• las constelaciones oscuras - Pola Oloixarac

    https://gigalibros.com/las-constelaciones-oscuras.html

    Despues de sacudir la escena literaria argentina con Las teorias salvajes, Pola Oloixarac arremete con una nueva, brillante, audaz y polemica novela: Las constelaciones oscuras. Oloixarac es una de las voces mas singulares que han surgido de la literatura latinoamericana, fue traducida a varios idiomas y reconocida por la academia y la critica como la autora mas innovadora de los ultimos tiempos.

  • LAS CONSTELACIONES OSCURAS | POLA OLOIXARAC

    https://www.casadellibro.com/libro-las-constelaciones-oscuras/9788439731276/2965663

    El libro LAS CONSTELACIONES OSCURAS de POLA OLOIXARAC en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Las constelaciones oscuras | Penguin Libros ES

    https://www.penguinlibros.com/es/literatura-contemporanea/2004-ebook-las-constelaciones-oscuras-9789873650802

    ... con Las teorías salvajes, Pola Oloixarac arremete con una nueva, brillante, audaz y polémica novela: Las constelaciones oscuras. ... Casa del libro.

  • Las constelaciones oscuras (Mapa de las lenguas) - Amazon.es

    https://www.amazon.es/constelaciones-oscuras-lenguas-Literatura-Random/dp/8439731272

    No se puede negar su singularidad, y el libro que nos traemos entre manos los demuestra. ¿La más talentosa? Depende de gustos, como casi todo.

  • Las constelaciones oscuras - Libro de Pola Oloixarac

    https://www.lecturalia.com/libro/95058/las-constelaciones-oscuras

    Antiguos exploradores y nerds del siglo XXI. Biólogos y hackers. Todos tienen un códice por escribir. Todos disfrutan la sensación de control sobre otros ...

  • LAS CONSTELACIONES OSCURAS - OLOIXARAC POLA

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    Información del libro · GéneroFicción literaria · EditorialLITERATURA RANDOM HOUSE · Año de edición2016 · ISBN9788439731276 · Idioma Español.

  • LAS CONSTELACIONES OSCURAS | Traficantes de Sueños

    https://traficantes.net/libros/las-constelaciones-oscuras

    Imagen de cubierta: LAS CONSTELACIONES OSCURAS ... Coleccion del libro: ... Pola Oloixarac reafirma con Las constelaciones oscuras que su literatura va ...

  • Las constelaciones oscuras, de Pola Oloixarac | Bonsauvage

    https://elasombrario.publico.es/bonsauvage/pola-oloixarac-las-constelaciones-oscuras/

    25 ene 2017 — Ahora bien, ¿ha servido el inquietante hiato, como las doce horas de un guiso de alta cocina, para dar fruto al libro con el que muchos ...

  • Las constelaciones oscuras, de Pola Oloixarac - Libros y ...

    https://www.librosyliteratura.es/las-constelaciones-oscuras.html

    8 may 2016 — En lo que sería un efecto negativo de este despliegue, Las constelaciones oscuras me ha resultado a ratos un libro denso, en el que es difícil ...

  • LAS CONSTELACIONES OSCURAS - Tipos Infames

    https://www.tiposinfames.com/libros/las-constelaciones-oscuras/32260/

    Comenta y valora este libro ... Pola Oloixarac reafirma con Las constelaciones oscuras que su literatura va mucho más allá de narrar una historia de forma ...

  • Las Constelaciones Oscuras (mapa De Las Lenguas) - Agapea

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  • Mona de Pola Oloixarac

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    Novela de ideas y suspenso, un thriller literario donde la clave del crimen esta escondida en el cuerpo de una escritora que compite por un premio.

  • Vidas descalzas de Fabio Geda

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    Ercole esta atrincherado en el techo de un cobertizo, armado y rodeado por la policia. Con el esta Luca, que tiene seis anos. ?Como han terminado alli?

  • Black Rose (Traicion 1) de B. Castillo , S. Pugliese

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    Una gala de mascaras cruzara los destinos de un cantante y una modelo con la lider de Black Rose, una antigua organizacion secreta que ha dominado el mundo desde tiempos inmemoriales. Ahora sus vidas se convertiran en una persecusion a muerte en la que seres inmortales haran lo necesario por mantener su identidad oculta.

  • Celos y envidia de Liah Jones

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    Paula y Miguel adolecen de varios pecados, uno de ellos capital. Los dos sufriran en su piel ser victimas y verdugos del mismo sentimiento.

  • La cuarta victima de Mari Jungstedt

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    ?Que relacion hay entre un atraco a mano armada y un crimen nunca resuelto? Descubrelo en una nueva entrega de la serie de Gotland.

  • Mariposas en tu estomago (Septima entrega) de Natalie Convers

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    No hay nadie mas experta en los trabajos de media jornada que Beca: a sus 18 anos no solo es la mayor de cuatro hermanos, tambien es la companera de combate junto a su madre para sacar a la familia adelante a la vez que estudia muy duro para las clases. Despues de que su padre se marcharse sin ninguna explicacion cuando ella tenia solo 16 anos, aprendio una gran leccion: no te fies de ningun tipo con sonrisa arrolladora y un iman natural para las nenas. A pesar de ello, pronto conoce a Alex, un enigmatico y atractivo estudiante de Bellas Artes que puede hacer aparecer magicamente mariposas en su estomago y que irremediablemente cambiara su vida para siempre mediante un giro inesperado del destino.
    Una historia de amor autentico, un amor que no tiene fin, un amor de dos caras que solo es el principio. La novela New Adult que marca la diferencia

  • Rojo Carmin de Alan D. D

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    Se mueren por vivir de nuevo.

  • Leon, Lorena Guerra Mendez de Lorena Guerra Mendez

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    Dafne por fin regresa a casa, lleva anos deseandolo. Necesita a su familia y amigos cerca, los chicos no parecen tener cabida en su dia a dia. No parece que vaya a ser una chica afortunada en el amor. Compromiso? Eso que es? Hugo no sabe mirar mas alla de si mismo, la vida lo ha hecho egoista, pero el es feliz asi, con lo que tiene es suficiente. Quien necesita mas? El no, lo tiene claro. Sexo y punto, los sentimientos quedan fuera. Hugo y Dafne, dos jovenes que no buscan el amor porque no es para ellos, lo que no saben, es que uno nunca decide, sino que tu corazon es quien lo hace por ti.

  • Los medicos no pagan ni el cafe, Paco Albano de Paco Albano

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  • Punto de fuga de Jeremias Gamboa

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    Los primeros relatos del autor de Contarlo todo.

  • El mito de las gemelas de Kiroa Pandora Garcia

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    Hace tiempo... en un lugar llamado Viena, vivian dos gemelas, Anais y Dakota, pero ellas eran diferentes a los demas... Anais era conocida como Black, su cabello era rojo como el fuego, y sus ojos azul claro como el mar; de piel bronceada que hacia contraste con sus rasgos fisicos, y una altura media. Dakota... la llamaban Angel, pues su rostro era delicado y angelical, sus ojos eran verdes, cabello caoba y tez blanca, muy distinta a su hermana... Pero nadie creeria lo que estas chicas ocultaban bajo su hermoso rostro. La gente no se atrevia a pronunciar sus nombres, pues decian que con nombrarlos serias conducido al abismo y no quedaria ni rastro de tu existencia. Siglos despues, ese mito sigue siendo conocido... Y ahora, yo os cuento esta historia... Si, yo que vi esos sucesos os los muestro, la verdadera historia de esas gemelas… Esta leyenda se origino por la malicia de las gemelas, si , como has escuchado, ellas eran malvadas y crueles y su belleza no era nada mas que una fachada. Yo estaba plenamente interesado en ese asunto, asi que investigando me di cuenta que ellas vivian en los bajos fondos de Viena. Ese seria mi destino. Seria sobre el ano 1950 cuando me decidi mudar, no solo para investigar sino tambien por un trabajo. Cuando llegue el lugar me parecio maravilloso, pero luego desee no haber ido... Porque...?, Te preguntaras. Pues cuando fui era estupendo, sus bellas calles de piedra, iglesias goticas y bellos monumentos; gente vestida de gala, aunque en esos ropajes se pegaba la suciedad y los malos olores. Capitulo 2: La investigacion Despues de hospedarme en la posada, decidi salir a las calles a preguntar sobre el mito de Viena, sobre esas gemelas... Pase dias y noches buscando, pero nadie queria hablar acerca de eso, hasta que al fin pude encontrar un lugar, en donde decian que ellas hacian sus trabajos. Fui a la posada para descansar un poco hasta la noche. En una de esas noches frias de invierno. Esa noche las calles estaban mas desiertas que de lo normal. Cuando llegue al lugar, un oscuro y siniestro callejon, decidi esconderme detras de una carroza y saque libreta y boligrafo para anotar todo lo que viera. Luego de estar esperando por un rato, las vi... Eran las gemelas, estaban haciendo brujeria y seduciendo a un hombre de una edad aproximada de treinta anos y lo llevaban al abismo. ?Como lo se? Pues facil, esas mujeres se quitaron su falsa piel y se mostraron como unos demonios de larga cola y cuernos que tras hacer un gesto con sus manos invocaron una puerta, y al abrirla se veia un intenso fuego, luego de eso me quede escondido por un tiempo hasta que se fueran, cuando lo hicieron volvi a la posada... Al dia siguiente fui a informas, peor como ya habreis deducido, nadie me creyo. Pasaron los dias y cada vez que salia a la calle todos me miraban como una persona que se habia escapado de un manicomio. A los dias, otra tragedia sucedio cuando los ninos de ese lugar desaparecieron como si se los hubiera trago la tierra. Todas las personas fueron a buscarme con bravia para acusarme, y por eso me metieron a un manicomio... ?Quien iba a cree algo asi? Lo mas facil era culpar a alguien que acababa de llegar y que decia haber visto a esas brujas, yo se lo que vi, pero nadie me cree, ahora cuando miro por la ventana siento un escalofrio, siento que me observan, por ahora he preferido callar hasta el dia en que demuestre que decia la verdad o... El dia que esas dos criaturas me atrapen por fin y terminen lo que siento que empezo cuando las pille, mi vida. Capitulo 3: Noches de tortura Esta es la cuarta noche que paso en este lugar... Mi tormento no cesara nunca... Noche tras noche las escucho, pero ayer... Ayer por la noche escuche ruidos provenientes de fuera, esos monstruos quieren volverme loco, pero no como creen que estoy, loco de verdad. Todo el tiempo pienso que lo van a conseguir y me llevaran con ellas, pero no les dejare que se salgan con la suya. Ahora... en mi oscura y solitaria habitacion, sin luna ni esperanzas de poder salir de aqui escribo mi historia, de como un humano puede perder contra las fuerzas ocultas que se esconden entre nosotros, mas me mantendre firme e intentare aguantar vivo para poder contarle al mundo que esto es mas que un mito, que es la realidad de Viena. Miro, en la pared de fuera de mi prision se oyen aranazos estridentes que se meten en mi cabeza y provocan pesadillas que no se pueden detener... Ya no se si estoy despierto o dormido. Los medicos solo me medican mas y mas pensando que la cordura ya olvide... pero se equivocan... yo aun sigo cuerdo, y con ganas de vivir... tapando mis oidos les grito a las brujas que se marchen, pero ellas solo se rien, se burlan de que este encerrado y no pueda hallar la libertad ni de mi mente ni de mi alma y de que estas camisas me detengan para huir de esta macabra ilusion Todas las noches oigo como ambas dicen al unisono que no saldre de aqui y que me olvidare de que en mi mente existe algo llamado tranquilidad, ahora solo existe desesperacion y demencia, ese momento siento que va llegando. Ya de manana sigo sin poder dormir, me quedo en el suelo, esperando a que desaparezcan esas falsas ilusiones que me hacen divagar y decir cosas ilusas que los medicos toman por demencia, hubo una vez que intente escapar pero no pude, las camisas estaban tan atadas que mi cerebro no podia respirar. ?Por que me torturan asi? Los doctores no encuentran cura a esto. Como encontrar la si yo nunca estuve loco...? Si, habeis escuchado bien, no lo estaba, en pasado, ya que creo que ahora si ando perdiendo mi cordura, la que me metio aqui y que ahora va a certificar que no pueda salir de verdad.

  • El recuerdo de la bestia (Oraculos 5) de Johana Connor

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    La bestia se ha ido, pero su recuerdo sigue aprisionado en el alma de los guerreros...
    Una joven aprendiz de hechicera, con el don de ver el aura de las personas infernales, es obligada por su angel protector a acercarse a Gregory, el guerrero mas joven de La Costa. Al tocarlo, experimenta una extrana conexion con el, que enlaza no solo sus vidas, sino tambien, sus corazones.
    Gregory la lleva a sus tierras, ansioso por descubrir que es aquello que los une y desata en su interior una poderosa pasion, pero la selva tiene sus propios planes y aprovecha la capacidad perceptiva de la chica para susurrarle aterradores secretos y desatar en ella el recuerdo de la bestia...

  • Una figura en las sombras (Los casos de Lewis Barnavelt 2) de John Bellairs

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    La segunda parte del clasico del suspense juvenil La casa del reloj en la pared, !la pelicula familiar del ano!

  • Un bonsai en la Toscana, Isabel Keats de Isabel Keats

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    El cientifico Robert Gaddi esta a punto de hacer un descubrimiento que supondra un inmenso avance para la medicina; sin embargo, hay demasiados intereses en juego y mucha gente decidida a que sus investigaciones no vean la luz. La noche que destrozan su laboratorio en Washington D. C., tanto su jefe como su amigo Charles Cassidy, del FBI, insisten en contratar los servicios de un guardaespaldas.

  • Amor que hiere de Ulises Novo

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    Una manana de otono, Michael, un atractivo profesor de Literatura, y Sheila, una joven universitaria de ultimo curso de Estudios Ingleses, se encuentran casualmente en una libreria.

  • ?Te acuerdas de McKenna? de Maria Ferrer Payeras

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    ?Que si me acuerdo de McKenna? !Como para no acordarme!
    El es el responsable de que me pirren los pelirrojos y todo lo relacionado con
    Escocia. Fue mi primer amor cuando solo tenia dieciseis anos, y eso nunca se olvida.
    ?Acaso vosotros habeis podido hacerlo? Porque yo no.
    Me rompio el corazon en mil pedacitos, y ahora, a una semana de la boda de una
    de mis mejores amigas, me entero de que no solo esta invitado, sino que ademas es el
    padrino del novio.
    Menos mal que la semana pasada me hice con un calendario de esos de frases
    motivadoras, para poner un poco de cordura en mi vida (ya sabeis a que me refiero);
    solo espero que la que me ha tocado hoy no sea cierta:
    < equivocamos>>.

  • ?Y a ti que te pasa? de Megan Maxwell

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    Menchu, a la que conocimos en ?Y a ti que te importa?, ha dejado su trabajo en el parador de Siguenza y esta desarrollando su propia empresa de creacion de paginas web. Siempre ha estado enamorada en silencio de Lucas, companero de Juan en la base de los GEOS, pero cansada de sus desplantes, decide hacer un cambio en su vida e irse a Los Angeles a pasar un tiempo en casa de Tomi, primo de su intima amiga, la actriz Stella Noelia Rice Ponce.

  • Devuelveme el corazon de Fabiana Peralta

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  • El Muro (Todo Saldra Bien 6) de Pintina Cuneo

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    Silvana intentaba conciliar un sueno que tardaba en aparecer, uno imposible desde hacia dias. Unicamente pretendia dar una cabezada, una siesta, aunque fuese corta, seria de gran ayuda, ya que llevaba varias noches durmiendo mal, noches eternas en las que no dejaba de dar vueltas en la cama. Horas interminables de pensar. De pensar en mil cosas de manera continua. La primera semana de cuarentena habia pasado ya, y lo habia hecho con la sensacion de no acabar de creer lo que estaba sucediendo. Pero debia enfrentarse a los proximos siete dias de aislamiento y los pronosticos no eran nada halaguenos. Cada vez que escuchaba que las semanas podian alargarse la noticia le provocaba una terrible desazon anadida a su ya alterado estado de nervios. Y su vecino de patio no estaba ayudando demasiado. Agotada de escuchar aquel golpeteo infernal, se deshizo de la manta del sofa con un gesto brusco y se levanto de un salto. Aquel hombre del bajo de al lado llevaba dando pelotazos contra el muro divisorio casi una hora, estaba desquiciada ya. Su paciencia habia llegado al limite. Con gran estrepito, abrio la puerta corredera que comunicaba la cocina con el patio y proyectando la voz hacia la tapia se encaro con aquel extrano con el que le habia tocado convivir. --!Eh! !!El de la pelota!! Sabia que era un hombre a quien se estaba dirigiendo, esa presencia incomoda que compartia casa con otros dos chicos mas, al menos asi lo creia, porque en ocasiones, demasiadas para su gusto, las voces en la casa de al lado se multiplicaban hasta el infinito. Si, tenia unos vecinos muy sociables, unos escandalosos chicos que hacian mas vida en el patio que en el interior de su vivienda. No podia ponerle cara a ninguno de ellos, puesto que rara vez coincidia con alguno de los inquilinos de su edificio. Por horario de trabajo, porque no era muy dada a entablar conversaciones superficiales con la gente o porque la mayoria de veces que salia de casa, si escuchaba que alguien utilizaba el ascensor, esperaba unos segundos tras su puerta hasta que le llegaba el sonido del portal al cerrarse, evitando asi un encuentro con cualquier vecino. En otras ocasiones, y al regresar a casa, habia detenido sus pasos antes de llegar al edificio. No entraba en este hasta que el portal se quedaba completamente vacio. No, Silvana no era muy sociable y tampoco creia que fuese algo imprescindible, no al menos con los vecinos. Por lo que desconocia por completo la cara del rey del tenis al que le estaba dando alaridos en ese instante. El incansable pom, pom, pom, siguio retumbando en su cerebro. Silvana, separandose de la puerta de la cocina, se acerco mas y grito de nuevo, con el mismo exito que la primera vez. Entonces se alejo unos pasos del muro y haciendo bocina con ambas manos grito con todas sus fuerzas: --!Para! !!!Para con la pelota, por Dios!!! Silencio. Los ojos de Silvana se abrieron de manera sorpresiva. No podia creer que el ruido hubiese cesado. Entonces respiro aliviada, aunque, a decir verdad, que no se escuchase nada tan solo sirvio para que fuese mas perceptible el dolor pulsante en sus sienes y sabia que este se debia unicamente al incordio al que el vecino la estaba sometiendo. --Creo que el partido hace tiempo que lo perdiste, ?por que no dejas ya de dar pelotazos y te vas a leer un rato? --Perdona, ?me estas hablando a mi? --pregunto una voz desde el otro lado. --?Acaso hay alguien mas en todo el edificio reventando pelotas contra mi muro? --Tambien es mi muro, ademas, son las cinco de la tarde, no la una de la madrugada --se defendio el. --?Quieres que te recuerde lo que haceis tus amigos y tu a la una, a las dos, a las tres y a las seis de la madrugada? --Silvana, con los brazos en jarras le hablaba a aquella pared como si pudiera tener ante ella a la persona a la que estaba recriminando. --?A las cuatro y a las cinco no sabes lo que hacemos? Silvana fruncio el ceno extranada, no entendia la pregunta. --?Que dices? --Como no has nombrado esas horas y de las tres de la madrugada te has pasado a las seis, pues no se, por eso te pregunto. --!Vaya! Eres gracioso, ?eh? Molesto y gracioso, lastima que esten los teatros cerrados y no puedas acudir a hacer tu monologo semanal. Espero la replica, sabia que no tardaria en llegar. --Tu eres <>, ?no? --?Que me has llamado? --Pues eso, la tacones, la que se pasa el dia como si desfilase por las pasarelas de Roma, Milan y Paris en sesion continua. ?Se te ha ocurrido alguna vez quitarte los zapatos cuando vuelves a casa? --No vives en el piso de abajo, no se por que te molesta, en cambio no sabes lo irritante que es escuchar vuestras risotadas cada vez que montais un botellon aqui afuera, como si fueseis monicacos de quince anos. Sin hablar, claro esta, de esas ninatas salidas a las que invitais de vez en cuando para que vosotros parezcais mas burros de lo que habitualmente ya sois. Escucho murmurar, pero sin llegar a entender nada. De repente sono un gran pelotazo. --Uno: tengo tus tacones clavados en el cerebro, no sabes como retumban, como me taladra el cerebro ese tac, tac, tac. ?De que crees que estan hechas las paredes? ?De hormigon y acero? Otro pelotazo se escucho con mas intensidad. --Dos: mis companeros y yo nunca hemos molestado entre semana y hasta donde yo se ningun vecino se ha quejado. Ya iba a replicarle a eso cuando un tercer pelotazo sono como si quisiera reventar el muro. --Tres: !!vecina cotilla!! Si tanto te gusta escuchar conversaciones, no lo hagas tras la tapia, ven un dia y asi compruebas lo burro que me puedo llegar a poner. --!?Cotilla?! Pero si vuestras tontadas se escuchan hasta en Saturno y sin necesidad de satelite. Ya daba por zanjada la discusion cuando un nuevo pelotazo se estrello dandole un susto tremendo. --Cuatro: me aburro, !no sabes cuanto! --La pelota volvia a golpear en el muro--. Cinco: hay que hacer deporte, aunque estemos de cuarentena. --Nuevo pelotazo--. Seis: soy el mismisimo Nadal en la final de Roland Garros... Silvana no se quedo a escuchar el predecible <>, entro a la carrera en la cocina y agarrando la jarra del agua que descansaba sobre la encimera, la lleno a rebosar hasta arriba del todo y salio de nuevo. Aquel hombre continuaba dando pelotazos y contando, y con cada numero soltaba una sandez igual o peor que la anterior. Entrecerro los ojos, queria adivinar por el sonido de su voz a cuanta distancia estaria de la separacion; pasados unos segundos de duda lanzo con todas sus fuerzas el agua por encima de su cabeza. El sonido ceso al instante para escucharse una retahila de improperios. --Once --anuncio Silvana--, tras un largo partido es conveniente darse una ducha. --Me has calado las zapatillas al completo, ?lo sabes? --Vaya, ?solo las zapatillas? Pues que lastima. Los improperios continuaron sonando unos minutos mas, pero ella prefirio ignorarlos. Se encamino hasta el salon y busco con el mando algo que ver en television. Al cabo de un intenso repaso, del canal uno hasta el ciento y pico, el sonido del timbre la sobresalto. El corazon se acelero en su pecho. Cuando los timbrazos dieron paso a los golpes, Silvana apago el televisor, repitiendose, convencida, que no pensaba abrir, puesto que intuia quien estaba tras la puerta. --!!Abre, tacones!! --No se habia equivocado, el era su intuicion. Entonces se asusto, quiza habia ido demasiado lejos en lo de vengarse del tipo aquel. Agobiada, busco sus cascos, escucharia musica en su telefono, <>, penso, acomodandose en el sofa. Silvana, frente a la puerta del frigorifico, repasaba sus provisiones. No eran muy abundantes, la compra quincenal que habia hecho antes del inicio de la cuarentena estaba llegando a las ultimas. A medida que pasaban los dias se sentia mas nerviosa. Unicamente habia salido a la calle para tirar la basura al contenedor situado frente a su edificio, pero aventurarse hasta la tienda le generaba estres y ansiedad solamente de pensarlo. En varias ocasiones se habia arreglado, colgandose el bolso al hombro para permanecer inmovil durante unos eternos minutos con la mano posada en el picaporte sin atreverse a salir. Le entraban sudores de saberse rodeada de gente, de estar frente a la cajera, guardando su compra en bolsas, una compra que la dependienta debia tocar irremediablemente. Se imaginaba que encontraria clientes en los pasillos a los que deberia evitar, que tocaria los productos que otros ya habian tocado antes y que habian devuelto a las estanterias, tendria que coger cesta, una cesta que tocaban todos. El verbo 'tocar' tenia una dimension tan gigantesca que era en lo unico que pensaba si barajaba la opcion de pisar la calle, bloqueandose por completo. Ser asmatica y no disponer de mascarilla no facilitaba las cosas. Quiza deberia recurrir a alguien y pedir ayuda, un vecino tal vez. Entonces, una figura sin rostro vino hasta ella; si, el tenista del muro, raqueta en mano, probablemente estaria mas que dispuesto a hacerle la compra para despues lanzarsela hasta su patio como si de proyectiles se tratase. Agito la cabeza frustrada, harta con aquel encierro que sabia necesario pero que la estaba sobrepasando. Ni siquiera sabia si tenia el humor suficiente para enfrentar la tercera semana de confinamiento. El teletrabajo de las mananas era un gran alivio para no pensar en todo lo que el mundo estaba viviendo. Dias atras habia tomado la resolucion de dejar de ver las noticias, las cifras eran tan desoladoras que acababa llorando. Luego se renia. Las personas que queria estaban bien, tenia un trabajo, uno que iba a conservar cuando todo pasase, un empleo que no habia perdido como por desgracia le estaba ocurriendo a tanta gente. No podia evitarlo y se sentia tremendamente egoista, unicamente tenia que estar en casa, pero habia dias que se le hacia muy cuesta arriba. En los dias de bajon no hacia nada fuera del trabajo: no leia, sus ejercicios de yoga directamente los eliminaba de su rutina, comia cualquier cosa y se le hacia de noche sin quitarse el pijama y hecha un completo desastre. Otros, en cambio, era invadida por el espiritu de la limpieza y entonces ordenaba, clasificaba y quitaba el polvo hasta de lugares donde nunca se habia preocupado en mover los muebles.

  • La mordida del guerrero de Maria Jose Tirado

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    Una mortal conquisto su corazon,
    Una vampira llego para arrasarlo.

  • Cara de pan de Sara Mesa

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    <> El encuentro se produce en un parque. Ella es Casi, una adolescente de <> catorce anos; el, el Viejo, tiene muchos mas.
    El primer contacto es casual, pero volveran a verse en mas ocasiones. Ella huye de las imposiciones de la escuela y tiene difi cultades para relacionarse. A el le gusta contemplar los pajaros y escuchar a Nina Simone, no trabaja y arrastra un pasado problematico.
    Estos dos personajes escurridizos y heridos estableceran una relacion impropia, intolerable, sospechosa, que provocara incomprension y rechazo y en la que no necesariamente coincide lo que sucede, lo que se cuenta que sucede y lo que se interpreta que sucede.
    Una historia elusiva, obsesiva, inquietante y hasta incomoda, pero al mismo tiempo extranamente magnetica, en la que palpitan el tabu, el miedo al salto al vacio de la vida adulta y la dificultad de ajustarse a las convenciones sociales… La ambiciosa carrera literaria de Sara Mesa da un nuevo paso adelante con esta novela sobre dos seres desarraigados cuyos destinos se entrecruzan en un parque, una defensa de la inadaptacion y la diferencia.

  • Sadie de Courtney Summers

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    Por la autora de Sere fragil (segunda finalista en el X Premio Internacional para Jovenes Jordi Sierra i Fabra), una fascinante novela ambientada en una carcel y protagonizada por dos jovenes: una voluntaria y una presa.

  • El sentido numinoso de la luz de Mapi Rivera

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    Para quienes se dedican al arte, la luz puede convertirse en un poder misterioso y fascinador. El caracter visionario de la luz radica en su cualidad numinosa, porque no es la luz optica lo que se aborda aqui, sino Aquello que a traves de ella se manifiesta. Ante una realidad que solo es percibida tenuemente, la luz adquiere su verdadera significacion desde la experiencia visionaria y la creacion artistica.

  • Lo nuestro es de otro planeta de Emma Mars

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    Un viaje puede cambiarlo todo. Un viaje de trabajo, de ocio o del corazon puede convertirse en el comienzo del resto de tu existencia. Cuando Diana llego a Madrid era jueves por la manana. Parecia un dia normal, aburrido y rutinario, de esos en los que suena el despertador, te despiertas de mal humor, resignada, y te diriges a una gris estacion (todas lo son) para tomar el primer tren del dia. El AVE desde Sevilla que debia coger con destino a Madrid partia a las siete en punto de la manana, ni un minuto antes ni uno despues. Hacia frio, el amanecer quedaba lejos y algunos viajeros se soplaban las manos para entrar en calor. Cargada con una ligera mochila al hombro, Diana se dirigio a la cinta mecanica reprimiendo un bostezo. Sostenia en una mano el programa del congreso al que asistiria los proximos dias. En la otra, un billete de tren que le tendio a un revisor igual de adormecido que el resto de los presentes. Todo parecia aburridamente rutinario. La superficie blanca del convoy resplandecia bajo los brillantes halogenos de la estacion y los ultimos pasajeros apuraban sus cigarrillos en el anden ante la mirada reprobatoria de algunos viajeros. Nada aventuraba lo que sucederia pocas horas despues. Diana entro distraida en el vagon que le habia sido asignado. Tomo asiento, recosto la cabeza contra la ventanilla y a los pocos minutos cerro los ojos presa de un agradable balanceo. Siempre le habian gustado los trenes, su transcurrir lento y cadencioso, los diferentes paisajes deslizandose por la ventanilla como el convoy lo hacia por sus railes. Recordo antes de quedarse dormida que el hombre del tiempo habia anunciado fuertes tormentas en Madrid para los proximos dias. Pero al cabo de un rato el sol andaluz empezo a asomarse con fuerza, transmitiendole una sensacion de paz que solo se quebro cuando el tren llego a su destino. Negras. Nubes negras prenaban todo el cielo madrileno y Diana no pudo evitar bufar con desesperacion cuando piso la calle y los transeuntes corrian para guarecerse de la lluvia. De eso hacia ahora un dia, pero el humor de Diana seguia igual de agitado que el pronostico meteorologico. ?La razon? Saber a ciencia cierta los motivos por los que su jefe la habia elegido a ella para acudir a ese congreso. <>. Javier la llevo a un aparte para hablarle del tema, pero Diana estaba desconcentrada. Solo podia pensar en lo mucho que le repugnaba su aspecto. Su jefe era un hombre bajito y desalinado. Sus hombros solian estar nevados de caspa y odiaba que le hablara tan cerca y su aliento oliera a cebolla y ella pudiera atisbar con claridad los pelillos negros y duros como cuerdas que brotaban de su nariz y orejas. <>. Javier la observo fijamente, a la espera de su respuesta. La miraba confuso, como si acabara de comunicarle que era la empleada del mes o que habia ganado una inmensa cesta de Navidad y esperara una reaccion de jubilo por su parte. Todo lo contrario. Diana no deseaba asistir al congreso y evito gesticular siquiera. El silencio era su gran aliado en estas ocasiones. <>, carraspeo Javier. Y se rasco la nuca profundamente incomodo con su silencio. <>. Fundamental. Esta palabra formaba ya parte de su idiosincrasia laboral tanto como lo hacian los ordenadores o los lenguajes de programacion. Javier era muy dado a utilizarla y Diana a veces no podia evitar repetirla mentalmente. Fundamental esto, fundamental aquello. El la usaba sobre todo cuando pretendia ocultar sus verdaderas intenciones. Diana no le culpaba por ello. Sabia que era poco inteligente decirle a una empleada: <>. Y por eso estaba en Madrid. Resignada. Malhumorada. Asqueada con una mala suerte que parecia haberle tomado carino. Con el descontento anadido de que este era uno de los congresos mas aburridos e interminables de cuantos habia asistido. Todos ellos solian ser eventos soporiferos protagonizados por ponentes pretenciosos y encantados de haberse conocido. Pero este era, si cabe, todavia peor. Estaba lleno de gurus de medio pelo a los que se sentia incapaz de prestar atencion. <>, escucho que decia en ese momento el ponente de turno. <>. Diana reprimio un bostezo y se esforzo por mantener los ojos abiertos, aunque estaba deseando que el dia concluyera para poder regresar cuanto antes al confort de su hotel. Ocho horas de soporiferas ponencias le parecian suficiente tortura. Diez minutos despues se escucharon por fin los aplausos de los alli congregados y Diana sonrio con alivio: el congreso habia terminado y no lo dudo ni un instante. Tomo su mochila, se la puso al hombro y alcanzo la salida antes de que los aplausos hubieran dejado de escucharse. El manto de la noche habia cubierto Madrid cuando abrio la puerta del recinto y puso el primer pie en la calle. El aire parecia cargado de una ansiedad electrica, densa y fastidiosa. La Castellana era un avispero de coches cuyos conductores, enfurecidos, utilizaban el claxon como via de escape a su propio nerviosismo. Cada vez que uno de ellos se despistaba unos segundos, los otros le recordaban a bocinazos que habia tardado mas de la cuenta en arrancar su vehiculo. Diana se contagio muy rapido del mal humor reinante. Cruzo la larga avenida tratando de esquivar los coches que se habian detenido con prisas sobre el paso de peatones; inquieta y enfurrunada, respiro hondo cuando por fin consiguio llegar al otro lado. Las grandes ciudades solian tener este efecto en ella. La multitud de coches, peatones y luces parpadeantes le hacian sentir chiquitita, enjaulada, y estaba tan deseosa de poner tierra de por medio que incluso el agujero del metro, atestado de gente, le parecio un buen escondrijo en el que guarecerse de la jungla de asfalto madrilena. Se subio al vagon y en la barandilla una fila de manos: peludas, suaves, de manicura cuidada, dedos largos y finos, de unas comidas, pintadas o sucias. Cuerpos que se mantenian de pie por inercia, la presion de unos contra otros. Conecto su reproductor de musica e hizo un recuento rapido del numero de estaciones que le quedaban para llegar a su destino. Habia mas de cincuenta hoteles cerca del Palacio de Congresos de Madrid. Cincuenta. Y sin embargo, el suyo se encontraba a las afueras, a varias paradas de metro. Eso significaba que al dia siguiente tendria que levantarse bien temprano para atravesar la ciudad de punta a punta hasta llegar a la Estacion de Atocha. Una autentica perdida de tiempo. ?Cuantos anos llevaba trabajando para Javier? Toda su carrera profesional. ?Y que es lo que habia logrado? Practicamente nada. Su sueldo seguia siendo el mismo y habia veces en las que su jefe la trataba como a la nina de los recados. Diana habia visto ascender a muchos de sus companeros en la mitad de tiempo que ella llevaba trabajando para la empresa. Pero, claro, ellos si se quejaban y, ademas, ?para que negarlo? Eran hombres. A ojos de Javier eso siempre suponia una ventaja. La megafonia del metro anuncio por fin que la siguiente era su parada. Las puertas se abrieron y la marea humana salio a la vida. Diana se encontraba tan cansada que no le importo ser arrastrada por un ovillo de cuerpos ansiosos por salir de las fauces del metro. Con dedos ateridos por el frio, se coloco la capucha, hundio las manos en los bolsillos de su abrigo y apresuro el paso mientras se adentraba en la oscuridad de la noche. La tormenta habia provocado un fallo electrico que fundio varios tramos del alumbrado publico. Los semaforos tampoco funcionaban y Diana se encogio de frio y miedo, tratando de no detenerse demasiado en el hecho de que las calles estaban desiertas y concentrarse en los placeres que aguardaban por ella en la habitacion del hotel. Ciertamente, no era un alojamiento de cinco estrellas --la alcoba olia a cerrado, la decoracion y los muebles parecian escasos--, pero se conformaba con poco. Le bastaba con una ducha de agua bien caliente y un momento de paz. Llamaria al servicio de habitaciones, pediria algo ligero pero sabroso y veria cualquier programa de television hasta quedarse aturdida en la comodidad de su cama. En ese momento cualquier cosa le parecio mas apetecible que caminar bajo la lluvia, expuesta a los vientos racheados de la tormenta. Transcurrieron unos minutos hasta que pudo distinguir a lo lejos la entrada del hotel. Esto le hizo sonreir. Los hoteles tenian algo especial, una esencia diferente, invitadora, no sabria explicarlo. Le sugerian historias descabelladas, romances prohibidos, encuentros entre personas con la peor de las intenciones. En los hoteles se alojaba gente tan variopinta que, incluso con su imaginacion desbordada, le resultaba dificil conjeturar todo lo que podia acontecer entre sus paredes. Asesinatos. Traiciones. Conspiraciones. El cielo de lo incorrecto era el limite. Por desgracia, ella era solo una humilde programadora cuya estancia alli no tenia nada singular. Al menos, hasta ese momento. Su destino parecio cambiar cuando advirtio por el rabillo del ojo un bulto tendido sobre la acera. Era tan voluminoso que resultaba imposible no reparar en el, enseguida llamo su atencion. Lo miro con recelo al principio, pero siguio caminando, sin saber de que se trataba. La miopia de Diana le impedia ver con nitidez a cierta distancia y sus gafas estaban en el interior de la mochila. Entorno los ojos para intentar averiguar que era. Tal vez una bolsa de basura. O los despojos de alguna construccion cercana. Habia un solar vacio justo al lado, bien podia tratarse de algun desecho procedente de alli, se dijo a si misma, intentando restarle importancia. Entonces algo la obligo a detener su marcha. Se paro en seco al ver que el bulto se estaba moviendo. ?A lo mejor habia sido el viento? Diana entorno todavia mas los ojos hasta convertirlos en dos rayas paralelas a ambos lados de su nariz. Le costo esfuerzo, pero acabo confirmando que no se trataba del viento: algo muy vivo se retorcia en ese solar vacio, a merced de la tormenta. Miro a ambos lados de la calle, confundida, sin saber que hacer. A veces se asustaba por nada pero trato de controlar sus nervios. Necesitaba pensar con claridad, asi que respiro hondo y se acerco con cautela al bulto. ?Un perro? ?Algun animal? ?La atacaria si se acercaba demasiado? Dio un paso, dos, mientras el bulto iba tomando forma, mostrandose menos borroso. Cuando lo vio con total claridad, no pudo evitar reprimir un grito ahogado. Aquello no era un animal ni basura ni nada similar. Muy al contrario: habia una mujer tendida en el suelo y parecia desmayada. La sorpresa de su descubrimiento la hizo sentir aturdida, no sabia que hacer. Tenia que haber alguien en los alrededores que pudiera ayudarla, ?no? Aquella mujer no podia estar sola, abandonada en un solar como la colilla de un cigarrillo. Diana se giro en redondo aunque no tenia muy claro que estaba buscando; tal vez solo alguien que pudiera asistirla, pero no habia nadie en los alrededores. La unica senal de vida humana era el destartalado letrero de una cafeteria cercana; sus luces chasqueaban como pidiendo auxilio. Esperanzada, advirtio que el dueno echaba en ese momento la reja para dar la jornada por concluida. --!Eh! !Espere! !No se vaya, necesito ayuda! Le grito con todas sus fuerzas, pero el viento ululaba con impetu y la lluvia se estampaba furiosa contra el asfalto, por lo que el hombre no fue capaz de escucharla. Diana intento acercarse, pero el se metio enseguida en el coche y arranco el motor para quedar engullido por la negrura nocturna como todo lo demas. Estaba sola, completamente sola, y habia una persona tendida en la acera que necesitaba asistencia. ?Que debia hacer en un caso asi? Diana no recordaba haber estado jamas en una situacion semejante. Por esos caprichos que tiene la memoria, recordo una noticia que habia leido unas semanas atras en el periodico: <>. Tenia veintiseis anos, nadie sabia que le habia ocurrido, los medicos no consiguieron explicar la causa exacta de su fallecimiento. Ningun familiar reclamo su cuerpo. Aparecio de la nada y se fue del mismo modo. Al leer la noticia habia sentido unos escalofrios similares a los que experimentaba ahora. ?Seria este un caso similar? ?Y ella la desafortunada que se habia topado con el? Mientras luchaba por mantener a raya su ansiedad, intento ver la cara de la mujer, pero desde su posicion solo consiguio advertir parte de su melena. Podia tratarse de cualquiera: una sin techo a la que la tormenta hubiera tomado por sorpresa; una adolescente fugada de su casa tras pelearse con sus padres; la enferma que se escapo de un manicomio (esta opcion no le gustaba demasiado) o el cadaver que un asesino habia dejado alli tendido porque no se le ocurrio mejor lugar donde esconderlo (improbable, pero posible, ?por que no?). La mente de Diana se hacia preguntas sin respuestas, pero la sospecha de haber encontrado un cadaver hizo que palideciera subitamente. Antes le habia dado la impresion de que se movia, aunque podia haberlo imaginado. Necesitaba acercarse para comprobarlo. Asi lo hizo, muy despacio, hasta que quedo arrodillada al lado de la desfallecida y pudo reparar en su aspecto. Tenia el rostro liso y palido, una frente tersa y la piel casi perfecta, sin una sola mancha a excepcion de un extravagante maquillaje. Calculo que rondaria la treintena y le tranquilizo ver su placido gesto de inocencia. El sereno rostro de la mujer no encajaba con la escena, tenia la cara de alguien que deberia estar en su casa viendo el telediario y disfrutando de una cena caliente en compania de algun ser querido. Y sin embargo, alli estaba, tirada en un solar, abandonada a su suerte. Diana comprobo de inmediato que su pecho subia y bajaba al compas de su respiracion y le alivio saber que no saldria en las noticias explicando como se habia encontrado un frio cadaver bajo una fuerte tormenta. Finalmente, coloco una mano sobre el hombro de la desconocida y la meneo con suavidad para intentar despertarla. Hacia frio, pero su cuerpo estaba caliente. --Oiga, ?puede escucharme? ?Se encuentra bien? No obtuvo respuesta. Parecia profundamente dormida o desmayada. Lo intento de nuevo, ahora elevando el volumen de su voz: --?Puede oirme? ?Se encuentra bien? Nada. La lluvia seguia cayendo sin piedad, tiritaba de frio y a Diana se le agotaban los recursos. Haria bien en delegar el caso a la policia y dejar que ellos se ocuparan. Pero cuando estaba a punto de marcar el 092 unas luces de intenso color azul quebraron la noche. Todavia arrodillada en el suelo, miro por encima de su hombro para ver que se trataba de un coche de policia: --?Se encuentra bien, senorita? --Le pregunto un agente, sacando la cabeza por la ventanilla. --Yo si, pero me temo que ella no. !Acabo de encontrarmela asi! El policia estiro el cuello. Desde donde estaba no parecia capaz de ver a la mujer desmayada. Tomo una gorra del salpicadero del coche, se la calo hasta las orejas y se acerco con cara circunspecta. --Estaba a punto de llamarles. --?Es familiar suya? --?Que? No, no. Yo solo estaba de camino a mi hotel. Acabo de encontrarmela. El agente se arrodillo junto a la mujer y presiono sus dedos contra la muneca. Espero unos segundos en los que la ansiedad reinante parecio detener el tiempo. --No tiene pulso. Diana abrio los ojos de puro terror. ?No estaria el pensando que...? --Agente, le juro por lo que mas quiera que yo no la he matado. Yo solo pasaba por aqui, yo solo queria... --Tranquilicese, por favor --le ordeno el policia en tono imperativo--. No estoy diciendo que la haya matado. ?Ve? Esta respirando. Diana se fijo en que efectivamente respiraba, tal y como ella misma habia comprobado minutos antes. Necesitaba tranquilizarse. Nadie la estaba culpando. No era una sospechosa, solo un testigo. Es que no has hecho nada, idiota, se recordo con enfado. --?Entonces? ?Que es lo que quiere decir? --Que no soy capaz de encontrarle el pulso. ?Tiene idea de que ha podido ocurrirle? Nego con la cabeza. --Ya estaba asi cuando yo llegue. --?Y sabe si tiene documentacion? Diana volvio a negar con la cabeza. Por supuesto que no lo sabia. ?Acaso el creia que se atreveria a meter la mano en el bolso de una extrana? La simple idea conseguia ofenderla. Estuvo a punto de hacerselo saber, que todavia existia gente decente y con modales, pero ya no le prestaba atencion. El policia se meso la barbilla con gesto preocupado, quiza arrepentido de haber detenido el coche para asistirla. Tiene cara de Gonzalez y de ser un bonachon, penso. Seguro que su esposa le recomienda siempre que haga la vista gorda como hacen otros de sus companeros. <>. Pero Gonzalez no es asi. A el le gusta ser diligente en su trabajo, es un caballero y si ve a una damisela en apuros es incapaz de no pararse a echar un vistazo. Agente Gonzalez, no le conozco, pero sepa usted que ya me cae bien. --Quedese aqui, ahora vuelvo. Gonzalez se incorporo entonces y fue hasta el coche para hablar por radio con la centralita. Ella no era capaz de escuchar lo que decia, pero empezaba a sospechar que la noche se alargaria porque no podria irse hasta que el agente se lo permitiera. Esto le hizo resoplar con desesperacion. No solo tenia que aguantar horas y horas de un congreso horrible y alojarse en un hotel ubicado en el otro extremo de la ciudad, sino que ahora se veia obligada a esperar bajo la lluvia. Sin cena, sin ducha, calada y tiritando de frio hasta que Gonzalez lo considerara oportuno. Agente Gonzalez: no le conozco, pero sepa usted que ya no me cae tan bien. Fastidiada, se arrebujo en su abrigo para no sentir el frio que estaba empezando a calar sus huesos. Anhelo tener algo con lo que entretenerse mientras esperaba, pero sintio miedo de sacar el movil por si el policia la llamaba al orden. Fue en ese momento cuando la mujer empezo a parpadear. --!Gonzalez! --grito Diana con todas sus fuerzas. El policia la miro confundido y entonces se dio cuenta de que no estaba segura de que se llamara asi--. !Agente! !Venga! !Se ha despertado! Gonzalez solto enseguida el aparato de radio y acudio presto a su encuentro. Se arrodillo junto a la mujer: --?Puede oirme? ?Se encuentra bien? Cuando volvio en si, la desmayada parpadeo durante unos segundos con desconcierto, parecia aturdida. Los observaba como si no recordara como habia acabado alli o por que. Tenia el mismo gesto aletargado de quien despierta de un largo y profundo sueno. --?Se encuentra bien? --repitio el. Transcurrieron unos segundos hasta que la mujer dijo por fin sus primeras palabras: --Ich bin gut, danke. Diana miro al policia para ver si la habia entendido. Los idiomas nunca habian sido su fuerte. Sabia un poco de ingles, sobre todo palabras relacionadas con el lenguaje de la programacion, y en el colegio habia aprendido algo de frances. Pero estaba casi segura de que la lengua que habia empleado para comunicarse con ellos no era ninguna de las dos. --Creo que habla aleman. Gonzalez fruncio el ceno como si este nuevo contratiempo le fastidiara, pero no por ello cejo en su interrogatorio: --Senorita, ?habla nuestro idioma? ?Entiende lo que le digo? La mujer pestaneo entonces muy rapido. Al principio Diana penso que no habia entendido la pregunta. Normal, es alemana, lo maximo que sabra decir es "cerveza", "Mallorca" o "salchicha". Para ella eso explicaba su pintoresco aspecto. Porque su nerviosismo previo le habia impedido reparar en las manifiestas rarezas de la alemana. Al observarla ahora con detenimiento advirtio que tenia media cara pintada con una especie de motivo tribal, los ojos perfilados con lapiz de color negro y el pelo en dos tonalidades: el lado izquierdo era naranja, el derecho azul. --No puede entendernos. Es alemana --razono Diana. Entonces descubrio hasta que punto estaba equivocada: --Oh, lo siento. !Idioma incorrecto! --dijo la mujer, esta vez en perfecto espanol--. No soy alemana, pero me encuentro perfectamente, gracias, muy amable. ?Mejor asi? ?Me entiende bien ahora? Gonzalez la miro sin saber que decir. Observo a Diana en busca de respuestas, pero ella tampoco las tenia. --?Recuerda algo de lo ocurrido? ?La han agredido? --?Agredido? --Se sorprendio la mujer--. Oh, no, solo me cai cuando la nave perdio fuerza. --Senalo un lugar impreciso en la negrura del cielo. Tanto Gonzalez como Diana elevaron la vista como si esperaran ver un avion sobrevolando en ese mismo instante sus cabezas. Por supuesto, lo unico que encontraron fue un cielo negro como la noche y miles de gotas estampandose con fuerza contra su frente. --?Ha dicho usted una... nave? Asintio con vigor. --?Que tipo de nave?

  • Y una mierda me quisiste de Mayte Aranda

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    Mina se quedo dormida, hace doce dias, siete horas y veinte minutos, cuando un camion cambio de carril antes de mirar, empujando su vida hasta la cama de un hospital. Y alli descansa sin descanso, mientras su cuerpo decide si piensa quedarse o si prefiere marcharse para siempre al lugar de donde nunca se vuelve. Las reminiscencias de sus recuerdos flotan junto a su aletargado cuerpo, mientras Sam aguarda impotente su muerte o su improbable despertar. El tiempo pasa lento, como una enorme y pesada garra, aranando piel, alma y voluntad, para llevarse consigo cualquier resto de esperanza. Tanto amor no puede morir. Tantos besos guardados, tantos abrazos no dados, tantos recuerdos de tantas cosas no se van sin mas. No pueden. o si. “Y una mierda me quisiste” solo es una bonita historia de amor que un dia alguien dibujo a partir de un bonito recuerdo. Nada mas. Vivela, disfrutala y sobre todo. sientela.

  • Renacer en las Maldivas de Brianne Miller

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    La lluvia repiquetea en el cristal de mi estudio mientras me tomo una taza de chocolate caliente que consiga caldear mis huesos helados. Llevo aqui sentada mas de una hora intentando asimilar que George me ha pedido el divorcio. Sin un indicio, sin una explicacion... Simplemente se acabo. Llevabamos nueve anos de matrimonio, nueve anos en los que he sido completamente feliz. Mi marido me dejo desarrollar la pasion que corria por mis venas, esa que siempre quise explorar y que jamas consegui olvidar: la pintura. George prefirio trabajar horas extra para que yo pudiese ir a los diferentes cursos en los que puse a prueba mis capacidades como pintora, en los que aprendi todas las tecnicas necesarias y en los que me codee con la gente que ahora alaba mi trabajo en las grandes galerias. Y ahora que todo eso ha quedado atras, ahora que puedo dedicarle a mi matrimonio todo el tiempo y el esfuerzo que se merece... se acabo. He intentado innumerables veces que me explique que es lo que esta mal, que le llevo a tomar tan drastica decision, y el siempre me da la misma contestacion. --Carino, no has hecho nada mal, ni yo tampoco. Simplemente hemos llegado a un punto en el que las llamas del amor se han apagado, y ya no quedan ni los rescoldos. --!Pues avivemoslas! ?Por que demonios no quieres intentarlo? ?Acaso hay otra mujer? --!Claro que no! ?Pero como revivir algo que ya esta muerto? Te quiero mucho, Claire, pero no te amo. No quiero seguir atado a un matrimonio basado tan solo en una mentira. Necesito respirar, ver que demonios nos depara el futuro, y tu debes hacer lo mismo. Muerto. Su amor ha muerto, y yo estoy completamente destrozada por amar a alguien que no me corresponde. Siento como mi vida se va acabando poco a poco, y lo unico que puedo hacer es llorar. Pero tengo que superarlo, tengo que sobreponerme de este dolor que me roe las entranas, porque tengo que pensar en mi hija, esa pequena que crece en mi interior y de la que George no tiene ni idea. Debo decirselo, lo se, pero esperare a que el divorcio sea un hecho, porque no quiero que este pequeno milagro influya en su decision de seguir su camino. Jamas entendere que ocurrio, pero si hay algo de lo que estoy segura es que no utilizare a este bebe para retenerle a mi lado. Capitulo 1 Cuatro anos despues... Me dejo caer en uno de los sillones del estudio de arte de Jean Paul, mi mejor amigo y con quien vivo desde que me divorcie de George. La exposicion de mis cuadros ha sido todo un exito, y hemos conseguido una pequena fortuna por las ventas de varios de ellos. Mi querido amigo se acerca con una copa de champan en cada mano, se sienta a mi lado y brindamos sonrientes. --Por el exito rotundo --dice antes de dar un sorbo a su copa. --?Tu crees? La verdad es que no ha estado nada mal, ?verdad? --?Que no ha estado mal? Claire, has vendido nueve cuadros, tesoro. Ha estado genial. --Quizas ahora podamos mudarnos a un apartamento y dejaros intimidad. --No digas bobadas, Elliot esta encantado de teneros por casa. Os adora y lo sabes. Por cierto, ?cuando tienes que recoger a la pequena? --George la traera a casa manana. Queria llevarla al parque de atracciones. Ya le he dicho que aun es muy pequena, pero... --Dejale que la malcrie. Al fin y al cabo, es su padre. --Cierto, y la ve mucho menos de lo que le gustaria debido a su trabajo. --?Que te parece si celebramos tu exito saliendo por ahi? Elliot ya se fue a casa, pero estoy dispuesto a sacrificarme. --Estoy muy cansada, Paul. Necesito una buena dosis de sueno. --Tienes que salir y distraerte, Claire. Ya hace cuatro anos desde que te divorciaste, y aun no te he visto con ningun hombre. --Mi hija es mejor que cualquier hombre, ?sabes? No necesito a nadie mas. --Algun dia Sarah crecera y hara su vida, y entonces seras demasiado vieja como para hacer lo mismo. Tienes ya treinta y ocho anos, Claire. --Aun no estoy preparada. --Muy bien, como quieras --se levanta del sillon con un suspiro--. Levanta ese hermoso culo del sofa, que nos vamos a casa. --Paul... lo intentare, ?de acuerdo? Pero no hoy. Hoy no soy capaz de hacerlo. --?Y que tiene hoy de especial? --Hoy seria nuestro aniversario --digo agachando la cabeza--. Hoy haria trece anos desde que nos casamos. --Mi pequena tonta... --se acerca a abrazarme-- Necesitas un hombre pero ya. Ademas, el trece es el numero de la mala suerte, mejor que se terminara en el nueve. --!Anda, vamos a casa! Debo reconocer que mi amigo me ha arrancado una sonrisa a pesar de la pena que siento en este momento. Ya han pasado muchos anos, ya deberia de haberlo superado, pero cada vez que veo a George aparecer por casa para recoger a la pequena Sarah mi corazon se salta un latido. Nuestra relacion es cordial, por decirlo de alguna manera. En realidad trato de parecer amigable aunque por dentro me muera poco a poco, pero debemos llevarnos bien por el bien de la nina. Alguna vez hemos ido al parque como una familia de verdad, pero al llegar a casa ese sueno se ha desvanecido como el humo. Me desnudo por completo y me meto bajo las sabanas. Esta noche el sueno tarda en llegar, como todos los fines de semana que George se lleva a Sarah, pero cuando llega, sueno con un amanecer en la playa y un desconocido surcando las olas del mar. Capitulo 2 --!Despierta! !Mami, despierta! Mi pequena princesa tira de las sabanas intentando destaparme, pero las agarro con fuerza al recordar que estoy completamente desnuda bajo ellas. --!Hola, bichito! ?Ya has regresado? ?Tan pronto? --Papa esta en el salon. Quiere hablar contigo. --?Conmigo? De... de acuerdo, ve a hacerle compania, ahora mismo voy. --Pero no vuelvas a dormirte, ?vale? --Lo prometo. En cuanto mi pequena se marcha, salto de la cama y me doy una ducha rapida. No puedo arreglarme demasiado porque sospecharia, pero si que me doy un poco de brillo en los labios y me pongo un vestido veraniego que me queda a la perfeccion. ?Que querra George? ?Acaso pedirme que volvamos a estar juntos? Verle sentado en el sofa con Sarah entre los brazos me encoje el corazon como siempre. Me acerco con paso relajado, y me siento a su lado con una sonrisa. El se inclina, me besa en la mejilla y se vuelve hacia la pequena. --Mi amor, ?por que no vas a ver si el tio Paul puede prepararte un super batido de chocolate? Mama y yo tenemos que hablar. Sarah asiente y sale a correr en direccion a la cocina, y el se queda ahi, mirando el vacio, lo que me parece un siglo. --?Vas a hablar de una vez o esperamos a que vuelva la nina? --bromeo. --Claire... Esto no es nada facil para mi. No quiero hacerte dano, y... --George, me estas asustando, asi que sueltalo de una maldita vez. --Voy a casarme. En este momento todo el aire escapa de mis pulmones, la sangre se congela en mis venas y mi maltrecho corazon se deshace en millones de pedazos. ?George, mi George, se va a casar? --Pues enhorabuena --es lo unico que atino a decir. --Se que es un golpe muy duro para ti, pero... --George --le interrumpo--, nuestro matrimonio murio hace cuatro anos, y lo he superado. Me alegro mucho por ti, en serio, y espero que seas muy feliz. --Querria pedirte un favor. --Lo que necesites. --Elaine quiere que Sarah pase con nosotros el mes anterior a la boda, para hacerla participe de todos los detalles. --Entiendo. --El dia de la boda volveria a casa contigo, por supuesto, pero estas pequenas vacaciones con la nina harian a mi novia muy feliz. --Esta bien --digo como un automata-- ?Cuando seria eso? --Me la llevaria hoy mismo. --Espera, ?te casas en un mes? --No sabia como decirtelo, Claire. Se que el divorcio te destrozo, y crei que aun no lo habias superado. Siento no haberte avisado con mas antelacion, pero de todas formas la nina esta en las vacaciones de veranos, asi que... --Voy a preparar la maleta de Sarah. --Muchisimas gracias, de verdad. Te prometo que te compensare. --Dudo mucho que puedas hacerlo. Sin mas, salgo de la habitacion con los ojos anegados en lagrimas. En apenas un mes George sera de otra mujer. Tendra hijos con ella, y la amara como me amo a mi una vez. Tengo que dejar de enganarme a mi misma... hace mucho tiempo que George dejo de ser mio. Me limpio las lagrimas con furia y comienzo a preparar la maleta de Sarah.

  • Un amor oscuro y peligroso. Almas mortales de Molly Night

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    La Tierra, ano 2438. El mundo ha cambiado y ahora los vampiros dominan a los hombres. El poder esta en manos del Rey, un monstruo despiadado, cruel y el vampiro mas anciano y poderoso de todos. Alto y de bellos ojos verdes, es incapaz de mostrar amor por nadie, pero se ha obsesionado con una humana y tiene claro que Evelyn Blackburn le pertenece, aunque ella este enamorada de otro. Separada de los suyos y atrapada en un mundo oscuro y frio, en el que su unico confidente es la mano de derecha del rey, un vampiro joven y apuesto que la entiende, Evelyn debera decidir quien ocupara su corazon y como conseguir su libertad.

  • Magia Elemental, Lucia Herrero de Lucia Herrero

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  • El intruso. Mi vida en clave de intriga de Frederick Forsyth

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  • Un punado de centeno de Agatha Christie

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    Rex Fortescue muere envenenado y todo indica que el asesino puso el veneno en el te que, como cada manana, le sirvio su secretaria. Peros los informes del forense lo desmienten y el asunto se complica cuando la investigacion saca a la luz los trapos sucios de la familia Fortescue. El inspector Neele, encargado del caso, contara en todo momento con la ayuda de la sagaz miss Marple.

  • Nada mas que perder (Medicos y amigos 1) de Angie Rossi

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    Daniel Lutz rechazo a Anna pensando en su bien, era mucho menor y eso de seducir jovencitas inocentes no era lo suyo, resultaba ser una situacion peligrosa porque lograba despertar en el sentimientos intensos.
    Muchos anos despues de conseguir que ella se mantuviese lejos e incluso odiandolo un poco, se entero que Anna lo necesitaba, estaba en peligro de muerte y debia salvarla. Cuando tuvo en sus manos la informacion, no daba credito a lo que veian sus ojos, su querida Anna…
    Su mejor amigo y su padre le dijeron que pensaban que sufria maltratos, pero no los escucho.
    Ahora que lo hacia parecia ser demasiado tarde

  • Fuera de juego – Chus Iglesias de Chus Iglesias

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    El desahogo de Alba despues de aquel partido, en el que habia insultado al arbitro a placer, no tenia comparacion con la verguenza que empezaba a sentir y mas cuando descubrio que David seria el nuevo tecnico de prevencion de riesgos y abogado de la asesoria en la que ella trabaja en Santiago de Compostela. Lo que esta claro es que el no ha llegado en son de paz precisamente, cuando ha comprobado que era la misma ninata del campo de futbol.
    Este hombre es un ligon empedernido que no esta dispuesto a atarse a nadie, aunque las cosas siempre pueden cambiar si te encuentras con alguien mas terco que tu, dispuesto a fastidiar lo que sea necesario.
    Despues de numerosas discusiones por temas de trabajo, que han llevado a su jefe a preocuparse por su relacion, este los enviara a Suiza en un viaje de negocios, alli quizas el le cuente ese secreto que tanto lo atormenta y por lo que muchos de sus amigos le han dado la espalda, y hace que por veces tenga ese humor de perros. Tambien podras descubrir lo bonito que es este pais y su sabrosa gastronomia, asi como la vida de los numerosos emigrantes que alli viven. Si te intriga su historia tambien descubriras con ellos esos amaneceres que tanto le gustan a David y por que ha aprendido a valorar tanto esas pequenas cosas que nos da la vida.
    Y ese local que es frecuentado por Yago el fiscal y Valeria la policia. Todos hablan de el y nadie sabe quienes son los duenos, otra grata sorpresa.
    En este libro descubriras los amorios de los protagonistas y sus amigos, un caso de acoso escolar y otro de violencia de genero por parte de la companera de trabajo de Alba, asi como bonitos amaneceres que dan nombre a esta saga.

  • Di que no me quieres. Trilogia completa de Janis Sandgrouse

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    Trilogia completa de mi novela Di que no me quieres, donde podras disfrutar de dos capitulos extra sobre esta gran familia.
    Sinopsis:
    Una mansion, fiestas privadas, dinero, lujo, poder, mascaras que esconden quien eres…
    ?Puede una persona encontrar ahi el amor?

  • El 20 de Juan Carlos Feliu Velazquez

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    La joven desaparecida de 20 anos no volvio a su casa la madrugada del 24 de diciembre. Su madre Fuensanta Padilla, denuncio la desaparicion en la comandancia de la guardia civil situada en la calle Jose Maria Samper. El dia de Navidad la Guardia Civil organizo una partida de busqueda a primera hora de la manana, numerosos vecinos se ofrecieron como voluntarios, y, el bar donde trabaja la madre de la desaparecida, se comprometio a servir viveres a los voluntarios a lo largo del dia. El vehiculo de la joven, un Volkswagen Golf, aparecio en la ladera de la montana, muy cerca de la senda utilizada por los senderistas para acceder a la cima del Forat de la Pena. A las autoridades, y a los vecinos de la zona, les extrano encontrar el coche en aquella zona tan escarpada y peligrosa, pues desconocian la manera en la que la joven habia conseguido subir el coche hasta alli. Los vecinos se situaron en paralelo formando una linea con una separacion de cinco metros entre persona y persona, y comenzaron la batida montana arriba. El Forat de la pena es una montana intransitable para vehiculos, a excepcion de bicicletas de montana, y motocicletas de Cross que, con el buen tiempo, acostumbran a subir por los caminos abiertos por los senderistas de la zona, pero nunca en esas fechas y, sobretodo, nunca, despues de una nevada tan copiosa como la acontecida la vispera de Navidad en Xixona. El teniente de la Guardia Civil, Gaspar Gonzalez Armero, al mando de la busqueda, aconsejo a los voluntarios meticulosidad, no queria precipitaciones durante la batida, por eso advirtio a los vecinos que, a pesar de los nervios y la ansiedad por lo acontecido en un pueblo con poco mas de cinco mil habitantes, tenian que tomarselo con calma. El teniente Gaspar Gonzalez informo a Raul Perez, un excampeon de Espana que habia subido al Forat de la Pena como solia hacer habitualmente a lanzarse en parapente, para que, desde el cielo, con una perspectiva mejor del risco, buscara a la joven desaparecida, ayudado por la unidad del aire de la Guardia Civil, un helicoptero experimentado que tambien sobrevolaba la zona. Los vecinos comenzaron la batida, pero, al poco tiempo de comenzar el ascenso, notaron un nerviosismo mayor entre las autoridades, y el helicoptero que les sobrevolaba descendio sobre la cima de la Pena. El teniente, tras hablar por radio, anuncio a los voluntarios que se suspendia la busqueda, y disolvio la partida; el cuerpo de la joven habia sido hallado por Raul Perez, quien habia descendido en un claro donde habia visto un bulto extrano. Tras tomar tierra habia confirmado que, aquel bulto, era el cuerpo de la joven desaparecida. La Guardia Civil, para esclarecer las causas de su muerte, abrio una investigacion. El cadaver de la joven habia sido hallado en la sierra completamente desnuda, tumbada en algun tipo de posicion ritual, pero no se descartaba el uso de algun tipo de sustancia o droga que hubiera confundido a la joven hasta acabar muerta en tan extranas circunstancias. Este dato explicaria las razones por las que la joven se despojo de sus ropas y subio hasta la escarpada cima donde fue hallado su cuerpo tumbado en la nieve con los brazos abiertos en cruz. Tras el resultado de la autopsia de la joven de Xixona, se descubrio que, la principal causa de la muerte habia sido la hipotermia, pero la Guardia Civil seguia investigando por su posible vinculacion con grupos religiosos sectarios. Aitana Mira Padilla se despojo de la blusa azul de seda, la Guardia Civil hallo la prenda junto al sujetador, calcetines y bragas, desperdigadas por la ruta de acceso que presumiblemente habia seguido la joven a altas horas de la madrugada. Las temperaturas, aquella Nochebuena, eran mas bajas de lo habitual en la zona, pues, aquella noche, vispera de Navidad, habia nevado como nunca se habia visto en aquel lugar rodeado de montanas. La noche de su desaparicion la joven acudio a la discoteca mas popular de Xixona, situada en las afueras del pueblo, a un par de minutos del cuartel de la Guardia Civil situado en el barrio del Traves. La discoteca rural conocida como El 20, es una discoteca habilitada en una casa rural de la zona, rodeada de pinos y penas que hacen del entorno un lugar idoneo para la diversion por su aislamiento a tan pocos pasos del pueblo. La discoteca, con zona exterior, barbacoa y piscina, tambien esta compuesta por 20 habitaciones para desahogar la tension sexual de la fiesta, que son alquiladas por horas, de ahi le viene su nombre. Aquella noche la joven fue vista en la pista de baile y, posteriormente, salio de una de las habitaciones acompanada de un joven muy popular en el pueblo apodado: ‘El Conill’, un joven mujeriego conocido por sus numerosos escarceos amorosos con todo tipo de mujeres del pueblo. Despues, numerosos testigos la vieron discutir con su novio antes de abandonar sola la discoteca en su propio coche, y esa fue la ultima vez que la vieron con vida. Su cadaver no presentaba signos de violencia. Sus pies, en carne viva, mostraban claros sintomas de haber andado y escalado el risco situado a mas de mil metros de altura, asi como los aranazos y contusiones que su cuerpo mostraba. El cuerpo de la joven fue hallado en la cima de la Pena, completamente desnuda, tumbada boca arriba y orientada hacia el sol con las piernas cerradas y los brazos extendidos en cruz. El novio de la joven, tras ser interrogado, declaro en el cuartel de la Guardia Civil que durante el ultimo mes Aitana se mostraba extrana y hablaba de cosas muy raras, y repetia continuamente su necesidad de subir a la montana para estar en paz y purificarse. Durante la investigacion, la Guardia Civil encontro en la habitacion que compartia con su novio, un panfleto rudimentario con varios fragmentos subrayados y anotaciones al margen, donde repetia una unica frase: Solo la montana puede salvarte. Hasta la fecha, el comportamiento de Aitana habia sido normal. Quienes la conocian, la recuerdan como una chica muy guapa, alegre, jovial, y a veces provocadora. No mostraba tendencias depresivas, pero consumia habitualmente hachis, y ocasionalmente cocaina. Sin embargo, segun las manifestaciones de su novio, en las ultimas semanas habia cambiado, y hablaba repetidamente de una companera de clase con la que compartia estudios en una academia de Alicante, y con la que hablaba de todas estas cuestiones sobre su obsesion por liberar su alma atormentada. El novio, los familiares, y las mejores amigas de Aitana testificaron ante las autoridades, que no conocian a esa chica, ni la habian visto nunca. Unas horas antes de desaparecer, la joven se despidio de su novio pidiendole que se fuera con ella al Forat de la Pena, porque habia llegado el momento de liberar su alma, y, ademas, le pidio que llevara tambien a su familia para purificar sus almas antes de que saliera el sol la manana del 25 de diciembre. Su novio, intento hacerla recapacitar, pero fue imposible. La joven no le escucho, y se nego a bajarse del coche. Algunos vecinos aseguraron haber visto a su ex novio desayunando alegremente la manana de su desaparicion, e incluso, un testigo poco fiable apodado Tuanet, aseguro haber visto la furgoneta blanca de su ex bajando la montana aquella noche. El cadaver de la joven fue localizado sobre las dos de la tarde del lunes 25 de diciembre, por Raul Perez, un parapentista profesional y, segun su testimonio, se encontraba a pocos metros de la cima, a unos 1.000 metros de altitud, tumbada desnuda sobre la nieve, en una posicion que aparentaba relajacion, sin mostrar signos de violencia, como si estuviera durmiendo, alego el deportista. La joven mostraba aranazos en las piernas, indico el parapentista, quien aseguro que le parecia increible que la joven hubiese subido hasta alli sin ropa con la nevada que estaba cayendo. El parapentista relato que, cuando vio el cadaver desde el aire, decidio aterrizar en la zona para confirmar que se trataba de la joven, y que cuando lo confirmo, dio aviso a la Guardia Civil, que utilizo uno de sus helicopteros para subir a la cima y rescatar el cuerpo. Ademas de los cientos de vecinos, voluntarios, y efectivos de las Fuerzas de Seguridad que participaron en la busqueda, los padres de la desaparecida, tambien siguieron los rastreos y mantuvieron hasta el ultimo momento la esperanza de que su hija Aitana estuviera viva.

  • Como ser una bruja moderna de Gabriela Herstik

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    Infunde una gota de magia en tu vida diaria.

  • Confia en mi de Moruena Estringana

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    Hay lazos que, por mucho que se estiren, no se pueden romper.

  • Con los ojos cerrados de Alexandra Risley

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    Lady Esther Allington acaba de quedarse viuda. El legado que ha recibido de su enigmatico marido es una destileria de whiskey de incipiente exito, la famosa “John Dowyer”, fabricante de un licor que ha deleitado hasta a la mismisima mujer de Alejandro III de Rusia. Pese a ser una muchacha joven e inexperta, las circunstancias la obligan a tomar el mando de aquel negocio que despierta, por igual, ambiciones y envidias.
    Brighton Sheffield, el conde de Westbrooke, es un noble sin tierras ni riquezas, acostumbrado a vivir para el placer y ajeno a cualquier tipo de responsabilidad. Su vida da un giro imprevisto cuando su hermana, lady Balfour, le pide que se convierta en el apoderado de su pequeno hijo, que recien acaba de heredar el marquesado de Walton. Las responsabilidades incluyen, por peticion de la avariciosa Bridget, desangrar con impuestos a la prospera destileria John Dowyer, que opera en las tierras que ahora le pertenecen. Consciente de los problemas economicos de la familia y del potencial de la destileria, Westbrooke se propone ir mas alla: pretende usar sus encantos masculinos, celebres entre las damas mas lujuriosas y amorales de Londres, para doblegar a la hermosa viuda que ha quedado a cargo. Solo entonces podra casarse con ella y despojarla de todo.
    ?Conseguira Brighton sus objetivos o, por el contrario, sera el quien sucumba ante una mujer que dista mucho de ser la viuda llorona que el espera?
    Alexandra Risley nos sumerge en una historia de ambiciones, secretos, escandalos, lujuria. y amor a finales del siglo XIX, y que se forja alrededor de una destileria en la idilica campina inglesa.

  • Silverville de Victoria Alvarez

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    Dicen que a la hora de vengarse el mas debil puede ser el mas feroz. Y en Silverville, Colorado, una venganza esta a punto de fulminar todos sus suenos de plata. Cuando en 1872 Grace Mallory se instala en la antigua mansion de su familia politica, los rumores no tardan en circular por el pueblo. ?Una dama viviendo sola en un caseron deshabitado? ?Por que no la ha acompanado John, el heredero de la compania minera con el que contrajo matrimonio lejos de alli? ?Y que pretende ahora al mudarse a la zona? A sus veintidos anos, Ruby Lawrence ha experimentado de sobra la sensacion de ser subestimada por su condicion de mujer.

  • Tres mujeres y una historia de Lily Carmona

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    Alba encuentra una fotografia donde aparece, siendo aun adolescente, entre dos mujeres, Ruth y Laura, amigas de su padre. Se pregunta que habra sido de ellas mientras comienza una busqueda. Uniendo los hilos de cada uno de los personajes ira tejiendo la historia de las dos mujeres, que la llevara a reencontrarse consigo misma.

  • Seducir a Mister McNiall de Kate. L Morgan

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    Condado de Halifax, Nueva Escocia, 1908 !MALDITA SU SUERTE! Si el hubiera sido un hombre rico, si hubiera obedecido a su padre y se hubiera dedicado a la iglesia, si hubiera sido mas ambicioso e incluso temerario, ahora no tendria que enfrentarse a un destino aciago. Stephen solto un largo suspiro mientras sujetaba con mas fuerza las bridas de la montura. Habia quedado con los amigos en Truro; el mejor club para hombres en la zona de Quinpool. Tenia ganas de estar un tiempo con ellos porque llevaba una semana horrible. Mollie, su amante desde hacia dos anos, se habia marchado a visitar a sus padres a Port Hodd. El, se sentia muy avergonzado de no poder ofrecerle lo que ella necesitaba, pero la queria, y de momento a ella le parecia suficiente. Stephen vivia con Mollie en una casita muy cerca de Pleasant Park. Como iba a estar unos dias solo, habia decidido encontrarse con sus amigos de siempre. Stephen arreo su montura aunque cabalgar tan rapido podia ser peligroso, pero el club se encontraba en un lugar privilegiado, y donde se servia el mejor whisky. El verano no era muy bueno en Nueva Escocia, bueno, en realidad no era bueno en todo el ano, pero en ese tiempo Halifax estaba a tope de visitantes del norte buscando viveres para pasar los meses mas frios del ano, tambien enseres para sustituir aquellos que se rompian. Detuvo el caballo sin problemas, desmonto, y le paso las riendas al mozo de cuadra. El chico se quedo esperando la moneda, pero el no llevaba nada encima. --Llegas temprano --la voz era la de su amigo Darrell. Darrell Dexter era el hombre mas sarcastico de todos. Tenia veintiocho anos y estaba soltero. Era dueno de Shediac, la cuadra donde se criaban los mejores sementales de Nueva Escocia, ademas le gustaban las mujeres hermosas y los caprichos caros. Darrell habia tenido una infancia muy dura porque tartamudeaba de nino, lo que hizo que su padre lo ignorara. Crecio aislado en el campo, mientras su familia vivia en Shelburne. Cuando el padre se dio cuenta de que su hijo era un tipo del que podia sentirse orgulloso, resulto demasiado tarde; Darrell ya no sentia el menor interes por relacionarse con su padre. Por ese motivo se marcho de la casa familiar, y no volvio hasta que se supo huerfano. --Queria ser el primero en llegar --respondio el--, pero ya veo que no es asi. --Pues casi llegas el ultimo --respondio John. John Sparrow era conductor de carruajes, tenia veintiseis anos. Estaba soltero, y era un hombre con un agudo sentido del humor, pero todavia mas de cinismo. Desde muy joven tuvo que luchar para poder encontrar su lugar, y para lograrlo decidio unirse al ejercito. Alli habia aprendido todo sobre los sementales, y desarrollo una habilidad natural para conducir todo tipo de carruajes. Se licencio con honores del ejercito, y monto su propio negocio. --?No ha llegado Charles? --pregunto algo sorprendido porque el mencionado solia ser muy puntual. --Habra tenido que atender a algun cliente de ultima hora. Charles Tupper era el dueno de un pequeno restaurante en el centro, lo habia heredado de su abuelo, y llamaba al local Dufferin. Tenia veintinueve anos, estaba viudo, y era el mas impulsivo de los cuatro. Era un hombre al que le gustaba llevar la contraria casi en todo, quizas porque el lo consideraba una forma de demostrar su valia porque la muerte de su esposa lo habia dejado con un marcado trauma. Un sirviente de casaca roja y brillantes botones dorados dejo la botella y los vasos sobre la mesa. --Gracias Dummfier --le agradecio Stephen. --?Vais a tomarlo sin mi, desgraciados? Charles acababa de hacer su entrada en uno de los reservado en el club Truro. --Es solo el primer trago --respondio Darrell casi al mismo tiempo que se echaba un trago largo--, y esta bueno --enfatizo. Los cuatro amigos se saludaron y brindaron por el encuentro de cada semana. Era el incentivo que necesitaban para continuar adelante. --Ha sido un dia bastante duro --la voz de Charles habia sonado impaciente. --?Que pensais hacer manana? --la pregunta de Stephen logro que tres cabezas se giraran hacia el. --Manana es sabado --respondio Darrell--. Posiblemente tenga una venta, una que espero con impaciencia pues me reportara grandes beneficios. --?Vas a vender a Digby? --pregunto Stephen. Digby era el mejor semental de las cuadras Shediac, pero Darrell no contesto. --Yo tengo que llevar a un par de religiosos a Little Harbour --contesto John. --Yo abrire Dufferin como siempre --respondio Charles--. El restaurante esta comenzando a funcionar muy bien ahora que he cambiado de cocinero. --Pues yo tengo todo el fin de semana para mi solo --dijo Stephen. Charles, Darrell y John lo miraron con suma atencion--. Mollie se ha ido a Port Hodd. Quiere pasar un par de dias con sus padres --informo. --?Y no te has marchado con ella? --la pregunta de Charles parecia inocente, pero no lo era. --!Por San Jorge que ha vuelto a dejarte! --exclamo Darrell. Stephen lo miro con semblante serio. --?Que tiene de extrano que vaya a ver a su familia? --respondio serio. --Y el shyster no se entera --dijo John mirando a Charles y a Darrell a la vez. Como era abogado los amigos lo llamaban picapleitos. --Haz el favor de no hablar de mi como si no estuviera presente --se quejo Stephen--, que solo me dejo una vez. --!TRES VECES! --respondieron los amigos al unisono. --Las otras dos no cuentan porque fueron malos entendidos. --!Uf! --bufo Charles por toda respuesta. --Puedes venir manana a las cuadras, te dejare montar a Digby --le ofrecio el amigo--, e igual se te aclaran las ideas. Stephen hizo un gesto negativo con la cabeza. --Me gustaria pintar el salon pues buena falta le hace --contesto--, asi cuando regrese Mollie se llevara una sorpresa. La economia de Stephen era muy precaria pues hacia bastante tiempo que habia perdido su empleo, por ese motivo se ocupaba de todas las reparaciones de la casa donde vivia. Si sus padres no se hubieran arruinado, si no hubieran fallecido en un naufragio, el seguiria conservando la casa familiar y algo de la herencia de su abuelo, pero todo se perdio en la inversion de la naviera. --?Se puede ser mas estupido? --pregunto Darrell de forma retorica. --Que ya esta bien --se quejo Stephen--, que yo no tengo la culpa de que esteis mas solos que la una y que os moleste que yo tanga a mi florecilla. --Para una vez que esa arpia te da un respiro, no se te ocurre nada mejor que hacer --se burlo Charles mientras daba un sorbo a su copa. --En lugar de disfrutar --apunto Charles--, de seducir a toda dama que se ponga por delante. --Os recuerdo que yo no soy de esos libertinos y licenciosos, ?lo habeis olvidado? --pregunto envarado--, porque soy todo un caballero, no como vosotros, ademas, tengo a Mollie. --Parece que oigo a tu padre y no a ti --le dijo John. Los amigos no le iban a dar tregua. --Solo te falta la armadura y la espada --se burlo Darrell--, pero te recuerdo que esa mujer va a ser tu perdicion --insistio--. Y me fastidia que seas tan bueno, que se aproveche de ti, y por encima de todo que no te enteres. Stephen opto por beber un trago de whisky. No le gustaba el tono ni las palabras de ellos, pero los queria. Eran sus amigos, pues con ellos habia pasado infinidad de aventura, tambien algun que otro duelo. --Si yo tuviera lo que tu tienes entre las piernas --dijo de pronto Charles guinandole un ojo --, seria el rey de las damas. --?Y quien te dice que no lo soy? --pregunto Stephen con una media sonrisa. --!La poppy de Pleasant Park! --respondieron los tres con guasa. A Stephen no le hacia gracia el apodo que le habian puesto sus amigos a su amante. Como el la llamaba florecilla, ellos se burlaban. De acuerdo que no era la mujer mas brillante, pero era buena persona. A pesar de que Stephen llevaba ya varios meses caminando en la cuerda floja porque no conseguia trabajo en ningun bufete de la ciudad, ella no le reprochaba nada, y seguia pagando los gastos que ambos generaban sin una sola protesta. Sus amigos eran injustos en su trato hacia ella. --?Que tal la entrevista del otro dia en Lunenburg? --pregunto John. Stephen resoplo de una forma bastante elocuente. --Llegue tarde. Ya habian contratado a otro abogado. --Tambien es mala suerte, con la de experiencia que posees --le dijo Charles--, y lo atractivo que eres. Stephen habia trabajado desde que dejo la universidad como pasante para un juez en Halifax, pero el hombre se habia retirado y su sobrino termino ocupando su puesto, con lo que el se quedo de pronto sin trabajo y sin perspectivas de lograr uno. --Eres un buen abogado, seguro que consigues algo. Stephen empezaba a desesperarse. Incluso habia sopesado marcharse a Saint John. --Yo podria contratarte en Shediac, pero joder, eres un abogado muy brillante y no quiero verte de mozo de cuadra --le dijo Darrell. --!Que no te desesperes! --exclamo Charles. --Cuando compre el proximo faeton, podras ser su conductor --le dijo John algo turbado porque de los cuatro amigos, el era el que peor trabajo tenia--, hasta que te salga algo en condiciones.

  • Te odiare hasta que te quiera de Priscila Serrano

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    La fachada de mujer dura de Noelia deja al descubierto a alguien fragil cuando Marcos, el que fue su mejor amigo y quien desaparecio anos atras, sin explicaciones, vuelve a su vida. Lo que ella pensaba que solo era un recuerdo, regresa, convirtiendo lo que en su dia fue amistad en una enorme atraccion. Pero Marcos sigue sin contarle la verdad sobre su marcha.
    ?Que y por que lo oculta? ?Cual es su miedo? ?Que lo odie y la pierda de nuevo?
    El tendra las respuestas a todas estas preguntas cuando decida contarle la verdad.

  • Sobre cosas que se ven en el cielo de Carl Gustav Jung

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    Sobre cosas que se ven en el cielo, una de las ultimas obras de Jung, es un estudio del rumor visionario sobre los ovnis. <>.

  • Atlantida de David Wood

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    ?Cual es la verdadera historia detras del legendario continente perdido de la Atlantida y que poder ejercen los atlantes? Cuando la arqueologa Sofia Perez descubre los restos de una ciudad atlante, involuntariamente le da a Dominio el poder de rehacer el mundo segun su propio diseno. Desde las profundidades del Caribe hasta las calles de Paris, a las islas japonesas y mas alla. Unase a los ex marines de la armada que se convirtieron en cazadores de tesoros, Dane Maddock y “Bones” Bonebrake, en una carrera para detener a Dominio de desatar su mayor amenaza en la mas emocionante aventura, !Atlantida!

  • Cruzero de Oscar Nadal

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    Una aventura que conducira a Ashley Russell por el mar del caribe junto a su banda con la que actuara en el barco mas grande y lujoso del mundo. Una noche todo cambiara cuando el apocalipsis Zombie se desate en mitad del oceano. Una trepidante aventura Zombie al mas puro estilo George A. Romero

  • El camino que me lleva hacia ti de Francisca Herraiz

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    Iba de compras con su madre, necesitaba ropa de invierno nueva para comenzar las clases en septiembre. A diferencia de otros chicos, a el le gustaba ir de compras con su madre, le gustaba pasar tiempo con ella y le gustaba probarse cosas nuevas. La unica pega era que su madre siempre decidia por el, nunca podia elegir su propia ropa y ella siempre compraba la misma ropa aburrida, de cuellos altos, tonos grises o marrones y pantalones azul oscuro. A el le gustaba el color, sobre todo el violeta, o el rosa, pero sabia que no eran colores apropiados para un chico, asi que no decia nada. Pero, aun asi, disfrutaba yendo de tiendas. Por aquel entonces tenia unos once anos y su vida no era complicada, solo debia obedecer a sus padres, estudiar y jugar, no tenia preocupaciones. Su madre se detuvo un momento en la iglesia, a ella le gustaba entrar y encender alguna vela por sus padres, que habian fallecido hacia poco. El les echaba de menos, fueron unos buenos abuelos. No tenia muchos recuerdos de ellos, pero los que tenia eran felices. Recordaba ir los domingos a comer a su pequeno piso de alquiler, donde se reunia toda la familia. Recordaba como su abuela siempre le daba una propina antes de irse y que siempre tenia chocolate en la nevera para sus nietos. A su abuelo le gustaba pasear y siempre le llevaba con el para que jugara en el parque. Al volver le compraba alguna golosina. Su madre se enfadaba, pero sus abuelos siempre le decian: <>. Y asunto zanjado. A el le gustaba recordarles, pero no entendia por que debia hacerlo en una iglesia, podia hacerlo en cualquier momento. A el no le gustaban las iglesias, eran frias y aburridas, aun asi, tenia que asistir cada domingo a misa. Estaba obligado a ir, pero no a entrar para poner velas a sus abuelos, asi que la espero fuera. Mientras esperaba se acerco a la libreria jugueteria que habia justo en frente de la iglesia. Le gustaba pararse a mirar el escaparate, siempre tenia un monton de munecas expuestas. Habia una en especial que le gustaba mucho, era preciosa. Sus cabellos eran largos y rubios, tenia una diadema rosa con una flor en el lateral, un vestido largo, de falta ancha, tambien de color rosa y unos delicados zapatos de tacon. Era muy bonita. Le encantaria poder tener una, pero no se lo podia decir a su madre, ella no lo veria bien. Sus padres siempre le compraban camiones, o coches para navidad y en su cumpleanos, soldados o libros de aventuras. Al menos los libros estaban bien, el resto lo guardaba en el armario, le aburria jugar siempre con coches y soldados. Su madre salio con una sonrisa, le encantaba la iglesia, decia que siempre se sentia mejor despues de asistir a misa o simplemente entrar y mirar la cruz. Segun ella era un lugar sagrado, donde sentia cerca a Dios. El no podia entenderlo, solo veia un bonito edificio con unas campanas escandalosas. Su madre se puso a su lado y continuaron el camino. No tenia hermanos, pero si una prima con la que se llevaba muy bien. Solian venir a visitarlos cada semana, comer juntos los domingos y, mientras los mayores tomaban cafe, fumaban y jugaban a las cartas, ellos dos se iban a jugar al cuarto. Le encantaban los domingos, cuando terminaba la misa de la manana. Despues eran divertido y pasar tiempo con su prima era de lo mejor, porque sentia que ella le entendia. En casa era como si fuera invisible, nadie le escuchaba y solo podia hablar de deberes y de tareas en casa. Con su prima era diferente, nunca le juzgaba, hablaban de cualquier cosa, se reian, lo pasaban bien juntos. Y le encantaba cuando hablaba de cosas de chicas, vestidos, amigas, chicos guapos, era entretenido. Aquel dia, Andrea, su prima, trajo sus munecas Barbie. Cuando el las vio le parecieron una preciosidad. Cogio una y la miro como si fuera el primer juguete que le hubiesen regalado nunca. Por fin tenia una en las manos, era tan delicada, tan bonita y ese vestido... --?A que son bonitas? --le dijo su prima. El asintio. --Vamos a jugar, venga, tu puedes ser esa misma que tienes en la mano, eres la amiga de esta que tengo yo, se llama Julia y la tuya es Sonia. Han quedado para ir a comprar ropa y alli se encontraran con Kevin, que es este chico tan guapo de aqui que, en realidad, es un principe. Su prima continuo hablando, Felipe asentia y se sentia de lo mas feliz. Ir de compras, encontrarse a un apuesto joven, todo le parecia ideal. Entonces su prima se detuvo y le miro. --Ahora que lo pienso, tu deberias ser el principe, sera lo mas normal, ?no crees? Le acerco al muneco. --No, me gusta Sonia, quiero ser Sonia. Andrea se encogio de hombros y continuo. --Esta bien, es normal, porque esa muneca es la mas bonita que tengo. El sonrio, le encantaba poder ser tan natural con ella y que no le mirara raro o se cuestionara nada. Los padres de Andrea la llamaron para volver a casa. --Oh, que fastidio --dijo ella-- ?te parece si continuamos la historia el domingo que viene? El asintio mientras le decia: --?Me dejas tu muneca esta semana? El domingo te la devuelvo, yo no tengo juguetes asi. --Claro, quedatela, igual le digo a mi madre que me compre otra, te puedes quedar a Sonia. Ademas, eres un chico, no creo que tus padres te compren una muneca. --No, ni pensarlo. --Bueno, nos vemos el domingo. Cuida bien a Sonia. Se dieron un abrazo y Andrea salio del cuarto. De forma instintiva, Felipe guardo la muneca bajo la almohada, no queria que la vieran sus padres. Salio a despedirse y despues volvio a su cuarto. Corrio hacia la cama y cogio la muneca, le acaricio el pelo y sonrio. Le gustaria poder tener otra para jugar con ellas, se quedo pensativo. No habia otra, sacaria los soldados y jugaria con ellos, podian rescatar a Sonia que, como diria su prima, era, en realidad, una princesa. Cogio los munecos y se sento en el suelo. Nunca le habia apetecido tanto jugar. Se invento una preciosa historia donde un soldado debia rescatar a la princesa, que se habia escapado de palacio porque no era feliz. Buscaba su amor verdadero, su padre, el rey, queria que se casara con alguien que ella no amaba... --?Se puede saber que haces? Felipe miro hacia la puerta, estaba tan concentrado en el juego que no le escucho entrar. ?Cuanto tiempo llevaria en la puerta? ?Le habria escuchado poner voz de chica? Su corazon latio deprisa y se quedo sin habla, no sabia que decir. Sintio que sus mejillas se ruborizaban, avergonzado. Se sintio culpable, ?de que? No estaba seguro, solo estaba jugando, pasandolo bien, sin molestar a nadie. Su padre se acerco a el y le quito la muneca de las manos. Se le veia enfadado. Al poco aparecio su madre. --?Que son esos gritos? --pregunto desde la puerta. Felipe seguia sentado en el suelo, sin moverse por miedo a la reaccion de su padre. --?Que hacias con esta muneca? --pregunto su padre con seriedad, zarandeando la muneca delante de el. --Es de Andrea, se la ha dejado. --?Y por eso tienes que jugar con ella? --Se giro para mirar a su madre--. Te dije que no era bueno que jugara tanto con Andrea, es una mala influencia, necesita jugar con otros chicos. Manana mismo te apunto al equipo de futbol del colegio. --Miro a su hijo, mostrandole la muneca--. ?Y esto? Si te vuelvo a ver con una muneca, de la paliza que te doy no te levantas en una semana, ?me oyes? --grito. --Solo estaba jugando. --Intento defenderle su madre. --?Con una muneca? Sabes tan bien como yo que eso no conduce a nada bueno, cuanto antes le queden las cosas claras, mejor. --Le volvio a mirar--. Eres un chico y juegas con juguetes de chicos, esto es una mariconada y no quiero volver a verte con una de estas, ?queda claro? Felipe asintio. Su padre salio del cuarto, entregandole la muneca a su madre. Ella le miro entristecida. --No te preocupes, ya sabes como es, guardare la muneca y se la devolvere a Andrea el domingo. Tu sigue jugando con tus soldados, eso estara bien, ?si? El asintio, seguia sin saber que decir. --Tranquilo, veras como jugar al futbol te gusta. Te llamo cuando este la cena. La vio cerrar la puerta con cuidado y llevarse la muneca con ella. Felipe siguio en el suelo, miro los aburridos soldados, la historia ya no tenia sentido. ?Jugar al futbol? Era un deporte absurdo, lo odiaba. Su padre siempre veia los partidos y el no entendia como podia gustarle. Ver a un monton de hombres corriendo detras de un balon. ?Y eso era muy masculino? No entendia a su padre, no se parecian en nada y tampoco queria parecerse. Era un hombre frio, hurano, siempre de mal humor, se enfadaba por cualquier cosa, nunca hacia reir a su madre y siempre la veia triste, sola. Y el ni se daba cuenta ni le importaba. Despues del trabajo solia irse a tomar alguna cerveza con sus companeros. Los sabados se iba al bar a jugar al domino y a seguir bebiendo. A veces venia algo borracho, lo que acentuaba su mal humor. Nunca le veia ir a pasear con su madre, nunca le traia ningun detalle, solia olvidarse de los cumpleanos y, sobre todo, del aniversario. Y su madre callaba, consentia y se refugiaba en la Biblia, que siempre llevaba encima. A veces la escuchaba llorar, pero ella siempre se escondia o fingia si Felipe la descubria diciendole que recordaba a sus padres. Felipe sabia que no era feliz en su matrimonio, pero el solo era un crio y ella no queria preocuparle. Si, era un crio, pero se enteraba de las cosas y sabia cuando su madre estaba triste o decepcionada, o enfadada, o se daba cuenta que sus padres no eran como los padres de Andrea. Sus tios se cogian de la mano, se besaban alguna vez, reian y parecian llevarse bien. Nunca vio a sus padres mirandose como lo hacian sus tios. Nunca los veia cogerse de la mano o besarse en la mejilla. Su madre se pasaba los dias en casa, sola, limpiando, cocinando y cuidando de ellos. Segun ella era lo que debia hacer una buena esposa y madre, cuidar de los suyos. Pero ella tambien era algo mas, era una mujer y deberia dedicarse tiempo a si misma. Por eso a Felipe le gustaba tanto pasar tiempo con ella los dias de compra, al menos la veia mas alegre. Ella se merecia algo mas, pero nunca le escucharia, era su hijo y era un nino, no tenia ninguna autoridad, solo debia obedecer y callar. Cogio los soldados y volvio a guardarlos en el armario. Ya no tenia ganas de jugar. Se tumbo en la cama y se puso a leer, al menos en los libros podia ser quien quisiera, sin miedo.

  • En busqueda del asesino de Melina Sten

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    Nueva novela de romance, intriga, suspenso y misterio, donde los protagonistas deben seguir las pistas para encontrar al asesino.
    Todo comienza en la libreria que Eloise hereda y de la que se hace cargo luego de la muerte de su madre. Ella en realidad es una chef y su sueno esta lejos de la literatura, mas bien tiene relacion con abrir su propio restoran. Sin embargo, ocurre un asesinato dentro de la libreria y ella se ve inmersa en este huracan de enredos del que salen nuevas y enigmaticas huellas pero tambien salen a relucir sucesos e incluso articulos de gran valor que su madre ha dejado escondidos y que hacen que esta trama te deje una atractiva sensacion de no querer parar de leer...
    Y claro, el sheriff, que fue un antiguo amor que le rompio el corazon, es quien la ayuda... pero no es el unico y si todo esta complejo, esta historia te ensenara que siempre se puede complicar un poco mas cuando el deseo y el amor se ponen en juego.
    Presta atencion a las pistas que se desarrollan en los capitulos y juntos descubramos al asesino y veamos si esta hermosa historia de amor tiene su final feliz....

  • Mater familias de Lindsey Davis

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    Celebrar una subasta en julio es un craso error. ?Quien queda en Roma entonces? Los que pueden escapar han huido ya a sus retiros campestres en regiones mas frescas de Italia. Los demas yacen en su lecho de muerte o se han quedado aqui para esquivar a sus parientes. Es inutil intentarlo. A todo el mundo se le pega la tunica al cuerpo; el sudor resbala por los cuellos grasientos. A los mozos de cuerda se les caen las cosas y se marchan resoplando con fastidio. Los vendedores vacilan y los compradores no cumplen. Los rotulos se pierden. Los pagos, idem. Los perros pululan y ahuyentan a los compradores. Mas tarde, alguien senala que no se llego a colgar ningun anuncio de la subasta en el Foro. Los subastadores de la competencia no se molestan en regodearse por tus pobres ingresos: hace demasiado calor. Mi padre posee una casa de subastas y en plena canicula se refugia en su villa junto al mar. Sus empleados mantienen el negocio familiar renqueando. Siempre es una epoca tranquila. No cambio nada en el ano de los consules Tito Aurelio Fulvo y Marco Asinio Atratino, salvo que antes de una venta en julio, nuestros empleados hallaron un cadaver. * * * Me encontraba en Roma. Habia estado en la costa, obligada por mi madre, <>, decia ella, durante una enfermedad que estuvo a punto de matarme. Ella me llevo a la finca familiar, al sur de Ostia. Despues de tres semanas de agobiantes cuidados, estaba impaciente por regresar. Un amigo me habia encontrado medio muerta en mi vivienda de Roma y amablemente me habia salvado la vida, de modo que queria agradecerselo, y me parecio que ya me hallaba lo bastante recuperada para la vida urbana. A lo mejor estas pensando que ese amigo y yo eramos amantes. Pues te equivocas. Habia un dia de viaje hasta Roma por la Via Ostiense. Lo hice en un carro destartalado y fue agotador. Entre en mi silenciosa y sofocante vivienda del Aventino sintiendome demasiado debil. Guarde cama dos dias, alimentandome de una cesta de exquisiteces enviada por mi madre. Sola y triste, comia con deleite recostada en los cojines, convaleciente. No tenia apetito, pero en otro tiempo habia vivido en la calle pasando hambre. Detestaba desaprovechar comida. En poco tiempo habia lamido hasta el ultimo plato de ensalada de aspic. Tendria que valerme por mi misma, o volver con mis padres arrastrandome ignominiosamente. Ni hablar. Aun asi, los quiero. Me adoptaron cuando era una adolescente desesperada e infestada de piojos, una adolescente dificil a la que trataron con lealtad y afecto, cuando otros no quisieron saber nada de mi. Habian convertido un alma perdida de la lejana Britania en una hija romana bastante normalita. Ahora era una viuda independiente de veintinueve anos, pero aun asi habia tenido que lloriquear y protestar para que me dejaran regresar a Roma, montando una pataleta igual que mis hermanas pequenas cuando querian sandalias nuevas. <>, habian exclamado mis padres burlonamente. Asi que ahora tenia que atenerme a mi afirmacion de que ya estaba bien. Consegui ponerme una tunica con esfuerzo. Baje lentamente por un tramo de escalera exterior hasta una galeria. Esta estructura medio podrida, que llaman escalera de incendios, era inaccesible para la mayoria de inquilinos. Discurria alrededor del vacio patio interior, una vieja lavanderia ahora abandonada. Vivia en el edificio del Aguila, en la plaza de la Fuente: una de las numerosas casas de viviendas oscuras, desvencijadas y apestosas donde los romanos pobres y miserables, la mayoria, soportamos lo que pasa por ser vida. El edificio estaba dividido en un monton de viviendas deficientes y era proclive a despedir olores nauseabundos. Lamento decir que pertenecia a mi padre, lo que no anadia lustre a su reputacion, que ya era bastante mala por su trabajo de investigador privado. A la gente le asombraba que tuviera suficiente dinero para poseer un edificio, pero parecian entenderlo cuando se enteraban de que tambien era subastador, profesion que se relaciona con la riqueza. Yo tambien era investigadora. La opinion publica era aun mas dura conmigo, porque una mujer respetable debe quedarse en su casa todo el dia. Deberia estar tejiendo en mi telar en un refinado atrio, o pegando a mi joven esclava o fornicando con un porteador de literas en lugar de mi marido. Que tonteria. <> era una palabra obscena para mi madre, mis hermanas y yo. Tampoco poseia ninguna joven esclava, y hacia diez anos que mi marido habia muerto. Yo trabajaba, aunque no lo pareciera en ese momento. * * * Descendi por la empinada escalera, deteniendome cada poco. Siempre era conveniente andarse con cuidado en aquel edificio por si una parte se derrumbaba. ?Quien quiere una espalda rota y el pelo estropeado? Me estaba probando a mi misma. Si me sentia debil, tenia una habitacion junto a la galeria del primer piso, donde podia tumbarme en un viejo divan para recobrar fuerzas. Tambien podia gritar hasta quedarme ronca, lo que quizas haria aparecer a Rodan, el portero del edificio. Si le daba instrucciones claras y algo de calderilla, iria en busca de ayuda. No fue necesario. Logre llegar a la galeria. Me sentia mejor de lo que esperaba. La gelatinosa ensalada de aspic tiene muchas bondades. Por muy molesta que estuviera Helena Justina por mi marcha, sabia como dejarme claro que seguia necesitando una madre. Yo era la mas alocada de sus cuatro testarudos hijos, pero no iba a permitir que me esfumara. Me apoye en lo que pasaba por barandilla, descargando el peso con cautela. Un liquen especialmente desagradable indicaba las zonas podridas. Si se tocaba, la mano se manchaba de un limo gris verduzco. Su textura era aun peor que los excrementos de paloma, de los que tambien habia en abundancia. Por una vez, Rodan estaba a la vista. Era un antiguo gladiador, pero sus cicatrices se debian a cobrar alquileres entre pobres violentos mas que a sus luchas en la arena. El viejo, una bola de grasa, estaba en el porche discutiendo, su reaccion habitual a cualquier peticion. Su interlocutor era un recadero al que reconoci de la casa de subastas de mi padre. Los observe. Los mensajeros en Roma estan acostumbrados a las discusiones, pero Ciro, permanecia en silencio, dejando que la inutil agresividad de Rodan le resbalara. Si Ciro habia venido de la Saepta Julia, donde estaba la oficina, la caminata habia sido larga y coronada por una empinada ascension al Aventino. Se estaba tomando un respiro por si tenia que dar media vuelta y regresar sin cumplir con su mision. La pulcritud del mensajero contrastaba con la fea cabeza afeitada de Rodan y las manchas de sudor de su andrajosa tunica. Ciro tenia cuarenta y tantos anos, el pelo corto, calzaba sandalias con cordones y vestia una tunica blanca, floja por el calor pero no sucia. Era delgado, pero no por pasar hambre. Mi padre aun recordaba lo que significaba la pobreza, asi que era un patron justo. Tampoco machacaba a sus empleados con palizas asiduas, al contrario que muchos otros en nuestra ciudad supuestamente civilizada. Rodan tambien era un empleado de mi padre, pero era un caso perdido. Llame a Ciro. Al verme, Rodan se metio en su apestoso cubiculo. Ciro cruzo el patio y alzo la mirada hacia el primer piso, donde estaba yo. Mareada aun, intentaba no tambalearme. --!Flavia Albia! Nos habian dicho que estabas en casa. --Parecia aliviado de haberme encontrado--. ?Sabes si tu padre vendra pronto a la ciudad? --Lo siento, Ciro, estamos en julio. Falco sale en un bote cada dia, con una mano pegada a una cana de pescar y la otra a una calabaza llena de vino. --?Pican los peces? --No; simplemente esta alli con un absurdo sombrero, sumido en ensonaciones. Pero de vez en cuando desembarca con una estatua muy hermosa que asegura haber encontrado flotando en la corriente... Esta emulando a su propio padre. --A menudo mi abuelo volvia a casa remando despues de pasar el dia en el agua, con un pequeno esquife a remolque lleno de esplendidas obras de arte griegas <>. Que estupenda forma de evitar los aranceles de importacion para un subastador. Con los ojos muy abiertos y absoluta desfachatez, Gemino podia hacer que la historia sonara casi creible. El personal de la casa de subastas sabia que mi padre me otorgaba la autoridad para actuar en su nombre, de modo que le ofreci mi colaboracion. --Ciro, tendras que conformarte conmigo. ?En que puedo ayudarte? El se encogio de hombros. --Oh, nada que no podamos solucionar nosotros, pero el capataz de los mozos ha pensado que debiamos decirselo al patron. Resulta que estan preparando la venta de los Calixto. Uno de los muchachos levanto la tapa de un cofre grande..., y se encontro con un cadaver acurrucado en su interior. Eso me revivio. Le dije que llamara a una silla de manos y que lo acompanaria. II La mejor manera de soportar un trayecto en silla de manos es cerrar los ojos, aferrarse a una parte que no este demasiado astillada y meditar sobre el significado de la vida. Por lo general evito la filosofia, pero necesitaba apartar mis pensamientos de los porteadores que me llevaban dando tumbos. Corrian cuesta abajo por el escarpado Aventino, que tiene malas calzadas y la pendiente de una hipotenusa, haciendome temer lo peor. ?Que es esto? ?Una mujer que habla de hipotenusas? Bueno, cuando Falco y Helena me adoptaron, me dieron una educacion de lo mas generosa, que yo absorbi como si fuera un nuevo manjar. La devore hasta que supe mas que la mayoria de mujeres y tambien muchos hombres. Consulto textos como si tal cosa y escribo mis propias notas; cuando quiero alardear, las escribo en griego. A veces incluso con los acentos correspondientes. Otra cuestion es que Apolonio, el camarero jefe del Astrologo, nuestra pesima fonda local, habia ensenado geometria. Desde que le habian obligado a abandonar la ensenanza anos atras, habia servido grandes cantidades de adulterado vino de Falerno en la taberna de mi tia, esperando a que mejoraran las circunstancias para poder abrir una nueva escuela a pie de calle. Bajo el reinado del actual emperador, Domiciano, eso no iba a ocurrir. La gente no malgasta dinero en educacion para sus hijos cuando un tirano puede hacerlos ejecutar en cuanto se hagan mayores. Intenta disertar sobre Euclides con el carcelero en una celda para condenados a muerte: el muy estupido te azotara hasta que apenas puedas ir tambaleandote hasta los leones. De modo que, gracias a mis padres y a un camarero, llegue colina abajo y hasta el Campo de Marte meditando sobre triangulos. Por lo demas, rogue que no aparecieran perros callejeros y los porteadores me dejaran caer. O echaran a correr. Eso seria peor. Como sea, me transportaron sana y salva hasta la Saepta Julia, una elegante casa de cambio de dos plantas con galerias, en la que mi padre, como su padre antes que el, tenian alquilado un almacen para sus antiguedades mas valiosas. Arriba tambien tenian una oficina donde amontonaban toda la basura que no podian vender, un lote de cosas horrorosas a las que estupidamente les habian tomado carino. Era uno de esos edificios grandiosos tan propios de Roma. Nuevo aun, combinaba su coste desorbitado con la belleza y la funcionalidad, si es que alguien recordaba su funcion original. Habia sido un centro de votacion, pero los emperadores no podian arriesgarse a aceptar la democracia, asi que ya no se celebraban autenticas elecciones. En lugar de votar, ahora los hombres acudian alli para dejarse ver, y tambien a comprar joyas para sus amantes a fin de que estas se pavonearan. Aunque ya no era necesaria para fines politicos, Domiciano habia costeado una lujosa reconstruccion de la Saepta despues de que un gran incendio arrasara la zona durante el reinado de su hermano Tito. Tito apenas habia durado un par de anos. Algunos creian que era cosa de Domiciano. En mi familia no deciamos nada porque insultar a Domiciano equivalia a un suicidio. El decia que era un dios, asi que todos nos habiamos vuelto profundamente religiosos. Con suerte, los autenticos dioses o algun humano furioso se encargarian del monstruo que nos gobernaba. Los adivinos charlatanes que profetizaban cuando moriria Domiciano proliferaban tanto como los vendedores de ajos. En ocasiones, el adivino era lo bastante bueno como para verlas venir, y se las piraba. Pero en general Domiciano acababa enviandolos a la muerte... junto con muchas otras personas, un par de las cuales probablemente habian conspirado para asesinarlo. Alguien acabaria por realizar la hazana. En el aire se olia a complot. * * * Ciro me condujo a la oficina, donde me deje caer en un trono de piedra que llevaba tantos anos en la casa de subastas que nadie queria venderlo, ni siquiera cuando algun idiota con infulas monarquicas ofrecia dinero en efectivo y su propio transporte. El trono era uno de los muchos articulos que habia rescatado del fuego mi primo Gayo, quien, al iniciarse el incendio, primero habia sacado todas las existencias y solo despues habia regresado a la Saepta para salvar vidas. Habia perdido la suya al derrumbarse el amplio tejado de madera de cedro. Yo apreciaba a Gayo. Despues de su heroico deceso, lo cierto era que ya no me gustaba ir alli. Ese dia mi intranquilidad duro poco. En cuanto me sente, el capataz de los mozos, Gornia, me informo de que el cadaver estaba, en realidad, en el portico de Pompeyo. Alli era donde se iba a celebrar la subasta de Calixto. Yo habia pasado por delante de camino a la Saepta. Los romanos se distinguen tambien por hacerte perder el tiempo. No es mi estilo. Yo soy agil y organizada. Ahorro energia. Por los dioses, sobre todo cuando aun estoy recuperandome de una virulenta disenteria. Sin embargo, se que no debo mostrarme impaciente, porque con esta gente irritante solo se consigue empeorar las cosas. Mi silla de manos se habia ido, asi que les pedi que me consiguieran otra. El portico quedaba a la vuelta de la esquina, caminando un corto trecho, motivo por el que la familia Didio lo preferia para las subastas, pero yo me sentia molida. Los empleados sabian que habia estado muy enferma, hecho que habia provocado una tormenta familiar. Asi pues, Gornia, que esos dias tenia tambien el aspecto apergaminado de un espectro del inframundo, dijo que llamaria a nuestro carretero Felix y su mula Coces; ellos me llevarian al monumento de Pompeyo en su carreta de reparto. Acepte. A Felix nunca le habia caido bien, pero era un buen carretero. Y Coces era un primor. En Roma, la mayor parte del transporte rodado esta prohibido durante el dia. Felix llevaba siempre un tablon y unos cubos sucios en la carreta para parecer un albanil, pues estos tienen permiso. * * * Felix sabia que yo tenia prisa, asi que callejeo tranquilamente como un guia turistico. En lugar de doblar la esquina y recorrer el corto trecho, dio un amplio rodeo por el Panteon y las Termas de Agripa. El gentio que suele pulular por alli nos entorpecia una y otra vez, obligandonos a ir a paso de tortuga. Por fin llegamos al teatro de Pompeyo, que se encuentra en el extremo opuesto del enorme y bullicioso complejo, y luego avanzamos despacio pegados a uno de los laterales hasta que al final me dejo frente a una entrada, practicamente en el mismo sitio del que habiamos partido. !Gracias, Felix! El monumento a Pompeyo tambien lo habia reconstruido Domiciano tras el incendio. Todo nuevo gobernante debe meterle mano a la ciudad segun su gusto y poner su nombre en grandes inscripciones. Si quiere parecer aun mas benevolente, gasta su propio dinero en nuevos proyectos, o afirma hacerlo. Imagino que en el erario publico hay funcionarios que conocen la verdad. El portico tenia su esplendido anfiteatro de piedra en un extremo, bajo el alto templo dedicado a Venus Victoriosa; detras se extendia un vasto jardin rodeado por un peristilo, por donde paseaba la gente a la sombra de los platanos, y, como todo el mundo sabe, unas grandes letrinas publicas en el lugar mancillado por el asesinato de Julio Cesar cuando se dirigia a una sesion del Senado. Para la mentalidad romana (bueno, la mentalidad cerril del emperador Augusto), el lugar del crimen era demasiado horrible para que pudiera usarse de nuevo como curia. Se conmemoraba asi a Bruto y Casio, hasta donde era legal recordarlos, con unas buenas letrinas. Mi padre, republicano hasta la medula, mascullaba a veces que la gente deberia recordar que no solo habian sido Bruto y Casio quienes habian apunalado valientemente a Cesar, sino tambien otros sesenta senadores opuestos a la dictadura, a los que, sin embargo, se habia olvidado. Teniamos que hacerlo callar. Cualquier espia podia denunciarlo a Domiciano por hablar de dagas. Los usuarios de las letrinas podian contemplar el amplio jardin rodeado de bonitas columnas. En un extremo habia una galeria de estatuas griegas tras esplendidas cortinas de brocado de oro. Se trataba de uno de los pocos lugares donde las mujeres podian pasearse en publico solas. Y asi, los hombres podian echar una relajante meada y luego observar a las mujeres que contemplaban las desnudas estatuas griegas y sacaban ideas. No era extrano que el portico de Pompeyo fuera tan popular. A los romanos les encantaba acudir alli y pasear por el peristilo. Ademas de la galeria de arte, habia tiendas para explorar. Las zonas abiertas se utilizaban para reuniones publicas, incluyendo subastas. Mi abuelo preferia el portico para sus ventas: segun el, no tenia nada que ver con el hecho de que fuera un legendario mujeriego. Mi padre, hombre felizmente casado, perpetuo la practica porque el portico se encontraba a una comoda distancia de la Saepta Julia. Que yo supiera, jamas habia aparecido un cadaver mientras se preparaba un catalogo de articulos. Me alegre al ver que el cofre se encontraba al aire libre. Era grande, rectangular y reforzado, del tipo que tienen los ricos en casa para guardar sus enseres de valor. Los mas presuntuosos lo colocan en el atrio, a fin de impresionar a las visitas en cuanto entran en la casa. Nuestros empleados holgazaneaban a la sombra entre arbustos ornamentales, algunos comiendo panecillos rellenos. No son faciles de intimidar, pero me fije en que todos se mantenian alejados del cofre. Lo habian cubierto con una gruesa tela que se parecia sospechosamente a las esplendidas cortinas doradas de la galeria de arte. Lo habian hecho para mitigar el efecto del sol sobre el cuerpo en descomposicion, pero en cuanto me vieron llegar apartaron la tela. Era una pieza con imponentes herrajes que se sostenia sobre cuatro recias patas. Los cierres parecian muy resistentes. Me pregunte por que querria alguien venderlo, a menos que estuviera en la ruina, y no era eso lo que habia oido sobre los Calixto, hombres de negocios muy conocidos. Entonces observe que las partes de madera mostraban huellas de haber sido danadas por el fuego. El personal me ofrecio mostrarme el cadaver. Aunque yo no habia expresado queja alguna por haberlos encontrado comiendo en horario de trabajo, repare en que guardaban sus viandas y adivine lo que ocurria. Lo que aguardaba en el cofre era repugnante; habian apostado a que vomitaria. Bueno, eso me sirvio de aviso. Con una sena indique que levantaran la tapa, al tiempo que me armaba de valor. Mire el interior, vi todo lo que necesitaba ver, oli el espantoso hedor y luego hice gestos perentorios. El mozo cerro la tapa de un golpe y retrocedio rapidamente entre arcadas. Yo reprimi un grito, logrando a duras penas conservar una postura digna. Un ataque agudo de disenteria constituye un buen entrenamiento para el autodominio.

  • La ultima noche en Tremore Beach de Mikel Santiago

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    La fascinante historia de un compositor que intenta recuperar la inspiracion en una casa en la costa de Irlanda.

  • Es facil dejar de fumar, si sabes como de Allen Carr

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    Reconocido mundialmente como el sistema mas eficaz para dejar de fumar, quien sigue el metodo EASYWAY no solo dejara de fumar de inmediato, sino que lo encontrara facil y disfrutara del proceso.
    Funciona para todos, incluso para el fumador empedernido. Cualquiera que siga sus instrucciones se mantendra como no fumador y estara feliz de serlo durante el resto de su vida.

  • Te presto mi voz de Cristina Pernas

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  • Lo que esconde tu nombre, Clara Sanchez de Clara Sanchez

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  • Nosotros morimos solos de David Howarth

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    Nosotros morimos solos relata una de las historias de huida mas emocionantes que surgieron de los desafios y las miserias de la Segunda Guerra Mundial. En marzo de 1943, un equipo de comandos noruegos expatriados navego desde el norte de Reino Unido hacia la Noruega artica ocupada por los nazis para organizar y suministrar la resistencia noruega. Pero fueron traicionados y los nazis les tendieron una emboscada. De todos los miembros del equipo, solo sobrevivio uno: Jan Baalsrud, que se vio inmerso en una de las aventuras mas terribles que se hayan registrado sobre los supervivientes de la Segunda Guerra Mundial.

  • La profecia del arca de Michael Crane

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    El libro de la Gloria de los Reyes, el texto sangrado de los coptos, anuncia que llegara un dia en que el Profeta revelara al mundo el contenido del Arca de la Alianza. Pero ese momento tambien es temido por quienes, con tal revelacion, quedaran privados de su poder terrenal y espiritual.
    Mary Campion es una joven abogada norteamericana, pasional e idealista, que trabaja para una ONG especializada en adopciones internacionales. En la ciudad de Aksum se tropieza con el ejecutivo britanico Jack Miles, quien intenta aclarar el destino de ciertos fondos enviados a Etiopia por la multinacional para la que trabaja. De repente se ven envueltos en una intriga que hunde sus raices en las grutas de la comunidad esenia de Qumran, en los documentos secretos de los caballeros templarios y en los oscuros pasillos del Vaticano. Pronto descubriran que quienes se sienten amenazados por el Arca de la Alianza son demasiado poderosos, y las vidas de ambos demasiado insignificantes.