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    En el primer libro 'Sueños rojos' pudimos conocer a nuestros dos personajes principales: Red y Caleb. Aunque también hemos podido conocer a Beatrice, Kara y ...

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  • Besos rojos - Isabelle Ronin - Babelio

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    ¡No sabéis las ganas que tenía de continuar con la última parte de esta bilogía!, sobre todo por como terminó el primer libro y como ha empezado este. Besos ...

  • BESOS ROJOS (CHASING RED) - ISABELLE RONIN - Agapea

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  • BESOS ROJOS. VOL. 02 - CHASING RED. RONIN, ISABELLE ...

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  • Deseos rojos (Chasing Red) de Isabelle Ronin

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    Llega aquello que todos los fans de <> estaban esperando: la historia de Kara y Cameron.

  • Un Tren al Pasado de Rachel B. Miller

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    Sam Carter y Jennifer Van Hoydon pertenecen a mundos opuestos. Ella es una emergente modelo del mundo de las pasarelas, y el un fotografo de una modesta agencia de publicidad, hasta que un dia sus destinos se cruzan en una fiesta en el Upper East Side.
    Desde ese momento Sam sera incapaz de apartarla de su pensamiento deslumbrado por su exuberante belleza, y emprendera una trepidante busqueda por Europa en un viaje repleto de intriga y pasion.

  • Maldito ex. diario de una ruptura de Isabella Marin

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    Que tu novio corte contigo, cuando tu ya habias fichado el vestido de novia, es una desgracia.

  • La extincion de las especies de Diego Vecchio

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    Gracias al legado de Sir James Smithson, Zacharias Spears funda en Washington D. C. un museo destinado a albergar las colecciones de especimenes recolectados en las expediciones de exploracion del Oeste, amenazados por el apetito sacrilego de las polillas. El sueno de Mr. Spears es poner al alcance de todos la posibilidad de viajar hasta espacios y epocas remotas, recorriendo por dos centavos y en cuarenta minutos aquello que se halla separado por miles de millas y millones de anos. El sueno, parece ser, se hace realidad. Al museo afluyen multitudes con sed de fosiles y medusas flotando en una solucion de formol al diez por ciento.
    Pero los museos, como la literatura, son criaturas canibales, dispuestas a engullir piedras, plantas, pelicanos embalsamados, monedas, fetiches, cabelleras escalpadas, obras de arte, reptiles voladores o nadadores, ahogados o desplumados en el Cretacico antes de devorarse unos a otros. Con una pizca de ingenio, una buena iluminacion y un cuidador que vigile que nadie toque nada, cualquier particula del mundo puede ser expuesta en una vitrina o colgada en una pared.
    La extincion de las especies es una historia natural de los museos, que nacen, se expanden, se agotan y se derrumban para atesorar aquello que fue, que ya no es, ni volvera a ser, pero que se obstina en persistir. Es, tambien, una historia alternativa y estrafalaria sobre la fe en el progreso, el ansia de descubrimiento, la pulsion taxonomica, la mania de coleccionar y restaurar. Es, en fin, una novela coral y singular, impecable y deliciosa; es una novela inextinguible.

  • El retorno del cuervo de Alissa Bronte

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    Tras varios anos alejado del que fue su hogar, el laird Raven MacCormac regresa a Jaen por peticion de su amigo el duque de Castro. La rendicion de Granada esta cerca y el Rey Fernando el Catolico necesita toda la ayuda posible para que las capitulaciones se lleven a cabo de la forma mas pacifica posible.
    Silvia de Castro espera ansiosa el retorno del cuervo, ese hombre al que se prometio y al que sigue esperando despues de largos y duros anos, aferrada a la promesa de amor eterno que intercambiaron en su juventud.

  • Victimas de fantasia oscura de Gema Perez

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    La Elegida del Vampiro: Romance y Fantasia con el Inmortal y la Campesina
    Adam tiene toda la eternidad por delante.
    Dalila, a sus 20 anos, solo unas decadas.
    Adam ya no siente ilusion por nada.
    Dalila aun esta descubriendo el mundo.

  • La guerra civil contada a los jovenes de Arturo Perez Reverte

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    La Guerra Civil espanola contada de forma escueta, objetiva y rigurosa, sin cliches partidarios ni etiquetas faciles, en textos de Arturo Perez-Reverte e ilustrada de forma esplendida por Fernando Vicente.

  • El novio del mundo de Felipe Benitez Reyes

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    El protagonista de esta novela, Walter Arias, es una mezcla de filosofo surrealista y de psicoanalista antifreudiano, de romantico y de obseso sexual, de arlequin y de monstruo, de moralista y delincuente. Mezcla, en fin, de todo aquello que no puede ni debe mezclarse. <>, confiesa Walter Arias, precursor del movimiento filosofico llamado walterismo, una de las corrientes espirituales menos espirituales de cuantas conocio el pasado milenio. Burlon y despiadado, visionario y reflexivo, humoristico y macabro, Walter Arias nos cuenta los vaivenes de su vida -su noviazgo con el mundo- a lo largo de un hilarante thriller picaresco y metafisico.

  • La ciudad de las sombras de Victoria Alvarez

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    En 1923, Helena Lennox tiene diecisiete anos y un unico deseo: sustituir las calles de Londres por una vida de aventuras y excavaciones en tierras lejanas. En consecuencia, cuando sus padres se marchan a la India para investigar la desaparicion de unos arqueologos, ella decide acompanarlos. unos dias despues y a escondidas. Son muchas las leyendas que circulan en torno a la ciudad fantasma de Bhangarh, pero Helena nunca ha creido en las supersticiones. No obstante, el principe Arshad de Jaipur (si, ese que odia a los ingleses) le insiste en que se equivoca: Bhangarh esta maldita y al anochecer, cuando el palacio real se tine de oscuridad, todo el que se adentra en sus muros desaparece sin dejar ni rastro. En su recorrido por la exotica India de los anos veinte, Helena se ve envuelta en una investigacion en la que solo una verdad parece salir constantemente a la luz: nadie regresa de la ciudad de las sombras.

  • El viajero de Joaquin Ortiz Sanchez

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    A JM le encanta su trabajo, viajar en coche le apasiona, conocer nuevos lugares, nuevos destinos. A veces los caminos nos llevan a bonitos parajes llenos de secretos, secretos ocultos que esperan ser descubiertos para crear el caos.

  • Escuadron Gamma de Blas Ruiz Grau

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    Esta es la historia de Leo, un nino normal con una vida normal. Su vida es como la tuya, va al colegio, le gusta jugar con sus amigos y le encantan las historias de super heroes. Es un nino como tu hasta que... un dia, descubre que el tambien es un super heroe y tiene una mision: salvar al mundo. Junto a sus nuevos amigos Lucas, Gabi, Julia, Carolina y Daniela lucharan contra el mal. Son: el ESCUADRON GAMMA.

  • La ciudad de las tres catedrales de Jordi Verdaguer

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    En Montpellier, a principios del s. XIII, Jaume I es engendrado mediante una argucia. El rey Pedro II de Aragon aborrece a su esposa Maria de Montpellier y esta oculta su identidad para yacer con el rey con los notables de la corte como testigos. Anos despues, en Barcelona confluyen los tres heroes de Navas de Tolosa -Dalmacio Creixell, Cabeza Brava y Jose de Azagra- y el joven Hernan, que lleva en sus munecas la marca del elegido. Aunque lo ignora, Hernan es hijo bastardo de Dalmacio Creixell. Entretanto, unos misteriosos crimenes siembran el terror, y una criatura, un Golem, se oculta en las entranas de la urbe. Amorios, intrigas y asesinatos se suceden en la Ciudad Condal mientras un rey enfermo que ha entregado a su propio hijo a los franceses debera tomar partido por la Iglesia, el reino de Francia o los rebeldes cataros. Las maquinaciones de clerigos y nobles y las luchas por el poder tras la muerte del rey Pedro marcaran las primeras decadas del siglo, hasta que una valerosa madre devuelva la corona a su legitimo heredero. Pero para ello los tres heroes de Navas, junto a Hernan, habran de liberar al rey del castillo de Monzon donde esta recluido, y reconquistar Barcelona con la ayuda del resto de reyes de la peninsula en base a un juramento y unas piras de fuego…

  • Lobos de Ruben Gozalo

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    Siempre le encargan las mierdas. De cualquier clase. No le hace falta ver The Wire para comprender que la mierda cae de golpe y hacia abajo. Sin avisar. A veces, lo mejor es hacerse el sueco, mirar hacia otro lado y ponerse una pinza en la nariz. Aunque el hedor sea irrespirable. Rara vez cuestiona las ordenes. Sobre todo cuando habla Don Silvano. Si, senor. No, senor. Lo que usted ordene. Que la Tierra es cuadrada. Por supuesto, senor, inconcebible que fuese de otra manera. La paciencia no es una virtud de su jefe. Dos principios rigen su vida: aqui y ahora. Si considera que alguien le mira mal, no duda en arrancarle los ojos. Pero si es bizco, Don Silvano. Razon de mas para dejarle ciego. ?Acaso no ves que ese hijo de puta me mira mal? Seguro que me ha echado un mal de ojo. Jose es bueno con la pala y la cal. Se considera un autodidacta. Nadie le ha ensenado, pero con los encargos del Don aprende deprisa a deshacerse de la basura. Ya ha perdido la cuenta de los sujetos a los que ha tenido que enterrar en los ultimos meses. Se conoce al dedillo casi todos los rincones de la sierra de Madrid. A traves de la luna del coche inspecciona el aparcamiento, atestado de vehiculos. El reloj marca las doce y cuarto. El objetivo sigue sin aparecer. Unas nubes grises amenazan con enturbiar la apacible manana otonal. De vez en cuando, ve a alguna mujer con un carrito de la compra saliendo del supermercado y a algun sin techo husmeando en los contenedores de basura. Le molesta la espera. Lleva reclinado sobre el asiento del conductor las ultimas cuatro horas. Los minutos se eternizan. Los segundos parecen inabarcables losas de tiempo. Para hacer mas llevadera la jornada enciende la radio. Solo hablan de corrupcion y recortes. Ajustes y mas ajustes para cuadrar las cuentas de la Administracion. Los politicos se estan cargando el sistema. Peligran la sanidad, la educacion, las ayudas a la dependencia. El pais naufraga a la deriva, sumido en una grave crisis institucional. No hay timon y los burocratas que gobiernan solo piensan en meter la mano en la caja. Senadores con cuentas en Suiza. Partidos que se financian con cajas B. Politicos que viven en un universo paralelo al sufrimiento de la gente. Y a todo esto, frases cargadas de eufemismos. A la marcha de los jovenes al extranjero en busca de trabajo la denominan movilidad exterior. A los recortes los han bautizado como reformas estructurales, las subidas de impuestos se han convertido en cambios en la ponderacion fiscal y para referirse al rescate de la banca es preferible emplear terminos como fondo de liquidez. Jose prefiere el castellano castizo. Eso de adulterar el lenguaje no va no el. Si uno es el mayor cabron sobre la faz de la Tierra, es el mayor cabron sobre la faz de la Tierra y punto. Esta tarde se reanudara el juicio contra el exbanquero de la caja de ahorros madrilena que, sin ningun tipo de pudor, se llevo hasta los marcos de las puertas, comenta el locutor. Sabe que si algo sale mal perdera el empleo. Su jefe no pertenece a ninguna ONG. Tampoco concede segundas oportunidades. Eso si, todos los domingos acude a misa y los lunes es de los de rosario y novena. Por sus pecados. Por sus muertos. Que son muchos. Durante anos se dedico al negocio de la seguridad. Al principio en poligonos, fabricas, tiendas y centros comerciales. Muchas horas y poco dinero a fin de mes. La mayoria de las veces le pagaban en B. O sea, en negro, sin seguro ni alta en la Seguridad Social. Era eso o nada. Y de algo hay que vivir. Porque el aire, nutrientes, tiene pocos. Cansado de chuparse horas y horas a la intemperie, de revisar bolsos a las senoras al salir de los establecimientos, de custodiar furgones y cachear a pobres diablos, se hizo guardaespaldas. Empezo desdoblando funciones, de chofer y maton, a tiempo parcial. Durante unos meses, se convirtio en la sombra de un empresario. Le acompanaba a todos los sitios. Incluso cuando iba a casa de sus amantes. Mientras se las tiraba, le hacia esperar en la habitacion contigua. Con frecuencia, los jadeos entrecortados y los chirridos del somier se filtraban a traves de los tabiques. Cuando eso ocurria, trataba de pensar en otra cosa. La alineacion del Atleti el ano que gano la Copa y la Liga. Simeone, Caminero, Molina, Pantic... La lista de la compra de la semana. Espaguetis, carne picada, tomates, galletas, unos cuantos cartones de leche, pollo, salami... Pero su excitacion iba en aumento. El sudor le recorria la frente, la carotida se le hinchaba bajo la piel y se tenia que aflojar la corbata. Por momentos, le entraban tales sofocos que debia ir a refrescarse al cuarto de bano. Dejaba correr el agua durante unos minutos, que se le hacian eternos. Su cara se proyectaba en el cristal. La mandibula tensa, los pomulos contraidos y la inquietud dibujada en sus ojos. Oscuros. Relucientes. Como si estuviesen banados en una pelicula de barniz. En esos instantes se acordaba de los consejos de un amigo suyo. Gerardo, para disminuir la libido y evitar que los pensamientos lujuriosos se apoderasen de su mente, pensaba en su abuela. Una mujer de noventa anos, desdentada, en silla de ruedas y mas fea que Picio. Esa tecnica le servia para alejar el sexo de su cabeza. Pero a el ese metodo no le funcionaba en absoluto. De hecho, al pensar en su abuela se excitaba aun mas, al acordarse de unas fotos picantes que se hizo la yaya de joven, donde estaba rebuena. Asi las cosas, cada vez que su antiguo jefe visitaba a alguna de sus amantes, Jose terminaba con un terrible dolor en la entrepierna. Que mierda hago yo aqui. !De perrito faldero para un gilipollas!, se decia furioso. Una noche tuvo que entrar en la habitacion de improviso, alarmado por los gritos de su jefe. Pedia que le socorriesen. !Detenla, por Dios! !Quiere matarme! Al atravesar el umbral de la puerta, se quedo sin palabras. El tipo que le habia contratado se hallaba bocabajo. En cueros, atado de pies y manos, con unas correas a la cama. Junto a el, una rubia de vertigo enfundada en un body, con un liguero y unos zapatos rojos, mas relucientes que una puesta de sol en Granada. La mujer, con los pechos al aire y carcomida por el odio, le estaba introduciendo una barra de metal por el culo. !Hijo de perra! !Asi que vas a llevar a esa fiesta a tu esposa y a mi que me jodan, eh! !Pues toma! !Pedazo de cabron! !Quitamela de encima! Le toco llevar al tipo a Urgencias. En plena noche. Menudo papelon. La tapiceria del BMW se puso perdida. Sangre por todas partes. El hombre gimoteando. !Ay, me muero! !Me muero! Y en el recto, un boquete del tamano de un tunel. Los medicos mirandole el trasero. Inspeccionando. Preguntando. ?Que ha pasado? ?Como se lo ha hecho? !No se como vamos a poder sacar eso de ahi! Hay que llevarle al quirofano, deprisa. No pudo volver a sentarse durante los tres meses siguientes. Un desgarro de vertigo. Ciento noventa y siete puntos de sutura. Y cuando caminaba, lo hacia con las piernas bien abiertas. Los pies en forma de uve. Un andar de pato mareado. Le despidieron por aquello. Por supuesto. Vuelve a mirar el reloj. Problemas. El fulano ya deberia estar alli. Quiza le ha ocurrido algo. Eso no es bueno. Al menos, para los intereses del Don. Quiere algo limpio. Sin ruidos ni fuegos artificiales. No como la ultima vez. Que la cosa se salio de madre. Era un asunto en apariencia sencillo. Aunque facil, en esta vida, ya no hay nada. Debia ajustar cuentas con un constructor que no queria pagar las tarifas de Silvano. La proteccion tenia un precio. Los que se retrasaban sufrian percances. Accidentes. Contratiempos. La idea era secuestrar al hijo del empresario. Un nino de papa. Un pijo progre de los de o sea, de verdad, te lo juro. Con su Jaguar, su acento insufrible, su camisa de Ralph Lauren y el telefono movil pegado a la oreja. Una noche lo abordo en su apartamento. De una patada destrozo la puerta. Al chico le entro el panico. Se puso a gritar y a correr por las habitaciones. Desde el balcon de la vivienda trato de pasar al piso de al lado. Salto. Calculo mal la distancia. El joven se precipito al vacio desde mas de treinta metros de altura. A pesar de la rapidez con la que llego la ambulancia, no se pudo hacer nada. Se partio el cuello. La policia ni se molesto en investigar el caso. Balconing fue el veredicto. Una practica muy extendida entre los jovenes a los que solo les interesaba el sexo, las drogas y la busqueda de nuevas emociones. El constructor no tardo en abonar los atrasos y la penalizacion por demora. Era padre de familia. Tenia otras tres hijas. Suena el movil. El politono es una cancion de Rosa Leon. El brujito de Gulubu: Habia una vez un bru. Un brujito que en Gulubu. A toda la poblacion embrujaba sin ton ni son. Pero un dia llego el Doctor manejando el cuatrimotor. ?Y saben lo que paso? En la pantalla aparece la foto de su mujer. Obesa. Con quince kilos de mas. Pelo negro. Mirada estrenida. Dientes amarillos de tanto fumar. Apariencia de simio al despertarse dentro de una jaula. Mal follada. Tras unos cuantos tonos, lo coge ofuscado. Odia que le llamen durante su horario laboral. El curro es sagrado. Como el futbol. Las canas en la tasca de Paco. O las incursiones nocturnas de los sabados por la noche con sus amigos. !Que pasa! Tienes que ir a recoger al nino al colegio. !Y que mas! Estoy currando. Hoy no puedo, Jose, te lo dije. Debo acompanar a mi hermana al medico. ?Que le ocurre? Cosas de mujeres. El conoce de sobra cuales son los asuntos de las mujeres: hablar mal de los hombres, ir de tiendas y dejar la cuenta del banco en numeros rojos. Tiritando. Eso se le da de fabula a Eva. ?A que hora sale? A las tres. !Parece mentira que no sepas ni eso! Lo de su hijo tiene explicacion. Un preservativo roto. O un no preservativo. Ni siquiera es capaz de recordarlo. Ocurrio durante una noche de borrachera y los detalles continuan siendo confusos. Un polvo apresurado. Un no te preocupes, Jose. Que no pasa nada. Y pasa. Por supuesto que pasa. Siempre pasa. A todas horas. En todos los sitios. En cualquier epoca. La practica de la marcha atras tiene sus consecuencias. Millones de espermatozoides flotando por ahi. Bichitos agitados. Con inquietudes. Uno que se adelanta. Sortea los obstaculos. Se burla del resto. Fecunda el ovulo. ?Aun no te ha venido la regla? Suele retrasarse, carino. En tan solo unos meses a Eva se le ensanchan las caderas, la tripa le sobresale por el pantalon, el tamano de sus pechos crece, lo mismo que los pezones y, de vez en cuando, le entran antojos. ?Me compras ese vestido? Si, el de mil trescientos euros. El de color gris. Es precioso. ?Te gusta? Y Jose paga. !Que remedio! La VISA pasa de un establecimiento a otro. De la tarjeta magnetica saltan chipas. De tanto gasto le arde el bolsillo. Y los caprichos de su novia se suceden a una velocidad de vertigo: bombones, porras, pepinillos en vinagre, snacks, jamon iberico de bellota, queso de oveja, chuletas de cordero, toston asado, angulas, caviar. A los que hay que sumar algun que otro anillo y varias pulseras. Y de la figura estilizada, del escultural cuerpo tostado por los rayos del sol del verano, no queda ni su sombra. Varices, estrias, celulitis, pliegues de piel en lugares inimaginables. Esta atrapado. Pillado. Jodido. Encarcelado. Pintar la habitacion. Elegir la cunita, la silla de paseo, la ropa, los patucos, el sonajero y el kit de bano del bebe son los siguientes pasos. !Ah, no, Jose, antes de tener al nino hay que casarse! De blanco y por la iglesia, como Dios manda. !Que van a pensar mis padres! Lo cierto es que a el le importa una mierda lo que piensen sus futuros suegros. Ni siquiera los conoce. Tampoco siente ningun deseo por conocerlos. Cuanto mas lejos esten mejor. Meses mas tarde, se entera de que el sentimiento es reciproco. ?Y no querras que vivamos en tu furgoneta? ?Que tiene de malo? Es grande, espaciosa, y muy confortable. Lo ultimo de lo ultimo. Necesitamos una casa, ?me oyes? Y poco despues un empleado de una sucursal bancaria le habla sobre las magnificas condiciones de la hipoteca. Comenta terminos que le suenan a chino. Cuota mensual, productos vinculados, TAE del 5%, interes suelo, Euribor mas 0,45% y un seguro en caso de que le ocurra cualquier percance. !Por el amor de Dios! !Que me va a ocurrir! !Si solo tengo veintisiete anos y, segun el ultimo chequeo que me realizaron a traves de la mutua de la empresa, mi corazon esta mas sano que un roble! El del banco omite la letra pequena. En el contrato hay mucha. Minuscula, invisible. Ni con lupa se distinguen los caracteres de algunas de las clausulas. Por eso no se preocupe, le comenta el director. Firme aqui y ahi. Es un chollo, se lo garantizo. Por una casa que vale ciento cuarenta mil euros terminara pagando el triple. Porque el dinero hay que devolverlo. Si o si. De otra forma el banco se queda con el aval. La casa del pueblo de sus padres, las tierras, el tractor, el viejo Renault 19 y hasta su furgoneta. Las deudas se cobran. Desde el principio de los tiempos. Desde que el hombre es hombre. Nadie hace nada por otro semejante. Y eso lo sabe. !Vaya que si lo sabe! El altruismo no existe. Solo lo utilizan las empresas a traves de sus planes de responsabilidad social corporativa, con el unico objetivo de ahorrarse dinero y decir a la sociedad: mirad que buenos somos. Aunque se hayan llevado por delante la mitad del Amazonas o hayan dejado la capa de ozono hecha un cristo. Meses mas tarde aparece Luisito. Llega con antelacion. !Zas! Un regalo que llora a todas horas. ?Es que no se puede dormir ni un solo dia en esta casa? Yo ya me he levantado tres veces. Te toca a ti darle el biberon. Pero ?que clase de padre eres? Se caga y se mea al menos cinco veces diarias. Llora. En cuanto pierde el chupete. Berrea. Con su sueldo, apenas gana para panales y los potitos cuestan un rinon. Lo mismo que la guarderia y los gastos van surgiendo a medida que trascurren las semanas. Los meses. El bebe crece deprisa. La ropa ya no le sirve y hay que comprar mas. Del sexo en el matrimonio ni hablar. No, carino, hoy tengo jaqueca. Eva se las ingenia muy bien: Estoy muy cansada. !Ni te imaginas como me duelen las muelas! Lo siento mucho, amor, pero me encuentro en ese periodo del mes. Tengo infeccion, carino. !Otra vez sera! Cuando Luis cumple tres anos surge un tema espinoso. La escolarizacion del nino. Su educacion se convierte en una cuestion prioritaria que desata discrepancias en el seno familiar. ?No querras que nuestro hijo vaya a un colegio publico?, le pregunta su esposa con los brazos en jarras y el humo emergiendo de sus orejas. ?Que tiene de malo? Ya sabe que esa noche dormira en el sofa y la Cuaresma tendra caracter anual. Asi que en los proximos dias le tocara comprar unas revistas guarras y practicar a escondidas. Las putas son demasiado caras. Y, ademas, con su sueldo seguro que no le llega ni para un trabajo oral. No hay mas que verte. Yo fui a uno y no me paso nada. Aprendi un monton. !Hasta llegue a ser guardia de seguridad! Por favor, no pretenderas que nuestro hijo se convierta en un zoquete. !Mira tu caso, por ejemplo! Eres un inutil. !Una victima de la LOGSE!

  • El rey de las hormigas de Zbigniew Herbert

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    Zbigniew Herbert trabajo durante veinte anos en El rey de las hormigas y, no obstante, la obra quedo inconclusa hasta que su editor polaco recopilo los materiales, fragmentos y esbozos para darle la forma que hoy presentamos. En todos los textos, el poeta parece decidido a concederse la libertad de celebrar su amor por la civilizacion de la Antiguedad dando nueva vida a los mitos. El resultado es una recreacion personalisima, colorida y luminosa de un buen numero de personajes de la mitologia clasica, algunos conocidos por los lectores y otros injustamente olvidados: en las habiles manos de Herbert, gracias a la sutileza e ingenio del poeta, Cleomedes, Atlas, Ares, Cerbero, Endimion o Ayax parecen convertirse en nuestros contemporaneos, y sus peripecias, sus destinos y el fabuloso mundo en el que vivieron nos invitan a reflexionar sobre el presente y, muy a menudo, a reir.

  • Ha llegado el momento de volver a encender las estrellas de Virginie Grimaldi

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    Anna tiene treinta y ocho anos, esta separada y se le acumulan las facturas a pagar. Apenas tiene tiempo para sus hijas, Chloe y Lilly, con las que solo se cruza a la hora del desayuno.

  • Corazones de Africa de Rita Black

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    Una historia de amor con el increible paisaje africano como telon de fondo.

  • El bosque sabe tu nombre de Alaitz Leceaga

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    Una novela de amores, celos y venganzas, que envuelve al lector con la fuerza de las grandes sagas familiares de la literatura.

  • El farol del diablo de Adriana Hartwig

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    En las noches oscuras puede verse en el campo una luz a lo lejos. Los lugarenos se horrorizan y escapan entre rezos y santiguos: saben que es un alma que no ha purgado sus penas, que sigue en el mundo de los vivos. A esa luz, la llaman el farol del diablo.

  • Tus mejores secretos de Sheila Maldonado

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    Lara Teslas es hija de un reconocido hombre de negocios en Cleveland, Ohio. Su madre siempre esta de viaje. No ha llegado a verla jamas. Hay un misterio acerca de esa familia, bajo la imagen de la perfeccion. Pietrick, el jardinero ve una aparicion que no parece humana. Decide acercarse y algo muy extrano sucede.
    Lara se siente presa en su condicion de hija casadera- Rechaza, uno tras otro, los pretendientes que su padre le presenta. La presencia del nuevo jardinero, Pietrick, hara surgir en ella emociones hasta entonces desconocidas. Podria ser el comienzo de una aventura peligrosa. La desaparicion de una joven aristocratica alerta a las familias buscando al posible culpable. Tambien encuentran restos de otra doncella que parece haber sido devorada por los lobos.
    El padre de Lara, William, comienza a manifestar inquietud por casar a su hija con un importante senador y asi obtener mayor poder para ganar la alcaldia. Mientras, el personaje de la madre se debate entre la vida y la muerte en un horrendo sanatorio mental en Athens, Ohio, teniendo que soportar crueles tratamientos contra la “locura” que pretenden achacarle. Lara tendra que dejar esa vida de lujos para escapar de un matrimonio con uno de los peores y sanguinarios racistas del estado, aunque finja respetar los derechos de los negros liberados. La joven Teslas, intentando sobrevivir en una nueva ciudad, acaba en un cabaret haciendo lo unico que sabe, bailar, y por azares del destino un potentado empresario se encapricha de ella y la quiere convertir en su esclava sexual.
    Una panoramica social con tintes romanticos sobre la sociedad americana en sus inicios de emancipacion de la mujer y manifestaciones racistas a pesar de la Decimotercera Enmienda, que abolia la esclavitud.

  • Peligros y verdades (Perfectos mentirosos 2) de Alex Mirez

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    ?En donde nos habiamos quedado? Ah, si, en esa noche de la feria en honor a los fundadores, despues de que mi plan contra Aegan fracasara y dejara su alma en un bano publico por culpa de una diarrea, y Adrik se fuera con Artie a nuestro apartamento. Ahi, en un banco, yo. Junto a mi, Regan Cash. Y la pregunta: <>. Bueno, es momento de contartelo. Es momento de contartelo todo: no me llamo Jude Derry, y definitivamente no habia ido a Tagus solo a estudiar. Habia ido porque solo queria una cosa: venganza. Lo se, lo se, debes de estar hecho un lio. Estaras pensando: <>. Tambien se que se supone que debes confiar en mi. !Todos confian en las protagonistas! Las protas nunca mienten y nunca son malas. Jamas cambian la historia, de ninguna forma alteran los hechos y mucho menos omiten secretos, y si yo hice eso… Entonces supongo que esta siempre fue la historia de una villana. Para que entiendas este lio y el porque de mis mentiras, hay que volver seis anos atras. Debemos irnos muy pero que muy lejos de Tagus, a Miami, la ciudad a la que llegan la mayoria de los inmigrantes. Tenemos que detenernos en un dia en el que un muchacho de dieciocho anos llamado Henrik Damalet recibio una llamada para decirle que habia sido contratado como jardinero en la casa de una familia muy importante. Ese chico, Henrik, era mi hermano. Tras colgar el telefono, le quedo estampada en la cara una sonrisa enorme. Todo acababa de cambiar para el y nuestra familia gracias a ese empleo. Por esa razon, mama lloro, emocionada. Era una mujer muy delgada con la piel palida, los ojos cansados, el cabello opaco, las unas rotas y la existencia exhausta y adolorida. Llevaba cinco anos enferma de algo incurable y nosotros no teniamos mucho dinero para pagar los medicamentos en un pais en el que no tener un seguro medico significaba exclusion. Pero con el nuevo trabajo de Henrik en la casa de esa familia importante, todo seria diferente. Eso lo sabia muy bien la chica de trece anos sentada en la mesa, es decir, yo. Me alegraba la idea, la posibilidad de un futuro mejor, pero me entristecia que mi hermano se fuera tan lejos, aunque tambien sabia que en su nuevo trabajo le pagarian bastante solo por ser jardinero y cuidar el enorme jardin de una mansion; ademas, tendria la posibilidad de seguir estudiando por la noche en un sitio mejor. Y eso era bueno para nosotros. --?Cuando vendras a visitarnos? --le habia preguntado yo con el corazon encogido. --Pedire vacaciones y seguro que podre venir los dias de fiesta --me respondio, animado--. Pero llamare todos los dias al mediodia y por la noche, y te enviare un movil para que podamos enviarnos mensajes. Lo tengo todo planeado. --?Y como se llama el tipo para el que vas a trabajar? --pregunte. --Adrien Cash --contesto Henrik con mucho orgullo. Se fue al dia siguiente, y cuando volvio de nuevo a casa, lo hizo dentro de un ataud. Si, Henrik murio en la mansion de los Cash. Le practicaron una autopsia pero su muerte fue calificada como accidente: estaba limpiando las tejas, se cayo y fallecio al instante. Ahi debio de haber acabado esa historia: luto, dolor y olvido. Pero no, yo nunca olvide. Yo nunca crei que su muerte hubiera sido un accidente. Y no lo crei porque, antes de morir, Henrik me dio pistas de que algo asi podia sucederle, solo que no las supe interpretar hasta muy tarde. Rebobinemos. Como el prometio el dia antes de irse, a los dos meses me envio un movil para que hablaramos constantemente por mensajes. Todos los dias me lo contaba todo: lo que hacia, lo que no, lo que comia, lo que ahorraba y lo que veia al salir a algun lado. No omitio ningun detalle. Me conto desde como era la mansion hasta como eran las personas que vivian en ella. Adrien Cash era tan rico por herencia familiar e inversiones que meaba en un retrete de oro y se limpiaba el culo con billetes de dolar. Bueno, no; pero nos gustaba hacer ese chiste. Era senador y no tenia esposa porque ella habia muerto en un accidente. El enorme jardin que Henrik cuidaba habia sido el sitio mas querido de su mujer; por esa razon querian mantenerlo y lo trataban como si fuese una especie de altar en su memoria. Ese hombre, Adrien, tenia cuatro hijos: tres de la mujer fallecida y uno fuera del matrimonio, todos varones. Eran chicos malcriados y consentidos, que hacian y deshacian a su antojo. Solo uno de ellos le dirigia la palabra a mi hermano, y unicamente lo hacia porque disfrutaba dificultandole las cosas y molestandolo, porque molestar era lo que mas le motivaba en la vida. Se llamaba Aegan. Aegan hacia cualquier cosa para hacerle la vida imposible a Henrik. Al principio, no resulto muy ingenioso: danaba los arbustos para que culparan a mi hermano de haberlos podado mal; pisaba las flores; echaba basura en lugares limpios y se burlaba de el llamandole <> o <>, entre otros apodos denigrantes. Henrik siempre me decia que tenia la suficiente paciencia para soportarlo, que asi era el mundo, que Aegan solo era demasiado joven y con una vida demasiado facil para entender la magnitud de lo que hacia y decia. Pero yo no lo veia del mismo modo, y comence a odiarlo. Todavia sin conocerlo, detestaba lo que mi hermano me contaba de ese chico cruel. Me sentia impotente la mayoria del tiempo, pero Henrik intentaba tranquilizarme asegurandome que en algun momento se cansaria. Aegan no se canso. Peor aun, aumento el nivel y la gravedad de sus jugarretas. Henrik me llamo una noche a reventar de furia porque Adrien le habia ordenado mantener bien limpia la piscina para un evento especial que tendria lugar esa misma noche. Para asegurarse de ello, se levanto muy temprano y estuvo todo el dia trabajando para dejar el area de la piscina impecable. A las seis de la tarde, se fue a su casa a descansar. A las seis treinta, cuando Adrien llego, la piscina estaba llena de hojas, ramas y tierra, y tenia una tonalidad verdosa semejante al moho. Casi despiden a Henrik. Al final no lo hicieron porque, de alguna manera que no quiso contarme, se descubrio que el responsable de aquel desastre habia sido Aegan, que habia ensuciado la piscina a proposito. El hecho de que no hubieran despedido a Henrik enfurecio a Aegan a unos niveles inimaginables, por lo que desde entonces se dedico a meter a mi hermano en mas problemas constantemente. Cuando Henrik me contaba las humillaciones que los hijos de Adrien Cash le hacian pasar, me llenaba de una rabia apoteosica. Y me enfurecia mucho mas que Henrik dijera que debia aguantarlo porque el dinero que ganaba nos ayudaba de una forma dificil de conseguir con cualquier otro trabajo. Y en verdad nos habia ayudado. Habiamos alquilado una casita en un sitio mejor y logramos empezar a pagar el tratamiento de mama, e incluso se hicieron planes para que yo asistiera a una escuela privada. Pero yo no queria ir a ninguna estupida escuela privada. Lo que yo queria era ir a visitar a Henrik, ver con mis propios ojos a ese tal Aegan, plantarme frente a el y darle un punetazo en la cara para que dejara de ser tan imbecil. Pise la casa Cash un mes antes de que Henrik muriera. Fui sola con un billete de autobus que pague yo misma. Era sabado y mi hermano no se esperaba mi visita. Cuando llegue, me quede parada frente a la enorme verja blanca que marcaba el inicio de los terrenos. Desde alli se veia la gigantesca estructura, erguida con arrogancia bajo un moderno diseno arquitectonico. Debia de tener mas de tres plantas y muchisimas habitaciones, y estaba pintada de blanco con un tejado azul. Era hermosa, pero senti cierto rechazo hacia ella. Ya adentro, resulto que Adrien se habia ido de viaje y se habia llevado a Aegan con el. Aleixandre, Adrik y Regan no estaban, asi que no tuve la oportunidad de enfrentarme a ellos. Henrik me mostro la pequena casita donde vivia, que estaba dentro del terreno de la mansion, pero no muy cerca del edificio principal para que no olvidara que era un simple empleado. Recuerdo que mi primer pensamiento fue: <>, pero a pesar de todo la casita era compacta, simple, muy bonita e incluso acogedora.

  • Nueve lunas de Gabriela Wiener

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    Un <> pop para embarazadas rebosante de sexo, humor y ternura.

  • Alex Maravilla. Y la Hija de su Mejor Amigo de Isabel Conde

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    De joven era un bala perdida. Alcohol, motos, sexo y una decepcion para mi familia. Me gradue en administracion y direccion de empresas de rebote, entre resacas y noches de juerga, solo para que a mi madre no le diese un infarto.

  • Una sola vez en la vida de Carlota Manzano

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    Abrochandome los botones de la camisa ante el espejo, pense que ya quisieran muchos de mi edad conservarse tan bien como yo. No quiero parecer un engreido, pero nadie podia creerse que tuviera cuarenta anos. Las chicas que conocia por ahi en los locales de copas me decian que las estaba vacilando, y es que ninguna me echaba mas de treinta o treinta y dos tacos. Supongo que el hecho de no tener ni una sola cana aun en las sienes tenia mucho que ver en el asunto. Cero canas, cero arruguitas en el rostro y cero barba, que siempre me ha gustado ir con la cara bien afeitada. Ademas, normalmente suelo vestir de manera informal y muy juvenil, pero aquella tarde de sabado tocaba ponerse un poco mas elegante, puesto que habia quedado con mi amigo Claudio para asistir a la inauguracion de un lujoso bar-pub en uno de los barrios mas selectos de Barcelona. La ropa de pitimini, como yo la llamo, la dejo para ocasiones especiales. Y para el trabajo, claro esta. Un director de banco no puede permitirse el lujo de sentarse en su despacho en vaqueros y camiseta para atender a los clientes, pero el resto del tiempo... dificil era pillarme a mi con traje de chaqueta y corbata. Ni siquiera aquella tarde. Una camisa blanca arremangada hasta medio antebrazo, un pantalon azul marino de pinzas y unos modernisimos zapatos marrones que tocaba estrenar me parecia el look perfecto para la ocasion. Ni mas mas ni mas menos. Bueno, miento. El Lotus que me habia regalado Maria un par de anos antes, puesto en la muneca, completaba mi atuendo. Con el pelo ligeramente engominado y un toque de mi perfume preferido de Calvin Klein, parecia yo el tipico senorito andaluz. Lo digo sin animo de ofender a nadie, ojo, pero esa fue la comparacion que me vino a la cabeza mientras me terminaba de abrochar los botones. En ese preciso momento recibi la llamada de Claudio. --?Como vas, Thiago? --Ya estoy listo. ?Por? --Genial, estoy por ahi en ocho o diez minutos, que me he metido en un atasco que no veas. --?Un atasco a estas horas? --Me extrano, la verdad. Si fuese a primera hora de la manana, cuando la ciudad condal es un autentico caos de gente moviendose a la carrera por todas partes para ir al trabajo, todavia... --Bueno, ha habido un pinazo con una moto. Una movida que no veas, ahora te cuento cuando te vea. --Perfecto, enseguida bajo. Claudio trabajaba en la misma sucursal bancaria que yo, solo que aquel chaval era un simple cajero, lo que no impidio, como es logico, que hicieramos buenas migas desde que entrase a currar alli seis meses atras. Mi amigo tenia treinta y seis anos y acababa de separarse cuando vino a parar alli. Lo estaba pasando mal, sobre todo porque su ex era una de esas mujeres de armas tomar que le ponia mil trabas para ver a las dos ninas cuando le tocaba recogerlas. Por mi parte, acababa de poner punto final a mi relacion con Maria, aquella mujer celosa hasta la saciedad. Tres anos y medio habiamos estado de noviazgo, tiempo suficiente para entender que lo nuestro no tenia ningun futuro. No solo por sus celos, que ya bastante con eso. Maria era una mujer con mamitis aguda cronica. Parece mentira que con casi treinta tacos no pudiera mover un pie sin el visto bueno de su madre. Aparte, todos los fines de semana sin excepcion teniamos que ir a comer con sus "papis", como ella les llamaba, al chalet en que vivian en las afueras. Y los tres veranos que estuvimos juntos... a Benidorm de vacaciones con ellos, al apartamento que los senores tenian alli, porque "?que mejor que pasar las vacaciones en familia?". Y como asi, tantas y tantas cosas mas, de modo que estaba un poco harto del tema. Mandona tambien, el colmo fue ver a las claras que aquella chica no queria tener hijos. Al principio no le di tanta importancia, pensando que con el tiempo quizas cambiase de opinion, pero al ver que me estaba equivocando de medio a medio porque nadie la sacaria de sus trece, me dije que por ahi no pasaba. Tengo cuatro hermanos, tres chicos y una chica, y bien orgulloso que estoy de todos ellos. Los cinco nos llevamos fenomenal y siempre estamos disponibles los unos para los otros en cuanto nos necesitamos. No es que pretendiera tener en el futuro una familia tan numerosa, pero queria tener al menos un par de hijos que heredasen mi apellido y mis genes. Estaba visto que con Maria tendria que abandonar mi sueno. Eso o abandonarla a ella, y opte por esto ultimo, aunque ese no fue el unico motivo, como ya he explicado. Claudio tardo algo mas de un cuarto de hora en aparecer con su Audi. Venia vestido mas o menos en mi misma linea. --Venga, sube, que nos cierran Barcelona--me dijo a la par que bajaba la ventanilla del coche. --A mi no me estreses, ?eh? que es sabado y hoy no tengo ninguna prisa en acostarme. --Toma, ni yo. Bueno, aunque manana tengo que recoger a las nenas a las once, asi que tampoco quiero enredarme mucho. --?Y todo bien? --Calla, toquemos madera--el muy vacilon se dio unos toquecitos en la cabeza con los dedos --. Ultimamente, la madre esta mas relajada. Yo creo que debe andar con alguien y por eso no chista. Vamos, que parece que esta deseando que me lleve a las crias para quedarse tranquila. --La vida sigue para todo el mundo. --Estaria bueno. Oye, ?Has visto la foto esa del local que ha salido hoy en el periodico? --No, vi una la semana pasada. --El sitio esta guapisimo, tiene un pedazo de terraza asi en plan chill out que flipas. --Veremos a ver que se cuece por alli. Nada malo, desde luego. Claudio aparco unos metros mas arriba en la misma acera y el portero nos dio la bienvenida alli en el escalon de entrada. "Esperamos que les guste el Karachi", anadio. Aquel sitio destilaba lujo por todos los rincones. El ambiente tambien era de lo mas "chic", con tanta gente elegantemente vestida, charlando animada con sus copas entre las manos. Mi amigo y yo nos acoplamos en la barra, cerca de un par de chicas mas jovenes que nosotros que andaban ya ahi sentadas en sus taburetes. Me llamo muchisimo la atencion una de ellas por su espectacular melena de rizos pelirrojos. Llevaba un traje de coctel de color rosa palido y unos altisimos tacones a juego que no le hacian mucha falta, y es que debia medir cerca de metro ochenta con ellos. No es que uno sacase ahi el metro, pero fue llegar nosotros y levantarse y salir andando hacia el bano. Un metro ochenta y cinco mido yo y aquella guapisima chavala de ojos verdes casi me alcanzaba. --Eh--Claudio chasqueo los dedos ante mis narices--, estoy aqui, espabila. Me habia quedado por unos segundos medio alelado, siguiendola con la mirada. --?Has visto que porte? Ufff, madre mia. --Ya te digo --me respondio mi companero alzando las cejas. Minutos despues, la chica volvia del bano y la escena se repitio. Ahi no pude reprimirme y le di las buenas noches educadamente al pasar junto a mi. --Buenas noches. No se limito a corresponder por cortesia a mi saludo con esas simples palabras. La preciosa sonrisa con que las acompano me cayo de propina, asi que no me lo pense mucho. Espere a que se sentase y apurase el ultimo trago de su vaso, le pregunte en voz baja a Claudio y, con su aprobacion, me acerque a ella. --Disculpa. ?Estais solas? Nos gustaria invitaros a una copa. La chica, que se quedo un poco cortada, miro a su acompanante antes de volver la cabeza de nuevo hacia mi para disculparse. --Te lo agradezco muchisimo. Mejor dicho, os lo agradezco, pero estoy hablando con ella de negocios. --Oh, perdon--Yo si que me quede cortado con su respuesta. --Lo siento mucho. Ademas, tengo que irme en breve a trabajar. ?A trabajar? Eso si que me pillo fuera de juego. Un sabado por la noche y de esa guisa... la verdad es que asi de repente no se me ocurrio a que podria dedicarse. --Planchazo, amigo mio--Claudio me hizo un gesto de resignacion con los ojos. En cambio, yo no me resigne a dejar la cosa ahi. No es que insistiese mas, pero se dio la circunstancia de que media hora despues entraron unos amigos de mi companero a los que, al parecer, hacia bastante que no veia, y se liaron a charlar. Apenas cinco minutos mas tarde, la preciosa y finisima pelirroja cogio su bolso de cartera y se dispuso a salir de alli con la otra chica, que tambien estaba de muy buen ver, por cierto. Alta, morena, con un vestido muy sexy y tacones plateados, parecia otra modelo de alta costura. Me disculpe con Claudio y sali tras ellas como un detective de pacotilla. Mi amigo se quedo flipado y quiso saber a que tanta prisa. --Ya te contare--Fue lo unico que le respondi. Capitulo 2 Ambas mujeres desfilaron hacia la puerta acaparando a su paso todas las miradas masculinas, con sus firmes y elegantes andares. Cuando las vi coger calle abajo y acercarse a un lujosisimo Mercedes blanco para meterse en el, tire para arriba y pare un taxi justo cuando la pelirroja echaba andar. --Buenas noches, ?donde vamos? --Quiso saber el taxista. Eso quisiera saber yo tambien, a donde ibamos, pero como no tenia ni idea ni era plan explicarle que teniamos que perseguir al coche blanco de delante, le dije que tirase, que yo le iria indicando. Asi pues, cada vez que la veia poner un intermitente, le indicaba que tirase a izquierda o derecha, segun procediera, y asi hasta ir a parar al comienzo del Paseo de Gracia. Cuando vi que la pelirroja aminoro la marcha y torcio a la derecha para entrar con su coche en el garaje de un edificio de alto standing, le pedi a aquel tipo bigotudo que parase ya donde pudiera. --Muchas gracias, que tenga buena noche. --Se debio poner mas contento que unas castanuelas con los cinco euros que le di de propina. --No hay de que, buen servicio, amigo. Y buena pamplina la que yo acababa de hacer, y es que... ?que narices hacia alli, en la otra punta de la ciudad, mirando como un idiota los ventanales de aquel suntuoso bloque? Tal vez la mujer habia ido a cambiarse de ropa para ir a trabajar. O quizas me la habia dado con queso y aquello solo habia sido una mera excusa para quitarse el muerto de encima. Espere como unos quince minutos, plantado ahi en la acera como un pasmarote, antes de montarme en otro taxi que me llevase de vuelta a mi casa. De camino, recibi un wasap de Claudio. --?Se puede saber que mosca te ha picado? ?A santo de que te has largado con tanta prisa? --?Sigues ahi? --Desvie el balon porque me sentia un tanto ridiculo. --Claro, seguimos aqui dandole a la alpargata, vente para aca, que no veas como se ha puesto ya esto de gente. --No, tio, tengo un poco de acidez de estomago y no me apetece mucho. --Que jodio, pues no sera por lo que has bebido hoy, que ni te has terminado el primer cubata. Venga, anda, animate. --No, gracias, prefiero tirar ya para casa. --?Eras tu el que decia que hoy sin prisas? Como veas, que te compre el que te entienda, pero tu te lo pierdes. Quizas tuviera razon, pero no me apetecia un pimiento volver hasta alli para juntarme con aquella panda de antiguos companeros universitarios de mi colega a los que yo no conocia de nada. Parecera una estupidez, pero me dije para mis adentros que lo mas interesante de ver en aquel lugar ya se habia recogido en su casa, asi que no dude en meterme en la mia, ponerme otra copa y tomarmela tranquilamente, escuchando musica en el sofa. Seguia dandole vueltas a la cabeza. Con que arte me habia despachado aquella pelirroja tan guapisima y tan bien moldeada... El viernes de la siguiente semana, al salir a mediodia de trabajar, me encontre de casualidad con un vecino y amigo con quien tambien habia salido por ahi en tiempos alguna que otra vez. Marcos entraba justo en ese momento en la zapateria de al lado del banco. --Ey, Thiago, ?ya acabaste por hoy la faena? --Me pregunto sonriendo. --Si senor, hasta manana ya no me ve ni Cristo el pelo por aqui. --?Tienes prisa? --Ninguna, ?por? --Echame una mano, tio, que tengo que comprarme unos zapatos para la boda de mi hermana, y luego nos tomamos unas canejas. --Vale. --Acepte su propuesta del tiron, y es que no tenia nada que hacer. Al menos, nada que no pudiera esperar. Despues de escoger uno de los pares de zapatos mas caros que habia alli dentro, entramos a tapear en un bar a la vuelta de la esquina. --?Tienes algun compromiso para manana? --. Estaba visto que pensaba plantearme alguno. --No, nada. --Pues vente con Israel y conmigo a tomar un copazo por la noche. Hace un par de dias me pregunto por ti. --?Donde pensais ir? --A un sitio que quizas no conozcas, pero creo que te va a gustar. Nosotros hemos ido un par de veces. Es un sitio de esos donde uno puede recrearse la vista a base de bien con los bombones que andan por alli. La vista y, si uno quiere, otras cosas tambien... Me la vi venir.

  • Esclavos de la pasion de Concepcion Marin Albesa

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    ES UNA MUCHACHA CAPRICHOSA. PERO TODO CAMBIARA CON LA MUERTE DE SU PADRE. AHORA SU TUTOR ES SCOTT. UN HOMBRE QUE CAMBIARA SU VIDA PARA SIEMPRE.

  • O’Quinn (13 Milimetros 2) de Beatriz G. Lopez

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    Diferentes indicios han llevado al narcotraficante Annibal Scorpio y a los suyos a localizar al presunto autor de las famosas muertes. La sanguinaria venganza llevada a cabo no fue suficiente, y Scorpio pide explicaciones al grupo criminal al que pertenecia el asesino. El lider, O'Quinn, no duda en negar su implicacion y buscar una via de escape.
    En la organizacion de Scorpio creian haber borrado del mapa cualquier rastro dejado por el celebre numero trece, pero nada mas lejos de la realidad: se dan cuenta de que sus problemas no han hecho mas que comenzar. Quien se encuentra detras de los ataques no es el unico que acecha al traficante. La policia le sigue muy de cerca, esperando un paso en falso para poder avanzar en la investigacion y, de paso, cazar a Annibal.
    Amenazas, tiroteos, muerte. Y la certeza de que la confianza es un lujo que no se puede permitir.

  • A la luz del amanecer de Agnes Martin-lugand

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    ?Puede alcanzarse la felicidad si nos mentimos a nosotros mismos?

  • Llenare tus dias de vida de Jackie Valand

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    Dakota se dedica a escribir y recorrer el mundo en lo que podria ser, la vida sonada de cualquier persona. Independiente, sin ataduras, superviviente y libre. Muy libre. A pesar de ello, a sus 26 anos se enfrenta a una crisis que supondra un punto de inflexion en su existencia.
    Embarcarse en un viaje a bordo del Transiberiano, la famosa ruta ferroviaria que atraviesa gran parte de Rusia, pretende ser el camino ideal para reencontrarse consigo misma y anadir esa pizca de magia que le esta faltando a sus historias. Sin embargo, un tropiezo fortuito pone su mundo del reves y consigue que se replantee lo que hasta ahora creia que era vivir.
    Un viaje sorprendente, en el que la gran premisa, sera llenar de sentido esas cinco letras. Y una mujer que, al igual que un huracan, llega para arrasar con todo a su paso. Alocada, divertida, inteligente, pero, sobre todo, INOLVIDABLE.

  • El pasajero de Ulrich Alexander Boschwitz

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    Alemania, 1938. El comerciante Otto Silbermann es un miembro respetado de la sociedad. Es, tambien, judio. Tras la Noche de los Cristales Rotos, comprueba que muchos de sus amigos y familiares han sido detenidos o han desaparecido. Solo, sin nadie a quien recurrir, consciente de ser el blanco perfecto del odio, procura hacerse invisible. Aferrado a un maletin con el poco dinero que ha logrado salvar, toma un tren tras otro, tratando de hallar la manera de huir de Alemania y fugarse al extranjero. Novela autobiografica de Ulrich Alexander Boschwitz, el manuscrito de El pasajero paso decadas desapercibido en el Archivo del Exilio de la Biblioteca Nacional de Alemania, hasta ser descubierto y publicado recientemente en ese pais, convirtiendose en un verdadero acontecimiento literario.

  • La conquista romana de Hispania de Javier Negrete

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    Esta es la historia ilustrada de una de las mayores epopeyas de la Antiguedad, la conquista romana de Hispania. Marcada por continuas guerras y conjuras, la llegada de Roma a la peninsula forjo el caracter y el destino de este territorio a lo largo de sucesivos siglos. Javier Negrete nos introduce con su habitual maestria en una epoca fascinante apoyado por la reconocida ilustradora Sandra Delgado, que ha realizado treinta obras originales para plasmar la vida, la lucha y la muerte en la Hispania romana. Cartago, los pueblos iberos o las guerras civiles, se entremezclan en un relato trepidante con personajes como Escipion, Anibal, Viriato o el gran Julio Cesar para ofrecer al lector uno de los episodios historicos mas apasionantes de nuestro pasado.

  • Cartas olor a lavanda de Carmen Calero

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    ecuerdo como si fuera ayer la primera vez que vi a Antoine. Era un mediodia caluroso, un mediodia de un julio en Andalucia cuando ni el piar de un pajaro ni el zumbido de un insecto, ni tan siquiera el ruido de coche alguno pasando a lo lejos rompia el bochorno de esa hora de la tarde. Como cada mediodia yo estaba ayudando en el negocio de mi madre, y tres chicos castano claro y espigados llegaron y se sentaron a esperar su turno detras de mi, a mi espaldas, de frente a la cara de mi hermana pequena que estaba sentada conmigo, esperando que yo terminara de mi trabajo y nos fuesemos juntas a casa a comer. Tal vez percibio mi mirada, o yo senti la suya en mi nuca, porque de pronto, cuando mire hacia atras, justo los dos cruzamos la mirada, y nos sonreimos, y enrojecida, aparte la vista rapidamente. La floristeria de mi madre, negocio familiar que ella heredo de su tia, un local pequeno, pero reformado con mucho gusto, con una parte amplia para atender a los clientes, y donde exponer todas las flores que con muy buen saber hacer y delicadeza, mi madre decoraba, solia estar en cualquier epoca del ano con mucho bullicio de gente, comprando mantillo, algun jovenzuelo comprando un ramito de claveles para su madre o su novia, o alguna vecina comprando macetas nuevas para renovar el patio de la comunidad. Aunque julio y agosto eran meses bastante tranquilos en que la tienda a esas horas solia estar bastante silenciosa. Ellos dudaban entre un ramo bonito pero sencillo o una maceta de peonias, que era la flor favorita de la madre de uno de ellos, para regalar a la casera del hostal donde estaban parando, que habia sido muy carinosa con ellos, explicaron a mi madre. Aquella misma tarde marchaban para Sevilla y querian dejarle ese detalle. Estaban parando en un hostal cerca del rio, donde por la noche les llegaba un gran olor a azahar por los naranjos que rodeaban la Ribera. --La peonia es muy exigente en sus cuidados. Es de China --les dijo mi madre--. Requiere un clima templado y hay que plantarla entre sol y sombra, y regarla frecuentemente. Le cuesta mucho florecer, pero cuando lo hace, sus flores son impresionantes y preciosas, y con un aroma muy fino. Las hay en blanco, varios tonos de rosa y en rojo. La que a vosotros mas os guste u os llame la atencion. Siempre fui una chica idealista. Timida y me gustaba sumergirme en mi propio mundo, aunque tenia muy buena relacion con mi hermana y mis padres. Creia en los cuentos, en las hadas, los duendes y las princesas. Y a toda mi vida ponia o intentaba poner algo de magia. Me gustaban las historias bonitas. Por las noches intentaba siempre fantasear antes de sonar, y de pequena siempre imaginaba mi vida paso a paso hasta llegar a lo idilico que caracteriza a los suenos, aunque sabia de la realidad de las encrucijadas, los problemas y tristezas que nos iban viniendo sin buscar. Siempre fui una chica despierta y vivaz. Mientras yo estaba acabando el centro de mesa siguiendo las instrucciones de mi madre, de espaldas a ellos, y mientras mi madre hacia el ramo por el que aquellos chicos rubios se decidieron, oia sus murmullos y sonrisas en lo que me parecio que era frances, y nuevamente aquellos ojos claros cruzandose con los mios. Mi madre termino y les entrego el ramo, ellos pagaron y marcharon. Yo me quede con un poco de tristeza, o mas bien decepcion o de curiosidad porque me hubiera gustado saber algo mas de aquel chico rubio y espigado que parecia debia ser el unico que hablaba espanol porque habia sido el que habia hablado con mi madre en todo momento. La puerta se abrio y el movil colgado tras ella sono avisando de un nuevo cliente. Era el. Se acerco a mi al rincon apartado donde yo seguia con lo mio, me pregunto mi nombre y si por favor podia darle mi direccion porque le gustaria escribirme. --Mi nombre es Antoine. Me gustaria conocerte. Le anote mi nombre y la direccion de la floristeria en una nota de papel de regalo que mi madre utilizaba para envolver los encargos. Se la di, y dandome un beso en mi mejilla de adolescente de 15 anos salio por la puerta, dejandome en un estado de ilusion y asombro que siempre senti cada vez que recorde aquellos magicos instantes. Los veranos en mi ciudad siempre pasaban mas o menos de la misma forma, condicionandonos un poco, la intensa temperatura, para salir o entrar o divertirnos o descansar. Se aprovechaban mucho las mananas y luego las tardes cuando el sol empezaba a esconderse, y las calles se habian enfriado. Yo pasaba los dias ayudando a mi madre por la manana y ocupandome un poco de mi hermana pequena. Comer, descansar en la siesta y cuando el fresco ya se hacia presente salir con mis amigas a pasear, o al cine de verano, y algunos dias a la piscina. Quedaba una semana para salir de vacaciones, al norte como cada ano, alejandonos del calor que tanto a mi madre como a mi, tan poco nos gustaba y ademas, segun como, alguna vez sobretodo a ella, nos sentaba mal. Adoraba el norte, con sus profundos y verdes valles, sus rios de aguas bucolicas y cristalinas, playas de arena dorada y fina que contrastan con los suntuosos acantilados que emergen en sus pies. Tierra de valientes navegantes, de barquitos de madera, de grandes y plateadas olas, de infimos sonadores y hombres fuertes de metal. El mar es el verdadero dueno de estos lugares, los magnifica y los sella con su diseno, agota nuestra fantasia y nuestra voluntad. Tierra de pescadores y barquichuelas. Cada verano desde que yo tenia unos 10 anos pasabamos en el norte nuestras vacaciones, en las que me reencontraba con mis amigos de verano, y en donde redescubriamos juntos la ciudad y asi cargaba mi mente de recuerdos y planes de proyectos para realizar el verano del ano siguiente. En el norte todo era diferente. Sentia volar, me elevaba sobre las casas de pescadores hasta llegar al mar, testigo de la historia, de amores de verano, de familias enteras banandose al morir las tardes de agosto. El sol escribia en mi espalda mientras estaba tumbada en la playa con mis amigos, percutida por la arena que impactaba en mi piel, atizada por el viento. Alli en esas tierras tan verdes y frescas y tan diferentes a la mia, toda la familia cogiamos la energia y el descanso necesario para volver y seguir un ano mas. Nos encantaba visitar cada pueblecito de la zona, donde parece que la vida trascurre con tanta lentitud y sosiego. Montes verdes, de intenso y variado verde incluso en el fuerte verano, salpicado de montanas, con robles, castanos y abetos, y las maravillosas casas con sus tejas negras y verdes. Y ese mar Cantabrico, esas playas, que mueren en unos acantilados enormes altos y escarpados. Y tambien nos encantaba pasear por el puerto, viendo como los pescadores salian y entraban con sus barcos, algunos sin capturar nada, lamentandose de su mala suerte. Otros muy contentos con su marco lleno de arenques y alguna que otra buena pieza. Y relajada y con el alma renovada y limpia, y la mente llena de recuerdos e ilusiones, volviamos a casa. Tocaba con los dedos la realidad de lo cotidiano, y volvia al dia a dia del verano de Andalucia con mis amigas. Habia pasado casi un mes desde aquel encuentro con aquellos chicos en la floristeria y yo andaba ya absorta preparando las cosas para la vuelta a clase, casi olvidada de ese encuentro casual, pero tan bonito, inocente y espontaneo, cuando un medio dia mi madre me llamo. --Maria, tienes una carta. La ilusion y la emocion que me recorrio el cuerpo al comprobar que la carta venia desde Paris es indescriptible. La incognita del contenido, la alegria al recordar los ojos de aquel chico. Mis manos juguetearon un poco nerviosas con el sobre. La gran emocion hacia que el gesto de abrirla, que hubiera sido rutinario por la costumbre de recibir otras muchas cartas de muchos amigos que tenia fuera de mi ciudad, abrir aquella de aquel desconocido y ver que me decia, en aquel momento fue algo sublime.

  • El fantasmocopio de Carlos Enrique Freyre

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    ?Que pasaria si, de pronto, descubriesemos que la muerte no es el final?, ?que no existe el cielo ni el infierno?, ?si comprobamos la existencia de Dios? ?Que pasaria si pudiesemos comunicarnos con los muertos?

  • ?Quien mato a Veronika? de Anna Simon

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    Anna Simon nos presenta ?Quien mato a Veronika?,novela en la que imprime fuerza narrativa y suspenso; un thriller policiaco entretenido que logra atraer la atencion del lector de principio a fin, paseando su historia con lujo de detalle por una convulsionada metropoli como lo es Nueva York. Da cuenta de la vida de una emigrante europea que llega a esa gran selva de cemento, como muchas personas que quiza nosotros conocemos, esperanzadas por el deseo de triunfar en una nueva vida, la cual le traera sorpresa tras sorpresa; se ve envuelta en una complicada trama entre escenarios de shows nudistas y gente que va desde los adinerados ejecutivos de Manhattan hasta los ordinarios traficantes del Bronx. Es asi como dominada por este mundillo de dinero, luminarias y traiciones, encuentra su destino en un callejon oscuro en las peores condiciones de muerte.?Quien mato a Veronika?…Esa es la tarea encomendada a un recio teniente de la policia de Nueva York, rodeado de algunos personajes que le aportan a la historia un ingredientes de suspenso y alta tension, hasta el insospechado final.

  • Lo que provocas en mi de Vega Manhattan

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    Lo que provocas en mi... Del verbo provocar... Palabra interesante donde las haya, ?no te parece? Porque puede significar una gran variedad de cosas. Y de cosas dispares, ademas. Y te lo demuestro. Y lo hare porque te conozco y se exactamente lo que ha pensado esa mente calenturienta al leer el titulo de la historia. ... ?Ves? No puedes negarlo. Que dano hicieron las cincuenta sombras, ?eh? Como decia, para ayudarte a abrir la mente, he buscado en el diccionario de la Real Academia Espanola de la Lengua sus significados (si, soy muy pedante y, ademas, sabia que tu no lo ibas a hacer. ?Como podria explicarme entonces?) En fin... Provocar, del latin provocare (lengua muerta que, por alguna razon que se me escapa, se sigue estudiando) tiene, nada mas y nada menos, que cinco significados. Significado numero uno: Producir o causar algo. Y en ese algo entra todo lo que te puedas imaginar y haz el favor de dejar de pensar en lo otro que no es su turno. Piensa en cosas como tristeza, nerviosismo, enfado, malestar, emocion, alegria… Por ejemplo, todos hemos vivido eso de que la pelicula del sabado por la tarde nos provoque tristeza. Y no por lo mala que es, que tambien, sino porque es inevitable no sentirse triste cuando ves a la protagonista llorar porque la ha traicionado su mejor amiga y al final termina provocandote lagrimas a ti. Aunque bueno, la situacion tambien te provoca un poco de indignacion porque dices "hija mia, si es que se veia desde el principio la clase de elemento que era, !?como no te has dado cuenta?! Y llega hasta a provocarte enfado, ?o no? Pero no todas son emociones negativas, tambien las hay positivas. Como la satisfaccion que te provoca ver como el o la que te engano y te hizo sentir tan miserable es ahora el portador o la portadora de semejante cornamenta. Bien... La verdad siempre por delante. Eso no solo provoca satisfaccion, no. !Provoca felicidad plena! Y risas. !Muchas risas! Como carcajadas te provoca el encontrarte con el dueno del micropene que te jodio aquella noche. Y no precisamente de buena manera. Y te provoca risas con el tiempo, porque en ese momento en el que pensabas que ibas a vivir el mejor momento de tu vida sexual y te encontraste con la triste realidad de que ni el menique lo superaba, lo que te provoco fue el trauma de tu vida. Menos mal que el tiempo lo cura todo, ?eh? Significado numero dos: Buscar una reaccion de enojo en alguien irritandolo o estimulandolo con palabras u obras. El claro ejemplo aqui del petardo o la petarda de turno que aun no entendio eso de "solo amigos" y que no deja de insistir. E insistir. E insistir... O el o la que no entiende un "dejemoslo aqui, no voy a discutir mas" y sigue erre que erre. Ese tipo de ser tocapelotas te esta provocando. A ti. Simple y llanamente. Esta buscando desatar todos tus demonios y que pienses "que sopapo tienes..." Significado numero tres: Excitar en alguien el deseo sexual. El tuyo, adjudicado. Mente calenturienta... Significado numero cuatro: Vomitar lo contenido en el estomago. No la voy a explicar porque entonces voy a quedar yo como la mente calenturienta principal. Que cada quien vomite lo que quiera. O que se lo quede dentro. Significado numero cinco: Incitar el apetito, apetecer, gustar. ... ?No podias pensar en "me provoca un Donut"? ?Se te tenia que venir a la mente precisamente eso? ?Desde cuando no...? Por Dios, !calenturienta es poco! En definitiva, para lo que da una palabra, ?eh? Y lo que nos puede llegar a provocar eso a lo que llaman amor. Capitulo 1 Paula --!Maldita desgraciada! Cierro los ojos con fuerza, aprieto la mandibula para no maldecir y levanto la mano para limpiarme la cara. Noto la viscosidad y aprieto con mas fuerza mis dientes. Joder, esta por todos lados. ?En serio me esta pasando esto a mi? !?A mi?! --!No se preocupe, tendra para la lavanderia con todo lo que nos ha robado, zorra! --exclama un "senor", suena furioso. Vaya, hombre. Gracias. Que consuelo… ?Y para la peluqueria no me da? Porque falta me va a hacer, sobre todo cuando noto como otro huevo impacta sobre mi, en mi cabeza. Enfadada, tras limpiarme, como puedo, la cara, abro los ojos y observo al pequeno grupo de personas que tengo enfrente. Gente normal y corriente que me mira con sus ojos inyectados en ira. Lo que, siendo sincera, tambien es algo normal y corriente... Lo que no es normal ni corriente es que tengan cartones de huevo en las manos y que, ademas, esos huevos terminen sobre mi cuerpo. La gente, generalmente, no suele amarme. Eso es cierto. No es que yo sea odiosa, sino digamos que... ?Demasiado clara y sincera? ?Demasiado brusca? ?Demasiado fria como dicen algunos? Quizas. Y quizas por eso tengo pocos amigos. Vale, solo tengo una amiga y aun no se por que sigue a mi lado. Pero ese no es el tema. No es que la gente me odie... Creo. Es solo que, digamos... No suelo caer demasiado bien y no es algo que me importe, la verdad. Vivo mejor desde que todos se mantienen alejados. Sufro menos. Lo que quiero decir es que aun con todo esto, que me tiren huevos no es algo normal. Pero tampoco deberia de pillarme por sorpresa porque mas de una vez me han amenazado con ello. Aunque nunca pense que llegasen al extremo de demostrarme, con la practica, que no era una amenaza vacia. Suspiro pesadamente. Huevos... !Huevos! Con lo mal que dejan el pelo, !por Dios! Que una vez, por hacer caso a las pamplinas que nos venden en internet, me puse una mascarilla casera de huevo, hecha por mi misma, en el pelo. Suavidad extrema decian... Una mierda suavidad. Mi pelo termino pareciendo estropajo puro y a punto estuve de raparme porque eso no habia quien lo mejorara. No me quiero ni acordar de lo mal que lo pase. Y de nuevo lo mismo. --Senores, por favor --el guardia de seguridad del edificio donde trabajo aparece. Por fin. Ya podia haberlo hecho antes y haber evitado que los dichosos huevos reventasen en mi cara, pero no, el capitulo de la telenovela turca que seguramente veia mientras debia estar mirando las camaras de seguridad seguro que era mas interesante que salir a averiguar por que un grupo de gente con cartones de huevos estaba esperando fuera. Que yo me di cuenta cuando ya los huevos volaban hacia mi, ?pero el? En fin... Aunque tarde, se acerca a la pequena multitud reunida frente a las puertas del edificio y tras entender lo que ocurre y mirarme con cara de espanto (o de miedo porque prometo que le va a caer una buena encima), intenta poner orden. A su manera. --Senores, por favor --tartamudea-- !Seamos civilizados! Sin poder evitarlo, pongo los ojos en blanco. Por cosas asi, por mostrar naturalmente lo que siento cuando lo siento, no tengo amigos (por eso y por lo rencorosa y mala pecora que puedo llegar a ser si me hacen dano). Y es que se, demas, que eso sera todo, que el desgarbado senor que tengo enfrente con pelo postizo y bigote descuidado y que lleva consigo una porra de juguete que no usara en la vida porque el tembleque no lo dejara ni atinar a cogerla, no tendra sangre para nada mas que para pedir orden. Y le tiembla la voz al hacerlo, con eso te lo digo todo. A saber si ni siquiera aviso a mi jefe o, lo que seria mucho pedir, a la policia. Es decir, que ha salido para nada. Seria mas util si siguiera viendo series turcas y resenandolas en las redes para ayudar a la gente con su opinion. Si se dedicara a eso, seria el mejor en su trabajo, te lo aseguro. Pero no, se tiene que dedicar a no hacer el huevo. Y nunca mejor dicho. --?Civilizados? --grita otro "senor"-- ?Con esta perra? Enarco las cejas y resoplo. ?Yo? ?Perra? ?Primero zorra y ahora perra? Pero que mania con insultarme. !A ver quien es el que se esta comportando como un animal aqui! Por Dios, !si hasta me han tirado huevos! !!!Huevos!!! ?Deberia de coger uno y estamparselo en la calva? La imagen del huevo cayendo por esa nariz aguilena que tiene me consuela un poco. --!Nos ha robado! --grita, a todo pulmon, una "senora" de mediana edad con el pelo canoso a la que no le vendria mal una mascarilla capilar. ?Le estampo un huevo a ella y asi sera ella quien tenga que raparse? Porque entre como tiene el pelo y el huevo... Robado dice. Ya... No soy una simple perra, soy una perra ladrona. ?Que sera lo siguiente? -- Maldita picapleitos chupasangre. !Vas a pagar por esto! --me amenaza un "senor" que debe estar cercano a la jubilacion, que suda demasiado y que tiene una prominente barriga. "Senor" al que parece que se le va a salir la vena del cuello cuando grita. Suspiro, de nuevo, pesadamente, porque se que se puede meter en un problema aun mas grave por esas palabras y aunque deberia de desear que eso ocurriera, no es asi. No soy tan mala persona y en el fondo, muy en el fondo y aunque nunca lo diga en voz alta, puedo llegar a entender lo desesperados que se sienten. Pero no por ello entiendo que se comporten asi; jamas justificare ningun tipo de violencia. Son gente normal y corriente que en situaciones normales y corrientes no le harian dano ni a una mosca. Y se que lo que estan viviendo no es algo normal ni corriente para ellos. Puede que para mi sea mi pan de cada dia, porque veo cosas asi casi a diario, pero para esas cinco personas que tengo delante, lo que estan viviendo es algo excepcional. Y seguro que un infierno. Y se como puede cambiar alguien cuando vive lo que les ha tocado a ellos vivir. Y hasta la persona mas inocente del mundo se puede convertir en lo peor. Lo se por experiencia. Pero maldita sea, ?mi culpa? !Ni de cona! No tengo la culpa de nada de esto.

  • La habitacion de Giovanni de James Baldwin

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  • Murray. North Group de Fanny Ramirez

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    Murray Steven, es dueno de NORTH GROUP una de las empresas mas emblematicas de nueva york, junto con sus cinco mejores amigos. Sabe lo que quiere, lo que desea y lo que mas ansia tener es algo que no puede conseguir con dinero como esta ya acostumbrado.
    Cecilia Davis, duena del catering asociado a North Group, ha vivido la mas amarga infancia. Rodeada de mentiras, maltratos, solo su trabajo la hace feliz, por lo que el amor no entra en sus planes. ?Pero que pasa cuando es inevitable y la atraccion es tan fuerte que no puede controlarse?

  • F*llame como si salieras de la carcel de Jorge Borges

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    Toda mi vida he sido su protegida.
    Desde los 16 anos.
    Ahora tengo 21.
    Erik lleva 3 anos en la carcel.

  • Te estoy viendo, Clare Mackintosh de Clare Mackintosh

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  • La Biblia perdida de Igor Bergler

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    La Biblia perdida es un thriller trepidante y adictivo, cuya accion vertiginosa y giros inesperados arrastran al lector en un pasado historico que se desvela antes nuestros ojos rico de vividos detalles.

  • Ninos en el tiempo de Ricardo Menendez Salmon

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    Y asi como el instante de la concepcion, ese misterioso empuje en el que dos principios colisionan para cambiar el curso del mundo, resulto inaudible, con ambos actores ajenos a lo que nacia dentro de los cuerpos, asi el instante de la desgracia fue tambien silencioso. Solo mas tarde, al entrar en casa desde el jardin de juegos, descubrieron la sangre empapando el pantalon del nino. Ese mismo nino que los miraba con ojos inocentes, sin huella de dolor o de sorpresa, ignorante de que algo se habia quebrado dentro de el fatal y decisivamente. De modo que piernas arriba, con menos temor que asombro, siguieron el dibujo de la macula, aquel flujo que no era rojo, como quiere el lugar comun, sino negro y espeso, como canto el primer poeta, hasta llegar al pequeno y tierno agujero por donde el hijo amado se vaciaba igual que una taza rota. Entonces los conmovio el espanto. II Cuando supo que su hijo estaba desahuciado, Antares se recluyo en el silencio. Lo hizo porque comprendio que solo la palabra crea la verguenza. Y el sintio verguenza: verguenza de sobrevivir al nino, verguenza de tener ganas de defecar, verguenza de su necesidad de sueno. Asi que callo. Callo durante setenta y dos horas, el tiempo transcurrido entre que el oncologo le dijo que su hijo iba a morir y el instante en que el nino se apago sin ruido ni ira, como una vela soplada por un viento dulce y caritativo. Nunca, desde que en la infancia le extirparan las amigdalas, habia permanecido tanto tiempo en silencio. Quiza por eso, cuando tras la hora setenta y dos abrio la boca con intencion de hablar, de su garganta solo broto una especie de grunido, un lamento confusamente humano, mas cercano al sonido de una sierra al morder la madera que al lenguaje articulado. Antares supo entonces que, por mas que se desee, no se puede nombrar lo innombrable. III Las cosas que los muertos dejan tras ellos. Esa vida privada, inmune a la fatalidad, de los objetos, las reliquias, las posesiones. La estupida permanencia de una cuna, un peluche, un sonajero. La inerte materia de la que estan hechos un pijama de bebe, la tetina de un biberon, la pila ya para siempre identica de los panales. Cuando Antares regreso a casa, cuando cruzo aquel umbral que llevaba anos siendo un lugar seguro, las correspondencias cambiaron, el mapa giro en un vertigo loco, se deslizo un idioma desconocido en el lexico familiar. Como seguir llamando habitacion del nino a aquel cenotafio inmundo; como seguir viendo la banera vacia como una promesa de juegos; que disciplina del sueno y de la vigilia aplicar a las noches de pronto sin llantos, hambre ni compasion. La paternidad es una provincia pedagogica; la orfandad es una escuela desolada. El discipulo, aquel que ha aprendido por necesidad y por sentido del deber las obligaciones de ser padre, se convierte en un salvaje a quien los pronombres fallan, los sustantivos hieren, los verbos esquivan. La casa, la ficcion de un hogar estable, se transforma en una jungla donde amenazan animales impios. Se vuelve la mirada con la esperanza de encontrar un gesto reconocible, pero se halla solo una ausencia blanca y absurda, el insoportable ruido de fondo de un mundo hueco. Por eso, cuando el nino murio, su realidad se descompuso. El posesivo su es la clave, porque lo mas doloroso de la experiencia de la muerte es constatar algo que se sabe desde siempre, pero que jamas se acata con resignacion. Que el mundo trascurre ajeno a nuestros anhelos y padecimientos; que precisamente porque el mundo permanece indemne ante cada pequena catastrofe, son mi mundo, su mundo, nuestros personales e innegociables mundos los que se desmoronan. Aquella primera noche. Como olvidarla. Como decirla. Aquella primera noche en que los perros ladraban en la penumbra algo parecido a su desamparo, y dentro de la gran casa vacia, donde ya nunca brillaria la risa, Antares comenzo otra especie de busqueda. IV Esa busqueda que, acaso sin anunciarse, habia empezado al abandonar el hospital y alla dentro, en la colmena de su arquitectura funcional, dejar el cadaver del nino. Los gestos imposibles que hay que llevar a cabo: despedirse del equipo medico, recoger las ropas que ya nadie usara, liquidar cuestiones practicas con los encargados de la funeraria. No es una tarea hecha a medida humana. O si. Es humano, demasiado humano, tener que seguir adelante cuando todo pronostica que la posteridad, el porvenir, el manana, son lanzas clavadas en el costado de la cordura. Sentado junto a la ventana que miraba al jardin lluvioso, mientras el limonero que planto cuando supo que iba a ser padre temblaba bajo el viento, Antares penso en el trayecto de vuelta a casa, en el y en su esposa, la madre desolada y casta, un absurdo de la carne y de la emocion, reunidos en el coche como dentro de un cofre atomico, ideado para hacer frente a un desastre de proporciones universales. Recordo como permanecieron alli, quietos durante un largo, insolito minuto, saboreando su nueva condicion de huerfanos, heridos por la evidencia de que tras ellos, en la parte posterior de la maquina, ya no habia nadie, ya no habia nada. Y recordo tambien como, al girar la llave del contacto, el lector de musica se puso en marcha y arranco al disco que contenia en su interior una cascada de notas alegres, joviales, hirientes por inapropiadas, y un estribillo innoble, que a ambos les procuro lagrimas de rabia y una furia sorda y brutal, que destilo en sus bocas ya no el sabor de la ceniza o de la sangre, sino el de los agravios. V La carne cremada. El horno y sus fauces verdosas, como un gran cepo atrapado en el musgo. El bramido del fuego al alzarse, el chasquido de las mandibulas de hierro. Nadie, nunca, los habia preparado para semejante imagen. De que servian los libros leidos, los paisajes admirados, la interpretacion, la glosa, la sabiduria, la capacidad para la critica y el analisis, el juicio educado y selecto ante aquel rito. Para nada. No servian para nada. Y cuando les mostraron la urna, aquel objeto lacado, de aspecto pulcro, en el que supuestamente reposaban las cenizas de su hijo, ninguno avanzo las manos para tomarla. Ambos se miraron como extranos, viajeros arrojados por el mar a una costa abrupta, llena de peligros, y durante un insoportable lapso de tiempo permanecieron en pie, fracasados, vidas en llamas, esperando que alguien los arrancara del embrujo de la quietud, mientras el hombre de la funeraria, que olia a locion de afeitado y vestia un traje negro, contaba en silencio hasta veinte. --Cojanla, por favor --exigio al fin la voz educada pero firme--. Un dia les hara bien. Y aunque Antares no supo si era la experiencia, la impaciencia o el mas intolerable de los cinismos quien hablo desde aquellos labios, si recuerda que fue el quien extendio los brazos y recogio el tamano de su desdicha.

  • El Pozo de Sandra Kyuumei

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    Se lo preguntaba por las noches cuando las dudas sobre mi futuro me embargaban. Nunca nadie creyo mi como lo habia hecho ella y por eso le estaba eternamente agradecido. Ella era la unica que veia algo en mi y por eso me negaba a separarme de su lado. Por primera vez podia vislumbrar una vida duradera con alguien mas.

  • La cocinera de Oak Farm (Oak Hill 3) de Marian Viladrich

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    Tercera entrega de la serie <>, iniciada con La chica de su hermano y Regreso a Oak Hill.

  • Empiezo a recordarte de Noe Casado

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    A nadie le sienta bien que le den planton, pero solo duele la primera vez. Para cuando vuelve a ocurrir, uno ya esta anestesiado. Eso, al menos, es lo que quiere creer Pierce, por lo que al abandono de su ultima
    pareja no le dedica siquiera cinco minutos de su tiempo, y menos aun cuando toda su atencion esta centrada en la remodelacion de un antiguo palacete renacentista, propiedad de su familia, que quiere convertir en hotel de lujo.

  • Las voladoras de Monica Ojeda

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    Bajar la voz? ?Por que tendria que hacerlo? Si uno murmura es porque teme o porque se averguenza, pero yo no temo. Yo no me averguenzo. Son otros los que sienten que tengo que bajar la voz, achicarla, convertirla en un topo que desciende, que avanza hacia abajo cuando lo que quiero es ir hacia arriba, ?sabe?, como una nube. O un globo. O las voladoras. ?A usted le gustan los globos? A mi me encantan, sobre todo los que mama ata a los arboles para espantar a los animales del bosque. A las voladoras no les gustan los globos y siempre los revientan. Hacen !bam!, y con eso yo ya se que son ellas. Mama les grita mucho: les lanza zapatos, les lanza tenedores. Pero las voladoras son rapidas y lo esquivan todo. Esquivan los cascos de los caballos de papa. Esquivan los balidos de las cabras. Yo he llorado mucho por esto, y si ya no lo hago es porque me dan miedo las abejas que se prenden de mis pestanas. Si quiere que se lo explique bien, mireme. En mi cara esta toda la verdad, la que no tiene palabras sino gestos. La que es materia, la que se escucha y se toca. Vera, es cierto que las voladoras no son mujeres normales. Para empezar tienen un solo ojo. No es que les falte uno, sino que solo tienen un ojo, como los ciclopes. Yo sone con una de ellas antes de que entrara a nuestra casa por la ventana de mi habitacion. La vi sentada, rigida, dandole de beber sus lagrimas a las abejas. Pocos saben que las voladoras pueden llorar, y los que saben dicen que las brujas no lloran de emocion, sino de enfermedad. La voladora entro llorando con su unico ojo y trajo los zumbidos a la familia. Trajo la montana donde jadean las que aprendieron a elevarse de una forma horrible, con los brazos abiertos y las axilas chorreando miel. A papa le disgusta su olor a vulva y a sandalo, pero cuando mama no esta le acaricia el lomo y le pregunta cosas muy dificiles de entender y de repetir. En cambio, si mama esta presente, el intenta patearla para que salga de la casa, le escupe, se saca el cinturon y golpea las puertas y las paredes como si fueran a gemir. En secreto, yo dejo las ventanas abiertas por la noche para escuchar el rezo de los arboles. Los oigo y me arrullo con ellos aunque a veces tambien me da escalofrios el negro fondo de sus oraciones. La voladora tiene el pelo negro, ?sabe?, como el mio y como el canto de los pajaros del monte. La siento acurrucarse entre mis piernas en las madrugadas y me abrazo a ella porque, como dice papa cuando mama no lo ve, un cuerpo necesita a otro cuerpo, sobre todo en la oscuridad. He aprendido a amar sus lagrimas. Usted no sabe lo que es amar un pelaje como si fuera un cabello, pero vera: en mis suenos, la voladora tiene un paisaje y una tumba. Tiene montanas y un muerto al que llorar. Yo nunca he sabido por que llora ni por que sus lagrimas sirven de alimento para el zumbido divino. ?Sabe usted que el sonido que hacen las abejas es la vibracion de Dios? Mama le teme a los panales por eso. Y odia a la voladora porque es una mujer que inquieta a los caballos y le da de beber su tristeza a las abejas. <>, dice sudando y tocandose el cuello. <>. Y es que ella mira a mama con su unico ojo sin hablar. Es esa falta de palabra lo que mas molesta a los caballos. Las cabras, en cambio, se tranquilizan si la voladora llega seguida por un enjambre y moja la tierra con su llanto. Yo no entiendo por que mama la odia y a la vez la observa con las mejillas rojas y calientes. No entiendo por que a papa se le tensa el pantalon. La montana es el verdadero hogar de las voladoras, una casa que siempre nos ha dicho cosas importantes, pero en la mia esta prohibido acercarse. Segun mis padres es un templo de sonidos terribles, de ruidos de pieles, unas, picos, colas, cuernos, lenguas, aguijones... Alli se van volando las abuelas, madres e hijas que se extravian, pero lo que mas me da miedo es el sonido de las plantas. Esos crujidos verdes que llaman a la voladora y la alejan de mis caderas. Fue mi padre el primero en ensenarme que Dios es tan peligroso y profundo como un bosque. Por eso nuestros animales estan domesticados y jamas traspasan las vallas, salvo uno que otro caballo enloquecido por la divinidad. Cuando un caballo enloquece, papa dice que es porque el-Diosque-esta-en-todo despierta en el corazon del animal. <>, me dijo. Pero la voladora es el bosque entrando a nuestra casa y eso no habia pasado nunca. Nunca habiamos sentido el delirio divino tan cerca, ni tampoco su deseo. Porque en el fondo, creame, yo le estoy hablando del deseo de Dios: el misterio mas absoluto de la naturaleza. Imagine ese misterio entrando a su casa y ensanchandole las caderas. Imagine a las plantas sudando. Imagine las venas brotadas de los caballos. La voladora hace que papa se manche los pantalones y que mama cierre muy fuerte las piernas. Hace que yo me unte las axilas con miel y suba al tejado a probar el aire. A pesar de eso la amamos y el amor tiene su propia forma de conocer, ?entiende? Yo amo su pelaje como si fuera un cabello. Amo su naturaleza. El dia en que sangre por primera vez ella desaparecio durante una semana. Mama fingio ponerse contenta, pero en las madrugadas regaba leche en el suelo de la cocina que luego lamia con toda su sed. Se subia al tejado con las axilas como un panal. Volaba unos metros. Caia desnuda sobre la hierba. Papa y yo la veiamos sufrir a escondidas y, a la manana siguiente, la escuchabamos decir: <>. Pero la voladora regreso y lloro sobre mis pezones con su unico ojo y mis pezones, grandes y oscuros como los rezos de los arboles, despertaron. Espero que lo entienda: un ser asi trae el futuro. Y despues de unos meses yo empece a hincharme y todos los caballos enloquecieron. Todas las cabras durmieron. Usted tiene que explicarle a la congregacion que esto fue lo que sucedio: que a papa le turbaba que yo durmiera con el zumbido de las abejas. Sudaba. Se tocaba debajo de los pantalones. Mama, en cambio, se corto el pelo y lo enterro al pie del manzano mas viejo del bosque. Tiene que contarles que la voladora llora y revienta los globos y vacia los panales, pero que yo amo su pelaje como a un cabello. ?Que se hace cuando una familia siente cosas tan distintas y tan similares a la vez? Yo rezo hacia arriba y el ojo de la bruja se tuerce. Suben las abejas. ?Sabe usted lo que hace en la sangre el zumbido de los panales? Las lagrimas mojan mi cuerpo por las noches. Todavia duermo con la voladora y, a veces, papa mira igual que un caballo en delirio la linea irregular de la valla que separa nuestra casa del promontorio. Yo no me averguenzo del tamano de mis caderas. No bajo la voz. No le tengo miedo al pelaje. Subo al tejado con las axilas humedas y abro los brazos al viento. El misterio es un rezo que se impone. SANGRE COAGULADA Me gusta la sangre. Alguna vez me preguntaron: <>. Y yo respondi: <>. No recuerdo un solo dia que no haya abierto mi cuerpo para ver la sangre brotar como agua fresca. Agua pura de jardin. Agua tibia de amapola. Recuerdo que de nina me caia a proposito. Me quitaba las costras y las dejaba sobre las sabanas, la banera, el plato frio de Firulais. Tocaba mi sangre. Olia mi sangre. Recuerdo la piel de gallina. Hay tantos colores que si los juntas parecen un arcoiris malo y bruto, pero yo soy como los inuit: veo cientos de rojos cuando abro una herida y la arano para que se manchen mis unas de verdad. Me gusta que las unas se ensucien por debajo, que parezca que se van a salir. Que se noten mis huellas digitales. Que atardezca y se oxiden las nubes. A veces cuento los tonos y me pierdo con tanto numero largo, tanto numero feo. Tambien he intentado nombrarlos en mi cabeza: rojo caracha rojo terreno rojo aguja rojo raspon. Pero luego olvido los nombres y tengo que inventarme otros: rojo canoa rojo higado rojo pulga. Yo recuerdo todo. Por ejemplo, mi piel de gallina y la cabeza de gallina rodando en circulos junto a los pies de la abuela. Son dos cosas distintas pero iguales: mi piel levantada, la cabeza caida dibujando la forma de un vientre hinchado. Una redondez perfecta, como Dios. <>, decia la abuela. Ella era gorda y besaba a los animales antes de decapitarlos o degollarlos. Los besaba en el cogote. Los besaba en las pezunas. Sus cabezas caian rodando sobre un mismo eje igual que un trompo o en espiral, como la concha de un caracol. Geometria divina. A veces yo beso la sangre de los animales y los labios se me ponen pesados, urgentes. Me quedo asi hasta que la sangre se seca y se pone rojo oscuro. Rojo pelo de arbol. Rojo cabeza de montana. Tambien beso mi sangre, pero menos, porque me da verguenza. Es un gesto privado como cuando cierro la puerta, me miro al espejo y me pego. Son bonitos los chichones: los hematomas los cardenales

  • Un noruego valiente para una bailaora ardiente (Adonis tours 3) de Ana E. Guevara

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    Me llamo Erik Jakobsen y soy oriundo de Hjelset, una ciudad noruega que no llega a los mil habitantes, anclada en la provincia de Molde. Creci entre fiordos, montanas, islas y cascadas, y creo que parte de esa naturaleza salvaje la llevo dentro de mi. De pequeno me acompanaron las historias de trols, de espiritus de la montana y de hadas del bosque. Hasta que, en mi adolescencia, descubri la biblioteca del pueblo y devore uno tras otro todos los libros que se pusieron a mi alcance. Ernest Hemingway es mi autor favorito, y desde que lei Por quien doblan las campanas supe que algun dia visitaria el pais que, de forma tan desgarradora, describia en sus paginas. Aprendi espanol, y aunque mi acento es bastante marcado, mi gramatica es impecable. Me hice un amante de toda la cultura espanola: en verano servia gazpacho a mis amigos, sabia bailar La Macarena, y en cada festival de Eurovision le daba los twelve points a Espana. El problema es que mis suenos ibericos chocaban con los de mis padres y mis amigos. Para ellos estaba claro que yo heredaria la serreria de mi padre y que me acabaria casando con alguna de las muchachas del pueblo de mas o menos mi edad --os recuerdo que no somos ni mil en Hjelset, con lo que mis posibilidades no son gran cosa--, con la que tendria tres o cuatro robustos hijos. Decidi estudiar Filologia Hispanica en la universidad a distancia, lo hacia por las noches, en secreto, como si fuera algo de lo que sentirse avergonzado. Un hombreton como yo escondido siempre entre libros era una aberracion para mi familia. Entre libros del Siglo de Oro, coplas de Manolo Caracol y videos de Massiel pasaba mis ratos libres acercandome un poco mas a esa cultura que me habia entusiasmado. Por eso, cuando vi el anuncio de una empresa espanola que buscaba extranjeros para guiar tours turisticos, no me lo pense. Cumplia con las exigencias que pedian: medir mas de un metro ochenta y hablar castellano fluido. Ademas, gracias a mi casi obsesiva lectura de los clasicos espanoles me sabia muchisimas expresiones tipicas del pais como pardiez, tunante o vuecencia. Ese trabajo iba a ser mi gran oportunidad. Meti mis exiguas pertenencias en una mochila de acampada y me fui dejando una nota para mis padres: <>. Ya sabia que no iba a ser torero, pero queria dar un toque dramatico a mi despedida, ademas de que supondria que en el pueblo los rumores serian mucho mas suculentos asi. Me sentia como Hemingway, a punto de lanzarme a una aventura en Espana de la que no sabia si saldria vivo. Tengo cierta tendencia natural al dramatismo, por si no os habiais dado cuenta. Desembarque en Madrid, una ciudad que cuenta ella sola con mas de la mitad de los habitantes de toda Noruega, y con un invierno mas calido que el mejor de los veranos que yo habia conocido nunca. Pero yo me sentia feliz, liberado y preparado para cualquier tipo de aventura. Capitulo 1 Adonis Tours, asi se llamaba la empresa para la que iba a trabajar en el mejor lugar sobre la tierra, o asi me lo parecia a mi. Nos ofrecian alojamiento, venir a buscarnos al aeropuerto, y todo eso <>, como rezaba el e-mail de confirmacion que habia recibido una vez que aceptaron mi candidatura. Asi que meti mis pantalones de pana, mis camisetas termicas, mi plumifero, todos mis gorros de lana y unas cuantas camisas de franela en una maleta y me embarque en un vuelo rumbo a Madrid. Os dire una cosa por si no lo sabeis: en Madrid hace mucho calor. Mucho mucho calor. O eso me parecio a mi cuando aterrice en abril y el termometro marcaba veintidos grados. Cuando yo me subi al avion en Noruega habia cuatro grados, asi que la diferencia de temperatura fue lo primero que me llamo la atencion. Empece a sudar como un pollo y tuve que quitarme capas de ropa en medio del aeropuerto. Lo segundo que me sorprendio fue el ruido. Estoy acostumbrado a vivir en plena naturaleza y la jungla de asfalto de Madrid fue toda una sorpresa para mi. El aeropuerto en el que aterrice seguramente contenia mas personas que todas las que habia en mi provincia, y la mayoria hablando muy alto. Eso hizo que mi primera interaccion con una espanola fuera un desastre tirando a catastrofica. Nada mas bajar del avion, vi a una chica hablando a voces con un joven, yo supuse que se estaban peleando y fui a defender el honor de la muchacha, como haria en mi pueblo. --!Dejala en paz, tunante! --le dije al que yo pensaba que era el presunto agresor, usando una de mis palabras favoritas desde que la lei en un libro de Francisco de Quevedo. --?Este de que va? --le pregunto el a la chica mientras la cogia del brazo. En Noruega no somos especialmente tocones, nos gusta mantener las distancias y ni con la familia nos mostramos abiertos a tocarnos el brazo o dar muestras de carino en publico. Por eso, ese simple gesto, tan comun para los espanoles, a mi me parecio una agresion y, cogiendo al chaval por las solapas de la camisa, lo levante dos palmos del suelo. --Dejala, bellaco. --Esta la saque de El capitan Alatriste. --Pero ?que le haces a mi novio? --pregunto la muchacha con gesto de terror. Lo que vino a continuacion paso muy deprisa: la chica se puso a gritar, vino gente a rodearnos, oi que alguien hablaba de llamar a seguridad, y algo de <>. Deje al joven en el suelo tras pedirle disculpas y sali de ahi por patas para reunirme con mis companeros, que esperaba hubieran tenido una llegada al pais mas tranquila que la mia. Una vez que estuvimos todos, algo que se demoro una barbaridad porque el escoces al que esperabamos estaba en otro sitio tocando la gaita, nos pusimos rumbo al lujoso alojamiento prometido en la publicidad. Ahi ibamos en la furgoneta un maori mas grande que un armario, un italiano de ademanes refinados, un etiope que debia ser hijo de un principe africano por el traje que llevaba, el escoces de la gaita y yo. Parecian majos, me dije mientras veia como nos alejabamos del aeropuerto para acercarnos al centro de la ciudad. Yo iba con la nariz pegada al cristal como un perro al que sacaban de paseo en coche. Ni la nube de contaminacion que flotaba sobre la capital pudo empanar el buen humor que yo traia por cumplir al fin mi sueno. *** Yo sonaba con llegar a nuestra nueva casa, echarme un rato en la mullida cama y luego tomarme una fabada acompanada de un Ribera del Duero. No sabia lo que eran ninguna de esas dos cosas pero, por lo que habia leido, tenian pinta de ser trocitos de cielo. Llevaba sonando con degustar los platos tipicos espanoles desde que sali de Oslo en una especie de lata con alas. El alojamiento no era exactamente como nos lo habian pintado, la chica de recepcion no era nada amable, el solarium con piscina en verdad era una piscina de plastico puesta en la terraza y se me salian los pies de la cama, pues era de uno noventa y yo mido uno noventa y tres, asi que empezabamos mal. La recepcionista nos recordo una docena de veces que ella acababa su turno a las seis y que se estaba quedando mas tiempo del necesario por nosotros. No parecia muy amistosa, ni ardiente, como supuse que serian todas las mujeres espanolas. Tambien me sorprendio no verla vestida con el traje de volantes rojo con puntos blancos, pero supuse que solo se lo pondrian para ocasiones especiales como bodas o entierros. Lo bueno de haberme criado en los fiordos es que estoy acostumbrado a sobrevivir con poco, me gustaba la acampada, pescar o cazar mi propia comida y no me importaba dormir al raso. Asi que no lo lleve tan mal como alguno de mis companeros. Parecia que Stefano y Dase se iban a desmayar en cualquier momento mientras este ultimo pasaba un dedo por las superficies para comprobar el estado de limpieza del sitio. Al unico que no parecio importarle la situacion fue a Tane, que estaba encantado con todo lo que veia. Nuestro maori particular habia viajado mucho a lo largo de su vida y se adaptaba facilmente a cualquier circunstancia. No le importaba dormir en el suelo o llevar la ropa algo desgastada, al contrario que Dase, que parecia a punto de darle una apoplejia. Esa primera noche salimos a cenar fuera, a festejar que habiamos llegado por fin al pais donde todos nuestros suenos se iban a hacer realidad. Aunque no de la forma en la que teniamos previsto. Capitulo 2 Desde aquel lejano momento en el que los cinco nos encontramos en el aeropuerto habian pasado ya varios meses y, poco a poco, habiamos encontrado nuestro ritmo. No siempre estabamos los cinco juntos, pues Stefano y Dase hacian tours guiados por sus respectivos paises. Tane ensenaba surf a los clientes en el complejo Ola y Adios, mientras que Sean les ensenaba cultura escocesa y nos martirizaba cada manana con su gaita. Yo, por mi parte, preparaba talleres de supervivencia, primero de forma teorica en Madrid y luego llevandome a los clientes varios dias a la sierra de Guadarrama. Ya llevaba suficiente tiempo en el pais como para entender que las mujeres no se ponian casi nunca el traje de volantes, que no todos los hombres son toreros y que si dices <> la gente te mira raro. A veces me sentia un poco como Alonso de Entrerrios de El Ministerio del Tiempo, serie de television a la que me aficione nada mas llegar. Tambien habia visto Fortunata y Jacinta, El Quijote y Curro Jimenez, que estaban disponibles en internet de forma gratuita. !No me iba a la cama sin verme algun capitulo! El problema es que a mis amigos les gustaban mas cosas como La casa de papel o Aqui no hay quien viva, y muy a menudo teniamos disputas por el control del mando de la tele. Aunque se solucionaron cuando decidimos imponer un horario que debia ser respetado por todos. El verano fue para mi como pasar una temporada en el mismisimo infierno, llegamos a temperaturas de cuarenta y cinco grados y yo pasaba todo el tiempo que podia a remojo en la piscina del edificio. Stefano, Dase y Tane parecian llevar el calor mejor que Sean y yo, que no sabiamos donde meternos para ocultarnos de tan infernal fuente de calor. Me compre dos ventiladores y me los puse en el cuarto, lo sentia por Antonio, nuestro jefe, porque la factura de la luz se iba a disparar en esos meses infernales. Por eso, cuando llego septiembre y comenzo a refrescar un poco por las tardes, recupere algo de la vitalidad que habia perdido durante el torrido estio. La resistencia de los espanoles al calor era algo que envidiaba, cuando los veia me recordaban a los camellos que cruzan el desierto del Sahara y parece que son inmunes al calor. Decidi que septiembre era el momento perfecto para aprender alguna habilidad nueva, estuve dudando entre varias opciones pero, al final, la respuesta aparecio ante mi clara como la luz de esa bola ardiente que aqui en Espana brillaba mas que en Noruega: me apuntaria a clases de flamenco. Ademas, estaba de suerte, habia una academia no muy lejos de nuestro piso, en el barrio de La Latina, y en cuanto abrieron las inscripciones fui para alla sin dudarlo. Era una oportunidad unica que no podia dejar escapar. *** Rocio llego a la academia de baile de la que era profesora quince minutos antes de que se abrieran las puertas. Le gustaba estar alli y disfrutar del silencio de la sala de baile. Vio su esbelta silueta reflejada en los espejos que cubrian toda una pared y se recoloco un mechon de pelo detras de la oreja. Daba igual lo que hiciera, sus rizos acababan siempre escapandose. Tenia una larga melena morena, una nariz respingona y unos bonitos ojos verdes. Su madre, de pequena, le decia que se parecia a Esmeralda, la de El Jorobado de Notre Dame, y ella se ponia a menear las caderas como hacia la gitana en la famosa pelicula de Disney. No se habia leido la obra de Victor Hugo, y todo su referente en cuanto al personaje era por la pelicula de la factoria de Mickey Mouse. Le encantaba como se movia al compas de la pandereta mientras las simpaticas gargolas cantaban con ella. Porque esa era su pasion: el baile. En su Sevilla natal habia empezado desde pequena en la escuela de baile del barrio, para pasar despues a la escuela municipal y terminar en la Academia de Flamenco Manuel Betanzos, donde solo los mejores hacian carrera. Su sueno se habia hecho realidad, pero no duro demasiado tiempo. Un accidente esquiando en Sierra Nevada trunco sus aspiraciones de ser bailarina profesional. Varias semanas de escayola y casi un ano de rehabilitacion de la pierna que se habia roto hicieron que no fuera capaz de recuperar el nivel que tenia antes del accidente. Sabia que, quedandose en Sevilla, le costaria encontrar trabajo bailando, pues solo seria una mas entre todas las grandes artistas que proporcionaba cada ano la ciudad, y decidio partir a Madrid donde supuso que habria menos competencia y mas oportunidades. Tenia un curriculo impecable, y su nivel seguia siendo excelente, aunque no lo suficiente como para integrar una compania de baile. Por eso se dedico a la ensenanza, a transmitir la pasion que por este arte sentia a sus alumnos, que eran grupos de lo mas variopintos. Tenia varios grupos infantiles, con ninas, sobre todo, que querian aprender a bailar. Gracias a Rosalia la pasion de las mas jovenes por el flamenco se habia disparado y tenia ahora mas trabajo que antes. Pero tambien daba clases a adultos. Estos grupos se componian, sobre todo, de divorciados que pensaban encontrar pareja bailando y para los que este tipo de actividades eran como una version analogica de Tinder; de gente que dio alguna clase de ninos y queria retomarlas; o de personas a las que siempre les habia gustado el flamenco, pero que no tuvieron la oportunidad cuando eran mas jovenes. El estudio habia sufrido una reforma importante durante el verano y estaba ahora casi irreconocible. Habian cambiado los espejos, pintado las paredes y puesto un parque de mejor calidad en todas las salas. Los vestuarios tambien habian sido renovados y hasta la recepcion lucia ahora un aspecto impecable. La reforma costo un dineral, pero habia merecido la pena. Suspiro y se dirigio a la puerta, hoy tenian una clase de prueba gratis, la mitad de los que venian no solian repetir, pero eso significaba que la otra mitad seguiria y su amor por el baile podria pasar a ellos.

  • Los ojos vendados de Siri Hustvedt

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    En Los ojos vendados, Iris Vegan, una estudiante de literatura de la Universidad de Columbia, relata sus inquietantes encuentros, con personajes neoyorquinos que el azar y la coincidencia han puesto en su camino.

  • Bajo la sombra de una mentira de Arenos Consuegra

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    Bajo la sombra de una mentira, ambientada a principios del siglo XX, narra la historia de Marina, una joven muchacha que deja su pequeno pueblo para ir a trabajar como doncella a una mansion a orillas del mar. En aquella casa escuchara unos gritos extranos, sobre los que preguntara y nadie le dara respuesta. Descubrira en Fernando, el senor de la mansion, un amor diferente al de Diego, su primer amor. La vida de Diego, el pasado de dona Clotilde y el resto de los habitantes de la aldea, se iran desvelando y desarrollando a la par que la suya. El tiempo y una serie de circunstancias, alguna tragica, volveran a llevar a Marina a su pueblo y a cruzar su vida con la de Diego.

  • Abre tu corazon (Mafia 2) de Barbara Padron Santana

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    Giulia Maccini era feliz al lado de su marido Lucio Belgeri, pero cuando los problemas de pareja dan comienzo y el se retrasa el dia que se iban a ir de crucero, ella comete el peor error de su vida. Y ese error tenia nombre: Salvatore Fabreschi.
    Salvatore es un forense con un humor bastante acido que al ver a Guilia sufriendo, decide ayudarla, pero la atraccion es tal que ambos acaban acostandose.
    Desde ese mismo instante los problemas se suceden uno tras otro. Alguien quiere acabar con la vida de Giulia sin que esta sepa la razon.
    Ambos deberan enfrentar demonios no solo del pasado, sino del presente y proteger lo que mas quieren luchando por sus sentimientos.

  • No llores por un beso de Mary Higgins Clark

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    La extraordinaria nueva novela de Mary Higgins Clark

  • Mientras Mirabamos al Cielo (Bilogia Amelia, Xavier & Aiden 1) de C.g. De La Cruz

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    Amelia es racional, logica y la mejor en su trabajo. A ella le encanta sonar mirando las estrellas.
    Xavier vive en su mundo o eso quiere hacer creer. Atractivo a rabiar, levanta pasiones alli donde va, pero el solo tiene una debilidad, y esa es Amelia, su companera de trabajo.
    Eran los mejores amigos, puede que mas que amigos, pero el destino sacudio sus vidas.
    Cuando Amelia decide dejar de creer en el amor, aparece Aiden quien le devuelve las ganas de sonar. Siente que el universo que creia que se habia detenido, empieza a girar de nuevo.
    Una historia sobre hechos cotidianos y a la vez excepcionales. De gente que parece corriente, pero dispuesta a sacrificar su vida por hacer un mundo mas seguro.

  • Escondida en el haren de Michelle Conder

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    !Los dos terminaron aprisionados por. el matrimonio!

  • Muneca Bonita y Rota de Magenta Perales

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    Grayce tenia una vida normal.
    24 anos. Un marido normal.
    Una casa normal. Un trabajo normal.
    Y un secreto bien escondido.

  • Fuego en invierno de Mile Bluett

    https://gigalibros.com/fuego-en-invierno.html

    Cuando la atraccion es tan fuerte que se vuelve irresistible.
    David Jenkins es un Dios Nordico con habilidades para sobrevivir al invierno mas crudo, con una mirada picara y unos hoyuelos en cada mejilla que tienen el proposito de derretir a quien ose mirarlo cuando sonrie. Destaca por su infalible sentido del humor y sorprende por sus artes culinarias para seducir a una dama. En su dia a dia, es un empresario prometedor al que no se le escapa nada, dueno de una innovadora compania de mercadotecnia en linea.

  • La Vida en tus Palabras de Andrea Golden

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    Un derrumbe parcial en la nueva carretera que comunicara Tungus con Skardu (Pakistan) descubre una caverna centenaria.
    En su interior encuentran vestigios de un pasado: utensilios de labranza, distintas alforjas repletas de semillas y un decrepito arcon de madera que contiene varios codices en perfecto estado, sorprendentemente, escritos por una mujer.
    Tras ser investigados y ante la dificultad del entendimiento de algunas palabras contenidas en ellos, Marco y Sajan, trabajadores del Canal Historia, deciden pedir ayuda.
    Dana, experta paleografa en un prestigioso museo de Washington, recibe la propuesta de ir hacia ese pais, viaje con el que sono en numerosas ocasiones y que, por distintas circunstancias familiares, nunca hizo.
    Nuestros protagonistas seran sorprendidos por la subyugante historia de Nasila, una joven avanzada a una epoca en la que, con suerte, las mujeres valian un punado de monedas.