• libro a finales de enero - Javier Padilla

    https://gigalibros.com/a-finales-de-enero.html

    A mediados de los anos sesenta, algunas universidades espanolas vieron nacer una movilizacion, cada vez mas organizada y resuelta, contra la dictadura franquista. El regimen respondio primero con desconcierto y enseguida con represalias sistematicas y una durisima represion policial que dejo muchas victimas por el camino. Esta obra reconstruye los pormenores de una revuelta estudiantil -no menos intensa que el Mayo frances del 68-, y narra el compromiso con la libertad de tantos jovenes que hicieron historia y la padecieron, afrontaron palizas y penas de carcel al tiempo que se enamoraban y discutian entre cervezas y tabaco sobre marxismo, psicoanalisis y el amor libre.

  • A finales de enero - Javier Padilla | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-a-finales-de-enero/290737

    12 mar 2019 — Descargar 554,75 K. Suscríbete a la newsletter de libros de Historia. Suscríbete y recibe todas las novedades de libros de Historia.

  • A finales de enero: La historia de amor más trágica de la ...

    https://www.amazon.es/finales-enero-historia-Transici%C3%B3n-independiente-ebook/dp/B07NJ576CP

    Mirar en el interior de este libro. A finales de enero: La historia de amor más trágica de la Transición. XXXI. Sigue al autor. Javier Padilla. + Seguir ...

  • A FINALES DE ENERO: LA HISTORIA DE AMOR MAS ...

    https://www.casadellibro.com/libro-a-finales-de-enero-la-historia-de-amor-mas-tragica-de-la-transicion-xxxi-premio-comillas-de-historia-biografia-y-memorias-2019/9788490666579/9032630

    El libro A FINALES DE ENERO: LA HISTORIA DE AMOR MAS TRAGICA DE LA TRANSICION (XXXI PREMIO COMILLAS DE HISTORIA BIOGRAFIA Y MEMORIAS 2019) de JAVIER PADILLA ...

  • Libro: A finales de enero - 9788490669006 - Padilla, Javier

    https://www.marcialpons.es/libros/a-finales-de-enero/9788490669006/

    A finales de enero, brillante ganadora del XXXI Premio Comillas, describe la peripecia de tres militantes antifranquistas que se vieron envueltos en una ...

  • A finales de enero: La historia de amor más trágica de ... - Fnac

    https://www.fnac.es/a6503989/Javier-Padilla-A-finales-de-enero-La-historia-de-amor-mas-tragica-de-la-Transicion

    A finales de enero: La historia de amor más trágica de la Transición, libro o eBook de Javier Padilla. Editorial: Tusquets. Los mejores precios en libros y ...

  • A finales de enero - Javier Padilla -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a7849187/Javier-Padilla-A-finales-de-enero

    27 ene 2021 — A finales de enero, brillante ganadora del XXXI Premio Comillas, describe la peripecia de tres militantes antifranquistas que se vieron ...

  • A Finales De Enero - JAVIER PADILLA MORENO-TORRES

    https://www.agapea.com/Javier-Padilla/A-finales-de-enero-9788490669006-i.htm

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  • A finales de enero. La historia de amor más trágica de la ...

    https://www.elespanol.com/el-cultural/letras/ensayo/20190412/finales-enero-historia-amor-tragica-transicion/390462724_0.html

    12 abr 2019 — Tusquets Barcelona, 2019. 400 páginas 22 €. Ebook: 12,99 € | Heridos y olvidados, de María Jiménez y Javier Marrodán. La Esfera de los Libros, ...

  • A finales de enero - Padilla, Javier | 978-84-9066-657-9

    https://www.dykinson.com/libros/a-finales-de-enero/9788490666579/

    Resumen del libro. A mediados de los años sesenta, algunas universidades españolas vieron nacer una movilización, cada vez más organizada y resuelta, contra la ...

  • A finales de enero - Abrir un libro - Pinterest

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    21-may-2019 - Tweet A finales de enero. Javier Padilla. Tusquets Editores. … … Por José Manuel López Marañón ... Que A finales de enero (XXXI Premio ...

  • Nacera una bruja (Las cronicas nemedias 1) de Robert E. Howard

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    Alli aparecio, espada en mano, Conan el cimerio, de pelo negro y mirada taciturna, ladron, saqueador y asesino, tan desbordante de melancolia como de jubilo, dispuesto a hollar con sus sandalias los engalanados tronos de la Tierra.
    --Las cronicas nemedias

  • El cerebro femenino de Louann Brizendine

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    ?Como piensan las mujeres? ?Que es lo que valoran? ?Como se comunican? ?A quienes aman? Todas las respuestas estan en el cerebro. La investigadora y doctora en medicina Louann Brizendine ha recopilado numerosos datos cientificos para explicar de manera clara como la estructura cerebral es fundamental para entender la forma de pensar de las mujeres.

  • El imperio espanol de Hugh Thomas

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    El imperio espanol fue una de las mas grandes creaciones politicas europeas. Concebido a principios del siglo xvi, perduro trescientos anos en la America continental y casi otros setenta en el Caribe y Filipinas.
    Hugh Thomas, con el estilo que le ha granjeado tantos lectores, emprende un estudio completo de la genesis de este imperio, mostrandonos las hazanas de las dos primeras generaciones de exploradores, colonizadores, gobernadores y misioneros que abrieron el camino al imperio americano de Espana. De la caida de Granada al viaje de Magallanes, pasando por el descubrimiento de Colon o la coronacion de Carlos V, Hugh Thomas se embarca en la narracion epica de una de las mas grandes aventuras de la humanidad.

  • El amor de Heronimo de Cristo Alcala

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    Heronimo Mon.Duenos absoluto, de las Metalurgicas mas grandes del mundo.El rey del acero.Nuestro querido, jefe de los jefes.Ya no hay 4 reglas.Tampoco, femina de turno.?Que ocurre, cuando el futuro choca con el pasado?Porque Heronimo, nuestro senor oscuro libera sus miedos y demonios.Arriba de un ring.El desenlace, de su entrega.Y nuestra historia de amor.Sensual y sexualmente directa.Vas a reir.Vas a llorar.Te vas a emocionar.?Mencione, que vas a reir mucho?Y vas a descubrir, la fuerza y el amor de unas flechas rosas pintadas en lapiz rosa.Segunda y final entrega, de la novela mas linda del mundo.

  • Seducir a un asesino (Novelas solidarias 2) de Antonio Arteaga Perez

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    Un investigador privado especializado en casos de infidelidad irrumpe por accidente en el lugar donde se esta cometiendo un sangriento crimen. Es atacado por alguien a quien no puede ver con claridad, sobrevive de milagro y solo conserva recuerdos borrosos de lo ocurrido. A partir de ese momento se producen mas asesinatos que parecen estar relacionados con su persona y sus circulos mas cercanos. Ayudado por un inspector de homicidios retirado y sus companeros de la agencia de detectives tratara de hallar alguna pista alli donde la policia no parece encontrar nada.

  • Maverick (Siempre tu 2) de Merche Diolch

    https://gigalibros.com/maverick-siempre-tu-2.html

    Habian conseguido un vuelo directo de casi siete horas desde Nueva York a Dublin. Buffy se habia quedado dormida casi en el mismo instante en el que habian despegado y, salvo un par de minutos en los que intervino en la conversacion que mantenian Zoe y Dulce, durante el resto del tiempo apenas se inmuto. Estaba agotada. Su jefe la habia tenido trabajando mas horas de las estipuladas en su contrato, preocupado de que, con su marcha, no llegaran a tiempo para la entrega del videojuego. Ella le habia prometido que regresaria con dias suficientes para terminarlo, pero este, desconfiado, le rogo que doblara turno en el trabajo y asi podrian adelantar faena. Por supuesto no habia concluido el trabajo. Era un imposible en tres dias, desde que le aviso de que se tomaba vacaciones, el mismo sabado despues de hablar con Izan. Pero parecio que se quedaba mas contento. Buffy, por supuesto, habia sufrido el exceso y estaba agotada. Zoe lo tuvo mas facil. Habia terminado los examenes, por lo que, tras exponerle a su tutora que necesitaba unas vacaciones, esta casi la echo del departamento. A la profesora le parecio una maravillosa idea que se tomara unos dias, ya que asi descansaria y desconectaria de los estudios. Dulce era la que mas complicado lo iba a tener. Esa semana tenia la prueba final del curso y debia presentarse si queria terminarlo. Solo se le ocurrio una cosa y, aunque se salia de lo ortodoxo, decidio que, si queria ir a Irlanda, para descubrir que le sucedia a Maverick, debia atreverse con cualquier locura. El sabado se levanto con una idea fija: debia adelantar el examen y, para ello, se presento en el restaurante donde trabajaba su profesor. Le explico lo que le sucedia. No queria mentirle y le rogo que le dejara presentarle su tarta de angel alli mismo. --!?Aqui?! --le pregunto incredulo. Dulce todavia recordaba la cara de espanto que mostro. --Si me lo permite, chef... La hare sin molestarlo, sin que su equipo note que estoy cocinando --le rogo--. Solo necesito que me de esa posibilidad. Necesito que vea lo que se hacer... --Pero ?tan importante es ese chico para usted? La joven sonrio sin darse cuenta. --No lo se --confeso--, pero tengo que averiguarlo. El hombre debio de ver algo en sus ojos, ya que, aunque su peticion no era nada convencional, cedio. --Pero con una condicion --le indico cuando ella se felicitaba por la suerte que habia tenido. --Si, si... Por supuesto. La que sea --solto con rapidez. El chef sonrio divertido por su espontaneidad. --Sabra la nota el mismo dia que los demas. Ella asintio enseguida. --Claro. No esperaba menos. --Y, senorita... --?Si? --Deberia pensar en mi propuesta --le recordo. Dulce asintio de nuevo. --Si, senor. Lo hago todos los dias --comento--. Trabajar con usted, en esta cocina..., seria todo un privilegio... --Espero su respuesta --le indico y dio una palmada al aire--. Ahora, senorita, pongase en marcha. El tiempo corre... --Senalo el reloj que colgaba de una de las paredes, y Dulce se puso en movimiento. --Vamos a aterrizar --aviso Zoe provocando que Dulce regresara al presente para ver como hacia un gesto con la cabeza hacia la luz que indicaba que debian ponerse los cinturones. Esta asintio y desperto con cuidado a Buffy. --Eh... ?Si? --Se desperezo, sin saber donde se encontraba. --Vamos a aterrizar --le informo con una sonrisa. La pelirroja bostezo y se puso el cinturon, al mismo tiempo que el piloto les comunicaba por los altavoces la temperatura que hacia en Dublin y que no tardarian en tomar tierra. En cuanto las ruedas tocaron el asfalto, los pasajeros aplaudieron como locos. Estaban en Irlanda, la tierra de las praderas verdes, de los castillos y las leyendas que pasan de padres a hijos. --Se me ha hecho corto el vuelo --afirmo Buffy, levantandose de su asiento. Las dos chicas la miraron sorprendidas y no pudieron evitar reirse de ella. --Normal, te has pasado todo el viaje durmiendo --indico Zoe, yendo hacia la puerta de salida. --Exagerada --la acuso. Dulce atrapo su brazo y comento: --De exagerada, nada. Hasta has roncado. La pelirroja las miro con los ojos bien abiertos. --Mentira... --Zoe y Dulce intercambiaron miradas y estallaron en sendas carcajadas--. Sereis malas... --A ver si tenemos suerte y nuestras maletas salen de las primeras --deseo Zoe en voz alta, una vez terminaron de reirse. --Estamos en el pais de la suerte --afirmo Buffy, senalando el broche que llevaba prendido en su abrigo y que simulaba un trebol de cuatro hojas. --Ahi estan --senalo Dulce nada mas llegar a las cintas de equipaje--. Son las primeras. --?Lo veis? --afirmo con prepotencia Buffy. Zoe le tiro de uno de sus rizos y le saco la lengua. --Esperemos que tambien hagas magia y nos consigas deprisa un coche. La pelirroja se recoloco el abrigo con aire de superioridad y cogio su maleta sin mirar; estuvo a punto de caerse al suelo, ya que no se acordaba de su peso. Dulce la sujeto y Zoe atrapo su maleta. Las tres se miraron y estallaron en carcajadas. --Esta bien, esta bien... No os riais mas --les pidio, pero era complicado que le hicieran caso, si ella era la primera que seguia riendose a mandibula batiente. --Os prometo que, aunque no encontremos a Maverick, este va a ser un viaje increible --indico Dulce con seguridad. --Ya lo esta siendo, amiga --dijo Zoe y se puso en marcha hacia la puerta de salida del aeropuerto, donde una fila de taxis esperaba a los pasajeros que acababan de aterrizar. --?Y quien dice que no lo vamos a encontrar? --pregunto con tono ironico Buffy mostrando un papel en su mano--. Aqui esta la direccion que nos dio Izan, por lo que vamos hasta alli y... --?Y que? --dudo Dulce de pronto, parada delante del primer taxi que habia libre.

  • Atrapada contigo de

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    Seis amigos. Tres parejas. Una serie erotica epica. Te volveras totalmente adicta a esta nueva serie.

  • El fino hilo de la mentira de Emma J. Care

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  • Paisley (Divas 3) de Emma Madden

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    Paisley Campbell-Evans empezo su carrera musical muy joven, triunfo a los veintidos anos y a los veintisiete, en el mejor momento de su carrera, su vida personal se desmorona, llega un divorcio inexplicable, y una epoca sentimental muy dura salpicada por intromisiones ajenas, mentiras y malos entendidos que, sin embargo, no logran destrozar su animo, ni la pasion que siente por su hija, por su musica y por el gran amor de su vida, su exmarido, Michael Evans.
    Paisley, la gran estrella mundial de la musica, sobrevive, lucha y brilla en los escenarios para alegria de sus millones de fans, mientras en la intimidad intenta recuperar la estabilidad y la felicidad que le fue arrebatada de forma tan injusta.
    "PAISLEY" es el tercer libro de la Serie Divas, de la escritora Emma Madden, dedicada a esas mujeres fuertes, famosas y con un exito esplendoroso, que viven el amor a su manera y con una tremenda pasion.

  • Te quise como si fuera posible de Abril Camino

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    Lennon lleva dos anos sin pisar Nueva York. Se marcho a Europa con el corazon roto y la conviccion de que jamas volveria a la ciudad en la que un dia creyo que todo era posible. Incluso su amor por Daniel.

  • Salvadores Duros de Tatiana Garcia

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    Cavernicola: Romance con el Vecino y Padre Soltero
    Bruno parece el hombre perfecto. Alto, guapo, atletico, padre soltero y un autentico manitas que se gana la vida como carpintero y mecanico. Ademas, es mi nuevo vecino. Bueno, el y su hijo, que dificilmente llegara a los 7 anos.
    De lejos parece el partido perfecto, la clase de hombre que en la universidad hubiera tenido a todas las animadoras detras, muriendose por sus huesos.
    Sin embargo, Bruno es un cretino integral. Un alma atormentada sin modales. No podia soportarlo, y lo queria cuanto mas lejos mejor, hasta que llamaron a mi puerta los problemas de mi ex-novio, el cual, al parecer, debia dinero a los rusos equivocados.
    Estaba muerta de miedo, ante tres gorilas de 2×2 metros en mi puerta. Pero mas al ver a Bruno volver del trabajo y, sin mediar palabra, agarrar a uno de los tipos y tirarlo por las escaleras. Los otros dos no acabaron mucho mejor.
    Hablamos. Hablamos mas, y mas. Me sentia en deuda con el, asi que acepte quedarme con su hijo mientras el trabajaba. Y asi, poco a poco, comence a conocer al pequeno y a Bruno. Seria otro bruto de 2×2, pero parecia importante, y a cada conversacion parecia un poco menos cretino y mas. dulce.
    Aun asi, sabia que no me convenia. Pese a su instinto por protegerme, y lo j*didamente sexy que pudiera parecerme, Bruno equivalia a problemas. Por otro lado. no es como si no tuviera ya problemas, considerando que habia una mafia pidiendome el dinero de mi ex.
    Poco a poco comprendi que Bruno tenia sus propios problemas de los que ocuparse, sus propias razones para comportarse como lo hacia, y asi, poco a poco, fui enamorandome como una tonta sin remedio.

  • Vuelve el amor de Sophie Kiss

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    Una mujer triunfadora, moderna, independiente economicamente, maneja su vida a plenitud, amante de la buena vida, la comparte con su buen amigo multimillonario con el cual tiene una relacion liberal. A su consulta llega un atractivo hombre que la llevara a sensaciones jamas antes vividas . El universo le envia sin ella pedirlo a un artista multimillonario, ex novio y primer amor de juventud. En la vida se ocultan grandes secretos que al final salen a la luz.

  • Historia De Un Perro Llamado Leal de Luis Sepulveda

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    Es dificil, para un perro pastor aleman que vive al servicio de un grupo humano, no anorar la libertad que conocio como cachorro. Y sobre todo no sentir nostalgia por todo lo que perdio en sus vivencias con los mapuches, los indios de la Araucania en Chile. Y es que nuestro perro se cayo en la nieve y, rescatado por un jaguar, fue a dar en un poblado mapuche. Alli crecio con su companero Aukaman, el nino indio que era como un hermano para el, y alli aprendio a respetar a la naturaleza y a todas sus criaturas. Sin embargo, ahora debe obedecer las ordenes de aquellos para los que trabaja y dar caza a un fugitivo misterioso, escondido mas alla del rio. Adonde nos llevara la caza?
    El destino esta escrito en su propio nombre, Leal, y le llevara a una situacion que pondra a prueba, pasado tanto tiempo, su fidelidad a viejos lazos de afecto.

  • ?Donde descansan las almas?: Ethan Bush regresa a Kansas – Enrique Laso de Enrique Laso

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    El detective Jim Worth ha sido ascendido y ahora trabaja en el Departamento de Policia de Topeka. Desesperado, tras cinco meses de investigacion sin resultados recurre a su amigo Ethan Bush, agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI; el asesinato de una joven, de un modo horrible, se ha convertido en algo personal.
    Ethan regresa a Kansas para colaborar con Worth, pero tambien para enfrentarse a los fantasmas del pasado. Aunque ha madurado, el joven agente del FBI sigue sin atenerse a las normas convencionales.
    UN CASO DE HOMICIDIO QUE PONDRA A PRUEBA LAS HABILIDADES DE BUSH
    Una sustancia paralizante, Leonardo da Vinci, celos, envidias, secretos y la imposibilidad de obtener pruebas solidas dificultaran el trabajo del equipo de investigacion.
    QUINTA ENTREGA DE UNA SAGA POLICIACA QUE SE HA CONVERTIDO EN UN CLASICO Y QUE HA TRIUNFADO EN TODO EL MUNDO
    Enrique Laso es un autor de novela negra, thriller, terror y suspenso que ya ha vendido mas de 850.000 copias de sus libros y ha sido traducido a 14 idiomas. Una de sus obras ha sido adaptada al cine en Espana y otras dos tienen los derechos cinematograficos comprometidos con Hollywood.
    La saga protagonizada por el agente especial del FBI Ethan Bush ha sido todo un fenomeno literario, logrando un exito fabuloso tanto de ventas como de critica en castellano, ingles, frances e italiano. Decenas de miles de fans de todo el planeta esperan cada nueva entrega.

  • Al ritmo de tus besos, Sarah McCourt de Sarah Mccourt

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  • Atrapada en mi pasado de Rose B. Loren

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    abajadora social que vive atrapada en su pasado, con unas ansias de venganza que no la dejan avanzar. Tras varios anos apartada de su ciudad natal y de su familia, decide regresar a Los Angeles para poner en practica un plan con el que resarcirse de todo el dolor que le han causado. Pero, al poco de llegar, un acontecimiento inesperado le hara conocer a Patrick, un bombero que pondra patas arriba su vida y que hara peligrar los planes que durante un tiempo ha elaborado con tanto detenimiento.
    ?Podra Erin deshacerse de Patrick y llevar a cabo su venganza? ?Que ocurrio en el pasado de Erin para que guarde tanto rencor? ?Conseguira Patrick desbaratar los planes de ella? Descubrelo en <>, una historia de intriga, pasion y sobre todo de la lucha de una mujer herida por avanzar hacia un nuevo futuro.

  • Noches furtivas, Mina Vera de Mina Vera

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    Londres, 1872
    Tres anos despues de volver a Espana por dictado de su padre, Ursula Olivan regresa a Londres, donde habian quedado aparcados todos sus suenos: estudiar en la universidad, convertirse en una gran perfumista. y compartir su vida con Edward Green, el unico hombre al que ha llegado a amar. Un encuentro fortuito entre ambos propicia que sus sentimientos renazcan con solo mirarse. Sin embargo, una vez mas Ricardo Olivan impondra su voluntad, prometiendo a su hija en matrimonio con lord Nathan Miller.
    Viendo que negarse a esa union es imposible si no quiere arruinar la reputacion de su padre, Ursula se vera obligada a conseguir que el propio Nathan se retracte de su proposicion. Desinteresarlo sera una ardua tarea, sobre todo porque su afecto por el crece dia a dia, si bien de noche continua viendose con Edward y disfrutando de furtivos y ardientes momentos de pasion.
    No obstante, Ursula no es la unica que guarda secretos. Tanto Nathan como Edward comparten un oscuro pasado que ninguno revelara a Ursula pero que lo cambiara todo cuando la verdad salga a la luz.

  • El diablo de Milan 3, Prueba de Amor de Cathryn De Bourgh

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    Muchas cosas habian cambiado eso dias. Lucio acababa de descubrir que su primo loco era quien estaba detras del acoso que habia sufrido Varina y eso lo llenaba de una mezcla de pena y rabia. No podia creerlo, a decir verdad. El hermano de Giovanni, Tadeo, lo habia llamado para pedirle perdon. --Lo siento mucho, jamas crei que mi hermano fuera capaz. Te juro que de haber sabido... --Esta bien, no es tu culpa. Valenti ya estaba harto de toda su familia a esa altura. Bromas pesadas, intrigas, mentiras... --Lo lamento ?si? Pero creo que es injusto que vaya a la carcel, el esta enfermo Lucio. Tu lo sabes bien. Lucio suspiro. --Si que lo esta, pero el juez ha dicho que era consciente de lo que hacia. Es imputable, ?entiendes? Plenamente responsable de sus actos. Tadeo emitio un sonido a traves del telefono. --Pero tu sabes que no lo es, que si hizo lo que hizo fue porque estaba enamorado de tu esposa. Es una locura amorosa, una enfermedad, no puedes dejar que por eso... --Bueno, yo no soy el juez Tadeo, ?lo olvidas? Y es mi esposa, si fura tu esposa no estarias tan tranquilo de quitarle la pena al hombre que estuvo acosando a tu esposa y que hizo algo mas que eso. --Si, lo se, te entiendo y te pido perdon pero tu sabes que mi hermano esta enfermo. Lucio se mantuvo firme. No retiraria los cargos ni pediria que se lo considerara "inimputable". No esta vez. Demasiada paciencia habia tenido con ese chiflado. Giovanni no era su responsabilidad. Necesitaban un descanso y ese dia al volver del trabajo le dijo a Varina que irian a Francia antes de lo previsto. Acababa de hacer las reservaciones. Los ojos verdes de Varina se iluminaron. Estaba feliz. Toda esa situacion habia sido tan estresante. Dias despues, viajaron a Paris y recorrieron la ciudad antes de Valenti tuviera que trabajar en el nuevo evento de la sucursal recientemente abierta. Mientras paseaban por la ciudad, Varina recibio una llamada de su tia. Penso que queria preguntarle como iba todo y no se equivocaba pero luego supo que habia otra razon. --Tu padre te envio una carta, Varina. Quisiera que la leyeras, realmente se me parte el alma... --dijo y su voz se quebro. --?Mi padre?--Varina tuvo un mal presentimiento. --Si, el necesita verte con urgencia. Esta enfermo y teme que no le quede mucho tiempo. --?Que tiene? --Creo que tiene cancer pero no dio detalles. Solo que debe operarse de urgencia en unas semanas y antes quiere verte. Necesita hablar contigo, que lo perdones. Se que tu le guardas rencor pero te ruego que vayas a verle. Te hara bien. Por favor. El quiso acercarse si, pero yo me negue porque tenia miedo... tu eras mi nina y queria lo mejor para ti y el era un bohemio, bebia, fumaba y pense que no sabria criarte. Varina se dejo caer en un sillon. --?Entonces lo que mi padre dijo era verdad, tu no querias que me viera? Varina ya lo sabia pero queria saber por que lo habia hecho. --No... no queria--le confeso tia Giuliana--Tu sabes la historia, el no se porto bien con mi hermana y a ti de chiquita y yo lo odiaba. Siempre lo odie y cuando fue a buscarte tuve miedo de que te llevara a Francia y nunca mas pudiera verte. --Si, eso pense... entiendo lo que dices pero no tenias derecho tia, yo queria ver a mi padre. No tenias que alejarlo asi y dejar que creyera que era un malvado. Tu solo me ensenaste a odiarlo por haberme abandonado y ahora que se esta muriendo te sientes culpable. Y yo me pregunto cuantos secretos horribles escondes sobre eso. --Varina no, por favor, no digas eso. Lo hice por tu bien, ?que vida habrias tenido en Paris? El vivia para su arte, para beber, habrias terminado embarazada a los quince anos viviendo con algun pintor mediocre o algo peor--estallo su tia. --Bueno, eso es lo que tu imaginas. En realidad no lo sabes porque nunca paso y ademas, yo me habria quedado viviendo contigo tia Giuliana, pero tambien necesitaba ver a mi padre de vez en cuando no que le cerraras la puerta en la cara y me apartaras de el y luego me hicieras creer que nunca le importe un rabano. Varina lloro, no pudo evitarlo y Valenti se acerco furioso y le dijo a su tia por telefono que no era justo que hiciera eso. --Su sobrina esta embarazada y no puede estresarse, debio esperar para esto o hablar conmigo primero. --Lo siento mucho Lucio, de veras pero esa carta... el padre de Varina esta muy enfermo y quiere verla. Tenia que decirle. --Esta bien, entiendo... no es una situacion sencilla. Por favor, envieme la direccion por mensaje para ir a visitar a su padre. No se si Varina querra ir pero estamos a un paso de Paris. --Esta bien, si lo hare. Disculpa Valenti, no quise angustiar a Varina pero todo fue tan inesperado y cuando vi esa carta mori de angustia. Valenti penso que parecia un desproposito. Primero su primo loco habia estado acechando a su esposa y ahora el padre de Varina enviando un S.O. S desde Paris. Todo conspiraba contra su tranquilidad, demonios, parecia que queria sabotear su pequena luna de miel. Varina quedo muy afectada y el furioso por esa llamada tan inoportuna. --Escucha preciosa, no tienes que decidir nada ahora, no es el momento. Olvida lo que te dijo tu tia, ?si? --Pero ?como crees que me siento? Me llama para decirme que era verdad, que mi padre me busco y ella lo nego, dijo que nunca se preocupo por verme ni nada. --Bueno, pero no es tu culpa. --Me han mentido, siempre me han mentido para que no viera a mi padre, no querian que viajara a Paris, quisieron convencerme de que no fuera. --Y tu padre pudo insistir. --El esta muy enfermo Valenti, me necesita. No puedo ignorar ese llamado. --Varina, ten calma ?si? Tranquilizate. Si quieres te llevo a ver a tu padre manana pero no pienses tanto en esto, ni dejes que te afecte. Y creo que no seria buena idea que te enfrentaras ahora con esto. --Tengo que hacerlo, no puedo esperar, si esta grave y quiere verme, debo ir. La cara de Valenti era un cuadro. Estaba furioso. Sus familiares parecian confabulados para arruinar su segunda luna de miel. El taller Varina entro en la casa de su padre en Sacre Coeur al dia siguiente, temprano en la manana, el la esperaba y nada mas entrar en la casa vio el retrato de una nina rubia descalza y se emociono. Diablos, era ella cuando tenia dos o tres anos, con rulos y cintas rojas, caminando por la casa en la que nacio con una muneca de trapo bien sujeta del brazo mientras miraba al pintor con cara de sorpresa. Su padre la habia pintado y parecia estar viva y atrapada en algun recuerdo de infancia. --?Eres tu, preciosa?--pregunto Valenti al ver ese cuadro mural. Ella sonrio y asintio despacio. Su esposo sonrio. --Mi amor... Pareces una de esas ninas antiguas de comienzo de siglo-- senalo mientras se acercaba para verlo mas de cerca--Que hermoso retrato, deberiamos tenerlo cuando compre una casa de fin de semana, preciosa. Estaba lleno de retratos y Valenti dijo que tal vez podria convencer a su padre de que le obsequiara uno. Etienne Dumont, el pintor y padre de Varina aparecio de pronto en el umbral y sonrio emocionado al ver a su hija. No podia creer que estuviera alli, su anterior encuentro habia sido tan triste. --Varina... Gracias por venir, pense que... Se abrazaron y luego Varina le pregunto como estaba. --Estoy bien. Un poco cansado pero... no queria dejar pasar el tiempo. Necesito hablar contigo con calma, decirte lo que paso. Porque no quiero irme con este peso en el corazon.

  • La Nena (Inspectora Elena Blanco 3) de Carmen Mola

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    El vestido de novia le queda estrecho, huele a naftalina y, aunque hace tiempo debio de ser blanco, ahora es de un color indeterminado, entre crema y amarillo. La de hoy no era, desde luego, la boda con la que Valentina sono a sus quince anos. El vestido es de Ramona, la madre del hombre con el que se ha casado, un novio que ni le ha concedido un beso cuando el funcionario que oficiaba la boda les ha dicho que ya eran marido y mujer. Ramona, su suegra, es seca y antipatica, mas corpulenta que ella, pero a Valentina las costuras del vestido casi le revientan porque esta embarazada de cuatro meses. No sabe por que su esposo ha aceptado casarse con ella cuando esta esperando el hijo de otro. Valentina se quita el vestido. Su ropa interior es vulgar, de mercadillo. ?Cuantas veces habia pensado que para su noche de bodas se compraria lenceria como la que las chicas del club usaban con los clientes? En lugar de eso, lleva unas bragas blancas y un sujetador que no hace juego, que a duras penas alcanza a sostener unos pechos que no paran de crecer con el embarazo. Su propia imagen le causa pena y rechazo. A pesar de todo, sabe que es mucho mas atractiva que Anton, su marido, un hombre pequeno, retraido, con poco pelo pese a su juventud, con mirada huidiza y olor agrio, como si pasara dias y dias sin ducharse y su sudor se contagiara de la peste a cerdo que no abandona la nariz de Valentina desde que ha llegado a la casa. Una casa que sera la suya, supuestamente, para siempre. Ella tiene veintitres anos, como minimo cinco mas que su ahora marido, y su cuerpo, si no se hubiera empezado a deformar por el embarazo, seria muy armonioso. Su rostro menos, no puede ocultar los rasgos indigenas de casi todas las bolivianas. Nunca habia pensado que eso fuera feo, pero a los espanoles no les gusta. Si supieran cuantas cosas no le gustan a ella de los hombres que ha conocido en este pais. No ha encontrado ni una minima porcion de suerte desde que llego a Espana: queria abrir su pequeno negocio, pero tuvo que servir en una casa en la que el marido abusaba de ella cada vez que se quedaban a solas hasta que la senora, que algo se debia de oler, la despidio sin explicaciones. Despues fue de trabajo en trabajo hasta llegar a su boda, y no sabe si su vida sera feliz y tranquila o ha cometido su peor error. No pide tanto, se habria conformado con una casa que no oliera a porquerizas y un marido mas guapo, mas hombre y mas agradable que Anton. Pero nada ha salido bien y lo unico que ella creyo que era una buena noticia --la posibilidad de casarse-- la ha traido hasta este pueblo, hasta esta casa, que no es mucho mejor que la que dejo en Cotoca, cerca de Santa Cruz de la Sierra, donde nacio y donde su padre construyo un hogar con sus propias manos. Las bodas en su tierra se preparan con tiempo, se bebe mucha cerveza y se come carne de res hasta hartarse; las invitadas llevan polleras y sombreros y ellos se atavian con sus mejores galas; se contrata a un grupo musical que interpretara el vals para que lo bailen los novios, es un dia feliz... En la boda de Valentina no ha habido invitados, solo ella y Anton, y Ramona y Damaso, los padres del novio, que oficiaron como testigos; tampoco sono la musica ni arrojo nadie arroz o petalos de flores sobre los recien casados. El banquete ha consistido en unos refrescos en el bar de la plaza con un plato de frutos secos y una racion de calamares a la que ha invitado Aniceto, el dueno del bar, feliz de que una novia entrara en su local: es el unico que le ha dado la enhorabuena a Valentina y ha gritado un timido <>. Ahora esta sola en la habitacion, su marido no ha entrado con ella. Pensaba que querria consumar el matrimonio nada mas llegar, pero, por lo visto, prefiere esperar a la noche. Aunque lo cierto es que Anton, en el breve noviazgo que han mantenido, o por decirlo mejor, en la mera pantomima que ha formado el preludio de la boda, no ha mostrado nunca el menor ademan de desearla. --En media hora esta la cena, no te retrases. Ramona ha entrado sin llamar, la ha encontrado asi, mirandose al espejo en bragas y sujetador. Aunque no ha hecho ningun comentario, la ha ignorado con desprecio. En la media hora que falta para cenar, a Valentina no le dara tiempo a ducharse y quitarse el olor a naftalina del vestido y la sensacion de suciedad que la envuelve, pero no se atreve a contrariar a esa mujer. A Anton no lo conocio hasta hace quince dias. Quien fue a verla al club de carretera en el que trabajaba --no, ella no era una de las chicas de alterne, solo la que fregaba los suelos, los banos y las copas-- fue su padre, Damaso. --Si te casas con mi hijo, te saco de aqui --le propuso--. No somos ricos, pero no te va a faltar de nada. --Estoy embarazada. --Le daremos nuestro apellido a tu hijo. Nada mas. Ella ni siquiera pregunto a que se dedicaban, solo penso en que el bebe que esperaba --todavia no sabe si sera nino o nina-- viviria en una casa normal, no en un club de carretera rodeado de prostitutas, y en que no pasaria las necesidades que ha pasado ella. De cena hay albondigas y Valentina debe reconocer que estan exquisitas, las mejores que ha probado nunca. Apenas se habla en la mesa, tan solo Damaso, su suegro, le explica que lo mas importante alli son los cerdos, que de ellos viven todos ; le detalla las horas a las que hay que darles de comer, las tareas de limpieza que le corresponden y los cuidados que necesitan los animales... --Estas son las costumbres de la casa --concluye. Para Valentina eso no son costumbres, son reglas. Y por el silencio de los demas cuando Damaso las enumera, son reglas de obligado cumplimiento. Ya en la alcoba, tras la cena, espera a su marido. Piensa que ahora si querra yacer con ella y se prepara, se pone un camison que le regalo una de las chicas del club, uno que usaba con los clientes y que, segun le dijo, encendia a los hombres. --Haz que te desee, agarralo por los huevos; si lo consigues, da igual de donde haya salido, te cuidara para siempre. El verdadero padre de su hijo nunca la cuido, es un viajante que paso una noche por el club, no sabe su nombre ni por que se acosto con el, ni siquiera esta segura de que pudiera reconocerlo si lo volviera a ver. No necesita que nadie le explique la falta de delicadeza de los espanoles, ya lo ha comprobado, es lo que espera esta noche de su marido. Pero Anton, al parecer, es diferente: entra en el cuarto --al olor a cerdo se le ha unido el olor a vino--, no se molesta en darle las buenas noches ni un beso, se acuesta y se duerme. Valentina tambien intenta dormir, pero le resulta imposible, es su noche de bodas y se siente frustrada. Son las tres de la manana cuando decide salir de la habitacion. Recorre la casa a oscuras y se da cuenta de su temeridad. En apenas unos dias se ha casado y se ha recluido en un lugar alejado de todo el mundo, con un hombre que le provoca repulsion y con unos suegros autoritarios. ?Como ha sido tan ingenua para meterse en la boca del lobo de esa forma? Trata de quitarse de la cabeza esos miedos. Anton solo es un joven timorato, poco a poco lo ira suavizando, lo intuye. A cambio ha conseguido encontrar una estabilidad para dar a luz a su hijo. ?Que vida le iba a proporcionar ella si no tenia ni un centimo?

  • Borikai. El terror aguarda en el paraiso de V.m. Granda

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    Una hermosa isla privada en el Golfo de Guinea, buen tiempo, un empleo bien pagado ?que podia salir mal? A fin de cuentas, el sueno de cualquier persona es trabajar en un lugar asi. Nada podia hacer cambiar de opinion al grupo de espanoles que se desplazaron hasta ella para trabajar en la construccion de un hotel de lujo. Pero no tardaron en darse cuenta de que algunos detalles no encajaban. Un excentrico multimillonario, una isla privada que llevaba mas de cien anos deshabitada, una vieja mansion victoriana y una antigua maldicion vudu.
    Lo cierto es que las senales estaban ahi y que solamente habia que querer verlas para no aceptar aquella oferta de empleo, pero ?desde cuando una vieja leyenda se ha interpuesto en el camino de unos jovenes (y no tan jovenes) profesionales? ?Las puertas del infierno? !Tonterias! Simples supercherias de los islenos. Una oportunidad asi no se podia dejar pasar.
    Y eso si que era cierto. No todo el mundo tiene la oportunidad de cruzar al mundo de los muertos. y regresar. Aunque en realidad, que se sepa nunca nadie ha regresado del otro lado… ?O tal vez si?

  • Almas robadas de

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  • Bienvenido, gamberro de Melissa Hall

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    El es un chico rebelde, con un turbio pasado que le empujo a vivir al limite de las normas.

  • Sirenas de Joseph Knox

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  • Saga completa La chica Caribbean de Silvia Cruz Aguilar

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    James Bennett es un prestigioso y atractivo ginecologo que lleva dos anos sumido en un caos mental por culpa de varios errores del pasado. Pero su vida vuelve a cobrar sentido cuando conoce a Suzanne Allen, una exuberante mujer que pondra su mundo boca abajo cuando descubra ciertos asuntos de su vida que lo convertiran todo en emocionante, delirante e irracional. La pasion, el amor y los celos le cegaran y tendra que encontrar la formula de hacer que todo tenga sentido y equilibrio. Tendra que elegir entre experimentar una pasion jamas conocida por el o mantener la cordura y el equilibrio mental alejandose del foco de todos sus males; la excitante Suzanne.

  • Ladrona de besos de Fanny Ramirez

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    Ariadna tenia un pasatiempo de lo mas pintoresco y ese era robarle besos a Marcos. Este se fue volviendo adicto a cada beso inesperado, uno, dos, tres, once besos fueron suficientes para caer irremediablemente.

  • Los chicos malos apuestan, las chicas listas ganan de Cristina Prada

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    Me llamo Daniela y soy una chica normal y corriente. Tengo amigas de las buenas y un novio, Hernan. Hernan tiene una exmujer, Andrea, y Andrea tiene un novio, Rico Leon. Y Rico Leon no es un chico corriente. Es guapo, con un culito pollo de escandalo y una innata capacidad para estar mezquinamente atractivo sin esforzarse. Categoria de Rico Leon en los libros: chico malo.

  • El Principe Cautivo 1 de C. S. Pacat

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    Damen es un heroico guerrero y el legitimo heredero del trono de Akielos. Pero cuando su medio hermano se hace con el poder, Damen es capturado y vendido como esclavo de placer al principe de una nacion enemiga. Su nuevo amo, Laurent, es atractivo, manipulador y mortifero: es decir, encarna lo peor de Vere, su pais. Pero en la telarana letal de la politica de la corte, nada es lo que parece, y Damen se vera obligado a trabajar con su enemigo para sobrevivir y salvar a su pais, y descubrira que al hombre que mas necesita para conseguir su libertad es al que nunca debera revelar su identidad. por mucho que lo desee.

  • Cicatrices. Abiertas (Serie Cicatrices 1.2) de Susana Bielsa

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    ?Cuando me vas a pedir que venga a vivir contigo? Aparto la vista de la television y miro a Emily. Esta seria. Lo confieso, me ha pillado fuera de juego. Se que es una excusa barata, pero estan emitiendo imagenes de "El transito de Venus"; por lo visto, el planeta ha decidido pasar hoy por delante del sol y parece una peca que adorna un rostro redondo y hermoso. La belleza del momento me ha dejado sin palabras y no se que contestar a la mujer que permanece sentada a mi lado. --?Perdona? --Dejalo, ya veo que para ti no es importante. Cierro los ojos y suspiro. Ya empezamos. --Emily, carino, estaba viendo... --!He dicho que lo dejes! Ya hablaremos de ello cuando no estes viendo la television. Agarro el mando, cabreado, y apago la puta pantalla. --Ya no estoy viendo nada. Vamos a ver, ?que me decias? Se cruza de brazos, como si la hubiera ofendido. --Llevamos casi un ano y todavia sigo viniendo a tu casa a escondidas. Entreabro los labios. Bueno, estamos liados desde hace unos diez meses, pero cuando hablamos de salir mas en serio fue hace tres. Aparto ese pensamiento y me centro en algo que ya hemos discutido. --Emily... sabes que la prensa no me gusta, y desde que grabe para los americanos no hacen mas que perseguirme. Pero eso no significa que no hayamos salido a cenar por ahi, o a pasarlo bien, ?verdad? --Yo quiero mas. Intento acariciarle una mejilla, pero me esquiva el gesto, dandome la espalda. Parece mentira, con la de cremas que se que se da para aparentar tener menos de sus treinta y dos y, por dentro, sigue siendo una cria. Suspiro, cansado de sus absurdas ralladas. Me levanto, voy hacia mi chaqueta y me saco un cigarro. Lo voy a necesitar. --Vamos a ver, ?que te molesta exactamente? --!No te implicas, Matt! --?!Que no que!? --Respiro hondo, enciendo el pitillo y miro a Emily desde el hueco que da a la cocina, apoyado en la pared, decidiendo como encarar la situacion--. ?Quieres venir a pasar unos dias y ver si estamos bien juntos? --?!Ves!? !A eso me refiero! Das por sentado que existe la posibilidad de que no estemos bien. Me dan ganas de darme de cabezazos contra la pared. --Emily... --?Podrias dejar de tratarme como a una estupida? Endurezco el gesto. --Deja de imaginar cosas y cuentame que quieres exactamente. Ya te he preguntado si querias quedarte, ?que mas quieres? ?Me pongo de rodillas? --No, lo unico que quiero es que no lo digas como si me fueras a echar a los dos dias. --Emily, de verdad, yo no lo he dicho en ese sentido, pero tienes que tener en cuenta que estar un rato con una persona no significa que, a la hora de convivir, todo vaya de maravilla. Creeme, lo se. --?!Podrias dejar de meter a tu ex en todas nuestras conversaciones!? Emily se pone de pie, se lleva una mano a sus casi inexistentes caderas y la otra a la cabeza. Se le empanan los ojos de repente y me da un vuelco el corazon. Apago el cigarrillo en el cenicero y la abrazo. --Perdoname, no pretendia... Yo solo... --No lo pretendes, pero lo haces. --Lo siento... Nos quedamos en silencio hasta que, por fin, cede y me devuelve el abrazo. Me da por suspirar; esbozo un amago de sonrisa que, en vez de alegrarme, duele. --Tengo muchas ideas, ?sabes? --?Ideas? --Si, tonto, ideas. Para empezar, hacer una pequena obra en el bano principal. ?Crees que podriamos poner un jacuzzi? Parpadeo. ?Jacuzzi? --La verdad es que yo no... --!Y tambien podriamos hacer un pequeno gimnasio en casa! Me echo a reir; me esta tomando el pelo, vuelve a ser la Emily que me presentaron Jonathan y Emma y que me hacia sentir cierto numero de mariposas en el estomago (mariposas que, tengo que admitir, se multiplicaron la primera vez que terminamos en la cama). Quiero seguir con la broma y con el buen rollo, asi que le beso el pelo y la achucho un poco mas. --A ver, ?donde pondrias ese gimnasio? --En cualquiera de las dos habitaciones que tienes libres. Me mira con atencion y una sonrisa sincera, esperando mi aprobacion, y me doy cuenta de la trampa en la que me he metido. No va de cona. --Emily, esas dos habitaciones no estan libres, son para mis hijos. Se desprende de mi abrazo con un mal gesto y vuelve a darme la espalda. --Tus hijos, !tus hijos! !!Tus hijos ni siquiera han venido a visitarte!! Estan perfectamente con su madre, y tu tienes la oportunidad de empezar una nueva vida. !Incluso de tener otros! Un escalofrio me recorre toda la espalda. ?Esta loca o que? --No vuelvas a decir algo asi jamas. Se gira, observandome con expresion furibunda. --!!Pero si es verdad!! Tu eres el unico que no quieres verlo. --Emily, ya basta. No estoy discutiendo contigo, estoy intentando hablar, y no haces mas qu... --!Encima tendre la culpa yo! --me corta--. Muy bien, !lo estas arreglando, Matt! La saliva que trago me sabe a hiel. Once anos soportando a una histerica y cuando por fin me decido a empezar algo, !me topo con otra! ?Como te lo montas, Jensen? Cierro los ojos y tomo una decision que, aunque me duele, se que es la correcta. --?Sabes que? Vete a casa. --?Me estas echando? Se acerca a mi, pero me aparto de ella. No quiero verla. No quiero que vuelva mas a mi casa. A la casa que comparto con mis hijos, aunque no hayan podido venir por culpa de Grethe. --Si. Fuera de aqui. Un hielo me atraviesa la garganta y se desplaza hacia mi pecho. El frio que se me instala en el corazon duele, pero no tanto como el portazo que da Emily al salir del piso. Mierda. Mierda. !!Mierda!! Me dejo caer contra la pared que separa el salon de la cocina comedor, mirando al infinito. Se ha terminado. Basta de intentar relaciones con mujeres que se parecen a Grethe. Nunca me gusto ella ni por dentro ni por fuera, ?por que ahora la busco en cada mirada? ?Por que no puedo dejar de ser un gilipollas? Bien, de acuerdo, me siento solo, terriblemente solo. Estoy aqui, en un exilio frustrante en el que invierto doce horas al dia en el estudio. Llego a casa y esta tan vacia, tan oscura, tan fria. Sin vida. Sin mis pequenos Hugo y Till, con los que jugaria al futbol en el parque que hay cerca del piso... dejandome ganar, por supuesto. Hasta he fichado la zona en la que pondria nuestras chaquetas para delimitar la porteria. Tambien tengo que pasar sin el gran sol de mi vida, mi pequena Pauline, que no se de donde ha sacado la voz que tiene, pero que cada vez que me canta por telefono me hace llorar. Sin ellos, sin mi hermana, sin mi madre, la casa se me cae encima. Venga, Jensen, reponte. Eres un machote, no es cuestion de hundirse otra vez. Me levanto del suelo, cojo otro cigarro y voy hasta el telefono. Busco a Luca en la agenda y marco su numero. --Luca al aparato. --Soy yo. --!Senor Jensen! ?Pasa algo? Me llevo la mano a la frente. --?Ya no te acuerdas del trato que tenemos? La oigo reir al otro lado de la linea. --En el trabajo, de usted; el resto del dia, de tu; al terminar el turno de los viernes, una cerveza antes de volver a casa. !Vale! ?Que quieres, pesado? ?Emily no puede quedar? Hago una mueca y me dejo caer en el sofa. --Acabamos de romper. --!Mierda! !Lo siento! ?Quieres que vaya? Yo llevo las birras. --?Ese matarratas japones al que llamas cerveza? No, pelirrosa, si vienes sera para beber de las mias. Sin verla se que se esta tocando el pelo. Lo lleva largo; hasta ahora, decolorado en rubio, pero hace un par de dias decidio hacer una locura rosa chicle que le queda fenomenal. --En una hora estoy alli. --Esa esta muy buena, ?eh? Le pego un buen trago a mi Schwarzbier. --No esta mal. --Voy a creer que hablas desde el rencor y el despecho, Matt. O eso o tienes un gusto pesimo. Nos echamos a reir, brindando con los botellines. --Que le voy a hacer, me chiflan las morenas. Las rubias me han dado demasiados problemas. --La rubia que mas problemas te va a dar todavia es muy joven, jefe. --Vete a la mierda. --Tengo razon y lo sabes. Volvemos a carcajearnos, tumbados en una cama que ya no parece tan grande. Luca esta ensenandome fotos de las mujeres con las que comparte sexo, diferenciando quienes estan dispuestas a participar en nuestro pequeno jueguecito y con cuales simplemente pasa muy buenos ratos. Desde que conoci a Emily no he tenido otro trio con Luca, pero me parece buena idea retomar el habito: una mujer, una desconocida para mi, recibiendo con gusto el placer que Luca y yo le damos. En la practica es como si dos hombres se follaran a una femina que permanece con los ojos vendados, aumentando el morbo de la situacion y preservando mi anonimato sexual. Dos hombres besando, chupando, lamiendo y penetrando un cuerpo, pero que ni siquiera intercambian un roce, un beso o un jadeo. --Si algun dia quieres perder la virginidad... dimelo, Luca. Al menos sabre que te han tratado lo mejor posible. --Pero, ?de que siglo te has escapado? La virginidad es un estado mental, !yo me he tirado a mas tias que tu! Ademas, los hombres no me atraeis lo mas minimo. --Se acerca al lobulo de mi oreja y me pega un mordisco que no me pone, solo me hace reir--. Prefiero meterla con el arnes, sentir como una mujer se corre estando yo entre sus piernas. Esa imagen es la unica que me pone cachonda. --Ya somos dos. Volvemos a brindar y Luca pasa a la siguiente foto. El corazon me da un vuelco: es una muchacha sonriente, llena de pecas, con el pelo castano y lleno de bucles. Parece pequenita, pero no fragil; eso me encanta.

  • Romance inolvidable – Stefania Gil de Stefania Gil

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    Alexandra Eldridge y Blake Olson se conocen en Yellowstone mientras asisten a un campamento de verano. Durante treinta dias -y sus noches- Blake y Alex se hacen inseparables, creando un lazo entre ellos que seguira uniendoles a pesar de la distancia que los separa y del destino que se empena en demostrarles que puede jugar con ellos a su antojo. Asi regresan a sus vidas perdiendo contacto absoluto; dejando atras la experiencia de haber tenido unas vacaciones unicas, un romance inolvidable e ignorando que volveran a encontrarse en el futuro.
    Baltashar Eldridge es un hombre al que no se le escapa nada y es un as en los negocios, por ello detecta a los oportunistas aun estando a largas distancias de estos. No soporta la idea de que su pequena este involucrada con un hombre como Gary Lockwood y Alex se niega a escucharle por el error que cometio en el pasado. Piensa que no le queda mas que rezar por un milagro y es entonces cuando descubre el pasado -aun latente- entre su nina y el nuevo empleado que le envio su socio desde San Francisco. Baltashar se da cuenta que tiene ante si una oportunidad perfecta para evitar la boda de su hija que terminara en una catastrofe segura. Blake Olson es la unica carta que tiene en juego y debe usarla bien para lograr su cometido, aunque su hija acabara odiandolo para siempre. ?Se prestara Blake a seguir el juego del Sr. Eldridge para conquistar a Alex? ?Alex estara dispuesta a revivir su pasado con Blake?

  • En algun lugar de venecia de Federico Basteri

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    Martin regresa a la ciudad de Venecia despues de diez anos en busca de una mujer cuya fotografia tomo sin conocer nada de ella.
    Aferrado a tan solo una ilusion y una idea, emprendera un viaje marcado por su pasion por las mujeres, su devocion a sus ideales de romance y su creencia en un amor puro.
    Pero durante su estadia en la mitica Ciudad de los Canales, se vera enfrentado a los crudos recuerdos de su primera visita y cuestionara sus propias convicciones.
    ?Encontrara Martin lo que busca? ?Sera la mujer de la foto todo lo que el busca?

  • Una vida mejor de Anna Gavalda

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    Un cafe cerca del Arco de Triunfo. Me siento casi siempre en el mismo sitio: al fondo a la izquierda, detras de la barra. No leo, no me muevo, no consulto el movil, solo espero a alguien. Espero a alguien que no vendra y, como me aburro, miro caer la noche sobre L'Escale de la place de l'Etoile. Ultimos companeros de trabajo, ultimas copas, ultimos chistes malos, calma chicha durante cerca de una hora y Paris se despereza por fin: los taxis rondan, las chicas altas se dejan ver, el dueno baja las luces y los camareros rejuvenecen. Ponen una velita en cada mesa --una de mentira, tiembla pero no se derrite-- y me acucian discretamente: tengo que seguir bebiendo o marcharme. Sigo bebiendo. Es la septima vez, ademas de las dos primeras, que vengo a esta charca a saciar mi sed al anochecer. Lo puedo decir con precision porque he conservado todos los tiques de caja. Al principio me imagino que por llevarme un recuerdo, por costumbre o por fetichismo, pero ?y hoy? Hoy reconozco que es para agarrarme a algo cuando meto la mano en el bolsillo del abrigo. Si existen esos trozos de papel es la prueba de que… de que ?que, a ver? De que nada. De que la vida es cara cerca de la tumba del soldado desconocido. 2 La una de la madrugada. Otra vez nada. Me vuelvo a casa. Vivo cerca del cementerio de Montmartre. Nunca habia andado tanto en mi vida como ahora. Antes tenia una bici --llamada Jeannot--, pero la perdi el otro dia. No se cuando exactamente. Despues de una fiesta en casa de una gente a la que no conocia, por la estacion de Saint-Lazare, creo. Un chico me llevo a su casa. Mientras iba de su brazo estaba contenta, pero una vez en su cama ya no. La caja del gato, el estampado del edredon, el cartel de El club de la lucha encima de su cama de Ikea, yo… no era capaz. Esa noche aguantaba el alcohol mejor de lo previsto. Era la primera vez que me ocurria, escaquearme asi y que se me pasara el pedo de repente; fue una senora decepcion. Con lo que me hubiera gustado. Si, me hubiera encantado distraerme un poco. Eso me molaba. Y hay cosas peores que Brad Pitt y Edward Norton de sujetavelas. Pero, en fin, el cuerpo me traiciono. ?Como era posible? Mi cuerpo. Con lo bien que se portaba siempre… En ese momento me hubiera negado a reconocerlo, pero esta noche, despues de tantos kilometros de caminatas solitarias, y de este vacio, y esta nada, y esta carencia, y esta carencia de todo, en todas partes, a todas horas, me rindo: era el. Era el, mi cuerpo, el parasito, y su labor de zapa se manifestaba por primera vez entre esas horribles sabanas. A descubierto, decepcionada y arrinconada, rumiaba mi perplejidad cuando oi una voz pastosa que decia para tranquilizarme: --Oye…, aun asi te puedes quedar, ?eh?… Si hubiera tenido una escopeta a mano, le habria apuntado a la cabeza. Por ese <>, por ese desprecio, por ese favor concedido in extremis a la imbecil que no se la habia chupado. Pum. Temblaba. En las escaleras, en la calle y mientras buscaba la bici en todas las farolas. Temblaba de rabia. Nunca antes me habia sentido de esa manera. La boca me sabia a vomito y escupia para librarme del sabor. Como soy incapaz de echar un lapo digno de ese nombre, lo que hacia era llenarme de babas la manga y mi bonito panuelo, y asi tenia que ser, porque ?como explicar si no tanto odio? Estaba viviendo lo que me merecia, y vivia… aun asi. 3 Me llamo Mathilde Salmon. Tengo veinticuatro anos. Oficialmente, todavia soy estudiante de Historia del Arte (mentira cochina), pero en la vida real trabajo para mi cunado. El rico, el guapo, el guay. El que se toca las narices todo el santo dia y nunca lleva corbata. Dirige una gran agencia de creacion digital para proyectos de diseno, branding y desarrollo en internet (os lo traduzco: si teneis mercancia y quereis venderla on-line, el os disenara un bonito escaparate y todo el recorrido hasta los terminales, seguros, de pago), y me contrato, perdon, me corrompio, el ano pasado. El necesitaba mercenarios, y yo, un poco de dinero extra; era la noche de mi cumpleanos, y nos pusimos de acuerdo con un brindis. Como contrato de trabajo los he visto peores. Por ser estudiante tengo derecho a numerosos descuentos en el cine, en los museos, polideportivos y comedores universitarios, pero como paso la mayor parte del tiempo delante de una pantalla, me estoy embruteciendo y me gano demasiado bien la vida para volver a esos comedores, resulta que ya no los disfruto casi nada. Trabajo en casa a mi ritmo y en negro, tengo mil nombres, mil direcciones electronicas, mil seudonimos y otros tantos avatares, y estoy el dia entero redactando comentarios inventados. Imaginaos al revisor del metro de la Porte des Lilas, pues es exactamente lo mismo. Escribo tantos que podria cantarlos: J'fais des com', des p'tits com', encore des p'tits com', Des com' d'seconde cla-a-ss-eu, Des com' d'premiere cla-a-asse… Me dan listas con tropecientas paginas web, seguidas de la mencion <> o <> (en el mundo digital, cuando algo mola, siempre se dice en ingles), para hundir y redirigir a clientes potenciales, y luego ofrecerles, pero solo despues de que las hayan pasado canutas, mogollon de opiniones positivas en los foros de discusion y la mejor referenciacion posible en Google. Os pongo un ejemplo: la empresa Superyoyo. com fabrica y comercializa superyoyos, pero resulta que su pagina web es de lo mas cutre, como de ello dan fe todos los comentarios desagradables escritos, publicados, droppeados, compartidos, blogueados, vistos, tuiteados, pokeados, hashtagueados, requestados, boardados, dislikeados, deslolizados o chateados aqui y alla por Micheline T. (menda), Jeannot41 (menda lerenda), Choubi_angel (yo misma), Helmutvonmunchen (Ich) o NYUbohemiangirls (me and myself). Entonces a los de Yoyoland les entra el agobio padre. Al final, el senor y la senora Yoyo, a los que se ha informado de las hazanas de mi cunado mediante una estratagema tan retorcida como ingeniosa (pero demasiado larga como para explicarla aqui, aparte de que no tiene el mas minimo interes), se vienen abajo por completo y le suplican: necesitan a toda costa una pagina web nuevecita. !Si, si, si! !Es cuestion de vida o muerte para la empresa! Entonces el, magnanimo, despues de hacerse mucho de rogar, acepta ayudarlos y, tres semanas mas tarde, oh, !milagro!, cuando tecleas <> o <> en el buscador, te mandan directamente a Yoyoland (aun no lo hemos conseguido tecleando solo <>, pero nos lo estamos currando a saco), y, oh, !milagro otra vez!, menda compra diez de cada para sus seis nietos; jubiloso, yo asegura que lo comentara en todos los foros de superyoyos del mundo; menda lerenda dice !!!es la cana!!!, Ich querrrria inforrrmacion parrra ser distribuidorrr de yoyos, y me and myself esta soooo excited coz yoyos are sooooo french. Resumiendo, que a eso me dedico: redacto comentarios. Y mi cunado, desde su lujoso caseron del distrito XVI de Paris, busca nuevas vias de diversificacion para su negocio. Es un falso chollo, ya lo se. Mas me valdria terminar (empezar) mi tesina de master titulada <> (toma ya, ?verdad?) o ponerme a pensar seriamente en mi futuro y en mi jubilacion, pero, ay de mi, he perdido la fe por el camino y ya solo pienso en vivir al dia y disfrutar del aire libre yo tambien. Dado que es todo mentira… Dado que son todo comentarios falsos… Dado que los polos se estan derritiendo, que por fin han indemnizado a los banqueros, que los agricultores se ahorcan en sus silos y que arrancan los bancos publicos para que no se puedan sentar los vagabundos… Francamente, ?para que molestarme en labrarme un porvenir en un mundo asi, eh? Para olvidarme de todo eso, entro en el juego de mi cunado y de Larry Page: me paso el dia mintiendo y la noche bailando. Bueno…, lo de bailar era antes. Ahora pierdo el apetito y el tiempo a la luz de la luna mientras espero a un chico que ni siquiera sabe que lo espero. Es que no hay por donde cogerlo. De verdad, hay que estar colgada, hay que ser pringada boba para haber llegado a esto. 4 Pauline y Julie D., las dos chicas con las que comparto un piso de 110 m2 en la rue Damremont, son gemelas. Una trabaja en banca, y la otra, en temas de seguros. Rock'n'roll attitude en estado puro, vamos. No tenemos nada en comun, y ese es precisamente el secreto de nuestra armoniosa convivencia: yo estoy en casa cuando ellas no estan, y cuando vuelven, ya no estoy. Ellas llevan las cuentas, y yo me encargo de recibir los paquetes que llegan a su nombre (chorradas que compran por internet), yo traigo los cruasanes del desayuno, y ellas bajan la basura. Es el no va mas. Las encuentro a las dos un poco bobas, pero me alegro mucho de haber superado su casting. Organizaron una serie de entrevistas en plan En busca de la nueva companera de piso casi perfecta (Dios mio…, no te lo pierdas…, otro episodio inolvidable de mi loca juventud…) y yo fui La Elegida. Aunque nunca he entendido muy bien por que. En esa epoca era vigilante, que digo vigilante, !agente!, !agente de vigilancia!, en el museo Marmottan, y creo que la influencia del bueno de Monet obro en mi favor: una chica aseadita que pasaba tanto tiempo entre los Nenufares tenia que ser respetable a la fuerza. En fin, lo que os decia, que son un poco bobas. Si estan viviendo en Paris es porque no tienen mas remedio de cara a su curriculo. No les gusta nada y suenan con regresar a Roubaix con su papa, su mama y su enorme gato Cosquillas, y corren a casita a refugiarse siempre que pueden. Disfruto, pues, de mi buena suerte (un pisazo para mi sola los fines de semana, con su provision de bayetas de microfibra bien dobladitas debajo del fregadero para limpiar las potas de todos mis amigos) antes de que se vuelvan a su pueblo definitivamente. Bueno, digamos que disfrutaba. Ahora ya…, ya no lo se. Creo que empiezo a no soportarlas… (que se pongan bailarinas Isotoner en cuanto entran en casa y escuchen Chante France a la hora del desayuno se me hace a veces muy cuesta arriba), pero el problema soy yo, lo se de sobra. Ellas siguen tan discretas como siempre y tienen el detalle de bajar el volumen cuando me pierdo en los vapores de sus cereales de desayuno. No tengo nada que reprocharles. Si, yo y solo yo soy la culpable de mis desvelos. Hace casi tres meses que ya no disfruto con nada, que no salgo, que no bebo, que… Que estoy mal. Hace tres meses el piso estaba aun en obras. Se caia a pedazos, y Pauline (la mas espabilada de las dos) convencio a nuestro casero para que nos dejara encargarnos de las obras de reforma a cambio de una suspension de pago del alquiler equivalente al importe de la factura final. (!Esta frase tan rebuscada no es mia, no os vayais a pensar!) El tema las tuvo entretenidisimas, que si venga a medir, a dibujar planos, a hojear catalogos y a pedir un monton de presupuestos que comentaron durante veladas enteras mientras saboreaban sus poleos. Llegue a preguntarme si no se habian equivocado de profesion. Ese zafarrancho de combate me agobiaba. Para estar tranquila, tuve que desertar e irme a escribir mis tonterias a la colmena de mi cunado, con todos esos simpaticos geeks formateados 2.0; pero, bueno, reconozco que la instalacion electrica dejaba mucho que desear (con el horno encendido, mi ordenador parpadeaba), que la pintura se desconchaba por todas partes y que el cuarto de bano no era muy comodo (habia que saltar por encima de un viejo bide todo el rato). No tuve que ocuparme de nada, y cuando me propusieron pagar las obras en metalico para ahorrarnos el IVA (!algo es algo!) y ganarnos al senor Carvalho (el contratista elegido, un tio de lo mas marrullero que sostenia que si no lo haciamos asi no le daria tiempo a terminar), no me hice de rogar. Soy bastante docil en ese sentido tambien. ?Por que recordar todo esto? Porque sin el pequeno chantaje de ese senor, <> por sus cargas sociales, sin el aumento inesperado del impuesto sobre el valor anadido en la construccion y sin la culpabilidad de todas, mas bien de todos --especialmente la de el--, ahora no estaria aqui, en este barrio deprimente, esperando la nada. Voy a contaroslo todo.

  • Scorpions de Maria Jose Tirado

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    Solo un corazon curtido por el sol del desierto
    podra liberar a un alma presa entre barrotes de oro.

  • Un amor en construccion de Lorraine Coco

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    --!Jenna! La cabeza de Krysten asomo por la pequena apertura de la puerta mientras esperaba una respuesta, pero esta no llego. Golpeo con los nudillos la madera un par de veces con impaciencia antes de decidir entrar sin esperar. No tenia tiempo para cortesias. Y aunque su amiga le hubiese dicho un millon de veces que llamase antes de invadir su hogar, no era culpa suya si estaba sorda como una tapia. Aun asi, nada mas adentrarse, y mientras cerraba la puerta tras ella, volvio a llamarla a gritos. --!Jenna! !Vamos! !Si estas tirada en la cama, ya puedes levantarte! Entorno la mirada al no recibir respuesta. El amplio y estiloso apartamento parecia desierto, pero sabia que era imposible que no estuviese alli. Llevaba recluida en su casa doce semanas, desde el incidente. Y no habia conseguido que saliese ni tentandola con extravagantes planes, cenas suculentas o sesiones de tratamientos de belleza que antes le habrian hecho estallar la cabeza. Incluso hacia dos semanas hizo saltar la alarma de incendios del edificio, a la desesperada, pero ni siquiera asi logro que abandonase su auto impuesta prision. Esa manana, sin embargo, iba con un nuevo plan, una idea a la que llevaba una semana dando forma. Se le habia ocurrido mientras ojeaba las noticias en su movil, en el metro, en el transcurso del trayecto desde su casa en Little Italy hasta el Upper East Side, donde residia su amiga. Normalmente empleaba ese tiempo en ver videos en Tik Tok y ojeando las ultimas novedades de lo que se cocia en Instagram. Pero ese dia un idiota la empujo cuando estaba a punto de tomar asiento, y al recoger su movil del suelo debio tocar la pantalla sin querer. Estuvo a punto de desechar la pagina de noticias rapidamente en cuanto se acomodo en su sitio, pero entonces se fijo en el protagonista del articulo y detuvo en seco su dedo antes de deslizar la pantalla a la derecha. Una lectura rapida del articulo, tres minutos de cavilaciones y un par de conexiones neuronales mas tarde, tenia el plan perfecto para devolver a la vida a su amiga. Y por muchas excusas que esta le hubiese preparado ese dia, no iba a dejar que su plan fracasara. Habia tenido que cometer un par de delitos para asegurarse de que asi fuera, pero la necesidad apremiaba y ambas se jugaban mucho. Necesitaba recuperarla urgentemente. Odiaba tener que ponerse dura cuando sabia que estaba sufriendo, pero no podia seguir viendola en ese estado. No soportaba a la gente triste y amargada. Lo llenaban todo de un halo gris y deprimente que se cargaba sus buenas vibraciones. Ademas, en el caso particular de su amiga/jefa, el tema se convertia en una cuestion de supervivencia. Llevaba tres anos trabajando para Jenna, los mejores de su vida laboral, pero parecia que todo lo que habia conseguido en ese tiempo peligraba con cada dia que pasaba, hasta el punto de ver que en pocas semanas se veria en apuros para pagar el alquiler de su apartamento y tendria que volver a pedir asilo en casa de su hermana, su cunado y los cuatro terroristas de sus sobrinos. Sacudio los hombros al sentir un escalofrio que le atraveso la espalda solo con imaginarlo. Ya estaba frente a la puerta del dormitorio de Jenna, y el ansia que la carcomia por contarle su plan hizo que abriese sin llamar, con una energia que estuvo a punto de hacerla puerta giratoria. --!Jenna! !Te juro que como te pille en la cama...! Habia imaginado que la encontraria como tantas otras veces durante las ultimas semanas: alli tirada, sobre el colchon, en pijama y con una pinta desastrosa. Pero en lugar de eso se vio imbuida por la mas absoluta oscuridad. Achico los ojos cuando advirtio una pequena luz azulona que se movia de un lado a otro con rapidez, y sacudio la cabeza justo antes de presionar el interruptor de la luz, esperando tener que enfrentarse a un intruso, armada solo con su mini bolso. --!Mierdis! --exclamo Jenna despojandose de una visera de plastico transparente que cubria su cara. Elevo las cejas y apreto los labios despues, como una nina pequena a la que han pillado robando en una tienda de chuches. --?Que diablos estas haciendo? ?De que vas disfrazada? La respuesta de su amiga fue intentar ocultar tras su espalda la linternita que le habia advertido en la mano un segundo antes. Como si con aquel gesto infantil ella fuese a obviar lo rocambolesco de la escena. Jenna, la mas sensata, centrada y juiciosa de sus amigas (hasta hacia doce semanas) llevaba una especie de mono blanco, como los que usaban los del Centro para el control y la Prevencion de Enfermedades en las series de medicos que devoraba los jueves por la noche. --Tienes exactamente diez segundos para explicarme que esta pasando aqui antes de que llame a tu madre para que te ingrese en algun sitio de esos a los que vais los pijos cuando sufris una crisis nerviosa --le dijo sacando el movil del bolsito y mostrandoselo para que viera que iba en serio. Jenna se mordio el labio inferior y puso ojitos de cordero antes de alzar las manos y despojarse de la parte superior del traje, liberando su cabeza. --No es para tanto... !Lo juro! Solo estaba... estaba... --Apreto los dientes y los punos al tiempo. Estaba tan roja como si hubiesen abofeteado su palido rostro sin piedad. Abrio los labios --... buscando muestras biologicas --escupio las palabras a la carrera, como si no quisiese escuchar su propia declaracion. La que abrio los ojos desorbitadamente en ese momento fue Krysten. --?Muestras biologicas? --Ladeo la cabeza mientras pronunciaba la frase, sin poder creerlo, pero Jenna afirmo repetidamente con energia mientras su gesto se contraia en una mueca avergonzada. --!No estoy loca! !No he perdido la cabeza! Es que despues de encontrar unas braguitas que no son mias en un cajon, yo... Con mirada desquiciada, empezo a negar con la cabeza, como si estuviese sufriendo un ataque. Y tenia que haber sido asi porque entre las muchas peculiaridades de su amiga estaba la fobia a los germenes. Imaginarla tocando la ropa interior de otra persona era surrealista. --Tenia que comprobarlo. Ese... ese pedazo de... se acosto con esa... con esa... --Con ese zorron --termino por ella, viendo que la furia que habia empezado a dominarla, y que hacia que su rostro pareciese ahora incandescente, se le atragantaba en el gaznate. --Si, con... esa. !En mi cama! !Mi casa! !Mi hogar! El que he estado pagando con mi esfuerzo, con mi programa, mientras el se hacia un nombre a costa del mio y vivia de gorra porque supuestamente respetaba y admiraba mi independencia, mi autonomia, mi capacidad de emprendimiento y mi carrera. !El muy hijo de...! --Perra, cielo. Hijo de perra. Puedes decirlo abiertamente --apunto posando una mano sobre el hombro plastificado de su amiga. Aparto la palma al instante, repeliendo el contacto gomoso, y aleteo los dedos al tiempo que arrugaba la nariz. Jenna empezo a sacudir los brazos con rabia, como un pajarillo enfundado en un preservativo blanco y brillante, mientras hacia pequenos ruiditos que pretendian ser grunidos, pero que en la finolis de su amiga no eran mas que quejidos lastimeros. No lo iba a negar, verla disfrazada con ese mono, la cara enrojecida, el cabello largo y rubio pegado al rostro perlado de sudor, en medio de la escena de CSI que se habia montado, era rocambolesco. Pero por fin la veia estallar y hacer algo mas que llorar como una mema. Tenia que dejar que sacara su ira, frustracion y dolor. Ella, de haber estado en el lugar de Jenna, le habria rajado las ruedas del coche a su ex, le habria tirado en plena calle un cubo con restos de pescado putrefacto, y subido a las redes sociales las fotos de aquel viaje a las islas griegas en las que tuvo la ocurrencia de ponerse un tanga verde fluorescente. Pero su amiga y ella no se parecian en nada. Se habian criado en lados opuestos de la ciudad. Jenna habia nacido en el seno de una familia adinerada, mientras que ella habia aprendido en su barrio que el que la hace, la paga. Y su mente retorcida habia imaginado cientos de escenarios en los que humillaba a su exjefe hasta convertirlo en el hazmerreir y la comidilla de todo el mundillo televisivo. Pero Jenna se lo habia impedido alegando que ellas eran mejores personas, estaban a otro nivel y no iban a rebajarse a su juego sucio. Sabia que creia aquella afirmacion palabra por palabra, pero tambien que Jenna evitaba a toda costa alimentar el escandalo en el que se habia visto envuelta cuando su novio, su prometido, su companero en el programa de reformas mas famoso del momento, la habia dejado delante de toda la audiencia nacional, en directo, en un programa especial de recaudacion de fondos. Era un programa en el que su amiga habia deseado participar durante meses, en el que se subastaban sus demandados servicios como disenadora de interiores. Se habia hecho eco del evento en todas las redes sociales, prensa y television. La audiencia habia sido la mas alta del mes y ante toda aquella gente, el asqueroso de Kevin la habia ridiculizado, avergonzado y dejado en directo, por una de las presentadoras del programa, con la que al parecer hacia meses que mantenia una relacion. Desde entonces, la humillacion no la habia dejado salir siquiera de casa. Primero, intentando evitar a la prensa sensacionalista que se habia apostado las primeras semanas, camara en mano, en la puerta de su edificio, deseosa de conseguir la instantanea de la destrozada y hundida Jenna Hopper. Y despues, cuando las aguas se calmaron, tampoco quiso salir temiendo ser reconocida y vuelta a ridiculizar por cualquiera que hubiese visto el programa o se hubiese reido con alguno de los innumerables memes que se habian hecho a su costa tras el incidente. Habia sido durisimo para ella. Las cosas que habia dicho el asqueroso delante de todo el pais... Entendia que hubiese necesitado un tiempo para reflexionar, lamerse las heridas y recuperarse. Pero el periodo de autocompadecerse habia terminado. Se lo decia su instinto, su preocupacion de amiga, y su cuenta bancaria, que estaba tiritando tras estar tres meses sin ingresos del programa que Jenna habia cancelado al romperse la pareja. --!Esta bien! No puedo seguir viendote de esa guisa, y tampoco oliendote, para ser sincera... --dijo tras aproximarse a su amiga y olisquearla como un sabueso. Jenna abrio los ojos, espantada--. ?Te extranas? Eso es plastico y estamos a mas de treinta grados. Sudas y hueles como una gorrina. Jenna introdujo la nariz por el cuello del traje y casi se puso azul. --!Oh, Dios mio! --exclamo espantada--. !Voy a darme una ducha! --Me parece una idea estupenda. Yo me ocupo mientras de quemar el colchon. --Cuando su amiga, que ya iba en direccion a la puerta, se giro alzando las cejas como si de repente la hubiese iluminado con la mejor de las ocurrencias, anadio--: !Era una broma, loca! Pero me deshare de el sin testigos y haciendo que parezca un accidente. --Le guino un ojo y Jenna sonrio, iluminando sus facciones dulces y elegantes. --Eres la mejor amiga del mundo --declaro de repente--. No se si te lo he dicho mucho ultimamente, pero sabes que te quiero, ?verdad? Sus palabras la emocionaron, y estuvo tentada de ir a abrazarla, pero luego recordo que apestaba y se limito a asentir, tocarla con la punta de los dedos y hacerla girar para guiarla hasta el bano de la suite. --Perfecto, recuerda lo que acabas de decirme hasta que salgas de la ducha porque... !tengo un plaaaaaan! --dijo en tono cantarin. Jenna le brindo una mirada entornada desde el interior del bano, pero antes de que pudiera preguntarle que se le habia ocurrido, cerro la puerta en sus narices y grito: --!Primero la ducha! --Y cuando oyo segundos mas tarde el sonido del agua correr, se mordio el labio volviendose a preguntar que clase de arma usaria para matarla cuando descubriese lo que habia hecho. CAPITULO 2 Jenna salio de la ducha y se envolvio en la mullida toalla blanca que cogio del toallero. La anudo sobre su pecho y tomo otra mas pequena para hacer lo mismo con su cabello, dejandolo recogido asemejando un turbante. Era una operacion mecanica, algo que repetia sin la necesidad de pensar en sus pasos. Y durante unos segundos se dejo llevar por esa inercia apaciguante, hasta que se detuvo en el reflejo del espejo y se contemplo como lo harian los demas si la viesen en ese momento: como una loca desquiciada y hundida. Aparto la vista y se concentro en el resto de tareas mecanicas que hacia al salir de la ducha cada dia, como su ritual de cremas, desenredar su cabello largo y dorado, y perfumarse. Cualquier cosa que le impidiese pensar en lo que acababa de hacer. Porque habia que estar muy loca para haberse disfrazado de esa forma y buscar durante horas pruebas biologicas por toda su casa. ?Que habria hecho de haberlas encontrado? ?La habria ayudado eso a superar el dolor, la traicion, el sentimiento de fracaso o la verguenza? El pulso le temblo al darse cuenta de que si alguien la hubiese visto, la situacion no habria hecho mas que confirmar todo lo que habia dicho su ex de ella. La lista de adjetivos para calificarla ante todo el pais habia empezado por loca, maniatica, perturbada y... Se negaba a repetirla al completo en su mente, como las cientos de miles de ocasiones en las que se habia dejado llevar por el punzante recuerdo en aquellas semanas. Lo curioso era que nunca se habia considerado una persona con esos problemas hasta que el la vejo publicamente. Y entonces la verguenza y el sofoco de verse juzgada y abochornada le hicieron perder la cabeza. Hasta ese momento se habia considerado una mujer fuerte, a la que no le importaba la opinion que tenian los demas de ella. Se habia sentido segura de si misma, pero las ultimas semanas habian sido clarificadoras en ese sentido, pues descubrio que siempre le habia importado la opinion de cuantos la rodeaban, darles lo que esperaban de ella, ser complaciente y perfecta. Imaginaba que era algo que le habian inculcado sus padres desde nina, pues asi habian sido ellos, o al menos la imagen que daban de puertas para fuera. En consecuencia, siempre se habia esforzado por ser la hija perfecta que encajase en la fotografia familiar. Su cometido habia sido sacar las mejores calificaciones en sus estudios, destacar en cuanto hacia y buscar la excelencia. <>. Eso le habia dicho su padre hacia unos dias cuando le confeso que ya no estaba segura de querer seguir con su empresa de diseno. Creyo que el, un importante empresario del sector joyero, la habria animado a no desistir, a luchar, que a lo mejor le habria brindado las palabras que la animarian a salir de la espiral de verguenza y autocompasion en la que estaba perdida. Pero no habia sido asi. Elevo la vista y dejo que su mirada se clavase en la de su reflejo, y se pregunto cuanto estarian dispuestos a pagar por ella ahora. Hacia tan solo unos meses era Jenna Hopper, la mas cotizada y valorada disenadora de todo el pais. Los clientes esperaban hasta dos anos para que ella pudiese hacerse cargo de su reforma o la redecoracion de alguna de sus propiedades. Todos buscaban su esencia, su sello y estilo. Pero ahora... Ahora los que la habian llamado lo habian hecho para acribillarla a preguntas sobre el programa, interesarse falsamente por su estado o cotillear sobre las ultimas noticias que habia publicado su ex en las redes sociales. Como si saber que era super feliz, que ahora si tenia a la novia perfecta y que acababa de comprometerse y firmar para tener su propio programa de television sobre parejas que se enamoraban en directo en dos citas, fuese a hacerle algun bien a ella. La unica persona que se habia mantenido a su lado, inamovible y siempre intentando salvarla de la oscuridad en la que se sentia inmersa, era Krysten. Su alocada, divertida, excentrica y especial amiga. Habia sido una suerte que hubiese sido ella la que la habia pillado haciendo de CSI, porque sabia que jamas la venderia ni contaria sus mas humillantes secretos. Los habia guardado desde que se conocieron hacia siete anos, cuando se los confeso completamente borracha durante una fiesta universitaria. Krysten no se parecia en nada a las amigas que habia tenido hasta ese momento; las que habia conocido en el club de campo del que era socio su padre, en su escuela privada o las hijas de los amigos que frecuentaban la mansion familiar. Ella era descarada, insolente, hablaba sin tapujos ni dobleces. No habia una gota de falsedad en su larguirucho cuerpo. Y desde el minuto uno fue estimulante para ella, como aire fresco que llegaba a su vida para abrirle la ventana a un mundo que hasta entonces habia estado vetado para ella. Por eso le habia pedido que se convirtiera en su ayudante cuando decidio emprender y crear su propia empresa de diseno. Necesitaba su dosis de realidad, su facilidad para simplificar las cosas, para olvidarse de las apariencias y su capacidad de trabajo y honestidad. Tenia que haberla escuchado cuando le dijo que no le gustaba Kevin, que le parecia artificial y prepotente. Que escondia un halo de falsa modestia y una hostilidad maquillada de seguridad. Con frecuencia lo habia acusado de ser un aprovechado, una especie de parasito que se alimentaba de su exito. Tambien decia que era un interesado y manipulador. En definitiva, un cuadro. Nunca le habia caido bien. Y la animadversion era mutua, pues Kevin tampoco habia soportado la presencia de Krysten en su vida. La tachaba de vulgar, descarada y teatral. Decia que le daba mala imagen y que tenia que deshacerse de ella, como si fuera un cachorro que habia decidido adoptar para despues aburrirse de el. La guerra entre ambos siempre habia anadido tension a la dinamica de trabajo, pues se sentia en la obligacion de defender a uno y a otro delante del contrario para mantener la paz. Creia que merecia la pena conservar a ambos en su vida y ahora veia que cuanto le habia intentado mostrar su amiga era cierto. Aun asi, aun estando acertada en todo lo que habia dicho de su ex, desde la ruptura ni una sola vez le reprocho haberselo advertido. Aunque sabia que, en su fuero interno, se carcomia por hacerlo. Sonrio al imaginarla estallando y soltando por esa boquita todo lo que guardaba desde hacia casi tres meses en uno de sus apabullantes ataques de sinceridad brutal. No iba a negarlo, esa era una de las cosas que echaba de menos de trabajar con ella. Los momentos en los que se divertian juntas y conseguian que una situacion caotica, como las muchas que se daban en una obra, se convirtiese en una anecdota que atesorar. Suspiro desolada posando una mano sobre el pomo de la puerta antes de abrirla. Temia que esos momentos ya no se volviesen a repetir. No se sentia ni con fuerzas ni capaz de enfrentarse al mundo, a los juicios y las criticas. Se imaginaba mas desapareciendo en mitad de la noche, tomando un avion a algun recondito lugar del mundo donde nadie la reconociese y donde pudiese dedicarse a alguna causa humanitaria. No era ninguna locura, se dijo saliendo del bano para empezar a cubrirse con un vestido fresco y holgado, de largo por encima de la rodilla. Y tampoco seria la primera vez que se embarcaba en una aventura asi. Durante la universidad, varios veranos los habia dedicado a viajar a paises como la India, Etiopia o Camerun para participar en las causas en las que colaboraba su madre recaudando fondos en las muchas asociaciones en las que participaba. Para el grupo de mujeres elitistas con las que se codeaba, no eran mas que una forma de entretenimiento y competencia entre ellas. La que mas recaudaba era mejor persona. Y por eso, cuando ella decidio apuntarse personalmente a una de esas causas, ayudando en la construccion de viviendas en la India, su madre no pudo poner objecion, pues aquello le hizo subir puntos frente a su grupo de amigas. Ella, sin embargo, vio la oportunidad de hacer algo mas que sonreir y figurar en el ambiente falso y edulcorado en el que habia crecido. Descubrio que podia ser util de verdad, que sus ideas sobre estructuras y aprovechamiento del espacio eran valoradas, y descubrio que queria ayudar a los demas haciendo lo que mas le gustaba.

  • Eres parte de mi vida de Lorena Lazo

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    Tras un accidente en el que fallecen sus padres y su hermana queda postrada en una silla de ruedas, la vida de la futura doctora queda destrozada. Dedicada por completo a cuidarla, tiene incluso que rechazar el amor porque su hermana se ha encaprichado del hombre de quien ella se ha enamorado.
    Julieta tendra que sacrificarlo todo en la vida, ?sera capaz de sacrificar, tambien, lo que siente por el unico hombre al que ha amado?

  • Autorretrato de familia con perro de Alvaro Uribe

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    Hay otra fotografia, en blanco y negro, en la que tu y yo, muy ninos aun, nos dejamos abrazar por un Santaclos de alquiler: el menor de nosotros, asustado sobre las rodillas del hombre; el mayor, de pie e intentando sonreir; ambos, con la mirada fija en un punto de escorzo en donde verosimilmente se encuentran nuestros padres. En esta, de colores desleidos, tomada unos quince anos despues, ya somos un par de adolescentes grenudos, los dos enfundados en el saco obligatorio en las cenas navidenas, aunque el mayor trae un sueter con cuello de tortuga, por no ser o para no parecer convencional, y el menor, ajeno a esos dilemas, usa corbata. A la izquierda de nosotros, derecha de la fotografia, se ve a nuestra abuela materna, que viene a colacion porque en esa foto de hace cuarenta y tantos anos debe de tener poco mas o menos los sesenta y pico que ahora nos desfiguraban a ti y a mi. Con sus habiles manos de modista, como ella queria que llamaramos a las costureras, abre el envoltorio de una serpentina que lanzara hacia su lado de la mesa, en donde se sientan los adultos. Tambien nosotros, sentados en el voluntario limbo donde la adolescencia se aisla tanto de la infancia como de la madurez, nos distraemos con una serpentina. El menor de los dos habla mientras libera la espiral de papel de su envoltorio de celofan. El mayor sonrie mientras observa lo que el otro se trae entre manos. Hoy que la rememoro sin nostalgia, o nostalgico solo a causa de mi extinta juventud, me doy cuenta de que en esa escena baladi ya estamos enteros tu y yo. Los hermanos. Quien sabe cual de nosotros finge mas, finge mejor. Si el mayor de los dos, que simula interesarse en el plan de ataque desplegado ante sus ojos por el otro, o el menor, que se afana aparatosamente en granjearse ese simulado interes. Que dificil, para el primero de los hermanos, no ser el unico. Que dificil, para el segundo, ser siempre el segundo. Y, pese a todo, ninguno de los dos cambiaria su suerte por la del otro hermano. Atras de nosotros, un mesero titubea con un plato de sopa en su diestra. Tiene instrucciones de empezar ya a servir la cena, pero no se atreve a entorpecer nuestra hermanable conversacion. Si se percatara de ese titubeo, el mayor de los dos no dudaria en interrumpir al hermano en mitad de una frase, con tal de ejercer u ostentar su atencion a los predicamentos de un empleado. El menor, en cambio, seguiria hablando, quien sabe si por indiferencia hacia el mesero o por la inercia de su propia simulacion. Llegado el momento se hara, por supuesto, lo que decida el mayor de nosotros. Se hara una y otra vez, a pesar de los deseos del menor. Como se ha hecho desde siempre. Por las buenas o por las malas. Porque el mayor suele tener o pensar que tiene la razon. Porque el menor, que en el fondo piensa igual, sabe o alega saber que con su hermano es inutil y fastidioso discutir. Hasta el dia, muy distante de la Nochebuena coagulada en la foto, en que a la fuerza se oponga mas fuerza. Mas violencia amedrente a la violencia. Mas terquedad derrote a la terquedad. Y entonces los papeles se inviertan. Y ya no sea el menor de nosotros quien tema enfrentarse a su hermano. Y el mayor, sin admitir lo mucho que ha cambiado entre ambos, se repliegue en un silencio obstinado o en un cortes laconismo con los que, de ahi en adelante, disimulara a medias su temor. ?O me equivoco? ?Y eres tu, contra la costumbre, quien tiene razon, por lo menos su razon? Que lastima conocernos tanto. Mejor dicho: que lastima creer que nos conocemos tanto. Porque desde tiempo antes o despues de esa Nochebuena, confiados en lo mucho que creemos conocernos, ninguno de los dos hace grandes esfuerzos por conocer al otro mas. Al mayor de nosotros le dio por la literatura y creo con su esposa un mundo deliberadamente inexpugnable adonde, hay que reconocerlo, no ha dejado asomarse a su hermano. El menor se dedica sin gloria a la historiografia y tiene una familia a la que supedita todo lo demas. ?A cual de los dos hermanos le toco la mejor parte? ?Quien, despues de cuarenta y tantas Navidades, se puede proclamar mas feliz? El mayor no se plantea a menudo tales preguntas, aunque en no pocos momentos de su vida, sin excluir el presente, ha creido conocer la felicidad. El menor, salvo en lo que concierne a sus hijas, la busca no del todo inconscientemente, y en ocasiones la encuentra, en el infortunio del projimo. ?Cual de nosotros sale ganando? Ya no recuerdo si te dije alguna vez, cuando aun tenia algo que decirte, que la ventaja de ser narrador, en caso de que este oficio resulte ventajoso, esta en que al final te quedas siempre con la ultima palabra. Supongo que no. Te habrias reido tirandome a loco. O quiza preguntado con sorna que a quien le importan las palabras no sustentadas en hechos. ?Que piensas de eso ahora que tu, al reves de la foto, eres el que calla? ?Que sientes ahora que, al reves de la foto, el que habla en esta pagina soy yo, el mayor de los dos? Primera parte La Dona De veras que da pena ajena. Ya ni se donde meterme a la hora del paseo. Y si dicen por ahi que una no gana pa'sustos, 'ton's yo digo que menos pa'verguenzas. Pero vamos por partes. El paseo en realidad son dos. El de la manana y el de la tarde. Y la paseada, o mas bien el paseado, no soy yo. El que pasea es el Canuto. Y tampoco es que se pasee solo, nomas faltaba, sino que lo sacan a pasear. Pu's quien iba a ser. La mera mera. La Dona. Claro que se como se llama, pero yo le digo asi. La Dona. Y cosas peores cuando me hace enojar. Como a l'hora del paseo. Sobre todo el de la tarde. Porque el de la manana es mas ?como se dice? Descarado. Y es que la Dona ni siquiera se toma la molestia de disimular. La muy manosa nomas se va un poco lejos, hasta donde la gente no la conoce. Camina dos cuadras por Michoacan y una mas por avenida Mazatlan y ahi, en pleno camellon y como si nada, deja que el Canuto haga de las suyas. Y cuanto hace el condenado, viera uste. Ni quien se lo imagine en una criaturita asi de chica. O mas bien de chaparra. Sera que los salchichas tienen la panza tan larga como el cuerpo y por eso les cabe tanta caca. Y dos veces al dia, p'acabarla de amolar. Porque en la tarde el tragon de Canuto esta de vuelta lleno hasta'l tope y vuelve a vaciarse que da gusto. Es un decir. A nadie le gusta la caca ajena. Y menos que nadie a la Dona, que se lleva al paseo de la tarde una d'esas como pinzas. Como manos. Como garras al final de un brazo de plastico que con sus palancas y sus resortes sirve pa'recoger la caca sin agacharse. Pero ella nunca l'usa. Se lo juro. Nunca. Y de tanto no usarlo, el aparato esta descompuesto. Roto. Y asi, todo amolado, la Dona lo bambolea de aca p'alla. Como si fuera un machete. Y ademas se lleva al paseo una bolsa d'esas que le dan a una en el super. Dizque pa'guardar ahi la caca que dizque recoge con la garra de plastico. Y tambien ondea la bolsa de un lado pa'l otro. Haga uste de cuenta un panuelo al viento, como dice la cancion. Pa'que todos los vecinos la vean. Pa'que todos piensen que la Dona es muy acomedida. Que s'encarga de las inmundicias de su perro. Que se desvive con tal de no fregar a nadie. Mendiga vieja. Ni que la gente fuera tan bruta. O tan dejada. Lo que pasa es que la ven ya muy mayor. O media loca, que pa'l caso es lo mismo. Y todos los vecinos de la manzana se hacen de la vista gorda. Todos, salvo la senora Leticia. La de la casota esa en la esquina de Francisco Marquez y Pachuca. Andele. La que tiene enfrente una jacaranda preciosa. Mucho mas alta que los postes de la luz. Porque alli, mero al pie de la jacaranda, es donde al Canuto le gusta hacer sus necesidades. Y no hay poder humano que lo convenza d'irse a otra parte. El perrito resulto mas terco que una mula. Es un decir. Y su duena, o sea: la Dona, es peor todavia. Necia como ella sola. Taimada. Mustia. Y nada le hace que la senora Leticia proteste. Que mande a su muchacha a decirme que yo le diga a mi patrona. Que la espere ella misma alla frente a su casa y se l'encare a la Dona y l'amenace con envenenar al Canuto, qu'el pobre que culpa tiene. Porque la Dona no admite ni de relajo qu'esas cacas que un dia si y otro tambien aparecen al pie de la jacaranda son de su perro. Si la viera uste. La muy cinica zarandea la garra de plastico y la bolsa del super y alega qu'ella recoge todas las cochinadas de su perro. Y cuando la senora Leticia ya muerta de rabia l'acusa de ser mentirosa, la Dona s'hincha dizque d'indignacion y me pone a mi de testiga. Pu's que quiere que haga. Claro que le doy la razon a mi patrona. Pongase uste nomas en mi lugar. Y claro que luego me siento de la patada. Como tlaconete rociado de sal. Pero lo que mas me apena no es mentirle a otras personas. Creame uste. Y tampoco me molesta regresar a escondidas yo sola a recoger las cacas del Canuto, pa'que la senora Leticia nos deje en paz. Lo que de veras m'encabrona, perdon por la palabra, es ?como decirle?, l'obligacion, y pobre de mi si no la cumplo, de ser hipocrita conmigo. De enganar no a los demas sino a mi misma. De seguirle la corriente a la Dona, que nunca es culpable de nada. Haga uste de cuenta qu'ella fuera l'ofendida. L'insultada. La victima. Y que la senora Leticia, o cualquier otra vecina que se atreva a quejarse de las cacas del Canuto, fuera una vieja malcriada. Una tergiversadora. Y que todo el tiempo l'estuvieran levantando falsos a la Dona nomas porque si. Por pura envidia. Porque fue la primera en llegar a esta parte de la Condesa. O eso dice. Y su familia es la mas decente de todas. O eso dice. Y de chica la criaron unas monjas en Estados Unidos. O eso dice. Y no se cuantas otras cosas que l'hacen sentirse mejor. Por encima de quien sea. Valgame Dios. Ni que fuera la reina de la calle de Tula. Y aunque se me antoja decirle que no es pa'tanto, como ella dice, que a poco no es cierto qu'el Canuto va y hace caca donde no debiera, no se que me pasa cuando estoy sola con la Dona. O igual si se. Como si la mentira fuera contagiosa. Como si contar un cuento muchas veces y muy convencida lo fuera volviendo verda. Y yo siempre acabo, o pa'serle franca: empiezo, por darle a mi patrona por su lado. Y tambien m'indigno cuando ella s'indigna por las acusaciones dizque falsas de la senora Leticia o de cualquier otra vecina. Y tambien me creo qu'el Canuto es el perro mejor portado del mundo. Y que la Dona es la mejor patrona. Y hasta que yo soy la mejor sirvienta. Se lo juro. Pero cuando ya me siento bien unida a la Dona, como si fueramos compinches, casi como si fueramos amigas, ella lo echa todo a perder. Pu's nomas ve que le agarro confianza y le da por sonreirse con una sonrisa muy suya. Una sonrisa media coqueta y juguetona. Una sonrisa como de nina traviesa, que no le queda a una mujer de su edad. Una sonrisa que odio y que me da miedo. Que m'espanta y me acongoja porque se qu'en ese momento la Dona va a hacer como si no me conociera. Como si no'stuvieramos platicando de lo mas a gusto. Y de repente me dice con su voz engreida de patrona que soy una metiche. Una floja. Y qu'en vez de perder el tiempo en chismes de vecindario deberia ponerme a trabajar.

  • Mi vida K-Drama de Alissa Bronte

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    Un lunes mas. No, ya nunca seria un lunes mas. Lola llegaba a la oficina con una gran sonrisa en la cara, habia pasado un inolvidable fin de semana en compania de German. Al principio penso que era un error por eso de donde tengas la olla no metas la..., pero ahora estaba contenta con la decision. Aunque nunca habia querido tener una relacion con un companero de trabajo, la verdad era que sentia que estaba enamorada. En una nube. Casi como si sus pies pudieran flotar, pero ?como no sentirse asi si acababa de empezar, hacia poco mas de un par de meses, una relacion que iba viento en popa? Y, para aumentar mas su felicidad, el viernes habian anunciado que el iba a ser ascendido. Y eso era algo muy bueno porque las oportunidades en su empresa no eran muchas, menos en el departamento de contabilidad. Asi que pasar de ser uno mas al jefe de equipo era un logro que no estaba al alcance de cualquiera. Y lo habian celebrado por todo lo alto. En las nubes andaba cuando llego a la oficina y se dio cuenta del revuelo. Estaba claro que algo gordo habia pasado porque todos sus companeros, por lo general con el modo estatua en on, estaban revolucionados y no dejaban de cuchichear en corrillos repartidos por toda la oficina. Se acerco a uno de los grupos, no lo eligio por nada en especial, ya que no tenia relacion con ningun otro empleado mas alla de un <> o un <>, para ver si lograba enterarse de algo. --Buenos dias, ?ha pasado algo interesante? --pregunto, dando un sorbo al cafe que habia sacado de la maquina de la planta de abajo. --Buenos dias, Lola. Si, ha pasado esto --respondio un joven de aspecto desalinado y gafas redondeadas y sucias. --?Eso? ?Que es? Parece una invitacion de boda --anadio, mirando la cartulina que sostenia entre las manos. --!Bingo! --afirmo otro de los chicos a la vez que la senalaba con las manos formando pistolas imaginarias. ?De verdad habia hecho eso? Lola no entendia por que la invitacion de boda de alguien podria ser la causa de ese alboroto. --?Quien se casa? --pregunto con curiosidad, observandola. --Miralo tu misma --dijo una de las chicas del corrillo que llevaba poco tiempo en la empresa, y de la que no sabia ni el nombre, dandole la invitacion--. Vas a alucinar --anadio mas tension y curiosidad a la que ya sentia. --!Menudo braguetazo! Que calladito se lo tenia... --Ahora entiendo todo. --Estaba claro que algo habia detras... Los comentarios de sus companeros no paraban y la curiosidad por saber quien era el del braguetazo fue tan grande que abrio la invitacion de boda, todavia entre sus manos, y la miro con atencion. Era elegante, de un color blanco nacarado y con una cinta de saten gris brillante, con algo parecido a la purpurina, pero sin que se quedara pegada en cualquier lado, que hacia las veces de cierre. Era muy bonita. Saco la invitacion. La verdad era que se esperaba cualquier cosa menos eso. Se quedo sin aire en los pulmones, como si alguien la hubiera pateado en el estomago, y sintio que se mareaba, que perdia la conexion con la realidad. Boqueo con desesperacion, como un pez fuera del agua. Parpadeo para aclarar la vision y alejar todos esos sentimientos que la abrumaban hasta confundirla, y se centro en las letras escritas sobre relieve en la invitacion de boda. No habia dudas, ninguna. El nombre del novio era el puto nombre de <> novio. ?Era una broma de mal gusto? ?Estaban a 28 de diciembre y no se habia enterado? Releyo una vez mas lo que habia escrito en la nota. Como si al hacerlo de nuevo algo fuera a cambiar. --Ahora cuadra lo del ascenso porque todos sabemos que ni lleva aqui el suficiente tiempo ni destaca por su trabajo... --murmuraba uno. --Lo que me ha sorprendido mas es que el jefe nos haya invitado a todos --respondia otro. --Si, pero teniendo en cuenta que es su unica hija es normal que tire la casa por la ventana -- aclaraba otra de sus companeras. Los comentarios no cesaban a su alrededor, era logico porque esa noticia habia sido inesperada, aunque para una mas que para otros. --?Que te parece, Lola? ?Ha pegado o no German el braguetazo de su vida? --le pregunto otro de sus companeros. Pero ella no estaba para escuchar a nadie. Apreto la carta entre las manos y, furiosa como nunca antes, se acerco al puesto de su novio, bueno, no de su novio, del novio de otra al parecer. Coloco las manos sobre el tablero de la mesa con tanta rabia que todo vibro con la misma fuerza que el huracan que se arremolinaba dentro de ella y la hacia temblar. Busco a German por la oficina y vio que salia del despacho del director. Los ojos de este, al encontrarse con los de ella, se abrieron mucho por la sorpresa, pero ?que sorpresa era para el? ?Acaso no sabia lo que habia hecho? La sorprendida era ella. Temiendo lo que llegaria a continuacion, German le hizo un gesto con la mano que tenia libre para que esperara. Ella cruzo los brazos bajo el pecho, para intentar que estos no la traicionaran y que una de sus manos acabara estampada en su atractiva cara. --Si, si, todo me parece perfecto. Luego te llamo, Amanda, tengo un asunto pendiente que cerrar --explico a toda prisa a la mujer, Amanda, con la que hablaba al otro lado. Amanda, como la Amanda de la puta invitacion. Estrujo la tarjeta entre las manos y no pudo evitar pensar que en vez del trozo de cartulina eran sus pelotas las que apretaba hasta dejarselas inservibles. --?En eso me he convertido de repente, German? ?En un asunto pendiente que has de cerrar? --rugio. Queria controlarse, pero no podia, el huracan se habia desatado con fuerza y el ojo estaba justo en su corazon, cegando cualquier otro sentimiento que no fuera la ira. Ni siquiera le importaba que estuvieran en medio de la oficina y que los companeros estuvieran pendientes de todo lo que sucedia entre ellos. --Lola, dejame explicartelo. Tranquilizate, por favor --pidio en voz baja con una calma pasmosa--. Vamos a otro lugar y hablemos de ello --ordeno, tomandola por la muneca y arrastrandola para llevarla a otra zona. --?Que me vas a explicar? --bramo, pegando un fuerte tiron de la mano y parandose con firmeza; no estaba dispuesta a dar un paso mas--. ?El hecho de que me entero por esto -- mascullo, tirandole a la cara la invitacion-- que el que era mi novio hasta ayer se va a casar con otra? Ah, no, espera, que resulta que <> era yo --escupio, enfadada. Nunca, jamas, habia sentido un odio tan fuerte por nadie. Tras sus palabras, los murmullos lejos de apagarse cobraron intensidad. Eran la atraccion del dia y, sin verlos, podia imaginarse a todos sus companeros con las palomitas recien hechas sentados con comodidad para ver la pelicula que, de manera inesperada, iban a disfrutar a costa de ella. --?No has visto las llamadas perdidas? --interrogo bajando la voz, como si fuera lo importante en esa situacion--. Ademas, no es necesaria esa actitud tuya amenazante --anadio, molesto. Lola escuchaba sus palabras, pero no las llegaba a asimilar, ?estaba mosqueado? ?Encima? --!?Que cono esperas?! ?Que me ofrezca a acompanarte al altar? --pregunto, mirandolo con toda la fuerza de la ira que burbujeaba en sus venas, rezando por ser capaz de lanzarle rayos laser con los ojos y fulminarlo alli mismo. Si no era una broma..., iba a arder Troya. --Vamos, Lola. No ha pasado nada entre nosotros para que estes tan indignada. Ademas, nunca quise enganarte, pero aquella noche te me insinuaste y yo me deje llevar y luego..., luego no supe como explicarte que estaba en una relacion y que tenia fecha de boda y... --trato de explicarle en voz baja. Lola abrio la boca tanto que le hubiera cabido dentro un paquete de Amazon. ?En serio le echaba la culpa a ella delante de todos? ?Insinuaba que ella lo habia seducido? ?Estaba de cona? --!Seras cabron! --grito sin reparar donde estaba ni quienes podian oirla--. ?Que me insinue? ?Que te dejaste llevar? Que te has dejado llevar, ?por los dos ultimos meses? !Seras hijo de puta! --Lola, guarda la compostura, nos estan mirando todos --suplico. --?Y que cono me importa? ?Crees, de verdad, que en este puto momento de mi vida me importa algo que nos escuchen? ?Como has podido, German? !Como! Me enganaste, me hiciste creer que te importaba, que me querias, que significaba algo para ti... y resulta, resulta... --se detuvo para soltar una carcajada histerica--, resulta que yo era la otra. !Era la otra! ?Y todavia me pides que me tranquilice? ?En que mundo vives, en el de Yupi, gilipollas? --Lola, no sigas por ese camino o me voy a ver obligado a... --?A que? --pregunto, amenazante. --A denunciarte... por calumnias --balbuceo. Y aquello fue la gota que colmo el vaso, rompio a reir a carcajadas que se parecian mas a los alaridos de una persona fuera de si que a una risa normal, pero estaba a punto de enloquecer. --?Me vas a denunciar por calumnias? ?Y por lo del sabado, German? ?Vas a decir que abuse sexualmente de ti? !Vamos a celebrarlo con las piernas en alto! Ah, no, espera, <>, solo que me confundi... --espeto tan enfadada que podia prender fuego con tocarlo. --!German! !Lola! ?Que demonios sucede? ?Por que estan discutiendo? --inquirio su jefe, que, alterado por el revuelo que se intuia tras los cristales de su despacho, salio de su oficina. --Senor Ramirez --llamo dirigiendose a su jefe--, no se meta, por favor. Esto no va con usted --pidio al hombre. No le tenia ningun aprecio, la verdad, pero tenia ya unos anos y lo ultimo que queria era que le diera un sincope por su culpa. De hecho, agradecia que la oficina de este estuviera insonorizada y no fuera consciente del tema que trataban. --Lola, ?como que no va conmigo? ?Acaso quiere que, aparte de la invitacion de boda de mi hija, le llegue una carta de despido? --amenazo, iracundo. Esas palabras la remataron, miro a German, despues se acerco hasta el lugar donde la tarjeta habia caido cuando la lanzo, miro otra vez el nombre de la tarjeta para comprobar que, efectivamente, era la hija de su jefe. Como si no hubiera estado claro, como si su mente hubiera querido negar la realidad. --?En serio, German? --interpelo--. ?Te vas a casar con la hija del jefe y todavia me buscaste el sabado para celebrar tu ascenso? Aunque, claro, tambien estabas celebrando tu despedida de soltero privada a mi costa, cabron. --Senorita Salazar, ?de que esta hablando? --pregunto Ramirez al darse cuenta de que no era una discusion laboral. --Que se lo explique su futuro yerno, senor. Yo dimito --afirmo con rotundidad --. !Dimito, jefe! Ninguno de los dos me va a despedir, la que se va soy yo. ?Me oyes, German? Dimito de todo, de esta mierda de empresa y de esta mierda de... relacion --bufo, senalando de uno al otro --. Ojala cuando lo descubra todo Amada, te... <> a la mierda. !Gilipollas! --!Lola! --grito su jefe con la cara roja como un tomate, como si le fuera a dar un infarto o algo similar--. !A mi despacho! !Ahora! Asi habia resultado su lunes; ya no era un buen lunes. Dio la espalda a su jefe, se acerco hasta la que habia sido su mesa los ultimos cinco anos y se esforzo por no derramar ni una sola lagrima por German, ni por el trabajo que abandonaba para no regresar jamas. Todos sus companeros la miraban en silencio, era incomodo verlos y no escucharlos, parecian maniquies baratos amontonados. Podia ver sus pensamientos brotando como setas de sus cabezas y sus miradas iban desde la lastima hasta la indiferencia pasando por la satisfaccion. Pero le daba igual, en ese momento, solo podia sentir la tormenta que no perdia intensidad en su interior y sabia que corria el peligro de quedar destrozada si no la frenaba. Y el no merecia la pena. Nadie que enganara a la persona a la que se suponia queria merecia la pena. Dejo la oficina con cinco anos de su vida metidos en el bolso. En unas horas estaria triste, lo estaria en ese instante en el que se diera cuenta de que sus mejores anos los habia desperdiciado en ese lugar, que se habia hecho ilusiones de futuro con un impresentable que no habia tenido las pelotas suficientes de decirle que ya estaba en una relacion con la hija del jefe y, a cambio, ?que habia ganado? Nada bueno: una talla mas. Lo mas triste era que ni siquiera iba a echar de menos a los companeros, porque eran solo eso, companeros de oficina, ningun amigo, ninguno con el que tuviera una relacion mas estrecha. Volvia a estar sola. Volvia a tener que empezar de cero. Capitulo 1 Tres meses despues... Era el tercer k-drama que veia esa semana, estaban siendo su sanacion. No tenia ni idea de como no los habia descubierto antes, ?que habia estado haciendo con su vida hasta ese momento? <>, grito una vocecilla impertinente en su cabeza, aunque en las ultimas semanas la habia estado escuchando mas de la cuenta. Se limpio las lagrimas a la vez que dejaba escapar un suspiro de la emocion, ?como podia haber historias tan bonitas? ?Como podia haber hombres tan atractivos? Habia echado numeros, era lo suyo, y el tanto por ciento de tios buenos por cada millon de habitantes que habia en Corea del Sur era desorbitado. Habia estado a punto, varias veces, de escribir a la reina Letizia y pedirle que hiciera una ley en la que fuera obligatoria la crianza de los ninos a base de algas y arroz, porque, vamos, lo de Corea del Sur no era normal, no lo era... o, tal vez, la que no lo era, era ella. Se levanto a por otra tarrina de helado, ?cuantas llevaba ese dia? Y se puso a husmear entre la lista de series para ver cual atacaba en ese instante, le apetecia una de accion, y dudaba entre City Hunter o Healer. En ello estaba cuando el telefono sono. Le parecio muy raro porque nunca nadie la llamaba. Pero ahi estaba su telefono fijo, al que tenia por lo general criando malvas, sonando con ese timbre estridente que le hacia rechinar los dientes. ?Para que lo tenia? Nadie usaba ya los fijos, bueno, ella si. Se levanto en plan zombi y, al pasar frente al espejo que colgaba en una de las paredes de la habitacion, miro de reojo y no pudo creer lo que vio: !estaba horrible! Mejor no le hacia caso y cogia el telefono para que dejara de sonar. --?Si? --pregunto con la voz pastosa y extranada al ver un numero muy raro. --?Lola? --interrogo a su vez la voz al otro lado, una que no reconocio. --Si, soy yo. ?Quien es? --!Sorpresa! !Soy yo! --?Eres tu? ?Y quien eres tu? --volvio a indagar, hastiada y cabreada porque una loca la habia interrumpido y, en esos momentos, no tenia tiempo para nada mas que para revolcarse en su miseria como un cerdo en el barro. --!Joder! ?En serio? ?Me voy a vivir fuera y ya no sabes quien soy? !Soy Sonia! !Tu prima Sonia! --?Sonia? !Que sorpresa! ?Que demonios te pasa en la voz? No te he reconocido --aclaro a la vez que regresaba al sofa y se sentaba con las piernas cruzadas. --?Como estas? --curioseo. --Pues, la verdad... --dudo, no tenia claro si debia o no decirle la verdad, ?pero para que mentir? Estaban a miles de kilometros de distancia--, es que estoy hecha un puto asco. --?Que ha pasado? --pregunto con un tono de voz mas serio, preocupado. --Pues..., que no me case con un hombre rico como tu --solto sin ocultar que estaba molesta, aunque su prima no tuviera la culpa de nada. --Eso no lo es todo en la vida... --suspiro al otro lado su prima. --Yo creo que si --afirmo, convencida. --Vale, esta bien. Sientate y cuentame todo. --No creo que tengas tanto tiempo... --Abre la puerta, anda --pidio a la vez que el timbre sonaba con insistencia. --!?Que...?! --exclamo sin creerlo. !No podia ser verdad! !Tenia que ser cona! Una coincidencia, nada mas. No podia creer que su prima, despues de dos anos sin apenas saber nada de ella, apareciera justo ahora en su vida, cuando mas la necesitaba, aunque le jodiera reconocerlo. Era hija unica porque habia sido una <>: llego cuando sus padres eran demasiado mayores y sus esperanzas se habian esfumado. Su madre tuvo un embarazo complicado y el parto dejo sus fuerzas mermadas. Lola, en su fuero interno, estaba segura de que su madre nunca se recupero de esa prueba inesperada del destino y que era, de cierta forma, la responsable de su muerte prematura. Tiempo despues, su padre la abandono tambien para unirse al amor de su vida, siempre supo que habia muerto de pena; la echaba de menos hasta limites insospechados y no ayudaba el hecho de que ella se pareciera a su madre como dos gotas de agua. A veces, en la mirada de su padre veia el dolor que la similitud entre ambas le causaba, hasta el punto de que habia dias en que evitaba mirarla a la cara. Y su prima, Sonia, era lo mas parecido a una hermana que habia tenido, pero crecieron y sus caminos se separaron. Sonia se caso con un hombre de negocios de Nueva York que la alejo de ella y eso hizo que el contacto entre ambas se enfriara. Con paso inseguro y el pecho tronando de emociones, se dirigio a la puerta y abrio para encontrarse con su prima, que lucia <>. --!Prima! --exclamo feliz a la vez que la abrazaba con fuerza. Su larga melena, morena, rizada y tan alocada como todo en ella, hacia destacar todavia mas sus redondeados ojos del color de las almendras y su piel... ?morena? ?Donde estaba el color de su piel? Ahora parecia que una fina capa de leche la impregnaba. --?Sonia? ?Eres... eres tu? --susurro porque dudaba que esa mujer de aspecto desconocido fuera su prima. --!Claro, tonta! ?No me ves? ?O es que mi belleza te ha cegado? --pregunto gritando las palabras y sin dejar de dar pequenos saltitos enganchada a su cuello, lo que hizo que sus pechos de silicona rebotaran sobre los de Lola, normales y empezando a acusar el efecto de la gravedad. Al contrario que los suyos, los de su prima permanecerian en su sitio pasara lo que pasara, incluso, estaba segura, podrian servir de anclaje a un barco en plena tormenta y no se moverian. --!Joder! ?Que te has hecho? Apenas pareces tu... Estas muy cambiada. --Estoy estupenda, ?verdad? Esto es la nueva vida. --Estas irreconocible... --admiro sin quitarle la vista de encima. --Si, !gracias a Dios! --suspiro, adentrandose en el apartamento y cerrando la puerta con un delicioso y encantador puntapie. Verla moverse con tanta gracia, con esa cintura de avispa y un cuerpo perfecto en el que todo estaba en su lugar, la hizo sentirse no un cerdo revolcandose en el barro, sino un mamut peludo, torpe y pesado que no tiraba de su cuerpo. No le entraba en la cabeza como era posible que caminase dando esos pasitos cortos con esos altos tacones y como, ademas, lograba que su trasero se contoneara de esa manera que la hizo, de forma involuntaria, ladear la cabeza: hipnotizada por, al parecer, la musica magica que sus perfectos gluteos creaban a cada paso. --?Que te ha pasado? --inquirio, confusa, mientras Sonia se dejaba caer en el sofa con una gracia que, desde luego, no era innata. Lola se pregunto cuantas horas habria pasado estudiando esa caida accidental. --Me ha pasado !el Gangnam style 1! Seul, querida prima, todo eso me ha pasado --grito, feliz.

  • Lecciones privadas de Linda Howard

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    El pequeno pueblo de Ruth, Wyoming, esta a punto de recibir una leccion de manos de una profesora recien llegada dispuesta a ganarse el corazon de un hombre que creia no tener ya nada que ofrecer. Mary Elizabeth Potter es una solterona por eleccion que no se hace ilusiones respecto al amor. Pero es tambien una buena profesora… y quiere que el hijo de Wolf Mackenzie vuelva al colegio. Para conseguirlo, se enfrentara al padre del chico y a partir de ese instante padre e hijo entraran en su vida, cambiandola para siempre. Sobre Wolf Mackenkie pesa todavia el estigma de un crimen que no cometio, pero para la pudorosa Mary Elizabeth Potter no es ese salvaje medio indio al que todo el mundo mira con recelo. Para ella, es un hombre bueno y decente. Un hombre capaz de amar. Wolf, sin embargo, no esta seguro de que el pueblo o el mismo esten preparados para aceptarlo. Necesitaba una mujer. Urgentemente. Wolf Mackenzie no podia dormir. La luna, llena y brillante, lanzaba su luz plateada sobre la almohada vacia, junto a el. Su cuerpo palpitaba dolorosamente de deseo, el deseo sexual de un hombre en la flor de la vida, y el paso de las horas solo intensificaba su frustracion. Por fin se levanto y se acerco desnudo a la ventana; su cuerpo, fornido y poderoso, se movia con fluidez. Notaba el suelo de madera helado bajo los pies descalzos, pero agradecia aquella leve molestia, que enfriaba su sangre enardecida por un ansia sin cauce. La luz incolora de la luna labraba las lineas y angulos de su cara, testimonio vivo de su legado ancestral. Su cara, mas aun que la densa cabellera negra que tocaba sus hombros o que los ojos negros de pesados parpados, delataba su origen indio, visible en sus pomulos altos y salientes y en su frente despejada, en sus labios finos y en su nariz aguilena. Menos evidente pero igual de intensa era la herencia celta que habia recibido de su padre, al que tan solo una generacion separaba de las Tierras Altas de Escocia. El legado paterno habia suavizado los rasgos indios heredados de su madre, dotando a Wolf de un rostro afilado como una espada, tan depurado y cortante como recio. Por sus venas corria la sangre de dos de los pueblos mas belicosos de la historia: los comanches y los celtas. Era un guerrero nato, y en el ejercito se dieron cuenta de ello nada mas alistarse. Pero era tambien un hombre sensual. Conocia bien su naturaleza y a pesar de que la dominaba, habia veces en que necesitaba una mujer. Cuando eso sucedia, solia hacerle una visita a Julie Oakes. Julie era una divorciada, varios anos mayor que el, que vivia en un pueblecito a treinta kilometros de alli. Sus relaciones duraban ya cinco anos; ninguno de los dos queria casarse, pero tenian necesidades, y se gustaban. Wolf procuraba espaciar sus visitas a Julie, y tenia cuidado de que nadie lo viera entrar en su casa. Aceptaba desapasionadamente el hecho de que los vecinos se escandalizarian si descubrian que Julie se acostaba con un indio. Y no con un indio cualquiera. Una condena por violacion marcaba a un hombre de por vida. Al dia siguiente era sabado. Lo esperaban sus tareas cotidianas, y tenia que ir a recoger un cargamento de tablones para el cercado a Ruth, el pueblecito situado al pie de su montana. Pero las noches de los sabados habian sido siempre para desmadrarse. El no se desmadraria, pero iria a hacerle una visita a Julie y se desfogaria en su cama. La noche se iba haciendo cada vez mas fria, y unas nubes densas y bajas se acercaban. Wolf se quedo mirandolas hasta que taparon la luna. Sabia que anunciaban otra nevada. No queria regresar a su cama vacia. Su rostro permanecia impasible, pero su sexo palpitaba dolorosamente. Necesitaba una mujer. Mary Elizabeth Potter tenia un sinfin de pequenas tareas de las que ocuparse aquella manana de sabado, pero su conciencia no le permitiria descansar hasta que hablara con Joe Mackenzie. El chico habia dejado la escuela hacia dos meses, uno antes de que ella llegara a ocupar el puesto de una profesora que se habia marchado inesperadamente. Nadie le habia hablado del chico, pero Mary se habia tropezado con su expediente y lo habia leido por curiosidad. En el pueblecito de Ruth, Wyoming, no habia muchos alumnos, y Mary creia conocerlos a todos. Habia, en realidad, menos de sesenta estudiantes, pero el indice de los que llegaban a graduarse era casi del cien por cien, de modo que cualquier desercion resultaba extrana. Al leer el expediente de Joe Mackenzie, se habia quedado de piedra. Aquel chico era el mejor de su clase. Sacaba sobresalientes en todas las materias. Los alumnos que iban mal se desanimaban y dejaban los estudios, pero la vocacion docente de Mary se rebelaba ante la idea de que un alumno tan excepcional abandonara el colegio asi como asi. Tenia que hablar con el, hacerle comprender lo importante que era para su futuro que siguiera estudiando. Dieciseis anos eran muy pocos para cometer un error que lo perseguiria de por vida. Ella no podria pegar ojo hasta que hubiera hecho cuanto estuviera en su mano para convencer a aquel chico de que volviera a la escuela. Por la noche habia vuelto a nevar y hacia un frio que pelaba. El gato maullaba lastimosamente mientras olfateaba alrededor de los tobillos de Mary, como si tambien el se quejara del tiempo. --Lo se, Woodrow --consolo al animal--. El suelo tiene que estar frio para tus patitas. No le costaba trabajo ponerse en el lugar del gato. Le parecia que no habia tenido los pies calientes desde que habia llegado a Wyoming. Se habia prometido que, antes de que llegara el siguiente invierno, se compraria un par de botas fuertes y calientes, forradas de piel y resistentes al agua, y andaria por la nieve como si llevara haciendolo todo la vida, como una lugarena. Las botas le hacian falta ya, en realidad, pero los gastos de la mudanza habian agotado sus magros ahorros, y las ensenanzas que le habia inculcado su ahorrativa tia Ardith le impedian comprarlas a credito. Woodrow maullo otra vez cuando se puso los zapatos mas calentitos y juiciosos que tenia, los que ella llamaba sus <>. Se detuvo para acariciar a Woodrow detras de las orejas, y el gato se arqueo, extasiado. Mary habia heredado a Woodrow junto con la casa que le habia proporcionado la junta educativa. El gato, igual que la casa, no era gran cosa. Mary ignoraba cuantos anos tenia, pero tanto el como la casa parecian un poco avejentados. Ella siempre se habia resistido a comprarse un gato (aquello le parecia el colmo de la vida de una solterona), pero finalmente su sino le habia pasado factura. Era una solterona. Ahora tenia un gato. Y llevaba serios zapatos de solterona. El cuadro estaba completo. --El agua busca sola su nivel --le dijo al gato, que la contemplaba con su impavida mirada-- Pero ?a ti que mas te da? A ti no te importa que mi nivel parezca detenerse en gatos y zapatos serios. Suspiro al mirarse en el espejo para asegurarse de que estaba bien peinada. Su estilo eran los zapatos serios y los gatos, y el ser palida, flacucha e insignificante. <> era un buen termino para describirla. Mary Elizabeth Potter habia nacido para solterona. Iba todo lo abrigada que podia ir, a no ser que se pusiera calcetines con aquellos zapatos tan serios, pero hasta ahi no llegaba. Ponerse unos lindos calcetines blancos de los que llegaban justo por encima de los tobillos con una falda larga de vuelo era una cosa, y ponerse calcetines hasta la rodilla con un vestido de punto, otra bien distinta. Estaba dispuesta a prescindir de la elegancia con tal de ir abrigada; pero no estaba dispuesta a ir hecha un adefesio. En fin, no tenia sentido posponerlo; de todos modos, el tiempo no mejoraria hasta la primavera. Se preparo para aguantar la embestida del aire frio contra su cuerpo, todavia acostumbrado al calor de Savannah. Habia dejado su pulcro nidito de Georgia por el desafio de una pulcra escuela en Wyoming, por la ilusion de una forma distinta de vida; incluso reconocia en si misma una leve ansia de aventura, un ansia que, naturalmente, jamas permitia que aflorara. Pero, por alguna razon, no habia tenido en cuenta la cuestion del clima. Habia dado por supuesta la nieve, pero no las asperas temperaturas. No era de extranar que hubiera tan pocos alumnos, penso al abrir la puerta, y dejo escapar un gemido cuando el viento le lanzo un latigazo. Hacia tanto frio que los adultos no podian desvestirse para engendrar ninos.

  • El sendero del silencio de Oscar Quiroga

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    Hector de la Vega desarrolla su vida laboral como ejecutivo en una multinacional farmaceutica cuya sede en Madrid lidera desde hace algun tiempo. Los buenos resultados de la compania en Espana ponen en el disparadero positivo a Hector. Vive en la capital de Espana con Inna, su mujer y amor de toda la vida.
    La farmaceutica celebra una convencion anual y el lugar elegido en esta ocasion es Paris, en uno de los hoteles mas lujosos de la capital francesa situado muy cerca de la torre Eiffel. Hector se prepara para marcharse y mientras termina de hacer su maleta nota como la tension con Inna va a en aumento. En el trayecto a la terminal, recibe una llamada de Ana, su companera de trabajo, donde parece advertirle sobre algo que ocurre, pero no termina de saber de que se trata.
    Loana Lanusse, vive en Lausana (Suiza). Se dedica a la representacion y agencia de escritores. Esta especializada en nuevos talentos emergentes y para ello les brinda las herramientas necesarias para convertirse en autores de renombre. A cambio, les pide que se impliquen al ciento por ciento con ella. Esta casada con Remy Dasseville, artista polifacetico con cierto cartel a nivel europeo donde expone sus obras en las mas prestigiosas galerias de arte de las capitales del viejo continente. Loana, casualidad de la vida, tambien viaja a Paris a entrevistarse con unos autores que parecen emerger con fuerza.
    Cada uno por su lado, Hector y Loana se alojan en el mismo hotel. El, alcanza uno de los momentos mas importantes de su carrera profesional al realizar una ponencia economica que, a ojos de Werner Huber-Meier, el presidente de la compania y de su companero Humberto, le da el pistoletazo de salida a un futuro cercano en el tiempo. Ella, tras sus encuentros con los escritores y conseguir ser su agente y representante, puede alcanzar ese estatus que anda buscando desde hace tiempo para dar un salto de calidad en su vida profesional y personal.
    Los dos, se encuentran de forma fortuita en el lounge bar del hotel y comienzan a hablar. Da la sensacion que se conocen de toda la vida aunque es la primera vez que se miran a los ojos.
    Todo ello modela EL SENDERO DEL SILENCIO

  • Millonario Rescatado de Francisco Correa

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    Los Lawson, eran una de esas familias norteamericanas de pelicula, bien educados, miembros de la elite social, todos, muy inteligentes, personas de clase, y, sobre todo, extremadamente ricos. Contrariamente a como sucede en la mayoria de estas familias tan rigidas, en el caso de los Lawson, el amor y la union familiar eran autenticos, disfrutaban de pasar tiempo juntos, y compartir las actividades mas basicas, era un ritual casi sagrado en el Opalo, la mansion de los Lawson. Michael Lawson, el padre de la familia, habia crecido en una familia comoda de la ciudad de Boston. Su apellido habia tenido relacion con la gesta independentista norteamericana desde la masacre de Boston en 1770, por esto, el apellido Lawson gozaba de gran prestigio incluso antes de que George lograra amasar su enorme fortuna. Michael se caso con Romina Stanley, hija de un importante academico, rector del Instituto Tecnologico de Massachusetts por muchos, anos, siendo esta una de las instituciones academicas mas prestigiosas en materia de ingenieria y ciencias de todo el mundo. Michael desde muy joven, fue habil con los negocios, tenia una vista de halcon para identificar oportunidades, y jamas mantuvo el dinero sin circular. El secreto de su dinero habia sido la diversificacion, por esto, luego de varios anos de amasar un capital significativo, su negocio ya no fue uno solo, era un enorme conglomerado de empresas con presencia practicamente en todo Estados Unidos. Los negocios de Michael habian sido pensados de tal manera, que cubrieran al menos un sector del mercado importante en cada estado en el que se encontraran, y varias de estas, tenian participacion de miembros del circulo politico norteamericano. Esto, de cierta manera facilitaba la expansion de las empresas, y quien estuviese en contra, seria absorbido por el enorme imperio mercantil. La pareja Lawson, tuvo dos hijos, Alejandro, el mayor, y George, el menor, ambos como era de esperarse, crecieron bajo los mas estrictos valores familiares, y contaron con una educacion sobresaliente cortesia de su madre. Pero tambien, con el ejemplo de su padre, adquirieron ese sexto sentido, la intuicion, tan util para la vida. Alejandro, siempre fue aficionado a varios deportes, el ciclismo y la natacion formaron parte importante de su ninez, pero a medida que fue creciendo, cambio la bicicleta por la motocicleta, anadiendo algo de adrenalina a las dos ruedas. Aun continuaba haciendo natacion, pero preferia entrenar con pesas en su gimnasio personal. Alejandro intercalaba sus deportes con sus estudios, luego de cursar su licenciatura en comercio internacional, su tiempo lo ocupaba en terminar su doctorado en administracion de negocios. La idea era poder ayudar a su padre en lo mas posible antes de su retirada, y una vez que quisiera disfrutar de su fortuna, Alejandro se ocuparia de amasar la suya propia. George por otro lado, desde pequeno fue mas timido, pasaba muchisimo tiempo con su madre, y es que sus problemas de salud lo habian hecho un chico retraido, permanentemente sufria de alguna enfermedad, pero con los recursos practicamente ilimitados de su familia. Se le daban los mejores tratamientos y obviando algunos cuidados especiales que se debian tener, vivia como cualquier otro chico. Contrariamente a Alejandro, George preferia el arte por sobre el deporte, disfrutaba de la musica, tocaba el piano, el violin, el cello, y la flauta casi como un maestro. Pintar era su otra pasion y lo hacia con muchisima calidad, varios de sus cuadros adornaban la mansion, y tampoco faltaban en la oficina de su padre. George era 4 anos menor que Alejandro, asi que, por lo general, era quien tenia la atencion de su madre. Alejandro no tenia problema en comprenderlo, incluso el mismo dedicaba buena parte de su atencion a vigilar el estado de salud de su hermano, desde que era muy pequeno se preocupaba por protegerlo. El joven George, curso estudios desde casa, por una falla en su sistema inmunologico era muy debil, practicamente cualquier bacteria representaba un riesgo, asi que, conservando su ambiente controlado, no tenia ningun tipo de problema. Alejandro, por otra parte, si vivio una vida academica normal, la preparatoria y la universidad fueron etapas cargadas de aprendizaje para el, pero la mayoria del tiempo la pasaba con su querido hermano menor. Hacian practicamente todo juntos, Alejandro siempre preferia pasar un fin de semana en casa con su hermano que de fiesta. Esta relacion se mantuvo asi siempre, no habia nada que pudiera separar a los hermanos Lawson, Alejandro siempre salia con chicas hermosas. Pero eran relaciones pasajeras, ninguna tuvo mas importancia que George, y eso no era problema para el. Cuando Alejandro cumplio los 30 anos, su padre, Michael, le hizo el regalo que tanto esperaba, le cedio el control de una de sus empresas mas grandes, Lawson Genetic Research, un enorme laboratorio dedicado a la investigacion genetica, con miras a desarrollar curas a nuevas enfermedades. Esta empresa, cuyo nombre anterior era Genetic Research Solutions, fue absorbida por el conglomerado de Michael precisamente para investigar acerca de la enfermedad de George, y eran precisamente, los encargados de proveer el tratamiento. Que Michael le cediera una responsabilidad tan grande a Alejandro significaba mucho para el, mas que la responsabilidad de mantener la empresa, le estaba dando la responsabilidad de la vida de George. La mejor manera de agradecerlo era impulsar la empresa al futuro, que nuevas tecnologias fueran desarrolladas para ayudar a George y a la humanidad. Michael le dijo a Alejandro que cuando George cumpliera los 30 anos, tambien le daria la posibilidad de dirigir y administrar uno de sus negocios. Sus dos hijos serian los mas indicados para llevar sus empresas cuando llegara el momento de que el y su madre se retiraran. Esto emociono enormemente a Alejandro, tener a su hermano como socio, como companero de lucha, como lo habia sido toda la vida. Pero ahora, con la capacidad de construir un imperio, era exactamente lo que habia sonado. Esa noche celebraron juntos en el Opalo con una espectacular cena, cuando la comida fue servida y la champana espumaba, el momento del brindis habia llegado, y Alejandro, no queria que nadie mas que su hermano George dijera las palabras para celebrar. George, se levanto de la mesa y tomo la copa, y justo antes de comenzar a hablar, se quedo en silencio. Varios minutos pasaron, y George no hablaba, todos lo observaban con detenimiento, pero su mirada parecia perdida. -- ?Que pasa hermano? -- Pregunto Alejandro. George no contesto, parecia dormido, pero tenia ambos ojos bien abiertos. -- Hijo, ?Que sucede? -- Pregunto Romina preocupada. -- Yo... Lo olvide. -- Dijo George, aparentemente volviendo en si. -- ?Lo olvidaste? ?Como que lo olvidaste? -- Pregunto Alejandro. -- Si, olvide lo que iba a decir... Perdonenme. -- Dijo George. -- No te preocupes hermano... Vamos a comer. -- Dijo Alejandro mientras cruzaba miradas con sus padres. Que George olvidara algo era sumamente extrano, su cerebro era una esponja enorme que nunca dejaba de sorprender con su capacidad, recordaba fechas y hechos historicos como si hubiese estado presente, y la facilidad de memorizar complejas piezas musicales dejaba muy en claro que tenia una memoria tremenda. Por estas razones, que olvidara algo tan sencillo como las palabras que querria decirle a su hermano, resultaron muy extranas para toda la familia, pero sin embargo continuaron con la cena. George, lucia, disperso, comio solo un poco y volvio a su habitacion. Despues de la cena Alejandro se fue a hablar con George, queria compartir todas las nuevas ideas que tenia para la empresa, y como siempre, saber la opinion de su hermano. Alejandro toco la puerta de la habitacion de George, y este, se tardo unos segundos en contestar, esto era muy extrano pues siempre lo hacia de inmediato. Alejandro volvio a insistir y en esta oportunidad si contesto de inmediato, dandole permiso para entrar. Cuando Alejandro abrio la puerta se encontro con George, acostado en la cama visiblemente triste, esto era algo inusual pues a pesar de ser muy timido, con sus familiares solia ser bastante carismatico. -- George, ?Que sucede? -- Pregunto Alejandro.

  • Sobre las luces de Chicago de Patricia A. Miller

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    a muerte de mi padre me ha traido de nuevo a Chicago, donde solo he encontrado problemas: he tomado las riendas de la empresa familiar, que esta ahogada por las deudas, he descubierto secretos que jamas hubiera imaginado y reconozco que tengo serias dificultades para mantenerme alejada de el: Tyler Gallagher. Un bombero insoportable cuyo cinismo me impulsa a correr en sentido contrario.

  • Adios, senor Stanford de S. Giner

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    Delaney Stanford, con todo su poder y sus millones, no era capaz de encontrar a Tess, su esposa. Ella le habia abandonado unos meses atras y Delaney desconocia su paradero.
    Delaney encontro el diario de Tess y lo leyo, con la esperanza que hubiera escrito algo que le diera alguna pista para encontrarla. Pero no encontro nada al respecto.
    Sin embargo descubrio algo que lo dejo atonito, Tess estaba embarazada. Iba a tener un hijo suyo.
    Delaney sabia que no iba a encontrar a su mujer, si ella no queria que el la encontrase. De manera que dejo de buscarla.
    Se habia dado cuenta de que estaba loco por ella y se arrepentia de todo el dano que le habia hecho durante los meses que vivieron juntos. Y decidio esperar a que Tess volviera a Nueva York.

  • Yo tambien tengo mi orgullo de Sophie Saint Rose

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    Leda tiene un trabajo que le encanta, ayudante del sheriff, aunque algunos vecinos podian ser especialmente pesados. En particular Lester, que la visitaba a menudo. Fue una verdadera sorpresa que por una vez denunciara algo interesante y si tenia que ver con Rexton Markley mucho mejor. Lo que se encontro podia hacer temblar a medio pueblo, sobre todo a Rexton, pero por muy atraida que se sintiera por el, iba a llegar al final.

  • Promesas de sal y limon (El club de las Tulipanes 1) de Lucia De Vicente

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    Cadiz, junio de 2000. Ana dio un beso a su madre, otro a su padre y salio corriendo para atravesar el enorme patio del Santa Brigida Irish School a fin de atender la llamada de sus tres amigas, que estaban haciendose fotos con su querida profesora de Lengua y Literatura, la senora Quesada. El coctel que siguio a la ceremonia de graduacion de las alumnas que ese ano terminaban el colegio estaba a punto de finalizar. Hacia pocos dias se habian sometido a la dura prueba de la selectividad y tanto ella como sus queridisimas companeras de fatigas y aventuras obtuvieron magnificas calificaciones, tal y como se esperaba de ellas. La direccion y el profesorado tenian a las cuatro por buenas chicas. Las consideraban de las mejores estudiantes de su promocion, pero ella no pudo evitar una sonrisita ladina al pensar en eso. Lo cierto era que entre todas disponian de una buena coleccion de travesuras y fechorias en su haber, aunque tenian la virtud de haber salido siempre indemnes de ellas. <>, penso sin perder el paso, acercandose al grupo para posar para la instantanea. --Chicas, !hoy es nuestro dia! --grito al tiempo que levantaba el birrete de pega que les facilitaron los organizadores del evento, al mas puro estilo de Yankilandia--. Hoy, por fin, podemos quemar Cadiz; no tenemos que regresar al colegio. !Y ya somos todas mayores de edad! Solo una semana atras habian celebrado el dieciocho cumpleanos de Gabriela, la mas joven y la mas inteligente de las cuatro, por mucho que esa cualidad no se viera reflejada en sus calificaciones escolares. Ni tampoco en la facilidad para hacer amistad con el resto de sus companeras. --Tambien es nuestro ultimo dia juntas, Ana --lloriqueo Gabriela--. Hoy todas dormiremos en nuestras casas y a partir de manana cada cual seguira con su propia vida y no volveremos a vernos. --Vamos, vamos, pequena --la regano con carino la senora Quesada, abrazandola--. Hoy no pienses en eso. Como os he dicho siempre, teneis que vivir el momento. Ya sabes, carpe diem. Manana, Dios proveera. --Eso, Gabriela --corroboro Beatriz, la decana del grupo y a la que todas concedian el papel de protectora, aunque solo se llevaran unos pocos meses de diferencia--. Ademas, si que vamos a volver a vernos; lo hemos prometido. --Deberiamos sellar eso como Dios manda, ya sabeis… --propuso Patricia, la pragmatica, con un gesto picaro--, para que a ninguna se nos ocurra faltar el dia que acordemos para la quedada. --?Que es eso de sellar las promesas? --quiso saber la profesora, que miraba de una a otra, curiosa, intentando rellenar los huecos de su conversacion. --Bueno, cada vez que… --!Callate, Gabriela! --interrumpio Beatriz a la menor, alarmada ante la disposicion de esta a contar su mas protegido secreto; el que todas guardaban con celo, aunque seguramente el miedo a ser descubiertas tenia mas peso que la fidelidad a la palabra dada. --Pero si ya no pueden castigarnos --se defendio esta. --?Y que mas da? --protesto ella, enfadada. --Nada, dona Fina --salio al paso Patricia--. Se trata de una ceremonia infantil e inocua que celebramos cada vez que nos hacemos alguna promesa de futuro, no se preocupe. La profesora las miro a todas, analizando las diferentes reacciones, y sonrio enigmatica. --Ay, ninas, ?pensais que he nacido ayer? --repuso moviendo la cabeza ligeramente de un lado al otro--. Por muchos anos que lleve intentando instruir esas y muchas otras cabecitas de calabaza, nunca terminare de acostumbrarme a que sigais siendo tan inocentes aun el dia de vuestra graduacion. ?Creeis que no estoy al tanto de vuestro juramento… tequilero? --lo denomino despues de pensar un rato y a falta de otra palabra mas adecuada que acudiera a su mente. Las cuatro se miraron asombradas. --!Pero, dona Fina! --salto Beatriz, anonadada al darse cuenta de lo que la senora Quesada acababa de confesar--. ?Desde… cuando lo sabe? La mujer rio divertida. --Pues, posiblemente desde el primer dia. Os recuerdo que, por mi aula, han pasado montones de alumnas antes que vosotras y seguiran pasando despues. Y todas, absolutamente todas, teneis un punto en el que infringir las normas de la escuela se convierte en vuestro objetivo primordial. Incluso las que teneis fama de formales y estudiosas. --?Como se dio cuenta? --cuestiono Ana--. Siempre hemos actuado con mucho cuidado. --El primer dia que Gabriela bajo al comedor y dejo sobre la mesa su desayuno entero, sin tocar ni una tostada, y el resto, con cara de lechuga vieja, os quejasteis de que algo os habia sentado mal y que os dolia la cabeza, lo supe. Luego solo tuve que buscar las pruebas en vuestras habitaciones y, perdonad que os diga, sois muy poco originales intentando ocultarlas. Las cuatro se miraron alarmadas. --?Y por que no nos delato? --pregunto Patricia. Ella siempre era la mas inquisitiva, no en vano el curso siguiente se matricularia en la Facultad de Derecho e intentaria convertirse en la abogada mas aguerrida y resolutiva de toda Espana. --No hubiera servido de gran cosa --admitio--. Todos los profesores sabemos que estas cosas ocurren y es casi imposible evitarlo. Lo unico que hacemos es intentar que no se nos vayan de las manos y empiecen a convertirse en un problema. Una pequena cogorza no mata a nadie, siempre y cuando no se produzca demasiado pronto o se repita con asiduidad. Vosotras habeis sido cautas, la verdad. Un par de veces por curso y solo en los dos ultimos. --?Hacen la vista gorda? --dijo Gabriela, asombrada. --Solo a veces, ya os digo. En vuestro caso no era alarmante. Es condicion del ser humano transgredir las normas y, si los superiores lo afrontamos con excesivo celo o rectitud, lo unico que conseguimos es potenciar ese deseo natural de rebeldia. --!Gracias, dona Fina! --exclamo Beatriz, abrazandola, a punto de que se le saltaran las lagrimas por la emocion. --Pero esta noche, ya que acabo de dejar de ser vuestra profesora --propuso dona Fina, quitando hierro al momento--, ire con vosotras y compartire esos chupitos de tequila para celebrar la clausura de nuestro Club de las Tulipanes. --!Genial! --gritaron las cuatro a coro. --Ademas, tenemos algo para usted --confeso Gabriela, incapaz de guardar una sorpresa. --Gabriela… --la reconvino Patricia. --Dejala, Paty --la defendio Beatriz--. Ya sabes que Gabriela es asi. Anda, Ana, ve a buscar los regalos de la senora Quesada. Ella tambien estaba deseando ver la cara que pondria la profesora cuando le entregaran todo lo que llevaban tiempo preparando, asi que partio de inmediato con una inestable carrera sobre los tacones, ya que, acostumbrada a los zapatos del uniforme, no tenia suficiente practica para andar con ellos por un terreno tan desigual como el del patio del colegio, y se dirigio a la habitacion que habia compartido con Beatriz durante los ultimos siete anos. El equipaje de ambas estaba alli, embalado y dispuesto para ser trasladado por ultima vez hasta sus respectivos domicilios. Los armarios parecian los nichos deshabitados de un cementerio, que esperan su proximo inquilino como si el anterior no hubiera dejado alli algo mas que su esencia durante una larga temporada. Sintio ganas de llorar, pero hizo un esfuerzo supremo y consiguio reprimir las lagrimas. No queria estropearse el ligero maquillaje que se aplico para acudir a la ceremonia, ya que ese dia estaba todo, o casi todo, permitido. Evito volver a mirar la habitacion y recogio la bolsa de plastico que reposaba sobre su cama, o sobre la que lo fue hasta ese dia, y salio zumbando de alli para no derrumbarse y caer en la pena que sentia que empezaba a ahogarla. Del mismo modo que llego, corrio para volver al punto en el que las demas la esperaban, solo que esa vez eligio la puerta principal, para atajar camino. --!Morales! --la reconvino sor Elisa, la portera--, !no corra! Aunque sea su ultimo dia en esta escuela, las normas se cumplen hasta el final. Ella pego un frenazo en seco, sonrio a la monja carcelera --como la apodaban entre ellas--, pidio disculpas con una taimada sonrisa y, en cuanto piso el ultimo escalon que daba acceso al recinto, volvio a correr como alma que se llevara el diablo. --Aqui teneis, chicas --dijo al entregar su preciada carga. Todas dejaron que Beatriz hiciera los honores sin siquiera consultarlo entre ellas, como en un acuerdo tacito. Esta saco una caja cuadrada, verde, de tamano aproximado de treinta por treinta centimetros y se la entrego a la profesora. --Para que tenga un recuerdo nuestro. La mujer la tomo agradecida y emocionada. Cuando levanto la tapa, se le llenaron los ojos de lagrimas. --Esta firmada por las cuatro --aclaro Gabriela, ante el silencio acongojado de dona Fina. --Es una placa de plata con el decalogo de nuestro club --especifico Patricia. Se referia a la hermandad que surgio de forma inesperada despues de que en la sesion de cine semanal del colegio emitieran El Club de los Poetas Muertos. Ellas quedaron tan impresionadas con la pelicula, y se vieron tan reflejadas en los chicos de aquel internado, que quisieron hacer algo semejante. Y, como no podia ser de otro modo, la unica docente capaz de emular las virtudes del senor Keating era su querida profesora de Lengua y Literatura, que ademas compartia asignatura con el personaje de Robin Williams. A dona Fina le encanto la idea desde el primer minuto, pues en el fondo era otra inconformista, libre pensadora y un poquito reaccionaria, como John Keating, aunque en otro estilo. A la senora Quesada le gustaba la poesia como al que mas, claro que si, pero preferia la narrativa. Y de entre toda, la de los autores del romanticismo de los siglos XVIII y XIX; Jane Austen, Charlotte Bronte y su hermana Emily, Lord Byron, Mary Shelley, Alexandre Dumas, Gustavo Adolfo Becquer… Pero, ademas, algo que nunca reconocio delante de sus alumnas fue que era una defensora a ultranza de la romantica actual. Seguia la obra de Johanna Lindsey, Kathleen Woodiwis, Marie Jo Putney, Nora Roberts, Diana Gabaldon, Virginia Henley y un larguisimo etcetera de autoras, de las que era voraz lectora. Ellas no tardaron en averiguarlo. Les extranaba tanto verla leyendo, en los recreos y antes de irse a la cama, aquellos libros de bolsillo de pastas forradas con papel de periodico, concentrada al maximo y componiendo caras y gestos de admiracion, que no pudieron evitar dar rienda suelta a su curiosidad.

  • Ella es mi pecado (Suenos y Pecados 2) de C. H. Dugmor

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    ?Amor u obsesion? Ese sera su dilema. Para el no fue nada facil aceptar que ella era su pecado. Descubre como ama un hombre. Esta es la parte mas sensual y ardiente de la historia. Xander Granderson es el actor del momento. Deseado por millones de mujeres y admirado por miles de caballeros, pero a pesar de ser el “soltero” mas codiciado del Reino Unido, su vida sentimental deja mucho que desear. “Fracaso tras fracaso”, asi definiria Xander su vida amorosa. No porque no crea en el amor, sino porque cree en exceso. El destino caprichoso se empenara en verlo atrapado en una marea de dos corrientes. Un amor clandestino que lo llevara al borde de la locura. Conoce el lado mas ardiente de la historia. Sin tapujos. Xander lo cuenta todo.

  • Corazon que rie, corazon que llora de Maryse Conde

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    No es facil vivir entre dos mundos, y la nina Maryse lo sabe. En casa, en la isla caribena de Guadalupe, sus padres se niegan a hablar criollo y se enorgullecen de ser franceses de pura cepa, pero, cuando la familia visita Paris, la pequena repara en como los blancos los miran por encima del hombro. Eternamente a caballo entre la lagrima y la sonrisa, entre lo bello y lo terrible, en palabras de Rilke, asistimos al relato de los primeros anos de Conde, desde su nacimiento en pleno Mardi Gras, con los gritos de su madre confundiendose con los tambores del carnaval, hasta el primer amor, el primer dolor, el descubrimiento de la propia negritud y de la propia feminidad, la toma de conciencia politica, el surgimiento de la vocacion literaria, la primera muerte.

  • El Mago De Papel de Charlie N. Holmberg

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    Ceony llevaba cinco anos deseando ser fusionadora. Sin embargo, mientras que la mayoria de estudiantes de la Escuela Tagis Praff para Talentos Magicos habia elegido a que material iba a dedicar su arte, a Ceony se lo habian impuesto. --No hay suficientes plegadores --le habia explicado la maga Aviosky en su despacho. Hacia menos de una semana que se lo habian dicho y aun sentia las lagrimas picandole en los ojos. --El papel es un medio fantastico --habia proseguido la maga Aviosky-- pero su reputacion se ha deteriorado en los ultimos anos. Como solo hay doce magos en activo en esta disciplina, no nos queda otro remedio que asignarsela a una parte de nuestros aprendices. Lo lamento. Ceony tambien lo lamentaba. Esas palabras le habian roto el corazon y, ahora, en la entrada que conducia a la guarida del mago Emery Thane, deseaba que le hubiera dejado de latir. Su mano aferraba el asa de madera de la maleta y sus ojos examinaban aquella monstruosidad, que era incluso peor de lo que se habia imaginado. Por si no fuera bastante malo que el mago Thane, el unico plegador a aquel lado del Tamesis, viviera en la periferia salvaje de Londres, su morada parecia sacada de un cuento de terror. Las paredes negras se alzaban en seis plantas. La pintura desgastada se desconchaba bajo el efecto de un viento repentino que se levanto en el momento en que Ceony puso un pie en el camino sin pavimentar que surgia de la carretera principal. Tres torres irregulares emergian de la casa como si se tratase de la corona del diablo; una de ellas tenia un amplio agujero en el lado este. Habia una chimenea rota, en la que se oia el graznido de un cuervo, o quizas de una urraca. Todas las ventanas de la casa -- Ceony solo conto siete-- quedaban ocultas detras de postigos negros, bloqueados por completo con cadenas, sin que se pudiera apreciar el mas minimo brillo en su interior. Hojas muertas de una docena de inviernos obstruian las cornisas del tejado que, a su vez, estaban incrustadas bajo tejas dobladas y retorcidas, tambien negras; y algo que desprendia un olor a vinagre y sudor goteaba en las proximidades. En la tierra que rodeaba el edificio no habia flores, ni cesped, ni siquiera una coleccion de piedras. El pequeno patio tan solo contenia rocas y parcelas de tierra sin cultivar, demasiado secas y agrietadas como para que la hierba echara raices. Las baldosas que formaban el camino que llevaba a la puerta principal, que se sostenia unicamente con la bisagra superior, estaban rotas en pequenos trozos y Ceony dudaba que alguna de las corroidas tablas grises del porche pudiera soportar su peso el tiempo suficiente como para llamar al timbre. --Me han enviado al infierno --murmuro Ceony. La maga Aviosky, su escolta, fruncio el ceno a su lado. --No se fie nunca de lo que ven sus ojos en el hogar de un mago, senorita Twill. Ya lo sabe. --Ceony trago con la garganta seca y asintio. Lo sabia bien, pero no le importaba, ya no. La sombria y solariega casa se le antojaba un reflejo de ella misma y de todo lo que le habia ido mal en los ultimos dias. Tal vez se habia maldecido a si misma la noche anterior al amontonar todos los papeles que habia encontrado en el hotel y quemarlos uno a uno en la chimenea mientras la maga Aviosky consultaba un mapa en el recibidor. O, quizas, el mago Thane era la prueba de que Ceony necesitaba potenciar su imaginacion. Reprimio un suspiro. Tenia diecinueve anos y habia llegado tan lejos... y lo que habia logrado hasta ahora, contra todo pronostico, se le escurria entre los dedos, dejandola fria y vacia. Todas sus aspiraciones estaban a punto de quedar reducidas a simple papel. Ceony se pasaria el resto de sus dias escribiendo en cuadernos de notas y leyendo libros obsoletos. Su unica alegria en la vida consistiria en escribir cartas que se abririan solas al llegar a su destino. De todos los materiales que podian haber elegido para ella --cristal, metal, plastico, incluso goma-- habian optado por el papel. Era evidente que la maga Aviosky no se daba cuenta de que la razon por la que el Plegado se habia convertido en un arte moribundo era porque las habilidades que otorgaba eran completamente inutiles. Despues de rechazar la idea de que la llevaran a rastras como a una nina pequena, Ceony enderezo la espalda y camino hacia la entrada. La verja no era mas que una serie de lanzas clavadas en el suelo con la pica hacia arriba, atadas con alambre de espino. La fuerza del viento aumentaba a cada paso y amenazaba con llevarse el sombrero de Ceony mientras estiraba el brazo hacia la manilla del porton. La escena a su alrededor cambio de forma tan abrupta que Ceony dio un respingo y casi suelta la maleta. Tenia la mano apoyada sobre una verja normal, en lugar de aquella que parecia hecha con los restos de una batalla. El sol asomo entre las nubes y el viento se calmo hasta convertirse en una ligera brisa irregular. La casa que tenia frente a ella se encogio hasta transformarse en una de tres plantas, construida en ladrillo de color amarillo. Los postigos, todos abiertos, eran blancos, y el porche parecia lo bastante robusto como para que una manada entera de caballos saltase sobre el. Ceony alzo la mano, sus ojos todavia estaban asimilando la transformacion. Casi habia esperado que, al dejar de tocar la portezuela, volviera a ver la tetrica ilusion, pero la casa permanecio exactamente igual cuando solto la manilla. El camino hacia la puerta estaba sin pavimentar, pero un despliegue de tulipanes rojos, violetas y amarillos lo limitaban ahora, en vez de las piedras dentadas que habia visto al llegar. Ceony abrio la puerta pestaneando y avanzo unos pasos. No eran tulipanes. Al menos, no se trataba de tulipanes reales. Todas las flores del patio parecian confeccionadas con papel, cada petalo minuciosamente doblado. Los capullos parecian tan reales que cuando una nube tapo durante unos minutos el sol de la tarde, todos cerraron ligeramente sus petalos. Como flores que se esforzaban demasiado por ser flores. Con un vistazo rapido, Ceony descubrio las tiras de papel que colgaban de la verja, y mas alla, unos folios de papel mas altos que una persona y mas anchos que el automovil que la habia llevado hasta alli. Una ilusion. Ceony recordo la clase sobre espionaje que habia recibido en la escuela el invierno anterior, donde el profesor habia mencionado la utilizacion de munecos de papel para ocultar la verdadera apariencia, pero a ella nunca se le habria ocurrido que la tactica sirviera para ocultar toda una casa. La maga Aviosky la siguio y empezo a deshacerse de los guantes de seda de forma despreocupada, dedo a dedo. La transformacion no la habia alterado ni un poquito. Ceony habia tenido la certeza de que el mago Thane se presentaria en la entrada en ese mismo instante, pero la puerta, que ahora era de madera solida y estaba pintada de un marron tan clarito que parecia naranja, seguia cerrada y todo estaba en silencio. <>, penso Ceony frunciendo el entrecejo, <>. Ceony dejo atras las flores de papel y subio unos peldanos hasta la puerta principal, la maga Aviosky la seguia apenas un paso por detras; llamo a la puerta firmemente con los nudillos, intentando mantenerse todo lo erguida que le permitia su metro sesenta de altura. Se toco el pelo de manera distraida, que era del color de las batatas sin cocinar, y se coloco la trenza en el hombro izquierdo. Aquella manana habia decidido no hacersela bien a proposito, del mismo modo que no llevaba su mejor vestido ni su uniforme de estudiante. No habia ningun motivo por el que sentirse entusiasmada: ?para que arreglarse? Era evidente que el mago Thane no habia hecho concesiones especiales por ella. El pomo se giro sin que hubiera escuchado pasos al otro lado y, cuando la puerta se abrio, Ceony grito y dio un paso atras. Un esqueleto salio a recibirlas. Dio la impresion de que hasta la maga Aviosky se habia sorprendido, aunque solo lo demostro arrugando los labios y ajustandose las gafas de montura redonda sostenidas por una nariz bastante prominente. --Vaya --profirio ella. La cabeza sin ojos del esqueleto miraba arriba y abajo de manera mecanica y Ceony, con una mano sobre el corazon, advirtio que su metro ochenta de altura estaba hecho de papel: la cabeza, la espina dorsal, las piernas... Cientos, quizas miles de trozos de papel de color blanco estaban enrollados, plegados y comprimidos unos contra otros para conectarse formando una variedad de articulaciones. --Esta loco --declaro Ceony, esta vez en voz alta. La maga Aviosky resoplo de manera sonora en un intento sutil de renirla. El esqueleto se aparto a un lado. --?Alguna otra sorpresa? --pregunto Ceony a nadie en particular mientras se adentraba en la casa, manteniendose tan lejos del esqueleto como le permitia el estrecho marco de la puerta. La casa tenia un largo recibidor que olia a madera vieja y se abria en tres direcciones, dos a la derecha y una a la izquierda. La primera a la derecha daba a una pequena habitacion que, a pesar de estar llena de trastos, se encontraba habilmente ordenada: todo, desde los candelabros hasta los libros, estaba colocado en los estantes de una forma exquisitamente sistematizada, junto con ocarinas de arcilla, juegos de marmol y mas libros apinados en lineas rectas a lo largo de la repisa de la chimenea. Ceony se fijo en cada detalle de la habitacion, era curiosa por naturaleza, y tambien en el desgastado cojin del sofa, lo que indicaba que el mago Thane preferia sentarse en el lado izquierdo. Una pequena campana de viento colgaba en un rincon. Era un lugar extrano para una campana como esa, ya que el viento no se podria colar en aquella habitacion a no ser que abriera la ventana e, incluso asi, soplaria con muy poca intensidad. Llego a la conclusion de que al mago Thane le gustaba su aspecto estetico, pero no su sonido. Chiflado, sin duda. Una pila perfecta de cartas sin leer se encontraba sobre una mesita auxiliar en un rincon junto a lo que parecia una caja de musica y una especie de rompecabezas de alambre, que estaba perfectamente alineado con las cartas y la caja. Ceony nunca habia conocido un coleccionista de trastos tan... ordenado. Le inquietaba. La puerta cerrada a la izquierda del recibidor ocultaba otra habitacion, pero en lugar de seguir caminando hacia el interior de la casa para descubrir lo que escondia la segunda puerta de la derecha, Ceony grito: --!Mago Thane! !Sus invitadas estan aqui y agradecerian a una persona real para recibirlas! --!Senorita Twill! --la regano la maga Aviosky en susurros mientras el esqueleto de papel cerraba la puerta delantera--. !Esos modales! --Bueno, su ausencia tambien denota malos modales, ?no? -- pregunto Ceony, que detesto lo infantiles que sonaron esas palabras en su boca. Carraspeo y respiro hondo--. Lo siento. Estoy un poco nerviosa. --No necesita jurarmelo --respondio en tono de broma la maga Aviosky al tiempo que una persona de verdad aparecia en la segunda puerta de la derecha con una especie de libro de notas en las manos. El mago Thane era mucho mas joven de lo que Ceony imaginaba; rondaba los treinta anos, y tampoco se habia tomado la molestia de arreglarse. No llevaba su uniforme de etiqueta de mago, ni nada particularmente elegante, tan solo unos sencillos pantalones con una camisa de cuello alto sin adornos, sobre la cual vestia un liviano abrigo azul oscuro que era demasiado grande y que le llegaba hasta los tobillos, con unas mangas sueltas que casi le ocultaban las palmas. Tenia un aspecto bastante corriente: su piel no era ni clara ni oscura; no era alto ni bajo; y su constitucion no era ni delgada ni ancha. El cabello oscuro le llegaba justo por debajo de las orejas, lo que ofrecia un aspecto arreglado pero despeinado. Tenia unas patillas negras hasta la mandibula y su nariz tenia un pequeno bulto, justo en el punto superior del puente. Lo unico extraordinario en el era el brillo de sus ojos: verdes como las hojas en verano y brillantes como si alguien hubiera puesto una vela en su interior. El mago Thane miro a Ceony sin mostrar una sonrisa, o cualquier otro gesto, pero en esos ojos chispeantes ella advertia que el hombre se estaba divirtiendo. Que fuera a costa de ella o de el mismo era dificil de decir. Ceony apreto los dientes. --Mago Thane --comenzo la maga Aviosky con un ligero saludo con la cabeza, y Ceony se pregunto como de bien se conocian--, le presento a Ceony Twill, la muchacha de la que le hable en el telegrama. --Si, ya --respondio el mago Thane, que dejo el libro en la pila de cartas sin leer junto al sofa y alineo las esquinas del libro cuidadosamente. Se dio la vuelta para encontrarse con la mirada de Ceony--. Ceony Twill, la mayor de cuatro hermanos y primera de su promocion. ?Cuantos estudiantes han conseguido librarse de esa prision este ano? Ceony se ajusto el sombrero; lo hizo tan solo para proporcionarle a su mano libre algo que hacer. --Veintidos. --Aun asi, es un logro --comento de manera relajada--. Esperemos que aqui pueda hacer buen uso de esos habitos de estudio que tiene. Ceony asintio. Lo cierto era que poseia buenos habitos de estudio, de lo que se enorgullecia, pero los deberes del colegio siempre le habian resultado faciles. Gozaba de una memoria privilegiada y a menudo recordaba cosas que solo habia leido una o dos veces. Era una bendicion que la habia ayudado a soportar numerosas lecciones complicadas y aburridas. Con suerte, tambien la ayudaria alli. La maga Aviosky carraspeo, rompiendo el silencio antes de que se alargara demasiado. --Tengo el nuevo uniforme de la senorita Twill en mi maletin. Digame que ha preparado la union. --En efecto --contesto, restandole importancia a la pregunta con una ligera sacudida de la mano. Poso sus ojos en los de Ceony--. Imagino que le gustaria realizar una visita por la casa. Ella sintio que encogia. !Con que facilidad podria aquel hombre destruir su futuro con una sacudida de la mano! Una vez se uniera a un material, no habria vuelta atras: la union era para toda la vida. Intento encontrar alguna via de escape en caso de que le hiciera falta y descubrio al esqueleto de papel justo detras de ella. Grito otra vez. ?Quien necesitaba fantasmas para embrujar una casa cuando podias crear sus propios demonios a base de papel? --Jonto, detente --ordeno el mago Thane y el esqueleto se desplomo en el suelo en una pila de huesos de papel; su calavera cuidadosamente plegada descansaba en la cima. Ceony se aparto. ?Que clase de hombre chiflado construia un mayordomo de papel? ?No habia otra persona alli para abrir la puerta? --?Vive usted solo? --pregunto Ceony. --Tal y como me gusta --replico el mago Thane, guiandolas a traves del recibidor--. Ese es el estudio --senalo con un gesto hacia la puerta cerrada de la izquierda--, y el comedor esta por ahi -- anadio, deteniendose ante la segunda entrada a la derecha del recibidor. Ceony lo siguio con paso lento y echo un vistazo hacia el rincon, esperando que otra atrocidad hecha de papel le asaltara. En lugar de eso se encontro con una pequena antesala con espejos que colgaban uno frente al otro en ambas paredes, un banco y una sencilla comoda sobre la que descansaba un florero vacio. Triangulos de papel de color verde azulado y amarillo estrechamente plegados cubrian las paredes donde la antesala daba paso a una pequena pero bien provista cocina. Una encimera de marmol rodeaba un fregadero, habia armarios oscuros a ambos lados, pero dejaban espacio suficiente para trabajar. Una rejilla de metal encima del fregadero contenia un pequeno juego de ollas y cacerolas, cuyas bases oscuras demostraban que se utilizaban con asiduidad. En las esquinas de la rejilla habia una vid de papel enrollada que tenia un aspecto muy similar a los huesos de Jonto, el esqueleto. ?Tenia alguna utilidad? ?O el mago de papel simplemente se aburria tan apartado de la vida real? ?En que medida el papel decorativo de aquella casa se usaba para los encantamientos? Y ?en que medida era ornamentacion inutil? ?Se pasaria el resto de sus dias siendo decoradora? Ceony se sacudio aquellos pensamientos de la cabeza y examino el resto de la cocina. El mago Thane tenia un fogon mas estrecho de lo que ella estaba acostumbrada a ver; ademas estaba anticuado, pero no parecia de mala calidad. De algun modo, a Ceony le reconfortaba la idea de saber que, entre leccion y leccion de Plegado, podria escaparse hasta alli para cocinar. Al fin y al cabo, si no hubiera conseguido la beca, su alternativa habria sido la de asistir a una escuela de cocina. El precio de la matricula era la decima parte de lo que exigia la Escuela Tagis Praff y Ceony poseia un don para la cocina. Habia confiado en que la admitirian. Ceony dejo atras la cocina para llegar al comedor. Cientos de pajaros de papel que parecian vivos pendian del techo por hilos. Colgaban silenciosamente, sin estorbar, suspendidos encima de una sencilla mesa cuadrada situada sobre una alfombra tejida de color marron. Cerca habia una comoda alta de color negro, abarrotada de platos, libros, servilletas, frascos y jarras, y todo estaba encajado de tal forma que, si se extrajera tan solo uno de los articulos, se provocaria una avalancha. En la superficie de la comoda habia unas extranas bolas y conos de papel, hechos de bolas y conos mas pequenos y, estos, hechos de bolas y conos aun mas pequenos. A Ceony le hacian dano a la vista. La casa habria resultado acogedora si no hubiera estado tan llena de chismes. Avanzo hasta una gruesa pila de pergaminos en el borde de la mesa y descanso la mano encima, pensando en las ilusiones de papel que se extendian por la valla de la casita de campo. --La decoracion del exterior de su casa es horrible --declaro con ligereza. La maga Aviosky le lanzo a Ceony una mirada de advertencia al entrar en el comedor. El mago Thane simplemente contesto: --Si. Una delicia, ?verdad? El mago paso a su lado y abrio una puerta. Unas escaleras empinadas conducian al piso de arriba. --Siganme, si son tan amables. Ceony empezo a subir tras el con la maleta todavia en la mano. El noveno escalon crujio bajo su peso y las rodillas le dolian cuando alcanzo el segundo piso. --Su dormitorio --senalo el mago Thane mientras habria la puerta de un empujon--, puede dejar el equipaje, si lo desea. Ceony se adentro en el dormitorio, que contrastaba sobremanera con el resto de la casa, pues las estanterias se encontraban vacias. No habia montanitas, ni pilas, ni trastos, pero a juzgar por las marcas de la moqueta, la habitacion habia contenido muebles que se habian trasladado o tirado recientemente. El mago Thane probablemente acabara de prepararla para su llegada, a pesar de haber contado con toda una semana. Pero lo mas raro era que no habia adornos de papel en las paredes o en el techo, se habian dejado completamente desnudos. Una sencilla cama individual se apoyaba contra la unica ventana junto a la que habia tres estantes en la pared y un escritorio sencillo con un cajon a unos pasos del pie de la cama. Tambien habia un armario pequeno, pero lo bastante grande para las pocas prendas de Ceony y una mesilla con un candelero nuevo y un portavelas. Era algo mas espacioso que su dormitorio en Tagis Praff, aunque tenia menos estantes. Aun asi, aquel dormitorio se le habia hecho mas acogedor y hospitalario que este, aunque tal vez se debiera a que se habia ganado aquella plaza. Habia deseado estar alli. --Gracias --dijo, y dejo la maleta en el suelo.

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    Daniel sabe que tiene que enfrentarse a los fantasmas de su pasado antes de la boda, por lo que le pide a Amelia que lo acompane a Hartford. Durante el viaje por la campina inglesa, la pareja pone a prueba los limites de su deseo y se entregan el uno al otro de un modo hasta entonces insospechado... <>. M. C. Andrews

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    El orgullo y la soberbia son dos formas de intimidar a los demas. Tambien dos maneras de esconderse, de ocultar a los otros los propios miedos, las tribulaciones, las vacilaciones que preferimos que no vean. A veces, tambien, dejar al descubierto lo que nos asusta, lo que nos hace dudar es la manera de salir del escondite, y de encontrarnos a nosotros mismos.

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    Sara es una mujer libre, que suena con un trabajo que la mantenga mientras lucha por conseguir su verdadera pasion; ser modelo.
    Marcos es un empresario con exito y una situacion personal delicada.
    Sara encuentra trabajo en una panaderia.
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    Sus miradas se cruzan.
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  • Corazones desbocados de Jessica Bird

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    A. J. Sutherland se conoce a si misma. Y tambien sabe reconocer a un campeon cuando lo ve. A veces la recompensa merece el riesgo. Todo el mundo piensa que la joven A. J. Sutherland se ha vuelto loca por gastar una pequena fortuna en un caballo que se ha ganado a pulso la fama de indomable. Pero si alguien tiene el coraje necesario para lograrlo es A. J. Para ello necesitara la ayuda de Devlin McCloud, una autentica leyenda de los circuitos hipicos con una pierna lesionada y un caracter endemoniado. Su ascendente carrera se vio truncada por un terrible accidente, pero Devlin reconoce a un luchador cuando lo ve y ese caballo es casi tan salvaje como el. Antes de darse cuenta tendra a un semental intratable en su establo y a una impetuosa amazona con un cuerpo maravilloso durmiendo en su sofa. Lo que comenzo como una simple relacion de negocios poco a poco se ira transformando en algo mucho mas profundo. Ahora, A. J. y Devlin deberan aprender que en el deporte, igual que en la vida, hace falta entregar el corazon para alzarse con el triunfo.