• libro barrio bravo pdf - Roberto Melendez

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    ?Por que amamos la pelota? En mi caso lo he pensado muchas veces, pues parto de esa certeza: amo este juego desde todos sus contornos, tambien los mas oscuros, si no esto solo se trataria de un relamido ejercicio paradigmatico y no de tierra y piel humana. Perfectible, por supuesto; mundano, sin dudas. El futbol, popularmente expandido, brinda un lenguaje culturalmente expresivo, cuyo reflejo es el mismo dia a dia a traves de sus personajes, canchas, dilemas y dialogos. Barrio Bravo comenzo como un humilde espacio de internet en el que decidi explorar las distintas experiencias y facetas que se viven a traves y alrededor de la redonda. Un partido desmenuzado desde una aparente jugada secundaria; el camino de un jugador en la cancha, y mas alla de la cancha; los cuentos del pasaje que tienen tanto de verdad como de fantasia; mis propios recuerdos, que ya no se si son propios, pero sin duda me otorgan un origen. Ha sido una ruta esforzada, aunque plenamente satisfactoria. El inicio, hace dos anos atras, fue con noventa amigos como espalda de un proyecto entusiasta aunque poco claro; hoy llenamos todos los estadios del mundo y lo claro es que si existe un para adelante. Este libro nace del deseo de pasear junto a una pelota por diferentes escenarios que alguna vez fueron y otros que tal vez no; jugadores inmortales, como Totti, Pele, Salas, y Elias Figueroa, y otros tal vez no tanto, pero aun cuando anonimos, llenos de pasion; la industria misma y el barrio mismo; el futbol, la letra y la calle..., la realidad y la ficcion como una misma cosa. Fantaseemos un rato, pues, probablemente, aquello sea lo mas real del futbol. PRIMERA PARTE El jugador que no quiso dejar de serlo Es una juerga mas. Tiene ganas de mear. El bano maloliente del bar suburbial no brinda tregua, asi que sale del local a buscar una esquina con la cerveza en la mano. Siente el alivio, tambien el agradable paso del viento por debajo de las bolas. Inhala, pletorico y reconfortado, evacua al aire libre y deja el nombre en una pared gastada. Tararea una cancion de Arctic Monkeys, esos que fueron sus vecinos en Sheffield y que desde hace poco la revientan en las radios britanicas. Al dia siguiente no hay partido, el entrenamiento es por la tarde y hace dos minutos ha decidido que no ira a trabajar a la fabrica. La fria cerveza esta magnetica, al igual que esa pelirroja escocesa que hace pocos minutos le mostro el tatuaje que lleva detras de la oreja derecha. Sonrie, satisfecho de aquello que le espera, conforme con una decision que le es propia, pues va de rebelde, y es asi como encaja y engrana su conciencia; asi mide su propia idea de respeto, algo que en algun momento perdio, y que ahora, a punta de peleas, amores fugaces y decisiones contra la corriente, cree haber recobrado. La noche parece no tener temperatura y el cielo fue secuestrado por la neblina. Enciende un cigarro y, una vez mas, aparece ese maldito recuerdo de hace cuatro anos, cuando con veinte centimetros menos y un millon mas de ilusiones, fue desechado por el equipo de sus amores y donde hizo todas las inferiores. Desde aquel dia en que salio corriendo de las instalaciones del Sheffield Wednesday --con los ojos cerrados y las lagrimas banandole el rostro-- su vida ha sido asi: interminable y angustiantemente inmediata. Porque alguna vez sono con hacer eterno su nombre, pero eso parece que fue hace tanto... Se termina de un buen sorbo el resto de chela que le queda y emprende el regreso al bar. De pronto, poco antes de llegar, alguien es arrojado desde adentro de manera brutal: es <>. Un amigo suyo que efectivamente es sordo. Detras del Sordo, cayendo, aparecen dos sujetos que lo embisten en el suelo, dandole patadas. Atonito, observando la escena, sin entender nada, cierra el puno con los nudillos encostrados; mira para todos lados, no aparece nadie al rescate, solo la pelirroja que grita por ayuda. Sin pensarlo se arroja de pique al area y clava dos voleas, una en el culo, otra en la espalda. Mientras El Sordo tiene la boca rota y se retuerce en el suelo, el delantero comienza a mostrar la testosterona acumulada, ademas de toda la actividad pendenciera sumada en el frustrante paso de los dias. Y los golpea duro, aun siendo mas flaco que ellos, como si nada importara, como si la calle y la mocha fuesen su real origen. Es cierto que recibe y ya tiene la nariz quebrada, pero mucho menos que el par de matones reducidos a nada por ese muchacho que descarga la mierda, sin pausas, sin miedo. Ya con el par de sujetos caidos, los escupe y les saca las billeteras, como castigo y porque quiere mas cervezas. Al acto llega la policia. Tiene veinte anos y es condenado a usar un brazalete electronico, cumplir un toque de queda que lo obliga a estar en su hogar siempre antes de las 18.30 horas, y no moverse en un radio superior a ochenta kilometros. El mazazo para el joven futbolista es fuertisimo. El escandalo no consta en ningun medio, claro, a nadie le importa lo que haga el delantero del Stocksbridge de la septima division inglesa. Aun asi, su carrera parece estar arruinada, su vida en el fango, la pelirroja ya desaparecio. El club planea caducarle el contrato que consta de un salario de cuarenta euros por partido. Pese a ser el goleador y quizas quien cuenta con mayor proyeccion en la plantilla, los problemas no son una novedad y lo tienen con pie y medio fuera de la institucion. Reconoce el panico, tiene miedo. El asegura que el futbol es todo lo que ama y lo unico que hace bien. Promete cambiar, pero principalmente, bajo la angustia, promete lo mejor que conoce: goles. Es jueves, un jueves cualquiera. Son las 17.30 horas y el partido va 1-1. Debe irse, si no la cosa se le puede poner peluda. Viene la modificacion, pero pide un minuto mas. Van sesenta y quiere una chance, sabe que la defensa rival ya esta agotada y se siente rapido, porque lo es. Su madre ya tiene el auto encendido y le toca la bocina. No la toma en cuenta y se planta en medio del campo, rechazando los bocinazos y la inminente modificacion. El tecnico lo llena de garabatos, aunque interiormente lo conoce y sabe que quizas pueda pasar algo. Aguanta el cambio una jugada mas. Un melon con vino para adelante, un pelotazo sin gran calidad pero lleno de intencion; y corre, sin dejar de acelerar, nunca deja de acelerar; alcanza el balon, tiene el arco en la mente y planta el bombazo a treinta metros: GOLAZO. No hay tiempo para festejar, sigue corriendo, salta la reja que limita pequeno el estadio con la calle y sube al auto. --Por poquito --le dice a su vieja, mientras ella sin mirarlo, pone primera. Deslenguado, frivolo y temperamental, fruto del acido paseo de una experiencia tosca y acontecida, de la que tuvo que salir airoso a punta de punetes, transformandose en un conchasumadre, porque quizas asi valia la pena, porque quizas asi igualaba, un tanto, a la puta vida seca. De la boca para afuera y las palabras que llenan el elogio de la virtud, pero cada quien clama como sobrevivir. Al final de cuentas, lo importante es hacerlo. Pero en ese adusto rostro palido, lleno de escepticismo, habitaba algo mas que solo revancha, porque estaba enamorado de jugar y, en esa pasion, busco una conquista. Cada segundo lo hacia mas improbable, pero cada gol alimentaba una tierna esperanza. Y la abrazo con fuerza. Infantilmente no dejo de sonar, anadiendo a eso el caracter que le dio la oscuridad para no intimidarse por el paso del tiempo ni por el eslogan de lo probable. No paro de hacer goles, le sacaron el brazalete y siguio haciendo goles, pasando al Fleetwood Town de la quinta division. Hizo treinta y un pepas en treinta y seis partidos, y llevo a su escuadra a un inesperado ascenso. Con los papeles manchados --y ya con veinticuatro anos a cuestas-- parecia que debia ganarse los morlacos en la sombra del profesionalismo, sin embargo, su irrupcion era real. No era solo un jugador rapido que hacia goles, tambien entendia el juego, podia recostarse por las bandas o descender y asociarse. Por supuesto, agil y astuto en el area. En definitiva, un delantero lleno de condiciones. Asi lo vio el Leicester, un equipo que militaba en segunda y que no dudo en pagar dos millones de dolares por el, el precio mas alto pagado jamas por un jugador venido del mundo amateur. Paso el tiempo. Al principio la adaptacion al ritmo y la presion fueron dificiles, pero nada imposible para quien venia del infierno. Fue determinante en el ascenso de su equipo a primera y, en la temporada 2015-2016, se convirtio en el goleador de la Premier League. Misma temporada en que el humilde Leicester, con su goleador a la cabeza, hizo de la realidad un poco de fantasia y dejo a los grandes clubes de la isla como Chelsea, Arsenal o Manchester United mirando desde abajo. Con veintinueve anos, aquel desconocido que peleaba afuera de los bares transformo su nombre en referencia planetaria; que importaba que haya tardado, si finalmente llego escribiendo su huella al vaiven inolvidable de la calle. Su nombre: Jamie Vardy. Curiosidades del destino: la unica vez que Leicester estuvo cerca de ser campeon habia sido en 1929, ano en que el Sheffield Wednesday lograra la consagracion. Seria un hincha y jugador descartado de ese equipo quien comando algo insospechado y extraordinario. Como el vuelco en la vida de Vardy, ese jugador que no quiso dejar de serlo, aunque tuviera un brazalete condenatorio en el pie. El Sordo cuando va al estadio se sienta en primera fila, la pelirroja lo ve por la tele, Vardy se mira al espejo y, ahora si, encuentra el respeto que buscaba. El milagro de Estambul La crisis financiera en mi familia se instalo con su agresividad natural, la mensualidad universitaria se volvio inviable y mis dias de mimado se acabaron de un plumazo. Lo intente como mesero pero mi pulso me invito a renunciar tras una jornada de tres platos rotos y varias puteadas en tono urbano. Mande mi curriculum anorexico a distintas partes, por supuesto rebotando como limonada tibia. Picando cero, no me quedo otra que dirigirme al clasico <>, el metodo nacional por excelencia. Fue asi como termine de asistente de ventas de un proyecto inmobiliario en unos edificios de la comuna de San Miguel. Sin nada de experiencia y con apenas veinte anos, era yo quien intentaba convencer a clientes recelosos que en esos sesenta metros cuadrados debian sellar el negocio de sus vidas, la sonada casa propia y el futuro de su prole. Y a pesar de que <>, el sabueso experto que increiblemente cerraba todos los tratos, me dio la magica receta <>, mis numeros estaban en rojo y la patada en la raja ya la estaba sintiendo hace semanas. Cada dia era mas dificil levantarse, en la universidad estaba definitivamente en la rama, y vender algo que no me convencia efectivamente me superaba; si, para ser vendedor hay que tener una retorica especial y el estomago duro. Tocaba una nueva jornada laboral y camine al metro con la obvia alegria de saber que estaria lleno, me puse los audifonos y, junto a <> de The Beatles, trate de hacerme el gil. Me subi al vagon sintiendo el aroma propio de felicidad que suelen tener y abri el cuerpo de Deportes del diario que le habia robado al vecino desde su choapino. Como es habitual, no habia nada muy interesante, pero si una informacion que valorare por el resto de mi vida: ese dia se jugaba la final de la Champions League entre el gigante AC Milan y el historico Liverpool. Y a mi que me gusta eso de las senales del destino, el hecho de que el cuarteto leyenda del puerto ingles estuviera en mis oidos determino mi conviccion; me baje del metro, adios pega, viva el futbol. El ambiente en Estambul derretia los frios topicos europeos; setenta mil fanaticos multiplicando la energia del tiempo, transmitiendo electricidad. Los forofos italianos aparecian expectantes y seguros de estar cerca del septimo dominio europeo, y no se trataba de arrogancia, mas bien se sustentaba en un equipo acostumbrado a ganar, con un portero en forma (Dida), una solida defensa (Cafu, Nesta, Stam, Maldini), el mejor mediocampo del mundo (Gatusso, Pirlo, Seedorf, Kaka) y dos <<9>> de epoca (Shevchenko y Crespo). Su director tecnico, Carlo Ancelotti, no se resto favoritismo, y su propietario, el viejo verde de Silvio Berlusconi, ya habia llenado de bailarinas su mansion. A pesar de ello, el local ese dia en el estadio Olimpico de Ataturk era el otro equipo, Liverpool. Lo de la parcialidad inglesa conmovia, el raspado de sus gargantas agredia, envolvia y entusiasmaba. El equipo porteno del norte ingles contaba con el pedigri del palmares --cuatro titulos anteriores--, pero habian transcurrido veintiun anos desde la ultima conquista importante en Europa, mientras su clasico rival ingles, Manchester United, lo ganaba todo. Si, tambien existia ansiedad y presion en la escuadra que dirigia el espanol Rafa Benitez. Tanta presion que al minuto de juego una falta lanzada por el pie de Pirlo encontro solo a dos metros del punto penal a Maldini, y el eterno capitan rossonero la mando a guardar. Gol de camarin y los pronosticos rapidamente comenzaban a confirmarse. El balde de agua fria para los britanicos se sintio en el semblante de los once que pisaban el campo, asi como inmediatamente trastocaba el plan conservador dispuesto por Benitez. Liverpool tuvo que salir mas de lo planificado, pero lo hacia simplemente empujando, mientras con espacios el cuadro italiano dominaba las acciones de riesgo y por momentos le daba un toque a su rival. Y asi llego el segundo, con un Kaka que a la carrera condujo una contra sin desesperarse, leyendo perfectamente el movimiento de la jugada, habilitando entre los centrales a Shevchenko; el ucraniano sin ser gloton, centro al medio para que Crespo decretara el silencio en los latidos del <>. 2-0. Parecia sentencia mortal. Cinco minutos despues, a falta de uno para el final de la primera mitad, nuevamente Kaka dictando catedra, ahora daba un pase extraordinario de cuarenta metros para que otra vez Crespo se llevara los flashes: el argentino pico el balon de primera, suave y con clase al portero Dudek, que termino a medio camino cuando buscaba achicarle el angulo: 3-0. Si, esto estaba sentenciado: con un golazo esencialmente sudamericano, el punal se clavaba en el alma del oponente. Una final de cuarenta y cinco minutos, pense, mientras en paralelo ojeaba mi celular que tenia muchas llamadas perdidas ante mi ausencia laboral. Que cagada. Rafa Benitez trato de morder el ego de sus futbolistas, garabateo, reordeno sus piezas, quiso hacer hervir la sangre de sus jugadores en medio de un animo abatido y carente de respuestas. Desde el otro lado, Ancelotti pedia tranquilidad, solo quedaban cuarenta y cinco minutos para levantar una nueva <>. El futbol es un juego tecnico, pero tambien es profundamente espiritual, y es ese sustrato cualitativo y elocuentemente vibrante el que puede cambiar la direccion de aquello que se presume sentenciado; perseverar por un motivo, encontrar esa causa y arriesgarlo todo. Y mientras Benitez gritaba, Steven Gerrard, el emblematico capitan formado e identificado en el club, exigio con su postura un breve silencio, conectando una simbiosis de pasion: desde las gradas invadia en el camarin un cantico apasionado, fuera de contexto, indistinto al resultado, redoblando en estos tiempos livianos esa anormalidad llamada compromiso. El hincha de Liverpool se sacudio de la mierda sin abandonar y fue ese romanticismo perdido el que reengancho el brio y la verguenza: <> (nunca caminaras solo), y que fuese lo que fuese. Y fue. Liverpool salio totalmente concentrado al segundo tiempo, sin dejar de correr, entendiendo que se trataba de una final, abrazados en la atmosfera inigualable que sus fanaticos brindaban en Turquia. Quien otro que Gerrard ponia el primer descuento a los 54. ?Que cresta hacia el volante en area chica esperando el cabezazo de un centro lanzado lateralmente desde tres cuartos? De eso se trata sorprender y comprender que este juego se gana muchas veces si se mueve al espacio, sin la pelota. Aunque en este caso fue el puro instinto de arrojarse por esa camiseta que llevaba en la sangre. Porque Gerrard no estaba de paso, vivia su historia, la de su club, la de si mismo. Gerrard de nino llamaba a la calle lateral de su casa <>, pues ahi masticaba el dia al lado del balon. Esto no era un negocio, no se trataba de vanagloria, lo era todo. Y el color rojo lo defendia no solo por el y su afecto, tambien por su primo Jon-Paul, quien murio aplastado en Hillsborough, cuando tenia apenas diez anos, e hinchaba ingenua y vivamente por la roja de Liverpool. Steven Gerrard no se iria de esa cancha sin al menos intentar devorarse la inercia del destino y aplastarlo de vuelta. Jugaria como lo hace un capitan, como un futbolista hambriento y como un amigo que no olvida. La celebracion con animo de remontada, de posible, termino de encenderlo todo. Dos minutos despues, Smicer clavo un zapatazo inesperado en la red de Dida y la locura contaminaba al planeta futbol... !Y queriamos volvernos locos! !Y que importa la pega! Ahora la inercia variaba con la brutalidad del empuje, y terminaria provocando el penal de Gatusso sobre quien mas que Gerrard, que arremetio voraz en el area. Una final es mas que jugarla, habia que sentirla y Steven Gerrard lo hacia. Lo increible a doce pasos. Xabi Alonso se paro nervioso frente a la pelota, mirando a ninguna parte. Tomo breve carrera y metio el derechazo pero Dida adivino el lado, !increible, lo fallaba! Sin embargo, el aroma embriagado del capitan estaba en el aire, y Alonso persiguio el rebote, lo cazo y de zurda la mando a la malla: 3-3. La explosion y el futbol en aliento drogado. En seis minutos tres goles y el llanto honesto de los mas fieles. El resto fue tension propia de una definicion de este nivel; Liverpool espoleado por lo acontecido, Milan en blanco, aunque con arrebatos que dejaron lo mejor que hizo Dudek en su vida... y con la suerte necesaria para salvarse de varias, porque a veces tambien toca que la bonita este soltera. Noventa minutos, luego el alargue y todo se cerro en los penales. Milan fallaria tres veces, Liverpool convertiria tres veces. Rafa Benitez estuvo en silencio, sin mirar, acariciando una victoria unica, irrepetible, junto a la musica de sus hinchas, esos que siempre estuvieron y a los que Gerrard perfectamente escucho, interpreto y jugo como uno mas de ellos, y tambien por el, por su club, por sus recuerdos. El trofeo lo levantaria el gran capitan en una imagen eterna, conocida hoy como <>, o el milagro de la pasion, pueden decirle como quieran. Al dia siguiente me despidieron, pero ?como arrepentirme despues de tamana final?

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  • Confesiones de mi Ninera de Bianca De Santis

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    Yo no tenia el talento que se necesitaba para redecorar un apartamento, asi que crei que necesitaria algo de ayuda… mas adelante. Debia prepararme para una cena de negocios que ya estaba cerca. Sabia que debia cambiar el ambiente de mi apartamento, porque era muy distinto al que mi esposa y yo habiamos habitado con Enrique. Me costaba mucho adaptarme a el. Era un lugar mucho mas pequeno y sencillo, con lo cual se me hacia mas facil cuidarlo, pero extranaba la calidez que Elena le daba. El tamano me parecia bien, pues debia prestarles atencion a todos los detalles, pero aun asi no parecia tener el encanto que Elena habia puesto en nuestro hogar. Jamas habia querido que buscaramos a un disenador, a pesar de mi fortuna. Consideraba que tenia la personalidad y el talento suficientes para lograr que la casa y sus alrededores fuesen lo suficientemente confortables para todos. Pero ese no era mi caso. Entre en mi oficina despues de sentirme feliz al ver jugar a Enrique, y revise mis notas para la cena. El estaba en su habitacion, con sus juguetes favoritos. Con sus cinco anos de edad, decidi que le compraria otros para favorecer su imaginacion, que ya estaba despertando mas que nunca. Me di cuenta de que debia hacer algunos cambios en las notas. Busque mi boligrafo entre mis bolsillos, pero fue inutil. Siempre perdia todos mis boligrafos, incluso aquellos hermosos que me regalaban con tanto carino. Habian pasado dos anos desde la muerte de mi esposa Elena, pero su recuerdo estaba intacto en mi mente. Me habia parecido una mujer hermosa desde que la conoci, con un fisico con el que cualquier hombre se volveria loco: larga cabellera rubia, ojos impactantes y hermoso corazon. Fui el primer hombre que se enamoro perdidamente de ella. Ella sintio lo mismo y al poco tiempo nos casamos. Recorde el amor que habia sentido por ella al encontrar un boligrafo, detras de una antigua foto de ella. Era el unico boligrafo que me quedaba. Lo supe al buscar en mi escritorio y ver que mis cajas de boligrafos eran historia. Veia a Elena cada vez que veia los ojos de Enrique. Y los boligrafos tambien me recordaban a ella, pues siempre estaba pendiente de poner uno en mi traje, ademas de recomendarme que tomara todas las previsiones, trazara planes en caso de algun imprevisto y me tomara las cosas con calma. Era parte de su personalidad. Pensaba en ella tambien cuando me acostaba y su espacio estaba vacio, y de ella solo quedaba el recuerdo de su cuerpo en la ropa de dormir. El recuerdo era tan fuerte que habia decidido no tener otra relacion desde su muerte. Me parecia lo mejor. Sentia que era una especie de traicion a ella, a su memoria y lo que vivimos juntos. Sentia que estaba mal llevar mujeres a nuestra casa y que Enrique las viera entrar y salir. Queria dar un buen ejemplo a Enrique, ensenarle como ser un caballero, como tratar bien a todas las mujeres y como comportarse en una relacion de pareja. Y lo haria con o sin su madre. Pero ahora que estaba sin ella, mi vida era sumamente dificil. Con el aniversario de su muerte los recuerdos me inquietaban. Como director ejecutivo de una de las empresas de desarrollo de software de ingenieria mas importantes del pais, necesitaba estar muy concentrado. Enrique corria en su cuarto mientras volaba uno de sus aviones de juguete y luego llego hacia mi, haciendo ruidos de disparos y agitando sus pies. Vi los papeles de nuevo cuando me sente otra vez en la silla de mi escritorio antes de sonreirle a Enrique. Trate de olvidar por un momento a Elena. Mi hijo me necesitaba y mi carrera tambien. “Hijo mio. Ya iba a tu cuarto para hablar contigo”, le dije. Lo abrace y bese su frente. “?Que ibas a decirme?”. “Que esta noche voy a trabajar”, le informe con desconsuelo. “Que triste… Cuando sales de noche a trabajar me siento muy mal”, dijo sonando desanimado “Si, te entiendo. Debo ir a una cena por negocios. No puedo faltar”, le dije. Puso su frente en alto. “Puedo ayudarte con esos negocios si quieres”, me dijo. “Volvere despues de la cena y te recogere. Es solo por esta noche. Te lo prometo. Podras ayudarme despues, cuando crezcas. Incluso podrias hacer mas cosas que solo ayudarme”, le respondi, “pero esta noche me gustaria que te quedaras en la casa de tu abuela”. “?Ire en el metro?”. Rei con su pregunta. “Si. Llegaras mas pronto que si te llevo en mi auto. Puedes ir de ida y de regreso tambien. ?Que opinas?”. “Bien”, dijo, mirando hacia el techo. “Me parece perfecto ir a su casa en el metro y pasar la noche alla, pero debo meter algo de comida en mi bolso, porque no me gusta la comida del tren, y llevar tambien mi osito de peluche. Me gusta compartir con la abuela, porque prepara galletas para mi y me cuenta historias para dormir, tan buenas, que siempre quiero esperar al final. Incluso me dejo quedarme despierto la ultima vez que fui para que terminar de ver una pelicula, como si fuese un nino mas grande”. “Veo que sabes negociar. Has aprendido de mi. Acepto tus condiciones”, le dije sonriendo. “No creo que necesites negociar conmigo si pasaras la noche negociando”. Mis ocupaciones recientes me impedian estar mas tiempo con el. Cerre la carpeta con mis notas y tome un largo respiro. La mirada de tristeza se asomaba en sus ojos. Estaba mal porque queria estar conmigo. “Podriamos comer un helado”. “Claro”, dijo con alegria. “De acuerdo”, le respondi. “Iremos a Los Pinos, a ese lugar que tanto te gusta. Ve a vestirte”. “Hagamoslo”, grito mientras corria y salia de mi oficina. Podria pasar un rato con mi hijo y luego ir a trabajar. Sonrei y movi mi cabeza, llevando mi mirada a la gaveta donde estaba la foto de mi esposa Elena. Me levante y contuve la respiracion, tratando de recuperar mis fuerzas. Apague la luz. A fin de cuentas, el trabajo no se iria de alli. Habia una hermosa chica afuera del apartamento. Era Sandra, la hija de los vecinos, estaba en el pasillo cuando salimos. Habia crecido y ya no lucia como una joven inmadura. Me parecio que era otra chica, por sus jeans ajustados y su camiseta universitaria, su largo cabello ondulado y sus sinuosas curvas. “Sandra”, le dije con alegria. “Regresaste de la universidad. ?Como has estado?”. “Hola, senor… Alonso”, dijo ella sonriendo. Aun estaba sorprendido por su buen cambio. “Puedes llamarme Andres”, le dije. “?Recuerdas a mi hijo Enrique?”. “Si,” dijo. Le sonrio a Enrique. “Vine a casa a pasar mis vacaciones. Pude haberme quedado alla, pero me hacia falta mi familia y El Trigal. Entonces decidi venir”. “?Que tal la universidad?”. “No muy bien, pero ya sabia que la Universidad Andina no seria facil en absoluto. Sin embargo, me gusta el reto, aunque me hacian falta unos dias de descanso como estos. Por cierto, planeaba pasar por tu casa mas tarde para que conversaramos”. Rio. “?Sobre que? ?Decidiste finalmente estudiar informatica para trabajar con nosotros despues de graduarte?”. “De hecho, no. Quiero seguir estudiando Educacion. Solo queria ofrecerme en caso de que te haga falta una persona que se encargue de Enrique durante los proximos dias. Puedo ser su ninera. Podria ganar algo de dinero mientras estoy aqui, ya que mientras estoy en la universidad me cuesta mucho. Asi mi padre no tendria que mantenerme y podre pagar mis cuantiosas deudas con mis tarjetas de credito”. Sandra rio. Rei con sus palabras. “Lo entiendo. Si fuese tu padre te lo agradeceria”. “El estara muy agradecido”. Sandra sonrio. “De hecho, tengo una cena de negocios. No puedo postergarla porque son clientes antiguos e importantes, que estan esperando esta cena hace mucho tiempo. Es muy importante y no puedo faltar. Mi ninera suele venir en ocasiones como estas, pero salio de la ciudad hace unos dias. Podria venir, pero esta un tanto lejos. Vive en un lindo sector de Pueblo Nuevo, pero tardaria dos horas para llegar y dos horas mas para retornar. Enrique tendria que dormir alli porque no me gustaria despertarlo cuando termine la cena. Tendria que tomar el metro para viajar dos horas a mitad de la noche para regresar a casa. Seria una locura. Bueno, ya sabes lo que sucede, asi que podrias cuidarlo esta noche”.

  • Dias de Septimo de Jorge Sagrera

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    Es celeste todo, pero aun no ha salido el sol. Mejor: el entrecejo, leve, acusa el Tom Collins de la noche anterior, o de esta madrugada. Cierra los ojos. El balbuceo del Mediterraneo. Unas gaviotas madrugadoras. El sabor a sal en sus labios que, reconoce, no estan partidos.

  • desde el dia en que te vi de Scarlett Butler

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    "No se por donde empezar. Mi vida no ha sido un camino de rosas pero tampoco esta lleno de espinas..." Bueno... tampoco es cierto del todo. Vamos que es una mentira como una casa. Siempre me ha hecho ilusion empezar un libro asi. Ademas he sido la dramatica de la familia. Ya me lo decia mi madre: "Hija, ni Lola Flores con la Zarzamora es tan dramatica como tu". Y aunque a mi me daban unos arranques de rabia y pataletas peores que cuando eres una cria, pues reconozco que la mujer tiene razon (aunque jamas en la vida lo reconocere ante ella). A ver que me estoy desviando del tema. Al principio he arrancado con una frase impactante y es que siempre he tenido aspiraciones a escritora, he escrito cositas: poesia cuando eres adolescente y estas enamorada hasta de tu perro, historias de miedo y alguna cosita mas pero ya era hora de lanzarse a algo mas y en ello estoy. Fue lo primero que escribi en mi cuaderno super precioso de nueva temporada de Jordi Labanda. Y es que cada ano alli me tienen en el Corte Ingles, esperando a que salga la coleccion y me compro de todo: cuaderno, agenda, boligrafos (que logicamente relevan a los del ano pasado), bloc de notas (que utilizo un par de veces y despues dejo en el cajon de la mesita quedando monisimo), archivador que me llevo al trabajo y asi voy fardando un poco y aporto el toque de glamour. Pero vamos al lio que vuelvo a irme por los cerros de Ubeda. Lo unico que hay en el cuaderno es esa frase. Millones de paginas de cuadros le siguen totalmente en blanco. Nada mas. Lo mejor es que siempre he tenido bastante inventiva, vamos que Antonita la fantastica a mi lado no es nadie. Pero no hay forma de pasar de esa frase... Y aqui estoy delante de mi cuaderno de Jordi Labanda con una muneca super estilizada en su portada con una copa de vino en la mano y esas gafas enormes que tanto se llevan ahora. Vacio. No hay nada. Asi llevo ya cinco meses y de ahi no salgo. No es que sea una escritora amateur muy entrenada porque tampoco he escrito grandes cosas pero algunos relatos tengo en casa guardados. De vez en cuando (pienso yo que para inspirarme) los releo pero ni con esas. Esto no me lleva nada asi que por fin decido mover el culo del sofa y me levanto a guardar de nuevo mi querido cuaderno. De pronto suena la musiquita del whatssup y alla que voy a por mi movil de ultima generacion que me costo una pasta y que todavia no he terminado de pagar pero mola muchisimo. Es mi amiga Olivia. Oli para los amigos. Otra loca como yo de mandar fotos chorra, de esas graciosas aunque tambien nos van mucho las emotivas de esas que bonita tu amistad y cuanto te quiero. "?Quedamos a tomarnos un cafe? Tengo cosas que contarte..." Ya estamos. A saber ahora con que tio se ha liado porque ya me la conozco yo cuando me dice eso de tengo cosas que contar... No es mala chica para nada, es mas yo la adoro pero no sabe elegir bien y acaba con cada uno que son de echar a comer aparte. En fin, le contesto y voy a la ducha que hace un calor insoportable en Madrid."Vale. Dime hora y donde que voy a la ducha". Despues de unos veinte minutos de ensueno con el agua fresquita haciendote olvidar un rato el calor tan horrendo de esta ciudad, me pongo unos shorts, una camiseta de tirantes, mis deportivas de lona y me hago una coleta estilo mono de andar por casa y a la calle a sufrir de nuevo. La verdad es que decir que es insoportable salir a la calle en el mes de septiembre es quedarse corta porque virgen de la Macarena la que esta cayendo aqui fuera. Es el infierno en la tierra. A duras penas llego a la cafeteria donde he quedado con Oli. Logicamente ni rastro de ella porque lo de la puntualidad es un concepto que la pobre no entiende, a diferencia de mi que detesto ser impuntual. Pero ya son muchos anos asi que entro y me siento a esperarla. Hemos quedado en pleno centro de Madrid pero es que esta cafeteria nos encanta. !Que importa que tenga que atravesar medio ciudad esquivando a media poblacion para llegar hasta aqui! Enseguida viene el camarero. Este es nuevo porque no me suena de nada. Y mira que nosotras estamos aqui dia si y dia tambien. Jovencito, con decir que el angelico tiene aun acne en la cara... Me pregunta que voy a tomar y no lo dudo un zumito de naranja bien fresquito. A los quince minutos llega Oli volando. Sabe que detesto la impuntualidad asi que llega que le falta el aire a la pobre. Menos mal que son muchos anos y la conozco porque si no le iba a decir de todo menos bonita. Oli es una de mis mejores amigas junto a Elena. A las dos las conoci cuando apenas tenia un ano. Mis padres se trasladaron desde Alicante a Madrid a un barrio de nivel medio- alto. Ambas vivian en el mismo bloque y nos hicimos inseparables enseguida. De ahi que nuestros padres nos apodaran las tres marias. Olivia es algo mas bajita que yo, con curvas bien definidas que vuelve locos a la mitad de la poblacion mundial porque si ella ha probado de todo: americanos, ingleses, rusos, portugueses, italianos... Y no es de extranar porque la tia esta buenisima. Todo lo tiene perfecto, hasta esa melena larga y morena que parece que siempre va peinada de peluqueria. Elena ya es otro cantar. Se parece mas a mi la verdad. Misma estatura, mismo color de ojos y cuerpos similares. Que si que no nos podemos quejar de tener curvas pero no llegamos a tener esa perfeccion de Oli. – Hola Oli. A ver respira y cuentame que ha pasado. – !Ay amiga como me conoces! Pues si, he conocido a un chico y es monisimo. !Me vuelve loca! Si lo vieras.... Lo querrias para ti.! Es un bombonazo! – A ver Oli, frena un poco y desde el principio que me pierdo. – ?Te acuerdas que estoy registrada en esa pagina de contactos desde mayo? Ay la de Internet. Me trae loca con lo de encontrar al hombre de su vida y como en la vida "real" no aparece no hace otra cosa mas que apuntarse a paginas de esas donde se conoce gente. Pero que ya esta apuntada a cinco o seis. Yo me pierdo ya. – ?Cual de todas? Porque chica estas en todas... – A la ultima. Bueno el nombre es lo de menos. El caso es que me apunte en mayo y ?te acuerdas que te dije que era una mierda porque nada mas que me escribian tios supermegasalidos o viejos verdes? Bueno pues por fin despues de tres meses lo he conocido Alba, a el, al hombre de mi vida, al padre de mis hijos, al amante perfecto, al... Y asi continua mi querida Oli durante cinco interminables minutos relatando un millon de aptitudes del chico en cuestion, hasta que la paro porque veo que asi nos dan las uvas hoy. – A ver, a ver, a ver Oli. Vamos a centrarnos. Lo primero lo conoces desde hace asi como cinco puneteros minutos !!?y ya es el?!! Se que quiza podais pensar que vaya borde que estoy hecha pero es que me saca de quicio con lo que ella vale para agarrarse a cualquier imbecil que lo que busca en estas paginas es llevarte a la cama despues del "Hola". – Alba no empieces... – ?Que no empiece? Pero Oli es que cada vez que quedas con uno de esos acaba yendose de tu casa a los dos o tres dias como minimo, dejandote la nevera vacia, la casa revuelta y el corazon hecho trizas porque no vuelves a verlos nunca. – Bueno, al menos yo lo disfruto y soy feliz en su momento. No como tu que te vas a quedar seca de tanta abstinencia. Y en ese momento se me debio quedar una cara de gilipollas integral porque enseguida se le puso la cara blanca. No es que le falte razon pero joder que tus amigas te sean tan sinceras... Sobre todo cuando la sincera siempre he sido yo. – Perdona Alba, no se por que he dicho eso. – Yo si que lo se. Porque es tu verdadera opinion sobre mi y no has podido evitarlo. De pronto viene el camarero y se corta un poco la tension que se acaba de crear. Oli pide un te de esos que le encantan y parece que se vuelve a encauzar un poco la conversacion. – Bueno Alba, ?quieres ver una foto? – Claro que si. A ver... Entonces me ensena una foto del movil donde se ve a un chico rubio, de ojos claros, hoyuelos de ensueno y una sonrisa picara. No me extrana que se haya vuelto loca porque el chico esta de toma pan y moja. Vuelvo a mirarla sonriendo y parece que ella se alegra, como si le hubiera dado el visto nuevo por medio de esa risa silenciosa. – Entonces... ?que te parece? ?Te gusta? – Bueno Oli, solo le he visto en foto y no se nada de el mas que es el hombre perfecto.... Si me contaras algo mas podria darte una opinion mas clara pero viendo el envoltorio no te has equivocado mucho hija. Este comentario destensa aun mas el ambiente y ambos reimos a carcajadas olvidando el momento tan chungo de hace dos minutos. Oli me cuenta que se conocieron hace dos fines de semana y desde entonces han estado hablando por el whatssup (bendito servicio de mensajeria instantanea que nos tiene tan enganchados). Quedaron hace dos dias para cenar y ya se sabe que mi Oli cumple las tres C cuando queda con gente que le gusta: Cena, Copa y Cama. Aparentemente el chaval parece una persona normal (ya se sabe que en estos sitios no sabes bien que te vas a encontrar). Se llama Jesus. Trabaja como fotografo en una revista de animales aunque segun dice Oli su sueno es llegar al National Geographic. Vive con sus padres porque el sueldo aun no le llega a independizarse. Parece que tienen hobbies en comun, sobre todo el de la ultima C pues segun describe Oli es una maravilla en ese terreno. – Asi que creo que lo he encontrado Alba. – Bueno pues eso es maravilloso Oli. Me alegro un monton por ti. Espero que sea todo lo que tu deseas y que se porte como debe porque sino ya sabes, le empiezo a poner cruces en un periquete y le damos puerta. Oli sonrie, se levanta y viene a abrazarme un tanto aliviada por tener mi beneplacito. Y es que para mucha gente puede sonar raro pero entre nosotras nos lo contamos todo y necesitamos el apoyo incondicional de las otras para movernos hacia delante en todo lo que hacemos. Tras unas risas y confidencias es hora de marcharse pues manana hay que currar. Oli se marcha igual que ha llegado, o sea volando. Ha quedado con su hombre perfecto y tiene que adecentarse un poco antes de verse. Yo vuelvo al infierno en la calle. Asfixiada es poco. No se como voy a aguantar este tremendo bochorno porque en casa solo tengo un ventilador y lo que hace es remover el aire caliente asi que ya puedo ir pensando en darme otra duchita. Voy pensando en todo lo que tengo que hacer manana en el trabajo, la compra, limpiar la casa... cuando me asalta de pronto la conversacion tan tensa que hemos tenido en el bar. Me sorprende que eso vuelva a mi mente pero es que se ha quedado escondido en un rinconcito y no se ha evaporado. No dejo de pensar que Oli tiene razon, que ya tengo 34 anos y que me voy a quedar para vestir santos. De pronto oigo la melodia de la cancion de Pablo Alboran "Quien" que sale de un coche que esta parado delante de un semaforo y mi mente viaja tres anos atras a mi primer encuentro con Juan. FLASHBACK Es una tarde calurosa. He salido del apartamento a pasear despues de unos dias lluviosos y frios. Me encanta ir paseando por esas calles llenos de turistas con su camara fotografica en mano intentando captar cada sentimiento que en ese momento se instala en sus corazones. Mis preferidos son las parejas. Esas que van de la mano y que ni siquiera se sueltan cuando se cruzan con los viandantes, no vaya a ser que por romper esa conexion manual su amor se vaya a resquebrajar. Despues de caminar por la ciudad varios minutos me enfilo hacia mi lugar favorito. Me encanta oir el murmullo del agua corriendo mientras voy avanzando por la calle. Y de pronto doblar la esquina y encontrarla a ella. La Fontana Di Trevi. Tan majestuosa, clasica, imponente.

  • Tiempos fugaces de Sandra Jaramillo Botero

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    Todos tenemos un destino por cumplir y es por ello que en ocasiones terminamos envueltos en situaciones incomprensibles de las cuales no podemos escapar. Debido a su destino Luna llego a Jepira, una misteriosa isla a la que incluso llegar a ella es todo un secreto. En aquella isla la vida de Luna se entrecruza con la de Samuel y desde su primer encuentro ambos intuyen que estan unidos a un pasado que no logran entender.
    No solamente Samuel marcara la vida de Luna para siempre, tambien lo hara Balar, un enigmatico ser cuya esencia es una mezcla de hombre, sabio y angel. Las extensas conversaciones con el y los extranos acontecimientos que ocurren en ese lugar, llevan a Luna a pensar que se ha transportado a otra dimension de la cual no quisiera marcharse jamas.
    Sin embargo con el paso de los dias Luna se da cuenta que todos los habitantes de Jepira esconden un secreto y ella esta dispuesta a descubrir de que se trata y que es realmente ese sitio.

  • Quiereme sin miedos de Lia Foster

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    Las barreras seran el ingrediente principal cuando estos dos protagonistas, de culturas muy diferentes, se cruzan en la vida del otro.
    Los sentimientos afloran, pero ?sera el amor capaz de vencer cada obstaculo?

  • La senora Pinkerton y sus demonios – Rosa Alcantara Menendez de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Aceptarias un gran desafio solo por orgullo? ?Y si ese desafio empezara a convertirse en una divertida batalla contra ti misma? En juego esta tu felicidad ?Serias capaz de enfrentarte a todos tus demonios por conseguirla?

  • La mision de Rox (Guardianes de la Ciudadela 3) de Laura Gallego

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    En esta ultima entrega de la trilogia <>, los destinos de los protagonistas vuelven a entrelazarse, condicionados por revelaciones que ponen en peligro su relacion, pero que podrian suponer la clave para salvar su mundo.

  • El templo del sueno de Arianna Alcazar

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    “Con sus escasos 30 anos, Loretta creia que conocia todo lo relacionado con el sentimiento de perdida. Aseguraba que cuando Santiago se habia despedido de ella por mandato de los padres de esta, ella se habia sumergido en los rincones mas profundos de la tristeza, la soledad y el vacio. Aunque claro, esto habia ocurrido cuando Loretta era una adolescente enamorada de 16 anos y Santiago era un hombre que rondaba el cuarto de siglo, sin oficio ni beneficio. (.) Pero aparte de la perdida de su relacion con Santiago, de unas cuantas mascotas en su infancia y de alguno que otro amigo que se pierde en el camino, en realidad Loretta no conocia nada mas relacionado con despedidas ni tristezas profundas”.

  • Reglas prohibidas (La fiesta prohibida 2) de Charlotte Byrd

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    No nos pertenecemos.

  • Bajo los tilos de Maria Jose Moreno

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    Una novela de sentimientos encontrados -dolor, angustia, felicidad, esperanza, reconciliacion- en la que descubrimos que no conocemos a nuestra propia familia.
    Elena fallece en el avion que la traslada a Nueva York sin que nadie, ni siquiera su familia, este enterado. Al fin y al cabo, ?que sabemos en realidad de nuestros padres?
    Maria Jose Moreno (Cordoba, 1958) es autora, ademas, de Vida y milagros de un ex (2013), La caricia de Tanatos (2013) y El poder de la sombra (2016).

  • Imperio (Las Guerras Del Loto 2) de Jay Kristoff

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    Tras la muerte del Shogun, en el Imperio de Shima se desata una terrible lucha entre los clanes para hacerse con el poder. Con el fin de evitar la guerra civil, el Gremio del Loto conspira para restaurar la dinastia Kazumitsu. El proximo Shogun es alguien que conoce muy bien a Yukiko. Alguien que no descansara hasta verla muerta. Mientras las habilidades de Yukiko aumentan mas alla de su control, se acentuan tambien las pesadillas de Kin, el rebelde del Gremio del Loto que ayudo al tigre del trueno. Muestran visiones de un futuro perturbador e inconcebible. Ni siquiera el miedo a la muerte frenaran a Kin cuando trate de evitar que esas pesadillas premonitorias se hagan realidad. Los rebeldes planean asaltar el palacio del Shogun antes de que pueda dar inicio la nueva dinastia, pero, desde lejos, un inesperado enemigo aprovechara la debilidad del Imperio para asestarle un golpe mortal a el y a todos sus habitantes. Yukiko y Buruu deberan volar a traves de los oceanos tempestuosos, hasta las islas del cristal negro, donde aguardan rivales que no temen a las garras del tigre del trueno y que no caeran ante ninguna katana.

  • La ultima cancion de Mara de Abigail Villalba Sanchez

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    Oscar se estremecio cuando la brisa marina, llena de salitre y secretos, le revolvio el pelo y le recordo que, muy a su pesar, era invierno. Su piel desnuda se erizo desagradablemente y le arranco una sonrisa resignada. —Sabes que esto podriamos haberlo hecho en cualquier otro sitio, ?verdad? —pregunto, divertido, mientras se incorporaba de la arena en la que estaba tumbado y se frotaba los delgados brazos—. En uno en el que no me estuviera helando, por ejemplo. La figura masculina que estaba junto a el, completamente estirado y tan desnudo como el mismo, sonrio con suavidad y se encogio de hombros. Sus ojos, oscuros y enormes, continuaron fijos en el cielo nocturno. —Desde aqui se la oye mejor —contesto, un momento despues. —Me pregunto como sabras tu eso. Al escuchar el tono de chanza de Oscar, Samuel rio entre dientes y se giro hacia el, con una sonrisa divertida dibujada en los labios. —?Crees que no me he asegurado de buscar el mejor sitio? —Se incorporo lentamente, se acomodo junto a el hasta que sus hombros se tocaron y doblo las rodillas para apoyar los brazos en ellas. Despues, le dio un suave empujon y continuo hablando, casi en un susurro—. Se donde quiero hacer el amor contigo. Oscar enrojecio. Despues se echo a reir de puro nerviosismo y se paso las manos por el pelo, de brillante cobre y suaves ondas que caian hasta sus hombros. —Eres encantador cuando quieres algo —le pico, sin perder ni un apice de la acidez que le caracterizaba. Sin embargo, fue en ese momento cuando, por fin, los primeros rayos de luna surgieron de detras de las montanas, asi que toda su atencion se vertio en esa direccion—. Hacia tantisimo que no veia la luna brillar asi… A su lado, Samuel sonrio con tristeza y se abstuvo de decirle lo que pensaba acerca de su exilio voluntario a tierras humanas. En otro momento, quiza, si hubiera contestado de manera diferente. Pero esa noche… la que simbolizaba el fin de ano, no era una noche para las disputas. Y mucho menos con el. El joven suspiro y miro de reojo a su companero, que aun parecia absorto en la contemplacion del satelite, para atesorar esa imagen para siempre: la luna que brillaba en su lento ascenso y que iluminaba con sus rayos la bahia en la que estaban sentados, las finas lineas anaranjadas que surgian, poco a poco, en la piel de Oscar y que revelaban su origen magico y, por ultimo, la sonrisa nostalgica de su companero, esa que hablaba de anos lejos de las profundidades marinas. —?Sabes? —pregunto, finalmente, mientras acariciaba su mejilla con los nudillos—. Cuando te escribi y te propuse venir aqui… bueno, hubo un momento en el que pense que no querrias acompanarme. Oscar aparto la mirada de la luz plateada y la clavo de nuevo en el. Sus ojos, inteligentes y siempre atentos, no tardaron en repasar las espirales violetas de sus mejillas y las lineas rectas, de identico color, que bajaban a lo largo de sus brazos. Tardo un momento en darse cuenta de a que se referia, pero cuando entendio la inseguridad de Samuel, suspiro. —Lo dices por Mara, ?verdad? —Sonrio con resignacion y nego con la cabeza, tranquilizadoramente—. No tengo nada en contra de ella, aunque todos os empeneis en decir lo contrario. Si —admitio—, he decidido abandonar las corrientes en pos de una vida humana. ?Y que? Que ahora viva en tierra, Sam, no significa que no me preocupe por ella. De hecho —anadio y se inclino hacia el, mientras bajaba la voz y acariciaba sus labios con los suyos—, si estoy aqui es para cuidarla mejor. Samuel se estremecio de placer a medida que el beso crecia. El roce de su lengua contra la suya resultaba embriagador, como si aquella fuera la primera vez que lo hacian… o quiza la ultima, pues su relacion siempre habia sido muy tormentosa e inestable y si seguian juntos era, simplemente, porque no podian estar el uno sin el otro. Por eso estaban alli, despues de meses de silencio y rabia, despues del dolor de la ultima separacion. —Te quiero —farfullo entonces Samuel, con premura, entre beso y beso, entre aceleradas y freneticas caricias—. Pase lo que pase. Estemos donde estemos. No lo olvides nunca, joder. —No podria hacerlo. Sabes que yo nunca olvido nada—contesto Oscar, jadeante, con los labios apretados contra su cuello y la excitacion a flor de piel. Ni siquiera la fuerza que la luna ejercia sobre ellos fue capaz de separarles. Sus labios se buscaban segundo a segundo, mientras sus manos se perdian en los rincones mas ocultos y placenteros de su cuerpo humano con una lentitud inhumana, como si no tuvieran prisa alguna. De hecho asi era, pues Samuel se habia encargado de buscar la cala mas escondida e inaccesible de las costas gallegas. Le habia costado un tiempo dar con aquella, pero ahora que tenia a Oscar a horcajadas sobre el se daba cuenta de que su sacrificio habia merecido la pena. Y mientras el cielo estallaba en luces artificiales de brillantes colores y la luna les acariciaba con su fria plata, ambos jovenes se perdieron en una danza tan antigua como el propio tiempo. Una danza tenida de jadeos y gemidos al principio, y poco despues, con la luna llena inmovil sobre el oceano, de una melodia dulce y tierna que procedia de algun lugar entre las oscuras aguas. —Escuchala —susurro Samuel entonces, con las manos aferradas al delgado cuerpo de Oscar y sus labios rozando su oido—. ?No es lo mas hermoso que has oido nunca? —No —farfullo el joven en contestacion, mientras le sujetaba de las mejillas y se perdia innegablemente en el fondo de sus ojos, mientras luchaba por no dejarse llevar por todos los estimulos que le asaltaban: el placer de sentir a Samuel en su interior, la magia de la luna, que le recordaba lo que verdaderamente era, y de fondo esa cancion sirenea que siempre le tocaba el corazon…—. Tu voz es lo mas bonito que he oido nunca. Ambos sonrieron, perdidos el uno en la mirada de otro, inmoviles y acunados por aquella lejana melodia que a ambos les hacia temblar de emocion, quisieran… o no. Y asi, frente contra frente, labios sobre labios, la medianoche llego y se marcho, mecida por el oceano y por las dos criaturas que se amaban sobre la arena, ajenos a que un ano habia muerto y otro habia nacido. Solo se detuvieron, cuando, agotados, se dejaron caer sobre la fria arena, abrazados el uno al otro. Permanecieron asi, en silencio, durante todo el tiempo que duro la cancion de la llamada Mara. Aquella vieja sonata, pese a pertenecer a tiempos preteritos, seguia siendo limpia y tibia y aunaba sus corazones incluso mas de lo que lo estaban en aquellos momentos. Y cuando el sol despunto en dorado, moribunda ya la noche, y la voz de Mara se quebro dando paso a la brisa, ambos hombres se incorporaron y contemplaron la calida belleza de un amanecer invernal. —?Volveremos a vernos? La voz de Samuel interrumpio el silencio. A su lado, Oscar suspiro y se encogio de hombros. —Supongo que no vas a cambiar de opinion, ?verdad? —pregunto este, con suavidad, a pesar de que sabia la respuesta—. Vas a seguir combatiendo por tu lado. No vas a hacerme caso en absoluto. Samuel fruncio el ceno y sacudio la cabeza negativamente, pues lo ultimo que queria despues de aquel encuentro era hablar de politica y de contaminacion. Por eso, apreto los dientes con fuerza y se encogio de hombros. —Te buscare —aseguro entonces, mientras se levantaba y dejaba su atletico cuerpo banarse en la luz rosada del amanecer—. Encontrare la manera de contactar contigo. —Samuel… El joven se detuvo, de espaldas a Oscar. Sus ojos se clavaron en las suaves olas que rompian en la orilla y que le recordaban lo lejos que estaba de casa. Suspiro. —Feliz ano, mi vida —murmuro entonces, sin girarse—. Ten cuidado. Oscar sintio un pellizco en el corazon que hizo que sus palabras se quedaran atascadas en la garganta. Por un lado queria ir con el, olvidarse de lo que estaban haciendo los humanos con Mara y combatirles como Samuel queria que hiciese pero, por otro… Sacudio la cabeza e hizo de tripas corazon, como cada vez que se separaban. Se levanto, beso su hombro con infinita ternura y despues camino en direccion al agua. —Aun puedo cogerme el dia libre —informo Oscar, en contestacion, mientras dejaba que el agua cada vez le arrastrara mas adentro—. Aun podemos regalarnos un dia antes de volver… a lo que cono sea que tengamos. Un dia —rogo—, en el agua, como tu quieres. En casa. —?Estas seguro de eso? ?No prefieres volver a esa… oficina y a tus companias humanas? —Un dia, Sam —repitio, mientras se dejaba caer hacia atras y el agua salada le recibia con agrado, como una madre a un hijo descarriado—. Solos tu y yo. Y mientras sus piernas olvidaban su forma humana y su cuerpo se liberaba del disfraz, una segunda figura se zambullo a su lado y tambien se transformo: sus extremidades dieron paso a una cola firme, fuerte, de brillante color violeta. Las agallas de su cuello se abrieron y bebieron del oxigeno del metodo acuatico y sus ojos, oscuros en la tierra, brillaron con intensidad mientras buceaba en busca de mas profundidad. —!Vamos, Oscar! —lo llamo, en su idioma natal, mientras giraba sobre si mismo y disfrutaba del liquido elemento—. !Que no se diga que se te ha olvidado quien eres! Al escuchar la mofa, el joven sonrio y movio con elegancia la cola anaranjada que le senalaba como triton. Dio un coletazo con fuerza, paso a su lado… y sonrio, antes de guinarle un ojo con descaro y perderse en las susurrantes corrientes de su reino oceanico.

  • Seducida por mi enemigo de Jose Rodriguez

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    Estaba mirando por la ventana del avion mientras volaba de regreso a casa. Finalmente, me gradue de la Universidad de Oxford. Estaba tan emocionada de volver a casa. Extranaba a mis padres, a mi mejor amiga, Jane, ya mi novio, Isaac. Isaac y yo habiamos estado saliendo desde la secundaria. Estabamos planeando casarnos despues de mi graduacion. Les dije que volveria manana. Porque queria sorprender a Isaac. Hoy era el cumpleanos de Isaac. Solo Jane sabia que venia hoy. Cuando el avion aterrizo, fui al atico de Isaac despues de enviar mi maleta al apartamento de Jane. Estaba tan emocionada. No podia esperar a ver a Isaac. Agarre mi llave de repuesto que Isaac me dio el ano pasado en mi cumpleanos. Sonrei, mirando el regalo que le habia traido y abri la puerta. Mi corazon se apreto cuando vi zapatos y ropa de mujer esparcidos por el suelo. Apenas subi las escaleras; me temblaban las piernas. La puerta de su dormitorio estaba entreabierta. Empuje la puerta lentamente. Jadee en estado de shock, tapandome la boca con la mano cuando vi a Isaac en la cama con una mujer. Mi mundo entero colapso. Sus ojos se abrieron en estado de shock. La mujer se sento en la cama, cubriendo sus pechos con una manta. “… ?Eleanor? …” Isaac murmuro, mirandome. Le di una mirada insolente. ?Como pudo hacerme eso? Le amaba. Estaba jodidamente enamorado de el. “!Maldito bastardo!” Rompi. “Te odio te odio”. Gruni y le arroje el regalo. Sali corriendo cuando las lagrimas empezaron a caer por mis mejillas. Tome un taxi en cuanto sali del edificio. Entre en la discoteca y fui hacia la barra del bar, chocando con la gente. Mi mente estaba confusa de tanto llorar. Me senti entumecida. Queria olvidarme de todo, especialmente de ese bastardo. Le odiaba. Rompio mi corazon en un millon de pedazos. Estaba bebiendo mi whisky cuando senti que alguien se sentaba a mi lado. “Oye.” Gire mi rostro hacia el. Mis ojos se encontraron con un par de ojos cautivadores. Su mirada era tan intensa. Tenia cabello castano oscuro y cautivadores ojos castanos. Se veia tan guapo. Diabolicamente guapo. “Oye.” Murmure con indiferencia. “?Cual es tu nombre?” Pregunto, dandome su encantadora sonrisa. “Desconocido”. Respondi, dandole una sonrisa perezosa. Se rio entre dientes, mirandome a los ojos. “Encantado de conocerte, Extrana”. Dijo mientras extendia su copa hacia la mia y chocaba mi copa. “Eres hermosa”. Comento con voz ronca. Bebi un sorbo de whisky sin decir nada. “?Te gustaria bailar conmigo?” Pregunto. Respire profundamente y me levante. El tambien se puso de pie. Di un paso hacia el, acortando la distancia entre nosotros. “Tengo una mejor idea. ?Que tal si vamos a un lugar mas tranquilo?” Pregunte seductoramente, agarrando su corbata. La comisura de sus labios se curvo en una sonrisa diabolica. “Con placer. ” Respondio mientras tomaba mi mano y nos dirigia hacia la salida. Paso la tarjeta de acceso del hotel y abrio la puerta sin separar nuestros labios. Me acerco a el, me beso bruscamente y cerro la puerta con el pie. Pase mi mano por su cabello, respondiendo a su exigente beso. !Mierda! Es un buen besador. Como estabamos sin aliento, se retiro. Puso su mano en mi mejilla. “Eres muy hermosa.” Murmuro, mirandome a los ojos, derritiendome bajo su intensa mirada mientras acariciaba mi mejilla lentamente. Tu tambien lo eres. ” Sonrei. Puse mi mano en la parte de atras de su cuello y roce mis labios contra sus labios. Deslice mis manos debajo de su chaqueta y me la quite. Envolvio sus brazos alrededor de mi cintura, presionando su miembro contra mi estomago y movio sus labios a mi cuello, colocando besos humedos. Gemi. Deslizo su mano por debajo de mi vestido, acariciando mi muslo y quito la tira de mi vestido lentamente mientras besaba, chupando mi cuello. Cerre los ojos, gimiendo. Me quito el vestido, lo tiro y capturo mis labios. Jadee, agarrando su cabello mientras deslizaba su mano debajo de mis bragas y metia sus dos dedos dentro de mi. Movio su mano a lo largo de mi espalda y desabrocho mi sosten mientras jugueteaba con mi punto sensible con sus dedos. Mis piernas empezaron a temblar mientras me acercaba. Agarre su cabello, gimiendo mientras me corria. Deslizo sus labios desde mi cuello hasta mi pecho, colocando varios besos. Arquee la espalda con sensacion, gimiendo mientras chupaba mi pezon. Se aparto y vago por mi cuerpo con ojos lascivos. Mis mejillas se pusieron de un rojo carmesi bajo su mirada. “Creo que ya no eres una extrana. Se demasiadas cosas sobre ti”. Dijo seductoramente, dandome una sonrisa arrogante y paso la yema del dedo por mi piel, enviando escalofrios por mi columna. Era como si mi piel ardiera bajo sus toques. “Creo que estoy demasiado vestido”. El me guino. Mordi mi labio inferior y comence a desabotonar su camisa. Me estaba mirando sin apartar los ojos de mi por un segundo. Le quite la camisa y movi mis labios sobre su piel, colocando besos de mariposa. Se puso tenso bajo mis toques, haciendome sentir como una diosa. Luche con mis pestanas hacia el, mientras lo miraba y desabrochaba su cinturon. Gimio cuando puse mi mano sobre su duro bulto. Le di una sonrisa traviesa. Levanto la ceja juguetonamente y agarro mis brazos. Me empujo hacia la cama y se quito los pantalones y el boxer. Mis ojos se agrandaron cuando vi su miembro grande. La esquina de sus labios se curvo en una sonrisa de satisfaccion. Se inclino y me quito mi ropa interior negras de encaje. “Creo que no lo necesitas ahora”. Dijo con voz ronca y la tiro. Agarro sus pantalones y saco una lamina de su bolsillo. Separo mis piernas y se coloco entre mis piernas. Rasgo el papel de aluminio con los dientes y lo puso en su miembro. Luego se inclino y capturo mis labios en un beso feroz mientras su mano exploraba mi cuerpo. Estaba gimiendo una y otra vez. Sostuvo mis munecas por encima de mi cabeza con un fuerte agarre y estrello su miembro dentro de mi. Grite de dolor mientras unas gotas de lagrimas caian por mis mejillas. Se congelo de inmediato. Me estaba mirando con los ojos muy abiertos.

  • El conspirador de Humphrey Slater

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    Todos guardamos secretos. Harriet, una joven inglesa candida e inocente que acaba de casarse con un comandante de la Guardia de Granaderos mucho mayor que ella, Desmond Ferneaux-Lighfoot, esta a punto de descubrirlo.Obnubilada por la prestancia y la inteligencia del hombre con el que ha decidido compartir su vida, unas extranas postales que llegan a su casa sin remitente ni texto seran la senal de alarma, el preludio de un peligroso juego del que Harriet ignora las normas, pero al que se ve abocada sin remedio. Sera entonces cuando conozca el verdadero rostro de su esposo…Fallecido en Espana en 1958, Slater nos dejo como legado este magistral relato acerca de la lealtad y la traicion, escrito en una prosa ironica y mordaz.

  • Inocente Obsesion de Agnes Diaz

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    La piscina tenia este color azul cristal brillante burlandose de mi desde la distancia. Parecia atractivo, pero no habia manera de que arruinara mi nuevo peinado. Fue vanidoso haber invertido en mi apariencia. Solo tenia que estar en la primera fila de la moda para que otros hicieran lo mismo. La finca era inmensa y el personal atendia todos mis caprichos sin dudar ni un segundo. Las cosas mas finas estaban justo dentro de mis manos bien cuidadas y encontrar consuelo en el fondo de una copa de champan se habia convertido en una segunda naturaleza. Levante una copa helada al tacto y brinde por mi madre en el aniversario de su muerte. Perder a mi madre en un accidente de transito donde el conductor se dio a la fuga cambio todo en un abrir y cerrar de ojos. Eso fue hace cinco anos y mi padre se niega a siquiera mencionarlo. Estaba sola con mi fuerte dolor sabiendo que ella no iba a estar alli durante mis anos de formacion. "Sabes que ella estaria orgullosa de ti. Estar en la lista para ir a Harvard es un gran logro. Estoy segura de que tu padre tenia algunas palabras para decirle a la junta directiva. Quien dijo que el nepotismo estaba mal no entendia lo importante que es tener personas en altos cargos”. Whitney era una bomba rubia y practicamente podia tener a cualquier hombre con un chasquido de dedos. El bikini blanco moldeado a su figura de reloj de arena y esos meses esculpiendo su cuerpo en el gimnasio habian resultado en una transformacion sorprendente. No era ajena a quemar esas calorias innecesarias, pero tenia 19 y sentia la urgencia de sucumbir a mis inclinaciones naturales. Odiaba despertarme y sentir el espacio frio y vacio en el otro lado de la cama. "Todavia no estoy completamente convencida de que ir a Harvard sea mi futuro. Preferiria seguir los pasos de mi madre e irme de mochilera por Europa durante un ano. Tengo la sensacion de que mi padre va a impedir que eso suceda". Estaba mirando el mundo a traves de mis gafas de sol Gucci sin saber mucho fuera de mi pequena burbuja de existencia. Whitney era mi mejor amiga, pero nunca supe si su lealtad fue comprada. Me enorgullecia ser el tipo de persona que seguia el ritmo de mi propio tambor. No me interesaba dejar que mi padre colgara la zanahoria de mi herencia frente a mis ojos. Dos anos mas y tendria acceso total a esos fondos para hacer lo que quisiera con ellos. El verano fue una buena oportunidad para reinventarme. Cortarme el pelo corto sorprendio a mi padre. Me converti en la viva imagen de mi madre cuando tenia mi edad solo para meterse debajo de su piel. El color se iba a poner de moda. El rubio platino era una tendencia creciente y la estaba trayendo de vuelta. Yo era lo que se consideraba una pionera de la moda y odiaba admitir cuanto placer me daba hacer titeres con las personas, incluidos hombres jovenes con una edad impresionante. Note que el jardinero me miraba y no prestaba atencion a su trabajo. Parecia mas interesado en lo que estaba haciendo mi padre. Nunca pense sobre eso. El era relativamente nuevo y no muy bueno en su trabajo. Ahora que lo pienso, habia muchas caras nuevas en el personal. Tendria que preguntarle a mi padre sobre eso. Dudo que obtenga una respuesta directa. El hombre podria ser un politico diciendome lo que queria escuchar y con una sonrisa plasmada en su rostro. "No me voy a sentar aqui y decirte que hacer cuando obviamente ya te has decidido. Lo que sea que hayas decidido, estare alli contigo en cada paso del camino". Yo queria creer en ella, pero tenia la sensacion de que mi padre estaba susurrando a su oido. "La unica persona con la que siempre puedo contar es contigo. Otros pueden pretender ser mis amigos para acercarse a la fortuna familiar, pero tu eres diferente”. Le eche una mirada y la vi moverse nerviosamente en el divan con la lengua rodeando el borde de su boca. No era estupida y tener dinero traia consigo las trampas de tener amigos que buscan beneficiarse economicamente. Ser generosa hasta el extremo tambien era mi defecto y senti que la mayoria de mis amigos de cierta edad no me darian la hora sin tener efectivo en mis bolsillos. Olvida el efectivo. Fue la tarjeta de credito negra platino la que hizo que todos vieran signos de dolar. "No necesito nada de esto para ser tu amiga. Espero que nunca olvides que siempre hemos estado alli la una para la otra en las buenas y en las malas. Los chicos van y vienen, pero nosotras tenemos este vinculo inquebrantable de hermandad", declaro Whitney y se zambullo en el agua con esta transicion perfecta desde el divan a la persuasion azul cristalina. Apenas hubo una onda y pude ver su forma estirandose al alcance de la piscina olimpica. La vida en Miami era la mejor con un grupo selecto que incluia artistas hambrientos que buscaban dejar su huella. Whitney no se moria por atencion y hablaba bastante sobre sus experiencias sexuales haciendo que muriera por la oportunidad de estar asi de cerca de intimar con un hombre. Habia muchos hombres compitiendo por mi afecto, mirandome como un medio para un fin. Era casi ridiculo lo facil que era manipularlos para que pensaran que iban a conseguir algo. Los hice comer de la palma de mi mano. Ninos pequenos que jugaban a ser hombres hacia que parecieran juveniles con una sola cosa en mente. No los culpaba por zumbar alrededor de su abeja y era bastante transparente cuando se trataba de hacer alarde de lo que mi mama me dio. "Hay una fiesta este fin de semana en casa de Peter mientras sus padres reavivan su romance yendo a una segunda luna de miel. El se ocupara de todo". Grito desde el otro lado de la piscina. Peter era un bebe de fondo fiduciario y no tuvo problemas para comprar las amistades de otros. "Podria pasar para hacer una aparicion, pero dudo que vaya a quedarme mucho tiempo. Encuentro sus intentos de acostarse conmigo agotadores. Puedo leer entre lineas y su lenguaje corporal dice mucho". Dije mientras bajaba mis gafas de sol para observar la delicada forma en que la se movia con la gracia de un tigre de Bengala. Nadie era inmune y ella se sentia empoderada para dejarlos con ganas de mas. Yo podia coquetear descaradamente, bailar provocativamente y batir mis pestanas muy bien. Lo unico que era aburrido era la charla ociosa. No era una cabeza hueca y mi intelecto estaba al nivel del de un genio. Estuve a la altura del estereotipo para aprender sobre la motivacion de un hombre. Colgarse de cada una de sus palabras los hacia sentir importantes y era necesario mostrar un poco de piel para llamar su atencion. Los vestidos de corte bajo muestran mis mejores activos, rivalizando con algunas de las que tuvieron que pasar por el cuchillo para obtener lo que yo tenia natural. Ser una doble amenaza tenia a la mayoria de los hombres reacios a acercarse. Los unicos valientes eran bastante predecibles. Mi actitud podria ser irritante y me llamaron calientapollas demasiadas veces para contarlo. No era lo que considerarias intimidante con apenas 5’5 y 125 libras, pero sabia como usar lo que tenia como mi mejor ventaja. Escandalosa y bastante osada era la eleccion de mi ropa para el disgusto de mi padre. No siempre estuvo cerca para vigilar mis acciones. "No queria decir esto, pero quizas necesites escucharlo. Se que estas esperando al hombre perfecto, pero no existe. Quitate la bandita y hazlo rapido. Confia en mi, me lo agradeceras y realmente no tienes idea de lo que te estas perdiendo. Acaba de una vez con eso". Imploro y me senti un poco emboscada, aunque sabia que su corazon estaba en el lugar correcto. Estaba goteando despues de dar vueltas alrededor de la piscina y me cansaba solo de mirarla. Esta mujer tenia un fisico atletico donde yo estaba mas tonificada en todos los lugares correctos. Lo unico que no queria era ser esclava de mi cuerpo, a diferencia de otras personas. Ella se esforzo por la aceptacion y yo estaba justo alli para pavimentar el camino abriendo las puertas correctas y presentando a las personas correctas. Mire hacia atras para ver a mi padre parado con su telefono cerca de la oreja haciendo negocios como siempre. Iba vestido impecablemente con un traje oscuro y una corbata roja. Whitney habia expresado un interes sexual e incluso habia bromeado acerca de ser mi madrastra, lo que resulto en un acalorado debate. Prometio mantener la distancia, y mi padre no estaba siendo muy sutil acerca de sus intenciones. Nunca actuaria de acuerdo con esas tendencias. Mi bikini negro de dos piezas dejaba poco a la imaginacion. Yo, en broma, salude con la mano en su direccion cuando me di cuenta que no estaba solo. Alguien estaba con el y el estaba bastante lejos de querer estar por encima de mi padre. Fue realmente refrescante ver a un hombre fuerte y silencioso que no queria ser el centro de atencion. “Usted tiene un argumento convincente”. Lo mire con la mano cubriendome la cara del resplandor del sol para ver su buen aspecto cincelado y lo que ese cuerpo podia hacerme debajo de las sabanas. Lo que pude distinguir fueron sus ojos azul oscuro y el tipo de cuerpo que no sacaria de la cama por nada. Suspire profundamente con mi pecho arqueado, obviamente excitada por como mis pezones se asomaban obscenamente a traves de la tela de mi bikini negro. Lo sensato era ignorar la chispa, pero queria desesperadamente encenderla en llamas. Desde mi punto de vista, era facil discernir que el hombre tenia clase y sofisticacion. Estaba molesto y me di cuenta de que mi padre lo estaba irritando al recibir llamadas telefonicas cuando su negocio deberia haber sido lo primero. Se sabia que mi padre tenia en mente el todopoderoso dolar y, a veces, olvidaba a aquellos que querian beneficiarse de su vasto conocimiento sobre inversiones. Whitney se habia quedado dormida boca abajo con la cabeza hacia un lado y las tiras del bikini sueltas, lo que resulto en un bronceado uniforme. Yo estaba agradecida por las tiras apenas mucho mas que un segundo pensamiento metido entre sus duras nalgas. Casualmente di unos pasos hacia el balcon con dos copas de champan. Levante una de las copas y se la ofreci al desconocido con la oscura y ardiente apariencia de un fantasma al acecho. Estaba delicioso y podria haber pasado un fin de semana conociendo su cuerpo desde la parte superior de su cabeza hasta sus delicados dedos de los pies haciendo paradas en el medio. El rechazo mi oferta con un ademan despectivo sin darse cuenta de cuan poderosamente motivador era ser rechazada inmediatamente. No habia forma de que pudiera dejarlo tener el poder. Probablemente estaba preocupado por mi padre. Su miedo era sutil, pero bastante evidente por la forma en que tiraba del cuello de su camisa blanca almidonada sin corbata. Hice mi mision personal conocerlo. Su nombre sonaria como terciopelo saliendo de la punta de mi lengua cuando estuviera gritando a todo pulmon. Me lami los labios. Lo hice lentamente antes de chupar la punta de mi dedo menique con esta inocencia para flexionar cierta parte de su anatomia en respuesta dentro de esos ajustados pantalones negros. Estaba a 20 pies de altura y pude verlo moverse nerviosamente con sus ojos enfocados en mis senos amenazando con reventar el paquete. Me senalo con un movimiento de castigo, agitando su dedo de un lado a otro. Ese era el llamado de la naturaleza y el me habia desafiado a cruzar la linea en la arena. Saco su telefono y me di vuelta con una ligera curva para dejarle ver que su imaginacion sacaba lo mejor de el. Hubo un jadeo y me gire a tiempo para verlo perder el control sobre su telefono. Lo ataje en el aire antes de que pudiera convertirse en un millon de pedazos. Lo agite como una especie de trofeo y tuve el rompehielos perfecto para presentarme. M Capitulo dos i padre estaba en negociaciones silenciosas y no se daba cuenta de que yo estaba jugando el juego peligroso de mantener alejado a su nuevo socio comercial. El intentaba en vano recuperar su telefono de mi posesion. Cada vez que se movia de cierta manera, me aseguraba de que sus dedos rozaran mi carne nubil con esta hambre expresada en sus ojos. De hecho, me rei en voz baja mientras me perseguia por la casa. El personal estaba preocupado y no habia nadie cerca. "No se que tipo de juego estas jugando, pero no estoy interesado. Eres lo suficientemente joven como para ser mi hija. Solo devuelveme el maldito telefono. No estoy jugando”. Su tono serio me hizo detenerme en seco por su autoridad. Avanzo y se cernio sobre mi con 6 pies de dominio y mas de 200 libras de musculos divinos. El hombre estaba haciendo todo lo posible para hacer lo correcto. Un vistazo fugaz de su virilidad confirmo mi sospecha. El podria haber estado protestando y haciendo un buen trabajo, pero debajo habia una tormenta furiosa que suplicaba salir. Me encanto como estaba jugando duro y yo estaba dispuesta a trabajar para hacerle ver que podia ser una conquista potencial. "No tienes que estar nervioso a mi alrededor. Dame una oportunidad y te sorprenderas gratamente". Vi una tarjeta de visita con su nombre impreso en la superficie en cursiva y en relieve. Byron August era un nombre lleno de seduccion. En mi mente, estaba esperando asegurar su lugar a los pies de mi cama mirando mi cuerpo desnudo listo para sucumbir. Al morder mi labio inferior lo hacia respirar un poco mas profundo. Trazar mi escote con el cubo de hielo de mi copa de champan lo hizo parpadear sin cesar. Las gotas de agua empaparon la tela de mi bikini. "Monica, tengo la sensacion de que tu padre no aprobaria que coquetees conmigo. Olvidemos que esto sucedio alguna vez. Estoy seguro de que te estas divirtiendo a mi costa. No esta bien jugar con mis emociones asi", Byron se atraganto con las palabras. Corria el riesgo de caer en mis brazos, pero se abstuvo de una lealtad equivocada hacia mi padre. "Eres un hombre grande y fuerte y puedes tomar tus propias decisiones. Creo que seriamos geniales juntos. ?En serio puedes pararte alli y decirme que no quieres nada de esto?" Pregunte mientras pasaba mis manos sobre mi cuerpo, prestando especial atencion a la hinchazon de mis senos. "Ni siquiera nos conocemos. Dire que tu padre esta muy orgulloso de tus logros y habla de ti a menudo con cualquiera que este dispuesto a escuchar. Esta es la primera vez que nos aventuramos juntos en una inversion comercial. No quiero hacer nada para arruinar lo que podria ser potencialmente lucrativo". Aconsejo y retrocedio unos pasos para evitar acercarse demasiado al fuego a riesgo de quemarse. La nueva criada, creo que se llamaba Maria, salia de la oficina de mi padre. No era solo que ella no deberia estar alli, era la forma en la que estaba actuando. Creo que la sorprendi y me dio una sonrisa timida antes de dejar sus huellas por el pasillo. Parece que esto es tan raro para ella como para que este actuando de manera extrana. Volvi mi atencion a Byron y pense que iba a actuar. Lo pille por sorpresa al saltar a sus brazos en un momento de espontaneidad. Parecia completamente aturdido con sus brazos llenos de lujuria adolescente en su mejor momento. Perdio el equilibrio sobre la alfombra persa y cayo hasta que le di un ejemplo de un baile de regazo con las manos alrededor de su cuello. Frotarme contra el hizo que fuera mas facil evaluar lo que tenia en su poder. Fue desalentador y alimento mi libido con esta ansiosa necesidad de verlo. Lo inteligente era dejarlo aferrarse a una pizca de su dignidad. Mis pezones lo estaban empujando contra el pecho y su bandera masculina se habia desplegado dentro de sus pantalones. Moverme hacia adelante y hacia atras deslizaba los labios de mi sexo a lo largo de la cremallera de sus pantalones y del bulto que me daba hambre de consumir cada centimetro. "Tienes razon en una cosa. No nos conocemos, pero creo que podemos rectificar esta injusticia. Solo llevame arriba y haz lo que sea natural. No puedo prometer estar callada, puedo ser bastante vocal cuando estoy encendida”. Solo apretar contra el estaba enviando esas sensaciones de calidez y placer al fuego que ardia sin control entre mis piernas. Era un poco mortificante para el estar jugando duro para no sucumbir. Encontre un desafio para mi sexualidad y no me iba a rendir hasta que nos retorcieramos en las sabanas en un momento destinado a dejarnos sin aliento. Trate de besarlo, pero giro la cabeza en el ultimo segundo posible para que el intercambio fuera mas platonico que intimo. Me levanto de su regazo y me bajo suavemente al lujoso cuero negro. El hombre se rascaba el cuello y, pendiendo de un hilo, tomaria el riesgo ante la mas minima provocacion. Algunos dias apenas podia respirar cuando encontraba placer con la estimulacion manual, pero tenia esta graciosa sospecha de que todo lo que habia experimentado iba a palidecer en comparacion. Lo cierto era pelear conmigo, apenas habia comenzado una campana de seduccion. "Tu padre depende de mi y no puedo permitirme distracciones cuando hay millones de dolares en juego. Ser traviesa no te llevara a ninguna parte conmigo. Ni siquiera intentes poner mala cara. Mi hija me enseno todo lo que necesito saber sobre que esperar de una mujer de tu delicada edad. Aprender a decirle que no a ella no fue facil y parece que tienes el mismo don de persuasion en una forma diferente. Ella solia salirse con la suya, pero ahora comprende el valor de ganar su propio dinero". Informo y se paro frente a mi con los ojos entrecerrados en su entrepierna. Podia extender la mano y desabrocharle los pantalones. “Las ofertas van y vienen, pero esta es una oportunidad unica en la vida”. Basicamente le estaba diciendo que era virgen, pero tenia miedo de ser sincera y decirlo para asustarlo. Era sorprendente cuantos hombres ignoraban el significado subyacente de las palabras de una mujer. Queria que no hubiera dudas sobre mis intenciones. Agarre su entrepierna y mi boca se abrio levemente ante las implicaciones de lo que estaba luciendo dentro de esos pantalones. Tenia que tener 9 pulgadas entre grosor y longitud listos para acabar con cualquier idea erronea cuando se trataba de sexo. "No se que te hace tan especial. Unos minutos de placer en tus brazos no superan como tu padre nunca volveria a confiar en mi. Somos como hermanos, pero nunca se lo que esta pensando. Necesitamos mostrarle un poco mas de respeto”. Estaba tratando de hacer una salida discreta, pero no estaba haciendo nada para evitar que masajeara la carpa de su excitacion. Sus parpados se agitaron y hubo un jadeo gutural bajo que hacia mas facil convertirlo en un charco de carne gastada. Me atrevi a acercarme demasiado al sol al ir mas cerca de su cremallera, pero aun conservaba la apariencia de su cordura intacta. Estaba perdiendo la batalla, pero estaba convencido de que podia ganar la guerra. Su fuerte mano de desafio lo hizo abandonar la habitacion.

  • Las ninfas a veces sonrien de Ana Clavel

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    En ese entonces me daba por tocarme todo el tiempo. Fluia. Me desbordaba. Jugueteaba con mis aguas. Claro, era una fuente. Pero no se crea que hablo en sentido figurado. Era transparente. Inmediata. Entera. Rotunda. Tambien era una diosa. En plenitud de poderes. Decia "viento" y los cefiros mecian el aire. Decia "belleza" y las aguas me devolvian mi imagen. Por supuesto, tuve que ir entendiendo cada cosa en su momento. Mis hermanas mayores me renian: "Te miras demasiado, terminaras por descubrir la muerte". Las desoia y entonces volvia a tocarme. Me envolvia en mis petalos, me gozaba sintiendome. Aspiraba mis olores. Respiraba. Latia. Bullia. Y vuelta a fluir. Yo era mi Paraiso. 2 Me gustaba recoger flores camino del templo. En ese entonces, en el trayecto, habia grandes extensiones sin edificios ni fabricas y los prados crecian a su aire por entre las vias abandonadas de un tren. Amapolas, margaritas, oropendolas, alcatraces, se inclinaban a mis pies, suplicandome que les concediera un lugar en mi regazo. Las elegia segun el arrebato del color, una transpiracion salvaje, el laberinto desnudo de una corola que empezaba a desflorarse. Era una abeja letal zumbando el placer de segarlas y hacerlas mias. Llegaba al templo cargada con un ramo copioso que no depositaba a los pies de ninguna efigie. Ahi tenian vasijas y floreros votivos con lanzas de gladiolas y penetrantes nardos. Asi que, antes de entrar, sacudia mis sandalias y abandonaba el ramo entre los jardines de rosas y narcisos cultivados que miraban con desden la agonia languida de sus hermanas silvestres. Una ocasion en que emprendia el camino de las vias del tren, me di cuenta que un hombre desconocido me seguia. De hecho, lo descubri al salir de la dulceria que estaba a un lado de mi casa, adonde habia ido por la diaria racion que don Eliseo me obsequiaba de corazones de caramelo, mis favoritos. Eran corazones encarnados y macizos pero se podian ir deshaciendo en la lengua con una suave succion. A don Eliseo le encantaba que le mostrase el avance de los dulces reducidos en mi boca, sobre todo porque --decia-- los labios entintados se me volvian mas coquetos que los de una muneca. Recuerdo que aquella vez traia yo puesto un vestido de gasa con unas cintas entretejidas a manera de corse y un ramito de violetas de fantasia en el nacimiento del pecho. "Parece que vas a una cita y aun no estas en edad", me reprendio una de mis hermanas mayores. No le hice caso, feliz del vuelo de la gasa que me envolvia como un capullo. Pero cuando atisbe que el hombre desconocido me habia visto al salir de la dulceria, supe que Teresa tenia razon: Destino se aprestaba a dar uno de sus pasos certeros. Cierto es que yo tambien le ayudaba al Destino: me detenia de tanto en tanto para verificar que el hombre me iba siguiendo. Le marcaba el camino. Tampoco podia evitarlo: el hombre me recordaba a mi padre, el mismo aire de titanes que saben lo que quieren y decirtelo con el palpito de una sola mirada. Y asi lo fui llevando por el sendero de las flores. Recuerdo que me inclinaba para cortar un diente de leon cuando percibi que el hombre estaba a mis espaldas y me tenia a su alcance. Me gire para ofrecerle las flores que habia segado hasta el momento y el se apresuro a tomarlas con todo y mi mano. Todo un senor titan pero cayo de rodillas ante mi y pude verlo a los ojos. Era la mirada que despues he visto en otros: un fervor sufriente, apremiante. Claro, yo era una diosa. Dispensadora de dones. Aparto las flores y me alzo la gasa tenue del vestido apenas lo suficiente para dar con mis pantaletas. Devoto, se inclino hasta hacerlas bajar a los tobillos. Entonces me toco. Conoci un nuevo Paraiso: ese que comienza en ser juguete del deseo de los otros --y disfrutarlo--. Aun puede quitarme el aliento recordar su respiracion entrecortada en mi vientre. O sus dedos tenues abriendome en flor. O sus labios bebiendome apenas sin pausa. 3 Nada que ver con los episodios que le escuche contar a otras diosas en el bosque. Ninas violentadas con el vientre despanzurrado como munecas inservibles. Olas pubescentes que se habian quedado atoradas en miasmas de dolor y ultraje. Fue el caso de Jazmin y el jardinero. Un hombre hermoso como el vigor de su piel, que afilaba las cuchillas de la podadora y la aceitaba con un esmero de amante solicito. Comenzo por ofrecerle granadas que Jazmin atrapaba en la falda del vestido, luego nisperos con los que le fue senalando el camino a una covacha, situada en la tapia de las plantas en sombra. Claro, se trataba de un juego. Siempre es un juego. ?En que momento dejo de serlo? Jazmin se llevo las manos a la boca como para acallar un gemido. Con los ojos bajos dijo: "Por eso no tolero que venga un heroe cualquiera y quiera montarme por detras… De cualquier otro modo, menos por detras". Durante el relato, estaban presentes sus hermanas. Un claro en el bosque y en la memoria de todas. Entonces hablo Dalila y conto que, en vez de nisperos, el jardinero habia usado con ella galletas y suspiros de dulce. Y luego Rosa que confeso que a ella solo tuvo que guinarle un ojo. Era un satiro en toda la extension de su miembro. Rosa reconocio recostandose en la hierba humeda: "Y sin embargo… se mueve". Las otras la miraron con furia. 4 Confieso que era ambiciosa. Un par de monedas podian hacerme sonreir solo de pensar en otros dones: ya lo he dicho: dulces con forma de corazon, un lazo para el cabello, una caja de diamantinas, un frasco para hacer burbujas. El debio de saberlo desde que me vio en la dulceria. El caso es que me espero a la salida de la tienda, lejos de la mirada de don Eliseo, y sin que nadie pudiera percatarse en la calle, ni el portero de palacio, ni los pretendientes de mis hermanas que hacian corro en el cofre de un Mustang estacionado, me mostro una reluciente moneda de plata. Por supuesto, lo segui cuando se introdujo en el corredor central de esa ciudadela donde viviamos. Atravesamos el primer foso. De un lado, aparecio la mujer del vigia con su cara de dragona enfurrunada y me dijo: "Acuerdate que a tu mama no le gusta que juegues en los patios de atras". El hombre habia seguido su camino y yo tuve que cortar hacia un pasadizo lateral. Era un mundo de pasadizos, no se como conseguia llegar alguna vez a mi torre. A punto de subir las escaleras, con un pie en el borde del primer escalon, descubri una mancha de lodo en mis botines de charol negro. Con toda la elegancia de una principessa, saque un panuelito de la manga y prepare un buen trago de saliva que deje estampar directamente sobre la mancha de lodo. Acto seguido, me aplique a limpiar con el panuelito la zona del estropicio que parecia haber aumentado. La mancha se habia tornado luminosa y comenzo a bailar de un lado a otro por la superficie lustrada del botin. Despues, subio por el tobillo hacia la calceta gris y luego a la rodilla y de ahi ascendio en rafaga hacia mis piernas que el vestido rabon no podia cubrir del todo. Me incorpore de un brinco. El brillo me salto al rostro y de ahi a la mirada. No pude verlo, pero lo adivine: desde el patio de luz en aquel mediodia fragante, el hombre de las monedas de plata las hacia espejear resplandores como un experto mago trashumante. Cuando me empujo suavemente al cubo sombrio de las escaleras, yo iba con el si de una sonrisa plena. Queria las monedas magicas. Me deje tocar por el mago que tambien era un caballero de manos dulces. Las monedas de plata me fueron conferidas. Juro que resplandecian en la penumbra con el fulgor de las promesas. Entonces, me llamaron mis hermanas. Primero, Clio; despues, Teresa. Sus gritos eran tan fuertes que tuve que zafarme del mago. El hizo aparecer mas monedas entre sus dedos --o solo una mas, pero la hacia serpentear entre uno y otro como si fueran varias--. Le prometi: "Volvere por mas". Pero mis hermanas me encerraron: "No te das cuenta… Una vez mas, te hemos salvado". Y escondieron la llave hasta que llego el Padre omnipotente. 5 Padre omnipotente --fulgurator, lucetius, pluvius, celestial, stator, terminus, tonante, victorioso, summanus, feretrius, optimus maximus, alias el magnanimo-- me mando llamar. Estaba en su trono y escuchaba el recuento del dia cuando entre a la sala de audiencias. Hice las reverencias necesarias y con su venia me acerque. "Asi que otra vez has hecho de las tuyas…". Baje la mirada. Me dio tres nalgadas y un jalon de orejas que era vehemencia, puro beso contenido. 6 Habia placer por todos lados. Hasta en recoger chicles pegados del suelo y volver a mascarlos. Competencias entre Pancho Pantera y Juan Pistolas para ver quien terminaba primero el tazon de ambrosia con cereal. Me gustaba mi nombre delicado y etereo --papa habia elegido el eco de un nombre con alas y poderes magicos-- pero no tenia empacho en convertirme en Juan Pistolas o en Aquiles Magno con tal de que reflejase todo mi poderio. El impetu de mis piernas bullentes, la entereza de mi espalda, el goce del aire en mi pecho, sin necesidad de coraza alguna. Sola la fuerza de mi espada… o de mis pistolas. Unos trabajadores del servicio de calderas del palacio habian hecho apuestas sobre quien entre todos los delfines se arrojaba desde el primer balcon sin romperse una costilla. Hicimos cola para medir nuestras destrezas en el arte de rebotar trovando pues ademas habia que cantar una cancioncilla antes de estamparse. Quisieron negarme el paso y sacarme de la fila: "Dijeron delfines, no infantas infantiles", me espetaron. Yo les dije: "Infantes ustedes, yo soy hija de monarcas, ?no conocen a las delfinas?" Entonces David, que traia su envidiada chamarra de cuero, blandio su honda ante los ojos de mis rivales: "Dejenla en paz, si quiere despanzurrarse… ella sabra". Pero no me despanzurre: cai perfecta sobre mis piernas de silfide amaestrada y les gane a todos porque a la hora de la caida se lastimaban un hombro, la cadera, un tobillo. Solo David, que era de mi tamano, cayo como pastorzuelo experimentado de barrancos y precipicios. Pero se le olvido entonar el himno: "Cuando se muere por una sirena, se va con ella al fondo del mar", que coreaban como buenos piratas los de la caldera. Y asi, con el titulo de Delfin Juan Pistolas, princesa Ada para mas senas, me coronaron vencedor de abejorros y picaflores. Por supuesto, los chicos se molestaron. Solo David, que ya he dicho era de mi tamano, me invito a jugar con el, traspuesta la honda y una montanita de piedras por si los otros se acercaban. Le comparti un caramelo acorazonado que chupamos por turnos. Me presto un caleidoscopio magico de letras que formaban mensajes cifrados. Cada vez nos ibamos acercando mas. Nos estampamos besos de vampiro en los brazos que quedaron con huellas amoratadas de tanta succion y en los que despues me volveria toda una especialista. Nos frotamos la piel hasta extraernos un exquisito eau de parfum no. 5 de gallina concentrado. De pronto, me cobijo entre el compas de sus piernas. El cuerpo y la piel eran una alegria rotunda, como en el principio de los tiempos, la piel y sus abismos, siempre la piel. El cuerpo que se enciende y cuyo goce es el mas profundo de los saberes. Solo estabamos sentados, uno adentro del otro. Yo recostaba la frente en su hombro para calmar tanto Paraiso, cuando llegaron a interrumpirnos. "Miralos, estan jugando a papa y mama…" Por supuesto, fueron a acusarnos. Esta vez llegaron Talia y el arcangel Azrael, que al igual que padre, trabajaba todo el dia, blandiendo nubes y truenos. David se asusto y sin que le pidieran explicacion alguna, confeso: "Solo jugabamos a las cebollitas…" "Asi que muy hortelanos, ?no?", nos amenazo Azrael secundado por Talia, "pero la proxima vez, los expulsamos del Paraiso".

  • Secretos de hielo de Marta Sebastian Perez

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    ?Puede cambiarte la vida en 15 dias?

  • el cielo en tu mirada de Vanessa Lorrenz

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    !Maldita sea!--Katherine gruno mientras tiraba el periodico sobre la mesa central de la terraza, donde se encontraba tomando un cafe, realmente estaba enfadada, !Es que nunca la dejarian en paz! Pensaba mientras volvia a maldecir. -- ?Que pasa nina? ?Que te ha puesto tan furiosa?--le pregunto Mandy, su nana desde que tenia uso de razon, tenia cerca de los cincuenta anos, su pelo que en su juventud habia sido rojizo, ahora estaba tintado por las canas que revelaban su edad, pero ese era lo unico que te hacia pensar que era mayor. Ya que su rostro aun conservaba su piel tersa, nunca se caso para estar siempre al servicio de su adinerada familia. -- Nada Mandy, !Es que nunca me van a dejar en paz!, !odio todo esto!, me molesta no tener privacidad !nunca!, la prensa siempre esta distorsionando la verdad--le senalo el periodico, y Mandy lo cogio abriendolo en la pagina principal. --Hay mi vida no les hagas caso, sabes como es esta gente, tiene que sacar la nota para vender--su nana dejo el periodico en la mesa, sentandose junto de ella. --Si nana pero de eso a decir que estaba completamente ebria, y no solo eso, si no que decir que estaba drogada, que termine en la cama de ese hombre tan despreciable, es algo que no puedo pasar por alto, los demandare, le dire a mi padre que contrate al mejor abogado de la ciudad. Necesito que mande a la bancarrota a esa porqueria de diario. Su nana le acaricio el cabello como cuando era pequena y queria que se calmara, porque sus padres tenian algun evento y ella no podia asistir. --Tranquila mi amor, no le des mas problemas a tu padre, suficiente tiene ya con todos sus negociosos, como para que aparte tu le des mas, sabes la situacion de la empresa, asi que deja pasar esto, no le des mas importancia de la que tiene querida. Eso de momento la tranquilizo, pero aun sentia la furia por dentro, queria ser invisible para todos, que nadie cuestionara su vida, ni la de su familia, solo queria salir por la calle con un vestido simple, sin que a la manana siguiente estuviera dando la nota por no vestir con forme a la moda mandaba. Ese era el precio que tenia que pagar por ser la hija del distinguido, Julio Montemayor, dueno y senor de construcciones Montemayor. --Nana sabes a que hora llegaran mis padres--su nana y mejor amiga desvio la mirada, era lo mismo de siempre, pero aunque ahora ya no le dolia tanto como cuando era pequena seguia doliendole. --A la misma hora de siempre mi amor, ya sabes que tienen eventos, reuniones, tu padre tratando de solucionar todos los problemas del mundo, han avisado hace como una hora que no vendran a cenar. Ella se encogio de hombros como si no le importara nada, aunque sabia que a Mandy no lograba ocultarle nada. --Esta bien entonces creo que me ire a dar una ducha, tengo una entrevista de trabajo. --Vas a enfurecer a tu padre de nuevo, porque no solo entras a trabajar en la empresa, para eso te mando a estudiar a las mejores universidades, para que en el futuro, tu dirijas la empresa, al final sera tuya, quieras o no, en algun momento tendras que hacerte cargo de ella. --Pero mientras no pase eso, buscare formarme un camino yo sola, necesito saber que valgo por mi misma y no porque el senor Montemayor. --Esta bien, creo que jamas te ganare, porque a ti a testaruda no hay quien te supere. --Aprendi de la mejor, nana--Mandy la miro indignada, mientras trataba de agarrarla por la oreja como cuando era pequena. -- !Que mentira mas grande has dicho! !Retiralo! --Ella salio corriendo, mientras reia a carcajadas, porque ya no era tan agil como antes, ahora ella tenia ventaja. Se ducho lo mas rapido posible, busco su traje formal color negro, lo combinaria con una blusa verde de seda, quedaria perfecto para una entrevista de trabajo. Estaba muy nerviosa, seguro que cuando volviera, su padre pondria el grito en el cielo, pero no importaba, era hora de ser independiente y buscar nuevos horizontes por ella misma. Salio mas animada para la entrevista de trabajo, esperaba que no relacionaran que ella era la hija de un importante hombre de negocios, usaria el apellido de soltera de su madre, ese casi nadie conocia, ojala con eso fuera suficiente. Como no queria que vieran que tenia cualquier contacto con dinero, decidio que iria por primera vez en el metro, para pasar como una persona normal. Le sudaban las manos, pues era su primera entrevista, cuando acabo la universidad no quiso entrar a laborar tan pronto, segun su padre no tenia necesidad. Pero ya era suficiente de no hacer nada mas que salir de compras y asistir a actos beneficos. Estaba harta de ser solamente un adorno para la familia Montemayor, a partir de ese dia seria Katherine Donovan. En cuanto piso el despacho donde le harian la entrevista, todos sus nervios se esfumaron, !ella era una Montemayor! La familia Montemayor era famosa por no dejarse rendir nunca, si algo querian, lo conseguian a como diera lugar. El edificio donde se encontraba era majestuoso, pero claro estaba en uno de los mejores bufetes de abogados, ahi llevaban todo tipo de casos, tenia una entrevista con el dueno del imperio, el indestructible Jason Blake. La hicieron pasar en un impresionante despacho, que tenia grandes ventanales, los cuales permitian ver las mejores vistas de la ciudad, la decoracion era demasiado clasica para su gusto, pero tenia que reconocer que era elegante, y tenia cierto aire de superioridad. En cuanto el hombre entro al despacho, quedo impactada con su presencia, en el transcurso de su vida, se habia topado con hombres realmente guapos, pero el especimen masculino que tenia en frente, rezumaba testosterona por todos los poros de su piel. Era un hombre de unos treinta y cinco anos, su cabello castano, ligeramente rizado, estaba despeinado, mientras un mechon rebelde caia descuidado por su frente, tenia los ojos mas claros en tono azul que ella hubiera visto, se quedo un momento impresionada viendolo como una tonta, pero es que era demasiado guapo como para no admirar semejante belleza. El la miro con una sonrisa de satisfaccion medio torcida, haciendo que ella se percatara de lo que estaba haciendo, se levanto, rapidamente de la silla en la estaba, para saludar al que si tenia suerte, seria su proximo jefe directo. --Buenas tardes senorita Donovan, disculpe que la citaramos en este horario--dijo extendiendo la mano para saludar, ella le tendio su mano, pero el en vez de estrecharla, la acerco a sus labios para depositar un suave beso--un placer contar con su presencia. Ella un poco incomoda por la atencion de el, se ruborizo. Era la primera vez que alguien reaccionaba asi con ella. --El placer es mio--dijo levemente aturdida por lo como la estaba mirando, por un momento sintio que era el raton que era perseguido por el gato. --Bien, vamos a platicar de tu experiencia laboral. Oh, ahi si que estaba en un gran aprieto, porque su experiencia era inexistente, solo esperaba que todo saliera bien. Una hora mas tarde salia con una sonrisa de oreja a oreja, pues habia logrado convencer al senor Blake de que era la indicada para el puesto, asegurandole que se dejaria el alma, por el trabajo, seria la nueva abogada de caso familiar del bufete Blake & Asociados. Capitulo 2 Maximiliano Lanham estaba sentado frente al ordenador portatil en la habitacion del hotel, se trataba de concentrar en buscar la informacion de la mujer que tenia en la fotografia, buscaba, sus amistades, sus actividades diarias, todo lo que le sirviera como una pista lo usaria. Su movil comenzo a sonar, dio un resoplido de disgusto al ver quien era. --Diga--contesto molesto, apenas le habia marcado dos dias antes, para contarle del nuevo trabajo que llevarian a cabo. -- ?Que hay hermano? Como vas con ese asunto--se paso la mano por su negra cabellera, mientras exhalaba un suspiro cansado. --Isaac apenas me has dado dos dias para conseguir la informacion, que es lo que esperas, aun es demasiado pronto para dar los primeros acercamientos. --Pues no te demores mucho, es una presa facil, ya viste lo que ha salido en el diario, esa nina fresa, se mete drogas, asi que no te puede costar mucho empezar con tu trabajo, aparte que ahora si que te sacaste la loteria, la chava no esta nada mal. --Es solo que ya estoy harto de hacer esto, prometeme que este sera el ultimo trabajo, no quiero pasar mis ultimos dias en la carcel, por estafador. --Eso nunca pasara, sabes que siempre actuamos con cautela, tomalo como si estuvieras haciendo servicio comunitario, tu te tiras a esas viejas estiradas, que estan nadando en dinero, y ellas a cambio te dan un pequeno pago. --Tecnicamente soy un prostituto--dijo fastidiado ya del asunto. --Llamalo como quieras brother pero, ten en cuenta que eres un prostituto muy caro. --Mira Isaac, sino fuera porque con esto te ayudo a salir de tus problemas, te habria mandado al diablo mucho antes, necesito que esto sea lo ultimo que haga, ni un trabajito mas. --Si hombre que esto es lo ultimo, despues desaparecere de tu vista, podras hacer una vida normal-- apenas queria comenzar a replicar cuando la comunicacion se perdio," vaya le habia colgado" Suspiro cansado, aun recordaba como era que se habia metio en aquel horroroso negocio, cuando tenia diecinueve anos, su madre se enfrento a una terrible enfermedad, el cancer. La enfermedad cada vez le arrancaba la vida, y el impotente por no poder hacer nada para salvarla, comenzo a desesperarse, las facturas del medico, sumados a los tratamientos de radiacion eran carisimos y su seguro medico no lo cubria, comenzo trabajar en un centro nocturno, para poder sacar a fin de mes los gastos de la casa. Estudiaba a la vez que trabajaba, por mas que trataba de hacer frente a la enfermedad de su madre, no lograba ayudarla con todo, pero cuando una noche una mujer mayor entro en el lugar donde trabajaba, ofreciendole dinero a cambio de pasar la noche con el, su primera reaccion fue de estupor, no lograba comprender como una mujer tan atractiva como la que tenia frente a el, era capaz de ofrecer dinero a cambio de placer. Rechazo la oferta por esa noche, pero la mujer no dandose por vencida, le dejo su tarjeta dentro de camisa de su uniforme, cuando llego a su casa, su amigo Isaac estaba cuidando de su madre, asi que le conto lo que habia pasado, y asi idearon un plan, el saldria con mujeres mayores a cambio de dinero. Por muy absurdo que sonara el plan con eso habia logrado pagar el costoso tratamiento de su madre, quien desafortunadamente no logro vencer la batalla contra el enemigo silencioso de las mujeres. Despues de eso el se concentro en salir adelante estudiando la carrera de medico, para lo cual faltaban solo meses para que pudiera ejercer. Pero ahora el insensato de su amigo estaba en problemas por una deuda, y tenian que hacer el ultimo trabajo de estafar, para que a su amigo, su casi hermano, no lo metieran a la carcel. --Manos a la obra, esto es lo ultimo y podras dedicarte a lo que mas te gusta. Con ese pensamiento se dispuso a conseguir toda la informacion de su siguiente victima. Una semana despues estaba en un centro comercial, tomando un cafe en la misma plaza que la senorita Katherine Montemayor, en persona era mucho mas bella, que en fotografias, ahora estaba sonriendo de algo que estaba diciendo su amiga, el tomo un sorbo de su cafe, mientras intentaba leer algo del diario que tenia frente a el. Al dar la vuelta a la pagina llego a la nota de sociales, y ahi estaba en una foto que abarcaba mas media pagina, Katherine Montemayor, y su padre, ambos tomados del brazo, sonriendo a la camara, en un evento de caridad, que era destinado a llevar viveres y atencion medica a las zonas en pobreza extrema en africa. Levanto de nuevo la mirada de la nota, para ver que ella se le quedaba viendo, sin disimular siquiera un poco. Bien era momento de entrar en juego. Ahora la ignoraria para que tuviera mas interes en el. Se levanto de la mesa pagando su cafe, dejando un generosa propina al mesero, salio de la plaza sin siquiera dirigirle una mirada, esperaba que surtiera efecto, y no todo lo contrario. Una hora mas tarde, con su impecable traje hecho a medida, caminaba descuidado, haciendo una llamada telefonica. --Diga--contesto, de pronto sintio un golpe en su pecho, y sus fuertes brazos se apresuraron a sostener el calido cuerpo de la mujer mas hermosa que sus ojos hubieran visto jamas, la mujer lo observo fijamente a los ojos, ambos se quedaron un momentos perdidos en sus miradas, hasta que el rompio el magico momento. --Disculpe estaba distraido, no me fije por donde caminaba--le dijo el, aun sosteniendola entre sus brazos, mientras su dulce olor a orquideas, se impregnaba en el.

  • En medio de nada de Loles Lopez

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  • Destino de Norah Carter

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    Me mire al espejo y me veia radiante ese dia. Nos ibamos a cumplir ese sueno que llevabamos preparando desde hacia dos anos. Ibamos a emprender un viaje de dos meses por algunos lugares del mundo, en plan mochileros, con mi grupo de amigos de toda la vida. Siempre habiamos estado hablandolo. Siempre habiamos comentado de hacer un viaje de ese tipo, pero nuestras vidas personales, estudios y trabajo parecian haberlo impedido. Una excusa tonta y torpe ponia fin a este sueno, pero ahora habia llegado el momento de llevarlo a cabo. Os cuento que, desde mi infancia, siempre tuvimos una pandilla y que duraba hasta el dia de hoy. Era increible. Generalmente, muchos grupos de amigos acaban separandose y rompiendo su grupo de amigos. No es facil mantener la amistad y la union a lo largo de los anos. Pero nosotros lo habiamos logrado. Teniamos alrededor de 27 o 28 anos y no nos habiamos separado nunca. Por un lado, estaba Kate, mi amiga del alma, mi alma gemela, mi confidente, esa amiga que se convierte desde el principio en hermana. Era profesora, una excelente profesora. Ademas, era novia de otro miembro de la pandilla, Luis. Llevaban juntos desde los 15 anos. Se notaba que se atraian desde que eramos unos mocosos y finalmente se independizaron y empezaron a vivir como una pareja. Luis tenia una inmobiliaria con cinco empleados y, pese a la crisis que estaba atravesando el pais, funcionaba muy bien. Luis era un trabajador incansable y habia intentado hacer frente a la crisis con otras fuentes de inversion y adaptando su empresa a las exigencias del mercado, aprovechando sobre todo las nuevas tecnologias, especialmente Internet, para obtener un mayor numero de clientes a lo largo de todo el pais. Kate tambien era una trabajadora nata. Se habia sacado sus oposiciones nada mas acabar la carrera. Todo hay que decirlo: estuvo un ano practicamente sin salir de su casa, estudiando y repasando. Sabia que tenia que hacerlo asi y la fuerza de voluntad que demostro a mi me sorprendio. Yo seria incapaz de hacer algo como lo que hizo ella. Lo bueno de Kate era que siempre podias contar con ella. Cuando yo la necesitaba, siempre estaba ahi. Y quiza era esa personalidad comprensiva la que hacia que sus alumnos la respetasen y que todos sus companeros de trabajo confiasen en ella, porque su simpatia y ese caracter extrovertido eran fundamentales dentro y fuera de las aulas. Yo se lo habia reconocido mas de una vez en publico. Yo no habria sido capaz de trabajar nunca con ninos o adolescentes, pues habia que tener una paciencia inmensa y un teson del que solo era capaz Kate. Quiza, en eso, no nos pareciamos tanto. Yo era mas nerviosa, mientras que, en ella, la serenidad y la paciencia eran virtudes mas que notables. Por esa razon, a Luis siempre le atrajo Kate. No solo se trataba de la belleza de su cuerpo y de su rostro, sino que Kate representaba aquello que un hombre como Luis necesita, es decir, la suficiente tranquilidad para que el no se precipitara en muchas de sus decisiones. Porque Luis era bastante nervioso y fue quiza esa actitud de hombre inquieto lo que hizo posible que no tuviera que cerrar su empresa como habian hecho tantos y tantos de sus companeros que, ilusionados, habian abierto sus inmobiliarias para labrarse un futuro. Por otro lado, estaba Fran, el amor de mi vida. Era un secreto que veniamos guardando, desde hacia muchos anos, Kate y yo, aunque ella siempre me estaba pinchando para que se lo dijese a Fran, pero yo veia que el me trataba como una hermana. Nunca intento nada y yo no fui capaz de contarle lo que mi corazon venia sintiendo desde el dia que lo conoci. !Que dificil es eso! Saber que una persona te gusta y no poder hacer nada para que ella se de cuenta es una experiencia horrible. No se si alguna vez se habia percatado de lo que yo sentia por el, pero temia decirle algo por si nuestra amistad se rompia de repente y se iba todo al traste. No queria perder a Fran como amigo, aunque eso me costara sufrir en silencio mis deseos intimos y profundos hacia el. ?Como era Fran? El era una persona de corazon, simpatica, alegre y con un sueno, la musica, esa a la que dedicaba todo su tiempo libre, por la que moria. Sentia que la musica era su vida, ademas, trabajaba en la empresa de su padre, con un buen horario y con un buen sueldo, pudiendose permitir muchas cosas, entre ellas, esa dedicacion continua a aprender para mejorar en esa pasion artistica. Con el pelo revuelto y unos ojos azules hipnoticos, Fran no tenia mal fondo. Era un joven servicial y, al igual que Kate, estaba dispuesto a ayudar siempre. Cuando hablaba sobre musica, sobre alguna cancion o melodia que habia compuesto, podia comprobar que su rostro se iluminaba, que sus ojos adquirian un brillo especial que a mi particularmente me encandilaba y me hacia sentir feliz por momentos. Pero, claro esta, aquella felicidad desaparecia cuando me daba cuenta de que no podiamos ser mas que amigos. Todo hay que decirlo. Ni Kate ni yo lo habiamos conocido saliendo con alguna chica, algo que nos extranaba, porque era guapo, apuesto y con un mundo interior interesante. Era de las personas que podia mantener una conversacion contigo durante horas sin importarle el tema o a quien tenia delante. El hecho de que no hubiera salido nunca con nadie me daba cierta confianza para esperar que, en algun momento, yo tuviera la oportunidad de expresarle mis sentimientos, aquello que habia guardado en mi corazon durante tantos anos y que no me atrevia a manifestar. El problema era saber cual seria ese momento y cuando llegaria. Luis se olia algo porque Kate se lo habia contado cuando empezaron a salir, pero ellos sabian de sobra que no debian entrometerse porque el grupo, nuestro grupo, estaba muy unido y lo que menos necesitaba ahora era que, por malentendidos o decepciones, se rompiera. Pero ese era mi destino por ahora. Yo no habia tenido la suerte de mi amiga Kate y debia vivir con esa sensacion desasosegante de querer a una persona, cuyos sentimientos hacia mi desconocia. Luego estaba Jaime, ese adorable loco de la pandilla, el alma de la fiesta, la persona mas extrovertida y que mas momentos divertidos y comicos nos habia proporcionado, de esos que jamas se olvidan. Jaime era una persona a la que le duraban las relaciones como maximo una semana y decia que el no tenia la culpa. Pero la verdad es que no estaba hecho para mantener una relacion seria, a pesar de que mujeres no le faltaban. Siempre se rodeaba de muchas muchachas enamoradas que bebian los vientos por el. Era atractivo, alto y le gustaba vestir bien por lo que ya llevaba mucho ganado en las relaciones cercanas. Si a eso se le une su sentido del humor, tienes el coctel perfecto. El problema era que le gustaba estar con todas. Quiza esa personalidad tan graciosa lo forzaba a no lograr la seriedad necesaria que necesita un compromiso con otra persona, donde la sinceridad, la sensatez y la formalidad son imprescindibles. Jaime era un animal nocturno, ademas. Era capaz de cerrar todos los bares y discotecas de una ciudad y a nosotros nos gustaba esa personalidad tan desmedida, pero tambien reconociamos que aquella manera de entender la vida no podia durar siempre.

  • Rezad 60 minutos antes de morir de Diego Garcia Andreu

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    La muchacha abrio los ojos aturdida. Cuando tomo consciencia de la realidad descubrio aterrada que se hallaba atrapada dentro de un ataud de madera. ?Habia sido enterrada viva? Mientras lucha por su vida, Noa, Aitor y su hijo Guillermo viajan hasta Bicorp para pasar unas fantasticas vacaciones en una casa de campo aislada en el monte. Emilio, el propietario de la casa, parece el perfecto arrendador, una persona atenta, amable y servicial. Sin embargo, toda esa falsa cordialidad oculta las verdaderas intenciones de Emilio. Una novela de suspense donde cualquier cosa puede ocurrir y te mantendra enganchado hasta averiguar el sorprendente desenlace.

  • Traiganme la cabeza de Quentin de Julian Herbert

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    Por estas paginas desfilan: un vengativo coach de recuerdos personales; un burocrata mexicano que vomita sobre la madre Teresa de Calcuta en el aeropuerto Charles de Gaulle de Paris; un reportero adicto al crack convertido en payaso de rodeo literario; el fantasma de Juan Rulfo; un psicoanalista lacaniano y canibal; un videoartista cuya obra consiste en filmar pornografia gonzo con mujeres enfermas de sida; Dios revelado como nini; un narcotraficante identico a Quentin Tarantino obsesionado con encontrar y asesinar a Quentin Tarantino.

  • Al infinito de Rita Black

    https://gigalibros.com/al-infinito.html

  • Secretos de sangre de Myrian Gonzalez Britos

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    <>La bella y timida pastora judia Giovanna Bianco paseaba todas las mananas por los valles de su pueblo con sus ovejas y su fiel perro. Ser hija de una judia nunca fue un problema para ella, hasta que se desato la guerra.Paul Bachmann era un atractivo e inconmovible capitan nazi, cuya mision en Italia era clara hasta que conocio a la inocente pastora y todo cambio. Un sentimiento desconocido nacio en su duro pecho y cambio su destino para siempre.Les unia el amor y tambien un secreto. ?Podran vencer los obstaculos impuestos por la guerra?Una novela que desatara una dura batalla en tu corazon.

  • Las piedras del frio de Nuria Pagratis

    https://gigalibros.com/las-piedras-del-frio.html

    Violeta viaja a Praga para visitar a su amiga Flor. Ambas acaban envueltas en un asunto turbio de robos y asesinatos relacionados con unas piedras muy especiales.

  • El proyecto Joshua de Sebastian Fitzek

    https://gigalibros.com/el-proyecto-joshua.html

    Max, el autor fracasado, es un ciudadano respetuoso de las leyes.

  • Los cabrones tambien se enamoran de Yanira Garcia

    https://gigalibros.com/los-cabrones-tambien-se-enamoran.html

    Soy Helena Miller, aunque el se empene en llamarme Helena con hache... Sobra decir que lo odio, ?verdad? ?A el? A el tambien, por supuesto.
    No me he parado a pensar siquiera como he acabado trabajando en New York Style tras una entrevista de los mas rara, ?que por que? Pues porque... No pienso desvelarte todos mis secretos, !entonces no tendria gracia!
    El senor microbio, que asi es como lo llamo carinosamente --anadase un punado de ironia en esta parte--, me ha encomendado una mision: debo escribir una columna en la revista sobre como conquistar a un hombre... !Yo! Que no tengo ni idea de ello, en fin, me toca improvisar, eso si, mientras mi mente se plantea como ser creativa para cumplir el objetivo por el cual me han contratado, jugare a ser su piedra en el zapato.
    Lo que no me esperaba es que la cosa se terminara complicando hasta el punto en que... en que... Pues hasta este punto.
    Loren, Mia y Sarah, mis mejores amigas, intentaran ayudarme en este camino, unas veces acertaran y otras me complicaran las cosas mas aun y luego esta Guille, mi companero de piso que solo piensa en... ?empotrarme?
    Lios, risas, confesiones, consejos, vodkas, enemigos, amigos, verborrea, dramatismo, locuras... Esos son ingredientes que encontraras en mi historia, ?te atreves a descubrirla? Si no lo haces, te arrepentiras... !Os presento mi mundo! !Bienvenid@s!

  • El mal causado (Un dia en el Tamesis 2) de Diaz De Tuesta

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    !Segunda entrega de esta apasionate serie de Diaz de Tuesta!

  • Mister de E.l. James

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    Mister es la apasionante nueva novela de E.L. James, autora de la trilogia y fenomeno mundial de ventas <>.

  • El hombre que intuia de David Castells

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    Meritxell Egger, tambien llamada Blue, es una chica de padre suizo y madre catalana que acaba de terminar la carrera de economicas. Cuando su padre muere, ella hereda el 60% de las acciones de unos laboratorios suizos.

  • Eulalia de Arlette Geneve

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    En el interior de la cripta cerrada, Eulalia se despojo de las prendas que vestia, y se dispuso a colocarse el vestido que habia guardado toda su vida. Era su mayor tesoro, porque para ella era como la carta escrita con letras de plata y oro que nunca recibio del amor de su vida. Toco la tela, y contuvo un sollozo. El vestido de encaje color perla habia sido disenado para ser muy voluminoso, pero Eulalia habia dejado en su alcoba de Redtower las diversas capas de enaguas que lo acompanaban. Con el vestido en las manos, se permitio recordar el pasado cuando era una muchacha de dieciseis anos completamente enamorada del hombre mas maravilloso del mundo. Habia conocido a Alonso Miguel en una feria de ganado en Sevilla. Su familia gitana vendia caballos de tiro y aperos de labranza. Despues se volvieron a encontrar en el cafe Tarantos, y ese fue el detonante de la relacion que comenzaron ambos. Alonso Miguel la miro la primera vez, y el cuerpo de Eulalia se estremecio de la cabeza a los pies. Todo dejo de existir para ella salvo el hombre misterioso y atractivo que no dejaba de mirarla. Se fijo en su esbelta figura, en su caminar decidido. Era un hombre de reales porque las ropas que vestian era de la mejor calidad que ella habia visto nunca. Eulalia se escabullo hasta el lugar donde se encontraba el, y cuando le susurro si era un angel o una hechicera, Eulalia solo pudo ocultar la mirada y bajar los ojos. Ese fue el comienzo de algo muy especial entre ambos, y que siguieron alimentando en cada ocasion que podian, ya fuese en la feria, en el puerto, o en el Cafe Tarantos. De las conversaciones pasaron a los besos, de los besos a las caricias superfluas, y poco despues a los encuentros intimos que tan feliz la hicieron. Vivio junto a Alonso Miguel momentos unicos e inolvidables, donde no existia la separacion de clases ni de pensamientos. Eran dos personas que se amaban con toda su alma, pero que no podian estar juntas porque la sociedad no lo permitia, ni su etnia tampoco. Para estar mas cerca de el, Eulalia habia convencido a sus padres de que la dejaran visitar a su familia materna de Lora del Rio, y alli, en una vivienda que el duque de Alcazar habia rentado, dieron rienda suelta al amor que se profesaban. Pero todo termino descubriendose. Alonso era un hombre demasiado importante para pasar desapercibido, y, hasta que las murmuraciones y las complicaciones no los alcanzaron, ella ignoraba que estaba enamorada de un duque. Conocer esa verdad no vario ni un apice los sentimientos que seguian naciendo y fructificando en su interior, pero ambos pertenecian a dos mundos muy opuestos: el, a la nobleza, ella, a los gitanos. Despues del amor, vino el desastre pues la familia de Eulalia busco la venganza a la deshonra que ella habia consumado. La apartaron sin contemplaciones del lado de el, y la encerraron en un cortijo en Malaga. Durante semanas, el llanto era lo unico a lo que Eulalia podia recurrir para dar desahogo a su desesperacion, y entonces descubrio que estaba encinta, y cuando hizo calculos, se llevo la mano a la boca porque estaba embarazada de casi cuatro meses. La ilusion y la angustia convergieron en su interior porque conocer esa noticia tan maravillosa podria cambiar su existencia, pero Eulalia se equivoco pues su familia no se atuvo a razones, e hicieron planes para mandarla a la ciudad portuaria de Cartagena. Supo que el duque la buscaba, y que habia hablado con su familia. Llego a saberlo por una de sus primas que se habia compadecido de ella al constatar su embarazo. Tambien fue la que le informo de los planes que tenia su familia para ella, pero Eulalia no pensaba conformarse e hizo todo lo posible por escapar, y lo consiguio. Eulalia trato en vano de ponerse en contacto con el, pero en Silencios le dijeron que se encontraba de viaje. Regreso varias veces, pero el duque estaba ausente, y a ella no le quedo mas remedio que esconderse lejos de Sevilla, y lo hizo en la serrania de Malaga, pero poco le duro la libertad porque su padre y su tio Raimundo la encontraron meses despues. Cuando su padre vio su vientre pronunciado, la miro con tal odio, que Eulalia supo que su vida corria peligro. Trato de escapar de nuevo, y entonces fue cuando la golpearon hasta casi provocarle la muerte. Su padre la maldijo, y la dejo tirada en una zanja en el campo. Alli la encontro su nina Ines, y sin nada mas que el vestido raido que llevaba puesto y empapado en sangre. Eulalia, cuando se recupero de sus heridas bajo los cuidados amorosos de los Velasco, regreso tiempo despues a la zanja donde la habian tirado como a un perro, y rescato el saco que contenia todas sus ilusiones. El hermoso vestido no habia sufrido dano alguno, y ella lo guardo con celo en el interior de un arcon que siempre la acompanaba alli donde iba. Habia pasado mucho tiempo desde entonces. Anos de ilusiones perdidas, porque jamas podria verse frente a un altar acompanada del el amor de su vida. Saco el velo que tenia algunos jirones, tambien la corona de perlas que lo sujetaba. A Eulalia le habian sobrado razones para guardarlo todo porque en el fondo de su corazon siempre habia tenido la esperanza de regresar junto a el, y ser la esposa que perfecta que Alonso Miguel se merecia. Habia secado las flores del unico ramo que Alonso Miguel le habia regalado en uno de sus encuentros intimos. Eulalia habia pretendido engarzarlas junto al que seria su ramo de novia, pero no pudo ser. Se llevo las secas flores a la nariz, e inhalo el poco olor que todavia desprendian. El olor de las flores era seco, como el conjunto de sus ilusiones. Decidio no perder mas tiempo. Se paso el vestido por la cabeza, y se lo ajusto al busto y a las caderas. No pudo abotonarse los ultimos botones de la espalda porque no llegaba, pero no le importo. Se quito la peineta de bronce que sujetaba su cabello, la redecilla, y deshizo el mono prieto. Dejo la pequena peineta sobre el sepulcro de piedra al mismo tiempo que se masajeaba el cuero cabelludo. Que Eulalia guardara una de las llaves de la cripta familiar de los Penword, habia sido toda una ventaja, pues era consciente de que la buscarian en el momento que notaran su ausencia en Redtower, pero en el interior de la cripta, y frente al sepulcro del anterior duque de Arun, nadie la buscaria. Confiaba que Elina O'Brien cumpliera sus deseos y repartiera las cartas que le habia confiado, sobre todo la de el: el hijo de sus entranas que la habia despreciado. Eulalia habia llorado durante horas hasta quedarse sin una gota de liquido en el interior de su cuerpo, pero las lagrimas no habian limpiado su alma ni habian detenido los inmensos dolores que la habian azotado hasta el ultimo de sus cabellos. Dolia tanto conocer la verdad. Dolia tanto el engano infame al que la habian sometido, y precisamente por las personas a las que amaba, a las que consideraba su familia. Eulalia contuvo un nuevo sollozo. Ella habia hecho lo propio, y como gitana que era, habia vengado el agravio vertido sobre su persona. La mujer que habia sido la instigadora de todos su infortunio, estaba maldita, aunque tenia que entregar algo muy valioso para que la maldicion fuera eterna, y para que nada ni nadie pudiera deshacerla. Eulalia guardo las prendas que se habia quitado en un saco de arpillera. No se olvido de la peineta, dejarla sobre el marmol de la tumba del duque era toda una intencion. Aurora la veria, cuando el primer dia de cada mes y como era costumbre, llegara a la cripta familiar para cambiar las flores marchitas por frescas. Se coloco el velo de novia sobre el cabello para ocultar el rostro. Fuera del cementerio tomaria un carruaje de alquiler para que la llevara al lugar que seria su ultimo destino. Sin titubear un momento, Eulalia sujeto el saco bajo su brazo, se despidio del difunto duque, y salio de la cripta en silencio bajo el anonimato del velo. Su intencion era la de parecer una viuda, y penso que lo habia logrado. Fuera del cementerio tomo un carruaje, y le dio la direccion al cochero cuando la ayudo a introducirse en el interior. Llegar hasta el lugar escogido le llevaria unas horas, pero Eulalia tenia todo el tiempo del mundo. No durmio durante el trayecto, y tampoco se permitio el lujo de llorar de nuevo. Todas las lagrimas habian sido ya derramadas, y ahora tenia que cumplir su ultima mision. El cochero la dejo muy cerca de Richmond Bridge. Como era tarde, todo estaba desierto. No habia ni un alma por las calles, ni ella las esperaba. Eulalia habia escogido ese lugar porque lo habia visitado en una ocasion con la Familia Beresford: era un lugar tranquilo y alejado de todo. Lo mas importante, nadie lo recordaria, por ese motivo se habia decidido por ese sitio. Vestida de novia, y con el velo cubriendole el rostro, Eulalia camino decidida. Una vez que alcanzo la mitad del puente, se subio a la barandilla de piedra. Observo durante un momento las aguas que discurrian bajo sus pies. Parecian mansas, pero ella intuia que no lo eran. Inspiro profundo varias veces, pero no por miedo, sino por una cierta vacilacion de ultimo momento. Eulalia habia tomado una decision: iba a saltar sobre las aguas y se dejaria llevar por ellas. Como no sabia nadar, su muerte estaba garantizada. --Yo te maldigo, Maria --susurro entre dientes--. Maldito seas tambien, hijo de mi carne. Que nunca encontreis la paz como no la he podido encontrar yo, y por eso, malditos ambos. Eulalia termino de decir las palabras, y salto...

  • Un hombre distinto de Julie Kenner

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  • Tigre. La historia de Alix Crane de Angela Cruces

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    "Te hare pedazos…" Y el siempre cumple sus promesas.
    Alix Crane irrumpe en la vida de Valery para poner su mundo boca arriba, sin importar a quien tenga que "pisar" en el camino, porque el TIGRE de California te hara trizas si te interpones en su destino...

  • La hija de la espanola de Karina Sainz Borgo

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    SE PUEDE PERDER TODO. SE PUEDE EMPEZAR DE NUEVO. SOLO SI ERES OTRA.

  • Mi lugar eres tu de Vega Manhattan

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    --!Maldita sea! Logan golpeo el balon con fuerza. Tras rebotar en el suelo, este salio de la cancha mientras el jugador que lo habia lanzado lejos hacia lo mismo. Como pudo y maldiciendo a diestro y siniestro, Logan llego hasta la banca y se dejo caer, sentandose sobre el lado derecho de su cuerpo. Un poco ladeado, su mano aguantando su peso mientras la mantenia abierta sobre el banco. Su pierna izquierda completamente estirada y, por unos segundos, su rostro mostrando el dolor que sentia. Porque dolia, por todos los infiernos que lo hacia. Y aquello parecia no mejorar con el tiempo. Y habia pasado tiempo. Dias. Semanas. Joder, !meses! Pero esa maldita pierna…. No le estaba respondiendo como debia. --Deberias irte a descansar. Y ese imbecil no le estaba diciendo lo que debia. Logan abrio los ojos, aquellos que habia cerrado con fuerza por el dolor y lo miro. Apretaba fuertemente su mandibula. Su mirada, la que postraba sobre ese hombre de casi dos metros de altura, dura. Michael le mantenia la mirada. Con firmeza. Cualquier otro no podria hacerlo. Lejos de sentirse atemorizado, de darse la vuelta y de marcharse de alli por como lo estaba mirando, que es lo que habria hecho cualquiera, Michael se cruzo de brazos y enarco las cejas. Porque el no era cualquiera. Sus ojos se movieron, observando a su amigo y su rostro mostro preocupacion al observar la tension en el brazo de Logan. Las venas senaladas, parecia que el brazo le iba a reventar. Y por como le temblaba, podia imaginar muy bien cuanto dolor sentia. El brazo perdio un poco de estabilidad y, gimiendo, Logan cambio de postura, sentandose sobre su trasero. Apreto aun mas los dientes por el dolor. Porque ese era el verdadero dolor. No el del brazo cuando aguantaba su peso y toda la tension de su cuerpo, no. Si no el de la pierna que acababa de mover. --Vete a casa --insistio Michael. --Olvida eso --gruno Logan, enfadado al escucharlo--. Estoy bien. Solo necesito un par de minutos y... --Te has acostado con ella --dijo Michael de repente, en tono de "Ya lo entiendo todo". ?Me he acostado con quien?, penso Logan, descolocado. Porque Michael podia entender todo lo que el quisiera, pero Logan no entendia una mierda. Pestaneo varias veces mientras intentaba deducir a quien se podia estar refiriendo ese idiota. Porque teniendo en cuenta por lo que el habia pasado ultimamente... ?Con quien se iba a acostar? Si en lo unico que pensaba era en la maldita lesion, ni se acordaba de cuanto hacia que no… En fin, ?de que demonios estaba hablando ese loco? Mejor dicho, ?de quien? --Con tu fisioterapeuta --continuo Michael al observar el asombro en el rostro de su amigo. Logan abrio los ojos exageradamente, sorprendido aun mas si cabia. Porque el no... !Claro que no! Porque joder, ?con su fisio? ?En serio? A ver, que el no era idiota. No haria algo asi, sabia que no podia. Sabia que no debia mezclar... A la mierda, seamos sinceros, esa no era la razon. Si el queria y ella tambien, a el las reglas le importaban muy poco. Pero... La verdad era que... Esa mujer y el no... Nunca. Porque bueno, porque el sexo ni se le habia pasado por la mente ultimamente. Ademas, de haber sido asi, no habria sido con ella. Joder, !con ella no! --!?Pero de que hablas?!, exclamo, desconcertado. La loca afirmacion de Michael lo habia dejado mas que asombrado. --?No es asi? --pregunto su amigo, haciendose el sorprendido al ver que se habia equivocado. Pero de sorprendido poco, el sabia, de mas, que entre su amigo y su fisioterapeuta no habia nada. No solo porque de haber ocurrido algo, ya el se habria dado cuenta. Porque conocia a Logan, su rostro hablaba sin tapujos. Incluso aunque su amigo quisiera ocultarle las cosas, que no era el caso, no habia, tampoco, necesidad para ello, Michael terminaria sabiendo todo porque la cara de Logan no callaba nada. No para el que lo conocia muy bien. Y a el no podia esconderle ni el mas minimo secreto. Que no lo haria, Michael sabia que ni siquiera lo habia intentado nunca. Logan podia ser muchas cosas, pero si tenia una virtud era la sinceridad. Y aunque era muy reservado con su vida privada, Michael conocia cada detalle de esta. Para algo era, ademas de su entrenador, su mejor amigo. --?Se puede saber a que demonios viene eso? --A que es lo unico que explicaria que estuvieras aqui. --Soy jugador de baloncesto. Si no estoy aqui, !?donde demonios voy a estar?! --gruno. --?En la camilla? ?Recuperandote de tu lesion? --Michael miro la mano con la que Logan se acariciaba la pierna antes de volver a posar la mirada en el. Ignoro que el rostro de Logan le mostrara que queria matarlo en ese momento-- ?Tan bueno eres en la cama? --continuo, enfadandolo aun mas-- Porque es lo unico que se me ocurre para que te haya dejado volver aqui. Pero mentia, porque el sabia la verdad de por que su mejor jugador, aun lesionado, habia vuelto. Pero iba a esperar a que se lo dijera el mismo. Porque lo iba a hacer, el se encargaria de ello. --Eres un idiota --gruno Logan. Le jodian mucho ese tipo de comentarios. Porque era como si el usara a las mujeres y el no lo hacia. Jamas hizo algo como eso. Las respetaba. Y si, podia ser un picaflor, pero siempre que estaba con alguien era despues de hacerle entender que, con el, solo seria una vez. Una y no mas. Podian seguir siendo amigos o manteniendo la relacion personal o laboral como siempre, pero no se volveria a cruzar la linea. Y todas las mujeres con las que estaba aceptaban eso. Asi que no, el no jugaba con ellas, no les faltaba al respeto en ningun sentido. No les mentia. Podia estar con una y con otra, pero no era un mal hombre. Era honesto. Siempre. Michael sabia eso, lo sabia muy bien. Pero tenia que apretar un poco mas. Hasta que le dijera la verdad. --?Idiota? ?Yo? --Michael, sorprendido-- ?Por que exactamente? ?Por pensar que la sedujiste para que te dejara volver a entrenar? ?Acaso no serias capaz de hacerlo? No, joder. El no haria algo asi. Sabia respetar a las personas. Y no necesitaba recurrir al sexo para conseguir nada. Y Michael lo sabia. Por eso Logan no entendia por que le estaba hablando de esa manera. --Mierda, sabes que yo no... No. El no era eso. Jamas haria eso. --O es que a lo mejor lo intentaste y despues del polvo te dijo que no --sonrio Michel, satisfecho al ver que Logan estaba cada vez mas enfadado. Y Logan exploto, hasta ahi llego. --!?Pero de que vas?! --grito. Odiaba cuando alguien hablaba de esa manera-- !Eres un machista de mierda! --exclamo-- ?Eso es lo que piensas de mi? !?Eso es lo que me conoces?! -- un movimiento brusco y sollozo por el dolor. Maldita fuera la vida, como dolia aquello. Michael miro a Logan con comprension cuando lo vio apretarse la pierna. Sabia cuanto le dolia, lo sabia muy bien. El mejor que nadie. Y por eso mismo no podia permitir que su mejor amigo cometiese las mismas estupideces que el. Logan maldijo de nuevo y volvio a cambiar de postura, apoyandose sobre su brazo. Ese que tambien se sentia dolorido. Un suspiro largo y contenido salio de sus labios. --No sabe que estoy aqui --reconocio, refiriendose a su fisioterapeuta. Esa que no le habia dado permiso para volver a entrenar. Ni siquiera para conducir su maldito coche. Michael no se habia equivocado. Eso era, exactamente, lo que habia imaginado. Mas sabe el diablo por viejo que por diablo, ?no? --Pero lo sabra --le aseguro su entrenador. Porque veria las consecuencias fisicas rapidamente. --No... --?No, que? --lo interrumpio Michael-- Lo sabra porque... --lo senalo con la mano, diciendole, sin palabras, que su cuerpo se lo mostraria-- Joder, Logan --resoplo Michael--. ?No te importa que por hacer el imbecil te jodas de verdad? --por primera vez hablo enfadado--. El tema no esta en que tu fisio te castigue cuando se de cuenta de que la has desobedecido y te alargue la vuelta una semana. El jodido tema es que por una negligencia asi, se puede joder tu vida para siempre. ?Es que no lo ves? No, no lo veia. Ademas, el necesitaba volver a su vida. Al baloncesto. Necesitaba volver a jugar. --Tampoco exageres. --?Que no exagere? --Michael apreto los dientes-- ?Te recuerdo con quien hablas? Como si Logan no lo supiese bien. --No me va a ocurrir lo mismo que a ti, Mike. Y Dios era testigo de que Michael haria lo necesario para que eso fuera asi. --No, si es por mi no. Hare todo lo que este en mi mano para que no. Porque si es por ti... -- Michael suspiro, frustrado. Sabia que era complicado que Logan viese el peligro al que se enfrentaba. A el, en su dia, le ocurrio lo mismo. El tambien penso que a el no. Pero a el si--. Aun tienes una oportunidad, Logan. Deja de hacer el idiota y ten un poco de paciencia porque te juegas mucho. Mas de lo que imaginas --con un suspiro pesado, dejando salir un poco de la frustracion que sentia, Michael nego con la cabeza. --Necesito jugar --reconocio--. Me vuelvo loco, Mike. Necesito volver. El dia anterior estaba viendo el partido desde su casa y se subia por las paredes. --Para ello necesitas a tu pierna sana. ?Lo entiendes? --Logan asintio con la cabeza. Habia metido la pata, lo sabia-- Volveras a jugar si es lo que quieres. Pero paciencia. --Claro que es lo que quiero. Me estoy volviendo loco. --Lo se. Pero ?por no jugar o porque te das de bruces con la realidad? --?De que hablas? --Que una cosa es tu pierna y tu carrera y otra cosa es tu vida. --Esto es mi vida --le recordo. El no tenia mas, como no tenia a nadie mas. --Esto no es tu vida, Logan. No cometas el mismo error que yo. --No se de que hablas, no entiendo a que viene esto ahora. Mike se encogio de hombros. --No lo se, supongo que a que me veo reflejado en ti. Y para ti siempre quise algo mejor. --?Hay algo mejor que esto? --Logan nego con la cabeza. Porque si lo habia, el no lo conocia. --Para mi lo hubo, solo que me di cuenta tarde.

  • Una chispa de locura de Cora Reed

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    Al llegar al hospital para empezar la jornada de aquel dia, lo ultimo que Isy esperaba era descubrir a su novio entre las piernas de una de sus pacientes. Pero eso es lo que ve cuando abre la puerta de su despacho. Y se siente tan perdida, traicionada y dolida que busca encontrarse a si misma en el lugar que la vio crecer: un pequeno pueblo de Extremadura.
    Lo que no imaginaba era que alli se sentiria arropada por el amor de sus padres, volveria a revivir retazos de su ninez y, sobre todo, que se tropezaria con Victor, un tipo reservado y misterioso que parece dispuesto a poner su mundo del reves.

  • Soledad de Carlos Bassas Del Rey

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    El dolor por la muerte de un hijo es innombrable y se manifiesta de modos muy distintos. Tambien lo hacen la soledad, el vacio, el miedo, la culpa y la rabia que traen consigo al saber que esa vida ha sido arrebatada. De la noche a la manana, Soledad se convierte en la madre muerta de una nina muerta. El inspector Romero, encargado de investigar el caso, vivira su propio calvario tratando de descubrir la verdad. La de la muerte de la nina y otra que solo le atane a el.
    Soledad narra esa doble busqueda desde la duplicidad constante de voces. Tambien es un recordatorio de que, en ocasiones, la verdad no libera, sino que lo calcina todo a su alrededor.

  • El tatuador de Auschwitz de Heather Morris

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    Basada en la gran historia real de Lale y Gita Sokolov, dos judios eslovacos que consiguieron, contra todo pronostico, sobrevivir al Holocausto.
    Para Lale, los dias transcurren entre el horror y su trabajo como tatuador de prisioneros. Entre estos prisioneros se encuentra Gita, una joven de la que queda enamorado. En ese momento, la vida de Lale cobrara un nuevo sentido y hara todon lo posible para que Gita y el resto de prisioneros sobrevivan.
    Despues de la guerra, deciden mudarse a Australia para poder comenzar de nuevo. Tras la muerte de Gita, Lale siente el peso de su pasado y la irremediable necesidad de contarlo.
    Esta es su historia.

  • Territorio Comanche de Arturo Perez-reverte

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    Un relato apasionado que se lee como una novela y obliga a preguntarse si existe una etica en el filo entre la vida y la muerte. En Territorio Comanche, abandonando por primera vez su faceta de narrador de ficciones, Perez-Reverte nos enfrenta con la vision mas real y descarnada, no exenta de ternura e ironia, sobre el trabajo de los corresponsales de guerra en Yugoslavia. <>. Asi define Arturo Perez-Reverte el escenario inquietante en que se ha movido como reportero de guerra durante los ultimos veintiun anos.

  • Rojo (Fundacion 2) de Carlos Sisi

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    America no responde. Ya nadie esta a los mandos. En el resto del mundo, los medios evitan usar la palabra “vampiro”. Los llaman El Enemigo, la Marea Roja, o metahumanos, pero se les llame como se les llame, estan llegando a Europa. Son cada vez mas fuertes. Las mentes sincronizadas de Elexia y Alkibiades estan despertando a los Nueve, y sus planes de venganza son imparables.

  • Esmeralda de Elena Romero

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    Soy un tiburon de los negocios.
    Multimillonario. Trajeado.
    Acostumbrado a mandar.
    Y a ganar.

  • Sombras de Reikiavik de Anthony Adeane

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    En enero de 1974, un adolescente de Reikiavik salio de un bar nocturno y jamas regreso a casa. Apenas diez meses despues, otro hombre recibio una llamada por la noche y cogio el coche para dirigirse a una cafeteria. De el, solo quedaron las llaves puestas en el contacto del vehiculo. La policia, poco acostumbrada a los delitos graves y practicamente desconocedora de como investigar un homicidio, no tenia ninguna pista. Sin embargo, acabaron apareciendo seis sospechosos. Y algunos de ellos llegaron a declararse culpables de las desapariciones, aunque no recordaran haber cometido ningun crimen.
    Sombras de Reikiavik es mucho mas que un escalofriante true crime sobre un caso que ha marcado durante decadas a la sociedad islandesa. Es una reflexion sobre la justicia y una diseccion de una sociedad como no existe otra en el mundo, incapaz de entender algunas de las facetas mas oscuras del ser humano.

  • El pasado no quiere morir de Guido Natale

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    Las bocanadas de humo se reflejaban en la lampara del techo. Era octubre y el calor se hacia sentir, sobre todo porque no abrian las ventanas. Noche de viernes. Noche de poker y amigos. Ahi estaban los cuatro sosteniendo las cartas sobre el pano verde de la mesa de Andrada, un veterano hombre del Ejercito a punto de jubilarse. A su izquierda, Escorpion, misma edad, misma condicion, un rango menor. Del otro lado, Manteca Ramirez, un ex policia instructor de la Vucetich, y el cuarto en juego, Manuel Ponzi, un ex Teniente Coronel auto excluido de la fuerza en 1976. Hombres de tradiciones y pocas palabras se reunian desde el ano 66 cuando se hicieron amigos trabajando en las oficinas del edificio Libertador. Jugaban desde las nueve de la noche hasta que uno se quedaba con todo, que no era mucho, unos cien pesos, pero para la Argentina de 2003, significaba bastante. Andrada ganaba bien, sin embargo le preocupaba el futuro. Desde que habia asumido el kirchnerismo el presupuesto de los militares no era una prioridad, les habian expropiado algunos terrenos y a la ESMA pensaban desmantelarla y convertirla en museo. "Se vino el zurdaje", solia bromear Escorpion, emulando a una conductora de television, y agregaba para distraer a sus contrincantes: "Pensar que luchamos tanto y ahora se vienen a quedar con el poder". Le pedian que no jodiera con eso, ya estaban grandes, los setenta habian quedado en el galpon de los recuerdos. "La sacamos barata si todo queda como esta", decia Ramirez, que durante la epoca de Lopez Rega tuvo una importante participacion en el grupo de la triple A. Luego de despedir en la puerta del semipiso de Recoleta a Ramirez y Escorpion, Ponzi y Andrada se quedaron charlando cafe irlandes de por medio, sobre aquellos anos en el Ejercito, que justamente coincidieron con el casamiento de Ponzi. Andrada le recordo que a Susana la conquisto gracias a el, en referencia al velero que consiguio palpandose el revolver frente al dueno de una guarderia nautica del Tigre. Lo habia pasado a buscar vestido de Marino en un Falcon y se hicieron atender en la oficina al final del galpon donde descansaban las embarcaciones. Andrada invento un operativo de seguridad a realizarse en una isla del Delta, destaco que necesitaban la ayuda de buenos civiles para que estos grupos "de zurdos" no desquiciaran la patria. Eran tiempos de Ongania y los militares tenian que ordenar el pais de una buena vez. El hombre les dijo que era un orgullo colaborar con la causa y les puso a disposicion un barco de doce metros de eslora, que se podia usar tanto a vela como a motor. Antes de irse, Andrada le paso el brazo por el hombro, y le prometio que figuraria en el libro de la lucha contra la subversion. Ponzi le pidio cambiar de tema, la nostalgia era un mal subvaluado que lo afectaba mas de la cuenta. Se pusieron a bromear sobre la futura jubilacion de Andrada. Le quedaba una sola cosa por hacer, le dijo, y luego lo acompanaria a darle de comer a las palomas en la plaza. Rieron. Ya era tarde. Ponzi se habia quedado sin un peso. Andrada le ofrecio plata pero le dijo que volveria caminando para tomar un poco de aire, aunque su departamento quedara en el barrio de Caballito. A pesar de la trasnochada, se levanto como todos los dias a las siete treinta de la manana, una costumbre que conservaba desde su etapa como Teniente Coronel, y que no habia podido cambiar con el correr de los anos. Con tantas noches de soledad tuvo que aprender a cocinarse pequenas raciones de comida: para el desayuno tostadas de pan integral y una taza de cafe, al mediodia pastas sin salsa y por las noches verduras salteadas con pollo. El menu tenia alguna que otra variante, pero en general era siempre el mismo. Mas tarde sintonizaba FM clasica en el radio despertador y antes de acostarse acomodaba prolijamente las pantuflas debajo de la cama. Asi era su vida, una sucesion de hechos cotidianos sin sobresaltos. Una de las cosas que mas le molestaba de vivir al limite de la pobreza, era agacharse para limpiar el inodoro, el fondo de la heladera y las alacenas de la cocina. Tambien la falta de una buena cobertura social y sobre todo tener que conformarse con las peliculas gratuitas que pasaba el centro de estudiantes de la facultad de Filosofia y Letras, la mayoria de un contenido politico que le revolvia el estomago. A la tarde engancho "Rambo" en Telefe y se emociono por enesima vez, al igual que cuando veia "El barco", una pelicula sobre el devenir de un submarino Aleman durante la segunda Guerra Mundial. Hacia anos que no la podia ver porque le habian cortado el cable. Como era habitual, a la noche no tenia ningun plan, por eso cerca de las diez ya estaba en la cama dispuesto a leer "La Argentina Contemporanea" de Felipe Pigna, cuando sono el telefono. Miro el aparato con sorpresa y estiro el brazo. --Hola. --Estoy herido, veni rapido, Manuel. --!?Que?! ?Quien habla? --Alberto. Alberto era Andrada, su amigo de tantos anos. --No te muevas, ya voy, llamo a una ambulancia. --!No!, no llames a nadie, veni solo, apurate. Corto y salto de la cama en busca del pantalon, el unico par de mocasines que tenia y una chomba de Macowens. Evito el ascensor, bajo los dos pisos salteando escalones, y paro un taxi sin pensar en la plata que llevaba. Cuando estuvo a diez cuadras, le dio todos los billetes que tenia e hizo el ultimo tramo dando empujones a los turistas ante la impavida mirada de los mozos y chicos vendedores de flores. Llego a la calle Azcuenaga y toco timbre preguntandose si Andrada iba a poder abrirle. Retrocedio. Un objeto cayo desde el cielo. Era un juego de llaves que por poco le pega en la cabeza a una pareja que pasaba caminando. Subio al tercer piso, encontro la lampara del recibidor en el piso. Un reguero de gotas rojas lo llevo hasta el cuerpo de Andrada que yacia entre el living y el balcon. La sangre se habia apoderado de su camisa. Con las piernas temblando como un papel, se agacho, y lo dio vuelta. En un primer momento penso que estaba muerto, pero abrio los ojos e intento decir unas palabras que no terminaban de salirle de los labios resecos. Le puso un almohadon debajo de la cabeza, le dio de tomar un poco de agua. --Tengo que llamar a una ambulancia, Alberto. --No, escuchame --le pidio Andrada con un hilo de voz. Le hizo un gesto, queria algo para anotar. Ponzi agarro una birome de la repisa del living, y se la paso junto a un cuadernito que llevaba en el bolsillo. "Fiscal Failache" escribio Andrada con letras apenas legibles. Despues dejo caer las manos sobre la alfombra como si la fuerza de gravedad lo venciera. Al borde de las lagrimas, Ponzi le pregunto que habia pasado. Andrada le senalo la pared opuesta del living. Junto al zocalo habia un portafolio de cuero marron. Ponzi volvio a mirarlo; Andrada dijo sus ultimas palabras. --Daselo a el --y se le cerraron los ojos. El ex Teniente llamo a la policia y se esfumo con el portafolio en la mano. Volvio caminando, un rato trotaba y cuando se cansaba volvia a caminar. Al llegar se puso a mirar los noticieros, mientras dormitaba con la cabeza apoyada contra el respaldo de la cama. Por la manana, la seccion de policiales del diario hablaba de una confusa muerte de un Coronel del Ejercito argentino a punto de jubilarse. Otros medios afirmaron que habia sido abatido de un balazo, pero no habia pistas certeras sobre el asunto. A pesar de recibir llamadas de sus amigos, no los atendio. Tenia miedo de arruinar el ultimo deseo de Andrada. No queria defraudarlo. El lunes siguio recibiendo llamadas de Escorpion y de Ramirez, mientras leia Clarin. Despues salio a despejar la mente al bar de la esquina. El martes volvio a sonar el telefono y esta vez atendio. Era Escorpion. La autopsia confirmaba que la causa de la muerte de Andrada fue una bala que le atraveso el corazon. Esa tarde lo enterraban en el cementerio de la Chacarita. Se puso el unico traje que tenia, (sin contar el de militar guardado en el fondo del placard), y tomo el colectivo en direccion a la estacion Lacroze. Cruzo Corrientes, camino entre los nichos hasta una sordida capilla donde un cura oraba por su amigo delante de familiares y allegados. Se quedo a un costado, detras de un tipo alto que lo ayudo a pasar desapercibido. Junto al feretro estaban el hijo y la ex mujer. Al pibe lo habia visto por ultima vez cuando cumplio los dieciocho; a la ex era mejor perderla de vista, el alcohol la habia dejado fuera de sistema. Cuando llego el momento de trasladar el cajon, Escorpion le senalo una manija, y el, a traves de los lentes negros, fue saludando a los mas cercanos con un leve movimiento de cabeza. Habia militares vestidos de estricta fajina, periodistas, algunos politicos. Reconocio al ministro del Interior y a un diplomatico, pero se mantuvo al margen, ni siquiera se acerco cuando una nina le ofrecio una rosa para arrojar al ataud. Camino a la salida, Escorpion y Ramirez lo alcanzaron. --?Que se sabe? --les pregunto luego de unos largos segundos. --Eso te queriamos preguntar a vos, ?donde andabas? --Queria hacer el duelo... a mi manera. --O sea solo --dijo Escorpion y de reojo lo miro al Manteca--. Mira, le dieron en la puerta del cementerio de la Recoleta, y como pasaba gente, pudo escapar. No aguanto mucho. Alguien aviso a la policia, pero cuando llegaron no habia nadie. Ponzi lo escuchaba serio. --?Y que mas se sabe? --pregunto. --Nada --aclaro Escorpion--, misterio absoluto; si andaba en algo se lo llevo a la tumba. Uno cree conocer a sus amigos, y al final... --Quizas fue un intento de robo... --dijo Manteca desajustandose la corbata. Siguieron caminando en silencio hasta la explanada del cementerio, con las manos cruzadas por detras del saco, cabizbajos, como si fueran detectives intentando resolver el caso. Ponzi le sugirio a Escorpion que investigara en el Ejercito, para el no se trataba de un simple intento de robo. Despues le pidio prestados doscientos pesos, y le hizo la venia militar desde el estribo del colectivo. Paso la tarde buscando informacion. Tres dias despues los medios habian reducido el espacio dedicado al caso porque las lluvias en el litoral estaban inundando los campos y poniendo en peligro las cosechas. La clave, sin embargo, decia una linea de investigacion, estaba en la ultima epoca de Andrada en el Ejercito. Se decia que algunos militares pensaban romper el pacto de silencio, que la fuerza estaba resquebrajada, se especulaba con que pudieran aparecer arrepentidos. Ponzi abrio grande los ojos y se sirvio un vaso de Whisky que Andrada le habia regalado para su cumpleanos. Despues del tercer trago, el cansancio lo vencio, se durmio entre las hojas de los diarios con la tele encendida. Desperto a las siete con un fuerte dolor de cabeza. En la ducha trato de aclarar la mente. Dudaba entre llevarle el portafolio al fiscal, contarle a Escorpion y a Ramirez, o entregarlo en el Ejercito. Ninguna de las tres opciones lo terminaba de convencer. Despues de almorzar camino hasta el palacio de Tribunales. ?Como averiguar donde trabajaba Failache? Cruzo la plaza Lavalle, subio las escalinatas, miro de costado la estatua de la justicia, sin dejar de avanzar dio con el patio y sus columnas clasicas. Mientras leia en una placa de marmol a los proceres que sancionaron la Constitucion Nacional de 1853, vio en un banco del pasillo una revista de actualidad que no parecia tener dueno. Esquivo a un par de personas y se sento a ojearla para pasar el tiempo hasta que un titulo le llamo la atencion: "Los crimenes de lesa humanidad no prescriben", y debajo un largo articulo firmado por Carlos Antonio Failache. Cerro la revista de golpe, como si hubiera recibido un cachetazo que lo dejara con la mente en blanco. Preguntandose que hacia Andrada relacionado con ese tipo, miro hacia ambos lados, y la guardo en un bolsillo del chaleco de pesca. Abandono Tribunales, cabizbajo; ya no tuvo ganas de disfrutar de la belleza arquitectonica del edificio. Paro un taxi. Al llegar al departamento leyo la nota de un tiron. El fiscal actuaba en Villaguay, provincia de Entre Rios, y estaba decidido a investigar el pasado. De alguna manera Ponzi se sentia protagonista de aquellos anos de "botas largas", por mas que se haya retirado pronto. Lo mejor seria quemar el portafolio dentro del horno, cocinarlo a cien grados y pulverizar cualquier evidencia que pudiera revivir causas comprometedoras. ?Pero por que Andrada se queria retirar del Ejercito dandole el portafolio a ese fiscal? ?Acaso se habia vuelto loco? Paso la noche en vela, las pantuflas torcidas por las tantas veces que se levanto para ir al bano. El portafolio al costado de la cama y la radio que, mas que musica, emitia un ruido perturbador. Antes del amanecer, tomo una decision, temblando, con un frio seco en el esternon.

  • No lo llames amor, Noelia Amarillo de Noelia Amarillo

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    La convivencia no es facil en una comunidad de vecinos. En la mia hay malentendidos, vecinos cotillas, ninos ruidosos, ancianas de rigidas tradiciones, mujeres de disipadas costumbres (por lo visto, una de esas soy yo), divorciadas rompepelotas, apuestos metrosexuales y, aunque te cueste creerlo, hasta un par de personas que estan en sus cabales. Bueno, mas o menos…

  • Con la suerte en los tacones(Amor en cadena 7) de Lorraine Coco

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    No me puedo creer que en mi ultimo dia en Nueva York me hayas traido a hacer yoga --protesto Kat en un susurro, resoplando con evidente desgana. --No te quejes. Tu eres la que se va a recorrer el pais con su novio cachas, y yo, la que me quedo a pasar el peor verano de calor en siglos en esta ciudad. Sola, sin novio y sin fumar. Un poco de apoyo por tu parte no me vendria mal --le contesto Isthar de malas pulgas. Miro a su monitor de yoga, un tipo de unos treinta y largos anos, con un cuerpo estupendo y un halo misterioso y mistico que en otra epoca de su vida le habria hecho temblar las rodillas, pero que en ese momento la dejaba fria. Vio que colocaba un dedo sobre sus carnosos labios para indicarles que guardasen silencio. Ishtar suspiro con fastidio. --Ahora teneis que inspirar elevando los brazos y espirar por la boca energicamente al bajarlos --dijo el monitor, y ella penso que era exactamente lo que acababa de hacer, resoplar--. Ahora inhalad en la posicion inicial y, flexionando el tronco, espirad energicamente sacando la lengua --continuo. --Eztamoz para una foto --le susurro Kat, hablando con la lengua fuera. Ishtar no pudo evitar reirse viendo a su amiga hacer la payasa. !Cuanto la iba a echar de menos! Desde que se habia ido a vivir con Randy, su prometido, a Knoxville, ya solo la veia cada tres semanas, cuando Kat iba a las oficinas de QBV, la revista de moda para la que escribia. Pero, en esta ocasion, la separacion duraria dos meses: Kat se iba a acompanar a su novio en su gira de conciertos por todo el pais, y a ella le quedaba soportar aquel caluroso y asfixiante verano en Nueva York. Sola. Hacia un mes que habia terminado la relacion de siete anos con Kevin, enfrentandose de esta manera, y despues de muchos anos, a su nueva condicion de mujer soltera. Con treinta y un anos, casi treinta y dos, y habiendo dejado recientemente de fumar. La ansiedad se la estaba comiendo por los pies y por eso penso que las clases de yoga y meditacion eran exactamente lo que necesitaba. --Exhalar completamente el aire antes de iniciar el movimiento. Sumir y soltar el estomago unas treinta veces. Permanecer sin aire durante las contracciones e inhalar volviendo a la posicion inicial. --?Sabes lo que necesita mi estomago de verdad? --le pregunto Kat, volviendo al ataque--. Uno de esos bagels rellenos de Sack's, y un batido de chocolate con nata y virutitas de colores por encima como las que les ponen a los... --!Esta bien, esta bien! --dijo Isthar, elevando la voz. El resto de asistentes a la clase de yoga la miraron con una mezcla de sorpresa y reproche por interrumpir su esmerada concentracion--. Lo siento, chicos, pero mi amiga tiene razon. Esto no se quita con respiraciones. Necesitamos calorias y buen sexo. Eso si te deja relajada --se agacho a recoger la esterilla de ejercicios del suelo y su estomago bramo--. !Que sean dos bagels! --le dijo a Kat con una mueca. Su amiga no lo penso dos veces y salio de la sala de yoga como si la estuvieran pinchando en el trasero. Una vez en Sack's, Kat observo a Isthar mientras esta sorbia su batido helado de fresa. Estaba mas callada de lo habitual y aquel ceno fruncido que exhibia desde su llegada a la ciudad no podia significar nada bueno. --Bien, ?lo vas a soltar ya o no? --la insto a hablar. Isthar apuro el contenido de su copa ruidosamente y Kat suspiro poniendo los ojos en blanco. --No me pasa nada --le contesto Ishtar, en un tono nada convincente. --Ya... Muy bien, pues dime lo que no te pasa. Porque o tienes una explicacion para este comportamiento erratico tuyo, o eres una alienigena que esta suplantando a mi amiga. --Eres muy graciosa, ?sabes? Creo que de hecho ese sentido del humor tuyo tan desternillante es lo que mas voy a echar de menos cuando te vayas --le dijo Isthar concentrada en doblar en diminutos triangulos su servilleta de papel turquesa con el logotipo de Sacks's. --Asi que es eso... --comenzo a decir Kat, buscando la mirada de su rubia--. Yo tambien voy a echarte de menos, Isthar. Se que no es el momento para irme: la ruptura con Kevin, la proximidad de tu cumpleanos... --Kat hizo una pausa, esperando que su amiga hiciese algun gesto que le revelase que iba por buen camino en sus conclusiones. Isthar no lo estaba pasando bien. La ruptura con Kevin habia sido un mal necesario. Llevaban mucho tiempo juntos, nada menos que siete anos, demasiados, tirados por el desague de las relaciones vacias y sin sentido. Le habia tomado mas tiempo del debido tomar la decision de acabar con esa relacion que, aunque no le aportaba nada de lo que ella necesitaba y esperaba de un hombre, si la habia hecho sentir segura. A Isthar, con toda la fortaleza que exhibia, no habia nada que le diese mas miedo que la soledad. Y por alguna estupida razon habia estado pensando durante anos que era mejor estar mal acompanada que sola. El hecho de estar a punto de cumplir anos tampoco ayudaba. Se veia un ano mas vieja. Sobre todo, mas vieja para estar soltera. Ademas, le traia algunos recuerdos dolorosos de la infancia de los que sabia que no estaria dispuesta a hablar. Isthar por fin la miro y tomo su mano. --Si, es el mejor momento para irte. No quiero que te preocupes por mi. Y claro te voy a echar mucho de menos, sabes leer en mi como nadie. Y si, tambien tienes razon en todo lo que has dicho. Me siento un poco perdida, descolocada, desquiciada, desubicada... --Bueno, ahora no le eches la culpa a la ruptura de todo eso. Ya estabas asi antes --le dijo Kat, sacandole la lengua con una mueca. Isthar se echo a reir, con esa risa genuina y ligeramente ronca que volvia locos a los hombres, y Kat supo que saldria de aquello. Isthar era una mujer fuerte, luchadora, trabajadora, intuitiva, imaginativa... En definitiva, maravillosa. Llevaba anos esperando que tomara las riendas de su vida y por fin iba a hacerlo. Iba a ser dificil para ella, pero lo conseguiria. --Y tu, ?como llevas lo de pasar el verano de gira con Randy y al mismo tiempo preparar una boda? --le pregunto Isthar, queriendo cambiar de tema. No queria empanar las ultimas horas que le quedaban con Kat antes de que esta se marchase durante meses. Kat suspiro y sonrio con mirada sonadora. --Es un poco locura, la verdad. Menos mal que Martha, Daryle y Georgia me estan ayudando. Como la celebracion es en Oakriver, ellas pueden hacerlo sin problemas. --Con la familia de Randy te ha tocado el premio gordo --dijo Ishtar, pensando que ella no habia tenido en siete anos, ni de lejos, la buena relacion que mantenia Kat con la familia de su novio--. !Va a ser espectacular ver como te casas con el senor Randy Buxton! --le dijo Isthar sinceramente emocionada--. Pero mas te vale no ponerme un traje de dama de honor en plan merengue, o te arruinare la boda --la amenazo con la cuchara de su batido. --Ya vere lo que hago. Porque, la verdad, creo que estarias adorable con un vestido de esos en amarillo brillante, o rosa demoledor, todo lleno de encajes, brillantitos... --Te estas jugando la vida, futura senora Buxton --le advirtio, escondiendo una sonrisa--. No voy a ir ningun sitio vestida de payasa. Como una de las blogueras de moda mas importantes de esta ciudad, tengo una reputacion que mantener --dijo, enarcando una ceja con expresion altiva. Cruzo las largas piernas y se reclino en el asiento, adoptando una postura que ni las mejores modelos conseguirian para la portada de QBV, antes de agregar--: Y ahora, hablemos de lo realmente importante. !Tu despedida de soltera

  • La ventana de la vida de Leonor Sanchez

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    El dia a dia de Gabi transcurre entre su taller de costura y la casa donde vive con sus padres. Su mayor preocupacion es proteger a su madre de un padre alcoholico.
    Sin apenas vida social, un dia se arma de valor y decide salir con sus dos unicas amigas; Alice y Rose. Esa noche su vida cambiara por completo. Descubrira la amistad, sentir que forma parte de algo y el sufrimiento. Descubrira el amor y los celos junto a Dani.
    Paralela a su historia de amor, transcurren las historias de las personas que les rodean.

  • El baile de la corrupcion de Jorge Trias Sagnier

    https://gigalibros.com/el-baile-de-la-corrupcion.html

  • Desinformacion de Pascual Serrano

    https://gigalibros.com/desinformacion.html

  • Salvadores Duros de Tatiana Garcia

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    Cavernicola: Romance con el Vecino y Padre Soltero
    Bruno parece el hombre perfecto. Alto, guapo, atletico, padre soltero y un autentico manitas que se gana la vida como carpintero y mecanico. Ademas, es mi nuevo vecino. Bueno, el y su hijo, que dificilmente llegara a los 7 anos.
    De lejos parece el partido perfecto, la clase de hombre que en la universidad hubiera tenido a todas las animadoras detras, muriendose por sus huesos.
    Sin embargo, Bruno es un cretino integral. Un alma atormentada sin modales. No podia soportarlo, y lo queria cuanto mas lejos mejor, hasta que llamaron a mi puerta los problemas de mi ex-novio, el cual, al parecer, debia dinero a los rusos equivocados.
    Estaba muerta de miedo, ante tres gorilas de 2×2 metros en mi puerta. Pero mas al ver a Bruno volver del trabajo y, sin mediar palabra, agarrar a uno de los tipos y tirarlo por las escaleras. Los otros dos no acabaron mucho mejor.
    Hablamos. Hablamos mas, y mas. Me sentia en deuda con el, asi que acepte quedarme con su hijo mientras el trabajaba. Y asi, poco a poco, comence a conocer al pequeno y a Bruno. Seria otro bruto de 2×2, pero parecia importante, y a cada conversacion parecia un poco menos cretino y mas. dulce.
    Aun asi, sabia que no me convenia. Pese a su instinto por protegerme, y lo j*didamente sexy que pudiera parecerme, Bruno equivalia a problemas. Por otro lado. no es como si no tuviera ya problemas, considerando que habia una mafia pidiendome el dinero de mi ex.
    Poco a poco comprendi que Bruno tenia sus propios problemas de los que ocuparse, sus propias razones para comportarse como lo hacia, y asi, poco a poco, fui enamorandome como una tonta sin remedio.

  • Cumpliendo su destino de Stephanie Laurens

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    Tras escapar milagrosamente de la muerte, Malcolm Sinclair hizo desaparecer al infame hombre que habia sido para reinventarse como Thomas Glendower. Su intencion era intentar corregir los errores de su pasado. Sin embargo, jamas imagino que la penitencia fuera a llegar a traves de la misteriosa dama a la que habia descubierto habitando en su aislada mansion. Rose tenia una explicacion logica para su presencia, junto con sus hijos, en la casa de Thomas, pero enseguida se dio cuenta de que ese hombre era demasiado inteligente para que alguien pudiera enganarlo. Revelarle la verdad seria tremendamente peligroso. Sin embargo, dia a dia, el consiguio ganarse su confianza, y luego su corazon. Pero los enemigos se acercaban y Rose no tuvo mas remedio que acudir a Thomas, el unico hombre que podria protegerla a ella y a sus hijos. Y, al pedirle su ayuda, Thomas al fin comprendio el verdadero proposito de su propia vida y, con absoluta entrega, se dispuso a hallar su redencion de la unica manera que podia: viviendo la realidad de amar a Rose.

  • La alegria del orden en la cocina de Roberta Schira

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    <La magia del orden haber cambiado su vida; y entre ellas estoy yo. Sin embargo, me di cuenta de que en su libro faltaba casi siempre un espacio: la cocina, la estancia en la que exprimo mi pasion por todo aquello que rodea a la comida: convivir, compartir, cuidar de nosotros a traves del cuidado a los demas.>>
    Roberta Schira

  • Cuando quieras de Zoe Hanley

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    Me sentia casi desnuda con el camison de hilo blanco que llevaba. Y practicamente lo estaba. Debajo de la fina pieza de tirantes, nada, como siempre. Pero me alegraba de que no me lo hubiera quitado.