las pompas del diablo
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las pompas del diablo - Carles Casajuana
https://gigalibros.com/las-pompas-del-diablo.htmlComo funcionario del Ayuntamiento de Barcelona, no se puede decir que Serafi Serratosa haya tenido una carrera brillante. Pero sus perspectivas profesionales cambian de golpe cuando, tras doce anos de trabajo gris, lo nombran jefe del gabinete del nuevo teniente de alcalde. Encargado de revisar el proyecto del nuevo Centro de Control de Transito, Serafi Serratosa consigue en muy pocos dias llegar al corazon de la
corrupcion municipal.
No es que el se lo proponga, porque solo pretende aprovechar las ventajas de su nuevo cargo para vivir bien, pero enseguida se ve rodeado de tecnicos suspicaces, secretarias displicentes, arquitectos sospechosos, constructores que no estan para mandangas, un par de chicas de buen ver y una muestra variada del hampa menos refinada. Ademas de los politicos, claro.
Todo ello lo lleva a protagonizar esta comedia alocada, incisiva e hilarante, Las pompas del diablo. -
Las pompas del diablo - Carles Casajuana | PlanetadeLibros
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LAS POMPAS DEL DIABLO | CARLES CASAJUANA
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Deseo salvaje (Gargolas 1) de Eva Mcberry
https://gigalibros.com/deseo-salvaje-gargolas-1.htmlEl dia empezo como cualquier otro: me levante poco antes del amanecer, tome un desayuno rapido con los demas sirvientes del castillo y nos preparamos para empezar nuestro trabajo. Me tocaba subir a atender a lady Siena, asi que antes de entrar me mire al espejo para comprobar que estuviera impecable, como a ella le gustaba. Lady Siena siempre criticaba a todo el mundo; para ella, nada es perfecto. No se cansaba de decirme lo horrible que me quedaba el uniforme. Parecia que le encantaba hacer que los demas se sintieran inferiores en su presencia. Aun asi, me arregle un poco para que no pudiera molestarme tanto. Mis ojos verdes parecian cansados, ya que la noche anterior habia estado despierta hasta tarde. Me recogi mi cabello castano en un mono alto y estire un poco el mandil de mi uniforme. Llego la hora de subir. --Llegas tarde --me dijo Alexa, otra criada como yo--. Lady Siena ya se esta vistiendo. --No es tan tarde, se ha levantado mas temprano. ?Pasa algo? Ella puso los ojos en blanco. Parecia fastidiada. --?No lo recuerdas? Hoy se va todo el dia al castillo de Lady Davina. --Oh... Es verdad. --Lady Davina era la mejor amiga de mi senora. Habia olvidado que hoy era su cumpleanos. --Lo bueno es que se va hasta manana. Hasta entonces no veremos a la bruja esa. --Sonrio y yo le correspondi. --Al menos sera un descanso, ya me tiene... No pude continuar; la puerta de la habitacion de Lady Siena se abrio de golpe y ella aparecio ya arreglada para su fiesta. Alexa y yo hicimos una reverencia de respeto. Ella nos miro y fruncio el ceno. Avanzo para pasar justo entre nosotras. --Quitate de mi camino, Williams --me espeto con desprecio--. No quiero pisar basura. --Me mordi la lengua. Aunque ya estaba acostumbrada a esos insultos, siempre dolian. Me movi a un lado y, aun asi, Lady Siena piso la parte baja de mi vestido--. !He dicho que te quites, inutil! --grito molesta. --Lo lamento, milady --dije sumisa, ya que sabia que le gustaba que le hablaran asi. --Callate, no te he dado permiso de que me dirijas la palabra. --Ni siquiera en un dia de fiesta cambiaba de humor. Dios, no tenia ni veinte anos y ya parecia una vieja amargada. No la entendia. --Milady, ?alguna indicacion durante su ausencia? --pregunto Moira. Ella era el ama de llaves, apenas la habia visto llegar. --Solo aseguraos de que todo este en orden. Me imagino que ya esta listo mi carruaje. --Por supuesto, milady. No se preocupe. --Perfecto. Y vosotras, trabajad. No quiero parasitos en mi castillo. Permaneci inclinada y agache la cabeza con sumision mientras ella avanzaba. Cuando salio de la habitacion, al fin Alexa y yo suspiramos tranquilas. Todos en el castillo McCord odiabamos a lady Siena, pero solo nos tocaba aguantar. Y como dice la gente, cuando el gato se va, los ratones hacen fiesta. Apenas escuchamos el carruaje de lady Siena alejarse, todos nos relajamos. Fuimos libres para arreglar las cosas a nuestra manera, conversar y reir. Solo nos conteniamos cuando Moira pasaba cerca, esa mujer amargada. Me parecia que el dia seria normal como cualquier otro, excepto por la ausencia de la senora del castillo. Llevaba un ano trabajando aqui y, aunque es vivir en tension constante, no podia quejarme de mi suerte. Lady Siena era un monstruo a veces, pero al menos tenia una cama, comida y ropa limpia. El resto de aldeanos de Abercrombie no tenian la misma suerte. Odiaba como me trataba, y aun asi estaba agradecida. El castillo McCord quedaba en lo alto de una colina, desde la que se podia ver todo el valle. No sabia cuantos anos tenia este lugar, pero si que era muy antiguo. Habia escuchado que estaba en pie desde hacia quinientos anos, tal vez mas. Lady Siena era la heredera, pero le rendia cuentas a alguien mas, alguien que le daba el dinero para mantenerla. Nunca lo habia conocido, pero imaginaba que debia ser su padre. Al llegar la noche todos cenamos tranquilos. Es increible como se relajaba la servidumbre sin la presencia de esa odiosa mujer. Se creia mucho solo porque era hermosa y rica, pero sin todo eso no era nadie. Creia que tenia derecho a pisotearnos a todos, y no teniamos mas opcion que aguantarnos y acatarlo. Lo malo era que, al amanecer, empezaria otra vez la aburrida rutina. !Que rapido se iba el dia! Fui a la habitacion que compartia con Alexa y charlamos sobre la fiesta del pueblo de la proxima semana. Teniamos planeado ir con nuestras mejores galas, que no eran gran cosa y ni siquiera parecian nuevas. Alexa tenia un novio llamado Ewen, un chico que trabajaba en la mina. A mi me pretendia Scott, el capataz. A veces me parecia guapo, pero la gente decia que era un patan. Quiza lo fuera; a mi no me gustaba de verdad. Mama insistia en que debia aceptarlo porque era el mejor partido que tendria. Puede que fuera cierto, pero yo no queria eso para mi vida. Queria amar al hombre con el que me casara. Queria amor, pasion, locura. Y si, estaba sonando mucho. Nos dormimos, ya agotadas. Pero entonces ocurrio algo extrano. Me desperte de madrugada y estaba lloviendo. Una tormenta. Era extrano, porque el cielo habia estado despejado todo el dia. Serian poco mas de las tres de la madrugada, o eso creia. Intente dormir, pero un rayo impacto cerca del castillo. Alexa parecia imperturbable; ella ni se dio cuenta. Las tormentas nunca habian de mi agrado. Ahora me incomodaban, pero cuando era nina me daban miedo. No iba a poder dormir esa noche. Cerre los ojos, esperando conciliar el sueno, pero de pronto la cosa empeoro. Algo cayo en el techo. Algo duro como una piedra. <
>, pense. Lo peor fue que hasta me parecio escuchar pasos, pero no eran normales. Duros, pesados. Bien... esto era muy extrano. Tenia dos opciones en ese momento: quedarme en cama o ir a ver que rayos pasaba. Dude bastante rato y, como no podia dormir, finalmente sali a ver que pasaba. Cogi un candelabro y encendi las velas. Camine por los pasillos del castillo. Todo estaba oscuro y no habia ni un alma fuera. Empece a asustarme. Que tonta era; no tenia que haber salido. Ya no escuchaba los pasos pesados, asi que quiza fue solo mi imaginacion. Me di la vuelta, dispuesta a volver a mi cuarto, cuando de pronto vislumbre uno de los balcones del castillo. Por poco se me cayo el candelabro; no podia creer lo que estaba viendo. Ahi fuera habia algo que jamas en la vida habia visto. Enorme, grueso, con grandes alas. Era una especie de hombre de piedra, o eso me parecio de espaldas. Sabia que tenia que huir, por lo que retrocedi un paso. Y en ese preciso instante, aquel ser se giro. Yo lance un grito y me eche a correr despavorida, justo en el momento en que mis ojos se cruzaron con los suyos. Eran azules y brillantes. Nunca habia sentido una mirada tan intensa. No pude dormir, me quede en cama temblando, pensando que esa criatura vendria a por mi. Fui la primera en levantarse. El castillo dormia y la lluvia habia parado, apenas estaba aclarando el cielo. Camine a la despensa para buscar huevos que freir, pero ya no quedaba ninguno. Tendria que salir al almacen un momento. Abri la puerta y solte un grito de sorpresa. No estaba sola: habia un hombre recostado en el suelo y al parecer estaba herido. Me quede pasmada viendolo y por un instante no supe que hacer. Entonces el abrio los ojos y me devolvio una mirada azul intensa que se me hizo muy familiar. Mi cuerpo estaba temblando... Capitulo 2 Keitan La noche habia sido terrible. Aunque volver a mi hogar en Abercrombie estaba dentro de mis planes, no imagine que seria de esta manera. Las cosas entre nuestra comunidad se habian puesto tensas, muy peligrosas en realidad. Por eso tenia que volver, ahora proteger a Siena debia ser una de mis prioridades. Todo se precipito cuando me atacaron. No los conocia, pero de lejos me parecieron dos mequetrefes debiles que alguien de mi categoria podria vencer con facilidad. Error mio, no debi confiarme. Acabe a duras penas con uno de ellos, pero el otro me persiguio por los cielos. Me amenazo, dijo que iria por Siena y la destrozaria. Entre en panico y por eso me adelante para llegar al castillo y vigilar que ese miserable no la tocara. Para mi alivio, Siena no estaba en el castillo, asi que solo quedaba esperar a ese miserable para hacerle frente y acabar con el. Lo vi llegar a lo lejos, a pesar de la lluvia su silueta era inconfundible. Enormes alas, rostro fiero. Esa gargola iba pagar la osadia de amenazarme. Vole hasta el y luchamos. Admito ahora que despues de siglos de sentirme invencible, senti una especie de emocion de que me tocara un rival a mi altura. Lo derrote, pero no sali ileso de aquello. Ni siquiera tuve la fuerza suficiente para esconder su cadaver. Mi cuerpo tampoco mantuvo la forma de gargola, era demasiada energia. Volvi a mi cuerpo humano, que aunque era mas blando y debil, al menos se recuperaba mas rapido. Solo tendria que aguantar un poco el dolor, pero era mejor asi. Era preferible que algun aldeano viera a un hombre herido, no a una bestia sangrando. Mis heridas se iban regenerando poco a poco mientras trataba de llegar a mi castillo para descansar alli. Subi la colina a paso lento mientras intentaba cubrir la herida de mi vientre. Podia sentir como se iba cerrando, aunque aun faltaba para eso. No moriria desangrado, por suerte. Camine hasta la parte trasera; queria entrar con discrecion y no armar alboroto. Crei que lo lograria, pero el cansancio me vencio y cai rendido justo antes de pasar a la cocina. Maldita sea mi suerte. Quiza era mejor que me quedara ahi un momento, el hormigueo de mis heridas regenerandose era cada vez mas intenso, solo tendria que dejar que mi cuerpo hiciera su trabajo. Cerre los ojos, pero poco despues senti algo, un grito quiza. Habia alguien ahi, frente a mi. Pude sentir su presencia y su aroma. Era un aroma dulce que se me hizo familiar por alguna razon. Olia delicioso. Aquello era pureza, dulzura, feminidad. A pesar de lo cansado que estaba, abri los ojos y la mire. Oh... era ella. La mujer que vi anoche en el castillo mientras esperaba a mi rival. Anoche estaba oscuro, pero aun asi percibi sus hermosos ojos. En ese momento senti deseos de ir hasta ella, pero el deber de proteger mi raza fue mas fuerte. Ahora al fin la tenia al frente. Una muchacha, al parecer una sierva de mi castillo. La mire sin parpadear. Su aroma de mujer me fascino. Oculta tras ese traje de criada habia una muchacha exquisita que encendio mis sentidos. Estaba herido, era cierto, pero me sentia duro. Ella tambien me miraba impactada. Sonrei. A pesar del dolor que sentia, verla era un placer. Al fin, aunque timida, la muchacha se acerco a mi. --Dios mio… ?Se encuentra bien? ?Necesita ayuda? --Estoy herido --conteste al fin. Ella asintio y se agacho a mi lado. Vio mi herida y abrio los ojos como platos. --?Puedo? --me pregunto. Queria ayudarme, asi que yo asenti. --Puedes tocarme. --No pretendi sonar atrevido, pero ella lo interpreto asi y enrojecio. Despues de unos segundos, la muchacha aparto la tela de la camisa que use para cubrir la herida. Rasgo un pedazo de su pulcro mandil blanco y lo puso ahi. Sentia sus manos temblorosas, la estaba poniendo nerviosa. --Tengo que limpiar la herida. --Y yo necesito recuperarme. Tengo que entrar al castillo. --?Que? No... es que no puedo hacer eso. Trabajo aqui, pero no puedo meter gente. Lady Siena me echaria a patadas. --Ella no tiene que enterarse, ?verdad? --Le guine un ojo. No quise contarle en ese momento que yo era el conde del castillo. Su nuevo senor. Se enteraria luego; la prioridad era curarme y descansar. --No lo se, yo no lo conozco. ?Y si es un ladron? --Me conoceras bien luego, te aseguro que jamas le haria dano a una mujer. Mucho menos a una tan bella. --Enrojecio otra vez y me percate de que asi se veia mas hermosa. Su arrebatadora inocencia me maravillo. --Lo ayudare, pero en cuanto se recupere tiene que irse del castillo. No puedo arriesgarme a perder mi empleo. --No lo haras, te lo aseguro. Conozco a lady Siena, soy un pariente muy cercano. --Ella abrio la boca, sorprendida. Esperaba haberla convencido. --Bien, venga conmigo. Trate de no hacer ruido. --Por cierto, preciosa, ?cual es tu nombre? --Aurora. --Aurora... --repeti, y ella sonrio. Que delicia de nombre. Me ayudo a ponerme de pie. Hice un esfuerzo por sostenerme y di gracias por sentirme ya mejor. Ese pequeno descanso me habia servido de mucho. La rodee con un brazo, ella me sostuvo mientras me conducia al interior del castillo. Miraba todo con discrecion y curiosidad, las cosas no habian cambiado mucho desde la ultima vez que estuve aqui. Aurora me llevo hasta la zona donde solia dormir la servidumbre. Abrio la puerta y entre a la que debia ser su habitacion. Al pasar, otra muchacha nos vio. Estuvo a punto de gritar de sorpresa, pero logro contenerse. --Aurora, ?quien es este hombre? --Ayudame y luego te cuento --contesto ella. La otra muchacha parecia confundida, pero al verme herido simplemente decidio apoyar a su companera. Me acomodaron en la que distingui como la cama de Aurora, gracias a que todo estaba impregnado de su delicioso olor. --Gracias --murmure yo. La chica asintio despacio y Aurora tiro de ella para llevarla a un lado. --Ahora mismo vuelvo --me dijo Aurora, y arrastro a la otra chica fuera de la habitacion. --?De donde has sacado a ese hombre? --le pregunto la otra criada. Hablaba en voz baja, suponiendo que no las escucharia. Claro, si yo fuera un hombre comun y corriente eso seria posible. Pero yo no soy humano. Puedo escuchar mas de lo que se imaginan. --Lo encontre herido fuera, necesita ayuda. Dice que es amigo de lady Siena, asi que... --?Y tu te lo has creido? Seras estupida. Van a echarte de aqui por dar cobijo a extranos. --Eso no pasara. Lady Siena aun tardara en llegar, asi que solo tienes que guardarme el secreto. ?Cuento contigo, Alexa? Por favor... Despues de unos segundos de duda, la chica contesto: --Solo por esta vez, nadie puede darse cuenta o nos echaran a las dos. --Gracias. Necesito agua tibia, tambien algo para curar esa herida. ?Puedes ayudarme con eso? --Esta bien. Tu quedate con el, enseguida vuelvo. --No tardes --le pidio Aurora a su amiga. Luego escuche los pasos de esa Alexa alejandose de la habitacion. Sonrei ante la idea de quedarme a solas con Aurora en su cama. Vaya, vaya. Apenas la conocia y ya estaba en una situacion comprometedora con una criada. Aurora volvio a la habitacion, cerro la puerta con cerrojo y avanzo hasta quedar a mi lado. La herida seguia cicatrizando, pero tenia la piel cubierta de sangre seca. Cuando ella la limpiara, se daria cuenta de que la herida que tenia ya no existia. ?Que iba a decirle? No me quedaba mas remedio que improvisar. --Eh... Bueno..., Alexa guardara el secreto --dijo algo nerviosa--. Voy a limpiarle la herida, pero le advierto que si necesita otro tratamiento no podre hacerlo. No se nada de medicina. --No creo que sea necesario --conteste sin dejar de mirarla. --Tengo que... --?Quitarme la camisa? --Ella asintio, enrojeciendo otra vez--. Hazlo, no pasa nada. No voy a comerte. --Sonrei. Deberia calificar eso como mentira piadosa. Queria comermela, pero en un sentido delicioso. Con sus finas y temblorosas manos, Aurora se acerco para quitarme la camisa. Pronto quede desnudo de la cintura para arriba. Mi sonrisa se amplio cuando me di cuenta de que le estaba ofreciendo un espectaculo que estaba disfrutando. Cuando llamaron a la puerta, Aurora fue a abrir rapidamente y dejo pasar a una apresurada Alexa. Ella tambien me miro y enrojecio. ?Que podia hacer? Normalmente causaba este efecto en las mujeres, no podia evitarlo. --Aqui tienes, ?lo haras tu? --le pregunto Alexa. --Si, yo me encargo. --Aurora puso el recipiente con el agua a un lado de la cama, en una pequena mesa. Cogio un pano limpio, lo humedecio, y empezo a limpiar la sangre seca de mi herida. Para ese momento yo ya no tenia heridas visibles, mi cuerpo las habia regenerado. Aun estaba agotado y necesitaba recuperar las energias, pero ya nada era de gravedad. Tal como imagine, Aurora se sorprendio al no ver ninguna herida. --?Que ha pasado con...? --pregunto confundida. --Magia --le dije, bromeando, aunque hablaba muy en serio. --Que raro... --dijo extranada--. Por cierto, ?como te llamas? -
Escucha a tu corazon de Kasie West
https://gigalibros.com/escucha-a-tu-corazon.htmlCALL ME MAYBE… Hablar con otros no es la actividad favorita de Kate Bailey. Ella preferiria estar en el lago al aire libre, absorbiendo la soledad y el sol. Pero cuando su mejor amiga, Alana, la convence de que se una al programa de radio de su instituto, Kate no espera ser elegida la presentadora. ?Ahora tendra que contestar las llamadas de los oyentes y aconsejarles en directo? Imposible. Pero, para su sorpresa, parece haberse convertido en una buena presentadora. Y el programa recibe una llamada de un chico anonimo que pide consejo sobre su crush de nombre desconocido. De repente, Kate descubre que repartir consejos a los demas es aparentemente facil, aunque pedir ayuda es mas dificil de lo que parece., y seguir tu propio consejo incluso mas.
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La profecia de Aztlan de Mario Escobar
https://gigalibros.com/la-profecia-de-aztlan.htmlLa ciudad perdida de los aztecas encierra un laberinto de secretos que puede cambiar el rumbo de la historia. Una trepidante mezcla de ficcion y realidad en un mundo que se mueve al borde del abismo, del autor de los exitos de ventas ‘La Conspiracion Maine’ y ‘El Secreto de los Assassini’ .
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La carne de Eva de Casaseca
https://gigalibros.com/la-carne-de-eva.htmlSi Margarita hubiese recibido el nombre de la santa del dia en que nacio, al igual que sus hermanos, se habria llamado Carmen. Carmen es un nombre muy bonito. La clase de nombre que llevaria una gran dama, alguien de clase y con posibles. Quizas por eso don Alonso se nego a ponerselo, porque penso que no seria apropiado para la hija de un minero negro.
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Finge que soy tuyo de Jessa James
https://gigalibros.com/finge-que-soy-tuyo.htmlHace dos anos Es en la mitad de una noche de llovizna de primavera que la pierdo. “Adios, John”, le digo al hombre mayor que esta doblando las sillas plegables grises con un golpe. Estamos en un sucio sotano de iglesia, pero al menos la iglesia nos deja reunirnos gratis aqui. “Charlie”, dice John. Sus mejillas estan sonrojadas y sus ojos son de un azul profundo. Sus ropas son de varias tallas mas grandes y de un beige plano. El asiente su cabeza canosa hacia mi y luego regresa a doblar el resto de las sillas. Tomo un ultimo trago de mi cafe y hago una mueca al sentir lo dulce que estaba. Le puse demasiada azucar, pero ya no puedo hacer nada. Echo los residuos en mi vaso de papel y la servilleta de papel que tengo empunada con las migas de una galleta simple de la tienda. “Cuidado”, dice alguien y me detengo justo antes de chocarme con un anuncio que cuelga del techo. El techo es tan bajo que solo hay unos centimetros entre ellos y mi cabeza. Supongo que no hay muchos tipos que parezcan vikingos caminando por aqui. Aun asi, aprecio que me hayan avisado. “Gracias”, dije, pero la persona que me advirtio estaba casi afuera de las puertas de metal que van hacia el estacionamiento. Miro alrededor, un poco desanimado. Soy un tipo grande, estuve en el Ejercito y en la CIA. Termine aqui por mis ataques de panico y mis pesadillas. Mi esposa Britta me dijo que era esto o dormir todas las noches en el sofa, porque no habia forma de que ella siguiera permitiendo que la despertara todas las noches. Entre ella estando embarazada de nueve meses en ese entonces y yo que no cabia en el sofa… sabia que necesitaba ayuda. Asi que hice algunas llamadas. Acudi a tres tipos de terapia grupal y aqui estoy. Suspiro, recordando algunas de las ideas presentadas durante la sesion, recorriendolas en mi cabeza. La idea de la vulnerabilidad, de permitirte ser vulnerable alrededor de otra persona era muy mencionada. Al escuchar a algunas personas hablar, me alegre de seguir teniendo a Britta a mi lado. Ella me trajo del abismo cuando regrese de Siria y ahora ella es la que me mantiene cuerdo. Saco mi telefono. Estoy pensando cosas buenas sobre ti, le escribo a Britta. No hubo una respuesta inmediata, pero esta bien. Pongo mi telefono en el bolsillo trasero de mis jeans. Deberia irme. Todavia hay algunas personas hablando en la mesa de refrigerios, pero el resto de mi nuevo grupo de apoyo, Los veteranos de combate hablan, ya se han ido. Mientras me dirijo hacia las puertas dobles de metal, mis ojos recorren el sotano una ultima vez, revisando automaticamente las paredes moldeadas y la alfombra azul barata en busca de… ?Que? Me pregunto yo. ?Enemigos? ?Amenazas? Deje todo eso atras en el paisaje arenoso de Alepo, lugar en el que estuve como operativo de la CIA. Eso fue hace un ano y sin embargo, recien estoy comenzando a recuperarme. Por eso voy a las sesiones grupales de terapia. Bueno, debo dar credito cuando algo lo merece: Britta y nuestra hija recien nacida tambien son una parte integral de mi recuperacion. Observar la panza de Britta crecer y luego sostener a Sarah por primera vez… eso cambio algo en mi a nivel molecular. Ahora no se que haria sin ellas. Son la luz de mi vida, aunque sea tan cursi como Debbie Boone. Abro la puerta y entrecierro mis ojos a la luz del sol. Esta comenzando a llover, pero eso es algo constante aqui en Seattle. Ademas, la lluvia es un descanso refrescante del horrible calor del sotano de la iglesia. Las gotas de lluvia caen en mis brazos y mi cara, son un alivio helado. Me pongo mi rompevientos azul y me dirijo a mi auto. No quedan muchos autos en el estacionamiento de la iglesia; es un sabado por la tarde y es un bonito dia, a pesar de la llovizna. La mayoria de las personas en Seattle seguramente estan en algun brunch o de excursionismo o de compras ahora mismo. Estoy listo para ir a la biblioteca y encontrarme con Britta y Sarah. Las imagino en mi cabeza: Britta con su largo cabello negro y su linda sonrisa. Sarah en su enterizo, del mismo color de mama y con mis ojos verdes. Las imagino en mi cabeza, Britta lleva al bebe en su pequeno arnes frontal mientras Sarah duerme. Sarah solo tiene tres meses, pero Britta dice que nunca es demasiado temprano para presentarle la biblioteca. Nosotros hemos estado conversando sobre que cosas deberiamos leerle a Sarah. Britta dice que no importa, pero deseo comenzar a leerle al bebe las noticias en varios idiomas. Despues de todo, nunca es demasiado temprano para alentar el pensamiento critico, ?cierto? Mi mente esta enfocada en eso cuando me deslizo a mi auto y enciendo el motor. Salgo del estacionamiento y voy a la izquierda, mis manos estan en el volante y mi memoria muscular se encarga. Cometi el error de encender la radio en el auto. No puedo escucharlo sin involucrarme en las historias, desarrollar sentimientos personales sobre ellas y guardar cada historia en mi baul mental con total precision. Estoy a unos tres kilometros de mi casa cuando me doy cuenta de que he avanzado en piloto automatico. La biblioteca esta al otro lado. Miro el reloj en mi auto. Probablemente llegare tarde para encontrarme con Britta. Al voltear me dirijo al noroeste, el mismo camino que recorreria si saliera de mi casa. Algo en la radio me distrae; estoy irritado porque la Casa Blanca esta intentando meter sus narices en lo que sucede en Siria y lo esta haciendo mal. Veo un choque adelante cuando giro en una esquina, pedazos doblados de metal rodeados por varios autos de policia con las luces encendidas. Un policia esta alejando a las personas; otro esta colocando cinta policial alrededor de la escena. Casi giro a la derecha para evitar el trafico que se acumulaba, pero no lo hago por alguna razon. Quizas es porque a todos les gusta ver un accidente de trafico. A todos nos gusta en secreto ver el auto volteado, nos gusta intentar descubrir como sucedio. Comenzamos a pensar y suspirar de alivio que no fuimos nosotros mientras nos alejamos. De cualquier forma, estoy escuchando la radio y dandole golpecitos al volante mientras espero que el policia me deje pasar. Giro mi cabeza para mirar el accidente mientras espero, juzgando la distancia entre los dos autos. Era imposible que alguien volviera a conducir alguno de los dos autos. Demonios, si alguien no murio en un choque tan horrible, deberian agradecerles a sus malditas estrellas de la suerte. El auto A era un Dodge Charger nuevo, negro y brillante y estaba destrozado. El auto B estaba de lado, la parte de abajo daba hacia mi auto y claramente habia rodado varias veces. Parece que el auto A golpeo al auto B y el auto B rodo para frenarse y quedo de esa forma. Intento ver que auto es, pero todo lo que puedo ver es que el auto B es un SUV negro. Un presentimiento me recorrio la columna. Britta conduce un SUV negro, un Nissan Pathfinder negro. Tranquilo, me digo a mi mismo. Ella esta en la biblioteca, probablemente preguntandose donde estas. Avanzo lentamente por la linea. Finalmente es mi turno de avanzar y lo hago lentamente. No puedo evitar mirar el auto A y el auto B y los numerosos policias caminando, tomando notas y fotografias. Ya casi pase el choque, estoy por avanzar cuando algo atrae mi atencion. Uno de los oficiales de policia esta catalogando algunos objetos personales que probablemente vinieron del auto B y esta colocando una manga en una bolsa enorme de evidencia. La manta es familiar para mi. Hecha para un bebe, muestra la escena de dos osos pescando en un rio. La cosa es que, solo he visto ese diseno de manta en un solo lugar: en una manta hecha a mano, hecha para Sarah por la madre de Britta. Presiono el freno mientras mi cerebro comienza a recalentarse y a trabajar al maximo. Quizas la madre de Britta compro la manta y hay muchos tipos en el mundo. O quizas… El auto detras de mi toca su bocina y me sobresalta. Avanzo de nuevo y me estaciono apenas logro superar el accidente. Mi corazon esta palpitando, toda la sangre se me esta yendo a la cabeza y hace dificil que pueda pensar. Me volteo y miro el accidente. La manta ya no es visible. Intento ver el modelo de la SUV, pero es imposible desde este angulo. Comienzo a temblar mientras me saco el cinturon y saco el telefono de mi bolsillo. Britta me saluda mientras sostiene a Sarah; esa es la fotografia en mi pantalla mientras marco su numero con dedos torpes. Suena cuatro veces. Suena la quinta vez y veo por mi espejo retrovisor que la mujer que esta guardando las cosas agarra una de las bolsas. Mi corazon se detiene cuando veo que esta sosteniendo un telefono. No. No, no puede ser. Salgo del auto, consciente del hecho de que los bordes de mi vision estan mareados y poco claros. Esa es la primera senal de un ataque de panico, pero eso era lo ultimo en mi mente ahora. “?Senor?” una mujer joven se me acerco mientras yo comienzo a avanzar. “El accidente”, dije, sin siquiera mirar a la oficial. Estoy demasiado concentrado mirando las cosas que siguen en el suelo, intentando ver si reconozco algo. “?Donde estan las personas que estan heridas?” Ella se estira para detenerme cuando yo intento acercarme. “Senor, necesita…” Agarre su muneca, mi mirada desesperada atrapo la suya. Mi corazon comenzo a latir mas rapido, tan rapido que pense que me iba a desmayar. Mi respiracion estaba agitada, mi vision borrosa y mis manos temblaban. Estoy totalmente fuera de control. “Puede ser mi esposa”, logre decir. Solte su muneca y agarre el cuello de mi camisa. “Mi hija. Necesito saber…” Avance por su lado, ignorando lo que estaba diciendo, “?Senor? !Senor!” Camine determinado hacia el auto B hasta que vi una rosa de seda destenida en el suelo, rodeada de un millon de pedazos de vidrio… y sangre. Todo la sangre de un cuerpo. Mi corazon apretaba y mis piernas estaban tiesas. Veo a mi derecha y hay un oficinal de policia hombre mayor al lado del auto B. El esta hablando en su telefono y haciendo observaciones. Ni siquiera me mira, esta demasiado ocupado examinando el dano a la SUV. “Es una lastima”, dijo el, sacudiendo su cabeza. “Viene un conductor borracho, mata a una mujer, casi mata a su bebe y sin embargo logra salir sin un rasguno. Es una maldita lastima.” No. No puede ser verdad. La primera oficial me alcanza, me agarra por el codo y grita por ayuda. Caigo de rodillas y vuelvo a mirar la rosa de seda. No. Britta no. No es posible. Debe haber algun error. “?Esta bien?” pregunto la oficial que me agarraba del codo. La miro y la oscuridad amenaza con quitarme la claridad. Mis manos intentan agarrar mi pecho. Intento hablar, pero no tengo aliento para decir algo mas que un suspiro. “Mi corazon”, dije. Todo se puso negro.
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Algunas desayunan con diamantes, yo prefiero unos churritos de Lara Smirnov
https://gigalibros.com/algunas-desayunan-con-diamantes-yo-prefiero-unos-churritos.htmlCuando el jefe de Roberto lo invita a una fiesta en su cigarral de Toledo, el joven abogado acepta por compromiso. Sin embargo, lo que prometia ser una velada aburrida se convierte en una noche loca cuando conoce a las hijas de su jefe, dos mujeres tan opuestas que cuesta creer que sean hermanas.
Cristina, la mayor, es una preciosidad tan aficionada al lujo y al glamur que se hace llamar Cristal. Le gusta tanto el brillo que se burla de su hermana pequena por llevar el nombre de una piedra semipreciosa.
Agata ha aprendido a fingir indiferencia cuando algo le interesa, porque sabe que, si Cristal se entera, no para hasta arrebatarselo; pero cuando ve a Roberto siente una atraccion tan grande que se olvida de todo, incluso de disimular.
Una boda, un truco de magia, tesoros reales y diamantes legendarios en una comedia viajera que nos recuerda que lo mas valioso no se mide en quilates. -
La debil mental de Ariana Harwicz
https://gigalibros.com/la-debil-mental.htmlNO VENGO DE NINGUN LADO. El mundo es una cueva, un corazon de piedra que aplasta, un vertigo plano. El mundo es una luna cortada a latigazos negros, a flechazos y escopetazos. Cuanto hay que cavar para dar con el desprecio, para hacer que mis dias ardan. Yo podria haber nacido con ojos blancos como este bosque de pinos lisos y, sin embargo, me despiertan las cenizas de un volcan sobre los treboles del jardin. Y sin embargo, mama se arranca mechones y los tira al fuego. El dia comienza, soy un bebe y mama esta sentada de espaldas en su sillon y llora. Me despierto nina, afuera las lavandas, adentro mama y sus cabellos negros entre las brasas. Hay extractos de nubes en todas partes, bajas y blancas, altas y pasajeras, oscuras e intermedias. Me invento una vida en las nubes sentada en mi clitoris. Vibro, me agito, me trato con morfina en los dedos y durante ese lapso, todo esta bien. Mi mano adentro es mil veces su cara dentro de mi, cuanto se puede poseer una cara, cuanto se puede meter una cara en el sexo. Durante ese tiempo la hierba es hierba y puedo correr entre pastizales. De las mil maneras de existir que hay, me toco esta, no reconozco a nadie y cuando me ataca la gran desesperacion, vivo en cualquier parte. Mama dejo de llorar, ya camino sola, ya hablo, ya compartimos la ropa. Quiero que el regrese contra todo pronostico, contra todo duelo, quiero que sus ojos me destierren y ver la punta de los arboles. Mi cabeza toma un giro. Mi cabeza en picada se incrusta. De pronto, tengo el tono de una muerta. La cara hinchada de una adicta en la banera. El cuerpo epico de la que va a saltar al vacio rocoso. De pronto, noto que es mediodia y los ojos azules de las liebres brillan frios y salgo a comer, pero es pasado. Me pongo a orar o es que estoy enamorada. Le pido que me escupa, que me rompa la cara de una bofetada. Me lo quedo mirando. No estoy tocada, solo poseida, siempre es la misma respuesta. Me aburro, mama. Mi cerebro son polillas en un jarro y se ahorcan. MAMA Y EL TIPO SE AGARRAN DEL CUELLO y se frotan contra el piso de cemento resbaloso. El tipo acaba en mama mirando las alturas y todo empieza. Pongamos un microscopio en mi cuerpo amorfo esta tarde de moscas lentas. Podrian colgarlo como cuadros abstractos en el salon. A esta hora aparecen arboles calientes, hojas resbaladizas, me escondo de ella. La oigo gritar. Estoy pateando en el monte, hacia donde. Por el momento hay solamente el ruido del viento sobre la cima y algunos cantos. Por el momento el misticismo dura y son hormigas en mi brazo. Si te gusta vivir en un sueno, quedate ahi, protesta, y se encierra y todo es humo sin ella. Tengo siempre este recuerdo de fiebre de la infancia en un auto calcinado. La mirada de mama de frente, mama en la nuca como un insecto de caparazon duro. La mirada de mama fumando en el sillon de cuerina roto del tren. Yo despierta en el auto cerrado, sin poder hablar, los vecinos llamando a la policia. Me muevo mansa, donde esta ahora. Me agacho a besar la tierra. Como es posible este deseo repetitivo, molesto, el primo idiota de la familia que viene a interrumpir los desayunos al sol con medialunas con membrillo y termina tirandose por el balcon. El primo profundamente retardado que se toca la nariz, diciendo, nariz. Este deseo epileptico, este deseo deforme, un discapacitado deseante y baboso al que hay que levantar entre dos y cargar como una carreta para poder coger sobre el colchon blando. Y sin embargo, no tiene otra cosa que hacer que cogerme, que desearme desde su silla. Y sin embargo, la aureola densa y transparente en el colchon, prueba que vivo. Preparo el dedo, pero pienso tanto que despues me desvanezco. La idea del deseo sobre el deseo me deja chiflada, parasita con ojeras hasta el cuello. Mama, donde te metiste, estoy fastidiada, trabaje nueve horas parada, los empleados necesitan reposo. Mama, tibio tibio, caliente se quemo. Si me viera le daria miedo, descargo un odio impresionante. Si queres quedarte en suenos, alla vos, me insulta desde su ratonera. ?POR QUE SOMOS TAN BOBAS delante de las gondolas sin saber que comer? ?Por que compramos albahaca y perejil industrial si tenemos en la huerta?, y nos reimos. Morir es una buena opcion cuando se le caen todos los frasquitos de condimentos que levantamos uno a uno como particulas de esqueletos y nos queda ajo entre los dedos. Acostarme sobre la arena, sobre la hierba corta, sobre la tierra seca. Dejar de luchar con los brazos de mama. Trato de concentrarme en el gusto de los zapalli-tos. Estan frescos, digo. Apenas los reboce, dice, sin casi nada de aceite de oliva. Mira el pasto, mira como crece por partes, que raro, hay pedazos secos, como si el sol solo hubiera dado ahi, hay partes hundidas, como pantanos. Misterio, hija, para que preguntar mas. Buen provecho. Parece que las gallinas tienen hambre, no paran de chillar. Comemos, ida y vuelta de la mano a la boca. Donde esta mi telefono mama. No esta. Dijimos que ibamos a hacerlo, lo estamos haciendo muy bien las dos, echale algo de sal. Yo tampoco pregunto por los vasos de culo gordo. Mama. El pudo haber llamado. Concentrate. Mira un punto en el espacio y sigamos cenando. Hicimos bien en comprar esta mesa rectangular, ?no? Con las sillas no fue cara, nos faltaria una sombrilla y tal vez una reposera reclinable. ?Amarillas o a rayas? Asi damos algo de color. Dicen que el color da vida. Que payasada. ?O a lunares? Miro un punto en el espacio, ?y? Nada existe. La sensacion de que se aleja es una punalada seca en el estomago. Te llenas de imagenes que son una porqueria para tu salud, ?por que mejor no te concentras en la nina alegre y tontilla que eras antes de conocerlo armando hospitales para hormigas agonizantes? No arruines esta cena, que desagradecida te vuelve, que tipa aspera. No era alegre. Cocino en vez de recalentar y ni un gracias. LEVANTAMOS LOS PLATOS entre grillos. Que suerte tengo de que no haya un hijo, un plato menos, nada de restos pegados, ninguna voz cortando la mia. Nada que me suceda cuando me arranque la cabeza de un tiron. Crece algo blanco, una niebla que nos come, alla atras, que nos envuelve, que nos arrasa en la estepa. Mi mama se acuerda riendose de cuando se le resbalo mi cuerpito todavia con el cordon violeta en sus manos, todo remite a eso, a cuchillitos bajo el agua, a anguilas. Las dos lavando los platos con detergente barato y guantes, las dos guardando los cubiertos en sus cajones con compartimentos, tenedor con tenedor nos decimos cantando, cuchara con cuchara y hacemos el pasito de baile como una tarantela. Las dos yendo a tomar una botella de pastis afuera, nada pasa. Algo minusculo basta para ser infeliz, nos pica un abejon en el codo, se rompe un vaso con el viento, o las ventanas y puertas permanecen quietas. Una hamacandose, la otra espera su turno en el banco. Las dos calientes, desde el cuero cabelludo, las dos puercas abandonadas. Dos lindas zorritas de hocico naranja. Dos alergicas. En realidad, sonando que entran dos individuos de sombrero de ala ancha por la tranquera, piden permiso y pasan a violarnos contra las sillas, contra el subibaja de madera, en la pergola, a una por atras, a la hija por delante. Contra el lavabo le meten algo a mama, un palo de beisbol del rubio, y no le gusta tanto pero se esfuerza para que vea que goza. Nada importa mientras nos miramos poseer los ojos enfrentados y negros. Nos agarran de las axilas, nos dan vuelta y nuestros pelos largos caen en cortinados tenebrosos contra el forraje. ?Queda whisky en la despensa, hija? Que bueno que haya pasado tu infancia, que alegria que todo quede tan lejos que casi no haya sido, que ya no este en esta vida ese olor a eucaliptus mojado de cuando te agarraste el dedo con la puerta automatica. Ese olor a lona caliente, a goma, a local de alquiler de bicicletas. Ese olor a garrapinada, a manzana, a azucar rosa. Desde que naciste espere este momento. ?Fuimos o no a los medanos cuando cumpliste seis? ?Haciamos equilibrio en la escollera? ?Nos tirabamos como milanesas hasta el borde aguas vivas? ?Es cierto aquel dia que escuchaste ese disparo desde la habitacion del hotel y creiste que habia sido yo? ?Dormimos todo un verano clandestinas en las carpas de los turistas, tus montoncitos de caca apilados como murallas? Esos dias dorados conteniendo el aliento agrio y llevandote a patinar, dias enteros ayudandote a hacer la vertical en la orilla, haciendote saltar en la cama elastica, lavandote la bombachita con los nudillos. Escondiendome al atardecer playero en la arena fria a vomitar tu ninez. WHISKY CON MAMA desde el azul electrico hasta la madrugada y ahora, lejos de la casa, tengo las manos cubiertas de excremento. No conocia mi olor, la capa de olor que se forma en el cuerpo con el correr de las horas sin agua. Mi lengua se distrae comiendo pasto. Chupar las tetas duras de un animal, chupar su pelaje, los dientes vestidos, o imaginar la muerte de los padres, es igual. A partir del momento en que el entro en mi cabeza, el infierno salado. Fanatico martilleo sobre mis venas. El problema del cerebro es que no consigo retenerlo, siempre avanzando entre asperezas, siempre adelante como topadora. Donde me meti, no reconozco estas mansiones y nunca pase esta curva pronunciada. Deseo degenerado. Deseo nocivo. Deseo lunatico. Ya no encuentro como volver y mama debe estar inconsciente pendiente abajo. Espero que sin los pies tallados. Y a estas altas horas las nubes son troncos y la resaca no afloja y me tiro en cualquier posicion a masturbarme, mi pelo electrizado, la piel caliente, los parpados rigidos. Mi mano dandome para despues quedar quieta como un bicho, y que nada alcance. El y yo en un descapotable. El y yo en una carretera sucia. Las tetas no deberian estar en el cuerpo despues de cierta edad. Voy a extirparlas, pensando en mi pecho, cuando sean carne gruesa. Tampoco deberia abrirse el sexo. Busco una palabra que reemplace la palabra. Busco una palabra que indique mi devocion. Esa palabra que sea el punto, la distancia, el centro exacto de mi delirio. Deberiamos ser como pequenas serpientes hasta el final y ser enterradas asi, en huecos alargados como cunetas. Ahi me levanto nerviosa, la cabeza en sangre espesa. Camino por la casa y le abro las ventanas. El viento barre los cuerpos de los insectos atrapados en el mosquitero. Alla atras guarda recipientes de agua oxidada y fosiles de todas las especies. Se lo ve como si no hubiera dormido nunca, siempre necesitando un bano, un nuevo corte de pelo, un pantalon sin orina. Y que es al fin de cuentas ese escaso placer que tomamos en la juventud de los dedos. Que es ese escaso liquido dorado cayendo, diluyendose, si despues, mas tarde, cuando por fin la encuentro con el vaso de culo gordo batiendo el hielito y pidiendole al mozo una ronda mas, estamos con mama sentadas en la mesa del jardin con una fuente de caldo y dos cucharas. Que es ese deseo restante, hundido, mientras bebemos la sopa y el vapor nos da en la cara, y ya no queda nada, pero nada.
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La piramide de fango de Andrea Camilleri
https://gigalibros.com/la-piramide-de-fango.htmlProfundamente afectado por la muerte del joven Francois, y mientras intenta asimilar lo que esta perdida significa para Livia y para el, Salvo Montalbano tiene que sobreponerse al cansancio y al desanimo antes de enfrentarse a un caso ligado a esa lacra que, por desgracia, tanto abunda en el mundo de hoy: la corrupcion politica en las adjudicaciones de obra publica.
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El accidente del teletransporte de Ned Beauman
https://gigalibros.com/el-accidente-del-teletransporte.htmlLa historia es <
>. Por eso, a pesar de que El accidente del teletransporte empieza en Berlin y en pleno auge del nazismo, no es una novela sobre los nazis. La novela trata de las dos obsesiones del escenografo Egon Loeser: volver a hacer el amor con una mujer y montar un escenario que reproduzca un artilugio inventado en el Renacimiento capaz de mover a los actores en el espacio y en el tiempo. -
La reina descalza de Ildefonso Falcones
https://gigalibros.com/la-reina-descalza.htmlEn la Espana del siglo XVIII, una conmovedora historia de amistad, pasion y venganza une dos voces de mujer en un canto desgarrador por la libertad.
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Aunque te resistas de Eva River
https://gigalibros.com/aunque-te-resistas.htmlTom habia cometido un error. Simplemente habia sido un resbalon, un acto de bondad en su vida cinica, y he ahi las consecuencias… Tenia a la loca de Sam Reynolds detras de el echando a bajo la reputacion de cabron que habia forjado por anos.
?Como podia una mujer tan guapa ser tan peligrosa? -
Prometi destruirte, amor (Los peligros de enamorarse de un libertino 1) de Raquel Mingo
https://gigalibros.com/prometi-destruirte-amor-los-peligros-de-enamorarse-de-un-libertino-1.html?Es posible ordenarle al corazon que deje de sentir?
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Sangre de mi sangre de Rebeca Tabales
https://gigalibros.com/sangre-de-mi-sangre.html -
Dudo si te quiero de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/dudo-si-te-quiero.htmlHellen creia que tenia claro lo que queria. Su jefe estaba para comerselo y era todo lo que siempre habia sonado para su futuro marido, aunque tenia un poco de mal humor cuando no comia. Va, pero eso podia pasarlo por alto.
Cuando su familia le abrio los ojos respecto a como habia llevado su vida en los ultimos anos, se dio cuenta de que igual le habia idealizado y las dudas la asaltaron. ?Le queria a su lado el resto de su vida? Deberia pensarlo un poco antes de meter la pata. ?Pero como se lo tomaria el? -
El hombre de la dinamita de Henning Mankell
https://gigalibros.com/el-hombre-de-la-dinamita.htmlNorrkoping, Suecia, 1911. Los periodicos locales dan brevemente la noticia de que Oskar Johansson, dinamitero de veintitres anos, ha muerto a consecuencia de un tragico accidente producido durante la voladura de un tunel. La nota nunca se desmintio, pero Oskar sobrevivio, aunque quedo gravemente herido y con secuelas atroces; es mas, siguio trabajando hasta su jubilacion, y no murio hasta abril de 1969.
Narrada a traves de distintas voces y perspectivas, la vida de Oskar, con sus suenos y esperanzas, sus alegrias y tristezas, y por supuesto marcada por ese accidente que lo cambio todo, traza no solo su destino, sino tambien una imagen aguda y vibrante de la situacion obrera en la primera mitad del siglo XX. -
La venganza del ciego y otros cuentos de Victor Garcia Barquero
https://gigalibros.com/la-venganza-del-ciego-y-otros-cuentos.html“La venganza del ciego y otros cuentos” es un libro de relatos de intriga, misterio e investigacion policial. Algunos de estos relatos son continuacion de los casos de los detectives Mark y Marcus (“Una llamada en mitad de la noche”, Editorial Planeta).
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Y empezamos comiendonos las… perdices de A. R. Cid
https://gigalibros.com/y-empezamos-comiendonos-las-8230-perdices.html?Que podemos esperar cuando empiezas la historia por el final? Yo lo conoci con los pantalones bajados, gimoteando de dolor y con su amiguito desenvainado.
La gran pregunta, ?quien soy yo para que los hombres acudan a mi en estas circunstancias, sin ningun tipo de preliminares? -
La Dama del Amazonas de Teresa Ortiz-tagle
https://gigalibros.com/la-dama-del-amazonas.htmlAventuras, accion, misterio y una mujer que lucho hasta mas alla de cualquier limite.
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Cosas peores de Margarita Garcia Robayo
https://gigalibros.com/cosas-peores.html<
detuviera y se derramara furiosa sobre el. Hasta arrasarlo, hasta que no
quedara nada>>. -
Mi futuro en una caja de Ines Diaz Arreiro
https://gigalibros.com/mi-futuro-en-una-caja.html<
> Asi reza el asunto del e-mail que Leire recibe cada manana desde hace demasiado tiempo. Pero esta vez la propuesta consigue captar su atencion y hace que tome una decision que cambiara su vida.
A sus veinticuatro anos ya sabe lo que es vivir en medio de una fuerte crisis economica. Por eso, se atrevera a dejarlo todo atras para cuidar de Federica, una anciana octogenaria, en un pueblo casi deshabitado.
En ese momento se embarcara en un viaje que la conducira hacia una convivencia complicada, un atractivo agricultor, un cuaderno lleno de cartas que parecen sacadas de un cuento de hadas, una enigmatica cajita y una gran leccion sobre si misma.
Y es que, cuando decides por fin subirte a uno de esos trenes que pasan por tu vida, cabe la posibilidad de acabar en una estacion inesperada.
Atraccion (Apuesto y maldito) de Anisa Gjikdhima
https://gigalibros.com/atraccion-apuesto-y-maldito.htmlLA HISTORIA QUE HA ENLOQUECIDO A MILES DE
FANS EN WATTPAD.
Elisa Ston es una chica decidida, con la cabeza bien puesta y una vision clara de su futuro: una carrera de abogado y un companero sentimental y dulce que la ame. Pero no contaba con la llegada de Erik Truston. Multimillonario de veintinueve anos, el hombre entra en su vida como un huracan y la sorprende. Erik no podria ser mas diferente del hombre que Elisa imaginaba tener a su lado. Arrogante, presuntuoso, calculador y a menudo indiferente, cree tener el mundo bajo sus pies. Una combinacion de defectos de la que Elisa querria mantenerse lejos, y aun asi le vale solo con mirar sus ojos azules para perder completamente el control.
Historias de piel de Aryam Shields
https://gigalibros.com/historias-de-piel.htmlEl romance erotico nos lleva a evocar una serie de imagenes que conectan nuestra mente con sensaciones y fantasias que nos enlazan a nuestra esencia romantica, nos llevan a evadirnos de alguna forma y nos permiten ser parte de diferentes vidas. Sexo, erotismo y amor son aspectos de un mismo fenomeno, manifestaciones de lo que llamamos vida. El erotismo y el amor son formas derivadas del sexo, sublimaciones, perversiones y emociones placenteras que transforman la sexualidad llevandonos a un profundo conocimiento interior.
Las historias de romance erotico que conjugan el enamoramiento, la formacion de relaciones amorosas y eroticas, juegan un papel importante en nuestras vidas. Desde el punto de vista literario, el romanticismo es el ideal del amor, es el encuentro de la pareja perfecta, es el anhelo escondido, la busqueda, el triunfo del amor sobre la adversidad, la esperanza de que hay alguien para nosotros en el camino de la vida, de que no estamos solos.
Fugaz de Leila Sucari
https://gigalibros.com/fugaz.html“La primera vez que lo vi me dio asco”. Asi comienza esta novela, cuya protagonista acaba de ser madre. A esa reaccion le seguiran otras, algunas mas amorosas, otras mas mordaces, pero todas signadas por una mirada incisiva que evita cualquier lugar comun y da cuenta de un tiempo suspendido y casi alucinatorio. Ella, que eligio dejar atras pareja, casa, perro, familia, como quien suelta amarras para siempre, buscara trabajo, entablara nuevas relaciones y se trasladara de un paisaje a otro en una deriva que por momentos parece acercarla a una verdad. La acompana ese pequeno ser que succiona incansablemente de su cuerpo y la atraccion hipnotica que le despiertan las ballenas varadas en la playa.
Leila Sucari sorprende otra vez con una novela en la que cada acontecimiento esta hecho de frases iluminadoras que dejan vibrando las palabras como un diamante violento y bello.
Los fabulosos Frank de Michael Frank
https://gigalibros.com/los-fabulosos-frank.html<
El honor de mi dama de Julia Justiss
https://gigalibros.com/el-honor-de-mi-dama.html?Quien era aquella mujer? ?Un doncella recatada… o una descarada aventurera? Al conocer a la joven dama que habia deslumbrado a su mejor amigo, Gilen de Mowbry vio algo sorprendentemente familiar en ella. Pero tan recatada senorita no podia ser la gitana de ojos violetas que habia bailado para el a la luz de una hoguera… y que desde entonces se habia hecho duena de sus suenos… Desesperada por huir junto a su hermano de los malevolos planes de su primo, Gwennor Southford habia aprovechado la ocasion de marcharse con una caravana de gitanos. Solo una cosa se interpondria despues entre ella y la seguridad de un matrimonio perfecto: los inolvidables momentos que habia pasado junto a Gilen de Mowbry…
La formula de la felicidad, Alvaro Asensio de Alvaro Asensio
https://gigalibros.com/la-formula-de-la-felicidad-alvaro-asensio.htmlAqui tienes un libro de referencia, con el cual vas a aprender las tecnicas que me permitieron y te permitiran aumentar tu felicidad de forma exponencial.
Dominada por sus companeros (Programa de novias interestelares 1) de Grace Goodwin
https://gigalibros.com/dominada-por-sus-companeros-programa-de-novias-interestelares-1.htmlAmanda Bryant ha sido una espia durante cinco largos anos, pero cuando los alienigenas aparecen repentinamente, afirmando que un enemigo mortal amenaza la supervivencia de los habitantes de la Tierra, los superiores de Amanda la envian a enfrentar la mision mas peligrosa de su vida: ofrecerse para ser la novia de un alienigena, compartir la cama con el extrano guerrero y, finalmente, traicionarlo.
El amor no se puede pintar de Miranda Bouzo
https://gigalibros.com/el-amor-no-se-puede-pintar.html“Cuando me dejes abrazarte, la nieve se fundira a nuestro alrededor”
Sensible a ti (Bilogia Angel 2), Olga Diaz de Olga Diaz
https://gigalibros.com/sensible-a-ti-bilogia-angel-2-olga-diaz.htmlA Enzo y Lucia le ha costado mucho mantener su amor a flote, ellos se aman con locura, con pasion, pero para Lucia cada dia a su lado es una montana rusa, no ha sido facil lidiar con los miedos e inseguridades de Enzo. Ha sido todo un proceso que el entienda y crea que ella no es como esas que lo abandonaron a su suerte, que ella es diferente.
Yo soy Eric Zimmerman de Megan Maxwell
https://gigalibros.com/yo-soy-eric-zimmerman.htmlMe llamo Eric Zimmerman y soy un poderoso empresario aleman. Me caracterizo por ser un hombre frio e impersonal, que disfruta del sexo sin amor y sin compromiso.
En uno de mis viajes a Espana para visitar una de mis delegaciones conoci a una joven llamada Judith Flores. Ella me hizo reir, me hizo cantar, me hizo incluso bailar, y yo no estaba acostumbrado a eso. Cuando me di cuenta de que sentia mas de lo que debia, me aleje de ella, pero regrese, pues esa mujer me atraia como un iman.
A partir de ese momento comenzamos una relacion plagada de fantasia y erotismo, en la que disfrute ensenando a Judith a gozar del sexo de una manera que ella nunca habia imaginado. Y tu, ?te atreves a descubrir el lado sumiso, dominante y voyeur que todos llevamos dentro?
Una visita inesperada de Juani Hernandez
https://gigalibros.com/una-visita-inesperada.htmlCon el final de Cada vez que te beso, pudimos disfrutar de la emocionante declaracion de Raul a Diana en aquella entrega de premios en la que fue galardonado, y meses despues, asistimos a la preciosa ceremonia en la que no solo contrajo matrimonio la pareja, sino que tambien se casaron Angel y Sofia, un sueno hecho realidad tras tantos anos separados. Pero ?que ocurrio en el transcurso de esos meses? Vamos a echar un vistazo a un dia cualquiera de sus vidas --o no tan cualquiera, al fin y al cabo-- y veamos como les va a nuestros chicos de Extrarradio. ?Seguiran siendo la banda de rock exitosa tal y como todos esperaban? ?Como lidiaran las chicas con la fama de sus parejas sin trastocar su dia a dia? ?Habra quedado su pasado definitivamente atras? Descubrelo en Una visita inesperada, una serie de relatos que todos los fans de XTRD, sin duda, disfrutaran.
Caos por correo (Novias de Seattle 2) de Cynthia Woolf
https://gigalibros.com/caos-por-correo-novias-de-seattle-2.htmlLucy Davison se convirtio en una novia por encargo junto a otras noventa y nueve mujeres. Todas fueron llevadas a Seattle, territorio de Washington y todo a causa de la Guerra Civil, la cual habia disminuido la cantidad de hombres casaderos en New Bedford. Uno de los hombres que traslado las novias hasta Seattle fue Drew Talbot. Cuando Lucy lo conoce y se tocan por primera vez, ella siente que una especie de energia electrica recorre todo su cuerpo. El problema es que siempre que Drew esta cerca, Lucy se vuelve completamente torpe y por lo general termina en los brazos de el. Cuando se pone de novia y se compromete con el hombre que ama, ella cree que todos sus suenos se haran realidad.
Dos besos de mas de Minerva Ros
https://gigalibros.com/dos-besos-de-mas.htmlHabia sido uno de los turnos mas horribles en los que habia trabajado. Todo habia salido mal, y Lucia era consciente de que si habian conseguido llegar al final del dia sin hojas de reclamaciones o la policia incordiandoles en la entrada habia sido exclusivamente porque Diego habia desplegado todo su encanto. Estaba cabreado porque le habia tocado a el supervisar aquel turno del demonio, porque Lucas se habia puesto a vomitar en la cocina y habian tenido que tirar una tanda de hamburguesas que se encontraba peligrosamente cerca del asqueroso cerco de jugos gastricos del camarero. Todos estaban cansados, porque, aunque se alegraban de que el restaurante fuera bien, los fines de semana eran agotadores y los jefes recortaban todo lo que podian en personal, y no les importaba la tremenda carga de trabajo que tenian que asumir. Les salia mas barato darles un pequeno plus a fin de mes que contratar a mas camareros. Cuando salia el tema, Diego siempre se ponia a blasfemar en argentino por todo el office, sin cortarse. Luego tomaba aire y volvia a salir a sala con la sonrisa de siempre. Aquella noche habian tenido que aguantar un turno especialmente intenso y sin poder suplir a Lucas cuando se marcho a casa con una gastroenteritis de caballo. Uno de los jefes del local, al que hacia poco le habia dado un aire y decia que queria involucrarse en el negocio y no ser solamente socio capitalista, habia hecho mal un pedido, por no tener ni idea y carecer de un minimo de humildad para reconocerlo, basicamente, y al poco de empezar se habian quedado sin la salsa de las patatas fritas estrella de la carta y habian tenido que mandar a uno de los pinches corriendo al supermercado de la esquina a por tomates, y habia sido Diego, y no el jefecillo de los cojones, el que habia tenido que lidiar con las infulas del cocinero porque esos no eran los tomates roma que habia pedido, sino que ponia en el envoltorio que eran tomates pera. --Son lo mismo, Carlo. --No lo son, Diego, !la receta no va a quedar igual! !Este nino es un inutil! --!Son lo puto mismo, Carlo! --insistio Diego con aparente calma, mirandole fijamente e intentando hacerle entender por las buenas que no anadiera lena a aquel infierno. Al rato, un grupo de amigos que estaban en la primera parada de su parranda nocturna, con varias cervezas de mas entre pecho y espalda, se pusieron a gritarle obscenidades a Ana y a tirarle pellizcos al culo cuando les traia los pedidos. Ana, por supuesto, le propino a uno de ellos tal bofetada que le puso a llorar del susto. Gritos, amenazas con llamar a la policia, exigencias de hojas de reclamaciones, Diego que sale, pone orden, manda a Ana a otro lado, se encara con los tipos, los tipos que al final se marchan por no pelearse con ese encargado de mas de metro noventa que esta en mejor forma fisica que todos ellos juntos. Los de la mesa once, una pareja tan acaramelada que estaban empezando a dar un poco de asco, se intentaron marchar sin pagar sobre las diez de la noche. Estallo una copa de vino en uno de los lavavajillas, y hasta que alguien pudo tomarse un rato para deshacerse de los cristales anduvieron corriendo de un lado a otro con los platos sucios e incluso lavando cosas a mano para salir del paso. Cuando por fin echaron abajo la persiana, con todo aun por recoger y fregar, Diego decidio tomarse un momento junto a la salida de atras. Y alla se lo encontro Lucia cuando sacaba una de las primeras tandas de bolsas de basura. Diego fumaba, con los ojos entornados, masajeandose el cuello, y a ella le parecia que no podia existir en el mundo, objetivamente hablando, nadie mas sexy. Ninguna estrella de Hollywood, ningun modelo de ropa interior, con mas atractivo que aquel hombre cansado y sudoroso, y aun asi divino bajo la luz de las farolas. Diego le ofrecio el cigarrillo. --No fumo --dijo Lucia. --Yo lo estoy dejando --comento Diego. Y Lucia cogio el cigarro y le dio una calada porque, basicamente, en ese instante le apetecia mucho tener en los labios algo que hubiera pasado por la boca de Diego. Fumaron un par de minutos en silencio, con cierta complicidad. --Despues de esto necesito librar como tres anos --bromeo Diego restregandose la barba y provocandole a Lucia un pequeno brote de placer. Fue entonces cuando a ella se le paso algo por la cabeza, muy fugazmente. Estaba segura de que aquel arrebato se debia al cansancio y a la tension acumulada del dia, y quiza a que, como todo ser humano que lo tuviera cerca, habia tenido algun que otro sueno erotico con el. Sabia como era Diego, y sabia como era ella. Conocia a la clase de chicas que le gustaban a el, con las que coqueteaba y que solian acompanarlo, incluida aquella ocasion en que lo pillo alli mismo, hacia unos meses, en la parte sin luz del callejon, mientras la rubia de la mesa ocho que no habia dejado de lanzarle miradas coquetas toda la noche estaba de rodillas frente a el. Lucia se acordaba de la verguenza, de la curiosidad y de la irresistible cara de placer de Diego, antes de escabullirse de vuelta al office intentando no ser vista. Diego era de los que dejaba que una clienta le hiciera una mamada en el callejon de atras en pleno turno y despues volvia al trabajo como si nada. Ella no se acercaba siquiera a tener un minimo de aquella osadia, pero en ese momento, como si estuviera borracha, andaba con todos los cables cruzados. --?Tienes algo que hacer despues? --le pregunto, aparentemente indiferente, pero tambien intentando dejar caer que le gustaria llevarselo a casa, o a cualquier otro lugar, y quiza hacerle lo de la rubia de la mesa ocho. --Me ire a intentar dormir todo lo que me deje el cuerpo --dijo Diego con un suspiro de cansancio, mirando el vacio. Lucia aun lo observo un poco mas sin entender si se trataba de una indirecta o no se habia dado cuenta. Fuera lo que fuese, se alegro, porque en el momento en que la supuesta invitacion a acostarse con ella salio de su boca, se le derrumbaron las ganas. ?En que estaria pensando? No iba a ser la primera camarera que se pillaba por Diego y despues de que el se lo pasara bien un par de dias se tenia que acabar marchando destrozada, porque Diego era incapaz de mantener ninguna clase de relacion mas alla de la cama. O de los callejones traseros. Y, lo peor, ella ni siquiera estaba pillada por el. Le gustaba porque tenia ojos en la cara y era imposible no fijarse en sus pectorales, o en su espalda tensa y musculada cuando se agachaba a recoger una caja o a colocar el genero en las baldas, o cuando se desvestia sin disimulo delante de quien fuera en los vestuarios y dejaba al aire los tatuajes y el cuerpo fibroso por todo el deporte que practicaba. Y era un companero agradable y divertido. Pero, mas alla de eso, ni siquiera era su tipo. Mas alla del sexo, nunca tendrian ningun tema de conversacion interesante. Y Lucia no se sentia capaz de estar con alguien solo por el sexo. Ni siquiera con Diego. Se lo habia propuesto muchas veces, pero no le funcionaba. Lucia era de las que sin pensarlo se enamoraba con el primer golpe de viento, y normalmente esperaba que las relaciones fueran mucho mejores de lo que eran en realidad. Ella no sabia estar sin la ternura ni las palabras bonitas, y se le iba toda excitacion de pensar en terminar de follar y levantarse de la cama como si nada. Lucia le devolvio el cigarrillo y estiro los brazos. --Hale, Lucita, nos toca pringar. Lucia volvio a la realidad. Diego se habia liado con muchas, y se acostaria con muchas mas, sin duda. Pero Lucia nunca seria una de ellas, y todo estaba bien asi. Capitulo 1 Dos anos despues No supo bien por que se fijo, porque ella nunca levantaba la cabeza cuando iba de camino a la boca del metro, y menos cuando iba tan embebida en su propio mundo y se acercaba peligrosamente la hora de la comida. Sin embargo, ahi estaba; acababa de pasar por su lado y era el. No la habia reconocido. Ella se giro y le busco con la mirada hasta localizarle entre el gentio, un poco antes de llegar al paso de cebra de la avenida. --!Diego! --le llamo para que no desapareciera--. !Diego! Y el se giro. No pudo evitar sonreir al ver a su viejo companero de trabajo, tan alto, tan rubio, de ojos de color avellana y un atractivo natural como pocos habia conocido en su vida, con el pelo un poco mas largo de como lo recordaba recogido en un pequeno mono desalinado, una camiseta de manga corta que habia conocido tiempos mejores y unos enormes pantalones de payaso de color verde botella bailando en la cintura solo sujetos por unos tirantes a sus hombros. Parecia que estuviera dentro de una piscina portatil. Al principio, cuando el se giro y la reconocio, ella solo sonrio, pero al verle asi vestido no pudo evitar echarse a reir. El la reconocio a lo lejos y tambien sonrio, senalandose los pantalones. Y de repente eran dos viejos amigos partidos de risa en mitad de la calle un dia cualquiera. Quiza fue la impresion de la indumentaria, o que realmente en aquel dia gris se alegraba mucho de encontrarse con alguien que, en su tiempo, llego a ser un buen companero, e incluso un poco amigo a ratos, con quien compartio muchas horas de su vida. El hecho es que, en vez de saludarle de manera normal (llevaban unos dos o tres anos sin verse, desde que ella dejo el restaurante), se acerco a el y le dio un verdadero abrazo de oso, muerta de la risa. Y en ese momento el se quedo bastante impresionado por lo que estaba pasando. No se esperaba el abrazo, ni la risa. Tampoco es que esperase recibir indiferencia al pasearse vestido de payaso por media ciudad, pero el calor de aquel abrazo (la cercania de ella, la risa, y el sol que le hacia desprender un aroma dulzon a su pelo, la mano de ella acariciandole el hombro y dandole una palmadita), los dos o tres segundos que duro, le hizo sentir bienvenido por primera vez en mucho tiempo.
Un revolver y siete rosas (Elizabethtown 1) de Brenna Watson
https://gigalibros.com/un-revolver-y-siete-rosas-elizabethtown-1.htmlLe dolian tanto los pies que apenas podia continuar avanzando. Desde que habian abandonado Cold Harbor, donde la Union habia sufrido una de sus mayores derrotas, se habian dirigido a Petersburg para unirse al asedio de la ciudad. Alli pretendian hacerse con el control de aquel punto estrategico y cortar las comunicaciones ferroviarias que abastecian al ejercito del general Lee. Gabriel Sinclair no recordaba cuantas horas llevaba caminando y, cuando al fin alcanzaron su destino y obtuvieron permiso para descansar, lo primero que hizo fue quitarse aquellas malditas botas. Contemplo, con una mueca de dolor, sus pies ensangrentados y los dedos casi agarrotados y deformes a fuerza de llevar un calzado dos numeros menor al que le correspondia. Al menos, penso, no iba descalzo. No hacia muchos dias que habia contemplado el cadaver de uno de aquellos confederados, que habia cubierto sus pies con pedazos de carton pintados de negro. A su lado se tendio su primo Russell. El y Mitchell Chapman, Mitch, parecian los unicos conformes con su indumentaria, el ultimo a causa de unas relucientes botas que le habia hecho llegar su padre desde Saint Louis, aunque al parecer seguia echando de menos sus zapatos Oxford. <
Imperio (Las Guerras Del Loto 2) de Jay Kristoff
https://gigalibros.com/imperio-las-guerras-del-loto-2.htmlTras la muerte del Shogun, en el Imperio de Shima se desata una terrible lucha entre los clanes para hacerse con el poder. Con el fin de evitar la guerra civil, el Gremio del Loto conspira para restaurar la dinastia Kazumitsu. El proximo Shogun es alguien que conoce muy bien a Yukiko. Alguien que no descansara hasta verla muerta. Mientras las habilidades de Yukiko aumentan mas alla de su control, se acentuan tambien las pesadillas de Kin, el rebelde del Gremio del Loto que ayudo al tigre del trueno. Muestran visiones de un futuro perturbador e inconcebible. Ni siquiera el miedo a la muerte frenaran a Kin cuando trate de evitar que esas pesadillas premonitorias se hagan realidad. Los rebeldes planean asaltar el palacio del Shogun antes de que pueda dar inicio la nueva dinastia, pero, desde lejos, un inesperado enemigo aprovechara la debilidad del Imperio para asestarle un golpe mortal a el y a todos sus habitantes. Yukiko y Buruu deberan volar a traves de los oceanos tempestuosos, hasta las islas del cristal negro, donde aguardan rivales que no temen a las garras del tigre del trueno y que no caeran ante ninguna katana.
El gremio de los magos (Cronicas del Mago Negro 1) de Trudi Canavan
https://gigalibros.com/el-gremio-de-los-magos-cronicas-del-mago-negro-1.htmlEl primer volumen de <
Edward de Claudia Velasco
https://gigalibros.com/edward.html?Serias capaz de creer la mas inverosimil de las historias simplemente por amor? ?Sueles confiar en la gente? ?Tienes una mente abierta y receptiva?
A Olivia Villadiego no le queda otra alternativa que creer cuando el amor de su vida, Edward Fitz-Lyon, desaparece despues de confesar un increible secreto. Un misterio que ella tendra que encajar lo mejor posible si pretende recuperarlo.
Una historia de amor insolita y apasionada, un secreto magico, un enemigo acerrimo, una aventura vertiginosa y la alquimia. Un coctel explosivo ambientado en al siglo XXI, pero con un increible eco de otros tiempos.
Agua de Claudio Hernandez
https://gigalibros.com/agua.htmlSiempre, en alguna parte, debia brillar el sol; pero en Chamberlate, una amorfa cara opaca parecia sonreir desde lo alto del cielo mas negro que el culo de una marmota. La mezquina luz lamia el cementerio, con sus estacas incluidas, y los Fresnos que lo rodeaban en unos bosques realmente frondosos extendian sus copas como refugios a las almas perdidas de su interior, igual que a los cuervos. Sean tenia puesta la gabardina de color beis que le llegaba hasta las punteras de sus zapatos. Estaban tan desgastados que, ahora, empezaban a brillar mas que el mezquino destello de la que venia despues del astro rey. Un puro humeante como la chimenea de un vapor hacia las delicias en los pulmones de Sean, un anciano retirado que habia sido detective, pero que narices, el pensaba que todavia lo era. ?Por que no? Se enjuago la boca con gran cantidad de saliva y escupio un enorme chorro de espesa mucosa sobre una lapida. La cruz, que parecia un espantapajaros, con los brazos extendidos y laxos sobre una superficie llena de vacio, ignoro tal guarrada. Y, con todo eso, la cosa no habia hecho mas empezar para Sean Rickman (apodado y conocido como Coningan). Apoyando su barbilla poblada de una barba gris, como las cenizas, sobre una de sus manos, concretamente la derecha; clavo la mirada en otra de las tumbas y penso como se encontraria el fiambre alla abajo, es decir, bajo tierra. Se inclino en creer que simplemente dejaba pasar el tiempo mientras el cuerpo se descomponia en medio de guturales ruidos, grunidos ignorados y flatulencias repentinas. Y penso en el. El asesino. Entonces, de repente, el cielo tosio un par de veces haciendo estremecer la tierra bajo sus pies, y, al mismo tiempo, solto un graznido como un perro cabreado. La lluvia, una de las mas intensas de aquel jodido otono del 99, en Chamberlate, habia retomado de nuevo su proyecto para repiquetear el suelo y todo lo que habia sobre el, con sus grandes gotas, al ritmo de decenas de pajaros carpinteros. Sean Rickman levanto ahora la mirada hacia el cielo y dijo: --Mierda. Sabia por que. 2 Locos los hay en todas partes del mundo, pero como David Harring no lo habia. Sus ojos oscuros parecian proyectar una luz disciplinariamente roja, pero era frialdad lo que arrojaban, como destellos oscuros, si, era eso. Una mirada profunda. Traumatizada y perturbadora. Inquietando incluso para las miradas perdidas o aviesas de aquellos que estaba encerrados en un psiquiatrico. Su camisa de fuerza era ella: Melissa Harring, de soltera Aarons. Y para nada hacian pensar que era del estado de Maine: ni por sus nombres, ni por sus costumbres. Solo eran forasteros, y su acento dejaba loable el deseo de pertenecer a un pueblo tranquilo. Su acento estaba lejos de ser sureno. Todas las noches, cuando el astro rey se estrellaba en los picos de las montanas rocosas desangrAndose, levantaba el pie derecho y lo apoyaba sobre un taburete cojo de una pata. El jodido perro, es decir, Dan, lo habia mordisqueado como a un hueso. Entonces dejaba que el palillo correteara por toda la cantera de los dientes mientras se mesaba la barba rala. Profundamente relajado, pensaba en lo bien que lo hacia. Como la amaba y que polvo iba a echar esa noche, quisiera Melissa o no. Era una rata de alcantarilla. O peor aun: Una mierda aplastada por las botas sucias del sheriff del condado. Que, a decir verdad, era un borracho embaucado por las deudas del juego y la escoria de Chamberlate. Tan corrupto como los politicos del mundo. Solo que el era ignorado. Pero ?por que todos los hijos de puta -- bueno, los cabrones-- tenian tanta suerte de ocupar puestos tan ostentosos? David era uno de ellos. Abogado de profesion habia dejado atras los problemas de sus clientes --mayoritariamente lunaticos y obsesionados con las leyes-- para cambiar su vida por completo. Menos el de seguir siendo el mas capullo del mundo, pero eso tenia diferentes connotaciones. Cabron, perturbado, celoso patologico, asesino… Todo se quedaba corto cuando estaba frente a ella. Y su capacidad para ser tan amable como un mayordomo ante las estupidas sonrisas de los testigos de Jehova, no hacia que Melissa pensara lo contrario de el. Hijo de la gran puta. Y Dan empezo a ladrar al sol que habia dejado el rastro sangriento a la deriva. 3 Habia un loco suelto y Sean lo sabia. Cada atardecer, como una esposa en pena, acudia a visitar el cementerio bajo una manta de agua. Tosia como un descosido y se encendia un enorme puro que lo sacaba de ese estado penoso a su edad. Rondaba los setenta anos y ya habia decidido parar de contar los cumpleanos. A partir de cierta edad, los huesos sonaban como unas piedras en el interior de una bolsa y los dolores reumaticos se extendian hasta la polla. Ademas, habia descubierto que los huevos crecian sobremanera a partir de los sesenta. Sin mujer ni hijos, ni trabajo a que dedicarse mas que aplastar cucarachas con un cuarenta y dos de pie: tenia la impresion de que el asesino no se retorcia como un gusano en ningun lugar de ese cementerio, que era visitado por un oscuro gato dando por culo con sus maullidos desgarrados. Sean lo miraba con cierta incomprension y bajaba la vista. El jodido gato siempre estaba en lo alto de una de aquellas cruces que miraban a un cielo tan zozobrante como un mar embravecido. Despues el gato saltaba al suelo y se hundia en el lodo. Sean Rickman, ajeno a los poderes mentales de algunos perturbados que pasaron por Castle o Boad, o incluso Derry, estaba mas tieso que una estaca en el cementerio. Astillada y sin vida, bueno, ninguna estaca tiene vida, pero las habia que brillaban cuando salia el sol, y ese otono no habria mas sol que una lampara en lo alto de su cabello de color cobrizo. Era su cabello natural que, al contrario que la barba, no conocia mas ceniza que la de una chimenea muerta en el interior de una casa de una familia que no tenia ni lena para calentarse. Camino hasta la cripta. Solo habia una y se detuvo a dos metros mientras el humo del puro se arremolinaba alrededor de su cabeza con la intencion de arrancarsela y elevarla al aire. Sus dedos rollizos tiraban del puro, que se despegaba de sus labios secos, y entonces movia el cuello como queriendo hacer un circulo, aunque le crujian las cervicales como las bielas de un motor viejo. --Maldito seas. Se que no estas aqui --murmuro entre el ruido de la lluvia. En lo alto de todo, algo ilumino el cielo y la tierra, pero despues no sucedio nada mas. El detective retirado se quedo con las ganas de sentir el atronador ruido como una de las bombas del Vietnam. El gato le respondio. Pero el asesino no. 4 --Hoy no tengo ensalada --dijo Melissa con cierto temblor en su voz, la cual formaba un vibrato que se paseaba por la cocina como un chorro de aire lleno de obstaculos. --?Y que se supone debo cenar esta noche? --pregunto arrogante David. Le clavo la mirada como dos chinchetas. Ella estaba apoyada en el fregadero. Su tez era palida y el estaba sentado en la silla, con los brazos laxos sobre la mesa rugosa. Ella cabeceo un instante. El repentino dolor del miedo la sobrecogio. --Ya sabes que hoy no hemos bajado al pueblo y… De pronto, un puno cerrado quiso agujerear la tabla de la mesa, y los ojos de ella casi saltan de sus cuencas para botar como bolas en el suelo. Los dientes de el estaban rechinando de tanto que los apretaba. --!?Acaso no tenemos huerto?! --grito mientras permanecia encorvado como un buitre al borde de la mesa. Le dolia el puno, es decir, el canto de la mano. Los cubiertos habian saltado como unas ranas plateadas, pero seguian sobre la dichosa mesa. --No he… podido... recoger nada --termino de decir ella, visiblemente asustada. El miedo se cruzo de nuevo delante de sus ojos y, bajo sus tetas --bueno, bajo su pecho-- aquello golpeo el esternon. Su corazon. --!Estas temblando! ?Por que? ?Te han hablado de mi esas pellejas? --Su mirada acusadora evoco la puerta y parecio verlas a traves de ella. Eran dos amigas, entre comillas, para un monstruo como el. Solo tenia cuarenta y dos anos, era de estatura alta, atletico y guapo, pero por dentro bombeaba petroleo en lugar de sangre. Hasta los demonios huian de el. Ella no pudo responder. No, al menos, de inmediato. --Me ayudan… --!Callate! --El golpe, esta vez, fue con la palma de la mano abierta, que sono tan fuerte que parecia que se le iban a salir todos los dedos como lapices. Su profunda mirada le mostraba el monstruo que nunca habia estado dormido y que habitaba en el. Incluso cuando usaba la cosmetica de su mujer, para ver a un payaso reflejado en un espejo que acusaba con romperse en mil pedazos en un vomito repentino. Si, David hacia eso cuando ella no estaba en casa. 5 La insignia de policia relucia de manera imponente sobre su pecho, pero no era asi siempre. Burt no era el tipo de agente que se las daba de algo que no podia ser competente. De modo que siempre tenia la jodida insignia guardada en algun bolsillo del pantalon. Junto a la funda cerrada del revolver. A la gente del pueblo le importaba un bledo que la llevara brillando bajo su hombro. Todos sabian quien era el. Incluso Sean, el viejo detective. Burt decia que el pueblo no se dedicaba a hacer insignias ni tampoco a rozarlas con sus miradas de desacuerdo. En realidad pensaba que a todos se la inflaban si la tenia o no. Pero por supuesto que todo el mundo en Chamberlate sabia quien era el. Su ayudante Harris tambien tenia una, y por supuesto que este si la llevaba clavada en su pecho. En su piel, y los dientes le brillaban junto a la insignia. Eso solo cuando hacia sol en el mes de junio, julio y el punetero agosto, en el que los lagartos sacaban sus rosadas lenguas en las canteras. Harris no comprendia la decision de Burt de llevarla en la billetera o junto a las llaves de casa. Era algo que el hombre de la ley jamas habia podido entender. Claro que en el pueblo todo el mundo sabia que el era el agente. El mas borracho de todo el estado de Maine, pero habia que tener en cuenta la tradicion centenaria, desde que los indios MickMac desaparecieran de alli. Pero habia que tener en cuenta la responsabilidad y la seriedad. Cuando se estaba al servicio de la ley, habia que pensar en esas cosas y en las tetas de la vecina de enfrente. Harris pensaba frecuentemente en ellas, es decir, en las cosas de la ley, aunque solo podia ser agente con dedicacion parcial, dado que casi todo el tiempo Burt estaba resoplando en el viejo sofa de su casa. Y asi fue como unos degenerados mentales construyeron un lago de sangre en el pasado, que, visto lo visto, parecia no haber acabado todavia. Si, ahora habia detectives. Y lo sabia. Mejor. 6 Pero Sean era el protagonista, porque no dejaba de pensar en el asesino que se ocultaba en el silencioso cementerio, que, a su vez, sonaba como miles de exhalaciones de todos los que reposaban panza arriba. No tenia sombrero y ni falta que le hacia. Su cabello mojado era ahora una plaga de algas sobre su cabeza y las gotas se columpiaban en su menton, agarradas en el pelo de la barba. Sus ojos mantenian aviesamente la mirada sobre aquellas tumbas, dia tras dia, mientras recordaba. El jodido gato aparecia maullando todos los malditos dias, y eso le cabreaba de forma lenta y oficiosa, hasta estar a punto de gritarle, pero no lo hacia. Todo su temple era un abedul esperando que el tiempo pasara ante sus ojos…, bueno, sus hojas verdes. --Te llevaste a todas esas pobres chicas a la tumba de la forma mas asquerosa que pueda emanarse de un monstruo como tu. Eras algo horrible. Una especie de locura a la que cualquier autoridad no se puede enfrentar. Ni siquiera un maldito psiquiatra, con sus gafas de empollon sujetandose con cierto malabarismo en su descendente curva de la nariz. Claro que no. Te condenaron a la cadena perpetua y, despues, a la muerte. No vi tus cenizas, cabron, pero eso es porque no te metieron por el culo todo aquel fuego, cabron. Se que no estas aqui tampoco; pero, como soy un idiota, vengo cada dia por si veo una bota tuya en medio de un charco de agua. Que jodido eres. A veces creo que yo mismo me estoy volviendo loco. ?Lo sabias? La edad me sienta fatal. ?Por que no me contestas ya de una punetera vez? El detective abrio mas los ojos y clavo su fria mirada en el gato que cada dia parecia mas negro. Sus ojos verduzcos brillaron en aquel atardecer de lluvia intensa, y mostro sus afilados colmillos cuando maullo de forma aguda. Sean sonrio con la menor intensidad del mundo, tanto, que su rostro no lo reflejo. Y se sintio un verdadero capullo cuando supo que le estaba hablando al gato. Si, al jodido gato. Y, mientras tanto, seguia lloviendo con tal intensidad que el cementerio parecia ya un lago con las cupulas de los edificios asomando en el agua, como cabezas humanas que se iban a ahogar. 7 Melissa se encontraba ajetreada con los platos sucios de la cena de esa noche. El ruido era ensordecedor y a veces golpeaba la vajilla de porcelana contra el metal del fregador para descargar la ansiedad que el comportamiento de David le generaba. Habian pasado los primeros dias idilicos en la nueva casa de la colina. Si, esa que estaba en lo mas alto de la misma y desde donde se podia divisar la carretera polvorienta --ahora llena de lodo-- que llevaba al centro del pueblo tras una serpentina brillante. Y por mas que golpeaba y pensaba, no conseguia encontrar un solo pedazo de carino en el. Era puro odio y un enfermo mental, enajenado por las psicopatias de las manias, los celos y las peculiaridades. --Maldito seas --mascullaba mientras sus hermosos labios se arrugaban como una cuerda enrollada. Su cabello rubio le cubria los hombros, y las puntas le llegaban a la parte mas baja de la espalda. Normalmente solia tenerlo atado con una goma elastica que chillaba cada vez que se tensaba, pero esa noche no. Lo tenia suelto y, de espaldas, cualquier hombre la veria hermosa aunque sus manos se movieran como remos al ritmo de los tambores de guerra. Su corazon estaba convulsionado y sabia que… Arriba, en la habitacion, su marido estaria haciendo algo extrano. No para el, sino para ella. Si hubiera subido las escaleras de puntillas, le habria visto pintarse los labios de rojo, de forma sutil, y, despues, apretando con un poco mas de fuerza la barra de labios, mientras decia: eres preciosa, Keti. Y en eso estaba. 8 --La maldita lluvia me tiene hasta los huevos, Forrest. Me duele hasta eso. --Se senalo la entrepierna de un pantalon vaquero, tan gris como su cabello. Estaba sentado en lo alto de un taburete que podria ser un atril perfectamente y ser el reverendo repartiendo ostias a sus feligreses.
Territorio Lovecraft de Matt Ruff
https://gigalibros.com/territorio-lovecraft.htmlChicago, 1954. Siguiendo la pista de su padre desaparecido de forma misteriosa, el joven de 22 anos Atticus Turner se embarca en un road trip hasta la magica y peligrosa Nueva Inglaterra, acompanado
por su tio George y por Letitia, una amiga de la infancia. En su viaje a la mansion de Mr. Braithwhite se enfrentan tanto a los terrores mundanos de la America blanca de la epoca, como a los
espiritus malignos salidos de las lecturas de H.P. Lovecraft y novelas pulp que Atticus devora.
Origin (Hijos de Leiah 2) de Rotze Mardini
https://gigalibros.com/origin-hijos-de-leiah-2.htmlEl hallazgo de una nueva victima cambiara los planes de Lexy Kendall, poniendola en una carrera contrarreloj que tendra por objetivo atrapar al asesino en serie de la cuadra francesa, sin imaginarse que se vera atrapada en un mundo desconocido.
Jhensen, lider de la comunidad vampirica de New Orleans, se pondra a disposicion de la detective para poder cumplir con un encargo asignado por las deidades de Leiah…
Jhensen y Lexy lo arriesgaran todo en una intensa batalla contra un oscuro personaje. El amor los sorprendera en medio del mayor reto de sus vidas, sumergiendolos en pasiones profundas e inesperadas.
La bruja (Original) de Camilla Lackberg
https://gigalibros.com/la-bruja-original.htmlFijate bien.Nada es lo que parece.No te fies del titulo, de la portada ni de la sinopsis.La ultima novela de Camilla Lackberg tampoco es lo que parece.Resuelve el enigma de La bruja.
29 segundos de T.m. Logan
https://gigalibros.com/29-segundos.html?Que pasaria si una llamada de 29 segundos pudiera cambiar tu vida para siempre?
Por ti…Hare lo que sea! de Lucia Gonzalez Lavado
https://gigalibros.com/por-ti-8230-hare-lo-que-sea.htmlSolo una palabra puede expresar lo que paso el siete de junio en una celebracion de alumnos de secundaria y es: !Tragedia! Un secreto que todos los implicados quieren guardar hasta el dia de su muerte, el cual, al parecer, esta mas cercano, pues el pasado ha regresado y lo hace en forma de venganza. Tras dos anos fuera de su ciudad natal, Cameron regresa tras el suicidio de su hermana Claire y alli se reencuentra con Elle, la hermana menor del que fuera su mejor amigo y tambien su primer amor. El pasado es un fantasma del que no se puede escapar, ha regresado sediento de sangre, y no parara hasta estar saciado.
Noble y Plebeya de Kate L. Morgan
https://gigalibros.com/noble-y-plebeya.htmlUna vez, Carol Hemsley habia amado con todo su corazon, y lo habia perdido todo. Durante los ultimos anos ha luchado en silencio para olvidar, mientras oculta a todos un secreto, pero el destino la llevara a enfrentarse con el fantasma de su pasado… y una pasion aun mayor.
Venganos Tu Reino de Juan Gabriel Vazquez
https://gigalibros.com/venganos-tu-reino.htmlRodney R. Campbell es un policia que hace su recorrido por Manhattan . Ese dia pasa algo que cambiara su vida , Mandandolo mas tarde a algunos paises latinoamericanos, hasta llegar a Mexico.Sonora, Mexico. Francisco Villavicencio, el candidato a la presidencia por parte del PRI (Partido Revolucionario Institucional), da un discurso para convencer a todos, que es la solucion de los problemas de ese pais. Lo que no sabe que un magnicidio se esta preparando hacia su persona.Luca, un asesino letal, esta a punto de hacer su trabajo mas importante de su carrera. El jefe de un cartel, con ayuda de un poderoso politico, se escapa de una carcel de alta seguridad, pero al poco tiempo se da cuenta que lo han traicionado y lo que realmente quieren, es verlo muerto.Don German De La Rivera, es el padrino de Mexico y mantiene un poderoso imperio. Sin embargo, Armando Logrono, dueno de la televisora mas importante de ese pais, suena con obtener ese imperio y empieza a mover sus piezas para lograrlo, aunque sabe que un paso en falso, le costara la vida.Abigail Najera, la actriz del momento, suena con llegar a Hollywood y su inspiracion es Salma Hayek. Pero antes tiene que recorrer un largo y obscuro camino en ese medio.
Hechas polvo de Alba Duro
https://gigalibros.com/hechas-polvo.htmlEstas frente a una coleccion que incluye 3 libros escritos por Alba Duro.A continuacion te dejo los titulos de las obras:
Betty (SERIE NEGRA BIBAUT) de Arnaldur Indridason
https://gigalibros.com/betty-serie-negra-bibaut.htmlTodavia no he llegado a entender del todo lo que ocurrio, pero por fin se cual fue mi funcion en esta historia. Llevo tiempo tratando de ensamblar las piezas, pero no es sencillo. Por ejemplo, no se cuando comenzo todo. Se en que momento entre en juego, recuerdo cuando la vi por primera vez, pero quiza mi papel en aquella extrana maquinacion estaba adjudicado desde hacia mucho tiempo. Mucho antes de que ella se acercara a hablar conmigo. ?Podria haberlo visto venir? ?Podria haberme percatado de lo que pasaba y haber escapado? ?Haberle puesto fin y desaparecer? Ahora, tras haberse esclarecido lo que realmente sucedio, me doy cuenta de que podria haber adivinado hacia donde se encaminaba todo. Deberia haber detectado las senales de peligro. Deberia haber entendido mucho antes lo que pasaba. Deberia… deberia… deberia… Que facil es cometer errores cuando se vive en la ignorancia. Ni siquiera son errores hasta que no nos damos cuenta, mucho tiempo despues, de lo que ha ocurrido; hasta que no echamos la vista atras y vemos como se han producido los acontecimientos y por que. Cometi un error. Cai en una trampa tras otra. En ocasiones queriendolo. En mi fuero interno sabia que era peligroso, pero habia cosas que no sabia. A veces pienso que seguramente volveria a caer otra vez en algunas de ellas, si tan solo tuviera la ocasion de hacerlo. Aqui todo el mundo me trata bien. No recibo ningun periodico, ni tengo radio ni television, asi que no me llegan noticias. Tampoco recibo ninguna visita. Mi abogado viene a verme de vez en cuando, mas que nada para comunicarme que no parece haber esperanza. No lo conozco muy bien. A pesar de su amplia experiencia en casos criminales, admite que este podria irle demasiado grande. Ha hablado con todas las mujeres que localice y que pense que quiza me podrian ayudar, pero, segun el, sera dificil que lo puedan hacer. Practicamente nada de lo que ellas puedan declarar guarda relacion directa con el caso. He pedido un boligrafo y unas hojas de papel. Lo peor de este lugar es la calma. Aqui impera un silencio que me envuelve como una gruesa manta. Todo funciona como un reloj. Me traen la comida a horas fijas. Me ducho todos los dias. Luego vienen los interrogatorios. De noche apagan las luces. Es entonces cuando me siento peor. En plena oscuridad, a solas con todos esos pensamientos. Me torturo sin cesar por haberme dejado utilizar. Deberia haberlo visto venir. Deberia haberlo visto venir. Y de noche, en la oscuridad, me invade ese profundo deseo por ella. Ojala pudiera verla una vez mas. Ojala pudiera estar con ella una vez mas. A pesar de todo. Ya no recuerdo sobre que trataba el congreso que se celebraba en el cine de la universidad. Ni siquiera recuerdo el titulo de mi charla. Al fin y al cabo, ya no importa. Era algo acerca de negociaciones del sector pesquero islandes en Bruselas, algo relacionado con la Union Europea y nuestras pesquerias. Proyecte unos graficos. Lo se, yo tambien me habria dormido. Ella estaba alli. Llego tarde y me fije en ella inmediatamente porque era… maravillosa. Maravillosa desde el momento en que la vi entrar en la penumbra de la sala. La luz del pasillo a sus espaldas la iluminaba como a una estrella de cine. No tenia miedo de ser femenina, a diferencia de tantas otras mujeres; por ejemplo, en la sala habia una con anorak que apoyaba las piernas sobre el respaldo de la butaca de delante. En cambio, la mujer que acababa de entrar llevaba un vestido ajustado de tirantes finos que dejaban a la vista sus preciosos omoplatos; su abundante cabello moreno le caia hasta los hombros y en sus ojos hundidos y marrones relucia un ligero destello blanco. Y cuando sonreia… Me fije en los detalles cuando se acerco hasta el estrado para hablar conmigo nada mas terminar la charla. Trate de mostrar indiferencia o, mejor dicho, evite quedarme mirandola fijamente. Sus pechos eran pequenos y sus pezones se apretaban contra el vestido. Era delgada, de muslos robustos y tobillos finos, casi fragiles, como los pies de una copa de champan. En uno de ellos llevaba una cadenilla de oro. Mi madre habria encontrado una palabra para describir su caminar. <
Nigromante de Carlos Sisi
https://gigalibros.com/nigromante.htmlEntrerrios se esta convirtiendo en una aldea inhabitable. Las cosechas son peores cada ano, la caza escasea, la tierra esta enfermando y pudriendose, e incluso estan empezando a aparecer muertos vivientes. Sus habitantes lo saben pero temen decirlo: un nigromante se ha asentado en La Entrana, al otro lado de las montanas, y esta poniendo en peligro sus vidas. El hijo de Miles, jefe de la aldea, acaba de desaparecer, y un grupo de granjeros armados con poco mas que cuchillos y martillos decidiran salir en busca del nigromante. Los granjeros se enfrentaran a un mal que apenas pueden comprender y mayor de lo que serian capaces de imaginar. De la energia magica de la bruja Neana dependera que puedan avanzar en su travesia.
En nuestros corazones eramos gigantes de Eilat Negev , Yehuda Koren
https://gigalibros.com/en-nuestros-corazones-eramos-gigantes.htmlEste gran relato de la familia Ovitz compuesta por 7 enanos de 10 miembros, cuenta como fueron testigos de lo mejor y a su vez lo peor de la humanidad y de la terrible ironia del destino: ser enanos fue lo que hizo que sobrevivieran al holocausto. Antes de la segunda guerra eran simplemente una familia exitosa de artistas interpretes populares en Europa Central, hasta que los Nazis los deportaron a Auschwitz en 1944.
Ojala siempre de Alexandra Roma
https://gigalibros.com/ojala-siempre.html Ella era la hermana pequena de su mejor amigo, amante del amarillo y que creaba su propio cielo de constelaciones inventadas. El era el rebelde de la cazadora de cuero que dibujaba a boligrafo aquello que le revolvia el pecho. Juntos, quemaron etapas, construyeron recuerdos y se echaron mucho de menos, incluso cuando la unica barrera que tenian que salvar era la distancia entre sus bocas.
Ahora, Julieta y Marco son solo dos extranos destinados a encontrarse en las calles de Salamanca para averiguar si las canciones antiguas nunca mueren y el faro de Trafalgar les espera con un nuevo atardecer.
Pasado.
Presente…
Un juramento, un reloj de arena con el secreto del tiempo y la esperanza de que <
Max (Juegos Salvajes 2) de Lena Wolf
https://gigalibros.com/max-juegos-salvajes-2.htmlQue Lena se alejara de su vida sin mirar atras, fue un golpe muy duro para Max, ademas de suponer la estocada final para los muchos anos de amistad con John y Heit. Consciente de que no puede permanecer en ese apartamento por mas tiempo, Max se ve forzado a tomar una dificil decision.
Ensename esta noche (Fantasias 1) de Nina Klein
https://gigalibros.com/ensename-esta-noche-fantasias-1.htmlE PROLOGO CHLOE l club Poison se veia de forma totalmente diferente a la luz del dia, cuando estaba cerrado. No habia nada del misterio, la seduccion, el calor, el deseo que lo empapaba todo durante la noche. Para empezar, las luces del techo estaban encendidas, creando la sensacion de que uno estaba en una especie de teatro vacio. En el ambiente flotaba un ligero olor a desinfectante, el rastro que quedaba despues de que el equipo de limpieza se hubiese pasado aquella manana. Salia una pasta hacer ese tipo de limpieza y desinfeccion profunda todos los dias, pero por una parte era necesario, y por la otra, dinero no era lo que les faltaba en el club, con las cuotas que cobraban a los socios y el numero de socios que tenian. Ese era un de los problemas: el numero de socios habia llegado a su tope. Los duenos nunca habian querido que aquello se masificara y el numero maximo de socios era un numero manejable, que hacia que en los dias de mas aforo --los viernes y los sabados-- se pudiese estar tranquilamente en el club, sin agobios. Asi que la lista de espera era kilometrica, y solo se abria una vacante cuando un miembro abandonaba el club, que no era tampoco muy a menudo. Mi idea venia un poco a mitigar ese problema. A "liberar" un poco el club, para que quizas pudieran admitir un grupo mas de socios. A diversificar, tambien. Y a hacerlo mas interesante. Respire hondo y me alise la americana que llevaba. Me habia vestido como cualquier dia en la oficina: unos pantalones negros de tela, rectos, mis "zapatos de oficina" --negros, de piel, no mucho tacon, comodos-- y una americana gris de pata de gallo. Llevaba uno de mis bolsos mas grandes al hombro, de donde sobresalia la carpeta de cartulina marron con la propuesta que estaba a punto de hacer a los duenos del club Poison. Respire hondo de nuevo, y mi amiga Caroline se dio la vuelta y se paro en medio de lo que era la pista de baile, el suelo negro brillante reflejando la luces del techo. --?No me digas que estas nerviosa? Era ella quien me habia abierto la puerta del club, y quien me acompanaba en el camino hacia las oficinas. Eran las tres de la tarde, y todavia faltaban horas para que abriese el club. --Un poco --reconoci. --Pero si solo son Mark, Paul y Derek. No le faltaba razon: al fin y al cabo les conocia desde hacia mas de un ano. Pero una cosa era ser amigos, tomarnos una copa de vez en cuando y hablar de nuestras vidas, y otra hacer negocios juntos. No queria que pareciese que me estaba aprovechando de la amistad. --No es lo mismo --dije, por fin--. Esto son negocios. Ademas, no estoy muy segura... igual es una idea ridicula. Caroline me sonrio. --Estoy segura de que es una idea genial. De todas formas, no estes nerviosa: si les gusta la idea bien, y si no, tambien. Yo tambien sonrei, mas para darme valor que otra cosa. --Okey. Seguimos avanzando por el club, los tacones de Caroline resonando en el suelo de marmol. Habiamos recorrido un largo camino, desde que eramos companeras de trabajo en una oficina horrenda, con cubiculos enanos y grises y luces fluorescentes en el techo. Hacia ya dos anos de aquello: un dia, Caroline estaba quejandose de las horribles citas por las que habia pasado gracias a --o por culpa de-- una app de citas que tenia instalada en el telefono. La decepcion, la incertidumbre... fue entonces cuando le di la tarjeta del club. No estaba segura de que fuese a ir --ella tampoco--, pero no solo habia acudido, sino que ademas habia acabado con uno de los duenos del club, Mark. Ahora estaban prometidos. Aparte de eso, Caroline trabajaba en las oficinas del club, llevandoles la contabilidad. La de vueltas que daba la vida. Yo habia acabado cambiando de trabajo. La oficina era todavia mas gris e insoportable cuando no tenia a Caroline para hablar en los descansos del cafe. Pero aunque el nuevo trabajo era menos gris y menos insoportable, seguia siendo bastante aburrido, la verdad. Quizas la culpa no era de los puestos de trabajo, sino de la profesion en si: ser contable no era lo mas apasionante del mundo. A no ser que fueras la contable de la mafia, en ese caso estoy segura de que el trabajo era una montana rusa de diversion. Sacudi la cabeza a uno y otro lado. Cuando estoy nerviosa se me ocurren todo tipo de tonterias. Tenia razon Caroline, de todas formas: era absurdo estar nerviosa. Simplemente habia tenido una idea, y necesitaba a los duenos del club para llevarla a cabo. Si les gustaba bien, y si no, tampoco pasaba nada. No tenia nada que perder. No tengo nada que perder, me repeti mientras seguia a Caroline por las escaleras de hierro que conducian a las oficinas. Y al final funciono: volvi a respirar hondo, y se me quito el nerviosismo de golpe. * ESTABAN todos en la sala de reuniones, conversando animadamente: Mark, Paul, Derek y Monique. Paul estaba haciendo cafe en la cafetera de capsulas que habia en una mesa junto a la pared. Derek y Monique estaban sentados juntos, como siempre, unidos por la cadera. Era curioso, porque cuando Derek llego al club, a Monique --que en aquel entonces trabajaba de guardarropa -- le cayo mal al instante. La antipatia no habia durando mucho, de todas formas. Ahora Monique trabajaba de manager, era quien se preocupaba de que todo saliese bien y funcionase como la seda cuando el club estaba abierto. El trabajo le iba como un guante, era la mejor relaciones publicas que habrian podido encontrar, y ademas el club daba un monton de trabajo. Cuanta mas gente se ocupase de el, mejor. La unica ausencia era Amanda, que aunque tambien estaba unida a la cadera con Paul, estaba estudiando para uno de sus examenes de derecho. Seguia trabajando de camarera en el club, porque le dejaba casi todo el dia libre para ir a clase y estudiar, y porque ademas le gustaba trabajar con Paul. No era como si necesitara vigilarle, ni nada de eso: los dias en los que Paul se tiraba a todo lo que se movia habian terminado. --!Chloe!--. Paul me saludo como si hiciese anos que no me veia, cuando le habia visto la noche anterior--. ?Que quieres? Le pedi un cafe solo, y me sente. Paul sirvio los cafes, Caroline se sento al lado de Mark, y cinco pares de ojos se volvieron a la vez hacia mi, expectantes. --Somos todo oidos --dijo Mark. Volvi a respirar hondo, sonrei y empece a hablar. LA IDEA ERA MUY SIMPLE, realmente. Habia empezado a darle vueltas unos meses atras, justo despues de cierto episodio que habia tenido en el club. No me importaba decirlo: habia sido una noche maravillosa donde conoci a un grupo de hombres tambien maravillosos. Antes de eso, estaba aburrida, pensando en darme de baja del club. Aquel dia habia conseguido realizar mi fantasia mas antigua, si, pero tambien me di cuenta de que habia sido por casualidad. Conoci a cuatro hombres perfectos que tenian la misma fantasia que yo. Un golpe de suerte, vaya. Poison era lo que era, un club de sexo: un lugar donde pasar la noche, donde ir a desfogarse en un ambiente seguro. Si, uno podia cumplir sus fantasias, si no eran muy complicadas, si tenia suerte y era una de las cosas que se ofrecian aquella noche. Trios, orgias, vouyerismo... no habia ningun problema. Pero repito: tenia que surgir la oportunidad, y ademas una tenia que tener... cierta tendencia al exhibicionismo, por llamarlo de alguna manera. No habia mucha intimidad. Es cierto que habia habitaciones privadas, pero el contacto tenia que iniciarse de alguna manera. Mi idea era ir un poco mas alla: ofrecer un servicio especificamente orientado a satisfacer las fantasias de los clientes. Tenia que ser un servicio extra que se ofreciese a los miembros mas antiguos del club, a los que fueran mas de fiar. Tenia que haber mas barreras, tambien, para asegurarnos de que fuese un entorno seguro. Y los encuentros no tenian por que producirse en el club: de hecho, la idea es que fueran en un hotel, o un apartamento alquilado, dependiendo de la fantasia y de los participantes. Cuanto mas hablaba, mas me emocionaba: podiamos conectar a diferentes personas que buscasen la misma fantasia, personas con perfiles parecidos, etc. Una especie de agencia matrimonial, conectando a gente con los mismos intereses, pero con fantasias sexuales en vez de matrimonio. Yo me ofrecia para gestionar el servicio, claro esta: ellos ya tenian suficiente con el dia a dia del club.