• laura benetti - Laura Benet

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    Cristina aparco su coche frente al lujoso hotel donde tendria la reunion. Habia llegado el momento. A sus veinticinco anos, era la presidenta de Ecomovie, una asociacion dedicada a la defensa del medio ambiente, y por fin habia conseguido una audiencia con el alcalde. Ese hombre debia entender que no podia jugar con la salud de las personas. Que no podia permitir que se construyera esa urbanizacion. La vida salvaje tambien era importante. Sonrio. Lo conseguiria. Sabia ser convincente. -Debe de ser por aqui -murmuro mirando a su alrededor. De estatura media y morena, Cristina era guapa, pero destacaba sobre todo por sus llamativos ojos azules y su personalidad arrolladora. Su mayor atractivo era su valentia y su decision. Su cita era a las doce y faltaban cinco minutos. Perfecto. No llegaria ni pronto ni tarde. Solo le faltaba encontrar la sala donde la recibiria el alcalde. La Sala 3. Un letrero senalaba la ubicacion de dicha sala, y Cristina se dirigio hacia alli. -!Cristina! -una voz conocida la llamo desde unos metros atras. -!Carlos! -exclamo Cristina sonriendo. Vaya. !Que casualidad! Cristina conocio a Carlos en una boda. En realidad, en una boda doble. Andrea y Teresa, sus mejores amigas, se casaron con Alberto y Daniel, dos amigos de Carlos. Durante el banquete que siguio a la ceremonia, alguien, no recordaba quien, se lo presento. Y a ella le parecio superatractivo. Alto, rubio y con la cara cuadrada, no solo la dejo impactada, sino que lo paso realmente bien con el. Carlos y ella estuvieron flirteando durante toda la noche. Bailaron, rieron, pero no llegaron a nada. Carlos le gustaba y esperaba que la llamara, pero todavia no lo habia hecho y ella estaba algo mosqueada. -Justo estaba pensando en llamarte -dijo Carlos cogiendole las manos y mirandola a los ojos. Se mostraba tan contento de verla, que Cristina lo perdono enseguida. -Estas guapisima -dijo el haciendola girar sobre si misma-. ?Que haces por aqui? -Una reunion con un pez gordo -contesto ella evasiva. No le gustaba dar datos sobre sus actividades-. Un tio desagradable de verdad -fruncio el ceno. -!Pobrecita! ?Como de desagradable? -pregunto el solidario. -Seguro que tiene sobrepeso y una papada descomunal -Cristina sonrio de su imaginativa descripcion-. ?Y tu? -Una reunion tambien, pero la mia es aun peor -Carlos bajo la cabeza-. Es con una tocapelotas. Una senora que se ha pasado las ultimas semanas fastidiando de todas las formas que se le ocurrian. Supongo que no tendra sobrepeso – Carlos suspiro con paciencia-. Pero si lo tuviera, puede que no estuviera tan amargada y que no les amargara la vida a los demas. Se miraron a los ojos y ambos sonrieron con simpatia. Cada uno compadeciendose del otro. -?Nos tomamos un cafe en cuanto nos libremos de ellos? -pregunto Carlos mientras se dirigian juntos hacia las salas de reuniones. -Vale -contesto ella-. Supongo que ese tio me echara en media hora o asi. -Pues yo creo que tambien podre librarme de la mia mas o menos en ese tiempo. Quedamos en la cafeteria despues. -De acuerdo -sonrio ella. Casi habia llegado a su destino. -?A que sala vas? -pregunto el. -A la tres. ?Y tu? Carlos paro en seco y miro los papeles que llevaba en la carpeta. Leyo algo, incredulo, y luego fijo la vista en Cristina con los ojos muy abiertos. -!Eres la activista! -acuso-. Cristina Bartual, ?verdad? !Me has tomado el pelo! -?De que me hablas? -pregunto Cristina sorprendida. -Tienes una reunion con el alcalde, ?no es cierto? Cristina afirmo con la cabeza. ?Como lo sabia? Y ademas, ?que le pasaba? Estaba muy raro. -?Lo conoces? -pregunto Carlos al cabo de unos instantes, que a Cristina se le hicieron eternos. -No -contesto ella-. No lo he visto nunca en persona. No tengo ningun interes en conocer a ese tipo de gente -explico muy ufana-. Son unos explotadores. Hablare con el, intentare convencerle de algo que es mas que evidente que debe hacerse, y luego espero no volver a verlo nunca. ?Por que lo preguntas? -Soy yo. Carlos Fuenlabrada soy yo. Cristina se quedo traspuesta unos segundos. Eso no podia ser verdad. ?Carlos el alcalde? El majisimo Carlos, tan agradable y educado, no podia ser ese tipo egoista y marrullero que habia concedido la licencia para la construccion del bodrio. Imposible. Ademas, el alcalde no podia estar tan bueno. El alcalde tenia que ser gordo. Y feo. Por las cosas que hacia. Carlos la miraba con el ceno fruncido. -!Me tomas el pelo! -exclamo ella. -Hablo en serio. Mira -dijo el mostrandole los datos de la reunion a la que ambos tenian que acudir. Cristina estaba viviendo una pesadilla. Nunca se le habria pasado por la cabeza que, el Carlos alcalde, fuera tambien el atractivo Carlos que tenia frente a ella. -Preparate -dijo finalmente, sobreponiendose a su incomodidad, y entrando decidida en la Sala 3-, porque esa tocapelotas enjuta y amargada va a hacer honor a su nombre. -Bien -contesto Carlos entrando tras ella-, porque el gordo de la papada no va a dejarse amedrentar. * * * La reunion estaba siendo un desastre. Cristina no podia convencerlo de nada, Carlos no daba su brazo a torcer en ninguno de los puntos que trataban, y ninguno de los dos cedia. -!No quieres entenderlo! -exclamo Cristina. -Eres tu la que se empena en no aceptar las ventajas de una gran urbanizacion. La gente podra comprar su primera vivienda con mas facilidad. -?Y que pasa con el medio ambiente? ?No te das cuenta de la repercusion ecologica? -pregunto Cristina desesperada- Eso sera un desastre. -Hemos calibrado las ventajas y los inconvenientes -dijo Carlos sin inmutarse. -Esa zona incluye un humedal. Muchas aves anidan ahi. Pero Carlos se empenaba en no entenderlo. Durante mas de media hora estuvieron calibrando fuerzas. Se levantaban, volvian a sentarse, amenazaban, razonaban,… y seguian discutiendo. Pero naturalmente, la autoridad jugaba con ventaja y Cristina se fue con las manos vacias. Salio tal y como habia entrado, pero con un sentimiento de rabia y frustracion anadido. -!Olvidate del cafe! -dijo Cristina cuando salio. Tuvo que esforzarse en no cerrar de un portazo- Y hasta nunca. !Ojala que no se hubiera enterado de que Carlos, el Carlos que ella conocia, era tambien el alcalde! Aun le costaba creerlo. Carlos, el simpatico y encantador Carlos, seria el responsable del deterioro de una zona paradisiaca. Esa urbanizacion acabaria con la vida animal de la zona. Total para que unos cuantos urbanitas, que no tenian ni idea de las consecuencias, pudieran comprar sus casas algo mas baratas. Subio al coche enfadada y se dirigio hacia el emplazamiento donde pretendian construir el bodrio. Alli habia quedado con los demas activistas y socios de Ecomovie. -Manana empieza la movida -dijo como saludo. -?Como ha ido? -pregunto Alejandro, uno de los manifestantes-. !Ah! – exclamo al mirar su cara con atencion- Parece que no muy bien. Alejandro era un joven arquitecto muy vinculado a las asociaciones en defensa de la naturaleza. Alto, rubio y en buena forma fisica, era muy atractivo, y Cristina sabia que ella le gustaba. Pero a ella no le gustaba el. Le faltaba garra y era demasiado predecible. Aunque era un buen tipo y un buen amigo. Podia confiar en Alejandro. No como en otros. -Pues no, no ha ido bien. Habra que movilizarse. Todos prometieron acudir al dia siguiente. No eran muchos, pero tenian que impedir la tala de dos alcornoques. Eran muy antiguos y merecian un respeto, pero los constructores querian cortarlos para meter las excavadoras. -Nosotros vendremos a las ocho -dijo Alejandro. -Supongo que empezaran a las nueve -contesto Cristina-, pero saben que estaremos aqui, asi que nunca se sabe. -No saldra bien -dijo Alejandro con tristeza-. Lo intentaremos, pero no saldra bien. No era el momento de hundirse, y Alejandro era demasiado pesimista. -Yo seguire intentando parar esto de la forma habitual -hizo una pausa-. Pegando la paliza -sonrio-. Pero no conseguire nada. El alcalde es demasiado cazurro. Lo que si espero es tocarle las narices lo bastante como para que nos haga caso a la larga. Al final, ganaremos. -?Y que pasara con los alcornoques? -pregunto Alejandro. -De los alcornoques te puedes despedir. No llegaremos a tiempo. * * * Cristina se dirigio preocupada hacia el pueblo cercano. No habia comido en todo el dia y necesitaba nutrirse. ?Donde podria encontrar fruta fresca? Porque no le servia cualquier comida. Cristina era vegana. No comia ni animales ni sus derivados. Y no siempre le resultaba facil encontrar alimentos adecuados y nutritivos fuera de casa. Por suerte, pronto encontro una fruteria y pudo comprar la cena y el desayuno del dia siguiente. Ya mas tranquila, se dirigio hacia su hotel. Mejor dicho, hacia el que habia sido su hotel hasta ese dia. Porque ya no podria quedarse alli, pero tenia que recoger su maleta

  • Laura Benetti - Autores - Libros peruanos

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    Laura Benetti. Publicaciones del autor. Ordenar por: Fecha de ingreso | Título (A-Z) | Título (Z-A) | Precio · Secreto profesional. Laura Benetti. S/. 30.00 ...

  • Kein Weihnachtsessen ohne Nonna Lucia (German Edition)

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  • Kein Weihnachtsessen ohne Nonna Lucia : Benetti, Laura

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  • Secreto Profesional - Laura Benetti | MercadoLibre

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    Esa es la línea del trabajo de Laura Benetti: una línea barroca que por ... este es un libro bondadoso y hechicero, creativo y por ende enriquecedor.

  • Libros de BENETTI LAURA

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    3 resultados para LIBROS DEL AUTOR: benetti laura · GUANTE BLANCO. Titulo del libro: GUANTE BLANCO; BENETTI, LAURA; No disponible. S/24.00 · SECRETO PROFESIONAL.

  • Laura benetti archivos - Psicoanálisis: El Arte y el Diván

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    16 dic 2019 — Cuando Enrique Delgado me invitó a participar de este libro, me sentí confrontada a una pregunta que me atraviesa desde hace mucho ¿Cuál es ...

  • Secreto profesional: Laura Benetti | Librería PeruBookstore.com

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    Debido a las disposiciones gubernamentales, no podremos vender libros impresos por un buen tiempo ni distribuirlos a tu domicilio como hemos venido haciéndolo ...

  • Kein Weihnachtsessen ohne Nonna Lucia - Rakuten Kobo

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    14 oct 2018 — Lee "Kein Weihnachtsessen ohne Nonna Lucia" por Laura Benetti ... Elige la librería de tu país para ver los libros que están disponibles.

  • La familia en época de violencia desde la mirada de la literatura

    http://www.lum.cultura.pe/actividades/la-familia-en-%C3%A9poca-de-violencia-desde-la-mirada-de-la-literatura

    ... (NEL-Lima) y el LUM en el que participarán el literato Miguel Vargas Yábar, el poeta y crítico Paolo de Lima y la psicoanalista argentina Laura Benetti.

  • Donde quedaron los suenos de Brianna Callum

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  • Las tres bodas de Manolita de Almudena Grandes

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    En el Madrid recien salido de la guerra civil, sobrevivir es un duro oficio cotidiano. Especialmente para Manolita, una joven de dieciocho anos que, con su padre y su madrastra encarcelados, y su hermano Antonio escondido en un tablao flamenco, tiene que hacerse cargo de su hermana Isabel y de otros tres mas pequenos. A Antonio se le ocurrira una manera desesperada de prolongar la resistencia en los anos mas terribles de la represion: utilizar unas multicopistas que nadie sabe poner en marcha para imprimir propaganda clandestina. Y querra que sea su hermana Manolita, la senorita <>, quien visite a un preso que puede darles la clave de su funcionamiento. Manolita no sabe que ese muchacho timido y sin aparente atractivo va a ser en realidad un hombre determinante en su vida, y querra visitarlo de nuevo, despues de varios periplos, en el destacamento penitenciario de El Valle de los Caidos. Pero antes debera descubrir quien es el delator que merodea por el barrio.

  • El senor del Ocaso de Rotze Mardini

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    Kaila Evans, una exagente del servicio de inteligencia recibira una propuesta para resolver un caso escalofriante y poder dar con el paradero de un psicopata que esta aterrorizando a las jovencitas de un poblado en la Amazonia peruana, la detective se embarcara rumbo al lugar de los horrendos crimenes donde conocera a un hombre que le sacara de sus casillas.

  • Corvette rojo. Salvando a Paco de Brian Stewart

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    Mucha gente viene a los Estados Unidos para escapar del gobierno totalitario y encontrar una nueva forma de vida. La mayoria de los que lo hacen oir se mezclan rapidamente y se vuelven muy exitosos. La vida no fue tan buena para Paco cuando su empleador Big Pete fue asesinado y Paco fue culpado por su muerte y luchando por su vida.

  • La razon de su secreto de Virginia Sainz-rasines

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    ?Si tus hijos desaparecen, hasta donde serias capaz de llegar para encontrarlos?
    La desaparicion de dos ninos:
    Frederick y Hazel Dunne desaparecen de forma inesperada de su casa la manana del 23 de setiembre de 1942. Estaban al cuidado de Allie Watters, su ninera, y de Diane Cliston, la nodriza. No hay indicios de lo que puede haber sucedido. El matrimonio Dunne queda devastado y anos mas tarde, en octubre de 1947, una nueva tragedia golpea sus vidas al incendiarse el pueblo en donde viven, Bar Harbor, Maine.
    Una misteriosa herencia:
    La ilustradora de libros infantiles Adeline Moore y la escritora Martha Cravit heredan de forma inesperada una mansion abandonada en Bar Harbor, Maine. Ambas han llevado hasta ahora una placentera vida en Vermont, pero ?que misterio esconde este caseron que han heredado?
    Un secreto oculto:
    El descubrimiento de un barco americano perteneciente al astillero de Terrence Dunne, hundido en territorio canadiense, llevara a la detective Philippa Lowell y a la periodista Piper Cook a desenterrar una marana de secretos que se remontan a la segunda guerra mundial. Los fantasmas del pasado han regresado en busca de la verdad.
    Una fascinante novela que sumerge al lector en un laberinto de intriga y secretos.

  • Anna K de Jenny Lee

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    Todas las chicas felices se parecen unas a otras, pero cada chica infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada. Todo este asunto era un maldito desastre. Lolly descubrio que Steven, su novio, la estaba enganando mientras ella le compraba una nueva correa para su Apple Watch en la boutique de Hermes de Madison Avenue. Steven ni siquiera sabia que ella tenia su Apple Watch. Veinte minutos antes, el habia decidido tomar una segunda clase de SoulCycle, pero Lolly le dio una excusa para no acompanarlo. (Su nueva dieta libre de gluten no le proporcionaba los carbohidratos necesarios para soportar una sesion doble de ejercicio sin desmayarse). No era mentira y ademas necesitaba una oportunidad como esa y tener acceso a su Apple Watch para llevarlo a la tienda y comprarle una correa nueva, su regalo por su <> de dieciocho meses, que era al dia siguiente. (A Lolly no le gustaba celebrar su primera cita oficial con un nombre tan vulgar, pero asi lo llamaba Steven. Ella le seguia la corriente porque lo amaba). Asi que, mientras Steven subia una colina imaginaria en el estudio de la Calle 83 Este, pedaleando al ritmo constante de <>, de Dua Lipa, Lolly estaba quince cuadras al sur, en el mostrador de Hermes. Trataba de decidirse entre la correa de doble vuelta fabricada con el iconico cuero naranja y una opcion mas masculina en negro mate. Mientras admiraba la correa naranja en su muneca, el Apple Watch de Steven vibro y una pequena foto de unos senos aparecio en la pantalla, seguida de la burbuja gris de texto con las palabras: BRAD Tienes ganas de coger? Lolly dio un golpecito en la pantalla tactil para ver de nuevo la fotografia. Tras confirmar la peor de sus sospechas, se paralizo hasta que su instinto de lucha o huida se activo. Eligio huir; al echarse a correr, se le olvido quitarse la correa y el enorme guardia de seguridad que bloqueaba la puerta la detuvo. Ella, que nunca fue muy buena para contener las lagrimas, comenzo a sollozar de la forma mas lastimosa imaginable, con la mirada fija en sus adorados tenis Gucci (los que tienen las serpientes brillantes) que Steven le habia comprado la Navidad pasada. Sin saber que hacer, el guardia rodeo a la chica llorosa con los brazos. Ella apoyo su rostro sobre la chamarra de poliester del guardia y susurro: --Es un error. Debe ser un error. Por favor, que sea un estupido error. Al final, la hermosa empleada japonesa ataviada de pies a cabeza con ropa de Hermes, que habia atendido a Lolly salio de detras del mostrador para hacerse cargo de la situacion y la llevo a una pequena habitacion en la parte trasera de la tienda. La sento en un sofa y le dio una Perrier que le provoco hipo e hizo que llorara aun mas fuerte. La escena era bastante vergonzosa para todas las partes involucradas. Kimiko, quien tenia diez anos trabajando en Hermes, no ignoraba las desenfrenadas infidelidades de los habitantes mas ricos de la ciudad, muchos de los cuales eran clientes suyos; pero, mientras presenciaba en la vida real la perdida de la inocencia de aquella chica de diecisiete anos, hubo algo que en verdad la conmovio. Una vez que lograron quitarle el hipo, Lolly le pregunto si debia ver los demas mensajes de su novio o no. --Es mejor que sepas que tan grave es la situacion mientras estas acompanada --dijo Kimiko con dulzura. Pronto, ambas miraban embobadas la relacion del novio de Lolly, escandalosamente grafica, con aquel misterioso <>. Steven habia guardado el contacto con un nombre falso, pero era imposible que ese <> fuera un hombre, teniendo en cuenta la pletora de partes de la anatomia femenina que aparecian en las fotos que el habia recibido en las ultimas semanas. Incluso habia un video borroso tomado bajo una falda que provoco que ambas hicieran muecas y gruneran al unisono. Para agradecerle a Kimiko por su amabilidad, Lolly compro una hebilla de cinturon de Hermes modelo Iris y un cinturon reversible, en azul zafiro y azul Brighton, y salio de la tienda quince minutos despues. Tomo un Uber y fue directo al enorme penthouse de cuatro habitaciones de los papas de Steven (quienes estaban en Aspen esquiando), en el numero 15 de Central Park West, para esperar a que el trajera a casa su infiel trasero. Con el pretexto de que tenia un regalo sorpresa para Steven, le dio cien dolares a Gustavo, el portero, a cambio de que no le dijera que ella estaba arriba; como prueba, le mostro la bolsa naranja de Hermes. El portero acepto el dinero, pero era claro que le habia advertido a Steven, porque diez minutos despues su novio aparecio con un ramo de rosas de la tienda en sus manos aun sudorosas. --Lolly, nena. ?Que pasa? --fue lo unico que logro murmurar antes de que el jarron Tourbillons ambar de Lalique, el favorito de su mama, pasara zumbando junto a su cabeza y se estrellara en el piso de marmol del vestibulo. En shock, miro fijamente a su novia, quien por lo general era tranquila, mientras ella le gritaba. --Dime una cosa, Steven... --Ahora hablaba con ferocidad--. ?Cuando es tu cogiversario con Brad? Lolly le estaba mostrando el Apple Watch como evidencia digital. Steven lo vio y en ese instante supo que era obvio que lo habia descubierto. Su confusion momentanea se transformo en una timida verguenza y activo el modo de autodenigracion al maximo. Intento acercarse a Lolly, pero ella se alejo. --!No te acerques a mi! Eres... eres... !un cerdo asqueroso! Asi es, !vi todas las fotos obscenas y viles que te envio la puta de Brad para mantener tu atencion! --grito. Al oir la palabra fotos, la ultima nude que habia visto en su telefono despues de clase cruzo la mente de Steven y por un instante una sonrisita lasciva se dibujo en su rostro. Era, a fin de cuentas, un chico de dieciocho anos. Por desgracia, Lolly se percato de la sonrisa. El ruido que profirio despues de eso fue mas animal que humano y, al pasar junto a el para salir corriendo, casi lo tiro. Al no poder ir a ningun otro lugar que no fuera el final del corredor, abrio la puerta de la recamara principal y la azoto tras ella. Puso el seguro y se dirigio al vestidor de la madre de Steven. Se dejo caer boca abajo en la chaise longue de terciopelo rojo que estaba en el centro y empezo a llorar mas fuerte de lo que habia llorado en toda su vida. Steven intento hablar con ella a traves de la puerta, pero en respuesta solo recibia el ocasional estruendo de los objetos que ella lanzaba contra esta. Una hora despues, Steven estaba en la sala, viendo SportsCenter y comiendo su tercer Hot Pockets de pepperoni cuando recibio un mensaje de su amigo Kaeden. KAEDEN Bro! Le compraste un abrigo de piel a tu novia???!!! Steven apago la television y descubrio enseguida que estaba bloqueado y eliminado de todas las cuentas de las redes sociales de Lolly. (!Hasta ahi llego su racha de cuatrocientos cincuenta y tres dias en Snapchat!). Le respondio a Kaeden: STEVEN Screenshot? Unos segundos despues, recibio una selfie de Lolly, tal vez desnuda, con uno de los abrigos de piel de su mama. Al ser bastante mas pequena que ella, se veia ridicula en ese abrigo de marta cibelina rusa a rayas, con los ojos desquiciados y rodeados de rimel. Parecia una mapache rabiosa... una que acababa de enterarse de que su novio la estaba enganando y estaba furiosa. Meneo la cabeza y entendio que resolver la situacion estaba mucho mas alla de sus capacidades. Le envio un monton de mensajes seguidos a su hermana Anna, que estaba en Greenwich, Connecticut, diciendole que necesitaba su ayuda de inmediato y con urgencia, en persona. Era menor que el, pero mucho mas sabia, sobre todo, cuando se trataba de relaciones y de las complejas emociones que estas traian consigo. Diez minutos despues recibio un mensaje de Anna en el que le anunciaba que llegaria a la estacion Grand Central a las 8:55 p. m. Antes de que pudiera responderle que tomara un auto, llegaron dos mensajes mas en los que le explicaba que la ultima nevada estaba entorpeciendo el trafico y que, segun Google Maps, en ese momento la mejor manera de llegar a Manhattan era por tren. En su ultimo mensaje, Anna le decia que esperaba que fuera a la estacion a recogerla para que asi ella pudiera escuchar su version de emergencia. ANNA 911 emergencia de novia!!! Steven solo respondio: STEVEN Okey No existia un solo emoji que pudiera expresar lo jodido que estaba. ii Despues de jugar Shadow of War para aclararse la mente y de tomar unos tragos del whisky Glenmorangie Pride 1974 de su papa para calmar los nervios, Steven intento hablar con Lolly a traves de la puerta otra vez. Momentos despues, por fin recibio un indicio del estado mental de su novia, pero no fue bueno. Ella deslizo por debajo de la puerta la tira de fotos que se habian tomado en la cabina que pusieron en el bat mitzva de su hermana Kimmie un ano y medio antes. Antano (!hacia como cuatro horas!), esa fotografia era la posesion mas preciada de Lolly y siempre la llevaba consigo en su cartera Louis Vuitton. Steven descubria a su novia con frecuencia contemplando aquellas fotografias, aunque se trataba de situaciones diferentes a la que tenia que enfrentar ahora. En cada una de las cuatro fotos, Lolly le habia perforado los ojos y le habia dibujado pequenos penes en la frente. --Lolly, nena, no significo nada. Es a ti a quien amo. Te lo juro. --Cuando lo dijo en voz alta, supo que era cierto. Cuando Steven tenia catorce anos, su padre lo descubrio recibiendo sexo oral de Jenna H una noche en que los papas de la chica habian ido a cenar a su casa. Su padre saco a la humillada chica de la habitacion y sento a Steven para decirle dos cosas. La primera: tenia que esconderse mejor si no queria que lo descubrieran. La segunda y mas importante: tenia que aprender cual era la diferencia entre amar el sexo con chicas y amar a la chica con la que se acostaba. Como estaba confundido acerca de que decir, pero sabia que a Lolly la adoraba, del mismo modo en que todas las chicas adoraban a su hermana menor en cuanto la conocian, Steven anuncio que Anna iba de camino a la ciudad, con la esperanza de que su novia lo interpretara como una senal de que no estaba dispuesto a rendirse. Pero, una vez mas, solo hubo silencio en respuesta. Sin embargo, lo que si recibio fue un mensaje del portero en el que le avisaba que Dustin L estaba subiendo al departamento. Steven suspiro, enojado consigo mismo por no haber cancelado la sesion de tutoria escolar que tenia tres veces por semana. Se levanto del piso del corredor y se dirigio a la puerta. Considero contarle a Dustin el predicamento en el que se encontraba, pues el era uno de los tipos mas inteligentes que conocia, pero decidio que era imposible que se pusiera de su lado. Dustin era, tecnicamente, uno de los amigos mas antiguos de Steven, pues sus madres habian ido a las mismas clases de musica de Mama y Yo, asi que cuando eran chicos jugaban juntos todos los martes y jueves, y fueron <> desde que eran bebes hasta que cumplieron cinco anos. Pero los padres de Dustin se divorciaron y el fue a una escuela publica, mientras que Steven asistio a una privada, lo que significo que durante anos no frecuentaron los mismos circulos sociales y solo retomaron el contacto hacia poco tiempo, cuando Dustin se convirtio en el tutor escolar de Steven. En la actualidad, Dustin cursaba el ultimo ano y estaba a punto de graduarse con honores en Stuyvesant en junio, mientras que Steven cursaba el ultimo ano por segunda vez en Collegiate. Steven estudio la primaria en Collegiate, pero lo expulsaron en quinto grado por bajarle los pantalones a uno de sus companeros durante la clase de Educacion Fisica. A continuacion, lo expulsaron de Xavier en primero de secundaria por llevar marihuana y de Riverdale en tercero por pelear. Despues asistio a Horace Mann durante algunos semestres y ahora habia vuelto a Collegiate, donde lo vigilaban de cerca. Steven le debia a su madre la posibilidad de haber vuelto. Ella habia tenido que cobrar varios favores para lograrlo y, como uno de los requisitos de su periodo de prueba academico era mantener un promedio alto, tuvo que contratar a una serie de tutores escolares costosisimos que siempre renunciaban despues de una semana, aduciendo la actitud mediocre de Steven (es decir, las groserias que salian de su boca) y su aun peor etica de trabajo. Desesperada, al final a su mama se le ocurrio la brillante idea de llamar a la mama de Dustin para saber si su hijo, cuyos impresionantes logros academicos siempre se hacian publicos en Facebook, estaria dispuesto a trabajar con Steven como tutor escolar. Ella sabia que su hijo tenia muy poco respeto por la autoridad de los adultos, pero ansiaba la aprobacion de los chicos de su edad. Cuando su madre se lo planteo en octubre, Dustin se opuso con terquedad a ser el tutor de Steven. Argumento que Steven y el solo eran <> porque sus madres se habian conocido por casualidad y que, sin lugar a dudas, no podrian haber tenido infancias mas distintas. --!No tenemos nada en comun! --gimoteo Dustin--. ?De que vamos a hablar? --De lo que te pagan para que hables: cosas de la escuela --respondio su mama con tranquilidad. Dustin exhalo con fuerza e hizo una mueca. Mientras que Steven era un chico guapo, rico y fiestero que pertenecia al mas alto circulo social de Manhattan, Dustin no era ninguna de esas cosas. Era adoptado y no sabia nada sobre sus padres biologicos. Bueno, sabia que su madre adolescente dejo una nota en la que decia que el bebe debia quedarse con Tamar L, <>. Queria que su hijo tuviera una mejor vida y por eso sabia que debia entregarlo. Y asi, una noche de viernes en la que iba de camino al templo para su primer servicio de Sabbat en mucho tiempo, Tamar recibio una llamada de una trabajadora social del hospital, quien le dijo que tenia una hora para decidir si queria ser madre de un recien nacido de dos dias. Al interpretarlo como una prueba para su descuidada devocion, se inclino hacia delante en el taxi y le dio al conductor la direccion del hospital Saint Luke, en la Calle 122. Cuando le conto a su esposo de sus intenciones y le explico la epifania que habia tenido en el taxi, el futuro padre adoptivo de Dustin no lo dudo un instante (a pesar de que ya tenian un nino de tres anos) y exclamo: <>. Y Tamar tuvo la seguridad de haberse casado con el hombre correcto. Dieciocho anos despues, la mama de Dustin aun contaba esta historia, aunque con la advertencia de que, mientras que tuvo razon al adoptar a su hijo, se habia apresurado un poco al juzgar a su actual exmarido. Cuando crecio, Dustin se convirtio en un chico callado y serio, cuyos padres adoptivos bromeaban con sus amigos sin cesar diciendo que sus genes jamas habrian podido producir a alguien tan inteligente. El, acostumbrado a aquella rutina, respondia que estaba seguro de que sus padres biologicos jamas podrian haber hecho de el un judio tan bueno. (Hacia poco, con el incremento de la popularidad de Drake, sus amigos empezaron a considerar que la combinacion de ser un afroamericano que se crio como judio era <> en vez de <>). Lo que la gente no sabia era que Dustin tenia tendencia a sufrir ataques de panico e iba a terapia desde los diez anos para lidiar con su ansiedad; por esa razon, la idea de ser el tutor de alguien <> como Steven hacia que sintiera un nudo en el estomago. --De ninguna manera. No puedo, mama --exclamo Dustin--. Steven es el epitome del uno por ciento, los mas ricos de la sociedad. Que yo lo ayude seria como si me pasara al Lado Oscuro. No soy Kylo Ren.

  • La magia de tu musica (Galway Snowshill 2) de Elena De La Cruz

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    Adele, es una londinense afincada en Barcelona, propietaria y directora de la empresa de eventos Dream Wedding, una mujer con mucho caracter y las prioridades muy claras. Oriol, musico y guitarrista de rock, al que no le ha llegado aun el exito, trabaja para ella y ameniza con su grupo bodas y eventos. Son el dia y la noche, el blanco y el negro, la luz y la oscuridad, dos trenes chocando de frente, antagonicos, incompatibles y opuestos. Una noche loca los acerca demasiado y las consecuencias los llevaran a un callejon. ?sin salida? Solo parece haber algo que los une sin remedio: la magia de la musica.

  • Mientras te rendias, Margarita Martin Ortiz de Margarita Martin Ortiz

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  • Una segunda oportunidad de Jane Green

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    La muerte de Tom supone un duro golpe para sus viejos amigos, pero tambien les brinda la oportunidad de reunirse de nuevo y redescubrir el poder de la amistad y recuperar la fuerza para perseguir aquellos suenos que tanta importancia tuvieron en el pasado.

  • El Reino del Dragon de Oro (Memorias del Aguila y del Jaguar 2) de Isabel Allende

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    No han transcurrido muchos meses desde que el joven Alexander Cold se internara con su abuela en el corazon del Amazonas en busca de su legendaria Bestia. En esta ocasion, la reportera Kate Cold acompana a su nieto y a la mejor amiga de el, Nadia, junto con los fotografos de International Geographic, en un viaje a otro remoto rincon del mundo. La mision del equipo es adentrarse en un reino prohibido, oculto en los picos helados del Himalaya, y localizar el legendario dragon de oro, una estatua sagrada y oraculo invaluable capaz de presagiar el futuro del reino.En su carrera para llegar a la estatua antes de que sea destruida por la avaricia de un intruso, Alexander y Nadia deben usar el poder ilimitado de sus espiritus animales totemicos: Jaguar y Aguila. Con la ayuda de un sabio monje budista y su joven discipulo real, y de una feroz tribu de guerreros Yeti, Alexander y Nadia luchan intrepidamente para proteger el sagrado reinado del dragon dorado. Una vez mas, Isabel Allende guia a los lectores en un fabuloso viaje colmado de suspenso, magia y asombrosas aventuras en esta fascinante continuacion de La Ciudad de las Bestias.

  • No te enamores de mi de Loles Lopez

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    Natalia es una respetada forense. Trabaja en Nueva York y es adicta al trabajo. Su hermana pequena, Jessica, va a casarse y le pide que vuelva a Toledo para conocer a su prometido, Alfredo. Natalia no cree en el amor. Pero cuando conoce a Ewan, un amigo de la infancia de Alfredo algo cambia. Cualquier chica estaria encantada de contar con sus atenciones, pero ella no esta dispuesta a saltarse la norma inquebrantable de repetir con el mismo hombre. Con el vivira situaciones alocadas e incluso peligrosas, pero intentara por todos los medios que Ewan no se enamore de ella.

  • Nuestra Luz de Arwen Grey

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    Primero tenia que encontrar el lugar. Soleado, amplio, con espacio para trabajar, moverse, caminar, pensar, discutir consigo mismo en frances. Que poseyera aquella luz dorada, mas dulce justo al atardecer, que era capaz de dar a todo una patina decimononica. Silencioso, a ser posible, aunque sabia que era complicado en la gran ciudad. De toda su lista de peticiones, la agencia habia dicho que aquella seria la mas complicada de cumplir. Y tambien la de que no hubiera vecinos en las cercanias. Al final, como solia ocurrir, de todo lo que queria, solo habia conseguido la luz dorada. Una luz dorada maravillosa, que estuvo a punto de hacerle llorar. Y lo habria hecho de estar a solas y la agente inmobiliaria no le estuviera mirando y mascando chicle, esperando su firma, impaciente, como toda la gente de ese siglo. Firmo, y pudo quedarse a solas, mirando el patio con limoneros plantados en enormes macetas de color verde chillon, que no les favorecian. Un patio de limoneros como el de Machado. Maravilloso. Si se quedaba el tiempo suficiente, pintaria aquellos maceteros de un tono adecuado. Dio la espalda al patio y a la luz dorada y contemplo su nuevo estudio de pintura. No era grande, ni amplio, ni podria dar muchas zancadas en sus paseos en busca de inspiracion, pero la luz era perfecta. Con un suspiro de satisfaccion, dedico una hora entera al disfrute de aquel logro sin igual. Elsa se aparto y contemplo la obra de Agustina desde la distancia, pensando que asi podria mejorar. Giro la cabeza. El nuevo angulo solo le hizo abrir los ojos de la impresion. --!Cielo Santo! ?Es un pene? Agus achico los ojos y contemplo el acrilico con ojo critico. La boca con dentadura postiza de un blanco doloroso estaba tan fruncida que parecia un diseno de Fortuny. --Si tanto te ha costado verlo, es que no esta bien --dijo la anciana en tono serio--. Volvere a empezar. Elsa inspiro hondo y se volvio para que su alumna no viera su expresion. A lo largo de sus anos como profesora de pintura, habia visto todo tipo de obras, desde las mas clasicas hasta las mas rompedoras, pero, en general, eran los ancianos los que mas la sorprendian. --Seguro que el modelo quedara encantado --dijo por encima del hombro. Muy concentrada en lo suyo, Agustina se limito a asentir y a morder el pincel, como si estuviera planeando si era mejor retocar aquella monstruosidad o si de verdad debia volver a empezar, con el gasto que aquello conllevaba. Elsa camino de un caballete a otro, dando consejos y animando a su grupo de tarde del miercoles. La media de edad duplicaba la suya con creces, pero su entusiasmo tambien lo hacia en ocasiones. Desde que habia iniciado aquellas clases, la vida le habia demostrado que nunca se podia dar nada por perdido, y que las ganas de vivir eran una de aquellas cosas. Desde que se habia divorciado y habia decidido que iba a retomar su carrera como artista, habia descubierto que la vida era una cabrona con un sentido del humor muy negro. Para empezar, los artistas, asi, tal cual, no podian vivir de lo suyo. Ella, al menos, no. En definitiva, descubrio que no habia tenido jamas una carrera como artista, asi que era imposible retomarla. Lo mas cercano que habia podido encontrar para poder vivir de su trabajo era dar clases de pintura a ninos, a ancianos y a gente con discapacidades diversas. Y resultaba que aquello si que era vivir. Vivir de verdad. Casi nunca pintaba, eso era cierto, mas alla de unas pinceladas en los cuadros de los demas, pero lo que se divertia ensenando a otros y aplicando lo que habia aprendido en la universidad y en diferentes cursos, eso no se lo quitaba nadie. Y, ademas, tenia aquel maravilloso apartamento, con aquel patio de limoneros que habia plantado durante su primera semana alli. Aquello era un paraiso. Y tambien tenia aquella luz que no se pagaba con dinero. No habia sido mas feliz en toda su vida. 2 Claudio estaba convencido de que habia nacido con un destino marcado, como los grandes. Ya de nino sabia que no era como los demas. Mientras otros jugaban y se despellejaban las rodillas detras de un balon y se peleaban por los columpios, el perdia dioptrias mirando una margarita y tratando de comprender como la luz incidia en sus petalos, y como el tono de blanco cambiaba en un dia nublado o en un dia de sol. Luego llegaba el jardinero y cortaba la hierba y todo se iba al carajo. Se acababan las margaritas y la contemplacion. Sus padres decian que era rarito, con ese tono que utilizan los padres, los abuelos, los vecinos, los tios y todo el mundo en general, para decir que no eres como el resto, pero todavia peor. Es decir, que no estaba en la mediania, que no le gustaba el futbol, los deportes, que no salia con chicas, que no iba al cine, que no jugaba a la consola, que no le gustaba el rock ni el pop, ni lo que estaba de moda. Su madre no habria sufrido mas si se hubiera declarado gay. El dia que le pillo besando con torpeza a una companera de Bellas Artes en su dormitorio juraria que respiro tranquila. Pero es que, incluso siendo rarito, Claudio era distinto. No era raro en el sentido de que se apuntaba a la moda de ir a contracorriente, llevar los tobillos al aire y gafas de pasta, sino que el habia descubierto un buen dia algo que le habia marcado y habia decidido que queria ser eso. Y hacia ello habia enfocado su vida. Claudio deberia haber sabido, ya antes de dar aquella clase sobre la pintura del siglo XIX, que su nombre no venia de la nada. Era un nombre antiguo, desfasado, de viejo, que decian algunos. Era el nombre de Monet. Evidentemente. Si se miraba al espejo, incluso se parecian. Solo le faltaba la barba. Asi que decidio un buen dia dejarsela. Y entonces su familia le dio por perdido. Empezo su periplo de casa en casa, de luz en luz. Pinto y trabajo, hasta que la magia desaparecia. No era conocido, pero se ganaba bien la vida. El estilo clasico siempre tenia sus compradores, aunque no fuera algo que estuviera precisamente de moda. A esa hora de luz dorada que era su favorita, Claudio se enfundaba su bata, su bonete, se colocaba frente al ventanal enorme, observando el patio con limoneros. En general necesitaba un tiempo de reflexion antes de poder mirar el lienzo. Las otras ventanas del edificio daban al patio, y el podia observar lo que hacian las personas al otro lado, desearlo, pero no era del tipo voyeur. En general, lo que hicieran sus vecinos se la traia al pairo. Solian ser gente sin interes, grises, con vidas corrientes. En ocasiones habia alguien que despertaba su interes durante una temporada corta, pero no solia durar. Normalmente, este duraba lo que tardaban en cruzar dos palabras en el ascensor o en el portal. Parejas chillonas o amorosas, ninos que jugaban o pedian la cena, bebes que mamaban del pecho de sus madres, ancianos mirando por la ventana, con la vista distraida. Una mujer con una camisa de cuadros holgada, bailando mientras daba pinceladas a un lienzo. Una mujer con una camisa de cuadros holgada, bailando mientras daba pinceladas a un lienzo... La nota discordante atrajo su mirada al instante. Aquello no deberia estar ahi, justo enfrente, en un ventanal vecino del suyo, disfrutando casi de la misma luz y de su patio con limoneros. Ademas, nadie con una tecnica depurada deberia sostener un pincel de aquella manera. Era imposible que una pincelada correcta saliera... en fin, correcta. Claudio apreto los labios y sintio que los pelos del bigote se le metian dentro de la boca. Aquella barba de hacia dos siglos era incomoda y poco practica, aunque no se atreviera a reconocerlo. Aquella mujer no era una artista, se dijo con desden. No era como el. 3 --?Sabes que hay otro artista en el vecindario? Elsa termino de preparar la paleta de colores, aunque era raro que la usara. Aquella era una costumbre que no queria perder. Odiaba pensar que era una de aquellas profesoras que se limitaba a soltar una ristra de trucos baratos y lecciones vacias y luego paseaba alrededor de los caballetes. Ella queria sentir que sus alumnos disfrutaban y aprendian, y que ella aprendia de ellos tambien. --Querras decir que hay un artista en el vecindario --respondio, mientras se ponia la camisa de cuadros, vieja y manchada de pintura, sobre la ropa limpia--. Artista es el que se gana la vida con sus obras, ya sabes --anadio con ironia. Agustina, que llevaba bajo el brazo su cuadro con el pene, enorme y con venas bien marcadas, arrugo los labios, como si necesitara pensar en aquel concepto. --Entonces si es un artista. Me he informado bien al respecto. Se llama Claudio algo. --?Como el gallo? --Como Monet, segun el. Elsa enarco una ceja y asintio, incapaz de fingir seriedad. --Ya veo. Es ese tipo de artista. Espero que no le hayas dicho que doy clases aqui, porque es capaz de quemarme la casa por blasfema. --Aunque fingia ligereza, Elsa era consciente de que su tono estaba lejos de ser alegre. Durante su vida habia conocido a mucha gente que despreciaba el tipo de trabajo que ella hacia. Ser artista no era eso, pensaban. Una profesora de academia o de casa de cultura, creian, no era un artista de verdad. Antes preferian morir de hambre que caer tan bajo--. Por cierto, ?como te has enterado? Agus disimulo yendo a colocar su pene en el caballete con mejor luz del apartamento. Los demas alumnos sabian que no podian disputarle ese puesto si no querian morir desollados. --Me equivoque de escalera --dijo la anciana, encogiendose de hombros--. No se como ocurrio. Gire a la izquierda, luego a la derecha y de pronto estaba ahi. Soy vieja y soy debil, no me juzgues. Elsa la miro con los ojos entrecerrados. Nunca dejaba de asombrarla la increible cara dura de esa gente. --?Fuiste a mostrarle a Monet tu obra? Me gustaria saber lo que piensa al respecto. Elsa trato de aguantar la risa al ver que Agus se sonrojaba. La anciana podia fingir desparpajo, pero estaba claro que no se habia atrevido a tanto. --Le ha gustado --replico, rebelde. --!Oh, seguro que si! Mientras llegaba el resto de los alumnos y escuchaba rezongar a la mas discola de todos ellos, Elsa se volvio hacia el ventanal para abrir las cortinas. Rara vez las cerraba, pero no le gustaba la luz matinal, demasiado dura y brillante. Preferia la de la tarde, dorada y dulce, casi amelocotonada. Echo un vistazo a sus limoneros. Los habia plantado al llegar alli, hacia cinco anos. Todavia eran jovenes, pero ya daban fruto. Y sobre todo alegraban el patio, tan triste cuando llego, tan frio y abandonado. Ahora todo era luz y alegria. Sintio un sobresalto al ver que habia alguien rondando sus arboles. Vestia una especie de batamanta, como si fuera Gandalf. ?Que diablos estaba haciendo ese friki con sus limoneros? Entonces en tipo se aparto y vio el bote de pintura y la brocha. --Lo mato. Yo lo mato...

  • La Ultima Mentira de Mary Kubica

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    El mundo de Clara Solberg estalla en mil pedazos cuando su marido y su hija de cuatro anos tienen un accidente de trafico. Nick muere, pero Maisie sale extranamente ilesa. El suceso se cataloga como accidente… hasta que dias mas tarde, Maisie empieza a tener terrores nocturnos que hacen que Clara se cuestione que sucedio realmente esa fatidica tarde.

  • Silencio, Thomas Raab de Thomas Raab

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  • Cuenta conmigo de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    El amor puede despertar en las magicas noches veraniegas; o terminar de un modo agridulce. Cinco amigos acaban de graduarse en el instituto, y este es su ultimo verano antes de entrar en “la vida adulta”. Para celebrarlo, deciden recorrer un monton de estados buscando los parques de atracciones mas alucinantes y los centros acuaticos mas arriesgados, en un intento de sentir emociones fuertes para que sus ultimos dias juntos sean inolvidables. Tyler y Naomi llevan anos saliendo juntos y, cuando se acerca el momento de comenzar su vida en comun, deben enfrentarse al hecho de que quizas su relacion no sea tan perfecta como imaginaban. Cam y Leo, los mejores amigos de toda la vida, ante la idea de irse cada uno a estudiar a la otra punta del pais se plantean que tal vez su relacion sea algo mas que amistad.Y despues esta; Jojo, que es... Jojo. La quinta en discordia, el nexo de union entre todos, quien guarda un secreto que la llevara; al viaje mas dificil de su vida.

  • La redencion de R. Cherry

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    Tras la desaparicion de Lyss, el clan de los Lett se ve desamparado y sin guia que los lleve a la lucha contra el Ragnarok. Mientras, en un recondito lugar del Midgard, Ottar, tras secuestrar a la Valkiria de su vida, a su reina, intentara por todos los medios que esta recuerde lo que el pasado oculta. Su pasado. Aunque ello conlleve someterla a la peor de las torturas. Una guerra, un amor arrebatado y miles de secretos se esconden tras la segunda parte de Una valkiria perdida en el Midgard, La redencion. ?Sera capaz Lyss de descubrir por que los dioses a los que veneraba la han traicionado? ?Es posible que una Valkiria conviva en el mundo de los humanos, en busca de sus origenes?

  • Florencia 1348 de Raquel Caride Gonzalez

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    1348, Giulia tiene 16 anos y se acaba de casar cuando una nueva y letal enfermedad asola la Toscana, es entonces cuando decide tomar las riendas de su vida sin entrever que oscuros planes el destino le depara.
    Una road novel adictiva que no podras parar de leer.

  • Locura de amor (Locura 1) de Virginia Camacho

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    Samantha Jones y Heather Calahan no podian ser las mujeres mas opuestas entre si: la una es una afable y pobre anciana que se lamenta por haber perdido su oportunidad de amar y ser amada, y que sin embargo, todos a su alrededor casi veneran por su alma generosa; mientras que Heather es una hermosa y millonaria joven de veintitres anos, adicta a las drogas y a las fiestas que lo tiene todo, y sin embargo odia su vida, a sus padres, pero por sobre todo, a Raphael Branagan, su prometido.
    El destino ha decidido enredarlo todo para que asi, al menos una de las dos encuentre al fin su camino y viva una segunda oportunidad.

  • Confusion de sentimientos de Stefan Zweig

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    Roland, un joven estudiante, esta a punto de abandonar los estudios cuando su padre decide enviarlo a la universidad de una pequena ciudad de provincias. Alli, un brillante profesor despierta en el una nueva pasion: el amor al saber. Deslumbrado, el joven se acerca al maestro y le propone ayudarlo a concluir la gran obra de su vida. El profesor acepta el ofrecimiento, pero pocas veces manifiesta la gratitud que el discipulo ansia y en ocasiones incluso lo trata con una distancia que lo atormenta. Tan devoto como inseguro, Roland se pregunta por que no es digno del interes de una persona tan maravillosa como el admirado maestro, ?tan despreciable lo considera? La respuesta, sin embargo, es mucho mas compleja y desconcertante de lo que podia sospechar, y solo en el otono de su vida, cuando el mismo se ha convertido en un respetado profesor, es capaz de evocar unos hechos que, ahora lo sabe, marcaron su vida mas que todos los honores o los exitos profesionales.

  • El juego de la pasion de Emma Hart

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    Eres consciente de que su madre le hara cien preguntas sobre ti, ?verdad? --Estoy tumbada en el suelo y levanto la vista en direccion a Braden. --No me digas --murmura--. Por eso le tienes que explicar lo que debe decir. Dejo de pasar las hojas de la revista. --Espera un momento. --Meggy. --No. Cierra la puerta del armario y se sienta conmigo en el suelo. Los mechones de su pelo rubio se descuelgan ante los ojos que posa sobre mi en actitud suplicante. Niego con la cabeza. --Braden Carter, tu has decidido llevarte a Maddie a casa este rn de semana. Tendras que enfrentarte a las consecuencias y sufrir las interminables preguntas de tu madre. --Meeeg --suelta, alargando mi nombre como un nino malcriado pidiendo caramelos. --Ocurrira antes o despues. --Me encojo de hombros y me siento sobre las pantorrillas--. Sera mejor que te enfrentes a la situacion cuanto antes. Ademas --sonrio--, estoy segura de que hara alguna pausa entre pregunta y pregunta para contarle anecdotas de tu infancia. --Vaya mierda --grune Braden; luego suspira--. Por lo menos puedo consolarme pensando que tu estuviste presente en la mayoria de mis estupideces. En realidad es muy probable que fueras la responsable de la mayor parte de ellas. --!Si, hombre! Braden me mira alzando las cejas. En realidad una vez sali corriendo con una escalera y lo deje atrapado en la copa de un arbol. Teniamos esa escalera porque ibamos a ir a no se que trabajo con nuestros padres. Braden se puso chulo y dijo que podria saltar desde lo alto del arbol. Y si que pudo, pero se rompio el brazo. Al final no fuimos a ninguna parte. --Esta bien, es posible que yo provocara una tercera parte. Pero no lo tergiverses todo porque se lo aclarare cuando volvais. --Claro. Lo que tu digas. --Se levanta y sonrie. Alguien llama a la puerta y se abre. Aston entra en la habitacion sin camiseta y con unos vaqueros de cintura baja. Exhibe hasta el ultimo centimetro de su cuerpo: desde la curva de su biceps hasta la hendidura del musculo en V que resbala por debajo de sus pantalones. Yo lo recorro con los ojos y me rjo en su puntiagudo pelo humedo y en la pequena toalla que le cuelga de los hombros. Sus ojos grises interrumpen el profundo analisis que estoy haciendo de su cuerpo y sonrie cuando se da cuenta de que lo estoy mirando. --Me estoy empezando a preguntar si alguna vez te vere en otro sitio que no sea la habitacion de un tio --dice arrastrando las palabras. --Solo lo dices porque no me has visto en la tuya --le contesto apoyandome en las manos--. Y supongo que eso es algo a lo que no estas acostumbrado. Braden pone los ojos en blanco y niega con la cabeza frotandose la cara con la mano como si quisiera estar en cualquier otro lugar. --No creo que encajes en mi habitacion. --Aston se apoya en el marco de la puerta--. No cumple los requisitos a los que esta acostumbrada una princesita rica como tu. --Tampoco estoy precisamente interesada en encajar en el paisaje de tu habitacion. --Incluso aunque sea la suya--. Y es posible que sea una princesita rica, pero no soy ninguna pija. Aston resopla. --?Me estas diciendo que si un tio con mala reputacion, criado en un mal barrio, intentara seducirte no saldrias corriendo? Me levanto y le miro a los ojos. --Que una persona tenga mala reputacion y haya tenido que vivir en un mal sitio no signirca que sea mala gente, Aston. El lugar donde crecemos no derne la clase de personas que somos. No se que percepcion tienes de mi ni lo estirada que crees que soy, pero mi educacion no me define como persona. No soy tan superficial como te crees. Ladea la cabeza un momento antes de esbozar una sonrisa de medio lado. Es una de sus sonrisas chulescas de listillo que me da a entender que acabo de caer en su trampa. --Bueno, es muy facil --dice sonriendo--. Muy sencillo. Eres una pequena bomba de relojeria, ?verdad, Megan? --?Has venido por algo en concreto? --interviene Braden antes de que pueda contestar. --Si, necesito ese libro de literatura inglesa. --Aston mira a su alrededor. --?Cual? Tengo mas libros de literatura inglesa que clases. --Y yo que se, tio. --Aston se encoge de hombros--. El que utilizamos en la ultima clase. Pongo los ojos en blanco y me apoyo en la cama de Braden. --El de Shakespeare. Los dos se me quedan mirando con cara de no entender nada. Sobre todo Braden. Aston por lo menos parece que sabe quien es Shakespeare. --Ya sabes a quien me refiero, Bray. Ese tio que vivio hace muchos anos y que habla tan raro. Le clavo los ojos a Braden y el esboza una enorme sonrisa. --Ah, ese tio. Si. Copie casi todo el trabajo de Maddie. --Braden se vuelve en direccion al escritorio y coge el libro. Luego se lo lanza a Aston. --Gracias, tio. --Aston me mira y me guina el ojo y yo intento no volver a poner los ojos en blanco. Ese chico es completamente irritante. Solo se mete conmigo porque sabe que me saca de mis casillas y esta empezando a darse cuenta de que llamarme princesita rica es la forma mas facil de hacerme enfadar. Yo no tengo la culpa de haber nacido en una familia de clase media-alta. Braden tiene una familia igual y nadie le llama nino rico. Claro, ya lo entiendo. A el nadie le llama asi porque el ochenta por ciento de los chicos que viven en esta casa proceden del mismo entorno. Alargo el brazo, cojo la revista del suelo y la enrollo. Luego la balanceo en direccion a Braden y la uso para darle un azote en la espalda. --!Ay! ?Por que has hecho eso? --Me mira frunciendo el ceno. --Gracias por defenderme, capullo. --Oye, le he hecho callar. Le hago un gesto de burla. --Solo lo has hecho porque te ha molestado que nos pusiera a mi y a su habitacion en la misma frase. --Por lo menos le he hecho callar. Ahora ya le puedes explicar a Maddie lo que le tiene que decir a mi madre. Oh, ya lo creo que se lo dire. Suspiro mirando sus enormes y suplicantes ojos y me encojo de hombros. --Esta bien. Le dire lo que le tiene que decir. --Pues yo creo que tu estabas jugando tus cartas. --Lila se enrolla un mechon de pelo en el dedo. Frunzo los labios por detras del libro y la miro por encima de las paginas. --No se de que me estas hablando. --Mientes fatal, Megs. Sabes muy bien de que te estoy hablando. --Si lo supiera no te habria preguntado. Alarga el brazo, tira del libro y ve mi sonrisa antes de que me de tiempo a esconderla. --?!Lo ves!? --exclama--. Claro que lo sabes. --De acuerdo, esta bien. ?Y que si jugaba mis cartas? Al final todo salio bien, ?no? --Pero por poco se va todo al garete. ?Ya has olvidado que Maddie se fue a Brooklyn? --No --le contesto despacio--. No lo he olvidado. Pero luego volvio y se dieron cana mutuamente. Lila frunce los labios. --?Y nunca te preocupo lo que pudiera pasar? Niego con la cabeza. --La verdad es que no. Ya se que suena fatal y que parece que no me importara, pero sabia que encontrarian el camino. No me digas que la creiste cuando nos dijo que no estaba enamorada de el. --Bueno, no... --Pues eso. Ella se colo tanto como el por ella, Lila. --?Y entonces por que se marcho a Brooklyn? No lo entiendo. Todos sabiamos que estaban jugando a lo mismo. --Tu no estabas delante cuando Braden lo descubrio. --Me muerdo el labio inferior. Fue terrible. Ninguna de nosotras imagino, ni por un segundo, que se presentaria en el dormitorio de Maddie, y menos yo. Debo reconocer que ahi estuve un poco lenta, y a pesar de lo mucho que me esforce por ocultarme no habia forma de hacerlo discretamente--. Se puso como una rera. Estaba muy enfadado. Yo estaba ahi sentada viendo como se le partia el corazon y me senti fatal. La verdad es que vi como se les rompia el corazon a los dos. Braden se volvio loco cuando averiguo lo que ella habia hecho, y despues Maddie descubrio que el habia hecho exactamente lo mismo. Ella estaba avergonzada y se enfado con Braden por lo que habia hecho. Pero lo peor de todo es que se le rompio el corazon y en ese momento ella dejo de creer que Braden se habia enamorado de ella. Lo unico que podia hacer era huir. --Ah. ?Te lo conto Maddie? --No, pero no hay que ser cupido para darse cuenta. --?Y como lo averiguaste tu? Encojo un hombro. --Ventajas de que tu tia preferida se haya especializado en tres ramas distintas de psicologia. Se queda boquiabierta. --?Tres? --Si, ya lo se. Mi familia esta llena de empollones. Creo que yo soy la oveja negra por estar estudiando Literatura y tener esta obsesion por ser escritora. --Por lo menos estas haciendo lo que te gusta. Y para que lo sepas, estoy segura de que serias un gran cupido. --Se rie. --Gracias. --Le lanzo la almohada sonriendo--. Pero como ya he dicho, ahora todo va genial, ?verdad? --Tengo que admitir que jamas pense que veria a Braden Carter llevandose a una chica a su casa. --Lila se lleva mi almohada al pecho. --Ya somos dos. --Sonrio. En realidad nunca pense que le veria tan enamorado. Braden y Maddie comparten la clase de amor magico con el que suenan todas las ninas, por lo menos yo si. Me pasaba horas y horas sonando con ese chico que me llenaria el estomago de mariposas y me haria volar tan alto que jamas querria volver a bajar. El fuego de mis suenos se alimentaba de la biblioteca que mi madre tenia en el despacho. Soy incapaz de recordar las miles de veces que cogia libros a escondidas para leer sobre la clase de amor que mis amigas estaban experimentando en este momento. --?Que lees? --Mi abuela asomo la nariz por encima de mi hombro. Me sobresalte y cerre el libro. --Nada. --?Y entonces por que lo lees? --No lo se. Se inclino sobre el respaldo del sofa y me quito el libro de las manos. Abrio los ojos como platos cuando leyo el titulo. --?Huckleberry Finn? ?Te estas escondiendo para leer esto? --Hum, si. --Trague saliva. Mi abuela abrio el libro. Dejo resbalar los ojos por la pagina y acto seguido lo cerro y le quito la cubierta. --Megan Harper. Escurridiza ladronzuela. Esboce una cautelosa sonrisa. --?Ya sabe tu madre que le has cogido su ejemplar de Orgullo y prejuicio cuando deberias estar leyendo Huckleberry Finn? --No. !Por favor abuela no se lo digas! Tampoco es que Huckleberry Finn sea tan malo, pero no lo quiero leer. Prerero leer sobre Lizzy y Darcy. No me contesto. --Por favor, abuela. --No dire nada, nina. Te dire conrdencialmente que Huck Finn no es ni la mitad de excitante que el senor Darcy. Pero no le digas a tu madre que apruebo que le robes las novelas romanticas. --No se lo dire. La abuela senalo el libro. --?Ya la ha besado? Asenti con alegria. --Es mi parte preferida. --La mia tambien. --Me guino el ojo. Se abre la puerta de nuestra habitacion y entran Maddie y su fogosa melena. --Tienes que ponerme enferma o algo. O rngir que lo estoy. Ah, !ya se! Pintame con pintura facial --balbucea cerrando de un portazo y apoyandose contra la puerta. --?Que? ?Pintura facial? --Frunzo el ceno. --Si. Soy alergica. --Se senala la cara--. Siempre se me hincha la cara y me salen manchas y cosas de esas. --Aparte de que no suelo tener pintura facial debajo de la cama... --comenta Lila--. ?Por que quieres ponerte enferma? Maddie resbala por la puerta hasta sentarse en el suelo y se rodea las rodillas con los brazos. --Es que yo nunca... Ya sabeis. Nunca he conocido a los padres de nadie. --Ohhh --decimos Lila y yo al unisono. --Sus padres no estan nada mal. --La miro--. Te lo digo en serio. Son de las personas mas simpaticas que he conocido. --Es tu mejor amigo. Que vas a decir tu --grune. --Pues si que es mi amigo, pero no lo digo por eso. De verdad, Mads. No tienes nada por que preocuparte. --?Y que pasa si me hacen cientos de preguntas? --Su padre no hara nada de eso. Pero su madre, si. Aunque no seran sobre ti, sino sobre el. --?Y que le digo? --Dile la verdad. --Sonrio--. !Aja! Yo gano. Maddie y Lila me miran a la vez alzando las cejas. --Le he prometido a Braden que le diria a Maddie lo que le tenia que decir a su madre, y le estoy diciendo que le diga la verdad. --Bien jugado --concede Lila. --Supongo que no te habra pedido que me convenzas para que mienta, ?verdad? --Maddie se sienta y sonrie. --Claro que no. Es lo que cree que voy a hacer. --Sonrio--. ?Cuando os marchais? --Despues de la clase de lite. Es la ultima clase de la manana, ?verdad? Asiento y Lila frunce el ceno. --Pensaba que os ibais el sabado por la manana. Me parecio oir que Braden no queria dejar que Megs pasara dos noches seguidas de resta en una casa llena de chicos salidos de la hermandad. Dejo caer la cabeza hacia atras. --Por el amor de Dios --murmuro mirando al techo. --Si, esa era la idea inicial --explica Maddie--, pero le dije que su comportamiento era absurdo y que Megan era perfectamente capaz de defenderse sola en esa casa llena de animales. Vuelvo a levantar la cabeza y le sonrio agradecida. --?Ves? --Miro a Lila--. Este es otro de los motivos por los que sabia que eran perfectos el uno para el otro. Ella le da cana y yo consigo librarme de vez en cuando de su adorable actitud protectora. --Adorable actitud molesta --me corrige Maddie--. A mi me vuelve loca. No se como lo aguantas. --Ya estoy acostumbrada. Lo ha hecho toda la vida; ya no me molesta. Es algo asi como el ruido de fondo. Ademas, ya le suplique a su madre que le diera una hermanita cuando tenia trece anos, pero se nego. --?Tan terrible era? --pregunta Lila riendo. --?De verdad quereis saberlo? --Las miro y ellas asienten--. Esta bien. Teniamos seis anos y era otono. Habiamos pasado todo el rn de semana recogiendo castanas para llevarlas al colegio el lunes y yo habia encontrado una perfecta. Braden siempre me ganaba en todo, pero aquella vez la victoria seria mia. Por aquel entonces habia un nino que estaba colado por mi, Adam Land. Le desafie a una pelea de castanas y gane, pero el odiaba perder contra una chica y me lanzo una a la cabeza. Braden salto sobre el y le mordio. --!?Le mordio?! --grito Maddie, y Lila se rio. Me tapo la boca con la mano y me rio en silencio asintiendo. --Le mordio con tanta fuerza que le hizo sangre. Su madre se puso como loca cuando la llamo el director. --Es genial. Ojala mi hermano hubiera hecho lo mismo --dice Lila con aire reflexivo. --Ahora estoy muy contenta de haberlo convencido para irnos manana por muy preocupada que este por conocer a sus padres. --Maddie intenta sofocar su risa. --?Significa eso que este fin de semana vere una Megan distinta? --pregunta Lila con brillo en los ojos. --Oye, que Braden no este no significa que me vaya a llevar a la cama al primero que pase. --Bajo la mirada--. Aunque tambien puede que si. Ademas resulta que mantengo una perpetua relacion de amor-odio con el chico que me quiero llevar a la cama. Estoy viviendo la clase de amor que hay entre Elizabeth y el senor Darcy en Orgullo y prejuicio. Por suerte los demas solo se dan cuenta del odio. Es mi secreto. Nadie sabe que cada vez que Aston Banks aparece en mi campo de vision en mi estomago entra en erupcion un enjambre de locas y minusculas mariposas. Y de momento no tengo ninguna intencion de compartir ese secreto con nadie.

  • El otono del patriarca de Gabriel Garcia Marquez

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    Gabriel Garcia Marquez declaro una y otra vez que El otono del patriarca es la novela en la que mas trabajo y esfuerzo invirtio.

  • Secretos en el Silencio de Gayle Wilson

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    La periodista Callie Evers llego a la atrasada ciudad costera de Point Hope, Alabama, con la intencion de escribir sobre el asesinato de un nino que diez anos atras habia quedado sin resolver. Pero cuando la evidente hostilidad de los habitantes del lugar se convirtio en algo mucho mas peligroso, tuvo que convencer al jefe de policia Ben Stanton de que todo lo que el creia saber sobre el asesinato era mentira.

  • Un capricho del corazon, Kate Ross de Kate Ross

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  • Una vida de perros de Estefania Salyers

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    Si el amor de tu vida se casa con otra, no te preocupes, tienes tres remedios para superarlo: tu mejor amiga, la Gran Manzana y un perro faldero.

  • Sentido y Sensibilidad de Jane Austen

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  • Los chicos del calendario 4: Agosto, septiembre y octubre, Candela Rios de Candela Rios

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    Me llamo Candela Rios. Supongo que a estas alturas del ano no hace falta que te explique quien soy o por que estoy recorriendo el pais de norte a sur y de este a oeste. Los chicos del calendario ha llegado a su ecuador y cada vez estoy mas cerca de acabar esta aventura. Cada mes he vivido una experiencia unica y he conocido a personas maravillosas con las que he aprendido lecciones inolvidables.
    En agosto, septiembre y octubre visitare tres nuevas ciudades para continuar con mi busqueda de un hombre que valga la pena y me haga cambiar de idea sobre el sexo opuesto. Aunque ?quereis saber algo? Creo que empiezo a atisbar lo que buscaba. No tanto al hombre en si, sino la respuesta. Empiezo a entender que todo es cuestion de perspectiva o del momento vital de atravesamos. Y que la cuestion no es tanto dar con ese ejemplar perfecto y unico en su especie, sino encontrar ese chico cuyo momento coincida con el tuyo y haga que este caos que es el dia a dia sea tan intenso que ya no te importe subirte a la montana rusa del amor.

  • La rebelion del rey (El principe cautivo 3) de C. S. Pacat

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    La verdad ha salido a la luz y ahora Damen debe elegir entre el trono y el amor

  • Nunca sere tu heroe de Maria Menendez-ponte

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    Andres es un joven que no vive su mejor momento: esta harto del colegio, de su madre, de su eterno acne… Solo le anima dibujar comics, su novia y odiar a Jorge, el pijo del colegio. ?Que hara para encontrar su sitio en la vida? Humor y lios en una novela que resalta la importancia de la amistad y el esfuerzo.

  • Travis y Emily (Hermanos Sullivan 2) de

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    Travis Sullivan no tenia intencion de enamorarse. Acababa de regresar a Nueva York, tenia un nuevo trabajo y pensaba pasar en el gimnasio cada minuto de su tiempo libre. La vida de Emily no ha sido facil. Ha estudiado, ha hecho amigos y ha logrado, al fin, ser feliz. Pero jamas se ha enamorado. Y tiene tantas ganas de hacerlo como empeno en evitarlo. Cuando Travis y Emily se encuentran, sera inevitable que el amor surja entre ellos. Tan inevitable como un pasado maldito que los dos darian cualquier cosa por cambiar.

  • Otto de Jose Ramon Villaverde Garcia

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    Basada en hechos reales La lista Otto fue un catalogo o vademecum creado en el Paris ocupado durante la II Guerra Mundial. El objetivo, el expolio de todos los bienes posibles a los judios y franceses. Cuadros, joyas, divisas, vinos, minerales llenaron sus paginas asi como el origen, localizacion y propiedad de los mismos.

  • Lola (Moteros 3) de Patricia Sutherland

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    .Porque, a veces, el amor llega cuando menos te lo esperas…

  • En defensa de la Ilustracion de Steven Pinker

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  • Retorno a Roma de Alicia Padron

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    Un viaje fascinante a la Roma clasica. Una manera diferente, amena y veraz, de cnocer la historia de la Roma mas fascinante. Julia es una joven profesora universitaria cuya vida atraviesa una fase autodestructiva. En un momento decisivo, decide aceptar un trabajo extremadamente peligroso que le llevara hasta destinos sorprendentes y determinara que su vida se cruce con la de quien, desde el pasado, marca su existencia. El encuentro entre dos personajes tan opuestos, con un magnicidio como trasfondo, tendra consecuencias imprevisibles y, tal vez, en el de toda la humanidad.
    Un viaje formidable, a ritmo trepidante, hasta la Roma clasica, donde viviremos los acontecimientos que marcaron el curso de la historia hasta ser sus verdaderos protagonistas.

  • Siete tumbas, un invierno de Christoffer Petersen

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    UN ASESINATO QUE PUEDE HACER CAER EL GOBIERNO DE GROENLANDIA
    Despues de haber sido torturado por un criminal, el agente David Maratse apenas puede caminar sin dolor. Incapacitado para ser policia en Nuuk, la capital de Groenlandia, decide retirarse a una pequena poblacion de la costa oriental. Alli, cada verano los habitantes cavan siete tumbas antes de que el interminable invierno endurezca la tierra, con la esperanza de que sean demasiadas. Ese ano, sin embargo, no podian imaginar que apareceria el cadaver de una joven en las gelidas aguas articas. Su asesinato puede cambiar el destino de la mayor isla del mundo y obligara a Maratse a abandonar su retiro forzoso.

  • Vorrh. El bosque infinito de Brian Catling

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    EL PRIMER GRAN HITO DE LA FANTASIA EN ESTE SIGLO <>. ALAN MOORE Mas alla de la ciudad colonial de Essenwald se extiende un inmenso bosque, tal vez infinito, en el que habitan angeles y demonios, guerreros y sacerdotes. Floresta magica y sensible, el Vorrh retuerce el tiempo, absorbe las almas, borra la memoria y cuentan las leyendas que en su corazon se conserva intacto el mismisimo jardin del Eden. Ahora, un soldado rebelde ingles se propone ser el primero en atravesar su extension y emprende el viaje armado solo con un extrano arco fabricado con la espina dorsal de su amante. Pero alguien que teme las consecuencias de su mision enviara para detenerlo a un implacable tirador nativo. Alrededor de ellos orbitaran decisivamente historias tan dispares como la de un ciclope criado por robots de baquelita o la de figuras historicas como Sarah Winchester, heredera del imperio del rifle, y el inclasificable escritor Raymond Roussel. Patrick Rothfuss y China Mieville, Alasdair Gray y Philip Jose Farmer, los mas nuevos y los grandes maestros resuenan y se amplifican en esta novela exuberante y devoradora, una arrolladoramente original creacion literaria que, ignorando las fronteras entre los generos, combina sin fisuras el steampunk, el surrealismo y el terror gotico. Vorrh. El bosque infinito es de lejos lo mejor que le ha pasado a la fantasia en lo que va de siglo.

  • Carnaval brutal de Ales Steger

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    Adam Bely, exdramaturgo y exjefe de cienciologos, vuelve a su natal Maribor despues de anos de ausencia acompanado de Rosa Portero, periodista de radio. Ambos son aliados para desmantelar al Gran Orco y absolver a las almas que lo conforman, mientras intentan permanecer fuera del escrutinio policiaco.
    Diversos personajes -algunos de la esfera politica y empresarial- se despliegan estramboticamente en una brutalidad animal una vez son liberadas sus almas. Diseminadas en una conspiracion misteriosa y disparatada, desfilan ante nosotros las debilidades de nuestra propia civilizacion en una parodia pesada e incomoda. Steger juega con una realidad oscura que colorea con la excentricidad y nos recuerda que el carnaval se vive todo el ano como una repeticion absurda.

  • Tu, me gustas tu de Inma Munoz

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    La vida de Salma cambia por completo cuando decide mudarse a Mallorca tras la separacion de sus padres. Alli comenzara la Universidad, vivira nuevas experiencias, conocera nuevos amigos y se cruzara en el camino de Luca: un apuesto italiano que la dejara cautivada desde el primer momento. Pero… ?que ocurre cuando te enamoras de alguien tan diferente a ti?
    Si realmente quieren estar juntos, los protagonistas de esta historia tendran que hacer frente a la distancia, las opiniones de los demas por la diferencia de edad que existe y su estilo de vida. ?Podra el amor con todo?

  • El rumor de tus besos (La fragancia de lo infinito 1) de Rosa Alcantara Menendez

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    Celine esta casada con un rico anticuario, es joven, guapa, vive en el barrio mas elegante de Casablanca y tiene todo lo que se pueda desear. Sin embargo, no es feliz; se siente atrapada en una vida miserable aunque a ojos de todo el mundo parezca perfecta. Por eso ha perdido la esperanza de encontrar el verdadero amor que sonaba desde nina. Solo su madre sabe lo que realmente sucede entre ella y el maduro anticuario, y lo ignora por disfrutar de un estatus privilegiado.
    Una tarde de diciembre de 1953, asiste a una fiesta para celebrar el cumpleanos del general Fournier, uno de los militares mas relevantes del Protectorado. Alli conoce al hijo del general: Louis, tambien casado y harto de su matrimonio. El encuentro es un estallido de color, suficiente para que ambos se arriesguen a dar rienda suelta a sus fantasias haciendo lo que siempre desearon. Juntos se vuelven temerarios, tejen planes para afrontar a sus parejas mientras ese amor prohibido les conquista. Rozaran la felicidad absoluta y se veran abocados a descender al interior de las emociones humanas mas sombrias. Encontrar su redencion no sera facil, ?pero desde cuando lo sublime esta al alcance de la mano?

  • Conquistando a la Perla de Sophie Kiss

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    Cuando menos lo esperamos o ni siquiera lo pedimos el amor aparece. Eso le ha currido a Sabrina Lutens, una periodista que espera aventuras en su trabajo, su jefe la envia a cubrir una noticia a un lejano bosque que sera destruido. James, un adinerado y poderoso empresario encabeza la resistencia para salvar el bosque, lo que nadie sabe son los motivos por los cuales el quiere salvarlo, Sabrina reportea todo descubriendo un mundo de sensaciones. Por otro lado Kenneth, el ex novio de Sabrina, padece de una adiccion afectiva hacia ella, jamas pudo superar el terminar su relacion, se va a buscarla donde sea necesario para quedarse a toda costa con ella.

  • Matar a un ruisenor de Harper Lee

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    Cuando tenia casi trece anos, mi hermano Jem sufrio una grave fractura en el brazo a la altura del codo. Cuando sano y por fin se disiparon sus temores de que nunca podria volver a jugar al futbol americano, en raras ocasiones volvia a acordarse de aquella lesion. El brazo izquierdo le quedo algo mas corto que el derecho; cuando estaba de pie o andaba, el dorso de la mano formaba casi un angulo recto con su cuerpo, y el pulgar estaba paralelo a sus muslos. A el no podria haberle importado menos, con tal de poder pasar y chutar. Cuando transcurrieron anos suficientes para poder verlos en retrospectiva, a veces hablabamos de los acontecimientos que condujeron a su accidente. Yo sostengo que los Ewell fueron quienes lo comenzaron todo, pero Jem, que era cuatro anos mayor que yo, decia que eso habia empezado mucho antes. Dijo que comenzo el verano en que Dill vino a vernos, cuando nos hizo concebir por primera vez la idea de hacer salir a Boo Radley. Yo decia que si el queria tener una amplia perspectiva de lo sucedido, en realidad comenzo con Andrew Jackson. Si el general Jackson no hubiera perseguido a los indios creek arroyo arriba, Simon Finch nunca habria llegado hasta Alabama, y ?donde estariamos nosotros si no lo hubiera hecho? Eramos demasiado mayores como para zanjar la discusion con una pelea, de modo que consultamos a Atticus. Nuestro padre dijo que los dos teniamos razon. Al ser del Sur, era un motivo de verguenza para algunos miembros de la familia que no tuvieramos constancia de que alguno de nuestros antepasados hubiera peleado en la batalla de Hastings. Tan solo teniamos a Simon Finch, un boticario de Cornualles cuya piedad solo se veia superada por su tacaneria. En Inglaterra, a Simon le irritaba la persecucion de aquellos que se autodenominaban metodistas a manos de sus hermanos mas liberales, y ya que Simon se consideraba metodista, cruzo el Atlantico hasta Filadelfia, de ahi a Jamaica, y desde alli a Mobile subiendo hasta Saint Stephens. Teniendo en cuenta las estrictas normas de John Wesley sobre no enriquecerse en los negocios aprovechandose de los demas, Simon se dedico a la practica de la medicina logrando un gran exito; pero en esta empresa era infeliz, pues habia sido tentado a hacer lo que el sabia que no era para la gloria de Dios, como llevar oro y ropas costosas. De modo que Simon, habiendo olvidado lo que su maestro habia dicho sobre la posesion de bienes humanos, compro tres esclavos y con su ayuda establecio una hacienda a las orillas del rio Alabama, a unos sesenta y cinco kilometros mas arriba de Saint Stephens. Regreso a Saint Stephens solamente una vez, para encontrar esposa, y con ella establecio una descendencia con muchas hijas. Simon vivio hasta una edad impresionante y murio rico. Era costumbre de los hombres de la familia quedarse en la hacienda de Simon, Finch's Landing, y ganarse la vida con el algodon. El lugar se sostenia a si mismo. Modesto en comparacion con los imperios que lo rodeaban, Landing producia sin embargo todo lo necesario para la vida excepto hielo, harina de trigo y prendas de vestir, que proporcionaban las embarcaciones fluviales de Mobile. Simon habria considerado con impotente rabia los problemas entre el Norte y el Sur, ya que arrebataron a sus descendientes todo a excepcion de su tierra; sin embargo, la tradicion de vivir en esa hacienda siguio inalterable hasta bien entrado el siglo XX, cuando mi padre, Atticus Finch, fue a Montgomery para aprender Derecho, y su hermano menor fue a Boston para estudiar Medicina. Su hermana Alexandra fue la Finch que se quedo en Landing: se caso con un hombre taciturno que pasaba la mayor parte de su tiempo tumbado en una hamaca al lado del rio preguntandose si sus redes de pesca estarian llenas. Cuando mi padre fue admitido en la abogacia, regreso a Maycomb y comenzo a ejercer. Maycomb, a unos treinta kilometros al este de Finch's Landing, era la capital del condado de Maycomb. La oficina de Atticus en el edificio del juzgado contenia poco mas que una percha para sombreros, una escupidera, un tablero de damas y un impecable Codigo de Alabama. Sus dos primeros clientes fueron las dos ultimas personas a las que ahorcaron en la carcel del condado de Maycomb. Atticus los habia instado a que aceptaran la generosidad del Estado, que les permitiria declararse culpables de homicidio en segundo grado y asi evitar la pena capital, pero ellos eran Haverford, un apellido que en el condado de Maycomb es sinonimo de burro testarudo. Los Haverford habian liquidado al principal herrero de Maycomb por un malentendido que surgio por la supuesta <> de una yegua, fueron lo bastante imprudentes para hacerlo en presencia de tres testigos e insistieron en que <> era una defensa lo bastante buena para cualquiera. Persistieron en declararse no culpables de homicidio en primer grado, de modo que no hubo mucho que Atticus pudiera hacer por sus clientes, a excepcion de estar presente en su partida, una ocasion que fue probablemente el comienzo de la profunda antipatia de mi padre hacia la practica del Derecho Penal. Durante sus cinco primeros anos en Maycomb, Atticus practico mas que cualquier otra cosa la Economia; y durante varios anos desde entonces invirtio sus ganancias en la educacion de su hermano. John Hale Finch era diez anos menor que mi padre, y decidio estudiar Medicina en un momento en que no valia la pena cultivar algodon; pero despues de tener a Jack encauzado, Atticus comenzo a obtener ingresos razonables practicando la abogacia. Le gustaba Maycomb, habia nacido y se habia criado alli; conocia a su gente, ellos le conocian, y debido a los negocios de Simon Finch, Atticus estaba emparentado por sangre o matrimonio con casi todas las familias de la ciudad. Maycomb era una vieja poblacion, pero ademas era una vieja poblacion cansada cuando yo la conoci. En el tiempo lluvioso las calles se convertian en un barrizal rojizo; crecia hierba en las aceras, y el edificio del juzgado parecia combarse sobre la plaza. En cierto modo, hacia mas calor entonces: un perro negro sufria los dias de verano; las flacas mulas enganchadas a los carros espantaban moscas bajo la sofocante sombra de las encinas que habia en la plaza. A las nueve de la manana, los cuellos rigidos de los hombres se veian languidos. Las damas se banaban antes de la tarde, despues de su siesta de las tres, y al atardecer estaban como blandos pastelitos cubiertos de sudor y dulce talco. La gente se movia despacio entonces. Cruzaban la plaza a paso lento, entrando y saliendo de las tiendas que la rodeaban, y se tomaban su tiempo para todo. Un dia tenia veinticuatro horas, pero parecia mas largo. No habia ninguna prisa, ya que no habia ningun lugar adonde ir, nada que comprar y nada de dinero con el cual comprar, nada que ver fuera de los limites del condado de Maycomb. Pero era una epoca de vago optimismo para algunas personas: al condado de Maycomb se le habia dicho recientemente que no tenia nada que temer, solamente a si mismo. Viviamos en la principal calle residencial de la ciudad: Atticus, Jem y yo, ademas de Calpurnia, nuestra cocinera. Jem y yo estabamos contentos con nuestro padre: jugaba con nosotros, nos leia y nos trataba con cortesia. Calpurnia era otra cosa. Toda angulos y huesos, era miope, tambien bizca, y sus manos eran tan anchas como un travesano de cama, y dos veces mas duras. Siempre me estaba ordenando que saliera de la cocina, preguntandome por que no podia comportarme tan bien como Jem aunque sabia que el era mayor, y me llamaba para volver a casa cuando yo no estaba lista para regresar. Nuestras batallas eran epicas y con un final sin variacion. Calpurnia ganaba siempre, principalmente porque Atticus siempre se ponia de su lado. Ella habia estado con nosotros desde que nacio Jem, y yo habia sentido la tirania de su presencia desde que podia recordar. Nuestra madre murio cuando yo tenia dos anos, de modo que nunca senti su ausencia. Ella era una Graham de Montgomery; Atticus la conocio cuando fue elegido por primera vez para la legislatura estatal. Para entonces, el era de mediana edad y ella quince anos mas joven. Jem fue el resultado de su primer ano de matrimonio. Cuatro anos despues naci yo, y dos anos despues nuestra madre murio de un ataque repentino al corazon. Decian que era cosa de familia. Yo no la extranaba, pero creo que Jem si. El la recordaba claramente, y algunas veces en mitad de un juego daba un largo suspiro, y despues se marchaba y jugaba el solo detras de la cochera. Cuando se ponia asi, yo sabia que era mejor no molestarle. Cuando yo tenia casi seis anos y Jem se acercaba a los diez, nuestras fronteras en el verano (al alcance de la voz de Calpurnia) eran la casa de la senora Henry Lafayette Dubose, dos puertas al norte de la nuestra, y la Mansion Radley, a tres puertas al sur. Nunca sentimos la tentacion de traspasarlas. La Mansion Radley estaba habitada por una entidad desconocida, cuya mera descripcion era suficiente para hacer que nos portaramos bien durante dias. La senora Dubose era el mismo demonio. Ese fue el verano en que vino Dill. Una manana temprano, cuando estabamos comenzando nuestros juegos en el patio trasero, Jem y yo oimos algo en la puerta contigua, en el parterre de coles de la senorita Rachel Haverford. Fuimos hasta la malla de alambre para ver si habia un perrito, pues la perra terrier de la senorita Rachel estaba prenada, pero en cambio encontramos a alguien sentado que nos miraba. Sentado, no era mucho mas alto que las coles. Nos quedamos mirando fijamente hasta que el hablo: --Hola. --Hola, tu --contesto Jem amablemente. --Soy Charles Baker Harris --dijo el--. Se leer. --?Y que? --pregunte yo. --Solo pense que os gustaria saber que se leer. Si teneis algo que necesiteis leer, yo puedo hacerlo... --?Cuantos anos tienes? --pregunto Jem--. ?Cuatro y medio? --Voy para siete. --Entonces no es nada --dijo Jem, senalandome con el pulgar --. Aqui Scout lee desde que nacio, y ni siquiera ha comenzado aun la escuela. Pareces muy canijo para tener casi siete anos. --Soy pequeno pero mayor --afirmo el. Jem se aparto el cabello para mirarlo mejor. --?Por que no vienes aqui, Charles Baker Harris? --dijo--. Senor, vaya nombre. --No es mas curioso que el tuyo. Tia Rachel dice que te llamas Jeremy Atticus Finch. Jem fruncio la frente. --Soy lo bastante alto para estar en consonancia con mi nombre --dijo--. Tu nombre no es mas largo que tu. Apuesto a que es un palmo mas largo. --La gente me llama Dill --dijo Dill, intentando pasar por debajo de la valla. --Te ira mejor si pasas por encima en lugar de por debajo -- observe yo--. ?De donde vienes? Dill era de Meridian, Mississippi, e iba a pasar el verano con su tia, la senorita Rachel, y desde entonces pasaria todos los veranos en Maycomb. Su familia era del condado de Maycomb originariamente. Su madre trabajaba para un fotografo en Meridian, habia presentado una fotografia de el a un concurso de ninos guapos, y gano cinco dolares. Le dio el dinero a Dill, quien lo empleo en ir veinte veces al cine. --Aqui no hay exposiciones de fotografia, excepto a veces las de Jesus en el juzgado --dijo Jem--. ?Viste alguna pelicula buena? Dill habia visto Dracula, una revelacion que movio a Jem a mirarle con cierto respeto. --Cuentanosla --le pidio. Dill era un chico muy curioso. Llevaba pantalones cortos azules de lino que se abotonaban a la camisa, su cabello era blanco como la nieve y lo llevaba pegado a la cabeza como si fuera un plumon de pato; era un ano mayor que yo, pero yo le sobrepasaba en altura. Mientras nos relataba la vieja historia, sus ojos azules se iluminaban y se oscurecian; su risa era repentina y feliz, y solia tirarse de un mechon de cabello que caia sobre su frente. Cuando Dill hubo reducido al polvo a Dracula, y Jem dijo que la pelicula parecia mejor que el libro, le pregunte a Dill donde estaba su padre. --No has dicho nada de el. --No tengo ningun padre. --?Esta muerto? --No... --Entonces, si no esta muerto, si lo tienes, ?verdad? Dill se sonrojo y Jem me dijo que me callase, una senal segura de que Dill habia sido estudiado y hallado aceptable. A partir de entonces el verano paso con una diversion constante. La diversion constante era: hacer mejoras a nuestra casa del arbol que descansaba entre dos cinamomos gigantes en el patio trasero, alborotar, recorrer nuestra lista de obras de teatro basadas en las de Oliver Optic, Victor Appleton y Edgar Rice Burroughs. En este asunto teniamos la fortuna de tener a Dill. El representaba los papeles que anteriormente me daban a mi. El mono en Tarzan, el senor Crabtree en The Rover Boys, el senor Damon en Tom Swift. De ese modo llegamos a conocer a Dill como un merlin de bolsillo, cuya cabeza estaba llena de planes excentricos, anhelos extranos y fantasias raras. Pero a finales de agosto nuestro repertorio era aburrido, por haberlo representado incontables veces, y fue entonces cuando Dill nos dio la idea de hacer salir a Boo Radley. La Mansion Radley fascinaba a Dill. A pesar de nuestras advertencias y explicaciones, le atraia como la luna atrae al agua, aunque no mas cerca de la farola de la esquina, a una distancia segura de la puerta de los Radley. Ahi se quedaba, rodeando el grueso poste con un brazo, mirando fijamente y haciendose preguntas. La Mansion Radley hacia una curva cerrada mas alla de nuestra casa. Andando hacia el sur, se pasaba por delante de su porche; la acera daba un giro y estaba en paralelo con la finca. La casa era baja, en otra epoca era blanca y con un ancho porche y persianas verdes, pero hacia mucho tiempo que se habia oscurecido hasta llegar al tono de pizarra gris que la rodeaba. Unas tablas descompuestas por la lluvia caian sobre los aleros del barandal; unos robles mantenian alejados los rayos de sol. Los restos de una cerca guardaban el patio frontal, un patio <> que nunca se barria, donde crecian en abundancia hierbajos y flores silvestres. Dentro de la casa vivia un fantasma maligno. La gente decia que existia, pero Jem y yo nunca lo habiamos visto. La gente decia que salia de noche, cuando se ponia la luna, y miraba por las ventanas. Cuando las azaleas de la gente se helaban en una noche fria, era porque el habia soplado sobre ellas. Cualquier pequeno delito cometido en Maycomb era obra del fantasma. En una ocasion, la ciudad estaba aterrorizada por una serie de macabros acontecimientos nocturnos: encontraban mutilados pollos y animales domesticos; aunque el culpable era Addie el Loco, quien finalmente termino ahogandose en el remolino de aguas de Barker, todos seguian mirando la Mansion Radley, sin estar dispuestos a descartar sus sospechas iniciales. Un negro no pasaria al lado de la Mansion Radley de noche; cruzaria a la acera contraria e iria silbando mientras caminaba. Los terrenos escolares de Maycomb lindaban con la parte trasera del terreno de los Radley; desde el gallinero de los Radley, altos arboles de pacanas dejaban caer su fruto al patio de la escuela, pero los ninos no tocaban ninguna de aquellas nueces: las pacanas de los Radley mataban. Una bola de beisbol que cayera en el patio de los Radley era una bola perdida, y no se hacian preguntas. La desgracia de aquella casa comenzo muchos anos antes de que Jem y yo nacieramos. Los Radley, bien recibidos en cualquier parte de la ciudad, se encerraban en su casa, una predileccion imperdonable en Maycomb. Ellos no iban a la iglesia, que era el entretenimiento principal de Maycomb, sino que rendian culto en su casa; la senora Radley en raras ocasiones llegaba a cruzar la calle para tomar un cafe a media manana con sus vecinas, y sin duda nunca se unio a ningun circulo misionero. La senora Radley caminaba hasta la ciudad a las once y media cada manana y regresaba prontamente a las doce, a veces llevando una bolsa de papel marron que los vecinos suponian que contenia las provisiones de la familia. Yo nunca supe como el viejo senor Radley se ganaba la vida, Jem decia que <>, un termino educado para decir que no hacia nada, pero el senor Radley y su esposa habian vivido alli con sus dos hijos durante tanto tiempo como cualquiera podia recordar. Las persianas y las puertas de la casa de los Radley estaban cerradas los domingos, otra cosa ajena a las costumbres de Maycomb: puertas cerradas significaba solamente enfermedad y tiempo frio. De entre todos los dias, el domingo era dia para las visitas formales por la tarde: las senoras llevaban corse, los hombres llevaban abrigos, los ninos llevaban zapatos. Pero subir los peldanos de la Mansion Radley y decir <> una tarde de domingo era algo que sus vecinos no hacian nunca. La casa de los Radley no tenia puertas de tela metalica. Una vez le pregunte a Atticus si alguna vez tuvo alguna; Atticus dijo que si, pero antes de que yo naciera. Segun la leyenda del barrio, cuando el joven Radley estaba en la adolescencia hizo amistad con algunos de los Cunningham, de Old Sarum, una tribu enorme y confusa que estaba domiciliada en la parte norte del condado, y formaron lo mas parecido a una pandilla que se viera jamas en Maycomb. Hacian muy poca cosa, pero lo bastante para que hablaran de ello por la ciudad y los amonestaran publicamente desde tres pulpitos: merodeaban por la barberia; subian en el autobus hasta Abbottsville los domingos e iban al cine: asistian a bailes en los lugares de juego en el condado al lado del rio: la posada Dew-Drop y Campamento Pesquero: probaban el whisky de contrabando. Nadie en Maycomb tenia las agallas para decirle al senor Radley que su muchacho andaba con malas companias.

  • El ajedrecista de Esteban Navarro

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    Una nueva novela de uno de los autores espanoles mas leidos en todo el mundo. Esteban Navarro Soriano fue policia durante 24 anos y en la actualidad se dedica a tiempo completo a escribir, su gran pasion. Ha sido premio Saramago y finalista en el Premio Nadal, ademas de una treintena de diversos premios de novela y relato. Amazon lo ha reconocido como el fundador de la denominada ‘Generacion Kindle’ y Random House lo considero en su momento como uno de los grandes nombres de la novela negra. Es superventas internacional con obras como El apagon, La casa de enfrente, Los crimenes del abecedario, El consul infiltrado, Los fresones rojos, El buen padre o la controvertida Una historia de policias.

  • La puerta de Abadon (The Expanse 3) de James S. A. Corey

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    La tercera parte de <>, la saga superventas de The New York Times en que se basa la exitosa serie de television homonima producida por Syfy y emitida en Netflix.

  • La coincidencia perfecta de Annie J. Rose

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    D 1 C L A RA ebia pensar rapido. Nunca imagine que se apareceria asi, ni que tendria que presentar pruebas de mi novio imaginario. Ella conocia a todos mis empleados, asi que no podia llamar a Brett para que fuera mi tapadera. No habia tiempo de llamar a una agencia de empleos temporales y contratar a alguien. Me quedaba media hora. Me quede mirando los hermosos pasteles y galletas de la vitrina frente a mi. Queria llenarme la boca con ellos, pero tampoco habia tiempo para eso. No podia decir que mi novio imaginario estaba trabajando; acababa de responderle un mensaje diciendole que estabamos pasando el dia juntos. Eso fue antes de saber que mi madre estaba en Los Angeles, no bien lejos en algun lugar de Asia. Me volvi hacia el cajero. Guapo, de cabello oscuro, hombros anchos y sabia usar cajas registradoras: es el elegido. Eran tiempos desesperados. Me incline sobre el mostrador y le susurre: --Te ofrezco mil dolares en efectivo si te vas de aqui conmigo, te reunes con una mujer en el cafe de enfrente, te llamas Blake y finges ser doctor. ?Has visto Anatomia Segun Grey? Bueno, no importa. ?Puedes hacerlo? --?Que? --dijo, mirandome como si estuviera loca. Y, de haber tenido un espejo, estoy muy segura de que yo tambien me habria visto de la misma manera. --Mira, es mi mama. Es un dolor de cabeza, y cree que tengo novio porque me invente uno. Me canse de que me dijera mierdas por estar soltera. !Dirijo una compania, por Dios santo! Uno pensaria que eso contaria por… Olvidalo. ?Lo haras? --?Me llamo Blake? --Si, asi que, ya sabes, quitate el delantal. ?Tenemos un trato? --?Por mil dolares? Claro. ?Como te llamas? --pregunto. --Me llamo Clara Rider. ?Y tu eres…? --Blake, por supuesto --dijo con una sonrisa astuta. Mi estomago dio un vuelco como si estuviese en una montana rusa y mis mejillas se calentaron por su contacto cuando estrecho mi mano. Quizas acabo de gastar mil dolares para generarme un monton de problemas. --Aqui esta la historia resumida --le dije mientras lo apuraba por la acera--. Tengo una aplicacion… Dos anos de mi vida y cada centavo de mis ahorros. No esta funcionando bien. Mi madre queria que renunciara y volviera a trabajar para ella. Me negue. Esta amenazandome con quitarme el apoyo del unico inversionista que me queda, que es amigo suyo, a menos que pueda probar que le aplicacion funciona. Es como Tinder, pero menos indecente. --Y de alguna manera Blake es tu prueba --dijo. Asenti, sorprendida de que lo entendiera tan rapido. Tal vez necesitaba replantearme lo mucho que he subestimando a los hombres que trabajan en ventas. --Si no logro presentarle una pareja perfecta para mi, me quitara el apoyo del inversionista y ganara mis acciones mayoritarias en la compania de diseno. --?Por que hiciste una apuesta asi? --pregunto. --Desesperacion. Fue la unica tactica evasiva que funciono, puesto que queria aplastar mi empresa y volver a tenerme bajo su poder. --Suena encantadora --dijo con una media sonrisa que tuvo efecto en mi; como convertir mi estomago en miel fundida. Tenia que concentrarme. No tenia tiempo para fantasear con el chico de la panaderia. --Es complicada, pero supongo que todo el mundo lo es. --Sabotear tu compania no es ser complicado; solo es ser cruel --senalo. --Si, bueno, es mi batalla, y ahora debo ir a ganarla. --A menos que yo sea Blake --dijo. --Si. Eres doctor. Nos conocimos a traves de mi aplicacion: Slay. --Ese es un nombre un poco agresivo para una aplicacion de citas. --Agresivo... Como mujer que trabaja con tecnologia, nunca me lo habian dicho. Que original --dije poniendo los ojos en blanco--. Ahora vas a decir que no soy lo suficientemente simpatica. --No necesito que me agrades. Soy tu creacion, tu novio perfecto, un doctor. ?Desde hace cuanto estamos juntos? ?Solemos ir de vacaciones? ?Vivimos juntos? --Como dos meses. Y no, no tengo tiempo para eso. --?No tienes tiempo ahora para discutir lo que supuestamente hemos hecho o no tienes tiempo para irte de vacaciones y coger? --Ambas --respondi--. Ya llegamos. Intenta lucir bonito y no hablar demasiado --dije--. Y gracias por hacer esto. --Te dire <> mas tarde, si sale bien --dijo. Extendi la mano hacia la puerta del lujoso restaurante, pero el la alcanzo primero y la sostuvo. Levante una ceja. --?Que? Blake es todo un caballero --dijo con una media sonrisa que parecio retorcer mi ropa interior. E 2 A D RIA N staba loca de remate. Esta chica era demasiado exagerada. Todo era una emergencia. Me ofrecio mil dolares para ir a tomar un cafe con su madre. No necesitaba el dinero, eso estaba clarisimo. Pero ?todo el entretenimiento? Eso si que me vendria bien. Parecia que iba a ser una gran historia. La proxima vez que estuviese en Hong Kong en una de las fiestas aburridas de Daniel, tendria una anecdota divertida sobre aquella ocasion cuando ayude a mi hermana en la tienda y una mujer extrana me rogo que fingiera ser su novio. No me molesto que fuera hermosa. Habria estado igual de dispuesto a ayudar a una mujer menos atractiva, pero la verdad era que, cuando entro con esas piernas largas y su cabello castano con rizos apilado en un mono desordenado, estuve dispuesto a aceptar cualquier cosa que me pidiera. Fue bueno que me pidiera hacer algo legal, porque habria sido humillante tirar toda mi carrera por la borda por ser atrapado traficando droga para una chica sexy e hiperactiva que me abordo en una panaderia. Era una distraccion, y su draconiana madre prometia ser igual de salvaje por la forma en que hablaba de ella. Yo si que sabia de padres controladores, despues de todo, y pense que seria buen karma apoyar a esta mujer Clara en su aprieto. Yo habia venido a este restaurante. No me impresiono. Era un lugar de almuerzos de moda entre comensales pretenciosos con ropa de disenador, donde solo servian tres gotas de salsa verde en un plato. Tuve una reunion alli una vez, y luego tuve que comprarme una hamburguesa porque moria de hambre. Clara estaba visiblemente nerviosa, de pronto incomoda con sus tacones mientras buscaba con la vista a su madre. La vi enderezar los hombros y la postura. La curva de su cuello, donde se encontraban dos mechones de cabello castano sueltos, era elegante, lo suficientemente seductora como para hacerme querer besar el lugar donde se curvaba su hombro. <>, pense con una sonrisa. Casi podia sentir su piel suave bajo la calidez de mi boca, la respiracion sorpresiva que daria antes de inclinarse de nuevo hacia mi, con su espalda derritiendose contra la solidez de mi pecho. Una mujer se puso de pie, lo que hizo girar un poco su extrano poncho rojo sobrecargado por un collar de oro reluciente. La reconoci instantaneamente. No habia visto el parecido entre Clara y la empresaria de medios Cynthia Rider. Cynthia habia empezado en noticias locales, consiguio su propio programa de entrevistas sindicado y ahora era duena de varias cadenas y de un imperio de estilo de vida que lo tenia todo, desde almohadas decorativas con piel de imitacion para infomerciales, hasta una linea de relojes de platino a traves de una marca de lujo italiana. En algun punto de camino a dominar el mundo, tuvo una hija. Una hija que me habia ofrecido dinero para que le mintiera a su madre, lo cual parecia indicar que Cynthia Rider era mejor en los negocios que como madre. Mientras Clara hizo ademan de besar a Cynthia en cada mejilla sin tocarla, yo me quede alli con las manos en el bolsillo y me pregunte que pensaria de mis vaqueros rotos y mi camisa descolorida de los Giants. Ella no me reconoceria tan rapido como yo a ella, pero existia el riesgo de que mi alto perfil pudiese descarriar la tactica de Clara antes de que comenzara. Seria mi responsabilidad asegurarme de que eso no pasara. Me pase con tosquedad una mano por el cabello, desordenandolo un poco. Queria verme tan ordinario como fuera posible, tan intimidado como lo estaria un tipo promedio al conocer a la madre internacionalmente famosa de su novia. Cuando Cynthia extendio su mano, timidamente saque una mano para sacudirla.

  • Mi error fue amar al principe. Parte 1 de Moruena Estringana

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    PARTE I

  • Todos los dias que tuvimos juntos de Anne Zoer

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    Jude Summers es una mujer fuerte, capaz y vulnerable en algunas ocasiones.Ben Randall es un hombre que no solo oculta un secreto, sino que su propio pais trato de matar en cuanto se presento la ocasion.Luego de un aparatoso incidente Jude queda con la duda acerca de quien le salvo la vida y por cuestion del destino su encuentro se vuelve un poco “vergonzoso”

  • El agente caido de Christoffer Carlsson

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    En un oscuro callejon de Estocolmo aparece muerto el cuerpo de Thomas Heber, un profesor universitario. Le asignan el caso a Leo Junker y a su antiguo rival, Gabriel Birck. Leo, que sigue sin atravesar uno de sus mejores momentos, acaba de volver a la unidad de homicidios tras una larga ausencia. Aun abusa de los farmacos para luchar contra sus viejos demonios del pasado, pero trata de aparentar total normalidad para acometer su trabajo.

  • Entre la calma y la tempestad de Sabrina Mercado

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    ?Cuando descubre una persona el verdadero amor?
    Amelia, una profesora de frances y escritora novel, acaba de atravesar una tragedia en su vida y ha perdido las ganas de vivir. Tras ser convencida por su familia, deja Buenos Aires para darse una oportunidad en un pequeno pueblo de la region de Normandia en Francia.
    En el lento proceso de adaptacion a su nueva vida seran vitales Christophe, el director del colegio donde trabaja como docente, y su hermana Isabelle, jefa del departamento de idiomas.
    A medida que se inserta en la vida laboral, conoce a Mathieu, un joven emprendedor con un pasado tortuoso. Queda deslumbrada por este joven bello y hurano por igual, que no deja traslucir sus sentimientos y se comporta por momentos de manera desconcertante. Mathieu descubre en Amelia una nueva manera de ver la vida, pero su temperamento inestable y su historia intrincada le juegan en contra, mas aun cuando hay algo de su pasado que desea ocultar.
    ?Descubrira Amelia todo aquello que estimaba irrecuperable? ?Encontrara Mathieu la redencion que creia imposible? ?Acaso la culpa que ambos sienten les impida amar?
    Cuando sus vidas comienzan a transitar un mismo rumbo, sucesos terribles e inesperados logran separarlos, probablemente para siempre.

  • Lluvia de Yolanda Quiralte

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    La miro desconcertado y suspiro. Jamas hubiera podido llegar a imaginar, ni siquiera por un breve instante de tiempo, que aquella mujer, a la que siempre habia deseado de una manera sobrenatural, iba a dejar de satisfacer esa parcela tan importante de su vida. No era el, ni mucho menos, un sonador, o uno de aquellos hombres que se dejaba enamoriscar y engatusar por cualquier mujer; no, mas bien era todo lo contrario. Oscar se enorgullecia de ser uno de esos tipos duros y poco romanticos que hasta la fecha se dejaba llevar mas por impulsos sexuales que por verdaderos sentimientos. No es que no creyese en el amor, pero habia decidido no compartir su vida con nadie, al menos por el momento. Solo tenia veintiocho anos y aun le quedaba un largo camino por recorrer en el terreno de las conquistas. Volvio a mirar a su acompanante de cama. Ella dormia. Sus cabellos rubios se desparramaban por las almohadas y brillaban bajo aquel sol de primavera que entraba casi a escondidas por la ventana. Las sabanas, de un verde claro, formaban extranas formas mientras cubrian el esbelto e impresionante cuerpo de la mujer que descansaba a su lado. Ella tenia la maravillosa cualidad de poseer la piel mas tersa y suave del mundo, y el lo sabia muy bien, pues la habia recorrido con sus manos mas de mil veces. !En cuantas ocasiones habia temblado con solo imaginar en su cama que rozaba esa exquisita piel! !Cuantas! Y sin embargo... No es que la muchacha no tuviera otras facultades. Era de una belleza deslumbrante, con sus ojos azul cobalto y su boca, algo grande, pero bien formada. Podria considerarse que era toda una belleza. Conquistarla le habia costado lo suyo. No habia sido cosa de uno ni dos dias, ni siquiera semanas, y eso para el encantador ego de Oscar Quintana, habia supuesto todo un reto a vencer, incrementando sus ganas de hacer frente a aquella batalla con forma de cuerpo femenino. Y sin embargo... Sin embargo alli estaba, tendido junto a ella en aquel enorme lecho, exhausto tras haber gozado de ella una tarde mas. Una vulgar tarde mas. Al mismo Oscar le sorprendio la frialdad con la que describio lo que un buen observador hubiera denominado como la escena mas torrida jamas contada. Si, era cierto, sus cuerpos se entendian a la perfeccion. Cada vez que el rozaba con sus manos los lustrosos pechos, ella disfrutaba, al igual que lo hacia cuando, minuto tras minuto, la penetraba con fuerza una y otra vez hasta conseguir llevarla al mas profundo abismo. Y ella, !ay, ella!, era capaz de volverle loco con tan solo acariciarle el torso desnudo o besar su abdomen. Su virilidad siempre respondia con entusiasta satisfaccion a los masajes que aquella mujer, hecha para el placer, le proporcionaba. Y sin embargo... Sin embargo, lo supo. Lo supo tras haber derramado su semen una vez mas. Tras aquella explosion multicolor que lleno su cuerpo de temblores, descubrio que aquello ya no le producia la misma sensacion de placidez que en ocasiones anteriores. Algo habia cambiado. Fisicamente estaba claro,seguia disfrutando, pero en su alma empezaba a abrirse paso un vacio preocupante y nada comun. Volvio a mirarla. Quizas si la poseyera una vez mas, eliminaria todos esos pensamientos ridiculos que le martilleaban el cerebro. Y no porque se hubiera cansado de su amante, sino porque si era franco con sus emociones, siempre habia pensado que aquella mujer seria la amante definitiva, no su mujer, eso estaba claro. Nunca hubiese afirmado tal cosa. Martina conocia a la perfeccion el arte del sexo, pero no tenia las cualidades suficientes como para pedirle que se casara con el algun dia. Era una cortesana, muy habil, pero cortesana. Ella suspiro, y quizas eso fue lo que le distrajo de sus pensamientos. Decidio volver a poseerla a pesar de que aun dormia. Oscar deslizo sus manos despacio entre las sabanas hasta alcanzarle el trasero. Aquello fue la senal. Ella rodo en el lecho hasta ponerse con la espalda tocando el mullido colchon de plumas y abrio las piernas. El hecho de que durmiera, no importaba. Hasta en suenos sabia distinguir cuando Oscar estaba excitado. Y lo estaba, vaya si lo estaba. El se coloco entre sus piernas, y sin ni siquiera despertarla, la penetro con fuerza. Ante tal invasion, ella, adormilada, sonrio y fue abriendo los ojos a medida que el la embestia una y otra vez. La poseyo con dureza durante un buen rato, y solo tras lograr que ella obtuviera su orgasmo, se derramo en ella, volviendo a temblar con la misma intensidad de siempre, sin miedos, porque como ella decia siempre, no habia posibilidad alguna de quedar embarazada. Nunca habia sucedido a lo largo de sus muchos anos de matrimonio con el difunto conde. A pesar de todo, antes de dormirse, Oscar penso que aquello ya no tenia remedio. No le quedaba otra opcion que dejar de visitar a aquella diosa del sexo. Ya no le bastaba. Capitulo 1 Oscar Quintana era guapo, irremediablemente guapo, y lo peor de todo es que era consciente de ello. No es que se aprovechara de la situacion, pero su belleza, unida a una muy bien modelada educacion, hacian de el el perfecto prototipo de caballero. Los rumores que volaban por la ciudad susurraban que era un conquistador empedernido, un coleccionista de amantes. Se decia que por sus brazos habian pasado tantas mujeres que no cabian juntas en un gran salon de baile. La fama le precedia, y alla donde iba, antes de que el senor Oscar Quintana hubiera hecho su aparicion, podia verse a todas las mujeres, incluidas las casadas, expectantes y esperanzadas ante la posibilidad de lograr un buen beso de tan deseado caballero. Y todas las mujeres estaban satisfechas con el hasta entonces. Todas excepto quizas una,su madre Valeria. --Habladurias, mama --rio antes de preguntar--: ?Desde cuando has hecho caso a los rumores? --dijo Oscar besuqueando mimoso a su madre, una dama de la alta sociedad, bien situada y muy hermosa. --Oscar, es cierto. En esta ciudad los cotilleos se engrandecen pero, Dios mio, estos rumores empiezan a martillear mi conciencia. Hablan ahora de una condesa... --!Mama, por Dios! No es algo que deba preocuparte, puedo asegurartelo... --exclamo Oscar con la intencion de calmar a su madre, mientras la miraba con recelo--. La mitad de las conquistas que me adjudican son falsas. Cierto es que como soltero me permito algunas licencias mas... --Querido, ? algunas licencias? Desde que volviste de la universidad hasta ahora no hay semana en la que no me lleve algun sobresalto. Oscar miro a su madre de soslayo. ?Que sucederia si llegara si quiera a imaginar como fueron sus anos universitarios? Fue el despertar a la sexualidad. Alli descubrio el genero femenino. Alli comenzaron sus andanzas. --No dejo de escuchar rumores sobre el hecho de que hayas coleccionado << amistades>> una tras otra, sin tan siquiera plantearte la posibilidad de encontrar una mujer adecuada y casarte --concluyo su madre, mientras se ahuecaba las faldas color berenjena. << Maldicion>> , penso Oscar. !Ya estaba alli el dichoso tema! Sabia que a su madre le preocupaba que ninguno de sus hijos, cuatro para ser exactos, dos varones y dos damas, hubieran contraido matrimonio. Oscar, el primogenito; y Pablo, con quien tan solo se llevaba un ano de diferencia, ya estaban en edades de analizar la situacion. Lorena, de diecinueve; y Amelia, de catorce, aun podian sin embargo retrasar tan magna decision por un tiempo, aunque no demasiado,si se regian por los canones de la epoca. --Madre --comenzo a replicar con voz severa, tono que cambio cuando vio la tristeza que asomaba en sus ojos verdes y que se reflejaba en todo su rostro--. Mama, aunque considero razonables tus preocupaciones al respecto --dijo con un tono mucho mas dulce--, no deseo que ellas te impidan disfrutar de tu tiempo. Admito que quizas tengas un punto de razon en algunos de tus comentarios, pero te ruego dejes esa eleccion en mis manos. Confieso --anadio de forma silenciosa y un tanto apesadumbrado por los recuerdos-- no haber encontrado aun una mujer con la que poder vivir una historia de amor. --En tiempos anteriores, hijo --alego Valeria--, el amor era algo secundario. Bien sabes que cuando tu padre y yo nos casamos no habia entre nosotros ningun sentimiento romantico y, si te fijas, el destino hizo que nos enamorasemos. --Quizas sea por ello, madre --empezaba a agotarse su paciencia--, puesto que he sido testigo durante anos del amor que padre y tu os profesais, puedo aspirar a disfrutar de algo semejante, ?no? Jaque mate. Sabia que acababa de dejar a su madre sin palabras. --Bien, bien, Oscar, prometo concederte una tregua, puesto que he observado que este tema te produce cierta desazon. --Sonrio la dama, ahuecandose de nuevo las faldas para sentarse, con el mayor decoro posible, en el sillon de estilo romantico que presidia aquel cuartito de estar--. Lamento haber sacado tan espinoso asunto --y dicho esto procedio a ojear la nueva revista de moda que le habian facilitado zanjando asi el tema... De momento. La gran casa familiar presidia una de las principales calles de la ciudad. Tenia una gran balconada desde la cual se podia divisar el enrevesado e imponente parque, El Olmedar. Se decia de el que habia sido testigo silencioso de los principales romances de la ciudad, guiados, quizas los enamorados por el bucolico entorno de aquellos parajes centenarios, donde los caminos cubiertos de bellos olmos evocaban en la imaginacion escenas de amor furtivo, ese que aprovecha la oscuridad y la penumbra del follaje para dar rienda suelta a la pasion mas absoluta. La Mansion Quintana, como era conocida la finca, era descrita por Oscar como un gran cuartel de caballeria, salvando las distancias, por supuesto. Llena de alegria y luz, era de todo menos silenciosa. Alli se habian criado numerosas generaciones de Quintana, entre ellas, el ultimo batallon, como decia su padre, Alonso Quintana. La decoracion era impecable, cinendose a los canones actuales, desde luego, pero dotada tambien de cierta comodidad y bienestar, algo poco comun entre las casas aristocraticas de la zona. Abundaban los amplios sillones de terciopelo amarillento, cuyas almohadas cobijaban recuerdos de conversaciones secretas. Cabia destacar tambien la presencia de la amplia biblioteca, que hacia las delicias de toda la familia, desde el primero hasta el ultimo, incluyendo al numeroso personal domestico que ayudaba a mantener la mansion en perfecto estado. Estos ultimos constituian sin duda alguna un gran grupo de personas de confianza, ganada a pulso gracias a los numerosos anos de servicio a la familia, logrando con ello que los vinculos que se habian establecido entre senores y trabajadores se hallaran marcados por el afecto y la cordialidad, hecho que dotaba al servicio de ciertos privilegios, como el acceso a la biblioteca y a los libros, la participacion en tertulias familiares y la satisfaccion de ser tratados como autenticos miembros de la familia Quintana. El ama de llaves, Maria, llamada en la intimidad familiar con el diminutivo Marita, era una inflexible y organizada mujer que habia ayudado a traer al mundo a todos los actuales Quintana. Su mano firme y su capacidad de decision ferrea y autoritaria desaparecia por completo cuando ante ella se posaba cualquier par de ojos que perteneciera a un Quintana, especialmente el joven Oscar, puesto que el la habia salvado sin duda de una gran catastrofe. Marita estaba casada con Victor, tutor de estudios de todos los hermanos Quintana. Juntos vivian en una casita cubierta de jazmin amarillo que se encontraba en el jardin de gran la finca senorial. Formaban una estupenda y maravillosa pareja, que aun todavia, de vez en cuando, a pesar de los muchos anos que llevaban casados, eran sorprendidos por alguno de los hermanos dandose algun beso furtivo o alguna caricia sofocada. Tenian una hija, pequena aun, la traviesa y escurridiza Victoria, a la que todos llamaban Lluvia, en recuerdo de la magica noche en que fue hallada. Casi todos los miembros de aquella familia habian olvidado por completo que Lluvia en realidad no era hija de Marita y Victor. La nina aparecio de repente en sus vidas como un torbellino de fuerza y alegria. Sucedio una noche de tormenta. Todos los hermanos Quintana adoraban las tormentas. Les encantaba permanecer durante horas apoyados contra las enormes cristaleras de la mansion mientras disfrutaban de << la gran batalla>> , nombre popular con el que la familia solia llamar a las tan temidas, por otros, tormentas. La idea surgio de Alonso, el padre de familia, hombre dotado de una gran imaginacion y aficionado a escribir en sus ratos libres. Habia desarrollado toda una serie de fantasticas historias que entretenian a su numerosa familia durante las horas que duraban las descargas electricas. Una de esas noches, toda la familia al completo, incluyendo a Marita y a Victor, los Quintana se hallaban reunidos, acurrucados en torno a los ventanales, escuchando una de las maravillosas historias que Alonso solia narrar. Merecia sin duda la pena ver las caras de los ninos, mientras el patriarca gesticulaba, gritaba,susurraba y saltaba, a la vez que contaba su ultimo cuento. En aquellos dias, Oscar ya tenia 16 anos, y pronto comenzaria la universidad en una prestigiosa institucion donde habian estudiado todos los miembros varones de su familia. Pablo, con 15 anos, terminaba la escuela superior mientras comenzaba a convertirse en un alocado joven que traia de cabeza a sus padres con sus incesantes y constantes aventuras, pues era un enamorado de las piedras y las rocas, razon por la cual siempre andaba metido en alguna cueva buscando material geologico. Lorena, la mayor de las muchachas, con siete anos y una cara llena de pintorescas pecas, ademas de a sus obligaciones escolares, se dedicaba, no con demasiada fortuna, a tocar el piano; y Amelia, la benjamina de la familia, con solo tres anos, hacia las delicias de toda la familia, ahora que ya habia dejado de ser un bebe regordete y jugueton, mas bien dado a romper todo lo que encontraba a su paso. --... De pronto,se abrio de forma repentina el baul que con tanto esfuerzo habia llevado Baltasar al desvan y... ?Sabeis que encontro? --pregunto Alonso misterioso. Siete caras expectantes se movieron con rapidez a la vez que negaban con la cabeza... --!Pues encontro el viejo mapa del tesoro familiar que se habia perdido durante el viaje del tatarabuelo a las colonias! --!Oh, papa, es sin duda una de tus mejores historias! --Si, querido, hacia tiempo que no disfrutaba con tanta intriga. --?Crees que publicaras tambien este cuento? --?Lo haras bajo tu nombre secreto? Todas estas preguntas salian con atropello de las gargantas de los Quintana mientras hablaban a voz en grito preguntando al compas de los truenos y relampagos que sacudian con fuerza las hermosas ramas de los arboles que poblaban el jardin. --Tranquilos, hijos, tranquilos... Si, es probable que esta sea una mas de las increibles historias del legendario escritor Augusto Sancho --rio el padre con esa risa profunda y gutural a la que tan acostumbrada estaba ya su prole. De repente, un gran relampago ilumino la estancia, acompanado de un estruendo tan ensordecedor que por un instante ninguno de los Quintana oyo el grito desgarrador que bramo en medio de aquella salvaje tempestad. --?No habeis oido gritar a alguien?

  • tienes un mensaje de Norah Carter

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    Olia fuerte a cafe desde la cama, hacia un buen rato que Nelson se habia levantado, pero al ser sabado yo me quise quedar un poco mas disfrutando de ella, pero ese olor ya me estaba incitando a ir hacia la cocina. Hacia un dia precioso. El sol entraba a raudales por la ventana y eso que todavia no era mediodia. Es lo que tiene vivir en una ciudad como esta, tan llena de vida. --Buenos dias, Nelson, que bien huele a cafe, necesito uno urgentemente -- me acerque a el para darle su beso de buenos dias. --Buenos dias, Marta, ahora mismo te lo preparo. En sus palabras vi algo de intranquilidad. Estaba como pensativo, note que algo no iba bien. --?Te pasa algo? --Tengo que hablar contigo -- respondio sin mirar a mis ojos y cogiendo la taza de la cafetera Nespresso. Se me paso de todo por la cabeza, porque en los cuatro anos que llevabamos de relacion jamas me habia dicho esa frase. Habiamos sido una pareja feliz y, ?por que no decirlo?, eramos la envidia de amigos y muchos de nuestros familiares que habian fracasado en sus relaciones. Me sente en la silla de la barra de la cocina y espere a que hablara. Fui incapaz de preguntarle que era lo que sucedia. Temia que una mala noticia pusiera fin a aquella felicidad en la que viviamos como si estuviesemos recien casados. --Marta, he conocido a alguien en el trabajo... Sus palabras se clavaron en mi corazon como punales. No podia creer nada de lo que estaba escuchando. ?Como podia decirme algo asi? ?Como podia decirme algo asi y con tanta serenidad? Fui incapaz de mirarlo a la cara, hubo un buen momento de silencio. El dia dejaba de ser maravilloso de repente para mi. Ninguna mujer esta preparada para una noticia como esa, para que su marido le suelte a la primera que se ha enamorado de otra persona. Ojala me hubiera tragado la tierra en aquel instante. Lo peor era verlo alli, parado, sereno, preparandose un cafe mientras el sabia que me estaba hundiendo en la miseria con aquella frase. --Llevo varios dias intentando contarte esto y no me atrevia. Pero no puedo mas, Marta. He intentado quitarmela varias veces de la cabeza de mil maneras, pero hoy es imposible y no puedo luchar contra lo que mi corazon ha empezado a sentir por esa persona. Se que no te lo mereces, pero debo marcharme. No te mereces esto y yo no me merezco estar sufriendo de la forma que lo estoy haciendo -- dijo como si se lo hubiese aprendido de memoria y lo hubiese ensayado delante del espejo. Su voz era suave y su tono sereno parecia quitarle importancia a la gravedad del asunto; aquel tio me estaba jodiendo la vida y estaba tan tranquilo. Yo seguia perpleja. Estaba boquiabierta. No sabia si echarme a reir o ponerme a llorar, o lanzarle la cafetera Nesspresso que nos habia regalado su primo Asensio a la cabeza para ver si dejaba de decir gilipolleces. Era incapaz de responderle. No me esperaba que la historia tan bonita de amor que habia vivido junto a el se acabase de un plumazo y ademas que fuese por otra. Tenia ganas de huir, salir corriendo de aquel lugar, pero estaba claro que el que se debia de ir era el. Menos mal que el piso estaba alquilado a mi nombre y el era el que habia elegido separar nuestros destinos. Lo de menos ahora era pensar en el piso, sino en pensar en mi futuro, en el nuestro, que claramente se habia roto para siempre. Por mucho que te lo digan, una no es capaz de asimilar que su novio, despues de todos estos anos, decida abandonarte, dejarte tirada como una colilla. La decepcion, la frustracion y odio se iban apoderando de mi, pero tambien lo hacia un sentimiento de pena hacia mi misma. ?Que iba a ser de mi a partir de ahora? Pero la peor pregunta viene despues, cuando te paras a pensar un poco y te dices: ?Como fui tan imbecil de no darme cuenta de que estaba viendose con otra? --Comprendo que no me quieras hablar. Ahora recogere mis cosas y me marchare. Siento haberte hecho esto, pero no puedo luchar contra mis sentimientos... -- dijo de nuevo aquel gilipollas, porque no merece otro nombre, como si estuviera dentro de una pelicula de sobremesa o como si fuera el protagonista de una telenovela venezolana, la madre que lo pario. Me daban ganas de contestarle que era un cerdo, pero preferi seguir en mi mas absoluto silencio y no contestar a nada de lo que me dijese, total, todo lo que dijera no iba a hacer cambiar sus sentimientos. No iba a convencerlo de nada. Se habia preparado perfectamente todo el guion y cada una de las palabras que me iba a decir para que no pudiera contestarle inmediatamente, para que me comiera tan tranquila aquellos cuernos. Ademas que iba a romper a llorar como una nina pequena si lo hacia, asi que decidi no contestar a nada y que se fuera lo antes posible. Era lo mejor, porque una tiene su orgullo, una sabe que la vida no se acaba porque un idiota como ese, al que yo habia amado, te dice una manana, tomando cafe, que todo se ha acabado, que todo un proyecto de vida se tira por la borda gracias a que ese energumeno ha decidido que se la pelara otra. Me encendi un cigarro mientras me tomaba el cafe y el se alejo al dormitorio. Me encanta el cafe. Lo tomaba desde muy pequena, a escondidas, sin que las monjas del centro se enterasen. Aprovechaba lo que quedaba en la cafetera despues de comer para subirme a un taburete y echarme lo que quedaba en una taza. Las monjas dormian. A veces cogia un chusco de pan y sopaba. Ahora era incapaz de sorber un trago. Ahora el cafe estaria asociado a aquella ruptura que no me esperaba ni en la peor de mis pesadillas. Un nudo en el estomago, como consecuencia de los nervios, me impedia seguir tomando aquel cafe. Que mierda de dia y que mierda de vida a partir de ahora, porque yo estaba colada por aquel tipo que me habia dicho tan ricamente que lo dejabamos porque habia conocido a otra de la noche a la manana. Escuche como sacaba la maleta y abria los cajones de los armarios para llevarse su ropa. Lo tenia decidido y lo habia meditado bien. Todo estaba saliendo como el esperaba. No habia montado ningun espectaculo, de esos que vienen los vecinos y hasta la policia. Era evidente que estaba recogiendo sus cosas. Empezo a salir y a entrar de la casa para meter cosas en su coche, imagine que ya la otra persona lo estaba esperando con los brazos abiertos para recibirlo. Un rato despues volvio a entrar a la cocina, dejo las llaves sobre la encimera, miro por la ventana desde donde se veia el Parque de las Naciones, uno de nuestros lugares favoritos, pues, en ese parque, nos habiamos basado tardes enteras, tocandonos, acariciandonos, sonando con que mas pronto que tarde tendriamos un trabajo estable y nos comprariamos un piso cerca de alli. No quiso mirarme a los ojos, solamente queria mirar a la ventana. Yo no se que se le estaba pasando por la cabeza. --Si algun dia quieres hablar, tienes mi telefono -- acto seguido salio por las puertas. Estaba en estado de shock, era incapaz de levantarme de aquella silla, no era capaz de romper a llorar, estaba con la mente ida, tenia ganas de llamar a mi amiga Paula, pero tampoco tenia ganas en estos momentos de hablar mucho sobre ese tema. Ademas no sabia nada, solo sabia que habia conocido a alguien y poco mas. No comprendia como algo tan bonito se acababa de aquella miserable manera. Cuantas veces habiamos hablado de los divorcios de muchos de nuestros amigos que se habian casado felices e ilusionados y nos deciamos que eso a nosotros no nos iba a pasar jamas, porque, ademas de llevarnos genial, en la cama funcionabamos muy bien.

  • Dos historias para no dormir de Stephen King

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    Un grupo de chicos y chicas sale a navegar en una balsa sobre un pacifico lago, donde una oscura mancha viscosa los acosa; en la carcel, un interno tiene extranas pesadillas en las que aparece una mujer que le atrae y repele a la vez, porque se convierte en una inmensa rata. Dos cuentos ineditos del gran maestro del terror, un terror que se instala en situaciones cotidianas con total familiaridad. Una realidad sobrenatural que traspasa los limites de lo fantastico para infiltrarse en nuestras vidas y sembrar la angustia en las noches de insomnio.

  • Confia en mi, Silvania de Anais Debeba

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    Cuando Silvania conoce a Lucas, no puede decirse que su vida se encuentre en su mejor momento, mas bien es un autentico desastre. Su marido la abandono y se largo con otra; su madre la machaca y la desquicia hasta decir basta; su trabajo es un toston y la nevera se ha convertido en su mejor aliada. Si a eso le sumamos una vida sexual en estado vegetativo, Silvania tiene todos los ingredientes necesarios para fabricar una bomba depresiva a punto de estallar. ?Podra Lucas devolverle la estabilidad o terminara por volverla loca de remate?

  • Si se quiere, se puede de Susana Valcarcel Luengo

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    Laura, una chica sencilla y del monton tal como ella se describia, estaba en el mejor momento de su vida. Con un buen marido, un buen trabajo y una hija estupenda. Era muy feliz.Pero a veces no todo puede ir bien por mucho tiempo, la ley de Murphy, dicen. Todo se va desmoronando a pasos agigantados.?Que le pasara a Laura para que todo su mundo de color de rosa se vaya tristemente a pique?Si se quiere, se puede es una novela juvenil, emocionante hasta el ultimo momento y de facil lectura, como nos viene acostumbrando la escritora Susana Valcarcel.