictos que ella vive no son sino los normales de tantas mujeres que no pueden escapar del todo a su propia cultura, pero que se permiten explorar y experimentar al mismo tiempo nuevas iniciativas.
    Cuando el dolor es tan profundo que todo lo relacionado con el es borrado, abolido, desterrado al abismo ?como se puede recuperar lo perdido cuando la conciencia es imprescindible para seguir viviendo?
    La novela propone una solucion sorprendente.
    Una novela inteligente, divertida, magistralmente escrita… Y un poco incomoda.
    Para personas decididas a salir de una zona de confort que se va haciendo cada dia menos confortable.

  • Salitre de Diana G. Romero

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    Cuenta la leyenda que una joven sirena quiso saber lo que era sentir emociones humanas. Para ello, tuvo que adentrarse en las profundidades marinas y aceptar un intercambio. Cambio su corazon helado por uno fragil, inestable... humano. Para ello, tuvo que dar algo a cambio. Algo que afectaria al rumbo de su existencia. Esta es la historia de Natalia, la hermana de Alex, en su busqueda por conocer el amor. Una busqueda que irremediablemente cambiara no solo su destino, sino tambien el de Alex, Alba y Alvaro. Si te quedaste con ganas de mas sobre los protagonistas de Marejada y Sizigia, esta historia es para ti. Eso si… el rumbo de los acontecimientos, como la marea, es totalmente impredecible.

  • Solo tu me besas (Amor en Nueva York 3) de Lola Cooper

    https://gigalibros.com/solo-tu-me-besas-amor-en-nueva-york-3.html

    A Hannah no le gustan los gatos. Ni su casero. Ni los ruidos de las obras del piso de arriba. Tampoco le gusta ese tipo, Steve, el encargado de la obra que no hace mas que interrumpirla a todas horas, aunque no tiene mas remedio que reconocer que es guapisimo.
    Steve es un hombre sencillo con una vida normal. Entonces, ?por que le gusta tanto esa extrana pelirroja, enganchada a los videojuegos, a la comida basura, adicta a hackear paginas web y a meterse en los ordenadores y las vidas ajenas?

  • Genesis. El libro de Phlaigh (Apocalipsis 1) de Juani Hernandez

    https://gigalibros.com/genesis-el-libro-de-phlaigh-apocalipsis-1.html

    ?Que ocurriria si el hombre de tus suenos fuera real?

  • Liberate me de Zorro Blanco

    https://gigalibros.com/liberate-me.html

    Hola, soy Claudine y esta es mi historia.

  • Hasta que salga el sol (Volumen independiente), Megan Maxwell de Megan Maxwell

    https://gigalibros.com/hasta-que-salga-el-sol-volumen-independiente-megan-maxwell.html

  • El misterio del marido desaparecido de Margotte Channing

    https://gigalibros.com/el-misterio-del-marido-desaparecido.html

  • Tu corazon te lo dira de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/tu-corazon-te-lo-dira.html

    Allegra Brown es una de las editoras de moda mas importantes de los Estados Unidos y lleva preparandose para ese puesto toda su vida. La temen como la adoran, pero eso tiene unas consecuencias y es que ningun hombre se le acerca lo suficiente para conocerla. Cuando conoce a Robert, cree que al fin ha encontrado al hombre de su vida. No es de la industria y no se detiene ante nada cuando quiere algo. Y la quiere a ella.
    ?Por que?

  • Estampas de nina de Camila Couve

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    “Premio Circulo de Criticos de Chile, 2018, mejor obra literaria categoria Escrituras de la memoria”

  • Censurado de Darlis Stefany

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    Anabell hizo de todo para que Dylan, su relacion mas larga llevara a la relacion a otro nivel. en la cama. Fueron meses de coqueteos, insinuaciones y profundos escotes. ?Que fue lo que hizo Dylan? Enganarla, enganarla con su prima la rusa. El despecho es peligro ?Pero algo mas peligroso que eso? Una botella de Vodka. Entonces con estos dos ingredientes peligrosos Anabell decide tomarse una sexy, caliente y reveladora foto con destino a Dylan para demostrarle que hizo la eleccion equivocada de chica rusa. ?El problema? Ella escribio un 0 y no un 8 en el destinario de la foto. Jared solo queria dormir la noche que su celular sono, pero el sueno se fue en el momento en el que vio la linda e inolvidable foto que cierta chica le envio. El no es Dylan y no conoce a ninguna rusa, pero sin duda alguna le gusta lo que vio. Ahora Jared y Anabell viven una doble vida de mensajes picantes y comentarios en persona. En lo que ambos coinciden es en dos cosas: Las fotos no van a detenerse y nadie debe saber mas que ellos de las fotos. Despues de todos son fotos censuradas. Entre divertidas experiencias, amigos alocados, un hermano con desvios sexuales, perversion y muchos recuerdos confusos de una ninez traumatica Anabell y Jared van cayendo el uno por el otro. Cuando todo se complica, el pasado emerge y los recuerdos regresan ellos deberan demostrar que tan capaces son de sostenerse y continuar con su alocada y epica relacion…

  • Plan de fuga de Steve Hamilton

    https://gigalibros.com/plan-de-fuga.html

    PARA SOBREVIVIR, A VECES ESTAS OBLIGADO A MATAR.
    Nick Mason salio de la carcel gracias a Darius Cole, jefe del crimen organizado de Chicago. El alto precio que tuvo que pagar por su libertad fue convertirse en un asesino profesional a las ordenes de Cole. Ahora esta atrapado y debe aceptar una mision que parece imposible: infiltrarse en un programa secreto de proteccion de testigos y matar a los tres hombres que enviaron a Cole a prision.

  • Mitades imperfectas de Eberth Solano

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    El anhelante cambio de Annabelle Jones y la cadena dolorosa del antiguo amor de Peter Brown se uniran al sumergirse en una adictiva aventura con claras convicciones y restricciones; sin embargo, el deseo entre las dos partes sera un incentivo que ninguno sera capaz de controlar.
    Se trata de un juego en el cual no existen los sentimientos, solo el punzante deseo y el rescate de un recuerdo perdido. Pero cuando descubran que son mitades imperfectas, que las diferencias, temores y sufrimientos del pasado pueden separarlos, creeran que lo mejor sera alejarse uno del otro.
    ?Pero sera demasiado tarde? ?Tendran el amor suficiente para superarlo?

  • Un angel de Sonia Lopez Souto

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    Tras la muerte de su esposo, siendo ella todavia muy joven, la duquesa de Sheffield decidio alejarse de la vida social en Londres y centrarse en sacar adelante los negocios que heredo de John, mientras su cunado se daba a la bebida y al vicio para acallar el dolor de su perdida.Pero un cambio en la vida de Jason, que se enamora perdidamente, servira para que Amanda regrese a los circulos sociales en busca de la felicidad de su cunado. Claro que para ello, debera lidiar con el hombre mas serio, intransigente e insoportable que ha conocido.El duque de Castlemaine no esta dispuesto a que su unica sobrina caiga en manos del marques de Durham, al que considera indigno de ella. Pero la cunada de este, con su caracter indomable y su fiera determinacion, sera el punto debil en su plan para mantener a Melissa lejos de Jason.Ninguno de los dos piensa en amor cuando se miran a los ojos, desafiantes, y aun asi, algo comienza a nacer mientras ambos intentan ganar esa batalla que han iniciado por Jason y Melissa.

  • La traicion de las sirenas de Fernando Benzo Sainz

    https://gigalibros.com/la-traicion-de-las-sirenas.html

    Cuando Emilio, un abogado en la treintena sumido en una crisis de identidad, recibe la noticia de la muerte de Paula, su amor de juventud, decide regresar al reencuentro del lugar donde paso su adolescencia y de su grupo de amigos de entonces.