• libro basta con vivir - Carmen Amoraga

    https://gigalibros.com/basta-con-vivir.html

    Pepa es una mujer madura en quiebra emocional. Siente que ha malgastado su vida y culpa al mundo de su aparente desgracia. Sola, enfadada y amargada, siente como una herida la felicidad del resto, y para protegerse del dolor no encuentra otra forma que vivir dentro de una coraza que oculta sus verdaderos sentimientos.

  • Basta con vivir - Carmen Amoraga | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-basta-con-vivir/254827

    10 oct 2017 — Apúntate y descubre cada mes todas las novelas contemporáneas. ¡No podrás parar de leer! Cargando... Otros libros de ...

  • BASTA CON VIVIR | CARMEN AMORAGA | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-basta-con-vivir/9788423352876/5807426

    Sinopsis de BASTA CON VIVIR ... Una novela sobre la fuerza de la solidaridad entre mujeres. Vuelve la mejor Carmen Amoraga con una historia llena de esperanza.

  • Basta con vivir: 2 (Áncora & Delfín) : Amoraga, Carmen

    https://www.amazon.es/Basta-%C3%81ncora-Delfin-Carmen-Amoraga/dp/8423352870

    Basta con vivir: 2 (Áncora & Delfín) : Amoraga, Carmen: Amazon.es: Libros.

  • Basta con vivir (Áncora & Delfín) Versión Kindle - Amazon

    https://www.amazon.es/Basta-Volumen-independiente-Carmen-Amoraga-ebook/dp/B07455NPFL

    Basta con vivir (Áncora & Delfín) eBook : Amoraga, Carmen: Amazon.es: Tienda Kindle. ... Mirar en el interior de este libro. Basta con vivir (Áncora ...

  • BASTA CON VIVIR - AMORAGA CARMEN - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/basta-con-vivir

    Basta con vivir profundiza en la renovación temática de la narrativa española ... Nunca he recomendado un libro abiertamente, pero con este venzo mi pudor y ...

  • BASTA CON VIVIR - CARMEN AMORAGA

    https://www.delectoralector.com/basta-con-vivir-carmen-amoraga/

    He leído un par de novelas de Carmen Amoraga y me gustó la forma de plantear las historias, también los personajes. Así que este nuevo libro lo tengo apuntado.

  • Basta con vivir - Libro de Carmen Amoraga - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/98007/basta-con-vivir

    Pepa es una mujer madura que ha pasado gran parte de su vida cuidando de su madre, que enviudó prematuramente y cayó en una fuerte depresión.

  • Basta con vivir - Carmen Amoraga - Babelio

    https://es.babelio.com/livres/Amoraga-Basta-con-vivir/11945

    Críticas (8), citas (3) extractos de Basta con vivir de Carmen Amoraga. Una ventolera de sentimientos, ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Reseña del libro Basta con vivir de Carmen Amoraga. Libros ...

    https://www.librospordoquier.com/basta-con-vivir-2/

    28 may 2018 — Puedes leer la Sinopsis aquí. Basta con vivir cayó en mis manos gracias al Club de lectura de Cosas & Musas. Además tuve la oportunidad de ...

  • Basta con vivir - Carmen Amoraga -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a1395078/Carmen-Amoraga-Basta-con-vivir

    Basta con vivir, libro o eBook de Carmen Amoraga. Editorial: Destino. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • Sexo, amor y rock ‘n’ roll.: Domando a “La Bestia” de J. A. Silva

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    Leo, el lider de la exitosa banda de rock, Avalor, vivia una vida desenfrenada, llena de excesos, sexo y locura. Usaba a las mujeres para satisfacer sus necesidades y, despues, se olvidaba de ellas. A pesar de poder estar con la chica que se le antojara, sentia que su vida estaba vacia.

  • El ciclista de Juan Francisco Andrade Bellido

    https://gigalibros.com/el-ciclista.html

    Cuando una joven es brutalmente asesinada en pleno paseo maritimo de Malaga durante una lluviosa noche de diciembre, el subinspector de Homicidios, Fernando Muriel, no imagina hasta que punto este caso va a poner en riesgo muchas de las cosas que mas ama. Se trata de una nueva victima de un peligroso depredador al que, mas tarde, apodaran El Ciclista.

  • Tres periodistas en la revolucion de Asturias de Manuel Chaves Nogales

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    La madrugada del 5 de octubre de 1934, animados por una convocatoria de huelga general que fracasara en el resto de Espana, los mineros de Asturias se alzan contra las autoridades y toman el control de ayuntamientos y cuarteles de la Guardia Civil. Desde el gobierno de la Republica se opta por responder con toda la dureza posible para sofocar la <>, que tardaria dos semanas en ser derrotada. El balance fue durisimo: casi 1.500 muertos, mas de 2.000 heridos y mas de 30.000 prisioneros. Manuel Chaves Nogales y Josep Pla -corresponsales de los diarios Ahora y La Veu de Catalunya- fueron dos de los primeros periodistas que pudieron entrar en Asturias una vez restablecido el orden republicano; desde alli contaron los sucesos acaecidos durante las dos semanas anteriores, en las que se llego a acunar moneda propia y ciudades como Oviedo quedaron destrozadas. Jose Diaz Fernandez, para quien los hechos eran muy cercanos, publicaria al ano siguiente el libro Octubre rojo en Asturias, un reportaje novelado sobre el mismo tema. Este volumen recoge los textos de estos tres grandes escritores sobre la revolucion de Asturias, un capitulo clave de la historia espanola del siglo XX.

  • Amor a distancia de Tania Alcala

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    Estar enamorado conlleva que un conjunto de emociones y sentimientos salga a flote. Es esa sensacion de necesitar ver, abrazar, sentir y tocar a la persona que tanto amas. Sientes que el reloj se detiene y junto a el, el mundo. Y en ese instante solo piensas en esa persona que te hace tocar las estrellas. Pero ?que sucede cuando ese ser que tanto amas esta a muchos kilometros de ti? ?Sigue siendo lo mismo? ?Seran lo suficientemente intrepidos y capaces de mantener la relacion?Paulo Coelho dice: <><<--Somos como el yin yang. --Me observo fijamente a traves de la camara de su computadora.--?Blanco y negro? --Enarque una ceja y rei--. Somos como el yin yang pues nos complementamos, me das el equilibrio que sonaba encontrar… --hizo una pausa corta--... Basura… Me refiero a que estamos muy… Unidos a pesar de…--La distancia --lo interrumpi. Suspire pesadamente mientras asentia--. Te amo, y los kilometros no podran con este sentimiento.>>

  • Veinte comedias de amor y una noche desesperada de Ana Martin Mendez

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    Recien entrada en la treintena, Marina afronta, con un enorme sentido del humor y una vision tragico-comica de su propia existencia, tanto sus problemas laborales como lo que ha dado en llamar su VSL:
    Vida Sentimental Lamentable.

  • La Rendicion del Highlander (Penword 3) de Arlette Geneve

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    Marina es una noble y decidida mujer que se encuentra ante la decision mas dificil de su existencia; elegir entre el amor de su vida o la lealtad a su familia. Su mejor amigo va a ser ahorcado, y en su desesperacion para tratar de liberarlo, acude a la unica persona que puede ofrecerle la ayuda que necesita, Brandon McGregor, un laird arrogante, posesivo, y del que esta irremediablemente enamorada. Sin embargo, el escoces la desprecia porque la cree una manipuladora sin sentimientos. Una arpia traidora e indigna de confianza. Marina llega a una encrucijada de dificil eleccion, si salva a su amigo, debe traicionarlo a el, y Brandon no piensa perdonar sus intrigas y maquinaciones.
    Marina tendra que pagar el precio que el Laird de Ruthvencastle le imponga.

  • El sindrome de Korsakoff de Alberto Fausto

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    Cuando Vanessa de Laurentis, la madre del afamado escritor Hugo Esmerodes, fallece presumiblemente asesinada durante la presentacion de su ultimo libro, el caos se desata. ?Quien? ?Como? ?Por que? y ?Donde? Son preguntas que quedan en agua de borrajas, dada la complejidad del argumento.

  • Mi hermana, asesina en serie de Oyinkan Braithwaite

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    Apuesto a que no sabiais que la lejia enmascara el olor a sangre. La mayoria de gente la utiliza indistintamente y da por hecho que es un producto que sirve para todo. No se molestan en leer la composicion en la etiqueta, ni en volver a echar un vistazo a la superficie que acaban de limpiar. La lejia desinfecta, pero para eliminar residuos no es ninguna maravilla. Por eso no la uso hasta haber eliminado cualquier rastro de vida y de muerte del cuarto de bano. Es evidente que lo han reformado hace poco. Tiene ese aspecto de no haberse utilizado nunca, sobre todo despues de haberme pasado casi tres horas limpiandolo. Lo mas complicado ha sido llegar a la sangre que se habia filtrado entre el plato de ducha y la junta, un sitio facil de descuidar. No hay nada sobre ninguna superficie: el gel, el cepillo de dientes y la pasta dentifrica estan guardados en el armario que hay sobre el lavabo. Luego esta la alfombra de ducha: una cara negra sonriente dentro de un rectangulo amarillo en una habitacion por lo demas blanca. Ayoola esta sentada sobre el asiento del inodoro, con los pies arriba, abrazandose las rodillas. Se le ha secado la sangre del vestido y no hay riesgo de que gotee sobre el suelo blanco y, ahora, brillante. Lleva las rastas recogidas en un mono para que no rocen el suelo y no deja de mirarme con sus grandes ojos marrones. Le da miedo que este enfadada, que cuando termine lo que estoy haciendo le eche un sermon. Yo no estoy enfadada. En todo caso, estoy cansada. Me cae el sudor de la frente al suelo y lo limpio con la esponja azul. Cuando me ha llamado estaba a punto de cenar. Habia dejado todo preparado en la bandeja: el tenedor a la izquierda del plato, el cuchillo a su derecha. Habia doblado una servilleta en forma de corona y la habia colocado en el centro. Habia pausado la pelicula en los creditos iniciales y el temporizador del horno acababa de sonar cuando mi telefono ha empezado a vibrar violentamente sobre la mesa. Cuando llegue a casa, la cena ya estara fria. Me levanto y aclaro los guantes en el lavabo, pero no me los quito. Ayoola mira mi reflejo en el espejo. --Tenemos que mover el cuerpo --le digo. --?Estas enfadada conmigo? Quiza una persona normal lo estaria, pero ahora lo que siento es la urgente necesidad de deshacerme del cuerpo. Cuando he llegado, lo hemos transportado hasta el maletero de mi coche para poder limpiar y fregar sin tener que estar soportando su fria mirada. --Coge tu bolso --respondo. Volvemos al coche y el sigue en el maletero, esperandonos. A estas horas de la noche, en el Puente Continental 3 apenas hay trafico y, como no hay farolas, esta muy oscuro, pero mas alla del puente se ven las luces de la ciudad. Lo llevamos al mismo sitio donde llevamos al ultimo: lo lanzamos y cae al agua. Por lo menos no estara solo. Se ha filtrado un poco de sangre en el revestimiento del maletero. Ayoola se ofrece a limpiarla, porque se siente culpable, pero yo le quito la mezcla de las manos. La he preparado yo misma con una cucharada de amoniaco y dos de agua. La echo sobre la mancha. No se si en Lagos tienen la tecnologia necesaria para llevar a cabo una investigacion rigurosa de una escena del crimen, pero Ayoola nunca podria limpiar de manera tan eficiente como yo. LA LIBRETA --?Quien era? --Femi. Estamos en mi habitacion y yo escribo el nombre. Ayoola esta sentada con las piernas cruzadas en mi sofa, descansando la cabeza sobre el respaldo del cojin. Mientras se banaba, he quemado el vestido que llevaba y ahora se ha puesto una camiseta rosada y huele a polvos de talco. --?Y su apellido? Ella arruga la frente, aprieta los labios y sacude la cabeza, como si intentara lograr que el apellido salte del fondo del cerebro hasta la parte frontal. No le sale y se encoge de hombros. Yo deberia haber cogido su cartera. Cierro la libreta. Es pequena, mas que la palma de mi mano. Una vez vi un video de TEDx en que un hombre afirmaba que le habia cambiado la vida el hecho de llevar una libreta encima y anotar en ella un momento feliz cada dia. Por eso la compre. En la primera pagina, escribi: <>. Desde entonces no he escrito practicamente nada en ella. --No es culpa mia, ?sabes? Pero yo no lo se. No se a que se refiere. ?A su incapacidad de recordar el apellido? ?O a su muerte? --Cuentame que paso. EL POEMA Femi le habia escrito un poema. (Ella recuerda el poema, pero no su apellido. ) Te reto a que encuentres un defecto en su belleza; o a dar a luz a una mujer capaz de estar a su lado sin palidecer. Se lo habia dado escrito en un trozo de papel dos veces doblado que recordaba a nuestra epoca en el instituto, cuando los adolescentes se pasaban notas de amor en la ultima fila del aula. Todo eso la habia conmovido (pero vamos, a Ayoola siempre le conmueve que alaben sus meritos), de modo que habia aceptado ser su novia. Cuando cumplieron un mes de relacion, ella lo apunalo en el bano de su piso. No era su intencion, por supuesto que no. El se habia enfadado y le gritaba en la cara con su aliento caliente que apestaba a cebolla. (Pero ?por que llevaba la navaja?) Era por proteccion. Con los hombres nunca se sabia, querian lo que querian cuando lo querian. Ella no pretendia matarlo, solo ahuyentarlo, pero a el no le habia asustado su arma. Media mas de metro ochenta y ella le pareceria una muneca, con su cuerpo pequeno, sus pestanas largas y sus carnosos labios rosados. (Descripcion de ella, no mia.) Lo mato con la primera punalada, directa al corazon. Pero despues le asesto dos mas para asegurarse. El cayo al suelo y ella solo oia su propia respiracion. CUERPO ?Este os lo sabeis? Entran dos chicas a una habitacion. La habitacion esta en un piso situado en una tercera planta. En la habitacion hay un cadaver de un hombre. ?Como llevan el cuerpo hasta la planta baja sin ser vistas? Primero, reunen el material. --?Cuantas sabanas necesitamos? --?Cuantas tiene? Ayoola salio corriendo del bano y volvio armada con la informacion de que habia cinco sabanas en el armario de la colada. Yo me mordi el labio. Necesitabamos muchas, pero me daba miedo que su familia sospechara si la unica sabana que quedaba era la que tenia puesta en la cama. Para el hombre promedio eso no hubiera sido nada peculiar, pero este era meticuloso. En la estanteria los libros estaban ordenados alfabeticamente por autor. En el bano tenia la gama completa de productos de limpieza; hasta compraba el mismo desinfectante que yo. Y la cocina estaba reluciente. Ayoola parecia estar fuera de lugar, como una plaga en una existencia por lo demas pura. --Trae tres. Segundo, limpian la sangre. Absorbi la sangre con una toalla y la escurri en el lavabo. Repeti la operacion hasta que el suelo quedo seco. Ayoola rondaba por alli, se apoyaba en un pie y luego en el otro. Yo ignore su impaciencia. Se tarda mucho mas en deshacerse de un cuerpo que de un alma, sobre todo si no quieres que quede ningun rastro de juego sucio. Pero yo no dejaba de lanzar miradas al cadaver desplomado, apoyado contra la pared. No podria hacer un trabajo riguroso hasta que el cuerpo estuviese en otro sitio. Tercero, lo convierten en momia. Extendimos las sabanas en el suelo ya seco y ella enrollo el cuerpo. Yo no queria tocarlo. Distingui su torso esculpido por debajo de la camiseta blanca. Parecia un hombre capaz de sobrevivir a un par de heridas, pero lo mismo podia decirse de Aquiles o de Cesar. Era una pena pensar que tras la muerte, su espalda ancha y sus abdominales tonificados irian menguando hasta quedar reducidos a poco mas que hueso. Cuando llegue, le comprobe tres veces el pulso, y despues otras tres mas. Podria haber estado durmiendo, con aquel aspecto tan apacible. Tenia la cabeza hacia delante, la espalda curvada contra la pared y las piernas de lado. Ayoola empujaba el cuerpo hacia las sabanas con la lengua fuera. Se limpio el sudor de la frente y se mancho de sangre. Doblo un trozo de sabana y cubrio el cuerpo con ella, ocultandolo de la vista. Despues la ayude a hacerlo rodar y a envolverlo firmemente entre las sabanas. Nos pusimos de pie y lo miramos. --?Ahora que? --pregunto.

  • !Se busca novia! Para mi ex de Kris Buendia

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    Gabriel Wylde: Rico, filantropo, guapo y encantador. para su mala suerte, soltero. Ahora que se ha divorciado no podra tomar el mando de la empresa de construccion de su padre.
    La unica solucion es casarse de nuevo.

  • La vida secreta de los escritores de Guillaume Musso

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    Un puzle literario que el lector que no lograra resolver hasta la ultima pagina

  • Un hogar a tu lado (Creek Canyon 2) de Catherine Bybee

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    Erin siguio con suma atencion la trayectoria del blanco de arcilla, desde el momento en que salio disparado del lanzador y se desplazo surcando el aire, hasta que se rompio en pedazos cuando Parker apreto el gatillo de la escopeta. --Le has dado todas las veces. ?Como lo haces? --Erin estaba impresionada. Ella solo habia conseguido acertar un plato de cada diez, mientras que Parker se habia ganado su apodo, el de <>, a pulso. --Es cuestion de practica. Tu acabas de empezar, date tiempo. Estaban en un rincon escondido del bosque del Angeles National Forest, en un campo de tiro, un lugar dominado por la testosterona en el que de vez en cuando se veia a alguna que otra esposa o novia. Erin y Parker eran las unicas mujeres que no iban acompanadas de un hombre. --Seguimos con el tiro al plato unas cuantas veces mas y luego pasamos a la galeria de tiro con pistola, ?de acuerdo? Los blancos moviles son mas dificiles, pero es que quiero que te acostumbres al retroceso de la escopeta para que puedas controlarla. --Parker le estaba dando lecciones sin avasallarla con la bateria de preguntas que le haria cualquier otra persona. A finales del verano anterior, Erin se habia ido a vivir a la propiedad de Parker, quien estaba desesperada por alquilar la casa de invitados del rancho familiar tras haber sobrevivido a un incendio que por poco destruye todas las posesiones de su familia. Erin estaba igual de ansiosa por instalarse alli y empezar una nueva vida lejos de las carreteras principales y los barrios de cualquier gran ciudad, donde todo el mundo se conocia. En una localidad del tamano de Santa Clarita, en cambio, no llamaria la atencion ni estaria rodeada de los turistas y los empresarios que invadian las grandes ciudades del sur de California. Erin esperaba encontrar soledad y, en vez de eso, lo que encontro fue una amiga fabulosa, una amiga que se dio cuenta de que Erin estaba escondiendose de su ex, pero que no la presiono ni una sola vez para que le contara los detalles de la historia. No, Parker no hurgo en su vida, sino que simplemente le dijo que, cuando estuviera lista para hablar, alli estaria ella para escucharla. Incluso ahora, mientras disparaba a los blancos --errando casi siempre el tiro, en el caso de Erin, que tenia una punteria terrible--, habria tenido toda su logica que Parker le hubiese preguntado por que tenia tantas ganas de aprender a disparar. Sin embargo, no lo habia hecho. Ni una sola vez. Parker le dio el arma a Erin con el canon abierto, preparado para que llenara el cargador. Eso ya sabia como hacerlo. Ahora bien, darle al blanco con ella... eso ya no era tan facil. Aunque, a cualquiera que le hubiese preguntado, le habria dicho que el mero hecho de cargar el arma ya le infundia un valor que ni siquiera sabia que tenia en su interior. Con las gafas de seguridad y los oidos tapados con tapones de color naranja --<>, como los llamaba Parker--, Erin apoyo la culata del arma en el hombro. --?No te olvidas de algo? --le pregunto Parker. Erin se detuvo un segundo, con aire confuso. Luego sonrio y amartillo el arma. El sonido le resulto inquietantemente satisfactorio. Era como decir <> con dos solidos chasquidos. Parker sonrio. --Esta vez quiero que te inclines hacia el arma y que mires fijamente por el canon hasta que sientas que es una extension de tu brazo. Sabes que el plato va a salir disparado hacia la izquierda, asi que no apuntes a la derecha en ningun momento. --Se situo detras de la maquina lanzaplatos--. Cuando tu me digas. Erin respiro profundamente y puso el dedo en el gatillo. --Ya. Parker solto el resorte. Un plato de color naranja salio disparado hacia el cielo. Erin lo vio volar y supo que iba a fallar antes de apretar el gatillo. El estruendo del arma le resono en el oido y le sacudio el hombro, empujandolo hacia atras con un solo movimiento. El plato de arcilla volo intacto hasta alcanzar la parte posterior de la colina y reunirse con todos sus companeros. Solo entonces se hizo pedazos. Parker se acerco a ella por detras. --Traslada el peso de tu cuerpo al pie izquierdo. --Puso una mano en el hombro de Erin y la empujo levemente hacia el arma--. Apoyate en ella. De nuevo en posicion, respiro hondo varias veces mas. <>, se dijo. --!Plato! Fallo el tiro. --!Plato! Fallo el tiro. --!Plato! Le dio... Joder, !le habia dado! Erin se sintio como si acabara de ganar la loteria, y una enorme sonrisa afloro a sus labios. Bajo el arma y choco los cinco con Parker. --?Quieres dejarlo ahora que vas ganando? --pregunto Parker--. ?O quieres seguir disparando un poco mas? Erin bajo la escopeta. --Probemos con algo mas pequeno. Una hora mas tarde iban conduciendo por la larga carretera del canon, orgullosas de su punteria. Parker tenia razon: disparar con pistola era mucho mas facil que hacerlo con la escopeta. Cada tintineo de los blancos metalicos habia sido como un signo de exclamacion. Erin no podia dejar de sonreir. --Ha sido mucho mas divertido de lo que pensaba. Parker mantuvo ambas manos en el volante mientras doblaba las curvas del canon. --Mi padre me llevaba al campo de tiro cada dos por tres. Siempre decia que, como teniamos armas en casa, era imprescindible que aprendiera a disparar. --?Y Mallory y Austin? Mallory y Austin eran, respectivamente, la hermana y el hermano pequeno de Parker, de quienes esta se habia hecho cargo tras el fallecimiento de sus padres, tres anos antes. --Mallory fue un par de veces, pero no le gusto. Aun asi, se defiende bastante bien con las armas. Austin disparaba la pistola del calibre .22 de mi padre cuando era pequeno. Ahora intentamos venir aqui un par de veces al ano para practicar. --?Saliais a cazar alguna vez? Parker nego con la cabeza. --No. Una cosa es pegarle un tiro a una serpiente de cascabel y otra muy distinta dispararle a Bambi. Supongo que si tuviera mucha hambre si podria hacerlo. Mi padre iba de caza con su hermano cuando eran jovenes. Erin lanzo un suspiro. --Yo creo que seria incapaz de dispararle a nada. --Pero informarse sobre el manejo de un arma y saber utilizarla no es algo malo en si: la informacion es poder y todo eso. Para mi, tener algo mas que un bate de beisbol en casa tras la muerte de mis padres fue un consuelo. A veces el mundo es una selva. No hay mas que ver las noticias para darse cuenta de eso. Erin se froto el lado de la mandibula donde todos los dias de su vida utilizaba maquillaje para ocultar una cicatriz. Ella sabia muy bien hasta que punto el mundo estaba lleno de seres salvajes. --?Crees que eso te convierte en una persona paranoica? --?El que me convierte en una persona paranoica? --Tener un arma en casa. --Cargada y lista para dar la bienvenida a cualquiera que se plante en tu casa mientras duermes, armado con su propia arma, para llevarte de vuelta a una vida de malos tratos y sufrimiento... Erin ahuyento la imagen de su cabeza. --Echo siempre el cerrojo de las puertas por si alguien intenta entrar; tengo un extintor por si hay un incendio; tengo un seguro por si se hunde el mundo... ?Significa eso que estoy paranoica? --Eso es un poco distinto. --?De verdad? Estoy hablando de tomar precauciones y tener un seguro. De momento no ha entrado nunca ningun ladron a robar en casa. El extintor no habria servido de nada en un incendio forestal, y el seguro ha sido mi salvacion. Tener un arma de fuego para proteger a mi familia es solo una precaucion. --Parker hizo una pausa--. Y para protegerte a ti tambien, si no me equivoco. Por eso hemos venido hoy aqui. --La observacion de Parker habia dado justo en el clavo. La persona de la que debia protegerse tenia un rostro y un nombre que Erin estaba tratando desesperadamente de enterrar en su pasado. --Y ahora es cuando cambio de tema. Parker se rio. --No esperaba menos. Media hora mas tarde, entraron en la propiedad vallada y pasaron por delante de un equipo de fontaneros que estaba cavando una larga zanja a traves del terreno. Una de las numerosas inundaciones relampago que habian sufrido en el invierno posterior al incendio se habia llevado por delante la tuberia principal de la entrada de agua a la casa. Ahora que el tiempo primaveral por fin estaba dando paso al sol abrasador tipico del sur de California, Parker habia contratado al equipo de operarios para que arreglara las tuberias de forma permanente. Una larga manguera de bomberos que conectaba el suministro de agua de la ciudad con la casa les habia ahorrado tener que trasladarse a vivir a otro sitio mientras esperaban que el tiempo cooperara. Para Erin, los inconvenientes eran minimos; solo habian estado unos pocos dias sin agua corriente. Teniendo en cuenta la magnitud de los danos que habia sufrido la finca, podia darse con un canto en los dientes. Colin, el novio de Parker, las saludo mientras pasaban por delante de los operarios y se dirigian cuesta arriba a la casa principal. Parker sonrio. --?Cuando te va a hacer la gran pregunta? --dijo Erin. --Nos vamos a Cabo San Lucas dentro de dos semanas. Supongo que podria volver de alli con un pedrusco en el dedo... Eso mismo pensaba Erin. Parker y Colin llevaban planeando su viaje a Mexico desde Navidad. Aguas cristalinas, playas de arena blanca... Sonaba paradisiaco. Parker aparco el coche y abrio la puerta. --Voy a guardar mis cosas y luego te ayudo a limpiar las armas, ?vale? --le propuso Erin. --No te preocupes. Pensaba hacerlo esta noche. Quiero estar un rato con los operarios y asegurarme de que no estropean las canerias nuevas. Erin meneo la cabeza con admiracion: Parker era la propietaria mas involucrada personalmente en las reparaciones domesticas que habia conocido en su vida. Colin subio andando la empinada cuesta del camino de entrada y saludo a Parker con un beso. --?Como ha ido? --Le he dado a dos platos con la escopeta. --Erin levanto el puno en el aire. --Pues ya se te da mucho mejor a que a mi --comento Colin. Parker se apoyo en el. --Lo que no te ha dicho Erin es que ha dejado secos a todos los blancos metalicos con la Glock. Erin sonrio al oir los elogios de su amiga. --Yo no diria tanto, pero no me ha ido mal, no. --Es muy modesta --dijo Parker. --Yo no soy la experta, pero tu si. ?Tu la has visto en accion? --le pregunto Erin a Colin. --No con una pistola --bromeo. Las mejillas de Parker se tineron de rojo. Erin nego con la cabeza. --Bueno, y despues de eso, yo creo que me voy corriendo a comprar y a la oficina de correos. ?Necesitais algo del supermercado? --No, gracias. --Parker abrio el maletero del coche y saco la funda de su escopeta. Como Erin no tenia que ayudar a descargar el coche, cruzo el camino de entrada hasta el sendero que llevaba a la casa de invitados. Aunque la propiedad estaba vallada y estaba prohibido el acceso, no cerrar la puerta con llave no era una opcion. Ademas, la semana siguiente iban a instalar el sistema de alarma. Una precaucion mas que Erin iba a anadir a su arsenal de proteccion. La casita de un solo dormitorio era perfecta para ella. El salon y la cocina formaban un solo espacio muy amplio que venia amueblado, algo ideal para Erin, teniendo en cuenta que habia abandonado su vida anterior practicamente con lo puesto: dos maletas de ropa y la tarjeta SD de fotos de un movil. Habia dejado atras todo lo demas. Todo y a todos. Entro en el bano y se lavo la suciedad de la cara y la polvora de las manos. La idea de que sus manos no pasaran el control de seguridad de un aeropuerto la hizo sonreir. Se miro en el espejo y se dio un prolongado repaso en el. --Pasito a pasito --dijo, hablandole al aire. Se quito la goma con que se habia sujetado su espesa melena en una cola y se peino el pelo antes de recogerselo en un mono en lo alto de la cabeza. El rojo se estaba desvaneciendo rapidamente y el rubio natural amenazaba con asomar debajo. Casi no se reconocia a si misma. Pero de eso se trataba, ?no? Un nuevo aspecto, un nombre distinto, un nuevo hogar... Todo nuevo. Se habia cambiado legalmente el nombre, el numero de la seguridad social... Nada era como antes. Oyo sonar el timbre del telefono en la cocina, donde habia dejado su bolso. El sonido la sorprendio. Muy poca gente tenia su numero y hasta el momento los teleoperadores no la habian descubierto todavia. El identificador de llamadas senalaba un numero oculto, asi que, en lugar de contestar, dejo que saltara el buzon de voz. Al cabo de un minuto, pulso el boton de reproduccion para oir el mensaje. Una voz femenina y familiar le puso la piel de gallina. --Soy yo. Tengo noticias. De repente, se le erizo todo el vello del cuerpo y empezo a hiperventilar. Erin se dirigio a la pequena mesa de comedor, retiro una silla y se sento antes de que el mareo la hiciera caer redonda al suelo. Renee contesto al primer timbre. --Hola, Renee. --No sabes cuanto me alegro de oirte. ?Como estas? ?Has probado ya el agua de coco? --Renee, su defensora, su abogada y su salvadora, le formulo su pregunta en clave. --Estoy bien, y si. El agua de coco estaba deliciosa. No habia ninguna agua de coco. Ni zumo de remolacha, ni cualquier otro alimento ecologico que a Renee se le ocurriera mencionar. Daba lo mismo, la respuesta era siempre afirmativa si Erin se sentia lo bastante comoda y segura para hablar sin miedo a que alguien la escuchara. Hasta ahora, no habia necesitado responder con un no. Con un poco de suerte, nunca seria necesario hacerlo. --Por la voz, pareces estar bien. --Estoy un poco mejor cada dia. --?Estas comiendo bien? Erin penso en su dieta y opto por conservar el tono positivo de la conversacion. --Creo que ya me sobran un par de kilos. Renee lanzo un resoplido. --Menuda mentirosa estas hecha... Ambas se echaron a reir. --Estoy bien, de verdad. --Queria decirle que la luz del sol de California estaba obrando maravillas con ella, pero eso no podia decirselo. Renee no sabia donde estaba Erin, ni siquiera sabia el nombre que estaba utilizando en vez del suyo--. Dime cuales son las noticias. Renee suspiro. --No te van a gustar nada. Erin trago saliva. --?Mi hermana y su familia estan bien? --Si, estan bien. Si no lo estuvieran, seria lo primero que te habria dicho. Erin apreto los ojos y sintio la opresion en el pecho, que tan bien conocia, el dolor de los recuerdos de todas las personas a las que habia dejado atras. --Sueltalo. --Todavia no te han concedido el divorcio --le dijo--. Y el cabron ha pedido una nueva vista judicial para impugnar la orden de alejamiento. Erin apoyo la cabeza en la mano. --Esto no va a acabar nunca. Capitulo 2 Matt metio dos lechugas romanas en una bolsa mientras Jessie escogia los tomates. --Tio, metelos en una bolsa y vamonos. --Pero querras que tengan algo de sabor, ?no? --A Jessie le gustaba hacer las cosas bien, mientras que a Matt le gustaba hacer las cosas rapido. --Quiero acabar de hacer la compra antes de que nos llamen y tengamos que salir corriendo --dijo Matt. Los miembros de su unidad se habian separado al entrar en el supermercado. Vestidos con sus uniformes azules, los cuatro llamaban la atencion alla donde iban. En la seccion de alimentacion del super, a ultima hora de la manana, eran el objetivo de un monton de amas de casa sonrientes y de mujeres con ganas de ligar... A veces eran solteras, pero muchas otras veces no. No hay nada que atraiga mas a las mujeres que un hombre vestido de uniforme haciendo la compra. Como los companeros de la brigada de Matt trabajaban en turnos de veinticuatro horas, les tocaba pensar en lo que iban a comer y, por lo tanto, tenian que ir a comprar provisiones. En el parque de bomberos siempre habia algo para preparar el desayuno y el almuerzo, comidas comunitarias a las que contribuian todos y cuyos ingredientes compraban entre todos, pero las cenas dependian de cada unidad de guardia en concreto. Esa noche iban a preparar costillas de cerdo, patatas al horno, ensalada y cualquier otra cosa que se les ocurriera y que pudieran asar a la parrilla. Matt se acerco a las patatas y cogio una bolsa entera, en lugar de seleccionarlas una a una. Miro a Jessie, que era el novato del equipo, y dio unos golpecitos en su reloj. Jessie acelero sus movimientos y deposito los productos en el carro. Al doblar la esquina, vieron que el capitan Arwin --se llamaba Anton, pero nadie se dirigia a el por su nombre de pila-- y Tom, el ingeniero de su unidad, iban cargados de costillas. Iban a hacer muchas y a rezar para que les diera tiempo de comerselas antes de que se enfriasen. El capitan dejo la carne en el carro y Tom anadio un bote grande de salsa barbacoa. --Todavia tenemos sazonador para carne en la estacion, ?verdad? --pregunto. --Si, lo he comprobado antes de salir --le contesto Matt. Cogieron una barra de pan de ajo precocido que podian meter en el horno en el ultimo momento y anadieron leche y galletas antes de dirigirse a la caja registradora. A Matt no se le escapo la sonrisa de una morena de unos veintipocos anos que empujaba un carrito en la fila de al lado. Le devolvio la sonrisa con el piloto automatico antes de apartar la mirada. --No se te puede llevar a ninguna parte, Romeo --se burlo Tom. Matt era el unico soltero de su unidad. Incluso Jessie, que solo tenia veintitres anos, estaba casado y con un hijo en camino. --Creo que Julieta era rubia. Tom se rio y ayudo a colocar la comida en la cinta. --?Como estais hoy, chicos? --La cajera debia de tener mas de sesenta anos, pero incluso ella esbozaba una sonrisa que expresaba algo mas de lo que decia su boca. El capitan sonrio a la dependienta y siguio dandole conversacion mientras apilaban la compra. Cuando Matt le dijo a su familia que queria ser bombero, le dieron mucha cana. Bueno, una cana simpatica, pero cana al fin y al cabo. <>, le habia dicho Grace, la pequena de la familia, para chincharle. <>. <>, habia abundado su padre. Como policia retirado, Emmitt sabia muy bien de lo que hablaba. Y luego estaba Colin, el hermano mayor: <>. Su hermano era mas alto, pero Matt era el que se machacaba en el gimnasio. La verdad es que los dos eran muy atractivos. Sus padres les habian transmitido unos buenos genes, capaces de darles cierta ventaja en la vida. Salieron del supermercado con un suspiro de alivio. Habian conseguido comprar lo que necesitaban sin haber recibido ninguna llamada de emergencia, y el parque de bomberos estaba a solo ocho kilometros de distancia. En la calle, el camion ocupaba el espacio de la zona senalizada de color rojo, un sitio especificamente reservado para ellos alla donde tuvieran que desplazarse. Tom se dirigio al lado del conductor mientras Matt y Jessie metian las bolsas dentro del camion. --?Hola? Matt se volvio y vio a la sonriente morena de la tienda dirigiendose hacia el. --?Si? --Se te ha caido esto ahi atras. --Extendio la mano, deshaciendose en sonrisas, y le entrego un papel del tamano de una tarjeta de visita. --Me parece que no... La chica le aplasto la tarjeta en la mano. --He visto como se te caia del bolsillo trasero de los pantalones cuando te sacabas la cartera. Matt no habia pagado la compra. Miro la tarjeta y vio un nombre y un numero de telefono con el dibujo de una carita sonriente. Jessie dijo algo en voz baja con una risita y se subio al camion de un salto. --Ah, vale... gracias. Ella llego incluso a echarse la melena por encima del hombro con un ademan exagerado. Matt no habia visto a una chica hacer semejante movimiento desde el instituto. --Tened cuidado ahi fuera.

  • El orfanato de Pamplona de Bryan Valarezo

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    Un viejo orfanato...

  • Recuerdo de un sueno de Amy Tan

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    Con una prosa espontanea y magnifica, Amy Tan articula un viaje a traves de la memoria para mostrar como los recuerdos casi olvidados se convirtieron en los nucleos emocionales de sus novelas y como hicieron inevitable que se dedicara a la escritura.
    La autora explora impactantes verdades sobre su familia y su pasado, como la verdadera razon por la que tuvo que pasar un test de inteligencia con seis anos, por que sus padres mintieron sobre su educacion o los misterios que rodean a su abuela materna y, por primera vez publicamente, escribe sobre la compleja relacion con su padre.
    Recuerdo de un sueno sumerge al lector directamente en la mente de esta maravillosa escritora y lo lleva de la mano por sus recuerdos, su imaginacion y las verdades que conforman su existencia.

  • La noche sin ventanas de Raul Tola

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    Una novela historica vibrante sobre dos peruanos apresados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

  • A tu lado 1 de Helena Sivianes

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    Haley afronta el ultimo ano de instituto con grandes expectativas e ilusion, y la llegada del nuevo curso no la defraudara, pues vendra acompanada de una espiral de emociones, vivencias y aventuras.

  • Haz que ocurra – Tamara Marin de Tamara Marin

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    Lucia es una profesora de treinta anos. Siempre ha sido extrovertida y ha tenido un fuerte caracter, por eso se dice a ella misma que, si ha sido capaz de superar encontrarse a su marido, en su propia cama, con otra, ese tal Lucas no podra con ella.
    ?Pero como se van a hacer pasar por pareja si no se tragan??Quien ganara la apuesta??Que sucede con Sergio? Y, lo que es mas importante, ?sera Lucia capaz de dejarse llevar y hacer que ocurra?

  • Manual del aspirante a chef de Shine

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    ?Quieres convertirte en un autentico chef? ?Preparar menus y estar a la altura de un gran restaurante? ?Impresionar a tu familia y amigos con originales y sofisticadas recetas?

  • La mitad de la noche de Mayra Montero

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    Un domingo de agosto de 1926, cuando Magdalena Laparra ha vuelto de Cuba para pasar las vacaciones con su familia, coge a sus dos hijos, uno de cada mano, y se mete al mar en la playa de Biarritz con la intencion de ahogarse. La nina de siete anos, Elsa, advierte algo extrano en la actitud de su madre y consigue escapar tras un forcejeo. El nino pequeno en cambio, de solo dos anos, muere ahogado y Magdalena es internada en un psiquiatrico por el resto de su vida.

  • Traicion y furia (Miniserie Bianca), Caitlin Crews de Caitlin Crews

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  • Movie Star 2 de Alex Cartier

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    Ophelie dejo a su novio ideal el dia en que Michael, el actor mas sexy del mundo, le propuso irse de crucero en su yate, el Pleasure is mine, anclado frente a las costas de Corcega. Las vacaciones de Ophelie incluyen champan, lujo y amor en los brazos del hombre de sus suenos, en compania de su mejor amiga.

  • Conversacion bajo la lluvia de Jessica Machado

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    Era de dia, era de noche, era de tarde. Era un tiempo sin tiempo. Fueron horas, minutos, segundos que no pasaron y que se esfumaron en el viento.
    Las estrellas brillaban, el cielo era unicamente alumbrado por la luz de la luna, el sol cegaba a la vista, los pajaros y los grillos cantaban todos al mismo tiempo.
    Era una cupula de cristal en la que el tiempo no pasaba, donde el tiempo no existia.
    Era su cuarto. Ese lugar magico y tragicamente real que me tomaba como rehen. La musica sonaba y al mismo tiempo el silencio era impregnable.
    Diez anos despues de dejar de ver a su primo del cual se enamoro perdidamente al ser solo una adolescente, ella intentara hacerle saber sus sentimientos. ?Lograra encontrar la valentia de decirle lo que ha callado por anos?

  • Secretos de belleza coreanos para una piel radiante de Charlotte Cho

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    !Los secretos de la piel mas bonita del mundo! En Corea, tener una piel sana y brillante es una prioridad. En este libro, Charlotte Cho te guia a traves de los pasos de la rutina coreana para cuidar la piel que te ayudaran a conseguir que tu rostro luzca un aspecto inmejorable. Con los tutoriales paso a paso de Charlotte, sus consejos y productos recomendados, aprenderas a mimar y cuidar tu piel en casa y a lograr el look de maquillaje natural que admiramos en las mujeres de las calles de Seul.

  • La perla negra de Claudia Casanova

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    La perla negra es la historia de Isabeau de Fuoc, trovadora y ladrona, y de su venganza contra la familia de los Montlaurel, responsables de la muerte de su madre. Nos hallamos ante una suerte de Montecristo medieval, con una protagonista femenina fuerte e inolvidable y una trama de ritmo endiablado que transcurre en el siglo XII en Narbona, en el sur de Francia. Con la lucha entre cataros y cristianos como telon de fondo y un abanico de maravillosos personajes, desde el judio Salomon al toledano Iniguez, pasando por la mismisima vizcondesa Ermengarda de Narbona, Raimundo de Tolosa, el seductor obispo de Montlaurel y el capitan mercenario Guerrejat, La perla negra garantiza horas de diversion a quienes busquen una novela historica diferente, moderna, fresca y llena de sorpresas. Al estilo de las mejores narraciones de aventuras, con pulso cinematografico, Claudia Casanova construye alrededor de su magnifica protagonista una historia llena de giros y extraordinarios personajes que la arrastraran sin respiro hasta una emocionante encrucijada final. <> Abc <> El Periodico de Catalunya <> Toni Iturbe, Que leer…

  • Perdido en la tormenta (Esencia Irlandesa 2) de Yolanda Revuelta

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    Brianna oteo hacia el mar, como le gustaba hacer cada amanecer desde que habia vuelto a Ballycotton. El viento frio del norte hacia fluctuar el agua formando grandes ondulaciones que embestian con fuerza contra el acantilado y como habian hecho a lo largo de los siglos. El batir constante de las olas aranaba con impetu las gigantescas paredes de roca que se encumbraban hasta querer conquistar tierra firme, y ella, alli de pie, era una mera espectadora de esa fuerza devastadora y del hipnotizador rugido sibilante. Adoraba ese ritual matutino y era quiza lo que mas habia echado de menos durante su estancia en Dublin en la epoca que habia estado estudiando en la universidad. Decenas de gaviotas volaban en circulo por el cielo y con sus extensas alas desplegadas planeaban con elegancia a favor de la corriente de aire. Eran totalmente ajenas a lo que sucedia a su alrededor; no asi a su presencia, ya que sus graznidos se podian escuchar claramente desde tierra cuando se acercaban a ella. Brianna se llevo la mano a la frente y la dispuso a modo de visera, para evitar que los rayos del sol la cegasen. Le gusto ver como las aves surcaban las nubes esponjosas tenidas de un rojo intenso, el mismo que vestia el amanecer. Adoraba la casa que le habian dejado sus abuelos en herencia. Quizas y solo por eso, habia decidido restaurarla y emprender un nuevo futuro junto a sus amigas, Caitlin y Meg. Craig House se alzaba a su espalda como una mole mas de piedra que parecia integrarse perfectamente con el verde intenso del paisaje. Tras varios meses de restauracion, la casa resplandecia con orgullo a pesar de sus doscientos anos como unico testigo de los devastadores acantilados. El soplo de aire helado perforo su abrigo y ella no pudo mas que estremecerse; bajo la mano y se abrazo a si misma con la unica intencion de protegerse de las frias rafagas que la atravesaban de forma incesante. Su larga cabellera era como llamaradas de fuego que ondeaba cual bandera a favor del viento y, por primera vez en mucho tiempo, percibio la sensacion de libertad que tanto habia anhelado en esos ultimos meses. No pudo evitar fijarse en el barco de color rojo que rompia contra las olas y que parecia avanzar sin esfuerzo alguno a traves de las corrientes marinas; parecia una pequena e insignificante mancha rojiza en comparacion al elemento que lo rodeaba. No tuvo que preguntarse quien lo tripulaba, puesto que pudo leer en su casco las inmensas letras que daban nombre a la embarcacion: Green Star. El nombre de Garrett sacudio su mente con fuerza, pero esta vez pudo controlar la sensacion de abandono que la habia acompanado a lo largo de los ultimos meses. Lo amaba, pero eso ya formaba parte del pasado. El le habia dejado muy claro con anterioridad que no podria haber nada entre ellos, y ella, a su pesar, habia llegado a respetar su decision. Era un hombre que no deseaba complicaciones en su vida y asi se lo habia hecho saber hacia muchos anos, antes de partir a Dublin. No habian cruzado mas de dos o tres frases desde su regreso; con eso le dejaba claro que su decision al respecto seguia firme. <>, se dijo a si misma parafraseando a su abuela, <>. Dudaba que asi fuera. Llego a la conclusion de que se aprendia a vivir con el rechazo y el dolor, pero que la sensacion de olvido nunca parecia terminar de cicatrizar. La embarcacion avanzo despacio, como si no tuviera destino alguno por alcanzar. Trato de asimilar ese pensamiento y llego a la conclusion que con esa reflexion tambien habia descrito a Garrett. No tenia sentido seguir alli de pie, lamentandose de si misma. Tenia cosas por hacer, Meg llegaria en breve para organizar la cocina y los posibles menus que se servirian en un futuro muy cercano a los clientes. Con ese pensamiento se giro despacio y dio la espalda al mar, se dirigio con pasos lentos hacia la casa y asumio que la tristeza no tenia cabida ese dia en su corazon. *** Garrett percibio las sacudidas de las olas en el casco de la embarcacion; ese balanceo ya formaba parte de su existencia y tenia muy claro que no podria vivir sin el. Preferia la soledad del mar al bullicio y a las personas en tierra. Exhalo un suspiro de derrota al ver la figura femenina en lo alto del acantilado. No tenia duda de quien se trataba ya que habria podido describir sus rasgos con los ojos cerrados. El viento bailaba caprichosamente con su cabello, como si tratase de apagar el fuego que habitaba en ellos; alli de pie, parecia una figura alada bajada del mismo cielo. La vio subir la mano hasta la frente y observar a las ruidosas gaviotas que eran presencia indiscutible cada vez que divisaban un barco en alta mar, puesto que la seguridad de alimento las hacia ser escoltas de cada una de las embarcaciones que encontraban a su paso. No necesitaba tener a Brianna en su pensamiento. Muchas eran las noches que pasaba en vela por su causa, pero no habia marcha atras. No era un hombre hecho para el matrimonio; le gustaba vivir en libertad, sin tener que dar explicaciones a nadie, ser dueno de si mismo. Al menos, durante unos anos, se habia convencido de ello, pero estos ultimos meses la duda sembraba toda logica y eso le creaba un humor de perros. La vio girarse y encaminarse hacia la casa; parecia inmersa en sus pensamientos y deseo ser el quien borrase esa tristeza de sus ojos, pero parecia que ya era tarde para todo. <>, se dijo. Brianna aun era muy joven y tenia toda la vida por delante; el pronto cumpliria los cuarenta y parte de su juventud se habia evaporado. Solo el hecho de ser patron de un barco daba cierto significado a su existencia. Puso el cebo en las nasas y, a continuacion, las echo al agua. Con un poco de suerte encontraria suficientes cangrejos para que el dia no fuese del todo desaprovechado. --!Jefe! --vocifero uno de los marineros, que trabajaban para el, desde proa. --Dime, Patrick. Patrick y Sean, el otro marinero, senalaron con el indice hacia la bandada de gaviotas que volaban en circulo sobre las aguas profundas. --!Atunes! --gritaron al unisono. Garrett recogio con premura las nasas y las dejo caer precipitadamente a sus pies, mas tarde recogeria el cebo. Despues de todo, no iba a ser tan mal dia. El banco de atunes habia llegado con varias semanas de antelacion y eso se traducia en dos cosas: mas ventas y mas dinero. --Coged las canas y echadlas al agua --ordeno Garrett desde babor, mientras se acercaba con determinacion a proa--. !Vamos, aprisa! Ambos marineros asintieron y obedecieron en el acto. Sin poder evitarlo, oteo de nuevo los acantilados en busca de Brianna, pero ella ya habia desaparecido, dejando un vacio insondable en su interior que no supo interpretar. *** --?Estas segura? --pregunto Meg, mientras abria una enorme caja sobre la encimera de la cocina. Brianna no estaba segura de nada, pero a lo largo de los ultimos meses habia tomado tantas decisiones que, en vez de una complicacion, se habia convertido en un ritual. --Creo que sera lo mejor --comenzo a decir--, si abrimos la ultima semana de mayo, podremos empezar a reservar habitaciones y quiza para mediados de junio la casa ya este en pleno rendimiento. Meg desembalo el robot de cocina que habia pedido a Dublin esa semana. Al quitarle el papel transparente que lo envolvia, no la defraudo en absoluto. Si algo habia aprendido en la escuela de gastronomia esos ultimos meses, era que la tecnologia no debia estar renida con la cocina tradicional. --Es perfecto, ?no crees? --le dijo Meg con una amplia sonrisa en el rostro e ignorando el comentario de Brianna hecho con anterioridad. Brianna no quiso desilusionarla y asintio, pero no muy convencida. No tenia muy claro cual seria la funcionalidad de ese armatoste. Mientras Meg seguia con su chachara, Brianna la observo con detenimiento. Ya no era la muchacha timida y asustadiza que habia ido a Cork a realizar un curso de alta cocina. Meg habia vuelto convertida en toda una mujer, por su forma de hablar y de interactuar, pudo llegar a la conclusion de que estaba ante alguien que sabia lo que queria. Si con anterioridad tuvo algunas dudas de que una mujer tan joven como Meg se pudiera ocupar de la cocina de la casa, en ese instante se disiparon todas. Sus ojos azules estaban muy abiertos, quizas el hecho de tener entre sus manos el robot de cocina era suficiente para iluminar su mirada; su media melena era rubia como el trigo de los campos en verano, en ese momento, una diadema lo despejaba de su rostro y aun asi se movia con soltura sobre sus hombros. Era delgada, de estatura media, pero lo que Brianna no pudo evitar, fue compararla con su hermano mayor: Garrett. Una y otra vez, ese nombre resonaba en su cerebro como una cancion pegadiza y desesperada. --Tierra llamando al planeta Brianna.

  • La casa de York de Charlotte Byrd

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    El mundo es mio… entonces ella lo rompe todo.?

  • Y tu de que moriste de Sonia Silva

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    Y TU DE QUE MORISTE? Es una novela comica femenina y disparatada donde su protagonista, Sofia, nos cuenta como podemos convertirnos en la mejor version de nosotros mismos gracias a las desgracias que inevitablemente la vida nos pone por delante, y echar de camino unas risas. Podriamos decir que es una comedia de autoayuda, aunque ni la autora ni el personaje pretenden en ningun momento ayudar, quizas y como mucho invitarnos a hacer una reflexion sobre nosotros mismos y nuestras decisiones basadas casi siempre en el miedo, y lo poco que nos reimos al respecto.Toda una suerte de casualidades desastrosas, una chica bastante ingenua, “tonta de capirote”, y una cuerda… Una aventura imposible politicamente incorrecta desde la primera palabra… pero quizas ese punto irreverente sea lo que la haga especial.Con una opinion sarcastica, esta sujeta, protagonista, antagonista, antiheroe, diferente persona, va a intentar adentrarnos en un mundo agrio, dulce, picante e intenso. La risa y la aventura quedan aseguradas en esta increible novela contemporanea. Disfrutalo y deja tu comentario para que el buen ratito llegue a mas personas. EL AUTOR: Sonia Silva es una artista incansable que ejerce en casi todas las modalidades de arte. Cantautora, escritora y guionista, directora de teatro, actriz, bailarina, pintora, con una trayectoria discreta debido a su caracter reservado y bohemio, tiene en su haber el exito de su comedia alegorica "?Con Quien Hablan las Mujeres?", un cortometraje que pronto vera la luz sobre temas mas dramaticos como el alcoholismo y el derecho a una muerte digna, el presente libro y varias canciones y videos de Youtube en su propio canal. Defensora desde muy joven de los derechos de la mujer y su capacidad de ser protagonista activa en la sociedad actual, intenta siempre impulsar proyectos que reseteen viejas creencias de indefension y limitaciones.

  • sonando a lo grande de Alissa Bronte

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    Marga !!El avion por fin ha aterrizado!! Pongo un pie en el finger y respiro el maravilloso y contaminado aire de Madrid. !!Si!! !Ya estoy en la capital! !El principio del fin de mi solteria! Ahora voy a tener la ocasion de conseguir lo que he anhelado durante tantos anosssssss… ?Que es, os preguntareis? Pues encontrar a ese principe azul que llevo treinta y dos anos esperando en mi pequena isla… No dejo de preguntarme, mientras camino con un poco de temblor en las piernas, cuantas oportunidades me aguardan en la gran ciudad. Se que no debo hacerlo, que el amor tiene que ser algo inesperado y fantastico, algo que no se planea para que resulte superromantico… pero no puedo evitar mirar en todas direcciones buscando a mi hombre ideal, porque si hay algo que tengo claro es que no me voy a conformar con menos. Quiero un principe azul; bueno, lo del titulo nobiliario es negociable, puede ser duque, conde, estrella de cine… !Si! Un galan de cine que se enamora de la mujer sencilla pero encantadora que llega a la gran metropoli, como en las historias de mis libros… Miro entre la multitud a la vez que leo con atencion todas las indicaciones del aeropuerto; la T4 es monstruosamente grande, nada que ver con el aeropuerto de Fuerteventura. Al menos, el vuelo ha sido directo y he tardado poco mas de dos horas en llegar. Por fin, entre la abrumadora muchedumbre, vislumbro la melena oscura y los ojos grises de mi amiga. --!!Grisel!! --grito emocionada por verla de nuevo; la ultima vez fue hace… ?dos anos? --!!Marga!! --grita a su vez. Camino todo lo deprisa que puedo con mis zapatos de tacon, que solo uso en las ocasiones especiales; llevo una falda de pliegues, verde oscura y con pequenas margaritas amarillas y blancas estampadas. Me encanta esta prenda porque, al andar, produce frufru, como en las novelas de la epoca de la Regencia que tanto me gusta leer. --?Que tal el vuelo? --pregunta apretandome fuerte entre sus delgados brazos. --!Bien! Bueno… bien. --?Nerviosa? --!Si, claro! --Vamos a salir fuera, aqui hay mucho ruido. Asiento con la cabeza y, de la mano de mi amiga, echo a andar con un monton de sentimientos diferentes a cuestas, mientras percibo como me recorre por el cuerpo una especie de descarga electrica, de esas que se te cuelan por los dedos y, hasta que no imprime su marca por todo tu ser, no te abandona. No dejo de pensar en todo lo que me espera y no puedo parar de sonreir. Grisel detiene su paso en una zona menos ruidosa, una cafeteria en la que nos sentamos y pedimos un cafe. Necesito ponerme al dia, y ella, imagino, tambien. --?Que tal todo por la isla? --Si quieres saber algo de alguien en concreto, dimelo. --No quiero saber nada de nadie en concreto… --disimula. --Grisel… no mientas; siempre que lo haces, te rascas la nariz de una forma muy descarada. Somos amigas desde… --?Siempre? --Sonrie. --Exacto, y te conozco mejor que nadie. --Se que pretende saber que tal esta su ex, pero quiero que sea ella quien lo pregunte. --Esta bien. ?Que tal esta Airam? --Bueno, esta… --contesto. --?Esta…? --Si, supongo que ha pasado pagina. --?Esta saliendo con alguien? --Si, asi es, pero no he logrado averiguar de quien se trata… --Seguro que es la zorra de Yolaida… --Tambien lo he pensado. ?Y tu? ?Has pasado pagina aqui en Madrid? --De momento me centro en trabajar, que ya es mucho, y, bueno, si algun dulce aparece, le hinco el diente. ?Y que me dices de ti? Cuentame, ?sigues…? --Si, sigo. !!Siempre estas con lo mismo!! --!Es que me preocupa en que estado lo tienes! Seguro que, si llamamos a un experto en antiguedades, lo declara patrimonio de la humanidad. --!!Grisel!! --!Es verdad! ?A cuantas mujeres conoces de tu edad que no hayan probado varon? !?Que lo unico que se haya colado entre sus piernas sea el agua del mar?! Ni un triste consolador ha paseado por ahi… Desde luego, debes tener una telarana que ni Spiderman… --!Grisel…! --No te preocupes, mi Margarita, que para eso estas aqui; vamos a lograr que encuentres a ese hombre que te vuelva loca. --!A mi principe! --suspiro. --Eso es mas dificil, pero, bueno, trataremos de dar con ese que te provoque tal calentura que te salgan ampollas en la boca solo de pensar en el. --Grisel, ahora en serio, ya sabes que quiero enamorarme antes de entregar mi preciada virginidad a alguien. --Pareces sacada de una peli antigua. --?De esas romanticas? --Mas bien de terror. Pero en Madrid nada es imposible; seguro que hay por ahi algun hombre que este hecho especialmente para ti. --!Eso espero! --Vamos a casa. Manana hay que madrugar, empiezas en tu nuevo trabajo. ?Nerviosa, Marga? --Si, si que lo estoy, pero la ilusion es mayor. --Sonrio. Llegamos al pequeno apartamento; no es gran cosa, pero resulta muy acogedor. Tiene dos habitaciones y un unico bano; ya temo la de veces que me va a tocar hacer cola para entrar: Grisel jamas de los jamases sale a ninguna hora, ni por ningun motivo, sin estar perfectamente arreglada. Cenamos un bocadillo y nos vamos enseguida a la cama; estoy agotada, pero no por el viaje, sino por la cantidad de emociones que se empenan en quedarse dentro de mi estomago y pasearse por mi cabeza. Sin poder conciliar el sueno, saco mi libro electronico y continuo con la historia que estoy leyendo hasta que, finalmente, me quedo dormida. Cuando me levanto, me sorprende ver que el bano esta libre, y Grisel preparando cafe. --Venga, dormilona: arreglate, que nos vamos al trabajo --apremia. --?De verdad crees que voy a hacerlo bien? --!Claro que si! Eres la persona mas… --Mas, ?que? --Optimista, lo que te vendra estupendamente a la hora de intentar vender el producto. --De acuerdo, vamos a ello --digo y entro en el bano para ducharme. Mientras el agua cae por mi suave piel, pienso en el trabajo. Grisel me ha conseguido un puesto de teleoperadora en una empresa de servicios moviles; debo atraer a clientes de otras companias, para que se cambien a la que me ha contratado. No estoy segura de poder hacerlo bien, pero, bueno, se trata de vender por telefono sin estar frente a alguien, por lo que debe de ser bastante facil. Despues de vestirme y de tomar el cafe, Grisel me deja frente al edificio de mi nueva oficina y se marcha a trabajar. En la puerta, sola y sin conocer a nadie ni nada, una sensacion de vacio me invade, como si quisiera tragarme entera, asi que agarro mi falda rosa con tul en el dobladillo y muevo las piernas para escuchar el suave frufru que siempre me calma.

  • El heredero caido (Los Royal 4) de Erin Watt

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    Rivales. Reglas. Remordimientos. Los Royal acabaran contigo.
    Easton Royal es un triunfador: es guapo, rico e inteligente. Su meta en la vida es divertirse tanto como pueda y nunca piensa en las consecuencias de sus actos. No necesita hacerlo.
    Pero un dia aparece en su vida Hartley Wright, una joven que pondra su mundo patas arriba. A pesar de sentirse atraida por el, Hartley lo rechaza. Easton no entiende por que, y eso la hace aun mas irresistible. Hartley le dice que tiene que madurar. Y puede que tenga razon.
    Por primera vez en su vida, la riqueza y la popularidad de los Royal no sera suficiente para Easton.

  • La manguera que nos unio de Elena Garcia

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    Son mas de las doce y el encargo que le hice a la distribuidora sigue sin llegar. Llevo mas de dos semanas esperando a que me envien un paquete con medicamentos importantes y aqui no aparece nadie con ellos, y lo peor de todo es que cada vez que entra un cliente y se marcha con las manos vacias, se que no volvera. Los he llamado infinidad de veces y me dan largas continuamente. Como a ellos esta situacion no les genera perdidas, no llevan ninguna prisa. Si ya de por si en el negocio me va mal, esto sin duda lo empeorara. Salgo del mostrador aprovechando que no hay nadie y repongo los productos de higiene que se ha llevado la ultima persona que entro. Alzo la mirada y vuelvo a fijar mis ojos en la caja de las bolas chinas. Llevo vendiendolas en la tienda mas de seis meses y cada vez llaman mas mi atencion. Las ofrezco como ejercitadores de suelo pelvico para mujeres que acaban de dar a luz o que tienen algun problema de incontinencia, pero mi mente no deja de llevarlas a otro lugar. Mi amiga Lucrecia se las compro en un sex shop hace algunos meses y dice que es de lo mejorcito que ha probado, y eso que de esto tiene un buen arsenal. Yo, en cambio, en el tema sexo siempre he sido muy tradicional. Quizas mucho mas de lo que deberia, pues nunca he llegado a probar nada fuera de lugar. Mi expareja quiso experimentar conmigo en la cama y siempre me negue, asi que nunca he ido mas alla de las cuatro punaladas de carne. Asi me fue… En cuanto tuvo la oportunidad me dejo por otra. Por mi vecina para ser exactos. Por lo visto, y segun llego a mis oidos despues, va contando por ahi que esa si que se la chupa bien. Como si yo le hubiese hecho eso alguna vez. !Que asco! Imagino que esta especie de frigidez que me atormenta viene de atras y sospecho que se debe a que me he criado en un hogar un tanto puritano. Mi madre siempre criticaba a quienes lo hacian y mi padre, si era necesario, nos metia los dedos en los ojos a mi hermano y a mi para evitar que viesemos una escena subida de tono en la television. Eso si, el no le quitaba el ojo de encima, hasta que mi madre se daba cuenta y se armaba la guerra. Que tiempos aquellos… Ojala no vuelvan. --Buenos dias--. Margarita, la estirada e insoportable duena del local donde tengo instalada la botica, entra como cada dia a revisar que todo este en orden. --Hola… --respondo carente de entusiasmo. Esta mujer saca lo peor de mi. Si llego a saber esto el dia que firme el alquiler, me busco otro lugar. Es la persona mas pesada y agobiante que he conocido en mi vida. Por su avanzada edad quiero creer que ya chochea porque no logro hacerle entender que si estoy pagando por un espacio, es mio hasta que deje de hacerlo y puedo colocar el mobiliario como me de la gana. --?Que es eso? --Se inclina y rasca con una de sus unas recien pintadas el yeso de la pared. <> protesto para mis adentros. Ayer por la tarde, el senor Tomas casi se cae al entrar por mirarme los pechos y con la garrota golpeo una de las paredes, haciendo que un trocito insignificante de la pintura se desconchara. La imperfeccion apenas medira un par de centimetros. ?Como ha podido verla? Ojala mi abuela, que debe tener sus anos, tuviera tambien su vista. Dios se la bendiga mucho tiempo. --No lo se. --Trato de ignorarla para que se marche. Como se me ocurra darle alguna explicacion, la cosa se pondra mucho peor. --Tendras que pedir que lo arreglen o te lo descontare de la fianza. Todos los dias es la misma historia. Me tiene hasta los ovarios. En cuanto ve algo, por pequeno que sea, que pueda estar mal, comienza con las amenazas. Me duele la lengua de mordermela y si me he callado hasta ahora ha sido por respeto a sus canas. Si tuviera unos anos menos se iba a enterar. La suerte parece estar de mi lado y tras pasearse a sus anchas durante algunos segundos mas, observandome por el rabillo del ojo como si me perdonase la vida, finalmente se marcha. Expulso el aire de mis pulmones con alivio y continuo con lo que estaba haciendo. Alzo de nuevo la mirada y vuelvo a encontrarme de frente con las puneteras y llamativas bolas. Las observo varios minutos mas y juraria que puedo oir como me llaman: “Mariajo… Mariajo… dejanos ser tu badajo”, pestaneo varias veces pensativa y, cuando por fin sucumbo a la tentacion, estiro mi brazo para hacerme con una de las cajas. No puedo aguantar mas este suplicio, tengo que saber que se siente con ellas. La abro para sacar su contenido y, nada mas hacerlo, las pego contra mi pecho imaginando mil cosas que hacer con ellas, aunque en realidad solo sirvan para una. Cuando mas entregada estoy al fantaseo, el sensor de la puerta me indica que alguien esta entrando y en un acto reflejo las lanzo bajo el mostrador para evitar ser descubierta. --Buenos dias. --La voz de un hombre suena a mi espalda y rezo para que no lo haya visto. Despues de tanto como me ha costado tomar esta jodida decision, lo ultimo que quiero es que alguien me pille con las manos en la masa--. Si esta tratando de jugar a la petanca con eso, le va a ir muy mal. --Mis ojos se abren con sorpresa y toda la sangre del cuerpo se me agolpa en la garganta. Permanezco inmovil unos segundos mas, sin saber muy bien que hacer debido a la verguenza y, viendo que no me muevo, continua--. Siento decepcionarla, pero, para que el lanzamiento funcione, las bolas deben ser metalicas. Por su acento deduzco que no es de la zona. Cuando oigo como se rie, no se donde meterme y me giro poco a poco con intencion de recuperarme antes de encararlo. Al hacerlo, me encuentro de frente con un hombre enormemente atractivo y bastante alto. Casi tanto como mi primo Juanra, que mide alrededor de un metro noventa, pero ni que decir tiene que este le da mil vueltas y nada tiene que ver con mi pariente el larguirucho que, ademas de idiota, se cree guapo, cuando es mas feo que un gato sin pelo. Tambien parece mas joven, calculo que no alcanzara la treintena, y aunque eso es algo que en otro momento me agradaria, ya que practicamente solo atiendo a personas mayores durante todo el dia, esta vez no esta siendo asi. ?Que estara pensando de mi? Ojala en vez de el hubiese entrado el senor Tomas que, aunque es un poco acosador, no sabria que es eso que anda rodando por ahi y mi dignidad, de alguna forma, seguiria intacta. --Ho…la. --Mi voz suena forzada, como si alguien me estuviese estrangulando desde atras. Si a algo le doy gracias es a que todavia esos trastos del demonio estan fuera de mi cuerpo. De no ser asi, de tanto como estoy apretando el culo ya se me habrian subido a la traquea--. Ya se que no son para eso… --finjo reir y sueno como una puerta oxidada--. La caja estaba rota y, bueno…, se me han caido. Ahora las recogere. ?En que puedo ayudarle? --Aprieto la mandibula mientras el aguanta la risa al ser testigo de mi bochorno. --Necesito… --carraspea para seguir disimulando--, lubricante. --?Como? --Ya no se si habla en serio o es que esta pretendiendo hacerse el gracioso. --Quiero un bote grande de lubricante. El mejor que tenga. --Me mira directamente a los ojos y mis piernas flojean. Tiene la mirada mas sexi y empotradora que he visto en mi vida. Con un maromo asi seguro que se me quitaban las ganas de andar jugando con pelotitas. Lastima que los tipos como el ni siquiera se fijen en las mujeres como yo, porque a este si que le chuparia hasta el tuetano. ?Que cono acabo de pensar?--. Tambien quiero una caja de condones. Con esa frase logra sacarme de mis pensamientos y, por fin, me centro para prestarle atencion. --Ahora mismo. Me giro para ir a buscarlos y, por sorpresa, me detiene sujetando mi mano. --Espera. --Observo como su enorme brazo oprime mi muneca y mi mente vuelve a divagar. Debo de estar con la ovulacion porque, si no, no me lo explico--. Los condones deben ser grandes. De talla especial. --Ammm… Ok. --Muerdo mi labio y un enorme pene aparece en mis pensamientos. Por alguna razon que nunca sabria explicar, lo imagino como si fuese un tripode y sonrio sin darme cuenta. Cuando vuelve a hablar, soy consciente de lo que estoy haciendo y guardo las formas para ponerme seria. --?Tiene la talla XXL? Busco en su mirada algo que me indique que esta bromeando, aun a riesgo de parecer tonta, y al no encontrarlo me disculpo para entrar a la parte de atras y buscarlos. Si no recuerdo mal, esa talla equivalia a mas de veintidos centimetros, asi que ahora es la imagen de una anaconda la que me atormenta. Rio a placer aprovechando que no puede verme y, tras un par de minutos revisando las estanterias, por fin doy con ellos. Los guarde aqui hace un par de meses al no venderse por ser una talla poco usual y aproveche el lugar que dejaron en la vitrina para colocar otras cosas. --Aqui tiene. Los coloco sobre el mostrador y veo aparecer una sonrisa de satisfaccion en su cara. --Es curioso --habla, y le miro atenta esperando a ver que dice--. Es la primera vez que los compro sin tener que hacerlo por encargo. --No se a que se refiere. --De sobra lo se, pero prefiero disimular. Tampoco sabria que decir y, con lo nerviosa que estoy, apostaria lo que fuera a que suelto algo que todavia me ridiculice mas. --Mi...., bueno --rie y rapidamente me arrepiento de no haberle dicho otra cosa--. Mi Miniyo tiene unas medidas un poco… --Mi cara se vuelve tan roja como un tomate--, fuera de lo comun, ya me entiende. --Nah, no se crea… --Cada vez lo arreglo mas. ?Por que narices he dicho eso y por que no cierro la bocaza de una jodida vez? --Pues la experiencia me dice todo lo contrario. --Levanta una ceja, picaro, y ruego para que la tierra me trague de una vez. --No se preocupe, aqui vienen muchos asi --miento para salir del paso--. Si necesita mas de lo mismo, ya sabe donde encontrarme. --En el momento en que acabo la frase me doy cuenta de que se puede malinterpretar y rectifico--: Quiero decir… que cuando se le terminen o caduquen… --Mierda, ?acabo de insinuarle que no mantendra relaciones? --Quiero decir…, que si quiere mas… --Con cada palabra que suelto me siento mas absurda--. Tengo mas de lo que quiere en la parte de atras. --Suena bien eso. Creo que le tomare la palabra. --Me guina un ojo, deja el dinero en el mostrador y, en el momento en que se marcha, resoplo cubriendome la cara con las dos manos. --Madre del amor hermoso… --balbuceo. Es la primera vez que deseo que un cliente no regrese. CAPITULO 2 A la hora de cerrar todavia no he logrado sacarme de la cabeza el suceso y mi mente tampoco me ayuda. Y, para colmo, cada vez que tiene oportunidad me lanza una imagen clara y concisa del posible tamano de ese… animal. Recojo lo que puedo y, procurando dejar todo preparado para la jornada de manana, me marcho. Odio llegar a casa y saber que todavia me quedan cosas por hacer. Si quiero desconectar del trabajo esta es la unica manera. Cuando estoy bajando el cierre de seguridad, dando por hecho que ya he terminado, recuerdo que no he desconectado los automaticos y tengo que volver a subirlo para regresar. Desde hace meses noto que, si apago todo, a excepcion de las neveras, desembolso casi la mitad en la factura de la luz. Algo me dice que la estirada duena del local tiene algun tipo de enganche ilegal y es a mi a quien estan cobrando su consumo. Con lo racana que es Margarita podria apostar lo que fuese y no lo perderia. Abro la puerta del cuadro electrico, bajo los diferenciales que no necesito y, cuando estoy presionando el ultimo, una rafaga de luz sale proyectada en mi direccion. --!Que mierda ha sido eso! --Apenas he sentido dolor, pero el brillo inesperado de la luz me ha dejado ciega. Busco con las manos la pared para guiarme y, tras luchar contra cientos de destellos oculares, poco a poco voy recuperando la vista. Vuelvo la atencion al cuadro de luz buscando una explicacion y lo unico anormal que encuentro son unas motitas de hollin en el suelo. Definitivamente, la bruja de arriba me la esta jugando y manana sin falta hablare con ella. Igual que a mi me cobra por todos los desperfectos externos, esto es algo interno y debe hacerse cargo. Compruebo que los interruptores de las neveras estan bien, esta vez presionandolos con un liston de madera por si las moscas y, al ver que todos funcionan a la perfeccion, hago lo que deberia haber hecho hace rato y me voy. A medio camino, mientras conduzco, abro un poco mi ventanilla e inspiro profundamente el dulce aroma que desprenden las flores de azahar. Soy sevillana de nacimiento y si por cualquier razon tuviese que marcharme de aqui, lo primero que echaria de menos seria este adictivo perfume. Solo Sevilla puede oler asi. Aunque ya es tarde y apenas hay luz solar, no puedo evitar echar una mirada a traves de los cristales. Desde la carretera se aprecia la Giralda en todo su esplendor y, aunque paso cerca de ella todos los dias, me tiene totalmente enamorada. No se si sera por su altura, ya que durante anos fue la torre mas alta del mundo, o por su portentosa estructura con la que logra impactar a todos los que la visitan, pero lo cierto es que cada vez me gusta mas. Aunque quizas, pensandolo bien, tenga mas que ver con mi abuelo y el amor con el que me habla de ella. Alli fue donde beso por primera vez a mi abuela y eso debio de calar muy hondo en su corazon. Es tal su pasion por este campanario, que hasta llego a encargar un cuadro del Giraldillo, la escultura que corona la torre sobre una gran bola de bronce. --!Mierda! --Piso el pedal del freno-- !Las bolas! --Al pensar en la de bronce recuerdo que las he dejado encima del mostrador de la farmacia--. !Sabia que al final me olvidaria de algo! -- Golpeo el volante y por suerte no viene nadie detras. Es muy tarde para volverme ya y, por descuidada, me toca esperar hasta manana. !Con las ganas que tenia de probarlas! Al llegar a casa mi hermano esta en ella y me sorprende verlo. Es solo dos anos mayor que yo, pero se independizo hace, al menos, cuatro. --!Hola, hermanita! --Se acerca a mi y me besa en la frente--. Cada dia estas mas guapa. --Y tu mas pelota --rio mientras lo abrazo. Me parece increible que ahora nos llevemos tan bien, cuando siempre nos hemos estado peleando y hasta sacando trozos de piel. Aun recuerdo la vez que, en venganza por romperle uno de sus coches, me coloco varias cerillas entre los dedos de los pies mientras dormia y las encendio. !Menudo hijo de perra! Era mas malo que la carne de cabra vieja--. ?Que haces aqui? --Vive, al menos, a cien kilometros de distancia y, por las horas que son, entreveo que tambien se quedara a dormir. --Manana tengo una reunion importante aqui al lado y he aprovechado para venir ya y asi pasar un poco mas de tiempo con vosotros. --Llevabamos cuatro meses sin vernos--. ?Como va el negocio?

  • Un mojito, por favor de Ariadna Baker

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    El sol abrasaba no solo la piel, sino las entranas mientras Camila, bolsa en mano cargada de ropa y esperanza, caminaba a paso ligero por las calles adoquinadas de La Habana para entrar en su casa y darse una buena ducha. Tenia unas ganas inmensurables de abrazar a su hijo Fidel, las mismas que tenia de echar una cabezadita antes de volver al mundo real, al mundo de ama de casa que se sacaba unos cuartos cosiendo para la calle. La cosa estaba dificil alla y todos se las tenian que ingeniar para llevar un plato caliente a la mesa. Suerte que Fidel habia encontrado trabajo como camarero en un bar para hispanos y gringos. Sin duda, el era el sustento de la casa. Si no fuera por su Fidel...decia siempre. Entro por la puerta y dejo el saco de ropa, al que llamaba bolsa, en uno de los laterales del recibidor, no tenia animo para ponerse ahora a lavar, ordenar y planchar. Se descalzo en la entrada para no ensuciar el piso y se fue directa a la cama. El viaje a las afueras de La Habana para estar con su familia habia sido muy enriquecedor, pero agotador a la vez y era hora de descansar, asi que se fue a la cama y se desplomo como si llevara siglos sin poder tumbarse para relajar sus atormentados huesos. Se desperto dos horas despues. El calor era insoportable y fue a darse una buena ducha fria, pero no era suficiente, y sentandose en la mesa del sofa, encendio el ventilador. Era un soplo de aire fresco revitalizador. No sabia donde estaba Fidel, lo habia buscado al llegar en cada una de las estancias de la casa. Estaria por ahi disfrutando de su juventud con sus amigos o eso imaginaba. La verdad es que no habian tenido una vida facil y el no habia tenido una infancia del todo feliz, su padre habia muerto en un accidente de trafico y los habia dejado solos. Ellos estaban orgullosos de que hubiera luchado por la familia, por el pais, por la sangre, pero les habia dejado un gran vacio irreparable y aquello los carcomia por dentro. Dejo de entablar conversaciones con su propio subconsciente y se levanto para coger un vaso de agua y volvio a sentarse en la mesa. Alli habia una especie de television pequena que Camila no habia visto nunca. Se imagino que era de su hijo, pero la curiosidad mato al gato y la cogio entre sus dedos para examinar ese cachivache que no habia visto en su vida. Al cogerlo, apreto un boton y la pantalla se encendio como si de luces de neon se tratara. Alli habia escrito lo que parecia un libro dentro de la pantalla. ?Acaso aquello era posible? Camila jamas habia visto una Tablet y mucho menos un libro digital, asi que para Camila casi parecia brujeria. Empezo leyendo las primeras lineas y se quedo asombrada. Era la historia de unas amigas que viajaban a cuba para encontrarse con otras. Al principio Camila no entendia bien que estaba sucediendo, pero aquello la enganchaba mas y mas y no podia dejar de leer. Aquellas chicas iban a Cuba, !a Cuba! Su tierra, su mundo, su vida. Eso la animaba mas y mas. No entendia bien por que se hacian llamar la tribu, ?eran de alguna tribu indigena? Deberia preguntarselo a Fidel cuando volviera a casa. Siguio leyendo y descubrio que habia amigas en ese grupo que vivian en Cuba. Quiza las conocia y podia tomar un cafe con ellas para que le contaran si aquello era real o solamente una invencion. La verdad es que, aunque alli vivia mucha gente, todos se conocian y preguntando se llegaba a todos lados. Tomo un trago de agua y prosiguio su lectura animada, hasta se le habia pasado el sueno y tenia los ojos como platos dispuesta a leer mil y una historias de su Cuba natal. Rio cuando leyo como las chicas se morian de calor al llegar a Cuba, ella llevaba alli desde que nacio, hacia ya mas de sesenta anos y todavia no se habia acostumbrado a ese clima tan caracteristico, pero sabia que ya no podria vivir de otro modo, se habia acostumbrado a ello. Las siguientes lineas hablaban en unos terminos un tanto ardientes de los mulatos de la zona. Todas los amaban, en especial una de ellas, que los veia y se los queria comer a todos, como si fueran helados de chocolate con los que derretirse despues de darles unos cuantos lametones. Camila reia como una loca ante las ocurrencias que iba leyendo, incluso cuando aparecio un chico, que tenia la sensacion de que era de muy bien ver. La verdad es que no le hubiese importado para nada tener cuarenta anos menos y darle un buen repasito. Ya era mayor para enganarse a si misma, pero sonar era gratis. Dylan se hacia llamar en aquellos escritos que con tanta atencion leia. Le gustaron las promesas que hacian entre ellos y entre ellas y le encantaba que admiraran su lugar de origen catalogandolo como un lugar magico al que sin duda volver algun dia. Y entonces se quedo helada ante lo que vieron sus ojos. Alli, en aquel inicio de pagina se encontraba un nombre muy conocido para ella, y rogo al Dios suprema que fuera el y no otro, su querido hijo Fidel. El y una tal Ariadna coqueteaban sin cesar, y aunque ella se hacia la dificil, provocandolo a cada momento, en el fondo le gustaba, mas de lo que queria confesar. Si es que su hijo era muy bello, tanto por fuera como por dentro. Camila no sabia si realmente era su hijo, aunque queria pensar que asi era, sobre todo porque la historia se tornaria mucho mas interesante y la veria con otros ojos, o mas bien la leeria desde otra perspectiva. La chica, que supuestamente bebia los vientos por su hijo, se bebia hasta los charcos de los suelos, algo que Camila no aprobaba, pero se propuso que, si en verdad existia y podia encontrarla, corregiria esos malos habitos para que fuera una muchacha de buenos habitos y porvenir.

  • Rodo & Mel (mon 8) de Cristo Alcala

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    Siempre la gente normal, se pregunta si hay vida despues de la muerte.
    Pero, yo no soy normal.
    No.
    Y por eso, yo me preguntaba.
    ?Si hay vida, despues de la vida?
    ?Dificil, de entender?
    Las entiendo y siento sus miradas raras.
    Pero, facil de explicar, en mi mundo paralelo.
    Si.
    Porque asi, soy yo y aunque ya me conocen, permitan que me presente para las que no.
    Soy el guapo.
    Simpatico.
    El de la sonrisa super encantadora.
    Rodrigo Montero.
    Rodo, para ustedes.
    Y sin olvidar, mejor amigo de mi jefe.
    Si, ese mismo y el que estan pensando.
    El rarito.
    Caprichoso.
    El de las anginas y que se desmaya de la emocion, porque es un blandito.
    Y se porta como crio de cinco casi siempre, si no se hace lo que el dice.
    Mi gran amigo Heronimo Mon.
    Pero, me estoy adelantando a esos hechos.
    Y rebobino a nuestros principios.
    Nuestra Amistad y a donde reitero, esa pregunta con la respuesta.
    ?Si hay vida, despues de la vida?
    Y yo les digo, que si.
    Porque, puede ocurrir en ustedes que hay un despues de su vida, cuando alguien que llega a ella.
    Una que, creian perfecta en su monotonia o no en su dia a dia.
    O tras recibir duros golpes en esta y a lo largo de ella como creer de esta, su enemiga.
    Aparece esa claridad, despejando tu camino.
    Mi caso.
    Comenzando como un dolor de trasero esa claridad.
    Pero, dandome cuenta que dicho dolor.
    Poco manejable, pelo revuelto tipo Bob Esponja y caracter de lo mil demonios.
    Te ensena.
    Que hay mas vida, despues de mi vida.
    Mi Mel.
    Nuestra historia..

  • Esto es Agua de David Foster Wallace

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    <>. A los seis anos de la muerte de David Foster Wallace se publica Esto es agua, la legendaria conferencia que impartio en la ceremonia de graduacion de la Universidad de Kenyon, ante un auditorio plagado de alumnos embelesados. Escrito en 2005 y debatido ampliamente tras su muerte, este discurso es el conciso legado de uno de los mas grandes autores de nuestro tiempo, que se quito la vida en el momento algido de su fama y con tan solo cuarenta y seis anos.

  • Al ritmo de tus besos de Sarah Mccourt

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    Me he gastado los ultimos diez euros en unas cervezas y tengo que volver andando a casa. Son solo un par de kilometros, pero hace frio y son casi las dos de la madrugada. Eran mis ultimos diez euros, mi cuenta corriente esta en numeros rojos y solo estamos a mitad de mes. Aunque eso no importa, desde que me despidieron hace casi dos meses no he vuelto a encontrar trabajo y no tengo ningun ingreso. Lo que significa que, a menos que suceda algun milagro, no podre hacer frente al alquiler del piso que comparto con otras dos estudiantes, ni tampoco a los gastos. Por no poder, tampoco podre comprar comida, ni la tarjeta de transporte para ir a la Universidad. Soy estudiante de cuarto de medicina y hasta ahora las becas han cubierto la matricula de la Universidad y parte de los gastos que supone desplazarse a otra ciudad. El resto del dinero procedia de mi trabajo como camarero en todo tipo de bares a lo largo y ancho de la ciudad, pero hace ya dos meses que no encuentro nada. Eso ha afectado a mis estudios y si las cosas siguen asi, no me quedara mas remedio que dejarlo todo y regresar al pueblo con mis padres. Manana volvere a patear la ciudad en busca de trabajo. La Navidad esta a la vuelta de la esquina y en esta epoca del ano siempre hay mas demanda de camareros. El motivo de mi despido fue que me pillaron en el bano tirandome a una de mis companeras. Llevaba meses insinuandose e invitandome a salir y aunque aguante casi seis meses dandole largas, aquel dia me preparo una encerrona y cai como un idiota. Pero, ?quien es capaz de resistirse a una mujer a la que pillas masturbandose en el bano? En realidad no la pille, ella lo organizo todo para que la encontrara alli, sentada sobre la tapa del WC, abierta de piernas, con los dedos sobre el clitoris y cara de estar disfrutando como loca. Intente dar media vuelta y salir corriendo, pero ella no me lo permitio. Ni ella ni ese segundo cerebro que llevo entre las piernas y que ya me ha jugado mas de una mala pasada. Pense que seria algo rapido y que nadie se enteraria, pero pocos minutos despues de empezar con la faena aparecio el gerente y nos puso a los dos de patitas en la calle. Al final se me paso el calenton, me quede sin trabajo y aqui estoy, muerto de frio, solo y sin un solo euro en el bolsillo. Actualmente comparto piso en el centro de Madrid con un par de chicas que tambien son estudiantes, Maria y Nuria. Ellas tampoco van sobradas de dinero, aunque Maria no tiene que trabajar para pagar el piso y sus gastos, ella es una de esas afortunadas cuyos padres le pagan todo porque quieren que este concentrada unicamente los estudios. Maria estudia Matematicas y Nuria Derecho. Mi relacion con ellas es cordial, pero apenas nos conocemos, solo llevamos compartiendo piso cuatro meses y no puedo pedirles que paguen mi parte del alquiler. Tampoco puedo pedirselo a mis padres, que sobreviven estrechamente con la pension de mi padre, y mucho menos a mi hermano Juan, el es el mayor de los dos, y tambien el que mas suerte ha tenido. Aunque si le preguntas no dudara en contarte que todo lo que tiene se debe a su esfuerzo y trabajo. Es abogado y gracias a su suegro, que tiene un despacho en Serrano, tiene trabajo y un sueldo con muchos ceros que sirve, entre otras cosas, para pagar los caprichos de su mujer. Si le pidiera ayuda me soltaria otra vez el mismo rollo de siempre y terminaria con dolor de cabeza, y sin conseguir mi proposito. Apenas quedan quinientos metros para llegar a mi piso. Es un piso viejo, amueblado con muebles aun mas viejos, pero es centrico, esta bien comunicado, tengo una habitacion para mi solo y el alquiler no es demasiado alto. Al principio las chicas eran reacias a meter a un tio en casa, especialmente Maria, pero despues de charlar un rato con ellas a Nuria le cai bien y convencio a Maria para que me quedara. Vivir con dos mujeres es mucho mejor que vivir con otros hombres. Tenemos turnos para hacer la limpieza de las zonas comunes y la compra, asi que el piso siempre esta limpio y la nevera llena. Cada uno se encarga de la limpieza de su habitacion y de su ropa, y aunque no hay normas en cuanto a las visitas, ellas no han traido a ningun hombre a casa en estos meses, asi que intuyo que no es algo que les haga mucha gracia. Al principio me parecieron demasiadas normas, pero comparado con el caos que era mi vida hace unos meses, ahora vivo mucho mas tranquilo. Si no fuese por el puto dinero, mi vida seria perfecta. Saco las llaves del bolsillo cuando llego a la esquina de la calle donde vivo y repentinamente una limusina se para a mi altura. Por estas calles tan estrechas apenas cabe un coche de estas dimensiones y me pregunto de donde demonios habra salido. Una de las ventanillas traseras se abre y un hombre de casi sesenta anos se asoma a traves de ella y se me queda mirando. --Buenas noches --dice, y miro a mi alrededor para asegurarme de que se esta dirigiendo a mi. No hay nadie mas en la calle aparte de mi y supongo que se habran perdido y solo quiere preguntarme alguna direccion. --Buenas noches --respondo. --?Te gustaria ganar algo de dinero? --me pregunta. ?De verdad acaba de preguntarme si quiero ganar algo de dinero? --?Como dice? No tengo claro si ha sido mi imaginacion. En este momento estoy tan desesperado por conseguir algo de pasta que es posible que solo me lo haya imaginado. --Te preguntaba si te gustaria ganar un poco de dinero --repite, y esta vez estoy seguro de haber escuchado bien. --Depende --respondo, aunque no depende de nada. Estoy desesperado, tanto que seria capaz de hacer casi cualquier cosa, espero tener suerte y que ese casi no sea la cuestion que nos ocupa. --Esta es Marla, mi mujer --dice abriendo del todo la ventanilla y echandose hacia atras. Me agacho un poco, lo suficiente como para mirar hacia la tal Marla, que en este momento me saluda con la mano y sonrie mostrando una dentadura perfecta. El interior de la limusina esta oscuro y no se ve demasiado bien, pero por lo poco que puedo apreciar, Marla esta como un tren. Tiene el pelo largo y rubio, ojos grandes, aunque no puedo ver el color, labios carnosos, y lleva un escote que deja parte de sus senos a la vista. Desde aqui no puedo ver nada mas, pero puedo imaginarme el resto de su cuerpo y mi segundo cerebro reacciona inmediatamente. --?Te gusta lo que ves? --pregunta el hombre. Pues claro que me gusta lo que veo, pero la cuestion es que acaba de decirme que Marla es su mujer y no estaria bien que respondiera que si, que me gusta y mucho. En cuestion de tias soy bastante basico. Voy a lo que voy, nunca me he enamorado ni he sentido todas esas cosas de las que las mujeres suelen hablar, y no soy demasiado romantico. Mi cuerpo reacciona inmediatamente cuando veo a una mujer guapa, supongo que es lo normal en un chico de veinticuatro anos. Pero la cuestion es que esta mujer, por muy buena que este, ya esta pillada. --Puedes hablar con total sinceridad --me anima el viejo. --Es... muy guapa --acierto a decir. Espero que esto no sea una trampa o una camara oculta, aunque tampoco es que sea normal que una limusina pare en medio de la calle y el tipo que va en su interior te pregunte si te gusta su mujer. --Te dare dos mil quinientos euros si entras en la limusina y haces todo lo que ella te pida --me ofrece el hombre. ?Acaba de ofrecerme dos mil quinientos euros por tirarme a su mujer? No, no puede ser, esta noche no es mi noche. Estoy cansado, algo deprimido y solo oigo lo que me gustaria oir. --Perdone, ?se trata de una broma? --pregunto. --No, no es ninguna broma. --?Me esta diciendo que me folle a su mujer y que a cambio me va a dar dos mil quinientos euros? --Si, mas o menos. No se si ella quiere... follar o tiene otras cosas en mente. --?Y usted que hara mientras tanto? --Sere un simple espectador --responde con total tranquilidad. !Joder! ?De verdad me esta pasando esto?

  • Ni dulce, ni amargo de Sarina Bowen

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    La nueva autora de novela erotica que no puedes dejar de leer.

  • Tiernos cuidados de Stella Bagwell

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    Linc Ketchum no habia sido un hombre facil antes de quemarse las manos en un incendio, pero ahora era sencillamente imposible. Sabia que ninguna mujer podria aguantarlo, y mucho menos Nevada Ortiz, la enfermera que habia enviado su prima para que lo cuidara. Lo que no esperaba era que fuera tan guapa e inteligente. Su cabello negro como la noche y su tersa piel morena suponian una enorme distraccion, por no hablar de los sentimientos que habia despertado en el. Como cualquier vaquero, Linc detestaba admitir que podia estar equivocado, pero lo cierto era que los tiernos cuidados de Nevada estaban haciendo que cambiara de opinion sobre las mujeres. O, al menos, sobre una en particular.

  • Cronicas matematicas de Antonio J. Duran

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    ?Que son las matematicas? ?Para que sirven? ?Por que es importante conocer su historia? Estas son algunas de las preguntas a las que da respuesta esta obra que nos narra de forma concisa la historia de esta ciencia desde la Prehistoria hasta nuestros dias. Pero esta narracion no es solamente una superposicion de personajes historicos y de sus felices descubrimientos, sino que es una reivindicacion de los componentes emocionales, incluso irracionales, que muchas veces han acompanado las actitudes apasionadas de estos celebres personajes que se han empenado en buscar soluciones a los mas diversos problemas.

  • Betty (SERIE NEGRA BIBAUT) de Arnaldur Indridason

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    Todavia no he llegado a entender del todo lo que ocurrio, pero por fin se cual fue mi funcion en esta historia. Llevo tiempo tratando de ensamblar las piezas, pero no es sencillo. Por ejemplo, no se cuando comenzo todo. Se en que momento entre en juego, recuerdo cuando la vi por primera vez, pero quiza mi papel en aquella extrana maquinacion estaba adjudicado desde hacia mucho tiempo. Mucho antes de que ella se acercara a hablar conmigo. ?Podria haberlo visto venir? ?Podria haberme percatado de lo que pasaba y haber escapado? ?Haberle puesto fin y desaparecer? Ahora, tras haberse esclarecido lo que realmente sucedio, me doy cuenta de que podria haber adivinado hacia donde se encaminaba todo. Deberia haber detectado las senales de peligro. Deberia haber entendido mucho antes lo que pasaba. Deberia… deberia… deberia… Que facil es cometer errores cuando se vive en la ignorancia. Ni siquiera son errores hasta que no nos damos cuenta, mucho tiempo despues, de lo que ha ocurrido; hasta que no echamos la vista atras y vemos como se han producido los acontecimientos y por que. Cometi un error. Cai en una trampa tras otra. En ocasiones queriendolo. En mi fuero interno sabia que era peligroso, pero habia cosas que no sabia. A veces pienso que seguramente volveria a caer otra vez en algunas de ellas, si tan solo tuviera la ocasion de hacerlo. Aqui todo el mundo me trata bien. No recibo ningun periodico, ni tengo radio ni television, asi que no me llegan noticias. Tampoco recibo ninguna visita. Mi abogado viene a verme de vez en cuando, mas que nada para comunicarme que no parece haber esperanza. No lo conozco muy bien. A pesar de su amplia experiencia en casos criminales, admite que este podria irle demasiado grande. Ha hablado con todas las mujeres que localice y que pense que quiza me podrian ayudar, pero, segun el, sera dificil que lo puedan hacer. Practicamente nada de lo que ellas puedan declarar guarda relacion directa con el caso. He pedido un boligrafo y unas hojas de papel. Lo peor de este lugar es la calma. Aqui impera un silencio que me envuelve como una gruesa manta. Todo funciona como un reloj. Me traen la comida a horas fijas. Me ducho todos los dias. Luego vienen los interrogatorios. De noche apagan las luces. Es entonces cuando me siento peor. En plena oscuridad, a solas con todos esos pensamientos. Me torturo sin cesar por haberme dejado utilizar. Deberia haberlo visto venir. Deberia haberlo visto venir. Y de noche, en la oscuridad, me invade ese profundo deseo por ella. Ojala pudiera verla una vez mas. Ojala pudiera estar con ella una vez mas. A pesar de todo. Ya no recuerdo sobre que trataba el congreso que se celebraba en el cine de la universidad. Ni siquiera recuerdo el titulo de mi charla. Al fin y al cabo, ya no importa. Era algo acerca de negociaciones del sector pesquero islandes en Bruselas, algo relacionado con la Union Europea y nuestras pesquerias. Proyecte unos graficos. Lo se, yo tambien me habria dormido. Ella estaba alli. Llego tarde y me fije en ella inmediatamente porque era… maravillosa. Maravillosa desde el momento en que la vi entrar en la penumbra de la sala. La luz del pasillo a sus espaldas la iluminaba como a una estrella de cine. No tenia miedo de ser femenina, a diferencia de tantas otras mujeres; por ejemplo, en la sala habia una con anorak que apoyaba las piernas sobre el respaldo de la butaca de delante. En cambio, la mujer que acababa de entrar llevaba un vestido ajustado de tirantes finos que dejaban a la vista sus preciosos omoplatos; su abundante cabello moreno le caia hasta los hombros y en sus ojos hundidos y marrones relucia un ligero destello blanco. Y cuando sonreia… Me fije en los detalles cuando se acerco hasta el estrado para hablar conmigo nada mas terminar la charla. Trate de mostrar indiferencia o, mejor dicho, evite quedarme mirandola fijamente. Sus pechos eran pequenos y sus pezones se apretaban contra el vestido. Era delgada, de muslos robustos y tobillos finos, casi fragiles, como los pies de una copa de champan. En uno de ellos llevaba una cadenilla de oro. Mi madre habria encontrado una palabra para describir su caminar. <>, habria dicho. Me presente y nos dimos la mano. --Si, conozco tu nombre --dijo--. Me llamo Betty --anadio--. He oido hablar bien de ti. Cerre mi maletin y la mire. ?Como es que habia oido hablar de mi? Tan solo hacia un ano que habia regresado del extranjero y que habia abierto mi bufete. Pocos de mis clientes, me parece que solo dos, guardaban relacion con mi especialidad: la industria pesquera. El resto del trabajo era realmente tedioso: disputas en bloques de pisos, conflictos entre aseguradoras tras accidentes automovilisticos, herencias. No me iba particularmente bien. Hasta que la conoci. Dijo que habia oido hablar bien de mi. Tal vez fuera mentira. Habia cuidado hasta el ultimo detalle antes de hacer su entrada estelar en la sala. Un vestido en el que asomaban sus pequenos senos. El bonito surco entre ellos. El oro en su tobillo de copa de champan. Quiza la escena estuviera planificada para mi. Una funcion privada. El baile privado de Betty. El llegaria despues. --Has oido hablar bien de mi --dije--. No se me ocurre por que… --Por tu especialidad --me interrumpio. --?Como es que conoces mi trayectoria academica? --pregunte. Trate de sonreir fingiendo que me hacia gracia en vez de parecerme extrano o fuera de lo normal. --Mi marido esta buscando a alguien que le asesore legalmente --dijo--. Hemos estado buscando… --titubeo antes de concluir la frase-- … a la persona adecuada. Tenia marido. Un conocido armador del norte del pais. Recorde de pronto haberlos visto a los dos en una revista de cotilleos. --?Como te fue estudiando en Estados Unidos? --pregunto. Las pocas personas que habian ido a escuchar mi charla salian de la sala mientras hablabamos. Un hombre se detuvo frente al estrado y nos miro fijamente, como esperando a que Betty terminara, pero, al ver que nuestra conversacion se alargaba, decidio marcharse. --?De donde has sacado toda esa informacion? --pregunte dejando de sonreir. --Me lei tu trabajo final de carrera. Me parecio muy interesante. Ademas, algo habia salido en las noticias, si no recuerdo mal. No recordaba mal. Todo lo que hacia estaba bien. Cai en la cuenta de que probablemente me conociera porque el tema mi tesis habia suscitado cierto debate. Su publicacion habia despertado interes porque ponia de manifiesto la influencia del sistema de cuotas en el desarrollo economico de las poblaciones islandesas y argumentaba por que la industria pesquera debia pagar un impuesto especial. Habia olvidado lo pequena que era Islandia. Los medios publicaban a diario noticias sobre las conclusiones de mi investigacion mientras las partes interesadas del sector pesquero se tiraban los trastos a la cabeza. Durante un tiempo breve fue una de las cuestiones mas candentes. Hasta que a alguien se le ocurrio subir el precio de los pepinos. --?Te lo leiste? --dije. --Si --respondio Betty. --No es que pueda considerarse una joya literaria precisamente. --?Y a quien le gusta la literatura? Nos echamos a reir. Mire disimuladamente sus pezones y ella se dio cuenta. 2 Lo peor es el silencio. La soledad y el silencio y todo este tiempo sin fin en el que no ocurre nada. No tengo ni idea de cuanto llevo en prision preventiva. Se lo pregunte a mi abogado cuando vino hace dos dias --o lo que a mi me parece que han sido dos dias-- y me dijo que ibamos por la segunda semana. Como si estuvieramos detenidos los dos. Yo habria preferido defenderme sin su ayuda, pero no se practicamente nada de asuntos criminales. Solo de este. El tiempo, que transcurre en ese profundo silencio, lo paso agudizando el oido en busca de algun sonido. De alguien que recorra el pasillo. En busca de los pasos de algun carcelero. Cada uno de ellos tiene su forma de caminar. El gordo lo hace con un andar mas pesado y a veces se le oye resollar cuando llega a la puerta. Nunca dice nada. Abre, me da la bandeja de la comida y vuelve a cerrar. No se ni como se llama. Se que hay uno que se llama Finnur. Practicamente no deja de hablar mientras me conduce a los interrogatorios. Luego esta Gudlaug. Nunca habia pensado que podia haber carceleras. Al fin y al cabo, ?quien piensa en los carceleros? Me ha hablado de sus dos hijos. Una vez tambien me explico que los carceleros tienen prohibido hablar conmigo o con cualquiera que este en prision preventiva. No es que Gudlaug se atenga mucho a esa norma. Cuando se acerca a la puerta resuenan sus zapatos, clic-clac, clic-clac. Cuento los clic-clac. Desde el momento en que comienzan a escucharse hasta que desaparecen oigo sesenta y ocho pasos. Un dia, Gudlaug me hablo de un hombre que habia estado en prision preventiva sin ninguna razon. Lo tuvieron retenido siete semanas. Cuando lo soltaron era capaz de separar sus manos un metro exacto. Ni un milimetro mas ni un milimetro menos. Podia estar callado sesenta segundos justos. No fallaba ni por una fraccion de segundo. Yo pensaba que la prision preventiva se cumplia en Reikiavik, pero se cumple fuera, en la carcel de Litla Hraun. Estoy en Litla Hraun. ?Acaso hay algo mas desolador? Pienso en los mios. En lo que mi madre piensa de mi. En todos los quebraderos de cabeza que le he causado. No solo ya por este caso. Sino por todo. Y en la reaccion de mi hermano. No nos llevamos bien. ?Habra vuelto de Gran Bretana? Segun mi abogado, mi hermano tenia la intencion de coger un avion a Islandia, pero, si realmente la hubiera tenido, ya habria venido. ?Que habria dicho mi padre? Tambien pienso en lo que estaran diciendo los medios, aunque tampoco tiene mucha importancia. Hacia tiempo que no se encontraban con algo asi. Hacia tiempo que no tenian entre manos una noticia semejante. Dicen que se trata de un caso sin precedentes. Con toda esa premeditacion. Casi nunca ha ocurrido algo asi en Islandia. No se. Como ya he dicho, no se nada de asuntos criminales.

  • Un cafe no se le niega a nadie, Victoria Aihar de Victoria Aihar

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    Indira es una contable de treinta anos que arrastra una importante lista de fracasos amorosos. Es una mujer correcta, segura e independiente; pero en lo que al amor se refiere, se muestra muy insegura.

  • El dilema de Elsa de Begona Gambin

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    Si te atreves a conocer la historia de Elsa y Adam experimentaras una amalgama de sentimientos que no te dejaran impasible.

  • Memento Mori de Benjamin Ruiz

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    Esta es la historia de Christian Alvarez, un hombre que vivira la semana mas terrorifica de su vida en Villa Grande, un lugar que <>.
    Una casa casi tan antigua como el mal que la habita, y a la que Christian debera enfrentarse durante siete dias de locura. Y lo que es peor: tendra que mirar de frente a los fantasmas de su pasado, un pasado que su mente no quiere recordar.
    Bienvenido a Villa Grande. Es muy facil entrar. No tanto, salir.

  • Los Boston en Londres (Damas poderosas 5) de Noa Pascual

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    Miranda Boston miraba en rededor, buscando a su hermano mayor, el mismo que la habia obligado a viajar a Inglaterra sin contar con sus deseos. No habia tenido a bien escuchar sus quejas cuando ella, en su ultima carta, le habia explicado con mucha educacion y paciencia, que su peticion, justo en ese momento, no era la mas acertada, ya que el senor Lonan Hill le habia pedido matrimonio... Bueno, no habia sido una peticion oficial exactamente, ni romantica, pero, literalmente, el habia dicho: <>. Suspiro, nostalgica, recordando ese momento. Deseaba tanto convertirse en la senora Hill... Por fin se sentiria parte de alguien, ya que desde que fallecio su padre, su mundo se habia desmoronado; ya no tenia una familia a su lado. No es que sus hermanos no hubiesen mirado por ella, pero la diferencia de edad entre ellos tan solo era de dos anos, mientras que con ella eran quince y trece, y eso la convertia en la nina molesta que siempre los perseguia y a la que no sabian como tratar. Echaba de menos aquella epoca en la que estaban todos juntos; eran pobres, pero estaban muy unidos. Si la fatalidad no hubiese entrado en su casa y unas fiebres no se hubiesen llevado a su madre al cielo, posiblemente habrian continuado siendo la familia feliz que fueron. Pero aquella tragedia los separo o, mejor dicho, los cambio, pues su padre se trastorno, y lo dejo todo para convertirse en un cazador de tesoros. El oro con el que sonaba desde hacia anos se metio en su cabeza como si fuese lo unico que importaba, ya no veia nada excepto la forma de encontrar el preciado metal, y por ello se marcho en su busca, !y vaya si lo encontro! Sonrio con carino al recordar a su padre. Ella lo habia admirado incluso antes de convertirse en el hombre al que todos adulaban, los mismos que durante anos lo habian perseguido para que pagase sus deudas, que no eran pocas, ya que se obstino en convertir a sus hijos en hombres de provecho. Deseaba el mejor futuro para ellos, y se dejo la piel y todo cuanto poseia para ofrecerles una educacion exquisita, pues nada menos que los hijos de un granjero se habian convertido en medico y notario. Cerro los ojos con pesar al recordar a su hermano mayor el dia que murio su madre; en esa misma fecha decidio abandonar todos sus conocimientos en medicina, pues de nada le habian servido para salvar la vida de la mujer que mas queria. Nego con la cabeza para ahuyentar aquellos tristes recuerdos. Debia ser positiva y estar contenta por poder abrazar de nuevo a Dereck; habian pasado cinco anos desde la ultima vez que se vieron y anhelaba aquel reencuentro. Sin poderlo evitar, solto una risita nerviosa. Estaba convencida de que su hermano mayor esperaba encontrarse con la ninita de trece anos que vio por ultima vez, con lagrimas en los ojos por tener que separarse de ellos, en la puerta del internado para senoritas mas afamado de Nueva York, donde la elite de la alta sociedad enviaba a sus hijas para convertirlas en las damas perfectas con las que cualquier hombre querria casarse. Ella no habia pensado nunca en el matrimonio; de hecho, la sola idea de tener que intimar con un hombre la hacia estremecer. ?Quien querria casarse despues de todo lo que las maestras les habian contado respecto a los salvajes anhelos de los hombres? Ella desde luego no queria. Ahora bien, cuando nueve meses atras salio del internado y llego a su casa, vacia y fria, cambio de opinion. A tenor del panico de dejarse poseer por un esposo, siempre seria mejor que soportar aquella soledad. Nunca le habia gustado estar sola y, al llegar a su casa, aquella soledad fue su unica compania; eso la hizo recapacitar con respecto al matrimonio. Y Lonan parecia haber leido sus pensamientos, pues a la semana de conocerse, en el despacho de la naviera familiar, el se ofrecio a llevarla a su casa y en la misma puerta comento: <>. Habian pasado tres meses desde esas palabras y el ultimo dia que se vieron, antes de partir ella a Inglaterra, el le beso la mano enguantada y se despidio con una frase muy esperanzadora: <>. Un par de ojos la estaban observando. ?Quien era aquella muchachita menuda de rostro angelical? Una pregunta que se hizo el marques de Frotell. No la habia visto con anterioridad, estaba seguro de ello, pues hubiese sido imposible olvidarse de aquella figura. Parecia tan moldeable, que se sintio irremediablemente atraido por ella; necesitaba comprobar si su cuerpo se amoldaria a la perfeccion entre sus brazos. Tan ensimismado estaba que sus pies se pusieron en movimiento sin ser consciente de ello. Camino hasta quedarse a tan solo un par de metros de esa mujer, que parecia tan absorta en sus pensamientos que apenas se habia percatado de su presencia. Y casi agradecio que no lo hiciera, pues asi podia comprobar con tranquilidad que la joven no era un sueno. Era real, tan real como que el empezaba a sentirse mareado. ?Que le ocurria? Estaba acariciando con su mirada aquel rostro, anhelando inclinarse y rozar con sus labios aquellas palidas mejillas, embriagarse de su olor y besar aquellas tupidas pestanas negras, tan oscuras como el cabello largo y rizado que la joven mostraba con descaro bajo el sombrerito que apenas llevaba anudado, con las cintas en libertad, balanceandose en el viento por la brisa que corria al estar cerca del mar. Penso que con ello advertiria si la joven seria capaz de bailar con tanta sensualidad entre sus brazos, escuchando los acordes de un vals. Pestaneo para comprobar si estaba bajo los efectos del brandi que habia ingerido minutos antes, pero no; esa muchachita era real, y aquellos ojos oscuros parecian guardar cientos de secretos. La risita timida que ella emitio lo hechizo por completo. ?Que hacia una damita en los muelles de Bristol? Una pregunta que estaba a punto de realizar cuando, justo delante de la joven, paro un carruaje con el emblema del conde de Stanton y Oxford. --Frotell, no me gusta repetir las cosas --se quejo el duque de Manfford. Benedick se giro lentamente; se habia olvidado por completo de su padre. Apenas habia prestado atencion a sus quejas, ya que de normal grunia por todo. En esta ocasion, su mente habia estado abstraida por la belleza de la joven morena, y, por desgracia, no habia podido averiguar siquiera su nombre. Si el carruaje pertenecia al conde de Stanton, era muy posible que se tratase de alguna de las primas del conde. No era ningun secreto que los St. John habian sido una familia tan prolifera que no existia comarca alguna en la que no habitase alguien con ese apellido. Claro que, dada la juventud de la chica, y el hecho de que el no la hubiese visto en ninguna fiesta de la temporada, significaba que la joven seguramente habia acudido a Londres para ser proximamente presentada en sociedad. Ademas, que luciese con tal descaro su larga melena suelta mostraba a todas luces que provenia de alguna comarca interior; era sin duda una senorita de campo, y, por lo tanto, habia llegado a Londres para debutar. Con ese pensamiento sonrio interiormente, pues el, como uno de los nobles mas solicitados por las madres de damas casaderas, era invitado a todos los eventos, y eso significaba que, antes o despues, sus caminos volverian a cruzarse. Miranda se sorprendio al ver ante ella a una mujer rubia muy alta. --Debes de ser la senorita Boston --saludo lady Stanton. Ella asintio con la cabeza. --Ah, es un placer tenerte en Inglaterra --comunico, amistosa--. Disculpa a tu hermano, un asunto urgente de ultima hora le ha impedido venir a recibirte. Miranda se mordio el labio inferior, incredula porque el la hubiese obligado a viajar hasta Inglaterra, posponiendo sus planes de boda, y no hubiese sido capaz de ir a recibirla. Al fijarse en la mujer que tenia delante acabo sonriendo. Puede que Dereck no estuviese alli, pero desde luego habia mantenido su promesa de permanecer en contacto, al contrario que Owen, del que no sabia nada desde hacia casi un ano. Y gracias a la correspondencia mensual que recibia, estaba al tanto de la amistad entre el y ciertas mujeres que lo habian ayudado a integrarse en la sociedad inglesa. --Tu debes de ser Abby. La mujer se rio con tanto encanto que Miranda rectifico de inmediato. Sin duda, Dereck habia sabido describir a la perfeccion a las gemelas Allende. La dulzura y encanto de la mujer que tenia delante la delataba. --No, no, eres Sophie --se corrigio con rapidez--. Segun tengo entendido, debo felicitarte por tu reciente union con el conde de Stanton y tu estado de buena esperanza. A Sophie le gusto que la joven la reconociese, decia mucho del senor Boston. Y tambien le agrado que la tuteara; al fin y al cabo, solo se llevaban tres anos. Un hombre moreno de ojos verdes y tan alto como su hermano Dereck se acerco hasta ellas. --Connor, querido, permiteme presentarte a la senorita Boston. El conde de Stanton y Oxford hizo una pequena reverencia como saludo, pero Miranda alargo el brazo y le tendio la mano. Connor miro a su esposa y los dos reprimieron las sonrisas; esa jovencita tenia mucho que aprender sobre protocolo ingles. Claro que, el era un caballero y jamas dejaria en evidencia a una dama, por lo que se la estrecho sin mostrar desacuerdo alguno. Sophie se percato de que junto a Miranda habia dos baules. --?Has venido sola? --indago, preocupada. Miranda parpadeo. --No. Ademas de unos cuantos marineros --explico con tranquilidad--, tambien viajaba el capitan y... -- comunico como si fuese la respuesta mas normal--, por supuesto, Wyatt Mendoza. Sophie miro a Connor; los dos se quedaron atonitos con aquella aclaracion. --Wyatt Mendoza --repitio el conde, invitando a la joven a explicarse mejor. --?Acaso mi hermano no os ha hablado de Wyatt? Sophie nego con la cabeza. Miranda torcio el labio; no era posible que su hermano nunca hubiese mencionado a su mejor amigo. Habian sido inseparables. Mas que eso, Mendoza pertenecia a la familia; incluso a ella le costo asimilar que Wyatt era un vecino y no un hermano mas. --Es el mejor amigo de mi hermano, su contable y su hombre de confianza --informo, un tanto molesta por que nadie supiese de la existencia de Wyatt, cuando, por el contrario, Mendoza y ella conocian a las gemelas y a todas las amistades que Dereck habia contraido en Inglaterra. Como si lo hubiesen invocado, el hombre de largo cabello castano oscuro, ojos como las avellanas y menton cuadrado, aparecio justo delante de ellos. Su porte esbelto y fornido mostraba que, bajo ese traje de buena calidad, habia un hombre salvaje capaz de matar con un punetazo a cualquier entrometido. --Ya esta todo dispuesto --comunico a Miranda. Al ver a dos desconocidos alli, los miro interrogativo. --Soy el conde de Stanton y Oxford --se presento Connor--. Hemos venido a recibir a la senorita Boston. Wyatt miro de soslayo a Miranda; sabia que estaria algo decepcionada por no haber sido recibida por su hermano mayor, al que adoraba e idolatraba. --Wyatt Mendoza --dijo, extendiendo la mano para saludar al conde. Tras las presentaciones pertinentes, los cuatro montaron en el carruaje de los condes. Wyatt permanecio callado, sin comprender todavia que habia podido ser tan importante como para que Dereck no hubiese ido a recibir a su hermana pequena, a la que llevaba cinco anos sin ver. No era propio de Boston ser tan desapegado. Menos, cuando nada mas enviarle la nota en la que le comunicaba que Lonan Hill, el afamado mujeriego y cazafortunas, habia puesto sus miras en Miranda, el respondio de inmediato que no se despegara de su hermana, y que impidiera a toda costa que ese truhan se quedase a solas con ella, pues, conociendo a Hill, haria lo posible por mancillarla para obtener la dote de Miranda. Y, ademas, lo habia dispuesto todo para zarpar de inmediato a Inglaterra, con tal de impedir que su hermana se embarcara en algun preparativo ceremonial. Miranda observaba. Era una cualidad que poseia desde pequena, siempre observadora y atenta a todo cuanto se producia a su alrededor. Observo las sonrisas de los condes. Habia algo especial en ellas, como si estuviesen manteniendo un lenguaje secreto... Agrando los ojos al percatarse de que el conde, de manera disimulada, estaba acariciando con su dedo menique el contorno de la cintura de su esposa. Trago con dificultad; eso era un gesto inapropiado y escandaloso. A ella le habian ensenado que cualquier tocamiento en publico era una muestra de pecado. Ademas, era el preambulo y el anuncio de que un hombre deseaba mas. Se le acelero la respiracion. Aunque, observo detenidamente a la condesa, y no parecia estar incomoda, sino mas bien lo contrario. Eso la perturbo. Giro la cabeza para apartar aquella imagen y penso que, si lady Stanton se habia acostumbrado a los instintos primarios de su esposo, quiza ella acabaria acostumbrandose tambien en el futuro. Ese pensamiento la hizo sonreir y recordar que, en cuanto llegase a casa, se mantendria ocupada con los preparativos para su boda. No volveria a estar sola nunca mas. Sophie desvio la mirada hacia Miranda y tambien sonrio. Se la veia tan joven y tan bonita que Boston seguramente querria ocultarla, ya que sin duda le iban a salir muchos pretendientes. Tuvo que reprimir una carcajada, pues tambien Beatrice iba a tener una ardua tarea, ya que el senor Boston la habia convencido para que instruyese a su hermana en las lindes protocolarias. Y para ser sinceros, algo le decia que, con Miranda, ese camino no iba a ser de rosas, ya que la joven mostraba una naturaleza independiente. Solo verla corroboraba su pensamiento, pues habia viajado sin carabina, sin doncella personal y sin temor a nada. !Iba a ser muy divertido ver lidiar a Boston con su hermana! Cap i tulo 2 Benedick llevaba la mitad del trayecto sin prestar atencion a las quejas de su padre. No podia apartarse la imagen de aquella muchacha. Y eso era lo que le tenia abstraido, mas que nada porque no habia sentido una atraccion pasional. Ni siquiera penso en ella en terminos eroticos, como tampoco fue su belleza lo que lo cautivo y hechizo. No, no habia sentido ese tipo de atraccion; era una mas temerosa, salvaje y preocupante. Al verla alli sola y desamparada ante la mirada y pensamiento pervertido de cualquier desalmado que pudiese vagar por los muelles, deseo protegerla. Trago con dificultad. ?Quien querria proteger a una persona que no conocia? El. Asi de rotunda y contundente era la respuesta. --Tienen el castigo que se merecen --sentencio el duque. Esa frase tan concluyente lo saco de su ensonacion. --?Perdon? El duque lo miro, desafiante; no le gustaba repetir las cosas y su hijo estaba acabando con su paciencia ese dia. --El vizconde Armony y toda su familia han sido castigados como se merecian --anuncio, triunfal--. Han perdido el titulo y todo cuanto poseian. --Querra decir que usted los ha despojado de todo ello. El duque apreto la mandibula; su hijo era un desagradecido. --Si te hubieses comportado como el hombre que yo pense que habia criado, en vez de comportarte con tanta benevolencia, esa hija descarriada de Armony ahora seria tu esposa y nuestro apellido no se habria visto ridiculizado --le reprocho, recordandole que lo habia avergonzado ante toda la sociedad. --Estaba enamorada de Sunsett --replico, aludiendo al vizconde con el que habian pillado a la joven besandose entre unos arbustos el mismo dia en que el habia anunciado su compromiso con ella--. El escandalo habria sido mayor de haberme casado --se justifico. --Una aristocrata no tiene derecho a enamorarse --sentencio, con su tipica arrogancia--. Su mision es aceptar al candidato que llegue a un acuerdo con su padre --expuso, como si su palabra fuese ley--. Y eso hara tu hermana, porque asi es como se comporta la hija de un duque y asi es como durante siglos hemos impedido que sangre de indeseables se mezclase con la nuestra. --Jezabel es hija de un vizconde --defendio a la muchacha sin saber por que, pues, al fin y al cabo, lo habia ridiculizado--. Y Sunsett tambien es un noble. --!Y tu la verguenza de esta familia! --escupio las palabras sin piedad--. Todos tus ancestros deben de estar revolviendose en sus tumbas al comprobar que, en lugar de comportarte como el futuro heredero del ducado de Manfford, eres un petimetre. Las palabras fueron hirientes, pero Benedick las recibio con elegancia, pues no respondio. --Menos mal que sigo al mando de este ducado y he sabido castigar a los culpables de este escandalo --adujo--. Procura a partir de ahora no volver a avergonzarme --amenazo--. Mi permisividad contigo ha llegado al limite; a partir de hoy sere yo quien se encargue de encontrarte una esposa acorde a tu condicion social. Has demostrado que no eres capaz de elegir a una futura duquesa. Benedick habia soportado muchas humillaciones por parte de su padre, tantas que era imposible recordarlas todas. Sin embargo, esta seria la ultima; no estaba dispuesto a someterse mas. --La eleccion de mi esposa la decidire yo --proclamo, autoritario. El duque se sorprendio; su hijo no se habia mostrado tan firme desde... No, no se habia mostrado asi nunca, por lo que le concedio una ultima oportunidad. --Mas vale que me demuestres que eres digno hijo mio o te desheredare. Benedick no respondio. --Recuerda bien mis palabras, Frotell --mas que un consejo, fue una orden--. Hoy en dia quedan muy pocas mujeres aptas para ostentar a ser de duquesa --menosprecio a la mayoria de mujeres que quedaban solteras--. Por el contrario, existen muchas otras, que se dividen en dos grupos: las cazafortunas y las que cazan titulos. Esas son las peores de todas. Benedick no pudo rebatir, pues Jezabel habia demostrado que era una de las cazafortunas, a pesar de ser hija de un vizconde. Lo habia enganado como al mas estupido de los mortales. No es que el esperase un matrimonio por amor; su padre ya se habia encargado durante veintiseis anos de recordarle que un marques no podia encapricharse de una mujer, el amor no formaba parte de sus vidas. Aun asi, habia albergado la esperanza de casarse con una mujer con la que fraguar cierto grado de amistad, ya que el se habia criado con unos padres que apenas se dirigian la palabra. Su relacion se habia basado en la apariencia; delante de la sociedad se mostraban perfectos, cuando en realidad se detestaban el uno al otro. Y bien lo sabian Victoria y el, pues nunca escucharon ni vieron entre aquel matrimonio una conversacion carinosa o amigable. El poco trato que mantenian por obligacion acababa siempre en discusion, falta de respeto y reproches.

  • Mas de 555 millones podemos leer este libro sin traduccion de Jose Maria Merino

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    Un poderoso manifiesto a favor del espanol.

  • El don de la fiebre de Mario Cuenca Sandoval

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    Olivier Messiaen ha nacido con un don: tiene un oido absoluto, puede identificar la calidad, el timbre e incluso el color de cada sonido. Con el tiempo llegara a convertirse en uno de los compositores mas famosos de Francia y del mundo. En El don de la fiebre, Mario Cuenca Sandoval novela la vida de este artista absorbido por la religion, los pajaros y la musica, un musico ensimismado a quien la Historia coloca en el frente durante la Segunda Guerra Mundial, en un campo de prisioneros nazi -donde compone y estrena su pieza mas famosa-, como profesor en el Conservatorio del Paris ocupado y como marido inusual junto a sus dos grandes amores.

  • Oscura redencion de Kristel Ralston

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    La lucha constante por sobrevivir y una determinacion de acero han convertido a Chase Beckett en una figura mediatica de la que todos quieren un titular. Los fans de su equipo de hockey sobre hielo lo buscan por sus feroces jugadas, y las mujeres por su fama entre las sabanas. La actitud desenfadada, y aquella sonrisa presumida, es la mejor defensa para resguardar su lado vulnerable. Habituado a llevar las riendas en todos los aspectos de su vida, Chase no esta dispuesto a tolerar que una mujer entrometida, por mas hermosa y vibrante que sea, le diga lo que puede o no hacer, en especial si Alicia parece tener las armas que pueden desenterrar los secretos que el prefiere que jamas salgan a la luz.

  • La hija de Joyce de Annabel Abbs

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    Zurich, 1934. Lucia Joyce, de 27 anos, cuenta lo que ha sido su vida al Doctor Carl Jung, el mas reputado psicoanalista de su tiempo, al que ha recurrido el padre de Lucia, James Joyce, para encontrar remedio al devastado estado psiquico de su unica hija. En las tensas sesiones, Lucia recuerda su pasion por la danza, el publico que la aclamaba en los mas reputados teatros de Paris. Pero tambien la imposibilidad de seguir su carrera atrapada en el amor destructivo de su padre, que la tenia por su musa, y en la fatal atraccion por uno de los protegidos del padre, Samuel Beckett, y por su profesor de dibujo, Alexander Calder. Asi se conforma el retrato de una mujer joven cuya pasion por la vida, y la desesperacion en la que se hunde cuando no puede seguir el camino que le marca su talento, quedan poderosamente expresados en esta novela, que es a la vez el retrato intimo de la familia Joyce y del Paris de los anos veinte y treinta, uno de los mayores momentos creativos de la historia contemporanea

  • Bajo Llave de Aina Castillo

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    Amor Siniestro: Romance Oscuro y J*dido
    Megan esta loca de atar.
    Una joya en bruto. Caos puro.
    Sexy. Psicopata. Manipuladora.
    Obtiene lo que quiere, cuando quiere.

  • Promesas incumplidas de Javier Moscoso

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    Promesas incumplidas es una historia sobre la ambicion, ligada a la promesa igualitaria y al desengano que marco el Romanticismo. De la mano de Javier Moscoso, uno de los mejores ensayistas espanoles contemporaneos.

  • Algo tan estupido como un. Te quiero de Vanessa Lorrenz

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    Que sucede cuando el hombre al que amas, esta enamorado de otra mujer que resulta ser tu mejor amiga.
    Cuando Carol conocio a Ian se enamoro perdidamente de el, pero Ian habia entregado su corazon a Anne jurando que no volveria amar a otra mujer como la amaba a ella, cuando Mark entra en accion provocado los celos de Ian todo puede suceder.
    Lograra Carol conquistar el amor de Ian, acompanala a enfrentar los fantasmas del pasado que volveran para atormentarla, mientras se embarca en la busqueda su gran amor, en esta apasionante historia.
    !Solo recuerda una cosa, nunca y digo nunca le digas a un hombre en la primera cita algo tan estupido como un TE QUIERO!

  • El Tiempo. Todo. Locura de Monica Carrillo

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    ?Que paso conmigo, tiempo? ?No lo curabas todo? El futuro no es tuyo ni mio No es de nadie todavia A tu ida y a mi vuelta Al llegarte y descubrir Cuando el futuro era incierto Y el porvenir, por venir Siempre supe que eras tu Siempre me supo a poco Nunca sabre como sabria el futuro Juntos Sabio amor desabrido que nos alejo Ni rapido, ni despacio Solo lento Ni respiro, ni suspiro Solo aliento Ni remo, ni mar Solo viento Ni manana, ni noche Solo tiempo Te extrano Recuerdos tibios, a ratos tan fuertes, a veces Que extrano Todo queda ya lejos Y, a veces, Te echo de menos, septiembre Aquello duro mucho Demasiado Hasta que me canse de fingir los sarcasmos Te eche de menos cada dia de mas Aquellas noches en las que no entendia que me pasaba Pasaba la vida por encima de un cuerpo que sin ti ya era pasado No fue facil encontrar Nada sencillo sentirlo Corresponderse, un milagro, privilegio vivido Y ahora, si miro atras, solo sigilo ?Te acuerdas de cuando hablabamos de nuestro futuro? Ya ha pasado Ya es pasado Tanto tiempo de espera Tanto dia en la sombra Ya no hay batalla, no hay guerra Abro los ojos Vuelvo a ser otra La misma que era Hace tiempo que soy rio Que me dejo llevar y fluir Hace tiempo que sonrio Desde que consegui huir De ti Nunca cerre aquel parentesis por si volvias a entrar Despues de tu adios Olas de mar revuelto Resaca sin freno Horas de mas Dias de menos Yo tambien quise rehacer mi vida pero no pude viajar atras en el tiempo --?Que paso? --La vida. Sin ti Que tiempos aquellos cuando tenia ganas de estar en otros dias, otras horas, otras vidas La tuya Toda la vida contigo aprendiendo a ganarle un segundo al tiempo perdido El olvido siempre aparece A modo de recuerdos Tu tan de vez en cuando, yo tan de cuando en siempre Mi recuerdo favorito juntos es de aquel viaje a aquel lugar donde nunca fuimos aquel ano que nunca existio Y, al final, la espera fue el fin Ahora que Ahora ya Ahora sin Ahora en vez Ahora si Ahora al fin Ahora yo Ahoga el tu Ahora, si Ahora, tu Ahora, quien Ahora, yo Ahora, bien Y llego la temporada de tormentas Y mi tormento Tu Recuerdame cuando me veas que me fui Recuerdame cuando te vea que lo prometi Recuerdame cuando sea Recuerdame, tu a mi

  • Articulo 353 del codigo penal de Tanguy Viel

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    Finales de siglo xx en una region francesa en pleno declive industrial y economicamente y moralmente perjudicada. Martial Kermeur ha sido arrestado por la policia por haber lanzado al mar al promotor inmobiliario Antoine Lazenec. Martial relata al juez los motivos que le han llevado a esa situacion: su divorcio, la custodia de su hijo Erwan, su jubilacion y, sobre todo, los corruptos proyectos de Lazenec, quien ha estafado y dejado a Kermeur sin los ahorros de toda una vida.

  • Los que duermen de Juan Gomez Barcena

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    Los que duermen, libro fundacional que ahora recuperamos de la obra ya imprescindible de Gomez Barcena, lo revela como un autor de un genio narrativo preciso y asombroso. Una recondita cienaga de Germania, donde los cuerpos de cientos de prisioneros sacrificados a los dioses emergen a la superficie siglos mas tarde, devolviendo al presente el enigma de su existencia. Un simulacro de campo de concentracion construido por Hitler para burlar las inspecciones de la Cruz Roja Internacional. Una comunidad de robots abandonada que sigue anhelando el regreso de sus creadores. Quince relatos que forman una constelacion sorprendente, en las orillas del tiempo: profecias y destinos subvertidos, ficciones tan fabuladas que igualan en valor a la verdad, paradojas de la historia. Una extraordinaria coleccion de relatos que nos transportan a mundos exactos y distantes y que sin embargo conectan entre si, oscilando entre el presente, el pasado y el futuro.

  • Mi amor en vano de Soledad Puertolas

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    Esteban, un joven que sobrevive a un accidente de trafico, debe plantearse la vida de una forma nueva. Tendra que vivir desde el combate contra el dolor y desde la limitacion, por lo que se desvincula de su vida anterior, de su familia y de sus amigos, y se va a vivir solo a un barrio distinto. En el nuevo contexto, el Centro de Rehabilitacion al que acude diariamente sera el principal referente. Entre sus nuevos vecinos, una familia compuesta por Dayana, una mujer madura que ha sido actriz, cantante y modelo de artistas, Eugenio, su marido, alcoholico y periodista deportivo, y su hija Violeta, que se dedica a hacer arreglos de ropa y collares, va acercandose mas y mas a el.