• las calles que se volvieron playas - Jose Javier Lara Hidalgo

    https://gigalibros.com/las-calles-que-se-volvieron-playas.html

    Hay perdidas que te cambian la vida. La de Alberto transcurre entre el estres del trabajo y los malos habitos. De repente, un dia tiene que emprender un viaje para seguir los ultimos pasos de su hermano y cumplir el deseo que dejo pendiente. Descubrira una vida diferente, secretos que fue dejando por el camino y tendra un encuentro que le hara ilusionarse de nuevo con el amor.Javier Lara arranca en Paris un viaje que reconducira por toda la costa cantabrica desde San Sebastian hasta Fisterra.

  • Las calles que se volvieron playas Versión Kindle - Amazon.es

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    Las calles que se volvieron playas eBook : Lara Hidalgo, José Javier: Amazon.es: Libros.

  • Las calles que se volvieron playas Tapa blanda - Amazon

    https://www.amazon.es/Las-calles-que-volvieron-playas/dp/1731291302

    Una novela de viajes por lugares espectaculares que narra una historia de superación y amor que te emocionará. Reseñas «Es un libro con cuidadas ...

  • Las calles que se volvieron playas - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/43746763-las-calles-que-se-volvieron-playas

    Un libro para perderse por calles, playas y recuerdos hasta descubrir la verdad del final del camino.El autorNo hace tanto que Javier Lara (Antequera, ...

  • las calles que se volvieron playas - Ambra Llibres

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    LAS CALLES QUE SE VOLVIERON PLAYAS, LARA HIDALGO, JOSÉ JAVIER, 9,00€. ... ... de Cultura y Deporte Dirección General del Libro y fomento de la lectura.

  • Así es la novela Las calles que se volvieron playas - Javier Lara

    https://www.javilara.com/l/javier-lara-novela/

    2 dic 2018 — Las calles que se volvieron playas es un libro que narra un viaje por el norte de España donde he intentado reflejar la magia de los lugares ...

  • Las calles que se volvieron playas - Bookmate

    https://es.bookmate.com/books/VdbDcMHV

    Con esta novela da un giro de tuerca al concepto de la literatura de viajes para acercarla al romanticismo y al ámbito de la experiencia. Un libro para perderse ...

  • Las calles que se volvieron playas - Todos Tus Libros

    https://www.todostuslibros.com/libros/las-calles-que-se-volvieron-playas_978-84-09-17622-9

    28 nov 2018 — Javier Lara (Antequera, 1981) creció admirando el deporte, pero sin posibilidad de destacar en ninguna disciplina. A través del periodismo, ...

  • Las calles que se volvieron playas - Jose Javier Lara Hidalgo

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    Las ciudades más bellas también pueden dejar recuerdos oscuros. Así era mi relación con París, destino de mi caos una vez al año.

  • Las calles que se volvieron playas - häftad (9781731291301)

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  • El sonido de los suenos de Diego Fischerman

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  • Companeros y amantes de Tara Taylor Quinn

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    Desde que su madre los habia dejado, Kelsey Shepherd vivia con su padre, Mark, que ademas era el director de su colegio. Kelsey queria a su padre y echaba mucho de menos a su madre, pero no le gustaba el secreto que su madre le habia pedido que guardara.

  • Si aceptas… de Kate Dawson

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    Sienna Nevins no es famosa por tomar buenas decisiones, precisamente. Tiene un corazon enorme y una enorme empatia, pero de autoproteccion anda un poco escasa. Quiza por eso, cuando un caballero andante le ofrece una salida para sus problemas, no ve que el peligro al que se enfrentara a su lado es mucho mas abrasador que el fuego del que huye.

  • El Secreto De Gibola de Ane Odriozola Cia

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    Nerea Fabbi Isasmendi era una joven donostiarra de veintisiete anos a la que la vida habia tratado bien, o esa sensacion tenia al menos ella. Era alegre, inteligente, tenia don de gentes y unos bonitos ojos negros que resaltaban junto a su larga melena de color chocolate. La mayor desgracia que habia sufrido en su vida, por llamarlo de alguna manera, era la separacion de sus padres, algo que no le habia supuesto ningun trauma, ya que sucedio cuando apenas contaba cuatro anos. Desde que tenia uso de razon, sus padres habian vivido cada uno por su lado, por lo que no sentia ninguna anoranza por los tiempos en los que los tres formaban una misma familia. Simplemente, no recordaba aquella epoca. Era cierto que le hubiera gustado no ser hija unica, pero era algo que tambien tenia sus ventajas, asi que tampoco se lamentaba por ello. De padre italiano y madre euskaldun, Nerea siempre supo que al terminar sus estudios se emplearia en la empresa inmobiliaria familiar que fundara su abuelo muchos anos atras y en la que su madre trabajaba. Desde bien pequenita habia pasado infinidad de tardes en la oficina, observando como su madre conversaba con los clientes, y era un trabajo que le gustaba. Su abuelo Bittor, al que ella siempre habia admirado, habia luchado durante toda su vida por sacar adelante la empresa y lo habia hecho realmente bien. Habia conseguido que su inmobiliaria fuera una de las mas importantes y con mayor volumen de compraventa tanto de Donostia como de alrededores. Sus servicios incluso traspasaban la muga, llegando hasta Hendaya, Biarritz o Baiona. Su abuelo, que ya tenia noventa y cinco anos, habia sido el tipico hombre incapaz de alejarse del trabajo y disfrutar de su jubilacion. Todo el que lo conocia sabia que no era hombre de paseos por la playa de la Concha, tardes jugando al mus o txikiteo por la parte Vieja. El era un hombre de negocios, y asi era como disfrutaba, haciendo negocios. Habia gozado durante largo tiempo de una salud de hierro, y siguio participando en muchas de las compraventas que se gestionaban a traves de su inmobiliaria hasta que cumplio los noventa anos. Se consideraba a si mismo una persona trabajadora y perseverante; quizas algo intransigente en segun que cosas, y siempre habia sido consciente de cual era su mayor debilidad: su nieta Nerea. Sentia predileccion por aquella joven carinosa, despierta, resuelta y con ganas de aprender. Se habia encargado personalmente de su formacion y la consideraba su relevo para el futuro de la empresa, por lo que en cuanto cumplio los dieciseis anos, decidio llevarla con el a todas las reuniones con clientes a las que ella pudiera acudir sin que faltara a ninguna clase, por supuesto. Daba lo mismo si la reunion era con un cliente que queria vender un piso, comprar un garaje o incluso asesoramiento para el alquiler de una nave industrial. Ella lo acompanaba siempre que podia y, tras la reunion, acudian a tomar un chocolate caliente en invierno o un helado en verano para <>, como su abuelo solia decir. --Aitona, ?como le has podido decir que habia otros dos compradores interesados y que tenia diez minutos para decidirse o perderia la compra? ?No me habias dicho que era el unico interesado en el piso? --le pregunto la joven a su abuelo. Bittor cogio un churro, lo mojo en su chocolate y le dio un mordisco. --Y asi es. No se ha interesado nadie mas por ese piso en los ultimos cinco meses. --Entonces, ?que ha sido eso, un ordago? --Exactamente --dijo el y continuo con la explicacion antes de que su nieta pudiera decir nada mas--. Si te has fijado en la expresion del hombre en la visita a la casa, habras notado que le ha gustado. El sabe que no es un piso en Miraconcha, pero que es de lo mejorcito que se puede permitir. El problema de este tipo de clientes es que su propio criterio no es suficiente para ellos. Dudan de si estaran haciendo bien en comprar o no, y necesitan saber que hay mas personas interesadas. Les parece que, si lo quieren tambien otros, sera porque es una buena compra, y es entonces cuando deciden ir a por ello. Al final, quedan satisfechos pensando que han sido mas rapidos e inteligentes que los demas. --Pues no se con los otros, pero con este, !has acertado de pleno! De los diez minutos que le has dado, !no ha tardado ni cinco en querer cerrar el trato! --Ahora ya lo sabes. Cuando encuentres a un cliente asi, !le lanzas un ordago! --le contesto el guinandole un ojo. --Pues ya puedes decirme donde has aprendido a interpretar asi, !porque hasta yo me lo he creido! Bittor rio con ganas ante la ocurrencia de su nieta, pero no pudo evitar que los recuerdos vinieran a el. Hubiera querido contestarle que habia sido la vida misma la que le habia obligado a interpretar; hablarle de los secretos que nunca le habia confesado y de los remordimientos que sentia cuando echaba la vista atras. Pero, en lugar de eso, decidio coger el ultimo churro que quedaba en el plato e introducirlo en el poco chocolate caliente que quedaba en su taza. Habia pasado mucho tiempo de todo aquello y preferia no recordar. El telefono sono mientras ella se estaba duchando. Se aclaro el pelo lo mas rapido que pudo y salio a toda prisa, pero para entonces habia dejado de sonar. Decidio meterse nuevamente en la ducha cuando en su movil empezo a sonar una cancion de Chayanne a todo volumen. <>, penso. Contesto la llamada; era su madre la que llamaba con tanta insistencia. --Nere, ?donde estas? Te he telefoneado a casa, pero no contestas --le dijo Lourdes a su hija. --Estoy en casa, ama, pero es que estaba en la ducha. !Tienes el don de la oportunidad! --contesto ella. --!Vaya por Dios! Te llamaba para decirte que hoy no puedo subir a ver al abuelo. Me sabe mal porque no lo he visto en toda la semana, pero me reuno con el presidente de una comunidad que quiere que llevemos la administracion del edificio y hemos quedado esta tarde. ?Iras tu a verlo, por favor? Ademas, la ultima vez me comento que queria hablar contigo de algo importante. --Claro, no hay problema. No hace mucho que lo visite, pero ire hoy nuevamente. Esta tarde a ultima hora, Jon y yo nos marchamos a pasar el fin de semana a los Pirineos, pero para entonces ya habre bajado de la residencia. --Cogio una toalla y escurrio su pelo--. A ver que tal lo veo hoy. En mi anterior visita estaba bastante apagado, como sin muchas ganas de nada. --?Y que quieres? !Son noventa y cinco anos! Su cuerpo esta cansado, su cabeza esta cansada... Mentalizate de que no va a ir a mejor --dijo Lourdes, intentando preparar a su hija para lo que era inevitable. Tras pasar por la oficina y cerrar un par de temas que tenia pendientes, Nerea cogio su moto y recorrio la distancia que habia entre la oficina y la residencia de ancianos en la que vivia su abuelo, en el barrio de Aiete. Habian estrenado el verano y el tiempo era calido, lo que hizo que disfrutara especialmente del paseo. Paso cerca del parque de Aiete, situado en una de las colinas que rodean la ciudad. Su majestuoso palacio habia sido escogido como residencia veraniega por distintos aristocratas, como la reina Isabel II, la reina Maria Cristina o Alfonso XIII, y desde que su abuelo vivia en una residencia cercana, se habia convertido en el lugar preferido para sus tardes de paseo. Aparco cerca de la puerta principal y llamo al timbre. Realmente aquel edificio no daba la sensacion de ser un hogar para ancianos. De hecho, en la puerta principal se podia leer sobre un cartel dorado y con una caligrafia senorial: <>. Siempre le habia dado la impresion de que mas bien parecia un hotel. El trato del personal habia sido siempre excepcional, las instalaciones estaban muy cuidadas, las habitaciones eran individuales y, lo mas importante, su abuelo estaba contento alli. Saludo a la recepcionista, que le indico que el anciano se encontraba en su habitacion. Subio las escaleras de dos en dos, llamo a la puerta y entro. Bittor Isasmendi habia sido un hombre activo, con iniciativa y energia para llevar a cabo multitud de proyectos. Las veinticuatro horas del dia no eran suficientes para todas las ideas que tenia en mente, pero, a esas alturas de su vida, se encontraba muy cansado, tanto fisica como mentalmente. Ni siquiera habia sido consciente de los anos que tenia a sus espaldas hasta que cumplio los noventa. Y no fue el hecho de ser nonagenario lo que le provoco tal debilitamiento, sino la muerte de su esposa, su adorada Leonor. Con nombre de reina y doce anos menos que el, ella habia sido la pieza fundamental e imprescindible de su vida. Era una mujer dulce, atenta, leal y poseedora de una paciencia infinita gracias a la cual el pudo dedicar gran parte de su tiempo a sus proyectos empresariales. Ella sabia como calmarlo, como animarlo o como consolarlo, segun la ocasion, y, aunque siempre habia permanecido a la sombra de su marido, el le atribuia a ella gran parte de su exito. Hasta que un dia cualquiera, de pronto, ella fallecio, sin previo aviso. Se encontraba en la terraza de su casa regando las plantas cuando cayo al suelo repentinamente. Un derrame cerebral le arrebato a la mujer de su vida en cuestion de segundos, el tiempo que el tardo en ser consciente de que el declive de su vida tambien era inminente. Su hija y su nieta hicieron todo lo posible para que Bittor se repusiera de aquel duro golpe. Lo visitaban a diario y contrataron a una persona para que lo atendiera y acompanara de forma permanente. Pero no funciono. No podia soportar ver a otra mujer trabajando en la cocina de su esposa, ni regando sus plantas, ni sentada en el sillon donde ella solia leer las revistas de papel cuche que tanto le gustaban. Empezo a sentirse un extrano en su propia casa, ya no estaba comodo alli y por eso, decidio visitar varias residencias de ancianos. Cuando se decanto por una de ellas dio la noticia a su familia. A partir de aquel dia, podian visitarlo en su nuevo hogar. --Aitona, ?que tal estas? --lo saludo Nerea desde la puerta. Se acerco hasta el, le dio un beso en la mejilla y un abrazo con cuidado de no moverle la sonda que llevaba para el oxigeno. Hacia unos meses que el medico se lo habia recomendado y el notaba sus beneficios. --!Kaixo maittia! Me alegro de verte. Pensaba que hoy vendria tu madre. --El tambien le dio un beso. --Queria venir, pero tiene trabajo, asi que he venido yo. --Me parece perfecto. Me gusta que venga ella, pero me gusta mas que vengas tu --dijo sonriendo a su nieta. --?Cuanto tiempo te queda enchufado a esta maquina? ?Le digo a la enfermera que te la quite y nos vamos a pasear al parque? Hoy hace un dia precioso para uno de nuestros paseos --dijo Nerea con ganas de animar a su abuelo. --No, hoy estoy bastante fatigado. Perdoname, pero no estoy para paseos. Ademas, quiero hablar contigo de algo importante. Tengo algo que pedirte, algo que quiero que hagas. Si no te importa, hoy nos quedamos aqui. --Claro aitona, como prefieras --contesto Nerea--. ?Y que es eso que quiere que haga por usted, caballero? --Nerea hizo una reverencia extendiendo el brazo hacia su abuelo, un gesto totalmente exagerado que hizo que los dos rieran. El anciano continuo: --Pues veras... Ya se que no te gusta que te hable de lo que sucedera cuando yo fallezca, pero, antes de que me cortes, escuchame un momento. --Parecia estar muy decidido a seguir la conversacion, asi que esta vez su nieta no le detuvo con frases como <> o <>. El anciano no se anduvo con rodeos--. He pensado mucho sobre esto y quiero que te quedes con mi casa. Yo no la voy a necesitar porque pienso terminar mis dias aqui, por lo que no veo el motivo para que no te mudes cuando quieras. Tu piso es muy bonito, pero no me puedes negar que se te ha quedado pequeno. Mi casa tiene mas de cien metros cuadrados, garaje para dos coches y esta en pleno Boulevard. Con lo que te he ensenado en todos estos anos, !espero que no me rechaces un caramelito asi! --Bittor guino uno de sus cansados ojos a su nieta. --Aitona, tu casa es tuya y mudandome alli me pareceria que estoy invadiendo tu espacio, aunque no tengas intencion de volver. De momento, Jon y yo nos arreglamos, asi que puedes estar tranquilo --contesto ella. --!Terca como una mula! Sabia que dirias eso. Vamos a ver, no pretendo que te mudes a mi casa sin mas, lo que deseo es que mi casa pase a ser tuya, escriturarla a tu nombre, sin tener que esperar a que la heredes cuando yo muera. Me gustaria ver como la reformas y la pones a tu gusto. Pronto formaras una familia y tendras ninos, y dificilmente podreis estar comodos en un piso tan pequeno. --?No estas corriendo demasiado? --dijo ella riendo--. !Todavia no tengo intencion de quedarme embarazada! Ademas, ?has hablado sobre esto con mi madre? --pregunto. --Si. Ella sabe que mi casa la heredaras tu, igual que sabe que el negocio pasara a sus manos. En su dia tuvimos nuestros mas y nuestros menos, pero no puedo negar que su trabajo en la inmobiliaria ha sido impecable durante todos estos anos. Por eso creo que es justo que la agencia la herede ella. Con el tiempo terminara en tus manos, pero, de momento, pienso que tiene que ser asi. --No se, aitona, me sabe mal quedarme con tu casa. Es como si te estuviera quitando algo que es tuyo --protesto. --Yo ya no la necesito, y me haria muy feliz que fuese para ti. Prometeme que hoy mismo llamaras a mi gestor y te pondras en marcha con este tema. La joven no tuvo mas remedio que aceptar. Cuando su abuelo se empecinaba en algo, no habia replica posible. Continuaron conversando sobre temas triviales hasta que la maquina de oxigeno se detuvo. Entonces, Bittor se sento en una silla de ruedas de la que solia echar mano los dias en los que mas agotado se sentia y, empujado por Nerea, dieron una vuelta por la residencia. Salieron al jardin, merendaron, charlaron y tras disfrutar un ratito mas de la buena temperatura de aquella maravillosa tarde de verano, Nerea lo llevo de vuelta a su dormitorio. Le dio un beso en la frente, un abrazo y se despidio de su abuelo. --Acuerdate de lo que hemos hablado. Habla con mi gestor. Agur, maittia. --?Senorita Fabbi? Puede pasar, adelante. --La secretaria del gestor de su abuelo le indico cual era el despacho en el que la estaban esperando. Al salir de la residencia, viendo que todavia tenia un par de horas hasta reunirse con Jon, habia hecho la llamada que le habia pedido su abuelo. El gestor le pidio que pasara por la oficina, alegando que aquellos no eran temas para tratar por telefono. En quince minutos habia aparcado su moto y estaba frente a la gestoria. --Supongo que esta al tanto del deseo de su abuelo de hacerle una donacion en vida y que por eso me ha llamado. ?No es asi? --le dijo el con una actitud muy profesional. --Asi es. Vengo de visitarlo y me ha insistido en que debia hablar con usted. Se que quiere poner su piso a mi nombre. --Esta en lo cierto. De hecho, los papeles estan preparados; el siguiente paso es acudir al notario para tramitar los documentos de transmision. --Bien, pero hay algo que quiero preguntarle antes de firmar documento alguno. --Nerea no estaba del todo convencida de lo que su abuelo se proponia--. ?Esta usted seguro de que el tiene claro el asunto de la donacion? A mi me ha insistido en el tema, pero ya esta muy mayor y no quisiera hacer nada que le pudiera perjudicar. --Puede usted estar tranquila por eso. Hace anos que su abuelo me hizo participe de su intencion. Cuando tomo la decision de ingresar en la residencia, tambien decidio el destino que le daria a su hogar. El quiere que pase a sus manos y yo lo tengo todo preparado. Nerea conocia la gran amistad que habia entre su abuelo y aquel hombre. Bittor habia realizado un sinfin de gestiones a lo largo de muchos anos con el padre del hombre que se encontraba frente a ella. Siempre que hablaba de el decia que era <>. Una vez jubilado, la gestoria habia pasado a manos del hijo y, a pesar del cambio, su abuelo habia depositado toda su confianza tambien en el, tal y como lo habia hecho con su padre. --Si no tiene inconveniente, necesito una fotocopia de su carne de identidad para gestionar la cita con el notario. Ella saco su cartera del bolso y le dio el documento. El gestor salio de la oficina dejandola sola. En la mesa habia sendas carpetas con un sinfin de documentos en su interior; en la portada de una de ellas se podia leer: <>. Deseo abrirla para ver que era lo que habia dentro, pero no se atrevio. El gestor tenia que llegar de un momento a otro con la fotocopia de su DNI. La puerta se abrio, el hombre se asomo y con cara de disculpa dijo: --Lo siento mucho, pero la fotocopiadora no funciona. Vamos a cambiar el toner, a ver si asi solucionamos el problema. Enseguida estoy de vuelta con usted. No cerro del todo la puerta, pero casi. Ella no lo dudo. Curiosa por naturaleza, le dio la vuelta a la carpeta que llevaba el nombre de su abuelo y la abrio. Dentro se encontro con infinidad de documentos, entre los que habia copias de escrituras, documentos bancarios... Pero lo que mas le llamo la atencion fue un papel que contenia lo que parecia un listado. El titulo que presentaba el encabezado del documento era: <> y le seguian una lista de propiedades, como el piso que queria donarle, la agencia inmobiliaria, acciones bancarias... y, por ultimo, un apunte que a Nerea le parecio muy extrano: <>. Justo en aquel momento el gestor entro en la habitacion con la fotocopia en la mano. Al ver lo que Nerea estaba haciendo, se abalanzo sobre la mesa y cerro el expediente rapidamente. --!Estos documentos son confidenciales! El hombre se mostro enfadado con ella y tambien consigo mismo por haber cometido el error de marcharse dejando los documentos a su alcance. En realidad, no habia nada que la nieta de Bittor Isasmendi no pudiera ver, pero en todos aquellos anos habia aprendido que la confidencialidad hacia sus clientes era algo inquebrantable. Nerea se sintio como si le acabaran de pillar copiando en un examen. Con las mejillas coloradas por la verguenza, pidio disculpas y continuaron la reunion. El quedo en llamarla cuando tuvieran cita con el notario, y, sin mas dilacion, dieron por finalizado el encuentro. Antes de salir del despacho, ella se giro y dijo: --Se que no deberia de haber mirado sus papeles y de nuevo le pido disculpas, pero hay algo que me ha llamado la atencion. Entre los bienes de mi abuelo figura un caserio del que nunca habia oido hablar. ?Que sabe usted de eso? --Pues no mucho, la verdad. Debe de ser el caserio de algun familiar de su abuelo. El ultimo propietario fallecio y parece ser que el es el pariente mas cercano, por lo que ahora le pertenece, pero los papeles estan sin regularizar. Su abuelo no esta muy interesado en el --le explico el gestor. Nerea saco el movil de su bolsillo nada mas salir de la gestoria y le mando un mensaje a su novio: <>. A Jon no le extrano que su novia de pronto le hubiera cambiado todos los planes; era muy aficionada a hacerlo. En el ultimo momento se le ocurria que seria buena idea cambiar de rumbo, y dicho y hecho. Penso en rebatirle el cambio, pero sabia que ella le esperaria con un discurso lleno de argumentos para justificar ese fantastico plan de ultima hora, por lo que penso que le seria mas rentable aceptarlo directamente. Escribio en su movil: <>, y le dio a enviar. Sonrio al pensar la cara que pondria ella al leer el mensaje. Era una broma de pareja. El le llamaba churri y ella fingia que se enfadaba por utilizar con ella un apelativo tan barriobajero. Nerea vio llegar la furgoneta y le hizo una sena a Jon para que el viera donde lo estaba esperando. Jon se bajo del coche, beso a su novia y subio los trastos al maletero. Estaban obstaculizando la calzada y no habia tiempo para mas. Se subieron los dos al vehiculo, se ataron los cinturones de seguridad y se pusieron en marcha. --A ver, senorita. ?Que es ese cambio de planes? !Si lo tenemos todo preparado para ir a los Pirineos! --Tranquilo, la siguiente vez que vayamos seguiran ahi, en el mismo sitio. Te propongo un plan alternativo, mucho mas cerquita. Nos vamos a pasar el fin de semana a Legazpi. Quiero echar un vistazo a la zona y si hay suerte, encontraremos lo que estoy buscando. Hay algunas cosas que he hablado con mi aitona y con su gestor esta tarde que tengo que contarte. Le relato a su novio con todo tipo de detalle la conversacion que habia tenido con su abuelo y la visita a la gestoria. Jon la escucho en silencio, y cuando termino, dijo: --Vamos a ver. Asi que tu aitona te regala uno de los mejores pisos que te puedas imaginar en pleno Boulevard donostiarra y tu te preocupas por un caserio del que puede que tu aitona solo sepa el nombre. A lo mejor esta en ruinas o simplemente ya no queda nada de el, pero, aun asi, has decidido que es el plan perfecto para pasar el fin de semana: !a la caza del caserio perdido! --Jon intento sonar sarcastico, pero no lo consiguio. --!Venga, Jon! Esta cerca y puede que encontremos lo que busco o puede que no, pero sin irnos muy lejos seguro que veremos lugares que merecen la pena. --Vale, vale, me rindo. Eres capaz de pasarte todo el camino justificando el viaje. Al final voy a terminar preguntandome: ?como no se nos habria ocurrido antes? --Jon sonrio. Cogieron la A1 y dejaron a un lado localidades como Lasarte, Tolosa, Ordizia, Beasain... En menos de una hora estaban en Zumarraga, cogiendo el desvio hacia Legazpi. Pasaron por delante del parque de bomberos y llegaron a lo que parecia la entrada del pueblo, una recta con diversas fabricas a ambos lados. Una vez en el centro, aparcaron en el parking subterraneo que habia junto al ayuntamiento. Salieron del aparcamiento por las escaleras centrales y lo primero que hicieron fue buscar a alguien a quien preguntar por el caserio en cuestion. Un matrimonio mayor se encontraba sentado en uno de los bancos situados en los porticos de la iglesia, mirando hacia un parque lleno de ninos que corrian de un lado a otro. El hombre debia tener dificultades de movilidad porque tenia dos bastones apoyados en el banco, uno a cada lado. A su derecha se encontraba la que creian seria su mujer, una senora de pelo blanco que sin duda en su juventud habria sido muy guapa y elegante, puesto que todavia lo seguia siendo. Se acercaron y Nerea les pregunto si conocian el caserio Gibola. --Gibola... --El hombre dudo un momento--. Ninguno de los dos hemos nacido aqui. Yo soy de Ordizia y mi mujer es gallega, pero llevamos muchos anos viviendo en Legazpi, y yo juraria que el caserio Gibola esta en Brinkola, un barrio que esta a unos diez minutos en coche de aqui. Deberiais preguntar a alguien de alli. Tras dar un pequeno paseo por el centro del pueblo, volvieron al parking y programaron el GPS direccion Brinkola. En aproximadamente diez minutos y despues de atravesar otro barrio llamado Telleriarte, pasaron por debajo de un puente de siete arcos realmente alto donde el GPS les indico que habian llegado a su destino. Enfrente de un estanque lleno de patos, gansos, ocas y hasta un pavo real, vieron a un hombre vestido con pantalones de mahon, una camisa de cuadros y calcetines de artilla con albarcas de goma en los pies, el calzado tipico de los caseros. Detras del hombre habia un cartel que indicaba el nombre del caserio y la venta de pan casero: <>. Pararon la furgoneta y se acercaron a el. --Arratsalde on, ?Vendes pan? --le pregunto Jon al hombre antes de que Nerea tuviera tiempo de decir nada. --Berdin --contesto el casero--. Si, tengo pan casero, leche, huevos... productos de caserio. Me dedico a ello. --Pues un pan casero y un par de litros de leche ya nos llevariamos --contesto Jon. Le encantaba la leche de caserio. No tenia nada que ver con la leche que se compraba en el supermercado, tenia muchisimo mas sabor. Y con el pan le pasaba lo mismo--. ?Podria ser? --Si, claro. Leche tengo toda la que querais y el pan es de hoy mismo. Los viernes hay mercado en el pueblo y suelo hacer mas cantidad. Si me acompanais os lo doy enseguida. Aparcaron a un lado la furgoneta y lo acompanaron unos metros hasta la entrada del caserio. El casero se hizo con la leche y el pan, y mientras lo ponia todo en una bolsa, Nerea aprovecho para preguntarle por el caserio Gibola. --Estamos buscando un caserio y nos han dicho que esta por aqui. Su nombre es Gibola. ?Lo conoces? El casero puso cara de sorpresa. Nerea y Jon no supieron como interpretar aquella expresion. --Si que lo conozco. No queda lejos de aqui, pero no encontrareis a nadie alli. Esta deshabitado. ?Por que lo buscais?

  • Mi Planta de Naranja-Lima de Jose Mauro De Vasconcelos

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    De mayor Zeze quiere ser poeta y llevar corbata de lazo, pero de momento es un nino brasileno de cinco anos que se abre a la vida. En su casa es un trasto que va de travesura en travesura y no recibe mas que reprimendas y tundas; en el colegio es un angel con el corazon de oro y una imaginacion desbordante que tiene encandilada a su maestra. Pero para un nino como el, inteligente y sensible, crecer en una familia pobre no siempre es facil; cuando esta triste, Zeze se refugia en su amigo Minguinho, un arbolito de naranja lima, con quien comparte todos sus secretos, y en el Portugues, dueno del coche mas bonito del barrio.

  • Y si fuera Andy de Maribel Pont

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    Las cosas siempre ocurren cuando menos las esperas. Habia sido una discusion sin sentido. Una vuelta de tuerca de mas, a la desconfianza que me provocaban las salidas a destiempo de Manuel. Se habia marchado dando un portazo seco. Sembrando un silencio rancio dentro de las cuatro paredes que entonces ensombrecian mi presencia. No quise llorar. Tal vez habia agotado las lagrimas discusion tras discusion. Eran demasiados anos juntos. Eramos muy jovenes cuando empezamos a jugar a ser adultos. En vez de encontrarme con la desesperanza, me tope con un halo de luz, que de pronto, hizo que decidiera vivir. Estaba harta de hacerme responsable de todos los problemas de la casa, olvidandome de que aun era muy joven. Tenia treinta y cuatro anos y una hija adolescente de dieciseis, que de un momento a otro me traeria un yerno a casa. Hecha un ovillo en el sofa y barajando el caos que se acababa de formar en mi matrimonio, decidi que lo mejor que podia hacer era, no hacer nada. Dejar que las cosas siguieran su curso, si Manuel algun dia se daba cuenta de que estaba actuando mal y, sobretodo, si era capaz de demostrarme que valia la pena seguir juntos, seria una cosa del destino y con eso no podiamos competir. Mientras tanto no pensaba correr tras el, ni suplicarle que regresara, ni siquiera por Monica. Una lagrima melancolica resbalo por mi mejilla, hasta mojarme la comisura derecha del labio. Sin embargo no pude identificar ningun sentimiento de anoranza. Simplemente, lo nuestro habia terminado. Con mis pensamientos rodando como una espiral, cai en un sueno profundo. En el televisor echaban un capitulo repetido de una serie policiaca, en el cual me trasporte con la carga de mis problemas. Hubiera podido dormir horas evadiendome de la realidad si no fuera porque el cerrojo de la puerta, manipulado con brusquedad, me alarmo haciendo que me izara de golpe. Un sonoro portazo, mas agrio que el anterior, hizo que se encogiera un nudo en mi estomago. Unos pasos cruzaron el comedor a la velocidad de un rayo y acto seguido otro portazo resono al fondo del pasillo. Algo habia ocurrido. Di un brinco fugaz y corri tras los pasos de mi hija. Mis nudillos golpearon con insistencia la madera que separaba mi voz de la habitacion de mi hija. --Monica, abre la puerta. --!No quiero! Era justo lo que me faltaba, lidiar con el mal genio de una adolescente. --!Abre ahora mismo o tiro la puerta abajo! --No podras…--gruno con la voz ahogada bajo la almohada. Apegue mi espalda a la pared e hice rebotar mi cabeza. Hablar con ella cuando estaba enfadada era como querer encajar la pieza equivocada en un puzzle. --Monica haz el favor de abrir la puerta, sabes que no voy a castigarte, sea lo que sea, pero !cuentamelo, por Dios!. Me encontraba ya acuclillada y cabizbaja cuando oi el chasquido del pomo de la puerta rodar con lentitud. Monica asomo la cabeza y tras sorber por la nariz me hizo un gesto para que entrara en su habitacion. Por ese dia omiti el desorden de aquellas cuatro paredes rosadas. En el suelo yacia la ropa que se habia probado antes de salir de casa y, las puertas del armario seguian abiertas con ambos espejos enfrentados entre si. Solte un largo suspiro y me deje caer en el borde de la cama apoyada sobre mis rodillas. Monica estaba con las piernas cruzadas y un gran almohadon entre sus brazos por el cual se escondia a medias. Tenia los ojos enrojecidos y la barbilla hundida hacia el pecho. Por su expresion deduje que muy a su pesar necesitaba hablar de ello. Me aclare la voz con un suave carraspeo. --?Como se llama? --?Quien?--gruno frunciendo el ceno. Entorne los ojos ante la evidencia. --?Quien va a ser? El monstruo del que te has enamorado. --No es un monstruo--dijo con las pupilas inquietas. Lance un suspiro. --Entonces me alegra de que sea humano. Monica ahogo el amago de una risita muy debil. --!Mama! No tengo ganas de bromas. Esboce una mueca indulgente. --Pues ve al grano, yo tampoco tengo el cuerpo para risas--dije aflojando la voz. Monica permanecio unos segundos reflexiva, con la mirada perdida en un punto inconcreto de la habitacion. Contemple su rostro de facciones redondas, piel tierna y mirada entranable. Aun era una nina. Mi nina. Y en ese momento un escalofrio me recorrio el cuerpo al identificarme con ella. A su edad simplemente estaba a punto de conocer a su padre y mas adelante quedarme embarazada. Su voz adormilada me saco de mi ensonacion. --?Por que duele tanto, mama?--dijo con la voz quebrada y la mirada resentida. Un pedacito de corazon se me quebro. No queria decirle que eso tan solo era el comienzo. --Ven aqui, nena. Dame un abrazo de esos que todo lo curan. Nos fundimos en un abrazo de esos que crujen los huesos de la espalda y que hablan sin palabras. Que bonito es tener a alguien en quien apoyarse cuando una esta quebrada. No hizo falta insistir, pronto Monica continuo con su relato. --Mama… David queria que hicieramos…eso, ya sabes--dijo con la mirada perdida en un vacio de su memoria. La voz entrecortada. Abri los ojos como platos, trague saliva y aparte mi instinto de proteccion maternal. Hice de tripas corazon y carraspee para no atragantarme con la realidad. --?Y…y… quien es David? --procure parecer indiferente. --!Eso da igual ahora! --Tienes razon, continua. --Y se ha enfadado mucho--puntualizo sorbiendo por la nariz--, y lo unico que he podido hacer es irme corriendo. Y he hecho un ridiculo espantoso, seguro que ahora se lo contara a todos sus amigos. Tome aire de forma sonora. Monica barrio las lagrimas de su rostro torpemente con las palmas de sus manos, asi como lo hacia de pequena despues de una rabieta. --Ni hablar, has hecho lo correcto. Tu lo que necesitas es conocer al chico de tu vida. Todo llegara a su debido tiempo, cuando a ti te apetezca--puntualice casi deletreando cada palabra. --Me siento muy mal. Con un gesto muy propio de las madres le aparte el pelo de las mejillas, estas estaban empapadas de pena. --Carino, eres una nina muy responsable, y estoy segura de que un dia llegara un chico con la madurez que te mereces, y todo sera maravilloso. Y ya sabes lo que te he dicho siempre. --Si, mama. Con proteccion…--dijo entornando los ojos. Imprimi un beso en su mejilla. --Yo tambien tengo que contarte algo… --?El que? Su rostro sufrio una notable transicion, era como si de un momento a otro esperara esa noticia, sus pupilas se movian inquietas y permanecia con el ceno fruncido. Probablemente habia imprimido suficiente preocupacion en mis palabras como para que ella sintiese el augurio de lo que queria contar, y entonces tuve que hacerlo, por su bien, y el mio propio. --Que…he pedido cita para ir las dos a la peluqueria ?que te parece? -- apostille con una sonrisa artificial. --?En serio? --respondio esceptica. Le devolvi una mueca de pasotismo. --En serio…

  • Veronica: “La leyenda… Cobra vida” (Biblioteca del terror 1), John Wolf de John Wolf

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  • Tres besos de Katherine Pancol

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    Si te gustaron Los ojos amarillos de los cocodrilos, El vals lento de las tortugas, Las ardillas de Central Park estan tristes los lunes o Muchachas, no te puedes perder Tres besos.

  • Perdido en las olas de Javier Romero

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    Tristemente, la historia de Pau es muy comun en nuestros dias. Ninos que, un dia si y otro tambien, son el dano colateral de una violencia de genero grabada a fuego en nuestra sociedad y que se ha convertido en el pan nuestro de cada dia. Ninos que no creen en la fantasia y que ven como su infancia se trunca por un amor enfermizo y que, en la mayoria de las ocasiones, ni tan siquiera pueden disfrutar.

  • Me canse de ti de Walter Riso

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    Si tu pareja te ignora, te vigila, te hace dano o te miente. ?por que seguir con ella? ?Por que soportar una relacion que te hace sufrir? Aqui te va una verdad dolorosa: El amor no es suficiente para mantener unida a una pareja. Y, en algunos casos, aquello que tu consideras <> no es mas que posesion, miedo y costumbre. Walter Riso explora algunos de los motivos que llevan a las personas a cansarse de su relacion. Si estas incomodo con tu vida amorosa, y lo has intentado casi todo, quiza sea hora de replantearse algo mas de fondo. ?El amor se termino o eres tu quien se canso de ese amor? A partir de cartas de despedida escritas por el autor, aprende a decir adios cuando solo puedes pensar: <>. Deja de sufrir inutilmente y permite que el realismo se imponga.

  • Corazon cautivo de Lori Foster

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    Cuarto de la saga. Jordan Sommerville era capaz de seducir a una mujer solo con la voz, pero no utilizaba tal poder muy a menudo. Sus hermanos decian que se reservaba para una mujer perfecta que fuera un modelo de virtud… y no habia muchas asi en Buckhorn. Pero entonces conocio a Georgia y rompio todas sus normas.Georgia Barnes mantenia a sus hijos gracias a su trabajo de bailarina… exotica. Si Jordan no lo aprobaba, podia irse a paseo. Por mucho que fuera el hombre mas atento, carinoso y atractivo que habia conocido en toda su vida, seguia siendo un hombre como los demas…

  • El hijo de las cosas de Luis Mateo Diez

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    Dos hermanas y un hermano forman un trio familiar tan habitual que apenas nos llama la atencion. Dos hermanas que asumen, con frecuencia, una responsabilidad afectiva que cobra todavia mayor relieve cuando los padres faltan. Ellas son dos personajes cruciales en esta novela con la que Luis Mateo Diez vuelve a sorprendernos con un giro humoristico llevado a sus ultimas consecuencias, intensificando el aliento desorbitado de su escritura expresionista. A las dos hermanas les ha caido en esta historia, que no concede sosiego al lector, un hermano tarambana, disoluto, lo que podriamos considerar una penosa herencia que puede llevarlas a la ruina moral y material, si se descuidan. Otros personajes las amparan y ayudan o, en el peor de lo casos, las ponen de los nervios. La historia nos lleva por derroteros sorprendentes, inusitados o absurdos. Ellas no cejan en el empeno de salvar al hermano, un hijo de las cosas que tanto merece lo que no es capaz de ganar, como si en su vida todo se lo debieran. Estamos ante una fabula, tan verdadera como inquietante, entre la risa y la melancolia, sobre los sentimientos manipuladores, la impostura de los afectos, las coartadas de los bienes familiares, la desgracia de lo que tan penosamente se reparte en las responsabilidades de las hermanas y los hermanos. Esta puede ser la novela mas divertida de un autor del que conocemos muchos registros, un prolifico novelista dueno de un mundo inagotable.

  • La comunidad secreta de Philip Pullman

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    Philip Pullman regresa al mundo de La Materia Oscura con esta maravillosa segunda entrega de la serie EL LIBRO DE LA OSCURIDAD.
    Han pasado veinte anos desde los sucesos acaecidos en La bella salvaje. En el primer volumen de El libro de la oscuridad, se narraba el trascendental viaje que emprendia Lyra Belacqua siendo un bebe.
    Ahora, en La comunidad secreta, nos encontramos con Lyra Lenguadeplata, y ya no es una nina...

  • Sobre lagartijas y monstruos de Carlos Diaz

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    Pepa y Corso, un matrimonio en la cincuentena, rememoran en primera persona los acontecimientos del verano de 1980, cuando Los Once (su pandilla de amigos del colegio) se disponia a disfrutar de unos meses repletos de mananas de playa, tardes de pesca, amores juveniles y confidencias. Aquel prometedor verano, en la transicion entre la escuela y el instituto, se vera truncado por una tragedia que definira la vida de todos para siempre.

  • La novia oscura de Laura Restrepo

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  • Infiltrada (Agente especial Alicia Walker 1) de Clara Ann Simons

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    ALICIA El jeep vuela por una polvorienta carretera del desierto hacia nuestra base, dejando atras los disparos. Presiono la herida con la mano y mis ojos se llenan de lagrimas mientras, sobre mi regazo, siento como la vida de Cat se escapa sin que yo pueda hacer nada por evitarlo. La sangre brota a borbotones de su pecho, sus ojos fijos en mi suplicando que no la deje marchar, no de esta manera. Agitada, me despierto y permanezco sentada en la cama desorientada, tratando de recordar donde me encuentro. Ya han pasado tres anos y no consigo sacar de mi cabeza esa puta pesadilla, supongo que no llegare a hacerlo nunca. Joder, parece tan real, el panico en sus ojos es tan autentico, que miro frente a frente a la muerte casi todas las noches. Cat, la unica mujer que ha llenado mi vida se marcho ese dia entre mis brazos de la manera mas tonta. Juro que si algun dia me entero de quien fue la persona que no comprobo los parametros de la mision, le deguello. --?Te encuentras bien?--pregunta la mujer que duerme a mi lado abriendo con pereza los ojos. Asiento con la cabeza y una especie de grunido, buscando torpemente en el cajon de la mesita de noche la caja de Trankimazin y engullendo una de las pastillas con un sorbo del whisky que sobro de la noche anterior a falta de agua. Las jodidas pastillas consiguen que esos recuerdos no regresen a mis suenos, pero me vuelven mas torpe. Banada en un sudor frio, me recuesto junto al cuerpo desnudo de Carrie, o Katie, o como quiera que se llame mi acompanante de la ultima noche, no recuerdo bien su nombre. Besaba bien y follaba mejor, aunque dudo que la vuelva a ver. No se si algun dia podre olvidar a Cat. *** --Llegas tarde, Walker, una vez mas. A mi despacho--ladra Bill en cuanto me asomo por la puerta de la oficina. Lo ultimo que necesito en estos momentos es una bronca, pero tiene toda la razon, estamos a viernes y es la tercera vez que llego tarde esta semana. Entro en el despacho de mi superior, el agente especial al mando Bill McGrath, esperando solamente que no se alargue demasiado, necesito un cafe doble bien cargado para empezar a funcionar. --Bill, lo siento, no se lo que ha pasado, no se repetira--me disculpo intentando adelantarme a sus palabras. --Cierra la puerta--responde con sequedad. Hago lo que me ordena y me dejo caer sobre una de las sillas que hay frente a su mesa, masajeando mis sienes para intentar olvidarme del dolor de cabeza que me atenaza. --Alicia, no se que cono te pasa. Es como si fueses dos personas diferentes al mismo tiempo; en las misiones de campo eres la mejor agente con la que he trabajado, en cambio, en la oficina, eres un jodido desastre, practicamente un zombi--recrimina mirandome fijamente a los ojos. Antes de que pueda empezar a contestar, vuelve a tomar la palabra con el rostro serio, cargado de preocupacion. --No es eso para lo que te he pedido que vengas, aunque de cara a tus companeros es necesario que lo parezca--expone mirandome por encima de sus gafas. --Tu diras. --Tengo una mision para ti, ordenes directas del director adjunto Smith, pero, por algun motivo no acabo de verlo y podria ser peligroso si se tuerce. Tendras que trabajar sin companero --explica abriendo una carpeta marron que se encuentra sobre su mesa. --Sabes que no me importa el peligro y, aunque os guste trabajar por parejas, prefiero hacerlo sola. ?De que se trata?--inquiero con ganas de volver al trabajo de campo y abandonar la jodida oficina que me aprisiona como una jaula. --Se que no temes al peligro, a veces, es como si no le dieses ningun valor a tu vida, aunque espero que tengas cuidado--insiste el agente McGrath. --No soy facil de matar, puedes creerme. ?De que se trata la mision? --Una desaparicion, una chica de veinticinco anos, Sofia Bartow. No saben nada de ella desde hace dos dias, su madre ha sido quien la ha denunciado--expone mi superior con calma sacando algunos papeles de la carpeta marron. --?Una desaparicion? No me jodas, Bill. ?Por que entra el FBI en ese caso?--pregunto confusa. --?Te dice algo el apellido Bartow?--inquiere arqueando las cejas. --?La farmaceutica? --Exacto, es la hija del difunto Paul Bartow, y su tio Julius Bartow dirige Bartow Pharma Inc. Su madre es Melinda Mastoris, retomo el apellido de soltera tras morir su marido, la hermana del senador Mastoris, quien ha llamado directamente al director adjunto para que nos ocupemos del caso--explica Bill extendiendo los papeles sobre su mesa de despacho. --Joder, Bill, seguramente se habra marchado con su novio y ahora mismo estara follando en alguna isla del Caribe, no llamara hasta que se le acabe el dinero--refunfuno negando con la cabeza sin poder creer que nos tengamos que ocupar de un caso asi. Haciendo uno de sus caracteristicos largos silencios, Bill McGrath me sirve una taza de cafe antes de seguir hablando. --Hay testigos que la situan en el Colmillo negro la noche de la desaparicion junto a Marco Saavedra, a quien se relaciona, como sabes, con la gente de Sinaloa y parecia muy nerviosa-- anade mi superior senalando una foto del tal Marco Saavedra. El Colmillo negro es un local de lujo del que se cuenta que sirve como tapadera para facilitar tratos entre las distintas organizaciones criminales que operan en Chicago y, en general, toda la zona del Medio Oeste del pais. Sin embargo, que se reunan alli capos de distintas organizaciones sobre los que no pesa ninguna orden de detencion no constituye delito alguno, aunque no deje de ser sospechoso. El departamento de policia ha solicitado en mas de una ocasion poder efectuar una redada, pero el local esta hasta la bandera de la gente guapa de la ciudad, todos los jovenes herederos de las mayores fortunas del estado lo frecuentan con asiduidad y eso complica una intervencion que llame la atencion. --?Crees que se trata de un secuestro para financiar sus operaciones?--pregunto extranada. --Eso es lo que pensamos al principio, sin embargo, nadie se ha puesto en contacto con la familia para pedir un rescate, por lo que se baraja incluso una operacion de trata de blancas-- masculla Bill con preocupacion. --No da el perfil--replico negando con la cabeza--. Seria complicarse la vida de manera innecesaria, no se van a arriesgar llevandose a una chica cuya familia esta dispuesta a remover cielo y tierra para encontrarla y, ademas, tienen los medios para hacerlo. --Eso mismo es lo que le he dicho al jefe--reconoce mi superior acariciandose el menton-- pero debemos mantener todas las lineas de investigacion abiertas. El director adjunto quiere que frecuentes ese bar de incognito y te mezcles con la gente a ver si puedes sacar algo en claro. No hace falta que te diga que si los de Sinaloa estan detras de esto, lo ultimo que necesitas es que alguien te relacione con el FBI. --Por lo que cuentan de ese local, no solo me tengo que preocupar de los de Sinaloa, tambien lo frecuentan los italianos, gente del Este de Europa, incluso grupos del sudeste asiatico-- puntualizo haciendole ver que no creo que merezca la pena la linea de trabajo que hemos elegido. Tras dejarme bien claro que no tenemos eleccion porque las ordenes vienen de arriba, Bill me asegura que soy la persona mejor preparada para hacerme cargo del caso y, a continuacion, indica algunos de los peligros que conlleva trabajar de incognito, que van mas alla del riesgo obvio de que te identifiquen. --Si la mision se alarga, existen riesgos psicologicos asociados a trabajar infiltrado--me explica con su tipico gesto de mirar por encima de las gafas--. Te obligara a estar un tiempo separada de tu trabajo, de tu familia o de tus amigos y no podras discutir el caso nada mas que conmigo o con el director adjunto, y eso muy de vez en cuando. --Lo entiendo--le aseguro. --?Has trabajado alguna vez infiltrada?--inquiere con curiosidad.

  • Infinito mas uno de Tamara Varela

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    INFINITO: dicese de todo aquello que no tiene fin. ?Puede el amor ser infinito? Ari siempre creyo que si. Que la unica clave para ello era encontrar a la persona adecuada que lo hiciera posible. Por eso, cuando aquellos perfectos ojos verdes se perdieron en los suyos, lo supo. La infinitud del amor, podia ser real. Lo que no esperaba era que la cruda realidad acabara por demostrarle que nada en este vida es infinito por mucho que uno se empene en creer que si. Y esa certeza se ha quedado graba en su alma, de la misma forma que aquella noche se grabo en su piel. Hugo siempre penso que el tiempo lo curaria todo. Que con el paso de los anos la herida lacerante de su corazon acabaria cicatrizando y dejando atras todo el dolor del pasado. Pero el destino es caprichoso y, sin esperarlo, ha vuelto a poner en su camino aquellos ojos del color del mar en los que siempre ha sonado con volver a ahogarse. El pasado siempre vuelve, sobre todo cuando uno se empena en no dejarlo marchar. Y aunque el dolor lo empane todo, en el fondo, la luz siempre vuelve a brillar. Y es que. quizas, y solo quizas, al final el amor si que pueda ser INFINITO.

  • Las hijas de la novia de Susan Mallery

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  • La ultima historia que contar de Buho

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    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

  • El priorato del naranjo de Samantha Shannon

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    Un mundo dividido. Un reino sin su heredera. Un antiguo enemigo se despierta.
    Fantasia epica ideal para los lectores de George R.R. Martin y J.R.R. Tolkien.

  • Ranita busca principe de Luz Maestre

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    Dolores Diana Parto Garcia no era una princesa.
    Si tuviese que ser parte de un cuento de hadas terminaria siendo la rana. Aunque podria pasar por los besos de todos y cada uno de los principes sin concederse el milagro.
    Desde que tuvo uso de razon sufrio las burlas de todo el mundo. A pesar de todo, aprendio a levantarse de cada caida, de manera literal. Sin embargo, nunca perdio la esperanza, porque como siempre dicen: es lo ultimo que se pierde y ella sabia que, en algun momento, su principe azul llegaria. Eso, o acabaria casandose con Dios, los dotes para ser una buena monja los poseia.

  • Arandanos con mandarina (Un te con amor 2) de Mar P. Zabala

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    Llega Mar P. Zabala con la segunda entrega de la serie <>.

  • Realidad de Raquel Attard

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    El miedo me seguia a todas partes, como ese lobo que acecha a la gacela en la oscuridad. Ella no lo ve, pero sabe que esta ahi. Siempre habia alguien observando, preparado para dar el punto y final a la aventura. --?Que quieres de mi? --Le pregunte. --No lo pienses --me dijo--. Solo salta. Y salte. ?Que otra cosa podia hacer? Todo parecia diferente y, de repente, me di cuenta. Como salida de la nada estaba la niebla con forma de sombras en la noche. Lo percibia, lo sentia en la piel, todo iba a ser distinto. Era el principio del fin de mi vida tal y como la conocia. Alex tambien seguia alli. Me tocaba como si empezara a conocerme y me miraba como si me estuviera viendo con otros ojos. Unos que nunca me habian observado antes. Los ojos de la muerte. No era yo, no era la misma. Y pensar que todo esto habia empezado hacia solo dos semanas… Capitulo 1. El comienzo del fin BLAKE Estaba atascada estudiando para los examenes finales. Aqui era donde se decidia mi futuro. Si sacaba la carrera o tenia que repetir otro ano con alguna asignatura que me hubiera quedado pendiente. “No puedo fallar, no puedo fallar”, me repetia esa frase como un mantra, a ver si me entraba en la cabeza y, por arte de magia, no fallaba. Mi familia contaba conmigo y tenia que ser mejor por ellos. Por eso estudiaba derecho y gestion de empresas. Sabian que tenia intuicion para el negocio y que podia llevarlo al siguiente nivel. Mire mi telefono. John me habia llamado pero yo no se lo habia cogido. Hacia tiempo que queria romper con el porque estaba aburrida. Le tenia carino, nuestras familias eran amigas desde antes de que nacieramos y ambos estabamos destinados a dirigirlas cuando nuestros padres dejaran el negocio. Era tan natural que resultaba poco emocionante y yo necesitaba mas. De donde viniera ese mas, ahora mismo ni me lo planteaba, pero debia dejarlo si queria avanzar. Me iba a centrar en mi trabajo despues de los estudios. Si todo salia bien, acabaria con unas notas que me permitirian acceder a la especialidad que yo queria, por delante de otros alumnos. Me habia esforzado mucho para ello. Era capitana del grupo de debate, pues queria aprender todo lo necesario sobre negociacion, y hacia practicas con la profesora Johnson para iniciar mi tesis y poder doctorarme en derecho empresarial. Para preparar los examenes, habia contado con la ayuda de Fiorella Gulio, que era una de mis mejores amigas, junto a Lucrezia Lorenzzo, a la que todos llamabamos Zia. --No le gustaba que la llamaran por su nombre completo, aunque a mi siempre me habia parecido muy bonito--. Las tres estudiabamos la misma carrera, que esperabamos terminar con los examenes de manana. El caso es que John ya no encajaba en mi vida. Hacia tiempo que lo veia con otros ojos, como si ya no me conquistara cada vez que sonreia o se dirigia a mi. Cuando eramos pequenos, me bastaba, era lo que se esperaba de nosotros, pero ahora no. A veces me parecia que seguiamos juntos por costumbre o por comodidad y eso se tenia que acabar. De una forma u otra. Llegue a la Facultad y me fije en que habia varios estudiantes de primero ayudando a preparar la gala de graduacion, colgando pancartas y haciendo carteles para indicar a los invitados donde debian sentarse. Esa tarde teniamos un ensayo general con todos los estudiantes de la promocion. El acto de graduacion seria el viernes e iba a venir toda mi familia. Mis padres, Lena y Roberto. Mis abuelos, Annetta y Domenico. Mis tios, Bianca y Agostino, y mis primos, Giordano y Cosomo, que eran como hermanos para mi. Sabia que teniamos mas familia en Italia, pero desde que los padres de mi padre emigraron a America, no habiamos vuelto. De hecho, yo nunca habia estado alli. Arriba, abajo, recoge el diploma, pasa el birrete de un extremo al otro… Una vez terminado diligentemente el ensayo, fui al despacho de la profesora Johnson, que me felicito por haber concluido mi trabajo en su departamento y me prometio hablar con el profesor Williams para que me aceptara como alumna y poder empezar el doctorado en septiembre. Luego me encamine hacia el vestibulo, buscando un momento para hablar a solas con Zia y contarle mi inquietud. La encontre con su novio, Matteo Inchenza. Llevaban tres anos juntos, se conocieron en la universidad y desde entonces eran inseparables. Los cuatro, junto con Fiorella y su novio Carrick, formabamos uno de los grupos mas populares de la facultad. Siempre que los chicos venian a vernos, nuestros companeros se quedaban mirandonos, queriendo formar parte de lo que sea que estuvieramos organizando, aunque nadie sabia en realidad de que hablabamos cuando estabamos juntos. La familia de Zia, la de John, la de Fiorella, la de Matteo y la mia, eran las cinco familias mas poderosas de Nueva York. Nuestros negocios estaban hermanados y se podia decir que trabajabamos juntos y que nos apoyabamos siempre. El unico que no pertenecia a nuestro “submundo” era Carrick, pero cuando su relacion con Fiorella se hizo seria, decidimos contarselo todo. Eso si, el sabia que su vida dependia de que nos guardara el secreto y que no era ninguna broma. --Zia, te necesito. --Le dije arrancandola de los brazos de Matteo--. !Ahora te la devuelvo! --Le saque la lengua y me la lleve a un aparte. --?Que te pasa? --Me dijo divertida. A mi amiga no le preocupaba absolutamente nada. Aunque por su apariencia nadie lo diria, era una de las personas mas frias que conocia cuando debia serlo. --Voy a hacerlo. Voy a dejarle. --Le dije decidida. --?Otra vez con el tema de John? --Me pregunto desesperada, pero sabia que era solo una pose. Me conocia mejor que nadie y sabia lo mal que lo estaba pasando con este asunto. --Tengo que hacerlo. No puedo retrasarlo mas. Levanto las cejas y suspiro. --Lo entiendo, pero antes de la graduacion me parece cruel. Yo suspire tambien. Estaba cansada. --Si no lo hago ahora, no lo hare nunca. Ya sabes que nuestras familias tienen planes para nosotros despues de la graduacion. Asi era. Nuestras familias querian que nos casaramos para dejarnos como cabezas del negocio. “Por separado somos fuertes, pero juntos somos invencibles”, nos decian siempre. Mi padre era un lider nato y me habia ensenado a ser como el. Sabia que yo podria seguir sus pasos sin problemas y que no necesitaba a ningun hombre a mi lado para hacerlo, pero los Marconni habian hecho un pacto con los Ricco, la familia de John, para ampliar el negocio y se sellaba con el matrimonio. De todas formas, hablaria con el y buscariamos la forma de continuar con el pacto sin pasar por el altar. Estaba segura. El nunca me obligaria a hacer algo que no quisiera. No en el terreno personal. En los negocios, si, desde luego. Mi primera pistola la dispare con diez anos. Me dijo que tenia que saber defenderme. Me apunto a clases de karate y me hizo seguirlas hasta que fui cinturon negro. Lo acompanaba a todas las negociaciones desde los doce y me dejaba participar activamente en ellas desde los dieciseis. Siempre fui muy espabilada y el contribuyo a ello. Cuando cumpli los dieciocho, puso a un grupo de cuatro hombres a mis ordenes y no habia perdido a ninguno. Nuestro negocio estrella era la cadena de hoteles De Lucchi, apellido de soltera de mi madre, que estaba administrada por una junta directiva de la que mis padres eran accionistas mayoritarios. Yo me encargaba de dirigir el resto de empresas legales, que sobre todo se dedicaban a la intermediacion. Si un negocio tenia una necesidad, yo se la cubria. Pero tambien controlaba todo lo que habia que saber sobre extorsion, blanqueo, enganos, chantajes, contrabando, falsificaciones… Lo llevaba en la sangre. --Bueno, pues hazlo. Miralo, por ahi viene. --Senalo hacia la puerta de la entrada de la facultad y yo fui a su encuentro. Cuando llegue hasta donde estaba John, me cogio en volandas y me beso. Le devolvi el beso. Iba a ser el ultimo. --Hola preciosa. --Me dijo con una sonrisa encantadora. John era rubio, musculoso, un poco mas alto que yo, atletico. Era la clase de chico que hacia que te volvieras para mirarlo y yo iba a dejarlo. --Hola cielo, tenemos que hablar. --Yo nunca decia apelativos carinosos, pero a John si. Con el siempre habia tenido esa complicidad. Le cogi de la mano y tire de el hasta un banco--. A ver, esto no es facil, John. --No sigas. --Me corto antes de que pudiera siquiera comenzar--. Ya se lo que vas a decir. Lo he estado esperando durante anos. ?Lo sabia? ?Tan obvio era? ?Y por que nunca me habia dicho nada? --?Lo sabes? --Le pregunte timida. --Se que hace mucho tiempo que no eres feliz conmigo. He intentado remediarlo, he hecho de todo, pero nada parece nunca suficiente. --Se paso una mano por el pelo. No me miraba. Estaba dolido. --Lo siento, John. No queria hacerte dano. --Le puse una mano en la mejilla y le obligue a mirarme a los ojos--. Sabes que te quiero, pero mas como amigo que como pareja. Hemos pasado por muchas cosas juntos y siempre estare a tu lado para lo que necesites. --Le asegure. --Y yo al tuyo, Blake. --Me dijo levantandose--. Pero me llevara un tiempo. --Se quedo parado un segundo y me hablo sin mirarme--. Cuando rechazas a alguien, aunque quieras arreglarlo y decir algo que le de otro sentido, el dano ya esta hecho y no lo puedes reparar con palabras. Me quede sentada en el banco mientras veia como se alejaba. Al fin y al cabo, era lo que yo queria, dejarle. No podia ir tras el y no habia nada que pudiera decir para mejorar la situacion. Ademas, estaba segura de que retomariamos la conversacion en algun momento. Despues de haber estado toda la vida juntos, habia resultado sorprendentemente facil. John fue mi primer beso, mi primera vez, mi mejor amigo. Habiamos pasado por muchas cosas juntos, nos complementabamos. Es muy dificil encontrar a alguien asi y mucho mas dificil dejarlo escapar.

  • Con sabor a vainilla de Lucia M

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    Lucia es una mujer de cuarenta y dos anos que, despues de casi veinte anos de matrimonio, se divorcia y descubre que las relaciones ya no son como ella las recuerda.
    Natalia, una amiga que nunca ha dejado de estar en el mercado, decide por ella que dos anos sin relaciones desde su ruptura, ya son suficientes, y con la excusa de un juego, le presenta a Cash.

  • Acepte por ti de Iris T. Hernandez

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    ENTRE en la cafeteria que hay justo al lado de mi trabajo observando las mesas en busca de una libre para poder sentarme y esperar a Alison, mi companera de trabajo y, por supuesto, mi mejor amiga desde hace mucho tiempo. Como cada manana, el joven camarero se acerco con una libreta en la mano, me guino un ojo emitiendo una sonrisa junto a un "?lo de siempre?". Asienti con un ligero movimiento de cabeza y sonriendo mientras dirigia la mirada hacia la puerta. Vi aparecer con paso rapido a Alison, su respiracion era rapida y agitada, le sonrei, pero antes de poder decirle palabra alguna aparecio el joven camarero con dos cafes con leche y muffins de chocolate. --Buenos dias, ?llevas mucho tiempo esperando? --Su voz divertida, hizo que riera. Todos los dias llegaba tarde, no era de esperar que hoy no lo hiciera. Negue con la cabeza y agarre la taza por el asa para poder dar el primer sorbo al cafe. La espuma impregno mi labio superior, e inconscientemente me lami el labio sintiendome observada por el camarero. Pero me daba igual, podria decir que incluso me gustaba que me observara. Alison, desde que se habia sentado y dado el primer mordisco a su muffin, no habia parado de hablar, apenas habia oido toda la conversacion, pero si lo justo para saber de que se trataba. Terminamos nuestro desayuno entre risas y bromas, hasta que vimos la hora y tuvimos que apresurarnos. Quedaban un par de minutos para tener que abrir la agencia de viajes en la cual trabajabamos, asi que nos levantamos rapidamente y, tras pagar y coger nuestros enseres, caminamos con paso ligero hasta llegar frente a la persiana de color azul cielo. Saque de mi bolso las llaves para abrir la cerradura, entre las dos hicimos la fuerza necesaria para que aquella persiana de hierro antigua se abriera de un solo empujon. Desde la entrada se podian observar dos mostradores vacios ensombrecidos por la falta de luz. Camine hasta el interruptor y lo presione. Mientras arrancaba el ordenador, se fueron iluminando las delimitadas zonas del local. Me sente en mi mesa justo detras del mostrador, en una zona apartada para poder conseguir un trato mas confidencial para clientes importantes, y observe ese pequeno lugar sintiendome afortunada por haber encontrado ese trabajo justo al empezar la carrera universitaria y el cual mantenia una vez terminada. Era un trabajo que disfrutaba, en cuanto comence senti que me encantaba planificar viajes, aunque no fuera yo la afortunada de vivirlos, pero sabia que algun dia conseguiria viajar. --!Buenos dias chicas! --interrumpio mis pensamientos Romina, la duena de la agencia, una mujer de unos cincuenta anos, soltera y dedicada unicamente a que su negocio prosperara. Con nosotras era muy cercana, incluso cuando necesitabamos ayuda sabiamos que podiamos contar con ella. --Buenos dias Romi --contestamos las dos alegremente. Abri el correo electronico principal y, tras revisar el tipo de peticion, fui derivando los correos a sus destinatarios, hasta que comence a planificar los viajes que tenia pendientes. Uno de ellos era a Marrakech, un viaje de novios espectacular; ellos estaban decididos a ir para conocer la cultura y preferian hoteles modestos, pero lo mas cercano a sus puntos de interes; asi que las horas que estuve buscando alojamiento, transporte y conociendo indirectamente la zona, las disfrute como una nina. Segui organizando un par de viajes para una empresa, viajes aburridos, sin sentido, vuelo-hotel-vuelo, ni siquiera dedicaban una hora en conocer el lugar que, por obligacion, tenian que visitar, pero asi eran la mayoria de los viajes, destinos carentes de sentimientos. El aviso del calendario del correo electronico me avisaba de que en quince minutos vencia mi cita en el Notario Preston. Suspire hondo y, tras unos segundos de paralizacion, cogi mi bolso y mi telefono movil para ausentarme hasta despues de la comida. Aun no entendia por que habia accedido a ir, no sabia que diantres pintaba yo en aquel lugar, y no me habian querido dar mas informacion que la hora y el lugar al que tenia que dirigirme. --Romi, me dirijo al notario --le dije desde la puerta de su despacho, esperando una confirmacion, aunque ya me habia autorizado dias antes. --No te preocupes Abi y recuerda, si resulta que heredas millones, no te olvides de tus amigos --dijo bromeando, intentado arrancarme una sonrisa, pero solo consiguio que resoplara de resignacion. --Lo recordare --dije sabiendo que ese no iba a ser el caso. Me acerque al mostrador y le recorde en susurros a Alison que nos veriamos a las dos en la cafeteria de siempre. Estaba hablando por telefono asi que asintio, me lanzo un beso y gesticulo la palabra suerte. Sali de la agencia y camine en direccion al notario, por suerte estaba en la misma zona de Manhattan, una casualidad que tuviera que dirigirme a unos pasos de mi trabajo. Al llegar al edificio quede anonadada. Habia pasado por delante de este en cientos de ocasiones, pero nunca me habia parado a verlo en detalle. Era un enorme rascacielos rodeado de un cristal plateado, resplandeciendo lo suficiente para no pasar desapercibido. Mire hacia la puerta giratoria, por la que accedias a un hall, abarrotado de personas trajeadas, de techos altos. Al fondo, observe cuatro grandes puertas de aluminio frente a ellas se detenian todas las personas. Sin dudarlo, di unos pasos lentos para alcanzarlas. Justo cuando llegaba se abrieron, y tras acelerar el paso, consegui adentrarme en el. Marque el noveno piso mientras intentaba ponerme a un lado de ese espectacular ascensor cubierto de espejos que apenas podia ver, por la cantidad de personas que lo ocupaban. Permaneci seria esperando llegar al nivel en el que se encontraba el notario del Senor Preston. Cuando el estridente sonido del ascensor avisaba que se iba a detener, di un pequeno salto, que me hizo sentir avergonzada, evitando la sonrisilla y mirar al resto de personas que seguian detras de mi. Fueron dos segundos de bochorno, pero se desvanecieron en cuanto sali del ascensor y me pare frente al mostrador de madera maciza color cerezo del cual sobresalian las palabras "Notarias Preston". Espere durante unos segundos a que el senor que estaba hablando con la recepcionista terminara. --?Buenos dias, en que puedo ayudarle? --se dirigio a mi la joven recepcionista, una chica con tono amable, el cual me hizo relajarme durante unas decimas de segundos para poder contestar. --Tengo una cita con el Senor Preston. Soy Abigail Evans. --La seguridad que transmiti no tenia nada que ver con lo que realmente sentia, estaba nerviosa por la incertidumbre de no saber por que tenia que acudir. Al oir mi nombre, se levanto y me acompano hasta una sala que habia tras el pasillo principal. Abrio la puerta y pude observar que esperaba un senor de unos treinta y pocos anos sentado en una de las sillas de la gran mesa de madera de color roble. Al verme, me sonrio y, tras saludarme, me indico que me sentara a su lado. Estuve durante unos minutos sentada al lado de ese desconocido de cabello claro y ojos azules muy atractivo, sin saber que hacia alli realmente, pero tenia que permanecer escuchando lo que quisieran exponerme e irme por donde habia venido como si nada. Dias atras recibi la llamada del Senor Preston informandome de que tenia que acudir a la lectura del testamento del Senor Smith. Nunca habia oido hablar de el y, tras un interrogatorio intenso a mi madre, averigue que era un amigo de mis padres cuando eran novios. Siguio manteniendo el contacto con mi madre, cuando mi padre decidio marcharse. Yo apenas tenia tres anos y, o mis recuerdos me fallaban, o nunca habia oido hablar del Senor Smith en boca de mi madre.

  • Futuro incierto (Futuro incierto 1) de Esmeralda Munoz

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    A nuestra protagonista le han intentado asesinar. Un disparo en la cabeza le ha provocado la muerte, pero regresa a la vida con un cometido: salvar al mundo. Ha desarrollado el don de ver el futuro y, entre esta gran ayuda, y sus amigos, averiguaran quien quiso matarla y como salvar a millones de personas.Un libro que esta causando furor, lleno de suspense, ciencia ficcion, romanticismo y comedia.

  • El diablo de Milan de Cathryn De Bourgh

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    Lucio Valenti, soltero y millonario y guapo como un demonio, era un visitante asiduo al exclusivo club de mujeres pagas cuando se acerco un dia al dueno del establecimiento con ese insolito pedido. --Necesito una virgen, Paolo--dijo. No bromeaba, no solia bromear con esas cosas. El dueno del prostibulo lo miro algo sorprendido. --Pero una virgen no es tu estilo--dijo con cierto reparo el dueno del burdel de lujo. --Lo se pero la necesito ?y no dicen que la necesidad tiene cara de hereje? --Si, supongo que si pero hoy dia es un poco dificil. A menos que... Vaya ?entonces quieres probar cosas nuevas entrenando a una novata en la cama? Galiani penso que su cliente bromeaba. El solo tenia mujeres sofisticadas y bien entrenadas, que conocian bien su oficio pero que lucian como verdaderas damas formaban parte de su exclusivo club privado "de compania". El era uno de sus duenos, manejaba el negocio de la prostitucion vip con suma cautela, usando de pantalla que alli se brindaban acompanantes y traductores para los viajeros extranjeros. Mediante un complejo y sofisticado metodo de sobornos, Galiani tenia montado un negocio muy rentable. Una fachada para conseguir acompanantes discretos y amantes sofisticadas para millonarios aburridos y ansiosos de sexo sin compromisos como Lucio Valenti. --No, no se trata de ensenar esta vez-- confeso Valenti con un gesto de cautela --pero necesito una virgen hermosa y tierna, tu conoces bien mis gustos pero esta vez debe ser autentica. No le dijo la razon pero lo cierto es que si su mejor cliente pedia una virgen y el dueno de la agencia debia conseguirla. --Escoge alguna que sea de mi agrado Paolo y luego, debera firmar un contrato. --?Y que contrato es ese? --Menos pregunta Dios y perdona amigo. Haz lo que te pido, realiza una seleccion y luego me avisas. Si alguna me agrada y decido cerrar el trato, te pagare una cifra de tres ceros. Pero debe ser perfecta para mi y dispuesta a firmar el contrato. --Pero ?por que una virgen mi viejo amigo? ?No puede ser una chica de mi agencia de compania? Tengo las mujeres mas cotizadas del negocio. Hermosas y saludables, de buen nivel intelectual. El millonario lo nego con un gesto de desden. --Es que ya conozco a las chicas de aqui y ninguna serviria. ?Crees que puedas conseguir lo que te pido o debere buscarme una agencia que si lo haga? La amenaza fue contundente. --Oh no sera necesario. Vere que puedo hacer por ti viejo amigo, solo dame un poco de tiempo. Hoy dia cuesta mucho encontrar una virgen hermosa y dispuesta a firmar un contrato. Temo que deberas decirme que clase de contrato sera ese. --Vamos, tu eres convincente Paolo, ve al sur, consigue una chica hermosa y decente para mi, sabes que no tengo tiempo para andar buscando, los negocios son primero. Pero para que estes tranquilo quiero decirte que es un tema de negocios tambien. Un absurdo testamento que me obliga a casarme, de eso se trata. Si, mi padre dice que si no me caso este ano dejara el negocio en manos de mi hermano menor. No tiene derecho a hacerlo, pero lo hara. --Una esposa. Que interesante. Hubieras empezado por ahi. --Es que el asunto no me hace gracia, sabes bien lo que pienso al respecto. Debo atarme a una mujer y no me atrae casarme con una de tus rameras. Al menos consigue una virgen, una chica decente dispuesta a casarse conmigo y a obedecerme. Pero es importante que entienda eso, sera una boda forzada si, una fachada para que pueda seguir haciendo lo que me plazca pero si llevo una ramera nadie me creera. No te pediria esto si no estuviera desesperado. El tiempo es oro ya has oido el refran ?verdad? --Si, por supuesto. Vere que puedo hacer. Pero necesitare algo de tiempo y de dinero para mover contactos. --Por supuesto, ve... ve y luego avisame. Es que lo que no tengo es demasiado tiempo. Enviame fotos primero, necesito verlas--dijo y le extendio un cheque de tres ceros para que empezara a moverse. El senor Galiani penso que lo conseguiria, no sabia como pero no podia perderse la cifra de seis ceros que le ofrecia ese millonario. Cuando este se marcho busco en su portatil el banco de datos que tenia. Habia diez chicas que acababan de entrar y una de ellas tenia una cara de angel, era rubia y parecia virgen, aunque no lo era por supuesto. Habia un lugar donde se operaban las mujeres que querian recuperar su virginidad... Pero tenia pechos operados, eso era una desventaja, se daria cuenta, ese millonario no era tonto. No, necesitaba mas que una cara inocente. Tenia que ser una autentica virgen dispuesta a vender su virginidad. No solo su virginidad, su cuerpo y su alma para ser la acompanante de un italiano guapo y millonario. Vamos, el trato no era tan malo. Tendria un marido. ?No era el sueno de una virgen? ?Tener un hombre joven, millonario y dispuesto a casarse con ella? solo que hoy dia las virgenes jovenes escaseaban. Era un pedido dificil, lo conseguiria si pero esta vez no podia hacerlo solo. Hizo un par de llamadas y cito en su oficina a uno de sus buscadores de modelos principiantes dispuestas a salir con millonarios por dinero y fama. Era un tipo leal y discreto que se manejaba en la web y tenia muy buen trato con las chicas. Ernesto Schiavi. Alto, de largas piernas y porte intelectual era quien manejaba las redes y era ademas un experto programador y antiguo hacker sin trabajo. --Bueno, tenemos un pedido especial mi amigo. Buen dinero si te mueves rapido y me das lo que te pido. --?De veras? ?De que se trata?--quiso saber. --Una virgen inocente que este dispuesta a vender su virginidad a un millonario a cambio de dinero y estabilidad. Cuando supo los detalles Ernesto vacilo. --?Y donde demonios esperas encontrar una chica asi? Porque lo que quiere ese millonario no existe, ?te das cuenta? Al senor Paolo no le agradaba esa palabra. --Para mi no existe no es una palabra valida, amigo. Esfuerzate. Buscame a la chica. Te enviare a tu portatil el perfil del millonario y el tipo de chica que le agrada. Pero Ernesto penso que no lo conseguirian. --?Y donde debo buscar una virgen? Deberia ir a la preparatoria y eso seria ilegal. Porque ninguna chica universitaria es virgen ni tampoco... --Bueno, tengo algunas ideas. Creo que primero deberas viajar al sur, alli las jovenes son mas recatadas y conservadoras. --Ni tanto... es una idea un poco falsa y estereotipada del sur, hoy dia las cosas han cambiado, hay mas libertad que antes, aun en los pueblos pequenos de Napoles. --Bueno, investiga eso. Se que no sera facil pero es mucho dinero en juego y todo debe ser perfectamente legal. Perfectamente legal era una expresion ambigua en ese negocio. Hasta ahora habia sido legal pero,

  • Una historia de amor y oscuridad de Amos Oz

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    Amor y oscuridad son las dos fuerzas que recorren la conmovedora autobiografia novelada de Amos Oz, publicada por vez primera en hebreo en 2002. El autor narra su infancia y adolescencia en los anos cuarenta y cincuenta, en Jerusalen y en el kibutz de Hulda, marcados por la tragica existencia de sus padres: Yehuda, un estricto bibliotecario, y Fania, una mujer culta, romantica y sonadora. Atrapado entre ellos, el futuro escritor es un nino que soporta sobre sus fragiles hombros la pesada herencia de sus singulares antepasados y asiste atonito a los grandes cambios que marcaran su vida y la de su incipiente nacion. La narracion de Una historia de amor y oscuridad oscila hacia delante y hacia atras en el tiempo y refleja mas de cien anos de historia familiar, cuatro generaciones de sonadores, estudiosos, poetas egocentricos y ovejas negras, que desde Vilna y Odesa, a traves de Polonia y Praga, llegaron a Israel.

  • Navidad de los Demonios de Becca Berger

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    Los Demonios del Infierno deciden festejar Navidad y Ano Nuevo. ?que podria salir mal?

  • La primera vez en nuestras vidas de Ashin Licham

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    Daniela esta cansada de su monotona vida en la ciudad, planea pasar unas emocionantes vacaciones de verano en Nueva York con su gato llamado “Puma”, sin esperar que no todo siempre sale como uno piensa. Y que puedes encontrar el amor en la persona que menos esperas.
    Un encuentro furtivo, fotografias, gatos, aventura, drama y lo mas importante una loca historia romantica.

  • La pelirroja de la bicicleta de Pintina Cuneo

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  • Olga de Bernhard Schlink

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    Olga nace en la parte este del imperio aleman a finales del siglo XIX, sobrevive a dos guerras mundiales y muere en extranas circunstancias. Su vida, a caballo entre dos siglos, transcurre marcada por la historia. De familia pobre, es criada por su abuela tras la temprana desaparicion de sus padres; mas adelante se enamora de Herbert, un joven de una clase social superior, cuya familia se opone a la relacion. Deberan mantener su amor en la clandestinidad y despues la relacion quedara marcada por la distancia, porque Herbert, llevado por el entusiasmo de las guerras coloniales de Bismarck, decide alistarse en el ejercito. Viajara por Africa y por America del Sur y mas tarde formara parte de una expedicion polar, mientras Olga se queda en casa y le escribe cartas.
    La novela relata la vida de la protagonista en tres partes y desde tres angulos complementarios: un narrador en tercera persona, un testimonio en primera -el de un joven que la conoce en los anos cincuenta, cuando Olga plancha para su familia- y por ultimo las cartas que la propia Olga envio durante anos a su amado, sin obtener respuesta.
    Bernhard Schlink retrata con precision y sensibilidad un alma femenina y desgrana sus anhelos, pesares y secretos, y al mismo tiempo esboza una panoramica de algunos anos cruciales de la historia alemana contemporanea, con todas sus convulsiones y claroscuros. Olga es una obra a un tiempo intima y epica, en la que se entrecruzan las pequenas cuitas personales y los grandes acontecimientos historicos, con los deslumbrantes resultados a los que nos tiene acostumbrados el autor de la exitosisima El lector.

  • Cinco Panes De Cebada de Lucia Baquedano Azcona

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    Muriel, una joven de veintiun anos, se dirige a su primer puesto como maestra, en un pueblo del Pirineo navarro. Pero adaptarse es de trabajo dificil porque la cultura de la gente de este pueblo es diferente de la suya. A Muriel le parece que el pueblo tiene una mentalidad muy cerrada. Muriel aspiraba a mas… Sin embargo, el carino de la gente y le hara cambiar de opinion y aparecera un nuevo objetivo que cumplir en su vida.

  • La historia sonada – Silvia Ibanez Cambra de Silvia Ibanez Cambra

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    Paris, 1940. Esteban lleva un ano viviendo con su tio Eduardo, la persona que lo rescato de una Espana desolada tras la guerra. Alli, sin poder olvidar su pasado, le relata a Eric, amigo de su tio y escritor, sus vivencias, la muerte de sus acaudalados padres y las miserias que paso posteriormente, pidiendo limosna por las calles y siendo acogido en su casa por un inspector. Una acogida que no fue desinteresada ya que lo que el inspector queria de el era informacion sobre los Campillo, amigos de sus padres. La muerte de la mujer del inspector, Rosa, habia ocurrido en presencia de uno de los Campillo y se habia culpado del asesinato al hijo de uno de los empleados de la casa. Esteban era muy pequeno cuando todo ocurrio y apenas habia conocido a los Campillo, asi que, no pudo contarle nada.

  • El dia que me calle me salen subtitulos de Anabel Garcia

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    Mi vida era perfecta hasta que ese mendrugo con cara de seductor forajido irrumpio en ella. Todo empezo aquella maldita noche en la que el se colo en mi playa privada de Los Angeles. En ese momento comenzo mi fatal descenso hacia los abismos de la locura, pero hare cuanto este en mi mano para recuperar la perfeccion. !Como que me llamo Zoe O'Connor!

  • Sumisa de cinco leones de Saray Gil Diaz

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    Sonia miraba a Maria a traves del precioso espejo charro, todo en dorado, extranada mientras Maria sonreia. ?Que cono haces Maria? ?Tu? te me has caido de un pedestal, tres hombres ?Que va a pensar la gente. Maria la miro muy seria volviendose lentamente. Me caso con Josh, a efectos legales, ademas hoy en dia todo esto esta bien visto. Sonia se miro las unas y la volvio a mirar seriamente. Eso dices tu. A mi no me importa lo que piense nadie, lo que piense la gente no me abraza ni me hace el amor por las noches. Esta bien, quitate al menos esa pulsera de cuero, no te pega. Maria se toco la pulsera negando. No. Que no te pega Maria. Intento alcanzarla pero ella metio sus manos tras su espalda. ?Te obligan a llevarla? Sonia la increpo mientras sacaba su mano mirando la fina tela. Me gusta, me la regalaron mis maridos. Ella levanto las manos aceptando que Maria no se la quitaria. Esta bien. Maria miro a Sonia a su hermosa altura, de pelo rojo liso hasta sus nalgas y ojos verdes zafiro, al igual que el hermoso vestido que lucia nerviosa tocandose su collar de sumisa en su muneca, era su amiga, pero no sabia nada sobre el BDSM (bondaje y sumision) y ella era demasiado prepotente para este mundo y le sonrio. Esta bien Maria, vamos. Vio a Sonia agacharse a ponerse sus lindos zapatos de tacones de aguja negros y le sonrio sabiendo que despues de su boda ella se quedaria en Nueva York con sus maridos y ella volveria a Espana, Sonia se incorporo y se acerco a ella con una preciosa sonrisa de carmin rojo. Vamos a terminar de arreglarte. Sonia calzo tambien a Maria en sus preciosos zapatos, tambien de tacon alto y le puso su hermosa corona de diamantes, busco alrededor con una furtiva lagrima el ramo de hermosas rosas blancas con una roja en medio y se lo entrego sin querer volver a mirarla. Sonia. Maria le abrio los brazos hasta que Sonia bajo una ceja que tenia alzada mirandola, acepto su toque y se sento junto a ella. Siempre estare aqui, algun dia encontraras el amor, tienes que intentar ser mas amigable con los hombres, debes abrirte a conocer gente y ser mas simpatica. No puedo, sabes como me he criado, siempre he sido una nina rica que debia de cuidar sus amistades y su vida, para no aparecer en la television o en una revista del corazon, tu has sido siempre mi mejor amiga y mis padres, pero ellos ya no estan, ahora solo tengo una cuenta llena de tantos ceros que no los gastaria ni siquiera quemandolos, a Mateo mi guarda espaldas, a si y a Pin mi interna. Maria miraba atenta a su amiga intentando consolarla, la vio cambiar la cara de tristeza que tenia completamente levantandose a mirarse al espejo. Nunca debi presentarte a tus futuros maridos. Sonia estaba de vuelta a ella, parecia que ni tan siquiera hubiera soltado una lagrima. No digas eso, siempre seremos amigas, nadie puede romper nuestra amistad, estare aqui para lo que quieras, vente a vivir a Nueva York. Sonia volvio al espejo su mirada, se inclino en el y comenzo a pintar sus ojos con un lapiz negro para terminar de rematar con un poco de sombra. Tu vida cambiara hoy para siempre Maria. Sonia se volvio hacia ella nuevamente sonriente mientras soltaba un suspiro. Si tus maridos nunca te han dejado mas de diez minutos sola desde que te conocieron, a partir de hoy menos aun, vamos es tarde, tienes que dar un si quiero hoy, bueno o tres. No mucho mas tarde Sonia dejo a Maria al lado de las puertas de la preciosa iglesia de San Patricio y espero a que entrara, no queria ser el centro de atencion de todo el mundo, espero paciente a que acabara la musica de entrada de la novia y empezara a hablar el cura, cuando se decidio a entrar, no quedaba un hueco libre atras, delante habia uno reservado para ella, nada mas y nada menos que en la primera fila, queria huir, hacer sonar la campana, aquello estaba abarrotado, habia hasta indios, hombres con chilaba, otros llenos de tatuajes y casi todos los demas en opulentos y costosos trajes, miro mas alla y filas de jeques, chinos, japoneses, acompanados de muy pocas mujeres o una solitaria rodeada de tipos, la madre de Maria miro para atras en ese momento y le hizo una sola sena hacia el asiento con el rostro completamente serio, sabia que si no lo hacia de malas se quedaria donde estaba o en un rincon oscuro, volvio a senalar el asiento libre y no le quedo mas remedio que ir, levanto la cabeza y deseaba taparse con las manos para que no la vieran, pero ella era Sonia Gonzalez, una pelirroja insolente, cuando llego a su asiento Maria la miro en ese momento sintiendola y Sonia le sonrio, los hermanos de Josh estaban al lado de la madre de Maria, vestidos como el novio y sonrientes ,todo fue muy lento y solo oia blablabla... pensaba Sonia, de repente sintio algo, se sintio observada, notaba una punzada que le llamaba a mirar para atras y ni queria, vio a Maria y Josh bajar la corta escalera y a los invitados ponerse de lado, pero no queria perder a su amiga de vista, cuando paso Maria le dio el ramo y siguio su camino hacia la calle, Sonia salio del banco para dejar salir a los maridos de Maria y miro alrededor buscando la mirada de antes, vio a cinco hombres, cada cual mas hermosos, casi todos ellos de rica piel tostada y cuerpos fornidos en puro musculo mirandola, no podia desprender la mirada de ellos estaba completamente absorta cuando sintio a Mateo, su guarda espaldas cogerla por el codo y mirarla seriamente. Sonia, ?estas bien? Ella lo miro asintiendo: Maria, es muy graciosa. Mateo bajo la mirada al ramo aguantandose una inmensa carcajada: Ya lo veo. Sonia se percato de nuevo del ramo de rosas blancas con una roja en medio que tenia en las manos y su mirada bajo a el. ?Vamos? aun te queda ir al banquete. Sonia miro a los ojos de Mateo tratando de arrojar suplicas: ?Tengo que ir? El le sonrio con maldad y asintio con la cabeza: Si. Sonia siguio a Mateo sin volver la mirada a los hermosos hombres hasta su limusina, cuando estuvo bajo la seguridad de sus lunas tintadas los vio salir rodeados de guardaespaldas y mirar a Mateo dando la vuelta para montarse a conducir, el que parecia mas mayor no quitaba los ojos de la ventana donde estaba ella, como si supiera que lo miraba, era majestuoso, inmenso, de piel tostada por el sol y de ojos negros brillantes. Hay trafico hasta llegar a la autovia, tardaremos en llegar. Mateo la miraba a traves del espejo retrovisor: Podemos ir al hotel. Este le nego seriamente: Sonia, aguanta esta noche, manana estaras a estas horas en tu casa y no volveras a ver a tu amiga. Ella bajo la mirada y se sumergio en sus pensamientos mientras caia la tarde en la gran manzana de Nueva York.

  • Las chicas buenas tambien pueden ser malas, Sarah Myers de Sarah Myers

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    Se podria definir a Wendy como; una buena chica.

  • Enterrad a los muertos de Louise Penny

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    Tras Una revelacion brutal y Enterrad a los muertos, este nuevo caso del inspector Armand Gamache es la tercera obra publicada en castellano de una de las series policiacas mas galardonadas y celebradas por la critica internacional. Ganadora de un Anthony Award y elegida mejor novela negra del ano por The New York Times Book Review, El juego de la luz es una nueva leccion magistral de la gran dama canadiense del crimen. Clara Morrow lleva muchos anos trabajando en el mas absoluto anonimato como pintora aficionada en Three Pines, un tranquilo pueblecito de las afueras de Montreal.

  • Un reportero en apuros (eLit 3) de Gina Wilkins

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    Ninguna mujer en el mundo habia rechazado a Riley O’Neal. Todo lo que tenia que hacer era mostrar su irresistible sonrisa. Pero siempre habia una primera vez, y fue la camarera Teresa Scott quien le hizo vivir la experiencia. !Y que camarera! Era un ritual: cada manana, desayunaba en el Rainbow Cafe, y ademas de un cafe bien cargado, Riley se tenia que tragar un buen “no”.

  • 14/7. El descubrimiento de Pamela Stupia

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    Cielo, Mara, Guillermina y Bianca son nuevas en la escuela; como si fuese facil iniciar el secundario, ellas ademas tienen que hacerlo en un nuevo colegio y una nueva ciudad.
    Las cuatro chicas se haran amigas y se enfrentaran al desafio de ser aceptadas. Pero cuando algunos sucesos extranos suceden, empezaran a pensar que tal vez su encuentro no fue una casualidad y que el destino quiere revelarles algo.

  • Suenos de una dama de Brianne Miller

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    Lady Anne Townsend decidio dedicar su vida a obras de caridad ahora que se habia convertido en una solterona. Su tarea en Bedlam, el hospital siquiatrico de Londres, la hacia sentirse viva de nuevo, sobre todo cuando conocio a un marques de mirada atormentada que, aun sin pronunciar palabra, le pedia a gritos que le rescatara.

  • Todas las malditas veces que la tuve debajo de mi de Cristina Prada

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  • Reciclando el amor de Krista E. Mollet

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    No tenia suerte en el amor, al menos eso es lo que creia ella capaz de soportar cualquier cosa con tal de no estar sola… pero algunas veces el pasado puede llamar a la puerta.

  • Forajida de Mar Fernandez

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    Tras los horrores de la guerra, Justin Chandler regresa a su hogar en Kansas deseando retomar su vida donde la dejo. Un ano despues, dirige el consultorio medico de Rocky Meadow y esta felizmente casado con Cassie Sanders, una joven dulce y bondadosa.
    Pero un dia cualquiera todo su mundo se derrumba al encontrar el cuerpo de su esposa sobre un charco de sangre. Desde ese momento, su unico objetivo es encontrar al asesino de Cassie, y de este modo emprende un viaje cuyo unico fin es la venganza.
    Su busqueda le lleva hasta un saloon en Denver donde, durante una partida de poquer, conoce a Shan, un muchacho enclenque y bravucon que llama su atencion. Cuando descubre sus facciones, hasta entonces ocultas bajo el ala de su sombrero, siente que su corazon se detiene y que lo imposible se convierte en real.
    Vive una aventura llena de romance, pasion y venganza en el lejano oeste de la mano de Justin y Shan.

  • Dime que te casaras conmigo de Victoria Vilchez

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    Ari y Lucas estan a punto de celebrar su segundo aniversario y, aunque sus inicios no resultaron faciles, han vivido dos anos de relacion maravillosa. Pero ultimamente Lucas se comporta de manera extrana y Ari ha comenzado a plantearse si no echara de menos su vida anterior. Al fin y al cabo, la fama de mujeriego de Lucas es legendaria en la universidad.
    Pero mientras Ari se llena de dudas por lo que podria estar sucediendo, Lucas planea en secreto su apuesta mas arriesgada.
    ?Superara su amor esta nueva prueba?

  • Tan tuyo como tu muerte de Emili Bayo

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    Una asesina convertida en victima, un moribundo dispuesto a salvar una vida, el odio de la mano del amor… El sargento Abel Claramunt aspira a acabar sus dias como policia en un retiro tranquilo, pero el pasado familiar y la pasion de una joven companera le complican la existencia. Deberan esforzarse por salvar una vida, atrapar a una asesina e investigar un secuestro. Mucho para alguien a quien solo quedan unos meses de vida.

  • La doctrina del Sainte de Peter Handke

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    Escrita a continuacion de ” Lento regreso ” , novela con la cual sostiene un soterrado vinculo, ” La doctrina del Sainte-Victoire ” (1980) marca un punto de inflexion en la obra de Peter Handke (1942), que adopta en ella el narrador en primera persona y encuentra una fecunda veta en la geografia y en el discurso digresivo. Dominada, como la Provenza (escenario en que se situa), por la montana Sainte-Victoire, objeto de numerosas representaciones por parte del pintor Paul Cezanne, asi como por la relacion que el narrador establece con ella, la obra tiene como ejes el paisaje, el tiempo, la representacion artistica y la reflexion acerca de la labor creadora y del desarrollo de la existencia.

  • La invasion del Tearling (La Reina del Tearling 2), Erika Johansen de Erika Johansen

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    Mas aventuras, intriga y emocion en la fascinante secuela de La Reina del Tearling. La segunda entrega de una adictiva trilogia que ha seducido a los productores y a la protagonista de las peliculas de Harry Potter, asi como a legiones de lectores en todo el mundo.

  • MI VIDA ENTRE SOMBRAS 1 de Maria C. Garcia

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    Adentrate en una historia repleta de pasion, amor e intriga.
    Eric es un rico empresario adicto al trabajo que hace tiempo renego del amor.
    Sheyla es una secretaria trabajadora e inteligente que se siente feliz con una vida monotona y controlada, alejada por fin de su doloroso pasado.
    Cuando sus caminos se cruzan ella siente que algo la atrae hacia ese hombre tan frio y complicado como irresistible, a pesar de que el estilo de vida que la ofrece constituye un desafio en si mismo. Pronto descubre que sus demonios lo consumen por dentro, impidiendo que se comprometa. Ajena al peligro que acecha en la lejania, Sheyla se sumergira en un nuevo mundo que la llevara a lugares inesperados protagonizados por la pasion y el deseo ?Te atreves a ir con ella?

  • Aqui se quisieron Carla y Nico de A. M. Irun

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    Porfi, porfi, porfi… --rogaba Tere con insistencia. Carla suspiraba mientras daba saltitos de impaciencia sentada en la silla. --Ay, Tere, es que no se. --El plan es perfecto. Un finde en la playa, buena compania, tres noches durmiendo con tu churri… ?Que mas se puede pedir? --Pues que no tenga que hacerme pasar por la novia de nadie, por ejemplo. --A ver, que no te estoy pidiendo que te acuestes con Marcos, solo que le ayudes un poco. Creo que el intercambio es mas que justo. Tere y Carla estaban tomandose algo en una cafeteria de Malasana. Todas las mesas y sillas eran diferentes unas a otras, y parecian sacadas de la casa de las abuelas de los duenos del bar. Si hubieran puesto unos tapetes de ganchillo en las mesas no habrian desentonado en absoluto. Las chicas habian quedado ahi porque Tere tenia una propuesta para Carla. --Es que me parece muy raro. No se si quiero participar en eso --se justifico Carla. --No es nada raro. Es muy sencillo. Marcos quiere pasar el puente de agosto con su novio Fer, pero no puede decirle a sus padres que se va por ahi con un chico porque ya estan con la mosca detras de la oreja y no son nada abiertos. Ademas, en Gandia esta medio Madrid. No seria raro que coincidieran con algun conocido. Por eso, nos pidio a Rai y a mi que les acompanaramos. Pero Marcos seguia pensando que irnos de vacaciones tres chicos y una chica chirriaba tambien... --Y es ahi donde entramos nosotras --concluyo Carla. --Exacto. La familia de Fer tiene un apartamento en Gandia. Nos invita a todos con tal de estar con su novio. --Muy generoso por su parte. --Quiere mucho a Marcos --apunto Tere. Carla se reclino sobre la silla de enea y el mimbre crujio bajo sus posaderas. --?Y por que ir mas alla haciendonos pasar por sus novias? Que le diga a sus padres que vamos un punado de gente y ya esta, ?no? Tere aspiro con los labios formando una u. --Ya… --Tere se inclino sobre la mesa y poso sus generosos pechos en ella--. Por las fotos --dijo por fin como si estuviera revelando un secreto de la CIA. --?Que fotos? --Las que os tendreis que hacer para subirlas a las redes sociales. A Carla se le cayo la cabeza y miro a su amiga por debajo de las cejas. --?Perdona? --Porfi, porfi, porfi --dijo Tere con las manos unidas por las palmas. Al llevarse las manos a los labios, los brazos se cerraron sobre el pecho empujandolo hacia arriba y distrayendo a Carla. --Fotos… ?para que? --pregunto Carla haciendo verdaderos esfuerzos para no fijarse en las tetas de su amiga. --Solo un par. Ya sabes como va esto del postureo. Ya hay muchos companeros del equipo de rugby de Marcos y Rai que preguntan donde van, con quien… ?Sabes? Pues nos hacemos unas fotos de grupo y que la gente de por hecho que sois sus novias. Ya esta. No os pedimos nada mas. Carla se rasco la frente. --No se, Tere… --Salis ganando. Apartamento gratis. Y tres noches de amor. Los ojos de Carla se perdieron bajo su ceno fruncido. --Nico trabaja, no se si podra ir. --La iremos a buscar a la salida del curro y nos iremos desde alli a Gandia. --Igual no quiere participar en este teatrillo. --Por lo poco que conozco a Nico, hara lo que sea con tal de pasar mas tiempo contigo. --A ver, yo la conozco mejor, ?no? --salto Carla ofendida. La espalda de Tere se tenso. --Perdona, no queria insinuar eso. Solo que seguro que estara deseando pasar alguna noche contigo. --Eso es lo que mas me preocupa --Cuando Carla se dio cuenta de que habia dicho aquello en voz alta quiso que se le tragara la tierra. Tere se irguio de sopeton. --?Va todo bien entre vosotras? Carla suspiro con pesadez. --No tenia ni idea de que estuvierais mal, Carla --dijo Tere alargando la mano para coger la de su amiga--. Se os ve tan enamoradas… --No, no es eso. Tere respiro aliviada. --?Que ocurre entonces? Carla evito la mirada de su amiga. --Carla… Puedes contar conmigo. Tere acariciaba la mano de Carla con delicadeza. Carla se quedo ensimismaba en el tacto de los dedos de su amiga sobre su piel. --No nos hemos acostado todavia --dijo Carla. Su amiga asintio. --No es gran cosa. ?Cuanto llevais? ?Dos meses? --Si, un poco menos. --Es normal, Carla. No pienses nada raro. Le gustas. Mucho. Se ve a la legua. Pero es dificil encontrar el momento y, sobretodo, el lugar --dijo. Seguido, levanto la mano y dio una palmada--. Por eso este trato os viene de perlas. Asi podreis hacer el amor tranquilas. --!Pero es que yo no quiero! --confeso Carla por fin. Tere ladeo la cabeza enfocando con la oreja hacia la boca de su amiga para que le llegara algun eco que le corroborara lo que acababa de oir. --?Por que? --pregunto incredula. Carla enmudecio. Agarro su taza de cafe y le dio un par de vueltas. --?Pero tu has visto a Nico? --insistio Tere--. Esta guapisima, es un cielo, y le gustas un monton. --Pero yo no --dijo Carla en un susurro. --?Tu no que? Carla miro de frente a su amiga. --Yo no me gusto. --?Y ahora eso por que? --quiso saber Tere--. Precisamente ahora que tienes pelo, que tienes color en las mejillas, que tienes musculo en las piernas… --!Que ya! --le freno Carla. --Que ya nada. A mi no me vengas con complejos. Lo que hubiera dado yo por tener tu cuerpo. --?Cicatriz incluida? --le dijo Carla con mirada desafiante. Tere freno en seco y se agarro a la mesa. --Es por eso. --Si, es por eso. Las dos quedaron en silencio unos momentos. --Es solo una cicatriz, Carla. No le des mas importancia de la que tiene. --Es enorme. Ademas, no le puede dar el sol. Otro motivo mas para no ir a la playa. --Puedes ponerte un banador. Creo que se ponen de moda otra vez. --Con lo palo que soy tengo que estar preciosa en banador -- dijo Carla con ironia. Tere levanto el culo de su silla y la acerco hasta Carla. Le agarro la cabeza y la apoyo en su pecho. --Vendreis. No hay excusas. Las dos sabian que el argumento de la cabeza de Carla en los pechos de Tere era irrefutable. La cama de Carla estaba llena de ropa desordenada que iba lanzando desde el interior del armario. Eligio una camiseta, la desplego y la puso delante de sus narices. --!Que horror! --dijo, y la lanzo a la montana de camisas y camisetas que habia sobre su cama. Volvio a meter la cabeza en el armario en busca de algo que ponerse. Tan enfrascada estaba en la tarea que no escucho el timbre de la puerta. Unos segundos despues, su madre entro en su habitacion y Carla se sobresalto al oir su nombre. Del susto golpeo con la cabeza en el estante superior del armario. --Joder, mama, !que susto! --Lo siento, carino, pero es que Nico ya esta aqui. Carla miro incredula su reloj de muneca. --?Ya? Su madre permanecia bajo el umbral de la puerta esperando indicaciones.

  • Vidas fragiles de Stephen Westaby

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  • El secreto de Marrowbone de Sergio G. Sanchez

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