• libro anita dolares - Roma Garcia Guereta

    https://gigalibros.com/anita-dolar.html

    Chicago, 1912.Anita Schneider es una de esas princesas americanas que volaron en bandada a Reino Unido para casarse con un lord y ofrecer asi a su familia un lugar en la despiadada sociedad neoyorquina.Como la esperanza de su madre, quien suena con ser recibida como una reina por las grandes familias de Nueva York, y la martir de su hermano Ernest, que desea un matrimonio sencillo con su amor de la infancia, Anita llegara a Londres con unas ambiciones mas misteriosas de lo que su familia piensa.Sin embargo, tras un flirteo por el que sale mal parada, su camino a traves de la alta sociedad britanica se le hara mas dificil todavia.

  • Anita Dólar Tapa blanda – 25 enero 2020 - Libros ...

    https://www.amazon.es/Anita-D%C3%B3lar-Roma-Garc%C3%ADa-Guereta/dp/B0841SGVFH

    Anita Dólar : García Guereta, Roma: Amazon.es: Libros.

  • Anita Dolar - Roma Garcia Guereta - Debeleer.com

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    PDF • Descargar Libros Gratis. Buscar: ... Anita Dolar – Roma Garcia Guereta ... Anita pensó que en ese momento alguien estaría disparando en un callejón, ...

  • Anita Dólar by Roma García Guereta - Goodreads

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    26 ene 2020 — Anita Dólar book. Read reviews from world's largest community for readers. Chicago, 1912. Anita Schneider es una de esas princesas ...

  • Anita Blake, Cazavampiros: El Cadáver Alegre: 2 (Gigamesh ...

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    Libro Anita Blake, Cazavampiros: El Cadáver Alegre: 2 (Gigamesh Ficción), ... millón de dólares para que Anita reanime un cadáver de casi trescientos años, ...

  • Cadáver Alegre, el "Anita Blake, Cazavampiros / 2" - Librería ...

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  • EL CADAVER ALEGRE: ANITA BLAKE, CAZAVAMPIROS. 2

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  • A Journey To Ithaca Anita Desai Libro En Ingles ...

    https://articulo.mercadolibre.com.ve/MLV-576686143-a-journey-to-ithaca-anita-desai-libro-en-ingles-_JM

    Excelente libro en tapa dura por el PRECIO PUBLICADO Pertenecio a una biblioteca y contiene sellos de la misma. Sinopsis en la imagen dos

  • Los Smith. Las Ruedas del Corazon de Tomas Guevara

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    Juventud, magnifica juventud, no puedo mas que agradecerles por ser la total inspiracion de mi historia. Solo gracias a ustedes es que esta novela nacio, vivio y por siempre existira.
    Alcoholismo, un grave accidente, amor, desamor y uno que otro escape de casa son la amalgama llamada Los Smith: Las Ruedas del Corazon.
    En esta novela hay grandes historias: El amorio entre Josh Smith y Janice Knight con sus respectivas consecuencias como, por ejemplo, infidelidad y la fuga que hacen. Otra historia es la de el accidente de Anna Taylor que trae consigo consecuencias… hhmmm carcel, no dije nada. Lo que si te digo es que la carcel no es la unica consecuencia tras el accidente.
    Si eres adolescente, te sentiras identificado con todos los personajes de la novela y si eres adulto, no creo que esta novela sea de tu agrado. Adolecerte, si tu, a ti te hablo, no creas que estas mal, solo no escuches a los vejetes.
    El narrador no tiene pelos en la lengua, asi que no esperes una historia con las mejores palabras para cada frase.
    Si bien esta novela esta ubicada en Inglaterra, pudo haber estado ambientada en cualquier otro pais.
    Te hago una apuesta, no te sientas identificado con un solo personaje. Si me ganas… ehhhmmmm nada, felicitaciones.

  • La estrella mas oscura de Jennifer L. Armentrout

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    Cuando Evie Dasher, una muchacha de diecisiete anos, queda atrapada en una redada en una importante discoteca reconocida como uno de los pocos lugares en los que los humanos y los Luxen sobrevivientes pueden mezclarse libremente conoce a Luc, un chico con una belleza antinatural, e desde el principio da por hecho que es un Luxen pero el es, de hecho, mucho mas poderoso. Su creciente atraccion por Luc la ira adentrando cada vez mas y mas profundo en un mundo del que solo escucho, un mundo que pondra de cabeza todo lo que penso que sabia. Jennifer L. Armentrout, autora best seller #1 del New York Times y USA Today, regresa al universo Lux en esta nueva saga, protagonizada por los viejos y nuevos amados personajes. -El esperado spin off de la aclamada saga Lux. -Jennifer Armentrout es una autora de literatura YA y adulta reconocida a nivel mundial, con gran aceptacion entre los lectores.

  • Templo de sangre de Eugenio Aguirre

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  • El secreto perdido (Lottie Parker 3) de Patricia Gibney

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    Hay secretos que no pueden permanecer ocultos

  • Llamame jueves, Ava Cleyton de Ava Cleyton

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    Una manana del mes de abril Alex Kupert se despierta totalmente aterrada porque no puede dejar de pensar en el ni un solo instante. Pero ?quien es el y que ha sucedido para que ella, esposa ejemplar y enamorada de Emilio, su marido de toda la vida y padre de sus tres hijos, tiemble cada vez que recibe un WhatsApp suyo? Se llama Leonardo Peces y, hasta la fecha, era tan solo un amigo. Alex, incapaz de comprender sus propios sentimientos, encuentra en la reposteria una valvula de escape. Y en el afan de luchar contra lo que parece inevitable, el hecho mismo de no poder frenar la avalancha que presiente con la fuerza brutal de la madre naturaleza en la cumbre del Everest, el blog de la Kupert's Cook resulta ser un gran exito en las redes sociales.

  • A orillas del rio Zaire de Hortensia Lopez Lorca

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    Lena, una chica murciana, viaja a Kinshasa para trabajar en un colegio zaireno y mas tarde en la embajada de Espana. Alli, siendo testigo de dos guerras y un golpe de estado, conocera a sus grandes amores, hara sus mejores amigos y descubrira lo mas profundo del ser humano.
    El vertigo de la historia nos une a los latidos de la protagonista, y la superacion es el color de fondo. La novela nos lleva a detenernos, a reflexionar, a orillas del rio Zaire, en el corazon de Africa.

  • Los mejores reyes fueron reinas de Vicenta Marquez De La Plata

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    La fascinante historia de siete ilustres monarcas femeninas protagonistas de reinados admirables y periodos de prosperidad y gloria para sus pueblos. Al indagar en el devenir de las principales monarquias pronto se hizo patente que las personalidades seductoras y llamativas y los reinados mas admirables, eficientes y <>, si es que pude usarse ese adjetivo refiriendose a reinados, fueron los de algunas reinas. Ha habido muchas menos reinas que ejerciesen la auctoritas y la potestas, que reyes, sin embargo el resultado de ejercicio de la potestas es abrumador a favor de estas.

  • De la indignacion a la esperanza de Jose Carlos Diez

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    Cinco anos despues de la publicacion de Hay vida despues de la crisis, Jose Carlos Diez regresa al analisis de la actualidad economica con un libro escrito desde la conviccion de que hay motivos para la esperanza y propone un plan para conseguir una Espana, una Europa y un mundo mejor para los ciudadanos.

  • Tormenta en Cape May de Chip Cheek

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    Corre el ano 1957 en Cape May, un pueblo costero de New Jersey. Henry y Effie, dos jovenes recien casados, llegan de Georgia para pasar su luna de miel. Se acaba el verano y el lugar esta desierto. A medida que se van conociendo -recorriendo las playas solitarias del Atlantico, infinito y oscuro; haciendo el amor con torpeza en la habitacion polvorienta de un pariente lejano- intuyen que la vida de casados puede no estar a la altura de sus romanticas fantasias.

  • La nueva vida de Kendall (Liam 1) de Aitor Ferrer

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    Si tres meses antes me hubiesen dicho lo que iba a cambiar mi vida, no me lo habria creido... Con veintiseis anos estaba viviendo un momento de desconcierto total, todo mi mundo se habia puesto patas arriba y sin sentido, asi que me encontraba en un vuelo en el que esperaba que fuese mi escapatoria y el comienzo de una nueva vida lejos de todo el caos que se habia formado a mi alrededor. Me presento, mi nombre es Kendall y hasta antes de suceder todos mis males yo era una chica muy feliz... Tenia un novio de muchos anos, desde que teniamos diecisiete anos, Jorge, un chico que nadie podia predecir que nueve anos despues, por capricho de su madre, me mandara a freir esparragos. Aquello me dejo echa polvo, pero no tanto como cuando un mes despues en el que aun no habia superado ni lo mas minimo aquello, mi madre, la unica persona que tenia en mi vida, murio en una operacion de corazon, ahi fue cuando me di cuenta de que, ya no me quedaba nada a lo que aferrarme. En ese momento, llevaba tres anos publicando novelas romanticas en una famosa plataforma y la verdad es que tenia mogollon de seguidoras y mis novelas se vendian perfectamente, en ese aspecto estaba muy feliz ya que sacaba un buen sueldo al mes, no una millonada, pero si que me daba para vivir desahogadamente, ademas, hacia mi otra pasion dos veces en semana, esos dias que iba a la academia de baile de un gran bailaor flamenco con el que llevaba desde pequena y es que bailar era mi pasion. Eso que por ahora iba a quedar en un segundo plano, no me veia en Miami bailando flamenco, pero bueno, alguna que otra "pataita" si que me echaria. Si, iba rumbo a Estados Unidos y ahora os explicare que me llevaba hasta alli. Resulta que una de mis primeras lectoras era puertorriquena, Alexandra, afincada desde hacia muchos anos en Miami y casada con un cubano llamado Luis, que era representante de actores. Alexandra y yo, siempre hablabamos por privado y eso llevo a las videollamadas, se convirtio en mi confidente, mi gran amiga y jamas nos habiamos conocido en persona, pero os puedo garantizar que eramos como dos hermanas. Cuando paso lo de mi madre, me dijo bien claro que me fuera a su casa una temporada o el tiempo que quisiera, ademas en su jardin tenia un pequeno apartamento de invitados que me dejaba gustosamente para vivir alli. Despues de mucho pensarlo accedi y ahora estaba volando hacia aquel lugar de la Florida. Lo mas fuerte de todo es que yo estaba enganchada a una serie americana de accion que, era un equipo de polis de investigacion donde habia un actor llamado Liam Jones, de cuarenta y un anos, rubio, de ojos azules, cara angelical y la locura de todas las feminas, incluida yo, que cada vez que escribia lo hacia pensando en el, era toda mi inspiracion y como se dice, mi amor platonico, ese con el que siempre fantaseaba y seguia en las redes, pero sin seguirlo, vamos que entraba directamente cada dia para ver si habia una actualizacion, eso si, no le daba ni un me gusta, yo solo cotillear. De Liam, la gracia es que su representante era Luis, el marido de Alexandra, con lo cual me prometio que cuando volviera a Miami de los rodajes me lo presentaria, yo con tirarme una foto con el, ya era como si me tocara la loteria, asi que esperaba que algun dia sucediera aquello. La casa de mi madre la vendi para poder pagar la parte de impuestos de la herencia y lo poquito que me sobro lo deje en el banco para cualquier cosa que me hiciera falta, asi que en Espana solo me quedaba el banco de la plazoleta donde yo vivia, en el que me sente tantos anos, en el que me rei y llore a partes iguales, por lo demas, nada, todo iba en mi maleta. Durante el vuelo me enganche a una de las tantas pelis que ponen para que elijas, como no, cogi una peli de Liam, ademas de esa serie tan famosa que ya iba por la cuarta temporada, el chico habia hecho mogollon de pelis y bien buenas, era un pedazo de actor como la copa de un pino y el hombre con la mirada mas seductora del planeta. Y lo bueno de todo, es que sabia que algun dia iba a tener la oportunidad de saludarlo, aunque fuera un solo minuto, pero tenia la absoluta conviccion de que tendria esa suerte y la verdad es que me hacia mogollon de ilusion, fantaseaba hasta con que ropa ponerme y como saludarlo. Aterrice en Miami y a pesar de lo muy afectada que iba con todo, me salio una sonrisa, era como que ese cambio iba a ser importante en mi vida. Si mi Alexandra era bonita por video y fotos, en persona era espectacular, era glamur en estado puro, tenia clase, era pura clase. Nos fundimos en un abrazo que duro una eternidad, luego lo mismo con su marido al que le tenia mucho carino, solia aparecer en medio de las videollamadas de nosotras para saludarme, incluso alguna que otra noche nos quedamos los tres charlando muertos de risa, era de lo mas simpatico y bromista. Llegamos a la casa y aunque la conocia por esas llamadas, verla en persona era una pasada, todo era a lo grande, habitaciones, cocina, salon y cuartos de banos. Ademas, dicha cocina y salon daban al patio donde estaba el balancin, mesas, sofas, neveras, piscina, barbacoa y hasta tele, ademas del apartamento que iba a ser mi hogar por un tiempo, que, por cierto, era muy coqueto. Tenia dos habitaciones, bano, cocina y un salon que daba al patio ese que quedaba en comun. Me duche e instale colocandolo todo, un rato despues aparecio ella para decirme que ya estaba la cena. Fue una velada llena de confidencias, lloros, risas, abrazos y que duro muchas horas antes de que, con un abrazo de verdad, me despidieran los dos antes de dormir, fue un abrazo en conjunto, pero de esos que sientes de verdad, me estaban arropando de corazon y eso se notaba, era evidente. Los siguientes dias puedo jurar que fueron un cambio total, me despertaba y desayunaba con Alexandra, siempre estaba levantada la primera, luego ella se ponia con su portatil a trabajar y yo con el mio a escribir en aquel porche que tenia una zona medio cerrada con aire acondicionado, una pasada, nuestro rincon donde pasabamos tantas horas. Me sentia querida, no me senti un estorbo en ningun momento, ella se meaba al ver que ponia media pantalla con el Word en el que escribia y en la otra, una foto de Liam, ese que ella conocia bien, es mas, eran amigos por la relacion que tenia laboral tan estrecha con su marido, ni mas ni menos que su representante. Eso si, como dije, Liam era un amor platonico, pero lo de Jorge, era un amor de verdad y no me lo podia quitar de la cabeza. Habia sido una decepcion muy grande la que me habia llevado y eso que sabia que su madre nunca me pudo ver, vamos, que no hizo nada por ocultarlo, todo lo contrario. El primer mes alli fue un soplo de aire fresco, escribia cada manana, saliamos alguna noche de cena y copas, fuimos a la playa de Miami beach y los cayos, donde precisamente tenian alli un barco y navegamos en el, en varias ocasiones, ademas de las barbacoas que se hacian en su casa y a las que venian muchos amigos a los que ya les habia cogido carino en ese tiempo. Capitulo 2 Estaba muy emocionada con el avance de la novela, la verdad es que me habia pillado inspirada ese mes, a pesar de la tristeza que soportaba. Esa manana llevaba escrito un monton y apenas eran las doce, iba a dejar de escribir cuando llegaran sus amigos, Ernesto y Milano, dos modistos que eran sus mejores amigos y como decian cada vez que me veian, los mios tambien. Ese dia tocaba barbacoa, ademas era viernes, dia en que nunca faltaba una, la verdad es que me lo pasaba genial con aquellas charlas y risas que nos pegabamos, todos eran latinos, puertorriquenos o cubanos. Me habia dado un ataque de risa mientras escribia la escena de una pija que era mas repelente que todas las cosas, pero la estaba bordando. --Kendall, perdona que te corte la escena esa tan graciosa que debes estar haciendo --dijo Alexandra, asomando la cabeza por el salon y aguantando la risa y yo que la conocia sabia que me iba a soltar un disparate, era lo mas comica del mundo. --Nada, dime --le dije con tono de que soltara alguna de las suyas. --Que llego Liam para la barbacoa --se echo a reir agarrada al quicio y poniendo sus manos entre las piernas. --Dile que pase que le voy a ensenar el dicho de "poner mirando a Cuenca" --solte una carcajada. --?Cuenca? --pregunto el mismisimo Liam arqueando la ceja y saliendo al porche. Pense en ese momento dos cosas: o me tiraba a la piscina y no sacaba la cabeza, o corria hacia la salida sin mirar atras, otra no me quedaba. --Kendall, el es Liam --reia Alexandra, y yo seguia sentada sin reaccionar. --Hola, Kendall --extendio su mano por encima de la mesa viendo que no me iba a levantar para darle un beso. --?Estas bien? --pregunto Alexandra, al ver que no atinaba ni a darle la mano. --Creo que me dio un golpe de calor y me estoy mareando --murmure, sintiendo que mi tension debia estar por los suelos, ademas de verdad, que notaba que me estaba quedando lacia. --Tumbate que te pongo las piernas en alto --dijo Liam, viniendo directo a tumbarme en ese balancin donde yo me ponia a escribir. --No, tu no --murmure cayendo hacia atras, mientras pensaba que por Dios el no me tocara. --Tu si --fue lo ultimo que escuche decir a Alexandra, mientras perdi la conciencia unos segundos. Y fue cuando abri los ojos que vi que tenia los pies encima de un puf que pusieron en el balancin y Alexandra me hablaba mientras Liam me echaba el aire en la cara con un carton. El problema es que al verlo de nuevo tan cerca de mi yo no me queria levantar, queria volver a perder el conocimiento, ese tio impactaba demasiado y a mi me temblaba todo. --Kendall, bebe un poco --dijo Luis, dandome una lata de Coca Cola. --Echame un poco de ron --murmure apretando los dientes y causando una carcajada en todos, mientras me notaba hasta sudores frios. --No --dijo Liam en voz baja, mientras sonreia mirandome. --No hables, que no se repone --solto Alexandra, causando una carcajada a Luis y una risa floja en Liam. Me incorpore y di un trago a la Coca Cola, tan patosa yo que me cayo por encima de la camiseta. --Ay, Dios --me puse la mano en la cara mientras negaba. --Es muy guapo el chico del fondo de pantalla --murmuro mirando mi portatil y viendose el. --?Ese quien es? ?Que hace ahi? Alexandra joder, que graciosa eres --dije tirandole los balones a mi amiga y cerrando el portatil a toda leche. --Mira que ponerme en el portatil de la chica --dijo Liam, a modo de reprimenda a Alexandra, obvio que bromeando. --Es que queria que tuviera presente a mi amigo y mejor actor de los Estados Unidos -- sonrio con ironia, yo me fui levantando sin querer ni mirar y recogiendo las cosas para irme a cambiar, estaba hecha un cristo con ese lamparon de Coca Cola. --Bueno, voy a cambiarme --sonrei abrazada al portatil y pasando por su lado. --No te has presentado --murmuro Liam, cuando pase junto a el. --Ya otro dia --dije caminando directa al apartamento. ?Otro dia? !La madre que me pario! Mas imbecil y no nacia. Me rei al entrar a la vez que me tumbe en la cama pensando que asi no habia imaginado jamas mi encuentro. Me duche de nuevo mientras intentaba relajarme y pensar como solucionar la que habia liado en un momento !Me maree! ?Se podia ser mas gilipollas? Y encima la Coca Cola, su foto y eso de "otro dia" !Que me tragase la tierra! Queria ponerme mona, pero sin parecer que iba a salir, o sea, de barbacoa, pero algo que me quedara bien, y es que el estaba tan mono, aunque ese de todas las hechuras lo estaba. Liam llevaba un pantalon corto vaquero, unas zapatillas "Vans" y una camiseta de una firma de surf en color blanca y es que se le veia con una planta que impresionaba, hasta asi urbano, el tio tenia una percha increible. Me decante por un vestido de punto blanco de tirantes, tipo camiseta, debajo me puse un bikini en color negro. Estuve como media hora detras de la puerta santiguandome y rezando para no tener ni una metedura mas de pata, pero conociendome, capaz era de liarla a mas no poder. Dos golpes en la puerta me sobresaltaron. --Kendall ?Estas bien? --pregunto Alexandra, espere un poco e hice la que iba a abrir. --Si, es que me llamo una amiga de Espana que hacia mucho que no sabia de ella. --Pero si te has dejado el movil fuera --se echo a reir. --Da igual, nosotros hablamos por telepatia --solte una carcajada. --Venga sal, que Liam esta esperando. --?A mi o a Ernesto y Milano? --Esos dos han dicho que no pueden venir, les surgio un compromiso, solo estaremos los cuatros. --Yo paso de salir, ahora si que me da --cerre las piernas con mi mano en medio, mientras lloraba de la risa nerviosa. --Venga vamos --me jalo del brazo y tiro de mi hacia fuera, luego cerro la puerta. --Te mato --murmure detras de ella.

  • Las mutaciones de Jorge Comensal

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    Ramon Martinez es un abogado de exito, un ateo convencido y un padre de familia como otro cualquiera. Pero todo cambia el dia que Ramon tiene que ser operado y pierde la lengua -y con ella la capacidad de hablar- y comienza para el una silenciosa tragicomedia. Carmela, la mujer de Ramon, comenzara a tener discusiones diarias con un marido que no puede contestarle; Paulina y Mateo, sus hijos adolescentes, tendran que afrontar la nueva situacion mientras lidian con sus propias obsesiones (la obesidad y el onanismo). Elodia, la asistenta supersticiosa, busca una cura milagrosa para su jefe, que acude a terapia con Teresa, una psicoanalista, que cultiva marihuana en su atico. En medio de todo este barullo, Benito es el nuevo miembro de la familia: un loro de una especie en peligro de extincion con el que, paradojicamente, Ramon se comunica mejor que con sus seres queridos y que es capaz de blasfemar y gritar todo lo que Ramon no puede.
    Contada con un humor tierno y a veces un poco negro, esta tragicomedia nos muestra una familia como todas: con su dia a dia, con sus problemas, con su dosis de amor y de risas, y tambien, como en la vida misma, con su dosis de mala suerte y de lagrimas. Y con un loro.

  • Circulos, Manuel Rios San Martin de Manuel Rios San Martin

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  • El pasaje de Justin Cronin

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    Una epidemia irrefrenable, desatada por un desastroso experimento militar, inunda el planeta. Los infectados por el virus ya no son seres humanos, sino eficaces e invulnerables maquinas de matar. Solo una nina, una huerfana llamada Amy, parece compartir con los infectados muchos de sus poderes, pero no su sed de sangre. Cuando el mundo tal y como lo conocemos llega a su fin, es Amy la unica que cruzara el pasaje entre un planeta moribundo y un planeta nuevo, donde tribus dispersas de humanos sobreviven como pueden en un mundo hostil que ya no les pertenece. Escrita por un autor multipremiado, El pasaje es la primera parte de una fantastica trilogia que se ha convertido, incluso desde antes de su aparicion, en la novela mas comentada de los ultimos tiempos, al mismo tiempo una formidable aventura llena de accion y suspense y una epica de la resistencia humana frente a a la peor de las catastrofes.

  • La dama de la ciudad prohibida, Jesus Maeso de la Torre de Jesus Maeso De La Torre

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    Una intriga historica en el exotico mundo de las concubinas imperiales chinas.

  • Cuentos para entender el mundo 1 de Eloy Moreno

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    ?Y si son las ramas las que mueven el viento?

  • Las Navidades de mi vida de Ariadna Baker

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    --Clara, te acompano en el sentimiento --me dijo Don Damian, el cura del pueblo. --Muchas gracias, se lo agradezco de corazon. --Un corazon muy grande es el que siempre has tenido tu, nina. No cambies, ?eh? --Don Damian, un poco enfadada si que estoy con el de ahi arriba, a usted no le puedo mentir. --Hija mia, no digas eso ni en broma. Dios nuestro Senor ha tenido a bien acogerlos en su seno por alguna razon, ?no te parece? --No, lo siento mucho, Don Damian, pero no me parece. Mire sus lapidas y las lagrimas cayeron como punos desde mis ojos... Con el cuerpo completo perlado de sudor, me sente en la cama de un salto. Un salto mas... Y una madrugada mas sin pegar un ojo. Aquella situacion era insostenible. Seis meses habian transcurrido desde el fallecimiento de mis padres y seis meses en los que estaba por primera vez que lograra dormir a pierna suelta. Imposible hacerlo. No cuando aquella pesadilla me asaltaba una y otra vez. Ni que decir tiene que la clave estaba en que yo no podia soportar su marcha. Me lo decia mi amiga Carla, que estaba estudiando Psicologia. Y me lo corroboraba cada noche, mientras charlabamos un ratito despues de la cena, mi tia Marita, la unica hermana de mi madre, con la que yo me habia marchado a vivir desde la muerte de mis progenitores. --Carino, ?otra vez la misma pesadilla? --Ya la tenia en el quicio de la puerta, como cada noche cuando aquello ocurria. --Me temo que si. Y lo que mas siento es que te despierto a ti, no es mi intencion. --No seas bobita, mi nina. Te voy a preparar un vasito de leche calentita y, si quieres, te doy un poquito de palique mientras te vas durmiendo, como cuando eras pequenita y te quedabas a dormir aqui en mi casa algun fin de semana, ?te acuerdas? --Como no voy a acordarme, tita, si eras la mejor cuenta cuentos del mundo... --Imaginacion si que he tenido siempre, es cierto... Pero es que no me costaba ningun trabajo, carino, tu has sido siempre tan agradecida... --Y tu la mejor tita del mundo... No exageraba, pero lo cortes no quitaba lo valiente. Mi tia, que ademas era mi madrina, siempre habia derrochado carino conmigo, pero ello no le restaba ni un apice de dolor a mi corazon por el fallecimiento de mis padres. Cincuenta anitos tenian, justo el doble de mis veinticinco. Estaban en la flor de la vida, mejor que nunca, ahora que creian que por fin me habian metido en vereda haciendome estudiar. Cuanto me arrepentia de no haberles dado antes ese gusto, pero es que yo estaba convencida de que no servia para hincar codos con los libros. Y ellos, que no habian tenido esa oportunidad de jovenes, morian porque su unica hija fuera universitaria. Total, que, siguiendo mi instinto, me puse a trabajar en la panaderia de la senora Lola a los dieciocho anos, cuando termine el Bachillerato. Y alli permaneci hasta que cumpli los veintiuno. --Hija, que poco nos gusta a tu padre y a mi que te deslomes en esa panaderia por cuatro duros --me decia cada dos por tres. --Mami, pero es que tengo que trabajar, ?o quieres que sea como los ninis esos que no dan palo al agua? --Claro que no, Clarita, pero tu tienes cabeza para hacer la carrera que te venga en gana, otra cosa es que para coger los libros si que eres mas floja que un muelle guita y eso tienes que reconocerlo. Lo reconocia, pero tanto me lo dijeron mis padres que finalmente me matricule en Sociologia a los veintiun anitos. Y justo iba a graduarme cuando ellos fallecieron. Solo una semana faltaba. Ni acudir al acto de graduacion queria. No me sentia con fuerzas. Si no hubiese sido por mi tia Marita, que me llevo practicamente a rastras, alli no me hubieran visto el pelo. Fue acabar el acto y volver para casa. No quise ir a la cena de celebracion con mis companeros. A diferencia de ellos, que se sentian victoriosos, yo pensaba que aquella victoria se la debia a mis padres y ya no estaban para verlo. El verano fue una autentica pesadilla para mi, con unos dias largos que invitaban al ocio y que se me hacian eternos, dado que el mencionado ocio era lo ultimo que me apetecia. A decir verdad, ni me apetecia el ocio ni absolutamente nada. Aquel accidente de trafico habia truncado mis suenos. Mis padres fueron, mientras vivieron, el gran puntal de mi vida y yo me sentia tremendamente desgraciada por su marcha. A medio verano, volvi a trabajar a la panaderia de la senora Lola. --Pero vamos a ver hija, ?se puede saber como una senorita licenciada va a desempenar el mismo trabajo de cuando no tenia estudios? --me recrimino mi tia. --Es que, empezar a buscar trabajo de lo mio, me supone marcharme del pueblo y tenerme que ir a la capital y eso no me llama ahora. Salamanca capital me encantaba y yo habia sido muy feliz estudiando alli, pero desde la marcha de mis padres no habia tenido agallas para volver y ahora solo queria refugiarme en el pueblo. La senora Lola fue la primera sorprendida en verme aparecer por su local con la intencion de trabajar, pero como yo habia dado el callo como la primera mientras estuve alli, me acogio con los brazos abiertos. Desde entonces ya habian transcurrido varios meses y, dado que alli tambien se vendian dulces, con la campana de Navidad a las puertas estabamos a tope. Despues de una noche toledana como la que he descrito, tuve que disimular mis ojeras para poder ir a trabajar como Dios manda. Por el camino me encontre a la senora Ana, quien no tardo en pararme. --?Como estas, Clarita? En el pueblo todos me llamaban por mi diminutivo. Dias atras yo le habia preguntado a mi tia por cuando creia que dejaria la gente de hacerlo y me comento que probablemente nunca. --Hija, es que como pareces una chiquilla... Con esas facciones tan tiernas, ese pelito rubio y esos ojos azulitos, pues que dan ganas de achucharte. Me dio uno de sus achuchones habituales y se quedo en la gloria con su explicacion. Lo peor no era ya solo que me trataran como a una nina, sino que en los ultimos meses habia vivido asi. Atras, en Salamanca capital, quedo mi noviazgo con Cesar. La muerte de mis padres se lo termino de llevar por delante, aunque no voy a decir que ese fuera el unico motivo. Cesar y yo llevabamos saliendo un par de anos. El era el hijo de la pareja que nos alquilo un piso de estudiantes a mi y a mis companeras, Mara y Raquel, mientras duraron nuestros estudios. Un buen dia, cuando ya llevabamos dos cursos alli, Cesar aparecio para sustituir una lampara estropeada y lo que se ilumino entre nosotros fue la llama del amor. Eso si, pasados los primeros meses, la relacion tampoco es que fuera la bomba y un par de anos despues yo me planteaba hasta que punto era el hombre con el que deseaba compartir mi vida. El fallecimiento de mis padres le dio jaque mate a nuestro noviazgo, pues yo me aparte del mundo por completo, lo que le incluia a el. Y tampoco es que Cesar luchara demasiado por lo nuestro. Digamos que ambos fuimos dejando que nuestro amor muriera poco a poco, dando paso a una cierta amistad y poco mas. --Ahi vamos, senora Ana --le conteste con muy pocas ganas de entrar en honduras. --Poco a poco, hija. Ya en nada tenemos aqui las Navidades y... La mujer lo solto de sopeton y en automatico se callo, pues debio darse cuenta de su metedura de pata. Malditas ganas que tenia yo de celebrar las Navidades ese ano. Si hasta me queria zafar de decorar la casa con mi tia y no sabia como hacerlo. La pobre me habia "amenazado" con que el puente de la Constitucion debiamos hacerlo y yo no paraba de darle largas. --Ya, ya... Por cierto, ?y Lucas? Hace mucho que no lo veo. Su hijo Lucas y yo habiamos sido grandes amigos en la infancia y adolescencia. --Dificilito esta que lo veas, hija. Se fue con la muchacha esa con la que salia, con Elsa, a Laponia a vivir. --?A Laponia? --Si, si, hija, a la gran puneta, vaya, que ademas hace alli un frio que pela. Pero como a ellos les ha encantado, pues nada. --Me quedo loca, yo no veia a Lucas demasiado lejos del pueblo, vaya vueltas que da la vida. --Ni yo, hija. Pero se fueron este verano y alli estan, regentando una tienda de galletas de jengibre que por lo visto para los lugarenos son lo mas de lo mas. --Que personaje este Lucas.... Me despedi de la senora Ana y pense en lo sorprendente que era la vida. De ninos, yo le decia a Lucas que seria jefa de una gran compania y el a mi que astronauta. Y ahora resulta que el vendia galletas en Laponia y yo en el pueblo. Y eso pese a que los dos eramos licenciados.... Una casualidad que me saco la sonrisa, cosa que no ocurria todos los dias en los ultimos meses. Llegue a la panaderia y la senora Lola me indico el cerro de trabajo que debiamos realizar. Hasta la espalda se me estaba resintiendo desde que teniamos la Navidad en puertas. --Clarita, ya le he dicho a Lorenzo, mi marido, que como esto siga asi al final vamos a tener que ampliar el negocio. Francisco, el chico del local de al lado, lo deja en breve y creo que seria una gran oportunidad para hacerlo de una vez por todas tambien pasteleria. --?Y no lo es ya, senora Lola? Por el amor de Dios, si aqui servimos mas dulces que gente hay en la guerra. --Es verdad, hija, incluso nuestros turrones artesanales estan teniendo un exito de no te menees. Son ya muchas las personas de otros pueblos que se estan acercando a por ellos. De hecho, yo queria hacerte luego un ofrecimiento, Clarita, a ver que te parece. --De acuerdo --asenti mientras me cambiaba y me ponia el uniforme de trabajo que recientemente la buena mujer habia encargado para mi.

  • La dama pirata y el escoces de Julia London

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    Peligro y pasion en mares turbulentos

  • La hija de su jefe de Mia Ford

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    Ella se estrello contra mi vida… como fuegos artificiales.

  • La trayectoria de los aviones en el aire de Constanza Ternicier

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    El principio de incertidumbre envuelve el colaps fisico de la estudiante chilena Amaya Tripe, becada por su gobierno en Barcelona y de fin de semana en Londres. “A pesar de que estabas en una ciudad mas bien grisacea, la luz del sol estaba enceguecedoramente brillante. Entreabriste los ojos y, pese a la dificultad, te diste vuelta hacia el otro lado. Ahi estaban las ultimas personas con quienes creias que te ibas a encotrar: padre y madre.” La cama del hospital es el origen de un viaje que se dispara en amores, la trayectoria de los aviones al otro lado de la ventana y, sobre todo, las causas del colapso. Los ojos azules de los medicos londinenses le provocan un ardor irrefrenable, y ese ardor, cada vez que lo siente, es una sacudida en la memoria y a sus esperanzas de libertad adulta.

  • Sonar bajo el agua de Libby Page

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  • Gamiani de Alfred De Musset

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    La leyenda dice que el poeta Alfred de Musset, en una platica de absenta con sus amigos, apostaba a que la literatura erotica no necesitaba de la vulgaridad ni del lenguaje soez para ser altamente calentante. Siendo muy joven, cumple con su promesa, entregandoles a sus amigos un trabajo nunca pensado para la imprenta. Pero al ser un clasico de la pornografia, pronto ya estaba editandose profusamente.

  • El cementerio de los recuerdos rotos de Silvia Ibanez Cambra

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    Miguel y Adelaida son dos jovenes que se abren paso a la vida en la Zaragoza de los anos 30. Con mucha curiosidad ante el mundo y la vocacion de escritor Miguel comienza una investigacion sobre una joven chica cuyo extrano entierro presencia en compania de su amiga Adelaida, una oscura noche en un mausoleo familiar, a la cual alguien le dirige cartas que deja sobre su lapida.

  • Heroes de la frontera de Dave Eggers

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    Del autor de El Circulo, una road novel que sigue la estela de En la carretera de Jack Kerouac, Hacia rutas Salvajes de Jon Krakauer y Canada de Richard Ford. Una novela que reflexiona sobre la perdida y la busqueda de nuevas oportunidades.

  • Liberando a marina de Marcus Argentarius

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    Marina: una joven editora que busca tanto un trabajo como un amor con sentido y se siente perdida. Gaston: el mentor de Marina. Martin: el novio ocasional de Marina Agustina: una amiga de Marina con mas experiencia y mas abierta a la exploracion Fernando: un Dom (Dominador) con experiencia en la escena BDSM Prologo y glosario Dado que la historia tiene mucho de autobiografica, esta localizada en el contexto cultural en el que los hechos se dieron. Para esto, se utiliza mucho del lenguaje coloquial de Buenos Aires. A fin de facilitar la lectura, se ofrece un breve glosario de terminos sexuales. Concha: vagina Garche: forma vulgar de una relacion sexual, principalmente basada en la atraccion fisica Pija: pene Telo: hotel de parejas, donde se paga la estadia por turnos de dos horas Trola: forma coloquial de prostituta Introduccion Marina estaba perdida y no podia encontrar la salida. Lo peor era ni siquiera encontrar las palabras para articular esta perdida. Desde el primer novio de la secundaria1 (un dulce, pero fugaz amor) tuvo mas que parejas una sucesion de amigovios-garches2 que realmente no sumaron. Toda su energia estaba volcada en su carrera. Hace poco habia terminado la carrera en Letras que le habia resultado, tras una recomendacion de un profesor en un trabajo dentro de una editorial. En esta editorial, Mari la Seria, como le decian, consiguio trabajo como ayudante de un editor mayor, Sr. Gaston (siempre Senor, nunca Gaston), un hombre casado de 60 y tantos anos, dedos amarillos como sus dientes y olor a cigarrillo que habia penetrado toda su ropa. Cuando la conocio le pregunto “vos ?no sonreis nunca?” y ella, nerviosa, sonrio falsamente. El le dijo “mejor que no sonrias; este trabajo es lo unico que nos queda como importante: sacar la verdad de las mentiras que otros escribieron” y desde ese entonces, ella se sintio contenida y guiada por el Sr. Gaston. De a poco, al dejarse guiar, empezo a aprender de los libros: las ediciones, los papeles, que hacer cuando la distribuidora los guardaba. Empezo a aprender de los escritores: como en general mezclaban una gran sensibilidad con un gran narcisismo y por eso muchos, los mejores, erguian templos de papel. Aprendio del Yambo, del Trochee, de como los persas tenian la mejor poesia amorosa. Aprendio mientras se refugiaba, sola, en los libros, bajo la mirada del Sr. Gaston. Pero sobre todo aprendio del Sr. Gaston. Aprendizaje lento, pero detallista y apasionado que duro unos meses, hasta que Gaston murio de un ACV tan repentino como inevitable. Solo al verlo en el velorio, entre el perfume de la corona de la editorial y la del Jockey Club (dado que el Sr. Gaston tenia, al parecer, no solo la imagen de tanguero sino todos los vicios folkloricos) comprendio que lo amaba y lloro de tal forma que la viuda (una senora mayor, con una cara que pintada de verde hubiera sido una mascara de bruja) la sometio a un impiadoso interrogatorio. Tras pasar el duelo por el Sr. Gaston, Mari volvio a salir con sus amigas de la facultad. Merodeaban los mismos lugares, iban a las mismas fiestas de su epoca estudiantil que la aburrian. Con una amiga llamada Agustina con la que curso en varios anos charlaban de literatura erotica tras el exito que ese genero tuvo. Mari le contaba de los persas, y Agus del sadomasoquismo. Incluso con Agus incursiono en una fiesta BDSM en una facultad diferente a la suya. Pero todo el ambiente le resulto, para ser honesta, cansador. Gente mayor en trajes de latex pegandose con latigos y mostrando los genitales, parecian mas un grupo de pacientes psiquiatricos que los personajes poderosos, seguros en su sexualidad, que esperaba de sus lecturas. ?Existian aquellas personas que entendian que el control, el poder, era el maximo afrodisiaco? ?Que lo importante no es ejercerlo, sino sentirlo? Mari no encontro, en ese entonces, respuestas a sus preguntas. Un dia conocio a Martin; “mis amigos me dicen Tincho”, le dijo esa vez con el aire de quien imparte un secreto esoterico y ella se sintio morir un poquito adentro; luego comprendio que era ese aire lo que la hizo sentir asi, no lo banal de la situacion. Ese aire de saber algo que el otro no sabe, de tener cierto control. Ese dia ambos terminaron en la cama y a las pocas semanas, ya salian juntos. Martin (ya ella sentia que no le podia llamar “Tincho” sin sentirse uno de sus amigotes) era, en su opinion, mucho mas atractivo que ella. Mari era delgada, palida, de ojazos oscuros y una cierta fragilidad que recordaba a una grulla, que miraba el mundo elegantemente, con el pelo cuidadosamente cortado a la altura de su nuca, siempre en el costado de la habitacion, timida fuera de sus libros. Martin era alto, delgado y vestido como un poeta romantico. Sus ojos claros contrastaban con su pelo oscuro y siempre estaban enmarcados detras de anteojos que no tenian aumento, pero le daban una apariencia intelectual. Su pelo era cuidadosamente descuidado y toda su apariencia daba la impresion que era un hippie que de alguna forma habia conseguido modelar para marcas de ropa cara. Pero apariencia era la palabra correcta: Martin no tenia un pensamiento propio en su cabeza; estaba construido de superficies flotantes en el espacio. Todas sus charlas eran un reciclado del discurso pseudointelectual de la facultad; si bien Martin era dos anos mayor que Mari (quien estaba en la mitad de su veintena) no se habia recibido ni pasado de tercer ano. Una buena facha, junto con la seguridad que da tener una familia con varias empresas a su nombre, hacian que fuera mucho mas facil vivir como un eterno estudiante. Esta inmadurez hacia que cada salida con el fuera un suplicio: Mari necesitaba alguien que la ordenara, que le diera una estructura, que la hiciera sentir querida, apreciada y que le permitiera sacar lo que tenia dentro. Pero Martin siempre queria, esencialmente o quedarse contandole problemas con su familia (su padre no lo tomaba en serio y su madre lo celaba) o esperaba que Mari tomara el control. “?A donde queres salir hoy?” empezaria por decir (resignada) Mari. “No se…?donde tenes ganas?”, retrucaba Martin. “No se…?a comer?” ofrecia Mari, luego de un suspiro interno. “No tengo mucha hambre” decia Martin. “Ok ?queres ir al cine?” decia Mari, cada vez mirandolo y pensando “por favor !tomame, toma el control! Llevame a algun lado, sacame de aca y de mi” “No se que estan dando” decia Martin “mejor veamos netflix” y asi pasaban los dias. Pero lo peor no era eso: en su intimidad, Martin era profunda, profundamente aburrido. El sexo con el era rutinario y estaba marcado por la misma inmadurez que toda su vida poseia. La mitad de las cosas que decia eran pedidos, pero tan poco virilmente formuladas que sonaban como reclamos de un nene: “?no tenes ganas de chuparme?”, “Dale, vos sabes que tenes ganas…?no queres mirarme como trolita?” (una vez Mari quiso decirle “?como tu mami?” pero se contuvo) “?por que no te pones en cuatro3, si tenes ganas?” y la otra mitad surgia generalmente cuando Mari le hacia caso y se ponia en cuatro: esa posicion disparaba un sinfin de preguntas: “?Te gusta asi putita?”, “?Queres mas fuerte?”, “?Quien te dio asi?”, hasta el cansancio. Una sola vez Mari, ya hastiada de la rutina, le pregunto “?cual es la capital de Maldivas?” pero el o no la oyo o no la entendio. Todas sus sesiones terminaban indefectiblemente en que el acababa rapidamente, terminaba de arruinar todo con “?Te gusto?” (a lo que ella, odiandose siempre decia “si, me encanto”…pero ?que iba a decir?)y se daba vuelta para dormir. Mari odiaba esta situacion, pero sentia que no le quedaba otra. Demasiado timida para buscar a alguien por si sola, demasiado insegura en su sensualidad, pensando que Martin era demasiado para ella, en algun punto aceptaba y acompanaba, pero cada tanto tenia momentos de irritacion. ?Como hacer para salir de una trampa cuya caracteristica peor era su asfixia amorfa?

  • Avalon (Britannia 4) El elegido de la reina, Javier Pelegrin & Ana Alonso de Ana Alonso , Javier Pelegrin

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    Magia, aventura, lucha y una historia de amor que trasciende la leyenda.

  • Nadie se muere de esto de Fatima Casaseca

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    Dicen que para solucionar cualquier problema el primer paso es reconocer que lo tienes, y la verdad es que, visto asi, parece facil. Como si reconocer algo no fuese mas que un tramite, una diligencia anodina consistente en admitir aquello que ya se sabia pero que, por alguna razon estupida y caprichosa, uno se empena en negar de manera sistematica. Sencillisimo, vaya. Poco menos que un juego de ninos si no se pasase algo por alto. Algo importante, fundamental. Y es que, para reconocer, primero siempre hay que conocer; es decir, percatarse, notar o percibir, pues dificilmente puede admitirse algo que se ignora. Yo misma, por ejemplo, hasta hace poco ignoraba que era una cobarde. Que soy bastante soberbia si que lo intuia, mas que nada porque es casi lo unico que llevan reprochandome en serio mi padre y mis hermanas desde que tengo uso de razon. Pero ?cobarde yo? No lo habria imaginado jamas. Nunca. De hecho, llevo --o llevaba-- toda la vida considerandome osada y transgresora, diferente, mejor incluso, y pavoneandome por ello dia si, dia tambien, con unas infulas que ahora se me antojan de lo mas ridiculas y cuyo recuerdo aun me sonroja, provocandome dolorosas punzadas de verguenza. Un recuerdo no muy lejano, todo sea dicho, porque aunque esta historia comenzo meses atras, su absurdo desenlace se produjo hace apenas unas semanas. Una resolucion que por mucho que mi padre se empene en considerar necesaria y, por eso mismo, acertada, a mi solo me parece triste. Triste, cobarde e indecorosa. Y con el amargo regusto que le queda a una al descubrir que ha estado demasiado tiempo haciendo el gilipollas. Me llamo Elena Garcinuno, por cierto, y voy a cumplir treinta y cuatro anos. El ultimo sabado de enero, hace casi siete meses, llame a mi hermana pequena en estado de shock. Al principio, como viene siendo lo habitual en estos casos, Natalia se cabreo con Alberto. Aunque quizas <> no se ajuste del todo a la sarta de improperios que le dedico, que lo puso de vuelta y media. Es probable que aquel dia no jugase a favor de Alberto el hecho de que mi hermana no le ha tragado nunca y que los ultimos cinco anos, por educacion y porque me quiere, se ha limitado a dejarme caer, como si fuera una observacion objetiva y sin malicia, que es un blandengue y que no entiende que veo en el. Con lo macarra que es Natalia, todo un detalle por su parte. Asi que durante esa conversacion telefonica no desaprovecho la oportunidad y se desquito a gusto; y no se le paso por la cabeza concederle siquiera la presuncion de inocencia. De todas formas, como esto es a toro pasado y estoy intentando ser sincera y despiadada conmigo misma --y valiente, claro--, reconozco que llamando a Natalia sabia perfectamente donde me metia y que eso era justo lo que buscaba. Pero es que la situacion era de todo menos simple y lo que yo tenia esa manana era el orgullo dolorido y un ataque de colera monumental y descontrolado que me urgia canalizar antes de verle. Que estaba llorando a moco tendido, vamos. Mientras aporreaba la pantalla del telefono era consciente de que, si me lo hubiese encontrado dandose un revolcon con otra, o intentandolo, habria sido todo muchisimo mas facil. Sobre todo por lo espontaneo. Conociendome, seguro que le habria abofeteado, escupido e insultado, y que despues me habria escapado a gimotear y a seguir injuriandole en algun bar, alternando amigas y familia. Y copas, eso por supuesto, mogollon de copas. La cuestion --y aqui residia el problema fundamental, mi problema fundamental-- era que no le habia pillado, asi, con las manos en la masa como quien dice, sino un mensaje antiguo en su Facebook que, ademas de parecer una despedida, por lo menos temporal, resultaba bastante ambiguo. Eran apenas tres lineas, tal vez cuatro, y aunque no era sexualmente explicito en su contenido, el hecho de no conseguir ubicar a la remitente --una tal Pilimindrina-- en mi lista mental de legitimas amistades femeninas de Alberto, ni lograr identificarla por su foto de perfil --una figura sin contornos ni facciones, a lo lejos, frente a lo que me parecio el Coliseo romano-- disparo todas mis alarmas. Ella, Pilimindrina --apodo que me la sugeria traviesa e inocente al mismo tiempo, como pilindri o pelandrusquilla, una aleacion irresistible para cualquier ego masculino--, habia escrito, hacia mas o menos un ano, que le habia hecho muy feliz conocerle, que desde aquellos dias pasados juntos en Barcelona no habia podido dejar de pensar en el, en las circunstancias que les impedian mantener una relacion mas estrecha, y que esperaba con ilusion y expectativa que el destino volviera a ponerlo en su camino pronto. Bla, bla, bla. Un zorron en toda regla, conclui, pues si hablaba de circunstancias adversas es que sabia de mi existencia. Y se la sudaba. Lo peor, no obstante, era que Alberto, mi en teoria entregadisimo novio, le habia contestado unos dias despues en un tono similar: <>. Aun a riesgo de parecer una neurotica, confieso haberme aprendido la respuesta de memoria, emoticonos incluidos, pero es que tuve que repasarla varias veces para confirmar que de verdad ponia eso y no otra cosa, tal era mi desconcierto. Que vaya ingenua, se burlaba Natalia, como si no estuviese clarisimo lo que significaba. Menudo cabron, cabronazo, pedazo de cabron, repetia machacona. Peor que eso, decia, una mosquita muerta es lo que es. Y es que Alberto --Albertito, como lo apodo despectiva nada mas conocerle--, el novio ideal, guapo y pijo, la envidia de todas mis amigas, el mas estupendo, detallista y sacrificado, siempre respetando mis tiempos y sin presionarme, nunca me habia dado motivos para sospechar de el.

  • Una casa al sur de Munich de Lola Munoz

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    Elena Morey, una joven estudiante espanola, viaja a Munich para perfeccionar su aleman trabajando como au pair.
    En un desafortunado incidente durante la Oktoberfest conoce a Gerhard Huber, un atractivo ingeniero con el que inicia una intensa pero complicada relacion.
    La desaparicion de su vecina, Aileen Bauman, hace que la policia empiece a investigar su entorno. Los extranos comportamientos de quienes le rodean le llevan a sospechar de todos, incluso del hombre del que no ha podido evitar enamorarse.
    Una espiral de intrigas, pasiones, infidelidades y ambiciones que estara a punto de terminar con su vida.

  • Ensename que es el amor de Silvia Garcia Ruiz

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    Mientras Nathan Lowell intenta convencer a su hermana Tori de que enamorarse es lo peor que te puede pasar en la vida, una mujer se cruza en su camino decidida a que le ensene que es el amor, aunque el no sepa nada del mismo.

  • Yo no vengo a decir un discurso de Gabriel Garcia Marquez

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    ?Que hago yo encaramado en esta percha de honor, yo que siempre he considerado los discursos como el mas terrorifico de los compromisos humanos? G. G. M. Los textos que Gabriel Garcia Marquez ha reunido en este libro fueron escritos con la intencion de ser leidos por el mismo en publico, ante una audiencia, y recorren practicamente toda su vida, desde el primero, que escribe a los diecisiete anos para despedir a sus companeros del curso superior en Zipaquira, hasta el que lee ante las Academias de la Lengua y los reyes de Espana al cumplir ochenta anos. Estos discursos del premio Nobel nos ayudan a comprender mas profundamente su vida y nos desvelan sus obsesiones fundamentales como escritor y ciudadano: su fervorosa vocacion por la literatura, la pasion por el periodismo, su inquietud ante el desastre ecologico que se avecina, su propuesta de simplificar la gramatica, los problemas de su tierra colombiana o el recuerdo emocionado de amigos escritores como Julio Cortazar o Alvaro Mutis, entre otros muchos. El lector tiene entre sus manos el complemento indispensable a una obra narrativa que nos seguira hablando en un largo porvenir.

  • El silencio bajo el agua (Los Elementos 3) de Brittainy C. Cherry

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    “Siempre estare ahi para escuchar tu silencio.”

  • Respirando fuego de David Meseguer

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    La heroica resistencia kurda a los embates de Estado Islamico en Kobani puso a los kurdos de nuevo bajo el foco mediatico en 2014. Que un pueblo en su mayoria suni, como los yihadistas, se convirtiera en el dique que frenaba la expansion del califato --y ademas con un ejercito en el que las mujeres formaban una parte muy activa-- se vivio con asombro en Occidente, donde muchos descubrieron por aquel entonces la existencia en Oriente Medio de un pueblo con un proyecto politico y social sin precedentes en la region.

  • El pais de las sombras largas de Hans Ruesch

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    Cuando al despertarse Ernenek levantaba la cabeza del saco de pieles, su primer pensamiento era habitualmente para el monton de carne puesta a podrir cerca de la lampara para que se hiciera tierna y gustosa. Pero no aquel dia. Aquel dia viendo a Siksik en un rinconcito del pequeno iglu, dispuesta a estregar las ropas de su marido, tomo una subita decision antes de satisfacer las exigencias de su estomago: puesto que contribuia mas de lo que era su deber al mantenimiento de la minuscula comunidad, bien podia pretender participar tambien de los derechos conyugales de Anarvik, sin necesidad de pedirle permiso cada vez que le hacian falta los servicios de Siksik. Ernenek nunca habia tenido una mujer propia, porque era joven y porque en los hielos del extremo norte escasean las mujeres tanto como abundan los osos; sin embargo, conocia la importancia de tener una mujer propia, habil en raspar las ropas y en confeccionar calzado, y con la cual podia uno charlar durante la noche. Sobre todo donde la noche dura cinco meses. Precisamente ahora, antes de partir para la caza, le habria gustado reirse un par de veces con Siksik, pero bien se daba cuenta de lo que convenia y de lo que no convenia a un verdadero hombre; por eso sabia hasta que punto era inconveniente gozar de los favores de una mujer sin haberle pedido antes permiso al marido. Y Ernenek ponia siempre cuidado en no cometer ninguna inconveniencia. Con todo, ya estaba cansado de pedir permiso. Y no porque Anarvik se lo negara, pues rehusarse a prestar su propia mujer o el cuchillo, habria sido digno de inaudita mezquindad; pero, asi y todo, el pedir continuamente favores no era digno de quien pertenece a una raza tan orgullosa que sus miembros se llaman a si mismos sencillamente inuit, es decir hombres, para dar asi a entender al mundo que las otras razas, comparadas con la suya, no pueden considerarse compuestas por verdaderos hombres: y esto, aunque el resto del mundo no sea de la misma opinion y los llame esquimales, termino despectivo que les daba el pueblo limitrofe piel roja Algonquior y que significa <>. Muchas de esas tribus no merecen ya tal nombre; pero el exiguo numero de esquimales polares que lleva una existencia nomada en las regiones centrales del Artico, cerca del Polo magnetico, regiones inaccesibles para el hombre blanco, no cambiaron su tosca manera de vivir, la misma de cuando la raza humana era joven. Son como ninos, alegres, ingenuos y sin piedad. En la epoca de los tanques de guerra, empunan todavia arcos de cuerno y huesos de ballena, y flechas con punta de piedra; se reparten el producto de la caza y no saben mentir. Hasta tal punto son de toscos... Ernenek era un esquimal polar. Sobre la lampara de esteatita, el te se estaba enfriando. Siksik lleno un tazon y, bamboleandose, con los pies separados a causa de las calzas de piel de foca que le llegaban hasta la ingle, se lo llevo a Ernenek con una sonrisa. El hombre y la mujer, vestidos del mismo modo, ambos rechonchos y musculosos, pero con pies y manos pequenos, y con el mismo rostro chato, grueso y campechano, se distinguian en su aspecto solo por los cabellos, que el hombre llevaba largos y sueltos, mientras que la mujer se los habia levantado cuidadosamente, con un peinado muy alto, en forma de torre, sostenido con espinas de pescado. --?Donde esta Anarvik? --pregunto Ernenek tomando el tazon. --No es imposible que haya ido a cazar a la bahia de la Morsa Ciega --dijo Siksik--. Ocurre que hace un sueno ustedes dos se devoraron una foca entera --agrego riendo, y Ernenek le hizo eco, con esa risa facil y siempre pronta de su raza. El te estaba caliente como vientre de mujer, es decir, demasiado caliente para Ernenek, que no soportaba el calor. Lo soplo largamente antes de beberlo, mientras escrutaba a Siksik por encima del tazon. Luego se lo bebio todo de un trago, junto las hojitas que habian quedado en el fondo, se las comio y salio del saco. Llevaba puesto un ligero vestido hecho de piel de garzas marinas, con el plumon hacia adentro. Sobre este se puso un pesado sayo de piel de oso, con el pelo hacia afuera, y metio el extremo de las calzas en un par de botines de cuero de foca. Encorvado, porque la boveda de hielo era demasiado baja para el, corto con el cuchillo circular gruesas tajadas del monton de carne sobada y pasada de sazon y con la palma de la mano se lleno la boca. Se deslizo gateando por el estrecho tunel de nieve, apoyandose en los codos y las rodillas, y arrastrando detras de si, tomado de las orejas, al perro cabeza de trineo, salio del iglu. El resto del tiro los siguio, sacudiendose la escarcha del espeso pelo, ladrando por el hambre y descubriendo los dientes, aplanados a golpes de piedra para que no devorasen los arreos del trineo; con mas de lobos que de perros, mostraban agudos hocicos y ojos amarillos y relucientes. Ernenek se aseguro de que todos llevaban las abarcas que debian protegerles las patas de la mordedura de los hielos y de la sal marina. Luego los engancho al trineo, subio a este, retiro el ancla sepultada en un monton de hielo y agito el latigo. Los perros avanzaron sobre el mar congelado, mientras se abrian en abanico y hacian crujir las correas con que cada uno estaba atado separadamente al trineo. Hacia calor, apenas unos quince grados bajo cero, de manera que Ernenek no se veia obligado a trotar junto al trineo para calentarse, sino que podia gozar del paseo, sentado comodamente en el pescante. Al sur, el firmamento se habia tenido de azul, reverberacion de un sol ausente, azul que se iba esfumando poco a poco, convirtiendose en violeta, hacia el norte. Bajo aquel palido cielo, la tierra se mostraba anemica y descolorida, sin matices ni sombras, como a los ojos de los perros, que no distinguen los colores. El Oceano Glacial, congelado en un espesor de un par de metros, estaba recubierto de una delgada capa de nieve en la que se marcaban las huellas del trineo de Anarvik. A la derecha se veian cadenas de montes abruptos y colinas conicas, blancas y desnudas. A la izquierda, solo la bruma primaveral limitaba el oceano. Ernenek no se volvio ni siquiera una vez para echar una mirada al minusculo iglu, solitaria bolita de hielo puesta sobre el techo de la tierra. Su cerebro, que a causa de su modesta capacidad solo podia albergar un pensamiento por vez, se tendia enteramente hacia la gran bahia donde debia encontrarse Anarvik. Estaba tan absorto en su proposito que se habia olvidado de llevar consigo la indispensable grasa de foca que da luz y calor. Lo preocupaba demasiado el pensamiento de la peticion que iba a hacer a Anarvik, para pensar en otras cosas. A toda peticion podia responderse de dos maneras: Ernenek sabia por lo menos esto, aunque ignorase muchas cosas. Si Anarvik aceptaba, Ernenek se sentiria humillado por haber recibido un favor mas. Anarvik era orgulloso, un verdadero hombre, y seria muy capaz de mortificarlo con un consentimiento inmediato, por lo que para rehacer su dignidad perdida Ernenek se veia obligado a redoblar sus esfuerzos de cazador, y a su vez, mortificar al companero haciendole el don de grandes cantidades de caza. Si en cambio, Anarvik le negaba el permiso pedido, Ernenek podria mofarse de el por su avaricia y mezquindad; pero de todos modos este seria un consuelo bien magro, comparado con la molestia de tener que buscarse una companera en otra parte, para lo cual deberia emigrar solitario, por uno o dos anos, hacia el sur, donde abundan las mujeres, pero escasean los osos; hacia el pais del sol alto y de las sombras cortas, poblado por tribus cuyas costumbres son extranas a un esquimal polar, y por tanto desagradables. De un modo u otro, una vez hecha la peticion, sus dias estarian colmados de dificultades. Sin embargo, todavia no podia marcharse. Hacia ya dos anos que Anarvik le prometia la inminente llegada de su hermano Ululik. --Tiene dos hijas y tu podrias elegir una --le habia dicho riendo. Mas las estaciones pasaban, Ernenek esperaba en vano, y Anarvik se habia limitado a encogerse de hombros y a decirle--: Tal vez venga para fines del proximo invierno. Un invierno mas o menos parecia tener poca importancia para el, que habia visto muchos. Pero para Ernenek, que habia visto pocos, no era asi. ?Y si al fin de cuentas Ululik no venia? Podia haber cambiado de idea. O haberse muerto. O haber dado las hijas a otros. Y Ernenek estaba cansado de esperar. El trineo de Anarvik aparecio a la vista puntito negro sobre la enorme extension del mar congelado y Ernenek incito al tiro gritos y azotes. Al cabo de una hora el puntito se habia convertido en una linea, luego el trineo se hizo visible, y por fin aparecieron Anarvik y los perros. Los perros estaban vivamente excitados. Ernenek arrojo el ancla del trineo, aseguro el tiro de perros y avanzo a pie sobre el hielo. A pesar de su impaciencia, andaba lentamente, por la fuerza de la costumbre, con pasos mesurados, para no ahuyentar a las focas que habia por debajo de la costra helada. Anarvik, extendido en el suelo, le volvia las espaldas. Ernenek se detuvo detras de el y un poco de lado; le veia el rostro oscuro y, a pesar de la capa de aceite y hollin, las arrugas excavadas por los anos alrededor de las sienes; los ojos oscuros, oblicuos y astutos; la renegrida melena, que cortada en flecos sobre la frente, le caia a los lados, rigida por la capucha del sayo, mientras que por detras se le desparramaba desordenadamente sobre la espalda. --Alguien tiene que hacerte una pregunta --dijo Ernenek con voz fuerte, para darse animo. --!Silencio! --le mando Anarvik sin volverse--. Un hombre que trabaja no puede escuchar preguntas. Una cosa por vez.

  • Casi sin querer de Jose A. Gomez Iglesias

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    El amor algunas veces es tan complicado como impredecible. Pero al final lo que mas valoramos son los detalles mas simples, los mas bonitos, los que llegan sin avisar. Y a la hora de escribir sobre sentimientos, no hay nada mas limpio que hacerlo desde el corazon. Y eso hace @Defreds en este libro.

  • Sin control de Zara Cox

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    Nada mas conocer a Lily Gracen, todo un prodigio en programacion, Caleb Steele supo que iba a saltarse su regla de no acostarse con las clientas. Sin embargo, antes tenia que dar con su acosador. Estaba a cargo de la seguridad de Lily, aunque era ella la que tomaba la iniciativa cuando se encerraban en su mansion de Silicon Valley. La cuestion era que, de tanto contenerse, Caleb estaba a punto de perder el control.

  • Ingenuidad aprendida de Javier Goma Lanzon

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    Ingenuidad aprendida es algo mas que el titulo de este libro; es sobre todo un grito de guerra. El grito de un modo de hacer filosofia que desea apropiarse del presente --asumiendo todas sus contradicciones-- y ofrecer para el un ideal positivo capaz de movilizar sus fuerzas latentes, aparentemente adormecidas, en un momento de perdida de veracidad de la cultura occidental. Un intento de pensar de forma constructiva, como es el anunciado, sera tachado de ingenuo por la mentalidad postmoderna hoy hegemonica, la cual ha demostrado ser muy poco ingenua y en cambio muy lucida, quiza demasiado. La lucidez cumplio la mision historica de liberarnos de las opresiones tradicionales deslegitimando las pretensiones de verdad de los relatos heredados.

  • Un rincon llamado hogar de Isabella Marin

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    Lo dejo plantado en su baile de graduacion. Anos mas tarde, cuando toda su vida empieza a desmoronarse, Zooey regresa a casa y sus caminos se cruzan de nuevo. ?Sigue siendo T.J. el mismo chico enamorado de ella, o la vida le ha hecho cambiar? ?Y que es lo que siente Zooey exactamente por el?

  • Antes de que digas te quiero de Victoria Vilchez

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    Lucia no habia vuelto a pensar en Asher, el vecino que le robo su primer beso cuando vivia en Londres con su familia, pero cuando viaja hasta alli para visitar a sus padres y se lo encuentra frente a su antigua casa, los recuerdos no tardan en regresar.
    Sin embargo, Lucia va a darse cuenta muy pronto de que Asher oculta mucho mas de lo que muestra, y que puede que no quede nada del chico timido y de mirada triste que conocio tiempo atras.
    Entre canciones y cuentos de hadas, ambos se veran arrastrados por una complicidad que creian olvidada y por mas pasion de la jamas hayan llegado a sentir por nadie.
    Pero, en ocasiones, volver al pasado trae consigo recuerdos demasiado dolorosos. ?Quien se arriesgaria a enamorarse si todo lo que te ha traido el amor hasta ahora ha sido sufrimiento?

  • Los Retos de Sophie de Rachel Amat

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    Sophie Madden, futura periodista en la Universidad de San Juan, Espana. Tras la muerte de su padre, decide romper con todo lo establecido y se lanza a vivir su sueno mas preciado, un intercambio en la gran ciudad de Nueva York.
    Cuando llega se encuentra con grandes retos que haran que su experiencia sea inolvidable. Un hombre que la descolocara, mentiras ocultas, obstaculos cotidianos y no tan cotidianos. Una experiencia que hara de la vida de Sophie, todo menos cotidiana y rutinaria.
    Momentos increibles en Central Park, grandes eventos, relaciones de amistad para toda la vida, incidentes aislados y una nueva forma de comprender el amor en un mundo al que no esta acostumbrado.
    Si eres amante de las experiencias, del suspense, de las grandes historias de amor con tintes contemporaneos, esta es tu novela.

  • Los misterios de East Lynne de Ellen Wood

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    La novela victoriana que escandalizo a toda Europa
    Archibald Carlyle se prenda de lady Isabel Vane y desea casarse con ella. Sin embargo, la joven siente una fuerte atraccion hacia Francis Levison, un hombre de reputacion dudosa. Isabel debera escoger entre los dos, y esa decision marcara su destino de por vida. Entretanto, el asesinato de George Hallijohn sacude la placida vida de East Lynne: Richard Hare, hijo del respetado juez Hare, es acusado del crimen y se da a la fuga, y la dulce Barbara Hare, enamorada en secreto de Archibald Carlyle, tratara de demostrar su inocencia. El escandalo esta servido y las vidas de los habitantes de East Lynne jamas volveran a ser las mismas.
    Ellen Wood, celebre autora y editora que llego a ser mas popular en su tiempo que Charles Dickens y cuyas obras hicieron las delicias de lectores como Lev Tolstoi y Joseph Conrad, ofrece al lector en Los misterios de East Lynne un escandaloso retrato de la sociedad victoriana y lleva a cabo un agudo analisis psicologico de las pasiones humanas.

  • La bella Helena de Mills Bellenden

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    ?Que se esconde detras de un nombre?
    Puede ser un barco que asole los mares, puede ser una mujer por la que ir a la guerra.
    ?Que se esconde detras del nombre La bella Helena?Una historia, un barco, una mujer. Pero, mas que nada, se esconde un destino, un puerto que se ofrece despues de haber pasado todas las tormentas.

  • Cuando vuelva la luz de Julio Septien Del Castillo

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    En un futuro incierto, en el centro de una ciudad muy familiar, el gigantesco monasterio semiolvidado conocido como el Santuario permanece, bajo la custodia de la Orden de San Agustin, como el ultimo baluarte de saber en un nueva era de oscuridad y creciente fanatismo. Polibio, un nino acogido como novicio por la Orden, descubrira poco a poco el mundo cerrado del Santuario, los tesoros de otro tiempo que aun alberga, y buceara en sus secretos mas escondidos.

  • El olor de las flores secas de Marta Yanci

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    "Lo envolvio en una mantita azul, con cuidado, antes de dejarlo sobre la hierba. Se quedo de pie mirandolo, sonriendo. Entonces abrio la bolsa y comenzo a colocar las flores, despacio, de manera metodica.Cuando hubo terminado, saco el zapatito que quedaba en el fondo de la bolsa y lo coloco sobre la manta.Ya estaba todo listo. Echo un ultimo vistazo y comenzo a caminar".

  • Cuando te conoci de Maria Buga

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    Si algo odiaba Renata Palacios era que se salieran sus asuntos de control. Un par de anos lidiando con un “fantasma” la tenia agotada. ?Suponia aquel receso en su vida una verdadera ayuda? Bueno, que ni para tomarse un respiro. Lo que no entraba en sus planes, ni en los mentales ni en los escritos, era el conocer a un cinico sujeto “Dios de los besos” que de pretender enamorarse algun dia, podria personificar la antitesis de sus ideales y expectativas: el apuesto y afamado Maximiliano Renteria.
    El pasado que no la deja vivir la alcanza para mezclarse con su presente, pero, ?muerto el perro se acabaria la rabia?. Quizas, ni asi.
    Maximiliano, desinteresado como es, no sabra contra que lucha.
    Renata se resistira a emprender batalla alguna.

  • Amor en Venecia (Amor 2) de Esther Llull

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    " 1 Querida Cosima: Nadie se enamora de las mujeres contradictorias y absurdas como yo. Frente a mi tengo un ventanal abierto que enmarca un fragmento de jardin iluminado por infinidad de estrellas y una farola cuya luz deslumbra demasiado e impide ver la extension de todo el campo de estrellas. Y, por primera vez, comprendo que entre nosotras se esta interponiendo un fluido nuevo y excitante que no repara en igualarnos en una pretendida camaraderia. Pero no comprendo, solo percibo ese halo inesperado que trastoca el matiz de nuestra intimidad y nos obliga a disparar hacia arriba la gota de mercurio de nuestros respectivos termometros". Era una manana ya firme y muy diafana. Aquella manana habia decidido tomar un barco que me llevaria a las islas del Dodecaneso y luego deberia volver. El barco iba a navegar, en consecuencia, por el canal de San Marco y el de la Giudecca, para mostrarnos la imagen mas teatral de Venecia, desde sus islas. El barco entraba ya por el puerto del Lido. Los islotes, la vegetacion, las torres, todo era hermoso. Mas que nada, la luz… Pero yo supe que todo tambien era una trampa. No, no es absolutamente necesario seguir enganandome. En esta ciudad siempre me desoriento y me pierdo. Hay que esperar a la luz, para que pase del mediodia a la sombra, de la silenciosa penumbra a los clamores del color, casi sin transiciones, y para que cambien tanto las fachadas, las tapias, los reflejos, que parezca que se pasa ante ella por primera vez. Canaletto es un pintor que pinta siempre lo mismo a horas distintas. Y es que hay muchas Venecias inmersas en su laberinto. Por eso, he descubierto que lo mejor es abandonarse a ella. Los palacios del Gran Canal son, en su mayor parte, medievales, fuertes y delicados: ventanales ojivales coronados por treboles o cuadrifolios, logias adornadas con flores y mas flores; la fantasia gotica con su encaje de marmol, nunca tetrico ni grotesco, siempre alado; y el Renacimiento, con sus plantas superpuestas entre columnas delicadas… El porfido y la serpentina, incrustado en sus vetas, que sobre las suntuosas puertas se abren sobre tres escalones. Fachadas rosas o de colores multiples, segun la hora, e intimos. Arabescos que semejan los dibujos que abandonan las olas sobre la arena fina. Esta arquitectura es inconfundiblemente veneciana y todo se impregna de ella. D 2 e regreso, muy tarde ya, los palacios del Canal, silenciosos, eran mas esbeltos, pero estaban descoloridos y turbados, mudos bajo la tenue luna. Una escultura parecia haber conservado algo de vida, y note como se estremecia, como me contagiaba su vida y me aprete contra mi pecho. Carpaccio pinta una Venecia verde aun y apretada; Tiziano y los suyos ya se escapan al dulzor de los zumos, al fasto retumbante. Sin embargo, Canaletto y Guardi miran desde fuera: ven lo que hay y tambien a veces surgen las tinieblas… Y Tintoretto pinta gigantes retorcidos, entre la sabiduria y la condescendencia hacia los hombres comunes. Ningun ser resiste el empujon de esta belleza. No hay prima donna que resista la competencia de este don, minucioso y tan candida y habilmente ofrecido en esta bandeja de cristal. Me he echado a la calle. Me he vuelto una compradora. Venecia entera es una exposicion en que todo esta en venta. Aqui todo esta para ser visto: sombras, luces, disenos, pinturas, mascaras de un carnaval. Para ser visto por el ojo, que compartimos con los peces, o sea, el organo mas primario… Si, todo es muy primario y, a la vez, es muy vistoso y engreido de si mismo. Descubri una Venecia distinta, de fuera para adentro. Era como alguien que penetra en el secreto de lo que ya conocia, sin haber averiguado ni adivinado su verdadera intimidad. O sea, como la "renovatio amoris" de Ovidio. Me produjo una impresion extrana. Apenas embarque en una gondola, le rogue al gondolero que se detuviera ante el lugar de la Giudecca: el que tiene a los lados y de frente el esplendor del mundo. Donde yo me senti acunada, lo mismo que una nina en una gondola. Y el gondolero me introdujo en la autentica ciudad, en la otra cara de Venecia. Me vi habitante suya de un modo diferente al que hasta entonces lo habia sido. El gondolero me paseo por lugares que no reconocia: los habia contemplado desde un punto de vista mas alto, como formando parte de ellos. Ahora navego entre pequenos puentes, adelantando gondolas o acompasandolas. Ahora no me sorprendia tanto que este pueblo, juntos todos, quisiera resucitar a La Fenice. Era su permanente simbolo: el Fenix resucitando de forma interminable. Mucho mas que el Leon alado de San Marcos, reproducido infinidad de veces por toda la ciudad. El fenix significaba la ciudad renovada renovandose siempre. Siempre la misma y nunca repetida. T 3 ropece con la ciudad del siglo XVIII, cuando fue la mas libre de Europa, su valvula de escape, el refugio de los perseguidos por razones morales o politicas, el prostibulo mayor de su epoca… Con lentitud veia alzarse, ante mi y a mis lados, todas las condescendientes tolerancias que por razones economicas o de acuerdo, recibian la indefinida variedad de lujurias, de desenfrenos y de extravagancias de la Serenisima. En estos dias convalecientes me encontre envuelta por una ciudad que era la permisiva quebrantadura de sus propias normas, la legisladora flexible de cualquier infraccion. Desde el juego, que prohibia para cerrar luego los ojos ante los jugadores que la inundaban desde cualquier sitio, hasta la compasion por las livianas monjitas que se marchitaban sin amor en sus conventos de los que, indulgente, las libraban por horas. Que dos grandes pasiones, la del azar y la de la carne, confluyeron siempre entre los canales de entonces. Esta ciudad estuvo llena de proxenetas. Las mujeres que habitaban los palacios, vendian, para jugar, su cuerpo y hasta la ropa interior. Hubo que controlar, por medio de licencias, la proliferacion de chulos… Claro esta que para sacar beneficios de sus beneficios: recoger para dar. Las grandes damas jugadoras se entregaban a los ricos de entonces, que no eran ya los aristocratas, sino incluso los lujuriosos desbocados. Venecia podia haber sido una fiesta, como lo fue para Hemingway Paris. Una fiesta desenfrenada y profesional, como la que se armaria en cualquier sitio que tuviese sus dias contados. Jacobo Casanova no fue el unico. Pero si muy representativo. En esta ciudad se hacia el amor, pero siempre primero se apostaba y luego se escuchaba musica. El comienzo del Barroco se llama Venecia. Capitulo 2 COSIMA HABLA T 1 odo favorecia los encuentros simulados, los fingidos raptos de las mujeres en las gondolas, tan favorecedoras del amor. El bullicio y la alegria, mas o menos visibles, hacian cerrar los ojos de quienes no deseaban darse cuenta de que eran todos, cuando no les tocaba a unos actuar: hoy por ti, manana por mi era la ley mayor. Esta ciudad, en apariencia inmovil, que yo veia desde la motora con mas rapidez que antes, habia sido una de las mas disolutas de la Historia. Con la agravante de que fue, y continua siendo, la que mejor supo venderse, la que se entrega, pero dejando intacto lo que le conviene que sobreviva siempre. Como una pelandusca que deja que le metan mano, o lo que sea, por donde sea, pero exige que no le toquen el sombrero. Y de la cartera mejor no hablar. Me rei en un instante conmigo misma. Si, pero eso era Venecia. "Corramos un tupido velo y disfrutemos lo que sea posible". Ayer todo parecia que el mundo era una granada y que se abria, porque todo estaba en sazon y mostraba sus granos rojos y apetecibles, besables, comestibles. No importa que lo que se sea, cuando lo seas, lo seas a toda costa, con fruicion y con desprendimiento. Si no es asi, ?que mas da un papel u otro? El de esclava o el de senor, el de maestro o el de alumna. Un papel mal interpretado sera una bagatela siempre, por muy bien que este escrito… La vida en esto es igual que un teatro. La naturaleza humana es como una grieta, sin luz, sin horizontes, sin posibilidad de comprension. Yo misma me sentia fallecer o flaquear con tantos imprevistos. Y mi deseo, que buscaba seguridad, habia encontrado lo contrario. Pero el hecho de que yo haya estado equivocada mucho tiempo, quizas porque me convenia, no me autoriza a meter a todo el mundo en la misma maleta. Habia sido, hasta ahora, sumisa y docil. " 2 Querida Cosima: El tiempo de calidad es simplemente un tiempo de atencion sostenida. En esta sociedad apresurada el tiempo de calidad que compartimos es un regalo generoso porque supone el sacrificio de tiempo para uno mismo. Es mas sencillo ofrecer contacto fisico y palabras de afirmacion a nuestros seres queridos porque no requieren tanto tiempo. El factor decisivo no es tanto la actividad que se lleva a cabo, sino el hecho de compartir algo juntos, sin presiones ni obligaciones, por puro placer. En esta sociedad las personas son cada vez mas espectadoras que participantes, la atencion personalizada casi no existe. Pero para percibir y demostrar amor, para emprender este camino compartido con los demas es fundamental encontrar el tiempo necesario para conversar y esto es clave para aprender a comunicarse de una forma intima y sosegada. Un gesto de carino --un abrazo, una palmada en la espalda, una caricia, una mirada-- ayuda a reconfortar al otro y a transmitirle nuestro afecto de forma casi instantanea. Pero algunas personas evitan el contacto fisico o lo convierten en algo puramente utilitario. Despojan asi de contacto fisico cualquier carga emotiva. Es cierto que tratamos nuestro cuerpo como una barrera, algo que nos protege de los demas en vez de ayudarnos a comunicarnos. Pero es muy importante cuando una persona esta enferma o triste que le demos un abrazo, porque es un contacto directo y calido, y no tiene otra doblez. Ahora se que es preferible disculparse cuando no se han podido evitar las palabras negativas. Aunque las palabras hirientes no se puedan borrar del todo, el nino sabe que con ese intento de disculpas sinceras se paliara en parte el efecto negativo, y sabe que se esta intentando mejorar la forma de comunicar ese amor".

  • Primeras personas de Juan Cruz Ruiz

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  • Amores y Desamores en Tiempos de Twitter de Aria Peralta

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    Victoria es una chica profesional, bella e inteligente, atraida por la metafisica y el estudio de lo oculto y no convencional. Jaime es un tipo brillante, trabajador ejemplar, con una personalidad encantadora. Jaime y Victoria se conocen laborando para la misma empresa y notan afinidad en su aficion por la astrologia, interes a partir del cual desarrollan un gran amor. Tras meses de noviazgo deciden casarse y dejar su pais para construir su hogar en el extranjero donde tienen mejores oportunidades de enriquecer su vida y fortalecer su relacion.

  • Extraccion de Douglas Preston

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    Un relato escalofriante que descubre muchos secretos de la relacion entre los hermanos Pendergast.

  • Solo fue un juego (Stage Dive 2) de Kylie Scott

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    Solo tenia que fingir ser su novia ?Puede surgir el amor de un acuerdo de conveniencia entre una buena chica y una estrella de rock? Mal Ericson, el bateria de la banda Stage Dive, necesita limpiar su imagen y rapido aunque solo sea durante un tiempo. Y para conseguirlo, nada mejor que llevar del brazo a una buena chica que le haga el trabajo. Lo que no espera es que este arreglo temporal se convierta en algo permanente… Anne Rollins nunca penso que conoceria a una estrella del rock de las que colgaban de las paredes de su habitacion… y mucho menos en esas circunstancias. Anna esta mal de dinero. Muy mal. Pero eso de aceptar que le paguen para interpretar el papel de la novia buena que sale con el bateria de un grupo no puede acabar bien. ?O tal vez si?

  • Sol poniente de Antonio Fontana Gallego

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    Aunque hayan pasado miles de anos, sigue siendo el olor de las higueras de las tardes de mi infancia lo que me desvela en las negras madrugadas, como si durante mi sueno hubieran echado raices al otro lado de la puerta, en el pasillo, en la cocina, por todas partes, el dormitorio de repente un revuelo de insectos, de recuerdos que hay que espantar a manotazos hasta que se posan de nuevo sobre el polvo de los muebles o en la bruma del espejo donde estamos todos vivos: si apoyo la frente en el azogue, mi padre un puntito que se aleja entre las olas; si retrocedo unos pasos, mi madre asomada al balcon diciendo adios, adios; si fuerzo la vista, yo una noche de terral, dormido en el autobus que me trae de vuelta a casa desde el Pico de las Animas, el vaho en el cristal de la ventanilla confundiendose con el vapor de la olla que mi abuela se enorgullecia de no haber fregado nunca, <>, una manera como otra cualquiera de decir que si se habia pasado la vida haciendo potaje en aquella olla, y esa semana tambien iba a hacer potaje, y potaje haria, seguro, la proxima semana, ?por que perder el tiempo fregandola? No habia que ser Einstein para deducir que el poso del potaje de las semanas y meses y anos anteriores se mezclaria con el potaje de esa semana, y que la combinacion de toda aquella grasa potenciaria el sabor del potaje de la semana entrante, y asi potaje tras potaje, hasta que un dia, aunque se le olvidara echarle, no se, garbanzos, nadie se daria cuenta, pues el potaje seguiria sabiendo a potaje y a garbanzos gracias a que la olla tenia lo que mi abuela llamaba sustancia; y yo nos imaginaba a ella, a mis padres, a mis hermanos y a mi sentados a la mesa del comedor, los siete masticando garbanzos inexistentes que se desharian en la boca como los de verdad. Lo mismo que con el potaje ocurria con el cafe de cada desayuno, mas concentrado que el cafe del desayuno anterior. La cafetera, cada manana, con mas rona que la manana anterior. Por dentro, las paredes de la cafetera ya no lisas; por dentro, las paredes de la cafetera, grumosas. Mugrientas. Posos, capas, estratos de cafe en el interior de la cafetera de la casa de mi infancia, que mi abuela tambien se negaba a fregar. Si hubieran decidido someter la costra de suciedad de nuestra cafetera a la prueba del carbono-14, sabe Dios a que conclusiones habrian llegado los cientificos. A que epoca. A que era. El holoceno. El pleistoceno. El plioceno. El cafe de la casa de mi infancia, un cafe atomico. Te tomabas una taza, y fuego por las venas. Te tomabas dos tazas, y un subidon de adrenalina. Te tomabas tres, y taquicardia. ?Seria por eso por lo que nadie venia a vernos? Principios Cuando, con un ano de diferencia, nacieron mi hermano Sebas y mi hermano Bruno, nuestra casa se lleno de parientes, de amigos de la familia y de eso tan antiguo que llamabamos <>; tambien de risas y de ramos de flores. Cuando nacio mi hermano Curro, recuerdo a los parientes, a los amigos y a las visitas, pero de las risas y los ramos de flores no consigo acordarme. Nadie nos dio la enhorabuena. Nuestra casa se poblo como de sombras. Espectros que se asomaban al precipicio de la cuna y suspiraban. Mas que de sombras, de lo que se lleno nuestra casa fue de suspiros. <> <> <> Hasta que, poco a poco, las sombras desaparecieron. Los parientes, los amigos, las visitas. No, no fue el cafe de mi abuela el culpable de que ya nadie viniera a vernos. <> Mi abuela, ahora, sonrie en blanco y negro. Mi abuela ya no mi abuela: mi abuela, las cenizas de mi abuela. Un nicho entre cientos de nichos, un bucaro, unas flores de plastico. Descanse en paz. Mis visitas al cementerio son tan escasas que siempre se me olvida cual es el nicho de mi abuela y como llegar hasta el, asi que siempre -siempre- tengo que pedirle un plano al sepulturero. Como es cojo y se apana mal con las muletas, el sepulturero prefiere moverse lo menos posible y guarda los planos fotocopiados en un cajon, de donde los va sacando para marcar con una equis el pariente que buscas. Entonces, plano en mano, busco a mi abuela como si buscara un tesoro. Mi abuela diciendo: <>. Mi abuela, encantada de que tuvieras mala cara, aunque lo tuyo no fuera nada, absolutamente nada, comparado con lo suyo. Lo suyo siempre era peor, muchisimo peor. Peor, incluso, que lo de mi hermano Curro. Un analisis de orina acababa de demostrar que se estaba muriendo a chorros, por eso mi abuela sonrie en la foto con la que decidimos decorar su pequena <> del columbario, como la llamaba mama. <>, la llamaba mi padre con sorna: <>. Que sonrisa la de mi abuela mientras agitaba el informe del ambulatorio y nos lo restregaba por las narices: -Tengo velocidad en la sangre, ?lo veis? -Y volvia a leer-: <>, aqui lo pone bien clarito. O sea, que la sangre me circula por las venas a mil por hora, lo mismito que un Ferrari. !Podria darme un jamacuco en cualquier momento! -Le brillaban los ojos, ?seria de orgullo?-. Y vosotros os creiais que eran imaginaciones mias… Y yo: -Pero abuela, si todos tenemos velocidad en sangre. -Que sabras tu. ?Acaso eres medico? No, ?verdad? Pues a callar. El resto del dia lucio aquella sonrisa con la que nos desafiaba en la hora de su muerte. Por eso la inmortalice con la Kodak de mi Primera Comunion, para recordarla despues; como tambien recuerdo, no se me olvida, la que me dedico cuando rescate para ella la vieja postalita del Pico de las Animas. Mi abuela tan poco dada a la felicidad desde que mama le obligo a abandonar su casa en aquellas calles en cuesta y a venirse a vivir con nosotros; quiza no haga falta puntualizar: sin consultarselo a papa. Cada manana mi abuela amanecia con una enfermedad nueva. ?Que el dolor de espalda le habia impedido dormir? <> ?Que por culpa de un flemon no habia pegado ojo? <> ?Que durante la comida habia rebanado el tuetano de los huesos del cocido? <> Como minimo.

  • El ladron de niebla de Lavinia Petti

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    CONOCE AL LADRON DE NIEBLA. ALGUIEN QUE PERSIGUE LAS ESPERANZAS Y LOS AMORES OLVIDADOS, ALGUIEN QUE ROBARA TUS SUENOS.
    Antonio M. Fonte es un escritor de exito. Pero eso no significa nada para el, que vive alejado de todo y que, mas alla de su agente literario, no se relaciona con nadie. Sin embargo, un dia algo le obliga a salir de su aislamiento: es una carta, fechada quince anos atras, escrita a un antiguo amor, en la que se habla de un hombre que acaba de ser asesinado. Comienza asi una intrepida busqueda por Napoles, que llevara a Antonio a caminar por entornos extranos tras los pasos de un personaje enigmatico. Un ladron de niebla que colecciona todo aquello que los hombres pierden, desde llaves, gafas y libros hasta recuerdos de amores juveniles, esperanzas o suenos olvidados. Lavinia Petti sabe evocar, con la magia de los grandes escritores, el recuerdo persistente de un mundo que quizas no ha existido nunca.

  • El ideal mas fuerte de Pedro Pablo Diaz Martin

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    Edu es un joven de un barrio olvidado por los privilegios de la capital. Rodeado de podredumbre y problemas, se siente un triunfador en esas calles y su euforia le convierte en un simbolo popular. Podria gozar de una juventud sana, pero hace tiempo que ha elegido el camino mas radical, marcado por la violencia, la intolerancia y el profundo fanatismo por una ideas que provocan dano a quienes se cruzan por su camino.

  • La ultima leccion de Laimie Scott

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    ?Puede la venganza unir a dos personas que lo han perdido todo tras la guerra?