• libro a mi no me iba a pasar - Laura Freixas

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    Uno de los referentes del feminismo espanol reflexiona, desde una perspectiva de genero, sobre su propia vida.

  • A MÍ NO ME IBA A PASAR | LAURA FREIXAS | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-a-mi-no-me-iba-a-pasar/9788466665063/9476815

    6 jun 2019 — El libro A MÍ NO ME IBA A PASAR de LAURA FREIXAS en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • A mí no me iba a pasar: Una autobiografía con ... - Amazon.es

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    Su último libro publicado es Todos llevan máscara. Diario 1995-1996 (Errata Naturae, 2018). Paralelamente a su obra narrativa, Laura Freixas ha desarrollado una ...

  • A mí no me iba a pasar: Una autobiografía con ... - Amazon.es

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    Ha publicado también otro libro de relatos, Cuentos a los cuarenta (Destino, 2001) y una autobiografía: Adolescencia en Barcelona hacia 1970 (Destino, ...

  • A mí no me iba a pasar | Penguin Libros

    https://www.penguinlibros.com/es/biografias/11097-libro-a-mi-no-me-iba-a-pasar-9788466665063

    A mí no me iba a pasar es una reflexión sobre la vida privada y el feminismo, una muestra transparente y sincera de las contradicciones humanas.

  • A mí no me iba a pasar. Una autobiografía con perspectiva de ...

    https://www.mujeresenred.net/spip.php?article2350

    La escritora Laura Freixas publica 'A mí no me va a pasar' (Ediciones B), ... Por ejemplo, Freixas muestra en su libro reuniones de consejos editoriales en ...

  • A mí no me iba a pasar, de Laura Freixas - Libros y Literatura

    https://www.librosyliteratura.es/a-mi-no-me-iba-a-pasar-de-laura-freixas.html

    8 mar 2020 — He leído con todo el cariñó del mundo el libro de Laura Freixas “A mí no me iba a pasar”, y me ha parecido una historia de lo más ...

  • A MÍ NO ME IBA A PASAR. Una autobiografía con perspectiva ...

    http://quelibroleo.com/a-mi-no-me-iba-a-pasar-una-autobiografia-con-perspectiva-de-genero

    Éste es un libro redondo. Si redondo, no sólo porque comienza y acaba igual, también porque me ha parecido excelente. Tremendamente sincero y crítico con las ...

  • A mí no me iba a pasar: Una autobiografía con ... - Fnac

    https://www.fnac.es/a6659548/Laura-Freixas-A-mi-no-me-iba-a-pasar-Una-autobiografia-con-perspectiva-de-genero

    A mí no me iba a pasar: Una autobiografía con perspectiva de género, libro o eBook de Laura Freixas. Editorial: B. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • A mí no me iba a pasar - Clásicas y Modernas

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    Una magnífica obra de madurez. Cinco palabras para definir A mí no me iba a pasar, el último libro de Laura Freixas. Se podrían utilizar otras cinco, más.

  • A mí no me iba a pasar - Lecturafilia

    https://lecturafilia.com/2019/09/06/a-mi-no-me-iba-a-pasar/

    6 sept 2019 — Laura Freixas, autora de "A mí no me iba a pasar" ... Para mí, uno de los mejores libros sobre feminismo actuales, también por su capacidad ...

  • Consecuencias de decir te quiero de Manu Erena

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    Son las cinco de la madrugada y todavia no he conseguido dormirme. Pensando en todo lo que ha pasado o puede llegar a pasar. Pensando en las personas que se han ido y en las que estan por llegar. Pensando en las mil y una formas de pedirte que te quedes. Pero en realidad no quiero. No puedo. Necesito que te vayas, que me eches de menos, que aprendas a valorarme, que sepas toda la mierda que me trague por ti. Porque creo que yo ya he sufrido y aprendido bastante. 22 Lucha ?Podrias luchar, sabiendo que Troya sigue ardiendo? Despues, lo unico que quedara seran cenizas. Cenizas de un amor que sera destruido por una batalla interminable de la cual ninguno de los dos, ninguno, saldra bien parado. 23 Segundas oportunidades Hace poco me fije en la herida que tienes como sonrisa, rota. Llevas meses soportando el viento que intenta desgarrarte por completo. Hoy, vuelves a decir mi nombre, y vuelvo a recordarte. Me acorde de cuando viviamos nuestro dia a dia sin querer perder ni un segundo. Me acorde de cuando pretendiamos curar agujeros inmensos en nuestra alma con simple saliva. Me acorde de cuando, poco a poco se nos iban esfumando nuestros suenos de las manos. 24 Y hoy te he vuelto a sonreir. Porque estoy dispuesto a intentarlo, otra vez. 25 Por si no lo sabias No sabes las ganas que tengo de volver a abrazarte y no soltarte, nunca. 26 Las razones Puede que antes de que me vaya intentes salvarme del abismo, pidiendome que me quede con un simple "no lo hagas". Lo siento pero no puedo salvarme, ahora ya es tarde no os disteis cuenta de cuando gritaba porque queria que alguien me escuchase, mi cuerpo quiere dejar de respirar, quiere dejar de levitar porque esta cansado, y la manera mas factible de solucionarlo es que todo mi ser descanse en paz. Y no os culpo, este adios lleva escrito mucho tiempo y no lo puedo posponer. Ya la unica salida que queda es terminar con todo esto, y con las lagrimas mas puras que he derramado te confieso que se que me vas a echar de menos. Pero yo llevo sin verme una vida entera.

  • La reina descalza de Ildefonso Falcones

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    En la Espana del siglo XVIII, una conmovedora historia de amistad, pasion y venganza une dos voces de mujer en un canto desgarrador por la libertad.

  • Cronica jonda de Silvia Cruz Lapena

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    Cronica jonda es una road movie flamenca, un viaje por Espana y por el tiempo, con desvios que llevan a festivales de musica en Amsterdam y a hospitales al borde del colapso.

  • Una casa junto al Tragadero de Mariano Quiros

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    En un territorio selvatico impreciso, cerca del rio Tragadero, en el norte argentino, vive con su perra el Mudo, el protagonista de esta historia. El Mudo dejo Resistencia buscando la calma de la naturaleza y vivir rodeado solo por <>. Se relaciona con Insua, el dueno de un almacen de viveres que se quedo con su camioneta a cambio de proporcionarle todo lo que necesitaba para emprender la vida en solitario. Y siente como intrusos a otros personajes que merodean por su territorio, como Soria, que vive con su hijo, o los jovenes ecologistas de la Fundacion Vida Salvaje, que en su dia lograron que Insua liberara en el rio los yacares que tenia como mascotas, sin calibrar las consecuencias. En medio de la aspereza de una naturaleza hostil, entre pajaros, monos y caimanes, el lector asiste con una tension creciente a los peligros del rio y a las amenazas de los desconocidos, cuyas verdaderas intenciones adivinamos de manera inquietante desde los ojos del protagonista, que hizo proposito de no molestar a nadie, ni de que le molestaran.

  • Citronela de Gema Samaro

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    Despues de su ultima decepcion amorosa, Pili decidio cambiarse el nombre y ponerse Citronela, como la planta que ahuyenta a los insectos.
    El ultimo bicho al que mantiene a raya es Guillermo, el trompetista de Los Flipados del Swing, la banda con la que canta desde hace unos meses y con la que hace bolos por todas partes.
    Guillermo tiene el perfil en el que Pili se prometio que jamas volveria a caer: guapo, culo inquieto, mujeriego y trompetista.
    Y por supuesto que va a ir con su promesa hasta el final.
    A pesar de que Guillermo asegure que se ha enamorado de ella.
    Y Pili puede que tambien de el.

  • Me voy porque quiero, no porque me echen de Sara Trigo

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    Cuando nuestra protagonista se traslada a Inglaterra para perseguir el trabajo de sus suenos, nadie la advirtio de que mudarse a otro pais podia convertirse en un mar de aventuras o en un inevitable charco de mie..

  • Contigo es todo de Carmina D.

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    Odiaba esto. No habia nada peor que hubiera experimentado en toda mi vida que tener que visitar a mi hermano en el hospital. Ni siquiera sabia -nadie sabia- si Julian iba a salir adelante o no. Cada vez que venia aqui, era un gran signo de interrogacion sin respuesta aparente. Y aun con todo eso, amaba a mi hermano. Creia en el y queria que mejorara. Asi que segui viniendo a verlo, a pesar de que estar aqui era muy dificil, por no decir otra cosa. La vista del vestibulo del hospital se cernia sobre mi mientras la gente iba y venia, algunos en camillas y otros en sillas de ruedas. Julian no merecia este destino, no merecia tener que estar aqui. Mi hermano era grande, ruidoso y carinoso, era de los que hacia una broma de todo, su alegria llenaba los espacios, nada lo perturbaba, nada lo sacaba de su centro. No pertenecia a un lugar como este, sin importar cuan amables fueran las enfermeras o cuan vanguardista fuera la tecnologia. No deberia estar quieto, con tubos entrando y saliendo de el, luchando por su vida. Este no debia ser su destino. Pero lo era, y ese era un golpe demasiado duro para mi. Me trague mi depresion y reuni todo el coraje que pude, pero aun asi arrastre los pies cuando entre al hospital y volvi a subir a su habitacion por lo que me parecio la milesima vez. El ascensor hubiera sido mas facil, pero necesitaba mantenerme en movimiento hasta que lo viera. Los ascensores estaban empezando a sentirse un poco claustrofobicos. Llegue a su habitacion y atravese la puerta con determinacion y una actitud fabricada para disimular mi verdadero estado. --Julian, no creerias esta nueva…-- Su cama estaba vacia. Oh, Dios, ?que habia pasado? --!Enfermera, enfermera!-- Corri a la pequena estacion de enfermeras a unos pasos de la puerta de Julian. --?Que le paso a mi hermano? ?Por que no esta en su habitacion? --Oh, Mila, calmate--, dijo una de las mujeres, levantandose de su escritorio y abrazando mis hombros. Su tono y la forma en que me dio palmaditas en la espalda como si fuera una nina me hizo saber que todos aqui estaban hartos de la frecuencia con la que me asustaba y sobre reaccionaba. Pero no era algo que podia evitar, se me conocia por decir lo que pensaba y por estar un poco nerviosa e hiperactiva sin importar la ocasion, y ?quien podria culparme por estar preocupada en una situacion asi? Me alegre de que las enfermeras fueran amables, pero empezaba a darme cuenta de que les estaba poniendo los nervios de punta. --Esta bien--, continuo la enfermera. --Acaba de ser trasladado a otra habitacion del hospital. Respire un tembloroso suspiro de alivio y me limpie los ojos. Me llevo a otra estacion en un costado. Mientras yo me quedaba parada esperando, haciendo todo lo que podia para ser paciente -lo cual ciertamente no era mi fuerte-, ella hojeo algunos papeles y se puso a hacer clic en su computadora. Mila, deja de ser debil. Tienes que ser fuerte. Si algo hubiera pasado, habrian llamado a la familia. Respira. Julian estara bien. Luego podras reganarlo de nuevo por su molesta tendencia a dejar la tapa del inodoro levantada. -Me dije mentalmente para tratar de calmarme. Esto no era justo. Julian era un buen tipo, y un hermano increible aun que dejara el bano hecho un desastre. --Aqui vamos, esta en el ala norte del hospital, en la habitacion 24B. Te llevare alli. Puede ser confuso tratar de llegar a esa ala del hospital. Vamos carino. Ella me sonrio, su humanidad la hizo ver suave-o tal vez estaba feliz de deshacerse de mi- pero, de cualquier manera, yo estaba agradecida. Le devolvi la sonrisa. --Gracias. En el camino, la enfermera empezo a hablar de su familia. Supongo que fue para calmar mis nervios. Cada palabra que decia me entraba por un oido y salia por el otro. Trate de prestar atencion mientras ella me contaba algo sobre sus planes para el fin de semana, incluyendo una barbacoa familiar, y luego me pregunto cuales eran mis planes. Tuve una vision de tunel, pensando que estaria aqui todo el fin de semana, por supuesto. Todo lo que me importaba era mi hermano. Ya era bastante dificil que mama y papa estuvieran demasiado ocupados para venir a verlo. Pero si tuviera que cuidar de el yo sola, lo haria. El Senor sabia que me cuidaba con suficiente frecuencia, era un hermano muy protector conmigo. Y siempre necesitaba de el para sentirme mas segura de mis acciones, asi que, era habitual vernos juntos o que yo le pidiera consejos, sobre todo. --Bien, estamos en el ala norte, y su habitacion esta al final del pasillo. Avance rapido siguiendo la direccion que me indico, contando las habitaciones a medida que pasaba por cada puerta. Alli. Lo encontre. Le hice senas a la enfermera y ella se despidio con su mano antes de girarse para volver a su puesto. Tal vez nunca se habia enfadado conmigo, y todo estaba en mi cabeza. Parecia que me estaba volviendo loca debido a la ansiedad ultimamente. Tire de la puerta y entre. --!Julian! Ahi estas. No respondio. Sabia que estaba en coma, pero cada vez que hablaba con el, sentia que era mas cercana la esperanza de que se despertara y me contestara. Despierta, por favor, despierta pronto. Le limpie el pelo de la frente a un lado. Los moretones estaban bajando, y parecia tranquilo. Dijeron que no tenia ningun dolor, y me aferre a esa tranquilidad. Moriria si supiera que estaba sufriendo. Me acomode en la silla junto a su cama, poniendome comoda para una larga visita. --Asi que, queria que supieras que estoy probando algunos trucos con los tragos en la barra-- dije, tomando su mano. --Es en un club de striptease raro, pero no soy una de las chicas que baila. Lo juro. Su mano estaba caliente, un buen recordatorio de que estaba vivo y que aun podia volver a mi. --No gano dinero como ellas, pero la paga es decente y las propinas tambien. Pero tuve que dejar la universidad. El dinero ha estado un poco escaso en la casa. Pero volvere, ?de acuerdo? Asi que no me grites por abandonar. Es solo temporal. Le frote la mano y mire los monitores y las maquinas que estaban conectadas a el. --Estamos demandando a la persona que te choco--, continue, --pero los tribunales se estan tomando su tiempo. Hacemos todo lo que podemos. Pero estaras bien. Y si ganamos tal vez tengamos una casa mas grande y tu tengas tu propio bano para estropear todo lo que quieras-- Sonrei. ?A quien estaba enganando? No habia forma de que pudiera sentarme aqui y fingir que era la Srta. Risitas. Tenia un corazon, y estaba siendo apunalado repetidamente. Ojala hubiera podido evitar que saliera esa noche. ?Pero como iba a saber que lo iban a chocar? Comence a tararear y luego a cantar una cancion. --Don't worry, be happy... La cancion era tanto para mi como para el. Necesitaba recordarme a mi misma que preocuparse no servia de nada. Pero mientras continuaba cantando, no pude evitar sonreir nuevamente. Era raro tratar de no reirme en una habitacion de hospital, en una de mis horas mas oscuras. Sin embargo, tambien era gracioso que yo estuviera cantando, porque Julian siempre se burlaba de que yo no tenia oido para la musica. Cuando eramos pequenos me gritaba: <>, y yo seguia adelante, solo para seguir molestandolo, que era mi trabajo como su hermana. Era un juego que haciamos a veces, en largos viajes en coche cuando estabamos aburridos, o mientras pescabamos en el arroyo. Me decia que dejara de cantar porque ahuyentaba a los peces, decia que tendria que alejarse de mi porque mi voz era muy mala y le daria dolor de cabeza. O le diria a mama y papa que me echaran del auto por someter a todos a mi horrible voz. Aunque era una broma exagerada y desproporcionada, sabia que tenia razon, que no podia cantar para salvar mi vida. Pero ahora esperaba poder cantar para salvar la suya. Sabia lo ridiculo que sonaba, pero tenia que concentrarme en algo para no volverme loca. De repente, hubo algunos golpes suaves en la puerta. Me relampaguee -otra frase que Julian me decia que hacia mientras cantaba- y me di la vuelta para ver a un hombre de mediana edad con un traje de tres piezas entrando. --Tu debes ser uno de los Foster. Esta relacionada con Julian Foster, ?correcto? ?Como estas?--, pregunto. --Si, soy Mila. Su hermana. Y supongo que estoy bien.-- Mire hacia atras a Julian y a su gran cantidad de maquinas, queriendo preguntarle al tipo como pensaba que yo estaba, pero no dije nada. A veces se necesitaba todo lo que tengo para contener mis comentarios sarcasticos. --Lo siento, acabamos de mudarnos a esta ala--, le dije. --?Quien eres tu?. --Soy de la administracion del hospital--, hablo bruscamente. --Srta. Foster. Me gustaria que me diera mas informacion sobre el seguro de su hermano, si es que sabe. --Ya tienen su informacion-- Me puse un poco nerviosa --Lo se--, dijo, frunciendo el ceno, --pero ese seguro nos ha llamado recientemente, para decirnos que ya no podia cubrir sus necesidades medicas. Salte de mi silla. --!Eso es imposible! !Todavia esta en el seguro de nuestros padres! ?Que hay del hombre que lo choco? Tambien lo trajeron aqui, ?verdad? ?Por que no le preguntas a el?. El hombre reviso su portapapeles. --Lo siento, Srta. Foster. Pero el fallecio esta manana. No podia comprender porque estaba pasando todo esto, mi corazon comenzo a latir fuertemente en mi pecho, queria gritar y llorar, pero en el fondo de mi sabia que este no era el lugar para actuar de esa forma, y tampoco frente a mi hermano. Tenia que salir de aqui. --Permiso-- dije, mientras intentaba dar cabida al mar de emociones que tenia en mi pecho. El otro conductor habia muerto y yo lamentaba eso, por su familia, pero mi hermano estaba donde estaba por su culpa y eso no era todo, ahora resulta que el seguro no cubriria. Pase al lado del hombre y camine tan rapido como pude por el pasillo. ?Por que tuvo que pasar toda esta mala mierda? Este era mi hermano, un hombre bueno con todo el mundo y todo lo que le importaba al hospital era el maldito dinero. Me tope con gente, tropece con la pierna de una persona, pero no importaba el obstaculo que se interpusiera en mi camino para frenarme, tenia que salir de este hospital. No podia sentarme alli con Julian sabiendo que el pensaria que era una cuenta mas que teniamos que pagar. Que frivolo era todo cuando su vida estaba en juego y todo se resumia a la cantidad de dinero que podiamos conseguir. Por primera vez desde el accidente, esperaba que no pudiera oir lo que sucedia a su alrededor. No queria que se enterara de que no habia dinero para ayudarle a mejorar, porque entonces podria darse por vencido. Capitulo 2 Mila Cuando llegue a la parada del autobus, me puse a llorar. Saque mi telefono celular y a traves de mi vision borrosa, presione el boton de marcacion rapida para mi padre. --Hola, carino. ?Como estas?--, pregunto el. --!Papa! El hospital dijo que el seguro ya no cubre lo de Julian. Dijeron que el seguro lo dejo. Y el tipo que lo choco esta muerto. Suspiro, dejando un momento de silencio entre nosotros antes de responder. --Mila, querida, ya lo sabia. Estamos tratando de llegar a un acuerdo, tu madre y yo. Mi agarre alrededor del telefono se intensifico. --?Que? ?Lo sabias y no me lo dijiste?-- Mi voz temblo. --Lo visito todos los malditos dias. ?Soy la unica persona que viene a verlo y no me lo dijiste? --Mila, por favor--, dijo cansado. --Tu sabes... Colgue. Odiaba cuando mi padre tenia ese tono condescendiente, y sabia que no valia la pena pelear con el. Me dolio que no confiara en mi para informarme sobre las cosas importantes que pasaban, pero ya habia aprendido que no podia hacer nada al respecto. El autobus llego y abrio sus puertas. Lo mire en blanco. Todavia no podia superar toda la informacion, habia estado protegida por Julian y ahora estaba sin el, mis padres no me incluian en esto y mi hermano necesitaba dinero, necesitaba tener todas las condiciones para vencer a la muerte. Dios, todo esto era demasiado. Era una mujer adulta, pero siempre al alero de la proteccion de mi hermano. Nunca tuve la necesidad de enfrentar las cosas, de ser fuerte o de tener que solucionar algo tan grande. Me arrastre en el autobus y pase mi tarjeta de transferencia por la maquina. Mi cuerpo se sentia sin vida. Mi familia se habia desmoronado despues del incidente del coche, y estaba empezando a pensar que no iba a volver a se la misma nunca. En lugar de regresar a casa, me detuve en los servicios sociales locales y obtuve un monton de papeles que contenian informacion de lugares que ayudaban con las facturas medicas. Una breve resena, sin embargo, no hizo sino aumentar la tristeza y la perdicion ante mis ya terribles noticias. Medicaid no iba a cubrirlo, no podiamos permitirnos una nueva poliza privada, y las iglesias que estaban en la lista solo ofrecian atencion medica de hasta cien dolares. Tire los papeles y opte por ir caminando al trabajo para despejar mi mente. Todo va a estar bien. Julian podria despertarse y salir de esto. Siempre ha sido un bastardo con suerte. Realmente necesita hacer una de sus acrobacias mas grandes de la vida ahora. Estaba recordando cuando eramos pequenos y Julian me llevo a dar un paseo en la ATV de nuestro primo. Iba demasiado rapido y se estrello contra una valla. Ambos salimos volando del vehiculo, pero Julian permanecio ileso, mientras que yo termine en el hospital con un brazo roto. En ese momento, yo habia estado enojada con el por ponerme en peligro sin experimentar ninguna consecuencia. Siempre pense que nunca aprenderia. Pero ahora, mirando hacia atras, no puedo evitar sonreir un poco por su suerte, y espero que continue ahora en su edad adulta, cuando mas lo necesita. Diez minutos mas tarde habia llegado finalmente a mi trabajo, lo que me dio un poco de consuelo. Al menos tenia algo mas en lo que concentrarme. Tan pronto como entre en el bar, mi jefe me miro, levantando una ceja. --Bueno, hola, Mila. Llegas media hora antes. ?Puedo ayudarte en algo?. --Hola Sr. Eliott. Solo queria venir temprano--, le dije. --No tengo nada mas que hacer. --Hmm, bueno, esta bien. Sabes que no pago horas extras. Senalo con su cigarro, y unas cenizas cayeron al bar. Mi jefe era un tipo duro, por asi decirlo, al que le gustaba declarar con orgullo que se habia registrado en la ciudad con su bar de puros para obtener una licencia especial, para que nadie pudiera decirle que no podia fumar su cigarro en su propio establecimiento. Una tonteria que solo para el parecia importante. Agite la cabeza y busque un trapo para limpiar las cenizas. --Si, lo se. Trabaje en el bar, limpiando botellas y vasos de chupitos. Al Sr. Eliott no parecia importarle, siempre y cuando yo no fichara todavia. Una vez que mi turno comenzo oficialmente, comence a preguntar a los clientes que les gustaria beber. Al final de la tarde me acomode mientras caminaba de un lado a otro, sirviendo cerveza, mezclando cocteles y tratando de conversar un poco con los clientes. Era dificil en un lugar como este, donde el tipo de charla que querian hacer incluia las palabras: <<Muestrame tus tetas>>. Por mas que lo intente, no podia olvidar la situacion de mi hermano. La cara pacifica de Julian en mi mente me destrozo. ?Cuanto tiempo pasara hasta que lo saquen de la maquina? ?Podrian hacer eso? ?Era legal? No podia ver en que se diferenciaria esto de un asesinato si mi hermano moria por falta de dinero. Mientras mi mente se perdia en un monton de interrogantes, una de las bailarinas se sento en la mesa del bar y saco un fajo de billetes. Comenzo a contarlo, y no pude evitar mirarlo como si fuera un faro de luz. Sabia que ganaban dinero. Pero automaticamente lo asocie con la cantidad de dinero suficiente para pagar las cuentas medicas. --Karen--, le pregunte, dandole un trago de tequila, que sabia que era su favorito. --?Es eso lo que puede hacer una bailarina en una semana? Ella empujo sus labios a un lado, pensando, y lanzo su trago por la garganta. --En realidad no. Quizas si eres nueva. Hice esto anoche, estaba demasiado ocupada para contarlo. El Sr. E. saca doscientos por noche y nosotros nos quedamos con el resto. Se me salieron los ojos de las orbitas. --Espera, ?el se lleva doscientos y todavia te queda todo eso?. Ella se rio. --Si. Asi no tenemos que preocuparnos por un porcentaje. Mis ojos se detuvieron en el dinero por un segundo. Sacrificio. Fue lo primero que pense. Habia que hacer un sacrificio. Ahora, lo que pasaba por mi mente era una solucion a todos mis miedos. Yo sabia que tenia que hacer algo y justo ahora esta en mi mesa la respuesta. Al menos esta era la unica solucion rapida que tenia en mis manos. Sin pensarlo mas y convencida por la cantidad de dinero que vi en las manos de Karen. Le di un ultimo trago a cuenta de la casa y fui a la oficina del Sr. Eliott. --Oiga, ?jefe?-- Le pregunte, espiando con mi cabeza en su oficina. --Adelante, Mila. Entre y me sente frente a su pequeno escritorio. --?Que pasa?--, pregunto. --Sabia que algo te pasaba hoy. --Quiero ser bailarina-- solte. Lo dije con prisas, antes de que pudiera cambiar de opinion. --?Quieres bailar para mi?-- Sonrio y se volvio a meter el cigarro en la boca. --Ya era hora de que me lo pidieras. ?Quieres saber cuantos hombres han preguntado si ibas a salir de detras de esa barra y subirte a un poste? --Tal vez prefiera no saberlo… Pero me encantaria empezar cuanto antes. Esta noche si usted quiere. Se levanto e hizo un gesto para que lo siguiera. Me llevo a otra parte del edificio en la que nunca habia estado antes; era el area de las bailarinas. Habia armarios y mucho espacio en el mostrador con espejos en la parte superior, con el maquillaje derramandose sobre todas las superficies. Los diminutos y brillantes pedazos de ropa que llevaban estaban colgados en bastidores, asi como colgados en las sillas. Los que ya habian usado en el escenario habian sido claramente arrojados a favor de un nuevo atuendo, y llenaron el piso, junto a toneladas de tacones altos. Quiero enfatizar, tacones muy altos. --Vistete con la menor ropa posible, puedes usar cualquier cosa aqui. Ya que eres nueva, me quedare con el 15% hasta que des un paso adelante y mejores. Me agarre a mi camisa. --Gracias, Sr. Eliott. Realmente aprecio esto. Asintio con la cabeza. --Dime, siempre has sido la dulce chica de modales suaves aqui, la chica a un costado y todo eso, ?que te hace querer hacer esto? --Bueno, el seguro medico para mantener a mi hermano en el respirador dejo de cubrirlo, asi que…. --Ya veo-- Agito la cabeza, su cigarro se tambaleo de un lado a otro. -- Malditos hijos de puta codiciosos. Les gusta recaudar dinero, pero no quieren pagarlo. Mi abuelo fallecio asi--, me dio una palmadita en el hombro. -- Estaras bien. Sal y baila un poco. Eso te ayudara a alegrar tu estado de animo y a llenar tu cuenta bancaria. Y la suya tambien. --Gracias, Sr. Eliott. Se fue a su oficina y yo me quede quieta en medio de la habitacion como un poste fuera de lugar. --Esto es muy poco--, murmure para mi misma, recogiendo una tanga. Pero no era diferente a un traje de bano, ?verdad? Bien, sigue diciendote eso…. --Hola, ?que haces aqui atras?-- pregunto Karen, apareciendo detras de mi. --Ahora soy bailarina--, dije, encogiendome un poco de hombros. --?En serio? ?El Sr. E. te dejo entrar, asi como asi? Vaya, que rapido. Me hizo una audicion para el y me dijo que engordara un poco. Dijo que a los chicos de aqui les gustan las mujeres con carne en los huesos y que yo era demasiado flaca. Que maldito, ?verdad?-- --Si, eso es grosero--. Respondi con autentica empatia. Me senti mal por ella. Pero por una vez, ese peso extra que nunca pude bajar parecia haber funcionado a mi favor y no en mi contra. Karen se sento en su estacion de maquillaje. --No importa. Nunca subi de peso porque mi metabolismo es bueno sin importar cuantas hamburguesas coma.

  • TEJIDO DE FAVORES. El sabor del poder de Alex A. Moresti

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    Hoy es un dia especial para la familia Marquez-Romero. Es el dia sobre el que llevamos fantaseando los ultimos cinco anos desde que nos vinimos del pueblo a vivir a la ciudad. Hoy es el dia en que mi marido saldra elegido como candidato a alcalde por nuestro partido. Esta tan segura su victoria en las primarias, que ya tenemos alquilado el local para la celebracion, comprados los trajes de gala para asistir a la fiesta y una selecta lista de invitados entre miembros importantes del partido, amigos y futuras beneficiosas influencias. Recuerdo que, entre risas, hablabamos de ello cuando veniamos en nuestro coche de segunda mano del pueblo a la capital cargados con un par de maletas, mas llenas de ilusion y suenos que de ropa. Mi marido habia dejado su concejalia en el Ayuntamiento del pueblo por un puesto en la secretaria del partido en la ciudad. Con ello, mas que aumentar su sueldo, al contrario, aumentaban sus esperanzas de ascenso dentro del partido. Como suele decir el, a veces, vale mas la pena ser cola de leon que cabeza de raton; tienes mas posibilidades de llegar a ser cabeza de leon algun dia, aunque al principio tu cometido sea matar moscas. Habia aceptado aquel empleo empujado tambien por mi bienestar. A mi me habian ofrecido una corresponsalia en un periodico de tirada nacional, que estaba mas acorde con mis esperanzas depositadas en cinco anos de carrera de Periodismo que la cronica deportiva en el periodico del pueblo. Asi que juntos, en aquel primer viaje, nos reiamos sonando con llegar a ser cabeza de leon y afamada periodista. Ahora me llena de orgullo comprobar que aquellos suenos estan mucho mas cerca de hacerse realidad. Yo ya tengo un buen puesto en el periodico y la carrera politica de mi marido va a despegar como un cohete. La eleccion como candidato a la alcaldia en nuestro partido es como si le pusieran en bandeja de plata las llaves del Ayuntamiento. Desde que en Espana se instauro la democracia superando el regimen dictatorial de Franco, hace mas de cuarenta anos, ningun otro partido politico ha gobernado en la ciudad. Son tan claras y diafanas nuestras victorias que al partido de la oposicion suele costarle encontrar un cabeza de turco que presentar como candidato a la alcaldia. A nadie le gusta que en su historial politico aparezca semejante borron en forma de humillante derrota que te cierre, para siempre, las puertas en tu carrera. Es por eso por lo que, de forma habitual, presentan candidatos ya en el final de su carrera politica o sin mayor ambicion que pasar cuatro anos como jefe de la oposicion en el Ayuntamiento, con lo que su estrategia politica se limita a presentar poca resistencia y a cobrar a final de cada mes. Entre los militantes de nuestro partido, y en conversaciones en petit comite, solemos decir que nosotros no gobernamos con mayoria absoluta, gobernamos con mayoria aplastante, y siempre nos echamos a reir tras el comentario. Asi que esta tarde, cuando se confirme de forma oficial lo que ya se rumorea por los pasillos de la sede del partido, ya podre verme como esposa del alcalde. Y anadire a mi curriculum el cargo de jefa de prensa del Ayuntamiento. Me lo he ganado. Yo tengo bastante que ver con esta victoria. Bastaron un par de amistosas sonrisas a mis companeros de local para que aparecieran un par de buenos articulos sobre la brillante carrera politica desarrollada por mi esposo desde sus comienzos y su implicacion social. Una buena campana interna disenada con la ayuda de mis conocimientos en marketing ha hecho el resto. He aprendido mucho de politica en los seis anos que llevo al lado de mi marido. El lleva toda su vida en este mundo. Sus padres tambien se dedicaban a la politica y su sueno siempre ha sido estar a la altura de la carrera politica de su padre y ganarse la admiracion de su madre. Ahora, pese a que ellos fallecieron antes de yo conocerle, estoy segura de que se sentirian orgullosos de ver hasta donde esta llegando su hijo. La principal leccion que he aprendido es que, para ascender en politica, no tienes que hacer buenas obras. Solo tienes que conseguir que la maxima cantidad de gente posible crea que, con un poco mas de poder, serias capaz de hacerlas, y asi pasar de ser secretario a concejal, y de alli a la mesa del alcalde. El siguiente escalafon sera el Congreso, pero ese ya sera el siguiente paso. Ahora toca disfrutar juntos de este ultimo peldano. Hay que ver lo bien que nos han ido las cosas juntos desde que el destino quiso que cruzaramos nuestros caminos en aquella entrevista de la periodista de deportes del diario local al concejal de Deportes del Ayuntamiento. Por aquel entonces el tenia treinta y seis anos y la primera impresion al verlo me dejo impactada. Era, y es, sumamente atractivo; sus ojos azul cielo centellean con un brillo de ilusion y confianza en si mismo. Alto, con su aspecto atletico y complexion fuerte, como deberia corresponder a todo buen concejal de Deportes que se precie, aunque sea en el Ayuntamiento de un pueblo de cinco mil habitantes, me recibio con una amplia sonrisa que desarmo todas mis armas ofensivas dispuestas en horas de preparacion minuciosa de la entrevista. De conversacion fluida e inteligente, se le notaba seguro de si mismo y dominador del tema que trataba. Serio y responsable en su trabajo. Vamos, un autentico partidazo. Yo tenia por aquel entonces treinta y un anos y ya era conocida en el pueblo por armar pequenos revuelos con mis articulos levantando un par de escandalos a nivel local. Nada que ver con los escandalos urbanisticos de hoy en dia, pero que entre los lugarenos dieron mucho que hablar. Ya entonces se veia que mi puesto de trabajo se quedaba pequeno para mi nota media de notable en la universidad, pero como decia mi difunto padre, si no hay mas, contigo Tomas. Lo que llevaba preparado para ser un ataque frontal a la politica del Ayuntamiento en el ambito deportivo, con duras criticas a sus presupuestos y al reparto de subvenciones entre los equipos locales, se convirtio en una amable entrevista ensalzando la buena labor del concejal. Todo por culpa de aquella arrebatadora sonrisa y por esa voz suya, calida y profunda, que sonaba como un mantra dentro de mi cabeza. Cuando al dia siguiente la entrevista salio en el periodico, la cara de desilusion de mi jefe contrasto con la mia cuando el me llamo para tomar un cafe cuando saliera del trabajo y hablar con mas calma sobre los temas del Ayuntamiento. <>, me dijo con su voz masculina y dulce que practicamente hipnotizaba mis pensamientos. Aquella conversacion entre amigos frente a dos humeantes tazas de cafe termino en la cama. No se quien de los dos sedujo a quien. Con seguridad, los dos pusimos de nuestra parte. De lo que estoy segura es de que ninguno de los dos hizo nada por evitar que pasara. Acudi al encuentro con un pantalon cenido negro y una blusa blanca entallada, la melena suelta y los labios pintados de rojo a juego con el tono cobrizo de mi cabello. Elegante, atractiva, pero informal, que solo era un cafe lo que ibamos a tomar y tampoco era cuestion de aparecer de fiesta de gala. Se hubieran notado mucho mis intenciones si me hubiera puesto el vestido corto que habia elegido en un primer momento. Lo reconozco, desde que me invito a tomar el cafe mis intenciones no eran otras que seducirlo. A el me lo encontre apoyado en la barra de la cafeteria con unos pantalones vaqueros y una americana azul. Aire descuidado, pero para nada desarreglado, sabia a la perfeccion que era lo que le quedaba bien y le hacia irresistible. Me recibio con su sonrisa y dos besos en la mejilla. Agradeci el asiento que me ofrecia a su lado porque me empezaban a temblar las piernas. Desde la entrevista, antes de quedar con el a solas, ya me parecia irresistible. Vestido de forma informal estaba todavia mas atractivo que con su traje de concejal. Volver a escuchar su sugerente voz sin estar sentada me hubiera supuesto un problema. Su conversacion distendida fuera del ambito laboral me mostro que al aparcar su lado responsable tenia, y tiene, un sentido del humor que me arranca una sonrisa o una carcajada y que termino de conquistarme. Primero empezamos hablando de deportes, de como iban las cosas por el Ayuntamiento, de los problemas que tenia para cuadrar el presupuesto y para mantener a todos los que pedian subvenciones contentos. Yo, que siempre habia sido critica con la manera de repartir los presupuestos del Ayuntamiento en el ambito deportivo, siempre mas centrados en los deportes masculinos que en los femeninos, me limitaba a asentir, absolutamente convencida de que no habia manera mejor de hacer las cosas que como el las estaba haciendo. Despues empezamos a contarnos cosas del ambito familiar. Sus padres habian muerto hacia un par de anos regresando de un viaje al que habian acudido para representar a su partido. Su hermano pequeno no habia conseguido sobreponerse a la muerte de ambos. Si ya antes era un joven bastante problematico, ahora se habia terminado de convertir en la oveja negra de la familia. Apenas tenia trato con el. Yo le conte que mi padre tambien habia fallecido en un accidente en el campo cuando yo era pequena y que como no tenia hermanos habia vivido solo con mi madre. La conversacion termino por derivar a las relaciones personales y hablamos de cosas como por que seguiamos viviendo solos o cuantos hombres y mujeres habian pasado por nuestras vidas, dejando en la mayoria de los casos desagradables recuerdos. El estaba divorciado, lo que confirmaba mi pensamiento de que un hombre asi no podia llevar muchos anos solo. Habia estado casado durante dos anos, pero su relacion nunca llego a fructificar. Se habian casado por el hecho de que era lo siguiente que habia que hacer despues de llevar siete anos de novios, no por estar convencidos de querer hacerlo. Dos anos de convivencia fueron suficientes para saber que habia sido una mala idea. Me conto tambien, entre risas, que su primer beso fue a los doce anos con una chica de dieciseis y que estaba tan nervioso que chocaron sus narices antes de besarse porque los dos giraron la cabeza hacia el mismo sitio. Queriendo saber cualquier cosa de su vida, le pregunte por su primera vez y me respondio que en la parte de atras de un coche de segunda mano a la edad de dieciseis anos con una chica de diecinueve y que de lo que mas se acordaba era del intenso olor del perfume de la chica. Yo era, y recalco lo de era, una acerrima defensora de la libertad que proporciona la solteria, aunque eso no significa que no haya habido varios hombres en mi vida. Le conte que mi primer beso habia sido a los quince anos en el patio trasero de la escuela y que habia perdido mi virginidad con un chico de la universidad, a la edad de dieciseis anos, que no quiso volver a saber de mi cuando supo que era menor de edad. De joven, siempre aparente mas edad de la que tenia. Por fortuna, eso ha cambiado con la edad. Tambien le hable del ultimo chico con el que habia estado, que no habia pasado de un rollo de una noche, y es que habia aprendido a ser yo la que se aprovechara de los hombres y era defensora de las relaciones esporadicas y sin compromiso. Nada mas que un buen rato de sexo entre dos adultos. Cuando quisimos darnos cuenta, nuestras manos estaban entrelazadas encima de la mesa y nos mirabamos a los ojos con una sonrisa adolescente en los labios. Incluso le di algun detalle que otro de mas sobre mis preferencias y escarceos amorosos para captar su atencion de forma definitiva.

  • Regalame tu sonrisa (Los hermanos Montgomery 4) de Moruena Estringana

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  • Laila Winter y el corazon de las sombras de Barbara G. Rivero

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    Las sombras se extienden y amenazan con invadir cada rincon de Ialanthilian. Los tenebrii revelaran sus intenciones y sera necesaria la union de todos para hacerles frente. Laila tendra que dar lo mejor de si ante las adversidades que se interpondran en su camino para intentar salvar el mundo del mayor peligro de su historia. Ella y sus amigas conoceran traiciones, amistades rotas y amores imposibles, que pondran en riesgo todo aquello por lo que luchan. ?Dejara Maeve a un lado sus ambiciones por el bien comun? ?Recordara Jack el amor que sentia? ?Que ocurrira con Nia? Este libro cierra, con broche de oro, la mejor y mas exitosa saga de fantasia en espanol de los ultimos anos. Lo acontecido en los volumenes anteriores confluye, gracias a una fabulosa narrativa, en un desenlace trepidante que nos revelara al fin todos los secretos que aun permanecian ocultos.

  • Las brujas de Celso Castro

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    Un joven relata a modo de confesion la historia de su relacion con Lorena, hija de una bruja y hermana de leche, ya que fue criado por una nodriza. Con una voz discursiva que sigue sus pensamientos mas intimos, asistimos tambien a la relacion que mantiene con su familia, madre y hermano lo desprecian por su parecido fisico con el padre que los abandono. Hechizado por Lorena, se vera condenado tanto a amarla como a aborrecerla.

  • Tiempo de lluvia de Helena Nieto

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    Laura acaba de quedarse viuda. Solo tiene cuarenta anos y una hija de quince, Rebeca. Ambas tendran que enfrentarse a una nueva realidad. Para Laura descubrir que su supuesto perfecto marido no era lo que aparentaba y para Rebeca, afrontar su adolescencia y los retos de esta. La ayuda de su cunado Edward sera fundamental en la vida de ambas.
    ?Superaran Laura y Rebeca todos los problemas que han surgido de repente? ?Podran vivir sin resentimientos dejando atras el pasado y perdonar para poder tomar las riendas de su nueva vida?

    Tiempo de lluvia es una historia de relaciones humanas, heridas emocionales y sentimientos de amor y perdon.

  • Deliciosa amnesia de Emilia V

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    Voy en camino --dije, tenia ambas manos en el volante y la pieza del Bluetooth en mi oido. --Date prisa, por favor --contesto mi padre en voz baja--. Algo no esta bien, Evan. Hay una mala... --Se interrumpio--. Y no se... --Papa se quedo completamente callado, quite las manos del volante y me estire en el asiento. --?Papa? ?Papa, hola? ?Puedes oirme? Pero ya no estaba. Y yo, me encontraba atrapado en un ferry camino a Nantucket sin nada mas que preocupacion por esa llamada. Eso no era propio de el. Mi padre era una roca. Mentira, ni siquiera era una roca, era acero. El hombre me habia criado, por el amor de Dios. En toda mi vida nunca me habia pedido ayuda, y ahora, el dia que me pide ir a conocer a mi nueva madrastra y hermanastra, me hacia esa llamada ?Sonaba asustado? ?Donde estaba su rudeza habitual? Saque el auricular de mi oreja, lo que hizo que me picara instantaneamente. --Ahhhhh --grite frustrado, y lo arroje al asiento del pasajero de mi Audi. Abri la puerta y sali del auto para buscar a alguien que me explicara que diablos estaba pasando. Un tipo con un uniforme de marinero cursi se paseaba entre los demas vehiculos, observando y anotando las matriculas en un portapapeles y sonriendo a la gente sentada dentro de ellos. --!Hey, tu! --grite. Varias cabezas se voltearon hacia mi. El marinero tambien levanto la vista --. Si, tu, ?cuanto falta para que esto termine? --Quedan quince minutos de viaje, senor. --Quince minutos --Saque mi billetera y se la menee como si fuera una delicia--. Que sean cinco y te dare mil dolares. El hombre volteo los ojos de tal manera que solo se veia lo blanco de ellos. --?Senor? ?Tartamudee? --No, senor, pero me temo que no puedo cambiar el rumbo ni la velocidad del ferry. Esta en nuestra pagina web, senor. El viaje dura dos horas y quince minutos, en total. --Dos mil dolares --le conteste igualmente, y saque algunos billetes para probar que hablaba en serio. La suave brisa, el olor del oceano, la hermosa vista del dia en este verano, todo se me escapaba. --Senor, no puedo hacer que el ferry vaya mas rapido. Tendra que esperar --dijo el hombre. Bueno, esa era la primera vez que me rechazaban una oferta asi. Habia sido rico la mayor parte de mi vida, y alcance a serlo mucho mas trabajando en tecnologia y bienes raices, despues de dejar la casa de mi papa. Segun mi experiencia, el dinero lo compraba todo, incluyendo viajes mas cortos a traves del oceano. Me sente de nuevo en mi auto, refunfunando en voz baja. A pesar de todo, alcance mi movil nuevamente y llame al telefono de mi padre. No contesto. Probe llamar al telefono fijo despues, apretando los dientes a traves del incesante zumbido. --Vamos --murmure--. Contesta, papa. La culpa me envolvio. Habia estado lejos de el ultimamente. Lo habia dejado esperando muchas veces. Incluso venir a conocer a su nueva esposa e hija esta semana habia sido una tarea casi imposible para mi, y ahora esto estaba sucediendo. Finalmente, el ferry atraco, y me dirigi hacia la larga calle que se unia con Cliff Road y terminaba en direccion a North Shore. O al menos, la parte de North Shore donde estaba ubicada su mansion. Sentia la tension acumularse y recorrer mi columna vertebral. Esto no era normal. Estaba en peligro. Tranquilo, imbecil. El esta bien. Mi padre no tenia ningun enemigo. No era como yo, en ese aspecto. No habia ninguna razon para que estuviera en peligro. Mis manos sudaban al volante, mi pie presionaba impaciente el acelerador. Me gustaba tener el control todo y no esperaba a que nadie mas hiciera algo. Estaba en mis manos, y asi era como me manejaba. Me acerque al camino de entrada de la mansion, y me incline hacia adelante. Mi mirada viajo desde el camino hacia el cielo, una y otra vez. Senti un vacio en mi estomago al ver la columna de humo negro que se elevaba en la distancia. No. No puede ser. !Carajo! Hundi el pie en el acelerador, resbalando en el camino que conducia a la casa. Luces parpadeantes aparecieron en mi espejo retrovisor y un camion de bomberos se acercaba detras de mi. Acelere mucho mas y atravese con el Audi las rejas de entrada a la propiedad. La mansion estaba al final de un largo camino de grava. El fuego vivo serpenteaba desde las ventanas abiertas en el ultimo piso. La casa de la piscina a la izquierda ya estaba envuelta en llamas. La puerta principal estaba abierta a lo alto de los enormes escalones de piedra, pero no habia nadie de pie fuera de ella. No veia a mi padre en ninguna parte, no estaba afuera con su nueva esposa a su lado. Apenas habia frenado cuando mi mano ya habia soltado el cinturon de seguridad y con la otra abri la puerta. Salte y corri hacia la entrada principal. Detras de mi podia escuchar el chirrido de las llantas del camion de bomberos y los gritos. El humo que salia del pasillo, me asfixio. Me arranque la camisa. Me la ate alrededor de la nariz y la boca, y luego entre. --!Papa! Papa, ?donde estas? Mis ojos ardian, no podia ver. Me arrodille y me arrastre hacia la habitacion mas cercana, tosiendo, balbuceando y llamando a mi padre. Una figura aparecio en la alfombra grisacea delante de mi. Una mano delicada con los dedos enroscados contra la palma, unas pintadas de rosa palido. La imagen me llamo la atencion. Era una mujer. ?Quien era? ?Que hacia ella aqui? Mi hermanastra. Me arrastre hasta ella, con la garganta seca, tosiendo y agarre uno de sus brazos levantandola con cuidado. Tenia que sacarla de ahi. No podia seguir con el plan de arrastrarme y buscar a mi padre. Si pude encontrarla a ella, los bomberos encontrarian a mi padre y a mi nueva madrastra tambien. Una gran grieta resono sobre mi. !Muevete! Antes de que todo el techo se derrumbe sobre tu cabeza. Ella era ligera en mis brazos a pesar de su cojera. Corri a traves del humo hacia el vestibulo de entrada y un estruendoso choque, seguido de una ola de calor, me persiguio, pero no me detuve a mirar atras, no me atrevi. Alcance los escalones de piedra de la entrada, agarrando a la mujer en mis brazos. Tosi bajando cada uno de ellos y me detuve en el camino de grava junto a mi auto. Los bomberos pasaron corriendo frente a mi y entraron en la mansion. Sonaban gritos. Desenrollaron una gruesa manguera del camion y una ambulancia se apresuro a subir por el camino. La mujer aun estaba inconsciente. Me agache y la puse sobre la grava tan suavemente como pude, y luego me arranque la camiseta de la cara. Mi vision era borrosa, salian lagrimas involuntarias de mis ojos. Tosi, parpadee, me limpie la cara. Finalmente, me aclare un poco, y mi mirada se poso sobre ella. Mi corazon se detuvo por un instante. El mundo que me rodeaba se ralentizo, casi desaparecio por completo, y durante un milisegundo no habia fuego, ni peligro, no pense en mi padre, ni escuchaba las sirenas ni los hombres gritando. Solo estaba ella. Era perfecta. Coloque sus brazos suavemente a los costados, su pecho subia y bajaba lentamente. Era curvilinea, perfectamente proporcionada, con una expresion en su rostro que era verdaderamente pacifica, incluso a traves de las manchas de hollin. Una sensacion extrana se apodero de mi pecho, tenia la creciente necesidad de protegerla de las llamas, del humo, de cualquier peligro. Me puse un puno en el pecho, tratando de deshacerme de ese sentimiento. ?Quien eres? --!Hey! --El grito rompio el hechizo. Levante la vista y un bombero venia hacia mi, despejando el humo con sus manos. --Oye, ?estas bien? ?En que diablos estabas pensando? No puedes entrar a... --Se detuvo cuando vio a la mujer. Me dolia muchisimo la garganta, pero la aclare para hablar, al menos lo intente. --Mi padre --dije con voz ronca--. Mi padre y su esposa estan en el edificio. Tienen que sacarlos. --Nos encargaremos de ello --dijo el tipo de uniforme, y luego miro hacia atras por encima del hombro--. Aqui vienen los medicos. Quedate aqui mismo y no la muevas. --No me digas --le conteste, tosiendo en mi puno. No podia moverme, mucho menos a ella. Dios, habia inhalado tanto humo y gastado toda mi energia, pero queria volver corriendo a esa mansion y buscar a mi padre. ?Como diablos paso esto? Mire a la mujer aun inconsciente. ?Como se llamaba? Mi padre me lo habia dicho, pero yo era pesimo a la hora de recordar fechas y nombres. Addy, Audrey o algo asi. Me sono una alarma en el cerebro cuando la mire fijamente. Ella sabia lo que habia pasado. Tenia que saberlo. Un par de medicos corrieron hacia nosotros, con una camilla. La bajaron y se pusieron a trabajar en ella, revisandole el pulso, levantandola, atandola. Otro corrio hacia mi y se agacho, agarrando una pequena linterna con la mano. --Senor, ?puede oirme? --No, el humo ha tapado mis oidos. La confusion se apodero de la expresion del paramedico. --Por supuesto, puedo oirte. ?Adonde la llevas? --pregunte, poniendome de pie. --Al hospital.

  • La familia del Prado de Juan Eslava Galan

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    El Museo del Prado no es solamente la mejor pinacoteca del mundo; es tambien el album familiar de las dinastias espanolas, los Austrias y los Borbones, que han regido los destinos de
    Espana desde hace cinco siglos. En este libro, Juan Eslava Galan, con su inconfundible estilo ameno y riguroso, nos propone un recorrido por el museo, del mismo modo que repasamos nuestro album familiar contando quien fue cada persona. Pero no se trata en esta ocasion de una historia de nuestro pais, sino de una historia del dia a dia de sus protagonistas: de sus reyes, esposas e hijos, pero tambien de personajes ilustres, pintores, amantes y plebeyos.
    Y de los episodios mas emocionantes, las anecdotas mas divertidas y los secretos mejor guardados que se esconden tras los cuadros.

  • Amor en llamas de Lorena Fuentes

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    Graduarse de la universidad a los veintidos anos y, al mismo tiempo, recibir su sentencia de divorcio con el hombre a quien amaba y que era el padre del nino que llevaba en su vientre, no fue una situacion facil para Amelia.
    Pero tiempo despues de aquella mala experiencia y de llevar una vida tranquila trabajando en el Call Center del 911, surge entre ella y un bombero, al que conoce solo por telefono, una conexion que no logra entender.
    Inexplicablemente, la voz de Vaquero logra brindarle seguridad y tranquilidad, pero el vinculo que mantiene con Derek, su exesposo, comienza a complicar su existencia.
    Lorena Fuentes nos trae una novela de autoconocimiento en la que Amelia comprendera en que consiste la felicidad y lo que significa realmente ser consumida por las llamas del amor, no sin antes ser traicionada.

  • Una manana cualquiera de Esteban Moneo

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    --!Esteban! !Senor! ?Me oye? !Esteban! !Esteban! --Una senora bajita y regordeta, enfundada en un chaleco naranja fosforescente y rodeada de media docena de personas del servicio de asistencia y de la policia municipal, vociferaba con cara de pocos amigos. La condenada chillaba como las pescaderas en esos antiguos mercados de abastos de los puertos: <>. Jureles no, pedazo de atun inmovil, que no reaccionaba ante semejante griterio. Y Marta, su mujer, con un ataque de panico al verlo convertido en un guinapo. Todos en torno a la cama, contemplando un tesoro, algo divino, digno de contar por la noche en sus casas. Nada que ver. Un cuarenton, con los pelos revueltos despues de una noche de sudor y fiebre, no despertaba. Quizas, tantos decibelios por parte de la dichosa senora provocaron el chispazo. El cable rojo y el cable azul se rozaron, encendiendo una bombilla dentro de el. La alarma del despertador le hizo incorporarse y miro la habitacion. Su pequeno espacio privado invadido por gente con uniforme que vociferaba y escudrinaba. ?Que sucedia?, ?que...? <>. No, perdon, jureles no; eso es lo que a el le resonaba en la cabeza, a punto de explotar por ese grito ininteligible: --!Senor! ?Me oye? !Estebaaaan! Del mismo modo que desperto, atonito ante las voces de la medica a medio metro de su rostro, se desplomo sin decir palabra. No pudo. Sus fuerzas se consumieron en una simple mirada desencajada. Esos ojos de atun y su cuerpo, un saco de patatas recien descargado, cayeron hacia atras, sumergidos de nuevo en otra dimension. Senal suficiente para que la senora del chaleco determinara la gravedad de su estado y cambiara los chillidos por ordenes a sus companeros: --!Protocolo ictus! !UVI movil! !Vamos, senores, traslado urgente al hospital! Mientras, su mujer solo pensaba en disimular para que sus hijos no se asustaran por la situacion. Tarea complicada a la hora del desayuno en una casa con cuatro ninos, ante tal despliegue de personal uniformado que efectuaba su trabajo sin miramientos: entraban y salian, subian y bajaban escaleras. Y habia dos ambulancias y un coche de policia en la puerta. Una vecina, muy amiga de la familia, corria en camison en busca de la llave de la salida de emergencias de la urbanizacion. Al marido, mas para alla que para aca, dos fornidos facultativos del Samur lo bajaron en una silla de ruedas por las escaleras. Un espectaculo. Varios vecinitos, en vez de seguir rumbo al colegio, se detenian en la puerta del domicilio para verlo. Lo de pasar de largo, pura quimera. Otro chispazo. Otra mirada fugaz. El traqueteo del descenso conecto de nuevo los dos cables mal pelados de su cerebro y volvio a enchufarse a la realidad. Lo metieron en una ambulancia. No pronuncio palabra, ni balbuceo. Se iba rodeado de luces y personal sanitario, ante la cara de susto de su mujer y el nino cotilla de turno, que se habia quedado paralizado en la puerta. De milagro, en esa breve conexion fue consciente de que no era el, ni su cuerpo. Diez segundos dentro de un saco, mirando con los ojos de un extrano. Con el mismo impulso que vino, se fue, como aquellas bombillas de filamento de toda la vida, no estas modernas repletas de puntitos, que se agitaban a contraluz para comprobar si estaban fundidas o dando sus ultimos coletazos. Se apagaron su mirada, sus recuerdos y su escasa, por no decir nula, capacidad de reaccion. El personal sanitario lo aseguro con bridas a la silla. El viaje hasta el hospital de la zona, uno de los mas modernos de la ciudad, era corto. Cuantas veces habian hablado de lo conveniente que era tener semejante mole cerca de casa, por si algun dia ocurria aquello que piensas que nunca te va a pasar a ti. Ni en el peor de sus suenos ni en sus quejas continuas sobre su estado de salud, habia imaginado que su primera visita al complejo hospitalario seria por la puerta grande, como los primeros espadas de la tauromaquia, pero al reves: ellos triunfan y salen, no entran. Los cuatro ninos apuraban sus desayunos, ajenos a lo sucedido y al trago dificil por el que pasaba su madre. Calma absoluta. Su padre estaba con gripe en la cama, los medicos habian venido a verlo. Nimiedades, una enfermedad comun no impedia que continuaran con la misma rutina de cada manana: risas, colacaos, cereales, y zumbando a clase. Sin saber que le ocurria a su marido, inconsciente de camino al hospital, aderezaba su incertidumbre con la idea de que el vecinito cotilla, que iba a clase con uno de sus hijos y habia contemplado la funcion matutina desde primera fila, le contara, con la habitual inocencia infantil, que su padre se estaba muriendo. Estas preguntas, muchas mas y toda la tension contenida salieron disparadas, como si se abriera la espita de una olla expres, cuando los ninos brincaron del coche, rumbo al patio. Con el cierre de las puertas, la madre rompio a llorar. La noche anterior, se habia planteado si una simple gripe era motivo suficiente para hacer que el medico se desplazara a su casa. Los telediarios ya habian avisado de que las urgencias estaban colapsadas por los casos de gripe. ?Que les iba a decir? <>. Vamos, igual que el resto de los contagiados por el virus en ese frio mes de enero. Ellos mismos lo habian comentado en mas de una ocasion: --Si estas enfermo, caldito, y a la cama. Sin exageraciones, que el sistema sanitario bastante tiene con lo suyo. Pero esa manana, al despertar, fue consciente de que algo anormal sucedia. Ni gripe ni catarro. Temio que fuese a mayores. Si otras veces procuraba hacer el minimo ruido posible para dejarlo descansar, ese dia no. Por fortuna, su sexto sentido femenino le advirtio que no debia salir sin mas. --Esteban, Esteban, ?estas bien? ?Como te encuentras? No obtuvo respuesta. Su marido no despertaba. No estaba. --Esteban, Esteban, ?que te pasa? --insistia Marta--, ?sabes quien soy? Igual que sucederia una hora mas tarde con los gritos de la sanitaria, los ojos de su marido dieron un repaso al cuarto traspasando el cuerpo de ella; esa forma de mirar de quien no esta viendo. Y no pronuncio palabra. Eso activo las alarmas de Marta. Las llamadas de sus vecinas la hicieron volver al crudo presente. Los ninos estarian en el colegio hasta media tarde; llegados a ese punto, ya veria como se las arreglaba para contarles lo sucedido. Lo primero era lo primero: ir al hospital para informarse del estado de Esteban. Solo sabia que a esa persona con la que llevaba mas de media vida la habian metido en la ambulancia como un fardo, inconsciente. Pero habia visto su mirada dura, distante; la misma que un familiar suyo anos atras, ese que no tuvo un final feliz. La llegada al hospital fue un nuevo mazazo. A diferencia de esas series hospitalarias que tanto gustaban a los televidentes, donde cirujanos, interinos, enfermeras y celadores vivian aventuras dignas de un culebron a la par que la sangre surgia a borbotones (eso si, sus batas blancas se mantenian impolutas), la realidad que se encontro Marta fue una sala de gran tamano a rebosar de ancianos en camillas agolpadas en las esquinas y pasillos, a la espera de su turno o a mitad del tratamiento que calmase sus sintomas gripales. Sofocada y con el susto en el cuerpo, la llevaron hasta los boxes de urgencias. Las paredes de cristal, con un enorme punto rojo en el centro para que las personas no se dieran de bruces, y las cortinas a medio descorrer apenas preservaban la intimidad de los enfermos: un abuelito, que pocas horas mas tarde pasaria a mejor vida, y un par de accidentados. La enfermera le senalo con amabilidad la esquina, justo donde empezaba el pasillo: ese era el de su marido.

  • No manipuleis el feminismo de Ana Bernal Trivino

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    La reaccion patriarcal esta aqui. En plena cuarta ola feminista, el machismo ataca de forma contundente. Para conseguirlo se vale de un arma potente: la informacion y el lenguaje. En una etapa donde la desinformacion esta a la orden del dia, este libro repasa cada una de esas frases que escuchamos en los medios de comunicacion y en conversaciones cotidianas con el unico fin de confundir y danar los logros conseguidos por las mujeres. Frente a las mentiras sobre el feminismo, la unica solucion es verificar y contrastar con las leyes, los datos y las raices del propio movimiento. Es esta una obra basica para separar lo falso de lo verdadero, romper tabues, desmentir bulos, estar alerta frente al machismo e identificar cuando nos enganan. En definitiva, conocer de donde venimos para saber como afrontar las amenazas a los derechos de las mujeres y sus desafios.

  • Bajo Llave de Aina Castillo

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    Amor Siniestro: Romance Oscuro y J*dido
    Megan esta loca de atar.
    Una joya en bruto. Caos puro.
    Sexy. Psicopata. Manipuladora.
    Obtiene lo que quiere, cuando quiere.

  • Un te quiero por Navidad de Christian Martins

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    Los dias pasaban con demasiada rapidez y a Gabrielle Reuben se le acababa el tiempo en el preciso instante en el que el calendario le daba la bienvenida al festivo y alegre mes de diciembre. Treinta y un dias de plazo para presentar la nueva novela, ni uno mas, ni uno menos. Despues todo habria terminado para Gabrielle. Aquella noche, la muchacha se desperto con las sabanas empapadas en sudor y una extrana sensacion de fracaso en el vientre. Se levanto de la cama a reganadientes, tan solo por el mero hecho de sentirse util. Se sirvio una taza de cafe y se dirigio hacia el umbral de su despacho; ese rincon de la casa que en los ultimos meses habia logrado causarle verdadero pudor. La mesa del escritorio estaba despejada, limpia, ordenada. El portatil pulcramente colocado en el centro, junto al raton. Tiempo atras aquello habia sido un verdadero desastre, con papeles por todas partes y cuadernillos con anotaciones por cada esquina. Pero esos dias, los dias en los que Gabrielle habia tenido inspiracion, se habian esfumado. -- Necesito una musa... -- murmuro, repasando mentalmente todos aquellos consejos que le habian dado y que, por experiencia, podia afirmar que no servian para nada. Aun era temprano y la luz se colaba levemente a traves de las cortinas. Pulso el interruptor y paso a la habitacion, sin soltar su taza de cafe. Se sento frente a la mesa, recordando aquellos anos en los que nada mas levantarse de la cama se habia dirigido a ese rincon, ansiosa por continuar con aquellos personajes, aquellas historias, aquella sucesion de palabras que lograba darle vida a todo lo que rondaba en su cabeza. El cafe siempre habia tenido que esperar, y aun asi, se lo habia tomado a pequenos sorbitos, entre tecla y tecla, sin desperdiciar un solo segundo. "Uno tiene que estar siempre en el mismo lugar, a la misma hora, para que la inspiracion pueda encontrarle". "El mejor truco para escribir con fluidez es leer; leer mucho, leer todo". En aquel mundillo literario, todo el mundo tenia algo que decir. El peor de los errores de Gabrielle habia sido confesar abiertamente su bloqueo literario. Hasta entonces, a pesar de su frustracion, habia logrado "sacar algo" de su cabecita. Desde que dijo en voz alta que se encontraba sin inspiracion, bloqueada, no habia logrado sacar nada con sentido. Uno de diciembre. Se acababa el ano. Escucho el telefono fijo resonar en el salon y se pregunto a si misma si debia responder la llamada o no. Al final, suspirando hondo, decidio acercarse; estaba convencida de que era Ruth. Ruth era su agente literario y, a su vez, su mejor amiga. Era una suerte, porque cualquier autor en su situacion no habria sabido que decirle a su "pesado" agente para salir del paso y quitarselo de encima, pero ella no tenia ese problema. -- ?Hola? -- !Buenos dias, escritorzuela! -- exclamo Ruth, con un buen humor poco habitual en ella. Aunque no era, en absoluto, una amargada, Ruth solia encontrarse demasiado estresada en cada pequeno instante de la vida, cosa que menguaba su humor. -- Ahora mismo me iba a poner a escribir... -- bromeo, mientras sorbia los ultimos posos de cafe del fondo de la taza -- . ?Me llamas para escuchar mi dulce voz? -- En realidad, no. No te vas a creer lo que he conseguido... -- canturreo con felicidad. Esa frase habria sido magica para los oidos de Gabrielle en otra epoca, pero dadas las circunstancias, lo unico que le provocaba era pavor. Gabrielle tenia veintiseis anos, con diecisiete habia escrito su primer best seller y con veinticuatro el ultimo de todos. Los contratos editoriales le habian llovido desde entonces, y Ruth siempre se habia encargado de rastrear las mejores ofertas entre las propuestas que tenian sobre la mesa. De la ultima, Gabrielle habia cobrado un cuantioso anticipo que poco a poco se habia esfumado de su cuenta. Se suponia que el primer borrador del manuscrito tendria que haberlo tenido disponible para el caluroso mes de junio, pero la cosa no habia salido exactamente segun lo planeado. Uno de diciembre. La ampliacion del plazo llegaba a su final. -- ?Gabi? -- pregunto Ruth a traves del auricular -- , ?puedes prestarme un poco de atencion y bajar de las nubes? Una gran parte de ser escritora se debia a su incesante imaginacion. Gabrielle no solo tenia la capacidad de inventarse lugares, personas, escenarios, tramas... Si no que sonaba despierta. Era algo extrano. En ocasiones, se imaginaba la proxima conversacion telefonica que tendria con su madre y la recreaba en voz alta, riendose con las ocurrencias que su padre gritaria de fondo. -- Te estoy escuchando, te estoy escuchando... -- canturreo . -- Pues entonces, !atenta! -- exclamo, recuperando el buen humor de su tono de voz -- . Creo que ya he encontrado la solucion a todos tus problemas. -- ?La solu...? -- Fantasy Book necesita doce historias para una antologia y esta buscando autores nuevos para su plantilla -- continuo explicando con rapidez, sin permitirle a Gabi interrumpir -- , como solo sera una antologia y los relatos tendran la tematica asignada, no incumpliremos el contrato que ya tenemos firmado para la novela. "La novela". Esa que no existia. Esa que dudaba que fuera a existir en algun momento del futuro. -- Estoy bloqueada, Ruth... -- musito con voz de melancolica, recordandole a su agente aquello que ya sabia -- , no creo que pue... -- Seran solo cuatro mil palabras -- continuo con entusiasmo -- , ni una mas, ni una menos. !Y eso no es nada para ti, Gabi! !Te he visto escribirlas en una sola tarde! Ella suspiro desde el otro lado de la linea. Era cierto, cuatro mil palabras no eran demasiado pero... ?Pero como iba a escribirlas si no podia siquiera sacar doscientas? -- Veras, no creo... -- Sabia que te negarias, asi que me he tomado la libertad de poner al dia tu cartilla bancaria. ?Sabes cuanto dinero te queda en el banco? Gabrielle dudo. No tenia ni la menor idea, asi que guardo silencio. -- Me lo imaginada -- continuo Ruth -- , cero. No te queda dinero en el banco. -- !Mierda! Aquellos ultimos meses se habia alimentado de sobras, cereales y cafes, asi que no le habia prestado demasiada atencion a su cuenta bancaria. En realidad, ?para que necesitaba mas? No salia de casa, y se pasaba el dia por completo sentada en una silla donde ni siquiera movia los dedos de las manos. ?Para que necesitar, entonces, la energia que le proporcionaban los alimentos? -- Cuatro mil palabras y, por arte de magia, recibiras doscientos dolares. Gabrielle guardo silencio. ?Y que demonios iba a hacer con doscientos dolares? Con eso no le llegaba ni para pagar el alquiler. -- Mira, Gabi... -- continuo Ruth, adivinando sus pensamientos -- , creo que ha llegado la hora de poner las cartas sobre la mesa, ?vale? Tienes que bajarte de esa nubecita en la que estas subida. -- Lo se... -- murmuro, procurando cortar cuanto antes con aquella desagradable conversacion. -- Vas a tener que cambiar de habitos y empezar a pensar seriamente sobre tu futuro. "!Oh, oh!", penso, "!peligro!" Odiaba cuando Ruth se ponia en plan madre preocupada por su futuro literario a echarle la bronca. Ademas, si se metia en ese papel, no habia nadie que lograse sacarla. -- No te preocupes tanto... -- Gabi, por favor -- gruno -- , abreme la puerta de casa. -- ?Que te abra que...? -- pregunto, justo en el instante en el que el timbre resonaba todo su apartamento. Colgo el auricular del telefono y se dirigio a la puerta arrastrando un pie delante del otro. No tenia demasiadas ganas de hablar con ella, menos aun de recibir una visita, pero, ?que iba a hacer? ?Echarla? Abrio la puerta y alli estaba Ruth, tan perfecta como siempre y radiante a pesar de las tempranas horas. Vestia un pantalon de pata de gallo y una americana negra que le iba perfecta. -- !Oh, Dios, Gabrielle! -- exclamo, repasandola de hito a hito -- . !Pero si estas en los huesos! Ella, con los ojos en blanco, se separo de la puerta para dejar paso a su amiga. -- ?Cafe? -- pregunto, mientras se dirigia sin esperar respuesta hacia la encimera.

  • Salvacion y condena de Betzacosta

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    Betzacosta llega con esta novela actual, romantica y llena de emociones y sentimientos que traspasaran las paginas hasta llegar al corazon de sus lectores.

  • Las tres muertes de Fermin Salvochea de Jesus Canadas

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    <> Felix Palma, autor de El mapa del tiempo

  • El Secreto de las Fiestas de Francisco Casavella

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    <>, confiesa en la primera frase de la novela Daniel Basanta, tambien conocido como Danielucho, o Lucho a secas. <> Daniel es un marciano que no acaba de encajar en el mundo. ?O acaso es el mundo el que es raro de narices?

  • Encuentro afortunado de Emma Sheridan

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    El frio de la manana de invierno le calaba los huesos y lo odiaba. Llevaba su set de tres calentadores de manos en su bolsillo derecho, pero no se atrevia a usarlos todavia, esperaria a estar realmente congelada para usar los tres juntos, como acostumbraba. Estaba muerta de sueno, las pesadillas de la noche anterior por los nervios no la habian dejado descansar, sumado a todo lo que respiraba y se movia dentro de la casa donde vivia, la cual ya no era su espacio de relax, ya no la sentia como su hogar. Todo la estresaba. Estaba esperando el charter privado que la llevaria al microcentro de Buenos Aires, donde se llevaria a cabo un encuentro de escritoras y lectoras. Ella estaba en medio de esos dos grupos. Era fanatica de la lectura, habia encontrado otro modo de terapia para poder canalizar todo lo que la rodeaba y, perdida entre los personajes creados por autoras a quienes ella admiraba, evadir la realidad. Su realidad no le generaba ningun tipo de placer, salvo lo que estaba a punto de vivir. Decia que era un setenta y cinco por ciento lectora y el resto un simple proyecto de escritora. Sus amigas la habian impulsado a publicar las cuatro novelas que tenia en el tintero. El resultado habia sido sorprendentemente exitoso. Sin embargo, ella no se lo creia. Cuando estaba a punto de presionar el primer boton del calentador en forma de corazon que estaba sosteniendo dentro de su bolsillo derecho, vio el charter doblando la esquina y estacionando casi a sus pies. Cerro el boton del mismo y acomodo su mochila en un solo hombro. <>, penso. --!Hola! --saludo al chofer--. Estaba a punto de morir congelada. Hasta creo que si estornudo me sale en forma de escarcha --dijo con una mueca comica. --Buen dia, dejame ayudarte con ese bolso --ofrecio el hombre. Ella solo hizo un gesto con los hombros y lo dejo ayudarla, el chofer deposito el bolso en el suelo del vehiculo. Se noto que no tenia intenciones de mas cortesias. Era muy temprano para intentar buscar alguna cara conocida; con la fuerza que la impulsaba a moverse, acomodo sus pesadas pertenencias en el lugar libre debajo de sus piernas, solo por si alguna otra persona subia. Se quito el abrigo, se sento estirando sus piernas, busco su movil y se perdio en la musica que salia de sus auriculares: Ravi Shankar en vivo en Francia. La transportaba a momentos felices, sin complicaciones, sin aburrimiento y con mucha adrenalina, era una combinacion perfecta, casi como un balsamo para relajarse. El vehiculo emprendio su recorrido. Sabia que tardaria aproximadamente media hora en llegar al lugar de encuentro. El ambiente calefaccionado hizo que sus pies se calentaran y a partir de ese punto de su cuerpo, todo el resto; ya no sentia frio. Guardaria los corazoncitos para mas tarde, tal vez para la vuelta. Cerro sus ojos y se relajo. Cuando terminara la musica, sabia que habria llegado a su lugar de destino. A pocas cuadras, el charter freno. Ella sabia que en algun momento dado, el chofer pasaba por un control. Le parecia que era muy pronto para llegar a ese lugar de control, pero como habia estado absorta en su musica, no le dio mucha importancia, ni siquiera abrio los ojos. Solo dejo que ese pensamiento fluyera y siguio en su mundo de ensuenos. El vehiculo no habia frenado tan lejos como ella pensaba, sino que lo habia hecho en la siguiente parada, a cuatro cuadras del lugar, y el conductor solo lo hizo porque quedaba un asiento libre, le habian avisado que un pasajero habia cancelado. El hombre que subio, agradecio, pago y fue a buscar lo que habia visto unos minutos atras. A la bella mujer de cabello largo. A la preciosa Abigail. La suerte estaba de su lado, el unico asiento vacio era el que estaba pegado al de ella. Asi era como el queria volver a estar, pegado a su lado, pero desnudo. Sacudio su cabeza y con ese movimiento borro sus pensamientos lujuriosos y la observo. Estaba casi igual, solo que algunas lineas de expresion estaban mas marcadas. Lucia preciosa, seguia siendo una mujer exotica para el y aun llevaba ese aire misterioso que lo volvia loco y le agitaba todo dentro de sus pantalones. Mientras estaba tomando un cafe en el bar de la esquina del centro de la ciudad donde habia vivido durante su infancia, la habia visto, o habia creido verla. Trato de recordar la cantidad de anos que habian pasado sin que se volvieran a ver y sus calculos le tiraban un gran numero, casi ocho. No era poco tiempo. Siguio su impulso, algo que no hacia desde hacia mucho tiempo, en el momento en que vio el charter moverse. Esa sensacion de seguir su propia locura, lo libero de su ajetreada y monotona vida. *** Ella respiraba profundo, inspiraba en tres tiempos y exhalaba en cinco, exactamente como le habia ensenado su profesor de yoga. Era una de las tantas herramientas que tenia para relajarse y sentirse plena. Liberada y sin peso ajeno. Sintio el calor de un cuerpo que se sento a su lado. Inspirando, percibio un aroma masculino que su olfato reconocia como familiar. Se nego a abrir los ojos, tal vez era la musica que la hacia pasear por lugares magicos y quizas era su propia imaginacion que estaba lista para crear un nuevo personaje. Hacia meses que no escribia nada y ni siquiera se habia dado lugar para sentir culpa por eso. Por unas milesimas de segundos se contento. Un nuevo personaje masculino le estaba a punto de hablar, pero solo se presentaba en forma de aroma que al parecer iba a mojar bragas. <>. El, en cambio, tenia los ojos mas abiertos que nunca, no podia creer lo que veia. Abigail en toda su esencia a centimetros de el, entregada, relajada, casi sonriendo. O al menos era lo que el podia observar desde el lugar donde se encontraba. Su cabello perfectamente alisado, sus ojos impecablemente maquillados y su boca... cuantos recuerdos le regalaba esa carnosa boca. Esa mujer seguia siendo una invitacion al pecado. En ese momento de su vida, seria pecado con todo lo que esa palabra conllevaba. Elimino ese pensamiento y volvio a actuar sin pensar. Se movio con lentitud para acercarse a ella. Habia sentido muchisimo frio al salir de la cafeteria, pero en ese momento estaba hirviendo, casi empapado en sudor, sentia que le pesaban sus partes mas intimas al compas con sus latidos que se agolpaban con locura. Llevo un dedo indice al labio inferior de ella, y lo acaricio con posesividad. Ella salto del susto y abrio los ojos de par en par. --?Que haces, idiota? --pregunto, elevando el tono de voz, descruzando sus brazos, tirando de sus auriculares para poder escuchar algo de la boca de ese atrevido, desubicado; tal vez una disculpa. Estaba a punto de boxear al acosador. --No pude evitarlo, fue un impulso. No lo lamento. --Hizo un gesto gracioso con la nariz y boca, como arrugando ambas. Abigail reconocio al instante al dueno de ese aroma tan penetrante. Era Alex, el joven que con solo mirarla la encendia. No podia creerlo, era una maravillosa sorpresa inesperada. Creyo que jamas lo volveria a ver. Relajo las manos, enderezo su espalda, lo volvio a mirar y le sonrio, sus mejillas se sonrojaron al punto que sintio mas verguenza por mostrarse asi, timida. --Es el unico asiento libre --dijo levantando sus hombros y sonriendo con la boca cerrada. Abigail no podia sacarle la mirada de encima, esos ojos, esa boca, ese cabello, esa cara de nino bueno que aun conservaba, aunque tambien recordo todo lo que habian vivido, flashes de recuerdos de fugaces encuentros sexuales que no habia vuelto a tener. Al menos no de la forma en que el la habia hecho sentir. Se le veia condenadamente sexy. --Sientate. --?Como estas, boquita hermosa? --pregunto Alex mientras se acomodaba cerca de la mujer. Trato de buscar una posicion en que no le doliera lo que se agrandaba en su entrepierna, pero fue en vano. --Muy bien… --titubeo--. ?Tu como estas? --Con dolor en los..., y con el amigo estrangulado, perdoname por lo que voy a hacer, pero necesito acomodarme --respondio y se acomodo lo que le molestaba en su entrepierna. Ella sonrio recordando la desfachatez de ese hombre que, a pesar de la cantidad de anos sin verlo, parecia mantenerse intacta. --?Desde cuando pides disculpas por acomodarte el paquete? Si mal no recuerdo, es algo que hacias cuando nos veiamos, entre otras cosas, y jamas pediste perdon. El volvio a sonreir ante tanta complicidad, era lo que solian tener juntos, sin filtros, sin medir palabras. Que eso siguiera igual, lo ponia a mil. --Tienes razon, antes no pedia disculpas porque, si queria, me desquitaba contigo, aliviaba mi deseo y tambien el tuyo, o ?acaso me equivoco? Ella creyo que no volveria a hablar tan abiertamente con un hombre, pero supo que con Alex la realidad superaba la ficcion y todo era valido. Le encantaba. --No te equivocas en absoluto --sonrio mordiendose el labio superior, escondiendo lo que le causaban esas palabras. --Esos labios... ?han seguido ejercitando o perdieron la practica? --Por Dios, Alex, las cosas que dices. ?Que tal un <>? --Okay, ?como te las arreglaste todos estos anos sin mi grandioso amigo? Ella hizo un gesto de asombro, y el comenzo a carcajearse. Ella no pudo evitarlo y tambien se carcajeo.

  • Magia Blanca (Novelas del Tarot 3), Malala Macaroni de Malala Macaroni

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  • El millonario y la bailarina de Maya Blake

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    El implacable Alexandros Christofides no estaba dispuesto a detenerse ante nada para recuperar un valioso recuerdo de familia, aunque para ello tuviera que utilizar como cebo a la encantadora bailarina Sage Woods.

  • Corazones y maletas de Claudia Capel

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    Corazones y maletas es un viaje interior guiado por la poesia. Estamos de viaje por la vida con el corazon y una maleta como companeros de viaje mientras la vida cambia y el tiempo es un continuo presente. La distancia, los perfumes, el amor, el vacio, la felicidad, el dolor, la esperanza son paisajes del camino. Este libro espera ser tu companero de viaje cuando necesites un refugio poetico. Se que las emociones del libro forman parte de tu vida tambien porque todos sentimos lo mismo en diferentes instantes y lugares. Entraras al libro como todos los que viajamos y saldras con un nuevo refugio al que volver cuando lo necesites. Algunos poemas te gustaras mas que otros, eso lo decide el corazon, y en tus poemas preferidos encontraras palabras que te identifican, como ocurre con las canciones. Corazones y maletas crea un ambiente de viaje interior para que recorras tu propio mundo, tu historial personal, tus amores, tus soledades, tus nombres, tus deseos, tus suenos. Y tambien, para que vigiles tu equipaje, como yo vigilo el mio, y te preguntes cuanto peso soporta tu corazon. Te doy la bienvenida y las gracias por leer mi libro. Espero que en los diferentes formatos puedas leerlo bien. Abrazos.

  • Lia, ahora y siempre de Edurne Cadelo

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    Lia y Axel continuan por separado.
    Ella, sola, en su ciudad, sin sus hijos y sin el.
    El, fuera de su pais, enfadado un poco con el mundo y demasiado con ella.
    ?Podra Lia afrontar los cambios de nuevo y volver a ser feliz?
    ?Sera capaz de olvidarse de Axel?
    ?Podra Axel continuar con su vida sin mirar atras?
    ?Sera capaz de olvidarse de Lia?
    Reencuentro, pasion, intimidad, brillo y mucha electricidad…; ingredientes esenciales para convertir su aqui y ahora en ahora y siempre.

  • el cuerpo prohibido de Cynthia Wila

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    Como la Cenicienta --intervino el analista. Y dio por finalizada la sesion. Camila permanecio unos segundos recostada en el divan sin moverse. A veces las verdades pueden dejarnos ciegos por un rato, penso. Su respiracion era lenta; la mirada clavada en un punto fijo del techo, casi en penumbras. Asi se sentia en ese momento. Cuando Patricio Blanchet se levanto para abandonar el sillon, pudo sentir su perfume moviendose en el espacio de aire que los separaba. Ese aroma de hombre acompano sus pasos hacia la salida haciendo aun mas evidente su silencio. Lo siguio con la vista. Era muy alto, seguramente pasaba el metro ochenta; la espalda ancha y unas piernas bien formadas con muslos que parecian siempre contraidos. Tal vez por su profesion o debido a esa personalidad indescifrable que la mantenia intrigada, no solia hablar demasiado: ni antes ni despues de terminar los encuentros. Sus labios, de proporciones desiguales, estaban cerrados al dialogo. Pero esos ojos intensos reflejaban mensajes ocultos que sus pacientes intentaban descubrir, como quien trata de encajar la pieza que falta en un rompecabezas. Patricio la esperaba en el escritorio de estilo ingles ubicado a unos metros del divan. Camila Infraga Mitre, por fin, se incorporo. Pago sus honorarios y lo saludo con gesto pobre. Una atmosfera densa la rodeo al salir del edificio. Como de costumbre, cruzo al bar ubicado en la esquina y pidio un cortado espumoso. Hoy --mas que nunca-- necesitaba esos minutos de soledad que a veces la relajaban y otras la empujaban a mortificarse. Solo le habia descripto la escena del accidente: ?Que tenia que ver el hecho de haber perdido un zapato al desmayarse con el cuentito de la Cenicienta? Era logico que se le cayera luego de semejante golpe pues se habia desvanecido al instante. Las preguntas se sucedian a borbotones en su mente, aunque siempre ligadas a las mismas cosas. Y eso la confundia mas. <> --!Y a Patricio unicamente se le ocurrio decir: como la Cenicienta! --murmuro enojada para si. En el cuento de los hermanos Grimm, la protagonista no recibia ninguna gratificacion. Por el contrario, era objeto de exigencias que la humillaban constantemente. Sin embargo, el maltrato de la madrastra y sus hermanas simbolizaba una rivalidad fraterna que las mantenia unidas a su manera. Su propio nombre --Cenicienta-- referia a la condicion de vivir entre cenizas; cuestion que la degradaba respecto de las demas. Su existencia quedaba a la espera de un superheroe que la rescatara de una vida miserable, que incluia un duelo no resuelto por la muerte de su madre. Entonces, sobre el final, un principe hermoso operaba de redentor y lograba liberarla de toda su desgracia. La fabula mencionaba a una mujer que padecia y a otras que la hacian sufrir. El varon venia a poner un corte a esta situacion dolosa, pero, en definitiva, no parecia ser el protagonista de la historia. Al fin, Camila pudo hilvanar algo de lo que habia ocurrido en su terapia: solo se trataba de mujeres... La madre de Cenicienta, al igual que su propia madre, metida en cada una de las cuestiones de su vida. Los cuentos de hadas tenian por costumbre intimidar a sus heroinas describiendo un mundo con gente malvada empenada en hacerles dano. ?Que estaba tratando de sugerirle su analista con esta analogia? Sus intervenciones la empujaban a buscar dentro de ella la responsabilidad que le cabia en cada situacion de la que se quejaba. Quizas por eso habia aludido a la Cenicienta aquella tarde, en la que Camila no paraba de querellar a su marido desde que entro. No recordaba muy bien como habia llegado al relato del accidente, lo cierto fue que, de iniciar la sesion a puro reproche contra su esposo, termino hablando del viaje de sus padres y su desmayo. Otra vez aparecia en escena como la pobre desgraciada que habia perdido la conciencia y !un zapato! Cuando en verdad, habia sido la unica que no sufrio dano: su padre termino con las costillas rotas y su hermana con la clavicula fracturada. Ella, nada. Pero en su discurso afloraba como la victima. --!Basta! --dijo de pronto. Ya no soportaba el cumulo de preguntas y mas preguntas que no paraban de torturar su cabeza. Pago al mozo con una sonrisa y se marcho. Ese detalle jamas faltaba: aunque estuviera de mal humor, siempre sonreia ante la gente. Durante el trayecto hacia la oficina de su marido llamo Irma, la nueva secretaria, para recordarle que esa noche cenarian con el grupo de inversores que llegaba del Sur. Lucio estaria de buen animo, y ella deberia simular gestos amables como venia haciendo desde hacia un ano. Reclino la cabeza hacia atras y se acomodo en el asiento del vehiculo. La sesion con Patricio, sus palabras y el calor agobiante de la tarde la habian dejado exhausta. Cerro los ojos y comenzo a evocar situaciones cargadas de sufrimiento. Mas que recordar, eran dificiles de olvidar aquellas imagenes llenas de dolor. ?Era posible olvidarse de todo y empezar de nuevo?, penso. Infidelidad... esa palabra la perseguia desde nina. En rigor, desde antes de su nacimiento. Ya su abuela le habia advertido del tema. Como una parte mas de los cuentos que le relataba de pequena, siempre aludia a la tal Pasifae, la princesa de Colquis de la mitologia griega que fue dada en matrimonio al Rey Minos de Creta. Las numerosas infidelidades de su esposo la habian enfurecido de tal manera, que ideo una venganza y le lanzo un conjuro para que ninguna amante se atreviera a sus brazos: en cada una de sus relaciones eyacularia viboras y escorpiones dentro del vientre de sus companeras, y con ello las condenaria a la muerte. <>, le decia con el dedo en alto. Como para olvidarlo... * * * Nacida en Paris, Ivonne Lafont, la abuela de Camila, habia crecido en medio de un clima candente producto de una Primera Guerra Mundial que devasto las economias europeas. La politica restrictiva de prestamos aplicada por los Estados Unidos en una epoca que pedia a gritos su colaboracion, influyo en las finanzas del Viejo Continente perjudicando a Francia frente a las deudas contraidas con el pais americano. La estrategia consistia en sortear los compromisos adquiridos con las indemnizaciones devengadas por Alemania en su favor, sin prever que el antiguo invasor jamas le pagaria. Las presiones contra el pais germano que habia quedado en ruinas generaron una inflacion imposible de manejar, lo cual incito a su acreedor a tomar cartas en el asunto: en 1923 el ejercito frances y su aliado de Belgica ocuparon la franja alemana del Ruhr, centro de produccion de carbon, hierro y acero; a Francia la tentaba la riqueza de esas tierras. Si bien la ocupacion no pretendia ser violenta, existieron incidentes de sabotajes promovidos por pequenos grupos de resistencia civil armada que obligaron a Francia a reprimir y ejecutar. La contienda se cobro la vida de manifestantes huelguistas y algunos soldados franceses, entre los que se encontraba Bernard Lafont, padre de Ivonne, quien, tras salvar su pellejo durante la Primera Guerra, fallecio de septicemia luego de haber sido baleado en un enfrentamiento con jovenes alemanes. La pequena Ivonne vio llegar a la ciudad el contingente de oficiales que volvian a su patria; caminaban por el centro de una hilera de gente que se habia aglutinado alli para esperarlos. Los sanos estaban primeros en la fila; atras, rezagados marchaban los heridos. Algunas mujeres tiraban flores a su paso; otras, en cambio, escondian su llanto entre panuelos blancos por aquellos que habian muerto. Ivonne cayo en la cuenta de que todas ellas tenian algo en comun: vestian de manera humilde y en sus rostros podia verse el sufrimiento. Carol Lafont, su madre, vio que dos soldados sostenian a Bernard al final del camino. Corrio y se abalanzo sobre el: <>, dijo su companero. Luego de llevarlo al hogar, Carol tomo la mano de Ivonne y la arrastro desesperada en busca de algun medico para salvar a su marido. Llego al hospital en un grito suplicando que la acompanaran a su casa pues Bernard no podia moverse. Pero nadie tuvo tiempo para ella; estaban demasiado ocupados con aquellos que podian pagar para ser atendidos. Y la mujer no tenia recursos. Con diez anos, la nina comprendio que solo los pobres luchaban en el frente y solo ellos eran los que morian. Esa impresion quedo grabada de manera tan fuerte en su memoria que, a partir de entonces, se instalo en su mente una idea que la acompanaria siempre: su corazon estaria del lado de quienes padecieran injusticias. La perdida definitiva de un papa al que no habia conocido demasiado, puso a Ivonne ante otro desafio: debio enfrentar la depresion de una madre cuyo duelo no cederia con el tiempo en ese mundo de tiranos y comunistas. Asi crecio la joven, sufriendo por su padre fallecido y por la escasa presencia de una mama abulica que la privo de carino. A poco de cumplir los quince anos, ya trabajaba como mesera en el bar de la familia de una amiga intima. Sirviendo jarras de cerveza helada para soportar el calor de un verano agobiante, su mirada quedo capturada por el hijo de un importante terrateniente argentino que estaba de paseo por Paris y se deslumbro con ella en cuanto la vio. Ivonne admiraba el estilo malevo de los hombres latinos, que conocia muy bien debido al triunfo de Carlos Gardel en sus tierras; el extranjero de veintinueve anos que la pretendia se peinaba a la gomina como el cantante, y sus modos reflejaban los de esos machos rudos de Buenos Aires que penaban por amor en las frases de los tangos. La diferencia de edad entre ambos no impidio que ella se fuera con el hacia America para casarse bien lejos de su historia, en busca de un futuro diferente. Logro su cometido, pero la vida no le seria tan simple: con el tiempo conoceria el precio de vivir con la soberbia de aquel hombre. Mientras el reconocido diario El Mundo destacaba el enlace del hijo de Don Antonio Infraga Mitre con una bella francesa, la alta sociedad argentina les dio la espalda. A pesar de los buenos modales y su hermosura, se notaba que la joven foranea no tenia clase ni distincion, y tampoco la instruccion adecuada para estar a la altura de semejante prometido. Pero la boda se realizo igual y los amigos de la familia asistieron simulando cortesia a pesar del desacuerdo. En el pais se vivia un clima de exaltacion: el radical Hipolito Yrigoyen triunfaba de manera abrumadora en los comicios accediendo a su segunda presidencia con setenta y seis anos, sin saber por entonces que no lograria terminar su mandato.

  • La traviesa alumna del Maestro (Blackish Masters 1) de Nisha Scail

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    Luna Coulter no era la mujer que parecia… su fuerza encerraba una fragilidad que lo atraia como un iman, que hacia que desease doblegarla, reclamarla… y ensenarle que ocultaba en lo mas profundo de su ser. Ella negaba ser sumisa, ni siquiera estaba segura de que hacia en la clase de iniciacion, parecia tan fuera de lugar en sus dominios que no podia evitar querer liberarla de sus propias dudas.

  • Cenizas del pasado de Chris Razo

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  • Atraccion Inesperada de Teresa Castillo Mendoza

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    La vida de Candace Green parecia tener bastantes problemas hasta que llego su nuevo jefe.

  • Mirame de Jimena Cook

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    Una apasionante novela romantica de suspense y aventuras ambientada en plena Guerra de los Balcanes.

  • Muerte y ceniza de Teo Palacios

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    Teo Palacios nos sorprende con una nueva novela historica, esta vez situada en la epoca del Imperio Romano en Hispania. Una aventura de intriga que nos mantendra firmemente atrapados entre las paginas de esta nueva aventura, pero siempre manteniendo la linea historica real. Una oleada de incendios asolan la ciudad de Hispalis en la Hispania del Imperio romano, sin causa aparente. Las prostitutas son perseguidas y asesinadas en las calles. Y, cuando el cadaver del joven Fabio Justo, hijo de uno de los grandes patricios de la ciudad, aparece de forma inexplicable entre los escombros de una de las insulae quemadas, la clase noble pedira justicia e intentara detener el desastre. El joven abogado Gayo Longo Licinio se vera obligado, para sus sorpresa, a resolver el misterio bajo la presion de los nobles patricios, hostigados por las revueltas de la peble. Los problemas se le acumulan, mientras lidia con los problemas que le causan tanto su bella esposa como su exigente padre, Gayo se ira adentrando rapidamente en un asunto que cada vez resulta mas oscuro y peligroso. Por ello comprara un nuevo exclavo: el famoso Lentulo, un gladiador picto, cuya mision sera la de proteger a su amo. Pero las fuertes manos de Lentulo tal vez no sean suficientes para mantener a salvo a Gayo de una conjura que no solo parece amenaza su vida, sino tambien la estabilidad de todo el Imperio romano.

  • Tu, mi princesa en zapatillas de Chris Razo

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    Un desengano, y un pasado lleno de dificultades, hacen que Ariadna decida marcharse a Estocolmo. A su vuelta, poco queda de esa chica extrovertida. Los golpes de la vida han hecho de ella, una persona fria y distante. Pero todo eso cambia cuando conoce a Lucas. Un chico muy atractivo, pero tambien muy tierno que hara que todo lo que ella ha construido se caiga en pedazos. El hara que la antigua Ariadna vuelva y que sus ojos vuelvan a brillar.

  • Sacame de aqui. Un psiquiatrico de M. Baeza

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    < --Mete tu ropa aqui --me ordeno mientras yo aun intentaba ubicarme--. Te marchas de casa.
    No me dijo adonde me iba a llevar, pero tampoco hizo falta; en las pocas ocasiones en las que recobraba la consciencia despues de mi ultima noche con Andre, pude oir a mis padres barajando la idea de internarme en un centro psiquiatrico... Aunque jamas pense que llegarian a hacerlo, porque a mi no me pasaba nada>>

  • Llena de Voluntad de Inmaculada Lerma Lerma

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    ?Como sobrevivir a los cambios de la vida? “Llena de voluntad” es una historia de lucha por la vida, pero es una lucha existencial, los personajes se mueven buscando su lugar en el mundo actual. Un mundo donde la crisis economica, politica, social y tambien espiritual ha tambaleado todos los cimientos de nuestra vida, sobre los que soliamos descansar, y ahora para sobrevivir tenemos que reinventarnos y buscar nuevos asideros, nuevos proyectos, nuevos ideales o pensamientos.
    Maria, la protagonista de esta novela, que es profesora de Lengua Castellana y Literatura y tambien escritora nos cuenta sus vivencias en primera persona con un tono bastante ameno y poetico y un afan reflexivo. A ella, que tenia una vida muy estable y acomodada, le ocurre un suceso inesperado, que hace que se tambaleen todos sus pensamientos, sus sentimientos, sus creencias y entrara de lleno en una crisis de tipo existencial y espiritual. A partir de este momento, buscara una salida que de solucion a sus problemas.

  • No puedo pedir mas de Sophie Saint Rose

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    Cindy estaba encantada de trabajar para Malcom Halifax. Era su mano derecha y se compenetraban muy bien, aunque el tenia un caracter reservado. Algunos dirian que era malhumorado y un ser sin sentimientos, pero Cindy estaba segura de esos estupidos estaban equivocados. Hasta que un dia se dio cuenta de que su maldita empresa era lo primero y que no la apreciaba en absoluto. ?Como podia haberse equivocado tanto?

  • Las catastrofes de Alicia de Lighling Tucker

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    ?Crees que has tenido un mal dia? Seguro que no supera el de Alicia.
    Dejando Espana lejos se traslada a Manhattan para vivir su nueva vida, pero no empieza como ella espera.
    La empresa que iba a contratarla ha sido cerrada a causa de una investigacion policial. El piso que iba a compartir esta en un edificio que apenas se mantiene en pie y, como postre, el coche que alquila y en el que mete sus cosas, pisa un clavo deshinchando una de sus ruedas.
    Con el poco aire que queda en el neumatico logra llegar al taller mas cercano que encuentra por internet y esta cerrado.
    ?Que mas puede salir mal?
    Justin contempla a la mujer que llega a su taller, la pobre parece haber sobrevivido a una catastrofe. Decide escuchar lo que tiene que decirle al mundo y le genera ternura su desesperacion.
    <<--Entra, te arreglare la rueda --dijo Justin apiadandose de ella.
    --?Eres el mecanico? ?Y por que has dejado que te explicase mi miserable vida?
    --Mera curiosidad --contesto sonriente.
    --Eres cruel>>.
    ?Que opinas? ?Esta historia puede mejorar?

  • Nadie es perfecto, Lisa Harper de Lisa Harper

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  • Las flores del frio de Silvia Carrandi

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    “En la vispera del Dia de Todos los Santos, el 31 de octubre de 1937, sucedieron en Penon tres hechos tragicos. Mi padre desaparecio. A mi madre estuvieron a punto de matarla, y yo, descubri, en la fuerza con la que alguien se colgaba de las campanas de la iglesia, que vivia en un valle lleno de mentiras.”

  • Ha llegado el momento de volver a encender las estrellas de Virginie Grimaldi

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    Anna tiene treinta y ocho anos, esta separada y se le acumulan las facturas a pagar. Apenas tiene tiempo para sus hijas, Chloe y Lilly, con las que solo se cruza a la hora del desayuno.

  • La joya del Yukon de Sophie Saint Rose

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    Samantha acude al territorio del Yukon para encargarse de la explotacion minera de su padre, pero se tiene que enfrentar al dueno de los terrenos y Allan Rutherford es dificil de convencer… a no ser que su oferta sea irresistible.

  • Upstate de James Wood

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    Desde que su hija Vanessa se mudo a Estados Unidos para ser profesora de filosofia, Alan Querry, de sesenta y ocho anos y que vive en Inglaterra nunca ha ido a visitarla. Helen, su otra hija, ejecutiva del mundo de la musica, tampoco ha ido. Son dos hermanas que se quieren pero que nunca se han recuperado del divorcio de sus padres ni de la temprana muerte de su madre. Cuando Josh, el nuevo novio de Vanessa, les cuenta que su hermana tiene una depresion severa, Alan y Helen vuelan a Nueva York.

  • Ajuste de cuentas de John Grisham

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    Hay crimenes que hacen historia.

  • La Huella. Relatos de Mikel Santiago

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    “Me llamo Eric Rot y escribo estas ultimas lineas de mi vida para confesarme: soy un asesino.Yo lo hice. La mate. Linda Fitzwilliam esta muerta. Ni huida con su amante, ni jugando a esconderse para irritar a su familia, como apuntaron en su momento las revistas del mundo rosa. La hija del magnate John Fitzwilliam, mi jefe y amigo durante los ultimos 20 anos, murio estrangulada la noche del 13 de agosto de hace cinco anos, en Paris. Esa es la verdad.”Asi comienza HISTORIA DE UN CRIMEN PERFECTO el relato de cabecera de esta coleccion que reune los primeros relatos de Mikel Santiago. Con estas piezas, inicialmente publicadas en un blog para amigos y lectores casuales, Mikel consiguio llegar a a la lista de best sellers en Espana y Estados Unidos y suscitar el interes del mundo editorial. En LA HUELLA reunimos ocho de sus mas aplaudidas creaciones cortas.

  • El amante de A. Martin

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    La novela mas erotica que puedes leer.

  • El quinto cristal (Las hijas de las tormentas 3) de Jordi Sierra I Fabra

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    Joa intuye que el cristal que le dejo su madre es la clave para volver a establecer el contacto con ella. Todas las Hijas de las Tormentas habian aparecido con uno, pero tambien habian desaparecido con el, excepto ella y Amina. Necesitan encontrar a la tercera mujer que puede darles la pista definitiva Indira Pradesh nacida de una de las Hijas de las Tormentas. Sin embargo, convencer a Indira no sera facil, su dura vida la ha convertido en una mujer esceptica y amoral, con unos extraordinarios poderes.

  • Tienes que mirar de Anna Starobinets

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    Una cosa es inventar historias de miedo y otra muy distinta es convertirse en la protagonista de un cuento de terror. Dude mucho tiempo si merecia la pena escribir este libro. Es demasiado personal. Demasiado real. No es literatura. Pero lo unico que se hacer es escribir. No tengo ninguna otra habilidad para cambiar el mundo. Este libro no trata solo de mi perdida personal. Habla de lo inhumano que es en mi pais el sistema al que se ve arrojada una mujer obligada a interrumpir su embarazo por razones medicas. Este libro habla de la humanidad y de la falta de humanidad en general. No se puede recuperar lo perdido. Aquellos que han perdido su apariencia humana no pueden convertirse de nuevo en personas. Pero el sistema se puede corregir y esa es mi esperanza. Por eso indico los nombres reales de personas e instituciones. Por eso escribo la verdad. Es posible que mis esperanzas no se hagan realidad. Que quienes toman decisiones y lubrican los engranajes de este sistema nunca abran este libro. Que algunos de aquellos cuyos nombres he mencionado no sientan mas que ira. Asi sea. Pero si este libro ayuda a alguien con su dolor, significara que no fue escrito en vano. Y que, al menos, algun sentido tuvo lo que nos paso. MALFORMACIONES --Bueno, ?es nino o nina? --pregunto al radiologo. Ya me ha ensenado el cerebro --<>-- y el corazon: <>. Ya me ha dicho que las medidas se corresponden con las dieciseis semanas de gestacion. Me ha hecho la pregunta absurda a la que me he acostumbrado durante este tiempo: <>; y ya he contestado que en casa tengo una hija de ocho anos. De modo que esta vez quisiera que fuera un chico. Y luego le pregunto si es nino o nina, pero por alguna razon el medico aprieta los labios con firmeza. Es como si tuviera en la boca una enorme baya amarga y se estuviera pensando si escupirla o no. Mueve la sonda en silencio por mi abdomen y mira el monitor sin pronunciar palabra. Guarda silencio bastante tiempo y despues dice: --Es nino. Pero hay algo en su voz que me preocupa. Algo en su tono. Vuelve a apretar los labios. De repente recuerdo el comienzo de El Vivo, mi novela de ciencia ficcion: <>.[1] Estamos en noviembre de 2012 y ahora soy yo la que esta en la consulta de un medico que guarda silencio, el ecografo pita y pregunto: --?Le pasa algo al bebe? Se decide por fin a escupir la baya amarga: --?Hay alguien en su familia con problemas renales? --No... --No me gusta la estructura de los rinones del feto. Es una estructura hiperecogenica. Por unos segundos siento incluso cierto alivio. Al fin y al cabo, son los rinones. Por supuesto, son importantes, pero al menos no se trata de los pulmones ni del cerebro; el cerebro y el corazon estan bien, y los rinones los curaremos de alguna manera, porque en la familia no tenemos enfermedades renales hereditarias. Esto debe de ser buena senal... --Ademas, ocupan la mayor parte de la cavidad abdominal del feto --anade--. Son cinco veces mas grandes de lo que deberian ser. Puede que una no sepa que es una estructura hiperecogenica, pero es mas que evidente que los rinones no pueden ocupar todo el abdomen. De modo que comprendo, naturalmente, que esto es malo. Muy malo. --Posiblemente se trate de una enfermedad renal poliquistica del feto --me informa--. Limpiese y vistase. Al parecer es en este momento cuando por primera vez me divido en dos. Una de mis yoes se limpia el gel del vientre con manos temblorosas. La otra vigila tranquila y cuidadosamente a la primera y tambien al medico, y en general es muy observadora. Por ejemplo, se ha fijado en que ya no se refiere a mi hijo como <>. Ahora solo lo llama <>. --Tiene que hacerse una ecografia con un especialista. --Escribe en un papelito el nombre de la clinica y el apellido del medico--. Preferiblemente con este, esta especializado en anomalias en el desarrollo fetal. Pregunto: --?Es muy grave? Responde, pero no a mi pregunta: --Yo solo soy radiologo. No soy ni especialista ni Dios y puedo equivocarme. Vaya al especialista. Me parece que quiere anadir: <>, pero no vuelve a abrir la boca. Dicen que la primera fase del duelo es la negacion. Al recibir la terrible noticia, una es incapaz de creersela de inmediato. Esta convencida de que es un error o de que la enganan deliberadamente, de que el medico es un charlatan, que la manda a otro medico amigo suyo para sacarle los cuartos... Si, he visto cosas asi en los foros de internet de patologias del embarazo, e incluso mi madre, cuando le cuente los resultados de la ecografia, pronto pasara por esta etapa. Es un mecanismo de defensa normal, pero, por alguna razon, en mi caso no funciona. Incluso antes de ponerme a buscar en internet informacion sobre la enfermedad poliquistica, antes de oir el diagnostico, en ese momento en el que el medico miraba el monitor y callaba, comprendi que todo iba muy mal. Realmente mal. Pago la ecografia y salgo a la humeda oscuridad de noviembre. Recorro las calles y luego me doy cuenta de que habia ido en coche, pero no recuerdo donde lo he dejado. Doy vueltas veinte minutos alrededor del centro de obstetricia y ginecologia de la calle Bolshaya Pirogovka sin saber que es exactamente lo que estoy buscando. Me cuesta trabajo andar. Es como si me moviera dentro de una densa nube negra. Finalmente doy con el coche, me subo y conecto el movil a internet. Tecleo: <>, y no paro de abrir enlaces. Me entero de que la enfermedad poliquistica puede ser de dos tipos: dominante (adultos) y recesiva (infantil). Que la dominante es la que tienen tambien otros familiares y con la que habitualmente se puede vivir. En mi caso, sin embargo, se trata de la recesiva. Si es que ese es mi caso. En las fotos aparecen bebes deformados, con las caras aplanadas y enormes barrigas hinchadas. Bebes muertos. Los que tienen la enfermedad poliquistica recesiva no sobreviven. La densa nube negra que me rodea me llena de repente la boca y la garganta. Empieza a faltarme el aire. No puedo respirar. Mientras, la otra yo, que aguanta fria y tranquila, repara en que no solo estoy sentada en el coche mirando la pantalla del telefono y jadeando, sino que tambien voy conduciendo por la calle del Decimo Aniversario de Octubre y todos me pitan porque voy en sentido contrario. De milagro consigo llegar a casa. Me estoy ahogando y, cuando mi hija Sasha --la llamamos Tejoncita-- sale corriendo a mi encuentro, feliz y preguntando: <>, y mi marido, que tambien se llama Sasha, emerge de la cocina con las manos mojadas y se interesa despreocupadamente: <>, yo no puedo hablar, solo aspirar a bocanadas. Pero no hay aire, la nube negra no deja que llegue a mis pulmones. --?Que pasa con el nino? --Sasha padre me agarra por los hombros--. ?Que pasa con nuestro nino?

  • Nuviana 02 de Stacy Westwood

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    Entre la inconsciencia y la consciencia advierto un dolor persistente. Lo intento pero me es imposible abrir los ojos. El miedo de las tinieblas me estremece. Respiro freneticamente tomando bocanadas de aire. Cada respiracion duele, quema con el poco aire que jalo hacia mis pulmones ?Es que me encuentro en el infierno? Con dificultad logro abrir mis parpados. Mi vista es nublada. Intento reconocer el lugar donde me encuentro pero es inutil, a mi cerebro le falta claridad para sus funciones mas basicas. Transcurren minutos hasta que mis ojos logran fijarse en un objeto en mi vientre. Intento descifrar la imagen borrosa. Es un tubo de metal atravesando mi esternon. Mas confuso aun, ver mi brazo doblado en diversos angulos extranos. Un equipo de atareados doctores se ocupa de mi estado. Debo tener la cabeza vendada porque no veo mi cabello cayendo sobre mis hombros. Uno de los doctores tiene una sierra que activa haciendo que la cuchilla gire y la acerca hacia mi. Quiero pedirles que aleje esa herramienta, que no se atreva a tocarme ni un hueso, que no deseo que me amputen ninguna parte de mi cuerpo. No soy capaz de articular mi espanto en mis palabras, asi que comienza a cortar. Poco a poco el sentido del olfato se activa permitiendome reconocer un olor a metal quemado. Han logrado cortar el tubo que me atraviesa para poder llevar a cabo una cirugia intentando salvarme la vida. Colocan una mascara de oxigeno sobre nariz y boca. A los pocos segundos tengo las piernas adormecidas. Estoy a punto de regresar al estado inconsciente donde es imposible saber si han pasado minutos, horas, semanas o meses... Mis suenos me llevan a pensar en algo muy personal, en esa relacion magica que se entabla entre padre e hija, mi unica historia de amor perfecto que puedo relatar. Real, tierna, perfecta, sencilla y sin condiciones. El primer hombre en mi vida que se convirtio en el centro de emociones y atencion al aportar la mirada masculina a mi vida. Es verdad que no nos frecuentabamos mucho, pero el saber que estaba pendiente de mi sabiendo que era parte de este mundo me hacia feliz. Extrano oir su voz, el como la regula cuando me habla develando su amor por mi. Echo de menos el escuchar sus ocurrentes halagos remarcando lo guapa que me veo, infundiendome seguridad. Sus divertidos comentarios sobre una falda que le parecia demasiado corta, para luego retractarse rapidamente diciendo que me veia genial dandose cuenta que ya no era una nina, sino que su pequena, habia florecido convirtiendose en una mujer llena de anhelos por escribir su propia historia de amor. Ese sentimiento magico capaz de cambiar toda nuestra existencia. Mi sueno se termina. Lamentablemente mi estado de salud se deteriora arrastrandome a los limites entre la muerte y un estado de coma vegetativo. Dicen que el inconsciente escucha, y el tierno beso de mi padre sobre mi frente estabilizo mis signos vitales a los pocos dias. Habia viajado desde Italia para ver la situacion critica en la que me encontraba en el hospital en Beverly Hills. Tras su visita, el coma dio muestras de recuperar un cierto grado de consciencia pasando a un traumatismo craneoencefalico moderado en la escala de Glasgow. Desafortunadamente el nunca se percato de ello. El optimismo de los doctores duro poco cuando uno de ellos, por error, comento en mi presencia que Flavio Balzaretti habia fallecido de un infarto al miocardio. Mi papa dio por hecho que no sobreviviria el accidente y se dejo abrumar por la tristeza de ver a su hija exhalando sus ultimos suspiros acorralada por la muerte. En ese instante perdi a la unica persona que acobijaba mi alma en este mundo. Con su partida, la esperanza de recuperarme murio con el. Mi inconsciente decidio que ante la severidad del dano neurologico era mejor batirme con las tinieblas a afrontar mi solitaria realidad. Cai en un profundo coma. Un estado que refleja el estupido letargo de mi vida colocandome por tiempo indefinido en las garras de la incertidumbre. ?Por que? ?Por que debo pasar esto? ?Que he hecho mal? --me pregunto iterativamente entre el laberinto de suenos y pesadillas. Fuiste demasiado lejos... te atreviste demasiado... Una voz retumba en mi cerebro dandome la respuesta pero demoro en comprender el significado de esas palabras. Transcurren horas, dias, o semanas sin poder relacionarlo con mis acciones, o tal vez solo ha pasado un minuto, no lo se... en la obscuridad de la inconsciencia el tiempo es inexistente. Finalmente lo entiendo, se refiere a que hay lugares que jamas debi haber visitado. No estaban predestinados para soportar mi presencia. Al violar los planes del destino con mi altivez profanando esos sitios, tomo venganza castigandome con esta despiadada ira. Es claro que el haber insistido en visitar el apartamento de mi adorado Peyton, descubriendo que en su bizarra intimidad tenia a una mujer secuestrada y a la merced de un sadico, habia sido un sacrilegio, una ruptura en los planes del demonio. En el momento que lei esa nota de auxilio firmada por Patricia Lynch, mi mente se horrorizo pensando en el sufrimiento e impotencia que debio sentir al estar a la merced de las atrocidades de un enfermo mental. El destino que mi hermana Melanie debia haber cumplido, se arraiga al mio de un modo incomprensible, manifestandose en mi vida a traves de Peyton y Kyler. Capitulo 1 Desvanecer Institucion Mental, Hollywood Hills California. Departamento de Psiquiatria. Unos dedos vagan casualmente por mi rostro acomodando un rizo extraviado sobre mi frente. La caricia se extiende deambulando por mi sien hasta llegar detras de la oreja. Una segunda caricia que se desliza por el borde de mi cabello se asegura que el flequillo permanecera en su lugar. El tacto suave de esa mano se pasea por mi nuca cambia de rumbo en direccion sur. El debil pulso de mi vena yugular llama su atencion. Desciende a la largo de ella extendiendo su caricia por mi cuello expuesto. La placentera sensacion provoca un delicioso cosquilleo al alcanzar mis claviculas. Mueve los dedos sobre una de ellas como si tocara una partitura de piano. --Si supieras lo mucho que te he extranado... --dice una voz que parece lejana mezclada con lo que creo que es arrepentimiento. Repite la caricia. Su tacto no es intrusivo, sino tierno, de esos que deseas que se queden en la piel para siempre--.No importa cuanto tiempo te tome recobrar el conocimiento, estare junto a ti hasta que despiertes --comienza a tararear una melodia. Las yemas de sus dedos rozan mi piel al ritmo de la sonata numero seis de Antonio Vivaldi. Su exploracion continua. Sus unas largas recorren mi antebrazo acariciandolo hasta mi hombro. El delicado tacto me provoca piel de gallina haciendo que los vellos rubios de mi antebrazo se ericen. A cualquier otra persona le hubiera pasado el gesto inadvertido, pero no a la que me acompana en mi cuarto del hospital esta noche. Denota la reaccion de mi cuerpo e inmediatamente cesa de tararear la melodia. La mano se retira de mi piel. El silencio regresa. Se lo ha llevado el viento. Ni siquiera escucho su respiracion. O se ha ido, o se ha convertido en parte del mobiliario. --No se si puedas escucharme... --mis pecho se sobresalta escuchando la voz directamente en mi oido--... pero veo que tu cuerpo reacciona a mi tacto. --El beep del electrocardiofago que monitorea los latidos de mi corazon aumenta su ritmo, el susto ha acelerado mi pulso--. Finalmente regresaras de tu largo viaje. Desconozco lo que nos espera cuando abras tus preciosos ojos verdes y puedas verme. Lo que estoy seguro es que cuidare de ti. Lamentablemente cuando despiertes todo sera diferente. Ya no aceptaras mas mis besos, asi que permiteme hacerlo esta ultima noche. Unos labios resecos con cicatrices se posan sobre los mios, su temperatura es anormalmente baja. Apenas si logro mover mis labios, mojandolos para intuir el sabor que deja sobre su superficie. El beso deja un extrano gusto. De haber sido la estrella de la pelicula de Hollywood regresando de un profundo sueno al ser besada por el hombre de sus suenos, hubiera esperado un sabor a moras salvajes mezcladas con vainilla, canela y notas de roble. En su lugar sabe a drogas farmaceuticas con una fuerte sabor amargo impregnado en sus labios. El olor me es conocido... si, se trata de Lamictal, un farmaco anticonvulsivo para estabilizar el animo depresivo. Desconozco como lo se, pero es lo que me viene a la mente. Abro lentamente los ojos mientras jala suavemente mi labio inferior con los suyos asperos. Mi vista es borrosa, solo distingo el color miel de sus ojos. Sorprendido de que lo vea, da un paso hacia atras. --!Dios! Tu mirada es aun mas penetrante que la de Melanie... el tono verde de tu iris es hechizante. Volvere en cuanto duermas --se nota contrariado, finge un tono de voz dulce sin conseguirlo. El tono es mas bien rasposo, rayando en afonico provocando que mis sentidos se alerten pensando que estoy en peligro. Se coloca sobre la cabeza la capucha de un hoodie negro que viste. Antes de salir de la habitacion pasa junto a la comoda frente a mi cama para retirar del florero la rosa del dia anterior y coloca una fresca que ha traido consigo. --Se mejor que nadie lo que es despertar en este lugubre edificio y confrontarse con los tonos tristes de la habitacion. Yo estuve aqui encerrado durante anos. Espero que esta flor te anime. Habla como si nos conocieramos pero no logro ver su rostro. La capucha produce una sombra sobre su cara. Sin decir mas, cierra la puerta. Un silencio sepulcral vuelve a inundar mi entorno. Estoy demasiado debil para poder hablar. Hubiera querido preguntarle el lugar donde me encuentro. Escucho un grito ahogado proveniente de una de las habitaciones contiguas. ?Donde estare? En un panteon al menos se oye la brisa pasar, aqui parece el purgatorio con esos extranos gritos llenos de dolor ahogado

  • Todos los dias de mi vida (2 de 2) de Coral Fernweh

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    No tardamos en volver a la sala donde los documentos esperaban.
    Me pare en seco en cuanto le vi de espaldas.
    Senti que el corazon se me paraba, que no podia respirar.
    Mis pies se habian quedado clavados en el suelo y su olor.
    !Dios!, su olor me volvio a transportar a todos esos recuerdos
    que tanto echaba de menos.
    En cuanto se dio la vuelta, su mirada choco con la mia.
    Su mandibula se tenso y rapidamente desvio su mirada.
    Me senti horrible.

  • Amor azul de Emily Maat

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    Abby ha cumplido 40 anos sin ninguna suerte en el amor y sin ninguna estabilidad material. De una extrana belleza melancolica, se ha sumergido en cuatro paredes, donde el caracter autoritario de su madre la ha vuelto dia a dia en una mujer mas fragil.

  • Palabras que tu entenderas de Xavier Bosch

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    Mara Lincoln, aventurera incansable, organiza viajes exclusivos para sus clientes. Xavi Vera, arquitecto de exito, recibe el encargo de disenar la casa de su vida. Es nochevieja, y Mara y Xavi, que son pareja, se disponen a brindar por el nuevo ano en un hotel en los Alpes suizos junto a cuatro amigos. Los seis rien, juegan y son felices, pero nada es nunca lo que parece. El ano que estrenan puede cambiarlo todo.