• libro astillas en la sangre - Ashley Dyer

    https://gigalibros.com/astillas-en-la-sangre.html

    La sargento Ruth Lake y el comisario Greg Carver andan a la caza de un asesino en serie que recoloca a sus victimas como si fueran maniquis y les cubre el cuerpo entero de complejos y misteriosos tatuajes. Los medios ya lo han apodado <>, por el metodo primitivo y tremendamente doloroso del que se sirve para tatuarlas. Despues de muchos meses de investigacion, cuando parece que la resolucion del caso es inminente, el asesino asesta un golpe personal: dispone a su ultima victima de forma que se parezca a la esposa de Carver. Sometido a una gran presion, el comisario entra en una espiral autodestructiva de sexo y alcohol. De pronto, se encuentra en el suelo, medio muerto por un disparo, y sobre el se alza la imperturbable Lake, apuntandolo con un arma. ?Le ha disparado ella? Si no es asi, ?por que esta retirando de su apartamento todas las posibles pruebas y falseando el escenario del crimen?

  • ASTILLAS EN LA SANGRE | ASHLEY DYER | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-astillas-en-la-sangre/9788491810834/6387515

    5 abr 2018 — El libro ASTILLAS EN LA SANGRE de ASHLEY DYER en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Astillas en la sangre (AdN) (AdN Alianza de Novelas) eBook

    https://www.amazon.es/Astillas-sangre-AdN-Alianza-Novelas-ebook/dp/B07BBLJ9DB

    Astillas en la sangre (AdN) (AdN Alianza de Novelas) eBook : Dyer, Ashley, Peña Minguell, Pilar de la: Amazon.es: Libros.

  • "Astillas en la sangre" - Ashley Dyer - Libros que hay que leer

    http://librosquehayqueleer-laky.blogspot.com/2021/04/astillas-en-la-sangre-ashley-dyer.html

    8 abr 2021 — "Astillas en la sangre" - Ashley Dyer. Anda que no me gusta a mí una novela negra. Y si es con ritmo de thriller, más aún.

  • Astillas en la sangre, de Ashley Dyer - Blog de Juan Herranz

    https://www.juanherranz.com/libro-astillas-en-la-sangre/

    En el caso de este libro Astillas en la sangre, Ruth Lake encabeza la investigación para dar con el asesino en serie, una suerte de macabro modista que ...

  • Libro Astillas en la Sangre, Ashley Dyer, ISBN ...

    https://www.buscalibre.es/libro-astillas-en-la-sangre/9788491810834/p/50084223

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  • astillas en la sangre - dyer, ashley - Letras a la taza

    https://www.letrasalataza.com/libro/astillas-en-la-sangre_35139

    ASTILLAS EN LA SANGRE, DYER, ASHLEY, 18,00€. La sargento Ruth Lake y el comisario Greg Carver andan a la caza de un asesino en serie que recoloca a sus ...

  • astillas en la sangre - dyer, ashley - Librería Jarcha.

    https://www.libreriajarcha.es/libro/astillas-en-la-sangre_300922

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  • ASTILLAS EN LA PIEL - CESAR PEREZ GELLIDA - Agapea

    https://www.agapea.com/Cesar-Perez-Gellida/Astillas-en-la-piel-9788491296126-i.htm

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  • Astillas en la sangre, Ashley Dyer - un momento para la lectura

    http://unmomentoparalectura.blogspot.com/2018/05/astillas-en-la-sangre-ashley-dyer.html

    28 may 2018 — El libro tiene una estructura atípica, puesto que la principal investigación sobre el asesino en serie se halla en su fase final.

  • Astillas en la sangre | Ashley Dyer

    https://www.librosambigu.com/libros/astillas-en-la-sangre/67635/

    Por Ashley Dyer. Referencia: 67635; Condición del libro: Muy bueno; Situación: Libro en almacén. ISBN: 9788491810834. AdN. Tapa blanda. Cubierta deslucida.

  • Somos romanos de Paco Alvarez

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    En realidad somos mas romanos que una pelicula de gladiadores. En cada dia, en cada gesto o frase, en nuestras calles, en nuestras casas y en nuestros ritos. Hay tanto de Roma actuando diariamente en nuestra vida, en nuestro idioma y en nuestra cultura, que no nos damos ni cuenta. Roma nos ha dado casi todo lo que esta presente en nuestro dia a dia y no solo lo que compone nuestra civilizacion. Este libro propone repasar y completar esa lista, no planteandonos la <> herencia latina, ya sea en el idioma, en la religion, en el patrimonio o en el paisaje, sino lo mas importante y lo menos conocido, pero mas singular, lo que hoy sigue vivo y vigente, lo que seguimos usando y lo que nos sigue haciendo romanos sin que lo sepamos. Mediante citas, antiguas y modernas, canciones e incluso peliculas, veremos de manera eficaz y elocuente las similitudes entre la antigua Roma y nuestra epoca. En este viaje nos acompanan varios romanos de ayer, de hoy y de siempre. Romanos tan dispares como Groucho Marx, Woody Allen o Marco Valerio Marcial, procedentes de lugares como Nueva York y Calatayud, que nos ayudaran, haciendonos sonreir con sus citas, a descubrir que es verdad que ., Somos romanos..

  • Perros y lobos de Herve Le Corre

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    Un thriller de ambiente sofocante y adictivo que confirma a Herve Le Corre como uno de los grandes maestros del crimen europeo.

  • Chelsea (Senoritas britanicas 4) de Scarlett O'connor

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    Scarlett regresa con el tan esperado cierre de la serie Senoritas Britanicas. Una historia que te hara ilusionar, y coloca un broche de oro a su anterior entrega, Senoritas Americanas.

  • Una Espana mejor de Mariano Rajoy

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    La cronica personal de la etapa de Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo.

  • Te ruego un beso mas (Unidos por el amor 6) de Fernanda Suarez

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    Una descarada joven y un Marques que se cree inmune a los encantos de cualquier mujer.

  • ?Quien necesita un angel? de Maya Moon

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    Ella no necesitaba un guardaespaldas pero el debia cumplir con su trabajo.
    ?O quizas si que lo necesita?

  • Loco por ti (Los Graham 3) de Mia Del Valle

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    Amanece, la tenue luz de un nuevo amanecer comienza a invadir la habitacion. Desconcertada abro los ojos y aunque lo intento, el intenso dolor de cabeza no me permite ubicarme, para males me encuentro completamente desnuda, y el peso de un brazo rodeando mi cintura me indica que no me encuentro sola <> una gran mano sujeta mi muneca de forma protectora, y el tatuaje que decora el brazo de mi acompanante me indica con claridad la identidad del no tan misterioso caballero, ademas huele de maravillas, huele a el… mis hormonas se despiertan de golpe, y no es necesario ver su rostro para saber de quien se trata. Volteo de golpe, su sonrisa y sus pequenos ojos somnolientos son la cosa mas hermosa que vere durante el viaje de “negocios” pero no son los ojos de Max… porque me encuentro completamente desnuda en la cama de Samuel Graham, y por el estado en que se encuentra la habitacion, puedo intuir que no solo hemos dormido. --No puedo creer que nuevamente cai --tomo asiento en la cama y sujetando mi cabeza con ambas manos niego --que una vez mas cai en los brazos de la tentacion. --?Tan malo fue? --Sam imita mi posicion, y por como rasca su rostro intuyo que debe tener incluso mas resaca que yo. --No lo se Sam, porque no recuerdo nada de nada --llorisqueo --esto esta mal. --Tampoco recuerdo nada carino, pero tu y yo juntos, desnudos en una cama, ?nunca puede salir mal verdad? !Vamos Vikinga! vayamos a desayunar, me duele la cabeza y necesito un cafe. --Antes necesito una ducha y ropa limpia, ?o puedes imaginar lo que pensaran todos si nos ven bajar juntos y yo usando el vestido de la noche anterior? --?Que dormiste con el jefe? --!Exacto! --Bueno carino, lamento informarte que eso es la pura verdad… --agrega con una media sonrisa tan seductora, que puedo sentir cuando cierta zona de mi cuerpo comienza a humedecerse. --Pensaran que soy una trepadora, una caza fortunas, que lo hago para recibir un aumento de sueldo, o peor aun --observo sus ojos con terror --!que quiero destruir tu matrimonio Sam! Con cuidado de cubrir mi cuerpo con la sabana me pongo de pie y Sam rie. --Cubrete bien Susan, Dios no quiera que estos ojitos te vean desnuda… una vez mas. --Estupido --respondo, cuando en un limpio movimiento Sam arrebata mi sabana dejandome como Dios me trajo al mundo. Cubriendo mis partes intimas como puedo corro al tocador, pero antes de cerrar la puerta Samuel ingresa. --Ven aqui maldita caza fortunas --grune mientras me carga, lleva hasta la ducha y el agua completamente helada comienza a caer sobre nosotros. Chillo y rio todo a la vez, hasta que los labios de Sam me silencian de golpe y en un limpio movimiento me levanta por la cintura hasta que mis piernas rodean su cadera, y aunque pude sentir su ereccion matutina contra mi abdomen mientras me besaba, fue una sensacion diferente cuando se introdujo dentro de mi. --Eres mia aunque estes con el. Y aunque se que no debi responder, al menos no lo que dije, no pude evitar confesar: --Lo soy. La ducha que tomamos fue agradable, y casi… casi me hizo olvidar que a kilometros de distancia un hombre <>aguardaba por mi. Cambio mi atuendo por un jean casual, unos mocasines y una blusa a rayas, Sam bajo antes que yo a pedido mio, en un intento mas de no ser tan evidentes, pero intuyo que todos ya deben saber lo que paso entre el numero uno de la empresa y yo, y asumo que el lunes seremos el chisme del momento en la empresa. Respiro hondo y decido llamar a Max, y aunque mi esposo ignora mi furtivo encuentro con mi jefe, la verdad es que me siento una mierda y la culpa me carcome por dentro, una vez mas, como tantas otras veces sucumbi a los encantos de Samuel Graham. En ocasiones siento la culpa como un liquido de color negro, algo sucio, espeso y maloliente que habita dentro de mi y que en momentos como este, comienza a brotar por mi nariz y boca como lava caliente, y si bien la imagen de mi misma es cruel y repulsiva, mi fuerza de voluntad es limitada y siempre, siempre vuelvo a recaer. Su telefono movil suena un par de veces, pero soy enviada al buzon de voz: “Hola, soy Max, en este momento no te puedo atender, por favor, dejame un mensaje y te llamare en breve” el dulce tono de voz de mi esposo me forma un nudo en la garganta y esa cruel pero acertada voz que habita en mi interior, una vez mas me dice que no merezco estar casada con alguien como el. Intento dos veces mas pero nada… observo mi reloj y siendo las once de la manana pienso que quizas decidio ir al gimnasio por mas tiempo que el acostumbrado, o posiblemente se encuentre reunido, o simplemente dejo el movil en el carro. --Carino… espero te encuentres bien, nosotros por aqui ya finalizamos todo lo que teniamos en la agenda… te veo en casa por la tarde --por un momento dudo, aunque al instante agrego --te amo. Luego del desayuno Donald llamo para darnos el ok con las inversiones y negocios hablados en la reunion del dia de ayer, noticia que a todos nos puso muy felices, ya que ambos viajes fueron un exito para la compania. Al momento de volver a la habitacion decido que debo de ir por mi ropa interior a la habitacion de Sam, ya que al no encontrarla esta manana, solo coloque mi vestido y chaqueta y con prisa <> me largue a mis aposentos. --Adelante --responde reconociendo mi forma de golpear tan caracteristica. Primero asomo mi cabeza por la puerta, y sonrio al verlo comodamente recostado en el sillon, mirando un juego de futbol mientras sostiene una helada cerveza en su mano. Cierro la puerta, camino hasta su encuentro y tomo asiento junto a el, imitando su posicion, recuesto mi cuerpo en el agradable sillon de cuero cafe y elevo mis piernas y cruzo los pies en la pequena mesilla. --Felicidades jefe --sonrio y entrego mi mano para saludar al cabecilla del equipo, Sam acepta mi saludo y luego de estrechar mi mano, de forma casual y como otras tantas veces a lo largo de estos anos me entrega la cerveza, doy un sorbo y me deleita lo helada que se encuentra. --Gracias senora Williams, la verdad es que fue un buen trabajo, y el equipo es todo en estos casos --sonrie de lado --hacemos buen equipo Vikinga --agrega de forma socarrona. --Lo hacemos --respondo mientras fijo mi vista en una gran pintura algo surrealista que se encuentra a un lado del televisor --?como se encuentra tu resaca? --Mucho mejor carino, nada como tomar una ducha fria con una bella mujer, un cafe y dos ibuprofenos para la resaca. --Eres un patan Sam --sonrio, aunque me sobresalto cuando llaman a la puerta, bajo inmediatamente mis pies de la mesilla, pero cuando estoy a punto de ponerme de pie, Sam apoya una de sus manos sobre mi hombro indicandome en silencio que no me preocupe, que el se encargara de todo. Samuel se pone de pie, y con calma abre la puerta, colocandose de forma tal, que el visitante no pudiera ver dentro de la habitacion. --Senor Graham --puedo escuchar la voz de Mariela <> --estoy buscando a Susan, alguien dijo que pudiera estar --carraspeo --reunida con usted. Sam se hizo a un lado permitiendo a Mariela ingresar, ella le hablo de cerca, y Sam masajeo su rostro con cansancio, como si lo que acababan de decirle le hubiera agregado varios anos encima. --Susan --Samuel capto mi atencion --debo darte malas noticias carino… se trata de Max. Con el corazon en la boca me pongo de pie, y aunque el tono de Sam anticipaba que algo malo habia ocurrido, jamas uno se prepara para lo que estaba por escuchar. Mariela sale en silencio dejandonos nuevamente solos. --?El se encuentra bien? --pregunto en un balbuceo casi imperceptible. Sam camina hasta mi, y tomandome de las manos responde: --Lamento ser yo quien deba darte esta noticia carino --sus ojos verdes comienzan a llenarse de lagrimas --Max murio. De pronto me falta el aire y la habitacion comienza a girar a mi alrededor, puedo escuchar desde lejos la voz de Sam preguntar si me encuentro bien… ?Susan me escuchas…? !Susan! Capitulo 1 — Todo final anuncia un nuevo principio. Cuando despierto todo es un alboroto. Me encuentro recostada sobre la cama y siento que alguien mantiene una bolsa de hielo sobre mi frente. A lo lejos veo a Samuel caminar impacientemente de un lado para el otro mientras habla por telefono y grita indicaciones varias a los presentes. No entiendo que es lo que sucede, hasta que un leve recuerdo llega a mi mente, y todo el dolor, miedo y desesperacion regresan con fuerza. --Desperto senor Graham --grita una persona que no logro reconocer, aunque por su indumentaria puedo suponer que sea enfermero o medico. Yo tomo asiento de golpe, mientras Samuel lo hace velozmente junto a mi. Con los ojos cargados de lagrimas observo el rostro de mi mejor amigo y negando suplico… --Dime que todo fue una pesadilla por favor… !dimelo! --Sam niega. --!Nooo! --grito tan fuerte que automaticamente la habitacion queda sumergida en el mas profundo silencio --dime que es mentira, dime que hubo una equivocacion por favor --las lagrimas caen como una gran cascada y siento cuando los brazos de Sam rodean mi cuerpo. --!Sueltame! --chillo mientras que como una demente me pongo de pie y con ira observo a los presentes, se que todos me quieren acompanar y consolar, pero en este momento quiero estar sola, soy la unica que ha perdido a alguien muy especial y la presencia de todos me hace sentir mas sola e incomprendida que nunca. --!Fuera! --grito --todos se van --caigo de rodillas sobre la moqueta y tomando mi rostro con ambas manos lloro… mi alma llora. La soledad me acompana durante las horas de vuelo, donde ya nadie intento hablarme… apenas una joven azafata se limito a traerme una pequena botella de agua y darme el pesame. Debi reconocer el cuerpo, algo de las cosas mas fuertes que vivi en mis veintiocho anos de vida, y aunque fue una de las cosas mas inapropiadas del mundo, Samuel me acompano, el forense retiro la sabana que cubria a mi esposo sobre la fria camilla metalica, a pesar del palido color de su piel y labios, aun seguia siendo el… mi esposo, la persona que elegi para dar el si… mi companero. Doy un paso y sin saber que hacer tomo una de sus frias manos entre las mias, acaricio sus largos dedos entre los mios… sus unas moradas, los golpes varios en el pecho que causaron el accidente de transito que arrebato su vida, uno grande en su abdomen, otro en el pecho y alguno mas en la frente. --Fue una rotura de bazo senora --agrega el medico forense --tambien habian danos en algunos organos mas, mi mas sentido pesame senora --agrega con educacion.

  • La noche de los Nibelungos de Miguel Angel Casau

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    Alex Sistiaga se encuentra de paso en su ciudad natal asistiendo al entierro de uno de sus mejores amigos. Alli se reune con otro buen companero de toda la vida. Juntos, charlan sobre los viejos tiempos y disfrutan recordando aventuras de su adolescencia. Pero, una vez acabadas las exequias, mientras dan un paseo por el puerto deportivo, algo anomalo ocurre en la ciudad: hay una caida generalizada de las conexiones moviles y de internet coincidiendo con el paso de un enorme meteoro en el cielo. Casualidad o no, a raiz de este acontecimiento comienza "La noche de los Nibelungos", presagio de una barbarie que pronto se convertira en caos.
    Unas criaturas antropomorfas, hasta entonces desconocidas para el ser humano, emergen de repente entre las sombras masacrando todo lo que encuentran en su camino, por eso Alex los ha bautizado como Nibelungos: entes oscuros materializados del interior de la tierra.
    En realidad, nadie conoce su procedencia o naturaleza, ni el motivo por el que han surgido. Los Nibelungos son un enigma. Un enigma, salvaje y despiadado, que se alimenta de carne humana...

  • Devuelveme la luna de Elena Moreno Scheredre

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    No importa si alguien oso prometerte la luna y le creiste, lo importante es descubrir que nadie puede darte aquello que no posee.Al destino se le puede esquivar, pero el corazon siempre te encuentra.

  • La Prueba de Hierro: Magisterium 1, Cassandra Clare de Cassandra Clare

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  • ?Sueno o realidad? (The diaries of the dandelion 1) de Laura Keller

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    Septiembre de 1991, mi primer dia de instituto.

  • Chantaje 1: Mi peor opcion – Mia del Valle de Mia Del Valle

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    Permitanme advertirles, que esta no es una clasica y autentica historia de amor, ni yo el principe azul de los cuentos de hadas.
    Soy un hombre vengativo, herido, y con sed de justicia. Somos dos clanes enfrentados por el odio de las inmoralidades desde hace anos, pero ya no mas. El destino armo el plan perfecto, puso en bandeja de plata frente a mi, una inocente alma que pagara los danos causados por su sangre. En este caso la venganza es practicamente una obligacion, una forma de sanar dolores y fantasmas que llegan desde el pasado. Solo que, lo que comenzo como un plan perfectamente calculado desde el principio, se desmorona frente a mis ojos, como un castillo de arena a merced del viento.
    ?Cuando sucedio? !?Como?!
    No lo se con exactitud, solamente puedo asegurar que paso y todo lo planeado va a tener que cambiar. aun no se como, porque se compra lo que tiene precio, lo que tiene valor. se conquista.
    Al menos por una noche tendra que ser mia.

  • Coleccion Profundamente Violeta de Mercedes Franco

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    Libro 1

    Violeta acababa de perder el trabajo de toda su vida en Pizzeria Dani, donde era la mesera estrella.

  • En una selva oscura de Nicole Krauss

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    Avalada por autores de la talla de Joseph Brodsky, Philip Roth y Susan Sontag, Nicole Krauss es sin duda uno de los grandes nombres de la narrativa norteamericana actual. Tras su sensacional debut en 2005 con La historia del amor -novela traducida a mas de treinta idiomas y de la cual se han vendido mas de un millon y medio de ejemplares en todo el mundo-, su prestigio no ha hecho mas que aumentar entre el publico y la critica. En esta ocasion, Krauss nos invita a compartir las peripecias de dos personajes que, como en los celebres versos del Infierno de Dante -de ahi el titulo del libro-, buscan con ahinco escapar de la oscura selva en la que viven atrapados.

  • Quien crea la noche de Pedro Sorela

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    El testamento literario de Pedro Sorela: una <> sobre la vida contemporanea en la ciudad.

  • Palabras enredadas de Monica Garcia

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    Derek Foster es el dueno de una prestigiosa empresa relacionada con el mundo editorial. El es un hombre reservado y distante al que no se le conoce relacion con ninguna mujer. Apodado El Indomable entre sus empleados, las mujeres aspiran a seducirlo sin exito. ?Acaso no hay ninguna mujer capaz de reblandecer su corazon?
    Elliana Jones es una mujer que ha llegado a su puesto por meritos propios. Nadie le ha regalado nada en la vida. Todo lo ha conseguido a base de esfuerzo y sudor. Su sueno es publicar algun dia una de las tantas novelas que tiene guardadas en el cajon. Trabaja en la misma empresa que Derek al que no conoce mas que por un encuentro fortuito en el ascensor.
    Cuando recibe una misteriosa invitacion de Derek Foster su primera reaccion es rechazarla. Todo lo que gira en torno a el es demasiado inalcanzable para ella. No quiere ser una conquista mas para un hombre sin escrupulos. Ella es una mujer de principios que cree en el amor verdadero.
    ?Pero estara Derek dispuesto a rendirse ante el rechazo de la bella Elliana? ?Cuales son sus verdaderas intenciones? ?Que tiene ella de especial para el?

  • El poder de las hormonas de Randi Hutter Epstein

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    Un recorrido a lo largo de la historia las hormonas lleno de personajes y escenas tan cinematograficos como la Novia Gorda de un circo, un sotano lleno de cerebros metidos en tarros y una pareja enamorada que fue pionera en el tratamiento de las personas intersexuales, pero tambien audaces investigadores y medicos. Seremos testigos tanto de los grandes triunfos cientificos como de las grandes tragedias humanas en esta es historia que ilustra nuestro afan por comprender como nos controlan las hormonas y nuestro insaciable impulso de controlarlas a ellas (y quizas controlarnos tambien a nosotros mismos). La historia de las hormonas es la historia de nuestra relacion con ellas, una historia de nuestra sexualidad, nuestros deseos y nuestros cambios de humor: la historia de todo aquello que hace que nosotros seamos nosotros.

  • Como el arcoiris despues de la tormenta (Dos Amigas 1) de Sabrina Mercado

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    Estaba oscuro, pero le agradaba. La suavidad de las sabanas envolvia su desnudez. Escuchaba una musica que le gustaba. El le decia al oido que esa era su cancion. Y que su voz le cantaba a ella. Solo a ella. Sus manos la recorrian y ella disfrutaba. Cada parte que tocaban la hacian estremecer. Habia besos. Fogosos, calientes. Sus lenguas entrelazadas la encendian mas y mas. Temblaba. Vibraba. Enardecia. Ella deseaba todo, necesitaba todo. Se ahogaba en un extasis infinito. Queria mirarlo a los ojos, pero no podia. ?Por que no podia? Queria ver su rostro, pero desaparecia… Finalmente todo desaparecia… PRIMERA PARTE La tormenta Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Julio Cortazar Amo tus pies porque anduvieron sobre la tierra y sobre el viento y sobre el agua, hasta que me encontraron. Pablo Neruda 1 Habia comenzado el invierno. Gris. Frio, muy frio. Tan frio como el que sentia en su corazon. <>, pensaba, mientras se ajustaba las medias negras de seda. Era tarde. Otra vez. ?Cuantas veces se habia quedado dormida en el ultimo mes? Ya no importaba. En la oficina lo sabian. Apuro los zapatos de taco y el sweater gris. Que ironia. Se vestia con los colores del clima. Su estado de animo podia verse a traves de su ropa. La ventana de su cuarto dejaba entrever un plomizo y oscuro cielo de amanecer tardio. La misma ventana que alguna vez le habia mostrado los colores del mundo, en ese momento solo revelaba grises. Otra gran ironia. El ruidito de su celular la saco de sus cavilaciones. Pero no habia tiempo para revisar los mensajes. Tomo la cartera, la llaves… ?se olvidaba algo? No importaba. !Era tarde! Y salio al mundo gris. No quedaba otra. En los quince minutos que llevaba en el auto, la calefaccion empezaba a surtir efecto. Afuera comenzaba a garuar. Menos mal que se habia quedado con el auto. Total el no lo usaria y para ella era fundamental. Y ahi estaba… El otra vez. ?Cuanto le habia llevado esa manana traer su recuerdo? Menos de una hora. Teniendo en cuenta que se habia quedado dormida, era todo un record. Por lo general pensaba en el apenas abria los ojos y miraba el lado vacio de la cama. Porque ella seguia durmiendo en su mitad. Amanda le decia, con razon, que se le iba a gastar solo una parte de las sabanas, y que durmiera una noche de cada lado. ?Como se le ocurrian esas cosas? Es que Amanda era asi. Todo lo que respectaba a Amanda era divertido, alegre, ameno. ?Como podria? Todavia no hacia un ano que se habia separado (definitivamente, porque habia tenido varias rupturas y reconciliaciones), y su mundo era feliz. No le molestaba cargar de aqui para alla con el pequeno Joaquin, su hijito de cuatro anos. Al menos ella no tenia hijos. O tal vez eso era lo malo… Si tuviera un hijo no se sentiria tan sola, tan vacia, tan… tan fuera de su eje. Estaciono el auto en el parking del edificio central. Su oficina era un anexo y quedaba en la otra cuadra. Mejor asi. Mas tranquilo y acogedor. Amanda la alentaba a que pidiera el pase a una oficina de otro edificio. !Estaba lleno de tipos! Solteros, casados, divorciados. Pero ella no queria un tipo. Ella solo queria a su gran amor para toda la vida. Asi lo habia llamado siempre. Se puso el abrigo, se enrollo la bufanda roja (regalo de Amanda, que siempre queria ponerle un poco de color) y salio al frio matinal. Una cuadra se hacia rapido. Y ella no queria tipos. El olorcito a cafe recien hecho le desperto los sentidos. Ni siquiera paso por su escritorio. Fue directo a la cocina. Ahi se encontro con Karen, de Legales. --?Otra vez te quedaste dormida? --pregunto entre intrigada y preocupada. --Si. --Fue todo lo que recibio por respuesta. --Tranquila, ya lo vas a superar. Es dificil. Lleva tiempo. Le acaricio el brazo derecho y salio de alli con su taza de te de menta. ?Que cuernos podia saber ella? Estaba casada hacia dos meses. Su vida navegaba en un mar de petalos de rosa. Karen, la joven y atractiva Karen. Habia conocido a su esposo en la oficina de conferencias del edificio central. Era uno de los tipos. !Se habia casado con uno de los tipos de Amanda! Bueno, no de Amanda. No creia que Amanda hubiera salido con Pedro (?o era Pablo?). Daba igual. Era uno de los tipos de los que hablaba Amanda, y Karen se lo habia apartado. Tal vez, despues de todo, no fuera tan mala idea mudarse al gran edificio. Su trabajo era independiente, estaba sola en su despacho, y salvo por las reuniones semanales con su jefe, no tenia necesidad de permanecer ahi, en las antiguas oficinas. Pero se sentia a gusto en medio de los viejos anaqueles y las repisas atestadas de libros. Entre esas paredes habia iniciado sus actividades la pequena empresa familiar treinta anos atras, y se habia convertido en una gran compania. Ella habia sido parte de ese crecimiento. No, definitivamente no se mudaria. Y mientras pensaba en ello, se quemaba la lengua con el cafe. Salir a almorzar con su amiga era una de las pocas cosas que la animaban en el ultimo tiempo. Pero habia llegado tarde, y si se tomaba esa hora sagrada, iba a tener que quedarse despues de hora en la oficina. Encima tenia trabajo atrasado. Que mas daba. Nadie la esperaba en casa. Bueno, estaba Pipo. Su gato anaranjado rescatado de la calle. El si que tenia devocion por ella. Era un gatito especial. Pero no iba a morir de hambre. Habia pasado cosas peores antes de conocerla. Se encontraron a la una en punto en el barcito de la esquina. Amanda podia tener muchos defectos, pero la impuntualidad no era uno de ellos. Siempre llegaba a horario a todos lados, ya fuera a una reunion de trabajo, a una fiesta o a la cita con el dentista. Tendria que hacerle confesar el secreto. Ella, por mas que se lo propusiera, nunca lograba llegar a la hora convenida. Por eso, cuando se encontraron en el horario establecido, Amanda la beso y la abrazo como si fuera su cumpleanos. --!Epa! No exageremos --contesto Lola al efusivo saludo. --Algo te pasa. Definitivamente tenes alguna enfermedad, de esas bien raras. --Deja de decir pavadas, queres. Tenia que salir de la oficina. No aguantaba mas. --Otra vez lo mismo --asevero Amanda arqueando las cejas. --Si. ?Que puedo hacer? No lo controlo. Desde que habia sucedido la circunstancia, como solia llamarla, los episodios se repetian. Falta de aire, sofocacion, jaqueca. Todas juntas y de repente. No lo podia manejar. --Ataque de panico. Eso es lo que tenes. Lo busque en Internet --dijo Amanda categoricamente. --Callate. Ataque de panico es otra cosa. Son nervios, nada mas. Estando aca con vos se me pasa.

  • Unas merecidas vacaciones de Marta Flores

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    Candela me estaba haciendo un sandwich contra la ventanilla del avion, con la intencion de poder obtener las mejores vistas mientras despegabamos. --Joder, hija, pero que bruta eres--resople. --Mira Lola, no te quejes, que esto te pasa por adjudicarte la ventanilla, tambien tengo derecho a ver--repuso. --Bueno, pues a la vuelta te hare lo mismo--replique. --Como no, mi Lola tocapelotas desde que nacio. Ella es todo solidaridad... --Pero no puedes vivir sin mi. -- Le hice una burla con la lengua y casi me la arranca-- !Animal, echa para alla! --le dije, pues era temible. Candela y yo eramos amigas desde que teniamos uso de razon. Nos conocimos a raiz de que nuestros padres se fueron a vivir a una zona residencial de nueva construccion cuando nosotras contabamos con siete anos. Desde entonces habia llovido mucho, tanto que ahora acababamos de cumplir los veinticuatro. Pasados los anos, seguiamos viviendo en el mismo lugar y nos habiamos convertido en inseparables; eramos carne y una, como dos hermanas. No en vano, desde bien pequenas soliamos quedarnos a dormir la una en la casa de la otra los fines de semana y para colmo estudiamos juntas en el mismo colegio e instituto. La guinda del pastel supuso que las dos nos decidieramos a cursar la carrera de Periodismo, que acababamos de culminar. Y, orgullosos como estaban de nuestro curriculum academico, como regalo de fin de carrera nuestros padres nos pagaron un viaje a una isla del Caribe mexicano llamada Holbox. La isla en cuestion era de las menos explotadas y mas bonitas del Caribe; con hamacas dentro del mar y unos simpaticos carteles de colores dentro del agua que venian a recordarte que estabas en el eden... En definitiva, una autentica pasada. Lo sabiamos de buena tinta porque una amiga estuvo el verano anterior y desde que colgo las fotos en Facebook nos quedamos prendadas de aquel lugar; lo contemplamos como un sueno para pasar unas merecidas vacaciones y por fin habia llegado el momento. El vuelo fue de lo mas desesperante, nada mas y nada menos que diez horas en las que le dimos unas cincuenta vueltas al avion. Ademas, al volar de dia, ?quien era la bonita que dormia? Bueno solo conseguimos hacerlo un par de horas, que ya podrian haber sido unas cuantas mas, pero no... --Candela, no puedo dormir, estoy que me subo por las paredes...--me queje. --Pobrecita ella, mira, te lo advierto, no empieces a dar la brasa que sabes que una de mis virtudes no es precisamente la paciencia. --Ya, pero es que no puedo pegar un ojo, Candela...--insisti. --?Quieres probar mi puno? --Me lo enseno--Puede ser un magnifico somnifero, lo que ocurre es que tu todavia no eres consciente de ello. -- Me sonrio con cara de malvada. --Mira, no te voy a decir lo que puedes hacer con tu puno porque me has pillado en un dia fino, ten amigas para esto--resople. Aquel era el pan nuestro de cada dia, parecia que nos llevabamos como el perro y el gato, pero era pura fachada y apariencia; nada mas lejos de la realidad. Yo por mi Candela MA-TA-BA y estaba segura de que ella sacaria tambien la artilleria pesada si alguien quisiera hacerme dano. Ibamos de lo mas nerviosas; leyendo, escuchando musica, charlando, comiendo todo lo que habiamos comprado en la terminal antes de embarcar, mas aquello con lo que nos habian obsequiado a bordo... En resumidas cuentas, que teniamos muchas posibilidades de aterrizar redondas de tanta porqueria como nos estabamos metiendo en el cuerpo; por decirlo de otro modo, que iba a ser mas facil saltarnos que darnos la vuelta, !que exagerada soy! --?Falta mucho para llegar, por favor? --le pregunto ella a la azafata y yo esboce una sonrisilla socarrona, pensando en que era la misma chiquilla que preguntaba lo mismo una y otra vez a nuestros padres de ninas, cuando ibamos en el coche con los suyos o con los mios. --Pues exactamente quince minutos menos de la ultima vez que me lo pregunto--le respondio la azafata sin senal alguna de que su actitud le molestara. La mire con cara de "eso es lo que hay" y volvio a ensenarme el puno; esperaba no probarlo, no tenia yo ganas de lena. Candela era de lo mas alocada, al igual que yo. La espontaneidad era una constante en ambas y se nos ocurria cada cosa que mas de una vez deberiamos haber dejado de lado; pero eramos impulsivas, por lo que teniamos asumido que no resultaria sencillo cambiarnos. Lo mejor del caso es que nos complementabamos a la perfeccion, y esa era una gran ventaja porque ahi estaba la una para cubrirle las espaldas a la otra siempre que fuera necesario; que era bastante a menudo, por cierto. En el amor habiamos tenido rolletes, no lo ibamos a negar, pero sin pasar a mayores. De hecho, nuestra prioridad siempre fue la de terminar los estudios y convertirnos en periodistas; a poder ser del corazon, nos gustaba el cotilleo televisivo hasta decir basta... Por fin nos avisaron de que el avion iba a aterrizar, de lo contrario me hubiera tirado de todos y cada uno de los pelos de mi cabeza. --Estaba al borde del suicidio, Lola, palabrita del Nino Jesus--rio Candela. --Y yo iba a ver como lo hacias tu para seguir el mismo camino, no podia mas--refunfune. --Ah, no, ?aguantarte tambien en otra vida? Deja, deja--se quejo en broma. --En una y en siete, como los gatos, ?donde irias tu sin mi? --Le di un abracito. Una ola de calor nos azoto al salir, pero lo preferia... En el avion estaba esperando que salieran pinguinos a hacernos compania, pues la temperatura era exageradamente baja; la tripulacion se habia pasado tres pueblos al seleccionarla. --Yo creo que la tension se me ha bajado hasta los pies--murmure al observar el percal. --Pues no te preocupes, que ya veras que la juerga te la eleva, la tension digo... Y otras cosas, la libido, por ejemplo. -- Me guino el ojo y echamos a andar en la misma direccion; claro, no iba a ser en la opuesta. Cien por cien animadas, asi habiamos aterrizado en un lugar con el que tantas veces habiamos sonado. Todo gracias a nuestros padres, que eran unas bellisimas personas y que no habian reparado en gastos para ofrecernos el gran capricho de nuestras vidas. Vivir aquella experiencia con Candela, mi hermana del alma, no tenia precio. Aquel se nos antojaba como un viaje de esos que con los anos terminas contando a tus nietos. Vaya dias que teniamos por delante y vaya lujo poder poner los pies en una zona de esas que sirven para dar color a las portadas de las revistas. Como no, ya me salio la vena reportera... Pasamos el control de migracion, cogimos las maletas y nos subimos en el coche que nos esperaba para trasladarnos hasta el ferry que nos llevaria a la isla. !Ya estabamos en el paraiso! CAPITULO 2 El camino fue alucinante, en plena naturaleza, asi era la zona de Yucatan; color, vida, una mezcla tan explosiva como fascinante... Ambas mirabamos a un lado y otro como queriendo conservar en nuestras retinas un espectaculo vital que no sabiamos si nuestros ojos volverian a presenciar. Parecia mentira pensar en lo estresadas que habiamos estado hasta hacia solo en unos dias, con los examenes finales, y el relax que nos invadia ahora... La noche y el dia; un contraste que me hacia sonreir. Mire a Candela y se me ocurrio que ella debia estar pensando en algo parecido, pues yo percibia que se movia a camara lenta, o esa impresion me daba. Su sonrisa se enmarcaba en un rostro que hablaba de emocion en primera persona. Nos dejaron delante del ferry, sacamos los billetes y embarcamos rapidamente. En tan solo media hora estariamos en nuestro destino, merecia la pena vivir el momento desde la cubierta, Coronita en mano, la cerveza estrella del pais. Llegamos a la isla y un carrito como los de golf nos esperaba. Nos habian informado de que lo ibamos a tener a nuestra disposicion durante toda la estancia para movernos por la isla y subidas en el llegamos a nuestro alojamiento; una habitacion en un pequeno hotel frente al mar. En realidad, su ubicacion se asemejaba a la de alojarte en una calle; delante del hotel estaba la carreterita por donde pasaban los mencionados carros de golf con los que se movian los turistas por la isla; a continuacion, la arena con hamacas de todo tipo y, por ultimo, el mar... Ese infinito repleto de hamacas colgantes de colores y arriba, en letras grandes y a todo color, el letrero con el nombre de la isla, rebosante de vida.

  • Hasta que el camino se acabe (Bilogia Amame 1) de Priscila S

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    Peter llego como cada dia a su instituto. Este se llamaba Instituto Puente Marco. Estaba cruzando el puente que separaba Espana de Portugal a unos pocos kilometros. Al llegar vio a su mejor amigo Carlos, este estaba con su novia Alba. Era una chica delgada y bajita, pero con una cara muy linda. Carlos vivia en Espana y Peter en Portugal, pero eran amigos desde la infancia, casi hermanos. --Hola, chicos --saludo Peter al llegar. Carlos se separo de Alba y saludo a su amigo. --Hola, ?que te paso ayer? Me dejaste tirado en la fiesta de Arturo --exclamo Carlos. Peter sonrio con picardia. El dia anterior estuvieron en una fiesta que dio su amigo Arturo. La fiesta la hizo sin motivo aparente, el lema de Arturo era que si tenias ganas de fiesta ?por que no hacer una? Peter dejo tirado a Carlos porque se fue con una chica. Estuvo con ella toda la noche. Asi se divertia el, no tenia compromiso con ninguna, si le gustaba alguna iba a por ella sin mas. --Me fui con Melody --respondio alzando las cejas. -- ?Me dejaste tirado por esa? Estas perdiendo facultades hermano. --Anda callate y vamos a entrar, que ya falta poco para terminar la tortura del instituto. Les faltaba poco para terminar y coger vacaciones. Aunque en realidad ya se graduaban. Segundo de bachillerato habia sido muy duro para ambos. Entraron en la primera clase de Fisica. Al entrar lo primero que dijo la profesora es que tenian un examen. Peter bufo, se olvido por completo del examen que tenian, menos mal que era un chico que atendia en clase y pocas veces le hacia falta estudiar. Despues de una hora haciendo el examen, salieron de clase y se fueron a la cafeteria. Se sentaron en una de las mesas que habia cerca de la ventana. Carlos y Alba estaban todo el rato besandose y no hablaban con Peter, este llegaba a tal punto de levantarse e irse, no los aguantaba. Se levanto como cada dia para dejarlos tirados. Fue hasta la salida y, al llegar, choco con una chica rubia, jamas la habia visto. --Lo siento --se disculpo ella. Peter la miro y se quedo sin habla. Era una chica preciosa, tenian el pelo largo y sedoso, los ojos verdes mas bonitos que habia visto y una boca tan perfecta como ella misma. --No, lo siento yo --respondio Peter. La chica lo miro y le sonrio. A Peter casi le da un micro infarto al ver esa sonrisa. --No por favor, iba distraida, todavia no conozco bien el edificio. -- ?Eres nueva? --pregunto Peter. Ella asintio sonriendo. <<Joder, espabila Peter>>, penso. --Perdon, ni siquiera me he presentado. Me llamo Bibiana --se presento extendiendo la mano. --Encantado. Soy Peter. --Cogio la mano, encantado. Escucharon una tos que provenia de detras de ella. Eran unos chicos que querian entrar en la cafeteria y como ellos estaban en medio no podian pasar. Bibiana se aparto y los dos rieron al darse cuenta. Peter le dijo a Bibiana que fuera con el, le iba a presentar a sus amigos, asi por lo menos conoceria a alguien mas. Llegaron hasta donde estaba Carlos y Alba y estos dos seguian en la misma postura de minutos atras cuando Peter los dejo. --Carlos, para de una vez que te la vas a tragar --hablo Peter haciendo reir a Bibiana. Peter inconscientemente se quedo mirandola embobado como reia. Carlos paro de besar a Alba y miro a Peter para luego pasar la mirada a Bibiana. Carlos se quedo mudo al ver a Bibiana. --Carlos esta es Bibiana, es nueva --le presento Peter. Este se levanto y le dio dos besos a Bibiana. Eso a Alba no le hizo mucha gracia. --Ella es Alba la novia de Carlos --dijo Peter al darse cuenta como Carlos miraba a Bibiana. Queria marcar territorio, el la vio primero. Bibiana no borraba la sonrisa de la cara. Era una chica muy simpatica y risuena y tenia a los dos amigos completamente hipnotizados. Cuando acabaron las clases Peter se ofrecio a acompanar a Bibiana a su casa y ella acepto. Por el camino iban hablando de sus familias y conociendose. Ella era andaluza, concretamente de Cadiz, pero por motivos de trabajo de su padre se mudaron a Badajoz y ahi estaba. La vida de los dos era muy parecida, puesto que Peter era de Francia y por motivos del trabajo de su padre se mudaron a Portugal. Se les hizo el camino muy corto para seguir hablando, pues ya habian llegado a la casa de Bibiana. -- ?Te gustaria salir conmigo? --pregunto Peter. Bibiana asintio nerviosa. --Claro estaria bien --acepto nerviosa. Se despidieron y quedaron para salir. Por la tarde la recogeria Peter para llevarla a una cafeteria del centro de Portugal donde hacian las mejores tortitas del mundo, segun Peter. Al llegar la tarde Peter llego a casa de Bibiana sobre las seis. Bibiana salio de su casa y nada mas ver a Peter se le ilumino la cara. El le sonrio marcando los hoyuelos que le salian en la cara y haciendo que Bibiana se derritiera por completo. Se montaron en el coche y emprendieron camino hacia la cafeteria. Despues de unos cuarenta minutos de camino llegaron a su destino. La cafeteria por fuera se veia moderna, pero luego al entrar era rustica y antigua. A Bibiana le encanto la decoracion. Todo era de madera oscura lo unico que resaltaba eran las cortinas de color azul claro. Era muy acogedora. Pasaron la tarde comiendo tortitas y tomando batidos de chocolate. Lo estaban pasando genial. Peter se sentia raro, el jamas hizo eso con una chica, pero con ella era diferente. No sabia el motivo, lo unico que sentia era que con ella debia de ir despacio, con ella queria ir despacio. Le gustaba mucho. Se dio cuenta nada mas verla sonreir. Porque al ver esa sonrisa sabia que queria verla por el resto de su vida. Capitulo 1 Ano 1990 Dos semanas despues. Ya habian terminado el instituto. Peter se graduo con honores, en cambio a Bibiana le quedaba un ultimo ano para acabar. Peter y Bibiana cada vez estaban mas unidos, aun no eran nada solo eran amigos, de echo ella, Peter y Carlos se habian convertido en los mejores amigos a todos lados iban juntos. Carlos llevaba una semana de solteria su novia Alba lo habia dejado porque al graduarse se fue a Nueva York con sus abuelos, ella siempre quiso estudiar periodismo y alli tendria mas oportunidades que en Europa. Peter iba a estudiar arquitectura y Carlos queria ser piloto y la manera mas facil para conseguir eso era metiendose en las fuerzas armadas. Ya lo tenia mas que decidido, en unos meses Carlos se iria. Bibiana estaba metida en el conservatorio, ella queria ser bailarina y cuando terminara el instituto se meteria de lleno en lo que era su pasion. La tercera semana habia pasado muy rapido y en un pueblo que habia cerca de Badajoz empezarian las fiestas, las que los chicos no se perdian por nada del mundo y esta vez llevaban a Bibiana que estaba como loca por ir. *** Peter estaba en la cocina, comeria algo antes de ir a recoger a Carlos y Bibiana. En ese momento entro su padre. --Hola hijo, ?como estas? Hace dias que no hablamos --expuso su padre sentandose al lado de el. Su padre era un hombre muy estricto que estaba chapado a la antigua. El era arquitecto de ahi que Peter estudiara eso. --No digas eso papa, ya sabes que estamos en vacaciones y comienzan las fiestas. Y sabes que pronto se me acabara la libertad y no podre disfrutar tanto. --Su padre asintio, Peter tenia razon, pronto tendria que ir a la universidad y se le acabaria todo. -- ?Iras a la universidad de Francia? --pregunto su padre. Su hijo se quedo mudo, el no queria ir a la universidad de Francia, queria quedarse en Portugal, no iba a dejar de ver a Bibiana. --Estudiare aqui --respondio muy seguro. Su padre le echo una mala mirada, no estaba de acuerdo, segun el tenia que ir a la misma universidad que el, pero Peter habia cambiado de parecer. En un primer momento si penso ir a Francia, pero despues de conocer a Bibiana, todo eso cambio y ya no estaba seguro de querer irse. --De eso nada, iras a Francia y no hay mas que hablar --sentencio su padre levantandose para irse. --Lo siento, papa, pero no voy a ir a Francia, ya soy mayorcito para poder decidir por mi mismo, ?no crees? --Se levanto y se fue, dejando con la palabra en la boca a su padre. Estaba harto de tener que hacer lo que su padre queria. -- !Esta conversacion no ha acabado, Peter! --grito antes de que este saliera por la puerta. Miro a su padre y nego con la cabeza. Salio de casa con un cabreo monumental. Se metio en su coche y fue primero a por Bibiana. Al llegar le dio al claxon para que supiera que habia llegado. Bibiana no se hizo esperar y salio de la casa directa hasta su coche. Cuando la vio con ese vestido verde que llevaba se le cayo la baba. Estaba preciosa. Entro en el coche y Bibiana fue a darle un beso en la mejilla, pero la necesitaba tanto que le viro la cara para que el beso llegara hasta sus labios, conectando todos sus sentimientos, haciendo que sus corazones latieran a un ritmo infernal. Bibiana al principio se quedo estatica no sabia que hacer no se lo esperaba, pero despues no pudo mas que corresponder ese beso que habia deseado tanto desde el dia que se conocieron. Al separarse ella estaba roja como un tomate y Peter le sonrio y acaricio su mejilla. --Estas preciosa --expuso con su mano aun en su mejilla. --Gracias, tu tambien estas muy guapo --respondio echa un manojo de nervios. Estaba tan nerviosa que pronto se desmayaria. Peter lo noto y le cogio la mano para luego besarle los nudillos. -- ?Preparada para pasarlo bien? --pregunto Peter. Ella asintio y este arranco. Fueron a recoger a Carlos. Este al llegar ya los esperaba en la puerta con cara de cabreo. --Joder, ?por que habeis tardado tanto? --pregunto Carlos. --Por nada --contestaron los dos a la vez. Se miraron y soltaron una carcajada. Carlos los miro y fruncio el ceno.

  • El infierno en tu piel de Camucha Escobar

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    Magia negra. Un pueblo sembrado de cadaveres de mujeres con el corazon arrancado. Un hombre al que todos senalan. Odios politicos que enfrentan a vecinos, amigos y hermanos. La enfermedad endemica del miedo. Y un amor que arde al borde de los convencionalismos.

  • Alaska. La vida en la cabana de Ariadna Baker

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    Cuando Dakota se siente al borde del precipicio, con un matrimonio fracasado y una casa de la que deshacerse para separarse de su marido por completo, aparece Otto, un policia que llega nuevo a la ciudad y con un fracaso sentimental reciente.
    Su relacion comienza poco a poco e ira en aumento. Pero algo inesperado los separara antes de lo que imaginaban.
    ?Podran, despues de lo ocurrido, retomar su relacion?
    Un amor que marcara un antes y un despues en la vida de los protagonista

  • Proyecto Thule de Javier Mas

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    Cinco caminos conducen a la verdad que ocultan la CIA y la Sociedad Thule sobre el final de los jerarcas nazis y la tecnologia militar que deslumbro al mundo. Una investigacion que destapa la conexion de la Sociedad Thule con Espana y Hitler y que pone al descubierto la importancia que tiene hoy dia Madrid y Valencia para el entramado politico-economico contra el que lucha la CIA. Un thriller apasionante, lleno de misterios, revelaciones sorprendentes, realidades historicas y claves que el lector tendra que descubrir poco a poco.

  • Alto riesgo de Lee Vincent

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    ..William Taylor tiene muchas razones para ser un renegado. Ha vivido en las calles de Nashville rodeado por la hermandad de motociclistas Los hijos de la noche y ha conocido de cerca la traicion y la dolorosa perdida de un amigo.

  • Dulce como la miel de Susan Wiggs

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    Isabel Johansen, una reputada chef criada en la apacible poblacion de Archangel, habia decidido transformar su hogar en una exclusiva escuela de cocina, un lugar unico al que otros sonadores, como ella, pudieran acudir para aprender el arte culinario. La hacienda de Bella Vista, salpicada de huertos de manzanos, frondosos jardines y colmenas, era el lugar ideal para el proyecto de Isabel. y tambien el lugar perfecto para olvidar su pasado.

  • Una y mil veces que me tropiece contigo de Carol B. A

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    ?Que buscas en una novela romantica?

  • Estare ahi de Sophie Saint Rose

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    Alexia practicamente acaba de llegar a Nueva York y liarse con su jefe era un autentico sueno. Cuando Rod da el paso en la fiesta de Navidad, no lo duda ni un momento dispuesta a todo. Las reglas eran claras, mientras aquello durara, nada de ninos y en la empresa silencio absoluto respecto a lo suyo. Despues de dos anos, su fria actitud hacia ella fuera de la cama, empezaba a molestarla. Ya era hora de dejar al jefe.

  • Los Maple de John Updike

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    En 1956 el conocido escritor John Updike publico un cuento, <>, sobre una pareja joven, Richard y Joan Maple, al comienzo de su matrimonio. En las dos decadas siguientes, regreso a estos personajes una y otra vez, trazando sus anos juntos: los reencontramos criando a sus hijos, viviendo momentos de felicidad y enfrentandose a la infidelidad y el distanciamiento. En 2009 los relatos se reunieron en un solo volumen, como una novela, con un epilogo que nos devuelve a la vida de los Maple mucho despues de su desgarrador divorcio.
    A lo largo de sus vicisitudes, esta peculiar pareja muestra mas vitalidad, alegria de vivir y amor que muchas parejas casadas felizmente.

  • Los asquerosos de Santiago Lorenzo

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    Manuel acuchilla a un policia antidisturbios que queria pegarle. Huye. Se esconde en una aldea abandonada. Sobrevive de libros Austral, vegetales de los alrededores, una pequena compra en el Lidl que le envia su tio. Y se da cuenta de que cuanto menos tiene, menos necesita. Un thriller estatico, una version de Robinson Crusoe ambientada en la Espana vacia, una redefinicion del concepto <>. Una historia que nos hace plantearnos si los unicos sanos son los que saben que esta sociedad esta enferma. Santiago Lorenzo ha escrito su novela mas rabiosamente politica, lirica y hermosa.

  • Una Historia De Cadiz de Monica Lopez

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    Nunca has sentido que no perteneces al lugar en el que has nacido? Ese mismo lugar lleno de edificios grandes, calles largas, coches y gente. Ese lugar que tiene museos, parques gigantes y en el que, sin embargo, no encuentras tu sitio. Yo habia perdido toda ilusion, todos los suenos que yo habia tenido, los habia perdido en ese lugar. Habia una sola cosa que yo queria hacer, escribir, e incluso eso me lo habia robado esa ciudad. Estaba frustrada por no poder encontrar aquello que queria hacer, y pensaba que estaba logrando perderme a mi misma mientras me tumbaba en ese jardin lleno de tulipanes amarillos, bajo el cielo azul, cielo nublado o cielo estrellado. Aunque, tambien pensaba que podria quedarme a vivir alli para siempre, sabia que no podia quedarme toda la vida viviendo en una burbuja, tenia que atreverme, salir y buscarme. Pasaba mucho tiempo leyendo libros de autorrealizacion y seguridad en uno mismo que tenia mi madre por la casa. No encontre nada al principio, pero despues empece a leer cosas sobre que tenia que salir de mi zona de confort y buscar nuevos objetivos. Si, una absoluta tonteria. <>, me pregunte una noche. Me gustaba escribir, aquello era mi pasion; me gustaba caminar sin rumbo, fijandome en cada pequeno detalle, sabiendo que luego podria describirlo con mil palabras; me gustaba tumbarme con la cabeza apoyada en las piernas de mi madre y que ella acariciara mi pelo con calma. Me gustaba la sensacion que proporcionaba mi hogar, la comodidad, el carino y la confianza. Queria seguir sintiendo eso y no sentir que estaba perdiendolo por completo cada dia que pasaba. Los dedos de mi madre, cada ano mas arrugados, se movieron desde mi oreja hasta el final del pelo. Podia sentir el avance mechon a mechon hasta llegar a las puntas haciendome cerrar los ojos. La television sonaba de fondo con aquella serie antigua que tanto le gustaba, y su risa hacia sacudir su cuerpo transmitiendo el movimiento. Esa mujer me hacia tan feliz de una forma que no podria explicar nunca. --?Que te pasa, nina? --pregunto bajando la voz del televisor. Me acomode boca arriba y mire su cara desde mi posicion. Recordaba la primera vez que la vi. Tenia seis anos y la mujer de los servicios sociales me dijo que habia una persona que queria conocerme. Parecia que estaba conociendo a una princesa Disney, a la mismisima Pocahontas. Su pelo era largo por la cintura y liso, adornado con una cinta de un color amarillo fuerte, era joven y alta. Iba ataviada con una falda azul clara que le cubria las piernas hasta los tobillos y una camiseta blanca con una rosa azul en medio. Sus ojos verdes me atravesaron con fuerza y senti como mi corazon se habia apretado con emocion, como si tuviera el presentimiento de que aquello iba a salir bien. Ahora, su cara estaba surcada por arrugas que parecian dunas sobre su piel morena, su pelo continuaba siendo negro como la noche, y sus ojos seguian teniendo ese brillo de felicidad. --No me pasa nada --menti. Asintio y sonrio mostrando sus perlas blancas. En algun punto de mi vida, cuando me habia dado por la pintura e incluso compre lienzos blancos y tubos llenos de colores, habia querido pintarla llevando sus faldas blancas largas estilo hippie y sus pendientes de bolitas que le habia hecho cuando era pequena, los mismos que llevaba cada dia. --Ultimamente estas muy callada y tu nunca estas callada. --Puedes estar tranquila. El trabajo se esta volviendo mas complicado y estoy cansada, solo eso. --No queria decirle que no queria vivir mas alli y que sintiera que aquello era por ella. Definitivamente ese no era el problema--. Guille quiere meter otra seccion y le he explicado que es una tienda de antiguedades, no un centro comercial. Se mantuvo en silencio durante unos momentos. Segundos eternos en los que senti la necesidad de sentarme y mirar la television para huir de sus ojos acusadores. Ella podia llamar a Guillermo y comprobar que, efectivamente, me habia inventado toda esa historia. --Marta, te conozco desde que tenias la cabeza del tamano de un garbanzo--dijo. Continue sin mirarla porque no me atrevia a hacerlo y derrumbarme--. ?No vas a decirmelo? --Estoy cansada. --Y... Bufe igual que cuando tenia nueve anos y tenia que reconocer que habia hecho algo mal. Ella siempre ponia ese tono que obligaba a continuar las frases, ese tono de regano encubierto. Sin embargo, su expresion se mantenia suave y tranquila, rebosante de amor, una expresion que enganaba. --No puedes obligarme siempre a contarte mis cosas, ?sabes? --Reproche echandole un vistazo. --No le hables asi a una mujer mayor. --Rode los ojos. Dona Maria, como hacia que la llamaran en todos los sitios, se caracterizaba por aborrecer que le llamaran "senora mayor", porque segun ella, era la representacion de la juventud. --Es algo mio, personal, no tengo que contartelo. --?Es por eso de la busqueda de la felicidad? --?Como sabes eso? --pregunte frunciendo el ceno. Puso una sonrisa sabionda y se cruzo de brazos. Entonces, cai en la cuenta--. Has visto los libros. --He visto los libros. Ni recordaba ya la de veces que habia visto la pelicula de 'En Busca de la Felicidad' de Will Smith, eso de que era una historia real me hacia tener esperanzas en que mi vida podia cambiar, porque podia hacerlo, ?no? Eso, junto a los multiples libros que empezaban a ocupar mis estanterias, era todo lo que ocupaba mi tiempo ahora. Todos ellos tenian frases subrayadas, cientos de post-its de colores. Habia una frase que me gustaba especialmente, decia que, <>. Eso es lo que tenia que tratar de hacer. --Estoy frustrada con todo. Siento que tengo que crear algo que me haga feliz y que me haga sentir a gusto conmigo misma y con el entorno y no lo encuentro. --exprese alzando los brazos. Desde pequena, habia sido un tanto exagerada en algunas ocasiones, si alguna cosa se torcia, solia tirarlo todo abajo y me convertia en un ser dramatico y negativo--. !Ni siquiera escribo! --Quieres irte de aqui --frunci el ceno de nuevo y negue con la cabeza mintiendo de nuevo--. No era una pregunta, nina, era una afirmacion. Cuando yo pintaba, necesitaba tener un lugar nuevo cada vez en el que poder inspirarme y crear nuevas cosas. Por desgracia, no siempre tuve la oportunidad, aunque pelee por ello. --No quiero dejarte sola --me lamente sintiendo unas repentinas ganas de llorar. Alzo las cejas y miro a todos lados antes de devolverme la mirada. --?Me ves sola? Soy una mujer independiente y ademas, si necesitara la compania de alguien, Paco ha vuelto a invitarme a cenar. Ese hombre va a terminar con la poca cordura que me queda --Sonrei viendo como trataba de que me sintiera menos culpable, aunque podia ver un rastro de pena en su cara. Tomo mis mejillas entre sus manos y me taladro con aquellos ojos grandes--. Escuchame, tienes que vivir. Mi padre no me dejo cuando yo era joven y lo ultimo que me dijo fue que se alegraba de que hubiera sido tan rebelde y que hubiera hecho lo que queria siempre. Marta, esta vida es un impulso, una vez que naces y saltas, ya solo tienes que disfrutar el camino hasta el agua.--No es tan facil. --No es dificil --rebatio. Se puso de pie y camino hasta su bolso colgado en la puerta, saco el mapa y el cuaderno que habia estado guardando en el cajon de mi mesilla. Incline la cabeza mirandola con un rastro de molestia--. Me tope con esto en tu habitacion. --Te topaste, claro --puse los ojos en blanco y lo cogi cuando me lo ofrecio. --?Que es? --Una tonteria. Ni siquiera sabia por que habia empezado a obsesionarme con aquel lugar. Un lugar mas cerca que el Caribe y mas lejos que la provincia de al lado. Ese lugar tenia todo lo que habia buscado al parecer. Tenia amaneceres templados y atardeceres calientes. Agua que se movia al ritmo que marcaran los vientos y unas murallas que escondian miedos. Habia empezado a entender, sin conocerla, por que le llamaban 'La Cuna de la Libertad'. Pense que, tal vez, aquel era mi lugar porque me estaba identificando con el. Pase horas leyendo historias y escuchando carnavales, siguiendo el ritmo en el mostrador del trabajo con los dedos, marcando la guitarra, la caja y el bombo. Habia sido como descubrir un mundo nuevo, un mundo que parecia hecho a mi medida. Me habia aprendido el mapa descargado de internet de memoria, sabia donde estaba cada calle, cada rincon,... y todo me parecia una locura. --?Quieres irte a Cadiz? --Pregunto. Levante la mirada del cuaderno y la observe. Diciendolo en alto me daba cuenta de que aquello realmente era una locura. Asenti corto y casi invisible--. Me alegro de que por lo menos no sea demasiado lejos de mi. Nunca he estado, ?es un buen sitio? --No he estado tampoco --dije a sabiendas de que ella era consciente de eso. Su sonrisa aparecio, simpatica y suave--. Todo lo que he leido de la ciudad me gusta, encaja con lo que quiero. --Estoy de acuerdo en que te vendria bien cambiar de aires, pero, ?no crees que primero deberias conocer el sitio en persona para saber si quieres vivir alli? Ella tenia razon. Estaba dentro de esa filosofia del "atrevete a vivir", pero habia que tener ciertas cosas en cuenta antes de realizar algun movimiento. No obstante, no habia forma de que yo conociera la ciudad en persona, solo podia hacerlo por Google Maps. Peino su pelo con una de sus manos y me entrego un sobre blanco. Frunci el ceno y la mire extranada. Hizo un gesto con su cabeza instandome a que lo abriera. Dentro habia un billete de avion a Cadiz para dentro de un mes. Alce la vista con los ojos como platos y vi su sonrisa sabionda y sus cejas alzadas. --Pero... --Quiero ayudarte a que busques tu sitio en este mundo, Marta. Eres mi hija, la persona a la que mas quiero en esta vida. Si tu no eres feliz, yo no lo sere. Me lance a sus brazos y le abrace con fuerza con las lagrimas en los ojos. No podia creer que eso estuviera pasando de verdad. --?Tu no vienes conmigo? --Pregunte separandome de ella. --Esto es algo que tienes que hacer por ti misma. Solo prometeme que no lo dejaras a medias, que no te rendiras y que esto te servira para volver a ilusionarte por tu sueno, por escribir. --Lo intentare --dije sin poder parar de sonreir. Dejo un beso en mi frente y se levanto dejandome alli sola. Mire el billete de nuevo y senti un apreton en el estomago. Eran nervios, era emocion, era algo parecido a la felicidad. Por fin, podria pisar la ciudad que me traia de cabeza, podria escuchar su musica, y podria tratar de encontrarme a mi misma. Alli, en Cadiz. T Febrero araree la letra del pasodoble que estaban cantando dos chicas mientras leia algunas de las notas que habia estado recogiendo esos dos dias. Daba gracias constantemente a mi madre porque se hubiera enterado de las fechas en las que se celebraba carnaval en Cadiz antes de coger el billete de avion. Todo habia pasado muy rapido, y estaba decidida a tomarmelo con mas calma los pocos dias que me quedaban alli. Bebi un trago del vaso de naranja y mire alrededor de la plaza repleta de gente con una pequena sonrisa. El sueno estaba haciendose realidad. Comprobe la hora. A pesar de ser solo las nueve de la noche, la gente ya estaba bastante trastocada por el alcohol mientras vociferaban y cantaban a gritos. Yo, por mi parte, me mantuve sentada cerca de las puertas del Gran Teatro Falla, sintiendo la madera en mi espalda y la inmensidad sobre mi cabeza. Fue cuando observaba la plaza que me tope con el. Fue distinto desde el principio, su sonrisa llego incluso antes de que se hubiera acercado, desde lejos con su grupo de amigos. Casi podia notar como las rafagas de levante le empujaban a venir hacia mi trayendo consigo el aroma que contaminaba el aire. Los sonidos se esfumaron y juraba poder oir sus pasos. Senalo la guitarra que sostenia en una de sus manos ganandose una mirada confusa. Ni siquiera podria entender nada de lo que decia aunque lo intentara, esos ojos grises golpeaban con fuerza en mi cabeza. --Soy Cesar. Su voz irrumpio con fuerza llenando la plaza. Los ladrillos del Falla temblaron o tal vez la que temblo fui yo. Su sonrisa aparecio de nuevo y mi parpadeo furioso busco con ansiedad despertar los ojos secos. ?Por que no sabia hablar? ?Por que mis cuerdas vocales parecian haber desaparecido por completo? Mire alrededor buscando alguna via de escape, porque ahora mismo solo sentia que queria huir de alli y esconderme debajo de las sabanas de la cama del hostal. Sin embargo, solo encontre a la unica persona que llevaba cinco minutos frente a mi, esa misma persona que movia uno de los pies al son de otra melodia lejana. El chasquido se hizo en mi cabeza cuando Cesar, como se llamaba el, se sento a mi lado y coloco el instrumento sobre sus piernas hasta que volvio a mirarme. --?Te apetece cantar algo? Siempre es mejor hacerlo si hay musica --su voz llego mas clara, pero yo seguia sin poder responder nada. Las cuerdas de la guitarra chirriaron unas cuantas veces hasta que consiguio dar con el ritmo de un pasodoble que le hizo sonreir. De repente, me entraron ganas de saber que estaba recordando con aquella letra. Cerro los ojos y se dejo llevar mientras la musica salia descuidada y suave. No podia dejar de mirarle mientras el tiempo nos rodeaba, mientras el frio nos calaba los huesos y la gente hablaba alto y bebia mas ruidoso. Llamaba mi atencion como todos ellos cruzaban miradas complices. Todo se habia transformado en un universo diferente lleno de risas, bailes y coreados, de disfraces, purpurina y serpentinas. Veia a la gente en el suelo esperando a que la manana apareciera para regresar a una vida llana y privada de libertad. Libres en un sueno de jovenes frustrados, libres de emociones y presos en instantes que tenian final. --?Por que estas aqui sola? --Pregunto sin dejar de juguetear con la melodia. Le mire y sonrei con alivio, sintiendo que los pulmones volvian a llenarse de aire. --No estoy sola --dije con diversion. Cesar entrecerro los ojos y me miro con una media sonrisa. --Sabes a lo que me refiero. --Si, y a eso respondo. Ahora ya no estoy sola. --Eche un mechon castano tras mi oreja mientras veia su incomodidad--. Soy Marta. De pronto, dejo de tocar y se puso de pie y frunci el ceno siguiendo sus movimientos. No queria que se fuera, no cuando habia sido lo mejor que me habia pasado en la noche. Me sorprendio cuando me observo desde arriba y apoyo el peso en uno de sus pies. --?Quieres dar una vuelta? Todavia hay agrupaciones cantando por las calles --ofrecio. Mire el cuaderno abierto sobre mis piernas cruzadas y rapidamente lo recogi. Quite el boli de detras de mi oreja y lo meti en mi bolsillo. Sin pensarlo, agarre la mano que Cesar habia estirado para mi y me di cuenta de que el estaba disfrazado. Iba vestido de espantapajaros, de uno diferente no era aterrador, parecia sacado de un cuento y no llevaba sombrero dejando que las hebras negras cayeran sobre su frente y se movieran con el aire. Yo no me habia vuelto a disfrazar desde la primera noche que llegue. No veia el sentido a estar disfrazada mientras vagaba sola por las calles. A pesar de que eso pareciese lo mas normal del mundo. --Vamos --acepte sin saber muy bien por que lo estaba haciendo. Nunca habia sido el tipo de persona que se va con desconocidos, pero algo en su cara me decia que el no era malo, que podia estar tranquila. Se alejo por un momento acercandose a su grupo y despues de unos segundos hablando con un chico rubio, le entrego la guitarra y volvio en una carrera corta hasta llegar a mi lado. El silencio mientras caminabamos era comodo. Las pisadas en el suelo lleno de papelillos era lo unico que rompia una escena llena de calma, aunque yo me moria por decir algo. Si nos hubieramos esforzado, podriamos haber oido con claridad el mar chocando con suavidad contra los rompeolas, si me hubiera esforzado... solo un poco, hubiera podido oir mis propios latidos como si fueran truenos. Una marea de sensaciones que gritaban en el silencio. --No eres de aqui, ?no? --pregunto Cesar con las manos aun metidas en sus bolsillos. Negue con la cabeza y aclare la garganta antes de contestar, pero me vi abordada por otra pregunta--. ?Que te ha traido aqui? Aquella pregunta era como una trampa mortal escondida en una interrogacion inocente. La razon por la que estaba alli era algo que ni yo misma podria explicarme aunque lo intentara. Me limite a contestar lo unico que tenia claro. --Es complicado de explicar. --Tenemos toda la noche --sonrio mirandome de reojo. Segundos despues, suspiro al ver que no soltaria prenda tan facil--. Para alguien de fuera, saber donde cantan las mejores agrupaciones, es complicado. --?Por que? --Inquiri alzando una ceja--. Me se cada calle de memoria, he estado embobada viendo el mapa tantas veces que podria indicarte yo misma. --?Eso crees? --reto sin perder la sonrisa. Y de repente, ya no me sentia tan segura de mi afirmacion. Yo no podria saber mas que alguien que era de alli. --Pero esta noche, dejare que me guies --corregi. Asintio sin decir nada. Callejeamos por calles que se alumbraban tenuemente por las farolas que colgaban de las paredes. Calles que estaban silenciosas, hasta que desde otra brotaban las voces y las risas, el sonido de un bombo, el rasgueo de una guitarra. Nos acercamos donde se amontonaban unas pocas personas y encontramos a un grupo de seis personas que iban vestidos de caramelos. Me quede cerca de Cesar y observe la pequena chirigota, que nada tenia que ver con las que salian en el Falla, todo era mas modesto, mas de calle. Tenian un encanto singular, algo diferente. El burbujeo de pequenas risas se extendia en todo el publico. Ni siquiera fui consciente de que habian terminado cuando me encontre a todos ellos aplaudiendo y despidiendose con reverencias graciosas y dando mil agradecimientos. Mire a Cesar y sonrei al verle aplaudir y reir. Era un completo desconocido. No sabia nada mas de el, nada mas que su nombre. Respire hondo cuando sus ojos se fijaron en mi e hizo un gesto para que comenzaramos a andar de nuevo. --?Estas en una agrupacion? --pregunte pasados unos minutos. Fruncio el ceno y asintio. --Si, es una callejera. No llevamos mucho juntos y no somos gran cosa, pero pasamos un buen rato que al final es lo que de verdad importa --relato. Alzo las cejas y saco una de sus manos para senalarme mientras caminaba de lado para poder mirarme por completo--. Ey, tal vez puedas vernos en algun momento esta semana, si todavia estas por aqui. --Claro, no estaria mal. --Antes dijiste que era dificil explicar por que estas aqui --divago. Asenti lentamente apartando la mirada de el. Iba a volver a insistir en ello--. Pensaba que iba a ser como todos porque es carnaval, pero hay mas, ?no? --Mi silencio le hizo chascar la lengua y afirmar con la cabeza varias veces--. No es asunto mio, perdona, a veces me entrometo demasiado. --No te preocupes. --Cadiz es ese lugar al que escapas cuando todo te sobrepasa --apunto con una sonrisa justo cuando salimos al paseo maritimo y la brisa marina golpeo en nuestros rostros. Fue una frase medida, una frase que lleno mis pulmones--. Muchas veces vengo aqui a respirar. ?Quieres que nos sentemos? --?En el borde? Solto una carcajada corta y empezo a andar sin mi, cruzando la carretera sin mirar. Tuve que dar una carrera para poder alcanzarlo, no sin antes comprobar que no viniera ningun coche. Paso una pierna y despues la otra y se sento en el borde mirando al mar. Me observo sobre su hombro. Trague saliva, aquello era una locura. <>, sacudi la cabeza despejando la voz que me la estaba taladrando. --Creo que eso no es muy seguro --dije y rodo los ojos en respuesta. --No te va a pasar nada, te lo prometo. Me acerque despacio y acepte su mano cuando me la ofrecio para ayudarme a sentarme sobre la piedra. El aire suave movia mi pelo y dejaba un sabor salado en mis labios. El mar estaba en calma y las olas chocaban contra el rompeolas en un baile tranquilo. La noche era cerrada con algunas salpicaduras de estrellas ocupando el oscuro cielo. Sonrei y cuando mire a Cesar le vi devolviendome la mirada. --?Por que de espantapajaros? --Vamos disfrazados de El Mago de Oz y me ha tocado --se encogio de hombros. No sabia por que se habia acercado a mi esa noche, pero parecia cosa del destino. Contemple su perfil, esa linea de su mandibula que se marcaba. El pelo rizado enredandose en el inicio de sus orejas. Su nariz fina encajaba perfectamente en esa cara que sin ser perfecta, estaba muy cerca de serlo. --Me gustaria saber quien es Dorothy. --Solo dire que canta muy bien y que ahora es rubio --sonrei y aleje mi mirada de el. Toda esa calma era lo que necesitaba, cero preocupaciones. Estuvimos unos minutos callados hasta que volvio a hablar--. ?Tu cual serias? --?Mm? --pregunte sin entender. --De El Mago de Oz. --Oh --toque mi barbilla pensativa--. Creo que el Leon. Pienso que... que deberia atreverme mas a hacer cosas, tener coraje. --Te has atrevido a venir hasta aqui, has venido conmigo incluso aunque no me conoces de nada --sacudio la cabeza y fruncio sus labios--. No creo que seas cobarde. --?Por que te has acercado a mi esta noche? --pregunte pasados unos minutos. Respiro hondo y aparto sus ojos de mi cara, pero yo queria que respondiera y no perderme nada que dijera la expresion que acompanaria a las palabras. --Desde siempre he tenido debilidad por esas personas que me parecen interesantes. Su movil sono y lo saco de su bolsillo antes de disculparse y cogerlo. Yo me quede pensando en lo que habia dicho. ?Yo le parecia interesante? Me habia considerado siempre una persona que podia ser cualquier cosa menos interesante. No tenia esa aura de misterio, no tenia ningun talento especial, no guardaba secretos inconfesables. Creo que habia sido simple desde pequena. Frunci el ceno ante ese pensamiento. <>, esa palabra no me gustaba. Implicaba que era algo sin importancia. Me puse de pie sobre el muro de piedra y camine sobre el lejos de Cesar, mirando mis pasos para no caerme hasta que estuve segura de que podia mirar al frente sin problemas. Oi su voz pidiendo a la persona al otro lado del telefono que esperara y me gire sobre mi misma para mirarle. La sonrisa seguia dibujada en sus labios. Se despidio y colgo rapido antes de imitarme y ponerse de pie sobre el muro. Ambos caminamos hasta alcanzar al otro a mitad de camino. --Interesante, ?por que?

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    Las maquinas de cafe expres estaban listas, y la clientela seguia formandose para entrar. Los pedidos de capuchinos, lattes y la famosa crema de coco mokaccino salian cada minuto. Los miercoles por la tarde siempre se hacian muy atareados, y ese en particular lo estaba, porque era la ultima semana de agosto; coincidiendo con el comienzo del periodo academico. La cafeteria era el lugar favorito de muchos geeks, lectores implacables y todo tipo de estudiante universitario que buscaba socializar. CafeLivre fue el primer sitio hipster que visite cuando me matricule en la Universidad de California. Ademas, el dia que vi el anuncio en el que buscaban a alguien para trabajar tomando los pedidos en la caja registradora, no vacile en solicitar la vacante; y por suerte me quede con el empleo. Desde entonces, trabajaba medio tiempo cada tarde despues de asistir a mis clases de ingenieria. De ahi que, sino no estaba en la facultad, lo mas habitual es que me encontrara sentado frente al mostrador de la cafeteria. Temprano esa manana, recibi una llamada de mi madre recordandome que debia ir al aeropuerto de Santa Monica a recoger a mi hermano. Por supuesto, no lo habia olvidado. Tenia la fecha de su llegada apuntada en el calendario sobre la pared de mi dormitorio, y cada dia que transcurria mientras se acercaba la fecha lo iba tachando. Lo que sabia de su visita a la ciudad, era que el entrenador de la Universidad Internacional de Florida lo enviaba para realizar pruebas en el club de futbol profesional Los Angeles Spark, y Ansel mostraba muchas ilusiones de quedar fichado en el equipo. Debo admitir que la alegria que me causaba el que mis amigos conocieran a mi gemelo, me mantuvo con un animo elevado durante todo ese mes. Ansel estaba haciendo un gran trabajo en el club de futbol de la UIF, y por esa razon, habia recibido ofertas de muchos clubes profesionales en todo el pais. Debido a sus logros en el campo, se hizo con el titulo de capitan y delantero, y al mismo tiempo, mantenia un promedio academico sobresaliente. El siempre se destaco mucho mas que yo en los deportes, ademas, en la escuela secundaria fue la estrella del equipo por ser el mejor anotador durante dos temporadas seguidas. Despues de la graduacion, Ansel se fue a Miami y yo me mude a Los Angeles, y el dia que nos despedimos en el aeropuerto de Ohio, fue la primera vez que estariamos en extremos opuestos del pais. No se como explicar que se siente separarse de alguien con quien has pasado tanto tiempo, ya que incluso antes de que nacieramos, estabamos juntos. Lo que si puedo decirte es que, sin lugar a dudas, me resulto raro quedarme sin el complemento que era mi hermano en mi vida. Sin embargo, supongo que con el tiempo ambos nos acostumbramos a las llamadas de larga distancia. Por lo general, mis dias pasaban entre mis clases, el CafeLivre y los viajes al centro con mis amigos. Aunque ese lunes por reves, pase todo el dia abrumado. Ser el chico detras de la caja registradora a veces era muy agotador, y mucho mas cuando las filas para entrar se extendian por toda la cuadra. Sin embargo, dejando eso de lado, mi empleo tambien tenia sus pequenas y particulares ventajas. Una centena de bebidas cafeinadas totalmente gratis a mi disposicion, y un tarro de granos recien tostados traidos desde Colombia en los que me gustaba meter la mano para revolverlos. Lo que acepto habia dejado un olor inmortal a cafe en todos mis dedos. Mientras terminaba de facturar una orden de capuchinos, mi companera de cuarto Nancy entro a la cafeteria con nuestra amiga Abigail. Ambas tambien eran estudiantes de la UCLA y tenian la costumbre de tomar cafe todos los dias por la tarde. Las dos habian llegado en el momento perfecto, la hora exacta marcaba las cinco y media, y como no habia mas personas en fila, crei que era una buena ocasion para conversar. Estaba sonando New Rules de Dua Lipa. Los murmullos por los cotilleos se sobreponian uno sobre otro. Sin duda alguna el estilo de la cafeteria era unico, la decoracion hipster atrapaba a cualquiera, y lo mejor de todo era el cafe que servimos todos los dias. Me corri por debajo del mostrador sin que mi jefa Darcy lo notara, odiaba que los empleados dejaramos nuestro lugar, pero Nancy me hizo senas cuando vio que se habia distraido. --?Como estan las chicas mas guapas de la facultad de periodismo? -- Coloque la bandeja sobre la mesa. --Como siempre mas bellas. --afirmo Abigail tomando su taza. Nancy prosiguio. --?Que tal ha ido tu dia guapo? --Es lunes, como siempre ajetreado. --mire hacia la caja para ver si habia alguien--Pero nos las sabemos arreglar. --CafeLivre siempre esta a punto. --senalo Nancy. --Saturada querras decir. --manifesto Abigail. Reimos luego de ese comentario, y a pesar de que no estaba equivocada, siempre era nuestro sitio favorito para trabar conversacion. En mi opinion, creo que no hay mejor momento que una tarde despues de un dia dinamico, para quedar y tomar algo con tus amigos. --?Iras hoy por tu hermano? --pregunto Nancy. --!Si! Debo pasar por el a las ocho. --?Y cuanto tiempo planea quedarse? --siguio Abigail. --Supongo que un par de semanas, viene por un fichaje de futbol. --Debe ser genial que tu hermano sea un deportista destacado--opino Nancy--?Has dicho que juega en Miami no? --Si, --afirme --Es el delantero del equipo de la Universidad Internacional de Florida. --?Y tambien es gay? --solto Abigail mientras se quitaba la crema del bozo. --!ABIGAIL! --destrabo Nancy. --?QUE? Es solo curiosidad. --replico. --No, no es gay. --Me cubri la cara con la mano y crei ver que los chicos de la mesa de al lado me miraban sorprendidos. Suponer que el hermano gemelo de un chico gay, tambien es gay. Es casi dar por hecho que serlo se debe a la mala crianza de los padres o a un gen hereditario, pero no hay nada mas alejado de la realidad. Cuando Ansel y yo dejamos de ser ninos y usar la misma ropa, el siempre estuvo en lo suyo, y yo en lo mio, y al final el unico que llevaba novias a casa era el. --Al menos espero que sea guapo como tu. --salvo Nancy. Bufe. --!No esperes que nos parezcamos! -- Me dio un fofo empujon por el hombro. --?Y podemos ir a verlo a los entrenamientos? --curioseo Abigail. --No lo se, --de verdad no tenia idea--. Pero espero que podamos ir. --Que su hermano gemelo vaya a verlo en compania de las chicas mas guapas de la UCLA, seguro lo motiva a jugar mejor. --Lo has dicho Amiga. --apunto Abigail. --O quiza puede distraerse y fracasar. --dije sonriendo. --Que aguafiestas eres Aiden. --aporto Nancy. --Lo se. Eran las siete y cuarto cuando concluyo mi turno. Insolita cuenta la que se habia facturado. En seguida cuando llego Tom, mi relevo, le pase el reporte diario y brinque de prisa del asiento. Fui en marcha al area de casilleros, y Darcy la gerente, me dirigio una mirada reparona desde su sillon reclinable. Me habia pillado hablando con mis amigas y me planto una amonestacion. Se trataba de la segunda que me colocaba, aunque era Tom quien tenia el record de haber acumulado siete en un ano. Si no fuera porque Darcy pasaba la mitad de su tiempo de trabajo comiendo en su oficina, no la aguantaria. Abri el casillero de trancazo sacando mi mochila de golpe. Debia estar a las ocho en el aeropuerto para recoger a Ansel, asi que lo llame un par de veces, pero la llamada se desviaba al buzon. Los cordones del tenis en mi pie izquierdo estaban sueltos, y casi tropiezo al cruzar la calle cuando el semaforo cambio la luz. El reloj en mi muneca me indicaba que iba atrasado, mientras que todos los taxis en la avenida estaban ocupados. Me cargue de estres, pero no podia detenerme. El sermon de Darcy me habia hecho perder veinte preciados minutos, y quiza a Ansel le hubiese tocado dar vueltas en la terminal mientras me esperaba. Me subi a un vehiculo a tres cuadras del Bulevar de Westwood, y le solicite que me trasladara lo mas rapido posible al aeropuerto. Como era mitad de semana, las calles y avenidas hacia esa ruta estaban llenas de turistas. Me encantaba Los Angeles, pero en ultima instancia, ese trayecto era uno que en definitiva hubiera preferido evitar. Mientras iba en el taxi rumbo al aeropuerto, el conductor me comento que era de Venezuela. Me tomo un tiempo ubicar el pais en mi mapamundi mental, y logre recordar que esa manana habia visto en CNN las noticias sobre las manifestaciones en su capital. Transmitian un informe sobre las protestas, las calles llenas de personas y la crueldad de la dictadura no tenia escrupulos para reprimir a las masas. Senti pena por el cuando me dijo que habia emigrado a los Estados Unidos dejando a toda su familia atras. Sin embargo, durante todo el viaje que nos llevo de Westwood a la terminal, mantuvo una sonrisa en su rostro --La mas sincera que habia visto. Baje en el estacionamiento del Aeropuerto e ingrese a la sala de espera. Habia perdido el aliento tras correr por el pasillo ancho de la terminal, y cuando llegue trate de buscar a Ansel entre la multitud. Eche un vistazo a la pantalla de arribo para comprobar si su vuelo estaba retrasado, pero hacia diez minutos desde que los pasajeros habian descendido. - ?Acaso Ansel se habia marchado del aeropuerto? - Mi madre fue muy obstinada recordandome que yo tenia que pasar por el, y no creia que hubiese insistido tanto, si Ansel no estuviera al corriente de que yo iria por el. Todos los gemelos tenemos una antena imaginaria sobre nuestras cabezas, por lo que, si a uno se le ocurria una idea, de manera sobrenatural el otro la solia recibir directo desde su conexion inalambrica; y el vinculo que Ansel y yo teniamos era poderoso. Fue en ese momento que espabile que tenia mi telefono celular, y lo mas viable es que el ya hubiese encendido sus datos moviles. WS: Hey Ansel, estoy en la sala de espera, ?donde estas? WS: ????? WS: ANSEL???? Me preguntaba si habria perdido su vuelo. Ansel (Hermano) WS: Estoy en la cafeteria, moriamos de hambre. Ansel (Hermano) WS: ?Pedimos una hamburguesa para ti? WS: No tengo hambre. ?Estas con alguien? Ansel (Hermano) WS: !Si! Estamos al fondo en la cafeteria. WS: Vale, voy para alla. Ansel (Hermano) WS: !Genial! te espero aqui. Lo vi desde lejos cuando entre, el cabello rubio erizado y la camiseta del equipo de futbol universitario me hicieron saber de inmediato que se trataba de mi hermano. Ansel se encontraba conversando con un joven sentados en una de las mesas. El tipo estaba de espaldas a mi, por lo que apenas alcanzaba a distinguir su pelo negro. Me parecia curioso que hubiese llegado acompanado por alguien, pero especule que tal vez podria tratarse de algun companero de equipo. Ansel advirtio que me dirigia hacia ellos, y el sujeto que se hallaba con el volteo clavandome la mirada. Tan pronto cuando lo hizo, aparte los ojos de mi hermano, y estos quedaron fijados en los de aquel muchacho. Dos conjuntos grises con atisbos rasgados de azul que me dejaron con la boca abierta. De topetazo me precipite contra su mesa. --Oye ten cuidado. --el habia evitado mi colosal caida. Una sonrisa torcida se delineo en mi rostro. --!Estoy bien descuida! --intente reponerme irguiendome de golpe. --?Es tu hermano? --pregunto. Ansel se levanto y me abrazo con entusiasmo --Si, por supuesto que es el. --Rodeandome con sus brazos. --?Estas mas Alto o es idea mia? ?Y que es ese olor? ?Cafe? --Olfateandome. --!Auxilio! --grito mi subconsciente. Mi cara no podia ponerse mas colorada. --!Si, lo es! Ten un poco de cuidado Ansel. Con el rabillo del ojo alcanzaba un vistazo sostenido del suave y agraciado niveo perfil del muchacho frente a nosotros. Sus mejillas parecian oprimirse en el borde de su boca, como si estuviese tratando de contener un gesto; y sus ojos danzaban de Ansel hacia mi con una peculiar oscilacion. --Lo siento, --dijo Ansel. --el es James --seguido de --y este es mi hermano Aiden. El chico me estrecho la mano, --Un gusto, soy James. --con tono gracil. Lance mi mano en caza de la suya y la inquietud me hizo cerrar el apreton justo a la mitad de sus nudillos. --Que tal, soy Aiden. --mi voz rechino aguda. Su rostro se mantuvo apacible cuando acogio mi pesimo agarre, dandome un fuerte apreton. --Es un placer Aiden. --Me observaba directo a los ojos. --No esperaba que fuesen tan similares. Me encogi de hombros - Tambien es un placer. El se quedo estoico observandome. -- James y yo nos hemos conocido en Miami. --dijo Ansel. --Ah ?si? ?tambien eres jugado? Ambos rieron jocosos. --!No! --dijo James-- En lo absoluto. La menuda sombra de una barba se marcaba alrededor de su mandibula, y sus pomulos eran angularmente muy masculinos. Sus cejas gruesas y perfiladas enmarcaban sus refulgentes ojos. Ademas, en su contextura se podia notar que tenia un porte definido, y sobre todo en su aspecto resaltaba una exagerada sofisticacion. Entonces su celular sono. Cuando se alejo de nosotros para atender la llamada, no pude evitar llenarme curiosidad. La mirada de Ansel sobre el me parecia extrana, en especial porque lo estaba observando con un brillo especial en sus ojos. Un destello que me resultaba poco usual. Pero lo que me daba mas intriga era que mientras hablaba por telefono, James nos miraba fijo desde la distancia. --?Y que haces con el? --pregunte. La atencion de Ansel salto hacia mi. --?Con James? Es un tipo muy genial. --?Genial? --Disimule mi interes frunciendo el ceno. --!Si! Ha ido hasta Miami solo para recogerme, --Las expresiones de Ansel me hicieron pensar que el intuia que yo entendia lo que decia--ha viajado desde Inglaterra y me ha dicho que estan muy interesados en mi fichaje en Los Angeles Spark. --?De verdad? --mire a James confundido. --!Ah claro! --exclamo--es el nuevo dueno de los Spark. Quede impresionado, --?el dueno del equipo? --lo dije casi susurrando. --Ha vuelto a los Estados Unidos porque su padre ha muerto. Mire a Ansel con inquietud. --Si, Jhon Spiegel... --Ansel alcanzo un folleto de los Spark de su mochila que tenia la foto del hombre en cuestion. Lo reconoci casi de inmediato. Jhon Spiegel era un acaudalado empresario de Los Angeles, propietario de la corporacion deportiva mas grande de la metropoli, y un destacado filantropo. Sin embargo, una semana atras lo habian encontraron muerto en su oficina en el centro de la ciudad. Su muerte fue la bomba de chismes que corrio en el CafeLivre todo el fin de semana. Segun el parte oficial, el hombre se habria suicidado disparandose a si mismo en la cien, y las primeras opiniones sugirieron que el motivo del hecho era debido a problemas financieros. Pero despues de las exhaustivas investigaciones del departamento de policia, salio a la luz publica que su esposa, la modelo Andrea Piper, resolveria matarlo para quedarse con su fortuna. Su compania SPIEGEL COMPANY LCC habia estado creciendo de manera exponencial en todos los mercados financieros durante todo el ano. Ademas, el hombre era un gran inversor y propietario de muchos otros negocios exitosos en todo el condado de Los Angeles. Sin embargo, la manana en que encontraron su cuerpo, todos los noticieros locales hablaban sobre el presunto hecho. Pero tres dias despues de que lo encontraran, el periodico local dedico dos paginas enteras al homicidio, donde detallaba que su mujer lo habria matado dentro del auto y luego llevaria su cadaver a su oficina para simular el suicidio. --?Y no te parece todo esto inoportuno? --?Que cosa? --Ansel estaba distraido. --Bueno... --pense algunos segundos--Que haya decidido ir en persona por ti a Miami. --Te he dicho que ahora es el dueno del equipo --habia tomado sus audifonos. --!Ansel! --sone increpante. --Relajate, solo ha estado de paso por la ciudad y se entero que el equipo habia solicitado que yo viajara a Los Angeles. -- encendio su reproductor y continuo-- Solo me ha hecho un favor trayendome en primera clase. No sabria explicar si en ese momento lo que pasaba por mi mente era curiosidad, o que era muy raro que el hijo de un millonario que habria sido asesinado hacia pocos dias, se hubiese tomado el tiempo de ir por Ansel hasta Miami. Pero preferi creer que, al ocupar el lugar de su padre en la gerencia de sus negocios, el fichaje de Ansel era pertinente para ellos en ese momento. --Entonces, ?nos vamos? --interrumpio James. Ansel me arrojo una de las maletas que traia consigo --!Claro! Quede desconcertado --?A donde? --James nos llevara en su auto. --?Nos? --Si. Luego Ansel se fue andando con James, y no tuve mas opcion que seguir tras ellos. Un hombre alto de tez oscura, calvo y corpulento nos esperaba junto a una camioneta negra sin matricula. Por un instante me resulto sospechoso que el vehiculo careciera de placas, pero cuando el sujeto abrio el maletero, salte a toda prisa para meter el equipaje. James se dirigio a el como Conrad y nos dejo ver que este era su chofer. --Lamento lo que le ha sucedido a su padre--musito el hombre. --Todos lo lamentamos. --enuncio James con un aparente desapego en sus palabras. --?Y ya la esposa esta en prision? --Sonsaco Ansel. --!Ansel por favor--me escandalice. --Pero si ha sido ella. --replico. --Por favor, no te preocupes. --dijo James--Ya le he contado a Ansel lo que ha sucedido con mi padre. Lo mire con afliccion--De verdad ha sido una pena lo que ha pasado con el senor Spiegel. --Si, de alguna forma lo ha sido. --dijo James, su voz sonaba serena. --Por favor suban al vehiculo. --insto Conrad. Me sente junto a Ansel en la parte de atras, y le golpee un par de veces con el codo. Miraba con reserva a James en el asiento de copiloto, y al mismo tiempo trataba de hacerles muecas disimuladas a mi hermano. Habia subido a una camioneta sin placas, y que ademas habia pertenecido a un hombre que fue asesinado por su esposa. Me fastidiaba el hecho de que Ansel estuviese teniendo tanta confianza con esos hombres. En el fondo estaba muy contento de que Ansel hubiese ido hasta Los Angeles, y sobre todo de que fuese sido propuesto como fichaje para uno de los mejores equipos de futbol profesional del estado. Yo era un torpe con el balon de futbol, pero Ansel habia heredado todas las cualidades deportivas de nuestra familia, y particularmente en el futbol era el tipo mas diestro que habia conocido. Que Ansel y yo fuesemos gemelos no era lo mejor de todo, por el contrario, lo mejor que teniamos era lo diferente que resultabamos ser. --?Es el fichaje de Los Angeles Spark? --pregunto el chofer mirandome con duda por el retrovisor. --Es Ansel, --dijo James. -- el que tiene la sudadera. --?Que tal? -- Ansel levanto la mano --Aunque todavia no he sido fichado, solo he venido por las pruebas. Conrad nos observaba con detenimiento por el espejo. --Si... Son gemelos identicos. --dijo James. --Puedo imaginar lo que diria su padre en este momento senor. --manifesto Conrad, negando con la cabeza. --El ya no esta aqui--exteriorizo James. Despues de ese comentario se dio una atmosfera tensa dentro de la camioneta. Conrad lucia como un tipo frio, y a pesar de aparentar estar en sus treinta y tantos, se veia muy tosco. Cuando James dijo aquello, el lo miro con reprobacion, sin embargo, no emitio ningun comentario al respecto, pero aseguraria que pude percibir que en torno a ellos dos se daba cierta tension, pero quiza solo habria sido mi imaginacion. --?Y a donde llevamos a estos caballeros? --rompio el silencio. Entonces fue Ansel quien me golpeo con el codo. --Mi departamento esta en Westwood, --mire a Ansel--en la calle doce del cruce con la UCLA. --Perfecto, --dijo James --llevemoslos a Westwood. --proporcionandome una sonrisa. James se apreciaba tranquilo y radiante conversando con Ansel, y el chofer junto a el permanecia indiferente conduciendo sin quitar la vista del camino. Sin duda estaba por completo seguro que, si mi companera de cuarto Nancy se llegaba a enterar siquiera que estuve sentado en el automovil que habia pertenecido al hombre mas rico de la ciudad, no titubearia en pedirme a mi o a Ansel, que intercedieramos por ella para obtener una entrevista personal con James para el blog de noticias de la universidad. Solo imaginar su insistencia para conseguir una primicia de la propia voz del hijo desconocido de la victima, me hizo querer dar de baja esos pensamientos. - Entonces, ?me decias que comienzas los entrenamientos manana? - inquirio James. --Si, --respondio Ansel--Debo presentarme a las ocho en el campo. -- ?Y cuantos dias estaras entrenando? -- pregunte. --No lo se, todo depende del entrenador Harrison. -- ?Peter Harrison? --Consulto Conrad. --Si, el entrenador Peter Harrison. --afirmo Ansel. --Senor, ?sabe de quien se trata? --dirigiendose a James. --Si, por supuesto. --confirmo James --Peter Harrison es socio de mi padre. Entonces el rostro de Ansel se alumbro, y desde nuestra conexion inalambrica invisible me llego a la mente lo que estaba pasando por la suya. Sin embargo, no podia consentir que Ansel si quiera considerara insinuarle que mediara por el con el entrenador. Sobre todo, porque estaba convencido de que el talento de mi hermano era lo suficientemente bueno como para quedar fichado en cualquier equipo por sus propios meritos. --?Entonces ahora es tu socio? --Le lance a James. Se quedo en silencio unos segundos. --Si, supongo que ahora lo es. --No todos gozamos la suerte de tener esas conexiones. --remate. Ansel carraspeo la garganta --!claro! !claro! --profirio --no todos. James permanecio impasible. --Aiden, las conexiones nunca dependen de la suerte. --Su voz sonaba disconforme. <<Aiden...>> James habia pronunciado mi nombre, y a pesar de la impavidez con la que lo habia hecho, cada letra de <> las senti como si fueran sido susurradas a mi oido con su tersa voz. Ese hombre comenzaba a causarme un chocante apremio que no sabria explicar. Pero sin duda desde el momento en que lo vi me dejo deslumbrado, pero al mismo tiempo, me llenaba de desconfianza. Era algo obvio que apenas estaba enterandome de que el senor Spiegel tenia un hijo, y me parecio curioso que en ninguna de las notas de prensa que habia leido sobre el despues de su muerte, se le hubiese hecho referencia a James. Ni siquiera en la columna donde habian lanzado la bomba del asesinato, figuraba alguna mencion de su descendencia. No obstante, aqui estaba el, un joven que acababa de aterrizar con mi hermano, y que quitando las arrugas y el sobrepeso que tenia Jhon Spiegel, era su viva imagen. --Hemos llegado caballeros. --anuncio Conrad. --?Aca esta tu departamento? --pregunto James. --Si, esta es la calle. --afirme, intentando alar la manija para abrir la puerta. Conrad desbloqueo los seguros y baje del vehiculo. La exaltacion y la verguenza me inundaron y mi mente me gritaba que saliera corriendo llevandome a rastras a Ansel conmigo. Cogi la pesada maleta que habia dejado en el maletero y Conrad le entrego la otra a Ansel. Aunque el todavia se encontraba conversando con James. --?Entonces, vendras a ver los entrenamientos? --Intentare estar alli. --indico. --Senor ya debemos irnos, --Conrad los interrumpio--recuerde que debe reunirse con los acreedores manana. --Tienes razon, --dijo James --espero verlos pronto. --James le estrecho la mano a Ansel y luego me miro --ha sido un gusto Aiden. Me puse nervioso cuando le aprete de nuevo la mano, y el no dejo de mirarme como si tuviese algo en la cara. Pense que tal vez lo hacia porque aun se sorprendia del parecido que teniamos Ansel y yo, pero crei poco probable que resultaramos ser los primeros gemelos identicos que el conociera en su vida. La camioneta cruzo la manzana y desaparecio en la oscuridad de la noche. Despues de que se fueran, Ansel y yo entramos en el edificio y tomamos el elevador. Mientras subiamos el indicador punteaba poco a poco cada piso que ibamos traspasando y una atmosfera cargante se formaba alrededor de nosotros. --?Te ha gustado James? --Ansel rompio el silencio. --!?QUE?! --Exclame -- Que boberias estas diciendo Ansel. En ese instante las puertas se abrieron en el sexto piso y sali de prisa. --Creo que te comportabas demasiado extrano. --Ansel iba apresurado detras de mi. Bufe--no se de que hablas. --- intente ignorarlo. --Ademas...--me alcanzo mientras sacaba las llaves--no creo que sea porque acabas de conocerlo. --Es guapo, lo admito--divague --pero decir que me ha gustado seria exagerar. -- quise cortar la conversacion. --!En serio! --manifesto--no tengo problema si te ha gustado. --Estas alucinando, --puse los ojos en blanco--debes estar cansado. --No me evadas Aiden. --!NANCY! --Anuncie al tiempo que abria la puerta.

  • Desde ayer y para siempre (Casi como hermanos 2) [LGBT] de Frances Stone

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    Anthony y Marc estan mejor que nunca.
    Kyle esta conociendo cada vez mas a Noah.
    Todos estan felices, todo es perfecto.
    El sexo es increible.

  • La glorieta de los fugitivos de Jose Maria Merino

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    La glorieta de los fugitivos reune, por una parte, ademas de otros ineditos, los minicuentos, microrrelatos, o nanocuentos publicados por Jose Maria Merino hasta la fecha en los libros Dias imaginarios y Cuentos del libro de la noche, que se nutren de la extraneza de lo cotidiano, el misterio del tiempo, los espacios fronterizos entre sueno y vigilia y todos los elementos fantasticos habituales en la narrativa del autor.

  • El infinito empieza aqui de Monica Esgueva

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    Ruth es una enfermera que trabaja en la seccion de oncologia de un hospital infantil, y su trabajo le produce una presion y un estres emocional que le cuesta manejar. Antes de tirar la toalla, decide ir a visitar unos amigos en Tailandia. Alli conocera a una persona que marcara un antes y un despues en su vida. Una anciana con poderes chamanicos que se comunica con los espiritus y sabe cosas que ni siquiera Ruth conoce de si misma. Le revelara que tiene una mision espiritual que puede cambiar el rumbo de la humanidad, pero para ello tendra que superar diversas pruebas que la acercan a si misma y a un secreto que contiene el destino del mundo.

  • El librero de Roald Dalh

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    En Londres, el librero William Buggage y su ayudante la senorita Tottle, se dedican a estafar a viudas de hombres importantes enviandoles facturas falsas de supuestas compras de literatura pornografica que habrian realizado sus esposos recientemente fallecidos. Las viudas para evitar el escandalo, las pagan. El final, como siempre en Dalh, sorprendente e inesperado.

  • ?Y si el secreto de la felicidad estuviera en la mente? de Alejandro Gonzalez

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    – ?Donde escondieron la felicidad?
    – ?Por que aprender a meditar?
    – ?Como empezar a meditar?
    – Tipos de meditacion: meditacion vipassana, meditacion budista, meditacion trascendental, meditacion zen…
    – Tecnicas de meditacion
    – Los 9 niveles de la meditacion
    – Antar Mouna o silencio interior
    – Concentracion o Trataka
    – Meditacion y conciencia testigo
    – Relajacion
    – Yoga Nidra
    – Yoga del sonido (Nada Yoga y Mantras para meditar)
    – Respiracion y Pranayama
    – Mindfulness o como disfrutar de la vida
    – Estado de flow
    – Haz que suceda

  • El tren de la medianoche de Haizea Lopez

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    Jake espera pasar unas tediosas vacaciones de navidad en casa de su tio, pero desconoce que terminara sumergido en una misteriosa aventura llena de enigmas que tendra que resolver. Cada medianoche, el tren de las almas olvidadas aparecera en la antigua estacion de ferrocarriles abandonada para recogerle y mostrarle que todos en esta vida merecemos una segunda oportunidad.
    Una historia repleta de intrigas y aventuras que atrapara al lector.

  • El es mi boxeador de Candela Muzzicato

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    El. Arrogante. Grunon. Presumido. Desvergonzado. Orgulloso. Posesivo. Idiota. Esas son algunas de las muchas cosas que Damon “la Furia” Woodgate es. Desde que lo vi supe que una palabra lo describiria muy bien aparte de todas las demas: problemas. Es misterioso, con un aire de superioridad que te dan ganas de matarlo. Es bipolar muy a menudo y creo que ni el se da cuenta de ello. La gente le teme, pero yo no. Solo tengo curiosidad de saber que fue lo que le paso para llegar a ser asi como es. Nadie le habla, lo evitan y le esquivan la mirada cuando pasa, alejandose del lugar en el que el esta. No creo que una persona cambie muy rapido de divertido a serio, en tan solo unos segundos. Pero el si.

  • El hijo inesperado del jeque de Carol Marinelli

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    La seduccion del jeque... tuvo consecuencias para toda la vida.

  • Los Reyes Catolicos de Juan Eslava Galan

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    Los Reyes Catolicos, Isabel I de Castilla (1451-1504) y Fernando II de Aragon (1452-1516), han pasado a la posteridad como los fundadores de la Espana moderna y origen de uno de los periodos mas brillantes de nuestra historia. Encontraron un pais debil y dividido que pacificaron y fortalecieron hasta convertirlo en una gran potencia gobernada por una monarquia autoritaria. Para ello no solo sojuzgaron a la levantisca nobleza, sino que habilmente encauzaron su fuera militar en apoyo de las empresas de la Corona.

  • Nunca Te Olvidare de Natalia Lee

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    Parecia un dia soleado de verano. Algunos ninos ruidosos jugaban en el cesped, mientras que otros paseaban en bicicleta con sus padres por el parque. Habia mucho verde por todas partes, y Mel se apoyaba contra el tronco de un arbol, aprovechando la sombra fresca que ofrecia. Inesperadamente, la figura de una mujer aparecio a pocos metros de la nina. La luz brillante que emanaba de ella eclipso los hermosos ojos azules de Melissa durante unos minutos, hasta que finalmente se detuvo. Frente a ella, descalza y con un vestido blanco que cubria la mayor parte de su cuerpo, estaba Helena, su madre. Aunque Mel queria abrazarla y besarla, debido al anhelo que sentia, la bella mujer no dejo que su hija se acercara. -Solo escuchame, Melissa, tenemos poco tiempo. – declaro. -Pero mama … -No, no hables, por favor. Se todo lo que estas sintiendo, querida. Se de tu angustia, tu tristeza, el miedo a volver a Nueva York … Es normal que tengas miedo. Todos tenemos miedo cuando tenemos que enfrentar cosas mas grandes que nosotros. Pero se necesita fuerza, hija, especialmente ahora que conoceras a muchas personas. Algunos no son lo que parecen, de hecho, son falsos, egoistas, pero puedes estar segura de que tambien encontraras otros que son justos, verdaderos y que te han estado esperando durante mucho tiempo. Simplemente no se han dado cuenta todavia. Se que lo que te estoy diciendo ahora no parece tener sentido, pero lo importante es que sabes que siempre estare a tu lado para protegerte. Confia en mi, carino, todo estara bien, no te preocupes. Por unos momentos Mel guardo silencio, totalmente paralizada . Su cerebro habia articulado una serie de frases y preguntas para la madre, pero ninguna palabra podia salir de su boca. Helena, por su parte, tampoco dijo nada mas. Solo miro a Melissa con ternura y sonrio. La suave luz de antes comenzo a envolver su cuerpo nuevamente, hasta que se volvio tan intensa que Melissa tuvo que apartar la cara para proteger sus ojos de la luz exasperante . -Senorita? !Senorita, despierta, por favor! "Dijo una voz desconocida, que ahora sonaba cada vez mas cerca de la luz cegadora. Desconcertada, Mel abrio los ojos bruscamente, al mismo tiempo que daba un pequeno golpe en la silla gracias al susto. Las gafas en sus manos rodaron directamente al piso del avion, uniendose a una revista que se habia caido alli desde que se durmio. -Disculpe las molestias, senorita, pero vamos a aterrizar. Por favor, abrochense los cinturones. Aun bajo la influencia del extrano sueno, Melissa solo sacudio la cabeza. La joven azafata sonrio mostrando su llamativo lapiz labial rojo y continuo recorriendo el pasillo del avion, despertando a las pocas personas que todavia estaban dormidas . “Fue un sueno, solo un sueno”, penso Mel, mientras buscaba sus gafas en el suelo. Pero aunque trato de convencerse de que todo era solo un gran desastre debido a su cerebro cansado, el encuentro con su madre parecia tan real como el hecho de que ella estaba alli, en ese avion, rumbo a los Estados Unidos. Cuando finalmente encontro las odiadas gafas con lentes gruesos, Mel se los puso en la cara de todos modos y se ajusto el cinturon como lo habia ordenado la azafata. Mirando por la pequena ventana a su izquierda, pudo ver un enorme lago brillando bajo el sol de la tarde, y su avion que se acercaba cada vez mas a la pista del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy. -Si, bienvenida de nuevo a America, dijo Melissa. , respirando profundamente mientras se ajustaba las gafas, y se miro a si misma en el claro reflejo del cristal. – Finalmente llegaste a casa … * * * * * A pocos kilometros de distancia, en el corazon verde de Manhattan, Aaron Stonewell estaba distraido. Sentado en el cesped brillante de Central Park a la sombra de un arbol, no parecio notar a las dos ciclistas que pasaban por tercera vez (y a proposito, por cierto) frente a el. No es que no fueran bonitas, por el contrario, eran dos chicas impresionantes. Pero la atencion y los ojos de Aaron ahora estaban completamente pegados a la pantalla de su MacBook que mostraba en pequenos intervalos las innumerables fotos tomadas en el ultimo show de su banda de punk rock, Nonsense . Por mucho que ya las habia visto millones de veces solo esa tarde, era imposible para el no admirar toda la vibracion de la audiencia que parecia desbordarse a traves de la pequena pantalla del ordenador. Aunque ese era solo el decimo espectaculo de su banda inexperta, se habian conmocionado y eso valia mas para el que la pequena tarifa ofrecida por el propietario del pequeno club en Brooklyn donde tocaban. Aprovechando la distraccion de Aaron, una figura se escabullo a sus espaldas y, teniendo cuidado de no llamar su atencion, camino de puntillas hasta que estuvo muy cerca del nino. Sin embargo, la persona no contaba con el revelador crack de una rama de arbol seca que termino pisoteando por simple descuido. – Buen intento, Marvin James! se burlo Aaron, volviendose hacia su amigo. – Como ladron, soy un gran bajista, ?no? – Pregunto el chico de ojos negros, depositando su bajo en el suelo y sentandose justo al lado de Aaron. -Di, ?que estas viendo en ese cuaderno que te alegra tanto ? -Son las fotos de nuestro ultimo show. – respondio Aaron con cierto orgullo. – Disfrutan demasiado, ?no? Mira la emocion de la multitud! -Si Total! – Marvin estuvo de acuerdo, estirando el cuello para verlos. – Lastima que Sophie, tu nueva musa inspiradora, no fuera. -!Y Chloe , tu pequena pasion eterna , tampoco aparecio alli! espeto Aaron bruscamente. -Oye, solo soy el hijo del conserje de la escuela. !No tengo oportunidad con esa chica! Tu, hombre … Ah … !Puedes tenerla en cualquier momento! ?Olvidaste que te llaman a ti y a Oliver “Los hermanos perfectos”? Todas las chicas de la Academia Eugenne Sinclair babean por vosotros , incluso las mas veteranas … – Ah, esta bien … !Deja de exagerar , MJ! La mayoria solo sabe mi nombre por mi hermano. Y ademas, la unica chica que realmente me importa no se preocupa por mi ", suspiro Aaron, bajando la cabeza. El hecho de que Aaron Stonewell fuera adorado por gran parte del ala femenina de la escuela no era nada nuevo para nadie. El otro “Hermano Perfecto”, como las chicas comenzaron a llamarlo al final del sexto grado, tenia una belleza inusual. Era alto, delgado, con penetrantes ojos verdes, como los que no puedes dejar de mirar, y cabello negro corto e intenso, un poco desarreglado en el frente. Como si eso no fuera suficiente, ademas tenia una cara hermosa y una sonrisa brillante que hacia que todos a su alrededor sonrieran tambien. Su unico defecto real era que estaba enamorado de la ahora ex novia de su hermano Oliver. Y por mucho que Marvin le mostraba a su amigo la gran cantidad de chicas que se derretian por el en los pasillos de la escuela y en los espectaculos, era Sophie la que le gustaba y Aaron sufria debido a su increible indiferencia. -Olvidate de esa chica , sabes que todavia le gusta Oliver. Manana deberian comenzar a salir de nuevo. Lo hicieron tanto … No es la primera vez que pelean. – dijo MJ, ahora colocando el ordenador de grafito de Aaron en su regazo para ver mejor las fotos. -Pero esta vez fue grave, el idiota de mi hermano estaba con otra chica y Sophie lo vio. !Esta podria ser mi oportunidad! Creeme, no hay chica como ella en esta ciudad. Marvin, quien hasta entonces parecia no estar de acuerdo con su amigo, comenzo a sonreir. De hecho, Sophie debia ser la unica criatura en Manhattan, o quizas en todo el planeta, capaz de ser tan hermosa y tan egoista al mismo tiempo. Simplemente no se comparaba en maldad con Darth Vader de Star Wars, porque era de otra galaxia muy, muy lejana y la disputa se limitaba solo al espacio terrestre. -Estoy de acuerdo, ella es muy bonita. Pero no se, creo que le falta algo … – respondio Marvin, presionando las teclas del MacBook para que las fotos pasaran a una velocidad mas rapida. “?Le falta algo?”, Repitio Aaron, frunciendo el ceno como si su amigo hubiera dicho algo increible. -?Que puede faltar en una chica completamente perfecta? Aunque la respuesta de MJ era “corazon”, algo lo hizo detenerse repentinamente y reir en voz alta senalando la pantalla del ordenador . Alli, en una foto que parecia muy antigua, habia dos ninos sonrientes y abrazados, que no recordaba en absoluto haber visto en el ultimo espectaculo de la banda. -Oye! ?Quienes son la rellenita y el chico que tiene aparatos en los dientes? -Le pregunto Marvin al amigo, aun riendose. Cuando Aaron miro el MacBook, no pudo entender como esa foto que debia haberse perdido por los innumerables archivos que tenia su ordenador, habia parecido alli, junto con los registros del concierto, no tenia sentido . -Bueno, el de los aparatos soy yo. – Aaron comenzo a explicar un poco avergonzado. – Y la rellenita es Melissa, la hermana de Sophie que regresa a Nueva York. -?De verdad? ?Este feo eres tu? – se burlo Marvin, pareciendo no creerlo. – Wow … Has mejorado mucho eh, hombre! Y que cosa mas absurda, la nina llega hoy y esta foto de ella aparece asi, de la nada … Oye, pero ?por que la tienes en tu ordenador ? Pasion infantil, ?verdad? Es? Pregunto, alzando las cejas maliciosamente y golpeando ligeramente a su amigo. Aaron puso los ojos en blanco y volvio a llevar el ordenador a su regazo. -No inventes , Marvin. Melissa y yo jugabamos juntos cuando eramos ninos y eso es todo. Despues de que ella se fue con su madre a Brasil, nunca volvimos a hablar. Quiero decir, incluso nos enviamos correos electronicos al principio, pero luego la comunicacion se volvio mas rara. La zona horaria diferente tampoco ayudo y ella siempre estaba ocupada ayudando con la ONG de su tia. Entonces, ya sabes, la amistad se extinguio gradualmente. – explico Aaron, mientras cerraba el cuaderno. Habia un toque de tristeza en su voz, pero sabia como disfrazarlo. La verdad es que el y Melissa eran grandes amigos. “!Los mejores del mundo!”, Como Aaron incluso se llenaba la boca para decir cuando hablaba de su amistad con la pequena Mel. Se habian conocido en Central Park, mientras jugaban a los columpios bajo la supervision de sus nineras, y desde ese dia se mantuvieron unidos de tal manera que no pudieron hacer nada mas el uno sin el otro. Tenian una especie de hermosa amistad, una que todavia era demasiado pura para ser sacudida por las hormonas de la pubertad, cuando la linea divisoria entre ninos y ninas se fortalece y los hace parecer seres de planetas totalmente diferentes. Pero el destino decidio ser implacable con los dos amigos, y cuando Melissa menos lo esperaba, ya estaba en un avion que se dirigia a Sudamerica con su madre, dejando a Aaron solo y lloroso en Nueva York. Hoy en dia, incluso despues de que hayan pasado cuatro largos anos, el nino todavia recordaba tristemente la separacion forzada de su mejor amiga . Era una herida ya curada, que a veces dolia cuando veia algo que le recordaba a Mel, pero eso ya no importaba demasiado. El pasado estaba detras de ellos y ahora no serian mas que simples extranos el uno para el otro. – Bueno, y hablando de Melissa … – dijo Aaron con un suspiro, volviendose hacia MJ -… Creo que es hora de ir al hotel Meditteranean para empacar las cosas para la presentacion. Hoy la tarifa vale la pena y nos pagaran por adelantado. -Oh, ni me digas! Despues de esa bagatela que ganamos en el ultimo show, incluso pense en renunciar a mi carrera. – se burlo el bajista, saltando. Aunque llegarian un poco mas tarde de lo acordado con el dueno del hotel, Aaron y Marvin caminaron en silencio hacia la salida oeste de Central Park, cada uno pensando en lo que mas le importaba. El bajista de los altos salarios y Aaron en ver a Sophie de nuevo, hasta que sus pensamientos derivaron sin querer al recuerdo infantil de Mel. Por unos momentos recordo las travesuras que los dos habian hecho juntos cuando eran ninos y esto lo hizo sonreir, pero pronto la imagen infantil de la amiga se perdio y Sophie volvio a dominar su mente haciendo que su corazon volviera a dolerle. * * * * * El vestibulo de la Terminal Tres estaba lleno cuando Melissa aterrizo en el aeropuerto JFK. Parecia que todos los ninos estadounidenses habian decidido viajar en la primera semana de sus vacaciones escolares, a juzgar por la cantidad exorbitante de ninos y ninas que jugaban con los carritos de equipaje bajo la mirada impaciente de sus padres. Llevando sus dos pesadas maletas, Mel miro a su alrededor en medio de toda esa agitacion cuando reconocio a su padre, a pocos pasos de ella, con un elegante traje gris que lo hacia verse serio, un alto ejecutivo. Albert, al parecer, no habia cambiado tanto como ella habia pensado. Aunque su cabello ahora tenia algunos mechones blancos en las sienes, aun conservaba la forma encantadora que hacia que la madre de la nina muriera de celos cuando aun estaban casados. -Hola papa. – Mel lo saludo, luego de caminar torpemente hacia el. -Melissa?! Dios, no puede ser! !Carino, como has crecido ! Albert se sobresalto mirandola de pies a cabeza. – !Estas muy alta y hermosa ! Mel sonrio levemente y se sonrojo, bajando la cabeza para mirar al suelo. No estaba acostumbrada a escuchar cumplidos y, como no estaba satisfecha con su apariencia, tenia una imagen muy distorsionada de si misma. -Oh, no te pases, papa! Alta si, pero hermosa ? ?Esta chica miope? – bromeo, abrazandolo con timidez, sin acercarse demasiado. Despues de tanto tiempo fuera y un sujetador finalmente (y muy bien) lleno, Mel no sabia como comportarse con Albert. No eran como dos extranos, pero tampoco tenian la tipica intimidad de padre e hija. Ademas, ya no era esa nina de diez anos, y la falta de contacto habia abierto un profundo abismo entre los dos que solo el tiempo podia salvar. -Es bueno tenerte por aqui otra vez. No te puedes imaginar como tu hermana y yo te hemos extranado todos estos anos. Dijo, con la voz rebosante de emocion. Cuando acurruco a su hija en ese abrazo timido, pero lleno de anhelo, Albert cerro los ojos e inmediatamente su mente lo transporto al pasado a cuatro anos atras, cuando habia abrazado a Melissa por ultima vez en ese mismo aeropuerto. Fue una separacion dolorosa y los anos que siguieron fueron aun mas tristes, ya que gracias a la terquedad de Helena, su ex esposa, que se nego a darle la direccion donde vivia, nunca puedo visitarlos en Brasil y mucho menos enviar los regalos de cumpleanos y Navidad que compro todos los anos a Mel. Ni siquiera la pension que depositaba regularmente en el banco todos los meses para pagar la educacion de su hija, su ex esposa la toco. -Espera, dejame mirarte de nuevo. dijo Albert, liberandose de los brazos de Mel. – !No puedo creer que mi pequena nina ahora sea una adolescente de catorce anos ! 14 -Es asi padre, si lo soy. – Mel murmuro, un poco incomoda con toda esa atencion. -Pero ya es suficiente, esta conversacion se esta volviendo demasiado dificil. Siempre dijiste estas mismas cosas por telefono despues de que te envie mis fotos por correo electronico, ?recuerdas? A pesar de la alegria que sentia, Albert decidio no molestar mas a Melissa con esos comentarios sobre el crecimiento, tipicos de las tias solteronas en las reuniones familiares. Queria que se sintiera bien por haber regresado y, sobre todo, que se olvidara de la muerte de su madre que habia sucedido meses atras. Luego, volviendose hacia el guardia de seguridad del traje negro que esperaba inmovil como un soldado ingles a pocos metros de distancia, Albert hizo un leve gesto con la mano para que se acercara el empleado. -Toma hija, creo que esto es tuyo. dijo, tomando algo de las manos del empleado y colocandolo justo despues de la cabeza de Mel. Al instante reconocio su vieja gorra azul para mascotas de los Yankees de Nueva York , el equipo de beisbol que amaba de nina. Ya ni siquiera recordaba las reglas del juego, ya que en Brasil el deporte popular era el futbol, pero no podia contenerse ante algo que le recordaba tanto a su infancia. -Wow! Pense que lo habia perdido durante el traslado a Brasil. Muchas gracias papa! – le agradecio Melissa, mientras ajustaba la gorra en su cabeza. -No, hija, no me lo agradezcas todavia. Tengo otra pequena sorpresa para ti y creo que te complacera mucho mas que esta. Incluso sin fuerzas debido al viaje y su cuerpo pidiendo a gritos una cama, la apariencia cansada de Melissa se animo repentinamente . Tenia curiosidad por saber de que hablaba Albert. ?Sorpresa? Dijo Mel , frunciendo el ceno. – Ah, padre, dime … por favor. -No puedo. Tendras que ser paciente. Por ahora, creo que sera mejor que caminemos a la limusina. Aunque parte de la ciudad esta pasando las vacaciones de verano en los Hamptons , el trafico de Manhattan puede no ser muy bueno a esta hora. dijo, senalando el equipaje de Melissa para que lo llevara el guardia de seguridad. Aunque no le pagaban por eso , sin embargo, lo hizo de todos modos, sin lugar a dudas. – Vamos! No he estado en una limusina en mucho tiempo. Creo que ni siquiera recuerdo como es por dentro … Mel exagero, recordando sus dias de infancia, cuando todavia iba y venia por Manhattan, llevada a donde quisiera por el chofer de su padre. Un coche como ese estaba muy lejos de la realidad que ella vivia en el interior de Brasil. Como su madre y su tia Veronica habian abrazado la causa ambiental, siempre preferian usar bicicletas o transporte publico para ir a algun lado. Obviamente, no eran las formas mas faciles y rapidas de moverse, sino formas politicamente correctas para evitar que se arroje innecesariamente mas dioxido de carbono al aire y se agote la capa de ozono. ?Que dirian las dos si vieran a Mel entrar en una limusina que gastara tanto combustible ? La chica ni siquiera se lo queria imaginar … Pero tambien, ?que podia hacer ella? Su padre estaba en la lista de los 100 hombres mas ricos de los Estados Unidos segun la revista Forbes. Si no tuviese una limusina, ?que utilizaria ? Autobus? Metro? Coches compartidos? En realidad no … Eso era para los mortales pobres, no para el poderoso propietario de la cadena hotelera The Meditterranean . Y, como hija del dueno, Melissa tendria que acostumbrarse nuevamente, voluntaria o involuntariamente, a esta vida llena de mimos y privilegios. Albert cruzo rapidamente el vestibulo, feliz de tener a su hija de regreso a su lado y, cruzando la puerta automatica que conducia a la calle, se dirigio hacia la magnifica limusina que se detuvo ante ellos con precision cronologica. -Entonces? ?Lista para tu primera vuelta? pregunto, mientras el chofer abria la puerta del lujoso coche para que la chica entrara. Al ver la limusina justo delante de sus ojos, Mel trago, totalmente deslumbrada. Era dificil pensar en los casquetes polares que se derretian a miles de kilometros de distancia gracias a las emisiones de CO2, cuando algo tan hermoso, brillante y lujoso estaba parado frente a ti. -Disfruta, querida . Es del hotel y solo atiende a clientes VIP , pero hoy ordene que estuviera completamente a tu disposicion. – Una limusina? ?Solo para mi? Vamos , papa, a esto llamas una pequena sorpresa? – Mel se admiraba a si misma mientras se acomodaba en el suave asiento del auto. Albert se sento a su lado riendo y despues de cerrar la puerta de la limusina, fue al frigorifico y tomo una botella de agua mineral Glaceau para calmar su sed. -Pero no dije que esta sea la sorpresa. continuo, recordando lo que les esperaba en el restaurante del hotel. – Aun no has visto nada, hija. Y para ser sincero, las emociones de esta noche apenas comienzan. Capitulo 2- PIMIENTA Y DIENTES Despues de tantas retenciones tipicas de Manhattan, la limusina entro en Park West Street, donde se encontraba el famoso y admirado hotel The Meditteranean . Con sus ojos atentos al continuo movimiento de personas caminando por las aceras esa tarde, Mel pronto reconocio el maravilloso verde de Central Park que aparecia en el lado derecho de la calle. – ?Estamos ahi? pregunto ella, ajustando sus odiadas gafas que insistian en deslizarse casi hasta la mitad de la nariz. -No creo que no estes reconociendo el hotel, hija. A pesar de que se sometio a algunas renovaciones, no esta tan diferente. dijo Albert, saliendo del coche . Cuando Mel salio de la limusina y miro la imponente fachada del Mediterraneo , le era imposible no admirar, como si fuera la primera vez, el majestuoso hotel frente a ella. Es cierto que habia crecido en esos pasillos y conocia incluso los detalles mas pequenos del lugar, sin embargo, despues de tantos anos de distancia, regresar y mirar todas esas pequenas ventanas blancas, las banderas estadounidenses ondeando en el viento y los pisos que casi se perdian de vista. Fue emocionante para ella. ” Wow, no puedo creer que este aqui de nuevo ” , penso Mel mientras entraba en el gran salon de The Meditteranean con su padre. Cuando pisaron la lujosa alfombra que completo la sofisticacion del lugar, Melissa pronto fue reconocida por el gerente del hotel, y tambien por el imbecil encargado del hotel de su padre, Pierre Le Blanc. Al mismo tiempo, dejo el mostrador donde estaba supervisando al personal que registraba a los huespedes , para sonreir y encontrarse con ella y Albert. -Mademoiselle Fenner , que honrra los terrmes aqui! Pero, maldito mon Dieu , !como creciste y adelgazaste ! ?Cuando fue emborra dificilmente podria olharr porr el balcon y agorra es mi tamano. Oh! Me estoy haciendo viejo. Dijo dramaticamente, con su acento frances divertido que se nego a perder. -Es bueno verlo tambien, senor. dijo la chica, todavia un poco timida. Mel sabia que habia cambiado mucho, despues de todo, habia perdido varios kilos y era mucho mas alta, pero estar alli escuchando ese bla bla bla acerca de cuanto pero habia perdido y crecido era casi una tortura. No le gustaba recordar sus dias de “peso pesado” como algunos companeros de escuela la llamaban en ese momento. "Si , es verdad. Era una bola de manteca que tenia un trasero mas grande que la luna y del tamano de un enano. Satisfecho? “Fue la respuesta grosera que tenia en la punta de la lengua, pero que no se atreveria a decir Era demasiado educada y no le gustaba herir los sentimientos de los demas. Afortunadamente, uno de los empleados del hotel arrojo torpemente el equipaje de un huesped importante del carrito del equipaje y Pierre dejo la conversacion para ir y reganarlo con toda la autoridad que el trabajo del gerente le garantizaba. Solo despues de deshacerse de Le Blanc, Melissa puede notar realmente el impresionante entorno a su alrededor. El vestibulo del hotel parecia mucho mas lujoso ahora que en su infancia. En el centro estaba la gran recepcion flanqueada a la derecha y a la izquierda por dos escaleras de marmol gigantes, por las que siempre se deslizaba por la barandilla para desesperacion del gerente Le Blanc. Ahora habia un pequeno salon luego de la entrada, para la comodidad de los huespedes y visitantes, asi como muchas plantas, flores y obras de arte que se extendian a traves de las diversas paredes del lugar decoradas exactamente en estilo europeo. En el techo, ademas de una pintura inspiradora con angeles y nubes, estaba el costoso candelabro de cristal, con un diseno firmado por Tiffany, que era dificil de no notar debido a su intenso brillo. A pesar del poco tiempo que paso en el Salon, Mel quedo impresionada por lo sumamente sofisticado que era ahora The Mediterranean . -Es maravilloso, lo se. – dijo Albert en el elevador , mientras miraba a la nina a traves del reflejo del espejo lleno de arabescos florales. – Hoy somos el segundo mejor hotel de Manhattan. Solo estamos detras del Plaza. Pero ya estamos haciendo mejoras para resolver esta situacion. -Dios, papa, no pense que The Mediterranean estuviera asi. Parece mas un palacio que un hotel. – exagero Melissa. -Si, pero ahora es tu palacio, querida. – Anadio sonriendo, saliendo por la puerta de metal que acababa de abrir. En el pasillo bien iluminado lleno de pequenas estatuas de marmol, Mel y su padre caminaron hacia la puerta de madera y vidrio del Chateau D’ore. A pesar del silencio pedregoso que dominaba el lugar y la ausencia de personas que entraban y salian del restaurante, lo que seria normal en ese momento, la chica no se dio cuenta de la misteriosa atmosfera que se cernia alli. -Tu primero, hija. – ordeno Albert enigmatico, empujandola ligeramente por la espalda. Cuando Mel entro en el restaurante, todavia vacilante, se vio sumida en la oscuridad. Al no ver nada frente a ella , penso en retroceder unos pasos hacia la puerta, pero de repente se encendieron las luces y cayo una lluvia de globos de colores y mucho papel picado. Varias personas, en su mayoria adolescentes que estaban dentro del restaurante, la recibieron dandole la bienvenida. -Es un placer tenerla con nosotros, senorita Fenner . Sea bienvenida. – dijo una mujer con cabello rojo, apareciendo justo frente a ella . Parecia haber pasado la treintena recientemente y tenia ojos en forma de almendra que la hacian sentir envidia. Mel abrio la boca, pero todavia estaba demasiado sorprendida para responder algo. ?Quienes eran todas esas personas? ?Y por que demonios tu padre no te advirtio sobre eso? Al menos podria haberse puesto ropa mas presentable que la que llevaba puesta. -Querida, esta es Rebeca Pitty, mi secretaria personal. Ella fue quien me ayudo a planear toda esta fiesta para ti. dijo Albert, senalando a la mujer. -?Ah, si? Gracias , senorita Pitty. – saludo Mel, todavia un poco confundida , pero devolviendo la sonrisa amistosa a la secretaria. Sophie, que estaba a solo unos metros de distancia, se acerco a los tres, seguida de cerca por Chloe y Vicky , sus inseparables amigas que se parecian mas a un par de guardaespaldas que la perseguian. Cuando las hermanas finalmente se encontraron cara a cara, Mel tuvo la ligera impresion de que Sophie no estaba muy entusiasmada con su regreso. La miro de arriba abajo como si la ropa de Melissa fuera una ofensa en ese lugar, y respiro hondo, como lo haces cuando vas a tomar una medicina horrible. -Bienvenida, Melissa. – dijo la hermana entre dientes, abrazandola con cuidado para no arrugar su top de Marc Jacobs . Gracias a Mel, Sophie se estaba perdiendo el lanzamiento de la nueva coleccion de Rihanna en una galeria super moderna en Soho , la meca de la moda de Nueva York, y no estaba contenta con eso. Su presencia alli era obra de Albert, que le habia ordenado que asistiera a la fiesta de bienvenida de su hermana bajo la pena de cancelarle todas las tarjetas de credito si no se presentaba. -Es bueno verte de nuevo, Sophie. – l respondio Mel, un poco timida . – Ha pasado tanto tiempo, ?no? -Sabes que ni siquiera me di cuenta? – respondio la hermana, con un timbre seco en su voz. -Wow! Pense que eran gemelas como Mary Kate y Ashley Olsen, pero al mirar a ambas ahora, se puede ver que tienen muy pocas cosas en comun. – Comento Vicky , analizando a Mel como si fuera un animal exotico en exhibicion. De hecho, las hermanas no eran muy parecidas. Despues de todo, no eran identicas , y el tiempo habia colaborado aun mas para acentuar estas diferencias. Sophie era hermosa como una pintura. Tenia el pelo rubio liso y la piel blanca que la hacia parecer una muneca de porcelana, ademas de tentadores ojos azules y finos labios rosados. Aunque Mel tenia el mismo color que los ojos y el cabello de su hermana, al mirarla se sentia fea. En realidad no lo era, pero cuando se comparo con Sophie, descubrio que su cabello ondulado y opaco no se comparaba con el de ella . Si solo Albert le hubiera contado sobre la fiesta antes, tal vez habria logrado vestirse un poco para no verse tan sin sal frente a todas las personas elegantes y bien arregladas. !Oh, como queria salir de alli y volver a Brasil! “?Tienes alguna preferencia musical, querida ?”, Pregunto Albert de repente. – No tenia idea de lo que te gustaba, asi que contrate una banda y un DJ especialmente para tu fiesta de bienvenida. Que quieres escuchar -Bueno, hmm … Dejame ver … Realmente me gusta esa cantante, Pink, ?sabes? – dijo Mel, fingiendo no darse cuenta de que Sophie miraba sus zapatillas grises All Star y arrugaba su nariz. Aunque no tenia idea de a quien era esa “Pink” que mencionaba su hija, Albert fue inmediatamente a un rincon de la habitacion para responder a su solicitud. Alli, apretujados entre el bar y la puerta del balcon debido a la cantidad de invitados a la fiesta, estaban Aaron, Marvin y Doug, ya en posesion de sus instrumentos, esperando que Albert pasara su repertorio para comenzar otro espectaculo sin sentido. -Bueno, ya que Sophie no nos presenta, soy Victoria McQueen. dijo Vicky , extendiendo la mano para estrechar la mano de Melissa. -Hola, bienvenida . Ya me conoces, soy Chloe Von Bondenburg . – saludo a la otra chica con cabello castano, flequillo corto y ojos color miel. – Chloe ” Dumbo “? ?La que estudiaste conmigo en la Academia Sinclair ? !No puede ser! !Tenias orejas enormes! Mel disparo, sin querer. Sophie y Vicky se miraron con miedo, esperando que Chloe explotara. Melissa habia tocado inadvertidamente un tema delicado para la chica y eso era sinonimo de detonacion, pero en lugar de una respuesta grosera, Chloe se sonrojo.

  • Operacion Caronte de Maria Arenas

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    “Soy Dolores Suarez de Tejada. Naci y me crie en Madrid, en una familia acomodada; rica, vaya. Tuve todo lo que quise. No habia visto nunca morir a nadie y no sabia disparar un arma.
    Desde hace pocos anos, soy agente de la seccion de secuestros de la Organizacion Internacional de Intervencion, una unidad secreta creada por Naciones Unidas.
    Cuando conoci a Ian quise recuperar mi vida, dejar la OII, pero ya era demasiado tarde.
    Arrastro mi pasado como una losa. A ratos, puedo apartarlo, dejarlo al margen, pero forma parte de lo que soy.
    Sientate. Te invito a un tequila y te lo cuento… “.
    Una historia de secretos truculentos, verdades a medias y conspiraciones internacionales, que reune las grandes cuestiones de la frontera norte mexicana: narcotrafico, migracion e intereses opacos por ambos lados.
    Cuando Lola decide tomar las riendas de su vida y abandonar la OII, su jefe le encarga una ultima mision que la lleva de regreso a Mexico para interrogar al jefe de un cartel del narcotrafico.
    Cruzara el pais hasta Sinaloa en busca de un secreto y encontrara un dosier, una carpeta marron con fotografias y documentos de blanqueo de dinero. Un ejercito de sicarios aterroriza la frontera y bloquea el transito de emigrantes y mercancias. Y se vera envuelta en una conspiracion, perseguida por brutales sicarios y acorralada en el desierto.
    Pero solo cuando atacan lo mas importante de su vida, sabra cual es el camino a seguir.

  • Maple Hill de Antonio Jesus Fuentes Garcia

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    Michael Halley vuelve a su pueblo natal para asistir al entierro de su hermano pequeno. Repudiado por su familia anos atras, se da cuenta de que los terrorificos motivos que le empujaron a huir cuando solo era un adolescente, no eran unicamente producto de su mente destrozada. Una fuerza maligna acecha al idilico pueblo de Maple Hill, esperando con ansia su oportunidad para exprimir los secretos y deseos mas oscuros de sus habitantes. Michael, junto con el sheriff Vaughn y un anciano un tanto extravagante, deberan enfrentarse a sus errores del pasado para combatir el poder que se extiende como una enfermedad entre sus vecinos.

  • John Doe de Jorge Borges

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    John Doe era el hombre perfecto.
    Alto. Fuerte. Atractivo.
    Educado. Seguro. Firme.
    Dominante. Considerado.

  • Babilonia (Panorama de narrativas) – Yasmina Reza de Yasmina Reza

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    Elisabeth, ingeniera de patentes del Instituto Pasteur, ha entrado en la sesentena, esta triste por la muerte de su madre, melancolica por el recuerdo de un amor de juventud perdido y algo mas sola desde que su hijo se ha independizado. Por lo demas, vive una existencia placida y monotona con su marido Pierre. Para alegrar el animo, decide organizar una fiesta de primavera a la que invita a varios amigos y vecinos, entre ellos los Manoscrivi, que viven en el piso de arriba. El, Jean-Lino, tambien enfila la sesentena, y ella, Lydie, es cantante de jazz aficionada.

  • The End, El Nuevo Mundo de G. Michael Hopf

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    Para Gordon Van Zandt, la lealtad y el deber para con su patria eran tan evidentes que, tras el 11 de septiembre, dejo la universidad y se alisto al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos; sin embargo, no tardo en abandonar este idealismo juvenil en una ciudad iraqui devastada por la guerra. Diez anos mas tarde, Gordon Van Zandt continua luchando contra los fantasmas de su pasado cuando, de repente, el y su familia deben enfrentarse a una nueva realidad. America del Norte, Europa y el Lejano Oriente sufren un superataque de pulso electromagnetico con consecuencias devastadoras que afectan las redes de electricidad y todos los dispositivos electricos. Tras el colapso total de toda la infraestructura economica --sin automovil y sin telefono--, Gordon sabe que debera luchar por unos recursos cada vez mas limitados y escasos. Junto con otros vecinos amigos, Gordon decide tomar todas las medidas que sean necesarias, y entre las cuales no se incluye el respeto por los demas.
    Gordon debe tomar todos los dias decisiones que en el “viejo mundo” hubieran parecido extremas y sumamente brutales, pero que ahora son vitales para la supervivencia.

  • La belleza del mal de Annie Ward

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    El thriller psicologico mas explosivo y vertiginoso desde La mujer de la ventana.

  • Sombra infernal de Raul Garbantes

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    Thomas Tanner es un mercenario que esta por retirarse de su agitada vida, pero todo cambia cuando recibe un ataque que arrasa con todo su departamento y se lleva la vida de su novia, Sandra. Thomas decide ir tras la persona que estuvo detras de este incidente y en el camino descubrira cosas que nunca imaginaria. Adentrate en este nuevo apasionante thriller de Raul Garbantes

  • Complaceme de J. Kenner

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    Si te apasiono la excitante historia de amor entre Nikki y Damien en la trilogia <>, si seguiste su explosivo romance hasta el ultimo capitulo, no te puedes perder Complaceme.

  • Escribir ficcion de Edith Wharton

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    Wharton, la primera mujer en recibir el prestigioso Premio Pulitzer y, seguramente, la novelista norteamericana mas importante de su generacion, publico en la revista Scribner’s a mediados de los anos veinte una serie de ensayos dedicados a la tecnica, la practica y el oficio de la creacion literaria. Escribir ficcion es una brillante aproximacion a las claves de la ficcion moderna, en el que, con sencillez y rigor, desgrana tecnicas y recursos para desarrollar el estilo y la estructura narrativa, contar un cuento o desarrollar los personajes, entre otros aspectos y mecanismos.

  • Estigia. Donde comienza el olvido de Ikerne Mandaluniz

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    No necesita esperar a que suene la alarma; despues de mas de seis meses trabajando en ese lugar, su cuerpo esta acostumbrado a despertarse temprano. Asi que, a las seis de la manana, Edurne comienza su rutina. Aun en pijama camina hasta la cocina, se sirve un tazon de leche y cereales, saca de la nevera un botellon de agua que puso a enfriar durante la noche. Desayuna de pie, mirando por la ventana. Desde alli observa un paisaje que para cualquiera hubiese sido paradisiaco: arboles increiblemente altos y frondosos que se alzan como una especie de cortina que bordea el rio, cuyas aguas impetuosas banan las rocas de ambas margenes. Flores de calidos colores ordenadas en grupos forman una ancha hilera en el camino. Entre las flores, un bloque rectangular de piedra, dejado alli quiza por el azar. Todo refleja un equilibrio perfecto, que en ese momento le es imposible disfrutar. Tanta belleza no es capaz de emocionarla, sino que genera en ella una sensacion de amargura visceral. Su vida ha cambiado por completo. Hace apenas diez meses se encontraba en un crucero por el Mediterraneo, trabajando como psicologa de un tour de jovenes adolescentes. Su vida fluia en armonia entre su profesion y la vida familiar. Solia jugar al tenis antes de atender su consulta. Por las tardes, tomar cafe con las amigas era su cita infaltable. Ahora, despues de verse forzada a emigrar junto a su familia, y dejar atras una vida que adoraba, su trabajo, su casa, sus amigos, ha dejado un mundo casi perfecto que en los ultimos anos se fue resquebrajando, poco a poco, casi imperceptiblemente como el hielo falsamente grueso. Pero era imposible quedarse a esperar que llegara una hipotetica mejora, que probablemente nunca habria de llegar. Mientras observa por la ventana, piensa: <> Para ella es un momento de nostalgia. Sabe que esa tranquilidad que ahora disfruta, en cuestion de una hora se transformara, como cada dia, en una situacion que ella detesta. Luego de ese breve momento de abstraccion, toma su uniforme blanco, lo dobla, lo mete en la mochila junto con el ancho cinturon que, de forma disciplinada, utiliza siempre para cuidar su espalda. Luego se calza las zapatillas plasticas amarillas y se dirige a la habitacion donde todavia esta su marido. --Listo Andres, ya me tengo que ir. --?Desayunaste? --Si. --?Llevas tu cinturon y el agua? --Si, tengo todo, vamos ya. Se suben en la furgoneta azul en completo silencio y recorren el camino hasta llegar frente a la residencia donde trabaja. Una vez alli, Edurne se toma unos minutos antes de bajarse. Permanece callada, tomada con fuerza de la mano de Andres, y espera a que alguno de los companeros de trabajo llegue para entrar acompanada. Es su forma ingenua de vencer el miedo. --Vamos, Edurne, es solo un dia mas--le dice Andres como parte de la rutina que tienen para darse animo. --Un dia menos para salir de aqui--contesta ella. El turno de trabajo inicia, como todos los dias, a las siete en punto de la manana. Se trata de una residencia para mayores, donde viven mas de ciento cuarenta abuelos distribuidos en cinco pabellones. Es un edificio blanco de tres pisos, con las columnas pintadas en gris plomo. Lo rodea un muro de piedra, sobre el cual reposa una verja que deja al descubierto sus hermosos jardines. La fachada esta repleta de ventanas modernas, con impecables vidrios ahumados que dan sensacion de claustro. A la entrada, dos amplias puertas automaticas de vidrio templado con el logotipo de la empresa. Tanto alli como en el techo, hay dos letreros gigantes con letras azules que se iluminan en la noche anunciando el nombre: El Remanso, en alusion al tranquilo recodo que toma el rio que bordea la parte trasera de la residencia, donde los abuelos cuentan con unas agradables banquetas de madera para sentarse en los dias soleados. A pesar de la impresionante edificacion, los empleados deben entrar por una rustica y desconchada puerta de hierro gris ubicada en la parte de atras, para que los usuarios o sus familiares no los vean sin uniforme. El estacionamiento para los visitantes esta en la parte frontal, con una gran redoma que facilita que los coches y las ambulancias puedan acercar a los abuelos hasta la entrada principal sin necesidad de caminar. En el centro de la rotonda hay una escultura moderna y abstracta de la que emergen cinco grandes tubos de acero inoxidable de los cuales brota agua que luego reposa en un estanque rodeado de flores. Adentro, cada pabellon esta senalado con pequenos letreros azules segun los numeros de las habitaciones. No hay cuadros, ni adornos. Las paredes son de impecable color blanco, solo interrumpido por el brillo de las barandas y las laminas de acero inoxidable colocadas a media altura de las paredes de los pasillos para evitar que el roce de las sillas de ruedas las ensucie. Las puertas de las habitaciones son de madera oscura y tienen en la parte superior un rotulo con el nombre de las personas que viven en cada una de ellas. En cada pabellon hay habitaciones individuales y dobles. Cada una cuenta con su propio bano. Las camas en su mayoria son de madera, pero otras son metalicas, y para nada concuerdan con la imagen de modernidad del exterior. Por el contrario, lucen viejas y desgastadas, y muy pocas cuentan con sistema motorizado. En fin, simples camas de hostal barato. Todas tienen barandas metalicas que se les han adaptado para poder engancharlas a los laterales de las camas. Cuentan con una mesa de noche para cada residente y un sillon para compartir. Algunas habitaciones han sido remodeladas y muestran un poco de lujo. Impresiona la idea casi certera que al construir la residencia el presupuesto hubiese estado dirigido a impactar a los familiares con la imagen de la fachada, y que luego la falta de lujo la asumieran los pobres abuelos en la incomodidad de las camas. En cada pabellon un auxiliar va de cuarto en cuarto levantando, banando y vistiendo a cada residente, y arrastrando el pesado carro con panales, sabanas y toallas, llenando el saco verde de ropa sucia y el amarillo siempre a reventar de panales usados. Lo que podria sonar como una tarea sencilla, dista mucho de serlo, pues levantar a un abuelo conlleva despertarlo, desatar las amarras, quitarles el pijama, que por lo general esta empapado de orina, desvestirlo por completo, asearlo o banarlo, de acuerdo con el numero de banos que le correspondan a la semana segun lo acordado a su ingreso entre la administracion y sus familiares. Tambien hay que limpiar la mierda, si han hecho, colocarles crema para evitar las escaras, humectante en todo el cuerpo, buscar en sus cajones y armarios la ropa, vestirlos hasta con cinco capas dependiendo de la epoca del ano, calzarlos, llevarlos al lavabo, limpiarles los ojos que suelen tener leganas, lavarles la boca y sus dentaduras antes de colocarlas, peinarlos, y todo esto movilizandolos con la ayuda que cada uno pueda proporcionar, que las mas de las veces es nula. Todo esto sin olvidar que son personas, no objetos. Entonces viene lo que en realidad hace que este trabajo sea complejo y delicado: cada dia, el mismo abuelo puede despertar de diferente humor. Puede resistirse a ser levantado, estar desorientado y reaccionar de diferentes modos ante la presencia del auxiliar. Pueden comportarse amablemente o no parar de gritar. Una vez vestidos, al igual que un bebe, quiza vomiten. Tal vez quieran un abrazo o solo charlar. Son muchas variables que manejar. Ese dia el carro de ayuda de Edurne se habia quedado sin panales y tenia que correr al bano de enfermeria para buscar mas, lo que le suponia un retraso en su rutina. Ella y su companero asignado para ese dia son los responsables de levantar un pabellon completo en dos horas y media, lo cual significa que cada uno debe encargarse de catorce o dieciseis residentes, dependiendo de la ocupacion de cada semana. Y todo en unas muy escasas e hipoteticas dos horas. Edurne entra apresurada al bano de enfermeria. Los panales estan guardados en un armario para que los abuelos no se los lleven a escondidas. Cada abuelo tiene derecho a un numero de panales especifico, tres al dia, por lo general. Es decir que, si un dia las estadisticas no coinciden con sus ganas de cagar, pues tendran que aguantarse hasta el siguiente cambio programado. Es por ello por lo que buscan tener alguno de repuesto escondido en sus habitaciones para esas "emergencias". En una residencia los panales son un tesoro muy apreciado. Edurne se detiene en seco al ver a Nixon, uno de los auxiliares, muy conocido por su mal caracter que en ese momento esta gritandole a Isidora mientras le bana. Isidora es una abuela que pesa mas de cien kilos y los multiples pliegues de su piel hacen que sea complejo lavarla. Ademas solo puede mantenerse de pie un rato, puesto que, a sus mas de setenta anos, tiene las rodillas afectadas y no soportan su propio peso. Hay que ser habilidoso y rapido para atenderla antes de que necesite sentarse y la caca se extienda bajo su cuerpo. Nixon, que no le tiene la mas minima paciencia, en uno de sus constantes ataques de rabia, se descarga con ella.

  • GOSBY de C. A. Ortega

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    Caterina tiene un sueno: formar el primer equipo de salvamento acuatico con perro de Cantabria. Para conseguirlo, abandona su Santander natal junto a su perro Gosby y pone rumbo a la primera escuela inaugurada en la isla de Menorca. Tiene por delante tres meses de duro trabajo si quiere volver a casa con la ansiada acreditacion.
    Sin embargo, en el hotel donde se hospeda, conoce a Marc, un camarero que no tiene mas objetivo en la vida que sobrevivir con trabajos precarios, hacer pesca submarina y colocarse de vez en cuando. La vida no ha sido facil para el y encima tiene a cargo a su hermana Mariona; una veinteanera inmersa en un mundo del que su hermano intenta alejarla sin exito.
    Un suceso tragico y la intervencion de Gosby hara que Marc y Cat crucen sus caminos. Sin embargo, las diferencias entre ellos no tardan en aflorar: Cat tiene claro su futuro y Marc no tiene planes mas alla de sobrevivir otro dia.
    Una historia de amor en la que un perro tendra que trabajar duro para que todo acabe con un final feliz, ?lo conseguira?