• las lagrimas de deirdre marisa grey - Marisa Grey

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    En el apacible valle de Alon, en la isla de Stronghein, el tiempo transcurre sin sobresaltos, hasta que en el horizonte aparecen el temido <>, Dumbar Rhos, y sus mercenarios. El clan de los Murhag se sentira amenazado por la presencia de los hombres mas temidos del reino. Sin embargo, la llegada del <> no sera como esperan y el jefe de los Murhag se vera obligado a acoger al mercenario bajo su techo, sin saber que con su decision estara a punto de cambiar el destino de su familia y de su clan.

  • Las lágrimas de Deirdre Versión Kindle - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Las-l%C3%A1grimas-Deirdre-Marisa-Grey-ebook/dp/B07PP8Q8G2

    Las lágrimas de Deirdre eBook : Grey, Marisa: Amazon.es: Libros. ... Mirar en el interior de este libro. ... Marisa Grey (Autor) Formato: Versión Kindle ...

  • Las lágrimas de Deirdre : Grey, Marisa - Libros - Amazon.es

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    Las lágrimas de Deirdre cuenta una historia de amor entre Deirdre, una viuda, madre de dos niños, y del mercenario más odiado y temido de la isla, ...

  • Marisa Grey - Las lágrimas de Deirdre - El Rincón de la ...

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    Las lágrimas de Deirdre es la última novela publicada de Marisa Grey y me ha parecido una absoluta maravilla. La novela nos cuenta la historia de Dumbar, ...

  • Las lágrimas de Deirdre by Marisa Grey - Goodreads

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    Las lágrimas de Deirdre book. Read 20 reviews from the world's largest community for readers. En el apacible valle de Alon, en la isla de Stronghein, el ...

  • Las lágrimas de Deirdre, Marisa Grey - Blog de Vanedis

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    30 jun 2019 — Las lágrimas de Deirdre, Marisa Grey · Romántica · Autopublicado, 2019 · Las lágrimas de Deirdre cuenta una historia de amor entre Deirdre, una ...

  • Las lagrimas de Deirdre - Marisa Grey - Debeleer.com

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    Las lagrimas de Deirdre – Marisa Grey · General. Comentarios. Aquella mañana le habían encomendado vigilar las ovejas, pero esos animales eran tan estúpidos ...

  • Las lágrimas de Deirdre | Marisa Grey - Tuquelees

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  • Demasiadas mentiras de Clara Ann Simons

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    --Le has cogido mania a esa pobre chica--me recrimina Olga poniendo los ojos en blanco mientras me quejo de mi companera de piso. Dejando escapar un fuerte soplido, desvio la mirada para no tener que aguantar otra vez las mismas tonterias de mi mejor amiga. Es una conversacion que hemos mantenido en diversas ocasiones durante las ultimas tres semanas, y que me temo que se repetira en el futuro. Tampoco es que yo pueda hacer mucho para solucionarlo. Yo sola no me puedo permitir pagar la renta del piso en la zona de Siete Palmas en el que vivo. Si bien es un apartamento pequenito, de dos habitaciones y un minusculo salon, los alquileres por esta zona de Las Palmas de Gran Canaria son prohibitivos, al menos para mi y echaria demasiado de menos la terraza que tenemos. "Estudia tecnologia naval", me decian mis padres. Joder, con lo mal que se me daban a mi las matematicas y la fisica, no entiendo como me terminaron convenciendo para estudiar un grado en ingenieria, y mucho menos en tecnologia naval. En la facultad, los profesores repetian como un mantra que habia muchos astilleros en Espana, que no nos faltaria trabajo, que saldriamos colocados antes de terminar la carrera. Ojala haberme graduado en la epoca de los grandes barcos, en los anos en los que en Espana se fabricaban buques como estadios de futbol y todos los astilleros tenian carga de trabajo. Los pocos veteranos que quedan aun recuerdan esos anos con nostalgia y luego, algo llamado Tax Lease dejo de funcionar. Parece ser que la Union Europea decidio que el sistema que se utilizaba en Espana para financiar los barcos era ilegal, y en un lejano 2013, todo empezo a irse a la mierda. Sin ese sistema de financiacion, los buques salian mas caros y casi todos acabaron construyendose en otros paises. Mi gozo en un pozo, porque, a dia de hoy, muchos de los grandes astilleros del pais han cerrado y el numero de barcos en fabricacion no es ni la sombra de lo que un dia fue. Asi que, aqui estoy, con mi flamante titulo de grado en tecnologia naval recien sacado y trabajando en algo que no tiene nada que ver, a la espera de encontrar algun empleo en lo mio. Supongo que como tantos otros jovenes espanoles de mi edad. No es nada facil tener un trabajo estable antes de cumplir los treinta y muchos de mis companeros han tenido que buscar trabajo en otros paises. Y ahi es donde entra Claudia, mi companera de piso. Claudia, que terminara volviendome loca con el desfile de parejas esporadicas que ha montado en mi piso. Joder, es que esa chica cambia de pareja mas que de ropa. No comprendo como lo hace porque es bastante normalita. A ver, reconozco que la chica no esta mal, pero tampoco se puede decir que sea un bellezon. Aunque quiza es que yo no entiendo de mujeres, porque esta claro que para todas las que pasan por su cama debe de estar muy buena. --Ademas, las dos sois surferas, ?no? Ya teneis algo en comun, podeis ir algun dia a hacer surf juntas--insiste Olga, incapaz de dejar el tema. --Te juro que no puedo con ella, Olga--me quejo llevandome las manos a la cabeza--si pudiese pagarme el piso yo sola ya estaba fuera desde hace tiempo. --Aparte de ser una rompecorazones, ?tienes algo mas en su contra? Porque la tienes super cruzada y cada semana que pasa va a peor--inquiere Olga elevando las cejas. --Joder, ?te parece poco? La muy cabrona se lleva a una tia nueva a la cama cada fin de semana y, por si no lo sabes, eso no es como el sexo con un hombre, que se corre y ya se acaba. Las muy guarras se pueden pasar horas dale que te pego y yo lo tengo que escuchar todo desde la habitacion de al lado--gruno enfadada, abriendo las manos. --Pues vaya suerte que tienen. Te insisto, Marta, ademas de eso, ?tienes algo mas contra ella?--inquiere Olga--. ?Por semana esta tranquila, al menos? --Si, por semana es muy tranquila. Suele ir a la biblioteca a estudiar, por lo visto saca matriculas y todo. Es limpia y cocina muy bien. Incluso ha pagado tres meses de renta por adelantado. Son los fines de semana los que la vuelven loca, bueno y que tiene las hormonas disparadas--me lamento con un nuevo soplido. --?No sera que le tienes envidia?--bromea Olga ladeando la cabeza. --?Envidia? ?De esa guarra? Ni de cona, ?por que iba a tenerle envidia? Lo dificil es tener una pareja formal con la que estes bien, y yo estoy muy bien con mi novio. Encontrar gente para irte a la cama es muy sencillo siempre que no te preocupe coger alguna enfermedad, y esta claro que a Claudia no le preocupa--me defiendo, negando con la cabeza antes de tomar un nuevo trago de mi cerveza. --?Estas bien con Andres? --Joder, !claro que estoy bien con el! Llevamos seis anos, ?como no iba a estar bien? Hemos hablado un monton de veces sobre irnos a vivir juntos y... --?Y por que no lo haceis?--interrumpe Olga--. Si tu novio se muda a vivir a tu piso no necesitas a Claudia. No sera por dinero porque le va muy bien en el despacho de abogados, ?no?--!Claro que le va bien!--me apresuro a contestar--es posible que le asciendan a socio muy pronto. Seria el socio mas joven del despacho. --Pues entonces no entiendo lo que ocurre, Marta, te lo digo en serio. Llevais saliendo seis anos, segun tu, os va de maravilla, los dos teneis trabajo. Vale que el tuyo sea algo temporal, pero compensa con el suyo que es excelente, por lo que cuentas. Lo logico seria estar ya viviendo juntos. Pero bueno, quedamos en que no iba a opinar mas sobre eso, vosotros sabreis--se disculpa Olga al ver que empiezo a ponerme muy tensa. Mierda, y es que encima tiene toda la razon. Todo lo que me ha dicho es cierto y lo hemos hablado en tantas ocasiones que ya ni las puedo contar. Andres siempre me contesta con buenas palabras, pero nunca encuentra el momento adecuado para mudarse conmigo. Lo logico seria estar ya viviendo juntos, no tengo por que aguantar a Claudia pudiendo vivir con mi novio. !Que complicadas son las relaciones, joder! Por supuesto, no lo admitire. Ni delante de Olga, ni de ninguna de mis amigas. Ni ahora ni nunca. Andres es el tipico tio con el que todas ellas suenan. Guapo, de buena familia, con un buen trabajo y gran futuro. Viste ropa de marca y conduce un coche caro. Solamente le falta decidirse de una vez a venir a vivir conmigo. No lo entiendo, de verdad que no consigo hacerlo, y ultimamente me empieza a causar demasiada ansiedad. De manana no puede pasar. Debo ponerme seria y hablar con Andres de nuestra situacion. Esto no me parece logico, me muero de ganas de vivir junto a el, de empezar nuestra vida en comun y, de paso, deshacerme de Claudia y de sus ligues de fin de semana o lo que sean para ella. Capitulo 2 MARTA Joder, !que mierda de noche me ha dado la tipa esta! Es que parece que no se cansa nunca. Me tiene desesperada. No he podido pegar ojo. La golfa que ha traido ayer por la noche gritaba como si le estuviesen clavando un cuchillo y me daba igual poner los cascos para dormir que no ponerlos. Estoy convencida de que lo hace solo por joderme, porque sabe que me molesta. Es imposible que nadie dure tanto en el sexo o que sea tan buena como para hacer gritar de ese modo a su companera. Es una zorra, asi de claro. Una zorra y una guarra. Hoy mismo voy a hablar con ella y, si no esta dispuesta a comportarse como es debido, ya se puede ir buscando otra casa, porque me tiene hasta los ovarios. Tampoco pido que no traiga nunca a nadie a la casa; supongo que la chica tendra sus necesidades como todo el mundo, pero lo suyo ya no me parece algo normal. Con la cabeza a punto de estallar, busco la caja de ibuprofeno que guardo en la mesita de noche para este tipo de ocasiones y me dirijo a la ducha. En la habitacion de Claudia no se oye ni una mosca, supongo que estaran las dos agotadas de tanto follar y no se despertaran hasta pasada la hora de comer. Mierda, de hoy no pasa, hoy hablo con ella y con Andres. Me voy a poner muy seria con los dos. Porque lo de Andres me esta llevando por la calle de la amargura. Llevamos saliendo seis anos, y siempre consigue encontrar una forma de darme largas para no mudarse a vivir conmigo. Mientras me quito el pijama, observo mi cuerpo desnudo en el espejo y, sin querer, lo comparo con el de Claudia. Bueno, tampoco es que la haya visto desnuda, pero si un monton de veces en ropa interior, porque tiene la costumbre de ir en bragas por la casa. Tampoco me parece una gran maravilla. La chica esta bien, pero no es la tipica tia que te hace girar la cabeza al cruzarte con ella por la calle. Y tiene las tetas muy pequenas. No entiendo por que liga tanto la muy cabrona. Joder, y Andres lleva tres semanas sin acostarse conmigo. Cono, a veces pienso que o esta con otra o no tiene deseo sexual, porque no se como aguanta, que tiene treinta anos. Y entre que yo no tengo sexo y que mi companera de piso tiene demasiado, a mi me van a volver loca entre los dos. Abro el grifo de la ducha al maximo para que las gotas caigan con fuerza sobre mi espalda, giro la nuca con pereza y dejo que el ibuprofeno haga su labor para que desaparezca el jodido dolor de cabeza que me esta matando. Tratando de borrar de la cabeza mis pensamientos, me estiro como un gato, dejando que vaya pasando el tiempo hasta que empiezo a sentirme mejor. Envuelta solamente en un albornoz, me dirijo a la cocina dispuesta a ponerme muy seria con Claudia, cuando el olor a cafe recien hecho y algo preparandose a la plancha llama de inmediato mi atencion. --Te he preparado el desayuno--anuncia Claudia cuando me ve entrar por la puerta. Me quedo parada unos instantes sin saber muy bien que decir. Estaba dispuesta a cantarle las cuarenta, pero las dos tostadas con mermelada de fresa que me ha preparado y el cafe recien hecho me dejan temporalmente sin argumentos. --?Ya se ha marchado tu amiguita o sigue durmiendo?--pregunto arqueando las cejas. --Se ha marchado, tenia prisa. No te hemos despertado por la noche, ?no? Es que es un poco escandalosa--explica como si fuese la cosa mas natural del mundo. --Apenas me he dado cuenta--miento, aunque lo que de verdad me apetece decirle es que no solo me ha despertado a mi, sino supongo que tambien a todo el edificio. Menos mal que suele cambiar de pareja, porque nos terminarian echando del apartamento. Mientras doy buena cuenta del desayuno, Claudia termina de lavar los platos. Eso es algo que voy a echar de menos cuando Andres se mude a vivir conmigo. Esta chica no tiene problemas para lavar los platos, cocinar para ambas, o incluso planchar la ropa, con la pereza que me da a mi lo de planchar. Suerte que con el dinero que gana mi chico podremos permitirnos a alguien que lo haga por nosotros. --?Hoy no tienes que ir a la facultad?--pregunto extranada de que siga aqui. --Nos cancelaron la primera clase, el profesor tenia no se que reunion con una universidad de Mexico para un programa de movilidad, pero salgo ahora--responde dedicandome una sonrisa antes de dirigirse a su dormitorio a cambiarse. El detalle del desayuno me ha suavizado un poco. Quiza, lo mejor sea no tener un enfrentamiento directo con ella y, en cuanto convenza a mi novio para que se venga a vivir conmigo, explicarle que debe dejar el piso en un par de semanas porque necesitamos nuestro espacio. Creo que eso sera lo mas conveniente, asi evito discusiones innecesarias. Claudia parece buena chica, es solo que tiene las hormonas disparadas o quiza que las lesbianas tienen mas sexo, no lo se.

  • Nacion de Marte 3. Hard Science Fiction de Brandon Q. Morris

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    --EMPUJA --DIJO THEO--, !Y TEN CUIDADO! El objeto triangular comenzo a moverse despacio hacia el. Permitio que el borde delantero se deslizara hacia sus manos enguantadas. La estructura, creada a partir de paneles de cristal adheridos a la base, era sorprendentemente pesada. Dio un pequeno paso hacia atras y aseguro su agarre de la base antes de que toda la estructura pudiera deslizarse fuera de la zona de carga del rover. --Vale, para --dijo--. Ahora te necesito aqui. --De acuerdo --oyo responder a Rebecca por la radio del casco. Salto con elegancia desde la zona de carga y llego al otro extremo de la estructura. La base, un grueso panel de plastico de unos tres metros de largo y ancho, podia transportarse con facilidad por dos personas. Sin embargo, encima se encontraban dos paneles rectangulares de grueso cristal, apoyados entre si, que formaban caras opuestas de una estructura con forma de cuna que habia sido cerrada al insertarle dos paneles triangulares de cristal en los laterales. --?Ves la zona de montaje? --pregunto Theo. --Si. Habian nivelado la zona el dia anterior y hoy habian situado el rover cerca. Estaban en la cima de la colina que se cernia sobre su pequeno asentamiento. El prisma de cristal iba a situarse alli como la joya de una corona. --Y, !tira! --ordeno. En perfecta sincronia, lo levantaron del rover y caminaron de lado la corta distancia desde el vehiculo hasta el lugar elegido--. Y abajo --dijo. Se mantuvieron mientras se agachaban para bajar la estructura hacia la superficie. La soltaron como estaba planeado y volvieron a enderezarse. Theo dio un paso atras. Rebecca miro colina abajo y saludo con la mano. Habia visto a alguien que los observaba. La presencia del asentamiento solo era evidente si mirabas dos veces, ya que la mayor parte estaba situada bajo tierra. --Traere el primer contenedor --declaro Theo. Esta era la parte mas debil de su plan. Habian traido contenedores de agua y los habian mantenido dentro del caldeado rover. Iban a llenar la estructura de cristal con el agua... con rapidez, si tenian en cuenta que la temperatura del aire era de cuarenta grados bajo cero. No tenian mucho tiempo antes de que el agua se congelara. --Abrire la valvula de llenado --dijo Rebecca. Esta era la "division del trabajo" que habian planeado. Theo se acerco al rover y saco el primer contenedor de la zona de carga. Volvio deprisa a la cuna de cristal, abrio el sello del contenedor mientras caminaba y vertio el agua dentro de la estructura. --!Funciona! --exclamo Rebecca--. !Felicidades! --Gracias. El contenido del primer contenedor habia cubierto el fondo de la estructura. Recorrio a toda prisa el camino entre la estructura y el rover ocho veces mas. Habia calculado, por supuesto, la cantidad de agua que necesitaria para llenarla. El nivel del agua subia en proporcion a cada vertido porque la estructura se estrechaba desde el fondo hasta la cima. Sin embargo, Theo no fue lo bastante rapido con el ultimo recipiente. El agua se congelo antes de que pudiera verterla y solto un bufido de frustracion. --Deberia estar bien asi --dijo Rebecca--. Mira... solo faltan un par de centimetros en la parte de arriba. --Cierto --respondio mientras le echaba una mirada al sol. Era temprano por la tarde, pero su posicion ya estaba bastante baja--. Volvamos abajo --le insto. Estaba excitado. Nada dependia de esta estructura, ni su supervivencia ni el destino de la humanidad. Y este hecho era precisamente lo que la hacia tan especial. Era un puro lujo. Se subieron al rover de un salto. Como Rebecca llego al vehiculo primero, se sento en el lugar del conductor. Bajaron la colina a toda velocidad. Tenian que dar un largo rodeo porque la pared del crater era demasiado empinada como para tomar una ruta directa. Theo se agarro con fuerza a Rebecca desde atras para evitar ser lanzado fuera del traqueteante rover. Era muy divertido hacer estas salidas con Rebecca. Ella fue tambien la inspiracion tras su idea de construir una cuna de cristal llena de agua. Ella habia estado comentando con nostalgia que probablemente nunca volveria a ver un arcoiris. Esta estructura se encargaria de ello. Llegaron a la base del crater. --Para, por favor --dijo Theo. Rebecca detuvo el rover. Theo se inclino hacia delante y toco la pantalla del mapa junto al panel de control. --Deberia estar por aqui. Rebecca volvio a arrancar el motor. Condujo despacio hasta el lugar que Theo habia marcado en el mapa. --Debe de ser aqui --dijo ella. Theo miro la hora. --Faltan veinte minutos. Se quedaron uno al lado del otro, sus brazos tocandose. Era imposible que pudieran sentir el calor del otro a traves del grueso tejido de sus trajes espaciales, pero a Theo le parecia que si que podia. Observaron el borde de la pared del crater. --AHORA --DIJO THEO. El sol estaba a punto de desaparecer tras la pared del crater. Ese era el momento. Sus rayos alcanzaron la cuna de cristal, la cual, haciendo las veces de un prisma, dividio la luz en sus diversos componentes y aparecio un arcoiris. Era pequeno pero claramente visible. La luz del sol era mucho mas debil que en la Tierra, pero conforme el crepusculo se instalaba a su alrededor, el arcoiris se volvio mas claro. --Es precioso --exclamo Rebecca. --Como tu --respondio Theo con suavidad. --Gracias --dijo ella. Miraba con firmeza los colores generados por el prisma. Theo se situo tras ella y le rodeo la cintura con sus brazos. --Imagina que estamos en una playa del Caribe despues de una tormenta tropical. --Estoy alli contigo ahora. La arena es calida y suave bajo mis pies. El aire huele a mar. Sol 316, Base de la NASA --?LANCE? --?Si, Sarah? --?Cuanto obtienes de multiplicar doscientos sesenta y ocho por veinticuatro, dividido por veinticuatro coma sesenta y seis, mas cincuenta y seis? Miro a su novia, quien estaba sentada frente a el ante un ordenador. <>, penso. Sin embargo, lo que estaba haciendo en ese momento era tan aburrido que no le importo la distraccion. Se suponia que debia estar comparando las cantidades de agua y fertilizante usadas durante las ultimas dos semanas con la cantidad de comida que habian recolectado. En realidad eso era tarea de Sarah, ya que era la biologa de la tripulacion y estaba a cargo del huerto, pero el la estaba ayudando. Lance hizo mentalmente los calculos que ella le planteaba. Como Sarah no habia mencionado ningun parentesis, doscientos sesenta y ocho por veinticuatro dividido por veinticuatro coma sesenta y seis era mas o menos doscientos sesenta, mas cincuenta y seis, el resultado era trescientos dieciseis. <>. Lance se levanto de un salto. Por supuesto, en Sol 56 ellos habian... Rodeo su escritorio y se situo detras de su novia para empezar a frotarle los hombros. --?Ha empezando? --pregunto. --Creo que si. Nunca he pasado por esto, pero si yo fuera medico y otra mujer me dijera que estaba teniendo un dolor como este, mi diagnostico seria obvio. Parece que es super puntual. --Tenemos que decirselo a Mike y a Ewa --dijo Lance--. Deprisa, vamos a llevarte a la enfermeria. Pero Sarah permanecio en su asiento. --No hace falta darse prisa --respondio con calma--. Aun puedo caminar por mi misma. --Entonces ire saliendo yo --dijo Lance--, y avisare a Ewa. Aparte de Sarah, no habia mas medicos en la base y, por eso, Ewa habia recibido entrenamiento para el parto. Como granjera experimentada, sabia como traer terneros al mundo. Sarah se habia reido a carcajadas al oirlo y dijo que sentia que estaba en las mejores manos posibles. Ewa no estaba de turno en ese momento, asi que Lance la busco en su habitacion. Esa parte de la estructura subterranea aun olia a pintura fresca. Las habitaciones alli no habian estado preparadas para entrar a vivir hasta hacia dos semanas. Hasta entonces, Ewa se habia "alojado" mas que "vivido" en un almacen. Llamo a la puerta y ella le invito a entrar. Ewa estaba tumbada sobre una cama improvisada, cuyo somier habia soldado ella misma. Un gran saco plano relleno con hierba seca de su propio huerto hacia las veces de colchon y hacia que su habitacion oliera un poco a heno. --Ha empezado --dijo Lance sin mas preambulo. Ewa se incorporo. --Manten la calma --dijo ella. Le caia sudor por la espalda aunque la habitacion de Ewa estaba a apenas veinte grados. ?De que demonios estaba hablando? Lo que estaba sucediendo ahora era el mayor milagro que el universo podia ofrecer. Y, ?se suponia que debia mantener la calma? --Es mas facil decirlo que hacerlo --confeso mientras se frotaba la barbilla. --Lo superaremos --contesto Ewa--. Todo parece ir muy bien. El bebe se ha desarrollado extremadamente bien. Ewa tenia razon. Ni la baja fuerza gravitatoria ni la alta radiacion parecian haber danado al feto. Las imagenes de la ecografia revelaban a un ninito que estaba bien desarrollado del todo. No obstante, Lance estaba preocupado. Ningun humano habia nacido jamas en otro planeta. Y sus habilidades medicas eran limitadas. La expedicion de la NASA habia estado aprovisionada para una visita a Marte, no para instalarse alli permanentemente. En contraste con los miembros del proyecto espacial Ciudad Marte, que habia recibido fondos privados, y que tambien estaba situado alli en Marte, su hijo no recibiria vacunas ni inyecciones de vitamina K como era costumbre con los recien nacidos tras el parto. Las relaciones entre su base y Ciudad Marte eran tensas en ese momento, ya que se habian negado a jurarle lealtad a su administrador. --?Vas a venir ahora? --pregunto Lance. --Dentro de un momento --dijo Ewa--. Me cambiare de ropa y me lavare. Tu deberias hacer lo mismo si quieres estar presente durante el parto. ?Quieres? El asintio. Por supuesto que queria. Iba a ser la primera persona en darle a su hijo la bienvenida a Marte. EL NACIMIENTO FUE RUIDOSO, ESTRESANTE Y SANGRIENTO. Y HEDIA. LANCE ESTABA EMPAPADO en sudor. Se sento sobre sus talones para apoyar a Sarah en el pedestal mientras ella grunia y empujaba. Le corrian lagrimas por el rostro, pero la unica razon por la que se dio cuenta fue por el sabor salado en su boca. Se sentia responsable por el sufrimiento de Sarah mientras que todo lo que el podia hacer era mirar. Se alegro cuando ella le apreto la mano con tanta fuerza que le dolio, y cuando se le quedaron las piernas dormidas y le empezaron a arder bajo su peso se alegro tambien. Tal vez de ese modo el podria reducir su dolor un poco al menos. Sarah respiraba al ritmo que le marcaba Ewa. Ya era una madre ejemplar en esos primeros instantes de la vida de su hijo. Un grito final y ya habian terminado. Los musculos de Sarah se relajaron y Lance tuvo que sujetarla con firmeza para evitar que se deslizara hasta el suelo. Parecia que su cuerpo se habia quedado sin fuerzas. La abrazo con fuerza. --?Quieres hacerlo? --Ewa le estaba tendiendo un par de tijeras. ?Que se suponia que tenia que hacer con ellas? Nego con la cabeza. --El cordon umbilical --dijo Ewa--. No es dificil. --Le puso las tijeras en la mano derecha y le dijo que hacer--. Ahora. El manipulaba las tijeras con la mano derecha mientras seguia sujetando a Sarah entre su brazo izquierdo y su cuerpo. El cordon umbilical ofrecio poca resistencia. Ahora habia separado a su hijo de su madre. Lance contuvo un sollozo. Era una despedida y una bienvenida. Nunca habria pensado que el parto fuera tan... tan dramatico. --?Puedes ayudarla a subirse al catre?

  • Si te traiciona el corazon (Los hijos de la infamia 1) de Eleanor Rigby

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    ?Hasta donde estarias dispuesto a llegar por amor…?

  • Rebelde de Lory Squire

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    La dura era vida en Texas durante los anos posteriores a la guerra civil americana. Una epoca en la que los bandidos y los guerreros indios, condicionaban la vida de los rancheros, y en la que las mujeres no tenian oportunidad a decidir sobre su vida.

  • Lady Zoella (Mujeres Poderosas 1) de Elizabeth Betancourt

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    Es el ano 1625, Reino de Inglaterra. Muchos cambios politicos y decisivos para el reino estan ocurriendo, la guerra anglo-espanola esta en auge. Sin embargo, nada de esto les interesa a los duques de Buckingham que acaban de perder a su tesoro mas preciado.
    Zoella Etherington ha desaparecido. Toda la ciudad esta en un estado de trauma, la futura duquesa tiene tan solo cinco anos. Nadie se imagina que la pequena mientras jugaba se ha subido a un barco de piratas y que estara en ese barco hasta sus dieciocho anos, convirtiendose en una pirata temible, la reina de los mares.
    Amos Hamilton esta desesperado porque desde que ha comenzado la epoca de presentacion en sociedad no se quita de encima ni con agua hirviendo a Zoella, una salvaje pirata que habia resultado ser duquesa. No la podia aguantar porque habia matado a toda su tripulacion hundiendo su barco cuando viajaba a Espana. Ella no se acordaba, pero el si recordaba sus ojos verdes de serpiente. Una noche el duque se quedo espantado al ver que la loca le habia raptado en su barco “Furia del Mar”. ?Podria escaparse o su corazon se hechizaria con esa peligrosa mujer que en el fondo tenia un corazon tan grande como el mismisimo Reino de Inglaterra?

  • Roza, tumba, quema de Claudia Hernandez

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    Ella sobrevivio a la guerra, dejo las armas, pero conservo el vertigo. Cuidar a sus hijas continua siendo su lucha. Aunque roza, tumba, quema es una forma de agricultura itinerante, ella debe quedarse en el mismo lugar para que sus hijas sepan a donde regresar.

  • El lord y la plebeya (Top Novel), Laura Lee Guhrke de Laura Lee Guhrke

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  • Estremeces mi mundo de Mia Ford

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    Eran perfectos el uno para el otro hasta que el empezo a ser una famosa estrella de rock y una infidelidad los separo.

  • Ninguna mujer llorara por mi de Jose Antonio Gurpegui

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    Reconociste a Simon nada mas verlo. Abandonabas el aula al terminar tu clase cuando alguien pronuncio tu nombre: <>. Te giraste y alli estaba el. Habia perdido el pelo pero conservaba la mirada picara de adolescente, su cara de suaves rasgos aninados y la misma sonrisa agradable y sincera. Os abrazasteis con carino. <>. Los dos recordabais con exactitud la ultima vez que os visteis: una tarde-noche lluviosa de otono intentando encontrar taxi al salir del cine. Ahora, en el pasillo de la facultad, especulabais sobre el tiempo transcurrido desde aquel encuentro casual, <>; <>; <>; <>. Simon tenia razon, la ultima vez que coincidisteis fue en 2005, hacia exactamente catorce anos. Sorprendente que no recordaras el ano exacto; tu memoria, en especial para acontecimientos senalados, es prodigiosa, y aquella fue la ultima vez que Pepe, tu marido, te acompano al cine. El preferia el futbol --socio del Real Madrid desde el dia que nacio-- y los toros --heredo de su padre un abono de barrera en el tendido 1 de Las Ventas--, incluso musicales como Los Miserables; decia que el cine no le emocionaba, que todas las peliculas eran predecibles. En el taxi te pregunto quien era <>, y respondiste que un viejo amigo de la facultad. Mas sorprendente que Simon apareciera de improviso por la facultad fue el motivo, el por que te buscaba: <>. Te quedaste sin palabras y volvio a repetir: <>; no reaccionaste e insistio por tercera vez: <>. Nunca conociste la identidad de tu padre y habias sonado con escuchar esa ultima frase incluso antes de tener uso de razon. Recuerdas un dia que estabas jugando con una muneca y preguntaste por tu padre y amatxu --nunca fue mama ni madre-- te dijo simplemente que se habia marchado muy lejos; volviste a preguntar con la candidez propia de tus cuatro anos: <>. No respondio. En algunas ocasiones, cuando renacia tu interes por el paradero de tu padre, tan solo lograbas excusas o justificaciones imprecisas y confusas entre si… evasivas con las que te mentian pero no enganaban. Comprendiste que aquel asunto era un tema delicado cuando en tu catorce cumpleanos pediste como regalo, inocente, conocer quien era tu padre; amatxu se desquicio y, desolada y con los ojos acuosos, abandono la casa y no volviste a verla hasta el dia siguiente. A partir de entonces te refugiaste en la soledad de tu cama, y por las noches permitias que tu imaginacion se recreara esbozando su figura: ni alto ni bajo, moreno unos dias y castano o rubio en otros, de ojos grandes, tal vez usara gafas, y nariz… la nariz era lo mas dificil de imaginar. A su vez lo situabas realizando todo tipo de trabajos: unas veces era profesor, otras medico, otras militar… aunque tambien podia ser maquinista de tren, o titiritero si tu espiritu estaba jugueton. Y le construias una casa con un gran salon desde donde se veian los arboles de un parque cercano. Esas ensonaciones resultaban agradables; en cambio, si tus fantasias lo situaban viviendo con otra familia, acariciando a otros hijos, tardabas en conciliar el sueno. Cuando alcanzaste la mayoria de edad, tu amatxu consintio en hablar: tu padre os abandono el mismo dia en que naciste --el 20 de noviembre de 1975-- y jamas se volvio a saber nada de el. Tampoco entonces te convencio; lo unico positivo en aquella conversacion fue conocer su nombre, Antonio Sanchez. Continuaste reclamando informacion. ?Quien era Antonio?, ?como era?, ?por que os abandono?, ?a que se dedicaba?… Nunca nadie dijo nada. Los mil intentos y delirantes estratagemas para averiguar los motivos de su abandono, de la misteriosa huida de tu progenitor, solo cesaron con el solemne funeral de tu abuelo. Bartolome Tellechea Basterrica murio un dia antes de tu decimonoveno cumpleanos. Para la tropa era el teniente general Tellechea; sus hijos se referian a el como <> y le trataban de usted; para la abuela fue siempre Bartolo --o Bartolome, cuando se enfadaba y se ponia seria --; sus companeros oficiales lo conocian por Tolo el Astuto; amatxu lo llamaba aita, y tambien tu utilizabas ese mismo apelativo paternal en vasco. Tu abuelo habia nacido con el siglo y resultaba facil establecer su edad en relacion a cualquier acontecimiento. Como todos los Tellechea seria enterrado en el senorial panteon de la FAMILIA TELLECHEA: un mausoleo de enmohecida piedra negruzca con una cruz en el centro --colgando la estola con el texto FORTES FORTUNA ADIUVAT, La fortuna favorece a los valientes--, flanqueada por dos arcangeles adoradores, en el cementerio de Vista Alegre en Bilbao. Alli descansaban desde hacia siglo y medio los restos del general Heliodoro Tellechea, ayudante de campo de Zumalacarregui, muerto en la batalla de Montejurra en noviembre de 1835; del joven capitan Crucito Tellechea, veinticinco anos, herido defendiendo Cavite en Filipinas y victima del paludismo cuando en agosto de 1899 regresaba a Espana a bordo del mitico Alicante; y de su hermano gemelo --tu bisabuelo-- Martin Tellechea, fallecido de insuficiencia renal en Sidi Ifni en 1939, comandante de la 4.a compania en el Desastre de Annual, que lavo su honor durante el desembarco de Alhucemas al punto de que el general Sanjurjo lo califico de <>; y de su hijo, el venerado tio abuelo Emiliano, muerto por el <> de la Legion Condor en Galdacano el 11 de junio de 1937, durante la toma de Bilbao. Tambien descansaban alli los restos de <>, fallecida a causa de la escarlatina el 27 de diciembre de 1948; y dos primos muertos demasiado jovenes de forma tragica: T T, como le llamaba carinosamente la familia --de veintitres anos, el 4 de enero de 1980--, y Maca --Macarena Tellechea O'Reilly, a quien considerabas mas hermana que prima, tu mejor y tal vez unica amiga--, de veinte anos, el 7 de julio de 1993. La comitiva con el feretro del general partio desde el hospital Gomez Ulla a primera hora de la manana. Al furgon funebre le seguia el coche del tio Martin, el primogenito, con la tia Upe, la abuela y tu amatxu, la menor y unica mujer de los seis hermanos Tellechea; despues el coche del tio Fernando con la tia Sheila, y el tio Vidal con la tia Montse; el tio Javier, tu padrino, y la tia Remedios llevaban a la tata, que habia criado a todos los vastagos Tellechea y era como una mas de la familia; les seguia el Renault Laguna del tio Ignacio, que se empeno en que le acompanaras con el pretexto de contarle <>; un pequeno autobus con los primos --excepto Adria y Ferran que estudiaban en Estados Unidos --, algunas amigas de la abuela y Jacobo, hijo del comisario Manuel Ballester, quien fuera buen amigo del aita, que se apunto al autobus en el ultimo momento porque a su coche le fallo la bateria; y, despues, una galaxia de estrellas peregrinando en una veintena de coches: amigos y companeros de armas de los tios Martin y Vidal, que tambien vestian sus uniformes de gala en Intendencia y Regulares. Inacito, como familiarmente llamaban al tio Ignacio sus hermanos y cunadas, era el menor de los varones y fue mellizo de la malograda Merceditas. Los Tellecheas acudiais a el en los malos momentos en busca de consejo y refuerzo espiritual y humano por su condicion sacerdotal: era padre escolapio en el colegio que la orden tenia en la calle Hortaleza y alli vivio hasta su cierre en 1989, cuando le trasladaron a Zaragoza de donde vino para el funeral. Comenzo la conversacion de forma distendida --incluso excesivamente jovial dada la luctuosa circunstancia del momento-- bromeando sobre lo incomodo que resultaba conducir con sotana. Despues te pregunto por la universidad, por los chicos, si tenias algun <>, y bromeo al comentar como seria tu vida sin el general, con la amatxu, la abuela y la tata bajo el mismo techo. Habia nevado mucho ese otono, y el paisaje de un blanco impoluto al coronar Somosierra era espectacular y sereno. <>; <>; <>. Inacito conto que el general lucho en la columna de Ricardo Serrador, <>, y que en aquellos campos ahora nevados a punto estuvo de salvar la vida a Onesimo Redondo. Siguio hablando de politica; pensaba que Espana <> cuando entro a formar parte de la Comunidad Europea y estaba contento porque <>. Los nacionalistas habian abandonado a Felipe Gonzalez y seguro que habria adelanto electoral. <>; <>. Fue entonces cuando tu tio desvelo el verdadero motivo de su interes en que le acompanaras durante el viaje apartandote del resto. Amatxu le habia pedido consejo y ayuda porque tu reciente empecinamiento en conocer la identidad de tu progenitor era para ella <>. Inacito hablaba con voz pausada y aterciopelada, a veces apartaba la vista de la carretera para enfatizar alguna frase con la determinacion de quien esta totalmente convencido de sus palabras. En el horizonte se divisaron las torres de la catedral de Burgos cuando se referia al orgullo del linaje Tellechea, y la entereza con que afrontabais el peso de la historia y el compromiso con los antepasados. Oias y no escuchabas, era la misma perorata que se habia contado cien veces en las reuniones familiares. Sin saber como, sin pensarlo dos veces, preguntaste: <>; tardo unos segundos en contestar, como si sopesara la trascendencia de su respuesta: <>. El tio Inacito podia ser un carcamal retrogrado chapado a la antigua, pero era un hombre de honor y palabra, incapaz de mentir en un tema tan serio. Llegasteis a Bilbao a la hora prevista. Entraste en la catedral de Santiago abriendo la pequena comitiva de familiares, portabas solemne la Laureada de San Fernando prendida en un pequeno cojin que colocaste sobre el feretro. Tenias reservado un lugar en el segundo banco de la derecha, detras del tio Vidal. Oficio el obispo y otros cinco sacerdotes, pero fue Inacito quien pronuncio la homilia. Estabas aturdida y prestaste la atencion justa para saber que hablaba de los valores personales y la moral, y como <>. Cito la Primera a los Corintios (3:18): <>. Tu mente saltaba de un pensamiento a otro como los cubitos coloreados de un territorio a otro cuando tus primos jugaban al Risk. Observaste los galones del tio Vidal, tenian una estrella de cuatro puntas en la interseccion de lo que parecian ser dos sables cruzados y una corona en la parte superior. Los galones del tio Martin, junto a la abuela en el primer banco de la izquierda, eran similares pero con dos estrellas en vez de una. Los dos hijos militares llevaban fajin de un rojo tan intenso como la sangre. <>. El tio Vidal se dirigio al banco del tio Martin, le estrecho la mano con una palmadita en el costado y regreso su sitio. Recordaste lo ocurrido en ese mismo momento del saludo de la paz durante el funeral de tu prima Maca. De aquello hacia poco mas de un ano y tambien oficio aquella misa de difuntos el tio Inacito. A diferencia de ahora que guardaron las formas, tus tios Vidal y Martin se abrazaron en medio del pasillo, les flaquearon las piernas y cayeron de rodillas llorando como ninos. Durante unos segundos interminables nadie reacciono y solo se escucharon los sollozos inconsolables de aquellos dos hombretones vestidos de uniformes color caqui. El aita cruzo sus manos y bajo la cabeza en actitud de dar gracias a Dios. Algunos asistentes intentaron calmarlos pero no habia fuerza humana que lograra separar los brazos musculosos entrelazados. El tio Inacito bajo del altar y todos se apartaron pensando que el lograria hacerles recobrar la compostura, pero tambien el se arrodillo y llorando se unio al abrazo. Nadie intervino, estuvieron asi durante un tiempo indeterminado hasta que cada uno regreso al lugar que les correspondia. Amatxu observaba al aita, sollozaba y dos lagrimones se escaparon rapidos por la mejilla, la palidez natural de su piel te parecio todavia mas blanca con el luto riguroso, y cuando te vio observandola sonrio y dijo que lloraba de felicidad. El funeral del aita estaba siendo mucho mas solemne y pomposo que el de Maca y todo ocurria segun lo previsto. Durante la comunion el coro de voces blancas entono un Te Deum. <>; <>. Inacito puso la sagrada forma en tu lengua y te acaricio con dulzura. Con la hostia pegada al paladar regresaste a tu bancada y te arrodillaste. Sentiste la luz del Espiritu Santo iluminando tu ser, tu existencia. Todos te consideraban la hija perfecta: buena estudiante --fuiste la tercera mejor nota de la selectividad--, ajena a cualquier rebeldia adolescente --aprendiste del aita que <>-- y, utilizando una expresion de la tata, <>. Todo lo contrario que tus primos: Martinchu estuvo detenido por apalear a unos comunistas que pegaban carteles en las elecciones que gano Suarez y fue investigado por el asesinato de los abogados de Atocha aunque nada tuvo que ver; Palma y Claudio acabaron en un centro de desintoxicacion; Carlos, <>, se fugo de casa el verano anterior y nada sabian de el… Lo que todos ignoraban era que en tu interior despreciabas y odiabas a tu madre, a quien considerabas un ser infame. Habias idealizado y ennoblecido a tu padre pese a que os habia abandonado; por el contrario considerabas a tu amatxu una mujer mentirosa y egoista. Tu eras la unica egoista y ademas mezquina por desagradecida. En ese momento te sentiste indigna de ella, que sacrificaba cada dia de su vida por ti. Rogaste a Dios con todas tus fuerzas que te ayudara a encontrar el camino. Fue como si El en su infinita sabiduria respondiera a tus preguntas en aquel preciso instante haciendote ver la mentira de tu vida: las virtudes que otros veian en ti eran en realidad una defensa, una autoproteccion. Entendiste que preferias la soledad de la lectura y el conocimiento que guardan los libros a discotecas y otras diversiones juveniles para que tu naturaleza timida y reservada no se viera publicamente expuesta a situaciones embarazosas. Seguiste hablando con Dios hasta que empezaron a sonar los acordes del himno nacional; seis militares cargaron con el feretro del aita, y comenzo un sonoro y prolongado aplauso. Amatxu te indico que volvieras a encabezar la procesion de familiares con la medalla, pero tu le entregaste el cojin y te prendiste a su cintura como si fuera un salvavidas en medio de la tempestad. Juraste no volver a dudar de ella durante el resto de tu vida y tampoco volverias a preguntar sobre tu padre. Y con tu espiritu reconfortado abandonaste el templo. Todos esos recuerdos afloraron cuando, espoleada por el mensaje de Simon, dejaste en tu despacho el material de clase y al salir agarraste en volandas el tote de Balenciaga, que era como un apendice de tu persona. Ni por un segundo pusiste en duda las palabras de tu viejo amigo anunciandote que tu padre queria verte. En otro tiempo te conocio como nadie volvio a lograrlo jamas y sabia de primera mano la importancia, lo que significaban para ti aquellas palabras. Tenia el coche en el parking del moderno edificio de los juzgados. Te desagrado el pestilente olor a tabaco incrustado en la tapiceria, tan repugnante como en casa de tu amatxu. En la radio Pablo Casado exigia al presidente Pedro Sanchez que adelantara las elecciones, y pediste a Simon que la desconectara. Conociste a Simon en tu segundo ano de universidad. Tu estudiabas Filologia inglesa y el estaba en cuarto de Filosofia. Ocurrio en la facultad esperando recoger en el servicio de reprografia unos apuntes de Historia de la lengua inglesa. Eras la ultima en la infinita cola de estudiantes cuando oiste a tu espalda: <>. Te sorprendio la ocurrente expresion y giraste la cabeza. Su aspecto roquero te resulto gracioso y contestaste con despecho <>, y respondio <>, ?conjetura del ser o del saber?; no conocias el significado de eikasia. Fue el inicio de una conversacion que se prolongo durante tres horas en la cafeteria universitaria. La primera impresion que te provoco el aspecto de Simon no se correspondia con la realidad; era un tipo inteligente, locuaz, intuitivo y, sobre todo, muy divertido. Os citasteis para el sabado y aunque revolviste tu armario resulto imposible encontrar una sola prenda que no desentonara con su forma de vestir. A la semana siguiente os veiais a diario al terminar las clases. Era dos anos mayor que tu, hijo de viuda, el tercero de cuatro hermanos. Tocaba el bajo en un grupo de rock llamado Los Hurricane Rock United, que nunca grabo un disco, y compartia piso por la zona de Tetuan con dos estudiantes de Ingenieria de Caminos --el Ferni, de nombre Fernando, y otro apodado el Espia, por su aspecto sombrio y gesto taciturno-- repetidores de un curso si y otro tambien. Dependia de una beca para seguir estudiando --sus notas eran casi tan buenas como las tuyas--, y del dinero que ganaba con su grupo en alguna que otra verbena popular y trabajando de camarero en las fiestas mas populosas y concurridas, donde mejor pagaban. Te enamoraste de el sin saber como. Tal vez porque sabia escucharte, o porque con el sentiste unas ganas de vivir como nunca antes, o, como solia decirte, porque aparecio en tu vida en el momento oportuno. Ademas de la musica, su otra gran pasion era el cine y gracias a el conociste en la Sala Dore a Billy Wilder, Bunuel, Kurosawa… La primera vez que te beso fue viendo Que bello es vivir de Frank Capra: al final de la pelicula, cuando James Stewart en medio de una fuerte nevada suplicaba a Dios que le devolviera a su mujer y sus hijos repitiendo <>, le cogiste intuitivamente de la mano; Simon se giro y te beso, y te gusto. Fue como si una descarga electrica te atravesara de la coronilla hasta el talon y escuchaste levitando a la hija pequena de Bailey decir en la escena final <>. En su piso de estudiantes Simon fue el primero, y unico hasta que te casaste con Pepe, que acaricio todo tu cuerpo; pero reprimiste tu deseo y venciste su insistencia enfebrecida para ir un paso mas alla.

  • El caso Vermont de Maureen Johnson

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    Stevie Bell es una entusiasta fan de la investigacion criminal. ?Y que mejor lugar para profundizar en sus conocimientos que la Academia Ellingham, el centro privado fundado en 1930 por el millonario excentrico Albert Ellingham en las remotas montanas de Vermont? La prestigiosa y exclusiva academia, en la que solo se acepta a un reducido numero de alumnos brillantes, fue la escena de un crimen que lleva decadas sin resolver y del que Stevie lo sabe casi todo.

  • Dulce promesa (Dulce Londres 3) de Eva Benavidez

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  • Que te vaya como mereces de Gonzalo Lema

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  • Los nombres epicenos de Amelie Nothomb

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    Los nombres epicenos son aquellos que, como Claude o Dominique, pueden utilizarse tanto en masculino como en femenino. En esta historia el (Claude) despliega un gran empeno en casarse con ella (Dominique), y despues en dejarla embarazada. Al fin logra su objetivo y como resultado nace una hija llamada Epicene. Sin embargo, en cuanto se produce el nacimiento la obsesion procreadora del padre se torna indiferencia absoluta hacia su hija. Nothomb explora con su sagacidad habitual las complejas relaciones paternofiliales y los resquemores del amor no correspondido. Y lo hace construyendo una suerte de perverso cuento de hadas contemporaneo, una fabula cruel, narrada con concision, precision y contundencia.

  • Erase una leyenda de las tierras altas de Tanya Anne Crosby

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    Annie Ross lleva un poco perdida toda su vida. Esta a punto de descubrir que tambien se encuentra perdida en el tiempo, donde tendra que tomar su lugar como guardiana y encontrar la manera de restaurar la fe del poderoso jefe del clan. ?Conseguira ganar tambien su corazon?

  • Quien viene a cenar esta noche de Merche Diolch

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    --Buenos dias, senor Manuel. El anciano, sentado en el descansillo del edificio antiguo de viviendas, miro al chico que le habia saludado. --Buenos dias. --?Se encuentra bien? Asintio dubitativo. --Si... El joven se acuclillo y le agarro las heladas manos. --?Podemos ayudarle en algo? --pregunto. Fue en ese momento cuando el anciano se dio cuenta de que no estaban solos. Dos hombres de uniforme azul le observaban. --No. Estoy esperando a mi hija. Un sollozo ahogado reverbero en la escalera, atrayendo su atencion. Miro a la mujer que lloraba desde la puerta del corredor pero no la reconocio. --?Quiere que le llevemos a su casa? --Estoy... Pero no termino lo que fuera a decir. Se encontraba en el descansillo, sentado en los escalones de fria piedra, en pijama y con las pantuflas como calzado. El pelo lo tenia revuelto, indicio claro de que acababa de salir de la cama y... No sabia por que estaba alli. Capitulo 1 --Buenos dias, papa. --La mujer se acerco hasta el anciano, le dio un beso y le robo la taza de cafe. --Daniela, te he dicho miles de veces que si no te levantaras tan justa de tiempo podrias desayunar en condiciones --la reprendio al mismo tiempo que se dirigia a la cocina para ponerse otro cafe. --Ya lo hago --senalo, arrancandole una carcajada a su padre, mientras bebia el liquido negro y dejaba escapar un suspiro de satisfaccion. La mujer se sento en una de las sillas que habia alrededor de la gran mesa de madera del salon e intento prestar atencion a lo que en la television se decia. En realidad, mas de lo mismo. El paro seguia subiendo, los desahucios se sucedian y la gente cada vez tenia menos para sobrevivir. Lo sabia por propia experiencia. Llevaba sin trabajar casi dos anos y tras luchar lo que pudo, por mantener su independencia, no pudo hacer frente a ningun alquiler mas y tuvo que volver al hogar familiar, junto a su padre. --?Cuentan algo nuevo? --se intereso el hombre en cuanto regreso a la habitacion. Ella se encogio de hombros y bufo. --Lo mismo de siempre. Su padre le revolvio el largo cabello, como si todavia tuviera diez anos, y se sento frente a ella. --Ya veras como todo se soluciona --dijo--. Este pais lo ha pasado peor en otras ocasiones y miranos... --Pero papa, llevamos casi diez anos inmersos en esto --senalo la pantalla donde aparecia uno de los multiples graficos que ya no eran extranos para el comun de la poblacion--, y seguimos sin ver la luz detras del tunel. --Hija, no seas tan pesimista --el anciano la regano sin despegar los ojos de la television--. Hazme caso. Pronto encontraras trabajo. Daniela se levanto arrastrando su asiento hacia atras, estiro la blusa para quitar las posibles arrugas que pudieran haber aparecido y miro con amor a su padre. --Ojala tengas razon. El hombre bebio de la taza y siguio absorto en las noticias. No la habia escuchado y ella no esperaba respuesta alguna. Era la misma conversacion que mantenian desde que se habia mudado a esa casa, hacia casi dos anos. Recogio su bolso, donde guardo el movil, tomo las llaves y se despidio de su padre con dos besos, quien la sujeto de la mano para retenerla. --?A que hora volveras? --le pregunto centrando la cansada mirada en la de ella. Daniela se deshizo de su agarre y le acaricio la arrugada mejilla donde ya se apreciaba algo de barba. Dentro de poco tendria que afeitarle de nuevo. --No lo se. Tengo que pasar por la farmacia a recoger tus medicamentos y quiero ir donde Pepi, por si tiene noticias de algun posible trabajo. Su padre asintio y sonrio. --No te retrases. Hoy hay huevos fritos con patatas y se lo que te gustan. Ella le dio un beso en la frente, donde habia vuelto a salir la incansable herida de siempre, y le prometio que no se retrasaria. Paro en la cocina para hacerse con una manzana y salio al pasillo comunitario, acallando el sonido de las noticias al cerrar la puerta. Se apoyo en la lisa superficie y cerro los ojos. Necesitaba unos segundos, unos pocos segundos para reponerse. Su padre envejecia a pasos agigantados delante de ella. La vida se le escapaba de las manos y solo podia observar como se marchaba. Manuel habia conducido los autobuses de la EMT 1 hasta que tuvo que jubilarse. Habia luchado por sacar a su hija hacia adelante tras la muerte de su mujer, inculcandole los principios que la vida le habia ensenado desde nino, y habia conseguido una nota inmejorable en su educacion. De gran atractivo desde joven, atraia todas las miradas, hasta que la madre de Daniela le cazo, obligandole a asentar cabeza como a su padre le gustaba decir con una sonrisa en el rostro y un brillo especial en la mirada. Pero el reloj del tiempo no se detenia ante nadie y Daniela podia asegurar que, desde que habia vuelto al hogar familiar, la caida del grano de arena en el reloj de la vida se habia acelerado. El porte recio de su padre se habia encorvado, como si llevara todo el peso del mundo sobre sus hombros, a la par que se debilitaba su pulso. Hacia tiempo que la cabellera castana se habia sustituido por el blanco que otorgaba la sabiduria de la experiencia y en sus ojos, la luz que presagiaba alguna travesura habia desaparecido dando paso a una mirada cansada. --Buenos dias, Daniela. La voz de una mujer mayor le devolvio al presente. --?Que tal esta hoy, Remedios? --le pregunto a su vecina con interes, al mismo tiempo que apreciaba su vestido ajado y el perfume a naftalina. --Muy bien, hija. Con los tipicos achaques de la edad --indico llevandose una mano teatral al corazon, donde las puntillas amarillas predominaban--. ?Esta tu padre? Ella afirmo con la cabeza. --Ahi dentro esta. --Senalo la puerta--. Viendo las noticias. La mujer gruno mientras se atusaba el cabello que evidenciaba que habia pasado por la peluqueria. --Nada bueno sale de esa caja tonta --dijo, haciendola reir--. Voy a ver si quiere algunos de los calabacines que me ha traido mi hija del pueblo, para la cena de esta noche. Daniela le abrio la puerta mientras le agradecia el gesto con un beso en la mejilla. La conocia desde que era pequena, vecina pared contra pared, habia crecido con sus hijas, jugando en el parque de enfrente o correteando en el pasillo que comunicaba el resto de viviendas. --De seguro que si los querra --afirmo--. Pase y tome un cafe con el. La anciana se rio. --Creo que mejor un te, este corazon mio no soportaria mas excitante. Recomendaciones del doctor: solo un cafe por dia, descafeinado a ser posible y ya llevo dos. --Pues entonces un te, aunque recuerde que tambien es una bebida excitante --le senalo con una sonrisa. --Pero el medico solo hablo de cafe. Daniela se rio, le abrio la puerta de la casa y se despidio de ella y de su padre que, como buen anfitrion, ya se levantaba para recibir a su invitada. Los engranajes del ascensor le acompanaron en su descenso mientras se observaba en el gran espejo. Sentimientos encontrados tenia respecto a esa superficie lisa, donde cualquier imperfeccion, arruga o granito era visible y aunque la consideraba una herramienta <>, no podia evitar mirar su reflejo e intentar asimilar que por ella tambien pasaban los anos. Llevaba su larga melena oscura recogida en una cola de caballo, dejando visible su rostro moreno, donde el protagonismo lo tenian sus grandes ojos negros. De estatura baja y con curvas, Daniela no consideraba que tuviera un cuerpo que entrara dentro del canon de belleza actual pero estaba a gusto con el, y si exceptuaba las canas, los anos, las arrugas, las patas de gallo, y un largo etcetera, todavia atraia alguna que otra mirada. Esa manana se habia puesto la blusa azul, un color que sus allegados le decian que le sentaba bastante bien, junto a unos vaqueros comodos y sus deportivas moradas favoritas. Si se iba a recorrer el barrio, a la caza y captura de un trabajo, de nada le servirian los zapatos de tacon de aguja y las faldas estrechas que guardaba en su armario desde que la habian despedido del colegio donde ensenaba. Ropa que la quedaba bien --mas de un hombre y alguna que otra mujer habia seguido el vaiven de sus caderas con ella--, pero lo consideraba un <> de obligado uso que llevaba cuando ensenaba en la institucion elitista a la que acudia cada manana, desde que termino la carrera de Magisterio. --Quien iba a decirte que los ricos tambien sufren la crisis --se dijo en voz alta con ironia, cuando llego a la planta baja.

  • Amor y calabazas de Vanessa Lorrenz

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    Hope estaba pasando por un momento caotico que ella definia como: el apocalipsis de su vida. Alguien estaba tratando de destruir su carrera como columnista en un periodico de renombre. Y su editora la habia enviado al ultimo lugar donde puede salvar su carrera, pero. ?una granja de calabazas?
    Acompana a Hope a descubrir que es lo que sucede cuando mezclas amor y calabazas.

  • Escuchando tu cancion (Los hermanos Fuller 3) de Kate Dawson

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    Lewis vuelve a Nashville despues de pasar unos dias en casa de su padre con sus hermanos. A su regreso se encuentra con que John ha abandonado el grupo dejandolos en una dificil situacion.

  • Otra oportunidad para el amor de Robyn Grady

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    Jack Prescott salio de la habitacion del hospital con una desagradable sensacion de aturdimiento. Habia recibido la llamada a las diez de la manana. De inmediato se habia subido a su bimotor y habia volado a Sydney con el corazon en la garganta. Hacia anos que Dahlia y el no hablaban y ahora ya no tendria oportunidad de decirle adios. Ni de pedirle perdon. Echo a caminar por el pasillo. Le escocian los ojos. El aire olia a detergente y a muerte. A partir de aquel dia, era el unico superviviente de los Prescott y no habia nadie a quien culpar excepto a si mismo. En ese momento se cruzo con un medico que iba tan absorto en la conversacion que se choco contra el sin darse cuenta. Jack se tambaleo un instante, luego se miro las manos y se pregunto cuanto tiempo tardaria en venirse abajo, en asimilar la verdadera dimension de aquella pesadilla y maldecir aquel mundo despiadado. Dahlia solo tenia veintitres anos. Una mujer que habia sentada en la abarrotada sala de espera atrajo su atencion por algun motivo. El cabello claro le caia por los hombros. Llevaba un nino entre los brazos. Jack se froto los ojos y volvio a mirarla. Tenia los ojos llenos de lagrimas y estaba mirandolo. Jack se pregunto si se conocian y, cuando la vio esbozar una sonrisa de condolencia, se le encogio el estomago. Era amiga de Dahlia. No estaba seguro de poder hablar aun. No se sentia con fuerzas para darle las gracias por estar alli o por darle el pesame y luego excusarse lo mas rapido posible. La mujer siguio esperando mientras le sujetaba la cabecita al pequeno y Jack se dio cuenta de que no podia huir. Dio un paso, luego otro y finalmente acabo frente a ella. --Eres el hermano de Dahlia, ?verdad? --le pregunto ella--. Eres Jack --tenia las mejillas sonrojadas y manchadas de lagrimas, las unas mordidas y los ojos... Sus ojos eran de un azul intenso. Jack se sorprendio a si mismo. Hacia siglos que no se fijaba en los ojos de una mujer. Ni siquiera estaba seguro de saber de que color tenia los ojos Tara. Quiza deberia fijarse cuando volviera. Claro que el suyo no iba a ser esa clase de matrimonio, al menos para el. Tras la muerte de su esposa hacia tres anos, Tara Anderson habia pasado cada vez mas tiempo en Leadeebrook, la explotacion ganadera de Queensland en la que vivia Jack. Habia tardado en apreciar la compania de Tara; seguramente porque en los ultimos tiempos, a Jack no le gustaba mucho hablar. Pero poco a poco Tara y el se habian hecho casi tan amigos como lo habian sido su mujer y ella. Y entonces, la semana anterior, Tara le habia ofrecido algo mas. Jack habia sido muy claro con ella. Jamas se enamoraria de otra mujer. Llevaba la alianza de boda colgada de una cadenita que jamas se quitaba del cuello, mientras que la de su mujer descansaba junto a una foto suya que tenia en el dormitorio. Sin embargo Tara le habia explicado que creia que necesitaba una relacion estable, y que ella necesitaba alguien que le ayudara a dirigir su propiedad. Aquello habia dado que pensar a Jack. Veinte anos antes su padre se habia visto obligado a vender la mitad de sus tierras a un vecino, el tio abuelo de Tara. Despues habia intentado volver a comprar la tierra, pero a Dwight Anderson no le habia interesado vendersela. Despues de la muerte de Sue, Jack habia tenido la sensacion de que su vida no tenia sentido. Ya no disfrutaba de actividades que en otro tiempo le habian apasionado, como montar a caballo por las extensas llanuras de Leadeebrook. Sin embargo la idea de cumplir el sueno de su padre de recuperar aquellas tierras le habia hecho albergar una nueva ilusion. Tara era una buena persona y cualquier hombre la consideraria atractiva. Quiza si que pudiesen ayudarse mutuamente. Pero antes de casarse con ella, debia resolver algo. La raza humana dependia en gran parte del poder del instinto maternal; las mujeres deseaban tener hijos y sin duda Tara seria una madre estupenda. Pero el no tenia el menor deseo de ser padre. Ya habia cometido suficientes errores, uno de ellos imperdonable. Pensaba en ello a menudo y no solo cuando visitaba la tumba diminuta que habia junto a la de su esposa en Leadeebrook. Ningun hombre podria soportar que le desgarrasen el corazon una segunda vez. No pensaba tentar al destino engendrando otro hijo. Si Tara queria un matrimonio de conveniencia, tendria que renunciar a la idea de tener familia. Habia asentido cuando Jack se lo habia explicado, pero el brillo de sus ojos hacia pensar que esperaba que algun dia el cambiara de opinion. Pero eso no ocurriria. Jack estaba completamente convencido de ello. Jack tenia la mirada clavada en el pequeno cuando la mujer del vestido rojo volvio a hablar. --Dahlia y yo eramos amigas --murmuro con voz debil--. Muy buenas amigas. El respiro hondo, se paso la mano por el pelo y trato de ordenar sus pensamientos. --El medico dice que el que la atropello se dio a la fuga. La habian atropellado en un paso de peatones y habia muerto solo unos minutos despues de ingresar en el hospital. Jack le habia tocado la mano, aun caliente, y se habia acordado de cuando la habia ensenado a montar a Jasper, su primer caballo, y de cuando la habia consolado tras la muerte de su corderito. Cuando ella le habia suplicado que lo comprendiera... cuando mas lo habia necesitado... --Recobro el conocimiento solo un momento. Aquellas palabras agarraron desprevenido a Jack. Sintio tal debilidad en las rodillas que tuvo que sentarse, pero enseguida se arrepintio de haberlo hecho porque eso implicaba que queria hablar, cuando lo que queria era quitarse las botas, beberse un whisky y... Levanto la mirada y sintio que se le nublaba la vista. ?Que le esperaba ahora? ?Documentacion, la funeraria, elegir el ataud? --Hablo conmigo antes... antes de irse --a la mujer le temblaba el labio inferior al hablar--. Me llamo Madison Tyler --se coloco al bebe en el regazo y se sento junto a Jack--. Mis amigos me llaman Maddy. Jack trago saliva. --Ha dicho que recobro el conocimiento... que hablo con usted. Pero seguramente no habria sido sobre el. Dahlia se habia quedado destrozada tras la muerte de sus padres. Ni siquiera la paciencia y el apoyo de su mujer habian servido para anidarla. Aquella ultima noche Dahlia habia dicho gritando que no queria tener nada que ver con su hermano, con sus estupidas reglas ni con Leadeebrook. Despues habia acudido al funeral de Sue, pero Jack habia estado demasiado aturdido como para hablar con ella. En los siguientes anos, habia recibido sus felicitaciones de Navidad, pero todas ellas habian llegado sin direccion del remitente. Apreto los punos con rabia. Dios, deberia haber dejado a un lado su orgullo y haber tratado de encontrarla. Deberia haber cuidado de ella y haberla llevado de vuelta a casa. Un movimiento del bebe hizo que Jack se fijara en su carita, en sus mejillas regordetas. Un rostro lleno de salud y de promesas. Lleno de vida. Respiro hondo, se puso en pie y trato de recuperar el control. --Podremos hablar en el funeral, senorita... --Maddy. Jack se saco una tarjeta de visita de la cartera. --Si necesita cualquier cosa, puede ponerse en contacto conmigo en este numero. Ella tambien se puso en pie y lo miro a los ojos. --Jack, necesito hablar contigo ahora --miro un segundo al bebe--. Yo no sabia... Dahlia nunca me habia hablado de ti. Cuando volvio a mirarlo, lo hizo con los ojos suplicantes, como si buscase una explicacion. Parecia amable y estaba comprensiblemente afectada por la muerte de su hermana, pero no importaba lo que Dahlia le hubiese dicho, Jack no iba a justificarse ante una completa desconocida. Ni ante nadie. --La verdad es que tengo que irme. --Me dijo que te queria mucho --solto ella, acercandose un poco mas--. Y que te perdonaba. Jack se detuvo en seco despues de dejar la tarjeta sobre la silla. Cerro los ojos con fuerza y trato de acallar el zumbido que sentia en los oidos. Queria que pasase el tiempo. Queria volver a casa, a lo que conocia, a aquello que no podian arrebatarle. El bebe estaba moviendose, parecia inquieto. Jack sintio la tentacion de mirarlo, pero por otra parte solo deseaba taparse los oidos y salir corriendo. Lo ultimo que le faltaba era oir el llanto de un nino. --Aqui no puede hacer nada --dijo por fin--. Deberia llevar a ese nino a su casa. --Eso intento --respondio ella y lo miro fijamente. --Lo siento, pero no comprendo. La mujer se limito a morderse el labio inferior, tenia los ojos abiertos de par en par. ?Estaba asustada? Jack la observo detenidamente. Tenia la piel del color de la porcelana, unos rasgos perfectos y, a pesar de todo, Jack sintio una ligera excitacion. ?Estaba tratandole de decir que el hijo era suyo? Un tiempo despues de la muerte de su mujer, muchos amigos suyos habian intentado sacarlo de su encierro, lo habian convencido para que fuera a verlos a Sydney y conociera a algunas mujeres de su circulo social y, aunque tenia un muro de acero alrededor del corazon, en un par de ocasiones habia pasado la noche con alguna de esas mujeres. ?Seria por eso por lo que le resultaba familiar el rostro de aquella mujer? La miro de nuevo. No. Habria recordado aquellos labios. --Escuche, senorita... --Maddy. Jack esbozo una tensa sonrisa. --Maddy. Creo que ninguno de los dos estamos de humor para juegos. Sea lo que sea lo que quieres decirme, te agradeceria que lo soltases cuanto antes. Ella no se inmuto ante tal brusquedad, mas bien adopto un aire mas firme. --Este bebe no es hijo mio --dijo por fin--. Dahlia me lo ha dejado hoy. Es tu sobrino. Pasaron varios segundos antes de que Jack asimilara el significado de aquellas palabras, y entonces fue como un golpe en la cabeza. Parpadeo varias veces. Debia de haber oido mal. --No... no es posible. De los ojos de Maddy cayo una lagrima. --El ultimo deseo de tu hermana ha sido que os presentara el uno al otro. Jack, Dahlia queria que te quedases con su hijo. Que lo llevases contigo a Leadeebrook. Capitulo 2 Quince minutos despues, sentada frente a Jack Prescott, Maddy se llevo la taza a los labios, convencida de que nunca habia visto a nadie tan demacrado. Ni tan guapo. Con una mirada cada vez mas oscura, tanto como su gesto, el movia su cafe con la cucharilla. La megafonia reclamo la presencia del doctor Grant en la sala diez. Una anciana que habia sentada en una mesa cercana sonrio al bebe antes de tomar un bocado. Junto a la caja, a una enfermera se le cayo un plato; el estruendo retumbo en toda la cafeteria y sin embargo Jack parecia ajeno a todo. Su mirada parecia centrada en su propio interior. Maddy analizo con discrecion su rostro de estrella de cine; la mandibula marcada, la nariz recta y orgullosa. Era curioso, pero resultaba apasionado y distante al mismo tiempo. Percibia en el, bajo su mascara, una intensa energia que casi daba miedo. Era el tipo de hombre que podria enfrentarse a un incendio el solo y evitar que aquello y aquellos que le importaban sufrieran el menor dano. La pregunta del millon era: ?que era lo que le importaba a Jack Prescott? Apenas habia mirado al bebe, su sobrino huerfano al que acababa de conocer. Parecia de piedra, todo un enigma. Quiza Maddy nunca se enterase del motivo por el que Dahlia habia apartado de su vida a su hermano. Y si no fuera por el pequeno Beau, tampoco habria querido saberlo. Jack dejo la taza sobre el plato y miro al bebe, que habia vuelto a quedarse dormido en el cochecito. Habia sido Jack el que habia sugerido que tomaran un cafe, pero despues de un silencio tan largo, Maddy ya no aguantaba mas aquella fria calma. Tenia una mision, una promesa que debia cumplir... y un tiempo limitado para hacerlo. --Dahlia era una madre magnifica --le dijo ella--. Termino la carrera de Marketing despues de que naciera el nino. Ahora se habia tomado un ano libre antes de ponerse a buscar un buen trabajo --Maddy bajo la mirada mientras algo se le rompia por dentro. Era el momento de decirlo. El momento de confesar--. Dahlia apenas habia salido de su casa desde que llego con el pequeno --continuo--. Yo la convenci para que fuera a la peluqueria, que se hiciera la manicura... Maddy sintio que se le encogia el estomago y se le hundian los hombros bajo el peso de la culpa

  • La salvaje de Boston de Gloria V. Casanas

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    Boston 1880. Livia Canumil, discipula de las maestras que llegaron al pais de la mano del presidente Sarmiento, decide viajar a Norteamerica. Alli conocera a Jeremias Robinson, un ex boxeador irlandes atormentado por su pasado. La sociedad de Nueva Inglaterra catapulta a Livia hacia un tumulto de ideas novedosas y arroja a Jeremias a un tenebroso mundo de espiritus vengativos. Ambos viviran una gran historia de amor en un marco historico emblematico.

  • Doble engano de Anna Depalo

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    ?Tardaria mucho en llegar la proposicion de matrimonio?

  • Trilogia completa El escoces errante de Sophie West

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    !Las trilogia completa en un solo volumen!
    Tres novelas que narran tres historias de amor y pasion en una Escocia magica y oscura, cuando los antiguos dioses todavia no habian desaparecido de la faz de la Tierra, y los demonios eran combatidos por valientes guerreros.
    Tres historias con un nexo en comun, Kenneth Allaban, un soldado mercenario y vagabundo que alquila su espada al mejor postor.
    Kenneth viaja de pueblo en pueblo y de ciudad en ciudad, ofreciendo sus servicios a quien pueda pagarlos, sin importarle si son de noble cuna o simples vasallos. En sus correrias seduce y es seducido, ahogando el dolor que lo esta consumiendo en el sexo, el alcohol y las peleas. Pero la unica verdad es que despues de cinco anos aun no ha podido olvidar a Seelie, su unico y verdadero amor, que murio en sus brazos, y de cuya muerte se culpa.
    ?Quieres conocer su historia, la de Blake y Maisi, y la de Gavin y Rosslyn?

  • Mickey Mouse era traficante de armas de Ulises Novo

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    Condenada a cadena perpetua por haber asesinado a un adolescente, Louise comenzara a
    escribir una serie de cartas a su victima hacia la que siente afecto y odio al mismo tiempo.
    Llena de angustia pero tambien burlandose de su destino, Louise busca en su confesion a
    alguien que, marcado por la violencia, logre comprenderla.
    ?Que secretos oculta su relato? ?Por que asesino a su novio Mike?
    ?Por que odia tanto a Mickey Mouse?

  • Sagrada familia de Luis Frontera

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    El padre es el capitan Jose Maria Frontera, un oficial del Ejercito Argentino que deja a su mujer y a sus ocho hijos para ir a combatir en la Guerra Civil Espanola. Al volver a la Argentina de Peron, los militares lo encarcelan por comunista y sufre psicosis de guerra. La madre pide una entrevista con Evita: los chicos tienen talentos pero sufren penurias economicas. Lalita es vidente, Susy es cantante lirica, Juan quiere ser boxeador profesional.
    Al menor, Luis, le gusta escribir y se hace periodista; trabaja en Panorama, junto con Martinez, Bustos, Briante, Lamborghini, Rabanal, Schoo; denuncia a la Triple A y es internado en un hospital psiquiatrico.
    A traves de la historia de una familia plena de excepcionalidades, esta novela arrasadora narra la historia argentina del siglo XX, sus victorias y sus tragedias. Los combatientes, los muertos y los que sobreviven en la Argentina de los ultimos setenta anos aparecen en sus multiples reverberaciones.

  • Ciudad de mujeres de Elizabeth Gilbert

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    La autora de Come, reza, ama regresa con una deliciosa novela llena de glamur, humor y pasion por la vida.

  • Desde siempre te conozco de Bree Sandra

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    Una apasionante aventura que no te dejara indiferente.

  • Mis pensamientos por tu silencio de Henar De Andres Miguelsanz

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    Perder a alguien puede significar perdernos a nosotros mismos, dejar de buscar cualquier cosa porque todo se esconde en el dolor y es tan dificil salir de alli. Todo se ve tan oscuro… Tenemos tanto miedo que nos abrazamos a la tristeza como si esta pudiera ser nuestra unica salvadora. Y nos equivocamos. Llevamos toda la vida cometiendo errores porque creemos que todos y cada uno de los dias hay examen. Nos sentimos culpables por no haber podido hacer mas cuando quizas deberiamos haber hecho otra cosa. Nunca se sabe. Nunca nadie sabe nada. Y por eso, seguimos sorprendiendonos. Un dia, de repente, estamos fuera de todo eso que hablamos al principio. Esa persona que amabamos sigue sin estar, pero nosotros hemos vuelto. Quiza con ayuda de alguien. Quiza estemos dispuestos a arriesgarnos de nuevo y correr el peligro de perder a otro a alguien. Quiza, entonces, nos queramos, el uno al otro y a nosotros mismos.

  • A un beso de perderte de Raquel Mingo

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  • La dama de Blackmoore 1 de Eleonora Crane

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    Novela romantica historica publicada en formato folletin.
    Primera parte.

  • El imperio de marfil ( Temerario 4), Naomi Novik de Naomi Novik

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  • La ultima sefarad de Toledo de Miguel Angel Rico

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    La ultima Sefarad de Toledo
    Miguel Angel Rico
    Meses antes del descubrimiento de America y de la Expulsion de los judios de "Espana 1492", dos jovenes mercaderes pertenecientes a una de las familias con mas linaje del barrio judio de Toledo emprenden un largo viaje en busca de nuevas tierras donde establecerse con sus familias. Esta larga empresa estara llena de peligros y aventuras por los caminos de la Espana de principios del siglo XV. Mientras, en el transcurso de la novela, parte real y parte ficcion, apareceran grandes personajes reales de la historia: Abraham Zacuto, Cristobal Colon, Gonzalo de Cordoba, los Reyes Catolicos...y la belleza de la Judia de Toledo que deslumbrara con su hermosura a un joven principe nordico en su cruzada por la expulsion de los morisco de Espana.
    282 paginas con ilustraciones en blanco y negro

  • No estaras sola de Licena Tuero

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    ?Alguna vez sintieron ganas de dejar todo atras, huir a algun lugar, donde nadie nos conozca, y empezar de nuevo? Fara es una chica de veinticinco anos, cargada de tristezas, errores y decepciones, que ha renunciado al amor. Bautista es el tipico hombre del que te enamorarias a primera vista. Guapo, irresistible, seductor.

  • La lista de los nombres olvidados de Kristin Harmel

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    Paris, 1942. Rose Picard y Jacob Levy, dos jovenes judios, se enamoran apasionadamente en los dias previos a la ocupacion de la ciudad por los nazis.

  • La distancia es un cafe (Coffee Love 3), Xuso Jones de Xuso Jones

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    La distancia es un cafe es el desenlace de <>, la trilogia de comedia romantica con la que el cantante Xuso Jones triunfa en el mundo literario.

  • El eco de la esperanza de Brianne Miller

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    Alex es un hombre al que lo unico que le preocupa es sacar adelante a su hijo, hasta que Elena se cruza en su camino. A partir de ese momento sus preocupaciones crecen, ya que tiene que mantenerla a salvo de su oscuro mundo mientras lucha contra la atraccion que surge entre ellos. ?Sera capaz de salvarla para descubrir lo que pueden tener juntos o su esperanza se convertira en un eco de sus deseos?

  • En casa, al amanecer de Alexis Harrington

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    Octubre de 1918. Mientras viaja de Nueva York a Seattle, la doctora Jessica Layton hace una parada en su pequeno pueblo natal de Oregon, donde se reencuentra cara a cara con Cole Braddock, el primer y unico amor de su vida.

  • ?Es este mi marido? de Corin Tellado

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    Maril esta decidida y nadie va a cambiar su idea, casi obsesiva, de continuar algo que empezo cuando era una nina. Un viaje, un terreno hostil, frio, helador… son los componentes de la historia de Maril. Otro personaje irrumpe en escena con tanta fuerza como sinceridad y descaro. Maril trata de aguantar una situacion sin salida pero la vida le dara otra oportunidad, y las historias escritas no siempre tienen el final esperado…

  • La elite de Kiera Cass

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    No soplaba el aire en Angeles, y me quede un rato alli tendida, inmovil, escuchando el sonido de la respiracion de Maxon. Cada vez era mas dificil pasar con el un momento realmente tranquilo y placido. Intentaba aprovechar al maximo esos ratos, y me alegraba comprobar que cuando el parecia estar mas a gusto era cuando nos encontrabamos a solas. Desde que el numero de chicas de la Seleccion se habia reducido a seis, se mostraba mas ansioso que al principio, cuando eramos treinta y cinco. Me imagine que pensaria que tendria mas tiempo para hacer su eleccion. Y aunque me sentia culpable al pensarlo, sabia que yo era el motivo por el que deseaba ese tiempo de mas. Al principe Maxon, heredero al trono de Illea, le gustaba. Una semana atras me habia confesado que, si yo admitia que sentia lo mismo, sin reservas, acabaria con el concurso. Y a veces yo acariciaba la idea, preguntandome como seria estar con Maxon, sin nadie mas, solo nosotros dos. Sin embargo, el caso era que no era solo mio. Habia otras cinco chicas alli, chicas con las que salia y a las que susurraba al oido, y yo no sabia como tomarme aquello. Y ademas estaba el hecho de que aceptar al principe implicaba asumir tambien una corona, idea que solia pasar por alto, aunque solo fuera porque no estaba segura de que podia significar para mi. Y luego, por supuesto, estaba Aspen. Tecnicamente ya no era mi novio --habia roto conmigo antes incluso de que escogieran mi nombre para la Seleccion--, pero cuando se presento en el palacio como soldado de la guardia, todos los sentimientos que habia intentado borrar invadieron de nuevo mi corazon. Aspen habia sido mi primer amor; cuando le miraba... era suya. Maxon no sabia que Aspen estaba en el palacio, pero si sabia que habia dejado atras una historia con alguien, algo que intentaba superar, y habia accedido a darme tiempo para pasar pagina mientras el intentaba encontrar a otra persona con quien pudiera ser feliz, si es que yo no me decidia. Mientras movia la cabeza, tomando aire justo por encima de mi cabello, me lo plantee: ?como seria querer a Maxon, sin mas? --?Sabes cuanto tiempo hace que no miraba las estrellas? --pregunto. Me acerque un poco mas sobre la manta para protegerme del frio: la noche era fresca. --Ni idea. --Hace unos anos un tutor me hizo estudiar astronomia. Si te fijas, veras que las estrellas, en realidad, tienen colores diferentes. --Espera. ?Quieres decir que la ultima vez que miraste las estrellas fue para estudiarlas? ?Y por diversion? Chasqueo la lengua. --Por diversion... Tendre que hacerle un hueco a eso entre las consultas presupuestarias y las reuniones del Comite de Infraestructuras. Oh, y las de estrategia para la guerra, que, por cierto, se me da fatal. --?Que mas se te da fatal? --pregunte, pasandole la mano por la camisa almidonada. Animado por el contacto, Maxon trazo circulos sobre mi hombro con la mano con la que me rodeaba la espalda. --?Por que quieres saber eso? --respondio, fingiendose importunado. --Porque aun se poquisimo de ti. Y da la impresion de que eres perfecto en todo. Resulta agradable comprobar que no es asi. El se apoyo en un codo y se quedo mirandome. --Tu sabes que no lo soy. --Te acercas bastante --replique. Sentia los pequenos puntos de contacto entre nosotros. Rodillas, brazos, dedos. El sacudio la cabeza y esbozo una sonrisa. --De acuerdo. No se planear guerras. Se me da fatal. Y supongo que seria un cocinero terrible. Nunca he intentado cocinar, asi que... --?Nunca? --Quizas hayas observado el monton de gente que te atiborra de pastelillos a diario, ?no? Pues resulta que a mi tambien me dan de comer. Se me escapo una risita tonta. En mi casa yo ayudaba a preparar casi todas las comidas. --Mas --exigi--. ?Que mas se te da mal? El me agarro y se coloco muy cerca, con un brillo en sus ojos marrones que indicaba que escondian un secreto. --Hace poco he descubierto otra cosa... --Cuentame. --Resulta que se me da terriblemente mal estar lejos de ti. Es un problema muy grave. Sonrei. --?Lo has intentado? El fingio que se lo pensaba. --Bueno..., no. Y no esperes que empiece a hacerlo ahora. Nos reimos sin levantar la voz, agarrados el uno al otro. En aquellos momentos, me resultaba facilisimo imaginarme que el resto de mi vida podia ser asi. El ruido de pisadas sobre la hierba y las hojas secas anunciaba que alguien se acercaba. Aunque nuestra cita era algo completamente aceptable, me senti algo violenta, y ergui la espalda de inmediato, para quedarme sentada sobre la manta. Maxon tambien lo hizo. Un guardia se acercaba a nosotros rodeando el seto. --Alteza --dijo, con una reverencia--. Siento importunarle, senor, pero no es conveniente permanecer aqui fuera tanto tiempo. Los rebeldes podrian... --Comprendido --replico Maxon, con un suspiro--. Entraremos ahora mismo. El guardia nos dejo solos. Maxon se volvio hacia mi: --Otra cosa que se me da mal: estoy perdiendo la paciencia con los rebeldes. Estoy cansado de enfrentarme a ellos. Se puso en pie y me tendio la mano. Se la cogi y observe la frustracion en sus ojos. Los rebeldes nos habian atacado dos veces desde el inicio de la Seleccion: una vez los nortenos (simples perturbadores), y otra vez los surenos (cuyos ataques eran mas letales). Y no tenia mucha experiencia al respecto, pero entendia muy bien que estuviera agotado. Maxon estaba recogiendo la manta y sacudiendola, descontento por que nos hubieran interrumpido de aquel modo. --Eh --dije, llamando su atencion--. Ha sido divertido. El asintio. --No, de verdad --insisti, dando un paso adelante. El cogio la manta con una mano para tener el otro brazo libre y rodearme con el--. Deberiamos repetirlo algun otro dia. Puedes contarme de que color es cada estrella, porque la verdad es que yo no lo veo. --Ojala las cosas fueran mas faciles, mas normales --repuso el, con una sonrisa triste. Me acerque para poder rodearlo con los brazos. Maxon dejo caer la manta para abrazarme. --Siento ser yo quien desvele el secreto, alteza, pero, incluso sin guardias, no tiene usted nada de normal. Relajo algo el gesto, pero seguia serio. --Te gustaria mas si lo fuera. --Se que te resultara dificil de creer, pero a mi me gustas tal como eres. Lo unico que necesito es mas... --Tiempo. Ya se. Y estoy dispuesto a dartelo. Lo que me gustaria saber es si al final querras quedarte conmigo, cuando pase ese tiempo. Aparte la mirada. Eso no podia prometerselo. Habia sopesado lo que significaban Maxon y Aspen para mi, de corazon, una y otra vez, pero no estaba segura... Salvo, quiza, cuando estaba a solas con uno de los dos. En ese momento, estaba tentada de prometerle a Maxon que seguiria a su lado para siempre. Pero no podia. --Maxon --susurre, viendo lo desanimado que parecia al no obtener una respuesta--. Aun no te puedo decir eso. Pero lo que si puedo decirte es que quiero estar aqui. Quiero saber si tenemos... --dije, y me quede cortada, sin saber como plantearlo. --?Posibilidades? Sonrei, contenta al ver lo bien que me entendia. --Si. Quiero saber si tenemos posibilidades de que lo nuestro funcione. El me aparto un mechon de pelo y me lo puso detras del hombro. --Creo que si, que hay muchas posibilidades --contesto, con toda naturalidad. --Estoy de acuerdo, pero, solo... dame tiempo, ?vale? Asintio. Parecia mas contento. Asi era como yo queria que acabara nuestra noche juntos, con cierta esperanza. Bueno, y quizas algo mas. Me mordi el labio y me acerque a Maxon, diciendolo todo con la mirada. Sin dudarlo un segundo, se inclino y me beso. Fue un beso calido y suave. Hizo que me sintiera deseada. De hecho, quise mas. Podria haberme quedado alli horas, pidiendo mas. Sin embargo, Maxon enseguida se echo atras. --Vamonos --dijo, sonriente, tirando de mi en direccion al palacio--. Mas vale que entremos antes de que lleguen los guardias a caballo, con las lanzas en ristre. Cuando me dejo en las escaleras, senti el cansancio de golpe, como si me cayera un muro encima. Practicamente me arrastre hasta la segunda planta, pero, al rodear la esquina para llegar a mi habitacion, de pronto me desperte de nuevo. --!Oh! --exclamo Aspen, sorprendido el tambien al verme--. Debo de ser el peor guardia del mundo; todo este rato he supuesto que estarias dentro de tu habitacion.

  • Bajo tus alas (Perdida en el aire 1) de Carmen Fernandez Etreros

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    Rosas amarillas Viernes 27 de abril, a las ocho de la tarde Me llamo Monica. Mido 1.74 cm. Cumplo cuarenta anos el seis de mayo Los ojos verdes. Enormes, segun dicen algunos. El cabello pelirrojo y rizado. Desde hace tres anos me tengo que tenir el por unas incomodas canas que crecen sobre mi frente todos los meses. En el nacimiento del pelo. Justamente alli. Menudas canas cabronas. Todos los meses. Como la mala hierba. Sin olvidarse ninguno de salir. Y eso que mi abuela decia que en mi familia "las mujeres no teniamos canas". Y mi abuela salvo en ese comentario, he de reconocer que no se equivoco nunca. Lo cierto tambien es que mi abuela nunca se tuvo que tenir el pelo. Me encantan las botas altas de cuero. Marrones, negras, blancas, amarillas, azules… De tacon alto, con plataforma, con tachuelas, con flecos...Tengo alrededor de 20 pares. Las saco todos los dias, las limpio y las coloco de nuevo en mi zapatero de IKEA muy rectitas en sus rieles metalicos. Tengo de todas las marcas Mustang, Diesel, Kling, Pedro Miralles hasta unas Gaspar Yurkievich. Con tacon recto, con plataforma, planas, con tacon de aguja... En la compania me llamaban la "pretty woman de altos vuelos" (con bastante recochineo por cierto). Yo me hacia la sueca con esto y con otras muchas cosas. Siempre se me ha dado bien hacerme la sueca, aunque no tengo que ver con tan curioso pais, pasar de todo, darme la vuelta y seguir caminando hacia delante con mi melena pelirroja mientras todos me miran las piernas de abajo a arriba. En ese momento el mundo parece que durante unos minutos se detiene (sensacion explicada por un turista aleman en un mal castellano un dia de verano en el pasillo de la terminal 4, la famosa T4 de Barajas, cuando choco inevitablemente su maleta con la mia) y los afectados solo ven pasar mis piernas sin cuerpo por la T4. He de reconocer que esa noche no lo pude evitar y la pase retozando con el turista aleman afectado en una cama King size del hotel de Nueva York despues de pasarle mi numero de movil en pleno vuelo, en un papelito blanco bajo la bandeja de plastico. El aleman era un soso, pero yo soy asi, creo que hay que probar las cosas para saber si me gustan o no, si vale la pena o no lanzarse a piscina. Pero la mayoria de las veces como me decia mi abuela "te estrellas Monica, te estrellas". Hoy es viernes y yo deberia estar en el avion. Como todos los viernes, como cada dos viernes, mejor dicho. Pateando el pasillo del avion, dando la bienvenida a los pasajeros, soltando como una escopeta por el microfono sin casi tomar aire: "En nombre de Compania, el comandante Perez y toda la tripulacion, les damos la bienvenida a bordo de este vuelo con destino a Nueva York, cuya duracion estimada es de 8 horas, 30 minutos. Por motivos de seguridad, y para evitar interferencias con los sistemas del avion, los dispositivos electronicos portatiles no podran utilizarse durante las fases de despegue y aterrizaje. Los telefonos moviles deberan permanecer desconectados desde el cierre de puertas hasta su apertura en el aeropuerto de destino. Por favor, comprueben que su mesa esta plegada, el respaldo de su asiento totalmente vertical y su cinturon de seguridad abrochado. Les recordamos que no esta permitido fumar a bordo". Pero no, no estoy en el avion. Y hoy no voy a pronunciar esas magicas palabras. Aunque parezca increible no estoy en el avion. Estoy sentada en el sofa de mi casa y mi vida comienza a estrellarse sin remedio. Porque yo deberia estar haciendo la ruta Madrid-Nueva York-Philadelpia-Washington-Nueva York-Madrid. La mejor de todas. Siete dias por las mejores ciudades. Un lujo para cualquier azafata de la compania. Todo el mundo se pelea por esa ruta. Y el lunes deberia pasarme todo el dia buscando chollos de botas altas de marca en el Soho y por la noche cenando en un japones, el Sushisamba Park con Alfredo. El martes tambien dia de compras, comida con Alfredo Perez, el comandante, en Baboo mi italiano favorito en Nueva York y toda tarde con mi comandante, liados, enrollados metiditos en la cama del hotel tomando champan cada hora. Pero no estoy haciendo la ruta Madrid-Philadelpia-Washington-Nueva York-Madrid. No estoy en el avion como todos los viernes sino que estoy aqui en el sofa de mi casa en camison. Tirada todo lo larga que soy en ese sofa que tanto me costo elegir porque no me llegaba a convencer la tela de cuadros. Al final lo compre aunque no estaba convencida y a los dos meses lo tuve que tapizar con otra tela floreada comprada en NY, porque en la original se le cayo a Alfredo una taza de cafe Voluto sin leche enterita. Pero eso ya es otra vida, otra historia, el pasado... Ayer me despidieron de mi compania. Un ERE de esos dijeron, y Luego anadieron "nosotros te estamos muy agradecidos por estos anos que has prestado a la compania y por todo tu trabajo e ilusion y bla, bla, bla, bla... pero la crisis economica, las circunstancias nos obligan a reestructurarnos, a reducir gastos y personal...". No me entere de nada. Diez minutos en los que el director de Recursos Humanos no paro de hablar y yo no me entere de nada. Lo unico que me quedo claro es que me mandan al paro, dos anos, y con una buena indemnizacion por los veinte anos trabajados. Tuve la sensacion de que encima les tenia que dar las gracias porque me estaban haciendo un favor y ademas que pensaban que me iban a arreglar la vida con la indemnizacion. Que si mi labor habia sido impecable, que si las cosas han venido asi, que si la crisis financiera internacional esta afectando a todas las companias, que algunos vuelos salen con menos combustible para ahorrar, que si han intentado mantenerme en mi puesto mas meses pero que les ha resultado imposible, que si mi edad, mi alto sueldo, mis condiciones laborales... Vamos que era imposible. Yo que lo habia dado todo por la compania, que vivia orgullosa de pertenecer a ella, de estar en el equipo, de estar a bordo. Pues nada ahora tambien me estaba estrellando con ellos, con mi compania. Como decia mi abuela: "Monica te estrellas". Lo peor que la noticia de mi despido me la dio Carlos el Director de Recursos Humanos, un tipo bajito con gafas y un ridiculo bigotillo que se parecia al escritor espanol que salia en la contraportada de un libro que habia estado leyendo en el hotel de Washington un dia de lluvia y con el que me enrolle una noche despues de tomarnos cuatro mojitos seguidos tras la fiesta de Navidad de la compania. Como todos sabeis las fiestas de Navidad son asi, uno comienza a comer y a beber, y acaba bebiendo con los jefazos caipirinas y mojitos y a la manana siguiente se despierta sin poder remediarlo con el feo del director de personal con su ridiculo bigotillo roncando en tu cama, la mano posada en donde acaba tu espalda y entonces no sabes si preparar un zumo de naranja y un buen desayuno con cafe capuccino, croissants a la plancha con mantequilla y mermelada de naranja amarga o irte a trabajar que es viernes y te puede despedir por no estar ocupando tu puesto cuando se despierte. De repente se me hizo un nudo en la garganta y parecia que me faltaba el aire y que todo daba vueltas en la habitacion. Ya no habria fiestas de Navidad, ni cocktails de empresa, ni turistas alemanes que me mirasen las piernas mientras camino por la terminal 4 mientras que parecia que se paraba el mundo, ni directores de Recursos humanos a los que tener la duda de si preparar un zumo de naranja natural mananero... Agarre mi cajita cuadrada de klinex naranjas con olor a lavanda silvestre, saque cuatro y me sone estruendosamente. Tambien me arrastre hasta el congelador y cogi un buen tanque de helado de trufa con virutas de chocolate negro belga y me dispuse a afrontar la peor tarde de viernes de mi vida viendo sin parar Pretty woman. La empezaria y la acabaria mil veces si hacia falta, hasta el amanecer, hasta que sonase el telefono, hasta que explotase mi tripa con tanto helado de trufa con virutas de chocolate negro belga... Estaba dispuesta a todo. Pero en el momento en que Richard Gere le intentaba pillar la mano con el estuche del collar a Julia, (uno de los momentos que mas me gusta), mi movil hizo un sonidito extrano y decidi mirar su pantalla. Cuatro alertas: 1. Facebook me recordaba que tenia 116 mensajes, mi desconsiderada compania de telefono movil decidia mandar la factura de este mes (que falta de tacto: me acababa de quedar en paro...), mi hermana me mandaba un Whatsapp de 31 lineas para saber como estaba despues de mi tragico despido (no te preocupes tia, todo tiene solucion tia, mira como ando yo tia, como ya te conte tia, ves tia, todas tenemos problemas tia, sabes tia...). Deje de leerlo a la cuarta linea porque me agobiaba. Y tambien tenia una peticion de amistad en Facebook: Diego Fonseca. Diego Fonseca. Diego Fonseca, ?de que conocia yo ese nombre y apellido? No me sonaba que fuese de la compania, no me sonaba de los companeros del colegio, no me sonaba de la academia de idiomas, no me sonaba de ningun rollo pasajero... No me sonaba. Simplemente no me sonaba. Diego Fonseca no me sonaba. Pero mi aburrimiento de este aciago viernes llegaba a tal punto que le acepte y consciente rapidamente de mi craso error y mi constante falta de meditacion e imprudencia en mis ultimas decisiones, entre en su perfil a buscar Informacion. Lo primero era saber quien era este Diego Fonseca. Ya habia tenido bastante con aquel desconocido que lleno la cabina del avion con rosas amarillas, (mis preferidas por cierto). Y con una rodilla apoyada en el suelo del pasillo me pidio matrimonio en cuatro idiomas (aleman, ingles, frances y japones) para diversion y regocijo de mis companeras que casi se hacen pis en la moqueta con el espectaculo. Tambien con aquel loco paranoico, un turista aleman, que amenazo con volar la terminal 4 de Barajas ya hace unos anos a voz en grito con un megafono, al ver que despues de una noche romantica de sexo descontrolado no le cogia el telefono la manana siguiente y que seguramente ya no me acordaba de su nombre. Uno de mis grandes defectos, debo confesar, es que a mi la resaca no me deja pensar en el futuro, en esas circunstancias que pueden ocurrir el dia despues, programar estas posibles incidencias, pensar posibles planes de evacuacion, ponerme a tiempo el chaleco salvavidas..., y me encontre con un marron tremendo sin saber que decir al guapisimo sobrecargo que caminaba conmigo cuando empezo a chillar como un loco el turista alem

  • Al otro lado de la pared de Laura Nuno

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    Robert Smith esta decidido a dejar atras su pasado como mercenario y emprender una nueva vida, pese a saber que, haga lo que haga, vaya donde vaya, su pasado le perseguira. Para una persona que ha visto el mal cara a cara, que esta acostumbrado a desconfiar de todo y de todos, no es facil amoldarse a una vida normal y corriente. Por mucho que lo intente, por mucho que lo desee, siempre recelara de las personas, sobre todo de cualquier muestra de gratuita generosidad. Es por ese motivo que cuando la vecina de al lado se presenta en su apartamento dandole la bienvenida con un bizcocho, no puede menos que sospechar que pertenece a un grupo del crimen organizado. A partir de ese instante centrara todos sus esfuerzos en averiguar cuanto hay de verdad en la bondad de la muchacha, y cuanto de mentira. Pero al hacerlo no contara con los sentimientos que la gitanilla despertara en el.
    Ni que debera renunciar a ellos debido a un pasado que le esta pisando los talones.

  • Las estrellas de Madrid (Sin fronteras 2) de Irene Romo

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    Dichosos fantasmas que se empenan en volver una y otra vez.

  • Los destinos invisibles de Eshkol Nevo

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    ?ES POSIBLE EMPEZAR DE NUEVO?
    Cuando Mani desaparece en algun lugar de America Latina, su hijo Dori, un joven padre de familia en plena crisis, parte en su busqueda. Alli se encuentra con Inbar, una periodista que ha escapado de su vida en Berlin y de un hombre al que ya no ama. Juntos buscan a Mani al tiempo que sus vidas y destinos se entrelazan.
    En esta extraordinaria y apasionante novela, Eshkol Nevo traza una bella historia de amor a traves de dos generaciones que buscan nuevas oportunidades, un lugar de deseos y palabras nuevas, con la esperanza de empezar otra vez. O, acaso, busquen la posibilidad de contemplar el rumbo de sus vidas con una mirada diferente.

  • Quiero ser tu sumisa de Danae Sousa

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    !Voy a realizar el viaje de mi vida! Las bermudas es mi sueno de toda la vida.

  • Comer sin miedo de J.m. Mulet

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    ?Era mejor la comida de antes que la de ahora? ?Es mas sano comer ecologico? ?Estamos consumiendo mucha quimica? ?Nos envenenan los aditivos? ?Son tan malos los productos transgenicos como nos quieren hacer creer? ?Existen las dietas milagro o las pildoras magicas para adelgazar? ?Como sera la comida del futuro? ?Anda suelta por ahi alguna enzima que lo cura todo?
    En un momento en el que palabras como <>, <> o <> inundan el etiquetado de los productos que compramos, Comer sin miedo ofrece un analisis! cientifico y documentado de la realidad de los alimentos y de sus supuestas virtudes. J. M. Mulet, experto en bioquimica y biologia molecular, revela que hay de cierto y que hay de mito en la informacion que circula sobre lo que nos llevamos a la boca, desmontando con ironia y humor un sinfin de falacias y mitos.
    Radicalmente en contra de la demonizacion de la intervencion humana en los alimentos, nos demuestra que hoy la comida es mas segura que nunca en la historia de la humanidad, que por fin tenemos el privilegio de poder comer sin miedo.

  • Joyce Y Las Gallinas de Anna Ballbona

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    Ha podido sentarse en la direccion del tren, lado paisaje y sol. Apoya un brazo en el estrecho alfeizar de la ventana que no sirve para apoyar el brazo, piernas cruzadas y cabeza inclinada hacia El oficio de vivir de Cesare Pavese. Lo ha abierto ceremoniosamente, con el gustillo de complacencia y mirada alrededor que la obra merece, como diciendo al resto del vagon: ?veis lo que me dispongo a leer? Incluso ha puesto un punto de libro de los que quedan aparentes, para anadir mitica y pomposidad al acto personal. En un bloque de asientos a mano derecha, observa a cinco personas, ni mayores ni jovenes, que hablan de manera animada. No son estudiantes. Quiza es gente de una misma empresa que va a hacer un curso. Quiza vuelven de una asamblea de trabajadores para evitar despidos. O simplemente son viejos amigos… -?Como te ha ido hoy la sesion? -Bien, ahora tengo una buena epoca, a ver… -Pero ?tu que tenias? -Yo, paranoia y depresion. Sobre todo mas de lo primero. ?Y tu? -A mi me dijeron que tenia brotes de esquizofrenia. Pavese todavia no ha pasado del portal. No ha podido llegar ni a la segunda pagina. El tren, sin embargo, ha dejado atras un par de estaciones, camino de Barcelona. Entre una mirada a la extension de poligonos y cemento, y otra a los paramos sin cultivar, al circuito de Montmelo y a los contenedores abandonados, Dora ha intentado volver a la intemperie del diario de Pavese. Por ahora, una lectura imposible. En concreto, es una impresion de desmantelamiento directo y sincero, desvestido de cualquier disfraz social, lo que la empuja hacia la conversacion que ha cazado al vuelo. -Casi hace dos anos que me trato aqui. Una chica del grupo, mas deteriorada de lo que debiera, escucha a los demas con una expresion de estar en Babia, sin llegar a verbalizar que hace ella en aquel grupo. Tiene los ojos inertes, como los que vio una vez en una anciana que padecia un alzheimer avanzado, en el hospital. Dora habia ido a ver a su abuela. Pero la otra senora de la habitacion, Merce, no paraba de moverse, inquieta, a pesar de que estaba sujeta a la silla. A ratos intentaba coger el cojin que sobresalia de la silla de su abuela, a ratos tiraba de las sabanas hasta que caian al suelo. Dora se acerco para apartarla un poco, pero justo cuando se disponia a mover suavemente la silla, Merce la agarro de los brazos con fuerza, mirandola fijamente, sin decir nada. Era como si la acribillara con la mirada. Dora se asusto pero se esforzo en disimularlo. La mujer parecia salida de una pelicula de ciudadanos hipnotizados, de esas en que los ninos van de aqui para alla con los ojos vidriosos y fieros. Por un momento, viendo que no cambiaba la cara, temio que aquella anciana estuviese a punto de soltarle un mamporro. Pero con un movimiento rapido se escabullo de sus brazos, movio la silla y se aparto a tiempo. La chica del tren que estaba en Babia continua en Babia. Cuando buena parte del grupo ya ha repasado de la manera mas natural sus cuadros medicos, uno, algo inquieto, toma la voz cantante. Actua como si se tuviesen mucha confianza y ya lo hubiesen dicho todo; el da por acabados los informes medicos y plantea otra cuestion: -Y… ?vosotros habeis pensado alguna vez en suicidaros? El oficio de vivir se cierra de un respingo. No queda mas remedio. -Si, claro, muchas veces -contesta uno de ellos con una vehemencia que no es impostada. Otro anade, timidamente, que lo intento una vez, pero no lo consiguio. <>, afirma entre murmullos, muy bajito. A partir de aqui se lanzan con toda sinceridad a recolectar diversos suicidios ejemplares, <>, <>. Llama la atencion la espontaneidad y las pocas manias con que hablan de una cuestion que es todavia tabu y a menudo se despacha con algun topico. El grupo que Dora ha encontrado en el tren no pretende formular ninguna teoria elaborada sobre el final de la existencia, sus miembros, simplemente, relatan algunos hechos que han oido, pero ahorrandose un detalle demasiado significativo: el eufemismo. A su pesar, hasta la estacion de Parets del Valles, El oficio de vivir de Pavese mas bien la ha hecho bostezar. Por el contrario, a su alrededor parece que alguien ha organizado una concentracion de energias singulares, como un encuentro de coches antiguos, biscuters o motos vintage. Si, motos antiguas, de esas que permiten soltar, con una pose interesante, en mitad de una conversacion: <>, <>, o bien <>. Son energias singulares y ajenas pero que le provocan un cosquilleo de preguntas: ?quien es el extrano? ?O quien el enajenado? ?Quien observa, quien habla, quien escucha, quien escribe y levanta acta? Pavese, ?de que oficio habla? -Pepe lo hizo delante de su abuela. La mujer estaba preparando la cena. Parece que los ultimos dias no habian sido demasiado tranquilos. Pero nadie se lo podia imaginar. En un momento en que ella estaba en la cocina enfrascada en el sofrito, que debia de hacer ruido, ya sabes, como cuando echas la cebolla… Chhhh -imita el ruido-. Pepe salto por la ventana y se acabo. -Yo se que Salomon puso la cabeza en la via. Si, es un poco asqueroso. Y claro, paso el tren y quedo todo por alli despachurrado. Mas de lo normal. Pero no se por que quiso poner la cabeza en la via y ya esta. A la ex lectora de El oficio de vivir le da la impresion de que comienza a marearse. Quiza si abre el libro otra vez… ?Y si se cambia de sitio? La chica que esta en Babia continua en Babia. En la escena de la cabeza en la via ha fruncido un poco los labios, aunque, de todas las palabras y lindezas que ha oido, <> ha sido la que le ha causado una alteracion mas profunda. -Despues ese que entro en la tienda de lamparas. ?Como se llamaba? Que tambien habia estado con nosotros un tiempo… ?Paco? Si, Paco se llamaba. Entro en la tienda de lamparas y tuvo que esperar mucho rato. Paco solo queria una lamparita de noche porque la de la habitacion se habia descuajeringado y no podia leer bien. Parece que le gustaban mucho las novelas romanticas, si, si, era un romantico, el tio. Mira que no tenia pinta, pero por la noche, en cuanto podia, hala, novela romantica al canto. -?Y que paso? -pregunto una chica del grupo, viendo que el narrador empezaba a tener un gusto excesivo por el florilegio. -?Que que paso? Que la tia de la tienda no se enrollo demasiado, le hizo esperar, le decia que fuera mirando, y alli habia tanto para elegir, tantas lamparas que no necesitaba, tantas cosas que no valian una puta mierda… Bueno, eso decia el. -El grupo escuchaba con una atencion inaudita; Dora tambien. -Pero, claro, quiza al final hasta yo me habria enfadado, y eso que soy tranquilo de verdad. ?Por que cono le plantaban delante de los morros las jodidas lamparas de comedor, aquellas aranas del ano de la pera o aquellas lamparas de pergamino que apenas dan luz? Es que la pena se complica la vida, macho. Para postre, atendieron antes a un representante, el tipico representante todo sudado, al que todavia se le nota el aliento del huevo frito que se ha zampado. Y eso Paco no lo pudo soportar. Los huevos fritos le daban mucho asco. Lo se porque en el patio me lo habia contado muchas veces. Soy bueno escuchando, siempre me lo dice la doctora. Yo a Paco lo entiendo, pero claro, tampoco hacia falta que rompiese aquella lampara de 2.600 euros. Si, macho, hay lamparas de comedor que valen 2.600 del ala. Total, para acabar agarrando el cable y yendo hacia la dependienta… Suerte que al final la pudieron salvar. -Miriam le asesto una cuchillada a su marido, de un dia para otro -sentencia la que estaba en Babia. Pero la parroquia no se inmuta. Ni un poco. MONTCADA BIFURCA. DESOLACION El grupo que venia de terapia se ha bajado en Montcada-Bifurcacion, quiza para cambiar a otro tren que los llevara a Sabadell, Terrassa o Manresa. Esta estacion produce en Dora una fascinacion especial. Esteticamente es horrorosa, un vomito de vias sin orden ni concierto, la nada entre una autovia y un barrio de periferia, un no-lugar, como se dice ahora. Aquello de alla arriba debe ser Vallbona, ?no? Un dia ira alli, piensa a veces. Para ver los bares, las tiendas, como camina la gente… Por la noche la estacion en penumbras da un poco de miedo. Durante el dia es sobre todo un mero agujero de intercambios de trenes que cubren la rutina practica de conectar con otras lineas. Es de una desnudez sin compasion, sin paliativos: en los dias soleados, el sol cae como una avalancha de piedras; cuando llueve, parece una tempestad que te arrastrara por las vias hasta el mar. Su nombre, de connotaciones borgianas, responde a una realidad inapelable: la estacion es la puerta entre una Barcelona y otra, entre el escaparate y la trastienda, entre el centro y el suburbio; ?que hay en un lado del tunel y que al salir de el? A este lado del tunel, donde se apea el grupo terapeutico, no caben los romances metaforicos. Con la infalibilidad de un reloj Casio de plastico, se completa la cruda rutina del que baja del tren, atraviesa el entramado de vias deterioradas y se va caminando bajo las farolas de un amarillo deprimente hacia alguno de los pisos coloreados, de tan mal gusto que parece que se burlen de los que viven alli. Deberia haber una cancion punk que proclamase: <> Dora hasta se imagina el concierto: el publico disperso y ella desganitandose con el grito de guerra: <> Solo que Dora no tiene ni idea de musica y presiente que canta todavia peor que si tocara un instrumento. La flauta no cuenta. Intuye el motivo por el cual le da pereza admitir la derrota, todavia siente aquella punzada que vuelve: de pequena no la admitieron en el coro de la escuela. Eso, y el hecho de haber tenido que representar siempre el papel de arbol o de <> en las obras de teatro de primaria, da como resultado un potaje demasiado espeso. En una ocasion, no se acuerda en que tipo de obra, tuvo que actuar disfrazada de gallina. <> Quiza por culpa de la escena del grupo que volvia de hacer terapia, ha evocado la remora de festivales de la ninez, que tienen, aunque no lo parezca, un vinculo insufrible y estrecho con las vias de escape punk. Esta convencida de ello. Las gallinas cuentan tantas cosas… Ponerse en el papel de gallina era como si, en el patio, te eligiesen la ultima para el partido de futbol. O que solo te quisieran de portero. En Montcada Bifurca suele bajar un matrimonio que siempre se esta peleando. Menudos, cincuentones, ambos demacrados por el tabaco, y quiza tambien por el alcohol. Para ser mas precisos, ella siempre le echa los perros a su marido. Vocifera y lo trata como a un inutil. El suele ir cabizbajo, arrastrando los pies, a veces dibuja en el aire un gesto intentando hacerse entender, pero sin exito. Ella, mas vigorosa, esta todo el rato pinchando, diciendo que no hace falta que se explique, que no tiene razon, que siempre hace lo mismo y que esta muy harta. <>, refunfuna. Todos los dias se apean en Montcada Bifurca. Como si esa estacion fuese la argolla que los mantiene unidos. Para que no haga mas ruido, en el anden se agachan y cargan la bola presidiaria que no se sabe quien les ha mandado arrastrar. RUEDA DE PRENSA Ha llegado a la plaza de Catalunya obsesionada con la conversacion del grupo que hacia terapia. A partir de ahora, lo llamara asi. Cualquier escritor con garra y salero habria anotado todo lo que decian y los habria seguido cuando se bajaron en Montcada Bifurca. !Ellos solitos te escriben una historia! Pero Dora tenia que llegar puntual a una rueda de prensa en el ayuntamiento. Hoy le tocaba sustituir a un companero enfermo, aunque su trabajo habitual era cerrar la agenda cultural que salia todos los viernes con el periodico, un suplemento sin pena ni gloria, el !Vamos! Si, se llama asi… La crisis se ha llevado por delante, entre otras muchas cosas, la creatividad y la originalidad en las redacciones. En todo caso, era bastante peor el trabajo que tenia antes de llegar aqui. Ahora le toca recomendar gintonics, horchatas, locales de ambiente, sitios donde comprar hormigas y lagartos para comer, bares con ambiente parisino, con ambiente literario, con ambiente oriental, con ambiente de ir a follar pero sin que se note, tiendas de segunda mano donde comprar alguna mancha accidental con pretensiones artisticas, o donde comprar la alimentacion necesaria para ser un buen vegano y no caer en la tentacion de la carne… ?Existe todo eso en Barcelona? Si sale en el !Vamos!, debe de existir. Aparte, ya se sabe que con estos ambientes y su correspondiente descripcion no hay por que hilar fino. A veces algun barman la ha invitado a tomarse un gintonic, pero en general le toca hablar y poner por los cielos propuestas que no llegara a probar nunca. Todos estos manjares quedan para los otros, para quien dispone de suficiente tiempo y dinero, y alberga un tipo de veleidades que podrian concebirse, hablando lisa y llanamente, como magnificas gilipolleces. Tambien pertenece a los otros el cotizado territorio de los hoteles, las pasarelas de moda, los estrenos teatrales y los pases previos de cine. A pesar de que, ante este panorama, Dora siente el mantra del tapon generacional que le cierra la trampilla encima como una bota que aplasta al escarabajo que chillaba <>, puede asegurar que antes era peor: le tocaba escuchar los informativos de las radios y transcribir todas las noticias con rapidez insospechada. Habia depurado la tecnica para memorizar frases enteras y no tener que parar tan frecuentemente la grabacion. En concreto, lo que hacia era seguir los informativos del mediodia de las dos grandes cadenas. Recogia todo lo que tuviese huella, trazo, brazo o directriz gubernamental, fuese bien o fuese mal para el pais. Era un trabajo para el Departamento de Presidencia del gobierno. Como era joven y la ultima en incorporarse al gabinete, a Dora le encargaban tareas ingratas como esta. En este pais eres joven hasta que eres demasiado mayor y dejas de serlo cuando te han jodido bien jodido. Durante el tiempo que estuvo alli, en aquellos cafes revolucionarios de media manana que no arreglarian nunca nada, Dora se preguntaba y preguntaba a algun companero: -?Que sentido tiene hacer el trabajo dos veces y taquigrafiar los informativos de la radio publica que algun otro trabajador publico ya ha escrito antes? -Los caminos del despues-de-un-dia-viene-otro son verdaderamente inescrutables -le habria podido responder el interlocutor, si no fuese porque lo unico que hacia era encogerse de hombros. Ahora tambien se pregunta adonde habra ido a parar toda aquella pila de informativos transcritos y entregados a un capitoste. ?De verdad los lee alguien? ?Alguien se pone cachondo con las transcripciones de informaciones parlamentarias, bienaventuranzas vacuas del gobierno, declaraciones sincopadas y aburridas? ?Puede alguien captar el sentido de las cosas, como minimo de la cosa publica, con ese sinfin de declaraciones que responden a un nulo sentido comun? Ese alguien, lector de estiercol, suponiendo que todavia este vivo y no haya sido sepultado por el tedio y la mediocridad, ?a que conclusiones llega? ?Como procesa estas deducciones y como repercuten -si es que repercutensobre la poblacion? Afortunadamente para su equilibrio mental todo aquello se acabo, aunque su equilibrio monetario salio perdiendo. En realidad, solo era una sustitucion por baja maternal bien pagada. Ahora escribe sobre hormigas domesticas, tapas de nombre impronunciable y combinados vomitivos. Pero hoy, como el periodico anda corto de personal por bajas encadenadas de gripes, le toca ir a una rueda de prensa al Ayuntamiento de Barcelona. Es una de esas ruedas de prensa convocadas el mismo dia, deprisa y corriendo (un deprisa y corriendo simulado), que solo sirve para que el politico -en este caso, una teniente de alcalde- haga su declaracion, estrictamente la que quiere hacer, cuatro preguntas de rigor en que echara pelotas fuera porque no le da la gana de decir nada mas, que reproduzca todo el mundo la frase que ha querido endilgar y fin de la historia. Ademas, como los periodicos, escasos de papel y de prioridades periodisticas, ahora tienen espacio para muy poca cosa, lo que deberia ser un tema menor que encabeza la pagina acabara convertido en un breve de media columna. Dora llega al Ayuntamiento de Barcelona, a la sala anexa a la de Lluis Companys, cuando todo el mundo ya esta en su sitio. Solo queda libre la silla al lado de donde se sentara la teniente de alcalde. Un momento, ?por que esta apartada esta silla? <>, apunta una periodista. Menuda tonteria. <>, ha exclamado Dora. Parece que el jefe de prensa ha venido y la ha retirado. El personal de las teles lo comenta. Este plano televisivo estrafalario no les va nada bien por cuestion de imagen. Alguien se arma de valor y pone la silla de nuevo en su sitio. Seria bastante absurda una declaracion de una politica de pie como un cirio, hieratica delante de una mesa de periodistas sentados y por debajo de su campo de vision. Pero da igual: la imagen que se quiere dar es que de ninguna manera, ni por casualidad, el gobierno municipal de CiU esta pactando con el PP. De hecho, casi no se pacta nada. Pero por una de esas cosas de la vida las cuentas del ayuntamiento, la columna vertebral del mandato, tampoco hay que exagerar, seran aprobadas con el voto favorable de… Bueno, si -cuchicheando- <>. Un tramite como cualquier otro. Es cuestion tambien de pasar por alto que por la manana <>, el PP, ya han dado su rueda de prensa explicando con todo lujo de detalles los <> que han arrancado del gobierno municipal para los ciudadanos de Barcelona. Una comparecencia que se podria resumir asi: gracias a la accion heroica del PP (<>, gritando), los ciudadanos de Barcelona viviran mucho mejor; que digo mejor, daran un salto cualitativo extraordinario y definitivo hacia la prosperidad. Sea como fuere, la imagen que ahora quiere transmitir el jefe de prensa del gobierno de CiU, obsesionado con la posicion de la silla, es que la teniente de alcalde convergente viene del gimnasio, por el camino ha aprovechado para hacer unos encargos y comprar cuatro cosas, y mientras deja el capazo y el bolso sobre la mesa, unos periodistas le preguntan por los excelentes resultados que gracias a Dios tendra Barcelona (no habria que obviar que la teniente de alcalde de CiU es democristiana). Entra la teniente de alcalde sin el capazo ni la cinta en el pelo y como ve la silla colocada en su sitio para sentarse, en un acto de coherencia politica, se sienta. El jefe de prensa llega demasiado tarde para evitar el desacato involuntario a su estrategia comunicativa. El jefe de prensa resopla. Mira con desconfianza acusatoria alrededor, se enfurruna. La teniente de alcalde se sienta sin acabar de entender que ha hecho mal. Habia una silla y se ha sentado. El jefe de prensa murmura algo y chasquea con desaprobacion la lengua; se quedara alli de pie, rompiendo si puede el plano televisivo, y no dejara pasar ni una. La teniente de alcalde piensa que no es para tanto, ni para la irritacion del jefe de prensa ni para el gentio de periodistas que han acudido a esta simple declaracion de <>. Y no se apartara ni un apice de este guion: pero ?y las inversiones? ?Y el acuerdo con el PP? ?Y las concesiones a este socio no oficial pero socio al fin y al cabo? Nada, no hay manera de sacarla de ahi. Por lo que Dora sabe a traves de sus companeros, por lo que ha comprobado las veces que le ha tocado ir alli en sustitucion de alguien, las ruedas de prensa pueden llegar a ser una tortura de guiones masticados: es como si un animal rumiara durante horas un mensaje para despues expulsarlo en forma de bola, un detritus que sera presentado a los periodistas con los elementos justos -o justisimospara que la bola no se desintegre. Y si por aquellas cosas de la vida se produce alguna pregunta incomoda, siempre esta el recurso de esquivarla educadamente (<>) o de tirar por la via de la mentira piadosa o de la declaracion archipasota. Sea por lo que explican algunos redactores al volver de las ruedas de prensa, sea por las pruebas cientificas que ha ido recogiendo puntualmente ella misma, alinadas con propuestas deslavazadas de agenda cultural, estas constataciones provocan que Dora se sienta atrapada, sin escapatoria, reventada de tanta previsibilidad y tanto aburrimiento admitidos como noticia. Es como si esta convocatoria para los medios tuviese lugar en una caja raquitica y estrecha y, una vez dentro, uno se convirtiera en un ratoncito de feria encaramado en una rueda que solo da vueltas y no lleva a ningun sitio. En cuanto acaba el numero circense, Dora vuelve al periodico pensando que tendria que escribir un articulo contando el numerito de la silla, ya que tiene mas sentido y contenido que reproducir las cuatro declaraciones desaboridas. El hecho habla por si mismo y habla mucho mas que el breve pusilanime de columna que, efectivamente, acaba realizando. Al final del dia, lo mas sustancioso, y particularmente menos absurdo, habra sido la conversacion del grupo de terapia. Al menos ellos, hoy, han hablado claro.

  • Instantes de Marta Acedo Pinero

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    En este momento me hallo en ese punto en el cual me pregunto: ?Quien soy? ?Quien fui? ?Quien sere? Y realmente creo que no existe respuesta alguna. No soy ninguna de esas, simplemente soy instante, soy viento, soy ruido, soy un fragmento de la nada, que pase y pasare esfumandome siendo solo eso: un pequeno instante.Prosa poetica y relatos cortos.

  • Ocultos de Jordi Sierra I Fabra

    https://gigalibros.com/ocultos.html

    ?Quien no ha oido hablar alguna vez de los libros prohibidos?

  • Suenos fragiles de Yara Zgheib

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    Suenos fragiles es una novela emocionante, sincera y desgarradora que narra las vivencias de un grupo de mujeres, unidas por la enfermedad pero tambien por la esperanza, por el apoyo mutuo y por las ganas de vivir.

  • ?Un futbolista? Que sean dos de Angela Franco

    https://gigalibros.com/un-futbolista-que-sean-dos.html

    Martina y Elisa son dos gemelas identicas que, movidas por la profesion de modelo de Elisa, recorren el mundo viajando sin parar. Martina vive por y para su hermana, pero lo que de verdad anhela es establecerse en algun lugar y trabajar como fisioterapeuta, profesion que adora. Tras doce anos sin pisar su pais, las hermanas regresan a la capital espanola y Martina tiene una premonicion. cree que su vida cambiara en Madrid. El destino lograra que estas hermanas se crucen en el camino de uno de los famosos futbolistas del Bulcano, dejandolo “fuera de juego”. Enredos y situaciones embarazosas acompanaran a las gemelas en esta segunda entrega de la serie “Los Tocapelotas”.

  • El ano de la niebla de Begona Abraldes Parrado

    https://gigalibros.com/el-ano-de-la-niebla.html

    Aquel mendigo que pedia libros viejos, periodicos atrasados y papeles inservibles dejo de pasar un dia por la puerta de su casa. Muchos anos despues, cuando otras cosas y otras personas habian desaparecido tambien de su vida, Maite se aventuro por las calles inusualmente desiertas de Bilbao, abriendose paso en medio de una espesa e impenetrable niebla, yendo a parar a un extrano edificio a varios kilometros de distancia. No podia imaginar que la aventura que habia vivido con Beltza (?Por que se empeno en llamar Beltza al perro que la acompano en su travesia?) iba a poner del reves su vida. O seria mejor decir que la enderezo, porque alli encontro mucho de lo que creia habia perdido. Y la magia. Encontro la magia, pero una magia de verdad, de la que se explica en los libros de saber herme

  • El ingrediente perfecto de Javier Romero

    https://gigalibros.com/el-ingrediente-perfecto.html

    1 cocinero dueno de una cadena de restaurantes.
    1 encargada de un centro de acogida.
    1 abogado sin escrupulos.
    10 ninos de diferentes edades.
    1 kg de amor.
    100 cl de ternura.
    2 cucharadas de rencor.
    Un punado de lagrimas.
    Sal y pimienta.

  • Amor azul de Emily Maat

    https://gigalibros.com/amor-azul.html

    Abby ha cumplido 40 anos sin ninguna suerte en el amor y sin ninguna estabilidad material. De una extrana belleza melancolica, se ha sumergido en cuatro paredes, donde el caracter autoritario de su madre la ha vuelto dia a dia en una mujer mas fragil.

  • Donde duerme tu nombre de Ana Maria Draghia

    https://gigalibros.com/donde-duerme-tu-nombre.html

    Abril tiene veintiseis anos y trabaja en un estudio de animacion. Aunque parece ser feliz, solo piensa en averiguar quien es su padre. Y, por si esto fuera poco, cuando Eric reaparece, todo su mundo se pone del reves. Queriendo alejarse de el, se acerca a su jefe, Christopher, envuelto en mas secretos de los que ella espera.