• libro caraval stephanie garber - Stephanie Garber

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    Recuerda, solo es un juego. Scarlett Dragna nunca ha abandonado la pequena isla en la que ella y su hermana Tella viven bajo la vigilancia de su estricto y cruel padre. Desde hace anos Scar suena con asistir a la celebracion anual de Caraval, unos legendarios juegos que duran una semana y en los que la audiencia participa para ganar el Gran Premio. Caraval es magia, misterio y aventura. Y para Scarlett y su hermana representa la libertad y poder huir de su padre. Ahora que esta a punto de casarse con un hombre al que nunca ha visto, Scar cree que su sueno nunca se cumplira. Pero justo dos semanas antes de la boda recibe las tan ansiadas invitaciones a los juegos. Sin embargo, una vez alli nada sale como espera: Legend, el Maestro de Caraval, secuestra a Tella y Scarlett se vera obligada a entrar en un peligroso juego de amor, suenos, medias verdades y magia en el que nada es lo que parece. Real o no, solo dispone de cinco noches para descifrar todas las pistas que conducen hacia su hermana, o esta desaparecera para siempre.

  • Caraval (Planeta Internacional) Tapa dura - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Caraval-Planeta-Internacional-Stephanie-Garber/dp/8408169238

    Caraval es el debut literario de Stephanie Garber. Cuando no está escribiendo, Stephanie imparte clases de escritura creativa en un instituto privado del Norte ...

  • CARAVAL | STEPHANIE GARBER | Casa del Libro

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    28 feb 2017 — Caraval es magia, misterio y aventura. Y para Scarlett y su hermana representa la libertad y poder huir de su padre. Ahora que está a punto de ...

  • CARAVAL (CARAVAL 1) | STEPHANIE GARBER - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/libro-caraval-caraval-1/9788417854249/12568792

    5 oct 2021 — El libro CARAVAL (CARAVAL 1) de STEPHANIE GARBER en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • caraval - stephanie garber - Librería Sinopsis

    https://www.libreriasinopsis.com/libro/caraval_286318

    CARAVAL, STEPHANIE GARBER, 5,72€. ... Desde hace años Scar sueña con asistir a la celebración anual de Caraval, unos legendarios ... Otros libros del autor.

  • CARAVAL - GARBER STEPHANIE

    http://quelibroleo.com/caraval

    Libro de temática fantástica dirigido al público juvenil, por ello me ha parecido algo ... Buen debut de Stephanie Garber en el mundo de la literatura.

  • "Caraval", de Stephanie Garber, y la magia de lo sensorial

    https://www.fantasymundo.com/caraval-y-la-magia-de-lo-sensorial/

    5 nov 2021 — Se suele decir que cuando lees un libro, vives una vida ajena a la tuya y con Scarlett ese dicho se hace más certero que nunca. Vemos, oímos, ...

  • Caraval, de Stephanie Garber - Reseñas de libros y cine en ...

    https://entremetaforas.es/caraval-stephanie-garber-resena/

    Caraval es magia. Misterio. Aventura. Y para Scarlett y su querida hermana Tella, representa la libertad y una forma de escapar de su despiadado padre. Cuando ...

  • Reseña de 'Caraval' de Stephanie Garber - Infoliteraria

    https://infoliteraria.com/2021/11/01/resena-de-caraval-de-stephanie-garber

    1 nov 2021 — ¿Es únicamente un juego? ¿Algo de lo que está sucediendo es real? Bienvenido a Caraval. El libro te transporta a vivir una aventura inolvidable ...

  • Caraval - Stephanie Garber -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a1337656/Stephanie-Garber-Caraval

    Caraval, libro de Stephanie Garber. Editorial: Planeta. Libros con 5% de descuento y envío gratis desde 19€.

  • CARAVAL - STEPHANIE GARBER - 9788417854249 - Agapea

    https://www.agapea.com/Stephanie-Garber/Caraval-9788417854249-i.htm

    Comprar el libro Caraval de Stephanie Garber, Puck (9788417854249) con ENVÍO GRATIS desde 18 € en nuestra librería online Agapea.com; Ver opiniones, ...

  • La noche del rey de Jorge Alcalde

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    Febrero de 1810. El rey Jose I realiza su primer viaje por Andalucia con la esperanza de ganarse el afecto del pueblo sobre el que debe reinar. En esas mismas fechas, la joven Asuncion suena con viajar a Francia y conocer el esplendor y el glamur de la nueva Europa idealizada por los folletines. Aparentemente, sus destinos no tienen por que cruzarse, pero un crimen forzara el encuentro. Entre ellos se teje una increible red de personajes: un funcionario del rey obsesionado con el arte que utiliza sus contactos para traficar con cuadros en Paris; una espia viuda que ha prestado sus servicios a los franceses en la Isla de Leon y esta a punto de jugarse la vida y cambiar de bando por amor; un miembro del Gobierno patriota, viejo, cojo y atrabiliario, que escapa de Sevilla y pretende iniciar su propia batalla en los dias previos al asedio de Cadiz; un viajero americano que huye de su oscuro pasado y recorre Espana relatando en su diario la crudeza de la guerra de la Independencia…

  • Hablemos de nosotras de Carlota Corredera

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    Nunca se habia hablado tanto de feminismo. Nunca se habia hablado tanto de igualdad. Nunca se habia hablado tanto de nosotras.

  • Prometido deseado (Hermanas Laurens 2) de Sophie Saint Rose

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    Lady Bethany miro de reojo a su padre. El Conde de Keighley leia el periodico mientras se llevaba a la boca el tenedor. Observo como comia el jamon antes de cortar de nuevo otro pedazo. Ella se mordio el labio inferior y miro a su hermanastra que sentada a su lado le hizo un gesto con sus expresivos ojos verdes para que hablara con el. Carraspeo enderezandose y aparto sus rizos castanos de su hombro algo nerviosa. -- Padre... --?Si, nina? --pregunto distraido. --Carlton, la nina quiere hablar contigo. Deja de leer --dijo su madrastra sentada a la derecha de su marido antes de cogerle el periodico de su mano para echarle un vistazo. La cara de indignacion del Conde fue evidente, pero su esposa le guino un ojo seductora y se le olvido enseguida. --Padre... --Oh, si. --Miro sus ojos azules, que precisamente habia heredado de el, teniendo toda su atencion. --?Que ocurre, hija? --Estoy esperando. --Eso ya lo veo. --No, que estoy esperando tu proposicion. Porque a mi no me lo vas a imponer, pero acepto propuestas. Su padre la miro sin comprender y esta gimio por dentro porque se estaba explicando muy mal. --Tengo ya la edad, padre. Cumplo dieciocho en dos semanas. --?Ya? --pregunto asombrado haciendola grunir. --Si. --Como pasa el tiempo. Eugenia suspiro. --Es cierto. Mira a Delia. Ya es toda una mujer. --!Madre! --Su hermanastra se sonrojo apartando un rizo moreno de la frente. --Que me averguenzas... --Que tonteria. Debo hablar con tu hermano sobre la temporada. El ano pasado tuvimos que irnos cuando apenas habias debutado, pero este ano no sera asi. Ya veras como encuentras el hombre de tus suenos. Bethany miro a su padre ansiosa, pero estaba tan obnubilado por su esposa que parecia que no se habia enterado de nada. --!Padre! La miro sorprendido. --?Que? --!Mi prometido! --?Que prometido? --pregunto asombrado--. ?No me digas que te han propuesto matrimonio? ?Quien se ha atrevido? --No, que donde esta mi prometido. Su padre estaba totalmente perdido y le miro desilusionada. --No me lo has buscado. --?Buscado? --Querido, como se lo has buscado a su hermana mayor, la nina quiere que le busques uno. Es que nunca te enteras de nada. --El Conde la fulmino con la mirada. --Cielito, no me mires asi cuando es obvio lo que quiere decir. Carlton la miro entendiendo antes de volverse a su hija. --Le prometi a tu hermana que dejaria esa decision en tus manos. --Carraspeo incomodo. --Aunque tengo que darle el visto bueno. --No le prometiste eso. !Lo del visto bueno no se dijo en ningun momento! --!Pero se lo tengo que dar! Bethany chasqueo la lengua como tenia por costumbre y le miro de reojo. --?Asi que no tienes ningun candidato? ?Nadie? Su padre suspiro. --Pues ya que lo dices si que tenia. --Las tres se adelantaron mirandole fijamente. --Pero se caso hace dos meses. No me dio tiempo a proponerle nada. --Vaya... --susurro Delia. Decepcionada se encogio de hombros. --Bueno, ya buscare yo algo. ?Puedo levantarme? Su padre vio la decepcion en su rostro y asintio. --Si, hija. Puedes retirarte. Delia se levanto con ella y ambas salieron en silencio del comedor. Eugenia le fulmino con la mirada. --No hace falta que me mires asi. !Se lo prometi a Belinda! --!Belinda esta muy bien casada! Seguro que ahora no protesta tanto por el marido que le ha tocado en gracia. --?Que sea tu hijo no tiene nada que ver con esa opinion? --pregunto divertido. --?Te atreves a decir que no son el uno para el otro? --No, por supuesto que no. Acerte de pleno. --Pues eso es lo que quiere tu otra hija. !Que aciertes! El Conde pensativo se quedo mirando la puerta. --Bethany esta de acuerdo. No puede protestar al respecto. Eugenia sonrio de oreja a oreja. --?Ves? Tienes medio camino ganado. No se negara en redondo como tu otra hija. En ese momento se escucho un portazo y vieron que Belinda llegaba con cara de mal humor. --Uy, esta ha discutido con Daniel --susurro su esposa. El Conde forzo una sonrisa. --Que sorpresa, hija. ?Como esta mi nieto esta manana? Les miro con los ojos como platos antes de chillar saliendo de casa a toda prisa. --Se ha vuelto a dejar el nino en el carruaje --dijo Eugenia como si fuera un desastre. --!La ninera esta con el! !Y tiene muchas cosas en la cabeza! En ese momento entro su hija con su nieto en brazos refunfunando sobre que la ninera parecia un fantasma que nunca abria la boca. Forzo una sonrisa. --Aqui esta el pequeno Daniel. Los abuelos se levantaron de inmediato y Eugenia lo cogio en brazos. --Cada dia esta mas grande. --El nino los miro con sus ojos azules como platos y parecio reconocerles porque solto un gorgorito. El Conde se echo a reir asustandole mientras Eugenia con carino le quitaba un rizo moreno de la frente. --Es igualito a mi hijo. Por cierto, ?donde esta? Gruno sentandose a la mesa y haciendole un gesto al mayordomo. --Un te. --Enseguida, Marquesa. Los abuelos hicieron una mueca antes de mirar a Belinda. --Se va a Boston --dijo dejandoles de piedra. --?Perdon? --pregunto su padre--. !Me dijo que viviria aqui! !Era una de las condiciones del compromiso! --Pretende vivir aqui, pero ahora se va a Boston. Negocios --siseo--. !Y no puedo ir! --?Como que no puedes ir? --Se lo dije, pero el nada, que no me hace caso como siempre --dijo como si no estuvieran delante--. Le avise. !Fui muy clara, pero no me creyo y concerto las reuniones! ?A quien se le ocurre?

  • La melodia de la oscuridad de Daniel Fopiani

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    Adriano es un hombre acabado, nada queda de aquel aguerrido sargento que sufrio un atentado en Intxaurrondo que le dejo ciego. La explosion le revento las cuencas oculares y la vida entera: ahora es un monstruo desfigurado, invidente, que vive en Cadiz dependiente de su mujer, Patricia, que apenas soporta la rutina y que, a pesar del profundo amor que siente por su marido, no puede dejar de estar angustiada, ademas, por el dolor incesante de no haber tenido hijos.

  • Esther cumple cuarenta de Carlos Portela , Purita Campos

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    El mundo no se acaba aunque se cumplan cuarenta anos. Este es el pensamiento de Esther, que espera, entre ilusionada y temerosa, el dia de su cumpleanos. Ya no es la joven timida de hace un tiempo; sin embargo, conserva sus inconfundibles pecas.

  • Suenas a blues bajo la luna llena de Dulcinea (paola Calasanz)

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    Hay amores que son de otro mundo. y la luna siempre nos abraza. Dulcinea regresa a la ficcion con una nueva, profunda y fantastica bilogia que inspirara de nuevo a todos sus lectores.

  • No te vayas, QUEDATE CONMIGO de Monica Hoff , Norah Carter

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    Sofia, una escritora de novela romantica no interesada en el amor y que vivia una solitaria vida enfrascada en su mundo, decide ayudar un dia a un triste vagabundo que pide para poder comer. Aunque un poco reticente, no puede evitar tenderle la mano para ayudarlo a salir de la miseria. Cuando Cristian acepta su ayuda, se convierte en parte indispensable en la vida de la escritora, tanto que acabaran mas unidos de lo que pensaron, haciendo que el extrano llegue a ganarse su corazon. Pero uno de los dos sera la voz de la razon, intentando evitar que sus sentimientos vayan a mas. ?Podra Sofia dejarse llevar cuando el corazon sea el que mande? ?Sera Cristian, el vagabundo, quien le haga ver cuanto lo necesita ella en su aislada vida? Una intensa historia de amor que te ensenara que si el corazon es el que elige, los prejuicios no tienen cabida.

  • He dicho de Miguel Delibes

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    Estructurado en seis capitulos -‘La tierra y sus pobladores’, ‘Mundos de papel’, ‘El cine cumple un siglo’, ‘Adios a los amigos’, ‘Las cosas de la vida’, ‘Una vida vivida’- He dicho pasa revista a temas tan diferentes como la situacion de los agricultores espanoles en el seno de la Union Europea, las manipulaciones de los periodistas, o cuestiones relacionadas con la ecologia y la naturaleza. Asimismo evoca recuerdos -su viaje a la Croacia prebelica- y el retrato de amigos indelebles, algunos desaparecidos, como Felix Rodriguez de la Fuente, a la vez que alterna opiniones literarias o cinematograficas con sus inigualables cronicas cinegeticas. Decir que He dicho es una recopilacion de textos de Miguel Delibes no es suficiente. Ciertamente, el libro aglutina una miscelanea de articulos, notas y publicaciones e incluso el discurso que pronuncio el escritor con motivo de la concesion del Premio Cervantes. Pero al enhebrar sus preocupaciones recurrentes, al presentar algunos recuerdos u homenajes, Miguel Delibes nos ofrece, con la serena energia de su voz, una semblanza autobiografica de una lucidez poco comun.

  • Demencia de Eloy Urroz

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  • Sistemas Criticos de Martha Wells

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    Ganadora de los premios Hugo, Nebula y Locus

  • Los combatientes de Cristina Morales

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    Esto va de una juventud rabiosa que flota entre los restos del naufragio; de un grupo de actores teatrales que se convierten en actores politicos y deciden que la realidad solo se puede retratar a traves de la ridiculizacion, y que esta, para ser creible y eficaz, debe empezar por uno mismo y alcanzar a nuestros maestros literarios.
    Quienes son los combatientes: los que saltan a la comba (como los boxeadores en sus entrenamientos), los integrantes de una compania de teatro universitario, los jovenes que en la Espana del s. XXI sobreviven hartandose de amor ya que no pueden hartarse de pan, en palabras de la sociologa Layla Martinez.
    Este es un libro -acaso una novela, acaso una obra de teatro- que cuenta a traves de la ficcion una historia verdadera, que habla de representacion y realidad, de radicalismos impostados y transgresion autentica, del arte como provocacion y de la provocacion como arte, y lo hace retando a la lectora (y tambien al lector) en un juego nada inocente que incorpora, a veces citando y a veces sin citar, textos ajenos.
    Cristina Morales debuto como novelista con esta obra -galardonada con el Premio INJUVE 2012- que acota ya con contundencia el camino literario que la ha convertido en una de las voces mas innovadoras, radicales y necesarias de la actual narrativa espanola.

  • Renacer (Medianoche 4) de Claudia Gray

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    Un amor eterno, un destino oscuro…
    ?Amarse mas alla de la vida y la muerte, sera suficiente para superar todos los obstaculos?

  • Subete a unos tacones y tu vida cambiara de Amber Lake

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    Marcia Gallardo, treintanera, licenciada en economicas, soltera y sin compromiso, necesitaba dar un cambio a su vida y este debia comenzar por transformar su aspecto. Estaba cansada de que la ningunearan en su trabajo, de que ningun hombre decente se fijara en ella y de que sus amigas la pusieran como ejemplo de lo que no se debe hacer para triunfar en la vida. Sin embargo, lo que la habia acabado de decidir era la posibilidad de perder su trabajo en las proximas semanas.
    La rivalidad con una companera, que tenia muchas posibilidades de llevarse el ascenso que ella merecia, exigia utilizar todas las armas a su alcance, incluyendo el seducir al nuevo jefe. Pero ?hasta donde estaria dispuesta a llegar?
    Cuando Andre Bassard, el hombre del que dependia su futuro, resulta ser diferente a lo que esperaba, Marcia ve peligrar sus planes. Resuelta a no dejarse vencer, piensa en variar de estrategia; algo que tambien conlleva ciertos riesgos. como enamorarse de el.

  • La Cita Millonaria (Cita para Rehacer 1) de Susan Hatler

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    Abigail Apple va con retraso a su cita a ciegas al ser detenida por exceso de velocidad. Por desgracia, al poli <> no le importa que ella llegue tarde y mucho menos que ella tenga el corazon roto debido a que su protectora de perros favorita corra peligro de ser cerrada. Tras ello, acudira a su cita con barro seco en sus tacones, pelo de perro cubriendo su vestido y olor a establo en su pelo. Cuando llega, sin embargo, Abigail se da cuenta de que su cita a ciegas no es otra que el policia que la detuvo.

  • La Absolucion de Olivier (Bilogia Senor Brooks 2) de Andrea Adrich

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    Dolida y decepcionada, Noah esta dispuesta a alejarse de Olivier, asi le cueste la vida. Ha descubierto su parte mas oscura y es consciente de que es un hombre que no conviene tener cerca. En su vida y en su futuro no encaja una persona como el.
    Pero el caprichoso destino tiene otros planes para ellos. Un acontecimiento inesperado que les obligara a replantearse todo, incluida su relacion, y que dejara al descubierto la verdadera cara del despota y frio Olivier Brooks.

  • Guerra en casa de Noemi Martinez

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    POR ESA RAZON me mantengo alejado de las carreteras --dije, mientras me acercaba al Lexus que se habia estrellado contra el arbol grande en la entrada de mi propiedad--. Tipico de los Yuppies. Habia sido un choque suave, suficiente como para abrir el capo, pero aun asi, necesitaria la ayuda de una grua para mover ese auto. Considere dejar que el conductor se ocupara de la situacion solo. No era mi culpa que no pudiera controlar esos caballos de fuerza, pero el cielo amenazaba con una tormenta inminente. Como mi cabana era la mas cercana a la carretera, no me quedaba otra opcion que ocuparme de eso de una forma u otra. --Bien --me acerque un poco mas--. Seguramente es un chico que desperdicia el dinero de papa. O un turista. Sera mejor no tener que… Quede sin aliento cuando vi a traves de la ventana del conductor. No era en absoluto lo que esperaba. Un trasero perfectamente esculpido y firme se asomaba donde deberia haber estado una cara. Podria haberme quedado apreciando el espectaculo, pero tenia prisa y necesitaba respuestas. Di unos toques en la ventana. La mujer se levanto, golpeando su cabeza contra la guantera. --!Ay! Frotandose en el lugar del golpe, me miro por encima del hombro. Su cara era tan hermosa como su trasero. Sus ojos grandes y azules se abrieron de par en par bajo unas expresivas cejas, y su pequena barbilla afilada enmarcaba unos labios llenos y carnosos. Su forma de mirarme trajo a relucir imagenes en mi mente. --Golpeaste mi arbol --grite a traves de la ventana. Se enderezo y presiono el boton para bajar la ventanilla, pero no hubo respuesta. Suprimi una sonrisa mientras veia como se sonrojaba. Abrio la puerta y se retorcio un poco en el asiento hasta lograr salir. --Siento lo de tu arbol --dijo, mientras se acomodaba el gorro y la chaqueta. Sonaba algo sincera--. Mira, necesito desesperadamente llegar a Sacramento ahora mismo. Tengo una amiga que esta en problemas, y si no llego pronto, puede pasarle algo malo. --?Que hizo, saco el maximo de sus tarjetas de credito? Me costaba creer que las amigas de esta mujer pudieran meterse en problemas. Por lo menos no en uno que sea de vida o muerte. Se puso rigida y entrecerro sus ojos. --No. Realmente esta en peligro. Y soy la unica que puede ayudarla. La mire de arriba a abajo, analizandola. Estaba en forma, con piernas fuertes y de buen equilibrio. El portaesquis en el techo de su auto era una muestra de que era un poco atletica. Incluso asi, no daba exactamente la impresion de ser una mujer ruda. --Si eres la unica que puedes salvar a tu amiga, entonces tengo malas noticias para ella. Se cruzo de brazos e inclino la barbilla hacia arriba, haciendo que el pompon de su gorro se tambaleara ridiculamente. --Soy una de las mejores abogadas del Area de la Bahia, y si alguien puede sacarla de eso, soy yo. --Ah, ese tipo de problemas. --Si. De todos modos, eso no importa, ?puedes ayudarme o no? Me encogi de hombros. --Tienes un telefono celular, ?no? Llama a una grua. --Una grua va a tardar horas en llegar hasta aqui. ?Puedes llevarme a la ciudad? Te pagare. Agite la cabeza en negacion. --No estoy dispuesto a dejar mi propiedad hoy. Haz la llamada. Te puedes calentar en mi cabana mientras esperas. Me miro con incredulidad. --!La vida de una mujer esta en peligro! Claro, no la conoces, pero es una buena persona que no se merece esto, y no me ayudas porque no estas dispuesto a hacerlo… --Eso lo resume todo. Me miro fijamente, abrio la boca para decir algo, y luego la volvio a cerrar. Se dio la vuelta y se inclino de nuevo dentro del auto para buscar su telefono debajo del asiento del pasajero. Me gire evitando ver nuevamente su trasero, no queria que me atrapara mirandola. El cielo se habia oscurecido hasta un tono ominoso. Sin duda, iba a ser una tormenta de las malas. --?En serio? --fruncio el ceno ante su telefono--. ?Como es que no hay servicio aqui? --Esta no es exactamente una zona poblada. Comenzaron a caer copos gruesos, un precursor de lo que estaba por venir. --Vamos. Sera mejor que hagas la llamada adentro. Esto esta a punto de ponerse feo. Me levanto una ceja. --No tengo la costumbre de seguir a hombres extranos a sus cabanas aisladas. Me encogi de hombros. --Me parece justo. Leo Arbuckle. Tampoco acostumbro a llevar a mujeres extranas a mi cabana --le extendi mi mano, y la miro sospechosamente por un momento--. No muerde. Ni siquiera tiene dientes, ?ves? --agite mi mano frente a ella. Rapidamente me dio la mano. --Mila Rutherford. --?Rutherford? Es como tatuarse "millonario" en la frente. --Yo no elegi mi apellido. --?No lo hiciste? Interesante. --?Que es lo que…? --se detuvo brevemente--. Oh. ?Asi que una mujer soltera es mas interesante que una casada? Creo que sera mejor que encuentre mi propio camino a casa. --Tendras mas suerte si vienes conmigo. --No voy a ir a tu cabana. Estaba empezando a temblar, y trato de ocultarlo con una postura desafiante. Di un paso atras y me encogi de hombros. --Entonces quedate aqui. Se detuvo un momento, mirando al cielo, luego a su Lexus y de vuelta a mi. Se mordio el labio inferior de una manera adorable. Francamente, me estaba distrayendo con lo linda que era. No estaba seguro de que mas podia decir para convencerla, pero yo tambien me estaba quedando sin tiempo. --Mira, no me agrada tanto como a ti la idea de que vengas conmigo. Pero tampoco estoy dispuesto a cargar en mi consciencia el dejarte aqui y que mueras congelada. --Realmente creo que podria esquiar cuesta abajo. Quizas asi pueda encontrar una mejor recepcion. Era una idea terrible, y ella lo sabia. La recepcion mejora a medida que subes, no a medida que bajas. La mire fijamente, esperando que llegara a la misma conclusion. Solto un suspiro de resignacion. --Muy bien. Ire contigo. Pero solo hasta que encuentre a alguien que me lleve a la ciudad. ?Estas seguro de que no puedes? --No puedo. Me miro de reojo. --No estas en arresto domiciliario, ?verdad? Dude. Mi situacion era similar a la del arresto domiciliario, despues de todo. Era una excusa tan buena como cualquier otra. Pero entonces sus ojos se abrieron de par en par alarmados, y rapidamente agite la cabeza. --No estoy en arresto domiciliario. Esta tormenta se va a poner fea y no quiero quedarme atascado por la nieve. Resoplo frustrada --Esta bien. Tu ganas. ?Donde esta tu cabana? --En la colina. El camino se pone resbaladizo, asi que cuidado con cada paso que des. 2 M I LA NO ESTABA segura de lo que esperaba cuando dijo que vivia en una cabana. Despues de caminar a traves de la nieve durante lo que parecio media milla, llegamos a una enorme casa escondida detras de una gruesa arboleda. El lugar tenia por lo menos tres pisos, y ni siquiera podia ver lo grande que era debido a lo bien que se mezclaba con el area circundante. Se necesitaba tener mucho dinero para crear algo tan perfecto como eso. --Voy a necesitar que te quedes en la sala de estar --indico, mientras nos acercabamos a las puertas dobles--. Hay un bano a la derecha. Puedes usarlo si lo necesitas. No vayas a husmear a ningun otro lado. Su actitud se habia vuelto cada vez mas cortante mientras caminabamos, y tenia mucha prisa. No podia imaginar que podria ser tan importante aqui en medio de la nada. Por otra parte, cualquiera que pudiera permitirse un lugar como ese debia tener algun tipo de negocio que administrar, asi que lo deje pasar. --No tengo intenciones de husmear. ?Puedo usar su telefono, por favor? --Primero quitate las botas y el abrigo --ordeno bruscamente--. No necesito charcos por todo el piso. Dude por un momento, sorprendida. No parecia el tipo de hombre que se preocupara por esas cosas. Asumi que tenia un motivo oculto tras su peticion, pero cuando mire a traves del vestibulo hacia la sala de estar, entendi. El interior de la casa era tan asombroso como el exterior. Era absolutamente pristino. Se quito el abrigo y las botas, mientras lo observaba por el rabillo del ojo. Era mas atractivo de lo que yo creia. Con la guardia alta, me parecia amenazador. Pero ahora que estabamos mas relajados, pude apreciar sus musculos bien formados. No era tan voluminoso como parecia con el abrigo puesto, pero la fuerza tonificada en su complexion era increiblemente evidente. --?Cuantos anos tienes? La pregunta salio de mi boca sin pensarlo. --?Por que? --me miro con sus penetrantes ojos verdes. --Porque tu cuerpo dice veinte, tus ojos dicen treinta, y tu barba dice cuarenta --sonrei un poco, tratando de hacer la pregunta un poco mas amistosa--. Solo intento saber con quien estoy atrapada, eso es todo. --Treinta y cinco. No… treinta y seis. --?No recuerdas tu edad? Se encogio de hombros. --No llevo la cuenta. No parece que haya mucha diferencia. La sala de estar esta por aqui. Lo segui, esperando encontrar cornamentas en las paredes, pero estaba aprendiendo rapidamente a descartar mis expectativas con el. Sus paredes mostraban una coleccion eclectica de pinturas y fotografias, desde mafiosos de la decada de 1920 hasta ninfas etereas. A primera vista, parecian haber sido colgados sin pensar en dondequiera que hubiera espacio para ellos. Sin embargo, al estudiarlo mas de cerca, definitivamente habia un patron. Una especie de patron emocional, abstracto pero claro, con altos y bajos que se repiten como musica visual a traves de sus paredes. --El telefono esta alli --apunto a una mesa auxiliar--. Ya regreso. Desaparecio por una puerta, dejandome sola en la habitacion grande. Una vez mas, me encontre preguntandome que podria ser tan importante para que se apresurara de esta manera. Pensaba que el objetivo de trabajar desde casa era relajarse y tener total control de tu tiempo. Me encogi de hombros y fui al telefono. Mi primera llamada no fue a una grua, sino a Rochelle. --?Hola? --sonaba preocupada y cansada a la vez. --Ro, soy Mila. Tuve un pequeno accidente en la montana, pero estoy bien. No se cuando podre llegar a ti. ?Que ha pasado desde esta manana? --Insiste en reunirse conmigo a solas, y creo que lo hare. Contrato al equipo de Lawson, Mila. No podre vencerlos, la ley esta a su favor. Tengo que resolver esto hoy. Si no lo hago… El lugar es malo, muy malo, y hay bebes viviendo alli, y… Espera, ?dijiste que tuviste un accidente? --Un pedazo de hielo conspiro con un arbol -- dije despectivamente--. Pero estoy bien, aunque mi auto no. En fin, escuchame. No puedes encontrarte con el a solas. Como minimo, necesitas estar en un lugar publico. O mejor, espera a que llegue e ire contigo. --Quiere que nos encontremos manana por la manana. Si no lo hago, me ha amenazado con demandarme por difamacion de caracter. --?Tiene un caso? --Si no lo pongo delante de un juez primero, el lo hara. Cuando sus abogados me amenazaron, hice publica la situacion, y por supuesto, eso no fue de su agrado. Puedo llegar a un acuerdo con el, o demostrar ante un tribunal lo escoria que es, pero... --Pero si el llega primero, tu estas acabada --me frote la cara con una mano--. Dios, Ro, ?En que estabas pensando?

  • Mitologia Griega de Neil Matt Hamilton

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    Los mitos y leyendas griegos han inspirado a hombres y mujeres de todo el mundo durante cientos de anos. Las historias de Apolo, Perseo, Aquiles y otros han mantenido la imaginacion de viejos y jovenes por igual, incluso en el presente. De hecho, los personajes del mito y la leyenda griegos han llegado a la cultura dominante en forma de personajes populares de television y cine. La mitologia griega fue tan influyente que incluso formo la base del mito romano. En la mitologia griega: mitos y leyendas fascinantes de dioses, heroes y monstruos griegos, estaras expuesto a las emocionantes historias de dioses y heroes que formaron el canon de la religion griega antigua.

  • De Repente Tu de Tess Watchmaker

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    Heredera de las novelas romanticas inglesas con acento andaluz.

  • La fuga de Carmen Domingo

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    Navarra, 22 de mayo de 1938, penal de San Cristobal. La mayor evasion de la historia esta a punto de comenzar.

  • !Piratas!, Laura Esparza de Laura Esparza

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  • La mejor venganza (La Primera Ley 1) de Joe Abercrombie

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    La guerra puede ser un infierno, pero para Monza Murcatto, la Serpiente de Talins, a sueldo del duque Orso, tambien es una forma excelente de hacer dinero. Sus victorias la han hecho muy popular ?quiza demasiado para el gusto de Orso. Traicionada y dada por muerta, la recompensa de Murcatto es un cuerpo desfigurado y una sed de venganza que no se detendra ante nada. Sus aliados son el borracho menos fiable de Styria, el envenenador mas traicionero de Styria, un asesino en serie obsesionado con los numeros y un barbaro que quiere enderezar su vida? Entre sus enemigos estan los mas poderosos del pais, y eso antes de que el Orso envie al hombre mas peligroso para acabar con ella? La mejor venganza es una novela independiente que tiene todas las caracteristicas que hicieron un exito de la trilogia La primera Ley . ?Entre sus personajes hay tiranos y torturadores, un par de envenenadores, un asesino en serie, un borracho traidor, un oscuro barbaro y un sangriento mercenario. Y estos son los buenos? Las batallas son vividas y viscerales, la accion brutal, el ritmo imparable y Abercrombie amontona las traiciones y los giros de la trama de forma que no dejamos de preguntarnos como acabara todo. Este es su mejor libro hasta el momento.? George RR Martin Elegido entre los diez mejores libros de 2009 por los lectores de SF Site. Seleccionado por Amazon como una de las mejores publicaciones del genero en 2009. Libro favorito de SFFWorld en 2009. Finalista del British Fantasy Award 2010. Finalista del David Gemmel Legend Award 2010.

  • Como si fuera real de Megan Marsell

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    Sin comerlo ni beberlo Edgar Cabot aparece en la revista People como uno de los solteros mas codiciados del pais, convirtiendose asi en objeto de deseo de miles de mujeres.
    Para acabar con esa fama y dejar al fin de ser perseguido insistentemente le hace una sorprendente proposicion a Carol Walter, su fiel secretaria: que se haga pasar por su prometida hasta que el ambiente se calme. Sin embargo, Edgar, el hombre mas cinico y desconfiado del mundo hacia el sexo opuesto, se sorprendera a si mismo al querer convertir esa farsa… en algo real.

  • Afterburn de Sylvia Day

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    Darme cuenta de que seguia colada por Jax fue un mal trago. Solo habia formado parte de mi vida cinco semanas, hacia dos anos. Pero ahora habia vuelto. Se habia entrometido en un acuerdo de negocios que me habia costado mucho conseguir. Y, Dios mio, estaba guapisimo. Sus ojos eran de un marron tan oscuro que parecian casi negros. Rodeados por densas pestanas, eran de una intensidad implacable. ?De veras me habian parecido alguna vez dulces y tiernos? Jackson Rutledge no tenia nada de tierno. Era un hombre experimentado y cruel, hecho de una pasta muy dura. En ese momento comprendi cuanto deseaba desvelar el misterio de Jax. Tanto que no me importaba lo que fuera a costarme.

  • Trieste de Dasa Drndic

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    Haya Tedeschi espera junto a un cesto repleto de cartas, fotografias, recortes, versos, testimonios, listados… A los ochenta y tres anos, su historia, reflejo de un pasado turbulento, se ha quebrado ya en mil pedazos que Haya repasa uno a uno: la infancia en Gorizia, en el seno de una familia judia multilingue, Trieste y el ascenso del totalitarismo, los anos de juventud, el cine y el primer amor. Pero tambien estan la guerra, los trenes cerrados y los campos de exterminio, como la antigua arrocera de San Sabba, de la que dia y noche salian humo y ceniza que se transformaban en un barro negro en el que jugaban los ninos. El mismo barro donde hubiese jugado su hijo de no haber sido secuestrado para formar parte del siniestro proyecto Lebensborn de Heinrich Himmler.
    Haya Tedeschi espera el reencuentro con su hijo y, mientras lo hace, desmenuza la compleja marana de su vida revelando la fragilidad de la memoria y las limitaciones de la Historia, que nunca pueden agotar la realidad. Asi, poco a poco, se va componiendo el rompecabezas de esta obra, en la que la autora entremezcla magistralmente realidad y ficcion para, con un impactante manejo del lenguaje, ofrecernos una cruda cronica de las profundas heridas que la Segunda Guerra Mundial ha dejado en Europa.

  • Nunca te deje de amar de Aitor Ferrer

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    Siempre se ha dicho que el primer amor nunca se olvida, pero, ?cual es el primer amor de una persona? Tal vez, ?el que se vive cuando se es adolescente? Ese que llega a la tierna edad de quince anos y te hace sentir que estaras siempre con la misma persona. O, por el contrario, ?el primer amor puede ser el que aparece sin esperarlo y tras algunas relaciones? Ese amor del que nunca puedes olvidarte, por muchos anos que pasen, puede llegar a los diez, a los quince, los treinta o incluso a los cincuenta anos. ?Acaso ese primer y verdadero amor debe tener una edad concreta? Creo que no, pues, a mi, ese amor del que aun tengo el mejor de los recueros, ese que nunca podria olvidar, llego a mi vida cuando tenia veinticinco anos. Y es que, como bien es sabido, el amor llega de la manera en que llega y cuando deber hacerlo. No tiene edad, no tiene un tiempo concreto para llamar a nuestra puerta, pero cuando lo hace, se ha de aprovechar hasta el ultimo minuto de ese amor que nos rodea. Aquel verano, hacia ya cinco anos, con la carrera de profesora recien terminada, volvia esa noche a casa despues de celebrarlo con mis companeros y companeras de universidad. Quiso la mala suerte, o tal vez el caprichoso destino, o el que debia poner mas alquitran en la carretera el dia que la hicieron, que pisara en el unico agujero que habia cuando cruzaba y me torciera un tobillo. Es que parece que los tacones tengan iman con esas cosas, de verdad. El caso es que, segun caia mientras parecia que hiciera malabares, pues tenia los brazos extendidos, y que a mi me daba la impresion de hacerlo a camara lenta, pensaba en el topetazo que me iba a dar y el dolor de posaderas con el que acabaria. No, no aterrice en el suelo de manera milagrosa, o, mas bien, gracias a ese caballero andante de brillante armadura que me sujeto para que no acabara sentada en la carretera. --?Estas bien? --nunca olvidaria esa voz con la que me pregunto. Pero, cuando me gire, supe que esos ojos verdes serian mi tormento a la hora de dormir por las noches. --No me duele el culo, pero el tobillo me palpita que da gusto --conteste, algo contentilla por las copas que habia tomado, el sonrio y me ayudo aponerme en pie. Me llevo hasta un banco donde nos sentamos y, tras pedirme permiso, cogio mi pierna con una delicadeza increible y empezo a revisarme el tobillo. Di un leve respingo al notar un pinchazo, pero sus palabras me calmaron, o al menos, despues de saber por que las dijo. --No esta roto, y tampoco hay esguince, manana lo notaras un poco molesto, pero pasado estara como nuevo. --?Que eres, medico? --Si --sonrio, y yo desee que la tierra me tragara--. Vas contentilla, ?eh? --Celebraba el fin de mi carrera --levante las manos. --Ah, pues felicidades, pero, caerte al suelo, ?entraba en la celebracion? --No --rei--, eso ha sido culpa de la carretera, tiene un agujero en todo el centro. --Cierto, la carretera --rio negando. --Me llamo Jaca, muchas gracias por evitar que diera con el culo en el suelo --le tendi la mano. --Ismael, ha sido un placer --cogio mi mano para estrecharla y, ese simple contacto, hizo que cientos, no, miles... !Va! Decenas de miles de mariposas revolotearan en mi estomago. Aquella fue la primera vez que nos vimos, y supe que no seria la unica, incluso antes de que nos dieramos los telefonos tras un par de horas charlando y tomando una copa. Como dijo, Ismael era medico y acababa de salir de trabajar, habia estado de guardia y me comento que se dirigia a tomar una cerveza, solo, para desconectar del que, probablemente, fue el peor dia de trabajo de su vida. Ni el me conto el motivo, ni yo pregunte, tan solo estuve haciendole compania mientras bebia, pues es sabido que beber solo puede llegar a ser peligroso. Vale, con amigos tambien, y mas si estas celebrando algo, pero bueno, me habia ayudado y quise invitarle a una cerveza. Al dia siguiente me llamo para interesarse por mi tobillo, le dije que tan solo tenia una ligera molestia y que, gracias a la pomada que me habia aconsejado lo soportaba bastante. Me pregunto si le aceptaria una invitacion para comer un par de dias despues, acepte encantada pues queria seguir viendo y conociendo, a ese medico de ojos verdes y diez anos mayor que yo. Por aquel entonces vivia con mi madre, Rosa, que quedo viuda unos anos antes y era el principal pilar en mi vida, como yo lo era en la suya. Le hable de Ismael, le dije que habia sentido algo aquella noche y se alegro, tan solo me dijo que fuera con cuidado, que no queria que me hicieran dano. Llego el dia de volver a verlo y me llevo a comer al pueblo de al lado, a un restaurante precioso donde las horas fueron pasando mientras hablabamos de todo en general, y de nada en particular. Le conte que, tras acabar la carrera estaba, opositando, queria conseguir una plaza en alguno de los colegios de la ciudad y que me moria por empezar a trabajar con ninos, ya que eran una de mis debilidades. Ismael me dijo que habia seguido los pasos de su familia, habia muchos medicos y cirujanos desde hacia generaciones, asi que la medicina era algo que llevaba en la sangre, segun confeso, formaba parte de su ADN. Los dias fueron pasando, los mensajes y las llamadas se sucedian unos tras otros, volvimos a vernos en varias ocasiones y, en una de ellas, nos besamos. ?Como fue ese primer beso? Mejor de lo que esperaba. Fue delicado, tierno, pero, a la vez, con ese punto de picardia que ya sabia que tenia Ismael, mordisqueaba y me pasaba el pulgar mientras me miraba a los ojos y yo... Yo queria que ocurriera algo mas. ?Ocurrio? Si, claro que ocurrio. Acabamos en un pequeno apartamento dejandonos llevar por el deseo y esas ganas que nos teniamos, nos amamos bajo las sabanas durante toda la noche, y por la manana tuvimos que separarnos. Nos vimos durante aquel verano, siempre en el pueblo de al lado donde vivia, en aquel apartamento que me dijo era de un amigo suyo que estaba de vacaciones y se lo estaba cuidando. Las horas a su lado pasaban volando, cada dia me sentia mas a gusto y me enamoraba un poco mas de Ismael, mi querido Ismael. Y, como en todo, el amor da sus frutos, y el nuestro llegaria en unos meses. La tarde que iba a contarle que seriamos padres, la felicidad me embargaba, pero como se suele decir, lo bueno dura poco. La cara de Ismael cuando nos encontramos era de funeral total. Y no era para menos, pues asi me senti cuando acabamos de hablar y me confeso lo que menos me habria imaginado. Estaba casado y su esposa esperaba un hijo. Senti que el mundo caia sobre mi, que se derrumbaba ese castillo que, poco a poco, habia empezado a construir entorno a Ismael, mi querido Ismael, que no era mio, pero si querido. O, mejor dicho, la querida fui yo. Una amante, eso es lo que habia sido para ese hombre durante el verano, la otra, una mujer con la que saciar sus ganas en la cama. ?Que habia de cierto en esas miradas, o en sus caricias? ?No habian sido mas que falsas esperanzas para una muchacha de veinticinco anos con la que habia jugado? Casado... El hombre del que me fui enamorando, poco a poco, dia tras dia, estaba casado. Ya tenia una familia, iba a ser padre y yo no era nada para el, no pintaba nada en su vida. Llore, rota por el dolor mientras el, no me dedicaba ni una mirada. Guarde mi secreto, ese que iria conmigo a la tumba cuando el Senor me reclamara a su lado. Aquel dia, la felicidad de saber que llevaba en mi vientre el fruto de un amor tan grande, quedo relegada por el dolor, la pena y el sabor amargo de la desdicha. Ni siquiera deje que me llevara a mi casa, lo deje en el bar donde me habia llevado y cogi un taxi para volver a la ciudad. En ese instante comprendi el motivo de vernos siempre en el pueblo de al lado, y no, no era porque tuviera que cuidar del apartamento de su amigo. Que, a saber, si aquello era cierto. Tal vez era suyo, un picadero al que llevar a las pobres tontas e incautas como yo, y que cayeran ante su galanteria, esa mirada y el sabor de sus besos. Camine durante un rato por el parque, me sente en un columpio como si fuera una nina pequena, llorando mientras con una mano me acariciaba el vientre, prometiendole a mi pequeno angelito que, aunque estuvieramos solos, jamas le faltaria nada y, mucho menos, mi amor, ese que ya sentia desde el momento en que supe que estaba dentro de mi. Llegue a casa y, mi madre, al verme, me abrazo sabiendo que algo habia ido mal. Antes de ir a hablar con Ismael, le conte a mi madre la noticia, me abrazo feliz de saber que iba a ser abuela y cuando vio el dolor en mis ojos, asi como fue obvio para ella que habia llorado, pregunto si es que el no queria saber nada del bebe. Le dije lo que habia confesado Ismael y hasta ella lloro de dolor. Volviamos a ser ella y yo, solas, y ahora llegaria mi angelito, ese que nos colmaria a ambas de felicidad y amor. Y asi fue, mi madre nos ayudo a mi nina, a quien llame Alba, y a mi a salir adelante. Cuando mi pequena nacio cogi plaza en un colegio, un ano despues y con el dinero que habia ido ahorrando, di la entrada para un pisito donde viviria con mi hija, aunque siempre tendria a mi madre y su casa, para lo que necesitara. Alba tenia dos anos cuando nos instalamos definitivamente en nuestra propia casa, donde mi madre venia siempre que queria estar con sus ninas, como nos llamaba a mi hija y a mi. Durante aquellos anos no supe nada del que fue mi primer amor, ese que bien sabia que jamas iba a olvidar. El dia que me marche, llorando tras su confesion, borre su numero del movil, pues bien sabia que el, no me llamaria nunca, asi que al menos evitaba buscar su nombre en mis contactos, ese nombre que tenia grabado a fuego en el corazon, ese que algunas noches me habia hecho llorar al recordarlo.

  • Pacto entre hermanas de Ivette Chardis

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    Dos mujeres independientes y un baron dispuesto a conquistar a una de ellas.

  • Marionetas sin hilos de Tadea Lizarbe

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    Atrevete a asomarte a los entresijos del alma humana.

  • La ultima viuda de Karin Slaughter

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    Secuestrada y rota. Tiene que desvelar la verdad. antes de que se sea demasiado tarde.

  • Un amor de Alejandro Palomas

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    En el reducido universo familiar de Amalia y sus tres hijos, Silvia, Emma y Fer, el engranaje se mueve al ritmo desacompasado de las emociones. Es una familia tipica, y sobre todo, muy real. Un cosmos cocido al fuego lento de varias entregas que han atado a miles de lectores. Pero llega un dia cumbre en sus vidas. Emma se va a casar y todos se sumergen en las tareas y los remolinos de organizar la mejor boda. La noche previa a la ceremonia, una llamada rompe la armonia familiar. Silvia, Emma, Fer y otros parientes se conjuran para poder celebrar a la vez el aniversario de Amalia, que coincide inevitablemente con la fecha de la boda. 24 horas de aceleron emocional que pondran a prueba a todos y cada uno y al mismo engranaje familiar.
    Un nuevo ejercicio de virtuosismo emocional. Una literatura que llega por el plexo y se inocua directamente a los sentimientos. Alejandro Palomas extiende su ya variada paleta de colores para dotar a sus personajes de los matices, sesgos y rasgos que los acercan a los lectores y estos los reconocemos como a propios en sus particulares universos familiares.

  • Seirs (Guardianes Del Alma 5) de Kim Richardson

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    Una tibia briza acariciaba su rostro mientras Kara corria a traves de la multitud de mortales que atiborraban el elaborado laberinto de calles. Ella intento seguir al bulldog ingles que corria a su lado manteniendose cerca de los edificios y fuera de la parte mas concurrida de la conmocion. Los olores iban de lo fragante hasta lo apestoso, habia un debil olor de gases de escape mezclada con un toque de flores. Se deslizo entre unos hombres con trajes que discutian en voz alta por sus telefonos celulares, mujeres equilibrando grandes bolsas mientras intentaban aferrarse a sus ninos, y adolescentes agrupados riendose animadamente sobre alguna cosa de sus telefonos inteligentes. Kara ignoro el hermoso parque exuberante y el dulce aroma de las flores de verano. Ni si quiera le echo un vistazo a los cachorros Golden Retriever colocados en la ventana de la tienda de mascotas. No tenia tiempo para detenerse. "?Cuanto mas hasta que lleguemos?" susurro Kara, deslizandose alrededor de una gran mujer que bebia una gaseosa. "Los mortales me estan viendo". Thor se zambullo debajo de las piernas de un anciano con un baston y mantuvo sus ojos en la calle. "No muy lejos, justo despues de la proxima cuadra". Kara golpeo accidentalmente a un hombre con su hombro, el se la comio con la mirada. "Perdon, perdon. No lo vi, dije que lo siento". Viro alrededor de el y corrio para alcanzar a Thor. "?Vas a decirme que esta pasando?", pregunto en voz alta al perro, ignorando el aspecto confuso con el que los mortales le veian. Le parecia justo saber que era lo que estaba pasando. Thor se detuvo y dio la vuelta, su lengua gris colgaba al lado de su mandibula y rozaba la acera formando un charco caldoso. "Lo veras cuando lleguemos alli, entonces vas a entender. Simplemente no puedo hablar de ello ahora, especialmente aqui". Sus grandes ojos marrones observaron los alrededores inquietamente, levanto su hocico y olfateo el aire. Con un rebote en su paso se volvio, y continuo su camino por la calle. Kara sintio un peso en el pecho y acelero su paso. Estaba en una excursion sin autorizacion en una cafeteria de Boston con Jenny cuando Thor aparecio de repente. Los Sensibles habian sufrido un ataque. Thor habia sabido donde estaba, y eso significaba que la Legion tambien lo sabia. Dejando a Jenny librada a sus propios recursos, Kara siguio a Thor fuera de la tienda. No lamentaba haber mentido acerca de una posible Grieta a la Division Contadora de Demonios. De hecho, lo haria otra vez con tal de ver esa sonrisa en la cara de Jenny cuando se encontro con ese guapo adolescente. Jenny casi habia muerto en el inframundo, y merecia un descanso y un poco de diversion. Tal vez los angeles guardianes eran buenos para esconder sus sentimientos, pero eso no significa que no los tuvieran. Kara queria hacer algo significativo para su amiga, aunque sin duda sabia que estaba infringiendo una ley sagrada. Estaba consciente de que sus acciones probablemente le costarian un descenso en la Legion o algo peor: un viaje al Tartaro, la prision de angeles, su lugar favorito. Pero parecia que los recientes ataques a los Sensibles le habian ahorrado el viaje. Y ahora, parecia que Tartaro era el menor de sus problemas. Las rodillas de Kara se doblaron al pensar en esos malvados Seirs descuartizando a los Sensibles en un ataque sin piedad. Un escalofrio le rodo por la espalda mientras recordaba las malvadas muecas pintadas en los horribles rostros de los Seirs. Los terribles ojos tatuados en la parte posterior de sus cabezas parecian seguirla dondequiera que iba, sus abrigos de piel negra y espadas de muerte la espantaban. Aunque una vez habian sido Sensibles, dotados con la capacidad de ver lo sobrenatural, los Seirs se habian vuelto malvados y habian jurado lealtad al inframundo. Ahora se habian convertido en enemigos contra los que los angeles de la guarda no podian luchar ni matar. Como todos los angeles guardianes, Kara habia hecho un juramento para proteger a todos los mortales, y aunque los Seirs eran los mas siniestros de todos, todavia eran mortales y no debian ser tocados. Los Seirs estaban fuera de sus limites. Kara adopto una mirada furibunda y apreto su mandibula decidiendo que de alguna manera encontraria como detenerlos. Alguien debia hacerlo, y ella bien podria ser ese alguien. Recordaba las caras amables y la expresion de confianza en los ojos de los Sensibles que la habian salvado a ella y a sus amigos de los Seirs en el almacen hacia una semana. Se veian tan elegantes con sus trajes y sombreros fedora, como los gansteres de las viejas peliculas que amaba ver con su abuela. Pero si los Sensibles a habian sido tan habiles con sus brillantes espadas y tan bien entrenados en las artes marciales, ?como los habian vencido los Seirs en estos recientes ataques? ?Estaba Lilith detras de esto? De alguna manera, Kara tenia la desagradable sensacion de lo estaba. Los Seirs seguian las ordenes de Lilith como perros obedientes. Se les habia prometido poder e inmortalidad, y a cambio obedecian los mandatos de Lilith. Cuando Kara habia rescatado a Jenny de sus garras, Lilith habia prometido que iba a vengar la muerte de su padre. Parecia como si la venganza de Lilith ya hubiese comenzado. La ultima visita de Kara al inframundo la habia dejado preocupada. No habia compartido las conversaciones que habia tenido con Morthdu, el guardian del inframundo, con nadie; ni siquiera con David. Ya era bastante malo haber sido marcada como para ahora resultar ser un engendro del demonio. Ella no podia culpar a la Legion por sospechar de ella, deben haber sabido que tenian traidores entre ellos. Kara no solo era hija de Asmodeus, sino que tambien compartia un enlace con Morthdu. Seria un error decirle a alguien algo sobre eso. La entidad verde habia dicho: La oscuridad vive dentro de ti… Kara se estremecio ante la idea. Ella sabia que era parte del inframundo y tenia una conexion inequivoca a otro nivel consciente. Lo que le habia dicho el sol verde era verdad, Kara tenia la oscuridad dentro de ella. Pero ?como llego alli? Desde su viaje al inframundo habia estado obsesionada por lo que Morthdu le habia dicho. Repetia las conversaciones en su cabeza una y otra vez. ?Se habia perdido de algo? ?No habia escuchado bien a Morthdu? Kara trato de negarlo en repetidas ocasiones, pero al final supo que tenia una oscuridad en ella, podia sentirlo. Pero queria desesperadamente compartirlo con alguien, de esa forma podrian decirle que no era cierto. La idea la corroia, como una bacteria comedora de carne, como un par de manos frias envueltas alrededor de su cuello asfixiando su vida angel. Y sin embargo, ella no podia sacudirse la emocion por ese poder y mas… Kara se estremecio. ?Era esa la oscuridad? Lo que es peor, cuanto mas usaba sus poderes elementales, mas se sentia atraida por el inframundo. Ella trato de negarlo, pero la sensacion era embriagadora. Parte de ella queria explorar estos sentimientos, y la otra parte estaba absolutamente aterrorizada de lo que eso significaba. Ella no era como su padre o su hermanastra Lilith, era una de los buenos. Los edificios de ladrillo alrededor de ellos proyectaban largas sombras, y Kara se apresuro para alcanzar a Thor. Dio vuelta en la esquina proxima al final del bloque. Una pared de edificios de piedra rojiza se asomo ante ellos. Thor corrio a traves de la calle. Kara ignoro los fuertes comentarios respecto a tener a su perro sin correa provenientes de una pareja de mediana edad y galopo detras de el. El se lanzo por un conjunto de escaleras de concreto que conducia a una gran puerta de madera negra. A Kara le sorprendio la agilidad de las mugrosas patitas del bulldog. El edificio de piedra tenia un calido color marron, y Kara imagino que el ladrillo estaba hecho de chocolate. !Como echaba de menos el sabor del chocolate derritiendose en su lengua! Sus dias mortales parecian estar realmente lejanos. Vibrantes cajas de flores con una variedad de pensamientos purpuras y geranios rojo sangre colgaban por debajo de las altas ventanas de los edificios vecinos, pero las flores que colgaban de las ventanas del edificio marron chocolate estaban muertas. Habia una sola vela prendida en una de las ventanas mas bajas. Thor se escurrio entre la barandilla de metal lateral y presiono una pata sobre el timbre de bronce en forma de daga. Despues de unos segundos hubo un zumbido, un clic y la puerta se abrio. Thor salto al balcon y abrio la puerta empujandola con su cara. Kara cerro la puerta detras de ella. El suelo crujio cuando ella piso el recibidor de la entrada y siguio a Thor por un pasillo. Intrincadas molduras decoraban las paredes como pastillaje en un pastel de fantasia. Era como un gran hotel, pero en menor escala. El sonido de las botas de Kara fue sofocado por exuberantes alfombras persas que corrian a lo largo del pasillo, la tenue iluminacion de un gran candelabro proyectaba una lugubre luz y Kara podia oir voces murmurando en el fondo. El aire olia a sangre y a desinfectante. Thor desaparecio por una puerta al final del pasillo, Kara camino detras de el a traves del umbral. David, Peter y algunos Sensibles ya estaban dentro. Frente a ellos, los cuerpos de hombres y mujeres yacian enredados uno sobre el otro con sus extremidades horriblemente retorcidas. Tenian heridas abiertas a traves de sus cuellos y sus manos vacias se aferraban a sus gargantas en un ultimo intento para evitar que la sangre abandonara sus cuerpos. La espeluznante escena le horrorizaba, y sin embargo se sintio obligada a investigar mas. Era como una escena del crimen de una de las series policiales de la television que amaba a ver con su madre. La sangre cubria las paredes como si hubieran lanzado cubos de pintura roja contra ellas. Kara busco pero no pudo encontrar ninguna arma. Una mujer joven con los ojos rojos e hinchados habia comenzado a limpiar la sangre de los pisos. Limpio las gotas que salian de la nariz con la manga y tallo un pano rosa sobre el piso. Su largo cabello rubio caia sobre su rostro. Ella lo empujo hacia atras murmurando incomprensiblemente mientras trabajaba tallando vigorosamente las manchas color marron oscuro que se colaban entre las tablas del piso de madera.

  • Anatomia de un jugador de Jonathan Lethem

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  • El llanto que no cesa de Varios Autores

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    El llanto que no cesa es la primera antologia de terror y fantasia con el sello de Cruce de Caminos.

  • Inframundo (Guardianes Del Alma 4) de Kim Richardson

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    Kara inhalo profundamente y soplo el polvo de una fila de libros con cubiertas agrietadas y lomos arrancados. El aire olia a una mezcla de pegamento y moho. Las motas de polvo flotaban como un enjambre de insectos y la humedad caliente y humeda se sostenia en el ambiente y se aferraba a su ropa. No era el ambiente perfecto para guardar libros viejos, pero le encantaba el olor rancio de la tinta sobre el papel. Era el olor de la imaginacion... donde las grandes mentes se unian y creaban magia con tinta y papel, el olor de aventuras aun no descubiertas. En los libros, todo era posible… y eso le encantaba. Limpio el sudor de su frente y sujeto su cabello en una coleta. Ella apreto Las Aventuras de Huckleberry Finn entre El Llamado de la Naturaleza y El Viejo y el Mar, en la seccion de novelas clasicas. Las coloco en una perfecta linea recta, con sus lomos dispuestos verticalmente. Una vez que estuvo satisfecha con su trabajo, limpio la humedad y la suciedad de sus manos en sus pantalones de mezclilla, agregandole un tanto a la capa de suciedad de la jornada. La escalera se sacudio y se tambaleo bajo su peso. Apreto las manos con firmeza alrededor del riel y bajo con cuidado. Una vez que llego a la parte inferior, salto el ultimo escalon. Con una sonrisa en su rostro, Kara empujo un carrito de metal apilado con libros y revistas hacia la parte delantera de la tienda. Se agacho bajo la unica bombilla que oscilaba nerviosamente de un cable suelto en el centro de la tienda y condujo el carro entre montones de libros que se tambaleaban peligrosamente en altas torres, llegando hasta el techo en algunos lugares. Rayos de luz se derramaban a traves de un gran ventanal de la parte delantera de la tienda iluminando las estanterias con un suave resplandor dorado. Las particulas de polvo brillaban a la luz como copos de nieve en miniatura. Kara podia ver las telaranas grises que colgaban de las esquinas mas altas del techo e hizo una nota mental para retirarlas mas tarde con su escoba. Papel tapiz pintado a rayas marrones y beige se escarapelaba de las paredes detras de un debil mostrador de madera colocado a la derecha de la tienda. Una vieja caja registradora con botones manuales y una palanca roja estaba colocada encima de el. Debajo de la caja registradora habia una vitrina con bolas de cristal de diferentes tamanos. Kara se reia al ver su retorcida imagen en ellas. Una brisa calida agito el flequillo de Kara de su rostro. Los carillones de viento cantaron suavemente encima de la puerta abierta. Kara estornudo y el carrito dio un salto. Un grueso manto de polvo cubria la mayoria de los estantes de libros posteriores, una clara indicacion de que aun tenia mucha limpieza que hacer. Tardaria mucho en retirar el polvo de anos de abandono de la tienda. Dudaba seriamente que alguna vez hubiera estado limpio, para empezar. En su primer dia en la tienda, Kara habia limpiado muy bien las ventanas y habia barrido y trapeado los pisos de su sucia capa de mugre y de unas manchas color marron que ella preferia no saber que eran. Kara inhalo alegremente el viento del verano que llegaba desde la puerta abierta... dientes de leon y cesped recien cortado... su espiritu sonreia con cada nuevo olor. Era una sensacion increible. Habia terminado la escuela y ahora era, oficialmente, una empleada en un lugar que admiraba y respetaba. El Sr. Patterson le habia dado un trabajo de verano en su libreria. Sus funciones eran ayudarle a clasificar todos los libros en un nuevo programa informatico, mantener la tienda limpia y trabajar la caja registradora cuando el estaba en su hora de almuerzo. Habia resultado ser el mejor trabajo de todos y Kara estaba determinada a ahorrar suficiente dinero para cursar el primer semestre en el Dawson College. El Sr. Patterson incluso le dijo que podria seguir trabajando medio tiempo cuando fuera a la escuela. Ella no podria pedir un mejor jefe o un mejor trabajo. Por fin, las cosas finalmente estaban mejorando para ella. Sujeto el carro, tomo un punado de revistas National Geographic y las coloco por fecha a lo largo del estante intermedio del revistero. Las coloco todas juntas... y se congelo. Su cabello se erizo de repente. Kara sintio una presencia inexplicable. Siguio la fuente de la sensacion hacia la ventana... Alguien estaba mirandola desde el otro lado de la calle. Su corazon se agitaba en su pecho. Una chica joven con un vestido blanco estilo antiguo con un gran lazo rojo atado en el medio, miraba a Kara desde el lado opuesto de la calle. Su sedoso cabello negro le llegaba a la linea de la mandibula y acentuaba sus rasgos afilados. Era hermosa, como una muneca de porcelana. Parecia tener cerca de doce anos. Incluso desde la distancia, Kara podia ver rastros de enrojecimiento alrededor de sus ojos y nariz. Su palido rostro se retorcia en una mueca, tenia una mirada aterrorizada. Kara casi podia sentir su tristeza. Sus ojos suplicaban ayuda, la ayuda de Kara. Una conexion inexplicable con la chica se removio en el pecho de Kara. Era como si estuvieran emparentadas de alguna manera, como si fueran primas segundas. La chica volvio la cabeza de repente y empezo a retroceder. Dos hombres en trajes grises meticulosamente entallados se acercaban a la joven desde ambos lados. Su pelo era blanco platino y sus rostros eran identicos. Su piel tenia un enfermizo color blanco parecido a los albinos. Se movian con rapidez, con un proposito. La chica se reclino contra la pared frontal de la tienda vecina. Fijo su vista una vez mas en los ojos de Kara, en una suplica silenciosa. Con los labios, deletreo Ayudame. Kara contuvo su respiracion. La muchacha estaba atrapada entre los dos misteriosos hombres de ojos negros. El ruidoso martilleo del corazon de Kara ahogo todos los demas sonidos a su alrededor. La chica no era rival para esos dos malvados hombres. Kara tenia que hacer algo, tenia que salvarla. Kara empujo el carrito fuera de su camino y se arrojo sobre el mostrador. Tomo el bate de beisbol que el Sr. Patterson mantenia oculto detras del mostrador en el caso de una operacion peligrosa con un cliente y salio corriendo de la libreria a la calle. Se detuvo de golpe. Estaba vacia. La nina habia desaparecido y los hombres de ojos negros tambien habian desaparecido. La calle estaba en silencio, la acera estaba vacia salvo por unas palomas recogiendo migajas en el suelo. ?Estaban sus ojos jugandole una broma otra vez? ?Era esta otra de sus visiones extranas? Durante los ultimos meses habia tenido sentimientos recurrentes de que estaba siendo vigilada. Habia percibido espeluznantes sombras en lugares oscuros siguiendo todos sus movimientos, arremetiendo contra ella cuando pensaban que ella no estaba mirando. Pero tan pronto como ella daba la vuelta para hacer frente a lo que fuera, desapareceria en un abrir y cerrar de ojos. Quizas este era uno de esos sucesos, o tal vez ella se estaba volviendo loca. Ella penso que debia ser eso. "?Planeas pegarle a alguien con ese bate?" Kara giro, un apuesto adolescente con una sonrisa insolente peinaba su rubio cabello con sus dedos. Con la cabeza en el aire, paseo hacia ella dando saltitos. "?Estare seguro? ?O debo volver mas tarde?", rio David, metiendo sus manos en los bolsillos. Kara lo ignoro y observo el lado opuesto de la calle. "Yo... me parecio ver algo". David levanto las cejas. "Asi que decidiste hacerla de vigilante y tomaste un bate de beisbol... ?para golpearlos?" "Vi a una chica. Creo que estaba en problemas...no. Se que estaba en problemas. Estaba muy asustada, necesitaba mi ayuda". Los nudillos de Kara estaban blancos por la fuerza con la que presionaba el bate. Recordo el rostro petrificado de la nina cuando los hombres se acercaron. "?Que chica?" David la busco por la calle. "No veo a ninguna chica. ?Seguro que has visto algo? Ya sabes, todo ese polvo que inhalas todo el dia podria estar afectando tu cerebro". Kara suspiro y bajo el bate. "Estaba alli hace un minuto, estoy segura de ello. Y habia dos hombres de aspecto extrano con el pelo blanco... realmente feos y escalofriantes. Senti que iban a hacerle dano. Tenian unos ojos negros que daban miedo". "?Ojos negros? ?Como si los hubieran golpeado en la cara o algo asi? Justo como lo ibas a hacer tu con el bate, ?no?" Kara miro la cara perpleja de David y decidio dejar el tema. Claramente pensaba que ella estaba loca. Ella movio la cabeza y se encogio de hombros. "No importa", respiro con frustracion y luego le dio una sonrisa ladeada. "?Que haces aqui tan temprano? Pense que tenias practica de futbol". "Asi es", David hizo varios pases con los pies para impresionar a Kara. "Se cancelo. Creo que podriamos ir al cine, o algo asi". Kara se esforzo para no sonreir, pero su rostro la habia traicionado. Miro hacia otro lado. Sus mejillas se sentian calientes, y supo al instante que se habia sonrojado. Su corazon rebotaba entre sus orejas. "Bueno… dejame preguntarle primero al Sr. Patterson. Quiza aun necesite que me quede el resto del dia". Esperaba secretamente que no lo hiciera, David habia venido a la tienda todos los dias desde la primera vez que se habian encontrado accidentalmente hacia ya dos meses. Y cada vez que llegaba, las mariposas se agitaban dentro de su vientre. Con el bate de beisbol colgando a su lado, Kara entro a la tienda. David se agacho debajo el carillon de viento y la siguio. Oyo el chasquido de la puerta de atras, volvio a ver hacia arriba. El Sr. Patterson caminaba hacia ellos. Sus huesos crujian y tronaban. Rasco su cabeza, haciendo ondas en su pelo blanco. Sus cortas piernas se asomaban por debajo de sus habituales bermudas caqui y coloridas camisas hawaianas amarillo con naranja. Las tablas del suelo crujian bajo el peso de sus pies descalzos. Kara nunca entendia por que andaba descalzo sobre la suciedad y el polvo del suelo, pero con el paso del tiempo se habia acostumbrado a ver sus cuadrados dedos del pie y largas unas amarillas. Se hizo una nota mental para adquirir un certificado de regalo en el spa local Pies de Diez para una pedicura. Si estaba obligada a ver sus pies, por lo menos deberian verse bien. El Sr. Patterson les saludo con entusiasmo. "!Hola, Denis! ?Que te trae a este lado del mundo literario? ?Has venido a comprar un libro por fin? Hay una nueva seccion con grandiosos libros de aventuras para ninos alli..." el arrojo su larga barba blanca sobre su hombro y senalo a un alto estante de libros a su izquierda. David sonrio incomodamente y rasco la parte posterior de su cuello. "Uh… no, Sr. P... pero gracias de todos modos. Estoy seguro que todos son… muy buenos" David volvio a ver a Kara y hablo por la esquina de su boca. "El todavia me llama Denis". Kara cubrio su boca y se rio. El Sr. Patterson se detuvo y miro con recelo Kara. "?Clara? ?Por que estas sujetando el bate loco? ?Paso algo? ?Entraron en un combate con un cliente psicotico?" David suspiro. "?El bate loco? ?En serio? Suena un poco loco para mi..." Kara pateo a David en la espinilla y escondio el bate de beisbol a sus espaldas. "Uh… nada. Solo estaba… limpiandolo". Se inclino sobre el mostrador y dejo caer el bate detras de el. "En realidad, Sr. P", dijo David, "vine a ver si Kara podia tomarse el resto de la tarde". "Ya veo". El Sr. Patterson vio a David sospechosamente por un momento. Sus ojos azules se asomaban por debajo de los pliegues de cientos de arrugas. El fruncio los labios y se rasco la cabeza. "Bueno, no veo por que no. Creo que Clara ya hizo suficiente por hoy. Puedes irte con Denis si lo deseas".

  • El juego de la pasion de Emma Hart

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    Eres consciente de que su madre le hara cien preguntas sobre ti, ?verdad? --Estoy tumbada en el suelo y levanto la vista en direccion a Braden. --No me digas --murmura--. Por eso le tienes que explicar lo que debe decir. Dejo de pasar las hojas de la revista. --Espera un momento. --Meggy. --No. Cierra la puerta del armario y se sienta conmigo en el suelo. Los mechones de su pelo rubio se descuelgan ante los ojos que posa sobre mi en actitud suplicante. Niego con la cabeza. --Braden Carter, tu has decidido llevarte a Maddie a casa este rn de semana. Tendras que enfrentarte a las consecuencias y sufrir las interminables preguntas de tu madre. --Meeeg --suelta, alargando mi nombre como un nino malcriado pidiendo caramelos. --Ocurrira antes o despues. --Me encojo de hombros y me siento sobre las pantorrillas--. Sera mejor que te enfrentes a la situacion cuanto antes. Ademas --sonrio--, estoy segura de que hara alguna pausa entre pregunta y pregunta para contarle anecdotas de tu infancia. --Vaya mierda --grune Braden; luego suspira--. Por lo menos puedo consolarme pensando que tu estuviste presente en la mayoria de mis estupideces. En realidad es muy probable que fueras la responsable de la mayor parte de ellas. --!Si, hombre! Braden me mira alzando las cejas. En realidad una vez sali corriendo con una escalera y lo deje atrapado en la copa de un arbol. Teniamos esa escalera porque ibamos a ir a no se que trabajo con nuestros padres. Braden se puso chulo y dijo que podria saltar desde lo alto del arbol. Y si que pudo, pero se rompio el brazo. Al final no fuimos a ninguna parte. --Esta bien, es posible que yo provocara una tercera parte. Pero no lo tergiverses todo porque se lo aclarare cuando volvais. --Claro. Lo que tu digas. --Se levanta y sonrie. Alguien llama a la puerta y se abre. Aston entra en la habitacion sin camiseta y con unos vaqueros de cintura baja. Exhibe hasta el ultimo centimetro de su cuerpo: desde la curva de su biceps hasta la hendidura del musculo en V que resbala por debajo de sus pantalones. Yo lo recorro con los ojos y me rjo en su puntiagudo pelo humedo y en la pequena toalla que le cuelga de los hombros. Sus ojos grises interrumpen el profundo analisis que estoy haciendo de su cuerpo y sonrie cuando se da cuenta de que lo estoy mirando. --Me estoy empezando a preguntar si alguna vez te vere en otro sitio que no sea la habitacion de un tio --dice arrastrando las palabras. --Solo lo dices porque no me has visto en la tuya --le contesto apoyandome en las manos--. Y supongo que eso es algo a lo que no estas acostumbrado. Braden pone los ojos en blanco y niega con la cabeza frotandose la cara con la mano como si quisiera estar en cualquier otro lugar. --No creo que encajes en mi habitacion. --Aston se apoya en el marco de la puerta--. No cumple los requisitos a los que esta acostumbrada una princesita rica como tu. --Tampoco estoy precisamente interesada en encajar en el paisaje de tu habitacion. --Incluso aunque sea la suya--. Y es posible que sea una princesita rica, pero no soy ninguna pija. Aston resopla. --?Me estas diciendo que si un tio con mala reputacion, criado en un mal barrio, intentara seducirte no saldrias corriendo? Me levanto y le miro a los ojos. --Que una persona tenga mala reputacion y haya tenido que vivir en un mal sitio no signirca que sea mala gente, Aston. El lugar donde crecemos no derne la clase de personas que somos. No se que percepcion tienes de mi ni lo estirada que crees que soy, pero mi educacion no me define como persona. No soy tan superficial como te crees. Ladea la cabeza un momento antes de esbozar una sonrisa de medio lado. Es una de sus sonrisas chulescas de listillo que me da a entender que acabo de caer en su trampa. --Bueno, es muy facil --dice sonriendo--. Muy sencillo. Eres una pequena bomba de relojeria, ?verdad, Megan? --?Has venido por algo en concreto? --interviene Braden antes de que pueda contestar. --Si, necesito ese libro de literatura inglesa. --Aston mira a su alrededor. --?Cual? Tengo mas libros de literatura inglesa que clases. --Y yo que se, tio. --Aston se encoge de hombros--. El que utilizamos en la ultima clase. Pongo los ojos en blanco y me apoyo en la cama de Braden. --El de Shakespeare. Los dos se me quedan mirando con cara de no entender nada. Sobre todo Braden. Aston por lo menos parece que sabe quien es Shakespeare. --Ya sabes a quien me refiero, Bray. Ese tio que vivio hace muchos anos y que habla tan raro. Le clavo los ojos a Braden y el esboza una enorme sonrisa. --Ah, ese tio. Si. Copie casi todo el trabajo de Maddie. --Braden se vuelve en direccion al escritorio y coge el libro. Luego se lo lanza a Aston. --Gracias, tio. --Aston me mira y me guina el ojo y yo intento no volver a poner los ojos en blanco. Ese chico es completamente irritante. Solo se mete conmigo porque sabe que me saca de mis casillas y esta empezando a darse cuenta de que llamarme princesita rica es la forma mas facil de hacerme enfadar. Yo no tengo la culpa de haber nacido en una familia de clase media-alta. Braden tiene una familia igual y nadie le llama nino rico. Claro, ya lo entiendo. A el nadie le llama asi porque el ochenta por ciento de los chicos que viven en esta casa proceden del mismo entorno. Alargo el brazo, cojo la revista del suelo y la enrollo. Luego la balanceo en direccion a Braden y la uso para darle un azote en la espalda. --!Ay! ?Por que has hecho eso? --Me mira frunciendo el ceno. --Gracias por defenderme, capullo. --Oye, le he hecho callar. Le hago un gesto de burla. --Solo lo has hecho porque te ha molestado que nos pusiera a mi y a su habitacion en la misma frase. --Por lo menos le he hecho callar. Ahora ya le puedes explicar a Maddie lo que le tiene que decir a mi madre. Oh, ya lo creo que se lo dire. Suspiro mirando sus enormes y suplicantes ojos y me encojo de hombros. --Esta bien. Le dire lo que le tiene que decir. --Pues yo creo que tu estabas jugando tus cartas. --Lila se enrolla un mechon de pelo en el dedo. Frunzo los labios por detras del libro y la miro por encima de las paginas. --No se de que me estas hablando. --Mientes fatal, Megs. Sabes muy bien de que te estoy hablando. --Si lo supiera no te habria preguntado. Alarga el brazo, tira del libro y ve mi sonrisa antes de que me de tiempo a esconderla. --?!Lo ves!? --exclama--. Claro que lo sabes. --De acuerdo, esta bien. ?Y que si jugaba mis cartas? Al final todo salio bien, ?no? --Pero por poco se va todo al garete. ?Ya has olvidado que Maddie se fue a Brooklyn? --No --le contesto despacio--. No lo he olvidado. Pero luego volvio y se dieron cana mutuamente. Lila frunce los labios. --?Y nunca te preocupo lo que pudiera pasar? Niego con la cabeza. --La verdad es que no. Ya se que suena fatal y que parece que no me importara, pero sabia que encontrarian el camino. No me digas que la creiste cuando nos dijo que no estaba enamorada de el. --Bueno, no... --Pues eso. Ella se colo tanto como el por ella, Lila. --?Y entonces por que se marcho a Brooklyn? No lo entiendo. Todos sabiamos que estaban jugando a lo mismo. --Tu no estabas delante cuando Braden lo descubrio. --Me muerdo el labio inferior. Fue terrible. Ninguna de nosotras imagino, ni por un segundo, que se presentaria en el dormitorio de Maddie, y menos yo. Debo reconocer que ahi estuve un poco lenta, y a pesar de lo mucho que me esforce por ocultarme no habia forma de hacerlo discretamente--. Se puso como una rera. Estaba muy enfadado. Yo estaba ahi sentada viendo como se le partia el corazon y me senti fatal. La verdad es que vi como se les rompia el corazon a los dos. Braden se volvio loco cuando averiguo lo que ella habia hecho, y despues Maddie descubrio que el habia hecho exactamente lo mismo. Ella estaba avergonzada y se enfado con Braden por lo que habia hecho. Pero lo peor de todo es que se le rompio el corazon y en ese momento ella dejo de creer que Braden se habia enamorado de ella. Lo unico que podia hacer era huir. --Ah. ?Te lo conto Maddie? --No, pero no hay que ser cupido para darse cuenta. --?Y como lo averiguaste tu? Encojo un hombro. --Ventajas de que tu tia preferida se haya especializado en tres ramas distintas de psicologia. Se queda boquiabierta. --?Tres? --Si, ya lo se. Mi familia esta llena de empollones. Creo que yo soy la oveja negra por estar estudiando Literatura y tener esta obsesion por ser escritora. --Por lo menos estas haciendo lo que te gusta. Y para que lo sepas, estoy segura de que serias un gran cupido. --Se rie. --Gracias. --Le lanzo la almohada sonriendo--. Pero como ya he dicho, ahora todo va genial, ?verdad? --Tengo que admitir que jamas pense que veria a Braden Carter llevandose a una chica a su casa. --Lila se lleva mi almohada al pecho. --Ya somos dos. --Sonrio. En realidad nunca pense que le veria tan enamorado. Braden y Maddie comparten la clase de amor magico con el que suenan todas las ninas, por lo menos yo si. Me pasaba horas y horas sonando con ese chico que me llenaria el estomago de mariposas y me haria volar tan alto que jamas querria volver a bajar. El fuego de mis suenos se alimentaba de la biblioteca que mi madre tenia en el despacho. Soy incapaz de recordar las miles de veces que cogia libros a escondidas para leer sobre la clase de amor que mis amigas estaban experimentando en este momento. --?Que lees? --Mi abuela asomo la nariz por encima de mi hombro. Me sobresalte y cerre el libro. --Nada. --?Y entonces por que lo lees? --No lo se. Se inclino sobre el respaldo del sofa y me quito el libro de las manos. Abrio los ojos como platos cuando leyo el titulo. --?Huckleberry Finn? ?Te estas escondiendo para leer esto? --Hum, si. --Trague saliva. Mi abuela abrio el libro. Dejo resbalar los ojos por la pagina y acto seguido lo cerro y le quito la cubierta. --Megan Harper. Escurridiza ladronzuela. Esboce una cautelosa sonrisa. --?Ya sabe tu madre que le has cogido su ejemplar de Orgullo y prejuicio cuando deberias estar leyendo Huckleberry Finn? --No. !Por favor abuela no se lo digas! Tampoco es que Huckleberry Finn sea tan malo, pero no lo quiero leer. Prerero leer sobre Lizzy y Darcy. No me contesto. --Por favor, abuela. --No dire nada, nina. Te dire conrdencialmente que Huck Finn no es ni la mitad de excitante que el senor Darcy. Pero no le digas a tu madre que apruebo que le robes las novelas romanticas. --No se lo dire. La abuela senalo el libro. --?Ya la ha besado? Asenti con alegria. --Es mi parte preferida. --La mia tambien. --Me guino el ojo. Se abre la puerta de nuestra habitacion y entran Maddie y su fogosa melena. --Tienes que ponerme enferma o algo. O rngir que lo estoy. Ah, !ya se! Pintame con pintura facial --balbucea cerrando de un portazo y apoyandose contra la puerta. --?Que? ?Pintura facial? --Frunzo el ceno. --Si. Soy alergica. --Se senala la cara--. Siempre se me hincha la cara y me salen manchas y cosas de esas. --Aparte de que no suelo tener pintura facial debajo de la cama... --comenta Lila--. ?Por que quieres ponerte enferma? Maddie resbala por la puerta hasta sentarse en el suelo y se rodea las rodillas con los brazos. --Es que yo nunca... Ya sabeis. Nunca he conocido a los padres de nadie. --Ohhh --decimos Lila y yo al unisono. --Sus padres no estan nada mal. --La miro--. Te lo digo en serio. Son de las personas mas simpaticas que he conocido. --Es tu mejor amigo. Que vas a decir tu --grune. --Pues si que es mi amigo, pero no lo digo por eso. De verdad, Mads. No tienes nada por que preocuparte. --?Y que pasa si me hacen cientos de preguntas? --Su padre no hara nada de eso. Pero su madre, si. Aunque no seran sobre ti, sino sobre el. --?Y que le digo? --Dile la verdad. --Sonrio--. !Aja! Yo gano. Maddie y Lila me miran a la vez alzando las cejas. --Le he prometido a Braden que le diria a Maddie lo que le tenia que decir a su madre, y le estoy diciendo que le diga la verdad. --Bien jugado --concede Lila. --Supongo que no te habra pedido que me convenzas para que mienta, ?verdad? --Maddie se sienta y sonrie. --Claro que no. Es lo que cree que voy a hacer. --Sonrio--. ?Cuando os marchais? --Despues de la clase de lite. Es la ultima clase de la manana, ?verdad? Asiento y Lila frunce el ceno. --Pensaba que os ibais el sabado por la manana. Me parecio oir que Braden no queria dejar que Megs pasara dos noches seguidas de resta en una casa llena de chicos salidos de la hermandad. Dejo caer la cabeza hacia atras. --Por el amor de Dios --murmuro mirando al techo. --Si, esa era la idea inicial --explica Maddie--, pero le dije que su comportamiento era absurdo y que Megan era perfectamente capaz de defenderse sola en esa casa llena de animales. Vuelvo a levantar la cabeza y le sonrio agradecida. --?Ves? --Miro a Lila--. Este es otro de los motivos por los que sabia que eran perfectos el uno para el otro. Ella le da cana y yo consigo librarme de vez en cuando de su adorable actitud protectora. --Adorable actitud molesta --me corrige Maddie--. A mi me vuelve loca. No se como lo aguantas. --Ya estoy acostumbrada. Lo ha hecho toda la vida; ya no me molesta. Es algo asi como el ruido de fondo. Ademas, ya le suplique a su madre que le diera una hermanita cuando tenia trece anos, pero se nego. --?Tan terrible era? --pregunta Lila riendo. --?De verdad quereis saberlo? --Las miro y ellas asienten--. Esta bien. Teniamos seis anos y era otono. Habiamos pasado todo el rn de semana recogiendo castanas para llevarlas al colegio el lunes y yo habia encontrado una perfecta. Braden siempre me ganaba en todo, pero aquella vez la victoria seria mia. Por aquel entonces habia un nino que estaba colado por mi, Adam Land. Le desafie a una pelea de castanas y gane, pero el odiaba perder contra una chica y me lanzo una a la cabeza. Braden salto sobre el y le mordio. --!?Le mordio?! --grito Maddie, y Lila se rio. Me tapo la boca con la mano y me rio en silencio asintiendo. --Le mordio con tanta fuerza que le hizo sangre. Su madre se puso como loca cuando la llamo el director. --Es genial. Ojala mi hermano hubiera hecho lo mismo --dice Lila con aire reflexivo. --Ahora estoy muy contenta de haberlo convencido para irnos manana por muy preocupada que este por conocer a sus padres. --Maddie intenta sofocar su risa. --?Significa eso que este fin de semana vere una Megan distinta? --pregunta Lila con brillo en los ojos. --Oye, que Braden no este no significa que me vaya a llevar a la cama al primero que pase. --Bajo la mirada--. Aunque tambien puede que si. Ademas resulta que mantengo una perpetua relacion de amor-odio con el chico que me quiero llevar a la cama. Estoy viviendo la clase de amor que hay entre Elizabeth y el senor Darcy en Orgullo y prejuicio. Por suerte los demas solo se dan cuenta del odio. Es mi secreto. Nadie sabe que cada vez que Aston Banks aparece en mi campo de vision en mi estomago entra en erupcion un enjambre de locas y minusculas mariposas. Y de momento no tengo ninguna intencion de compartir ese secreto con nadie.

  • El buen padre de Santiago Diaz

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    La calle principal de la urbanizacion de chales se ilumino con el azul de las sirenas. Uno de los Zetas freno en la rampa del garaje y el otro derrapo en el jardin de entrada, llevandose por delante un rosal y una pequena palmera. Los cuatro agentes --tres hombres y una mujer-- salieron de los coches y fueron a aporrear la puerta. --!Policia! !Abran! Ante la ausencia de respuesta, el mas veterano dio un par de pasos atras. --Apartaos. --?No deberiamos pedir una orden? --titubeo su companero. --No hay tiempo para eso --respondio la agente con determinacion. Despues de varias patadas, la cerradura cedio y la puerta quedo abierta de par en par, con el pomo incrustado en la pared de escayola. La luz intermitente que llegaba del exterior inundo el vestibulo. --!Policia! !?Hay alguien en casa?! Desenfundaron sus pistolas y entraron alumbrando con sus linternas. Nada mas llegar al salon, se quedaron paralizados al descubrir una mancha de sangre en el techo. La observaron en silencio durante unos interminables segundos, presintiendo que seria una noche dificil. --Es arriba --dijo uno de ellos, como si sus companeros necesitasen esa informacion para atar cabos. --Habria que avisar al Grupo Especial de Operaciones… --La victima todavia podria seguir viva --dijo el que habia abierto la puerta negando con la cabeza. Subieron por la escalera intentando recordar cual era el protocolo en ese tipo de situaciones. Pero cuando de la teoria se pasa a la accion real, uno se olvida de todo. Al entrar en el dormitorio, encontraron la explicacion a los gritos pidiendo auxilio que habia denunciado una vecina; en el suelo, boca abajo, en medio de un charco de sangre, yacia el cuerpo sin vida de Andrea Montero. Aunque todavia no habia empezado a descomponerse y apenas desprendia un ligero olor metalico, basto para que al agente mas joven se le revolvieran las tripas. --Informare a la central --atino a decir antes de salir a buscar un lugar donde echar la cena sin contaminar la escena del crimen. La agente, con algo mas de aguante que su companero, le dio la vuelta al cadaver y descubrio una imagen que tardaria tiempo en borrar de su memoria: la cara era un coagulo de sangre y no se distinguian las facciones; bien podria ser una chica de veinte anos o una mujer de cincuenta. Por una foto que habia sobre la comoda, dedujo que tendria unos cuarenta. Le tomo el pulso sin ninguna esperanza de encontrarselo y vio que, aparte de las al menos cinco cuchilladas en diferentes partes del cuerpo, tenia marcas defensivas en manos y brazos, y un corte en el cuello que le habia seccionado la yugular y que sin duda fue lo que le causo la muerte. --Hijos de puta --dijo apretando los dientes con rabia. --!Aqui! --grito el joven agente que habia salido unos segundos antes--. !No se mueva! !Las manos en la cabeza! Sus companeros corrieron hacia el lugar del que procedian los gritos. En medio de la habitacion contigua habia un hombre de mediana edad arrodillado, la tipica persona que pasaria desapercibida en cualquier lugar, con rasgos demasiado comunes y cara de buena gente, alguien a quien los vecinos seguramente describirian como muy educado y agradable, incapaz de matar una mosca. Pero la primera impresion que los policias se llevaron de el decia todo lo contrario: tenia la ropa, la cara y las manos manchadas de sangre. Parecia en estado de shock, como si no comprendiera que sucedia ni por que habian tomado su casa. A su lado, en el suelo, habia un cuchillo de trinchar ensangrentado. Uno de los agentes lo aparto de una patada al entrar en la habitacion. --?Que esta pasando? --pregunto paseando la mirada por aquellos policias que le apuntaban con sus armas. --!Las manos en la cabeza, no se lo volvere a repetir! El hombre considero que era mejor obedecer y, en cuanto sus dedos se entrelazaron por detras de la nuca, los agentes le cayeron encima y lo esposaron. Al dia siguiente, los informativos dirian que Andrea Montero habia sido la trigesimo septima mujer asesinada a manos de su pareja en lo que iba de ano. UN ANO DESPUES 2 La inspectora de Homicidios Indira Ramos examina el vaso de zumo con detenimiento, buscando alguna marca que le haga sospechar que no esta tan limpio como deberia. La camarera se arma de paciencia ante una escena que se repite todos los domingos desde hace casi medio ano. --?Que? ?Esta a su gusto o no esta a su gusto? --El vaso lo has lavado a mano con jabon neutro, ?verdad? --Si, senora… --responde harta--, igual que los cubiertos, el plato y la taza de cafe. ?No cree que va siendo hora de que confie en mi? En lo relativo a la higiene, Indira no confia ni en la camarera ni en nadie, y eso que cuando su psicologo le puso como ejercicio obligatorio salir a desayunar una vez a la semana, eligio esa cafeteria porque es la mas limpia que encontro, a pesar de que esta en la otra punta de Madrid. Cuando a una le han diagnosticado un TOC (un trastorno obsesivo-compulsivo que le impide tener un comportamiento medianamente normal), cualquier precaucion es poca. --Gracias, Cristina --responde al fin. La camarera fuerza una sonrisa y vuelve tras la barra. Indira limpia con una servilleta la tarrina de mantequilla y la abre para extenderla sobre el cruasan a la plancha. Es uno de los pocos caprichos que se permite en toda la semana y quiza no deberia, pero ya le sobraban siete kilos antes de empezar con esa rutina. Debe de ser el aire lo que le engorda, porque si no, no se lo explica. Menos mal que, aparte de ese ligero sobrepeso, tambien tiene unas facciones lo suficientemente bonitas para permitirse ir con la cara lavada porque, como tantas otras cosas, el maquillaje le da alergia. Lo que empieza a preocuparle son las canas. A sus treinta y seis anos, todavia son pocas y consigue mantenerlas a raya, aunque por si acaso, mas por higiene que por moda, lleva el pelo corto. El problema llegara cuando tenga que tenirse: esta convencida de que el tinte le producira una terrible erupcion cutanea. Apenas se ha llevado el primer trozo de cruasan a la boca cuando suena su movil. Lo ignora, pero la insistencia de su joven ayudante, Lucia Navarro, finalmente le obliga a contestar. --?Tu no sabes que hoy es domingo, Navarro? --Los asesinos no entienden de festivos, jefa. Antes de acercarse a hablar con el forense y con los de la Policia Cientifica, la inspectora Ramos se pasea por delante de los curiosos que se han congregado alrededor del Estanque Grande del Buen Retiro, convencida de que entre ellos esta el asesino. En muchos de los libros de criminologia que ha devorado a lo largo de su vida aseguran que es cierto que algunos homicidas acostumbran a volver al lugar de los hechos, que no es solo un recurso sin fundamento que utilizan con frecuencia escritores y guionistas. Hay asesinos que vuelven para comprobar que el cadaver es rescatado tal y como llevan fantaseando desde que lo depositaron en el sitio donde debe ser encontrado. A algunos les da morbo, otros simplemente quieren asegurarse de que no han cometido algun error por el que vayan a cogerlos. Lo malo es que un domingo por la manana hay alli demasiada gente congregada y la inspectora no logra distinguir nada mas incriminatorio que gestos de sorpresa, de repugnancia y de curiosidad. Todavia esta a diez metros de la cinta policial que mantiene a los domingueros alejados del cuerpo y ya siente el profundo rechazo de sus companeros, miradas reprobatorias que la senalan como una traidora capaz de delatar a otro policia por colocar la prueba que llevaria a un hijo de puta a la carcel. Siete meses despues de aquello, el hijo de puta sigue en la calle y a la inspectora Ramos le cuesta un triunfo encontrar algo de comprension y respeto.

  • Catedral de Raymond Carver

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    Se ha afirmado que el relato es la forma narrativa por excelencia en la literatura norteamericana actual y que Raymond Carver es el maestro indiscutible en este registro. En cada relato de Catedral se revela la presencia latente o la intrusion de terrores extraordinarios en una existencia ordinaria (Cathleen Medwick). El propio Carver ha escrito: <

  • La sociedad literaria y del pastel de piel de patata de Mary Ann Shaffer

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    Traducida a mas de veinte idiomas, con mas de cinco millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y llevada al cine por Mike Newell, La Sociedad Literaria del Pastel de Piel de Patata de Guernseyes una deliciosa y conmovedora novela epistolar que se ha convertido en un clasico indiscutible sobre el poder de la palabra y el valor de la literatura como refugio y consuelo en tiempos dificiles. Una historia humana y divertida, que transmite una intensa pasion por los libros y reivindica la formidable capacidad de la lectura para unir a personas de distintos gustos, culturas e ideologias.

  • Un sueno real de Megan Maxwell

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    Erase una vez una joven llamada Clara. Un dia su padre le revelo la magica realidad que escondia la montana del Olvido, un lugar sorprendente, plagado de patranas y quimeras, y al que todos los habitantes del pueblo temian. Durante generaciones, su familia trato de ocultar el secreto, pero cuando ella lo descubrio ya nada volvio a ser como antes. Si te gustan los cuentos, las leyendas y las historias llenas de magia, romanticismo y fantasia, Un sueno real te enamorara.

  • El banquete de los placeres de Crystal King

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  • Un estado del malestar de Joaquin Berges

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    Ricardo Marco, subdirector de unos grandes almacenes, disfruta de un alto nivel de vida, pero desde hace un tiempo siente que ha renunciado a demasiadas cosas para conseguirlo y cada vez se reconoce menos en las personas de su entorno. Ese malestar se acentua cuando recibe el comunicado de su prejubilacion, y cuando su mujer, directora de una revista de decoracion, se empena en que compren sobre plano una lujosa residencia en las afueras, cuyo interior se encargara de disenar personalmente. Cuando un dia Ricardo se adentre en el mercadillo que se instala todas las semanas cerca de sus oficinas para reclamar una venta ilegal de algunas prendas, se topara con una enigmatica y hermosa joven que regenta uno de los tenderetes junto a su familia. Ricardo volvera repetidamente por alli para averiguar quienes son los que la rodean, sin sospechar que en ese mundo y entre esos tipos pintorescos tal vez encuentre un inesperado refugio, una tabla de salvacion.

  • La magia de tu musica (Galway Snowshill 2) de Elena De La Cruz

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    Adele, es una londinense afincada en Barcelona, propietaria y directora de la empresa de eventos Dream Wedding, una mujer con mucho caracter y las prioridades muy claras. Oriol, musico y guitarrista de rock, al que no le ha llegado aun el exito, trabaja para ella y ameniza con su grupo bodas y eventos. Son el dia y la noche, el blanco y el negro, la luz y la oscuridad, dos trenes chocando de frente, antagonicos, incompatibles y opuestos. Una noche loca los acerca demasiado y las consecuencias los llevaran a un callejon. ?sin salida? Solo parece haber algo que los une sin remedio: la magia de la musica.

  • Cuando el abecedario empieza por la Z de Laura Cardenas

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    La primera vez que se vieron fue una fria tarde de otono. Alex salia del cafe Berlin hablando por telefono. Gesticulaba de manera exagerada, caminaba nervioso con pasos cortos de un lado a otro de la puerta del local, por lo que se intuia una conversacion tensa. Vestia ropa informal. Su cabello castano desalinado, loco, entre rizado y grenudo. Sus ojos verdes y su barba de nino rebelde la hicieron perder la vista en un todo que solo el formaba. No le importo el descaro, y sin respeto lo miro, lo analizo y le gusto. Cuando Alex sintio su presencia, clavo su mirada apartando levemente el auricular de su oreja. --?No te han dicho nunca que es de mala educacion escuchar una conversacion ajena? Ella no hizo la mas breve mueca por contestar, pero tampoco aparto la mirada. Mientras tanto, el volvia a su conversacion: --Disculpa, ?te importa si te llamo mas tarde? --Volvio a mirarla a los ojos .--Soy Alex -- dijo extendiendo su mano amigablemente. Ella, tan solo contesto: <>. --!Vaya! Voy a hacer un nuevo intento. ?Me permite la senorita cotilla que la invite a un cafe? --No escuchaba la conversacion. --?Ah, no? Dejo caer el peso de una pierna a otra. --Tan solo te miraba a ti y no creo que tras esta respuesta deba aceptar tu cafe. --No entiendo el por que, ?que tiene de malo tu respuesta? --No lo se. !Pidele al destino que nos volvamos a ver y entonces lo aceptare! Con media sonrisa pintada en la cara camino calle abajo, segura y tranquila. --!!Zoe!! --grito Alex--. ?Que significa esto? --!!!No lo se!!! !!!Pero tu no dejes de jugar!!! --???A que??? --!!!!A esto!!! ... En la madrugada de una noche cualquiera, entre el gentio de un humeante y centrico local diviso su sonrisa. Se acerco y con el cuidado de no ser descubierto, se hizo un hueco entre la muchedumbre, le sonrio y le susurro al oido. --?Me permite la senorita chismosa que la invite a un cafe? --?Perdona? !Son las tres de la madrugada! --?Hay un horario estipulado para tomarse un cafe contigo? --?Hay cafeterias abiertas a las tres de la manana? --Si ese es el problema... confia en mi instinto cafetero. --No voy a ir contigo a tu casa, si es eso en lo que estas pensando. --Te prometo que no iremos a mi casa, que no cogeremos el coche, que estaremos separados por una distancia minima de medio metro y que sera un lugar suficientemente iluminado. ?Me das la oportunidad? --?Deberia? --No lo se. ?Deberias? Debia hacerlo. Fue ella quien insistio en que prosiguiera ese juego y, como aliciente, el caprichoso destino los habia llevado al mismo rincon de Madrid. No queria salir. Bastante tenia ya con ver las mismas caras durante ocho horas al dia, pero la obligacion laboral y la conciencia la llevaron a lucir la mejor de sus sonrisas en una aburridisima cena y posterior copa. Necesitaba una excusa para salir de alli y el se la ofrecio. Pero de vuelta a la realidad y aun deseando saber mas de su desconocido, recordo que en el fondo no sabia de el mas que su nombre y el modelo de su telefono movil. Alguien le dijo una vez que para ganar primero hay que arriesgar. Se marcho con el. Concurrido, iluminado, abierto 24 horas y el cafe... autocalentable. Todo disponible en la gasolinera mas cercana. --?Te han dicho alguna vez que tienes un gusto pesimo para elegir cafe? --No me has dado opcion a mucho mas. Prometo que el proximo no tendra nada que ver. --!Ah! ?Pero habra proximo? --Si sobrevivimos a este te garantizo que hare todo lo posible para que haya muchos mas. Se sorprendia a si misma viendose en esa situacion. Le hablaba con tal sinceridad que asustaba, incluso pareciendo cortante e ironica, sin apartar la mirada de sus ojos. Como acto reflejo, se comportaba asi cuando tenia la suficiente confianza. Y este no era el caso. Con Alex dejo de lado el protocolo del <> y, simplemente, fue ella. ?Por que? No tenia la menor idea, pero tampoco le importaba. --?Que hacia una chica como tu parada a las puertas del Berlin? --Buscaba historias. Historias para fotografiar. --Y te intereso la mia. --Te repito que no escuche la conversacion. Me interesaste tu. --!Vaya! Pues creo que no valgo la pena como modelo. --No te veia como modelo. Eras... una historia. Formabas parte de la ciudad. El viento, tu estado nervioso y gesticulando en exceso. Caminando sin cuidado. Inestable y a la vez confiado. Pendiente de no llamar la atencion y de que tu conversacion no fuera algo publico. La tarde arrugada, los tonos anaranjados y como complemento, estabas tu. --Pero, no me fotografiaste. --!Fui descubierta! --Fuiste poco sutil. --Tal vez. --Te propongo un trato: otro cafe y dejo que me fotografies. Ella nego con la cabeza. --Te fotografiare cuando menos te lo esperes. ... --?Y tu? ?Eres chica de ciudad o un complemento? --Soy una chica <>. --?De que zona? --Tengo un estudio en el centro. El cual para no decir que es pequeno digo que es minimalista. --?No tienes familia? --?Quien es ahora el chismoso? --Mujer, se llama conversacion. --Tengo. !Claro que tengo! Mi padre vive en las afueras con su mujer y sus dos rebeldes hijos adolescentes. Mi madre vive en la otra punta de la ciudad, con su marido. Y yo... fui el error en un matrimonio malavenido. Curioso, ?verdad? --!Vaya! Toda una mujer con historia. --?Y tu? --Trabajo aqui. Me vine hara dos anos el mes que viene. Y mi familia es feliz y bien avenida. Tengo un hermano y un perro. --?A que te dedicas? --?Ademas de a discutir al telefono? Trabajo en ingenieria. --?Y procedes? --De la Ciudad Condal --respondio con un perfecto acento catalan. El sarcasmo de una chica perdida en su ignorancia respecto a la persona que tenia frente a si se convirtio en una conversacion normal y distendida, sincera, e incluso a ratos, interesante. Su nerviosismo de quinceanera adolescente escondida en el cuerpo de una chica de casi treinta anos desaparecio tras el primer trago de aquel horrible cafe. Eran casi las seis de la manana, se encontraban caminando por el centro de la ciudad con las manos perdidas en los bolsillos y la vista clavada en la puntera de sus zapatos aprovechando los descuidos para mirarse a los ojos. Siendo conscientes de lo poco que iban a dormir y lo duro que les iba a resultar ir a trabajar. Un portal rojo de madera, antiguo, pero reformado, daba pie al estudio minimalista en el que Zoe vivia. --Bueno, hemos llegado. --!Que pena! --!Son las seis de la manana! Voy a tener un dia muy productivo, no se por que, pero lo preveo. Durante unos segundos que parecieron eternos permanecieron mirandose a los ojos sin decir nada. El queria besarla. Ella queria que la besara. --Espero que pases bien lo que queda de noche --dijo al tiempo que le regalaba una sonrisa inocente y se daba media vuelta para volver calle abajo. --Igual. Cuando lo vio alejarse, subio las escaleras de la entreplanta refunfunando entre dientes: -- Eres idiota. !Bocazas! La senorita marisabidilla. !Vas de lista y te pierdes las mejores! ?Pero que te pasa, Zoe? !Asi te va! Que todos te huyen... !Das miedo!. <>, !que gran frase de despedida!… <>. Apuntatela, que esta hara historia. Los minutos pasaban mientras daba vueltas en la cama sin suerte, en el intento de poner en orden las ideas aun a sabiendas de que lo esperado era mucho mas y no fue conseguido. La sensacion que tenia era mas que buena. Volviendo a la misma situacion una y otra vez. No lo conocia, al menos hasta hacia unas horas no era mas que un desconocido, con cara y telefono, que le gusto mas de lo pensado en una tarde de otono y en esa fria noche, en la soledad de su casa solo tenia una cosa clara: deseaba volver a verlo, volver a pasar los minutos con el, saber cada detalle de su vida, volver a ver como le salia una pequena arruga en la comisura de los labios cada vez que sonreia, volver a ver como se acariciaba el pelo de forma nerviosa en los momentos de inseguridad, su manera absurda de mover las manos al hablar y todo lo que en ese momento de soledad se maldecia por no haber descubierto y por ello, no poder recordarlo. Notaba su olor como si lo tuviera cerca y lo mas increible es que no lograba entender como alguien como el se habia fijado en alguien como ella. Quedaba menos de una hora para que amaneciera y no sabia si dormia o sonaba despierta. ... En la redaccion, el sueno era su fiel aliado. Su mejor amiga, Marta, era una de esas chicas estandar del departamento de deportes. Con pinta de modelo de alta costura, cabello largo, castano claro, y ropa a la moda. Zoe era distinta. No solia ni ir muy arreglada ni muy maquillada. En cambio, tenia ese tipo de belleza natural, y fuese como fuese y se pusiera lo que se pusiera, siempre conseguia estar perfecta. Tenia una elegancia natural y una sonrisa sincera que no solia desaparecer de su cara. No se veia guapa, odiaba su manera de vestir, sus cabellos indomitos, su cara de buena manana, y se reia de si misma cuando analizaba como habia sido capaz de salir asi de casa. En definitiva, era una chica feliz con su vida y eso la hacia radiante a ojos de los demas. Marta no acudio a la cena, asi que era ajena a todo. Aunque conocia la historia del Berlin y el berlines, a quien apodaron asi en un alarde de originalidad. De como se quedo petrificada y como el la descubrio teniendo que ejercer de borde y sarcastica. --!Zoe! --grito desde la entrada --?Que tal anoche? --No te perdiste nada. --?Seguro? Deja que te vea --Se acerco con cuidado realizando un completo analisis de arriba abajo y de abajo arriba.-- Cansancio, ojeras, maquillaje para disimularlas, tu ropa grunge sustituida por ropa normal, apatia con tu mejor amiga, ojos brillosos. !Tu has follado, carino! --!Marta! --?Que? ?Dime que no? --!Pues no! Pero... tampoco he dormido. --?El berlines? --!!Si!! Encima es un encanto. Me llevo a tomar el peor cafe de mi vida a las tres de la manana y resulto ser... !perfecto! Tras ellas aparecio una de las companeras de cena y copa, que en un absurdo intento de simpatia intento saber cual fue su destino. --Zoe, !desapareciste muy rapido! ?Donde te metiste? --Me fui a casa, me dolia un poco la cabeza. --Mentirosa --chirrio Marta entre dientes y recibiendo como respuesta un codazo--. !Me debes un desayuno y un monton de detalles! ... A la vuelta del trabajo lo vio sentado en el portal de su casa, mirandose fijamente a los pies, como si analizara cada surco de desgaste, cada costura o cada resquicio de insignificancia que el uso y el tiempo hubieran dejado alli, inapreciables para el resto y con tanto sentido para el en ese preciso momento. Sintio nervios en el estomago al acercarse, y aun a sabiendas de que el no la habia visto miraba de un lado a otro intentando pasar desapercibida. Dejo caer a su lado una moneda de cinco centimos sonriendo inquieta. --Pareces un indigente.

  • Tiempos dificiles (Scarlet Falls 1) de Melinda Leigh

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  • Piscinas vacias de Laura Ferrero

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    Piscinas vacias es el primer libro de relatos de Laura Ferrero, una joven autora que irrumpe con fuerza en el panorama literario y que ha sido calificada como <> por ABC.

  • Intenta dejarla (La droga + dura 2) de Anny Peterson

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    La vida continua despues de aquel lunes maldito, en el que todo parecio hacerse anicos.
    Primera fase de un adicto: EL MONO: ?es posible desengancharse del amor?
    Naia pronto vera cumplido su mayor sueno dentro de su peor pesadilla.
    Axel no esta listo para hacer por las malas, algo que deseaba hacer por las buenas.
    Leo se ha ido. Sin embargo su cuerpo sigue viviendo su vida automaticamente.
    Zoe esta a punto de descubrir que a veces, no queda otra opcion que ser valiente.
    Cesar ha desaparecido, esta concentrado en su nueva meta y no contesta a las llamadas.
    Jorge espera un clavo ardiendo al que sujetarse para no caer de nuevo al vacio.

  • En un metro de bosque de David George Haskell

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    Un hombre se sienta cada dia durante un ano en la misma piedra del mismo bosque, a veces bien abrigado contra el frio y la lluvia, otras a pleno sol, a veces sin que pase nada, otras asistiendo a acontecimientos increibles, y lo narra en un libro. Un ano oyendo cantar a los pajaros, viendo caer y nacer las hojas, siguiendo el trayecto de las hormigas, oyendo al fondo el ruido de la carretera o de una motosierra. En un metro de bosque esta el mundo entero, y en el empieza y termina este libro que, crealo o no, apasiona al lector como la mejor de las novelas y le descubre una realidad insospechada como el mejor de los ensayos. Finalista del premio Pulitzer de no ficcion

  • Nunca crei ser tan feliz de Sophie Saint Rose

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    Jessica Foeller guarda un secreto desde hace anos, que si fuera revelado terminaria con la excelente reputacion de los Halleran. Pero una promesa la ata de pies y manos, asi que tiene que reprimir su odio por la familia mas rica del pueblo. Cuando Everett Halleran pone sus ojos en ella no se lo puede creer, porque apenas se habian dirigido la palabra en su vida. Pero lo que mas le preocupa, es que no sabe si podra resistirse mucho tiempo porque cada vez que la aborda es mas dificil negarse a sus deseos. ?Podria llegar a olvidar el dano que habian provocado a su familia? ?Podrian llegar a amarse?

  • Un destino propio de Maria Montesinos

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    El mundo esta cambiando y nadie podra impedirlo. Una sociedad se resiste al fin de una epoca. Una mujer busca su propio destino.

  • De la furia a la victoria de Tracy Banghart

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    Expulsadas por Asa, Nomi y Malachi se dirigen hacia una muerte casi segura. Ahora que Asa se sienta en el trono, nada le parara para asegurarse de que Malachi no regrese a palacio. Su unica esperanza es encontrar a Serina, la hermana de Nomi, en la isla-prision de Monte Ruina. Pero cuando llegan alli, no es un panorama de mujeres sometidas lo que ven, sino una isla en plena revuelta, liderada por Serina.

  • Un amor para Rebeca de Mayte Uceda

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    Bestseller digital en Alemania.

  • A dos metros de ti de Rachael Lippincott

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  • Ahora que lo dices de Kristan Higgins

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    Bienvenidos a las complicaciones de la vida, a la familia, al amor… Y a la realidad de que, a veces, das un paso adelante… y luego dos atras.
    Un paso adelante. Dos atras. La beca Tu que puso a Nora Stuart en el camino de convertirse en medico especialista fue un paso adelante. Que la atropellaran y darse cuenta de que su novio flirteaba con la doctora cuando la creyo moribunda fueron dos pasos atras. Y menudos dos.
    Destrozada, Nora siente que su vida, esa vida que ha levantado con tanto cuidado, se agrieta. Solo hay un sitio adonde ir: a casa. Pero la pequena comunidad de Maine que dejo hace quince anos no es que la reciba con los brazos abiertos. En cada esquina se topa con alguien que la culpa de algo sucedido hace anos en el pequeno pueblo de la isla Scupper.